Pasos para construir una presa
1o Busca un rio y localiza un estrechamiento de este (un cañon o cañada), ahí es el potencial lugar para colocar La Cortina. La gente le dice Presa. 2o En ese punto, inicia un túnel de desvío (Dentro de la montaña) en época de "secas" ( este tendrá una salida del otro extremo de la base proyectada de la cortina) y aguas abajo de la entrada del túnel sobre el cauce del río, inicia también un muro de contención de tierra que después será parte de la cimentación de la cor tina. (algunos le dicen "Ataguía") esto es para que el agua no pase a la zona de trabajo y forzarla a fluir por el túnel. 3o Apúrate porque ya vienen las lluvias, puffff.... si se pudo. Ahora inicia en seco el levantamiento de la cortina (Ya tienes los estudios de Mecánica de Suelos y toda la información para la cimentación de esta y recomendaciones de terraplén o en otro caso también si va a ser de concreto). 4o Terminaste la cortina. Inicia con tus vertedores de demasía (Son para el caso de avenidas de agua incontrolables y funcionan solo al elevarse el nivel de proyecto), Inicia también tus compuertas son para controlar el nivel de tu embalse. Estas dos estructuras van a nivel corona (parte superior de la cortina) 5o En ese inter debes construir también la Casa de Máquinas (aquí se instalan las turbinas y los generadores, ambos equipos son concéntricos), en paralelo con la construcción de la Tubería a Presión (esta última es para llevar el flujo de agua que hace que las turbinas giren). Debes de elegir tus turbinas, como? pues así: Para grandes flujos y poco desnivel (entre embalse y casa de maqs.) son tipo Francis, para flujo reducido y gran desnivel arriba de 50mts. son tipo Pelton Comentarios: Las Casas de Máquinas muchas están local izadas en las entrañas de la montaña, también tienes que construir una Sub-Estación, las obras de demasías y las compuertas llevan vertedores los cuales su perfil geométrico regularmente se calibra en un modelo de laboratorio, a veces tienes que poner doble ataguía sobre el cauce del río para que no se regrese el agua.
Calentador casero
CÓMO CONSTRUIR UN HORNO SOLAR ³30-60´ Vamos a construir una cocina solar denominada «30-60» porque su cara delantera puede colocarse en dos inclinaciones diferentes. El ángulo 60º es ideal para captar la radiación cuando el sol está bajo sobre el horizonte (invierno). La posición de 30º sirve para captar los rayor solares cuando
provienen de mayor altura (verano).
l 30-60 es un horno solar del tipo caja caliente. Consiste en una caja bien aislada térmicamente con su cara delantera transparente, que se utiliza como puerta del horno. El interior se pinta de negro mate para que la luz solar sea absorbida al máximo por la paredes del interior. Le dotaremos de unos reflectores planos para captar mayor cantidad de radiación y mandarla al interior de la caja caliente. Mediante estos detalles conseguiremos que este captador solar sea una trampa de calor muy efectiva. En su interior se alcanzarán temperaturas del orden de los 130º C, más que suficientes para cocinar alimentos lentamente.
cuerpo del horno El
Vamos a diseñar los laterales del horno, debemos dibujar
sobre la madera chapeada las piezas de forma que lo que luego será la boca del horno esté inclinada adecuadamente.Lo más importante es que se forme un triángulo rectángulo cuya hipotenusa esté comprendida entre dos ángulos de 30 y 60 º respectivamente. Cortamos las puntas del triángulo en sus dos ángulos de 30 y 60º, y los repasamos con lija para que se igualen. Estas medidas son adecuadas para introducir una olla de 5 litros. A continuación cortaremos 5 listones de 40 x40 mm a 48 cm de largo; usa la caja de ingletar para que los bordes queden a escuadra. Ahora clávalos con los laterales de contrachapado, formando el esqueleto (fig.1). Clava más de un clavo en cada unión para que no giren. Ha de quedar un esqueleto rígido y sólido. Medimos las caras y
hacemos las tapas con okúmen. La cara delantera quedará libre para colocar la puerta. recomiendo aplicar a los listones correspondientes cola de carpintero antes de clavar las tapas. Así quedará más sólido y herméticamente cerrado. Para aislar térmicamente las paredes del horno, usaremos varias capas de cartón ondulado limpio pues comeremos lo cocinado en el interior. Mediremos los 6 huecos y haremos una plantilla de cada uno, cortando varias planchas de cartón iguales. Coloca una sobre otra con cola de carpintero hasta llegar a la altura de los listones (40 mm), unas 4 ó 6 capas en cada hueco. La última capa la forraremos con papel de aluminio, ayudándonos de una brocha y cola blanca rebajada con agua. El interior del horno
Os
habrá de quedar forrado con aluminio reflactante, con la cara más luminosa a la vista, no importando que queden arrugas o bolsas de aire.
La del
puerta horno
Para confeccionar la puerta de cristal primero haremos el marco con 4 listones de 40 x 20mm. Las medidas de esa puerta serán 2 cms menores que el marco delantero del horno. De esta manera quedará un cerco sobre la puerta donde instalar los reflectores. Corta 2 listones de 48 cm y otros 2 de 47 y clávalos como muestra el dibujo (fig.2a) para formar un marco de 48 x 51 cm exteriores y una luz de 44 x 47. Encola bien las juntas para que el marco quede fuerte. Para asegurar que la puerta queda bien encuadrada guíate con la escuadra de
carpintero y clava unos listoncillos en las uniones para que sequen en buena posición. Cuando el marco esté rigido y seca la cola, coloca el cristal. Para ello clava 4 listoncillos de 10 x10 mm en el interior del marco y encólalos justo al ras de la que será la cara delantera de la puerta (fig. 2b). Dentro del marco y encima de estos listones fijaremos el cristal de la puerta del horno, mejor si es climalit. El cristal medirá 43 x 46,5 cm. Aplica un buen cordón de silicona trasparente sobre el bordillo formado con los listones, lugar que ha de estar muy limpio, y coloca el cristal. Sobre éste aplica otro cordón de silicona y clava otros 4 listoncillos, presionando sobre la silicona hasta que se distribuya por todas las rendijas. Pasadas 4 ó 5 horas ya se pueden eliminar los restos de silicona con ayuda del cutter.
Instalando
a del l
puerta horno
Necesitaremos una bisagra de 47 cm de largo, cuyas hojas tengan 20 mm de ancho. Hay que centrar la puerta sobre el marco de manera que quede 1 cm alrededor de la puerta acristalada. Atornillaremos la bisagra en el lado que hayamos decidido, bien alineada con el listón correspondiente. Luego fija la otra hoja de la bisagra con tirafondos al marco del horno. Interesa que la puerta pueda abrirse y cerrarse fácilmente y que ajuste bien sobre la boca del horno. Colocaremos un burlete autoadhesivo de caucho en la puerta para que cierre herméticamente. Para cerrar el horno a presión, instalaremos 2 cierres de carlota (fig. 3) en el lado contrario a la bisagra. El macho y la hembra han de colocarse bien alineados y a la misma altura. Para
le
ello habremos de colocar unos taquitos de madera de 10 mm de grueso debajo de la hembrilla para elevarla. Para terminar colocaremos en la puerta un tirador bien centrado y no muy grande para que no proyecte su sombra sobre el horno. Ya tenemos el horno solar, pero vamos a perfeccionarlo colocando en su interior una chapa metálica oscura que absorba la radiación y la transforme en calor útil. Usa pucheros oscuros para cocinar y haz una base metálica que proteja al horno de posibles manchas y malos olores. Colocaremos la chapa en las dos posibles bases del horno. Emplea una chapa de aluminio, de latón o de hojalata de 0,5 mm de grosor y 39 x 62 cm de superficie. La marcaremos a 25 cm y la plegaremos a 90º con ayuda de unos listones y 2
apretadores. Esta chapa doblada tiene que encajar bien dentro del horno. La pintaremos esmalte negro mate. Conviene dejarla suelta para fregarla cuando se ensucie.
Los reflectores Los reflectores nos servirán para captar mayor área de radiación solar y enviarla al interior del horno. Tenemos que hacer un embudo cuya boca pequeña encaje alrededor de la puerta del horno. Los haremos, de acuerdo a las medidas de la fig. 4, con madera de contrachapado de 10 mm de grosor, forrada de hoja de aluminio de cocina, pegada con cola de carpintero rebajada con agua al 50%. Una vez secos, los pegaremos con tiras de tela vaquera o lona, usando cola de carpintero. Atento al orden, pues 2 reflectores tienen una medida y los otros 2 otra. Junta uno grande y uno
de
pequeño con sus caras reflectantes enfrentadas y, alineando sus bordes en ángulo, los fijamos con unos apretadores a la mesa de trabajo (fig 5). Luego encolaremos un margen de 6 cm para colocar la tira de tela alrededor de las dos planchas formando una bisagra entre ambas. Cuando los 4 reflectores estén secos, uniremos los 4 bordes restantes con sendas tiras de tela. Sigue los mismos pasos: doblar, fijar, encolar y pegar la tela. A continuación heremos encajar el embudo reflector en la puerta del horno. Verás que uno de los laterales tropieza con los dos cierres de carlota. Marca con un lápiz el lugar exacto y procede a recortarlo. No olvides colocar una manilla para transportar el horno justo encima del lado más alto, cerca de la puerta.
Cómo usar e l
horno
30-60
Colócalo orientado al sol donde no vaya a haber sombras durante unas horas. Lo mejor es poner primero el horno al sol para que vaya caldeándose mientras preparamos los ingredientes de la comida. Introduciremos los alimentos en un puchero negro u oscuro y, quitando el reflector, abriremos la puerta y meteremos dentro la olla. Luego, cerramos, colocamos el reflector y a esperar. Los recipientes pueden ser metálicos, de barro o esmaltados y si la tapa es transparente mucho mejor. Si hubiera sombras en el interior del horno, hay que moverlo lateralmente hasta que desaparezcan. Cada 20 ó 25 minutos podemos girarlo para que esté perpendicular al sol. Notaremos que la comida hierve cuando se condense agua en las esquinas del
cristal interior. La comida se hará en el doble de tiempo de lo normal, alcanzando temperaturas hasta de 150 º gracias a los reflectores. J osé
Manuel J iménez, «Super» Ingenios Solares, Editorial Pamiela Tfno: 948 14 21 93
m Materia l Necesario y
2 tableros de madera contrachapada de 10 mm. de grosor. Uno de 1,50 X 1 m. y otro de 1 X 1 m.
y
1 plancha de madera de okúmen de 2 X 1 m.
y
4 listones de 2,50 m. de largo de 40 por 40 mm.
y
1 listón de 2,50 m. de largo de 40 por 20 mm.
y
Unas cajas de cartón ondulado que estén limpias para emplearlo como aislante térmico.
y
Una chapa metálica de 39 por 62 cm. y de 0,5 mm. de grosor, que sea fácil de doblar (aluminio, latón, h ojalata...).
y
4 ms. de cuadradillo de madera de 10 por 10 mm. (también sirve junquillo de cristalero de 1X1).
y
1 vidrio de 43 por 46,5 cm. o un climalit de esas medidas.
y
Unas tiras de tela vaquera o lona de 10 cm. de anchas.
y
Un rollo de papel de aluminio del usado en la cocina.
y
Una tira de bisagra de piano de 20 mm. de ancha y 47 cm. de larga.
y
2 cierres de presión tipo carlota.
y
1 asa para transportar el horno y un pomo pequeño para la puerta.
y
2
metros
de
burlete
de
caucho
autoadhesivo. y
Cola blanca de carpintero, silicona traslúcida anti-moho, clavos de varios tamaños y tirafondos.
y
Pintura negra mate.
m Herramientas y
Una sierra de marquetería, serrucho o caladora eléctrica.
y
Un transportador de án gulos.
y
Serrucho de costilla y caja de ingletear.
y
Una escuadra de carpintero y una regla de seguridad.
y
El cutter y las tijeras.
y
Una lima y papel de lija o lijadora eléctrica.
y
Martillo, apretador y destorn illador.
y
Pistola de silicona y brocha para encolar y pintar.
y
Metro y lapicero.
CASA BIOCLIMATICA DE GETARIA(Guipúzcoa) C osta cantábrica guipuzcoana. Montaña y mar.
La climatología de Euskadi exige «
Bien protegida del norte, orientada hacia el Sur y construida con un respeto absoluto hacia el entorno en que se ubica, encontramos la casa bioclimática de Arantxa, J usto y Aritz en el pueblo de Getaria. Diseñada por el arquitecto navarro Iñaki Urquía con materiales no contaminates y teniendo en cuenta la climatología de Euskadi, se alimenta de sistemas mixtos de captación de energía natural: fachadas acristaladas, placas solares,
utilizar sistemas mixtos de captación de energía»
turbina y una rueda de molino para traer el agua son los elementos que autogestionan su buen funcionamiento.
l exterior se nos presenta sencillo al tiempo que atractivo por su originalidad; se advierte claramente que no estamos ante un baserri típico de la zona. Hay algo en esta casa que la hace diferente a las restantes. A primera vista, y ya desde la carretera de acceso, llaman nuestra atención las diversas placas solares y amplios ventalanes, así como el mimetismo logrado con la montaña gracias a la hierba que brota del mismo tejado. Tras la bienvenida de Justo y Arantxa entramos y advertimos un ambiente armónico y equilibrado de grandes espacios con sabor rústico. Nos cuentan que hiceron la casa porque querían vivir alejados del stress urbano, impulsados por el deseo de vivir inmersos en la naturaleza. En un primer momento se inclinan por restaurar algún antiguo caserío, pero al no ser factible económicamente, cambian de rumbo y deciden buscar una parcela de terreno donde edificar su futuro hogar. Pronto surge el primer problema relacionado con la licencia de edificación, pues el proyecto exigía ser presentado como rural. A esto se unieron algunas voces que trataron de persuadirles para que cesaran en su empeño. No obstante, los diversos obstáculos fueron dispersándose al contactar con miembros de GEA y con el arquitecto navarro Iñaki Urquía, quien pasaría a ser para ellos un buen amigo. Los primeros realizan un estudio geobiológico sobre radiaciones telúricas y líneas Hartmann para evitar efectos nocivos en la casa, y el segundo diseñaría el proyecto según criterios de bioconstrucción. Iñaki
insiste en la autocons±trucción pues al tiempo que abarata el coste de la obra supone una gran satisfacción para el futuro morador de la misma. Sin embargo, Arantxa y Justo no autoconstruyeron su hogar, a pesar de que la idea les parece muy acertada, por motivos ajenos a su voluntad.
Diseño
bioc limático
De todas formas, señalan que el coste total de la obra no ha sido superior al de una casa de similares características que se hubiera construido con materiales convencionales. El edificio posee una única planta, situándose en la parte central una gran sala en la que convergen a ambos lados dos galerías rectangulares donde se encuentran las distintas dependencias. Desde el pórtico accedemos al interior através de un pasillo con grandes ventanales cuya función es la de absorber los rayos del sol, lográndose así los beneficios propios de un invernadero. Gracias a estas grandes cristaleras, que se suceden a lo largo de la fachada, se consigue una gran luminosidad y el calor necesario para calentar las estancias en invierno. En verano, sin embargo, la altura del sol evita que sus rayos lleguen hasta el interior. La cocina y la sala forman una única y gran dependencia y la casa posee otras dos habitaciones más y un baño a los que se añade un taller que Justo utiliza para diferentes fines. La sala, además de una preciosa cúpula de madera diseñada con el fin de liberar al edificio de posibles energías telúricas negativas, posee una gran terraza exterior que hace las veces de tejado del habitáculo semicircular que se encuentra en un nivel inferior al resto del edificio.
Materiales y fuentes de
energía Se han utilizado materiales que respetan el medio ambiente y logran un máximo ahorro de energía; prinicipalmentetermoarcilla (en suelos), madera (en vigas, cúpula, ventanales y puertas), cemento y ladrillo limpio, evitando así el uso de hormigón y hierro. En cuanto a fuentes de energía, y dada la climatología de Euskadi, no resultan suficientes las cuatro placas de energía solar instaladas en su tejado plano, por lo que el resto se consigue mediante un equipo de acumulación que funciona con una turbina. Ciertos electrodomésticos como el frigorífico y la cocina funcionan con gas. La energía utilizada es en todo momento contínua, es decir, no contaminante y apuestan por la no utilización de cables, en la medida de lo posible. La traída del agua fue resuelta gracias a un ingenio de Justo, quien diseñó una especie de rueda de molino que la hace llegar hasta la casa desde un cercano manantial. Han sabido materializar lo que para algunos parecía un sueño difícil de realizar. Y aunque no todo ha sido un camino de rosas, cada día son conscientes de que el esfuerzo ha merecido la pena al contemplar ese mar de colinas verdes que se divisa desde su apacible hogar ecológico.