ANÓNIMO
LOS ARCANOS MAYORES DEL TAROT Meditaciones .".~-. ~.
'.
Introducción
de Hans Urs von Balthasar
Herder
~ ..
\.
(
,
.:»
(
..J
(
J
(
..J
( ..J ( -.J ( .J ( ~; (
ÍNDICE
_J
( Presentación, por Roben Spaernann Introducción, por Hans Urs von Balthasar Prólogo del autor
11 15 23
.....J
(
J
(
...J
( Carta I: El Mago: El arcano de la mística
"............................................
25
(
López de Castro
:
.
51
Diseño de la cubierta. A. Tierz
2a edición,
2a impresión
Reflexión de la experiencia mística. Revelación y tradición. Renacer del agua y del Espíritu. La dualidad. Iniciación antes y después de Cristo.TPrirnacia de! ser o del amor? El don de lágrimas. Los principios 'masculino y femenino: Naci'miento de las tradiciones. Hechizo de sistemas filosóficos. El sentido contemplativo. Memoria horizontal y vertical. La creación del mundo.
\
Deposito Irgl1!: B - 26.747 - 2010
Herdér www.hcrdercdirorial.corn
El arcano de la magia
.
75
de
Imprenta: Tesys Prinred in Spl1il1
/
-) .../
-
( Carta III: La Emperatriz:
de los titulares
-)
( ~, (
esta obra sin el ccn senrimicn rc expreso del Copyright esrá prohibida al ampJ.fO de la legislación vigente. {Oral o parcial
( (
ISBN: 978-84··254-1529-6 La reproducción
-)
( ..J (
Carta II: La Sacerdotisa o Papisa: El arcano de la gnosis
© 1983. Val,,! Hada. B~';letl © 1987, Hmlá Editorial. s.L: Barcelona
\
J
(
Ttn.to original: Die grofl
J.
J .J
( ..J
Arcano, símbolo, misterio. Iniciación. Hermetismo cristiano al servicio de la fe .. Pedro y Juan. Relación entre esfuerzo personal y realidad espiritual. Corrcentración sin esfuerzo. La zona de silencio. Transformar el trabajo. en,. .i)l.~go. :. :::Aligej!;¡r el yugo . La.unidad del mundo. El.rnérodo de la analogía.Sílnl:)i:<~;sy:.:~: . \. rilj(Ó~; Arquetipos. Srnresisdel consciente y~¡i;¡c:o¡úc;ente. :bebet.;¿>if;th~ri::U· Genialidad y charlat~nería. ". ., .. <:., "
Traducción:
(
Magia sagrada, personal y perversa. Dominio de lo sutil sobre lo denso. Curaciones milagrosas. Peligros de la falsa magia. El Santo Grial. El misterio de la Sangre. Posesión. Egrégores y demonios. El despertar de la libre voluntad. Job. Liberarse de la duda, del temor, del odio, y de la desesperación. La Biblia, principal formulario de la magia sagrada. Esfuerzo, sufrimiento y muerte: mística, gnosis y magia. El árbol de la vida. "Yo soy el camino,la verdad y la vida .•• Milagros. El ideal de la gran obra y el de la ciencia. Agente de crecimiento. El guardián del Edén. La Trinidad. Magia del amo. Escribas y fariseos. Fe, esperanza, amor. Purificación, iluminación, unión. La genenición.
(
)
( ~.
( (
(
..J
~.
( 5
( ( (
..../
/
e
) )
"
,~'-
) ~'
)
t· (
J )
j,.
) P-
)
l
)
t
)
r
~', ~
99
Autoridad. Renuncia al movimiento, a la acción, a la libertad intelectual y a una misión personal. La idolatría del poder y el poder de la cruz. Problema de teodicea. La parábola del hijo pródigo. Amor divino y libertad humana. Jerarquías angélicas. Tsimtsum, ••Retirada de Dios». Existencia (libertad) y esencia (chispa de amor). Pantcísmo y materialismo. El puesto del emperador en Europa. La autoridad del iniciado. El sentido místico del tacto, el sentido gnóstico del oído, el sentido mágico de la vista, el sentido filosófico-hermético de la comprensión. Filosofía hermética y ciencias ocultas (cábala, astrología, magia, alquimia). Teoría de la reencarnación. El sentido metafísico y el sentido hermético (o de la iniciación).EI hombre, imagen y semejanza de Dios. La rosacruz. Las cuatro llagas.
..
,) )
~ ;,:,
) )
breza
)
) ) j
) )
- ) ) )
) .'- ) ) f-~
201
)
229
El tercer padre. El hermetismo y sus tres métodos de conocimiento. Las tres antinornias: idealismo-realismo, rcalismo-nominalismo, fe-cienc.a empírica. El credo científico. La ciencia: ¿método o concepto del mundo? Síntesis de religión y ciencia. El don del negro perfecto. La prudencia. Soledad y silencio. El iniciado. Paz. Saber yqul"rer .. Vida contemplativa y 'activa. El Ermitaño en camino. 'Flores d·f:~·;,}9t9::;1:~$S. siete. «yo .soy-.. .. ,;"" ..
La bendición. Respiración horizontal y vertical. Oración y gracia en la razón, el .corazón y la voluntad. Amor a la naturaleza, al prójimo y a los seres jerárquicos. Purificación, iluminación y unión. El aspecto nocturno de la historia y de la .vida'individuaLLils (opciones de emperador y papa. Cosmos geocén,trico y ,helio(;entrico.J:_.Qgi~r:\+¿ los hechos ylógic» moral. La quinta llaga.del Papa. El quinario (el peniagrama). Hágase tu voluntad, mi voluntad, nuestra voluntad. Fuerza o pureza de la voluntad. Los deseos de ser grande, de tomar, retener, avanzar y mantenerse. Los votos de obediencia (cruz), pobreza (pentagrama) y castidad (hexagrama], Las flores de loto. La victoria del bien sobre el mal. Estigmas. Limbo, purgatorio, paraíso. La misión del Papa. Las "puertas de! infierno». Fe, esperanza, caridad. . .
:
Carta VI: El Enamorado: El arcanc¡de la iniciación y de la castidad....................
.:
;:;; .:.,
:.".
.
Carta X: La rueda de la Fortuna: El arcano de la naturaleza caída
149
265
Relaciones entre animalidad y humanidad. Caída original y degeneración. La evolución. Perdición y salvación. El mito del círculo cerrado de la serpiente. La idea del eterno retorno. La caída cósmica. Enroscadura e irradiación. El cerebro. Paloma y serpiente. La redención. El inconsciente colectivo. Destino, voluntad y providencia. La esfinge. Callar, querer, osar, saber. La hi~toria del tarot. El hermetismo.
El senario (el hexagrama): las tres tentaciones y los tres votos. Monjes y monjas. Amar y ser. La extensión de! amor. Énstasis y éxtasis. Iniciación. La triple tentación en e! paraíso. Dudas y experimentos. Obras y gracia. La naturaleza está herida, no destruida. Fórmula de la iniciación. La triple vía de san Buenaventura. Egrégores y Fantasmas. El Anticristo. Las tres tentaciones en el desierto.
Carta XI: La Fuerza: El arcano de la virgen.......................................................
)
1-
de las siete
Carta IX: El Ermitaño: El arc,tnOde la conciencia..............................................
)
-
El equilibrio
123
)
,
y subconsciente.
Equilibrio microcósmico y macrocósmico. La ley. Realidad de Dios y abstraeciones de Dios. El primer mandamiento. «[No juzguéis!- Intuición. Equidad. Justicia justa y decisión. Cantidad y calidad. El infierno eterno. La encarnación de Cristo. Griegos y judíos, realistas y norninalistas. Los tres motivos del ansia de saber. La Iglesia católica. Hermetismo e Iglesia. Hermetismo y ciencia. Jesucristo y el Legos. •
Carta V: El Sum~ sacerdote o Papa: El arcano de la trascendencia y de la po-
~
,--'
consciente
Carta VIII: La justicia: El arcano del equilibrio
l ""-
za entre supraconsciente, fuerzas.
)
,-
~
Carta IV: El Emperador: El arcano de lafilosofía hermética y de la obediencia...
Carta VII: El Carro: El arcano de la convalecencia La cuarta tentación: megalomanía, hipertrofia de la conciencia de sí, orgullo. Renuncia y recompensa. El movimiento de los ángeles. Lugares sagrados. Los siete milagros ejemplares y los siete "yo soy». El proceso de individuación. Arquetipos. "Ora" y trabaja.» La humildad y su peligro subyacente. Los arcanos del tarot como advertencias e ideales'. Señor de los' cuatro elementos. Las virtudes cardinales. Las tres formas de experiencia mística. La 'visión beatifica. Alian-
6
.
175
301
La religión natural. Percepción y reacción. Iluminación y fanatismo. Virgen y serpiente. Vida y electricidad. Virginidad. Enemigos transformados en amigos. Las técnicas de la tentación: duda, placer estéril, poder. Esclerosis. Modos de dormir y morir. Éxtasis. "Honra a tu padre y a tu madre». Agente de crecimiento. Tradición y progreso. Los diez mandamientos.
Carta XII: El Colgado: El arcano de lafe
.
339
Gravitación física, psíquica y espiritual. La caída original. Carne, alma, espíritu. Los padres del desierto. Jesús camina sobre las aguas. «Yo soy.» Éxtasis y
7
-
)J )--.J
énstasis. Tres categorías de [evitación. Kunddlini. Enroscadura e irradiación. El poder perceptivo de la voluntad. Fe y obediencia. Revelación y entendimiento. Lógica moral. La parte y el todo. Pensamiento solar, vol~ntad zodiacal e imaginación lunar. Simbolismo de los números. Certeza de la fe y verosimilitud de la prueba. Herejías y ·sectas. La infalibilidad del papa. Visión imaginaria y visión intelectual. Alucinación e ilusión. Fe y saber. Job. .
) -.J
rosacruz. Nada mecánico en el hermetismo. Matrimonio de los contrarios. Paz. Peniten.cia. La .• ~quimia de la cruz. Concentración, meditación, contemplación. El sentido espiritual de los días de la semana.
) -.J J J ) J
Carta XVII: La Estrella: El arcano del crecimiento y de la madre
:-:...............
499 )
¡'
Carta XIII: La Muerte:
El arcano de la vida eterna............................................
375
Olvido, sueño y muerte. Recordar, despertar y nacer. Cuatro clases de 'memoria. La resurrección de Lázaro. Milagro y libertad. Hacer y funcionar. El Verbo creador. La vida de los santos después de h muerte. Ángeles custodios. Dos clases de nacimiento. Cristalización o irradiación. La promesa de la serpiente. Fantasmas y aparecidos. Dos clases de inmortalidad. Concentración, meditación, contemplación. Fe, esperanza, amor. Purificación, iluminación, unión. San Miguel arcángel. La torre de. Babel y el descenso de la Jerusalén celeste. El sentido de la muerte.
La savia de la vida. De lo ideal a lo real. El agente magreo y el agente de crecimiento. Creacionismo y transformismo. Fuego yagua. El veneno de la serpiente y la lágrima de la virgen. Contemplación y acción. La superación del dualismo. La esperanza. Los misterios de la madre. Evolución y salvación. Poesía. Magia divina y magia personal. El círculo cerrado de la magia personal y dela ciencia. La espiral de la magia divina. Milagros. Amor a Dios y al prójimo. Los cuatro aspectos del nombre divino. La preparación de la venida de Cristo. Oro, incienso y mirra. Esperanza, creatividad y tradición. Hermes Trismegisto.
Carta XIV: La Templanza:
El arcano de la inspiración.......
409
El hombre, imagen y -sernejanza de Dios. Las cinco funciones del ángel custo•.dio. Lagenialidad
Carta XV: El Diablo: El arcano de la contra inspiración
439
El mundo caóti,co del mal. Generación de los demonios. Su poder sobre quien los engendra. Angeles caídos y seres artificialmente engendrados. Demonios engendrados individualmente. Egrégores engendrados colectivamente. Complejos. El comunismo. Silencio. Los cuatro grados de la tentación. Discernímiento de espíritus. ¿Hay egrégores buenos? Lugares sagrados. Cómo luchar contra los demonios. Cómo derrotar a los ángeles caídos. Job. Las burlas de Mefistófeles. Dioses paganos. Cuatro formas de paganismo.
Carta XVI: La Torre: El arcano de la construccion El mal humano. No en la carne, sino en el alma. Ascetismo negativo y positivo. La c~ída, anterior a la vida terrena de la humanidad. El pecado original. ¿ Ignorancia O conocimiento ilícito? Tradiciones oriental y occidental. Fratricidio de Caín, generación de los gigantes, torre de Babel. La Torre alcanzada por el rayo. Purgatorio. El Magníficat. Ensalzarse. Especialización. Construir O crecer. La
)
)
_J
)j ) 529
-)
469
)
La inteligencia y la intuición de la fe. Sol, Luna y estrellas: luz creadora, reflejada y revelada. El postulado de la repetición. El todo y la parte. Primavera y otoño. «En el comienzo exis,t¡a el Verbc.» El instinto. El árbol de las sejirot, Cabeza, ,corazón y. voluntá2J(!.:¡.an~Joflnación de la inteligenciaen.intuición: La' inreligencia al :se.-vicio'de··l:F¡ckj·itci~hcb:El guardián dd\irribraL El sai:rificium intellectus. Ritmo. El rosario. La sabiondez. Reducción y ftroyección psicológica. Las cuatro antinomias. Psicologizantes y espiritualizantes. ¿ Cangrejo o águila?
Carta XIX: El Sol: El arcano de la intuición
Carta XX: El Juicio: El arcano de la resurrección
-)
)J }" --,,:
)j ).
, _J
)~ ) -../ ),J
565
)-
Cooperación y lucha por la existencia. Simpatía. Conversación mediante fuerzas y mediante palabras. El pesebre. Resurrección. En pos de la estrella. Cooperación de la inteligencia humana con la sabiduría sobrehumana. «El que clama en el desierto.» La escolástica: bautismo de la inteligencia. Escépticos y místicos. Experiencia intuitiva del sí mismo trascendente. María-Sophia. La trinidad luminosa. Padre y Madre. El culto a María. Novena y rosario.
.
j
) -.J
) J Carta XVIII: La Luna: El arcano de la inteligencia
'.'
,J
(
)'-/
)J )'-J
.
595
El impulso terapéutico de las religiones proféticas. La quinta ascética. Despertar y resurrección. Olvido, sueño, muerte: recuerdo, despertar, nacimiento. Memoria automática, lógica y moral. La triple «crónica del akasha», El libro de la vida. El mejor de los mundos. La historia del mundo es el juicio del mundo. Sentido de la responsabilidad histórica y firmeza de la fe. La trompeta del ángel. Obras y gracia. La unión de la voluntad humana con la divina. «Padre nues-
)..:..-' ) ..,.}
) 8
9
})'.--'
Y
tro ... » El cuerpo de la resurrección. Herencia e individualidad. Inmortalidad espíritu, alma y cuerpo. La preparación del cuerpo que ha de resucitar. asunción de María. El juicio final.
del La
Carta XXI: El Loco: El arcano del amor
631
Don Quijote. Orfeo. El judío errante. Don Juan. Till Eulenspicgel. Hamlet. Fausto. Transformación de la conciencia personal en conciencia cósmica. Dos clases de sacrificium intellectus. La unión de las sabidurías humana y divina. Judíos, griegos, cristianos. La piedra filoso Ial, La espera del que ha de venir. Fe en Dios: fe en el hombre. Avatares. Cristianización de la humanidad. El Bodhisattva. Fusión de oración y meditación. Oración mística, gnóstica, mágica.
Carta XXII:
El Mundo:
El arcano de la alegría
PRESENTACIÓN
667
El mundo como obra de arte. La creación. Magia y arte. Alegría. El suicidio. Espejismos. Cinturón de la mentira o esfera del falso espíritu santo. Falsos profetas y rnesías. Marxismo. Nacionalsocialismo. El espíritu casto. Verdad y mentira mezcladas. Cruz, oración y peniü~o.~¡a. 'Arte sagrado. La intensidad rió, es criterio de ve~dad. Lo nurninoso. Peligros-del inconsciente. LoscJatto árii'e: males sagrados. Los cuatro temperamentos. Los cuatro elementos del Nombre divino, Los arcanos menores del tarot. El iniciado. Purificación, iluminación, perfección. <\
Glosario
10
,
"
,
" .. ,
"......
701
Los tiempos parecen estar maduros para que salga a la luz este libro. No sabemos si admirar más los azarosos caminos recorridos por estas 22 cartas de ultratumba hasta su publicación en alemán por la editorial Herder (Basilea 1972) o la ciega seguridad con la que sin propaganda alguna han hallado a sus destinatarios, esos amigos desconocidos a quienes van dirigidas, hombres y mujeres de muchos países y continentes, ancianos y jóvenes, seguidores de un credo católicodogmático, adeptos de una libertad de espíritu teosófica o antroposófica, mas todos partícipes de un.afán tpmún: averiguar el significado de la antigua p~labj-a:sabiduria. ;;:,. ;':,' .' "}:i!~: ,,~";:,,;;, Para llegar a comprender la fuerza de atracción, a la vez" dulce e inexorable;' que emana de estas meditaciones es preciso acudir por algún tiempo a la escuela del maestro que nos las brinda. Sus ejercicios nada tie~en que ver con la ciencia ni con la fe. No hay en ellos ni argumenración metódica ni huella de dogmatismo; no revindican una objetividad universalmente válida o en toda circunstancia verificable, pero tampoco representan una mera experiencia subjetiva sin aspiraciones a la verdad. Nos enseñan a ver de un modo determinado, nos llevan de la mano por los senderos tradicionales de cierto tipo de visión, una visión que, en nuestra cultura, a menudo aparece espantosamente atrofiada. Trátase de una visión de fenómenos primordiales y analogías esenciales. Esta visión ni puede ni está llamada a ocupar el puesto de la ciencia o de la fe cristiana. A entrambas les sirve más bien de base y de raíz común. Al atrofiarse ésta, la ciencia y la fe degeneran inevitablemente: la ciencia se vuelve destructÍva y la fe exangüe. La visión de las analogías precede a toda ciencia. El uso de conceptos sólo es posible cuando las cosas y acontecimientos se perciben como análogos. Todos vemos tales analogías. Lo que importa es aprender a distinguir las analogías esenciales, es decir, los fenómenos primordiales. Por ejemplo, allí donde no se llegue a apreciar el fenómeno del ser viviente, de la planta, del animal, o la belleza de una obra de arte, cualquier explicación científica acabará sencillamente por desfigurar 11
-, (
( ,
1
I
t,·
dichos fenómenos o relegados al plano de visiones meramente subjetivas y sin importancia. La forma actual del pensamiento científico se caracteriza por esa falta de percepción y la correspondiente tendencia destructiva. La actual anemia de la fe resulta de la misma carencia. La fe ha renunciado hoy en gran parte a su pretensión cogrioscitiva, la de interpretar en un sentido tan genuino como sustancial el mundo, la vida y la historia. A menudo tolera que el contenido más Íntimo de los sucesos relativos a la salvación le sea declarado por una ciencia radicalmente incompetente en lo que toca a este hecho de índole única, quedando así ella misma reducida a una simple «actitud", una determinada forma de motivación moral. El conocimiento que viene de la fe, la gnosis, vive precisamente, como todo conocimiento, de un ver primordial. «Venid y lo veréis», responde Cristo a la pregunta de sus primeros discípulos: «Maestro, ¿dónde moras?» Gn.1,38). "Hemos visto su gloria»: tal es el testimonio con que el Evangelio de Juan inaugura su mensaje. El conocimiento científico vive de la visión de analogías horizontales; la visión en que se apoya la fe se sustenta de analogías verticales: «Lo que está abajo es como lo que está arriba, y lo que está arriba es como lo que está abajo.» Las 22 cartas que nos ocuP
: Tabul;!;'sr#4~gdina
'" .. "
.'.
. ..'.'
.,
.:. ,>,';,.
Sólo si en esas palabras se encierra una verdad tendrá sentido cualquier discurso sobre Dios y no será el nuestro .:'un hablar hueco, abstruso e incoherente; pues «a Dios mismo nadie lo ha visto jamás» Un 1,18). Un pensamiento que así percibe las cosas no se ciñe a considerar a Dios como un simple puntito trascendente que se coloca sobre la i del mundo y a dejar, a lapostre, que el universo espiritual de lo invisible quede transformado en un insignificante residuo, pudiéndose éste derivar de un funcionalismo antropocéntrico. La realidad del «cielo, de las potencias celestiales y los gloriosos .serafines» no se le descubre a quien comienza por la célebre «navaja de afeitar» de Occam, es decir, por la pregunta: «¿Acaso no podemos arreglárnoslas sin suponer su existericia?» Esta actitud, esta reducción del tesoro de la realidad a aquello «sin lo que no podemos arreglárnoslas», nos lleva de momento a exterminar en la tierra búfalos y elefantes, y nos hará acabar, de aquí al año 2000, con algunas decenas de millares más de especies naturales. La riqueza del mundo espiritual, a la que e! autor de estas meditaciones nos permite echar alguna que otra mirada, se halla por suerte a salvo de nuestros desmanes. ¿No nos disminuimos a nosotros mismos, sin embargo, con un reduccionismo teológico igualmente destructor? Los grandes portavoces de! idealismo alemán -Schelling, Franz 12
von Baader, Hegel- no ignoraban que también la filosofía degenera en pura ciencia formal sin esa visión de la trasparencia y analogía de los fenómenos. Por ello dieron entrada en sus obras, más o menos expresamente, a tradiciones portadoras de otro pensamiento: las tradiciones hermética, gnóstica y teosófica. Tales tradiciones permitían conciliar las verdades de la fe cristiana con lo que ordinariamente sabemos acerca de! mundo. El autor de las 22 cartas que aquí publicamos se sitúa en esta tradición europea de sabiduría. Dada la asombrosa similitud de auténticas experiencias espirituales en todas las épocas y culturas, la tradición que acabamos de mencionar engloba también elementos oriundos del Extremo Oriente, mientras que, por otra parte, la mayoría de las importaciones asiáticas hoy tan en boga se apoyan en un profundo desconocimiento de la historia occidental de la visión meditativa, y por eso tampoco ellas son comprendidas a fondo. Esta ignorancia no es casual. Guarda relación con ese déficit, esa falta de percepción a la que antes aludíamos. Tanto en lo tocante a la cultura como a la religión, cunde hoy un sentimiento general de marcha sin rumbo, en el vacío, sentimiento que corroe cada vez más las almas. Contra él combaten estas 22 cartas, trayéndonos esa especial "isién de las cosas a la que damos elnornbre de sabiduría!.:::": .' LOc1§ááúistÍco del auto/de estos ejercicios eselpapel que asign;i: :J.,., , a la tradición sapiencial hermética en el corijunto de nuestra vida espiritual. Esta tradición, en efecto, no encarna ya un saber herético que se sobrepone a la ciencia o a la Iglesia. El hermetismo no es furidamento de ninguna de ambas. El autor lo entiende como 'servicio prestado a la ciencia y a la fe, como puente tendido entre las dos, como fermento de nuestra cultura. Así, por poner un ejemplo, su sorprendente interpretación platónica de la teoría evolucionista no es opuesta a este paradigma científico, antes bien permite conciliado con la verdad básica y evidente de que lo más perfecto nunca puede derivarse de lo menos perfecto. Pero lo que en especial le interesa a nues-tro autor es descubrirles a todos los buscadores de sabiduría, herméticos, teósofos, antropósofos, la Iglesia una, la Iglesia de los Apóstoles, la Iglesia de Dios hecho hombre; descubrírsela como su verdadero espacio vital, como la patria espiritual de la que todos ellos -lo quieran o no- viven cada día y sin cuyas plegarias y sacramentos las realidades que les tocan de cerca desaparecerían 'por completo de nuestro mundo. La gratitud del autor por ese espacio que Dios nos otorga rezuma una cálida y profunda emoción. Ningún agradecimiento espera él a cambio por parte de la Iglesia católica, sino sólo que ésta le reserve un humildísimo puesto, el último, precisamente a él, que en razón de su particular destino no es capaz más que de 13
J
(
1
(
J ....J
(
J
(
J
(
J
(
J J
(
J
(
.J
(
...J
(
~)
(
.J
\
...J
(
-1)
:(
,./.
/
~'
(
) ../
( (
(
t (
( ( ( ( \
_.
(
l ( ( ( (
""-",
i
E
"';}','i'
rastrear los grandes y pequeños secretos de la realidad por el camino de las analogías y correspondencias, haciendo así asombrosos descubrimientos. Que desde ese último puesto -en verdad privilegiado, como lo dijo el propio Cristo- surja a su vez en sentido contrario un nuevo impulso para la Iglesia y la lleve también a ella por las vías de la gratitud, no depende de la voluntad de los hombres, aunque van multiplicándose los signos que permiten conjeturarlo. Los cristianos del futuro «deberán ser esos cristianos gnósticos, maduros, inspirados», a qu.ic:nes, seg~~ expresión del cardenal Carlo Martini, arzobispo de Milán, «se dmge en su totalidad el mensaje del Nuevo Testamento». En París, el papa Juan Pablo II interpeló a la nación francesa con las siguientes palabras: «Francia, ¿ sigues siendo fiel a tu alianza con la sabiduría?» Este término no fue escogido por el sumo pontífice al azar en vez de cualquier otro, por ejemplo, fe. Según la doctrina cristiana, la fe es un don que nadie se otorga a sí mismo. La sabiduría, al c~ntrari.a, ~s .una disposición del espíritu que puede adquirirse medl~nte eJercI~lOscomo los que nos ofrecen estas 22 cartas. En la Iglesia ',on~ni:al, el ~lác<;)IJo,ex<::lamaantes de dar lectura al Evangelio: «j Sabi;'dufÍ;a! j En ple!:'/fBias;'adel.a.nté, á:liniciarse la celebración propiamente dicha de los sagrados misterios: ",¡Permanezcamos decorósarnente en pie!» Ambas parénesis dan a entender que para oír y hacerse presente la Palabra de Dios se requieren ciertas disposiciones espirituales y corporales. Estas mismas disposiciones impiden el hundimiento de una civilización, ' , Roben
14
Spaemann
INTRODUCCIÓN
I Al acceder a la demanda de prologar este libro, tan extraño para la mayoría de los lectores pero a la vez tan enriquecedor, me apresuro a confesar mi incompetencia en la materia que explora: no soy capaz de seguir ni de aprobar todos los razonamientos del autor, ni menos aún de sorneterlos a examen crítico. No obstante, es talla abundancia de ideas y reflexiones dignas de atención, que a nadie pueden dejarle insensible. i".~'Un,pens.ador:cd-S.tianp"y piadosode innegable probidad nosda a conocer'los'símbolos del hermetismo cristiano en sus'disi:ii:-ú~s planos -mística,gnosis y magia- recurriendo a las ciencias cabalísticas y a ciertos aspectos de la alquimia y la astrología. Dichos símbolos aparecen en los llamados arcanos mayores del antiguo juego de cartas conocidopor el nombre de taroco o, más comúnmente hoy, tarot. Con sus meditaciones, el autor trata de situados en el plano de la sabiduría irás profunda; por lo universal, del misterio católico. Recordemos, en primer lugar, que semejante tentativa no es, única en la historia del pensamiento católico, teológico y filosófico. Por lo general, los padres de la Iglesia interpretaban ya los mitos nacidos de la fantasía y mentalidad paganas como vagas prefiguraciones del Logos plenamente revelado en Jesucristo (Schelling se dedicó a demostrarlo una vez más, extensamente, en su filosofía tardía). Sobre todo Orígenes, yendo hasta el final de .esa línea de pensamiento, acometió como cristiano la empresa de esclarecer con la revelación bíblica no sólo la sabiduría filosófica de los paganos, sino también la «sabiduría de los príncipes de este mundo» (1 Cor 2,6), por lo cual entendía él «algo así como la filosofía oculta de los egipcios» (aludiendo especialmente a los escritos herméticos atribuidos a Hermes Trismegisto, es decir, el dios egipcio Thot), «la astrología de los caldeas e hindúes, que prometen enseñar la ciencia de las cosas supraterrenas», y asimismo «las múltiples doctrinas de los griegos acerca de lo divino». Oríge15
) )J nes admite además la posibilidad de que las .porencias del mundo no enseñen esta sabiduría suya «a los hombres para perjudicarlos, sino porque de veras creen en tales cosas» l. Ideas similares aparecen expuestas en la Praeparatio evangelica de Eusebio. . Todos sabemos cuán variados fueron durante el medievo, en parte P?r i~flujo árabe, los conceptos de potencias del mundo o inteligeneras (interpretadas ya como pensamientos de Dios, ya como ángeles), conceptos que han contribuido a modelar la filosofía cristiana de la naturaleza, y en especial cómo a los más ilustres genios del renacimiento -época que prolongó este género de especulaciones-les preocupó la traducción de la cábala mágico-mística de los judíos en términos cristianos. Nos percatamos hoy de que m~chos santos padres le habían ya reservado al misterioso Hermes Trismegisto un puesto de honor entre los profetas y sabios paganos2 y que tanto en la alta como en la baja edad media circularon libros de herrnetisrno '. El renacimiento ve después en Hermes Trismegisto al gran contemporáneo de Moisés y antepasado de la sabiduría griega (ello nos hace pensar en su venerable imagen incrustada en el suelo de la catedral de Siena). Si poetas, artistas y teóiogos van a buscar en él y en otros sabios paganos con respetuoso entusiasmo-Iosdispersos-raycs de'lúCiencia divina . para iraerlos a su fococri:si;itno;'toclavía'~s rrí:klri~po¿tante ésta otra repatriación: la de la cábala, cuya secreta tradición-oral data igualmente, según se afirma, de la época de Moisés. Lasprimeras discusiones a favor o en contra de las misteriosas doctrinas cabalísticas se remontan a los judíos españoles, coriversos o no.. del siglo XII; más tarde Reuchlin en Alemania, Ficino y sobre todo Pico de la Mirándola en Italia se af~nan por desentranarlas", mientras el admirable cardenal Egidio de Viterbo (1469-1552) trata a su vez de interpretar las Sagradas Escrituras a la luz de la cábala non peregrina sed domestica methodo (<
III, 3.1-3;
en la ed. de Górgemanns-Karpp.
Darmsradr
1976, p. 587-593.
Más adelante se refiere a
los OI.llamados magos y hechiceros», así como a los daimones, de quienes los hombres ••purificados por continencia» pueden llegar a recibir inspiraciones. 2. S. Gasparro, L 'ermetismo neíle testimonianze dei Padri, «Studia Parristica» 11 (Berlín 1972),58·64. J. L Thomdike, A history o[ mngic and experimental science II, Nueva York 1947,214-228.
una gran
Roma
1959, p. lO,.
en Edizione
nazionale
dei classici
del pcnsiero
italiano,
I
).J
), ./
)..;
)J }J )...J
)) )...J ) .J ).,)
)J ).J ) ~¡
\ ./ .
}...J
)J }...J
)J ).J
II
)../
Resulta curioso que estas Meditaciones arranquen de las antiguas imágenes simbólicas del juego de naipes. Por supuesto, el autor no ignora el uso mágico y divinatOrio que se hace del tarot ; pero, aun cuando él mismo emplee sin reparo alguno el complejo término magIa, no muestra en sus meditaciones el más mínimo interés por la práctica de la cartomancia. Lo importante para él son.sólo los símbolos o quintaesencias que aparecen en las cartas, conSIderados ya por
)J
serie
11,
7. H. de Lubac, Pie de la ¡\Iirandol" mente se da también, desde el medievo
Parls 1974, 90-113; cita p. 100 de la Apologia (Opp. hasta la edad moderna pasando por el renacimiento,
1572,116). Naturaluna fuerte corrtenre
)J )J
)J ).J
J.:)
Gioacchinc da Fiore, donde se trata de superar la fe eclesial y dogmática e1:v.á~do.b.. a un "tercer reino, el del Espíritu". Henri de LubJC ha recorrido este camino paso.:1 paso en su obra La posrente spmtJIfll~ de [oachim de Flore 1, 1979. Como dicha corricme nada tiene que ver con el libro que nos ocupa, no entraremos :tqlll
)-)
en más detalles.
)J
espiritual
derivada
de
17 16
)
)J
4. F. Secrer, Les kabbalistes chrésiens de la renaissance, París 1964. . S. J.\'(I. O'Malley, Giles o[ Vieerho 011 Churcb and Reform, Smdíes in medieval nn d reformatíon tbongln V, Leiden 1968; G. Signorelli, Jl cardinale Egidio da Yíterbo, Agostíniano, nm amsta e nformatore, Florencia 1929; J. Blau, The christian interpretation o[ tbe cabula in the renaissance, Nueva York 1944.
6. Publicado en 1559, edición critica de F. Secrer
precursores e imitadores de menor envergadura; lo importante aquí, sin embargo, es que esa penetración en la ciencia esotérica de judíos y paganos coincidía con el espíritu del humanismo que, reuniendo así las luces diseminadas de la revelación, esperaba dar nueva vida a la yerta teología cristiana, sin poner un solo instante en duda la posi~ilidad de realizar esa síntesis de elementos dispares en la fe auténtIca. 'Pico, en especial, declara sin ambages que no aspira a ningún sincretismo : «Llevo en mi frente el nombre de Jesucristo y moriré dichoso Po! la fe que en él tengo. No soy ni mago, ni judío, ni is.maelita, ni hereje; a Jesús va mi culto, y su cruz es la que llevo en mi cuerpo>'? Lo mismo habría podido decir nuestro autor. Otras análogas repatriaciones de la s<1biduría hermética y cabalístiea en el pensamiento bíblico-cristiano han jalonado a su vez la historia. Citemos sobre todo las trasposiciones realizadas por Martin Buber al glosar en conceptos modernos la doctrina de los asideos, hondamente influida por la cábala; y la no menos genial refundición de la cristosofía de J akob Bohrne, que el filósofo Franz van Baader acertó a integrar en una visión católica -del mundo. Mencionemos tamb~én de paso una tercera rraspcsición debida a CG. Jung, la de la alqUlml.a y la magia antiguas en las esferas.dela psicología prof~nda:::~as medita- . cienes dé nuestro autorestán~en 1<1:línea de-las gtúides'óbras de Pico de la Mirándola y de Franz van Baader, aunque no dependen de ellas. LO$ afluentes místicos, mágicos y ocultos que alimentan el río de sus reflexiones son mucho más variados, lo que no impide que esas aguas mixtas vayan por fin a desembocar en una contemplación cristiana multiforme, cierto, pero intrínsecamentela misma.
).
.)
),-,,'
s,
• separado, ya en relación unos con otros; dada la fr~cuencia con que cita a c.G. Jung, podemos designarlos (aunque con cIert~ reserva) por el nombre de arquetipos. Guardémonos, con todo, de lDterpreta~los como meros datos de! inconsciente colectivo, vinculados con la PSICOlogía interna. Ni siquiera el propio Jung lo hace de n:od? ~erminante. Tales símbolos también pueden entenderse como pnnCIplOS de! cosrnos objetivo, entrando entonces en el ámbito de lo que la Biblia llama «principados y potestades». .' , Los orígenes de! tarot y las relacionesde sus símbolos con la historia de! pensamiento humano (su representació~, por lo demás, ha variado mucho desde e! comienzo hasta ahora) se pierden en la noche de los tiempos. Parece extravagante ir a buscar dichos orígenes en la sabiduría egipcia o caldea; en cambio es verosímil que los gitanos hayan utilizado y difundido los naipes. La baraja más antigua que se conserva data de fines de! siglo XIV. Sólo mucho más tarde, a últimos del siglo XVIII, se establecen las relaciones que guardan los símbolos del tarot con la cábala -el arqueólogo Court de Gébelin (1728-1784) fue e! primero en suporierlas-, y el alfab~to l~ebreo c~n la astr?1?gía8. Muchos han sido los intentos de armonizar las ciencias cabalísticas y "'e!t;fotcon h 'docrrina católica. La empres'a':¡~Jjás;vast,a en este sentido '., se debe a Éliphas Lévj' (seudónimo de['sa'l~rdote Alphónse-Loi.Íis" Constant), cuya primera obra titulada Dogme et rituel de la b aute magie se publico en 1854; nuestro autor la conoce bien y sustituye sus explicaciones, a menudo ingenuas, por otras más profundas. Hubo asimismo corrientes opuestas, corno la de Arthur Edward Walte, de la llamada Orden Hermética de! Alba Dorada (Hermetic Order 01 the Golden Dawn), que en 1910 publicó The pictorial key to tbe tarot, en parte para impedir e! uso' cristi~rio de ~os símbol?~. Aún pod~mos citar entre las numerosas tentatrvas de mterpretaclOn la del teosofo ruso P.D. Ouspensky, emigrante y profesorpreclaro" como .nuestro autor anónimo, que lo menciona con espíritu crítico. En su libro Un nuevo modelo del uniuersoí'' comentaba, fiel a la línea general de su propia imagen del mundo, los símbolos del juego de cartas, refiriéndose, por una parte, a las re!igiones orientales y, por ?tra, ~ una filosofía profunda imbuida de erotismo. Huelga prosegUir h.ablando de los numerosos autores ocultistas, teosóficos y antroposóficos que e! nuestro analiza, rechazándolos por insuficientes o, al contrario,
:!
aprovechándose de un pensamiento que se le. antoja valioso para incorporarlo en su meditación, ya se trate de mterpretar las sejirot cabalísticas, ya las ideas de Bóhrne, Rudolf Steiner, Jung, Péladan, Encausse (Papus), Philippe de Lyón o cualesquiera otros. A menudo nos remite también a grandes filósofos y teólogos corno Tomás, Buenaventura, Leibniz, Kant, Kierkegaard, Nietzsche, Bergson, Soloviev, Teilhard de Chardin, o a poetas como Shakespeare, Goethe, De Coster, Cervantes, Baudelaire, y a muchos otros. La estructura espiritual básica de un autor se reconoce igualmente por la tradición cuyos representantes le son más afines y a quienes cita una y otra vez con amoroso respetO. Sin cesar aparecen aquí los nombres de san Antonio, san Alberto Magno y san Francisco, hallándose también extensas referencias a las obras de san Juan de la Cruz y santa Teresa de Jesús. Nuestro autor anónimo se vuelca con afectuosa seriedad en los símbolos que desfilan ante sus ojos, dejándose llevar libremente por una imaginación que sondea las profundidades del mundo y el.alma. Si de manera espontánea le vienen entonces ideas antaño conocidas o leídas, no es menos cierto que la agudeza de su visión reside no tanto ,'en -cuestiones de detalleocon.frecuencia seentrecnuzanIasvíás de:,sü p;n;amienro-' como e~ b.' f¡f~eseguridad; ·ya lo" dedam65> de clÚe,; todas las. cosas en lo más íntimo de sí mismas están análogamente relacionadas y se remit¿il unas a otras; en la certidumbre, también, de que el magnetismo de una superior fuerza uni~icadora d~mina y mantiene bajo su influjo las más disímiles percepCIOnes particulares. Para el autor, nada tiene que ver este yugo con el vulgar y mágico desp'otismo de! hombre, ávido de domeñar la ciencia y el destino por medio de las fuerzas del mundo; trátase de algo muy distinto, algo que podríamos llamar la magia de la gracia y cuyo encanto brota de los misterios fundamentales de la fe católica. Ahora bien, la fe misma no es mágica ni pretende seda, y por ello ese encanto nos remite a su contenido: la sumisión de todos los principados y potestades del cosmos al Úl1lCO reino de Cristo. El Nuevo Testamento describe esta sumisión de las potencias a Cristo como un proceso básicamente consumado, pero que todavía ha de durar hasta el fin de los tiempos!'. Surge entonces una peligrosa contingencia: la de embelesarse prematuramente, por 11. Aquí podemos
8. Para mayor información,
en forma de breve resumen,
guide lo the tarot, Nueva York J1?72. Nuestro
sobre la historia del rarot, véase E. Grayo
autor ofrece bibliografía
al respecto
en su c~na 21.
9. Entre otros, fueron discípulos suyos j.D. Beresford, AIgcrnon Biackwood, Christophcr Aldous Huxlcy. Owspcnsky nació en Moscú en ·1878 y murió en Lyne Place (EE.UU.) en 1947. 10. Ed. alemana, Eín ncues Modelí des Uníuersums, por Otto Wilhdm Barth, \Vcilhcim Obb.
18
A complete
Isherwocd
)'
también referimos
al Apocalipsis,
donde
ciertas
fuerz.as. cósmicas
intc~iene~
claramente,
aunque siempre en posición subordinada, en el drama que se desarrolla c~l{rc DIOS y la humalll~~d: ángeles de los vientos, del fuego, del agua. Hay que guardarse de inrerpretarlas en un sentido extremadamente m.ltlc.o (como 10 hac:
BolI en
AIO:
der Offenbllrung]oh'lnni5,
Hellenistiscbe Smdien zum Wellbild
der Apokalypse,
LCJpz~g 1914), p~ro
SI
en cambio deben mantenerse en un segundo plano (v. Burch, AntlJropology and the ApocalYPJ~: An tnterpretatum o/ the Book of tbe Revelation in relation lo (he archaeology,folklore and religiosa literature and ritual 01 tbe Near Eass, 1939),
19
-
) )--)
curiosidad o afán de poderío, con las potencias cósmicas, en vez de abordarlas a partir del triunfo de Cristo sobre ellas; en esto último únicamente es capaz de confiar, a lo sumó, el sabio cristiano .. Para apreciar en lo justo la presente obra, que sin duda dejará perplejo a más de uno, es importantísimo comprender bien lo que acabamos de decir. Si tan soberanamente puede el autor entrar a fondo en todos los matices de las ciencias ocultas, es porqlle tales realidades sólo son para él penúltimas y sólo de veras accesibles cuando se vinculan al misterio absoluto del amor divino manifestado en Cristo. Ni de lejos concibe la esencia del cristianismo como una de las fisonomías, posibles o reales, de los arquetipos subjetivo-objetivos; éstos solamente constituyen el material cósmico en que se encarna de modo irrevocable y único la revelación cristiana, o también -por ser la encarnación divina la meta final de todo lo cósmico- el coro de alegorías y esquematismos que lo prefiguran como "en un espejo y enigmáticamente». Para aclarar estas cuestiones podemos referimos a una obra parecida, aunque de coloración diferente desde el punto de vista espiritual. Su autor es. otro profundo pensador cristiano, interesado también en :la magia de .~~~s ca~tás y en susuperación religiosa.Setrara del libro publicado bajo el título The greater trurrips (es decir, los arcanos mayores del tarot) por Charles Williams (1886-1945), el misterioso y erudito amigo de T.S. Elior, CS. Lewis, Tolkieny Dorothy Sayers. Cuando en una novela anterior, Theplace 01 the lion (1933/2, introduce de pronto ideas platónicas como potencias en el mundo de los fenómenos, todo depende entonces del modo en que los hombres reaccionan ante ellas: uno se deja llevar por el miedo hasta lo irracional, otro se sume en extática adoración, un tercero aparece poseído de una furiosa rapacidad, de un ansia loca de dominar el mundo a partir de la idea; otro, por fin, adopta la única actitud adecuada, entregándose libremente a la gracia intrínseca de las potencias sea cual fuere la preponderancia de éstas. The greater trumps (1950)13 describe los principios cósmicos del tarot que, una vez desencadenados, poseen terrible fuerza destructora por poco que la magia quiera servirse de ellos, pero que, en definitiva, cuando les hace cara un amor totalmente desprendido, quedan refrenados y sujetos a su Señor supremo. Tanto en la obra de Williams como en la de nuestro autor nos topamos, aunque se nos presente revestida de un nuevo ropaje, con la antigua sabiduría cristiana que desde los primeros siglos luchó en-
':.
~'.
carnizadamente contra todo fatalismo, y en especial contra la astrología, en nombre de la soberanía y libertad de Dios frente a todas las potencias cósmicas, sin negar por ello la existencia de causas segundas de orden terreno utilizadas por la Providencia para dirigir el curso de las cosas 14. Recordemos una vez más la doctrina de san Pablo según la cual los elementos del mundo (venerados por muchos como potencias angélicas), las potestades y dominaciones, los príncipes de este siglo, son reconocidos en su realidad y eficiencia, pero han de ser también sojuzgados e incorporados al cortejo triunfal de Cristo (Col 2,15). Al cristiano deseoso de explorar esas causas segundas como parte de la realidad terrenal 5 no le será fácil, según lo demuestra Williams con vigor, la empresa de desarrollar plenamente este tipo de ciencia manteniéndola siempre dentro del estrecho perímetro de la teología; de todos modos, le resultará mucho más difícil que trasponer meros conceptos de la filosofía pagana a la teología cristiana. La historia de la astrología en Bizancio y durante todos los siglos de nuestra cultura occidental lo prueba con suficiente claridad. No pocos son los aprendices de brujo que, jugando ineptamente con estas artes, han caído en las redes de una contextura existencia] que les priva de la libertad del cristianofrente a.Djos, libertad.primordial en opinión de lospadres -de laYglesia.:··".EJ·Údreciente comercio de horóscopos-de-pacotilla y tOtalmente inadecuados para cada caso particular. al que se entregan cierta prensa quiosquera y otras publicaciones de la misma laya, remata la faena de sustituir la verdadera fe por una ilusoria superstición, . allí donde harían falta no sólo una formación especializada y una seria responsabilidad moral, sino mucho más todavía una especie de sexto sentido y buen olfato para percibir los límites de lo comunicable, así como una respetuosa reserva ante el misterio de la vía religiosa propia de cada individuo. El libro que presentamos se eleva muy por encima de esas múltiples imposturas. Considerado en conjunto, es únicamente meditación e incluso se abstiene de cualquier sugerencia concreta que pudiera incitar a la práctica de las ciencias ocultas bajo la tutela de la sabiduría cristiana. El autor, por otro lado, habría sido probablemente incapaz de suministrar al respecto datos de carácter general y exotérico. Lo interesante para él era producir algo análogo al tratado de san Buenaventura De reducttone artium ad theologiam, en el que, recorriendo una por una las etapas del conocimiento profano tanto teórico como práctico, se demuestra que todas ellas convergen en la encarnación del reológica clásica sobre el destino (/atum), véase Tomás de Aquino, SJ/mma tbeologicn q. 116; Contra gentes 111, 9); Compend. theot. c. 138; opuse. 28 De fato c. 2-), 15. H. Schlier, MiicJJle und Gewalun lm Nenen Tesmmem, Quaesr. Disp. J. Herder, Friburgo de Br. 1958. 14. Para la doctrina
12. Editada hoy por W;II;am B. Eerdrnans Publ. Comp., Grand Rapids (Mich.} 1978. lJ. Actualmente con un prólogo de William Lindsay Gresham, Avon (N.Y.) 1969.
20
1,
21
).J }....}
/J )-.J )-.J
!....}
)) ) _J
)
) -) )-)
) -) )-....J
)J'
I.J ....}
)J )J )-j
L) JJ )j )-/ )-' )-" )~ )~
)~ )~ )-::-
))~ )-,
Lagos y arquetipo divino para quedar ahí como suspendidas de una cadena. Otra comparación podría hacerse con la grandiosa imagen del mundo que hallamos en las visiones de santa Hildegarda, donde, quizá como en ninguna otra parte, se incluyen las potencias cósmicas (contempladas, claro está, a la manera de entonces) en el gran drama cristocéntrico que se desarrolla entre la creación y la redención, entre el cielo y la tierra; imagen del mundo, en. verdad, donde «tienen cabida, oh Horacio, más cosas que las abarcadas por tu ciencia escolar». Saber hasta qué punto la síntesis crisrológica es posible o natural en esas esferas intermedias y diagnosticarlo con exactitud son cuestiones no pertinentes al objeto de esta nota introductoria y que, por otra parte, excederían nuestra competencia. A buen seguro, el autor trata siempre y con gran escrupulosidad religiosa de atenerse al justo medio de la sabiduría cristiana. Cierto que en ocasiones'llega a apartarse un poco de 'esta vía central dando un paso demás hacia la izquierda (por ejemplo, cuando dice que la doct~i~as~;l~ reencarnaciónes al menos digna de examen desde la persp~q¡Ú.:,<;:ri~t¡~Ha) o haciaJ
22
PRÓLOGO
DEL AUTOR
Estas meditaciones sobre los arcanos mayores del tarotson cartas dirigidas al amigo desconocido. Quien/las lea en su totalidad sabrá con certeza, gracias a esa experiencia rnedirativa, en qué consiste el hermetismo cristiano. Sabrá también que el autor ha dicho en ellas más de sí mismo que lo que hubiera podido decir de otro modo. Lo conocerá así mejor que a través de cualquier otra fuente. Originalmente han sido escritas en francés, ya que en Francia existe desde el siglo XVIII hasta nuestros días toda una literatura sobre el tarot, Jo'que no sucedecn otra~.,partes. Por lo demás, se. da igualmente&I:i.::Fdi1¿Úl-Y·sc mal?tJ.~tu~t~i~l.1 firmeza- una tradición continua de hermetismo en la que el espíritu de libre investigación corre parejas con el respeto a lo antiguo. De ahí que el contenido de estas cartas pueda encarnarse en lo tradicional, es decir, convertirse en parte integrante de la tradición y contribuir a su mantenimiento. . La tradición hermética se pierde en las brumas de la historia, remontándose.a la legendaria época de Hermes Trismegisto. Nuestras cartas son una manifestación concreta de esa milenaria corriente de pensamiento, esfuerzos y hallazgos. No sólo tienen por objeto resucitar la tradición en este siglo xx, sino también ~y sobre todo- sumergir en dicha corriente al lector, el amigo desconocido, por cierto tiempo o para siempre. Las numerosas citas de autores antiguos y modernos que en ellas ,aparecen no son ni meras digresiones literarias ni vanas muestras de erudición, sino evocaciones de los maestros tradicionales para que éstos, con sus impulsos y sus luces, se nos hagan presentes. En definitiva estas cartas constituyen veintidós ejercicios espirituales por cuyo medio tú, querido amigo desconocido, te sumirás en el raudal de la tradición viva y entrarás así a formar parte de la comunidad de quienes la sirvieron y la sirven. Las citas no pretenden otra cosa que dar mayor relieve a esta comunidad, pues los eslabones de la cadena de la tradición no sólo son pensamientos y esfuerzos, sino ante todo los seres vivos en quienes tales pensamientos y esfuerzos se materializan. La_~~Q<;ia..4~..1'!.J;radi23
L )j )_J
Cartal
ci
\J
EL MAGO
)j ).J
El arcano de la mística
}J
)~J
"El viento sopla donde quiere, y oyes su voz; mas no sabes de dónde viene ni adónde va, Así es todo el que h'a nacido del Espíritu" Qn 3,8).
'~;l
).J )~J
"En la noche dichosa, en secreto, que nadie me veía, ni yo miraba cosa, sin otra luz y guía, sino la que en el corazón ardiav'.
)J
)J
L/ ).J
J..J
-
)j •. ~ ,_"e .:
).J
..."~.
).../
)---
)j
)J )J Querido amigo desconocido:
)---
Las palabras del Maestro arriba citadas me han servido de clave para comprender el primero de los arcanos mayores del tarot, el Mag?, que a su vez es la cl.ª-ye~L(!.[.o_d9.sJºsdemás. Por eso las he utilizado como lema de esta carta. A continuación h~'citado una estrofa de las Canciones del alma de san Juan de la Cruz, porque esos versos tienen la virtud de reavivar las capas profundas del alma, a las que hay que recurrir para desentrañar el primer arcano y, consiguientemente, todos los arcanQ~UJ1.ªy.ºH~S.Éstos, en efecto, son autéflticos.,símb.()los, .~s A~~jE,,()peracionesmágicas, mentales, psíquicas y-~oral~s que evocan
1. Juan de (BAC
~~.. ,
24
la Cruz, Noche oscura, canción)
15), Madrid
'1964.
del
alma: d. Vida y obras completas de S.j. de la
c., Ed.
Católica
L· )--
)--
J-' )-
)-)~ )-
)~
p. 539 Y 615,
25
5-, r
)-
)-
9
)
~:
~.- ) 1"
)
~
) ~\
-
lk
) )
~.
- )
Ii<
te-
) )
h.
,...'
)
(
)
~.-. ) ~
.)
- )
~"
~ ') ~, ~ ) t 1:12..;.
)
~
-
)
~'" t;...,
~"'i
)
)
) ~'''\
k':j
1::J t.. ,.
) )
)
j
)
~ J
,
'~~) ~~~ i
~
i
)
j ):
~
':~y
(
~
/
"'Q!!
---
.i::.~ ..J.~.~Qg ers e,¡
,;/.;~i:
Lo que revelan no; son secret(js,. O sea cosas dis~111uladas por la voluntad humana, sino arcanos;'ilgomuy distii1tO:\UIlaibi:rb es 10·· q1:!~.hª-y_.q\}.e._~~~_~LP-~!..?: ..?eL fecundo en un sectQ¡:.º~t;tQiIn';-d-;·-d~ v~da~spir~~ual: Qebe estar activamente presente en nuestra~oricien¿ia -r-O incluso en nuestro subconscientepara damos la capacidad de hacer descubrimientos, engendrar nuevas ideas, concebir nuevos temas artísticos; en una palabra, para v.9l.Y.~li!<:JS_ f~.9J.ndg~_~n p,u,.t:stras .
i~
)
;~ ~
9c~_<::y'Qswn c~pt_o§,j9:~ªs.)..
) )
26
\BieIg:~~~~i:..~~.n':l~ie ip':~~Ú_~.~ª9ie sí'Li iniciaciÓn seidentifiéa,: ¡s:.gI?SU~_C-ª-º"~~l)g~-,qe.. yer,c:o ñ'el misterio deEe'g;:;~d¿-¡;;~;;i~~'Í:oó-'c~~' ~_gr~~~J>~E.E~rl:~~.~?:: .La i~;c'iá.ci?~'¡;ielle'·d~·lo;lt; y-t~~';;'~"~r~~l~;"y'\ ;duraClon de la eternidad. E1ll11Clador está arriba; aquí abajo sólo se; 'S: ". . : '.. ,¡'" rncue~JH.!!...~~4is.cíp.ulo.s,. q\!..~~!J:~~cmQc::eQ. p.o.r.amacsLlQs...y.!)..os.trola asiduidad a la oración; en éste veía la ;,.)):¡;aci~n~i.a,en,'aq~~lla caridad para con el prójimo; de uqs:se,[ijabaen -.Ó, -Ias VlgIh~s, 'de otroen su.afándeafh~ender; a une loadnü.ra:~*p0.r su .,¡~,. constancia, a otro por sus ayunos y por dormir sobre el duro suelo; en . uno observaba la mansedumbre, en otro la grandeza de alma; en todos. ellos advertía la devoción a Cristo y el amor que se profesaban mutuamente. Colmado por cuanto había visto, regresaba a su propia ermita y allí lo compendiaba en su espíritu, tratando de concretar en sí mismo las virtudes de todos»". Tal ha de ser la conducta del hermético cristiano en lo relativo a los conocimientos y a las ciencias -naturales, históricas, filológicas, filosóficas, simbólicas y tradicionales-, lo que equivale a aprender el ar.te..de...a.p..re.t1.d~r. -..----.--- ..... Los!:~~.a.-.f1()s n()s~gi~ula.rl Y.
2. Atanaaio,
Vida de san Antonio,
.cap. 4. Texto griego en PG 16,835-976;
texto latino en PG 26, 835-976
Y en
PL 73, 125·170.
27
no son maestros sino servidores. No pretenden -un tanto puerilrnente- sobreponerse a la fe sagrada de los fieles ni menospreciar los frutos logrados por el denuedo admirable de los trabajadores de la ciencia, ni tampoco elevarse por encima de las creaciones del genio artístico. Los herméticos no poseen el secreto de los futuros descubrimientos de las ciencias. Ignoran como todo el mundo, por ejemplo, cuál es el remedio eficaz contra el cáncer. Y en verdad serían monstruos si, conociendo el remedio contra ese azote de la humanidad, lo guardaran para sí y se negaran a comunicarlo a los demás. No, no 10 conocen, y serán los primeros en admitir la superioridad del futuro bienhechor del género humano que, gracias a su ciencia, descubra tal medicamento. Reconocen también sin reservas la superioridad de un san Francisco de 'Asís (entre tantos otros), que era un hombre de esa fe llamada exotérica. Y saben que cada creyente sincero es un Francisco de Asís en .potencia. Los creyentes, científicos y artistas les son superiores en varios puntos esenciales. No se les escapa esto a los herméticos, y por ello no se jactan de ser mejores, de creer mejor, de saber o poder más. No mantienen en secreto una religión que les sea propia para ponerla en. lugar de. lasreligiones existentes, ni una ciencia suya con la que .;:~~i tiÚ1 ten sustiruii: las ;j,:¡'~1~2~~s actu ates ;..nisus artes particulares' para \eeIripfaiar i~s b~lla~:aft;d'de hoyo d'e rrhi1ana. Lo poseenrio lleva consigo ventajas tangibles ni una superioridad objetiva respecto a la religión, la ciencia o el arte; es solamente e..{cIJ!!Jacomún ..de.]«
que
.religiÓ!!, la ¡;ieru;i4.yel arte"
.
¿En qué consiste esta misión de conservar el alma común de la religión, la ciencia y el arte? Responderé con un ejemplo: Sin duda sabes, querido amigo desconocido, que muchas personas, y entre ellas una serie de autores en Francia, Alemania, Gran Bretaña y otras partes, predican la doctrina denominada de las dos Iglesias, la de Pedro y la de Juan, o de las dos épocas, la época de Pedro y la época de Juan. Sabes también que esta doctrina proclama el fin más o menos próximo de la Iglesia de Pedro, o en concreto del papado, que es su símbolo visible, y que el espíritu de Juan, e! discípulo amado de! Maestro, el que reclinó la cabeza en su pecho y oyó los latidos de su corazón, vendrá a relevarla. Así, la Iglesia exotérica de Pedro cederá el puesto a la Iglesia esotérica de Juan, donde reinará la libertad perfecta. Ahora bien, Juan, que se sometió voluntariamente a Pedro reconociéndolo como jefe o príncipe de los Apóstoles, no le sucedió después de su muerte, a pesar de haberle sobrevivido muchos años, El discípulo amado, que había oído los latidos del corazón del Maestro, era y será siempre el representante y guardián de ese corazón; y, como tal, no era ni es ni será jamás e! jefe o cabeza de la Iglesia. Pues de
).J
la misma manera que e! corazón no está llamado a ocupar e! puesto de la cabeza, así tampoco] uan está llamado a ser e! sucesor de Pedro. Cierto que el corazón guarda la vida y el alma, pero la cabeza toma las decisiones, asume la dirección y escoge los medios apropiados para desempeñar las tareas del organismo entero: cabeza, corazón y miembros. La misión de Juan consiste en.guarsiar.:.lil_7¿fa'ay._eLalma <:l.cla ~gl.e~!a;..e~.3Úvirhasta, la segllnda venidadel SeñQL Por eso Juan no ha pretendido ni pretenderá nunc;~'s{;;;';'~r l;l~~ción directora de! cuerpo de la IJl!..esia.Él vivifica este cuerpo, mas no dirige sus actos. I?~.i.dé?tico modo elhermetismo guarda la tradición viva, e! al.m-;; {cóm.P.]),de toda verdadera cultura. Yaúil debo'anadir: los her:méticos! :g,K':!:E~fI:~~yayeces"oyen~ los latidos 'd~lcoraz6n de la v.ida espiritual 'r¡;fJq}umanidad. Sólo pueden existir como guardianes de la vida y del alma COmllJ1 de la religión,' li ciencia y e! arte. En ninguno de estos campos gozan de privilegios; los santos, los auténticos sabios y los artistas les son superiores. Los herméticos, empero, viven para e! misterio del corazón común que late en e! fondo de todas las re!igiones, todas las filosofías, todas las artes y todas las ciencias pretéritas, ..'-(p'·~~se?t~.S;yftít;uras: JE~:l2!Ú.r;d.oseen el ejemplo de juan, el discípulo '.' ;lri1a~(Y,n0pre!tehden 1iip"rtfenderári nuriéadesernperíar papel di-' rector en la religión, la ciencia, e! arte y la-vida social o política; en ~:ambio, velan constantemente para no perder ocasión alguna de ser~;r a la religión, lafilosofía, la ciencia, el arte, la vida social y política de la F.i:l~a·n·idad, y para que les siga animando e! soplo de vida de su alma ~Qmún, en analogía con lo que sucede cuando se administra e! sacra-, ¡!D~~to de la sagrada comunión . .E.Lh~1.'metismo es -y sólo es- un ¡ !~,~!mulante, un fermento o enzima en el organismode la vida espiri-: tual de la humanidad.iEn este sentido constituye de por sí un arcano, ¡ r~Tdecir, el antecedente del misterio del segundo nacimiento o de la !g!..a.gjlli.~jació.!1.Heahíel espíritu ~leI herrnetisrnovy en ese esp,íritu: ·~b::.emos ahora a contemplar elprimer arcano mayor del tarot: ¿ Qué nos muestra esta primera lámina? Un joven, tocado con un gran sombrero en forma de lemniscata, está de pie tras una requería mesa donde se hallan dispuestas varias cosas: una vasija pintada de amarillo, tres diminutos discos también amarillos, otros cuatro discos rojos y divididos en dos partes por un trazo, un cubilete rojo con dos dados, un cuchillo fuera de su vaina y, por último, una bolsa amarilla para contener diversos objetos. El joven -el Mago- sostiene una varilla en la mano derecha (respecto del observador) y una bola o moneda amarilla en la mano izquierda. En lo que hace se refleja una perfecta espontaneidad; es un juego fácil, y no un trabajo. Ni siquiera sigue
)-.J )...J
}...J )-.J }-.J )-...1
)...J
)J )...J )...J
)-! ) -)
)...J
un
)J )....J
)...J )...../ )....!
)..J )...../ )...../
")J )J
)~
)-
)....J
j~ )--J )-'
28
j.
29
....J
f
)----,\
f
r.v~. ,,~
•
-
>-
p
,
) )
) ) ) )
l' ,-
)
)
i'
- ) )
- )
) ) )
) )
)
con la vista el movimiento de sus manos; su mirada está en otra parte.' Tal es la lámina. ¡Lo verdaderamente aS()!DbE.9..S.? es qu~l-ª,~_~ri~ de \¡;;Solos -reveladores.de los p.1;can,os~ ,~~9P~ütijy,~n-labaraja se ,';:~:'b~~-'coiJ.'¡aifl;~geI~ detI~'prestiº.{git~d9r,.?e ci'n j.u~~~_?L-1.~:~~anos! í¿ ¿ó~o explicarlo? . '.. . ·E.Lpl~iI11C::,.
'q~~
in
-""',~
T'
h;~¡.
,,,Aprende pri~1~r?Ú0~d~~$QJP~i,QJ:l,:5.i¡l."Ú~~J?-00~.tr~y.;foÍ'Ina el.tr.~~.aj;2:.::n.J.~go; , que todo )'.l¡g?_~-,,~p~~é!l) .t.es~ª .su.ave yqu~t~:::Ea,r¡;~.ql1cJl~:.~s.~~ ..!:~sulte.J.¡g~ra. .
- )
Este consejo, mandato o aviso (como se prefiera) es muy serio y lo confirma su propia fuente, las palabras mismas del Maestro:
)
)
) )
-
) )
) - )
) -,
) )
-
)
-
)
(-
-
) )
.
Examinemos por orden ·las tres- partes de esta fórmula a fin de penetrar el arcano de la relajación activa o del esfuerzo sin esfuerzo.
¡J:; ApI..fJ...J:lJi.cPLim.f.r:.º..la __(Qnc.f.JJJ:!}!:~¿riruilJ.: ....e§f1-f:.f!.!:E2.· ¿ Qué sentido práctico y teórico tiene esta fórmula? I,,~.f.ºg~~mrilfiº!1J ..cQl11 ....cd~c:\]ltad_s¡~.ji j.ªI:.~L!:Q.ªx:¡m 9., sI,~ .at~.r:. ció n !Orl.UI1,JJ1írÚJ:l10 .d~~p~ci o (~~ e dice que quien desee~9.gr~r algo )mportantedeber§_~'ó:~,~Far_3.~n ~~IIU~--y~i;;'H;'q;';ez-;:;; la;n~xíiñ~' fti~rz~'en el punt~>,mín.¡m9), es..cie hecho'"laclay~dd~xít():en ,todo',s .los terrenos; La pedagogía y la \'ps~~~t~l:api'a~odernas, las escuelas de oraci61i.' y' los ejercicios espiriituales de franciscanos, carmelitas, dominicos y jesuitas, las escuelas :ocultistas de todo tipo)' finalmente el antiguo yoga hindú, como métodos que son, están de acuerdo en ese punto. Patañjali, en su obra clásica sobre el yoga, formula la esencia teórico-práctica de esta disciplina -el primer arcano o clave del yoga- con una frase introductoria que reza así: Yoga citta vritti nirodba, "El 30
G
. "H~y
Ja..
) )
yoga es la supresiónde las .vacilacionesd« Íasustanciamental» ' o, en otras palabras, el qr.t~.cJ.dCJ..cQJ1f:.f!I,z.trac:.f9..n. Dichas vacilaciones (vritti) de la sustancia mental (citta) se producen automáticarnente, y este automatismo en las mociones del pensamiento y la imaginación es lo contrario de la concentración. Por tanto, esta última sólo es posible en un ambiente de c:.t3:l.??!,"!.'y~.il~ncio q~I au tqgJ.a_tis.JIl.o __g,~.iQ!:~1 ~ct..Yl~ iIJ.1agina~ión. --~-El callar 'viene, pl.l_e.~}antes,que el saber, el poder .Y.elosar. Por eso la ·e..~~~:~lÚú!.a;gº!:i.~il.PEe:;.CÓ.ºJ?:YI1. silenciode ,c~n¿ó años ..a~\ls neófitos o auditores, Uno se atrevía a hablar solamente cuando ya sabía y ¡;~d.t;;',pI:~vio dominio del ¡¡rte .~~.callar, es decir, del arte de laconcen~r?ción. El privilegio de hablar pertenecía a quienes no hablaban y;; autornáticamente, movidos por el juego del intelecto y la imaginación, sino que podían reprimir ese impulso merced a la práctica del silencio tanto interior como exterior y sabían lo que decían, gracias a la misma práctica. Elsile7'!:tium cultivado por los monjes de ..la Trapa y prescrito' en general durante el tiempo de ejercicios espirituales a cua9tos toman pan~Jen. ellosno es 'otra.,cosa que la aplicación de la ·:··dita,ga reglao ,'if~,r·~~ª-S,({E!1.yqga é~da:~supÚsión"de lasvacilaciones de l~~stancia mentalv.cbien, la concentración es el silencio deliberado clelautomatlsmodeI i~t~lecto o E~imaginación. qué"dis¿~rni'ieñtre
.; ..ol?~~.s.j~E.es.Q.ªP5KO~_e.S.C)?-'l!iz.a.J'l.~es, I!1j~JJq:as.quei 1~~e·gu.~2~~--~e:~l:lk~}_t:.. U.fl¡LEa.S~
",-_0
•
,',",
"'
••
_
~."
obsesión.
_.
_,,_
•• _
•••••••••••••••
o, ••••••
_.~
.'
i
•
.
--L;TIl:9_a9.~'L~Q}l.C_~I!~E~~i9.P.._~.~._~:'I1 __~~~~_.E.b.E(!.~}] ..J.il.JlJZ. ...y:..lª. p.'!.~.\ IPresu pone una vOJ\l,I1.tad ...de.sip.t.eE~S:l.qª'y..ecuá.I1.i!l1:e,x~q':::.~Le~.tado .i 1d~'E"~o'i;-~Í:'~des'el factor dererminanteydecisivo .eI1el.p::1~l11ef!t9.de . ~o.g~·~~~t;·;;s~·. ··E.I-Ú~Ú,·.J?().I~ .ej~n.~pJg,_exigeJa ...prªcÜ~.add~Lya171:q:Jl.;ts : pnco reglas.deJa .ac_ti~ud.moral). y del niy'!m.a (la.~:lncor~gJa~ de la ! \TIo'rtificaciÓn) antes de.preparar el ~uerpopar:a la concentración (respira.-¿ion·y p~~turas) y, naturalmente, antes de la práctica de los tres J. Tbe yoga apborisms
of Patanjaíi,
Calcura 1833, p. 4.
31
)-) grados de la concentración propiamente dicha (dharana, dhydna, samádbi: concentración, meditación, contemplación). San Juan de la Cruz y santa Teresa de Jesús no se cansan de repetir que la concentración necesaria a la oración espiritual es fruto de la purificación moral de la voluntad. Así, pues, resulta inútil cualquier esfuerzo en concentrarse si la voluntad está prendada de otra cosa. Las vacilaciones de la sustancia mental no podrán nunca apaciguarse si la voluntad misma no les infunde su calma. Sólo una voluntad silenciosa provoca el silencio del intelecto y de la imaginación en la concentración. Por ello los grandes ascetas son también grandes maestros de concentración. Todo esto es obvio e incuestionable. Pero.lo que aquí nos ocupa no es sólo la concentración en general, sino de modo especialisimo la concentración sin esfuerzo. ¿En qué consiste? Observa a un funámbulo. No cabe duda que está completamente concentrado, pues si no lo estuviera se caería. Su vida se halla en juego constantemente y sólo una concentración perfecta puede preservar.la del peligro. Sin embargo, ¿ crees que su intelecto e :iI1'l:,gin~sión .se preo.cupan de.lo .que hace ?¿Creesqúe el funámbul.o:f,f.;!1,¿'iíe1a,. irnagina, calcu]« ". y proyecta cada paso que da en la cuerdá:?Si\is'í lLihicfe¡:a, no tardaría en dar consigo en el suelo. Debe eliminar toda actividad intelectual e imaginativa para evitar la caída. Ha de suprimirlas vacilaciones de la sustancia mental para poder ejercer su oficio. I,;,ªjnt~l~gencia.A~ su sistema rítmico -respiración y circulación:- reemplaza la delcerebro durante sus ejercicios acrobáticos. Tratase al fin y al cabo de un milagro (desdeel punto de vista del intelecto y la imaginación) análogo al de san Dionisio, apóstol de las Galias y primer obispo deP~&;-a quien la tradición identifica con san Dionisio Areopagita, discípulo de san Pablo. A dicho obispo «le fue cortada la cabeza a hachazos anteel ídolo del .dios Mercurio, pero al instante el santo se levantó, tomó en las manos su cabeza y, guiado por un ángel, recorr ió una gran distancia, desde la colina de Montmartre hasta el lugar donde reposan hoy sus huesos por elección propia y de la Providencia divina» 4. El [unárnbulo. tiene igualmente cortada la cabeza, .o§~;:t..~Lintelec~()~.ila i~4gipación, mie~tras practica su oficio, y también"-a..(:Ié!uD:~~~~i2._a otro con ella en sus manos guiado por una inteligencia distinta, que actúa a través del sistema rítmico del cuerpo. . ., . Para el funámbulo, el malabarista, el Mago, arte y habilidad sonen el fondo análogos al mila-gro de san Dionisio, pues en su caso, como 4.
32
Cf. Jacobus de Vorágine, Legenda
/1uren,
Heidelberg
1925, p. 793.
en el del santo, se trata de trasladar de la cabeza al pecho, del sistema ce~~bral al sistema rítmico, el centro de la conciencia rectora. '-",A,horabien, la concentración sin esfuerzo consiste precisamente en trasladar el centro rector desde el cerebro al sistema rítmico, desde el campo' mental e imaginativo al moral y volitivo. El amplio sombrer'a enforma de lemniscata con el que el Mago aparece cubierto indica esa trasposición. En efecto, la lemniscata (el ocho horizontal: 00) no, essólo el símbolo del infinito,"sino también el del ritmo: respi;~-; ciónycirculación res el símbolo aelritmoeterno o de ia eternidad deli 'ritmo.; .. ' El Mago representa, pues, el ~.s_tadode concentración sin esfuerzo, es decir, el estado de conciencia en 'éfcent'rorect'or dela voluntad ha descendido (de hecho se ha elevado) del cerebro al. sistema [ítmico ydondelassvacilaciones de la. sustancia mental», previamente acaTI~(¡as y apaciguadas, no entorpecen ya la concentración, . --'-r;concerltrac{ón sin esfuerzo, donde ya no' queda nadapor suprimir y el recogimiento se vuelve tan natural como la respiración o los latidos del corazón, es el estado de conciencia =intelecto, imaginación, sentimiento y voJuntad- en perfecta calma, acornpanado de la relajación completa deIos nervios y músculos del;~Yíer.i2b:,EL~L5ilencio P!2i!!.?!-r:L6.,.de los deseos.Taspreócupaciones, lái'áL\:gidaciÓ'n, lamemoria y~l pensar discursivo. Podría decirse que el hombre entero se vuelve como la superficie de unas aguas tranquilas donde se refleja la grandiosa presencia del cielo estrellado y su inefable armonía. Y estas aguas son profundas, profundísimas ... Y el silencio va en aumento, se extiende más y más, y ... i qué silencio! Su crecimiento se produce en ondas regulares que pasan sucesivamente por todo el ser: una onda de silencio, luego otra más profunda, y una tercera más profunda todavía ... ¿ Has bebido el silencio alguna vez? En tal caso isabes ya qué es la concentración sin esfuerzo! ~lprincipio, esa .concenrración sin esfuerzo, ese silencio perfecto, dura instantes, luego minutos, luego cuartos de hora, para convertirse a la larga en elemento básico, siernN_e presente en la vida.del alma. Es como e! oficio perpetuo que tiene lugar en la iglesia de! Sacré-Coeur de Montmartre mientras los parisienses trabajan, circulan, se divierten, duermen, mueren ... Así también se establece en el alma un oficio perpetuo que continúa aun cuando uno esté activo, trabaje o converse. Una vez creada esa zona de silencio, puedes recurrir a ella tanto para descansar como para trabajar. Tendrás entonces la clave no sólo de la concentración sin esfuerzo, sino también de la actividad sin esjuerzo. Esto es, precisamente, lo que significa la segunda parte de nuestra fórmula:
)J ')
./
) .. ) ) .. } )-)
) .. ) ) .. ) )
/
-erqüe
33
)-'
t' )_i
i.: ) ..
\
) ..
))-' )-' ),
)) )-
,-
} ..
;I
)~
)_1
)I
(
)__ '
)-) )
) )
- ) .)
) )
- ) ) -
) )
-
)
-
-
\) ) )
- > )
- ) )
)
-
)
)
-
'¡
) )
- ) - )
- ) )
- ) )
- ) - ) .- ) )
G:\
rr4n~[º!ma eU~·Cl.~.ajQ.e.,!ju.e.g().La conversión del trabajo, de por sí costoso, en juego se efectúa gracias a la presencia constante de la zona de silencio, de donde, como por medio de una respiración íntima y secreta, se desprenden esa suavidad y frescor que dan unción al trabajo y lo transforman en lo que nos parece tan distinto: en un juego. Porque la zona de silencio no significa únicamente que el alma en lo íntimo de sí misma se encuentra a gusto; sino sobre todo que está en contacto con el cielo, o sea el mundo espiritual, y que éste trabaja con ella. Q~j.en descubre el silencio en la soje.d.,!:d.cte.J,!:s:o}1.C::.!!1tración sin esfuerzo no está n_unea solo. .Nollevanunca por sí solo las c~I:gasq~~.debe llevar; las fuerzas del cielo,)as f1,lerzas delo alto, le ~y"i.rdanen adelante a llevarlas. y llegamos así a la tercera parte de la fórmula:
t)':-, Haz que todo yugo aceptado te sea suavexque todac.~Tga.que llev'es te resulte ligera. Esta verdad, por lo que acabamos de ver, queda convertida en experiencia. El silencio es el signo de un contacto genuino con el mundo espiritual, contacto que a su vez engendra una aHt+cncí,a,de fuerzas. ra~ .esel [uridamento c;le~o.da..n.:í~.ti~~.?....t?9.;;t;gnosis,tóda: magia y todb' esoterismo práctico en general. .,.' : .' Todo esoterismo se basa en la siguienteregla:.I;Ia!.'.9.u~ieLÚJú)_.e.i1 ,sí. (concentración sin esfuerzo) y estar unido. aljnundo espirirual (crear la' zona de silencio en el alma), para que pueda tener lugar una experienciaespiritual reveladora o realizadora. En otros términos, ..si se desea practicar una forma cualquiera de' auténtico esoterismo -mística, gnosis O magia-, hay ql1.e ser como el Mago, es decir, capazªe concentrarse sin esfuerzo, obrar con facilidad y como jugando, actuar con perfecta calma. He ahí la enseñanza práctica del primer arcano de! tarot. Es el primer consejo, mandato y aviso relativo a toda ejercitación espiritual; es la primera letra del alfabeto de las reglas prácticas del esoterismo. y así como todos los números no constituyen sino fracciones de la unidad, así también todas las reglas práctic,as,Cl]SJ~i1-ªq-ªl..E.?r los . demás arcanos del tarot son sólo aspectos y mod_,Ü~ciª,de.?.Je_e..~!~.~e.gla \ básica. '. .. Tal es la enseñanza práctica de! Mago. ¿ Cuál es su enseñanza teórica? Ésta corresponde en todos sus puntos con aquélla, pues el trabajo teórico no es más que e! aspecto mental del práctico. Así como este último procede de la concentración sin esfuerzo o, lo que es lo mismo, pone en práctica la unidad, así también sLl.~C¡1!.i..YªJmte te.?!i~.~_~()_lf~i.9le en la unidad básica de los mundos natural, humanoy divino. El dogma de ,la unidad básica del mundo desempeña-u~' p;pel tan esencial
pan .roda.teoría corno la concentración para toda práctica. Si la con-' centración es la base de todo éxito práctico, de idéntico modo dicho. dogma es la basede todo conocimiento; sin él ningún conocimiento es' imaginable. .. El dogma de l~ u!1idad de la esencia de cuanto existe precede a' todo acto de co~oclmlento, y todo acto de conocimiento presupone el dogma de la unidad del mundo, El ideal o fin último de toda filosofía y de toda cien~i: es la ve~dad '.Mas la verdad no tiene otro sentido que el de la reducción de la pluralidad fenoménica a la unidad esencial: de los hechos a las leyes, de las leyes a los. principios, de los principios a l~ esencia o el ser. ToA~ b_Ú.~9u~da"rnística,g!1Óstica, filosófica y cientíIica de la verdad da por supuesta su existencia, es decir, la unidad ,',básica de la multiplicidad de los fenómenos del mundo~Sin esa uni~a.4,na~a s~ría ~ognoscibl.e'i ¿ Cómo, en efecto, podría procederse de lo desconocido a lo conocido -lo que precisamente constituye el método del progreso en el conocimientosi lo uno nada tuviera que ver con l~ otro, SI lo desconocido no tuviera ningún parentesco con lo conocido y le fuera absoluta y esencialmente extraño? Cuando decim?s que el mundo es cognoscible Q, en otras palabras, que el conocimleJ1~t?:<:0!J1.0 tal ¡;:.xiste,prodamamos fWf el hecho mismo eJ~pg0;~ de la·.ul1Jdad esencial delmundo. DecLii'amos que el mundo no:é$':'üü: mosaico donde se halla incrustada una pluralidad de mundos esencialme~te extraños los unos a los otros, sino un organismo cuyas partes estan gobernadas por el mismo principio, lo que les permite revelarlo y po?~r re~l1itir,~e a él.EJ.,F.'_a!el1:tes~oA~.t09as las ~osas y s~reses la. .f.Q.J]4!.~Iónindispensable sine qua non de su posibilidad de ser coilQcigas. .
;';<',:~.. ','
'¿'~ora ..bien, este parentesco de todas las cosas y seres, una vez Iª~imt.!..~.()"ha..d_ado()rigena un mé~odo de conocimiento que se ajusta; :~.<:J~~~(;.~amente.lEllgeneral es designado por el nombre de}método de; ,&:, .analogía5. . La .a!~
34
.
...,
--"~"..
.
.'~
35
;
(fe
\
e
La fórmula tradicional q\,le enun~íael método deJi\,ªnflJQgíA_~~ bien conocida. Se encuentra en el primer versículo de la Tabla de esmeralda (Tab ula smaragdinal de Hermes Trismegisto:
,...0Lo
que está abajo es como lo que está arriba, y lo que está arriba es como lo q~e¡ 'está abajo, para realizar los milagros de la unidad." -
Ésta es la fórmula clásica de la analogía para.t()~~Jo.gll~~~i,g~ ..en elespa~io: arrib~ y abaJo. Laíórmula de la analogía, aplicada al tiempo, sería: Lo que fue es como lo que será, y lo que será es como lo que fue, P;lf3 realizar 10s\ milagros de la eternidad.
, La fórmulade la analogia, aplicada alespacio;-e~i;~~Ü!.e.t,s.Kffibo,'\ liSl1JQ., __ tirolqgico.,° sea deIossimbolos que expresan las cOEl~e..sP()n~ \. dencias entre los prototipos de arriba y sus manifestaciones de abªjo; " lafÓrmula de la analogía, aplicada al tiempo, esla base del sim]:JgJi!;,l1J¿ " imit~Iógico,<2.,$,ead_e los símbolos que expresan l~..s_.co.~~,esp.9Il~!.Il.~i:l:s . \entre::;I(~$ar.quetipoS.~neLpa.s.~d9 :y.5US manifes,~a.(:~i.8Í1e.~ ep elpre~el1~~" AsÍ'; esunsimbolo .ripológrco, que.nos revela el,p-rÓt.otipode! hombre espiritual. A.d.~9-yE.ya, Caín y Abely, si se quiere, el «cisma deIrschousde Sainr-YvesdAlveydre/ son, en cambio, mitos: i'eyelan arquetipos que se manifiestan continuamente en' la historia en cada biografía individual; son símbolo.~,!\1it()I?gicos~crlle~ pertenecen' a la esfera del tiempo. Estas d:º1~:caiegorías'd~Lii'mb,ºlis.r.na, basadas en la analogía, forman por su rela¿{6~'~'l:;túa una cruz:
eri'vIago
y
•
--1arriba
pasado
'm,co
(mitología:
tiempo)
abajo (tipología: espacio)
Hans Leisegang, autor de un libro clásico sobre la gnosis, escripe acerca del mito, es decir, del simbolismo del tiempo o simbolismo' histórico según nuestra definición, lo siguiente: «Todo mito expresa, en forma de relato de un caso particular, una idea eterna, intuitiva-
m,e:ll,tereconocida tras el relacopor quien lareaviva en la acción» ". y he aquí lo que dice de los símbolos tipológicos'MaLc:}-I¡lYen en ~ ~u libro póstumo Le tarot , en el capítulo sQ.bre,..~l simbolismo : «Nues- : kas __ s~:n.-sac:iones,símb()los de movimientos externos, se Ies parecen fa . ros fenómenos) no más que las ondulaciones de la arena en el desierto s~"asernejan al vientoque levantacon ella montículos; no más que el f.ll;j'Oy~rdfujo del mar se parecen ajos movimientos combinados del 1~01'yla luna, Son sus símbolos .. , La opinión de Kant, Hamilton y Spencer, que reducen los movimentos internos a simples símbolos de .una realidad' oculta, es más racional y más verdadera -que el realismo ingenuo (nota del autor)-. La ciencia misma debe resignarse a no ser sino un simbolismo consciente de sí .. , Pero el simbolismo tiene otro alcance, otro significado bien distinto. Ciencia de las ciencias, como la llamaron los antiguos (Decourcelle, Traité des syrnboles, París 1806), lengua universal y divina, proclama y demuestra la jerarquía de las ,formas desde el mundo de los arquetipos hasta el mundo material, las relaciones que los unen; es, en una palabra, la prueba tangible de la solidaridad de l~s seres» 9., T~;;~rPos,pues, dos definiciones de los símbolos del tiempo o micqlogiCf)S y~delos del espacio o.dt;la correspondencia de los mundos desdil,i':] ;nUl~dodejos arqiietiposhast~ elmundomaterial; dichas definiciones fueron formuladas la una por un erudito alemán en Leipzig en 1924, la otra por un hermético francés en Lyón en 1906. Ambas expresan con exactitud las ideas correspondientes a los dos géneros de simbolismos, mitológico y tipológico, que hace poco describíamos. La Tabula smaragdina sólo se refiere al simbolismo tipológico o del espacio, a la analogía entre lo que está arriba y lo que está abajo, De ahí la necesidad deañadirle, por extensión, la fórmula correspondiente sobre el simbolismo mitológico o del tiempo, que encontramos por ejemplo en el libro del Génesis. La distinción entre estas dos formas de simbolismo no deja de tener cierto alcance práctico. Por confundirlas, se han interpretado mal no pocas veces las antiguas fuentes, incluida la Biblia. Así, algunos autores ven en el relato bíblico de Caín y Abel un símbolo tipológico. Se empeñan en interpretar sus" datos como símbolos de las fuerzas centrífuga y centrípeta, En reali-. dad, el episodio de Caín y Abel es un mito, puesto que expresa, en; forma de narración de un caso particular, una verdad eterna, refir ién-;' dose por consiguiente al tiempo y a la historia, y no al espacio y a su) estructura. Die Gnosís, Sturtgarr 41955, p. 51; ed [ran., La gTJose, Payor. París 1951, p. 42. 1- (-2~M. Haven, Le TarDI, l'alplrabet bébrrúque el les nombres, Lyón 1937, p. 195 Y 24. El primer capítulo fue) f redactado en 1906, pero la obra fue publicada por primera vez en 1937. 8. H. Leisegang,
6. Par;') el problema 7.
36
Mission des juifs,
de la autenticidad t.
1, París 1956,
de la p. 191:;s.
Tobí« de esmeralda,
véase el apéndice
a esta carta 1, p. 46-50.
37
\
'
J
ti
>)--
'
•• )))-
)-
'
{})-
))- ' )'): '
)\
, )))))-
(
)\' j-
)-
)-, r
)_.
'1)-' I
(
) __
)-~\
( j)-
') ¡)
Dicho episodio nos muestra cómo unos hermanos ?ueden .convertirse en enemigos mortales por el hecho de adorar al mismo DIOS de la misma manera. Ahí tenemos bien a la vista la fuente de las guerras de religión: su causa no es una diferencia de dogma,,~i de cul~o o ritual, sino solamente la pretensión de la igualdad o, SI se pr~!lere, ~e la negación de la jerarquía. En ese relato hemos de ver también la pnmera revolución del mundo, el arquetipo (el Urphéinomen de Goethe) de todas las revoluciones que han ocurrido en el pasado y seguirán teniendo lugar en el futuro de la humanidad. :t::JL~fe.~to, .1.a ..Y:;e.rd~d..~ra causa de todas las g\.¡~p::asy revoluciones+en ~~!!l.~~ .. de ~()4~'l.1Q.kTIC:la!e~'~';empreTi~;~ma: laI1egaci·~n·éf.,il?:jeFarqu.ía. Esta causa se en~uen;ti'a ya en germen en un nivel tan excelso como el acto comu~ de .adoración al mismo Dios por dos hermanos; no es otro el patetIco (sentido de lo que nos revela la historia de Caín y Abel. Y como los asesinatos, guerras y revoluciones continúan, el relato de Caín y A~eJ ,sigue siendo válido y actual. Esto hace de él un mito, más aún, un rruto
)
-
)
-
)
-
) )
-
)
"
) r: ) \..
() - ) \..-
)
- ) .~
'\,-
). )
e) <--
)
~ (
-
C
-
/-
\.
e-
) ) )
) )
\
-
'. (-
) )
) r<,
-
)
r:
)
,,-\.
)
r-
)
.---
r'::' ,;Lo
que está arriba es como lo que :stá ab~jo: como los d.ías de¡ arriba están llen?'s"¡ de la bendición del hombre (celeste), as! los días de abajo estan llenos de la bendición merced al hombre
)
(el justo)>> \O
"Lo que está aquí está allá. Lo que no está aquí no está en ninguna
38
Zobor, Waera 25a.
En el
parte,,!!.
-El uso de la analogía no se limita, con todo, a las ciencias proscritas -magia, astrología y alquimia- y a la mística especulativa. A decir verdad, es universal, pues ni la filosofía, ni la teología, ni tan siquiera las ciencias de la naturaleza pueden pasarse sin ella. He a1l~L~JE.~1?_~1311..~}~a.1!.~I
,.' i:
r.
fi!2(t~flfp'~¿~'~i~~~i~~0
de la clastfi~::i~~~~'la~cos~s
en raz~n ~.~.~.~ \
semejanza, primer paso en la vía de la investigación por el método ~(/ inductivo, presupone la analogía de los objetivos que han de clasificarse. 11) La analogía (el argumento por analogía) puede constituir la base de hipótesi5. Así, la famosa hipótesis nebular de Laplace se debió a la analogía que observaba en la dirección del movimiento circular de los planetas alrededor del sol, del movimiento de los satélites alrede. dor de los planetas y de la :rot8~Ció~ de los planetas alrededor de S1,1S . eje~. La -'a¡;aJ¿gíaque s'e)m~i;:gs't~t'a ·.e~~.:todos est6s"movlmienws!e:\" .·c.~ permitió sacar la conclusiónde quehabían de tener un origen común. \3;' John MaynardKeynes escribe: «El método científico tiene sobre todo por objeto descubrir los medios de elevar la analogía conocida hasta el punto en que podamos prescindir al máximo de los métodos de la inducción pura»12. Ahora bien, lainducción Rll.l:ase basa en una simple enumeración; es esencialmente-üñ~ co;-~J~~iónf~néladae~ eCltOSestadísticos de ea~~i_~i"errJpi~i¿;~:'A·;·í"d;ria~os;'~'porej~~plo: fu-a~~; hOl11b~e"y ha muerto, Ped~o es hombre y ha muerto, Miguel es hombre yo ha muerto ... , luego el hombre es mortal. L.~fll.erza de este argl,lmento depende d~Lnúmero o cantidad de los hechos conocidos por experiencia: El ~J..t:~ª.~_ª_e)~._a~
. I t. A. Avalon, 10.
)
\..
/-
.. '
de primer orden. Otro tanto sucede con los relat9.~~le lac.aíd.a.c;k,hA~n Y..F.~~!. el .9.ÍJuyio y.~l~~~;'cl~};¡ol; I;',;~():r,e de B.~~el,e.~L.~on mitos,.~s decir, ante rodo.símbolos bjs.tócic.G~:iqu,e.,se.t.éf¡er:~pal tJempo,·T)19_~~~·n~()~()s q~e:'~~pi-es;~ la u;1Ídad~~;;:t¿Vip.~Kd.o.},en,e~:e~pa~i¿;Jí$l·~6~iin.etafís~<;óy' moral. La caída de Adán y Eva no revela un suceso correspondiente ~n-el mundo divino en el seno de la Santísima Trinidad. Tampoco descubre directame~t~ ia estructura original del mundo arquetípico. Es un acontecimiento particular de la historia de la humanidad terrena, cuyo alcance cesará con el fin de la historia humana; en una palabra, es un verdadero mito. PorQtra_p~r~.e? ser.~~.t:r_r.-º~Q ..g~EI'eE~·, ,s.up.QngaJIl.Qs,J90. yisiQ.n ..º~.g~~glJi.d,Ja, ..mr:.r:kabah.,._w.m.Q.mj!...o. ~.~. y.:sión.del carro celeste. es. un
La India tiene también su versión de esta máxima hermética. Yishoasdra tdntra, la fórmula se halla enunciada como sigue:
La puissance
12. J.M. Kcyncs,
/1 trcatise
({¡t. 011
serpent, p. 56; cd. alem., Die Schlarlgenkraf'. Berna-Munich-Vicna 11975, p. 21. probabílity, p. 24; cd. alcru., Uírer Wahrschcinhchkeit, Leipzig 1926, p. 206.
39
j:' ¡;'
" 11
:
~. Ii.
~. I
: I
~:
,
••
0••
sólo debe cambiar de forma y modo o plano de actividad. Luego Andrés es inmortal. Este argumento se basa en la fórmula de Hermes Trismegisto: Lo que está abajo (materia, energía) es como lo que está arriba (conciencia). Si, por tanto, existe una ley de conservación de la materia y energía (aunque la materia se transforme en energía y viceversa), necesariamente debe existir también una ley de conservación de la conciencia, o sea de la inmortalidad. El ideal de la ciencia, según Keynes, es encontrar los medios para poder llevar la analogía conocida tan lejos que ello nos permita prescindir del método hipotético de la inducción pura, es decir,transformar el método científico en analogía pura, basada en una pura experiencia sin elementos hipotéticos como los que son inmanentes a la inducción pura. Gracias al método de la analogía la ciencia hace descubrirnientos (procediendo de lo conocido a lo desconocido), formula hipótesis fecundas y persigue un fin metódi~o que la dirige. La analogía es su principio y fin, su alfa y omega. Tocante a la filosofía especulativa y a la metafísica, la analogía asume en ellas el mismo papel. Todas las conclusiones metafísicas. descansan.Yíriicamente ..~n..la. analogía o corresp~i.:~+el1cl.a'que existe entre el hombre, la naturaleza y el mundo inteli'gíbl~'bmeta'físico.Así, las dos máximas autoridades de la más metódica Y. disciplinada de las filosofías -la escolástica medieval-, santo Tomás de Aquinnysan: ;I3uenayeI1tura (representantes el uno del aristotclismo y el otro del platonismo en la filosofía cristiana), no sólo se sirven de la analogía, sino que le asignan un importantísimo papel teórico errsus doctrinas. iSanto Tomás diserta sobre la analogia entis, laanalogía del ser, que constituye la clave principal de su filosofía. San Bllenaven.t.u!.~L.~.Q ..su doctrina de signatura rerurn, interpreta la totalidaddel mundo visible como símbolo del mundo invisible. A s'ü'jUlclü:ci m~;:{do~i'~ibie no es' más que Otra Sagrada Escritura, otra revelación alIado de la contenida en la Sagrada Escritura propiamente dicha: . «Y así resulta evidente que todo el mundo es como un único espejo lleno de luces que reflejan la divina sabiduría, o como un carbón que emite luz>,"-
Ahora bien, tanto santo Tomás como san Buenaventura han sido' solemnemente proclamados, primero por Sixto v en 1588 y luego por i León XIII en 1879, "dos olivos y dos candelabros que resplandecen en la casa de Dios». 13. Buenaventura, Collotiones in Hexnemercn Ed. CatÓ!;C3 (BAC 19), Madrid '1957.
40
.Il , 27; ed. bilingüe larino-cast.
en Obras de
Slln
Buenaventura
112,
Ves pues, querido amigo desconocido, que podemos, tú como yo, declarar con la cabeza bien alta nuestra fe en la analogía y pregonar a los cuatro vientos la fórmula de la Tabula smaragdina, consagrada por la tradición, sin por ello parecer infieles a la filosofía, la ciencia y las doctrinas oficiales de la Iglesia. Podemos hacerlo con buena conciencia en calidad de filósofos, de científicos y de católicos. Nada se nos puede echar en cara desde estos tres puntos de vista. Mas.la .confirrnación.de la ana-logía no se detiene ahí .. El Maestro .mismo' la san¿;'ün6~kon el uso que de ella hizo. Lo demuestran tanto l~s.p"r:ábolas como elargumento a íortiori al que recurría en su testimonio. Las parábolas, que son símbolos ad hoc, no tendrían sentido ni utilidad si no constituyeran enunciados de verdades analógicas expresadas en el lenguaje de la analogía y referidas a un significado analógico. .~, .En cuanto al argumento a fortiori, todo su vigor reside en la ana-l i logía que le sirve de base. He aquí un ejemplo de este tipo de argu-]..] mento empleado por el Maestro: 1
'L, \J
\
;
)_i ).J' )_1 )-~
)_/
'i"
~;¡/
' ..f',,¿Ha'yi¡cas'ü":¡!iuilO entre vosotros qu~ ~I hijo que le pidepan:!/,:ié unapiedra, '/le pide un pescado le:dé una serpiente? Si; pues.ivosotros, siendo malos, sabéis dnrcos.is. !buenas a vuestros hijos. ~¡cuánto másl vuestro Padre qire está en los cielos dará co-i l.s.:,sbuenas a quienes se las pidan!» (M[ 7,9-11). ~
)..J
"\)'" ) ..)
Tenemos ahí la analogía de la paternidad terreno-humana y la " p..'!Ic,rnidad celeste-divina, en la que se funda la validez del argumento y ~JQJ;:tiori (<<¡cuánto más ... !»), de la conclusión de una manifestación imper.f.e.~t~~asuprototipo ideal. L~~;~'I1¿;1 ~s~q~í la analogía entre el padre terreno y el Padrevque está en los cielos".
(
)...J ¡J
I
).. } ).,)
En este punto, un sentimiento de incomodidad podría surgir en el ánimo del lector concienzudo; muchos son, en efecto, los argumentos y autoridades citados en apoyo del método de la analogía, pero ¿ qué decir de los argumentos contra ese método, de sus deficiencias y peligros? Sin rodeos y con toda franqueza, hemos de reconocer que el método de la analogía ofrece no pocos aspectos negativos, peligros, errores e ilusiones graves. Ello le viene de estar enteramente fundado en la experiencia y de que cualquier experiencia superficial, incompleta o falsa da por fuerza lugar a conclusiones analógicas también superficiales, incompletas o falsas. Así, sirviéndose de telescopios poco potentes, los astrÓnomos del pasado vieron en Marte canales, líneas rectas continuas, de lo cual infirieron por analogía que esos canales debían
(
)-) )-
)
)--J ))-
,
)J , )- \ )I
r: ¡J
41 ,
,
\
)
" (
r:
»
) (r-' \
-
)
ser artificiales y que, consiguientemente, habitaban el planeta seres civilizados. Más tarde, la observación más exacta gracias al perfeccionamiento de los telescopios ha demostrado que dichos canales no son .continuos, sino que presentan interrupciones, ni tampoco rectilíneos ) como parecía al principio. En este caso el argumento por analogía (- ) pierde, pues, su valor, a causa de la experiencia errónea en q.ue se basa. Por lo que hace a las ciencias ocultas, Gérard van Rijnberk ha ) publicado una tabla de las correspondencias astrológicas del tarot ) según diversos autores. En ella la lámina VII, el Carro, corresponde, - ) por ejemplo, al signo zodiacal de los G~melos (según Etteila), d~l Sagitario (según Fomalhaut), de los Gemelos (según Shoral), del SagI) tario (según un autor anónimo), al planeta Marte (según Basílidcs), al - ) planeta Venus (según Volguine), al Sol (según Ely Star), al signo ~e la '., Balanza (según Snijders), al planeta Venus (según Muchery), al signo r: ) de Cáncer (según Crowley) y al signo de los Gemelos (según Kurt- ) zahn) 14. 1\9.~lÍs8,tta,aJa,vistaJa rel~IJi:yidad_de,)~s_c9!,~.~~pºlldel1~5.as o9l ni.. Luna, plomo-Saturna, estaiio-] úpiter, hierro-Marte, cobre-Venus, ) mercurio-Mercurio1s. Estas correspondencias, admitidas también por los astrólogos y alquimistas de la edad media, lo son todavía hoy por todos los autores de ciencias ocultas y hermetismo (Rudolf Steiner y - ') demás autores antropósofos inclusive)". ) Me permito aüadir, a propósito de la validez universal de esas - ) correspondencias entre metales y planetas, que, en 44 arios de estudios y experiencias en este campo, tampoco yo he tenido motivos para ) modificar ni en un ápice la citada tabla de correspondencias analógicas; antes bien he hallado numerosas pruebas, directas e indirectas, ) que confirman su autenticidad, . ) p_~b.emos por tanto concluir que e! método d~lq_,C!!!aü2gf~ no es \.' infalible, pero puede facilitar e! descubrimientºdey~.u:!a95!_~~2..ª~~,ia) ;. les. Su eficacia y valor dependen de la amplitud y -pJ:(!.s:i0.
-
experiencia
en que se funda.
)
) )
14. G. van Rijnbcrk, Le tftyot, Lyón 1947, p. 20). 15. E.J. Holmyard, Alcbemy, Pclican, H;trmondsworth-Londrcs 1957, rcimpr. 1%8, p. 21. 16. Las mismas correspondencias se encuentran también en Papus, Troiti élémeruaire de science occulte, glcs, París, rcprod.
) ) (-
\
) )
42
integro de la 7.~
edición. p. 145;.cd.
alcru. (véase
Dan-
Volvamosahora al arcanoel Mago, La concentración sin esfuerzo se halla expresada tanto en el conjunto de la lámina como en sus detalles y constituye el arcano práctico. La misma lámina expresa el método de la analogía, que representa el arcano teórico. Efectivamente, considerada en e! plano intelectual, la práctica de! método de la analogía corresponde en todo a la práctica de la concentración sin esfuerzo. Y esta práctica aparece realmente no como trabajo, sino más bien como juego. , A..decir- verdad, la práctica de la analogía en el plano intelectual no exige ningún esfuerzo: o se percibe, se ven, las correspondencias ana16.gic;as,o no se perciben _~i se ven. Así como el mago o malabarista debe ejercitarse y trabajar mucho tiempo hasta lograr la capacidad de concentración sin esfuerzo, así también el que utiliza el método de la analogía en el plano intelectual ha de acumular una larga experiencia y los conocimientos que ésta lleva consigo hasta ser capaz de ver o percibir directamente las correspondencias analógicas, es decir, hasta convertirse en un mago o malabarista que maneja la analogía de los seres y cosas sin esfuerzo, como jugando. . :.:: Esta fac{J!ra(}es parte esencial de la realización de la tarea intimada, ellVIaestro'j s\j$ discípulos: «En ~erd:ad o~ digo, quien il;'r~ciba el ' rei,~o de Dios como un niño no --elitiúá en él» (Mc 10,15). El niño no túbaja sino que juega. Pero i qué serio, qué concentra. do está cuando juega! Su atención se encuentra todavía entera e indivisa, mientras. la atención de todo el que va acercándose al reino de Dios está ya entera e indivisa. En esto reside el arcano de la genialidad inJ.el5;:j~Juat~nJa V'ü¡i~p'de)o «síntesis de lo· cons~iente y lo
por
nota 5), p. 122.
43
¡ !
i
!
! i !
¡
i I
i
l'ri
;:.
!, 1,
i
,·,
, I!l
, ~.
s. l. ~t,
.3
i
inconsciente" (los dos elementos de la personalidad), o también «síntesis de sí mismo» 17. Esta síntesis posibilita la concentración sin esfuerzo y la visión intelectual sin esfuerzo, que son los aspectos prácticos y teóricos de toda fecundidad en los terrenos tanto prácticos como intelectuales. Friedrich Schiller parece haber tenido conocimiento de este arcano cuando exponía su doctrina de la síntesis entre la conciencia intelectual, que impone pesadas cargas =deberes y reglas- y la naturaleza espontánea del hombre en el «instinto del juego» (Spieltrieb). Lo ver'dadero y lo deseado d~ben,_a su juicio, sintetizarse en ~()_bello:p~;es ;sólo enlobello el SpieLt-rieb_alif,era la catgaA~.k.Y~-ªª.sLer:º: ojusto ..y .elt:!va_ al mismotiempo las tinieblas de las fuerzas instintivas.al.nivel.de Ia hJZ de la conciencia'", En otras palabras, quienveÍa belleza delo 'que ha reconocido por verdadero no dejaráde amarlo y:rrú~rce'd a-este amor, el elemento de coacción desaparecerá e;efdeber prescrito' por ola verdadero: el deber se convertirá e¡j:~fi¿i6n'- A;r es cornoeltrabajo (se transforma en juego y se hace posible la concentración sin esfuerzo. Empero el primer arcano, el arcano de la [ecundidad prácticay . teórica, sin_q.ei?[ d~prodamar la eficacia del [uego serio (todo el tarot 'lo es), contjb~;'¿,;Sii:i1.i.¡]tái1eaml4nteunag-rav:e advertencia: hay juego y juego, mago y mago. Por eso quien confunda la falta de concentración con la concentración sin esfuerzo y el flujo de simples asociaciones mentales con la visión sin esfuerzo de correspondencias análogas será necesariamente un .charlatán. \El' ~;cano del Mago es d;¡;ie, tiene dos aspectos: po-r l;~~-paáeriós .sitúa en la vía que lleva a la genialidad; por otra, nos pone en guardi;l contra __ el.E~!igrg del. ~mderºq1Je_ ~?~:~-ª-~5:¿e.ªJá:.,.chªr1q.t;;t1l~Ij-'Lr---'-" A menudo, por desgraci a, los maestros de ocultismo siguen ambas sendas a la vez y lo que enseñan contiene elementos geniales mezclados con elementos de charlatanería. Ojalá el primer arcano del tarot nos esté siempre presente como una especie de guardián del umbral; ojalá nos invite a franquear el umbral del trabajo y el esfuerzo para entrar en la acción sin esfuerzo y en -el conocimiento sin esfuerzo, pero advirtiéndonos al propio tiempo que, cuanto más allá del umbral lleguemos, tanto más indispensables serán el trabajo, el esfuerzo y la experiencia a este lado del mismo umbral para alcanzar la auténtica verdad. Ojalá el Mago no diga y repita cada día:
Percibir y saber, intentar y poder, son cosas diferentes, Hay espejismos arriba, como hay espejismos abajo; tú solamente sabes lo verificado por la concordancia de todas las formas de la experiencia en conjunto: experiencia de los sentidos, experiencia moral, experiencia psíquica, experiencia colectiva de otros buscadores de la verdad, experiencia, por último, de aquellos cuyo saber ha merecido e! título de sabiduría y cuyo querer ha sido elevado a los honores de la santidad. La Academia y la Iglesia establecen condiciones metódicas y morales para todo e! que desea avanzar. Cúrnplelas estrictamente, antes y después de cada vuelo a esa región que está más allá de! trabajo y el esfuerzo. Si lo haces, serás un sabio y un mago. Si no lo haces, ¡sólo serás un charlatán!
I
'-
)-J )-' )- ! \
)J-
,
)
-
)_.1
)- I
:...• ".
~.
-..
I
)-
b-
\
1I
)-
)-
(
1)_. I
))-
I
)-
)-' )-' \
\)
))-
I
I
'r 17. C.G. Jung y K. Kerényi, Einjjihnmg in dar \'(Iesen der M)'lhologJ'e, Zurich 41951, p. J25. 18. F. Schiller, Briefe iíber die iísthetische Erziebung des Menscben; ed. casr., Cf/.YrM sobre la educación estética, Aguijar Argentina, Buenos Aires 1980.
~
Y )-
1
44
45
)..,J
f/ )-'
"
I
) -'1. (He aquí) lo verdadero, sin mentira, lo cierto y veracísirno. 2. Lo que está abajo es como lo que está arriba, y lo que está arriba es como lo que está abajo, para realizar los milagros del uno. 3. y como todas las cosas proceden del uno, por la meditación del uno, así todas las cosas nacieron de este uno, por adaptación. 4. Su padre es el sol, su madre la luna; el viento lo llevó en su seno, la tierra lo alimenta. 5. Aquí está el padre de toda voluntad radical del mundo entero . 6. Intacta queda su fuerza, una vez vuelta a la tierra. 7. Separarás la tierra del fuego, lo sutil de lo denso, con suavidad y gran destreza. 8. (La voluntad radical) sube de la tierra al cielo, y de nuevo desciende a la tierra, recibiendo la fuerza de lo superior e inferior. Así tendrás la gloria del mundo ent~ro. Huya (huirá), p.ues; de ti toda oscuridad. 9. He aquí la vigorosa fuerza de la fueria, que triunfará sobre todo lo sutil y penetrará todo lo sólido. 10. Así fue creado el mundo. 11. De ahí saldrán admirables hechuras, cuyo módulo está aquí. 12. Por eso me han llamado Herrnes Trismegisto, por poseer las tres partes de la filosofía del mundo total. 13. Consumado está cuanto he dicho de la obra del sol.
) ,--
) )
) .>
) )
Apéndice Comentario
)
a la carta 1
histórico sobre la Tabula smaragdina
) He aquí el texto latino de la Tabula smaragdina, época de san Alberto Magno:
)
~.
) ) )
) }
) )
) )
> ) ) ) )
)
(A propósito de los modos como se interpreta este texto a lo .largo de las meditaciones advertir que el autor recurre en ellas a distintas traducciones Iranccsas.)
'. "--. 'vé;'bd sdC1et~rit~;l-'¡j~F;~;ij¿Tris~~gisti"
Según K.Ch. Schmiedcr,
Gescbictne
der Alchemie,
las variantes penetrando y praeparanda. 20. Segun un manuscrito árabe, descubierto
z t.
Otra variante, inexacta,
22. Otra variante:
46
el otnnf
es
adoptíone.
solidnm.
Halle
1832, rcirnpr.
más tarde, ha de leerse
Munich
mediatione.
1927, p. JO, se dan también
Cjtle siguen,
hemos
de
Cornoéltextoq ue_'acabarrio~ii¿;~¡'t1/~9' fúe cq~ocido ;~.n))~2i~ dente sino a partir deAlberto Magno (Jf193/1206-1280) y como en el transcurso de los siglos tampoco ha podido encontrarse ningún otro texto o manuscrito de fecha anterior, los historiadores de principios de la actual centuria pensaban que el propio Alberto Magno era el autor de la Tabla de esmeralda. Tenían ésta por un apócrifo no sólo desde el punto de vista de su autenticidad en cuanto obra de Hermes Trismegisto, sino también de. su autenticidad intrínseca como escrito digno de ser incluido en erCorpus Hernieticurn o colección de textos apócrifos de los primeros siglos de nuestra era atribuidos ~ un autor designado por el nombre (o seudónimo) de Hermes Trismegisto. De hecho, el texto de la Tabla de esmeralda no figura en la edición del Corpus Hermeticum considerada como la más completa: la de Walter Scotr". A este respecto, Scott escribe: «Gran cantidad de sandeces entran en la categoría de escritos sobre astrología, magia, alquimia y formas semejantes de seudociencia ... , cuyo contenido se atribuye igualmente a Hennes Trisrnegistov'". El criterio por el que se guía Scott para determinar si un escrito atribuido a Hermes Trismegisto debe incluirse o no en el Corpus Hermetlcurn es ver si el escrito en
1. Verum, sine mendacio, cert urn el oerissimum. 2. Quod est inferius, est sirut (id) quod est superius, et quod est superius, est sieut (id) quo d est inferius, ad perpetranda miracula rei unlus'", 3. Et sicut: omnes res [uerunt ab uno, meditatione'" uruus, sic omnes res natae [uerunt ab hae una re, adaptatione'", 4. Pater eius est sol, mater eius luna; portavit illud uentus in uentre suo; nutrix eius terra esto 5. Pater omnis tbelesmi totius mundi est bic. 6. Vis [uirtus) eius integra est, si versa fuerit in terram: 7. Separabis terrarn ab igne, subtile a spisso, suauiter cum magllo ingenio. 8. Aseendit aterra in coelum, iterumque descendit in terram, et recipit vim superlorurn et injcriorum. Sic babebis gloriam totius mundi. Ideo fugiat (fr-tgiet) a te omrus obscuritas. 9. Hie (haec) est totius [ortitudinis [ortitudo fortis: quia vincet ornnem rern subtilem, omllemque solidam22 penetrabit: 10. Sic mundus crea tus esto 11. Hinc adaptationes erunt. mirabiles, quarr-tm est bic. 12. Itaque uocatus surn Hermes Trismegistos, hubens tres partes philosophiae totius mundi. 13. Completum est quod dixi de opcratione solis.
I?
)
desde la
Venia Tabulae Sma,-agdinae Hermetis Qualis ea vulgo Latino 1diomate e Phoenicio =r=« circumjertur
) )
conocido
.'~ . 23. \VI. Scou, editado por Nock 24. W.
Hermética, en ., vols., Oxford 1924. Lo mismo se aplica al Corpus Hermeticmn y Fcstvgiére,
Scon, Hermctica,
Belles Lenres. t.
1, Introducción,
traducido
r
París 1960. p. 1.
47
cuestión trata de problemas religiosos y filosóficos ci de puntos relativos a la naturaleza (de manera seudocientífica). Dicho de Otro modo, los textos que tratan de cuestiones religiosas y filosóficas pertenecen al Corpus Hermeticum, mientras que los otros no merecen ser incorporados en esa colección. Sin embargo, e! propio Hermes dice: «Tengo bien a la vista que varios de mis escritos están dirigidos a él (Amón) y también que varios de mis tratados sobre la naturaleza ... han sido dirigidos a Thor»:".
¿ Cómo puede uno permitirse rechazar todos los escritos sobre la naturaleza y no tener por ge;-:¡uina sino la categoría de los «dirigidos a Arnón», cuando se sabe que e! autor de un texto (Asclepius) incluido como auténtico en e! Corpus Hermeticum declara explícitamente ser también autor de otra categoría de escritos, a saber, los que tratan de la naturaleza? En lo que toca a la Tabla de esmeralda, su parentesco de ideas con Asclepius'" salta a la vista. Por ejemplo, escribe Herrnes: «El aire entra en la tierra y en el agua, y el fuego entra en el aire. Solamente lo que ',fie[1d~'lhcia arribadavida.t.y 10 quetien,de haci~. a?ajo)e está subordin;\do,J\d~miis, ; .,tbd0'lq'·.ijtie ddciendéd¿atfibit es capaz ueen'gcndrii; ylo.que sube, téi.1ienck s.D o¡íge,ri·~. abajo, es nutritivo, La tierra, única en conservar estable su propio puesto, recibe' todo cuanto procrea y devuelve todo lo recibido." .
¿Por qjié considerar más religiosas y filosóficas estas ideas que las de la Tabla de esmeralda? También esta última habla del movimiento de abajo hacia arriba y viceversa, así como de la generación por el padre Sol y la madre Luna y de la función nutritiva de la Tierra. ¿Quizá es debido a que ningún texto de la Tabla de esmeralda ha sido hallado antes del siglo 'XIII? Las «Heidelberger Akten der Von-Portheim-Stiitung» IV, han publicado una obra de Julius Ruska, titulada Tabula smaragdina27. Este libro contiene la descripción que hace G. Bergstrasser de un manuscrito en lengua árabe. El manuscrito consta de 97 folios: 25 de ellos narran la historia de José; 40 constituyen un tratado de química en el que, a modo de resumen, figura e! texto de la Tabla de esmeralda (en árabe, como la totalidad del manuscrito); los 32 restantes tratan de otras materias y, en particular, ofrece~ informaciones sobre el calen-
25. Prólogo a Asclepins en W. Scon, O.C., t. 1, P. 237. 26. Ibíd., t. 1, p. 289. 27. J. Ruska, Tnbula srnaragdina. Ein Beitrag zur Gescbícbce
der bermetiscben Literatnr, Heidelberg 1926. Un ejemplar de este libro se encuentra en la biblioteca de la revista «Nederlandsch Tijdschrifr voor Geneeskunde(Revista Holandesa de Medicina), Amsrerdarn.
48
dario del profeta Daniel. El tratado de química fue escrito, según se piensa, por un sacerdote llamado Sagijus de Nabulus, y su contenido podría provenir de! maestro Balinas el Sabio (nombre árabe de Apolonio de Tiana), que al parecer lo descubrió en un aposento subterráneo. He aquí la traducción de! texto árabe de la Tabla de esmeralda tal .. 28 como aparece en e 1 manuscnto. d e. G B ergstrasser : «Esto es lo que el sacerdote Sagijus de Nabulus dictó sobre su entrada (la de Balinas) en la cámara oscura: Después de entrar en la cámara donde se encontraba el talismán, llegué junto a un anciano sentado en un trono de oro, y en su mono tenía una tabla de esmeralda. Y sobre ella, escrito en sirio, la lengua primordial, se leía: 1. Aquí (está) la explicación verdadera, de la cual no pude dudarse. 2. Dice: Lo de arriba (procede) de lo de abajo, y lo de abajo (procede) de lo de arriba, obra de las maravillas del uno. 3. Por un solo procedimiento se han formado las cosas a partir de ese principio primero. ¡Cuán admirable es su obra! Él es la cabeza (el principio) del mundo y su conservador. 4. Su padre es el sol, y su madre la luna; el viento lo ha llevado en su seno, y la tierra lo ha nutrido. 5. (Él es) el padre de los talismanes y el custodio de los milagros. 6, Cuyas fuerzas son perfectas y cuyas luces están confirmadas (?). . Fueg,(j que se hacerjcrra. Separarás Iatierradel fuego, dernodo quejo se te ádhiera más quelo espeso, con suavidad y sabiduría, 8. Sube de la tierra al cielo para apropiarse las luces d!lo alto, y (de nuevo) desciende a la tierra, reuniendo en sí la fuerza de lo superior e inferior, porque consigo (tiene) la luz de las luces, de suerte que las tinieblas se alejan de él. 9, (Él es) la fuerza de las 'fuerzas, que triunfa sobre todo lo sutil y penetra todo lo sólido. ' 10, Según la estructura del gran mundo es la estructura del pequeño mundo. 11. Así proceden los sabios. 12. A eso también aspiró Hermes, que poseyó el triple don de sabiduría. 13. y éste es su último libro, que él ocultó en la cárnara.»
Julius Ruska no es, con todo, e! único en haber descubierto el texto árabe de la Tabla de esmeralda, El autor de La alquimia29 dice que él también encontró un texto abreviado de la Tabla de esmeralda en árabe. Este texto forma parte de! Segundo libro del elemento fundamental de Jabir, o Geber (722-815). Antes de este hallazgo, que data de 1923, sólo se conocía e! texto en latín medieval. Ulteriormente, otra variante en árabe fue descubierta por Ruska en un libro atribuido a Apolonio y titulado El secreto de la creación. El propio jábir (o Geber), al presentar el texto de la Tabla, declara que cita a Apelonio. Ahora bien, Kraus ha demostrado que El secreto de la creación 28. ¡bid., p. 1[3· ¡ ¡ 4. 29. E,j. Hclmyard, Alcberny,
\ ' r:
)_J ,
')
-
)-
1
I
)~) )-) ')- ~
\-
J'
j-' )_.J )- : ,
.r
;
)~I
r 1)-
r'
Ir )-
))-
)< ¡)-~
Harmondswcrth-Londres
1957, reimpr;
1968.
)~ 49
)-"
) )-
3
) ,~
)
) - ) )
-
, I
) )
,, -
) )
.)
- ) -
)
I
r: ) r:
)
- )
.: ..•.
fue escrito, al menos en su forma final, durante el califato de AI-Ma'mun (813-833) y que ofrece gran semejanza con un libro redactado en la misma época por Job de Edesa, erudito cuyas traducciones del siriaco al árabe merecieron el elogio de un crítico tan severo como Hunain Ibn Ishaq. Es pues probable que, aun cuando J ob no hubiera escrito El secreto de la creación, tanto él como el autor de ese tratado . hayan recurrido a fuentes idénticas y más antiguas. Kraus prueba que una de estas fuentes eran los escritos de Nernesio, obispo de Emesa (hoy Horns), en Siria, allá por la segunda mitad de! siglo IV. Nernesio escribía en griego, pero su libro De la naturaleza del hombre no contiene la Tabla. En resumen, podemos concluir que la más antigua forma conocida de la Tabula smaragdina, e! texto árabe, es probablemente una traducción del siriaco, que a su vez pudo basarse en un original griego. ¿Se remontaba este último a los tiempos de Apolonio? La respuesta constituye un problema insoluble '". El estado actual de las investigaciones históricas sobre la Tabla de esmeralda es, por tanto, el siguiente: a) los árabes la conocían ya en su .);dioma, como versión del siriaco, a principios de! siglo IX; b) existen \'~1osyariantes,en lengua ~.r:f,be;c) nadas~;oFone a la tradición árabe de Aluda Tábla de esniéraldahubiera sido traducidadds'ii'i3'có; c'¿';no tampoco a la que le atribuye la Tabla a Apolonio. Podemos añadir que nada se opone, tampoco, a la tradición según . la cual Apolonio encontró a su vez dicho texto de la manera descrita por el sacerdote Sagijus de Nabulus. Sealo que Iuere, queda confirmado que la Tabla tiene un origen más antiguo de lo que se creyó hasta 1923. Por consiguiente, hay motivos bien fundados para revisar la opinión de que no merece ser incluida en el Corpus Hermeticum. Por lo que a nosotros atañe, tenemos buenas razones =tanto subjetivas como objetivas- para pensar sin ningún género de duda que la Tabla de esmeralda es la única pieza absolutamente auténtica de todo el Corpus Hermeticum, y ello en el sentido de que su autor no es ni el tercer Hermes ni e! segundo, sino el,primero, es decir, el fundador de la tradición hermética como tal, cuyos eslabones princjpalesIsegún Ficino, 147l)~on, en este orden, Herrnes Trism.egist9,.Orfeo,.Pitágoras,Filolao (Diviflat?r.li.~ nostri praeceptor), Platón,Jos neopitagóricosj Apolonio) ylos neoplatónicos (Plotino).,
Carta II LA SACERDOTISA
O P APISA
El arcano de la gnosis
"La sabiduría edificó su casa, labró sus siete columnas» (Prov 9,1).
: ,:~.
.: .": :
Querido amigo desconocido: Como. e~plic~bamos en la carta precedente, el Jv1a~_ es e! arcano de la geillahdad intelectual y cordial, e! arcano de la verdadera espontaneidad. La concentración sin esfuerzo y la percepción de las correspondencias de acuerdo con la ley de la analogía son los principales corolarios de este arcano de la fecundidad espiritual, e! arcano d.~f.(J.{fO .. P.U:Lo4e inte1ige"nciq,.· ..·-_·· .. Pero el acto puro es como el fuego o e! viento: aparece y desaparece, y, una vez agotado, deja e! puesto a otro acto. "El viento sopla donde quiere, y oyes su voz, mas no sabes de dónde adónde va. Así es todo el que ha nacido del Espíritu»' Un 3,8).
3D. lbid.,
50
viene ni ..
p. 81 )' 99.
51
El acto puro es incognoscible de por si ;':sólo su reflexión. nos permite percibirlo, comparadoy entenderlo, es decir, nos hace conscientes de él. La reflexión del acto puro produce surepresentación interior;' ésta será retenida por la memoria, la memoria se convertirá en fuente de lo comunicable mediante la palabra, y)a palabra comunicable será fijada por medio de la escritura, lo .queda origen al libro. El segundo arcano, la Papisa, es el de la reflexión del acto puro del primer arcano hasta transformarse en libro. Nos ensefia.córnoel fuego y,e}.yienrose.convierten en ciencia y libro, o, dicho de otra manera, «cómo la sabiduría edifica su casa». Acabamos de indicar que sólo somos conscientes del acto puro de inteligencia merced a su reflexión. Nos hace t;rt~ 'u-~ espejo .interjor para tener conciencia del acto puro, o sea para saber «de dónde viene y adónde va». El soplo del espíritu -o acto puro de inteligencia- es sin duda un acontecimiento, mas no basta por sí solo para que tengamos conciencia del mismo. La, conciencia (con-sciencia) resulta de. dos principios.el activo'oactuante y el pasivo o reflectante. Para saber de dónde vieneel soplo y adónde va, es necesaria el-agua que lorefleja. Por eso la entrevista c!el;: Maestro con Nicodemo,a la que ya nos hemos .referido atüeridhilente; enuncia la condición absolutade la. experiencia consci~~;td~f' soplo·d~vino ... o¡e';n~-' d~Dios:" ,., , '.
:1,
'i',f."" "En verdad, en verdad t~ digo, quien no nazca de agua y Espíritu el reino de Dios" (jn 3,5).
no puede entrar en
«En verdad, en verdad ... » El Maestro repite la palabra «verdad» en - una fórmula mántrica (es decir, mágica) de la realidad de la conciencia. Enuncia así que(l~pleTi~:éqriciencia de l~'~y'e;dad; resulta de laverdad insuflada y reflejada. La conciencia reintegradaen ,el puesto que ..le corresponde, la cual no es otra cosa que el reinode Dios, presupone: dos renovaciones equivalentes al nacimiento en los do~"elemento; constitutivos de la.mis[n~: el espíritu activo y el agua reflectante. El espíritu debe transformarse en soplo divino en lugar ..ge..1a arbitraria actividad personal, y el agua debe llegara ser un espejo perfecto de ese soplo divino en vez de dejarse agitar por eftu'multo dela imaginación, las pasiones y los deseos personales. La conciencia reintegrada debe nacer del agua y el espíritu, cuando eLag~a haya vuelto a ser virg~ny elespiritu se haya convertido en soplo divino o Espíritu SanrovEsta conciencia nacerá, pues, en el seno del alma humana de manera análoga al nacimiento o a la encarnación histórica del Verbo: "y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen." '
52
El re-nacimiento del agua y del Espíritu que el Maestro enseñó a (Nic'Odemo'es b reposición del estado de la conciencia no caída, donde rel"Espíritu era el soplo divino y donde este soplo se veía reflejado por la naturaleza virginal. He ahí el yoga cristiano. S~ fin no es la «liberación r'tdi.c_a!~)(mukti), a saber, el estado de conciencia sin soplo ni . ralexión, sino.imás bien el de la reacción completa y perfecta a la acción divina.rel bautismo.de agua, y. el delEspíritu, Estas dos clases: d'e'-¡;;utismo obr;~'la reintegración de los dos elementos constitutivos.' de la conciencia como tal: el elemento activo y el elemento pasivo. No": :hay con-s ciencia sin ambos' elementos, y la supresión de esta dualidad· mediante cualquier método práctico inspirado por el ideal de la unidad (advaita = no dualidad) lleva necesariamente a la extinción no del ser, sino de la conciencia. misma. Esto no sería entonces un nuevo nacimiento de la conciencia;.sería más bien su regreso al estado prenatal de embrión cósmico. :He aquí, en cambio, el punto de vista de Plotinosobre la.~llalidad s1,lbyacentea toda forrl1ay'-grado de conciencia, es decir, sobre el pri,nci,pio activo y su espejo:
) - I
)_
)-
)-
)-
'o
Tal es el concepto platónico de la conciencia. Si se profundiza en él, podría servir de introducción a la entrevista n~ctu~na del Mae.stro con Nicodemo sobre la reintegración de la conciencia o la finalidad del yoga cristiano. . EJ )'.oga cristiano no aspira a la unidad sin más, sino a la unidad de dos. Es ~{,¡y il11portante ,darse cuentadela actitud adoptada por uno mi smü-fiepúal gravísimo problema de la unidad y la dualidad. E~te pr~bl~~a, en efecto, puede abrimos la puerta de acceso a los misterios genuinamente divinos, pero también puede cerrárnosla ... quizá para siempre, ¿ quién sabe? Todo depende de cómo se c.omprenda. Pod:mas optar por el monisrno y decimos que no hay 111 puede haber mas que una sola sustancia, un solo ser. O bien, apoyándonos en una
)))-
)-
)))
), )) I
)-
)-
¡)-
1. Plcrino
1, libro 4, cap. 10; trad. casr., Eneada
primero,
Aguijar, Madrid
21%0.
)53
'
)-,1
,'. ~(j.. __ sí.corno en tales casos;;-¿u,',-¡·;-do.~ayun espejo, se produce la imagen, y cuando no no se halla '~~r¿'efi'D',\eni:~¡¡ldóexiste'a pesar dfiódóéi11a realidad 'aqúel!6 de lo que podría surgir una imagen, así también sucede con el hombre: cuando la zona .anirruca donde se hacen visibles las imágenes del pensamiento y espíritu está en calma, 'aparecen estas imágenes y es como si se conocieran por percepción sensorial; en tonces el conocimiento advierte de antemano que se trata de productos del intelecto y el pensamiento. Alcontrario, cuando esa ~ona anímica queda des[roz.a~~ por una penllf- : bación de la estructura armónica del cuerpo, el pensamIento y el esplJ'ltu funcionan Slll , imagen, y el acto mental tiene lugar sin reflejarse" 1'•. ha)' espejo
r
))~ )-
-
)
)
J )
)
)
) )
) )
) ) )
) )
) ) )
considerable experiencia histórica y personal, preferir el dualismo y admitir que hay dos principios en el mundo -el bien y el mal, el espíritu y la materia- y que, por incomprensible que sea en e! fondo esta dualidad, es preciso aceptarla como un hecho indiscutible. Podemos todavía decidirnos por un tercer punto de vista: e! del amor como principio cósmico que presupone la dualidad junto con e! postulado , de su unidad no sustancial, pero sí esencial. Estas tres teorías constituyen respectivamente la base del vedánta (advaita) y de! espino sismo (monismo), de! maniqueísmo y de ciertas escuelas gnósticas (dualismo), y de la corriente judeocristiana (amor). Para mayor claridad y precisión en lo que atañe a este problema y para más ahondar en él, partiremos de lo que escribe Louis-Claude de Saint-Martin acerca de! número dos en su libro Des nombres (Sobre los números): "Para mostrar cómo (los números) están vinculados cemos por observar el proceso dinámico de la unidad
comen-
"Cuando contemplamos una verdad importante, por ejemplo la omnipotencia del Creador, su majestad, su amor, sus luces profundas u otro cualquiera de sus atributos, nos.volcamos pClr completo en.ese supremo modelo de. "odas las cosas; todas nuestras fá'cultadc.s se suspenden paFaM~¡~;l,rJ10Sde él, y ¡\().s..l1~:(;e;',10s realmente uno con él, .H". ahí la imagen activa de la unidad, el número u;;'ó"Cs¿¡) '¡:iuesiros labios expresión de
.:¡
Íá
esa unidad o unión indivisible que, existiendo íntimamente entre todos los atributos de la unidad, existe también entre ella y todas sus criaturas. "Pero si, después de volcar nuestras facultades contcrnplativas en esa fuente universal, dirigimos nuestros ojos a nosotros mismos y nos llenamos de nuestrapropia contemplación, mirándonos como principio de las claridades satisfacciones internas que dicha fuente nos ha procurado, desde ese mismo instante establecemos dos centros de contemplación, dos principios separados y rivales, dos bases desvinculadas entre sí; en suma, establecemos dos unidades, con la diferencia de que. la una es real}' la otra aparenrev",
°
) -
en su base de actividad, y del número dos.
y luego añade:
) )
, )
) ) )
"Dividir el ser por medio es dividido en dos partes, hacer pasar lo entero a la cualidad de medio o mitad, lo que constituye el verdaclero origen del binario ile, . ) grumo ... » 1 «Este ejemplo basta para mostramos el nacimiento del número dos, para descubrirnos el origen del rnal.c.»"
La dualidad implica, por tanto, e! establecimiento de dos centros de contemplación, dos principios separados y rivales, e! uno real y el
) )
2. Lc-Cl.
de Saint-Martin,
Des nombres,
otro aparente; aquí radica el origen de! mal, que no es sino e! binario ilegítimo. ¿Es ésta la única interpretación posible de la dualidad, de! binaric.] del número dos? ¿N o existirá un binario legítimo, un binario que no ) signifiq ue disminución de la unidad, sino más bien enriquecimiento cualitativo de la misma? .J Volviendo al concepto de Saint-Martin de los «dos centros de contemplación» que son «dos principios separados y rivales», podemos preguntarnos si han de ser necesariamente aSÍ, separados y rivales. La expresión misma escogida por Saint-Martin, «con-templación», ¿no su.giereal contrario la idea de dos .centros que contemplan a l~-Y.~z.,~c:om()Toharían dos ojos situados verticalmente uno encima d.~totrq, los dosaspect~s de la realidad, el aspecto fenoménico y el aspecto. nouménico?, Y ¿nQHs.on.esosdos.centl:o§ uojos.los ...q.u.~.l}PS hacen·:-:
i
·:.. í ¡;Dos
es el soplo quevien~ddEs¡JÍritu: \~.~s letras, que empero forman un soplo
en él eÚ'~i gr'áLdas'y únicov".
esculpidas
las veili;¡j H.i
Di.ch(u:l~ºt.!'.Q. i~g_gQ~dos e_~_.~LsQPJQY S.L1. reflexión; eselorigen del li.b}~(). de la.r~YeJ-ªci.ó.T.l.constituidojanro por el mundo. corno por la s.~g~a~a..Escritlir'a. Dos es el' número de la conciencia tcon-scienciai, d~l._s-ºpJ-º-y~~~s.'-!cs.jf:trasg.t:a~adas y esculpidas. Es el número de la l:~i.n.t_egracióp.de la conciencia talcorno el Maestro le enseñó a Nicodemp.,J11egiante el agua virginal yel soplo del Espíritu Santo. Dos es todo eso y más. No sólo el número dos no ..es .necesariamente e! binario ilegítimo descrito por Saint-Martin, sino que en rnudi.os cas.o.s._e_$ e! número del amor o la condición fundamental del amor q~¿ipresup~;;~-y-e'~{ge.El';mor, en efecto, es inconcebible sin el par constituido por e! arrza7}te y el amado, sin e! yO] eltú, sin e! uno y elotro. Si Dios sólo fuera uno y no hubiera creado el mundo, no sería e! Dios revelado por el Maestro, e! Dios de quien san Juan dice: «Dios es arnorvy quienpermanece 4,16).
en el amor permaf:\ece en Dios, y Dios en. él» (IJn
Paris 1861, párr. 1, p. 17s.
l. ¡bid.• p. 18. 4. lbíd .• p. 19.
5.
1.1.
parte,
X.
') 54
55
- ) )
.;.,
) ')
No lo sería, porque no amaría a nadie salvo a sí mismo. Siendo esto imposible desde el punto de vista del Dios del amor, se le manifiesta a la conciencia humana como Trinidad eterna de! Amante que ama, del Amado que ama y de su Amor que los ama: Padre, Hijo y Espíritu Santo. ¿No te sientes tú también algoincómodo, querido amigo desconocido, al encoritrarte con una de esas fórmulas que enuncian los atributos superiores de las personas de la Santísima Trinidad, como «poder, sabiduría, amor" o «ser, conciencia, bienaventuranza» isat, cit, ananda)? Yo siempre he experimentado ese sentimiento en tales ocasiones, y sólo al cabo de muchos años he comprendido la causa. Precisamente porque Dios es amor, no admite 'ninguna comparación y lo supera todo: e! poder, la sabiduría y hasta el ser. Nos es lícito, si lo deseamos, hablar del «poder de! amor», la «sabiduría del amor" y la «vida del amar» para hacer una distinción entre las tres personas de la Santísima Trinidad, pero no cabe poner en el mismo plano el amor, por un lado, y por otro la sabiduría, el poder y el ser. Esto no es factible porque Dios es amor, y es e! amor y sólo el amor el que por su .presencia da:v,alor al poder, a la sabiduría e inciuso.al ser. Pues el ser sin arübrho'tiene-valor-aIguno; sersin amaiC~Q.si'ítuirí.ah.t_Dlás ti::' pantosade las penas: ¡el infierno mismo! ' , ... Por consiguiente ¿supera el amor al ser? ¿Có~o dudado después de la revelación de esta verdad hace diecinueve siglos por el misterio del Gólgota? «Lo que está arriba es como lo que está abajo.» Y el (sacrificio que, por amor, e! Dios encarnado hizo de su vida y ser ¡terrenos ¿no demuestra la superioridad del amor sobre el ser? Y la iresurrección ¿no es la prueba del otro aspecto dela primacía del amor (sobre el ser, de que el amor no sólo es superior al ser, sino que lo ,.-/(engendra y restablece? ELpIQºJ~fl1.a de .laprirnacía del ser.o.ddamor~e,ref!l()I1ta a la antigüedad. Platón lo evocaba así: \
!
....
J.,
~
V
.. "Dirás, creo yo, que el sol da a las cosas visibles no sólo la capacidad de se~-vi';;S) sino también la génesis, el crecimiento y el sustento, sin tener que ser él mismo géne-í sis ... Confiesa, pues, que a su vez las cosas inteligibles reciben del bien no sólo su' inteligibilidad, sino igualmente su ser y esencia, aun cuando el bien mismo no se identifique con el ser, sino que lo supera en dignidad y Iuerza-". '
y siete siglos más tarde, e! filósofo Salustio, amigo de! emperador Juliano, escribiría:
"Si la causa primera fuese alma, todo sería animado; si fuese inteligencia, todo sería inteligente; si fuese ser, todo debería participar del ser. Ahora bien, como algunos se han percatado de que toda cosa participa del ser, han identificado el ser con la causa primera, Cierto que si los seres existentes fueran solamente seres y no fueran buenos, su afirmación podría ser verdad ... Pero si los seres no existen sino a causa de la verdad y participan del bien, resulta necesario que el primer principio sea superior al ser y que sea bueno de por sí. He aquí la máxima prueba: Las almas generosas desprecian de hecho, por el bien, la persistencia en el ser, cuando deciden exponerse al peligro por su patria, sus amigos y la virtud-".
.";..:'
C:'IR,
La República,
Aguilar, Madrid )1968.
¿Qué alcance tendrá, por tanto, que uno adopte la primacía del ser, o la del bien, o -según san Juan-la del amor? La noción del ser es neutral desde el punto de vista de la vida moral. Para adquirida no es necesaria ninguna experiencia de lo bueno y lo bello. Tan sólo la experiencia del reino mineral bastaría ya para llegar a la noción moralmente neutral del ser. El mineral, en efecto, es, Por eso la noción del ser es objetiva: exige, en el fondo, la cosa subyacente a todas las cosas, la sustancia permanente detrás de todos los [enórrienos. Te invito, querido amigo desconocido, a cerrar los ojos y darte cuenta exactamente de la imagen que acompaña este concepto en tu imaginación intelectual. ¿No te encuentras con la representación vaga de una sustancia sin color ni forma, muy semejante al agua del mar? 7. Des dienx S. Eneada
el
H'xt,¡
d" monde, VII,
cap.
V, rrad. franco
23, 24; (fado casr.:
9. Theoíogia Platonis ll, !l. 10. De diuinis nomíníbus IV.
Aguilar,
griego por Gabriel Madrid 1967.
del
) )
">
filosofía medieval. Rialp, Madrid
)
))-
))-
.. )-' ))-
t )-
))-
i )-
))-
)J--
1. mé
)
)-
Rccheforr.
dié-uale, Clp. 111. p. 51, Vrin, París 1948; trad. case" El espíritu de la
f-, )-
1981.
57
56
)
'"
" C:,No ¡,ay más que un Dios, ';:este Dios es el Ser. H\i. aquí hp¡~dra angular d~ ~odi;;: tilosofía cristiana; y no la ha puesm Plarón, ni tampoco Arisróteles, sino Moisés»!". ;
In Hexaemeron X, 10. 12. É. Gilson, L 'esprit de ItI pbílosophie
Politeío, 509b; trad.
J
El primado del bien (siendo el bien la noción filosófica abstracta de la realidad del amor) respecto al ser forma también parte de las cuestiones tratadas por Plotino", así como por Proclo" y Dionisio Areopagita'". San Buenaventura 11 intentó conciliar esta primacía lAatónica del bien con la primacía mosaica d-I ser, Ego surn qui 5um (Ex 3,14), afirmada primero por Juan Damasceno y luego por Tomás de Aquino. Este último declara que, entre todos los nombres divinos, hay uno eminentemente propio de Dios, a saber, El que es, por no significar otra cosa que e! ser mismo. É:Ei~.r.1J1e ,Gil?on escribe, de acuerdo con santo Tomás, san Juan Damasceno y Moisés, que el ser es «~Lprif!:cipiQ~e una inag8table fecundidad metafísica», y añade:
11.
6. Plarón,
)
))--
,)-
•• -e
-.-.-. -. --.-. -.• ••• -.-. -.-. -.-.-. -.-. -.-. -.-.-. ·e
·-e
-e
Mas sea cual fuere tu imagen subjetiva del ser como tal, la noción del ser es moralmente indiferente y, por ende, esencialmente naturalista. Implica algo pasivo, un dato o hecho inmutable. Al contrario, cuando evocas el amor, en el sentido que le da san Juan, o la idea platónica del bien, te enfrentas con algo que es actividad esencial y que no es ni mucho menos neutral respecto de la vida moral, sino su corazón mismo.iLa imagen que va con este concepto de puro actuar será la del fuego o e! sol (Platón compara la idea del bien con el sol, y la luz de éste con la verdad), en vez de la imagen de un líquido indeterminado. Tales y Heraclito tuvieron esas dos distintas concepciones. El uno veía la esencia de las cosas en el agua, el otro en el fuego. Pero aquí, ante todo, la idea del bien y su culminación, el amor, se debe al concepto del mundo como proceso moral, mientras que la idea del ser y su cima, e! Dios que es, viene de un concepto del mundo como hecho natural. La idea de! bien (y el amor) es esencialmente subjetiva. No se puede llegar a concebida sin haber tenido experiencia de la vida psíquica y espiritual, en tanto que la idea del ser, esencialmente objetiva como ya hemos dicho, sólo supone cierto grado de experiencia externai',por ejemplo la del reino mineral. , ,
~~"q~-e
ª~
58 i'
k.
r
~; h'
QlaGl,YillQsa.quc :"!J9Xa. E~!11~j.ªnt~.f~p.~ÚSº,cj,ª. n~.í~Ú.fl.. ! fu S ~.9!-_~9.-.t,l~~_:~()_f.l ...elJ.u_~.go._Nada entonces se apaga n ln prs" ;~:;li"CI humana, Sl110,al contrario, todo en ella se inflan a.l Tal j, e I 'ri '11 feia ~~L~i!!;,¡r:io kgüiu)P.Q.IlIÚÓn de. dos s"tstan~i'as '.'1' J', d:1.s ':1) /:¡ ~.fJ1sJ.:t__~,f1if~!Las sustancias continúan separa la par;') 11 sll(I'ir 1. \pnvaCJón de lo que es más precioso en toda existen ia: I aJi:ttn, libre ien el amOL ' . ", I
r.
:" Acabo'~e decir dos sustancias y una esencia. Hay qu 01l1¡ r nd r bien el sentido de estos dos términos, sustancia (substantia) y S 11 ia (essentia), cuya distinción exacta casi ha desaparecido ya h y. En otros tiempos, no obstante, estas dos expresiones denotaban los órdenes diferentes no sólo de pensamiento e ideas, sino de existencia y aun de conciencia. Platón distingue entre einai (ser) y ousia (esencia), «Ser» significa para él el hecho de la existencia como tal, mientras que «esencia» designa la existencia debida a las ideas. «Todo .10. que tiene existencia tiene esencia por participar de las ideas, que son las esencias mismas. Así, pues, el término esencia no significa para nosotros la existencia abstracta, sinp la realidad de la idea,,1J .'.
:.,.;:;}"
.
-
'
"
. .'
'",
.
,;
';,Eseh¿J:a;,(essJ;ztia,'iousia)dbi'grla el acro positivo por el que ~{~er es. La cábala dirja: el acto de emanación de la primera sefirah, Keter, (Corona), a la cual corresponde el nombre divino 'ebyeb (= Yo soy), el acto del 'en-sol, el Ilimitado. «."como si esse pudiera se derivaría essentia» 14:
engendrar
el participio
de presente
activo essens, de donde
Por tanto, el término essentla pertenece propiamente sólo a Dios, y todo el resto entra en la categoría de substantiae (sustancias), como lo declara, en calidad de platónico, el padre de la Iglesia san Agustín: «",es claro que a Dios se le da abusivarnente el nombre de sustancia para, con una palabra más usual, denotar esencia. Este último es el término verdadero y propio, hasta el punto de que quizás a Dios sólo deba lIamársele esencia»!",
La distinción formalmente establecida entre la sustancia y la esencia, entre la realidad y la idealidad, entre el ser y el amor (o idea del D. A. Fouillée, La philosopbie Gilson, o.e. p, 62,
14,
t:
15. De Trinitate, 19;6, p. 48'15.
VII, 5,10;
de Platon,
cd. bilingüe
t.
11, París 1888, p. 106.
launo-cast.
en ObraJ de
SIIl1 Agllllíll
VI Ed. C:HóJic;a (DAC 39), Madrid
9
bien), entre El que es y 'en-so], constituye gelio según Juan: «A Dios nadie le ha visto jamás: el Hijo unigénito, quien lo ha dado a conocer» Un 1,1'8),
también la clave del Evan-
que está en el seno del Padre, es
, ;«A Dios nadie le ha visto jamás», es decir, nadie ha contemplado nunca a Dios cara" a cara conservando su personalidad; porque ver significa percibir hallándose frente a lo que se percibe, Antes de J esucristo hubo, sin duda, numerosos ejemplos de experiencia de Dios, ya ; .de ser arrebatado por Dios (profetas), ya de verse inmerso en Dios \ (antiguos yoguis y místicos), ya, por último, de ver su revelación en; su obra, el mundo (antiguos sabios y filósofos); pero nadie ha visto; jamás a Dios mismo, pues ni la inspiración de los profetas, ni la' inmersión en Dios de los místicos, ni la contemplación de Dios por' los sabios en el espejo de la creación equivalen a la experiencia nueva; de la,,«visiól}» (vúio) de Dios: la «visión beatifica. de la teología; ! cristiana, Esta visión, en efecto, se da en el plano de la esencia que, ; trasciende toda sustancia; no se trata de una fusión, sino de un en- , cuentr(),e.n~l plano de la, esencia, donde la personalidad humana (la ,:' conciencia del' yo) queda'h&~óJá" indemne y sin' trabas, sino que';' además llega a ser lo que es, se vuelve verdaderamente ella misma, tal; como el pensamiento de Dios la concibió desd'e toda la eternidad, Las , palabras de san Juan, entendidas de esta manera, hacen comprensibJes "las del.Maestro en el mjsmo Evangelio.. ¡ «Todos
cuantos
vinieron
ames de mí son ladrones
y snltead.c>::s» Un 10,8),
Hay un profundo misterio en esta frase. ¿Cómo entenderla alIado de otros numerosos dichos del Maestro relacionados con Moisés, David y los profetas, todos los cuales vivieron antes que él? Trátase aquí no de robo o bandolerismo, sino del principio de iniciación antes y después de Jesucristo, Los maestros anteriores al advenimiento enseñaban la experiencia de Dios a expensas de la personalidad, que quedaba disminuida al ser arrebatada por Dios. En este sentido, el de la disminución o incremento del talento de oro confiado a la humanidad, de la personalidad, que es la imagen y semejanza de Dios (Goethe dice: Das bocbste Cut der Erdenleinder ist doch die/ Personlicbleeit, «El tesoro supremo de los hijos de la tierra es ciertamente la personalidad»), los maestros anteriores a Cristo eran «ladrones y salreadores». A b~en seguro dabante"stimonio,.de","pÜ:~s,pero la vía práctica que los hacía testigos «
60
" J'
¡enseñaban_ eEa !
los que lloran,
porque
serán consolados»
)-
(M¡ 5,4),
He aquí, pues, un aspectO (hay otro más profundo, del que no sé si podremos tratar en las cartas siguientes) según el cual la misteriosa frase relativa a los «ladrones y salteadores» puede convertirse en foco de radiosa luz, El evangelio dice que quienes vivieron antes de Jesucristo (la palabra «antes» designa no sólo el tiempo, sino también el grado de iniciación) son ladrones y salteadores de la personalidad, puesto que han enseñado la despersonalización del ser humano, En cambio, dice también el Maestro: . ,"-.
-,..•. ¡-~
.
: "S;;Yo he venido
.
.~ .
.
'
. ".
para que (las ovejas) tengan vida, )"'Ia tengan en abundancia»
/-
"1
Gr\
L L )-
L )-
)-
)))-
.10,10).
En otras palabras, el Maestro ha venido para hacer a.4n más vi.va su ov~jaquerid.,ax.arnenazada por toda clase de peligros, ¡La oveja es aquíla imagen de. la personalidad! Esto parece inconcebible cuando¡ uno se representa el ideal de la personalidad según Nietzsche, con sJ superhombre, o algunas grandes personalidades históricas como Ale, jandro Magno, Julio César, Napoleón..., u otras grandes personalida-l des modernas. No, querido amigo desconocido, la posesión por la voluntad del poder o la voluntad de gloria no hace ni la personalida~ n,i ~u gr~ndeza, La ovejaenellenguaje.de amor del Maestro, .no signijica 01 gran perso~;Ldad nipequeña personalidad, sino simplemente el alma incÍi;idual que vive y que él quiere ver vivir sin peligro con una vida tan intensa como aquella a la que Dios la ha destinado, La ()vej~ es Id ~~tidad viviente y~odeada de peligros que constituye el objeto de Id ¡,p're.ocupa~~émdivina. ¿N o basta esto? ¿Hay en ello poco esplend,or o poca gloria? ¿Es esta imagen demasiado endeble para de ella derivar, por ejemplo, un mago que evoca los buenos y malos espíritus:' Una sola cosa debemos hacer notar aquí: el lenguaje del Maestro 61
)~ )-
)-
-,
._-_.
__
._---------------------------------:---------------------
)
) ) )
¡, ) ) ) ) ) )
) - ) )
) .-
) ) ) )
) )
- ) ) )
) )
- ) ~ "
)
es el del amor, y no el de la psicología, la filosofía o la cie?c~a. El m.ago poderoso, el artista genial, el pensador profundo, el rrusnco radiante ... , todos estos hombres merecen los calificativos que les acompañan y quizá otros aún más excelsos, pero.no por deslul~bran a DIOs. A los ojos de Dios, sólo son sus ovejas ~uendas que el ~esea no ver nunca descarriadas, sino llevando una vida que crezca SIn cesar.
:so
Antes de poner punto final a las reflexio?,es s?bre el p'r~blema d~l número dos, el de los binarios legítimo e ilegitimo, qUISiera rendir homenaje a Saint-Yves d'Alveydre que, con su apasionada intelectualidad, ha sabido plantearlo excelentemente. En su obra 16 hace resaltar la comparación entre el nombre divino completo YH'(H (yod-hevav-he) y el incompleto HVH (he-vav-he). En el pnmer caso se considera yod, la esencia, como sumo principio de la jerarquía; en el segundo, se le atribuye la primacía a he, la sustancia. ~sí nacen el espiritualismo y e! naturalismo, con todas las consecuencla~ que acarrean en los terrenos religioso, filosófico, científico y social. Como fórmula, pues, e! problema ha sido planteado con una perfecci?n y exactitud admirables, lo que me parece justo señalar. Pero al mismo tiempo: estoy obligado ~ decirque, por brillar:-te Yk)!:eci~a,que se~.la pr~sent~¿ión formal del problema.vel conte.l1ldon~';:J¡:en;il q?e le;da Saint-Yves deja mucho que desear. Entre otras cosas, declara que el principio de la intelec}.ualidad ?u~a. es yod, y atribuye a he-v.av~h.e, como contenido matenal, e! pnnCIplO de! amor yel alma o pnl1CIplO apasionado, concediendo así la priina~í~ a la inte!ecrualidad c?m.o principio espiritualmasculmo Y subordinándole e! amor como pnncIpio anímico femenino. . . ¡El Maestro, no obstante, enseñaba que e! Padre es amor! Si la intelectualidad constituye la reflexión -o luz- de! principio ígneo del amor, no puede ser sino e! principio femenino, la soji« o sabiduría que ayudaba al Creador a crear, según ~l Antiguo ~es~a~ento. L~ SJ..;¡.91ción.gnóstica.ve tambiénen la sabld~ría-,eLpr:!ºqP:lQ-fememnQ.-La pur
corazón es estéril. Depende de los impulsos que recibe del corazón por medio de la imaginación. En cuanto al tercer principio, el espintu, 110 es ni intelecto ni imaginación, sino amor-sabiduría, Fundamentalmente tendría que ser andrógino, aun cuando no. lo sea siempre en la práctica. He aquí, pues, lo que me parecía necesario decir sobre el problema de! binario y su alcance, toda vez que la solución de este problema es la clave del segundo arcano, la Papisa.'Est~-ª~S:~J}p~~_sren·efectb; el del. i º~ipari:-6s\Jby.~,ct':}lte,aJa.cO¡tc.i~n.cia;;~J.d.e la creat.i:yjQa,~',~$I;QQfrn'~~-y-Su\ r~D~~T9,Q-;e;,el arcan() d.¡ela tr~I.1sfor.r:n.~¿Óií.~~Íact<:>p_uF_o e.I1~.~~-;ir¡~- \ ! ción, de la aci:'üálización en imagen. de 1?- memoria, de la imagen dela ¡ m-emorii'en para5i:a:;'dé' iap'alábr';en c;ractereses-~'fitos·o·-il!;;o.: '" --..-".L~~'P:ap.ís~llev,a.:u~~..1:;.~ra·o·t~:{pl~~-<;Q·r()l;ta y ..ti.e.~e..e.Il.'~"~§~iñ;mQ;u1.D.
I
l
l.libl?~ª!ii,e~~o. L,a.,tia,ra..est~,g~ar,p.~~jda ..de piedras _pr~~iO,S,~;1,~(),gue \sugle!::~)a.l.dead~ quela cristalización del actopurose efectúa.entres' ",',-,--' \ .. . ~eEP,a.s,,?,~scendiel1~o a través de los tresplanos superiores e invisibles 11~§.~;¡Jle.K~r a una cu·ai'tae.~apa;el.ríJ?rp. Losproblemas,que el símbolo. i;nplica so.'ñi:~;:dJ.r:.~LQIJ; ..;;J~mQ7'ia"pg.l;G;d·y' escritura, aL enotros tér-i !Ilú.ij~º~'i~'~glación.,Y_fradici~'!:g.ral.gescrita. Todo ello'~~ ;esume el~unl ,
'
~~~í;;i~~~i'~~é;?··
"', .' !.s~~f~~~tf;~e1;~i~~~E~y=fu:fu~.d~,.;ii~uno,'ci(;:¡,da2~-¡; .. rlS..-asta[l1.e.P.:~~)g-q~.~._e.?:Er:e.~",JªJi¡:nin.ªc1e la. Papis.a"ta-\1tº"en,.SQ!1j_~!1~(); e~, s:U!U:l.~. t,;¡l1<:!.s,_ª.~ªQ_~!."eld?~l:~n.s:.Qst~Ja rey'~!a,~i~?:.(~l,,~.tQ,puro,; e.._~~_~nclar_dl~J
F-º.m2~
"
-~;hC;i<;i~.~~t~:~)~~·1~y.~~~i:ªDi~.J.e:y:es':i.J9ipl~i~¡; é ~'
Ip
¡C~~-ºL
>tf~~i.;~:~4.~l:2~~0~r~6Ii~~/~ó-t~~;~l·~·'~~~:;l[,'d~a~:Í:~~~:~¿~J
I~;~~~~~ ~r~~u::'~~~~~!~f:.'
S{;~e~efa~0:~: ~~1~~s:'~;r,~;;~~~1.~:'~~~~i.~.~,~il ¡de.s!;gp.sp..del;!xC":ydal:lon ..A~,sÓ~.,<;:l,ípm).}!?~~2 ..qT<:::ulº)superior de su [tiara lJ.<;tstael libro abiertosobre susrodillas, ~lJPQ,?,IYXª"i,s,,~gp.fQ,óu~-ªJ \i);¡p,~Lg~i.~,~§.~!TIEe'r1.a.~\:~stá 5entad.q,I.Ah9r;¡,.9i,r;:E1.1~:5..t,ªU~QtªqC>.~1~gQ,ta 0pª,:.r:~lación,en~t¡:,~j~,y,Gr;:¡.~;;Cy':1~"-bº.óf:-ºn.tal,que corresponde a la ..... -. -.. -- .."-- ....-..... . .... ~._.. ... ..... ,
, ¡'~ ¡
,
) 17. ·.•La gnosis»
)
r: r-
Míssíon des jmf;, París 1956.
es también
riu-eí de la haule n1agie (Dogma
con C]ue Éiiphas Lévi encabeza el segundo capitulo de su obra Dogme y ritual de la alta magia), París 1854. Este capitulo trata del segundo arcano.
el título
) )
el
63
62
,- ) "
16. Saine- Yves d' Alvcydre,
'\:. :
,:::1 ., !::.
l.!
: ~:;1
\Lax~a de proyección hacia afuera (horizontal.Tibro )propi;ut~.la re.!e;l¡¡~iÓP9.escendente (vertical, tiara). Esta. posición indica, ..€l-método ipráctico de la gnosis, asícomo la postura en pie.deL.Mqga.j_~dica el , .método ,p'rácÜc.QAe la._lllística. íEl10agg.se atreve,~,9.stt.).yP()L~f!.º~~.s..~á lde pie. 'L.ª ..-Rapisasak,e.; por eso está sentada. El. cambio. de .osar ef,1 'saber entraña un cambio deposición: la del Maga en la de la Papisa. La esencia de la mística pura es la.ª-c.tiyjdad.-creador.a. se vuelve místico cuando. osa elevarse, es decir, mantenerse derecha, y luego más y más derecho, pare~cima de toda criatura hasta la esencia del ser, el divina fuego. creador, La concentración sin esfuerza es la ignición sin humo. ni crepitación. Su parte humana es el acto d.~.?s,l1:r a,sp~r:.ara .la. suma realidad, y este acto sólo es real y eficaz cuando. el alma se halla serena ye! cuerpo. -enteramente relajado: si~'hurii6 ni . crepitación." -- . '.' ..--' . .. ':,
r.¡ '\
cpncienciaaÍaprirnera le~E~~y
)~
f
lidades.
)_
U~o
La esencia de la gnasispura es la místicareflejada. En. ell~JJ.9.g,~e\ acontece en la mística se convierte en saber. La gnasis es 1<1mística,' hecha consciente de sí misma; es la experie;'cia mística transformada' :'11 én·sab~r.\,J;~~<1.Í:ransfarmaci6nse realiza por e~~pa~\.LaprimeraesJd F.efl~J{ió(ipur? 18, ,,. Esta denominación no. es del todo adecuada, pera al menas tiene la ventaja de expresar el carácter del con.tacto inm,ediatoprapio delpri.:..'mer grada de reflexión del acto místico: Aquí,. experiencia mística y "gnosis san todavía inseparables y constituyen una 'sola entidad, Si queremas establecer la relación entre, por una parte, ese estada de conciencia y las tres estados que le siguen, y par otra el nombre sagrada YHVH (yod-he-vav-he), que es el resumen de la gnosis judía o cábala integral, no. podemos menos de atribuir dicha estada de
Z!
~.'
~, 18. Compárese
con el concepro
Ein[üh/u,ig. Halle 1917.
64
Ein!iihJullg introducido por Edirh Srein en su disertación Das Problem
der
I
r
r~(
~)_.~_'t.c:tºespi!.i~1JaJ(o intuiciónjperrnite.el cont<1c;toentr~I1uestra.!, conciencia yt:l.mL.1pdageJa ..pura. experjencia mística. Gracias a él'. L. e~ist~ en el mundo. y la historia de la humanidad una relación real, )_ entre el alma viva y el Dios viva, lo cual constituye la religión vivida., u:.a·~íst{ca es' fúente:ir~í:Z:detodareligióp'\ ?j~.~~a, la religión y la ',u ) ;Y.;:d..~_~spirit~~rdeTa-h-~m:~nidadnoserían más q'.lc..un códigodeleyes ' )¡rect-Qras delaactuación yel pensamiento humanos, Si Dios representa ) para las hombres alga más que una noción abstracta, ello se debe al ~ tacto. espiritual a, la que es lo misma, la mística. Esta es el germen de )toda la vida religiosa can su teología, ritos y prácticas.rl.a.mística e~ )_ r
))---, )~ )--
) ) ) )
I
---'
) ) ) )
) )
-'
)
,,-
) ) ;-
-
\
) )
,(
,--'-
) )
1,
- ) - ) )
)
.:
)
)
-
r: ) r)
- ) )
\
e ) - ) --
) )
,
I
) )
r-
, (~;.
)
r )
,¡~ '~
sino también llegar a comprender lo que vive, desarrollará el ':sentido gnóstico. Y si desea poner en práctica lo que ha comprendido :de la experiencia mística, desarrollará el sentido mágico. Por último, si :quiere que todo lo que ha vivido, comprendido y practicado no quedej circunscrito a él mismo y a su tiempo, sino que se vuelva comunicable¡ y sea transmitido a las generaciones futuras, tendrá que desarrollar ej .sentido filosófjcQ-hermético y, practi<:;Í,D~tºh,_~!'_<:óbjr;!s~Jib,r?j ".' "'" T31:"~SJ~j¡;y-q~~--;~pr~~a,~éJ, y.9{j;b,~,-:?a.'l!.~h c.._sºbx!'!_d.P!~~.e_~<:) ; ,c!e metamorf~~i~,~e.la.e:xper¡(!n,cj
66
~~JC?~.~!~~~J.!la,sf~los?fic~sa:t.I~ór~()mo,s, de,sgajados de.l,c)l,¡;rpo vivo d_~J~yachc,IQq,;.~()I1, formacIOnes, parasitarias, q:ue:a:caparal1 ..el pensan!I~~~?!..~1_~~ntI~y A~ voluntad delhombre.y desempe,ñ~p.,.,c!~hecho, ~~'papel comparable al de los complejos psicopatológicosde la neurO~Is u otras enfermedades psíquicas de índole obsesiva. S~análogo ,fí~,Icoes elcáncer. ' EI1 cuanto, a )amagi~ allt?noma, sip ..J.Ilí:",ticanign()sis,necesaria~ ~~p.te. deg~nera.eU;h.echlceriá;, o al menos enun estericismo romántiJ ~.~-patoI9g~co., ~o existe la magia. negra, sino m~go,s ~~dan dI'} ,tI~nt~S en las tinieblas. Y andan a tientas porque les falta la luz de la! ,gnosIs y de la mística.
q~e~
'-"'Una gnosi~ sin experiencia mística es la esterilidad misma. Es u~ m~r~ fanta~rria rel~gioso sin vida ni movimiento. Es el cadáver de la rehglo.~1 a~Imado; I~te!ect,ualmente. por las migajas caídas de la mesa deJahIstonap,rete.r.Ita, d<;lahumamdad. j Una Iglesia gnóstica univers~L!.;.i'p!º.s,r:nío!¿ Qué puede decirse, qué hay que decir de esto cuando' set~e.ne un cOri~cimiento siquiera rudimentario de las leyes d~ la vida espiritual que ngen toda tradición?' , ·':P._~s,e~osa.J;l ~/úica qu~ no ha~a?o origen a la gnosis, la ln~gia y ", "l~fllqsqflaherm;,v;¡;a, ~ern,eJal}~emlst./(:a;de,ge~erará, tarde o ternpra- , " ',~~-"e~g~cedew~nf¡J;laL:oeI9:1bnQguez.El'p11sTiCO que sóloanhela la '0:',' !expeXJ~~.<;:Ja. e .lós,.~""taél.os. ,rQí~Úco,~:5ip.comprenc:lerla,~insacar de ella r?~CI~SIOne,s,Rl:~c:,ti.i::aspar;¡la vida ni qu,ererser útil alos de~ás,'ql~e p~~.1~Lda Ae todoy de todos para disfrutar únicamente de dicha expei~!g~cl.a,p,uede compararse a un beodo espiritual. " " Así, .p:-res~la tradición -como cualquier otro organismo vivo- sólo pU,e~e VIVIrSI es un.o~ganismo completo: místico-gnóstico de alcance ma~lco: 9ue se rnanjhesta externamente como filosofía hermética.:Es:: to significa, ni más ni menos 'q"ue un~tr;dició'" d " '-"l' ~:n~:,~neI1~ )'pa~~ ella,nEf~:~~r:':~;~~o~l e~ 1 /ef~B.
,~~'ci.§!.:e ..::e~te~o'~~~'-;;I~~"d~
, ,," ;~~en~~itanza práct!ca d~,Lsegundoarcano, ..;It9_~~~r~?1Iq->¿¡er:sentido gJ.1ó.stico.'
la Papisa, se refiere al ' "
¿,Qué e~_eIsentido gnóstico? N o es otr;¡ cosa que el sentido contemplatiuo: ul1
67
,
,11
, I~ j.
1
,
,/1
/
)-'
)~g~CQmi~gza.en.eLm.pm~JltQ_mis.Ipº en. qll_e..~.~..suspendeelpensamiento discursivoy Iógico. El pensamiento discursivo queda sarisfe'ého'(;~lcuaIitolliga a una conclusión bien fundada, la cual es el punto de partida de la contemplación. Ésta sondea la profundidad de la conclusión a la que el pensamiento discursivo acaba de llegar. La contemplación descubre un mundo en el interior de lo que el pensamiento discursivo hace simplemente constar corno verdadero. El sentido gnóstico empieza a obrar tan pronto como entra en juego una nueva dimensión en el acto del conocimiento, a saber, la profundidad:' Se vuelve activo cuando se trata de algo más profundo que la mera; cuestión: ¿verdadero o falso? Percibe además el alcance de la verdad! descubierta por el pensamiento discursivo y también por qué esta' verdad es verdadera en sí misma, es decir, llega hasta la fuente mística! o esencial de tal verdad. ¿ Cómo llega hasta ahí? Escuchando en silen-.' cio. Es corno si se quisiera recordar una cosa olvidada. ; ._~ .... '" La conciencia escucha en silencio corno uno ..e.s<;:g<;:,h-ª.in.H1Jlamep,r.e paraextraerde la~ochecieLQlviclO :iIgo~.·q~~"5?!.:().:~? ..~9-tes. Pero hay uria diferencia capital entre el silencio que escucha propiO de la con. templación y el silencio procede.nte 4~1,esfllq:zoporrecor~hr. Eneste .....!;egund6c~so~ipte.rvit;'~e la horii.o.rlf:(;¡~(1·~1tinnpp .-p'l:sado )';pre:~~f)te-, mientras que él' primer silencio' W"verúccil, a lo. que está arriba y lo que está abajo. Al recordar, uno crea eiJ,sí mismo un espejo interior para reflejar el pasado; cuando se escucha en silencio, en el estado de contemplación, se transforma también la propia conciencia en espejo, pero este espejo tiene por misión reflejar lo que está arriba. Es el acto de recordar en la vertical. ---'::Eris~en, ~~.reaiidad: do; cl~~e~ de memoria: la memoriahorizon] tal.,..que-l1a~¿"p~~ñte-érp~sado, yla~~~~~?~i.a:vei~i.~a!,q-~e·l1~ce.p're~, senté 'abajo 10 que está arriba; o bien=-según n~estra distinción entre las dos categoríasde simbolismo defi.I1i~:rªs.en la.primera carta- la, !n1únoria mjtológica y la memoria tipológica. Henri Bergson está .en.!e:r.~¡nenteenlo .ciertocuando, :.pr.()p~s.ito de la memoriahorizontal o mitológico, escribe: .....
se'i~mere"a
r «La verdad
es que la memoria no consiste en una regresión sino al contrario en un progreso del pasado al presente.»
del presente
al pasado,
y más adelante: ....« ... el puro recuerdo es una manifestación espiritual. 'mas verdaderamente en los dominios del espíritu»!",
68
Con la memoria
El pasado, pues, viene a nosotros en el recuerdo, y por eso el acto de recordar va precedido de un estado de vacío silencioso que asume el papel de espejo donde el pasado puede reflejarse; o también: / «El estado cerebral continúa \,materialidad que le confierev'".
el recuerdo;
le da poder
sobre
el presente
por
l~"
)s:
L )-
;/
)Otro tanto puede decirse de la memoria vertical o. tipológica. Pla!2P está igualmente en lo cierto al escribir, acerca de la memoria del , yo trascendente capaz de conferir la reminiscencia al yo empírico, 10,',< que sigue:!
)-
--,
)-
r-J'"Puesto que el alma es inmortal y ha nacido muchas veces, habiendo visto cuanto ¡ ¡ocurre aquí y en los infiernos, nada hay que no haya aprendido ... Buscar y aprender no : : es, por tanto, otra cosa que recordar-+'. , .".
,
)-
)))-
""~/
". 0::9.~í,·.E~rriDiéi:i·loqüe~st§ arribav en la esferadel yo trascenderite; \~~sH~~~e,a~ plano de~ yo e~1pÍric,o, cuando ést~!crea¡::nsími$mo el .".~~I.9.$¡JenclOs(),que sirve de espejO a la.revelación de lo alto . .' ¿ Oué.hayque hacer, por consiguiente, ,para que el reflejo de lo que :::..fes't~ arriba eS en Ía.esfera'rnistica dt:0ciép4i¡.a,q)ü,:oajo,:¡a la esfera dchi ;Conciencia en esrado de vigilia? Hay quesentarse, es decir, provocar' (.u0 estado de conciencia activo-pasivo o estado del alma que escuchas; [atentamente en silencio. Hay que ser mujer, permaneciendo en el' ¡',e~tadode.e_~p,~!.a.s,ile~c.io.sa'y no en el de actividad que habla, ,,,'Es preciso .C::l,Ibrir.conunvelü)os planos intermedios e!1tre el plano cuyo rcflej,o se espera y el plano del estado de vigilia donde ese reflejo 'se-.aé·tu~lizará. Hay, q~:e cubrirse la cabeza con una tiara, una triple corona, o ,sea ocuparse de unproblema o cuestión tan grave que se extienda a los tres mundos y aun más allá. Hay que tener los ojos ;P.ue~t.Qs'en el libro abierto sobre las rodillas, es decir, acometer la \().e~.r..'lción«psicúrgica» completa a fin de objetivar su resultado, a fin de «c'ontinuar el.libro de la tradición», de añadirle algo. ~ . Todas estas reglas prácticas de la gnosis seencuentran claramente \ indicadas en la lámina que representa a la Papisa: es una mujer; está " sentada; lleva una tiara o triple corona; un velo suspendido por enci-~j ma de su cabeza oculta los planos intermedios que ella no quiere percibir; contempla un libro abierto sobre sus rodillas.
nOS encontra19. H. Bergson, Mmiire et mémoire, Presses Universicaires de France, París 1946, p. 269; trad. case, Materia y memoria, Aguijar, Madrid I96J. 20. Ibid., p. 270s. 21. Plarón, Mellón, Sic, d; trad. casr.: Insrinno de estudios políticos, Madrid 21970.
69
) )-
))-
,"
), ))-
)~ ))-
)_. )-
)).../ ))~I
)~ )-
I
)_i ))-
)-
,
y
)
) )
) )
) ) )
) ) ) ) ,
)
) ) :
)
E~IlÚd2 __gP9~11,.~(L¡;~L.P..tl..~§L~J_oi.~º:-e~IÚr.itu-ª-L com? el _~~!i;10 místi'cQ..c;;.s_el ~!w.tQ__ <:.:>piÚ~~~L Esto no slgm!lca que el sentido gnos:lco 'p'c'rciba so;;-~-dos,sino sólo que sus percepclOnes se d,eben a una actitud de conciencia correspondiente a la espera y. atencion en la y que el contacto entre el perceptor ~ lo ~ercI,bl~o no es tan inmediato como en el tacto espiritual o experrencía rrusuca. . . Quedan aún por caracterizar los OE!_9,~.~.()y_~~p~1,~0.S antes m,e~clOnados, a saber, el se!1_Ü~2..!.!}.~g~co y el s_e.J?-~l.~í~d.7. pI:oyecclOne~; o '~;¿te;iorizacíoñes .delavida inte~ior. El dogma eclesial de la creacion del mundo ex nihilo, o sea la proyección «desde la na~a», tanto de las formas como de la materia confiriéndoles vida propl,a, represent~ la culminación divina y cósmica de esta sene de analogías. L~ doctnna de la creatio ex riihilo es la apoteosis de la magia. Su e~u?clado esencial es, de hecho, que el muridé constituye un acto ma!SLco. " Por el contrario, las doctrinas pantcista, emanaClOnIsta y d~mlUrgica privan a la creación de su sen~ido mág~co. El pa~teísm? ruega la existencia independiente de las cnaturas: estas n~ viven S1110como fracciones de la vida divina, y el mundo no es mas que el cuerpo de Dios. El emanacionismo atribuye a las criaturas y al ~1un~0 solamente una existencia pasajera y, por ende, efímera. El demlUrgl~mo declara: Ex nihilo nihil, «Nada puede surgir de la nada»; ensena que debe existir una sustancia coeterna con Dios, que éste emplea como material para su obra de artesanía. Dios no es p~r ~anto el Creador oautor mágico del mundo, sino sólo su artesano. UnIcamen~e forma, reagrupa y combina los elementos .materiales qu~ le han sido d~,dos. No se trata aquí de considerar la doctrina de la creacion desde la nada como la sola explicación del mundo que encontramos a nuestro
=':
?.c;g~'.
.o"
) ) )
) ) )
) ')
)
, )
) '\ J
)
~-'Pe~ósi me preguntas, querido amigo desconocido, si creo que la creación del mundo es exclusivamente un acto mágico, sin nada que lo preceda o venga después de él, te responderé: no, no lo creo. Un acto místico y un acto gnóstico preceden en eternidad a la creación como acto mágico; y a éste le sigue la actividad de la formación por el demiurgo o las jerarquías demiúrgicas que se encargan de la obra artesana, obra que es esencialmente la de la inteligencia ejecutara o hermético-filosófica. La cábala clásica nos proporciona un maravilloso ejemplo de paz' posible entre estas doctrinas aparentemente rivales. En su doctrina de las diez sefirot, enseña primeramente el misterio de la místi!:.'teterna.: , '>,r- 'e.n7).fjf,el nimíta~.o;A-c.6ntinuayipn.exl?Pf.l,~ :ladoctrin~.gn,q:s:;l~a;Q(C.f~~;. emanaciones eternas en el seno de la divinidad, qué pr-dcéden~in ordine cognoscentli- al acto de la creación, la cual es un acto consciente y no impulsivo o instintivo. Luego habla de la creación pura o creación ex nibilo , el acto de la proyección mágica de las ideas desde el plano de la creación al de las sefirot. Este acto mágico-creador va seguido -siempre in ordine cognoscendi- de la actividad de formación en la que participan los seres de las jerarquías espirituales, incluidos los hombres. De esta manera, pues, según la cábala, el mundo pasa a ser un hecho, y el mundo de íos hechos o actos, que nosotros conocemos por experiencia, se convierte en lo que es. _IAhora bien, el 'olam b a'asiah o «mundo de los hechos» vaprece-· ?ido por el 'olam hayetsirah, el «mundo de la formación» o mundo pemiúrgico; éste es el producto del 'olam haberi'ah, «mundo de l~ preación» o mundo mágico, que a su vez es la realización del 'olam: ra'atsilut, el «mundo de las emanaciones» o mundo gnóstico no sepa';' ¡rada e inseparable de Dios que, en su esencia pf..<:>pia,es elmisterio de; 13 mística suprema: 'e.n-:-spf,.eUlimitadQ.'\----··..... ( ... Ei)ói,,~~all~~:§o·~ibl~. ~y nosotroT~oabrigal110sOci1J<:la.alg\l[1a .. ª1 r_e.~pe.cto-conclhar. las dl.ver_sas doctnnas acerca de .lacreación: basta ¡c.?.~.y.~I1.~r.~
)¡ ! '\!
.
. ...
"
que
....
\.
)
)
alrededor, en nosotros y encima de nosotros. El mundo es vasto y grande, en él hay sitio sobrado y existen planos para todas las modalidades de actividad constructiva que, vistas en conjunto, explican el mundo de nuestra experiencia tal como es. ¿De qué se trata entonces? De afirmar con la mayor claridad posible la tesis de que la doctrina d~J~_::E~!.c.~
70
;1\ '.'
)
'l'
--
71
r.\, ,,',-" ., 1. ,',
)
,'~-
: !~.
O':
.,¡
'.1
:'
doctrina de las sefirot, nos briI1d~una prueba admirable.-de_lo_il..).te decimos. .. . El'panteisrno es verdad. en lo relativo al.'?lam ha' a~si.ztt~JI?oll.!ic!.o de l:!s··emanaciones), donde no hay más que Ideas en Diosv.insepara:bles de él; pero el teísmo es verdad tan pronto como se abandonaJa esferade lo eterno p.ara pasar aja. creación, 'entendidacorno creación delos antepasados o arquetipos de los fenómenosque conocemos po; nuestra experiencia. Y el demiurgismo es verdad cuar:do cOntemplamos el mundo o planode la formación, deIa evolución de los seresj para hacerse conformes con sus prototipos .creadcs. . Sin embargo, prescindiendo de los mundos. ~ planos de la for.m~~ ción, creación, emanación y esencia místico-divina, uno puede limitarse al solo plano de los hechos. Entonces también el naturalismo es: verdad considerado aisladamente, dentro de' los confines de ese plan~:¡ -El establécimiento del orden jerárq':licodeoeosEas~oüiirl'as-:.e-IiJ.tEá1 riencia contradictorias sobre la creación nos ha ll~ya~(¡al .centr()Ae~ campo de actividad del sentido filosófic()::-h.~rID.é~~~()_()o~enti??de lal sintesis:E~t~ sentido, que corresponde a la.segunda.he. d~l.nombrei . dIvino YHVH, es, esencialmente el del resumen final o visión del todo: ·:.',:~:pifiere.,del sentido-gnéstieo, que corresponde a:~:{¡tprim~r,-\ be. .,d.el . ':nombredivino, en que resume o da la síntesis gel todo articulado; ~ientras que el sentido gnóstico posibilita lar,Mkxiór¡. del. todo gerrnen.; . , ,... ",El .sentido gnóstico produce la primera síntesis, o sea la síntesl~ .antes del análisis. El sentido filosófico-hermético, en cambio'ore~JLz¡( la segunda síntesis, la síntesis después de] análisis. El trabajo efectuado .\\7 [por mediódeest'~' ~~~tido no es enteramente creador. Es más bi~n jdemiúrgico, un trabajo de artesanía donde ,se estructura un material ~terminado para darle S1-1, forma definitiva, "Puesto que en la Tabla de esmeralda se encuentran las fórmulas que resurrierivélas tres partes de la filosofía del mund.o total." (tres .partes philosophiae totiu$mundi)y. como éstas, al mismo uempo, resumen los tres mundos, .eJ.de la experiencia mágica, el de la revelación gnóstica y el delaexperiencia mística, l:_~mos dado a, ese último s;-~i:id~'el n¿rñS're' de sentido filosófico-hermético, es decir, ,el d~)a síntesis de los tres mundos o planos superiores en un cuarto mundo, o o;fplano ; Es el sentido de una síntesis hermética, síntesis que actúa enla . vertical de'los planos superpuestos. El hermetismo, en efecto, es esencialmente la filosofía basada en la magia, la gnosis y la mística, oque .aspira ala síntesis de los ,ªiverso~ planos del macrocosmo y el ~ic:ro.cosmo. Cuando resumen los hechos de un solo plano =porejernplo los de la biología-, seemplea. el sentido científico y ,r:l.9._~.l~(':nÚdo
en
y'\
filosófico-hermético. El sentido científico, generalmente conocido ;;:[;:nitid'o~~'~sü'~e los hechos de experiencia en un solo plano, en la \ horizontal. El hermetismo no es una ciencia ni lo será nunca. Podrá (servirse de las ciencias y sus resultados, mas no por eso llegará a ser él ¡ !mismo una ciencia. , ,'-' l, .,L~:Ji~9,S.°()Bª_~~9~~~~~P2.¡¡ÍIJ.Ga.~~.·hermética .resum~)as c¡encia~'par-' ticulares con el fin de asumir la función de ciencia de las ciencias, en lo' ·i~;J.s,~,p'arec~ aÍherrnetjsrno. Pero en esto precisamente difiere tarn-j bj~.r.l,c:teéL pues el hermetismo aspira a resumir la experiencia en todos! l~s_p'lanosyyaría según el plano en que la experiencia tiene lugar,He¡ !ahíop.or qué hemos escogido eltérmino filosqfico-hermético para de-] r" ". . 'signar el cuarto sentido o sentido de la síntesis. Huelga decir que la caracterización de los cuatro sentidos, cuya labor conjunta es necesaria para que una tradición se mantenga viva y no degenere, sólo ha sido aquí esbozada, y de manera muy incompleta, No obstante, los dos arcanos que siguen -la Emperatriz y el Emperador-, se prestan a dar más profundidad y contenido concreto a lo que acabamos de exponer acerca del sentido mágico y, sobre .todo; -del sentido filosófico-hermético. . 'o. ,}i'Efe-cr{vamei'l-te, el. té.rc~r~ú,Cano del taror, la Emperatriz, es el arcano 'de i~magia, y el cuarto arcano, el Emperador, es el de la filosofía hermética,
i
)
)-)
))~ )
)-
))))-
)-
)-' ))))-
)-
se
y )
72
73
))~
r
)
) Carta III
)
)
LA EMPERATRIZ
)
El arcano de la magia
) ) "He aquí la esclava del señor; según tu palabra" (Le 1,38).
)
hágase en mí
) ) ) )
) ) )
)
.•
", I ',
•
. ~,'
."
",:
)
) )
) -
)
- ) )
)
)
-
) ) )
-
) ) )
) -
)
Querido amigo desconocido: El tercer arcano, la Emperatriz,
es el de la magia sagrada. Hay tres
~Jª"~9.~Agi-ª. :""" .-" G) - dLa magia d.?~?=-~~_~~~,,_e_s!,,~~,,;:'U.?!,,~!I,,!.o,,1.~Lp?_~~~_~~yi!.:o: m.:~gia s.3,g~_a. ' La magia donde el mago mismo es fuente de la operación mági. """".""-".,, ·..""·1" .. ""·" .. ·" ..,· .... " "."." "". "'".' " ..'" ... - . " ..... " ... -" .. ea: magia persona.' \~T=-"'t::añ.1'agíadonde el mago es instrumento de las fuerzas elernenta1,c_5"u ot"l:~s"'·aér·i"ñ'¿oil'scie~~e:lnagiapénr¡;.rsao"b¡:újería: "''' . .La ensen~;;z;dd te~cer arc~no -dada la contextura de la lámina y su lugar entre los arcanos segundo y cuarto-- se refiere a la magia sagrada o divina. . T9~;t.~~gia,)?~11licl.illa. brujería, es la aplicación de la regla s"egún
0:'-'1 -
75
')
)J~_c:1,laUo_sutilprevalece sobre lo denso, la fU(!t?a.~º_bre la materia, la conciencia sobre la fuerza y lo supraconsciente o di,::iño.i-ºb!e)~-~;;n.ciencia. La Emperatriz simboliza este último dominio, Su corona, cetro y escudo son los tres instrumentos del ejercicio de ese poder de lo divino sobre la conciencia: el brazo derecho (desde el punto de .vista del observador), que sostiene el cetro en cuyo extremo está el l' !g~obodeQro rematado porJa. cru~, representael peder ..de.laconcien-l L :.~la s()~L~_!~f.1J.~!P; el brazo izquierdo, que soporta el e~cud_Q_~gJLcli 7 L~guila, significa el poder de la energía sobre ), . .. .. - la masa o de -- lo volátil! - -< ¡~obre}o pesado. ~~ __ c:.c:)r9nae_sIaq.utorización--divina para la magi_~} Sólo la magia coronada desde lo alto no es usurpadora. La corona le .~~r:fier~ legitimidag' ...--·--------
"
El cetro-de.ootª~_elp_O"~~!??14gico,Gracias a él, la Emperatriz no es impotente, ~Les..cJ.19.o,sobre el que figura el águila, representa la fina_~i~.~(~el pod_~r n;.ágico; es su blasón y divisa, que reza así: «Libera;~-e Para asceIider.>;·--····,.· :.,E0lr.rne,?}t!-a.ld.~?de-se halla sentada la Emperat~iz~i!TIboliz:l el puesto ,indiscutible e .in;¡liénable qué pertenece a la magia en la vuE' 'espiritual,jisíqúica y :n..atural gracias a la autorización divina (la corori:a)~'aIa¡¡ealidaa"'de;sú pOt/er (el cetro) y .aJci"qi;i.:e cdris~ituye:?u objeto (el escudo). Tal es el papel de la magia en' mundo. . , . Consideremos ahora de manera más profunda-la ~Or.º.!l~l~ cetro, :1.. ~cu d_~.-y-...eLs_i!.iaJ.A~_.~a~m pera triz, .entendidos ...r:e,~p~c:~i\'~IT1_e~e
el
d~:,ina.~__ ~e~J~~~Ie.!.,del ()~je_to y del
\;~;i,~il~:~~~.&;)~.legitiIJ1ida~.
La corona de la Emperatriz,
"
en primer lugar, difiere de la tiara que lleva la Papisa del segundo arcano,_porconstar de dos partes superpuestas en vez de tres, La ignidad o función que significa o confiere se extiende por tanto a dos planos. La gnosis lleva una tiara porque su cometido consiste en trasladar la revelación a través de los tres planos hasta el libro o tradición, Lamagia está. coronada porque s.ll...jar ... ea es sublimar la naturaleza; :stQ.C::~lo queindica el escudo coñ'~1 ~g.uila en vuelo, que la Emperatnz sostiene en vez del libro de la Papisa. Joséphin Péladan define con gran acierto la magia como «el arte de la suhlimacióndel hombre» (l'art de la sublirr;;ti~-;~(le7'h;---;:;;;;)~al es el blasón o fin d'e-la magia, si se entiende por «sublimación del hombre» la de la naturaleza humana, Péladan comprendía muy a fondo las armas de la magia: el escudo con el águila en vuelo. Todas sus obras lo atestiguan, Éstas, en conjunto, vuelan a gran altura: en general y en particular tienen por ideal la sublimación de la naturaleza
humana. Ello se debe a que el propio Péladan llevaba el blasón de la magia: el águila volante, Tener ante la vista el escudo de la magia ¿no es invitar al hombre a «Íanz.ar las águilas de sus deseos a las nubes», puesto que la dicha, «elevada hasta un ideal, elude la negación del hombre y de las cosas, en lo cual radica el único triunfo sobre este mundo»?2 . Las mismas armas -el escudo con el águila- tenía presentes P3R-\lS cuando daba la siguiente definición de la magia:
',-,
,1 "'de
«La magia. es la aplicación de la voluntad las fuerzas vivas de la naturaleza»:'.
Pero el mismo autor hace preceder
76
Comm,nt
011
devíent
mdge,
París 1892, p. 135. Ninguna
otra definición
es superior
a ésta.
esa definición
) )
/-
)~ )-
,
)--
'
)-
a la rápida evolución)
por esta otra:
)-
:¡:,
')
es la ciencia del amor>",
El águila del escudo de la Emperatriz simboliza precisamente la rápida evolución de las fuerzas vivas de la naturaleza. La ciencia del amoreselcezrcdela Emperatriz, que representad med~¿ por-eTcual la ~~l?i~. alcanza -:~u··,·9.Dj.e.[~y.8......;. _ "', ':' .: ,":~ .' '. Ahora bien, si eLescu~tb~?ignifica el qúé>y' ei c.~tr.o'el. cómodeIa" ~.,g.i_~11~. corona figur.a el c_onquéderecho. Aüncuando la magia haya desaparecido de los códigos penales de nuestros días, la cuestión de su legitimidad sigue planteada en los planos moral, teológico y hasta médico. Nos preguntamos hoy, como en el pasado, si es moralmente legítimo aspirar -por no hablar deejercerloa un poder excepcional que nos confiera dominio sobre nuestro prójimo; nos preguntamos si tal aspiración no procede al fin y al cabo del orgullo, y si es compatible con el papel que todo cristiano sincero reserva a la gracia divina en su actuación ya inmediata ya mediata a través de los santos ángeles y de los otros santos de Dios. Nos pregunt2mos, por último, si semejante aspiración no es malsana y contraria a la naturaleza humana, la religión y la metafísica, dados los límites hasta donde puede impunemente llegar en su carrera hacia lo invisible. Todas estas dudas y objeciones están bien fundadas. No se trata aquí, pues, de refutarlas, sino de saber si existe una magia que pueda verse libre de las mismas; en otros términos, una magia legítima desde las perspectivas moral, religiosa y médica.
-
L L
J')
•..
))
)) _.
)L )
)) )))-
)-. J. Péladan,
Traité
des antinomies,
). Papos, Traicé métbodiqne
J. Péladan,
dinamizada
)
)«Larnagia
2.
1.
humana
)
Métap}¡ysiqNe,
de magie pmtique,
París 1901, p. 112.
)-
París 1901, p. 10.
4. lbid .• p. 2.
)77
)~ )-
)-
) ) )
Nos servirán de punto de partida las siguientes palabras del Nuevo Testamento:
) )
) '1
/
) )
-'
)
), ) ) ~,
,-- .
:.:-
) ,
\
) ) ) ) )
) ) ) )
) ) ) ). ) r-) ',~
')
:-._.. (.Pedro, que andaba recorriendo todos los lugares, bajó también a visitar a los santos ' b Lida. Encontró allí a un hombre llamado Eneas, tendido en .una camilla .que mora an en 1 dii "E J t te cura \ .;desde hacía ocho años, pues estaba paralítico. Pedro ,e 1)0: neas, esucns o , i/! levántatey arregla tu lecho." y al instante se levanto" (Act 9,32-34).
He ahí un acto espiritual de curación cuya legitimidad está ~uera de duda: desde el punto de vista moral, es un acto ~e pura candad; desde el punto de vista religioso, la curacIón se efectua. en no~~re de Jesucristo y no del propi~ Pedro; desde e~ -funto d,e v~sta médico, la cura es perfecta, sin perJuIcIo de la s~lu~ flS1~a o pSI.q.ul~aque denota en el que la realiza. Lo que funda la llldlscuuble leglumldad de la ~uración de Eneas es, primero, el fm del acto de Pedro: devolver la movilidad al inválido inmóvil; segundo, el medio por ~l que se ll~va a cabo la curación: la palabra humana basada en la esencia de J esucnsto; .' 1 tercero, la [uenie del acto: «¡J esucnsto te cura.» ,. Tales son los tres elementos de la magia sagrada que la legItIman y e~~10~'c1.;?-les~s fácil reconocer la:, tres jns~gnias d.e la E~np~~~:::z;, _ '. la corona, ce t r o y escudoo . En efecto , devolver -.'--'. --, rnovilidad --------;.. ,-- ,~_g~,t;},-: d 1 d~p , inmóvil es la acción liberado,r,a, ~epre~ent~~a 1?,0t"eL~g~ll~", e, !..sE..~_,o; ¡\ (- "', ,---- , --.", "1' - ..,." 1 1 b a s'gnifica utilizar el cetro rema'-' .realizar la curaclOp' ..s~,9 ~O,rLa p,a ~ ..r 1, __,." . " .." ,- -,---[tado por la cruz.;. y h.acerlo.. en .n?mbre ci~J~,sucns,to es llevar sob~!::Ja (cabeza 1á divina c()rona. . -·--'-·M;';·po-d;:i;n----pl;~i:;arnos esta objec~ón: ¡y-cll_r:a~ ..~QI)_.d.eJ,~s nada rieneque ..Y~r,f<.9EJ~,~,~gi.aLE.s,,11l1..11.:l1Lªgro, una accion de DIOS en hombre no tiene ~rte ni parte. ). ,_..., )El apóstol Pedro ¿no rnt~rvrno entonces para nada. SI ,esto es! l~dad, ¿por qué se dirigió él m:is,:o ,a casa de Ene~s, y por q:-re ~~acto ; divino de curación no se realizó dLrectamente, S111la mediación de
G-qu'e"~r
\Pedro? . L, No Pedro tuvo algo que ver en todo ello. Su presencIa y su voz fueron'necesarias para que la curación pudiera llevarse a c~bo. ¿Por qué? Este problema merece ser h?n.damente meditado, pu~~ incluye ~l misterio central de la religión cristrana, el de la En~arnaclOn. A decir verdad, ¿por qué el Logos, el ~ijo del Padre, habla de encarnars.e y hacerse Dios-Hombre para realrzar la obra suprema de la magIa dIVIna la Redención? . . , 'Para humillarse? Siendo Dios, era ya la humildad misma. ¿Para to~ar parte en el destino humano: nacimie.nto',vi.da humana)' mU,erte? Dios, que es amor, participa ya y participara siempre en el destino humano: tirita con los que tienen frío, se duele con los que sufren y
agoniza con los que mueren. ¿Sabes que en los monasterios del Próximo Oriente, cuando los corazones aún latían al unísono con la presencia divina, se enseñaba como remedio contra toda aflicción y sufrimiento a pronunciar estas palabras: «¡ Gloria a tu longanimidad, Señor!»? ¡No! Puesto que l~~~."ª(!J;¡_~~,g.~.ns:,iQD,,c;.,s)a,g~L~p.!?r! _ ..e.~iKí~,Ja. p...:.:~<:.~~,a. ,_':lE1~~!l.A~d_o~...~g!f.t.rl.ta.dg,L,distin tas ..y .Ii br
"--¡Los'
1&~1~~~~,~"C.:1~~. :~:·~~1}a~~·:~f.fii,~:~~q~ ..~)~t;d~~~~~~~~;~t~~\i~~~
ldes diyiIlay'hun-iana.;
, " "-"
.
·..-Pedro·~~~o,·po·~t~nto, algo que ver con la curación de Eneas en Lida. La voluntad divina necesitó de la suya para engendrar la fuerza que permitió al paralítico Eneas abandonar su lecho. 1>,laq::iónsifl:},:rJ~~I~~ay' ~on~?rc!,;¡J::l~~,4~J~~,V()~.ll.Iltades, divina y humana es .exactaIJiS:_I1JG;,),().;q ps:",iii~~}~(;\.t¡m9.~: J?9X-,l11:~gi.i\.iagr~~i9j'Í,l~!Úa. ,di.~i.!1a,. . ..::'.~; ¿lDebchablarse de m~agia cuando 'se tratade urimilagro?Sl;pl'it-s hay un mago, y la participación de su voluntad es esencial para que pueda producirse el milagro. Pedro se dirigió a casa de Eneas y pronunció las palabras que efectuaron la curación. La participación de Pedro es indiscutible; hubo, por consiguiente, un mago humano, El empleo del tCr~2i!!º._~
~~ª __ ,_"
••
_.
__
'
••
_•••••
,._"".
-
•••••
',
••••
-.
."
•••••••••
•••••
._-.~
••
_.
__
•••
'0"
•••••••••
•
._
••
_
•••
_._
79 78
E.~~() de cont~ctoy concentración p;¡ra la op.er.~~~~n5.~c?'.t:l.cebid~_..9yer.isla yrealizada allá arriba. De hecho, cuando uno es ese último eslabón, lleva la corona de la legitimidad mágica. Y, repitárnoslo, toda ;.magia no coronada de esta manera es ilegítima. . El ejercicio legítimo de la magia ¿ queda entonces reservado exclusivamente al sacerdocio? A esto responderé con otra pregunta: el amor a Dios y al prójimo ¿ les está reservado sólo a los sccerdcresr ],a magia sagrada es el poder del amor, nacido de la unión.ienel.arnor.ide Eis'V:ülúrirades divina y humana. Philippe de Lyón no era sacerdote en virtud de un poder espiritual del que él mismo decía que no era suyo, sino de su «amigo de allá arriba». El sacerdocio incluye en sus filas gran número de taumaturgos, como san Gregario, san Nicolás y san Patricio, lo cual basta para convencemos de que la magia sagrada se encuentra en él como en su propia casa. ¿ Cómo podría ser de otro modo cuando la administración de los sacramentos, esas operaciones de la magia s"agrada universal, constituyen el quehacer principal del clero y cuando las operaciones individuales decididas allá arriba son confiadas con preferencia a quienes)riyen. enel ambiente de los .sacramentos universales? ¿ No es na.turaLqÚe quienparticipa a dif¡r.i()~b el misterio d<:la transustanciaciónseanam~do en primer lugarab: magia sagrada? La vida y obra del santo Cura de Ars no dejan ninguna duda al r:~specto; nos muestran la altura y el esplendor de la magia sagradaindividual tal como pueden manifestarse -junto con la administración de los sacramentos universales- en ia persona y los hechos de un sencillo cura de aldea. Pero, por otro lado, la vida y obra dePhilippe de Lyón nos muestran la altura y el esplendor de la magia sagrada individual tal como pueden manifestarse -sin los sacramentos universales- en la persona y los hechos de un seglar nacido-y criado en el campo. El amor actúa dondequiera que existe. Es la vocación íntima de cada uno; no es privilegio de nadie. ~ De cuanto precede se desprende con claridad que la gnosis debida a la experiencia mística ha de ser anterior a la magia sagrada. Tal es el sentido de la corona que lleva la Emperatriz. I.a_magia ..~agt:
5. Reproduce
80
el término
francés
opémucn; cf. en [arin operatio como término para designar la obra alqulrnica.
!sagrada: primero, el contacto real con lo divino (mística); luego, El ¡ asunción de este contacto por la conciencia (gnosis); por último.] :la puesta en práctica o ejecución de lo que la revelación mística ha \ .dado a conocer como tarea a realizar y método que adoptar ,\"--- .. ··La magia personal o usurpadora sigue un orden contrario. AqUÍ el propio mago estudia la teoría oculta y decide cuándo y cómo ponerla en práctica. Aunque lo haga de acuerdo con el consejo de un maestro de magia, alguien más experimentado que él en este campo, el principio sigue siendo el mismo: la personalidad humana decide el qué y el cómo. Sobre este particular escribe Papus: \. -.-
--
.
_
-,-
,-'
o'.
~:; ..
..,.,
-..
j
íY~
hci~.~<:lO
Algo más adelante sigue diciendo: «Puesto
quó! la·magia es una ciencia práctica, exige conocimientos
nares} comp}.~~··~as:;~s· cíencias.;~ráctica~r~-
teóricos
prelimi-
:. .';,
y finalmente: ( :,J«La magia, consideradato~o ciencia ¡CIÓn al desarrollo de las relaciones que íestudio de las relaciones existentes entre [{gdas sus modalidades, se refiere mucho
aplicada, limita casi exclusivamente su act,:a~ existen enrre el hombre y la naturaleza. EI¡ el hombre y el plano superior divino, con, más a la teurgia que a la rnagia-". --
He ahí una definición bien caracterisuca y adecuada de lo que hemos designado por el nombre de magia personal o arbitraria. Esta clase de magia no incluye el plano sobrehumano, es decir, divino. El hombre es aquí el único amo, como lo es, por lo demás, en todas las ciencias aplicadas. «Por regla general, el principio rector en toda operación es la voluntad humana; el medio de acción, la herramienta empleada, es el fluido astral o natural; y el fin que se persigue es la realización (de ordinario en el plano físico) de la operación emprendida»"
6. Papus, O.C., p. 4, 7. ¡bid .• p. 5. 8. Ibíd .• p. 142. 9. Papus, La science
des
mflges,
París 1974, p. 69.
81
)-
)-
')
) )
) ) ) ) )
)
) ) ) ) )
).
. . 1 1 niuro de las fuerzas de la naturaleza, «En lo que atañe a la magia ceremonia Y a coi ¡ " 1 f idables no podemos menos de condenarlos tanto por su mutlhdad como por ~ls or~1 ,. , 1 d de alma que suponen .. , Por esta u tima enorm~:~~:(~~~i~::::n~:~~:r)oS~ :n:i:~d~ aqu'í, ~e, hecho, la operaciól~donde inteligencia humanas son las únicas en e¡erCICIO,sin el concurso rvino»
,
~~~~~dL~t'f~~;~~f~~~J~~~{ral:-f~~a-:~~;';:-f~~~·~Sll?~·;i:a:r~:lJ~~;
, Los «formidables peligros» de la magia personal ~ ar~itr~ria han sido ya descritos por todos los que han teni,do expe,nencla directa o indirecta de los mismos, Heinrich Cornelms Agrippa de Ne~tesheimll, Éliphas Lévi12 y Papus nos han dejado so~radas pruebas de esa extrema peligrosidad. , " .. En cuanto a la magia sagrada o divina, su ún~co nesgo esta en q~e inetiicaz a cau:sa de algún error'. , esto podra ser lamentable, pelO resu te me
1
no peligroso, ' . , Antes de poner fin al tema de los peligros de la f~~sa mapa, ~ulSlera todavía mencionar los que enumera J ean ..Herbe~t , ,que prevlel~e a~ lector contra la tentación de practicar el método tantI?CO y evocar aSI .' el poder de la serpien:eo.k!',r::(~~lin~ I~ara hacerla sU~lr a .l~,cabeza, ~1
ceÍ1tfasdh'asi-lira:
' ..
e.,:,:.
:(~!~~ .,. . '"
','"
)
)
'o
"
•.
) )
) )
)
, 1 esa aventura sin la guía de un auténtico maestro -prácticamente «QUien se anza a , ', '1 la de un , ibl d hallar en Occidcnte- se encontrará en sltuaClOn muy ana oga a imposr e ,e, . d 1 d as de una farmacia o a pasearse con una
:U~~
niúo r;~:o:~z:~op~I~:~~~, espinal, desórdenes
~~astt~r~~s a:ar~~~os
incurables,
sexuales y demencia aguardan
destrucción
lenta d,e la mé-
a qUienes corren tal riesgo .. ..»
¡He ahí el ~amillet~ de flores del ~al que se le ofrece al principiante sin gurú o con un falso gurú! , ' .' f Volvamos ahora a la magia sagrada. Habiendo precls,ado la Slgm :cación de su corona o legitimidad divina, debemos considerar a continuación su cetro o poderío. ~L~~.!!:~L
g
i: voluntad e
) )
una cruz, un globo y una vara terminada en una pequeña bola o madroño. La vara es más estrecha por abajo, donde la Emperatriz la tiene asida, que por arriba, donde está el globo rematado por la cruz. El globo se halla dividido en dos mitades por un cinturón o zona ~~ato.Óa.1, ;.-EuediD;le(:i[,s..~qy'~,~~~g~ij:l~g9-1~9.~~~L~~pij~~¡1:a1!!y.~f.~
No obstante:
remate y la que reposa en la vara (constituyendo ambas el cetro de la Emperatriz) es la expresión simbólica del método de la realización de la potencialidad representada por la corona. \.ts l~unían" de dosvolun-: \.~~i:I~.~:,yy!e ..º,c:iá1es.~pJ
~.r;n~f/d/l~~;:~~:'~~;~~';~T~~~ld~1~~ ~s;:~~:~e~i~; ~fad:~;:~~}:~i~;~'tr' ~aCla, y de esta por la vara hasta concentrarse en su extremo, forman-' J~?:3?f.rQ:s,,~érminos ,)a"san~fs{iila .~~~g~~ !1~,,;J,!:óba se concentra para ,convertirse, por la palabraygctuaciónl
B_~..~C?lp'9...\111"ma."Qr.QñQ .o .gota,
lh'~"ltaB'~~ze~1:~stf~(f~:a~~~j~i'lf,i~~~4~I-S'~rto'"G;;¡~l,··d~:.l~ ..~~·c·.~;:i~'tG! ..•. imt'stica!,iSí, de eso preCi's"ani.'i;ii'te:·'Sc trata, de la eucaristía mística 0\ ' \~..~~o Grial. Pu.~.~a!!~, ysólo ahí, reside el poder de lamagi;q.¡¡,gq,cl:,.,1 ~~e l?()..c!.~!.eS..'..~"l~ .pci~~:-~?el ci.~la.dg.ºksi.r.u:g1~idqd.~q~_y'ipa.y ..hul11'!D.,aT Ire~i.i..i9ª~n}~ ..E~1..a1?r<1.?_
¡ ¡
En
Querido amigo desconocido, no vayas a creer que he combinado intelectualmente estas cosas tras la lectura de libros sobre el Santo Grial o tratados de teología mística sobre el sacramento de la eucaristía, No, jamás habría yo escrito nada sobre el misterio de la sangre
) ) )
) 10. Papus, Traité élémentaire de sciencc occulte, París 1888, p. 430-431 (en la 7."- edición); cf. en cast., El ocultismo, Edaf Madrid 21981. 11. De occulta philoso pbío IlI, Lyón lSJ l. 12.' Dogme el riuiel de la haute magie, París 1854. 13. En el prólogo a A. AV31on. La pllúsancc du serperu, .Lyón 1959, p. 7.
) ) ) )
) )
82
83
)
)
~.
I
I 1,
w~ ~
".
como fuente de la magia sagrada -aunque supiera ya todo esto- si en diversas ocasiones no hubiera visitado la .t;iU2iga_ de la Sant,ísima_Sa,:Qgre '\' ~91?x:u.jas.Allí. he tenido la estr~m~cedoraeip~J[~n~~.ª~Úa!.~~hdadAe :Ja santísimasangrede] Dios-Hombre. Esta experienciadelefectore\juvenec~d~~ del alma -¡qué digo!, no sólo rejuvenecedor del alma; I ", .. ' ,'" . .. . '..' ",--,".",, [sino capaz de levantarla en el sentido dela.curaciónde Eneas obrad~ lPor san Pedro: «[Levántate y arregla tu lecho!»~;' es~'~'éxE~iie~~'i~l irepito, me ha revelado el misterio de la santísima sangre y la fuente del (poder de' Eimagiasagrada. . ',,' , , No te ofusque el carácter personal de lo que acabo de escribir. Soy un autor anónimo, y así quiero permanecer para poder mostrarme más libre y sincero de lo que ordinariamente le es lícito a un autor conocido. f::JJin, ..u.objetivo de la magiasagrada",~ºmQh~II1Q?"ª-i<,:bo,,,esIá representado por elescudo .que la Ep1p~.rªtI:i3': sostieneen Jug~r,A~l Íibro de, ~,;];g,ªpisa. La gnosis sagrada tiene por objeto la expresión comunicable (o libro) de la revelación mística, mientras que el fin de la magia sagra9.~es,la acción liberadora orestablecimi~ntodt:l.;];}ibe.r:.!,~,d , 'para los, ser~,$,q1,.1eJe han perdido.p
" j:-E;:;
1
aquel momento curó a muchos de sus enfermedades, dolencias y malos espi¡:'i \tus, y dio la vista a muchos ciegos, Luego les dijo: "Id y contad a Juan lo que habéis lvisto y oído: Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos [oyen, los muertos resucitan; se anuncia los pobres labuena nueva?» (Le' 7,21·22), ; á
1__
-
, FAhi tenemos
_
no
el fin de la 'magi~ sagr~da; esoti'oqué;es~~blec'ef ;Ia libertad de ver, oír, andar, vivir, ir tras el ideal y ser de veras urid :mismo; lo cual significa devolver la vista a los ciegos, el oído a 10{J. 'sordos, la marcha normal a los cojos)-a vida a los muertos, la buen,-L;'i' nueva o el ideal a los pobres y el libre albedrío a los poseídos por! i espíritus malignos. La magia sagrada no aten,ta nunca contra JaJi~e..t,~J :tªd"cuyo .restablecimientoes su única meta. (El objetivo de la magia sagrada no es pura y simplemente curar.] 'sino reintegrar en el hombre la libertad, redimiéndolo también de las: 'c:a.d.~as de la duda, el miedo, el odio, la apatía y la desesperación .., ,~,()s,espíritusmalignosque privan al hornbrede.su.liberradnoson [en modo alguno entes de las jerarquías llamadas delmalocaídas. Ni JSatá~, ni Belial, ni Lucifer, ni Mefistófeles han privado jamása nadie ',de su libertad. Como única arma sólo disponen.deJatentflÓÉn, y ésta
84
supone la libertad del tentado. La posesión por un espíritu maligno nada tiene que ver con la tentaciÓñ:'En e'lJa oc;"¡rre mismo que conel monstruode Frankenstein: se engendra un ser elemental y uno se vuelve luego esclavo de su propia obra. Los demonios o espíritl~S rr.wligp:
slernFm'fo
':;:~,:Gl~sh~~8~t':con hposibÍe pervei,s:¡'d~dd~'suil~~~~rriació~.d.~s.c:a~: (rriada, es muchomás peligroso qu~ el Diablo y sus legiones, P..1-1~SJH¿i if~.~~Dlgªc:Iº...P',qE_~Lp'ª,cJQ:',co.p.cer,t;~,o,.,~P!r~cid9,..t;, ,infiern~); puede. ...tras-i \,p.~:SaxJosJímitesde. lalq,y engendrarar.b..itrCl!.iamerl:,teJ~e.~'!:'::..scuya, \¡[ldQl~ y actuación quedan fuer~.cle su alcance, Tales han sido los MOIOC~y 'o't~ó~'cGosesd~ '~~~~~~, ~:~icia, Cartago, el antig,uo México\ y demas paIses, que eXlglan sacrificios humanos. Guardemonos del ('acusar sin razón a los seres de las jerarquías del mal de haber desem- i ! peñado el papel de Molocs, cuando éstos no eran en realidad sino] criaturas de la imaginación y voluntad perversas de las colectividadesí ihumanas. Parejos engendras son egrégores de la perversidad colectiva.i [como también hay demonios o espíritus malignos de origen indi~j ~i0,ual.i Pero ya hemos hablado bastante de los demonios. Tocaremos el problema de los espíritus malignos más detallada y profundamente en la carta xv, dedicada al arcano del Diablo. I~L~!i~L~?fl,9e."~paD~~e,,sentada la.,EmperatTiz""r-epresenta, como hemos dicho, el papel dela magia sagradaen.el.mundo. Es ellugar que la magia sagraciao'c;:;pa en el mundo y en la historia del mundo, su base o fundamento. En otras palabras, es lo que espera, la desea y está siempre pronto a recibirla. ¿De qué se trata? Dada la función liberadora de la magia sagrada, trátase de todo
1
85
)
) )
)
) ) )
)
)
))
)) ) )
,
))-
)-
))
)) ,
),
)))~ ))-
))-
)-
./
-
)
- ) )
cuanto se ve privado de libertad y sujeto a la necesidad. Es aquello de
)
lo que'dice san Pablo:
>) ) ) )
) ) ,)
-:
-
)
-,
) )-
1 ) ) )
) )
J ) ) ) )
) -
)
,-
)
- ) )
) )
diJo's
.. ¡:Ehefectü; l;e~'p;~~;n~i~~~'d~'I~'creació~ d~~e~~i;a~-';;-~~t;i~';~~e¡iiciói1'délosl1ijbs¡ ; de Dios. Porque la creación fue sometida a la vanidad no de modo espontáneo, sino por \ (aquel que la sometió, en la esperanza de ser liberada de la servidumbre de la corrupción; 'ipara participar en la gloriosa libertad de los hijos de Dios. Pues sabemos que la creación; ¡entera gime hasta el presente y sufre dolores de pana. y no sólo ella; también nosotros.' ,,' !que poseemos las primicias del Espíritu, gemimos en nuestro interior an~=l_an~o.la ~./ 'adopción filial,el rescate denuestro, cuerpo". (Rorn 8,19-23).: . . .....
'......
.
-'-
~_ ..
.•._......
..,
.
..
\Así;'pues, el' campo de El magia sagrada"seexiiiErii:le--;no-s'í:eíno~! ,rií.'í-r;.eral vegetal animal y humano; en suma, a la naturaleza entera. Su , ¡razón de ser p:oviene de la caída en todos sus aspectos: naturaleza:! (,)}caída, hombre caído y jerarquías caídas. A ella pertenecen todos los: Iseres que «desean vivamente» ser «liberados de la servidumbre de la: .: corrupción» para verse repuestos en da gloriosa,libertad de }.os hijos: \: \ de Dios». ..".." .. ..' .....-....,,-----.-..-"'-.'-.'---.-' ..
. L~ m~?iasa.gr.e:~j~"pgr.(¡,ltimo"opone.aJa práctica del.magnetismo (transfusión de fl:mdos.o fuerzasjIa deasurnir.Ias, enfermedades y t,
'---¿C6~o
actúa la ~agia sagrada para alcanzar este fin? ¿ Cómo, por (~jc,mplo,liberaa loshombrcs? El sitial de la Emperatriz tiene un ¡.~;'palcfo.ÉsteÚ aserrieja mucho a un par de alas, por 10 qu~algunos intérpretes del tarot han creído que la Emperatriz misma estaba alada. Otros, al contrario, sólo han visto un respaldo. ~p-u~-s-1;ª'la-~J~2C.t.1lXa\ de la lámina -el sentido del escudo con el águila, del cetro rematado! por la cruz y de la corona en dos pisos- ¿n.oJ;~ªºl:í-ª-g.!!.~.~~t:.<1bL.t:n:. "'_' \r.ewal.d.oen formª,_ci~_,cj.,o.~ alas pet~ific~cia.s'yP.
i
;
) «:
(i~~~~~e9.1~1~é~~~~I~~~;~c:s:~JJ~1:~~~~;:~\~s~~~%í;~;:d;;i~g~?~ ....---.' "'a-- ._,_9..._ ---' ") -- - _.. _ _ -- " .. " 9.. l,~,!ltap9-Lm..~.j.ªnJ,~Jax.e!>¡.~1~!!c:~~.~_.~~.~.~~t:J~aciones específicas de cada u_~.~.~,~~~.~llC?~ también ~speraIl·«la.r.~vela~it_h::_,q.I!&.kJa.!ta es la fe en el hombre. Y el acto de ' ir;:.~~i~_ s.a_~:~d~, ~~~p.~c:!.~-~ ~s.eAi.~.h i~'~~~')~~~~;~?~~"~T d~rei.~ble~~e!~u 1 ¡fe ~?el ho~bre,Las.pr~~b.a~.~<,: J obnojenían por fÍl~alidad disipar las' !d~~~s.,_deDlOs, sino la,s.d~ldiabI.o. Una vez disipadas,'¿cíiJié~'tra6ajc5! \J.:?r_5111~.Iobre,cob~·~ra cuanto hab~a perdido, sino el mismoserque' ¡antes se lo.hablaqUlt~do ~El e.nem~g?de Job se transforma de grado (:;i:.~:t'VldOl:~X,~~, 5l.u:.~~J::Y~.a alguien, de ~rado ¿ e~.otra ..~?~a,'q~e~n
& ,',' 6,2/t.--X::,,~,?~ ..f.111! t~~!1:~r.lt:e:t)!~Y~l:,,;,~~~ tF~s:ca,ga~.ycumplid
a~í)~)~y_p~Cr¡~,f.Q"(Gál ., .. '..... "
¡
_,JD¿~iª:L~~i~~Ii,P!.~.<:~icab.~.n.J~~-~~Et~?-Ja ..mªg{~J>~g!'1.4~; ...rig_Er.g.::·
~~~~ll!~f:i¿~}1;~:.~J~~~tj~5
1~,~~<2.~l. resl?-t:e~~()~~",~~,l?~ ..ef.e~tos,~,e.!.al~,ogoJ;.miel1,tra$tan~g en la; ciudad-de Schiedam iba curándose un alcohólico: =~i--;¡'n~'t~'de ¿~¡;trápósicioñé;'q~~acabo de üf;écerñ'ü 'a ! .~na intención de juzgar y, todavía menos, de condenar la hipnosis la.! (sugestión, todo conjuro, la magia ceremonial relativa a la naturale~a,~ \la c.ábalapr~~ti~a te?dente a dominar los espíritus malignos y el mag-. netismo. Mi unico fin es hacer resaltar aquello en cue la magia sagrada" ~,if~~r,~ d~,taI~spric·d~~~. É~tasp·~~1.~:~jg~~f~~;~;'p~:;~~~·~~r;'~ryicio ~e! blen,._p.~r.ºl<1.JPaglasa,gr;td¡l.~ºlo.p:1l:~d.e,~eryi.r.a.l.,b..icn. '\ .iE.S~~ten manuales demagiasª,gr:¡t.cl.a.,eSí, si por ell;~.:s:teñtíe;d~~l i 1¿~!l:..u.l9. de-árr~la~~iutiles'que uno ~aneja-para]I~;;;'da.a,"~f¿c.to.'Es'te~: ~~~I~~!W..L,~ºl!~. t-ª-d.~jó.:.~..ul¡t~,gt;S~QS yJas, ..f.igu,[as~ue.los ...gesros...r.epi.o. ':::; . \ducen. Mas su elección no debe hacerse arbitrariamente. Debe reser-
responde
,¡;
~:~~0;~~¡~~;;~:f¡;;;~:' d"~~~f~;~;f:;i~,{",~¿~~~~;~? Tocante a las fórmulas, la mayoría de ellas resultan accesibles a todos, pues elJ;?r~flsip~lformulario de la .fl:1agi~sa,graAa,~~l~I3,ib.!ia, 87
86
';i
i~cluY:I1do tanto el Amiguoco!TIoelNuevo
TestaI11~nw. glEvange-
}1D. seg~n s~nJua.n ocupa aquí un lugar preemineme,yaq1J<;,s.~¿ºI"!iPoI1e casi .f0r entero de fórmulas mágicas. Luego .vienenlos.orrosrres ::Evangehos y el Apocalipsis. También hay fórmllI.as.t':~Ja~_~lÚ:>.!ºIª,s..y los Hechos de los apostoles. El Antiguo Testamento las contiene sobre " :todo, en los Salmos, el libro de! ~én~sis ·,demas. profetas; Encon~ramos asimrsmo fórmulas mágicas en el ritua,Í ¡,)dela lirurgia de la Iglesia y en la tradición escrita u oral que se remen', (ta a los santos y al()s:grandes místicos.lEl texto de la Tabla deesm~'t . ralda pertenece también al arsenal de fórmulasde lalTIaKia~ag:r:ada,.i ~n cuanto a la parte mudade la magia sagrada, a saber,Jos'gestos y. las f~guras por. ell~s reproducidos, su elección ha de estar igualmente confirmada o indicada por la revelación. Trátase sobre todo de los gestos incluidos en el Ritual de la Iglesia tradicional (romana o grecoortod~x~) yde que reproducen un n~mero limitado de figuras ¡geometnqs. ASI, uno debe a veces arrodillarse, otras estar de pie" .\o.t~as lProl.sbtern~r,se;o ~ien hacer el gesto d~.1a bendiciQ,n,1
(Bere"~h~tIJ;~~q:~'hrYJ9§>
le fascinaron; a Papus le inspiraron. A otros, que vinieron después, les arrebató a su vez el extraño y casi irresistible atractivo del tarot. Lo estudiaban, meditaban, comentaban e interpretaban, estimulados, inspirados e iluminados por ese algo del tarot que simultáneamente se revela y oculta en el claroscuro de sus símbolos. Y nosotros, ¿ qué sentimos ante el tarot? Lo sabremos a ciencia cierta después de la carta XXII, que trata de los arcanos menores. ..,__,\:g.Eúi~L1qPdé: ..$(h;illasent.ª,da riEf.l1 púitriirepresentiJas egUl~da. del Tetragr.Afl1a~onde Iamagi;:t5
pe
\
"-1
resta.d,a.; la e,o,>:or,:trfdcJOp:arlos, no sIgp;ifié'ádivulgarlos,. dados a coél~.De.~_\Jniyeisild,':#esiinada$aservir. a' lahliillanid:id roda trascennocer a otros; "iióse traiciona una fórmula: 'mágica; ya conocida por dentes ..del espacio y tiempo, o sea los siete ~antos sacramentos de la muchos, revelándosela a alguien que aún podía ignorarla. :·$e'laJrál:CÍo,. ¡gJés.iaunivérs;¡j, forma .asimismo, como conjunto de ritos, parte del) na arrancándola de su propio medio sagradoy cleJi,'¿º~te~Y¡;;a;;g~a~ cuerpo de la magia sagrada. Y también pertenecen a él las personas. sia e que forma parte, para hacerla descender a un pl;:t~;;~{nIe;~or;-es'. /JIl!e,tieuen.lamisiónoel dondeperpetuar su tradición. Ese cuerpo es\: decir, abusando de ella. .Tal es el caso de las fórmulas medi~;te-las,./ \\=9.m?,l~n árbol ;:onun, determinado número de ramas de abundan~~;'T4: . cuales se obra la consagración en la misa. Todo el mundo las conoce (,1 !~~!l.~l~?,,~,:tX.;:§,r,;:~c,~s.,estaIl,.el1,eLc.leloy •. c uya cClpa se hallavuelta hacJay>-)( pero. sólo son eficaces cuando se pronuncian en el contexto sagrado de h ?!ljg,:._?_~!~ , ,~i~l1~,_uIl.tr()l1CO y una savia que. alimenta y vivifica todas' . la misa por una persona con plenos poderes y legitimidad para hacer'-·i"sus ramas r~pkr;\,s..de hojas.. ' , lo. No es el secreto lo queles da efic;acia?sino la contextura ..yelnivel , -"-¿'Es"¿st'~ el árboide Íassefirot de la cábala, o el árbol de la ciencia delaoperación, así como la legitimaciónderactiiiii'te'oHc~lebrante. del bien y del mal, o tal vez el árbol de la vida? . No se traici~nan, pues, las fórmulas de la consagración al impri1'1 ~l fr\Itodel árboldeIa ciencia del bien y. del.mal tuvo un triple mirlas en los mIsale~. Se les haría traición, e¡¡;('cambio, si un seglar las 1'2. efecto:esfuerzo,·s.ufrimiento y muerte. El esf~erzo o trabajo ocupó el empleara en una misa arbitrariamente improvisada o inventada. El \\ lugar de la unión mística con Dios; esta unión sin esfuerzo constituye mist,e:io se halla pro~egido de distinta manera que elsecreto. Supr~la enseñanza del primer arcano del tarot, el Mago. El sufrimiento teccion es la luz, mientras que la. delsecreto es la oscuridad. Y al reemplazó la revelación directa reflejada o gnosis, la cual es enseñada a.rcanQ"que representa el grado iI.1terme4i()~!l~.r.Ú~i:st.~!:i-º ..is:e'c;et;,Je por el segundo arcano del tarot, la Papisa. Y la muerte entró en el ,SIrve de pr?tecci?n la\ me~ia lu~, pues a la vé::?se revela ,y,esconde ámbito de la vida o magia sagrada creadora, que es el tema .doctrinal ilD<;r.ceq?:l,slmbo]¡smO,:.IEIsimbolismo es el crepúsculo de los arcanos. del tercer arcano del tarot, la Emperatriz. La magiasagrada, ..equivale,a Por eso los del tarot son fórmulas visibles y accesibles a todos. En la vida.J<}I.c::omo ésta fue antes de la caí¿G,:·tag~'osi~ del segundo Otros tiempos divirtieron a millares de personas; cientos de éstas las ;;c~;¡~ e.s.)¡lc;opc;encia, como ante~d~ 1;: caíd~:'YJa~es.,p:Qñtapt':idad utilizaron para decir la buenaventura; algunas llegaron a experimentar rñistlca delprimer arcanoeslarelación entre el hombre y Dios, tamsu efecto revelador. A Court de Gébelin le admiraron; a Éliphas Lévi
los
)---
i
)-,
y
J-'" )-
8
l. 1:
I I
)))-
,<~
88
89
)-' )-
l.,
)I
)_
)
-'
)-
)))-c )-
))))-
)
)
) ') )
) ) )
)
) ) ) ) )
- ) t •. ')
)
- ) - ) )
)
..
bj~n_ ..\,;.Q.ID-º_.;¡pJ.e.L.d~,J2-_ ...<;.;¡J.cL~· r.:s_~;l._.esp_QQ!.ªRci.dad I2ri!D0r~j-ª-Lºio {mpul~9._y_sentido,a.J..e.e.Y9hL<;iº.!l..0_.d~,~_~r:~.~n~.~LGLs§lJl~l)lilJlO. Lo q u e l;-nd~mentalmente la impulsó y dirigió hacia su ideal o meta antes de la caída no fue la lucha. por la existencia, descrita por Charles Darwin hace un siglo, sino ese estado del ser que designamos hoy por el término de «unión mística». El princjpi.9..qeJ~~.~~_9..~!if1.lerz.9. _º-()~!!.tr6 .en juego 4a.st;~~~p~.~~~d~ 1~ caída, A~~,~~~_,<:.l_s.l:lf!i.!!.lie~t(LE_~ des ..: einp.~i1.é>antes..deJacaídaAp;lpe.l de desper.~ador de la conciencia, que i~~estaba ya entonces:. reservado Ja.~i.e-YeJiéi:6A:qiieSÍ:a.:J~nei.~~~· o gnosis. Y finalmen te. rampQcQ.J~ m1.ler.te.11.lJ;1qQIlaba.~p.t~[l~_<:s_.~.o_l11o liberador a de la conciencia mediante)a.de.§.t.r)l_c~i{!ru:l~Jas formas que )i~.~p(isiQ~1a~1,.papelq~e. ;¡~].lmiría.después_.ddE- ..~.;li~~:.,giii:i~ae}a · destrucción de las formas.itenía Jugar~g.f9Iginua transformación, ·~¡;r~d~graciasaJaac.Üvidad .perpetuadeIa ..vida que ..~fect~abAaiCl1a~ i metamorfosis según los cambios de.la.conciencia.que.se .se.ryí,!,g~las. ¡f().rnlªS:.:.·E;;_p~.~p"e~Y~ª;A<:.~1J..,!ci§IJ, ..JLb~t'.1q.9.r.3=Y::c.?.'!.~t..r.!!ªºÚfJ1:e-=1_~_ ..~:da¡ !e!f!:.Y::;l:ú.!j~:fs.Ji!fun<:i21!c!e.Jamagia_sag~:ª~L? __diY!!la. Y e.s_~~ J';l,I1ción ·transformadora~2P.u~~taaJa función4e~,~ructQra.d(! l~i1í1.ler:t~-:::.cQns:titüye l?qü:eel qén~s.;s deMoJsés~~~,ii~P:a.Yo~ el sí.m~()lo,de~rbolde
a,
:Ja,'.V'i&l.
·.i"
',: ....
o""
.
' .. ':;>':,
: ..
'..:
..;',>:.
'.,,~::::::iAhJora bien, lá~aíd~ cam bió érd'~hiA6d~ la 'humanidad aTs~stit~ir {la unión mística por la lucha o el esfuerzo, la gnosis por el sufrimiento \y la magia sagrada po~ la muerte, Así, la fórmula que anunciaba la , ;ibuena nueva de que los efectos de la caída pueden superarse y el '¡camino de la evolución humana volver a ser el de la unión mística en lugar de la lucha, de que la revelación directamente reflejada o gnosis (puede reemplazar el sufrimiento por la enseñanza de la verdad, y de , (que la magia sagrada o vida transformadora puede ocupar el puesto de \ 'la muerte destructora, viene a pr.esentarse de la manera siguiente:
!
) ) )
...
)
) ) )
) )
"Yo soy el camino,
--"'~_._-_ ..
) ) )
-'-'"
la verdad y la -_.-.-._------_ ........•. _
vida" "'--"
Un
14,6),
'"
a un
JEstá f6rmuIa"resúme' -tiempo-los' tres primeros'aréanos'd~~ r'r;rot, a saber, el del auténtico camino o espontaneidad mística, el de lal \ verdad revelada o gnosis y el de la vida transformadora . .9... rIJª,Úa' ¡sagrada.; . " '.... .. . , ""---A:~i;·~pues,.lqrnagia sagrada. es el árboL dela vida, inaccesibleala teme-ridad·arb.i9:.aria~ perQque se manifiesta en la totalidad dela histo~I~ h~mai1;·R()rJn~Si¡'~ci.ón de quienes sabeíiOeCír.:<
Seno~,
) -
,
90
de siglo en siglo, de milenio en milenio, sin que jamás se agote su;f~ente; que el f~ego sagrado en los altares de los corazones y en los de' i piedra no se extinga a lo largo también de tantos siglos y milenios; que \ a pesar de ~odo ha~a en ~l mundo fe, esperanza y caridad; que haya santo;, sablOs , gel1l~s, lblen:¡~cholres y ,taumaturgos; que el pensa- 'i,:'.? rruen o puro, l ~ poesla,. a muslc~, a oración, no sean devorados por la na,da; que se de est,e mrla~ro universal de la historia humana y que lo V mdagro~o ~X¡sta.i S!}.J!;U~?!J~g[Q.l.()._~x.:i~.~~~_E.~~~J~._'{}id(!:J).º .... ss...mªS.qll.e; ¡u~~.s_~;'¡.~ ..._~.Jl1.LªKr.()§~_~~.pQr Ja_.p-~la,~_GI.milagr..o ..en tendemos,no.l~ !a,~~!1c;¡?-Ae~aus;;¡,(es decir; que na~le 111nada lo causa, 10 cual ~quival-\ !~E·!f.:~l:conc:ept?~~, pu,r,o.azar), SIno. el efecto visible .de..unaCallsa! ;lIlY.wQleo el e~~c~o el1 ~l plano inf~r~~r de una causa pertenecienrs al \ llD,.pJil,:O.,;suoPeuol.;L~ incomprensibilidsd no es en modo alguno el rasgodistintivo ~el mrlagro; ~nuy al contrario, el milagro a menudo es esencialmente mas comprensible que un fenómeno calificado de naturalo explicado. Por ejemplo, es más comprensible que Teresa Neumann, en Konnersreuth (Baviera), haya vivido durante decenios ali.. ':,' mentán~ose solamente de la sagrada forma -dado que la materia sólo es energl,a condensada y la energía sólo conciencia condensada- que el h~~,h?, blen~xF'lrca,~~ ,1tun;¡ ú.ni7:~}é~~ja·,q~e, al niultiplic~rse'Rºr . dlVlslOn, prodüce las células totalrrtente"MistÍntasdel terebro;"Hiúscii'.:·' los, huesos, cabellos, etc., agrupadas de tal suerte que llegan constituir un completo~'organismo hum~no o animal. Cuando me dicen que to?O eso ~e explica por la herencia y que los genes contenidos en la pnmera celula son tales que predeterminan la constitución de sernejante organismo; me inclino, mas no me entero de nada.
a
~~:'~9J-:~e.}~3~idtJ._~~J:~f\l~J}t~ ...ci~)()s.l11ilªgro~_ cl~ la gc::neración, EE~1!~:ºrma.CJo.D.,,_x.<;:J!'~Y~l)..~(::.-!.queí;1~º,._(:urac.i?n. y_liberación -. J:>ª.rJ:~<::ipar ~g.lJ:.s<:le1?-~emente e~1el«p';¡r~J:~;¡112éal'.1.QsillIlagrosdel.uno», corno dice l;¡J.a.~lacje esmeralda, 1:5. la «gran obra» de la magia~agr;cE ' ~Pu~~~ c.?~P.r:.e.!l_ci.~!se.. e!.i1~a~ '~~ l~ ~ran obra cuando, ~e..}o.compara; ~?,illgeal de las modernas ciencias exa'Ctas:Elldeáfde la cien'ciaes el! 'fo4.e!.,:.P?de.rl:e¿j1ico~prác~icoY pode;técni~o-ir1tele¿tuaL' El aspecto ~ i ~n..t.~~ectual del Ideal cierrtitico es reducir la multiplicidad de los fenó .. j~~, , me!1?s' aun número limitado de leyes y luego a un:asola {ó~rnulaí ' : sencilla. Tratase, .en definitiva, de mecanizar el intelecto demodo que! :caldc':!leeU!~g,(L<.?-!:~Jl:l?~__ ~é!~..?f!1Pr.e.!:14erlo;. entº.f.I.~~s.seh;¡bxá ..akaJl.f ·~. __ º-.eJ.PQqer Jt:.<::mc:o-mtelectual. ',' . El aspecto práctico defiCl.eaI científico se revela en el progreso de la Clenc~a moderna desde el SIglo XVII hasta nuestros días. Sus etapas rts.~n9ales son los sucesivos descubrimienJQ~ puestos .al se;:Y'~i~ del hombre: vapor, electricidad y energía atómica, Pero,p;r ;:i'if~;~~t~s 91
L )~ que parezcan, tales descubrimientos se basaIl.~1111l1gnjLQJ2.úI:~cipjQ1 el de ladestrucción deja materia,.merced a lacual.~~lib~r:.a la "energía' para ser de .nuevo capturada por el hombre ypu~st.ª.ª_S11 ..S~IYJ:¿~·o"LC\ que hace andar un automóvilson las pequeñas explosiones reguladad, de la gasolina, que producen energía. Y la energía atómica sale de Id destrucción del átomo. Ya se trate del carbón, la gasolina o el átomo de hidrógeno, i qué más da!, todo se reduce a prodlls:ir energía d~sln.!.1: yendo materia. IEl aspecto práctico del ide~l¿l~ntínco'és,pues, él) ~ominio dela naturalezamerced a la aplicacióndelprincipio ..d.e_d~;) ItrucáQrJQmuerte",' . '\ . .. Jlm~gínate ahora, querido amigo desconocido, 'EIT1~s~a'ser'ie'Qé Iesfuerzos y descubrimientos en sentido opuesto, es decir, el de la , construcción o vida. Imagínate no la explosión, sino la expansión de " una bomba atómica constructiva. No es muy difícil representársela, ya: , que cada pequeña bellota, por ejemplo, es esa bomba constructiva, y la encina' no es sino el resultado visible de su explosión -o más bien expansión-lenta. Imagínate lo que te digo y tendrás ahí elideaLdeh grC¡11:.obra ..o.1a idea del Arpol de la oida: La. ..meraimagende]. árRQI T~pli~~ya la ne~aci?a. del elemento t~cni~o.Y11! ..~<::,~l1jcº.:,E.~)~"_,,.~Y~ s!nt~~s.iÚdelaruzcel~,St.eyJos. elementos terte~t~es,delc;iel()X):lLíer:r.a) Incesantemente une y sintetiza 16 que déséi'~!l~~}e arriba.'YJo.que . asciende deabajo. •' El ideal del hermetismo ..escontrario ..al-de.Ja:;..é.Íencia._En_vez ...de aspirar al poder sobre.lasfuerzas de la naturaleZVl}..~9j¡¡.ms;Jª ..desrruc-: ción de la materia, el hermetismo aspira auna-participación.conscienrej , en las fuerzas constructivas del mundo, basándose en.una ...alianza.y' "comunión íntima con ellas, La ciencia pretende obligar a la naturaleza a que obedezca la voluntad del hombre tal como éste es; el hermetis-' , mo (o filosofía de la magiá sagrada) trata al contrario de purificar, iluminar y cambiar la voluntad y esencia humanas a fin de conformar. las con la «naturaleza naturante» (natura naturans), y capacitarlas así '·paE.arecibir su revelación, dispensada de buen grado.; . . . ... . 1~.gran obra, como ideal, es por tanto el.estado delser humgno en paz, ali~;:;:za,arrnonía y colaboración.con.lavida .. de la vida; /. Sin embargo, ¿no dice la Biblia que está prohibido acercarse al árbol de la vida y que Dios «puso al oriente del jardín de Edén a un ! querubín con espada llameante para guardar el camino» hacia él? Sí, está prohibido acercarse al árbol, pero la prohibición no es absoluta y general, sino que se halla especificada. Leamos lo que la Biblia enseña al respecto:
Es::¿n;::;:;-to-:-d~L~b.91\
-, "y dijo Yahveh Dios: "¡He aquí que el hombre ha venido a ser como uno d~\ nosotros, en cuanto a COnocer el bien y el mal! Ahora, pues, no vaya a alargar la mano y tornar también del árbol de la vida, y comiendo de él viva para siempre:» (Gén 3,22) .. / /
Laprohibición, por consiguiente, se refiere a alargar laman o y .t9rJ14r del irb()lci.e la vida. Eso y sólo eso es lo que impide la espada ígnea del guardián del Edén. «Alargar la mano y tomar»: tal es el motivo, método e ideal de la ciencia. La voluntad de poder, subyacente a la actitud científica, es lo que la espada de fuego del guardián del Edén tiene por misión impedir; en otras palabras, que no se repita el acto cometido respecto al árbol de la ciencia del bien y del mal. En cambio, el motivo, método e ideal del hermetismo son enteramente opuestos a los de la ciencia. La voluntad de servir es la base y raíz de la actitud hermética. En vez de alargar la mano para tomar, el hombre abre su intelecto, su c()ra:¿:§nyyIY91ulltad E~r.arl!.c:ikir lo que de buena gana le será ?torgiCfo. ~~.ip.spi!ación~ ~luminación e intuición .que busca no son 1· f..~~Luistasde su voluntad,. sino dones de lo' alto, precedidos por es-": tl,l!'!rzos:de lavoluntad humana para rnerecerlos. /."L.a'espada llameante delgllardi,án del. Edén es un arma dela.magia
)-, ))-
)_ )
..
..
L )-
L ) -'
) .•.
)-
)~ ):-'.
>_. ()~~;~:~;~it? ;~~~~~i~;:0~ ;sz:a ~~:t~:~~~:;r~{~~~ ) ~~g~:r~e~:~~:,
;~ ~
vita, anima y dirige a todos los que son dignos -y lo que hay de digno en cada uno- de los beneficios del árbol de la vida, al paso que rechaza, desanima y aleja del mismo a cuantos son indignos y cuanto hay de indigno en cada uno de ellos.1ª ..~Sp;tq~llafl1eante es la bendición \.impartida.a quienes buscan el árbol del' amor eterno, que es elárbolde ¡I,\..yida,.y.alF9pig tiempo, por el hecho de bendecirvconstituyeIa, /ü;~rza fulgurante de la prohibición para quienes buscan el árbol de la; \yi
)... ) --
) ...
))-
))) ))))-: )-' ) .-
92
93
)-
))-
) .-:
) ) ) )
) ,)
) )
) ) ) ,)
) ) )'.
-
) ) ) )
) ) ) ,~
)
)
amor, sino también hacer que crezcan y se extiendan, A pesar de toda la corrupción que revela la experiencia de la historia, nada hay que esté completamente corrompido. La enseñanza tradicional de la Iglesia , a tenor de la cual «la naturaleza está herida, no destruida» (natura ------oulnerat:a, 11-o.n. deJe.ta), es certísima. '. 'El árbolde la vidaes la unidad o síflt~~i~_.Q~._c.onci.f;Q.si!lJ_.h~~[!-_a_y ~la tejj~a·.7):Ú~s .~.Ll· nú rn~ro.,_p.\le~~o [~fl.üa. .1~u~iq~9"~h:J~ ..$r:m,j:JÚn:;:a"Tri'uidad. CO.I),5.tituyeal mismo tiempo la unid~~...!ntre m ísSÜ::J., ~agia.Por -~sono' hay que separa-ilis:TiEmpe'ratriZ:;como siinbülo'd(:'la magia sagrada, lleva en sí la gnosis y la mística, o sea la Papisa y el Mago. Estos arcanos no son comprensibles si se los considera por separado. En general, todos los arcanos del tarot sólo se comprenden en relación con el conjunto. La conciencia humana, no obstante, separa a veces 19.jlJ.~~p~I:.aple, ól;;';iddndos~e:~~dtI~~~maad:-Sé-toma'un~ rama d~fái'bol'de la vida y se :t~i~iva, como pudiera existir sin el tronco. La rama vivirá quizás ¡mucho tiempo, pero degenera. Así, olvidandoJa.g??~~S y.1J,mis~is::l".s-tt. \<:1l1t.iv.9"i.!i.1adamel1telarnagia, y...ést",.fQp:1D_.r.ao}~_ª~§gªjª-d..ade su ¡t!.9F:l<::PL ce~? de serln.agia.sa,graqa.par.ª.u:.an.dormarse.en magia.arbi-' .•,¡tl:~Úa·9,p~#o..nar: .Mec~Jr\z.f.~a);,asta.ci~~}:gT~~t():.~2!!~ig~~"S.f:l~~~~~.~ni· .'~lQAlle,ses,ntleflde. porr:oag1a cerernOll1j~J,.C).l;~º..a':lge.._~-;-~. ~llUa enue:eJ. \J:enaci!11i~ntQY ~l siglo.xvn. Fue pqr exc:el~r::.clilJa..magla_~i.~Jº§..h))maf inista.s,.pero no era yam~giad,ivil1,
.9.~i
-~'i
L~;~v~~lezªv~si\:¡le einvisible.i, __. .._._ " .._._~ Mi¿ tarde se relegó ..tambi~n.ar91yidoJa~ñaturir¿zJLttiy.i:slb.l¿~~¡:'ós imagosj.~~:~~~ ~~.~!~-ªr.-º-rLe:x.s:J.~~.i~:3:rn .en.te..e!L!~.~~~~.Ial~~3:.~j~~~kJ~.aI,;\. .; (~'~rnet~:la.a.la.v?)llI1:Ia_c;l~~m~m.a. Así _~~<2~c~_
)
) ) ) ) ) ) ¡~
)
.... ,-
<;La
~'-"-."
...
magia ceremonial es una operación mediante la cual el hombre inten~'~:por ef¡ :j~ego mismo de las fuerzas naturales, constreñir las potencias invisibles de diversos', : órdenes a que actúen según'lo que requiere de ellas. Con este fin las atrapa o sorprende.! •.por así decido, proyectando, gracias al efecto de las correspondencias que supone la\ . unidad de la creación, fuerzas q).!e.él mismo no d.omin~,.pew alas que. p\.lede.,EJ~.rjL0as ) , extraordinarias ... ' ..... " . .....;;ta magia ceremonial entra exactamente en la categoría de nuestra ciencia industrial. Nuestro poder es casi nulo comparado con el del vapor, la electricidad o la
94
otras fuerzas natuy las obligamos a
¿Qué añadir a esto? Tal vez otra frase de Papus que define la relación existente entre el mago científico u ocultista y el brujo o hechicero:
gi:ios~~'y'
) )
dinamita; pero, oponiéndoles mediante c~mbinaciones apropiadas rales tan potentes como ellas, las concentramos, las almacenamos transportar o destrozar masas ante las cuales no somos nada ... »"
«El brujo es al ocultista
lo que el operario
al ingeniero»".
El brujo no es, pues, más que un ocultista aficionado. AsícorpQJ~ ..s:j.!::I.!.s:;;.t,.E.e;~p.91.2Ú
A~
, J~?gS.~;'.: ~
\
.J,".",
"
.•
~:p.~:~4? ..
~~J:r;::e~:c:r;;;e~ld;:i~~sl~a~~~~ ."''''
.
'"
.
~Mtl~;1~~~il~~~~L1~~p'e¿~~>ªQl~v~.
.•......•
__..,. __......•........ _.v· '"
.,-.12 ...•......• '
L
14. Papus, 15.
95
) )
!.s
queda entonces un legalismo teológico apoyado porll.r:!~~~j~IE~.r..lloral: no otro es el origen de la religión de los escribas.yfaris.e()~.~n. tiempos del Nuevo Testamento. Es el crepúsculo que precede a S11 noche, es decir, a SI,I muerte. LaJe. es la experiencia del soplo divino; la esperanza es l;I~~p~r.iencia de la luz divina; el amor es la experiencia del fuego divi!:}:())No hay auténtica y sincera vida religiosa sin fe, esperanza y arnor ; mas tampoco hay fe, .esperanza y amor sin experiencia mística o, lo que es lo mismo, singracia. Ningún a¡-gumentointelectual es capaz de d~sper((ar la fe; podrá, a lo más; eliminar obstáculos, equí"ocos y prejuicios, ~ontribuyendo así a crear el silencio interior necesario alaexperiencia r-.., del soplo divino. Pero la fe misma es ese soplo, cuyo origeIl.IlClc§t.;in.i en el razonamiento lógico, ni en la impresión estética, ni en el.ac.to moral humano. El llameante Verbo divino luce en el mundo de los silencios del alma y lo mueve. Este movimiento es la fe viva. La fe real y genuina, y esta luz es la esperanza o iluminación, mientras todo se deriva del fuego divino que es el amor o unión con Dios. Las tres :ví~s..º_(!Jªpas místicas tradicionaleszul:ificación,i!u:'!!~~.c:si~'!Y-l!-'J,.i.ó.?!- son la~ de la. :eXperiencia del. soplo' div1fio'c;Je, de la luz di,;iIla~b.t;Sperah:z;ay. ti.el \ t{llego divino. ...9.. amÓr.~·Estas tres experiencias básicii.s de larevelación de Ío 'di;ino constituyen el triángulo de la vida, ya' que ningún espíritu, alma y ni siquiera un cuerpo podúan'ví'vir privados de todo amor, .i~.~pexaIlzay fe! Estarían entonces desprovistos de todo impulso vital. 'Pues ¿qué es elélan vital, definido por Henri Bergson como ímpetu general de la evolución, sino un amor, una esperanza y una fe que de diverso modo actúan en lo más íntimo de la vida entera? Justamente porque en el principio existía: el Verbo; porque todas las cosas le deben su existencia n 1) Y porque ese Verbo primordial aún vibra en todo cuanto vive, el mundo sigue viviendo y hay en él un impulso vital que no es más que el amor, la esperanza y la fe antaño inspirados. por el Verbo creador. .... En este sentido tenía razón Browning al decir que «la naturaleza es sobrenatural». Su origen sobrenatural se manifiesta todavía en su impulso vital. ¡Querer vivir! ¡Dios mío, qué profesión de fe, qué demostración de esperanza y qué fuego de amor! Amor, esperanza y fe son al propio tiempo la esencia de la mística, de la gnosis y de la magia sagrada. La fe es fuente?eJp_o..ª.~L.mªÚ~9-,.y a ella se le atribuyen todos los milagros' de qllehapL:t ..e.Leyangelio. La¡ revelación =tcdas las revelaciones- de la gnosis, sólo tiene un fin: dar,) preservar e incrementar la esperanza. El libro que reposa en las rodi!las de la Papisa está escrito para que la esperanza perdure, ya que toda'
a
96
revelación que no da esperanza es inútil y superflua. ,La.rP1sti.cª.~si ¡fuego sin reflexión, es la unión con lo divino, en el amor. Es la}JJent.e ¡ ~riñi~!~'de-t;d~ vid~, .~~~'del~ vidaI'eligiqsa,a;~ísti~~H~·i~telectual.! ~i~~lla·to.ªo.s'e·coJ1vi~r"te en pura técnica. La religj,(m se tr~;;~f()rrPª:.eJ)i \ un conjunto de técnicas cuyos ingenieros son los esc;{pasyJaris~()s;¡ él ~~vllelv'e )'egálista" El arte viene también a parar en una serie de técni-] cas ya tradicionales, ya innovadoras, es decir, en un campode irnita-i :ciéÍn ode,.experiencias. La ciencia, porúli:imo se convierte en un; sisterna de técnicasdéjioder sobreIa naturaleza. El arcano de la magia sagrada representado por l~}~mperatriz nos llev~ por OtrO camino. Nos llama al camino de la regené;ác{Ón, en vez del de la degeneración.il-I os J~yit~ad~.s~ecani~ar~o.~?}:¿podría describirse mejor la esencia de la magia sagrada? Sí, de eso se trata en la magia sagrada, de la plenitud de la voz; ~~).;¡y'?fllenaae"s~~gl:~,) jlij.áfigre:que.sevúelyevoz. Es el ser dondenQh;¡.y-nadamec.;j.pip?Jh \dopde. absolutamente todo está vivo] .... Siendo' el terc.er arcano del tarot-el arcano de la magia sa~rada, es también, por el hecho mismo, eL:3rtartó de la generación:: Esta sólo constituye un aspecto de la magia sagrada. §iJaIIl~gia~agg<;l?:esJa tí.D.ión_d~.dos voluntades -humana y. divina- cuyoresultado ..es el
)))
) ') )
)))-
"
t
)-
L )-
e:
~i,l,a,g,.ro .. ".d,e idé~t,i,c¿ m,'odo la .generacio.'n. sup~ne la trinidad de, e.ngen-, u', ~J.ªcior,.engendrante y engendrado. Ahora bien, el engendrado es el. (mi1;tgro resultante de un principio engendrador y otro engendrante. Ya se trate de una nueva idea, una obra de arte o el nacimiento de un I ¡niño, no hay diferencia: siempre actúa la misma ley de la generación,. lsiemp~e est~ ~n juego el ~isn:o arcano de la f~~undidad y sie~pres"~' prot_~?'p_c:.dlVlI1()_~s~1r:nI~~~.rI.
I
)-'
)-
)-
'L .L )-)-
)).¡
I
).
)._
)))-))-
)16. É. Lévl,
Dogme
el
rimel de la baute magie, Parls 1854.
)97
, )
..
))-
) -
,-
) )
ción antes de la caída, la generación vertical, del pla~o superior al ;i inferior, en lugar de la generación, horizontal que ~e realiza en un solo:
)
plano. ~~:X?!~ll}a"de
EL EMPERADOR
~~,te"mi~~en() ~~,,~~=,~,:?~()c~cla:
)
El arcano de la filosofía hermética
). )
) -
) ) )
,-
)
) ) .
Esta ..fórmula._coPtien,e)?-. trinidad _de!, ~?$~~?rad?~~~ arriba,)a '~I1gendrapte de ..al:>,~iQ..y~<::1f:I1Úndr.;l,d9;_qJ~~,~.:,::r,~:E-ír~.tu Santo, !a Santísima Virgen y el Di?,~,~Hombre. :E:s,,ªJ~v.ez.l~.formllla~: la magla ....,. ·..·d"·· ,. 1 ppr .. que sagra a en '.genera, .., ..expresa .' e!' mlsteno '', ' ---- de 'la'-"unlOn ""-'" de las voluntades divina y humana en~!eleITl~?:~9-A.~).a~~ngrE:J;?sangre =en su 'triple se;t~ci'amístico, gnóstico y m~g~,c()-=-_,~:s.~!.~~:r.0? poder de la
«[Bcndito el que viene en el nombre Señor!" (Sal 118,255; Me 11,9) .
J' de la obediencia
del
magia sagr~da, .,' .' En este punto, querido amigo desconocido, me retiro y te dejo solo con tu ángel. No conviene que mi voz, hum,a;1a se, arrogue el derecho de pronunciar las cosas que son contrnuacion mas honda de lo que aquí acaba de esbozarse.
)
- x
.'
•
.
.:~
>
.,
) -
Carta IV
) )
- ) - )
Querido amigo desconocido: ~\ Un homb.~i ..gº.~ª.4~úni:ún.i.ly.Qr.,~~t2ridac:l"c:\l~nto.~~º·ºi.i~p.ú.fi~\
~~j-~g~~Gt:~;
~~~ ..,~~.~;~~;r9~~;f~!~~~j~··!:~~;i~~dn.~9~:á~~;;~:~: _g!;.:t.,f_ •..•...." ..K "..,,,., q ..•., , ""'.., '.. ,..~.,, P'.e ,.•' ,,,. decirse que un hombre gozará de autoridad en la medida en que reúna en sí la hondura de la mística, la sabiduría directa de la gnosis y el poder realizador de la magia. Quien disfrute en cierto grad.o de tales cualidades, hará escue!a; quien, además, las posea en grado mayor, éste hará ley . . \SÓI(;G'a~t~rid;d c¿nstit~ye , elverdader~ y'~;;i~~"p·;'dei·de lii:léy'. , . .~ ._ .•_..•._.,., .._ ..,"_ .•_ ..__ ._ .•.•.•.•. _," ' .,,, ,••. _ ' , _ .. ,.". " ,.' . - ..•.. 'o, , .....•... ".. :La_c;"oa¡;~.i,ºJLn.Q~~ ..m.á.~ ..gll ~,~te.:xpe,Qiente ..alq ue .se recurre.para. r~r¡,le.~ \diar.li.l_J¡Ü,~
)
) ')
) ) )
) ) )
)
98
99
)-
gnosls emanada
por el fuego profundo
de la mística,
allí sobra la
coacción. El Emperador del cuarto arcano del tarot no tiene ni espada ni cualesquiera otras armas.l<-ein~.~.~r:.~}.~e.Q"g.y_~º)~. co::.~1. Por eso la primera idea que la lámina evoca de modo natural es la de la autoridad subyacente a la ley. La tesis que deriva de las meditaciones de los tres
I
I
L. ~.,.
b, ~%~~\i:~~f.?~a~oJ~1~f~~~~¿·~;¡·~~;~:~:~;1¿:~~;~a~1;~i~;~.:F:a~~:0d nos enseña en primer lugar que el Emperador ha renunciado a la coacción, a la violencia. No tiene armas. Su mano derecha empuña el cetro, en el que fija la vista, mientras la izquierda ase el cinturón abrochado. No está de pie ni senta~o, sino simplemente apoyado en un exiguo trono y con un solo pie en el suelo. Tiene las piernas cruzadas. El escudo con el águila reposa en tierra, a su lado. En la cabeza, por fin, lleva una corona maciza y pesada .. ; ..: ...:.::.'." . .' :. .': '.' L' '. La'c¿bt~:KHíI;a de la lámicaexpresa renunciasque.van muchomás". allá que h' de la mera coacción. El Emperador ha. renunciado al des-: ' .', canso, pues no está sentado. Ha renunciado a andar, puesto que se apoya y tiene cruzadas las piernas. No debe ni avanzar con vistas a una ofensiva, ni ceder terreno' retrocediendo. Ocupa el lugar que le corresponde: en el trono y junto a su escudo. Ha~~.9~,~~.fl!.i:I!.clª-Y, :9.2:.~.~a.~1 ..I1Q ..tiene Iibertad.de movimientos. E.s.un gu~rdlán l~ga~.o_a su puesto. . Lo que en el fondo está guardando es el cetro. Este no es un instrumento, sino un símbolo que, desde el punto de vista práctico, no sirve para nada. El Emperador, por tanto, ha renunciado a toda acción: con 'su mano derecha se limita a sostener el cetro y con la izquierda mantiene apretado el cinturón. Así, pues, tampoco le queda libre esta mano, cuyafunción'es reprimir la I).;tJurakz;t.imp-J.llsiva_e instintiva del I;.mEerador para q!Je.n.o.se ir:t.:.:p~.~;¡'l'Jcu:lesyíe de su deberde guardián. ......_.. . '.. .._.. _ 'E1E;T;pera(fc)r,'deéfmos, ha.rem:w:ciado aCñ,io~v.Eil~?º_P-ºljIú~,ªii:i; d;l~'~'p;~~nas, ya h.4cciqn por mediode bra;~~.y ..m~P·2S.~.II!ljs}:120\ .ti~~R'º, llev~' una cprona ..maciza ..YP~$)ld.a,.TC?dª"..~QXQl}.~.:::-C::9mo ..y:a¡ meditábamos al mencionar lacle.I
)-
1.
arcanos prece~.e~~.t.~s..es. S~.~t~:~:üi:J!\if9XiQf(qieng-sJD)~~bnmr \ il:iTe·ncirriliTé:giYirtoYH_Y.H.YAue. toda kY"YJene_d~_ªru.. La E!!.~.~~.~.$.I~
há·~h~;;llbl~t·:a fi~i:~a
supone una dolorosa 1.~~Lt~.~L?n.ªeJp~J1~ar,t1~entoejmaginaciónlibres', /Qjwlf¡'~l:9..~·:0:f.J.¡¡:~peis.o nil,li.dad... ei. erro.. q U.' e. <:.... IIlL.t~ ....!:a. ..y...Duncla.a una:mlsló.n..personaLºªLnombrl.', ..r;.!:l:~U.eQ~idci esotérico de' : la.palabra. .... .' ....
L L
9~~.~ ..
Se dice que 1~.Da,tl,![;¡lep tieneehcrror.al.vacío» (horror vacui). La antífrasis espiritual de esta (Ó;~ula es que t:L.e~EÍJ:iJ}l"Üe..Qe_«lw.n:.Qx ..del lkno.». Hay que crear un vacío natural-esto es lo que hace la renuncia- para que lo espiritual se manifieste. Las bienaventuranzas del sermónde la montaña (Mt 5,1-12) enuncian esa verdad fundamental. «Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos» significa que los ricos de espíritu, que están llenos del reino esp~!"j.~~~~.~_.c!.el hombre, no tienens.i,~i? en el.T~Ú:(?Ae)os cíelos.;"La 1
I )
L
L )-
))))))-
))-
L )).
}))-
)-
1~:~~·~i~I~~~l~~.oÑ~;e~·~~i~í:y~~:: ~:~~~~i:;~:~:o o~i:l:Q~:~~;~~~~l:i . )la accié l ,.¡' . :.' bl 1 dI dd .!!:!... .e .reeI_Ir a .reve¡¡C,IOl1 e a ver a , a, a .¡¡cc;on persona para] .. )~d c2.!:vertJ,r~e en. ag~I1_t.~A(!Ja magia sagradayaIa yl,! (~ método) dell'1 ...• .....•..... \~~~~.~E2.110 ..p.~r..sg!}.ªL.p.~r.a.?,er:gUJadopor el Maestro de l~~ ;V:¡?$,_~J~\ )p!..5.1Qnpersonalmente.escogida para encargarse de una misiónvenida] )~~Joaho:. ..' ..' );¡y¿'.m,Iri~p~l:iª9i."h.a~1"~~I9.'e~·..sí l1}i;;.rn;~~~",f;,;~(;(r~lpli,ya~í6·¡ Por ello i je~..~.I11'per
101
)-
))-
) ~
) )
) )
) ) ) )
) )
) ,) -=:
)
) ).
)
) )
)
) ) )
) )
) ')
) )
) )
l\ es .9.~si.r.:l...-q.e
id! la acción reveladora y el movimie!?-t9.,rp.igif.9 .•4dQ.Jlto, :¡'a7;e-y'Y;''';;';;;;''der'¡;'o';J{S're'diy;;¡ü:'Ha renunciado, p'~ríi1u'mo: a su! , ,,' ,,' .......•. , .•...•.. .-o.' .' .•... ,•. ,,, .....•. , ., •. " •. _._r~-"--"'-· .... ,0·---.-1· ..·-- . imisí6ii'''pers()llál;'vOlviéndose anónirrio~y el .•vacío lena I' (_ .... ,."'" """"'-'" """"'~""'_' ' ' ' ' ~' ' __'' ' ' .•..... , .. ~.".". ' '. , ... "b'" ,..., .." ..,-""~"", ""~.,,.,-,,~,, resultante '~.'" .:., .. ,..... ~" se ..• - ..•._.,,lde autondad o segunda he delnom re Gmno, conyl}JléI}dQ§~ así enj 'tueiiteder~'ley'y' ~lorde'ií'.:;'·' ,,' ...,,,"c:.··· ". .'. Lao-Tsé" ~evefi·eí-;'~"~·i~o-te King el arcano de la autoridad.
)
)
"Por nuestra causa fue crucificado sepultado."
"Treinta rayos convergentes, reunidos en el medio, forman una rueda; mas lo que permite la utilización del carro es su orificio central. Las vasijas están hechas de arcilla, pero si podemos servimos de ellas es gracias a su vacío. Una casa tiene agujeros, que son las puertas y ventanas, yesos vacíos la hacen habitable. Así, el ser produce elútil, pero éste es eficaz merced
I
I
al no ser" (XI).
I
y más adelante: "Lo incompleto será completado, lo curvo enderezado, lo vacío rellenado, lo viejo renovado, lo insuficiente aumentado, lo excesivo disipado. Por eso el santo, al abrazar la unidad, es modelo del mundo. Porque no se pone en evidencia, brilla; porque no es persqnaJ,.
~.
".'
'.'
'.'
..'
.
~.. ,":.:
en tiempos .
de Poncio
Pilato,
padeció
y fue
Así reza el credo cristiano. El Hijo unigénito del P d' clavado el' a re eterno , n a cruz por nos?tros:. he aquí algo que impresiona hasta lo mas hondo a t.oda al~a abierta, incluida la del ladrón crucificad derech~. ~sta impresión es inolvidable e indecible. Es el so 1 d? a su ,'" msplra a miles de mártires,p oconfesoirecto d e lo ,divino que inspir .' a b a) ' aun res, vIrgen es y ermitaños. ~a.s no acontece así con todo ser humano que se halla frente al .g:r;~~~~i:'~1~ia~~i;'&~~~~;~~e~~~n~~ e~~oplo de Dios. Tal sucedió en el
.
.¡ , ¡"
porque tiene autoridad. I Dios gobierna el mundo por la autoridad, no por la fuerza. Si así ¡ no fuera, no habría e~ el mundo ni libertad ni ley, y carecerían de sentido las tres primeras peticiones del Padrenuestro: «Santig~~gQ:.s.ea .@.'!:\.!.1).~.r..~i._~f:.l].ga...a: ..I}"Q~.9JrQ.s_.t~.L~~~?.i.-~.~g~~.~_.E~1_.':'5Ü.\:ljira;:,<1. ...así.en.la ~~e:-Eil_.~~JEQ, ... e.l].-:.d.s.i~}.9.,» Qui,':r:_p.~Q?.1!Q9-~.,~§~~~~.p:-l~~.:~~~() o para. ~fll:l}]-are.J.l1cJ:¡:IDt:;n);;!l:JaAF.tQrJAif.d._~IVIP..a,.) y no el_~er CImno. D{~s~'que -~;-todopoderoso no yirtual~ente sin~~to, noneceslta de plegarias para que venga su reino y se haga su voluntad. El sentido I de esta oración es que ~1.l?9_~_e.:..si~J2~º~-~ tan!Q_1!l~or ~nto _su '\~~~~.~~.c! ...~~.e_!El~.~.JjQ!,_~.J}}~~!.~,~~_<:"OE9Si9:;.tY ..a.~~~da. La oración es el acto de este reconocimiento y aceptación. Uno es libre de creer o no creer. Nada ni nadie puede obligamos a tener fe: ningún descubrimiento científico, ningún argumento lógico, ninguna tortura física pueden forzamos a-creer, es decir, a reconocer y aceptar libremente la autoridad de Dios. Pero, por otra parte, una v:~.z;_r.~.~Qp'..Q_cida-y-ª.(;.e.p.ta/ Sl1..s:,sjt_~.:~~!.i4-ªgLJ.? ...~~P.9.~~.lJI~ se y.t!.~~:p~d erQ§Q....La..fuerza._diyin a pl!:~.~.e ...e.~:!,?~e._s._n.::?.Q.~f~.~~ar..~.~, _ y .E<2.r.. ..~.§...º._~,(': .•.diS&_.9l!~.-'.~E.~.l:ü.?'.s:'l..de-.fe I
.
.~.".: ?,;':.L:~'-Vt~. ..
;:,.-".,-
>,~",:'>'':':
'.r_--;:'
'.~
':,
-r,
"~:':";:::':.Y../:"'i.~'"
sz::
H" «Ldos que pas~b~;[,I por all~'lo'insul;aban, me~eando la cabeza y diciendor " S· . . IJO e D lOS, ¡salvate a-ti mismo y baja de la cruz!" . ... 1 eres Ju~to con los escribas y-los ancianos s~ burlaban d~ ~~s sumos sac~rdote~ mismo no puede salvarse Re de I 1 . icren O. A otros salvo y a SI e Ha puesto su cqJ1Iianza' en bias; s~~ee ~~: ~~~eb:bo:hor: dd la crduz Ycreeremos en él. 39-43). a, SI e ver a d Ol ama" (Mt 27,
_~:c~~?l
b..?-_s,~a._P?Ea.. J]l9~,~!...~gXl..~?:if'l-s. El problema de la autoridad tiene un alcance a la vez místico, gnóstico y hermético. Abarca el misterio cristiano de la crucifixión y el misterio de la retirada» (sod hatsimtsum) de la cábala luriánica. He
) )
aq~~ algunafs rdefledxionesqu.e quizá nos ayuden a progresar en la meditacion pro un a e este misterio. venera el crucifij o ' o sea la Imagen . 1 El mundo d . d 1cristiano . que expresa a pa.ra oja e DlOS todopoderoso reducido a la extre . . . Precisamente e d . ma ImpotencIa. di . sta ?ara. op representa la suprema revelación de 1 'f IVlno elnDt?da Alahistoria de la humanidad. Es la revelación más per~ ecta de lOS- mor.
E~~.~_~.~?:~g ..ªJ~._~.c_(;~§E. ..L~.LP'.~_y'Ü.1)~IJ!g'-Y.iLy~.s.(L~~~.~ltantC: ..s_eJk~a
Ahí tenemos la otra t~acción. Exactamente con el! . mos por eie 1 1 . . a nos encontra, J mp o, en as emisiones soviéticas de Radio M 'El argumento de Moscú es siempre el mismo: «Si Dios existe de~sec~'b er que nosotros, los comunistas, lo destronamos .Por q : a d una sefial visible si d d . e ue no nos a , s: ' no e su po er, al menos de su existencia I .Por q~e no defiende sus propios intereses?» En términos di . ( mlsm? argumento an.tiguo: «Baja de la cruz y'creerem~:t~:t~~" es el cipi~l;i~o:~~~~~s~:r~;~ sab~~a: porq:re, tr~s ellas se esconde u~ ~rinlo i __ .._ Y.P,_..,g ~Ql}..H:!e.T!:?t,.cos; lo poderoso es verdaero, O Impotente falso. Se ún e t de ;;.._ ; :;"~ _.~.. d wr--'¿"-'''--'-'''' .,,_ .._-~, g s e ogma o plmCIplO Filosófico ( a ega o a ser el de la moderna ciencia tecnoló ica) 1 d q~e tuye el criterio absol t .d 1 d g, e po er constiuo e 1 ea supremo e la verdad. Lo único divino es 1o po d eroso. _ Ha~ también ~doradores públicos y secretos del ídolo del oder pues este es un ídolo y la fuente de toda ideolo gla' p en e1 campo 103
102
.,-;.;.'
",'"
cristiano y en el religioso y espiritualista en general. No me refiero a los 'príncipes y políticos religiosos o .espirimalista.s que amb.ici0r:.an el poder, sino a los partidarios de doctrinas q~l~~c:l.S_~~I~_eI})~J)[JmacJa del mismo. 'LqshiY·d~q9s:·clases:.quieIles
l
i
cuando por fin volvió a casa. Todo lo que acontece en la historia del hijo pródigo, salvo su regreso, es exactamente lo contrario de lo que el padre quería. ~-'Lh¡~J.Qúª.g.d.gé[lem.,hllmaI}Q .q.esPllés._qe)a,.c:aJ~a ..e~,..!lÍ,_rg.á.~..rri menos, la del hijo pródigo. Nada tiene que ver con la ley de la involuéT'Óri'-y'evohlcio'n-segilñ'el plan divino, de la que nos hablan los teósofos modernos; se trata sencillamente de un abuso de libertad, como en el caso del hijo pródigo. Y la fórmula clave dela historia ..~.~J':l.h~.r.?:a~ nidad no se encuentra ni en elpr:i?ií:eso'a'c la<:i"ili.z.~~ióIl.ni.en el p~¿-;:'e:;;;··~'.'ol~tivo·ni e~ nÍng{¡[; 'otrop;a"ces:o~'~ino en las palabras defhijo'prodigo :"1" '., ," ..•....•.......
~~?1~s
.l, V
v
,
L
"Padre, pequé contra el cielo y ante ti; ya no merezco ser llamado hijo tuyo, trátame I \como a uno de tus jornaleros» (Le 15,18·19). ." I!....
))~
¿ ~§ . .P.'-:l,~.sJª.h\Jmgº,~-ª:a0.1.e)!.a.:sol.a, responsablede su historia? .Sinl ,):. )duda alguna, ya que Dios no la quiso así.):!'nel1a:Oiº~est~.crucifi~1 I
~;d;;.,· '".. '
'..
·u_
••
,.",_
•.•, .. ,.-~.''''
.'
)~
.
:-.~Comp-renderemos estosi nos'CláJ;nc;s cuenta del alcance que tiene, )el hecho de la libertad humanavasi '-c'omo,el de la'liberta'd; de.los seres r j., :de las jerarquías espirituales: ángel~.~L.i!j:jng.el.eJ.,,~P.T..!¡Q-Eip~~S!.º~,.i:lOJes~ [¡: ades,. :vi!"tucl~.SL9.Qmi!l-ªEig9.:.~s., ..tr:.9.nº~,q!1.e!"':Íp).I1es yserafines. T odos , )~st;s'~~eres ,jIl~J.uidos los horpbr¡:s, los P?s.~ch"irril.PoseeI.1.~ºA,.e~.ige[1ci~.o~ )r~!.C?.:i]~~9ÚaJSi"t;erieri.existenci~ real, no son espejismos , son entida-. 1""e"S _~~_q~E~l1dien'tes dotadas no sólo de una independe!1ci~f~l1om{r,¡i~tZ, . )sino también-,- ,...[nouménica.; Esta independencia-_.__ .--nouménica es lo ,." que; . - . -. "---------"'..•..•....• _-~_.~-..__ -.-.-,.-- .._ . )nosotros entendemos 'por li.bertad. Lit-Ji5e-rtad no es, en efecto, más"; ;~~ la e·xist-;;~c~~""í-eaTy un ser creado por Dios. ~~l:.li~E~,Y),b~Ji!: ..§..Q.I}§iJ:l9[l.iJ!l()..:>.1.~,~.slL~Lp!-:lp~.Q.Qe.yi.sJ~. m'O!::ll.y..~.sp.iEi~llaJ.Así .\ )¡como la moral no existe sin libertad, tampoco una entidad espiritual _y. \¡alma o espíritu- puede existir sin ser libre; sólo sería un atributo o )". parte de otra entidad espiritual libre, es decir, existente de hecho. La )~i.1:>.ITtag ..~~J~ ..~;x.:;§t,el1cia ..espiri tual d,t;,!Q,s.se¡:S;~.d )Cuando leemos en la Escritura que Dios ha creado a todos los seres, esto significa esencialmente que ha.~~9.0JiJ2.~[gq=g~,~~~J.e[lcia+ )~ (a esos mismos seres. Una vez concedida la [ibertad.Trios.no la,,re~ira\ , ~~E!:.~.Ae .!
~~;:~~~J~t·~OQ~it>JClé~[q~~~:'$J~R~~6ITi~!¿,
,~Q~~~~'~~~~~itn;':lo;d~r;, so b;~toao -¿~~~d;~~~-~~' id entificá .~L.e~.E~atjYjlmen t~.iP::ofe10~j'va, 'po~Tó ~uc'ho q~~~~~.e1}o~doAe¿e.9ÜIlf~p~1.!..;,.M:s_!1,?~C~!!~Jo mismo conlá'otrac'a~egoúade adoradores d~Jpo..4e!, los que proy~c,tan. este i ~e;l ,~n.el pr()pi oD ios. S~JLe.!l.Pi_?~,Aep..e..I!_cjT~Iiiúi,ri~iite..~e'l poc!p divi.I1o;_§~ Dios fuera impº~.~nte ~.9_cr.~!íafl.eIl ESt.9..S. ..s9.0 quie~~s'~nseñan que Dios ha creadoliniii.~.l~a~_.E.~~4._egin~si.a.sA_~.a':>!I+ :go úer;{o yotrasá la salva¿ión;so~_t~~bLé~~o~:,g~l~ha<::~n.! Dios; !re~pons'able de toda lahistqriadelgénerohumano, ..1.r::~lUldass~s ~trocidades.Dios;·chcúl, castiga a sus hijos desobedientes por medio de, 'gü'erras, revoluciones, tiranías y cosas semejantes. ¿ Cómo podría ser I 'de otro modo? Dios es omnipotente, luego nada puede suceder sinsu! intervención 01 al menos, sin~.u.c.o.l1sen.t.iI?~.e_n.!!?.i Élídolo del poder tiene tal influjo en la conciencia humana que ésta prefiere un Dios en quien se mezclan el.bien y el mal, co~ tal que sea poderoso, al Dios-Amor que sólo gobierna por la autoridad intrínseca de lo divino, es decir, por la verdad, la belleza y la bondad. ~ oY-.as,.palabras,prefiere.,eLDios ..ac:tll.aLmen~e,.J9_dºpoº~lé.~~.
a;~
n
r
~~~---~"'-""-"'~""
.\por~~_~~~ ..
v __
104
¡
¿;~pY~t~-de
"
~_._,_
••
_._-
••••
~
•••••••
.,,"._~_
._
••••••••
_._
••••••
_~
•••
"""._'.'.
_,
•
•••••••
__
•••••••••••
__
•
•
105
)-
))-
) ) ) , )
)
.son inmortales.
Este enunciado
-«la liberta4_g3~.~s.~~D~j.
f~¡f~lfÍ~~!~l~~~~irr~~~~!i~~;~~~~i;:;
)
ip.fierno" Efectivamente; nadie nos envía a ninguna parte: la libertad es auténtica, no una mera comedia. Somos nosotros quienes escogemos. AIE-!laexistencia y habrás esco.gido el,cielo; ódiala X habrás op~ado , ..... .. ~ ...•~._... ".~ ...-"..,.~-"•..... - .-."., •..•.._ .. ..~ ... ,._.-.-.-. ..... -., -.•..•........ -. ..,.-.~...."' •..---_ ....• __ ..._-_ .. -por el infierno. ·-e '. "':Ahora bien, para los seres libres Dios es o el rey que reina (en e! sentido de la autoridad', como enseña el cuarto arcano de! tarot) o el crucificado. Es e! rey p;raaquellos de sus seres que aceptan de buen grado su autoridad (que creen); es e! crucificado para quienes abusan de su libertad y adoran a los ídolos o, dicho de otra manera, sustitu-
)
yen la autoridad por un sucedáneo. Rey y crucificado a la vez; he aquí e! misterio de la inscripción
)
Pilato sobre la cruz de! Calvario:
) )
.
) ) )
-
-
;
'\:{ «El..primer ' acto del Se r in . f"iruto, e I ' en-50),,{' f ue por tanto .'. no h . f s':'f1.9.ynpaso hacia adentro, un meterse en su ' . .. . --... .unpaso actaa uera, neserne la audacia de este término- de Dios «~rodPIO ~nt~nor, una ;cürHracción =perdó- j J d duci __ es e SI rrnsmo en SI mismo" Así ' en ugar e pro ucir una primera emanación d . , '. .., pues,+_ .. 1· sí mismo, desciende el 'en-sor al e t .. ' de su eXI1sten,cI.ao de su fuerza a partir de' \':.\"'".\5 , f ".. .' 'l s ün 1al 10,. entro e e· SI concentra. e ' . .p_rgplgSer. __>._ ' . n Sl-lntsmo. Sil
-_.--
;,.,
o
«ELpxim.e!_acto.no..es, por' consiguiente, un acto de revelación si od bri j.o.y.Jimitación.,Sólo en su segu d 1"' D' d ' ." . ' ... ,0. .... e encu. rtmlen~ >_..... '.' , " '. n o ac~ü:sa e. IpS .e SI .nusrno .t:flv.~ando un ra o. de su q¿.. ~s_ell.l2:\ -rÓ'Ór
de
) ) )
:?:J:'W
Rex l udeorum; de los 'judíos.)
,. . ' z; .
.
o",
'; ;:'~"
0",;"
.:
\.,-.'-
"O
abi'b .'
J ustarnente al evocar-esta idea asistimos alnacirrii~htÓ -tad, Be!:",cL,ia ..i_e,?: lo 'formula';~f: : .. :, :",> . . . ',~ ..,:/.,,:.:~aJeJ-;i, -" . ~i
.
ha
, "La li,bertad no sido determinada DIOS creo el mundo»:',
~.~~~?:go~"·.~~~~~:,~fri ..
L~libertad
trono de Dios y. al mismo tiem}?o su
es e! verdadero
por Dios creador'
..JL-añ'aaa·=ere~"acío"iñ>-··"" d'"
procede ,na
. "
(', _, _ ,.._P, _.}!?9f. edond« ~tslmtsumes el lu ar de . d 1 lib (_...,, , __: ., ..... g" " ong.~neal~rtaº'.
de la
: " ,"-
'.
..,,~.!
)
au~'d~"~~{~x
')
hiyiJe; de él.
)
.~J Así,
I
J
) ')
) ) \ )
)
) )
,
" , "
hi'storra
-- '
" "
..
la crucifixión divina d.eriv~ de! h:cho de la libertad o existe;} era real?e los seres de las diez ¡erarqUlas, en tanto el mundo este gobernado por la autoridad divina y no por la coacción.. ) '. Fijémonos ahora en la idea del tsirntsurri, la «retirada» de Días, de la escuela cabalística de Luria. Esta doctrina revela uno de los tres
••.•
":
•.•••
'
••••..
'
•
I
e
ra·id~;--~-reTú~;;;tsum, de la retirada
Ahora br;;~~ la libertad, y la de la crucifixión
de Dios para crear divina por mor de la libertad coinci-
:i~J~~f~~;f;;:#i;:f1~1~!~~:;,~~~;:~f~~r-1~~i~~
sod hagui(g?l:l, .~l«~i,~,~gi(),A<:.}a revoluci?n>: o, <~F~~l}sa~:2~Si9P ...cl~las ,almas». Los otros dos misterios, e! de la unión y el de la revolución o transmigración de las almas, serán tratados más adelante (en cartas ulteriores, por ejemplo la x). Tocante al misterio de la retirada (o
) )
de él un tirano y sin la blasfemia de dudar de s~poder o en la mientras y será crucifi~~d;-"~~.·h·~~~didaeñ··q~~~~lEo·r;b¡:es~'ap·;;~e
"
1. G. Scbclem, Die jiídischr
courantt
de la mysúque
juive,
M)'stik in íbrcn Hauptstromnn Payor, París 1950.
2, Ibid., p. 287. J. N: 1947, Bcrdiaicv, Von der Bcstimmung hombre,
des Mcnschen
I
e g n,
Z
. h
une
5
19 7,
p. 286; trad. francesa,
• ~ ::~ • illl .
J
.!:~
:ijQ
'1;'1
:\ilj
~:¡~j 1,1
:l~jj .,-
J¡i '·!:i
'¡J¡ 'lH :¡J
" .;
del "
:J
\
107 106
',!
Les grands
Berna Le''P 1..'19 19J5, p: 42; trad. cast., La destinación -
... .:..
;,:~,:.:,.¡,;
.:;:."
. ',lr1
.DIOS se n:9r:.o nor su acto del ".., .', ,r.;" ..• '." <"'.' .' ; o sea el lugar de ongen; 'de la ex-sistencia de la esencI l' . '.' '.'; l··.. . ¡_.".... .,a,qyerepre;;,c::nta a potenCIa idad absolu-:, ..d_eJgrmln<\d.ª' ...en.modo. ..aJg1}n,o.Todos-los .' .,~~'!.>.}lQ d '"'' --. _sere .. s"'.delas d'I:"e" z ':., Jeral-· !<]Ulascrea as son hiios de Dios de la lib .---; _ :--; ' ¡ .'d---.-....._, ...,.. ...J._-_...--S· . libertad, de la plel1ltud divina y', l e la nada' lleva e' d 1 d '. .' r __.:_._ .. _:, ... :.d1 n.~.¡_}J..I1ª,g().t
¡¡)
'Iil
d dI' a e a que
i;~~:~~~r~~1:~l~i~f~l~~r~~1~lfr~~i~~i~~~i:¿1~¡~ legiogehacer
"1
hl
'0
. ,::~ ,{o
..[2.4.C?E(?§~~'9~g ..~jmpºt~ht.~,.~,J,i ..;~Z:"iP~;'e~9J()~.~~,~~?~.h~J.1:J2.():~i:: i\~:J~~~·i'r'~'~~· ..~~~~,:~:,~;a~s~r,~~~~~(~a.t.á.s ..~E?J~.~)if1Sí,~I1 ..
:~i··'i'l
1,1',:
.Ór
,do...r..ealizar.tan.tQ~,..JD.i.l¡¡.grm~~9,~.,"c)Jr
1-
¡
. "1
:
)
)
~
Iesus Nazarenus, ._ ..C!esús Nazan¡nq,rey
Ó:
.;¡,
E.n otr~s pala~ras, para crear el mundo de la nada, Dios tuvo que hacel. sur~lr previamente esa nada. Tuvo que retirarse para crear un misnco ocupado poe presencia, es decir paca crear
) ) ",".'..:', )." .
,.'o'.
Yl
!,:j: ,.,,-,
))-
:'--
den en todo. En efecto, la retirada de Dios para dejar sitio a la libertad y su renuncia al uso del poder contra el abuso de la libertad (dentro de ciertos límites) no son más que dos aspectos de la misma idea. Huelga decir que las ideas del tsimtsum y de la crucifixión divina no tienen ninguna aplicación cuando a Dios se lo concibe en sentido panteísta. El panteísmo, como el materialismo, excluye la existencia real de los seres individuales y, por ende, el hecho de una libertad no sólo aparente. Para el panteísmo y e! materialismo no caben ni pueden caber las nociones de retirada y de crucifixión divinas. Por otro lado, hu:!~~t~in~.c:.ª.b.aJístip. del. tsimtsum es )a,áIÚ,ca.,~x;pJi<;a~iº_g..§~Lª_qy~ ,o; ,;c:()~().?cod.~la~r~ación ex nibilo, c~paz, de.servir.de CQPtplpe~QaLp-),IJO '" LS1lEple P'fnt~~~mo,v- Constituye.ademásunpr ..QflJndO"Vll1C:1l10 .entreel il\.)'l~iguo y NuevoTestamentos, al poner en evidenciaelalcance cós.mico ,qeJ-!jde?- de,sacrific,ioi - ".' ,. __ ..1 El reflejo de la idea de la retirada y la crucifixión divinas se en)cuentra indicado, como hemos visto, en el cuarto arcano del tarot, el ¡Emperador. El Emperador reina por pura autoridad, reina sobre seres +libres, es decir, no por medio de la espada, sino gracias al cetro. É~re ,;acab.~~!1.,uJlª.b.ola;.conuná Cruz encima. E{Cpresa,.pues~-clªú~~:na~~~te :r.Y:;;~eS·central delir¿~;i'g: así como elmundo (la.boJá), est;Í,.9.Qrrúnado l,:; ;por la cruzy asi ta~b.iénelpoderdd,Emperador sobre-el-orbe se~halla ¡sometido al signo de la cruz. El poder,de1ElJ1P~!.:'1.º9r,r:ef1eja eJ p~,cl..er !divino. Y así como éste se realiza mediante la contracción divina : (tsimtsum) y la impotencia voluntaria de Dios, la crucifixión,de']a' ..\ ; -mIsma ma~era e! poder del Emperador se realiza mediante l~~'~~'trac:'t . ción de sus fuerzas personales (cinturón -apietaClÓ}y l~, inmovilidad :,volu~~ar.ia (piernas cruzadas }..en,:5{¡p~)~$iQ:Úi!iiLº_trQl1o).I· ,... emperador ... iQu~ ,P-!~.tg!.~.ª~j<:k
--l~ItI-n."áó!i(rer
"Al igual que conviene efectuar la fundación de una ciudad o un reino según 'ei} ,(, modelo de la creación del mundo, así el pl'incjplO (ratio) de su gobierno debe derivarse' dela manera como el mundo es gobernado-c.
Tal es, a este respecto, la tesis fundamental de santo Tomás de Aquino. P9Le.SO)OS autores.medievales nopedían imaginar:se...1a,.,cris~i;!Jgi.~
i:
L
:,--
¡--
~: ¡O,
bién lo había de estar la cristiandad o sacro imperio, La jerarquía es una pirámide que sólo existe si está completa, y el emperador es su cima, Luego vienen reyes, duques, nobleza, burgueses y campesinos, .Per o la corona del emperador es la que confiere su realeza a las coro] 'pas reales, y de éstas deriva la autoridad dejas coronas ducales y todas Uas demás.\ ," . 'La j~'~~ióndel emperador no es, sin embargo, la de la última (o más bien primera) instancia de la legitimidad. Era a la vez mágica, si por magia entendemos la actuación de las correspondencias entre lo que está abajo y lo que está arriba. Era el principio mismo de la autoridad, del que todas las autoridades menores recibían, además de su legitimi- . dad, su influjo en la conciencia de las gentes. .Por esolascoronas reales: J?~[,criér9!,i~~Hiatrasosr:¡i,s.ílesplen~or y se eclipsaron aLe~~ipsarse la/ ;~,~rona imperial.'. Las monarquías no pueden subsistir mucho tiempo'¡ /sin la monarquía; los reyes no pueden r epartirse entre sí la corona y el! cetro del emperador y declararse emperadores en sus respectivas tie-] } rras, pues la sombra del verdadero emperador seguirá cerniéndose ¡\ (¡ sobre ellos; y si antaño el emperador dio lustre a las coronas reales,; más tarde la sombra del emperador ausente ofuscaría esas mismas \ ;t::( :Gq)'ónásy,flor ende, top,a,sJas demás: ducales, principescas, condales, , : "¡etcétera. Jd.pirámid~riQ~~e.sJ;á:c.QInpleta sin su c,i,91:'a;J..aj~(Ú'.qli:í
)))-
))))~ ))-
))-
¡
)-
)-
J
eso
),
" ~"'5-/ )),
i
\-
/
)-
I
a
))-
)-
,
)-
))-
)))'7
"T~~~s los que empuñan
la espada perecerán
por la espada» (~t 26,52).
))--'
108
109
.. ..,
)))-
,
) ) )
)
f - ) - ) --
Dmbién,.Bide.Ltmr,QJ::L.deli.r,ªPJ,~,,~g_}~.i.~.iºP.,,~-e~I2ar dp_l!esto".Qe emperador: C:r~y:ó,p().9.,~rasentar~«eLJmpenQ,l[l!~~!!-_~J2~:-..(~.~La.:!:t.s..~,dge)~, ti~;¡,~ja-po.Lmedio,de.J4:,5.E.
p&;ii,e'~~t~&)'
)
\bfljo pn!.t,.eJ:.fi,ºI!:t!:Iz§gJJ:l:t.~,j
)
En"la cuarta lámina del tarot el Emperador está solo, .sin corte ni séquito, Su trono se halla situado no en una sala del palacio imperial, sino al aire libre, Al aire libre en un campo sin cultivar, y no en la plaza de una ciudad, Una mísera mata de hierba junto a su pie constituye toda su corte imperial, todo el testimoni<;> de su grandeza, El claro firmamento se extiende sobre su cabeza. El no es más que una silueta sobre ese fondo celeste, Solo en presencia del cielo: así está el Emperador. Podríamos preguntamos: ¿por qué el hecho extraño de que el Emperador y su trono: se encuentren al aire libre se les ha escapado a tantos autoresesp¡;d¡;,rtizadt?$,t;n eLtarot ?~po,rqlté no hanaludido a la sóleCladd~l Emperaddr ;'Ksu carencia decorte y séquito? Débese esto, creo yo, a que raras veces se le deja decir al símbolo, a la imagen del símbolo como tal, todo lo que su contexto intrínseco denota. Se le deja decir algo ... y en: s~guida se interesa uno en sus propios pensamientos, en lo que uno mismo quiere decir, y no en lo que el símbolo
)
) ) ) '- ) ) Y'" ) )
) ) )
) ) )
) )
) ) )
) )
) ) ) )
.-
d!vino completo y manifest.,~~?"E.igf.1jfLs~-_a.L,gÚ~p~?,,,~iempo una función, I~A(':,'emperador; o sea el estado de concien6á:"aé'la'síiitésis\
"\'~~g~~~ª-~.~t.~:i-~1~~,~~~;f~~~I~:Js~~1~~W~1~~~~}~~~~~~~i~~:~i~~~'~~1~~O~?~¡ ~\' ,,', . ~ntJcnde ,aquí no en el sentido de un ritual ni en el de la posesión de \ informaciones que se mantienen secretas, sino en el del estado de J:y." S2.~~I)_~@_~_?~~.e.,,~t¿?'01i.dad-e.,iWJ41J:t.U,qlLJj.1J.amisma,.c.Q~a. ~j,~.::Lt.~r.l..~¡Ld("JQ __ t.e.'!pp.QX,Ü,Y)2, ..<;,t,~nlº".-c;l,¡:_lR, __ qq",_e.s,t,~ ..;J,ºÚo está arriba, La fórmula de la iniciación no varía: \ "" ." .. ' --------""., •.. \
ful;:~yi;'~ó~
y.19'~q~e
",,,,,
tiene que decir ..... ' '. .. . . .' . . .. . __'' __ ;r::3: LiiniDa·;..no ..obs.tarit.e;,,:~s...,S:,ªJ~g6ii~ª:;~:eI:Eñ1Ir~Iast:ºjj~.s.i~olQ__y,--:a¡ aJr(/lib;~en un campo sil}"cultivar y cot:l__ ~ln,~__ D.1at_a.,_1~_.~ier~~I:.()L~osL4
,;',,' ','
"-~,,,.'"
"-
~
"\7
,yHe aquí l0. verdadero, sin mcn.tira, lo cierto y veracísjm~: L~ que está a?ajo es\ milag lo que esta arriba, y lo que esta arnba es como lo que esta abajo, para realizar los I [:milagros del uno.» ,,-'
_,iE,5t·;~~~'d~d--~i~1.ª~~~::~~~_t~~pI~~,~o~,p..!:~,~ticad'a ·y·,¿()'il1.p'l~e·;;aTd~'~s'l;~f.\ iniciación O santificación del nombre divinoe'i;"EThombri:'no"ü'i:ro'es 1 j
cj
dr'i~~,~~,~¿?i~~<'~~~:~~H~¡ ;'
(~~6~i~~~:~~g~~~t~,~~E~~~~~~~:~:::~~~~:~~:~.·.~el··'pa (E:lf.r.np_e!,a4~r representa,
pues, la autoridad
de la iniciacióno
del
~i~~~~:~ __ c;lY{~~'f~:~~~~~~'t~~Iª~a,:~1a~~:~it~r,~~ ~<:'~p'º"mªgL<:;2;,y, ,~e~sl.t;,,~Ll?~!lt(),g.~,'yl.S~.':'.,.ª,e.J~,.
i~¡~~i~~~~t~~~ig1~~~
)filosofíahermética es tan inseparable de la unidad mistica-gnosis-ma-j \gia como la segunda he lo es del nombre divino, Constituye la autoriya~ o manifestación de dicha unidadentremística, gnosis y magia:.: Li'filosofía hermética sitúa en el nivel de lo v~'rl5;,/;nitiñ-aé'To qu e esYir~iii,~!;~,??!:P::,4.4c;i/Le.t,ce,r.iú.1i;' déEJó rn1ula'e is t~;:;~16~i ca de . la Tabla de esmeralda, Es.jen efecto, el resumen de toda experiencia. mística, revelación gnóstica y práctica mágica, La experiencia mística espontánea, que en la gnosis se vuelve verdadera -o reflejada en la conciencia- y luego cierta merced a su realización mágica, se refleja por segunda vez (como segunda he o segunda gnosis del nombre divino) en la esfera del pensamiento puro basado en la experiencia pura, para ser allí examinada y finalmente resumida, convirtiéndose así en veracísima. La fórmula Verum, sine mendacio, certurn et uerissirnum (Lo ver-
.~~::;I~:~~~:~~~~~~~~¡;~;:~~~~~~~~~:~~J~1~~;-:~i~~~~~1"~~~;~~
preciada, Trátase dela corona, 'él cctro,,~L tron~x. e}__ es<;:Y~~.l$~a.Ed~(. dos, sin otros ~est;gos'qu~ el ¿idO'y- la-~i,eE.ra-;P
."
...•.
'
',"
"'--','~""
Ahora bien, la autoridad es la magia de la profundidad espiritual llena de sabiduría, En otras palabras, es la resultante de la magia basac!:J, en la gno~i§.q1,l~a.. su vez se de.~_~,::,la.,~,x.;p~Ei.~r:5::~~ __ .~ísti~~:,-~~j ;;~~~~~~·~~;:}¿ÜfJ~:;-~,;,'í~,/~~p~ild~~~~t&i0:~[~.i~'~'~~~~~:ff:sa\ \enteramente el no}p.Rr~,__ cllY:~n9.jPOr eso es mas Justo decir que 1.CIj \~~;;t;;id;d'es-e(:nombre divino completo y mCfnifestadoj El nombre 110
se
p
111
L
r:
L
I
I i
l'
dadero, sin mentira, lo cierto y veracísimo) enuncia, por tanto, e! principio de la episten:o.l.ºgfª-.(o"gr:lQseQlQÚ~)~~e)~,fiLº-~fía_heLrp._é.t¡,c1 con su triple Pleara"de toque. Este, principio .puede _,f?F.~.p.hr.s,~__ .d~ varias maneras~ He aquí una: L9 absolutamente subjetiy'º,,,(P.':lT9:.J~XP~j \ riencia mística) debe objetivarseenlaco.n~ienciaL~~r~~~p~ad"oene1La¡ c?~m9 v~rd~d~rC! (revelación gI?ó~tica), par~ luegoeyi,~<:nc:i~~~~"c_~,o~ '" cierto gracias a sus frutos objetivos (magia sagr
e
,...
112
(
si,
a
_.jTI5~g~ati~mo? sipor dogma'se e~'t;~nde la c~rt'eza debída una '" r~;elación de v~l~r divino, a s~ fertilidad c~nst~uctiva ya la confirma- ( cron que ha recibido de la razon y la expenencla reunidas. Cuando se i tiene la certidumbre basada en la concordancia de lo divino que reve- " [la, lo divino-humano que obra y lo humano que comprende, ¿ es )posible actuar como si no se tuviera? ¿Habrá que renegar de ellas tres \veces antes de que cante el gallo, para verse admitido en la buena;" }compañía de los espíritus libres y no dogmáticos y calentarse con ellos '. e ¡junto al fluhegodbe l:s "c~,:~~.~~,l,ativas~,.d.~,lo __f!I:~,:~,r.D~~~~,s.~}i~o, 'manos de, om re r : "-á,{~;~~'?S¡-,~'i por herejía se entiende e! primado de la revelación universal, de las obras del bien universalmente reconocidas como tales y de! ideal de la universalidad en filosofía. En suma, laJ~!?sC?Jí;l,hermética no es una filosofía particular entre, otras filosofías existentes, No lo es ya, porque no manejªJQE,cepJos unívocos ni sus correspondientes definiciones ve~h;fes, corno lo hacen las demás filosofías, sin()_q::::c.q:,ng,s y~ll~:~,x,presio,!}~§,~imbólica;s, Compárese la Tabla de esm~ralda con la Crítica de la razón pura de Kant, y se verá la diferencia. La Tabla de esmeralda enuncia los arcanos fundamentales de la obra místico-grií5.,:stico,:·[Uágico-filosóEica; la Crítica de la raz6n pura levanta un edificio ,conlpuesto de conceptos unívocos (por ejemplo las categorías de cantidad, cualidad, relación y modalidad), el cual, en conjunto, pone de relieve el método trascendental de Kant, es decir, el método de pensar sobre el pensar o reflexionar sobre la reflexión. Este método es con todo, como veremos, un aspecto del decimoctavo arcano del tarot (la Luna), y este arcano, simbólicamente expresado por la lámina de la Luna, enseña de manera hermética lo esencial de lo enseñado por Kant de manera filosófica acerca del método trascendental. Entonces la filosofía hermética ¿no es más, que mero simbolismo y nada tiene que ver con los métodos del razonamiento filosófico y científico? Sí Y no. Sí, por cuanto la filosofía hermética es de Índole esotérica, consistiendo en arcanos orientados al misterio y expresados en símbolos. No, por cuanto ejerce un efecto estimulante en el razonamiento filosófico y científico de sus adeptos. Se halla rodeada, por así decido, de una penumbra intelectual de carácter filosófico-científico debida a la actividad de sus adeptos, que persiguen el fin de traducir a conceptos unÍvocos y definiciones verbales, dentro de lo posible, los arcanos y símbolos de la filosofía hermética. Tiene aquí lugar un proceso de cristalización, ya que la traducción de conceptos equívocos o arcanos a conceptos unívocos es comparable a la transición del estado de vida
I
í
g l~s,,'
L )-
L ))-
).
)))-
))-
))))-
)-
)))-
))-
) )-
))) ')-
)))
113
)-
))-
ApocaLipsis de san Juan no s~ encuentra en ninguna parte, ya que no se
orgánica al de mineral. !{\sí es como l~s cie~cias oc~l~as -cábala,. astl·.ología, alquimia, etc.- denvan de la hlosoha hermetlca. Estas ciencias pueden tener sus propios ~ecretos, p~ro lo,s arcan~sq.1!e en ellas se reflejan pertenecen al árnbito de la filosofía hermética] En tan~o la intelectualización de la filosofía hermética represente una especIe de comentario y corolario, por ello mismo será legítima y aun indispen\s'able. Cada arcano, en tal caso, se traducirá a varios conceptos univo) cos, por ejemplo tres, y así se ayudará al intelecto a .acostumbrarse a (pensar herméticamente, es decir, eIl ..~?_r:~~ptos am~f2,\l..?~~.!r~.ano.s; i:rerocliah-¿0·la-trit~1ect§Mi!a.¿iºn. de.la.Ü1Q.~."fí3. ..h~rrr!~9.s:_~-~~@_e.!L~I.~ !&-~~~.;~ ..~n5iSúmd "a~tóE-().T.(),__9: t:..c:_() P.:S:~P..!9.~I~_~~_~~E ..~<2?~!a.c!l~\ (;ciÓ~T¿r~;reñtl:~··erlOs;··e.~to_n~e.~.c.0I?~.~e. ..\ll2.~~¿?' ~Il~:,:ez...~~. ~on~:I-)
)
) J
) )
) )
1
)
'~~!Taq'üera.ril:z;ó'~~~0~~_~.~el"be.l~Y'~Ip.'?lr.~~~.~~:.de ~I misma, le pon~ mas; en vez de 1.q.ar.a,- a..<:;,U1.9::;;t:.J _ . ) , L~s ciencias ocultas se derivan,p~es, delaJi!?~.X):' 1ós,1¿s~r<:;a~os.1TI~yl)re.~ A~l tarot.~ntre()Í:~.~s?S?.r?l)p~pr~siol~es .a.!e~ ) igóricas delas teorías? conceptos de talescleIlSI~s. 1\1.cpn~ra.p.9,.§O"I1, ) bs doctrinas de las ciencias' ocultas las gúe se denvan de lo.~.s.~pbolos.
1, un obstáculo
-
'."'---" ')
t~'ata, ~I mucho menos, de interpretarlo para extraer de él un sistema f¡l~sófICo-metafÍsico o histó.rico. La. :erdadera ela~e del -d:.P.$~'!.!iP-J.i.~¡.. • resI.de en practicarlo, es decir, en utilizarlo como libro de ejercicios/ ¿\C"'-i/>'" espmtuale.s q~e vayan. despertando los estratos cada vez más hondos) ¡,.,,\. ,;\-: .-"" de l~ conciencia. Las siete cartas a las Iglesias, los siete sellos dellibro¡J "" , .' ' prec~ntado, las siete trompetas y las siete copas representan en sJ '; l'. ... .. jF totalIda~ ll~.!~~.1a---º~<=:j~t~i0.~s.~~e.irit_~~~ _c.2_I!lP"y~§.t~.sle 28 unida '-' "' l~~.~E!!~~~~Fí~s. En efecto, por ser el Apocalipsis una revel~~l¿;¡;p~~~~~ i \por escr~to, . ay que crear en sí mismo, para comprenderla, un estadri f¿ [de conciencia que permita recibir revelaciones. Tal es el estado d:\ .¡) {concent.ra.ción si~ esf~e~zo (~nseñado por el primer arcano), seguido!, t :de un vIgIlante sI~e~cIO ~nteI:IOr (doctrina del segundo arcano) que sel 'i~f' ¡trans forma en actividad inspirada de la imaginación Y el pensamiento ¡donde el yo consciente actúa junto con el supraconsciente (enseñanz~¡ ~del tercer arcano); por fin, el yo consciente suspende su actividad icreado~'a y contempla, haciéndolo desfilar ante si, todo cuanto le ha \ i¡ (prec~d~do, para resumido (ens~ñanza fráctica del cuarto arcano). El l' ~omImo de estas ~uatro operaCIOnes pSIcológic~s (o psicúrgicas), sim-/ :1.¡ tDo~:~~a~.a~F;-spectr~a\lly;~te:porel Mago, la Papisa, la Emperatáz.;i~:c:1L .: ' '1 t EmjJel ador constltuyela - ".el av.e d te1.Ap lit. ..•..En .Y~nQ se:···T··J,,·,·t. ~, "1 •..• _-._1" .._ ,.. ,OCC!.JPSl5. vpscara',,/ ·,C··. . :1 iQ~f.;!.: l'. ...".... .": , •.."
i
.¡
i
i~~~~T~~~~~~~X~~o.~t~:l:;c¿itl:lgi~~~il~~l;i~~r~~ ..g~~·.st~~>J~I~fl~V~1:~':~~·'·:'·' !- ...._--J .... _.•- •............• "-' .. ···_···n-·_··· ico Así ues no debiera decirse: La cuarta l!OS<;Ie.k~S?~(:~ISIP.:2. .. (!rl1},t.· . . .' .,P ?,.. - :---_.. -;-:""'-""'-'--Ü:~ina -el Emperador-.¡s el símbolo de !a,d()c.tn9ª astrologIca. sobre j~]:út~;~Jyiás~bíen 'h~bría<Í{¡e'de¿ir: El arc~no de la ~u~rta lámma; -~~ E~peradorser~Yelatªx:nbién en la doctnna.a~trQloglca.~obre JUPIter. L·a[5.úI.~~~n~ii0;hom.o tal sigue intacta~ pero hay un mundo de :disiriiilitüd ambos enunciados -.En el pnm~rQ,unQ ..~e,queda en. iasi:r61¿g;-y~;d~~i;q~~ ~strólogo; en el segundo se piensa .c.? 111 o' \herméti¿o,sifl por ello dejar deser astrólogo; si uno lo es. , ,. , '\L;fii~sofía hermética no se compone de cábala, astrología, magia .-y··alquimia. Estas cuatro ramas, que brotan de un tro~co, no c~nstitu~ •yen el tronco, aunque vivan de .éL El tronco es la u11l,da~mal11festa¿~ . de la mística, la gnosis y la magIa sagrada. No hay ahí nmguna teona; sólo hay experiencia, incluida la experiencia intelectual de los arcano\ y símbolos. La experiencia mística es la raíz de ese. tro~co, ~a ~xpe-; ?riencia gnóstica de la revelación es su savia y la expenencI~ prac;Ica de la magia sagrada su madera. Por eso la enseñanza deJ~ fIlos~f~a her¡ rnética -o el cuerpo de su tradición- consiste en ~j~:!J:¡;1:P..L~~p..~:!.!J!:.ales;·y t~~_?_~_s.~~.:.~!.~~J1:_?T\r.?Eid,:~~.~arot iI1d.L.I.siy'_e) ..s..?_l1_~.i~~~~~~-p.rá.cti~o\ ¡<;Sr iri tu~lS~ ..Cl~i~E.~~~~.:.~, ...~~~pertar las, c.
t ,;.
".:
'1
é
) ... ~-' )
'.
)
";.
'entre
) ) )
)
) )
)
) )
~..
~. _~""'
•
o'· •. " ".,
_.".
0._'
•-
)
también ejercicios espirituales: además --d~> feerl?s y releerlos, es menester sumergirse por entero en su elemento;' í~-e~plrar su arre.; to~ar parte casi como testigo o.cular en los aconteci.."; ,!,!uentos que descnben ... , y todo ello no con ánimo de escudriñarlos ( sino de._~.ª!:l:Jjr..~!los con admiración siempre creciente. .l, el Antiguo Testamento hay partes que' son asi~ismo ejercicios espirituales. Lo~ .cabalistas judíos -el autor o autores del Zobar, por e¡emplo- las utilizaron así, y de ello se originó y vive la cábala.fl.a'
Evangel~os·son
j:::
t
,J.
;~ft~~l§~1i~t~~[~~
;,~§~J~;J:~~~~~~~Jr~~~,~~~~;~~0~~r0~r;!:' l¡_=::~~.~.~?,s,.,~~pmtlleles. de que consta la tradición lPermetIca ...'
viva deIa Jiloso#a\
~;;;~~:~;~~:i~~;ifti~a~'i¡o::!~<;!~\u,;,~,~~~i '. \n~['<:lcI~~:'iPJ.ntuales-y_.las._.e~p.~_r:ienáas._q,l!e:.iI!.lpli.can~Si llegaran a 115
114
I
"¡
. ?n·
.
) )
.~.Xós
encontrarse tres personas de distintos países que hubieran hecho del Génesis de Moisés, la visión de Ezequiel y el Evangelio de/san Juan tema de ejercicios espirituales durante varios arios, se encontrarían como hermanas, aunque el una supiera la historia de la humanidad, el otro poseyera la ciencia de curar y el tercero fuera un profundo cabalista. La 9!Jf~U.a..b.g.es.~el··réi1i.hadº._.g(:1.ª.J:xpei-ienc;a 'y"oriéri"fáCion) pérsQn4¡s,. mieo.tras.!~ p.!.ofundida4.y_~1 ...!Úie[:¡;fC:<:lQ-Z:ª"dº ...;"$"{il=que; Í-rIlQ?r~~J
.ciITtó·;;~;.el
y
tual del pasado, pues la memori'a despierta no es siempre un beneficio y a menudo se convierte en carga. Es esto último, sobre todo cuando se trata de una vocación que pide una actitud enteramente libre de prejuicios, corno las vocaciones de sacerdote, médico y juez. El sacerdote, el médico y el juez han de concentrarse con tanta intensidad en las tareas del presente que no deben dejarse distraer par el recuerdo de existencias anteriores. Uno puede hacer milagros sin poseer memoria alguna de vidas pretéritas, como en el caso del santo Cura de Ars; y también es posible hacerlos poseyendo esa memoria, como le acontecía al seglar Philippe de Lyón. La reencarnación, en efecto, no es ni un dogma, verdad necesaria a la salvacióñ:"ñí'ür;~'-herejía, opinión contraria a tal verdad. Sº-lo es un hech.o.. cJ~,experiencia, al igual que el sueño a la herencia biolÓgica:·En.·-~ste se¡~t~·d;;··-~~';:';·~utral. Todo depende de su interpretación. Puede concebirse de tal modo que de ella brote un himno a la gloria de Dios, a interpretarse como algo que redunde en blasfemia, Se dice que perdonar es ofrecer la oportunidad de un nuevo comienzo; ahora bien, Dios perdona más de setenta veces siete, brindandonos siempre nuevas oportunidades: i Qué infinita bondad la suya! Ahí tenemóslaeinterpretáción queIlevu a cantar lagloria divina. . ,. . 'C\i'abdó se dice, otraparte, que hay urirnecanismo de evolución infinita y uno está moralmente predeterminado por sus vidas anteriores, se impone la conclusión de que no existe la gracia, sino sólo la ley de causas y-efectos. Esta interpretación es blasfema, pues . tiene a Dios por simple ingeniero de una máquina moral. Nada hay de excepcional en que la reencarnación pueda interpretarse de dos maneras. Lo mismo sucede con otras cosas similares. La herencia biológica, por ejemplo, puede ser interpretada en el sentido de un completo determinismo, sin ninguna libertad ni moral, o como posibilidad de refinamiento. gradual del organismo con miras a perfeccionado en beneficio de la posteridad. ¿ No se le prometió a Abraham que el Mesías vendría en su descendencia? ¿ Y no fue David objeto de la misma promesa? Sea cual fuere J'~:~:IO ..ej~-"c:i-\ es'pifitúaT durante un lapso suficiente se cOI~vlerte en vavs aptitud: \
)
) ....
L L )-
)-
))-
)-
~.eJ~,,~~pe,;len~~~:2~~.i~~~a1~~~~~~qSi~._~~_t.Z~~b~~·~1
. ~.~a;·::~;:;~~6;~ra:~~:~~~::::~ee~\~~i~~'~i~~;.,id:~i~;::~~~~:~}¿~~A~~ . :un.·herm·fftlCo·.:cuya.::vocacwn coñsiste en curar .s.abra cosas. sobre. las ~ÜáboneSex¡~éente's entrél~cónciencia, el sistema de las "flores de loto» (chakras), el sistema nervioso y el de las.glándulas endocrinas, en tanto que otro herrnetista, cuya vocación es la hi~i:oria espiritual de la humanidad, no las sabrá. A su vez este último conocerá cosas ignoradas por el primero, tales como los hechos pasados y presentes acerca de las relaciones entre las jerarquías espirituales y la humanidad, entre ·10 que tuvo a tiene lugar arriba y lo que tuvo o tiene lugar abajo. . .E.,sres.~I?~r,en la medjd ..a...~r.1.. ...gL!f:po~¡; ..r..~fiere.ª:'~ª~S911sis.te_~n ;·bechoT-=-aun'~lii;;da a menudosean de~E~I!!:.ªkza puramente espiri=);uaF·~iu1.Q,tP:,8gr.íal,Poi'eJ~mplo,JaJ:emj;~mª-~Ló:Q~ilQ=~:$=~nitt:QFia q.1.1e.h;¡yl.que creer o no creer. En el hermetismo nadie intentará persuadir o disuadir a las gerites de la verdad de la teoría de la reencarnación. Para el hermético se trata de un hecho o conocido p.or experiencia o ignorad.o. Así tampoc.o hace nadie propaganda en pro o en contra del hecho de que dormimos de noche y nos despertamos de nuevo cada mañana. Es cuestión de experiencia, como lo es el hecho de morir y renacer; o se tiene esta certeza o no se tiene. Con todo, los que la tienen deberían saber que la ignorancia de la reencarnación obedece con frecuencia a razones muy profundas y aun sublimes, que dependen de la vocación particular de la persona. Cuando alguien, por ejemplo, se siente llamado a una tarea que exige un máximo de concentración en el presente, puede renunciar a toda memoria espiri116
L )...
)-
) ...
por
re-;;~;~ ~
tio.
117
)
))))-
)))!
)-
))-~' ) ...
)-
)))))-
)-
)
\No"crar;C~1"di~dp ~T;el'sa¡;e;d !para adquirir ese saber .cuando
) 1 }
) )
)
) )
._
•••••••••
~
.•••
"
•••••••
"".
••.•
.'~
'.
•
••••••
,.'
••••••••••••
-
o"
;f ,h
)!J) .
) ) ) \
)
J
-
,) ) )
}
)
) )
'~-,
efecto magreo de lo que se pr ~.tel1,S,e., ~~l?~~.,,ª,~~,
?~.
:qgi s
d~jª,gYeJ~~i9 ngn§:§!~S:il] ~~~,~~:~~g ~_~g,ic?:ei:SQ iiriQ~liina! .~ar~a .~el J::.ITlPga.9gh~~)a~11~e~~p.z~. PT~s:!,~c:~a"Jle.Ja cuarta lámina ..del' (tara t.! . . Trátase en ella del desarrollo y uso 9-~I, ..~.lli+J.tQ~§~J.t~isjP._~~i[i~}I, con{;;~;'e"árdesa;;;Tl¿"y'~~s;"~f~ i~s';~~~¡d;s místico, gnóstico y ~ágico. Tal es el sentido filosófico-hermético. L~ aptitud E.~~Ea._~.a.~.~I~~q..?r es la ~~;;-~t~;i;~i¿~'~s·en¿iarde'es'feS'C.íiÚ~o. Lo--de-fíníamos antes (en la ség~;d~ é;lita) co;';:;o"~rs~;t~;:r~'d~ 1~·~i~tesis. Ah?ra ~?~~~o:!.r.:n.á~ lejos y definirlo c?PI11ay<:)fPE()f.'::l.r:t.<:l,&~9, cürrJJ?'c.etse.7if!ijQ.Ji.da_tm.qª,~ i~Ló.if,::~~A~c.i!'.;:,ªiJil ..9.é~'8-:~,~si/)l) ,Y.?9Q ~is~ci.9n..JtdfQP Qctf.l]i~.Jl.t.Q.-~~J. s lli:.e.c.~2L~§.<:!.1C~
- ..
a través de los
·;~~~~c~:~~~~~~:~·~~i~~:tfj~~~~~~r;~~0.~\~~.~fi.=~~~l~~ efecto, para el sentido de la InICIaCIÓn Dios es lo más real y concreto -a decir verdad, lo único absolutamente real y concreto- de cuanto existe, mientras que los otros seres no son sino relativamente reales y concretos, y lo' que de ordinario llamamos hecho concreto sólo es, en definitiva, abstracción de la realidad divina. Esto no significa que el hermético sea incapaz de abstraer y haga necesariamente caso omiso de leyes y principios. Como ser humano, posee también el sentido metafísico. Al poseerlo, lo usa como todo el mundo, pero 10 que hace de él un hermético -conforme al simbolismo del Emperador del tarot- es el sentido filosófico-hermético. Es hermético por cuanto está dotado de sentido filosófico-hermético y lo utiliza, mientras el sentido metafísico, por sí solo, jamás 10 convertiría en hermético propiamente dicho. ...( N o·laC!L~a.~.~:9.~rU;r~tI:':'.g~.<:lia..!;k Ri:Iié' Guen6ñ;:quiéli;::,p.Qse!:!dOl::di i un.desarrollado ..sentido me.taf.ís,!\;(l.p,e,rogesprovisto. delsentido filo-s ~Ji('.~:::h¡::~métic(), buscaba continuamente ypor doquierlo ..esp'iÓi:~~l( ;C.Ol1cre.w; Y.p,ot:Jin, "pago ..del mundo,q.~ las abstrac;cionq,esperóí; IP-Qd,erseIlbe,!'a,r del intelectualismosurnergiéndose ene(~ie~nento dd! (f~.r,,ºr de l¡¡.muc,hecÍumb¡G:ht;.man~,que. orabaen.Ia mezquiti4~ El! <~airo? iÚltima esperanza de un alma sedienta de experiencia mística, 119
118
':;..
~r,'-~:
)
_11
PL9,~":::i~º.,,Para el sentido de la iniciación, el espacio entre el Principio supremo y la esfera de los hechos no está poblado de leyes y principios, 'sino de seres espirituales vivos, dotados de fisonomía, mirada, voz, palabra y nombre. Para el sentido de la iniciación, el arcángel Miguel no es una ley ni un principio; es un ser vivo, aunque de rostro invisible por haberle cedido el lugar al rostro de Dios. Por eso mismo lleva el nombre de Mi-leha-el: «Quién (mi) como (kha) Dios (El)." Nadie soportaría la visión del semblante de Miguel, precisamente por ser kha-El, como Dios. El sentido de la iniciación o filosófico-hermético es el de las reali. da..9_~.~.~.!!pj¡l~~
)
)
_ y, en cambio, percibe
:[i~~.b~ºiJ?~::~~·~~.~-.ª~Jii,J,e:~;¡TCi:~í~~ -;.~IpET~~~t~i, ..i~:~:~{E~y.~i=ct·;·:·¿;~.Q~:-~l.
)
~
y , o filosófico-hermético,
.~;1;~~k~~~~~~~~~~;~~~~~~~~~'¡. ~'t~ll.r~t~ .:.,'
)
)
¡iniciación
«Pedid y recibiréis, buscad y encontraréis, llamad y os abrirán» (Le 11,9),
) - )
-
~~iif~~Dj~:f:~;i~~¿~ileIi!~'i:;d~~~T:;f~~~~%~~,d~ __.._ Y...__.. P P-
,ciÓn~' ,--.---..--
./
)
)
de Dios. El Padre Celestial de los cristianos y el Anciano de días de los cabalistas no representan un concepto abstracto, una noción, sino un ser.
.~_,
)
\ ,
vivo, al hecho espiritual concreto
~.~~~~'~; "í~~h ¿;;:-'p~~~-Jo-¿apaci'tará le haga falta. La iniciación es la capaciIdad de orientarse en todo terreno y adquirir el ~onbci.m,~~r:-t().d~)ºs U~~C~?s"p-eIÜI]~I]~~':;! ..e.;;_:q~~iE, .. ~~)9,S..b.~y.l~9~ ..,c;:~:,~.~) . El iniciado ...~~,.~J ..8\l~,.~~~~ .• (;.ómPjt1.c:~r:,~,~r,"eL.;;.
j
0"
~,
que languidecía en la cautividad del intelecto! Ojalá, si tal es el caso, le otorgue la misericordia divina lo que tanto buscó. Conviene observar aquí que la postrera orientación de René Guénon .hacia la fe del pueblo más sencillo que profesa la religión más sencilla no carece de fundamento. A)ue_Il_s.eguro,-.el ..sentido.filosófi;~Q~hermétic.o tiene .máscosas.en común c()n)
.
-j ..
'.: Tal vez el Emperador deba sU;tutor~4~~ nO.~l..s.~l.p()~_~tv.i.s.iºle.q t!?_~I~lbI~.;~()brelos ser,es.b~~~n()s, sino al he~hci~déOqueIosr.~present4 ¡ante elC!e!,O. Tiene autondad no porque sea sobrehlJI)1aIlo,sino_ ..pd ~'::.:.rrl,t;-)'.I?1f.r.n:Cl:7J.OLPOL repr.esen~.ar t().d()J9.J:llll\illl()'. ELrey:O.fl1':iª _~[~ F;J.shulYl~no quetodos.los. h9m.Qresduu,.~\~IJ1?9<.:P.9l.~~0}~.lJl1gi;ó ex proféra ~$,muel¡ obedeclel1doaün~:ordel}. ~~~irat}(:'i?or :esó Jehiio el\ ,~terno laso~eTl1ne promesa de que su .tron.?..ques.t.ari'i\~est~bJecido.para :~~~pre.:,,\sl.r:Ltr()Il()}. _elp'ues~()del.!:~pre~ent'lJ)t{~I<: la humanidad, ,i ¡13~as.J).e~.<:.<;_e.ra. tal es el puesto del Emperador, la verdadera4u'/ 'tpzi4q!f....·· ..",,··.. -'" -.---.~_._._--_...._ .." ... "..
i
r.
.1~Jil?sop~.h~r.m~~¡ca.tient;! t
seres humanos a deshacerse de la naturaleza humana, a deshumanizarse. ". El.~~eatA~ __ !~_~r~~do!:rI1.a;c:j9tlalqllín1ica deL hermetismoles a.br~ \los sere~ hurnal1.()~.J~ v¡~ ~<:,la realización deJaYt;E9~.~era. naturaleza ~ ~~-~i~'a, que es la imagen y semejanza de Dios, E!he!.m~tisI!lo'~s,por: :cº,n.~ig\Ji~nte, Iarehumanizacióri ..0e. t()9?S loselementos de la nat:,llra-; in .leza humana, el retorno de los mismos a su auténtica esencia. Así' "e ; co'~o cualquier [;1eral virJ)Ued~ ~rans~~ta~s~ ~npl;~; u oro, así tam-: : bién las potencias de la naturaleza humana son capaces de transmutar-. :,se en plata y oro, es decir, en lo que soncuando Formanparte de la: .ImagenysernejanzadeDios.' ..: . ...'" ..., .. - Mas, P~.r:iLYºJ\f~ra.convertirseenlo que son por su propia esencia, '; ,,0¿b'ell~~rneterse.a la operación de la subl!,,!!a~ió.rl. Ésta consiste en; crucificar lo que errellashay de vil y, al,!?i~J11,?,,~ie~po,.hacer qlle¡ :flor~zcalo quede veras constituye su esencia.iCraz ..}'_r.9$!±,:...1~r.()sq..?:!-ti !~§...elsrmholl::u;t~ c;s,r:Lope;r:.. \:,;:': . .~::-"'"Por medio de estas cuatro llagas se consuma en él la manifestacióri'· \;'de la divina imagen y semejanza de la naturaleza humana. ., Lo divino d~)a..IJ..~JuLa!ezahumana .... ¿Y lojíivino queIa ..tras- V:: cien¿-~r"--'-. " ~IP~~a manifestarlo, hay que tener una llaga más. Hay que tener Finca llagas. La lámina siguiente, el Papa, nos enseñará el arcano de la :manifestación de lo divino que trasciende la naturaleza humana mer:-' 'ced a las cinco llagas.: . . , ... -..- ..... __ ...•-_.---_ ... _. .. . r.
,
)-
)~
L )-
).
) ....
.. ))-
i)-
\
"::1:' I
)-
)-
)))--
)--
'.. _":~ ¿Y
.lQ_~cii~ino.?".¿.Q!,lf.de~iLge la manifestación de lo divino? .EI "'),h'~rmetisn:() práctico es la alqui~~--:Z',;jjJT(re;fcréT'}~'erñ1eti;;;;;-~~~sen-, , iic~~ry-básicamente el ideal a1<.l{~~mic~ .. Esto significa qlie,'~';;-~l1to ln'ii;: .verdaderamente humano uno se vuelve, más se manifiesta lo divino! isuby~cente a la .natural.eza humana o,.~J?,..()tI.os_t.~!:!!!ip'º§.,Jajf!1:a.geny/ ¡Ser¡1eJan:zade Dios. ;Elldeal de la abstracci9n,alcº.i].Jrªr~().2 invita a los
)-
))) --
._'-_.'_.-'-"~'..-
120
j
~-i
)121
))-
)-
'
) -
-------------------------------------~--...,
) Carta V
) ) ---¡
EL SUMO SACERDOTE O PAPA
'\
El arcano de la trascendencia y de la pobreza )
) «Entonces Melquisedec, rey de Salem, presentó pan y vino, pues era sacerdote del Dios Altísimo, y le bendijo diciendo: "Bendito sea Abram del Dios Altísimo ... y bendito sea el Dios Altísimo ... "" (Gén 14,18).
) ) )
«Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie va al Padre sino por mí" Un 14,6).
) r:
)
«En adelante nadie me moleste, pues llevo en mi cuerpo las señales de Jesús" (Gál 6,17).
) ) ) ')
:
".
"•.....
.,
-" .. 1',
i ) ) )
,~
) )
Querido amigo desconocido: ..
/
)
~.
r-
)
f.
(-
)
) )
) r-
)
,
) -
r:
)
¡:
¡.
t::.. t t=
r l·
,.. L
La lámina que representa al Papa nos pone en presencia del acto de la bendición. Es indispensable tenerlo ante la vista cuando uno se pone a interpretar tanto la contextura general de la lámina como cada elemento en particular. Nunca, pues, debemos olvidamos de que, sea cual fuere la interpretación que demos del Papa, de los acólitos arrodillados frente a él, de las dos columnas que aparecen detrás, del simbolismo de su tiara y triple cruz~ l~q~~._E!.Ún~.[Q.}!..12P_?E~a.._.~.~.J.
)
) (-
)
I~
)
123
i..
mágica del pensamiento y voluntad de alguien sobre otro: es la puesta ~9-~~~iºJJdeLp9.der. divino quetrasciende.elpensarnienro y la yollJPtad individuales! así en el que bendice como en elbe-ñdeci'd'ó~'En otras palabras, es un acto sacerdotal por excei~¡~·tl~. . . La cábala C?r.n.:p_'.Aos: l~c~litQ$,de.la lámi,na tiene la mano izquierd~ levantada? y el ?t!O tiene,! I bajada la derecha) Las doscolumnas azul~,~.d~t~ás del Papa simbolizan en .PJ:im~r.l\lgar e5a..~?ble corriente, hacia arrib.~_y:.b?:~i~~'~,b.;j:o~:"cfe]as I?legariasy ?~?_~icL?p~s. Al mismo tiempo.!.~J ?ªPf1..mantieneeI1"i¡JcQ..l.a :~riplecruz en.el.lado, de la columna de )a.. oracióri T.~el.acól~t. que • 'reza, mientfa~SUm;lI).ºA~r.ecl1a traza el gestodebendecirenellado de. '!~_c<:?Jtlr:n:g'!A~,)abendición y del acólito que La ¡;eci,be(()~I!~.pi.ra)r . ,; .JL..~,~.,_~~~~,Ja,sl.os~e~a cA~.a.-l;¡ ~~l4.e:!~.c:h.q,T..e]. izquierdo=.YJa.s do~ g~.L~~.~~I,?,e,~:,:.s.. s~fi!()t -la del<1..mÜ¡;:fÍq:i{.d);¡yla..d.d..
'1~gJ~~.::~~..
x.igQI=!
será brusca sino gradual y curvilinea, en vez de tratarse de una línea rota o discontinua, 1-ª-.e.se..g~iª.gJ:Jª..Lespiración_.ver.ticaLradic.a __m.).'L~lternaI1cia ...de r oración ybeI1di.c:i.9nogra~ia. Estos dos elementos de la respiración! verticalse manifiestan en todos los campos de la vida anterior: razón! corazón y voluntad. Así, un problema pertinente a la razón! que no se' deba a la curiosidad o a un deseo de acopio intelectual sino a la sed de la verdad, es en el fondo una oración! y la claridad que puede venir detrás es la bendición o gracia correspondiente. El auténtico sufrimiento es también, en el fondo, una oración, y el consuelo! paz y'. alegría que pueden seguirle son efectos de la bendición o gracia q~le le' corresponden. ' El verdadero esfuerzo de la voluntad! es decir, el esfuerzo al ciento: por ciento! el auténtico trabajo, constituye a su vez una oración. Si se trata de un trabajo intelectual! la oración es: «Santificado sea tu nombre.s Un trabajo creador equivale a la plegaria: «Venga tu reino.» Y si el trabajo tiene por objeto atender a las necesidades materiales de la vida! la oración se formula: "El pan nuestro d~ cada día dánosle hoy.». A todas estas formas de oración.en el lenguaje del trabajo correspon, den otras't~ri1:~~ bendiciones o gracias .. :L·. .' '_ \Likx'dilt:¿ºrrfs2:9:~F:rep~i;C~Dd~J¿~.ºJtim.á<1..::deOla:,oraciº.~jpi:9-1·, blemas, sufrimientos! esfuerzos) y)a dela l;>~.ndi~iÓn(luces! consue-] i
(~ '"
¡)
A~:r4~i;:;~;~~~~%~~;(~W~~rf;~sf~f~~~j~r~O~, Th~i¡~l~~~i~~d'~~~~~i~~;~l. :;d.dª--º-~riºii:lQ~;:'ELúg~s.e? efecto! estif.r.¡ula.Ja.o!,a~ióri!,yJa miseú~' tÉ.()r<;tia.~.~_nd!c~: L~~~~gre azur6venosa de Boaz .sube, mientras CJ.~~.la f • --'-'-"-'._"---" ,- ••. -.. •• ~~ •.. -, •._- ••••• ....,.._ •••. -;_._ .•... ,TOjao arteria] de Yakín, oxigena'oa:;"oésc¡enGe! La sangre roja lleva la', i,belli:i¡ción'vivi1ic;ñte-C!'e'l-óxrgenci';Ta'saniP:e'~zullibera el organismo idel rigor del ácido carbónico. Otro tanto sucede en la vida espiritual. 'La asfixia espiritual amenaza a quien no practica la oración de alguna' "manera; y el q.ue la practica recibe, de alguna IYl~l.llera,la bendición vivificante. . . ..' .. ... -"'A~¡;ás' columnas tienen, pues, un significado eminentemente práctico; desde el punto de vista espiritual! revisten tanta importancia práctica como la respiración para la vida del organismo. La PÚID.l':rª._,eJ:1s~ñ~¡g,'lprác~i.<::a,.delquinto arcano -no olvidemos que los arcanos mayores del tarot son ej~;~¡é¡~';~~¡;i~ituales- se refiere! por consiguiente! a 1:J.1.f;.Spir..c!:.ci91! ..fS.piritual. Hay io.s,,~lases_?e respiración: la r'~spr~ª~i.Ó.n_hºLiz.ont.at,q.ue...se-da _eE.t.!_~ ...f}l,~!~"y dentro} y larespi(-ªc.iQfl..yer!j.c::a,Lq)J.~J~eJ:?-~J~~garentre arribayabil.ro~"ETaguijól1 de la muerte o crisis esencial de la -;:g~~1a suprema es el paso brusco de la respiración horizontal a la respiración vertical. Con todo! quien haya aprendido durante la vida la respiración vertical se verá libre de ese aguijón de la muerte. En él, el paso de una a otra forma de respiración no se producirá en forma de ángulo recto, sino al modo de un sector de circunferencia; la transición no 124
~~.s:,_fr:.l~~~~T~i·!ljlllae.ip~~~·~~ta~ ~~
misma.
. .~~
)~ ))-
))-
/i
~
)~ "El Señor es el Espíritu,
y donde
está el Espíritu
del' Señor está la libertad»
(2Cor
3,17).
El equivalente espiritual de la respiración horizontal es la alternancia entre extraversión e introversión! o entre atención a la vida exterior objetiva ya la vida interior subjetiva. La leyj·.{d;1..xes.J,üra.~ió.n horizontal es: ~1 ~ ,.---------,.,.- ... '-'--."""Amarás
a tu prójimo
como a ti mismo»
))~ )-'
)-
))-
(Me 12,31).
))125
)))-
!
) ) Ahí tenemos el equilibrio entre ambas direcciones En cuanto a la res[:~.~!:.~~i2.IJ. ..y.ex.ticªI, .._~J~L~.§.;
)
...-..,
)
L\i
,
seguirá siempre presenté en la historia de la futura humanidad, mal que les pese a los profetas de su destrucción. .En efecto, 1~?istor.i~.::ª-Lig.l.!_ªlQ.1J.~.1a-Y..i.d'l ..d~lü:1.~!:yiQ.!:!2=.~.~!Ü ..\.!jc;.~.i!: i
de la atención.
I
«Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, toda tu alma, toda tu men te y todas tus fuerzas» (Mc 12,30).
)
- )
ª..
)
He ahí la correspondencia entre oración y bendición o gracia. .B..ª-Y.Jr..f.Lplano.~ .. ~_I~~p.iJ,:ació).} ..b:9.rjzQI.Hal,com? ~~~ tres e~,J;rª.tºs QU~§IÚ.~_~.~~g_'y_~!!i<:~l. Los tres planos de la respIraciOn honzontal
)
son:
)
!
[Amor a la naturaleza: . i [';mor al prójimo. ~mor a los sere{ espirituales jerárquicos (ángeles, etc.). ú)
Los tres estratos
) )
·'t::\:'::
de la respiración
vertical son:
Purificación (por el soplo divino). Iluminación (por la luz divina). Unión mística (en el fuego divino).
)
) ..
t'a"de
-••••••.•••. __
t , ,;
~~,. •••~ ••.
•••••••.• ~••• ,.
_,..•••"V,·
•.• '0',
, •.
:',
•...;,...
'.
I
_,;'".1 Par' ~~.~..el I)~pa'tiJneilevañtada;l~"fip'l;'~:;:~':"E;'t;'~~';;pI:encre-treS]
-lpar~s de brazos que 4f:;¡den la línea 'vertical en tres ,Parter.. Es.l~~¡ de Ja ..(QlI!:P...{~!.Cf:. y._p.'!.rf'l...c~1-_~e~f~! .. hon~ontal y veE~.:s:al.\! ¡:. l.~ cruz del triple amor a1 ~~.óJ1mo (pr~J1mo mfen.ar ,= n~turaleza;\ )\ [prójimo Igual = hombre: proJImo superior = ente JerarquI~o) y ~el ) \~.~iE~.~" !l;rp.qF.a.piqs Üpplo ..9. f~,Jvz" ~.,~~12~~:l.,rg~2.J::e$9_Q. <:~!.~1:·d.):+--1 La cruz constitL!.:YL~ ..d..c;.~P:9Ae ..J!-,~.!:!.t.Q¡,:¡ ..d..ajLd.eLEªP..a..de la lamma,~ c.) .:com;Tabcl;;T¿'~~¡g~q?OI t~~~.oA~L~!.~l9.' e~~ecI~:E..!.ma~~nl
'>
¡
"
) )
·~t'~f;~~~1~~í·~:~'~~';i;;h~i ~i.e;~d~n.~~~~~;I~;~~f;J·:--º:JL9--nQ_<;Jqnl?-~¡ . p .." -..,.., _ g - --........•.... w....... __ .:n.Cl.Q..y:J'kO_SCUJJ I ¡d.
lEs
~~~~.'!.--~s.lZi!;i!;::A .
«El día transmite a otro día la palabra ('omer). La noche indica a otra noche la .?ienDci~.(dd~'~t»>(Salrno,lb9.d~.I.aBiblia hebr']),..· .. '. ! ',' . I~S tei eructar .'í.JiJ)' U;!!··~tnox noctiindicatscieniiam (Salmo 18 de.IaVulgata). : ,', .
l'.' ',~ .~
..,.,
i 1
I 1
l·
i
Tal es la fórmula de la doble enseñanza, por la palabra del día y por la ciencia de.la noche; de la doble tradición, por instrucción verbal y por inspiración directa; de la doble magia, por la palabra pronunciada y por irradiación silenciosa; de la doble historia, finalmente, la diuQla. ..v.isibl~ y la P.Q~tb!.n1.~)nvisible. . ... ..._..iLas ..f~.5:!9E~tli;;P.eri.aJ.y-.p;p-;r~:;~~~~~lida.d .. (Ul~,!g~ ..:.~.!:L.~~E.r,~"1...qYLs..!:p-~~_;,Ls!1~_x.)?... ¡cL\li.1)JiÜ~!J.l.i ..g~}:.~~(~Lg,t.l<~r.4!.~.B,~~ ..~.~.e..~~p.J.al.,.E~p,~_§J!.~ ..~g~~t;g,!L~l~LQº~i \cohLn.m-ª2.:..~.."s!..el.A~~J9!-~s:iéHLy.).iU~e.J¡t,))9fhe.,(9~9.:.~ici ón) j __ El ..~mp.e.radQ.Ld~J!1..~~~r.gJ~J1).iDª..~§,,~L~.~ií.QL,d~lA!~:.Y.~~.LglJªrq.i,?p pe l~s~~..gr~..~_
e:~:::'t;P:i~~d'~n~do~d;";~;q
\SQP..
D9.~b~~X=~rp:;l.R,ª::-9.~Ja{·
1/ \~i}f~~~ii.t~t~J;~:~~1.~~~~,~~~~~·~~~~i~[~J.§}~l~~!~~I~l41~it~~; :
.I .,)}\1:.. ). ;l.,9i.::_i:!:g!E~s~~9.-.ª~p..~~lE~.s.E~S:.~QA~.1ªJJvm:aPJcla,.d.J A~~as [uriciones, la
d.e emperador y la de papa, son dos reahdades espmtuales. Son tan ) reales como la cabeza, y el corazón en la vida del individuo. El corazón ) es el centro de la respiración y dela circulación sang~ínea;la ca~eza es ·el centro del sistemalnervioso y la sede del pensamiento. Y ) ~ing~.r:..2.?:r:!~IE..~.IJ.J.Q_P~<2~E~.gllA1ca. {~erppL~~.ªL~ª..(eªhQ~~L~.~pjrit~?:\A?¡' )P_~~.~_~.() ~.~..~l:n.p'~r~?a.s~,x.~.g::~ ..el ;r~~()... 1l()'.IJ.}!;~~~s~um§~.~~~Ii
1
"
I
l'
j,
I
~ . l'
'!.~L~I
\7
~_~.I?~~~~
) ) )
!~!~J~~~j~'~~i\~~i;~ftª~ª:s:R~~~~~~Slrf~~~i,~~~;',~~~t;~eT~i~;~l lci~.1V1el9~I~.e~.~~:. ~~.~."~~)~,,p..1elll~,lld..J~~~f~_T.).·,\ Tenga. o no lugar el cañonazo predICho en los círculos esotencos de Occidente, permanezca visible el trono papal o haya de ser instalado en las catacumbas,
) )
) )
126
~.~..!~ ...
«Dios ~ep'a.ró)a)!l.z..d~Ja~ ti[li~ºI:ls,.ylli':D1Óala lt)z.día·y,i!l,!uir;¡iebla.s J}g<;h..el' (Gén 1,4-5)."
.
...
, ~.:
Así lo leemos en el primer libro de Moisés. El acto de sep.'l.g,IJo inteligible del misterio significa al propio tiempo res'pir~~ c~~~~~:~~s~i?i.~~;)~e.·~es":!a.';n-aloghClel""<; espíri tu 'éle '~i~~n~
lnstaurar"r;
Dío~-q~e''se
127
))-
"
\,~9_ºS.~Jªsaguas». Efectivamente, el~ºp-ku:liYÜ}Q..ú1!.Vlah.im'}-S.QQre (Lasprofundidades .d~ la paz (las ,~gua.s,o.$aJa,r:eaJ!.q.ª_~.!ªJ::ltº __ (º_~P:1_ica (KsT~I·P;~~~~~~t~~j~ ~¿~.~~~~~~~~od:~i~~_~t~~¿-~:··l~~!J~p~~~~Ó~i ':0'
".'.y,;"..
(,SOPlOdivino, la misericordia que se mueve sobre las aguas de la paz precósmica del nirvana, mientras que el pequeño vehículo, el binayiina, tiende a cesar definitivamente de respirar: su meta es ahogarse en ¡las aguas de la paz, entrar en el nirvana donde ya no hay movimiento, !ni cambio-ni respiración. .o!EEoplo &vino'(r~;'li;elo¡7l;;'), deciin6'i;;"'peri'ñaYiecc's'obreel'()cé3"* ¡n.ode la paz nirvánica; y lo mueve. Así, renunciar al nirvana después\ ,)¡ [de haber llegado a su umbral significa elevarse p()r_t:Il,~.üDa.deLnjD':~ªJ - iy participar del soplo divino que 10 trasciende;
i~~r.istº __ep.la .tierra. estan pr:e,cios~ que ..h.ª ..#.ado. a.nue?tro planeta
;,,";~.~, [~~:\. )-
¡una "posiciór'l;.c:éntrica. en el espacio di:: los valores nouménicos. El' ~\.J:\!!. };..,,: ¡cosmos geocentnco, es, pues, verdadero desde] el punto de vista de la, .,,:¡ Irespiración, o sea, de la oración y bendición. 'Yí el cosmos heliocéntri- ..' . i )ea, por más que aboguen en su favor todos lo~ hechos del mundo de : ')los fe~ómenos, es falso, porque ignora el a~lténtico ~entro -la ~n· t (l.'''-· )_ \ c~rnaClón del Verbo- y 1..0 Sustituye por otrO syuad~ mas en 1: r::enfe.,· -v-Ó ¡ na del valor central. Solo es un centro del espaCIO fenornénico, y )¡ cometemos el pecado de idolatría al asignarle el papel central que; }_ \pertenece a la tierra saI~ifi.~9
I
i
éo~.~~-;;~_~~gi~';-eI ..~·g·~~·.p_~i~;~·~~i~i..R~o~~i~.iªi:p.9.~·~I~.º.pI9~diYmti¿s]á\
!\
(egJJ~iª.?e J.ascmgre; e!..~_?gJ?!~f!~i¡¡o~LºY.<-=,.r.~L~gu.¡¡,.~§J.?)K,Z"; la..-ªl~~r'l ~k rltl'I1:1caAe}a a.~sor~l?J:l.del. sC?Pl
3t in~r:cla
con_sisIElf:~,.end P19nerJin. a lar.edencarnación.--EJ nirvana no es otra cos~ \. )que e . in .' eas s1-lc;eslyasylas terrenas. \ 1') ;:,·A;Sí;j:Ji.íéS, B,~4.'}..;J:ij2\_::e.:?cX~(:Qnºg~..rúeg(l.elih:chod.e la ree;ncarna7' ción, Lo reconoce ..c:gn:;ohechoy 10,QIega cómf¡)¡dea!, Loshechos, el1 )efecto, sonp;~~j'~ros; van y vienen. I-i,':1:º9YJi¡~ie.rnpo_sinreencarnaji ") ción, yveridrá un tiempo eIlqu~ya no la habrá. ~a r.~e.gC:i!maciónnao:' :.' co'menzó sino después de la caída ycesará conlareintegración.T'or, , )" tárit.o:nóes eterna y, enrazón de esto mismor.tarnpocoun.ideal. . '.,\' }~' De _~llo se .deduceque ha)', ..ciosverdades: ~r:.~ .ac~l1alq,.ternP9ral! ;<1,) ¡ ',,' ?~E,~,J<;t~a1.().e~er:na. L..~_EÚI}l.~Ea._~S.Jull(h.~.D)a..jlógi~q.d..(.los..he,(hQ~,J4{Z;l' ": S'egunda en la lógica moral. E:!_~. Ce171~t,.'iJeritqs),.y"Ja:. . '{.~Eg-,,~dbasadaen la lógicamoralpor el~érmino!_«misericqrdia» (hesed, • rr:.isericordia). El salmo dice: )-
.~j~!:;~~~:;~i~4i~!~~[~i:;aí7i¡p~~g1~k,~Ü~t}~~~ . ,.: ~;cjlleño_dt':_t~í.~:lAunque reine sobre el día, debe su unción, y por ende W,)también su autoridad, a la noche. Es el guardián de la misteriosa (presen(:;ia.,de la ,[lº~e:~.~geLc!í"a,:JaS~}lgr~.)· ..- .,.. . ....-.-_ _'·""Q~~Ó.49.~?:igO ...~~~~?n.()cido, quiz~,E~pregup.t~s~ihaY1J.I.1¡¡ ..t~!q~ra función¡ la de dueño dela noche. -'iSí,oE"f~n~i'6ru±~ du~~;d~la noche (o de señotde la noch~:-~~I~ol ,.-; .!,'.,:'.] !~
:
::~=~!~I~~:;¿~)~~·0~:·s~;t~~~~;ki~:rr:;di1t~a~e~r:'a~~~~~~:i~~~]l ....u., •.. ..,.· .•... ~.~., ..•.,.........
no del tarot.
.,'..
.",",'_ •..•
'"
,.
.
Baste indicar
,",.,."
,_."
-o.'
.'
.
c.,
•
1"
" ..• , ••••.••
aquí que'e'ñlsrael
'••'.... ,...
'. ,., ..•...••
-.
•.•..
,',.'
".,.,-
•••
'-',-
o,'
~';'"
•• ·····1
había tres funciones
'>-} »
~f~~ª~~tl~~[~~lf:1°~{~t~of~Xn~f~{;~;:-;~&~lt;~;;~tfcr~!~:~¡j .
\.ócupara uI1 tleD.2p"dosy hasta tres funciones.' . Volvamos ahora a la función sacerdotal, que constituye el tema del -! quinto arcano del tarot. Tal función se refiere, como hemos visto, a la 1\'7" "~o' respiración espiritual. Por ello el P~representa un orden y un crite'.' \" rio de la verdad distintos respecto a la verdad y su criterio científico. 'i ..•. ,')? (" ~E~~!,':~:v.e.l:daderolo que facilitaunarespir.a~J(m.IZr.1J.7gr!iQsa.;-.esJ!lJso\ lo_.qu~J::er~l~~b~Ia armonía, de larespiración espÜ:i.t~¡al.Así, el sistema! heliocéntrico de la moderna ciencia astronómica es verdadero desde el! .~unto de vista de la ciencia de los fenómenos, pero a lav.ez.es_b_:iúc:al 'l)}en te Falsodesdeel de.la.respiración.espiritualjL gr~d erIilll!ada
i:i.ªn
128
.! "Mü~!icordia (Qesedl.y.v~rdad.('emet) se ..han dado (cita; justicia (tsedek)y.paz "¡' \(shalo~T) .s'~-·~i:¡~;5~:La verdad Cernet) brotará de 1a_t\~r:a ('erets), yde los cielos ¡ ¡;' (rnishamayim) se asomará la justicia (tsedek¡» (Sal 85 [84j, 11-12). .
I
..:::
)-
) _
.
He ~b.ítoclº el proh!ema de.la doble verdad, y también hemocio-, r:.ant~PF()fec.:íadequeaITlb~sverdades, actual~ m~ral~J~egarán un día a encontrarse, ysus revelaC:IQJles.,eneLhombre ila justicra Usedek) y la "paz (shalom)-:: oS~ besarán. Pero ese encuentro va produciéndose lentamente y, en el actual estado de cosas, las dos ~erdades se contradicen todavía a menudo , al menos en apariencia. P
')-) )) ~
) ) )-
) 1)
) \
r :
,
) {«La sabiduría
)
L
~'
)
-'
) )
)
) ) )
) .-
) )
) ) ,-
)
) ) )
) ) .-
) )
) ) ) ) ) ) ~,'
)
) ) ) ) "
-
)
de este mundo
\.
es necedad
El evangelista
a los OJOSde DlOS» (1 Cor 3,19)J
I
Y por" ~sg_,~~~bién l~,~~~i1':l~~~,d~V:~J:la_~s.2~~~~c:Lo._º~y~d-ªd-_'L.lPs ojos dej~i~_ munQ9:----- --'---E.rI~P-~I~~9J.P9.-g~jl:I~ܪn-A~)íJ.,);.es.pir:.a,cióp, ...e.,s.pJr,;itual(iY el signo primitivo de la letra he, la quinta del alfabeto hebreo, significa precisamente «aliento» !), es ~..!..<::.BrtS~g.Fl.I1-ts:.,Ji¡:"J;dQ,g!,s:.~.,rnQ!1,l. Bendición y oración son las dos columnas entre las que está senta/ do. P.\l-.~d..:P~~ ..~~!?~~.~:'~E~_~9_:'E?f~"C¿fi:,~_E?.C~~~.!E.?..7!.clVllj,d.~ He ahí f1~. \ por que el matnmODl.O es para el mdlsoluble, pese a tantos millares de j} catástrofes matrimoniales; he ahí por qué la confesión y el arrcpenti'\. miento borran todo pecado, aun cuando millares de tribunales sigan castigando a los culpables, se arrepientan o no. Ello prueba también ':que la Iglesia está guiada por el Espíritu Santo, aunque durante siglos \Jhaya abrigado y tolerado la práctica de la inquisición. y por eso, finalmente, ¡g¡.a-5.Ql!!:y.idg,3J1...Ia.-tier.!f!:..J:.f!:!taY!!-li!:..:Qk.tf!.!':.~.~--!~,'!:.~~~~§!I ere.rM, ..aJJJlq~.~}~~.. S!!. x~e.J.1~.ar:Il en . ".---' -"'--'---'~ ",'::' ".- ,."'--" tEl Papa, pues, se' halla siempre en medio de un conflicto entre las;
¡
~J.~~~ ..
añade' al respecto:
¡~
el que lo ha vist.~ lo atestigua, y,~u testimonio es verídico; ver a , para que también vosotros creáis» (jn 19,35).
y él sabe que dice la~:l
ASÍ, p.ues, ha vi~to el hecho y sabe lo que significa como sÍmbolóJ de la realidad espiritual de la llaga. J Henos aquí ya en lo rn6< hond del esoteri d . de la estre,lli .: .~_!-" .Q_-_L~~er!§'!n.SLd&q,Qfº-,u.agª,s, . aJutJallt.~,-,~-eLp-e.m-agI:ama,,_9&,LqlJ.inar-iQ, del número C111CO. Louis-Claude de Saint-Martin escribe: "Mientras los números estén unidos y ligados a la década , no h a brá . . dI' ra lllnguno que presente T la Imagen e a corrupción o la deformidad . S'] o o cuan d o se 1os separa se ranI les tan esos caracteres. Entre estos números así particularizados algunos son b utamente malos, como el 2 y el 5. Son incluso los únicos que dividen el denari:"l~o-
, Según Saint-Martin, el quinario (para el binario nos remitimos a la segunda carta, donde,se puntualiza el enunciado de Saint-Martin acer. ea de ma.ldad d~l numero dos) es, pu~s,abso(utamente malo cuando no estau~ldo yJgacl,q a 1<1 déca
1:
.~·\~~;!}~;:j;~~f~~1~~~ir~~:~~~1~di~) it1;,'.¿!J1-..
i:':;.
Si estás familiariZado, querido amigo desconocido, con el simbolismo de la cábala, !c2PJprenderás que, ~~_ta última llag~Il,tc.e ...{I.~Ja. 0)posiclÓn'eñtre'I~-c;;arta"sefira"h;"1Je5-e'd la quip.ta,l
(¡:i;iie~rji.9ial~).Y
-T
-:i:
« ... la forma de ~o;s a.nim.ales debe también ser tal que sirva de refu io contra las PI~rsecu.cIOnes ,ded]osl.quman~s, persec~ciones que nosotros mismos ejer~emos contra e os a irrutacron e os propIOS quinarios-",
~~~;~~~~~~it~ftl,~~~~~~11~,~;}~,7;;;;¡i::~~%::d;ii En cambio;:escribe
Éliphas Lévi: ,---,o .• "" ..... -~.-
1-'1;~·
Si -además posees algunas nociones A.~,.t:?~t.erismo.cristi.ano, caerás en la cuelltaaeqt~~Ta llága en.cue~ti?~,,~s)~ __ 'ªil~a$r.~,dg Corazón, ¿ausadae'xteí'ióirriei)i:e~c'omoTó'i'dat~"(;rE vangelio : I . . .' _~_~~_ .,~_ •...
,
.."
-'
•..•. ""•.. ·'A".~·::~.\·.·'•...
-.~ ,"
..
. ...
'
;
yagua"
le traspasó el costado con una lanza, y al instante
.
_ .......• _.-.•..•• _...•..~ ••••...,._..•..• ,
_
,
,., .•. ~'.
"""
',-
r:,-j ,,~l
pentagrama expresa el dominio del espíritu sobre los (;)·~;~~~I~~~~:;·:·:;i¡~~te \ :ste slg;o ;e encadenan los. demonios del aire, los espíritus del fuego, los espectros del i gua y os an~asm~s de la tierra. Armado con este signo y convenientemente dis uesto : puedes ver el infinito a través de esa facultad que es como el ojo de t 1ma, y pp'ue des \. h.acel te servIr. por lezi , u a es eglOnes de angeles y ejército d d . ) - ,~-, ,...
,.i,......
_',
_.
-;.'A'
,._ •••••.
S
e
elnqn.l.~S».
salió sangre
y más adelante:
y e? t:.~p,~~!á,s_qti e..sol], Ja. misericox.~¡a.yJª.y~r.sii!d.
..(h,es¡:,4.Y.:.?r.r!.e t) las__q~~...Q~,,;lhi,??1i~I2r.:-~0~() .. seI1.gr"~.~y~eglla.Por eso el evangelista ,_____ . I -." subraya larealidad,simbólica.o simbolismoreal del hecho de que la sangre y el agua que brotaron de la llaga no estaban mezcladas, en lo cual p:ecisamente se e_ncuentra~::pg~}~?~1. ..~~PÜ4C?..,~?.pil:i!ual de la llaga.~.s.ta es causada espiri tua~fJ.1~?t,e. 'p!-,~Lc;;.Q,gDiH9A~!-me.~.~.~~!is?r~\ Ai'~'dY.vercraC:l~::"~ri.-t:r~: l-avei:dad ideal y 1.~,.~~~~.eAa.~S'y.~".qlt~_,!2.2.j:,~s.ª!1 ~
130
·._~·,·_~,,···· -.. -~:._-
.....•. __.._~ _,
On 19,34).
.'unl as:·
.__
'.o
~/
"Uno de los soldados
.... '.
«Ese-imperio.dela: voluntad ,sobreJa.luz.agr,~I"almaJísi~a se representa en ma"la por el enta f' .. _.,,, •. _[__.~ •• . __ , ..•.• <>::. .. __. ,,_ .• . E ..... grama, con cuya Igura e'p.I,tu o" . -." .. '.- .. ---'... ..
de. 10.5 cuatroelementos
".,
- .,.,..... ,....-...-.
".,
hemos encabezado est - .." -.,---- - e
,,:
1. L.~CI. de Saint-Marrio, Des nombres, 2. lbld., XXXI, p. 73. J. E. -Lévi, Dogme 4. lbid.
el
París 1861
XXI
'
68
,p..
riucel de la haute magi~ París 1854 D " ogme. cap. 5.
131
rr: ".-
))Sigue luego:
o
«El 24 de julio del ario 1854, el autor de este libro, Éliphas Lévi, realizó en Londres el experimento de la evocación por el pentagrama, tras haberse preparado para ella con todas las ceremonias prescritas en el ritual (Ritual, cap. 13).>,
) ..•
••••
k.¡"·
<~La.eucaristía es to~o el cristianismo, y ~or ella el C~isti.anismo se ha convertido I magia VIViente. Después de Jesús hay todavía brujos, pero ya no hay magos-". ,,
) .. L
en): '.
)-
y por último: «Observamos solamente que el uso del pentagrama es muy peligroso para los operadores que no posean un conocimiento completo y perfecto del mismo. La dirección de las puntas de la estrella no es arbitraria y puede cambiar el carácter de toda la operación, como lo explicaremos en el ritualv",
En este ritual (cap. 5) encontramos formulado doctrina de Éliphas..," Léyj sobre el pentagrama:
_._~
el resumen
de la
"""~-'
«El.p.s;rmgra.m;¡"q\JeJ'l.s.e~s:uelas. pr!J'1ipotencia.y.4utog:aqia)nte
gnósricas .d~n..()!piv¡¡v~stgHaru,ilante,e§ lectuales» 6.
el", la
Más .tard~,~liphas
..~Lsig1).o
Lévi dirá;
"~'o
y todavía más adelante, ~;;[~~~~';i'g"~~~
)-
Terminemos esta serie citando a Josép..t_Ü:d?élad.a.n,quien se declara de acuerdo con lo que precede: ,
en su obra póstuma,
~itos han perdid;~'~
'e~cribiría:
·efic~~iad~~·d-;í·;C.;pa;;'~'¡ó~-d~i'~;i~~i'~ri¡;;;:;-~'~~;~Il
,mundo. La religión cristiana y católica es, en efect.o, la hija legítima d.e Jesús, rey de lOS!! ; magos ... Un simple escapulario con la efigie de .un santo; llevado por una persona -verdaderamente cristiana, es un talismán más invencible que el anillo y pentáculo de ·Salomón... '.' . "La misa es la más prodigiosa" de las evocaciones. Los nigromantes evocan a los muertos, el brujo evoca al diablo y'~i~mbla, pe.ro eLs.a~er~.c>y:~até>~ic?r::<:':Lef11b~~.:! evocar al Dios vivo. Sólo Ioscatólicos tienen sacerdotes, porque sólo ellos tienen iltar y, }~'.Sacrific;o; esci~cir,[od;i;;~lig¡6~::':' . . .' '... .. '. .
1
., "EJercer la alta m';g'¡'á"'e's'l1a¿:e¡'¡e la competencia al sacerdote católico, es ser uq sacerdote disidente. Roma es la gran Tebas de la nueva iniciación ... Tiene por criptas sus catacumbas, por talismanes sus rosarios y medallas, por cadena n;ágica sus co~grej\ g.aciones, por ~ocos magnétic~s sus co~ventos, por centros de atracción sus confesIOna-) .nos, por medios de expanSIOn sus cátedras y las cartas pasrorales de...s.ll~...o\:>lsp.os.;_)é fuWm<:v_t~ti!!n.t:_~,:r:n~i~n su pap~,'.el)'Iom bre- Di9.~__ h.~ch()_,~isi/¿l.e.".8.\
I¿!c~~nd_e ~~~oS. yeI1i00. a parar CO!LtS2d~s.lestascitas.? A llI]. prob!~-: \ma_'rP):íygrave, el delp.tOlltagram~o_guiI~ario __ malo y el del pentagrap1~. [o quinariobueno; ,
))-
(f~~~~q;~:~~i~a~;l~~~~;;a~;:¿: J~~sJ~:rj~~~r~~J:~,b~~~:i~:~~e~~,'t ~',\"'-"\' ) -~ \lz..umº ..~::Q11.ep~!:~~~stelJ.91<:10yllgadQ,aJadeca¿¡a»,y. es «absolutament~ Imal9.'.~._~uaI1do ,~st~s~paE<1go.de..ella y.particularizado. En otros térrni-' (\ '\"(').irLQ§...1 .• ¡:Lpefltagral1:1aco~o signo dela ¡;lfltorirjd4 intelectual, o sea de l~ ., \~Il}.
t)~_
Eie())
s¡
~~~~;i:~~:r;g~:~'o~¡JC!SéI?l:i.Il.rélac!an·lame~~abaI!.,s,\l
j-
..,r:~caíd.ªel1.,eL
)-
¿ Q~lé. hilycie.e)lqen..rea.lida.g? Nose.tra.ta.. ~ql1í Ct~tºl)la.¡-partido. .en k.g~~i[¡uida$-c.lº§_r.:9!?a.~;-.fÚ,,ª~_?:s:u$.aLni.de.Íamentar, T rátase, por un l~,º, del problema de.la.magia perscmal().a.rb.f.t¡;-aria.Celquinariosepa¡ado de la década) y, por otf<~:de la magiape~sonalsagrada(elquil1a~T;:QzlÍdoyJigadQ a la década). He.?:!l\lJ.la_.te.i~~q1}e.PXºP.Q!1g0,~<;:~~ca \
) ) ..
..
)-
d~··S6L?~;tpb;~~;';~;~,1:~;~°ci~,~~~«q~!~.ses~:1[~f~;-~i~fj~:,~ ~ )~ )-
5. ¡bid, 6. lbíd., Rituel, cap. 5, 7. É. Lévi, La e/e[ des grands mystéres,
personal, --.-
París
1861; trad. cast., La clave de los grandes
1981. 8.
É. Lévi, Le grand arcane
011
i'occuitisme
déooilé,
París 1896, 11921,
p. 675, 83s.
misterios,
Eyras,
••••
mientras
~
"
•••••
<0'
•.•
,--,_
que el pentagrama
•.••.•
__
•••
_
•••
< "".,".".
-'"
, ••.•••.•••
_ •••
'
•• "
•• ~ , ••.
de Iq;SC!n.:E?.c:.9.r!~~?!:,~~,~",~e)tI: " I . ".' _.. ..~ '" ,,'.
'.
)-
Madrid 9. J. Pélndan, p.312.
L'occulte
catholiqne,
libro
i
In: Triodos occnlse, cap. 2: L'occulte du Fils ou chéurgie, París 1898,
I
)~
,
;
132
133 ./'. i..
~h
..
o,~.
;':.1)
)
.-
)
..
-
),-' _
) )
;
)
"voluntadpersonal,
sin q ue. ~.0?P~E~.~ ..hi'\~j~,.~.1"§_I1~.~.!~!~!l;g!~,e.E~E-a..?-~s\
.....Jr:.a;Gt6s:::-p:¡iii:lEE-fó-f!!L~s.::.(L~:::rii~g'ii.:~1¡Cl~JfSJt(a::y:Ja:~~oj~:C.ttva;;;.::s'e",.,
.l,¡~
~.~~(~~~~!1:~~~J;~;~\~~t:I;~~~;-k~"-;r;r2qA~%n1~~!J~~~ug;j~ I ····E.~GguegiO,s_~l:u~~~:e.s.ta.tes.i.s,.~Un.ac.t.o ..m.~gÚ~Q_E~eSl}J29l!~"t,lE.._~ie.s!.o qu ;-sup.;:~~Lp-.9_(leJ:..normaLd.eLop.s:r:.~.~o r. Es te.12. a d~r..~kg:)l;.[l ..~~.!.iº-1e .-) :~~~pz2~?!::Sig,[l_~9Q.-Y.?J>,~.,d:U~~~.~S __ 9:!~J~.Qbed.s;,~~!.1J.. ..Y.i1..~odl1,.er~:s que ) ~L~}:!!.~_E!"..~staQ.~~!_Yi1_JlJ),~LJ2l~ ..IJ.E~_.I2.~Lf~~~~~~,g,~:.,,:.::~<~~ .~l~~..:~i?se Q.etQP-e;:ad.R.r .Jlu~mQ. .}j•.;¡tJª.s.._s:..~~le~_..él. p_ ..e ..e.¡;~.L._ .. ..__. , .)En el primer caso, cuando dichas fuerzas están sometidas al opera'~ ,.;Id:. z~::\o !d~r, se trata de una operación de esa magia que llamábamos (en la\ ...! : ?l\t~larta m) personal a arbitraria, cuya iniciativa, así como el medi0'y el) ) \.,J !fin residen exclusivamente en el querer r el saber de la personalidad/ \ I ' m~9·IT;;tLQ.p.~Hj:..!ºJ:l_ - --,·----; ..;--··~· ) .. "'.F." Pel. .......·P··uede--;:;_di~·~arSlñ01ue¡:zaSlñ!eiiores ... .. ... ..._._...._.._ ....__. .},S')' ibpe~;~2.¿.jAJQ$.ªp.g~~~S.)l().se les Pll~Qeqil.J;:f>..r.P.e.D~S!!\.9..~L~L~E!':.~a ..
1~!~~~····9,~L.IE.ÜQ-g\UI.\H;.J;i~n~_p.qr,,~,ig,Q,9. ...~L"I?-.e.n~;¡,g.cama_ ..~:Le.Jª"§ __c:i.I).,c;:.a iCO:E~~!},:~~,~i~, ..1:~Y.2}~'!!!.~.sLpgI:~9.l}.a..1.,.y._~.9.Le,s~.1..Y3· ES1~lJ--.b.a,,'¡,~~i!I ..~.D. .... d~ p.!!J!.C.~?!q",..~.q.Ye.JQJtf.~I~~,49;Q~:~~.~J¡:¡A~~il: I[4H§.~.,~q1!f del poder de,~ tQcY;..Q97Jj
)
\:fóí:' ;s.tá
al
.~P.lq,,)r.;¡s:J.\ia.,c'OJI!º.técr¡,.i.cº~Il):I}ªgL'h.gejq,,s..RJ?IQpI.a.,..f.,f§p.9}:!§,a..
)b.iE~,~4:~p
.s.~~,.~p-ºr.s..¡¿.,~M.~!.1Ja"y-riesg.o,.P.Qdríamos.tarnbi.~Q ..ap1icarle._ªta..clase.de,magia.el,calif.i.cati:v,o.,d~JálÚticaj ' __ ,,__ . .--_
)
,~s
. .-------
'-,....
~\~~::~;~; ~~~~~~~~~I~J~~~;i~~J~t:~~i;.~~i~:1.:~~~~~~;~;k~j~,,\g.~ ~.e...¡os~ ..de-Qtl:9~7,.s.e~p-4J~~~!!..gª~ ..g""!::1.~~)..... - ..-.._..
.)
) ·<';t.)
O
, ';'),:'-~~-
.corno en el caso el.e. laITJ.~giafáu.s~,ica. ELpQder..Y-_~L~f~_~..!5Lª-~eB..c!~!H_hl! '4~~G1Am,~rQ~:ª~,2i~~"9P:~~".9.~·~:·J9!::p'.
t~11~'~~:;s.,~é~~~.i0T ~-é'C!LCiSíi1~E~!iª".0~,
-- ) " \ ~CjiliQes~~2'SlIl._~e~!':!I:(~T!:a.~~).~1l ...~~,~..c;~sI~fl.,a".,E~!:,Q. ...~~~~E~tJ: ..9~._~-Qa( ....! ¡•.tí .~,,,..j\<"'):*!" 'cad~E!.;¡. v.fr:~~c.a1 y
., ) ;'~",~\
.~~~~?~.2 , en .
.c':fa(i.tt.!:tj;-;a (j~r~lqu~c~~? y. ~1~.•~?}H~qI:p1 Y_S..!!ª!1!!~ª-!.l.~
~!.-c_~.~ 9~;·pri~~.~_c;.n ~e.-.\~L9.p'er
~stª ~sp
~?,,~n_~Lp.l;¡.I1~
. }.~:Y~9.!.ú:'?~~!lLIQ~~~.? .e~__ e.1.pl,a!.l.o,.~.c;r:t~c;tl: por .~~c~rpa..c!?_eJJ-.~me~.q1J,e.~~ _ . \',
-;,., ..I.,,_ :\..} . /~·, ~,; .:»
¡)' '} )
-
.lson.~~p~.Ó9I~~,.ªE!~,~g..C:.9!J.ilY-Sl..[Y.l~pg-º?$!:~~~§,~![!:!Y.-.ª::i ile's sup..~.6~.r.~s., es decir '.uJ:1..~,prevla~xl?~U ..~.9$!.íL.mJ.$J.l5:;~,y:..gJ;W_~t~_~_~~_~n It;'fe;:cera carta"Eeiñ9s~aclo a esta magi~,,~L9,9XV8r.e.A~ ..mi3$~.s,
,)
(.o€§¡::.~9:.QX;:z_~~-~~_r:o.~i?~~.ió.~.-~~.s~~Ei~~~s-~._~-~~~g:~)?f'-
) )
." Las fQrm.\1t
).
__ ..,....'''?;~~
voluntas:mea:
-
)
) -
)
- )
«Hágase mi voluntad" (magia fáuS~ica)0).
,~.,
./ Fiat uoluntas riostra: «Hágase nuestra voluntad" (magia colectlva)\]J Fíat uoluntas tua: «Hágase tu voluntad" (magia sagrada). (.:)\ ) ~) \."
)
134
",. .J
.' ,':
X' // -,
r-~as-g~~J~K~~"-~~~.,~.t.uy._~!!J,J~.!:..!.~EE?} ... ~mf,S)(i!~9~... E.e.~~.!.~:~,~~§ ..cI~·t 10§..S~gL~.orne.¡~~2-ª!.l~.Y.Q.ly,!:l.t~ª?.x.•e~-!2.~,<;:1p.c;:RYac;.l..º,§ ..~.~,Jl~:llilJ!>can.lª',~,/' j,': l:¿a 1~n~cL~~g-l-e.i d e~ir co..pJ~..:':'2l2!]..~~~~.~!?.~9.!~E.~p:t,~~E~.,E.ttr,.t!:uJ.)1I <\': . ~~ ..2.E~e:~1J?!Q ...,,,.<. ;:._.'!:_mi!.g!.ª ...••,,~Lp.9l,~,~.g[.ªm.il,"c!~,,L~§.Ei7J,s.Q,Pqg!(l~,'f ",Antes de considerar cómo se producen las cinco llagas de la volun~! ,tad y cuál es cancretamente el método práctica de la magia del perita ..( \t,.b~/ ..>,\,;,".gr~~nade laS.CID,CO l~~ga~j~~mos de aclarar bien elconcepto mismo de/\,,) ·"··'.,:>llaga..' ., . c·.e: """ .'. <"."""/ .,{;,} j/':J:';:/~:¡
d
l . ",
.'~~·0bi~~l~l~!ª~~~!ti~~i~~E{i~:1 }, ';?'¡
j' (]
. .E~c~ant.o a la tercq-ª-1QDp.2 ..Q~_~g~ -la magia sagrada-, utiliza ~; \\} .., \'"' en su método llQJaj.u.e1ZiL...,sina.la..p_~~za de la voluntad. Pero dada q~~.l.a_.yo1~!!llª,ª.sQ~n q,.!ill.-.ll.Q-_~;L!1]J1l,C;:.'L,e~-;;~Xi.~,\l¡;a;;;;p-~e.~.)J~ ..~§.j~ ". carne ..l~,queJl~y,¡l.J.º_s.:.~s.t~gI¡Fs ..,g.e.1..p"~<;;~g.9S?,r.izLr:~~1 ..!.ú,--<;Lp.~E:~,~~,i_<:I.1.~? ¡j ~.~t\d.Q .... ~~J;¡:;L<;;.~Q, .•~lD:.QJ~pyQ,l.gnlªflJll.!~rr¡;~h j:U2reciso 9:!,~J~s éipco l..
J, ,
º..
'
jV_:-r.:~..~lag~~_s,::.~.l1.~ pliertapor
la que ~l m~ndo c:xt.erior objetivo. , h~ll~pe e.n el slSJema cerrado del mundo mterror subjetivo, Hablando en términos biológicos, diríamos que es una brecha e~110s muros de la fortaleza del organismo, a través de la cual penetran en éste fuerzas externas. Una 'simple lesión cutánea, por ejemplo, constituye una bre .. cha de esta clase y da paso, durante algún tiempo, al aire y todo lo que tra~spa~ta, llevánd.olo a. una pa~te interna del organismo, que no se vena aSI afectada SI la piel estuviera intacta. A~lOra bien,. en comparación con la superficie del cuerpo humana recubierta ~e piel, el órgano de la vista, el ajo, es una llaga, aunque puede cubrirse can u?a pie~ ~óvil: las párpados. Por esta llaga pe .. netra el mundo extenor objetivo en nuestra vida interior con tanta mayar intensidad cuanto que la vista nos revela más cosas del mundo externa q~e el tacto . .AJ ~errarse los párpados, el punto del cuerp9 don~e tema lugar la experiencia del mundo designada por el nombre de VIsta nos proporciona una experiencia reducida de ese mundo -riorrnal respecto al resto de la superficie del cuerp.o-, experiencia que llamamos tacto. L?,s. ajas sonheridas abiertas, tan sensibles que sufren (es decir, r.:.~.':~~a?~nLante_cualquier pequeño cambio. de luz o de colar. Otro tantosucede con Ios demás órganos de las sentidos. Tales órganos san 135
"V
.:
))llagas, que nos imponen la .realidad objetiva del n:u~do_eX.!erior. Allí donde me gustaría contemplar hermosas flores, mi oJo me hace ~er.un montón de estiércol. ESt9yobligado a ver lo que el mundo_-üJ;>¡é!~IVO me muestra a través del órgano de la vista. Es como si un clavo viniera desde fuera a sujetar mi voluntad.. . . . '_'~ Los sentidos =supuesto que estén sanos y funcionen normalmen-) . :. te- son llagas a través de las cuales se impone a nosotr,os,el mundo] .objetivo, sin que la voluntad tenga arte n.Ipart¡'!eI1:ell?f , Los sentidos son órganos de percepción, no de accion. }):nagIOªte a.h~r::aqllelos cinco órganos de acción -los I?ie.~bros)jI1cJlIida la 1 .cabeza en su función de miembro+ posean llagas analogas. En tal caso,' :l~~~l;:¿¿-~é;r;~'e;;:tes volinvas que expresan darían acceso a una voluntad objetiva, la cual sería respecto a los deseos personales lo q,ue las. ; percepciones de los sentidos son respecto al Juego de la fantasía. He ahí el concepto esotérico de la llaga. ~_s.te conc:;epto pu:~e convertirse en realidad espiritual, psíquica e incluso, en algunos, [¡SIca. Los estigmatizados -desde san Francisco de Asís hasta, e~ nuestros días, el padre Pío en Italia y Teresa Neumannen Alemania- son personas en quienes I?tealida~Lde las cinco llagas.,~a alcan~ado el :p]ai1ofE~icoi Tales:llag~s!son',órg~Ilos;f.uturo~:,:~\e,l
>
I
I razones.
. '\".' Primeramente, porque es portadora de la corona de espIOas (de la que hemos intentado ofrecer una explicación en la carta IV),. la cual, en principio, es llevada por toda persona capaz de un pensamiento objetivo. De hecho, la corona de espinas se le ha dado al ser humano desde el comienzo de su historia colectiva. Es ese órgano sutil que en Occidente llamamos el loto de ocho pétalos y en la India denominan el loto 136
~.
de los mil pétalos o sah asrára (centro coronal). Esta corona es, por decirlo así, un don natural a cada ser humano, y toda persona normal la posee. Sus espinas funcionan como clavos-de objetividad, que forman la conciencia del pensamiento. Gracias a ellas el pensamiento no ha llegado a emanciparse del todo y volverse tan arbitrario como, por ejemplo, la imaginación. El pensamiento en cuanto tal es, a la postre, el órgano de la verdad y no el de la ilusión. -. por consiguiente, noes el pensamiento en sí mismo el que implica \~Jdeseo de grandeza personal o la tendencia a la megalomanía, sino la 'r--:. ' -,v.oluntad, que se sirve de la cabeza y es capaz de apoderarse del -pensamienro, reduciéndolo al papel de instrumento suyo. . - Esto constituye la segunda razón por la que la quinta llaga -la de la Fiiúñ{ldad orgánica; que reemplaza la corriente del afán de grandezano se encuentra en la cabeza sino en el corazón (afectándolo en el lado derecho). Ahi,en efecto, se origina el ansia de ser grande y de ahí pasa a la cabeza, apoderándose de ella y convirtiéndola en su instrumento. Pü'i--'eIlomuchos pensadores y sabios quieren] pensar sin corazón para ser objetivos, lo cual no esmás que una ilusión: no se puede pensar sin, corazón, por ser éste el principio motor del pensamiento; sólo es posible pensar o cónUr'('¿:prazon humilde yc~I.idoo:cón uno arrogan-. te y frío.' ..... .".' . . ~ . Así, pues, la quinta llaga (la primera en importancia) corresponde al corazón y no a la cabeza. Ésta es, desde el punto de vista de la !~oluntad activa, instrumento o miembro del.corazón. Volvamos ahora a la cuestión sobre el origen de las cinco llagas, a saber, cómo se producen y cuál es concretamente el método práctico de la magia del sagrado pentagrama de las cinco llagas. ¿Cómo se adquieren estas cinco llagas? No existe más que un método, un único medio para conseguirlo: Con pleno conocimiento de causa o instintivamente todo esotérico, todo místico, todo idealis'ta todo espiritualista ':'en ~uma, todo hombre de buena voluntad-lo r . emplea tanto en Europa como en Asia, tanto I hoy como hace ace vei vein te siglos. Este método universal de todas las épocas. y grandes cultur.as \ no es otro que la práctica de los tres votos tradicionales: obediencia, ~;pobreza y castidad. , ,~: La obediencia clava el afán de grandeza del corazón. :-:':'La pobreza clava los anhelos respectivos de la mano derecha e , .' .,' . I ,izquierda: tomar y retener.;_ 1, . _' . \La castidad clava los deseos del cazador; nemródico: avanzar y mal~~~~'~;se a expensas de Otros 0, en distintas palabras, cazar y atra¡p-;r.!is piezas. Estos deseos corresponden a los pies derecho e izquiertia. respectivamente. ' 137
L
L ,L )
L ))))))-
)-) )-
))) )-
))-
))-
)))-
)_. ))-
))-
)))
'.'
•• ) )
-" ) ~ ) ) )
-'- ) )
) )
- ) - ,) -'-
) ) )
,';"
) )
)
- ) -
) )
.~
)
-
- ) -
) ) )
) )
-
)
,.-
)
t:LY.OJ9dG ..Qkf:d.imá.aesJa, práctica_de'!' silenci
1i
prebolchevique. : . :[",;¡.Jórmul;,t.un\versal deja, o bediencia __ ~.~;~(.Hágª,~~,~.t:l~ºl'!.~S
)
) !-
)
verdosas y amarillentas. «i Es cobre!» " . tres hermanos. «j Ya tenemos e! t ., gnto entusiasmado uno de los dos no estuvieron de acuerdo co es~ro (u~ ~uscamos,!" ~ero los otros ll tario de una mina de ~ob" Ell e y dO ,e¡aron atrás, neo y propie. . 1e. os to aVIa pobr .. camino. Al cabo de -- 11' ' es, prOSIgUIeron su . un ano, egaron a un 11 11 d . emitían un resplandor blancuzco .Pl I va el eno e piedras que hermanos, «[Por fin e! tesoro . «lb ata:», exc amó uno de los dos . ,que uscamos!» Mas 1 hi SIgno negativo con la cabeza y ree d" 1 . e otro IZO un su hermano convertido en rico m'pre~ 10 a marcha, dejando allí a _ propietario de un . dI' anos después e! último d 1 h a milla e p ata. SIete d ' e os cuatro ermanos f 1 pe r.egoso, en medio de un árido desierto A11' ue a ~adrar a un ugar sancio, se sentó Y observó t l' . a, venCI o por el can. bri . en onces que os cantos ' pIes, _nll.ªban. Era oro. que yaCIan a sus " :~l voto d-e'ca;t¡d~d significa la ue ta ' . . . y.ivir según la ley solar' si Pd sd en practica del propósito de , ....__... , III mmo era os afane .. diferenci . pues la virtud es aburrida y el . . s Y sm m 1 erencia,: fondo de! corazón no es " burrid rep.ugnante. Sólo lo que viene del . 1 . ~ 111a urri o III repugn t b 1 E. corazón vive únicamente cuando a an e, a sa er,: amor. La castidad es el'~stado dei h ma. Entonces se asemeja al sol. . ser umano en que el corazé 1 . : ,o,:upa el centro. de g.raved;d.i .. ,_ '. orazon, y~ so ar, .... ' En otros tei~1in'6~~;ía~¿astidá¿" e's:er~~tado d: 1 . 'h '; ..... :,~" .':,:: Fentro llamadopor el esoter~s .,.. e ser urnano doüded" hata en la IndG) s'e halla d .mo oCCldenftalloto de doce pétalos (ana. esplerto y trans ormado en el 1d 1 . pd'1anetario '.' rnicrocósmico .. , . Lo s tres res lotos atas si SItuados debajoso de eél SIstema (l d \ c:~~)a;e~~Ya::h:~:I~~'llos re~pectivamerit:) comienzan entonces aO¡un~' (¡'_,._____ _ . . .' n la VIda del corazon (loto de d '1)' :~Clr, según la ley solar. Cuando lo hace 1 oce peta os , e:, s~.~tera o casada. Así, hay vírgenes casad~s a persona es casta, 'fa este ~~_~cas,que no l~ son en realidad. El ideal ~e~:d~~s, y hay vlrgeI).eS propone la Iglesia tradicional (la católica 1 . d rgen Madre, que lTI adorable. El ideal de Ia casti d d y. a orto oxa) es verdaderaente .indiferencia. e a casti a triunfa de la esterilidad y la . La práctica de la castidad no se f' extiende también a los de ' re iere solamente a lo sexual. Se Dey solar y toda clase d mas.cam~os donde es posible elegir entre la ; . e enajenaCIOnes perturbad P . "todo fanatismo es Un .pecado contra la castidad oras. or eJ,e~plo, .arrastra una corriente teneb L lució pues al fanático le "d rosa. a revo UCIOnfrances f ' ( .e perversa embriaguez colectiva como lo .: ' a;e una orgla ¡CIÓnr~sa. El nacionalismo -par;jo al de mas. tard' e la. revolu'también una forma de e bri emama e HItler- es ;zón or m nagu.e,z q.ue anega la conciencia de! cora\ .' y, p tanto, resulta también incompatible Lid 1 d castidad. con e 1 ea e la
l:e;:t
139 138
',,' "
. '
Hay igualmente formas de ocultismo práctico que se prestan a la búsqueda de una embriaguez malsana. joséphin Péladan, confiesa:' '"No lo disimulo: rodos nos hemos dejado seducir primero por la estéti'ca de ~lo ocu!t?; y, enamorados de lo pintoresco y extraño, hemos dado nuestra aprobación a pasatiernpos de mujer neurasténica; se ha buscado el temblor -el escalofrío de lo invisi-' ble y del más allá-, se ha pedido una sensación a lo incorpóreo»!",
~~Fráctica de la castidad clava las inc:li~acionesala cazqpropias del ser humano, cuyo lado masculino tiende a atrapar lapieza, mientras. el ~em~mno trata de emboscada. 'La práctica de la pobreza sujeta las inclinaciones de! hombre al robo: aquí la parte masculina se aplica ~ tO~ar y la femenina a retener indefinidamente, en vez de esperar el don libre o el fruto merecido del trabajo. La práctica de la obediencia ,por último, reprime el afán de grandeza o las inclinaciones humanas a .la. usurpación: donde el varón busca proclamarse grande a sus propios • O)OS y la mujer a los ojos de los demás. . Estos tres votos representan, como decíamos, el único método conocido e ,indispensable que conduce a las .cinco .llagas, o sea al '.. pen.tag~a~~,',eficazdela.m.a.sia sagrad~.:Hay' q~.e precisar que, ~o-sc trata áqiü'de'hs vihu0cs'dehumildad,pobreziiy'caJridad' e~ten::.n1e;::;-' te rea]izada~ -ya que ningún hombre carnal puedeposeerlas en g;adci ~erfecto--, sino de su práctica, es decir, de los esfuerzos sinceros que tienden a realizarlas. Sólo éstos cuentan. . ~ Tal es la respuesta a la pregunta sobre el modo de adquirir las cinco l~agas. Respondamos ahora a una nueva pregunta: ¿cómo opera la magia del sagrado pentagrama de las cinco llagas? .. S~gún indicábamos antes, la pureza de la voluntad, y no su fuerza, constuuye la base de la magia del sagrado pentagrama. En ello concuerda con la magia divina 'que no coacciona, sino establece (o restablece) la libertad de elección merced a la presencia de lo verdadero lo ~ello y lo b~eno. La. magia del sagrado pentagrama de las cinc~ lla~as nene por objeto realizar la presencia viva del bien en la conciencia del, sujeto de la operación. En efecto, el bien no combate, no lucha contra el mal; se limita a estar o no presente. Su victoria consiste enconseguir estar presente, su derrota en verse obligado a estar ausente. Las cinco: llagas garantizan la presencia del bien o, en otros términos, de la voluntad pura de lo alto. He aquí un episodio relatado en las Consideraciones sobre las llagas de san Francisco (consideración quinta), que podría ser la clave del problema que nos ocupa: ¡
10. ¡bid., p. 309.
140
t",'
Cierto fraile franciscano oraba desde hacía ocho años, a raíz de la muerte de san Francisco, para que le fueran reveladas las palabras secretas que el serafín había dirigido al santo al darle los estigmas. Un día, el propio san Francisco se le apareció, en presencia de otros siete frailes, y, volviéndose hacia él, le habló de esta manera: "Has de saber, hermano carísimo, que, cuando yo sobre el monte Alverna estaba roda absorto en la memoria de la pasión de Cristo, durante la aparición seráfica fui por él llagado de esta forma en mi cuerpo. Entonces me dijo: "¿Sabes tú lo que te he hecho? Te he dado las señales de mi pasión para que seas mi portaestandarte. Y como yo el día de mi muerte bajé al limbo y, en virtud de estas mis llagas, libré todas las almas que en él estaban llevándomelas al paraíso, así te concedo desde ahora, para que me seas semejante en la muerte como lo has sido en vida, que, cuando hayas abandonado este mundo, todos los años, en el aniversario de tu muerte, vayas allpurgatorio y, en virtud de las llagas que te he impreso, saques de allí las almas de tus tres Órdenes de menores, monjas y continentes, y aun las de tuS devotos que allí 'encuentres, y las conduzcas al paraíso." Estas palabras no las revelé nunca mientras vivía en el rnundo.» . Dicho esto, san Francisco desapareció súbitamente. Numerosos frailes oyeron después el relato 'de labios de los ocho que habían presendiado la visión y escuchado las palabras de san Francisco (san Francisco de Asís, Escritos, Biografías, Documentos de la época, Ed. Católica, BAC 399, Madrid '1980, p. 926). Y "El hermano Jacobo Blanco, lector romano, anuncio esto y dijo que lo había oído de uno de los ocho frailes arriba citados», aúade al final del relato el manuscrito de san Isidoro, del que hace mención Poul Sabatier. :
I )_
)) ))
-
)- -
)-
I
. Anf.líceI'no~ ahora ese relato desde el punto-de-vista de la magia del. sagrado pentagrama de las cinco llagas. ",' . Ante todo conviene hacer notar que los estigmas otorgados a san Francisco son de naturaleza tanto corporal como espiritual, ya que su virtud (es decir, su poder mágico) continúa después de la muerte del santo. Hay que señalar también que la virtud de los estigmas, los de Cristo mismo y los de san Francisco, se manifiestan en poder sacar del limbo y el purgatorio a las almas para conducirlas al paraíso. Y digamos, por último, que la narración es clara y categórica respecto al: hecho de que sólo en virtud de sus estigmas Jesucristo, antes de resucitar, sacó a las almas del limbo y las condujo al paraíso, y de que sólo en virtud de sus estigmas san Francisco, a su vez, sacaría del purgatorio cada año. en la fecha de su muerte a todas I las almas vinculadas a él _....... po~ ':111 lazo espiritual y las conduciría al paraíso. Considera a continuación los términos limbo, purgatorio y paraí-' so en su lato sentido analógico y tendrás la fórmula neta y precisa de la operación mágica del sagrado pentagramalde las cinco llagas. Esta operación efectúa. el cambio del estado natural (limbo) y el estado •.•••. ....•.••... . . . I humano de sufrimiento (purgatorio) en el d~ la bienaventuranza del estado divino (paraíso). La operación mágical del sagrado pentagrama de las cinco llagas consiste, pues, en transformar el estado natural en humano, y este último en divino. Tal es la obra de la alquimia espiritual que transmuta lo natural (limbo) y lo hl~mano (purgatorio) en lo 141
), , ))I
> ))-:)-
)~ I
J))))))-
\ r: ,
)-
)~ )-
)-
) ~
) )
~
)
-
} )
-
) ) )
) -
)
- ) -
) ) ').
"~
} ,-'
) )
) )
) -
)
-'
)
- ) )
, ) - )
- ) - ) )
5l.iviI~o_ (paraíso), según la clásica división tÚlÚtari..?-_:.n~~~J:aleza,hombre y Dios. . '. Examinemos ahora más de cerca el sentido práctico de las palabras limbo, purgatorio y wraíso como etapas de la obra de tra~smutación , -o liberación- de la magia del sagrado pentagrama de las CInCOllagas. ..' Su sentido práctico no .es el de espacio, oJugar
- ) )
) ,...; :>
142
{paraíso. Sufrimos, pero nos llegan consolaciones del cielo. La vida ;humana es alegría inocente Y natural, Y su pérdida viene del pecado; . ¡de ahí también el sufrimiento Y los rayos de bendición celestial que' nos.consuelan . A~í..C;:§Jllles.travida, que consiste en experimentar la realidad del limbo, el purgatorio Y el paraíso. ; .. ._. . '" . .!:-.,:.magi.'ldeL~agr.ado pentagrama de las. cinco llagas saca a las' almas del limbo Y del purgatorio para conducidas .al paraíso. Esto; qUiere decir que hace presente el cielo en el limbo Y en el purgatorio, que lo hace descender al plano de la naturaleza inocente y dolorida. Y .esto último a su vez sigJilifica que introduce lo sobrenatural en lo ·~~~ural'. cura l~s enfermedades, ilumina las conciencias Y las hace par~ tlClparell la VIda espiritual. J.;:! purgatorio abarca. toda enfermedad y todo sufrimiento. Sacar de él equivale a liberar de él, es decir, a curar, i!J.llninar, unir. .Jta magia de las cinco 'llagas opera gracias a la presencia de la! realidad del mundo espiritual sobrehumano por medio de dichas lla-' ~.asY efectúa la trans~utación de los estados del limbo Y del purgato-' no enel estadode unión con lo divino o paraíso, ". ·.:t.'n~·~,~án.F:o ?·Xasp~fto, ritqj!J -9}~¡;?ico dela magia-del sagrado pe~-:. '. tagra)T':i¡,de)as .cinco )lagas,f0,:heinos ya' esbozado eI1 la tef'~era' relativa al' arcaJ,1? simbolizado por la Emperatriz. . El quinariounido y ligado a la década, del que habla Saint-Martin, es por tanto el quinario o pentagrama de las cinco llagas. El otro quinario, qu~ Saint-Martin califica de absolutamente malo,' está separado de la década, es decir, de las cinco corrientes (o miembros) de la voluntad humana, dotadas delas cinco llagas de la voluntad divina (o las letras del nombre Ykshuh,«Jesús», como lo han aceptado simbólicamente Kunrath, Kircher, Saint-Martin y otros, aunque en hebreo el nombre de Jesús se escribe Yehoshua'). Sin embargo, yo no diría tan radicalmente como Louis-Claude de 'S~in~~MartÍn que el quinario separado de la década es absolut~mente, :m~lo.. Más ?ienes arbitrario, y sólo resulta malo en la medida en que personalidad humana, emancipada de lo divino y lo natural, es
carta····
+~
mala.
~_.!En todo caso, el pentagrama distinto del de las cinco llagas no es ell ¡signo de la magia negra, sino el de la magia arbitraria o gris, si se ' ¡prefiere. Es, en efecto, el signo del poder de la personalidad como tal, mezcla inevitable del bien y el mal, aun cuando actúe con las mejores intenciones del mundo . .- 'Oswald Wirt!~ ~sc~¡be a este propósito: 143
/
t
)«La magia ningún poder. un poder más formamos en
)-
vulgar se ilusiona con la fuerza de este signo, que de por sí no confiere] La voluntad individual sólo es fuerte en la medida en gue concuerda con,' general." No pretendamos desarrollar la voluntad artificialmente y trans:, atletas volitivos ... » 11 (.
Ambas formas del pentagrama -apuntando hacia arriba o hacia abajo- no corresponden en absoluto a la división de la magia en blanca y negra (aunque así lo enseñen los magos tradicionales, por ejemplo Éliphas Lévi). Ya puedes dibujar una cabeza de macho cabrío (como lo hace Éliphas Lévi) en el pentagrama invertido, no por ello se convertirá en signo de la magia negra. Las dos formas del pentagrama se refieren a la electricidad humana (la electricidad del organismo humano, que va con los movimientos de la voluntad) de la cabeza o las piernas, lo cual nada tiene que ver con cuernos. Trátase en ambos casos de la misma electricidad, con la única diferencia de que en el primero, el del pentagrama con la punta hacia arriba, las corrientes eléctricas son movidas por la voluntad del intelecto, mientras en el segundo, el del pentagrama con la punta hacia abajo, lo son por el intelecto de la voluntad. Los; dospolos.dela .voluntadpueden igualmente s~r.,r¡ra{bien. o al mal,';aúnque entrambos regt.ese:ntan, de he~ho,' {¡na mezd~ de ios dospfiEfipi'os. E.t cierto, ili;{6.bsI:Últe,que l~, .razón Y la conciencia tienen más probabilidades.ªehacerse valerenla' .cperación si la punta del pentagrama está vuelta hacia arriba, en vez de , .estarlo hacia abajo, pero todo depende aquí de la disposición intelec-: .r-: :tual y moral .del operador. Un intelecto perverso hará ciertamente' 'peor uso del pentagrama derecho que una voluntad sana y con buenas: intenciones lo hará del pentagrama invertido. No nos dé miedo, pues, el pentagrama invertido.r niconfiemos demasiado en el pentagram:i derecho. Volvamos ahora al quinario ligado y unido a la plenitud de la década, es decir, al sagrado pentagrama de las cinco llagas. Y considerémoslo no como un asunto individual, sino como algo que concierne a la humanidad entera. La historia de la humanidad ~vista 'en su aspecto nocturno'- es en el f~~d~ i~ operación de un' ~(iinero 1i~i~ad; d~ f¿r~-;las' sig;;:;;~ mágicos. Hagas lo que hicieres, te colocas bajo la égida de determinada fórmula o signo. Cruz, pentagrama y hexagrama son signgs,,y fóqnulas que operan en la historia de la humanidad, La cruz..~s elv()J.o ;y virt~cI de la obediencia, o sea el signo y fórmula de la fecorno respiración horizontal humana y vertical divina reunidas.
'r
11. O.
144
Wi~{h. Le tarot des imogiers dn moyen ¿ge, París 1927, p. 123.
;
Elpentagrama es iniciativa, esfuerzo y trabajo; en .otras palabras, el voto y virtud de lapobreza, o el signo yi fórmula de la esperanza L :co~o efecto de la presencia de la luz divina aquí abajo. )~ r mhexagrama es el voto. y virtud de la ca~tid~d, es deci~, ~l signo y )fórmula del amor como unidad del Padre, ellHIJo y el Espíritu Santo" ,~~;y de la Madre, la Hija y el Alma santa. .. L , La historia espiritual de la humanidad es, su vía crucis hacia el '\ )\'pentagrama, y por el pentagrama hacia el hexagrama, lo que significa (~ :que es la escuela de la obediencia, pobreza ylcastidad, siendo también \ )-" :la operación mágico-divina donde el amor se ve alcanzado por la f~J r )_ miediante la esperanza; El.medievo erigió la cruz por encima dellas naciones, sociedades;' Jaspira¿i;;-n-¿-s"e'ideas de Europa. Fue una época de obediencia y fe ... L con todos los abusos humanos imaginables. Le siguió otra época en rL que se dejó sentir la aurora de la esperanza. E} humanismo, con el :rehacer.'] florecimiento de las artes, la filos:ofía y las ciencias, nació \ )baj'ü-'d signo de la esperanza. Elsignorlel ~entagrama comenzó su , )ascensión. Entonces mismo surgió la oposición entre el sagrado pen.tagrama de las cinco llagas y el pentagrama dela personalidad ernanci-'
,J.
'.
I
~paéh, '
'"
"
" " ,'':'.,',
,",
",
",
,>;" ;'. ' _. X·
(Un arte; ~na' magia y unaciencia puramente humanistas se des-¡ arrollaron bajo el signo del pemagrama de laiesperanz.a en el hombre;' 'opuesto al signo del pentagrama de la esper~nza en Dios, el sagrado; " \ pentagrama de las cinco llagas, al amparo. del cual se desarrolló a su vez el esoterismo cristiano (mística, gnosis, magia sagrada y herme-' 'tismo). ,,', \ El impulso a la libertad -la esperanza en el hombre emancipado" 'creó y destruyó muchas cosas. Creó una civilización material sin par,<~, pero destruyó al propio tiempo el orden jerárquico, el orden de la' , obediencia espiritual. Ello dio pie a toda una serie de revoluciones rdigiosas,- políticas y social,es:\ 'Mas el orden jerárquico es eterno, y la obediencia indispensable. .Estableciéronse entonces nuevos órdenes jerárquicos y la obediencia ':fue sustituida por tiranías y dictaduras. «Pues que viento siembran, ,:." '[~coge~án tempestad» (Os 8,7). He ahí una verdad que con no poco sufrimiento aprendemos hoy. El pentagrama de la esperanza en el -hombre emancipado sembró viento en el pasado, y nosotros actual.mente cosechamos la tempestad. : , Ahora bien, la función del papa en la [historia espiritual de la humanidad es la de guardián del sagrado pentagrama de las cinco llagas, única vía legítima para pasar de la cruz al pentagrama y de éste; al hexagrama.' La tarea espiritual del papa eS velar por que sólo des¡
"
'.,
))
j.
)-
'
145
)~ )~,
)) )
)))-
)~ )-
))-
)))-
'
) -!
)
-'
)
.-
) )
)
~
)
-
) )
)
~
) c-
)
-' ) )
)
r: )
p.~~s.de,h.a.ber,5e.acepta,do la cruz. inicie e1p~n':.agra!!l.~ slJ._ITl0y.imi~ntó, ascendente ..ypor quetsólo. después de haberse_aceptado el sagradq pentagrama de las cinTo llagas ascier:dael hexagrama. Lirriisión. del :sumo sacerdote es velar por que los libres y santos votos de obedien-. .cia, pobreza y castid~d espirituales no desaparezcan del mundo en, 'que vivimos y haya siempre en él personas que los abracen y reprec \senten.; .' ,JLa'práctica de estc's tres votos constituye, en efecto, la condición 'preliminar de la fe viva, de la esperanza luminosa y del amor ardiente; .es decir, de la respiracion espiritual de la humanidad. Esta última sé 'asfixiaria espiritualmente sin fe, esperanza y amor o caridad, virtudes lde las que se vería privada si cesara la práctica de los libres y santos ;v()t:os.de. obediencia.ipobreza-y-castidad. espirituales.'. ' ._,~~ función ~~p.~l!o. ~e_la S~!1ta Sedeesunafórmula de .la..!il~,."gia divina ..enlahistoria de la humanidad, al igllal q~e la fllnci~n.im'.... pei-iaLi I . Tal es el significado del término esotérico Pedro, piedra. La E~edra designa, en e1.Ap.tigll~Y Nuevo Testamento, el estatuto divino in;:Iiutable o .fórmula .de. ~a magia divina. Por ello laJupci99:.paPill)ue instaurada encalidadjde Pedro, D Sea roca, piedra.:,'/ . 1 I
". las puertas
)
) )
)
,-
)
!-
)
- ) ) )
'.
del infierno
no¡p,¡;evalecerán
contra ella" (Mt 16,18).
I
.i
pod~r'~~~gi~o~divino de estas lla"es_.es.)~lq),l(; 19:..qUe.i:úi[_~.u ;y.~rtu(seaJigado-enla tierra será liga,tia en el, ~_ie.l~
) )
'.'
..~JEi
)
)
'.,
[Las cinco puertas' del infierno -el afá~ de ser grande, de tomar) retener, avanzar y mantenerse a costa de otros-, como contrafórmula.i no prevalecerán contra la fórmula de las cinco llagas, que son las llavesl :del reino de los cielos.. '" " .'. ,~
)
)
ambas, nos da:
I
)
)
Juntando
del Papa,
"y yo a mi vez te digo ~ue tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, .~/
)
-
La idea de la jerarquía de esta otra: .
o.
.-' ) -'
La idea de la jerarquía del Emperador puede presentarse de esta manera:
gll~
"Que lo qu~ está arriba sea como lo que está abajo, y lo que está abajo sea como. lo.: . está arriba." . ..... "..'
146
147
,
/-
Carta VI EL ENAMORADO El arcano de la iniciación y de la castidad I
«Lo asió y lo besó, y con semblante desvergonzado le dijo: "Tenía que ofrecer un sacrificio de comunión, y boy he cumplido mi voto; por eso be salido a tu encuentro, para buscarte, y ya (e he bailado"» (Prov 7,13-15).
)-
"Yo, la sabiduría, vivo con la prudencia, y poseo la ciencia de la reflexión ... Amo a quienes me aman, y los que me buscan me encuentran» (Prov 8,12.17).
)-
)-
«Ponrne como un sello en tu corazón, como [m sello en tu brazo; pues fuerte es el amor, co!!,o la muerte ... ~.~et!':sdeJuegoson sus fled;as,I1amas de Y ~hveh), (Cant 8,6.7) ..
~,
-..
L.,
",
--
))-" ... - ,... ~.
i'
'.
):-
)))-
, ) . I
\-
I
, )-
QHerido amigo desconocido:
)En las citas que preceden tienes toda la composición de la lámina sexta, traducida del lenguaje visual del tarot al de la poesía salomónica. En dicha lámina, una mujer de cabellos negros y vestida de rojo ase descaradamente por el hombro a un joven, mientras otra, rubia y con un manto azul, apela a su corazón esbozando hacia éste un casto movimiento con la mano izquierda; al mismo tiempo, arriba, un arquero infantil alado, destacándose de una bola blanca que despide llamas rojas, amarillas y azules, se dispone a ldnzar una flecha sobre el otro hombro del joven. ¿No nos parece oír; al contemplar la sexta lámina del tarot, una voz que exclama: ¡Ya tf! he hallado!, y otra que dice: iQuien me busca me encuentral? ¿N o reconocemos aquí la voz
149
))))-
)-
))~
r r ))
-
)
)
)
) )
)
)
v )
) ) )
)
) ) . .-r-
-
):
.,.
>:..
)
) )
) r-
)
)
- ) ) )
) )
) ') )
-
)
- ) )
de Ía sensualidad y la del corazón, así como la flecha de fuego venida de lo alto, a la que se refiere e! rey Salomón? El.tema.cerural.del.sextc arcano.escpues.ejde.la práctica del voto de castid.ad.,asemejanza del quinto. arcana quetienepor t(':ma básico la pobreza ydel cu~rtocuy.o tema es laobe.qiencia. El.sexto arcano constituye también e! resumen de los dos arcanos antena res, por ser la castidad fruto de [la obediencia y la pobreza. Compendia los tres votos o métodos de disciplina espiritual, oponiéndolos a las tres pruebas o tentaciones contrarias a tales votos. I::~ ..elección con Iaque s.e enfrenta _e! joven dél sexto arcano es de mayor. a!cance que la ,de r ~~coger<:!:1~rE:..eL-y.i~i?.xlavirtudvAquí had,e.d.eCldlfSe.enue las Vlas: jre'spe¿i:ivasclela obediencia.Ta ~ob!ezay Iacastidad, p~r una pal}e, Xi !Jas'del'poder, la riqueza y la lujuria, por otra. La ensenanza practLc~ 'delarcano que representa al Enamorado se extiende a los tres votos y! :a las tres tentaciones correspondientes.cNoojra, es ladpc.t!i!ia_p.r.ác~ic:¡¿i rgeL.h.exagrama .o senano.' . Lós't;es~otos son, en esencia, remembranzas del paraíso donde el hombre estaba unido a Dios (obediencia), donde lo poseía todo a la vez (pobreza) y donde .su compañera era simultáneamente su mujer, su amiga,,;su.:hermana ysu madre. (castidad). En efecto, la. presenc!a "} real de D-¡'d~"entrai1a:por necesidad el acto d.e prosternar.se ante aquel «que es más yo que yo mismo», y ahí tenemos l.araíz y fu~nte de! voto de obediencia; la visión de las fuerzas, sustancias y esencias de! mundo como jardín de 10.s~ímbolos divinos o Edén significa poseerlo todo · sin escoger, tomar o ,apropiarse una cosa particular aislada del conjunto: tal es la raíz y fuente del voto de pobreza; por último, la comunión total entre e! único y la única, que abarca la gama entera de las posibles relaciones espirituales, anírnicas y corporales entre dos seres po: larizados, implica forzosamente la integridad absoluta del ser espiritual, anímico y corporal en el amor: he aquí la raíz y fuente de! voto · de castidad. Sólo se es casto cuando se ama con la totalidad del ser. La castidad '~o. .~;·G;~~gridadd.e! ser en la indiferencia, sino en etam()r,,~_q.t:!.<=: lOS · f~erte como. la muerte y cuyas flechas son saetas de fuego,llamas del ·eterno·».. ': . J El amor es unidad vivida. Es tres -espíritu, alma y cuerpo- que iconstituyen uno, y otros tres =espiritu, alma y cuerpo- que también [son uno; y tres más tres son seis, y seis es dos, y dos es uno. He aquí la :fórmula de la castidad en el amor, la fórmula Adán-Eva, y esta íór-, :~mula es el principio de la castidad, el vivo recuerdo de! paraís,Q:j' ..' ¿ Qué hay del ce!ibato de! monje y de la monja? ¿ Cómo se aplica a ellos la fórmula de la castidad Adán-Eva? . 150
El amor es fuerte como la muerte; es decir, ésta no lo destruye. No puede hacer ni que uno olvide, ni que deje .de esperar. Quienes de entre nosotros, almas humanas, llevamos en nuestro ser la llama de! recuerdo paradisíaco, no podemos ni olvidada, ni dejar de esperar en ella. y si esas almas vienen al mundo con la impronta de aquel recuerdo y con la de saber que en esta vida de aquí abajo no tendrá lugar para: ellas el encuentro conel otro, vivirán entonces aquí como viudas, por cuanto recuerdan, y como novias, por cuanto esperan. Así, en e! fon-. do de sus corazones, todos los verdaderos monjes son viudos y no-. vios, y todas las verdaderas monjas, viudas y novias.iEl auténtico, .celibatoda testimonio de la eternidad del amor, al igual queefillilagrü: f~_~L~~_t¿rlti~~:.~.~t!irnoniQ..atestigua .sllre_~liQ~d..i Sí, querido amigo desconocido, la vida es profunda y su profundidad es como un abismo sin fondo. Nietzsche sintió esto y lo supo expresar en e! Canto nocturno (Nachtlíed) de su libro Así habló Zaratustra:
. ' -'~. . .
,,¡Atie(ldy, oh hombre! ¿ Ql,lé'~<;Ii~eJa profunda :median~7he!: y odormía,' dormía .... ,! . '." 'y de hondo sueño me desperté. El mundo es. profundo, aún más de lo que pensara el día; profundo en su dolor, , y el placer, más hondo aún que el pesar del corazón. Doloh::lice: ¡pasa! Mas todo placer anhela eternidad, quiere profunda, profunda eternidad.»
.1-: .
_.t",.
.:
'l,
-,1.
A~C puesvuna
misma flecha -la «saeta ígnea de la llama del eterde! ~erdadero matrimonio y del verdadero celibato. ... . \ A~.rªyiesa el corazón de! monje -que por ello es monje- corno traspasa \ el.corazón del novio la víspera de su boda. ¿ Dónde hay más verdad y :'belleza? N~die' puede decírnoslo. la caridad, el amor al prójimo? ¿ Qué relación guarda con e!¡ ..amor cuyo prototipo se resume en la fórmula Adán-Eva? :~ iN oshallamos rodeados de innumerablesseres vivos y conscientes, ít~nJ;º_;ooii_ikJÚoo_~Qmo_inyisibles. p ~().?_a.l!)1qtle. separnosq ue existen.real-, \n:,el1.tey que están tan vivos comonosotros misrnosvnos parece, con ¡W4..9J' como si. existieran menos realmente y estuvieran menos vivos ~e)lOsotros, \ . En nuestra viva e intensa percepción de la realidad; se nos antoja que somos nosotros quienes estamos vivos, mientras los demás seres
/n'o»- .~s ca~sa
I ,-.... - ...
...•
.
,". ¿Y
151
..
,
..
se 'prese~tan ~ nuestros ojos, en comparación, como menos reales; su existencia reviste ~ara nosotros más el carácter de una sombra que el ~e l~,completa realidad. Nuestro pensamiento nos dirá que esto es una !lUSI0fo!'que. los seres que nos circundan son tan reales y viven Con tanta llltensld~d como nosotros mismos ... ¡Inútilmente! A pesar de , todo, no.s sentimos en el centro de la realidad y sentimos a los demás . seres alel,ados de ese centro. Ya se califique esta ilusión de egocentris-, m~, ego.Is~O, aharn~ara (espejismo o ilusión del yo) o efecto de la calda o:Iglllal, poco importa: no por ello deja de hacer que nossintamas mas reales que los otros. Ahor~ bien, sentir algo como plenamente .rea] es amar. El amor. nos despierta a la realidad de nosotros mismos, a la realidad de los! demás, a la realidad del mundo ... y a la realidad de Dios. Nos ~~~;;-l'OS' a nosotros mismos por cuanto nos sentimos reales. Yno amarnosj-o no tanto como a nosotros mismos- a los demás seres, que nosparecen menos reales.: Dos vías o métodos muy diferentes pueden liberamos de la ilusión «yo :,ivo - tú sombra», y nos es permitido escoger. La primeraví., consiste en apagar el amor a sí mismo-y convertirse.,en sombra entre .. 's0mbras~. :Esdá;rg\ialqad· de la ind{f~rcrici~,i.~. India ;';osbríncl; éste método para liberarnos del aharrd//ir~6 i1;¡sió~del yo. Est~'ilu;iÓ~ se destruy~ al extender.a sí mismo la indiferencia qú~ a uno le inspiran los demás :eres. El SUjeto se reduce aquí al estado de una sombra igual , a las demas sombra~ q~e. 10 rodean. Maya, la .gran ilusión, significa . creer que los seres ~ndr:rIdu~les, ~o ytú, pueden ser otra cosa que sombras, meras. ap.anenclas SlD realidad. La fórm~la que ha de aplicarse es, por corisigurente, «yo sombra - túsornbra». . .. La otra vía o método consiste en extender a los demás seres el amor" '. qt:te uno s~ tiene a sí mismo, a fin de realizar la fórmula «yo vivo _ tú .VIVO».Tratase de hacer que los demás seres resulten tan reales como uno mismo, es decir, de aIT1arlos como a sí. Para conseguirlo, hay que empezar por amar al projimo como a sí mismo.i El amor no es un programa abstracto, sÍl:o s.u~tancia e intensidad. Tiene, pues, que brotar como t~l en ~n ser individua] de modo que pueda luego irradiarse en t?d~s direcciones. Para hacer oro hay que tener oro, dicen los alquimistas. El equivalente espiritual de esta máxima es que, para pod~r amar a todos, hay que haber amado primero a alguien. Este alguien es el prójimo. ¿Qui~n es e~ prójimo en sentido hermético, o sea.en sentido a la vezmístico, gnóstic9., mágico y metafísico? Es el ser más cercano desde el principio, el alma gemela desde .Ía eternidad, el alma con quien la mía ha contemplado la aurora de la humanidad.' . 152
Esta aurora de la humanidad es el paraíso descrito por la Biblia. En aquella etapa del ser, dijo Dios: "No es bueno que el hombre
(Adán)
esté solo» (Gén 2,18).
Ser es amar. Estar solo significa amarse a sí mismo. Así, «no es bueno (tov) que el hombre esté solo» quiere decir: no es bueno que el hombre se ame únicamente a sí mismo. Por ello YHVH Elohim añade: "Vaya hacerle una ayuda semejante pendiente a él)» (Gén 2,18).
a él ('ezer ken~gdo,
ayuda semejante,
corres-
I
Y por ser Eva una parte suya, la amó Adán como a sí mismo. Eva flle~"pue~~eréÓji;';o,'d ~'ás- ce~¿~no' Ad~~'(~;hueúi--cre mis huesos y carne de mi ¿
ser'
a
153
>))-
))_.
). )))-
)))-
))))~
)
-
)
--'-
) ')
-
J
-
) ) }
)
-
)
) )
-
) -
)
-
)
)
) ) ) )
)
- > )
~ > ) )
) )
) ) -
constituye a juicio de Freud la base de toda actividad psicológica del hombre y la energía motriz de la misma, que luego se transforma -mediante el proceso: de su blimación o encauzamiento por canales distintos de los del impulso sexual- en fuerza creadora social, artística, científica y religiosa. No obstante, el amor en su totalidad, entendido según la fórmula Adán-Eva, es respecto al deseo sexual como la luz blanca, síntesis de los siete colores, al color rojo. El amor , Adán-Eva abarca la g~ma entera de colores no diferenciados, en tanto que la libido de Ereud es sólo un color aislado y separado del todo. Esta separación del todo -y el todo es el principio de la castidadrepresenta exactamente el polo opuesto de la castidad, es decir, el principio de la impudicicia, la cual no es otra cosa que la autonomía del deseo carnal con detrimento de la integridad del ser humano espiritual, anímico y corporal. El deseo sexual es únicamente un aspecto del amor, el aspecto 'reflejado por esa parte del organismo físico y psíquico que constituye el campo especial del loto de cuatro pétalos y no es sino la séptima parte del organismo psicofísico del hombre. Además del deseo sexual, hay otros seis aspectos no menos importantes, cuya existencia d ignorada o negada por la: doctrina d~ [feud. , " ' ,Así ea 11'). o K~,dM;¡:tx,impresíopa'doporl~:verdad parc!;l1,.:11~i.~ú~!d~ su'base más Isencilla.ide que hay que córner primero' pii/;tU P?dei' • pensar después, erigió el interés económico en principio del hombre y de la historia humana, ~e la misma manera S~g!!!1;l.!!~J:.~.:.u~, impresionado por la verdad parcial de que hay que nacer primero para poder comer y pensar, y de que para nacer es necesario el' deseo sexual, erigió este último en principio del hombre y de toda la cultura humana: Marx veía la base del hO.1!I:Ci._.~qpiens en el bomo.oeconomicus; a su vez Freud la veía en el horno sexualis, el hombre sexual. Alfred Adler no pud~"~~g-~ir-'a'su maestro en la atribución de la primacía absoluta al sexo, ya que la experiencia contradecía a menudo esa doctrina. Así, este fundador de una nueva escuela, la de la «psicología profunda» (Tiefenpsychologie), vino a descubrir que lo que desempeña el papel preponderante en las profundidades del ser humano es la voluntad de poder. Adler expuso entonces su doctrina de! h2.!!!:..o pO#5tatis, el hombre movido por la voluntad de poder, en lugar del horno ~ap'ie,ns de la fiencj~4.el sigl(),xV!~I, del h~rrlo. o.,~,coJ'l?"!I:i.C!'-s de , Marx del homo.sexuallssu: Freud. Sin embargo, Carl Gustav Jung, aun admitiendo las verdades parciales de las respectivas doctrinas de Freud y Adler, fue llevado por su experiencia clínica a descubrir un estrato psíquico todavía más profundo que los estudiados por sus dos colegas. Hubo de reconocer la realidad de un estrato religioso más hondo que e! sexual y que e! de la
voluntad de poder. c.º,.Qsjgll~(':,Ilt.e.ITl.ent,e,gr,ac.i;¡s_aJaJª"b()Ede jung, quedó establecido que el hombre esen elfondo horno religiosus, un ser religioso, aun cuando pueda también calificarse de ente econórni~C;:ente sexual y ente que aspira al poder. ", __Carl Gustav J ung reintegró), pues, el principio de la castidad en la! I psicológía; mientras las ot~~s-~scuelás'citadas sonc¿ntrarÍas a lacasti-i . . "" .' " . -_. .~.. . _. . .'. . ...., I \ dad, ya que destruye la unidad de los elementos espirituales, anímico] )y"cor'poral, del ser humano. En el fondo de éste, J ungdescubrió el! \soplo divin;.i' , "
.i.
y
1.
1" ('
La obra de Jung inaugura también un nuevo método en psicología: el de la sucesiva exploración de las capas psíquicas, que corresponden analógicamente a las capas arqueológicas, paleontológicas y geológicas. Y así como la arqueología, la paleontología y la geología ven en las capas que les atañen una especie de archivo del pasado, de tiempo convertido en espacio, a su vez lapsicología profunda de la e.§.~~e)ade Jung trata las capas psíquicas como si fueran el pasado vivo l.elªlma, un pasado tanto más lejos cuanto más profunda es, la capa. La medida de la profundidad es aquí la de la historia del pasado del ,alma, que va mucho más allá del umbral del nacimiento. Podrá discu<,t;ir.s~~siestas capas.soncolectivas o}ndivi?ua~es, si sobrevive,~;'~'~a,c,i,~s~ , '·'¡.[aherencia O a la reencarnación.ipero 'ríocabe ya negar'surti#idad l~í" su valor como clave de la historia psíquica del hombre y de la humanidad. Más aún,';flo":p_uede negarse ya el hecho de que, en la esfera psíquic;¡1:?Zttciqin.ttC?1~e ytodoel pasadosig¡.,:e uiuiendo ahora mismo en ·¡¿;¡'éil-;;ersos estratos de 'la conciencia profunda -el inconsciente o el ~übc?riscient~~ ?el aln:~:1.as capas paleontológicas y geológicas ,sól.o! yOntlenen vestIgIOs y fósiles de un pasado ya muerto; 1~~'<:;¡P
) 154 )
- )
155
¡ :¡
',: I "
I
estructura interna de tu propia alma, para poder dudar de lo narrado por Moisés. Este descenso a las profundidades de tu alma al meditar el episodio del paraíso del Génesis eliminará en ti toda posibilidad de duda. Tal es el carácter de la certidumbre que así adquirirás. Pero ¡cuidado! No se trata aquí de una certeza relativa al jardín del Edén, sus árboles, la serpiente, la manzana u otra fruta prohibida, sino a las realidades vitales, psíquicas y espirituales reveladas por esas imágenes o símbolos. Lo que la--certeza del relato no -.---..'- comunica - -..-- ---.. - - - de ----la verdad - ------..- - .. -- es l Sil eng_utli(;'~ifl1bóh~º, .sino)oqueeI1éL~ce..i.2resa. ~Lepisodio del Génesis expresa simbólicamente la primera capa =prirnera en el sentido de raíz de todolo eshi:;';'~;a~oenra:ilai:llra:'" leza humana- de la vida psíquica del hombre o, dicho de otro modo ~_.~Qmienzo. Ahora bien, el conocimiento dei comie~z~ -initium e~ . latÍn- es la esencia de la iniciación. Ésta es la experiencia consci~~~~del estado inicial microcósrnico (iniciación hermética) y macrocósmico (iniciación pitagórica). L~.p!i1!.l~!~...de arribas iniciaciones es .UIl. descenso consciente a las" profundidades del ser humano hasta su capa inicial. Su .métcdo es.el: ,[é.?J;s..tqs.fs., ,a saber, la experiencia de las. profundidades básicas en lo'i 'J:~¡:im'?de si mismoj Unose-vuelve cada :!Jez'ni'dspr;'o!úYIl!ohis;:;i.qúe , IQgrádespertaI- en síIá capa primordial-o «imagenysemejanza.de,' píos», que es el o~i~_ti:v,odel énsta?,is.\Esta -éxpúi~ijcia se lleva sobre' todo a cabo por medio del tacto espiritual. Puede' compararse con b exr.eriencia química realizada en el plano psíquico y espiritual.!~~. La ..~eg~nda iniciación, a la que hemos dado el nombre de «pitagó .. nca» considerándola desde el punto de vista histórico, se basa princi .. palm~nte ~n el s~tido. de la audición u oído espiritual. Es musical por esencia, asi como la pnmera es sustancial o química. L_as, capas (esferas g.c_ie!os) macrocósmicas se révelan a la conciencia merced aLéxtasis o .sea el rapto, arrebato o salida de sí mismo; La mús-ic~ de las esferas 'de la que hablaba Pitágoras no era otra cosa que esta experiencia, la cual se convirtió en fuente de la 92_c:!Óna..-I2Át;agÓricasobre la estructura musical .Y matemática del rnacrocosmo. Los sonidos,)os números y lasJ<:>rmas geowétricas constituían tres etapas para representar,~e in .. telectualmente esa inefable experiencia de. la, música de las esferas. Sólo desde el punto de vista histórico hemos explicado la inicia .. ción macrocósmica mediante el éxtasis pitagórico, puesto que dicha iniciación no es privilegio exclusivo de la época precristiana. San Pa .. blo dice de su propia experiencia exrática de las esferas o cielos:
que
"Sé de un !,ol~bre en Cristo, que carorce años atrás -si en el cuerpo o fuera del cuerpo no lo se, DlOS lo sabe- fue arrebatado hasta el tercer cielo. Y sé que este hombre
t
-si en el cuerpo o fuera del cuerpo no lo sé, Dios lo sabe- fue arrebatado al paraíso y oyó inefables palabras que al hombre no le es dado pronunciar" (2Cor 12,2-4).
1,'
r. .. 1',' ... i:
¡
,.,
" ~.'
Así, pues, san Pablo fue arrebatado hasta el tercer cielo, o tercera esfera macrocósmica, y luego elevado al paraíso donde ayo palabras inefables. Su iniciación macrocósmica merced al éxtasis tuvo lugar, por tanto, en la esfera del. paraíso, cuya e:pebencia con::iente -«oyó inefables palabras»-: constituye la meta, asi co~o es tamble~ la ~eta de la iniciación por énstasis, donde reviste el carácte~ de experiencia dela capa primordial en el fondo del ser hum.ano, ~1.m1Crocosmo;l~a~sfera macrocósmica del paraíso y la capa mlcrocosmlca del Edén son los initia «comienzos», en los q ue uno recibe ambas iniciaciones, macro[cósmica y microcósmica: ~!_~xtasis ha.cia las altu:as ~xteriores a sí [mismo y el énstasis hacia las profundidades de SI mismo llevan al iconoc;m:lento de una idéntica verdad fundamental. El esoterismo cristiano aúna estos dos métodos de iniciación. El Maestro tiene dos grupos de discípulos, los discípulos del día y los dis .. cípulos de la noche; los primer?s son los de. ~a vía del énstasis, los seg~lDdos los de la vía del éxtasis. Hay también un tercer grupo de , .di:'S:íjJ1.UoS;: tos del día yla noche, q:-llenes pds~en la~ llave; de a~bas puertas a la vez, la puertadel éxtasis y lad<;l enstasis. ASl ~l apostal ] uan, autor del Evangelio del Verbo hecho carne, era al propiO t~eml?o quien escuchaba el corazón del Maestro. Tenía la. doble experrcncra, macrocósmica y microcósmica, la del Verbo cósmico y la del Sagrado
¡
Corazón, Corazón
t L.
.
) ..
de Jesús, rey y centro de rodos los corazo!:'es.
L
Gracias a esa doble experiencia, el f'lJ.4rlgejiod..elIi4l!- eLa.1a vez ',tan cósmico y tan humanamente íntimo, tan elevado y al m!sm? tiem;p¿-tan profundo. El1.~l:V;tl111ni~_asJ~ esfera .s~lar.macro~~sr:rllcay la ca'pisc:iIar microc<,>smica, lo que exphca la magia S1l1gulansuna de este
.L
¡Evangelio:
)
.. '
....- En_efe.CIO,Jar:ealidad del paraíso es la~Dldad iri.ac~~cósmicay
i z6~~'6smico
..
)-
cuya letanía dice:
de la capa solar microcósmica,
)') -
de la esfera solar.
)-
de la esfera. d~l. co.? ..
ydel fondo solar del corazón humano. ~
) ..
, ~ristia~~es--i; experiencia consciente del corazón del mu~do; y de la \ r;~~~;~Úz~~olar del hom1:Íl:e. El Dios ..H ombre es aquí el iniciador. y \~~ hay otro , , . .., ' .J".Q-qQ~-r:!().?gtros~Iltendemos por el terr¡ruIlo iniciador, los .anti.. guos cristianos lo designaban por el .vocabl~!fynos, D(Jn:mus o ..s,~~or. Por ello el esoterismo o hermetismo I crrsnano se adhiere con 157
156
)-
)-,
)-
.
))-
))-
)-
) ..,--
) absoluta sinceridad -hoy como en el pasadoque los fieles recitan ~n la iglesia:
) ')
I Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos, Dios de Dios, luz de luz, , Dios verdadero [de Dios verdadero, engendrado, no I creado, de la misma naturaleza que el Padre: por quien todo ¡fue hecho; que por nosotros los hombres 1 " Y por nuestra sa1vacion bajó del cielo. y' por obra del !Espíritu San to se encarnó de María, la Virgen, y se hizo bom~re,,,
)
) )
J )
.-'
\\
- ,) ..
-
,
)
) )
- ) - ) )
.'-
) )
.--
•
I
)
a la Impureza..., _..._ . ---En el paraíso la itentación es. tripl~, corno lo es la ten~aClÓ.I1._ d_t: IT e:>~crist()_.enel desierto. .He aquí los elementos esenciales de la triple tentación en el paraíso, tal corno los describe el libro de! Génesis en el
)
relato del pecado orjginal:
)
.\ 1. Eva oyó la voz de la serpiente. 2. Vio que el árbbl era «bueno para comer y apetecible a la vista». . 3. Tomó de su fr~to, «comió y dio de él también a su marido, que igualmente comió» ~Gén 3,6).
- ) ..
.;".
\1)
)
Nos inclinamos 10n respeto y gratitud ante todas las grandes almas humanas del pisado y presente -sabios, justos, profetas, santos de todos los continedt,es.Y épocas de la historia humana- y estamos prontos aaprende.r~~:;~;ilQis:cua1150 quieran ypue~8;? enseñarn~s.?pero sólo tenemos unmlc¡,~dor.9_S.enQr. Certe,za.oMlgª . .Y;l;;;;'Qi~~h.?!~'.Il ..te.~~A~I.p.?,,_~~J;. __ m_Q!':,.dgJ_º.§ pril1cipios. ~n :lla ~ncontrábam?s antes Jospnnc;¡p;lQ_s ...d~.)??_..t:.r_':!s; votos: obediencia, .pqbreza y castidad. Por .ser ~.1paraIsQLueglOndel; comienzo ode los pr}r¡c~pios, es también ~a~el.Sornien?'ºd.~1.~5
)
)
¡
) ri
.-
) ) )
r: ) .r-
)
es como lo que está abajo, y lo que está abajo es como lo que
esta arriba..
\
rS
J
,«Lo. que está arriba
/
¡
)
"
Por eso, «aunque estaban desnudos, no se avergonzaban el uno del otro». Veíanlaidealidad divina que set:xpresa en larealidadde los fenómen.?~.'pos~íaI~l~concienciavertical (con-ciencia = «ciencia sil2!!:!b:i.D_e.?:~_9_eJQ~ª~_al]1.? ..real) cuyos principios se encuentran enunciados en la Tabla de esmeralda. La fórmula de la conciencia horizon-
.Ór
tal
::,:~i~~~" .
.:o.:::'~~::~U~f{rt:¡~~:::a:,:,~~~::;~¡.[:I:':O:::':
.fama lo que está erimí.»
.
.
.
T al, es.laconciencia horizontal] con-ciencia. = «ciencia sim ultáriea» Qe lo subjetivo.y.objetivo), que ve las cosas no en Dios, sino separadas de él o desnudas, en sí mismas, por sí mismas y para sí mismas. Y puesto que elyosustituyeaquí a Dios (por ser la conciencia horizontalla de laoposición entre sujeto y objeto), la serpiente dice que el día' en que Adán-Eva coman del fruto del árbol que se encuentra en medio del jardín sus ojos se abrirán y ellos serán como dioses -en otras palabras, su yo desempeñará la función que antes desempeñaba Dios-, conocedoresdel bien y e! mal. Si anteriormente veían las cosas' rRJ~Jili'dl;ina,:~hora]as verán a su pr~pT;'iuz, es decir, la fun~iéin:d~ la J.~lf~p~rten~cerácomo antes pertenecía a Dios. La fuente-de la luz será transferida de Dios al hombre. . . -~He ahí la t~I~ta~ión que, por vo~ de la serpiente, llegó a oídos de Eva. Su esencia es e! principio del poder, la autonomía de la luz de la conciencia. Y Eva escuchó la voz de la serpiente. Esta voz era para ella tan audible como la otra voz, la voz de lo alto que transmitía el único mandamiento :
.1~.yozdeJa.?_er~ieJ).te es la deLseLyjy.:o_(ª-p,ü~:~~Lc.~r..~.i~t.dig!':flc~a es la más;¡vanzacla(¡
~.••_._. - .•" .. ---'
158
--
I
,.-.
''-0''-
•
,......
•
••
-
._,
,"----
•• -.-.
--
-,
•••
_ •••••
.1'
Ahora
"y en un solo S~ñor, Jesucristo,
)
..
~al<:~lY".!:lya ..conciencia está orientada a la horizontal (<~..~_;¡q;Üo ....q,_dicho~~cre-:og.an1anel·a;en.:6i~;-,·PQ[j5}¿~·yi (para PlOS. Er
a las palabras del credo
~
159
l!, ¡::
.
':, ti~
.~ !
«De todo árbol del jardín puedes comer; pero del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás, porque el día en que de él comas morirás sin remedio" (Gén 2,16-17).
Eva oyó, pues, dos voces, dos inspiraciones que proveri~an de fuentes contrarias. He aquí el origen y el principio de la duda. Esta es doble inspiración; la fe es inspiración única'; la certeza es duda vencida, fe recobrada. La obediencia, su principio, es entrega sin reservas únicamente a la voz de lo alto. Y el hecho mismo de que Eva escuchara una voz distinta, de que comparara ambas voces como si pertenecieran al mis~: . mo plano, de que, en consecuencia, dudara, fue un acto de desobediencia espiritual, raíz y comienzo de la caída. En aquel preciso momento miró al árbol y vio que «era bueno para comer y apetecible a la vista». He aquí la segunda fase de la tentación y el segundo paso hacia la caída. En efecto, contempló el árbol sólo después de escuchar la voz de la serpiente. Lo miró de otro modo: no ya como antes, cuando ninguna voz más que la de lo alto vibraba en su ser y ella misma no se sentía en absoluto atraída por el árbol, sino con la voz de la serpiente resonando en su interior; con ojosinterro.garites,'com parando...d udando ,es---decir, .pto,t);tiL.a,;úometer:/a ---exP7-~ .. 'F riencia.pues la duda lleva al' experiment6,;'cjJié:-pednitesalir'de ella a \: menos que uno lo consiga elevándose a un planosuperior. Mirando al árbol de esta nueva manera, le pareció «bueno para comer y apetecible a la vista». Dejarse arrastrar a la experimentación es el principio de la codicia, el principio opuesto a la pobreza. y después de contemplar así el árbol, Eva tendió la mano, «tomó de su fruto, comió y dio de él también-a- su marido, que igualmente comió». Aquí tenemos la tercera fase de la tentación y el tercer paso hacia la caída: salir de la duda lanzándose al experimento y hacer que otro comparta este último. . Tal es el comienzo y principio de la impudicicia, contraria al principio de la castidad, ya que experimentar basándose en la duda es la esencia misma de la impureza carnal, anímica y espiritual. Por eso no se hacen experimentos en el esoterismo o hermetismo cristiano. Nunca se recurre en él a la experimentación para salir de dudas. Se tiene experiencia, pero no se hacen experimentos. Sería contrario al santo voto de castidad tender la mano y tomar del árbol de la ciencia. El mundo espiritual no tolera a los experimentadores. Se busca, se pide, se llama a la puerta, mas no se abre ésta por la fuerza. Uno espera a que se la abran. La experiencia y doctrina cristianas de la gracia expresan la esencia misma de la castidad, como encierran también los principios de la ;,
160
pobreza y la obediencia. Es la doctrina de las relaciones castas entre lo que está abajo y lo que está arriba. Dios no es un objeto, ni tampoco objeto del conocimiento. Es la fuente de la gracia iluminadora y reveladora. No puede ser conocido, pero puede revelarse. Tales son la castidad, la pobreza y la obediencia basadas en la doctrina y experiencia cristianas de la gracia. Así; todo esoterismo o hermetismo cristiano, incluido el conjunto de su mística, gnosis y magia, se funda en esa experiencia y doctrina, uno de cuyos efectos es la iniciación. La iniciación es un acto de gracia procedente de lo alto. Ni se gana ni se produce por cualesquiera medios técnicos externos o internos. Uno no se inicia; la iniciación le viene de fuera, es iniciado. La gracia ... ¿No estamos ya cansados de! oímos repetir secularmente este tema en los sermones de las iglesias, en los tratados de teología, en los escritos de los místicos, en las pomposas declaraciones de los monarcas «cristianísimos», «católicos», ~«ortodoxos» y «defensores de la fe»? ¿N o lo hemos ya escuchado ~ leído hasta la saciedad en todo tiempo y lugar en que asciende el perfume del incienso y resuenan cánticos espirituales? Y un discípulo del hermetismo moderno ¿no tiene derecho a pedir que lo dispensendeprédicas sobre estemonótono tema-precisamente a él, embarca.9p;,ep.·1,áexcelsa,aventura de la búsqueda del granarcaho? ¿No seti-leiÍdipié'ciasu carácter al invitarle a renunciar al magnífico cuaternario mágico de osar, querer, callar, saber, para sustiruirlo por un lacrimoso Kyrie eleison? Nada es más trivial que la salida del sol reiterada día tras día durante innumerables años. Gracias a este' banal fenómeno, sin embargo, nuestros ojos -esos órganos de la luz del sol- ven todas las cosas nuevas de la vida. Así también, como la luz del sol nos transforma en videntes respecto a las cosas del mundo físico, la luz del sol espiritual -la gracia-o nos permite ver las causas o condiciones del mundo espiritual. La luz es necesaria para ver.tranto en un caso como en otro. De idéntica manera, el aire es indispensable para respirar y vivir. El aire que nos rodea ¿no constituye una perfecta analogía de la gratia gratis data, la gracia gratuitamence otorgada P Para vivir espiritualmente nos hace falta el espíritu vivificante, que, es el aire de la respiración espiritual. ! ¿Puede acaso producirse por artificio una ~inspiración intelectual, moral o artística? ¿Pueden los pulmones producir el aire que necesitan . , I para respIrar ( I . El principio de la gracia es subyacente tanto a la vida terrena como a la espiritual; y la vida toda -abajo y arriba-, se halla regida por las leyes de la obediencia, la pobreza y la castidad. Los pulmones saben ,
161
) ))
L
)))-
L )-
)-' )-
)1)-
)}L-
)))-'
}))-
))-
}})-
))-
)
) ...L
)
)
-,
) ) ) )
) )
que hay que respirar, y obedecen, Saben que son pobres" e i~:piran, Aman la pureza, y fspiran. El proceso mismo ~e,la resplra.clOn nos enseiia las leyes de la obediencia, pobreza y castidad, es decir, la le~ción de la analogía de la gracia. La respiración consciente de la re.alldad de la gracia es el hatha yoga cristiano, que consiste en la respiración vertical de la oración y la bendición; en otras palabras, uno se abre a la gracia y la recibe. . .. En cuanto al magnífico cuaternario de la magia tradlclOnal-osar, querer, callar, sabe~- lo formula el Maestro -mutatis mutandis- del I
"Pedid y se os dará, buscad y halllaréis, llamad y se os abrirá. Porque todo [el que pida recibe, el que busca ,halla y al que llama se le abrirá» (Mt 7,7-8).
) )
- ,) -,) )
"y,' ' ....
J
) ) 1 )
,.-.
) ) )
-
) )
-
)
) ) ) .-' ) )
i
modo siguiente:
)
)
-
) )
.: ,;
I
, Trátase, pues, 4e atreverse a pedir, de quere.r buscar, de callarse para llamar, y de s~b.er~.,cuando a uno le han abierto. El saber2,?)e "":: 'hacéf'eS'Jdque se ~eveli cuan,do n,osabren.lap).l~rt,a. ' , " ;''''',:>::,: ,'(" He ahí la fórmula de la smtesis entre esfuerzo y gracia" entre, el principio del trabajo y el de la receptividad, entre mérit?.Y don, Esta síntesis enuncia la! ley absoluta de todo progreso espjritua] y, p.or ende, de toda disciplina espiritual, ya la practique ~n hermético cnstiano por sí solo, )la la comunidad de ~n monasteno o ~o~vento, r-a una orden religiosa' o mística, ya cualquier hermandad crrstiana eso terica o hermética. Es la ley a la que obedece todo discípulo cristiano de cualquier escuela espiritual cri,~tiana; y el ,herm~tismo cristia,n?, o sea el conjunto de la mística, gnosls, magia y fllosofla oculta tradicionales, pasando por el bautismo ~ transfigurado P?: el fuego, la luz y la vida del cristianismo, no constituye una excepción a esta regla, El, herm~tismo sin la gracia no es sino historicismo y erudición ~s.ténl; y sl,n esfuerzo el hermetismo queda reducido a un mero esteticismo sentimental. La obra, con todo, está bien presente en el hermetismo, y esta obra es hija de la gracia y el esfuerzo, ' , Querido amigo desconocido, si sabes algo de .teolo~í~, reconocerás aquí la doctrina clara y sencilla de la IgleSia catohca ~obre la relación entre obras y gracia. Verás que se rechaza el pelagla!1lsmo, para el que sólo cuentan las obras (o esfuer~os), a,sí como el protesta~tisrno luterano, según el cual sólo la gracia es Importante. Hallaras también, implícita, esta enseñanza de la Igl,esia católica: l!atura wtlnerata, non deleta «
) ,-
cir, la naturaleza no se encuentra del todo corrompida a consecuencia de la caída original, sino que ha preservado una parte de su elemento virgen y, por tanto, queda todavía en esa naturaleza humana algo capaz de esfuerzos y obras que cuentan. El hermetismo cristiano ¿no hace entonces otra cosa que tomar de la teología católica los principios fundamentales de su doctrina filosófico-hermética? No hay que olvidar que el hermetismo cristiano no es una religión aparte, ni, una Iglesia aparte, ni tampoco una ciencia aparte, que venga a competir con la religión, la Iglesia o la ciencia propiamente dichas, ~s el l~zo de unión entre mística, gnosis y magia expresado por el simbolisrno, que a su vez expresa las dimensiones de profundidad y altura (énstasis y éxtasis respectivamente) de todo lo universal (o correspondiente a la dimensión de anchura) y tradicional (correspondiente a la longitud), Por ser cristiano, el hermetismo acepta la cruz de la universalidad, tradición, profundidad y altura del cristianismo en el sentido en que lo entiende el apóstol Pablo cuando dice: «, .. Para que, arraigados y cimentados en el amor, podáis comprender con todos los ;-santOs cuál es laanchura yIalongitud.Ja alturay la profundidad, y conocer el arnorder-"; <¡;:,' Cristo, quei.cxccde a todo conocimiento, para que. os vayáis lJen~ndo hastala itiúY;':;~,·;,.' plenitud de Dios» (Ef 3,17-19), ' " , "'/',"
Ahí tenemos' la fórmula completa de la iniciación. , Ahora bien, puesto que el hermetismo aspira a la experiencia y al conocimiento de la profundidad y altura del cristianismo universal, o sea católico y tradicional, el de la Iglesia, no toma ni puede tomar nada de ésta, al no ser ni poder ser él mismo más que un aspecto de la propia Iglesia; a saber, el de sus dimensiones de profundidad y altura. Es, pues, carne de su carne y sangre de su sangre; no toma nada de la ~gle,s~a,toda vez ~ue fo~ma parte de ella, El hermetismo es el aspecto inoisible de la universalidad en el espacio y de la tradicionalidad en el tiempo, visibles ambas en la Iglesia, Ésta, en efecto, no es sólo universal y tradicional, sino también profunda y sublime, Así, el hermetismo cristiano es únicamente el aspecto vertical de la Iglesia: el de la profundidad y la altura. Esto no significa en modo alguno que cada hermético posea individualmente todo lo profundo y sublime (o esotérico) de la Iglesia; sólo quiere decir que no se es hermético cristiano sino en tanto se tiene conciencia de la profundidad y altura de la tradición universal del cristianismo y que toda persona que experimenta y sabe esto representa el hermetismo cristiano, Entonces ¿todos los doctores de la Iglesia que además de la teología teórica enseñaban el camino de la experiencia espiritual, todos los santos y místicos' 163
162 1
,1
I "
"
:-;
de la Iglesia que tuvieron esa experiencia, son al mismo tiempo herméticos? Sí, 10 son como testigos y representantes de 10 profundo y sublime del cristianismo. Todos tienen mucho que decirle al hermetismo moderno y éste tiene mucho que aprender de ellos. ' Veamos, a modo de ejemplo, Las tres vías o incendio de amor de san Buenaventura. En ésta leemos:
~¡ ..
:'
«Advierte,
por último,
que la verdad ha de ser:
1. En la primera jerarquía: evocada por el gemido de la oración, obra de los ángeles; escuchada en el estudio y la lectura, obra de los arcángeles; anunciada por el ejemplo y la predicación, obra de los principados.
.'
,'.
;:
~
r;'
t: "
)-
"
)
r
2. En la segunda jerarquía: alcanzada corno refugio y lugar de la entrega de sí, obra de las potestades; aprehendida por el celo y la emulación, "obra de las' virtudes; o:: <',;,u¡'i~a en;hmehQsp'teció de. S,í y )a' mortificación, ': ,1.' " ,)Jbi'á! (le las::i!onÚ?i.1¿jrifies/,0' ',; , '.:" 3, En la rercerújerarquía: adorada por el sacrificio de alabanza, obra de los tronos; admirada en ,el salir de sí y la contemplación, obra de los querubines; abrazada en el ósculo de la dilección, obra de los serafines. .
Nota diligentemente uidaw".
primer lugar la autenticidad de la experiencia' en vez de la erudición y la especulación teórica. Volvamos ahora al tema de la tentacion. Ésta es triple, como ya hemos visto. Podemos, pues, hablar de tres tentaciones fundamentales que se relacionan respectivamente con las tres condiciones fundamentales del estado de gracia en el paraíso o con los tres votos en los que se basa toda cultura espiritual posterior a la caída: obediencia, pobreza y castidad. Tal es el sentido práctico del hexagrama o sello de Salomón:
.
.
."¡";.).;('-'
lo que acabo de decir, pues ello encierra una [uentc de
.
He aquí una página que proporciona materia de meditación para años enteros. ¿Puede uno permitirse, como hermético, ignorar tales testimonios (y los haya centenares) del mundo espiritual y de una experiencia auténtica del mismo? Pabre d'Olivet, Éliphas Lévi, SaintYves d'Alveydre, Guaita, Papusy Péladan bien merecen ser estudiados, al igual que otros muchos autores del movimiento ocultista y hermético, pero sólo su estudio no basta. ¿ Son ellos acaso los únicos testigos dignos de fe, y sus obras las únicas fuentes de primera mano, de la realidad y experiencia del mundo espiritual? Escuchemos, por consiguiente, a todos los que saben por experiencia y busquemos en
Este sello es el de la memoria del paraíso la caída, es decir, el de la Ley o Torah ya que la Leyes hija del paraíso y la tentación. Puesto que la nueva alianza representa el cumplimiento de la antigua, la Redención comenzó por la repetición de las tres tentaciones primordiales, Esta vez, empero, el tentado ft\e el Hijo del Hombre y la tentasi~f1; t;~~'volugar no en' el Edén". sino en[el desierto terrenal. Y el tenta~0i,;t~S{)1l:j~~'J.i~rah ser'~i(~~lte(\<~l más ,sturoeritre los animales de los campós»), S1110 el Príncipe de este mundo, o sea, el hombre nuevo, el superhombre, el otro hijo del hombre, que sería la realización de la promesa de libertad hecha por la serpiente, si ésta se hubiera encarnado. El Anticristo, ideal de la euolucion biológica e histórica sin la gracia, no es una individualidad o entidad creada por Dios, sino el egrégor o fantasma engendrado por esa evolución biológica e histórica que Inició' la serpiente, la cual es a su vez autora y dueña de dicha evolución tal como la ciencia la estudia y enseña. El Anticristo constituye, pues, el producto último de la evolución sin la gracia, y no un ente creado por Dios, dado que el acto de la creación divina es siempre y sin excepción alguna un acto de gracia. El Anticrisro es por tanto un egrégor o ente artificial que debe su existencia al engendramiento colectivo de aquí abajo. Detengámonos.un poco en la noción de egrégor para mejor comprender la índole del Anticristo, esa importante y enigmática figura del esoterismo o hermetismo cristiano, fuente al propio tiempo de la tentación en el desierto. I , Para empezar, veamos lo que a este re~pecto nos dice Roben ArnbelainrI I
1. San Buenaventura, Las tres vías O incendio de amor, cap. 3, 14, en Obras Católica (DAC 2B), Madrid 1949 (ed. bilingüe latino-castellana].
de
St1n
Bnenauentura
IV, Ed.
I «Se le da el nombre de egrégor ya a una fuerza engendrada por una poderosa corriente espiritual y alimentada luego a intervalos regula~es según un ritmo en armonía I
164
165
)
)
)-
I
)
)-
))))
)))-:
}-
}~ )-' )'--
)-
') )
r'
--'
)
con 1a
id a unrversa ' 1 del coismos
VJ • 2 COInun» .
I
ya a un con)' unto de entes unidos
por un carácter
)
'
) )
He ahí una definidión que nada deja que desear. Por desgracia, el párrafo que sigue il11~ediatamente contribuye a oscurecerla:
) ) r
)
)
)
i ' isible al marg!en de la percepción « E.n 1 io mVlSI ,
física de! hombre, existen seres artificia' I d I por la dhoción, el entusiasmo o el fanatismo, a os que se a e . Son ~stos las almas de las grandes corrientes esp irituales, buenas 110mb re d e egregores, I ' demás sine o malas, La Iglesia mistica, la Jerusalén celeste, el cuerpo de Cr;sto yemas SI?OnUTIOs son otros tantos calificativos que se aplican comúnmente al egrego~ de! catohClsmo'dLa francmasoneria, e! protestilntismo, e! Islam, el budismo, son egl cgores. Las gran es
les, engendrados
ideologías políticas lo son !también,,)
)
)
) ,-
')
) ) ) ) ) (~
) ) )
) ) )
,- ) -
) )
- )
Tenemos aquí una singular mezcla de verdadero y falso. Verdad es que existen seres inv~sibles y artificiales colectivamente engen~rados, es decir, que los egrégores son reales; pero lo fal:o es ~onfun~lr cos~s de naturaleza totalmente distinta (¡cuerpo de Cnsto e ldeol.oglas pol:ticas !), sin atender ~ su materia respectiva., En efect?, SI la Igle.s~a , ' , l erpo de ICristo ,l"afra,ntmasonena y el budismo se clasiíimisuca, e cu " , "..: . . . d d 1 can, eoJa categoría d¡f ~gtégqies'? ~t;res ar~lf¡clale~en~~~,r.a os P?r.:a " .,devoc;ólT,~i ent~'sias~rúdj)·flf
) )
, 2. R. Ambclain, J,
)
) (-
) )
166
Ibíd. P: 175.
La KttbbaL
pratioue, París 19S1, p. 175.
r
que es un fantasma engendrado por millones de creyentes, como los fantasmas de los aparecidos son engendrados por millones de células. La confusión entre alma y fantasma es un error bastante grave. No lo es menos el confundir revelación e invención, entes espirituales que se revelan 'desde arriba y egrégores engendrados artificialmente desde abajo. Los egrégores, por poderosos que sean, sólo gozan de una existencia efímera cuya duración depende por completo de la alimentación galvanizante que les viene de sus creadores, mientras las almas y espíritus de lo alto, que forman, inspiran y dirigen las comunidades humanas, son los que alimentan y vivifican nuestras propias almas, por ejemplo los arcángeles (espíritus de las naciones), los principados (arkhai o «espíritus del tiernpo»), el ente espiritual que está tras el budismo de los lamas, por no citar a Cristo, cuya carne y sangre vivifican y unen cada día a la Iglesia, su cuerpo místico. Los primeros de esos seres son, pues, alimentados por los hombres; los segundos alimentan a los hombres. No obstante, aunque Dios, Cristo, la Santísima Virgen, las jérarquías espirituales, los santos, la Iglesia mística o cuerpo de Cristo son entidades reales, existe también .un fantasma o egrégor de la Iglesia, .(¡l1e essudoble, corno, e~~i~g;~rd8\11ede todo hombl)'e,d,~,~tpda naci~.n?;;. . , de toda 'religión, etc. reiO:Se'larll1sipa manera qué quien no' ve en" Rusia, por ejemplovmás que el oso, en Francia el gallo y en Alemania el lobo, es injusto para con el «país del corazón», el «país de la inteligencia» y el «país de la iniciativa». Igualmente es injusto para con la Iglesia católica, .quien sólo vea en ella, en lugar del cuerpo inÍstico de Cristo, su fantasma histórico: el zorro. Para ver bien hay que mirar bien. Y mirar bien es tratar de ver a través de la niebla de los fantasmas de las cosas. He aquí uno de los principales preceptos prácticos del hermetismo cristiano. Gracias a los esfuerzos realizados para ver a través de los fantasmas, se llega al conocimiento de la profundidad y altura de que habla el apóstol Pablo y que son la esencia misma del hermetismo. , , Por lo que toca al Anticristo, es el fantasma de la humanidad entera, el ente engendrado durante toda la evolución histórica de, la humanidad. Es el superhombre, que vaga cual espectro por la conciencia de cuantos intentan elevarse mediante el solo esfuerzo, sin la gracia. Se le apareció también a Friedrich Nietzsche, y le mostró «en un instante todos los reinos de la tierra» que existieron, existen y existirán en el círculo del eterno retorno (die ewige Wiederkehr); lo invitó a precipitarse en la región que está «más allá del bien y del mal» ijenseits von Cut und Boses, así como a abrazar y anunciar el evangelio de la evolución, el evangelio de la voluntad de poder (Wille zur i
'
",
I
167
)
'!
) )
Macht), según el cual esta voluntad,
y el.la sola: (Got~ i~t "":: .«Dios ha muerto ... »), es la que transforma la piedra, maten a lDorgamca, en pan, materia orgánica, y ésta en animal, y el animal en hombre, y el hombre en superhombre (Übermensch) que se en~uentra más allá d~l bien y del mal, no obedeciendo sino a su proplO querer (O mein Wille, rneine Notwendigkeit, du bist mein Gesetz ..., «j Oh voluntad mía necesidad mía, tú eres mi ley ... !») Apareciese a Karl Marx, y le mostró «en un instante todos los reinos de la tierra», donde todos los esclavos del pasado se hallan transformados en señores soberanos que no obedecen ya ni a Dios, por haberlodestronado, ni ala naturaleza, p.or haberla sojuzgado, y que comen el pan que sólo deben a su propIO saber y esfuerzo, habiéndolo sacado de la piedra. A muchos otros se les apareció igualmente el fantasma de la humanidad. Entre otros al Hijo del hombre, en el desierto. Allí se produjo el encuentro de la ley divina hecha carne con la ley de la serpiente, la evolución biológica e histórica h:c~a alm~ .. La ley divina es la acción descendente de la Santísima Trinidad, o . ,;la gracia, .revelada cuarenta días antes de la ten.taciónfP :el~~~iert,O,con .... : ocasióndel.bautismo de ]esús'porjuan Bautlstaen![!ljqrd,m.,La.)ey de la serpiente. es la acción de la voluntad irresolutaque avanza serpenteando y cambiando cada vez de forma a través de las edades y etapas de la evolución biológica; es la tríada de la voluntad ~e poder, la tentativa vacilante y la transformación de lo tosco en sutil, La gracia trinitaria vertical y el espíritu triádico ~e la evol.ución horizontal se encontraron, decíamos, en la conciencia del HIJO del hombre cuarenta días después del bautismo en' el Jordán. Tuvieron entonces lugar las tres tentaciones. Y así como el bautismo en el J ordán llegó a ser el prototipo del santo sacramento del bautism~, así también el encuentro entre la gracia recibida en el J ordán y la qUIDtaesencia del impulso evolutivo que siguió a la caída convirtióse en el prototipo del santo sacramento de la conf~rrr:ación.Fue entonces, e~ efecto, cuando la gracia de lo alto se mostro firme contra la ley de aqUl abajo, cuando la evolución se doblegó ante la gracia: . Las tres tentaciones del Hijo del hombre en el desierto constituyeron su experiencia de los impulsos tentadores ?e la evolución: voluntad de poder, tentativa vacilante y transformación de lo tosco er: sut.l!. Significan al mismo tiempo la prueba de los tres VOtos: obediencia, castidad y pobreza. Con la última de estas tres pruebas comienza Mareo su relato de la tentación de Jesucristo en el desierto (cap. 4), pues la plenitud cel~ste (plerama), que descendió con ocasión del bautismo en el Jordán, im-
plica el correspondiente vacío terrenal (kenoma), expresado en la narración evangélica por la soledad, el desiertojy el ayuno. \.) . "Entonces Jesús fue llevado por el Espíriru al desiertol para ser tentado por el diablo. y después de ayunar durante cuarenta días y cuarenta noches, sintió, hambre» (Mt 4,1-2). .
".,.':-.;.,
{ ~:': l·~
168
)
) ) )
Ahora bien, el hambre del espintu, del alma y del cuerpo es la experiencia del vacío, de la pobreza. El VOto de pobreza fue por tanto puesto a prueba cuando
)
"el tentador, acercándose a él, le dijo: "Si eres Hijo del Dios, di que estas piedras se conviertan en panes"» (Mt 4,3).
)
¡,:-
)
-
1.".,
r·-·
e
)
1
).>
)
;,'.•
'
.i
..
::-.
«Di que estas piedras se conviertan en pa~es.» He aquí la esencia misma de la aspiración de la humanidad en la ~ra científica a la victoria sobre la pobreza. Resinas sintéticas, caucho sintético, fibra sintética, vitaminas sintéticas, proteínas sintéticas y, a 1'1 postre ... ¿pan sintético? ¿Cuándo? Pronto quizá, ¿quién sabe? I .: «Di que estas piedras se conviertan en panes.» TalesIa fórmula', -ideal para ·Tós 'doctores de laevólución y el transformrsmo.vquc en- ': señan que el reino vegetal-ó sea el pan- no es-sino transformación del reino mineral -«de estas piedrasv-, y que la materia orgánica -el pansólo es el resultado del reagrupamienw físico y químico de pequeñas moléculas en macrornoléculas o moléculas gigantes merced a un proceso de polimerización. La polimerización es, pues, considerada hoy por numerosos científicos como el equivalente posible -y hasta probable- de la operación propuesta por el tentador en el desierto, a saber, la transformación de las piedras en pan. Esta operación es además el tema dominante de las doctrinas que invaden el mundo en la actualidad y consideran fundamental la vida económica, en tanto que reducen la vida espiritual a epifenómeno o superestructura ideológica de la economía. Lo que está abajo es damental y lo que está arriba secundario, toda vez que la materia engendra al espíritu ... No otro es el dogma común en el que se cimentan el economismo, el transformismo y el enunciado del tentador del Hijo del hombre. He aquí la respuesta a ese ~ogma:
=:
, "No sólo de pan vive el hombre, (Mt'¡,4).
,.
sino de toda palabral que sale de la boca de Dios»
I
)
) )~ ))
)-
L )-
L ')
)
} )
L L )-'
)-)--'
1
Reflexionemos sobre esta fórmula. Expresa en primer lugar la esencia del VOto de pobreza. Éste, en efecto, c~nsiste en vivir tanto de
169
) )~ )~ )-
\
.. ,
) )
,>
la palabra que sale de la boca de Dios como del pan que entra en la
)
boca del hombre. Por otra parte, la fórmula aíiade a la ley de l~ alimentación biológica, donde los reinols inferiores al hombr.e le SIrven de sustento, la nueva ley de la graci¡a, según la cual el remo .su.~enor al homb:e, el reino de los cielos, es el que le nutre. Esto sIgniÍlca que ~o solo el espíritu y el alma d~l hombre pueden ~e lo de .~rnba, o s~a recibir de allí impulsos, fuerzas y sustancIas, SI:lO :ar:nbIen su ?rOpIO
) )
=:
)
)
cuerpo. El vivificante¡ efecto espiritual, de la ma.g¡adIvm~ o g~~Claen la vida espiritual y psíquIca es la comun experiencia milenaria de los cristianos sinceros; pero es menos sabido que hubo y hay casos en que aun el cuerpo mismo puede prescindir de t~do alimento durant~ P:ríodos lo bastante largos como para causar CIen veces la muerte biológica por hambre. As~í,Teresa Neumann vivió en Konnersreuth \~aviera) decenios enteros sin más aliment.o que la sagrada comuruon, santa Catalina de Siena vivió de la misma manera durante nueve años santa Lidvina de Schiedam (Holanda) pasó también varíos años nutriéndose exclusivamente de la eucaristía ... , por 110 citar sino casos
)
) ) )
) -
) ) .',
y: '
)
..
- ) )
-
)
.
.. bien cowproba~os.; '..' .. . . . •. Tal'es el ali:ance:'dé la frase «No sólo de panviveel hornbrevsino de toda palabra que sale de la boca de Dios». Y he aquí su pri~cipal inferencia: puesto ~ue la ley de la evolución, la ley de ~a serpiente, implica la lucha por 1-11. existencia y dado que el pan o ahmen~o es el factor más importante de esa lucha, así el hec~o de ~u~ ~a gracIa haJ:'a entrado en la historia humana desde ]esucnsto significa al propIO tiempo la posibiliddd de abolición gradual de la lucha por la existencia. El voto de pobreza, pues, la abolirá.
) ) )
- ) )
) ) ) ) )
) ,-
) )
)
"Entonces el diablo lo llevó consigo a la Ciudad Santa, púsole sobre el alero del templo y le dijo: "Si ejes Hijo de Dios, tírat~ abajo, porque est~ escrit~ que ~ sus ángeles te encomendará y en sus manos te Ile~aran, para que ,no trop~ece tu pl~ en"p¡edra alguna." Jesús le dijo: "También está escrito : No tentaras al Senor tu DIOs» (Mt 4,5-7).
Esta vez habla el principio de la tentativa vacilante, a la que tanto debe la evolución natural. El método de la evolución llamada natural vino a reemplazar,'tras la caída, el mundo creado por Dios o paraíso. La evolución en efecto, procede a tientas, de forma en forma, probando y rech~zando, probando de nuevo ... El mundo de la evol.ución de los protozoarios a los vertebrados, de los vertebrados senClll~s a los mamíferos y luego a los simios y al pitecántropo, no es obra 111 ~e la sabiduría ni de la bondad absolutas. Se debe, con todo, a una vas Ijsima inteligencia X una voluntad muy resuelta que persiguen, por el 170
..,:.... '
.
método de la tentativa y el error, un fin bien determinado. Lo que se manifiesta en la evolución natural (que no puede ya negarse) no es tanto la sabiduría y bondad divinas como un gran intelecto científico )' una voluntad de experimentación. El cuadro de la evolución, que las ciencias naturales -sobre todo la biología- han logrado por fin de resultas de su prodigiosa labor, nos muestra sin asomo de duda la obra de un intelecto sutilísimo, pero imperfecto, y de una voluntad sumamente decidida, pero imperfecta. Lo que el mundo de la evolución biológica nos revela es, por tanto, a la serpiente, «el más astuto entre los animales de los campos», y no a Dios. La serpiente es el príncipe de este mundo, el autor y director de la evolución puramente biológica después de la caída. Lee El fenómeno humano de Pierre Teilhard de Chardin, que ofrece un resumen y la mejor interpretación que conozco de la evolución natural, y no podrás menos de llegar a esta conclusión: El mundo de la evolución es obra de la serpiente del paraíso, y, sólo desde la aparición de las religiones proféticas (que han sido muchas) y del cristianismo, existe la buena nueva (euangelion) de una vía distinta de la de la evolución de la serpiente. . El tentador propC)l1e al Hijo del hombre el método al que él mis·mo deb'fa su exisrencra: la"tentativa. «Tírate abajo, yveremos si de cierto eres el HiJO de Dios, y no como yo, el hijo de la evolución, el hijo de la serf>ffnte.» Tal fue la tentación contra la castidad, ya que, como antes lo exponíamos, el espíritu de castidad excluye toda experirnentación o tentativa. La tentativa es la esencia misma de lo que la Biblia designa.por el nombre de fornicación. Ésta, como por lo demás. cualquier otro vicio o virtud, es triple: espiritual, anírnica y carnal. Su raíz es espiritual, la zona de su despliegue y crecimiento es anímica, y la carne no es más que el terreno donde fructifica. Así, el error espiritual se convierte en vicio y el vicio en enfermedad. Por ello los profetas de Israel estigmatizaron la fornicación espiritual del pueblo de la antigua alianza cada vez que se dejó seducir por el culto a los dioses extranjeros, Baal, Moloc y Astarté. Estos dioses no eran sino egrégores, criaturas de la imaginación y voluntad colectivas del hombre, mientras que el santo de Israel era el Dios revelado, inimaginable y sin más relación con la voluntad humana que la de la ley que ese mismo Dios le ha impuesto. Los dioses extranjeros tenían singular atractivo para los israelitas, por ser dioses de este mundo y no el Dios trascendental de la revelación, con la obediencia que le era debida y que llevaba a vivir en una especie de monasterio espiritual frente a este mundo y sus dioses. Los israelitas eran permanentemente tentados a arrojarse desde las alturas y el aislamiento del pináculo del templo a las capas bajas del instinto colectivo, y a experimentar, para 171
.• ,
.¡ .¡
:j
) ) )
ver si no habría allí «ángeles que les sostuvieran con sus manos, de suerte que sus pies no tropezaran con ninguna piedra», es decir, a tratar de encontrar entre las fuerzas próximas y densas de la evolución natural las fuerzas directrices y protectoras con menos trabajo que desde la altura y el aire enrarecido del pináculo del templo de Dios revelado. El principio de la fornicación espiritual es, pues, la preferencia del subconsciente al consciente y al supraconsciente, del instinto a la ley, del mundo de la serpiente al mundo del Verbo. Las dos primeras tentaciones se referían respectivamente a los votos de santa pobreza y santa castidad. La última tentación (última según el Evangelio de Mateo) se refiere al voto de santa obediencia. Aquí es el afán, o voluntad de poder de Nierzsche, lo que actúa. "Todavía lo llevó reinos del mundo y su Díjole entonces Jesús: Dios, y sólo a él darás
consigo el diablo a un monte muy alto y le mostró todos los gloria, y le dijo: "Todo esro te daré si, postrándote, me adoras." "Apártate,' Satanás, porque está escrito: Adorarás al Señor tu culro "» (Mt 4,8-10).
"Sobre tu vientre caminarás
y polvo comerás todos lo;s días de tu vida" (Gén 3,14).
Dicho en otras palabras, te moverás en la región donde no hay gracia. I ¿ Cuál es, empero, la consecuencia inmediata de la tentación rechazada? El relato evangélico nos da la respuesta: I
"Entonces 4,11),
el diablo le dejó; y he aquí que se llegan:m unos ángeles y le servían" (Mt ' . I I
Esta respuesta pertenece al orden de ideJs .y hechos del séptimo arcano del tarot, el Carro, cuya lámina, vista He frente, representa un hombre en pie sobre un carro triunfal tirado IPor dos caballos.
)
) ) ) )-
)))~
)-
~:.
)
)-
L"
Notemos los elementos de esta tentacion: un monte muy alto, todos los reir9F:¿eLmundo y'su gloria, ad6ración'a quien tiene el poder de el~vús~Hiasti la ¿úspidede la rilbn'i:~fia y d~r allíposesión de todo cuanto encierran los reinos de su mundo. . Trátase, por consiguiente, de aceptar el idea(.:del superhombre «
>--' i. L
..
)-
L ,L ) --
)) )-
>))-
))-
172
173
)~ )-
1)_
Carta VII I
EL CARRO El arcano de la convalecencia
"Entonces el diablo lo dejó; y he aquí que se llegaron unos ángeles y le servían» (Mt 4,11).
~. -. -.-. ••• -.•
"Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda vagando por lugares áridos, en busca de reposo, y, al no encontrado, dice: "Me volveré a mi casa, de donde salí." Y al llegar la encuentra barrida y aderezada. Entonces se va y toma consigo otros siete espíritus peores que él; entran)' se instalan allí, y el final de aquel hombre viene a ser peor que el principio» (Lc 11,24-26).
--=-.
"Yo he venido en nombre ..de mi Padre, y no me recibís, Si otro viene en su propio nombre, a ése lo recibiréis» (J n 5,43), -¡.'
I
--e
;-'. -'e -:.--e
-.• ~. -.'.• --e
--e
Querido amigo desconocido: El arcano el Carro tiene un doble aspecto, como los arcanos precedentes. Representa, por una parte, al que, tras haber triunfado de las tres tentaciones, permanece fiel a los votos de obediencia, pobreza y castidad; simboliza también el peligro de una cuarta tentación, la más sutil e íntima, que constituye la síntesis invisible de las otras tres: la tentación espiritual del victorioso por su victoria misma. Es la tentación de actuar en nombre propio, como amo y no como servidor. El séptimo arcano es, pues, el del dominio, entendido doblemente como logro o consumación y como tentación. Las tres citas evangélicas con Ias que encabezamos esta carta reflejan los pasos sucesivos de nuestra reflexión. ' Paul Marteau dice que el sentido general y abstracto de la séptima 175
) 1
;
) votos. Hemos de comprender, pues, de unalvez para siempre, que no hay auténtica magia sagrada, ni tampoco mrstica, gnosis o hermetismo, al margen de los tres sagrados votos, y ~ue el verdadero entrena-' miento en la magia no es esencialmente sino la práctica de esos misI mas votos. I ¿ Resulta duro ? No, es suave, pues se trata de la concentración sin esfuerzo que explicábamos en la primera de estas cartas. Reflexionemos ahora un poco más sobre el texto del relato evangélico acerca de lo sucedido inmediatament9 después de las tres tentaciones. «Entonces el diablo lo dejó", dice e+Evangelio según Mateo, pero el Evangelio de Lucas aíiade: «hasta 1111evaocasión". Estas palabras suplementarias permiten suponer quel aún quedaba en reserva otra prueba o tentación, la cuarta, la más I sutil e íntima. A ella se refiere la enseñanza del séptimo arcano, ddnde vemos a un hombre coronado y en pie sobre un carro triunfal ~el que tiran dos caballos. «y he aquí que se llegaron unos ángeles,,'j es decir, ahora podían ya aproximarse, al haber quedado libre el espacio que necesitaban para descender. ¿ Por qué y cómo? Los ángeles son entes que se mueven verticalmente, o sea de arriba ;lbajo ~,de abajo arriba. Moverse signifíca.p1r~. ellos cambiar derespi.ración, y la distancia que recorren se mide por el número Je sus aspiraciones y espiraciones modificadas, co;;' la intensidad del correspondiente esfuerzo. Así, cuando nosotros hablamos, por ejemplo, de una distancia terrestre de 300 kilómetros, el kngel diría: «Tres modificaciones sucesivas de la respiración norm~l en la esfera angélica.» Llegarse o aproximarse es para un ángel cambiar de respiración; no poder aproximarse significa que la atmósfera de la esfera a la que quiere acercarse es tal que le impide respirar y, si el ángel entrara en ella, se desvanecería. Por eso los ángeles no pudieron acercarse al Hijo del hombre durante el tiempo en que permanecían activak las fuerzas concentradas de la evolución terrestre, las fuerzas del hijÓ de la serpiente. Ocupaban, por decirlo así, el espacio en derredor I del Hijo del hombre, de suerte que los ángeles no podían respirar en ,él ni entrar allí sin desvanecerse. Pero en cuanto "el diablo se apartó» de Jesús (Le) y la atmósfera cambió, podían ya aproximarse y así lo hicieron, Añadamos, a guisa de corolario, que la le~ de presencia que acabamos de describir nos proporciona un excelente motivo para reconocer :la necesidad de las iglesias, templos y lugaresisagrados en general. Hay todavía muchos más motivos, pero éste solo: bastaría, aun en ausencia de los otros, para que defendamos los lugares sagrados. ¡Protejamos, pues, de pensamiento, palabra y acto toda ig~esia, capilla o templo que
lámina reside en que «representa la puesta en movimiento en Lossiete 'estados,' a saber, en todos los campos».' .. Esto es exactamente lo que, acabamos de designar por la palabra «dominio». El dominio, en efecto, constituye no el estado de ser movido, sino el de hallarse en condiciones de poner algo en movimiento. El Hijo del hombre se resistió a dejarse mover por las tres tentaciones en el desierto; fue él, al contrario, quien puso en movimiento las fuerzas que, consecuentemente, le sirvieron. «Entonces el diablo lo dejó, y he aquí que se llegaron unos ángeles y le servían." Nos hallamos ante otra ley fundamental de la magia sagrada. Podría formularse de la manera siguiente: Siendo así que lo qHe está arrib a es como lo qHe está abajo, la renuncia de abajo pone en movimiento fuerzas de consumación arriba, y la renuncia a algo de arriba pone en movimiento fuerzas de consumación abajo. ¿ Qué sentido práctico tiene esta ley? Cuando aquí abajo resistesa una tentación o renuncias a una cosa deseada, pones en movimiento, por el hecho mismo, fuerzas de realización de lo que corresponde arriba al objeto de tu renuncia. Es lo que el Maestro designa por el nombre de «recompensa" al decir, por ejemplo, que, uno debe absted,erS.eHeprar.:ticatsüjusticia anre.los.horn br:es'para ser visto p'ór ellos, yaqÚe· .¡, ... , «.,.de lo contrario
no tendréis
recompensa
de vuestro
Padre celestial» (Mt 6,1).
La recompensa es, por tanto, la acción que uno pone en movimiento arriba al renunciar a los deseos de cosas aquí abajo. Es el sí de arriba que corresponde al 'no de abajo, y esta correspondencia constituye una base de realización mágica, a la vez que una ley fundamental del esoterismo o hermetis¡-¡{o cristiano. Guardémonos de tomarla a la ligera, pues ahí se nos da una de las claves principales de la magia sagrada. No es el deseo lo que lleva a la realización mágica, sino la renuncia al deseo que antes se tenía. La renuncia por indiferencia carece de valor moral y, consiguientemente, mágico. Desear y luego renunciar, tal es el práctico sentido mágico de la ley de la recompensa. Decir que hay que renunciar a lo que se desea equivale a decir que hay que practicar los tres sagrados votos de obediencia, pobreza y castidad. En efecto, la renuncia debe ser sincera para que ponga en movimiento las fuerzas de realización de arriba, y no puede serio si le faltan el aire, la luz y el calor de los sagrados 1. P. Marteau,
Le tnrot de Marseítle,
París (1949)
1977, p. 33.
!
177
176
) ) ) ) )
) )
) )
))
)-
..
)
_/
))-
L )-
L )-
)),
))
'
))-)-
} )-, )-
)-'
)l.' :;.
)-
/
) )
) ) ) )
) \ )
) )
.-
)
.---:
)
-
,
) ) )
) r:
)
) ) )
) )
)
) )
) ) ) )
)'
sirvan para rezar y meditar,
l....
) )
)
,",
servidores! « ... Y le servían.» El plural indica que mtcrvienen aqUl vanos angeles en concreto tres. A cada tentación rechazada correspondía un ángel encargado de una misión de recompensa y de un servicio especial. ¿ Cuáles eran estos servicios? . Jesús, teniendo hambre, se había negado a ordenar que las piedras se convirtieran en panes. El ángel de la pobreza le sirvió entonces «la palabra que sale de la boca de Dios»,. hecha pan.. , . Jesús se había negado a tirarse abajo desde el pináculo del temJ?lo. El ángel de la castidad ly trajo el soplo de la altura del trono de PI?S. Jesús se había negado a aceptar el papel de superhombre y pnnClpe de este mundo a costa de adorar el ideal del mundo de la serpiente. El ángel de la obediencia le brindó la corona. ~eal d~: mundo de Dios . Así como los tres magos ofrecieron almno recién nacido presentes de oro, incienso y mirra, así también ahora los tres ángeles ofrecen al Maestro, tras su bautismo en el J ordán y su confirmación en el desierto, otros tantos presentes: la corona de oro, el vaho del incienso que arde .junto al trono de Dios y la palabra divina transformada en ali. mento" '.' "e" . ',' '.[ ,........ . ,",' .. , ••.• -, 'Es:~o ;i¿aecé imnedi~tainenúdespués de las tres tentaciones en el' desierto. Es la reacción de arriba a la triple renuncia del Hijo del hombre aquí abajo. Mas.( qué efecto tuvieron las tentaciones vencidas, no sólo para el propio vencedor y de inmediato, si~o también. para e)l mundo exterior de los cuatro elementos y para los tIempos venideros. Su efecto fue el dominio sobre el mundo de los elementos, a lo que siguieron poco después los siete milagros ejemplares que describ; el Evangelio según san Juan, a saber, el milagro de las bodas de .Cana, la curación del hijo de un oficial del rey, la curación del paralítico en la piscina llamada Bethesda, la mu~tiplicación. d~ los panes, la mar~:1a sobre las aguas, la curación del CIego de naclmlen~o y la resurreccion de Lázaro en Betania. A la manifestación de estos siete aspectos del dominio o gloria correspondía la revelación de los siete aspect?s del nombre del Maestro: «iY o soy la verdadera vid»; «yo soy el c.ammo, la verdad y la vida»; «yq soy la puerta»; «yo soy el pan de vida»; «yo soy el buen pastor»; «yo soy la luz del mundo»; <
)
-
para venerar y celebrar a Dios y a sus
178
la «gloria» (doxa) o esplendor del triunfo de los tres sagrados votos sobre las tres tentaciones. A la vez tenemos aquí un buen ejemplo de matemática cualtt atiua : tres bienes, cuando prevalecen sobre tres males, producen siete bienes, mientras tres males que prevalecen sobre tres bienes dan por único resultado tres males. El bien es solamente cualitativo, y cuando puede manifestarse lo hace por entero, en su plenitud indivisible. Esto es lo que significa el número siete: la plenitud (pleroma) o, cuando se manifiesta, la gloria (doxa) a la que se refiere san Juan al decir: « .•.
y hemos contemplado
su gloria»
Un
1,14).
o también: « ..•
pues de su plenitud
hemos recibido
todos, y gracia por gracia» Un 1,16).
,)¡;::
El primero de los milagros, el de las bodas de Caná, fue el comienzo de esa manifestación de la plenitud o gloria:
.. ,'~:J~~.;,:~J~ ··0ap,á de qalile<;t,.1.j.~hh~,q.~i~omieq,zoasusseiíales (doxa);'ysÍJs
discípulos
creyeron en .é¡"'Un 2,11).
y manifesró-sugloria
:.:¡¡j:. ;,'
. .
«Sus discípulos 'Creyeron en él» quiere decir que creyeron en su nombre o misión, cuyos siete aspectos fueron revelados por los siete «yo soy», fórmula del Evangelio de Juan, que antes citábamos. ASÍ, pues, el efecto de la tentación en el desierto fue la manifestación de los siete aspectos del dominio o gloria (los siete milagros) y la revelación de la misión o nombre del Maestro. Y todo ello no fue sino la manifestación de la gloria del Padre por el Hijo y la revelación del nombre del Padre por el nombre del Hijo. Con todo, existe también la posibilidad de la otra gloria, es decir, de la manifestación del dominio en nombre propio. Las palabras del Maestro puestas al principio de esta carta -« Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibís. Si otro viene en su propio nombre, a ése lo recibiréis» (]n 5,43)-10 enuncian claramente, y la experiencia de los movimientos ocultistas, esotéricos, herméticos, cabalísticos, gnósticos, mágicos, martinistas, teosóficos, antroposóficos, rosicrucianos, templarios, masónicos, sufistas, yoguistas y otras tendencias espiritu alistas de nuestros días nos proporciona abundantes pruebas de que esas palabras del Maestro no han perdido actualidad ni siquiera en el terreno de la ciencia y de los movimientos sociales y nacionales que se pretenden científicos. En efecto, ¿ a qué otra cosa se debe que los 179
,.,iJ¡*:.:
;¡!
! , .• ~.
¡¡:
:::¡;
~~~~:':
, I
..
~~!
,f:t~·. r
,
fl':
teósofos, por ejemplo, prefieran los mahatrnas del Himalaya (cuyos cuerpos astrales se aparecían a gran distancia por desdoblamiento o que precipitaban cartas escritas con un lápiz azul o rojo) al Maestro, que nunca ha cesado de enseñar, inspirar, iluminar y curar entre nosotros y aun muy cerca de nosotros, en Francia, Italia, Alemania y España, por no citar sino los países donde se han dado casos bien verificados de encuentros con él, quien ya había dicho: «Yo estoy con VOSOtros todos los días hasta el fin del mundo»
........
.i .
(Mt 28,20)?
¿Por qué otra razón buscan algunos un gurú entre los yoguis hindúes o los lamas tibetanos y no se toman ni la mitad de ese trabajo para tratar de encontrar un director iluminado por la experiencia espiritual en nuestros monasterios, en nuestras órdenes religiosas o entre nuestros hermanos seglares que practican la doctrina del Maestro bien cerca de nosotros? ¿Por qué los miembros 'desociedades o hermandades secretas de carácter masónico consideran el sacramento de la 'carne y sangre del Señor como insuficiente.para.ja obra de la, f9Ymaclón del hombre nuevo-ypor qué ahdan'h:U!;,~~ah~tJ,tíi'uale$'especiileipdta complerarlo o aun suplantarlo? ,',' " ' . Sí, todas estas cuestiones entran en el ámbito'de'la advertencia que suponen las palabras del Maestro: «Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibís. Si otro viene en su propio nombre, a ése lo recibiréis.» ¿Por qué? Porque el superhombre tiene para algunos más atractivo que el Hijo del hombre y les promete una carrera de creciente poderío, mientras el Hijo del hombre sólo les brinda una carrera' de lavamiento de pies .. ~ Querido amigo desconocido, no interpretes lo que acabo de decir como antagonismo u hostilidad por mi parte hacia las citadas sociedades, hermandades y agrupaciones espiritualistas o de iniciación, ni como si yo las acusara de una actitud anticristiana. No me achaques tampoco una falta de respeto a los mahátmás y gurús indios. Sólo me refiero aquí a la tendencia puramente psicológica (observada por mí casi en todas partes) que hace preferir el ideal del superhombre al ideal del Hijo del hombre. Cabe añadir, para ser justo con tales sociedades y hermandades, que, aun cuando de hecho se manifieste a menudo esa tendencia entre todas ellas, todas también la combaten con mayor o menor eficacia. Hay siempre dentro de las mismas alguna oposición, las más de las veces, es cierto, minoritaria. ' , En todo caso, el triunfador del arcano representado por el Carro triunfa sobre las pruebas -es decir, las tentaciones-, y si es dominador
,.,
~..
,
t
¡ i
lo es de sí mismo, Está solo y de pie en Isu carro; nadie se halla presente para aclamarlo y rendirle homenaje; no lleva armas, ya que el cetro que sostiene no es un arma. Domina, a buen seguro, mas su dominio ha sido adquirido en la soledad y no lo debe a nada ni a nadie venido del exterior, tan sólo a las pruebas. El triunfo logrado en la soledad ¡qué gloria y qué peligro a la vez! Es la única gloria real, puesto que no depende del favor ni el juicio humanos; es gloria intrínseca, resplandor genuino del aura que se ha vuelto luminosa. Pero es también el más rdl y grave de los peligros espirituales que existen. Hybris y orgullo, estos nombres tradicionales que suelen dársele, no bastan para caracteri~arlo adecuadamente. El peligro es aún mayor, es una especie de megalomanía mística donde uno diviniza el centro regulador de su proJ1io ser, su yo, no viendo nada divino sino en sí mismo y quedando ciego a lo divino que está encima y fuera de uno mismo. Se experimenta entonces el sí mismo superior como. el supremo y ,único sí ~ismol del ~un,do, a~n cuando sólo sea supenor al yo emplnco ordinario IY este bien leJOS de ser supremo y único ... , en otras palabras, de ser Dios. Conviene ahora meditar sobre, el problema de la identificación del yo con e] sí mismo y del.sí-mismo.con pios, ~;/:,:", " ' " Tras haber explorado la capa freudiarra obeiual 'y luego la adleriana o de voluntad de poder en el inconsciente 'del ser humano (es decir, en su conciencia latente u oculta), c.G. Jung se topó, durante sus experiencias clínicas como psicorerapeuta, con una capa espiritual (mística, gnóstica y mágica). En lugar de echarse para atrás o quitársela de encima con alguna explicación corrosiva, tuvo el valor y la honradez de entregarse a un laborioso estudio della fenomenología de esta capa del inconsciente. Su trabajo se revelaría fructuoso. J ung descubrió allí no sólo las causas de ciertos desórdenes psíquicos, sino también ese proceso íntimo y profundo al que daría el nombre de proceso de individuación y que no es más que el nacimiento gradual de otro yo (llamado por Jung el sí mismo), superior al yo o ego ordinario. El hallazgo de este proceso del segundo nacimiento le llevó a ampliar considerablemente el campo de sus investigaciones, extendiéndclo en particular al simbolismo, a los rituales de los misterios y al estudio comparado de las religiones contemporáneas y antiguas. Esta extensión del campo de sus investigaciones se reveló igualmente fructuosa. El descubrimiento de c.G.¡Jung (que al principio le torturó hasta el punto de no decidirse a comunicado a alma viviente durante quince años) tuvo numerosas consecuencias, entre otras el conocimiento y descripción de algunos peligros o tentaciones que la vía de la iniciación y el correspondiente proceso de individuación I 181
180
) )
))))))-
)-" )-)~
)))~
,r-
E
)-
9
) ,--:
) )
) .-'-
)
, }
) ) ) )
) ) )
) ),
y: ) ) ) )
) 1
J
)
) )
) r+:
)
)
llevan consigo. Uno de tales peligros -que a la vez s~n pr~:bas o tentaciones- es el quelJung designa por el nombre de «inflación», es decir el estado de la conciencia del yo hinchada hasta la exageración, estado cuva manifestación extrema se conoce en :psiquiatría por el término de megalornanía. " . Nos hallamos aquí, pues, ante una gama de fenomenos pSiqUlCOS . que comienzan por adoptar formas rel~tiv~n:ente inocentes, con~o una alta opinión de sí mismo no del todo justificada o el excesivo afan de salirse siempre con la suya; el peligro surge ya de manera más concreta con la. aparición de un negativismo depreciador de todo el mundo, al concentrar uno en su propia persona las facultades de apr~cio gratitud y veneración; el tercer grado de peligrosidad, que consti, I . b " tuye una catástrofe y,a casi irremediable, consiste en una o sesión patentizada por ilusibnes fácilmente reconocibles como tales: es la pura y simple megalomanía. Los principales grfldos de inflación :on, por tanto, esto.s tres: exagerada importancia atribuida a la propia persona, complejo de sup~rioridad con tendencias obsesivas y, finalmente, megalomanía. El-primer, grado sugiere una tarea práctica paratrflba¡~rconsigo m,~smo, ~1. segund~' es Una prueqa sel:j';rTel·tercerounac¿;tásti"of~·.· ", ¿ Qué sucede en el proceso de inflación? Veamos primeramente lo que a este propósito Idice el propio Jung: I
« ... de suerte que una larga serie de sueños no aparece ya como sucesión meramente fortuita de acontecimientos incoherentes y aislados, sino COqlO un proceso de desarrollo y organización que avanza por etapas metódicas. He designado este fenómeno inconsciente, que se expresa espontáneamente en el simbolismo de largas series de sueños, por el nombre de proceso de individuación»~
'
El proceso de individuación es «la realización espontánea del hombre total» 4. Así, la fórmula en adelante válida para la noción del alma es: «psique = conciencia del yo + inconsciente». En cuanto al papel que desempeña lo inconsciente en esta fórmula, debe en especial tenerse en cuenta «que en todo niño crece la conciencia en el transcurso de algunos aíios a partir de lo inconsciente; que la conciencia no es cada vez sino un estado temporal basado en la respuesta fisiológica y consiguientemente interrumpido con regularidad por fases de inconsciencia, es decir, de sueño; y, por último, que a la psique inconsciente le corresponde no sólo una mayor duración de vida, sino también el mantenimiento de la continuidad de la existencias.",
El proceso de individuación es, pues, aquel en que se armonizan conciencia del yoy el inconsciente de la psique ...Sin.embargo, ....,.!
«La personalidad supraordenada es el hombre total, es decir, como cs. realme.nte. y no como se presenta a sí mismo, A esta entidad pertenece también el alma inconsciente, que tiene sus exigencias y:necesidades vitales al igual ,que. la COnCle?Cla (... ). Acostumbro a designar la personalúlad supraordenada por el ten~'llno d,e el 51 mismo, con lo que hago' una distinción neta entre el yo~ que, como es ~abldo, solo tiene el. alcance de la conciencia, y el todo de ~a personahdad, que ademas de la parte consciente engloba también la zona inconsciente. Así, el yo se relaciona con el sí mismo como una parte con el todo. A este respecto el sí mismo está supraordenado. Experimentalmente, el sí mismo no se percibe como sujeto, sino como objeto, y ello merced a su parte 10consciente que sólo puede llegar a la conciencia indirectamente, por vía de proyec" 2 Clon» .
. Esta vía de proyección es el simbolism.o vi~o, t~?to el. tradic.ional como el que se manifiesta en los sueños, la imagmac~on activa y Ciertas visiones, Los sueños', cuando se contemplan en series que constan de varios centenares, muestran que obedecen a una especie de plan, Parecen encadenarse unc's a otros y estar, en un sentido profundo, subordiina d os a un f'111 comun, 1, I
2. C.G. Jung y K. Kerényi, bn!ühnmg
)
) ~
)
.0.
'.i}i'. .n ..?
'
0,\
«conciencia e inconsciente no se funden oprimida o dañada p'~r laotras".
en un todo' cuando 'una "de ambas
'
partes ~s'
Trátase de una armonización sólo realizable mediante un recentrarse de la personalidad, o sea gracias a un nuevo centro de la personalidad, el cual participa tanto de la naturaleza de la conciencia como de la del inconsciente; en otros términos, un centro donde el inconsciente está de continuo transformándose en conciencia. He ahí la finalidad del proceso de individuación, que es al mismo tiempo una etapa de la iniciación. El proceso de individuacion se lleva a cabo, como ya hemos dicho, merced a la colaboración que se establece entre el inconsciente y la conciencia. Entramos aquí en el campo de los símbolos, que es donde seda -y, por tanto, donde puede comenzar tal colaboración-o En el proceso de individuación hallamos (o más bien despertamos) símbolos-fuerzas que, debido a su carácter típico, J ung denomina «arquetipos», J. C.G. Jung, Die DyrMmik
des Unbewufitetl,
en Ges. Werke, vol. 8, Zurich-Srurtgart
1967, p. )30.
4. lbíd., p. 'JJ. 5. C.G. Jung, Medizin und Psycbothempie, en Ges. Werke, vol. 16, Zurich-Stungart 1958, p. 97. 6: C.G. Jung, Br-wufitsein. Unbt!wufltes und tndiuiduation, en Ges, Werke, vol. 9/1, Olten-Friburgo
)
)
..
la
-<1
)
1976,
p.306.
in das \Vesen der Mythologie,
Zurich ~1951,:p. 2315,
183 182
:¡;
'::
,/
,
)) "Nunca debiera olvidarse que el arquetipo es un órgano psíquico, presente en cada uno de nosotros. Una mala explicación implica una actitud hostil hacia este órgano, con lo cual queda lesionado; pero el que en definitiva sufre es el intérprete. La "explicación", pues, debería siempre ser tal que mantuviera el sentido funcional del arquetipo, es decir, que garantizara una suficiente y significativa unión de la conciencia con el arquetipo. Este último, en efecto. es un elemento psíquico de índole estructural y, por consiguiente, un factor de vital importancia en la buena marcha de las cosas del alma ... Para el arquetipo no hay ningún sucedáneo "razonable", como tampoco lo hay para el cerebelo o los riñones-".
~.
Así, pues, no deben tomarse los arquetipos a la ligera. Son formidables fuerzas psíquicas, capaces también de invadir, inundar y devorar la conciencia. Tal sucede en el caso de la identificación de la conciencia con el arquetipo. Se produce entonces, las más de las veces, una identificación con el papel de héroe (y en ocasiones, si se trata del arquetipo llamado del «sabio anciano» o el de la «gran madre», con una figura cósmica), identificación muy atractiva por diversas razones. identificación es a menudo muy tenaz y a veces cntica para el equilibrio psíquico. Si.Ia diWJ~,ción de la identificación llega a tener éxirc;: la:Jigura del hér:a'~ pu"!::de, por -r~:d~l:¿i:0{~ de la concie~~'í;'a h. ctimensidu"4iÍnl"an"a 'd~f~terlciirse progresivamente hasta río 'ser ya más que un símbolo de sí mismov". .
, ::
~I
...
.. "Esta
...... :.<
l
:(
'k
,[-
Tal es la meta del proceso de individuación. Ahora bien, la inflación es el principal riesgo que corren todos los que buscan la experiencia de la profundidad, la experiencia de Id> oculto que vive y actúa tras la fachada de los fenómenos de la conci~ncia ordinaria. La inflación constituye, pues, el peligro más importante y la máxima prueba para ocultistas, esotéricos, magos, gnósticos X místicos. Los monasterios y las órdenes religiosas lo saben desde si~mpre, gracias a su milenaria experiencia de la vida profunda. Por ello su práctica espiritual se basa enteramente en el cultivo de la humiidadmediante ejercicios tendentes a fomentar la dependencia y otros ~nálogos como el examen de conciencia, la confesión y la mutua ayudalfraterna. Si Sabbatai Zvi (1625-1676) hubiera sido miembro de una orden espiritual con disciplina semejante a la de los monasterios cristianos, jamás su iluminación le habría llevado a revelarse (en 1648) a un grupo de discípulos como el Mesías prometido. No habría tenido que hacerse turco para salvar su vida y continuar su misión (<
r :
«La epifanía del héroe (segunda identificación) se muestra en una correspondiente inflación: la pretensión desproporcipnada se convierte en convicción de que uno es algo especial; o bien la imposibilidad de realizar esa pretensión prueba la propia inferioridad, lo que favorece el papel de "mártir" o "héroe que sufre" (inflación negativa). Pese a su aparente contradicción, ambas formas son idénticas, puesto que a una megalomanía consciente corresponde un sentimiento inconsciente de inferioridad, que la compensa, y a la inferioridad inconsciente corresponde una megalomanía consciente. (La una nunca se da sin la otra.) Si se logra sortear el escollo de la segunda identificación, el acontecimiento consciente puede neramerite separarse delsuceso inconsciente y éste se deja entonces observar de manera objetiva. De ahí resulta la posibilidad de un careo con el inconsciente y, en consecuencia, de una síntesis entre los elementos conscientes e inconscientes del conocimiento y la actuación. Ello, a su vez, provoca un desplazamiento del centro de la personalidad, que pasa del yo al sí misrno-".
7. C.G. Jung y K. 8. Ibid .• p. 146. 9. Ib¡d .• p. 147.
184
Kerényi. [infiibnmg
in das \Vesen der Mythologie,
Zurich ~1951,
r
e
!
i·
r
)
--
)-
))~
)
-
)-
)
-
)~ ))
<:
))-
)j )
"Se dice de Sabbatai Zvi que, desde hace quince añds, viene siendo abrumado por esta aflicción: es víctima de una depresión que no le deja instante de reposo y ni siquiera le permite leer; no acierta a decir qué clase de tristeza! es la que se ha apoderado' de éL.»10 \
La historia del iluminado cabalista Sabbatai Zvi es sólo un caso extremo del peligro y la prueba a los que se exponen todos los eso teristas prácticos. Hargrave J ennings expresa excelenternente esto escribiendo acerca de los rosacruces. I
L
)-
l>'
l.
Añadamos que, si no acierta a disolverse, la figura del héroe toma posesión de la conciencia. Entonces tiene lugar la segunda identificación o epifanía del héroe.
-'
"Hablan de la humanidad como de algo infinitamente inferior a ellos; su orgullo supera todo lo imaginable, pese a una apariencia externa muy modesta y humilde. Se jactan de ser pobres y declaran que lo tienen por estatuto, gloriándose al mismo tiempo de poseer todas las riquezas del mundo. Recusan los afectos humanos o se someten a ellos con el conveniente pretexto de que no son sino atractivas obligaciones que han de aceptarse como placentero intercambio o como pasaporte en un mundo que consta de los mismos o de su imagen falaz. Frecuentan a las mujeres y se muestran muy galantes en su compa,~ía, pero sus coraz.ones s~n incapaces. de tefnura ~acia ellas, cuando no las juzgan en su mterror can co nrmseracion o desprecio, co')s,derandolas como una especie de seres totalmente distinta de la de los hombres. Por Fuera son muy sencillos y defe-
p. 119s. 10. G. Scholem,
Die j¡¡dúche Myscik in ihrw Hauptstromungen,
Fra.ncfdrt
del Meno 1967, p. 318.
185
-
)-
)))-
))))-
--
)
-' ) --" ) -' ) ) )
)
) ) ')
-' ) ) )
,-
),
I
)
) ) ) )
I
) )
l
sIglo
XVI:
Alef.
Ve a Dios
i
cara a cara, sin morir, y conversa
" genios que- manfan
f
TI'
arruuarmente
con
os sic
te
toda la l~ilicia celeste,
. ' Bi:t.~-:1~.Bstá:po;: ericíriú,¡ de toda aflieción;i'
todo temor.
'G~:::::;:~~::::;:et:::t~i~~aY::;a:i~:e:::i;r::;a
He. No puede ser pi< sorprendido
t~dl:: :~ i~::e:::áS. por el infortunio,
ni atormentado
" ,-,' por los
desastres, ni vencido por sus enemigos.
Vav. 'Conoce el sentido de! pasado, presente y futuro. Zayin. Posee e! secreto _de la resurrección de los muertos y la clave de la inmortalidad"
12.
1
.Es esto un progra\na o una experiencia vivida? Si es una experrcncia, la i~flación llega en ella muy lejos. Si es un programa, e~ que .t:abaJe seriamente por realizarlo no tardará en ser presa de la :nflac.!On, ya positiva (complejo de superioridad), ya negativa (complejo de mfenoridad). . h b Sea lo que [uere, ¡la eXl?eriencia ~ ?rograma del ~anusc.nto ~ reo del siglo XVI, citado por Eliphas Lévi, ofrece una smgular semejanza con la experiencia de la que habla J ohn Custance: «Me siento tan cerca ~e Dios, tan inspira.do por su espíritu, que en ~ierto sentido soy Dios. Veo el porvenir) hago e! plan del ul1lve~so, salvo a lahumamdad, soy absoluta y completamente inmortal: soy incluso mas-culll1o y [emenino a la vez. El universo
I t 1. H. jennings, 12. É
) )
,
)
)
1:
«Quien ha logrado hallarse a sí mismo y es consciente de ello, quien ha entrado en esta morada impenetrable, es el creador de todo, el creador del mundo entero; él es el mundo entero" 14.
. ,ue confiere al hombre prerrogativas aparentemente sobrehu,« E• xiste una CIenCIa q . h b d 1 manas; helas aquí tales coro las encuentro enumeradas en un manuscnto e reo e
)
)
L 1
El estado descrito por J ohn Custance es característico de una magia aguda, y el au tor mismo no lo niega. Pero ¿seguiría viendo así las cosas si supiera que su experiencia se encuentra ya detallada con toda exactitud en el Brhaddra7J-yaka Upanisad? Allí leemos:
'
Digamos más bie~: tanto lo sublime como~ l? absur¿o, pu~s la inflación es siempre sublime y absurda a la vez. Eliphas Lévi escribe a este respecto:
)
) ~~ )
',
posible y justo, ,,' Cómo medir o calificar esta descomunal exaltación de! propio yo? Los patrones ( 1, . , ordinarios no están hechos para tal Imagen. La casta d e estos filc uoso f os ocu 1trstas es o e I colmo de lo sublime o el colmo de lo absurdo»!':
)
)
entero, animado e inanimado, pasado, presente y futuro, está en mí. Toda la naturaleza, todo cuanto posee vida y todos los espíritus cooperan y están vinculados conmigo; todas las cosas son posibles. Me identifico, en cierto modo, con todos los espíritus, desde Dios hasta Satán. Concilio e! bien y el mal, y creo la luz, las tinieblas, los mundos) los universos» D.
rentes, pero la autosatisfaccibn que hincha sus corazones se_extiende hasta lo infinito de los cielos.v. En comparación con estos adeptos del hermet,lsmo, los monarcas ,son pobres y sus inmensos tesores despreciables. Junto a sus propIas lumbre.ras, los mas sabios resultan torpes y estúpidos,,_ Son, pues, negativos para con la humamda,d; pOSltlVOS, en cambio, para con todas las demás cosas, pagados de sí mIsmos: auto¡JumLl1ados~ en todo y siempre ellos; pero, eso sí, siempre prontos (es su deber, dicen) a hacer el bien en lo
)
J
------------------------------------------,----
The rO$ieruo"ans,
Their
rices and mysterics,
Londres
1887.
1,
¿Puede decirse con certeza que este texto se basa en una experiencia totalmente distinta de la de J ohn Custance? Hace 38 años conocí a un hombre tranquilo, de edad madura, que enseñaba inglés en la YMCA de la capital de un país báltico. Un buen día rey'eIQA\l~' había alcanz.ado eseesrado espiritual que se mánifiesta p6rr;;;:'yr~:ipi1~tema enf;.l que ie·:~ti.ene~:conciencia'de la identidad d~l sí.:(" mismo COh la realidad 'eternadél mundo. Pasado, presente y futuro, . vistos desde el plano. de la eternidad donde mora la conciencia, eran para él como un libro abierto. Ya no tenía problemas, no porque lo hubiera resuelto, sino porque en aquel estado de conciencia desaparecían, perdiendo/toda importancia. En efecto, los problemas pertenecen al orden del movimiento en el tiempo y el espacio; quien lo trasciende, llegando la esfera de la eternidad y del infinito donde no -hay movimiento ni cambio, queda libre de problemas. Cuando 1T1e hablaba de esto, sus bellos ojos azules irradiaban sinceridad y certidumbre. Mas esta luz cedió el puesto a un semblante sombrío y disgustado, tan pronto como le planteé la cuestión del valor que podía tener el sentimiento subjetivo de la eternidad sin saber ni poder al propio tiempo hacer nada para ayudar a la humanidad, ya en su progreso espiritual u otro, ya 'en el alivio de sus sufrimientos espirituales, psíquicos o corporales. No me perdonó esta pregunta, y su espalda vuelta hacia mí es el último recuerdo que de él guardo en este mundo ... (Marchó posteriormente a la India, donde no tardó en morir víctima de una epidemia.) Te cuento este episodio de mi vida, querido amigo desconocido,
- J.--.
-;,"
a
13. j..Custancc, 14. [V, 4,1),
Wisdom, madness andfolly:
Tbe
:1,1
philosophy o[ a lnnatic, Londres 1951, p. 51.
,1
I
,1
Lévi, Dogma el ritue! de la bauts: magic, París 1854, p. 43-44.
,-; ·1
187
.;~!
186
, i
·d o:;!
.L )• !
"!'
sólo para sepas cuándo y cómo se me planteó por vez primera el gravísimo problema de las formas y peligros de la megalomanía espiritual. A la experiencia objetiva debo el comienzo de mis estudios sobre ese problema. Aquí te brindo algunos de mis resultados. La megalomanía espiritual es tan antigua como el mundo. Su origen es incluso anterior al mundo terrenal, según la tradición milenaria que nos relata la caída de Lucifer. La descripción más conmovedora de este suceso nos la ofrece el profeta Ezequiel: «Tú eras el selJo de la perfección, lJeno de sabiduría, acabado en belJeza. En el Edén estabas, en el jardín de Dios; coda suerte de piedras preciosas eran tu vestido: sardónices, topacios y jaspes, crisolitos, ónices y berilos, zafiros, carbunclos y esmeraldas; en oro estaban labrados los aretes y pinjanres que llevabas, aderezados desde el día de tu creación. Querubín protector de alas desplegadas , te había hecho yo, en el monte santo de Dios
•
'~;l~~!~;;)¿~;an:~~ ~:~:~t~lt~;~&~Y:'· ', corrompiste tu sabiduría a 'ca~sa de tu esplendor. . Yo te precipité en tierra '. ' y ante los reyes te di en espectáculo» (Ez 28,12-14':17).
es,
Tal en las alturascelestiales, el origen de la inflación, del complejo de superioridad y la megalomanía. Y puesto que «lo que está arriba es como lo que está abajo», ello se repite aquí, en la vida humana y terrena, -de siglo en siglo y de generación en generación. Se repite sobre todo en la vida de las personas que rompen con su habitual medio terreno y el estado de conciencia que implica, trascendiéndolo en el sentido de la altura, anchura o profundidad. Quien aspira a un plano más alto que el del medio terreno corre el riesgo de volverse altanero; quien busca 10 ancho más allá de los límites del círculo normal de sus obligaciones y alegrías terrenas se ve tentado a darse a sí mismo cada vez mayor importancia; y quien pretende alcanzar 10 profundo bajo la superficie de los fenómenos de la vida en la tierra corre el máximo peligro: la inflación de que nos habla CG. Jung. El metafísico abstracto que organiza los mundos según un orden por él establecido puede llegar a perder todo interés por lo particular e individual hasta el punto de considerar a las personas humanas casi tan insignificantes como los insectos. Sólo las mira de arriba abajo.
Vistas desde esa altura metafísica, pierden sus proporciones y se le antojan minúsculas hasta la insignificancia', mientras él mismo es gra'nde, pues participa de las grandezas de U metafísica. El reformador que quiere corregir o salvar a la humanidad sucumbe fácilmente a la tentación de contemplarsel a sí mismo como centro activo del círculo pasivo de la humanidad. Portador de una misión de alcance universal, se siente cada vez más importante. El ocultista, esotérico o hermético práctico (si no practica, sólo es metafísico o reformador) experimenta con fuerzas superiores que actúan más allá de su conciencia y penetran en ella. ¿ A qué precio? Al dé postrarse de rodillas en adoración o al de identificarse con ellas, lo que conduce a la megalomanía. Se habla mucho de los riesgos del ocultisl(1o. La magia negra es de ordinario el peligro supremo contra el que los maestros ponen en guardia al principiante. Otros (sobre todo I~s más o menos versados en medicina) temen mayormente los desórdenes del sistema nervioso. Sin embargo, una experiencia de 43 años de ocultismo (o esoterismo) práctico me ha enseñado que su peligrol no reside ni en la magia negra ni en trastornos nerviosos; al menosta,les peligros no se presen'tan mása menudoentre losocúhís~as'qLleédtre1os políticos, artistas" psicólogos;tréy~{¡tesy agh6s\:{c¿s: Mes'~ría im'posibli/btat'Ün solo mago negro entre los ocultistas que conoz'có, mientras podría dar sin dificultad el nombre de algunos políticos que nada tienen que ver con el ocultismo o, más bien, le son hostiles, cuyo influjo cuadra perfectamente con elconcepto clásico de «mago negro». En verdad ¿resulta tan difícil mencionar a políticos que hayan [ejercido una funesta influencia sugestiva en las masas populares, cegándolas e incitándolas a, actos de crueldad, injusticia y violencia de los que cada individuo, separado del resto, habría sido incapaz, políticos que, por su ascendiente casi mágico, han llegado a privar a los individuos de su libertad, convirtiéndolos en posesos? Y este modo de actuar que priva a los hombres de su libertad moral y los transforma en posesos ¿no es acaso el fin y la esencia misma de la magia negra?' No, querido amigo desconocido, los ocultisras -aun aquellos que practican la magia ceremonial- no son ni ma'estros ni discípulos de la magia negra. De hecho, son los que guardanimenos relación con ella. Cierto que muchos, especialmente los adeptos a la magia ceremonial, son con frecuencia objeto de ilusiones, se engañan y engañan a los demás, pero ¿ es esto magia negra? Por otra ¡iparte, ¿dónde encontrar un grupo humano que no se engañe nunca? Hasta el doctor Fausto, que hizo un pacto con el diablo (y esto atañe a todos los aficionados, antiguos y modernos, a pactos de ese tipo), no fue sino la víctima I I
188
189
)))-
))
L )_. )/
\
))-
)~ )-
):.,
})\
)-
)))--
)))-
))-
)))-
)-
))-
)-, )-
) .J I
) inocente de una travesura de Mefistófeles (rufián bien conocido de cuantos se relacionan con el mundo oculto), pues ¿cómo puede uno vender algo que no le pertenece? El alma habría podido vender al doctor Fausto, per~ jarás é.l a ella~ por solemne que fuera el pac~o y por más que estuviera escrito y fIrmado con su sangre o con unta
) ) r-
) )
ordinaria. I De esta suerte da iMefistófeles una lección a quienes desean ser 'superhombres,. revela1do lo pueril de sus pretensiones. Y al pa~o que deploramos la ingenuidad del pobre ~octor Fausto, l.leg,amos a Juzgar saludable, a la postre,¡ el método ruíianesco de Meíistófeles, pues 10 que éste hace (y podrían citarse otros ejemplos más recientes del m:smo método) es poner He manifiesto lo ridículo y absurdo de las ansias
) ) e-
)
,-
)
{-'
)
I
y pretensiones
I
)
"De todos los espíritus negativos, es el travieso quien menos me incornoda.»
) )
Así habla Dios del Mefistófeles en el Fausto de Goethe. No condenemos tlmpoco nosotros al pícaro del mundo espiritual e,/'i;obre todo,nole te'ngamos miedo. Nicondenemos al.dqctorFaus-
) r: } r
)
r
) ) )
) ) ,-
)
~-
) ')
)
) c-
) )
~ ) ) ~ ),
r">
...~' '.~
·eee. ~~~ena~:;st~~;:e:~~í:n~~ I:;:l:~:~~iei~;a~~~~i:n
)
--,
)
r>
)
n:~g~~e:~~:e~!~~ol~\~~;:~
nidad fue él mil veces más inocente que nuestros contemporáneos, que han inventado la bomba atómica- como buenos ciudadanos y científicos. ~ No, ni magia negra ni trastornos nerviosos constituyen los especiales peligros del o~ultismo. Su peligro principal -del que, por lo demás, no tiene el rPonopoliose define por estos tres términos: complejo de superioi~dad, inflación, megalomanía. . De hecho raro es el ocultistá veterano enteramente libre de esta 1 d indisposición moral q que no la haya sufndo alguna vez en e pasa o. La tendencia a la me galo manía se manifiesta a menudo entre los ocultistas. Así me lo han: enseñado mis lecturas de libros de ocultismo y decenios de relacione~ personales. Ese defecto moral se da en muchos grados. Primero se r~vela por el aplomo y aun desc~ro :on que uno habla de las cosas superiores y sagradas. Luego va afirmándose como un saber mejor y saberlo todo, es decir, adoptar la actitud de maestro frente a todo el mundo. Por último, aparece como infalibilidad implí,
1
•
cita y hasta explícita. .' No quiero citar pasajes de la literatur~ oculta, m.dar nombres, m mencionar hechos biográficos sobre ocultistas conocidos para probar o ilustrar este diagnóstico. N o te resultará difícil, querido amigo des190
e~
sobreh~manas:
"
conocido, hallarlos tú mismo en abundancia. Mi intención aquí es, por un lado, refutar las falsas acusaciones levantadas contrae el ocultismo y, por otro, poner de relieve el peligro verdadero que entraña. ¿Qué debe hacerse, pues, contra ese peligro para conservar la propia salud moral? El antiguo adagio Ora et labora (Ora y trabaja) contiene la sola respuesta que yo he podido hallar. Adoración y trabajo son el único remedio tanto profiláctico como curativo que conozco contra los delirios de megalomanía. Hay que adorar lo que está sobre nosotros y participar en el esfuerzo humano tocante a los hechos objetivos para mantener a raya las ilusiones acerca de lo que uno es y puede. En efecto, quien.sepa elevar su plegaria y meditación al nivel de la adoración pura será siempre consciente de la distancia que separa (y a la vez une) adorador y adorado. No caerá así en la tentación de' confundir lo que él es con lo que es el adorado. Por otra parte, e! que trabaja, es decir, el que partiCipa en el esfuerzo humano con miras a obtener resultados objetivos y verificables no será fácilmente víctima de ilusiones respecto a lo que él puede. Por ejemplo, un médico en ejercicio, propenso a sobrestimar su poder . de cura, aprenderá pronto a conocer los límites reales de esepoder por ·la.:experienCia desus fracasos. .. .;;.":' .' .•... ,<, jakobBohmeera 'z.apatero';e ilumihado.· Babiendoté~i~I¿ll' riencia de la iluminación «< .. .1a puerta me ha sido abierta, de suerte que en un cuarrodc hora he visto y sabido más que si hubiera estado muchos años en escuelas superiores ... ", escribía en una carta dirigida al aduanero Lindner, «pues vi y conocí el ser de todos los seres, su fundamento ysu abismo ... ,,), no por ello concluyó que, como zapatero, su poder sería en adelante mayor que el de sus colegas O que el suyo propio antes de la iluminación. Por otro lado, la iluminación le enseñó la grandeza de Dios y de! mundo, lo cual le llenó de adoración:
'txpe~ ,
« •.. y ello me admiró hasta el punto de no saber qué me acontecía, tornose a alabar a Dios por tales cosas,,!s.
y mi corazón
Así, el trabajo manual y la adoración a Dios protegieron la salud moral de J akob Bóhrne. Me permito añadir aquí que mi propia experiencia en el esoterismo me ha enseñado que lo que fue saludable en el caso de Bühme lo es también, sin excepción" para cuantos aspiran a tener experiencias suprasensbriales. Adoración y trabajo -Ora et labora- constituyen, por tanto, la condición indispensable del esoterismo práctico para manteper en ja-
15.
J.
Bóhme,
Siontlicbe
Werke in 7 Bdnden
(Obras Completas
en 7 tomos),
lo
7, Leipzig
1922, p. 400.
191
,1
(
."
que la tendencia a la megalomanía. Con .todo, si se quiere lograr la inmunidad contra este mal, es necesario algo más: la experiencia del encuentro concreto con un ser superior a uno mismo. No entiendo por encuentro concreto ni el sentimiento del sí mismo superior, ni el más o menos vago de la presencia de un ente superior, ni tan siquiera la de! flujo de inspiración que puede llenamos de vida y luz. ¡No! Lo que entiendo por tal es meramente lo que las palabras indican: un encuentro genuino y de veras concreto, cara a cara. Puede ser espiritual -cara a cara en una visión- o físicamente concreto. Así, santa Teresa de Jesús (por no citar más que un ejemplo entre muchos otros) se encontraba con el Maestro, conversaba con él, le pedía y recibía de él consejos e instrucciones sobre cosas pertenecientes al plano de una espiritualidad objetiva (sí, la espiritualidad puede ser no sólo subjetiva, sino también objetiva). De igual manera Papus y su grupo de amigos oculristas se encontraron con Philippe de Lyón en e! plano físico. He ahí dos casos del encuentro concreto a que me refiero. . Ahora bien, el que ha pasado por la experiencia de! encuentro concreto ton su ser superior (un justo, un santo, un ángel u otro ente . jerárquico, la. Santí.siq:ta Virgen, el·Maestro .. .) .q\ieda,ppr el hecho ·.·mlsmo;:¡nmilni.Z;idÓ'~¿óntra lai::n21iiikdón.:,¡ la megaloma}lí~. La viven. cia 'd~ esta c?nfrontación acarrea necesariamente-la curación completa y la inmunidad contra todo peligro en tal sentido. Nunca un ser humano que haya visto y oído podrá hacer de sí mismo un ídolo. Más aún, e! verdadero y último criterio de las experiencias llamadas «de visión», es decir, el que sirve para determinar su autenticidad o falsedad, lo constituye el efecto moral de las mismas en el vidente, según que hagan a éste más humilde o más pretencioso. La experiencia de sus encuentros con el Maestro hizo a santa Teresa cada vez más humilde. La experiencia rerrena de su encuentro con Philippe de Lyón les hizo más humildes a Papus y sus amigos ocultistas, Así, pues, am.bas experiencias,. por distintas que fueran en cuanto a su sujeto y objeto, eran auténticas. No se engañó Papus respecto a la grandeza espiritual de aquel a quien reconoció como su maestro espiritual, ni tampoco santa Teresa sobre la realidad del Maestro a quien vio y oyó hablar. Lee la Biblia, querido amigo desconocido, y encontrarás en ella otros muchos ejemplos de esta ley: La experiencia auténtica de lo divino nos hace humildes; quien no es humilde no ha tenido ninguna e-::periencia auténtica de lo divino. Contempla a los Apóstoles, que vieron y oyeron al Maestro, y a los profetas, que vieron y oyeron al Santo de Israel. N o encontrarás en ellos rastro alg'uno de tendencia a
la hybris, y sí, en cambio, la hallarás en much,os doctores
gnósticos,
quienes (consiguientemente) no han VISto.m oldo,' Mas si es cierto que hay que haber VISto y oído para aprender a fondo la lección de la humildad, ¿ qué decir de cuantoS son naturalmente humildes, sin haber visto y oído? I . Mi respuesta, sin perjuicio de otras asimismo válidas, es que todos los humildes vieron y oyeron ya antes y en alguna parte, lo recuerden I
o no. La humildad real (no intelectual) puede ser o el recuerdo que el alma guarda de su experiencia espiritual anterior al nacimiento, o el de una experiencia nocturna tenida durante el sueno y que I:e~anece en .. el inconsciente, o, por último, el efecto de una expenencl~ act~al, ( consciente o inconsciente, que uno ni se confiesa a sí mismo 111 confiésa a los demás. A buen seguro, la humildad -como la caridad- no es una cualidad inherente a la naturalez>a humana. Su origen no pu.ede hallarse en nada relacionado con la evolución I natural; no es posible concebirla como fruto de la lucha por laexistehcia, la selección natural y la supervivencia del más fuerte a costa de} débil., La escuela de la lucha por Iaexistencianc 'J?f0duce humildes, ,smo ~olo luchadores y ...•·g\.Ú;J'~ér:bS de toda esp:esi~.:T!átas~, pues;.de.uD~~uahdadq\.l:e debemos atribuita la acción dela gracia, de un don vt;.mdo de lo alto. Ahora bien los encuentros concretos cara a cara de que aquí hablamos son siern'pre y sin excepción acontecimientos ~eb~dos a la gracia, por su carácter de enntentros donde el ser superior se. acerca por voluntad propia al ser inferior. El encuentrO que transform~ a Saulo, el fanseo, en el apóstol Pablo no se debió a sus esfuerzos, sino .que fue un acto de aquel con quien se encontró. Otro tanto puede decirse de todos los encuentrOS cara a cara con seres superiores. Nuestro papel se reduce a buscar, llamar y 'pedir; el acto decisivo viene ~e arriba. s,
.,
~~lvamos ahora ~l ar~ano repr,es.entado por\el Carro, cuyo sentido tradICIOnal es victoria, tnunfo y exito. Dice J. Maxwell: «Este sentido
se desprende
no presenta dificultad
con toda naturalidad
de la ~ctitud del personaje;
lo cual
)
)--
L )0- :' ',:.,
)';..
'J,.
)))-.-)-
")-:. ))~ ))_.
;_. )-'
alguna»'".
A pesar de todo, hay una dificultad: ¿ Es la lámina una advertencia o denota un ideal? ¿ O acaso es ambas cosas a la vez? 'Me inclino a ver en todos los arcanos del tarot simultáneamente
)-
})~
16.
J.
Maxwell,
Le
farol,
París 19)),
)-
p. 87.
193 192
L
)~ ))-
) --' ....!
) )
~ ) ) ) - )
) ¡~
.--:.
) '\
J
-' )
- ,) --
)
- ) :.. ~ ) r+:
)
)
-
) )
) ---'-
) )
--' ) )
) r
~ ) ) ~
)
)
( (-
)
- ) ) ) ')
advertencias e ideales por alcanzar. Esto es, al menos, lo que me han enseñado cuarenta años de estudio y meditación del tarot. Así, el Mago constituye una advertencia co.ntra. el malabarismo intelectual del metafísico indiferente a la expenenCla y contra toda clase de charlatanerías, enseñando al mismo tiempo la concentración sin esfuerzo y el uso del método de la analogía .. La Papisa nos advierte de los peligros del gnostlClsmo y nos enseña la disciplina de la verdadera gnosis. .' . La Emperatriz evoca los peligros del medlUmlllsmo y de cier ta magia, a la vez qud nos revela los mi.sterios de la magia sagrada. , El Emperador nos pone en guardIa contra la voluntad de poder y nos enseña el poder de la cruz. El Papa nos avisa contra el personalismo humanista y el pentagrama mágico que es hu culminación, en tanto has impone la santa obediencia y la magialde las cinco llagas. . El Enamorado ~10Sadvierte contra las tres tentaciones
y nos mues-
tra los tres sagrados votos. Este triunfo 0~tenid9Por e] sí mismo es el éxito del proces? de _, .. _, _individuacictr>:,dJA~l~)lp-shablaC.G;J~I::&.q. eld.e la.~br,a,d~ ~aautennca libertid,'qi..re;:':d¡:I'ruto de b k'ath¿¡i:5!~'oy.unflca.c,lbnpr~vl~ al.fo/::s-, rnos o iluminación, a la'que SIgue la henosis o union, segun la micraCIOn tradicional en Occidente: El triunfador del Carro puede, por tanto, designar ya un enfermo que sufre de me galo manía, ya a un hombre que ha pasado por la katharsis o purificación, primera de las
a
tres etapas en la vía de la iniciación. ., " ,'._ La tesis que aquí propongo es que también la lámina del ~ep~lm? arcano tiene, como todas las demás, dos sentidos. Su personaje significa a la vez el falso y el ver.dadero triunfador: el megalómano y el hombre íntegro y dueño de sí. ¿ Quién es en realidad ese hom?re íntegro, dueño de sí mismo, vencedor ~e las prue~as? Es el que resiste a las cuatro tentaciones: las tres del desierto descritas por el EvangellO y la de la hybris, su síntesis. Situado en-el centro del tri~ngulo de las tentaciones, es señor de los cuatro elementos que constituyen el vehículo de su ser: fuego, aire, agua y tierra. Señor de los cuatro elementos o, lo que es lp mismo, ser creativo en el pensamiento ~l~:o, fluido y preciso, ya que la creauv¿dad, claridad, flut~ez ?' so~ las manifestaciones de los cuatro elementos en el ámbito del penSal11lento. Ello además significa que posee un corazón cálido, anchuroso, sensible y fiel; c~lor, anchura, sensibilidad y fidelidad son a S~l v,ez las manifestacionesl de los cuatro elementos en la esfera del sentimIento. Y, por último, es un hombre ardoroso (homme de désir), amplio, adaptable y de voluntad firme, voluntad donde se muestran los cuatrO
r=r»
elementos como int~nsidad, amplitud, adaptabilidad y firmeza. En resumen, pu.e~e. d~Clrse que el señor de los cuatro elemeritos es un h?mbre de imcianva, sereno, móvil y firme. Representa las cuatro virtudes ~aturales de la teología católica: prudencia (prudentia), fortaleza ifort.ltudo), temp~anza (temperantia) y justicia (iustitia); o bien las cua~r~ ~lftudes ~ardmales de Plat~n: sabidurja, valor, templanza y JustICIa,. o . todavía las cuatro cualidades de Sankárácharya: viveka (discernimiento), vamigya (serenidad), las seis preseas de la justa conducta y .el anhelo de liberación. Sea cual fuere el enunciado de las cuatro VIrtudes que consideramos, siempre se trata de los cuatro elementos o proyecciones del nombre sagrado YHVH o Tetragámaton en la naturaleza humana. Las cuatro columnas que soportan el dosel encima del Carro tirad.o ~~r dos caballos; q~e aparece en la lámina del séptimo arcano, slgn~fIcan, ~or consrguiente, los cuatro elementos considerados en sentido vertL~af, es decir, en su sentido analógico a través de los tres mundos: espiritual, psíquico y físico. Y el propio dosel ¿qué significado tiene? La función del dosel, tomado COl11?obj<:SS;~:n;a~~r"iaJ, es proteger ala persona que se encuen- , . ,.'- .. tr,a deb~H"S~?~~',f¡,~,e.s,~:c1~_f.fcho·ln.w:{~r;t~~q.fspiritucil, a~qu,~,ll~ga- .'.,:' r mos por analogla,~¡ dosel:colocado sobreun hombre que 'lleva' una corona real de color amanllo ,denota dos cosas contrarias: o que el hombre coronado es un megalomano en estado de splendid isolation y separado ~:l CIelOpor el dosel, o que es un iniciado en el misterio de la salud. espiritual y no se Jdentifica a sí mismo con el cielo por 'ser con:C/.ente ~e la diferenCIa que existe entre su yo y lo que está por encima de el. En otras palabras, el dosel indica los hechos y verdades subyacentes tanto a la megalomanía como a la humildad, La hurnild~d, como ley de la salud espiritual, implica el conocimiento de la disparidad y dist~nci~ e~t~e el centro de la conciencia humana y el centro de la concl~ncIa divina. Hay una piel-o un dosel, si se prefiere- en la conciencia del h?~bre, q.ue, como la piel de nuestro cuerpo, sep~l:alo humano de lo divino, uniéndolos al mismo tiempo. Esta piel e.splfltual prot,ege la salud espiritual del hombre y no lepermite ident¡f~car~Je7 ontologzcamente con Dios, o decir: «Soy Dios», Aham brahmasrni : Le perml~e, ~n cambio, la relación de la respiración, los acer~amlentos ?' ale¡aml.entos (¡ que n son nunca alienaciones!) cuya tot~]¡d~d constituye la VI?a d.el Esta consiste en acercarnientos y alejamientos con la conciencia SIempre presente de la no identidad; es un proceso análogo al de la respiración, que consta de inspiraciones y
""?':
17. Brhadaral,'yaka Upanisad, l. 4, 10.
195 194
.t
-
._
.;'.
,
",1:
..•...
~'
espiraciones. ¿No se encuentra-esto incomparablemente expresado en el fragmentO del Salmo 42, q~e es la sexta frase de la misa? «Envíame tabernáculos.
;:
tu luz y tu verdad:
ellas me guíen y conduzcan
a tu monte santo y a tus
»
Sí, la luz de tu presencia (acercamiento) y la verdad que recibo en mí por reflexión (alejamiento) nos conducen a tus tabernáculos. Tus tabernáculos ... ¿no son acaso tiendas, baldaquines, doseles, bajo los cuales lo humano se une a lo divino en el amor, sin identificarse con ello ni ser absorbido por ello? Yesos tabernáculos ¿no están hechos de la piel de la humildad, la única que nos protege contra el peligro de matar el amor por identificación ontológica, es decir, la identificación del ser humano con el ser divino (<
196
[l parusad,
La segunda forma de experiencia mística es la del yo o sí mismo trascendente. Acontece cuando e! yo ordin~rio y empírico se separa de un yo superior que está por encima de todo cuanto se mueve y cuanto pertenece a la esfera del espacio y el tiempo. El yo superior se experimenta entonces como inmortal y libre. Si la «mística de la naturaleza se distingue por la embriaguez, la del sí mismo, al contrario, tiene por característica el gradual desembriagarse con miras a una completa sobriedad. La filosofía fundada en la experiencia mística del sí mismo que presenta! esta última de la manera más pura y menos desfigurada por la adición ~e aventuradas especulaciones intelectuales es la de la escuela india de' Sámkhya. Allí el purus« individual es experimentado en su separación !de la prakrti (o conjunto del movimiento, espacio y tiempo) como inmortal y libre. Aunque la misma experiencia se halla en el núcleo del vedánta, los vedantistas no se contentan con la experiencia inmediata, que enseña, ni más ni menos, que el verdadero yo del hombre es inmortal y libre, sino aún le añaden el postulado de que ese yo superior es[Dios (ayam dtmá Brahrná, «esta alma individual es el absoluto-"). Sámkhya, en cambio, no va más los límites de ,la experiencia.deliyo.superior como , " allá de".'.' ' ,,¡ ",' ' .,' tal, ni en modo alguno niega.la pluralidad de Pi!·?h1'as:{yo~s superiores' in.. ." mortales y libres). Tampoco eleva elpurusai~dividual a la dignidad de absoluto, lo que le ha valido ser tildado de ateo. Ciertamente lo es, si por atea se entiende esta franca declaración: JNo he tenido experiencia de na~a que "" superio~ al yo inmortal ~.libre; ate~iéndome a la experIenCIa, ¿que puede decir de ella horiradamente?» Samkhya no es una religión y en consecuencia no merece ser lcalifieada de atea, como tampoco lo merece, por ejemplo, la moderna escuela psicológica de Jung. Mas, por otra parte, ¿puede acaso considerarse como prueba de fe en Dios la atribución de la dignidad lo absoluto al yo superior? La tercera clase de experiencia mística (ehérmino «mística», empleado aquí, comprende la experiencia mística propiamente dicha y la experiencia gnóstica, como unidad) es la del Dios vivo, el Dios de Abraham, Isaac y J acob de la tradición judeocristiana, el Dios de san Agustín, san Francisco, santa Teresa y san :Juan de la Cruz de la tradición cristiana, el Dios del Bhagavadglta, He Rámánuja, Madhva y Caitanya de la tradición hindú. Tratase aquí de la unión con Dios en el amor, lo que implica dualidad sustancial en conformidad esencial. Esta experiencia tiene por principal rasgo ¡distintivo la síntesis en(re la embriaguez de la mística de la naturaleza y la sobriedad de la mística del yo superior. El término acuñadb por la tradición para
2.
Aitareya Upanisad, 5, ).
20. Miilld"kya Upanised, 2.
197
\ J-
-
)
~ ) .:
)
~
)
~
) )
) ) ) )
)
~'J ) ) "o"
..--.
,-'
)
)
) ) )
J ) ) )
' ..• ' :c,~;;l~;Juan
"dé l~rg¿~~01am¿rtúthablade
s~ls experiem:;ªF:.ci~)a.~ " .~'.'
ción, Está sano. ' d d d 1h El triunfador del séptimo arcano es e! verda era .a .epto e ermetismo, o sea de la mística? gnosis y magia a la ~ez divinas, hu:nanas naturales. No coAe; permanece en F:ie. No esta sentado, sumido en ~editación; sostien1e un cetro que le sirve para ~efrenar los dos. caballos, azul y rojo, que tiran de su carro. No esta ausente, perdido en 21. 6.
1
)
)
del amor, usando el lenguaJe del
mística humana y la mística divina.¡~; El triunfador del séptimo arcano lleva un~ coraza, se e~cuentr~,~.;: bajo un dosel y estál coronado. Esto quiere decir qu: no s.e pierde a si mismo en la naturdleza, ni pierde a Dws. en ,ta vrvencia de su. yo . . pierde el mundo en la experiencia del amor de DIOS. supenor, m 1 ' 1 lt Mantiene a raya los peligros del frenesí, la mega ornarua y a exa a-
)
)
creencias.
dl Abraham lo hubo comprendido y consideró, ex.aminó, «Cuan d o nuestro pa e 1 S - d 1 iver .:-, t dió esculpl ió gravó y compuso todo ello, entonces e enor e un 1escu d tino en en,' I'f '1 S en su seno e ' d '; k l) bendito sea su Nombre- se e maru esto, o tomo e. , so ( a on ia o I 21 abrazó la cabeza y lo lla1ó amigo suyo ...:"
amor. I .' 1 . de higiene Las tres formas dle-lexperiencia mística .nenen su eyes .' sus tabernáculos o p~des. Caen bajo la ley de la templanz~ o medida. De lo contrario, el [uror de la manía aguda, la rr:egalomal1la y la total enajenación del mundo amenazan a sus respectivos adept~s. Coraza, dosel y corona son lo~ tres símb~lo.s de la medida saludable en lo que toca alIas experieqclas de la misnca de la natur aleza, la
)
~
. en e! Sefer Yetsirah :
)
)
~
abraza el alma humara. Leemos a' este respecto
presencia divina en los tabernáculos
-' }
(-
de
')
)
éxtasis; se encuentra en camino y avanza manteniéndose firmemente en pie sobre su vehículo. Los dos caballos, azul y rojo, le ahorran e! esfuerzo de andar. Las fuerzas instintivas del sí y del no, de la atracción y la repulsión, de la sangre arterial y la sangre venosa, de la confianza y la desconfianza, de la fe y la duda, de la vida y la muerte, de la derecha y la izquierda, finalmente, simbolizadas por las columnas Yakín y Boaz, se le han transformado en fuerzas matrices que obedecen a su cetro. Esto hace de él su auténtico dueño y señor, ya que le sirven por su propio impulso. Él se fía de ellas y ellas de él: tal es el verdadero dominio según el hermetismo. En éste, efectivamente, dominio no significa avasallarniento del inferior por el superior, sino alianza entre supraconsciente, consciente y subconsciente o instintivo. No otro es el ideal hermético de la paz en el microcosmo, prototipo de la paz en la humanidad dividida en razas, naciones, clases y
1 estado en que se manifiestan simultáneamente el entusiasexpresdar e la paz profunda es e! de «bienaventuranza» (beatitudo) 010 ar oroso y .. , ~{" _ o «visión beatifica» (~i5io beatifica). La uision beati¡ tea s.upone, pOI un lado, la dualidad vidente y visto y, por otro, su unidad o conformidad intrínseca e~ e! amor. Por ello e.sta voz expres~ de un ~o~o admirablemente claro y preciso lo esencial de la expenencia mistrca teísta: el encuentro d:el alma con Dios, cara a cara, en el an:o~. ES,ta experiencia es tanto más elevada cuanto más c.ompleta es la ¿IStln~i~n y más perfecta la unión. Así, como es bien sabido, la santa cabala ~Itua en el centro de la exp~riencia espiritual ~l sagrado rostro del «anClanlo de días» enseña qub la suprema expenenCla del ser humano -y ~ a vez la fo~na suprem~ del óbito de un mortal- se logra cuando DiOS
l ;r.' !:
:.'"
f>
~.,
r~'
t~.
t
... '. .
fr':· ~,::, ~". ~:.
Esta paz es el equilibrio o justicia que asigna su justo lugar a cada fuerza particular del microcosmo en la vida del organismo entero, psíquico y físico. El equilibrio o justicia será el tema del octavo arcano, la Justicia, del quc.trat
°
parte, cap. XV.
199 198
':", i
) .:i
)
) yen el tejido del cuerpo psíquico o astral. El triunfador del séptimo arcano es, pues, señor del cuerpo astral. Señor del cuerpo astral. Señor de las siete fuerzas que lo componen, al par que las mantiene en equilibrio. ¿ Cuál es, entonces, la octava fuerza que equilibra esas siete fuerzas del cuerpo astral? El octavo arcano del tarot, la Justicia, nos da la respuesta a esta pregunta.
Carta VIII
')
LA JUSTICIA )
El arcano del equilibrio I ) «El Hijo y el Espíritu: he ahí todo cuanto se nos ha otorgado. Por lo que toca a la Unidad absoluta o elPadre, nadie ha podido verlo ni lo verá en este mundo, si no es en el ocranario, que constituye de hecho la única vía por la que se puede llegar hasta él» '.
))
L, )-
«¿Quién guardará a los guardianes? » (Problema fundamental de la jurisprudencia).
)~ )~!
L )':',
;. ....
)
i.. L L ))-
Querido amigo desconocido:
)-
El séptimo arcano nos ha enseñado cómo se alcanza el equilibrio interior; el octavo nos enseña cómo este equilibrio se conserva una vez alcanzado, y el noveno, finalmente, nos mostrará el métodoo vía que se le abre a quien ha sabido alcanzar y mantener el equilibrio. En otros términos, el séptimo arcano nos dice cómo lograr el equilibrio (o la salud), el octavo nos muestra el mecanismo del equilibrio rnicrocósmico y macrocósmico, y el noveno nos er¡.seíi.arála vía de la paz o vía media del desarrollo espiritual equilibrado, que es propio del hermetismo entendido como una síntesis de mística, gnosis, magia y ciencia. I
200
LvC. de Sainr-Marrin,
L,L ))-
L )-
))-
Des nombres,
París 1861, § XlV,
J~
p. 55.
201
)-
)-
)-
)
-
)
,-:
)
) )
) ) ) ) )
) )
) . ,-:
)
.--
)
.-l
)
:',
La lámina del octavo arcano representa a una mujer sentada en un sitial amarillo entre d'os columnas, vestida de una túnica roja y cubierta de un manto azJl. En sus manos sostiene respectivamente una espada y una balanza, ambas de color amarillo, y en la cabeza lleva una triple tiara remarada por una corona. El conjunto de la lámina evoca la idea de la ley, que se interpone entre la acción libre de la voluntad individual y la esencia misma del ser. El hombre puede actuar según su libre albedrío; la ley reacciona ante esa actuación mediante efectos visibles o invisibles. Pero tras esta reacción está el fondo y la entraña de la realidad última -el ens realissirnurri de santo Tomás de Aquinoque confiere a las reacciones de la ley universalidad, rJgularidade inmutabilidad. La ley se interpone entre la libertad del hombre y la libertad de Dios. Tiene su asiento entre dos columnas: ¡la de la voluntad (Yakín) y la de la providencia (Boaz). No actúa, sólo reacciona. Por eso la representa una mujer y no un hombre. La corona que lleva indica que su dignidad y misión le vienen de arriba, del ser supremo, de la providencia. La balanza y la espada que tiene en ~us manos indican lo que guarda (el equilibrio) y .. cómo lo guarda (sanción del equilibrio), en el terreno de las tibres ·yOhi.ltades iildividúhe:¡[lI-:IabJi ásí: ' ,,'. .',' .
) )
•.•
.
.
• :.\}.):~
;-;:.~~:.::.."
,)"
..
~¡.'~,
' •••..•
«Me encuentro senta4a en el tribunal sito entre las voluntades individuales de los seres y la voluntad universal del ser. Soy guardiana del equilibrio entre lo individual y lo universal. Tengo el poder de restablecerlo cada vez que es violado. Soy el orden, la salud, la armonía, la justIcia,"
--' 'J ) -'.
) )
.-
)
) )
) ) ) ~
)
r-
)
,~
)
)
) r
)
La balanza significa el equilibrio -orden, salud, armonía y justicia- y la espada el ~oder de restablecerlo cada vez que la voluntad individual peca contra la voluntad universal. Tal es el sentido general de la lámina, que, por así decirlo, salta a la vista desde el comienzo de la meditación sobre el octavo arcano. No obstante, ese sentido general -por más que muchos lo consideren .corno la meta de sus esfuerzos tendentes al conocimientono es sino la antecámara del sentido hermético. Éste no se halla en la generalidad obtenida merced alí'proceso de abstracción, sino en la profundidad lograda por el método de la penetración. Las respuestas generales conseguidas por medio de la abstracción son en realidad otras tantas cuestiones o tareas asignadas a la penetración. Efectivamente, cuanto más abstracta es uri~ idea general, mayor es su superficialidad. La idea más general y abstracta que existe en filosofía es la del absoluto (por ejemplo, en Hegel), pero es a la vez la idea más superficial del mundo. Al significarlo todo:, no expresa nada. Podrás morir -y, desde luego, 202
vivir- por Dios, mas nur:ca morirás. mártir por el absoluto, ya que monr por el absoluto equivale a monr por nada. La idea del absoluto es sól~ sombra de ~on:~ras, en tanto el Dios vivo es prototipo de prototipos, lo que significa Padre universal, "No tendrás otros dioses delante
de mí" (Éx 20,3).
Uno .de .los signi~icados ~e .este primer mandamiento es que no hay que sustl~ulr la realidad espiritual de Dios por la abstracción intelectual de Dios, Se peca, pues, contra el primer mandamiento cuando, en lugar del ser ígneo, luminoso y vibrante de vida, se pone el principio o concepto abstractos ya de la causa primera (causa prima), ya del absoluto, que en verdad no son sino imágenes talladas mentalmente o ídolos fabricados por el intelecto humano. No ~equem?s, P?r tanto, tampoco nosotros contra el primer mal1.damlenr~, DI sustituyamos la realidad de la justicia por imágenes fabncadas o Ideas abstractas. Ello no quiere decir, ni mucho menos, que hayamos de abrazar la .causa de los iconoclastas intelectuales que en todo concepto y toda Idea abstracta ven únicamente ídolos. En . :,~fec~?"todos los ~0J.1c~p'~~?~,,i.de:a.:~abstractas pueden convertirse en.. . tconos. o.~agradas iirú);geri~s:;CliátldQ:~se les considera-no como fih,' ii.lio c~n~oprincipio de la vía del conocimiento de la realidad espiritual. Las IJlpot~Sl5no desempeñan en la vida intelectual el papel de ídolos sino el de Imágenes. sagradas. Nadie tiene una hipótesis por verdad absoluta, como nadie. adora una imagen sagrada tomándola por realidad absoluta. Aun así, las hipótesis son fecundas por cuanto nos conducen a la verdad guiándonos en la totalidad de nuestra experiencia, como a s~ ve.z los lconos. o sagra~a.s imágenes lo son por llevamos a la expen~ncla de la realidad espiritual que representan. Un icono es el co~lIenzo del cami~o haci,a la r~alidad esp~ritual; no se pone en lugar de esta -co~no en la idolatría-, silla que da Impulso y dirección hacia ella. De la mlsn:a. manera el concepto y la idea abstracta no reemplazan la verdad espiritual, antes bien nos impulsan y dirigen hacia ella. Evitemos, pues, las Escila y Caribdis de la idolatría y de la actitud iconoclasta intelectuales y consideremos las ideas abstractas como hipótesis que nos guían hacia la verdad, y las imágenes o símbolos como nuestros ,guías hacia la.~ealidad, No com~tamos el error de querer explicar un su:nbolo reducréndojo a algunas Ideas abstractas de carácter general, 111tampoco el de querer concretar una idea abstracta revistiéndola de ~na alegoría; busquemos, por el contrario, la experiencia práctica espiritual de la verdad y realidad tanto con ideas abstractas como con imágenes concretas. El tarot, en efecto, es un sistema u organismo de 203
"
!
;
.. .L
) )
;,
i'
ejercicios espirituales; es ante todo práctico. Si no lo fuera, no valdría la pena que nos ocupáramos de él. Consideremos, pues, e! arcano representado por la Justicia como invitación al esfuerzo de nuestra conciencia por llegar a experimentar la realidad de dicho arcano y a comprender la verdad que expresa. Primero de todo hay que hacer notar que' la realidad y verdad de la Justicia se manifiestan en lo relativo al juicio, ya que emitir un juicio acerca de algo constituye un acto que tiene por objeto el hallazgo de la justicia. Los jueces de los tribunales no son los únicos que juzgan; todos juzgamos en la medida en que pensamos. Todos nosotros, en cuanto seres pensantes, somos jueces, puesto que cualquier problema o cuestión que tratamos de resolver da lugar a una sesión de nuestro tribunal interno, donde se cotejan y sopesan los pros y los contras antes de pronunciar el juicio. Todos somos jueces; buenos o malos, pero lo somos, y de la mañana a la noche ejercemos casi sin cesar la función de juez. El mandamiento «no juzguéis» equivaldría, pues, al de renunciar a pensar. Pensar es juzgar. Verdadero y falso, bonito y feo, bueno y malo son juicios que pronunciamosmuchas veces al día. No obstante, unacosa es juzgar y otra condenar. Sejuzgan [enomenos , y-'dÚ9$,·Wá1.nopu¿deú'juzgarse los seres,<:O:rrii{,t~Jes;-yaql.le esto rebasaría h'comp~teni::iaddjui¿~O del pe~s·~;:¡ií~n:t6·.·-N·~ hay que júz-' gar a los seres, inaccesibles, decimos, al juicio del pensamiento, que sólo se funda en la experiencia fenoménica. Así; el juicio negativo acerca de los seres. o su condenación no es posible en realidad, y en este sentido debe entenderse e! mandamiento cristiano «jNo juzguéis!» Ello significa: no juzguéis a los seres, no condenéis. El que condena se arroga una función de la que es incapaz. Miente al presentar como verdad y justicia jinjuiciodesprovisto de todo fundamento. Podemos decir a nuestro prójimo: «Actúas como un insensato», pero quien le dijere «Eres un insensato» merece ser castigado con el fuego de la gehena (Mt 5,22). Hay que conocer, por tanto, lo que se sabe y lo que se ignora cuando se pronuncia un juicio. Y siempre se ignora e! ser nouménico del otro, es decir, su alma. Por eso ningún juicio humano puede alcanzar e! alma. y la intuición, ¿nada tiene que ver con esto? Cierto que existe, y desempeña aquí algún papel. Sin embargo, la intuición no acusa nunca, por tratarse de una percepción nacida de la simpatía y el amor. Asume siempre e! papel de la defensa, de abogado. Al percibir el alma de los seres, sólo ve en ellos la imagen de Dios. Viendo esto y sabiendo que e! alma del pecador es siempre la primera víctima de cualquier pecado o crimen que pueda cometer, la intuición no puede desern-
"Padre,
perdónalos,
porque
no saben lo que hacen"
) )
(Le 23,34).
I Estas palabras implican tres hechos: I ' 1. Lo que hacen es criminal desde el punto de vista fenoménico. 2. El juicio se remite al Padre. I 3. Todo ello va acompañado del alegato «perdónalos», fundado en la certidumbre, debida a la percepción inruiriva, de que «no saben lo que hacen». I Gracias al reconocimiento del papel intuitivo de la razón, distinto del de la búsqueda y comprobación de los hechos por el entendimiento, la estricta justicia de este último ha sido corregida por la equidad (aequitas) en la jurisprudencia de los países que han aceptado los principios de! derecho romano y del derecho anglosajón. El derecho estrictó:,es:lo.que de.rJ.t~,n~imient? e~c~en+.(Lz.~épés,~e,con,fr?ntar los hechos-eón la ley vigente. La' equ'ldad,'c$Cl(LquC"la razon.icr ee necesario modificar en el derecho estricto, lu'ego de comparar éste con lo que intuitivarnente ha percibido del ser humano cuya suerte está en juego. Precisamente para hacer valer la equidad o juicio intuitivo deja razón, la civilización cristiana creó, en e! ejercicio de su justicia, la institución del jurado. Antes del cristianismo no existían jurados. Ni la mujer de Pilato ni la «gran multitud de! pueblo y mujeres que lloraban y se lamentaban por él» (Lc 23,27) tenían voto en el tribunal del procurador romano. El jurado de entonces sólo podía llorar (como las mujeres de Jerusalén) o parlamentar en secreto con el juez (como la mujer de Pilato). La equidad era lla que así lloraba en las calles de Jerusalén, y la intuición de la razón la que susurraba advertencias al oído de Pilato por boca de su mujer. Y debido a la ausencia de un auténtico jurado como órgano judiciall de equidad, se vio Pilaro forzado a recurrir al acto, monstruoso en justicia, de abdicar su función de juez lavándose las manos y transfidéndola al acusador. Ahora bien, la justicia sólo se ejerce d~ veras cuando todos los hechos pertinentes en pro y en contra. d~l rcusado son pr.i~~ro establecidos y sopesados por e! entendimiento y luego remitidos al juicio de la razón. Las tres funciones de la justicia -instrucción, debates y decisión- corresponden a los tres gradbs del conocimiento -hipotérico, argumentativo e incuitivc-- designados respectivamente por I
) ) ) )
i.. )
)')
'<Ó:
)0;-:' ):
L L
L ).." )-)-
)
L ) -, 1_-, )-/
)../ )~
))--
i 204
)
peñar otro papel que e! de abogado. El pJoverbio «comprenderlo todo es perdonarlo todo» se refiere a la comprensión de dentro, intuitiva, y no a la comprensión de fuera, fenoménica y discursiva. La emocionante fórmula de! papel de la intuición en el ejercicio de la justicia nos es dada en la plegaria del maestro crucificado:
205
j-
)-
)-/
) --'-
) )
) ) )) )
) ) ) ) ) } )
) :~-¡.:,.
r-
)
) ) ,---
'\ J
)
-
) ) ) ),
) ,-
-
,
)
(
-
dianoia o «conclusión basada en argumentos» ~ episteme o «percepción intuitiva». En efecto, los hechos establecidosly presentados por la instrucción sirven de base a las respectivas hipótesis «culpable» y «no culpable» de la acusación y la defensa. Los debates que siguen tienen por objeto llegar a una conclusión fundada en I argumentos expuestos a .favor o en c?ntra de una y otra hipótesis. La decisión tomada por el Jurado se entiende en principio como el fruto del esfuerzo de la conciencia por elevarse sobre la apariencia de Ilos hechos y del formalismo de la argumentació~ lógica, para llegar¡ a una p~rcepc~ón i~tuitiva d~l caso en el plano estriccamente humano. La equidad tiene.tpues, la ultima palabra. En suma, puede d
) )
r-
Plarón como doxa u «opinión hipotética»,
)
j
de todo e!
3) El distinto papel de ambos platillos en la pesada introduce entre los extremos opuestos una diferenciación merced a la cual se produce una orientación o corrienrev-.
;1.
l·
Según esto, el sistema de las sefirot equivale a un sistema de balanza establecido simultáneamente en los cuatro mundos o planos: el mundo de la emanación ('olam ha'atsiLut), el mundo de la creación ('olam haberi'ah), el mundo de la formación ('olam hayetzirah) y el mundo de la acción ('olam ha'asiah), tantoen sentido vertical, o sea el de la balanza que establece y restablece el equilibrio entre lo de arriba 3': lo de abajo, como en sentido horizontal, el lado de la gracia y el del ngor. La pesada se efectúa, pues, por medio de dos platillos, uno a la derecha y otro a la izquierda, y de otros dos, uno arriba y otro abajo. La o~ra horizont.al de la balanza (derecha-izquierda) es la ley de la justicia que mantiene el equilibrio entre la libertad individual de los seres el orden universal. Es, en último término, el karma como ley que nge la liquidación de las deudas mutuas entre los seres. Pero la obra vertical d~ la balanza (cie~o-tier.ra) rebasa la justicia del karma, ya . que aquí se trata de la justicia dda gracia. --", "', ' ' Gratia gratis ~a.ta, «la gracia gratuitamente otorgada». El sol brilla por 19~al sobre buénos y malos. ¿Es esto justo? ¿Existe una justicia de la gracla que sea superior a la justicia protectora, distributiva y punitiva de la ley? Tales el caso. Existe
,':
J.:.:(¡ .}¡
.:~¡ ..:! '-::JJ
·di
¡"~
r
« ..• perdónanos res" (Mt 6,12).
nuestras
deudas,
;sí como nosotros
perdonamos
a nuestros
: '1
.{t,1 . 'rHl
>~t.t~
deudo-
y el Maestro, después, añade:
i «Una balanza, en su estado rnássencillo, consta de un eje fijo (columna media), generalmente vertical,. unl astil que forma con ese eje una T o cruz, y dos platillos suspendidos de los extremos de! astil.
i 206
«Si perdonáis
a los hombres
sus ofensas,
os' perdonará
también a vosotros
vuestro
;!iJ
.• \ ¿~.:
:i:·fj .:;.1
2. F. Warrain,
La -tbéodicie de
/(1
.:¡'y
kabbale, p. 50.
207
i! ';j;. .:
'--
)
.';'~.!
I
) )
La balanza da lugar a tres relaciones fundamentales: 1) El equilibrio entre los platillos establece una mutua correlación. 2) Su común suspensión de un punto de apoyo y el mantenimiento sistema por un soporte evocan una relación de subordinación.
{~ ¡:
',.?';
)~
I
l'·'
"0
Padre celestial; pero si no perdonáis vuestras ofensas» (Mt 6,14-15).
a los hombres,
tampoco
vuestro Padre perdonará
El Maestro es formal respecto a la balanza que opera entre el cielo y la tierra. "Vuestro Padre no os perdonará si no perdonáis a los hornbres.» He aquí la ley, la operación infalible e implacable tierracielo. Que de esta balanza depende no sólo el perdón, sino todo cuanto roca a los dones de lo alto, procedentes de la plenitud del Espíritu, se deduce con claridad de las palabras del Maestro en el Evangelio, acerca de la oración dominical:
;.
«Si, pues, vosotros, siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto mis el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a quienes se 10 pidan!» (Le 11,13).
a la conclusión de que la medida del castigo es desproporcionada con la medida de la falta y, por tanto, no hay just~cia. Mas consideremos el problema del infierno eterno no des.de el pU1t~ de vis:a de la c~ntidad (lo que es absurdo, pues en la eternidad no existe el tiempo), S1l10 del de la calidad. ¿ Cómo se plantea entonces este problema? La respuesta que obtenemos al abandonar la correlación cuantitativa entre tiempo y eternidad es la siguiente: Quien penetra en la región de la eternidad sin una gota de amor entra en el infierno eterno. Enl efecto, el infierno no es otra cosa que vivir sin amor. Y vivir sin árnor en la región de la eternidad es vivir en el infierno eterno. I Dice Berdiaiev: )~
,0,0
::.1
!.:
El sol, como decíamos, luce igualmente para buenos y malos, pero hay que abrir las ventanas de la oscura habitación para que su luz entre en ella. La luz del sol no ha sido en modo alguno creada o merecida por nosotros. Es puro don: gratia gratis data. Con todo, hay queabrirIas ventanas para que entre en nuestra morada, como .. tamb.iép.:h~f:¡q\¡¿;.'ahii"f los ojos para.verla: El senúd,?pdcticode !a balanz;h;"ii:ló~detrae-S' el 'd'e la; có8pdrdción con la giacia, El esfuerzo humano no interviene, pues, para nada en el obrar .de la gracia. Por sí solas, ni la elección de arriba (calvinismo) ni la fe.de abajo (luteranismo )bastan para cumplir con las exigencias de la balanza cielo-cierra. Elegidos o no elegidos, con fe o sin ella, nos es menester, por ejemplo, perdonar aquí abajo a los hombres sus ofensas para que las nuestras nos sean perdonadas allí arriba. Existe una correlación -no de medida, sino de nattiraleza- entre el platillo de abajo -esfuerzo-- y el de arriba -don- de la balanza cielo-tierra, Esta correlación entre el esfuerzo de abajo y el don de arriba no es, lo repito, de medida o cantidad, sino de sustancia o calidad. Puede que mi perdón de una sola ofensa del prójimo acarree el perdón de un millar de ofensas de la misma. naturaleza. La balanza cielo-tierra no pesa la cantidad; su operación se cine enteramente al ámbito de la calidad. Por eso no" hay' ninguna justicia cuantit atiua en la relación entre los esfuerzos de abajo y los dones de arriba. Éstos rebasan siempre la medida de la justicia cuantitativa. Es importante comprenderlo, sobre todo cuando se trata de la flagrante injusticia del infierno eterno que una vida -o varias, poco importalimitada en el tiempo es capaz de provocar. El infierno eterno, sin embargo, sólo es injusto desde el punto de vista meramente cuantitativo. Comparando el escaso número de aíios de vida -o vidas- en la tierra con la infinitud de la eternidad, llegamos 208
«El infierno es el estado de un alma incapaz de salir de sí misma; es el egocentrismo absoluto, el aislamiento perverso y tenebroso, a saber, 'la impotencia definitiva para J
)-
.
amar» .
I
."
)-
Ese estado subjetivo del alma no es ni largo ni breve; es tan intenso como la eternidad. Así también la dicha que un santo experimenta en la visión deD;:qses:tanjntensa como' la ;eteInidad, aun cuando sólo dL~:reu~;i~:s~~~l:~e' ~::ÍCiS ojos Ge un observador que lornide 'cCinel reloj. La región de la eternidad es la de la intensidad más allá de cualquier medida de cantidad que podamos tomar del tiempo y el espacio. La l eternidad no es una duración infinitamente ~rolongada; es la intensi. dad de la calidad, que, comparada con el tiempo- y traducida así al lenguaje cuantitativo, no tiene otro equivalente Id'que el de una uración infinita; N.A. Berdiaiev escribe a este respecto:
L ))-
))-
)~ ))-
«Durante nuestra vida en la tierra nos es dado experimentar sufrimientos que nos parecen sin fin; y esas aflicciones que no duran para nosotros un mi nuto, una hora o un día, sino una eternidad, revisten a nuestros ojos el carácter de tormentos del infierno ... Objetivamente, tales penas podrán durar un minuto; uha hora o un día, pero, en su calidad subjetiva de eternas, las experimentamos como tormentos del infierno y así las designamos ... »Cuando Orígenes dice que Cristo permanecerá clavado en la cruz y que el Gólgota no dejará de existir mientras la última de sus criaturas no ihaya sido salvada del infierno, sus palabras expresan una verdad eterna» 4.
¿ Qué más podemos añadir sino «aménJ El infierno eterno es el estado del alma aprisionada en la cárcel de s~ misma sin esperanza de liberación. Eterno. significa aquí sin esperanza. Todos los suicidios cometidos por desesperados atestiguan la realidad del infierno eterno I J. N. Berdiciev, 4. lbid .•
Van
der Benimmung des Menscben, Berna-Leipz.ig
l~)S,
))--
))--
)-
p. )71.
p. 361. 366.
j209
,¿','
) r--
r--
)
)
1 ) ') )
) )
) )
)
- ,) )
) )' ) ) )
)
) )
)
) )
) ) ) ) )
, ¡ :i1,) I '1 "d . como estado del alma, Antes de poner fin a sus días, e SUlCI a expenmenta el estado de desesperación total, es decir, el infierno eterno. Por ello prefiere la nada a: ese estado de desesperación. La nada es, de hecho, su última esperanza. . , Al contrario la felicidad eterna, el CIelO, es el estado del alma henchida de infinita esperanza. No se trata de una f~licidad q~e dura 'un número infinito de años: su calidad de eterna le viene de la mtensidad de la esperanza. De idéntica manera, la inte~si.dad de la d~sesperación confiere al estado de! alma que llamamos infierno su cahdad de eterno. I . . , ... La agonía de Getsemaní, que ongmo e! s~~?r de sangre, fue eterna. Aquella noche, la eGetsemaní, no se ITI1dl~en hor~s. Fue.-y essin medida eterna. A causa de esta eternidad Cristo sudo sangre, no a causa de u~a prueba ~emporal y, por ende, pasajera. Conoció ~l infierno eterno por exphiencia, pero salió de él, y así hemo: reCIbido nosotros la buena nueva de que no sólo la muerte es vencI~a por la resurrección, sino tarrlbién el infierno por Getsemaní. La majestad de la victoria sobre el infierno, anunciada con las palabras «yo soy", hízoles dar con el rostro en tierra 'a ,las, gentes de la, cohorte y. a los esbfrihi: de,.fossui1.1cis·',sacerC.l:oH:~":)i~:fá:(\seó's·, q1.ÍE(venía~':a,p}.:~iJder ~, . Jesús 18,6).Asu ~ez el ~lrni 'df"Odgeó:esse:~rosterb.'óhe'rite ~,la victoria sobre el infie~no eterno y quedó sobrecogida por la revelaclOn que contenían las pal~r~s «yo soy»: pronu~Cladas, p~r aque: q~e , acababa de salir de ese infierno. De ahí que Ongenes supiera a ciencia cierta que no habrá condenados cuando lle?ue e! fin del mundo y que hasta el diablo se salvará. Quien haya meditado en el sudor de sangre de Getsemaní y las palabras que anuncia'n la victoria eterna sobre. e! infierno eterno, «yol soy», sabrá también a ciencia cierta que el IDfiemo eterno existe corno realidad, pero estará vacío en la consuma-
1
O~
ción de los siglos. , . El sudor de sangre en Getsemaní es la raíz del onger~lsmo, la fuente de su inspira'ción. Mas la buena nueva de ~a victorra ~terna sobre el infierno eterno no ha sido comprendida 111por los gnegos, que buscan la sabiduría, ni por los judíos, q,ue quieren milagr~s. Sólo pueden comprendeda los cnstran~s. Los gr~egos, en e~ecto, 111ega~la realidad del infierno:eterno como mcompatlble con la Idea de un DIOS que es a la vez bue~? ~ todopode:-oso. Los judíos se atienden a la condenación eterna ~ insisten en un infierno eterno y poblado, pues ~e lo contrario Dios, el juez supremo, carecería de absoluto poderpu~ltivo. Niegan así la infinidad del amor divino. Unicamente los cr~stlanos aceptan y comp~enden la locura y fla~ueza de la cruz, e.s decir, de, la obra de amor infi~ito llevada a su térmmo por el amor mlS1TIO.Para
)
) ~'
) }
;.~ "i :
""
i
ellos, los medios no sólo no santifican el fin, sino que deben identificarse con él. Sab.en que el amor no será nunca enseñado ni aprendido con ayuda del ngor y el temor. El amor conquista directamente los corazones por su valor, belleza y verdad, mientras e! temor a la con, denación eterna no hará jamás florecer el amor en ningún corazón humano. No es en e! rigor de la estricta justicia donde vemos e! amor del padre para con su hijo pródigo, sino en e! festín con que este hijo es recibido. .. Los grieg?s dirán, empero, que e! padre sabía de antemano que su hIJO :-egresana, al no quedarle a éste otra opción, y que e! drama no fue SIJ10apareJJ.te. La actuación de! padre constituyó un «ardid deÍa razón» (List der. Vern~nft), según Hegel. Los judíos dirán que e! pod~r de! padre intervino en el alma de! hijo pródigo, ordenándole irresistiblernente volver al hogar paterno. Así, la al.egría y el r.ecibimiento festivo del padre de la parábola permanecen incomprensibles tanto para los adoradores de la sabiduría de Dios (griegos) como para los de su poder (judíos). Sólo los adorado~e~ del amor de Dios (cristianos) entienden que la 'historia de! hijo proc~:go _es un ~ramal real del amol:r,e~10d,e la)ibertad ,real, y q:ue ~a ,~legJJa y el,festllJd;~J p~dreSQ.n.r.ilQ;;1vtel1tlcqscomo lo fue el .sufrimiento de'l padre y'delhijo arites"d~',sh:i'e~¡:lÍó;;';Coii1prend~~t~~'8i;én ~ue la historia delhijo pródigo es la de todo e! género humano y que esta es un drama del amor real de Dios y de la libertad real del hombre. . Griegos, jud~qs; cristianos: ¡adoradores de la sabiduría, del poder y de! amor de DIos! Hay siempre muchos griegos y muchos judíos en el seno de la Iglesia y del cristianismo en general. Ellos son los responsables de todas las herejías contra late y la moral, y a ellos también se deben las divisiones y cismas surgidos en la comunidad cristiana universal. Así, desde e! principio, judíos y griegos van a tratar de transformar el hecho central del amor divino, la encarnación del verbo y la persona del Dios-Hombre, en un hecho de podero de sal:¡iduría. ".",«J~sucristo no e~ más que el mesías, el hombre ungido y elegido que '~:;:;~"}~io.s.nos ha enviado», enseñaban los judíos (ebionitas y discípulos de i. ~'Cerinto), qUienes negaban la encarnación divina corno incompatible , ,c6n la omnipotencia de Dios. «El Verbo se ha encarnado, pero no es Dios, sino su criatura», enseñaban a su vez los judíos del siglo IV, los discípulos de Arria, inspirados por la idea de que el poder divino basta para crear un ser de tal perfección que esté en condiciones de .consumar por sí mismo la obra de la salvación sin que tenga que encarnarse el propio Dios. «Hay dos personas en Jesucristo, una divina y otra humana»,
";.
211 210
';.)
::~~~J
, ;:':/¡
":::~J
:,¡~ :-.-::;,¡¡j
:,;~
~!<.¡.!1., :
',"']
. !:~:,I "',!!
'>;1 ~:':.H
¡~:' ,
.. .'.
::~; "~~
: .::r-j.:J¡
:}1
~ ;~:' .:' ; :~ ¡,; t. ;~
:,: ..
I
i decían los griegos conocidos por el nombre de nestorianos, los cuales veían un infranqueable abismo entre la sabiduría divina absoluta y la sabiduría humana relativa, no pudiendo admitir que aquélla se uniera con ésta sin mengua ni oscurecimiento. «No hay más que una sola naturaleza en] esucristo», enseñaban, al contrario, los judíos llamados eutiquianos, quienes, ciegos a la unión de ambas naturalezas, divina y humana, por el amor, sin que ninguna de ellas se pierda en la otra y sin que entrambas se pierdan engendrando una tercera naturaleza, creían que la unión de las dos naturalezas sólo podía ser sustancial y que la omnipotencia divina era bien capaz de realizar ese milagro alquímico de fundirlas sustancialmente. . Los judíos posteriores, denominados moriofisitas y jacobitas, reasumieron la doctrina del eutiquianismo y fundaron sus propias Iglesias. Al mismo tiempo, los griegos, convencidos de que no hay sino sabiduría o ignorancia, siendo la primera espíritu puro y la segunda materia, negaban la realidad de dos naturalezas en el Dios-Hombre y por ende la encarnación misma, ya que, según ellos, la encarnacion de la sabiduría equivaldría :1 su reducción al estado de ignorancia: Por eso ; los docerasenseúaban que la hllmanida&delN erboera sólo a¡;arel1te y el cuerpo dejesúsun merofantasma. . El griego Apolinar (siglo IV) creyó modificar.la proporción entre las dos naturalezas y reducir en un tercio la presencia de la naturaleza' humana en ] esucristo. Enseñaba que la naturaleza humana completa consta de tres principios: cuerpo, alma (psykhe) y espíritu (pneurna]. La humanidad de Cristo constaba sólo de dos, cuerpo y alma, ya que su espíritu humano había sido reemplazado por el verbo divino. Una vez más nos hallamos aquí ante el típico escrúpulo griego de querer conservar intacta la sabiduría divina, sin que venga a oscurecerla ningún elemento humano. Así, los griegos, entregados a la causa de la preeminencia de la sabiduría divina, y los judíos, abogando por la de la supremacía del poder de Dios, se han esforzado en el transcurso de los siglos por destronar el principio del amor en favor del principio de la sabiduría, o del poder. El combate por el principio del amor, comenzado en la antigüedad, prosiguió durante el medievo y ulteriormente; todavía continúa hoy en torno de la Iglesia, dentro de la Iglesia y en el fondo de toda alma cristiana. La lucha entre realistas extremos y nominalistas extremos no era, al fin y al cabo, más que una lucha entre griegos (realistas) y judíos (nominalistas). Otro tanto puede decirse de la que se dio entre racionalistas (ratio nobilior potestas) y voluntaristas (uoluntas 212
nobilior potestas). Para los realistas y raciona'listas las ideas eran realidades objetivas y la razón en Dios era supe+or a su voluntad, mientras que los nominalistas y los voluntaristaf opinaban que las ideas e:an sólo nor:nbres o abstracciones ~¡tiles paralc~asificar los fenóm.enos, SIendo en Dios la voluntad supenor a la razono Para estos últimos, I . Dios es en primer lugar voluntad todopoderosa; para aquéllos, Dios es antes que nada razón de infinita sabiduría. ' ¿ y el amor de Dios? Este tercer principi~,eminentemente cristiano, es el que ha mantenido el equilibrio de l~ cristiandad en el correr de los siglos y la protege aún hoy contra la ~esintegración y decadencia. Todo cuanto en ella hay de paz se debe a~principio de la supremacía del amor. I En efecto, la victoria completa del realismo, con su fe en lo general a expensas de lo individual, habría acabado piar ahogar el cristianismo en el rigor y la crueldad. Ahí tenemos, para probarlo con suficiente claridad, el hecho histórico de la inquisición! que ponía en práctica el dogma fundamental del realismo: Lo generJl es superiora lo in diut-
~d
()J
, )-:
.
.
}~
I
Y la victoria completa del nominalismo habría a su vez ahogado y . tlesintegrad()élcristianismb en la relatividadl de las.opiniones.rcreendas y revelaciones individuales. Así detml~tran conaDsi)tura certezalos centenares de sectas protestantes y la qiversidad de credos personales en el seno de las mismas. . No, la unidad .del cristianismo en el espacio (Iglesia) y tiempo (tradición) no es debida ni al rigor realista ni :ala indulgencia norninalista, sino a la paz del equilibrio entre las t~ndencias griega y judía, equilibrio que la tendencia cristiana del amor-ha logrado establecer y conservar. De no haber sido así, el mundo cri~tiano estaría hoy dividido en dos campos: uno sofocante, dominado¡ por el tedio hugonote y el rigor puritano de una especie de calvinismo (Calvino era realista), y otro donde cada familia y hasta cada persona tendría su pequeña religión y su iglesita privada (Lutero era norninalista), con lo que el cristianismo como tal quedaría reducido a una mera abstracción, un nombre o palabra (mere uox o [latus vocisJ!. He ahí lo que está en juego cuando se evoca el símbolo de la bala?za. En el movimiento hermético u ocultista ~opamos con los mismos conflictos que en el cristianismo en general. También allí hay griegos, judíos y cristianos. Los judíos buscan milagr~s, es decir, realizaciones mágicas, y los griegos aspiran a una teoría absoluta que sería respecto a las filosofías exoréricas lo que el álgebra es ¡respecto a la aritmética. Así, Martines dePasqually y su círculo de discípulos practicaban la magia ceremonial con el propósito de llegar ihcluso a la evocación del
, }~j .
lo
I
,
;--:. ))~ ) --
)))~
)I
)~
))-)
213
)~ (
)--"
r:
)
--' ) ---' '¡
P:¡¡Jlli I
/
) )
)
(-
; ~ ) )
r: ) r:
)
r: )
) ) )
,.'
propio Resucitado. Hoéne-Wroúski, al contrario, elabo~ó un sistema absoluto de «filosofía de las filosofías» que debía servir para comprender y situar en ellpuesto que le corresponde toda filosofía pretérita, presente y futura. Fabre dOlivet'' y¡ Saint- Yves d' Alveydre" (autor de un sistema de l~s c;-i.terios básicos I de todas las doctrinas filosóficas, religiosas .y científicas del pasado, presente y porvenir) representan la tendencia griega por excelencia dentro del movimiento hermético u ocultista. Éliphas Lévi y los continuadores de su obra en los siglos XIX y XX hasta hoy, autores de escritos sobre la magia y la cábala prácticas, representan, en cambio, la tendencia judía. Louis-Claude delSaint-Martin, tras haber colaborado con el círculo Íntimo de discípulos de Martines de Pasqually, se disoció de este grupo y de la obra Ide su maestro. Lo hizo como amigo, no como adversario, sin poner en duda la realidad de la magia practicada en dicho círculo. Se separó de sus colegas porque había hallado la vía interior, cuyas experiencias y realizaciones superan en valor las de la magia, teurgia, nigromancia y magnetismo artificial. carta . fechadsl . ..' En .... .... . '. "j' elaño 1797, escribe Saint-Martiri: '.1
'.~
):~".:
)
r ) ) r
r-
)
,- )
\
)
- J
•
. ~.;:' ::.",. :'::.1~'.~'-::'~'~:·;'~;~" ¡. ,. ';.' ,'::: :-." .. ' : ~:' .._,."' _: .. ~.,. «Esas claridades'{ha¿i8as de la práctica de los ritos de la 'alta reurgiajdeben perteriecer a quienes han sido difectamente llamados a utilizadas, por orden de Dios y para la manifestación de su gloria. Y cuando así han sido llamados, no hay por qué inquietarse de su instrucción, pues reciben entonces sin oscuridad alguna mil veces más nociones, y . nociones mil veces más s9guras, que las que un simple aficionado como yo podría darles sobre todas esas bases. ' . "Querer hablar de ellb a otros, y sobre todo en público, es estimular inútilmente la vana curiosidad y trabajar más por la ufanía del escritor que para provecho del lector. Si es cierto que en mis antiguos escritos yo mismo cometí tales errores, aún los aumentaría si persistiera en seguir pqr ese camino. Así, mis nuevos escritos hablarán mucho 'de esa iniciación central que, por nuestra unjón con Dios, puede enseñamos todo cuanto debemos saber y muy podo de la anatomía descriptiva de ciertos puntos delicados sobre los cuales desearíais quelos diera mi opinión-".
,~<;.I:'·",
) )
-
)
r:
)
.-
)
-
)
r } )
Habiendo enco~trado la verdadera teurgia en la esfera de la vida espiritual e interior', Saint-Martin abandonó la teurgia ceremonial o externa. Por otra parte, ello no le empujó por la vía grandiosa de las aventuras intelectuales !:le la creación de un sistema filosófico absoluto. Se mantuvo práctico; sólo cambió la forma de su práctica, pasando de la magia ceremonidl a la magia sagrada o divina, que se funda en la I
S. L'bístoire philosophioue ¿ti genre bumain, París 1824, rcimpr. Lausana 1974. 6. l.torcbéomhre, París 1911., reimpr. 1979. 7. R. Ambclain, Le marlini.sfne, París 1946, p. 113.
214
':r-
;.
'"
(.
'~!I
experiencia mística y la revelación gnóstica. Saint- Martin represen ta así la tercera tendencia en el movimiento hermético de Occidente: la tendencia cristiana. Como el cristianismo en' general, tampoco el hermetismo se ha desintegrado, y ello gracias a los cristianos que en su interior mantienen el equilibrio entre judíos y griegos. Si así no fuera, tendríamos ahora dos literaturas y dos movimientos divergentes, sin más elementos en común que algunos vestigios de la antigua terminología. Una de ambas corrientes, la griega, llegaría quizás al «arqueómetro de los arqueómetros pasados, presentes y futuros», y la otra, la corriente judía, a la «operación zodiacal de la evocación de los doce tronos». Sin embargo, la fuente de la vida y viabilidad de toda la corriente hermética a lo largo de las distintas épocas no se encuentra ni en la teoría intelectual ni en la práctica de la magia. Dicha fuente aparece bien precisada por Hermes Trismegisto, el sabio prccristiano, en el diálogo Asclepius: «Puedo en verdad declararte, casi proféticamente, que no habrá después de nosotros ningún amor sincero a la filosofía, la cual sólo consiste en el deseo de conocer mejor la ::".;-diyi:nidad.mediante una habitualconternplación y una santa piedad, Muchos, en efecto¡ ;.;--'J.a'estan :ya 'corrompiendo. C011·.··t'odit suerte de .sofismas ... ·La mezclan con diversas ..cien- . '; ..cias 'inteligibles, con la aritinétíc:i,la mú;ica yla g·eometría. Mas la pura Iilosófia, 'f~
Repuesto en la época cristiana, con todos los cambios que esta reposición implica, ese enunciado precristiano nos muestra la raíz eterna del hermetismo, su fuente de vida y de viabilidad. El texto citado, si se mira desde el punto de vista de un enriquecimiento del saber, resulta sumamente trivial. Cualquier monje piadoso y ufano de su piadosa ignorancia, un cisterciense del siglo XII por ejemplo, podría haber sido su autor. Pero consideremos ese mismo texto bajo el aspecto de la voluntad, tomémoslo como programa de acción -acción milerania del pasado y el porvenir-, ¿ qué nos dice entonces? Nos dice, en primer lugar, que hay tres impulsos fundamentales en el esfuerzo humano tendente a levantar el edificio de la ciencia y la filosofía, o sea en el esfuerzo de la aspiración al conocimiento. Tales impulsos son: 8. Hermcs
Trismeaisto,
Asclepíus 12-J4,
en Corpus
Hcrmeticum,
t.
11, París
1945,
p. Jl15.
215
.: í!
, n'! r ,
'r'
.... -.
':mf¡
.',::t~ ;,.::."
)
i J
I
1. La curiosidad, que busca conocer por éonocer, según el popular principio de el arte por el arte.·· .. 2. La utilidad, que nos conduce, movidos por las necesidades de la vida humana, al esfuerzo de investigación, experimentación e invención para hacer fructiferar nuestro trabajo, preservar la salud y prolongar la vida. 3. La gloria de Dios, donde no hay ni curiosidad ni utilidad práctica; pero, como dice el gran paleontólogo de nuestro tiempo Pierre Teilhard de Chardin, «el enorme poder del atractivo divino ... introduce en nuestra vida espiritual un principio superior de unidad cuyo efecto específico es ... santificar el esfuerzo humanos". Hay saber por saber, saber para mejor servir al prójimo y saber para mejor amar a Dios. El saber por saber se refiere, en último término, a la promesa de la serpiente en el paraíso: «Seréis como dioses, conocedores del bien y del mal» (Gén 3,5). Así, pues, el hombre se interna por este camino buscando su propia gloria. Por eso el hermetismo antiguo, el hermetismo de la cábala judía y el hermetismo cristiano condenan unánimemente la curiosidad o ,e! saber por s"¡tb~r.comQvano;.temerarioynefasto. Esto mismo se desprertde'dGh'Je':;tur~'defftagq1entoJntitl:í12¡do Kore kdsmoH(Hija -o pupila- del m~'hd6)'; dellibro sagrado de Hennes Trisrncgisto: . "Es obra ·audaz el haber creado al hombre, ese ser de ojos indiscretos y lengua gárrula, destinado a escuchar lo que no le atañe, de olfato inquisidor y que Con su prensil facultad del tacto lo ha de medir todo hasta el exceso. ¿Es a él a quien has decidido, oh Creador, dejar libre de todo. cuidado, a él, que en su audacia osará contemplar los bellos misterios de la naturaleza? Los hombres arrancarán las raíces de las plantas y examinarán las cualidades de sus jugos. Escrut~r;¡n la naturaleza de las piedras y abrirán por la mitad a aquellos,vivientesque carecen de razón, ¡qué digo!, disecarán a sus semejantes en su afán de indagar cómo han sido formados ... Incluso investigarán qué clase de naturaleza se esconde en lo más hondo de los santuarios inaccesibles. Perseguirán la realidad hasta en lo alto, ávidos de aprender, por sus observaciones, cuál es el orden establecido del movimiento celeste". Y entonces ¿ no acabarán esos desgraciados, armados de su indiscreta audacia, por elevarse hasta el cielo?" 10
En el mismo texto, Kore hosrnou, el demonio Mornus levanta esta acusación contra el espíritu inquisidor de! género humano: «".un espíritu pletórico de fuerza, que desafía toda aprensión su cuerpo como con la potencia de su pensamiento."
9. P. Teilhard
tanto con la masa de .
216
)
i
')
He aquí, no obstante, la defensa de la I facu!tadcognoscitiva de! hombre por Hermes Trismegisto, en el disq:urso que dedica a su hijo Tat y lleva por título La clave: i ! «".el hombre es un viviente divino que debe ser'comparado no al resto de los vivientes de la tierra, sino a los que viven all:í arriba, en el cielo, y que llamamos dioses. O más bien, si osamos decir la verdad, el hombre realmente hombre está todavía por encima de esos dioses, o al menos hay total igualdad delpoder entre él y ellos. En efecto, ninguno de los dioses celestiales traspasará la frontera del cielo .para descender a la tierra; el hombre, al contrario, se eleva hasta el cielo mi~mo y lo mide y sabe lo que en el cielo está arriba y abajo, enterándose ·de todo lo demás con exactitud; y, maravilla suprema, ni siquiera necesita para ello abandonar la tie(~a y establecerse allá en lo alto, ¡tan lejos llega su poder! Hay que atreverse a decirld: el hombre terreno es un dIOS mortal, el dios celeste un hombre inmortaj,,11
Kore kosmou,
fragm. XXIII,
4J-46,
en
Corpus Hermeticum, r. IV, París 1945, P: 14s.
I L Hermes
Trismegisto,
rrarado
X, 24, 25, en Corpus
)
) ) ) )
) )
¡
)-
. Hermetícurn, {II r ' P'ans,
) _: ) )
p. J?5 - s.
217
I
-'
))
))
.
))))-
)-/
'L ))-/' 'L )))}./
de Chardin, Le milieu divin, Seuil, París 195~, p. 54; trad. casr., El medio divino, Taurus, M3drid
Trismegisro.
I
I
Ahí tenemos la acusación y la defensa. Momus, e! acusador, está en lo cierto al afirmar que el impulso que i aspira al mero saber por saber es condenable. Pero Hermes Trismegisto lo está también al decir que la facultad cognoscitiva aplicada' a la gloria de Dios o al servicio de! prójimo es justa y bien funddda~ Hay, pues, un saber legítim9 y hastaglOi~ioso, y. un saber: ilegítimo; vano, indiscreto y . temc:rario.>":\":":_1 :'."'r., . ... -. Ahora bien, e! hermetismo, su alma y ¡,su vida, representa en la historia humana la corriente milenaria del éonocimiento por la gloria de Dios, mientras e! cuerpo de las modernas ciencias oficiales se debe ya a la utilidad, ya al ansia de saber por saber, es decir, a la curiosi.dad. Nosotros, los herméticos, somos teólogos de esa sagrada escntura reveladora de Dios que se llama el mundo;!, así como los teólogos de las otras Sagradas Escrituras reveladoras de Dios son herméticos por cuanto dedican su esfuerzo a la gloria de Dibs. Y de la misma manera que e! mundo no es sólo un cuerpo material, sino también alma y espíritu, así las Sagradas Escrituras no son lún~carr:ente letra muerta, sino alma y espíritu. De ahí que nuestra triple ciencia del triple mundo haya siempre estado dedicada a la gloria ~e la Santí~ima Trinidad er:,el correr de los siglos, como lo está la triple ciencia de la revelación divina por las Sagradas Escrituras. ¿No hemos sido llamados, tanto nosotros, teólogos del mundo, co:n0 vosotr¡os, teólogos_de las S~gradas Escrituras, a velar ante el mismo altar y desempenar e! mismo cometido de no dejar que se apague en el mundo la lámpara encendida tIa gloria de Dios? ¿ No es nuestro deber 40mún prov.eerl~ del ó!eo santo del esfuerzo humano para que su llama no llegue jarnas a extinguirse y dé siempre testimonio de Dios por lel hecho mismo de existir
1962. 10. Hermes
,
))-
)-
./
,---
)
~,
')
...:.
)
-'- ) ----
,
...:.
) )
) ) ) } ')
...:.
-
,)
-
}
)
)
I::h'-
de siglo en siglo, sin alpgarse? ¿No ha llegado ya por fin el momento en que nosotros, herrriéticos, nos demos cuenta de que, gracias a la Iglesia, tenemos el aire que respiramos, así como un 'lugar, abrigo y refugio en este mundo lde materialismo, estatismo, tecnologismo, materialismo y psicologismo? Vivimos porque la Iglesia vive. Una vez silenciados los c~mpa1arios de las. iglesias, t~das las .~ocas hu~anas 'deseosas de servir a lal glona de DlOS quedaran también reducidas al silencio. Vivimos y morimos con la Iglesia. Para vivir necesitamos aire que respirar, una atmósfera de piedad, sacrificio y aprecio de lo invisible como realidad superior. Ese aire y esa atmósfera sólo existen por obra de la Iglesia. Sid ella el hermetismo, ¡qué digo!, toda filosofía idealista, todo idealis~o metafísico, quedarían ahogados en el utilitarismo, materialismo, ihdustrialismo, tecnologismo, biologismo y psicologismo. . Amigo desconocido, imagínate el mundo sin Iglesia, un mundo de fábricas, clubes, deportes, mítines políticos, universidades y artes exclusivamente consazrádas a la utilidad o al recreo, un mundo donde en ninguna parte oyeras palabras de alabanza a la Santísima Trinidad o la,bendicióndada en ISU nombre. Imagír:l,ate:unmt:ndo donde nunca 1..us~or40s púdieún pJrc;~l;íir una.voz cÍijese :', "
~~,~i;afl:~ q~.I~
r:
.
"Gloria
--!.
)
siempre
)
r-
)
al Padre y al Mijo y al Espíritu
.
Santo, como era en el principio,
ahora y
y por los siglos de 15¡lssiglos.»
o bien: «La bendición
de Dios ,lomnipotente,
Padre, Hijo y Espíritu .
Santo, descienda
sobre
)
r
)
-' )
- ) - ) ) )
) )
Un mundo sin aikbanza a Dios ni bendición ... En esa atmósfera psíquica, privada de lozano, vacua y fría, ¿crees que el hermetismo podría llegar a subsi~tir un día tan sólo? Haz, pues, uso de la balanza de la justicia y pesa las cosas con imparcialidad. Cuando lo hayas hecho, no podrás menos de decir: Jamás se me vendrá, a las mientes arrojar, de palabra o con actos, piedras contra la Iglesia, siendo ella la que posibilita, estimula y protege el esfuerzohumado en pro de la gloria de Dios. Y como el hermetismo es precisamente ese esfuerzo y no puede por tanto existir sin la Iglesia, no nos queds' a los herméticosmás que una alternativa: o vivir como parásitos (ya ,que, gracias a la Iglesia, podemos vivir), si somos extraños u hostiles lla Iglesia, o vivir como amigos y fieles servidores suyos, si comprendemos la cuantía de nuestra deuda para con ella y hemos comenzado a amarla.' .
a
Hora es ya de que el movimiento hermético concluya una paz real y cristiana con la Iglesia, de que deje de ser su hijo casi ilegítimo y llevar dentro de ella una vida sernioculta, apenas tolerada, de que el hermetismo se convierta por fin en hijo adoptivo suyo, si no enteramente reconocido como legítimo . Para amar hay que ser dos. Es preciso renunciar a no pocas pretensiones si esto ha de cumplirse. Pero cuando ambas partes tienen por único interés la gloria de Dios, es seguro que todos los obstáculos que se opongan a la auténtica paz se irán desvaneciendo como el humo. Partirá en humo la pretensión de ciertos herméticos de poseer autoridad para fundar pequeñas iglesias por cuenta propia, erigiendo altar contra altar y jerarquía contra jerarquía. Cual humo se disipará también la pretensión de ciertos teólogos de constituirse en tribunal supremo, sin instancia ulterior de apelación, para todo cuanto se refiere a los planos del mundo que está más allá de lo que perciben los cinco sentidos. La lección dada por Copérnico y Galileo a los teólogos que se arrogaban la autoridad de tribunal supremo en lo tocante al mundo sensible puede aún repetirse en nive),cn.upc!ioresde ese mismo mundo, si el espirinrdetales jueces rein-'" .¿¡¿e'- en' s'u sob~i·bi~.~'Si~:díJ.da ti.s:vúdides j~\;elaaas -:-y por ta:nr?': ,.;,::,/;; absolutas- de la salvación han sido confiadas al magisterio de la Igle-'·· . sia, que se apoya enla 1abor de interpretación, aclaración y presentación de los teólogos competentes; mas el inmenso espacio abarcado por la obra de la.salvación -el mundo físico, vital, psíquico y espiritual, su estructura, sus fuerzas, sus seres, sus relaciones recíprocas, sus transformaciones y la·historia de las mismas-, todos esos aspectos del macrocosmo y de!microcosmo,así como muchísimos otros, ¿no son campo de! trabajo que han de realizar por la gloria de Dios cuantos no desean esconder en la tierra los talentos que les entregó el maestro y convertirse en siervos inútiles (Mt 25,14-30)? ¡Dirijámonos, por consiguiente, a la balanza de la justicia -que es al propio tiempo la balanza de la paz-, recurramos a ella, dediquémonos a ella, sirvámosla! Pondremos entonces en práctica la magia universal y eterna de la justicia por el bien universal y general. Pues quien invoca la balanza de la justicia, quien la toma por método de entrenamiento práctico de su pensamiento, sentir y voluntad, ése es el aludido directamente por la bienaventuranza del sermón de la montaña: "Bienaventurados saciados» (Mt 5,6).
los que tienen hambre
y sed de la justicia,
porque
ellos serán
.' :~': '.'::'1'
; ;,HH~
'·;~1¡I ~<.~
·111 ',' ~.-:~i~
.'!I''ií
,'1 :.'1
..
" '1_':'
,.
219
218
.
,~
r -~
r
)
'1
','
,<,1
.l '
¡
.i
. «Saciados», lo cual significa que se hará justicia. Seamos, pues, JUstos para con los teólogos, y ellos serán justos para con nosotros. Reconozcamos nuestros justos deberes para con la Iglesia, y ella recoI nocerá nuestros justos derechos. Entonces sobrevendrá la verdadera paz, es decir, la obra de la balanza de la justicia. Puesto que nos hemos internado por la vía del ejercicio espiritual de la balanza de la justicia (todos los arcanos del tarot son en primer l~gar, recordémoslo, ejercicios espirituales), hemos de llegar hasta el final, lo que no sucedería si dejáramos de aplicar dicha balanza a nuestro pensamiento y nuestros corazones en un terreno donde aún no existe la paz y donde la justicia queda por establecer. Es el terreno de las relaciones entre el hermetismo y la ciencia oficial. ~sí como es ya hora de que el hermetismo haga las paces con la Iglesia y ocupe en su seno el puesto que le corresponde en justicia, así también es hora de que concluya una verdadera paz con la Academia y encuentre en ella su justo lugar. Hasta el presente el hermetismo sólo viene siendo, a ojos de la Academia, un hijo ilegítimo, fruto del Oscuro concubinato entre una religión infiel a sullamada y una ciencia irifiel.a. la suya; en otras palabras, una dudosa alianza entre la. falsa ·.rél ¡:giosidad y .elJtil"s:o-.espíútu cJenüfico.LósdJérinéticos n6~~fgri::; en' opinión de la Academia, sino una camariila reclutada entre malos creyentes y malos científicos. . Usemos una vez más de la balanza de la justicia. ¿Tiene algún .rundamemo esa crítica? Sí, lo tiene. Hay fundamento, porque tanto la Iglesia como la Academia se apoyan en los tres sagrados votos de obediencia, pobreza y castidad, en tanto nosotros, los herméticos, nos coml:)Qrt~mos como pontífices, sin los sacramentos ni la disciplina q~e implican, y como académicos, sin las pruebas y disciplina indispensables. No queremos obedecer ni a la disciplina religiosa ni a la científica, siendo así que la obediencia o disciplina constituye la base de la grandeza moral de la Iglesia y de la grandeza intelectual de la Academia. . La ascética de la Academia entraña, además de la obediencia a la autoridad de los hechos, reglas estrictas de prueba y colaboración: la castidad en forma de total sobriedad y la pobreza en forma de ignorancia postulada como base de toda labor de investigación. Un autént~co sabio. es un hombre objetivo, sobrio y abierto a cualquier experiencia o Idea nueva. El hecho de que los verdaderos sabios sean tan escasos como los santos de la Iglesia no cambia en nada su carácter de representantes de la ciencia. la misma manera, no son los enfermos de una familia quienes la representan, sino sus miembros sanos. La auténtica ciencia es la disciplina de la objetividad, sobriedad y
De
-:
220
diligencia, o, dicho en otros términos, la disciplina de los votos de obediencia, castidad y pobreza. En efecto, no se puede ser diligente si no se es pobre, ya que la riqueza va siempre acompañada de la indolencia. No se puede ser sobrio sin aborrecer todo lo que embriaga, en lo cual consiste la castidad. Y tampoco se puede ser objetivo sih obedecer a la experiencia y a las estrictas reglas de la investigacióri. . Gracias a la práctica de estos tres sagrado~ VOtos, la ciencia progresa de veras, avanza en dirección de la prokmdidad, es decir, en el terreno propio del hermetismo. En esta esfera de la profundidad, la ciencia ha hecho ya tres grandes descubrimientos: ha penetrado en lo profundo de la biología, hallando la ley de ld. euolucion; ha penetrado en lo profundo de la materia, encontrando en ella la energía p?ira; ha osado penetrar en las profundidades psíquicas, descubriendo allí un mundo de conciencia oculta. Estos tres grandes hallazgos de la ciencia -evolución, energía nuclear e inconsciente-I han hecho de la, misma una colaboradora, si no una rival, del hermerisrno, por haber entrado en el campo propio de este último, el de la ¡profundidad. " Así, pues, el hermetismo comparte ahod con la ciencia su terreno. hered.itarto;'( La considerará como hermana !o COIT,l9rival? He aqLi~Ja ' cuestión básica. ,,. Todo depende de nuestra decisión, la de los herméticos, o de ponemos al servicio de la ciencia para explorar la región de las profundidades, o de rivalizar' con ella. La decisión de servir implica y exige la renuncia al papel de representar una ciencia esotérica y sagrada distinta de la ciencia exotérica y profana. Tratase de abandonar el deseo de erigir cátedra contra cátedra, así como, respecto de la Iglesia, hay que renunciar al deseo de erigir altar contra altar. Al pretender convertirse en ciencia -cuerpo de doctrinas de validez i general y objetivamente demostrables-, el hermetismo no puede menos de ponerse en ridículo, ya que, siendo esencialmente esotérico, es' decir, íntimo y personal, no tiene posibilidad alguna de asumir con esperanza de éxito el papel de una ciencia de validez general y demostrable para todo el mundo. El carácter esotérico del hermetismo y I:a val~dez gen::ral de la ciencia se excluyen mutuamente. No es posible DI conveniente presentar lo íntimo y personal, o sea lo esotérico,1 como algo generalmente válido, es decir, científico. I Sí, también yo sé con certeza absoluta q¡ue hay grandes verdades en el hermetismo; pero estas verdades no sfm científicas, no poseen validez general. Sólo son válidas para personalidades aisladas, con la misma hambre y sed que yo, con mi mismo i:deal y quizá también con mis mismas reminiscencias de un pasado remoto. Sólo son válidas 221
)) )-
) ,
~
)
--'-
)
r:
')
r-
)
I
. . di. f '1' . 11 .' d . para los miembros e 'mi ami la, a qUienes amo «mis amigos esconacidos» y a quienes an destinadas estas cartas. El hermetismo no bs una ciencia que difiere de las demás ciencias o se opone a ellas. Tarrípoco es una religión. Es la unidad, en el fuero interno de la conciencia personal e íntima, entre la verdad revelada y la adquirida por el esfuerzo humano. Al constituir la síntesis, íntima y , personal para cada uno, entre religión y ciencia, no puede competir con ninguna de ambas. El guión que une dos términos no tiene por función reemplazarlds. El verdadero hermético es, pues, quien se aplica a sí mismo la doble disciplina de la Iglesia y la Academia. A la vez ora y piensa. Y lo hace con el fervor y sinceridad de un hijo de la Iglesia en 10 que toca ~ la oración, y con la disciplina y diligencia de un trabajador de la Academia en lo que atañe al pensamiento. Ora et labora, «Ora J' trabaja», es su fórmula, donde el et (<
) r-
)
--
) )
) -,
,-.
) )
)
. torio .uozro oratoriof Ora:et labora: oratorio Y laboratorio
) .... .} ,
r-:
) ) ) )
.~
) )
) .-' )
~
) JI
) ) ~.
)
- )
-
)
<.
;;:.~lh;~~f~:~~1¡:;~:~~j~~u~esesto,
)
)
r: J
a la postre,:~.l~O' la. arlica~i,~:11.~o:.':.:
""El h'erme'i:ismó, enteiídido'como balanza ora et labora, implica numerosos reajustes tocante a los hábitos de pensamiento que han venido arraigando entte los herméticos a partir de la segunda mitad del siglo XIX. He aquí un ejemplo que escojo a causa de su gran alcance espiritual. . Los herméticos cristianos son unánimes en cuanto a la excelencia de la misión Y persona de Jesucristo en la historia espiritual de la humanidad. Para ellos, Jesucristo es, con relación a los demás maestros espirituales de l~ humanidad (Krishna, Buda, Moisés, Orfeo, etc.) como el Sol respecto a los planetas del mundo visible. En esto se distinguen de los teósofos modernos de la escuela de Blavatsky y de las de los ocultistas Y esotéricos orientalizantes (yoga, vedánta, sufismo, mazdadznan, escuela de Gurdiev). Son, pues, cristianos por cuanto reconocen el carácter único de la encarnación divina en J esucristo. I Al mismo tiempo, se da entre los herméticos contemporáneos una tendencia muy acusada, si no predominante, a ocuparse más del Cristo cósmico o del Lokos que de la persona humana del hijo del hombre, Jesús de Nazaret. Se considera más importante el aspecto divino y abstracto del Dios-Hombre que su aspecto humano y. concreto: Recurramos, pues, de nuevo a la balanza de la justicia y pesemos la alternativa principió cósmico o personalidad concreta del Maestro.
)
-
. reunidos en el fuero interno
Veamos primero cuáles son los efectos o frutos, en el terreno experimental, de la aspiración al conocimiento del Logos, y cuáles los del deseo de contacto con Jesucristo, el Maestro. Hay que hacer notar, ante todo, que el nuevo impulso espiritual manifestado en los apóstoles, mártires y santos, ese impulso llamado por nosotros cristianismo, no se funda en la revelación o el conocimiento del Logos cósmico, sino en la vida, muerte y resurrección de Jesucristo. Quienes expulsaban demonios, curaban enfermos y resucitaban muertos no lo hacían en nombre del Logos, sino en nombre de Jesús (Act 4,12'; Ef 1,21; Flp 2,9-10), « .•. que está sobre todo nombre, para que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en los cielos, la tierra y los abismos, y toda lengua confiese que Cristo Jesús es Señor para
gloria de Dios Padre"
(Flp 2,9-10).
. El contacto con la persona de Jesucristo liberó toda una corriente de milagros y conversiones. Y así sucede también hoy. En cuanto al Lagos cósmico, su idea, al principio del cristianismo, ni era nueva ni de$pe¡it2,baexce~ívo entusiasmo. Los herméticos helenísticos (por , "o"'-¿NM{:rH:g:Pqiridilare~),lós ;¿Úokbf y Elón'-de.·Alejandría;hapÍ:an y;¡~>.';:;:. dicho' de 'el casi todo lo qi:le' puede decirse en términos filosóficos, o'·· gnósticos y místicos. San Juan no se propuso, por consiguiente, enunciar en su Evangelio una nueva doctrina del Logos, sino dar restirno. nio del hecho de que el Logos «se hizo carne y habitó entre nosotros». . No fue otroque Jesucristo quien dio a la idea del Logos el calor y la vida que crearon el cristianismo vivo, calor y vida que no poseía la noción' del Legos de los antiguos sabios, por genuina que fuese. Había luz en la aútÍgua idea,' pero le faltaba la magia. Así acontece también'
';,.;"
hoy. Philippe de Lyón (1849-1905), el taumaturgo, atribuía todas sus curaciones mi:lagrosas y demás prodigios al «Amigo»; «Yo no hago sino rezar por vosotros, eso es todo», decía 12. Aquel amigo era J esucnsto. Philippe de Lyón fue el maestro espiricual de Papus. Éste tenía también otro maestro, un maestro intelectual, que era el marqués Saint-Yves d'Alveydre, autor de Missions y de L'arcbéométre. SaintYves d' Alveydre se había consagrado enteramente al esfuerzo de comprender y dar a comprender el Logos o Cristo cósmico. Al propio tiempo, Philippe de Lyón, «el padre de los pobres», servía a la obra de Jesucristo curando, consolando e iluminando a gentes de todas las 12. PIl. Encaussc,
:;.", ¡.:
";"; .;
Le moitrc Pbilippe de Lyon, París 1974, p. 280.
223 222
., .'
'1
I
L )--
"""
, , ;'"
~..
clases sociales (desde la familia imperial de 'Rusia hasta los obreros de Lyón), haciéndose instrumento de Cristo. El primero acabó por inventar un instrumento intelectual, el arqueómetro, del que usaba para entender y expresar la lógica cósmica de la obra de! Lagos en la historia de la humanidad. El segundo hizo de sí mismo un instrumento de la magia divina de Jesucristo para' servir al prójimo. Papus se encontró así entre dos maestros, entre el maestro del panlogismo y el de la magia divina. Se le brindaba la opción entre la vía del logismo de Fabre d'Olivet, Hoéne- Wronski y Sainr- Yves d'Alveydre, por una parte, y, por otra, la vía de la magia divina del contacto individual con Jesucristo, representada por Éliphas Lévi, Philippe de Lyón y todos los santos cristianos. ¿Decidióse a escoger entre ambas vías? Sí y no. Sí, en el sentido de que comprendió lo superior de la magia del amor sobre la magia ceremonial, y la superioridad .del contacto con el maestro sobre toda cadena mágica y todo conocimiento teórico del Lagos cósmico. No, por cuanto, que en vez de volver la espalda a Saint- Yves d'Alveydre ya su obra, siguió siendo fiel a este maestro hastasu, muerte y aun mucho. después (lo que le . '..' .'honra.a 'njt)s,de todoslO:s1~;)nJ#resc1e C0razón,:~i¡'nt"as. nos afligiría que hubiera actuado segúnelpriricipio: "Se acabo la fiesta, olvidemos al sanro»). La actitud adoptada por Papus frente ,a las dos vías y a los dos maestros no sólo es humanamente noble, sino que revela algo más. Revela la fidelidad de Papus al hermetismo. El hermetismo, en efecto, es e! hornillo de atanor, instalado en la conciencia individual de! hombre, donde e! mercurio de la intelectualidad se transmuta en el oro de la espiritualidad. San Agustín actuó como hermético altransformar el platonismo en pensamiento cristiano. Santo Tomás de Aquino actuó también como hermético al hacer otro tanto con el aristote!ismo. Entrambos administraron e! sacramento de! bautismo a la herencia intelectual de los griegos. Esto, precisamente, es lo que hizo -o estuvo haciendo- Papus con e! panlogismo de Saint- Yves d' Alveydre y sus predecesores después de haber encontrado. a su maestro espiritual, Philippe de Lyón. No fue, por su parte, ni componenda ni vacilación en tomar partido, sino esperanza, propia del hermético, de llegar a realizar la síntesis entre intelectualidad y espiritualidad. Papus acometió ese trabajo interior cuyo comienzo es un desgarrador conflicto entre dos contrarios. No podemos decir con certeza si su esfuerzo se vio coronado por el éxito y hasta qué puma, ya que su muerte prematura nos privó de la posibilidad de ser testigos de los frutos de su madurez en la vida espiritual. En cuanto a sus esfuerzos 224
por servir de vínculo entre Philippe de Lyón IY Saint Yves d' Alveydre, fracasaron, al menos en e! fuero externo, pese al éxito indiscutible de Papus en empresas análogas respecto a muchas otras personas. En I Papus tuvo principalmente su origen e! numeroso grupo de intelectuales =ccultistas y médicos- de que se r¿deó Philippe de Lyón, mientras éste nunca halló gracia a los ojos d~ Saint-Yves d'Alyeydre, que no quiso verlo en Lyón ni invitarlo a si casa. '. Así, la obra de Papus quedó inacabada, cbando menos en e! plano visible. Esta obra es la síntesis entre intelecjualidad y espiritualidad, entre e! Logos cósmico y el Logos hecho carne, en una palabra, la síntesis a que aspira el hermetismo cristiano como tal. El hermetismo cristiano es una tarea, y no un dato histórico. Esto significa que n? es cuestión en él de ren~c+1iemos del herfo1;etismo (como en los SIglos XII, xv, XVII y XIX), smq de su resurreccion. Los renacimientos sólo son reminiscencias de! pasado que de vez en cuando surgen de las profundidades de las almas humanas, mientras resurrección denota llamada a la vida presente y venidera, a la realización de una misión futura, orientada a lo que en ótros tiempos tuvo valor eterno, por la misma voz .queIlamó a Lázaro a su nueva existencia. .:.Lahisto:rif\espiÓtuaJ :d(ÜcúÜiarjismoes I~hisroria.de.las sucesivas resurreccionesde los válo~es &1 pasado dig10s de vivir et~rnamente. Es la historia de la magia de! amor que resucita a los muertos. Así fue resucitado el platonismo y vivirá por siempre gracias al soplo vivificante de aquel que es la resurrección y la vida: Ego surn resurrectio et vita n 11,25). Así también el aristotelismo, tendrá parte en la vida eterna. y así, finalmente, vivirá a su vez el hermetismo hasta el fin del mundo y, quizá, todavía después. Moisés y los profetas viven y nunca morirán, pues se han ganado su puesto en la constelación eterna de! Verb9 de la resurrección y la vida. Los poemas y cantos mágicos de Orfeo serán resucitados y vivirán por toda la eternidad como color y Isonido de! Verbo de la resurrección y la vida. La magia de los magoside Zoroastro será resucitada y vivirá como eterno empeño humano en alcanzar la luz y la vida. Las verdades reveladas de Krishna se agregarán al cortejo de quienes vuelven a ser llamados a la vida eterna. Las antiguas revelaciones cósmicas de los risis revivirán y despertarán de nuevo en la humanidad e! sentido del azul, el blanco y e! dorado ... Todas esas almas de la historia espiritual dbl género humano serán resucitadas, es decir, llamadas a unirse a la labra de! Verbo hecho ~:~:; muerto y resucitado, p~' quo se 1, verdad do 'u pw-
a
oumr
)-)-
I
L ) -~. )-
)-
L
1)~
)-
J))-
)),
)))-
))
)~
))))-
,
)-
)-))-'
)225
)-))-
) ----
)
) ---' t
J
)
)
) ) -'-
) )
) ,)
"He venido".
a fin de ::¡ue nada se pierda y todo". , I
tenga vida eterna"
(jn 6,38-40).
,
Así, pues, tambi¿n el hermetismo está llamado a vivir, y no sólo como reminiscencia isino como resucitado. Esta resurrección tendrá lugar cuando los que, le siguen siendo fieles -aquellos en quiene~ permanecen vivas las reminiscencias de su pasado- hayan comprendido la verdad de que e! hOl¡nbre es la clave de! mundo, Jesucristo es la clave del hombre y del mundo, el mundo -tal como fue antes de la caí~a y será después de su reintegraciónes el Verbo, el Verbo es J esucnsto y, por último, J esucristo revela a Dios Padre que trasciende al mundo y al hombre. ' Por Jesucristo selllega al Verbo o Lagos; por e! Verbo o. Lagos se comprende e! murrdo ; y por e! Verbo y e! mundo, cuya unidad es e! Espíritu Santo, se lllega al conocimiento eternamente creciente de!
I
Padre.
I
) ) .>
Y' ) ) )
) r:
---'
) )
) )
~
)
J ) )
r
)
) )
He ahí una de las lecciones de la balanza de la justicia considerada como ejercicio espJitual. Puede también damos otras muchas, por ejemplo, sobre el prbblema del karma o ley deleg.~ilibrioenlaJ:istoriá la'h~m,anid~? ~,d~Já;!
de
es la que actúa cuando pesamos y juzgamos las cosas en e! fuero interno de nuestra conciencia por medio de la balanza de la justicia. Es ~l octavo p.laneta o factor ignoto del que tantos otros dependen en la interpretación de un cl.á~i¿o horóscopo astrológico con los siete plan.e,tasy en la d~ la tradicional fórmula caracterológica de la cornposicion y proporcIOnes de! organismo psíquico o carácter. Ya se trate de un horóscopo astrológico o de una fórmula caracterológica, hay siempre una X a la que subordina el empleo de los datos astrológicos o caracterológicos. Es el factor de! libre albedrío, subyacente a la regla de la. ast~ología tradicional: Astra inclinant, non necessitant (Los astros inclinan, no obligan). " La misma regla es válida para la astrología microcósrnica o caracterología. También aquí el libre albedrío es e! factor indeterminable que no permite predecir con certeza la decisión que un hombre de carácter bien definido tomará en tales o cuales circunstancias. N o es e! carácter, en e.fecto, lo que constituye la fuente de! juicio y de la opción consciente, Silla, esa fuerza, en nosotros, que pesa y juzga sirviéndose de la balanza ~e la justicia. La libertad es un hecho que uno experimenta cuando Juzga, po con su temperamento (cuerpo etéreo) ni con su carácter (cuerpo astral), ;s~rl():~op balanza de l
1~
a,
I
,r
) )
r:
)
226
227
'i
;,,'
Carta IX
EL ERMITAÑO !
i
EL arcano de La conciencia
>-
(Isis:) "Presta oídos, Horus, hijo mío, pues aquí escuchas la doctrina secreta que mi antepasado Kamefis aprendió de Herrnes, el cronista de todos estos hechos, y que yo después aprendí de Kamefis, nuestro común antecesor, cuando me honró con el don del negro perfecto" I .
~.
")
)-
))~
1,'
.. /
,.
...
'
~:~ ~/:
:.-
'-:,~',
"Porque Trismegisto, que acabó por descubrir, no sé cómo, casi toda la verdad, ha descrito a menudo el poder y majestad del Verbo, como lo ilustra lo cita anterior donde pro.clama la existencia de una palabra inefable y santa cuyo enunciado supera la medida de las ''¡uerzas,·humana's)/. '". -, ",
),.--
)L .....•.
,r, )'""
: .i;':-.. ~:
"Mas iq~é estreci;~ esIa.enrrada y angosto el camino que lleva a la vida! Y ¡cuán pocos SOn los que lo encuentran!» (Mt 7,14).
...
) _)
.' :("'~,
',~
)1_ ')
))-
Querido amigo desconocido:
I
)-
..
I iEl Ermitaño! Me alegro de haber llegado.j en esta serie de meditaciones, a la venerable y misteriosa figura del irinerante solitario, vestido de un sayal encarnado y un manto azul, que sostiene en la mano derecha un farol, alternativamente rojo y amarillo, y se apoya en un bastón con la izquierda. Ese venerable y mistbrioso Ermitaño fue, en efecto, el maestro de los sueños más caros e íntimos de mi juventud, como por lo demás es, en todos los países, el ~aestro de los sueños de la juventud ansiosa de buscar la puerta estrecha y el camino angosto
) _. ')
)-
))-
)-
j
)1. Del libro sagrado de Hermes Trismegisto, París 1954, p. 10; en Srobaeus 1, 49, 44. 2, Lactancio, Divinae lnstiuaíorm IV, 9. J,
Kore kOJmou,
[ragm.
XXIII. 31. en Corpus Hermeticnm,
1.
IV,
))
229
))--, )-
)
K'"
,-'
)
l.:·
-:
)
t·=
de lo divino. Nómbbme un país o una época en que la verdadera juventud, es decir, lalque vive para.el ideal, no haya estado o~s.esiona-da por la imagen de, un padre sabio y bueno, un pa~re espmtual, el Ermitaño, que ha pa~ado por la puerta estrecha y carmna por el sen~ero angosto, un padre de quien uno podría fiarse sin reservas y a qUlen sería posible veneran y amar sin límites. .' , ' ., ¿ Qué joven ruso, por ejemplo, no habría emprendido un viaj e, a despecho de la distancia o del tiempo empleados, p~~a encontrar~e con un staretz , un padre sabio y bueno, un padre espmtual, e! Er~mraño? . Qué joven judío de Polonia, Lituania, Rusia Blanca, Ucrania y Rumania no habría hecho 10 mismo para topar con un tsadiq asideo, _ un padre sabio y bueno, un ¡;>adreespiritual, el Ermitaño? ¿ Qué joven en la India se negaría a realizar lo imposible para hallar y encontrar personalmente a uni cella o gurú, un padre sabio y bueno, un padre
) )
) )
) ) ,
.:
)
,- ) ) ,)
) ) :::.
"
--'
)
-:
) )
- ) ) --
)
) ) ) (
-
) )
r- )
r: )
,~ ) - ) r-
p.ara__ ,!!i,f"u,s:lg,rY oír-la.arm.?~í.a ..jerárquica, de las esferas: tal es su .manto ; al mismo tiempo pose,c,ll!l.!)entidq. realista tan desarrollado gue penetraen d01l11niosde la realid';d no sobre d~s ~ino sob~e t~j~~~~~~~r{?-,Ú!4g,~?,l~.~e~p,!~.~ __ ~~h.
[os
t
k
e;;-armó~ia-~~~ el
t~ L
.__
¡r
Ii,'
espiritual, el Ermitaño? " , ' .Aconteció de otra manera con la Juventud que en su epoca rodeo ( . D' a Orígenes; Clemente de Alejandría, san Benito, santo ommgo, san Francisco de Asís; san Ignacio de Loyola? ¿ O con la juventud pagana de Atenaseue se, agOlpaba alrededor de Sócrates y Platón? , Así'~~:~xF~ri6.;).tatnpién~nla aiJligu:a';¡~,ersia con ~oro
-- ) ---'
ti
"
'_
,¡ic,.
..
,¡t1!~i~h~t~V;;~$~;~~:;;¡;;:~;';:~:i;.~~
'i'~:;'.
nueve,
,báculo
de los patriarcas!'}.
De hecho, e! Ermitano que cautiva la imagin~ción de la juventud «joven», e! Ermitaño de la leyenda y e! de la historia, es y será siempre el hombre solitario con la lámpara, el manto y e! bastón. P-~,~.~_~~Ls:L~!Lge h
Éliphas Lévi, Dogme
el
I [ituel de la btwte magie. París 1854,
(flp.
i, .:
ti) !::,q;,..antJ.no.mia..idealismo-realismo
Esta antítesis se reduce a dos fórmulas opuestas: .... «La conciencia o idea es anterior a toda cosa» (fórmula del ····mo). «La cosa (res) es anterior a toda conciencia o idea» (fórmula del realismo), El idealista (por ej., Hegel) considera todas las cosas como del pensamiento, mientras el realista (~or ej., Spencer) afirma
)
idealisbásica formas que los 231
230 . ¡ :
••
• ••
·1
••• ...~I
)
'I!I
9.
}
- )
'·;·1~1
.
)~
L
;.¡
objetos del conocimiento poseen una existencia independiente del pensamiento o conciencia del sujeto del conocimiento. El realista dice \que de los objetos del conocimiento se desprenden -por vía de abshacción- conceptos; leyes e ideas. El idealista, al contrario, declara quesobre los objetos se proyectan -por vía de concreción- conceptos, leyes e ideas del sujeto del conocimiento. El realista defiende, acerca de la verdad, la teoría llamada de la corr-espondencia, que reza así: «La verdad es lacorrespondenciaentre objeto é intelecto.» El idealista se apoya en la teoría llamada de la coherencia: «La verdad es la coherencia -oausenciade.contradiccio. nes- en el manejo de las ideas, conceptos y objetos (éstos no son sino conceptos o nociones) porel intelecto.» Es xerdadero, según el realista, lo que en el intelecto corresponde con el objeto. Es verdadero, según el idealista, lo que en el intelecjo constituye un sistema coherente. ...,El mundo entero reflejado exactamente en el intelecto es, para el realismo, el ideal del conocimiento. El mundo entero que refleja exactamente los postulados y categorías del intelecto como único sistema coherente es elideal propuesto porel.iciealismo.'., ... '.. : «Étilltújd:o.J1,e.va:Ja palabr;;(';'Y'l;\lin:telecto liurrrano-Iaescucha», dice .' el realismo. ';
y
«Todo se hizo por él, y sin él no se hizo nada de cuanto
232
existe» Un 1,3).
)L_'!.C9S!',elmundo.sujuenteesel Verbo, El intelecto, la luz del pensamiento: su fuente es también el Verbo.] Por eso el hermetismo, tañtO el pagano del pasado como e! cristiano del presente, no es ni realista ni idealista. Es )ogista, al fundarse nó en la cosa ni en el intelecto humano, sinoen etfogos, el verbo deDios cuya manifestación obifti.1¿E_ eselmundo prototipo del mundo fenoménico y cuya maniks~ación-'~ubjetiva'es la luz, o prototipo de la inteligencia humana. ._---_. _
)))-
L )-
...
...
'-;;.,
..
•...
brilla en las tinieblas, .•..•
y las tinieblas no la recibieron,; ·1
)-
Un 1,5)."
1-
Esto quiere decir que hay tinieblas, tanto en el mundo como enla conciencia, que no han sido penetradas por la luz, y que por consiguiente el mal, la fealdad y la ilusión existen. en el mundo y en la conciencia, Mas las tinieblas del mundo no penetradas por el Verbo no son la fuente de la conc!en:i~, y el intelecto huma10 no iluminado, por el ~.:rb? n~ .es el p~lD::lplO del m:lDdo. I;:nel m¡Lindo de los fenómenos ¡hax:.~lt,I~!opes_QbJetlvas, es decir, cosas no reales) no hechas por e! .~Verb::".sil}o ,~~~g~das_de. ~os ,b~josfO,l1d(j,s! d~jlas .tini~blas ~ara llevar (;~;g~1~~~ti~:~{~~~¡1~radeJ~: ]~;~~f:;;or:\a:aJ;-;~~i~~
))-
L )-
L
))- -
~~bJree~'~~, h~~ .
:~~g~~d~;:do's-po';'¡;'Tui:-a'eCVe;b() sino surgidos para una existencia ieITf¡1cradel fondo de las tinieblas del subconsciente) .-" Ahora bien, la. conespondenciaen.tre un objeto ilusorio y su con>é~PEo ~n el intelecto no puede seda verdad, sino una doble ilusión. El i realismo debiera saberlo, cuando propone' su teoría de la correspon!d~~cia acerc; ¿e"l;' ~e·rdad. Y la coherencia dentro de un sistema iqtelectual basado en ilusiones no puede tampoco ser criterio de la ~verdad, sino indicio de una obsesión tanto más profunda cuanto más :,~.?~pl.~i:a··~sjál c0gere~cla, El id~~lismo debi ra darse cuenta de ello "S!lal1.dgpropone su teoría llamada de la c,ohelenCla. :. Los objetos sólo son reales, en el sentido ~el realismo, cuando lo son en el Verbo. Y las construcciones intelectuales sólo son verdaderas, en e! sentido del idealismo, cuando lo son en el Verbo. El intelecto humano, como tal, no es productor de la verdad al modo de una araña que teje su tela. Ningún hecho del mundo exterior o interior, como mero hecho, funda una verdad, ya que puede igualmente enseñar una ilusión o la historia de una ilusión, bien en la naturaleza (por ej., los monstruos antediluvianos), bien en el mundo humano (por ej., muchos ídolos del pasado y de! presente). ( Por lo que tOca al mundo de nuestra experiencia, es la manifesta-
)-
)
i
)--
)-
r-:
1
233
)I
)_
)~ )-
)\-
))
))
)
) ---'
)
) -
) )
) )
) ) )
-
)
-
)
: j:'P~'imero, en lo, que toc~ a los gén~ros y especies (es decir, los universales), es cue~tlOn de sab~r SI son realidades .subsistentes en sí m.ismas o meros conceptos del ;csp~ntu, admJtle~do que ~ean r.ealldades sustanciales, SI son corpóreas o incorpóreas, .-r SI: por ultimo, tIen~n ~xlstencla separada o sólo subsisten en las 'cosas sensibles y , ,segun ellas; de c~to c':ltare hab!ar aquí, pue: se trata de un problema profundísimo que' ~Z~ .~nalnvestlgaclOn muy d¡f.er.e~1te mas extensav"., .
ción fenoménica tanto del mundo creado del Verbo como del mundo evolutivo de laserpi'ente. El intelecto de nuestra experiencia es a su vez la manifestación Itanto de la luz del Verbo como de la astucia de la serpiente (por usar el término bíblico que indica cómo las tinieblas imitan la luz sin recibirla). Por ello, antes de profesar el reahsmo, hay que distinguir todavía e.r1tre.mundo 't m~ndo ..Y a,nte~ de abrazar el idealismo hay que distinguir entre lOtehgencla cosrruca e intelecto humano. 1 • . Una vez hecha la distinción, se pueden adoptar a la vez, SlOvacilación alguna, el realismo y el idealismo, lo que constituye el ide.alr..e~lismo ..ologismo. del hermetismo antiguo y contemporán.eo .. ..' El método de la ;correspondencia se convertirá ent2.l}c:esen el !:>astón que tiene en s~ mano el Ermitaño, y el de la cohf;r.enc:a (':n el manto con que se cubre. y todo ello merced a la. luz de su lámpara, que es el instrumento sagrado donde la luz del Verbo se une al aceite del esfuerzo
intelectual
del hombre.'
y:
r
,
t:~L;
)
)
Xi.'; )
r ) ) r-
) ~
- ) ) ) -
) )
- ) ) r:
)
) ) - ') -
) )
)
I 2. La antinomia re1úsma-naminalisma
. '.
1,,,
.
".
'
." .¡.; ,', .....
:. "o
',
..
cbn
En estaantino~ia, eit~r.mino «i~~Fsmo;, nada Jieii~eri común el que se emplea en. la a~~in~~ia' ~~alismo-~dealismo.{\Q..0 el voc~blof se refiere a l,aescu<::la:
.'0;
Desde Boecio hasta el renacimiento, e incluso hasta nuestros días ese problema ha sido objeto de la «investigación muy diferente y má; e~tensa» que deseaba Porfirio. En efecto, los.. doctores medievales d~ndose .~uenta de que el problema de los uni'ver;;l~s ~e 'situ~ba en el tl:l_c~~
1!~.~~~I.:l~~ .. ~urantF;,l!.~ milenio y dio pie. adecisiones de conciÍios :.?_1E~,p.o.J:.eJempl({er~~.S.oissons,que condenó el norninalismo en el año 1092. . .... ... . ." .' .
1,
r-··..:-~·
, Latesisde los-realistas se remonta a Platón; a su doctrina :1.~as. L~ d~ los .riominalistas está vin~ulada con Antístenes:
de las
_.J...
i( verdadero.problema Consiste e~ saber si la caballeidad es ante. (l!.lgL~..!9_S._~;¡.~;¡.1}?S)I.J:ºi'-':i!=lllalt;~.(U1Jiversale ante rern, «lo universal es; . ..anterior .. _._---.~ a lo:.I?artJcul»" ar ), ~1..1es es lDl11al1ente (umversale tn re, ),: Según.PlatÓn,Japballeidad existe. como idea ;,. ::~gs...d.dps.pball()s; s..egún Aristóteles, la caballeidad no existe sino .•.....e~.o!~,s~ab~llos,c().moprincipio formal de los mismos; s~g.únlos.t::on.,.. s..~p_mahs.tas. (por.eiemplq.Kantj.Ia .caballeidad es un concepto forjado fl~.r.}~ ..~e,!1te.1:ne.dlante una especie de recapitulación de los rasgos
._., .....
o
Parfiria el fenicio; discipulo de Platino de Licópolis, a las catego~ías, . Dicho
problema
se formula
con toda claridad
ya desde el pnncl- ,
.4. Isagog! 1, 9·14. 5. Cit. en Die Sokrariker,
( trad. alcm.
y cd. por \Y!. Nesdé, j ena J921, p. 79.
pLO:
,.:
235 234
¡, :
) .... )c.op:1unes a todos los caballos, después de abstraer sus particularidades (universale post rem)." " ", ',Saber si la caballeidad es anterior a los caballos reales, si es el 1 principio de su forma o si sólo es una noción mental deducida de la experiencia de los sentidos no constituye, a decir verdad, un problema apasionante. Pero el asunto es muy distinto cuando, en vez, deja caballeidad, se trata de la humanidad o del mundo. Plantéase entonces el problema de la diferencia entre creación y génesis. En l;¡,.creació.J?I)a idea o plan del mundo es anterior al acto de su realización, mientras que en la génesis o evolución no hay idea o~pla'n anterior al hecho, sino una fuerza inmanente a las sustancias y seres individuales, que los impulsa a buscar, mediante tanteos y errores, el camino del progreso. Tocante a la humanidad, el problema es el del hombre prototipo o ,''Adán celeste, es decir, el de la creación del hombre o el de su génesis 'evolutiva",il~~" Examinemos ahora de cerca las tesis fundamentales del realismo y~,.,
,
eliminaba a los individuos nocivos sacrificándolos a los intereses de la! humanidad o de la Iglesia? ¿Ese realismo, finalmente, que, colocando! la raza o la clase por encima de los individuos, exterminó a millones' de judíos y gitanos por mano de los nazis ya 'otros millones de kulaks:, o campesinos acomodados, así como a numerosos miembros de las' clases altas, sirviéndose de los bolcheviques? ¿O bien tiene razón el nominalismo? ~rnpero el norninalisrno es ciego para las ideas y los principios, [que 09 son,para élsino meras palabras. La verdad, la belleza y el bien' \n6~~~i~ten,según él, como realidades objetivas, y sólo son cuestiones ¡el:, gu!,,!.():Ninguna ciencia ni filosofía dignas dé tal nombre podrían existir si el nominalismo fuera el único terreno intelectual donde debieran vivir. No tenderían entonces a lo universal, sino a lo propio de rcada individuo. Se ceñirían a coleccionar hedhos particulares y, lejos ::de valorizar sus rasgos comunes para desprender de ellos leyes y ¡'principios, ~cabarían convirtiéndose en una ~specie de museo de tales
)-
))
)
L )-
L ))-
L
'L )-
norninalismo. hechos particulares. Este museo aguardaríal en vano la llegada del :)- Lo general es anterior a lo particular: es la fórmula básica del !,ipensamiento científic~ y ,filosófic~ para ser¡ útil a la l:umanidad de realismo. "", ,:;modogeneral:el norninalismo sena Incapaz re producirlo, ya que se L .: . r-'- ". ,;'. • . J ," l l' , f'" ¡: d' ¡ ",i!',',~,;,.," '. '," la ci ", ,-. _.. . r' . "::""'"," o particutsres 'ánterior a logenera : es a contra orrnuia e. no-.'. ' >'::'~' opone-a. a 9.1enCJa,';;, 'rriinalismo, ".,,' /~(~.,' :' ¡EüJuga)' de abrirse a la ciencia y la:filosofía, daría entrada a m ulti'Estas dos tesis contrarias implican que, par~,d realismo, lo general . ,w" [Líd' 'd~,~~,c:~as.de gusto subjetivo. Cada und pensaría y creería a su ;!.'~~,'.',:,":','~:,',:,:""I,:.,,.:¡.,,:l,t
"
i
~~~t~~~:~~,dl~I;:~t~;u~:~o:s o!~:t~:~l~~!or::;~~~~~~rY~~j::i:~~:l~/'~ lo general. En otros términos, para el realismo la humanidad es más: ~ i-eal y constituye un valor más elevado que el hombre individual; para: ¡'O"' 'el nominalismo, al contrario, el hombre iridivIdual es más real y posee}:~!~;:Y un valor más alto que l;¡ humanidad. Según el realismo, no habría hombre si no hubiera humanidad; según el nominalismo, no habría humanidad si no hubiera hombre. Los hombres componen la humanidad, dice elnominalista. La humanidad engendra en su seno invisible, pero real, los hombres individuales, dice el realista. ¿Quién está en lo cierto? ¿El realismo, con su ídolo de Ía colectividad anterior a la humanidad, al alma individual, ese realismo que, por boca de Caifás, justificó la condenación a muerte de Jesucristo di'" ciendo :~:::' ,~;;; ,.,!,:,!.~,~,',:.~,:":,~:f,:,;.~, ••'.',',',~,,,',
,,'
L )
e'
'-'-",
""'>,
.t: .¡ [:
-
"OS conviene 11,50; 18,14)?
que muera un solo hombre
por el pueblo,
y no toda la nación»
¿Ese realismo que, por medio de los tribunales
Un l,lti'",·,~,:<":,,,'.',.'_',:.r
de la inquisición.l
~!¡~: R¡,:',
236
f'
:~;
'
,
,'
••
,
"
',"
L,
'
¡~~,~nN¿\~t:~it~dr~:~~n:~~;::lel: ~~~e~~~f~::i~:~i;~~~~~~'~octrina, y por eso también la ciencia 10 desterró como método. Con él, la Iglesia habría quedado atornizada en un:a- muchedumbre de pe queñas ;eligiones según el' gusto personal de cada individuo, y l~ ciencia reducidaauna especie de coleccionismo estéril ya un sinnúmero de opiniones privadas. No podemos, pues, prescindir del realis~o si atribuimos algún valor a la verdad objetiva (ciencia) y a la verdad transubjetiva (religión). Tenemos que admitir ambas verdades, objetiva y transubjetiva, siaspiramos a la unión de la humanidad en laruniversal verdad objetivade la ciencia y en la verdad transubjetiva (fe la religión, ¿Podemos" en cambio, renunciar al norninalisrno] Tampoco. El nominalisrno, en efecto, esj1a visión de un mundo constituido por seresindividuales, únicos e irremplazables. Es la visión del mundo como gran comunidad de 'hn~es': en vez de un mundo
L )\
)
(
í;~i:'~~' t,~~: P;~;,~~:':;,~,nd;:~n~o vf:~1~~~J,:d;~" ~~~~t~;'::; lazos' de la paternidad, serafines,
querubines, I
filiaciórl y fraternidad~ reinan rodeadas de los tronos, dominacionef' virtudes, potestades, I
237
I
)
) - ) ) )
) )
) ) ) ) ) .)
)
) /-
X )
r-
)
,-'-
)
) )
)
-
,
) ) )
)
) ) (- ) I
- ) )
/'
)
) )
,-
)
I"n,w",f.'f.:
arcángeles, ángeles, hobbm y"'" visibles e invisibles de leza. ¿ Cómo podría pronunciarse con toda sinceridad de corazón la 'plegaria dirigida al Padre que está en los cielos, «santificado sea tu nombre»; sin creer que tal es el nombre único y .santo del ser vivo,
mediante 01 amor. El mientodelo universal ~o ;!l:2 hay principios, individuales, no como
[r
¡ti
:10
sólo puedo ser 01 conocique se revela en lo particular. Para el hermerisleyes O ideas que subsistan fuertí de los seres rasgos estructurales de su naturaleza sino co-
pmpio,h"m,ci,mo
único y sant?, ~ Ib'~ dlesig~acAión de la ideda suprema, de ladca~sa rrt?oerrtidahdes s~Plaraddas e i~de~endiell1tes de la misma. Para ~l henneprimera o pnnClplO a' so uto r ¿ caso se pue e amar un mun o 1D-:, usrno no ay m ey e gravItaCIón ni ey de reencarnación: sólo existe ,visible de causas primeras impersonales, un mundo poblado de leyes y ~:: la atracción y repul~i,ón de los seres (también los átomos son seres), principios? *'; tocante a la graVltaClOn, y la atracción de los seres a la vida terrestre . De igual manera Rue el conocimiento intelectual y general del l ~on sus alegrías y dolores, en lo que se refiere a la reencarnación. Mas munbdlo en sí¡mism .o ~ci~dl1Cial! y co~o obra delDios (lfilosofí~) r:o es ],i.·.l:.:.. Pgor°ttr~ farte , si no hay e.~ el mudndo entidades como las leyes de l~ pOSI e SID e rea lismo I ea ista, aSI tampoco o-es e conocirruento v o¡ . ravi acion y l a reenCar?aClOn, se a en cambio en los seres -pequeños intuitivo e individual de los seres particulares (mística, gnosis y magia)~¡~ y grandes:- el deseo universal de asociarse, de formar juntos molécusin el norninalismo ¡f¿lista.~"'· las, organismos, familias, comunidades, naciones ... Es un deseo o neNa se puede ni abrazar sin reservas el realismo idealista o el nornicesidad estructural y universal que se manifiesta como ley! Las leyes ;nali~mo realista, ni prescindir de cualquiera de ambos, porque tanto el ??n!7~l'11:anentesa los seres, como la lógica es inmanente al pensarnienintelecto, que postula. el realismo idealista, como el amor, que reclama it()por,fo.rmar part~ ,de su n~turaleza misma. X el verdadero progreso, el nominalismo realijta, son facu.hades estructu~ales de la natura!e. za i~~ut~QJ!C cedÚ:ÍuIT'clla ~l puesto :~ esa: 'universal básico del'4undo -el Logos- tomó cuerpo en J esucristo, que i'itt"<' e.t.r~,l~y.A(!)a.qu..eel)\ilaestro dio ejemplo al lavar lbs pIes a sus discí-: ~s el particularbásicodel mundo; Al encarnarse, el universal de los j2.1!los.Según esta ley:.superior, es el fuerte quien sirve al débil, el rey al universales, el principio mismo de la inteligibilidad, el Legos, se trans-; );~i? E~~bl(),~l maestro al discípulo, al igual que en los cielos, donde los formó en el particular de los particulares, el prototipo mismo de la; r_r:ge)esslrve[l a los,;homb,res, los ~rcángeles a los ángeles y hombres, personalidad, J esucristo··:'It~·. I,o..~ pnn.CJpad.as a l~s ar~angeles, angeles y ho~bres, y .así sucesiva. El Evangelio de /san Juan, sobre todo, pone xie relieve clara'~ .. Ql~nte".c~ Dios? DIqs,slrve a todos los seres sin excepcióri.i, explícitamenre el hetho de la unión del principio del conocimiento De idéntica manera la ley de la lucha por la existencia, que Darwin universal con el ser del amor individual de corazóna corazón; Descriok~.<:ryó~?e( terreno biológico, cederá un día el puesto a la ley 'de la '.be la divina obra de alquimia donde .eLagua~e.unió.al fl!¡,:go;_cº!JYÜ~:O?pe.rqcwnporla existencia; que se da ya en la cooperación entre las tl'¿;.}dose así. en aguaviva, y donde lasJenguas de fuego qued~.roy! plantas en fl~r y las abejas, entre las distintas células de un organismo tra:nsformadasen lenguas de Pentecostés, comprensible para cada in~ Y en el proplO orgaDlsmo social constituido por los hombres . . dlvill~o.La·sUsi:allcikdd bautismo -ef agua vivificada y el fuego qu~ __JElfin de la ley de la lucha por la existencia y el triunfo futuro de Ía\ ':no consume lo particular, sino que hace que éste participede l;¡~t,~,rgLl :I~ey,de la cooperación por la vida fueron anunciados por el profeta' a1as: ..dad- procede de la obra de la Encarnación y Redención, _ . . 'En lo que atañe/a la' historia del espíritu, bautismo es tambiénl~ "Serán vecinos el lobo y el cordero, unión del realismo ,y el nominalismo, de la cabeza y el corazón en el y el leopardose echará con el cabrito; ser humano, y esta, }lDión no es más qu~ el reflejo d~ la realidad de .~': el novillo y el cachorro pastarán juntos, Encarnación por laque el «Verbo se hizocarne». \ . y un niño pequeño los conducirá» (Is 11,6-7). '. El hermetismo, bristiano es a la vez amigo del realismo idealista, por cuanto éste aspf~i al Logos, y del norninalismo realista, por cuanto '. Eso acontecerá porque la nueva ley -es decir, un cambio profundo este último aspira arla experiencia mística de la comunión de .los seres psíquica física lo, reemplazará a h antigua ,:t,_...,.'...•..,....:.·.:.:..
"1';~: !:;
JiJ
;:,:¡;:: v , "".
i1[1;\:':
3&~~F
e
¡
,,~",~,,,,U"
238
y
a,
c"'-
239
J~
.;::f
".'!
:'¡
':,j ":"/
'0;.; "1 :j "
:~¡
I
..
;:
ley, primero en la conciencia, luego en los deseos. y aficiones y, por último, en la estructura orgánica de los seres. Las leyes se suceden y cambian. No son entidades metafísicas inmutables. Lo mismo sucede con los principios y las ideas: ""."
«El sábado ha sido hecho para el hombre, y no el hombre para el sábado, que el Hijo del hombre es también señor del sábado" (Mc 2,27-28).
I
.;:,:
,"
.,1.
;.' 1"
1;,;"
de suen~':j ;'
Tal es la relación que existe entre los seres, por un lado, y las leyes, principios e ideas por otro. Entonces las leyes, principios e ideas ¿ no son reales? Lo son, pero su realidad no consiste en poseer una existencia separada de los seres, la de entidades metafísicas que pueblan un mundo bien suyo, un mundo de leyes, principios e ideas, el mundo de los seres espirituales: almas humanas, ángeles, arcángeles, principados, virtudes, dominaciones, tronos, querubines, serafines y la Santísima Trinidad del Espíritu Santo, el Hijo y el Padre. ¿Cuál es, pues, la realidad de las leyes, principiose id.e;:¡$?Consiste en su parentesco estructural de orden ~spiritual"anímicoy cor.,p.Q;;Í. .Todoslosseres ;1na,n,ifi,r.9tanun parentesco. up.iYei~aly',dan tí'!stimorl'i"o -de su o;igeny arquetipo común. Esteá:rquecipo!coml1n, quélacábala • ¡llama Adam Kadmon, es la ley, principio. e idea' de todos los entes. La «i~1ag~n y semejanza de Dios» (Gén 1,26) en'AHkn es la ley por la que éste «tiene dominio sobre los peces del mar, las aves del cielo, las. bestias, todas las alimañas de la tierra y los reptiles que se arrastran por ella» (Gén 1,26). Adán es la ley, principio e idea de todos los seres de la naturaleza, por constituir su síntesis ejemplar, S.li_prototipo" El realismo tiene, pues, razón al afirmada realidad de losuniver-' sales, ya que éstos son rasgos estructurales del.arquetipo de todos los: seres particulares. El nominalismo tiene también razón al enseriarqu e; no hay en el mundo más realidades que los seres individuales, en~rd los que no figuran los universales. :·" ..jEI hermetismo ve en el Logos hecho hombre el universal ejemplar' (arquetipo) convertido en el perfecto ser particular. Para el herrnetis;..mo cristiano, la controversia entre realismo y nominalismo no existe.
3. La antinomia fe-ciencia
empírica
El Maestro dice: « Yo
os lo aseguro, si tenéis fe como un grano de rnostaza.. diréis a esa montaña: "Trasládate de aquí allá", y se trasladará, y nada os será imposible» (Mt 17,20).
240
El siglo
XX
I
replica:
"y la ciencia tomó un grano de hidrógeno,
liberó la ~ncrgía en él encerrada)'
redujo
la montaña a polvo.»
He ahí nuestra situación en cuanto a la antirnonia entre fe y ciencia empírica. Nuestra fe no desplaza montañas, pero la energía que la ciencia nos ha enseñado a manejar puede muy bien reducirlas a polvo. ¿ Quizá porque no tenemos ni. un grano de mostaza de fe? ¿ O acaso porque hemos concentrado todos nuestros esfuerzos en la tarea de penetrar hasta el fondo el secreto que enc¡~erra un grano de hidrógeno, en vez de hacerla en la de adquirir u11¡a·feal menos tan grande como un grano de mostaza? Para poder responder a estas preguntas, debemos primero caer bien en la cuenta de lo que es la fe y de lo que es la ciencia empírica.
I La.Ie
I I
.
.
...
,
.
:
,··f.':
.'
.
.',.taJe capaz .-cuando alcanza el tamañQ.,deHD gi;:ano ~e mos.ta;za~: de mover montafias ¿ se identifica .con lacOniicclón;:~on el sentirIlle~to de certeza respecto a una doctnna? ¿ O con la confianza, la ausencia de duda, por fiamos de un testigo o testimonio? ¿ O finalmente con la esperanza, con el opt~mismo en oposición r.lpesimismo? En s~lma; .basta con no tener 111nguna duda para que nada nos sea imposible ( No pocos dementes dan muestras de una -total ausencia de d~da . respecto a sus ilusiones o ideas fijas. Deberían,. pues, poder real~:-ar milagros, si la fe no fuera otra cosa que la intensidad de la conviccion, confianza y esperanza debidas a la falta de duda. Los orates, en efecto, desarrollan en sí mismos esa intensidad. Mas esto solo no es suficiente para constituir la fe a que alude el Evangelio. Trátase, con toda evidencia, no de la intensidad de la ce,rte~a sin más, sino de la .intensidad de la certeza de la verdad. SI aSI.n? sucediera, los dementes serían taumaturgos y la locura se convertrria en ideaL . .. La fuerza capaz de trasladar una montaña debe ser igual a la que la ha erigido. La fe capaz de tras.ladar mo~ta:lal no puede ser, por tant~, ni una opinión intelectual 111un senurruenro personal, .aun el. mas intenso. Debe resultar de la unión del ser humano, que piensa, siente
l'
L4e.~.~;ól).¿onel ser cósmico, Dios. . La fe que muevemontañas es la unión instante- entre el hombre y Dios.;
l·
,
))
)\
cdmpleta =aun solo por un I 241
-
)-
)-
) )))-
)
') ) )
) ,) )
)
) ) ) )
)
) )
" y ) ) )
)
) )
)
) ) ) )
I
Por ello ninguna ilusión puede engendrar la fe, y por ello también los milagros debidos a la fe son testimonios de la verdad -y no sólo de la sinceridad- de la convicción, confianza y esperanza de quien los obra. Los milagros son frutos de la unión de todo el hombre (el hombre concentrado) con la verdad, belleza y bondad cósmicas, es decir, con Dios. Son operaciones de la magia divino-humana que está y estará siempre basadá en la constelación espiritual Dios-hombre. En otras palabras, esta magia opera siempre en nombre de Jesucristo, de acuerdo con la fórmula: «Mi Padre va trabajand¿
La [e p'"
On 5,17).
la qu, nlda "mita imposible " o! ,,,ado do! alma," el\
:t,',.,'.;.:.•',,~.·
:,1*: .'.
. :'~~n
La ciencia empírica
.
I
'
Calor, vapor, magnetismo, electricidad, energía nuclear. .. ¡cuántas fuerzas poderosas dominadas por e! hombre merced a la prodigiosa labor de la ciencia empírica! Gracias a ésta podemos conversar con n~estros amigos a t~l~yés de! océano, ver lo que suce~e a miles de kilómetros de distancia, hallamos en una hora a la cabecera de! lecho de un enfermo en otro país, pedir auxilio cuando nos amenazan graves peligros en el mar, la-montana o e! desierto para que vengan en nuestra ayuda aviones, buques, ambulancias o equipos de salvamento. Ella nos permite escuchar fa voz de una persona fallecida decenios atrás, andar aunque nos falte una pierna, ver lejos siendo miopes, oír estando casi sordos. . '., ¿A qué se debe .el fabuloso éxito de la ciencia? ¿Qué principio básico lo explica? .s~,¡priI1!er [undamenjo ~~ l.a.. 4./id.a. Qrfl,ci~s a Íaduda
242
I ,. '1""
)
)
trabajo»
____ en
que Dios actúa y el alma también actúa. Es el estado del alma concen-I~: trada en la verdad y a fa que Dios añade la intensidad de la certeza, así \~,i' como e! poder, que hicen posibles los milagros. Es la magia.debida a) ~~. la unión de dos magos: Dios y el hombre.. ,. :11;~ ..,' L~ fe no ~s, por coHi?uiente, ni la certe~a l?gicíl,~Ua.,cer~~~.~.Q..e)a j :~. , . autoridad, 111la aceptacron de un testrmoruo fiable, SIlla la ul1lo.n del] ,;: .'álfna'::c;~;l'iDios' logi:adk.pór el esf\:l:erzq del pensamiento, pO,r.'~.a.~~¡ª.81~7. , 'f;" del testi~onio pd.edigno, por la oración, med~tación,tof{'t~:pp'l~-; , cióny e! empeno pradl~o-moral y otrasmuchas vías y esfuerzos_que1(~{ contribuyen a que e!.Ja1ma se abra al soplo divil1o.,i~:{: La fe es e! soplo divino en e! alma, como la esperanzaes lall!z{lt";" divina y e! amor e! f}legodivino.'j'~¡¡:
) )
hasta ahora, y yo también
+
s.Qlmd
. :;':~1
:,,!,~
a
~~oÚ·\;~· ...',:~.\.
"
~
-"
'
.'
I.~,~~
,;/I~·
..''.:-~ >~n"~:~~··.:·.~~·<·t:\:)·;· ...:"~1~~
A~í corno la dudacientífica es subyacentea la ciencia empíi-lci';~ll:' ..'; cuanto método, así también una fe científica es subyacente a la ciencia misma en cuanto principio de fecundidad. Newton dudaba de la teoría tradicional dela gravedad, pero creía en la unidad de! mundo y, por tanto, en la analogía cósmica. Así llegó a la ley cósmica de la gravitación, partiendo .del hecho de una manzana caída de! árbol. La duda puso su pensamiento en marcha; la fe lo hizo fecundo. ¿Cuáles son los dogmas de la fe científica? Heaquí credo científico:
.' ,
:T~f :.'i¡ "<~
.:S~
.;:"k/.~~~
e¡
Creo en una sola sustancia, madre de todas 'las fuerzas que engendran los cuerpos y conciencia de todas las cosas visibles e invisibles .. Creo en un solo señor, el espíritu humano, hijo único de la sustancia del mundo, nacido de la sustancia dé! mundo después de todos los siglos de la evolución, reflejo reducido del gran mundo, luz epifenoménica de la oscuridad primordial, verdadero reflejo del verdadero mundo, curribre de un desarrollo que resulta de la tentativa y el error, no engendrado ni creado, consustancial a la sustancia madre y capaz de re,flejar el mundo entero. Por nosotros los hombres y por nuestra utilidad subió de las tinieblas de la sustancia madre, tomó carne de la materia por obra de la evolución y se hizo cerebro humano. Aunque se destruya con cada generación que transcurre, se forma de nuevo en cada generación que sigue, conforme a la herencia. Está llamado a elevarse al conocimiento exhaustivo del mundo entero y a sentarte a la diestra de la sustancia madre, que le servirá en su misión de juez y legislador, y \u reino no tendrá fin,
·H .~.¡;. ~ :!¡
;;.~
i{
243
:!¡j :;·;d
I
t ,.
Creo en la evolución, que todo lo dirige, que da vida a lo inorgánico y conciencia a lo orgánico, que procede de la sustancia madre y modela el espíritu pensante y que, junto con la sustancia madre y el espíritu humano, goza de la misma autoridad e importancia. Nos ha hablado por medio del progreso universal. Creo en la ciencia una, diligente, universal y civilizadora. Reconozco una sola disciplina para eliminar los errores. Espero los futuros frutos de los esfuerzoscolectivos del pasado y la vida de la civilización por venir. Amén.
;1
;.1 "
., ,
Tales son los doce artículos de la fe científica en los que no sólo se basa el secular esfuerzo científico que conocemos, sino también el martirio de muchísimos hombres en nombre de la ciencia. Compara este credo con el tradicional credo cristiano, artículo por artículo; y percibirás así codo el alcance de la antinomia fe-ciencia empírica.
,~
I(~
l' J",,;~'.
Jl11q._.l~nicasustancia como base de la multiplicidad de los fenómenos; el espfriú¡ humano, capaz de reducir esta multiplicidad a la uní. d.ar,Llfl~e'lJolución, a la que el espíritu humano debe su existencia, y la '... ...~;glabpra¿ión,. con la q,uelfl·evoluciónp,i:"omete al: espíritu humanosu . ..úi:turo .desarrollo hasta, que' se convierta señor de la misma: el esfuerzo colectivo y organizado, según elrnétodo de la duda y la verificación empírica, continuado de siglo en' siglo: he aquí los cuatro principales dogmas de la fe científica. .._.?jl,mm¿ia, ..es píri tu.h umano.i.evclu ción ..y:..metoQo:Gieiirífi co ·sonj;& .!~!,,:,.,. ,fcuatro Ietras .del T etr-ªgr:;imato n .o.nombre inrbbJe __de.la ciencia. Éliphas Lévi da-mucha importancia al papel que desempeña en las evocaciones de la magia negra el empleo del nombre HVHY (leído Havayot), que es la inversión del Tetragrámaton sagrado YHVH, y como el Tetragrámaton es la ley de la causalidad (sucesión de los principios activo, pasivo y neutro y de su manifestación; o bien: sucesión de las causas eficiente, material y final y del fenómeno) que arranca de la razón, concluye que la inversión del Tetragrámaton es la fórmula mágica del caos y la sinrazón. Con todo, el Tetragrámaton invertido constituye precisamente el arcano- de la ciencia empírica, por ser el principio pasivo de la sustancia o materia considerado por la ciencia empírica como el primero, el principio por antonomasia, mientras el principio neutro (el espíritu ·::r~;, humano) le sigue y el principio activo (el método) termina la serie. ,:i.'.''.' . '~';' En efecto, si la yod es el principio activo (causa eficiente), la pri,.~~. mera he el principio pasivo (causa material), la vav el principio neutro (causa final) y la segunda he el fenómeno entero que da por resultado
en
¡Ir
¡O
~ .'
:,1,
,1
•.
.11
))))
L )~ )
))..J
. t~flejada. I . . . N oes la fórmula lógica, la de! Lagos, sino' la de la serplente de! . G¿~esis- «el. más astuto entre los vivientes» que aspiran a la expansión de's~ conciel~f25a·.(;<1,elos ca.n:'Pfs»), Lamet~ .fil1al d~ ~~ l~gicadeJaserplerit~ o..de laastucia CO~1s1st~¡n,llegar ~ ser DlO~, en}l..e._~,:~.a.~.er P1OS. «Llegar a se~ !r:O~.O ..I)}, he ahí la .ese~~Ia de la ~stucia y también el sentido de la fe científica, del credo científico, que ha. e.s·si¿üparáfrasis y desarrollo de la promesa de la serpIente:
.' ¡)c::~i:i~~;.;l
ho
(
-
« ...
el día en que comiereis
)j
""?"
.
)--'
))
bri '1.1 " di "\ de él se os a riran os OJos y sereis como ioses, conoce_~~
-
)-
:;dores del bien y el mal" (Gén 3,5).
'-
)
Abrirse los ojos, ser como dioses, conocer e! bien y el mal: tal es e1 ¡g~an arcano de la ciencia empír~ca. Po~ ellol ésta se ha entregado a l~ ¡causa del esclarecimiento. (<
sJ
245
244 ',-
.
el nombre yod-he-vav-he (YHVH) entonces el nombre inverti.do.h~vav-he-yod (HVHY) constituiría la serie prmcipio pasivo, pnnclplO neutro, principio pasivo, principio activo, bien: materia, razón, evolución, método científico. 'r . ¡La serie HVHY quiere decir que ·nada es anterior a la materia y ,.na.c!i.lamueve; se mueve por sí misma. Signifiica también que e! espíri;tu,.~§)lÍjo de la materia; que la evolución es!la.materia engerldradora ''.ci~J.espíritu, y ..que el espíritu, una vez nacido, es la actividad ~e la :~ateria en evolución que toma conciencia de sí misrria y, a parnr de ~~~~omento, se hace cargo de la evolucióil;' , " Así, el Tetragrámaton invertido es a todas luces la formula smtesis de la ciencia empírica. ¿ Es esta fórmula la del caos y la sinrazón? No. Es la imagen invertida, como reflejada en un espejo, de la .íórmula espíritu-materia-evolución-indiviclpaliclad o del sagrado ¡nombre YHVH. No es la fórmula de la sinrazón, como tampoco la de ~a inteligencia; es lafórmHla de la astucia, es decir, de la inteligencia
(
))~ )))~
)
-
)~
))))))-
) )
)
r--
)
)
) )
) ) r"
)
rr-
)
..-::.
) ,)
) ) ." :--
')
"
) ) ) )
)
)
.) ) )
) .-
) )
•
por ello en otros planos, en el plano vertical, por ejemplo? ¿ Cuál es el precio de la explicaci;ón científica, de ese;¡.brirnos los ojos en )
) r-:
Religión
)
+
) ) )
) r-
)
...¡r:StOsigl1~fi~.ª:gúeT6$jij?~~C:(6üjjªritit.~tiY2!>_º.eImu~do se separan :,;etaITl.eJ.ltt!.deJQs_asp.ect9.~s:ualitativos y que nos damos cuenta de la 8if~[e11<::ia.precisaentrela.func:i9nd;e un mecanismo y la acción de un ~f
246
Ciencia
6.
De docta: ignorontía es el título de uno de los más significativos
Cusa (1401-1464).
escritos
del filósofo
y cardenal
Nicolás
de
'
247
.. " "
L )-I
q~le sirve a la salud, la vida y el bienestar de la humanidad. De esta suerte quedará abierta a todas las innovaciones metodológicas que entrañarán tareas particulares, y acabará un día por entregarse a las fuerzas vitales y constructivas del mundo con el mismo celo y la misma intensidad con que hoy se entrega a las fuerzas provenientes de la destrucción (calor debido a la combustión, electricidad debida a la descomposición o la fricción, energía nuclear procedente de la desintegración de los átomos ... ). Esto a su vez acarreará la transformación del método científico, en e! sentido de que se abandonará corno cadu-. ea la voluntaria ignorancia de! mundo espintual,. . ' Todo ello, no obstante, sólo podrá suceder cuando cierto nú~ero' de sabios hayan «colocado en una pértiga la serpiente de bronce», es decir, hayan añadido en su fuero interno la vertical de la religión a la horizontal de la ciencia empírica. Quedará así neutralizado el veneno de la fe científica y. ésta convertida en servidora de la vida, Lo que acabo de exponer no es más que el consejo divino que recibió Moisés en el desierto entre la montaña de Hor y la tierra de Edom: ' ,'.::.":
~../".~~L;
,J~fhi~'1Vro¡sésuna s.~~pjel1~ede:bl:oriCey la pÚ.so.:tn·,.,;;:,'p:¿[ig~;y cuando -serpiente mordía a un hombre', siéste miraba la serplej1t'c 'd'~Bi'oiiée,cj{Je'dabacon
':+;
•
Hay que decir que esto no es sólo un consejo bíblico o e! piadoso deseo de un hombre solitario a quien afligen los estragos causados en la vida espiritual de la humanidad por la fe científica con el apoyo de la ciencia empírica, sino un hecho ya consumado: tal síntesis existe, A Francia corresponde el honor de haber engendrado y contribuido a educ:r al gran sabio cont~mporáneo p'ier~e Teilhard de. Chardin (simultánearnente, padre Teilhard de Chardin), quien, con doble cono-, cimiento de causa, erigió bien alta la serpiente de bronce para nuestra época. Su libro Le phénornéne humain (El fenómeno humano?, al Igual que sus demás obras", es la síntesis ya realizada de la antinomia 7. P. Teilhard de Char~in, El jenómeno humano, Taurus, Madrid 196) (ed. orig. francesa: París 1955). 8. Obras del Padre Teilbard de Cbardin, Taurus , Madrid 1957s5 (todas las obras importantes].
248 r" ,,;
L ). ))-
1:
-r
J
También nosotros necesitamos hoy, en el desierto donde nos hallames, la serpiente de bronce colocada sobre una pértiga, y hemos de mirarla para salvar nuestra vida espirituaL Ahora bien, la síntesis entre ciencia y religión no es unate'oría cualquiera, sino el acto interior de la conciencia por el que se añade la vertical-espiritual a la horizontal científica o, dicho de otl o modo, el acto de. erigir la serpiente de bronce:
)-
¡~~
..;~:.:;¡~ vida':/'
(Núm 21,9),
)
rf~.::"~i~?c~a empírica, por, cuanto un verdade[,o ;i~ntífico y ala. vez lVer_daderocreyente logro llevar a cabo con tollo exito , en el trabajo de vi4~~la unión de.l~ ,horizont~l de la ciencial~¡y qué horizontal l) con Qav_ertlcal de la religión (¡r que verticall): l' ' Aún debemos añadir que no es el úniclo.. en su empres.a y que existen otros muchos hombres qUIenes, «mirando la serpIente de bronce», conservan la vida. En cuanto a nosotros, herméticos, vémonos frente a una obra cuya realización era cometido nuestro, mas no lo ¡ha sido ala postre, porque no hemos querido abrazar de todo corazón ni la causa de la ciencia con su disciplina, ni la de la religión con la suya. Insistíamos en una ciencia nuestra y una fe nuestra. Por eS9 nadie entre nosotros ha sido capaz de erigir la serpiente de bronce que necesitaba nuestra época. Para poderlo hacer, hubiéramos tenidoque ser a la vez verdaderos sabios según las reglas de la Academia y verdaderos creyentes según los criterios de la Iglesia. I ¿Quién de nosotros, al menos en su juventud, no aplaudió en alguna ocasión la máxima proclamada en voz bien alta por Papus: «¡Ni Voltaire, ni Loyola!»? Lo cual signific~: ni duda; ni Fe. ELr:esultado es-que.-dudamos.run poco y cr~i~~.o~5m poco; No tenemos suficiente espíritu crítico allí donde deYef,y sí, en cambio, bastante cómo para hacer que ntlestra fe cojee cuando se trata de aceptar sin reservas valores espiritl~i~'-EW.e se brindan a nuestra apreciación. «Ni Voltaire ni Loyola» ql~re dm:ir, en la práctica, «un poco de Voltaire y un poco de Loyola»; pues 'no se puede prescindir totalmente ni de la duda ni de la fe .. " He ahí aun hombre -sigo pensando en ellp~dre Teilhard de Chardin- que tuvo la valentía de proclamar: «¡Voltaire y Loycla!», y de ser auténtico sabio a la vez que jesuita. Heroicamente aceptó la cruz de la duda volteriana y la de la fe ignaciana. Ello dio lugar a su luminosísima visión de la marcha evolutiva del mundo, por impulso de la serpiente, hacia la meta final asignada por la Providencia. ¡No tengamos miedo, pues, tampoco nbsotros, de ser como el Ermitaño del tarot, quien por una parte vistb el hábito de la fe y por otra sond~a e! suelo con su cayado para salir de dudas! La lámpara que sostiene es su luz, ¡la luz qu~ brota de la oposición entre duda y fe!
:~~.'
~··';'"I':L
;¡~:, ,¡v
))-
)).-
)_. )-
)))-
t;:·.:·
....~
)
-
)-
) )) -)-
)-
))-
)-
))-
El don del negro perfecto
r. ;I[h'/.:.
.:,
li:i~!;:_
)Los arcanos del tarot, insisto, son ejercicios espirituales. Y el noveno arcano, el Ermitaño> es uno de ellos. Por eso las meditaciones
(
249
}-
)))-
)-
) -.::
\)
-
)
, )
) ) ) )
) ) ) )
) ) ) ¡f' ) /
) )
)
) )
) ) ~
) )
)
·!J',I¡ precedentes sobre las tres antinornias tendían no tanto al hallazgo de una solución válida para todo el mundo como al esfuerzo espiri.tual orientado a dicha solúción. Una misma puede resolver esas anunomias de manera más/prafunda y satisfactoria. La solución que ya acaba de prapaner es sólo. una ilustración concreta (en mo.da algu.na la mejor, bien la sé) del Esfuerza .individual aplicado al fartIcula.r.e);e~s::.::, cio espiritual que cansIsteensltuars.eJl:e.nt~~l:!.!VLt:~~~.?" ~na.a.?tl~esIs tratando de verlas a l~'l'lIzmás clara. posible -luz cnstaIIJ?a,~:Ilna ya-, de sue'rte que tad;i' esa-luz intelectual de queuB,9 disponese agate en las das tesis contrapuestas. Sellegaentonces a un estada de espírit.u donde todo lo que unb sabe y concibe can claridad se vierte~nla teSIS y su antítesis, que asílse transforman en dosrayos de luz, mIe~tras el propio espíritu queda sumido en la oscuridad, Una no sabe nr ve ya nada más que la luz ~e esas tesis contrarias,. fuera de las cuales sólo. h.'l'y tinieblas. . ....-' : Tal es el momento favarable para emprenderloesencia] ..Q..eLe).eccI-( cio: el esfuerzo de extraer luz y claridad del fonclq. mismo de la.oscuri-! dad, a fin de conocer la que nos parece" no sólo. desconocido.sine'
1;
..
~
J
'0"
) ,~'
)
)
(-) (-)
.', "\' :¡~.j
-> -> ->
Hijo Penumbra Mercurio
(n) (n) (n)
¡O"
,!:'
..
n
~
~,g.:.:,;;,,'
. La neutralización horizontal se produce al dar can el término medio entre las das del binaria en el propio plana de éste: :;.. . ",-
.'.n
+
La neutralización de abajo se efectúa mediante la reducción del binario a un tercer rtérrnino en un plana inferior al del mismo binario por vía de mezcla: ,·,.l.··
Ir
+
rr
t
J.r
-j--
""'7 n
Para ilustrar estos tres modos de neutralización de los binarios citemos el ejemplo del «cuerpo de las colores» (Farbleorper) del sabio alemán Wilhelm Ostwald!", El «cuerpo. de los colores» de Ostwald está formado par dos conos: ¡.
Polo Norte
j
Polo Sur
l.
9. 'Tra;" ilimentaire de
.
scienL occulte, 7.'
I
250
edición,
p. 121.
10. Die Farbenfjbcl, Lcipzig
1916;
Die Farbenlebre,
Leipzig
19J8.
251 .i
i
k
r
)
)
(-)
Madre Sombra Luna
W
.;.
. ción. I o·' La experiencia n'6s' enseña q\le hay dos clases ?etir:ielJl~~ .._e?_1a esfera de la conciencia. Una es la de la ignorancia, pasividady pereza: T~"~scurid;ad~ la i~fdüz. Li. otra, en' cambio, es la oscuridad del .,' ~o~ocimiento superi.1.f; dela actividad intensay de~ e~ftIerzaqlle aúnt queda por hacer, la ~scuridad.de la.ultraluz. Esta.~ltm:a.es. LUlue se requiere para resolver' una antinorrua y hallarsu ..sintesis. La moderna literatura hermética (de las siglos XIX y xx) hace gran hincapié en la neutralización de los binarios, es decir, el mét?do que~: permite encontrar el tercer término. o términ? n.e~tral a partIr de last?.otros dos (binario), correspondientes a los pnncIplOs activo y paSIVO. Así, en las escritos1de Papus" hallamos los siguientes ejemplos de neu tralización: -r-
(+) (+) (+)
El método de la neutralización (k los binarios (término que se usa¡;;~;OR~~i;~'p~~';o~p estoy seguro de que se utilice en otros países) le,~ ..g~l~er.¡l.Jrnel)~econsiderado por los autores herméticas y ocultistas. tomo el método. tradicional del hermetismo: --UI~"bi~~rio puede neutralizarse de tres maneras distintas: ~1.:Arriba (síntesis). . ;.2. Horizontalmente (componenda). (3,. Abajo (mezcla). La neutralización de arriba tiene lugar cuando se halla el término neutral en un plano superior al del bi~ario mismo:
.: '~ihcognoscible., '1 '. .. 'f' :'1; . L 'l' . (,,;.: .,.o ... De hecÍlo;tüda a9tiriomIa senaslgm ICa pSlCO oglcamente esto;y,~ .., )uz que yo paseo se ha cancen~rada en das palas~ entre es?s dos polos) }:'" luminosos no hay más que tinieblas. Ahora bien, precisamente de,;:,:. estas tinieblas ha de ~x.¡:raerse la solución de la antinomia, la sintesis] ¡¡. Es menester crear la luz a partir de la oscuridad. Podría decirse 'que s~ .~~; trata de un acta análogo al «Hágase la luz» del primer día de lac:.r~a-;¡;
) -
Padre Luz Sol
)
"
I I
)
El polo Norte es el punto, blanco, que constituye la síntesis de donde los colores particulares desaparecen en la·oscuridad. La neutratodos los colores. Es la luz bla.nca que se diferencia cada vez más a lización del binario amarillo-azul se lleva a cabo, según este método, medida que desciende hacia el Ecuador. Aquí los colores alcanzan el al hallar un punto en la escala del cono invertido del cuerpo de' los máximo de su diferenciación e intensidad individual. Por ejemplo, en colores donde el amarillo y el azul dejan de diferenciarse y se funden el polo Norte, el rojo está sólo en potencia; luego, poco a pocc..« en un castaño oscuro, medida que baja, va volviéndose rosáceo, rosa neto, rojizo y fin~Si tomamos ahora, en lugar del binario Jmarillo-azul, el binario mente, al llegar al Ecuador, rojo vivo. Así, el Ecuador se halla consrimatemática-ciencia descriptible o matemáti~;-fenomenalismo y le tuido por los siete colores al máximo de su inten;idad. aplicamos los tres métodos de neutralización, obtendremos respectiLos mismos colores, al continuar su descenso desde el Ecuador vamente una fórmula de síntesis trascendente, 9tra de acomodación o hasta el polo Sur, pierden gradualmente su luz cromática yse '¿;c~r~equilibrio y una tercera de indiferencia, Helas aquí: ceno Cuando llegan al polo Sur ya no se diferencian, y todos ellos se '~i":" /1":)Síntesis trascendente: Dios hace geometría; los números son vuelven negros. El polo Sur es, por tanto, el punto negro del cuerpo de cre~-aores"ae 16s fenómenos. Tal es la fórmula de Platón y de los los colores, al igual que el polo Norte es el punto blanco: '. pitagóricos. 1-Este punto blanco es la síntesis de todos los colores, su neutraliza. (2-: Equilibrio: El mundo es orden, es decir, los fenómenos dan a ción de arriba, en la luz. El Ecuador es la zona de la diferenciación conocer Tíffi{tes debidos al equilibrio y que denominamos medida, máxima de los colores. En él puede comprobarse la transición de un número y peso. Tal es la fórmula de los peripatéticos (Aristóteles, color a otro, Es la zona que permite efectuar la neucralización en la etcétera). I horizontal. Por último, el punto negro es el de la mezcla de todos los '3. Indiferencia: Nuestro espíritu reduce 10s fenómenos a números colores,. e} punto donde éstos se pierden en la oscuridad. Es la región para faciliiarsela tarea de, su manejo. Tal es la fórmula de los escéptiddaiie~~~taJiiaéi6n de;abajo.:;"'> ,o, .''.. " ..••. ' .cos. 'oj>;~.,.-~"',,, .: ;, '.";' i,. ' .. Br;,c\¡'e'rpo de':loscólores,,;· inventado por Osrwaldcon miras 'a su . Vem¿sn)'b:irc0n'sig\iient~, que elplatonisrpo Se oí-iel~taba'al pun,to . aplicación en la industria textil, facilita la determinación precisa, latiblanco de la sabiduría, el aristotelismo se mo'Vía en la zona ecuatonal tud y longitud, de todo matiz y grado de intensidad de cada color. Sin ··qi\~~. de las distinciones precisas)' el escepticismo tendía al punto negro del embargo, sin haberlo nunca pretendido su autor, puede también, en nih,ilismo. . . ". _ I . ., las meditaciones herméticas, constituir la importante base de una ca. En cuanto al hermetismo, su Ermitaño sostiene la lampara que dena de analogías. 'representa el punto luminoso de la síntesis trascendente; ~e envuelve , .Así}por ánalogÍa, podemos concebir el puntoblanco o poloNone en ,el manto, que-le cae en pliegues, del desarrollo o despliegue de las del cuerpo de loscolorescomo el de la\sabiduría, elE'cüa-aor'-c:omoe11 cualidades particulares, que tiene lugar en la zona ecuatorial, y se Q~ ]aJamilia de las ciencias particulares del saber humano y elp.~~to! ;poya en el bastón del tanteo en medio de la oscuridad, en la zona del .negro.opolo Sur.corno el de la ignorancia: La sabiduría es la síntesis cono invertido que culmina en el punto negro.' ... superior (de arriba) de todas las ciencias particulares del saber humaEs, pues, unplatónico peripatético (en ca~ino a lo largo del ec~a- .' no. Las contiene todas al mismo tiempo, indiferenciadas, como la luz dar) que se sirve del escepticismo (bastón) ~l andar. Por eso la 1l1~ blanca contiene los siete colores del prisma. La neutralización o sínter:e'rpreración tradicional de~ no:veno arcano e; la prudencia: sis del binario amarillo-azul, por ejemplo, puede efectuarse mediante Laprudencia es la conciencia constante d~ hallarse entre dos oscu-' una ascensión hacia el punto blanco de la sabiduría. :o¡idádes: la del punto blanco de la síntesis 'absoluta de arriba, que Otro método para hallar el tercer término del binario amarillo¡'deslumbra y exige una preparación lenta y gradual del espíritu para azul consistiría en situar en el Ecuador de los colores del espectro el )pode~. soportar esa luz. sin quedar cegado, y la del punto negro, la punto de la escala de la transición del amarillo al azul, que se encuenloscuridad, del subconsciente, abajo. '1 ' tra exactamente a media distancia entre el pUnto más amarillo y el más .. La prudencia es también la concentración móvil que avanza de un azul. Ese punto será el verde. color particular a Otro en la zona e,cuatorial, entre los dos pol~s Fin.almen.te, aún existe un tercer método de neutralización: el que opuestos. Se envuelve en el manto de su sinopsis no como. Cl~nCla va hacia abajo desde el Ecuador, en dirección hacia el punto negro siempre presente al espíritu, sino como fondo de caela conocrrruento ,:¡~.".
~'i?:
) ) )
1,
L:
)~
':,
.Y~
252
,
1
J
)))')-
)~ )~
l' . ."'.'
J:
..;,;
)-
,,'~>-' :~~~1:: .:·
1
",!,
)
253
ti;'
L J
~
).,\'
L. ) ..
)) /
-'
)}-
).~ ).)
)~ )_. )-
) L ) 2..
)
) ) )
,-'---1 r
)
). ) )
)
~
) ) ) ~, },
'."
) ) ) )
)
-
)
)
- ) ) )
)
)
.~ ._f
)¡ )
)
particular, como certeza de la fe en la unidad, certeza que la arropa y viste, pero que al propio tiempo queda abierta p~r delante para dar espacio al uso de la láinpara y el bastón, a lavúión orientada y el tacto concentrado. . La prudencia no tonsiste en tener siempre presente al espirituÍa ,visiÓ;;'delp~~i:o blaAco de la síntesis, ni la visi6nde l~.~in?p:i~"es decir, ladel arco ií'is!'de los colores. Esavisión unitaria la envuelve como el inconscientelenvuelve al consciente, y sólo está presente como fuerza de orientación, inclinación directriz ~.impulso básico res-: pecto del consciente.] La prudencia no elabora nunca un sistema abs.~-\ • luto de síntesis de todo saber ~~?lamente se ocupa de problernasp ..~.rtl-I .culares basándose en la sintesis de tales problemas, que se da en-una, fc,apapr,ofunda de la conciencia. La síntesis general, que lo abarca todo, tiene lugar en otra capa de la conciencia, en. un estrato distinto de aquel donde el yo hace su trabajo intelectual. Así, el Ermitaño prudente podría ofrecemos decenas de respuestas a decenas de preguntas, y ello con la mayor espontaneidad y sin preocupación visible por su concordancia, dándonos la impresión de que cada respuesta viene absolutamente ad hoc y no se debe a un sistema intelectual preconcebido. Ha$~a' !legirá:~lgUJlo.a: P!;&.'g!::;hÚ:rs~· 'si no; se trata d(:~p,óesía intelectual, al verlo e~pontáheo'e':iti'gén\ló 'de cada réspúesti;;'i la vez que su oportunidad y carácter convincente, . .~ Tal sería la primera impresión. No obstante, tras madura reHef xión, caeríamos en l~ cuenta de que todas esas respuestas espontáneas y ad hocrevelan en el fondo un todo, un organismo de síntesis,\ . 11 aliándose maravillosamente y no constituyendo, precisamente en e '\ fondo, más que un solo verbo articulado. Se comprende entonces el . papel que desempeña el manto que envuelve al Ermitaño cuando éste¡ ,utiliza su lámpara para ver claro en los problemas particulares Y ,$11 bastón pa~as()l1q~ªvL terreno.., ..... ,_____....."', "" .. "., .~ El.marito denot la presenCIa de toda la verdad en una tapa mas f 'profunda de la, conciencia, y esta verdad es la que envuelve e inspira todo trabajo intelectual realizado por el yo consciente con su lámpara : ybastón a propósito de.los.problernas.particulares.f . _. .
··~~IEsa:verdad
le da: dirección y estilo, velando por que la solución de 'cada problema particular esté en armonía con ella. Esa verdad, que vive en una capa profunda de la conciencia, está allí presente corno 'certeza de la fe absoluta, como certeza de una huella de la verdad de .arriba. I .El.iniciado no.és.el.que lo sabe todo, Es un-hombre.quelleva-en U.ll::t c
1t
-x.e. :Ss.a_y,eI~.~:l~~~ll
inquebran t~;' :que el hermetismo. debe su existencia~" .···~l.~:'I:Witaño erJa,irn,agen eSRiüi~';l;:~!e,q uieri sigue el método y ~i~~ceLlL1cuftad' delé1~n'd.'eInegrtí·:péjfe:ctt\ .: Co'mo'este ,.m~todd:'t:e~ T:Iiere.'!~~_~_~r.,1ac!er,¡t)II?-parcialidad,es decir, la búsqueda de una 'sín,tesi.s"d.~)as antinornias :1Jade! tercer término de los binarios, el her[rnético ha. de ser necesariamente un solitario, un eremita. La soledad:' 'es el método priva~ivo del hermetismo, ya que se precisa estar profun-, Ji~F':' darnente solo para poder aplicar ese don del negro perfecto a los, contrarios, binarios, antinornias y partidos que dividen y desgarran el mundo de la verdad. El.que, busca Ja,s.ínte~is, o sea la auténtica paz, no' se pronuncia nunca en pro o en contra de una de las partes contrarias. Y-puesto que j~~tai1iente el hecho de tomar partido es lo que divide a los hombres en grupos opuestos, estará forzosamente solo. No puede lbrazar !>i~ re~ervas. ninguna causa humana ni oponerse tampoco a. ¡runguna, sLqUIere permanecer leal a la causa de la verdad, que es la' l~íntesis y la paz. Por ello queda condenado, le guste o no, a una' ~ii_~?~unda ..soledad. Es eremita en su vida interior, sea cual fuere su vida \,1:xterior. Jamás conocerá la alegría de sumergirse en la colectividad (nacion~l,. social o po.lític~, ni la dic,ha de, co.mp.artir el peso de. la res\ponsablhdad con la multitud. Jamas sera convidado a los festines -y ;¡Jorgías-implicados en fórmulas como «nosotros los franceses», «nos" :..otros los alemanes", «noso~ros los judíos», ,«nosotros los mo~árqui',' cOS»,«nosotros los comunistas» ... La embriaguez de zambullirse en ;U,!!~.~9J.~~Ii.Y.iª,ad. I~Ole es permitida. Debe mantenerse sobrio, es decir,
f'f e
de
f
'~'.
.;~
:1:~';.
.;.¡ :í
','.. j
) )
255
254
......
1:.,' )
)
;
/
"'.'.-
)~ (
solo. En efecto, la búsqueda de la verdad total, que es la paz, entraña T~:, prudencia, y prudencia es soledad. ' De ahí que el Evangelio incluya a los que buscan y procuran la en la misma lista que a los pobres de espíritu, los afligidos, los tienen hambre y sed de justicia y los perseguidos a causa de la justicia, asignándoles una felicidad distinta de aquella de la que se han visto privados. «Bienaventurados
los pacíficos,
porque
serán llamados
hijos de Dios» (Mt 5,9).
Así habla el sermón de la montaña de quienes se niegan a tomar partido por una u otra de las verdades parciales, en todos los sentidos de la palabra, que escinden el mundo, consagrándose en cambio a la causa de la verdad total, que lo une y le trae la paz. El Ermitaño itinerante, con su manto, lámpara y bastónyesun] apóstol de la paz. Hace su camino de opinión en opinión, de creencia) en creencia, de experiencia en experiencia, y traza, con el camino/ recorrido, la vía de la paz entre opiniones, creencias y experiencias,": provisto siempre de su manto, lámpara y bastón, Loháce solo, por; 'quemidá,(y'áadie podriáandaren' su.puesrojyporqúe, obra es h), paz (que es prudencia y; por ende; soledad). " ,. Sin embargo, no hay que sentir lástima p.or él, pues tiene sus alegrías y éstas son intensas. Cuando, por ejemplo, tropieza en su camino con otro eremita itinerante, ¡qué gozo, qué dicha en este encuentro de dos solitarios! Esta alegría nada tiene en comúnconls de la embriaguez que viene de abandonar toda responsabilidad y sumergirse en la colectividad. Es, al contrario, la alegría de la responsabilidad que se encuentra con la misma responsabilidad, compartiendo y aligerando ambas la résponsabilidad de un tercero, e! quedijo de su vida terrena: «Las zorras tienen guaridas y las aves del cielo nidos, pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza» (Mt 8,20).
Tal es el Maestro, a quien siguen y sirven todos los solitarios itinerantes de! mundo. Tal es también la alegría de quienes se encuentran en su nombre, a la cual él asiste .. iy las alegrías del profundo silencio grávido de revelaciones, del cielo estrellado cuya solemne presencia habla el lenguaje de la eternidad, de las constelaciones astrales, de los pensamientos, de la respiración de un aire cargado de espiritualidad! No, no hay que tenerle lástima al Ermitaño. Aunque no disponga, como su Maestro, de un 256
lugar donde reclinar la cabeza, es ya dichoso ¡con la felicidad que el Maestro ha prometido a quienes procuran la paz. Tiene la ventura de , ¡ participaren la obra del Hijo de Dios, compartiendo la soledad de la vích'terren~ ClelBijo del hombre.i I '""Quienes b~scan la p~z, los ermitaños, nolla buscan a cualquier precio ni procuran toda paz sin distinción, ya que la paz puede alcanzarse de muchas maneras, y aún hay que distibguir entre paz y paz. El «cuerpo de los colores» de Ostwald nos es asimismo útil para resolver este problema. El punto blanco, el ecuador de los colores vivos y el punto negro de dicho cuerpo pll~den.servirnos de base analógica al contemplar las diversas clases de Waz y los distintos mo-
l..
~Y.. -"~'-"'"
L..
L
''!) ..
')
L ))-
.
dos de procurarl~. ,'. ,.. La paz es ü'l1ld;¡-d--énládlver51dad. No hay: paz donde no hay ¡diversidad, ni tampoco donde sólo hay divers.idad. Así, la unidad ¡donde lo diverso desaparece no es la paz. Por eso el punto blanco del I l·· cuerpo de los colores, donde éstos quedan ahbgados en la luz es SJl1 iguda lo que hace posible la paz, mas no es la ~az de por sí. De igual modo el punto negro, donde todos los colores desaparecenen.la oscu-: ¡ídad, no es el punto de la paz, sino el de la muerte de la diversidad y ío~C()nflictos queésta puede acarrear. .La
) ..
)-) ,
...
))~ )
..
)-
L}-
).. )-
J-
-,
}"Dijo Dios: "He aquí la seiial del pacto que por gederaciones eternas establezco', entre rní y vosotros y todos los seres vivientes que con vO~OtrOS existen. Pongo. mi arco en las nubes para que sirva de signo de alianza entre mí} la tierra"" (Gén 9,12-13).
,"-
"
I
.:Ctiatro clases de paz son posibles, si por paz se entiende la supre,";Sn de conflictos y oposiciones: la paz trascendente o nirvánica, la ¡ paz inmanente o católica, la paz del predominio ° hegemónica y la pa:z;. \¡:!_~ la muerte ° nihilista. I ':La paz trascendente o nirvánica corresponde al punto blanco del (~~,~rp~ de los. colo~es. La paz inmanente o~catplica sería la manilestalClonvlva y srmultánea de todos los colores del arco iris, cQ.rrespon'¡?i¡:ndoalEcuador.. La paz del pl:ed~~ini90 h~g~mónica equi":,aldría a )a.facyltad que tuviera un color individual de Jchpsar los demas co!o,res y sepultarlos en.1azona ecuatonal de los colores, ..quedando así-él _.-' . I
I
257
) ) -.
)) ) )-
)))-
)}--
j~. I
)-
) ~.
) ) )
) ~
-
\
)
)
) )
- ) .-
) )
)
' .•.
- ;: )
) ) )
) -::c
) )
---::
) )
-
) ) )
c-
)
)
-
)
.~
)
r>
) )
,r'
i
)
)
solo. La paz de la mu~rte o nihilista correspondt¡r.í!,a.l punto r~~.gl~º_del cuerpo de los colores' y denotaría la absoluta nivelación de toda ..diyer-
1 ~;:~;;u::,;i,:'~~n:~:::,~;I;,ci~i~:,' c~;:i~:,v::~~~~; ,r:7;~~~!c
~, eJempl~:, Un ~a~'co transp?rta pasajero~ y la tripulación, que consta sida.d:... I ' .... . . .. ..,-: del capltan, oficiales y marineros. Lo mismo ocurre con el barco de la De estas cuatro clases de paz, solo la que hemos cahhcado de: f s?:iedad h~mana, que.viaja?e siglo en siglo. También él lleva tripulainmanente o católica I(universal) es la paz real y verdadera, la paz de ~a, [;~' cion y p.asaJeros. La tripulación vela por que el buque siga su rumbo )' fraternidad y del mutuo complemento. Al ser ésta la paz que el Erml-¡ }~t l~s p~saJeros estén ~anos y salvos. Escoger un estilo contemplativo de taño tiene por ideal, la lámina no lo representa en la postura padmasa-. t:.~ VIda implica la decisión de hacerse pasajero del buque de la sociedad na de la meditación budista o del yoga, tendiendo a la paz trasceriden-' :~~: humana y dejar a la tripulación -capitán, oficiales y marinerosla ' te del nirvana, ni tampoco sentado en el trono del poder con actitud .de mando, ni por último dormido o muerto en el suelo, sino andando.! }~,-::, ..":~."~;,.',~.~.'.'.',' responsabilidad del bienestar tanto de uno mismo como de los demás pasajeros. ~sí, optando p.or un género de vida contemplativo, uno se Camina, es decir, va Hando la vuelta al ecuador de los colores vivos deh 1'. ~:l~~pasaJero del buque de la historia humana. Tal es el precio 'cuerpo. cromático, )' ¡SU camino es el de la paz entendida como unidadl en la diversidad. ; I~QG~~;d~~~ao~~~,c:f:~mbargo, de concluir con demasiada ligereza y De ahí se sigue qre el Ermitaño, o sea el hel-rnétic~ serio, n_o__ ~~.~El " s~p'_e!f~~lahdadque todos los religiosos de las órdenes llamadas conmodo álguno neutratista, aun .cuando aplique se: espíritu a la neut.raht~~1plati~as y los ermitaños son simples pasajeros. Esto sería un grave zación de los binarios o polandades, a la solución de las antinormas u oposiciones )' a la .J.az, del arco iris o unidad en la diversida~:....?~be ,~X(" e:r~: ..yu.es entre ta.le.s contcmpla~ivos ~e encuentran a menudo no '~$;(: s'?J.? manneros y oficiales de la tripulación, sino aun capitanes. Ello decir no a las tendedcias que conducen a unafalsap';;¡~:-1.aQ.(!J¡¡,mPlfe.J,cf).cia rrascendentej.la del sornetimientov .la'del .nihilismo-, como ,t\i;r .. ,~le~~e.:;d:~5~~su obra y n:~ta son.e~e.ncia~n:ente práctic~s, pese'~. su :f;)Ú:~;:,~{f~!~~~!..~¡',~~p~;~ltuat,.L~O,I.~,~~?,~~:";~1 oflclO.,.?iy\r:o! ~l estu.d~q, yIa ~l,d,~.,i. .:$\lb'é·.hmp;j,én.decirsi¡;.;:t;'SSido cuanto-aspira a la verd~deFa p~z;~elo.uno :1(t~¡:L t'1~c;l?.'¡nada y austera ~?nstituyen un esfuerzo muy activo y eficaz en 10 diverso."" -Ó: . . '. ';' .' ~ar~ ~razar el rumbo r,flJ,ar el punto de destino del barco de la historia Sabe decir sí y np, esas dos palabras mágicas con la.s queJa voluntad es fuerte y sin las ~uales se adormece. Sí )' no es la VIda misma de la t1t( ¡~~wrlt\lal de la humapidad. A buen s.eguro, son esos conternplativos con el grueso de la resvoluntad, su suprema )' única ley. Para la voluntad no existe término '; ;:1(" \qUlenes cargan consciente y voluntariamente :} " !p.onsabilidad ~ocan~7,a la ruta ~spirjtual. del buque y al bienestar espi-i medio entre fuera, encima o debajo del sí y el no. Amen)' anatbema .;, n.r~¡lLde su tripulación y pasajeros; Para tales órdenes, vida contemson no sólo las solemnes fórmulas litúrgicas que resumen la afirma"~ pl~tiva significa e~fuerzo y responsabilidad espirituales, mientras eso ción )' negación últimas, sino también las de la voluntad que vive y mismo, en el sentido de que se escoge el polo del ver a expensas del vigila. Y lo hace exd~,sivamente en el s.Ly..IlQ~_p.ot.(!se!1ci
ír
::.'í¡t, •.,.;, •. ·..
:~i'
;:f~;;,:
I
259 258
)-
\ ;.~ ,,::
.::
,
el que ha escogido la acción a costa del saber. Si es creyente, se preguntará: «¿A sanco de qué todas esas vanas preocupaciones del espíritu, filosofías, ciencias y doctrinas sociales o política, cuando los sagrados preceptos del Evangelio (o de la Biblia, e! Corán, el Dhammapada, etc.) bastan para mi salvación y la de la humanidad?" La acción exige concentración y ésta lleva inevitablemente consigo una limitación de! espíritu a sectores determinados de la vida con detrimento de la visión de conjunto. .,.. .Ahora bien, la prudencia enseñada por el arcano representado en . el Ermitaño puede asimismo brindamos la solución de la antinomia práctica saber-querer. El Ermitaño no aparece ni sumido en la meditación o el estuclio,~}ri' trabajando o actuando. Está caminando. N os revela así un tercer.,estado más allá de la contemplación y la acción. Representa, respectoalbinario saber-querer o contemplación-acción .o finalmente cabezal miembros, el término de la síntesis, es decir, el corazón. Aquí, ·en efecto, se unen la contemplación y la acción: el saber se transforma en . querer y el querer en saber. El corazón no necesita olvidarse dél conjunto conte.liipbdo .para actuar, nisuprimirtcda acción para con... "'··'·'tónplar'. Es;at~;?isá1:6i:íein'po:e incan'sáDld11(~nte'activo')i 'con templanvo. Camina.' Andanoche ydía,yciíin¿s los pasos de su incesante caminar. Por eso, si quisiéramos representar-a un hombre que vive según la ley del corazón, que tiene por centro el corazón y es la expresión. visible del corazón -es decir, al «padre bueno y sabio», al Ermitaño- lo figuraríamos caminando, sin prisa, pero sin pausa, . . El Ermitaño de la novena lámina es el hombre del corazón, ei:' hombre ,solitario en marcha, Es el hombre que 'ha' ie'alizado--e;;''S¡ y mismo la antinomia saber-querer o contemplación-acción. El ccirazonl;. le ha permitido resolverla. ' .....,. ,. El corazón a que aquí nos referimos no es la emotividad o apasionamiento que habitualmente denota esa palabra. Se trata, en este caso, del punto medio de los siete centros de la organización vital y animica del hombre, Es el loto de doce pétalos o andb ata de la antropología esotérica de la India. Es el más humano de todos los centros o flores . de loto. Efectivamente, si el loto de ocho pétalos o centro coronal es el de la revelación de la sabiduría, el loto de dos pétalos el de la iniciativa intelectual, el loto de dieciséis pétalos (centro laríngeo) el de la palabra creadora, el loto de diez pétalos el de la ciencia, el loto de seis pétalos el de la armonía y la salud y el loto de cuatro pétalos e! de la fuerza creadora, a su vez el loto de doce pétalos (centro cardíaco) es el.del amor. Porello es el más humano de los centros y el criterio.último no de lo que el hombre posee, puede o sabe, sino de lo qlle.es. El hombre,
I I
L
~
••
_---.
__
o
~._
_,
._
•
'
.... -: El propio c~.r~~~'.~:~,,19~~de; clo~.~pét~os ,jq1.~: es e! único ,centro ;ncratado 'al:orgam~¡-rt();J?ucHendo saur de el ,,,,:r;nedléll1tela exserioriz.a.',ciÓrl de sus pétalos,c~p':aces de irradiarse hacioiafuera- y vivir con los' \ . . .... ,. ictemásy enlos demás hombres, se transformará en un viajero, visitan-o ,compañero anónimo de encarcelados, exiliados y portadores de: p,e.sadasresponsabilidades. Será el Errnitario itinerante, que recorre de: punta a punta tanto los caminos de la tierra como los de! mundo espiritual, que va desde el purgatorio hasta loslpies mismos del Padre. ~ues ninguna distancia es insuperable para el amor y ninguna puerta. ~u.ed.e impedi:le entrar, según la promesa: <~YllaSpuertas del infierno. ;.~o prevalecerán ... » (Mt 16,18). ·f:, El corazón es el órgano maravilloso llamado a servir al amor en esas obras. Su estructura a la vez humana y dilvina, una estructura de amor, es la que puede, por analogía, poner al Jlcance de nuestra comprensión el sentido de las palabras de! Maestro: "
"
))
,t ).. )-
5-
\~~y
I
I
todos los días, /1aSta el fin del mundo»
(Mt .
I
La ciencia del loto de diez pétalos se volv~rá entonces conciencia, es decir, servidora de Dios y del prójimo. I El loto de seis pétalos, centro de la salud, se transformará en centro de la santidad, de la armonía entre esptritu, alma y cuerpo. La fuerza creadora del loto de cuatro pétalos servirá de fuente de I
¡~¡f¡,'
)-,
L ).)
,
-
))-
""
"y he aquí que yo estoy con vosotros 28,20).
260 '.j.:
L L,
\
I
x· -l-'
L
. en el fondo, es lo que es su corazón i.Aquí.reside y se revela la huma~~t:. nidad del.., ser .humano. El . corazón esel.sol-del I microcosmo) , ·-c····· . ., ., ' .. . t-; .• .. De ahí que el hermético cristiano sea -corno el cnsnarusmo en i
261
)) )) -'
))-
))7
) ))), '
». )-
i))-' ) -'
~r/:
) )
I~,i I
') )
)'>,
) )
'~~<;
) ) )
-
) )
con dichos centros: I
- ) )
."
",
) )
)
) ) .r=
)
) )
,
)
) r
)
'~e1:~t~:~,}~n~:~{n~e,~~~;~~~:~s~e~~:
,pétalos,:
dedos nétalos"""'.'
'
',; .. ' I,>í,
., ., ' ' ,
J~k.
'i>
Ahí tenemos la' diferencia y alternativa entre dos métodos, Se trata, querido amigo desconocido; de escoger entre el método que hace" vibrar los sonidos particulares de las sílabas Om,Ham, Yam, Ram,' Vam, Lam, y el que tiende a la comunión espiritual con los siete rayos:. del «yo soy» o siete aspectos del yo perfecto c¡ue es J esucrlsto. El :" primer método tiene por objeto el despertar 'de los centros tales com~', son; el segundo pehigue la o-istianización de todos esos centros, es." decir, la transformhción de los mismos conforme a sus respectivos, prototipos divino-humanos. Esto no es otra cosa, a la postre, que el:';: cumplimiento del dicho de san Pablo: "Si uno está en crJ~>
es, una,~ueva creación» (2~Or
5,:7),
>,
) ) )
a
h~y
,¡y,-:pOl:jiJ.~il11?, que subordinar los impulsos espontáneos' e", (Lnt.encIQnes. ordenadas de la voluntad al sentimiento profundo que los r:'·, ;::' \1
.'
La obra de cnstla11lzaclOnde la organr?_aclOn.:-human
) ('
~t~e~;ti:i~~~:oe¡eel~~:~:-~~iT~r:~
,jTambIén la imaginación espon~ánea y la.i~}f:gipación activamente" .. q¡nentada deben someterse.ala-guía, del eO,(;lzQ:i1:o~:1oqueesloinisIno;;:?,'; ,. sentimiento profundodecalor moral 'cjú~"sJde veces ll'amais{' ,. , " 1 ' ... ¡ntUlClón mora y es el sentimiento de la belleza.
t·, ..:';; al
de.dieciséis pétalos. de doce pétalos. de diez pétalos, de seis pétalos,;ii1ii".' de cuatro pétalos,
l·
) )
;I~':i,~,':,
' '\
_ "Yo soyla resurrección y la vida»,Lbtodeocho "Yo'.so{la:·!ú'z'ddl ;1~nl~db».'L!"t0 "Yo soy e! bUeri~pastor» Loto , Yo soy el pan de' vida» Loro «Yo' soy la puerta' de las ovejas» Loro "Yo soy el camiJo11a verdad y la vida» _ Loro "Yo soy la verdaaera vid" , . - Loro
.
)
)
.. "
energía e impulso inagotable para recorrer el largo camino del Errni- '~~" t~ryeno ~I1_ que_~~.t;t_transformación __se realiza de manera inmediata taño itinerante que es el hombre del corazón,_~:!J:lQm1>}:~g.\,tcb.!L!~SOc~on-s~a de tres pares de.contrarios.Iantinomias prácticas) ytres neutrabracl()_§.ll, humanidad. ~{, t Iizaciories de esos binarios: en total, nueve factores. ' , El discípulo del yoga y tantra hiriduistas medita o recita interior-~;~ \/ C~ando hablamos de la antinomia práctica saber-querer y de su' mente los «mantras¡l germinales» (bija mantra) para despertar esos~;;, solución, e~corazón; ello no representa más ~u~ una vis~ón general de centrOS o chakras y estimular su desarrollo 'f:_~' la tarea de mtegracwn del hombre. En la practica, es mas exacto refe-. Hace vibrar dentro de sí la sílaba om para el centro situado entre Xi; e , rirse al «querer y corazón del saben>, «al saber y querer del corazón» las cejas (loto de dos pétalos), la sílaba ham para el centro laríngeo~~: y «al saber y corazón del querer», pues hay sentimiento y voluntad en (loto de dieciséis pétalos), la sílaba yam para el centro cardíaco (loto ;~"::. ¡la esfera del pensamiento, pensamiento y voluntad en la esfera del de doce pétalos), la sílaba ram para el centro umbilical (loto de diez Jj): isentimiento, y pensamiento y sentimiento en la esfera de la voluntad. pétalos)', la sílaba va~ para el centro pelviano (loto de seis pétalos), y .Se dan, por tanto, tres triángulos del «saber-corazón-querer» en la: la sílaba lam para el centro básico (loto de cuatro pétalos), En cuanto ,l~!:, ~r~~c~ca deja obra interior de integración del hombre._ al centro coronal (loto de ocho pétalos), no hay ningún bija mantra,~{¡- Fa ens.eñ~nza estric:a~ente prác,tica del noveno arcano es que t~i:, que le corresponda,1 por constituir no un medio sino el fin del des- 'ti',to el rnovuruento que surge espontaneamente del pensar como la miarrollo yoguista. Esl el centro de la liberación, ~:'.' fiativa intel:ctual que lo. pone en orden ha de subordinarse al corazóni.; He aquí ahora l¿s fórmulas cristianas (mantras) que se relacionan ~:':- del pensamIento, es decir, al profundo sentimiento que constituye la '
)
-'
~
263
262 ::¡ .. lL
Carta X LA RUEDA
DE LA FORTUNA
El arcano de la naturaleza
Jaída
l' I
«[Vanidad de vanidades, .rodo es vanidad! ... Lo que fue, eso será, y lo que' se hizo, eso se hará; nada nuevo hay bajo el so!" (Ecll,2.9).
l· :
~~~;:/':«Por nosotros
':i}··
los hombres y por nuestra salvación bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre ... Y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre» (Credo).
:,~f~~·
:·i:~(·:··
..... ,.
,.;
..;
"He aplicado mi corazón a conocer la sabiduría, y también la necedad y la locura; y he comprendido que aun esto mismo es atrapar viento, puesdonde abunda la sabiduría abunc. dan la$.pen~s;.y. quien acumula ciencia acu- . mtila.J"loi,;"~EÜ 1,171:18).·.·" .,.. . «Bienaventurados los que lloran, porque rán consolados» (Mt 5,4).
r
J\ __
se-
1.·.'./.'..' '.' .
Tenemos ante nosotros una Rueda que gira y tres figuras de animales, dos de las cuales (simio y perro) giran c~n la Rueda, mientras la tercera (esfinge) no participa en el movimiento giratorio, sino que permanece sentada encima de la Rueda, en una plataforma. El simio desciende para luego subir; el perro sube para luego bajar. Ambos han de pasar delante de la esfinge. ¡ Al contemplar la lámina, surgen espontáneamente algu'nas preguntas sencillas y naturales: ¿Por qué el simio¡ y el perro giran con la Rueda? ¿Por qué está ahí la esfinge? ¿ Cuántas veces el simio y el perro deben pasar ante la esfinge? ¿Por qué esos encuentros con ella? Una vez formuladas estas sencillas preguntas, nos hallamos ya en
l
)-
~~·~~r
)-
265
)-
.'~'"
;~,.
r • ';",
Querido amigo desconocido:
.;~'".
,ilf,
)-
)-
) -'
))-
)
··fiL·..
.- ')
) )
) ) )
·.~~r,~.,·.<,:'.·:.~r ..,~~," ..:;•...,...,..'.~.':.'
)
)
f¡l':
-) ) )
... ..
) ) ) ) ). -
) ) ) ) ) )
) (-
)
- ) ) -
"','"~~:~~lJ~~e~:r~!~~~:,i~;:!¡~,!~ :¡':::,:~~~~;Jv:~~b~~,,:~o,t ~;::~~"it .,'
)
- ) r
de~eneración del ser total, prototipo de la naturaleza entera, ¿no dibujarías tú también en lo alto la esfinge coronada como única figura apta para denotar la unidad del reino humano y animal, siendo a su vez este último la síntesis de los reinos vegetal y mineral? ¿Y no trazarías una figura descendente en vías de animalización, privada de como mucho, la del movimiento circular. La Rueda con los dos anicorona, espada y alas, pero conservando aún los rasgos que atestiguan males, uno subiendol;y el otro bajando, sin la esfinge,.evocaría la idea ~. su onge,n? ,En otras palabras, ¿no escogerías el simio para representar de un juego vano y absurdo. Pero la Rueda que gIra con sus dos'''I~' la transicion del estado del ser total, prototípico, al estado del ser pasajeros y la esfinge que domina el conjunto llevan al espectador a'~:. reducido y especializado? ¿No se presta el mono maravillosamente a preguntarse si no ha~rá ahí un arcano, es decir, una clave que hay que:;~\ simbolizar la anirnalización que se efectúa a expensas de los elementos angélicos y humanos del ser ejemplar? ' ~~:e;~'l~t::~;~t:~~~~~~~:~ ~?r~~I:;rl~~o~e :~~e;~~~¡:~~eda:'Ylfenómde- ... ',.• Por otra larte, si quisieras ,dar expre,sión visual a la nostalgia que Sobre todo, la esfinge, sentada en la parte superior e a Rue a, ~,,; los seres caldos y fragmentanos expenmentan por el estado de la nos produce un choque intelectual y nos incita a averiguar el sentido plenitud e integridad perdidas, ¿no elegirías el perro, el animal más oculto en el arcano He la lámina.:~J,i;' apasionadamente atraído por el elemento humano y apegado a él, Respecto a la rei¡¡ción genética y, en general, a la génesis de los como símbolo de la aspiración del bruto a la unión con la naturaleza cuatro reinos de la ~aturaleza -rnineral, vegetal, animal y humano-,:li:l:' humana, es decir, de la tendencia a la esfinge, donde se aúnan las ~l ..a).,.d.o ...s•..ó.r.de.n.es d...e ~dea:. q.ue h.an arraig.a.do profundamente en la vida :".:I¡~·.¡.i.;.:.,.·.... naturalezas animal y humana? intelectual de la humanidad. . . iK, . La lá~n\n~Ael(~écimo arcal}O nos enseña, pues, por su contextura " ":f;lui'losebasa ¿n la idea de la caída, a saber, la degeneración y;: ~~~ . m!,S~r}?:/jJ\?j~l,~rf.w.Qejde~,~relaFi,'.!~~Jq~wr,ob:eq¡as de la caída ?' .rei¡:Fe,~"';'::~i',:"';¡\~"" graclOn,seglln.la tradición hermética y bíblica. Pone de manifiesto el·' . .. círculo completo, queincluye tanto el descenso como la subida, miensado del simio y ém¡un vástago degenera~o y ~egradado,de aquel. Ent~if tras la génesis de la ciencia moderna sólo ocupa la mitad del círculo, a cuanto a los tres reinos de la naturaleza inferiores al remo humano, ,:;:,Ji' saber, el semicírculo de la subida o evolución. constituyen, conforme al mismo orden de ideas, el residuo proyecta- ";¡::;¡~, A b~en se?uro,,:ú:rtos sabios eminente~ (como Edgar Dacqué en do' hacia afuera o exteriorizado desde el ser completo del hombre, Alemania y Pierre Teilhard de Chardin en Francia) han establecido el primordial o Adán, prototipo y síntesis original de todos los entes de postulado de la preexistencia -al menos potencial- del prototipo de que constan los cuatro reinos de la naturaleza, todos los seres, causa tanto eficiente como final de la totalidad de! El otro orden de ideas entraña el concepto de evolución, progreso proceso evolutivo, ya que sólo este postulado permite comprender la transformador de abajo arriba, Aquí el ente más primitivo, desde el evolución, ' punto de vista de la estructura biológica y de la conciencia, es consi. No o~stante, todo ello en nada modifica el hecho de que la cienderado como el origen y antepasado común de todos los seres de los CIa trabaja basándose en la hipótesis fundamental de que el mínicuatro reinos de la. naturaleza, . mo es el antepasado del máximo y lo simple el antepasado de lo La lámina del décimo arcano mayor del tarot representa un simio, : , c?mplejo, siendo lo primitivo lo que produce el organismo y la conanimal cuyo rostro [conserva todavía ciertos' rasgos humanos, arrastra- ; , ciencia más desarrollados, aunque esto resulte absolutamente inintelido en un movimiento de caída, no por sí mismo, sino por el propio .....gible si se prescinde de la otra mitad del círculo, o sea de todo lo movimiento de la .¡Rueda. Al descender, el mono levanta la cabeza", anterior -aun sólo in ordine cognoscendi- al estado primitivo que sirve porque .no desciende voluntariamente. ¿De dónde desciende este ani- ; de punto de partida a la ciencia, En efecto, habría que renunciar al mal con cabezacas!i humana? Del lugar donde está sentada la esfinge, pensamiento y aletargarlo para poder creer con sinceridad que el La esfinge coronada' y alada, con cabeza humana y cuerpo de animal, hombre ha salido de las partículas primitivas e inconscientes de la que sostiene una espada blanca, represent~ la fase del ser de la que el. niebla primordial que fue antaño nuestro .planeta, sin que esa niebla simio se aleja y a la 'lue el perro se aprOXlIna, . llevara ya en sí e! germen de todas las posibilidades de la futura evolu. Si tuvieras que -represenrar gráficamente la idea de la caída como,
l.,.:.~.......'.•.
)
),
. :
el corazón del Meim? arcano, en plena estera de las nociones e ideas '" que está llamado a e~ocar.. " .11" En realidad, la Rueda sola, sin sus dos pasajeros y sin la esfll1ge~: sentada encima de ella, no sugeriría más que \la idea del círculo o, .f,i,.'
1
...• r-
'!
)
)
267 266
.' i
.
,
'~.
----------------------------------------------------------------------------------------) )
)
~:. ;.; .
ción, es decir, del proceso de «floración» o transición de la potencia al acto. Así, Arnold Lunn, autor del libro Is euolution proved?, escribe que le gustaría mucho creer en la evolución y aceptarla como probada' si pudiera superar cuatro dificultades, incluida la siguiente: que ningún evolucionista haya dado nunca con una conjetura plausible, )' menos aún con una teoría bien probada, para explicar cómo un proceso meramente natural puede haber logrado que surgieran, por evolución a partir del lodo, arena, niebla y mares del planeta original, el cerebro que concibió la Novena sinfonía de Beerhoven y las reacciones humanas ante la belleza de la música, el arte y la naturaleza» '. « ...
Es mi triste deber añadir a la cita precedente la respuesta William S. Beck a las dificultades indicadas por Arnold Lunn:
de
«A lo que parecevel argumento COntra la evolución es puro brocado metafísico, ingeniosamente recubierto para oscurecer las pruebas concluyentes de la ciencia»'.
:'.~.' '~ .
Brocado metafísico o no, la ininteligibilidad de la teoría (no de los hechos) de la evoluciprupata el-pensarniento humano sigue en pie. -·E.süt:l':otía:·es yi.:onfiri¡Xatá'.s'i:eú'áo:pot; siempi~eí'¡icQmprensible; n1ien-tras sólo tenga en cuenta'Iarnitad de] cielo 't'ótalde" la evolución y se niegue a aceptar la otra mitad, la de la involución o caída, que permitiría entenderla. Ahora bien, el décimo arcano del tarot representa un círculo, una Rueda, que incluye tanto el descenso o partida del ser total prototípiea como el ascenso hacia ese ser. . La doctrina del círculo de la involución y evolución es un tópico en la literatura ocultista.en general: Mas no lo es cuando se trata de la involución entendida como caída (pecado original) y de la evolución entendida como salvación. Hay una diferencia abismal entre las doctrinas orientalizantes sobre el proceso casi automático de la involución y evolución, por una parte, y la doctrina hermética, bíblica y cristiana sobre la caída y la salvación. Las primeras no ven en el ciclo involución-evolución más que un proceso meramente natural, semejante al proceso de la respiración del organismo vivo, animal o humano. La tradición hermética, bíblica y cristiana ve en él,al contrario, una tragedia y drama cósmicos con los peligros y riesgos supremos que entrañan los mismos términos tradicionales de perdición y salvación.
11 Ji,!"
i'
.
1. Is evolution prof.Jtdf A debate benoeen D. Deurar ami H. S. Shelton, pub!. por Arnold Lunn, Londres 1941, p_ 333. 2. W.S. Bcck, Modern science and the noture oi hfe, Londres 1958, p. 121.
268
::-IR? .
11i
--~~i:.
Caída, perdición, redención, salvación son, en verdad, palabras sin sentido para el evolucioriista tanto científico corno espiritualista. Este . último ve en la evolución cósmica e! eterno movimiento circular de la exteriorización e inrerioriz.ación, de la espi\aciól) e inspiración del respirar cósmico o divino, ¿De qué caída se p-ata entonces? ¿De qué riesgo y de qué perdición? ¿De qué redenci6n y en qué consiste? ¿De qué salvación? Todo este inventario de ideaf judeocristianas fundamentales no puede aplicarse en modo algunol a. un mundo concebido naturalmente (es decir, fatalmente) en evolu~ión. ¿Quiénes están en lo cierto? ¿Los que consideran la evolución como un proceso orgánicamente determinado, donde descenso y ascenso no son sino dos fases sucesivas de und sola vibración cósmica, o los que ven en la evolución una tragedi~ r.,drama cósmicos cuya esencia y motivo central corresponden a la p-arábo-la de! hijo pródigo? y ¿qué significa estar en lo cierto? Los] pasajeros provistos de billetes ¿se equivocan al 'considerar el buque y su tripulación como medio de transporte que ha de llevados a ~~'destino OS\g.uiendo un rumbo determinado? Para los viajeros, la travesía es un proceso natural, algo que cae de su peso si uno ha pagado elprecio del pasaje. Pero el;cap;t~í,fI~,ofiGialesy dernis';in.iembrQs.de l~, tripulación; ¿pueden can- ... templar la travesía con los ~Js:mos ojos q uél~s pasajeros? i Claro que no! Para ellos, que son los responsables del viaje, éste significa trabaI . jo, guardias, maniobras, orientación. Para los tripulantes la travesía no tiene nada de proceso natural, de algo que lse da por supuesto; al contrario, es esfuerzo, lucha y riesgo, . Tal sucede con la evolución. Se la ve como proceso natural al conternplarla con los ojos del pasajero, y como tragedia y drama en la perspectiva de un miembro de la tripulaciónlTodo determinismo y [atalisrno -naturalismo y panteísmo inclusive- sitúa la responsabilidad fuera de! ser humano-moral: en la naturaleza, Dios, los astros ... Ello se debe a que todo determinismo, todo fatalismo, es reflejo de la mentalidad y psicología del pasajero. I La evolución vista con los ojos de! pasajero, es decir, como algo que se da pm sentado, no es, ciertamente, ,una ilusión. Existe. Se puede, de hecho, hallar y probar la existencia de un proceso evolutivo o proceso de perfeccionamiento que en e! plano de los fenómenos es claro y evidente. Mas iqué esfuerzos, qué satrificios, qué errores y pecados se esconden tras la fachada fenomébica de ese proceso de evolución o progreso universal comprobado y comprobable! Con esto entramos ya en el núcleo del prdblema exoterismo-esoterismo. El exoterisrno va desarrollándose en procesos, el esoterismo en tragedias y dramas. Los antiguos misteriols eran tragedias y draI
269
) )~ ) ) )
) )
)-
") )-
))-
}c ' ))) --
)~ I
I
¡
)-
) )
) ) \ /
) )
) ) ) ) - ) - ) )
)
-\,
). -Ó.
) ) r>
)
J )
)
) ) )
) ) ) ) )
)
',:;
;'
~,;.
mas: de ahí su carácter esoterico. El exoterismo corresponde a la mentalidad y psicología de! pasajero; el esoterismo a la del tripulante. Pero el exoterisrno, lo ¡repito, no es pura ilusión. Si se hubieran hallado tan sólo diez justos en Sodoma y Comorra, Dios habría dejado en pie esas ciudades. Y Isus habitantes habrían continuado el proceso evolutivo de sus costumbres y civilización, sin sospechar, claro está, la . existencia de la pJega~ia de Abraham ni e! papel de los diez justos en esa continuación del proceso; mas seguirían adelante. Lo mismo ocurre 'con la evolución en conjunto. Hay en ella una selección natural y una selección o elección espiritual. Habiendo pecado contra la naturaleza, los habitantes de Sodoma y Gomorra fuer?n rechazados por lalselección natural~ pero habrían podid.~ sobrevivir SI entre ellos se hubieran hallado diez JUstos. La selección espmtu al los habría salvado a causa de esos diez justos. El hecho de haber producido diez justos y aceptado la presencia de los mismos en sus ciudades justificaba el mantenimiento de su propia existencia, aunque sus costumbres fuerah contrarias a la naturaleza. La selección espiritual habría así prevalecido sobre la selección natural; dicho de otro' modo, el esoterismo ¡habría determinado y salvado la vidaexotérica, " "'ÉI .csoterisrno no(esj': pues,un.a vida ,o. actividadsue busq~le el secreto. Se basa en lái mentalidad psicología'dela'tripulación, y sus' secretos sólo lo so'n[ por cuanto la mentalidad y psicología de los , pasajeros se niega ,r:éomar parte en esa responsabilidad. . Al propio tiempo, nohay error más grave que el de quererorganizar una comunidad lo hermandad llarriada a asumir ya e! pape! ~e instrumento de la selección o elección espiritual, ya el de elite espl- . ritual. En efecto, ni es posible arrogarse el ejercicio de la elección, ni .:; considerarse a sí mismo como elegido. Sería moralmente monstruoso " que un grupo de hoinbres pudiera decir: «Elegimos a los diez justos de nuestro tiempo» o «Nosotros somos los justos de nuestro tiempo», Uno mismo no elige, sino que es elegido. Conocer e! hecho de la selección espiritual elección, así como el papel que ésta desempeña en la historia de la humanidad y en la evolución general, puede muy bien dar pie alnacim'iento de un falso esoterismo, es decir, a la formación de grupos, comunidades o hermandades que se crean autorizados a elegir o se estimen elegidos. Los falsos profetas y falsos elegidos (cristos) de que habla el Evangelio son y seguirán siendo productos del falso esorerisrnol cultivado por quienes se arrogan el derecho de elección o selección' espiritual. ' Sólo falta aquí Jñadir que nunca un santo cristiano se tuvo aSI ¡ mismo, por otra cos~que por un gran pecador, y que jamás un justo o ;:
y
1"
o
) )
270
I
) )
,1
,¡,
profeta del Antiguo ción de lo alto.
Testamento
lo fue sin una llamada o determina-
Pero volvamos al objeto de nuestras presentes lución.
reflexiones:
la evo-
Entendida exotéricarnenre, la evolución es un proceso cósmico -?iológico o espiritual, como se prefiera-, mientras desde el punto de vista esoténco es un drama o misterio, en el sentido de los misterios de la antigüedad. Y sólo a la evolución así entendida son aplicables y aun necesarias las Ideas de caída, perdición, redención y salvación. Examinemos primero el par de ideas perdición-salvación y tratemos de cornprenderlas .en el plano de la evolución cósmica o drama cósmico. No te choque es~o, querido amigo desconocido, y perrníterne cont~rte un mito -un mito cósmico de la gnosis, no la antigua ni la actual, sino la eterna-, pues el drama cósmico es en realidad un mito hecho carne, y como tal hemos de vedo antes de sacar del mismo sus más importantes enseñanzas intelectuales. Te relataré el mito e intentaré luego extraer de él algunas ideas relacionadas con el arcano del tarot que nos ocupa.
~h~d['(;;
, Cuando ~lséptimo d¡~:~;;~¿¡~'l.ola:~b;~a'que por~u,V~/I{;;Lbia!:;'~a¡'¡~ado, :' descansó ese séptimo día de.toda su obra así rematada, Y e! Padre' bendijo el' séptimo día y lo santificó, porque ese.día descansó de toda la obra creada por su hacer. Asid séptimo día ha ~ido bendito y santificado, no por ser el día del mundo y del mOVlmlel1t.odel mundo, srno el del Padre mismo, él solo. Es la séptima parte de! círculo , del rnovrnuenro del mundo, donde e! círculo se borra, quedando inmóvil y en silencio. Así aconteció que elcírculo de! movimiento del mundo no fue cerrado, sino que p,ermaneció abic:·to. Y el séptimo día fue santificado y bendito como parte abierta del Circulo del movimiento de este mundo, de suerte que los seres del mundo tuvieran acceso a la casa de! Padre y el Padre tuviera acceso a la suya. , Mas la serpiente dijo: "No hay libertad para el mundo mientras el círculo del mundo no esté cerrado; pues ser libre es ser en sí mismo, sin injerencia externa, sobre todo de arriba, de la región del Padre. El mundo seguirá siempre la voluntad del Padre, y-no la suya, en tanto subsista esa apertura en el círculo del mundo en tanto exista el ~~»
'
y tomó la serpiente su cola en la boca y formó así un círculo cerrado. Y giró con gran fuerza y provocó así en el mundo el gran torbellino que arrebató a Adán y Eva, Y los seres en los que Adán había grabado los nombres que les dio siguieron tras ellos. y la serpiente dijo a los seres del mundo ya cautivos en el círculo cerrado que había formado tomando su cola en la boca y poniéndose a girar: "He aquí vuestro camino: con;enzaréis P?r mi cola y llegaréis a mi cabeza. Entonces habréis recorrido por entero el CIrculo de rru ser y- todo ese círculo cerrado será vuestro, y así seréis libres como yo lo soy.' Mas la mujer conservó e! sábado, y se prestó a desgarrar procedentes de! mundo donde ':preñez y del dolor a este lado
recuerdo del mundo abierto hacia e! Padre y de! santo el círculo en ella cerrado, para alumbrar fuera de él hijos existe el sábado. Tal es la fuente de los sufrimientos de su de! mundo de la serpiente.
271
y enemistad Iue puesta entre la serpiente y la mujer, entre los vástagos de la mujer, concebidos con dolor, y los de la serpiente, frutos del placer. La mujer aplastará la cabeza de la serpiente, y ésta herirá a aquélla en e! calcañar. Pues la mujer se mueve en sentido contrario al de la serpiente, y su cabeza llega a la cola de la serpiente, y sus talones tocan la cabeza de la serpiente. El dolor de! mundo, que es la corriente de la serpiente, constituye su movimiento contrario. En este movimiento doloroso 'tuvo su principio la contracorriente de! pensamiento nacido del recuerdo del mundo del sábado y también de! dolor. Así, los hijos de la mujer erigieron altares al Padre, a este lado del mundo de la serpiente. Y Enós, hijo de Ser, no sólo adoró al Padre, sino que llegó a conocer SIl Nombre. Y comenzó 3 invocar e! Nombre del Padre (Gén 4,26). Pero Enoc, de la posteridad de Ser, fue todavía más lejos: vivió con Dios y no pasó por la' amargura de la muerte, que consiste en salir del círculo cerrado de la serpiente, para los seres vivos más acá de ese círculo, sino que fue arrebatado por el Padre. Porque el pensamiento que aspiraba al Padre logró en aquel tiempo romper el círculo de la serpiente y abrir una brecha en el círculo cerrado. De ahí que la iniciación y la profecía pudieran establecerse a este lado del mundo de la serpiente. La iniciación guardó vivo e! recuerdo del sábado, y la profecía alimentó la esperanza en la liberación del círculo de la serpiente y el futuro restablecimiento del mundo del sábado. Los budas enseñaron la vía para salir del mundo de la serpiente y llegar al reposo del sábado. '. Pero los profetas anunciaron la transformación interna .del mundo de la serpi.ente.,:·' :·poreI.a.dyeniJy.icino del verbo ..queviviré en ese' rriiJOd;0:yre{~abl~9~r5 en su in~¡:rio(n().:;· sóloel 's¡jfi',,'dO';sino también los Otros seis días .de la creación, como eran antesque' liii::''': tercio de los Seres de cada uno de ellos les fuese arrancado.y arrebatado por el torbellino cerrado de la serpiente. . Así aconteció. La mujer virgen, alma del movimiento contrario al de la serpiente y al del dolor desde el comienzo de! mundo de la serpiente, concibió y dio a luz al Verbo del Padre. Ye! Verbo se hizo carne y habitó entre los hombres de! mundo de la serpiente, lleno de gracia y verdad.
,,¡Vanidad de-vanidades, todo vanidad! ¿Qué saca e! hombre de toda la fatiga 'con que se afana bajo e! sol? Una generación va y otra generación viene, mas la tierra permanece por siempre. Sale el sol y el sol se pone; corre hacia su lugar y allí vuelve a salir. Sopla hacia el s~r el viento y gira hacia el norte; fama y retorna el viento/ y gira otra vez. Todos los nos van al mar y el mar nunca seIlenn: al Jugar donde los nos van, allá vuelven a fluir. .. » (EcI 1,2-7). ! ..
))-
"Lo que fue, eso será, y lo que se hIZO, eso se har nada nuevo hay bajo el sol. . He ·.observado cuanto sucede bajo el sol, y he visto que todo es vanidad y atrapar vientos · Lo torcido' nQ':,'¡)u~'dé:enaereiarsc,¡6 .que'Jalta no setpuede co!Iiú, ... he aplicadóm,' corazón a conocer la sabiduría, y también la necedad y \¡¡ locura; y' he comprendido que' " aun esto mismo es atrapar vientos, pues donde abunda la sabiduría abundan las penas, y quien acumula ciencia acumula dolor» (EcI 1,9.14-18). á
)-:L L
;
He ahí la rueda de la existencia bajo el so], cuya visió~ tuvo Salomón, aquel sabio y triste rey de .J erusalén-: y.. ¿ qué consejo práctico dejó a la posteridad? El de la suprema desesperación:
)-
})-
He ahí el mito cósmico, el drama esotérico subyacente al proc,eso evolutivo exotérico. Ese mito pone ante todo de relieve las ideas de círculo abierto y. círculo cerrado. El círculo abierto -o espiral- es el mundo de los seis días de la creación antes de la caída, coronado por el séptimo día, el sábado cósmico, que corresponde a lo que en matemáticas se llama «paso de la espiral». Sugiere la idea de crecimiento y progreso ilimitados, no siendo por su forma más que la introducción o antecámara de la eternidad. Promete un progreso sin fin. En el círculo cerrado, al contrario, no es en el fondo sino una prisión, cualesquiera que fueren sus dimensiones. Es la Rueda que gira, y no evoca, por tanto, ningún avance más allá de su círculo. La idea sugerida por el círculo cerrado -o Rueda- es la de repetición eterna o eterno retorno. Tres personalidades históricas han hecho vigorosamente hincapié en la idea de la rueda cósmica, aunque cada cual de manera distinta. 272
Estos personajes históricos son Gautama Buda, Solomón y Friedrich Nietzsche. El primero 'habla de la rueda de las reencarnaciones, donde naci·miento, enfermedad, decrepitud y muerte se' repiten sin cesar. La iluminación (bodhi) que recibió Buda bajo el árbol, le reveló tres verdades: que este mundo es una rueda de n~cimientos y muertes, que su movimiento no es básicamente sino dolorlY que existe Una vía hacia el punto central del cubo de la rueda, que está en reposo. El rey Salomón tuvo la experiencia della rueda, mas no como círculo de reencarnaciones al modo de Buda, 'sino como inexorable fatalidad que vuelve vano Iodo esfuerzo numano:
«No hay mayor dicha para el hombre
que comer YI beber, y disfrutar
en medio de
}-
sus fatigas» (Ecl 2,24). «Alégrate, joven, en tu mocedad, y gózare en los días de tu juventud; camina por las vías de tu corazón y según las miradas de rus ojos; pero a sabiendas de que pOI' todo ello te emplazará Dios a juicio. Aparta el enojo de tu pecho y aleja el mal de tu carne, pues adolescencia y juventud son vanidad" (EcI 11,9-10).
La desesperanza de Salomón lo convirtió en profeta del Antiguo Testamento y situó su obra en el lugar que ocupa entre los Salmos y los libros proféticos. Salomón muestra el vacío del mundo de la ser· piente, al que da el nombre de «vanidad», y. pone así de relieve el dilema entre suicidio y salvación recibida de Dios, ya que por encima de la rueda giratoria de lá vanidad está Dios. La desesperanza de Salomón pertenece con pleno derecho a la S1grada Escritura. Muestra
:1
273
) )I
)_
)-
) )
"
)--: )))-
)-
)-
) el mundo sin Cristo, co'mo lo hizo también Buda. La tristeza salornónica es el suspiro consciente de la criatura por liberarse.¡~;,' Así, Buda evaluó cfn acierto el mundo de la serpiente antes de Cristo; Salomón lo lloró; y Nietzsche -¡ oh monstruosidad !-lo cantó, Nietzsche vio y comprendió a su vez la rueda, el círculo cerrado y sin salida del mundo de la serpiente, y le dijo: Sí. Tuvo la visión de la~t 'repetición eterna, del eterno retorno, y lo identificó con la eternidad, pese a ser lo contrario1mismo de la eternidad...
)
) )
) \
¿Lirismo poético? ¡Más que eso! Nietzsche dio forma poética a lo que consideraba como su iluminación. y ésta era sólo el compendio de las últimas consecuenciaslsacadas de la ciencia moderna, no como método, sino como visión del mundo.':
.) ) )
)
) -:::
)
) ¡
~
)
) ) )
) r>
)
·fj1c. ~i
En¡;-f9 'R, 's,cglll!l,a:ci~ncia
.
,
La creencia en el eterno retorno tiene por fundamento no sólo el cálculo de las posibles combinaciones de los átomos, sino también el dogma científico de la 'constancia cuantitativa de la materia y energía del mundo. Nada desaparece ni aparece en el mundo. La suma total de su materia y energía es constante. No puede ni aumentar ni disminuir. Nada se le puede añadir ni quitar. El mundo es un círculo cerrado de donde nada se escapa y en donde nada entra. Ahora bien, si el mundo constituye una cantidad determinada, es calculable. Se I:educe,en definitiva, a un número determinado de partículas y/o unidades Ide energía. En tal caso, el número de combinaciones de esas partículas no es ilimitado, Su límite deberá alcanzarse alguna vez, y enton¿~s se repetirán las combinaciones pasadas ... El eterno retorno de todo es, pues, la conclusión inevitable del mundo entendido como círculo cerrado.
3. F. Nictz.sche,
) ')
)
~r
religión COl1cierto grado de des-
- que el mundo es un círculo abierto. Por ello insiste en arrollo- ensena
la realidad de lo~, mila~~os. Lo sobrenatural
de los milagros
. ,¡:,. .:·.• ,',' .'",' ..',..•1.',.",' ...:',:..';,:'.".·, ,' .:
:;~¡:
:n~2
es' la
que
,La buena nueva de.l~ religión es que el mundo no constituye un círculo cerrado, una prisión eterna, y que tiene una salida y una entrada..Hay una entrada: por :so la Navidad es fiesta de alegría. Hay una salida: por eso la Ascensión es también una fiesta. Y este mundo
PlUs,itiva1.efiúes del si.glo, XIX, el inundo puede transformarse yvolver, a ser como antes de la caída: he aquí la é . esla'sÚ':i'!y,/:tót;:¡Yde.h\s ·i:í:¡numerabl~s"¿ómbin.aclones posibles 'delas:-, ..';lil:~'·;:."·· . "bue~¡t Iw,e~a3¡.¡e1pos"tr~:eJjl f¡~sta ae:\;¡.~ fifst~ls: Pascua, Resurrección. partículas más simples;.los átomos. Estas combinaciones cambian sin::~::t:· .' El mundq:cql'áo,;é:írculo c?ri::ado,;~1';ri:tilildo dél eterno retorno, él cesar, pero, sea cual h;ere su número potencial, habrán de llegar un :;¡1~'-' mundo donde «nada nuevo hay bajo el sol... ¿ qué esde hecho?» No es día forzosamente a sV·.}ímite y el número, de nuevas combinaciones:LtL otra cosa que el infierno cósmico. En efecto, la idea de infierno es la de quedará agotado. Entonces se repetirán las combinaciones anteriores~ ~~:. una existencia eterna en un círculo cerrado. De ahí que el círculo y vendrá un momento que será repetición exacta del momento actual. cerrado ,del egoísm,9' constituya el infierno subjetivo e individual y Tal es la base científica del eterno retorno. ~ue el circulo cerrado del mundo de la energía constante sea el in-
)
)
Por su parte, la religión -toda
turalez.a,
)
)
retorno! Aún jamás hallé a la mujer de quien deseara hijos, sino a esta mujer a la que amo: pues te amo, ¡oh Eterpidad!»3
anteriormente.
vi,,~;,:~:~;:'~i~~:,~t~;~~~:~,~ ::,:d:v:~i~": 'd: ~:n~~,:::'1 ~:~;~::,~:: ~:,~~;~ ~;gl~;~:1 r;:~'d~;I,;~~;;oc~:! e'::.
}
)
l ,,~:-1,.•_:_':,.,
•.•
)
)
M~
E.,1~.;~
que. es un círculo cerrado y cuya materia y energía
r~pre~entan u~a cantidad constante no existen milagros. La noción cosml~a del milagro sup~ne la. inconstancia de la cantidad material y ener~etIca del mundo. SI se diera un milagro, la energía del mundo habría exper,lmentado aumento o disminución. Esto implica una apertura en el Circulo del mundo; para que un milagro fuera posible, el n;undo tendría que .ser un círculo abierto, una espiral, es decir, debena te~er una esfera increada o sábado, según el mito cósmico relatado
:Ft,l.:.".'
y el nupcial anillo de los anillos, el anillo del
,,¡Oh, cómo no ansiara yo la eternidad
)
)
En el mundo
·····I_~,l.,..,-,.'....'.,'.,
Así bnbíó Zaratustril,
parte
tercera,
Alianzav
flema objetivo y cósmica. Ahí tenemos, pues,el sentido cósmico de los términos salvación Y, perdición. Perdición significa inserción en el eterno engranaje del Circulo cerrado de un mundo sin sábado; salvación es vida en el mun. d~ del cír~ulo a?ierto, la espiral, con una salida y una entrada. Perdinon. es existencia en el círculo cerrado del eterno retorno; salvación eq.uIValea vivir. b~j~ el cielo abierto donde cada día es único y nuevo, fll1Jta cadena de los milagros ... p,orque Dios no es milagro en la :.-. mcognos~l.ble, sino co.gnoscible.con un conocimiento inagotable y sin 'fm. E,sta ilimitada aptitud de DIOS para revelarse y ser conocido es la esencia del sábado eterno, séptimo día de la creación, día de la vida eterna y fuente de los milagros, día rico en virtualidades de lo nuevo a partir del cual pueden añadirse energías a la cantidad presuntamente constante del mundo de los fenómenos, como en él pueden también desaparecer energías de este mundo. Los otros dos términos del drama cósmico o evolución son caída y
lr:
Jvladrid 1°1981.
275 274
) )
¡ redención. ~eA,Itan más fáciles de comprender después de haber cap- " tado, hasta cierto pUntO, el sentido cósmico de los conceptos de salvación y perdición. Efectivamente, la caída es el acontecimiento cósmico donde el torbellino que desencadenó el círculo cerrado de la serpiente, al morderse ésta la cola, arrastró consigo a parte del mundo , creado. Y la redención es el acto cósmico por el que se reintegra el,~; mundo caído, primero facilitando una apertura en su círculo cerrado' (re.ligión, inici~ción, profecía), luego estableciend~,po'r' e~~ puerta ' abierta, un camino de salida (los budas) y otro de entrada (avatares), y por [in transformando desde el interior el mundo caído merced a la ' irradiación del Verbo encarnado esucristo). Tal es el sentido de esos dos conceptos en el plano más general. Contemplémoslos ahora más de cerca para tratar de percibir con nitidez sus detalles esenciales. En primer lugar, la caída. Nos encontramos aquí frente a frenre con el relato bíblico de los seis días de la creación y del paraíso; con el ir.npr~sionante panorama de la evolución natural como la presenta la ciencia: con los rasgos del grandioso bosquejo de un mundo de perio,dicidad cíclica y ritmo, un ITlundoregularmenr'c soñado por la con,cieneia~:ósr?i<;¡1y, genialmentcfepre~ehtado podas lealp'a.s, triariuatras, y yugas de' la antigua India;'to'rifá':haéi.l'ción'dellibioDzYan sobre la cosmogénesis y antropogénesissegún lai:radición indotibetana expuesta por H,P, Blavatsky en los tres volúmenes de su obra La doctrina secreta": con el majestuoso cuadro de la evolución, espiritual' del mundo, a través de las siete fases planetarias, herencia que dejó ~u.dolf Steiner a la estupefacta inrelecrualidad de nuestro siglo; y por último con las cosmogonías y escatologías explícitas o implícitas de Hennes Trismegisto, Platón, el Zohar y las diversas escuelas gnósticas de los primeros siglos d-e nuestra era. Pese a haberme careado con todo ese mundo de ideas y documentos durante más de cuarenta años, he de solicitar un poco de comprensión por no poder tratar aquí todos esos temas como lo merecen, es de~ir, cla,sificarlos, hacer resaltar sus semejanzas o disparidades esenciales, citarlos adecuadamente, etc. Si así lo hiciera, ahogaría lo fundamental ~n un océano de cosas secundarias. He de proceder, pues, como slgue; el espíritu de todas esas ideas y documentación esta~á presente como fondo general de cuanto diré, sin tener que aludir a ellas de manera explícita. Volvamos ahora al problema de la caída cósmica. ¿En qué consiste este problema? ¿ Cómo ha surgido? >
a
-c
Ó:
:
4. Tbe secret doctríne,
276
Londres
1888; trad. cnst., La doctrina
serreta l. Cárcamo,
)
Examinemos e! conjunto de nuestra experjericia del mundo perso.nal, histórico, biológico u otro. ¿Qué nos dice? Según Leibniz, filóso. fo del optimismo, el mundo dado es el más ¡perfecto de los mundos ,posibles. Para Schopenhauer, el filósofo pesimista, en el mundo dado la suma de los sufrimientos supera la, de lit. alegría, por lo cual el mundo de nuestra experiencia es no sólo imferfecto, sino in~luso un mal. Tanto Leibniz como Schcpenhauer con~C-inplaron el conjunto de ,'la experiencia del mund'6' como" nosotros.Jo +iacemos aquí, y ¡qué .distintas fueron sus dos visiones! En la perspectiva del pensamiento p/-o'o, I que es la de Leibniz, e! mundo en conjunto manifiesta un perfecto equilibrio y un funcionamiento armonioso de sus partes esenciales, y, por tanto, pase lo que pase en sus oscuros rincones, el todo que constituye es, en sus rasgos básicos, la armonía misma, ,\ ' Desde el punto de vista de la oclurua d pura, adoptado por Schopenhauer, la experiencia de cada ser individualen.elmundo confirma el diagnóstico de Gautama Buda, que debe c~nsiguientemente tenerse por verdadero, ,1 , Y desde e! punto de vista de! corazón, que es el del hermetismo y la tradición j'1ge9cr.i~tian,a, ¿ quépue.de d~cir,sfdel::,nundQ?, ELcorazón nos sugiere: e'lmunclo, esa ITla~aviH;:tdesabilduría', bellezX ybcií1d.ad; sufre. Está enfermo. Ese gran organismo qlte no puede haber nacido de la enfermedad y que debe forzosamente proceder de la salud perfecta -o sea la sabiduría, belleza y bondad perfectas- está enfermo. Los continentes y planetas van clegrad ándo se y solidificánclose sin cesar: tal es la esclerosis que invade e! mundo. Y en la superficie de esas m~sas que se petrifican al enfriarse, en ef s.mo de los mares, en la inmensidad del espacIO, rema la lucha por la existencia. Tal es la fiebre de la inflamación en el mundo, No obstante, enfermo como está, el mundo conserva siempre y en todo lugar las huellas de su salud original y \manifiesta la obra de las fuerzas de su nueva salud, de su convalecencia. Junto a la lucha por sobrevivir subsiste, en efecto, la cooperación por la vida, y alIado de la petrificación mineral se extiende el lujuriante tapiz del reino vegetal, que respira, El mundo puede, pues, ser cdntado y llorado a la vez. Ahí tenemos el origen del problema de la caída: que el mundo sea digno, al mismo tiempo, de cantarse y llorarse. El mundo no es como debiera ser. Hay en él contradicción entre el conjunto y los detalles, pues mientras el cielo estrellado manifiesta una armonía de eq\,ilibrio y perfecta cooperación, los insectos y otros m~chos ser~s VIV?S se devoran entre sí, e incontables legiones de microbios infecciosos transmiten a hombres, animales y plantas la ¡enfermedad y la muerte,
Madrid 1980.
277
)
)~ )
) )
) )
) ) )
)
)~ )_J ))
-'
)) ,) --
)))I
)_
)
))~
)-, ) -)))-
!.,.,'
)-
r.!I:
f{
) ) ) )
) )
) ) )
A esta conrradicción se refiere el término caída. Designa ante todo ese estado de cosas qu1ehace creer que el mundo consta de dos mundos independientes, si/no opuestos, como si en elorganismo del gran mundo de la armonía, de las esferas se interpusiera otro mundo con sus propias leyes y evolución, o, más aún, como si un tumor canceroso se desarrollara en e~organismo, por lo demás sano, del gran mundo. La ciencia considera juntamente ambos mundos. Los contempla , :omo una inseparabletunidad, un todo al qu~ llam'a naturaleza. Tiene esta dos caras': es a un tiempo naturaleza benigna y cruel, la naturaleza de la asombrosa cooperación y de la lucha encarnizada de sus partes, la naturaleza a la vez sabia y ciega, madre amorosa y despiadada madrastra. Con el respeto de8ido a la ciencia, hay que hacer notar que comete aquí un error ideológico bastante trivial., El mismo error en que inc~l!,riría un médico al ?eclarar que el proceso de un cáncer y la circulacion de la sangre son dos aspectos normales de la naturaleza del organismo de su paciente. Según esto ¡el estado de enfermedad es normal! Resulta monstruoso que un médico se niegue a distinguir . . entre naturaleza y con'tranaturaleza o enfermedad en el organismo del .)~:i.j
::~f
r:
)
) ) ) ) ) ) )
) ) ) ) )
) ) )
) )
)
~:
raleza virgen y la naturaleza caída. Pero en tanto la ciencia considera su naturaleza, aun siendo ésta la contradicción misma, como reina de la evolución, que ha sabido proceder desde la primera célula viviente hasta el desarrollado cerebro del hamo sapiens, los dualistas radicales la contemplan en su totalidad como algo malo y perverso. En suma, para la ciencia, la naturaleza es, a la postre, buena; para los adeptos del maniqueísmo y doctrinas similares, mala. La ciencia se niega a ver a
t' f,-
Js.. ~.
f;r
~i t.~:..r..
;i~!na e;atl;n~aturaleza;
:.',::¡"..
~
; ~.
.¡>: .".~' .:~::'
radicales no quieren
ver en ella
:i
~;i!~~ll~l: :~
l;~~l~~~g~t:l¡am;::~~:~a~~~;~:g~~: ~e:~;l~~sat~O~~tl~~~~~: '. pulmón animal o humano es un follaje replegado. Otro ejemplo: elsol " f::;J.-;.~e. Q~llaen estado de. trradiacton ; losplanetas, .en estadodecondensa. ',t.~:C¡ó'I;;' es decir, de':·e/-ú·oscadJ,tra.' ". :,>:,¡ ":';"','),::'.':',:._, . Ambas tendencias tienen nombres tradicionales. L~z' y\inle,:~.~ bIas designan respectivamente irradiación y enroscadura. Por eso el Evangelio según sanLuan describe así el drama cósmico: ·.:.: .•. I?:',:.,':',:.:,:' .•...·:••.::"...
..
los dualistas
Volvamos ahora al mundo de la serpiente. Su característica más general es envolvimiento, retraimiento, repliegue o -por usar de un término en consonancia con la índole de las serpientes- enrosca.dura, mientras el rasgo más común del mundo creado es desarrollo, despliegue, florecimiento, en una palabra, irradiación, ASÍ, en el reino animal, el cerebro y los intestinos resultan de la propensión a enroscarse, en tanto que las hojas, ramas y flores son, en
fi;; ~;lriL .
I
)
'"
.~
sus
';;~j:
t:1F'
~;~i;,
_:,j~¡j . e !.!:~/; ..•.•..'.
«La luz brilla en las' tinieblas,
y las tinieblas
no la captaron»
(]n 1,5).
Esto significa que la luz no fue, atrapada ni quedó presa en 'el . . vórtice de la enroscadura; y no se extinguió, sino que brilla en la's tinieblas. He aquí la quintaesencia del evangelio, el núcleo de la buena nueva. Así, pues, el Sol y las demás estrellas son respecto a los planetas (incluida la Tierra) lo que la luz es respecto a las tinieblas. E igualmente, en el microcosmo, e! sistema de las flores de loto es respecto al sistema de las glándulas endocrinas lo que la luz es con relación a las tinieblas. En el fondo, las flores de loto no son sino glándulas en expansión, y las glándulas son, como si dijéramos, precipitados de las .flores de loto en e! microcosmo, lo mismo que los planetas son precipitados de las esferas planetarias en e! macrocosmo o sistema planetario. El mundo de la serpiente es el de la enroscadura. La serpiente, al morderse la cola y formar así un círculo cerrado, es el símbolo de ese .
)
)
~.,:
.. ~.,
278
279 ;',:
) )
,
.,
;,.;
mundo. La enroscadura llevada a término con éxito sería un infierno o ' estado de completo aislamiento.
',.'
".','
~mpero .esta enroscadura o aislamiento consumado no se ha producido en ninguna parte del mundo que conocemos. La historia de la evolución llamada natural nos presenta un cuadro de intentos sucesivos Con miras a constituir un organismo viable por enroscadura total y una conciencia absolutamente autónoma sin incidir en la locura. Todas estas tentativas han fracasado. Fijémonos, por ejempjo; en el átomo, fruto del repliegue. ¿Es, de hecho, una~ntidad autÓ~(';"inae'-( independiente? ¡Vemos que los átomo,'; se han asociado para formar moléculas! ¿Y la molécula? ¿Tendremos aquí el ente autónomo que busca~os? También las moléculas se han agrupado para constituir esas misteriosas hermandades de vida que llamamos células orgánicas, las cuales han formado a su vez innumerables organismos ... La historia d.e l~ ,evolución de las células vivas es la del triunfo del principio de asociacion y cooperación sobre el de disociación y aislamiento, El aislamiento sólo ha: logrado engendrar monstruos no viables. ;"'sí los di.nosaurios, aquellos gigantescos reptiles que invadieron la .trcrra y remaron soberanos eltirante los cien millones de años de la era ·',,/n~soz:oic'a, nO'~lier·oll,bi()Jógjc;).nj:eri,te habhttel¿¡:;inoiúi callejón sin ' , s::¡hda;'por ·esoperecieron. Cedieron su reino. alas mamíferos y las' aves. Los mamíferos produjeron también varios ramales ciegos hasta que los vertebrados, tomando el relevo y rechazando una tras otra las fo~mas condenadas tarde o temprano a la extinción, llegaron a los pnrnates, ?e los que un género, el horno sapiens, se apoderó de la tierra y rema en ella desde entonces sin rival. De esta suene nuestro planeta, que en el mesozoico era el planeta de los reptiles, se convirtió en planeta de la humanidad.. . ¿Es la humanidad nieta del reptil? Expresado en términos bíblicos, ¿son los hombres «hijos de la serpiente», «hijos de las tinieblas», producto de la enroscadura, o, al contrario, «hijos de la luz» (Lc 16,8) ?
El cerebro del hombre es el más desarrollado. Ahora bien, Como enri Bergson, el cerebro es un órgano que de~empeña el lo demostró papel de tarnr: respecto a la conciencia; es a la vez instrumento del saber y de la ignorancia. Tiene por función admitir en la conciencia lo conveniente y no admitir, olvidar, 10 inconveniente desde el punto de vista de la acción o la voluntad tendente a la acción. El cerebro es, pues, el órgano de la selección, ¡un atajo de la evolución global! Lo que el cerebro hace es la esencia de lo ocurrido durante todos los millones de años de la evolución biológica. Ésta, toda ella, es el proceso incesantemente reiterado de la sucesión creación-selec-
r:
-"ción-rechazo-olvido. Las formas convenientes son escogidas, las otras ;;'-~rechazadas. Una criba invisible actúa sin deséanso. Mas esa criba se ha , hecho ya visible, se ha hecho carne, Es el cerebro. .. .' Henri Bergson dice del cerebro, entre arras, cosas, lo sIgUIente:.
I
, "En la actividad del pensamiento en general, así como en el obrador de la rnern orra , ··....el cerebro parece encargarse solamente de comunicar al cuerpo los rnovuruentos y actitudes que interpretan lo que el espíritu piensa o lo que lascircunstancias le inducen a 'pensar. Es. lo que en otra part"e, he expresado al llamar ,bL,cerebro un órgano de pantomima.,.
.~
. '\. "
'..
·I"·~·:~.
...','
)
) I
)
.
)-
» Los fenómenos cerebrales, en efecto, desempeñan en la vida mental el mismo papel que los gestos del director de orquesta en la sinfonía: esbozan las articulaciones motrices, y nada más. Sería inútil buscar dentro de la corteza cerebral cualquier rastro de las operaciones superiores de la mel~te. El ~erebro, aparte re sus funclO~es sensoriales, no tiene otro cometido que el de irmtar (mimer), en el sentido mas amplio de la palabra, la , '1 ' vida mental ••.5
)¡ )-
))-
El cerebro es, por tanto, el órgano de la mímica y de la elección de lo que va a imitar. Imita oportunamente. Esta mímica oportuna es precisament~ que ellibr~ del Génesis e entiende porvasrucia» .Carum) cuando dJc que. la serpIente era «~l T rr.ás astutü:entre .losanimales de los campOs, que YahvehDioshabía "h~ciio»·(Gfn3,1).·'E~;'p~~ decirloásí, el p~iri.cipio psicolÓgi<:o de la serpiente, como la enroscadura y el movin{iento del círculo cerrado son su principio dinámico. 1, . • Ser astuto significa imitar la sabiduría,¡ tras haber eliminado su elemento esencial, su luz, y utilizarla con fines personales. Por ello suele decirse que el diablo es el simio deDios, que imita a Dios como lo haría un mono. I El cerebro es, pues, obra de la serpiente. Y la humanidad, como especie animal dotada del cerebro más desa::'ollado, es su. hija ma~?r. Los hombres, como seres cerebrales, son h1)OSde la serpIente o hijos "de las tinieblas. ' De ahí ese toque de piedad filial que observamos acá y allá por todo el mundo en actos de veneración a' la serpiente: en Egipto, la India (najas sagradas), México y. Centroamlérica, así como en ~hi~a, donde se adoraba al sagrado reptil en su forma volante, la del Dragón. El propio Moisés erigió en el desierto, en lo alto ~e una pértiga, ~na serpiente de bronce, y hubo que esperar ~asta ~l remado de ~zeqUlas, hijo de Ajaz, rey. de J udá, para que, se pusleí~ !m a l~ adoración de ese animal, en especial cuando Ez.equías «romplO la selpIente de bronce que había fabricado Moisés, porque hasta' entonces (es decir, j durante
)-
Ip
))-- ...
\' )~ )})--
)-
)-
))r
)_
r
>:
)-
)}-
5, H,llergson,
280
, )-
L'énergie
spírituelle
p, 74-75;
trad. cm"
La
en'.'1'''
espíris eaI, Aguilar,
Madr-id
1%3.
)281
)-
-.'i'·
))-
)
--
) I
.~
) ) )
) )
) ) )
) ) '\ }
} ~
)
) r-
) ->
r';:'::
)
J
;; )
J )
~- ) , ) /-
) )
..
) ')
) )
)
I
,
todos los siglos de los Ijueces y de los reyes hasta Ezequías!) los israelistas le habían quema'do incienso, llamándole Nejustán» (2Re 18,4). Muchos siglos despué~, los gnósticos naasenos adorarían a la serpiente en esa misma región, ~ ello í en la era cristiana! Incluso en los siglos XIX y xx, varios escritos ocultistas se han esforzado por restable¡cer el culto de la serpiente, en forma intelectualizada esta vez, . , Éste es el caso de H.P. Blavatsky que intentó, en La doctrina secreta, valorizar la serpiente como idea filosófica de la antigua sabiduría. La interpretaba, como principio de la energía universal (jobat), nexo único e indispensable entre el intelecto universal (mahat) y la materia universal (pralkrti). Evocaba las antiguas leyendas y tradiciones de los maestros dJ la humanidad infantil, creadores de la civilización, hijos de la serp~ente, que fueron los bienhechores del género humano en la alborada de su historia. ' Éliphas Lévi la presentaba como «gran agente mágico», principio intermediario entre lal conciencia y el mundo de los hechos objetivos. Según él, l~ s:rpiente les elOrrincipio de la realización, a ~a~er, lo que traduce practicaw~p;t.t¡),avplunt~d en sucesos.To que objetiva lo sub- . 'jetivo. .;.;::",:;.,
. 282 .
agente que los faquires, hipnotizadores, magnetizadores y nigromantes? Siglos de experiencia demuestran no sólo que hay otro agente y otra magia, sino que existen también una conciencia y experiencia distintas de las del cerebro. No fue la serpiente lo que Juan Bautista vio descender sobre el Maestro de la magia sagrada y máximo taumaturgo de la historia, sino la paloma. "y Juan dio testimonio diciendo: "He visto al Espíritu de paloma y se posaba sobre él". an 1,32).
"
que bajaba del cielo en forma '
Tres días más tarde tuvo lugar e! milagro de las bodas de Caná. El milagro de las bodas de Caná, la curación de! hijo de un funcionario real, la de! enfermo en la piscina Bethesda, la multiplicación de los panes, e! caminar de Jesús sobre las aguas, la curación de! ciego de nacimiento y la resurreción de Lázaro no se debieron a la acción de la serpiente, ni tuvieron e! cerebro por instrumento, ni tampoco resultaron de la intelectualidad cerebral como fuente de iniciativa. Su agente fue la paloma, es decir, el Espíritu que está por encima del cerebro y . dela cabeza, y qlleffS:&~ert4~'ipbre'Ja cabeza par~ detenerse ahí, e! '. ESJiiritu .que trasci,e.ndi:,l.ainceleciualidad cetebral T es ala vez-Iüerite de iniciativa, agente einstrumento de la magia divina o sagrada, Me pregunto entonces -y te lo pregunto también a ti, querido amigo desconocido- por qué los autores ocultistas no han puesto su celo, fervor y habilidad al servicio de la causa de la paloma en lugar de favorecer los intereses de la serpiente: ¿Por qué no han reconocido al gran agente de la magia sagrada que ha demostrado con creces su vocación de iluminar, sanar )' transformar e! mundo? ¿Por qué la Sociedad teosófica, que sitúa la verdad sobre toda creencia, no adoptó por enseña la paloma del Espíritu Santo, que es el principio mismo de la universalidad espiritual, en vez de optar por la serpiente que se muerde la cola? ¿Por qué Stanislas de Guaita no escribió ningún libro sobre la Paloma del Evange!io? ¿Por qué Éliphas Lévi no hizo mención del nuevo gran agente mágico, la paloma, llamado a sustituir al antiguo, la serpiente? ¿Por qué H.P. Blavatsky se negó a ver que existen dos principios de la energía cósmica, el del fohat o energía de la serpiente y el del Espíritu Santo o energía de la salvación? El libro Dzyan no menciona este doble principio, pero ¿constituye acaso la <únicafuente de la verdad? ¿Nada vale e! testimonio de los profetas, .apóstcles y santos a lo largo de treinta siglos? Mi perplejidad, lo repito, no viene de que los citados autores ocul.tistas hayan o no incurrido en errores de interpretación, en lo esencial, 283
';,
-".
acerca de la serpiente, sino de que hayan tratado este tema con insólito'" exclusivismo y aun parcialidad, cosa dificil de explicar sin recurrir a ' factores psicológicos.
1,1 .
n~
}r~·. ;, s .' W j,.. ,
/; ~~,; ~;,~,~
1,
l~~'!
s !
1,:1'"'
'1,1'
;W·:~. ~},.-
,":1'
~~t}::.
~' 1:'1"
I~k
~¡k?~ ,
.: . ::1
Sea 10 que fuere, la literatura ocultista refleja una tendencia bien pronunciada a presentar la serpiente como único principio de rea1izaC10n e Incluso de' la ciencia, sin omitir' b ciencia oculta. . Por lo que a noso.tr?s toca, sólo podemos ver en la serpiente, en pnmer lugar, el prmcipio de la enroscadura, de la tendencia a formar círculos cerrados, así como el principio de la actividad e intelectualidad c~rebrales ~, en otros términos, el principio de la caída. DIgo «en primer lugar», ya que, gracias a la obra de la salvación con su historia mi1enaria, se produce una gradual espiritualización de , ~a obr~ de la serpiente -incluida la intelectualidad cerebral-, y la injerencia de lo alt~ no sólo impide que se formen círculos completamente cerrados, S1110 que además orienta la enroscadura hacia la solidaridad, por etapas como la familia, la nación,la comunidad cultural etcétera. Dicho de Otro modo, la Providencia cuida de que los círculo; formadas, por la serpien.te no se cierren delrodo y de que la serie .de tales CIrculas se convierta en u~i,_.s,~,r;~~;<;:.9~respondiente de espira»les.... ','" ," " ., -, ,. '"",- - -.,,>-' '--. .--... Los beriefici~sde esta grad~lai 'fT¡ft~Úhbí:fosl~deja dm:de l;se~piente n_ohan de atribu.irse, pues, a esta última;.:sinoal Otro principio, a su pnnclp10 contrano, el de la «luz que brilla en las tinieblas». Efectivamente, l.a 'evolución real y total es 'fruto, por un lado, de la obra de la serpiente que enrosca, dando lugar a la formación del cerebro y de la intelectualidad cerebral, y, por otro, a la obra de la luz de lo alt? que abre 10 enroscado e ilumina la intelectua1idad cerebral. Serpiente y paloma: he aquí, en definitlva, los factores subyacentes al proces? global de, la. evolución. Si. me preguntas, querido amigo d~sconocldo, por cual. de ambos partidos, a mi juicio, hay que decidirse, p~r el de la serpiente o el de la paloma, mi respuesta se atendrá al consejo del Maestro: _ "Sed prudentes
¡U~·
~.?: ,~:'::' .::,:~".'
j,I'" '¡'-:"
{.-:'
como las serpientes
y sencillos como las palomas»
(Mr 10,16).
Es decir, hay que tratar de unir la intelectualidad cerebral con la espontaneidad. espir!tual. Debemos por fuerza pensar articuladamente y ~e manera discursiva, pero más allá de ese proceso discursivo ... ¡está el Ideal! Su luz ha de iluminar nuestro pensamiento" . Torner::os ahora a la pregunta: ¿Son los hombres hijos de la serpienre o hIJOS de la luz? Decíamos que, como especie animal dotada del cerebro más desarrollado, los hombres son hijos de la serpiente,
'Toca aquí ariádir: como seres que aspiran al ideal del bien, la belleza y .la verdad, los hombr~s son hijos de la luz. l • _:", "., Dígase lo que se diga, no existe una sola razon ni un solo dato en el conjunto de la evolución biológica -o¡ya cifna' es la formación del «cerebro humano- que explique y hagaparece~ necesaria la aspiración , humana a la verdad, la belleza y el bien. rCada monasterio, cada ..convento, desmiente por 10 demás, de modo inequívoco, la tesis a .tenor de la cual la humanidad es un simple producto de la evolución biológica. Toda renuncia a cosas concretas Jriqueza, poder, salud y hasta la misma vida-, en aras del ideal, atestigua la realidad transevolutiva y transcerebral del núcleo del ser hum¡ano .. .' Si es cierto que las excavaciones efectuadas por los paleontólogos -..ponen ante nuestros ojos cráneos y esqueletos que prueban la evolución biológica hasta su término en el cerebro humano, no 10 es menos que los mártires, en la historia, dan testimonio jie la trascendencia del núcleo de la naturaleza humana respecto a 1i, ~volución biológica. Ello viene de que la evolución en su totalidad es un cruce de la .. ' evoluciÓn' biológica con la evolución espiriltual. Este cruce de dos .esferas tan diferentes constituye la realidad db la caída; El otro término del drama; cósmico que nos ocupa, -lign~?" al ,de la -caídá, es la redención. '.- 7·,~·'"tr{:. .: Decíamos anteriormente que la redención 'es. el acto cósmico de reintegración del mundo caído, merced, primero, a la creación de una apertura en su círculo cerrado (religión, iniciación, profetismo), luego a la de una vía de salida (budas) y de en trada (avatares), y por último a la trasformación del mundo caído des~e el, interior, obrada por la irradiación del verbo encarnado Qesucnsto )'1 Así pues, la tesis que aquí proponemos afirma que la obra de la salvación -que culmina en la redención propiamente dicha- es universal, tanto en lo que toca al tiempo como al espacio. De hecho, viene actuando desde los albores de la historia de la humanidad, extendiéndose a todo grupo y a toda religión. Cada siglo ha constituido una de sus etapas sucesivas, y su campo ha sido siempre -y sigue siéndol~ la humanidad entera. La obra de la salvación les católica en el sentido literal, hermético, mágico, gnóstico y místico de la palabra. Ello quiere decir que la historia de la Iglesia militante; purgante y triunfante es tan larga y extensa como la de la propia humanidad, pues el verbo «era la luz verdadera que ilumina a todo hombre ¡que viene a este mundo» 0n 1,9), a todos los hombres, por consiguiente, en el tiempo y el espac1O. , . La obra de la salvación es única. Comprende todos los autentrcos esfuerzos humanos por trascender el cerebro y la intelectualidad cere-
:
'.;:' ':;
))-
))-
)))))-
)-
)))-
284
285
))~
)-
9
')
( ,~(
)
-(
) ) )
--
)
, )
.r--
- ) , ) ) .~
)
I
)
,)
)
, ...
)
~
) ) )
) )
_.
) ) ) )
) ) ) ) )
) )
I bral, así como todas lL auténticas revelacion~s de lo alto a través de las edades de la historia humana. Procede por etapas. Desde el primer altar erigido en una colina o en la linde de un bosque hasta las grandiosas catedrales de Europa, aspiró siempre a remontarse a las alturas de la conciencia más allá de la esfera de la intelectualidad cerebral. Las etapas de la obb de la salvación universal constituyen la histo, ria espiritual de la hJ.manidad, la gran Biblia universal de la que la Biblia histórica es sólb una parte. Esta historia espiritual puede resumirse de dos maneras, según dos puntos de vista diferentes: el de la revelación y el de la Jperación. Desde el primer pLnto de vista, se podría glosar la historia espiritual de la humanidad ~como lo hace la cábala- enunciando los aspectos de Dios que se nivelan sucesivamente en ella. Los diez nombres divinos de la cábala, que corresponden a las diez sefirot del árbol sefirótico, compendian dicha historia espiritual referida a la revelación gradual de Dios. Desde el aspecto representado por el nombre 'adonai (Señor) hasta el indicado por el nombre 'ehyeh (yo soy) hay, en efecto, un largo camino:1 el primer nombre expresa la superioridad del poder en sí; el último evoca la intuición (conocimiento inmediato) del ;:';e¡:.:q'u:e es porsíniismo.o, simplemente, ~. Desde el punt~de vista de'!i operacion o ejecución '(¡eh' obra salvífic~, podríamos Iresumir la historia espiritua~ de la humanidad describiendo las eta~as. transcurridas desde la prImera apertura del círculo cerrado de la serpiente hasta el advenimiento y auge del «reino de Dios» dentro de ese círculo, . Tales etapas sería~: apertura del círculo cerrado, vía de salida y entrada por esa puerta y encarnación del Verbo. La primera etapa, la apertura del círculo cerrado, permitió que la fe entrara en lahumanidad encarnada; la segunda le trajo la esperanza; la tercera encendió en ella el amor, que es la presencia activa de la vida divina dentro del círculo de la serpienre .. Lo que la humanidad había creído y esperado híz ose realidad presente: he aquí, .en una sola frase, la esencia de toda su historia .. 1 ¡, esplntua .'.. 1 Mas este resumen abarca un mundo de acontecimientos: el primer. I '. despe~'tar de los rec¡uerdos de~ para,íso e~ las alm,~s sumidas en la " oscuridad de la lucha por la existencia; la instauracion del culto para ' perpetuar dichos recferdos y preservarlos del olvido; la aparición de sacerdotes que mantuvieran ese culto, de videntes y profetas que lo ' conservaran vivo y lo desarrollaran; el nacimiento de escuelas del :. esfuerzo humano en ¡busca de una experiencia transcerebral, la clamo-, rosa' nueva de que tal esfuerzo no era vano, de que existe una puerta
I
) ) ) r-
)
286
de salida; las doctrinas de los budas, maestros de esa vía; las revelaciones de los avatares -de los risis, grandes maestros y hombres de Dios-, que demostraban la realidad del camino de entrada, de manifestación y encarnación; la preparación espiritual en el mundo entero y la preparación real en un pueblo escogido -Israel- de la Encarnación, prefigurada por las encarnaciones y manifestaciones de avatares y budas; la Encarnación misma, por fin, con todo lo que implican las palabras de san Pablo en su epístola a Timoteo: «Y sin duda alguna, grande es el misterio de la piedad: Él fue manifestado en la carne, justificado en el Espíritu, visto por los ángeles, proclamado a los gentiles, creído en el mundo, elevado a la gloria» (ITim 3,16),
Lo que en general se entiende por evolución resulta de la concurrencia de dos principales líneas de operación: la de la serpiente y la de la obra salvífica. Principales, digo, porque hay todavía otras líneas secundarias que asumen un papel intermediario entre las dos ~itadas. Tal es, por ejemplo, la línea de la evolución de las almas individuales p.or vía de las reencarriaciones. Ya hemos tratado este tema en una de nuestras cartas precedentes y lo toca-remos aún en la carta XIII. C9Ú~: teil témono s' aquí con mencionar, en el éOrlte'xtO de la evolución geifé~.: ral, el siguiente hecho ,: .. '... La ciencia se enfrenta actualmente con el problema de la transrni. sión hereditaria de las cualidades adquiridas por experiencia. Este problema, tal como se presenta hoy, nace de la paradójica contradicción entre lo que se conoce de la ley de la herencia y lo que se sabe de la evolución y el progreso en general. Por una parte, ha quedado :-;' establecido que las cualidades adquiridas no se transmiten hereditaria" mente, y, por otra, que la totalidad de los hechos de la evolución "general atestigua un progreso. ;> .. Para resolver esta contradicción entre la herencia meramente re~;.:;productora y la evolución general que se revela creadora, hay que ;t recurrir a una nueva dimensión, es decir, añadir la dimensión vertical t,;':bla de la continuidad horizontal en el tiempo, o sea la de la herencia ,::-lque vincula unas con otras las sucesivas generaciones, Hay que adrni,,:.tir, en lo que toca al mecanismo propiamente dicho de la herencia, que i~;::'las cualidades adquiridas se almacenan en alguna otra parte, y que '>¡,entreese mecanismo y los caracteres adquiridos -que no desaparecen, ::{sino quedan relegados en algún otro sitio- se da una tensión activa ':manifestada tanto en el hecho de la educación y auto educación como :;en el surgir de genios intelectuales y morales, frutos de una estirpe ,"intermedia. Esta tensión entre el mecanismo de la herencia y las cuali287
")
.. {
.:
\
)-'1·
, , L
dades adquiridas por experiencia, acumuladas en otra pane, lleva, a lá, ~arga, ~ un predominio de las últimas, produciéndose una especie de':, irrupción de las mismas en el mecanismo hereditario. Los frutos de Jao';:' experiencia pasada, por así decirlo, se reencarnan.' '. Ello nos conduce a dar entrada al principio de la reencarnación. y'; cuando l.a moderna psicología profunda de la escuela de Jung añade a~: esto COpIOSOS -rnateriales acerca del resurgir de experiencias pasadas en sueños, visiones y en la vida imaginativa de personas cuya conciencia normal ignora todas esas cosas; cuando, por ejemplo, los ritos y símbolos de los antiguos misterios reaparecen así en pleno siglo xx, entonces el.postulado indispensable para explicar la posibilidad del progreso deja de ser un postulado para convertirse en una conclusión basada en la experiencia y dotada de alto grado de probabilidad. Cieno que J ung llama «inconsciente colectivo» al lugar donde se relegan las experiencias del pasado. Pero, ¿por qué colectivo? .Por q~éno llamado «inconsciente individual»? ¿Sólo porque las expe:ienDas del pasado que surgen de las profundidade.<;'·,de la conciencia tienenmuchos puntos comunes y se asemejan unas a ~tras? "" ,', "J~sasexperiencias,no obstante, surgen en los seres humanos. Es '."" >pué'fna~ural que tengan muchos puntos ..comunes, rantoscomoJcis ':/ ·'hoi'Í1bresmis~nos. ¿Solo por esto hay que referirse la col~cd,jid~d de la memoria subconsciente (o supraconsciente). de alcance milenario? ¿ No es más sencillo y natural concluir que quien se acuerda de una experiencia es también quien la ha experimentado? . Mas debemos hacerle justicia a Jung añadiendo que no insiste en una colectividad sustancial de su inconsciente colectivo. Como verdadero sabio, deja abierta la cuestión de saber si el inconsciente colectivo es un ?epósito o alma~~n común de la humanidad, o si es el conjunto, obtenido por abstraccidn, de los rasgos comunes de los individuos. La metafísica del inconsciente colectivo no ha sido apenas elaborada por Jung. En todo caso, los hechos reunidos y presentados por Jung se prestan al menos tan fácilmente a la interpretación reencarnacionista como a la colectivista.
a
Sin embargo, para el fuero interno de la conciencia -y te recuerdo, querido amigo desconocido, que estas cartas sólo se dirigen a tu fuero interno, no teniendo esencialmente por objeto proponer doctrinas de validez general, es decir, cienrífica-, la experiencia de las profundidades de nuestra propia alma es, la que tiene la última palabra en el problema de la reencarnación individual, y a ella incumbe la tarea de transformar la posibilidad y probabilidad de la reencarnación en certeza, en el fuero interno, por supuesto. Hay, pues, tres continuidades en la evolución: la continuidad bio-
)-
",lógicao herencia, la continuidad psíquica o reencarnación y la conti~':n'uidadespiritual u obra de la salvación. Notemos que estas tres líneas de continuidad corresponden al triángulo dinámico al que Fabre d'Oli'::,vetreducía la historia del género humano: «destino-voluntad-providen;,tia». La herencia corresponde al destino (faralidadj.fa reencarnación a la ::"yolunta? (l.i~ertad) y la .~bra de la salvación. a I~providencia. He aquí "la descripción de ese tnangulo por el proplO 1utor:
)))))-
«Pero si el hombre, en primer lugar, es sólo: .. una potencia en germen, que la 'civilización debe desarrollar, ¿ de dónde le vendrán los principios indispensables de esa , cultura? Respondo que le han de venir de dos fuerzas a las que está vinculado, debiendo mismo constituir la tercero... Estas dos fuerzas, entre las que se ve situado, son el ;<:destino y la providencia. Debajo de él está el destino, naturaleza sujeta a la necesida? -. natura naturata; sobre él está la Providencia o naruralez'a libre, natura nat urans, El , 'mismo, como reino humano, es la voluntad mediadora, la fuerza eficiente situada entre ambos naturalezas para servirles de lazo de unión, de medio de comunicación, y reunir .. as( dos acciones o movimientos que de Otro modo serían [incompatibles. , » Las rresIuerzas que acabo de citar ... constituyen el escenario del universo. Nada se ;'.. sustrae a suactuación, todo en eluniverso les está someti~¿;'todo, excepto Dios mismo ': ~ue las ~I,1Vu~lvee,n,'su insondable unidad, formando coi-J,r-llás esa tétrad~ sagrada, ese ,~'! Inmenso. cuaternarro que es todo en todo y fuera del cua~ no hay nada» .
))-
el
' ..'~¡~:~e:'I:'itoa¡}adír ~ ~sm:~ii~q~e yorrtiSrn4,'d~lrante t~da ~i ~icia, jamás había logrado hallar una fórmula más h:-J(~'¡da y una clave general más,eficaz que las de Fabre dOlivet para comprender la evolución y la historia de la humanidad, pese a que el siglo v medio transcurrido desde la publicación de su obra y el más amplio conocimiento que hoy se tiene de la historia del género humano -así como la desafortunada ~e~ue~a del propio Fabre d'Olivet re~pe¡cto a ciert?,s misterios del cnstlanIsmo- me hayan obligado a revlsa~ la aplicaclon que este autor hace de sus admirables principios generales a los problemas concretos de la historia humana. La mism.a lobser:a~ió?- vale para Sainr-Yves d' Alveydre", salvo por la parcialidad anticrisuana que no existe en este último. I . . .. Herencia, obra saloijica y reencarnación -siendo ésta el pnnClpJO intermediario entre las dos primeras- constijuyen, pues, juntas, el drama cósmico de la evolución. I La décima lámina de\ tarot evoca la totalidad del proble~na de la evolución, cortándolo, como si dijéramos, po~ medio y poniendo de relieve su más importante aspecto práctico: la elación entre anirnali- " dad y humanidad. I
)~ ))~
))_. )< )-
) -,
)))) -' ))
))-
.> )) )
7. A. Fabre d'Oliver.
Histoire phj/osopJJI:q~e
respecto
de su obra
MISSJOIl
ge.n~e hum~i1J. t. 1, Par~ 1824, reimpr. Lausana 1974, p. 485. des )lIifs. Paris, 1956. I
dI{
) )
I
289
-
\
r·
8. Especialmente
288
)-
)
) )
5
~;,;
) )
) ) ) ) )
) ) ) ) ) ~ ,) ~,
) )
-
) ) ) ) ) )
::=:.
) )
)
,~
)
) )
~
)
) )
r:
)
r:
lS
l'
':wr
"y
:t~-
¡~f:~~f:~~:~2;~~;~~:~~~~
'lill~~:a~1:~:r:'ae~:~fFf~e}~i1;f~~~~: s:~~;~l: r;S~'~ ,~'-i~~~1ae~:1{;f!~%;~
y
291
290 ,
) )
abarca la palabra bestialidad. ,~ay, pues, instintos de origen divino e instintos bestiales. Así el agUlla que la tradición Jco~og~~fica r~presenta como principio ins~i~ad~r +O can~l de la 1I1splraClOn divina- del evangelista Juan es el InS,tll1~O que tiende a el.evar el espíritu y el corazón. Al propio tiempo, el,agulla, como prototlpo de ave r~paz, simb~liza el instinto de agreslOn.o ataque fulgurante. Tal es el agUlla que hguraba, como principio Inspirador, en los estandartes de las legiones romanas. El le~n, por su ~arte, refleja el i;1s~into que podría designarse por
, humano. :~; Este arcano es, por tanto, el de la solución práctica del problema: cómo llevar a cabo la 'integración de los elementos humanos yanimales en la personalidad humana sin extirpar ni rechazar nada, sin que l' aquéllos se animaJicen (volviéndose simios) ni éstos caigan bajo el dominio tiránico de Ilos primeros (transformándose en perros). En otras palabras, como descender al plano animal sin animalizarse y cómo hacer que la animalidad suba, sin coacción, al plano humano. Este décimo arcano tiene también, por sí mismo, un carácter erni•••..,f.¡.'.~"..:.l·.,_.,... nenten:ente práctico¡1 Es un. ejercicio e~p.i~itual desti~ado a desp~nar , valentía moral lo~ue el segundo tipo de león es con relación al primeel sentido del arcano es decir, el conocrrmento experimental de cierta ro: su degeneración. bbilidad, la cual no I,consiste sino en el atinado manejo de los elemen. El otro si~1boJizael in.stin,t? de concentración productiva y sugietos de lahuma:nidad\\\1iina~iz¡¡da yde los dela animalidad que aspira a ~ela tendencia a la medltacJop'~profpIida. ES el canal de.la divina ,..... li\.s~ira¿ióJi:'delc'vafrgelistáL4l:,i:i-r;A~t~:erltendi'db, el to¡,o_sus¿itó en la India el culto a su aspec;to femen.ii1o;la vaca sagrada. La veneració~ a malidad, o sea más lUá de las mociones automáticas que se dan en el la vaca en este país sólo e-s un reflejo popular de la tendencia de los psiquismo humano. ..•. indios a la, meditación. También aquí hay toro y toro. Éste es la ¿ Qué tarea práctica sugiere esta contextura de la Rueda con la _degeneración de aquél, la concentración de la voluntad en un solo esfinge encima? H~y una animalidad creada y otra resultante de la , punto dejando todolo demás en la sombra. Cuando se inmolaba el evolución. La primera data de antes de la caída; la segunda debe su .: toro en los. misterios de Mitra, no se pretendía en modo alguno matar existencia a la evolución posterior a la caída, a la obra de la serpiente." -.:' ,la tendencia a la meditación, sino el ímpetu ciego. Hay una animalidad creada por el Verbo divino, a la cual se refiere el :-. El ev~ngelis~a Mateo tiene por compañero inspirador, según la Evangelio de san [uan cuando dice: _ -'.:_lco.n~g~afla, el angel o el hombre. Esto denota la inclinación a la ~;>~b!etlVldad,que se manifiesta, por ejemplo, en la veracidad del relato _ «Todo se hizo por- él,)' sin él no se hizo nada de cuanto existe» Un 1,3). ___ ~pICOreda,ct.ado ?~r ~~ anal~sta o cronista. Y una vez más hay que ;pacer l.a~laslc~ dIstl~cJOn: existen dos clases de objetividad. Se puede Este mismo significado tienen las palabras del Génesis de Moisé\, ~erobJ~tIvo, Imparcial, tomá~dolo todo con igual interés; o, por el relativas a la creación de los animales con arreglo a SH especie (Géri<; ;contr~no, adoptando una actitud de igual indiferencia frente a todo: 1,24-) en el quinto sexto días.; ';Hapnmer.a, de estas objetividades es la de los ángeles; la segunda, su La animaJidad de. origen divino se resume en los prototipos o ):le?eneracJOn, es la de la observación fría y carente de cordialidad. La especies de los sagrlados hayot, los querubines. Éstos son: el toro, el;, \pn~~ra se revela en los efectos del instinto que llamamos conciencia; león, el águila y el ángel u hombre. Reuniendo estos cuatro prototipos:' ~)a:ultlma: en lo que muchos entienden por espíritu científico, que no en un solo ser, se obtiene la esfinge. }S,~ decir verdad, más que la inclinación al cinismo. La esfinge es, c'onsiguieritemente, la síntesis prototípica de la ani~!)Ahí tene.mos, ~ues, el cuadro comparativo de los principales insmalidad sagrada o, en otros términos, de la instintividad divina, de! :ptos de origen divino y de los surgidos después de la caída. principio de obediencia espontánea a Dios. Animalidad sagrada, en
)
~ ~
,{ ~:~~~:~:!~~~::;nt:::O:O;:b::' ::::~'~::¡ó:::'::':':p¡:n:W~o:
La esfinge encima ~e la Rueda represdnta la animalidad y la humanidad reunidas, sea t~davía no diferenciadas, sea ya reintegradas. El enigma de la esfinge es, pues, el de la humanización de la animalidad y la animalización de lal humanidad. El perro que. sube hacia la esfinge . representa la animalidad que aspira a reunirse con la humanidad; el :.~~ simio que desciende simboliza el proceso de animaliz ación del género
.
,,' ..
)-' )De todo ello se desprende una tarea practica, la de la alquimia interior o transmutación de los instintos degeneradores en sus protc.: tipos de antes de la caída: la transmutación del águila en águila, dei' león en león, del toro en toro y del hombre en ángel. Dicho de otra' manera, hay que poner -o reponer-la esfinge en el puesto que ocupa-': ba sobre la Rueda, transformar ésta o el automatismo psíquico en:' esfinge. ' ¿ De qué modo? Por vía de metamorfosis, es decir, mediante cons-,: tricciones y expansiones alternas. Así como en el crecimiento de una' planta se manifiestan dos tendencias -vertical y horizontalque,: actúan alternativamente, de suerte que la primera empuja la planta, hacia arriba mientras la segunda la despliega, así también se obra la;; metamorfosis psíquica por constricción de la tendencia expansiva; el ,1 resultado es una elevación seguida de una expansión en el nuevo plano<~ alcanzado por aquélla, a la cual seguirá a su vez una restricción que',,; dará lugar a otra elevación, y así sucesivamente, Tal es la ley de la':" metamorfosis, comprobada y estudiada por Goethe en el reino vege-!.: tal; y tal es, igualmente, la ley de la transmutación de las fuerzas " psíquicas -la delsendero estrecho o deja C!,UZ-': en' ef reino humano,' " Homlsrey pláh'ta,'viv,erid;'il 'efecto, b,ájq,'l,f' i~Y,delacnlz: 'la p];iúta', orgánicamente, el hombre espiritualrrieÍlte.P6i'esó la planta es un ; manual de hermetismo práctico, donde pueden leerse las inmutables reglas de la disciplina espiritual, Así lo comprendió Schiller, el herrnano de Goethe, y ello le movió a decir: «¿Buscas lo más alto, lo más grande? La planta puede enseñárrelo. Lo que ella es, sin pretenderlo, ,,'
,
sélo tú mismo, queriéndolo
(Frieririch
.. , ¡Eso es todo!»
Schiller, 1795).
Esto se debe a que el reino vegetal es el más virgen de la naturaleza posterior a la caída, y a que el hombre se halla en vías de reintegración. Todo jardín conserva algo del paraíso y puede servirle de biblioteca viviente al hombre que aspira a la salvación. Ahora bien, trátase de extender la ley de la cruz, a la que está sometido orgánicamente el reino vegetal y espiritualmente el reino humano, al reino animal. Y ello ha de hacerse no adiestrando perros, caballos y papagayos, sino aplicando la ley de la cruz a la anirnalidad de la vida psíquica del hombre. Debemos frenar en nosotros al toro para elevado al plano del toro original. Esto quiere decir que el ansia instintiva que se revela como furia concentrada en una cosa, cegándo- , nos para todo lo demás, debe reprimirse y. elevarse a la tendencia a la
;"}meditación profunda. El hermetismo resume ioda esta operación en la ':.'ipalabra «callar». El precepto de callar no es sólo, como muchos auto',res lo interpretan, una regla de prudencia, sino también un método ;::'prácticopara transformar el instinto restrictivo y cegador en una incli,',:hación a la profundidad, acompaúada de una aversión a todo lo super-
.; . ficial.
)))))-
.':.. '::' El toro alado es, por tanto, el fruto que se.pretende obtener por el J:::,procedimiento de callar. Esto significa que el toro se eleva al nivel del ;\'aguila y se une con ella. Tal unión consuma las nupcias entre el impul"'sohacia las alturas y la inclinación a la profundidad. El matrimonio de , los contrarios -término tradicional en la alqujimia- es la esencia de la , práctica de la ley de la cruz. La cruz representala unión de dos pares de contrarios, y de su práctica resulta la conciliación de cuatro contra, ríos: dos horizontales y dos verticales. Toroly águila son contrarios verticales: tendencias a la altura y la profundidad, a lo general y lo 'particular, a la ojeada que .todc lo abarca y lÍa que se detiene en el detalle minucioso., I .' El ángel y el león constituyen el otro parJe,',~:ontrarios de la cruz .del .instinto.humano. Tratase aquí de transf.(ji:n1·~·r:,,()Jyalorcombativo en valentia.rnoral, en valentía de b'conciencih:Ei1decto,ei instinto , que denominamos con2i~nc'ia' moral proce~edé'l~ irispiración' del ángel, y al elevar el instinto normal de valentía, es decir, de afán de heroísmo, aventuras y lucha, lo unimos a la conciencia convirtiéndolo así en aquella valentía moral que admiramos en los mártires y los santos. El león dado es lo que aspiramos a lograr por el procedimiento sugerido con el término «osar», que implica la valentía moral. Así como el toro se vuelve alado al unirse con el águila' merced a la práctica del callar y el' águila adquiere la obstinación y perseverancia del toro gracias a la práctica del querer, de igual manera al león le salen alas al unirse con el ángel mediante la práctica¡ del osar. El efecto de la inspiración angélica de la que uno osa darse cuenta, se convierte entonces en certeza espontánea gracias a la práctica de lo implicado en la palabra saber. ' He ahí los cuatro vectores del esfuerzo que permiten llevar a feliz término la tarea simbolizada por la esfinge: callar, querer, osar y saber. Callar es restringir la voluntad, que se ~leva a otro plano, según la ley de la cruz y a consecuencia de esa restricción, para desarrollarse . . I en 'él y trans f armarse en auténtico querer.. I . . . . La constante atención prestada a la conciencia restnnge la impulsividad; y ésta se eleva a u~ nuevo plano que fa~orece su desplie,gue. N.o otro es el sentido práctico del osar y del saber: disciplinar la impulsiI
))))--./ )-
))~ )-
))-c' )-
))-
))))-'
r ))-
)))~ ))
292
"
293
)
))-
5
) -"-
2~.::"
,¡.I
)
"1';""
::;;:O:,:~~:~,~: ~~:~::~r;;~ ;::~,~~f~::,n:: e::~~:;~~~¡~i~:,~d~
)
mes~~~'i:~~~~St~~:~~:~nr:~ló~ ~:~t [; ~~~~ ;;g;~~fv~~a~~~.t ~~~:~ valentía moral. ;: razon por cuanto hacían remontarse la historia de la esencia del tarot a Tal es también el principio del rhilenario ascetismo hermé~ico,.que la antigüedad, y en concreto a la antigüedad egipcia. Se equivocaban al se funda en la ley del la, cruz y cuya meta es la esfinge, animalidad cr~~r que el tarot h~bía sido heredado del antiguo Egipto, o sea transreunida con la humarlidad. \ ,'fi~ mitido de generaCIón en generación con cambios iconográficos de No cabe' duda que esta enseñanza es antiquísima y que el décimo '~1.~: poca monta. En apoyo de esta tesis se cuenta la significativa historia o arcano se remonta al hermetismo de mucho antes de nuestra era, ,~~::' le~el1?a (que probablemente ya conoces) del consejo de sacerdotes poniéndonos en cont~cto con las ideas d,e quienes. erigieron la esfinge .:, egipcios que deliberaba sobre el problema de cómo preservar la eseny las pirámides de Egipto, Esta conclusión se nos Impone por evJden·~;r: cia de su sabiduría para las futuras generaciones, cuando la luz de cia intrínseca, no iCQ}~ográfic~ o histórica. . ,.~' Egipto se hubier~ ap~gado. Tras rechazar diversas propuestas, como y lo que aún la refuerza es preCIsamente lo que le falta a la lárniI{ con!lar dicha sabiduría al papel, la piedra, el metal, etc., los sacerdotes na x. Ésta nos presenta la Rueda de la animalidad, con la esfinge, como decidieron por fin confi~rla a un agente menos destructible y más solución del problemr práctic~ que plantea .la animalidad. No obstan~ "c duradero que los ahora citados, a saber, al vicio humano, el juego de te, un hondo y prolongado análisis de la esfinge y de toda la contextu ,:, cartas. ra de la lámina nos lle1va inevitablemente a los cuatro animales que .~. Sin em?argo, decíamos, el tarot es netamerite medieval desde el mencionábamos, con todo lo que ello supone: animalidad divina y punt? de vista iconográfico. ?esde e! histórico, nada indica que haya degenerada, caída y I reintegración, principio de ascetis~n~ práctico, :~,~,'> ',' existido antes defmales de! SIglo X~V9. Si .se ~ratara de un juego expre'. etc. Aesw:l?odrían~od,avía ~ií.adil:~elos datos y ~onoc:mlentos qu;, "~;~. ' samente populal?zado por ~os sabios epP<:;JOS,deberíamos poseer al . ·.'·,',"~r¡.,'·:"":·',~:,,~',,',,.,,'.,,:,.,'
)
l"
) ) ) ) ) )
:r:',
) )
;I~~
.) ) ,~
.;
,--., ~
) )
"
) )
) )
) r-
,)~~r:~:~~;'.~~~z~;~g~~:~lp;O.Sma~enales,acup1~¡Jadcis
durante catorce o,al m~-"
. ,.,:.. .,' ..
:" ,':
) )
r:
" ~~;oP~Ól~Ci~~~~~:~:~;::t~:I:~bi~nb~f;~1~:Ja~e~~~~~II;g~:~i~t~~:g~}~f~:
} ) )
) ) ) ) )
(quinta essentia) qud la esfinge realiza y que, .sin embaJ:go, n? es en sí misma. El principio !ac;¡tivode la cricz -la qumta esencia-, S111e! que toda la operación es impracticable y que sólo puede ~on.ocerse y esperarse, no aparece indicado de ninguna manera en la lámina. La esfmge figura como última solución o, más bien, .como último en~~ma., , La ausencia, en la. contextura de la lámina, de toda alusión directa .' (ya que indirectarne§t~ la lámina ~ntera apunta al e~ig~1~ de la esfinge; )', por el hecho mismo, a la quintaesencia) a~ pnncipio del nuevo " Adán, que es esa «quintaesencia;" cosa hoy bien s~blda tant~ en el'::! esoterismo como en el exoterismo. :demuestra e! ongen precnstIano";:' de la décima lámina~ Desde el punto de vista iconográfico es franca-, mente medieval (defines de la edad media), como todas las ~emás,; láminas, pero intrín~ecamente es mucho más antigua, y en partlcuLar;~ pn~cristiana. i . . ' ; .Es esta lámina la más antigua o, Simplemente, la menos evoluciO-i nad~ de las veintid~s de! tarot? Puesto que las veintidós láminas del tarot constituyen ut. organismo, un todo completo, no cabe hablar orígenes div~rsos d~spares, sino de. grados de evol¡,¡,ción o tra~.sfor-:i macion de dichas la111111as, Eharot mismo no es una rueda, un círculo cerrado, sino una espiral, es decir, evoluciona por tradición y ... re-,
~I
encarnación.
) ) ) )
294
d~;t
..
.~
No, e! tarot no ha sidoheredado, sino que se ha reencarnado. Se ha reencarnado según la 'experiencia de la moderna psicología profunda de I~ escue!a d: Jung, que comprueba el resurgir de antiguos y aun , arcaicos misrerros y, cultos en lo profundo de lo inconsciente de los hombres de nuestro siglo. El tarot es el libro sagrado de Thot, pero no te~emos por herencia ni transmisión, sino porque ha renacido. ",., Citemos en pro de esta segunda tesis no una leyenda moderna, SI~Oel ~exto de un tratado griego de hermetismo, que data de hace ' veinte Siglos. He!o aquí:
'i", , '
«[Oh ma~aviJloso hijo mío, Horus l, no es en un ser de estirpe mortal donde eso "::p~do pr~duclrse =-Fl l sIqUIera existían aún tales seres-, sino en un alma en posesión del \' lazo de SImpatía con los misterios del cielo; tal era Hermes, que lo conoció todo. Vio la ,.
Rijnbcrk. Le tarac, Lyón 1947, p. 23ss.
295
·.1
J,.
»Mas no conviene, hijo mío, dejar incompleto esre relato: debo referirte todo cuan·.' tO dijo Hermes en el momento (le depositar.Íos libros. Habló así: . »"¡ Oh sagrados libros, que fuisteis escritos por mis manos imperecederas, sobre 101 :: que tengo todo poder tras haberos ungido can el fármaco de la inmortalidad! Perdllrtld" a través de los tiempos d~ todo siglo, imputrescibles e incorruptibles, sin que os vea ni'~ descubra n.mguno de qUIenes recorran los llanos de esta tierra, hasta el día en que '. CIelO, envejecido, 'engendre organIsmos dignos de VOSOtros, esos a los que el Creador dio el nombre de almas." »Habiéndose así dirigido a los libros y después de orar por sus propias obras' atravesó el sagrado recinto en las zonas que le pertenecen» 10. '
He ahí la versión greca egipcia del origen y naturaleza de los libros ~agrados de Thot. Según ese texto, fueron «grabados» por «manos' 1~1per~cederas» .Y depositados en e! «sagrado recinto», «imputresci- r, bles e mcorruptlbl:;», en l.as «zonas que pertenecen» a Hermes, «para: que toda gcneraclOn nacida después del mundo tuviera que bus-v. carlos». . '. ~stán, pt~es) escritos mágicamente, hallándose en una región entre el cielo y la tl.erra, 1,0 bastante próxima a la tierra como para llegar a las a}mas delos :l1vestJgadores terrenos y despertar en ellas, por su atraco tlVS; e~'espíritu de?ú~S(lUed31'yl? bastante, alejada como para no ser .. ¡,Ün¿3.· descubiertos, analii.:~d·ós: y explotados' por la intelecrualidad' cerebral. El original de los libros sagrados de Thot se encuentra en la región tr~nsc~re~ral; por. e!lo hay que buscarlós no en criptas, rnanuscntos o lllscnpcJOnes, III tampoco en sociedades o hermandades se- . cretas, sino en e! sagrado recinto de las zonas que pertenecen a Hermes, Es preciso elevarse más allá de la zona de la intelccrualidad .... cereb:a}, porque los libros sa~rados fueron escritos, según e! tratado hermético que acabamos de citar) antes de la formación de! cerebro Constitu;:en una llamada, mágicamente eficaz «a través de los tiempo~ de to~o siglo», a trascender la intelectualidad cerebral y a elevar «el orgalllsmo digno de ellos, ese al que e! creador dio el nombre de alma», a la región donde moran. Esa región, ese jardín de los «sagrados símbolos de los elementos cósmicos» plantado entre la tierra y e! cielo, esas fórmulas mágicas, símbolos gnósticos y fuegos místicos de la revelación primordial que e~ e! sagrado recinto por encima de la intelectualidad cerebral y bajo el CIelo, componen la realidad de! hermetismo, son e! aguijón que a través de las edades incita a las almas humanas a aspirar a la «visión de la totalidad de las cosas) y) habiéndolas visto, a comprenderlas, y, habiéndolas comprendido, a reveladas y mostradas». La totalidad de
10. Frngrnenro
296 :i· .
XXIII,
5, 7, 8, en Corpus Hermeticum,
r. IV, Paris
1954, p. 2s.
> ·las cosas
'
(ta sympanta): tal es el alma de! hermetismo.a lo largo de
la
;l;S~--.-··-··
)-
))-
.
)-
)~ )-
))-
))
297
."
)-
))))-
)-
), )., I
:--'Los santos no esperan alcanzar e! pensamiento cósmico, la comprensión de la totalidad de las cosas, sino la vida divina, ¿ Y los metafí-
)-
)-'
))-
r )-
)-
.., ) (-'~
) 1
,-
)
) ) ~
) ) )
) r:
) )
) ,)
(
~
) )
r
y
\
r
~
)
) ) r:
) (
-,
~
) I
)
(
-
r: \
. d 1
)
) ) ) )
r>
•
)
I
angélicas o la del-hombre. . . Pueden, ernperol proyectarse también al exterior (o «grabarsc», c01110dice nuestro ahtiguo tratado), encarnadas en símbolos y fórmulas y conservadas asílér: el mundo espiritual obietÍvo. Toda esta operación' de p~oyectar, Jncarnar y conservar las Ideas. es lla111a~a ~or el hermetismo «escribir el libro» . A este libro se refieren las siguientes palabras del Apocalipsis: ¡
)
, el anverso y el reverso, \
)
)
) )
pOf;'
'.''
Tal es también!ellibro (o los libros) sagrados de Thot, del que, habla el rratado Ko;e hosrnou. Platón, al elevarse sobre la intelectuali-: dad cerebral, topó con el «libro sagrado de Thot», con los «sagrados: símbolos de los elerhentos cósmicos, impurrescibles e inc'orruptibles",,~ en el «sagrado reci~to» sito «en las zonas que pertenecen a Herrnes».» Como hermético ~~¡e era, llegó hasta ~l «sagrado reci~1t?}), pero, como,;;; filósofo especulatl~o, no supo apreCiar el hecho maglco de un
I t 1. Sobre
,
)
r-
~ellado con siete sellos» (Ap 5,1), I ¡'
r
~
I
de las
"Vi también en la m;ho derecha del que está sentado en el trono Un libro escrito
)
,-
idealistas ¿no aspiran a captar la totalidad
cosas por mcdlO e J:jcnsanuen to. . . Platón, padre de ~a filosofía metafísica, tuvo la ~xp~nenCIa del pensanllento transcerébral, el pensamlento no concebldo lDtelectl.lalmente sino intuido, ¡visto. Por eso pudo enseñar el método de la elevación gradual má~ allá de la intelectualidad cerebral, la elevación . de la opinión (doxa) ~osible a la conclusión (dianoia) probable, basándose en la argum~ntación dialéctica, y, por último, de la conclusión probable a la certeza de la percepción i~medi~ta de la v~rdad (episteme). Gracias a la eplsterr:e o percepClOn lDmedlat.a, pose!o Platón la experiencia de~ pensamwnto obJetiVO, el pensamlento COSI11ICO, que bautizó con el n~mbre de «mundo de las ideas": Habiendo llegado a la experiencia de las ideas no concebidas J111l1ventadas por la intelectualidad subjerliva del cerebro, sino percibidas y contempladas por la episteme I \ Plktón cometió el error -por lo demás bien ~omp.rensible-::-de poblar I~e ideas la esfera s~perior del mundoespiritwal, siendo asi que no eflste realmente un «mundo de las Ideas» como mundo o esfera del mundo. El mundo entero está únicamente poblado de seTesindivid~alles, Y Las,¡,d¡¡ASno existen sino en ellos-por ellos y en las rel~ti:Glie,~q+ :eúabJ~~;S'h·,erlrj-esí. La;' id~as~::on }JXijl1reales: pero constituyenreílhdades m.manentes; '110 realidades aparte, en SI mismas. Sólo viven :en la conciencia: la de Dios, la de las jerarquías
')
-r+Ó,
~ i
sicos? Los'filósofos
, 298
la contemplación,!
l' I
véase carta
monumento espiritual y le dio una interpretación -refutada más tarde por su discípulo Aristóte~es- no mágica, sino racional, con su postulado de un «~llUndo de las Ideas» más allá del mundo de los fenómenos. Ahí reside el error básico de toda filosofía metafísica desde Platón h.asta.nu~stro~ días. Se hipostasian las ideas, que sólo viven en conciencias individuales o se hallan potencialmente presentes en los libros: e:1l~s .redact~dos de modo visible, como las Sagradas Escrituras; en, los l11vlS1bles.,vr:o.s monumentos espirituales debidos a la operaclOn. de la mapa divina, y en el mundo entero, el gran libro que contiene en potencia las ideas de la creación y su destino expresadas por el simbolismo de los hechos. ' . En, esto, p~e.s, el hermetis~1o difiere de la mística religiosa y de la Filosofía metafísica. El hermetismo, coino aspiración a la totalidad de las cosas, no es ni escuela, ni secta, ni comunidad. Es el destino de cler.taclase o grupo de almas. Las hay, en efecto, que deben por fuerza aspirar al t~do de las cosas, viéndose impulsadas por el incesante flujo del pensamiento que las arrastra siempre más y más lejos, sin otorgarles un momento de repo~o. ~o hay. pausa para tales almas; no pueden, SID renunciar a su propia vida, s.a11rde ese impetuoso río del pensamiento que fluye sJl1c~sar,-:-porlgua¡'~,%r8htc nuestra juventud, edad madura y vej ez~, sin d_etcne¡'se;'piís;Ü'j#oQ·cte;üna'oscü:;.idad pQl'ilú;Tiinar a otra por escudnnar. . ' Tal h~ sido, es y..será mi. destino. Y al dirigir estas cartas al amigo de5c01~oado, me dirijo a qUlenes comparten ese destino conmigo. . Senor profesor, fJ~rdóneme esta arrogante y vanidosa aspiración, 5111 duda pueril a sus OJos, a la certeza personal sobre la totalidad de las cosas, certeza. que usted, trabajador industrioso y fértil, sólo espera alc~l1zartras siglos de esfuerzo colectivo por parte de generaciones de sablo~. Pero sepa, al menos, que le estoy infinitamente agradecido y , que tiene uste.d en mí l:n discípulo siempre ávido de aprender con respeto y gratitud, un discípulo que jamás se permitirá darle a usted lecciones,
Señor cura, perdónel~e l~ que us.ted juzga h)'bris humana que amblCIOJUpenetrar los rrusterros de DIOS, en vez de inclinarse ante la sabi~u:'ía y bondad divinas aceptando, con la humildad que conviene al cnsuano, las verdades reveladas de la salvación, las cuales, practicadas, bastan absolutamente para el bien, la dicha y la salvación del aJm,a.Se lo digo aho~'a como en el confesonario: )'0 no puedo dejar de aspnar a la profundidad, altura y anchura de la verdad total del conpcnto de las cosas. He hecho, con toda sinceridad y sin reserva, el sao-ifmum .¡r:tellectt~s,la ofrenda de la inteligencia, pero ¡qué intensificade la vida del pensamiento resulta de este sacrificio, qué exceso
XVI.
299
.,: .:..~ :
de ardor en la aspiración al.c.anocimiento espiritual' Bien sé que las~: verdades re:eladas y :ransmJtidas por el magisterio de la Santa Iglesia' son necesanas y suficientes para la salvación; no dudo de su au tentjci-: dad, y me esfuerzo por practic.arlas lo mejor posible. Mas no puedo~ detener el tor~ente del pensamiento que me conduce a los misterios. reservados qUlz!s aJos santos, ~)qs ángeles, o ¡qué sé yo', en todo:' caso a seres mas dignos que yo mismo. Padre, ¿me dará usted absolución? . Sea lo que fuere, diré con Jacob:
,-
Carta XI
/
LA FUERZA El arcana de la virgenl )-
1; •
"No
te dejaré
ir hasta
que no me hayas
bendecido»
(Gén
32,27).
i;.J-!e aquí la vigorosa fuerza de la fuerza, que ''''. triunfará sobretodo lo sutil y penetrará todo "~~;!o sólido» (Tabla de esmeralda).
r )--'
)~
, Virgen poderosa, ,'Virgen clemente, .,: Virgen fiel. (Letanías
)-
laureranas)
))-.
)..-/ ...,
:.
-.;
)-
..
.)
~
.. ;~
-
I
)~
I
)
) )
--
)
)-
Querido amigo desconocido:
)
\
,-
La carta precedente trataba de la transformación de la animalidad caída en animalidad santa, siendo esta última l~ obediencia espontánea a Dios, sin injerencia de la reflexión, la duda d cualesquiera intereses. Pareja obediencia depende de! instinto, y por ¡eso la animalidad santa -representada en la tradición hermética, la visión de Ezequiel, e! Apocalipsis de san Juan y la iconografía cristiana por los cuatro animales sagrados que se sintetizan en la esfinge- es la instintividad 'divina o reino de Dios en el inconsciente y a través del \nismo. En efecto, Dios reina o, dicho en otras palabras, es adorado, ¡obedecido y amado no sólo mediante teologías y filosofías explícitas; o mediante oraciones, meditaciones y actos de culto explícitos, sino .también por medio del I
300
) )
) ) )
) ) )
301
)
) )