LOS ARCANOS ARCANOS MA MAYORE YORESS DEL TAROT TAROT
Por Francisco Ascanio
C
on el presente iniciaré una serie de artículos para tratar individualmente cada arcano mayor del Tarot. Anteriormente, en la revista "El Sendero" Nº 4, hice referencia a los aspectos más imp import ortant antes es de este este antigu antiguoo lib libro, ro, de los cuales cuales consid considero ero necesa necesario rio menci menciona onarr los siguientes: primero, el Tarot es un libro de enseñanzas de la Realidad escrito en imágenes; segundo, las meditaciones con el Tarot constituyen una escuela de entrenamiento espiritual y sus dibujos son arquetipos activos de iniciación; tercero, el Tarot revela arcanos y un arcano es lo que hay que saber para ser fecundo en un determinado sector de la vida espiritual. En mis estudios del Tarot me ha resultado muy útil el haber asumido que el conjunto de los veintidós arcanos mayores conforman un rompecabezas, que le presenta quien los observa un cuadro completo acerca de la Realidad. En los rompecabezas comunes, con los que armándolos se distraen niños y adultos, la información visual de una pieza tiene poco o ningún sentido cuando se la mira separada del conjunto. Lo mismo sucede con el Tarot, y es por ello que comenzaré refiriéndome a un esquema o modelo que nos permita tener una clara noción del papel que tiene cada arcano dentro del conjunto de los veintidós, o sea, la Realidad. A este esquema se le denomina el Tableau del Tarot, y en él las láminas se disponen de la siguiente manera:
0 1234567 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 El Tableau del Tarot ordena a los arcanos mayores en cuatro niveles: el primero con una sola carta y los otros tres niveles con siete, dispuestos en numeración consecutiva. Esta forma de agruparlos se asemeja a un Organigrama, que es un gráfico de la estructura de una organización
C
on el presente iniciaré una serie de artículos para tratar individualmente cada arcano mayor del Tarot. Anteriormente, en la revista "El Sendero" Nº 4, hice referencia a los aspectos más imp import ortant antes es de este este antigu antiguoo lib libro, ro, de los cuales cuales consid considero ero necesa necesario rio menci menciona onarr los siguientes: primero, el Tarot es un libro de enseñanzas de la Realidad escrito en imágenes; segundo, las meditaciones con el Tarot constituyen una escuela de entrenamiento espiritual y sus dibujos son arquetipos activos de iniciación; tercero, el Tarot revela arcanos y un arcano es lo que hay que saber para ser fecundo en un determinado sector de la vida espiritual. En mis estudios del Tarot me ha resultado muy útil el haber asumido que el conjunto de los veintidós arcanos mayores conforman un rompecabezas, que le presenta quien los observa un cuadro completo acerca de la Realidad. En los rompecabezas comunes, con los que armándolos se distraen niños y adultos, la información visual de una pieza tiene poco o ningún sentido cuando se la mira separada del conjunto. Lo mismo sucede con el Tarot, y es por ello que comenzaré refiriéndome a un esquema o modelo que nos permita tener una clara noción del papel que tiene cada arcano dentro del conjunto de los veintidós, o sea, la Realidad. A este esquema se le denomina el Tableau del Tarot, y en él las láminas se disponen de la siguiente manera:
0 1234567 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 El Tableau del Tarot ordena a los arcanos mayores en cuatro niveles: el primero con una sola carta y los otros tres niveles con siete, dispuestos en numeración consecutiva. Esta forma de agruparlos se asemeja a un Organigrama, que es un gráfico de la estructura de una organización
compleja. En esos diagramas lo que está a la cabeza representa al principio de gobierno o autoridad máxima, esto es, aquella parte de la organización que toma las decisiones. Por ejemplo; en una compañía anónima en el primer nivel está la Asamblea de Accionistas. Por debajo de esta Asamblea se encuentran las demás partes componentes de la organización, que se encargan de ejecutar las órdenes que emanan de arriba dentro de un marco de compleja colaboración, en el que cada parte desarrolla una parcela del plan global. Le recuerdo al lector (a), que el Tarot es un libro esotérico, y que esoterismo es la vía de la experiencia de la realidad del Espíritu. Bajo esta óptica, podemos considerar que el Tableau Tableau del Tarot representa la estructura de una organización muy particular, que es la de la vida del ser humano sobre nuestro planeta. De acuerdo con la teoría del organigrama, entonces el Arcano 0 designa tanto a la fuente de la vida como a la Voluntad Universal o Inteligencia Rectora de la vida misma, a la cual se le suele dar diversos nombres y que llamaré el Espíritu Uno, Dios. Un principio de la Qabalah Hermética es que Dios crea el mundo, pero que para ÉL completar sus obras más complejas requiere de la colaboración de un instrumento, que es la personalidad humana, la cual es también una obra suya. Un ejemplo para ilustrar el principio: Dios crea directamente el árbol y el carbón mineral, pero para fabricar el lápiz, que integra a la madera con el carbón, ÉL requiere de la participación del hombre, primero con su mente y luego con su acción. El adjetivo humano proviene del sánscrito Manes, que significa el que piensa. Así que somos humanos porque pensamos, aunque la verdad es que a través de nuestros cerebros Dios piensa. Esto último es lo que hace de la personalidad humana el instrumento más importante del Ser Supremo. El cerebro y el sistema nervioso son los instrumentos físicos de la mente humana y el producto de ellos es el Pensamiento. Considero que pensar es una función gracias a la cual el hombre transforma los estímulos que recibe, tanto de lo externo como de su interno, en ideas, imágenes y palabras. La Voluntad Universal, Arcano 0, puede compararse a una corriente de energía electromagnética, para la cual la personalidad humana es un ente receptor, similar a un aparato de televisión, al que le son comunicados impulsos que toman forma como pensamientos, y luego como lenguaje y acción. Cuando hay una pobre recepción, la expresión es igualmente pobre. Al relacionar lo arriba señalado con la teoría del organigrama, resulta evidente que los arcanos del segundo nivel, del uno al siete, han de corresponderse con los distintos factores que hacen posible el pensamiento, a los que considero son los poderes de la consciencia humana. Tales poderes son:
Arcano 1. Atención. Arcano 2. Memoria. Arcano 3. Imaginación. Arcano 4. Razón. Arcano 5. Intuición. Arcano 6. Discriminación. Arcano 7. Lenguaje. Los arcanos mayores numerados del cero al siete son también símbolos para Principios Universales. Cuando la consciencia se expande, la personalidad consigue percibir aquellos principios que explican las verdaderas relaciones entre los mundos del espíritu, de la mente y de la materia. Entonces, el hombre que ya despertó a la Realidad adopta esos principios universales como premisas sobre las que apoya sus razonamientos, al tiempo que ellos también se reflejan en sus actitudes ante la experiencia de vida. Tales Tales principios son los siguientes:
Arcano 0. Vida Arcano 1. Identidad. Arcano 2. Unidad. Arcano 3. Crecimiento. Arcano 4. Regencia. Arcano 5. Sabiduría. Arcano 6. Felicidad. Arcano 7. Voluntad. El hombre común es como un aparato de televisión de muy baja calidad que a veces no capta y otras veces distorsiona, los impulsos que le son comunicados por la Voluntad Universal. Por consiguiente, lo que el común de la gente piensa está bastante lejos de coincidir con la verdad
de las cosas. Tal disparidad exige de un mecanismo corrector, automático, que impida que la ingerencia del hombre no despierto a la Realidad interfiera con el proceso de manifestación de la Voluntad Suprema, o sea, que no se cumplan las órdenes emanadas de lo representado por el Arcano 0. Esta acción correctora está a cargo de las Leyes de la Naturaleza Humana, las cuales están simbolizadas por los arcanos que conforman el tercer nivel del Tableau, los numerados del ocho al catorce. Tales Tales leyes son las siguientes:
Arcano 8. Sugestión. Arcano 9. Respuesta. Arcano 10. Rotación. Arcano 11. Equilibrio (Causa y Efecto). Arcano 12. Inversión. Arcano 13. Transformaci Transformación. ón. Arcano 14. 14. Verific Verificación. ación. Finalmente tenemos el cuarto nivel, la serie del quince al veintiuno, cuyos arcanos simbolizan s imbolizan las Etapas de Desarrollo de la Consciencia Humana. En este punto es preciso traer al tapete la tesis de la Qabalah Hermética que considera al mundo como un aula de clases, lo que me lleva a suponer que esos últimos siete arcanos representan a los diferentes grados de instrucción dentro del aula de la vida. Es por lo último, que siendo el mundo uno sólo cada quien vive en uno diferente, acorde con el grado de desarrollo de su personal consciencia. Tales Tales etapas son las siguientes:
Arcano 15. Liberación. Arcano 16. Despertamiento. Arcano 17. Revelación. Arcano 18. Reorganización. Arcano 19. Regeneración. Arcanoo 20. Realización. Arcan Arcanoo 21. Consciencia Cósmica. Arcan
Otra información que hay que tener para identificar a las distintas piezas del rompecabezas de la Realidad, es que cada arcano se corresponde con una letra del alfabeto hebreo y, por consiguiente, es un símbolo para una de las veintidós fuerzas ocultas de la naturaleza. Tales atribuciones son las siguientes:
Ya identificadas las distintas piezas del rompecabezas, estamos entonces en posición de comenzar con el estudio detallado de cada arcano, lo cual realizaré en una próxima entrega.
ARCANO 0 - EL LOCO-
Por Francisco Ascanio El Loco del Tarot es el símbolo para el principio vital de todo lo que existe. Nada existe que no tenga vida, y de esa vida el número cero simboliza la fuente. En el significado oculto de los números, el cero nos remite al Absoluto, a la No Cosa, al Caos Primordial, que es el manantial de donde proceden todas las cosas y a donde todas ellas vuelven cuando completan su ciclo de manifestación. La filosofía hermética llama a esta fuente el Todo; nosotros usualmente nos referimos a ella llamándola Dios. El Todo es Espíritu, el cual es incognoscible e indefinible, pero podemos suponerlo como una Mente Infinita y Viviente, que irradia fuerza o vibración de pensamiento por causa de su permanente meditación sobre Sí Misma. El Todo es el Sol Espiritual que provee de energía a los millones de soles físicos, estrellas, los que a su vez la irradian hacia sus cortejos de planetas. La vibración de este sol espiritual es también la chispa de divinidad en el corazón del hombre. La Qabalah Hermética reconoce en esa presencia al Cristo, que es el YO de toda la humanidad y la Consciencia Superior del hombre.
En la iconografía del Tarot, al loco se le suele representar con un juglar, esos trovadores que en la Edad Media se ganaban la vida recitando poemas y tocando música. El juglar es joven y se encuentra al borde de un precipicio, porque el Espíritu siempre se encuentra en el amanecer de su poder y, además, siempre está al filo del abismo de la manifestación, afrontando posibilidades desconocidas de expresión de Sí Mismo, trascendiendo cualquier altura que haya podido alcanzar. Recientemente concluí un diseño de los veintidós arcanos, y en el caso del Loco la figura del juglar la reemplacé por la de un joven pastor, porque en la literatura hermética la Inteligencia Soberana esta representada en Poimandres, que significa el pastor del hombre. Es mi opinión que un pastor tiene algo de músico y de poeta, así que en cierto sentido es un juglar, pero, además, con la flauta que usa para animar a su rebaño enfatiza la idea de sonido, que es la primera modalidad de vibración y, por consiguiente, la que impulsa al
אהיה
cosmos. A este pastor lo presento emitiendo el Nombre de Dios Ejeyé, que significa YO SOY, el sonido con el cual, según la Qabalah, se inicia la manifestación del Espíritu.Con la asignación del cero al Loco también se pone en evidencia que el arcano hace alusión a una fuerza que, por ser el poder operativo de la Conciencia Pura, está presente en la constitución de todas las cosas y, además, las dirige desde adentro. Nadie gobierna al Espíritu porque nada hay antes del cero. Esta cualidad de conciencia directiva inherente, es la cualidad que le otorga al arcano el poder para estar a la cabeza del Tableau del Tarot, arreglo de los veintidós arcanos que consideré en mi anterior artículo, pues representa a la Voluntad que crea y sostiene el Universo. Consideremos algo más sobre lo concerniente al Espíritu. Este es el poder en manifestación que trae a nuestro radio de sensación todas las apariencias que constituyen nuestro medio ambiente. Todo lo que vemos es una apariencia del Espíritu, el cual es la realidad. En su esencia, el Espíritu es Conciencia Pura; es aquello que integra y desintegra formas por medio de vibración sonora. Lo que llamamos materia es realmente el Espíritu expresándose a través de una combinación de vibraciones, que se encuentran dentro del radio de sensación humana. Debido a que el Loco es el símbolo para la energía radiante que entra en todas las cosas y las dirige desde adentro, entonces el arcano representa también a la Materia Prima de los alquimistas en su mayor grado de pureza. A esta materia debemos descubrirla en nuestro interior y, una vez encontrada, precisamos aprender a dirigir sus corrientes para producir las transformaciones de cuerpos y mente que requiere la Gran Obra.
Al Loco se le asigna la letra hebrea
Álef
, la primera de ese alfabeto, atribuida por
los qabalistas al Aliento de Vida que impregna todo el cosmos, el cual tiene a la Luz como vehículo. A este principio vital cósmico se le llama Ruáj en hebreo, Prana en sánscrito,
Pneuma en griego, Spiritus en latín y Espíritu en español.
Al Loco se le asigna la letra hebrea
Álef
, la primera de ese alfabeto, atribuida por
los qabalistas al Aliento de Vida que impregna todo el cosmos, el cual tiene a la Luz como vehículo. A este principio vital cósmico se le llama Ruáj en hebreo, Prana en sánscrito, Pneuma en griego, Spiritus en latín y Espíritu en español. El significado de Álef es Buey. La asociación de la letra con el toro obedece a dos razones: primero, muchos expertos coinciden al establecer que el alfabeto hebreo vino a la luz durante la Era de Tauro, época en la que el animal era el símbolo de la divinidad; segundo, los bueyes eran en la antigüedad la fuerza que impulsaba la agricultura, que es la forma básica de civilización, por lo que el animal era un símbolo para la fuerza de trabajo y esto lo convirtió en el emblema del progreso y de la riqueza. La referida asociación de Álef con el buey me sugiere que el animal representa al Yo Interno, mientras que el arado que arrastra es la personalidad. El arado es un instrumento para trabajar la tierra y por eso se equipara con la personalidad, pues el Espíritu que mora en el corazón presiona a su instrumento humano para que transforme el plano físico, la tierra. Por lo anterior, estoy completamente de acuerdo con quienes dicen que el Espíritu es presión; aquello dentro de nosotros, y que es más que nosotros, que nos impele a progresar. Para comprender mejor la naturaleza de lo representado por la primera letra hebrea, reproduzco parte de la meditación correspondiente a Álef, en el Libro de los Signos del Dr. Paul Foster Case:
ALEPH en verdad soy Yo, El buey del fuego solar Cuya radiación ilumina a todo el mundo, Cuyo aliento de vida fluye y refluye En criaturas grandes y pequeñas, Cuyo poder toma forma En todos los actos de los hombres, de los animales, de las plantas. Si, y también de las cosas que parecen inanimadas. ALEPH soy Yo, el paciente portador de carga, Fuerte como para llevar el peso gravoso de la manifestación. ALEPH soy Yo, el Eterno Operario, Por cuya fuerza se aran los campos, y de cuya vida todas las semillas Derivan su crecimiento y desarrollo. ALEPH soy Yo, El Principio y la Raíz. De mi insondable Voluntad Procede el universo. En mi Sabiduría ilimitada Están todos los arquetipos y modelos de todas las cosas. Antes que todos los mundos YO FUI; En todos los mundos YO SOY; Y cuando los mundos no sean sino un recuerdo, YO SERÉ. A la letra Álef se le asigna la Inteligencia Ígnea o Centelleante, atribución que está de acuerdo con el pensamiento de los sabios, quienes siempre han coincidido en que el primer aspecto del principio vital cósmico es como fuego, y, además, en que todas las cosas están hechas de una energía radiante e ígnea, como electricidad. A esta energía cósmica que anima a todas las criaturas la lengua hebrea la designa Ruáj, que significa Aliento. La cualidad ígnea de Álef me refuerza la suposición de que el Espíritu es presión. Preguntémonos entonces ¿psicológicamente en nosotros cómo se refleja esa presión? La respuesta podemos encontrarla en un pasaje del mismo libro recién citado:
Yo soy la Vida misma, Y sin la Mente no existe la Vida. Yo soy la esencia de la Mente, Y la esencia de la Mente es la Voluntad. Todas las voluntades creadas no son sino reflejos de mi Voluntad. Y la esencia de esa Voluntad ¿Qué es sino el Deseo? De la cita podemos concluir, que la radiación de la esencia espiritual es la causa de lo que sentimos como deseo y como voluntad personal también. Por consiguiente, El Loco simboliza al divino aventurero dentro de cada uno; es el principio animador que siempre nos impulsa a escalar mayores alturas de realización personal. El valor de Álef es uno, el número cuyo significado oculto hace alusión a la consciencia del YO SOY; del Observador que ve la creación a través de incontables ojos y que se manifiesta a Sí Mismo a través de innumerables personalidades. El valor del nombre-letra Álef es 111, que resulta de la sumatoria de los valores de las letras Álef, Lámed y Féi. Con respecto al título del arcano, el loco, se dice que su elección se debe a que los hombres de visión superior siempre han sido considerados como tontos y chiflados, por causa de que sus formas de pensar y actuar son diferentes a como lo hacen la mayoría. Este decir es mucho más que una simple apreciación; su fundamento se encuentra en la Ley de Inversión, según la cual la verdad invierte las apariencias. Quienes logran poner su conciencia personal a tono con la del Yo central, representado por el Loco, asumen, como consecuencia de lo anterior, una nueva visión de sí mismos y del mundo, que es completamente al revés de la que tiene el común de la gente. El Dr. Paul Foster Case aporta otro argumento para justificar el título del arcano. Afirma que el sustantivo Fool (loco) se deriva del latín follies, que quiere decir saco de viento y que significa también fuelle, un instrumento que utiliza el aire para aumentar el fuego. Se sugiere así que lo simbolizado por el Loco del Tarot tiene una íntima relación con las palabras aire, viento o aliento, las cuales se emplean también para designar vida y energía consciente. Lo anterior concuerda con la atribución alquímica de Álef, el elemento Aire, que es la fuerza oculta que canaliza, en el ámbito del hombre, la manifestación consciencia del Espíritu. Por tal motivo, el Loco es el símbolo del Tarot que hace especial referencia a la Superconsciencia. El sacerdote o monje, católico, que escribió acerca de los Arcanos Mayores del Tarot pero que prefirió mantenerse en el anonimato, llama al Loco el arcano del amor. Seguidamente algunos de sus comentarios:
“El nombre esotérico del Arcano 0 es Amor, porque enseña el arte de pasar de la intelectualidad, movida por el deseo de saber, al conocimiento superior que procede del amor. Es el arcano del matrimonio de los contrarios: el de la intelectualidad discursiva y la espiritualidad iluminadora, unión que transforma a la consciencia personal en consciencia cósmica. Por lo mismo, el Loco es también un símbolo para la Piedra Filosofal, que es el principio de identidad de lo humano y lo divino”. “El Loco puede entenderse de dos maneras distintas: como modelo y como advertencia. Por una parte, enseña la libertad de la conciencia que trasciende las cosas de este mundo, y, por otra, representa un aviso muy claro del peligro que lleva consigo esa elevación: despreocupación, irresponsabilidad, locura. Trata de las dos clase de sacrificio de la inteligencia; puede ser puesta al servicio de la consciencia trascendente o puede ser sin más abandonada. Correctamente interpretado, el Loco representa el método utilizado por el hermetismo para sacrificar el intelecto a la espiritualidad, a fin de que crezca y se desarrolle en lugar de debilitarse y atrofiarse”. “Tomándolo como modelo, el Loco comunica que no importa cuan lejos podamos avanzar en la vida, siempre podemos dar un paso más. A veces puede parecernos haber llegado muy alto, o por el contrario, estar en un callejón sin salida, pero, aún así, podemos volver sobre nuestros pasos y arribar a un lugar desde donde sea posible progresar. Como lo afirma un antiguo axioma: El errar es humano, el rectificar de sabios”. “Tomándolo como advertencia, el arcano comunica que Nunca nos proyectemos tan lejos en el futuro que perdamos de vista donde estamos ahora. Debemos considerar que los sueños, las visiones y los ideales tienen su lugar apropiado, y que quien se pierde en la contemplación de navidades, se incapacita para enfrentarse a los asuntos prácticos de la vida”. La atribución astrológica del Arcano 0 es Urano; un planeta relacionado con la revolución y la destrucción de lo antiguo para hacer lugar a lo nuevo. Se dice que Urano es la octava superior de Mercurio. Los planetas de la octava superior (Urano, Neptuno y Plutón), nos abren a los niveles superconscientes del poder que está relacionado con el básico planeta interno (chacra), trayéndonos el conocimiento pleno de quién y qué somos, así como la habilidad para expresar este conocimiento en una vida más plena. Por su relación con Urano, el Loco es un símbolo de fe en la divinidad, porque está llamado a promover la certeza de que no importa lo que suceda, hay siempre montañas más elevadas para ascender y, además, que todo lo que sucede, en el análisis último, ha sido para lograr nuestro desarrollo final. Pensemos de Urano como aquel comienzo que tiene fe en su final. La atribución astrológica refuerza la relación del Loco con el espíritu de aventura, porque desde lo más profundo algo nos dice que no importa lo que ocurra el final será pleno, y es por ello que nos podemos dar el lujo de ser espontáneos, alegres, ligeros y festivos. Por lo mismo, el arcano representa también al espíritu de eterna juventud, que es independiente
del número de años, el que eleva la mente hacia nuevas oportunidades y hacia mayores alturas para escalar. Urano es el planeta del ocultismo y su influencia es similar a la de Mercurio en un plano superior. Tiene que ver con el acercamiento de la mente a los asuntos ocultos y por ello la visión superior es la expresión de la fuerza representada por el Loco. Esta es una fuerza psicológica que procede de un nivel por encima del pensamiento intelectual ordinario. Para finalizar, mencionaré las propiedades alquímicas del arcano, es decir, para aquello que nos es de utilidad en el trabajo de transformación personal. La observación detenida del Arcano 0, por 3 o 5 minutos y durante varias sesiones, aporta los siguientes beneficios: 1. Para estimular el contacto conciente con el propio centro espiritual. La meditación con El arcano es un excelente medio para profundizar en el conocimiento del YO. 2. Fuente de inspiración. Muy útil para salir de estados de desaliento y estancamiento, pues trae desde lo interno y superior el aliento que rompe la rutina e impulsa hacia mayores alturas de realización personal. 3. Promueve la confianza en uno mismo. Lo hace de utilidad cuando se va a iniciar un nuevo proyecto. 4. Aporta claridad sobre el deseo. En combinación con el Hierofante atrae conocimiento concerniente a lo que realmente se desea en la vida. 5. Protección contra la amargura y, en general, evita que la atención personal se vea acaparada por algo que sea menos puro que las propias intenciones más elevadas.
ARCANO 1 - EL MAGO-
Por Francisco Ascanio El número asignado al Mago lo vinculan con las ideas de comienzo e iniciativa. Geométricamente, el número uno es un punto central, e indica que el comienzo del proceso creativo es la concentración del Espíritu Uno en un centro, y que la creación es su consiguiente expresión a través de ese centro. La ilustración del arcano sugiere entonces que el hombre, la personalidad humana, es un centro a través del cual las posibilidades ilimitadas del Espíritu Uno son conducidas a expresión como realidades manifiestas. En la personalidad humana el proceso creativo es iniciado por la autoconsciencia o mente objetiva, cuya función básica es la atención. La autoconsciencia y la atención están
simbolizadas por el Mago, de aquí que esta lámina del Tarot representa al primer poder de la consciencia del hombre, ya que la atención es el acto con el que el hombre inicia su actividad mental. La atención es la facultad que tenemos de dirigir nuestra percepción hacia una idea, un objeto o suceso del pasado, con lo cual abrimos las compuertas de la mente para que los otros seis poderes de la conciencia, del Arcano 2 al 7, entren a participar en el proceso del pensamiento. En el concierto de la vida la atención viene a ser como la batuta del director de una orquesta de músicos. En últimas instancia, la calidad de nuestro propio concierto depende de la dirección que tome la atención, así como de la intensidad de la misma. La ubicación del mago, en el medio de dos jardines, sugiere que la personalidad humana realiza una intermediación entre lo que está arriba y lo que está abajo, es decir, entre el cielo y la tierra, entre lo superior y lo inferior, entre lo interior y lo exterior. El simbolismo sugiere entonces que, a través de la personalidad humana el Espíritu Uno, el Yo Central, produce transformaciones en el mundo de las formas, porque la autoconsciencia del hombre pone en movimiento a las fuerzas que producen el cambio. El Mago concentra poder extraído de arriba por medio de atención consciente. La concentración reúne unidades de poder real, energía radiante, en un foco o centro. Esto último conlleva a que el observador o pensador penetre las apariencias, lo externo, y perciba la esencia de la cosa, lo interno. Esto lo explico como sigue: la mayoría de las veces mientras pensamos u observamos algo nuestra mente sigue trabajando, de modo que lo que hacemos es proyectar una serie de pensamientos que guardan relación o no con la cosa atendida, por lo que esa percepción es completamente superficial, y por consiguiente incompleta. En cambio, cuando nuestra atención es como la del mago del Tarot, intensa, la corriente de pensamiento parece cambiar de sentido y es como si la cosa atendida se comunicara con nuestra mente y nos revelara su verdadera naturaleza.
Al Arcano 1 se le asigna la letra hebrea Bet, cuyo valor es dos, que significa Casa. La forma primitiva de la letra era la punta de una flecha, en señal del poder que tiene la atención de penetrar las apariencias y de revelar la esencia. El valor del nombre-letra Bet
es 460, que resulta de la sumatoria de los valores de Bet, Iud, Nun. Seguidamente explico el proceso por el que la atención revela la esencia de las cosas. Mediante actos de atención las vibraciones etéricas de los objetos a nuestro alrededor son concentrados en un centro cerebral. Estas vibraciones tienden a organizar ese centro de acuerdo con la naturaleza intrínseca de la cosa a la cual se le presta atención. El centro cerebral se sintoniza así con la idea, que es la realidad interna, y entonces podemos decir que dicha sincronización causa que el observador vea a través de la apariencia la esencia que estaba oculta a los sentidos físicos. Captar la esencia consiste en conseguirle respuestas a los por qué, para qué y cómo de las cosas. En el interior, centro, todas las cosas son consciencia, que es la manifestación primaria del Espíritu Uno. De manera que cuando una persona percibe la esencia de algo descubre que esa cosa, cualquier cosa, es realmente la Casa de Dios. Por eso los qabalistas decimos: cualquier cosa que tocamos es Tierra Santa. De la inmensa variedad de centros por los que el Uno se manifiesta el más importante es la personalidad, porque la autoconsciencia del hombre es el canal por medio del cual las ideas de Dios son traídas a manifestación. La autoconsciencia es el poder del Yo Central trabajando a través de la personalidad. La autoconsciencia es el polo positivo de la consciencia humana y la subconsciencia es el receptivo. El inmenso poder de la autoconsciencia reside en dos propiedades: la primera, de percibir principios universales, los que serán posteriormente elaborados por la razón, y, la segunda, de dirigir por sugestión el poder constructor de la subconsciencia que es el polo opuesto, receptivo. En la concentración la atención no es activa sino que actúa como un canal para un poder que procede de lo superior, y que luego de pasar a través del canal, produce una reacción en el nivel inferior o subconsciencia. La autoconsciencia produce transformaciones porque algo opera a través de ella: el poder del Espíritu Uno. Las letras hebreas nos sirven de agencias o medios para asimilar las cualidades divinas que están sembradas en nosotros. El aspecto de consciencia que pone a nuestra disposición la letra Bet, nos es revelado en el siguiente fragmento de la meditación que le es asignada en el Libro de los Signos del Dr. Paul Foster Case. Mi naturaleza superior se refleja también en la mente del hombre, creado a mi imagen. Conóceme pues como la fuente de toda voluntad verdadera. Conóceme también como el poder de percibir objetos
como si tuvieran la apariencia de permanecer fuera y aparte de Aquel que cuida de ellos. A aquello que en ti percibe así los objetos, que te da el poder de distinguir entre ellos, que te los revela en sus relaciones del uno con el otro y contigo mismo, y que te capacita para investigar las leyes de su acción recíproca, reconócelo como idéntico a mi naturaleza superior. Donde quiera que éste poder actúe, tanto en formas inferiores como superiores, sólo YO soy su fuente, y el Conocedor. No es tuyo, sino mío, el poder de atención, de observación, de descubrimiento, del discernir la secuencia de la operación de la naturaleza. En todo esto, y en el poder de discriminación, mi naturaleza superior trabaja a través de ti. Dichoso eres si puedes captar esta verdad. Porque entonces, comprendiendo que no tu débil yo, sino mi Mente omnisciente, es quien mira al mundo a través de tus ojos, tendrás fe para dejarme ver. Entonces vencerás al mal de tus sentidos dedicándolos solamente a mi uso. No tú sino YO, será quien entonces discierna el peso, la forma y la textura de las cosas que tocas. No tuyo sino mío, será el conocimiento del olor y del sabor obtenido a través de la nariz y la lengua. Y cuando YO use tus oídos para oír,
ellos estarán a tono con las más dulces armonías, allí donde ahora son asaltados por una estridente discordia. Así te convertirás en partícipe del éxtasis de mi experiencia del universo, gozo desconocido para los del alma imperfecta cuya hora de realización no ha llegado aún.
A la letra Bet se le atribuye la Inteligencia de Transparencia. Transparencia es una cualidad que permite la circulación libre y sin obstrucción de la Luz. El papel de intermediación que hace la personalidad humana en el esquema de las cosas está sugerida por la ubicación del mago en el medio de dos jardines, el de arriba representa el cielo y el de abajo la tierra. La más alta función de la autoconsciencia es limpiar el camino para la luz que proviene de arriba y de adentro. Es una cualidad mental transparente lo que permite que las intenciones del Yo Central entren al campo de la consciencia personal, pero para que ello ocurra es imprescindible que se tenga un sentimiento emocional, un interés, hacia el objeto de la concentración o la atención no permanece en él. De aquí que el secreto de la concentración es poner el corazón en lo que hacemos. La autoconsciencia constituye nuestra percepción del medio ambiente, y ésta consciencia es realmente la percepción de impresiones mentales que recibimos del mundo que nos rodea a través de los canales de sensación. Las actividades de nuestro medio ambiente son manifestaciones de los varios poderes de la subconsciencia, pero nuestra percepción inteligente de tales manifestaciones es un prerrequisito para obtener control sobre ellas. El poder de la atención es lo que nos permite darnos cuenta del YO o autoconsciencia, que es la conciencia de ser uno en un estado de relación con otros. En el hombre dormido la mente objetiva crea la ilusión de que el yo personal es una identidad única, separada de todas las otras. La concentración y la meditación nos liberan de esa ilusión y nos hacen conocer que nuestra conciencia personal es sólo un instrumento a través del cual encuentra expresión el YO SOY, representado por El Loco del Tarot. El hombre despierto nunca olvida que el Espíritu Uno trabaja a través de su autoconsciencia y, además, que su aparente voluntad personal es una especialización de la Voluntad Universal. El título del arcano, el mago, se debe a que la concentración es el gran secreto del arte mágico. La magia es el arte que produce efectos por el gobierno de las fuerzas de la naturaleza. Todo auténtico mago sabe que está sobre la naturaleza, pero comprende que sus operaciones tienen éxito en tanto que sus pensamientos, palabras y obras, transmitan fielmente los poderes del plano superior a él. Los más grandes magos reconocen no ser más que canales para el Espíritu Uno, y es por esto que la fase superior de la magia tiene que ver con la construcción de la Casa de la personalidad, tallándola y puliéndola en tal
forma, que ella pueda hacer las veces de un limpio cristal que proyecte hacia el mundo objetivo la sabiduría del verdadero Yo, asentado en el corazón de los hombres. Magia es un nombre antiguo para la ciencia hermética o Alquimia, la cual se ocupa de la edificación del Templo del Espíritu, “la casa no hecha con las manos, eterna en los cielos”. El monje o sacerdote católico que escribió un maravilloso libro sobre los Arcanos Mayores, y cuyo nombre se desconoce, dice que el verdadero esoterismo es la vía de la experiencia de la realidad del espíritu. Sostiene también que el principio primero y fundamental del esoterismo puede formularse así: “Aprende primero la concentración sin esfuerzo; transforma el trabajo en juego; haz que todo yugo aceptado te sea suave y que toda carga que lleves te resulte ligera”. El mago tiene sobre su cabeza un signo denominado lemniscata, el cual es tanto un símbolo del infinito como del ritmo. El Arcano 1, según el mencionado monje o sacerdote, representa el estado de concentración sin esfuerzo, es decir, el estado de conciencia en el que el centro rector de la voluntad ha descendido del cerebro al sistema rítmico de la respiración y la circulación. Este cambio de centro acalla y apacigua las vacilaciones de la substancia mental, que es lo que entorpece la concentración. La concentración sin esfuerzo, donde ya no queda nada por suprimir y el recogimiento se vuelve tan natural como la respiración o los latidos del corazón, es el estado de conciencia en perfecta calma, acompañado de la relajación completa de los nervios y músculos del cuerpo. Es el silencio profundo de los deseos, las preocupaciones, la imaginación, la memoria y el pensar discursivo. Al principio esa concentración sin esfuerzo dura instantes, luego minutos, para convertirse a la larga en elemento básico, siempre presente en la vida del alma. Una vez creada esa zona de silencio, se puede recurrir a ella tanto para descansar como para trabajar. Se tendrá entonces la clave no sólo de la concentración sin esfuerzo, sino también de la actividad sin esfuerzo. Dice el monje o sacerdote que la concentración es el silencio deliberado del automatismo del intelecto y de la imaginación. El estado de la voluntad es el factor determinante y decisivo en el momento de concentrarse; resulta inútil cualquier esfuerzo en concentrarse si la voluntad está prendada de otra cosa. Las vacilaciones de la substancia mental no podrán nunca apaciguarse si la voluntad misma no les infunde su calma. Con la concentración sin esfuerzo y la actividad sin esfuerzo se cumplen los dos primeros pasos del principio fundamental del esoterismo, ya que la conversión del trabajo en juego se efectúa gracias a la presencia constante de la zona de silencio, porque además de que el alma en lo íntimo de sí mismo se encuentra a gusto, también ella sabe que el cielo la acompaña en su trabajo. El clérigo en cuestión dice que el mago representa al hombre que ha logrado la armonía y el equilibrio entre la espontaneidad de lo inconsciente y la acción pretendida de lo consciente. Su estado de conciencia es la síntesis de lo consciente y lo inconsciente, de la
espontaneidad creadora y de la voluntaria actividad ejecutora. Por eso lo llama el arcano de la mística. Porque la atención es el poder que permite ir más allá de las apariencias, la concentración sin esfuerzo conduce al conocimiento o visión intelectual sin esfuerzo. La analogía es el lenguaje del mago, porque el conocimiento de lo que está arriba y adentro se le revela a él mediante sus correspondencias con las cosas semejantes aquí abajo y afuera. La práctica de la analogía en el plano intelectual no exige ningún esfuerzo, o se perciben, se ven, las correspondencias analógicas, o no se perciben ni se ven. Para dar por terminado con sus comentarios, el clérigo dice que el Mago tiene dos aspectos: por una parte nos sitúa en la vía que lleva a la genialidad; por otra, nos pone en guardia contra el peligro del sendero que conduce a la charlatanería. Lo último consiste en confundir la falta de concentración con la concentración sin esfuerzo y el flujo de simples asociaciones mentales con la visión sin esfuerzo de correspondencias análogas. La atribución astrológica del Arcano 1 es Mercurio. Hermes o Mercurio era el gran mago o transformador que llevaba el caduceo o vara de los milagros, quien actuaba como mensajero de una divinidad superior a él mismo. Astrológicamente, la vibración de Mercurio se manifiesta a través del cerebro como intelecto. De los centros cerebrales por medio de los que se expresa esta vibración el más importante es la glándula pineal, que es un órgano que necesita del Arte para perfeccionar su función. Esta glándula es la PIEDRA que el hombre debe confeccionar con el fin de terminar La Gran Obra de la regeneración de la personalidad. La pineal es un órgano blanco rojizo en forma de cono situado cerca del centro del cerebro. Tiene una substancia amarilla y granular llamada arena cerebral. El trabajo de la Alquimia se dirige hacia la perfección del funcionamiento del órgano y ello ocurre cuando esa arenilla se cohesiona y forma un cuerpo cristalino. Entonces la glándula actúa como los cristales en los antiguos aparatos de radio, haciendo posible que el hombre registre las frecuencias vibratorias que le sintonizan con la conciencia del Yo Central o Superconsciencia. La construcción del Templo tiene que ver con el completamiento de la función de ésta glándula, lo que significa trabajo para producir concientemente la percepción de estados superconscientes. Mercurio es nuestro poder de ser conscientes de este instante en el tiempo; es el poder en el cual y a través del cual crecemos. La autoconciencia, Mercurio, es como un punto de luz en viaje; lo conocido y experimentado es para nosotros subconsciencia, mientras que aquello que no hemos experimentado es Superconsciencia. El punto presente es nuestra autoconsciencia, la cual está siempre en movimiento y ese movimiento es la vivencia del Yo Central. A la letra Bet se le asignan los opuestos de Vida y Muerte, porque solamente aquello a lo cual damos atención está vivo para nosotros. El secreto de la vida intensa descansa en la atención y no en los sucesos, como generalmente se piensa. Si tú quieres tener una vida
muy intensa y excitante entonces pon tu corazón en todo lo que haces, hasta en las pequeñas cosas. En el ámbito de la vida psicológica, el equilibrio entre la Vida y la Muerte es la Renovación. Una persona que continuamente se está mejorando como instrumento para la operación del Espíritu muere cada día y renace al siguiente. El nombre hebreo para Mercurio es Kojáv כובy la atribución alquímica de Bet es el metal líquido mercurio. Esta asignación se debe a que el metal es tan escurridizo al tacto que pareciese tener vida y la vida es consciencia. Además, el metal se emplea en las minas de los ríos para separar el oro de lo que no lo es, similar a la función que realiza en intelecto del hombre al separar la verdad (el oro) de la mentira (lo que no es oro). La observación detenida del Arcano 1, por 3 o 5 minutos y durante varias sesiones, aporta los siguientes beneficios: 1. Para facilitar el poder de concentración. 2. Despertar interés por el estudio intelectual en quienes sean indiferentes al mismo. 3. De ayuda en el análisis intelectual para captar la idea central en lo que se investiga. 4. Para disolver el hábito de la dispersión y falta de concentración
ARCANO 2 -LA SACERDOTISA-
Por Francisco Ascanio El número asignado al arcano, el dos, lo vincula con la idea de duplicación. Geométricamente el dos es la línea, la cual es la extensión del punto o el uno. En el lenguaje secreto de los números, el uno hace referencia al soplo del espíritu o acto puro de inteligencia, el cual es como el viento porque aparece y desaparece, y, una vez agotado, deja el puesto a otro acto. El acto puro es un acontecimiento, más no basta por sí solo para que tengamos consciencia del mismo. Nos hace falta un espejo interior para tener consciencia del acto puro y ese medio reflectante es el número dos. La consciencia pura, el cero, se manifiesta mediante dos principios: el uno, que es el
principio activo o actuante, y el dos, que es el principio pasivo o reflectante. De manera que la Superconsciencia o El Loco, el cero, se manifiesta como autoconsciencia o El Mago, el uno, y como subconsciencia o La Sacerdotisa, el dos. El Mago y La Sacerdotisa son coexistentes; el Espíritu Uno es ambas, porque es la unidad Superconsciente de la cual la autoconsciencia y la subconsciencia son dos polos. Donde el Espíritu Uno se encuentra presente, las dos polaridades se encuentran presentes en su totalidad. Lo que nos parece manifestaciones personales de la autoconsciencia, o de la subconsciencia, son realmente expresiones del Espíritu Uno en modalidades autoconscientes o subconscientes. Otro de los significados del número dos es subordinación, que señala la relación entre el uno y el dos. La subordinación se manifiesta como el poder que tiene la subconsciencia de desenvolver ideas semillas provistas por el pensamiento y observación autoconscientes. En este poder de duplicar se encuentra la función básica de la subconsciencia, la memoria, y es por esto que el simbolismo del agua está relacionado con el número dos y la subconsciencia. El agua fue el primer espejo y reflejar es duplicar. La subconsciencia es la fase universal de la actividad del Espíritu Uno y sus poderes son universales tanto como personales. La subconsciencia personal es solamente una manifestación particular, a través de un organismo, de la subconsciencia universal. Una definición muy precisa de ella es la siguiente: la subconsciencia es una corriente continua de consciencia que enlaza a todas las criaturas y ata a cada una de ellas con la Voluntad Una. Los objetos físicos son el nivel subconsciente de manifestación del Espíritu Uno representado por El Loco. La substancia real del plano físico es energía mental operando al nivel subconsciente. En la personalidad la subconsciencia es la fuerza motriz y propulsora, mientras que la autoconsciencia es la que dirige y conduce. La subconsciencia es el aspecto protector, maternal, nutritivo y reproductivo de la consciencia, y por ello siempre está representada en la literatura esotérica bajo la forma de los símbolos femeninos. Sacerdotisa significa la principal dignataria femenina o aspecto receptivo primario del Espíritu Uno. Se adapta a Hécate y a las otras diosas lunares, incluyendo la Isis egipcia y a Maya o Prakriti de los hindúes. Las castas sacerdotales de los antiguos tiempos ocultaron su conocimiento de los poderes de la subconsciencia bajo la figura de estas diosas. A menudo se relaciona a La Sacerdotisa con la Materia Prima de los alquimistas, porque ella simboliza el poder original receptivo, reproductivo y constructivo en el universo. A este poder es al que tenemos acceso a través de la subconsciencia personal, la cual es como una bahía abierta en el océano de la energía mental subconsciente universal. Gran parte del simbolismo de La Sacerdotisa está relacionado con la memoria, que es la
capacidad que tiene la subconsciencia de retener y de reproducir, posteriormente, las impresiones que recibe desde el nivel consciente. Gracias a esta facultad de duplicar es que podemos evocar pasadas experiencias, recordar, y elaborar también respuestas automáticas o inconscientes. Toda respuesta automática en el presente requirió en el pasado de atención consciente, por ejemplo; cuando aprendimos a conducir automóvil al principio fue una actividad consciente, luego llegamos a dominarlo inconscientemente cuando el acto pasó a ser un automatismo subconsciente. Es por virtud de este poder de duplicar que tiene la subconsciencia que podemos movernos hacia nuevas áreas de conocimiento, porque cuando ya algo es conocido pasa al nivel automático de respuesta y, entonces, podemos desplazar nuestra atención hacia otro campo y emprender así un nuevo aprendizaje.
Al Arcano 2 se le asigna la letra hebrea Gímel, que significa Camello. El valor de la letra es tres, mientras que el valor del nombre-letra גמלes 73. Debido a que los camellos se usan para el transporte, la letra sugiere viaje, comunicación, comercio e ideas similares. Además, como los mercaderes y peregrinos usan camellos para hacer sus viajes en compañía, la letra sugiere también asociación, combinación, coexistencia, sociedad y similares. A Gímel se le atribuye la Inteligencia Unificadora, porque la actividad de la subconsciencia es asociativa. La subconsciencia es el medio a través del cual podemos experimentar eventualmente la unidad con aquellos que se encuentran delante de nosotros en el Sendero, y es, también, a través de la subconsciencia que llegamos hasta el punto donde podemos ser uno con toda vida. Podemos experimentar lo que se siente, por ejemplo, ser un árbol, un ave, o hasta una piedra. A través de la subconsciencia tenemos conexión perfecta con todos los puntos del espacio y por eso podemos decir que estamos conectados materialmente hasta con las más distantes estrellas, y esta es la base de los fenómenos de la telepatía. La subconsciencia es el medio a través del cual uno se hace perceptivo de los niveles
superconscientes del Yo, actuando como un espejo para la Superconsciencia y reflejando también las imágenes que recibe de la mente consciente. Vivimos en un universo vibratorio y es la vibración en la materia raíz o subconsciencia la que nos coloca en contacto con otros puntos del universo. Estos puntos son, en sí mismos, centros de la energía consciente del Espíritu Uno. La misma vibración, trabajando en el plano físico, nos trae la energía radiante del sol y otras formas de energía que convergen sobre este planeta, procedentes de todos los puntos del espacio. Es la energía consciente del Espíritu Uno, actuando sobre sí mismo en un aspecto subconsciente de materia raíz, la que trae a manifestación todas las estructuras físicas. Nuestra subconsciencia es una porción, temporalmente restringida, de la modalidad potencial de la materia universal. A través de varios procesos, todos esencialmente mentales, la materia universal sufre cambios en forma tal que la hacen aparecer como objetos físicos. A través de nuestra subconsciencia tenemos acceso al abastecimiento ilimitado de la materia original del universo físico. Cuando aprendamos a usar poderes que ya son nuestros, podremos dar forma a este material como queramos. A Gímel se le asigna el par de opuestos Paz y Lucha, porque así como en el mundo la paz y la guerra están dictadas principalmente por las condiciones del comercio, la comunicación y el transporte, así también, en la personalidad humana, el ajuste o el desajuste están en gran parte determinados por la respuesta de la subconsciencia a las cosas y a las personas con las que nos hemos puesto en comunicación. El monje o sacerdote católico que escribió acerca del Tarot, cuyo nombre se desconoce, dice que La Sacerdotisa es el arcano de la gnosis porque representa la reflexión de lo que está arriba. Nos enseña cómo la sabiduría edifica su casa, pues la reflexión del acto puro produce su representación interior; esta representación será retenida por la memoria, la memoria se convertirá en fuente de lo comunicable mediante la palabra, y la palabra comunicable será fijada por medio de la escritura, lo que da origen al libro. Este descenso desde los planos superiores e invisibles hasta el libro es revelación y tradición oral o escrita. Todo ello se resume en un solo concepto: gnosis. El mismo escritor señala que el dos es el número del amor, porque contiene el par contenido por el amante y el amado. Afirma que el yoga cristiano no aspira a la unidad sin más, sino a la unidad de dos. Este es el principio cósmico del amor, que presupone la dualidad junto con el postulado de su unidad no sustancial, pero sí esencial. La dualidad del amor implica el establecimiento de dos centros que se contemplan a la vez, el uno real y el otro aparente. Del mismo autor son los siguientes señalamientos: “La reflexión pura de la experiencia mística carece de imágenes y de palabras. Es movimiento puro. La consciencia se mueve por contacto inmediato con lo que la trasciende, lo suprapersonal. Esta experiencia es tan cierta como la que proporciona el sentido del tacto en el mundo físico, sin forma, color ni sonido, y por eso es posible
designarla como tacto espiritual o intuición”. “El tacto espiritual o intuición permite el contacto entre nuestra consciencia y el mundo de la pura experiencia mística. La mística es fuente y raíz de todas las religiones y, también, el germen de la gnosis. La gnosis se identifica con la teología esotérica, así como la magia se identifica con el arte esotérico y el ocultismo o hermetismo con la filosofía esotérica”. “Cada objeto de conocimiento exige un método de conocimiento que le sea propio. Quien ose aspirar a la experiencia de la propia esencia del ser desarrollará el sentido místico o intuición. Si quiere no sólo vivir sino también llegar a comprender lo que se vive, desarrollará el sentido gnóstico. Y si desea poner en práctica lo que ha comprendido de la experiencia mística, desarrollará el sentido mágico. Por último, si quiere que todo lo que haya vivido, comprendido y practicado no quede circunscrito a él mismo y a su tiempo, sino que se vuelva comunicable y sea transmitido a las generaciones futuras, tendrá que desarrollar el sentido filosófico hermético y, practicándolo, escribirá un libro. Este es el proceso de metamorfosis de la experiencia mística en tradición. La tradición sólo es viva cuando constituye un organismo completo, cuando resulta de la unión de mística, gnosis, magia y filosofía hermética. La muerte de la tradición se debe a la separación de los elementos constitutivos”. “El sentido gnóstico es el oído espiritual. Esto no significa la percepción de sonidos, sino que las percepciones se deben a una actitud de conciencia correspondiente a la espera y atención en la escucha y el contacto entre el perceptor y lo percibido no es tan inmediato como en la experiencia mística. El sentido mágico es el de la proyección, la que equivale al acto de poner fuera los contenidos de la vida interior. El sentido filosófico-hermético es el de la síntesis, que es el resumen final o visión del todo”. “La enseñanza práctica de La Sacerdotisa se refiere al desarrollo del sentido gnóstico, que es el sentido contemplativo: una contemplación, precedida de una meditación concentrada, que comienza en el momento mismo en que se suspende el pensamiento discursivo y lógico. La contemplación descubre un mundo en el interior de lo que el pensamiento discursivo hace constar como verdadero. El sentido gnóstico empieza a obrar cuando entra en juego la profundidad y que lleva a percibir el alcance de la verdad descubierta por el pensamiento discursivo. A la esencia de la verdad se llega escuchando en silencio, como si se quisiera recordar una cosa olvidada”. La atribución astrológica del Arcano 2 es la Luna. Este satélite de la Tierra es llamado la nave de los cielos, mientras que el camello, Gímel, es una nave del desierto. La vibración lunar se manifiesta en la personalidad como memoria y su centro en nuestro cuerpo se corresponde con la glándula pituitaria, llamada también la glándula maestra, la cual está localizada en el cerebro a la altura de la raíz de la nariz. Esta glándula es como del tamaño de un guisante y está protegida por la silla turca. Su vibración rige todos los ritmos corporales porque es la influencia asociativa, coordinadora, que combina los trillones de vidas celulares en un todo orgánico. También los fenómenos de la telepatía y
de la clarividencia están relacionados con el centro lunar. La vibración lunar está relacionada con la memoria celular, porque este centro mantiene los patrones de las funciones orgánicas e inorgánicas que son el fundamento de la existencia física. Profundamente en la subconsciencia están los patrones para cada célula de nuestro cuerpo. La actividad mental subconsciente es asociativa y por medio de ella estamos conectados con todas las formas de vida en nuestro planeta. Nuestras emanaciones subconscientes son recogidas por otros y cualitativamente nos sintonizamos con lo que emitimos. La calidad de nuestra sintonía está en directa relación con la calidad de los automatismos subconscientes, dependiendo estos últimos del nivel vibratorio del centro lunar. Este campo de actividad mental compartida tiene dos niveles: uno de baja vibración, que es el inconsciente colectivo, y otro de más elevada vibración, que es la subconsciencia universal. La última conteniendo a la primera. La pituitaria está a cargo de todas las corrientes de energía que fluyen a través del sistema nervioso simpático, el cual cumple con la tarea de estimular aquellas actividades que acompañan a la liberación de la energía almacenada. Este nivel subconsciente, siempre bajo el control de nuestras sugestione dominantes, forma nuestro cuerpo según la imagen que le proyectamos. Por esto es que somos lo que pensamos que somos. Ambas funciones, la asociativa y la duplicadora, hacen de la consciencia automática el punto neurálgico en lo que concierne al proceso de expansión de consciencia. Como evidencia, los antiguos qabalistas hebreos llamaron Egipto al Séfira Yesod, en donde tiene su asiento la consciencia automática, pues en ese país el pueblo de Israel estuvo cautivo durante mucho tiempo. A semejanza, el inconsciente colectivo es para el hombre la cárcel del error y de la ignorancia. El centro lunar se correlaciona con aquella parte de nuestra consciencia donde reside todo lo que hemos sido alguna vez, todo lo que hemos experimentado y hecho desde el punto de vista cósmico como individual. Residiendo en la subconsciencia todos tenemos la historia de todas las criaturas vivientes desde el comienzo de la manifestación. La memoria universal es como un océano y la memoria individual es como un río dentro de ese océano. Se dijo antes que gran parte del simbolismo de La Sacerdotisa está relacionado con la memoria. Su pergamino contiene el registro completo de la experiencia, pero para leerlo son necesarias dos cosas: la práctica de la concentración y el entendimiento y aplicación de las leyes de rememoración. Lo primero, porque a través de la observación cuidadosa y de la percepción vívida de lo que sucede alrededor se enfoca la cámara mental, y entonces las imágenes resultan nítidas y claras. Lo segundo tiene que ver con varios procesos de asociación que, a la manera de rótulos, son útiles para identificar el archivo de las experiencias. El libro que sostiene tiene escrito, en lengua hebrea, la palabra TORA, que significa la Torá o la Ley. La insinuación es que la ley natural es el registro
cósmico subconsciente de cada suceso de los innumerables ciclos de la autoexpresión del Espíritu Uno. Las leyes de la memoria hacen referencia a cuatro principios: lo próximo, lo frecuente, lo contrastante y lo semejante. Recordamos más fácilmente lo reciente y también lo que más se repite. Por otra parte, es más fácil recordar algo si ello se relaciona con otra cosa semejante o contrastante. En contraste con El Mago, que está de pie, La Sacerdotisa está sentada. Estar sentado indica el método práctico de la gnosis, así como la postura en pie del mago indica el método práctico de la mística. El Mago se atreve, osa, y por ello está de pie. La Sacerdotisa sabe y por eso está sentada. Uno se vuelve místico cuando osa elevarse aspirando a la suma realidad y la gnosis es la experiencia mística transformada en saber. El estar sentado es una posición que denota una relación entre la vertical y la horizontal, que corresponde a la tarea de proyección hacia fuera (horizontal) propia de la revelación descendente (vertical). Hay dos clases de memoria: la memoria horizontal, que hace presente el pasado, y la memoria vertical, que hace presente abajo lo que está arriba, por cuyo medio el Yo Superior le confiere la reminiscencia a su vehículo personal. Para que el reflejo de lo que está arriba descienda aquí abajo hay que sentarse y provocar un estado del alma que escucha atentamente en silencio. Hay que ser mujer, permaneciendo en el estado de espera silenciosa y no en el de actividad que habla. Todas estas ideas relacionadas con las memorias vertical y horizontal están simbolizadas por la cruz de brazos iguales que La Sacerdotisa tiene en su vestidura. La Sacerdotisa está en el recinto de un templo cuyas paredes son azules, lo mismo que sus vestiduras, porque ese es el color asignado a la Luna y al elemento agua, el cual representa a la materia mental cósmica. Los pliegues del manto muestran un esplendor radiante, como el de la luna sobre el agua, y el vestido termina como una corriente porque simboliza la corriente de la consciencia. En el Tarot este vestido es la fuente del río y de los remansos que aparecen en varios arcanos posteriores a La Sacerdotisa. Las dos columnas son las del templo de Salomón. La blanca representa la afirmación y tiene estampada la letra Yod, inicial de la palabra Jachín, porque la fuerza es el principio fundador de todas las cosas. La columna negra representa la negación y tiene la letra Bet, inicial de Boaz, porque la forma tiene sus raíces en la resistencia o inercia. La dama está en el medio porque ella es el poder equilibrante entre el Sí y el No, entre la iniciativa y la resistencia, entre la luz y las tinieblas. Sus bases son cubos, repitiendo el simbolismo del asiento de la dignataria, que es una piedra cúbica. Los capiteles tienen la forma de capullos de loto y no son flores abiertas porque representan virginidad y un tipo de poderes latentes, no desarrollados, en el estado de subconsciencia simbolizado por este arcano. El velo que está entre los pilares es el diagrama del Árbol de la Vida y sugiere que el mundo físico es un cuerpo viviente.
A la Gímel se le atribuye la plata, porque el metal es como un espejo que refleja la luz del sol. Propiedad que se corresponde con la duplicación que hace la subconsciencia de las sugestiones que provienen del nivel autoconsciente. La observación detenida del Arcano 2, por 3 o 5 minutos y durante varias sesiones, aporta los siguientes beneficios: 1. Para recordar algo olvidado. En estos casos mientras observas la carta le preguntas el nombre que quieres recordar o el lugar en donde guardaste eso que ahora necesitas encontrar, etc. Luego guardas la carta y te olvidas del asunto. Repite la operación varias veces durante el día, hasta que en el momento menos pensado la respuesta suba a tu mente consciente. 2. Inducir confianza en uno mismo, por lo que se recomienda observarla detenidamente antes de rendir un examen o de dar una conferencia. 3. Desarrollo de tolerancia hacia otras personas, debido a que el arcano simboliza el Principio de Unidad.
ARCANO 3 -LA EMPERATRIZ-
Por Francisco Ascanio
El número tres asignado a La Emperatriz la vincula con la idea de multiplicación. Geométricamente el número tres es el triángulo, figura que representa el restablecimiento de la unidad pues la proyección del cero, la línea, vuelve a su origen. El tres también está relacionado con el principio de generación, que supone la trinidad de engendrador, engendrante y engendrado. Por ser La Emperatriz el arcano de la generación, su simbolismo está relacionado con el misterio de la encarnación del Verbo
y, también, del de la Santísima Trinidad. Multiplicar es causar aumento en número, para hacer más por generación natural. En la vida mental del hombre el principio de multiplicación se expresa mediante la Imaginación Creadora. La clave del proceso está en que ante los estímulos que provienen de la autoconsciencia la subconsciencia responde generando imágenes mentales, las cuales proveen los modelos para las nuevas formas que vendrán a manifestación física. La imaginación creadora es el proceso interno de la disposición y desarrollo que produce la manifestación externa de condiciones físicas que se corresponden con los modelos mentales.
La letra Dálet asignada al Arcano 3 significa Puerta, la hoja y no la abertura en la pared. Sugiere el poder de admitir o de impedir, de retener o dejar salir. La puerta ha sido siempre un símbolo femenino representando nacimiento, reproducción y la entrada de la vida a la manifestación. El valor de Dálet es cuatro y el valor del nombre-letra דלתes 434. A Dálet se le relaciona con el vientre, la puerta de la vida personal, abriéndose para recibir la semilla, cerrándose para retener el germen de vida durante el período de gestación y abriéndose nuevamente para enviar la criatura al mundo. Analógicamente, la subconsciencia recibe el impulso semilla de las observaciones efectuadas durante periodos de atención concentrada. Luego sigue un ciclo de desenvolvimiento dentro del campo de la subconsciencia. Cuando este ciclo se completa, una nueva idea, o invento, o algún nuevo plan vienen a través de la puerta de la subconsciencia hacia el campo de la percepción conciente. La forma de este resultado completo de la imaginación creadora debe ser enteramente diferente de la forma tomada por el pensamiento semilla original; pero la vida en esa forma es continua con la vida del pensamiento semilla. En esta operación de la subconsciencia hay un acrecentamiento aparente de materiales alrededor
de un centro vital. La Emperatriz es el símbolo del Tarot para la Imaginación, que es el poder formativo de la mente. Por su intervención le damos forma a las sensaciones, a las ideas y a los deseos. La imaginación combina actividades mentales conscientes con subconscientes; utiliza fuerzas mentales para correlacionar, combinar y sintetizar experiencias, conceptos y deseos recordados. Esto resulta en concepciones nuevas que finalmente conducen al nacimiento de creaciones nuevas. Una ley oculta es que cualquier cosa sostenida firmemente en la conciencia tiene a manifestarse en el cuerpo y en los sucesos. La mejor manera para dirigir a la subconsciencia es proporcionándole insinuaciones y ella es especialmente susceptible a las sugestiones indirectas, siendo la imaginación mental la que tiene más poder sugestivo. La actitud mental predominante es el modelo que se llena con materia mental y se coagula en cosas y condiciones físicas. En el proceso de materialización de las imágenes mentales interactúan los tres niveles de la mente. La subconsciencia se compara con el departamento de producción de una fábrica de ropas, que pone en formas físicas las prendas concebidas en forma general por los directores (la Superconsciencia) y definidas con precisión en el departamento de diseños (la autoconsciencia). Los tres departamentos deben trabajar juntos y en perfecto acuerdo para fabricar el producto. La imaginación modela la substancia de luz sutil en formas introducidas por el deseo o por el temor. En el primero de los casos nos abre las puertas del Paraíso aquí en la Tierra y, en el otro nos abre las del infierno. Por esto es que el control de la imaginación es el secreto del dominio pero éste no puede lograrse si antes no se han controlado las emociones. Los estados del cuerpo y del medio ambiente que estamos experimentando ahora son el fruto de nuestras imágenes mentales. Si queremos condiciones diferentes, mejores, debemos cambiar las imágenes y éste es el secreto del dominio. A la Dálet se le asigna la Inteligencia Luminosa y la dirección Oriente, que es el portal por el que la luz entra al mundo. Esta atribución se debe a que la radiación de la energía solar es la fuerza física que asume formas definidas en nuestros actos de imaginación creadora. Además, la asignación señala la estrecha relación que hay entre el deseo y la imaginación. Cuando sentimos el impulso de un deseo al inicio nos encontramos a oscuras en lo tocante a cómo realizarlo y después, en respuesta a la motivación, la imaginación provee la forma de acción que supuestamente conducirá hacia la meta. De manera que la imaginación alumbra el camino que conduce a la realización del deseo. Las imágenes mentales son modelos o matrices de condiciones físicas. Bajo condiciones ordinarias, las imágenes mentales son precipitadas gradualmente a expresión física a partir de una serie de transformaciones sutiles tan ligeras que no podemos seguir los enlaces de la serie. Los Adeptos son capaces de apresurar esta serie de transformaciones en manera tal que sus imágenes mentales se manifiestan casi instantáneamente en
realidades físicas. La calidad de la imaginación, en cuanto a creatividad se refiere, está en función del nivel de la consciencia personal. En el hombre promedio sus creaciones mentales son por lo general pobres debido a que son simples readaptaciones de la propia experiencia, la cual es muy limitada. La imaginación tiene un nivel superior, propio del ser altamente evolucionado, en la que se manifiesta como una visión futurista que lleva a la percepción dentro de lo que ya existe, que es lo viejo, lo nuevo que está por venir. Esa capacidad que tiene el hombre de descubrir lo que está oculto en la naturaleza es consecuencia de que su consciencia se haya puesto a tono con la del Yo Superior asentado en su corazón. Ahora las ideas que vienen hacia forma mental provienen del nivel Superconsciente, y esas ideas reflejan aspectos de las transformaciones que el Espíritu Uno desea producir en el mundo físico. El sustantivo emperatriz se deriva de una raíz latina que quiere decir poner en orden, arreglar. La Emperatriz del Tarot es la declaración simbólica de la dirección armoniosa y constructiva de la imaginación mental; ella representa a la Madre Naturaleza, preñada con el mundo de la forma. En esta figura se encuentran sintetizadas todas las diosas madres del mundo antiguo, pero es en particular Afrodita o Venus. Las actividades mentales personificadas por las varias deidades maternales, de las cuales Venus es un modelo, son aquellas que conducen a la consumación de La Gran Obra. Por esto la Qabalah asocia las ideas de Sabiduría y Locura con la letra Dálet, porque las mismas actividades que, correctamente entendidas y aplicadas, conducen al descubrimiento del Gran Secreto y nos capacitan para completar la Gran Obra, son las que arrastran a millones de seres a toda clase de pensamientos y actos estúpidos. El Arcano 3 muestra los aspectos positivos y constructivos de la imaginación mental; sus aspectos negativos y destructivos no están aquí reflejados. La pintura nos muestra a la Madre Naturaleza vestida con el tejido de la manifestación, lo que embrolla la mente de los tontos; pero el sabio ve a través del ropaje de las apariencias y para ellos la Gran Madre se devela. El velo que oculta la verdad es la ignorancia y ese velo puede ser quitado por quienes saben cómo escoger sus imágenes mentales. La Emperatriz es una dama embarazada, lo que está de acuerdo con el hecho de que la imaginación creadora resulta de la impregnación de la subconsciencia por impulsos originados en la autoconsciencia. El embarazo también hace alusión al Principio de Crecimiento, según el cual toda forma manifestada contiene dentro de sí el germen de una nueva forma más perfeccionada. Eso que ya existe dentro de la Madre Naturaleza, pero que aún no ha nacido, viene a la mente personal como una idea, la cual impregna a la subconsciencia y ésta a su vez responde dándole una forma. Esta nueva forma mental, a su turno, dará origen a un futuro crecimiento. En síntesis, la imaginación creadora es el aspecto de consciencia por
el cual se inicia la elaboración de las ideas arquetípicas en el plano físico con la participación de la personalidad humana. Es aquí donde se encuentra la raíz del axioma hermético que dice: Dios es al Hombre lo que el Hombre es a la Naturaleza. Según el axioma, el Hombre es el intermediario entre Dios y la Naturaleza, es decir, que Dios trae las cosas a manifestación hasta un punto, en el que el hombre las toma para luego terminarlas. Un ejemplo; Dios creó el árbol y el hombre contemplándolo le vino la idea de la silla, la cual posteriormente fabricó utilizando la madera del árbol. La idea de la silla no es del hombre sino de Dios, pero EL tuvo que valerse de la mente humana para crearla físicamente. El sacerdote o monje católico, cuyo nombre desconocemos y que escribió sobre los Arcanos Mayores del Tarot, designa a La Emperatriz como el arcano de la magia sagrada. Infiero que tal designación descansa en ese papel que tiene la personalidad de actuar como intermediaria entre Dios y la Naturaleza. De la obra de ese autor son los conceptos que expreso a continuación. “Hay tres clases de magia: magia sagrada, la magia donde el mago es instrumento del poder divino; magia personal, la magia donde el mago mismo es instrumento de la operación mágica; magia perversa o brujería, la magia donde el mago es instrumento de las fuerzas elementales u otras del inconsciente”. “Toda la magia, incluida la brujería, es la aplicación de la regla según la cual lo sutil prevalece sobre lo denso, la fuerza sobre la materia, la conciencia sobre la fuerza y lo supra consciente o divino sobre la conciencia”. “El misterio del Dios-Hombre constituye la clave de la magia sagrada. Los milagros requieren de dos voluntades unidas. No son manifestaciones de la omnipotencia que ordena, sino el resultado de un nuevo poder que nace cada vez que hay unidad entre las voluntades divina y humana”. “La magia sagrada es el poder del amor, nacido de la unión, en el amor, de las voluntades divina y humana. En la magia sagrada el mago asume el papel de último eslabón de la cadena mágica que desciende de lo alto”. “El fin de la magia sagrada es el de restablecer la libertad de ver, oír, andar, vivir, ir tras el ideal y ser de veras uno mismo. La magia sagrada también redime al hombre de las cadenas de la duda, el miedo, el odio, la apatía y la desesperación”. “El arcano de la magia sagrada es el de la generación vertical, del plano superior al inferior, en lugar de la generación horizontal que se realiza en un solo plano. La magia sagrada expresa el misterio de la unión de las voluntades divina y humana en el elemento de la sangre. La sangre es el poder de la magia sagrada”. “La magia sagrada es la puesta en práctica de la revelación mística, mientras que la
magia personal es la puesta en práctica de la teoría oculta”. La atribución astrológica del Arcano 3 es Venus. El vórtice giratorio de energía donde la vibración de Venus entra al cuerpo está localizado físicamente en el área de la garganta, y tiene influencia sobre las funciones de las glándulas tiroides y paratiroides. Las secreciones de estas glándulas tienen efectos importantes sobre la naturaleza emocional y sobre la actividad del cerebro en la producción de imágenes mentales. Esta misma fuerza de Venus está estrechamente relacionada con el equilibrio mental y físico, y de manera muy especial con la habilidad para desarrollar relaciones con otros. Venus es el centro de la naturaleza del deseo, la cual se explica así: La esencia de todo deseo es la reflexión, en la mente inferior, de algún propósito real del Yo Central. Lo que el hombre desea es su interpretación personal de lo que él siente fluir procedente de su interior. El deseo humano tiene por causa un impulso que proviene del Yo Superior, ante el cual la personalidad responde emocional e imaginativamente. Debido a esta correlación de vibraciones, el centro de Venus puede ser considerado la puerta que conduce al adeptado, es decir, a la maestría. La llave que abre esa puerta secreta está en la siguiente doctrina Rosacruz: Si los deseos de un hombre están en armonía real con las verdaderas tendencias del proceso cósmico, lo que desea se realizará. El metal atribuido a la letra Dálet es el cobre, consagrado a Venus. Se dice que este planeta es el aliado del Sol y que a causa de ello da la vida y el calor, por lo que se relaciona a Venus con el amor y la voluptuosidad. La asociación del planeta con el cobre se debe a que, según la mitología, la diosa nació de las aguas del mar en las cercanías de la hoy llamada isla de Chipre, en donde antiguamente había minas ricas del metal. La observación detenida del Arcano 3, por 3 o 5 minutos y durante varias sesiones, aporta los siguientes beneficios: 1. Ayuda a desarrollar una fecunda imaginación creativa y estimula la inventiva. 2. Promueve el poder de sociabilidad en personas que no lo sean. 3. Para cultivar el sentido de la belleza y de la estética. 4. De ayuda para desarrollar el poder de la visualización, tanto de imágenes como de colores. 5. Para lograr una mayor compenetración con la naturaleza, por lo que se recomienda meditarla cuando se va a salir de excursión al campo. 6. Para aliviar la fatiga mental.
ARCANO 4 -EL EMPERADOR-
Por Francisco Ascanio El número asignado a El Emperador lo vincula con la idea de orden. El cuatro hace referencia a la actividad ordenadora o clasificadora de la autoconsciencia, inducida
por la respuesta de la subconsciencia a impresiones originadas en el nivel autoconsciente. Esta actividad clasificadora es la razón. En la secuencia del Tarot El Emperador sigue a La Emperatriz porque la razón procesa el producto de la imaginación. El número cuatro está también relacionado con las ideas de sistema, regulación, administración y supervisión. Estos significados evidencian que la imaginación mental es muy útil para nosotros después de que ella ha sido sistematizada u ordenada, pues en esos casos la imaginación es un medio para regular y dirigir nuestros asuntos. Caso contrario, cuando está fuera de control, la imaginación convierte al hombre en un esclavo de las emociones y de los deseos y lo incapacitan para afrontar adecuadamente los problemas que la vida le presenta. En geometría el cuatro es representado por el cuadrado, un antiguo símbolo del plano físico y de las cosas concretas. Un argumento qabalístico para esa representación es que el cuadrado tiene cuatro ángulos de noventa grados, y noventa es el valor del sustantivo hebreo Mélej מלךque significa Rey. En el Árbol de la Vida el nombre del Séfira asignado al plano físico, Maljút, significa Reino. Así que el cuadrado es un espacio que en sus cuatro costados está limitado por el Rey, lo que convierte al plano físico en el Reino.
Al Arcano 4 se le asigna la letra hebrea Jéi, que significa ventana, a la cual se le atribuye el sentido de la vista. Podemos decir que las ventanas son los ojos de una casa, y en el Tarot la casa es El Mago o autoconsciencia. Por eso es que los ojos son las ventanas del alma y el verdadero vidente no son los ojos sino la consciencia; los ojos son solamente sus instrumentos físicos. El valor de Jéi es cinco y el del nombre de la letra ההes diez. La razón es quien vigila y controla y es por medio de ella como supervisamos y controlamos nuestra actividad diaria. La razón es la mente que define y es también
la facultad del intelecto, la cual está llamada a regular los actos conscientes de la personalidad. Por medio de la razón se correlacionan hechos y se extraen conclusiones de las experiencias, y esas conclusiones se asumen para etiquetar las cosas como buenas o malas, como importantes o sin importancia, etc. Es así como la personalidad define sus prioridades y construye su propia escala de valores, la cual es la base de la ética o de los principios que rigen la vida personal. El poder de la razón entra en actividad por causa de la necesidad que tiene el hombre de comprender las cosas que le suceden, y de aprovechar adecuadamente los recursos limitados de que dispone, dentro de los cuales el tiempo le parece ser uno de los más importantes. En los procesos de razonamiento la información visual es un factor determinante porque de la observación de los hechos la persona extrae principios, y es sobre esas premisas o principios que ella soportará sus conclusiones. En consecuencia, si los principios básicos son verdaderos las conclusiones a las que llega por el razonamiento podrán ser valederas, pero si el principio es mentira entonces las conclusiones siempre serán erróneas, es decir, nunca coincidirán con la verdad. Es de importancia capital el tener una clara percepción del vínculo que existe entre la visión, los principios y la razón. Un ejemplo; un adulto sale con su hijo de ocho años a visitar a cuatro amigos de los tiempos en que estudiaba en la universidad. Antes de llegar a la casa del primero le dice al hijo: el hombre que vamos a visitar era el individuo más honesto del mundo. Llegan a su residencia y se encuentran con una vivienda en muy mal estado y a un hombre mal humorado y desaliñado. Su conversación se vuelca hacia los aspectos negativos de la vida y todo el tiempo se lamenta por su mala suerte y lo malo de la demás gente. Mientras él habla, el niño escucha y observa. En pocos minutos se da por terminada la visita y se dirigen hacia el segundo de la lista. Cuando están en el automóvil, el padre dice: el individuo a donde vamos ahora era el estudiante más tramposo y según dicen, sigue siendo un pícaro deshonesto. Llegan a su destino y se consiguen una vivienda en excelentes condiciones y a un hombre alegre, de muy buen humor y radiante físicamente. Su conversación resulta muy agradable y discurre sobre temas positivos y constructivos. La visita se prolonga durante muchos minutos y todos disfrutan la reunión. Mientras, el niño escucha y observa. Visitan al tercero, que según el padre era también muy honesto, y luego al cuarto, del cual comenta que también era un pícaro deshonesto. La experiencia que resulta es idéntica a las dos primeras visitas. Al final de la jornada el niño, a partir de lo que oyó y observó, extrae una conclusión: la honestidad no da buenos dividendos. Muy posiblemente ese niño en su escala de valores, que está en proceso de formación, no incluirá la honestidad como principio y años más tarde incurrirá en actos deshonestos con la mayor tranquilidad del mundo. La conclusión a que llegó el niño no es verdad y llegó a ella porque su percepción fue incompleta. El niño no se dio cuenta de que el par de honestos eran también flojos, egoístas y pesimistas, y que esos factores negativos opacaron a la
honestidad. Tampoco percibió que el par de picaros deshonestos eran trabajadores, optimistas y generosos, factores que amortiguaron lo negativo de la deshonestidad. Es por lo anterior que hay que aprender a ver. El sustantivo emperador significa el que establece el orden. Poner las cosas en orden es la función principal de un administrador. Cuando la razón clasifica y ordena está administrando la corriente de imágenes que la subconsciencia envía desde sus profundidades como respuesta a los actos de atención y observación autoconscientes. El Emperador del Tarot representa a la Razón Soberana, que es la causa de todas las operaciones del Espíritu Uno en el mundo de la manifestación. La Razón tiene dos aspectos: uno universal, que es esa cualidad racional de la Mente Cósmica que coloca en orden todas las cosas; otro personal, que es la reflexión de esa cualidad racional universal en el campo de la experiencia del hombre. Así que el Arcano 4 representa al Gran Señor que rige toda la manifestación y, también, a lo que en nosotros nos capacita para controlar las condiciones de nuestro medio ambiente. A la letra Jéi se le asigna la Inteligencia Constituyente. Una constitución define los principios sobre los que se inspira una organización en particular, y esos principios son el fundamento de las leyes que rigen las relaciones entre sus miembros. La Qabalah informa que el Ser Supremo crea al hombre inspirado en determinados principios y, además, que lo coloca en un ambiente en el que específicas leyes regulan su vida. El propósito de esas leyes no es el de castigarle sino el de instruirle a cerca de lo que es la Realidad. Así que, qabalísticamente hablando, el mundo tiene su propia constitución. En paralelo a la constitución del mundo tenemos que cada persona erige su propia escala de valores, y ese ordenamiento de las prioridades conforma lo que podemos llamar la constitución del mundo personal. Entonces ¿qué sucede cuando la definición personal de principios no coincide con la universal? La respuesta es que la persona comete errores que, por la operación de las leyes, le proporcionan dolor, miseria y enfermedad. Caso contrario, cuando las definiciones personales y universal coinciden, resultados posibles han de ser salud, paz, amor y prosperidad, los que también serán consecuencia de la operación de las mismas leyes. Ahora bien ¿quién le enseña al ser humano el Orden o Constitución del Mundo? La respuesta es que cada quien debe descubrirlo por sí mismo y es con base a esta apreciación que se dice que la vida es un aula de clases. Pero sucede que el método de enseñanza que adopta la vida es al revés a los que estamos acostumbrados. En las aulas convencionales primero nos enseñan las teorías y después es que nos dan problemas para que los resolvamos aplicando las teorías aprendidas. La vida enseña a lo inverso; primero nos presenta los problemas y si los resolvemos, sólo si los resolvemos, es que aprendemos las teorías. Lo que la vida enseña son los principios y las leyes universales, que son las causas de todo cuanto nos sucede.
Es por lo anterior que todo problema tiene su razón, que consiste en enseñarnos algo que tenemos que saber para poder crecer en consciencia. Por consiguiente, las dificultades o problemas son realmente oportunidades de aprender. Todo problema oculta un principio que, cuando comprendido, puede ser aplicado a la producción de resultados útiles y bellos. Con la asignación del sentido de la vista al Arcano 4, se nos sugiere que participamos de la Inteligencia Constituyente cada vez que vemos a través de las apariencias y percibimos la naturaleza real de las cosas. Para ser eficientes administradores, como El Emperador, debemos desarrollar una visión iluminada de la realidad, la cual incluye la percepción de los poderes que nos son inherentes como también la cuidadosa observación de las condiciones físicas circundantes. Por esta vía, nos capacitaremos para invertir todas y cada una de las apariencias de limitación que nos afligen. El Emperador nos informa acerca del poder regente de la consciencia. Ponemos en ejercicio la verdadera razón cuando interpretamos una experiencia correctamente y, también, cuando hacemos una diferenciación que está en armonía con la realidad. Entonces estamos empleando el poder que define al universo en el principio. Este poder, operando a través nuestro, es el constructor de un mundo personal que convierte en realidad la promesa qabalística de la experiencia del Paraíso aquí en la Tierra. El mensaje de El Emperador es: si quieres disfrutar de la armonía y de la paz del Orden Cósmico en tu vida terrestre, debes dar los pasos para establecer esa paz y armonía en las pequeñas cosas de tu vida diaria. Además, el arcano sugiere que para regir las condiciones que nos rodean debemos comenzar por establecer orden en nuestros pensamientos. El proceso total de ser ordenado se encuentra ligado a la verdad oculta de que las cosas en esta tierra reflejan lo que sucede en las elevadas extensiones de los cielos, dentro de nosotros. Toda vida humana es parte del orden universal, pero el tesoro peculiar del hombre es su habilidad de reconocer este orden y de hacerlo ir más allá de los estados en que se encuentran en los reinos inferiores de la naturaleza. Las Leyes de la Naturaleza son definiciones y descripciones humanas de la forma en que los eventos se siguen unos a otros en algún campo particular de observación. Cuando el hombre descubre el orden natural, su observación es recompensada con la percepción racional de la ley o principio operante, y luego la visión del principio pone en movimiento el poder inventivo de la subconsciencia o imaginación. Entonces, a través de la combinación de la imaginación y de la razón el factor personal interviene en la situación. Por la introducción de este factor personal se pone en movimiento una nueva cadena de sucesos, se producen nuevas formas y se hacen manifiestas nuevas condiciones. El sacerdote o monje, cuyo nombre ignoramos, que escribió acerca de los Arcanos
Mayores, dice que El Emperador es el arcano de la filosofía hermética y de la obediencia. Seguidamente algunos de sus comentarios: “El Emperador representa la autoridad de la iniciación o del iniciado. La iniciación es la unidad y síntesis entre mística, gnosis y magia. Esta unidad o síntesis es filosofía hermética”. “La iniciación se entiende aquí no en el sentido de un ritual ni en el de posesión de informaciones que se mantienen secretas, sino en el estado de conciencia donde eternidad e instante son una misma cosa. Es la visión simultánea de lo temporal y lo eterno, de lo que está abajo y lo que está arriba”. “La enseñanza de la filosofía hermética consiste en ejercicios espirituales, y todos sus arcanos son ejercicios practico-espirituales orientados a despertar las capas cada vez más profundas de la conciencia”. “La iniciación es la capacidad de orientarse en todo terreno y adquirir el conocimiento de los hechos claves. El iniciado es el que sabe como alcanzar el saber y sólo los ejercicios espirituales le han enseñado saber saber”. “La aptitud para saber saber es el sentido de la síntesis. El sentido de la iniciación es el de la orientación y adquisición del conocimiento de los hechos esenciales en cualquier campo. El sentido de la iniciación es el de las realidades espirituales concretas”. “Un hombre goza de tanta mayor autoridad cuanto menos superficial es él mismo, cuanto más sabe, cuanto más puede. Ser algo, saber algo y poder algo es lo que da autoridad a una persona. Puede también decirse que un hombre gozará de autoridad en la medida en que reúna en sí la hondura de la mística, la sabiduría directa de la gnosis y el poder realizador de la magia”. “Sólo la autoridad constituye el verdadero y único poder de la ley. La coacción no es más que el expediente al que se recurre para remediar la falta de autoridad. Donde hay autoridad allí sobra la coacción”. “El Emperador del cuarto arcano del Tarot no tiene ni espada ni cualesquiera otras armas. Reina con el cetro y sólo con él. Por eso la primera idea que la lámina evoca de modo natural es la de la autoridad subyacente a la ley. La tesis que deriva de las meditaciones de los tres arcanos precedentes es que toda autoridad tiene su origen en el inefable nombre divino YHVH y que toda ley viene de ahí. La misma tesis implica que el portador humano de una autentica autoridad no reemplaza la autoridad divina, sino, al contrario, le cede el puesto. Para ello ha de renunciar a algo”.
“El Emperador ha renunciado a cuatro cosas: 1) A la coacción, a la violencia, puesto que no tiene armas. 2) A la libertad de acción, puesto que está sentado y con ambas manos ocupadas. 3) A la libertad intelectual de movimiento, puesto que lleva una corona que le da legitimidad pero también el de una tarea que le viene de lo alto. 4) A renunciado a una misión personal o al nombre, en el sentido esotérico de la palabra”. “Hay que crear un vacío natural, esto es lo que hace la renuncia, para que lo espiritual se manifieste. La revelación presupone el vacío, un espacio puesto a su disposición, para manifestarse. Por eso hay que renunciar a la opinión personal a fin de recibir la revelación de la verdad, a la acción personal para convertirse en agente de la magia sagrada, a la vía del desarrollo personal para ser guiado por el Maestro de las vías, a la misión personalmente escogida para encargarse de una misión venida de lo alto. El Emperador ha creado en sí mismo ese cuádruple vacío. Por ello es emperador o, dicho de otro modo, autoridad. Ha dejado en sí espacio para el nombre divino YHVH, que es la fuente de toda autoridad”. “El Emperador tiene autoridad no porque sea sobrehumano, sino por ser muy humano, por representar todo lo humano. El hermetismo práctico es la alquimia. El ideal del hermetismo es esencial y básicamente el ideal alquímico. Esto significa que, cuanto más verdaderamente humano uno se vuelve, más se manifiesta lo divino subyacente a la naturaleza humana o, en otros términos, la imagen y semejanza de Dios”. “El ideal de la abstracción invita a los seres humanos a deshacerse de la naturaleza humana, a deshumanizarse. El ideal de la transformación alquímica del hermetismo les abre a los seres humanos la vía de la realización de la verdadera naturaleza humana, que es la imagen y semejanza de Dios. El hermetismo es el retorno de todos los elementos de la naturaleza humana a su auténtica esencia, sometiéndolos a la operación de la sublimación”. A la letra Jéi e le asigna el signo de Aries, el que, por ser el primero, simboliza el principio de la manifestación cósmica. De acuerdo con la tradición astrológica, Aries rige la cabeza, especialmente los ojos, y domina las más elevadas funciones del cerebro. Marte es el regente de Aries y en ocultismo práctico este planeta representa una fuerza que en Aries da el poder de usar los músculos voluntarios y de activar el cerebro como un motor para el pensamiento. Por lo tanto esta fuerza es el instrumento de la ejecución y la realización, y por medio de ella el hombre se entiende con el medio ambiente y coloca ese mundo en orden. El Sol está exaltado en Aries y ello indica que las más elevadas manifestaciones de la energía solar son aquellas que se expresan en las funciones y poderes humanos gobernados por Aries y simbolizados por el Arcano 4. La fuerza de Marte impulsa al cerebro como motor del pensamiento. El cerebro
transforma la energía solar en modalidades de vibración que capacitan a la conciencia personal para recibir ideas que se encuentran presentes eternamente en la Mente Universal, y que son radiadas continuamente a través del espacio. El principio es similar al usado en la radio, donde una corriente eléctrica en el aparato receptor establece vibraciones que pueden ser sintonizadas con las originadas en la estación transmisora. El receptor no hace la música, ni el cerebro el pensamiento. Lo que sucede es que el cerebro provee las condiciones necesarias, como lo hace un receptor, para que el pensamiento pueda ser expresado. En el acto de ver positiva y atentamente también estamos empleando la luz que nos viene del Sol. El control personal sobre las circunstancias exige un ejercicio activo del poder interno de visión en vez de la mera respuesta pasiva a las impresiones visuales. Un axioma expresa: Todo problema contiene su propia solución, la cual se consigue por la atenta observación. El dignatario del Arcano 4 está sentado sobre un cubo, que es un sólido que en esoterismo representa el plano físico y que también es un emblema de orden y de verdad. Este asiento hace referencia al Cubo del Espacio, un símbolo muy importante de la Tradición Occidental de los Misterios, y que hace referencia a la Realidad tal y como ella se muestra en el mundo de las formas. Las piernas del emperador sugieren una cruz, mientras que la mano derecha, el codo izquierdo y la parte superior de la cabeza, forman los vértices de un triángulo equilátero. Así que tenemos en la composición un triángulo sobre una cruz que es el símbolo alquímico del Azufre, que representa a la modalidad de manifestación del Espíritu Uno que es la raíz del elemento Fuego, predominante en el signo de Aries, cuya principal expresión en el campo de la personalidad humana es la fuerza del deseo. La insinuación es esta: detrás de lo que el hombre siente como deseo está el poder impulsor del Espíritu, cuya energía trabajando a través del cerebro humano puede manifestarse como visión superior, que es aquella visión que permite captar dentro del problema su solución. El emperador está protegido por una armadura de acero, el metal asignado por los alquimistas a Marte, el regente de Aries. Sobre la cabeza tiene una corona de oro, el metal asignado al Sol, lo que hace referencia a la exaltación del astro solar en Aries. El cetro que sostiene con su mano derecha representa la condición de equilibrio, que es el factor fundamental para alcanzar la regencia del emperador. La siguiente es una apreciación de quien escribe estas líneas. El aro superior no está adherido o pegado a la T invertida, por lo que el dignatario está realizando un acto de malabarismo. El aro, que es un cero, representa el absoluto, mientras que la T, atribuida a Saturno y a la materia, representa lo relativo. Así que el guerrero desarmado conquistó su reino porque logró conciliar lo absoluto con lo relativo; en otras palabras, logró equilibrar lo que está arriba con lo que está abajo. Mediante
dos ejemplos te explico esto del equilibrio; primer ejemplo, la verdad absoluta es que como personas no tenemos poder de voluntad, pero también es verdad que si nosotros no hacemos las cosas nadie las hará por nosotros (como dice el proverbio: ha Dios rogando y con el mazo dando); el segundo, la verdad absoluta es que el tiempo no existe, pero también es verdad que el tiempo es oro. Concluyo entonces que la verdad absoluta no se puede aplicar limpia y directamente al manejo de las condiciones del plano físico, por lo que la verdad al ser aplicada debe adaptarse sutilmente a las restricciones de la materia. El emperador es libre, no tiene jefe, porque sabe resolver las circunstancias de la tierra aplicando los principios de los cielos. Por eso él ha logrado la regencia de su propio mundo, lo cual está representado mediante el globo que sostiene con su mano izquierda. La observación detenida del Arcano 4, por 3 o 5 minutos y durante varias sesiones, aporta los siguientes beneficios: 1. Para promover el amor por el orden, esto es, para una mejor disposición de los objetos y una dirección más satisfactoria de los asuntos. 2. De ayuda para conseguir la visión mental clara de los elementos de un problema así como de su solución. 3. Para captar el orden a que se deben someter las ideas, por lo que el arcano es de mucha utilidad cuando estamos trabajando en un nuevo proyecto y también, cuando se va a reorganizar una empresa o institución que no marcha bien. 4. De ayuda para alimentar el deseo de auto realización, lo que significa ser menos dependientes de los demás y de las circunstancias externas.
ARCANO 5 EL SUMO SACERDOTE
Francisco Ascanio
El número asignado a El Hierofante lo vincula con la idea de mediación, porque el cinco es el término medio entre uno y nueve. Geométricamente el cinco corresponde al pentágono, figura de cinco lados iguales, y al pentagrama, la estrella de cinco puntas, que es el símbolo del hombre y del dominio que él está destinado a ejercer sobre todas las cosas. La idea que encierra tales correspondencias es que el hombre es el mediador entre Dios y la naturaleza. El cinco también es el símbolo numeral para la ley dinámica que procede del Orden abstracto. En el Tarot, el Arcano 5 representa el aspecto de consciencia denominado intuición. El Hierofante sigue al Emperador en la secuencia, porque la intuición sigue al razonamiento y lo completa. La intuición es la respuesta subconsciente a la razón, por medio de la que, a través de las leyes de asociación que operan por debajo del nivel consciente, se logran relaciones mentales que van más allá de los resultados alcanzados por la razón.
Un proceso mental cíclico es la causa de las intuiciones. Cuando la autoconsciencia recibe una idea que viene a través de la subconsciencia, esa idea se convierte en una nueva sugestión para la subconsciencia y es el principio de una nueva serie de deducciones. La ejecución de este proceso puede ser instantánea o puede ser cuestión de días, o aún de más tiempo. Las intuiciones pueden ser de dos tipos, de acuerdo al nivel mental de donde provienen. Se consideran como premoniciones aquellas cuya fuente es el nivel superficial de la subconsciencia personal. Cuando se originan en la Superconsciencia se les toma como intuiciones espirituales, y ellas se revisten de imaginación simbólica de experiencia de la raza almacenada en la subconsciencia colectiva. Es mediante la intuición espiritual, representada por El Hierofante, que la personalidad recibe instrucción o guía interior.
Se le asigna al Arcano 5 la letra hebrea Vav, que significa clavo; gancho. Ambos significados resaltan las ideas de unión y de sostenimiento. El primero porque unión es la clave de la recepción de intuiciones espirituales, y, el segundo, porque cuando la personalidad está conscientemente unida con el Yo Superior, ella obtiene el conocimiento de primera mano de que todas las cosas son sostenidas por, y dependiente de, ese Yo interno. En la manera como se le considera en el Arcano 5, la intuición o instrucción interna debe entenderse como la percepción directa de principios eternos, que pueden ser aplicados a la solución de problemas humanos y al perfeccionamiento del control del hombre sobre su medio ambiente. Esta percepción directa es el resultado de la unión de la consciencia personal con el Yo Superconsciente. La razón precede a la intuición porque, además de completarla, El Hierofante representa una actividad mental que revela el significado interno de las condiciones que El Emperador rige. Aunque la intuición va más allá de la razón, ella no constituye un substituto para el proceso de razonamiento. Cuando razonamos intensamente
iniciamos un proceso que conduce a la intuición. La intuición espiritual es razón elevada a la N potencia. En el momento en que atacamos un problema con todo el poder mental que poseemos y organizamos los datos o hechos conocidos acerca de él, nos estamos preparando para recibir instrucción interna. Si persistimos en pensar, repentinamente y sin esfuerzo conciente, cesamos de razonar y comenzamos a recibir guía intuitiva. Nuestra mente es como un radio que debe ser ajustado a la frecuencia de la estación emisora para dar con la respuesta al problema que estamos tratando de resolver. La estación emisora es el Yo Superior y la sintonización con su frecuencia se realiza mediante los procesos de atención, rememoración, imaginación y razón. Para que esto sea un proceso consciente debemos primero reconocer como probable la hipótesis de que la Mente Universal se encuentra centrada en el corazón mismo de nuestra existencia personal. Más adelante, la verificación de la hipótesis nos llevará a depender para todo de nuestro Instructor Interno representado por El Hierofante. La aplicación práctica del concepto de unión se encuentra en la función del oído, atribuida a la letra Vav, cuyo valor es seis, mientras que el valor del nombre letra ווes diez. Aquí oír significa tanto audición espiritual interior como oído físico ordinario. El conocimiento de los más elevados aspectos de la realidad nos viene a menudo a través del sonido silencioso de una Voz Interna. Los centros de audición del cerebro, cuando alcanzan cierta etapa de desenvolvimiento más fino, son estimulados por ratas de vibración más elevadas que sirven como medio de comunicación con el Yo Superior o con seres humanos más avanzados que son nuestros actuales guías espirituales. Sin embargo, el despertamiento de una mayor receptividad de los centros de audición nos puede poner en comunicación con inteligencias que nos son ni sabias ni buenas. Existe una manera de distinguir entre las voces, o mensajes psíquicos, y la Voz. Las voces lisonjean, algunas veces apelan al orgullo espiritual, anunciándole a la persona que está destinada a salvar a la humanidad. Siempre demandan absoluta obediencia e insisten en que se abandone toda otra instrucción espiritual. La verdadera Voz nunca lisonjea, más bien suele indicarnos nuestros defectos. Rara vez promete algo y nunca cohesiona. Indica algún principio universal aplicable a un problema real que confronta la persona que escucha la instrucción, o enseña acerca de una ley de la naturaleza que se encuentra implicada en el problema, en forma tal que la persona pueda ver por sí misma lo que debe hacer para resolverlo. La instrucción interior puede recibirse de diversas formas. Algunas personas reciben impresiones visuales, otras escuchan, mientras que otras tienen intensas sensaciones. Cualquiera que sea la forma sensoria, es preciso estar calmados antes de poder recibir la instrucción interna. Es por ello que la mejor preparación es el silencio ordinario, por lo que se recomienda: primero, tratar de mantener el YO fuera de nuestros escritos y conversaciones familiares; segundo, contener la propia lengua acerca de los asuntos de otras personas; tercero, tratar de comprender a los demás, acompañando lo último con
la intención de ser un buen escucha. El título del Arcano 5, El Hierofante, significa el revelador de misterios o aquel que enseña lo que es sagrado. En los misterios Eleusinos, el Hierofante era el instructor que explicaba el significado de los símbolos sagrados, así como la naturaleza oculta de las cosas comunes. Este título sugiere entonces que este arcano es el medio más indicado para conseguir la revelación de los más profundos misterios del Tarot, así como las explicaciones de sus símbolos. En algunos Tarot antiguos al arcano quinto se le llamó El Papa, porque el primer pontífice de la iglesia católica fue Pedro cuyo nombre hebreo era Simón, que significa oír. Esto significa que la repuesta de Simón, por la cual Jesús le bendijo, fue el resultado del oído interno. El Hierofante representa la transmisión de la Sabiduría que procede del Yo Central; nos muestra al Cristo Interno como el instructor de toda la humanidad y cuyo contacto se logra por medio del oído interior. A la letra Vav se le asigna la Inteligencia Triunfante y Eterna. Lo primero, porque la Voz Interior indica un principio que conducirá a una acción exitosa, y, lo segundo, porque la Voz revela una ley de la naturaleza aplicable no solamente al problema personal del momento, sino también a la de muchos otros poseyendo características similares. El sacerdote o moje católico que escribió acerca de los Arcanos Mayores del Tarot, pero que prefirió permanecer en el anonimato, designó al Hierofante como el arcano de la trascendencia y de la pobreza. Los siguientes son algunos de sus comentarios: “El Hierofante nos pone en presencia del acto de la bendición. La bendición es algo más que un simple buen deseo formulado por otra persona; es también algo más que una impronta mágica del pensamiento y voluntad de alguien sobre otro: es la puesta en acción del poder divino que trasciende el pensamiento y la voluntad individuales, así como en el que bendice como en el bendecido. En otras palabras, es un acto sacerdotal por excelencia”. “La cábala compara el papel de la oración y bendición a un doble movimiento, ascendente y descendente, parecido al de la circulación de la sangre. Las plegarias de la humanidad se elevan hasta Dios y, una vez allí oxigenadas por obra divina, se transforman en bendiciones que descienden de esas alturas hasta abajo”. “La primera enseñanza práctica del quinto arcano se refiere a la respiración espiritual. Hay dos clases de respiración: la respiración horizontal, que se da entre fuera y dentro, y la respiración vertical, que tiene lugar entre arriba y abajo. El aguijón de la muerte es el paso brusco de la respiración horizontal a la respiración vertical. Con todo, quien haya aprendido durante la vida la respiración vertical se verá libre de ese aguijón de la muerte”. “La esencia de la respiración vertical radica en la alternancia de oración y bendición o
gracia. Estos dos elementos de la respiración vertical se manifiestan en todos los campos de la vida anterior: razón, corazón y voluntad. Así, un problema pertinente a la razón, que no se deba a la curiosidad o a un deseo de acopio intelectual sino a la sed de la verdad, es en el fondo una oración, y la claridad que puede venir detrás es la bendición o gracia correspondiente. El auténtico sufrimiento es también, en el fondo, una oración, y el consuelo, paz y alegría que pueden seguirle son efectos de la bendición o gracia que le corresponden”. “La respiración vertical es el estado de ánimo que el apóstol Pablo designa por el nombre de libertad en Dios. Es una nueva manera de respirar. Se respira libremente el soplo divino, que es la libertad misma”. “El equivalente espiritual de la respiración horizontal es la alternancia entre extraversión e introversión, o entre atención a la vida exterior objetiva y a la vida interior subjetiva”. “El Emperador representa lo humano respecto del cielo, es decir, la imagen y semejanza divinas en el hombre, y el Papa, arcano quinto, representa lo divino trascendental respecto de la humanidad”. A la letra Vav se le atribuye el signo de Tauro, que es un signo de Tierra. El emblema de Tauro es el toro, o buey, un animal que está asignado a la letra Álef, la cual simboliza los más altos niveles de la Superconsciencia. Esta relación que la Qabalah hace entre la Tierra y la Superconsciencia es un llamado para que la humanidad no menosprecie la Tierra, tanto a las cosas materiales como al cuerpo físico, pues lo que la humanidad debe aprender es traer la energía Superconsciente al plano físico para producir transformaciones. Es solamente cuando el ser humano logra cambiar condiciones del plano físico que él comprueba por sí mismo la validez de sus principios espirituales. De acuerdo con la tradición astrológica, Tauro rige el cuello y la garganta; las glándulas tiroides y paratiroides; la mandíbula inferior; la parte inferior occipital del cráneo; el cerebelo; el cerebro inferior y la médula oblongada. Venus es el regente de Tauro y en ocultismo práctico Venus representa la fuerza del deseo. La doctrina Rosacruz es que la esencia de todo deseo es la reflexión en la mente personal de un propósito real del Yo Superior. Por consiguiente, la regencia de Venus sobre Tauro es una insinuación de que la intuición espiritual debe versar principalmente sobre lo que el Yo Interno desea realizar a través de la personalidad. En Tauro la Luna se encuentra exaltada. En ocultismo práctico la Luna está asignada a la subconsciencia, que es la mente que construye el cuerpo físico y lo mantiene funcionando. Esta exaltación sugiere que en Tauro el trabajo de la subconsciencia se especializa en producir aquellas transformaciones en los centros del cerebro relacionados con la audición, que permiten escuchar la Voz del Maestro Interno.
El Hierofante está sentado en un trono gris entre dos columnas del mismo color. El gris es el color asociado con Sabiduría porque este es el matiz que resulta de la mezcla de cualquier par de colores complementarios, mientras que el aspecto práctico de Sabiduría es el equilibrio perfecto de todos los pares de opuestos. Tanto el trono como las columnas son de piedra, porque el hebreo piedra אבןes una palabra compuesta por אבPadre y בןHijo. La enseñanza es que la Sabiduría es una consecuencia de la unión del Padre y el Hijo, esto es, de las naturalezas divina y humana que coexisten en el hombre. La corona del hierofante es una corona triple como la del Papa; es de oro porque el metal simboliza energía radiante y sabiduría. Está adornada con tres filas de tréboles: la de arriba tiene tres para designar la naturaleza triple del Espíritu (consciencia, energía y substancia); la del medio tiene cinco, representando los principios sutiles de la sensación (Quinta esencia y los cuatro elementos); la fila inferior tiene siete, representando los planetas internos o chakras. En la mano izquierda el hierofante sostiene un báculo dorado que representa el triunfo del Espíritu Uno a través de los cuatro planos de manifestación. La barra inferior representa el físico y las dos que le siguen hacen alusión al mundo formativo o astral y al plano mental, mientras que el botón superior representa el plano espiritual o mundo arquetípico. Con los dedos de su mano derecha hace un mudra, gesto con los dedos, que simboliza el hecho de que si bien toda manifestación es dual ellas son expresiones de un poder único. Las llaves cruzadas a los pies del hierofante son una de oro y otra de plata, simbolizando a las corrientes solar y lunar de la energía radiante que, como corrientes nerviosas del cuerpo humano, se utilizan como llaves para abrir las puertas internas que conducen a las modalidades superiores de consciencia. Los sacerdotes arrodillados llevan vestiduras que repiten el motivo de flores del jardín del Mago. El que lleva rosas simboliza el deseo y el que tiene lirios el intelecto. El primero abre sus manos y sugiere con ese gesto de apertura que, para oír al Maestro Interno se requiere de un inmenso y verdadero deseo de conocer la respuesta que se busca, porque la curiosidad o el simple acopio intelectual no sirven. El otro sacerdote junta sus manos en señal de humildad, sugiriendo con ese gesto que el reconocimiento de la propia ignorancia es uno de los requisitos para recibir la instrucción interior. Quienes piensan que todo lo saben mantienen para siempre sus oídos cerrados alMaestro Interno. La observación detenida del Arcano 5, por 3 o 5 minutos y durante varias sesiones, aporta los siguientes beneficios: 1. Para obtener consejo acerca de cómo actuar en situaciones donde nos sentimos