E l. HONOR HON OR DE1. DE1. GUERRERO GUERRERO
Hay aproximadamente «na docena de soldados en la granja. De vez en cuando, uno de ellos se cuelga el fusil en ba b a n d o lera le ra y pasea pas ea arr a rrib ibaa y abajo aba jo p o r la estre est recc h a zanja za nja prac pr actiticada e ntre jardin jar din es y tendederos. Los otros, otros, sentados s entados sobre sobre cau es del ejército, ejército, charlan, fuman, dorm itan o simplemente limpian limpia n las armas. La mayoría mayoría son reservistas reservistas,, pe ro hay entre en tre ellos un paramilitar llamado Chobi que lleva en la cabeza una un a especie especie de toca negra adorn ad orn ada ad a con la leyenda s e r b i a : l i b e r t a d o m u e r t e . Llama a un andguo amigo por la radiofonía: “U stac st acha ha””, grita gri ta,, “¿todavía sales con aque aq uell llaa chica?”. chic a?”. “¿Y a ti qué te importa?”, contesta el croata, “psicópata chetnik". Las bromas contin co ntin úan úa n un u n rato, hasta que se cansan y cortan la comunicación. Parece ser que estas charlas nocturnas se repiten a menudo. Yo había permanecido toda la noche a su lado, mientras ellos dormitaban, jugaban a las cartas o limpiaban el armamento, porque quería saber qué es lo que pasa en esas ocasiones para qu e los los vecinos vecinos se conviertan conv iertan e n enemig e nemigos, os, cómo es posibl posiblee que la gente que qu e ha comp co mpartido artido tantas cos cosas as acabe acabe po p o r no te n e r en c o m ú n más má s que qu e la g u e rra rr a . Pres Pr esen enci ciar ar el propr oceso —Afgani —Afganistán, stán, Ruanda, Irland Irla ndaa del Norte— No rte— me h a dejadejado siempre estupefacto. Nunca he aceptado que la guerra nacionalist nacionalistaa se se explique p or un repen rep entino tino estallido estallido de odios odios tribales y antiguas enemistades. Ix>s teóricos como Samuel Huntington Hu ntington me lleva llevarrían ían a pensar pens ar que en e n el jard ja rd ín trasero trasero de Mirk Mirkov ovci ci había un foso foso:: a un lado, se enco en contr ntrab aban an los croatas represe rep resenta ntand ndo o en e n su búnk bú nker er la civ civiliz ilizaación ción del Occidente Occid ente cacatólico romano rom ano;; al otro, muy cerca, los serbios, serbios, en represen repre sentatación del d el Orien O riente te bizantino, ortodox orto doxo o y ciríl cirílic ico. o. No cabe duda d uda de que qu e las ideologías ideologías artificialmente inflada infladass de los los dos bandos bando s veían así el conflicto, pero yo no apreciaba que se hubieran abier ab ierto to e n Mirko irkovc vcii barr b arrera erass de d e civi civiliza lizació ción n o geológicas. geológicas. Tales Tales metáforas dan por sabidas cosas que necesitan explicación: ¿qué ¿qué tiene tiene que ocurrir oc urrir para que unos vec vecin inos os ignorantes ignorantes por completo comp leto de d e perte pe rtene nece cerr a civil civiliz izac acio ione ness opuestas opuestas comiencen com iencen a pen pe n sar sa r —y a odia od iar— r— en e n esos términ té rminos? os? ¿Cómo ¿Cóm o llegan a detesde testar y demo de moniz nizar ar a los que qu e u n a vez vez llamaron amigo amigos? s? ¿Cómo, en defini definitiv tiva, a, se siembra, u n grano gra no tras otro, otro , la semilla de la paranoia mutua en el terren o de una un a vid vidaa común común?? 40