Eliphas Levi – El Gran Arcano
ELIPHAS LEVI
(Abate Alfonso Luis Constant)
EL GRAN ARCANO DEL OCULTISMO REVELADO 1 Eliphas Levi – El Gran Arcano
Obra póstuma del autor, en la que, como eximio maestro y gran mago, descorre el velo que por siglos encubrió el gran secreto del Ocultismo, explicando a la luz de la ciencia y de la razón, todos los secretos y poderes de la alta y baja magia. Eliphas Levi – El Gran Arcano 2
TESTAMENTO DEL AUTOR Esta obra es el testamento del autor; es el más importante y el último de sus libros sobre la ciencia oculta. Está dividida en dos partes:
PRIMR! P!R" El misterio real o el arte de hacerse servir por las fuerzas
#$%&'! P!R" El misterio sacerdotal o el arte de hacerse servir por los espíritus. Este libro no tiene la necesidad de presentación ni de prefacio; las obras precedentes del autor pueden servirle ampliamente de prefacio y de introducción. En l está la última palabra del !cultismo y fue escrito con la mayor claridad posible. "#uede y debe ser publicado este libro$ %o i&noramos al escribirlo; pero 'uz&amos (ue podíamos y debíamos hacerlo. )i aún e*isten verdaderos iniciados en el mundo+ es para ellos (ue escribimos y es sólo a ellos a (uien corresponde 'uz&arnos. Eli!as Le"i (Abate Alfonso Luis Constant) Setie#b$e %e &'' Eliphas Levi – El Gran Arcano
PRIMERA PARTE ( MI#"RIO R!( O ( !R" ' $O)R&!R (!# *%R+!# , Eliphas Levi – El Gran Arcano
ap-tulo I
EL MAGNETISMO l magnetismo es una uerza an/loga a la del im/n0 est/ diseminado en toda la naturaleza. #us caracteres son1 la atracción, la repulsión y la polarización equilibrada. (a ciencia 2a captado y aceptó los enómenos del im/n astral y del im/n mineral, pero observa con descon3anza el im/n animal que se mani3esta todos los d-as por 2ec2os que, si bien ya no puede negar, espera, para admitirlos, concluir su an/lisis por una s-ntesis incontestable. #abemos que la imantación producida por el magnetismo animal determina un sue4o extraordinario, durante el cual el alma del magnetizado cae bajo el dominio del magnetizador, con la particularidad de que la persona adormecida parece dejar inactiva su vida propia para maniestar solamente los enómenos de la vida universal. Re5eja el pensamiento de los otros0 ve sin valerse de los ojos0 se torna presente en todas partes, sin tener conciencia del espacio0 percibe las ormas m/s que los colores0 suprime y conunde los per-odos del tiempo0 2abla del uturo como si uese el pasado y de 6ste como si se tratara del uturo0 explica al magnetizador sus propios pensamientos y 2asta las acusaciones secretas de su conciencia0 evoca en sus recuerdos a las personas en quienes piensa el magnetizador, y las describe del modo m/s exacto, sin 2aberlas visto jam/s. 7abla el lenguaje de la ciencia con el sabio y el de la imaginación con el poeta0 descubre las dolencias y adivina los remedios0 da muc2as veces sabios consejos0 sure y, en ocasiones, con un grito doloroso nos anuncia los tormentos que sobrevendr/n. stos 2ec2os extra4os, pero incontestables, nos llevan necesariamente a la conclusión de que existe una misma vida para todas las almas o una especie de re5ector com8n de todas las imaginaciones y de todas las memorias, en el cual podemos vernos mutuamente, como si una multitud pasara delante de un espejo. ste re5ector es la luz ódica del caballero Reic2enbac20 es lo que nosotros llamamos luz astral0 ese gran agente de la vida que los 2ebreos denominaban O'0 O) y !%R. l magnetismo dirigido por la voluntad del operador es O', el sonambulismo pasivo es O). (as pitonisas de la antig9edad eran son/mbulas ebrias de luz astral pasiva. sta luz recibe, en los (ibros #agrados, el nombre de esp-ritu de Pyt2on, porque la mitolog-a griega la simbolizaba con la imagen de la serpiente Pyt2on.:
lla est/ tambi6n representada en su doble acción por la serpiente del aduceo0 la serpiente de la derec2a es O' y la de la izquierda es O), y en el medio, encima de la barra 2erm6tica, brilla el globo de oro, es decir, !%R o la luz equilibrada.; #ython: pitón. Mitolog-a1 serpiente monstruosa de :<< cabezas y :<< bocas que vomitaba llamas. $uardaba el or/culo de la tierra. -. del /. 0 2 !b+ !d+ ur. !d+ 5uido magn6tico generado por los cuerpos minerales, vegetales y animales, visible para los sensitivos en estado de vigilia. s la luz ódica del barón de Reic2embac20 palabra sacada de la /bala 2ebrea, en la cual ella representa sólo el polo positivo de la luz o 5uido astral. !b+ es el polo contrario de la misma luz. ur+ en /bala representa a la (uz, primera maniestación del =erbo reador. uando esta luz se polariza positivamente, es decir, en el sentido del bien, se llama O', y cuando se polariza negativamente en el sentido del mal, es !b. (a misma luz primaria en su grado de maniestación inerior recibe el nombre de ur+ el uego. -. del /0 1
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&ecesidad y (ibertad, tales son las dos grandes (eyes de la =ida0 y estas dos (eyes 2acen sólo una, pues son mutuamente indispensables. (a necesidad sin libertad ser-a tan neasta como la libertad privada de su reno necesario. l 'erec2o sin el 'eber es la locura. l 'eber sin el 'erec2o es la sclavitud. "odo el secreto del magnetismo consiste en esto1 gobernar la atalidad de O) por la inteligencia y el poder de O', a 3n de crear el equilibrio perecto de !%'. l magnetizador desequilibrado y dominado por sus pasiones, que quiere imponer su actividad a la luz atal, se asemeja a un 2ombre que, con los ojos vendados y montando en ciego caballo, lo espoleara en medio de una sinuosa selva llena de precipicios. (os adivinos, los tiradores de cartas y los son/mbulos son todos alucinados que adivinan por medio de O). (a copa de agua de la 2idromancia, las cartas de tteilla, las l-neas de la mano, etc. producen en el vidente una especie de 2ipnotismo. =e entonces al consultante en los re5ejos de sus deseos insensatos o de sus imaginaciones amorosas, y como a su vez, es un esp-ritu sin elevación y sin nobleza de voluntad, adivina las locuras y sugiere otras mayores, logrando as- gran 6xito. %n cartom/ntico que aconsejase la 2onestidad y las buenas costumbres perder-a luego su clientela de concubinas y solteronas 2ist6ricas. (as dos luces magn6ticas podr-an muy bien llamarse respectivamente, luz viva y luz muerta0 5uido astral y ósoro espectral0 antorc2a del verbo y 2umareda del sue4o. Para magnetizar sin peligro es preciso tener en s- la luz de la vida, es decir,
ser un sabio y un justo. l 2ombre esclavo de las pasiones no magnetiza, ascina0 pero la irradiación de su ascinación aumenta alrededor de 6l el c-rculo de su v6rtigo, multiplica sus encantos y en5aquece cada vez m/s su voluntad. #e asemeja a una ara4a que se agota y al 3n queda presa de su propia tela. (os 2ombres que a8n no conocen el imperio supremo de la razón, la conunden con el raciocinio particular y as- siempre erróneo de cada uno. l se4or de la Palice les dir-a1 >quien se enga4a no tiene razón, siendo la razón, precisamente, lo contrario de nuestros errores?. (os individuos y las masas a quienes la razón no gobierna son esclavos de la atalidad, la cual rige la opinión que es, a su vez, reina del mundo. (os 2ombres quieren ser dominados, aturdidos, arrastrados. (as grandes pasiones les parecen m/s bellas que las virtudes, y aquellos a quienes llaman grandes 2ombres suelen ser, las m/s veces, grandes insensatos. l cinismo de 'iógenes les agrada tanto como el c2arlatanismo de mp6docles. ! nadie admirar-an tanto como !jax y apaneda, si Polyeuco no uese m/s urioso a8n. P-ramo y "isbe, que se matan, son los modelos de los amantes. l autor de una paradoja siempre tiene la certeza de adquirir renombre. @ por m/s que lo condenen al olvido, por despec2o o por envidia, el nombre de rostrato encarna tanta belleza demencial, que supera a su ira y se impone eternamente a su recuerdo. (os locos son pues, magnetizadores o m/s bien ascinadores, y eso es lo que torna contagiosa la locura. Por no saber medir lo que es grande la gente se apasiona rente a lo extra4o. (as criaturas que a8n no pueden andar, quieren que la gente las tome en los brazos y las lleve de paseo. &adie ama tanto la turbulencia como el impotente. s la incapacidad del goce lo que engendra los "iberios y las Mesalinas. l pillo de Par-s quer-a ser artouc2e en el para-so de las calles arboladas y re-a de corazón al ver ridiculizar a "el6maco. &o todos tienen el gusto de la embriaguez del opio o del alco2ol, pero casi todos quieren embriagar el esp-ritu y complacerle /cilmente 2aciendo delirar el corazón. uando el cristianismo se impuso al mundo por la ascinación del martirio, un gran escritor de aquel tiempo ormuló el pensamiento de todos, exclamando1 >reo que es absurdo?. (a locura de la cruz, como el propio #an Pablo la llamaba, era entonces
invenciblemente invasora. #e quemaban los libros de los sabios y #an Pablo preludiaba en eso los 2ec2os de Omar. 'errib/banse templos que eran maravillas del mundo e -dolos que como obras eran primicias 3
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del arte. "en-an el gusto de la muerte y quer-an despojar la existencia presente de todos sus ornamentos para desprenderse de la vida. l disgusto de las realidades siempre acompa4a al amor de los sue4os14uam sordet tellus dum coelum aspicio5+ dice un c6lebre m-stico0 literalmente1>cu/n sucia se torna la
tierra cuando contempla el cieloA? B"u mirada al perderse en el espacio, es la que manc2a a la tierra, tu nodrizaA CDu6 es pues, la tierra sino un astro del cieloE C#er/ porque te lleva encima que la vez inmundaE BDue te lleven al sol y tus disgustos tambi6n lo enturbiar/nA C#er-a el cielo m/s limpio si estuviese vac-oE C&o es acaso admirable contemplarlo en el d-a cuando ilumina a la tierra y en la noc2e cuando brilla con una multitud innumerable de planetas y solesE C&o ser/ que la espl6ndida tierra, la tierra de los inmensos oc6anos, la tierra exuberante de /rboles y5ores se torna una inmundicia para ti porque pretend-as lanzarte en el vac-oE Bl vac-o est/ en tu esp-ritu y en tu corazónA s el amor por los sue4os lo que mezcla tantos dolores a los sue4os de amor. l amor, tal como nos lo da la &aturaleza, es una deliciosa realidad, y es nuestro orgullo enermizo el que pretende algo mejor que la &aturaleza. 'e esto proviene la locura 2ist6rica de los no comprendidos0 el pensamiento de arlota en la cabeza de Fert2er se transorma, atalmente, en lo que ten-a que ser y toma la orma brutal de una bala de revólver. l amor absurdo tiene como desenlace el suicidio. l amor verdadero, el amor natural, es el milagro del magnetismo. s el entrelazamiento de las dos serpientes del aduceo0 parece producirse atalmente, pero es producido por la razón suprema que le 2ace seguir las leyes de la &aturaleza. (a /bula re3ere que "iresias G 2abiendo separado dos serpientes que se un-an, incurrió en la cólera de =enus y setornó andrógino, lo que anuló en 6l el poder sexual0 despu6s lo 2irió la diosa irritada y lo dejó ciego, porque atribu-a a la mujer lo que conviene principalmente al 2ombre. "iresias era un individuo que proetizaba por la luz muerta. Por
eso sus predicciones siempre anunciaban dolencias que incluso parec-a provocar. sta alegor-a contiene y resume toda la 3loso-a del magnetismo que acabamos de revelar. 6
/iresias: adivino
griego a quien en "ebas adoraron como a un dios-. del /. 0
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ap-tulo II
EL MAL l mal, en lo que tiene de realidad, es el desorden. n presencia del orden eterno, el desorden es esencialmente transitorio. n presencia del orden absoluto, que es la voluntad de 'ios, el desorden es apenas relativo. (a a3rmación absoluta del desorden y del mal es, pues, esencialmente, la mentira. (a a3rmación absoluta del mal es la negación de 'ios, puesto que 'ios es la razón suprema y absoluta del bien. l mal, en el orden 3losó3co, es la negación de la razón. n el orden social, es la negación del deber. n el orden -sico, es la resistencia a las leyes inviolables de la &aturaleza. l surimiento no es un mal sino la consecuencia y, casi siempre, el remedio del mal. &ada de lo que es naturalmente inevitable puede ser un mal. l invierno, la noc2e y la muerte no son males. #on transiciones naturales de un d-a 2acia otro d-a0 del oto4o 2acia la primavera0 de esta vida 2acia la otra vida. Proud2onH dice1 >'ios es el mal?, lo que es como si 2ubiese dic2o1 'ios es el diablo, pies el diablo es tomado, generalmente, como genio del mal. 'emos vuelta dic2a proposición y obtendremos la siguiente paradoja1 el diablo es 'ios o, en otros t6rminos1 el mal es 'ios. Pero con seguridad que al 2ablar as- Proud2on no se reer-a a 'ios, como personi3cación 2ipot6tica del bien. Pensaba en el 'ios absurdo que los 2ombres crean y, en tal sentido, reconozcamos que ten-a razón, pues el diablo es la caricatura de 'ios y lo que llamamos el mal, es el bien, mal de3nido y mal comprendido. &o ser-a posible amar el mal por el mal, el desorden por el desorden mismo. (a inracción de las leyes nos agrada porque as- nos parece que los colocamos por encima de ellas. >(os 2ombres no est/n 2ec2os para la ley, mas la ley est/ 2ec2a para los 2ombres?, dec-a es8s0 palabras audaces que los sacerdotes de aquellos tiempos, ciertamente consideraban subversivas e imp-as0 palabras de las que el orgullo 2umano puede abusar prodigiosamente. 'icen que 'ios solo
tiene derec2os y no deberes porque es el m/s uerte, lo que es una a3rmación imp-a. 'ebemos todo a 'ios, osan arg9ir, y 'ios nada nos debe. @ la verdad es lo contrario. 'ios, in3nitamente superior a todos los seres, contrae tambi6n con nosotros, al ponernos en el mundo, una deuda in3nita. l creó el abismo de la 5aqueza 2umana y es l quien debe llenarlo. 8
#roudhon: 3 lósoo, escritor y periodista ranc6s, undador del sistema mutualista y autor de
varias obras, entre ellas, su amosa memoria titulada >Du6 es la propiedad?, Par-s, :JK<, que es la que 2a provocado m/s cr-tica seria y jocosa, consagrada a desarrollar exclusivamente esta especie de axioma escrito en las primeras p/ginas1 >(a propiedad es el robo?. !rregló una edición de la )iblia con muc2as notas sobre los principios de la lengua 2ebrea. Otras de sus obras son1 9e la 'usticia en la revolución y en la &lesia+ uevos principios de losofía práctica+ %os Evan&elios anotados por <. #roudhon. -. del /.0
1= Eliphas Levi – El Gran Arcano
(a cobard-a de la tiran-a en el mundo antiguo nos legó el antasma de un dios absurdo y cobarde, que 2ace el milagro eterno de orzar al ser 3nito o ser in3nito en los surimientos. #upongamos, por un momento, que uno de nosotros pudiese crear un insecto y que le dijese, sin que 6l pueda o-rlo1 criatura m-a, adórame. l pobre animalejo da unos vuelos sin pensar en cosa alguna y muere al 3n del d-a0 un nigromante dice al 2ombre que ec2/ndole una gota de su sangre podr/ resucitarle. l 2ombre se 2ace una pinc2adura Lyo 2ar-a lo mismo en su lugarL, y 2e aqu- que el insecto resucita. CDu6 2ar/ despu6s el 2ombreE Os lo voy a decir, exclama un an/tico creyente1 como el insecto en su primera vida, cometió la tonter-a de no adorarlo, encender/ una 2oguera y lo lanzar/aa3n ella, llamas desólo lamentando no poderle conservar la vida en medio de las quemarlo eternamente. BaA Ldir/n todosL, Bno existe loco urioso que sea tan cobarde y tan malo como 6steA @o os pido perdón, cristianos vulgares0 el 2ombre en cuestión no podr-a existir, concuerdo0 pero existe, aunque en vuestra imaginación solamente, dig/moslo ya, alguien m/s cruel y m/s cobarde. s vuestro 'ios, tal como lo conceb-s y explic/is, y es precisamente de 6l de quien Proud2on tuvo mil veces razón de decir1 >'ios es el mal?. n este sentido, el mal ser-a la a3rmación alsa de un dios malo, y es este dios quien ser-a el diablo o su compadre. %na religión cuyo b/lsamo para las llagas de la 2umanidad uese un dogma
semejante, las envenenar-a en vez de curarlas. Resultar-a de a2- el embrutecimiento de los esp-ritus, la depravación de las conciencias0 y la propaganda 2ec2a en nombre de un dios tal, podr-a llamarse el magnetismo del mal. l resultado de la mentira es la injusticia. 'e la injusticia resulta la iniquidad que produce la anarqu-a en los estados y en los individuos, el libertinaje y la muerte. %na mentira no podr-a existir si no evocase en la luz muerta una especie de verdad espectral, y todos los mentirosos de la vida son los primeros en enga4arse tomando la noc2e por el d-a. l anarquista se juzga libre, el ladrón se cree 2/bil, el libertino cree que se divierte, el d6spota piensa que oprimir es reinar. CDu6 ser-a necesario para destruir el mal en la tierraE %na cosa muy simple en apariencia1 desenga4ar a los tontos y a los malos. Pero aqu- toda buena voluntad cae derrotada y todo poder alla0 los malos y los tontos no quieren ser desilusionados. (legamos a esta perversidad secreta que parece ser la ra-z del mal1 el gusto por el desorden y el apego al error. Pretendemos, por nuestra parte, que esta perversidad no existe, al menos, de una manera libremente consentida y deseada. lla no es m/s que el envenenamiento de la voluntad por la uerza venenosa del error. l aire que respiramos se compone de 2idrógeno, ox-geno y /zoe. l ox-geno y el 2idrógeno corresponden a la luz de la vida y el /zoe a la luz muerta. %n 2ombre sumergido en el /zoe no podr-a respirar ni vivir0 as- tambi6n un 2ombre as3xiado por la luz espectral no puede 2acer uso de su voluntad libre. &o es en la atmósera donde se realiza el gran enómeno de la luz sino en nuestros ojos estructurados para verla. ierta vez, (ittr6, 3lósoo de la escuela positivistaL dijo que la inmensidad es apenas una noc2e in3nita, punteada aqu- y all/ por algunas estrellas. >sto es verdad? Lle respondió alguienL >para nuestros ojos que no est/n plasmados para la percepción de otra claridad que no sea la del sol?. C&o nos aparece en sue4os la propia idea de esta luz, mientras en la tierra es de noc2e y nuestros ojos est/n cerradosE Cu/l es el d-a de las almasE Cómo vemos a trav6s del pensamientoE Cxistir-a la noc2e de nuestros ojos para ojos organizados de otra ormaE #i no tuvi6semos ojos, Ccaptar-amos la noc2eE Para los ciegos no existen estrellas ni sol0 y si nosotros nos pusi6ramos una venda en los ojos nos tornar-amos ciegos voluntarios. (a perversidad de los sentidos
como la de las acultades del alma, resulta de un accidente o de un primer atentado contra las leyes de la &aturaleza0 ella se 2ace entonces necesaria y atal. CDu6 2acer para los ciegosE "omarlos de la mano y guiarlos. CPero si no quieren dejarse guiarE ntonces no son solamente ciegos, son alienados peligrosos y es preciso dejarlos perecer, ya que no se los puede conducir. dgar !. Poe re3ere la 2istoria de una casa de locos, en la que los pacientes 2ab-an logrado apoderarse de los enermeros y guardias y encerrarlos en sus propias celdas, despu6s de disrazarlos de animales salvajes. "riunantes en los aposentos de sus m6dicos, beben el vino del establecimiento y se elicitan rec-procamente por 2aber eectuado excelentes tratamientos. Mientras estaban en la mesa, los prisioneros rompen sus cadenas y llegan a sorprenderlos a palos. #e vuelven 11
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uriosos contra los pobres locos y los justi3can, en parte, por lo malos e insensatos tratos de que ellos mismos ueran objeto. 7e aqu- la 2istoria de las revoluciones modernas. (os locos triunando por su gran n8mero, que constituyen lo que llamamos la mayor-a, capturan a los sabios y los disrazan de animales salvajes. Poco despu6s las prisiones se gastan y se rompen, y los sabios, enloquecidos por el surimiento, 2uyen gritando y sembrando el terror. Duer-an imponerles un also dios0 entonces vocieran que no 2ay 'ios. (os indierentes, embravecidos por el miedo, se complotan para reprimir a los locos uriosos e inauguran el reino de los imb6ciles. Muc2as son las 6pocas en que esto 2a sucedido. C7asta qu6 punto son responsables los 2ombres de estas oscilaciones y angustias que producen tantos cr-menesE CDu6 pensador osar-a decirloE BMarat es odiado y se canoniza a Pio =A s verdad que el terrible $2irleri no guillotinaba a sus adversarios sino que los quemaba. Pio = era un 2ombre austero y un católico convicto. Marat llevaba el desinter6s 2acia la miseria. !mbos eran 2ombres de bien, pero locos 2omicidas, sin llegar a ser precisamente uriosos. uando una locura criminal encuentra la complicidad de un pueblo, se vuelve una terrible razón, y cuando la multitud, no desilusionada mas s- enga4ada de un modo contrario, reniega y abandona a su 26roe, 6ste se transorma en un c2ivo emisario y en un m/rtir. (a muerte de Robespierre es tan bella
como la de (uis N=I. !dmiro sinceramente a este terrible inquisidor que, masacrado por los !lbigenses, escribió en el suelo con su sangre, antes de expirar1 >redo in unum 9eum.
Cs la guerra un malE #-, pues es 2orrible. CPero es un mal absolutoE (a guerra es el trabajo generador de las nacionalidades y de las civilizaciones. CDui6n es responsable de la guerraE C(os 2ombresE &o, pues son sus v-ctimas. CDui6n, puesE COsar-amos decir que es 'iosE Preguntad al onde os6 de Maistre.K l os dir/ por qu6 los sacerdotes siempre consagraron la espada y que 2ay algo sagrado en el o3cio sangriento del verdugo. l mal es la sombra, es la repulsión del bien. =ayamos 2asta el 3n y digamos que el bien es negativo. l mal es la resistencia que orti3ca el esuerzo del bien0 y es por eso que esucristo no dudó en a3rmar1>es preciso que 2aya esc/ndalos?. xisten monstruos en la &aturaleza del mismo modo como aparecen errores de impresión en un bello libro. CDu6 prueba esoE Due la naturaleza, como la imprenta, son instrumentos ciegos que la inteligencia dirige. Pero, me responder6is, un buen revisor corrige las pruebas. laro que lo 2ace, y 6ste es precisamente el papel del progreso de la &aturaleza. 'ios es el 'irector de la Imprenta, y el 2ombre es el revisor de 'ios. (os sacerdotes siempre 2an proclamado que los5agelos son causados por los pecados de los 2ombres, lo cual es cierto, puesto que la ciencia es dada a los 2ombres para prevenir los 5agelos. #i, como se a3rma, el cólera proviene de la putreacción de los cad/veres 2acinados en la desembocadura del $anges0 si el 2ambre es provocada por los monopolios0 si la peste tiene por causa la suciedad0 si la guerra deriva del orgullo est8pido de los reyes y de la turbulencia de los pueblos, Cacaso no es entonces la maldad, o m/s bien la tonter-a de los 2ombres, la causa de los 5agelosE #e dice que las ideas est/n en el aire0 podr-a a3rmase lo mismo de los vicios. "oda corrupción produce una putreacción y toda putreacción tiene su mal olor caracter-stico. (a atmósera que rodea a los enermos es mórbida, y la peste moral tiene tambi6n su atmósera, muc2o m/s contagiosa. %n corazón 2onesto se 2alla cómodamente en la sociedad de las personas de bien. #e siente oprimido, sure, queda soocado en medio de los centros viciosos. ?
y diplom/tico soboyano, autor del libro #apa+ la m/s
atrevida apolog-a del poder temporal y espiritual de la #anta #ede
-. del /. 0
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ap-tulo III
LA SOLIDARIDAD EN EL MAL n su libro El movimiento perpetuo de las almas+ el gran Rab- Isaac de (oria dice que es preciso emplear con gran vigilancia la 2ora que precede al sue4o. 'e 2ec2o, durante el sue4o el alma pierde por alg8n tiempo su vida individual para sumergirse en la luz universal que, como dijimos, se mani3esta por dos corrientes contrarias. l ente que se adormece cae en poder de la serpiente de sculapio, la serpiente vital y regeneradora, o se deja ligar por los nudos envenenados de la 2orrible P2yton. l sue4o es un ba4o en la luz de la vida o en el ósoro de la muerte. !quel que se adormece con pensamientos de justicia se ba4a en los m6ritos de los justos, pero aquel que se entrega al sue4o con pensamientos de odio o mentira, se ba4a en el mar muerto en el que a5uye la inección de los malos. (a noc2e es como el invierno que incuba y prepara los g6rmenes. #i sembramos ciza4a no cosec2aremos ermentos. !quel que se adormece en la impiedad no despertar/ en la bendición divina. 'icen que la noc2e es consejera. #-, sin duda. )uen consejo trae al justo0 unesto impulso al malvado. "ales son las doctrinas del Rab- Isaac de (oria. &o sabemos 2asta qu6 punto debemos admitir estas in5uencias rec-procas de los entes sumergidos en el sue4o y dirigidos por atracciones involuntarias, en tal orma que los buenos mejoran a los buenos y los malos corrompen a los que le son semejantes. #er-a m/s consolador pensar que la bondad de los justos irradia sobre los malos para calmarlos, y la persuasión de los malos nada puede sobre el alma de los justos. (a verdad es que los malos pensamientos agitan el sue4o y, por consiguiente, lo vuelven enermizo, y que una conciencia limpia dispone maravillosamente la sangre a rerescarse y descansar en el sue4o. s muy probable, adem/s, que la irradiación magn6tica provocada durante el d-a por los 2/bitos y la voluntad, no cese durante la noc2e. (o prueban los sue4os en los que parece que obramos muc2as veces conorme con nuestros deseos m/s secretos. #ólo conquista la virtud de la castidad, dice #an !gust-n, quien impone la modestia 2asta a sus mismos sue4os.
"odos los astros est/n imantados, y todos los imanes celestes accionan y reaccionan unos sobre otros en los sistemas planetarios, en los grupos de universos y en toda la inmensidad0 lo mismo acontece en la tierra con los seres vivos. (a naturaleza y la uerza de los imanes se determinan por la in5uencia rec-proca de las ormas sobre la uerza y de la uerza sobre las ormas. sto debe ser examinado y meditado seriamente. 7ay bellezas convencionales que concuerdan con ciertos gustos y con ciertas pasiones. n la corte de (uis N=, se 2abr-a 2allado que la =enus de Milo ten-a estatura excesiva y pies grandes. n el Oriente, las avoritas del #ult/n son obesas, y en el reino de #ión, se compran las mujeres a peso. (os 2ombres no est/n menos dispuestos a 2acer locuras por la belleza verdadera, que por la imaginaria que los subyuga. xisten, pues, ormas que nos embriagan y ejercen sobre nuestra razón el dominio de las uerzas atales. uando nuestros gustos son depravados, nos apasionamos por ciertas bellezas imaginarias que son realmente ealdades. (os romanos de la decadencia gustaban de 16 Eliphas Levi – El Gran Arcano
la rente baja y los ojos de sapo de Mesalina. ada cual orma su para-so a su manera. Pero tambi6n aqu- comienza la justicia. l para-so de los seres depravados, siempre y necesariamente, es un in3erno. s la disposición de la voluntad lo que da valor a los actos. Pues la voluntad determina el 3n que nos proponemos, y en todos los casos, el 3n buscado y alcanzado establece la naturaleza de las obras. s conorme a nuestras obras que 'ios nos juzgar/, seg8n lo a3rma en vangelio, y no de acuerdo con nuestros actos. (os actos preparan, comienzan, contin8an y acaban las obras. #on buenos cuando la obra es buena. &o queremos decir que el3n justi3que los medios, sino que un 3n 2onesto necesita de medios 2onestos y jerarquiza los actos m/s indierentes. (o que uno aprueba termina por realizarlo o por animar a que otros lo 2agan. #i nuestro principio es also, y nuestro 3n es inicuo, todos aquellos que piensan como nosotros repetir/n nuestro proceder, y si triunan, pensaremos que obraron bien. #i nuestras acciones aparentan ser las de un 2ombre de bien mientras que nuestro 3n es el de un malvado, las acciones que resulten ser/n aun m/s malas. (as oraciones del 2ipócrita son m/s imp-as que las blasemias del
malvado. n una palabra, todo lo que 2acemos a avor de la injusticia, es injusto0 todo lo que 2acemos por la justicia es justo y bueno. #e dijo que los seres 2umanos son imanes que accionan los unos sobre los otros. sta imantación, natural al principio, determinada despu6s por los 2/bitos de la voluntad, agrupa los entes 2umanos s en alanges y series, tal vez en orma dierente de la que supon-a *ourier. exacto su concepto de que las atracciones son proporcionales a los destinos, pero se equivocó al no distinguir las atracciones atales de las 3cticias. "ambi6n es errónea su idea de que los malos son incomprendidos por la sociedad, pues, contrariamente, son ellos los que no comprenden a la sociedad ni desean 2acerlo. CDu6 2abr-a 2ec2o 6l en su *alansterio de personas, cuya atracción L proporcional al destino de ellas, seg8n su opiniónL, uese la de perturbar y demoler el *alansterioE n nuestro libro, %a >iencia de los Espíritus+ dimos la clasi3cación de los buenos y malos esp-ritus, conorme con las tradiciones cabal-sticas. !lgunos lectores tal vez se pregunten CPor qu6 estos nombres en vez de otrosE CDu6 esp-ritu descendió del cielo o qu6 alma subida del abismo 2abr/ revelado as- los secretos jer/rquicos del otro mundoE (os lectores que supongan que todo cuanto all- se a3rma es pura antas-a, se equivocan. 'ic2a clasi3cación no es arbitraria, y los esp-ritus del otro mundo, a los cuales nombramos, existen con toda seguridad. (a anarqu-a, el prejuicio, el oscurantismo, la iniquidad, el odio, se oponen a la sabidur-a, a la autoridad, a la inteligencia, a la 2onra, a la bondad y a la justicia0 los nombres 2ebraicos de Qet2er, 2ocma2, )ina20J los de "2amiel, 2aigidel, #at2aniel, etc., que se oponen a los de 7ajot2, 7accadosc2, Op2anim y !ralim no signi3can otra cosa. Aourier: *ilósoo y sociólogo ranc6s, undador de la escuela societaria o alansteriana, una especie de comunismo. on motivo de 2aberle encargado una casa de Marsella donde 6l trabajaba que 2iciera arrojar al mar una partida de arroz, a 3n de poder mantener los altos precios, al impulso de tan odiosa especulación surgieron de 6l las primeras ideas de reorma social, e ideó su sistema alansteriano. -. del /. 0 Aalasnterio: di3cio ideado por *ourier para las 2uestes de su sistema. -. del /. 0 3 Bether+ >hocmah+ Cinah:(a /bala 2abla de las diez #ep2iras o #e3 rotes. n plural es #e3 rotes y en singular #ep2iras. "ales #e3 rotes o emanaciones, son como los modos de maniestación de 'ios, o los atributos de 'ios maniestado. 7elos aqu-1 1D Bether+ la orona, la Potencia #uprema 2D >hocmah+ la #abidur-a In3nita ,
G Cinah+ la Inteligencia 'ivina
H $dula2, la Majestad, llamada tambi6n >hesed+ Misericordia ?D burah+ la *uerza ,D /hipheret+ la )elleza D etsach+ =ictoria sobre la Muerte 3D Fod+ $loria y Reposo 7D esod+ *ecundación :< MalS2ut2, Reino Bether+ la orona, es el poder equilibrador0 >hocmah+ la #abidur-a equilibrada en su orden inmutable por la iniciativa de la inteligencia activa equilibrada por la sabidur-a. 'ios es la Potencia o orona #uprema TQet2erU que reposa sobre la
18 Eliphas Levi – El Gran Arcano
"odas las grandes palabras y t6rminos oscuros de los dogmas antiguos y modernos representan en 8ltimo t6rmino, los principios de la eterna e incorruptible razón. s evidente que las multitudes no est/n maduras para el reino de la razón, y que, los 2ombres m/s locos o m/s perversos las desv-an por medio de creencias ciegas. @ entre dos ormas de locura, encuentro m/s socialismo verdadero en la de (oyola que en la de Proud2on. Proud2on a3rma que el ate-smo es una creencia, la peor de todas, lo que es verdad, y es es pormuy eso amarga. !3rma, tambi6n, que 'ios es el mal, que el que la suya orden social es la anarqu-a, que la propiedad es el robo. CDu6 sociedad ser-a posible con tales principiosE (a ompa4-a de es8s est/ establecida sobre los principios o errores contrarios0 sin embargo, subsiste desde 2ace varios siglos, y a8n es bastante uerte como para 2acer rente por muc2o tiempo m/s a los partidarios de la anarqu-a. (os 2ombres son solidarios en el alma m/s de lo que lo suponen. #on los P2roud2on los que 2acen los =euillot.V (os encendedores de 2ogueras de onstanza tendr/n que responder delante de 'ios por las masacres de uan las masacres de la &oc2e de +isca. (os protestantes son responsables de #an )artolom6,:< pues 2ab-an degollado católicos. n realidad tal vez ue Marat quien mató a Robespierre, como ue arlota orday la que 2izo ejecutar a los $irondinos, sus amigos. Madame 'ubarry, arrastrada al cadalso como una cabeza de animal berreador y contumaz, sin duda no juzgaba que ten-a que expiar el suplicio de (uis N=I. Pues, las m/s de las veces, nuestros mayores cr-menes son los que no comprendemos. uando Marat dec-a1>es un deber de 2umanidad derramar un poco de sangre para impedir un derramamientomayor?, no 2ac-a otra cosa que a3rmar lo dic2o por
el apacible y piadoso *enelón. n una de sus cartas, Madame lizabet2, la angelical princesa, 2ab-a escrito que todo estaba perdido si el Rey no ten-a el coraje de mandar cortar tres cabezas. Cu/lesE lla no lo dice0 tal vez las de *elipe de Orle/ns, (aayette y Mirabeau. %n pr-ncipe de su amilia, un 2ombre de bien y un c6lebre pensador. Poco importaba1 la amable princesa quer-a tres cabezas. M/s tarde Marat pedir-a trescientas mil0 entre el /ngel y el demonio sólo 2ubo una dierencia de algunos ceros. #abidur-a Inmutable T2ocma2U y la Inteligencia creadora T)ina2U. n l est/ la )ondad T2esedU y la usticia T$bura2U, que son el ideal de la )elleza T"2ip2eretU. n l siempre 2ay movimiento victorioso T&etsac2U y el gran Reposo terno T7odU. #u voluntad es una generación continua TIesodU y su reino TMalSut2U, es la inmensidad que puebla los universos. -. del /. 0
Geuillot: (iterato y periodista ranc6s deensor de los intereses católicos. omo director de >l %niverso Religioso?, declaró guerra a muerte a la %niversidad0 atacó a los 3lósoos, a los revolucionarios y a los socialistas. ensurado por el !rzobispo de Par-as, apeló al Papa, quien lo absolvió, continuando as- en guerra sin cuartel contra la libertad, la razón, la 7
ciencia y el progreso T:JK;KGU. ra un apasionado deensor del poder temporal del Papa, de la inalibilidad y del )yllabus. 'esde Roma espiaba la conducta del clero no conorme con sus ideas0 prestó grandes servicios a la causa de la inalibilidad, por lo que P-o IN le prodigó gran aecto. -. del /. 0 :< oche de )an Cartolom: Matanza de protestantes eectuada en *rancia el ;H de !gosto de :K;, bajo el imperio de arlos IN y a instigaciones de atalina de M6dicis. n esta matanza no se respetó edad ni sexo, y los 7ugonotes, apodo dado por los católicos a los protestantes calvinistas, ueron exterminados sin piedad en esa t6trica noc2e, que dio lugar a la cuarta guerra religiosa. -. del /. 0 1? Eliphas Levi – El Gran Arcano
ap-tulo I=
LA DOLE CADENA l movimiento de las serpientes alrededor deladuceo:: indica la ormación de la cadena. sta cadena existe bajo dos ormas1 recta y circular. Partiendo de un mismo centro, ella corta innumerables circunerencias por medio de innumerables rayos. (a cadena recta, es la de transmisión. (a circular, es la cadena de participación, de diusión, de comunión, de religión. !s- se orma esta rueda compuesta de varias ruedas que giran unas en otras y que vemos 5amear en la visión de zequiel. (a cadena de transmisión establece la solidaridad entre las generaciones sucesivas. l punto central es blanco de un lado y negro del otro.
!l lado negro, se enlaza la serpiente negra0 al lado blanco, se liga la serpiente blanca. l punto central representa el libre albedr-o primitivo, y es en el lado negro donde comienza el pecado srcinal. l negro engendra la corriente atal0 el blanco, el movimiento libre. l punto central puede representarse simbólicamente por la (una, y las dos uerzas por medio de dos mujeres1 la una blanca y la otra negra. (a mujer negra es la va ca-da, la mujer pasiva, lainernal 76cate:;, que lleva el creciente lunar en la rente. (a mujer blanca es Maya o Mar-a, que tiene al mismo tiempo bajo los pies el creciente lunar y la cabeza de la serpiente negra. &o podemos explicarlo m/s claro, pues tocamos el misterio de todos los dogmas. llos se tornan inantiles a nuestros ojos y tememos 2erirlos. l dogma del pecado srcinal, de cualquier orma que lo interpretemos, supone la preexistencia de nuestras almas, si no en su vida particular, por lo menos en la vida universal. (uego, si alguien puede pecar sin saberlo en la vida universal, debe ser salvado de la misma manera0 pero esto es un gran arcano. (a cadena recta, el rayo de la rueda, la cadena de transmisión, vuelve rec-procamente solidarias a las generaciones y determina que los padres sean castigados por sus 2ijos, a 3n de que, a trav6s de los surimientos de sus v/stagos, los padres puedan alcanzar la propia salvación. s por esto que, conorme con la leyenda dogm/tica, el risto descendió a los in3ernos y luego de romper las palancas de 2ierro y las puertas de bronce, subió al cielo, llevando preso consigo el cautiverio. =ara delgada rodeada de dos culebras entrelazadas. Mitolog-a1 vara con la que Mercurio conduc-a las almas a los in3ernos y las sacaba cuando era necesario. s emblema de Mercurio. -. del /. 0 12 Fcate: Mitolog-a1 'iablesa que preside en las calles y callejones. "iene tres caras1 la derec2a de caballo0 la izquierda, de perro y la del medio, de mujer. 'elr-o dice1 >su presencia 2ace temblar la tierra, estallar los uegos y ladrar los perros?. ntre los antiguos, tambi6n era la triple 76cate1 'iana en la "ierra, Proserpina en los in3ernos y (una en el cielo. stas son las tres ases de la (una. -. del /. 0 1, Eliphas Levi – El Gran Arcano :: >aduceo:
@ la vida universal exclamó1 B7ossannaA Pues 2ab-a roto el aguijón de la muerte. CDu6 quiere decir todo estoE COsar-a alguien explicarloE CPodr-a alguno
adivinarlo o comprenderloE ! veces los antiguos 2ieroantes griegos representaban las dos uerzas simbolizadas por las dos serpientes, por medio de dos criaturas que luc2aban entre s-, sujetando un globo con los pies y otro con las rodillas. (as dos criaturas eran ros y !nteros:G, upido:H y 7ermes:K. l amor loco y el amor sabio. #u luc2a eterna manten-a el equilibro del mundo. #i no admiti6ramos nuestra existencia personal antes de nuestro nacimiento en la tierra, deber-amos entender por pecado srcinal, una depravación voluntaria del magnetismo 2umano en nuestros primeros padres que, al destruir el equilibrio de la cadena, 2abr-a otorgado un unesto predominio a la serpiente negra, es decir, a la corriente astral de la vida muerta y cuyas consecuencias surir-amos nosotros, los 2ijos, como esas criaturas que nacen raqu-ticas debido a los vicios de sus padres, debiendo surir el castigo de altas que no cometieron. (os surimientos extremos de es8s y los M/rtires, las penitencias excesivas de los #antos, 2abr-an tenido como 3n 2acer contrapeso a esta alta de equilibrio tan desmedida, que acabar-a por arrastrar al mundo a la con5agración. (a gracia, es decir, la serpiente blanca, simbolizada por la paloma y el cordero, ser-a la corriente astral de la vida, cargada de los m6ritos del Redentor y los #antos. l diablo, el tentador, ser-a la corriente astral de la muerte, la serpiente negra manc2ada con todos los cr-menes de los 2ombres, escarnecida por sus malos pensamientos, llena de venenos resultantes de sus malos deseos0 en una palabra,El @a&netismo del mal. ntre el bien y el mal el con5icto es eterno. #on siempre irreconciliables. l mal es condenado para siempre a los tormentos que acompa4an al desorden, y es por eso que, desde la inancia, no cesa de solicitarnos y atraernos para s-. "odo lo que la poes-a dogm/tica a3rma del rey #at/n se explica perectamente por este espantoso magnetismo, tanto m/s terrible cuanto m/s atal, y tanto menos temible para la virtud, a la que no podr-a alcanzar, porque 6sta, con el auxilio de la gracia, puede resistirle. Mitolog-a1 7ijo de !rodita, dios del amor entre los griegos, no es solamente el signo del amor -sico sino tambi6n un agente cosmogónico. 'ice Maury, que el ros cosmogónico es la uerza atractiva que lleva a los corp8sculos elementales a agregarse y combinarse. ros ue el producto de una abstracción y una re5exión 3losó3ca. nteros+ su :G Eros:
contraparte, genio que se re3ere al amor masculino. #e lo representa disputando una palma a ros, como personi3cación de la resistencia del corazón del joven a las instancias de sus amantes. #e lo consideraba el vengador de los desdenes amorosos. -. del /. 0 18 >upido: Mitolog-a1 'ios del amor en la mitolog-a romana, es el ros de la mitolog-a griega. 7ijo de Marte y de =enus y, seg8n otra tradición, de la &oc2e y del rebo. -. del /. 0 :? Fermes: Mitolog-a1 &ombre griego de Mercurio TMercurio el mensajero de los diosesU. ste mismo nombre ue dado a dos grandes iniciados egipcios, que se dice vivieron en el tiempo de !bra2am T:V<< a4os antes de ristoU. l segundo ue denominado "rimegisto, tres veces grande. "ambi6n 2ay noticias de que se designaba bajo el mismo nombre de 7ermes a la academia de los altos iniciados egipcios. -. del /. 0
1 Eliphas Levi – El Gran Arcano
ap-tulo =
LAS TINIELAS E*TERIORES Duedó dic2o que el enómeno de la luz -sica se opera y se realiza 8nicamente en los ojos que la ven. s decir, que la visibilidad no existir-a para nosotros sin la acultad de la visión. (o mismo acontece con la luz intelectual1 ella sólo existe para las inteligencias son capaces verla. s la luzque interior uera dedela cual nada existe sino las tinieblas exteriores donde, seg8n la palabra del risto, no existen m/s que >llantos y crujir de dientes?. (os enemigos de la verdad se asemejan a los ni4os miedosos, que derriban y apagan las luces para gritar y llorar mejor en las tinieblas. (a verdad es tan indispensable del bien que toda mala acción, libremente consentida y realizada, sin que la conciencia proteste, apaga la luz de nuestra alma y nos lanza 2acia las tinieblas exteriores. n esto radica la esencia del pecado mortal. l pecador est/ representado por el m-tico dipo,: quien despu6s de matar a su padre y ultrajar a su madre acabó por cegar sus propios l padreojos. de la inteligencia es el saber y su madre es la creencia. 7ab-a dos /rboles en el d6n, el /rbol de la iencia y el /rbol de la =ida. l saber debe y puede ecundar la *e0 sin 6l, ella se gasta en abortos monstruosos y sólo produce antasmas. (a *e debe ser la recompensa del saber y el 3n de todos sus esuerzos0 sin ella, dic2o saber acaba por dudar de s- mismo y cae en un desaliento proundo que luego se cambia en desesperación. !s-, de un lado los creyentes que desprecian la ciencia y que desconocen la &aturaleza, y del otro, los sabios que ultrajan, repelen y quieren aniquilar la *e, son igualmente enemigos de la (uz y se
precipitan, cada cual m/s deprisa, en las tinieblas exteriores en que Proud2on y =euillot 2acen o-r su voz m/s triste que el sollozo y el crujir de sus dientes. (a verdadera e no puede estar en contradicción con la verdadera ciencia. "oda explicación de dogma cuya alsedad demostrase la ciencia debe ser reprobada por la e. &o estamos en el tiempo en que se dec-a1 >creo porque es absurdo?. 'ebemos decir a2ora1 >reo, porque ser-a absurdo no creer?1>redo (uia absurdum non credere. (a ciencia y la e ya no son dos m/quinas de guerra prontas a c2ocar, sino las dos columnas destinadas a sostener el rontispicio del templo en la paz. s preciso limpiar el oro del #antuario, ordinariamente tan deslucido por la inmundicia sacerdotal. l risto dice1 >(as palabras del dogma son sp-ritu y =ida?, y para l la materia nada vale. !4ade tambi6n1 >&o juzgu6is para no ser juzgados, pues el juicio que 2ag/is os ser/ aplicado y ser6is medidos con la misma medida que us6is?. BDu6 espl6ndido elogio de la sabidur-a y de la Rey de "ebas. 7ijo de (ayo, rey de "ebas y de @ocasta. l Or/culo de !polo predijo a (ayo que morir-a a : Edipo:
manos de su 2ijo. !penas nacido dipo, su padre, para que no se cumpliera la predicción, lo 2izo llevar al monte iterón y ordenó que uera suspendido de los pies a la rama de un /rbol. (o encontraron unos pastores, y por la 2inc2azón que 2ab-a producido en sus pies la ligadura lo llamaron dipo Tpies 2inc2adosU. M/s tarde ue el >vencedor de la s3nge? lo cual no es m/s que una alegor-a inici/tica. -. del /. 0
13 Eliphas Levi – El Gran Arcano
dudaA B@ qu6 proclamación de la libertad de concienciaA 'e 2ec2o, una cosa es evidente para quien presta atención al buen sentido1 que si existiese una ley rigurosa aplicable a todos, y sin cuya observancia uese imposible la salvación, ser-a preciso que esa ley promulgara de manera tal que nadie pudiese discutirla o dudar de ella. (a duda posible equivaldr-a a una negación ormal y el desconocimiento de dic2a ley por parte de un solo 2ombre anular-a de por s-, la divinidad de dic2a ley. &o 2ay dos maneras de ser 2ombre de bien. C#er/ la religión menos importante que la probidadE #in duda que no, y es por eso que jam/s 2ubo m/s que una religión en el mundo. (as disidencias son apenas aparentes. Pero lo que siempre 2ubo de irreligioso y 2orrible es el anatismo de los ignorantes, que se da4an mutuamente. (a religión verdadera es la religión universal, y es por esto que solamente la que se llama católica trae la verdad. sta religión posee y conserva la ortodoxia del dogma, la
jerarqu-a de los poderes, la e3cacia del culto y la magia verdadera de la ceremonia. #ustentando esto, a pesar del Papa si uere necesario, seremos tal vez m/s católicos que el Papa y m/s protestantes que (utero. (a verdadera religión es, principalmente, la (uz Interna0 las ormas religiosas se multiplican a menudo y se esclarecen por el ósoro espectral en las tinieblas exteriores0 pero es preciso respetar la individualidad de las almas que no comprenden el esp-ritu. (a ciencia no puede y no debe emplear represalias contra la ignorancia. l anatismo no sabe por qu6 la *e tiene razón y la razón, al mismo tiempo que reconoce que la religión es necesaria, sabe perectamente en qu6 y por qu6 la superstición se enga4a. "oda la religión católica y cristiana est/ basada en el dogma de la gracia, esto es, de la gratitud. >Recibir6is liberalmente, dad tambi6n con libertad?, dice #an Pablo. (a religión es, esencialmente, una institución de bene3cencia. (a iglesia es una casa de auxilio para los des2eredados de la 3loso-a. #e puede dispensarla, pero no conviene atacarla. (os pobres que se abstienen de acudir a la !sistencia P8blica no tienen por eso, el derec2o de diamarla. l 2ombre que vive 2onestamente sin religión se priva a s- mismo de un gran auxilio, aunque pro ello no 2ace ning8n agravio a 'ios. (os dones gratuitos no se sustituyen por castigos cuando alguien los re2usa, y 'ios no es un usurero que 2aga pagar a los 2ombres intereses de lo que no le adeudan. (os 2ombres tienen necesidad de la religión, pero la religión no tiene necesidad de los 2ombres. !quellos que no reconocen la ley, dice #an Pablo, ser/n juzgados uera de la ley. &o 2abla aqu- de la ley natural sino de la ley religiosa, o para ser m/s exactos, de las prescripciones sacerdotales. *uera de estas verdades, tan dulces y tan puras, sólo 2ay tinieblas exteriores, donde lloran aquellos que la religión mal comprendida no podr-a consolar y donde los sectarios que toman el odio por el amor 2acen rec2inar sus dientes. #anta "eresa tuvo una visión ormidable en cierta oportunidad. (e pareció estar en el in3erno encerrada entre dos paredes vivientes que constantemente se acercaban sin llegar nunca a aplastarla. sta prisión, 2ec2a de paredes palpables, podr-a 2acernos pensar en aquella palabra amenazadora de risto1 >B(as tinieblas exterioresA Imaginemos un alma que por odio a la (uz se vuelve ciega como
dipo0 que resiste todas las atracciones de la vida y que 2uye de la vida como de la luz. (anzada uera de la atracción de los mundos y de la claridad de los soles, deambula sola en la inmensidad oscura para toda la eternidad y 8nicamente existe para ella misma y para los ciegos voluntarios que se le asemejan. Inmóvil en la sombra, sure la tortura eterna de la noc2e. (e parece que todo est/ aniquilado, excepto su propio surimiento capaz de llenar el in3nito. BO2 dolorA B2aber podido comprende y sin embargo 2aberse obstinado en el idiotismo de una e insensataA B7aber podido amar y tener atro3ado el corazónA B%na 2ora solamente, o al menos un minuto de las alegr-as m/s imperectas y de los m/s ugitivos amoresA B%n poco de aireA B%n poco de solA B#iquiera un poco de claridad y un tablado para saltarA B%na gota de vida, o aun menos que una gota, una l/grimaA @ la eternidad implacable le responde1 BDu6 2ablas t8 de l/grimas, si t8 misma no puedes llorarA (as l/grimas son el roc-o de la vida y la destilación de la savia del amor0 t8 misma te aislaste en el ego-smo y te encerraste en la Muerte. 17
Eliphas Levi – El Gran Arcano
B!2A BDuisiste ser m/s santa que 'iosA Bscupiste en el rostro de nuestra se4ora madre, la casta y la divina &aturalezaA B7as maldecido a la iencia, la Inteligencia y el ProgresoA Bre-ste que para vivir eternamente era preciso asemejarse a un cad/ver y disecarse como una momiaA &o eres m/s que tu propia obra1 Bgoza en paz de la eternidad que 2as escogidoA #in embargo, aquellas pobres gentes a quienes llamabais pecadores y malditos ir/n a salvaros. !umentaremos la luz, voltearemos tu pared para arrancaros de vuestra inercia. %n enjambre de amores, o si quer6is una legión de /ngeles Tamores y /ngeles 2an sido creados de la misma maneraU, lo rodear/n y llevar/n con guirnaldas de 5ores y luc2ar/s con el Me3stóeles del bello drama 3losó3co de $oet2e. ! pesar tuyo, a pesar de tus disciplinas y tu rostro p/lido, revivir/s, amar/s, sabr/s y sobre los restos del 8ltimo convento ver/s tambi6n danzar con nosotros la rueda inernal de *austoA B*elices aquellos que lloraban en el tiempo de es8sA B*elices, a2ora, los que saben re-r, por(ue reír es propio del hombre+ como dice el gran proeta Rabelais,: el Mes-as del Renacimiento. (a risa es la indulgencia, la risa es la3loso-a. l cielo se calma cuando r-e, y el $ran
!rcano de la omnipotencia divina no es m/s que una sonrisa eterna. 1
Habelais+ Arancisco: #acerdote
católico, 3lósoo, m6dico y escritor ranc6s0 autor de las c6lebres obras >$argant8a? y >Pentagruel?. 'urante su permanencia en el convento ranciscano de *ontenayleomte, donde 2izo su noviciado y recibió las órdenes sacerdotales, despertaron en 6l dos grandes sentimientos que arraigaron proundamente1 el amor a las letras y el odio a los railes. "uvo que 2uir del convento por 2aberse vuelto sospec2oso al ap-tulo de la Orden. n :K:: ue nombrado cura p/rroco de Meudon. 'ice de 6l olleret1 >'esempe4ó este curato con toda la sinceridad, buena e y caridad que se pueden esperar de un 2ombre que quiere cumplir con su deber. &o se ve queja ni contra sus costumbres ni contra su conducta pastoral.? Rabelais, institutor y moralista de primera l-nea para quien lo lee con /nimo sereno, usa muc2o de la s/tira 3na e ingeniosa como la de ervantes. (os mediocres consideran sus obras sin valor. l destino de Rabelais ue vivir siempre perseguido por los religiosos y los teólogos y 2aber sido siempre aplaudido por los prelados y los pr-ncipes, pues a estos 8ltimos debió su completa re2abilitación y la publicación de sus numerosas obras. -. del /. 0 2= Eliphas Levi – El Gran Arcano
ap-tulo =I
EL GRAN SECRETO
#abidur-a, moralidad, virtud1 palabras respetables, pero vagas, sobre las cuales se disputa desde 2ace muc2os siglos pero sin 2aber conseguido entenderlas. Duerr-a ser sabio, mas Ctendr6 yo la certeza de mi sabidur-a, mientras crea que los locos son m/s elices y 2asta m/s alegres que yoE s preciso tener buenas costumbres, pero todos somos algo ni4os0 las moralidades nos adormecen. @ es que nos ense4an moralidades tontas que no convienen a nuestra naturaleza. 7ablamos de lo que no nos interesa y pensamos en otra cosa. xcelente cosa es la virtud1 su nombre quiere decir uerza, poder. l mundo subsiste por la virtud de 'ios. Mas Cen qu6 consiste para nosotros la virtudE C#er/ una virtud para en5aquecer la cabeza o suavizar el rostroE C(lamaremos virtud a la simplicidad del 2ombre de bien que se deja despojar por los bellacosE C#er/ virtud abstenerse en el temor de abusarE CDu6 pensar-amos de un 2ombre que no andase por miedo de quebrarse una piernaE (a virtud, en todas las cosas, es lo opuesto de la nulidad, del sopor y de la impotencia. (a virtud supone la acción0 pues si ordinariamente oponemos la virtud a las pasiones es para demostrar que ella nunca es pasiva. (a virtud no es solamente la uerza, es tambi6n la razón directora de la uerza. s el poder
equilibrante de la vida. l gran secreto de la virtud, de la virtualidad y de la vida, sea temporal, sea eterna, puede ormularse as-1 El arte de balancear las fuerzas para e(uilibrar el movimiento.
l equilibro que se necesita alcanzar no es el que produce la inmovilidad, sino el que realiza el movimiento. Pues la inmovilidad es muerte y el movimiento es vida. ste equilibrio motor es el de la propia &aturaleza. (a &aturaleza, equilibrando las uerzas atales, produce el mal -sico y la destrucción aparente del 2ombre mal equilibrado. l 2ombre se libera de los males de la &aturaleza sabiendo sustraerse a la atalidad de las circunstancias por el empleo inteligente de su libertad. mpleamos aqu- la palabra atalidad, porque las uerzas imprevistas e incomprensibles para el 2ombre necesariamente le parecen atales. (a &aturaleza 2a previsto la conservación de los animales dotados por el instinto, pero tambi6n dispone de todo para que el 2ombre imprudente perezca. (os animales viven, por as- decirlo, por s- mismos y sin esuerzos. #ólo el 2ombre debe aprender a vivir. (a ciencia de la vida es la ciencia del equilibrio moral. onciliar el saber y la religión, la razón y el sentimiento, la energ-a y la dulzura es el ondo de ese equilibrio. (a verdadera uerza invencible es la uerza sin violencia. (os 2ombres violentos son 2ombres d6biles e imprudentes, cuyos esuerzos se vuelven siempre contra ellos mismos. l aecto violento se asemeja al odio y casi a la aversión. 21 Eliphas Levi – El Gran Arcano
(a cólera 2ace que la persona se entregue ciegamente a sus enemigos. (os 26roes de 7omero, cuando combaten, tienen el cuidado de insultarse para entrar en uror rec-procamente, sabiendo de antemano, con todas las probabilidades, que el m/s urioso de los dos ser/ vencido. l ogoso !quiles estaba predestinado a perecer desgraciadamente. ra el m/s altivo y el m/s valeroso de los griegos y sólo causaba desastres a sus conciudadanos. l que 2ace tomar "roya es el prudente y paciente %lises, que sabe siempre contenerse y sólo 2iere con golpe seguro. !quiles es la pasión y %lises la virtud y es desde este punto de vista que debemos tratar de comprender el alto alcance 3losó3co y moral de los poemas de 7omero. #in duda que el autor de estos poemas era un iniciado de primer orden, pues
el $ran !rcano de la !lta Magia pr/ctica, est/ entero en la Odisea. l $ran !rcano M/gico, el !rcano 8nico e incomunicable tiene por objeto poner, por as- decirlo, el poder divino al servicio de la voluntad del 2ombre. Para llegar a la realización de este !rcano es preciso #!)R lo que se debe 2acer, D%RR lo exacto, O#!R en lo que se debe y !((!R con discernimiento. :J :V l %lises de 7omero tiene, en contra de s-, a los dioses, los elementos, los c-clopes, las sirenas, irce, etc., es decir, a todas las di3cultades y todos los peligros de la vida. #u palacio es invadido, su mujer es obsediada, sus bienes son saqueados, su muerte es resuelta, pierde sus compa4eros, sus nav-os son 2undidos0 en 3n, queda solo en su luc2a contra la noc2e y el mal. @ as-, solo, aplaca a los dioses, escapa del mal, ciega al c-clope, enga4a a las sirenas, domina a irce, recupera su palacio, libera a su mujer, mata a los que quer-an matarlo, y todo, porque (uería volver a ver a Itaca y a Pen6lope, porque sabía escapar siempre del peligro, porque se atrevía con decisión y porque callaba siempre que uera conveniente no 2ablar. Pero, dir/n contrariados los amantes de los cuentos azules, esto no es magia. C&o existen talismanes, yerbas y ra-ces que 2acen operar prodigiosE C&o 2ay órmulas misteriosas que abren las puertas cerradas y 2acen aparecer a los esp-ritusE 7/blanos de esto y deja para otra ocasión tus comentarios sobre la Odisea. #i 2ab6is le-do mis obras precedentes, sab6is entonces que reconozco la e3cacia relativa de las órmulas, de las yerbas y de los talismanes. Pero 6stos apenas son peque4os medios que se enlazan a los peque4os misterios. Os 2ablo a2ora de las grandes uerzas morales y no de los instrumentos materiales. (as órmulas pertenecen a los ritos de iniciación0 los talismanes son auxiliares magn6ticos0 y las yerbas corresponden a la medicina oculta, y el propio 7omero no las desde4aba. l Moly, el (ot2os y el &epent2es;< tienen su lugar en estos poemas, pero son ornamentos muy accesorios. (a copa de irce nada puede sobre %lises, que conoce sus eectos unestos y sabe eludir de beberla. l iniciado en la alta ciencia de los magos nada tiene que temer a los 2ec2iceros. (as personas que recorren la magia ceremonial y van a consultar adivinos se asemejan a los que, multiplicando las pr/cticas de devoción, quieren o esperan suplir con ello la religión verdadera. 'ic2as personas nunca estar/n satisec2as de vuestros sabios consejos.
"odas esconden un secreto que es bien /cil de adivinar, y que podr-a expresarse as-1 >tengo una pasión que la razón condena y me antepongo a la razón0 es por eso que vengo a consultar el or/culo del desvar-o, a 3n de que me 2aga esperar, que me ayude a enga4ar mi conciencia y me de la paz del corazón?. :J
)aber+ 4uerer+ !sar+ >allar:(a palabra cu/druple del enigma eterno propuesto por la s3nge1 )aber+ en su cabeza de mujer de mirada penetrante0 4uerer+ en los 5ancos del laborioso toro0 !sar+ en sus garras de león, y >allar+ en las alas
plegadas. sto deb-a comprenderlo el aspirante a los misterios de gipto, y adem/s, saber leer el cu/druple verbo1 Duerer saber0 Duerer osar0 Duerer callar. #aber querer0 #aber callar0 #aber osar. Osar querer0 Osar saber0 Osar callar, antes de tener el derec2o a penetrar por el portal del monstruo a los corredores subterr/neos y salas inici/ticas. -. del /. 0 :V Ilises: Mitolog-a1 Rey de Itaca, uno de los principales 26roes en la guerra de "roya, esposo de Pen6lope y padre de "el6maco. #us aventuras constituyen el argumento de la Odisea de 7omero. -. del /. 0 2= @oly+ %othos+ epenthes: Plantas que 3guran en los poemas de 7omero y que servir-an por sus virtudes simp/ticas, para experiencias m/gicas. -. del /. 0 22
Eliphas – El Arcanoenga4osa que despu6s de satisacerles la sed =an as- aLevi beber enGran una uente
la aumenta cada vez m/s. l c2arlat/n suministra or/culos oscuros y la gente encuentra en ellos lo que quiere encontrar y vuelve a buscar m/s esclarecimientos. Regresa al d-a siguiente, vuelve siempre, y de ese modo son los c2arlatanes los que 2acen ortuna. (os $nósticos basilidianos dec-an que #op2ia, la sabidur-a natural del 2ombre, 2abi6ndose enamorado de s- misma, como el &arciso de la mitolog-a cl/sica, desvió la mirada de su principio y se lanzó uera del c-rculo trazado pro la luz divina llamada pleroma. !bandonada entonces a las tinieblas, sacrilegios para dar a luz. Pero una 2emorragia semejante a la que alude2izo el vangelio, le 2izo perder su sangre, que se iba transormando en monstruos 2orribles. B(a m/s peligrosa de todas las locuras es la de la sabidur-a corrompidaA (os corazones corrompidos envenenan toda la naturaleza. Para ellos el esplendor de los bellos d-as es apenas un ouscante tedio y todos los goces de la vida, muertos para estas almas muertas, se levantan delante de ellas para maldecirlas, como los espectros de RicardoIII1 >desespera y muere?. (os grandes entusiasmos les 2acen sonre-r y lanzar al amor y a la belleza, como para vengarse, el desprecio insolente de #tenio y de Rollon. &o debemos dejar caer los brazos acusando a la atalidad0
debemos luc2ar contra ella y vencerla. !quellos que sucumben en ese combate son los que no supieron o no quisieron triunar.o saber es una disculpa, pero no una justi3cación, puesto que se puede aprender. >Padre, perdónales porque no saben lo que2acen?, dijo el risto al expirar. #i uese permitido no saber la oración del #alvador 2abr-a sido inexacta y el Padre nada 2ubiera tenido que perdonarles. uando la gente no sabe+ debe (uerer aprender. Mientras no se sabe es temerario osar+ pero siempre es bueno saber callar. 26 Eliphas Levi – El Gran Arcano
ap-tulo =II
EL PODER +UE CREA , +UE TRANS-ORMA (a voluntad es esencialmente realizadora, podemos 2acer todo cuanto razonablemente creemos poder ejecutar. n su esera de acción, el 2ombre dispone de la omnipotencia de 'ios0 puede crear y transormar. Pero este poder debe ejercerlo primeramente, sobre s- mismo. uando viene al mundo, sus acultades son un caos, las tinieblas de la inteligencia cubren el abismo de su corazón, y su esp-ritu, como arrastrado por las ondas del mar, est/ agitado por la incertidumbre. (e es dada entonces la razón, pero esta razón a8n es pasiva y es 6l mismo quien debe volverla activa0 es a 6l a quien corresponde enrentar las olas y exclamar1 B7/gase la luzA !s- el 2ombre se tornar/ una razón, una conciencia0 se 2ar/ un corazón. (a ley divina le ser/ dada en medida de lo que 6l realice, y la &aturaleza entera corresponder/ a sus deseos. (a eternidad entrar/ y permanecer/ en su memoria. 'ir/ al esp-ritu1 s6 materia, y a la materia, s6 esp-ritu, y el esp-ritu y la materia le obedecer/n. "oda sustancia se modi3ca por la acción, toda acción es dirigida por el esp-ritu, todo esp-ritu se dirige conorme una voluntad, y toda voluntad es determinada por una razón. (a realidad de las cosas est/ en su razón de ser. sta razón de las cosas es el principio de lo que es. "odo es sólo uerza y materia, dicen los ateos. (o que equivale a a3rmar, que los libros son apenas papel y tinta. (a materia es auxiliar del esp-ritu, sin el cual ella no tendr-a razón de ser y no existir-a. (a materia se transorma en esp-ritu por intermedio de nuestros sentidos y esta transormación, sensible solamente a nuestras almas, es lo que llamamos el placer.
l placer es el sentimiento de una acción divina. !limentarse es crear la vida y transormar, del modo m/s maravilloso, las sustancias muertas en sustancias vivas. CPor qu6 la &aturaleza impulsa los sexos, uno 2acia el otro, con tanto arrebato y tanta embriaguezE s que ella nos convida a la gran obra por excelencia, la obra de la eterna ecundidad. CDu6 se 2able de los goces de la carneE (a carne no tiene tristezas ni goces1 es un instrumento pasivo. &uestros nervios son las cuerdas del instrumento con el cual la &aturaleza nos 2ace o-r y sentir la m8sica de la voluptuosidad, y todos los goces de la vida, a8n los m/s perturbadores, son parcela exclusiva del alma. CDu6 es la belleza, sino la expresión del esp-ritu sobre la materiaE C!caso el cuerpo de la =enus de Milo tiene que ser de carne para recrear nuestros ojos y exaltar nuestro pensamientoE (a belleza de la mujer es el 2imno de la maternidad0 la orma agradable y delicada de su seno nos recuerda, continuamente, la primera sede de nuestros labios0 queremos retribuirle en besos eternos lo que nos dio en suaves eusiones. Cs pues de la carne que estamos enamoradosE 'espojadas de su adorable poes-a, Cqu6 nos inspirar-an estas inciertas, 5exibles y angulosas mujeres, de piel morena las unas, 28
Eliphas Levi – El Gran Arcano
de blanco ros/ceo las otrasE C@ qu6ser-a de nuestras m/s 2ermosas emociones si la mano del amante, cesando de temblar, tuviese que armarse del lente del -sico o el escalpelo del anatomistaE n una /bula ingeniosa, relata !puleyo que un experimentador in2/bil, despu6s de seducir a la criada de una maga, quien le proporcionó una pomada preparada por su se4ora, trató de transormarse en p/jaro, pero sólo consiguió metamorosearse en asno. (e dicen que para readquirir su primera orma le bastar/ con comer rosas, lo cual al principio juzgó cosa /cil. Mas luego comprendió que las rosas no est/n ec2as para los asnos. Duiere aproximarse a un rosal y lo repelen a garrotazos, sure mil males y, al 3n, sólo pudo ser liberado por la intervención directa de la 'ivinidad. #e sospec2a que !puleyo 2aya sido cristiano, pues en esta leyenda el asno 2a querido verse una cr-tica velada a los misterios del cristianismo. (os cristianos, ansiosos por volar al cielo, 2abr-an desconocido la ciencia y ca-do bajo el yugo de esa e ciega que los arrastraba
a adorar, en los primeros siglos, la cabeza de un asno, seg8n a3rman sus detractores. sclavos de una austeridad atal, se volvieron indierentes a todas las bellezas naturales simbolizadas en la /bula de !puleyo por las rosas. l placer, la belleza, la naturaleza y la vida misma, eran anatematizadas por estos rudos e ignorantes conductores, que palpaban en su rente al pobre asno de )et2lem. *ue entonces cuando la dad Media so4ó con el romance de la Rosa y los Iniciados en las ciencias antiguas, ansiosos por reconquistar a la RO#!, sin abjurar de la R%+, reunieron ambas im/genes y tomaron el nombre de RO#!R%+, a 3n de que la Rosa uese de nuevo sobre la ruz, y que la ruz, a su vez, pudiese inmortalizarse a trav6s de la Rosa. #ólo existe verdadero placer, verdadera belleza, verdadero amor, para los sabios que son verdaderamente creadores de su propia elicidad. llos se abstienen para aprender a usar bien, y si se privan es para adquirir una elicidad. C7ay acaso miseria m/s deplorable que la del almaE Bu/n dignos de l/stima son los que empobrecen su corazónA omparad la pobreza de 7omero y la riqueza de "rimalcion y decidme Ccu/l de los dos es m/s miserableE CDu6 son los bienes que nos pervierten y que nunca poseemos, puesto que siempre debemos perderlos o dejarlos para otrosE CPara qu6 sirven, si nuestras manos no los convierten en instrumentos de sabidur-aE !umentar las necesidades de la vida animal0 embrutecernos en la saciedad y en el disgusto, Cser/ el 3n de la existencia, lo positivo de la vidaE C&o es esto, por el contrario, el ideal m/s also y m/s depravadoE mplear el alma para engordar el cuerpo ya es de por s- gran locura0 pero matar el alma y el cuerpo para dejar un d-a una gran ortuna a un joven idiota que la arrojar/ a manos llenas a los pies de la primera cortesana, Cno es el colmo de la demenciaE @, sin embargo, esto es lo que 2acen los 2ombres serios que llaman so4adores a los 3lósoos y a los poetas. (o que 2allo deseable, dec-a urio, no es tener riquezas sino mandar a los que las poseen, y #an =icente de Paul, sin pensar en la m/xima de urio, reveló toda su grandeza en el ej6rcito de la bene3cencia. CDu6 soberano 2abr-a podido undar tantos 2ospitales, dotar tantos asilosE CDu6 Rotsc2ild 2ubiera encontrado tantos millones para estoE l pobre padre =icente de Paul deseó y
pidió las riquezas y 6stas obedecieron. Porque pose-a el poder (ue crea y (ue transforma: una voluntad perseverante y sabia, apoyada en las leyes m/s sagradas de la &aturaleza. !prended a querer lo que 'ios quiere, y todo lo que quisiereis se realizar/ ciertamente. #abed tambi6n que los contrarios se realizan por los contrarios1 la codicia es siempre pobre, el desinter6s es siempre rico. l orgullo provoca el desprecio, la modestia atrae la alabanza, el libertinaje mata el placer, la temperancia puri3ca y renueva los goces. on seguridad, siempre obtendr6is lo contrario de lo que quer/is injustamente, y siempre recibir6is el c6ntuplo de lo que sacri3qu6is por la justicia. !s- pues, si quer6is cosec2ar a la izquierda, sembrad a la derec2a0 y meditad en este consejo que tiene la apariencia de una paradoja, pero que os 2ar/ entrever uno de los mayores secretos de la 3loso-a oculta. 2? Eliphas Levi – El Gran Arcano
CDuer6is an/loga aatraerE una ley7aced el vac-o. sto se realiza en virtud de una ley -sica moral. (as corrientes impetuosas siempre buscan las proundidades inmensas. (as aguas son 2ijas de las nubes y siempre buscan los valles. (os goces verdaderos vienen de lo alto, ya lo dijimos1 es el deseo el que os atrae y el deseo es un abismo. (a nada atrae al todo y es por eso que los seres m/s indignos de amor son, muc2as veces, los m/s amados. (a plenitud busca el vac-o y el vac-o atrae la plenitud. (os animales y las almas bien lo saben. P-ndaro,;: nunca 2abr-a amado a #ao;; y #ao debió resignarse a todo el
desd6n de *aon. %n 2ombre mujer de incesto, yy una el 2ombre quegenio es son 2ermano y 2ermana0 su unión ser-a un solamente un 2ombre nunca amar/ a una mujer de barba. Rousseau pareció 2aber presentido esto cuando se casó con una criada, un marimac2o est8pido y /vido. Pero nunca pudo 2acer comprender a "eresa su superioridad intelectual, y 6l le era, evidentemente, inerior en las groser-as de la existencia. n el 2ogar, "eresa era el 2ombre y Rousseau la mujer. Rousseau era demasiado altivo para aceptar semejante posición. Protestó contra el 2ogar, enviando los 2ijos de "eresa a la casa de expósitos, puso as- la naturaleza entre 6l y ella y se expuso a todas las venganzas de la madre.
B7ombres de genio, no teng/is 2ijos0 vuestros 8nicos y leg-timos 2ijos son vuestros libros. &unca os cas6is0 vuestra esposa es la gloriaA $uardad vuestra virilidad para ella0 y si en buena 2ora encontr/is una lo-sa, no os expong/is por una mujer al destino de !belardo. Pr-ncipe de los poetas l-ricos griegos -. del /. 0 c6lebre poetisa griega -. del /. 0
21 #índaro: 22 )afo:
2, Eliphas Levi – El Gran Arcano
ap-tulo =III
LAS EMANACIONES ASTRALES , LAS PRO,ECCIONES MAGNETICAS l universo es un conjunto de glóbulos imantados que se atraen y se repelen mutuamente. (os seres producidos pro los dierentes glóbulos participan de dic2a imantación universal. (os 2ombres mal equilibrados son imanes perturbados o excesivos que la &aturaleza vuelve enemigos, 2asta que la alta parcial de equilibro produce la destrucción. l an/lisis espectral de )unsen llevar/ a la ciencia a distinguir la especialidad de los imanes y a dar asrazónplanetas cient-3ca a los undamentos antiguos de la astrolog-a judiciaria. (os una diversos del sistema ejercen, ciertamente, una acción magn6tica sobre nuestro globo y sobre las diversas organizaciones de los entes vivos que lo 2abitan. "odos bebemos los aromas del cielo mezclados con el esp-ritu de la tierra y, nacidos bajo la in5uencia de distintas estrellas, cada uno de nosotros sentimos preerencias por una uerza representada por una orma, un genio y un color determinados. (a pitonisa de 'elos, sentada en un tr-pode sobre una grieta de la tierra, aspiraba el 5uido astral por los órganos sexuales, y al caer luego en estado demencial o sonamb8lico proer-a palabras inco2erentes que, en ocasiones, resultaban or/culos. "odas las naturalezas nerviosas entregadas a los desórdenes de las pasiones se asemejan a la pitonisa y aspiran P@"7O&, el esp-ritu malo y atal de la tierra0 proyectan despu6s con uerza el 5uido que las penetró y aspiran enseguida, con igual uerza, el 5uido vital de los otros entes, absorbi6ndolos y ejerciendo as-, alternativamente, el poder neasto del 'ettatore26 y del vampiro. #i los dolientes aectados por este aspirar y respirar delet6reos lo toman por un poder y quieren aumentar su ascensión y proyección, maniestar/n sus deseos por ceremonias que se llaman evocaciones, 2ec2izos, etc., convirti6ndose en lo que, antiguamente se denominaba necromantes y
2ec2iceros.
"oda apelación a una inteligencia desconocida y extra4a, cuya existencia nos es demostrada, y que tiene por 3n sustituir su dirección por la de nuestra razón y libre albedr-o, puede considerarse como un suicidio intelectual, pues es un llamado a la locura. "odo lo que abandona su voluntad a uerzas misteriosas, todo lo que 2ace 2ablar en nosotros otras voces que no sean las de la conciencia y las de la razón, pertenece a la alienación mental. (os locos son visionarios ext/ticos. "oda visión que se produzca en estado de vigilia es un acceso de locura. l arte de las evocaciones consiste en provocar intencionadamente una locura 3cticia. tatore: ettatura. mal de ojo o la in5uencia que determinadas personas ejercen sobre otras por medio de la mirada. (a posibilidad de este enómeno se basa1 :, en el poder especial de la mirada0 ;, en la uerza proyectante de la voluntad0 G en el in5ujo de la sugestión. Palabra italiana derivada del lat-n 'ect itare+ lanzar recuentemente, que proviene de 'ectare+ lanzar o emanar. -. del /. 0 2 26
Eliphas Levipertenece – El Gran Arcano "oda visión a la naturaleza del sue4o. s una 3cción de nuestra demencia. s una nube de nuestra imaginación en desorden, proyectada en la luz astral. #omos nosotros mismos quienes aparecen ante nosotros, disrazados de antasmas, cad/veres o demonios. !parentemente, en el c-rculo de atracción y de su proyección magn6tica los locos logran que la &aturaleza produzca disparates1 los muebles saltan y se dislocan0 los cuerpos leves son atra-dos y lanzados a distancia. (os alienistas lo saben muy bien, pero temen a3rmarlo, porque la ciencia o3cial a8n no 2a admitido que los seres 2umanos son imanes y que estos imanes pueden ser
perturbados y alseados. l abate incesantemente ridiculizado por el=ianney, cura de !rs, se cre-a demonio0 y )erbiguier de "erranova, se armaba de largos al3leres para espantar a los duendes. l punto de apoyo existe en la resistencia que les opone el progreso indisciplinado. n la democracia, lo que 2ace di-cil la buena organización es que cada soldado quiere ser un general. ntre los esuitas sólo 2ay un general. (a obediencia es la gimnasia de la libertad, y para llegar a ser lo que se quiere es preciso aprender a 2acer, muc2as veces, lo que no se quer-a 2acer. #ólo nos agrada estar al servicio de la antas-a. 7acer lo que debemos querer, es ejercitar y 2acer triunar, al mismo tiempo, la razón y la
voluntad. (os contrarios se a3rman y se con3rman por los contrarios. Mirar para la izquierda cuando se quiere ir a la derec2a es disimulación y prudencia0 pero poner pesas en el plato izquierdo de una balanza cuando se quiere 2acer subir el plato de la derec2a, es conocer las leyes de la din/mica y del equilibrio. n din/mica, la resistencia determina la cantidad de uerza pero como no existe resistencia que pueda soportar por la persistencia del esuerzo y del movimiento, el ratón logra roer la cuerda y la gota de agua consigue 2oradar la roca. l esuerzo renovado diariamente aumenta y conserva la uerza, pero si la acción es aplicada a una cosa dierente de s- misma, entonces es irracional y rid-cula. s ocupación poco seria, en apariencia, mover entre los dedos las cuentas de un rosario, repitiendo doscientas o trescientas veces1 !ve Mar-a. Pues bien, que una religiosa se acueste sin 2aber recitado su rosario, al d-a siguiente despertar/ intranquila, no tendr/ valor de 2acer la oración de la ma4ana y pasar/ distra-da durante el o3cio. s por eso que sus directores le repiten continuamente y con razón que no descuide de las cosas peque4as. (os grimorios y rituales m/gicos est/n llenos de prescripciones minuciosas y aparentemente rid-culas. omer durante diez o veinte d-as alimentos sin sal0 dormir apoyado en los codos0 sacri3car un gallo negro a medianoc2e, en una encrucijada y dentro de una5oresta0 ir a un cementerio a buscar tierra de la tumba reciente de un diunto0 cubrirse con ciertos vestuarios bizarros y recitar largas y astidiosas conjuraciones, etc. CDuer-an los autores de estos libros burlarse de sus lectoresE C(es revelaban secretos verdaderosE &o se burlaban, y sus ense4anzas eran serias. "en-an por 3n exaltar la imaginación de sus adeptos y darles conciencia de una uerza suplementaria que existe en cuanto creen en ella y que se aumenta en proporción directa con la perseverancia de los esuerzos. Puede ocurrir no obstante, que, por la ley de reacción de los contrarios, obstin/ndose en orar a 'ios se evoque al diablo, y que despu6s de las conjuraciones sat/nicas se oiga el llanto de los /ngeles. "odo el in3erno danzaba alborozado cuando #an !ntonio recitaba los salmos, y el para-so parec-a renacer ante los encantamientos del gran !lberto y de Merlino.
sto es as-, porque las ceremonias en s- mismas carecen de importancia0 todo depende del aspir y el respir. (as órmulas consagradas por un largo uso nos ponen en comunicación con los vivos y los muertos, y a nuestra voluntad que, al penetrar as- en las grandes corrientes queda impregnada de todos sus e5uvios. %na criada que practica puede, en un momento dado, disponer 2asta de la omnipotencia temporal de la iglesia sostenida por las armas de *rancia, como aconteció en ocasión del bautismo y rapto del jud-o Montara. "oda la civilización de uropa, en el siglo NI=, protestó contra este acto y lo surió, sólo porque una criada devota as- lo quiso. @ la tierra enviaba en auxilio de esa moza las emanaciones espectrales de los siglos de #anto 'omingo y "orquemada0 #an 23 Eliphas Levi – El Gran Arcano
$2isleri oraba por ella. (a sombra del gran rey revocador del edicto de &antes le 2ac-a una se4al de aprobación, y el mundo clerical entero estaba pronto para sostenerla. uana de !rco, que ue quemada como 2ec2icera, 2ab-a atra-do para s-, de 2ec2o, el esp-ritu de la 2eroica y lo irradiaba de un modo maravilloso, electrizando a nuestro ej6rcito y*rancia 2aciendo 2uir a los ingleses. %n papa la re2abilitó0 pero era muy poco0 era preciso canonizarla. #i esta taumaturga no era una 2ec2icera, evidentemente ten-a que ser una santa. @ al 3n de cuentas, Cqu6 es un 2ec2iceroE s un taumaturgo que el papa no aprueba. (os milagros son, por as- decirlo, las extravagancias de la &aturaleza producidas por la exaltación del 2ombre. !contecen siempre en virtud de las mismas leyes. "odo personaje de celebridad popular podr-a 2acer milagros, y a veces los 2ace, sin querer. n un tiempo en que la *rancia adoraba a sus reyes, los reyes de *rancia curaban las escróulas, y en nuestros d-as, gransoldados pintorescos y b/rbaros, llamados zuavos, popularidad delaestos desenvolvió en uno de los suyos, el zuavo acob, la acultad de curar por la voz y por los ojos. 'icen que este zuavo dejó su puesto para pasar a los granaderos, y creemos, con seguridad, que el granadero acob ya n o tendr/ m/s el poder que, exclusivamente, le pertenec-a al zuavo. n tiempo de los 'ruidas, 2ab-a en las $alias mujeres taumaturgas, a las que llamaban lp2os y *adas.;H Para los druidas eran santas0 para los cristianos son 2ec2iceras. os6 )/lsamo Lpara sus disc-pulos el 'ivino agliostroL ue condenado en Roma como 2ereje y 2ec2icero, por 2aber 2ec2o
predicciones y milagros sin la autorización del Ordinario. Pero en esto ten-an razón los inquisidores, pues sólo la iglesia romana posee el monopolio de la !lta Magia y de las ceremonias e3caces. on agua y sal ella encanta a los demonios0 con pan y vino evoca a 'ios y lo uerza a 2acerse visible y palpable en la tierra0 con el óleo da la salud y el perdón. 7ace a8n m/s1 crea sacerdotes y reyes. #ólo ella comprende y vuelve comprensible el por qu6 los reyes del triple reino m/gico, los tres Magos guiados por la estrella 5ameante, orecieron a es8s el risto, en su cuna, el oro que ascina los ojos y 2ace la conquista de los corazones, el incienso que lleva el ascetismo al cerebro y la mirra que conserva los cad/veres y 2ace de alg8n modo palpable el dogma de la inmortalidad, dejando ver la inviolabilidad y la incorrupción en la muerte. 28
Elphos+ los, en la
mitolog-a escandinava, divinidades subalternas. ant/sticos que se representan bajo orma de mujeres y se les atribuye poder m/gico 27
Aadas+
7adas, seres
-. del /0
El iphas Levi – El Gran Arcano
ap-tulo IN
EL SACRI-ICIO MAGICO 7ablemos primeramente del sacri3cio en general. CDu6 es el sacri3cioE l sacri3cio es la realización del amor. s la sustitución del culpable por el inocente en la obra voluntaria de la expiación. s la compensación por la generosa injusticia del justo, que sure la pena de la cobarde injusticia del rebelde que usurpó el placer. s la temperancia del sabio que 2ace contrapeso en la vida universal a las org-as de los insensatos. 7e aqu- lo que en realidad es el sacri3cio y, m/s que todo, lo que debe ser. n el mudo antiguo amaba entonces el el sacri3cio era raramente voluntario. l 2ombre culpado suplicio, al que consideraba como una conquista o su propiedad. !2ora bien, la magia negra es la continuación oculta de los ritos del mundo antiguo. (a inmolación es el ondo de los misterios de la nigromancia, y los 2ec2izos son sacri3cios m/gicos en los que el magnetismo del mal sustituye a la 2oguera y la cuc2illa. n la religión, lo que salva es la *e0 en la magia negra, lo que mata es la *e. Morir para salvar a otro es el sacri3cio sublime. Matar a otro, para no morir, es el sacri3cio imp-o. onsentir el asesinato de un inocente, a 3n de garantizar la impunidad de nuestros errores, ser-a la
8ltima y m/s imperdonable de las cobard-as, si el orecimiento de la v-ctima no uese voluntario y si ella no tuviese el derec2o de orecerse como superior a nosotros y como se4ora absoluta de smisma. s as- como ue sentida su necesidad para el rescate de los 2ombres. 7ablamos aqu- de una creencia consagrada por siglos de adoración y por la e de muc2os millones de 2ombres, y como ya se dijo que el verbo colectivo y perseverante crea lo que a3rma, podemos decir que esto es as-. 7oy, el sacri3cio de la cruz se renueva y se perpet8a en el altar. !2- es tal vez m/s admirable para el creyente. 'e 2ec2o se 2alla all- el 'iosv-ctima, sin orma de 2ombre. Mudo y pasivo se entrega a quien quiere tomarlo y sin poner resistencia al que osa ultrajarlo. @ es una 2ostia blanca y r/gil. =iene al llamado de un mal sacerdote, y no protestar/ si pretenden mezclarlo a los ritos m/s impuros. !ntes del cristianismo, las striges;K com-an la carne de los ni4os degollados0 2oy, ellas se contentan con las santas 2ostias. #e ignora qu6 poder sobre2umano de maldad extraen los devotos del abuso de los sacramentos. &ada es tan venenoso como un pan5etario que comulga. >"iene el mal vino?, dicen de un beodo que golpea a su mujer cuando est/ ebrio. ierto d-a, un pretendido católico me dijo que exist-a el buen 9ios mal. Parece que en la boca de ciertos comulgantes se opera una segunda transustanciación. 'ios es puesto en su lengua, pero engullen al diablo. ave nocturna, inausta y del mal ag9ero, de la que el vulgo cre-a que se cebaba en la sangre de las criaturas o ni4os de pec2o. #e da el mismo nombre a la lec2uza. -. del /. 0 6= Eliphas Levi – El Gran Arcano 2? Estri&e+
(a 2ostia católica es, en verdad, una cosa ormidable. ontiene todo el cielo y todo el in3erno, pues es imantada por el magnetismo de los siglos y de las multitudes0 magnetismo del bien, cuando la gente se aproxima a ella con la verdadera *e0 magnetismo concentrado del mal, cuando de ella se 2ace un empleo indigno. Por eso mismo, nada es m/s buscado y considerado tan poderoso en la conección de los male3cios, como las 2ostias consagradas por sacerdotes leg-timos, pero desviados de su piadoso destino por el robo sacr-lego. reemos aqu-, en el ondo de la magia negra y sus 2orrores, pero ninguno suponga que, denunci/ndolo, pretendemos alentar tan abominables pr/cticas. $illes de (aval, se4or de Raiz, 2ac-a celebrar la misa negra por un jacobino apóstata, en la capilla
secreta de su castillo de Mac2ecoul. ! la elevación degollaban una criatura y el mariscal comulgaba con un ragmento de la 2ostia empapada en la sangre de la v-ctima. l autor del grimorio de 7onorio dice que el operador de las obras de magia negra debe ser sacerdote. (as mejores ceremonias para evocar al diablo son, seg8n 6l, las del culto católico, y de 2ec2o, y de acuerdo con el propio Padre =entura, el diablo nació de los actos de ese culto. n una carta dirigida al se4or $ougenot 'esmousseaux, y publicada por este 8ltimo en la car/tula interior de una de sus principales obras, el sabio cl6rigo no teme a3rmar que el diablo es un buón de la religión católica Tal menos tal como lo entend-a el Padre =enturaU. 7e aqu- sus propias expresiones1 >#at/n, dice =oltaire, es el cristianismo0 sin #at/n, no 2ay cristianismo.? >#e puede, pues, decir que la obra prima de #at/n es conseguir 2acerse negar.? >'emostrar la existencia de #at/n es restablecer uno de los dogmas undamentales que sirven de base al cristianismo y sin el cual es apenas una mera palabra.? Tarta del Padre =entura al caballero $ougenot 'esmousseaux, en el rontis de su libro %a @a&ia en el si&lo JJ.0
=emos pues, que despu6s de 2aber dic2o Proud2on1 >'ios es el mal?, un sacerdote católico completa el pensamiento ateo, diciendo1 >l cristianismo es #at/n?. @ dice esto con absoluto candor, ya que supone deender la religión que calumnia de modo tan 2orrible. @ es este mismo Padre =entura quien dec-a al Papa1 >Por causa de una migaja no comprometamos el reino de los cielos?. l Padre =entura, personalmente, era un 2ombre de bien, y en muc2as ocasiones en 6l predominaba el verdadero cristiano sobre su jerarqu-a eclesi/stica. oncertar en un punto combinado y ligar a una se4al todas las aspiraciones para el bien, es tener bastante e para realizar a 'ios en esta se4al. "al es el milagro permanente que se veri3ca todos los d-as en los altares del verdadero cristianismo. (a misma se4al, proanada y consagrada al mal, debe realizar el mal de id6ntica manera0 y si es justo, despu6s de la comunión, puede decir1 >&o soy yo quien vive, es esucristo que vive en m-, soy esucristo, soy 'ios?, tambi6n el comulgante indigno puede decir, con igual seguridad1 >&o soy m/s yo, soy #at/n?. rear #at/n es 2acerse #at/n, tal es el $ran !rcano de la magia negra, y es lo que los 2ec2iceros cómplices del se4or de Raiz cre-an realizar para el, y lo que en eecto,
lograban 2asta cierto punto, o3ciando la misa del diablo. C#e 2abr-a expuesto el 2ombre a crear al diablo si no 2ubiese temido la temeridad de querer crear a 'ios d/ndole un cuerpoE C&o dijimos que un 'ios corpóreo proyecta necesariamente una sombra y que esa sombra es #at/nE #-, lo aseguramos, y nunca diremos lo contrario. Pero, si el cuerpo de 'ios es 3cticio, su sombra no puede ser real. l cuerpo divino es apenas una apariencia, un velo, una nube1 es8s lo realizó por la *e. B!doremos a la (uz y no demos realidad a la sombra, pues que no es ella el objeto de nuestra *eA (a &aturaleza quiso y quiere siempre que 2aya una religión en la tierra. (a religión germina, 5orece y se desenvuelve en el 2ombre0 es el ruto de sus aspiraciones y de sus deseos0 debe, pues, ser regulada por la soberana razón. (as aspiraciones del 2ombre por lo in3nito, sus deseos del bien eterno y, principalmente, su razón provienen de 'ios. 61 Eliphas Levi – El Gran Arcano
ap-tulo N
LAS EVOCACIONES #ólo la razón da derec2o a la libertad. (a libertad y la razón, estos dos grandes y esenciales privilegios del 2ombre est/n tan estrec2amente unidos, que no podemos renunciar al uno sin desistir del ejercicio del otro. (a libertad quiere triunar por encima de la razón y 6sta a su vez exige imperiosamente el reino de la libertad. s bello morir por la libertad0 es sublime ser el m/rtir de la razón, porque la razón y la libertad son la esencia misma de la inmortalidad del alma. l propio 'ios es razón libre de todo lo que existe. l diablo,depor contrario, el desvar-o atal. de 'ios. Recurrir al desvar-o o !bjurar la el razón o de laeslibertad es renegar a la atalidad, es mil veces m/s 2orrible y m/s implacable de lo que aparece en las leyendas m/s espantosas. Para nosotros no podr-a ser bello el /ngel ca-do de Milton, ni el ulgurante (ucier arrastrando en la noc2e su aureola de estrellas alcanzada por el rayo. stas /bulas tit/nicas son imp-as. l verdadero diablo es el de las esculturas de nuestras catedrales y el de los pintores ingenuos de nuestros libros góticos. #u orma, esencialmente 2-brida, es la s-ntesis de todas las pesadillas0 es eo, deorme y grotesco. st/ cautivo y captura. "iene ojos por todos lados, excepto en la cabeza0 ojos en el vientre,
en olas rodillas y en la parte posterior del cuerpo inmundo. st/ en toda parte en que puede introducirse la locura, y arrastra en pos de s- los tormentos del in3erno. &o 2abla por s- mismo, pero 2ace que todos nuestros vicios 2ablen0 es el ventr-locuo de los lujuriosos, el Pyt2on de las mujeres perdidas. #u voz es impetuosa como el torbellino, insinuante como un suave silbido. Para 2ablar a nuestros cerebros perturbados, insin8a su lengua biurcada en nuestros o-dos, y para desligar nuestros corazones 2ace vibrar su cola como una 5ec2a. n nuestra cabeza mata la razón, en nuestro corazón envenena la libertad0 y 2ace siempre esto, necesariamente sin tregua y sin piedad, puesto que no es una persona, sino una uerza ciega0 maldice, pero lo 2ace por intermedio de nosotros0 peca, pero tambi6n en nosotros. #omos nosotros los 8nicos responsables del mal que nos 2ace, pues 6l carece de libertad y de razón. l es la )estia. #an uan lo repite con insistencia en su maravilloso !pocalipsis0 mas, Ccómo comprender el !pocalipsis si no tenemos las llaves de la #anta /balaE %na evocación es, pues, un llamado a la )estia y sólo la )estia puede responder a ella. !4adiremos, que para 2acer aparecer la )estia es preciso ormarla primero en s-, para despu6s proyectarla auera. ste secreto es el de todos los grimorios, pero que sólo expusieron de modo muy velado, los antiguos maestros. Para ver al diablo es necesario disrazarse de diablo, y despu6s mirarse en un espejo. 7e a2- el !rcano en su simplicidad m/xima y tal como se lo podr-a explicar a un ni4o. 'iremos a8n m/s, para los 2ombres1 que en el misterio de los 2ec2iceros, el disraz se imprime al alma por el mediador astral, y que el espejo son las tinieblas animadas por el v6rtigo. "oda evocación ser-a vana si el 2ec2icero no empezara por da4ar su alma, sacri3cando para siempre su libertad y su razón. sto se comprender/ /cilmente. Para crear en nosotros la )estia 2ay 62 Eliphas Levi – El Gran Arcano
que matar al 2ombre, lo cual se representa por medio del sacri3cio previo de una criatura y, mejor a8n, por la proanación de una 2ostia. l 2ombre que se decide a una evocación es un miserable que la razón tortura y que quiere aumentar en s- mismo el apetito bestial, a3n de crear en 6l un oco magn6tico dotado de una in5uencia atal. s que quiere 6l mismo 2acerse desvar-o y atalidad. Duiere ser un im/n descentrado y malo, para atraer 2acia s- mismo los vicios
y el oro que los alimenta. s el crimen m/s terrible que la imaginación pueda so4ar. s la violación de la &aturaleza. s un ultraje absoluto y directo a la 'ivinidad. Pero tambi6n, elizmente, es algo en extremo di-cil de poder realizar y la mayor-a de los que lo intentaron 2an racasado. #i un 2ombre lo su3cientemente en6rgico y perverso evocase al diablo en las condiciones exigidas, el diablo ser-a por 6l realizado, 'ios vencido, y la &aturaleza, consternada, surir-a el despotismo del mal. 'icen que un 2ombre se atrevió a este acto monstruoso y que llegó por 6l a ser papa. "ambi6n re3eren que en el lec2o de muerte conesó 2aber envuelto en los lazos de la magia negra a toda la iglesia. Pero lo que 2ay en verdad, es que este papa era un sabio como Aausto+ autor de varios inventos admirables. @a nos 2emos ocupado de 6l en nuestras anteriores obras. Mas lo que probar-a, siguiendo la misma leyenda, que nuca evocó al diablo, o m/s bien dic2o, que 6l no ue el diablo, es que se arrepintió en la 2ora postrera. Pues el diablo no se arrepiente. (a causa de la mediocridad de la mayor-a de los 2ombres es que son incompletos. (os 2ombres de bien 2acen a las veces el mal, y los malvados, en ocasiones tambi6n se desv-an 2asta querer 2acer alg8n bien. (os pecados contra 'iosen5aquecen la uerza de 'ios, y los pecados contra el diablo, 2ablo de los buenos deseos y buenas acciones, enervan la uerza de 6ste. Para ejercer un poder excepcional, sea arriba, abajo, a la derec2a o a la izquierda, 2ace alta ser un 2ombre completo. l temor y el remordimiento de los criminales son cosas que provienen del bien, y esa es la causa por la cual ellos se traicionan0 para tener 6xito en el mal 2ay que ser absolutamente malo. s por esto que Mandr-n conesaba a sus bandidos y les impon-a el asesinato de una criatura, como penitencia, si se acusaban de 2aber sentido alguna piedad. n &erón 2ab-a algo de bueno1 era artista, y eso lo perdió. #e alejó y mató por su despec2o de m8sico despreciado. #i sólo 2ubiese sido mperador, 2abr-a quemado Roma por segunda vez y no cedido el lugar al #enado y a =index. l pueblo 2abr-a estado a su avor0 para que los pretorianos lo aclamaran de nuevo le bastaba una lluvia de oro. l suicidio de &erón sólo ue una aección de artista. onvertirse en #at/n ser-a un triuno incompleto para la perversidad del 2ombre, si al mismo tiempo no logra volverse inmortal. Prometeo puede surir muc2o en su pe4asco0 sabe que su cadena
ser/ rota un d-a y que destronar/ a 8piter. BPero para ser Prometeo 2ay que 2aber robado el uego del cielo y a8n estamos en el uego del in3ernoA l sue4o de #at/n no es el de Prometeo. #i un /ngel rebelde 2ubiese podido robar ese uego del cielo, que es el secreto divino de la vida, 2abr-a llegado a ser 'ios mismo. #ólo el 2ombre, en su limitación e insensatez puede creer en la solución de este teorema1 que lo que es, sea y no sea al mismo tiempo0 que la sombra sea la luz0 que la muerte sea la vida, que la mentira sea la verdad, y que la nada sea el todo. l loco que pretendiera realizar lo absoluto del mal llegar-a como el alquimista imprudente, a su 3n, a una explosión ormidable que lo sepultar-a bajo las ruinas de su laboratorio inernal. (a muerte ulminante ue siempre la resultante de las evocaciones inernales0 muerte bien merecida, por cierto. &o se llega impunemente 2asta losl-mites de la demencia. xisten excesos que la &aturaleza no soporta. #i se vieron morir son/mbulos a quienes se despertó de repente, si la embriaguez en cierto grado ocasiona la muerte... Mas, dir/n algunos1 Cpara qu6 estas amenazas retrospectivasE CDui6n en nuestro siglo piensa 2acer evocaciones con los ritos del grimorioE &ada tenemos que responder a tal pregunta. Pero si dij6ramos todo cuanto sabemos quiz/ nos creer-an. #in valerse de los ritos antiguos 2oy se evoca el magnetismo del mal con otro nombre. Duedó dic2o en el cap-tulo precedente, que una misa proanada con intenciones criminales es un insulto a 'ios y un atentado del 2ombre contra su propia conciencia. (os or/culos consultados, sea el v6rtigo de un alucinado, el movimiento convulsivo de las cosas inertes magnetizadas al acaso, son tambi6n 66 Eliphas Levi – El Gran Arcano
evocaciones inernales, porque son actos que tienden a subordinar la libertad y la razón a la atalidad. =erdad que los operadores de este aspecto de la magia negra son por lo com8n inocentes, por ignorancia0 2acen el llamado a la )estia, aunque no es este engendro eroz el que quieren esclavizar a su deseo. 'e la est8pida )estia solamente piden consejos que sirvan de auxiliares para su propia estupidez. n la magia de la (uz, la ciencia de las evocaciones es el arte de magnetizar las corrientes de la (uz astral y dirigirlas a voluntad. sta era la ciencia de +oroastro y del rey
#alomón, si damos e a las tradiciones antiguas, pero para 2acer lo que 2icieron +oroastro y #alomón es preciso poseer la sabidur-a de #alomón y la ciencia de +oroastro. Para dirigir y dominar el magnetismo del bien, 2ay que ser el mejor de los 2ombres. Para activar y precipitar el torbellino del mal, 2ay que ser el m/s malvado. (os católicos sinceros no dudan que las oraciones de una pobre recluida puedan mudar el corazón de los reyes y cambiar el destino de los imperios. &osotros, que admitimos la vida colectiva, las corrientes magn6ticas y la omnipotencia relativa de la voluntad, estamos lejos de desde4ar esa creencia. !ntes de los descubrimientos recientes de la ciencia, los enómenos de la electricidad y del magnetismo eran atribuidos a esp-ritus diseminados en el aire, y el adepto que llegaba a in5uenciar las corrientes magn6ticas pensaba que era due4o de dic2os esp-ritus. Pero las corrientes magn6ticas, siendo uerzas atales, para dirigirlas y equilibrarlas requieren que quien las dirija sea un centro perecto de equilibrio0 y esto era justamente lo que altaba a la mayor-a de estos temerarios exorcistas. Por eso, muc2as veces, eran ulminados por el 5uido imponderable que atra-an con violencia, sin poder neutralizarlo. @ as- reconoc-an, que para reinar absolutamente sobre los esp-ritus les altaba un arteacto indispensable1 el !nillo de #alomón. &o obstante, el !nillo de #alomón, dice la leyenda, a8n est/ en el dedo de este monarca, y su cuerpo encerrado en una piedra, que sólo ser/ rota el d-a del juicio3nal. "al leyenda es verdadera, como todas las leyendas0 solamente 2ace alta comprenderla en su exacto sentido. CDu6 representa un anilloE %n anillo es la punta de una cadena y un c-rculo al cual pueden enlazarse otros c-rculos. (os jees del sacerdocio siempre llevan anillos en se4al de dominio sobre el c-rculo y sobre la cadena de los creyentes. n nuestros d-as a8n se da a los prelados la investidura pro el anillo, y en la ceremonia del casamiento, el esposo da a la esposa un anillo consagrado por la iglesia, a 3n de constituirla se4ora y directora de los intereses de su la casa y del c-rculo de sus ciervos. l anillo ponti3cal y el anillo nupcial, jer/rquicamente consagrados y coneridos, representan y realizan un poder. Pero una cosa es el poder p8blico y social y otra muy distinta el poder
3losó3co, simp/tico y oculto. #alomón pasa por 2aber sido el #oberano Pont-3ce de la religión de los sabios y por 2aber pose-do, bajo este t-tulo, el soberano poder del sacerdocio oculto0 pues ten-a, seg8n se a3rma, la ciencia universal y sólo en 6l se realizaba esta promesa de la gran serpiente1 >#er6is como dioses conociendo el bien y el mal?. #e dice que #alomón escribió el(#I!#"#, la m/s sólida de todas sus obras, despu6s de 2aber adorado a !start6 y 2amos, las divinidades de las mujeres imp-as. 7abr-a completado as- su creencia y encontrado, antes de morir, la virtud m/gica de su anillo. n verdad, Cllevar-a consigo su anillo a la tumbaE Otra leyenda nos permite dudarlo. uenta que la reina de #ab/, 2abiendo observado con atención el anillo, mandó abricar en secreto otro completamente igual, y que, durante el sue4o del rey, 2all/ndose a su lado, pudo cambiar urtivamente los anillos. lla 2abr-a llevado el verdadero anillo a sus dominios, el que uera encontrado m/s tarde por +oroastro. 68 Eliphas Levi – El Gran Arcano
ra un anillo constelado, 2ec2o de los siete grandes metales, con la signatura de los siete genios y una piedra de im/n encarnada, en el cual estaban grabados, de un lado, la 3gura del sello ordinario de #alomón, y del otro, su sello m/gico. (os lectores de nuestras obras comprender/n esta alegor-a. 6? Eliphas Levi – El Gran Arcano
ap-tulo NI
LOS ARCANOS DEL ANILLO DE SALOMON )uscad en el sepulcro de #alomón, o mejor dic2o, en la cripta de la 3loso-a 2erm6tica, no su anillo sino su ciencia. on el auxilio de la ciencia y de una voluntad perseverante, llegar6is a poseer el supremo arcano de la sabidur-a, que es la dominación libre sobre el momento equilibrado. Podr6is entonces obtener el anillo, 2aci6ndolo abricar por un orebre, al que no necesitar6is recomendarle secreto, porque no sabiendo lo que 2ace no podr/ revelarlo a otros. 7e aqu- la receta del anillo1 "omad e incorporad conjuntamente una peque4a cantidad de oro y el doble de plata, en las 2oras del sol y de la luna, adjunt/ndole tres partes, semejantes a las primeras, cinco de 2ierro, seis de
mercurio y siete de plomo. !malgamadlo en las 2oras correspondientes a los planetas que rigen los metales, y 2aced con ello un anillo, cuya parte circular sea algo alargada y ac2atada, para grabar en ella los caracteres. Poned a este anillo un engaste de orma cuadrada conteniendo una piedra de im/n roja, engastada tambi6n en un doble cerco de oro. $rabad en la piedra, arriba y abajo, el doble sello de #alomón. Igualmente, grabad en el anillo los signos ocultos de los siete planetas, tal como se ilustran en los dibujos m/gicos de Paracelso o en la *iloso-a Oculta de !grippa0 magnetizad uertemente el anillo, consagr/ndolo todos los d-as, durante una semana, mediante las ceremonias prescritas en nuestro Ritual, sin descuidar el color del vestido, los perumes especiales, la presencia de los animales simp/ticos, las conjuraciones de rigor que deben ser precedidas en cada ocasión por la onjuración de los uatro. (uego envolver6is el anillo en un pa4o de seda, y una vez perumado lo llevar6is con vosotros. %na redondela de metal o un talism/n preparado de igual modo tendr/ tanta virtud como el anillo. %na cosa as- 2ec2a es como un acumulador de la voluntad. %n re5ector magn6tico que puede ser muy 8til, pero nunca de necesidad. @a est/ dic2o, que los antiguos ritos perdieron su e3cacia desde que el cristianismo apareció en el mundo. (a religión cristiana es, de 2ec2o, la 2ija leg-tima de es8s, rey de los magos. #u culto no es otra cosa que la !lta Magia sometida a las leyes de la jerarqu-a, indispensables para que sea razonable y e3caz.
%n simple escapulario, llevado por un verdadero cristiano, es un talism/n m/s invencible que el anillo y el pent/culo de #alomón. esucristo, el 2ombre'ios tan 2umilde, dec-a al 2ablar de s- mismo1 >(a reina de #ab/ vino de Oriente para ver y o-r a #alomón, y 2e aqu- m/s que #alomón.? (a misa es la m/s prodigiosa de las evocaciones. 6, Eliphas Levi – El Gran Arcano
(os nigromantes evocan los muertos, el 2ec2icero al diablo, y se estremecen, Bmas el sacerdote católico no teme al evocar a 'ios vivoA CDu6 son todos los talismanes de la ciencia antigua comparados con la 2ostia consagradaE 'ejad dormir en su t8mulo de piedra la osamenta de #alomón y el anillo que
pudiera llevar su dedo descarnado. Besucristo resucitó, est/ vivoA "omad uno de esos anillos de plata que venden en las puertas de las iglesias y que traen la imagen del cruci3cado con las diez cuentas del rosario. #i uereis dignos de llevarlo, ser/ m/s e3caz en vuestra mano que el anillo genuino de #alomón. (os ritos m/gicos y las pr/cticas minuciosas del culto son para los ignaros y los supersticiosos, y nos recuerdan una 2istoria muy conocida, que vamos a recordar en pocas palabras. 'os monjes llegan a una caba4a que 2ab-a quedado al cuidado de dos ni4os. #olicitan se les permita descansar y comer, si uese posible. (as criaturas responden que como nada tienen nada pueden dar. Pues bien, tenemos uego, dice uno de los monjes0 acilitadnos solamente una olla y un poco de agua, que nosotros 2aremos nuestra sopa. Con qu6E on este guijarro, dice el experto religioso tomando una peque4a piedra. Cntonces ignor/is, 2ijos m-os, que los disc-pulos de #an *rancisco tienen el secreto de la sopa de guijarrosE C(a sopa de guijarrosE BDu6 maravilla para las criaturasA (es prometen darles a probar y que la 2allar/n excelente. !presurados preparan la olla, le ec2an agua, encienden m/s uego y la piedra va al agua con toda precaución. Muy bien, repiten los monjes. !2ora un poco de sal y unas cuantas legumbres0 buscad, 2ay tantas en vuestro jard-n. C&o podr-amos a4adirle un poco de tocino saladoE #ólo con eso quedar/ bien la sopa. (os ni4os, acurrucados ante el uego, miraban con sorpresa. l agua 2ierve. =amos, cortad el pan y traed aquella vasija. BDu6 olorA "apadlo y dejadlo mojar. n cuando al guijarro, envolvedlo cuidadosamente, os lo vamos a dejar por vuestro trabajo, nunca se gasta y siempre sirve. B!2ora, probad la sopaA CDu6 dec-sE BO2, es magn-3caA, contestan los peque4os campesinos golpeando las manos. n eecto, era una buena sopa de coles y tocino que las criaturas nunca 2abr-an orecido a sus 2u6spedes sin la maravilla del guijarro. (as pr/cticas religiosas y los ritos m/gicos son, en parte, el guijarro de los monjes. #irven de pretexto y oportunidad para la pr/ctica de las virtudes, 8nicas indispensables de la vida moral del 2ombre. #in el guijarro los buenos monjes no se 2abr-an alimentado0 pero Cten-a por eso realmente un poderE #-, en la imaginación de las criaturas, puesta en juego por la 2abilidad de los monjes. #ea esto dic2o sin criticar ni oender a nadie. l esp-ritu de los monjes ue
bueno, no mintieron. !yudaron a las criaturas a realizar una buena acción y los maravillaron, 2aci6ndolos participar de una apetitosa sopa. Due se nos comprenda bien. &o queremos decir que sean una gran misti3cación los signos y los ritos. (o ser-an, si los 2ombres no los necesitasen. Pero 2ay que tomar en cuenta el 2ec2o incuestionable de que todas las inteligencias no son iguales. #iempre se contar/n /bulas a los ni4os, y esto se 2ar/ mientras 2aya amas y madres. (os ni4os tienen e, y eso es lo que los salva. Imaginad un rapaz de siete a4os, que dijese1 nada quiero admitir que no comprenda. CDu6 se podr-a ense4ar a este peque4o prodigioE 7ombrecillo, admite primero la cosa por las palabras de tus maestros, despu6s estudia, y si no eres idiota, comprender/s. (as /bulas son necesarias a los ni4os0 son indispensables al pueblo, mitos y ceremonias0 la 5aqueza del 2ombre requiere auxiliares. B*eliz del que llegase a poseer el anillo de #alomón, pero m/s eliz aun de aqu6l que igualase o superase a #alomón en ciencia y sabidur-a sin precisar de su anilloA 6 Eliphas Levi – El Gran Arcano
ap-tulo NII
EL SECRETO TERRILE 7ay verdades que deben permanecer perpetuamente ocultas a los d6biles de esp-ritu t a los necios. 'ic2as verdades pueden serles reveladas sin temor, pues jam/s las comprender/n. CDu6 es un necioE s m/s absurdo que una bestia. s el 2ombre que pretende 2aber llegado antes de ponerse en camino0 el 2ombre que se cree se4or de todo porque llegó a alguna cosa. s el matem/tico que desprecia la poes-a. l poeta que protesta contra los matem/ticos. l pintor que cali3ca de ineptas a la teolog-a y la c/bala, porque nada entiende de c/bala ni de teolog-a. s el ignorante que niega la ciencia sin 2aberse tomado el trabajo de estudiarla. s el 2ombre que 2abla sin saber y a3rma sin certeza. #on los tontos los que matan a los 2ombres de genio. $alileo no ue condenado por la Iglesia, sino por los ignorantes que desgraciadamente pertenec-an a la Iglesia. (a estulticia es un mal eroz que tiene la calma de la inocencia0 asesina sin remordimiento. l necio es el oso de la /bula de (a *ontaine1 aplasta la cabeza de su amigo debajo de una piedra para cazar una
mosca0 pero a quien no debe intentarse 2acerle conesar su error y la magnitud de su locura. (a estulticia es inexorable e inalible como el in3erno y la atalidad, pues es siempre dirigida por el magnetismo del mal. l animal nunca es tonto, cuanto de obra ranca y naturalmente como animal0 pero el 2ombre ense4a la tonter-a a los canes y a los burros sabios. l tonto es el animal que desprecia el instinto y aparenta inteligencia. l progreso existe para el animal0 se lo puede dominar, asegurar, ejercitar0 mas para el necio no existe dic2o progreso, porque juzga que nada tiene que aprender. s 6l quien quiere regir y educar a los otros y nunca os encontrar/ razón. Os escarnece a la vista, arguyendo que lo que no comprende es radicalmente incomprensible. 'esde luego Cpor qu6 no lo comprender-a yoE os dir/ con admirable aplomo. @ nada podr6is responderle. 'ecirle que es un tonto apenas ser-a propinarle un insulto. "odos lo ven, pero 6l jam/s lo sabr/. 7e aqu-, pues, un ya ormidable arcano inaccesible a la mayor-a de los 2ombres. 7e a2- un secreto que jam/s adivinar/n y que ser-a in8til dec-rselo1 el secreto de su estulticia. #ócrates bebe la cicuta, !r-stides es proscrito, es8s cruci3cado, !ristóp2antes se r-e de #ócrates y 2ace re-r a los tontos de !tenas0 un aldeano se astidia de o-r dar a !r-stides el nombre de usto, y Ren/n escribe la vida de es8s para mayor placer de los necios. s a causa del n8mero casi in3nito de tontos que la pol-tica es y ser/ siempre la ciencia de la disimulación y la mentira. Maquiavelo osó decirlo y ue 2erido con una reprobación bien leg-tima, pues simulando dar lecciones a los pr-ncipes los traicionaba a todos y los denunciaba a la descon3anza de las multitudes. !quellos que somos obligados a enga4ar no debemos prevenir. ra a causa de las necias multitudes que es8s dec-a a sus disc-pulos1>&o lanc6is margaritas a los cerdos, pues ellos las 2ollar/n con los pies y se volver/n contra vosotros procurando despedazarlos?. 63 Eliphas Levi – El Gran Arcano
Por tanto, vosotros que dese/is volveros poderosos en obras, nunca dig/is a nadie vuestro pensamiento m/s secreto. Igualmente, osar-a deciros, no lo dig/is, escondedlo, sobre todo, a la mujer que am/is0 Brecordad la 2istoria de #ansón y 'alilaA uando una mujer cree conocer a ondo a su marido, cesa de amarlo. Duiere
gobernarlo y dirigirlo. #i resiste, le odia0 si cede, lo desprecia. Procura otro 2ombre para penetrar. (a mujer tiene necesidad de lo desconocido y del misterio, y su amor, generalmente, no es m/s que una insaciable curiosidad. CPor qu6 los conesores son tan poderosos sobre el alma y casi siempre sobre el corazón de las mujeresE s porque ellos saben todos sus secretos, mientras las mujeres ignoran los de los conesores. (a *rancmasoner-a es poderosa en el mundo por su terrible secreto, tan prodigiosamente guardado, que a8n sus iniciados de m/s alto rango no lo saben. (a religión católica se impone a las multitudes por un secreto que el mismo Papa ignora. ste secreto es el de los misterios. (os antiguos gnósticos, como lo indica su nombre, lo sab-a, pero no supieron guardar silencio. Duisieron vulgarizar la $nosis0 de a2- resultaron doctrinas irrisorias, que la Iglesia condenó con razón. Pero desgraciadamente, junto con ellos, ue condenada la puerta del santuario oculto y sus llaves lanzadas al abismo. (os o2anitas y los "emplarios osaron buscarlas, arriesg/ndose a la condenación eterna. CMerecer-an por eso ser condenados en el otro mundoE "odo lo que sabemos es que, en esta vida, los "emplarios ueron quemados. (a doctrina secreta de es8s era 6sta1 >@o, que soy el 2ijo de 'ios, os digo1 no busqu6is a 'ios en el espacio. l est/ en nuestras conciencias y en nuestros corazones. Mi Padre y @o somos %no. !m6monos los unos a los otros, como 2ermanos. &o tengamos m/s que un corazón y un alma. (a ley religiosa es 2ec2a para el 2ombre, mas el 2ombre no es 2ec2o para la ley. (as prescripciones legales est/n sometidas al libre arbitrio de nuestra razón unida a la e. reed en el bien y el mal nada podr/ sobre vosotros.? >uando os reunieseis en mi nombre, mi esp-ritu estar/ en medio de vosotros. &inguno de entre vosotros debe juzgarse maestro de los otros, pero todos deben respetar la decisión de la asamblea. "odo 2ombre debe ser juzgado conorme a sus obras y medido en la medida que 2izo para s-. (a conciencia de cada 2ombre constituye su e, y la e del 2ombre es el poder de 'ios en 6l.? >#i sois se4ores de vosotros mismos, la naturaleza os obedecer/ y gobernar6is a los otros. (a e de los justos es m/s inamovible que las puertas del in3erno y su esperanza
jam/s ser/ conundida.? >@o soy vosotros y vosotros sois @o en el esp-ritu de caridad que es nuestro y que es de 'ios. reed esto y vuestro verbo ser/ creador. reed esto y 2ar6is milagros. l mundo os perseguir/ y 2ar6is la conquista del mundo.? >(os buenos son aquellos que practican la caridad y los que socorren a los inelices0 los malos son los corazones sin piedad y 6stos ser/n eternamente reprobados por la 2umanidad y por la razón.W >(as viejas sociedades undadas sobre la mentira perecer/n0 un d-a el 2ijo del 2ombre aparecer/ sobre las nubes del cielo, que son las tinieblas y la idolatr-a, y 2ar/ un juicio de3nitivo sobre los vivos y los muertos.? >'esead la luz, pues ella se 2ar/. !spirad a la justicia, pues ella vendr/. &o procur6is la victoria de la espada, pues el asesinato provoca el asesinato. s por la paciencia y la dulzura que os 2ar6is se4ores de vosotros mismos y del mundo.? ntregad a2ora esta doctrina admirable a los comentarios de los so3stas de la decadencia y a los disputadores de la dad Media, y ver6is salir de all- cosas bellas. #i es8s era 2ijo de 'ios Ccómo lo engendró 'iosE Cl es de la misma sustancia que 'ios o de otra sustanciaE B(a sustancia de 'iosA BDu6 eterno asunto de disputa para la ignorancia presuntuosaA Cra 6l una persona divina o una persona 2umanaE C"en-a dos naturalezas y dos voluntadesE B"erribles cuestiones que logran que las personas se excomulguen y se deg9ellenA es8s ten-a una sola naturaleza y dos voluntades, dicen unos, pero no los escuc26is, son 2erejes0 entonces Cdos naturalezas y una voluntadE &o, dos 67
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voluntades. C(uego estaba en oposición consigo mismoE &o, porque estas dos voluntades 2ac-an una sola que se llama "2eandrica. !nte esta palabra no digamos nada m/s y, adem/s de eso, es preciso obedecer a la Iglesia que se volvió muy dierente de la primitiva asamblea de los 3eles. (a ley es 2ec2a para el 2ombre, dice es8s, mas la Iglesia dice que el 2ombre es 2ec2o para la Iglesia, y es ella la que impone la ley. 'ios sancionar/ todos los decretos de la Iglesia y os condenar/ a todos vosotros, si ella decide que todos, o casi todos, se/is condenados. es8s dice que es necesario someterse a la asamblea, por tanto, ella es inalible, ella es 'ios, y si ella decide que dos y dos son cinco, dos y dos
ser/n cinco. #i ella a3rma que la tierra est/ inmóvil y que el sol gira, est/ pro2ibido 2acer a la tierra girar. Os dir/ que 'ios salva a sus elegidos d/ndoles la gracia e3caz y su3ciente y que los otros ser/n condenados por 2aber recibido solamente gracias, las cuales, a causa del pecado srcinal, bastaban en principio, pero no eran su3cientes en el 2ec2o0 que el Papa salva y condena a quien quiere, pues que tiene las llaves del cielo y del in3erno. 'espu6s vienen los casu-stas con sus manojos de llaves que no abren, y cierran con dos o tres vueltas las puertas de los compartimientos 2ec2os en la torre de )abel. BO2 Rebelais, mi maestro, sólo t8 puedes traer la panacea que conviene a toda demenciaA B%na gran carcajadaA n 3n, decidnos la 8ltima palabra de todo esto y ens64anos, de3nitivamente, si una quimera que revienta 2aciendo ruido en el vac-o puede llenarse de nuevo y adquirir redondez, absorbiendo la sustancia mir-3ca de nuestras segundas intenciones. Itrum chimaera in vacuum bombinans possit concidere secundum intentiones.
Otros necios, otros comentarios. 7e aqu- que vienen los adversarios de la Iglesia a decirnos1 'ios est/ en el 2ombre, lo que quiere decir, que no 2ay otro 'ios que la inteligencia 2umana. #i el 2ombre est/ sobre la ley religiosa esta ley embaraza al 2ombre Cpor qu6 6l no suprime la leyE #i 'ios es nosotros y si nosotros somos todos 2ermanos, si ninguno tiene el derec2o de llamarse se4or nuestro Cpor qu6 obedecemos nosotrosE (a e es la razón de los imb6ciles. &o creamos en nada y no nos sometamos a ninguno. BPues seaA so es altivez. Pero ser/ necesario batirse unos contra otros. B7e a2- la guerra de los dioses y la exterminación de los 2ombresA B!2ora, miseria y tonter-aA... BM/s aun, aun m/s, tonter-a, tonter-a y miseriaA Padre, perdónalos, porque no saben lo que 2acen, oraba es8s. Personas de buen sentido, quienes quiera se/is, a4adir6 yo, no los escuc26is, porque no saben lo que dicen. Pero entonces son inocentes, va a gritar un terrible menino. #ilecio, imprudente. B#ilencio, en nombre del cielo, o toda la moral est/ perdidaA !dem/s, vosotros os enga4/is. #i uesen inocentes ser-a permitido obrar con ellos y Cquerr-ais vosotros imitarlosE reer todo es una tonter-a0 la tonter-a no puede, pues, ser inocente. #i 2ay circunstancias atenuantes sólo a 'ios corresponde apreciarlas. &uestra especie es, evidentemente, deectuosa0 al o-r 2ablar y ver actuar a la
mayor-a de los 2ombres parece que no tienen la su3ciente razón para ser seriamente responsables. O- 2ablar en la /mara a los 2ombres que la *rancia Tel primer pa-s del mundoU 2onra con su con3anza. 7e aqu- al orador de la oposición. 7e a2- al campeón del ministerio. ada cual prueba, victoriosamente, que el otro nada entiende de los negocios del stado. !, prueba que ) es un idiota, y ) sostiene, que ! es un saltimbanqui. C! qui6n dar cr6ditoE #i eres blanco, creer6is en !, y si ueses rojo, dar6is la razón a ). BPero la verdad, mi 'ios, la verdadA (a verdad es que ! y ) son dos c2arlatanes mentirosos. 'esde que existe una duda entre ellos probaron que no 2ay val-a en ninguno de los dos. !dmiro la prueba y la demolición mutua de los dos contrincantes. "odo se encuentra en nuestros libros, excepto lo que ordinariamente quiso el autor decir en ellos. #e r-e de la religión como de una impostura y se manda las ni4as a la iglesia. #e ostenta cinismo y se tiene superstición. @ lo que m/s se teme, sobre todo, es el buen sentido, la verdad y la razón. (a vanidad pueril y el sórdido inter6s llevan a los 2ombres de nariz 2asta la muerte, motejadora suprema y de3nitivo olvido. l ondo de la mayor-a de las almas es la vanidad. C@ qu6 es la vanidadE s el vac-o. Multiplicad los ceros cuantas veces quer/is y siempre valdr/n cero0 8=
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amontonad nadas y llegar6is a nada0 nada, nada. &ada1 2e a2- el programa de la mayor-a de los 2ombres. B@ son estos los inmortalesA B@ estas almas, tan rid-culamente enga4adoras y enga4adas, son imperecederasA Para todos estos alocados la vida es una trampa suprema que el in3erno encubre. BO2A 2ay ciertamente aqu- un terrible secreto0 es el de la responsabilidad. l padre responde por sus 2ijos, el se4or por sus siervos, y el 2ombre inteligente por la multitud sin inteligencia. (a redención se realiza gracias a todos los 2ombres superiores0 la estulticia sure0 sólo el esp-ritu exp-a. l dolor del verme pisoteado y el de la ostra despedazada no son expiaciones. #abed, pues, que vosotros quer6is ser iniciados en los grandes misterios, que 2ac6is un pacto con el dolor y que aront/is el in3erno. l buitre y Prometeo os miran, y las *urias dirigidas por Mercurio preparan cu4as de madera y clavos. =ais a se sagrados, esto es, consagrados
al suplicio. (a 2umanidad tiene necesidad de vuestros tormentos. l risto murió joven en una cruz y todos aquellos a quienes inició ueron m/rtires. !polonio de "yana; murió torturado en las prisiones de Roma. Paracelso y !grippa, llevaron una vida errante y terminaron miserablemente. $uillermoPostel,; murió en la prisión. #aint $ermain y ogliostro, tuvieron un 3n misterioso y probablemente tr/gico. "arde o temprano, 2ay que satisacer el pacto, sea 6ste ormal o t/cito. s preciso liberarse del tributo que la naturaleza estableció sobre los prodigios. s necesario sostener una luc2a 3nal con el diablo, puesto que se tomó la libertad de ser 'ios. Eritis sicut dii scientes bonum et malum. polonio de /yana: *ilósoo pitagórico nacido en "ianes de apadocia poco tiempo despu6s de .. *ue mirado, por unos, como insigne mago, y por otros como un dios0 se le 2onró a8n despu6s de su muerte. Muy poco de cierto se sabe sobre los 8ltimos d-as de la vida de !polonio. !lgunos aseguran que a la edad de :<< a4os desapareció y ue llevado al cielo. =opisco a3rma que el espectro de !polonio se apareció en lo sucesivo al 2,
emperador !ureliano que que perdonase a su ciudad, a lo que !ureliano accedió. Pero lo que sitiaba a "ianes, pidi6ndole s- 2ay de seguro es que polonio ue el m/s sublime de los seres. -. del /0 uillermo #ostel: *amoso iluminado y uno de los m/s grandes 2ombres del #iglo N=I. !seguran que el exceso de estudio proundo y lectura de las obras abal-sticas de los Rabinos y la viveza de su imaginación 2icieron que muc2os lo consideraran loco. Iniciado en el siglo N=I, no pretend-a poseer el arcano de la 3loso-a 2erm6tica y, sin embargo, despu6s de viejo y abatido, dicen sus 2istoriadores, que se le vio con rostro sonrosado y sin arrugas, cuerpo /gil y vigoroso. #e le llamaba >el resucitado?. 'ice (evy en su >(lave de los $randes Misterios?1 un 2ombre de e exaltada 2ab-a 2allado la llave y publicaba un peque4o libro intitulado1 >(a (lave de las cosas ocultas desde el comienzo del mundo?. ste 2ombre era un iluminado abalista llamado $uillermo Postel. uzgó 2aber encontrado verdadera signi3caciónladel tetragrama en un libro 2ierogl-3co anterior a la )iblia y que denomina >$6nesis de noc2?0 en el anillo de una llave que da como explicación oculta de su obra singular traza un cuaternario misterioso que le-do de izquierda a derec2a, comenzando de abajo, se lee RO"!, de arriba, "!RO y 2asta "!RO"0 de derec2a a izquierda, "OR!, que es el nombre sacramental que los jud-os dan al libro sagrado. @ a4ade el mismo autor en otra de sus obras1 >Postel era 2ijo de un aldeano pobre de las cercan-as de )arenton de &ormand-a0 a uerza de perseverancia y de sacri3cios llegó a instruirse y pronto ue el 2ombre m/s sabio de su tiempo0 trabajaba como jornalero para ganarse el pan0 aprendió todas las lenguas conocidas y todas las ciencias de su tiempo, descubrió manuscritos preciosos y raros, entre otros los vangelios !pócrios y el >#ep2er @ezira2?. nvió su libro a los sacerdotes del oncilio de "rento, pero nadie lo comprendió0 unos lo tac2aron de 2ereje, y otros de loco. (a prueba de la locura de Postel es que escribió a los sacerdotes del
oncilio suplic/ndoles que bendijesen a todo el mundo y no lanzaran anatemas contra nadie. Otra locura1 trató de que los esuitas se convirtiesen a sus ideas, que predicasen la concordia universal entre los 2ombres, la paz entre los soberanos, la razón entre los presb-teros y la bondad a los pr-ncipes del mundo. %ltima y suprema locura1 desde4ó los bienes terrestres y el avor de los grandes, vivió siempre 2umilde y pobremente, no poseyó nada m/s que la ciencia y los libros y ambicionó solamente la verdad y la justicia. ra tan bueno, tan tratable que sus superiores eclesi/sticos tuvieron piedad de 6l, y consider/ndolo m/s tonto que malo se contentaron con encerrarlo en un convento 2asta su muerte?. -. del /. 0
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! Eliphas Levi – El Gran Arcano
SEGUNDA PARTE ( MI#"RIO #!R'O"!( O ( !R" ' 7!R# #R=IR POR (O# #PIRI"%# 82 Eliphas Levi – El Gran Arcano
ap-tulo I
LAS -UER.AS ERRANTES %n sentimiento vago, que podr-amos llamar conciencia del in3nito, agita al 2ombre y lo atormenta. #iente en s- uerzas ociosas0 cree percibir que a su alrededor se agitan enemigos sin orma o auxiliares desconocidos. Muc2as veces tiene necesidad de creer en lo absurdo y experimentar lo imposible. ntonces se siente doliente y quebrantado, todo lo amenaza y querr-a torcer la desesperación para de all- salir con una esperanza nueva. %n 3lósoo lo enternecer-a0 un mago lo espantar-a0 es entonces cuando necesita de un padre, de un sacerdote católico. l sacerdote es el domador de los 2ipogrios de la imaginación y de las tarascas de la antas-a. #aca uerzaesdeelnuestras quimeras0 m6dico 5aquezas y compone una realidad con nuestras 2omeópata de la locura 2umana. CPero no es 6l m/s que un 2ombreE C&o tiene una misión leg-tima, cuyos t-tulos de nobleza se remontan al alvario y al #ina-E 7ablo aqu- del sacerdote o padre católico, que de 2ec2o, sólo 6ste existe. (os ud-os tienen rabinos0 los Musulmanes, imanes0 los Indianos, bra2amanes0 los 2inos, bonzos0 los protestantes, ministros y pastores. #ólo los católicos tienen padres, porque sólo ellos tienen el altar y el sacri3cio, esto es, toda la religión. jercer la !lta Magia es 2acer competencia al sacerdocio católico, es ser un padre disidente. Roma es la gran "ebas de la iniciación nueva. lla movió, otrora, los 2uesos
de sus m/rtires para combatir a los dioses evocados por uliano. "iene como criptas sus catacumbas, como talismanes sus rosarios y medallas, como cadenas m/gicas sus congregaciones, como ocos magn6ticos sus conventos, como centros de atracción sus conesionarios, como medios de expansión sus catedrales, la prensa, y las ordenaciones de sus obispos, tiene, en 3n, su Papa1 el 2ombre 'ios visible y permanente en la tierra0 su Papa, que puede ser un necio como lo son la mayor-a de los an/ticos, o un perverso, como !lejandro =I, pero que no por eso dejar/ de ser el regularizador de los esp-ritus, el /rbitro de las conciencias y, en todo el universo cristiano, el distribuidor leg-timo de las indulgencias y perdones. s insensato, me dir/s. #-, es casi insensato a uerza de ser grande. asi es rid-culo, tanto es lo que esto sobrepasa lo sublime. CDu6 poder igual apareció jam/s en la tierraE Cómo se produjo este eecto inmensoE C'e dónde viene este prodigio que parece realizar lo imposibleE B'e la concentración de las uerzas errantes, de la asociación y dirección de los instintos vagos, de la creación convencional de lo absoluto en la esperanza y en la eA B$ritad a2ora contra el monstruo, 3lósoos del siglo N=IIA l monstruo es m/s uerte que vosotros y os vencer/. 'ir6is que es preciso destruir al iname. 'isc-pulos de =oltaire1 Bla inameA Cpens/is vosotros en esoE B(a iname inspiradora de =icente de Paula y de *enelón, la iname, que sugiere tantos sacri3cios a las nobles 2ermanas de la caridad, tantos aectos a pobres y castas misionerasA (a iname, undadora de tantas casas de caridad, de tantos reugios para el arrepentimiento, de tantos retiros para la inocencia. #i aqu- estuviera la inamia, y en cambio la 2onra se 2allase junto a vuestras calumnias e injurias, abrazo con amor el cadalso y calzo a los pies vuestra 2onra. 86
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Pero no es esto lo que quer6is decir, y yo, a mi vez, no quiero ser vuestro calumniador. B!lma de =oltaire, a quien de buena voluntad llamar-a santa, porque preer-as a todas las cosas la verdad y la justicia0 para ti, el buen sentido era 'ios y la estulticia era el diabloA #ólo viste el alma en el pesebre de )et2lem. ontemplaste la entrada triunal de es8s en erusalem y re-ste de las orejas del
jumento. sto deb-a disgustar a *reron. B!2, si te 2ubiese conocido =euillotA Pero 2ablemos seriamente, pues se trata aqu- de cosas graves. l >$enio del ristianismo? respondió a los sarcasmos de =oltaire, o m/s bien dic2o, 2ateaubriand completó a =oltaire, pues estos dos grandes 2ombres est/n, igualmente, uera del catolicismo de los cl6rigos. (as orejas de burro ser/n indispensables mientras 2aya burros en el mundo, y debe 2aber burros en 6l, puesto que la &aturaleza, 2ija de 'ios, los creó. es8s el risto quiso tener una jumenta para montar, y es por eso que el #anto Padre monta en una mula. #u propia babuc2a es la llamadamula+ tal vez para indicar que un buen Papa debe ser obstinado 2asta la punta de los dedos de los pies.on possumus+ dice nuestro #anto Padre P-o IN cuando le piden concesiones y reormas. l Papa nunca dicepossumus+ >podemos?, porque 6se es el $ran !rcano del sacerdocio0 todos los padres lo saben bien, y esto es verdad, principalmente en cuanto que no lo dicen. l poder undado en los misterios debe ser un poder misterioso, de otra manera no existir-a. reo que este 2ombre tiene alg8n poder que no puedo de3nir porque 2ay algo m/s que no comprendo y que tampoco 6l comprende. Por tanto, debo obedecerle, pues no podr-a decir por qu6 no le obedecer6, no pudiendo negar la existencia de lo que no s6, existencia que, adem/s, 6l a3rma con igual razón. #iento que esto no es razonable, pero estoy muy satisec2o porque 6l me dice muc2as veces que es preciso descon3ar de la razón. #olamente 2allo que esto me 2ace bien y que pensar as- me tranquiliza. "en6is razón, 2arbonnier. !mores abortados o desilusionados, ambiciones repelidas0 disgustos impotentes, resentimientos amargados, orgullo que aspira a descender, prejuicio del esp-ritu agotado por la duda, arrobos de ignorancia por lo desconocido y principalmente por lo maravilloso, temores vagos de muerte, tormentos de mala conciencia, necesidad de descanso que nos mueve sin cesar, sue4os sombr-os y grandiosos artistas, visiones terribles de la eternidad1 2e aqu- las uerzas errantes que la religión re8ne y con las cuales orma una pasión, la m/s invencible y ormidable de todas1 la devoción. sta pasión no tiene reno, porque nada puede retenerla o limitarla0 ella se vanagloria de sus
excesos y cree que la eternidad comienza en ella. !bsorbe todos los sentimientos, vuelve insensible a todo lo que no es ella, y lleva el celo de la propaganda 2asta el despotismo m/s asesino y el uror m/s implacable. #anto 'omingo y #an P-o = son reconocidos como tales por toda la Iglesia y no pueden ser renegados por un católico sumiso y de buena e. #e comprende cu/n poderosa palanca puede volverse la devoción en manos de una autoridad que se declara inalible. 'adme un punto de apoyo uera del mundo, dec-a !rqupimedes, y yo dislocar6 la tierra. (os padres católicos encontraron un punto de apoyo uera de la razón personal y dislocar/n la razón de la 2umanidad1 >=iendo que los 2ombres no llegaban al conocimiento de 'ios por la ciencia y por la razón, &os aprueba, dice el pr-ncipe de los apóstoles, salvar a los creyentes por la absurdidad de la e? !dversarios de la Iglesia, Cqu6 ten6is que responder a estoE #an Pablo 2abla, como 6l dice, con la boca abierta y no pretende enga4ar a nadie. (a uerza religiosa del dogma est/ en esta oscuridad que 2ace su absurdidad aparente. %n dogma explicado deja de ser un dogma, es un teorema de 3loso-a o apenas un postulado. #iempre quieren conundir la religión con la 3loso-a y no comprenden que la separación y la distinción, no digo su antagonismo, son absolutamente necesarias para el equilibrio de la razón. (os astrónomos piensan que los cometas son errantes sólo en relación con nuestro sistema, pero que siguen un curso regular que va desde un sistema a otro y describe una elipse cuyos ocos son dos soles. 88 Eliphas Levi – El Gran Arcano
(o mismo acontece con las uerzas errantes del 2ombre. %na luz no les basta, y parales equilibrar su vuelo son necesarios dos centros y dos ocos1 uno es la razón y el otro es la e. 8? Eliphas Levi – El Gran Arcano
ap-tulo II
LOS PODERES DE LOS SACERDOTES Para que el sacerdote sea poderoso es necesario que sepa o que crea. (a conciliación de la ciencia con la e pertenece al gran 2ieroante. #i el cl6rigo sabe sin creer, puede ser un 2ombre de bien o un 2ombre indigno. #u uere 2ombre de bien, explota la e de los otros en provec2o de la razón y de la justicia. #i es 2ombre indigno,
explota la e en provec2o de su codicia, pero entonces ya no es el padre, sino el m/s vil de los mal2ec2ores. #i cree sin saber, es un necio respetable, pero peligroso, que los 2ombres de ciencia deben vigilar y dominar. l sacerdocio y la realeza, en el cristianismo, son apenas delegaciones. "odos nosotros somos sacerdotes y reyes0 pero como las unciones sacerdotales y reales suponen la acción de uno solo sobre una multitud, con3amos nuestros poderes en el orden temporal a un rey, y a un padre TsacerdoteU, en el orden espiritual. l rey cristiano es un sacerdote como todos nosotros, pero que no ejerce el sacerdocio. l sacerdote cristiano igualmente es un rey, pero no debe ejercer la realeza. l sacerdote debe dirigir al rey y 6ste proteger al sacerdote. l sacerdote tiene las llaves y el rey lleva la espada. l padre o sacerdote del cristianismo primitivo era #an Pedro y el rey era #an Pablo. l rey y el sacerdote reciben sus poderes del pueblo, que ue consagrado rey y sacerdote por la santa unción del bautismo, aplicación de la sangre divina de esucristo. "oda sociedad est/ salvaguardada por el equilibrio de estos dos poderes. Due ma4ana no 2aya m/s papas y despu6s de ma4ana no 2abr/ m/s reyes, ni 2abr/ ninguno para reinar, sea en el orden temporal, sea en el orden espiritual, porque nadie obedecer/0 no 2abr/ m/s sociedad y los 2ombres se matar/n unos a otros. l papa es el sacerdote y el sacerdote es el papa, pues uno es representante del otro. (a autoridad del papa viene de los sacerdotes y de 6stos vuelve al papa. #obre ellos sólo 2ay 'ios. "al es, al menos, la creencia de los cl6rigos. Por tanto, para aquellos que tienen con3anza en 6l, el sacerdote dispone de un ser divino. @ osar6 decir, que su poder parece ser m/s que divino, porque ordena al propio 'ios que venga y 'ios viene. B7ace a8n m/s, crea a 'ios por la palabraA Por un prestigio atribuido a su persona, despoja a los 2ombres de su orgullo y a las mujeres de su pudor. (as uerza a venir a contarle las torpezas por las que los 2ombres combaten, si alguien descon3ase de ellas, y cuyos nombres ni las mujeres mismas querr-an o-r a no ser en el conesionario. Pero a2- est/n en regla con las peque4as inamias, que ellas las dicen en voz baja, y el padre las perdona o les impone una penitencia1 algunos rezos o peque4a morti3cación a practicar, y ellas se van consoladas. B#er/ entonces muy grato comprar la paz del
corazón al precio de un poco de sujeciónA 8,
Eliphas Levi – El Gran Arcano
Puesto que la religión es la medicina de los esp-ritus, ciertamente impone sujeciones, como el m6dico prescribe remedios y somete a sus dolientes a un r6gimen. &adie puede establecer razonablemente la utilidad de las medicinas, y los m6dicos no deben pretender orzar a las personas sanas a tratarse de purgarse. #er-a un espect/culo alegre ver al presidente de la !cademia de Medicina lanzar enc-clicas contra aquellos que viven sin ruibarbo y proscribir de la sociedad a los que con la sobriedad el ejercicio se dispensan de recurrir al m6dico. @ de alegre pasar-a a ser tr/gica la situación, adem/s de rid-cula, si el gobierno, apoyando las pretensiones del decano, dejase a los reractarios solamente a elección entre la jeringa de purgar y el usil de Matamoscas. (a libertad del r6gimen es tan inviolable como la libertad de conciencia. Me dir6is tal vez, que no se consulta a los locos antes de administrarles duc2as. 'e acuerdo0 pero tened cuidado, esto se volver-a contra vosotros. (os locos est/n en oposición con la razón com8n. "ienen creencias excepcionales y extravagancias que quieren imponer y que los vuelven uriosos. &o 2ag/is pensar que ser-a preciso responder con duc2asobli&atorias a los deensores del )yllabus l poder del cl6rigo es totalmente moral y no podr-a imponerse por la uerza. Pero por otro lado, y por una justa compensación, la uerza no puede destruirlo. #i mat/is a un padre 2ac6is un m/rtir. 7acer un m/rtir es sentar la primera piedra de un altar, y todo altar produce seminarios de padres. 'erribad su altar, y con sus piedras dispersas construir/n otros veinte que no lograr6is derribar. (a religión no ue inventada por los 2ombres, ella es atal, esto es, providencial0 se produjo por smisma, para satisacer las necesidades de los 2ombres, y es as- como 'ios lo quiso y reveló. l vulgo cree en ella porque no la comprende y le parece tan absurda que lo subyuga y le agrada0 y yo creo en ella porque la comprendo y encuentro absurdo no creer en ella. #oy yo, nada tem/is, dice el risto, andando sobre las olas en medio de la tempestad. #e4or, si sois vos, dice #an Pedro, ordenad que yo vaya a vuestro encuentro, andando tambi6n sobre las ondas. B=enA responde el #alvador, y Pedro anduvo sobre el mar. Inmediatamente el
viento se levanta urioso, las olas se balancean con uerza y el 2ombre tiene miedo0 est/ por 2undirse, y es8s, reteni6ndolo y levant/ndolo de la mano, le dice1 >7ombre de poca e, Cpor qu6 dudasteE? 8 Eliphas Levi – El Gran Arcano
ap-tulo III
EL ENCANTAMIENTO DEL DEMONIO l placer es un enemigo que debe, atalmente, volverse nuestro esclavo o nuestro se4or. Para poseerlo es preciso combatir, y para gozarlo es necesario 2aberlo vencido. l placer es un esclavo encantador, pero un se4or cruel, implacable y asesino. ! aquellos a quienes posee, los cansa, los agota, los mata, despu6s de 2aber enga4ado sus deseos y traicionado todas sus esperanzas. (a esclavitud de un placer se llama pasión. ( dominio de un placer puede convertirse en un poder. (a &aturaleza puso el placer junto al deber0 si lo separamos del deber, se corrompe y nos envenena. #i lo juntamos con el deber, el placer no se separar/ m/s de 6l, nos seguir/ y ser/ nuestra recompensa. l placer es inseparable del bien. l 2ombre de bien puede surir, es verdad, pero, para 6l, un placer inmenso se desprender/ del dolor. ob, en su estercolero, recibe la visita de 'ios que lo consuela y lo absuelve, mientras que &abucodonosor, en su trono, se inclina bajo un mal atal que le quita la razón y lo transorma en bestia. es8s, expirando en la cruz, da un grito de triuno, como si sintiese su próxima resurrección, mientras que"iberio,;J en aprea, en medio de sus criminales delicias, soporta las angustias de su alma y con3esa, en una carta dirigida al #enado, que todos los d-as se siente morir. l mal sólo puede asirnos por nuestros vicios y por el temor que nos inspira. ( diablo persigue a los que le temen y 2uye de los que le desprecian. Obrar bien y no temer a nada es el arte de encadenar al demonio. Pero no pretendemos dar aqu- un tratado de moral. Revelamos los secretos de la ciencia m/gica aplicada a la medicina de los esp-ritus. Pero es necesario decir algo sobre las posesiones y exorcismos. "odos tenemos, en nosotros mismos, el presentimiento de una doble vida. (as luc2as del esp-ritu contra la conciencia, del deseo cobarde contra el sentimiento generoso, en 3n, de la bestia contra la
criatura inteligente0 las 5aquezas de la voluntad, arrastrada muc2as veces por la pasión, las reprobaciones que nosotros mismos nos dirigimos, nuestra propia descon3anza, las antas-as concebidas0 todo esto parece revelar en nosotros la presencia de dos personas de car/cter dierente, una de las cuales nos ex2orta al bien mientras que la otra nos querr-a arrastrar al mal. 'e estas ansiedades naturales de nuestra naturaleza dual, se deduce, que existen dos /ngeles cautivos en cada uno de nosotros, uno bueno y uno malo, siempre presentes, uno a nuestra derec2a y otro a nuestra izquierda. Pero, decimos, es pura y simplemente simbolismo, esto es un arcano de la ciencia, y la imaginación del 2ombre es losu3cientemente poderosa para dar ormas pasajeramente reales a los seres que su verbo a3rma. M/s de una religiosa vio y tocó su /ngel de la guarda0 m/s de un asceta se 2alló rente a rente y luc2ó realmente con su demonio amiliar. 23
/iberio+ segundo
emperador romano que, seg8n ard/n, ve-a claro como 6l, en medio de las tinieblas. ustamente criticado por "/cito, por sus crueldades.-. del /. 0 83 Eliphas Levi – El Gran Arcano
n las visiones que provocamos y que proceden de una disposición enermiza, aparecemos nosotros mismos bajo ormas que una proyección magn6tica provee a nuestra imaginación exaltada. @ tambi6n, a veces, ciertos dolientes y algunos mani/ticos pueden proyectar uerzas que imantan objetos sometidos a su in5uencia, de manera que tales objetos parecen moverse por si mismos y cambiar de lugar. stas producciones de im/genes y de uerzas, no perteneciendo al orden 2abitual de la naturaleza, proceden siempre de alguna disposición enermiza, que pude volverse contagiosa de un momento a otro, por eectos del temor, el espanto, o una mala disposición. s entonces que se duplican los prodigios y todo parece ser arrastrado por el v6rtigo de la demencia. #emejantes enómenos son, evidentemente, desequilibrios producidos por el magnetismo del mal, y el vulgo tendr-a razón, si admitiese la de3nición que dimos, de atribu-rselos al demonio. ste ue el srcen de los milagros de los convulsionarios de #. Medardo y tantos otros. !s- se producen las singularidades del espiritismo0 en el centro de todos estos c-rculos, al rente de todas estas corrientes 2ab-a exaltados y enermizos. $racias a la acción de la corriente y a la presión de los
c-rculos, los pacientes puedentornarse incurables, y los exaltados, locos. uando la exaltación visionario y el desequilibrio magn6tico se producen en orma crónica en el paciente, 6ste queda obcecado o poseso, seg8n la gravedad del mal. l individuo que se 2alla en tal estado, es atacado por una especie de sonambulismo contagioso0 sue4a despierto, cree en lo absurdo y lo produce 2asta cierto punto alrededor de s-, ascina las miradas y enga4a los sentidos de personas impresionables que le rodean. s entonces que la superstición triuna y que la acción del diablo se 2ace evidente. @ de 2ec2o ella es eectiva, pero lo que juzgamos, no es el diablo. #e podr-a de3nir la magia como la ciencia del magnetismo universal, m/s ello ser-a tomar el eecto por la causa. (a causa, ya lo dijimos, es la luz primaria del O', O) y !%R de los 2ebreos. =olvamos pues, al magnetismo, cuyos grandes secretos a8n no son conocidos en sus uturos teoremas. I "odos los seres que viven bajo una orma son polarizados para aspirar y respirar la vida universal. II
(as uerzas magn6ticas, en los tres reinos, son 2ec2as para equilibrarse por la uerza de los contrarios. III
(a electricidad sólo es apenas el calor especial producido por la circulación del magnetismo. I=
(os remedios no curan las dolencias por la acción propia de su sustancia, mas s- por sus propiedades magn6ticas. = "oda planta es simp/tica a un animal y antip/tica al animal contrario. "odo animal es simp/tico a a otro. (a presencia de un animal puede mudar el un 2ombre y antip/tico car/cter de una dolencia. M/s de una solterona se volver-a loca si no tuviese un gato y ser-a casi razonable, si con la posesión de un gato consigue conciliar la de un can. 87
Eliphas Levi – El Gran Arcano
=I &o 2ay una planta, no 2ay un insecto, no 2ay una piedra que no oculte una virtud magn6tica y que no pueda servir, sea a la buena o a la mala in5uencia de la voluntad 2umana. =II
l 2ombre tiene el poder natural de aliviar a sus semejantes, por la voluntad, por la palabra, por la mirada y por los signos. Para ejercer este poder es preciso conocerlo y creer en 6l. =III "oda voluntad no maniestada por una se4al es una voluntad ociosa. 7ay se4ales directas y se4ales indirectas. (a se4al directa tiene m/s poder porque es m/s racional0 pero la se4al indirecta siempre es un signo o una acción correspondiente a la idea, y como tal puede realizar la voluntad. (a se4al indirecta sólo es eectiva cuando la directa es imposible. IN "oda determinación a la acción es una proyección magn6tica. "odo consentimiento a una acción es una atracción del magnetismo. "odo acto consentido es un pacto. "odo pacto es una obligación libre al principio, atal despu6s. N Para obrar sobre los otros, sin esclavizarse, es necesario estar en esa independencia perecta que sólo a 'ios pertenece. CPuede el 2ombre ser 'iosE B#-, por participaciónA NI jercer un gran poder sin ser perectamente libre es sacri3carse a una gran atalidad. s por eso que un 2ec2icero no puede arrepentirse y necesariamente es condenado. NII l poder del mago y el del 2ec2icero es el mismo0 solamente que el mago se asegura en el /rbol cuando corta la rama, mientras que el 2ec2icero est/ suspendido en la propia rama que quiere cortar. NIII 'isponer de las uerzas excepcionales de la naturaleza es ponerse uera de la ley. s, por consiguiente, someterse al martirio siendo justo, y a un leg-timo suplicio si no lo uere. NI= #or el Hey a 9ios (ueda prohibido de a(uí en este lu&ar facer mila&ros
es una inscripción paradojal solamente en la orma. (a polic-a de este o aquel lugar pertenece al rey, y mientras el rey es rey. 'ios no puede ponerse en contradicción con la polic-a del rey. 'ios puede lanzar en el basural a los malos papas y a los malos reyes, pero no puede oponerse a las leyes ?= Eliphas Levi – El Gran Arcano
reinantes. Por consiguiente, todo milagro que se 2ace contra la autoridad espiritual y legal del papa o contra la autoridad temporal y legal del rey, no viene de 'ios sino del 'iablo.
'ios, en el mundo, es el orden y la autoridad0 #at/n es el desorden y la anarqu-a. l por qu6 no sólo es permitido si no que es tambi6n glorioso resistir a un tirano, es porque el tirano es un anarquista que usurpó el poder. CDuer6is pues, luc2ar victoriosamente contra el malE #ed la personi3cación del bien. CDuer6is vencer a la anarqu-aE #ed el brazo de la autoridad. CDuer6is encadenar a #at/nE #ed el poder de 'ios. !2ora bien, el poder de 'ios se mani3esta en la 2umanidad por dos uerzas1 la e colectiva y la incontestable razón. 7ay, pues, dos especies de exorcismos inalibles1 los de la razón y los de la e. (a e manda en los antasmas, de la que es reina, porque es su madre, y a su conjuro ellos se apartan por alg8n tiempo. (a razón sopla sobre ellos, en nombre de la ciencia, y ellos desaparecen para siempre. ?1 Eliphas Levi – El Gran Arcano
ap-tulo I=
LO SORENATURAL , LO DIVINO (o que el vulgo llama sobrenatural es lo que le parece contra la naturaleza. (a luc2a contra la naturaleza es el sue4o insensato de los ascetas0 como si la &aturaleza no uese la ley misma de 'ios. (lamar/n concupiscencia a las atracciones leg-timas de la naturaleza. (uc2ar/n contra el sue4o, contra el 2ambre y la sed, contra los deseos del amor. (uc2ar/n no sólo para triunar de las atracciones superiores, sino con el pensamiento de que la naturaleza es corrupta y que la satisacción de la naturaleza es un mal. 'e ello resultar/n extra4as aberraciones. l insomnio crea el delirio0 el ayuno vac-a los cerebros y los llena de antasmas0 el celibato orzado 2ace nacer monstruosas impurezas. (os íncubos y los súcubos inestar/n los claustros.;V l priapismo y la 2isteria crear/n desde esta vida un in3erno para los monjes sin vocación y para las monjas presuntuosas. #an !ntonio y #anta "eresa luc2aron contra antasmas l8bricos0 asist-an, en imaginación, a org-as de las que ni la antigua )abilonia tuvo idea. Mar-a !lacoque y Mesalina surieron los mismos tormentos1 los del deseo exaltado m/s all/ de la naturaleza e imposible de ser satisec2o. on todo, 2ab-a entre ellas una dierencia, y es que si Mesalina 2ubiese podido suponer una Mar-a !lacoque, 2abr-a tenido celos de ella. Resumir todos los 2ombre en uno solo, comoal-gulaG< quiso 2acerlo en su
sed de sangre, y ver a este 2ombre de los 2ombres abrir su pec2o y darle a adorar su corazón ardiente y lleno de sangre para que lo adorase como consolación del jam/s poder saciarse del amor, Bqu6 sue4o ideal 2abr-a sido para MesalinaA l amor, esta victoria triunal de la &aturaleza, no le puede ser arrebatado sin que ella se irrite. uanto cree volverse sobrenatural se vuelve contrario a la naturaleza, y la m/s monstruosa de las impurezas es la que proana y prostituye de alg8n modo la idea de 'ios. Ixión, arroj/ndose a unoG: y agotando su uerza viril en una nube vengadora era, en la alta 3loso-a simbólica de los antiguos, ncubo+ elemental que tiene el poder de maniestarse, materializarse y tener relaciones -ntimas con una mujer. s una larva o par/sito masculino creado y nutrido por la lascivia y la imaginación inmoral de la mujer con quien convive. Puede tambi6n ser el cuerpo astral de un 2ombre allecido o bien la proyección de la violenta pasión de un 2ombre vivo. 'el lat-n incubus+ in+ en, cubare+ verter, derramar, etc. )úcubo+ par/sito emenino, nacido de la imaginación des2onesta del 2ombre. (o mismo que el ncubo+ puede ser el astral de una mujer muerta o la proyección de la s8bita pasión de una viva. 'el lat-n )uccubus+ sub+ debajo, cubare+ ec2ar, acostar, etc. -. del /. 0 G < >alí&ula+ emperador romano que sucedió a "iberio. *ue un monstruo de crueldad y tan extravagante o loco que nombró cónsul a su caballo ncitato. #e cree que murió envenenado o asesinado por su mujer. 'ice #uetonio que despu6s de su muerte apareció muc2as veces y que su casa estuvo inestada de monstruos y espectros 2asta que se tributaron los 2onores 8nebres. -. del /. 0 G: *ión+ Mitolog-a1 Rey de los lapitas, ue precipitado por 8piter al "/rtaro y atado a una rueda inernal que giraba sin cesar.
Eliphas Levi – El Gran Arcano
la 3guración de esta sacr-lega pasión, castigada en los in3ernos con lazos de serpientes que ligan a la v-ctima a una rueda y la 2acen girar en v6rtigo eterno. (a pasión erótica, desviada de su objeto leg-timo desviada de su objeto leg-timo y exaltada 2asta el deseo insensato de 2acer, por as- decir, violencia al in3nito, es la m/s uriosa de las aberraciones del alma, e igual que la demencia del Marqu6s de #ade, tiene sed de torturas y de sangre. (a joven, despedazar/ su seno con tejidos de 2ierro0 el 2ombre, ex2austo, descontrolado por los ayunos y las vigilias, se abandonar/ eternamente a las delicias depravadas de una 5agelación llena de sensaciones extra4as, y despu6s, a uerza de atigas, vendr/n las 2oras de un sue4o lleno de sue4os enervantes. 'e tales excesos resultar/n dolencias desconocidas y desesperantes para la
ciencia. "odos los sentidos perder/n su empleo natural para proveer elementos a sensaciones alsas, a cicatrices m/s terribles que las de la s-3lis0 en las manos, en los pies, alrededor de la cabeza, llagas de supuración intermitente y proundamente dolorosas. (uego, la v-ctima, no ver/ ni oir/ m/s, dejar/ de alimentarse, y quedar/ sumergida en un idiotismo proundo, del que sólo saldr/ para morir, al menos que se opere una muy uerte reacción, maniestada por excesos de 2isterismo o de priapismo, que 2ar/n creer en la acción directa del demonio. BInelices entonces los de %rbano$randierG; y los $auridyA B(os urores de las bacantes que despedazaran a OreoGG, resultan inocentes diversiones comparados con la rabia de las piadosas palomas del #e4or entregadas a las urias del amorA randier. l convento de %rsulinas de (oudon, :;, se vio de pronto inestado de duendes y esp-ritus malignos. Muc2as de las religiosas declararon estar pose-das y lo conesaron a su director espiritual uan Mignon, quien resolvió 2acer caer toda la culpa en %rbano $randier, cura de #an Pedro de (oudon, que era un sacerdote de 2onrada 62 Irbano
amilia, 2ombre de talento, ydeque buena presencia, elocuente y que reun-a en su persona todos los dones de la naturaleza, adem/s se 2ab-a granjeado la estimación de las se4oras por sus modales corteses, que le distingu-an de los dem/s eclesi/sticos. 2ocaba con los railes, predicando contra las 2ermandades0 2ab-a entablado una causa contra )arot, presidente de la elección y contra "ringuant, procurador del rey y su sobrino Mignon, conesor de las %rsulinas. stos tres enemigos aliados acusaron a $randier de 2aber causado la posesión de las %rsulinas vali6ndose de magia. l procurador del rey, los jueces y el clero se dirigieron al convento0 la supresión empezó a 2acer contorsiones dando gritos de lec2ón0 el capell/n Mignon empezó a conjurar los demonios interrog/ndolos en lat-n. %n d-a anunciaron que 2ar-an salir los diablos, pero la arsa tuvo mal resultado y la autoridad debió cesar el examen. Pero Mignon, resuelto a morir antes que abandonar sus proyectos, acusó a $randier de ser el autor de un olleto titulado zapatero de (oudon?, anónimo>l contra Ric2elieu. l onsejero de estado dio o-dos y desde luego reaparecieron los diablos en el convento, esta vez en mayor n8mero. #e encerró a $randier en el astillo de !nger y se reinició el proceso. (os exorcistas, que recibieron sumas considerables, trabajaron con a2-nco. l ;< de mayo de :GG se preguntó a la superiora cu/les eran los demonios que la pose-an y ella contestó que eran !smodeo, $resil y !m/n. Interrogada cómo se 2ab-an introducido en su cuerpo, dijo1 >en 3gura de gato, de ciervo y de cabrón?. Prometieron 2acer salir estos diablos en presencia de los espectadores, pero no pudieron lograrlo y los asistentes salieron deraudados. l onsejero (aubordemont, para acallar las 2abladur-as, pro2ibió, por medio de un decreto, el >burlarse de una posesión aut6ntica?. %no de los exorcistas presentó una copia del pacto que $randier 2ab-a 3rmado con el diablo, seg8n dijo, la 2ab-a obtenido por valimento con
uno de los demonios arc2iveros del in3erno. $randier protestó de semejante ridiculez, pero los exorcistas aseguraron que $randier la 2ab-a puesto en manos de (ucier en un concili/bulo de brujos. ! pesar de que dos religiosas se retractaron demandando perdón en p8blico por 2aber intentado perder a un inocente, $randier ue declarado reo convicto en los delitos de magia, male3cio y posesión del demonio en las monjas %rsulinas, condenado a una uerte multa, a ser quemado vivo y sus cenizas arrojadas al viento. #e aeitó a $randier de pies a cabeza para ver si llevaba alguna marca del diablo y se le condujo s- ante los jueces y espectadores. l Padre (actancio y otro exorcista conjuraron el aire, etc. $randier, de rodillas, escuc2ó su sentencia con una calma admirable. #e le llevó al suplicio, que ue tan 2orrible y cruel, que es imposible leer el relato sin 2orrorizarse. uando quer-a 2ablar la v-ctima los exorcistas le ec2aban gran cantidad de agua bendita que le imped-a respirar. (o 8nico que pudo decir ue1 >B!2A, padre (actancio, 2ay un 'ios que nos juzgar/ a ti y a m-, ante quien te emplazo para de aqu- a un mes...? 'espu6s de la muerte de $randier, poco a poco se ueron retirando los diablos del convento. l padre (actancio se propon-a a exorcizar a cuatro que todav-a quedaban, cuando cayó enermo y murió entre rabiosas crisis un mes despu6s de $randier. #e encuentra esta 2orrible 2istoria en un libro impreso a propósito, titulado >7istoria de los diablos de (oudon?, por #aint!ubin, y tambi6n en >l verdadero Padre os6?, por Ric2er, a4o ::K. ste 8ltimo relata que tres l/grimas manaban de su ojo derec2o, lo que ue una prueba e2aciente de su culpabilidad y motivo m/s que su3ciente para condenarlo a la 2oguera. BO2 tiempos aquellosA -. del /. 0 GG Cacantes. Mitolog-a1 mujeres que tomaban parte en las bacanales, 3estas que se celebraban en 2onor a )aco. !r feo+ poeta y m8sico griego, 2ijo de !polo y de l-o o de agro, rey de "racia y de al-ope. !l sonido de su lira y de su voz, los r-os suspend-an su curso y las 3eras se amansaban. Perdió a su esposa ur-dice el d-a de sus bodas. Plutón, se la ?6 Eliphas Levi – El Gran Arcano
BDui6n nos contara los indecibles romances de la celda del cartujo o del lec2o solitario en que parece dormir la religiosa enclaustradaA B(os celos del esposo divino, sus abandonos que la vuelven loca, sus caricias que dan sed de amorA B(as resistencias del s8cubo coronado de estrellas,delos desprecios la =irgen reina de los /ngeles, las complacencias de esucristoA BO2A Blos labios que bebieron una vez en esta copa atal quedan alterados y tr6mulosA (os corazones quemados una vez por este delirio, 2allan secas e ins-pidas las uentes reales del amor. C=erdad que ue un 2ombre para una mujer lo que so4ó 'iosE CDu6 es la mujer para un 2ombre, cuyo corazón palpitó por la belleza eternaE !2A Pobres insensatos, nada es para vosotros y sin embargo, lo es todo0 pues es la realidad, la razón, la vida. =uestros sue4os apenas son ensue4os, vuestros antasmas apenas antas-as. 'ios, la (ey viva, 'ios, la sabidur-a suprema, no es cómplice de vuestras locuras ni el objeto posible de vuestras
pasiones desesperadas. %n pelo ca-do de la barba de un 2ombre, un solo cabello perdido por una mujer viva y real, son cosas mejores y m/s positivas que vuestras devoradoras quimeras. !maos unos a otros y adorar6is a 'ios. (a verdadera adoración a 'ios no es el aniquilamiento del 2ombre en la ceguera del delirio0 es, por el contrario, su exaltación tranquila en la luz de la razón. l verdadero amor de 'ios no es la pesadilla de #an !ntonio0 al contrario, es la paz prounda, esa tranquilidad que resulta del orden perecto. "odo lo que el 2ombre juzga sobrenatural en su propia vida, va contra la naturaleza, y todo lo que es contra natura, oende a 'ios. Bsto es pues, lo que un verdadero iniciado debe saber muy bienA &ada es sobrenatural, ni el mismo 'ios, porque la &aturaleza lo demuestra. (a &aturaleza es su ley, su pensamiento0 la &aturaleza es 6l mismo, y si se pudiese desmentir a la &aturaleza, tambi6n se podr-a atentar contra su propia existencia. l pretendido milagro divino, si se saliese del orden eterno, ser-a el suicidio de 'ios. %n 2ombre puede curar naturalmente a los otros, porque esucristo, los #antos y los magnetizadores lo 2icieron y lo 2acen a8n todos los d-as. %n 2ombre, se puede elevar de la tierra, andar sobre el agua, etc.0 puede todo lo que es8s pudo, pues ue 6l mismo quien lo dijo1 >!quellos que creen 2ar/n las cosas que yo 2ago y a8n cosas mayores?. es8s resucitó muertos, pero jam/s evocó almas. Resucitar un 2ombre es curar la letargia que ordinariamente precede a la muerte. vocarlo, despu6s de muerto, es imprimir a la vida un movimiento retrógrado, es violentar la naturaleza, y es8s no pod-a 2acerlo. l milagro divino es la obediencia de la naturaleza a la razón0 el milagro inernal, es aquello en que la naturaleza se desequilibrara para obedecer a la locura. l verdadero milagro de la vida 2umana es el buen sentido, la razón paciente y tranquila, la sabidur-a que puede creer sin peligro, porque sabe dudar sin amargura y sin cólera, es la voluntad buena y perseverante que busca, estudia y espera. s Rabelais que celebra al vino, bebe agua a menudo, cumple los deberes de un buen cura y escribe su #enta&ruel. %n d-a que ean de (aontaine ten-a puestas sus medias al rev6s, preguntó seriamente si #an !gust-n tendr-a tanto esp-ritu como Rabelais. =olveos vuestras medias, buen (aontaine, y guard/os para el uturo semejantes preguntas0 tal vez el se4or *ontenelle sea bastante
sutil para comprederos, pero ciertamente que no es lo su3cientemente osado para responderos. &o es 'ios todo lo que tomamos por 'ios, y todo lo que tomamos por el diablo no es el diablo. (o divino escapa a la apreciación del 2ombre, y sobre todo del 2ombre vulgar. (o bello siempre es simple, la verdad parece cosa com8n y lo justo pasa desapercibido porque no molesta a nadie. l orden nunca es notable1 sólo el desorden trae la atención, porque es conuso y bullanguero. (os ni4os, en su mayor-a, son insensibles a la armon-a, pre3eren el tumulto y el ruido0 y es as- tambi6n como, en la vida, muc2as personas buscan el drama y el romance. 'esprecian el bello sol y sue4an con los resplandores del rayo, imaginan la virtud solamente como la cicuta. #i 2ubiesen sido verdaderos sabios, #ócrates no 2abr-a recurrido a la muerte y atón 2abr-a vivido libre0 pero Clos 2abr-a conocido el mundo si 2ubiesen sido verdaderos sabiosE devolvió, pero nuevamente la perdió para siempre. ntonces juró no amar m/s, se ue a un desierto y cantó tan tiernamente sus dolores que enterneció a las 3eras0 pero las mujeres ueron menos sensibles a su dolor, pues una bacantes lo destrozaron. -. del /. 0 ?8 Eliphas Levi – El Gran Arcano
#aint Martin no lo cre-a, 6l daba el nombre de 3lósoos desconocidos a los iniciados en la verdadera sabidur-a. allarse es una de las grandes leyes del ocultismo. (uego, callarse es ocultarse. 'ios es la omnipotencia que se oculta, y #at/n, la impotencia vanidosa que siempre procura mostrarse. ?? Eliphas Levi – El Gran Arcano
ap-tulo =
LOS RITOS SAGRADOS , LOS RITOS MALDITOS Relata la )iblia que, despu6s de 2aber puesto uego proano en sus incensarios, dos sacerdotes ueron devorados delante del altar por una explosión del uego sagrado. sta 2istoria es una amenazadora alegor-a. n eecto, los ritos no son ni indierentes ni arbitrarios. (os ritos e3caces son los consagrados por la autoridad leg-tima, y los ritos proanos siempre producen el eecto opuesto al deseado por el temerario operador. (os ritos de las antiguas religiones disueltas y anuladas por el cristianismo, son ritos proanos y malditos para quien no cree seriamente en la verdad de esas religiones 2oy proscritas. &i el uda-smo, ni los dem/s grandes cultos de Oriente, 2an dic2o su 8ltima
palabra. #on condenados pero a8n no 2an sido juzgados y, por tanto, 2asta que ello ocurra, pueden considerarse leg-timas sus protestas. (os ritos dejados atr/s por el correr del progreso religioso 2an sido, por eso mismo, proanados y considerados como malditos. M/s tarde llegar/n a comprender las grandezas a8n ignoradas del dogma judaico, pero no por eso el mundo cristiano volver/ a la circuncisión. l cisma de #amaria era una vuelta al simbolismo del gipto, por cuyo motivo nada quedó de 6l y las diez tribus desaparecieron mezcladas con las naciones y absorbidas por ellas. (os ritos de los grimorios 2ebraicos, ya condenados por la ley de Mois6s, pertenec-an al culto de los patriarcas, que orecieran v-ctimas en las monta4as evocando visiones. #er-a un crimen pretender dar nuevamente vida al sacri3cio de !bra2am. #olo los cristianos católicos y ortodoxos establecieron un dogma y undaron un culto0 los 2erejes y los sectarios sólo supieron negar, suprimir y destruir. &os llevan al de-smo vago y a la negación de toda religión relegada a 'ios a una tan prounda oscuridad que, los 2ombres, ya no se interesan m/s por saber si 6l existe. *uera de las magistrales y positivas a3rmaciones de Mois6s y esucristo acerca de la 'ivinidad, el resto no es m/s que dudas, 2ipótesis y antas-as. Para los antiguos pueblos que odiaban a los jud-os y a quienes los jud-os detestaban, 'ios no era m/s que el genio de la &aturaleza, gracioso como la primavera, terrible como la tempestad, y las mil transormaciones de este proteo poblaban de multitud de dioses los diversos panteones del mundo. Mas, en la cima de todo, reinaba el destino, esto es, la atalidad. (os dioses de los antiguos apenas eran uerzas naturales. (a propia &aturaleza era el gran panteón. (as consecuencias atales de tal dogma deb-an ser el materialismo y la esclavitud. l 'ios de Mois6s y de esucristo es uno. s esp-ritu eterno, independiente, inmutable e in3nito0 todo lo puede0 creó y gobierna todas las cosas. 7izo al 2ombre a su imagen y semejanza. s nuestro 8nico Padre y nuestro 8nico #e4or. (as consecuencias de estos dogmas son el espiritualismo y la libertad. ?, Eliphas Levi – El Gran Arcano
ste antagonismo en las ideas llevó a los 2ombres a pensar, absurdamente en que tambi6n exist-a
un antagonismo en las cosas. 7icieron del panteón un enemigo de 'ios, como si el panteón realmente existiera en alg8n lugar a no ser en el dominio del propio 'ios. 7acen de la &aturaleza un poder en rebelión0 llamaron #at/n al amor0 dieron a la materia un esp-ritu que ella no pod-a tener, y resultó de a2-, por la ley atal del equilibrio, la materialización de los dogmas religiosos. 'el con5icto resultó un contrasentido o quiz/s un malentendido inmenso1 que reclamaran la libertad del 2ombre en nombre de la atalidad que lo aprisiona, y sujeción al nombre de 'ios, siendo que l es el 8nico que puede y quiere liberarlo. (a consecuencia de esta perversión de juicio es un incre-ble malestar, una especie de par/lisis moral y el por qu6 en todas partes se ven obst/culos. on3eso que entre Proud2on y =euillot no tengo la menor voluntad de elegir. (as religiones muertas no reviven, y como dice es8s, no se pone vino nuevo en vasos viejos. uando los ritos se vuelven ine3caces, el sacerdocio desaparece. &o obstante, a trav6s de todas las transormaciones religiosas, se conservaron los ritos secretos de la religión universal, y es precisamente en la razón y en el valor de estos ritos que consiste el secreto de la rancmasoner-a.GH n eecto, los s-mbolos masónicos constituyen, en su conjunto, una s-ntesis religiosa que aun alta al sacerdocio católico romano. l conde os6 de Maistre lo sent-a instintivamente0 y cuando en su terror de ver al mundo sin religión, aspiraba a una alianza próxima entre la ciencia y la e, volv-a voluntariamente sus ojos a las puertas entreabiertas del ocultismo. 68
ArancK@asonería. 'espu6s
del 8ltimo siglo, grandes esp-ritus, como lip2as (evy, Ragón, stanislao da $uaita y OsXald Firt2, se 2an esorzado en volver a la *rancmasoner-a su valor inici/tico, su 3nalidad verdaderamente espiritualista que que 2ab-a perdido cediendo a la in5uencia del ambiente y convertido en un organismo social amparaba las luc2as religiosas y pol-ticas. (a principal 3nalidad de la *rancmasoner-a ue la de liberar el esp-ritu de cualquier tiran-a, ormar pensadores y sabios y elevarlos por encima del com8n por la selección y la iniciación. n el pensamiento de sus creadores todas sus pruebas y ritos ten-an el mismo objetivo que para los sacerdotes de Menp2is o de "ebas. Pero as- como >(a religión y la medicina no son responsables de las altas de sus ministros?, no puede culparse a la *rancmasoner-a por los desv-os y el materialismo de gran parte de sus miembros, 2ijos todos del ego-smo de la 6poca. (a *rancmasoner-a encierra y oculta bajo sus ritos inici/ticos, una gran parte de las tradiciones antiguas, aunque sus s-mbolos sean incomprensibles para la mayor-a de sus corades. (as primitivas iniciaciones se reundieron en ella, principalmente el Rito scoc6s !ntiguo y !ceptado, y por sobre todo en el Rito !ntiguo y
Primitivo de Menp2is y Misraim, el 8nico que conserva intactos todos los rituales y al que sólo tienen acceso los masones que se interesan por el ocultismo o el 2ermetismo. %ltimamente se 2an ocupado muc2o de la Masoner-a los católicos y principalmente los esuitas. s una Orden muy responsable en sus principios, porque recuerda al 2ombre lo que debe a 'ios y a sus semejantes0 ense4a a socorrerse mutuamente y a socorrer a todos0 al grito de desgracia el masón debe volar en socorro de su 2ermano0 el ideal que proclama p8blicamente, es la *raternidad %niversal0 su principal tarea, educar, instruir, moralizar a los 2ombres. 'igna de todo encomio es en la 6poca presente la 2ermosa labor que desarrolla la Orden Masónica Mixta o m-stica >(e 'roit 7umain?, que, orientada por la m/s alta espiritualidad, se enoca en el sentido inici/tico para penetrar el sentido oculto de sus s-mbolos. n su Fistoria de la @a&ia+ dice lip2as (evi de la *rancmasoner-a1 >(os 2ermanos masones tomaron su nombre y emblemas de su arte de los constructores de la atedral de strasburgo. 7an tenido por modelo a los "emplarios, los Rosa ruz por padres y los oanitas por antepasados. #u dogma es el de +oroastro y el de 7ermes, su regla la iniciación progresiva, su principio la igualdad regulada por la jerarqu-a y la raternidad universal0 son los continuadores de la scuela de !lejandr-a 2eredera de todas las iniciaciones antiguas.? #u leyenda sagrada es >7iram? y todo el simbolismo masónico es realmente 2ermoso. l aspirante masón se compara a la piedra en bruto, inorme, que no tendr/ su orma de3nitiva sino bajo la acción del cincel y el martillo. 'ebe pereccionarse, 2asta llegar a ser piedra c8bica que representa al iniciado. sta piedra c8bica, apta para unirse a las otras que servir/n para construir el edi3cio social, le recuerda al masón que debe mezclarse a la vida activa, 2acer obra 8til e incorporarse con los dem/s masones a la obra durable que edi3can, la que est/ simbolizada el templo que los rancmasones levantan a la $loria del $ran !rquitecto del %niverso1 'ios. #obre la palabra rancmasón encontraremos en las ense4anzas Rosa ruz, sobre inscripciones rupestres, lo siguiente1 >=alores de la inscripciónAa+ *uego, *ater, *ecundar, *acer, *actor, *acultad, *aena, *az, *alo. s la uerza generatriz, el uego central de la &aturaleza. (a palabra #ir TuegoU, viene de Ayr+ Air y luego convertido en Airst Tlo primero ue la (uzU. 'e Ayr se 2izo el *ir o Aree ingl6s que ormó la palabra *reemasson TrancmasónU, para signi3car que losdeber-an masonesser o los primeros que con la realización de sus s-mbolos despertaran >2ijos de la luz?, en s- el *uego #agrado?. - del /. 0 ? Eliphas Levi – El Gran Arcano
7oy no existe el ocultismo masónico y las puertas de la iniciación est/n completamente abiertas. "odo ue divulgado, todo ue escrito. l =igilante y los Rituales masónicos se venden a quien quiera comprarlos. l $ran Oriente no tiene m/s misterios, o al menos no tiene m/s misterios para los proanos que para los iniciados0 sin embargo, los ritos masónicos inquietan todav-a a la corte de Roma, porque siente que 2ay en ellos un poder que se le escapa.
ste poder es la libertad de la conciencia 2umana, es la moral esencial, independiente de cada culto. s el derec2o de no ser maldito ni ec2ado a la muerte eterna por dispensar a las gentes el ministerio de los sacerdotes, ministerio solamente necesario, para aquellos que sienten su necesidad, respetable a todos cuando se orece sin imponerse, 2orrible cuando abusan de 6l. s por la maldición que la Iglesia de uerza a sus enemigos. (a excomunión injusta es una especie de consagración. acques de Molay,GK en su 2oguera, era uez del Papa y del Rey. #avonarola,G quemado por !lejandro =I, era en esos momentos el venerable vicario y representante de risto, y cuando denegaban los sacramentos a los pretendidos jansenistas,G el di/cono Paris 2ac-a milagros. 7ay dos especies de ritos que pueden, por consiguiente, ser e3caces en la magia1 los ritos sagrados y los ritos malditos, pues la maldición es una consagración negativa. l exorcismo 2ace la posesión, y la Iglesia inalible crea al diablo, por as- decirlo, cuando emprende su expulsión. (a Iglesia católica romana reproduce de un modo exacto la imagen de 'ios, tal como la describieron con tanto genio los autores del )iphra 9zeniutta+ explicado por el Rab- #c2imeonGJ y sus disc-pulos. "iene ella dos caras, una de luz y otra de sombras, y para ella la armon-a resulta de la analog-a de los contrarios. (a az de luz, es la 3gura agradable y sonriente de Mar-a. (a az de sombra, es la careta del demonio. Oso decir rancamente al demonio lo que pienso de su careta y con esto no creo oender a la Iglesia, mi madre. on todo, si ella condenase mi temeridad, si la decisión de un uturo concilio a3rmase que el diablo existe en persona, yo me someter-a en virtud de mis propios principios. 'ije que el verbo crea lo que a3rma0 a2ora bien, la Iglesia es la depositaria de la autoridad del verbo0 y cuando ella a3rma la existencia no sólo real sino tambi6n personal del diablo, el diablo existir/ personalmente, y la Iglesia romana lo 2abr/ creado.
re3ere la 2istoria, ante el "ribunal del #er #upremo al Papa lemente = en el t6rmino de H< d-as y a *elipe el 7ermoso en el de un a4o, lo que dicen se cumplió dentro del plazo prescrito. Pero antes de morir el ee del "emple organizó la Masoner-a Oculta. *undó, desde la prisión, cuatro logias metropolitanas0 en &/poles, para el Oriente0 en dimburgo, para el Occidente0 en stocolmo, para el &orte, y en Par-s, para el #ur. l Papa y el rey murieron en breve plazo, de manera extra4a y repentina. *lorian, el principal denunciante de la Orden ue asesinado. -. del /. 0 G 6lebre dominico y reormador de las costumbres, quien cre-a que el)avonarola+ clero, a quien&o quiero otro capelo que el del martirio enrojecido de mi propia sangre?. #u mayor atrevimiento ue decir, despu6s de su excomunión, que >un excomulgado puede predicar?. #e lo sentenció a muerte y ejecutó el ;G de mayo de :HVJ. *ue a2orcado despu6s de someterlo varias veces al tormento y su cuerpo se consumió en la 2oguera. ! sus adictos se les negó sus cenizas, las que se arrojaron al r-o !rno. @a tarde una comisión nombrada por Paulo =I declaró que sus obras eran >irreproc2ables?. )enedicto NI= colocó el nombre de #avonarola en el n8mero de los >#ervidores de 'ios?, en su libro >'e #ervorum 'ei beati3catione?. !8n no se 2an publicado todas sus obras. -. del /. 0
#ep2er 2a+oar, o (ibro del splendor?, que trata de los atributos de la 'ivinidad Tlos diez #ep2irotsU, de los cuatro mundos, del bien y del mal, del alma 2umana y de la salvación 3nal. -. del /. 0 ?3 6
Eliphas Levi – El Gran Arcano
"odas las im/genes milagrosas de la =irgen tienen el color oscuro, porque la multitud gusta de mirar la religión por su lado tenebroso. Ocurre que los dogmas lo mismo que con los cuadros poderosamente iluminados1 si atenuares las sombras debilitar6is las luces. (a jerarqu-a de las luces es lo que 2ace alta restablecer en la Iglesia en lugar de la jerarqu-a de las in5uencias temporales. Due la ciencia sea dada al clero, que el estudio proundo de la naturaleza revele y dirija la ex6gesis. Due los sacerdotes sean 2ombres maduros y experimentados en las luc2as de la vida. Due los obispos sean superiores a los padres en sabidur-a y virtud. Due el Papa sea el
m/s instruido y sabio de los obispos, que los padres sean electos por el pueblo, los obispos por los padres y el Papa por los obispos. Due 2aya para el sacerdocio una iniciación progresiva. Due las ciencias ocultas sean estudiadas por los aspirantes al santo ministerio, y de modo principal la /bala 2ebrea, que es la llave de todos los s-mbolos. #ólo entonces ser/ revelada la verdadera religión universal y la catolicidad de todos los tiempos y de todos los pueblos sustituir/ a este catolicismo absurdo y odioso, enemigo del progreso y de la libertad, que luc2a aun en el mundo contra la verdad y la justicia, pero cuyo reino pasó para siempre. n la Iglesia actual, como en el juda-smo del tiempo de esucristo, la ciza4a se 2alla mezclada con la buena simiente, y por el temor de arrancar el ermento no nos atrevemos a tocar la ciza4a. (a Iglesia exp-a sus propios anatemas, ella es maldita porque maldijo. (a espada que desenvainó se vuelve contra ella, como lo predice el Maestro. (as maldiciones pertenecen al in3erno y los anatemas son actos del pasado de #at/n. l preciso remitirlos al grimorio de 7onorio.GV (a verdadera Iglesia de 'ios ora por los pecadores y no los maldice. #e censura a los padres que maldicen a sus 2ijos, pero nunca se podr/ admitir que una madre maldiga a los suyos. (os ritos de la excomunión, empleados en los tiempos b/rbaros, eran los de los 2ec2izos de magia negra, y prueba de ello es la costumbre de cubrir los objetos sagrados y apagar todas las luces, en una suerte de 2omenaje a las tinieblas. n esas oscuras 6pocas se excitaba a los pueblos a la rebelión contra los reyes, se predicaba la exterminación y el odio, se pon-an en peligro los reinos y, por todos los medios posibles, se aumentaba la corriente magn6tica del mal. sta corriente se convirtió en un torbellino que llegó a alcanzar la silla de Pedro. Mas la Iglesia triunar/ por la indulgencia y el perdón. '-a vendr/, en que los 8ltimos anatemas de un concilio ecum6nico ser/n estos1 BMaldita sea la maldición, que los anatemas sean anatemas, y que todos los 2ombres sean bendecidosA ntonces no veremos m/s a la 2umanidad de un lado y del otro de la Iglesia. (a Iglesia abrazar/ a la 2umanidad, y quien quiera que pertenezca a la 2umanidad no podr/ estar uera de la Iglesia. (os dogmas disidentes ser/n apenas considerados como ignorancias. (a caridad 2ar/ suave la
violencia y el odio, y quedaremos unidos por todos los sentimientos de una raternidad sincera, tambi6n aquellos que quieran separarse de nosotros. (a religión conquistando el mundo, y los 2ebreos, nuestros padres y 2ermanos, saludar/n con nosotros al reino espiritual del Mes-as. "al ser/ en la tierra, 2oy tan desolada e ineliz, la segunda venida del #alvador, la maniestación de una gran religiosidad y el triuno del mesianismo, nuestra esperanza y nuestra e... GV r imorio del #apa Fonorio. *ormulario m/gico que sirve para las conjuraciones, encantamientos y evocaciones. adulus o adoulus, obispo de Parma, ue proclamado antipapa en oposición a !nselmo, obispo de (uac, que acababa de ser llamado al Ponti 3cado bajo el nombre de !lejandro II. ste adulus, 2ombre capaz de todos los cr-menes y reconocido p8blicamente como simoniaco y concubinario, tomó el nombre de 7onorio II, pero como ue vencido en su ataque contra Roma, es muy probable que quisiera erigirse en gran sacerdote de los 2ec2iceros y que 2aya redactado con el nombre de 7onorio el $rimorio de ese nombre. 'icen los cabalistas que este $rimorio es un verdadero monumento de la perversidad 2umana. l sue4o del autor es el reinado de #at/n en la tierra. (os tres $rimorios m/s conocidos son1 $rimorio del Papa 7onorio, l $ran $rimorio y el =erdadero $rimorio o lav-culas de #alomón. -. del /. 0
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Eliphas Levi – El Gran Arcano
ap-tulo =I
DE LA ADIVINACION Podemos adivinar de dos maneras1 por sagacidad o por la doble vista. (a segunda vista es una especie de intuición especial, semejante a la de los son/mbulos l8cidos que leen el pasado, presente y uturo de la luz universal. dgar Poe, son/mbulo l8cido de embriaguez, 2abla en sus cuentos de un cierto !ugusto 'upin, que adivinaba los pensamientos y descubr-a los misterios de los negocios m/s embarazosos, por un sistema totalmente srcinal basado en observaciones deducciones. 'e desear ser-ay que los jueces que deben dar su allo en las causas uesen iniciados en el sistema de !ugusto 'upin. Muc2as veces, determinados indicios, descuidados como insigni3cantes, llevar-an al descubrimiento de la verdad, si se los tomase en cuenta. l esclarecimiento parecer-a extra4o, inesperado, inveros-mil, como en el cuento de dgar Poe, titulado9oble asesinato en la calle del cementerio. TYYel traductor, tradujo el nombre de la calle... ser-a de la >Rue Morgue?, T&. de la
"ipeadora...U CDu6 dir-an, por ejemplo, si un d-a se viniese a establecer que el envenenamiento del #r. (aarge no puede atribuirse a nadie, que la autora del envenenamiento
era una son/mbula, impresionada por vagos temores Ten el caso de 2aber sido una mujerU, que en la lucidez de su sue4o urtivamente sustitu-a y mezclaba ars6nico con bicarbonato de soda y goma en polvo, ec2ando la mezcla 2asta en las cajas de Mar-a apelle, juzganado as- en su suelo 2acer imposible el envenenamiento que tem-a para su 2ijoE laro que damos aqu- una 2ipótesis inadmisible despu6s de la condena0 mas quiz/ antes de la sentencia 2abr-a convencido examinar la causa bajo estos puntos1 : Due la se4ora (aarge, madre, 2ablaba incesantemente de envenenamiento y descon3aba de su nuera, la que en una carta atal se 2ab-a vanagloriado de poseer ars6nico. ; Due esta misma se4ora jam/s se desvest-a y que 2asta para dormir conservaba su c2al. G Due durante la noc2e se o-an ruidos extra4os en la casa. H Due el ars6nico estaba esparcido en todos los lugares de la casa, en los muebles, gavetas, en la tierra, etc., de modo que exclu-a toda inteligencia y razón. K Due 2ab-a ars6nico mezclado en la caja de goma en polvo que Mar-a apelle entregó a su joven amiga, mma Potier, como conteniendo la goma que se mezclaba a las bebidas del se4or (aarge. stas circunstancias singulares 2abr-an despertado la sagacidad de !ugusto 'upin y de +adig, pero seguramente que no producir-an impresión en los jurados y jueces, prevenidos mortalmente contra la acusada, por la triste evidencia del robo de los diamantes. lla, pues, ue condenada sólo porque la justicia siempre tiene la razón0 pero es sabido con qu6 energ-a protestó la ineliz 2asta la muerte y que la rodearon de 2onrosas simpat-as en sus 8ltimos momentos. Otro condenado, sin duda menos atrayente, protestó tambi6n ante la religión y la sociedad en el momento pavoroso de la muerte0 ue el ineliz (eotadio, acusado del asesinato y des5oramiento de ,= Eliphas Levi – El Gran Arcano
una ni4a. dgar Poe 2abr-a podido 2acer de esta tr/gica 2istoria uno de sus cuentos m/s impresionantes, mudando los nombres de los actores y trasladando la escena a Inglaterra o !m6rica. =eamos lo que 2abr-a 2ec2o decir a !ugusto 'upin1 (a ni4a entró en la casa educacional y no la vieron aparecer m/s0 el portero, que siempre cerraba la puerta con llave, se ausentó apenas un minuto. ! su vuelta, la ni4a ya no estaba en ese lugar, pero 2ab-a dejado la puerta entreabierta.
!l d-a siguiente, encontraron a la ineliz peque4a en el cementerio, junto a un muro de los jardines del colegio. staba muerta y parec-a 2aber sido ultimada a golpes0 ten-a las orejas despedazadas y 2ab-a se4ales de des5oramiento anormal1 era una dilaceración 2orrible, pero sin ninguna de las se4ales caracter-sticas del des5oramiento 2ec2o por un 2ombre. !dem/s, parec-a no 2aber ca-do en ese lugar, sino 2aber sido llevada despu6s. #us vestidos estaban arreglados en lo bajo y alrededor del cad/ver0 a pesar de 2aber llovido toda la noc2e dic2as vestimentas estaban secas0 debieron llevarla, dentro de un saco, por la ma4ana, ya por la puerta o por la abertura de la pared del cementerio. Parece que la envolvieron en sus mismos vestidos, los que estaban inmundos por deyecciones blancuzcas. (o que debió pasar1 la ni4a, al entrar en la sala de visitas, 2abr-a tenido una necesidad repentina. Para satisacerla, salió por la puerta entreabierta, nadie la vio, lo que ue una atalidad. !l costado del cementerio, buscó un lugar oscuro, donde uer sorprendida por alguna mala mujer, a quien tal vez varias veces 2ab-a ensuciado su puerta0 6sta estaba en el acec2o, para sorprender a quien llegase para repetir lo mismo y propinarle una paliza. !bre repentinamente la puerta, cae a boetadas sobre la ni4a cuyo rostro conundió, le arranca en parte las orejas y la revuelca en sus propios excrementos. &ota, despu6s, que la inortunada no se mueve, quer-a solamente golpearla y la mató. CDu6 2ar/ con el cad/ver o con lo que cree un cad/verE "al vez la pobre c2ica aboeteada apenas 2a perdido los sentidos. (a oculta en un saco, sale despu6s, y oye que buscan a una peque4a aprendiza que entró en el colegio y no la vieron salir. #e apodera de ella una idea unesta0 es preciso desviar, cueste lo que cueste, toda sospec2a0 que la v-ctima sea encontrada junto al muro del colegio y que un des5oramiento simulado 2aga imposible la sospec2a de atribuir el crimen a una mujer. on un bastón veri3ca el des5oramiento criminal y es quiz/s, en ese atroz y 8ltimo dolor, que la pobrecita expira. (legada la noc2e, la malvada mujer lleva el saco al cementerio, cuya puerta cerrada sabe abrir 2aciendo girar con un cuc2illo el picaporte. "iene el cuidado de borrar las 2uellas de sus pies, retir/ndose de espaldas0 cierra cuidadosamente la puerta. sta 2ipótesis, continuar-a 'upin, explica por s- sola todas las circunstancias
aparentemente inexplicables de la 2orrenda 2istoria. n eecto, si el dispensero del colegio 2ubiese violado a la joven, 2abr-a procurado acallar sus gritos y no provocarlos, arrastr/ndola violentamente de las orejas e 2iri6ndola a golpes. #i 2ubiese gritado, los gritos de dolor se 2abr-an o-do, porque el entrepiso, 8nico lugar posible para el crimen, estaba 2oradado en el costado que da a un cuartel con muc2os soldados y casi a la altura de la casilla del empleado. Por otra parte, el acusado ue visto todo el d-a, tranquilamente dedicado a las unciones de su cargo. #u ausencia del lugar del crimen, a la 2ora que 6ste ocurrió, est/ testi3cado por las declaraciones de sus compa4eros0 sin embargo, a causa de algunas irrisiones, negligencia y evasivas, lo acusamos de complicidad o al menos de complacencia, y as-, es muy probable que sea declarado culpable por el "ribunal de *iladel3a. "al ser-a lo que dir-a !ugusto 'upin en el cuento in6dito de dgar Poe y que, sin duda se nos permitir/ imaginar, para exponer nuestra 2ipótesis, sin altar a los deberes que nos impone el respeto de la cosa juzgada. #abemos cómo, entre dos madres que se disputaban la misma criatura, #alomón supo adivinar, de modo inalible, cu/l era la verdadera madre. ,1 Eliphas Levi – El Gran Arcano
(a observación de la 3sonom-a, del andar, de los 2/bitos, etc., tambi6n lleva, de modo cierto, a la adivinación de los pensamientos secretos y car/cter de los 2ombres. 'e las ormas de la cabeza y de la mano puede llegarse a preciosas inducciones0 aunque siempre es bueno tener en cuenta el libre albedr-o del 2ombre y los esuerzos que puede 2acer con al tendencias de su naturaleza. corregir las6xito malas Igualmente debemos saber, que un buen car/cter puede depravarse y que, muc2as veces, los mejores se tornan peores, cuando se degradan y corrompen voluntariamente. (a ciencia de las grandes e inalibles leyes del equilibrio pueden tambi6n ayudarnos a predecir el uturo de los 2ombres. %n 2ombre nulo y mediocre podr/ llegar a todo, pero jam/s ser/ algo. %n 2ombre apasionado, que se abandona a excesos, perecer/ con su misma intemperancia, o ser/ atalmente arrastrado a excesos contrarios. l cristianismo de los sacerdotes del desierto, deb-a producirse
despu6s de la devastación de "iberio y de 7eliogabalo. n la 6poca del jansenismo, ese mismo cristianismo temible es una locura que ultraja a la naturaleza y prepara las org-as de la Regencia y del 'irectorio. (os excesos de la libertad en el ZVG trajeron el despotismo. (a exageración de una uerza va siempre a avor de la uerza contraria. n la 3loso-a y en la religión, las verdades exageradas se convierten en las m/s peligrosas mentiras. uando, por ejemplo, esucristo dec-a a sus apóstoles1 >Duien os oye me oye, y quien me oye, oye a !qu6l que me envió?, establec-a la jerarqu-a disciplinaria y la unidad de ense4anza, atribuyendo a este m6todo divino, porque es natural, una inalibilidad relativa a la que 6l ense4ó, y no dando por eso, a ning8n tribunal eclesi/stico, el derec2o de condenar los descubrimientos de $alileo. (as exageraciones del principio de la inalibilidad dogm/tica y disciplinaria producir/n la inmensa cat/stroe de 2acer caer a la Iglesia, dig/moslo as-, en 5agrante delito de persecución de la verdad. @ entonces, las paradojas responder/n a las paradojas. (a Iglesia parec-a desconocer los derec2os de la razón y los 2ombres desconocer/n los de la e. l esp-ritu 2umano es un enermo que aun anda con el auxilio de dos muletas1 la ciencia y la religión. (a alsa 3loso-a le quita la religión y el anatismo le arranca la ciencia. CDu6 puede ella 2acerE aer pesadamente y dejarse arrastrar como un paral-tico entre las blasemias de Proud2on y las enormidades del )yllabus.
(as iras de la incredulidad no tienen la uerza su3ciente para medirse con los urores del anatismo, porque son rid-culas. l anatismo es una a3rmación exagerada y la incredulidad una negación tambi6n exagerada, pero muy irrisoriamente. CDu6 es la exageración de la nadaE BMuy menos que nadaA &o vale la pena quebrar lanzas por ello. !s- tenemos, impotencia y desaliento de un lado, persistencia e invasión del otro0 caemos bajo la presión pesada de las creencias ciegas y de los intereses que explotan. l viejo mundo, que juzgaban muerto se levanta de nuevo delante de nosotros y la revolución est/ lista para recomenzar. "odo esto pod-a ser escrito, todo estaba en la ley del equilibrio, todo 2ab-a sido predic2o y /cilmente se puede predecir lo que acontecer/ despu6s. l esp-ritu revolucionario 2oy agita y atormenta a las naciones que permanecieron católicas1 Italia, spa4a e Irlanda0 y la reacción católica, en el sentido de la exageración
y del despotismo, se detiene en los pueblos cansados de revoluciones. 'urante este tiempo, !lemania protestante se engrandece y pone un poder ormidable al servicio de la libertad de conciencia y de la independencia del pensamiento. *rancia pone su espada volteriana al servicio de la reacción clerical y avorece as- el desenvolvimiento del materialismo. (a religión se vuelve un apol-tica y una industria, las almas de la elite se separan de ella y se reugian en la ciencia, y a uerza de escudri4ar y analizar la materia, la ciencia acabar/ por encontrar a 'ios y orzar/ a la religión a volver en s-. (as groser-as teológicas de la dad Media resultar/n tan evidentemente imposibles, que 2asta parecer/ rid-culo combatirlas. ntonces la letra dar/ lugar al esp-ritu y la gran religión universal ser/ reconocida por primera vez en el mundo. Predecir este gran movimiento no es una adivinación del uturo, porque ya comenzó, y los eectos ya se mani3estan en las causas. (os nuevos descubrimientos esclarecen diariamente los oscuros textos del $6nesis y con3rman a los antiguos padres de la /bala. amilo *lammarión ya ,2 Eliphas Levi – El Gran Arcano
nos demostró a 'ios en el universo0 desde 2ace muc2o tiempo est/n reducidas al silencio las voces que condenaron a $alileo0 la &aturaleza, desde 2ace muc2o tan calumniada, se justi3ca, 2aci6ndose conocer mejor0 la pajuza de =anini sabe m/s sobre la existencia de 'ios que todos los doctores de la escuela, y los blasemadores de ayer son los proetas del ma4ana. Due otras creaciones 2ayan precedido a la nuestra, que los d-as del $6nesis sean per-odos de a4os o delas siglos0 que el sol detenido por osu6 sea una imagen po6tica oriental0 que cosas evidentemente absurdas para la 2istoria se expliquen por medio de alegor-as, todo esto en nada perjudica la majestad de la )iblia, ni contradice, de modo alguno, su autoridad. "odo lo que en este libro sagrado es dogma o moral cae bajo el juicio de la Iglesia0 pero todo lo que es arqueolog-a, cronolog-a, -sica, 2istoria, etc., pertenece exclusivamente a la ciencia, cuya autoridad, en estas materias, es absolutamente distinta, si no independiente de la e. sto es lo que ya reconocen sin atreverse a decirlo claramente los sacerdotes m/s esclarecidos0 y
tienen razón en callarse. &o debemos permitir que los jees de la caravana anden m/s deprisa que los ni4os y los ancianos. (os que tienen apuro de lanzarse al rente quedan luego solos y pueden perecer en la soledad, como aconteció a (amennais y a tantos otros. s preciso conocer bien el camino y estar pronto a volverse a la menor alarma, para no exponerse a ser considerado como imprudente y adelantado explorador. uando venga el mesianismo, esto es, cuando el reino de risto de 2aya realizado en la tierra, la guerra cesar/, porque la pol-tica no ser/ la bellaquer-a del m/s 2/bil o la brutalidad del m/s uerte. 7abr/ verdaderamente un derec2o internacional, porque el deber internacional ser/ proclamado y reconocido por todos, y sólo entonces ser/ que, conorme la predicción de risto, no 2abr/ m/s que un reba4o y un solo pastor. #i todas las sectas protestantes se uniesen, junt/ndose a la ortodoxia griega y reconociendo por papa al jee espiritual cuya sede ser-a onstantinopla, 2abr-a en el mundo dos iglesias católicoromanas, pues onstantinopla ue y ser/ otra vez la nueva Roma. !s- el cisma sólo podr-a ser pasajero. %n concilio verdaderamente ecum6nico, compuesto de diputados de la cristiandad entera, terminar-a las divergencias, como ya se 2izo en la 6poca del concilio de onstanza. @ el mundo se asombrar-a de sentirse enteramente católico, pero esta vez, con la libertad de conciencia conquistada por los protestantes y el derec2o a la moral independiente reivindicada por la 3loso-a0 no estando nadie obligado, por penas legales, a usar los remedios de la religión y no teniendo el poder de negar las grandezas de la e o de insultar la ciencia que sirve de base a la 3loso-a. 7e aqu- que la sagacidad de la 3loso-a de la que 2abla Paracelso nos 2ace ver claramente el uturo. (legamos a esta adivinación sin esuerzo, por una serie de deducciones que comienzan en los mismos 2ec2os que acontecen ante nuestros ojos. stas cosas suceder/n, luego o tarde, y ser/ la victoria del orden0 pero la marc2a de los acontecimientos que las trae podr/ ser obstaculizada por cat/stroes sangrientas, incesantemente preparadas y omentadas por el genio revolucionario inspirado casi siempre en la sed ardiente de justicia, capaz de todos los 2ero-smos y de todos los sacri3cios, mas siempre enga4ado, inutilizado y desorganizado por el magnetismo del mal. #i debemos dar cr6dito a la tradición pro6tica, el orden perecto no reinar/
en la tierra antes del juicio 3nal, es decir, antes de la transormación y renovación de nuestro planeta. (os 2ombres imperectos o decadentes son, en su mayor-a, enemigos de la verdad e incapaces de toda razón. (a presunción y la codicia los divide y los dividir/ siempre0 y la justicia, en el decir de los videntes de los tiempos apostólicos y de los nuestros, sólo reinar/ perectamente en la tierra, cuando los malos 2ayan sido convertidos o suprimidos, y el risto, acompa4ado de sus /ngeles y santos, descienda del cielo para reinar. xisten causas que la sagacidad 2umana no puede prever y que producen acontecimientos de inmensa trascendencia. (a invención de una nueva arma de guerra cambia el equilibrio de uropa, y el se4or de "2iers, el 2/bil 2ombre sin principios, cree que la pol-tica consiste en ec2ar los dados al acaso, atado al lado de =eulliot en el carro de agrnat, quiero decir del papado temporal. CPrevió es8s todo estoE "al ,6 Eliphas Levi – El Gran Arcano
vez s-, durante su agon-a en el 2uerto de los olivos y cuando, despu6s, 2izo a #an Pedro esta dura predicción1 >!quel que 2iere con la espada perecer/ por laespada?. Para restablecer el papado verdaderamente cristiano en el ejercicio leg-timo de su doble poder, ser/ quiz/ necesario que 2aya un papa m/rtir. l suplicio implora, dice el conde os6 de Maistre, y cuando la tierra es secada por el soplo /rido de la irreligión pide lluvias de sangre. (a sangre del ajusticiado se puri3ca desde el instante en que se derrama, porque es8s, al ser suspendido en la cruz, santi3có todos los instrumentos de suplicio0 mas sólo la sangre del justo tiene virtud expiatoria. (a sangre de (uis N=I y de lizabet2 ped-an, de antemano, que la de Robespierre no uese desde4ada por la justicia suprema. (a adivinación del uturo por la sagacidad y por la introducción puede llamarse presciencia, es decir, conocimiento de las cosas venideras. (o que se 2ace por la segunda vista o por la intuición magn6tica no es m/s que un presentimiento. s posible exaltar la acultad presensitiva, provocando en uno mismo una especie de 2ipnotismo, por medio de algunos signos convencionales o arbitrarios, que sumerjan el pensamiento en el sue4o. "ales signos son sorteados, porque lo que entonces se pide son or/culos de la
atalidad antes que los de la razón. s una invocación de la sombra, es una apelación a la demencia, un sacri3cio del pensamiento l8cido a esa cosa sin nombre que vaga durante la noc2e. (a adivinación, como su nombre lo indica, es esencialmente una obra divina, y la verdadera presciencia sólo puede ser atribuida a 'ios. s debido a esto que los verdaderos 2ombres de 'ios son proetas. l 2ombre justo y bueno piensa y obra de acuerdo con la 'ivinidad, que 2abita en todos nosotros y nos 2abla sin cesar0 sólo el tumulto de las pasiones nos impide o-r su voz. (os justos, teniendo en paz su alma, oyen siempre esa voz soberana y tranquila0 sus pensamientos son como una ola pura y mansa, en la cual el sol divino se re5eja en todo su esplendor. (as almas de los santos son como sensitivas de pureza, se estremecen al menor contacto proano y se desv-an con 2orror de todo lo que es inmundo. "ienen un olato particular que les permite discernir y, podemos decir, analizar las emanaciones de las conciencias. #uren indisposición delante de los malos, tristes e imp-os. (os malos tienen para ellos una aureola oscura que los repele, y en cambio, las almas buenas, una luz que atrae de inmediato su corazón. #an $ermain de !uxerre adivinó de ese modo a #anta $enoveva. *ue as- como Postel encontró nueva juventud en las conversaciones de la Madre uana, y *enelón comprendió el amor de la paciente y gran se4ora $uyon. l cura de !rs, el respetable se4or =ianney, penetraba en los que a 6l se dirig-an y era imposible mentirle sin riesgo. s sabido que interrogó severamente a los pastores de la #alette, les 2izo conesar que nada 2ab-an visto de extraordinario y que sólo se 2ab-an divertido en arreglar y exagerar un simple sue4o. "ambi6n existe una especie de adivinación que pertenece al dominio del entusiasmo y de las grandes pasiones exaltadas. !l parecer, estos poderes del alma crean lo que anuncian. ! ellas pertenece la e3cacia de la oración0 basta que digan1 B!m6nA as- sea, y lo que ellas quieren se cumple. ,8
Eliphas Levi – El Gran Arcano
ap-tulo =II
EL PUNTO E+UILIRANTE "odo poder m/gico est/ en el punto central del equilibrio universal. (a sabidur-a equilibrante consiste en estos cuatro mandatos1 #aber la verdad0 querer el bien0 amar
lo bello0 2acer lo que es justo. Porque la verdad, el bien, lo bello y lo justo son inseparables, de tal modo, que aqu6l que sabe la verdad no puede dejar de querer el bien, amarlo porque es bello y 2acerlo porque es justo. l punto central en el orden intelectual y moral es el lazo de unión entre la ciencia y la e. n la naturaleza y el 2ombre este punto central es el medio, en el cual se unen el alma y el cuerpo para identi3car su acción. n el orden -sico, es la resultante de las uerzas contrarias, compensadas las unas por las otras. BPenetrad este punto de unión, apoder/os de este medio, obrad sobre esta resultanteA Et eritis sicut dii scientes bonum et malum.
l punto equilibrante de la vida y de la muerte, es el gran arcano de la inmortalidad. l punto equilibrante del d-a y de la noc2e, es el gran resorte del movimiento de los mundos. l punto equilibrante de la ciencia y de la e, es el gran arcano de la 3loso-a. l punto equilibrante entre el orden y la libertad, es el gran arcano de la pol-tica. l punto equilibrante del 2ombre y de la mujer, es el gran arcano del amor. l punto equilibrante de la voluntad y de la pasión, de la acción y de la reacción, es el gran arcano del poder. l $ran !rcano de la !lta Magia, el arcano indecible, incomunicable, no es otro sino el punto equilibrante de lo relativo y lo absoluto. s lo in3nito de lo 3nito y lo 3nito de lo in3nito. !qu-, los que saben comprender/n, y los otros procurar/nadivinar. 4ui autem divinabunt divini erut.
l punto equilibrante es la mónada esencial que constituye la divinidad en 'ios, la libertad o la individualidad en el 2ombre y la armon-a en la &aturaleza. n din/mica, es el movimiento perpetuo0 en geometr-a, es la cuadratura del c-rculo0 en qu-mica, es la realización de la gran obra. (legado a este punto, el /ngel vuela sin necesidad de alas, y el 2ombre puede lo que debe querer razonablemente. 'ijimos que se llega a 6l por la sabidur-a equilibrante que se resume en cuatro verbos1 #aber, querer, amar y practicar la verdad, el bien lo bello y lo justo. "odo 2ombre es llamado a esta sabidur-a porque 'ios a todos dio una inteligencia para saber, una voluntad para querer, un corazón para amar y un poder para obrar. l ejercicio de la inteligencia aplicada a la verdad conduce a la ciencia. l ejercicio de la inteligencia aplicada al bien da el sentimiento de lo bello, que produce la e.
,? Eliphas Levi – El Gran Arcano
(o que es also, deprava la sabidur-a0 lo que es malo, deprava el querer0 lo que es eo, deprava el amor0 lo que es injusto, anula y pervierte la acción. (o que es verdad debe ser bello. (o que es bello, debe ser verdad, y lo que es bueno es siempre justo. l mal, lo also, lo eo y lo injusto son incompatibles con la verdad. reo la religión, es bella y porque ense4a el bien. 7allo que es justo en creer en ella, yporque no creo en el diablo, porque es eo y nos lleva al mal, ense4/ndonos la mentira. #i me 2ablaran de un 'ios que desv-a nuestra inteligencia, que oprime nuestra razón y quiere torturar para siempre a sus mismas criaturas culpadas, 2allar-a que este ideal es eo, que esta 3cción es mala, que este atormentador omnipotente es soberanamente injusto0 y de a2- concluyo, rigurosamente, que todo esto es also, que este pretendido 'ios es 2ec2o a imagen y semejanza del diablo, y que no quiero creer en 6l porque no creo en #at/n. Pero aqu- me encuentro en aparente contradicción conmigo mismo. (o que declaro ser injusticias, ealdades por2ago consiguiente, alsedades, proviene de las ense4anzas de una Iglesia a lay,que proesión de admitir sus dogmas y respetar los s-mbolos. #-, sin duda0 pero esto resulta de sus ense4anzas mal comprendidas, y es por eso que apelamos de la super3cie de la sombra a la cima de la luz0 de la letra al esp-ritu0 de los teólogos a los concilios0 de los comentadores a los textos sagrados, prontos, adem/s, a surir una leg-tima condenación, si es que 2ubi6semos dic2o lo que 2ab-a que callar. #ea bien entendido que no escribimos para las proanas multitudes, sino para los sabios de una 6poca posterior a la nuestra y para los pont-3ces del uturo. !quellos que ueren capaces de saber la verdad tambi6n osar/n querer el bien0 amar/n entonces lo bello y no tomar/n a los =euillot como representantes de su ideal y de sus pensamientos. 'esde que un papa as- dispuesto se sienta con la uerza de 2acer 8nicamente lo que es justo, ya no tendr/ que decir non possumus+ porque todo lo que quisiere, ser/, convirti6ndose en el monarca leg-timo, no sólo de Roma, sino tambi6n del mundo. CDu6 importa que la barca de Pedro sea sacudida por la tempestadE C&o ense4ó esucristo al pr-ncipe de los apóstoles cómo se anda sobre las olasE #i 6ste se sumerge, es porque tiene miedo, y si teme es porque dudó de su divino Maestro. (a mano del #alvador se
extender/, lo tomar/ y conducir/ a la playa. B7ombre de poca eA Cpor qu6 dudasteE Para un verdadero creyente, Cpuede la Iglesia quedar en peligroE (o que peligra no es el edi3cio, sino las construcciones 2-bridas de que la sobrecargara la ignorancia de los tiempos. %n buen sacerdote nos contaba un d-a, que visitando un convento de armelitas, le mostraron un viejo manto que perteneciera, seg8n dec-an, a la santa undadora de la orden, y como 6l se admirara de 2allarlo tan inmundo, la religiosa que lo ense4aba, exclamó1 >Bes la suciedad de nuestra santa madreA?. l sacerdote pensó, y nosotros pensamos con 6l, que 2abr-a sido m/s respetuoso lavar el manto. (a inmundicia no puede ser una reliquia, pero parece que quer-an ir m/s lejos, y a este paso, de aqu- a poco, en sus adoraciones estercolarias, nada tendr/n que censurar los cristianos a los etic2istas del $ran (ama. (o que no es bello, no es el bien, lo que no es el bien, no es justo, lo que no es justo, no es verdad. uando =oltaire, este amigo tan apasionado de la justicia, repet-a su grito de alarma1 >B!plastad al inameA?, Ccre6is vosotros que 2ablaba del vangelio o de su adorable autorE CPretend-a el atacar la religión de #an =icente de Pauls y de *enelónE #in duda que no, pero estaba justamente indignado de las inepcias, de las enormes tonter-as y persecuciones imp-as con que llenaban la Iglesia de su tiempo las querellas del ansenismo y del Molinismo. (a iname, tanto para 6l como para nosotros, era la impiedad, y la peor de todas las impiedades, la religión des3gurada. Por eso, cuando 2izo su obra, cuando la Revolución proclamó conorme al vangelio y a pesar de las castas interesadas1 la (ibertad de conciencia, la Igualdad ante la (ey y la *raternidad de los 2ombres, 2ateaubriand mostró cu/n bella era le religión ante el genio0 y el mundo de =oltaire, corregido por la Revolución, se 2alló pronto a reconocer que la religión era verdadera. ,, Eliphas Levi – El Gran Arcano
(a religión bella, es verdadera, y la religión deorme, es alsa. s verdadera la religión del risto consolador, del buen pastor, que trae en los 2ombros la oveja extraviada, de la =irgen Inmaculada, enermera y redentora de los pecadores0 es verdadera la religión que adopta a los 2u6ranos, que abraza junto al cadalso a los condenados, que admite a la mesa de 'ios al
pobre como al rico, al siervo junto al se4or, al 2ombre de color junto al blanco. s verdadera la religión que ordena al sumo pont-3ce que sea el siervo de los siervos de 'ios, y a los obispos, que laven los pies de los mendigos. Pero la religión de los mercaderes del santuario, la que uerza al sucesor de Pedro a matar para comer, la religión amarga y baja de =euillot, la religión de los enemigos de la ciencia y del progreso, 6sta es 2orrible, porque se opone al bien y avorece a la injusticia. @ que no se nos diga que estas religiones opuestas son la misma0 pues equivaldr-a a a3rmar que la 2errumbre es igual al 2ierro pulido, que las escorias son plata y oro, y que la lepra es id6ntica a la carne 2umana. (a necesidad religiosa existe en el 2ombre1 es un 2ec2o incontestable que la ciencia est/ orzada a admitir0 a esta necesidad corresponde un sentido -ntimo y particular1 el sentido de la eternidad y de lo in3nito. 7ay emociones que nunca se olvidan una vez sentidas1 son las de la piedad. l bra2am/n las siente, cuando se pierde en la contemplación de IsXara, el israelita se 2inc2a de ellas, en presencia de !donai, la erviente religiosa católica derrama en l/grimas de amor a los pues de su cruci3jo, y no puede dec-rseles que son ilusiones y mentiras0 sonreir-an de piedad y tendr-an razón. ompletamente llenos de los rayos del pensamiento eterno, ellos lo ven, y el pesar que surir-an en presencia de los que niegan, ser-a el mismo de un clarividente ante un ciego que negase la existencia del sol. sta e tiene, pues, su evidencia, y esta es una verdad que es indispensable saber0 el 2ombre que no cree es incompleto, le alta el primero de todos los sentidos interiores. Para 6l, la moral ser/ necesariamente limitada y reducida a muy poca cosa. (a moral, bien puede ser independiente de 6sta o de aquella órmula dogm/tica0 es independiente de las prescripciones de tal o cual sacerdote, pero no podr-a existir sin el sentimiento religioso, porque uera de este sentimiento la dignidad 2umana se vuelve impugnable o arbitraria. #in 'ios y sin la inmortalidad del alma, Cqu6 es el mejor de los 2ombres, el m/s amante, el m/s 3elE s un can, que 2abla0 y 2abr/ muc2os que 2allar/n la moral del lobo m/s independiente que la del can. =ed la /bula de la *ontaine. (a verdadera moral independiente es la del buen #amaritano que cura las 2eridas del jud-o, a pesar de los odios de religión entre erusal6n y #amaria0 es !bdelQader
exponiendo su vida para salvar a los cristianos de 'amasco. BO2 venerable P-o IN, por qu6 os ue dado, sant-simo Padre, exponer la vuestra para salvar las de Perusa, astel3dardo y MentanaAAA... 'ec-a esucristo al 2ablar de los sacerdotes de su tiempo1>7aced lo dicen, mas no 2ag/is lo que 2acen?. ntonces los sacerdotes dijeron, que era preciso cruci3car a risto By lo cruci3caronA (os sacerdotes escandalosos en sus obras no podr/n, por tanto, ser inalibles en sus palabras. C!caso el propio esucristo no sanaba a los enermos en d-a s/bado, con gran esc/ndalo de los ariseos y doctoresE (a verdadera moral independiente es la que se inspira en la religión independiente. (uego la religión independiente debe ser la de los 2ombres1 la otra es 2ec2a para los ni4os. n religión no podr-amos tener un modelo m/s perecto que esucristo. es8s practicaba la religión de Mois6s, pero no se esclavizaba de ella. 'ec-a que la ley ue 2ec2a para el 2ombre y no el 2ombre para la ley0 era rec2azado por la sinagoga y no dejaba de recuentar el templo0 opon-a, en todas las cosas, el esp-ritu a la letra, y sólo recomendaba a sus disc-pulos la caridad. Murió absolviendo a un culpado arrepentido y recomendando su madre a su disc-pulo bien amado, y los sacerdotes sólo asistieron a su 8ltima 2ora para maldecirlo. l punto equilibrante en religión, es la libertad de conciencia m/s absoluta y la obediencia voluntaria a la autoridad que regula la ense4anza p8blica, la disciplina y el culto. n pol-tica, es el gobierno despótico de la ley, garantizando la libertad de todos en el orden jer/rquico m/s perecto. n din/mica, es el medio de la balanza. n /bala, es el casamiento de los lo2im. , El iphas Levi – El Gran Arcano
n Magia, es el punto central entre la resistencia y la acción, es el empleo simult/neo de od y del ob para la creación de aur. n 2ermetismo, es la alianza indisoluble del Mercurio y del !zure. n todas las cosas, es la alianza de la verdad, del bien, de lo bello y de lo justo. s la proporción del ser y de la vida, es la eternidad en el tiempo y en la eternidad, es el poder generador del tiempo. s alguna cosa del todo y el todo de alguna cosa. s el idealismo del 2ombre que encuentra el realismo de 'ios.
s la relación entre el comienzo y el 3n, indicando el Omega del !la y el !la del Omega. s, en 3n, lo que los grandes iniciados designan con el nombre misteriosos de !+O"7. H< 8=
zoth+ el
principio creador de la naturaleza0 el panacea universal o prana. Representa la luz astral en su aspecto de ve2-culo de la esencia universal de la vida. Palabra ormada de la primera letra de los alabetos latino, griego y 2ebreo1 ! Ta, alp2a y de del griegoo y!lep2U, "2 T"auU dellas 8ltimas letras de los mismos alabetos1 + TzeU del latino, O TomegaU 2ebreo. -. del /. 0 ,3 Eliphas Levi – El Gran Arcano
ap-tulo =III
LOS PUNTOS E*TREMOS (a uerza de los imanes est/ en sus dos polos extremos, y su punto equilibrante es la mitad de los mismos. (a acción de un polo, es equilibrada por la del contrario, tal como sucede con el movimiento del p6ndulo1 el desv-o a la izquierda del punto central corresponde a igual desv-o 2acia la derec2a. sta est/nley endel las equilibrio -sico es tambi6n la del equilibrio moral1 las uerzas extremidades y convergen en el punto central. ntre los extremos y el medio sólo encontramos la ragilidad. (os d6biles y los tibios son aquellos que se dejan llevar por el movimiento de los otros, y que son incapaces de movimiento propio. (os extremos se asemejan y se tocan por la ley de analog-a de los contrarios. onstituyen el poder de la luc2a porque no podr-an conundirse. #i, por ejemplo, vienen a mezclarse lo r-o y lo caliente, dejan de ser caliente y r-o respectivamente, dando por resultado la tibieza. CDu6 puedo 2acer yo por tiE pregunta !lejandro a 'iógenes. Duitarte del sol responde el exclama el conquistador1 #i no uese !lejandro, querr-a ser c-nico. ntonces 'iógenes. 7e aqu- dos orgullos que se comprenden y que se tocan, aunque colocados en dos extremidades de la escala social. CPor qu6 ue es8s a buscar a la #amaritana, cuando 2ab-a tantas mujeres de bien en la udeaE CPor qu6 recibe las caricias y las l/grimas de la Magdalena, que era una pecadora p8blicaE CPor qu6E l mismo lo dice1 porque ella amó muc2o. C&o reserva su preerencia para las personas de mala ama, como los publicanos y los 2ijos pródigosE Oy6ndolo 2ablar, se comprende que una sola l/grima de a-n es para l m/s preciosa que toda la sangre de !bel. (os santos dec-an, con razón, que se consideraban iguales a los m/s temibles
malvados. (os perversos y los santos son iguales, en el sentido en que lo son los platos opuestos de una misma balanza. %nos a otros se apoyan en los puntos extremos, y 2ay tanta distancia entre un malvado y un sabio como entre un sabio y un malvado. #on exageraciones de la vida que , combati6ndose mutuamente sin cesar, producen el movimiento equilibrado de la existencia. #i el antagonismo cesase en la maniestación de las uerzas, todo quedar-a suspendido en el equilibrio inmóvil, lo que equivaldr-a a la muerte universal. #i todos los 2ombres uesen sabios0 dejar-an de existir los ricos y pobres, siervos y se4ores, reyes y vasallos0 la sociedad desaparecer-a. ste mudo es una casa de locos, en la que los sabios son los enermeros0 pero un 2ospital est/ 2ec2o, sobre todo, para los enermos. s una escuela de preparación para la vida eterna0 y lo que primero necesita una escuela es alumnos. (a sabidur-a es el 3n por alcanzar, es el premio puesto en concurso. 'ios la da a quien la merece, ninguno la trae al nacer. l poder equilibrante est/ en el punto central0 sin embargo, el poder motor se mani3esta ,7 Eliphas Levi – El Gran Arcano
siempre en las extremidades. #on los locos quienes comienzan las revoluciones y los sabios los que las terminan. n las revoluciones pol-ticas, dec-a 'anton, el poder pertenece siempre al m/s perverso. n las revoluciones religiosas, son los m/s an/ticos los que, necesariamente, arrastran a los dem/s. (os grandes santos y los grandes malvados son, igualmente, poderosos magnetizadores, de voluntades exaltadas por actos contra la naturaleza. Marat ascinaba a la onvención, todosmaldici6ndolo. le odiaban y le donde obedec-an Mandrin saqueaba las ciudades en pleno d-a y nadie osaba perseguirlo. B(o juzgaban m/gicoA..., estaban persuadidos de que llev/ndolo a la 2orca 2ar-a lo que Polic2inela, y a2orcar-a en su lugar al verdugo0 y probablemente que lo 2abr-a 2ec2o, si no 2ubiese mermado su prestigio en una aventura amorosa, dej/ndose prender como otro #ansón a los pies de una 'alila. l amor de las mujeres es la victoria de la naturaleza. s la gloria de los sabios, aunque para los salteadores y los santos es el m/s pernicioso de los escollos. (os salteadores sólo deben apasionarse por la guillotina, a la que (acenaire
llamaba su bella novia, y los santos, sólo deben besar las cabezas de los diuntos. (os perversos y los santos son 2ombres igualmente exagerados y enemigos de la naturaleza. Por esto los conunde muc2as veces la leyenda popular, atribuyendo a los santos actos de monstruosa crueldad y a los bandidos c6lebres, actos de 3lantrop-a. #an #imón #tillita ue visitado por su madre en su columna0quer-a abrazarlo antes de morir. l aquir cristiano no sólo no desciende, sino que esconde el rostro para no verla. (a pobre mujer extingue su vida en l/grimas, llamando a su 2ijo, y el indierente santo la deja morir. #i nos contaran tal cosa de artouc2e o de #c2inder2annes 2allar-amos que, intencionalmente, sobrecargaban el cuadro de sus cr-menes. =erdad es que artouc2e y #c2inder2annes, no eran santos sino simples bandidos. BO2, tonter-a, necedad, estulticia 2umanaA (os desórdenes en el orden moral producen desórdenes en el orden -sico, y es a eso que el vulgo llama milagros. s preciso ser )alaam para o-r 2ablar una jumenta0 la imaginación de los tontos alimenta los prodigios. uando un 2ombre bebe en exceso, cree que los otros titubean y que la naturaleza se desv-a para dejarlo pasar. por tanto, vosotros que busc/is lo extraordinario, vosotros que quer6is 2acer prodigios, sed extravagantes. (a sabidur-a nunca es notable porque siempre est/ en orden, en calma, en armon-a y paz. "odos los vicios tienen sus inmortales que, a uerza de excesos, ilustran su inamia. l orgullo de !lejandro, si no uere 'iógenes o sróstrato0 la ira de !quiles0 la envidia de a-n o "2arsis0 la lujuria de Mesalina0 la gula =itelio0 la pereza #ardan/palo0 la avaricia del rey Midas. Oponed a estos 26roes rid-culos otros 26roes y, por medios contrarios, obtendr6is igual resultado. #an *rancisco, el 'iógenes cristiano que, a uerza de 2umildad, se 2ace pasar por igual que esucristo0 #. $regorio =II, que con sus transportes desconcierta a uropa y compromete al papado0 #an )ernardo, el l-vido perseguidor de !belardo cuya gloria eclipsaba la suya0 #an !ntonio, cuya imaginación impura superaba las org-as de "iberio y de "rimalción0 los 2ambrientos del desierto, siempre entregados a los sue4os /vidos de "/ntalo0 y lo mismo estos pobres monjes, tan /vidos de dinero. (os extremos se tocan, como se 2a dic2o, y lo que no es sabidur-a no puede ser virtud. (os
puntos extremos son los ocos de la locura y, a pesar de los sue4os del ascetismo y de los olores de la santidad, la locura, 3nalmente, trabaja siempre para el vicio. =oluntarias o involuntarias, las evocaciones son cr-menes. (os 2ombres que el magnetismo del mal atormenta, y a los cuales aparece bajo ormas visibles, traen consigo el castigo de sus ultrajes a la naturaleza. %na religiosa 2ist6rica no es menos impura que una mujer depravada, una vive en un t8mulo y otra en un lupanar0 y, generalmente, la mujer del t8mulo trae en el corazón un lupanar, y la mujer del lupanar esconde en su pec2o un sepulcro. uando el ineliz %rbano $randier, expiado cruelmente el error de sus votos temerarios, maldecido como presunto 2ec2icero y despreciado como sacerdote libertino, caminaba a la muerte = Eliphas Levi – El Gran Arcano
con la resignación de un sabio y la paciencia de un m/rtir, las piadosas monjas %rsulinas de (oudon, retorci6ndose como bacantes y colocando el cruci3jo entre los pies, se abandonaban a las demostraciones m/s sacr-legas y obscenas. B!torment/base a estas inocentes v-ctimasA @ $randier, sujeto a la picota en que las llamas lo devoraban lentamente, sin que una queja saliese de su boca, era considerado como un verdugo. osa incre-ble, eran las religiosas las que representaban al principio del mal, lo veri3caban, lo encarnaban en s- mismas0 ellas blasemaban, injuriaban, acusaban y, sin embargo, Bera al objeto de su pasión sacr-lega a quien se enviaba a la muerteA llas y sus exorcistas 2ab-an evocado a todo el in3erno, pero $randier, que ni siquiera pod-a 2acerlos callar, era condenado como 2ec2icero y como se4or de los demonios. l c6lebre cura de !rs, el sabio se4or de =ianney, era, en el decir de sus biógraos, perseguido por el demonio, que viv-a con 6l en una especie de amiliaridad. l buen cura era 2ec2icero sin saberlo0 2ac-a invocaciones involuntarias. CPero cómoE %n coloquio que le atribuyen lo va a explicar1 >Bonozco alguien que quedar-a bien enga4ado, si no existiesen recompensas eternasA?. CómoE Cntonces 6l 2abr-a cesado de 2acer el bien si no tuviese esperanza de recompensaE C#e quejaba de la naturaleza en el ondo de su concienciaE C#e sent-a injusto para con ellaE C&o trae la vida de un verdadero sabio su recompensa en s- mismaE CPara 6l
no comienza en esta tierra la eternidad elizE C(a verdadera sabidur-a es entonces un escarnioE )ravo, 2ombre, si eso dijiste, es que sientes exageración en vuestro celo. Due vuestro corazón deplora 2onestos gozos perdidos. Due la madre &aturaleza se quejaba de ti como de un 2ijo ingrato. B*elices los corazones a los que la naturaleza nada repruebaA B*elices los ojos que saben 2allar la belleza en todas partesA B*elices las manos que saben derramar en todo lugar bene3cios y cariciasA B*elices los 2ombres que debiendo escoger entre dos vinos pre3eren el mejor, pero se sienten m/s dic2osos de orecerlo a otro que de beberloA B*elices los rostros graciosos cuyos labios est/n siempre llenos de sonrisas y de besosA stos nunca ser/n escarnecidos, porque despu6s de la esperanza de amar lo que de mejor 2ay en el mundo perdura el recuerdo de 2aber amado0 y sólo esto1 el recuerdo que constituye una elicidad, merece llamarse inmortal. 1 Eliphas Levi – El Gran Arcano
ap-tulo IN
EL MOVIMIENTO PERPETUO l movimiento perpetuo es la ley eterna de la vida. n todas partes se mani3esta, como la respiración en el 2ombre, por acción y repulsión. "oda acción provoca una reacción, toda reacción es proporcional a la acción. %na acción armoniosa produce su correspondiente en armon-a. %na acción discordante necesita de una reacción en apariencia disconorme, pero en la realidad equilibrante. #i opon6is la violencia a la violencia, perpetu/is la violencia, pero si opusieras a la violencia la uerza de la dulzura, 2ar6is triunar la dulzura destruyendo la violencia. 7ay series de verdades que parecen mutuamente opuestas porque el movimiento perpetuo las 2ace triunar una por vez. l d-a existe y la noc2e tambi6n existe, y ambos existen simult/neamente, pero no en el mismo 2emiserio. 7ay sombra en el d-a, 2ay claridades en la noc2e, y la sombra en el d-a lo torna m/s potente, como la claridad en la noc2e 2ace aparecer a la noc2e m/s oscura. l d-a visible y la noc2e visible sólo existen as- para los ojos. (a luz eterna es invisible a los ojos mortales y llena de inmensidad. l d-a en las almas es la verdad, la noc2e es para ellas la mentira. "oda verdad supone y necesita una mentira, a causa del l-mite de las ormas, y toda mentira supone y necesita una verdad en las recti3caciones de lo 3nito por lo in3nito.
"oda mentira contiene cierta verdad, que es la precisión de la orma, y toda verdad est/, para nosotros, envuelta en una cierta mentira, que es lo 3nito de su apariencia. !s- tambi6n ser/ verdad, o solamente probable, que exista un inmenso individuo To tres que 2acen unoU, invisible y que recompensa a los que le sirven dej/ndose ver0 que est/ presente en todas partes, incluso en el in3erno, donde tortura a los condenados priv/ndolos de su presencia0 que quiere la salvación de todos, pero dispensa su gracia a un peque4-simo n8mero0 impone la ley del terror y consiente en todo lo que la 2aga dudosa. CPuede existir semejante 'iosE &o, no0 y ciertamente que no. (a existencia de 'ios presentada y a3rmada en esta orma es una verdad disrazada, envuelta totalmente en mentiras. 'ebemos reconocer que todo existió y existir/, que la sustancia eterna se basta a s- misma y que la orma est/ determinada por el movimiento perpetuo0 que de otro modo todo ser-a uerza y materia y no existir-a el alma, siendo el pensamiento apenas un producto del cerebro, y 'ios, nada m/s que la atalidad del ser. Rotundamente no0 porque esta negación absoluta de la inteligencia repugnar-a aun a los instintos de los animales. s evidente que la a3rmación contraria necesita la creencia de 'ios. Cste 'ios se maniestó uera de la naturaleza, personalmente a los 2ombres, y les impuso ideas contrarias a la naturaleza y la razónE 2 Eliphas Levi – El Gran Arcano
iertamente no, porque el 2ec2o de tal revelación, si existiese, ser-a mani3esta para todos0 y, adem/s, aunque el 2ec2o de una maniestación exterior proveniente de un desconocido uese de una realidad incuestionable, si tal ente aparece en contradicción con la razón y la naturaleza, no puede ser 'ios. Mois6s, Ma2oma, el papa y el gran (ama dicen, que 'ios les 2abló a cada uno de ellos con exclusión de los otros, y aseguran, a cada cual, que otros son arsantes. @ entonces, Cson todos mentirososE &o, se enga4an cuando se dividen y dicen la verdad cuando concuerdan. Mas, Cles 2abló 'ios o noE 'ios carece de boca y de lengua para 2ablar a la manera de los 2ombres. #i 2abla, es en las conciencias, y todos nosotros podemos o-rlo. s l quien aprueba en nuestros corazones la palabra de es8s, la de Mois6s cuando es sabia, y la de Ma2oma cuando es bella. 'ios no est/ lejos de cada uno de nosotros, dice #an Pablo, pues es en l
que vivimos, nos movemos y estamos. >*elices los corazones puros, porque ver/n a'ios?, proclamó el risto. (uego, ver a 'ios, que es invisible, es sentirlo en la propia conciencia, es o-rlo en el propio corazón. l 'ios de 7ermes, el de Pit/goras, de Oreo, de #ócrates, de Mois6s y de esucristo, es el 8nico y mismo 'ios que 2abló a todos. leanto de (ycos era inspirado como 'avid, y la leyenda de Qris2na es tan bella como el vangelio de #an Mateo. 7ay p/ginas admirables del or/n0 pero en las teolog-as de todos los cultos 2ay otras que son 2orribles y est8pidas. l 'ios de la /bala, el de Mois6s y de ob, el 'ios de esucristo, de Or-genes y de #ynesio, no puede ser el de los autos L de L fe. (os misterios del cristianismo, como los entienden #an uan vangelista y los sabios padres de la Iglesia, son sublimes0 mas los mismos misterios explicados, o m/s bien vueltos inexplicables por los $arassus, los scobar, los =euillot, son rid-culos e inmundos. l culto católico es espl6ndido o piadoso, seg8n los sacerdotes y los templos. Podemos, pues, as- decirlo, con igual verdad, que el dogma es verdadero y que es also, que 'ios 2abló y que no 2abló, que la Iglesia es inalible y que se enga4a todos los d-as, que ella destruye la esclavitud y conspira contra la libertad, que eleva al 2ombre y que lo embrutece. Podemos encontrar creyentes admirables entre aquellos que ella llama ateos, y ateos entre los que para ella pasan como creyentes. Cómo salir de estas contradicciones 5agrantesE Record/ndonos que 2ay sombras en el d-a y clarores en la noc2e, no olvidando de encontrar el bien que muc2as veces se 2alla en el mal, y guard/ndonos el mal que puede mezclarse con el bien. l Papa P-o IN dio, bajo el nombre de)yllabus+H: una serie de proposiciones que reprueba, y cuya mayor-a puede ser incuestionablemente verdadera, desde el punto de vista de la ciencia y la razón. on todo, cada una de estas proposiciones contiene y encubre un sentido also que es leg-timamente condenado. C'ebemos, por eso, renunciar al sentido verdadero y natural que presentan a primera vistaE uando la autoridad juega lo encubre y reencubre0 b8squela quien quiera, que por nuestra parte nos basta reconocerlo cuando se muestra. l inteligente obispo de Orle/ns, el belicoso se4or 'upanloup, probó, oponiendo el Papa a smismo, que el )yllabus+ no signi3ca y no podr-a signi3car lo que parece decir. #i uera un logogrio, vamos adelante, pues no somos iniciados en las proundidades de
la corte de Roma. Cómo grandes verdades est/n ocultas bajo órmulas dogm/ticas, oscuras en apariencia 2asta el rid-culoE CDuieren ejemplosE #i contasen a un 3lósoo c2ino, que los europeos adoran como 'ios #upremo de los universos a un jud-o muerto en el 8ltimo suplicio, que creen resucitarlo todos los d-as, y lo comen en carne y 2ueso, en orma de un panecillo, el disc-pulo de onucio no tendr/ di3cultad en suponer capaces de tales atrocidades a pueblos para 6l b/rbaros, aunque no completamente salvajes0 y si le a4adi6ramos, que el jud-o nació por la incubación de un esp-ritu, cuya orma es de palomo, de una mujer que antes y en el parto ue -sicamente virgen, y que ese esp-ritu es el mismo 'ios, tal como el jud-o, Cno cre6is, vosotros, que su asombro y su desprecio ir-a 2asta el disgustoE @ si reteni6ndolo por la manga, le grit/semos al o-do, que el judio'ios vino al mundo a morir atormentado para aplacar a su padre, el 'ios de los jud-os, quien estaba contrariado 81 )yl
labus:
(ista de las J< principales 2erej-as modernas ormada por orden de P-o IN y
publicada en :JH. -. del /. 0 6 Eliphas Levi – El Gran Arcano
por el poco juda-smo de sus 2ijos, y que con motivo de la muerte de su 2ijo abolió el juda-smo que 6l mismo juró ser-a eterno, Cno estar-a el c2ino en verdadero enojoE "odo dogma verdadero, para ser accesible, debe ocultar bajo la órmula enigm/tica un sentido eminentemente razonable. 'ebe tener dos caras, como la cabeza divina del +o2ar1 una de luz y otra de sombra. #i el dogma cristiano explicado en su esp-ritu no uese aceptable para un israelita piadoso y esclarecido, 2ab-a que decir que tal dogma es also y su razón es simple, pues que en la 6poca en el que el cristianismo se srcinó en el mundo, el juda-smo era la verdadera religión, y que el propio 'ios re2usaba, y debe re2usar siempre, lo que esta religión no admit-a. s imposible que podamos adorar a un 2ombre o a una cosa cualquiera. 'ebemosatenernos, ante todo, al "e-smo puro y al espiritualismo de Mois6s. &uestra comunión de idiomas no es una conusión de la naturaleza0 adoramos a 'ios en esucristo y no a esucristo en lugar de 'ios. reemos que 'ios se revela en la propia 2umanidad, que est/ en todos nosotros como el esp-ritu del #alvador, y esto, ciertamente, nada tiene de absurdo. reemos que el esp-ritu del #alvador es el esp-ritu de
la caridad, el esp-ritu de la piedad, el esp-ritu de inteligencia, el esp-ritu de ciencia y del buen consejo, y nada veo en todo esto que se asemeje al anatismo ciego. &uestros dogmas de la ncarnación, de la "rinidad y de la Redención son tan antiguos como el mundo, y 2asta provienen de esa doctrina oculta que el Mosa-smo reservaba a sus doctores y sus sacerdotes. l /rbol de los #ep2irotes es una exposición admirable del misterio de la "rinidad. (a ca-da del gran !d/n, esta concepción gigantesca de la decadencia de toda la 2umanidad, exigir/ un reparador no menos grande, que deber/ ser el Mes-as, pero que se maniestar/ con la bondad del parvulito que juega con los leones y llama a los pajarillos. l cristianismo bien comprendido es el m/s perecto juda-smo, menos la circuncisión y la sujeción rab-nica, pero s- la e y la caridad en una admirable comunión. st/ bien averiguado, por las personas instruidas, que los sabios egipcios no adoraban ni a los perros, ni a los gatos, ni a las legumbres. l dogma secreto de los iniciados era precisamente el de Mois6s y el de Oreo. %n solo 'ios universal, inmutable como la ley, ecundo como la vida, revelado en toda la naturaleza, pensando en todas las inteligencias, amando en todos los corazones, causa y principio del ser y los seres, sin conundirse con ellos, invisible, inconcebible, pero con certeza de existente, puesto que nada podr-a existir sin l. &o pudiendo verlo, los 2ombres lo so4aron y la diversidad de dioses no es m/s que la diversidad de sus sue4os. #i no sue4as como yo, ser/s eternamente reprobado, se dicen unos a otros los sacerdotes de los dierentes cultos. &o razonemos como ellos0 esperemos la 2ora del despertar. #obre el t-tulo que Mic2elet ya lanzó a publicidad, podr-a 2acerse un bell-simo libro. #er-a una concordancia de la )iblia, de los Puranas, de los =edas, de los libros de 7ermes, de los 2imnos de 7omero, de las m/ximas de onucio, del or/n de Ma2oma y 2asta de los dda de los escandinavos.H;
sta compilación, cuyo resultado ser-a ciertamente católico, podr-a llamarse leg-timamente )iblia de la 7umanidad. 'esgraciadamente, esta anciano muy galante y atrayente, en vez de 2acer el trabajo solamente lo indicó y esbozó ligeramente su preacio. (a religión, en su esencia, nunca varió, pero en cada edad como en cada nación, tiene sus preconceptos y sus errores. 'urante los primeros siglos del cristianismo
tem-an que el mundo uera a acabarse y despreciaban todo lo que embellec-a la vida. (as ciencias, las artes, el patriotismo, el amor de la amilia, todo ca-a en el olvido ante los sue4os del cielo. %nos corr-an al martirio, otros al desierto, y el imperio ca-a en ruinas. 'espu6s vino la locura de las disputas teológicas y los cristianos se degollaban mutuamente por palabras que no entend-an. n la dad Media, la simplicidad de los vangelios dio lugar a las argucias de la escuela y las supersticiones pulularon. !l Renacimiento reapareció el materialismo, ue desconocido el gran principio de la unidad, y el #uranas. Gedas. Eddas. #urana:cada uno de los :J poemas s/nscritos que contienen la teogon-a y cosmogon-a de la India antigua. Gedas: del s/nscrito vda+ ciencia, conocimiento0 libros sagrados primitivos de la misma India. Eddas+ colecciones de las tradiciones mitológicas y legendarias de los antiguos pueblos escandinavos. - del /. 0 8 82
Eliphas Levi – El Gran Arcano
protestantismo sembró en el mundo iglesias de antas-a. (os católicos ueron inmisericordes y los protestantes, implacables. =ino enseguida el sombr-o ansenismo con sus t6tricos dogmas, el 'ios que salva y condena por capric2o, el culto de la tristeza y de la muerte. (a Revolución impuso luego la libertad por el terror, la igualdad a golpes de 2ac2a y la raternidad en la sangre. #iguió una reacción cobarde y p6r3da. (os intereses amenazados tomaron la m/scara de la religión y las arcas llenas 2icieron alianza con la cruz. @ es as- como a8n aqu- estamos. (os /ngeles custodios del #antuario son sustituidos por zuavos, y el reino de 'ios, que sure violencia en el cielo, resiste la violencia en la tierra, mas no con desprendimiento y oraciones, pero s- con dinero y bayonetas. ud-os y protestantes aumentan el dinero de #an Pedro. (a religión ya no es m/s una cosa de e, es una cuestión de partido. s muy cierto que el cristianismo a8n no ue comprendido y que, al 3n, reclama su lugar0 por eso todo cae y todo caer/, mientras no quede establecido en toda su verdad y en todo su poder, para 3jar el equilibrio del mundo. Por consiguiente, las agitaciones que presenciamos nada tienen de extra4o, son el resultado del movimiento perpetuo que derriba todo lo que los 2ombres quieren oponer a las leyes de su eterna balanza. (as leyes que gobierna el mundo rigen tambi6n los destinos de todos los
individuos 2umanos1 el 2ombre nació para el descanso, pero no para la ociosidad. l descanso para 6l es la conciencia de su propio equilibrio, mas no puede renunciar al movimiento perpetuo, porque el movimiento es la vida. s preciso surirlo o dirigirlo1 cuando lo surimos, nos destruye, cuando lo dirigimos, nos regenera. 'ebe 2aber equilibrio y no antagonismo entre el esp-ritu y el cuerpo. (a sed insaciable del ama es tan unesta como los apetitos desordenados de la carne. (a concupiscencia, lejos de calmarse, se irrita por las privaciones insensatas. (os surimientos del cuerpo vuelven triste e impotente el alma, y ella sólo es eectivamente reina cuando los órganos, sus s8bditos, est/n perectamente libres y tranquilos. 7ay equilibrio y no antagonismo entre la gracia y la naturaleza, porque la gracia es la dirección que el propio 'ios da a la naturaleza. s por la gracia del !lt-simo que las primaveras 5orecen, los veranos producen las espigas y los oto4os las uvas. CPor qu6, pues, despreciar-amos las 5ores que embelesan nuestros sentidos, el pan que nos sustenta y el vino que nos orti3caE l risto nos ense4a a pedir a 'ios el pan de cada d-a. Pid/mosle tambi6n las rosas de cada primavera y las sobras de cada verano. Pid/mosle, para cada corazón, al menos una verdadera amistad y para cada existencia un 2onesto y sincero amor. 7ay equilibrio y nunca debe 2aber antagonismo entre el 2ombre y la mujer. (a ley de unión, entre ellos, es la consagración mutua. (a mujer debe cautivar al 2ombre por la atracción, y el 2ombre, emancipar a la mujer por la inteligencia. ste es el equilibrio inteligente, uera del cual se cae en el ego-smo atal. !l aniquilamiento de la mujer por el 2ombre corresponde el envilecimiento del 2ombre por la mujer. 7aced de la mujer una cosa que se compra, ella se encarece y os arruina. 7aced de ella una criatura de carne y uego, y ella os corrompe y os manc2a. 7ay equilibrio y no podr-a 2aber antagonismo entre el orden y la libertad, entre la obediencia y la dignidad 2umana. &inguno tiene derec2o al poder despótico y arbitrario. &o, ninguno, ni el mismo 'ios. &adie es se4or absoluto del otro. &i el mismo pastor es se4or de su perro. (a ley del mundo inteligente es la tutela0 aquellos que deben obedecer sólo obedecen para su bien0 se dirige su voluntad sin
subyugarla0 se puede comprometer su voluntad, pero no alienarla. #er rey, es consagrarse a proteger los derec2os del rey contra los del pueblo, y cuanto m/s poderoso es el rey tanto m/s libre en realidad es el pueblo. Porque la libertad sin disciplina y sin protección es la peor de las servidumbres0 se vuelve entonces anarqu-a, que es la tiran-a de todos en el con5icto de las acciones. (a verdadera libertad social es el absolutismo de la justicia. (a vida del 2ombre es alternada0 vela y duerme alternativamente, sumergido por el sue4o en la vida colectiva y universal0 sue4a con su existencia personal, sin tener conciencia del tiempo y del ? Eliphas Levi – El Gran Arcano
espacio. ntrando en la vida individual y responsable, en estado de vigilia, sue4a con su conciencia colectiva y eterna. l sue4o es la claridad en la noc2e. (a e en los misterios religiosos es la sombra que aparece en pleno d-a. Probablemente que la eternidad del 2ombre tambi6n es alternada como su vida y debe componerse decuando vigilias y de sue4os. #ue4a cuando cree vivir en el imperio de la muerte, vela contin8a su inmortalidad y se recuerda de sus sue4os. 'ios, dice el $6nesis, envió el sue4o a !d/n y en cuanto 6ste dorm-a sacó de 6l a >havat+86 a 3n de darle un auxiliar semejante y !d/n exclamó1 >sta es carne de mi carne y 2ueso de mis 2uesos?. &o olvidemos que, en el cap-tulo precedente, el autor del libro sagrado declara, que >!d/n 2ab-a sido creado mac2o y 2embra?, lo que expresa claramente que !d/n es el individuo aislado tomado por la 2umanidad entera. CDu6 es entonces esa >havat o va, que sale de 6l durante su sue4o para servirle de auxiliar y que, m/s tarde, debe llevarlo a la muerteE C&o ser/ la misma cosa que la Maya de los Indianos, el recipiente corpóreo, la orma terrestre que es la auxiliar y algo como la orma del esp-ritu pero que se separa de 6l, que 6l se despierta, lo que llamamos la muerteE uando el esp-ritu adormece, despu6s de un d-a de vida universal, 2ace por s- mismo su 2avat0 lanza alrededor de s- su cris/lida, y sus existencias, en el tiempo, son para 6l apenas sue4os, que lo alivian de los trabajos de su eternidad. #ube as- por la escala de los mundos durante su sue4o solamente, gozando en su eternidad de todo lo adquirido en conocimientos y uerzas nuevas en sus ayuntamientos con la Maya, de quien
debe servirse, pero sin esclavizarse de ella jam/s. Pues la Maya triunante ec2ar-a en su alma un velo que sólo el despertar rasgar-as, y por acariciar pesadillas, expuesto a despertar en la locura, lo cual es el verdadero misterio de la vida eterna. CDu6 seres 2ay m/s dignos de l/stima que los locosE (a mayor-a de ellos todav-a no siente su terror-3ca desgracia. #Xedenborg osó decir algo que, con ser peligroso, no nos parece menos concerniente. 'ice, que >los r6probos toman los 2orrores del in3erno por bellezas, sus tinieblas por luces y sus tormentos por placeres?. omo los condenados al suplicio de Oriente, embriagados con narcóticos antes de ser entregados al verdugo. >'ios no puede impedir la pena que alcance a los violadores de su ley mas, como la muerte eterna ya es muc2o, no quiere aumentarles su dolor. &o pudiendo desviar el c2icote de las urias, vuelve insensibles a los inelices que ellas 2an de castigar.? &o podemos admitir estas ideas de #Xedenborg, porque sólo creemos en la vida eterna. stos alucinados e idiotas condenados, deleit/ndose en las sombras inectas, recogiendo 2ongos venenosos que toman por 5ores, nos parecen in8tilmente castigados, puesto que no tienen conciencia de su castigo. ste in3erno, que ser-a un 2ospital de corrompidos, es menos bello que el de 'ante, abismo circular que vuelve m/s estrec2o a medida que desciende y que termina atr/s de tres cabezas de la serpiente simbólica, por un camino estrec2o, de donde basta retroceder para subir a la luz. (a vida eterna es el movimiento perpetuo y, para nosotros, la eternidad no puede ser m/s que la in3nidad del tiempo. #uponiendo que toda la elicidad del cielo consista en decirleluya+ con una palma en la mano y una corona en la cabeza, que despu6s de cinco millones de !leluyas se tenga que recomenzar >havat+ nombre ternario de va, que agregado al de !dam orma el nombre de e2ova. dam es el tetragrama 2umano que se resume en el
/etra&rammaton T>cuat ro let ras?U, o por donay Tse4orU. l havat o Eve+ el principio creado, el cteis ormal, o Cohas+ el binario, que signi3ca el principio emenino, la 2ermosura, la mujer, la luna, todo lo pasivo y negativo, lo que a8n no vive una vida personal, pero que irradia una uerza recibida para transmitirla a su alrededor. -. del /. 0 , Eliphas Levi – El Gran Arcano
siempre lo mismo TBasombrosa elicidadAU y, al 3n, a cada !leluya poderle dar un n8mero0 2abr/ uno en la rente, otro despu6s0 2abr/ sucesión, 2abr/ duración, en 3n, ser/ el tiempo, porque esto comenzar/. (a eternidad no tiene comienzo ni 3n. %na cosa es cierta, y es que nada sabemos de los misterios de la otra vida0 m/s, tambi6n es verdad que ninguno de nosotros se recuerda 2aber comenzado, y que la idea de no existir m/s nos perturba el sentimiento y la razón. 'ice esucristo, que los justos ir/n al cielo, y llama cielo, la casa de su padre0 a3rma que en esta casa 2ay innumerables estrellas. (a idea, o si moradas0 estas moradas ser/n evidentemente las quer6is la 2ipótesis de las existencias renovadas en los astros0 no se aparta de la doctrina de risto. (a vida de los sue4os es esencialmente distinta de la vida real0 tiene sus paisajes, sus amigos, sus recuerdos0 en ella poseemos acultades que, ciertamente, pertenecen a otras ormas y otros mundos. n ella volvemos a ver seres amados que jam/s conocimos en la tierra0 encontramos a los vivos que murieron, nos sostenemos en el aire, andamos sobre el agua, como puede darse en los medios en que el peso de los cuerpos es menor0 se 2ablan lenguas desconocidas y se encuentran seres gallardamente todo est/ a2- lleno de reminiscencias que no se re3eren a este organizados0 mundo, Cno ser/n ellas vagas memorias de nuestras precedentes existenciasE C#er/ sólo el cerebro que produce los sue4osE, y si 6l los produce, Cqui6n los inventaE Muc2as veces nos asustan y atigan. Cu/l es el allot o el $oya que trama las pesadillasE uando nos pareció cometer cr-menes en el sue4o, nos sentimos elices si al despertar nada tenemos que reproc2arnos. Mas, Cser-a lo mismo para nuestras existencias veladas, para nuestros sue4os ocultos bajo esta cubierta de carneE &erón, despertando sobresaltado, podr-a exclamar1 B(oado sea 'iosA no 2ice asesinar a mi madre.
(a 2abr-a encontrado viva y sonriente junto a s-, pronto a contarle sus cr-menes imaginarios y sus malos sue4os. (a vida presente parece, en veces, un sue4o monstruoso y no m/s razonable que las visiones del sue4o1 de continuo vemos en ella lo que no deb-a existir, y que lo que deb-a existir, no existe. reemos0 en ocasiones, que la naturaleza 2ace extravagancias y que la razón se debate bajo un 3altes terrible.HH (as cosas que pasan en esta vida de ilusiones y de vanas esperanzas son, ciertamente, tan insensatas en comparación de la vida eterna, como lo pueden ser las visiones del sue4o comparadas a las realidades de esta vida. !l despertar, no nos reprobamos los pecados cometidos en el sue4o, y si ueran cr-menes, la sociedad no pedir-a cuentas, al menos que 2ayan sido realizados eectivamente en estado de sonambulismo, como por ejemplo, un son/mbulo, que so4ando matar a su mujer, le propina un golpe mortal. s as- como nuestros errores en la tierra pueden ser un 2ec2o en el cielo, en consecuencia de una especial exaltación que 2ar-a vivir al 2ombre en la eternidad antes de dejar la tierra. 7ay actos de la vida presente que pueden perturbar las regiones de la serenidad eterna. xisten pecados que, como se dice vulgarmente, 2acen llorar a los /ngeles. #on las injusticias de los santos, las calumnias que 2acen subir al #er #upremo, cuando presentan a 6ste como al d6spota capric2oso de los esp-ritus, como el atormentador in3nito de las almas. uando #anto 'omingo y #. P-o = enviaban cristianos disidentes al suplicio, estos cristianos, 2ec2os m/rtires y entrando por el derec2o de sangre derramada en la gran catolicidad del cielo, eran acogidos, sin duda, en el n8mero de los esp-ritus bienaventurados con gritos de terror y de piedad0 y los eroces son/mbulos de la Inquisición no ser-an disculpados, aunque alegaran ante el uez #upremo las divagaciones de sus sue4os. *alsear la conciencia 2umana, apagar el esp-ritu y calumniar la razón, perseguir a los sabios, oponerse a los progresos de la ciencia, estos son los verdaderos pecados mortales, pecados contra el sp-ritu #anto, pecados que no pueden ser perdonados ni en este mundo ni en el otro. ialtes: $riego amoso por su traición. n tanto que (eónides deend-a el paso de las "ermópilas. 3altes ense4ó a los persas un des3ladero que les permitió atacar por la espalda a los griegos. "raidor que 2uyó despu6s a "esalia, pero que 88 Ef
2abiendo vuelto a su pa-s recibió la muerte en manos de !tenades por una causa extra4a a su traición. -. del /. 0 Eliphas Levi – El Gran Arcano
ap-tulo N
EL MAGNETISMO DEL MAL %n esp-ritu 8nico llena la inmensidad. s el de 'ios, que nada limita o divide, aquel que est/ eternamente en todas partes sin estar contenido en parte alguna. (os esp-ritus creados no pueden vivir sino en envoltorios proporcionales a su medio, que realizan su acción limit/ndola e impidi6ndoles ser absorbidos en el in3nito. c2ad una gota de agua dulce en el mar y ella se perder/, a menos que no sea preservada por un envoltorio impermeable. &o existen, pues, esp-ritus sin envoltorio y sin orma0 estas ormas son relativas al medio en que viven, y en nuestra atmósera, por ejemplo, no pueden existir otros esp-ritus que los de los 2ombres, con los cuerpos que vemos, y de los animales, cuyo destino y naturaleza a8n ignoramos. C"ienen alma los astrosE @ la tierra que 2abitamos, Ctendr/ una conciencia y un pensamiento propiosE &osotros lo ignoramos0 pero no podemos a3rmar que est/n en error los que quieran suponerlo. xplicando as- ciertos enómenos excepcionales, por maniestaciones espont/neas del alma de la tierra, y cómo muc2as veces ue notado determinado antagonismo en estas maniestaciones, puede concluirse, que el alma de la tierra es m8ltiple y que se revela por cuatro uerzas elementales, que podemos resumir en dos y que se equilibran en tres1 lo que es una de las soluciones del gran nigma de la s3nge. #eg8n los 2ieroantes antiguos, la materia no es m/s que el substratum de los esp-ritus creados1 'ios no la creó inmediatamente. 'e 'ios emanan las potencias, loslo2im,HK que constituyen el cielo y la tierra y, seg8n su doctrina, era as- como deb-a de pronunciarse la primera rase del $6besis1 Cereschit+8, la cabeza o el primer principio0Cara+ creó Elohim+ las potencias, aet K (iteralmente lo2im signi3ca l, los 'ioses, el #er de los seres, aquel que creó el cielo y la tierra, o mejor dic2o la colectividad de las 'ivinas Potencias, la esencia del cielo y de la tierra. lo2im es tambi6n dioses secundarios, irradiando del 'ios entral, o pensamientos creadores, ordenadores y conservadores de los mundos. (os lo2im irradian de la "rinidad o "r-ada, del mismo modo que los colores irradian del prisma triangular que descompone el H K Elohim.
spectro solar. (os lo2im son las primeras emanaciones de la conciencia suprema. Palabra 2ebrea. -. del /. 0 , Cereschi t . >en el principio?, la primera palabra que Mois6s escribió en el $6nesis. n /bala, se escribe )R!#2I"2 y dividi6ndola en dos, se obtiene1 )R!, creó, y #2I"2, seis, esto es, las seis uerzas undamentales que presiden la obra misteriosa de los seis d-as del $6nesis. (as seis letras de que se compone corresponden al signo del Macrocosmo, que es el 2exagrama o doble tri/ngulo Testrella de #alomónU. (a ormación del Macrocosmo TuniversoU se divide ases a simbólico de NdíasO. l n8mero es relativo a la creación porque se las que seen daseis el nombre orma por la adición de los n8meros que componen la "rinidad1 :[;[G\. (a primera "rinidad, simbolizada por el tri/ngulo con la punta 2acia arriba, es eterna y existe por s- misma0 la segunda, es el re5ejo de la primera, por lo que se simboliza por el tri/ngulo invertido. )R!, igual a creó, tiene el valor abal-stico de K T;[;<<[:\;
tierra. onesamos que esta traducción nos parece m/s lógica que la que dar-a un verboCara empleado en el singular al nominativo plural Elohim. stos lo2im o potencias ser-an las grandes almas de los mundos, siendo sus ormas la sustancia espec-3ca en sus virtudes elementales. 'ios, para crear un mundo, 2abr-a ligado juntamente cuatro genios, que debati6ndose producir-an primero el caos, pero que orzados a descansar despu6s de la luc2a 2abr-an establecido la armon-a de los elementos0 de este modo la tierra prendió el uego y se 2inc2ó para escapar de la invasión de las aguas. l aire salió de las cavernas y envolvió la tierra y el agua, mas el uego luc2a siempre contra la tierra y la corroe0 el agua a su vez, invade la tierra y sube en nubes al cielo0 el aire se excita, y para repeler las nubes, orma corrientes y tempestades. la gran ley del equilibrio, que es la voluntad de 'ios, impide que los combates destruyan los mundos antes del tiempo marcado para sus trans3guraciones. (os mundos, como los l2oim, est/n ligados conjuntamente por cadenas magn6ticas que su rotación procura romper. (os soles son rivales de los soles y los planetas se ejercitan contra los planetas, oponiendo a las cadenas de atracción una energ-a igual de repulsión, para deenderse de la absorción y conservar cada uno su existencia.
stas uerzas colosales, en ocasiones tomaron una orma y se presentaron bajo la apariencia de gigantes1 son los gr6goros del libro de noc2, criaturas terribles, para quienes somos lo que para nosotros los inusorios o los insectos microscópicos que pululan en nuestros dientes y en nuestras epidermis. (os gr6goros nos pisan sin piedad porque ignoran nuestra existencia1 son excesivamente grandes para vernos y muy limitados para adivinarnos. !s- se explican las convulsiones planetarias que devoran poblaciones. #abemos muy bien que 'ios no salva a la inocente mosca de que un cruel est8pido pilluelo le arranque las patas y las alas, y que la Providencia no interviene a avor del 2ormiguero, cuyas galer-as destruye el caminante con sus pies. Porque los órganos de un /caro escapan al an/lisis del 2ombre, 6ste juzga tener el derec2o de suponer que, delante de la naturaleza eterna, su existencia es muc2o m/s preciosa que la del par/sito del queso. amoens ten-a, probablemente m/s genio que el egr6goro !damastor0 pero por estar coronado de nubes y tener los 2uracanes por manto, Cpodr-a el gigante !damastor adivinar las poes-as de amoensEH (a ostra nos parece apetitosa, suponemos que carece de conciencia de smisma, que por consiguiente no sure, y sin el menor sentimiento la devoramos. c2amos completamente vivos en la olla 2irviente al cangrejo, al camarón y la langosta nada m/s que, porque cocidos de ese modo, 2allamos su carne m/s 3na y m/s sabrosa. Cpor qu6 dura ley as- abandona 'ios el 5aco al uerte, el peque4o al grande, sin que el ogro tenga alguna idea de las torturas que 2ace surir al d6bil ser que devoraE C@ qui6n nos asegura que alguien tomar/ nuestra deensa contra los entes m/s uertes y tan /vidos como nosotrosE (os astros accionan y reaccionan los unos sobre los otros, su equilibrio lo determinan lazos de amor y esuerzos de odio. ! veces la resistencia de una estrella se rompe y ella es atra-da para un sol que la devora0 otras, una de ellas, siente expirar su uerza de atracción y es lanzada uera de su órbita por el girar de los universos. !stros amantes se aproximan y dan a luz nuevas estrellas. l espacio in3nito es la gran ciudad de los soles0 ellos orman consejos entre s- y se dirigen rec-procamente telegramas de luz. 7ay estrellas que son 2ermanas, otras 2ay que son rivales. (as almas de los astros, presas por la necesidad de su carrera regular,
pueden ejercer su libertad divergiendo sus e5uvios. uando la tierra es mala, torna a los 2ombres uriosos y desencadena 5agelos en su super3cie0 env-a entonces, a los planetas que no ama, un magnetismo envenenado y ellos se vengan envi/ndole la guerra. =enus derrama sobre ella el veneno de las valores num6ricos de las letras 2ebreas y su signi3cado v6ase >l Poder Oculto de los &8meros?, publicado delditorial /. 0 ulturaU -.por 8 >amoens+ %uis . Poeta portugu6s, autor de >Os (us iadas?, obra maestra de la literatura portuguesa. l $enio !damastor igura entre algunas de las tramas literarias de amoens. - del /. 0 7 Eliphas Levi – El Gran Arcano
costumbres depravadas0 8piter excita a los reyes unos contra otros0 Mercurio desencadena contra los 2ombres las serpientes del caduceo, la (una los enloquece y #aturno los lleva a la desesperación. stos amores y estas cóleras de las estrellas son la base de toda la astrolog-a, ciencia por 2oy tan desde4ada. C&o prob6 recientemente el an/lisis espectral de )uncen, que cada astro tiene su imantación determinada 2ay en el cielo escalas depor una base met/lica especial y particular, y que atracción como gamas de coloresE Pueden, pues, existir tambi6n, y ciertamente existen entre los globos celestes, in5uencias magn6ticas que obedecen tal vez a la voluntad de estos globos, si los suponemos dotados de inteligencia o dominados por los genios a que los antiguos llamaban los vigilantes del cielo o gr6goros.HJ l estudio de la naturaleza nos 2ace 2allar contradicciones que espantan. n todas partes encontramos pruebas de una inteligencia in3nita, pero muc2as veces tenemos que reconocer tambi6n la existencia y la acción de las uerzas perectamente ciegas. (os 5agelos son perturbaciones que podemos atribuir al no principio del orden eterno. (as epidemias, las inundaciones, las 2ambrunas, no son órdenes de 'ios. !tribuidos al demonio, esto es, a un /ngel condenado, cuyas malas obras l permite, signi3car-a suponer un 'ios 2ipócrita que se oculta detr/s de un gerente responsable y viciado para 2acer el mal. C'e dónde vienen entonces estos desórdenesE 'el error de las causas segundas. @ si las causas segundas son capaces de error, es porque son inteligentes y autónomas0 y 2e aqu- la completa doctrina de los gr6goros. #eg8n esta doctrina, los astros no cuidar-an de los par/sitos que germinan en su epidermis, sino
solamente de sus odios y sus amores. &uestro sol, cuyas manc2as son un comienzo de resriamiento, es arrastrado, lenta pero atalmente, 2acia la constelación de 76rcules. %n d-a le altar/ luz y calor, porque los astros envejecen y deben morir como nosotros. ntonces, no tendr/ la uerza de repeler a los planetas que ir/n con -mpetu a romperse contra 6l, y ser/ 6ste el 3n de nuestro universo. Mas un nuevo universo se ormar/ con los restos. %na nueva creación saldr/ del caos y reneceremos, en una especie nueva, capaces de luc2ar con m/s ventaja contra la est8pida grandeza de los gr6goros, y asser/, 2asta que el gran !d/n sea reconstituido. ste esp-ritu de los esp-ritus, esta orma de las ormas, este gigante colectivo que resume la creación entera, este !d/n, que conorme los abalistas esconde el sol detr/s del calca4ar, oculta las estrellas en las espigas de su barba y cuando quiere andar, toco con un pie el Oriente y con el otro el Occidente. (os gr6goros son los nacim de la )iblia, o mejor, seg8n el libro de noc2, sus padres. #on los "itanes de la */bula y se encuentran en todas las tradiciones religiosas. #on ellos los que, en sus luc2as, lanzan los aerolitos al espacio, viajan a caballo en los cometas y 2acen llover estrellas candentes y bólidos in5amados. l aire se vuelve malsano, las aguas se corrompen, la tierra tiembla y los volcanes estallan uriosamente cuando est/n excitados y abatidos. n ocasiones, y durante las noc2es de est-o, los 2abitantes sencillos de los valles del #ur ven, con terror, la orma colosal de un 2ombre inmóvil en la altiplanicie de las monta4as, que sentado, lava 83
E&r&oros. *orma
astral generada por una colectividad. !l respecto de las cadenas invisibles y de la ormación del ser colectivo a que el ocultismo llama gr6goro, dice $. P2aneg1 >(os pensamientos, la voluntad, el deseo, son uerzas tan reales y tal vez mayores que la dinamita o la electricidad. )ajo su in5uencia, la materia astral, que es tan pl/stica, se 2ace compacta y toma orma. l 2ec2o est/ probado por innumerables experiencias. Por consiguiente, si algunas personas se re8nen en un local, emitiendo vibraciones uertes e id6nticas, pensamientos de la misma naturaleza, un ser verdadero ganar/ vida y quedar/ animado de una uerza, buena o mala, seg8n el g6nero de pensamientos emitidos. !l principio d6bil e incapaz de actividad, presto a disolverse si uere abandonado a2- mismo, este ser colectivo se va de3niendo a medida que las reuniones aumentan0 su orma se vuelve cada vez m/s n-tida y va adquiriendo posibilidad de acción mayor. Balc8lese que terrible uerza o 2a de tener un ser as- al cabo de ;<<< a4os, como por ejemplo por el empleo de una gran religiónA BDu6 poder no tendr/ para auxiliar o castigar a sus adeptosA !s- se comprender/ que si un 2ec2icero est/ solo y la persona male3ciada orma parte de una cadena o corriente cualquiera Treligión,
asociación m-stica, etc.U, que tenga un gr6goro poderoso en el invisible, el 2ec2icero pierde su tiempo y su trabajo. n el caso contrario, si la v-ctima est/ aislada y el male3ciante a3liado a una asociación oculta, la v-ctima est/ casi perdida, salvo circunstancias imprevistas. 'isponiendo el gr6goro de la energ-a y del saber acumulado de las personas que lo orman, , ser/ m/s uerte e inteligente que cualquiera de los miembros en particular0 6l los vigila y dirige, corrigi6ndolos y castig/ndolos, cuando traten de desviarse de las l-neas comunes?. (a palabra proviene del griego e&re&oros+
>vigilante?. -. del /. 0 3=
Eliphas Levi – El Gran Arcano
sus pies en alg8n lago solitario0 las sencillas gentes pasan 2aciendo la se4al de la cruz y creen 2aber visto a #atan/s, cuando apenas vieron la sombra pensativa de un gr6goro. stos gr6goros, si tuvi6semos que admitir su existencia,ser-an los agentes pl/sticos de 'ios, las ruedas vivas de la m/quina creadora, multiormes, como Proteo, pero siempre sujetos a su materia elemental. #abr-an secretos que la inmensidad nos roba, pero ignorar-an cosas que nosotros conocemos. (as evocaciones de la magia antigua se dirigen a ellos, y los nombres pomposos que les daban en Persia y en aldea, se conservan en los antiguos grimorios. (os /rabes, po6ticos conservadores de las tradiciones primitivas de Oriente, creen a8n en estos gigantes genios. (os 2ay blancos y negros, los negros son malos y se llaman !ritas. Ma2oma conservó estos genios 2e 2izo de ellos /ngeles tan grandes, que el viento de sus alas balancea los mundos en el espacio. on3eso que no gustamos de esta multitud de entes intermediarios que nos ocultan a 'ios y parecen volverlo in8til. #i la cadena de los esp-ritus aumenta siempre sus anillos elevando a 'ios, no vemos razón para que se detenga, porque avanzar/ siempre, sin jam/s poder tocarlo. "enemos billones de dioses que vencer o dominar, sin llegar nunca a la libertad o a la paz. y es por eso que rec2azamos, de3nitiva y absolutamente, la mitolog-a de los gr6goros. !qu- respiramos quedamente y enjugamos la rente, como un 2ombre que despierta despu6s de un penoso sue4o. ontemplamos el cielo lleno de astros, pero vac-o de antasmas y con indecible alivio al corazón repetimos a plena voz estas primeras palabras del s-mbolo de &icea1 >redo in unim 9eum. Mientras cae acompa4ado por los gr6goros y los !ritas, #at/n brilla un momento en el cielo y desaparece como un rel/mpago.Gidebam )atanam sicut ful&ures -o ful&ur0 de coelo cadentem.
(os gigantes de la )iblia ueron sepultados por el diluvio. (os "itanes de la
*/bula, sepultados bajo las monta4as que 2ab-an amontonado. 8piter no es m/s que una estrella, y toda la antasmagor-a gigantesca del antiguo mundo sólo es una sonora carcajada que, en Revelais, se llama $argant8a. l propio 'ios no quiere que lo representen en orma de un monstruoso panteo. s el padre de las proporciones y de la armon-a y repele las monstruosidades. #us jerogl-3cos avoritos son las blancas y mansas 3guras del cordero y de la paloma. BDu6 adorable es el s-mbolo católico y cu/ntos abominables sacerdotes lo desconocenA Imaginad la paloma del esp-ritu de amor pos/ndose sobre la 2umareda graciosa de los autosKdefe y a la virgen madre mirando quemar las jud-as. =er caer desgraciados jóvenes bajo las balas de los zuavos del &i4o es8s y del uego de los ca4ones colocados alrededor del tesoro de las indulgencias. Mas Bqui6n puede sondear los secretos de la ProvidenciaA "al vez por esta aberración del poder militar todos los disidentes son absueltos y el pecado del pastor vu6lvese la inocencia del mundo. !dem/s Cno es el Papa un santo padre que cree que cumple su deber con toda la sinceridad de su corazónE CDui6n es, pues, el culpableE l culpable es el esp-ritu de contradicción, el esp-ritu del error y la mentira, que ue 2omicida desde el comienzo, es el tentador, el diablo, el magnetismo del mal. l magnetismo del mal es la corriente atal de los 2/bitos perversos, es la s-ntesis 2-brida de todos los insectos voraces y astutos que el 2ombre sustrae de los animales peores, y es en este sentido 3losó3co que el simbolismo de la dad Media personi3có al demonio. "iene cuernos de mac2o cabr-o o de toro, ojos de moc2uelo, nariz con extremidades de buitre, garganta de tigre, alas de murci6lago, garras de arp-a y vientre de 2ipopótamo. BDu6 3gura para un /ngelA, aunque sea ca-do, y cu/n lejos est/n del soberbio rey de los in3ernos so4ado por el genio de MilonA Pero es cierto que el #at/n de Milton no representa otra cosa que el genio revolucionario de los ingleses bajo un romXell, y el verdadero diablo, es el de las catedrales y de las leyendas. s /gil como el mono, insinuante como el reptil, astuto como la zorra, alegre como el gato, cobarde como el lobo o el c2acal. 31
Eliphas Levi – El Gran Arcano
Rastrero y adulador como un esbirro, ingrato como un rey y vengativo como un mal padre, inconsciente y p6r3do como una mujer galante. s un Proteo que toma todas las ormas, excepto las del cordero y paloma, dicen los viejos grimorios. "an pronto es un pajecillo bellaco que lleva cola del vestido de una gran dama, como un teólogo vestido de armi4o o un caballero barbado de 2ierro. l consejero del mal penetra en todas partes, se esconde 2asta en el seno de las rosas. ! veces, bajo la capa del c2antre o del obispo, pasea su cauda mal disimulada por las lozas de una iglesia, se prende a los cordones de la disciplina de las monjas y se ac2ata entre las p/ginas de los breviarios. $ime en la bolsa vac-a del pobre, y por el agujero de la cerradura de los cores llama en voz baja a los ladrones. #u car/cter esencial e inextinguible es ser siempre rid-culo, porque, en el orden moral, es la bestia y ser/ siempre la estulticia. #u 2/bito, dicen los 2ec2iceros, es pedir siempre alguna cosa0 se contenta con un andrajo, con un zapato viejo, o con un pedazo de paja. CDui6n no comprende aqu- la alegor-aE Conceder al mal la menor cosa no es 2acer pacto con 6lE C(lamarlo, sea sólo por curiosidad, no es entregarle nuestra almaE "oda esta mitolog-a diabólica legendaria est/ llena de 3loso-a y de razón. l orgullo, la avaricia, la envidia, no son por s- mismas personajes0 pero muc2as veces se personi3can en los 2ombres y aquellos que llegan a ver al diablo no es sino que ven su propia ealdad. l diablo jam/s ue bello0 no es un /ngel ca-do, est/ condenado desde su nacimiento, el mismo 'ios jam/s le perdonar/ porque para 'ios no existe. xiste como nuestros errores, es el vicio, es el miedo, es la violencia, es la demencia y la mentira, es la 3ebre del 2ospital de los limbos en que en5aquecen las almas dolientes. &unca entró en las regiones serenas del cielo y no podr-a, por consiguiente, 2aber ca-do de ellas. !rredra, pues, el dualismo imp-o de los Manes, arredra este competidor de 'ios, ulminado y siempre poderoso, que le disputa el mundo. !temoriza esta creación seductora de los 2ijos de su se4or, que orzó al propio 'ios a surir la muerte para rescatar a los 2ombres que el /ngel rebelde 2ab-a 2ec2o sus esclavos, y al cual 'ios abandona, a pesar de todo, la mayor-a de aquellos que quiso
redimir por un sacri3cio tan inconcebible. B!bajo el 8ltimo y m/s monstruoso de todos los egr6gorosA B$loria y triuno eterno sólo a 'iosA on todo, B2onra eterna al dogma sublime de la RedenciónA BRespeto a todas las tradiciones de la Iglesia %niversalA B=iva el simbolismo antiguoA BPero 'ios nos guarde de materializarlo, tomando entidades meta-sicas por personajes reales y alegor-as por 2istoria verdaderaA (os ni4os gustan de creer en los ogros y en las 2adas, y las multitudes tienen necesidad de la mentira. (o s60 apelo al testimonio de las amas y los sacerdotes. Mas yo escribo un libro de 3loso-a oculta que no debe ser le-do ni por los ni4os ni por las personas d6biles de esp-ritu. Personas 2ay para quienes el mundo resultar-a vac-o si no lo imaginaran poblado de quimeras. (a inmensidad del cielo les astidiar-a sin su correspondiente multitud de duendes y demonios. stos ni4os grandes nos recuerdan la /bula del buen (aontaine, en la que juzgaba ver un mastodonte en la luna, cuando estaba viendo un ratoncillo escondido entre los vidrios de la luneta. "odos llevamos consigo nuestro tentador o nuestro diablo, que nace de nuestro temperamento o de nuestros 2umores. Para unos, es un pavo que 2ace la rueda0 para otros, es un mono que arrisca los dientes. s el lado animal de nuestra 2umanidad, es la repulsión tenebrosa de nuestra alma, es la erocidad de los instintos animales exagerada por la vacuidad de nuestros pensamientos estrec2os y alsos, es el amor de la mentira en los esp-ritus que, por debilidad o indierencia, desesperan de la verdad. (os posesos del demonio son tan numerosos que componen el mundo, como dec-a el risto, y por eso repet-a a sus apóstoles1 >l mundo os 2ar/ morir?. l diablo mata a los que se resisten, por tanto, consagrar la existencia a la victoria de la verdad u la justicia, es 2acer el sacri3cio de la vida. n la ciudad de los malos el que reina es el vicio y el inter6s del vicio el que gobierna. l justo est/ condenado de antemano, no 2ay necesidad de juzgarlo0 pero la vida eterna pertenece a los 2ombres de corazón que saben surir y morir. es8s, que pasaba 2aciendo el bien, sab-a que caminaba para la muerte y dec-a a sus amigos1 >7e aqu- que vamos a erusal6n, donde el 2ijo del 2ombre debe ser 32 Eliphas Levi – El Gran Arcano
entregado al 8ltimo suplicio. 7ago oerta de mi vida0 ninguno me la toma0 yo la pongo para adquirirla. #i alguien quiere imitarme, que acepte de antemano la cruz de los mal2ec2ores y que siga mis 2uellas. "odos vosotros que a2ora me veis, no me ver6isjam/s?. (uego Cquiere matarseE dec-an los jud-os que no o-an 2ablar as-. Mas, dejarse ultimar por los otros no es matarse a s- mismo. (os 26roes de las "ermópilas bien sab-an que todos morir-an a2-, desde el primero 2asta el 8ltimo, y su glorioso combate no ue ciertamente un suicidio. l sacri3cio de s- mismo nunca es un suicidio0 y urcio, si su 2istoria no uera abulosa, no ser-a un suicida. CR6gulo comet-a un suicidio volvi6ndose a artagoE C#e suicidaba #ócrates, cuando re2usaba evadirse de la prisión despu6s de su sentencia de muerteE atón, pre3riendo rasgar su vientre a surir la locura del 6sar, es un republicano sublime. l soldado 2erido que ca-do en el campo de batalla y no teniendo m/s arma que su bayoneta, cuando le dicen1 entrega las armas, 2unde la bayoneta en su corazón, diciendo1 >=en a tomarlas?, no es un suicida, es un 26roe 3el a su juramento de vencer o morir. l #e4or )eaurepaire, 2aciendo saltar sus sesos antes que 3rmar una capitulación vergonzosa, no se suicida1 Bse sacri3ca a la 2onraA uando la gente no tiene pacto con el mal, no debe temerlo, y cuando no teme al mal o debe temer a la muerte1 ella sólo tiene imperio unesto sobre el mal. (a muerte negra, la muerte espantosa, la muerte llena de angustia y de terror es 2ija del demonio. llos juraron morir conjuntamente, pero como son mentirosos se dan rec-procamente por eternos. 'ec-amos, 2ace poco, que el diablo es rid-culo, y en nuestra 7istoria de la Magia, declaramos que no nos 2ace re-r0 y en eecto, ninguno se r-e de las ridiculeces groseras, pues cuando se tiene amor al bien, no se puede re-r del mal. l ve2-culo 5uido, astral, representado en todas las mitolog-as por la serpiente, es el tentador natural de 2ava o de la orma material0 esta serpiente era inocente del pecado de !d/n y va, como todos los seres. l diablo nació de la primera desobediencia y se transormó en esa cabeza de serpiente que el pie de la mujer debe aplastar. (a serpiente, s-mbolo del gran agente 5u-dico, puede ser un signo sagrado cuando representa el magnetismo del bien, como la serpiente de bronce de Mois6s. 7ay dos serpientes en el caduceo de
7ermes. l 5uido magn6tico est/ sometido a la voluntad de los esp-ritus, que pueden atraerlo o proyectarlo con uerzas dierentes, conorme a su grado de exaltación o de equilibrio. (o llamamos el lucero o %ucifer+ porque es el agente distribuidor y especializador de la luz astral. (o llamamos tambi6n /ngel de las tinieblas, porque es el mensajero de los pensamientos oscuros como de los pensamientos luminosos, y los 2ebreos, que lo llaman #amael, dicen que es doble, y que 2ay un #amael blanco y un #amael negro, el #amael israelita y el #amael incircunciso. (a alegor-a aqu- es evidente. iertamente creemos, como los cristianos, en la inmortalidad del alma0 como todos los pueblos civilizados, creemos en penas y surimientos proporcionales a nuestras obras. reemos que los esp-ritus pueden ser desgraciados y atormentados en la otra vida0 admitimos, pues, la existencia posible de los r6probos. l magnetismo del mal puede, por tanto, recibir impresiones de ultratumba, pero solamente por las aspiraciones perversas de los vivos, no teniendo los muertos el poder ni la voluntad de 2acer el mal. )ajo la mano de la justicia de 'ios nadie peca m/s, exp-a. (o que negamos es la existencia de un poderoso genio, de una especie de 'ios negro, de un monarca sombr-o, que tiene el poder de 2acer el mal despu6s que 'ios lo 2a reprobado. l rey #at/n es para nosotros una 3cción imp-a, a pesar de toda la poes-a y la grandeza que ella puede presentar en el poema de Milton. l m/s culpable de los esp-ritus ca-dos debe 2aber descendido m/s abajo que los otros, y m/s que ellos estar sometido a la justicia de 'ios. (as galeras tienen, sin duda, sus reyes que aun ejercen cierta in5uencia en el mundo criminal, pero esto resulta de la insu3ciencia de los medios de vigilancia o de represión empleados por la justicia 2umana, mas a la justicia de 'ios nadie enga4a. 36 Eliphas Levi – El Gran Arcano
n el libro apócrio de noc2 leemos que los egr6goros negros se encarnaron para seducir a las 2ijas de la tierra y dieron nacimiento a los gigantes. (os verdaderos egr6goros, esto es, los vigilantes de la noc2e, en los cuales nos agrada creer, son los astros del cielo con sus ojos siempre brillantes. #on los /ngeles que gobiernan las estrellas y que pastorean a las almas que las 2abitan. "ambi6n nos
gusta pensar que cada pueblo tiene si /ngel protector o su genio, que puede ser el de uno de los planetas de nuestro sistema. @ as-, conorme a las po6ticas tradiciones de la /bala, MiSael, el /ngel del #ol, es el del pueblo de 'ios. $abriel, el /ngel de la (una, protege a los pueblos de Oriente que tienen la creciente como escudo. Marte y =enus gobiernan conjuntamente a *rancia. Mercurio, es el genio de 7olanda e Inglaterra. #aturno, el genio de Rusia. "odo esto es posible, aunque dudoso, y puede servir a las 2ipótesis de la astrolog-a o a las 3cciones de la epopeya. l reino de 'ios es un gobierno admirable en el que todo subsiste por jerarqu-a y en el que la anarqu-a se destruye por s- misma. #i existen en su imperio prisiones para los esp-ritus culpados, sólo 'ios es el se4or, y sin duda que las 2ace dirigir por /ngeles severos y buenos. n ellas no ser-a permitido a los condenados torturarse mutuamente. C#er/ 'ios menos sabio y menos bueno que los 2ombresE CDu6 dir-an de un pr-ncipe de la tierra que colocara un bandido de la peor especie como director de sus prisiones, permiti6ndole, muc2as veces, salir a continuar sus cr-menes y a dar a las personas de bien terribles ejemplos y perniciosos consejosE 38 Eliphas Levi – El Gran Arcano
ap-tulo NI
EL AMOR -ATAL (os animales est/n sometidos por la &aturaleza a un estado enom6nico que los impele invenciblemente a la reproducción, estado al que llamamos celo. #ólo el 2ombre es capaz de un sentimiento sublime que le permite escoger su compa4era y que tempera la aspereza del deseo por el aecto m/s absoluto. ste sentimiento se llama amor. ntre los animales, el mac2o trepa indistintamente sobre todas las 2embras, y las 2embras se someten a todos los mac2os. l 2ombre est/ 2ec2o para amar a una sola mujer, y la mujer digna de respeto se conserva para un solo 2ombre. n el 2ombre como en la mujer, el desborde de los sentidos no merece el nombre de amor, es algo que se asemeja al celo de los animales. (os libertinos y las libertinas son meros brutos. l amor da al alma 2umana la intuición de lo absoluto, porque es por smismo absoluto, o no existe. l amor que se despierta en un gran alma es la misma eternidad que se despierta. n la mujer que ama, el 2ombre ve y adora la divinidad materna y da para siempre su corazón a la
virgen a quien aspira a 2onrar con la dignidad de madre. (a mujer adora en el 2ombre que ama la divinidad ecunda que debe crear en ella el objetivo de todos sus votos, el 3n de su vida, la corona de todas las ambiciones1 el 2ijo. stas dos almas no 2acen m/s que una, que debe complementarse con una tercera. l 2ombre es 8nico en tres amores, como 'ios existe en tres personas. &uestra inteligencia est/ 2ec2a para la verdad y nuestro corazón para el amor. s por eso que #an !gust-n dice, con razón, dirigi6ndose a 'ios1 "8 nos 2iciste para ti, #e4or, y nuestro corazón est/ atormentado 2asta que 2aya encontrado su descanso en ti. !2ora bien, 'ios que es in3nito sólo puede ser amado por el 2ombre como intermediario. #e 2ace amar por el 2ombre en la mujer y por la mujer en el 2ombre. sta es la razón por qu6 la 2onra y la elicidad de ser amados nos impone una grandeza y bondad divinas. !mar es percibir lo in3nito en lo 3nito. s 2aber encontrado a 'ios en la criatura. #er amado es representar a 'ios, es ser su plenipotenciario junto a un alma para darle el para-so en la tierra. (as almas viven de verdad y de amor, sin amor y sin verdad suren y perecen como cuerpos privados de la luz y el calor. CDu6 es la verdadE, preguntaba desde4osamente a esucristo el representante de "iberio, y el mismo "iberio 2abr-a podido preguntar con desprecio insolente e iron-a m/s amarga1 CDu6 es el amorE l despec2o al no poder comprender nada y ante la imposibilidad de creer en algo, la rabia de no poder amar, 2a a2- el verdadero in3erno y Ccu/ntos 2ombres, cu/ntas mujeres no est/n entregadas desde esta vida a las torturas de esta espantosa condenaciónE ! esto se deben los urores apasionados por la mentira0 de a2- esas mentiras apasionadas de amor que entregan el alma a las atalidades de la demencia. (a necesidad de saber, siempre desesperada ante lo desconocido, y la necesidad de amar, siempre traicionada por la impotencia del corazón. 3? Eliphas Levi – El Gran Arcano
'on uan va de crimen en crimen en la b8squeda del amor y acaba por morir soocado pro los brazos de un espectro de piedra. *austo, desesperando de la ciencia sin e, busca distracciones y sólo encuentra remordimientos despu6s de 2aber perdido a la muy cr6dula Margarita0 no obstante, Margarita lo salvar/, pues ella, la pobre criatura inocente, lo amó
verdaderamente, y 'ios no puede permitir o querer que ella sea separada para siempre de aqu6l a quien adora. CDuer6is penetrar los secretos del amorE studiad los misterios del celo. l celo es inseparable del amor porque el amor es una preerencia absoluta que exige la reciprocidad, y porque no puede existir sin una con3anza absoluta, que el celo vulgar tiende naturalmente a destruir. @ es que el celo vulgar es un sentimiento ego-sta, cuyo resultado com8n es sustituir la ternura por el odio. s una calumnia secreta del objeto amado, una duda que lo ultraja y, muc2as veces, un uror que lleva a maltratarlo y destruirlo. uzgad tambi6n el amor conorme a sus obras0 si eleva el alma, inspira la devoción y las acciones 2eroicas0 si apenas siente celos de la perección y de la elicidad del ser amado, si es capaz de sacri3carse por la 2onra y el descanso del objeto de su amor, ello es un sentimiento inmortal y sublime0 pero si aniquila el valor, si enerva la voluntad, si envilece las aspiraciones, si 2ace despreciar el deber, entonces es una pasión atal, y es preciso vencer o morir. uando el amor es puro, absoluto, divino, sublime, por s- mismo es el m/s sagrado de los deberes. !dmiramos a Romeo y ulieta a pesar de todos los prejuicios y de todos los urores de los apuletos y de los Montescos, y no pensamos que los odios de sus amilias deber-an separar para siempre a P-ramo de "isbe.HV !dmiramos tambi6n a imena solicitando la muerte del id para vengar a su padre porque imena, sacri3cando el amor, se 2ace m/s digna del propio amor, ella sabe bien que si alta a su deber Rodrigo no la amar-a m/s. ntre la muerte de su amante y el envilecimiento de su amor, la 2ero-na no pod-a vacilar. Custi3ca ella la gran sentencia de #alomón, que el amor es m/s in5exible que el in3ernoE l verdadero amor es una revelación luminosa de la inmortalidad del alma1 su idea, para el 2ombre, es la pureza sin manc2a, y para la mujer, la generosidad sin desaliento. "iene celos de la integridad de este idea, y celo tan noble debe llamarse elotipia, o tipo de celo. l sue4o eterno del amor es la madre inmaculada, y el dogma recientemente de3nido por la Iglesia, inspirado en el antar de los antares, no tuvo otro revelador sino el amor. (a impureza es la promiscuidad de los deseos0 el 2ombre que desea todas las mujeres y la mujer que ama los deseos de todos los 2ombres, no conocen el amor y son indignos
de conocerlo. (a co(uetería?= es la depravación de la vanidad emenina0 su propio nombre viene de algo bestial y recuerda los coqueteos provocativos de las gallinas que quieren llamar la atención del gallo. (e est/ permitido a la mujer ser bella, pero ella sólo debe desear agradar al 2ombre que ama o al que podr/ amar alg8n d-a. (a integridad del pudor de la mujer es el m/s especial ideal de los 2ombres y el motivo de su leg-timo celo. (a delicadeza y la dignidad del 2ombre es el sue4o ideal de la mujer, y es en este ideal que ella encuentra el estimulante o el suicidio de su amor. l casamiento es el amor leg-timo. %n casamiento de conveniencia es un ayuntamiento de despec2o. s un convenio entre un mac2o y una 2embra de la especie 2umana que acuerdan tener 2ijos bajo la protección de la ley0 si ninguno de los dos amó, puede esperarse que el amor venga con la intimidad de la amilia, pero, desgraciadamente, el amor no obedece siempre a las conveniencias sociales, y aquel que se casa sin amor, muc2as veces se desposa con la probabilidad de adulterio. (a mujer que ama a otro u se casa con el 2ombre a quien no ama, 2ace un atentado contra la naturaleza. ulia de =olmar es inexcusable, y su marido un personaje imposible en el mismo romance0 #aint Preux debió despreciar esa pareja. %na moza que se entrega y despu6s se desdice #íramo de /isbe: Pr-ncipe mitológico de !siria que se mató por creer que un león 2ab-a devorado a su amada "isbe. -. del /. 0 K < >o(uetería+ coqueta Tdel ranc6s co(uette+ de co(+ galloU, se dice de la mujer que busca agradar a muc2os 2ombres, como las gallinas llaman la atención de los gallos, por medio de arti3cios y medios estudiados. -. del /. 0 3, 87
Eliphas Levi – El Gran Arcano
des2onra su primer amor0 porque 2a aceptado el adulterio. 7ay un ser ante quien una mujer digna de ese nombre nunca debe sonrojarse, es el 2ombre al que 2alló digno de su primer amor. elebramos que un 2ombre de corazón re2abilite a una joven 2onesta que ue seducida y despu6s abandonada, pero que una joven que ya se entregó quiera darse a otro, cuando ya no pertenece a smisma, alegando que si no obedece a su padre 6l la matar-a o se morir-a de pesar, como en el caso del barón de tange, 2allamos que aqu- la indelicadeza de corazón se justi3ca mal con una ranqueza o sensibilidad tonta. %n padre que 2abla de matar a una 2ija o de
morir porque ella obre rectamente y con nobleza, no es un padre, es un ego-sta eroz en su despotismo, a quien 2ay el derec2o de censurarlo o de 2uirle. (a ulia de Rousseau, es una moza reputada 2onesta, que atrae al mismo tiempo dos 2ombres. #u padre es un proxeneta que des2onra al mismo tiempo a su 2ija y a su amigo0 =olmar es un cobarde y #ainPreux un tonto. uando sabe que ulia se 2ab-a casado no deb-a volver a verla. asar una mujer que se dio a otro y a quien este otro no abandonó, es desposar la mujer de otro, casamiento nulo ante la naturaleza y ante la dignidad 2umana. sto es lo que Rousseau no comprendió. !dmito el casamiento de aventuras de las 2ero-nas de nrique Murger que 2acen de la vida una arsa de carnaval0 pero no acepto el de ulia, que muestra la pretensión de tomar en serio el amor. #er o no ser, 2e a2- la cuestión, como dice 7amlet0 la virtualidad del ser 2umano est/ en su pensamiento y no en su amor. !bjurar p8blicamente de su pensamiento sin estar convencido de que es also, es la apostas-a del esp-ritu0 abjurar del amor, cuando la gente siente que 6l existe, es la apostas-a del corazón. (os amores que mudan son capric2os que pasan0 aquellos de que tenemos que avergonzarnos son atalidades cuyo yugo debemos sacudir. 7omero nos muestra a %lises vencedor de los lazos de alipso y irce,K: 2aci6ndose atar al m/stil de su nav-o para o-r los cantos deliciosos de las sirenas, sin ceder a ellas, lo que es el verdadero modelo del sabio que escapa de las decepciones del amor atal. %lises se debe enteramente a Pen6lope, que se conserva para %lises, y el lec2o nupcial del rey de Itaca, teniendo por columnas /rboles eternos que se prenden a la tierra por uertes ra-ces, es en la antig9edad, a veces un tanto licenciosa, el monumento simbólico del leg-timo y casto amor. l verdadero amor es una pasión invencible motivada por un sentimiento justo y nunca puede estar en contradicción con el deber0 pues el deber se vuelve absoluto0 pero la pasión injusta constituye un amor atal y es a 6ste al que debemos resistir, aunque tengamos, en 2ora buena, que surir y morir. Podr-amos decir que el amor atal es el pr-ncipe de los demonios, porque es el magnetismo del mal armado con todo su poder, y nadie puede desarmarlo o limitar sus urores. s una 3ebre, es una
demencia, es una obia. #er/ preciso consumirse lentamente y sin piedad como el 2ac2ón de !ltea. (os recuerdos nos torturan, los deseos enga4ados nos desesperan, saboreamos la muerte, y muc2as veces preerimos antes surir y amar que morir. Cu/l es el remedio para esta dolenciaE Cómo curar las 2eridas de esta 5ec2a envenenadaE CDui6n nos librar/ de las aberraciones de esta locuraE Para curar del amor atal es preciso romper la cadena magn6tica, precipit/ndose en contra corriente y neutralizando una electricidad por la electricidad contraria. !lej/os de la persona amada0 nada guard6is que vuelva a recordarla0 abandonad 2asta el vestido con el cual ella os 2aya visto. Imponeos ocupaciones atigantes y m8ltiples, nunca qued6is ocioso, >irse. Mitolog-a1 2ec2icera que para retener a %lises en la isla de a transormó en cerdos a los compa4eros del 26roe. *ue m/s tarde la esposa de "el6maco. #eg8n el ocultismo, la verdadera baqueta de irse que transorma a los 2ombres en animales, es el ascendiente fatal que una persona ejerce sobre otra. "odas las 3sonom-as 2umanas traen una u otra semejanza de un determinado animal, que es la si&natura de un instinto especializado. >(os instintos son K:
equilibrados los instintos contrarios y dominados por los instintos m/s uertes?, dice (evy en su >(lave por de los $randes Misterios?. >Para dominar los carneros, el perro explota el miedo del lobo. #i sois perro y quer6is que una bella gatita os ame, sólo ten6is un medio de lograrlo1 metamorosearos en gato.? @ a4ade el mismo autor1 >7e aqu- una órmula en t6rminos t6cnicos1 Polarizar su propia luz animal, en antagonismo equilibrado con un polo contrario?. >ste gobierno de nuestra polarización magn6tica puede ser 2ec2o por medio de ormas animales y que servir/n para 3jar la imaginación. -. del /. 0 3 Eliphas Levi – El Gran Arcano
ni os entregu6is a los ensue4os0 agotaos de cansancio durante el d-a para dormir proundamente en la noc2e1 alimentad una ambición o un deseo por satisacer, y para encontrarlos subid poramor. encima vuestro !s-de llegar6is a la tranquilidad si no al olvido. (o que es preciso evitar, a toda costa, es la soledad nutridora de los enternecimientos y los sue4os0 esto, a menos que la persona no se sienta atra-da por la devoción, como (uisa de la =alli6re y el se4or de Ranc6, y que no busque en los suplicios voluntarios del cuerpo la dulci3cación de las penas del alma. s preciso pensar siempre que lo absoluto en los sentimientos 2umanos es un ideal que nunca se realiza en este mundo, que toda belleza se altera y que toda vida se extingue0 que todo pasa, al 3n, con la rapidez, que parece ilusión0 que la bella lena se convirtió en una vieja de boca desdentada, despu6s un poco de polvo y, al 3n, en nada.
"odo amor que no pueda ni deba conesarse es un amor atal. *uera de las leyes de la naturaleza y de la sociedad nada 2ay de leg-timo en las pasiones, y 2ay que condenarlas desde el nacimiento, destruy6ndolas bajo este axioma1 %o (ue no debe e*istir+ no e*iste. osa alguna disculpar/ el encesto o el adulterio. #on cosas cuyo nombre los o-dos castos temen y cuya existencia no deben admitir las almas sinceras y puras. (os actos que la razón no justi3ca, no son actos, son bestialidades y locuras. #on ca-das, despu6s de las cuales es necesario redimirse y limpiarse para no guardar manc2as0 son torpezas que la decencia debe ocultar y que la moral, puri3cada por el soplo magn6tico, no podr-a admitir igualmente para castigarlas. =ed a es8s en presencia de la mujer sorprendida de adulterio, no escuc2a a los que a acusan, no la mira para no ver su verg9enza0 y cuando lo importunan para que la juzgue, 6l la reprende con estas sabias palabras queser-an la supresión de toda penalidad impuesta por la justicia 2umana, si no quisiesen decir que, ciertos actos, deben quedar desconocidos, y como que imposibles ante el pudor de la ley1N%evantáos+ y de ahora en adelante procurad no caer másO.
7e a2- lo 8nico que el sublime Maestro 2alló para decir a la ineliz mujer cuyos acusadores re2usó o-r. es8s no admite el adulterio0 lo llama ornicación, y como 8nico castigo autoriza al 2ombre a despedir a la que ue su mujer. (a mujer, a su vez, tiene el derec2o de abandonar a un marido que la enga4a. @ si no tiene 2ijos se vuelve libre ante la &aturaleza. Pero si uere madre pierde el derec2o sobre los 2ijos de su marido, a no ser que 6ste sea notoriamente iname. Renunciando a 6l, ella renuncia a sus 2ijos0 y si no tiene el triste valor de abandonarlos y des2onrarse a sus ojos, ser/ preciso que se resigne al 2ero-smo del sacri3cio materno, consider/ndose viuda en el matrimonio y consol/ndose de los dolores de mujer en el cari4o de madre. (as 2embras de los p/jaros nunca abandonan su nido mientras sus peque4uelos no tienen alas, Cpor qu6 las mujeres ser-a peores madres que las 2embras de los p/jarosE l ideal de lo absoluto en amor, diviniza, por decir as-, la generación del 2ombre y este ideal exige la unidad del amor. ste bello sue4o del cristianismo es la realidad de las grandes almas, y era para no envilecerse en las promiscuidades del viejo mundo, que tantos
corazones amantes ueron a los claustros a vivir y morir en un deseo eterno. @erro a veces sublime, pero siempre lastimoso, Cpues ser/ necesario renunciar a vivir por no ser inmortalE C&o comer m/s, porque el alimento del alma es superior al cuerpo, no andar m/s, porque no se tiene alasE B*eliz el noble 2idalgo 'on Duijote, que cree adorar a 'ulcinea al abrazar los grandes pies mal calzados de una campesina del "obosoA (a lo-sa de Rousseau que 2a poco critic/bamos tan severamente desde el punto de vista de lo absoluto del amor, no por eso deja de ser una deliciosa creación, tanto m/s verdadera cuanto deectuosa, y reproduce en un romance realmente 2umano todas las contradicciones y 5aquezas que 2icieran de Rousseau, con las reminiscencias de un antiguo lacayo, el 'on Duijote de la virtud. 'espu6s de 2aber procurado en vano 2incar a Madama de Farens, de quien tuvo celos y 2aberla olvidado por causa de Madama (arnage, despu6s de 2aber adorado a Madama 7oudetot que amó a otro, se casó 3losó3camente con su criada, y si es verdad que el pobre 2ombre murió a 33 Eliphas Levi – El Gran Arcano
consecuencia del disgusto que le ocasionó el descubrimiento de una in3delidad de "eresa. es muy justo admirarlo y compadecerlo1 su corazón era 2ec2o para amar. Para un corazón digno de amor sólo existe en el mundo una mujer, pero la mujer, esta divinidad de la tierra, se revela a veces en varias personas, como la divinidad del cielo y sus encarnaciones, que son tambi6n, en veces, m/s numerosas que los acatares de =ic2n8. B*elices de los creyentes que jam/s se desalientan y que, en los inviernos del corazón, esperan la vuelta de las golondrinasA l sol brilla en una la gota de agua, es a2- un diamante, es un mundo0 Beliz de aquel que, cuando gota se seca, no piensa que el sol se va a propósitoA "odas las bellezas que pasan son apenas re5ejos ugitivos de la )elleza eterna, objeto 8nico de nuestros amores. Duerr-a tener los ojos del /guila y volar para el sol, pero si el sol viene a m- distribuyendo sus esplendores en las gotas de roc-o, agradecer6 a la &aturaleza, sin a5igirme muc2o cuando el diamante desaparezca. Para esta inconstante criatura que ya no me ama, para la sed de ideal de su corazón, yo tambi6n era una gota de agua, Cdebo acusarla y maldecirla porque a sus ojos me torn6 una l/grima disuelta en que no ve
m/s el solE 37 Eliphas Levi – El Gran Arcano
ap-tulo NII
LA OMNIPOTENCIA CREADORA (a p/gina sublime con que comienza el $6nesis no es la 2istoria de un 2ec2o acontecido una vez, sino la revelación de las leyes creadoras y del desenvolvimiento sucesivo del #er. (os seis d-as de Mois6s son las seis luces de las que el septenario es el esplendor. s la genealog-a de las ideas que se 2acen ormas en el orden de los n8meros simbólicos eternos. n el primer d-a, se mani3esta la unidad de la sustancia prima, que es la luz y la vida, y que sale de las sombras de lo desconocido. n el segundo d-a, se revelan las dos uerzas que son el 3rmamento o la consolidación de los astros. n el tercero, la distinción y la unión de los elementos contrarios producen la ecundidad en la tierra. !l cuarto, Mois6s atribuye el cuaternario trazado en el cielo por los cuatro puntos cardinales en el movimiento circular de la tierra y de los astros. n el quinto, aparece lo que debe mandar en los elementos, esto es, el alma viviente. n el sexto d-a ve nacer al 2ombre, como a los animales sus auxiliares. n el s6ptimo d-a, todo unciona0 el 2ombre est/ en acción y 'ios parece descansar. (os pretendidos d-as de Mois6s son las luces sucesivas lanzadas por los n8meros abal-sticos sobre las grandes leyes de la &aturaleza, siendo el n8mero de d-as solamente el de las revelaciones. M/s es la g6nesis de la ciencia que la del mundo. lla debe repetirse en el esp-ritu de todo 2ombre que investiga y piensa0 comienza por la a3rmación del ser visible y, despu6s de las consultas sucesivas de la ciencia, termina por el descanso del esp-ritu que es la e. onsideramos a un 2ombre que est/ en la nada del escepticismo lo mismo que si se estableciese sistem/ticamente en la incertidumbre de 'escartes.>Pienso, luego existo?, le 2ace decir 'escartes. Pero no andemos tan deprisa y pregunt6mosle1 C#ent-s vos que exist-sE reo existir, responder/ el esc6ptico, y as-, su primera palabra, ya es una palabra de e. reo existir, porque me parece que pienso. #i cre6is en alguna cosa, y os parece alguna cosa, es que exist-s. xiste pues, alguna cosa, el ser existe, mas para vos todo es caos, nada se maniestó aun en armon-a y
vuestro esp-ritu 5uct8a en la duda como sobre las aguas. Os parece que pens/is. Osad a3rmarlo de un modo claro y seguro. Osar6is si lo quer6is, el pensamiento es la luz de las almas, no luc26is contra el enómeno divino que en vos se realiza, abrid vuestros ojos interiores, y decid1 2/gase la luz, y la luz se 2ar/. l pensamiento es imposible en la duda absoluta, y si admit-s el pensamiento admitir6is la verdad. Por otra parte, est/is orzado a admitirlo, porque no pod6is negar de ser. (a verdad es la a3rmación de lo que existe y, a vuestro pesar, os ser/ necesario distinguirla de la a3rmación de lo que no existe, o de la negación de lo que existe, las dos órmulas del error. 7= Eliphas Levi – El Gran Arcano
!2ora, silencio, y recoj/monos en las tinieblas que nos restan. B=uestra creación intelectual acaba de realizar su primer d-aA B(evant6monosA 7e aqu- una nueva aurora. l ser existe y el ser piensa. (a verdad existe, la realidad se a3rma, se necesita el juicio, la razón se orma y la justicia es necesaria. !2ora admitid que en el ser est/ la vida. Para esto no tendr6is necesidad de pruebas. Obedeced a vuestro sentimiento -ntimo, dejad vuestros so3smas y decid1 Duiero que esto sea para m-, y esto ser/ para vos, porque ya independientemente de ti esto debe ser y esto es. =amos, la vida se prueba por el movimiento, el movimiento es la partija y la igualdad relativa en las impulsiones alternadas contrarias de la uerza0 la sustancia es como os la mostró el primer d-a, la uerza es doble como os la revela la segunda luz, y esta doble uerza en sus impulsiones rec-procas y alternadas, constituye el 3rmamento la constelación universal de todo lo que se mueve, conorme a las leyes del oequilibrio universal. =er6is estas dos uerzas uncionando en toda la &aturaleza. llas repelen y atraen, ellas agregan y dispersan. =os las sent-s en vos mismo, porque experiment/is la necesidad de atraer y de irradiar, de conservar y de esparcir. (os instintos ciegos en ti se equilibran por las previsiones de la inteligencia0 no pod6is negar que esto es as-, osad, pues, a3rmar que esto es, y decid1 Duiero que el equilibro se 2aga en m-, y el equilibrio se 2ar/, y 2e aqu- vuestro segundo d-a en la revelación del binario. 'istinguir a2ora estos poderes para unirlos mejor y a 3n de que ellos se
ecunden rec-procamente, regad las tierras /ridas de la ciencia con las aguas vivas del amor0 la tierra es la ciencia que se elabora y se mide, la e es inmensa como el mar. Oponed los diques a la creciente, sin impedirle levantar sus nubes y derramar la lluvia en la tierra. (a tierra ser/ entonces ecunda, la ciencia /rida reverdecer/ y5orecer/. Inelices de aquellos que temen el agua del cielo y querr-an encubrir la tierra con una capa de zinc. 'ejad que germinen las esperanzas eternas, dejad 5orecer las creencias ingenuas, dejad que crezcan los corpulentos /rboles. (os s-mbolos crecen como los cedros, se orti3can como las encinas y traen en s- mismos la simiente que los reproduce. l amor se reveló en la naturaleza por la armon-a, el tri/ngulo sagrado 2ace brillar su luz, el n8mero tres completa la 'ivinidad, ya sea en tu ideal como en el conocimiento trascendente de ti mismo. "u inteligencia se 2izo madre porque ue ecundada por el genio de la e. 'eteng/monos aqu-, porque este milagro de la luz basta para la gloria del tercer d-a. (evanta los ojos y contempla el cielo. =ed el esplendor y la regularidad de los astros. "oma el comp/s y el telescopio del astrónomo y sube de prodigio en prodigio, calcula la vuelta de los cometas y la distancia de los soles, todo esto se mueve conorme a las leyes de una jerarqu-a admirable. "oda esta inmensidad llena de mundos absorbe y ultrapasa todos los esuerzos de la inteligencia 2umana. Cs entonces inteligenteE C=erdad que los soles no van donde quieren y que los planetas no salen de sus órbitasE l cielo es una m/quina inmensa que tal vez no piensa, pero que, ciertamente, revela y reproduce el pensamiento. (os cuatro puntos cardinales del cielo, los equinoccios y los solsticios, el Oriente y el Occidente, el enit y el &adir, est/n en sus puestos como centinelas y nos proponen un enigma a resolver1 las letras del nombre de e2ova2, o las cuatro ormas elementales y simbólicas de la milenaria es3nge de "2ebas. !ntes que aprendas a leer, osa creer y declarar que 2ay un sentido oculto en tales escrituras del cielo. Due el orden te revele otra voluntad sabia y si la naturaleza a8n no es a tus ojos m/s que una m/quina incapaz de andar por s- misma, si dudas del motor independiente, cierra tus ojos y descansa de las atigas de tu cuarto d-a. Ma4ana os maniestaremos las maravillas de la autonom-a. (a mosca que zumba, revolotea y se posa donde quiere0 la babosa que se
arrastra a voluntad por las orillas 28medas, tienen algo m/s sorprendente que los soles, porque son autónomos y no se mueven como las ruedas de un mecanismo atal. l pez es libre y se regocija en las olas0 sube a la super3cie para buscar su alimento. %n ruido lo asusta, se estremece y 2uye al ondo, repeliendo el agua que 2ierve0 el p/jaro atraviesa los aires a voluntad y alcanza el /rbol o el muro donde 2ar/ su nido, posa un gallo y canta, busca en los ollajes las 2ierbas, cuida del nacimiento de sus polluelos. C#er/ 6l quien piensa o es alg8n otro el que piensa por elE 'udabas de la inteligencia de los mundos, Cdudar-as de la de los p/jarosE #i los p/jaros son libres bajo un cielo esclavo, Ca qui6n, 71 Eliphas Levi – El Gran Arcano
pues, obedece el cielo si no uere a !quel que da libertad a las avesE, mas el cielo no es esclavo, est/ sometido a leyes admirables que puedes comprender, y a las cuales obedecen los soles sin tener necesidad de conocerlas. ntiendes la inteligencia del cielo y con este t-tulo eres m/s inmenso que el propio Crespero t8 el creador y el regulador de los mundosE &o0 el creador es otro,cielo. sin duda, t8 eres su con3dente, y por as- decirlo, su coadjutor. &o niegues a tu se4or, ser-a negarte a ti mismo, 2ijo de op6rnico y de $alileo. Puedes crear con ellos el cielo de la ciencia0 2ijo del creador desconocido, mira esos millares de universos que viven en la inmensidad e incl-nate delante de la soberana inteligencia de tu Padre. (a estrella de la inteligencia, la se4ora de las uerzas, la estrella de cinco puntas, el pentagrama de los abalistas y el microcosmos de los Pitagóricos aparece en el quinto d-a. #aber a2ora que la materia no podr/ moverse sin que el esp-ritu la dirija y quieres el orden en el movimiento0 vas a comprender al 2ombre y vas a concurrir para crearlo. 7e aqu- que aparecen ormas para todas las uerzas de la naturaleza, que son impelidas por la autonom-a suprema a volverse tambi6n por s- mismas autónomas y vivas. "odas estas uerzas te ser/n sumisas y todas se conorman con las im/genes de tu pensamiento. scuc2a rugir al león y oir/s el eco de tu cólera, el mastodonte y el eleante tornan en irrisión la vanidad de tu orgullo0 Cquieres asemejarte a ellos, t8, su se4orE &o0 tienes que dominarlos y 2acerlos que te sirvan, pero para imponerles tu poder es indispensable dominar en ti mismo los vicios de que varios de ellos son la
representación. #u ueres un glotón como el cerdo, lascivo como el bode, eroz como el lobo, o ladrón como la zorra, no ser6is m/s que un animal enmascarado bajo la orma 2umana. Rey de los animales, lev/ntate en tu dignidad y 2agamos de ella un 2ombre0 decid1 quiero ser un 2ombre, y lo ser6is, porque 'ios quiere que seas un 2ombre, sólo espera tu consentimiento, porque te creó libre0 Cy por qu6E Porque todo monarca debe ser aclamado y proclamado por sus pares, porque sólo la libertad puede comprender y 2onrar el poder divino0 porque 'ios precisa de esta grandiosa dignidad del 2ombre para que el 2ombre pueda adorar leg-timamente a 'ios. l ocultismo de 'ios es necesario como el de la ciencia. #i 'ios se revelase a todos los 2ombres de un modo claro e indubitable, el dogma del in3erno eterno, reinar-a en todo su 2orror. (os cr-menes 2umanos no tendr-an m/s circunstancias atenuantes. (os 2ombres ser-an orzados a 2acer el bien o a perderse para siempre0 lo que 'ios no podr/ querer y no quiere0 es la necesidad que el dogma permanezca intacto y que la misericordia guarde su libertad inmensa. 'ios Tsi se nos permite darle aqu- la orma 2umana, a ejemplo de los grandes abalistas y de los autores inspirados de la )ibliaU, 'ios, tiene dos manos0 una para castigar y otra para absolver y bendecir. (a primera est/ sujeta por la ignorancia y la 5aqueza del 2ombre. (a otra, quiere estar siempre libre, y es por eso que 'ios, no constri4endo nunca nuestra e, respeta nuestra libertad. (a marc2a del esp-ritu 2umano separado de 'ios es r/pida. (os cultos sin autoridad caen en la 3loso-a que, a su vez, se abisma en el materialismo. (a 8nica religión sólida, la que sabe decir non possumus+ puede y podr/ siempre alguna cosa, porque posee la cadena de la ense4anza, la e3cacia real de los sacramentos, la magia de los cultos, la legitimidad jer/rquica y el poder milagroso del verbo. Due ella deje, pues, sin perturbarse, que el ate-smo y el materialismo se produzcan. #on dos cancerberos desencadenados para guardar su puerta y devorar/n a todos sus enemigos. #6 que mis lectores, en gran n8mero, me acusan de contradicción0 no conciben que sustente con una de las manos los altares del catolicismo y con la otra golpee sin piedad sobre todos los errores y sobre todos los abusos que se produjeron bajo el nombre y la sombra del
catolicismo. (os católicos ciegos se espantan de mis interpretaciones audaces y los pretendidos librepensadores se indignan de los que llaman mis 5aquezas por la religión que creen ca-da den el desprecio porque la abandonaron. 'esagrado tanto a los cristianos de =euillot como a los 3lósoos de Proud2on. sto no me admira y lo esperaba0 no me a5ijo por eso ni dir6 que me glor-o. $ustar-a m/s de agradar a todos, porque amo sinceramente a todos los 2ombres, pero en cuanto sea necesario elegir entre la 72 Eliphas Levi – El Gran Arcano
verdad y la estima de quien quiera que sea, aun la de mis amigos m/s caros, escoger6 siempre la verdad.
(a Iglesia Romana, dicen, no es m/s que una sombra, es un espectro que mira al pasado y que sólo sabe andar para atr/s. @ con todo, se quejan diariamente de sus invasiones. lla se apodera de los ni4os y de las mujeres, absorbe las propiedades, embaraza a los reyes, crea obst/culos al movimiento de los pueblos y 2asta uerza el oro de los banqueros israelitas y la sangre volteriana de *rancia para que la sirvan. st/ enerma, condenada por tantos m6dicos, se burla de las p-ldoras de #ganarello y se obstina en no morir. @ es que a despec2o de los grandes pensadores y de los bien alaces, tiene las llaves de la vida eterna. #entimos que si ella se apaga 'ios se esconde para siempre de nosotros y la inmortalidad del alma se va. 7ay una cosa proundamente verdadera y que, con todo, parecer/ paradojal1 todos los cultos cristianos disidentes sólo viven por las sublimes obstinaciones del catolicismo radical. @o os pregunto, qui6n protestar-an (utero y alvino si el Papa no doblegase y cediese aCcontra los luteranos o a los calvinistasE #i el Papa admitiera en principio la libertad de conciencia, ello ser-a declarar que la verdad a ello concerniente es dudosa. !2ora, la verdad que a ello ata4e, no es la de un sistema, no es la de una secta, no es la de 7ermes y de Mois6s, la de esucristo y #an Pablo, la de #an !gust-n, *enelón y )osuet, todos mayores pensadores, y mayores 2ombres que Proud2on, el doctor $arnier, el esc6ptico $irandino y los ni2ilistas "atempion o uan )onac2ón, Co-sE... Cntend6isE &o, el Papa no debe decir que en materia de religión somos libres de pensar
lo que nos agrade. s un modo extra4o de comprender la libertad o de querer orzar al jee de una Iglesia absoluta a ser tolerante, cuando es evidente que la tolerancia ser-a el suicidio de su autoridad espiritual. s la indulgencia y no la tolerancia la que debe usar para con los 2ombres y sus errores el representante de esucristo. (a Iglesia de la caridad1 todo lo que va contra la caridad va contra ella. lla se sustenta y se perpet8a por la caridad. s por el milagro permanente de sus buenas obras que ella debe probar al mundo su divinidad. Para asegurar su reino en la tierra, no debe alistar zuavos, pero puede crear santos. Cómo puede ella olvidar este gran mandato del Maestro1 procurad primero el reino de 'ios y su justicia y el resto os ser/ dado por a4adiduraE 76 Eliphas Levi – El Gran Arcano
ap-tulo NIII
LA -ASCINACION (a Iglesia condenó y debe condenar la magia porque ella se apropió de su monopolio. lla debe servirse de las uerzas ocultas que los antiguos magos empleaban para enga4ar y sujetar a las multitudes, a 3n de esclarecer progresivamente los esp-ritus y trabajar para la liberación de las almas, por la jerarqu-a y la moralidad. lla debe obrar as- bajo peligro de muerte, aunque ya se dijo que es inmortal y que la muerte aparente no puede serle m/s que un trabajo regenerador y una trans3guración.
ntre las uerzas de que dispone y de que podemos 2acer uso, sea para el bien o sea para el mal, 2ay que contar en primer lugar con el poder de la ascinación. 7acer creer lo imposible, 2acer ver lo invisible, 2acer tocar lo intangible, exaltando la imaginación y alucinando los sentidos0 apoderarse as- de la libertad intelectual de aquellos a quienes se sujeta y suelta a voluntad, es lo que llamamos ascinar. (a ascinación es siempre el resultado de un prestigio. l prestigio es la entrada en escena del poder cuando no o es de la mentira. uando Mois6s quiere promulgar el 'ec/logo, elige la m/s escarpada monta4a del desierto y la rodea de una barrera que nadie podr/ atravesar sin ser 2erido de muerte. #ube a2- al sonido de la trompeta, para 2ablar cara a cara con !donai, y cuando viene la tarde toda la monta4a se estremece, truena y se ilumina por eecto de una ormidable pirotecnia. l pueblo tiembla y se prosterna, cree
sentir que la tierra se mueve, le parece que los pe4ascos saltan como carneros y que las colinas son ondeantes como los reba4os0 despu6s, desde que el volc/n se apaga, desde que los truenos cesan el taumaturgo tarda en aparecer, la multitud se subleva y quiere a toda uerza que le den su 'ios. !donai altó a su promesa, el pueblo se insolenta y le opone el becerro de oro. (as 5autas y tambores 2acen la parodia de las trompetas y del trueno, y el pueblo, viendo que las monta4as ya no danzan m/s se pone a danzar a su vez. Mois6s, irritado, rompe las tablas de la ley y muda el espect/culo en el de una masacre inmensa. (a 3esta es a2ogada en sangre, la vil multitud, viendo el brillo de la espada, empieza a creer en lo del rayo sin atreverse a erguir la cabeza para ver a Mois6s. l terrible legislador se vuelve ulgurante como !donai, tiene cuernos como )aco y 8piter !mmon, en adelante sólo aparecer/ cubierto con un velo, a 3n de que el temor sea durable y la ascinación perpetua. n adelante ninguno resistir/ impunemente a este 2ombre cuya ira 2iere como el sim8n y que tiene el secreto de las conmociones ulminantes u de las llamas inextinguibles. #in duda que los sacerdotes del gipto ten-an conocimientos naturales que sólo deb-an llegar a nosotros muy tarde. Duedó tambi6n ya dic2o que los magos asirios conoc-an la electricidad y sab-an imitar el rayo. on la dierencia que 2ay entre 8piter y"2ersit6,K; Mois6s ten-a las mismas opiniones que Marat. Pensaba que para la salvación del pueblo destinado a convertirse en la luz del mundo, ? 2 /hersi
te. )uón del que 2abla 7ome ro en la /bula. -. del /. 0
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Eliphas Levi – El Gran Arcano
algunos torrentes de sangre no deb-an 2acer retroceder a un pont-3ce del uturo. altó adel Marat para serCDu6 el Mois6s la *ranciaE 'os grandes cosas1 el genio y el 6xito. !dem/s, Marat era un enano grotesco mientras que Mois6s era un gigante, si damos cr6dito a la divina intuición de Miguel !ngel. COsar-amos decir que el legislador de los 2ebreos era un impostorE &adie es impostor cuando se consagra y sacri3ca. ste maestro que se atrev-a a dar tanta demostración de omnipotencia sobre el instrumento terrible de la muerte, ue el primero en someterse al anatema para expiar la sangre derramada0 llevaba a su pueblo a una tierra prometida donde sab-a muy bien que no entrar-a.
'esapareció un d-a en medio de las cavernas y los precipicios, como dipo en la tempestad, y nunca los admiradores de su genio pudieron encontrar sus 2uesos. (os sabios del mundo antiguo, convencidos de la necesidad del ocultismo, escond-an con cuidado las ciencias que los volv-a, 2asta cierto punto, se4ores de la naturaleza, y sólo se serv-an de ellas para dar a sus ense4anzas el prestigio de la cooperación divina. CPor qu6 2abr-amos de censurarlosE Cl sabio no es plenipotenciario de 'ios junto a los 2ombresE C@ cuando 'ios le permite adormecer o despertar su rayo, no es siempre l el que clama por el ministerio de su embajadorE s preciso encerrar en 2arentón al 2ombre tan loco que dice1 >#6 por una ciencia exacta que 'ios existe?, aunque ser-a aun m/s insensato el que se atreviese a decir1 #6 que 'ios no existe. reo en 'ios, pero no s6 qui6n es. Pero 2e aqu- que millares de 2ombres, mujeres y ni4os se presentan y os dicen1 @o lo vi, yo lo toqu6, 2ice a8n mas, yo lo com- y lo sent- vivo en m-. xtra4a ascinación de una palabra absurda si lo es, pero por lo mismo victoriosamente convencedora, puesto que es capaz de 2acer retroceder la razón y despertar el entuciasmo1QEsto es mi carne+ esto es mi san&re5
'ice eso el 'ios que iba a morir para renacer en todos los 2ombres. 7ombres de e, sólo vosotros comprend6is cómo el propio 'ios deb-a morir para 2acernos aceptar el misterio de la muerte. 'ios se 2izo 2ombre a 3n de 2acerlos 'ios a los 2ombres. 'ios encarnado es la 2umanidad divinizada. CDuer6is ver a 'iosE, mirad a vuestros 2ermanos. CDuer6is amar a 'iosE, amaos los unos a los otros. *e sublime y triunante que va a inaugurar el reino de la solidaridad universal, de la caridad m/s sublime, de la adoración a la desgracia 2umanaA %o (ue hacis al menor+ esto es tal vez al m/s ignorante, al m/s culpado entre vuestros 2ermanos,vosotros lo hacis a mí y a 9ios.
Bomprended esto, miserables inquisidores, que cuando torturasteis a esucristo en los 2ombres quemasteis a 'iosA... iertamente la poes-a es mayor que la ciencia, y la e es grandiosa y magn-3ca cuando domina y subyuga la razón. l sacri3cio del justo por el culpable es desrazonable, pero la razón m/s ego-sta est/ obligada a admirarlo. !qu- est/ la gran ascinación del vangelio y, con3eso, que aunque me acusen de un tanto de locura, a m-, que soy enemigo de los sue4os, a madversario de las
imaginaciones que quieren imponerse al saber, quedo ascinado y quiero serlo, adoro cerrando los ojos para no ver centellas enemigas, porque no puedo impedirme de creer en una luz inmensa, pero aun velada, por la e de amor in3nito que siento encenderse en mi corazón. "odos los grandes sentimientos son ascinaciones y todos los verdaderos grandes 2ombres son ascinadores de la multitud. @a&ister di*it. s el Maestro que lo dice. 7e a2la razón de aquellos que nacieron para ser eternamente disc-pulos.micus #lato+ sed ma&is amica veritas; gusto de Platón, pero pre3ero la verdad, es la palabra de un 2ombre que se considera igual a Platón y que, por consiguiente, debe ser un maestro, si posee como Platón y como !ristóteles el don de ascinar y de apasionar una escuela. es8s, 2ablando de los 2ombres de la multitud, dice1 >Duiero que mirando no vean y que oyendo no entiendan, porque temo su conversión t tendr-a miedo de curarlos?. (eyendo estas sublimes palabras de aqu6l que se sacri3có a la 3lantrop-a, pienso en este risp-n de uvenal, cuando dice1 vitiis ae&er sola(ue libidine fortis. xtenuado por todos los vicios, debe un resto de uerza solamente a la 3ebre de la depravación. CDu6 m6dico compasivo 2abr-a querido curar la 3ebre de risp-nE 7abr-a sido darle la muerte. 7? Eliphas Levi – El Gran Arcano
BInelices de las proanas multitudes que dejan de ser ascinadas por el ideal de los grandes poderesA B'esgraciado del necio que permaneciendo necio no cree m/s en la misión divina del sacerdote ni en el prestigio providencial del reyA Porque le es necesaria una ascinación cualquiera, surir/ la del oro y la de los goces brutales y ser/ precipitado atalmente uera de toda justicia y de toda verdad. (a propia naturaleza, cuando procura orzar a los seres a realizar sus grandes misterios, obra como sacerdotisa soberana y ascina al mismo tiempo los sentidos, los esp-ritus y los corazones. 'os atalidades magn6ticas que se encuentran orman una providencia invencible a la que damos el nombre de amor. ntonces la mujer se transorma, se convierte en una s-l3de, un 2ada, un /ngel. l 2ombre vu6lvese un 26roe y casi un 'ios. #e enga4an estos pobres ignorantes que se adoran. BDu6 decepción les espera a la 2ora de la saciedad y del despertarA !trasar esta 2ora es el gran arcano del matrimonio.
B! todo precio es preciso prolongar el error, alimentar la locura, eternizar la decepción incomprendidaA @ entonces la vida se vuelve una comedia en que el marido debe ser un sublime artista, siempre en escena, si no quiere ser escarnecido como el Panteón de la arsa italiana, y en que la mujer debe estudiar a ondo su papel de gran petimetre y esconder eternamente sus m/s leg-timos deseos, si no quiere que el 2ombre aprenda a no desearla. %n buen 2ogar es una luc2a oculta de todos los d-as, medio atigante y di-cil, pero es, tambi6n lo 8nico que evita una guerra abierta. 7ay dos grandes poderes en la 2umanidad1 el genio que ascina y el entusiasmo que deriva de la ascinación. =ed este 2ombrecillo p/lido, que marc2a al rente de una poblada inmensa de soldados0 si le pregunt/semos1 C! dónde los llev/isE ! la muerte, podr-a responder un transe8nte desprovisto de ilusiones0 Ba la gloriaA, exclamar-an ellos, levantando los bigotes y 2aciendo resonar las abrazaderas de sus usiles. "odos estos veteranos son creyentes como Polyeuto0 suren la ascinación de un casacón pardo y de gorra. Por eso, cuando pasan los reyes los saludan tirando la corona, y cuando los aplastan en Faterloo, juran contra la lluvia de metralla, como si se tratase de un simple mal tiempo y caen, como una sola pieza, lanzando por la boca de ambronne un desa-o astuto a la muerte. xiste un magnetismo animal, pero encima de 6ste, que es puramente -sico, 2ay que contar con el magnetismo 2umano que es el verdadero magnetismo moral. (as almas son polarizadas como los cuerpos y el magnetismo espiritual 2umano es lo que llamamos la uerza de la ascinación. (a irradiación de un gran pensamiento o de una poderosa imaginación en el 2ombre, determina un torbellino atractivo que da luego planetas al sol intelectual, y a los planetas, sat6lites. %n gran 2ombre, en el cielo del pensamiento, es el oco de un universo. (os seres incompletos que no tienen la elicidad de surir una ascinación inteligente, caen por smismos bajo el imperio de las ascinaciones atales0 as- se producen las pasiones vertiginosas y las alucinaciones del amor propio entre los imb6ciles y los locos. 7ay ascinaciones luminosas y ascinaciones negras. (os "2ugs de la India son apasionados por la muerte.KG Marat y (acenaire tuvieron sed. @a dijimos que el diablo es la caricatura de 'ios. 'e3namos a2ora, pues, la ascinación. s el magnetismo de la imaginación y
del pensamiento. s la dominación que ejerce una voluntad uerte sobre una voluntad d6bil, produciendo la exaltación de las concepciones imaginarias y ejerciendo in5uencia en el juicio de los seres que a8n no 2an llegado al equilibrio de la razón. l 2ombre equilibrado es el que puede decir1 s6 lo que es, creo en lo que debe ser y nada niego de lo que puede ser. l ascinado dir/1 creo en lo que las personas en quien creo me dijeron que crea. reo porque amo a ciertas personas y ciertas cosas Taqu- pueden insertarse ciertas rases siempre conmovedoras y que nada prueban1 B(a e de los abuelosA B(a cruz de mi madreAU. n otros t6rminos, el primero podr/ decir, creo por la razón, y el segundo, creo por ascinación. reer por la e de los otros, esto puede ser permitido y 2asta recomendado para los ni4os. #i me dijeran que )osuet, Pascal y *enelón eran grandes 2ombres que cre-an en evidentes absurdidades, /hu&s. Miembros de una asociación de 2ind8es que practican los sacri3cios 2umanos y estrangulan a los extranjeros. KG
-. del /. 0
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yo responder-a que tengo di3cultad en admitirlo, pero en 3n, que si esto uese verdad, probar-a solamente que, en tal circunstancia, estos grandes 2ombres obraban como ni4os. Pascal cre-a ver siempre un abismo abierto junto a 6l. l 2ombre ascinado pierde su libre arbitrio y cae enteramente bajo la dominación del ascinador. #u razón, que puede guardar entera para ciertas cosas indierentes, se muda absolutamente en locura desde que tent6is alumbrarlo sobre las cosas que le sugieren, ya no ve m/s, nada oye a nos ser los ojos y los o-dos de aquellos que lo dominan0 2acedle palpar la verdad y 6l os sostendr/ que lo que est/ palpando no existe. ree, por el contrario, ver y tocar lo imposible que le a3rman. #an Ignacio compuso ejercicios espirituales para cultivar este g6nero de ascinación en sus disc-pulos. Duiere que todos los d-as, en el silencio y en la oscuridad, el novicio de la ompa4-a de es8s ejerza su imaginación en crear la 3gura sensible de los misterios que procura ver y que ve, en eecto, en un sue4o voluntario y despierto, que el debilitamiento de su cerebro puede tornar en espantosa realidad, como las pesadillas de #an !ntonio y todos los 2orrores del in3erno. n semejantes ejercicios el corazón se endurece y se atro3a de terror, la razón vacila y se apaga. Ignacio destruye al 2ombre paro 2ace un esuita, y el mundo
entero va a ser menos uerte que este temible androide. &ada es tan implacable como una m/quina. %na vez montada ella no para m/s, a no ser que se rompa. rear miles de m/quinas que pueden ser montadas por la palabra y que van a trav6s del mundo a realizar por todos los medios posibles el pensamiento del maquinista, 2e a2la obra de (oyola. s preciso conesar, que su intervención es muc2o mayor que la m/quina matem/tica de Pascal. CPero es moral esta obraE #-, ciertamente, en el pensamiento de su autor y en el de todos los 2ombres consagrados a lo que creen el bien, y para lo cual se convirtieron en ruedas ciegas y autómatas sin autonom-a. &unca el mal apasionar/ a los 2ombres a tal punto, jam/s la propia razón y el simple buen sentido tomar/ en ellos tal exaltación. (a 3loso-a jam/s tendr/ semejantes soldados. (a democracia podr/ tener partidarios y m/rtires, pero nunca verdaderos apóstoles dispuestos a sacri3car a ella su amor propio y su personalidad entera. onoc- y conozco demócratas 2onestos. ada uno de ellos representaba exactamente la uerza de un individuo aislado. l jesuita se llama legión. CPor qu6 es tan r-o el 2ombre cuando se trata de la razón y es tan ardiente cuando combate a avor de una quimeraE s que el 2ombre, a pesar de todo su orgullo, es un ser deectuoso que no ama sinceramente la verdad sino que, por el contrario, venera las ilusiones y mentiras. =iendo que los 2ombres son locos, dice #an Pablo, quisimos salvarlos de su propia locura, imponiendo el bien a la ceguera de su e. !qu- ten6is el gran arcano del catolicismo de #an Pablo, injertado en el cristianismo de es8s y completado por el jesuitismo de #an Ignacio de (oyola. s necesario absurdos a las multitudes. (a sociedad se compone de un peque4o n8mero de sabios y de una multitud inmensa de insensatos. @ es de desear que los insensatos seangobernados por los sabios. Cómo 2acer para llegar a esoE 'esde que el sabio se muestra como es, lo repelen, lo calumnian, lo exilian, lo cruci3can. (os 2ombres no quieren ser convencidos, esperan que se les imponga0 es, pues preciso, que el apóstol se resigne a las apariencias de la impostura para revelar, esto es, para regenerar la verdad en el mundo, d/ndole un nuevo velo. CDu6 es, en eecto, un reveladorE s un impostor desinteresado que para llevar el bien disrazado de alg8n modo
enga4a a la vil multitud. C@ qu6 es la vil multitudE s la turba inmensa de los tontos, de los imb6ciles y de los locos, sean cuales ueren, a pesar de los t-tulos, de su posición social y de sus riquezas. #6 que 2ablan muc2o del progreso inde3nido, que yo llamar6 de preerencia inde3nible, porque si bien los conocimientos aumentan en la especie 2umana, la raza ciertamente no mejora. 'icen tambi6n, que si la instrucción uese divulgada legalmente, todos los cr-menes desaparecer-an, como si necesariamente la instrucción mejorara a los 2ombres0 como si Robespierre y Mar/t, esos terribles disc-pulos de Rousseau, no 2ubiesen recibido una instrucción superior a la del propio Rousseau. l abate oeur y (acenaire ueron educados en el mismo colegio. l se4or de Praslin, los doctores astany y (apommeraye, alcanzaron todos los bene3cios de la educación moderna. (os malvados instruidos son los perversos m/s completos y m/s temibles. &unca su instrucción les 7
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impide 2acer el mal, mientras que a menudo vemos 2ombres sencillos e iletrados que practican sin esuerzo las m/s admirables virtudes. (a educación desenvuelve las acultades del 2ombre y como medio que le permite satisacer sus inclinaciones, pero no lo cambia. nse4ad las matem/ticas y la astronom-a a un tonto y tal vez 2ar6is de 6l un (everrier, pero jam/s 2ar6is de 6l un $alileo. (a actual raza 2umana se compone de algunos 2ombres y de un grand-simo n8mero de entes mixtos que participan un poco del 2ombre y muc2o del orangut/n o del gorila. "odav-a existen otros, que podr-an reivindicar la semejanza de los monos enormes y m/s bellos1 son 6stos amables conquistadores que sirven de mac2os y deocrissesKH a nuestras meretrices. uando estas bestias 2umanas est/n a punto de morir, su peque4o lado 2umano se despierta y los atormenta0 entonces llaman a un cl6rigo y 6ste acude Cy por qu6 no 2abr-a de 2acerloE (a caridad no quiere que se apaguen las d6biles c2ispas, mas Cqu6 decirlesE &ada comprender/n de razonable y 2ay que ascinarlos con se4ales, unciones de aceite, bendiciones y absoluciones in e*tremis. %na estola bordada, un bello copón rojo. Repiten lo que se les 2ace decir, 2acen todo lo que se les diga y mueren tranquilos con la bendición de la Iglesia. C&o est/ escrito en el vangelio que 'ios salvar/ a los 2ombres y a los animalesEFomines et 'umenta salvabi
9omine.
(as creaciones de la &aturaleza son progresivas en la sucesión de las especies y las razas, y las especies crecen y mueren como los imperios y los individuos. "odos los pueblos que brillan en su apogeo comienzan progresivamente a apagarse y la 2umanidad entera tendr/ la suerte de las naciones. uando los 2ombres medio animales 2ayan desaparecido en el próximo cataclismo, aparecer/, sin duda, una nueva raza de seres sabios y uertes, que ser/n para nuestra especie lo que nosotros somos para la de los simios. #ólo entonces las almas ser/n verdaderamente inmortales, porque ser/n dignas y capaces de conservar los recuerdos. ntretanto, es cierto que la actual especie 2umana lejos de progresar, degenera. %n espantoso enómeno se realiza en las almas, los 2ombres ya no tienen m/s el sentimiento de lo divino, y las mujeres que no son m/quinas de vanidad y lujuria, buscan sólo en la e, que desean sea absurda, un reugio contra la razón que las detesta. (a poes-a murió en los corazones. &uestra juventud lee a =-ctor 7ugo, pero no admira en este gran poeta m/s que los esuerzos de la palabra y los ejemplos citados de su pensamiento0 en el ondo pre3eren a Proud2on, encuentran m/s sensibilidad en Ren/n y consideran como 2ombres serios a "aine y a los doctores $renier y )uc2ner. n el teatro, 3ngen con exceso todos los sentimientos generosos de la otrora0 desapareció la carcajada de Rebelais corrigiendo la estulticia 2umana y sólo queda la risotada zumbona de mal gusto que insulta todas las virtudes. on el amor ocurre lo mismo que con la 2onra, que 2oy no es m/s que una reliquia que ya ni siquiera se conserva como tal. l propio nombre del mayor y m/s bello sentimiento que la &aturaleza pueda inspirar no est/ ya en uso en las conversaciones de las personas de bien. Duiz/ m/s adelante llegue a 3gurar en el diccionario de obscenidades. Cn qu6 piensan las jovencitas m/s 2onestas y m/s vigiladas, como por ejemplo, las que se educan en el convento de los Passaros o del #agrado orazónE C#er/ en las caricias de un aecto mutuoE #er-a necesario conesarse y ninguna osar-a decirlo a sus compa4eras. Piensan en los esplendores de un matrimonio rico, sue4an con un carruaje, y un castillo. on esto basta0 2abr/ un marido a quien ser/ necesario acomodarse, con tal
de que tenga buen apellido, que sepa presentarse y se anude bien la corbata, lo que es m/s que su3ciente. &o soy mis/ntropo ni 2ago aqu- la s/tira de mi siglo0 atestiguo el debilitamiento moral de la especie 2umana, y saco en conclusión que la magia est/ m/s que nunca de actualidad y que, con tan pobres entes, es preciso ascinar para triunar. n el vangelio se encuentran preceptos cuya sublimidadser-a perectamente apreciada en otros tiempos, pero que resultar-an rid-culos 2oy, porque los 2ombres no son los mismos. =ete a sentar en 8ltimo lugar, dice es8s, y te convidar/n a pasar primero. Personajes de las antiguas arsas del teatro, que se ven tambi6n en las paradas de saltimbanquis. ocrisses, es el necio en extremo, cr6dulo e inocente, por excelencia. -. del /. 0 73 ?8
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#i te sientas en el 8ltimo lugar a2- quedar/s y estar/ bien 2ec2o, responde a esto el mundo moderno. #i quisieran sacarte la t8nica da tambi6n tu mando, dice el vangelio. @ cuando quedares desnudo, te bendecir/n y un guardia c-vico te llevar/ al puesto, por ultraje a las buenas costumbres, arguye el lógico implacable Roberto Macario. &o pens6is en el d-a de ma4ana, ense4a el #alvador. @ el d-a que sigue al que os sorprende la miseria nadie se acordar/ de ti, contesta el mundo. Procurad el reino de 'ios y su justicia y el resto os ser/ dado por a4adidura. #-, cuando lo 2ubieres encontrado, pero no mientras lo buscas, y temo que buscar6is en vano muc2o tiempo. Inelices los que r-en, ellos llorar/n0 bienaventurados los que lloran, porque reir/n. #e4or &uestro, esto es excesivo, s como si dijeras1 elices los enermos porque esperan la salud0 elices los sanos porque esperan la dolencia. C#i los que r-en son inelices y si nada tienes que prometer a los que lloran a no ser la inelicidad de re-r a su vez, quien ser/ verdaderamente elizE &o resistas al malvado0 si alguien os 2iere en una mejilla, presentadle la otra. M/xima positivamente inmoral. &o resistir al mal es ser cómplice. Presentar la otra mejilla a quien os 2iere injustamente es aprobar su atentado y provocar un segundo, y cuando 2ayas presentado la otra y recibido un segundo boetón, Cqu6 os resta 2acerE C)atiros con el agresorE ntonces, Cpara qu6 esperar el segundo ultrajeE C=olverle las espaldas para recibir un puntapi6E #er-a innoble y grotesco.
sto es lo que responder-a a las m/ximas m/s sublimes del vangelio el esp-ritu de nuestro siglo, si uese bastante leal, lo su3cientemente audaz, como para 2ablar tan libremente. 7ay en nuestros d-as un inmenso malentendido entre esucristo y los 2ombres. &uestro siglo carece del sentimiento de lo sublime y no comprende a los 26roes. $aribaldi no es para nuestros 2ombres de stado m/s que una encarnación poco divertida de 'on Duijote. l mundo carece de religión, dice el conde os6 de Maistre, y por eso, a4adiremos nosotros, m/s que nunca tiene necesidad de prestigios y de escamoteadores. uando la gente no cree en el cl6rigo, cree en el 2ec2icero, escribimos nuestros libros principalmente para los sacerdotes, a 3n de que, 2aci6ndose verdaderos magos, no tengan m/s temor a la concurrencia ilegal de los 2ec2iceros. l autor pertenece a la gran amilia sacerdotal y nunca lo olvidó. Due los sacerdotes sean 2ombres de ciencia y que por la entereza de su car/cter causen admiración aun mundo degenerado0 que se coloquen por encima de los peque4os intereses y de las bajas pasiones0 que 2agan milagros de 3lantrop-a, y el mundo se postrar/ sus pies0 que 2agan aun otros milagros1 curar a los enermos al tocarlos, como lo 2izo el zuavo acob0 en una palabra, que aprendan a ascinar y aprender/n a reinar. (a ascinación juega un gran papel en la medicina, la gran reputación de un m6dico cura de antemano a sus dolientes. %n descuido del se4or &elaton Tsi el ilustre pr/ctico uese capaz de 2acerloU, tal vez tendr-a m/s 6xito que toda la 2abilidad de un cirujano ordinario. Re3eren que un m6dico c6lebre, 2abiendo escrito la órmula de un cataplasma para un 2ombre que sur-a dolores violentos, dijo a la enermera1 id a aplicarle esto+ inmediatamente, en el pec2o, y le entregó el papel. (a buena mujer que era m/s que ingenua, juzgó queesto signi3caba la propia receta y la aplicó caliente al enermo, con un poco de simiente de lino0 el paciente se sintió inmediatamente aliviado y al d-a siguiente estaba curado. s as- como los grandes m6dicos sanan nuestros cuerpos, y es de la misma manera que los sacerdotes prestigiados llegan a curar nuestras almas. !l 2ablar en este cap-tulo de un comienzo de decadencia 2umana, no entiendo por tal sino los enómenos que puedo observar, y no in3ero del debilitamiento de una raza la decadencia de la
especie entera. ! pesar de tan tristes s-ntomas, a8n espero un resurgimiento antes de la destrucción o de la transormación del 2ombre. reo que el Mesianismo vendr/ primero y reinar/ durante una larga serie de siglos. spero que la especie 2umana diga su 8ltima palabra de dierente modo a 77
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como lo 2icieron, las civilizaciones de &-nive. "iro, )abilonia, !tenas, Roma, Par-s. (o que podr-an juzgarse signos de decrepitud, quiero creer que son las atigas de la inancia. #in embargo, el Mesianismo mismo o es la doctrina de la ternidad0 2abr/, dice #an uan, un nuevo cielo y una nueva tierra. (a nueva erusal6n sólo vendr/ merced a nuevos pueblos superiores a los actuales, u todav-a 2abr/ posteriores mudanzas. uando nuestro sol sea un planeta opaco, del que seremos sat6lite, Cqui6n sabe dónde estaremos y en qu6 ormas viviremosE (o que 2ay de cierto es, que el ser es el ser+ que nada sale de nada y que, por consiguiente, de la nada, nada puede salir. @ que no volver/ a esta nada de la cual no puede salir. "odo lo que existe, existió y existir/. Ehieh ascher Ehieh.
=olvamos a la ascinación y al medio de producirla. ste medio est/ enteramente en la uerza de voluntad que se exalta sin tirantez y que persevera con calma. &o se/is locos y convenceros a vosotros mismos de que sois grandes y uertes0 los r/giles y los peque4os os tomar/n necesariamente por lo que cre6is ser. "odo es apenas un asunto de paciencia y de tiempo. Duedó dic2o que existe una ascinación puramente -sica que pertenece al magnetismo0 algunas personas est/n dotadas naturalmente de ella, y se puede adquirir la acultad de ejercerla, pro la exaltación gradual del sistema nervioso. l c6lebre se4or 7ome, que en ocasiones quiz/s explotó como c2arlat/n esta acultad excepcional, la posee sin poder comprenderla, porque su inteligencia es limitad-sima para todo lo que se re3era a ciencia. l zuavo acob es un ascinador ingenuo, que cree en la cooperación de los esp-ritus. l 2/bil prestidigitador Roberto 7oudin une la ascinación con la pericia. %n importante se4or, a quien conocemos personalmente, le solicitó un d-a lecciones de magia blanca0 Roberto 7oudin le ense4ó algunas cosas, pero se reservó otras, que declaró no poderle ense4ar. #on cosas
inexplicables para m-, dijo 6l, y no provienen de mi naturaleza personal0 si os dijese, no por eso sabr-ais m/s, y yo no podr-a poneros en condiciones de ejercerla. 'ir6, para servirme de la expresión vulgar, que es el arte o la acultad de saber lanzar polvo a los ojos. =emos, pues, que todas las magias tienen arcanos indecibles, igual que la magia blanca de Roberto 7oudin. "ambi6n 2e dic2o que es un acto de alta 3lantrop-a ascinar a los imb6ciles para 2acerles aceptar la verdad como si uese una mentira, y la justicia como parcialidad0 es un privilegio poder 2acer cambiar los ego-smos y los deseos, 2aciendo esperar a aquellos que se sacri3can en este mundo una 2erencia inmensa y exclusiva del cielo. Mas tambi6n tenemos que decir, que todos aquellos que se juzgan dignos de llamarse 2ombres, deben, al mismo tiempo que respetar el error de los peque4os y los d6biles, emplear todos los esuerzos de su razón e inteligencia para escapar de la ascinación. s muy cruel ser desilusionado cuando nada sustituye a la ilusión, cuando las visiones desaparecidas y los uegos atuos que se apagaron dejan el alma en las tinieblas. s preerible creer absurdos antes que no creer en nada0 mejor ser un burlado que un cad/ver. (a sabidur-a consiste en una ciencia muy sólida y en una e muy razonable como para excluir la duda. (a duda es, en eecto, la comprobación de la ignorancia. l sabio sabe ciertas cosas0 lo que sabe lo lleva a suponer la existencia de lo que no sabe. sta suposición es la e, que no tiene menos certeza que la ciencia, cuando ella tiene por objeto 2ipótesis necesarias y mientras no de3ne temerariamente lo que es inde3nible. %n 2ombre en el sentido cabal del t6rmino, comprende los prestigios sin surirlos, cree en la verdad sin estampidos y sin trompetas, y para pensar en 'ios, no necesita de una tabla de piedra, un arca o un becerro de oro. &i tiene necesidad de sentir que debe ser justo, o de que le 2ablen de un gran remunerador o de un eterno vengador. #iempre estar/ advertido por su propia conciencia y razón. #i le dijeran que bajo pena de eterno tormento debe admitir que tres 2acen uno, que un 2ombre o un pedazo de pan es un 'ios, sabr/ perectamente cómo considerar dic2a amenaza y se guardar/ muy bien de burlarse del misterio antes de estudiar su srcen y conocer su alcance. (a 1==
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ignorancia que niega le parecer/ tan temeraria como la que a3rma, pero nunca se admirar/ de cosa alguna, y trat/ndose de cuestiones oscuras, su partido no ser/ tomado con precipitación. Para escapar a la ascinación de las cosas 2ay que conocer sus ventajas y sus encantos. #igamos en este punto las ense4anzas de 7omero. %lises no se priva de escuc2ar el canto de las sirenas, sólo toma medidas e3caces para que este placer no lo atrase en su viaje ni lo arrastre a estrellarse en los escollos. 'errama la copa de irce y la intimida con su espada, pero no esquiva las caricias que le impone. 'estruir la religión porque existan supersticiones peligrosas, ser-a como suprimir el vino para escapar a los peligros de la embriaguez, o re2usar los goces del amor, para evitar sus desvar-os y renes-. l dogma tiene dos aces, una de luz y otra de sombra0 si ganamos la luz y no intentemos destruir la sombra, porque la sombra es necesaria para la maniestación de la claridad. 'ec-a es8s que los esc/ndalos son necesarios, y 2asta nos atrever-amos a a4adir, que tambi6n lo son las supersticiones. &unca se insistir-a bastante sobre esta verdad tan desconocida en nuestros d-as a pesar de su incuestionable evidencia, ya que si bien todos los 2ombres deben ser iguales ante la ley, las inteligencias y las voluntades no son iguales. l dogma es la gran epopeya universal de la e, de la esperanza y del amor, la poes-a de las naciones, la 5or inmortal del genio de la 2umanidad, y 2ay que cultivarlo y conservarlo intacto. &o se debe perder una palabra, no debemos separar de 6l un solo s-mbolo, un enigma o una imagen. C%n p/rvulo a quien se le 2an ense4ado las /bulas de (aontaine, y que 2a cre-do ingenuamente 2asta la edad de siete a4os que las 2ormigas pueden 2ablar con cigarras, deber-a romper o ec2ar al uego el encantador libro que le dio su madre, por el 2ec2o de que cuando es ya bastante inteligente, comprende que no se puede, sin postura y sin locura, atribuir discursos razonables a seres que no 2ablan y que est/n desprovistos de raciocinioE !l respeto por el dogma 2ay que a4adir el de la autoridad, o sea, el de la jerarqu-a, a la cual es necesario someterse exteriormente cuando solamente es exterior, e interiormente cuando es real. #i la sociedad o la Iglesia me da por maestro un 2ombre que sabe menos que yo, debo callarme delante de
6l y obrar conorme con mis propias luces0 si es m/s sabio, o mejor que yo, debo o-rlo y aprovec2ar sus consejos. Para escapar de las ascinaciones de los 2ombres y de las mujeres, nunca entreguemos todo nuestro corazón a las individualidades inconstantes y perecederas. !memos los seres que pasan, las virtudes que son inmortales y la belleza que5orece siempre. #i el p/jaro que amamos vuela lejos, no tomemos aversión a todos los p/jaros, y si las rosas que cogemos y cuyo perume gustamos aspirar, se marc2itan entre nuestras manos, no a3rmemos por eso que todos los rosales murieron y que todas las primaveras carecen de 5ores. %na rosa muere muy deprisa, y sin embargo, la rosa es eterna. C'ebe un m8sico renunciar a la m8sica porque rompió su viol-nE xisten aves cuya naturaleza es tal, que no pueden soportar el invierno1 les es necesaria una primavera eterna, y sólo para ellas la primavera jam/s cesa en la tierra. #on las golondrinas, y bien sab6is cómo proceden para que este prodigio se realice naturalmente en su avor. uando la bella estación acaba, ellas vuelan 2acia donde la bella estación comienza, y cuando la primavera se aleja de donde ellas se encuentran, van de nuevo en su busca. 1=1 Eliphas Levi – El Gran Arcano
ap-tulo NI=
LA INTELIGENCIA NEGRA !quellos a quienes los iniciados tienen el derec2o de llamar proanos, la vil multitud, la turba de enermos y perversos de inteligencia y de corazón, que adoran al dios de sombra o que creen venerar el ate-smo, todos ellos oyen siempre sin entender, porque son presuntuosos de la mala e. l mismo dogma que se les presenta bajo una orma absurda para agradarles, ellos lo comprenden siempre de un modo m/s disparatado y generalmente al rev6s de su órmula. Por ejemplo, cuando repiten maquinalmente que 2ay un solo 'ios en tres personas, examinadlos bien, y ver6is que entienden por eso una sola persona en tres dioses. Oir/n decir y repiten que 'ios, es decir, el principio in3nitamente bueno, est/ en todas partes, y sin embargo, admiten espacios tenebrosos e inmensos donde 'ios no est/, y no podr-a estar, porque a2- se sure da4o, o sea, privación de 'ios. CDu6 2ar-ais vos, preguntó el teólogo "2anler a un pobre 2ombre, o mas bien aun 2ombre pobre Lporque el pobre 2ombre era el teólogoL qu6 2ar-as, le dice, si 'ios
quisiera precipitaros al in3ernoE @o lo arrastrar-a conmigo, respondió el sublime indigente, y el in3erno se volver-a cielo. l teólogo admiró la respuesta, pero la verdad no la comprendió. #-, dir-a un doctor de la (ey, 'ios tambi6n se 2alla en el in3erno, pero solamente como vengador. 'ecid m/s bien, como verdugo y suprimamos al diablo del que no tenemos m/s necesidad0 siempre ser/ el mismo negocio. uando 2ablan de redención, entienden que 'ios, en un momento de cólera Tno por causa de las ciruelas sino de una manzanaU, 2abiendo dado todos sus 2ijos al diablo, para rescatarlos ue obligado a surir y morir, sin dejar por esto de ser inmutable y eterno. #i le 2abl/is de /bala, juzgar/n que se trata de un grimorio cirado que 2ace ver al diablo y que gobierna el mundo ant/stico de los silos, los gnomos, las salamandras y las ondinas. C#e trata de magiaE ntonces aun est/n en la baqueta y en la copa de irce que muda los 2ombres en cerdos0 de buen grado y combinar-an +oroastro con Ma2oma, y en cuanto a 7ermes "rimegisto, piensan que es un 2ombre airoso del que la gente se sirve para misti3car a los ignorantes, como el de ogro para meter miedo a los ni4os. (a ignorancia tiene su ortodoxia como la e, y la gente es 2ereje delante de los alsos sabios cuando conoce las cosas que ignoran. Porque no 2ay verdades nuevas, los sabios de este mundo apoyan su autoridad en la vejez del error. )ien sabido es que los errores 2eredados apoyan, casi siempre, las posiciones 2ec2as LBs ascomo respondes al soberano pont-3ceAL exclama un criado, aboeteando a es8s, que acababa de 2ablar con una 3rmeza respetuosa. ómo, 2ombre nulo, es la autoridad que prueba su ignorancia acus/ndote, y Cpretendes saber lo que ella ignoraE Cl pont-3ce se enga4a, y t8 lo descubresE Cl delira, y te tomas la libertad de tener razónE 1=2
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&apoleón I detestaba a los ideólogos porque era el mayor ideólogo del mundo. Duer-a 2acer din/mica sin resistencia, por eso la uerza de resistencia le altó cuando la uerza de impulsión agresiva, que por tanto tiempo uera suya, se volvió repentinamente contra 6l. 'esde los or-genes de la 2istoria veremos que es siempre la mentira la que reina en la tierra0 y
tambi6n es exacto, que la verdad gobierna a grandes golpes de desastre y 5agelos. Bruel e in5exible verdadA &o nos admiremos de que los 2ombres no la amen. lla destruye las ilusiones de los reyes y de los pueblos, y si a veces tiene algunos ministros amorosos, los expone y los abandona a la cruz, a la 2oguera, al cadalso0 Bpero dic2osos los que mueren por ellaA !unque m/s sabios ser/n siempre aquellos que la sirven 2/bilmente para no estrellarse contra el pedestal del martirio. Rebelais, ue, realmente, mayor 3lósoo que #ócrates, cuando supo, ocult/ndose a s- mismo bajo el antiaz de !ristóanes, escapar a la raza siempre viviente de los !mitos y Melitos. $alileo, cuyo nombre por s- solo condena al tribunal de la #anta Inquisición a una irrisión eterna, ue 2ombre de muc2o esp-ritu para no arontar la tortura y la prisión. (os escritos del tiempo lo muestran prisionero en un palacio, bebiendo con los inquisidores y 3rmando inter pocula su acto irónico de abjuración, luego de decir, golpeando el suelo con el pie y cerrando los pu4os1 Eppur si muove. 'icen que a4adió1 #-, a3rmo por vuestra palabra, que la tierra es inmóvil, y agregar-a tambi6n, si lo quisierais, que los cielos son de vidrio y probar6 a 'ios que vuestras rentes tambi6n, para dejar pasar la luz. Rebelais 2abr-a terminado diciendo1 B@ bebamos nuevamenteA Morir para probar a los locos que dos y dos son cuatro Cno ser-a el m/s rid-culo de los suicidiosE n un teorema demostrado que no pudo negarse, la abjuración de una verdad matem/tica se vuelve una arsa, cuyo rid-culo cae siempre sobre aquellos que pudieron exigirlo seriamente en nombre de una autoridad pretendida inalible. $alileo, yendo a la 2oguera para protestar contra la Iglesia, 2abr-a sido un 2eresiarca. $alileo, retract/ndose como católico de lo que 2ab-a demostrado como sabio, mató al catolicismo de la dad Media. !lguien presentó un d-a al autor de este libro un art-culo del)yllabus+ dici6ndole1 scuc2a aqu- la condenación ormal de vuestras doctrinas. #i sois católico admitid esto y quemad vuestros libros0 si por el contrario, persist-s en lo que ense4asteis, no nos 2abl6is m/s de vuestra catolicidad. l art-culo del )yllabus es el s6ptimo de la sección segunda, y las doctrinas que condena son estas1 >(as proec-as y los milagros expuestos y relatados en las santas escrituras son 3cciones po6ticas y los misterios de la e cristiana son el resumen de investigaciones 3losó3cas0
en los libros de los dos testamentos est/n contenidas invenciones m-sticas y el propio es8s es un mito.? Me asombr6 muc2o de aquello con que juzgaba conundirme, replic/ndole que no eran tales mis doctrinas1 aqu- est/, dije yo, lo que ense4o, o mejor, lo que la Iglesia, la ciencia y yo reconocemos1 >(as proec-as y los milagros expuestos relatados en la scritura lo son bajo una orma po6tica particular al genio de los orientales. (os misterios de la e cristiana est/n con3rmados y explicados, en su expresión, por las investigaciones 3losó3cas. n los libros de los dos "estamentos est/s contenidas par/bolas y el mismo es8s ue asunto de un gran n8mero de par/bolas y leyendas.? #ometo sin temor estas proposiciones al Papa y al uturo concilio. stoy de antemano, bien cierto que no las condenar/n. (o que la Iglesia no quiere, y que tiene mil veces razón de no querer, es que aecten contradecirla y, en eecto, siendo necesaria su inalibilidad a la manutención de la paz en el mundo cristiano, es necesario que esta inalibilidad le sea conservada a todo precio. !s-, pues0 si ella dice que dos y dos son tres yo me guardar-a de decir que se enga4a. 'iligenciar-a, para estar cierto de ello, cómo y de qu6 modo dos y dos pueden ser tres, 2asta llegar a encontrarlo. omo ejemplo1 dos manzanas y dos mitades de manzanas 2acen tres manzanas. uando la Iglesia parece emitir un absurdo, ello es simplemente un enigma que propone, para experimentar la e de sus 3eles. #er/ un grande y conmovedor espect/culo el del próximo concilio general, en el que la reina del viejo mundo, envolvi6ndose en su p8rpura despedazada, se a3rmar/ m/s soberana que nunca en el momento de caer en el trono y proclamar/ sus derec2os, aumentados con pretensiones nuevas, rente a una expoliación inminente. (os obispos ser/n entonces como estos marineros del Gen&eur+ 1=6
Eliphas Levi – El Gran Arcano
que en una embarcación próxima a 2undirse se exaltaban en vez de entregarse, y 2ac-an su 8ltima descarga, sujetando su bandera al 8nico pedazo del gran m/stil. #aben muy bien que una transacción los perder-a para siempre, y que se apagar-a la llama de los altares el mismo d-a que los altares dejasen de estar en la sombra. uando el velo del templo se rasga, los dioses se van, y vuelven, cuando nuevos tejidos dogm/ticos les orecen un nuevo velo. (a noc2e retrocede sin cesar delante del d-a, pero es para invadir del otro
lado del 2emiserio las regiones que el sol abandona. #on necesarias las tinieblas0 es preciso que 2aya misterios impenetrables para esta inteligencia negra que cree en lo absurdo y contrabalancea el despotismo de la razón limitada con las audacias inconmensurables de la e. l d-a circunscribe los 2orizontes y 2ace ver los l-mites del mundo, y es la noc2e principalmente, la noc2e sin l-mites, con su inmensa conusión de estrellas, la que nos 2ace concebir el sentimiento de lo in3nito. studiad la inancia y ver6is en ella al 2ombre saliendo de las manos de la &aturaleza para 2ablar el lenguaje de Rousseau, observad cu/les son las disposiciones del esp-ritu. (as realidades le astidian, las acciones le exaltan, comprende todo excepto las matem/ticas, cree m/s en las /bulas que en la 2istoria. s porque 2ay in3nito en la primera sonrisa de la vida que el uturo se nos aparece tan maravilloso en el principio de la existencia y que, naturalmente, so4amos con gigantes y 2adas en medio de tanto milagro. s porque el sentido po6tico, el m/s divino de los sentidos del 2ombre, le presenta al comienzo el mundo como una nube del cielo. ste sentido es una suave locura muc2as veces m/s sabia que la razón, si es que se puede 2ablar as-, porque nuestra razón siempre tiene como estrec2os l-mites las barreras que la ciencia procura apartar lentamente, al paso que, la poes-a, salta al in3nito con los ojos cerrados, y de a2- lanza todas las estrellas de nuestros sue4os. (a obra de la Iglesia es mantener en sus justos l-mites las creencias de la locura inantil. (os locos, son creyentes indisciplinados, y los creyentes 3eles, son locos que reconocen la autoridad de la sabidur-a representada por la jerarqu-a. uando la jerarqu-a se 2aga real0 cuando los conductores de ciegos dejen de ser ciegos, la Iglesia salvar/ a la sociedad, recuperando, par no perderlas ya m/s, sus grandes virtudes y su poder. (a propia ciencia tiene necesidad de la noc2e para observar la multitud de los astros. l sol nos oculta los soles, la noc2e nos muestra y nos permite verlos 5orecer en el cielo oscuro, como las inspiraciones sobre 2umanas que aparecen en las tinieblas de la e. (as alas de los /ngeles se muestran blancas en la noc2e0 durante el d-a, son negras. l dogma no es irracional, es extrarracional o suprarracional, y siempre resumió las m/s altas aspiraciones de la 3loso-a oculta. (eed la 2istoria de los concilios, siempre ver6is en las tendencias de
los 2eresiarcas una apariencia de progreso y de razón. (a Iglesia parece sólo a3rmar el absurdo y dar provec2o de causa a la inteligencia negra. !s-, cuando los !rios cre-a salvaguardar la unidad divina, imaginando una sustancia an/loga pero superior a la existencia de 'ios TBla sustancia de 'ios que es inmaterial e in3nitaAU, la Iglesia proclama en &icea la unidad de sustancia an/loga a la unidad de 'ios. uando quieren 2acer de esucristo un personaje 2-brido, compuesto de una persona divina, y de una persona 2umana, la Iglesia repele esta amalgama de lo 3nito y de lo in3nito y declara, que sólo puede 2aber una persona en esucristo. uando Pelagio, exagerando en el 2ombre el orgullo y los deberes del libre albedr-o, ec2a de un modo irremediable la masa de pecadores al in3erno, la Iglesia a3rma la gracia que opera la salvación de los injustos y que, por las virtudes de la elección, suple la insu3ciencia de los 2ombres. (as prerrogativas concedidas a la virgen madre de 'ios indignan a los Proud2on protestantes, sin ver que, en esta adorable personi3cación, es a la 2umanidad que arrancan de las manc2as del pecado srcinal y que es la generación que re2abilitan. n esta mujer que elevan, es a la madre que glori3can1>redo in uman sanctam catholicam eclesiam. l dogma catpolico, es decir, universal, se asemeja a esa nube que preced-a a los israelitas en el desierto, oscura durante el d-a y luminosa durante la noc2e. l dogma es el esc/ndalo de los alsos sabios y la luz de los ignorantes. (a nube, en el pasaje del Mar Rojo, se colocó, dice el xodo, entre los 2ebreos y los egipcios, espl6ndida para Israel y tenebrosa para gipto0 lo mismo ocurre con el 1=8 Eliphas Levi – El Gran Arcano
dogma universal que sólo los iniciados deben comprender. !l mismo tiempo es sombra luz. Para suprimir la ysombra de las Pir/mides 2abr-a que derribar las Pir/mides0 igual acontece con las oscuridades del dogma eterno. 'icen y repiten, todos los d-as, que la reconciliación es imposible entre la religión y la ciencia. #e equivocan en la palabra, no es conciliación, ser-a usión o conusión lo que se debe decir. #i 2asta 2oy parecen inconciliables la ciencia y la e, es porque siempre procuran en vano mezclarlas y conundirlas. #ólo 2ay un medio de conciliarlas, y que es, distinguirlas y separarlas una de la otra, de modo completo y absoluto. onsultar al Papa ciando se trata de la demostración de un teorema, someter a un matem/tico una
distinción teológica, ser-an dos disparates equivalentes. (a inmaculada concepción de la =irgen no es una cuestión de embriolog-a, y la tabla de logaritmos nada tiene de com8n con las tablas de la ley. (a ciencia est/ orzada a admitir lo que est/ demostrando, y la e, cuando es regulada por una autoridad razonable, y que es necesario admitir, nada puede rec2azar de lo que es art-culo de e. (a ciencia nunca demostrar/ que 'ios y el alma no existen, y la Iglesia se vio orzada a retractarse delante de los sistemas de op6rnico y de $alileo. CPrueba esto que ella puede enga4arse en materia de eE &o, pero s- que debe permanecer en su dominio. lla no pretende que 'ios le 2aya revelado los teoremas de la ciencia universal. (o que puede ser observado por la ciencia son los enómenos que la e produce, y entonces, conorme a la palabra de risto, puede juzgar del /rbol por los rutos. s evidente que una creencia que no 2ace mejores a los 2ombres, que no eleva sus pensamientos, que no engrandece su voluntad 8nicamente en el bien, en lo bello y en lo justo, es una creencia mala o pervertida. l juda-smo de Mois6s y de la )iblia 2icieron al gran pueblo de #alomón y de los Macabeos. (a juder-a de los Rabinos y el 8ltimo "almud, 2izo los sórdidos usuarios que envenenan el $2etto.KK
l catolicismo tambi6n tiene su "almud corrompido, es la mezcolanza insensata de los teólogos y de los casuistas, la jurisprudencia de los inquisidores, el misticismo nauseabundo de los capuc2inos y de las beatas. n estas doctrinas anticristianas e impuras se apoyan intereses materiales y vergonzosos. s contra esto que 2ay que protestar por todos los medios y no contra la majestad de los dogmas. 'esde los primeros siglos, la religión ue protegida y des2onrada por el Imperio, cristianos que la Iglesia llama santos pusieron el desierto entre ellos y sus altares. @ con todo, ellos la amaban con toda su alma, pero preer-an orar y llorar lejos de ella. l que escribe este libro es un católico del desierto. (a "2ebaidaK nada tiene de siniestro, sin embargo, pre3ero la abad-a de "2eleme,K cuyo undador ue Rabelais, a la ermita de #an !ntonio. (a 2umanidad no tiene m/s necesidad de ascetas, a ella 2acen alta sabios y trabajadores, que vivan con ella y para ella0 en nuestros d-as, la salvación
sólo puede ser alcanzada de esta orma. n la /bala del Rab- #c2imeon ben oc2ai,3gura un dios blanco y un dios negro0 en la naturaleza, 2ay 2ombres blancos y 2ombres negros, como tambi6n en la 3loso-a oculta, una inteligencia blanca y otra negra. Para llegar a la ciencia de la luz, 2ace alta saber calcular la intensidad y dirección de la sombra. (os pintores m/s sabios son los que comprenden la luz oscura. Para ense4ar bien es necesario colocarse en el lugar de aquellos que comprenden el mal. (a inteligencia negra es la adivinación de los misterios de la noc2e, es el sentimiento de realidad de las ormas del invisible. s la creencia en la posibilidad tumultuosa. s la luz en el sue4o. 'urante la noc2e todos los seres son como ciegos, excepto los que, como el moc2uelo, el gato y el lince, tienen ósoro en los hetto. )arrio jud-o situado a las m/rgenes del "-ber, Roma, que recuerda la destrucción del templo jud-o y deg9ello de sus antepasados. 7ay distintos $2ettos o barrios jud-os en muc2as ciudades de Italia y de )o2emia. -. del /. 0 K /hebaida. Parte meridional del antiguo gipto, llamada tambi6n !lto gipto, cuya capital era "ebas. -. del /. 0 ? /heleme. T!bad-a de U. %na de las m/s encantadoras creaciones de Rabelais. Palabra que designa un paraje donde todo es abundancia. -. del /. 0 1=? ??
Eliphas Levi – El Gran Arcano
ojos. l moc2uelo devora a los p/jaros indeensos en la noc2e0 tengamos, pues, ojos de lince para combatir a los moc2uelos, pero no incendiemos los bosques bajo el pretexto de alumbrar a los p/jaros. Respetemos los misterios de la sombra y al mismo tiempo conservemos nuestra l/mpara encendida, y sepamos rodear nuestra linterna con un velo, para no atraer a los insectos que la noc2e gustan deen c2upar la sangre del 2ombre. 1=,
Eliphas Levi – El Gran Arcano
ap-tulo N=
EL GRAN ARCANO l $ran !rcano, el arcano indecible, el arcano peligroso, el arcano incomprensible, puede ser ormulado de3nitivamente as-1 s la divinidad en el 2ombre. !rcano indecible, porque desde que se quiere decirlo, su expresión es una mentira, y la m/s monstruosa de las mentiras. 'e 2ec2o, el 2ombre no es 'ios. on todo, la mas osada, la m/s oscura y al
mismo tiempo la m/s espl6ndida de las religiones nos dice, adoremos al 2ombre'ios. ! esucristo, ella lo declara verdadero 2ombre, 2ombre completo, 2ombre 3nito, 2ombre mortal como nosotros y al mismo tiempo completamente 'ios, y la teolog-a lo proclama a la comunicación de los idiomas, lo que es, la adoración a la carne. (a eternidad a3rmaba cuando se trata de aquello que muere, la imposibilidad de aquello que sure, la inmensidad del que se trans3gura, lo 3nito tomando la virtualidad de lo in3nito, en 3n, el 'ios2ombre que orece a todos los 2ombres 2acerlos 'ios. (a serpiente ten-a dic2o, Eritis sicus dii. esucristo, pisando la cabeza de la serpiente bajo el pie de su madre, osa decir1 QEritis not sicut+ non sicut 9eus+ sed eritis 9eus5 #er6is 'ios, porque 'ios es mi Padre, y mi Padre y yo somos uno y quiero que vos y yo seamos uno1 ut omnes unum sint sicut e&o et pater unum sumus. nvejec- y emblanquec- en los libros m/s desconocidos y m/s grandes del ocultismo0 mis cabellos cayeron, mi barba creció como la de los sacerdotes del desierto0 busqu6 y encontr6 la llave de los s-mbolos de +oroastro0 penetr6 en las criptas de Man6s, sorprend- el secreto de 7ermes, olvidando de robarme una punta del velo que esconde eternamente la gran obra0 s6 lo que es la s3nge colosal que lentamente penetró en la arena contemplando las pir/mides. Penetr6 en los enigmas de los bra2amanes. #6 qu6 misterios enterraba consigo en la arena, durante doce a4os, #c2imeon ben oc2ai0 las lav-culas perdidas de #alomón me aparecieron resplandecientes de luz y lecorrectamente en los libros que el propio Me3stóeles no sab-a traducir a *austo. Pues bien, en ning8n lugar, ni en la Persia, ni en la India, ni entre lospalimpsestosKJ del !ntiguo gipto, ni en los grimorios malditos sustra-dos a las 2ogueras de la dad Media, encontr6 un libro m/s proundo, m/s revelador, m/s luminoso en sus misterios, m/s maravilloso en sus revelaciones espl6ndidas, m/s cierto en sus proec-as, m/s proundo escrutador de los abismos del 2ombre y de las tinieblas inmensas de 'ios, mayor y m/s verdadero, m/s sencillo, m/s terrible y m/s dulce, que el vangelio de esucristo. CDu6 libro ue m/s le-do, m/s admirado, m/s calumniado, m/s des3gurado, m/s glori3cado, m/s atormentado y m/s ignorado que esteE s como una miel en la boca de los sabios, como un veneno violento en las entra4as del mundo1 la Revolución lo practica queriendo
combatirlo1 KJ #al impsestos. Pergaminos primitiva. -. del /. 0
antiguos en los que se escrib-a por segunda vez borrando la escritura
1=
Eliphas Levi – El Gran Arcano
Proud2on, se retuerce para vomitarlo0 es invencible como la verdad e insecuestrable como la mentira. 'ecir que 'ios es un 2ombre, Bque blasemia, o2A BIsrael, y vosotros cristianos, qu6 locuraA 'ecir que el 2ombre puede 2acerse 'ios, Bque paradoja abominableA B! la cruz el proanador del arcano, al uego los iniciadores,>hristianos ad %eonem5 (os cristianos exterminar/n los leones, y el mundo entero, conquistado por el martirio de las tinieblas del $ran !rcano, se 2alla a tientas, como dipo, ante la solución del 8ltimo problema, el del 2ombre'ios. l 2ombre'ios es una verdad, exclamó entonces una voz, pero debe ser 8nico en la tierra como en el cielo. l 2ombre'ios, el inalible, el omnipotente, es el Papa0 y por debajo de esta proclamación que ue escrita y repetida en todas las ormas, podemos leer nombres entre los que 3gura !lejandro )orgia. l 2ombre'ios es el 2ombre libre, dice despu6s la Reorma, cuyo grito que quisieran acallar en la boca de los protestantes terminó con el rugido de la Revolución. (a gran palabra del enigma 2ab-a sido pronunciada, pero se volv-a un enigma aun m/s ormidable. CDu6 es la verdadE, 2abr-a dic2o Pilatos, condenando a esucristo. CDu6 es la libertadE dicen los Pilatos modernos, lav/ndose las manos en la sangre de las naciones. Preguntad a los revolucionarios, desde Mirabeau 2asta $aribaldi, lo que es la libertad y ellos nunca llegar/n a entenderte. Para Robespierre y Marat, es un 2ac2a adaptada a un nivel0 para $aribaldi, una camisa roja y un sable. Para los ideólogos, es la declaración de los derec2os del 2ombre, pero, Cde qu6 2ombre se trataE, el 2ombre de las galeras es suprimido porque la sociedad lo aprisiona. C"iene derec2os el 2ombre, simplemente porque es 2ombre, o sólo cuando es justoE (a libertad para las multitudes proanas es la a3rmación absoluta del derec2o, el derec2o que parece traer siempre consigo el constre4imiento y la servidumbre. #i la libertad es solamente el derec2o de 2acer el bien, ella se conunde con el deber y no se
distingue de la virtud. "odo lo que el mundo vio y experimentó 2asta 2oy no nos da la solución del problema establecido por la magia y por el evangelio1 el $ran !rcano del 2ombre'ios. l 2ombre'ios no tiene derec2os ni deberes, tiene la ciencia, la voluntad y el poder. s m/s que libre, es se4or, no manda, 2ace 2acer, no obedece, porque ninguno le puede ordenar alguna cosa. (o que otros llamaban el deber, 6l lo denomina su placer, 2ace el bien porque lo quiere y no podr-a querer otra cosa, coopera libremente a toda justicia, y el sacri3cio es para 6l el lujo de la vida moral y la magni3cencia del corazón. s implacable para el mal, porque no tiene odio al malvado. onsidera como un bene3cio el castigo reparador y no comprende la venganza. "al es el 2ombre que supo llegar al punto central del equilibrio, y podemos, sin blasemar y sin 2acer locuras, llamarlo 2ombre'ios, porque su alma se identi3có con el principio eterno de la verdad y la justicia. (a libertad del 2ombre perecto es la propia ley divina0 ella posa encima de todas las leyes 2umanas y de todas las obligaciones convencionales de los cultos. (a ley es 2ec2a para el 2ombre, dec-a risto, y no el 2ombre para la ley. l 2ijo del 2ombre es el se4or del s/bado0 esto es, que la prescripción de observar el s/bado bajo pena de muerte, impuesta por Mois6s, sólo obliga al 2ombre en cuanto a 6ste puede serle 8til, porque el 2ombre es, en de3nitiva, el soberano se4or. "odo me es permitido dec-a #an Pablo, mas todo no es conveniente, lo que quiere decir, que tenemos el derec2o de 2acer todo lo que no perjudica a nosotros ni a otros, y que nuestra libertad sólo es limitada por las advertencias de nuestras conciencias y de nuestra razón. l 2ombre sabio nunca tiene escr8pulos, obra razonablemente y sólo 2ace lo que quiere0 y es ascomo, en su esera, todo lo puede y es impecable. 4uid natus est e* 9eo non peccat+ dice #. Pablo, porque sus errores siendo involuntarios no le pueden ser imputados. 1=3 Eliphas Levi – El Gran Arcano
s para llegar a esta soberana independencia que el alma debe adelantarse a trav6s de las di3cultades del progreso. ste es el verdadero y $ran !rcano del ocultismo, pues es as- que se realiza la promesa misteriosa de la serpiente1>ser6is como dioses conociendo el bien y el mal?. !s-, la serpiente ed6nica se trans3gura en la serpiente de bronce curadora de
todas las 2eridas de la 2umanidad. l mismo esucristo ue comparado por los padres de la Iglesia a esta serpiente porque, dicen ellos, tomó la orma del pecado para mudar la abundancia de iniquidad en superabundancia de justicia. 7ablamos aqu- sin rodeos y mostramos la verdad sin velos y, con todo, no tememos que se nos acuse en razón de ser un revelador temerario. !quellos que no deban comprender estas p/ginas no las comprender/n, porque para los ojos muy d6biles la verdad que mostramos orma un velo con su luz, y se oculta tras el brillo de su propio esplendor. 1=7 Eliphas Levi – El Gran Arcano
ap-tulo N=I
LA AGONIA DE SALOMON (a e es un poder de la juventud y la duda un s-ntoma de la decrepitud. l joven que no cree en nada, se asemeja a un aborto que tuviese arrugas y cabellos blancos. uando el esp-ritu en5aquece, cuando el corazón se apaga, se duda de la verdad y del amor. uando los ojos se perturban, se juzga que el sol no brilla m/s, se llega 2asta dudar de la vida y se siente, de antemano, la aproximación de la muerte. =ed los ni4os, Bqu6 irradiación en sus ojos, qu6 inmensa creencia en la luz, en la elicidad, en la inalibilidad de su madre en los dogmas de su amaA BDu6 mitolog-a de invencionesA BDu6 alma atribuyen a los juguetes y mu4ecasA BDu6 para-sos en sus miradasA BO2, los /ngeles bien amadosA (os ojos de los inantes son los espejos de 'ios en la tierra. l joven cree en el amor, es la edad del c/ntico de los c/nticos. l 2ombre maduro cree en las riquezas, en los triunos y a veces 2asta en la sabidur-a. #alomón llegaba a la edad madura cuando escribió su libro de los proverbios. 'espu6s, el 2ombre cesa de ser amable y proclama la vanidad del amor, se exten8a y no cree m/s que en los goces que dan las riquezas0 los yerros y los abusos de la gloria y 2asta los triunos le disgustan. #u entusiasmo se extingue, su generosidad se gasta, se vuelve ego-sta y descon3ado, y entonces duda de la ciencia y de la sabidur-a. s entonces cuando #alomón escribe su triste libro del clesiast6s. CDu6 resta entonces al bello joven que escrib-a1 >Mi bien amada es 8nica entre las bellas, el amor es m/s invencible que la muerte, y aquel que diese toda su ortuna y toda su vida por un poco de
amor, aun lo tendr-a comprado por nada...?E BO2A, leed a2ora esto en el clesiast6s1 >ncontr6 un 2ombre entre mil y entre todas las mujeres, ninguna. onsider6 todos los errores de los 2ombres y 2all6 que la mujer es m/s amarga que la muerte. #us encantos son los lazos del cazador y sus l/nguidos brazos soncadenas?. B#alomón1 envejecisteA ste pr-ncipe 2ab-a superado en magni3cencia a todos los monarcas de Oriente0 2ab-a construido el templo que era una maravilla del mundo y que deb-a, conorme con el sue4o de los jud-os, tornarse en un centro de la civilización asi/tica. #us nav-os se cruzaban con los de 7iram, rey de "iro. (as riquezas de todos los pueblos a5u-an a erusal6n. Pasaba por el m/s sabio de los 2ombres y era el m/s poderoso de los reyes. 7ab-a sido iniciado en la ciencia de los santuarios y la 2ab-a resumido en una vasta enciclopedia. ra aliado, por muc2os casamientos, a todas las potencias de Oriente. #e juzgó entonces se4or absoluto del mundo y pensó que era tiempo de realizar la s-ntesis de todos los cultos. Duiso agrupar alrededor del centro inaccesible en que adoraban la abstracta unidad de e2ova2, las encarnaciones brillantes de la divinidad en los n8meros y en las ormas. Duer-a que la udea no uese m/s inaccesible a las artes y que estuviese permitido al cincel del escultor crear dioses. l templo de e2ova2 era 8nico como el sol, y #alomón quiso completar su universo, dando a este sol una corte de planetas y sat6lites. Para ello, 2izo construir templos en las monta4as que rodeaban erusal6n. 'ios, maniestado en los enómenos del tiempo, ue adorado bajo el nombre de 11=
Eliphas Levi – El Gran Arcano
#aturno o de Moloc2.KV #alomón conservó todo el simbolismo de esta gran imagen y solamente suprimió los sacri3cios de ni4os y otras v-ctimas 2umanas0 inauguró alrededor del altar de =enus o de !start6< las 3estas de la belleza, de la juventud y del amor, esta triple sonrisa de 'ios que anima y consuela la tierra. #i 2ubiera tenido 6xito, la gloria y el poder de erusal6n 2abr-an 2ec2o abortar los de Roma y el cristianismo jam/s 2abr-a aparecido. #alomón convert-ase en el Mes-as prometido a los 2ebreos. Pero el anatismo rab-nico se alarmó. (os viejos sabios que rodeaban al 2ijo de )et2sab6 ueron juzgados de apostas-a. (os jóvenes escribas y la turba amotinada de los levitas llegaron a enga4ar a la
juventud de Robo/n, 2ijo de #alomón, y el viejo rey comprendió un d-a, con terror, que su 2eredero no continuar-a su obra. (a duda entró en su corazón, y con ella, una prounda desesperación. *ue entonces que escribió1 >7ice trabajos inmensos y voy a dejar todo a un 2eredero que ser/ tal vez un insensato. "odo es vanidad debajo del sol y todo parece girar en un c-rculo atal0 el justo en este mundo no es m/s eliz que el imp-o, y es una presunción entregarse al estudio, porque aumentado su ciencia se aumentan los disgustos. l 2ombre muere como el animal y nadie sabe si el esp-ritu de los 2ombres alcanza lo alto o si el de los animales rueda para abajo. l 2ombre muy sabio cae en estupor y ninguno sabe si es digno de amor o de odio. =ivamos, pues en el presente y esperemos que 'ios nos juzgue.? @ pensando amargamente en su 2ijo dice1 >'esdic2ada la nación cuyo pr-ncipe apenas es un ni4o?1 stas tristezas in3nitas de una gran alma aislada en la cima del poder y que recuerdan las lamentaciones de ob y el clamor de es8s en el alvario1 Eli+ Eli+ %amma )abachtani.
#alomón percib-a que en lugar de 2aber creado la unidad del mundo con erusal6n como centro, su propio reino iba a despedazarse violentamente. l pueblo se agitaba y quer-a reormas que de muc2o tiempo se le 2ab-an prometido0 el templo estaba terminado y los impuestos excepcionales, que ten-an por objeto o por pretexto la construcción del templo, no 2ab-an sido disminuidos. %n agitador, llamado erobo/n, ormaba un partido en las provincias. Robo/n, convertido instrumento ciego de los pretendidos conservadores, lanzaba al uego casi p8blicamente los libros 3losó3cos de su padre, los que no ueron encontrados despu6s de la muerte de #alomón, y el viejo se4or de los esp-ritus, abandonado por todos los que amaba, se asemejaba al rey "2ule de la balada alemana que llora en silencio en su copa y bebe un vino mezclado con l/grimas. s entonces que maldice la alegr-a, diciendo1 CPor qu6 me enga4asteE @ escribe1 >s mejor ir a casa de las l/grimas que a casa de las risas?. CPero por qu6E & lo dice. M/s tarde, una sabidur-a mayor que la suya, venida para enjugar todas las l/grimas , deb-a exclamar1 >*elices los que lloran, porque ellos reir/n un d-a?. !s- es la risa y la elicidad que es8s vino a prometer a los 2ombres. #an Pablo, su apóstol, escrib-a a sus disc-pulos1 >estad siempre en alegr-a?,)emper &audite. l sabio llora cuando es eliz y sonr-e con bravura ciando sure. (os antiguos
padres de la Iglesia combat-an un octavo pecado mortal, que lo llamaban la tristeza. 'icen que #alomón conoc-a la virtud secreta de las piedras y las propiedades de las plantas, pero 2ay un secreto que ignoraba, puesto que escribió el clesiast6s. 'esconoc-a el secreto de la elicidad y de la vida0 ese secreto repele al abatimiento, eternizando la elicidad y la esperanza1 B( #R"O ' &O &=RA Cxiste un secreto semejanteE Cxisten 2ombres que jam/s envejecenE Cs una realidad el elixir de *lamelE C@ debemos creer, como dicen los amigos apasionados de las maravillas, que el c6lebre alquimista de la alle de los scritores eludió la muerte y que, bajo otro nombre, vive a8n con su mujer Pernella en la rica soledad del nuevo mundoE &o, no creemos en la inmortalidad del 2ombre en la tierra. Pero s- creemos y sabemos que el 2ombre puede preservarse de envejecer. @oloch. Pr-ncipe del pa-s de las l/grimas, adorado por los moabitas y los ammonitas. #% estatua de bronce ten-a los brazos abiertos para recibir las v-ctimas 2umanas, y seg8n Mitol, sacri3c/bansele ni4os y el principio de la generación. Moloc2, en su srcen, es lo mismo que un rey soberano y signi3ca lo mismo que )aal, Melcon, etc. -. del /. 0 = start. Mitolog-a. 'iosa enicia que tra-a su srcen de la #iria !storet, adorada en la udea y gipto. 'onde m/s se destacó su culto ue en las islas de 2ipre y iterea. #e la 2onraba como diosa de la ecundidad. -. del /. 0 ?V
111 Eliphas Levi – El Gran Arcano
#e puede morir, cuando se vivió un siglo o casi un siglo0 entonces es tiempo de que el alma abandone su vestido, que ya no est/ de moda0 es tiempo no de morir, ya dijimos que no creemos en la muerte, mas s- de aspirar a un segundo nacimiento y de comenzar vida nueva. 7asta el momento del 8ltimo suspiro se pueden conservar las alegr-as ingenuas de la inancia, los 6xtasis po6ticos del joven, los entusiasmos de la edad madura. 7asta el 3n, es posible embriagarse de 5ores, de belleza y de sonrisas, recobrar incesantemente lo que pasó y encontrar lo que se perdió. #e puede 2allar una eternidad real en el bello sue4o de la vida. CDu6 es preciso 2acer para elloE (eed con atención y meditad, seriamente, en lo que os voy a decir1 7ay que olvidarse de s- mismo y vivir 8nicamente para los otros. uando es8s dijo1 #i alguien quiere venir conmigo que renuncie a s- mismo, tome su cruz y me siga, no pretendió 6l que uesen a enterrarse en un claustro o en un desierto0 6l, que siempre vivió
entre los 2ombres, abrazando y bendiciendo a los ni4os, levantando a las mujeres ca-das, de las que no despreciaba ni las caricias menos las l/grimas, comiendo y bebiendo con los parias del arise-smo, y dando 2asta ocasión de que dijeran1 este 2ombre es un glotón y un bebedor de vino, amando tiernamente a #an uan y a la amilia de (/zaro, soportando a #an Pedro, curando a los dolientes y alimentando a las multitudes, cuyos recursos multiplicaba por los milagros de la caridad. Cn qu6 se asemeja esta vida a la de un trapense o de un estilista como la del autor de un tratado c6lebre que preconiza el aislamiento y la concentración sólo en s-, y que tuvo la osad-a de llamar mitación de >risto$
=ivir en los otros, con los otros y para los otros, es el secreto de la caridad y el de la vida eterna. "ambi6n es el secreto de la eterna juventud. #i no os volv6is semejantes a los ni4os, dec-a el Maestro, no entrar6is en el reino de los cielos. !mar es vivir en aquellos que se ama, es pensar sus pensamientos, adivinar sus deseos, participar de sus aectos0 cuanto m/s ama la gente, m/s aumenta la propia vida. l 2ombre que ama ya no est/ solo y su existencia se multiplica, amilia, patria, 2umanidad. )albucea y salta con los inantes, se apasiona con la juventud, razona con la edad madura y extiende la mano a la vejez. #alomón no amaba m/s cuando escribió el clesiast6s y 2ab-a ca-do en la ceguera del esp-ritu por la decrepitud del corazón. #u libro es la agon-a de un esp-ritu sublime que va a apagarse por altarle el alimento del amor. s triste como el genio solidario de 2ateaubriand, como las poes-as del siglo NIN. #in embargo, el siglo produjo, por ejemplo, a =-ctor 7ugo, prueba viva de lo que acabo de a3rmar. ste 2ombre, ego-sta al principio, ue viejo en su juventud, y despu6s, cuando sus cabellos encanecieron, comprendió el amor y se rejuveneció. Bómo adora =-ctor 7ugo a los ni4osA, Bcómo respira todas las savias y todas las divinas locuras de la juventudA BDu6 gran pante-smo de amor en sus 8ltimas poes-asA Bómo comprende la risa y las l/grimasA "iene la e universal de $oet2e y la inmensidad 3losó3ca de #pinosa. s Rabelais y #2aSespeare. B=-ctor 7ugo1 sois un gran mago sin saberlo y encontraste, como no lo logró el pobre #alomón, el arcano de la vida eternaA 112 Eliphas Levi – El Gran Arcano
ap-tulo N=II
EL MAGNETISMO DEL IEN #e dice y repite 2asta el cansancio, que las personas de bien son inelices en este mundo, mientras que los malos prosperan y son dic2osos. sto es una est8pida y abominable mentira. sta mentira proviene del error vulgar que conunde la riqueza con la elicidad0 como si sin estar locos, que "iberio,al-gula, &erón, =itelio ueron pudi6semos decir, elices. ran ricos, y adem/s de eso eran se4ores del mundo, y no obstante sus corazones carec-an de descanso, sus noc2es, de sue4o y sus conciencias estaban azotadas por las urias. C!caso un cerdo se volver-a un 2ombre si le sirviesen truas en un balde de oroE (a elicidad est/ en nosotros y no en nuestros platos0 Mal3latre, muriendo de 2ambre, 2abr-a merecido su destino. Cu/l de los dos es m/s eliz, #ócrates o "rimalciónE Teste personaje de Pretruvio es la caricatura de laudioU. "rimalción 2abr-a muerto de indigestión si no lo 2ubiesen envenenado. 7ay personas de bien que suren la pobreza y 2asta la miseria, no discuto, pero generalmente es por su culpa y tambi6n, muc2as veces, es la pobreza la que conserva su 2onestidad. (a riqueza posiblemente las corromper-a y perder-a. &o debemos considerar como verdaderos 2ombres de bien a aquellos que pertenecen a la multitud de los tontos, de mediocre valor y voluntad nula, aquellos que obedecen las leyes por temor o 5aqueza, los devotos que tienen miedo al diablo y los pobres diablos que sienten miedo de 'ios. "odas estas personas son los animales de la estulta multitud y no saben aprovec2ar ni del oro ni de la riqueza, menos de la miseria0 Cpero podremos oenderalseriamente al sabio, verdadero sabio que cuando se le 2ace mal es siempre por envidiaE Mas, varios lectores van a decirme con despec2o0 nos prometisteis magia y trat/is aqu- de moral. "enemos su3ciente 3loso-a, 2abladnos a2ora de las ciencias ocultas. L#ea, vosotros que le-steis mis libros sab6is lo que signi3can las dos serpientes del caduceo, son las dos corrientes contrarias del magnetismo universal. (a serpiente de luz creadora y conservadora y la serpiente de uego eterno que devora para regenerar. (os buenos son imantados, vivi3cados y conservados por la luz imperecedera, los malos, quemados por el uego eterno.
7ay comunión magn6tica y simp/tica entre los 2ijos de la luz, todos se ba4an en la misma uente de vida0 son todos elices por la elicidad de unos y otros. l magnetismo positivo es una uerza que re8ne, y el magnetismo negativo, una uerza que dispersa. (a luz atrae la vida, y el uego trae consigo la destrucción. l magnetismo blanco es simpat-a, y el magnetismo negro, la aversión. (os buenos se aman entre s-, y los malos se odian mutuamente, porque se conocen. l magnetismo de los buenos les trae todo lo que es bueno, y cuando no les trae las riquezas es porque ellas le estar-an dem/s. 116 Eliphas Levi – El Gran Arcano
C&o abrazaban los 26roes de la antigua 3loso-a y del cristianismo primitivo la santa pobreza, como una severa guardiana del trabajo y la temperanciaE Cntonces no son pobres las personas de bienE C&o tienen siempre cosas magn-3cas que darE #er rico es dar, es acumular, y la ortuna eterna se orma 8nicamente de lo que damos. xiste realmentelauna una respiramos vidaatmósera de bien como una atmósera de mal. n la eterna y en la otra la muerte eterna. l c-rculo simbólico que orma la buena serpiente que muerde de su propia cola, el pleroma de los gnósticos, el nimbo de los santos de la leyenda /urea, es el magnetismo del bien. "oda cabeza santa irradia y las irradiaciones de los santos se entrelazan unas con otras para ormar cadenas de amor. (os rayos de gracia se sujetan a los rayos de gloria0 las certezas del cielo ecundan los buenos deseos de la tierra. (os justos que murieron no nos dejaron, viven en nosotros y por nosotros inspiran sus pensamientos y se regocijan de nosotros. =ivimos en el cielo con ellos y luc2an con nosotros en la tierra, pero repetimos nuevamente, el cielo simbólico, el cielo que las religiones prometen al justo no es un bien, es un estado de las almas0 el cielo es la generosa armon-a eterna, y el irremediable in3erno, el con5icto inevitable de los instintos viles. Ma2oma:, siguiendo los 2/bitos orientales, presentaba a sus disc-pulos una alegor-a que tomaron por cuento absurdo, como lo 2ace =oltaire con las palabras de la )iblia. xiste, dec-a 6l, un /rbol llamado "uba, tan vasto y tan rondoso, que un caballo, suelto al galope y partiendo de su pie, galopar-a cien a4os antes de salir de su sombra. l tronco de este /rbol es de
oro, sus ramas traen por 2ojas talismanes 2ec2os de piedras maravillosas que dejan caer, desde que se las toca, todo lo que los verdaderos creyentes puedan desear, sean deliciosos manjares o espl6ndidos vestuarios. s invisible para los imp-os, mas introduce una de sus ramas en casa de todos los justos y cada rama tiene la propiedad del /rbol entero. ste /rbol alegórico es el magnetismo del bien. s lo que los cristianos llaman la gracia. (o que el simbolismo del $enesis designa con el nombre de /rbol de la vida. Ma2oma 2ab-a adivinado los secretos de la ciencia y 2abla como un iniciado, cuando cuenta las bellezas y las maravillas del /rbol de oro, el gigantesco "uba. &o es bueno que el 2ombre est6 solo, dice la sabidur-a eterna, y ello expresa una ley. l 2ombre nunca est/ solo, sea en el bien, sea en el mal. #u existencia y sus sensaciones son al mismo tiempo individuales y colectivas. "odo lo que los 2ombres de genio encuentran o atraen de la luz, irradia para la 2umanidad entera. "odo lo que los justos 2acen de bien, aprovec2a al mismo tiempo a todos los justos y merece gracias de arrepentimiento de los malos. l corazón de la 2umanidad tiene 3bras en todos los corazones. "odo lo que es verdad, es bello. #olo 2ay de vano bajo el sol el error y la mentira. l propio dolor y la muerte son bellos, porque son el trabajo que puri3ca y la trans3guración que liberta. (as ormas pasajeras son verdaderas, porque son maniestaciones de la uerza y de la belleza eterna. l amor es verdadero, la mujer es santa y su concepción es inmaculada. (a verdadera ciencia nunca enga4a, la e razonable no es una ilusión. (a risa de alegr-a simp/tica es un acto de e, de esperanza : @a
h oma .
*undador de la religión musulmana. &ació en la Meca en el K:, y a los H< a4os
comenzó a inspir/ndose predicar el en las tradiciones judaicas y cristianas. "uvo que 2uir de la Meca en el Islamismo, a4o ;;, ec2a que se4ala el principio de la era musulmana. #ometió la Meca en el a4o G< y la 2izo ciudad santa. %na tarde dijo a su mujer que ya 2ab-a llegado la ocasión de revelarle el secreto de la misión que el /ngel #an $abriel le 2ab-a encomendado, apareci6ndosele muy brillante y llam/ndole >apóstol de 'ios?. l gusto de los orientales por las cosas extraordinarias 2icieron que bien pronto las palabras de Ma2oma ueran recibidas por todos como verdades. 'esde entonces, juntó Ma2oma a sus disc-pulos, organizó un ej6rcito e inspiró a todos, dici6ndoles1 >*ieles creyentes, 'ios os manda desenvainar la espada contra el incr6dulo y el in3el. =olad al combate contra ellos, 2erid, exterminad a todos cuantos se atrevan a resistir a la verdad de vuestra santa religión. 'ios guiar/ vuestros golpes y su brazo terrible extinguir/ a vuestros enemigos?. #eg8n 6l, el cielo estaba cerrado a los
cobardes y a los corazones indecisos, y as- arraigó en el alma de sus disc-pulos los transportes de ese celo devorador y an/tico que les 2izo arrostrar imp/vidos todos los peligros. -. d e l /. 0 118 Eliphas Levi – El Gran Arcano
y de caridad. "emer a 'ios es desconocerlo, sólo debemos temer el error. l 2ombre puede todo lo que quiere, cuando sólo quiere la justicia. Puede, si lo quiere, 2asta precipitarse en la injusticia, pero en ella se destruir/. 'ios se revela al 2ombre en el 2ombre y por el 2ombre. #u verdadero culto es la caridad. (os dogmas y los ritos mudan y se suceden, la caridad no muda y su poder es eterno. 7ay apenas un 8nico y verdadero poder en la tierra como en el cielo1 es el del bien. (os justos son los 8nicos se4ores del mundo. l mundo tiene convulsiones cuando ellos suren y se transorma cuando mueren. (a opresión de la justicia es una comprensión de una uerza muc2o m/s terrible que la de las materias ulminantes. &o son los pueblos los que 2acen las revoluciones, son los reyes. (a persona justa es inviolable0 Bineliz de quien la tocaA (os c6sares quedar/n en cenizas, quemados por la sangre de los m/rtires. ( que un justo quiere, 'ios lo aprueba. (o que un justo escribe, 'ios lo a3rma y es un testamento eterno. (a clave del enigma de la s3nge es 'ios en el 2ombre y en la &aturaleza. (os que separan el bien de 'ios lo separan de la &aturaleza, porque la &aturaleza est/ llena de 'ios y repele con 2orror al ate-smo. (os que separan al 2ombre de la &aturaleza son como los 2ijos que para 2onrar a su padre le cortasen la cabeza. 'ios es, por decirlo as-, la cabeza de la &aturaleza0 sin 6l, ella no existir-a, sin ella, 6l no se maniestar-a. 'ios es nuestro padre y la &aturaleza es nuestra madre. 7onra a tu padre y a tu madre dice el 'ec/logo, a 3n de que vivas largamente en la tierra.Emmanuel+ 'ios est/ con nosotros, tal es la palabra sagrada de los iniciados conocidos solamente con el nombre de 2ermanos de la Rosa ruz.; s en este sentido que esucristo pudo, sin blasemar, llamarse 2ijo de 'ios y el propio 'ios, y querer que no 2agamos m/s que uno con 6l, como 6l no 2ace m/s que uno con su padre, y es ascomo la 2umanidad regenerada realiza en este mundo el $ran !rcano del 2ombre'ios. !memos a 'ios los unos en los otros, porque 'ios jam/s se mostrar/ de otra manera en nosotros. "odo lo que en nosotros es amable es 'ios que est/ en nosotros, y sólo podemos amar a 'ios, ya
que es siempre a 'ios que la gente ama cuando sabe amar de verdad. 'ios es luz y no gusta de las tinieblas. #i queremos pues, sentir a 'ios en nosotros, esclarezcamos nuestras almas. l /rbol de la ciencia no es un /rbol de muerte sino para #at/n y sus apóstoles, es el manzanillero de las supersticiones,pero para nosotros+ es el árbol de la vida.
xtendamos las manos y tomemos los rutos de este /rbol, ellos nos curar/n de las apre2enciones de la muerte. Hosa >ruz. 'e los muc2os griegos que durante siglos acudieron a gipto en busca de nuevos conocimientos, algunos ueron iniciados en la *raternidad Rosa ruz, entre los que se cuenta a #olón, el insigne legislador ateniense, a los 3lósoos !naximandro y Pit/goras, cuya escuela era copia de la de gipto. #e lee en el pocalipsis Fermtico+ o libro de los Rosacruces1 >#e asegura que de la *raternidad Rosa ruz se destacaron con 3nes de apostolado y propaganda, dos ramas, una de las cuales se estableció en Palestina con la denominación de Esenios y la otra en $recia, con la de /erapeutas. l advenimiento del cristianismo dio nuevo empuje a la que ya ten-a todos los caracteres distintivos de las órdenes+ y cuando el movimiento Rosa ruz llegó a *rancia, en el siglo IN, in5uyó poderosamente en el establecimiento de la escuela de arlomagno, quien avoreció la undación de una (ogia Rosa ruz en un monasterio cercano a la antigua "olosa. uando los terrores del a4o :<<<, la (ogia de "olosa undó en &imes un monasterio Rosa ruz, que ue m/s tarde n8cleo del colegio tan 5oreciente desde el siglo NII a mediados del siglo N=, y que revivió en :JJ; en Montpellier. 'esde ::J residió en "olosa el olegio #upremo de la Orden de *rancia, aunque continuaba en gipto la #ede entral. #e diundió la Orden por !lemania, donde se estableció en Forms una (ogia0 m/s tarde, trasladada a (eipzing, ue la gran (ogia !lemana. (a mayor parte de los 2istoriadores proanos atribuyen su undación a un personaje llamado >hristian HosenMreuz; pero no 2ubo tal, sino que por una ley secreta, en cada nación 2ab-a de tener la Orden un ciclo de :hristian HosenMreuz+ sin que jam/s 2aya existido este imaginario personaje?... (as ense4anzas de los Rosacruces constituyen una moral elevad-sima y un conocimiento proundo de la &aturaleza y del 7ombre Interno. &o sólo predican el bien, sino que lo practican constantemente, son, en 3n, unos perectos cristianos. studian con ervor la /bala, practican la !strolog-a y meditan los ineables paradigmas de la !lquimia spiritual. T'e El pocalipsis Fermtico+por el 3laleta uan )autista 'uc2ampsU. -. del /. 0 ;
11? Eliphas Levi – El Gran Arcano
!s- no diremos m/s, como est8pidos esclavos1 esto es bien, porque nos lo ordenan,
prometi6ndonos una recompensa0 y esto es mal, porque nos lo pro2iben, amenaz/ndonos con suplicio.
'iremos entonces1 2acemos esto, porque sabemos que es bueno, y no 2acemos aquello otro, porque sabemos que es malo. @ as- ser/ realizada la promesa de la serpiente simbólica1 )eris como 9ioses+ conociendo el bien y el mal. 11,
Eliphas Levi – El Gran Arcano
APENDICE 11 Eliphas Levi – El Gran Arcano
CREDO -ILOSO-ICO 9e Eliphas %evi
reo en lo desconocido que 'ios personi3ca, probado por el propio ser y por la inmensidad. Ideal sobre2umano de la 3loso-a, perecta inteligencia y suprema bondad. reo en el in3nito que el 3nito proclama0 creo en la razón que no se debilita0 Bcreo en laque esperanza 2e adivinado el alma, sentando el amorydesprecia la muerteA reo que el ideal para nosotros se realiza en los 2ombres con amor, esp-ritu y bondad. ustos de todos los tiempos, vos sois mi Iglesia0 B@ mi dogma tiene por ley la universalidadA reo que el dolor es un esuerzo para nacer, que el mal es para nosotros la sombra o el error del bien0 que el 2ombre trabajando debe conquistar su ser, que el bien es el amor y que #at/n no es nada. reo que la misma esperanza vive bajo todos los s-mbolos, que el mundo tiene por ley la solidaridad0 yo derroco el altar de todos los -dolos, pronunciando dos palabras1 justicia y verdad. reoelque por el derec2o el deber se mide, que m/s uerte debe m/s y el d6bil menos0 que tener miedo del verdadero 'ios, es injuriarle. ya que necesita unir nuestros esuerzos a los suyos. reo que por el derec2o el deber se mide, del que jam/s nuestro error abusa impunemente0 el mal 2ace al pensamiento activo y vigilante, pero 6l es el remedio y no el castigo reo que de la muerte desgarrando los velos, volveremos todos al 2ogar paterno0 la ignorancia y el error sombras son de las estrellas Bde las que el bien radiante es el centro eternoA 113
Eliphas Levi – El Gran Arcano
LA MORAL / LOS A*IOMAS #aber sufrir+ saber abstenerse y saber morir+ son las tres reglas principales del mago. !prender a surir, aprender a morir es la gimnasia de la eternidad, es el noviciado inmortal. (a Magia y el soterismo no son ocultos m/s que para los ambiciosos e ignorantes 117 Eliphas Levi – El Gran Arcano
LAS CIENCIAS OCULTAS 7ay 2ombres que como la luz los irrita y atiga vuelven su espalda al sol, mirando siempre a su sombra. #e creen cristianos pero adoran al diablo, otorg/ndolo los atributos de 'ios. #e llaman 3lósoos, mas adoran la nada y la anarqu-a, poni6ndolas en lugar del ser eterno y del orden inmutable que preside la jerarqu-a de los seres. (a a3rmación temeraria y la negación absurda tienen tambi6n sus an/ticos, estos son los b82os de la inteligencia. (os que sólo2ombres ven en la noc2e de susnada pasiones clarearoculta. el d-a quedan ciego. am/s esos comprender/n de la al 3loso-a Para ellos solamente es oculta. Oculta como el sol para los b82os. Oculta como el buen sentido para los an/ticos. Oculta como la razón para los insensatos. Pues es la 3loso-a de la luz0 es la 3loso-a del buen sentido0 es la 3loso-a exacta como los n8meros, rigurosa como las proporciones de la geometr-a, regulada y ordenada como la naturaleza, evidente como el ser, inalible como las matem/ticas eternas. Biego el que no lo vea, pero m/s ciego a8n quien pretenda verlo en la noc2eA l temerario que ose mirar al sol sin pantalla queda ciego y entonces para 6l el sol es &unca el negro. est8pido vulgar comprender/ la alta ciencia de los magos. Oreo canta y los monos 2acen muecas y gestos, esperando que el poeta elogie su cola. (a gloria que se pide a la muc2edumbre es ambros-a bien amarga, pues contiene muc2a 2iel y poca miel. !dem/s, las palmas inmortales tardan en crecer y suelen no dar sombra m/s que a los 6retros. (os verdaderos grandes 2ombres son poco /vidos de escuc2ar su gloria, saben que si el trueno a2orra el laurel, 6ste estar/ por especie de complicidad entre azotes y aza2ares0 la corona de laurel es con recuencia corona de v6rtigos. (a savia del laurel contiene el m/s sutil de los venenos.
s necesario atreverse para ocuparse seriamente de esta 3loso-a oculta, tratada con tanto desprecio por aquellos que la niegan, y con tanto odio por los que la atribuyen al demonio. s preciso tener osad-a, para mandar a los antasmas de la imaginación y las inquietudes del esp-ritu0 es necesario ser audaz para pensar de dierente modo que el vulgo, para oponer el inmutable y buen sentido de los sabios a las divagaciones siempre variables de la multitud. 'ios 2a puesto a nuestra disposición la paz y la dic2a, pero es preciso atreverse a extender las manos 2asta esos rutos del /rbol de la vida, pro2ibidos por tantas quimeras, y no temer robarlos, porque una vez cogidos la naturaleza nos los donar/. Recordemos que el cielo soporta violencia y quiere ser tomado por asalto. #i el in3erno uera el patrimonio de la inteligencia valerosa que luc2a en nombre de la razón y si el cielo estuviera reservado a la est8pida temeridad que obedece al misterio, las gentes de 2onor y de corazón deber-an ir todas al in3erno, y este ser-a entonces el cielo. 12= Eliphas Levi – El Gran Arcano
!MOR, 2e aqu- el gran secreto de la Magia, pero 2ay que saber distinguir entre el amor que inmortaliza y el amor que mata. scribimos para los 2ombres sin prejuicios. #aber es ser. 'udar es ignorar. Pues bien, lo que dudamos o ignoramos no existe a8n para nosotros. "ales son las consecuencias del dogma 3losó3co de 7ermes y tal es la 3loso-a de los Rosa ruz, 2erederos de todos los sabios de la antig9edad. *I&I# ORO&!" OP%# 121 Eliphas Levi – El Gran Arcano
APENDICE II 122 Eliphas Levi – El Gran Arcano
(! #*I&$ !r t i culo y P o ema ](IP7!# (]=I l septenario es el n8mero sagrado en toda la teogon-a y en todos s-mbolos, porque es constado por el ternario y por el cuaternario. l n8mero siete representa el poder m/gico en toda su uerza0 es el esp-ritu prestado asistencia por todas las uerzas elementales0 es el alma servida por la naturaleza, es el sanctum regnum
el que es 2ablado en las lav-culas de #alomón, y el que es representado en el &aipe por un guerrero coronado que se apoya un tri/ngulo en su coraza, y de pie en un cubo, a los cuales son uncidos dos es3nges, una blanca y la otra negra, que tiran en dirección contraria y vuelven la cabeza mir/ndose. ste guerrero es armado con una espada resplandeciente, y tiene de la otra mano un cetro rematado por un tri/ngulo y por una bola. l cubo, es la piedra 3losoal, las es3nges son ambas uerzas del gran agente, los corresponsales en aSin y en )oas, que es ambas columnas del templo0 la coraza, es la ciencia de las cosas divinas que devuelve al sabio invulnerable a los atentados 2umanos0 el cetro, es la varilla m/gica0 la espada 126 Eliphas Levi – El Gran Arcano
resplandeciente, es el signo de la victoria sobre los vicios, que son en total de siete, como las virtudes0 las ideas de estas virtudes y de estos vicios ueron 3guradas por los antiguos bajo los s-mbolos de los siete planetas conocidos entonces. !s-, la e, esta aspiración al in3nito, esta con3anza noble en s- misma, sostenida por la creencia en todas las virtudes, la e, que en las naturalezas d6biles puede degenerar en orgullo, ue representada por el #ol0de lala avaricia, por la (una0 la caridad, opuesta a la lujuria, por esperanza, la enemiga =6nus, la estrella brillante de ma4ana y de tarde0 la uerza, superior a la cólera, por Marte0 la prudencia, opuesta a la pereza, por Mercurio0 la templanza, opuesta a la golosina, por #aturno, a la que se da una piedra a comer en el sitio de sus 2ijos0 y la justicia, por 3n, opuesta a la envidia, por 8piter, vencedor de los "itanes. "ales son los s-mbolos que la astrolog-a toma del culto 2el6nico. n la c/bala de los 7ebreos, el #ol representa al /ngel de luz0 la (una, el /ngel de las aspiraciones y de los sue4os0 el marzo, el /ngel exterminador0 =6nus, el /ngel de los amores0 Mercurio, el /ngel civilizador0 8piter, el /ngel de potencia0 #aturno, el /ngel de las soledades. (os Mi c 2 a 6de l , $abriel, nombramos tambi6n #amael, !nael,laRaael, +ac2ariel Ori3el. stas energ-as dominadoras las almas se reparten vida 2umana pory per-odos, que los astrólogos med-an sobre las revoluciones de los planetas correspondientes. Pero no 2ay que conundir la astrolog-a cabal-stica con la astrolog-a judicial. xplicaremos esta distinción. (a inancia es consagrada al #ol, la adolescencia a la (una, la juventud a Marte y =6nus, la virilidad a Mercurio, la edad madura a 8piter, y la vejez en #aturno. Oro, la 2umanidad muy entera vive bajo leyes de desarrollo an/logas a las de la vida individual. s sobre la base que "r i t 2 6me establece su clav-cula pro6tica de los siete esp-ritus de la que 2ablaremos en otro lugar, y por medio de la que se puede, siguiendo las proporciones analógicas de los acontecimientos sucesivos, predecir con certeza los grandes acontecimientos
uturos, y 3jar por anticipado, de per-odo a per-odo, los destinos de los pueblos y de la gente. #an uan, depositario de la doctrina secreta del risto, depositó esta doctrina en el libro cabal-stico del !pocalipsis, que representa cerrado por siete sellos. Reencontramos all- los siete genios de las mitolog-as antiguas0 con las copas y las espadas del "arot. l dogma escondido bajo estos emblemas es la c/bala pura, ya perdida por *ariseos en la 6poca de la llegada del #alvador0 los cuadros que se suceden en esta epopeya maravillosa y pro6tica son tanto de pentacles, entre los que el ternario, el cuaternario, el septenario y el duodenario son las llaves. (as 3guras jerogl-3cas son an/logas de all- a las del libro de 7e rm6s o del $6nesis de 76noc2, para servirnos del t-tulo arriesgado que expresa solamente la opinión personal del sabio $uillermo Postel. l c26rub o el toro simbólico al que Mois6s coloca en la puerta de la gente ed6nica, y que aprecia la mano una espada resplandeciente, es un es3nge que tiene un cuerpo de toro y una cabeza 2umana1 es el antiguo es3nge asirio, entre los que el combate y la victoria de Mit2ra eran el an/lisis jerogl-3co. ste es3nge armado representa la ley del misterio que vela por la puerta de la iniciación para apartar eso los proanos. =oltaire,de que noasab-a nada de todo eso, se rió muc2o de ver un buey tener una espada. C Due 2abr-a dic2o si 2ab-a visitado las ruinas de Memp2is y de "ebas, y que 2abr-a tenido que responder a sus peque4os sarcasmos, tan probados en *rancia, este eco de los siglos pasados que duerme en los sepulcros de Psam6tique y de Rams 6s E Eli!as L0"i1 Do2#a 3 Ritual %e la Alta Ma2ia 4 Do2#a 4 Caitulo VII5 La Esa%a Reslan%e6iente 7 Netsa! 7 Gla%ius8 128 Eliphas Levi – El Gran Arcano
LA ES-INGE En este oe#a en ale9an%$ino1 #u3 bien es6$itos 3 bien e:uilib$a%o1 Eli!as L0"i le of$e6e al le6to$1 a t$a"0s %e la Es;n2e1 un $esu#en si#b6a s t i 2 a >1 e$o 6o#leta#ente 3o #is#o (no se t$ata1 %e !e6!o1 %e 6asti2os1 sino %e $ee:uilib$a%os %e las ene$2=as #al utili?a%as1 ba9o la in@uen6ia %e las Le3es Uni"e$sales)8 +ue asi$a$ to%o a la Sabi%u$=a ete$na #e%ita$ 6on f$uto sob$e este oe#a ini6iti6o 3 #u3 bello8
La 6ien6ia fatal (a s3nge esta sentada en su roca solitaria, Proponiendo un enigma en toda
rente prosternada, @ si el rey uturo ced-a al misterio, l monstruo dec-a1 B muere, no adivinaste en absolutoA #-, para el 2ombre aqu- abajo, la vida es un problema, Due resuelve el trabajo bajo guada4a de la Muerte. 'el uturo para nosotros la uente est/ en nosotros mismos, @ el cetro del mundo pertenece a m/s muc2o. B #urir es trabajar, es acabar su tareaA B 'esgracia al perezoso qu6 duerme sobre el caminoA
l dolor, como un perro, muerde los talones del cobarde Due de un solo d-a perdido sobrecarga el d-a siguiente. =acilar, es morir0 equivocarse, es un crimen Previsto por la naturaleza y por anticipado expiado. l /ngel mal liberado recae sobre el abismo, B Reino y desesperación de #atan/s ulminadoA 'ios jam/s tiene lastima ni de clamores ni l/grimas, C Para consolarnos totalmente no tiene el uturoE s a nosotros quienes de la desgracia orjamos las armas, Bs a nosotros a quienes encargó del cuidado de castigarnosA Para dominar a la muerte, 2ay que vencer la vida, 7ay que saber morir para revivir inmortal0 7ay que pisotear la naturaleza esclavizada BPara convertir al 2ombre en sabio y la tumba en altarA 'e la s3nge, la 8ltima palabra es la 2oguera de !lcide, s el rayo de dipo y la cruz del #alvador. Para enga4ar los esuerzos de la serpiente deicida, B 7ace alta al santo amor consagrar el dolorA (a rente de 2ombre de la s3nge 2abla de inteligencia, #us ubres de amor, sus garras de combates0 #us alas son la e, el sue4o y la esperanza, B@ sus costados de toro el trabajo aqu- abajoA #i sabes trabajar, creer, gustar, deenderte, #i por necesidades viles no eres encadenado, #i tu corazón sabe querer y tu esp-ritu comprender, 12? Eliphas Levi – El Gran Arcano
B Re y d e "e b a s , a d i ó s A B " 8 2 e a q u - c o r o n a d o A El i!a s LBVI
12, Eliphas Levi – El Gran Arcano
P!P%# ! propósito de la constitución 2umana, debo ante todo 2acer la tradición, ya que esta cuestión interesó a todos los 2ombres de los siglos pasados. =eamos pues cómo los !ntiguos lo 2ab-an resuelto. B Pues bienA 7ab-an expresado muy simplemente la solución por un s-mbolo que ustedes todos
conoce de nombre1 B la #*I&$A (a es3nge era la s-ntesis antigua m/s n-tida por la cual se puede representar las adaptaciones diversas d e l ser 2umano en todos los planos. n eecto, el 2ombre nos presenta uerzas -sicas simbolizadas por el buey0 uerzas morales l coraje, la virtud, virtus en latino, simbolizadas por el león0 uerzas intelectuales simbolizadas por el /guila0 por 3n, una uerza de esencia divina el /ngel, la cabeza 2umana Due, concentrando las tres uerzas animales precedentes, de 2ec2o una unidad. (os !ntiguos 2ab-an concebido as- tres tipos de 2ombres1 el 2ombre de trabajo, el 2ombre completamente -sico, el 2ombre buey0 el 2ombre de coraje, el 2ombre que se pelea o que luc2a, el 2ombreleón0 el 2ombre que jam/s es sobre tierra, que sue4a o se pasea en las nubes, el que es la desesperación de notables comerciantes que se ocupan de tienda de ultramarinos cuando tienen por 6l 2ijo el poeta, el 2ombreintelectual simbolizado por el /guila. Pero estas tres naturalezas naturaleza lin/tica d e l buey0 naturaleza sangu-nea d e l león0 naturaleza nerviosa d e l /guila absolutamente son sólo unos seres animales en nosotros, y si la voluntad no ven-a dirigirlas y dominarlas, el 2ombre realmente no existir-a y verdaderamente no ser-a selecciónunidad, es decir al dominar una unidad una trinidad. (o que quiero 2acerle ver, en primer lugar, en este admirable 2ace la s-ntesis antigua que era la es3nge, es que 2ay tres inconscientes dominados por una conciente. =eremos cu/nto nuestros sabios son elices de 2aber descubierto un inconsciente en el ser 2umano. B (o que ser-a si sab-an que existieran de all- tresA... B Pues bienA (os viejos egipcios 2ab-an representado la s-ntesis 2umana muc2o mejor que lo 2icieron los 3lósoos o los contempor/neos sabios y, esto, mostr/ndonos tres inconscientes que constitu-an el 2ombre y eran regidos por una conciencia total que lo sintetiza. #i d i p o 2ab-a respondido a la es3nge que le interrogaba1 ^ B eres el 2ombreA _ #in dar otros detalles,las noadaptaciones maravillosas de este s-mbolo. 2abr-a mostrado (a es3nge representa no sólo al 2ombre en sus cuatro acepciones, sino que adem/s las cuatro edades d e l 2ombre1 la inancia, la juventud, la edad madura y la vejez0 representa las cuatro uerzas morales que el 2ombre puede tener a su disposición y que son sintetizadas en estos cuatro t6rminos1 saber, atreverse, querer y callarse0 representa por 3n los cuatro puntos cardinales que rigen al 2ombre astral, que determinaron la marc2a de la estrella de los Magos y que se 2icieron la llave de todas las tradiciones. uando se nos dice que la es3nge es un s-mbolo muy viejo que no presenta ning8n inter6s para nosotros otros modernos, no olvidemos que la tradición es sagrada y, lo mismo que pueblo orgulloso de su independencia es eliz de relacionarse por su origen con pueblo anterior, tambi6n,
toda tradición est/ orgullosa de relacionarse por un medio invisible con otra tradición anterior. Recuerde esta /bula encantadora que representa a la =irgen Mar-a y su marido que 2uye en el desierto con &i4o es8s y bastidor entre las patas de la es3nge. sto distintamente le muestra al que el antiguo tradición egipcia acabó en la religión del risto. "ambi6n se representó a cada uno de cuatro evangelistas por un animal de la es3nge1 Mateo, por el buey0 Marco, por el león0 (ucas, por el 2ombre0 y uan, por el /guila. 12 Eliphas Levi – El Gran Arcano
ada vangelio es adaptado as- a cada uno de cuatro temperamentos 2umanos y mani3esta una de las uerzas lo que el 2ombre puede desarrollar. "al es esta s-ntesis maravillosa que dirig-a la constitución de la ideolog-a antigua. Paus1 T$ata%o ele#ental %e o6ultis#o 4 Ini6ia6i