para otras personas-, la producción no resultará sostenible, ni tampoco serán buenos los frutos; sabránmal, olerán mal. Aunque tengan buen rrspecto en el exteriog estarán podridos por dentro y no generatán cte' ,libilidad y confianza alargo plazo. Sencillamente, es imposible lograr rrna producción sostenible de frutos óptimos si los resultados se ampu-
tando el efectivo, como nos habíamos comprometido a hacer), veíamos crecer st confianza en nosotros. Nos empezaÍon a considerar un riesgo admisible. Aumentaron notablemente nuestra línea de crédito; trÍravez,
y otra, y ofra más. Nos quisieron dar más negocio. ¿Qué les empujó a querer ampliar la conilanza? ¡Los resultadosl
¡
l(
Los rcsurraDos IMPoRTAN !
tan de las raíces del carácter. ¡L_
s.q
gpgl-ta-dos son importantes ! Son importantes para su
Esto supone un enorme problema para las organizaciones de hoy t:n día. ¿Qué se hace con alguien que obtiene resultados, pero utilizando nrétodos que atentan contra los valores de la empresa? El planteanriento de General Electric, que ilustra la dinámicaentfe <
gredi[li
dad. Son importantes para establecer confianza con otras personas_ y mantenerla. En palabras de Jack \X/elch, obtener resultados es como téner <
rcgoría de personas, las que obtienen resultados y viven respetando los valores, Se deben conservar y ascender. Asimismo, resulta bastante fácil srrber qué hacer con la segunda categotía de personas, las que ni obtíe-
ncn resultados ni respetan los valores. Se les debe abrir la puefia paru (lrre se marchen.
Las otras dos categorías, sin embargo, resultan más complicadas de
liestionar. Con frecuencia, a quienes respetan los valores, pero logran ,l.ros resultados deficientes, se les puede formar, asesoraf o trasladar necesafio l)1rra que desempeñen otra función. Si no mejoran, talvez sea , lqjarles marchar. Los más difíciles de ffatar son quienes logran unos eleu,rdos resultados pero no respetan los valores. Consiguen el objetivo que t.tlo el mundo persigue, pero lo hacen sirviéndose de métodos que de-
I
t70
I'RIMIiRA ONI)A: (l()NlrlANZA l'>liRS()NAl
171
lro( O 4: RUStll-'fADOS
safían abiertamente los valores corporativos. Según General Elecffic, las
.
lores de la empresa o se les debe permitir marcharse, a pesar de los resultados. Mantenerlos como están no sólo es insostenible, sino también perjudicial pata la organización, y destruye la credibili dad y la
¿Qué tipo de resultados estoy obteniendo actualmente? Esos resultados ¿incrementan o reducen mi credibilidad?
o
Si estuviera pensando en contratar a alguien, ¿hasta qué punto in-
confianza.
o
personas de esta categoúa deben aprender a actuat con arreglo a los va-
fluiría en mi decisión la trayectoria y el actual rendimiento de persona?
Como afirma I ack \X/elch:
r La claridad con respecto
a
esa
los valores y las conductas no sirve de mu-
¿Hasta qué punto es buena mi propia trayectoria? ¿Qué probabilidades habría de que alguien me contratara en función de ella? ¿Hasta que punto soy bueno alahoru de identificar los resultados
con eficacia paralograr esos resultados? ¿Mi ^ctuar rendimiento inspira confianza? deseados y
cho a menos que esté respaldada. Paru lograr que los valores signifiquen algo de verdad, las empresas deben recompensar a quienes hacen gala de ellos y <
que cada vez que pedimos a uno de nuestros directivos con mejor rendi-
miento que
se
I{I]SULTADOS: PASADO, PRESENTE Y FUTURO
lo hacemos públi-y organización responde extraordinariamente bien. En las
marche porque no respeta los valores
camente-, la
He trabajado durante un corto periodo de tiempo
encuestas anuales que llevamos realizando desde hace una década, los Úa-
irrdicadores clave con los que la gente eval:úa los resultados. Uno es el rcndimiento en el pasado (el historial, la reputación, lo que has hecho y Ie que ya has conseguido). Otro es el rendimiento actual, cómo rindes cn la actualidad. Y el tercero es el rendimiento que se espera, cómo cree
respetando los valores. Eso aumentaba el compromiso de la gente para
Y
^ccomo mejoraron los resultados de satisfacción de los
trabajadores, también mejoraron los resultados económicos.2
futuro. Se ve claramente cómo estas tres dimensiones entran en acción cuando entidades externas atribuyen valor a una empfesa. Estudian las ¡¡anancias históricas (rendimiento pasado); es posible que le asignen un rnúltiplo y obtengan un valor. O bien, examinan los datos y resultados rrctuales, a tiempo real (rendimiento presente),le asignan un múltiplo y 1ü/all Street), 6btienen un valor. O bien (como se hace, efectivamente, en sc toman los resultados anticipados y esperados (rendimiento futuro) y la gente que rendirás en el
No hay duda de que los resultados ocultan múltiples defectos. Si eres uno de los mayores productores, por ejemplo, es más probable que la dirección
indulgente con los informes de gastos que no lleguen a tiempo. Todos hemos visto casos parecidos en nuestras emse muestre más
presas, donde se crea, en ocasiones, un doble rasero que provoca su
propio cinismo. Sin embargo, a largo plazo, ni siquiera los mejores resultados logran compensar la falta de integridad. Por otra parte,la solidez de Ia integridad tampoco compensa la
sc descuent ahastallegar al valor real. Estas tres dimensiones de resulta-
ausencia de resultados. Una vez más,los cuatro {ocos en conjunto resul-
..l«rs
tan fundamentales paralacredibilidad personal y corporativa, que cons-
tituye la base para suscitar confia¡za.
Al prepararnos para explorar este cuarto foco, podemos plantearnos las siguientes preguntas:
§íall Street y
hc sido directivo de una empresa pública, y tengo claro que existen tres
bajadores nos decían que éramos una empresa que actuaba cada vez más tuar respetándolos.
en
il
ii* T
-pasado,
presente y
futuro-
son importantes a la hora de consi-
.lcrar el valor de la empresa. Estas tres dimensiones también entran en acción con cada uno de r)osotros como individuos. La credibilidad no sólo brota de los resultrrdos pasados y presentes, sino también del grado de confianza que
172
I'ItI
M
llltA ON I)A:
CION
IrIANZA l'Iil{S()NA
Ir()( () 4: l
I
t7i
li¡ritlarncnte un historial de éxito. JetBlue, que inició las operaciones r.rr 2009, fue una de las pocas líneas aéreas estadounidenses que obtur,.r §cneficios durante el brusco descenso posterior a los atentados del I I cle septiembre y es reconocida por su servicio al cliente. De maner-ir similar,la encuesta de reputación que rcalizó en2006 ellYall Street l,nrnal consideró a Google, creada en lggg,latetcera marca más sólitla de Estados Unidos.a Ejemplos como éstos confirman el hecho de (lue, con resultados, es posible infundir confianza con mayor tapidez
los demás depositan en nuestra capacidad de producir resultados en el futuro. En una ocasión, estuve trabajando con una persona que era honesta, tenía intenciones encomiables y contaba con magníficos talentos, pero por más que lo intentaba, no lograba que ocurrieru nada. Formábamos parte de un equipo que trabajaba con arreglo a un sistema rotativo de liderazgo. Cuando se presentó :una gran oportunidad y lIegó el turno de que esta persona la aprovech ata, me surgieron dudas he-de cho,les surgieron a todos los miembros del equipo- sobre si debía cedérsela a esa persona, porque no había logrado resultados. Al proyectar su trayectoriapasada en la estimación de su rendimiento futuro, no consideramos que pudiéramos confiar en que se recuperarapatael equipo. Con el tíempo, a pesar de su talento, fue perdiendo cada vez más peso y acabó marchándose de la empresa. No obstante, cuando tienes a una persona o una empresa que se forjala reputación de obtener siempre resultados, la historia es bien distinta. Pensemos, simplemente, en el sector de la mensajeria rápidahace muchos años, cuando la fiabilidad era buena, pero no al cien por cien. Entonces, llegó FedEx con Ia frase publicitaría: <<¡Cuando de verdad tiene que estar ahí al día siguiente!>>. No sólo teníanla frase publicitaria, tenian el servicio que la respaldaba. Rindieron y, de forma sistemática, produjeron los resultados. Como afirmó el fundador de la empresa, Frederick Smith: <
,lc
1o
que se cree.
La experiencia de uno de los competidores de JetBlue, Continentrrl Airlines, confirma otra cuestión: que, con resultados, también es ¡,osible recuperarla confianza más rápido de 1o que se cree. Tras de, lararse en quiebra en I99I, Continental mejoró notablemente su fen,lirniento y logró ganar feconocimiento al obtener el mayor porcentait. de puntualidad en los vuelos y el menor porcentaje de maletas ,lcterioradas.s Igualmente, también ganaron más premios J' D. Power ,r rr servicios al cliente que cualquier otra línea aérea. E n 2005 , la re,.,ista Fortune designó a Continen tal Ia linea aérea más admirada del ¡
nrundo.
trate de fecuperar confianza o infundirla primero, los resultados son lo que acaba convirtiendo a los cínicos. El impacto de los resultados en la confianza se deja ver en todos lrs ámbitos de la vída. Tengo un amigo que se iba de viaie unos días y rcnía intención de dejar la casa a cargo de su hija adolescente y su amiEn definitiv a, ya
se
Dijo que se sentía muy cómodo haciéndolo, pero confesó que nun,,r se le habúaocurrido hacer algo así cuando su hijo era adolescente. Sin em., I)or qué? Tanto su hija como su hijo eran <
¡i;r.
I
* 174
EL
l'l{lMl!l
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ONI)A: ( ()NlrlANZA I'l.lllS()N^I
lr()C
Y EL <
preguntas decisivas: ¿qué resultadog e¡-1o.1¡ obteniendg? , ¿cór7to estoy obteniendo esos resultados? Muchas personas sólo se preguntan el qué; no
tienen ni idea de lo que les puede estar hacien do el cónzo. Por ejemplo, supongamos que consigue que su equipo cuadre las cuentas, pero en el proceso se crea una competición de enfrentamiento ganar/perder entre los miembros del equipo, los presiona hasta que se
I{ li.SI
I
I,TAI)OS
t75
I-'h esta economía tan cambiante, he visto a muchas empresas que se
harr visto obligadas
considerar los resultados, siempre es necesario plantearse dos
() 4:
a cambiar su modelo de negocio, a recortar su
es-
rructura de costes y despedir trabaiadorcs para obtener resultados sostcnibles. Algunas de ellas han contraído un enorme impuesto durante el l)roceso, no sólo con los que dejaron marchar, sino también con los que sc quedaron y vieron lo que ocurría a los que se marchaban' También he visto algunas compañías destacadas que, de hecho, confianza durante el proceso' En un caso' por ejemplo, ,rsesofé a una empresa inmersa en el proceso de realizar una dolorosa lran generad
o
queman y usted se lleva todo el mérito por la actuación del equipo. ¿Cuál va a ser la actitud de esos miembros la próximavez que les desafíe a cua-
tr.¿rnsformación paru seguir siendo importante y viable. Tras recortar
drar las cuentas? ¿Será más fácil, o más difícil, que consiga los resultados? Por otra parte, supongamos que cuadra las cuentas, pero lo hace creando un espíritu de equipo donde prima la abundancia y la colaboración. Ayuda a los miembros del equipo atrabajar iuntos para que rodo
lcntabilidad, debían reducir la plantilla notablemente' En ese punto, sc mostraron abiertos, transparentes y honestos con su gente. Ofre.'icndo generosas indemnizaciones y ayudando a recolocar al persorral, demostraron tanta preocupación por las personas que se mar¡haban que, en realidad, acabó incrementándose la conltanza en ellos y también en los que se quedaban. Todo el mundo se dio cuenta de t¡rre estaban enfrentándose a la realidad, pero lo hicieron basándose ('n unos principios que demost raban interés y preocupación por todo
el mundo salga ganando, nadie se queme y se reparta el mérito libremente. ¿Cuál va a ser su actitud 1a próxima vez que se plantee un desafío? ¿Qué ocurriría si pudiera conseguir los mismos resultados excelentes, pero estavez fuera un 30 "A más fácil?
Por eso uno debe plantearse la pregunta: ¿-cómo estoy obtenieq{o los resultados? El córno puede crear enormes trabas para futuros resultados o engrasar el mecanismo. Es mucho más fácil obtener resultados la próxima vez sila gente confía en ti..., si saben que no vas a acaparar el mérito, que vas a buscar el beneficío mutuo y no vas a echar la culpa a nadie. Querrán implicarse contigo, darte información, ayudarte porque les resultas creíble. Confían en que perseguirás los resultados de un modo que beneficie a todas las partes implicadas. Esto explica la enorme importancia de las capacidades que he comentado en el capítulo anterior. Y también explica por qué defino el liderazgo como obtener resultados de un modo que iruspire confianza. Estoy convencido que, en lo tocante a los resultados, el córuo importa en todos los aspectos tanto como el qué. Y lo ves manifestarse en todos los niveles: en los individuos, las relaciones, el equipo,las otganizaciones y la sociedad.
rrruchos gastos, habíanllegado a un punto en que, para recuperar la
,'l mundo. Tenga presente que los <
,linero. En realidad, ignorar el impuesto o el dividendo de confianza r.n un análisis es sesgar los resultados. Es posible que el mayor beneficio rr«r radique en la actual transacción, sino en la credibilidad y confianza 1i,'neradas por esa transacción que abona el terreno para obtener incluso mejores resultados en el futuro.
I
)III.TNIcTÓN DE <
Street, aprendí que los resultados son primordiales y que, ,'on frecuencia, la relación ente resultados y credibilidad resulta brutal. llna empresa puede obtener sistemáticamente buenos resultados, pero
En
\X/a11
:;i lrierde un trimestre, aunque sea muy poco, puede ser como si los re-
T 176
l'Rl
M
I,lltA ON l)A: CON IiIANZA l,l,lRs()NA
IiO(l() ,1: l{ lr,Sl,l,'l-Al)OS
I
sultados anteriores ni tan síquiera existieran. En cierto modo, es peor, porque entonces la otganización pasa a considerarse imprevisible. Sin embargo , fuera de §íall Sreet he aprendido que la sabiduría nos sugiere, a veces, examinar los <
177
Incluso cuando los resultados observables parezcan negativos, aún t:s posible realizar grandes progresos en el incremento de la confianza ¡rcrsonal reconociendo, definiendo y evaluándose a sí mismo en función cle unos resultados que
no sólo son positivos, sino que tal vez tengan
lan Robert S. Kaplan y David P. Norton enEl cuadro de mando integral,
rnucha mayor importancia alargo plazo.
hay múltiples factores y variables que actúan como indicadores de la sostenibilidad de los resultados económicos. Uno de los elementos clave que debe considerarse es el impuesto o dividendo de confianza q:ue
Tuve ocasión de entrenar durante nueve años a un equipo de flagfootball dela Little League y observé las consecuencias que tiene para los ni-
hemos comentado. Es imposible hacerse una idea exacta de los resultados de nada que se haga sin considerar ese multiplicador o divisor.
cl único resultado deseado legítimo. En mi opinión, había otros resulta,los que todo a esas edades- tenían mayor importancia. De -sobre nranera que trabajé con los equipos a los que entrenaba paru elaborar
Otro elemento que debe tenerse en cuenta es la definición de los resultados. Es posible que usted lo haga todo bien (posee integridad, buenas intenciones y capacidades, y hace las cosas con arreglo a unos princi-
nos de corta edad cuyos padres y entrenadores pensaban que ganar era
una lista de seis objetivos:
pios para obtener un buen resultado), pero, a pesar de todo, su empresa puede ftacasar, su esposa puede abandonade, sus hijos pueden tomar
1. Jugar esforzándose al máximo. 2. Divertirse.
decisiones inadecuadas o puede ser víctima de un tsunami o un huracán Katrina que destruye su casa y todo aquello por lo que ha estado traba-
3. Ser un buen deportista. 4. Ser un buen jugador de equipo. 5. Aprender algo. 6. Ganar.
jando. Hay algunas cosas que, sencillamente, no pueden controlarse y hay ocasiones en que es necesario definir los <
Advertirá que Sí, mi negocio está pasando un momento difícil. Pero ¿qué estoy descubriendo? ¿Qué puntos fuertes estoy ganando? ¿De qué incremento de la
capacidad dispongo para aplicar a futuras iniciativas? Sí, mi matrimonio fracasó. Pero ¿cuál es el resultado? ¿Qué he apren-
dido? ¿Me esforcé al máximo? ¿He salido del fracaso con la integridad intacta? ¿Soy mejor persona, más fuerte, gracias a ello? ¿Estoy representando el modelo de conducta que quiero que vean mis hijos? Sí, el desastre se ha llevado
por delante mi casa y mi negocio. Pero
<
era el último objetivo de la lista. Había mu-
.'hos resultados positivos, mucho que celebrar, aunque el otro equipo tlrrnara el partido.
Y había que celebrar
esos resultados; eran
lo que be-
ncliciaría a esos niños el resto de sus vidas. En la offa cara, ves matrimonios o familias que parecen unidos, pero rro lo están; negocios o empresas que parecen generar beneficios y prosl)('rar, pero no lo hacen; estudiantes que sacan sobresaliente en todo, l)('ro no reciben una verdadera educación. Hgy.gge andarse cen cuidatkr pará no volvernos superficiales a la hora de definir o evaluar los resrrltados, tanto en nuestras propias vidas como en las vidas ajenas.
Y
,.r'rÁá*o, el rol evaluador, también hay que demostrar sensatez
¿qué nuevas oportunidades se me presentan gracias a eso? ¿Hay alguna manera mejor de utllizar ahora mis talentos y capacidades para introducir
, rrando
un cambio2 ¿Qué puntos fuertes poseo que me permitirán trabajar con
,'l lolleto de emisión normalizado:
otras personas en Ia reconstrucción?
nirrguna garantía de resultados futuros>>.
:rl lrroyectar el rendimiento pasado en los resultados futuros. Como dice <
rendimiento pasado no ofrece
t78
I'l< I M
llltA ()N DA: (:()N lrl A NZA I'l,lRS()N
A
Como informó elWall Street Journal, en una ocasión David Sokol, director general de MidAmerican Energy (una filial propiedad de Berkshire Hathaway al completo), tuvo que transmitir a \üTarren Buffet, di-
rector general de Berkshire Hathaway, unas noticias muy inquietantes. Según parccía,la empresa de servicios que necesitaban paru amofiizar los 160 millones invertidos en un proyecto de zinc se habíatrasladado al sur. Sokol estaba preparado para que le despidieran, pero le cogió totalmente desprevenido la respuesta de Iü/arren Buffet: <
Ir()( () ,l: liliStjl.l'Al)()S
I
I'trnNsH¡l'l'ltt
t.(
t79
)s tu,suLI'ADos
Cuando era adolescente, estuve trabalando en una organización que in'rponía una serie de requisitos que debía cumplir antes de que me consicleraran candidato a un ascenso. Emocionado por el trabajo y con muchas ganas de hacerlo bien, trabajé duro para prepararme con anticipacirin y los cumplí el primer día. Resultó que mi primer día en la empresa tarnbién fue el primer día de un nuevo jefe y, en medio de todo lo que cstaba ocurriendo (desconocido paramí), no se dio cuenta de que había
cumplido los requisitos. Durante los ocho meses siguientes, por mucho que trabajata, otros ,rscendían, pero yo no. Me pregunté qué estaba ocurriendo, pero no dije rrada. Me limité a intentar trabajar todavía más. Finalmente, el jefe me
.lijo: «Stephen, no lo entiendo. Eres un tabajador excelente y lo haces todo bien. No entiendo por qué no cumples los requisitos para que te lrodamos asignar un puesto donde dirijas a otros trabajadores>>. Sorprendido, exclamé: <<¡Pero si los he cumplido; los cumplí el prinrer día que lleguél». Nos quedamos consternados cuando ambos nos l)crcatamos de lo que podría haber sucedido si él lo hubiera sabido. I Iabía logrado resultados, pero el hecho de que no se me reconociera ,r,lecuadamente afectó la percepción que tenía de mí y mi credibilidad v, por consiguiente, e1 nivel de conltanza que estaba dispuesto a amlrliar. Sín embargo, en cuanto se reconocíeron los resultados y, sobre todo, cuando se combinaron con los resultados que había obtenido en lrrs limitadas oportunidades que habian surgido durante los últimos nreses,la percepción cambió por completo.La confianza se amplió en ,r[rundancia y estuve en disposición de contribuir de maneras mucho rrr¿is
valiosas.
Al forjarse credibilidad ante los demás, no sólo cuentán los resulta,krs; lo que cuenta es que las personas sean conscientes de esos resulta, krs. Por lo tanto, es importante ser capaz de transmitir los resultados de f
orma adecuada
a
los demás.
¡
r80
Cóuo
PRTMERA ONDA: CONFIANZA PERSONAI-
FOCO
4:
181
RIiSU L'fADOS
MEJoMR Los RESULTADos
Teniendo en cuenta la importancia de los resultados a la hora de generar credibilidad y conftanza, tanto en nosotros mismos como en otras personas, la pregunta es: ¿cómo podemos mejorar los resultados? Con-
Actividades a a
Resu/fados
Llamé alcliente. Me documenté y redacté el infor-
a
Hice la venta. Me dieron la subvención.
me.
sidero que los mes aceleradores que describo a continuación son los instrumentos más efectivos.
Aprendí a hacer una presentación
Asistí a la clase. a a
a
No me salté el régimen. Lo intenté.
a
efectiva. Perdí seis kilos.
"Hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes". Maestro Yoda
1. Asuma la responsabilidad de los resultados Como me enseñó mi padre cuando tenía siete años, la verdadera clave del éxito radica en asumir !.1q.e-sp-o¡"pab_!lida-{ dq 1os.re;ult4fu:rjg.3e las actividades. Me dijo que era responsable de mantener el jardín «ver\e___-_¡.dé>> y «limpio>>; no me dijo que tenía que regar el césped dos veces por semana, cortarlo los sábados o recoger los desperdicios y tirarlos alabasura. En realidad, me dijo que podía tener el jardín <
a
El foco en los resultados
es una manera de pensar, es una
mentalidad
distinta del foco en las actividades. En una ocasión, Kozo Ohsone, de
trozo de madera a su equipo de ingenieros y les tlijo que quería un reproductor de música personal de ese tamaño. Así naci6 el utalkman.T En el libro Del caos a la excelencia, Tom Peters cuenta la historia de cómo Lee Iacocca, ex presidente y director general de Chrysler, c¡uiso incorporar un descapotable alalínea de automóviles de la marcai Sony, llevó un pequeño
Siguiendo los procedimientos operativos habituales, Iacocca pidió al ingeniero jefe que diseñara un modelo. El ingeniero, de forma coherente con los criterios del sector, contestó: <
totipo en nueve
meses>>.
Algunos testigos cuentan la airada respuesta de Ia-
cocca: <
con niños. Iacocca enseguida consiguió el prototipo y cosechó un enorme éxi-
Comparemos la diferencia:
Observando el desarrollo tanto del discman como del descapotable ,lc Chrysler, el foco se situó claramente no enlas actividades, sino en los t
lcsultados. Además del beneficio de distinguir los resultados de las actividades, ¡rsumir la responsabilidad de los resultados posee otra dimensión positiva. Como he subrayado varias veces en este mismo capítulo, lograr re-
d 182
PRI MF,RA
r83
l,()( (),1 : l{IiSlll.l'Al)()S
ONDA: T]ONFIANZA PIIRSONAI,
Y
sultados genera credibilidad y confianza; pero asumir la responsab¡l¡dad
así fue. Centrándose en el beneficio rnutuo
¡xl-rsabilidad de los resultados, incluso de los malos
credibilidad y confianza; a veces, aunque los resultados no sean buenos... y, a veces, aunque ni siquiera sea por culpa tuya. Talvez recuerde un caso de 7982 en que fallecieron siete personas Estados en Unidos por íngerir el analgésico Tylenol, que había sido envenenado con cianida. Cundió el pánico en todo el país. Algunos pronosticaron que Johnson & Johnson jamás vendería ningún producto más con ese nombre. Pero Johnson & Johnson asumió la responsabilidad de la situación. De inmedíato, alefiaron a los consumidores para que dejaran de utilizar Tylenol hasta que pudieran determinar la magnitud de la manipulación. Retiraron del mercado aproxímadamente treinta millones de frascos de Tylenol con un precio de venta al público de más de cien millones de dólares. Se ofrecieron a cambiar todas las cápsulas de Tylenol por tabletas, con un coste de muchos millones más. Entablaron relaciones con organismos de seguridad del Estado en todos los niveles, para ay,tdar a buscar a la persona que contaminó el medicamento e impedir otras manipulaciones. Ofrecieron una recompensa de cien mil dólares para quien localizaru al responsable del delito. Cuando volvieron a introducir el producto en el mercado, le pusieron un envoltorio con triple sello, resistente a las manipulaciones. Como consecuencia de estas medidas, convirtieron lo que podía haber sido un desastre en una victoria en credibilidad y confianza del público. de los resultalos, simplemente, también genera
y aceptando la rese
incluso cuando no
,.:ran culpa de Johnson & Johnson, la empresa Íue capaz de recuperar la
credibilidad y la confianza. Resulta sorprendente cómo influyen las consecuencias de asumir la lcsponsabilidad de los resultados en la vida person al y familial donde cn lugar de culpabilizar y acusaf, una esposa diría: <
.) Espere ganar Según cuenta la mitología griega, Pigmalión, rey de Chipre, talló
Resulta interesante que la toma de decisiones se basara en un <
,rra escultura de marfil que representaba la mujer ideal. Le puso el
escrito a mediados dela década de t940 por Robert \X/oodJohnson, el lí-
r,,rrnbre de Galatea. Eratanhermosa que Pigmalión se enamoró de ella
der de
1a
empresa durante cincuenta años. Los valores estaban claros y,
v,
obviamente, eran ..el beneficio mutuo>>. Como apuntó un observador:
gracias al intenso deseo que sentía por ella y a su férrea voluntad, con
,,ytrda de la diosa Venus, {ue capaz de traerla l)itl'¿1
Johnson subrayó las responsabilidades de su compañía con <
Johnson creía que si su empresa se mantenía fiel a estas responsabilidades, el negocio prosperaría alargo plazo. Consideraba que su credo no sólo era moral, sino también rentable.e
siempfe.
L,ste antiguo .1
T
I
t? § 5
I
i :
i
alavida y vivieron felices
mito viene a representar una metáfora que ilustra el
¡,,,tlcr de las expectativas. Aunque este fenómeno suele denominarse ,.t'lccto Pigmalión», también se conoce como <
184
PR I M
IrO(l() 4: l{liStll-'l Al)()S
t'lRA ON I)A: CON IrlANT-A PtillSoNAI r'rrr ganar
mismo o, lisa y llanamente, fe. En la épocamoderna, se ha popularizado gracias al musical My Fair Lady,la historia de un Pigmalión moderno donde las expectativas de un profesor de fonética se convierten en el catalizador que inspira la transformación de una florista cockney en
esperar que los demás
-y nricr-lto esencial para contribuir )
una dama. El principío, sencillamente, es éste: tendemos a conseguir lo que esperamos, tanto de nosotros mismos como de otras personas. Cuanto
Mantenga
la
fuerza basta
el
I ¡t5
ganen- constituye un plantea-
a que se cumpla.
final
profesores con respecto a los alumnos se habían traducido en un mayor
Un año, mi hijo Stephen, destacado jugador de fútbol americano y capitán del equipo de su instituto, decidió que quería pasarse al balont'csto. Fotmó un equipo pero, para gran desilusión suya, no pasaba de nrcdiocre, por lo que estuvo casi todo el año en el banquillo. Un mes antcs de finalizar la temporada, se lesionó en el hombro y el médico le dijo (lue no lba a jugar más en lo que quedaba de año. Su respuesta inicial lrrc abandonar el equipo. Estaba lesionado y no iba a iugar, por lo que ¡,ensaba que no había motivo para seguir con el equipo. Pero Jeri y yo pensábamos de otra manera . Para nosotros, había un ¡rlincipio en juego. Stephen era miembro de un equipo y el equipo se¡irría jugando; que jugara o no era indiferente, el equipo necesitaba su
aprendizaje por parte de estos últimos.
;ll)oyo.
En nuestras propias vidas, tener una mentalidad donde se espera ganar incrementa las probabilidades de hacerlo. Nos ayuda a lograr mejores resultados; y los mejores resultados contribuyen a aumentar 7a credibilidad y la confianza en nosotros mismos, lo que suscita una expectativa más positiva sobre nosotros mismos y mayores probabilídades de ganar; y el cíclo ascendente continúa. Se convierte en una profecía que se cumple por su propia natutaleza. Como ha observadola catedrática de la Harvard Business School y escritora Rosabeth Moss Kanter. <
En un primer momento, Stephen se quejó y diio que iba a ser una ¡,crdida de tiempo. Incluso recurrió a donde más nos duele a los padres: .. l)ero, papá, podría estar estudiandol>>. Sin embargo, alfinal aguantí y ¡ t,' quedó en el equipo hasta que finalizó la temporada. Ayudaba en los ('ntrenamientos; apoyaba al equipo, y tanto sus entrenadores como sus ,.rnpañeros le elogiaban por ello. Tras graduarse en el instituto, pronunció un discurso donde dio las ¡ir':rcias a sus entrenadores y afirmó que, gracias al deporte, había apren, li..lo dos grandes lecciones en la vida; la primera era ttabalar duro, la selirurcla era mantenerse fuerte hasta el final. Y hemos visto cómo influyen l,,t resulkdos positivos de esas lecciones en todo 1o que ha emprendido
más esperamos, más solemos conseguir; y cuanto menos esperamos, me-
nos solemos conseguir.
,
-
Este fenómeno se manifestó con toda claridad en un estudio de 1968 realizado por el doctor Robert Rosenthal,l0 donde dijeron a unos profesores que, en función de los tests de CI, los alumnos de un grupo de control sacabanbuenas notas, aunque en realidad estaban agrupados de forma aTeatotia. Cuando examinaron a los alumnos varios meses des-
pués, los estudiantes del grupo de control obtuvieron unos resultados sensiblemente mejores que los demás. Las elevadas expectativas de los
,lt'scle entonces.
Los resultados están estrechamente relacionados con terminar. Seiirr'o que es muy consciente del viejo dicho: <
I
r86
dad de personas que dejan el trabajo, de padres que abandonan a sus hi-
jos (tanto física como económicamente), de parejas que se divorcian y de adolescentes que ni siquiera terminan la secundaria indica que, al menos en determinadas situaciones, cuando todo se complica, la gente,
sencillamente, abandona. Por supuesto, hay determinadas circunstancias en que tomar algunas de estas decisiones puede ser lo mejor. Pero, en muchas sítuaciones y sin razón que Io justifique, las personas carecen de la motivación y la resistencia paru mantenerse fuertes hasta el final.
A todas luces, mantener la fuerza hasta el final constituye un poderoso anddoto contra la cultura del abandono. Pero ¿alguna vez se le ha ocurrido pensar en la influencia mucho mayor que tiene en la credibilidadyla confianza? Mi lema es: <.Cuando sea posible, termina; y mantén la fueruahasta el finab>. Un colega que estaba entrenando paruunamaratón mencionó un excelente consejo que le había dado un corredor de talla mundial: <.Cuando llegues al límite díjo el corredor- y sientas que ya no -le puedes más, en lugar de pensar sólo en lo agotado que estás y pasar a un ritmo lento de carrera que te permita seguir, levanta l,a cabeza y acelera para recuperar el ritmo>>. A primera vista, el conse¡'o puede parecer conúario alo que nos diría la intuición. Pero, cuando lo piensas, tiene mucho sentido. Al recuperar el ritmo, realmente estás diciéndote a ti mismo que no sólo vas a terminar: vas a terminar manteniendolafuerza hasta el final.
t87
IO(]O ¿]: It I':S tl l.'l A l)OS
PRIMERA ONDA: CON¡-IANZA l'l'IRSONAI
.'rrlrrrciclades y mejorando los resultados.
Al hacer todo esto, generamos
crcclibilidad e inspiramos confianza. Como ya he comentado anteriormente, en los talleres de «El factor confianza>>, uno de los ejercicios que hacemos con los participantes es en-
viar una encuesta de 360 grados sobre la confianzapara obtener informat'i«in de los jefes, los iguales, los subordinados directos y las personas cuyos nombres nos proporcionan.
A continuación
se
recopila la información
y una empresa independiente la somete a análisis; nosotros ni siquiera lle-
ltiunos averla. Al día siguiente reservamos un tiempo para quienes deseen ('omentar la información con su coach y compafiírla con el grupo. Para muchos, resulta sorprendente ver cómo les puntúan otras pers()nas en relación con esos cuatro focos.
En uno de los talleres que realizamos hace poco, un director gener,rl dijo: Me puntué
a
mí mismo con mucha dureza, pero tenía la percepción de
que era magnífico alahora de lograr resultados. Pero dijeron: <
rección tan estrecha; si me hago a un lado y me quito de en medio, ¡qué grande podría ser la empresal>>.
Un líder de una organización sin ánimo de lucro dijo: Una de las cosas que me sorprendió de verdad fue uno de los comenta-
SfNrpsts DE Los cuATRo Focos
En esta parte del libro hemos explorado la primera onda de la confianza personal. Hemos examinado los cuatro focos que generan credibilidad; el carácter y la competencia necesarios para que confiemos en nosotros mismos y merezcamos la confianza de otras personas. Hemos comentado las distintas maneras de desarrollar el carácter ampliando la integridad y mejorando las intenciones. Hemos hablado, igualmente, de los distintos métodos paru apuntalar la competencia incrementando las
rios que decía que soy egoísta. Pensé: <<¿Egoísta? ¿Cómo puede decir alguien que soy egoísta?». Pero cuando me reuní con el coach y empezamos a comentar a fondo algunos temas, tuve que detenerme y decír: <
jor soy egoísta porque mi lema es "cúbrete las espaldas a toda costa". A lo mejor tengo que cambiar esto para que se den cuenta y digan: "Vaya, todos saldremos ganando">>.
uno consciente de eilo o no, las personas perciben 1os cuatro fo,.'«rs. Influyen en la credibilidad. Entenderlos le proporcionará una comSea
188
PRIMERA ONDA: CONFIANZA PERSONAL
petencia consciente. Se asemeja a ponerse unas gafas de confianza. Le permitirá ver bajo la superficie, ver específicamente por qué usted u otras personas son dignas de confianza o no. Asimismo, le permitirá identificar 1o que puede hacer en su propia vida para aumentar la con-
SEGUNDA ONDA: CONFIANZA DE LA RELACIÓN El principio de la conducta
fianza y también cómo puede trabajar con oras personas paru ayudarles a ampliar la confianza en su organizaciín o en el ámbito familiar.
La segunda onda (la confianza de la relación) trata por entero d e a co n d u cta. . . 4gJ t g"g"n gy_*9._:99n9e.. _q g-e-n-t"g,1, Trata sobre aprender a relacionarse con los demás de manera que aumente la confianza y se eviten las relaciones que la destruyan. Más concretamente, trata de las trece conductas comunes entre líderes de alta confianza y gente de todo el mundo. Estas conductas son convincentes porque: I
Sep-,?,s*?!*g3_p*1L?_gipj"1ggerigentasretacionesdeconfianza. (No se basan en modas o técnicas, y ni siquiera en costumbres, sino más bien en principios imperecederos que han demostrado un éxito probado en todas las civilizaciones prósperas de todos los tiempos.) Surqen de los cuatrc, focos. (Se basan en la credibilidad persona!;fanto en el carácter como en la competencia. Son el resultado de lo que uno es, no de lo que uno podría aparentar ser.)
Son materia de juicio. (Se pueden poner en práctica inmediatamente.) Son univercales. (Se pueden aplicar a cualquier tipo Q"g.¡-elación: con tu jefe, tus iguales, fus socios, clientes, esposa, hijos, familiares o amigos. También se pueden aplicar a cualquier tipo de organización: negocios, gobierno, educación, medicina u organizaciones sin ánimos de lucro; y en cualquier entorno cultural, aunque las aplicaciones prácticas específicas pueden variar)
LAS TRECE CONDUCTAS
No puedes conuencerte para salir de un problerna en el que te has metido solo. SrppnBN R. Covsv ¡No, pero puedes <
rápido de lo que te crees!
Os puedo prometer que estas trece conductas incrementarán
considerablemente vuestra capacidad de establecer confianza en todas las relaciones, tanto personales como profesionales.
SrBpHpN R.
Cov¡v
Pocos años después de casarnos, Jeri y yo nos mudamos a Boston, .londe yo iba a la escuela de administración de empresas. Nuestro hijo Stephen tenía un año de edad entonces. Una semana mis padres vinier'on en aviónparavisitarnos. Nos invitaron auna cena de bufé libre, y yo
mi inlancia. Rápidamente llené mi plato de comida, me senté y empecé a reír
t:staba tan contento de estar con ellos que me temo que voiví a
y a recordar los viejos tiempos con mis padres, que se habían adelanta-
rlo para ocupar una mesa. Al hacerlo, prácticamente dejé de lado
aJei,
todavía estaba en la cola viéndoselas con nuestro bebé de un año y str bolsa de pañales, e intentando servir su plato y el suyo. Finalmente se lcunió con nosotros, pero a lo largo de toda la tarde siguió cenüada en qr-re
el bebé y no habló mucho.
Cuando volvimos a casa, suspiré con sadsfacción y dije: me giré genial tener a mis padres aquí, ¿verdad? -Entonces -Es lracia ella y añadí-: ¡Cuánto te quiero! no me quieres
-No, Sorprendido, -;Claro
-iNo
-dijo repliqué:
ella.
que sí!
me quieres..., Freddy!
t92
SEGUNDA ONDA: CONFIANZA DE LA RELACIÓN
¿Quién el tipo ese de My Fair Lady
-¡Freddy! -exclamé-.
-Esya sabes...
dén-,
es
Freddy?
-respondió
nos que tu conducta demuestre que 1o dices en serio, quedarás como un
con un poco de des-
ltalso. Puedes
decir que tu empresa antepone el cliente
a
todo. Puedes de-
el que habla sobre el amor pero que no hace naáa al
cir que reconoces que las personas son tu principal activo. Puedes decir que cumplirás las reglas, que no emplearás métodos pocos éticos, que
incredulidad-. ¿De qué me hablas?
respetarás \a confianza depositada en ti, que cumplirás un compromiso o
respecto. con
-dije Y me miró directamente
-¿Cómo?
-¡Cuando
193
LAS TRECE CONDUCTAS
a
los ojos.
que aportarás resultados. Puedes decir todo esto, pero a menos que real-
estábamos en ese restaurante esta noche, estabas en
1a
luna! Allá estaba yo intentando cuidar del pequeño Stephen, de servirle un plato, de darle de comer y de tenerlo feliz y ranquilo, y tú en lo único que pensabas era en divertirte con tus padres. ¡No me has ayudado en nada..., Freddyl Con eso me recordaba las palabras que Eliza (el personaje principal de My Fair Lady) canta (en un tono un poco desdeñoso) a Freddy: «No hables con las estrellas que lucen allá arriba; si estás enamorado, demuéstramelo!>>}Eliza no quería palabras; qteúa una conducta que lo demostrase. Y así hizo Jeri. Cuando recapacité sobre los acontecimientos de esa tarde desde su perspectiva, me sentí muy mal. Tenía razón: habia estado en la luna. Debería haber sido más sensato y estar más al tanto. Mis actos (incluso más que mis palabras) deberían haber demostrado claramente mi amor por ella.
rnente lo cumplas, tus para5ras
no darán confianza,la destruirán.
Las buenas palabras tienen su lugar. Indican una conducta. Decla-
lan intenciones. Pueden crear una esperanza enorme. Y cuando a esas lralabras las respalda una conducta que las valide, aumentan la confianza, a veces de manera espectacular. Pero cuando la conducta no respal-
tla o no casa con el mensaje verbal, las palabras se convierten en una rnarcha atrás. La verdad se hace patente mediante /os actos... HRrux PRulsoN, PRESTDENTE Y coNSEJERo DELEGADo DE GoLDMAN SRcns2
Esta parte úata de trece conductas de personas de alta conÍianza y ,lc líderes mundiales. Estas conductas son convincentes porque se basan
principios que rigen las relaciones de confianza. Surgen de los cuatro ocos. Son materia de juicio y universales. Y como veréis, cobran validez
crr
La gente no escucha cuando hablas; te mira /os pr'es.
f
t ArrróNrH¡o
Trn¿¿s DE coNDUCTA
on la investigación y la experiencia. Sin duda ya practicas algunas de estas conductas y sacas dividendos
.lc alta confianza como resultado.Hay otras que probablemente no llevrls tan bien y, por consiguiente, pagas un precio. A medida que avances crr los siguientes capítulos que describen estas conductas, podrás esco¡it'r' las que más te interesen.
La verdad es que en todas las relaciones (personales y profesionales)
Sin embargo, antes de que abordemos estos capítulos, quiero com-
lo que haces tiene un impacto mucho mayor que cualquier cosa que di-
¡rrrltir brevemente algunas ideas importantes que te ayudaún a com1,r'r'nder y a poner en práctica estas conductas en tu situación exclusiva.
gas. Puedes decir que amas a alguien; pero, a menos que demuestres ese
amor mediante acciones, tus palabras carecerán de sentido. Puedes decir que te quieres comprometet paru que todos salgan ganando; pero a me-
tr t94 Pusops
LAS TRECE CONDUCTAS
SECUNDA ONDA: CONFIANZA DE I-A RI]t,ACIÓN
195
tc carnl¡ia tu manera de ver y pensar. Me encanta la anécdota que atril,uycn al pastor George Crane sobre una mujer que fue a su despacho
cAMBTAR DE coNDUCTA
marido que no sólo quería divorciarse de é1, sir-ro hacerle daño.r El doctor Crane le dijo: <
Hay quien dice que no se puede cambiar de conducta. Pero se tienen pruebas claras que indican que la gente puede cambiar de conducta y que en efecto lo hace (a veces de forma espectacular), y al hacerlo a menudo se dan resultados asombrosos. Mirad a Anuar el-Sadat, que cambió su conducta antiisraelí de formatan espectacular que reunió aEgipto e Israel, dos antiguos enemigos, en la mesa de negociación paru que trabajasen por 7a paz. Mirad a Nelson Mandela, antiguo 1íder del brazo armado del CNA, que acabó al frente de su nación mediante una transición drástica con un espíritu casi sin parangón de no violencia, perdón y reconciliación. Mirad la cantidad de padres que se convierten en personas de <
En general, la diferencia entre aquellos que cambian de conducta y aquellos que no radica en un sentido imperativo del propósito. Cuando el propósito es obtener resultados de manera que aporten confranza, de pronto las conductas que aportan esa confianza ya no son sólo <
l)ersona que quieres ser.
AgRIn CUENTAS DE CoNFIANZA
Mientras te esfuerzas por compor tafie p ar a crear confia nza, t)n modo titil de visualizar y cuantificar tus esfuerzos es pensando en función de <
que mi padre presentó en Los 7 bábitos de la gente altamente efiAl comportarte creando confianza,haces ingresos. Al comportartc destruyendo confianza, haces extracciones. El «balance>> en la cuenta rrales>>
t'iente.
lefleja la cantidad de confianza enla relación en un momento dado.
{
196
197
SEGUNDA ONDA: CONFIANZA DE LA RELACIÓN
I-AS'I'RECB CONDUCTAS
Uno de los mayores benefícios de la metáforu dela cuenta de confianzaes que te proporciona un lenguapparuhablar de coníianza.Tarn-
(irrcluso una importante) porque querías que lo que habías hecho que-
bién resulta valioso porque te ayuda a ser consciente de realidades importantes: Cada cuenta de confianza es única. Hay una gran diferencia entre la cuenta que tengo con mi hija de tres años y la que tengo con mi hijo de diecinueve. Mientras que mi hija confía en mí incondicionalmente, mi hijo me recuerda constantemente las palabras de Mark Twain: <
rlara en el anonimato. Recuerda siempre lo siguiente: es importante salrcr 1o que constituye un ingreso paruunapersona cuando intentas crear cc¡nfianza.
Las extracciones genetalmente son más grandes que los ingresos. (,omo §larren Buffet ha dicho: <
cuenta de
un plumazo. En una ocasión me diieron que la confianza
es
como un cubo grande que se llena con agua (haciendo ingresos) gota a gota, y que algunas extracciones (las grandes) son como <
;Lo más importante que hay que recordar con esto es que no es inteligente dar una patada al cubo! Cometerás fallos (todo el mundo los comete) [)ero trata de no cometer los que destruyen completamente la confianza y esfuérzatemucho por crear confianzay recuperar la que se ha perdido. A veces el modo más rápido de crear conftanza es deiar de hacer extracciones. Cuando tomé la determinación de dar un r,'uelco al Covey Leadership Center, teníamos cinco negocios diferentes entre manos, cuatro de los cuales eran provechosos. Con el quinto perdíamos dinero, nre ocupaba eI20 "A del tiempo y sólo daba un 2 "A de ingresos. Aunque este negocio había gozaáo de gran simpatía entre algunos de los directivos de Ia empresa, yo reconocía que lama¡eramás úpiáa de mejorar el beneficio global no era cenffándose en meiorar los otros cuatro, sino eliminando el quinto. De modo que lo vendimos y eso tuvo una gran repercusión en lo concerniente a dar un vuelco al centro y recuperar
Ia confianza de los banqueros y del resto que se habían implicado.
Tal como demuestra esta experiencia, paru subir el nivel de rendimiento (o en este caso de confianza) no sólo necesitas fortalecer el motor, sino que también debes eliminar todo aquello que 1o frene. Si no 1o haces, es como intentar conducir un coche con un pie en el acelerador y
otro en el freno. A veces la maneru más úpida de conseguir resultados cs sencillamente levantar el pie del freno.
198
SEGUNDA ONDA: CONFIANZA DE LA RELACIÓN
LAS TRECE CONDUCTAS
Reconoce que cada relación tiene dos cuentas. El modo en que tú percibes la cantidad de confianza en una relación y ei modo en que la otra persona la percibe puede ser diferente. Por tanto, generalmente es acertado
clando cadauna de estas conductas, ayudatátener presente la siguiente representación visual. Señalaré maneras concretas de usar los cuatro focos y de fortalecer tu criterio para acertat en el <
pensar en cualquier tipo de relación en función de dos cuentas (no una) e intentar ser consciente del balance en cada una. Con frecuencia pienso que
curva de cada conducta.
199
ayudaúa si pudiésemos ver <
Demasiado poco
Punto óptimo
Demasiado
vil). En lugar de la recepción del móvil, estas barras mostrarían el efecto de cada interacción: si se trata de un ingreso o de una extracción, y el balance resultante. Pero sin esta ayuda gtáfica, más vale hacer un esfuerzo sincero para comprender lo que representa un ingreso o una extracción para los demás e intentar siempre actuar de forma que se ctee confianza. Debilidad
No hay hechos, sólo interpretaciones.
Debilidad. *
Toda fortaleza llevada a¡ exlremo se puede convert¡r en debilidad.
FRreoRrcn Nrrrzscue
COsEs QUE TENER PRESENTES
Mientras pasamos a las üece conductas, me gustaría que os fijarais en algunas ideas que os ayudarán en la comprensión y en la puesta en práctica. En primer iugar, las trece conductas requieren una combinación tanto de carácter como de competencia.Las cinco primeras surgen de un principio del carácter, las cinco siguientes de la competencia, y las tres últimas de una mezcla prácticamente igual de carácter y de competencia. Esto es importante reconocerlo porque, generalmente, ql grollo más rápido de perde_l co-lfgryg"-pS.ptqfa+arydg pna condl¡c¡v. de ear{c\*#*----l:'' J:ltff*rs que el modo más rápido de g4nar confianzaes demostra!- . do una conducta d9 coglp-e.ggggg¿ En segundo luga¡ como todo lo bueno, es posible llevar una de estas conductas hasta el extremo. Y cualquier posición de {ortalezallevada al extemo se convierte en debilidad. A medida que vayamos abor-
En tercer lugar, estas trece conductas se unen para crear equilibrio. Por ejemplo , <
En cuarto lugar, juntamente con la conducta, remarcaré los principios en los que se basa. También daú la opción contraria y el falseatniento de cada conducta. Estas opciones contrarias y falsas (a menudo no identificadas) suponen las mayores extracciones. En quinto lugar, al final de cada capítulo, sugeriré algunos <
paso>>.
200
SEGUNDA ONDA: CONFIANZA DE LA RELACIÓN
HacÉN»or-o PERSoNAL Al final de una de mis conferencias, un hombre se acercó a mí conlágrimas en los ojos y me dijo: <
la confianza, obtuvieseis muchos
mejores resultados profesionalmente y encontraseis mucha más felicidad en el terreno personal. Al final de esta parte os daréla oportunidad de mirar atrás, de iden-
tificar las dos o tres conductas que más os hayan afectado y de crear un plan factible para el cambio. Las únicas relaciones de esfe mundo que han valido la pena
y que han sido duraderas fueron aquellas en que una persona podía confiar en otra. Snvuel
SMTLES,
escr¡tor y biógrafo británico
I-AS T'RBCE CONDUC'fAS
201
Mientras piensas en comportarte de modo que crees confianza, ten presente que cada interacción con cada persona es un <
(IONDUCTA 1: HABLAR CLARO La gente con quien me resulta dificil tratar [...] es gente que no da toda la información. Esconden deliberadarnente partes de la historia,
distorsi:' m los hechos. SHru.Ey LAzARus, presidente y consejero delegado de Ogilvy & Mather
Hace tiempo trabajé con una persona que nunca te dejaba saber en r¡ué lado estaba en 1o que se refería a un tema concreto hasta que ya se ha-
tomado una decisión y quedaba demostrado su acierto o su error. Nunca conseguías que se definiera. No obstante , unavez que se tomaba ¡nr fín la decisión y se tenían resultados, él se apuntab a al cano ganador y [>ía
principio. Un día se planteó una propuesta muy importante en nuestra reunión de la junta directiva. Yo sabía que si aceptábamos esta propuesta, o bien sería fantástico o bien sería un desastre. Como síempre, esta persona dijo muchas cosas en la reunión, pero en realidad no se comprornetió ni en un sentido ni en otro. Cansado de sus evasivas, quise que se definiera en un sentido o en el ()tro. Por tanto, aquella noche fui a su casa patahablar con é1. É1 sabía (lue yo me oponía a la propuesta. De modo que cuando le pregunté de r¡ué lado estaba, dijo: <
204
St'lGtlNDA ONDA: CONITIANZA DE, t-A RIILACIóN
Un poco exasperado, le dije: <
205
CONDUCTA 1: HABLAR CLARO
nen muy claro que, si no rinden, Ios des-pe- di+án. Es duro oír1o.
Y sin
duda a élle resulta duro decirlo. Pero decirlo es mucho más agradable que dar la impresión que se tiene presente otra opción.
Otro ejemplo excelente de hablar claro es rü/arren Buffett. Cada año redacta una carta de la direcciín para el informe anual de la empresa. Sus cartas son descripciones de las cosas tal como son en realidad, sin ambages. Por ejemplo:2
Dr La vsn¡¿D y DA LA rMpRESróN coRRECTA
. En tu vida personal o en tu vida profesional, ¿has vivido situaciones en las que has deseado que la gente simplemente fuera sincer a y dhecta, que dijera las cosas tal como son, que díjera lo que pensaba, que se sincetata, que te dejaralas cosas claras? ¿Qué le ocurre ala confianza cuando no lo hacen? ¿Qué le ocume ala confianza cuando lo hacen? «Hablar claro>> es una iniciativa honesta. se basa en los principios de integridad, honestidad y franqueza. como ya he dicho antes, significa dos cosas: decir la verdad y darlaimpresión correcta. Y ambas son vitales pata creaf confianza. Es posible decir la verdad y darlaimpresión equivocada.Dar la impresión correcta significa comunicarte con
tanta clañdad que no puedes dar lugar a confusiones.
Lo que decimos es verdad y elocuente... no sólo técnicamente correcto. Código de conducta de Dell lnc.l
. .
He hecho este tipo de trato varias veces por mi cuenta y, a fin de cuentas, mis iniciatívas os han costado dinero. El año pasado no lo híce demasiado bien. Tenía la esperunza de hacer varias adquisiciones multimillonarias que hubieran aportado nuevas e importantes ganancias a las muchas que ya tenemos. Pero fallé.
Más que afrontarla situación directamente, he desperdiciado algunos años intentando vender
1a
operación... Culpadme amípor dudar.
En cambio, muchas cartas de la dirección de los informes anuales l)rrrecen chorradas de relaciones públicas, haciendo que sus empresas l¡rezcan tan buenas como sea posíb1e legalmente. Cuando una carta .rnpieza con una declaración como la siguiente, <<2005 ha sido un año (lrlc ha constituido un reto parula empresa XYZ...>>, sabes que la em¡,r'csa probablemente ha tenido un año flojo, pero que intentará <
rrrclcrísticas que más lo definieron fue su método de comunicación.
Un buen ejemplo de hablar claro es un hombre que conozco que es presidente de una gran división de una empresa pública. cada vez que ha de comunicar algo formalmente a alguien que no está rindiendo y que trabaja en la línea de producción, siempre se lo dice con mucha claridad: <<Éstas son las cosas concretas que has de hacer, y si no las haces, serás despedido». No deja que la gente piense que simplemente les darán un manotazo en la muñeca o que los trasladarán a offa división. Tie-
A
rrr,'rrr¡do se le describía como <
é1,
nadie lo
,,,rrsirlcraba ambiguo. Con su aguáeza característica Lincoln decía:
<
v( ) tr rvicra dos caras, ¿llevaúa puesta ésta?>>.
hablar claro es mentir o engañar. Conductas así se ,,l rr':ur un gran gravamen en las interacciones: inmediatamente o tiem\X/atergate del ¡,o t['slrrrós, cuando se descubre el engaño. El escándalo l,<¡ cr¡ntrario de
206
(l()NI)tl(
SIlGUNDA ONI]A: CONIJIANZA DE I,A RELACIÓN
presidente de Estados Unidos de principios de la década de 1970 es un ejemplo convincente del impacto que supone mentir, engañat e íntentar esconderlo. Cuando la gente miente destruye \a confianza. Punto. Lo hacen y entonces nadie les puede creer nunca más.
FRreoRrcH Nlerzscue
Lamayoúa de la gente no miente sencilla y llanamente (al menos no descaradamente), sino que entra en los falseantientos de hablar claro. Por ejemplo, conductas como andarse con rodeos, ocultar información,
(ll.Al{o
207
(.lc fcrrnra muy parecid a ala reacción de mucha gente ante los políticos y s¡s constantes evasivas). Entonces, cuando tiene lugar el duro cambio (paro, reestfucturaciones o fusiones), la gente no concede el beneficio . [, la duda a aquello que dice o hace la dirección. En cambio, pone tfalrrrs a
Lo que me molesta no es que me hayas mentido, sino que ya no puedo creer más en ti.
lA I: IlAlll.AIt
todo
1o que venga de
arriba.
A veces prácticas enteras quedan secuestradas por culpa de un ciclo ,lcscendente de rodeos y actuaciones de cara ala galeúa,lo que reduce la c,,¡nfianzay cfea un <
<
l)afarse l.rs rodeos y ocultación de información, se discuten muy poco los temas
tf
rre Coflvefldúa abordar) y, finalmente, las <
versaD> la comunicación paru manipular los pensamientos, sentimientos
lugar la verdadera disr rrsión y en las que se abordan los temas que realmente conviene úatar). cuando una práctica queda atrapadaen un ciclo descendente de ro-
o actos de los demás. Otro falseamiento peligroso es decir <
,leos y ocultación de información, se requiere mucho valor para hablar recordéis el cuento de Hans Christian Andersen El nueuo ,.laro.
en la lengua y buscade tres pies
t,t,stido del emperador. lJnemperador cae en el juego de dos charlatanes
ir con ambigüedades (<
al gato. Todas estas conductas reducen
invariablemente la confianza.
El
Según un estudio de 2005 de Mercer Management Consulting, sólo
rn 40 "A de los empleados confia que sus jefes se comuniquen con honestidad,r lo que significa que seis de cada diez creen que sus jefes no
una tela mágica que es invisible para todos irquellos que son tontos o que son unos ineptos parula posición que ocua todos los que les mues1,an. Como no quieren parecef tontos o ineptos, (a rr.an |a tela (incluido el emperador) les da por elogiar su calidad. Pronto en una sar¡,csar de lo que resulta obvio) todo el mundo queda atrapado la compañia>>. r,r de adulaciones y falsedades, siguiendo las <
¿Qué tipo de impacto crees que tiene eso en la rapidez y el coste? En vez de hablar claro, gran parte de lavida empresarial se llena de rodeos>>, y es
una de las principales razones por las que se explica que 1a confianza sea tanbaja en muchas organizaciones. Cuando la gente no deja de recibir
circunloquios por parte de sus jefes, tiende a volverse escéptica y cínica
público, todalagente que llena las calles emy «ahhh>>. Hasta que un niño dice: <<¡Pero si no
(.on esta tela en un desfile pieza a decir: <
son honestos con respecto a 1o que dicen.
Y esto crea 1o que yo llamo un <
Quizá
,¡rre dicen que pueden tejer
mrpecro EN LA MpTDEZ y EL cosrE
ambages.
niones>> (reuniones más pequeñas en las que tiene
llcva nada puesto!>>. Y cuando la gente se da cuenta de la verdad, todos ('r)rpiezan a gfitar <<¡Pero si no lleva nada puesto!>>'
Cuando la gente tiene el valor de romper el ciclo de rodeos y en r.ambio habla claro, tienen lugar cosas sorprendentes. La comunicación t.s clara; las reuniones, escasas, breves y concisas. La confianza aumenlrr. Aumenta la velocidad. Los costes baian.
208
CONDUCTA 1: HABLAR CLARO
SF]GUNDA ONDA: CONF]ANZA DE LA RELACIÓN
CUENoO HABLAR CLARO
ES IR
DEMASIADO LEJOS
Como todas las oüas conductas, hablar claro se puede llevar demasiado lejos. Conocí un líder que, en nombre de hablar claro, justificaba la comunicación cruel y brutal. O bien no sabía el daño que su actitud tenía sobre los demás y sobre la confianza depositada, o bien 1o sabía y lo hacía igualmente (y en este caso, su «hablar
claro>> se convertía en una
enorme debilidad). Mientras que hablar claro es vital para establecer la confianza, en la mayor parte de las situaciones hace falta suavizarlo mediante un poco de mano izquierda, tacto y buen criterio. Esto se me quedó grabado indeleblemente en mi cabeza en una ocasión, cuando nuesÚa famlia estaba de vacaciones en la playa y decidí tomar un baño. Cuando me quité Ia camisa, mi hija de tres años me miró y exclamó: <<¡Hala, papár. ¡Yayaba-
rrigota tienes!>>. Desgraciadamente, eso fue hablar claro... pero ¡sin suavizarlo con un poco de tacto ni una pizca de consideración! Estos sencillos ejemplos afirman que las conductas necesitan equilibrarse las unas con las otras y que los cuatro focos proporcionan un criterio que te mantendrá en el <
HesrAR cLARo EN EL HoGAR
Hablar claro es importante no sólo en la vida empresarial, sino también en las relaciones personales y familiares. Sobre todo en estas relaciones íntimas a menudo es útil dar pie a la discusión declarando tus intenciones; especialmente si has de decir o escuchar cosas desagradables. Buenos ejemplos de hablar claro en casa son:
209
un padre que es apropiadamente franco y claro al enseñar o ayudar a un hijo, incluso cuando se trata de abordar temas conflictivos como el consumo de drogas, la elección de los amigos o el sexo.
parejas que se expresan suavemente pero con claridad sus pensamientos y sentimientos y que trabaian para encontrar soluciones en las que los dos salgan ganando, incluso tratando temas conflic-
tivos como la disciplina de los hijos, los suegros o el dinero' Los miembros de la familia que acepran la responsabilidad de decir: de
<
más de ser insensibles o indiferentes.
cuando pienses en hablar claro, piensa en cómo podría afectar relaciones con las personas más importantes de tu vida'-¡
a tus
(,oNsn¡os PRAcrICos
Cuando pones hablar claro en la curva de campana, te das cuenta de (las que representan no ha,¡ue las conductas que quedan a la izquierda l,lar con suficiente claridad) generalmente podrían tener su origen en te-
(una agenda r¡as de integridad (falta de valor), temas de intenciones r.cntrada en uno mismo; te preocupa más evitar situaciones incómodas (Íalta de habilir¡tre actuar por el bien de alguien), temas de capacidad (incapacidad ,l,rcles expresivas o interpersonales), o temas de resultados rlc centrarse en resultados que creen confianza). Evidentemente, las t.onductas de la izquierda de la curva no potenciaún al máximo monrcntos de confianza. pero tampoco 1o harán las conductas exageradas de la derecha. Aquí (.s cLlando encuentfas ejemplos como los que he mencionado en <
210
SFI(;t.r
NDA ONDA: CONIiIANZA Dl. LA REI-A(tl(')N
es ir demasiado lejos». También incluye la pareja casada que acude al consejero para aprender a ser comunicadores más hábiles y
do hablar claro
(l()NI)tl(
lA I: llAIll.AI(
(ll.AIto
2lt
A pcsar de que no enumeraré cada conducta, tengo una sugerencia rnás que creo que es bueno tener presente iunto con todas las demás:
sale convertida en unapareja que se pelea todaviamejor que antes. O la
persona que, en nombre de.
ritario (capacidades), o insensibilidad ante las consecuencias (resultados). De nuevo, la clave parala optimización es asegurarse de que cada conducta se encuentra en su punto más alto de conexión con los cuatro focos. Lo que potenciará al máximo el criterio para poner en práctica la conducta y garuntizar el alineamiento con los principios que rigen las relaciones de confianza. Como resultado, te permitirá crear los mayores dividendos áe confianzay evitar gravámenes de la misma. A continuación hay algunas sugerencias para mejorar en tu capacidad para hablar claro: Pregúntate: ¿qué me impide hablar claro? ¿Es el miedo a las consecuencias? ¿El miedo al castigo? ¿El miedo a esrar equivocado? ¿El miedo a herir los sentimientos de los demás? ¿Es el deseo de
popularidad? ¿La falta de valor? ¿El reto que supone vivir o rrabajar en un entorno en el que la gente no habla claro? Identifica los dividendos de ser honesto, franco y el coste cuando no es así. Acto seguido ffabaja para fortalecer tus cuatro focos y tu habilidadparuhablar claro. Fíjate en la conversación que sostienes. En medio de una interacción, para y pregúntate: ¿estoy hablando claro... o estoy dando rodeos? Si vas dando rodeos, imagina por qué, reconoce que estás pagando un gravamen y trabajala integridad y las intenciones. Aprende a ir al grano rápidamente. Evita 1os prólogos largos y la contextualización excesiva. Reconoce que en la mayor parte de los casos, <
.
Implica a otras personas. Diles: <