LIMA MILENARIA: "DEL DAMERO DE PIZARRO AL TRIÁNGULO DE TAULICHUSCO" Nuevo estudio sobre el desarrollo urbano de Lima identifica un patrón que fue determinante para la formación de la ciudad colonial y su posterior crecimiento. ¿Qué dice eso de la ciudad de hoy? Por: Javier Lizarzaburu Domingo 12 de Agosto del 2012 Cuando Francisco Pizarro y sus compañeros fundan la Ciudad de los Reyes, lo hacen de acuerdo con las normas vigentes en España. El emperador Carlos V había ordenado que todas las ciudades nuevas en Indias tuvieran 13 manzanas en dirección este-oeste y nueve en norte-sur. Pizarro quiso cumplir, pero desde el primer día algo no encajaba.
La plaza central tenía que estar al centro y aquí se emplazó al norte, junto al río. Y de esas 117 manzanas, que tenían que ser perfectos cuadrados, solo 62 lo fueron. Todas las demás se ajustaron a los caminos y canales preexistentes. Y aunque desde 1535 hemos repetido siempre: la cuadrícula o el damero de Pizarro tal parece que no fue tal. Como veremos en el mapa 2, la ciudad colonial tuvo un crecimiento orgánico y amorfo que no se debió a un descuido. Según el arquitecto Reinhard Augustin, esta respondió al trazado urbano que ya existía. En su más reciente libro, “Las murallas coloniales de Lima y Callao”, Augustin intenta acabar con ese mito colonial para enmarcar el desarrollo urbano de la capital dentro de un proceso más antiguo. “Lima no solo es milenaria por tener monumentos de dos o tres mil años, sino porque su proceso de urbanismo es también milenario”, acota.
Mapa 2: el plan original del damero de Pizarro, con 117 manzanas que debían ser perfectos cuadrados.
Mapa 3: La ciudad hacia 1600. Se aprieta dentro del triángulo y el damero se deforma.
Mapa 4: La ciudad hacia fines del siglo XIX. Las murallas habían repetido el patrón triangular. Al demolerse las estructuras, las nuevas avenidas: Grau y Alfonso Ugarte, reproducen el esquema.
Mapa 5: La ciudad hoy. Los nuevos distritos aledaños al centro, como Breña, La Victoria y Jesús María, se diseñaron con calles y avenidas que son paralelas o perpendiculares a los ejes originales, que son prehispánicos.
