1
CIUDAD DEL MEXICO Conferencias Magistrales JESÚS de NAZARET
Alberto Alberto Maggi Maggi 18 FEBRERO FEBRER O 2011 2011
JESÚS !OM"RE #ELI$ROSO% I EL PELIGRO JESÚS Para Para capt captur urar ar a Jesú Jesús, s, se desen esenca cade dena na un unaa operación policial sin igual. En ella, según el evangelista Juan, son empleados “la cohorte, cohorte, con el tribuno y los guardias de los Judíos” (Jn Judíos” (Jn 18,12). El término cohorte indica un batal tallón, destacamento de entre seiscientos mil soldados al guardias,, de serv servic icio io de dell proc procur urad ador or roma romano no.. !os !os guardias servicio en el templo de Jerusalén, eran alrededor de doscientos, ba"o el mando de los sumos sacerdotes. #ientras $ue la cohorte se encarg argab abaa de mantener el orden en la ciudad, a los guardias les correspond%a el servicio interno del &emplo. Entr Entree ambo amboss cu cuer erpo poss e' e'is ist% t%aa un unaa pro proun undda rivalidad enemistad , entre otras cosas, a los cohorte, si como eran paganos, comp co mpon onen ente tess de la cohorte, les estaba proibido el acceso al &emplo. *oora, sin emba * embarrgo, esto stos dos cuerpo poss de polic%a polic%a se an unido unido rente rente a un enemigo enemigo común+ común+ Jesús.
2
Emplear Emplear ms ms de mil mil ombres, ombres, para para captura capturarr a un solo individuo - $uien, adems, no solo no opone resistencia, sino $ue se entrega voluntariamente - $ue nunca usó violencia, $uiere decir $ue se trata de una persona e'tremadamente peligrosa. /uién era $ué ab%a eco Jes0s, este alileo tan peligroso 3us credenciales dn lstima. El documento ms antiguo $ue abla de él, en el mundo "ud%o, deine a Jes0s como “un bastardo, bastardo, hijo hijo de una adúltera” (4eb. adúltera” (4eb. #. 5,16), $ue ué a"usticiado “porque había practicado la brujería, seduciendo y desviando a Israel” (3an. Israel” (3an. 7. 565). Este cuadro no me"ora en los evangelios, de los $ue se desprende $ue los mismos parientes de Jesús no tenian consideración alguna acia este e'tra9o amiliar suo, un verdadero estorbo para todos. “Ni tan siquiera sus hermanos creían en él”, él” , escribe Juan en su evangelio (Jn :,;). Para ellos, se trata solo de un demente, $ue conviene $uitar de la circulación cuanto antes, pues supone un desonor para toda la amilia+ “us parientes parientes !uéron a capturarlo, capturarlo, pues decían" decían" #st$ !uéra de sí”, sí”, escribe #arcos en su evangelio (#c 6,21). Este "uicio negativo del clan lan amiliar lo conirma también+ los Sumos sacerdotes y los Fariseos para para $uienes $uienes Jesús, Jesús, no es ms $ue “un impostor” locura, a9aden una connotación (#t (#t 2:,<6 :,<6), ), a la locura, religiosa+ la posesión diabólica (“%iene ( “%iene un demonio
2
Emplear Emplear ms ms de mil mil ombres, ombres, para para captura capturarr a un solo individuo - $uien, adems, no solo no opone resistencia, sino $ue se entrega voluntariamente - $ue nunca usó violencia, $uiere decir $ue se trata de una persona e'tremadamente peligrosa. /uién era $ué ab%a eco Jes0s, este alileo tan peligroso 3us credenciales dn lstima. El documento ms antiguo $ue abla de él, en el mundo "ud%o, deine a Jes0s como “un bastardo, bastardo, hijo hijo de una adúltera” (4eb. adúltera” (4eb. #. 5,16), $ue ué a"usticiado “porque había practicado la brujería, seduciendo y desviando a Israel” (3an. Israel” (3an. 7. 565). Este cuadro no me"ora en los evangelios, de los $ue se desprende $ue los mismos parientes de Jesús no tenian consideración alguna acia este e'tra9o amiliar suo, un verdadero estorbo para todos. “Ni tan siquiera sus hermanos creían en él”, él” , escribe Juan en su evangelio (Jn :,;). Para ellos, se trata solo de un demente, $ue conviene $uitar de la circulación cuanto antes, pues supone un desonor para toda la amilia+ “us parientes parientes !uéron a capturarlo, capturarlo, pues decían" decían" #st$ !uéra de sí”, sí”, escribe #arcos en su evangelio (#c 6,21). Este "uicio negativo del clan lan amiliar lo conirma también+ los Sumos sacerdotes y los Fariseos para para $uienes $uienes Jesús, Jesús, no es ms $ue “un impostor” locura, a9aden una connotación (#t (#t 2:,<6 :,<6), ), a la locura, religiosa+ la posesión diabólica (“%iene ( “%iene un demonio
6
y est$ loco& 'por qué lo escuch$is(” escuch$is(”,, Jn 1=,2=> cr 8,;2> #c ?,6=). Jesús era un peligro público $ue ab%a $ue eliminar antes de $ue su mensa"e se divulgase entre la gente. “i le dejamos que siga así, todos creer$n en él”, él” , airma @ais durante la tensa reunión del 3anedr%n, en la $ue decidieron matarlo (Jn 11,58.;6). 4 cuando, inalmente, las autoridades autoridades consiguen “i acerse con él, lo acusan de ser un malecor " malecor " “i no !uése un malhechor no te lo habríamos entregado” (Jn 18,6=). Para los Escribas, teól teólog ogos os oic oicia iale less de la inst instit ituc ució iónn reli religi gios osaa "ud%a, "ud%a, Jesús es un “blas!emo” (#t ?,6) , como tal, merecedor de la pena de muerte. Para ellos, las obras de Jesús tienen lugar por$ue “est “est$$ po pose seíd ídoo po porr )eel*ebul )eel*ebul y por el príncipe príncipe de los demonios e+pulsa a los demonios” (#c demonios” (#c 6,22). Para la Muchedumbre , Jesús es uno $ue “engaa a la gente” (Jn gente” (Jn :,16)> Jes0s no ué consignado a Pilato solo por parte de las autor autorid idade ades, s, sino sino po porr pa parte rte de todo todo el pu pueb eblo+ lo+ “%u propia naci-n naci-n y los sumos sacerdotes sacerdotes te han entregado a mí” (Jn 18,6;), declara Pilato. Juan el Bautista Jesús decepcionó incluso a Juan el 7autista, no obstante éste lo ubiera reconocido como el #es%as esp esperad erado. o. Aa Aabi bien endo do co connstat statad adoo $u $uee Jesú Jesúss no se comportaba como el #es%as "usticiero, según ab%a anunciado en su predicación a las multitudes, Juan le env%a un ultimatum $ue suena como una
5
e'comunion+ “'#res tú quien ha de venir, o debemos esperar a otro(” (#t 11,6). Los Disc!ulos 4 no $ueda a% la cosa. #ucos de sus mismos disc%pulos, una veB $ue an conocido el programa de este e'tra9o #es%as, lo abandonan (“.esde entonces, muchos de sus discípulos se volvieron atr$s y ya no andaban con él”, Jn <,<<), dos los traicionarn. EL FR"#"SO Es el racaso total para este proeta, conocido por la gente como “un comil-n y un borracho”, uno $ue no recuentaba a las personas $ue le abr%a correspondido tratar desde su status de /ijo de .ios o de 0esias> de él se conoc%a, en cambio, el trato amistoso acia publicanos y pecadores (#t 11,1?), la escoria de la sociedad, C gente maldita que no conoce la 1eyD (Jn :,5?), por culpa de los cuales se pensaba - se retrasaba la venida del Feinado de Gios. Por $ué tanto odio e incomprensión en torno a la igura de Jesús /ué graves delitos a cometido Jesús como para ganarse a un mismo tiempo recelo, ostilidad rabia omicida
;
@ómo se e'plica $ue su vida se vea abocada a un inal desastroso, en las ms completa soledad, - abandonado por la amilia, - traicionado por sus disc%pulos, - ridiculiBado por los romanos, - escarnecido por las autoridades religiosas, - clavado en el pat%bulo reservado a los malditos de .ios (Gt 21,26> al 6,16).
<
HH /IHK EF* JE3L3 Para comprender lo $ue iBo Jesús, por $ué lo iBo, es necesario comprender $uién era, o, me"or, $uién no era, este carpintero de KaBaret de alilea. Jesús no ué ni un pío Judío, ni un re!ormador venido a puriicar la religión o el &emplo, como se esperaba del #esias. Jesús vino para eliminar el &emplo la religión. Jesús no es tampoco un pro!eta enviado por Gios. Jesús es el Aombre-Gios, maniestación visible del Gios invisible, el único $ue pod%a cambiar la relación entre los ombres el Gios $ue el llama “2adre”. 3u estreca relación con el Padre, en veB de “con los padres” de Hsrael, permitió a Jesús poner distancia respecto al mundo cultural "ud%o, en cuo interior ab%a crecido ab%a sido educado, para dar inicio a un cambio radical e irrreversible, no solo de la istoria, sino de todo enómeno religioso. Por eso el no dirige su propuesta a un pueblo, sino a toda la umanidad. Jesús intentó, consiguió acer, a$uello $ue no ab%a sido posible a ningún proeta, reormador, o lider religioso. Proetas reormadores son individuos carismticos, capaces de dilatar al m'imo nivel su e'periencia de lo sagrado, ormulndola con modalidades nuevas. En un principio, probablemente, sus e'presiones no
:
sern comprendidas, es ms, sern combatidas perseguidas, pero después, con el tiempo, llegarn a ser aceptadas asimiladas o incluso impuestas, como denuncia Jesús (“34y de vosotros, escribas y !ariseos, hip-critas5 porque edi!ic$is los sepulcros de los pro!etas, y adorn$is los monumentos de los justos, y decís" i hubiésemos vivido en los días de nuestros padres, no hubiéramos sido sus c-mplices en la sangre de los pro!etas6 4sí que dais testimonio contra vosotros mismos, de que sois hijos de aquellos que mataron a los pro!etas6 37osotros también llenad la medida de vuestros padres5”, #t 26,2?-62). Jesús ué ms all. El no se movió dentro del mbito de lo sagrado. 3alió uéra del mismo. @risto no solo ignoró en su vida en su ense9anBa todo lo $ue era considerado sagrado, sino $ue lo desenraiBó, por esto pudo mostrar la podredumbre de sus ra%ces. Para Jesús, la religión no solo no permit%a la comunión con Gios, sino era lo $ue la imped%a. Ge eco, la institución religiosa, en veB de avorecer la relación con Gios, se ab%a convertido en un grave obstculo para la misma. 4 Jesús denuncia $ue los "ees religiosos, llamados a ser luB, se ab%an convertidos en tinieblas (Jn 1=,51).
8
Este ué el gran delito de Jesús. 3u crimen no ué otro $ue aber abierto los o"os a la gente, mostrando a todos el Cre desnudoD de esa impostura llamada religión (por religi-n se entiende el con"unto de acciones, comportamientos sentimientos $ue el ombre debe acer tener para con su dios). Por esto ué asesinado. Jesús ué ani$uilado por la institución religiosa "ud%a con el pleno consentimiento de los Fomanos. El 3umo sacerdote, el Procurador Fomano, intueron $ue Jesús, destruendo las bases sagradas sobre las $ue se regentaba la sociedad, pod%a llevar a su mundo a la ru%na.
?
III EL $IJO DEL $OMBRE Jesús pudo comportarse de esta manera por$ue, es la deinición $ue él da de s% mismo, es el /ijo del /ombre, e'presión $ue traduce el arameo bar nash8a9, Mebr. ben: adamN Chijo de hombreD, signiica simplemente hombre. El /ijo del hombre es un tema crucial para la comprensión de la igura de Jesús de su actividad. En los evangelios /ijo del hombre es, a continuación del nombre proprio, la denominación principal de Jesús (#t 8,2=). In dato $ue revela la importancia de esta denominación es $ue la misma aparece siempre en los labios de Jesús, $uien la atribue a s% mismo (e'cepto un caso, Jn 12,65, en $ue aparece como respuesta de la multitud). !a e'presión no es originaria de los evangelistas, est tomada del !ibro de Ganiel (Gn :,16-15), donde se describe un sue9o, en el cual el proeta ve la sucesión de cuatro imperios, representados por las bestias, s%mbolo de crueldad desumaniBación, con las cuales eran indicadas las naciones paganas (Jer 5,:> ;,<> EB 2?,6> 62> 3al ;:,6). Gesde el interior del #ar #editerrneo, agitado por los “cuatro vientos del cielo”, sal%an “cuatro grandes bestias”. “1a primera era similar a un le-n y tenía alas de $guila” (Gn :,5). El le%n, la bestia ms importante, representa a Kabucodonosor, era una igura del imperio de 7abilonia> la segunda, “semejante a un oso” $ue est devorando “tres costillas” (Gn :,;), es presentada medio tumbada medio levantada+ est devorando, pero al mismo tiempo esta en posición de ata$ue. Esta bestia representa el reino de los #edos, conocidos por su gran erocidad (Hs 16,1:), $ue sucedieron inmediatamente a los babilonios.
1= !a tercera, “semejante a un leopardo ” con “cuatro alas de ave a su dorso cuatro cabe*as” (Gn :,<), indica el reino de los Persas, un poder universal capaB de desplegarse rpidamente acia las cuatro direcciones de la tierra. Por último, la cuarta bestia, $ue supera en erocidad a todas las otras, “una bestia espantosa” (Gn :,:), insaciable e implacable, asta el punto de no poder ser descrita, si no por los “die* cuernos, los dientes de hierro”, indica el reino de *le"andro de sus sucesores (los dieB cuernos son los rees de la dinast%a de los 3eleúcidas).
!a aparición de las cuatro bestias, una ms eroB $ue las otras, indica $ue ninguna de ellas contribue a umaniBar al género umano, ni a me"orar su e'istencia> al contrario, la empeoran cada veB ms, a causa del aumento gradual de erocidad. En el curso de la visión, Ganiel abla de uno “como un hijo de hombre” (Gan :,16), o sea un ombre, $ue recibe el poder $ue antes ostentaba el re Kabucodonosor+ “;o seguía contemplando en las visiones de la noche" y he aquí que en las nubes del cielo venía como un /ijo de /ombre6 e dirigihacia el 4nciano y !ué llevado a su presencia6 4 él se le dio poder, honor y reino, y todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieron” (Gn :,16-15> 5,66> ;,18). Es el ombre, creado por Gios a su imagen seme"anBa (en 1,2<), $ue es llamado a dominar a las ieras (en 1,28> ?,2), su dominio ser eterno su reino no tendr in. El mensa"e de Ganiel, es $ue Gios destrue a los poderes pol%ticos desumanos $ue, con su in"usticia crueldad, oprimen a los pueblos. Gespués de aber reducido a la ruina a la impotencia estos reinos, Gios inaugurar un reino universal de carcter umano, digno del ombre.
11
Ko surgir un imperio ms, para a9adirse a la serie, sino $ue se instaurar una nueva manera de reinar, umana, no bestial, garantiBada por el hijo del hombre. En una época posterior al libro proético, la literatura rab%nica interpretó esta igura umana como una representación del #es%as. !os evangelistas identiican en este ombre a Jesús> en modo particular, #arcos, narra $ue @risto en el desierto “estaba entre las bestias” (#c 1,16). En los evangelios, el hijo del hombre ( /o huios to< anthr=pou), indica a$uél $ue actúa en la tierra como Gios mismo (#t ?,<), a$uél $ue ace presente lo divino su uérBa de vida, en la istoria umana, por esto representa el m'imo de la umanidad, el Aombre por e'celencia. @on la imagen del hijo del hombre, los evangelistas $uieren indicar el triuno de lo umano sobre todo a$uello $ue se le opone, es decir, la progresiva desaparición de los sistemas $ue obstaculiBan el desarrollo del ombre, , en consecuencia, la posibilidad, para la umanidad, de avanBar en el camino de su maduración plenitud. Jesús conduce al ombre a una plenitud umana tal, $ue inclue la condición divina, realiBa as% plenamente la creación del ombre. 3egún el plan de Gios. 3u compromiso, de amor ilimitado a los ombres, le ace desplegar al m'imo las posibilidades umanas , al mismo tiempo, pone a Jesús en plena sinton%a con la realidad divina, $ue,
12
siendo amor (1 Jn 5,8), no puede de"ar de comunicrsele. Por tanto, el hijo del hombre aparece como el punto de encuentro entre el culmen de la realidad umana la realidad de Gios, el lugar donde se encuentra, se unde, lo umano con lo divino (“7eréis el cielo abrirse y a los $ngeles de .ios subir y bajar sobre el /ijo del /ombre”, Jn 1,;1). En el hijo del hombre los evangelistas unen dos conceptos+ el del /ombre por e'celencia el del prototipo de toda la umanidad. 3ituado en el vértice de la condición umana, Jesús es, al mismo tiempo, modelo meta para todos. Por eso Jesús es+ - el /ijo del /ombre, por$ue en él se maniiesta el ombre en su condición divina. - el /ijo de .ios, por$ue en él se maniiesta Gios en su condición umana. El #es%as, contrariamente a las e'pectativas del pueblo, no ser un dirigente pol%tico, sino a$uél $ue detiene la plenitud umana , con ella, la condición divina, su misión es abrir a los ombres el camino acia una plenitud como la sua. Jesús no es un soberano al $ue someterse, sino el modelo de ombre al cual cada uno puede aspirar. !a plenitud alcanBada por @risto no es, sin embargo, un privilegio único> Jesús, “#l que bauti*a en #spíritu santo” (#t 6,11> #c 1,8> !c 6,1<> Jn 1,66), comunica a todos ese mismo Esp%ritu $ue est en él.
16
!a participación del Esp%ritu recibido por Jesús, indica $ue otros ombres entran en el camino de la plenitud umana, $ue la denominación el /ijo del hombre les inclue también a ellos (“.e su plenitud todos hemos recibido gracia sobre gracia”, Jn 1,1<). El compromiso de amor de Jesús, por todo lo e'cepcional e'traordinario $ue pueda parecer, est dentro de las capacidades umanas.
15
HO DEL PODER "L SER&I#IO Jesús, hijo del hombre, plenitud de la umanidad maniestación visible del Gios $ue “nadie ha visto nunca” (Jn 1,18), en su ense9anBa, en sus obras, se mostró como un Gios al servicio de los ombres (#t 2=,28> #c 1=,5;> !c 22,2:> Jn 16,11<), destruó el concepto de dominio, proponiendo, demostrando, $ue él era un .ios liberador6 !a imagen $ue Jesús propuso, completamente desconocida en el panorama religioso de la época, cambia radicalmente el concepto de Gios, se9ala el paso de la religi-n (entendida como a$uello $ue el ombre debe acer para Gios) a la !e (a$uello $ue Gios ace para el ombre)+ para Jes0s no es el ombre $ue est al servicio de Gios, sino Gios al servicio de los ombres. En Jesús se maniiesta un Gios $ue no est le"os de la gente, no est relegado en un templo, sino un Gios $ue pide al ombre ser acogido, para poder undirse en él, ampliar su capacidad de amar, ser una cosa sola. @on Jesús, la distancia $ue separa a los ombres de Gios es por lo tanto eliminada, los ombres son el único verdadero santuario desde el $ue se irradia el amor de Gios. In santuario $ue no es esttico, como el de Jerusalén, sino dinmico, en el $ue el ombre a no vive para Gios, sino de Gios, con él, cómo él, dirige su amor a todos los dems, especialmente a a$uellos $ue uéron e'cluidos por la religión,
1;
por$ue, para Jesús, ningún ombre puede ser considerado como impuro (Ac 1=,28). 3i Gios no est le"os de los ombres, sino $ue se convierte en una realidad sóla con él, todas las mediaciones $ue la religión abia creado para la relación entre Gios los ombres, van caendo una tras otra, desde el templo a la le, al culto, al sacerdocio. @on Jesús, se derrumba tambien uno de los pilares de la espiritualidad+ la categor%a del mérito. #ientras la religión tiene un Gios $ue premia a los buenos, castiga a los malvados, el amor del Padre de Jesús no distingue entre los $ue lo merecen no, sino como el sol la lluvia, orece vida a todos (#t ;,55-58). El amor de Gios no a $ue merecerlo, sino $ue a $ue acogerlo. 3u amor no es un premio $ue se da al $ue se lo merece, sino un regalo, $ue depende de la generosidad de $uien lo dona. El Padre de Jesús no se siente atra%do por los méritos las virtudes de los ombres, sino por sus necesidades. Por eso, Jesús ense9a $ue para acercarse al 3e9or el ombre no debe ser puro, sino $ue es la acogida del 3e9or lo $ue lo puriica. Por lo tanto, se puede entender $ue todo esto ué como un terremoto, $ue ecaba por tierra no sólo a la institución religiosa, sino también a la sociedad civil $ue se basaba en ella. En cada religión, se ense9aba $ue el ombre ten%a la tarea de servir a su 3e9or, un Gios presentado siempre como un soberano mu e'igente, $ue continuamente demandaba orendas de los ombres, substraéndoles cosas, tiempo, energias. !a nueva imagen propuesta por Jesús, es la de
1<
un Gios al servicio de los ombres, un Gios $ue, en veB de quitar , dona, $ue, en veB de disminuir al ombre, lo potencia, un Gios $ue no absorbe las energ%as de los ombres, sino $ue le comunica la sua, un Gios $ue no pide o!rendas, sino $ue se o!rece para enri$uecer la vida misma de los ombres, un Gios $ue, siendo amor, no obliga, sino $ue propone. Este nuevo rostro de Gios, comporta una prounda transormación no solo en la relación del ombre con Gios, sino, como eecto ineludible, cambian también las relaciones rec%procas entre los ombres, se inaugura un nuevo tipo de encuentro del $ue $ueda e'clu%da cual$uier orma de dominio+ si el mismo Gios no domina a nadie, estando al servicio de todos, no e'isten a raBones para dominar a los otros, aún menos para acerlo en su nombre. !a nueva relación $ue Jes0s propone entre el Padre los ombres, provoca de eco un desbara"uste tanto en la sociedad religiosa como en la civil, $ue se sienten amenaBadas en sus mismas ra%ces. Esto causa la alarma el pnico en mbitos donde el concepto de libertad era del todo desconocido, en los cuales el dominio el poder eran e"ercidos legitimados por la religión.
1:
Dios'Patria'Familia Jesús, en su programa de liberación total del ombre, pondr en guardia a su comunidad ante los tres grandes valores $ue la sociedad considera sagrados, es decir a$uellas realidades tan importantes $ue, para deenderlas, se considera l%cito disponer de la vida de los otros o sacriicar la propia, pero $ue para Jesús constituen solo una tr%ada satnica, es decir contraria al plan del @reador+ .ios>2atria> ?amilia. !a ascinación $ue e"erce la tr%ada “.ios> 2atria>?amilia”, es bien potente+ a través de la sumisión, de la obediencia a los valores propuestos por la @eligi-n, por el #stado, por la ?amilia, resulta $ue cuanto ms se siente uno solidario part%cipe de esos poderes, deendido por a$uellos, ms se mira con orror la tentación de la libertad, pues ésta de"a a la persona sola vulnerable. El consentimiento total, acr%tico, acia los principios de la tr%ada, preserva a la persona del riesgo de cometer errores+ sus lees indican e'actamente cómo comportarse, sus representantes se orecen como gu%as severos, pero paternos. En caso de incurrir en la transgresión de alguno de estos valores (violación $ue se denomina desobediencia, pecado o in!racci-n, según cul sea el valor $uebrado), la persona es reinsertada benévolamente dentro del sistema mediante un castigo, una penitencia o una multa. *ora bien, mientras e'iste cierta tolerancia respecto a las transgresiones, no sucede as% con la disidencia, $ue es vista como un gravisimo atentado a la conservación del poder es, por tanto,
18
perseguida con e'trema dureBa. !os sometidos no se pueden permitir el lu"o de tener una opinión dierente de la $ue les imponen los representantes de estos valores sagrados+ el sumo sacerdote, el rey, el padre. Jesús, para $uien el único valor sagrado es el bien del ombre, $ue se e'presa en la plena libertad dignidad, denunciar $ue esos valores considerados sagrados, $ue, aparentemente avorecen al ombre, asegurndole un undamento social estable, son en realidad el principal obstculo para la realiBación del proecto de Gios sobre la umanidad+ $ue cada ombre llegue a ser su i"o alcance la plenitud de la condición divina (Jn 1,12), $ue llegue a ser él mismo eor (por C seor D no se entiende la persona $ue emite órdenes, sino a$uél $ue no tiene a nadie a $uien obedecer). Esto es precisamente lo $ue causa alarma en la sociedad civil religiosa+ $ue el ombre alcance la condición divina, $ue se convierta él mismo en eor , en cuanto tal, sea ingobernable (“Ju*gad si es justo delante de .ios obedeceros a vosotros m$s que a .iosA”, Ac 5,1?). Jesús, el ombre $ue a alcanBado la plenitud de la condición divina, surir una persecución cruel encarniBada precisamente por esto+ “2er eso los Judíos trataban con mayor empeo de matarle, porque no solo quebrantaba el sabado, sino que llamaba a .ios su proprio 2adre, haciéndose a sí mismo igual a .ios” (Jn ;,18). !a adesión de los disc%pulos al hijo del /ombre ser para ellos también causa de persecución ineludiblemente.
1?
&odos a$uellos, creentes o no, $ue se alinéen con los valores del i"o del ombre, los deiendan, encontrarn ostilidad odio de parte de la sociedad. &odo poder, desde el menos llamativo, pero no menos mort%ero de la amilia, asta el civil el sagrado, $uiere impedir la plenitud umana representada por Jesús. Estos poderes, persiguiendo a cuantos comulgan con los valores del i"o del ombre, demuestran, de eco, ser enemigos de la umanidad. Jesús advierte a los suos+ dicos poderes intentarn impedir anular la proclamación del mensa"e, a los anunciadores de la buena noticia les espera la misma suerte $ue a Jesús+ - ser condenado a muerte como blasemo en nombre de Gios, por parte de los representantes de la religión, - ser perseguido como un peligroso rebelde por parte del poder civil, - ser abandonado recaBado por la amilia. !os enemigos u obstculos a la realiBación del proecto divino son identiicados por Jesús en La Religión, donde el dominio era e"ercido en nombre de Gios, llegaba asta donde no ten%an acceso los otros mbitos de poder+ la parte mas %ntima de la persona, la conciencia. Jesús advierte los suos+ “Bs entregar$n a los tribunales y os a*otar$n en sus sinagogas666” (#t 1=,1:)> “1lega la hora en que todo el que os mate piense que da culto a .ios” (Jn 1<,6).
2=
La Nación ,
donde $uien detentaba el poder ac%a la le a su anto"o oprim%a impunemente a los súbditos+ “por mi causa seréis llevados ante gobernadores y reyes666” (#t 1=,18)>
La Familia, donde el varón era el due9o indiscutible de la mu"er de los i"os+ “eréis entregados por padres, hermanos, parientes y amigos, y matar$n a algunos de vosotros, y seréis odiados de todos por causa de mi nombre666” (!c 21,1<-1:)>
21
La alternati(a de Jes)s * estos alsos valores, $ue impiden el crecimiento la maduración del ombre, manteniéndolo en un estado inantil de sumisión de obediencia, Jesús opondr los verdaderos valores $ue, comunicando a las personas energ%a divina, sern actores de crecimiento para cada uno, le permitirn realiBar en su vida el proecto divino+ $ue cada ombre llegue a ser i"o de Gios, mediante la practica de un amor seme"ante al suo (Jn 1,12> E 1,5). De la *amilia a la comunidad “#l hermano entregar$ a la muerte al hermano, el padre al hijo, y los hijos se al*ar$n contra los padres y acabar$n con ellos” (#t 1=,21)6 @uando Jesús airma $ue “los enemigos del hombre ser$n los que conviven con él” (#t 1=,6<> #i$ :,<), lo ace partiendo de su propia e'periencia personal. Jesús no recibió ningún tipo de apoo por parte de su amilia, solo obstculos. !as relaciones de Jesús con la propia amilia uéron, de eco, una rémora continua+ todos lo consideraban un demente $ue era necesario $uitar de la circulación (#c 6,2=-21)> nadie de su mbito amiliar cre%a en él para nada (Jn :,;). Jesús tiene palabras dur%simas acia la amilia. Ko son los v%nculos de la sangre los $ue crean comunión, sino los ideales comunes, para acogerlos est "ustiicada la ruptura con la amilia, e
22
incluso de"ar “mujer o hermanos o padres o hijos666” (!c 18,2?). Jesús ampl%a el angusto oriBonte de la amilia, vinculada por las obligaciónes de parentesco, lo e'tiende a cada ombre, sin distinción de pueblos ni raBas. !a acogida del mismo Esp%ritu realiBa la unidad, $ue no es un asunto de consanguineidad+ “.irigiendo la mirada hacia los que estaban sentados a su alrededor, dijo"3 he aquí mi madre y mis hermanosi5 #l que cumple la voluntad de .ios, ése es mi hermano, hermana y madre” (#c 6,66-6;). Para poder seguir a Jesús, vivir su mensa"e, es necesario primero no solo salir del útero materno, sino cortar decididamente el cordón umbilical, ale"ndose de la clida protección del seno de la madre, reivindicando el dereco a raBonar con la propia cabeBa a caminar con las propias piernas. El seguimiento de Jesús re$uiere la plena libertad del individuo. Este debe ser independiente de todo a$uello $ue le impida la plena libertad de movimiento, inclu%das a$u% las mismas relaciones amiliares, $ue por su misma constitución son denominadas “ataduras”, “vínculos”+ “#l que quiere a su padre o a su madre m$s que a mí, no es digno de mí& el que quiere a su hijo o a su hija m$s que a mí, no es digno de mí” (#t 1=,6:). Jesús, sin embargo, no viene a destruir la amilia, sino a liberarla de los canta"es aectivos $ue impiden $ue sus miembros puedan crecer, puedan acceder a la plenitud de vida, a la cual Gios invita.
26
Por esto, Jesús pide a los i"os $ue desaten los nudos de dependencia respecto a sus padres, ataduras $ue los reducen mantienen en un estado inantil. Pide también a los padres $ue se desapeguen de los v%nculos de relación acia sus i"os, $ue condicionan su propia libertad, v%nculos $ue limitan sus vidas sus actividades al eco de ser padres, pero $ue les impiden vivir en plenitud otras dimensiones de la relación marido>mujer , no solo a$uella de padre y madre. !a amilia, $ue se siente amenaBada en sus undamentos por esta devastadora transormante propuesta, se deiende con u9as dientes reacciona con virulencia poniendo en marca una actividad de muerte. *cción $ue destrue una vida $ue, de algún modo, es también la propia+ “el hermano entregar$ a la muerte a su hermano666” El v%nculo normal entre los miembros de la misma amilia, $ue deber%a ser la solidaridad, se transorma en odio. * los o"os de la sociedad, los creentes en Jesús son reos de un crimen talmente grave como llegar a anular los ms estrecos v%nculos amiliares. !as e'presiones usadas por Jesús, acerca de esta sagrada matanBa amiliar, aluden a un conocido te'to del !ibro del Geuteronomio (Gt 16,:-12), donde se prescribe la muerte del ermano por parte del ermano, la del i"o por parte del padre, etc., en caso de $ue uésen incitados a la idolatr%a por ellos+ “0$s bien, lo matar$s irremisiblemente& tu mano ser$ la primera sobre él para matarle” (Gt 16,?). !a adesión a Jesús resulta pues, e$uiparada a la apostas%a o a la idolatr%a.
25
De la Patria al Reino Pocas veces en los evangelios aparece el término patria Mgr. patrisN (#t 16,;5.;:> #c <,1.5> !c 5,26.25> v 5,55), siempre en un conte'to uértemente negativo, indicando un valor o un estilo contrario a lo $ue propone Jesús. En el Evangelio de #ateo, con il término patria se indica, sin nombrarla, a KaBaret (#t 16,;5), la ciudad del escndalo del recaBo de Jesús por parte de sus conciudadanos+ “; se escandali*aban por su causa666 2ero Jesús les dijo" Cn pro!eta no es despreciado m$s que en su patria y en su casa” (#t 16,;:)6 El mensa"e de Jesús es indudablemente antipatriótico. Ko reconoce la e'istencia de conines, especialmente cuando son los anatismos raciales religiosos los $ue los establecen, el egoismo los interesses económicos los $ue los deienden. 7asta pensar a la enemistad e'trema $ue e'ist%a en su tiempo entre 3amaritanos Jud%os (Jn 5,?). Jesús, pidiendo de beber a la mu"er samaritana, no solo elimina la proverbial superioridad de los Jud%os respecto a los 3amaritanos, sino también la del varón respecto a la mu"er. Jesús se muestra independiente tanto de las tensiones entre pueblos, como de las discriminaciones basadas en el género se'o> no reconoce las divisiones debidas a ideolog%as, muco menos a las de tipo religioso. Qrece a todos, al e'tran"ero igual $ue a la mu"er, el don del Padre, $ue no ace distinción alguna entre los ombres, por$ue su amor se dirige a la umanidad entera (Jn 6,1<).
2;
@uando un pueblo pretende aber sido elegido por Gios, bendecido, predilecto, $uiere decir $ue considera a los otros pueblos e'clu%dos de tal bendición, cuales raBas ineriores $ue a $ue someter o e'plotar, el 3e9or $ueda degradado al puesto de un capelln militar, siempre dispuesto a bendecir a los e"ércitos. El 3e9or liberó a Hsrael de la esclavitud en Egipto, por$ue él es el Gios $ue libera a todos los oprimidos (!c 5,18), pero cuanto obró en avor de Hsrael, el 3e9or lo a eco también para a$uéllos otros pueblos $ue desde siempre uéron sus enemigos istóricos (“'No sois vosotros para mí como los #tíopes, Israelitas( 3Braculo de ;ahvé56 'No hice yo salir de #gipto a Israel, a los ?ilisteos de Da!tor y a los 4rameos de Eir(”, *m ?,:). !a proclamación del mensa"e de Jesús a todos los pueblos producir el eclipse de las divinidades alsas (oscurecimiento del sol y de la luna, #c 16,25) la ca%da sucesiva de los reg%menes opresores paganos $ue, sobre ésas, undan su poder. 3er la “caída de las estrellas” anunciada por Jesús (#c 16,2;). !as estrellas representan, en el lengua"e b%blico, a los rees $ue, enorgullecidos por su poder, se arrogaban el rango divino. El eco de $ue los rees se sintieran como astros, denuncia la distancia entre $uienes detentan el poder sus súbditos (es amosa la stira del proeta Hsa%as contra el re de 7abilonia+ “'D-mo es que has caído del cielo la estrella de la maana(666”, Hs 15,12-15). !os poderosos son las “potencias que est$n en los cielos” (#c 16,2;> #t 25,2?), uérBas $ue se presentan como divinidades, $ue pretenden usurpar
2<
el puesto de Gios Padre, el único “que est$ en los cielos” (#c 11,2;.2<> #t <,1). 3on uérBas de muerte en oposición a la uérBa vital, potencias $ue se colocan en lugar de Gios para e"ercer el poder. !a ca%da, proetiBada por Jesús, es un enómeno $ue tendr lugar en cada época, a medida $ue el anuncio de su mensa"e derriba de los pedestales de los poderosos (“derriba a los poderosos de sus tronos666”, !c 1,;2). El anuncio del mensa"e universal de Jesús, pone por tanto en crisis a los nacionalismos, $ue intentarn impedir con todos los medios a su alcance esta proclamación. !os representantes de la patria, los $ue en su nombre detienen e"ercitan el poder, no pueden tolerar a los $ue proesan propagan una ideolog%a opuesta, se deienden con violencia de todo a$uello $ue consideran como un ata$ue o una amenaBa al propio prestigio, a los intereses de la nación (“Donviene que un solo hombre muera por el pueblo antes que pere*ca la naci-n entera” (Jn 11,;=). Jesús presenta a los suos una imagen totalmente negativa de los "ees del pueblo. l no reconoce $ue e'istan "ees, (“4quellos que !iguran como je!es de las naciones, las tirani*an y sus grandes ejercen con abuso el poder sobre ellas”, #c 1=,52ss), al poder de los mismos opone un programa de servicio, $ue tiende a construir una sociedad (el Feinado de Gios), en la $ue no e'ista el dominio. *l concepto de patria, Jesús opondr el de @eino de .ios.
2:
En este reino no e'isten conines, por$ue el Feinado de Gios se undamenta sobre una comunicación de amor $ue no admite l%mites geogricos, o raciales, es, por esto, universal, como universal es el amor de Gios, universal no solo por su e'tensión (en todas partes), sino también por su calidad (para todos). !a patria se sacraliBa a s% misma (el suelo sagrado), poniendo como valor sagrado sus propios intereses> en el reino, en cambio, lo único sagrado es el ombre. Para la deensa de la patria se pueden levantar muros contra los otros pueblos, para la realiBación diusión del reino a $ue abatirlos (E 2,15), por$ue el amor del 3e9or, el bien del ombre, no toleran barreras ni obstculos. En un escrito del siglo segundo, un autor cristiano escribe $ue los cristianos “7iven en su patria, pero como !orasteros& participan en todo como ciudadanos, pero de todo est$n desapegados como e+tranjeros6 %oda patria e+tranjera es su patria, y cada patria es e+tranjera” (Giogneto ;,1).
de Dios al Padre Es ilusorio pensar $ue las religiones puedan traer la paB a la umanidad. !as religiones son violentas por su propia naturaleBa. @ada religión pretende ser la única absoluta revelación de la divinidad, como prueba de ello, reivindica la posesión de un te'to sagrado, revelado, comunicado, o bien escrito directamente por Gios.
28
Esta sagrada escritura, considerada e'presión deinitiva de la voluntad de Gios, coniere el dereco a la religión de dividir a las personas entre ieles e inieles, entre puros e impuros, de prometer un premio o amenaBar con un castigo. &odo esto produce ormas crecientes de violencia moral, psicológica, e incluso %sica, cuando las lees civiles lo consienten. Katuralmente, cada religión esta convencida de ser portadora de paB, $ue atan$s, o el 0al, es algo $ue tiene $ue ver con las otras religiones, iloso%as o sistemas de poder. @ada religión est convencida de poseer la e'clusiva de la raternidad de la paB, pero la istoria ense9a $ue, precisamente en nombre de la religión, los ombres se an enrentado eroBmente los unos contra los otros, matando masacrando para deender a su Gios (“Nunca se mata con tanto gusto como quando se mata en nombre de .ios”, *. ala). * este respecto, no conviene olvidar $ue el cristianismo a sido la religión ms omicida $ue aa aparecido en la istoria de la umanidad. Kinguna religión tiene tantos muertos sobre la conciencia como el cristianismo. Gesde sus inicios, la violencia a sido nota constante en la Hglesia. !os papas asesinaron a ms personas para imponer la religión cristiana, de lo $ue icieron los emperadores romanos para contrastarla. 3on incontestables las ra%ces cristianas de Europa, pero son ra%ces regadas abundantemente con la sangre de millones de v%ctimas. !a violencia de la Hglesia, de eco, no tuvo por ob"eto solo a los CinielesD, musulmanes ebreos, sino a los mismos
2?
cristianos, tanto los considerados herejes, $ue uéron $uemados, descuartiBados, como las brujas, torturadas condenadas a la oguera, también todos cuantos no se somet%an completamente a su poder. &odo ello en nombre de @risto. 4 en nombre de @risto an sido perpetrados genocidios destrucciones masivas> enteras poblaciones etn%as uéron canceladas de la aB de la tierra (baste pensar en los 4*tecas los 0ayas, solo por citar los ms conocidos), otras uéron sometidas, cancelando su cultura, istoria tradiciones. Es evidente $ue la adesión a los principios de te'tos consierados sagrados, no es suiciente para acabar con la violencia acia los seres umanos. Ko es suiciente un te'to considerado sagrado, se re$uiere $ue el ombre sea considerado sagrado. 3i el bien del ombre no es puesto en el primer lugar como valor sagrado, no solo los te'tos del *ntiguo &estamento, sino incluso el Evangelio, puede ser usado para acer el mal en veB del bien. 3anto &oms llega a airmar, comentando el te'to de Pablo “1a letra mata, pero el #spiritu vivi!icaD (2 @or 6,<), $ue “2or letra se debe entender toda ley e+terna al hombre, incluídos los preceptos de la moral evangélica, que pueden matar si no e+istiera en el cora*-n del hombre la gracia sanante de la !e” (H 2 $.1=< art.2). !a Palabra de Gios se revela solo a $uienes colocan el bien del otro en el primer lugar de su e'istencia. Es esta la verdad $ue permite la escuca de la voB del 3e9or (“%odo el que est$ en la verdad, escucha mi vo*”, Jn 18,6:). @uando esto no sucede,
6=
se corre el riesgo de desonrar al ombre para onrar a Gios, como ace el sacerdote protagonista de la 2ar$bola del amaritano (!c 1=,6=-6:), el cual, encontrndose ante un erido, no tiene ninguna duda respecto a lo $ue debe acer. El respeto de la !e divina para él es ms importante $ue el surimiento de un moribundo. Para respetar la !e, $ue proib%a al sacerdote tocar a los eridos (Km 1?,1<), sacriica al ombre. El mismo evangelio, cuando no est a al servicio del bien de la elicidad de los ombres, sino $ue es usado como instrumento de poder para someterlos, se convierte en portador de muerte ms $ue de vida. El poder e"ercido en nombre de Gios es el ms perverso, por$ue convence a los ombres de la necesidad de someterse a sus representantes como único camino de salvación. &odo esto ace a las personas no solo esclavas, sino cómplices de esta esclavitud, aceptada asumida como un valor. Getrs de la obediencia al Estado a la Ramilia se puede ocultar el miedo a eventuales castigos> la sumisión a Gios eca ra%ces de modo tan proundo en el esp%ritu del ombre, $ue le ace pensar $ue sea "usta necesaria para la propia salvación. Jesús no pide nunca a los suos obediencia, ni si$uiera $ue obedeBcan a Gios, a sus lees, muco menos a sus seguidores. El término obediencia (gr. paSouT) se alla en los evangelios solo cinco veces, pero nunca reerido a las personas, sino en todos los casos se reiere a elementos nocivos contrarios al ombre+ viento y mar (#t 8,2:> #c 5,51> !c 8,2;),
61
espíritus inmundos (#c 1,2:), o al rbol de la morera (!c 1:,<). * Gios, nombre común a todas las religiones, Jesús sustitue el 2adre, especi%co de la e cristiana. * la obediencia a Gios, Jesús contrapondr la seme"anBa al Padre, a la observancia de la !e, la prctica del amor. #ientras $ue el Gios de la religión discrimina entre creentes no creentes, "ustos pecadores, practicantes no observantes, el Padre, amante de todos los ombres, independientemente de su credo religioso de su conducta moral, comunica vida a todos, comprendidos “los ingratos y los malvados” (!c <,6;). 3i en nombre de Gios se puede asesinar, en nombre del Padre se puede solo donar la propra vida para los dems. Kinguna orma de violencia, ni %sica, ni moral o psicológica se Uuede e"ercitar en nombre del Padre amante de la vida. El culto a Gio sustra%a uérBas al ombre, el único culto $ue el Padre desea es la acogida de su amor su prolongación acia los otros (Jn 5,21-26). El culto antiguo supon%a una disminución del ombre rente a la grandeBa de Gios, el nuevo, por su parte, potencia al ombre lo eleva cada veB ms acia el Padre. Es esto lo $ue ace a Jesús mu peligroso para la religión para toda orma de poder, por esto Jesús ué asesinado. Pero la violencia del poder es también una se9al de su debilidad de su estupideB.
62
Aerodes cre%a acer callar a Juan el 7autista, matndolo. #uerto el 7autista surgió una voB muco ms potente eicaB $ue la sua, la de Jesús, el Ai"o de Gios. !os sumos sacerdotes cre%an poder desacerse deinitivamente de Jesús no sólo matndolo, sino aciéndolo con una muerte inamante, la crucii'ión, de manera $ue uéra disipada cual$uier duda acerca de él+ no sólo no viene de Gios, sino $ue era un maldito enemigo de Gios. Pero, asesinado Jesús, su mensa"e no se apagó, sino $ue continuó, creciendo cada veB ms. Era la voB del Esp%ritu $ue diund%a multiplicaba su ense9anBa, conirmando la verdad de sus palabras. 4 las persecuciones $ue surieron sus disc%pulos a lo largo de la istoria, no solo no apagaron la voB del evangelio sino icieron $ue se diundiera por todas partes. Jesús, ombre peligroso, sin duda, pero también ombre victorioso. Inas oras antes de ser arrestado asesinado, Jesús aseguró a los suos deciendoles+ “Fnimo, que yo he vencido al mundo” (Jn 1<,66). !a sua no era una promesa para el uturo (venceré), sino la garant%a para el presente (he vencido). @ual$uier persona $ue oriente su vida acia el bien del ombre, a es vencedor, por$ue la vida ser siempre ms uérte $ue la muerte, la luB ms potente $ue las tinieblas, la verdad ms eicaB $ue la mentira.
Alberto Maggi
66 3bato 1? Hntervención de *lberto #aggi en el dilogo abierto con el público
El len+ua,e de Jes)s- y lo de los hombres Es bien conocida la invitación de Jesús, “Gue vuestro sí sea un sí, y vuestro no un no”, una invitación para ablar con sinceridad verdad, sin icciones o alsas intenciones. Por$ue, de lo contrario, Jesús advierte, “lo que pasa de ahí es cosa del 0alo” (#t ;+6:), es decir, del 3atans, el diablo $ue a introducido la mentira en el mundo, él mismo es “mentiroso y el padre de la mentira” (Jn 8.55). El diablo es, en los evangelios, la imagen del poder, $ue siempre es mentiroso, por$ue no actúa en unción de lo $ue es bueno para el ombre, sino de lo $ue es conveniente para los $ue detienen el poder. 3on los “que a lo malo llaman bueno& y a lo bueno, malo5 %rans!orman las tinieblas como lu*, y la lu* como tinieblas6 Dambian lo amargo como dulce, y lo dulce como amargo” (Hs ;+2=). !a verdad es prostituida para servir a los intereses del poderoso de turno, las mismas palabras se distorsionan en su signiicado original, se convirtien en instrumentos de dominio de sumisión. En los proetas se denuncia el connubio de $uienes detentan el poder, incluso el religioso, las mentiras, desde “los pro!etas que pro!eti*an con mentira, y a los sacerdotes que buscan su propio intéres” (Jer ;+61> Hs ?,1;). !a mentira es el bitat natural de los $ue $uieren mandar ( “porque hemos puesto al engao como nuestro re!ugio, y en la mentira nos hemos escondido”, Hs 28+1;).
65
Jesús, $ue no busca su propio interés, sino el bien de la umanidad, $ue no le interesa su onor, sino el onor del Padre, es totalmente sincero. Por eso declara, de rente al sumo sacerdote, $ue él siempre a ablado abiertamente al mundo, $ue nunca di"o nada en secreto (Jn 18+2=). !a sinceridad de Jesús es una cualidad reconocida por sus adversarios+ “abemos que eres sincero y que no te importa de nadie, porque tú no miras lo que la gente sea6 No, tú enseas el camino de .ios de verdad” (#c 12,15 ). El camino de Gios sólo puede ser transmitido según la verdad. @uando esta es umillada en nombre de la diplomacia, cuando el bien se sacriica en nombre de la conveniencia, lo $ue se transmite a no es el camino de Gios, sino el del diablo. 4 los ombres no escucarn a los mentirosos, por$ue, como Jesús ense9a, “las ovejas no conocen la vo* de los e+traos”H (Juan 1=+;). Jesús no dice $ue el PQ3EE la verdad, sino $ue el E3 la verdad (“;o soy el camino, la verdad y la vida” Jn ,K ). 4 nunca autoriBa a los suos a detener la verdad, sino a ser la verdad, praticar la verdad. 2raticar la verdad, en oposición a obrar el mal (Jn 6,2=), signiica obrar para el bien de los ombres (Jn ;,2?). /uien detiene la verdad, por el eco mismo de detenerla, se distancia de los dems, de los $ue no aceptan su verdad, su doctrina, se siente autoriBado a "uBgarlos, como ere"es o enemigos. /uien pratica la verdad, est en plena sintonia con el dinamismo de amor del Padre, se acerca a