Difusionismo Principales representantes del difusionismo antropológico Graebner (1877-1942), Smith (1864-1922), Rivers (1864-1922).
Algunos postulados y comentarios sobre el difusionismo antropológico El difusionismo es conceptualmente una reacción a las ideas evolucionistas de unilateralidad. Esto es al evolucionismo universal de acuerdo a leyes determinadas. Así, esta escuela se centró en la similitud de objetos pertenecientes a diferentes culturas y especulaciones sobre la difusión de estos objetos entre culturas. Así, un objeto se había inventado una sola vez en una sociedad en particular y apartir de allí se expandía a través de diferentes pueblos. En definitiva, el difusionismo, en contraste con el evolucionismo que postula un desarrollo paralelo entre civilizaciones, civilizaciones, el difusionismo enfatiza el contacto cultural y el intercambio, de modo tal que el progreso cultural mismo es comprende como una consecuencia del intercambio. De esta forma, al producirse un contacto entre dos culturas, se establece un intercambio de rasgos asociados que pasan a formar parte de la cultura que los ha tomado en calidad de "préstamo". Concepto de préstamo cultura Es el traspaso de elementos culturales a través de un proceso selectivo luego del cual, los rasgos que más se adaptan a la cultura son asimilados de modo tal que hasta se transforman incluso en su función. Se consideran aportes del difusionismo a la importancia otorgada a la interrelación entre los fenómenos culturales, la notable acumulación de información etnográfica y la insistencia en los trabajos de campo. El concepto de área cultural nació con las necesidades de la etnografía americana, para representar cartográficamente los grupos tribales de Norteamérica Norteamérica y Sudamérica (cómo los rasgos culturales se disponían geográficamente “en un área concreta del medio físico”). Fue Otis T. Mason quien usó el término «área cultural» en un artículo (1895), en el que identificaba 18 áreas indio-americanas. Modificó posterioremente estas áreas,y se convirtieron en la base para la exposición de Clark Wissler (1917) de la etnología india americana y la de Kroeber (“Cultural and natural areas”, 1939). El concepto es útil para estudiar las entidades tribales en relación con aspecto geográficos, pero esa agrupación geográfica no contribuye a la explicación de las diferencias y semajanzas cuulturales.
El dilema que se presenta si se recurre al concepto de área cultural es: 1. Si se da demasiada importancia al sustrato geográfico, se incurre en un cierto determinismo geográfico. 2. Si se limita a constatar la simple contigüidad, la “causa” de cada agregado es caprichosa (la mera contigüidad puede ser aducida como explicación de las semejanzas) y la cuestión de los límites es imposible de superar. A pesar de esto, en los años 20 y 30 se siguió utilizando este concepto para explicar las semejanzas y las diferencias culturales.
Wissler (1926) trató de superar alguna de las dificultades atribuyendo los rasgos característicos de cada área a un centro cultural desde el cual ese agregado de rasgos se habría difundido hacia la periferia. Propuso una ley de la difusión: los rasgos antropológicos tienden a difundirse desde sus centros de origen en todas las direcciones. Esta ley es la base del principio de la edad del área, que es un método para inferir la edad relativa de los rasgos culturales: si la dirección de la difusión va siempre del centro a la periferia, los rasgos a más distancia del centro son los más antiguos. Esta ley es muy poco fiable. Durante los años 20 y en gran parte por Kroeber , se intentó definir las áreas culturales en términos de listas completas de rasgos, para establecer coeficientes de similaridad. Esas listas, por muy extensas que fuesen, pueden resultar insuficientes para medir la similaridad si antes esos rasgos no han sido identificados al mismo nivel de detalle. Este fracaso hizo retornar a Kroeber a la interpretación impresionista de los «centros culturales» o como él los llamaba, clímax cultural. La clasificación en áreas culturales es esencial en los niveles iniciales de la etnografía, pero ha sido un impedimento para el desarrollo de la teoría nomotética. Steward (1955) enumera los problemas de confiar demasiado en este concepto: 1) El centro y los límites del área cambian con el paso del tiempo. 2) La cultura dentro del área puede cambiar, asemejándose a otras culturas en diferentes áreas y momentos. 3) Porciones de una misma área pueden contener culturas radicalmente diferentes, aunque tengan rasgos comunes. Pero en ningún caso esta proximidad geográfico-histórica puede explicar las semejanzas o diferencias culturales. La difusión es incapaz de dar cuenta del origen de ningún rasgo cultural. Los hallazgos arqueológicos actuales han mostrado que la invención se ha dado en una escala masiva. En cualquier caso tanto las innovaciones inventadas como las difundidas tienen que someterse a las presiones de los sistemas sociales que las acogen antes de integrarse en una cultura.
Difusionismo europeo: alemanes y británicos Los difusionistas alemanes, influidos por el clero católico, trataron de reconciliar la prehistoria y la evolución cultural con el Génesis,y los británicos quisieron demostrar que los rasgos socioculturales habían sido inventados solo una vez y precisamente en Egipto. Atacaron con frecuencia el evolucionismo decimonónico y se ha afirmado que se oponían a la evolución, pero en realidad lo que negaban son las regularidades y las leyes de la historia, no la evolución.
Escuela alemana La discusión entre los años 1911 y 1956 gira alrededor de los conceptos Kulturkreise (área cultural) y Urkultur (ciclo arcaico) y encontró su fin en la renuncia de la Kulturkreislehre o Escuela Vienesa como método de investigación científico por Josef Haeckel en 1956.
Escuela británica Rivers (“The history of melasian society” 1914), fundador dela tendencia, limitó sus estudios a Oceanía y falló en su intento de explicar las diferencias de la Melanesia por principios nomotéticos. Buscó la explicación de los contrastes entre las culturas melanesias y polinesias en términos de complejos culturales originales que supuestamente habrían sido difundidos por sucesivas olas migratorias. Supuso que los casos que no se ajustaban eran producto de: a) Desaparición accidental de rasgos característicos originales. b) La llegada de pequeños contingentes de inmigrantes cuya presencia ya no se podía detectar. Elliot Smith y Perry (discípulo de Rivers) aplicaron a escala mundial la explicación de diferencias y semejanzas culturales debido a migraciones, adiciones, pérdidas y mezclas de complejos de rasgos.