AGUAS QUE DESTRUYEN, AGUAS QUE SALVAN Textos que aluden al bautismo en el Nuevo Testamento a la luz de la literatura hebrea antigua
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DIEGO SÁNCHEZ ALCOLEA
- AGUAS QUE DESTRUYEN, AGUAS QUE SALVAN TEXTOS QUE ALUDEN AL BAUTISMO EN EL NUEVO TESTAMENTO A LA LUZ DE LA LITERATURA HEBREA ANTIGUA
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Biblioteca .Midrásica 37 Director: Dr. Miguel Pérez Fernández
A mis padresy catequistas
Editorial Verbo Divino Avenida de Pamplona, 41 31200 Estella (Navarra), España Teléfono: 948 55 65 11 Fax: 948 55 45 06 www.verbodiv1no.es
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Printed in Spain Impresión: Gráficas Lizarra, Villatuerta (Navarra)
ISBN: 978-84-9073-190-l Depósito legal: NA. 1912-2015
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PRESENTACIÓN
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Es para mí un honor presentar el trabajo del Dr. Diego Sánchez Alcolea, que constituye el fruto de una difícil y apasionada investigación en Jerusalén; investigación realizada por el autor en el Monte de los Olivos, a la sombra de los muros de la Ciudad Santa, en sus bibliotecas, en sus ocultos rincones (¡donde fue capaz de apreciar las mikwa'ot judías junto a las fuentes bautismales cristianas!), en sus alegrías y dolores (¡en el tiempo en que él estaba estudiando en la Universidad Hebrea, incluso salió ileso de un grave atentado!), en continuo diálogo con el mundo judío y árabe (académico y no académico) y participando en la vida de la comunidad donde ha vivido experiencias intensas de fe. Tales breves referencias biográficas no deben ser descuidadas en la toma de la lectura: un libro no son sólo palabras escritas, sino que resume la experiencia y el espíritu del autor, que, en este caso, ha experimentado personalmente en sí mismo y en los demás el poder de la fe en la Palabra de Dios que ha estudiado y que, sin embargo, siempre va más allá de toda investigación humana. Este libro nace de la creencia de que, parafraseando el salmo "en Jerusalén están todas nuestras fuentes" (Sal 86,7), y que sólo regresando a ellas, es posible una renovación de la exégesis y de la teología. De este continuo e indispensable regreso a las fuentes, esta obra constituye un modelo. De hecho, se podría decir que, en ella, este regreso a las fuentes es aún más "radical". El objeto más amplio de la búsqueda es, de hecho, la fuente por excelencia de la fe cristiana, el bautismo. Por ello, el autor ha buscado volver, si se me permite decirlo, a la "fuente de las fuentes", tratando de encontrar el origen judío del Bautismo, y, en particular, en algunos textos del Nuevo Testamento que hacen clara alusión. Ha sido una empresa ardua y valiente, porque está abierta a las críticas tanto de judíos como de cristianos: los primeros suscitan a menudo la duda legítima que, para enfatizar la novedad del cristianismo, se "instruinentalizan" las fuentes judías en beneficio de la "causa cristiana"; los segundos temen a menudo y con razón que, en la evidencia de la continuidad con el judaísmo, se descuide, de hecho, 1~ novedad del ~ristianismo. En algunos casos, el discurso se complica, porque los eruditos no pocas veces acogen de una parte las
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Presentación
sospechas de la otra parte, convirtiéndose en "paladines" de sus razones. Otros estudiosos se encaraman en la búsqueda de la "literalidad" de los textos, que, al igual que la armadura que Saúl hizo endosar a David, les impide osar y recorrer nuevos caminos, y, por ello, critican a los que tratan de hacerlo, como nuestro autor. El futuro, sin embargo, pertenece a aquellos que se atreven ... De hecho, el autor hace hincapié en la continuidad del Bautismo respecto a sus antecedentes judíos, sin dejar de lado el evidenciar la novedad definitiva. Se trata sólo aparentemente de una contradicción y el autor lo muestra bien. Lejos de mostrar desequilibrio en este delicado punto, se mueve siempre en esta misteriosa dialéctica, tras los pasos de aquel "dueño de una casa que saca de sus arcas lo nuevo y lo viejo" (Mt 13,52). El recurso a la antigua liturgia y a la tradición oral judía en la interpretación de los textos neotestamentarios, permite salir del impasse en la que una cierta exégesis actual, a pesar de grandes avances en varias direcciones, ha entrado. El Antiguo Testamento que los autores del NT han heredado, lejos de ser un texto "desnudo", estaba ' .. ya cubierto de todos los "adornos" de la tradición oral judía, e interpretado por la liturgia y la fe del pueblo, porque la Biblia es una continua relectura de sí misma. El redescubrimiento de la interpretación rabínica y patrística, puede por lo tanto, vivificar la exégesis de hoy, que a menudo --y hay que decirlo con parresia-- se>hi convertido en árida, para decepción de los lectores, ya que deja de lado estos elementos. Incluso en este sentido, este libro es ejemplar, ya que los textos neotestamentarios analizados en el mismo, de los cuales se estudia el rico fondo judío, han sido centrales en la interpretación cristiana y en la antigua liturgia bautismal. En ellos, por lo tanto, se encuentra una encrucijada de gran interés entre la interpretación judía y la exégesis antigua cristiana. El resultado es la obra que el lector tiene entre sus manos, de alto y voluminoso nivel científico, riquísima en el uso de las fuentes, citadas siempre en su edición crítica. Esto es, una virtud algo rara, porque a menudo se retoman citas de libros, sin consultar, lamentablemente, directamente las fuentes en las lenguas originales, que sin embargo domina el autor (fuentes que van desde el latín, griego y hebreo, a las arameas y siríacas). ·
Presentación
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Advertimos ahora que la lectura no será siempre fácil. No se desanime por esto el lector, pero, como dice San Jerónimo, que sea capaz de recoger "los dulces frutos de la amarga semilla" (Ep. a Rustico 125,12). El paciente lector podrá descubrir, en el transcurso de la obra, los tesoros nuevos y antiguos, ocultos en la Palabra de Dios. El libro tiene el mérito, entre otras cosas, de abrir grandes espacios para la investigación futura, y también es muy útil como obra de consulta por parte de los especialistas en la materia. Por último, el libro encaja bien 'en el alto nivel de investigación científica que caracteriza a esta serie. Este nivel, aunque a veces puede jugar en detrimento de las ventas al público en general, da honor a la misma serie, que constituye ahora una de las aportaciones mundiales más valiosas en el mundo bíblico con respecto a la lengua española: dejar el mérito atribuido principalmente a su director, Prof. Miguel Pérez Fernández, quien ha alentado constantemente al autor en su investigación y en esta publicación. Con él, la serie ha sido mejorada con una nueva "perla". ¡Disfrute de la lectura!
Francesco Giosué Voltaggio Profesor en el Studium Theologicum Galilaeae, Korazym (Israel) Rector del Seminario Redemptoris Mater de Galilea
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CONTENIDO
Prefacio Siglas y abreviaturas Introducción Capítulo I. Antecedentes del bautismo en el AT y en la literatura peritestamentaria
'\ 1
1
XIII XV XXXI
1
Capítulo II. El paso del mar Rojo: destrucción y salvación por el ~gua
109
Capítulo III. El Diluvio Universal: aguas que destruyen, aguas que salvan
233
Conclusión final
369
Índices
375
Analítico Antiguo Testamento Nuevo Testamento Targum Qumrán Misnah, Tosefta y Talmud Midrasim, comentarios rabínicos, Zohar Apócrifos del AT y del NT Filón de Alejandría y Flavio Josefo Escritores griegos antiguos Autores y escritos de la Antigüedad Cristiana Autores, Bibliografía
377 385 393 401 403 407 409 411 415 419 421 425 433
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PREFACIO
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El título del libro «Aguas que destruyen, aguas que salvan: Textos que aluden al Bautismo en el Nuevo Testamento a la luz de la literatura hebrea antigua» indica ya el programa que me propuse realizar cuando comencé este trabajo. En esta tesis he considerado el estudio de 1 Corintios 10, 1-5 y 1 Pedro 3, 18-22. Aunque en un primer momento pueda parecer un collage de textos relacionados con el bautismo, se mostrará la profunda conexión entre ellos. Elegí estos textos porque se refieren a dos tipologías clásicas del bautismo y, en esta perspectiva unitaria, han sido poco estudiados. Hay también algunos escritos de la literatura judía que hasta ahora no han sido suficientemente analizados en relación con los textos que me he propuesto estudiar. El estudio de la praxis de los primeros cristianos ha constituido siempre una pasión para mí. En el año dos mil, tuve el honor de conocer al Padre Frédéric Manns, que ha dedicado su vida al estudio de las fuentes hebreas antiguas como trasfondo de la literatura neotestamentaria, abriéndome los ojos a un apasionante campo de estudio. Movido por este interés, comencé a leer una gran cantidad de escritos hebreos y me di cuenta de que éstos ofrecían una luz especial a la comprensión del Nuevo Testamento en general. A partir de aquí, surgió la idea de llevar a cabo esta tesis doctoral. Como conclusión del presente estudio quiero expresar mi agradecimientos a todos los que me han ayudado a poder realizar este trabajo. En primer lugar a la Iglesia, madre y maestra, que me ha enseñado el tesoro del bautismo. A mis padres por el cariño y el ánimo que siempre me han dado. Al Cardenal de Madrid, Don Antonio Mª Rouco Varela por haberme ofrecido la oportunidad de poder estudiar. Al padre Mikel Echezarreta, mi primer rector en París y al padre Juan Fernández por haberme acogido en el seminario Redemptoris Mater de Madrid, diócesis donde fui ordenado. Al Camino Neocatecumenal, especialmente a Kiko, Carmen, y el padre Mario que siempre me han animado a terminar este trabajo. A mis catequistas y a mi comunidad de la Parroquia de San Francisco de Asís y Ntra. Sra. de los Buenos Libros de Murcia, donde nació, fue alimentada y creció mi vocación al sacerdocio. A los hermanos de Tierra Santa, al 'padre Rino Rossi, al padre Giampaolo Pronzato, y
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Prefacio
especialmente al padre Francesco Giosué Voltaggio que tanto me ha ayudado en estos largos años de trabajo; al seminario Redemptoris Mater de Galilea, al padre Germano Lori y a todos los que en me han sostenido. A la casa de Mambre y a los formadores que siempre me han acogido con cariño. También quiero agradecer al padre Miguel Pérez Fernández quien siempre me animó con el estudio de las fuentes judías y al padre Etiénne Nodet por sus sabios consejos. Finalmente dar las gracias a doña Mª Asunción Bielsa, doña Carmen Mª Brugarolas Ros y al padre Santiago Vélez que han tenido la pacienza de leer la tesis y corregir algunas erratas. Permítanme terminar agradeciendo a Ntro. Sr. Jesucristo y a la Virgen María por el regalo de haberme traído a su Tierra, pues sin s~ ayuda no habría sido posible realizar este trabajo que espero que sirva ad maiorem Dei gloriam.
SIGLAS Y ABREVIATURAS
El sistema de abreviaciones y siglas ha sido realizado con la ayuda del libro del manual de S.M. Schwertner, Internationales Abkürzungsverzeichnis für Theologie und Grenzgebiete (IATG2), Berlin 19932. Se ha utilizado también otros materiales como «Instructions for Contributors», Bib 70 (1989) 577-596 y por P.H. Alexander - J.F. Kutsko - J.D. Ernest - Sh.A. Decker-Lucke D.L. Petersen, The SBL Handbook oj Sryle. Por Ancient Near Eastern, Biblical and Ear!J Christian S tudies, Peabody 1999. El sistema ha sido adaptado a la lengua española. l. Versiones de la Biblia Aquila LXX Setenta Pef Pesitta Sam Pentateuco1.Samaritano Sim Símaco Teod Teodosio TG Texto Griego
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TH TM Vg
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Texto Hebreo Texto Masorético Vulgata Vetus Latina
II. Libros Bíblicos
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Antiguo Ag Am Ba 1,2Cr Ct Dn Dt Esd Est Ex Ez Gn Ha Is Jb Je Jdt Jl
Testamento Ageo Amós Baruc 1,2Crónicas Cantar de los Cantares Daniele Deuteronomio Esdras Ester Éxodo Ezequiel Génesis Habacuc Isaías Job Jueces ,Judit Joel
Jon
]os Jr Lm Lv 1,2M Mi Ml Ne Nm Os Pr Qo Rt 1,2R 1,2S Sal Sb
Jonás Josué Jerenúas Lamentaciones Levítico 1,2Macabeos Miqueas Malaquías Nehemías Números Oseas Proverbios Eclesiastés (Qohélet) Rut 1,2 Reyes 1,2 Samuel Salmos Sabiduría
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Si So
Siglasy Abreviaciones
Siglasy Abreviaturas
XVI
Eclesiástico (Sirácide) Soforúas
Nuevo Testamento Ap Apocalipsis 1,2Co 1,2 Corintios Col Colosenses Ef Efesios Flp Filipenses Ga Galatas Hb Hebreos Hch Hechos de Apóstoles Jn Juan 1,2Jn 1,2Juan
Tb Za
DSp
Tobías Zacaría
ThWAT ThWNT Judas Le Me Mt 1,2P Rm St 1,2Tm 1,2Ts Tt .
Judas Lucas Marcos Mateo l,2 Pedro Romanos Santiago 1,2 Timoteo 1,2 Tesalonicenses Tito
Halot Jastrow LEH Liddell - Scott e
111. Léxicos y Gramáticas Los léxicos de las lenguas bíblicas se citarán por el nombre abreviado del autor en mayúscula o la sigla, seguida de la voz, número de volumen ( cuando corresponda) y número de página o columna. Por su parte, las gramáticas serán citadas por el nombre abreviado del autor/ autores en minúscula, seguido del número de parágrafo o en su lugar, del número de página. Diccionarios y Léxicos ,.. l
BDAG
BDB DAC DB DBS DENT DJBA DJPA DENT DIL DSBP
Bauer, W., - Danker, W., - Arndt, W.F., - Gingrich, F.W., A Greek-English Lexicon of the NT and Other Ear!J Christi.an Literature Brown, F., - Driver, S.R., - Briggs, C.A., The BrownDriver-Briggs Hebrew and English Lexicon Hastings,J., Dicti.onary of theApostolic Church Vigouroux, F.-G., Dicti.onnaire de la Bible Pirot, L., - al., S upplément au Dicti.onnaire de la Bible Balz, H., - al., Diccionario exegéti.co del Nuevo Testamento Sokoloff, M., A Dicti.onary ofJewish Bal?Jlonian Aramaic Sokoloff, M., A Dicti.onary ofJewish Palesti.nian Aramaic Balz, H., - Schneider, G. - Ruíz-Garrido, C., Diccionario exegéti.co del Nuevo Testamento Badellino, O., Dizjonario Italiano lati.no Panimolle, S.A., Dizionario di spiritualitd biblico-patristi.ca
LS
XVII
Viller, M., - al., Dicti.onnaire de spiritualité,, astétiqae et mysti.que Botterweck, G.J. - al., Theologisches Wiirterbuch Zf'm Alfen Testament Kittel, G., - al., Theologisches Wijrterbuch zum Neuen Testament Koehler, L., - Baumgartner, W. - Richardson, M.E.J., Tbe Hebrew and Aramaic Lexicon of tbe Old Testament Jastrow, M., Dicti.onary of tbe Targumim, tbe Talmud Bavli and Yerusbalmi, and the Midrashic Literature ' Lust, J., - Eynikel, E. - Hauspie, K., A Greek-English Lexicon of tbe Septuagint Liddell, H.G., - Scott, R., - Jones, H.ST., A GreekEnglish Lexicon Pazzini, M., Lessico concordanzjale del Nuovo Testamento Siriaco
Gramáticas BDR J oüon - Muraoka Moulton I Moulton - Howard II
Moulton - Turner III Muraoka
Smyth Viteau Zerwick
Blass, F., - Debrunner, A., - Rehkopf, F., Grammatica del greco del Nuovo Testamento Joüon, P., - Muraoka, T., Gramáti.ca del hebreo bíblico Moulton, J.H., A Grammar of New Testament Greek, I. Prolegomena Moulton, J.H., - Howard, W.F., A Grammar of New Testament Greek, II. Accidence and WordFormatio» Turner, N., A Grammar of New Testament Greek, III. Syntax Muraoka, T., A Greek-English lexicon of tbe Septuagint. Chief!J of the Pentateuch and tbe Twelve Prophets Smyth, H.W., Greek Grammar Viteau, J.E., Étude sur le grec du Nouveau Testament.· Le verbe syntaxe des propositions Zerwick, M., Graecitas Bíblica Novi Testamenti. exempli illustratur
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1Q20
Magisterio
1Q28a
Catecismo de la Iglesia Catolica
CIC
Denzinger, H., - Hünermann, P., El Magisterio de la Iglesia.
Denzinger
Enchiridion [Jmbolorum definitionum et declarationum de rebus, jidei et morum Pontificia Commisión Bíblica
PCB
Fab
Platón Fábulas
Esquilo
Pers
Sym Tim
Symposiwn Timaeus
Eurípides
Or Phen
Hec
Heródoto
Hecuba
Homero II
Hist Ben
4Q258
Historias De Beneficiis
VI. Autores hebreos antiguos Filón DeAbrahamo Abr De Agricultura Agr Legwn allegoriae Ali Cher De cherubirn Conf De Confusione linguarum Congr De Congressu eruditionis gratia Decal De Decalogo Quo deterius potiori Det insidiari soleat De Ebrietate Ebr De Fuga et inventione Fug
V. Manuscritos del Mar Muerto Presentamos las dos abreviaciones utilizadas en los volúm~és de Florentino, para mayor comodidad en la consulta.
1QH 1Qisa 1QM !QpHab !QS
Docwnento de Damasco 1 QH ª. Hodayot 1Qlsaia 1Q33. Regla de la Guerra 1 QPesher Habacuc 1 Q28. Regla de la Comunidad
4Q265 4Q266 4Q267 4Q274 4Q262
1 QApocrifo del Génesis 1 QSa Regla de la Congregación 1 QTexto liturgico 4QPesher Nahúm 4QPesher sobre los períodos 4QHenoc•-b 4QGigantesª 4QHenocc-f 4QPseudo-Jubileosª 4QRegla de la Comunidad" 4QRegla de la Comunidad" 4QRegla de la Comunidad e 4QRegla de la Comunidad"
O restes Fenicias
. Ilias
CD-A/B
4Q256 4Q257
Seneca Persae
1Q36 4Q169 4Q180 4Q201-202 4Q203 4Q204-207 4Q225 4Q255
IV. Literatura Griega Clásica Esopo
XIX
Siglasy Abreviaciones
Siglasy Abreviaturas
XVIII
4QDocumento de Damasco 4QDocumento de Damasco4QDocumento de Damasco" 4Q Reglas de pureza 4Q Regla de la Comunidad"
Gig Her
De Gigantibus Quis rerum divinarwn heres sit
4Q284 4Q380-381 4Q393 4Q394-399
4QReglas de pureza 4Qsalmos apocrifosab 4QOpera liturgica 4QCarta Haláquica
4Q414 4Q504-506
4Qliturgia Bautismal 4QPalabras de los Luminosos= 4Qoraciones festivas= 4QRitual de purificación 4QObra sapiencial 4QGigantesb 4QGigantesc 4QGigantesd 11QTargwn de Job 11 Q Rotulo del Templo
(4QMMT)
4Q507-509 4Q512 4Q515 4Q530 4Q531 4Q532 11Q10 11Q19 (11QT•)
Quod Deus sit immutabilis De IncorruptiIncorr Mundi bilitate Mundi Migr De Migratione Abrahami De Mutatione nominum Mut Opif De Opificio Mundi Plant De Plantatione De posteritate Caini Post Praem De praemiis et poenis
Imm
De Providentia Prov Quaestiones Quaestin Ex
Quaestin Gn
Exodum Quaestiones Genesim
10
10
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De Sacrificiis Abelis et Caini Sobr De Sobrietate Som De Somniis SpecLeg De Specialibus legibus
Sacr
Flavio Josefo Ant Bel/ ContrAp Vita
Virt De Virtutibus VitCont De Vita
AssMos
Contemplativa VitMos De Vita Mosis
2Bar 3Bar 4Esd
Antiquitates judaicae De bello judaico Contra Apionem Autobiografía
1Hen 1HenGr 2Hen
VII. Targunrim C
CodProf I M
M2
Nu
Fragmentos targúmicos de la Genizah del Cairo Códice de profetas de El Cairo, de Mosé Ben Aser Variantes interlineares del Targum Neofiti Variantes o glosas marginales del Targum Neofiti Otra variante de la glosa marginal del Targum Neofiti Ms Nürnberg 1, M.L. Klein, The FragmentTargums oJ the Pentateuch, I
p Sas
Ms 11 O (Bibliothéque N ationale, París) Ms 264, colección Sassoon, A. Díez Macho,
Targum Palaestinense in Pentateuchum, I Tg TgF TgJ
TgN TgOnq TgPs]
Targum Targum Fragmentario llamado también Y erushalmi II Targum Jonathan Targum Neofiti Targum Onqelos Targum Yerushalmi I llamado también PseudoJ onathan
VIII. Escritos apócrifos
Apócrifos del Antiguo Testamento ApAbr ApMos Assis
Apocalipsis de Abraham Apocalipsis de Moisés o Vida griega de Adán y Eva Ascensión de Isaías
XXI
Siglasy Abreviaciones
Siglasy Abreviaturas
XX
3,4M 3,4Macabeos (LXX) Sib Oráculos Sibilinos TestAbrA/ B Testamento Abraham (recensión corta, larga)
3Hen JosAs Jub LAB
Asunción o Testamento de Moisés 2 Baruc o Apocalipsis siríaco de Baruc 3Baruc o Apocalipsis griego de Baruc 4Esdras o Apocalipsis de Esdras 1 Henoc (Henoc etíope) 1 Henoc (Henoc griego) 2 Henoc (Henoc eslavo o Libro de los Secretos de Henoc) 3 Henoc (Henoc hebreo) José y Asenet Libro de los Jubileos Líber Antiquitatum Biblicarum (Pseudo- Filón)
TestBenj TestDan Test]ud TestLev TestNaph TestRub TestSim TestSI TestZab TestXII VitAd
Testamento de Benjamín Testamento de Dan Testamento de Judá Testamento de Levi Testamento de Neftali Testamento de Ruben Testamento de Simeón Testamento de Salomón Testamento de Zabulón Testamento de los Doce Patriarcas Vida latina de Adán y Eva
Apócrifos del Nuevo Testamento Hechos de Tomás
HchTom
IX. Literatura Rabínica
Mishnah,
Tosefta',
Abot AZ b. Ber BM BQ Ed Git Hai Hor
'Abot 'Avodah Zarah Talmud de Babilonia Berakhot Bava' Me~i'a' Bava' Qamma' 'Eduyyot Gittin Hagigah Horayot . Talmud de Jerusalén Kelim Keritot .
j.
Kel Ker
Talmud MQ Naz Ned Nid Par Pea Pes Qid San Shab Sot Suk t.
Mo'ed Qatan Nazir Nedarim Nidda Pará Pe'á Pesahim Qiddushin Sanhedrin Shabbat Sotah Sukkah Tosefta'
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Ket m. Mak Mef!.
Siglasy Abreviaciones
Siglasy Abreviaturas
XXJI Ketubbot Mishná Makkot Megillah
Taan Yeb Yom Zeb
Ta'anit Yebamot Yoma' Zebal)im
Midrafim, comentarios, Siddurim ARNa, ARNb CtR DtR ExR GnR LvR Marqah MekhRSh MekhY MHag MHG MSal
Avot de Rabbi Natan (versione A, B) Cantar de los cantares Rabbah Deuteronomio Rabbah Exodo Rabbah Génesis Rabbah Levítico Rabbah Memar Marqah Mekhilta' de Rabi Shimon b. Yohai Mekhilta' de Rabi Ismael Midras Hagadá Midras Haggadol Midras de los Salmos
MTan NmR PesK PesR PRE QohR Rashi
RutR SDt SER SNm Tan TanB YalqSh Yafar
Midras Tanaim al Deuteronomio Números Rabbah Pesiqta' de Rav Kahana Pesiqta' Rabbati Pirqé de Rabí Eliezer Qohelet Rabbah' Comentario a la Torah de Rashi RutRabbah Sifre Deuteronomio
Seder Eliahu Rabbah Sifre Números Tanhuma' Tanhuma' (ed. Buber) Yalqut Shim'oni Séfer ha-Yashar
X. Autores y Escritos de la Antigüedad Cristiana
Adum AdvHaer AdvMarc An Apol Apoll-II Aut Barn
Adumbrationes (Clemente de Alejandría) Adversus Haereses · (Ireneo) Adversus Marcionem (Tertuliano) De Anima (Tertuliano) Apologeticum (Tertuliano) Apología I-II Oustino) A Autolycus (Teófilo de Antioquía) Epístola Barnabae
DePaen Dial Did Ecc/Cat Eph DePaen Dial
De Paenitentia (Tertuliano) Dialogus cum Tryphone Oustino) Didaché De Ecclesiae " Catholicae Unitate (Cipriano de Cartago) A los Efesios (Ignacio de Antioquía) De Paenitentia (Tertuliano) Dialogus cum Tryphone (Iustino)
De Baptismo (Tertuliano) Catequesis bautismales Cat Bap Ouan Crisóstomo) 1,2 Epístola Clementis 1,2Clem CommDa Commentarium in Daniel Catecheses ad CatI/um iluminandos (Cirilo de Jerusalén) Commentarii in CommGn Genesim (Procopio de Gaza) Commentarium in Commis Isaiam Commentarium in Comm]o Evangelium J oannis Commentarium in CommLc Evangelium Lucam Commentarium in Comm Os Osee prophetam (Ierónimo) CommMt Commentarium in Evangelium Mattaeum Contra Celso ContrCe/ (Orígenes) CommZa Commentarii in Zachariam Homiliae in Leviticum HomLev (Orígenes) HomNum Homiliae in Numeri (Orígenes) Hom Pasch Homilia Paschalis (Cirilo de Alejandría) In Exodum (Efrén) In Ex In Genesim (Efrén, In Gn Dídimo) In Genesim In Gn (versión armena (arm) atribuída a Efrem) In Octateuchum In Oct
Bap
XXJII
Didaché De Ecclesiae Catholicae Unitate (Cipriano de Cartago) A los Efesios Eph (Ignacio de Antioquía) Epideixis o Epid Demostración apostólica (Ireneo) Epistolae O erónimo, Epist Cipriano de Cartago) Epístola a los Corintios EpistCor (Clemente de Roma) EpistSerap Epístola a Serapión (Atanasia de Alejandría) Epist Epic Epístola a Epicteto (Atanasia de Alejandría) Etimologías (Isidoro Erym de Sevilla) Explanatio in Exp!Ez Ezechielem (Teodoreto de Ciro) Hebr quaest Hebraicae quaestiones in libro Geneseos Oerónimo) Homiliae in Exodum HomEx (Orígenes) Homiliae in Genesim HomGn (Orígenes,Juan Crisóstomo) Homiliae inJesu Nave Hom]es (Origene) El Pastor (Hermás) Past De principiis Princ (Orígenes) Procatechesis Prot (Cirilo de Jerusalén) Quaestiones in J osuam Quaes ]os (Teodoreto de Ciro)
Did Ecc/Cat
,. r
XXIV Mag Or Paed Pasch
Siglasy Abreviaciones
Siglasy Abreviaturas (Procopio de Gaza) Magnesios (Ignacio de Antioquía) De oratione (Origene, T ertulliano) Paedagogos (Clemente de Alejandría) Peri Pascha (Melitón de Sardes)
De Res Strom Trans VitMtrys
De Resurrectione Mortuorum (Tertuliano) Stromata (Clemente de Alejandría) In Transfigurationem Domini nos tri J esu Christi De vita Moysis (Gregario Niseno)
XI. Colecciones, revistas, diccionarios Asociación de Biblistas Mexicanos AGJU Arbeiten zur Geschichte des antiken Judentums und des Urchristentums Annual of The J apanese Biblical Institute AJBI Arbeiten und Mitteilungen aus dem Neutestamentlichen AMNSU Seminar zu Uppsala Analecta Bíblica AnBib The Anchor Bible Reference Library AncBRL The Anchor Yale Bible AncYB Analecta Gregoriana AnGr Arbeiten zur Neutestamentlichen Textforschung ANT The Aramaic Bible. The Targums ArBib Archiv orientální / Oriental Archive. Journal of African ArOr and Asían Studies Acta Seminarii Neotestamentici Upsaliensis ASNU Andrews University Seminary Studies AUSS Biblioteca de Autores Cristianos BAC American Baptist Quarterly BapQ Bulletin of the American Schools of Oriental Research BASOR Bulletin for Biblical Research BBR Baker Exegetical Commentary on the New Testament BECNT Biblioteca de estudios bíblicos BEB Bibbia e Oriente BeO Bibliotheca Ephemeridum theologicarum Lovaniensium BEThL Biblioteca Herder BH Bibliotheca Hispana bíblica BHBib Bíblica Bib Biblioteca Midrásica BibMid
ABM
Bib.TS BintS BLE
BS BSSTB BT BTB
BVC CBNT CBQ
CBR CChr.SL CISM CNT CollEP.SR CollREJ CPR CSIC
CSion CSSCro CStP CTNT CTNT.S DJD
DSD EAA EB EB.AS EB.NS EDST EMISJ
EQ EstBib ETL ETS
Exp FRLANT Hebraica
XXV
Bíblica. Testi e studi Biblical Interpretation Series Bulletin de Littérature Ecclésiastique Bibliotheca Sacra. A Theological Quarterly Biblioteca di storia e storiografia dei tempi biblici Bibliothéque Théologique Biblical Theology Bulletin Bible et vie chrétienne Commentaire biblique. Nouveau Testament Catholic Biblical Quarterly Currents in Biblical Research Corpus Christianorum, Series Latina Centro Italiano di studi sull'alto Medioevo Commentaire du Nouveau Testament Colleccion Estructura y Procesos. Serie Religión Collection de la Revue des études juives Callana ricerche e proposte Consejo Superior de Investigaciones Científicas Cahiers sioniens Centro Studi Sanguis Christi Colectánia Sant Pacía Commentario Teologice del Nuovo Testamento Commentario Teologice del Nuovo Testamento. Supplementi Discoveries in the Judaean Desert Dead Sea Discoveries Collection des études augustiniennes. Série Antiquité Études Bibliques Études Bibliques. Ancienne Série Études Bibliques. Nouvelle Série Excerpta e Dissertationibus in Sacra Theologia Estudios y monografias. Institución San Jerónimo The Evangelical Quarterly Estudios bíblicos Ephemerides Theologicae Lovanienses Edizioni Tetra Santa Expositor Forschungen zur Religion und Literatur des Alten und Neuen Testaments Hebraica: A Quarterly Journal in the Interests of Semitic Study
,. XXVI Hen Hermeneia HSM HSS
HUCA ICC IEB
lmm lnterpretation Intr.EB ISB.S ISJ
JBL JBL.MS
JBQ JETS JJS JQR ]SJ ]SNT ]SNT.S JSOT JSOT.S JSSt.S JTS JTSA KEK LA L.Bib. LB.NT LCL LD Logos. CSB MEAH MSSNTS
Siglasy Abreviaciones
Siglasy Abreviaturas Henoch Hermeneia: A Critical and Historical Commentary on the Bible Harvard Sernitic Monographs Harvard Sernitic Studies Hebrew Union College Annual Internacional Critical Commentary Instrumentos para el estudio de la Biblia Immanuel. Ecumenical Theological Research Fraternity in Israel Interpretation: AJ ournal of Bible and Theology Introducción al estudio de la Biblia Introduzione allo studio della Bibbia. Supplemer:iti Institución San Jerónimo J ournal of Biblical Literature J ournal of Biblical Literature. Monograph Series The J ewish Bible Quarterly J ournal of the Evangelical Theological Society J ournal of J ewish Studies J ewish Quarterly Review Journal for the Study of Judaism in the Persian, Hellenistic and Roman Period Journal for the Study of the New Testament Journal for the Study of the New Testament. Supplement Series Journal for the Study of the Old Testament J ournal for the Study of the Old Testament. Supplement Series J ournal of Sernitic Studies. Supplement Journal ofTheological Studies J ewish Theological Seminary of America Kritisch-Exegetischer Kommentar über das Neue Testament Liber Annuus Letture Bibliche ' I Libri Biblici: Nuovo Testamento The Loeb Classical Library Lectio Divina Logos. Corso di Studi Biblici Miscélanea de estudios árabes y hebraicos Society for New Testament Studies. Monograph Series
1
NCB NICNT NIGTC
NRT NT NTS OBO OBS OPhA PG PT
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The New Century Bible Commentary The New Internacional Commentary on the New Testament The New Internacional Greek Testament Commentary N ouvelle revue théologique Novum Testamentum New Testament Studies Orbis biblicus et orientalis Ósterreichische Biblische Studien Les oeuvres de Philon d'Alexandrie Patrologiae cursus completus, Series Graeca Plenitudo Temporis Revue biblique Revista Catalana de Teología Revue des études juives Revista Biblica Review and Expositor Revue de Qumran Revue de Sciences Religieuses Revue d'histoire et de philosophie religieuses Revue de l'histoire des religions Rivista biblica Recherches de science religieuse La Sapienza della Croce Studia Anselrniana Studia Biblica Studii Biblici Franciscani analecta Society of Biblical Literature Society of Biblical Literature. · Academia Biblica Society of Biblical Literature. Dissertation Series Society of Biblical Literature. Early Judaism and Its Literature Society of Biblical Literature. Resources for Biblical Study Society of Biblical Literature. Sources for Biblical Study Studies in Biblical Theology Sources chrétiennes Scriptorum Classicorum Bibliotheca Oxoniensis Science et Esprit Scripta Biblica Scripta Hierosolyrnitana Sefarad
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Siglasy Abreviaciones
Siglasy Abreviaturas Studies in Judaism in Late Antiquity Scripta Pontificii Instituti Biblici Studia Teologica Studies in the Dead Sea Scrolls and Related Literature Series Scottish J ournal of Theology Studies on the Texts of the Desert of Judah Subsidia Bíblica Studien zur Umwelt des Neuen Testaments Studia in Veteris Testamenti Pseudepigrapha Textos y Estudios «Cardenal Cisneros» Théologie Historique The Tyndale New Testament Lecture Trinity Journal Texte und Untersuchungen zur Geschichte der altchristlichen Literatur Theologische Zeitschrift Vetus Testamentum Vetus Testamentum. Supplements Word Biblical Commentary Wissenschaftliche Untersuchungen zuro Neuen Testament Yale Judaica Series Zeitschrift für die neutestamentliche Wissenschaft Zeitschrift für Papyrologye und Epigraphik
XII. Otras siglas y abreviaciones antes de Cristo (et aliz) otros al. adjetivo adj. Antiguo Testamento AT Autores Varios AA.VV hacia c. capítulo cap. confronta cf citado/a cit. columna/s col. C. Vat. II Concilio Vaticano II después de Cristo d.C. dativo dat.
a.C.
ed./ eds. ej. etc. fem.
fr. Ibid. Id. imag. imperat. lib. mase. ms/mss n.
Edición o editor ejemplo et cetera femenino fragmento Ibídem Idem imagen imperativo librq¡ masculino manuscrito/ s nota
n.d.r. NT Testamento op. cit. p./pp. par. part. perf. pers. pl. R. s.d. sec./secc. sing. ss. subj. suf t. trad. v./vv. verb. vol.
nota del redactor Nuevo obra citada pagina/s paralelo participio perfetto persona plural Rabbi sine die sección/ -es singular siguientes subjuntivo sufijo tomo traducción versículo/ s verbo volumen
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Introducción La utilización del agua y el símbolo que conlleva como elemento de purificación, la podemos encontrar en las religiones mistéricas del mundo antiguo, como se observa en el paganismo griego y romano", En el judaísmo antiguo también se emplea este simbolismo, puesto que el agua 'es el elemento básico para los ritos de purificación. Pero normalmente el agua no aparece como un elemento aislado, sino que se presenta en repetidas ocasiones junto al Espíritu, como ha mostrado F. Manns2• Estos componentes, con todo su simbolismo estarán al origen del Bautismo cristiano". La primera vez que aparece mencionado el Bautismo en los evangelios es en el episodio de Juan el Bautista y el Bautismo de J esús", Sin embargo, en los textos no se habla de su origen sino que sólo se atesta su importancia. El mismo Jesús no sólo es bautizado, también envía sus discípulos a bautizar: «Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo» (J\1t 28,19)5. El Bautismo cristiano presenta una absoluta novedad: es la incorporación del bautizado a Cristo místico, la inhabitación Trinitaria y la adopción divina. Al mismo tiempo aparece también como una continuidad' ya que, desde los textos más
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E. Ferguson, Baptism in the Ear!J Church: History, Tbeology and Liturgy in the First Five Centuries, Cambridge 2009, pp. 25-37. F. Manns, Le !Jmbole eau-Esprit dans lejudai'sme ancien (SBFA 19), J erusalem 1983. Se utilizará la mayúscula en Bautismo cuando se haga referencia al bautismo cristiano. Cf. Me 1,2-11; Mt 3,1-2.13.16-17; Le 3,1-9.21-22; Jn 1,32-34. Sobre la fórmula trinitaria cf. J. Gnilka, JI vangelo di Matteo. Testo greco e traduzjone. Parte seconda: commento ai capp. 14, 1-28,20 e questioni introduttive (CTNT 1/2), Brescia 1991, pp. 741-742; M. J. Lagrange, Évangile selon Saint Matthieu (EB.AS 17), París 1927, pp. 544-545; W. F. Albright - C. S. Mann, Matthew. Introduction, Translation and Notes (AncYB 26), New York 1971, pp. 361-362; A. Mello, Evangelo secando Matteo, Magnano 1995, p. 492; S. Grasso, JI vangelo di Matteo, Roma 1995, pp. 681-682. Cf. E. Delaye, «Baptéme», in DSp, I, col. 1218.
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Introducción
Introducción
antiguos surge como una clase de ablución ritual', a través de la cual, se entra en una comunidad visible. Si tenemos en cuenta que una institución como la del bautismo, no ha cambiado en su materia, aunque pueda variar en su forma, nos podemos preguntar cómo todos estos rituales han influido en los orígenes del Bautismo cristiano 8. En su obra Biblia y Litúrgia, J. Daniélou afirma que no hay que buscar los orígenes cristianos en el hele9 nismo sino que están ligados directamente a la liturgia hebrea • La búsqueda de fuentes que iluminen el origen del Bautismo cristiano, nos ha servido como motivación para iniciar el estudio de este tema. Las últimas palabras de Jesús en el Evangelio de Mateo son un mandato divino, palabras que manifiestan la importancia del Bautismo en el cristianismo. El Bautismo es la puerta de ingreso a la vida cristiana y a la Iglesia. Esta doble función· ha sido acentuada por el Concilio Vaticano II, cuando habla de una doble incorporación, al Misterio Pascual y a la Iglesia, a través del Bautismo. El Concilio, retomando a San Pablo, afirma: «Por el Bautismo los hombres son injertados en el misterio pascual de Jesucristo: mueren con él, son sepultados con él y resucitan con él (commortui, consepulti, conresuscitatt) ... »10. Al mismo tiempo el Concilio habla de la regeneración por el Espíritu Santo, por parte de los bautizados, y explica que los bautizados son «casa espiritual y sacerdocio santo (domum spiritualem et sacerdotium sanctum)»11. Estas declaraciones son fruto de la Tradición continua de la Iglesia, como señala el mismo Concilio (DV 8). Es en esta Tradición donde vamos a iniciar la búsqueda de los antecedentes del 7
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Cf. Ibid., col. 1222. Si una institución no se discute es porque no presenta problemas, es estable. Es en este sentido que el bautismo no ha cambiado. Se ha tomado la definición de «institución» como la presenta R. de Vaux cuando dice: «Instituciones de un pueblo son las formas de vida social que un pueblo acepta por costumbre, escoge libremente o recibe de una autoridad. Los individuos se someten a las instituciones, pero éstas, a su vez, no existen sino en función de la sociedad que dirigen, ya se trate de una sociedad familiar, política o religiosa», in R. de Vaux, Instituciones de/Antiguo Testamento (BH 63), Barcelona 1964, p. 17. J. Daniélou, Bible et liturgie (Lex Orandi 11 ), París 19 51, p. 11. C.Vat. II, SC 6 C. Vat. II, LG 10.
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Bautismo cristiano. La investigación de estos antecedentes, el trasfondo hebreo (o helenístico) del Bautismo, no significa que necesariamente exista una continuidad o dependencia, como algunos consideran, el objetivo es demostrar la eventual fractura o novedad, o según una expresión muy utilizada por J. Ratzinger, una eventual superación. El Antiguo Testamento prepara el acontecimiento del Bautismo cristiano con diversas profecías, sobre todo en Isaías (Is 44,2-3), Ezequiel (Ez 36,25-27) y Zacarías (Za 13), que muestran la base de lo que serán los antecedentes del Bautismo. El pensamiento teológico sobre la purificación y su acción renovadora se hace patente en el Nuevo Testamento con la práctica del Bautismo. Algunos elementos a tener en cuenta, son la costumbre ritual de los baños de purificación en el ambiente judío de la época del segundo Templo, las purificaciones realizadas por la comunidad que presentan los Manuscritos del 12 Mar Muerto y el bautismo de los prosélitos en el judaísmo . Autores como S. McKnight, J. Jeremías o G.F. Moore, están convencidos de que el origen del Bautismo cristiano está en la práctica del bautismo de los prosélitos", pero no todos sostienen esta hipótesis. Otros autores modernos han avanzado teorías interesantes que reúnen los tres aspectos enunciados anteriormente. Así para E. Nodet", el 12
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Desde los años 50, se muestra un creciente interés en el conocimiento del judaísmo para los estudios del NT. Sobre este tema Bloch escribe: «Que pour toute étude sérieuse du Nouveau Testament et des origines chrétiennes la connaissance du milieu juif contemporain, de sa littérature, de ses traditions, de ses courants d'idées, etc., soit indispensable, voila qui est théoriquement admis et répété a l'envi par tous, ou peu s'en faut, depuis des dizaines d'années», in R. Bloch, «Note méthodologique pour l'étude de la littérature rabbinique», RSR 43 (1955), p. 195; Díez Macho en un artículo da algunos ejemplos de cómo han sido aplicadas las técnicas judías de interpretación bíblica al NT. Cf. A. Díez Macho, «Derás y exégesis del Nuevo Testamento», Sef35 (1975), pp. 37-89. S. McKnight, A Light Among tbe Gentiles: Jewish Missionary Activity in the S econd Temple Period, Minneapolis 1991; J. Jeremías, «Proselytentaufe und Neues Testament», ThZ 5 (1949), pp. 418-428; G.P. Moore, Judaism in the First Centuries of tbe Christian Era: TheAge ojthe Tannaim, Vol. 1, Cambridge 1927. E. Nodet, «Le baptéme des prosélytes, rite d'origine essénienne», RB 116-1 (2009); pp. 82-110.
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bautismo de los prosélitos en el judaísmo, aunque sólo se encuentran en escritos posteriores a la época del segundo Templo (cf. b.Yeb 47a48b; tratado Gerim), es una práctica que tiene su origen en el rito realizado por los esenios. Además de los elementos mencionados, que estudiaremos más adelante, hay otro componente que hace parte del rito de entrada en el judaísmo y que tiene relación con el Bautismo: la circuncisión. Este rito, aunque no ha pasado a la iniciación cristiana en su carácter práctico, ha dejado algunos principios inherentes al mismo que han sido asimilados por el sacramento del Bautismo. Su análisis será parte de la búsqueda en los antecedentes del Bautismo. En el NT mientras que algunos textos presentan sólo alusiones al Bautismo cristiano, otros se refieren directamente a éste. En el caso de 1Co 10,1-15 o 1P 3,18-22, los autores realizan de manera tipológica una lectura a diversos acontecimientos dé la historia de Israel. Estos últimos han sido utilizados muchas veces por los Padres de la 15 Iglesia en la explicación teológica del Bautismo .• En todo caso, estos textos están cargados de tradiciones hebreas cuyo desconocimiento conlleva muchas veces una difícil comprensión del pensamiento del autor (como en el conocido caso de la profunda relación existente entre 1P y el Primer Libro de Henoc). En 1Co 10,1-15, el paso del Mar Rqjo es visto como una figura del Bautismo en la lectura que hacen los Padres, y la expresión «bautismo en Moisés» original de Pablo, no es según Goodenough y basándose en las pinturas de Dura-Europos, un invento del apóstol, sino que detrás tiene que haber una tradición". Otro ejemplo es el texto de 1P 3,18-22, donde el autor habla del Diluvio Universal poniéndolo en conexión con el Bautismo. En los comentarios cristianos, los Padres de la Iglesia han hecho del Diluvio Universal una lectura tipológica 15
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Introducción
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Benedicto XVI recordaba en la exhortación apostólica Verbum Domini que «si bien la lectura tipológica revela el contenido inagotable del Antiguo Testamento en la relación con el Nuevo, no se debe olvidar que él mismo conserva su propio valor de Revelación que nuestro Señor mismo ha reafirmado», in Benedicto XVI, Verbum Domini: La Palabra del Señor, Madrid 2010, p. 88, §41. Sobre la lectura tipológica de estos textos, cf. J. Daniélou, Bible; P. Lundberg, La rypologie baptismale dans l'ancienne Eglise (ASNU X), Leipzig - Uppsala 1942. E.R. Goodenough, Jewish Symbols in tbe Greco-&man Period (Bollingen Series 37), vol. 10, New York 1964, p. 135.
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relacionándolo con el Bautismo. Pero ya en la lectura de la tradición hebrea, que comenta el paso del Génesis, se habla de purificación, juicio, condena para unos y salvación para otros. Por este motivo la literatura peritestamentaria17 será también objeto importante de la investigación que afrontamos. Los textos de esta literatura nos ayudarán a comprender el ambiente, las prácticas litúrgicas y la teología en la cual nace el Bautismo cristiano. Dentro de este tipo de literatura aparecen los Manuscritos del Mar Muerto, con textos como 1QS I,23Il, 1; Il,25-III, 12; o lo que se. ha llamado «liturgia bautismal» en 4Q414, que ofrecen datos clave sobre las prácticas de purificación efectuadas, además de las condiciones particulares exigidas a las personas que se sometían a tales inmersiones, tales como la conversión, la obediencia a la Ley y la búsqueda sincera de un cambio de vida18• Estas características recuerdan en el NT la llamada a la conversión por parte del Bautista en el desierto de Judea. Para algunos autores como Schmitt'", la influencia de estos textos en el predicador de Judea es evidente.
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G. Rizzi, en el prefacio de una obra póstuma de Erbetta escribe: «Spesso tale letteratura (la literatura judía no canónica «n.d.r») e stata definita in passato come apocrifa, oppure oggi si e soliti chiamarla anche intertestamentaria, cioé da collocare tra i due testamenti: tra l'Antico e . il Nuovo Testamento. Tuttavia, quest'ultima denominazione, senza dubbio meno ambigua della prima, ha ancora il difetto di indurre a creciere che debba coprire un arco di tempo tra le Miqraot giudaiche e le Scritture cristiane. In realtá, buona parte della letteratura giudaica non canonica in questione non solo e precedente al Nuovo Testamento, ma in parte gli e parallela e anche posteriore nel tempo: per questa ragione, l'aggettivo peritestamentaria, intorno ai due Testamenti, meglio si addice a circoscriverne i limiti cronologici», in M. Erbetta, Frammenti di letteratura giudaica peritestamentaria: Giubilei 1-21: Oracoli Sibillini (prologo, libri I, III, IV, V,frammenti 13), Trapani 2009, p. 9. Sobre la importancia de los escritos del Mar Muerto a la investigación litúrgica judía, véase F.G. Voltaggio, !,A oración de los padres y las madres de Israel Investigación en el Targum del Pentateuco: la antigua tradición judía y los orígenes del cristianismo (BibMid 33), Navarra 2010, pp. 52-58. J. Schmitt, «Les écrits du Nouveau Testament et les textes de Qumran: Bilan de cinq années de recherches (suite)», RevScRel 29 (1955), pp. 55-74; J. Schmitt, «Les écrits du Nouveau Testament et les textes de Qumran: Bilan de cinq
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Está claro que en los albores de la Iglesia naciente, las prácticas rituales de la purificación judía, los ritos iniciales al judaísmo, unidas a las diversas tradiciones de los diferentes pasos bíblicos, y sobre todo el mandato de Cristo (cf. Mt 28,19), han sido la base para afianzar como elemento constitutivo el Bautismo como iniciación cristiana. BREVE APROXIMACIÓN METODOLÓGICA: EL MÉTODO O LOS MÉTODOS
Para abordar la búsqueda de los antecedentes del Bautismo se ha preferido establecer como base dos textos que utilizan dos tipologías: el paso del Mar Rojo (1Co 10,1-5) y el Diluvio Universal (1P 3,18-22). Sin embargo el punto de partida no es el estudio tipológico de los textos, aunque evidentemente nos detendremos en, este problema, sino el estudio de estos escritos a la luz de la literatura hebrea antigua. Jean Daniélou afirmaba de manera contundente: «resulta seguro que el 20 Bautismo cristiano tiene contactos con costumbres judías» . Es por ello que la búsqueda de textos que faciliten la comprensión de los escritos del NT nos parece fundamental para nuestro trabajo. Así uno de los objetivos principales de este estudio es la investigación de los textos-fuente y contextuales21 que se encuentran al origen de estos escritos. Entre los métodos para el estudio del NT, se utilizará en primer lugar el método histórico-crítico, que como indica la Pontificia Comisión Bíblica «es el método indispensable para el estudio científico del sentido de los textos antiguos»22• Este método nos ayudará a fijar el texto estudiado, pero el método se completará con otros métodos ya que, cómo recuerda la misma Comisión Bíblica, el cristianismo ha
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années de recherches (fin)», RevScRel30 (1956), pp. 261-282. J. Daniélou, Teología del Judeocristianismo, Madrid 2004, p. 408. El mismo Daniélou escribe: «No parece que los usos judíos hayan actuado sobre la práctica primitiva, sino que surgen en el momento en que se quiere dar una primera organización a los sacramentos instituidos por Cristo. Esta organización aparece en la Didaché», in Ibid., p. 409. Sobre la importancia del estudio de los textosfuente y contextuales, cf. M. Pérez Fernández, Textos fuente y contextuales de la narrativa evangélica: metodología aplicada a una selección del evangelio de Marcos (BibMid 30), Estella 2008. En esta obra el autor presenta además su método exegético. .1 PCB, La interpretación de la Biblia en la Iglesia, Cittá del Vaticano 1993, p. 30.
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nacido en el seno del judaísmo del primer siglo y en los textos del NT 23 se encuentran muchas veces procedimientos de exégesis judía • · Debido a la naturaleza de estos escritos, el conocimiento de las técnicas exegéticas y de la literatura circundante en el ambiente en el cual nacen los textos es fundamental para avanzar en nuestra investigación. Sin embargo en la inmersión de este océano textual, como es la literatura peritestamentaria, se procederá con atención para no caer 24 en lo que Sandmel define una «paralelomanía» • La utilización en los estudios del NT de las tradiciones que presenta la literatura targúmica o rabínica, puede suponer para algunos 25 autores un problema debido en ciertos casos a su datación . En lo que respecta al Targum, ya ha sido demostrado por varios estudios su 26 importancia, validez y antigüedad en las tradiciones que presenta • En el caso de la literatura rabínica, partimos de la base que en ella se pueden encontrar tradiciones antiguas y que, por parte de los redactores del texto, ha habido un cuidado en la transmisión de la Tradición. Este cuidado en la transmisión es debido al hecho que no sólo se considera sagrado el texto de la Torah escrita (:m:i:::iw :11,n) sino también la Torah oral (:i!:l ?'.11::Jlll :iiin)27• Gerhardsson subraya como los rabinos, aunque eran conscientes de la diversidad de fuentes y de los orígenes del material, han visto siempre la Torah oral como la interpretación de 28 la Torah escrita, «una interpretación dada por Dios en el Sinaí» • La riqueza de la interpretación viene expuesta por el mismo rabinismo con la conocida frase «La Biblia tiene setenta caras (:11,n:::i tl'J!:l tl''.11::Jlll lll')» (NmR 13,15), que muestra la riqueza inagotable del texto sagrado.
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Cf. PCB, El pueblo judío y sus Escrituras Sagradas en la biblia cristiana, Madrid 2002,
§§ 12-14, pp. 28-32. 24 25 . 26
27 28
S. Sandmel, «Parallelomania»,JBL 81 (1962), pp. 1-13. Cf. R. Bloch, «Note méthodologique», p. 198. Cf. L. Díez Merino, «Los estudios targúmicos en el "Segundo Congreso de la Asociación Europea para los estudios judaicos" (22-26 julio 1984)», EstBib 43 (1985), pp. 373-384; F.G. Voltaggio, La oración, pp. 427-442. Cf. b.Shab 31a. Cf. B. Gerhardsson, Memory and Manuscript. Oral Tradition and Written Transmission in Rabbinic Judaism and Ear/y Cbristianity. Tradition and Transmission in Ear/y Cbristianiry, Grand Rapids 171 Michigan 1998, p. 82; mAbot 1,1.
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Introducción 29
El método comparativo propuesto por R. Bloch será otro de los métodos al que se recurrirá en el estudio de los textos. Este método ha sido empleado y desarrollado por varios investigadores. Se compararán los textos no sólo de diferentes recensiones sino también en diferentes lenguas. La idea metodológica de comparar los textos se aplicará en parte al texto del Nuevo Testamento. Las versiones que se utilizarán en este trabajo serán la Septuaginta, la Vetus Latina, la Vu(gata, los targumim y la PefitJa'º. En general se procederá en cuatro partes. En una primera parte se presentarán los textos de manera sinóptica; lo que permitirá ver en un primer momento los añadidos o enmendaciones sufridas por el texto en sus diversas versiones. El método histórico-crítico, entre otros métodos utilizados, nos ayudará en el establecimiento del texto para el NT. Con respecto al AT consideraremos el TM como el texto base en la edición de la Biblia Hebraica S tuttgartensia, aunque evidentemente se tendrá en cuenta el aparato crítico presentado. Una vez fijado el texto, se pasará en un segundo momento a la traducción del mismo en las diversas versiones. Posteriormente, se analizaran las diferentes versiones con atención especial a los problemas sintácticos o gramaticales. En esta parte se apreciará de manera particular que, muchos de los problemas que puede presentar la versión de un texto, se pueden clarificar por la versión de otro, encontrando posibles soluciones. El 29
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Cf. R. Bloch, «Note méthodologique», pp. 194-225; R. Bloch, «Note sur l'utilisation des fragments de la Geniza du Caire pour l'étude du Targum Palestinien», RE] 114 (1955), pp. 5-35. R. Bloch, «Quelques aspects de la figure de Moi:se dans la tradition rabbinique», CSion 8/1 (1954), pp. 93-170. Sobre la aplicación del método en diversos autores véase F.G. Voltaggio, La oración, pp. 4448. Se podría pensar en la novedad absoluta de esta aplicación metodológica pero ya Isidoro de Sevilla en sus Etimologías aplica un método semejante: Erym IX,1,3: «Tres son las lenguas sagradas: la hebrea, la griega y la latina, que de una manera especial destacan en todo el mundo. En esas tres lenguas Pilatos escribió sobre la cruz del Señor la causa de su muerte. El conocimiento de estas tres lenguas es necesario debido a la oscuridad que presentan las Sagradas Escrituras: cuando alguna palabra de estas lenguas entrañe una duda gramatical o de significado, podrá recurrirse a alguna de las otras dos». La aplicación textual del pensamiento de Isidoro mostrará la fecundidad del método.
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último paso que se establecerá será el estudio de las diversas tradiciones que se encuentran detrás del texto. Es aquí donde la literatura peritestamentaria entra en función de manera particular, ya que se intentará seguir la línea de la tradición o tradiciones y ver su evolución en lo que se refiere a la práctica y teología del Bautismo. Este esquema lo seguiremos en cada capítulo cuando se afrontarán los diversos textos. El primer capítulo servirá de base orientativa para establecer el estado de la cuestión sobre el bautismo. Aquí profundizaremos fundamentalmente dos temas que están relacionados intrínsecamente con el bautismo: la purificación y los prosélitos. Se comenzará con la lectura de algunos textos proféticos donde ya aparece la simbología del agua y del Espíritu en un contexto de purificación. Se continuará estudiando el problema de los prosélitos en la Biblia y la evolución del término que ocupará una parte importante del capítulo, para terminar con un estudio sobre el bautismo en los Manuscritos del Mar Muerto". Una vez establecido el marco contextual e histórico sobre estos temas relacionados con el bautismo, se pasará al estudio de los dos textos del NT que corresponden a las dos tipologías veterotestamentarias. En el capítulo II se comenzará con una visión general del Bautismo en el NT. Seguidamente veremos la relación entre circuncisión y bautismo. Se continuará analizando el texto de 1Co 10,1-5, donde Pablo hace referencia al «bautismo de Moisés» y al paso del Mar &jo entre otras cosas. Se estudiará el texto en su contexto y se intentará deducir los textos fuente de literatura peritestamentaria que han podido servir o influenciar al apóstol. El último capítulo estará dedicado a un pasaje de la primera carta de Pedro. La tipología del Diluvio Universal que utiliza el apóstol nos permitirá estudiar la relación entre la figura de Noé, el Diluvio Universal y el Bautismo. El uso de la figura del Diluvio para referirse al Bautismo no es tan conocido como el paso del Mar Rqjo. Esto nos dará la oportunidad de ver si ya en el siglo I de nuestra era existía algún tipo de relación entre las purificaciones y esta figura. 31
Utilizaremos en este punto el término «bautismo» en el sentido de «baño de inmersión» sin que tenga por ello una connotación cristiana.
S. I a.C.
Cronología de los textos A continuación presentamos brevemente y no de forma exhaustiva la datación de los textos más importantes que utilizaremos en el siguiente estudio. Para ello se tendrá en cuenta los trabajos realizados por los autores que han estudiado de manera particular cada obra y el cuadro presentado por F. Voltaggio32 que hemos adaptado a este estudio. Esto nos ayudará a ver de manera más clara cómo en muchos casos la línea temática de la tradición no ha cambiado a lo largo del tiempo y en otros nos ayudará a ver en qué momento se ha producido un cambio, una enmendación o un añadido.
Mss. del Mar Muerto 1QS
Literatura peritestamentaria Literatura hebrea antigua. Apócrifos del AT 3M (o I d.C.)
S. Id.C. Mss. del Mar Muerto
Literatura cristiana
S. 111 a.C.: La versión de los LXX comienza a redactarse.
S. II a.C.: En el S. II se asiste a la difusión de algunos libros de los 33 LXX en la cuenca Mediterránea en ambiente helenístico • Literatura peritestamentaria Versiones BíblicasMss. del Mar Muerto Literatura hebrea antigua Apócrifos del AT Se difunde la 1QH; 1Q20; 4Q214; versión de los LXX 4Q201 32
33
1Hen 6-36; 72-107;Jub;Aristeas
Copia de Antes del 1QH;4Q414 70
tamento, Madrid 1982, pp. 49-51. Sobre el texto de los LXX y su transmisión, cf. F. Marcos Natalio, Introducción a las versiones griegas de la Biblia (TECC 23), Madrid 1979; M. Harl, La Bible D'Alexandrie: La Genése. Traduction du texte grec de la Septante. Introduction et notes par Marguerite Har4 professeur a la Sorbonne (Bible d'Alexandrie / LXX 1), Paris 1994,
Cartas paulinas
Después del 70
¿S. I o inicio S.
II?
34
35
Literatura peritestamentaria Literatura hebrea antigua. Apócrifos del AT 1Hen 37-71; AssMos; Obras de Filón34; 4M; 2Hen
Literatura rabínica y midrásica
LAB; Vit4d;
Alrededor del 70
F.G. Voltaggio, La oración, pp. 59-60. Para las dataciones de las obras nos hemos servido de la siguiente bibliografía: J. Neusner, Introduction to Rabbinic Literature (AncBRL 10), New York 1994; G. Aranda Pérez, - al., Literatura Judía Intertestamentaria (Intr.EB 9), Estella 2005; G.W.E. Nickelsburg, Jewish Literatsr» between tbe Bible and the Mishnah. A Historical and Literary Introduction, Philadelphia 1981. Las introducciones en A. Dup0nt-Sommer - M. Philonenko, La Bible: Écrits Intertestamentaires (Bibliothéque de la Pléiade 337), Ligugé 2006; J.H. Charlesworth, The Old Testament Pseudepigrapha and tbe New Testament. Prolegomena far the Study of Christian Origins (MSSNTS 54), Cambridge 1985; A. Díez Macho 111 al., Apócrifos del Antiguo Testamento. l. Introducción general a los Apocrifos del Antiguo Tes-
pp. 7-10.
XLI
Introducción
Introducción
XL
ApMos 1 p (73-92?)35; Did; 1Clem (95-98)
Obras de Flavio Josefa?; 4Esd
Literatura tannaíta 2ª generación (90-130); R. Ismael; R. Aqiba
2Bar (ante 135); Jos.As; ApAbr
Bogaert sostiene que las obras de Filón no pueden ser después del 70, cf. Les Antiquités Bibliques: Introduction Littéraire, Commentaire et Index, ed. Ch. Perrot 111 P.M. Bogaert (SC.230) II, Paris 1976, pp. 66-74. Cf. J.H. Elliott, 1 Peter: A New Translation With Introduction and Commentary (AµcYB 37B), NewYork 2000, p. 138.
Introducción
XLII S. 11 d.C.
Versiones Bíblicas
Aq; Teod; Sim
Literatura cristiana
Barn; Obras de Justino (ante 162)
Literatura peritestamentaria Literatura hebrea antigua. Apócrifos del AT TestAbr, TestXII (material del s. II a.C.)
S. 111 d.C.
Versiones Bíblicas
Literatura cristiana
Literatura peritestamentaria
Literatura Literatura rabínica y hebrea antigua midrásica Apócrifos del AT Se comienza la redacción de la Misná. Mekh (trad. R. Ismael; R. La "VI.., se Obras de JBar (problemas de Aqiba). SNm y SDt difun~e_entre Orígenes (255) datación: I-III d.C.) (trad. R. Ismael; R. los cristianos. Aqiba). ARN (ss. IIIIV)
S. IV d.C. Versiones Bíblicas
Vg (390-405)
Literatura cristiana
Obras de Jerónimo (c. 340-420)
Literatura peritestamentaria Literatura rabínica y midrásica MekhRSh (ss. IV-V pero con tradicio~ nes tannaíticas) Tostfta' (ss. IV-V pero con tradiciones tannaíticas)
Introducdón
XLIII
S. V-Xd.C. Versiones Bíblicas Literatura cristiana Literatura peritestamentaria Literatura rabínica y midrásica Literatura amoraíta (ss. N-V) Talmud de Jerusalén (ante 426427) Talmud de Babilonia (s. V) GnR(s. V) Procopio de Gaza NmR (s. IX pero con material Redacción de la Pef (c. 465-528) más antiguo) (pero la versión del Isidoro de Sevilla LvR (ss. V-VI) AT es más antigua) (c. 560 - 4 April 636) PRE (s. IX) DtR (ss. V-VIII) CodProj(s. X) SER(s. X) ExR(s. X)
Capítulo I Antecedentes del bautismo en el AT y en la literatura peritestamentaria En esta primera parte se presentarán los antecedentes del Bautismo, a través de la metodología que se va a utilizar en este estudio. Todo ello, nos aportará una visión general del simbolismo y de la liturgia que han preparado la teología y la práctica del Bautismo en los albores de la Iglesia naciente. El Bautismo tal corno lo conocemos hoy, ha tenido una preparación en el tiempo y una progresión en la Revelación. Para poder comprender esta progresión es necesario detenernos en el simbolismo profético del bautismo, donde se pueden individualizar, a través de la simbología utilizada por los profetas, algunos elementos que se encontrarán más tarde en lo que será el Bautismo. Otro elemento a tener presente es la práctica del bautismo de los prosélitos, que algunos autores han considerado como el antecedente más próximo del bautismo cristiano. El bautismo en los Manuscritos del Mar Muerto concluirá esta visión general. Evidentemente, se entiende en este último punto la palabra bautismo en el sentido puro de inmersión en el agua. Con respecto a la metodología se presentarán en sinopsis el texto y la traducción de las diferentes versiones. Seguidamente se analizarán los textos y las versiones del TM (LXX, l/L, Vg, Pef y los targumim) confrontándolas y estudiando sus diferencias. Una vez realizado este estudio continuaremos con el estudio de la tradición, lo que nos ayudará a ver la interpretación del texto en diferentes fuentes. Se terminará con una conclusión en cada punto que nos introduzca nuevas perspectivas en el tema objeto del estudio. l. EL SIM:BOLISMO PROFÉTICO DEL BAUTISMO En el Antiguo Testamento podemos encontrar varias figuras que han sido interpretadas y asociadas al bautismo: las aguas de la creación, el 1 Diluvio Universal, el paso del Mar Rojo y la circuncisión judía. El simbo-
Cf. DB, "Baptefne", I, col. 1433-1442.
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lismo del agua y del espíritu, aparece sobre todo en los profetas en un contexto particular de alianza. Por este motivo, no podemos dejar de profundizar en algunos textos fundamentales si buscamos los antecedentes teológicos y litúrgicos del Bautismo.2 Hemos preferido escoger los textos más significativos que se encuentran en los profetas y estudiarlos situándolos en su contexto y en la tradición. De esta manera podremos avanzar en la comprensión de los antecedentes de nuestro Bautismo.
1. El profeta Isaías 1.1. Is 4,4 En los primeros capítulos del libro de Isaías se encuentra una referencia en la que el profeta, en un contexto de purificación y protección de Jerusalén (Is 4,2-6), une el concepto de "purificación" con el de "lavarse" y con el de "espíritu". a) Is 4,4. Sinopsis de las versiones n~~ n~ .&v ul&v púnov 'tOV filiorum
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Cf. F. Manns, Le .rymbole, pp. 33-63.
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Cap. l. Antecedentes del Bautismo Cristiano
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b) Traducción del texto' TM: Cuando haya lavado el Señor la inmundicia de las hijas de Sión, y haya limpiado la sangre de en medio de Jerusalén con espíritu de justicia y espíritu abrasador. LXX: Cuando lavará el Señor la inmundicia de los hijos y las hijas de Sion (tóv púnov .&v ul&v Kai .&v 0uyméprov) y haya limpiado la sangre de en medio de ellos, con espíritu de justicia y espíritu abrasador. VL: Cuando lavará el Señor la suciedad de los hijosy las bijas de Sion (ftliorum et ftliarum Sion) y la sangre limpiará de en medio de ellos, con espíritu de justicia y espíritu abrasador. Vg: Cuando habrá lavado el Señor la inmundicia de las hijas de Sión, y habrá limpiado la sangre de en medio de Jerusalén con espíritu de justicia y espíritu de ardor. Pef: Y lavará el Señor la inmundicia de las hijas d~ Sión, y la sangre quitará de en medio de Jerusalén con espíritu de justicia y espíritu abrasador. Tgf: Cuando baya quitado (,,i1,) Yhwh la inmundicia de las hijas de Sion y haya echado de en medio de ella a quienes den-aman sangre inocente (,:ir !:l1 ,,wK) en Jerusalén con sentencia de justicia y con sentencia de conclusión (K.,,~,. -,~,~:i, r1 -,~,~:i).
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Veremos en sinopsis sólo los versículos más importantes para nuestro trabajo. Las ediciones críticas utilizadas para las traducciónes son las mencionadas en la bibliografía y las traducciones de los textos serán lo más literarias que se pueda, para poder identificar mejor las diferencias entre las versiones. Además en cursiva se pondrá el texto que difiera del TM. De las versiones latinas hemos preferido dar el texto más antiguo de cada versículo, ya sea el africano o el europeo denominados por las siglas K, C y E en la edición de R. Gryson, Vetus latina. Die Reste der altlateinischen Bibel. I-II. Esaias, Freiburg 1987-1997.
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c) Análisisy tradición de las diversas versiones Nos encontramos en los primeros capítulos del libro de Isaías, donde 4 el profeta anuncia con el término «germen de Yhwh» un tiempo de juicio escatológico. Una nueva creación (Is 4,5) parece que comienza después de la purificación de Jerusalén (Is 4,4). El versículo está construido de manera concéntrica, donde los complementos «inmundicia» n~j! n~ y «sangre» '7.?'ríl~l se encuentran entre los verbos «lavar» ftll y «limpiar» mi. Al verbo t111 lo acompañan dos complementos de medio: «con espíritu de justicia» ~~1¡m m,::;i y «con espíritu abrasador» ¡:¡;~ t11i:;i. Sin embargo estos complementos se podrían aplicar gramaticalmente también al verbo ftll ya que los verbos están coordinados. También se puede interpretar que a la purificación por el agua le sigue una purificación del espíritu. Pero como han mostrado algunos autores es difícil pensar que la purificación porel agua sea el símbolo de la purificación por el Espíritu y es preferible hablar de binomio agua-Espíritu.5 La versión de los LXX no presenta muchas diferencias con el TM.6 El texto griego amplía la aplicación del pasaje', no sólo serán las hijas de Sión las que serán lavadas, sino también los hijos. El pasaje de los LXX omite el nombre Jerusalén y lo sustituye por el pronombre m'.rcéov. De esta manera, se resalta el hecho que la purificación se realizará a los hijos y a las hijas de Sión. La expresión «con espíritu abrasador» m,:;i ¡:¡;~ viene traducida literalmente como
4
Para algunos autores es difícil identificar en este pasaje el término nlJ~ con el Mesías, ya que está en paralelo al significado "fruto de la ti.erra". De hecho la mayoría de los exégetas interpretan el v. 4 como una promesa de renovación en la fertilidad del terreno. De todas formas la interpretación en sentido mesiánico es posible, como indica Childs. Cf. B.S. Childs, lsaia, Brescia 2005, p. 45. Cf. H. Cazelles, "Quelques questi.ons de critique textuelle, historique et littéraire en Is 4, 2-6", Eretz:fsrael 16 (1982), pp. 17-25; F. Manns, Le symbole, p. 45, n. 21. Mello opina que los LXX realizan una lectura menos anti.feminista que el TM. Cf. A. Mello, Isaia. Introduzjone, traduzjone e commento (Nuova versione della bibbia dai testi. anti.chi 10), Torino 2012, p. 66. Ireneo de Lyon comenta que ésta purificación la ha realizado Cristo lavando los pies de sus discípulos, es decir de toda la humanidad. Ireneo explica que "qui enim pedes lavit discipulorum totum sancti.ficavit corpus et in emundati.onem adduxit", in Ireneo de Lyon, Adv Raer IV,22,1.
5
Cap. I. Antecedentes del Bautismo Cristiano
Cap. I. Antecedentes del Bautismo Cristiano
1tVsúµan Kaúocro<;.8 De las versiones latinas, aunque no nos detendre-
mos en su análisis, es interesante destacar que la Vetus Latina concuerda con la Septuaginta mientras que Vuefgata y el texto siríaco de Pefitta al Texto Masorético. 9 Otra versión que aporta cambios significativos es la del tárgum. El Tgf Is realiza una lectura mesiánica del texto. Al targumista no le importa identificar en Is 4,2 el término «retoño» n~~ con el Mesías, puesto que escribe directamente «Mesías» KCPW~. Además no tiene problemas en utilizar «Dios» ,,, en Is 4,4, al contrario del TM que utiliza «Señor» '~1~. Por otra parte, más que de una purificación, se trata de desterrar a los que han derramado sangre inocente en J erusalén. Así el targum sustituye el nombre «espíritu» nn del TM por la palabra «sentencia» i~'I.?, que tiene un carácter legal en el campo judicial, pero aquí estamos en el contexto del juicio divino." Otra aplicación del versículo en lectura mesiánica la encontramos en GnR 48, 1 O donde se habla de las gracias que recibirá el hombre en el futuro mesiánico. 1.2. Is 12,3 a) Sinopsis de las versiones 1itvtn uer' cucppooúvr¡<;
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El texto de 1Q!saa 4,4 presenta la variante i'.110 nn:::i. La literatura rabínica ha interpretado también este versículo. En b.Sot 12b, sirve de prueba para justificar el baño de la hija del faraón como una purificación de los ídolos de su padre, ya que se convierte en prosélita (cf. Ex 2,5). En el Midraf Tanbuma' sirve de comparación entre José y Sión (cf. TanB Gn Wayyggas 11). Armenteros observa como todo el capítulo realiza una lectura tipológica de los textos del AT, cf. V.M. Armenteros, Midraf Tan/:iuma' Génesis: Edición de S. Buber (BibMid 31), Villatuerta 2009, p. 425, n. 61. Esta lectura está basada en un principio rabínico que el autor del midraf resume con la frase: "todo lo que le pasó a José, le pasó a Sión (1i''.!i7 '.lli'K '.lli'KW ;-m '?:i)", in TanB Wayyggas 11. Este principio será aplicado en el cristianismo por los Padres de la Iglesia viendo como las Escrituras se cumplen en Jesús. Pesiqta' Rabbati, justifica el comentario sobre el versículo de Is 40, 1 (PesR 29 /30b,4). Chilton especifica que este versículo es "in the context of divine judgment". Cf. B. Chilton, Tbe Glory of Israel. Tbe Theology and Prouenience of tbe Isaiah Targum, Sheffield 1983, p. 61;-p. 142, n. 17.
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Cap. l. Antecedentes del Bautismo Cristiano
Cap. l. Antecedentes del Bautismo Cristiano VL
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b) Traducción del texto TM: Y sacaréis agua con alegría de las fuentes de la salvación. LXX: Y sacaréis agua con alegría de las fuentes de la salvación. 1/.L: Y brotará el agua con deleite (delectatione) de las fuentes de la salvación. Vg: Y sacaréis agua con alegría (gaudio) de las fuentes de la salvación. Pef: Y sacaréis agua con alegría de las fuentes de la salvación. Tgf: Y recibiréis nueva enseñanza (mn 1!:l?K 111:i::i¡;,m) con alegría de los escogidos porjusticia (Kj?1;l '"l'n::i~ Knn::i). c) Análisisy tradición de las diversas versiones Para algunos autores", los vv. 1-6 que son corno un breve salmo de acción de gracias y alabanza a Dios, han sido incluidos para poder concluir el Libro del Emmanuel El autor presenta un canto a la salvación y a la experiencia redentora. En el centro del salmo se localiza la salvación (vv. 2-3) prometida por Dios en los capítulos anteriores. También se hallan algunas similitudes con el cántico de Moisés (Ex 15,2). La acción de «sacar agua» t:l'~ :JKIZl, se utiliza la mayoría de las veces en los textos bíblicos en un sentido cultual, pues el agua se saca para realizar libaciones sobre el altar del Señor.12 Y la expresión «de las fuentes de la salvación» :i~11Zl;;J 'J;~~I;), es un complemento propio de Isaías, que ha dado lugar a múltiples lecturas por parte de los 11
12
Cf. P. Auvray, Isate: 1-39 (Sources Bibliques), Paris 1972, p. 149; J.D.W. Watts, Isaiah 1-33 (WBC 24), Waco 1985, pp. 181-184. Cf.Jos 9,23.27; 1S 7,6; 2S 23,16; 1Cr 11,18.
7
Padres de la Iglesia.13 El sustantivo «salvación» ;i~11Zl;, ha sido traducido por los LXX con oro'ti¡p10v, palabra que además de indicar la salvación la encontramos muchas veces en el lenguaje cultual para · 14 expresar un sacnºfi1c10. Como vemos en el estudio comparativo de las diversas versiones, no existen diferencias importantes entre el TM con la versión de los LXX, ni tampoco con las versiones latinas o siriaca. Sin embargo, en la versión del targum aparece una lectura del texto que hay que tomar en cuenta, ya que interpreta el «sacar agua con alegría» del TM, con el hecho de recibir una «nueva enseñanza». El «sacar agua» ha sido también interpretado asimilando el agua al Espíritu Santo, como encontramos en los textos de época amoraíta y que aparecen en relación con la fiesta de Sukkot.15 Por otra parte, ya no son las fuentes 16 de la salvación las que darán la enseñanza (1!:l?K) , sino que ésta será impartida por los "escogidos por justicia". El agua en la tradición rabínica es figura de la Ley.17 En CD-A VI, 4 leemos que «el pozo es 18 la Ley» y en el Tg Is encontramos varios ejemplos de esta lectura. A 13
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15 16
17
18
San Jerónimo las identifica las "fuentes de salvación" con el Bautismo. Cf. Jerónimo, Comm Is, 2, col. 66. Cirilo de Alejandría en su comentario a Isaías interpreta las "fuentes de salvación" con Cristo, cf. Cirilo de Alejandría, Comm Is, 2,1. Finalmente para Teodoreto de Ciro, las "fuentes de salvación" son las Sagradas Escrituras, cf. Teodoreto de Ciro, Comm Is, 4ª sec., § 590. Cf. Lv 3,3.9; 4,10.35; 7,20.21.29; Nm 6,18; 10,10; 29,39; Jos 21,27.29; 2Cr 31,2; Ez45,17. Cf.j.Suk 5,1, 55a; PesR 1,2. Aunque el término l!l?N se traduzca como «enseñanza, instrucción», se atesta también el empleo de la palabra en el sentido de «Ley». Cf. TgN Gn 49,15; TgJ Is 32,6; DJPA, "r¡'iN", pp. 60-61. El agua como figura de la Torah es un elemento conocido en el judaísmo. Cf. W.D. Davies, Torah in the Messianic Age and / or the Age to Come CTBL.MS 7), Philadelphia 1952, p. 70s. Sobre la tradición del agua en el judaísmo cf. G. Bienaimé, Moise et le don de !'eau dans la tradition juive ancienne: targum et midrash (AnBib 98), Roma 1984; R. Le Déaut, The Message oJ the New Testament and the Aramaic Bible (Targum) (SubBi 5), Rome 1982, p. 38, n. 86; R. Le Déaut, La nuit pasea/e. Essai sur la signiftcation de la Páque juive d partir du Targum d'Exode XII,42 (AnBib 22), Roma 1980, p. 303; J. Ribera Florit, El Targum de Isaías. La versión aramea del profeta Isaías (BibMid 6), Valencia 1988, p.103, n. 3. Cf. TgJ Is 32,6; 41,17; 55,1.
pesar de todo, el versículo ha sido poco comentado en la literatura rabínica. Entre las escasas referencias, encontramos una cita en la Gemara de b.Suk 48b a propósito de la libación en la fiesta de Sukkoty una polémica sobre los minim.19 En este sentido, F. Manns muestra como la tradición no sólo relaciona el agua con la ley sino también, entre otros símbolos, se encuentra el nexo entre la fiesta y el símbolo del Espíritu20• De los diferentes textos que presenta el exégeta, uno de los más interesantes es el de RutR 4,8: "Si tienes sed, ve donde están las jarras y bebe de lo que habrán sacado los jóvenes. Esta es la casa de la extracción (:i:::i.Nit0;i íl'J.)21 y ¿por qué es llamada extracción? porque allí extraían del Espíritu Santo (t01¡,;i nn l'J.N1tll), como se dice: Sacaréis aguas con gozo de las fuentes de la salvación (Is 12,3)".
En este texto se muestra claramente que la tradición ha interpretado el agua y el Espíritu en una misma realidad. Más adelante veremos cómo la utilización del símbolo de agua y Espíritu se encuentra de forma abundante en los textos del NT.
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1.3. Is 44,2-3
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a) Sinopsis de las versiones. v. 2
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Sobre la libación en la fiesta de Sukkot véase R. Vicent,. La fiesta judía de las Cabañas (Sukkot). Interpretaciones Midrásicas en la Biblia y en el Judaísmo Antiguo (BibMid 17), Navarra 1995, p. 186s; m.Suk 4,9; 5,1. Cf. F. Manns, Le .rymbole, pp. 220-232. Sobre la expresión :i::i~1tll:1 n'J., cf. F. Manns, Le .rymbole, p. 221, n. 95.
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Cap. l. Antecedentes del Bautismo Cristiano
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b) Traducción del texto
v.2 TM: Así dice Yhwh: el que te hizo y el que te formó, desde el vientre te auxilia: No temas, siervo mío Jacob, Yesurún, a quien elegí. LXX: Así dice el Señor Dios: el que te hizo y el que te formó desde el vientre. De ,nuevo serás qyudado ('En ~ori0ri0ficrn), no temas, hijo mío Jacob y el amado Israel (ó iirunriµtvoc; 'fopur¡A), a quien elegí. VL: Así dice el Señor Dios que te hizo y te ha modelado en el útero. Vg: Así dice el Señor, el que te hizo y el que te formó, desde el útero, te auxilia: No temas, siervo mío Jacob,y el más recto a quien elegí. Pef: Así dice Yhwh: el que te hizo y el que te formó, en el vientre y te auxilia: No temas, siervo mío Jacob e Israel (l..v:n.r
v. 3 TM: Porque derramaré agua sobre lo sediento, y torrentes sobre el suelo seco; derramaré mi Espíritu sobre tu simiente, y mi bendición sobre tu descendencia. LXX: Porque yo daré agua a los que caminan con sed en un lugar desértico (ótt tym 8cocrro Mrop év 8h¡m wi<; nopeuouévou; ÉV avú8pq:>); derramaré mi Espíritu sobre tu simiente y mis bendiciones sobre tus hijos. VL: Porque yo daré agua en la sed a los que caminan sedientos y pondré mi Espíritu en tu simiente. , Vg: Porque derramaré agua sobre lo sediento, y torrentes sobre el suelo seco; derramaré mi Espíritu sobre tu simiente, y mi bendición sobre tu estirpe.
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Pef: Porque daré agua en la región seca, y torrentes en el suelo seco; derramaré mi Espíritu sobre tu simiente, y mi bendición sobre tus hijos. TgJ: Porque así como (N~:J 'iN) se dan las aguas sobre un lugar de sed y fluyen sobre la tierra seca, así (r:i) daré mi Espíritu Santo sobre tus hijos y mi bendición sobre los hijos de tus hijos. c) Análisisy tradición de las diversas versiones Algunos autores dan el apelativo «oráculo de salvación» a la sección Is 44,1-5.22 Pero la mayoría de los exégetas23 opinan que el segundo Isaías, presenta el regreso del exilio como un nuevo éxodo. El profeta retoma el símbolo ya utilizado de agua-Espíritu y anuncia la obra que Dios está por realizar: derramar su Espíritu y bendecir a su pueblo. La fórmula con la que comienza el versículo «así dice el Señor» l~l$-;i:D 24 ;i ;i;, es típica en fa introducción de oráculos divinos. El oráculo 4 comienza con una exhortación de ánimo de parte de Dios: "No temas, siervo mío, Jacob" (Is 44,2). El nombre «Yesurún» 1~lt,/J; es la forma poética de Israel que los LXX traducen como ó ,;yunriµsvoc; fopuriA «el amado Israeb-". El verbo «elegir» llJ~ es típico del deuteroIsaías y muestra la elección divina26. La acción creadora de Dios aparece desde el inicio del oráculo, especialmente en lo que se refiere a la elección de cada miembro del pueblo. El v. 3 muestra lo que Dios hará como consecuencia de esta elección. El profeta utiliza un paralelismo con el verbo «derramar» Pl:, que será utilizado con dos complementos directos: agua y Espíritu. Está claro que la imagen de «lo sediento y el suelo seco» se refiere al desierto. Es en este desierto que Dios derramará agua para transfor-
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Cf. J.D.W. Watts, Isaiah 34-66 (WBC 25), Dallas 2002, p. 143; K. Baltzer - M. Kohl, Deutero-Isaiah. A Commentary on Isaiah 40-55 (Hermeneia), Minneapolis, 1999, p. 184. Cf. C.R. North, The Second Isaiah. Introduction, Trans!ation and Commentary to Chapters 40-55, Oxford 1964, p. 132. 'Cf. Joüon - Muraoka, p. 344, §102h. Cf. BDB a la voz 1nt,?,,\ p. 496. Este término sólo lo encontramos además de Isaías en Dt 32,15; 33,5.26. El verbo 10:¡l construido con la preposición :;i, como en este caso, se refiere a la elección divina. Cf. BDB a la voz 10;¡, p. 103.
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marlo en un vergel.27 El sustantivo «torrentes» tl'?TJ, acentúa la antítesis del versículo. En la sequedad del desierto, Dios derramará torrentes de agua. El término empleado recuerda a Ex 15,8.19, donde aparecerán también estos torrentes en el desierto pero con otro cometido: liberar al pueblo del ejército del Faraón. La primera parte del versículo, con los términos agua/torrentes28, prepara a la segunda: espíritu/bendición. Sin embargo el v. 4 muestra la equivalencia de la comparación anterior. Israel como una tierra seca, renacerá gracias al 29 Espíritu vivificante de Dios. El oráculo recuerda a Is 32,15-20 donde el profeta utiliza la simbología de agua-Espíritu finalizando en el v. 20 con un macarismo, donde el agua simboliza la fertilidad y la bendición. El texto de 1Qiscf añade el término p (así, de esta manera) en el v.3, lo que indica que el acto de derramar agua se comprende como un símbolo de derramar Espíritu. Esta lectura ha continuado en la tradición hebrea. El Targum en este versículo de Is 44,3 es aún más claro en lo que se refiere a la simbología agua-Espíritu como hemos visto. El Targum comienza con la expresión «así como» K7D 'iK, que proporciona la primera parte de la comparación: «porque así como». En la segunda parte, al igual que en 1Qiscf, se introduce el adverbio «así» r:i.3° Con respecto a las versiones siriaca y latinas no existen
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Cap. I. Antecedentes del Bautismo Cristiano
Cap. I. Antecedentes del Bautismo Cristiano
A propósito de la imagen del desierto, la sed y el agua, Farfán escribe: "Las aguas que el Señor proporciona en estos otros casos, no son para beber, sino de riego; un elemento transformador que renueva, como el Espíritu de JHWH (44,3), la faz del desierto, convirtiéndolo en bosque frondoso (41,19; 44,4) en jardín de JHWH (51,1)", in E. Farfán Navarro, E/ desierto transformado: una imagen deuteroisaiana de regeneración (AnBib 130), Roma 1992, p. 38. North dice que "the pouring out of water and copious rains (v.3) does not refer to the transformation of the desert in preparation for the new Exodus, but to the increase of the Israelite population, which will be effected by the outpouring ofYahweh's Spirit", in C.R. North, The Second Isaiah, p. 132. Para Manns en esta perícopa "il semble que le symbole eau-Esprit soit employé pour la prerniére fois par le prohéte Isaíe", in F. Manns, Le symbole, pp. 39-42. Esta composición comparativa "K~::i 'iK .... r::i", la encontramos varias veces en Tif, TgOnq y otros. Cf. TgOnq Dt 22,26;, Tg]os 3,7; Tg 2S 3,9; Tg 1R 1,30; Tif Is 28,21; 55,9.10; 62,5; 66,22; Tif Jr 13,11; 46,18.
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grandes diferencias. 31 La Vetus Latina en este caso tiende a sintetizar el mensaje del profeta con respecto a la Vulgata pero no se encuentran mayores cambios. 2. Ezequiel y el don del agua Uno de los textos más importantes que presenta el simbolismo aguaEspíritu, es el oráculo del profeta Ezequiel. El contexto en el que se presenta es el de una gran tragedia. Jerusalén ha caído (Ez 33,21-22) como estaba previsto por Dios, pero entonces es cuando se vuelve a presentar la misión de Ezequiel: "Sabrán que había un profeta en medio de ellos" (Ez 33,33). En este ambiente de muerte y destrucción surge el oráculo de salvación. Dios puede crear vida donde no la hay (cf. Jr 31,2; Os 2,16) y comenzar una nueva historia. Después de hablar sobre los pastores de Israel (Ez 34), anunciar que Dios será el pastor de su pueblo, y proclamar un oráculo contra los montes de Edom, llegamos al c. 36 donde se encuentran los oráculos de salvación. Los versículos que interesa analizar (vv. 25-27) se encuentran en esta tercera parte del libro (Ez 36,16-38)32, y forman parte de uno de 33 los tres oráculos de salvación (vv. 22-32; 33-36; 37-38). El profeta anuncia una salvación inminente como una nueva creación, no sin antes recordar, con un lenguaje cultual, el pasado infiel y pecador del pueblo.34 Sin embargo, Dios intervendrá personalmente en la purificación de su pueblo. En este contexto, Ezequiel unifica el tema de la purificación con el agua y el don del Espíritu. 31
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Los Padres de la Iglesia muestran como ha sido comprendido este versículo. Para Jerónimo está claro que el agua que Dios dará es el Bautismo que regenera. Al v. 3 Jerónimo comenta: "Quae ex aqua et spiritu sancto in baptismate renascetur", in Jeronimo, Comm Is, 12, col. 525. Para Cirilo de Alejandría el agua que Dios promete es el Espiritu Santo, cf. Cirilo de Alejandría, Comm Is, 44,3-5, D, col. 920. Teodoreto de Ciro hace referencia a la creación y a sed de la salvación · de las naciones. Para el autor, el profeta se dirige a los que están en Babilonia prometiéndoles el Espíritu, pero no serán ellos sino sus descendientes quienes lo recibirán. Cf. Teodoreto de Ciro, Comm Is, 13ª sec., §§ 289-290. Cf. M. Nobile, "La redazione finale di Ezechiele in rapporto allo schema tripartito", LA 56 (2006), pp. 29-46. Cf. L.C. Allen, Ezekiel 20-48 (WBC 29), Dallas 1990, p. 176. Cf. W. Eichrodt, Ezechiele: capitoli 25-48 (Antico Testamento 22, 2), Brescia 2001, p. 605.
De la perícopa Ez 36,16-38, algunos autores identifican cuatro par35 tes que corresponden a los vv. 16-21, 22-32, 33-36, 37-38. Tres de estas partes se corresponden con los oráculos de salvación. Manns propone una estructura quiástica en los vv. 22-3236, pero no todos los autores comparten esta división37• En Ez 36,16-38 el profeta narra como Israel estando en el destierro además de contaminarse, a causa de sus pecados el nombre de Dios es profanado entre las naciones (v. 21). Si Israel continúa dispersándose, las naciones no tendrán ningún motivo para reconocer a Dios (v. 22). Por este motivo Dios quiere manifestar su santidad, para darse a conocer a las naciones y no por la sola consideración a Israel (v. 23). Además, la fórmula del v. 22 "no hago esto por vosotros" (:iwt ,~~ r:q~ll~? Ñ7) se repetirá en v. 32, lo que manifiesta la insistencia y la voluntad de Dios en que Israel sepa que lo hace para manifestar su santidad y que todo el mundo conozca que él es Dios (cf. v. 23; Ez 37,28; 39,7). Después de anunciar el regreso a 38 la tierra (v. 24), el profeta relata como Dios purificará a su pueblo.
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W. Zimmerli, Ezekiel: A Commentary on tbe Book of the Prophet Ezekiel (Hermeneia 2), Philadelphia, 1983, p. 244; F. Manns, Le symbole, p. 43. El autor nos dice que "le schéma sous-jacent au texte est celui de la promesse accomplissement. La réalité du nouveau peuple est faite par l'Esprit de Dieu sur la base de l'observation des lois de Dieu", in F. Manns, Le 9mbole, p. 44. Cf. W. Eichrodt, Ezechiele, pp. 605-619. Para Allen la estructura quiástica aparece en este capítulo pero en los vv. 17-32, cf. L.C. Allen, Ezekiel 2048, p. 177. Block remarca que la repetición de la frase en los vv. 22 y 32 "creares an effective inclusio for the propethic speech", in D.I. Block, Tbe Book of EzekieL· Chapters 2548, Grand Rapids 1998, p. 337. Aquí se presentan, según Block, los motivos de un nuevo éxodo, cf. D.I. Block, The Book, p. 353.
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simulacris vestris inquinamentis vestris
ab omnibus ab omnibus
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a) Sinopsis de las versiones
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2.1. Ez 36, 25-27
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Cap. I. Antecedentes del Bautismo Cristiano
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b) Traducción del texto
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TM LXX
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VL VR Peí TRf
Peí TRT
TM: Y rociaré sobre vosotros agua pura y os purificaré de todas vuestras impurezas y de todos vuestros ídolos os purificaré. LXX: Y rociaré sobre vosotros agua pura y os purificaré de todas vuestras impurezas y de todos vuestros ídolos, y os purificaré. VL: Y os asperjaré agua pura y os purificaré de todas vuestras imágenes y os purificaré. Vg: Y verteré sobre vosotros un agua pura y seréis purificados de todas vuestras impurezas y de todos vuestros ídolos os purificaré. Pei: Y rociaré sobre vosotros agua pura y seréis purificados de todas vuestras impurezas y de todos vuestros ídolos os purificaré. Tgf: Y perdonaré vuestras culpas (11:J'J1n7 ¡;,i::iwNi) como purificadas con el agua de aspersión y con la ceniza de la vaca [inmolada] por elpecado ( p1b1 Kb:l snorn Nmm oiJ¡;,::i, Nm'1N 'bJ) y seréis puros de todas vuestras impurezas y de todos vuestros ídolos os purificaré.
v.26 TM: Y os daré un corazón nuevo y un espíritu nuevo pondré en vuestro interior y quitaré el corazón de piedra de vuestra carne y os daré un corazón de carne. LXX: Y os daré un corazón nuevo y un espíritu nuevo pondré en vosotros y quitaré el corazón de piedra de vuestra carne y os daré un corazón de carne. VL: Y os daré un corazón nuevo y un espíritu nuevo os daré y quitaré el corazón de piedra de vuestra carne y os daré un corazón de carne. Vg: Y os daré un corazón nuevo y un espíritu nuevo pondré en medio vuestro y quitaré el corazón de piedra de vuestra carne y os daré un corazón de carne.
Cap. l. Antecedentes del Bautismo Cristiano
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Pef: Y os daré un corazón nuevo y un espíritu nuevo daré en vuestro interior y haré pasar el corazón de piedra de vuestra carne y os daré un corazón de carne. Tgf: Y os daré un corazón temeroso C,im) y un espíritu de temor (K?m) daré en vuestras entrañas (11::l'll~J.); y destrozaré el corazón que [es] malvado, que él [es] duro (e,,¡;,n K1;-Ji Klllll1i KJ.? 1J.nK1) como una piedra, de vuestra carne; y daré a vosotros un corazón temeroso delante de mi para hacer mi voluntad ('n1l71 iJ.ll~? ,~¡¡;, J.? 11:i?).
,,m
v.27 TM: Y pondré mi espíritu en vuestro interior y haré que andéis en mis leyes y mis preceptos guardéis y hagais. LXX: Y pondré mi espíritu en vosotros y haré de manera que andéis en mis leyes y mis preceptos guardéis y hagáis. VL: Y pondré mi espíritu en vosotros y haré de manera que en mis preceptos caminéis y mi justicia guardéis y hagáis. Vg: Y pondré mi espíritu en medio de vosotros y haré de manera que en mis preceptos caminéis. Pef: Y pondré mi espíritu en vuestro interior y haré que en mis leyes andéis y mis preceptos guardéis y hagáis Tgf: Y mi Espíritu Santo ('llli1j? mi) pondré en vuestras entrañas y haré que en mis normas caminéis y mis preceptos guardéis y cumpláis. c) Análisis y tradición de las diversas versiones El verbo "rociar" (¡;,'1¡) del v. 25 del TM, viene empleado sobre todo en el AT en un contexto cultual. Este verbo, utilizado con el sustantivo "agua" (tl:~) aparece en Nm 19,13.20, donde se trata de una 39 purificación ritual a causa de la contaminación con un cadáver.
Además el agua con la que Dios rociará a su pueblo para purificarlo de sus inmundicias no es un agua corriente, sino que es un agua «pura>> -,;;,¡;,. La calificación del agua con este adjetivo reafirma el carácter ritual de estos versículos. 40 Varias hipótesis de interpretación se han presentado. Para Crane", el TM relaciona la purificación de las impurezas y los ídolos con ((yo os purificaré» tJ;,1;11$ 1::J~~- Los LXX, al añadir la conjunción coordinante <0f>> xoí, conectan esta purificación con la aspersión de agua del inicio del versículo. La hipótesis que presenta Eisemann es interesante ya que pone en relación este versículo con la purificación en la mikvah, apoyándose en el tratado del Talmud b. Yom 8Sb42• F. Manos a propósito de esta purificación, se interroga si Ezequiel utiliza el símbolo de agua-Espíritu o si este binomio es simplemente una sucesión cronológica, lo que daría lugar a una simple unión de temas.43 El autor señala cómo esta segunda hipótesis depende de la interpretación del waw del v. 26, mostrando que el agua no simboliza el Espíritu pero prepara este don." El v. 26 anuncia el don de un "corazón nuevo y un espíritu nuevo", aunque ya el profeta lo había anunciado anteriormente (Ez 11, 19). En Ez 18,31 vemos que Dios después de exhortar a la conver-
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Cf. Ex 24,6.8; 29,16.20; Lv 3,2.8.13; 5,1.11; Nm 18,17; 19,13.20. Algunos autores deducen una conexión con la fiesta de Yom Kippur debido a la utilización del sustantivo ;-Jtt~I:' al plural, cf. W. Zimmerli, Ezekiel, p. 249. Cirilo de Jerusalén utiliza este versículo en sus catequesis bautismales para hablar del perdón de los pecados, cf. Cirilo de Jerusalén, Cat Ilum, 3, 16. En 16,30 refiere explícitamente el versículo como referencia al Bautismo: "iiUa. npórspov év w~ rmpi ~a.1t1:íoµa.wc; ilKoucra.c;· Kui 8rocrw úµi:v Ka.p8ía.v Kmvriv ... (Expresiones parecidas has escuchado antes entre las que se refieren al bautismo: Y os daré un corazón nuevo ... )". Al igual Dídimo Alejandrino, De Trinitate, 2,14; Teodoreto de
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Ciro, Expl Ez, 36,25, col. 1184. En general, los Padres han interpretado esta perícopa de Ez en relación con el Bautismo. Las atestaciones .que presenta el TM de la expresión "agua pura", corresponden a los rituales de purificación cf. Lv 14.8.9; 19,9. Betz ve en este texto una conexión con el bautismo esenio de los prosélitos, pero este tema lo trataremos más adelante cf. O. Betz, "Die Proselytentaufe der Qumransekte und die Taufe im Neuen Testament", RdQ 1/2 (1958), pp. 221-222. Crane en su libro presenta una síntesis de las diversas hipótesis que han surgido a propósito de este versículo. Cf. A.S. Crane, Lsrael's Restoration: A TextualComparative Exploration of Ezekiel 36-39 (VT.S 122), Leiden - Boston 2008, p. 77. M. Eisemann, The Book of EzekieL- A New Translation With a Commentary .Antbologizedfrom Talmudic, Midrashic, and Rabbinic S ources; Brooklyn - New York 1980, p. 556. Cf. F. Manns, Le [Jmbole, p. 46. F. Manns, Le [Jmbole, p. 47. Para otros autores la purificación que presenta Ezequiel no es simplemente una· limpieza exterior que viene acompañada de una conversión interior sino que es una condición previa a la relación espiritual que se establecerá entre Dios y su pueblo, cf. D.I. Block, The Book, p. 355.
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sión, llama imperativamente a cambiar el corazón: "Haceos (1ill~1) un corazón nuevo y un espíritu nuevo". Sin embargo, esta vez será Dios mismo quien tomará la iniciativa dando él mismo a su pueblo, lo· que necesita para poder seguirlo: "Os daré un corazón nuevo y un espíritu nuevo" (Ez 36,26).45 Otro paralelismo en el que conviene detenerse es el de corazónEspíritu. Recordemos que Jeremías habla del mismo tema en el contexto de una nueva alianza Gr 31,31-34). Ezequiel relata como Dios dará un corazón nuevo a su pueblo,46 sin embargo en lo referente al Espíritu, Dios lo pondrá en el corazón. El efecto de esta efusión del Espíritu de Dios es descrito por el profeta como el principio renovador que dará al hombre las aptitudes para poder observar y cumplir la Ley. El anuncio de la efusión del Espíritu se repite en el c. 37 (Ez 37,14), donde el profeta expone a través del relato de una visión, cómo por medio del don del Espíritu se- realiza una nueva creación. Ya al final del c. 36 se observa cómo la purificación del pueblo, viene seguida de una recreación de la tierra devastada semejante al jardín del Edén (v. 35).47 La necesidad de la purificación y el don del Espíritu aparecen también en el Sal 51. El salmista retoma algunos términos del ritual de purificación como «purificar» i;J~ que encontramos en Ez 36,25. Por otra parte, ~l empleo del verbo «crear» iq~ en Sal 51,12, que tiene por sujeto siempre a Dios, recuerda su
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El mismo versículo se encuentra en Ez 11,19, Block explica que: "As in the antecedent texts, !eb and rúah represent the person's internal locus of emotion, will, and thought", in D.I. Block, The Book, p. 355. Cf. W. Zimmerli, Ezekiel, p. 249. Cf. D.I. Block, "The Prophet of the Spirit: The Use of nuh in the Book of Ezekiel", JETS 32/1 (1989), pp. 27-49. El tema de un corazón nuevo alude al tema de la nueva creación utilizado por Pablo. Moo expone que "in line with the focus on the renewal of the heart in Jeremiah and Ezekiel, and similar to Joseph and .Asenetb, Paul uses 'new creation' in association with his fundamental 'death to life' conception of human transformation", in D.J. Moo, "Creation and New Creation", BBR 20.1 (2010), p. 51. Los temas con los que nos hemos encontrado en estos versículos, nuevo éxodo, purificación, imagen del jardín del Edén, son bastante recurrentes como estamos viendo en el estudio de estos textos. Este conjunto de argumentos será también utilizado más tarde para expresar la simbología bautismal.
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acción creadora desde el principio. La versión que da el Tgf Ez 36,2527 pone en relación el pecado, la purificación, el corazón nuevo y el don del Espíritu. En el Tg Ez aparece un elemento nuevo muy importante: el perdón de los pecados, con la expresión «perdonaré vuestras culpas» 11::,,:::nn? ¡n:Hlll'\1 del v. 25. El autor compara el perdón de los pecados con la purificación realizada con el agua de aspersión y la 48 ceniza de la vaca inmolada para el perdón de los pecados. La expresión «agua de la aspersión» Kn1'1K '~ aparece varias veces en los textos del Tg49 y está relacionada directamente con las disposiciones de Nm 19 sobre la preparación de las aguas lustrales y el ritual de purificación. Así mismo, la expresión «ceniza de la vaca» Kni11"1 tlt:lj? sólo la encontramos en este targum, en Tgf Za 13,1 y en TgSal 51,9, siempre en contexto de purificación. En autores como Filón se encuentra la explicación de la importancia de la purificación con agua y ceniza. El autor griego, comenta que Moisés ha prescrito las aspersiones sobre los fieles que se purifican, con la mezcla del agua y la ceniza que queda del fuego sagrado, a diferencia del resto de los pueblos que se purifican sólo con agua del mar, de los ríos o recogidas en vasijas de las fuentes.i" De esta manera se acentúa mucho más la importancia de la comparación que hace Ezequiel, ya que la ceniza de la que nos habla el profeta, no es la de una purificación normal, sino la que se utiliza en la fiesta de Kippur. Purificación que sirve así para obtener el perdón de los pecados. m. Yom 8,9 cita el v. 25 de Ezequiel en el contexto de la liturgia de Kippur, el día del Gran Perdón: "Dijo Rabí Aqiba: felices vosotros, Israel, ¿ante quién sois purificados? (1'1t)~~ tll;)l$ '~ 'J~7) ¿y quién os purifica? Vuestro padre que está 48
49 ,
5
°
Sobre la función comparativa de la conjunción a véase J. Ribera-Florit, Targum de Ezequiel: Introducción, traducción crítica y notas (BibMid 27), Estella 2004, pp. 33-34. El Tgf Za 13,1, repite exactamente la primera parte de Tgf Ez 36,25 "¡¡i:ltl.!~1 KJ:11'1~ '~:;i 1:,11:)1 K~:¡> ]Í:l'Jin'¡,''. En el estudio de Tgf Za 13,1 veremos las implicaciones que comporta tal repetición. Cf. TgOnq Nm 19,9.13.20.21; 31,23; Tgf Ez 36,25; Tgf Za 13,1. TgOnq y TgPs] traduce la expresión que encontramos en el TM de Nm 19 :1'JJ '~ por KIJ1'1~ '~, TgN utiliza en cambio la forma K'1K 'I:) o a veces cambia a :1'1K 'I:) al contrario de C que mantiene :1'1K 'I:). Filón, :SpecLeg 1,262
Cap.
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en los cielos, pues está escrito: y rocié sobre vosotros aguas puras y habéis quedado purificados. Y se dice: el Señor es la esperanza de Israel. Como la piscina purifica lo impuro, así el Santo, bendito sea, purifica a Israel (n~ 1;:J~~ ~~;, -;¡n~ IZ.ii1[';J I')~ O'l'.i7.?N n~ 1;:J~~ ;-JJi??;) ;,7.)
?~l~:)". En este texto de la Misná aparece la piscina como lugar de purificación «;ili?7;)». La imagen de la piscina purificadora se utiliza ya en la época tannaíta. El autor aprovecha la lectura homófona de las palabras «esperanza», ;,Ji??;), y «piscina», ;1Ji?7;). De esta manera Aqiba aplica la regla tartey misma' (doble sentido).51 La regla tartry misma' aplica otro sentido al texto que pone de relieve su riqueza. El Talmud j. Yom 85b explicará el texto diciendo": "Está escrito: la piscina de Israel es Yhwh (Ir 17,13). Como la piscina ritual purifica a los impuros, así también el Santo, bendito sea, purifica a Israel. Y en este sentido se dice: Rociaré sobre vosotros agua pura y os purificaréis (Ez 36, 25)".
54
caminar en sus normas, como proclama el v. 27. Las versiones de la Vg y la 1/L no tienen cambios considerables con respecto al TM.
3. Zacarías y el agua del Templo 55 El último texto que analizaremos es el de Za 13,1 • Nos situamos en lo que los exégetas han llamado el «segundo Zacarías». En la primera parte del libro, Zacarías se preocupa sobre todo del templo, del culto 57 y de la era escatológica56• A través de ocho visiones y una serie de oráculos mesiánicos (Za 7,1-8,23), el profeta expone, después de una invitación a la conversión (Za 1,1-6), la necesidad de una mirada retrospectiva para aprender la lección. La vuelta del destierro no servirá de nada si el pueblo no vuelve al Señor. El versículo que nos
54
El v. 26 del Targum anuncia un «corazón temeroso», ?1n1 :J.?, al contrario del TM o de los LXX que proclaman el don de un corazón nuevo53• La finalidad de este corazón es hacer la voluntad de Dios y
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52
Cf. D. Muñoz León, "Principios básicos de la exégesis rabínica", RevBib 60 (1998), p. 118. M. Pérez Fernández, Textos fuente y contextuales de la narrativa evangélica. Metodología aplicada a una selección del evangelio de Marcos (BibMid 30), Estella 2008, p. 118, n. 111. En la traducción de los textos de la Misná nos apoyaremos a la edición de C. del Valle, confrontada con el texto original. De esta edición se citarán todos los textos. Cf. C. del Valle, La Misná (BEB 98), Salamanca 2003. La edición crítica del texto que citaremos en hebreo está tomada de Ch. Albeck - Ch. Yalon, :11Zllll ;iJIZl~ 1-VI, Yerushalaim - Tel Aviv 1958, 1958, 1958, 1959, 1959, 1959. Según Levey "R. Akiba cites this v. in what I consider to be an assertion against Christian Baptism", in S.H. Levey, Tbe Targum of EzekieL· Translated, with a Critica/ Introduction, Apparatus, and Notes, Edinburgh 1987, p. 101. En TgOnq la primera vez que viene utilizada esta expresión es en Dt 28,65, al igual que TgPs]. Sin embargo TgN Dt 28,65 cambia por 1r:m :::i';,, «corazón airado», hápaxen el TgN. Cf. TgfEz 11,19; 18,31.
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,,,o.
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En ExR 41,7 leemos: "Dijo Dios a Moisés: en este mundo, sobre los ídolos que había en ellos por la inclinación al mal, habían [algunos] que hacían culto pagano, pero en el futuro que viene yo erradicaré de ellos la inclinación al mal y daré a ellos un corazón de carne, como tú has dicho y quitaré el corazón de piedra de vuestra carne y os daré un corazón de carne (Ez 36,26)". Por otra parte el término "piedra" según b.Suk 52a es uno de los siete nombres de esta "inclinación al mal". Para Ribera-Florit, los vv. 26-27 del Tgf Ez parece que se inspiran en Dt 5,28-29. Además el autor indica como en 1QS IV, 21 se alude a nuestro texto. Cf. J. Ribera-Florit, Targum de Ezequiel, p. 199, n. 8. Cf. P. Jaramillo Rivas, "Zacarías", p. 384. Hinckley, al que Jaramillo ha seguido en esta división, considera Za 13,1 el inicio de un nuevo parágrafo, cf. M. Hinckley, "A Critica! and Exegetical Commentary on Haggay and Zechariah" in M. Hinckley G. - al., Haggai, Zecbariab, Malachi and]onah (ICC), Edinburgh 1912, pp. 320, 336. Otros amplían la división Za 12,1-14, 21, cf. T.E. McCorniskey, The Minar Propbets, p. 1020. Aunque P. Lamarche y otros, proponen Za 12, 1013, 1, cf. P. Lamarche, Zacharie IX-XIV, p. 72; T.E. McCorniskey, The Minor Propbeis, p. 1017. La mayoría de autores están de acuerdo en dividir el libro en dos partes (Za 1-8 y 9-14). Cf. P. Lamarche, Zacharie IX-XIV: structure littéraire et messianisme (EB.AS 46), Paris 1961; T.E. McCorniskey, The Minor Prophets: Zephaniah, Haggai, Zecbariah, and Ma!achi: An Exegetica! and Expository Commentary, voL3, Grand Rapids 1998, pp. 1003-1244; R.L. Srnith, Micah-Malachi (WBC 32), Dallas 2002, pp. 165-295. Aunque algunos proponen una estructura tripartita. Cf. P. Jaramillo Rivas, "Zacarías", in ed. S. Guijarro Oporto - M. Salvador García, Comentario al Antiguo Testamento II, Navarra 1997, pp. 377,382. Cf. Za 1,7-17; 2,1-4; 2,5-9; 3,1-10; 4,1-6.10-14; 5,1-4; 5,5-11; 6,1-8.
interesa analizar se encuentra en la segunda parte del libro, en la sección Za 12,1-13,6. En esta sección Zacarías, por medio de una serie de oráculos, anuncia la intervención definitiva de Dios y la salvación de Jerusalén a través de una renovación de la alianza. El contexto inmediato en el cual aparece nuestro versículo, es el de la efusión de un espíritu que de "gracia y oración" (Za 12,10). Este espíritu llevará al pueblo al duelo por la muerte de una víctima inocente, lo que provocará en el pueblo el arrepentimiento.58 De esta manera, la muerte de esta víctima abrirá una fuente de purificación para lavar los pecados y las impurezas, ofreciendo además la posibilidad de salvación para los que se vuelvan hacia ella. 59 3.1. Za 13,1
a) Sinopsis de las versiones
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Cap. I. Antecedentes del Bautismo Cristiano
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Cf. P. Lamarche, Zacharie IX-XIV, p. 117. Cf. F. Manns, "Zacharie 12,10 relu enJean 19,37", LA 56 (2006), p. 303. En la Vg algunos manuscritos (Amiatinus, Sixto Clementina) corrigen el nominativo «domus» por el dativo «dornui».
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Til b) Traducción del texto TM: En aquel día habrá una fuente abierta para la casa de David y los habitantes de Jerusalén, para el pecado y la impureza. LXX: En aquel día cada lugar (nfi<; .óno<;) será abierto para la casa de David. VL: En aquel día habrá un lugar abierto (locus apertus) en la casa de David y los habitantes de Jerusalén, y un cambio y una aspersión (et in transmutationem et in aspersionem). Vg: En aquel día habrá una fuente abierta de la casa de David y los habitantes de Jerusalén para la purificación de los pecadores y de las menstruantes (in ablutionem peccatoris et menstruatae). Pef: En aquel día habrá una fuente abierta para la casa de David y los habitantes de Jerusalén, para la aspersióny la purificación. TgJ: En aquel tiempo habrá una instrucción de la Torah que se revelará como una fuente de agua (1,,lj1 :11i:ilj::, '?) Nn,,iN 1:l?iN) para la casa de David y para los habitantes de Jerusalén, y perdonaré vuestros pecados como si se hubiesen purificado con agua de la aspersión y con la ceniza de la vaca del saaifi~o para elpecado (Nn~n, srrnn c~¡;,:ii Nn1'1N 'lj:J P1'7j1 N¡j::l 1i:ii:iin1? ¡;,i:iwNi). CodProf. En aquel día habrá una fuente abierta para la casa de David y los habitantes de Jerusalén, para el pecado y la impureza.
Cap. I. Antecedentes del Bautismo Cristiano
Cap. l. Antecedentes del Bautismo Cristiano
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c) Análisisy tradición de las diversas versiones La versión de los LXX presenta algunas variaciones. El término 61 hebreo «fuente» ii¡:,7t, se traduce en los LXX por «fuente» 1t1lYTJ . Pero es posible que aquí se ha confundido la letra i de la palabra ii¡:,~ con la letra ~, traduciendo en lugar de «fuente» ii¡:,7t, el término «lugar» c:n¡:,~, es decir rózoc, Además los LXX omiten el resto del versículo del TM, dejando una versión extraña y un poco confusa. Las demás versiones analizadas traducen todo el TM. Jerónimo, en la Vg añade «in ablutionem», que no aparece en el TM. De esta manera puntualiza y aclara el sentido de la «fuente» ii¡:,7t del TM. Además traduce el término ;-m , con el participio menstruatae62• La Vulgata y la Pef#:ta presentan la traducción de ¡;¡:,~63. Las versiones de Símaco y Teodosio interpretan correctamente el término por 1t1lY1Í· Aquila en cambio, utiliza la palabra q>M\j/ «vena», añadiendo al final del texto de los LXX "y para los habitantes de Jerusalén, para la transformación y la aspersión" 64 (Kat rnti:; Ka81iµÉvmi:; 61 Cf. LXX Jr 2,13; 8,13; 17,13; 28,36; Os 13,5; Sal 35,10; 67,27; Pr 5,18; 10,11; 62
63 ·
13,14; 14,27; 16,22; 18,4; 25,26. El sustantivo ;·m tiene varias acepciones. Se refiere a la impureza de la mujer a causa de la menstruación y a la contaminación debida al contacto con un cuerpo impuro. Ezequiel utiliza el término de manera metafórica refiriéndose a Israel como figura de una mujer menstruante (Ez 18,6; 22,10). Junto al término C:1;1, se obtiene la formulación :11J '1;1, es decir "agua lustral", utilizada para el ritual de purificación. En nuestro caso, como Zacarías cita una "fuente" que surgirá "para la casa de David", se refiere al ritual de purificación. En la Vg, Jerónimo interpreta la purificación que será para los pecadores y las menstruantes. Cf. Lv 12,2.5; 15,19.20.24-26.33; 18,19; 20,21. Cf. m.Nid 4,4.6; 6,14; 10,2.4. Para :11J '1;1, cf. Nm 19,9.13.20; 31,23. Con el sentido de impureza cf. Lm 1,17; 2Cr 29,5; Esd 9,11. La VL utiliza dos términos extraños "et in transmutationem et in aspersionem", sin embargo fa aspersión evoca la purificación y la transmutatio puede prenunciar el cambio realizado como efecto de la aspersio.
64 Símaco nos da otra versión: "Ele; m::pw.µapncrµov Kai tic; neptppcvnouóv" (parece ser que se tratan de dos hápax), cf. M. Casevitz - al., La Bibfe d'A fexandrie. Les douze Propbéies. Traduction du texte grec de fa Septante, introduction et notes. 23. 10-11, Aggée, Zacharie, París 2007, p. 341. La versión de la LXX y de Aquila, ha sido conocida por los Padres de la Iglesia. Para Dídimo el lugar abierto ----+
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sv IspoucmA-r¡µ Kat de; TTJV ueroxrvúow Kat de; 'tOV povnouóv). El sustantivo ¡;¡;,~65 es central en nuestro versículo, ya que todo gira en torno a esta fuente que se abrirá para la casa de David. El profeta Jeremías lo utiliza para definir a Dios como «fuente de aguas vivas» !:l':lJ tl:~ ii¡:,7t Gr 2,13), así como el Salmo canta: "porque en Ti está la fuente de la vida" (!:l':lJ ii¡:,7t ';J~:r:;i) (Sal 36,10). La necesidad de purificación y el abandono del culto idólatra se hace imperiosa. El pasivo n]J~J, junto con el verbo ;-p;,, indican una fuente abierta en continuidad para la purificación66. La idea de purificación con agua y los dos términos usados por el profeta «pecado» nl'\l;llJ e «impureza» :11~, nos reenvían al ritual de purificación que encontramos en el libro de Números. En Nm 8,7 aparece el primer término nl'\~lJ '~. Nos situamos en el contexto de la purificación de los levitas para poder entrar en el servicio en la Tienda del Encuentro. Dios ordena a Moisés purificar a los levitas con agua lustral o literalmente "agua de pecado". El siguiente término, al que ya hemos hecho referencia, es :11~ '~ que encontramos en Nm 19,9. En este caso se trata de la preparación del «agua lustral» para el sacrificio por el pecado. Esta agua se preparaba con las cenizas de la "vaca roja" sacrificada fuera del campamento67. La versión del Targum, amplía el texto de Zacarías pero al mismo tiempo interpreta y especifica ciertos aspectos como es el de la purificación. En este texto del Targum, nos llama la atención la
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es la Escritura inspirada y el fugar abierto en Jerusalén es la Jerusalén del cielo. La transformación viene por una aspersión que produce una perfecta purificación. Esta aspersión se realizará con la sangre de Jesucristo, cf. Dídimo el Ciego, Comm Za, 4, § 278. Teodoro de Mopsuestia, explica que el "lugar abierto en la casa de David" será el restablecimiento del culto gracias a la victoria de los Macabeos, dando una interpretación histórica del versículo, cf. Teodoro de Mopsuestia, Comm Za, 13,1. Teniendo en cuenta la traducción de Jerónimo, se observa como este sustantivo ha sido también utilizado para expresar los flujos de sangre de la mujer. Cf. Lv 12,7; 20,18. La imagen de una fuente que purifica recuerda a Ez 36,25-27. Algunos Padres han visto en este sacrificio, que es parte del rito de purificación, la prefiguración de Jesucristo que purifica al pueblo con su sangre y muere fuera de la ciudad. Cf. Orígenes, Hom i», II,3; X,1; Dídimo el Ciego, Comm Za, 1, § 167; Procopio de Gaza, In Oct, § 305; 331-332.
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adición que realiza el autor al TM "en aquel día habrá una fuente abierta". No es pues, una «fuente abierta» lo que habrá en la casa de David, sino una «enseñanza de la Torah» Kn'i1K l!:l?lK que será cómo una fuente de agua68; El texto continúa anunciando el perdón de los pecados. De nuevo sorprende la intención del autor de querer esclarecer el texto, aportando elementos que no se encuentran en el TM. En primer lugar, tenemos una inversión de los términos «pecado e impureza». El perdón de los pecados está sujeto a una comparación. El primer término de la comparación es «agua de purificación» ,~ 69 Kn1'1K y el segundo «ceniza de la vaca del sacrificio» srrnn o~¡;, Kn~n, . La expresión Kn1'1K ,~ nos reenvía al libro de Números", a las prescripciones sobre las purificaciones. Sin embargo, estos términos no son nuevos ya que los hemos encontrado en el estudio de Ez 36,25-27. Aparece, por lo que podemos observar, un hilo conductor en lo que se refiere a la interpretación de estos textos referidos a la purificación.
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Cap. I. Antecedentes del Bautismo Cristiano
Cap. I. Antecedentes del Bautismo Cristiano
La lectura de la fuente como enseñanza es un tema conocido en el rabinismo. Ya lo hemos afrontado cuando hemos estudiado la versión del Tgls 12,3 como el targumista interpreta "sacar agua" por "recibir una enseñanza". En este caso el autor realiza una comparación ya que mantiene el término "fuente de agua" para realizar la comparación. Lo importante es lo que ocurrirá "en aquel día", es decir la "instrucción de la Torah que se revelará como una fuente de agua". Este tema aparece también en Pr 13,14. Sobre el término "Kn'i1K", cf. B. Chilton, The Glory, pp. 13-18. Cf. Nm 19,9.13.20.21; 31,23. Las dos expresiones Kn1'1K 'by Kn~n, Kmin t:m¡;, las encontramos en TgJEz 36,25 y TgSa/51,9. Para Cathcart y Gordon las conexiones entre TgJ Ez y TgJ Za son evidentes. Sin embargo, estos autores llegan a la conclusión que las referencias targúmicas a Nm 19 son originales del Tg Ez. Además los autores afirman que "from m. Parah 3,5 it is deduced that the last time the 'Red Cow' was killed was c. A.D. 60, but nothing in Tg. indicates the continuance or discontinuance of the associated ritual at the time of composition", in J. Cathcart - R.P. Gordon, Tbe Targum of tbe Minor Prophets: Translated, with a Critica/ Introduction, Apparatus, and Notes (ArBib 14), Edinburgh 1989, p. 220, n. 2. Estas indicaciones son importantes ya que como hemos visto en los Padres, esta liturgia de purificación será concebida como una prefiguración del sacrificio de Jesucristo.
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4. Conclusión Con el estudio del simbolismo bautismal en algunos textos proféticos, hemos comprobado cómo comienza una evolución en lo referente a la purificación. En Is 4,4 se ha demostrado como el agua aparece como elemento purificador. Otro texto que ha profundizado el panorama del simbolismo profético ha sido el de Is 12,3 donde el agua aparece unida al símbolo del Espíritu. Así el agua no es sólo un elemento purificador, sino también se convierte en símbolo de un elemento regenerador, capaz de crear una vida nueva, como han mostrado los textos siguientes de Is y Ez. Esta nueva creación se realizará a través del Espíritu que Dios derramará. El anuncio de este espíritu viene acompañado por el perdón de los pecados, como causa de la purificación y un cambio en el corazón, un corazón de carne y no de piedra (cf. Ez 36,25-27). Esta transformación ha sido interpretada en la literatura rabínica como la posibilidad de poder cumplir la ley. Además, este cambio viene acompañado normalmente de una "nueva enseñanza" (cf. TgJ Is 12,3; TgJ Za 13,1). Como podemos ver, este concepto es una constante en las versiones targúmicas. La esperanza mesiánica aparece en Zacarías con el deseo de la renovación constante, como una fuente abierta que purifique del pecado y la impureza (cf. Za 13,1). Los textos estudiados manifiestan un deseo y una utilización del símbolo del agua como elemento de purificación. La unión del simbolismo del agua y del Espíritu, preparan el ambiente de lo que será el bautismo de los prosélitos. II. EL BAUTISMO DE LOS PROSÉLITOS El simbolismo profético del bautismo, se ha concretizado para algunos autores en el bautismo de los prosélitos.71 Los estudiosos que han avanzado diversas teorías sobre la influencia del bautismo de los prosélitos en el Bautismo cristiano, incluso como un posible antecedente," son numerosos, aunque algunos autores rechazan esta posibilidad." Evidentemente, uno de los problemas que se podría objetar es
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Con respecto al término "bautismo", es evidente que no lo utilizamos aquí en el sentido cristiano, sino en relación a la inmersión en la miqwe. Cf. E. Ferguson, Baptism, pp. 76-82. Cf. S. Légasse, Naissance du Baptéme (LD 153), Paris 1993.
30
la fecha de aparición del bautismo de los prosélitos. Zeitlin expone que la institución del bautismo de los prosélitos se conoce sólo después de que la asamblea de Yavne adoptase las 18 reglas. Según el autor, los gentiles se vuelven ipso facto impuros.74 Sin embargo, no todos los estudiosos están de acuerdo en esta afirmación. Finkelstein por ejemplo, rechaza esta teoría.75 Para Wilhelm el sentido de este bautismo es la impureza producida por la circuncisión, que aunque ha sido rechazada por la mayoría de autores como causa, no se debe descartar.76 Thomas piensa que el silencio de las fuentes es un hecho suficiente para no creer que hubiera un bautismo de prosélitos diferenciado de las otras purificaciones en el judaísmo antes del final del primer siglo, aunque admite la posibilidad de que existiese desde el principio del primer siglo.77 Otros investigadores como Moore, opinan que la creencia de la misión universal d~l judaísmo como religión verdadera, hizo del judaísmo la primera religión misionera del mundo Mediterráneo.78 Daniélou subraya la fuerte relación entre el El autor escribe: "Par conséquent ma théorie demeure valable, que l'institution du baptérne pour les prosélytes était inconnue parmi les Juifs avant l'époque de l'assemblée qui adopta les Dix-Huit Mesures", in S. Zeitlin, "L'origine de l'Institution du baptéme pour les prosélytes", REJ 98 (1934), p. 57. Para Ferguson "the date far the origin of proselyte baptism cannot be determined", in E. Ferguson, Baptism, p. 76. 1s La teoría de Zeitlin es demasiado débil y simplemente no se sabe por qué o cómo se estableció el rito del bautismo como conversión. Cf. L. Finkelstein, "The Institution of Baptism far Proselytes", JBL 52 (1933), pp. 203-211. 76 Cf. W. Brandt, Die Jüdischen Baptismen. Oder das Religiiise Waschen und Baden im Judentum mit Einschluj des Judenchristentums (18), Giessen 1910, p. 59. 77 Cf. J. Thomas, Le Mouvement Baptiste en Palestine et Syrie (150 Av. ].-C. -300 Ap. ].·C.) (Universitas Catholica Lovaniensis. Series II 28), Gembloux 1935, pp. 364366. 78 El autor escribe: ''But if sorne of the methods of Jewish apologetic and polemic provoked prejudice rather than produced conviction, the belief in the future universality of the true religion, the coming of an age when 'the Lord shall be king over ali the earth', when 'the Lord shall be one and his name One', led to efforts to convert the Gentiles to the worship of the one true God and to faith and obedience according to the revelation he had given, and made Judaism the first great missionaty religion of the Mediterranean world", in G.P. Moore, Judaism, pp. 323-324.
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bautismo de los prosélitos y el paso del Mar Roio. El autor escribe: "Las dos realidades tienen un mismo significado. Marcan el fin del servicio al pecado y la entrada en una existencia nueva".79 Esta relación la profundizaremos en un segundo momento, cuando estudiemos la perícopa de 1Co 10,1-5 a la cual Daniélou se refiere. Légasse, que es de la opinión de Zeitlin, muestra que el apóstol Pablo habla del Bautismo como un rito tradicional de iniciación cristiana/" pese a que por lo que se refiere al bautismo de los prosélitos, recuerda el silencio de las fuentes contemporáneas de Jesús y de los apóstoles. Légasse concluye negando la anterioridad del bautismo de los prosélitos al bautismo cristiano. 81 Lupieri afirma que el bautismo de los prosélitos nace como defensa del judaísmo observante a la idea difundida en el primer siglo que todo extranjero estaba contaminado. 82 Como vemos, no faltan los argumentos para rechazar una influencia de la institución del bautismo de los prosélitos en el bautismo cristiano. Sin embargo, no todos los autores apoyan estas teorías y para algunos, no se puede afirmar tan claramente que no exista ninguna influencia entre los dos ritos. McKnight no rechaza el hecho de la existencia que un bautismo fuese requerido para los convertidos al judaísmo, pero para el autor no es posible datarlo antes del bautismo de Juan el Bautista.83 E. Nodet explica en una recensión efectuada al libro de Légasse, como el autor no considera el bautismo de los prosélitos por el mismo, lo que
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83
Cf. J. Daniélou, Bible, p. 122. S. Légasse, Naissance, p. 94. Cf. 1Co 1,13-17; 12,13; Ga 3,27; Rm 6,3-4. S. Légasse, Naissance, pp. 101-106. La falta de documentos, según el autor, prueba que el bautismo de los prosélitos, si bien nace contemporáneo al Bautismo cristiano, no se instituye sino después. Además los contactos entre los dos bautismos, el de prosélitos y el cristiano, son demasiado escasos para tenerlos en cuenta. Ferguson es de la opinión de Légasse, cf. E. Ferguson, Baptism, p. 82. Para Lupieri: "Il cosiddetto 'battesimo' dei proseliti, dunque, nasce come una , forma di difesa del giudaismo osservante di stampo farisaico, che all'atto di accogliere al propio interno un proselito pagano, ne elimina la impuritá, casi da non esserne contaminato", in E. Lupieri, "Il battesimo di Giovanni Battista e il movimento battistico", in Battesimo, purijicazjone rinascita (DSBP 6), ed. S.A. Panimolle, Roma 1993, pp. 63-75. S. McKnight, A Light, p. 88.
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plantea algunos problemas.84 El autor avanza la teoría que el bautismo de los prosélitos es un rito de origen esenio. 85 Es necesario situar en primer lugar el término prosélito en el Antiguo Testamento, para profundizar en el trato y la evolución que ha tenido a lo largo del tiempo. 1. El prosélito en el Antiguo Testamento 1.1. El término ,~ en el TM El primer significado del término i~ no es el de prosélito como lo entendemos hoy, sino el de extranjero. Es lógico preguntarse cuando 86 ha pasado el significado de «extranjero» i~ al de «prosélito» . También habría que determinar si se puede aplicar este segundo sentido en el AT o es un sentido que el griego ha tomado sólo en la versión de los LXX y en el NT, ya que la lengua griega no utiliza solamente el sustantivo 1tpocri¡Au't0c; para traducir i~, sino que emplea otros términos como nápotKoc;. Nos centraremos sólo en el estudio del término i~ que como veremos, es el que los LXX han traducido mayormente por 1tpocri¡Au't0c;. En el AT encontramos varios términos para referirse al extranjero: el más utilizado es ¡~87, seguido de i1:;iJ y por último : :iwir-i. La palabra Nodet expone: "L'auteur omet de considérer ce baptérne des prosélytes pour Iui-rnéme: en effet, d'un coté il suppose implicitement qu'il s'agit d'un rituel juif commun, dont les tannaítes seraient simplement les héritiers, mais par ailleurs, on ne voit pas dans quel contexte situer l'origine de cette institution, qui n'est pas biblique, mais ne peut étre tenue pour accessoire; c'est done une situation tres illogique", in E. Nodet, "Naissance du baptéme, par Simon Légasse (Lectio Divina, 153)", RB 102 (1995), pp. 600-611. 8s Cf. E. Nodet, "Le baptéme", pp. 82-110. 86 Sobre el cambio de significado de la palabra i~ y su traducción cf. T.J. Meek, "The Translation of Gér in the Hexateuch and Its Bearing on the Documentary Hypothesis", ]BL 49 (1930), pp. 172-180. Loader escribe que el "prosélito" se puede explicar como "part of the complete qrb-complex in Jewish religious terminology", siguiendo la tesis de Kuhn que atribuye un carácter religioso a este término, in J.A. Loader, "An Explanation of the Term Proselutos", NT 15 (1973), p. 270. Lee no está convencido de la tesis de Loader pues no presenta ejemplos claros en la LXX, cf. J .A.L. Lee, "Equivoca! and Stereotyped Renderings in the LXX", RB 87 (1980), p. 113, n. 27. 87 El sustantivo i~ aparece un total de 93 veces en el TM.
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Cap. I. Antecedentes del Bautismo Cristiano
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~.
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,~ no sólo se utiliza para referirse al extranjero de manera general, sino que se aplica también al residente extranjero. Kellermann indica como el ¡~ era considerado un apátrida y en consecuencia no pertenecía a la comunidad.88 La primera vez que aparece este término en la Biblia es en Gn 15,13, donde se anuncia a Abraham que sus descendientes serán extranjeros en otra tierra, sometidos a esclavitud y aflicción. De esta manera, la posición del "extranjero" en Israel viene condicionada por el hecho de que también Israel realizó la experiencia de ser extranjero en tierra ajena. Es por ello que aparece un proceso de asimilación con respecto al i~, como se puede apreciar en la aplicación de las leyes, por ejemplo en la prohibición de explotar y oprimir al extranjero, lo que recuerda la situación vivida por el pueblo en Egipto (Ex 22,20; 23,9). Sin embargo en el Deuteronomio podemos apreciar un cambio. El i~ refleja no sólo una situación, como es la de ser "extranjero", sino que implica un status social relacionado con la ley de Israel. Por lo tanto, el extranjero está protegido, junto con la viuda y el huérfano (Dt 24, 19). 89 Los textos proféticos muestran una evolución con respecto a la figura del i~. Se aprecia sobre todo con el profeta Ezequiel, donde el ¡~ que ha tenido hijos y los ha criado entre los israelitas, no sólo entra a formar parte en la redistribución de la tierra, sino que es considerado como un nacido en Israel (Ez 47 ,22s). Siguiendo la hipótesis de Bertrand, es normal que Israel, en una situación de destierro como fue la de Babilonia, pensase en la asimilación del extranjero con una visión de apertura universalista. 90 Cf. D. Kellermann, "i1l", ThWATI, col. 1999-2024. Sobre el ¡~ en el Pentateuco cf. R. Albertz, "From Aliens to Proselytes", in Tbe Foreigner and the Law: Perspectives From the Hebrew Bible and tbe Ancient Near East, , eds. R. Achenbach - al.,,Wiesbaden 2011, pp. 53-69. 90 En el estudio de Bertrand sobre el extranjero en las leyes de la Biblia, se puede apreciar como Israel ha adoptado, a través de su legislación, un proceso de asimilación del extranjero. La autora propone dos hipótesis. En la primera ve el i~ · como un prosélito: "La premiere hypothese serait celle du i~ comme prosélyte. L'émigré de la Loi de sainteté serait né en méme temps que le nationalisme juif, de l'expérience de Babylone", in M. Bertrand, ''L'étranger dans les lois bibliques", -in L'étranger dans la Bible et ses lectures (LD 213), ed. J. Riaud, París 2007, p. 81. El proceso de asimilación corresponde con la apertura universalista de Israel, 88
89
~
,
34
1.2. 1tpocrr¡Aurn<; en los LXX La versión de los LXX, es una traducción que de una manera particular subraya el monoteísmo y la apertura universal del judaísmo. En esta versión al griego, el término 1~ es traducido por varias palabras griegas: nópoucoc, yetcópai;, pero de una manera mayoritaria se utiliza el sustantivo npocri¡Auwi;. W.C. Allen en un estudio realizado sobre la utilización de la palabra 1~ y su traducción en los LXX mostró como la utilización de 1~, 91 con el significado de prosélito, ya se encuentra en el AT. De esta
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Cap. l. Antecedentes del Bautismo Cristiano
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que aparece con la experiencia del destierro, junto a la confesión monoteísta, como muestra entre otros profetas, el segundo Isaías (cf. Is 40,5; 42,10; 45,14). 'Para algunos autores el sustantivo ,~ en el AT sólo significa "extranjero" y no tiene ninguna connotación de prosélito. De esta opinión es M. Ohana para el que "le sustantif ger dans tout le Pentateuque, comme d'ailleurs partout dans la Bible hébraíque, n'a jamais le sens de prosélyte ou paíen converti au judaísme que le Midrash lui donnera plus tard", in M. Ohana, "Prosélytisme et Targum palestinien: Données nouvelles pour la datation de Néofiti 1", Bib 55 (1974), p. 317. Sin embargo es lícito preguntarse si la versión de los LXX no avanza ya el sentido de prosélito como "convertido" que el judaísmo dará más tarde al término ,~. Para Tov, la traducción al griego en algunos pasajes es sólo un símbolo de,~. Cf. E. Tov, "Three Dimensions ofLXX Words", RB 83 (1976), pp. 537538. Sobre la historia del término véase la bibliografía en E. Schürer - al., Storia del popo/o giudaico al tempo di Gesa Cristo (175 a.C. - 135 d.C.), BSSTB 12 (III/1), Brescia 1997, p. 236, n. 78. Cf. W.C. Allen, "On the Meaning of IIPm:HAYTO:E in the Septuagint", Exp 10 '(1894), pp. 264-275. En el estudio del término 1tpOITTJAU'tO<;, el autor muestra como de las 84 veces que los LXX utilizan este sustantivo, en 69 ocasiones lo hace cuando la traducción toma el sentido de «convertido» ya que en los otros pasos donde traduce el término hebreo, 11 exactamente, el texto emplea el término nápotKO<;, es decir «residente, extranjero». Es cierto que la palabra griega no se encuentra muy extendida fuera de los LXX, sin embargo era utilizada y conocida en Egipto, como lo muestra el papiro P. Duk. inv. 727. Cf. C.J. Butera - D.M. Moffi.tt, "P.Duk. Inv. 727: A Dispute with Proselytes in Egypt", ZPE 177 (2011), pp. 201-206. P. Mottard ha realizado un estudio sobre las diferentes traducciones de ,~ en la LXX donde muestra la evolución del término. El autor escribe: "Le,~ hébraíque passe ainsi de l'expression d'un état (choisi ou accepté par contrainte) au 1tpom'¡1cuw<; hellénistique qui exprime, lui, l'idée d'un mouvement, d'une action, d'une dérnarche", in P. Mottard, "L'étranger: de la Bible Hébrai:que a la Septante", in L'étranger, p. 140.
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misma opinión es M. Simon, para el que la traducción de npocri¡Aut0i; en los LXX "está revestido, al menos en ciertos casos de su sentido específico de convertido, aparece ya en la parte traducida más antigua de la Biblia, el Pentateuco'I'". Kuhn opina que npocri¡Auwi; fue para los LXX un término religioso.93 Goodman sin embargo, sugiere que el término no sólo en los LXX sino también en el TM se refiere tanto al extranjero como al convertido94• Para el autor no es de extrañar esta posición ya que la nación judía había aceptado el principio de estar 95 abierta a cualquier persona que acogiese el judaísmo como religión. A pesar de la hipótesis presentada sobre el significado de 1~ como prosélito, es sólo en los LXX donde para algunos autores, se observa la transición de significado de extranjero a prosélito. La posición que considera y atribuye al término npocri¡Auwi; de los LXX un carácter religioso ha sufrido diversas críticas como se puede ver en autores como E. Will, C. Orrieux y T. Muraoka.96 Pero veamos más de cerca algunos textos de los LXX para intentar identificar este cambio. Comenzaremos con un término nada común: yetcópai;. En Ex 12,19 encontramos esta versión al griego de 1~, que corresponde a un hápax en el Pentateuco de los LXX:
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M. Simon, "Sur les débuts du prosélytisme juif", in Hommages a André DupostSommer, ed. A. Dupont-Sommer, Paris 1971, p. 519. K.G. Kuhn, "1tpom'¡1cut0<;", ThWNTXl, col. 297-344. Cf. M. Goodman, Mission and Conoersion: Prose!Jtizjng in tbe Religious History of tbe Roman Empire, Oxford 1994, pp. 72- 73. Cf. M. Goodman, Judaism in the Roman World, Leiden - Boston 2007, p. 92 . Para Will y Orrieux "alors qu'aucun des textes concernant les gerim-prose!Jtoi ne suggére l'idée d'un «prosélytisme» convertisseur, ce n'est pas davantage l'avénement du .monothéisme absolu qui peut autoriser a introduire l'activité missionnaire dans la «mission d'Israel» telle que la définit la tradition biblique, pour peu qu'on consente a détacher celle-ci de sa réinterprétation chrétienne", in E. Will - C. Orrieux, Prosé!Jtisme Juif?: Histoire d'une erreur, Paris 1992, p. 80. Muraoka no cree que la palabra npocri¡AU'tü<; adquiera este significado: "in sorne cases, e.g. Ex 12, 48, the person designated as n. prob. refers to a correligionist . whether a recent immigrant or sbd in transir", cf. a la voz npocri¡AU'tO<; T. Muraoka, A Greek-English Lexicon of the Septuagint. Chiej!J of tbe Pentateuch and tbe Twelve Propbets, Louvain - Paris - Dudley, 2002.
"Durante siete días que no haya levadura en vuestras casas, porque todo el que coma algo fermentado, tanto el nativo como el extranjero (yetropmc;), esta alma será extirpada de la comunidad de Israel".
La mayoría de los autores coinciden en ver en esta palabra el intento de la reconstrucción del arameo Ki1')97• Otro vocablo que emplea la S eptuaginta es el verbo napoucéco, utilizado la mayoría de las veces para traducir otros verbos hebreos, sobre todo ¡~;1. pero también traduce ::iw~. En su forma de participio, traduce el sustantivo i~. Derivado de este verbo, encontramos el adjetivo nápoiKoc;.98 Pero el término que más nos interesa y el más utilizado es el de npocrr¡'A. .uwc;. Lo primero que observamos es que la palabra npocrr¡'A. .moc; no aparece en el libro del Génesis.99 La versión de los LXX introduce este vocablo en el Libro del Éxodo, donde lo encontramos 9 veces. La primera vez que aparece es en un contexto litúrgico, donde se expont;n las reglas para celebrar la Pascua en Ex 12,48 antes de la salida de Egipto: «y si alguien vino hacia vosotros como extranjero (npocrr¡'A. .uwc;), para hacer la Pascua del Señor, circuncidarás de él todo varón ... ". Las 8 veces restantes recuerdan en Ex 12,49 que el extranjero se rige por la misma ley que el nativo; en Ex 20,10 y 23,12 la obligación de guardar el sabbat para todos, incluso para el extranjero y el mandamiento de no 91
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Este neologismo de la lengua proviene del intento de adaptar el arameo Ki1'l. Veremos en el siguiente punto como el término «prosélito» se ha interpretado en el arameo y en la literatura peritestamentaria. Otro hápax similar aparece en Is 14,1 pero esta vez el término es yubpa.c;. Para Katz "the spelling ymopa.c; is an obvious itacism, since the word is a simple adaptation of the Aramaic Kl'1'f', in P. Katz - D.W. Gooding, Tbe Text of the Septuagint. Its Corruptions and Tbeir Emendation, Cambridge 1973, p. 33. Filón emplea ysubpa.c; en Conf 17,82, cf. A. Le Boulluec - P. Sandevoir, La Bible d'Alexandrie: L'Exode. Traduction du textegrec de la S eptante. Introduction et notes par Alain Le Boulluec et Pierre S andevoir, Paris 1989, p. 149, n. a Ex 12,19. Sobre las diferentes traducciones que toma el sustantivo i~ en la LXX, cf. P. Mottard, "L'étranger", pp. 129-139. En el libro del Génesis no aparece la palabra 1tpom'¡lutoc;. El traductor prefiere emplear otros términos como el verbo 1ta.potKÉro (Gn 12,10; 17,8; 19,9; 20,1; 21,23.34; 24,37; 26,3; 32,5; 35,27; 37,1; 47,4.9) y el adjetivo mipotKoc; (Gn 15,13; 23,4). En el resto de los LXX aparece también una vez /;ÉVoc; para traducir a i~ (Jb 31,32).
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maltratar ni oprimir al extranjero, tomando como experiencia el hecho de que Israel fue también extranjero en tierra de Egipto (Ex 22,20 [2x]; 23,9 [3x]). Los libros del Levítico y Deuteronomio, proporcionan el mayor número de referencias de este vocablo, un total 100 de 22 cada uno . Se observa que el término npocrr¡'A. .moc; es utilizado en abundancia en el Código de la Alianza, el Código Deuteronómico y la Ley de Santidad, en las legislaciones relativas a la protección y a la integración o asimilación completa al pueblo de Israel. Estos textos son fundamentales para la vida de todo hebreo, ya que indican la manera de actuar, de vivir la religión'?' ¿No sería ya un indicio de cambio en el significado de la palabra, el hecho de que los LXX han introducido el vocablo en un contexto ritual, como es el de la· Pascua, para continuar con los diferentes códigos y leyes? El estudio del término en la literatura peritestamentaria rios ayudará en la confirmación de este cambio o en la coexistencia de los dos significados, el de extranjero y el de prosélito102_
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Siguen por orden de recurrencias el Libro de Números (11x), el profeta Ezequiel (6x), Josué y 2º Libro de las Crónicas (3x), el Libro de los Salmos y Jeremías (2x) para finalizar con el 1er Libro de "las Crónicas, Zacarías, Malaquías e Isaías (1x). En el NT el sustantivo 1tpocri¡A.utoc; viene empleado en Mt 23,15; Hch 2,11; 6,5 y 13,43. M. Bertrand realiza una tabla comparativa en los tres códigos, Éxodo, Deuteronomio y Levítico, para facilitar la comparación. Esta tabla corresponde al térrnino i~, pero hemos comprobado la traducción al griego de los LXX en las citas que da la autora. De los textos presentados, sólo tres no traducen 1tpom'¡lutoc; sino que utilizan el adjetivo zópouco; (Lv 22,10; 25,6.23). La utilización de 1tá.potKoc; está justificada por el hecho que en estos pasajes sería difícil traducir por "prosélito", cf. M. Bertrand, "L'étranger dans les lois bibliques", pp. 72-74. Es evidente que existe una ambigüedad en el vocablo, sin embargo se puede avanzar la hipótesis de un principio de cambio de significado. El libro de Números, sobre todo en el cap. 15, expone también con la utilización de este término diferentes leyes, insistiendo de una manera particular en el hecho que para el 1tpom'¡lutoc; y para Israel habrá una única ley, cf. Nm 9,14; 15,14-16.26.29.30; 19,10; 35,15.
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2. Los prosélitos en la literatura peritestamentaria Para completar nuestra visión del prosélito es importante ver como el tema ha sido tratado en la literatura peritestamentaria ya que este sustantivo no tiene gran repercusión en el griego fuera de los LXX. Por este motivo es importante saber si Filón y Flavio J osefo lo han utilizado y en qué contexto. Veremos después la traducción y utilización del término hebreo en el targum y finalmente su uso en la literatura rabínica. 2.1. Los prosélitos en Filón y Flavio Josejo La cuestión de los prosélitos en Filón de Alejandría y Flavio Josefa ha sido estudiada de manera específica, aunque entre los autores se encuentran posiciones dispares. Para Mottard1º3, fuera de los LXX la palabra no prosperará. Además el vocablo está ausente en Flavio J osefo y en la Carta de Aristea. Filón de Alejandría emplea el término npocníAu'trn;104 un total de 8 veces en el conjunto de su obra, aunque para hablar de convertidos al judaísmo, el autor prefiere emplear la mayoría de las veces el término E1tTJAU'tOt;. El uso de 1tpocníAU'tOt;, se justifica sobre todo cuando cita los LXX. No obstante, encontramos algunos textos iluminadores sobre el significado de 1tpocní11,u.oc; como "convertido" donde el autor utiliza el término de forma consciente. En SpecLeg 1,51 Filón, hablando de la ley judía y sus particularidades, emplea este sustantivo con el sentido de convertido.105 Filón pre103
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Cf. P. Mottard, "L'étranger", p. 138. El hecho. que el vocablo no sea utilizado por Flavio, no significa que en su obra no hable de prosélitos, como veremos más adelante. ' Filón utiliza npoc:n'¡AU'tO<; en Cber 108.119; Som 2,273; SpecLeg 1,51.308 y Quaest in Ex 22,21 (3x). Cf. G.F. Moore,Judaism, I, pp. 327-328. Filón, SpecLeg 1,51: "Y recibe todas las personas de costumbres y vida similar, tanto a los que crecieron así desde el principio, como a los que, han cambiado a un orden bueno, han llegado a ser (µi::0opµícmcr0at) mejores; a estos porque no han destruido el noble nacimiento, a los otros porque han considerado digno encaminarse hacia la piedad. Y estos que él llama prosélitos (npoc:n'¡AU'tO<;), porque han venido (npocrEATlAU0ÉVat) en la ciudad nueva y amante de Dios, los que han despreciado los fingidos mitos y se han pasado a la pura verdad". Para McKnight, el verbo µi::0opµÍ~ffi que utiliza Filón indica la conversión. Cf. S. McKnight, A Light, p. 134, n. 42. Por otro lado, para S. Daniel, el término npoc:n'¡AU'tO<; en la obra de Filón corresponde al extranjero convertido al judaís--+
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senta a dos tipos de personas. El primer tipo son aquellos que por naturaleza son judíos, que tienen la gracia de lo que el autor llama la nobleza de nacimiento (E'ÓysviJc;). Estos están llamados a no desfigurar su nobleza de nacimiento. Expone como, tanto el legislador, la legislación y todo el pueblo, están llamados a acoger, honrar y respetar a los que han decidido ir hacia la verdad y que, no por nacimiento, sino por un cambio en sus vidas se han dirigido hacia la piedad. Los que se encaminan hacia la piedad no pueden ser otros que los convertidos al judaísmo. Filón explica como los que han cambiado de vida, Moises los llama prosélitos, los que han pasado de la idolatría de los mitos a la pura verdad aKpmcpvouc; a11,110cíac;. El texto, muestra claramente cómo el sustantivo 1tpocriJ11,u.oc; es comprendido, al menos por Filón, no sólo como extranjero sino que se puede utilizar en su acepción de convertido. Otro texto donde el autor emplea la palabra con el significado de convertido es en Quaest in Ex, Ex 22,21. El texto presenta al prosélito como el hombre que abandona los placeres del mundo y va en busca de la verdad.106 Es interesante la reflexión que hace Filón sobre la circuncisión. No es la primera exigencia que se le pide al prosélito ya
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mo, cf. De specialibus legibus I. Introduction, traduction et notes, ed. S. Daniel (OPhA 24), Paris 1975, p. 222, n. 1. Filón retoma el tema de los prosélitos en SpecLeg 4, 178, donde va mostrando como ios convertidos, se han vuelto a causa de su conversión en enemigos de su propia familia al unirse a la verdad (µi::mvacr.a<; El<; ÚA1Í0Etav). Aunque no hemos entrado en la práctica del proselitismo, ya que nos alejaría de nuestro tema principal, tenemos textos en la obra de Filón que aluden a su éxito, cf. Filón, VitMos 2,6.27.36. Para Filón el que quiera adquirir las virtudes, tiene que entrar en el Judaísmo cf. Virt 187-191. El autor comparte la visión que aparece en los Oráculos Sibilinos (cf. Sib 3,195) en la que Israel tiene la misión de interceder por todas las otras naciones, cf. Filón, VitMos 1,149; SpecLeg 1,97; Abr98. En Virt 102, Filón habla de los prosélitos como aquellos que deben ser considerados de la misma manera que los judíos de origen, "puesto que han abandonado a sus familiares, a los que los unían vínculos de 'sangre, su patria, sus costumbres, sus templos y las im;genes de sus dioses, las dignidades y las distinciones, y han emprendido el camino de una noble emigración, aquella que va desde las invenciones de las fábulas hasta la clara visión de la verdad y la veneración del único y verdaderamente existente Dios". Sin embargo, utiliza el vocablo E7C1ÍAU't0<; que prefiere a npOCJ1ÍAU'tO<;.
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que este es uno que "no circuncida su incircuncisión ( oux ó 1tept.µr¡0si~ TIJV áKpoBucníav), sino sus deseos, placeres y pasiones del alma"1º7. Este cambio radical de comportamiento y de búsqueda de la verdad es lo que convierte al gentil en prosélito. Para Filón, el verdadero prosélito es el que decide el comportamiento en la vida como lo hicieron Agar y Tamar108• Con estos ejemplos, se ilumina el empleo del vocablo 1tpocri¡11,uw~ que es objeto de nuestro estudio. Otros términos importantes son el verbo Bámm «sumergir, bañar» y Bamísm «realizar abluciones, bautizar» de los que se sirve Filón en su obra un total de 8 veces. Filón con estos verbos no se refiere en absoluto a una inmersión ritual. Al contrario, los verbos son empleados en imágenes metafóricas como sumergir el intelecto (Migr 204), sumergir el alma (A//3,18; Det176)1º9• A pesar de que el autor griego no hable de la inmersión de los prosélitos, hace referencia a las purificaciones e inmersiones en relación a la sabiduría y a la mente. El vocabulario que utiliza para hablar de ello es común en los textos rituales de purificaciones (11,oúm, 11,ou.póv, Ká0apm~). Además privilegia la actitud moral y la disposición del alma a la conversión, antes que el rito externo. En !mm 7-8, critica la prohibición de la entrada a los Templos a los que no se han purificaFilón,Quaest in Ex, Ex 22,21: "En primer lugar hace que sea claramente visible y demostrable que en realidad el prosélito (1tpocri¡lu.oc;) es uno que no circuncida su incircuncisión, sino sus deseos y los placeres sensuales y las pasiones del alma. Porque en Egipto, la nación hebrea no fue circuncidada (oú 1tsptrÉ'tµ1p:o), pero fueron maltratados con todo (tipo de) maltrato por parte de los habitantes por su odio hacia los extranjeros, que vivían con ellos en el autocontrol y la resistencia, no por necesidad sino más bien de su propia y libre elección, ya que se refugió en Dios el Salvador, que envió a su poder benéfico y liberó de su difícil y desesperada situación a los que le suplicaron (a Él)". R. Marcus dice "here, as usually, Philo takes 1tpocnílu.oc; in the sense of prose/yte", in Filón de Alejandría, Questions and Answers on Exodus.Translated from tbe Ancient Armenian Version of tbe Original Greek (LCL 401), ed. R. Marcus, Cambridge 1970, n. e, p. 36. La posición de Filón. ¿No es ya un inicio de espiritualización del rito donde lo más importante es el cambio interior de la persona? cf. Ga 6,15; Rm 2,25-27; 3,30; 1Co 7,19; Ef 2,11-12. tos Cf. Filón, Abr 251; Virt 221-222. Para el autor el prosélito por excelencia es Abraham. 109 Para otros usos cf. Filón, VitCont 46; Prov 2,67.
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do externamente, cuando lo más importante es la actitud interior.l'" Este es un tema muy querido por el autor, pues para Filón el baño de purificación es un signo exterior de algo mucho más profundo, un 112 lavado interior.111 Esta purificación debería ser sólo un acto exterior de un cambio interior, sobre todo a nivel racional. Concluyendo esta panorámica en los escritos de Filón, y después de comprobar que no habla del baño de los prosélitos en su obra, como se podría esperar, no es causa justificada para negar la existencia de éstos en la época del escritor. Es cierto que en una primera aproximación a los textos parece extraño el silencio del autor, sin embargo como hemos visto, lo más importante para el filósofo griego es la razón, purificar esta razón para poder llegar a Dios. El segundo autor en el que nos parece importante comprobar la utilización del vocablo 1tpocri¡11,uw~ es Flavio J osefo. Lo primero que sorprende es que Flavio no utiliza en ningún momento este sustantivo. El término no aparece ni siquiera cuando el autor cita el texto bíblico. M. Alexandre ha notado que en Ant 4,231-232 que habla de Lv 19 ,9-11 donde se trata la recogida del grano, el autor no menciona el npocri¡AU'tO~, aunque en el texto sea mencionadol". En Ant 4,234239 llega incluso a cambiar el término a pesar de que los LXX lo usen
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Cf. Filón, Imm 7-8: "Si cultivamos el espíritu de dar gracias y honor a Él, debemos estar limpios de hacer el mal y lavados de la suciedad que mancha nuestras vidas en pensamiento, palabra y obra. Pues es absurdo que se prohíba a un hombre entrar en los Templos sin haberse bañado y purificado su cuerpo, y, sin embargo, pueda entrar a rezar y ofrecer sacrificios con un corazón todavía sucio y manchado". Cf. Filón, Cher 95: "Limpian sus cuerpos con baños y purificaciones, pero purificar sus almas de las pasiones, que contaminan la vida, ni quieren ni practican. Son celosos de ir a los templos con ropas de blanco, cubiertos de vestidos de inmaculado esplendor, pero no se avergüenza de ir hasta lo más recóndito del santuario con el pensamiento manchado". Cf. Filón, Mut 124; Plant 162; SpecLeg 1,258.261; 3,63. El tema de la purificación interior no es extraño al NT, cf. Mt 23,25; Le 11,39; 2Co 7,1; Hb 9,14; St 4,8; 1Jn 1,9. En Ant 4,240 se encuentra una omisión análoga. Cf. M. Alexandre, "Le rapport aux étrangers daos le judaísme selon Flavius josephe", in L'étranger dans la Bible et ses lectures, ed. J. Riaud, Paris 2007, p. 317.
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y en vez de emplear el vocablo 1tpocri¡AU't0<; utiliza l;évo<;114 «extranjero». Es curiosa la actitud de Flavio con respecto a esta palabra, ya que la figura del prosélito no sólo aparece en su obra, sino que además el autor habla del proselitismo.115 Varios textos demuestran este hecho. Otro tema que Flavio menciona y conoce de cerca es el de los ritos de purificación.116 El historiador griego escribe117 con frecuencia sobre la usanza de las purificaciones de los Esenios. El baño de purificación es tan importante que a ninguno le era permitido ingresar en la secta sin haber pasado por las aguas sagradas: Bel/2,137-138: "A los que desean ingresar en la secta no se les permite hacerlo inmediatamente, sino que permanecen fuera durante un año y se les impone el régimen de vida de la orden: les dan una pe114 115
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Flavio utiliza este término un total de 74 veces en su obra. Ibid. p. 318. No trataremos el tema de la propaganda proselitista en" el judaísmo, pero los textos de Flavio muestran como la práctica existía, no sólo una política propagandística de la fe sino a veces, conversiones forzadas como fue la política llevada a cabo por Hircano, cf. Flavio Josefo, Ant 13,257-258.319. Incluso en las alianzas matrimoniales se busca la conversión del esposo, cf. Flavio J osefo, Ant 20,139.145. Uno de los problemas fundamentales era la circuncisión, incluso para los refugiados en Israel, a los que Flavio salva de la práctica de la circuncisión obligatoria convenciendo al pueblo, cf. Flavio J ose fo, Vita 113. E. Nodet y J. Taylor precisan la distinción entre los diferentes tipos de proselitismo: "Il faut commencer par distinguer entre le prosélytisme actif (mission) et l'accueil de candidats qui se présentent spontanément", in E. Nodet - J. Taylor, Essai sur les origines du Christianisme. Une secte éclatée, Paris 1998, p. 273. Cf. Flavio Josefo, Vita 2,10-12. · Flavio J osefo, Bel! 2,129: "Después de haber hecho su tarea diligentemente hasta la quinta hora, se reúnen de nuevo en un mismo lugar, se ciñen un paño de lino y de esta manera se lavan el cuerpo (6.1tOM)ÚOV'tat 'tO cr&µa) con agua fría. Tras esta purificación ('tTJV ó.yvdav) acuden a una habitación privada, donde no puede entrar nadie que no pertenezca a la secta. Ellos mismos, ya purificados (Ka0apoí), pasan al interior del comedor como si de un recinto sagrado se tratara". Flavio expone diversos motivos de las abluciones, como el hecho de haber tocado un huevo miembro, lo que se considera haber estado con un extranjero, cf. Flavio Josefo, Bell 2,150; o el hecho de lavarse después de haber hecho de vientre, cf. Flavio Josefo, Bel/ 2,148-149, que se refiere a Dt 23,13-15. Explicando la ley, Flavio relata como después de las relaciones sexuales legítimas también se precisa la ablución, cf. Flavio Josefo, Contr Ap 203.
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queña hacha, el paño de lino antes mencionado y un vestido blanco. Después de haber dado durante este tiempo pruebas de fortaleza, avanzan aún más en su forma de vida y participan en las aguas sagradas para sus purificaciones, pero todavía no son recibidos en la vida co. · ,, 118 murutana .
En la vida de los esenios, las abluciones son fundamentales. La entrada definitiva a la secta se realizará también con un baño de purificación particular, como veremos más adelante cuando trataremos los manuscritos del Mar Muerto. A través de los textos de estos autores se comprueba que el baño de los prosélitos era utilizado aunque no sea mencionado explícitamente. 2.2. El término ,,:¡ en el targum Para seguir profundizando en el estudio del bautismo de los prosélitos, es necesario estudiar el término extranjero l prosélito en las diversas recensiones del targum donde se encuentra la raíz ,,¡ con el significado de hacer proselitismo, convertir aljudaísmo, para lo cual se han escogido dos textos emblemáticos (Gn 9,27; Gn 12,5) para avanzar en nuestra investigación.
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A pesar de la importancia del baño de purificación, la circuncisión es un paso obligatorio dentro del proceso de los ritos de iniciación judíos. Nolland piensa que no existe en el re, siglo una apertura en favor de los prosélitos, ya que sentían temor por la circuncisión. Cf. J. Nolland, "Uncircumcised Proselytes?", JSJ 12 (1981 ), pp. 173-194. La posición de McEleney es contraria. McEleney muestra bien a través de los textos el carácter sacrificial de la circuncisión y la apertura en el judaísmo de la diáspora. Cf. N J. McEleney, "Conversión, Circumcision and the Law", NTS 20 (1974), pp. 319-341. Contemporánea a Filón y Flavio, la obra de Joséy Asenet datada en el I siglo d.C., está dedicada a fomentar el proseli, cismo en el mundo helenístico. Sobre la obra cf. A. Díez Macho, - al., Apócrifos, I, pp. 214-221; G. Aranda Pérez -al., Literatura, pp. 404-408. Algunos autores ven una influencia de la obra en el NT pero el componente mesiánico, cristológico y escatológico está completamente ausente en ésta. Cf. A. Díez Macho, -al., Apócrifos, I, p. 219.
2.2.1. Jafet, casa de estudio y conversión (Gn 9,27)
a) Sinopsis de las versiones n~;? -cép Iacpc0
1nw,1 ,1n 11,,,,.n,1
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LXX t-t.
V/!. Peí :,,nr:::iw ,,w,1 TJ!.Onq [:i]im,:::iw ,¡;,, ,,w,1 TJ!.N 1nw, ,u:i ,,,,,,.nlJ ,:::i1 M M2 ¡¡;,,K120 I r
La traducción al arameo del TM conllevaba una interpretación, fruto de la cual el meturgeman, a veces añadía un comentario o intentaba dar una explicación del mismo. La comparación de los diversos textos analizados, nos permitirá pasar al análisis exegético, donde intentaremos descubrir cómo el targumista ha interpretado el TM. Se estudiarán las versiones más importantes y las que puedan ayudarnos en la búsqueda de cómo el Targum, al menos en lo que se refiere al libro del Génesis, ha tratado el término prosélito. Sobre los principios interpretativos del Meturgeman, cf. R. Le Déaut, "Un phénoméne spontané de l'herméneutique juive ancienne: le targumisme", Bib 52 (1971), pp. 505-525; M. Pérez Fernández, Tradiciones mesiánicas en el targum palestinense (EMISJ 12), Valencia - Jerusalén 1981, pp. 25-30; F.G. Voltaggio., La oración, pp. 15-20. En la glosa aparece la palabra escrita como una corrección. Sin embargo se encuentran atestadas las dos formas en los targumim. Cf. DJPA «1j?'K». La desaparición del K, según Dalman, se debe a un cambio dialéctico: ", mit bloJ3en VokalanstoJ3 wird in galil. Dialekt zu i in K1j?,K für K1j?'", in G. Dalman, Grammatik des Jüdisch - Pakistinischen Aramdisch: Aramdische Dialektproben, Darmstadt 1960, p. 100.
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TM
b) Traducción del texto . TM: Ensanche Dios Jafet y habite en las tiendas de Sem y sea Canaán esclavo para ellos. LXX: Ensanche Dios J afet y habite en las tiendas de Sem y sea Canaán esclavo de ellos. VL: Ensanche Dios Jafet y habite en las casas de Sem y hágase Canaán esclavo suyo. Vg: Ensanche Dios Jafet y habite en las tiendas de Sem y sea Canaán esclavo suyo. Peí: Ensanche Dios a Jafet y habite en sus tiendas Sem y sea Canaán un esclavo para ellos. TgOnq: Ensanche Dios a Jafet y haga habitar su Sekináh (,,w,1 :,,m,:::iw) en las tiendas de Sem y sea Canaán el esclavo para ellos. TgN: Ensanche Dios la frontera (K7J1nn) de Jafet (M: [ ...]) y habite la Gloria de su Sekináh en medio de (1).J [:i]im,:::iw ¡¡;,, ,,w,1) sus tiendas de Sem y sea Canaán un esclavo esclavizado para ellos (11:1? 1:il1ntzl1J 1:il1). M: Ensanche la palabra de Dios la frontera ([K7J1]nn) de Jafet y cuando sus hijos se conviertan al judaísmo habiten en la casa de estudios de S em (1:::i1 tltzl1 [1],tzli17JJ 1nw, i1J:i p,,,,.n7J) [l\i2: en la casa de sus estudios, del gran Sem (:i:i, tltzl1 ,1tzli17J ni:i:i)] y sea Canaán para ellos esclavizado. TgPs]: Embellezca Dios los límites de ]afety se conviertan aljudaísmo (sean prosélitos) sus hijos y habiten en la escuela de S em (n~,, :,,1J,nn z::i,¡;,,K i~tzl, cw', Ktzli17JJ 11,w,1 i1J:i 1n,,,.n,1) y sea Canaán un esclavo de ellos.
c) AnálÚis de las diversas versiones El pecado de Cam hacia su padre, al no respetar la desnudez provoca en el patriarca la maldición sobre su hijo me3or que será sometido
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Cap. l. Antecedentes del Bautismo Cristiano
Cap. l. Antecedentes del Bautismo Cristiano
por sus hermanos. La bendición caerá sobre Jafet y Sem. En este contexto se sitúa nuestro versículo. La primera oración del TgN comienza con el verbo «ensanchar» n!:>', que sigue el TM. El TgN y TgPs] añaden, con alguna diferencia en la escritura, el término «frontera, límite» K¡jinn.121 Grossfeld opina que es una ampliación sintáctica para poder dar un objeto directo al verbo.122 De esta manera el targumista especifica que este "ensanchamiento" de Jafet es en sus fronteras. Estas especificaciones continúan las variantes que presentan posteriormente tanto TgN, la glosa M y TgPs]. El resto de las versiones siguen el TM. Para evitar un antropomorfismo M introduce el término «palabra» ;"1'17j?j_ Es interesante la interpretación de TgOnq a la forma «y Él habitará» PtJJ'1, referido a Dios. Además, el autor introduce junto con el verbo el termino «Sekináh»123 ;-J'nJ'::JlJJ, para referirse a la divinidad. Esta interpretación se encuentra también en b. Yom 1 Oa. La versión que dan M y TgPs] de este verbo, aunque armonizan en su variante se alejan del TM. Sin embargo, la raíz 11:.i.' que se utiliza es
importante en nuestro estudio. Ya hemos visto como tanto en hebreo bíblico como en arameo bíblico, este verbo, no significa «convertir al judaísm0>>124, sin embargo ya en la época de los LXX comienza a surgir este nuevo concepto. TgPs] utiliza la misma raíz que la variante M de TgN.125 El texto continúa con una extraña forma verbal '11;"1'1 que es propia del TgN.126 Resulta sorprendente el hecho de afirmar la esclavitud de Canaán con el participio del verbo «esclavizar» 1:::JS!JJ, que no se encuentra en las demás versiones. También nos resulta intere127 sante la elección que hacen los LXX del término na.tc; «niño, siervo» en lugar de 8ouAoc;128 «esclavo». El resto de las versiones siguen en general el TM. d) Estudio de la tradición
y a hemos mencionado la maldición en la que incurre Cam al no respetar la desnudez de su padre Noé. Este hecho acentúa la habilidad
124
Jastrow lo cita en plural pero con un alef final: K'mnn. Cf. Jastrow, p. 1660.; M. Sokoloff, DJPA, p. 579. En el arameo clásico se constata una oscilación entre K y:, para indicar el determinado. Cf. J. Ribera-Florit, Guía para el estudio del arameo bíblico, Madrid 2001, p. 38. Cf. G. Dalman, Grammatik, p. 96. 122 Cf. B. Grossfeld - L.H. Schiffman, Targum Neofiti 1. An Exegetical Commentary to Genesis, Including Ful! Rabbinic Parallels. Complete Text, New York, 2000, p. 117. La grafía n!l' es un hapax en el Targum Neofiti. Según Jastrow, la encontramos en algunas ediciones de Onqelos. Cf. Jastrow, p. 1253, a la voz 'JJ~. Por la indicación de J astrow hemos preferido el Aje/. El imperfecto en arameo targúmico, es utilizado muchas veces como yusivo. ~f. B. Stevenson, Grammar of Palestinian Jewish Aramaic, Oxford 19622, p. 50; M. Pérez Fernández, La lengua de los sabios, (BibMid 13), Navarra 1992, pp. 192-193. Otra corrección de escritura se encuentra en la glosa I del TgN con «1ji'K». Sin embargo se encuentran atestadas las dos formas en los targumim. Cf. DJPA «1ji'K». La desaparición del K, según Dalman, se debe a un cambio dialéctico: "' mit blofsen Vokalanstoíl wird in galil. Dialekt zu i in K1ji'K für K1ji'", in G. Dalman, Grammatik des Jüdisch - Paldstinischen .Aramdiscb: .Aramaiscbe Dialektproben, Darmstadt 1960, p. 100. 123 Cf. M. Aberbach - B. Grossfeld, Targum Onkelos to Genesis. A Critical .Analysis Together with an English Translation of the Text (Based on A. Sperber's Edition), Denver 1982, p. 69. Para Muñoz León, la expresión Sekináh como complemento de "hacer morar" es típica de TgOnq. Cf. D. Muñoz León, Gloria de la Shekiná en los Tmgumim del Pentateuco, Madrid 1977, p. 476.
47
121
Sobre la raíz 11:i., Le Déaut nos dice: "La racine gwr et ses dérivés prendront, dans la littérature rabbinique, le sens de devenir prosélyte, se convertir", in R. Le Déaut - J. Robert, Targum du Pentateuque, I, Genése. Traduction des deux recensions palestiniennes completes auec introduction, para/le/es, notes et index (SC 245), París 1978,
p. 149, n. 4. Sobre este término Miguel Pérez escribe: "Ger (pl. gerim, raíz verbalgwr, 'peregrinar, habitar, ser huésped') designa en la Biblia hebrea al extranjero emigrante que reside en Israel o al peregrino; el rabinismo crearía las formas sio« y mitgr¿yyar del verbo para expresar hacer un prosélito o hacerse prosélito. En la literatura rabínica, ya en la Misnah, ger es término técnico para los conversos de la gentilidad", in M. Pérez Fernández, Textos fuente, p. 119. 126 Esta forma verbal, en la mayoría de las gramáticas, no se encuentra atestada con las dos waw sino con una. Sin embargo, en el Neofiti viene utilizada 83 veces. Es un uso particular del Neofiti. En los
12s
i 1
1 i
1
del escriba en el v. 27 del TM con el juego de palabras que el autor realiza entre la forma verbal «ensanche» T;1~~ y el nombre propio «J afeo> l"I~;- Por lo que respecta al TgPsJ, vemos cómo interpreta el término «ensanchar» T;1~~ como «embellecer» 1!:i1Lh, etimología popular de J afet.129 En la tradición cristiana, el alargamiento de J afet se refiere a 130 las naciones paganas, figura de la Iglesia. Partiendo del TM, el autor del targum interpreta el verbo «habitar» (l'.:lif:l) referido a Dios.131 De esta manera introduce la interpretación 132 halákhica, ya que morar y Sekináh tienen la misma raíz. Debido a la 133 tendencia del targum a evitar los antropomorfismos, el autor del targum añade [0]'l"IJ':l1zJ -,¡;,,.134 Parte de la glosa de TgN coincide con el texto de TgPs], donde en este último, se expone la relación entre la conversión al judaísmo de los hijos de Jafet y la escuela de Sem. Para TgN la relación es entre la Gloria de la Sekináh y las tiendas de Sem, al igual que TgOnq. Muñoz León se pregunta si la mención de la Sekináh en las tiendas de Sem 135 significa que estas tiendas son ya una sinagoga y casa de instrucción. Al mismo tiempo, el autor hace referencia a Goldberg, según el cual la 129
13
°
131 132
133
134
135
mención de la Sekináh en TgOnq es una alusión al tabernáculo.136 Filón propone dos hipótesis sobre quien habita en las tiendas de Sem, ya que para el filósofo no está claro: puede ser Jafet o Dios mismo.F' 2.2.2. Abraham, misionero y proselitista (Gn 12,5) a) Sinopsis de las versiones
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TM
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LXX
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mo. Cf. Origenes, Hom [es III, 4; Ireneo de Lyon, Epid 21; Adv Haer IV,3,5; Justino, Dial 139,2-3. B. Grossfeld - L.H. Schiffman, Targum Neofiti, p. 117. T. Martínez Sáiz - al., M., Traducciones arameas de la Biblia. Los Targumim del Pentateuco. I. Génesis. Versión crítica en edición sinóptica de los Targumim Neofitiy PseudoJonatán con variantes,glosasy notas (BibMid 28), Estella'2004, p. 88, n. 10. Cf. J. Ribera Florit, "Introducción al Targum", p. 7, in T. Martínez Sáiz, Traducciones. D. Muñoz León, "El rostro nuevo del Pentateuco en el Targum",
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136
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TM
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LXX
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TiOnq TiN TiPsJ
CW1:>T1?~-l"l~l
11VI$
ócra EK'ti¡cravw quam possederant
Kai náv-ca -ca únápxov-ca áu-c&v universamque substantiam
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110:;i év Xuppov in Charran in Haran
Vi
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137
405.
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t-r,
Pef
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uíóv 'tOU aóEA(j)O'U mhou
Cf. R. Le Déaut - J. Robert, Targum I, p. 133, n. 10. Para b.Meg 9b la principal belleza de Jafet es estar en las tiendas de Sem, es decir, su conversión al judaís-
LA 49 (1999), p. 303. Grossfeld encuentra un reflejo de dos fuentes rabínicas: b.Yom 10a y GnR 36,8, al igual que Bowker. Cf. B. Grossfeld - L.H. Schiffman, Targum Neofiti, p. 117; J.W. Bowker, Tbe Targums and Rabbinic Literature. An Introduction to ]ewish Interpretations of S cripture, Cambridge 1969, pp. 17 6-178. Este término se encuentra a veces en los textos targumicos con el sentido de Casa de estudio. Cf. TgGn 25,27 (Onq, N, Psf); TgNm 24,5 (N, Psf). Sobre la tienda como Casa de estudio, cf. F.G. Voltaggio, La oración, pp. 185-188.403-
49
Cap. I. Antecedentes del Bautismo Cristiano
Cap. I. Antecedentes del Bautismo Cristiano
48
TM LXX
Vi Pef
TiOnq TiN TiPs.J
1w~-1W1$
1zJ~ª0-l"l~l
TM
flv EK-ci¡cravw quamcumque possederat quas fecerant
Kai nñonv \jl'l>XTJV et omnen animam et animas
LXX VL
D. Muñoz León, Gloria, p. 47. Cf. Filón, S obr 62-68.
Vi
Cap. l. Antecedentes del Bautismo Cristiano
Cap. I. Antecedentes del Bautismo Cristiano
50
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Pef
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Pef
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Kl.71K? Kl.71K? Kl.71K?
i11K1 1111K1 111K1
TJ!.Onq TJ!.N TJ!.PsJ
VJ!.
b) Traducción del texto TM: Y tomó Abram a Sarai su mujer y Lot hijo de su hermano, y todas las posesiones que ellos habían acumulado, y las personas que habían adquirido en Harán, y salieron para ir a la tierra de Canaán y llegaron a la tierra de Canaán. LXX: Y Abram tomó a Sara su mujer y Lot el hijo de su hermano, y todas las posesiones de ellos, tantas como habían adquirido y todas las almas que habían adquirido en Harán y salieron para ir a la tierra de Canaán y llegaron a Canaán. VL: Y tomó Abraham a Sara su mujer y Lot hijo de su hermano y todas las personas que poseían en Harán. Vg: Y llevó a Sara su mujer y Lot hijo de su hermano y todos los bienes que habían poseído y las personas que habían hecho en Harán y partieron para ir a la tierra· de Canaán y llegaron a ella. Pef: Y condtf}o Abram a Saray su mujer y a Lot hijo de su hermano y todos las posesiones que habían obtenido y las almas que habían
51
hecho en Harán, y salieron a la tierra de Canaán y llegaron a la tierra de Canaán. TgOnq: Y tomó Abram su mujer y Lot, hijo de su hermano, y toda la posesión que poseían, y las almas que habían sometido a la Ley (n,, KI1,11K7 ,,,:::iJJIZl1 KI11Zl!:lJ) en Harán y salieron para ir a la tierra de Canaán y llegaron a la tierra de Canaán. TgN: Y tomó Abram a Saray su mujer y a Lot, hijo de su hermano, y toda la riqueza de ellos que poseían y las almas que habían convertido (,,,,,. ,, ;ir,IZJ!)J r,ii) y salió para ir a la tierra de Canaán y llegaron a la tierra de Canaán. TgPs]: Y tomó Abram a Saray su mujer y a Lot, hijo de su hermano, y toda la posesión de ellos que poseían y las almas que habían convertido (,,,,,.,, KI11Zl!:lJ r,ii) en Harán y salieron para ir a la tierra de Canaán y llegaron a la tierra de Canaán.
c) Análisis de las div:~sas versiones El número de cambios que realizan las diferentes versiones con respecto al TM no es numeroso, pero sí significativo. Los LXX y la Vg traducen literalmente del TM. 138 A diferencia de TgN, el autor de TgPs] y TgOnq prefiere utilizar en lugar de JOJ «tomar», el verbo ,:::i, · "tomar", aunque el significado no varía. Volvemos a encontrar la raíz ,,,. en TgN y TgPs] para hablar de la conversión de las almas que el patriarca ha conseguido en Harán139. Las versiones del TgF, P y V utilizan la misma forma verbal. Sin embargo el TgOnq prefiere utilizar el verbo 1Jl.71Zl conjugado al faje!, cuya traducción es "someter, subyuDebido a esta literalidad de la versión encontramos la utilización del término animas en la Vg, que no es normal como vocablo para designar a la personas. Cf. DIL "anima", col.130. No ocurre lo mismo con \j/l>'.,(' 1Í en los LXX, ya que en griego clásico se encuentra el uso del término referido a personas desde Homero. Cf. Liddell - Scott, «'l'l>XTJ», p. 2026. Dídimo el Ciego sobre este pasaje de la Escritura dice que estas almas no son todos sus siervos, sino que de entre todos ellos sólo los que siguen sus costumbres. En su comentario al Génesis escribe: "y se puede añadir que el hecho de llevar de Barran las almas (tac; \j/t>Xac;) que el , poseía, muestra que Abraham ha llevado entre sus sirvientes, los que eran suyos por su conformidad a sus costumbres, según el dicho: No hay negligencia en la casa de un justo", in Dídimo el Ciego, In Gn 12,4-5. 139 Cf. A. Díez Macho, El tmgum. Introducción a las traducciones aramaicas de la Biblia, Barcelona 1972, p. 59; M. Ohana, "Prosélytisme", pp. 317-332.
138
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Cap. l. Antecedentes del Bautismo Cristiano
Cap. l. Antecedentes del Bautismo Cristiano
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gar, dominar", afirmando de esta manera la acción proselitista de Abraham.
la actividad proselitista de Abraham se encuentra desde el comienzo . 1 144 de SU ClC O ·
d) Estudio de la tradición La diferencia más importante con el TM es la interpretación que, sobre todo TgN y TgPs], han hecho de "y la gente que habían adquirido en Harán" (no:;i :itvriip~ w~~;: i-n~1). TgN presenta "y las almas que habían convertido" (,1 ;,nw!:lJ n,, ,,,,:1), y TgPs], conservando el complemento circunstancial de lugar, escribe "y las almas que habían convertido en Harán" (,,,,:1,1 ~nW!:lJ n,, i,n:i). La traducción deriva de la interpretación del verbo «hacer» por "hacer prosélitos, convertir'l':". En esta explicación "subyace la idea de que la conversión al judaísmo es como nacer de nuevo, iniciar una nueva vida, nueva creación"141• Grossfeld142 señala que la interpretación de Neoftti coincide con la interpretación rabínica de GnR 34,14 y b.San 99b. Delcor pone en relación esta tradición que Abraham hacía prosélitos con la referencia que encontramos en Mt 3, 9 donde Juan Bautista afirma que Dios puede sacar hijos de Abraham de las piedras143• Voltaggio nota como
2.3. Prosélitos en la literatura rabínica En la literatura rabínica145 es conocido el uso del término ,,:1 y el verbo sin ninguna ambigüedad, para designar a los prosélitos. La belleza del Templo, los ritos, la Ley eran objeto de atracción por parte de los extranjeros. Flavio aporta testimonios sobre los judíos de Antioquía que "constantemente atraían a un gran número de griegos a sus ritos religiosos y de algún modo éstos formaban ya parte de la 146 comunidad judía" (Bel/7,45) • La tradición rabínica diferencia varios tipos de prosélitos: el residente extranjero (:iw,n 1:1) que no es un prosélito, ya que quedando incircunciso sigue sólo los mandamientos de Noé; el prosélito de justicia (¡;,1'.!t 1:1), es. decir el convertido por convicción; y el prosélito forzado (111:1 1:1), especialmente en Idumea, Iturea y bajo el reino de . 147 Juan Hircano.
140
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Según la tradición, Abraham se ocupaba en Harán de la actividad que más le gustaba que era la de dirigir el corazón de los hombres a Dios. Cf. L. Ginzberg, Les légendes desjuifs: .Abrabam, Jacob (Patrimoines: Judaisme II), Paris 1998, p. 20. Sobre la imagen de Abraham como misionero, cf. D. Rokéah, "Ancient Jewish Proselytism in Theory and in Practice", ThZ 52 1/4 (1996), pp. 213-214; Cf. PesR43. Cf. M. Pérez Fernández, Textos fuente, p. 120, n. 116. Se trata del juego de palabras "hacer" y "crear" que continúa en la tradición. Un texto claro de esta tradición es ARNa 12,8. B. Grossfeld- L.H. Schiffman, Targum Neoftti, p. 128. La interpretación según la cual Abraham hacía prosélitos se encuentra tambien en Rashí: "Abraham convertía a los hombres y Sara convertía a las mujeres, y por ello la Escritura se los considera como si ellos mismos los hubieran hecho", in M. Rosenbaum -A.M. Silbermann, Pentateucb with Targum Onkelos, Haphtaroth and Prqyers far Sabbath and Rashi's Commentary: Translated into English andAnnotated, London 1934. Para Delcor el texto del evangelio "suppose que l'on connaissait déjá une tradition semblable a celle contenue dans le Targoum palestinien plus précisément celle du TN sur Abraham, pére du prosélytes", in M. Delcor, "La portée
-
,,:1
chronologique de quelques interprétations du Targoum Néophyti contenues dans le cycle d'Abraham",JSJ 1 (1970), p. 108. 144 Cf. F.G. Voltaggio, La oración, p. 107. 145 El estudio de la literatura rabínica para el NT es muy importante. A pesar de que tal literatura ha sido editada no antes del siglo III d.C., las tradiciones que contiene pueden ser de época neotestamentaria e incluso anteriores a Jesucristo. Para una visión completa de la importancia de esta literatura y su relación con el NT, véase G. Aranda Pérez - al., Literatura, pp. 419-562. 146 Para Paget el hecho del proselitismo judío no necesita ser asociado a una actividad misionera agresiva. Pero él judaísmo debido al carácter universalista, ha tenido que crear una institución para la acogida de los prosélitos. Cf. C. Paget, "Jewish Proselytism at the Time of Christian Origins: Chimera or Reality?", JSNT 62 (1996), p. 72. Urbach piensa que el judaísmo realizó, sobre todo en la época de los Macabeos, un proselitismo a gran escala, cf. E.E. Urbach, Les sages d'Israif/: conceptions et croyances des maitres du Talmud (Patrimoines: Judaisme), Paris 1996, p. 29. Schwartz opina que el proselitismo judío comenzó en esta misma época pero propone como causa importante a esta apertura las alianzas matri. moniales. Cf. S. Schwartz, Conversion to Judaism in tbe Second Temple Period: a Fanctionalist Approach, in Studies in [osepbus and the Varieties of Ancient Judaism: Louis H. Feldman]ubilee Volume, ed. S.J.D. Cohen - J.J. Schwartz, Leiden - Boston 2007, pp. 223-236. 147 FlavioJosefo, Ant 13,257; 13,318. Cf. E. Nodet- J. Taylor, Essai, p. 273, n. 5.
Cap. l. Antecedentes del Bautismo Cristiano
Cap. l. Antecedentes del Báutismo Cristiano
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Dentro de la literatura rabínica son numerosas las menciones que se hacen al baño de los prosélitos. Este baño era una de las tres fases que se requería al prosélito, además de la circuncisión y de la presentación de ofrendas en el Templo.148 Se ha visto la opinión fragmentada de algunos autores sobre el baño de los prosélitos, y cómo muchos de ellos piensan que el baño no puede ser anterior al primer siglo debido sobre todo al silencio de Filón y Flavio Josefo. Pero en 1726 A. Calmet, como indica Nodet, "juzgaba imposible que los judíos hubie149 sen tomado este rito a los paganos o a los cristianos" • Esta opinión la comparte J. J eremias, para el que este rito existía antes de Jesús y Juan Bautista.150 A. Edersheim afirma que el baño de los prosélitos se estableció de forma oficial después de la destrucción del segundo 151 Templo, debido a la imposibilidad de poder ofrecer el sacrificio . A pesar de esta fecha, para el autor, el bautismo de los prosélitos existía al tiempo de Hillel y Shamai.152 Una de las razones que da sobre su existencia es "que el bautismo fuese absolutamente necesario para hacer un prosélito era tan frecuentemente mencionado que no es discutido"153• Pérez Fernández por su parte, no cree que el baño de
148
149
°
15
151
152 153
Cf. G.F. Moore,]udaism, I, p. 331; E. Schürer - al., Storia, III, p. 240;]. Thomas, Le Mouvement, p. 357. Este es el prosélito de justicia que con el ritual correspondiente entra a formar parte de Israel. Cf. A. Edersheim, The Lije and Times ofJesus the Messiah, vol. II, New York 1907, p. 745. Sin embargo, parece que la circuncisión además de haber tenido alguna posibilidad de excepción en la época peritestamentaria, como muestra Flavio (cf. Ant 20,38-46), el rito comenzaba a adquirir un valor espiritual (cf. Rm 2,28-29; Flavio Josefo, Quaest in Ex 2,7; Sib 4,162ss.). E. Nodet, "Le baptéme", p. 83, n. 2. Cf. J. Jeremias, I,ifant Baptism in the First Four Centuries, London 1960, pp. 24-37. Para Edersheim, una prueba de la existencia de este bautismo es el hecho que "for, whereas the school of Shammai is said to have allowed a proselyte who was circumcised on the eve of the Passover, to partake after baptism of the Passover, the school of Hillel forbade it. This controversy must be regarded as proving that at that time (previous to Christ) the baptism of proselytes was customary", in A. Edersheim, The Lije, p. 747. En ARNa 15,5 encontramos el testimonio sobre la paciencia de Hillel y su actitud favorable a hacer prosélitos. Cf. A. Edersheim, The Lije, p. 747. Ibid. p. 745.
55
los prosélitos fuera establecido después del bautismo cristiano s1110 , b'ien lo contrario. · 154 mas Una vez fijadas estas premisas sobre el bautismo de los prosélitos, veremos como la literatura rabínica lo ha interpretado. 2.3.1. Abraham, padre de los prosélitos En el estudio de algunos textos targúmicos hemos podido apreciar la importancia de Abraham con respecto al proselitismo. Este testimonio se verifica también en la literatura rabínica que presenta al patriarca no sólo como el primero en haber hecho prosélitos, sino en haber sido el primer prosélito.155 La lucha a la cual se enfrenta el patriarca contra la idolatría, es conocida en esta literatura. Uno de los elementos que se repiten es el diálogo que tiene con su padre Terakh, donde insiste en la necesidad de romper con los ídolos (cf. Jub 11-12; ApAbr 1-8). Génesis &bbah 39,16 interpreta que Abraham hacía prosélitos y enARNa 12,8, como ya hemos mencionado, aparece la interpretación 156 que dan el Tar;gum Neófiti, Onqelos y Pseudo-Jonatán a Gn 12,5 • A pesar de su datación tardía (s. III-IV), el texto recoge la tradición que hemos estudiado hasta ahora. No sólo Abraham hace prosélitos, ya 57 que la actuación de Sara está presente en el relato 1 • Además relaciona
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Cf. M. Pérez Fernández, Textos fuente, p. 125. El Talmud, a la pregunta ¿por qué es el Dios de Abraham y no de Isaac y Jacob?, responde claramente: porque Abraham fue el primer prosélito, cf. b.Hag 3a. El texto parte de una explicación que se da a una cita de Hillel, que dice "los discípulos de Aaron aman a las criaturas y las atraen a la Torah". El texto explica: ARNa 12,8: "Y las atraen a la Torah. ¿Cómo? Esto enseña que un hombre debe doblegar (íl!ljii':l) a las criaturas e introducirlas bajo las alas de la Sekináh, del mismo modo que Abraham, nuestro padre, doblegaba a las criaturas y las introducía bajo las alas de la Sekináh. Y no sólo Abraham hacía esto, también lo hizo Sara, según se dice: Y tomó Abram a Sarqy, su mt!fery a Lot, hijo de su hermano,y todos los bienes que habían adquirido y las personas que habían hecho en Harán (Wlll) (Gn 12,5). Y todos los habitantes del mundo no pueden crear (rmn::i.'?) ni siquiera un mosquito, ¿y por qué, la Escritura enseña: y las personas que habían hecho (11llll) en Harán? Esto enseña que el Santo, bendito sea, se lo tuvo en cuenta como si las hubieran hecho (11llll)". La tradición expondrá en varias ocasiones la actuación de Sara. Sobre la figura de Sara, cf. F. Manns, "Sara, modele de la femme obéissante. Étude de l'arriére-t
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el hecho de que el hombre está llamado a doblegar a las criaturas para introducirlas bqjo las alas de la Sekináh158 como hacían Abraham y Sara con los prosélitos. PRE 25 está en sintonía con los targumines citados 159 anteriormente. PRE 25: "Dijo: ¿Qué hacía nuestro padre Abraham? Sobre él la paz. Hizo su casa, una casa de acogida en Harán y a todo el que entraba y salia eran acogidos y comían y bebían y les decía: Hay un solo Dios de Abraham en el mundo (t:J7U7::J. t:J;-J1::J.K ';'171'\ K1;-J 1ílK)".
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En el Talmud aparece esta tradición de Abraham, donde se cita que el patriarca, junto con Sara había conseguido almas en Harán (bAZ 9a). Siguiendo la línea del Targum, el Sifre Deuteronomio da una interpretación semejante a Targum del Génesis 12,5. SDt 32: "Y amarás a Yhwh tu Dios (Dt 6,5). Hazlo amar de las criaturas, como Abraham tu padre, de acuerdo como se dice: y las almas que habían hecho (Wlll) en Harán (Gn 12,5). ¿Es que si se reuniesen todos los que vienen al mundo para crear (n1K1::J.7) un solo mosquito e introducirle el alma, podrían? Pero se enseña que hacía nuestro padre Abraham prosélitos (11"m) y los introducía bajo las alas de la Sekináh (;-JJ'Jill;-J '!JJJ nnn)". Podemos comprobar que el juego de palabras entre hacer y crear continúa en los diversos textos. También se percibe que en la conver-
plan juif de 1P 3,5-6", BeO 26 (1983), pp. 63-73; F.G. Voltaggio, La oración, pp. 158
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Cap. I. Antecedentes del Bautismo Cristiano
Cap. I. Antecedentes del Bautismo Cristiano
162-164. La expresión bqjo las alas de la Sekináh (;,J,:,T,Zl;, ':JJ:i nnn) es muy conocida y utilizada en la literatura rabínica. Cf. b.Shab 31a; b.San 96b; bAZ 13b; b.Yeb 46b; b.BM 84a; D. Muñoz León, Gloria, p. 351-352. Una versión del texto dice: "Decid que el Dios de Abraham es el Único en el mundo", cf. M. Pérez Fernández, Los capítulos de Rabbí Eliezer. Versión critica sobre la edición de David Luria, Varsovia 1852 Incluidas lecturas variantes de diversos manuscritos y de la segunda edición de Venecia 1544. Cotejadas la antigua versión latina de G. Vorstius (1644)y la inglesa d. Friediander (1916). Con introductión, notas de comentario, apéndices e índices (BibMid 1), Valencia 1984, p. 186. Toda la tradición habla del proselitismo de Abraham, a pesar de la oposición a este hecho de algunos autores. Cf. E. Will- C. Orrieux, Prosé!Jtisme, p. 146.
sión al judaísmo, subyace la idea de una nueva creación. En ARNa 12,8, se utiliza la misma temática y lenguaje, pero en este caso el contexto es el amor. La justificación del proselitismo de Abraham es la enseñanza del amor a Dios por parte de las criaturas. Esta misma 161 temática continúa en otros textos como en NmR 14,11. No siempre la tradición ha visto bien la figura de Abraham. En las diversas controversias sobre el hecho de convertir a los paganos el Talmud, pone de ejemplo a Abraham y la esclavitud de sus hijos en Egipto por haberles impedido entrar bajo las alas de la Sekináh. A pesar de todo, 162 lo más frecuente es el gran interés de Abraham por hacer prosélitos. El testimonio del patriarca continúa en Génesis Rabbah donde aparece, de manera explícita, el nexo entre bendición e inmersión. Esto es debido a la utilización de la regla al-tiqra que el autor emplea: GnR 39,11: "Y sé bendición (;-JJ1::J.) (Gn 12,2): lee alberca (;-JJ'1::J. ;'l'::J. '1ji): como esta alberca purifica a los impuros (t:J'K)jtl;-J nK ni;,ti]j), así acercas a los alejados y los purificas para su Padre que está en los Cielos".
La misma tradición se encuentra en el texto de Números Rabbah, en relación con la promesa que Dios realiza a Abraham de hacer de él Sobre la nueva creación, se encuentran varios textos en la tradición como b. Yev 22a: "Y el prosélita que se ha convertido al judaismo es como un pequeño recien nacido ('1:n 171JT.ll 1~¡:,:, i"l11JT.ll il1)", o el midraf Tanbuma a Gn 12,1: (TanB Gn Lekh-lekhá 4): "No está escrito aquí yo estableceré sino yo haré. Porque te crearé como nueva criatura (;'1T.ll1íl ;,,¡::i 1111K Ki1:l 'JKT.ll)". Otra obra que trata el tema de los prosélitos es el apócrifo de JosAs donde uno de los objetivos el autor es mostrar que Dios no es sólo el Dios de los Judíos sino también el de las naciones. El tema de la nueva creación en JosAs se desarrolla como paralelo de la creación en Génesis. Cf. R. Charles, "Une lecture narrative de Joseph et Aséneth a la lumiére du motif de la nouvelle création, ScE 63/1 (2011), pp. 81-82. 161 NmR 14,11: ''Y las almas que hicieron en Harán enseña que Abraham convertía (i"l~) a los hombres y Sarah convertía (I1i"m) a las mujeres". Ginzberg expone que Abraham estuvo ocupado dos años en lo que más le gustaba que era el hacer prosélitos. Sin embargo en lo que concierne a la profecía, Sara superaba a , Abraham. Cf. L. Ginzberg, Les légendes, II, p. 20. 162 b.Ned 32a: "¿Por qué Abraham fue castigado y sus hijos sometidos a la esclavitud por los egipcios? Porque impidió a la gente entrar bajo las alas de la Sekináh". El texto comenta Gn 14,21, pero lo más importante es la interpretación de R. Yohanan, en favor de los prosélitos.
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una gran nación163. Los textos reflejan el empeño por parte del patriarca a llevar el anuncio y acercar a los paganos a la Sekináh de Dios. La imagen del agua que purifica a los impuros es modelo del efecto que se obtiene cuando un pagano se acerca a Dios. Tanto el lenguaje utilizado (conversión, nueva creación, purificación con agua) como 164 las imágenes en sí de los textos estudiados, recuerdan el Bautismo • Estos temas están relacionados entre sí y son frecuentes en la literatura hebrea 165. 2.3.2. Los prosélitos: otras figuras bíblicas En la Biblia, aparecen otras figuras que no sólo eran prosélitos sino que a su vez, hacían prosélitos. Entre estos surgen una serie de figuras femeninas como el caso de Tamar, que arriesgando su vida y su reputación por conservar la ley del levirato, merece ser ancestro de David166• Otra figura a quien Dios le concede el privilegio de pertenecer a los ancestros de David, a pesar de su condición de extranjera, es Rut la moabita167. Lo mismo sucede con Naamá la amonita, madre del rey Roboam (cf. b.Yeb 77a). Estos ejemplos nos permiten ver la apertura que aparece en el judaísmo y su acción proselitista. La tradición responde de esta manera a la Torah (Dt 23,4), que prohíbe el acceso a la asamblea del Señor a los amonitas y a los moabitas. - Otra figura interesante que se convertirá al judaísmo de manera totalmente desinteresada es el jefe militar del rey Nabucodonosor. El 163
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Cap. l. Antecedentes del Bautismo Cristiano
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NmR 11,2: "Otra exposición: Y sé bendición (;,:ii:::i), [quiere decir] y sé alberca ( ;,,;,, ;,:,,i:::i). Como la alberca purifica a los impuros (tl'Kb~;, nK n,;,~b), así tú acercas a los alejados bajo las alas de la Sekináh (;,r::,111;, '!JJ:l nnn)". La figura de Abraham se retoma en el NT, sobre todo con San Pablo que la utiliza como modelo de fe (cf. Rm 4; Ga 3,6-29). Se profundizará este tema a medida que aparezca en los textos analizados. Cf. F. Manns, Les enfants de Rébecca. Judai'sme et christianisme aux premiers siécles de notre ere, Saint-German-les-Arpajon 2002, pp. 103-133. A pesar de su origen pagano, Tamar defiende la ley,. es por esto que actúa de manera indebida e inmoral, aunque, según la tradición, justificada. Cf. TgN y TgPs] a Gn 38; b.Ber 43b; b.Meg 10b; b.Hor 10b; b.Sot 10ab. Filón también interpreta la historia de Tamar, cf. Filón, Virt 221-222. El Talmud justifica este hecho con la explicación del nombre de Rut. Cf. b.Ber 7b. Rut como Tamar insiste en someterse a la ley del levirato, cf. b.Yeb 47b; RutR2,22.
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cual según la tradición rabínica, después de la destrucción del Templo y el saqueo de la ciudad, se convierte en «prosélito de justicia» ¡n~ ,,., con una conversión desinteresada, por convicción, gracias al acontecimiento que le sucede con la sangre del profeta Zacarías, que hierve esperando que se vengue su asesinato168• La historia del comandante del ejército de Nabucodonosor es propuesta por el Talmud como ejemplo de prosélito de justicia, a diferencia de Naamán el Sirio al que considera sólo :llll1n ,,. «residente prosélito».169 Uno de los personajes bíblicos cuya conversión aparece en el Targum es Jetró170, suegro de Moisés. El pasaje se sitúa en el contexto de la visita que Jetró realiza a Moisés después de la batalla contra Amalee. El Targum parafrasea el TM introduciendo la intención de J etró a la conversión: TgPs] Ex 18,6- 7: ''Y dijo a Moisés: yo soy tu suegro Jetró, que vengo hasta ti para convertirme en prosélito (Ki").mÓ). Y si tú no me aceptas por mí mismo, acéptame a causa de tu mujer y de sus dos hijos que están con ella. Y salió Moisés de debqjo de la nube de gloria en dirección a su suegro, y se inclinó y lo besó,y lo hizo prosélito (:"J'i'').). Ellos se saludaron el uno al otro y fueron a la tienda de la casa de instntcción". Nabuzaradán, jefe del ejército de Nabucodonosor, se encuentra en varios textos bíblicos, cf. 2R 25,8.11.20; Jr 39,9-13; 40,1; 43,6; 52,15.16.26.30. En el NT Jesucristo hace también mención del caso de un Zacarías asesinado entre el Templo y el altar. Sin embargo es discutido de qué Zacarías se trata ya que en la citación del Talmud (cf. b.Git 57b; b.Mak 24b), es Zacarías hijo de Jeberequías (cf. Is 8,2) y en Mt 23,35, Jesucristo habla de Zacarías hijo de Baraquías .. Sobre una interpretación de la mención de Zacarías cf., J. Lightfoot, A Commentary on the New Testament from tbe Talmud and Hebraica: Matthew - 1 Conntbians, vol. 2, Massachusetts 1995, pp. 302-308; D.A. Hagner, Matthew 14-28 (WBC 33B), Dallas -Texas 1995, pp. 676-677. 169 Ya hemos hablado del «residente prosélito» :::l11l111 ,,., cuya característica es que · no es un verdadero prosélito ya que al no estar circuncidado sigue sólo la ley Noájica. 17 Con respecto al nombre de Jetró, la MekhY 'Amaleq Yetro 1 nos habla de los , siete nombres de Jetró. Lo más relevante es el cambio de nombre que recibe después de su conversión, al igual que Abraham, se le añade una letra al nombre (cf. ExR 27,8). El cambio de nombre, que surge ya en el AT (cf. Gn 17,5; 35,18), aparece también en el NT y comporta una misión (cf. Mt 16,18; Me 3,17; Jn 1,42; Hch 13,9).
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La tradición sostiene la conversión de Jetró después de la visita a Moisés. Sin embargo hay varias opiniones con respecto al momento de su llegada171• La conversión de Jetró, que era un sacerdote idólatra (cf. ExR 1,32) se expresa en la adición que hace el Targum con la profecía de Balam en TgPs] Nm 24,21. Además Jetró no sólo se convierte al judaísmo sino que él mismo hace prosélitos, como su yerno Moisés.l" Estas pocas figuras que hemos estudiado nos dan una visión de como la tradición hebrea ha insistido en la figura del prosélito, convirtiendo en prosélitos a todos los personajes que no pertenecen al pueblo elegido. Evidentemente en esta evolución de la idea proselitista, no podemos olvidar los textos en los que aparece la promesa que 173 al final de los tiempos los gentiles se alían con los judíos. La idea de apertura y amor que hay que dispensar a los prosélitos podemos encontrarla en varios textos. Los rabinos responden con anticipación a las posibles objeciones que los extranjeros pueden hacer en referencia a la Ley: LvR 2,9: "No se nos ha dado la Torah y todavía no se nos ha exhortado ¿por qué bajamos a la Gehenna? Respondí a él: Hijo mío, así enseñaron los sabios 'en la Misnah: un prosélito (1'-) que viene a convertirse al judaísmo (1'''-íl:1?), se le tiende a él la mano para hacerlo entrar
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Cap. I. Antecedentes del Bautismo Cristiano
Cap. I. Antecedentes del Bautismo Cristiano
En SER aparecen tres opiniones sobre el momento en el cual llega Jetró: 1) después del paso del Mar Rijo, 2) después de la batalla con Amalee y 3) después de la revelación en el Sinaí. Cf. SER 5. A pesar de que el texto está datado en el siglo X aparece ya mencionado en b.Ket 106b. Ginzberg retiene la conversión de Jetró después de la guerra con Amalee, cf. L. Ginzberg, Les légendes, IV, p. 50-54. La Mekhilta' explica que fue Dios mismo quien acercó Jetró a Moisés después de las noticias que éste escucho sobre la guerra contra Amalee, cf. Mekh Y 'Amaleq Yetro 1; MekhRSh Yetro 6. Sobre la conversión de Jetró cf. b.San 94a. Otros textos como encontramos en SNm § 78-84, hablan de la importancia de los prosélitos y la conversión de Jetró, cf. LvR 9,6. El Targum expone como Jetró hace prosélitos una vez convertido. TgPs] Ex 18,27: "Y despidió Moisés a su suegro y este se fue para hacer prosélitos (K1"¡?) a
bajo las alas de la Sekináh. De aquí en adelante, los prosélitos de cada generación exhortan a su generación". La tradición insiste, por lo que respecta a los nuevos convertidos, a ejercer el proselitismo, o como mínimo a la exhortación. Sobre el amor hacia el prosélito, no sólo por parte de los judíos, sino también por parte de Dios, encontramos algunos textos que explicitan este hecho 174. En el Midraf Tanbuma el rabino Res Laqis dice: TanB Gn Lekh Lekhá 6: "Es más amado el extranjero que se convierte (1"'-n:llll i:,,:,) que Israel ante el monte Sinaí. ¿Por qué? Porque si no hubieran visto los sonidos (truenos) y los rayos y las montañas temblando y el sonido de las trompetas no habrían aceptado la Torah. Pero éste que no ha visto nada ha venido y se ha entregado ante el Santo, bendito sea, y ha tomado sobre sí el Reino de los Cielos. ¿Hay para ti más amado que éste?".
El tema de la alegría que se produce en el cielo a la conversión del pecador aparece también en los autores del NT (cf. Le 15,7). Del mismo modo, la conversión sin la visión es causa de alegría en Pedro
(1P 1,8) . 2.3.3. El baño de inmersión de los prosélitos Hasta ahora hemos hablado del proselitismo y de las figuras que la tradición presenta como prosélitos. También ha aparecido a lo largo del estudio, la relación entre los prosélitos y el baño de purificación con agua. Es importante ahora profundizar esta cuestión. Para ellos nos centraremos en el ritual de los prosélitos en el judaísmo. Ya hemos visto anteriormente como el texto de m. Yom 8,9 hace referencia a la purificación en la alberca, apoyándose en los textos proféticos de Ez 36,25 y Jr 17,13.175 Pero este texto no es el único de la Misná habla la purificación en la alberca. 174
todos los hijos de su país". 173
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Esta idea no aparece sólo en la literatura bíblica sino también en la peritestamentaria, cf. Is 2,2-4; 9,1-2; Za 8,23; 4Esd 6,26; 2Bar 68,5; 1Hen 90,30-33; TestSim 7,2; TestLev 18,2-9; Test]ud24,6; TestDan 5,11; TestZab 9,8.
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Sobre el amor de Dios a los prosélitos cf. QohR 7,16; GnR 8,2.4; NmR 8,3. Uno de los textos más interesantes sobre los prosélitos se encuentra en MekhYNeziqin Hamispatim 18. En este texto se presenta al prosélito, mediante la técnica · exegética tartry mafma' (doble sentido) con los títulos que recibe Israel como amado, amigo etc. Cf. M. Pérez Fernández, "La apertura a los gentiles en el judaísmo intertestamentario", EstBib 41 (1983), pp. 101-103. Para Légasse no está claro que estos pasajes de Edl!YJot y Pesah,im traten sobre el bautismo de los prosélitos como se encontrará descrito posteriormente. Cf. S.
-
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Encontramos dos textos fundamentales para nuestro estudio, que reflejan la discusión establecida entre la escuela de rabí Hillel y rabí Shammai sobre la inmersión y la posibilidad de comer el cordero Pascual. m.Pes 8,8: "El que está de luto hace el baño de inmersión (?:;i.i~) y come de su sacrificio pascual por la tarde, pero no de los santificados (t:l'\Vji?,J). El que escucha la noticia de una muerte o el que recoge los huesos, hace el baño de inmersión (?:;;!i~) y come de los santificados. El emigrante que se hace judío (1:~mW i~) en la tarde de la Pascua, la escuela de Shammai dice: hace el baño de inmersión (?:;;!i~) y come de su sacrificio pascual por la tarde. La escuela de Hillel dice: el que se separa del prepucio es como el que se separa de la tumba".
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Cap. l. Antecedentes del Bautismo Cristiano
Cap. I. Antecedentes del Bautismo Cristiano
para R. Eliezer además del baño se necesita la circuncisión como los antepasados. Está claro que las figuras de Abraham y Sara están detrás de estas discusiones. Diferentes textos aluden al baño de los prosélitos en relación a la pascua como son MekhY a Ex 12,48; y TgPs] Ex 12,44. En TgPs] Dt 21,13 aparece la exigencia del baño de las mujeres para devenir prosélitas.177 En b. Yeb se muestra la necesidad de la inmersión en agua, además del testimonio de dos personas: b. Yeb 47ab: "Enseñaron los maestros: Un prosélito (1).) que viene a convertirse en estos tiempos, se le dice: ¿Qué vistes que vienes para hacerte prosélito? (1").n;,1;, m'i:Hll n•Ki ;-Ji'J) ¿No sabes que en estos tiempos los israelitas son perseguidos, oprimidos, despreciados, acosados y castigados por sufrimientos? Si dice: Lo sé y no soy digno, es aceptado en seguida y se le hacen conocer algunos de los mandamientos más leves y algunos de los más severos [...] Si acepta, lo circuncidan de inmediato [... ] Tan pronto se cura se dispone la inmersión. Dos sabios se ponen a su lado y le informan de algunos mandamientos fáciles y algunos difíciles. Después de haberse inmerso (?:J~) y 178 emerso, él es como un israelita en todos los aspectos".
m.Ed 5,2: "El emigrante que se hace judío (i:~mW i~) en la tarde de la Pascua, la escuela de Shammai que puede realizar el baño de inmersión y comer el cordero pascual al atardecer. La escuela de Hillel, en cambio sostiene que quien se separa del prepucio es como el que se separa de una tumba". Los textos presentados muestran cómo la controversia no se centra en el baño de inmersión, que parece un ritual necesario para el. prosélito, sino sobre la circuncisión. Para la escuela de Hillel el nuevo convertido es como si viniera de la tumba, por lo que no puede comer la pascua ya que debe respetar las normas de purificación (cf. Nm 19, 11). En los textos se considera al prosélito como nacido a una nueva vida, tema recurrente en la tradición rabínica 176• La discusión sobre los prosélitos y lo que se necesita para su admisión aparece en el Talmud en b. Yeb 46ab. Para R. Yehosúa es suficiente la inmersión en agua ya que las matriarcas hicieron el baño y no la circuncisión, pero
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Légasse, Naissance, pp. 98-99. Pérez Fernández opina que esta imagen de la piscina purificadora es tanaítica. Cf. M. Pérez Fernández, Textos fuente, p. 121. El tema de la nueva vida en un contexto bautismal es utilizado en el NT, cf. Jn 3,3-7; Rm 6,4; Col 2,12; 1P 3,21. Esta nueva vida no es sólo una conversión en las actitudes o prácticas de vida, sino un cambio ontológico como consecuencia de la incorporación a la vida en Cristo. El hombre es incorporado a Cristo a través del Bautismo, donde es circunciso, muere y vuelve a la vida con Cristo y por Cristo. Cf. H. Riesenfeld, "La descente dans la mort", in Aux sources de la tradition cbrétienne: Mélanges ojferts a M. Maurice Goguel a l'occasion de son soixante-dixiéme anniuersaire (BT), ed. O. Cullmann [et. al.], Neuchatel- París 1950, p. 213. ·
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Sobre el número de testigos aparece una controversia ya que para
b.Qid 62b se necesitan tres personas, pues el bautismo se considera un acto jurídico, un juicio, y como en todo acto jurídico en la tradición hebrea se llama a tres personas como vemos en m.San 1,1. El texto de b.Qid 62b, se refiere a Lv 24,22: "Esta norma será igual para el extran-
La exigencia del baño para las mujeres es lógica, si se tiene en cuenta que la alianza en el judaísmo viene por la circuncisión, cosa imposible para ellas. Sobre la antítesis entre hombre-mujer en la circuncisión y la toma de posición del cris, tianismo, cf. T.W. Martin, "The Covenant of Circumcision (Gn 17,9-14) and the Situational Antitheses in Galatians 3, 28",JBL 122/1 (2003), pp. 111-125. 178 Sanger lo analiza junto a varios textos de la tradición rabínica pero no llega a una conclusión sobre la influencia o no en el bautismo cristiano. Para el autor están 'las dos posibilidades: que el bautismo de los prosélitos ha influenciado el bautismo cristiano o que el bautismo cristiano ha ayudado en la determinación del ritual del bautismo de los prosélitos, cf. D. Sanger, "Ist er heraufgestiegen, gilt er in jeder- Hinsicht als ein Israelit (b Yev 47b): Das Proselytentauchbad im frühen Judentum", in Ablution, I, pp. 291-334.
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jero y para el nativo (:-t;;;J: íllTl.:9 -,~~ 0~7 :1;;;1: 101$ ~511{l7;1)". Aquí el término ~;;Jl{li';) se refiere a un juicio civil. Además el Talmud lee el término -,~ como prosélito en lugar de extranjero. Por otra parte, el hecho de que sean tres los testigos necesarios, indica la dificultad que pone el judaísmo en algunos textos para la aceptación de conversos. El rito de la acogida de los prosélitos comprende tres partes: circuncisión, inmersión en agua (bautismo) y presentación de la ofrenda en el Templo, como describen algunos textos (cf. SNm § 108; MekhRSh Bo' 48; b.Ker 9a)18º. Nodet hace notar que la importancia de los textos talmúdicos se debe a que la discusión está atribuida a dos rabinos del siglo I, lo que para nosotros pone de manifiesto la existencia de un rito de admisión en esta época pero, a diferencia de Werblowsky, no se puede asegurar por los textos la existencia de un ritual anterior al 70. En un estudio comparativo de textos y tradiciones, Nodet181 hace remontar el origen del bautismo de los prosélitos, pasando por Juan Bautista y Jesucristo, al rito de iniciación esenio. Freyne entre otros, opina que el rito de iniciación esenio es una ayuda en la reconstrucción de los orígenes del Bautismo de los judeocristia-
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b.Qid 62b: "Un prosélito necesita tres [testigos]. ¿Por qué razón? Juicio [~!ilo/~] está escrito en relación con los mismos, como por una demanda: ¿Quién puede decir que estos tres se reunirán para él?". Todos los casos que se pueden presentar en la acogida de los prosélitos son descritos en el tratado Gerim del Talmud. La inmersión debe de ser completa. Cf. M. Simon, Gerim: Tractate on Prose/ytes: Translated into English with Introduction and Notes, in The Minor Tractates of the Talmud: Massektoth Ketannoth, vol. II, London 197l2, pp. 603-613. Para Werblowsky, no faltan las evidencias que nos aseguran que el bautismo tanto en su forma regular de purificación como de iniciación se realizaba en el último período del Segundo Templo. Cf. R.J.Z. Werblowsky, "A Note on Purification and Proselyte Baptism", in Christianiry, Judaism and Other Greco-Romans Cults: Studies far Morton Smith at Sixry (SJLA 12), ed. J. Neusner, Leiden 1975, pp. 200-205; H. Katz, "He Shall Bathe in Water; then He Shall Be Pure: Ancient Immersion Practice in the Light of Archaeological Evidence", VT 62 (2012), pp. 369-380. Cf. E. Nodet, "Le baptérne", p. 86. Para Rokéah está claro que hubo una actividad proselitista en el judaísmo del primer y segundo siglo, D. Rokéah, "AncientJewish", pp. 220-223. J. Thomas asegura que el bautismo de los prosélitos es del primer siglo. Cf. J. Thomas, Le mouvement, p. 361 s.
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nos182• Dedicaremos un parágrafo donde estudiaremos algunos textos de los Manuscritos del Mar Muerto que nos iluminarán sobre este 183 punto . 3. Conclusión En la búsqueda de los orígenes del Bautismo cristiano, un alto en el tema de los prosélitos ha sido obligatorio. La presencia de los prosélitos en la época neotestamentaria y el rito de ingreso en el judaísmo que nos ha llegado hasta hoy tienen, a primera vista, claras semejanzas con el Bautismo cristiano. Para poder entender la realidad de los prosélitos y del proselitismo, hemos analizado el término 1':\ en la Biblia y en su ambiente, además de estudiar algunos textos de la tradición hebrea, como son los targumim. La mención del proselitismo en los textos es evidente, aunque si no existiese una actividad proselitista muy organizada. Con el estudio de la figura de los prosélitos en el AT y en la tradición hebrea antigua, se ha podido establecer el ambiente en el cual se desarrolla la inmersión de los prosélitos en el judaísmo. También se ha visto que la tradición rabínica convierte en prosélitos a todas las figuras del AT que no son circuncisos. Esto es debido a la gran importancia que adquiere la circuncisión como rito de entrada en el judaísmo. Lo que sí está claro es la importancia que en tiempos de Hillel adquiere el Para Freyne "the search for a Religionsgeschichte context for the practice of Christian baptism brought us in particular to the Essenes and their practices, as these can be re-imagined from the remains of Kh. Qumran. A water rite as an initiation ceremony into the community, combined with a strong emphasis on continued practice of ritual immersion in order to maintain the sense of ritual and moral holiness that was the foundation for the group's existence, were readily discernible from both the scrolls and the architectural remains of the Qumran settlement. We have no similar data for renconstructing Jewish Christian practices, and must rely for the most part on comments and innuendo from opponents in our attempts to reconstruct their rituals", in S. Freyne, "Jewish Immersion and Christian Baptism: Continuity on the Margins?", in Ablution, , Initiation and Baptism: Late Antiquiry, Ear/y Judaism, and Ear/y Christianiry, I, ed. D. Hellhom -al., Gottingen 2011, pp. 246-248. 183 Sobre el problema de la datación cf. F. Manns, "Antecedenti giudaici della teologia paolina del battesimo", in Paolo di Tarso. Archeologia - Storia - Ricezione, vol. II; ed. L. Padovese, Roma 2009, p. 42.
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hecho de hacer prosélitos.184 Hillel tiene como principio activo el amor al prójimo, y como consecuencia un prosélito debe de ser 185 incluido con todos los derechos a la vida del pueblo. El baño de inmersión de los prosélitos adquiere mayor importancia con las controversias entre las escuelas de los rabinos Hillel y Shammai sobre la necesidad que tienen los prosélitos de realizar el baño de inmersión después de la circuncisión. La entrada a la alianza en el judaísmo es la circuncisión, pero sabemos que el valor de la circuncisión está en la sangre. Al mismo tiempo la impureza que produce la sangre hace necesario un baño de purificación y de aquí la controversia rabínica sobre la necesidad o no del baño en el caso de los prosélitos. El silencio de las fuentes con respecto al baño de los prosélitos ha hecho que para muchos autores no se pueda diferenciar el baño de purificación de otros baños como rito de entrada en el judaísmo al menos antes del primer siglo. Sin embargo veremos como ya en los textos que presentan los Manuscritos del Mar Muerto, parece que un 184
El proselitismo a gran escala aparece ya en la época de los Macabeos, como presenta Urbach, cf. E.E. Urbach, Les sages, p. 29. Para Nodet "on voit que l'existence certaine de prosélytes ne se rattache pas, si l'on excepte les particularités socio-politiques de Judée, a une activité organisée de prosélytisme actif, mais plutót a une attitude d'ouverture, déterminant une attraction certaine", in E. Nodet - J. Taylor, Essai, p. 277. Estos autores sostienen la hipótesis que los primeros cristianos valorizaron el valor del Decálogo poniendo en discusión el valor de la circuncisión como requisito para entrar en la Alianza. Cf. Ibid, pp. 241-247; C. Gianotto, Ebrei credenti in Gesu: Je testimonianze degíi autori antichi, Milano 2012, p. 168. Las opiniones son muy variadas. Feldman opina que "a number of clearly propagandistic works were composed in the second and first centuries BCE, probably in Egypt, and ascribed to Gentiles, though Jewish authorship is apparent", in L.H. Feldman, "Jewish Proselytism", in H.W. Attridge - G. Hata, Eusebius, Christianity, and Judaism, Leiden - New York- Kóln 1992, p. 383. Para el autor, ya en el II siglo a.C. aparece un triunfalismo con respecto al proselitismo como aparece en 2M 9,17. Cf. H.W. Attridge - G. Hata, Eusebius, p. 373. La existencia de la institución de los prosélitos se muestra no sólo por los testimonios textuales, sino también arqueológicos como ha mostrado Figueras, cf. P. Figueras, "Epigraphic Evidence for Proselytism in Ancient Judaism", Imm 24
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(1990), pp. 194-206. Cf. E.E. Urbach, Les sages, p. 609.
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baño de purificación adquiere un carácter particular como rito de entrada en la comunidad. Esto podría mostrar que el aparente silencio de las fuentes es debido a que la práctica de un baño de inmersión para manifestar la entrada en una comunidad fuese un rito conocido que no suponía ningún problema. III. LAS ABLUCIONES EN LOS MANUSCRITOS DEL MAR MUERTO 186 1. Los Manuscritos del Mar Muerto y los Esenios El descubrimiento de los Manuscritos del Mar Muerto ocupa una posición muy especial en los estudios de literatura peritestamentaria y en los estudios bíblicos. La antigüedad probada de los manuscritos, algunos del siglo III, II y I a.C., han aportado a los estudios bíblicos una nueva luz, debido a la subordinación estrecha con el texto bíblico. Para la mayoría de los estudiosos, la comunidad que utilizaba estos manuscritos era una comunidad esenia.187 Antes de continuar, es La historia del descubrimiento ha sido ampliamente estudiada, cf. F. García Martínez, "Textos de Qumran", in G. Aranda Pérez - al., Literatura, pp. 17-20; G. Vermes, Los manuscritos del Mar Muerto (Atajos 5), Barcelona 1996, pp. 9-43; H.T. Frank, "El descubrimiento de los manuscritos", in H. Shanks, Los manuscritos del Mar Muerto (Surcos 7), Barcelona 2005, pp. 47-66; ].A. Soggin, I manoscritti del Mar Morto, DaJJe memorabili scoperte neJJe grotte di Qumran ií uolto segreto del mondo in cui nacque Gesil, Roma 1978, pp. 23-33; H. Stegemann, Gli Esseni, Qumran, Giovanni Battista e Gesa, Bologna 1996, pp. 5-12; F. García Martínez, "I Manoscritti del Mar Morto", in F. García Martínez - J. Trebolle Barrera, Gli uomini di Qumran (SB 113), Brescia 1996, pp. 15-37; J. Trebolle Barrera, "Le scoperte di Qumran senza intenti scandalistici", in F. García Martínez - J. Trebolle Barrera, Gíi uomini, pp. 39-59; É. Puech - F. Mébarki, Les manuscrits de la mer Morte, París 2002; É. Puech - F. Mébarki, Los Manuscritos del Mar Muerto, Buenos Aires 2009; H. Eshel, "The History of the Qumran Community and Historical Details in the Dead Sea Scrolls (en hebreo)", Qadmoniot 30 (1997), pp. 86-93. En internet se pueden consultar los textos, la historia del descubrimiento y una bibliografía actualizada en: http:/ /www.deadseascrolls.org.il/home; http:/ / orion. mscc.huji. ac.il/ index.html;http://dss.collections.imj.org.il/. 187 Cf. É. Puech, "Khirbet Qumrán et les Esséniens", RevQ 97 (2011), pp. 63-102. M. Piccirillo, presentando el pensamiento de J.B. Humbert escribe: "Siccome non si possono separare le rovine dai manoscritti trovati nelle grotte, Khirbet Qumran resta, fino a prova contraria, un centro cultuale esseno nell'area del Mar Morro, como indicato dalle fonti storiche contemporanee, in particolare Giuse-
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obligatorio realizar un inciso, ya que nos parece necesario en una pequeña introducción, presentar el concepto antropológico, la concepción del mundo y de Dios, así como la necesidad extrema de purificarse que tenían los miembros de la secta, para poder entender mejor los textos que estudiaremos. 4QMM.T- expone claramente la separación de este grupo del resto del pueblo188• El desierto, lugar donde se retiran, recuerda el éxodo de Israel y es considerado como el lugar de encuentro con Dios en espera de la vuelta a Jerusalén y a la renovación del Templo. En la Regla de la Comunidad leemos la instalación de la secta en el desierto y la formación de la Comunidad (cf. 1QS VIII,12-15 y 1QS V,1-7).189 El origen del movimiento viene descrito en el Documento de Damasco (CD-A I,3-11). La entrada en la comunidad se realizaba a
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pe Flavio e Plinio il Vecchio", in G. Bottini, L'enigma di Qumran (ETS), Milano 2009, p. 41. Cf. L. Gusella, Esperienze di comunita ne/ giudaismo antico: Esseni, Terapeuti, Qumran, Firenze 2003, pp. 203-224; Sólo los miembros de la secta poseen la verdadera interpretación de la palabra. Para poder cumplirla fielmente es necesaria una separación. 4QMMJl: 7-11: "[Y vosotros sabéis que] nos hemos separado de la mayoría del pue[blo y nos abstenemos] de mezclarnos en estos asuntos de unirnos a ellos en estas cosas. Y vosotros sa[béis que no] se encuentra en nuestras obras engaño o traición o maldad, pues sobre [estas cosas no]sotros damos [ ... y también] os hemos es[crito] que debéis comprender el libro de Moisés [y las palabras de los pro]fetas y de David [y las crónicas] [de cad]a generación". Las traducciones de los textos que no analizamos serán tomadas de la edición de F. García Martínez, Textos de Qumrán, (CollEP.SR), Madrid 19934, teniendo en cuenta siempre el texto original y a veces con pequeñísimas variaciones para mayor claridad. Sobre el origen del movimiento y dentro de éste, de la secta qumránica, cf. F. García Martínez, "Le origini del movimento esseno e della setta di Qumran", in F. García Martínez - J. Trebolle Barrera, Gli uomini, pp. 123-161; J. MurphyO'Connor, "The Essenes and their History'', RB 81 (1974), pp. 215-224; M. Delcor - F. García Martínez, Introducción a la literatura esenia de Qumrán, Madrid 1982, pp. 51-58. Una cosa es la secta esena y otra muy distinta la secta qumránica. Que esta última fuese esena, es un tema que hoy en día todavía se discute. Lo que sí está claro es que muchos de los manuscritos encontrados son esenios. Para algunos como Cross, la secta qumránica era esena. Cf. P.M. Cross, "El contexto histórico de los manuscritos" in H. Shanks, Los manuscritos, pp. 67-81; J.T. Milik, Dix ans de découuertes dans le désert de Juda, Paris 1957, pp. 58-85.
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través de etapas definidas y precisas, en cada una de las cuales, el candidato tenía que probar sus progresos y la observancia de los preceptos. Al final de las diferentes etapas, el aspirante era miembro de pleno derecho, lo que le daba el acceso a la participación del banquete sagrado. El grado de pureza que se requería para poder participar lo encontramos en 1Q28a, II,3-9: "Que ningún hombre contaminado por alguna de las impurezas de hombre entre en la asamblea de éstos; y todo aquel que está contaminado por ellas, que no sea establecido en su función en medio de la congregación. Y todo el que está contaminado en su carne, paralizado en sus pies o en sus manos, cojo, ciego, sordo, mudo, o contaminado en su carne con mancha visible a los ojos, o el anciano tambaleante que no puede mantenerse firme en medio de la asamblea, éstos no entrarán a ocupar su puesto en medio de la congregación de los hombres famosos, porque los ángeles de santidad están en medio de su congregación". Mantener este estado de pureza es difícil a causa de la debilidad humana. Pero el transgredir la norma y la observancia de la purificación era considerado "estar contaminado" y dependiendo de la gravedad se aplicaba el castigo que podía llegar hasta la expulsión de la comunidad ( 1QS VII,2-19). U na de las características de los esenios es el pensamiento dualista. Este dualismo se revela en los textos de manera metafórica con expresiones como la conocida imagen de los "hijos de la luz" y los "hijos de las tinieblas" (cf. 1QS III,15-IV,1). El final lógico de este concepto es interpretar la vida del hombre, y al hombre mismo, como un ser en el que se encuentran dos grandes componentes, la gracia y el pecado. La vida del hombre será una lucha entre estos dos elementos. Asimismo surge la idea de la predestinación, pero el hombre tiene la libertad de poder elegir o no la conversión. Los ingredientes de observancia estricta de la ley, el dualismo y l?, predestinación, completan el cuadro de la búsqueda de un estado perfecto de pureza, que junto a la tensión escatológica y mesiánica en la cual vive la comunidad, la preparan a la restauración de Israel. La importancia que daban los miembros de esta comunidad a las abluciones, incluso por el baño de inmersión, se muestra por la cantidad de cisternas, piletas y estanques que se han encontrado en
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esta zona del Mar Muerto190, aunque su interpretación sea discutida por los arqueólogos. Cabe preguntarse por una parte, si la entrada a la comunidad de la gente que habitaba en esta zona del Mar Muerto (que normalmente eran ya hebreos), era a través de un baño ritual. Por otra parte habría que ver si se aceptaban en la comunidad prosélitos, en cuyo caso se tendría que determinar si lo que les hacía miembro de esta sociedad era el rito del bautismo. El estudio de los textos nos llevará a descubrir la espiritualidad de esta comunidad. De esta manera veremos si existe una línea básica común en el bautismo que pueda arrojar alguna luz a los antecedentes del bautismo cristiano. La profundización en la concepción, o concepciones hebreas del bautismo contemporáneas al NT, son fundamentales para intentar iluminar el origen de nuestro Bautismo!". Es evidente que no se pretende instrumentalizar la literatura hebrea, pero el temor de algunos estudiosos, fundado muchas veces en la "alteridad" de esta literatura con respecto a la cristiana", no debe alejarnos de nuestro objetivo en la búsqueda de estos orígenes193. En este estudio analizaremos algunos textos de los manuscritos del Mar Muerto escogidos
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Cf. a la voz "Qumran": E. Stern -al., Tbe New Encyclopedia of Archaeological Excavations in tbe Ho/y Land. Vol. 4,Jerusalem 1993, pp. 1235-1241. Esta opinión la desarrolla M. Pérez Fernández: "Podemos decir que NT y LR [literatura rabínica, n.d.r.] son tradición oral que ha acompañado a la escritura. Estas dos tradiciones en un momento se encontraron y se confrontaron; y esa discusión ha continuado. Ninguna ha podido dejar de mirar a la otra. Por ello mismo hay que decir algo decisivo: si importante es LR para la exégesis de NT, no menos importante es NT para el conocimiento del judaísmo rabínico", in M. Pérez Fernández, "Textos rahínicos en la exégesis del Nuevo Testamento", EstBib 61 (2003), p. 482.
n F. Voltaggio sostiene, citando a M.L. Durand, que "los teólogos cristianos, al
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por ser los más pertinentes respecto a nuestro tema. El texto que hemos adoptado es el que presenta la edición crítica de Charlesworth, aunque tendremos en cuenta los diferentes estudios realizados para · 194 cada texto cuan d o sea necesario . 2. Análisis y comentario de los textos 2.1. Regla de la Comunidad, 1QS I,24-II, 1 2.1.1. Texto 1J'1l7J ,,?jK? o;-r,nK z:i,,,lj n'iJJ z:i,,::i,l7;i ?[i:ii] 24 ,m:i? (;i)J 1J'J!)?lj 1J'n1J[Ki] UK 1Jj)lZJj;-J 1JÑ[!Jn] fü¡¡p [6] 25 .[i]j;m::iK::i, u::i ltJ!:llZJ¡j[, ?Killl'] ?[K] ¡;,,'.!!, n¡jK[---] 26 .o?il7 1l7, o?il71j 1J'?l7 ??ji nen 'ljnil II, 1
a) Traducción del texto I, (24) " ... [y todo]s los que entran en la alianza confesarán después de ellos diciendo: hemos cometido iniquidades, (25) [hemos trans] gredido, [hemos pe]cado (iJK[tJn] ijl7w6), somos culpables, nosotros y nuestros padres antes que nosotros, en cuanto que marchamos (26) [...] verdad y justicia [Di]os [de Israel y] (P'1'.!!1 MK) su juicio contra nosotros y contra nuestros pad[res] ([i]j;mJKJ1) II, (1) pero las entrañas de su compasión ha derramado sobre nosotros desde siempre y para siempre". b) Apreciaciones morfológicasy sintácticas El estudio de estos textos, nos lleva a precisar algunos problemas que se pueden presentar tanto morfológica como sintácticamente. Esto es debido al estado original del manuscrito, el cual presenta algunas lagunas y letras ilegibles, y también a las características propias que presenta el hebreo de Qumrán. Se estudiarán sólo las que presenten problemas de comprensión del texto. En este caso el texto no presen-
extraer de la fuente la tradición judía, deben respetar algunos principios de base que tomen en seria consideración el contexto histórico y teológico y que respeten la alteridad de la Tradición a la que pertenecen los textos", in F.G. Vol193
taggio, La oración, p. 41. Sobre este tema Le Déaut afirma: "One must hold to the middle channel between tow perils: an over-confidence which lacks a critica! sense, and an excessive distrust analogous to the attitude which previously considered that those documents had practically no relevance for the exegesis of the New Testament", in R. Le Déaut, The Message, p. 26.
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J.H. Charlesworth, Tbe Dead Sea Scrolls: Hebrew, Aramaic, and Greek Texts with English Translations, Vol. 1, futle of the Community and Related Documents, Tübingen 1994. Hemos utilizado también las ediciones de M. Burrows, Tbe Dead Sea Scrolls of St. Mark's Monastery, Vol. II, New Haven 1951; E. Lohse, Die Texte aus Qumran: Hebrdiscb und Deutscb, München 1964; F. García Martínez - EJ.C. Tigchelaar, Tbe Dead Sea Scrolls Stuqy Edition, 1-II, Leiden 1998-1999.
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ta grandes dificultades195• Comienza con una reconstrucción admitida por todos los autores consultados 1;[i:n]196, al que le sigue el verbo i:J'.17 (pasar al otro lado, atravesar) al part. Qal, mase. pl. usado como nomen rectum de ,,:i, es decir, no-predicado.197 El discurso directo de esta perícopa comienza con una serie de formas verbales, de los verbos '.171Zl!J «transgredir», 1-\ljíl «pecar», ;,1:11 «cometer iniquidades», '.171Zli «cometer el mal», todas ellas en perf. 1 ª pers. pl. Al final de cada verbo, surge el pronombre personal 1JN cuya utilización aporta a la oración un matiz enfático.198 La línea 26 comienza con el sustantivo n¡jN (verdad).199 La siguiente reconstrucción [1 1?Nilll'] 1;[N], la propone tanto Charlesworth como Martone. No así García Martínez y Tigchelaar que prefieren dejar la vacante200• La línea termina con la oración norninal''" "su juicio contra nosotros y contra nuestros padres" ([üf"m::iN::ii u::i 1tj!JIZJ¡j ).
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En 1QS es muy común el empleo del participio. Leahy propone este paso para dar ejemplo de los participios utilizados como sustantivos. Cf. T.W. Leahy, "Studies in the Syntax of 1QS'', Bib 41 (1960), p. 145. Sobre el participio en estos textos cf. G. Geiger, Das bebrdiscbe Partizjp in den Texten aus derjudaischen Wüste (StTDJ 101), Leiden 2012. Cf. J.H. Charlesworth, The Dead Sea Scrofls, 8; F. García Martínez - E. J.C. Tigchelaar, The Dead Sea Scrolfs Stuc!J Edition, I. 1Q1-4Q273, Leiden 1999, p. 70; C. Martone, La ''&gola della Comunitd": edizjone critica (QH 8), Torino 1995, p. 94. Se utiliza esta denominación en los casos como el nuestro, en los que el participio se utiliza como sustantivo independiente. Cf. Joüon - Muraoka, p. 433, § 121 i. Cf. P. Joüon -T. Muraoka, p. 574, § 146 a 3. Se ha respetado el texto propuesto por Charlesworth que no reconstruye esta vacante textual. La edición de García Martínez y Tigchelaar tampoco reconstruyen esta vacante. Sin embargo, la edición crítica de Martone, apoyándose en la edición de Licht, propone ['j?1n1 'ii'], que uniéndolo al inf. constr. de la línea anterior daría la traducción "en cuanto que marchamos [en hostilidad contra tus leyes de] verdad y justicia" que facilita la comprehensión del texto. Cf. C. Martone, La ''&gola della Comunitd", p. 94. Esta última reconstrucción no añade una información importante para la comprehensión del texto. Cf. P. Joüon -T. Muraoka, p. 598, § 154. La reconstrucción [1j) es aceptada por todos los autores consultados.
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c) Comentario c.1) La confesión en la Regla de la Comunidad El manuscrito de la Regla de la Comunidad, comienza con una introducción, donde el autor expone de una manera general el ideal de la comunidad y lo que es necesario hacer o no para marchar perfectamente en la presencia de Dios (1QS I,1-15). Seguidamente, se inicia una sección donde se explica el ingreso en la comunidad ( 1QS 1, 16II, 18). Este ingreso, se realiza mediante un rito donde el candidato, después de que los sacerdotes han narrado la justicia de Dios y la misericordia que ha tenido con Israel, y los levitas han proclamado las culpas, los pecados y las rebeliones del pueblo, el aspirante realiza una confesión de pecados. El rito continúa con una bendición por parte de los sacerdotes a todos los hombres que siguen el camino de Dios y, una maldición, proclamada por los levitas, contra los hombres que siguen a Belial ( 1QS II,2-1 O). Al término de estas bendiciones y maldiciones, los candidatos expresan su adhesión con un "amén", a lo que sigue otra maldición esta vez por parte de los sacerdotes y levitas, para todos aquellos que en el momento del juramento del rito de entrada en la comunidad, todavía no han abandonado los ídolos (1QS II,11-17)2º2• La ceremonia concluye con el acuerdo de los candidatos expresado en un "amén". Este compromiso con la comunidad era 203 renovado cada año, como podemos ver en 1QS II,19-25a •
Cf. L. Moraldi, J Manosaitti, pp. 118-121. Sobre el rito de la entrada en la alianza, cf. J. Gnilka, "Die Essenischen Tauchbader und die Johannestaufe", RevQ 3/10 (1962), pp. 188-191. 203 Algunos estudiosos opinan que el día en el cual se renovaba el rito de ingreso era en Yom Kippur. Cf. J. Krasovec, "Sources of Confession of Sin in 1QS 1:2426 and CD 20:28-30", in L.H. Schiffman - al., The Dead Sea Scroffs: Fifty. Years After Tbeir Discovery: Proceedings of the Jerusafem Congress, Ju/y 20-25, 1997, J erusalem 2000, p. 307. Sin embargo, otros optan por el día de Pentecostés. Cf. F. Manns, Le !Jmbofe eau-esprit dans fe judai'sme anden (SBFA 19), Jerusalem 1983, p. 84. Para , Murphy-O'Connor, la sección 1QS 1,16-11, 25a, donde está incluido nuestro texto, existía separadamente antes de ser incorporado al conjunto de la Regla. Una de las razones de su inserción en este punto es la reacción que presenta el texto con respecto a lo anteriormente expuesto. J. Murphy-O'Connor, "La genese littéraire de la regle de la communauté", RB 76 (1969), p. 539.
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Nuestro texto se sitúa en la sección en la que se explican las formas y desarrollo del ingreso en la Comunidad. Es importante subrayar que el primer acto que debe realizar el candidato para poder entrar en la Comunidad, después de haber traído "su conocimiento, sus fuerzas y sus riquezas a la comunidad de Dios" (1QS I,11-12), es la confesión de sus pecados. De esta manera empieza a darse a conocer en la Comunidad, aceptando que tiene necesidad de la misericordia de Dios y de la instrucción que recibirá en la misma para su salvación. Un texto similar se encuentra en CD-B XX,27-34204. CD-B XX,27-34: "Pero todos los que se mantienen firmes en estas normas, yendo y viniendo de acuerdo con la ley, y escuchan la voz del Maestro, y confiesan (111n'1) ante Dios: "Hemos pecado (1J~~n), somos culpables (1J:17t.ll1), tanto nosotros como nuestros padres (m 1JnJ~ 1J'n1::J.~ m), caminando en hostilidad contra tus leyes de la alianza; justicia y verdad son tus juicios contra nosotros"; y no alzan la mano contra sus normas santas y sus juicios justos y sus testimonios verdaderos; y son instruidos en las ordenanzas primeras conforme a las que fueron juzgados los hombres del Único; y prestan oídos a la voz del Maestro de Justicia; y no rechazan las normas santas cuando las oyen; ellos se regocijarán y se alegrarán, y su corazón será fuerte, y dominarán sobre todos los hijos del mundo. Y Dios expiará por ellos, y ellos verán su salvación pues se han refugiado en su santo nombre".
El texto utiliza los mismos verbos y estructuras que en 1QS I,24-II, 1. En el conjunto de los Manuscritos del Mar Muerto, varios textos presentan el reconocimiento de los pecados como modelo de oración205 (4Q507,jr. 1,2-3; 1QHªXII,34-37; 4Q381fr. 33,9; 4Q504,jr. 12, col. II,15; III,15-20; V,17-21; 4Q393 fr. 1-2. II,2-5; 4Q512). La misma estructura penitencial, se localiza ya en el AT. Presentamos
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Sobre el Documento de Damasco véase F. García Martínez, "Textos de Qumrán", pp. 46-54; J.H. Charlesworth, The Dead Sea Scro/ls: Hebreo, Aramaic, and Greek Texts with Eng/ish Translations, Vol. 2, Damascus Document, War Scro/l and Re/ated Documents, Tübingen 1995. Sobre la oración en los textos del Mar Muerto véase M. Weinfeld, Bar/y Jewish Liturgy: From Psa/ms to the Prqyers inQumran and Rabbinic Literature,Jerusalem 2004 ( en hebreo).
75 Cap. I. Antecedentes del Bautismo Cristiano varios pasajes que, siguiendo este modelo206, muestran una confesión de pecados de Israel tanto en el TM como en los LXX: Sal 106,6; 1R 8,47 [= 2Cr 6,37]; Dn 9,5; y en Ba 2,12. En estos textos se manifiesta una característica común. Además de los verbos empleados y la forma de presentar el reconocimiento de la culpa, todos emplean la 1 ª pers. pl. Todo el pueblo, como una unidad, se reconoce pecador. No sólo reconocen sus propias culpas, sino también las de sus padres. Esta manera de orar, otorga una mayor relevancia a la unión de la persona con todo el pueblo y a la dimensión histórica de las consecuencias del pecado que pasa de generación en generación: "[hemos trans]gredido, [hemos pe]cado, somos culpables, nosotros y nuestros padres antes que nosotros" (1QS I,25). En 1QS l,26 el autor escribe: ''Verdad y justicia [Di]os [de Israel y] su juicio contra nosotros y contra nuestros pad[res]". Para el candidato, las decisiones de Dios son las justas y acepta su juicio.207 Es evidente que el hecho de reconocer los pecados viene precedido por una conversión, entendida como un "volver a la Ley de Moisés"2º8 ( ::J.11Zl7 ;iwm rrnn 7~). Leemos ya al inicio de la Regla: "Para admitir en la alianza de la gracia a todos los que se ofrecen voluntarios a practicar los preceptos de Dios" (1QS 1,7), y en 1QS V,1: "Ésta es la regla para . los hombres de la comunidad que se ofrecen voluntarios para convertirse de todo mal y para mantenerse firmes en todo lo que ordena
Existen otros pasajes donde el reconocimiento del pecado viene expresada de manera diversa como en Ex 34,7; Lv 16,21; Pr 28,13;Jr 14,20; Sal 32,5a; 51,5;Jb 7,21; 22,5; Esd 9,6-7; Ne 9,2, entre otros. Hemos escogido los que presentan las fórmulas de confesión más cercanas al modelo del texto de 1QS. 2º7 Para Sacchi el juicio (~!:llll~) en esta oración "ha chiaramente il senso di 'sentenza di condanna': e ovvio che la sentenza di Dio e sempre eseguita nella storia. Co, munque il valore di fondo della parola come 'volanta che si estrinseca', 'decisione' e evidente", in P. Sacchi, La Regala del/a Comunitd (SB 150), Brescia 2006, p. 97. El candidato, aunque exista esta sentencia, está convencido de la misericordia de Dios y espera en ella "las entrañas de su compasión ha derramado sobre nosotros desde siempre y para siempre" (1QS II,1). 208 Esta llamada a la conversión está especialmente subrayada en los textos del Mar Muerto. Cf. CD-A XV,9.12; XVI,1; 4Q256 fr. 5,7; 4Q258 fr. 1, col. I,6; II,4.6. Gnilka señala que para los esenios el baño de inmersión sin la conversión no tienen sentido. Cf. J. Gnilka, "Die Essenischen", p. 192. 206
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según su voluntad". Todo el que entra en la comunidad está obligado a «volver a la Ley de Moisés» (;-iw,~ rrnn ?l'\ :J11Zl?, cf. 1QS V,7-9). Es cierto que existe una cierta predestinación en los textos del Mar Muerto.209 Todo viene de Dios y nada puede cambiar. Sus planes son pre-establecidos para que se manifieste su gloria y su poder. No obstante, a pesar de esta aparente rigidez, el hombre tiene la libertad de poder entrar o no en la conversión, como se dice en 1QHªXIV,6: "Y yo sé que hay esperanza para quien se convierte de la impiedad y abandona el pecado". El texto termina con la afirmación, por parte del redactor, de la misericordia de Dios en todos los tiempos: "pero las entrañas de su compasión ha derramado sobre nosotros desde siempre y para siempre" (1QS II, 1). Esta misericordia, muestra también que a pesar de la predestinación, el acceso a la conversión y al perdón está siempre 21 preparado para el hombre. º En el NT vemos numerosas referencias, donde se reconoce o se habla del pecado en primera pers. sing. y, en segunda y tercera pers.
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Esto se puede comprobar en algunos textos como en 1QS III,15-16: "Del Dios del conocimiento proviene todo lo que es y lo que será. Antes de que existieran fijó sus planes y cuando existen completan sus obras de acuerdo con sus instrucciones, según su plan glorioso y sin cambiar nada". Cf. 1QHªVI,17-26. Para algunos autores como Sacchi, "el mal predomina sobre el bien y el hombre no tiene en sí mismo ninguna posibilidad de salvación. Es preciso esperar que la medida y el tiempo del mal se cumplan para que Dios intervenga finalmente a favor del bien y de los buenos. No hay que sorprenderse si en esta época adquirió especial vigor el mesianismo", in P. Sacchi, Historia del Judaísmo en la época del Segundo Templo (CollEP.SR), Madrid 2004, pp. 358-359. Broshi argumenta que la predestinación que es una confluencia entre dos corrientes, una apocalíptica y otra sapiencial. Cf. M. Broshi, "Predestination in the Bible and the Dead Sea Scrolls", in M. Broshi, Bread, Wine, Wafls and Scrolls, London, 2001, pp. 238-251. Sobre la predestinación en 1QHªvéase E.H. Merrill, Qumran and Predestination: A Theofogicaf Stutfy of tbe Thanksgiving Hymns, Leiden 1975; A. Marx, "Y a-t-il une prédestination a Qumrán?", RevQ 6 (1967), pp. 163181. Schuller, hace una interesante reflexión sobre la lex orandi y la lex credendi en los textos del Mar Muerto. E. Schuller, Petitionary Prayer and the Religion ojQumran, in J.J. Collins - R.A. Kugler, Religion in tbe Dead Sea Scrolls (StDSS), Grand Rapids 2000, pp. 29-45.
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sing. o pl.211 Sin embargo, no se encuentra esta forma comunitaria de reconocimiento del pecado que surge, como hemos visto, en el AT y en 1QS. Solamente en 1Jn 1,10 se hace mención: "Si decimos que no hemos pecado ... (Éav e'íncoµBV on oux 11µapUJKUµBV ... )" donde vemos 212 la 1 ª pers. pl. pero en un caso de oración hipotética. Lo que sí emerge desde el principio de la predicación de Juan el Bautista (Mt 3,2), de Jesucristo (Mt 4,17; Me 1,15; Le 13,3.5; 15,7.10) y de los apóstoles (Me 6,12; Hch 3,19; 17,30; 26,20) es la llamada a la conver213 sión (µe'tavoéco). Aunque en el NT no se dé esta forma comunitaria de reconocimiento del pecado, sí que se muestran sus consecuencias. De aquí las continuas llamadas a la conversión, a alejarse del mal, del 214 pecado, a huir de todo lo que rompe la comunión con Dios. Un elemento importante, teniendo presente nuestro tema, es la relación que hacen los evangelistas entre el Bautismo, la conversión, el perdón de los pecados y la entrada en la comunidad. Desde el principio de los Evangelios encontramos el "bautismo de conversión para el perdón de los pecados (~á1tncrµa uetuvoíc; d<; cicpecriv áµapn&v. (cf. Me 1,4, cf. Mt 3,11; Le 3,3)". También en la predicación apostólica emerge el mismo hilo conductor (Hch 13,24; 19,4; Rm 6,1-4; Ef 4,5; 1P 3,21). c.2) La confesión de los pecados en la tradición hebrea . En el comentario, hemos podido comprobar que el reconocimiento del pecado que presenta 1QS I,24-II, 1, tiene un trasfondo veterotestamentario cuyo modelo es seguido por nuestro autor. Esta misma estructura de reconocimiento de la culpa, se encuentra en la literatura hebrea. En la Misná, sobre todo en el tratado Yoma, localizamos estas fórmulas. En m. Yom 3,8 aparece primeramente la confesión de peca-
En primera persona singular encontramos Mt 27,4; Le 15,18.21; Hch 25,8. En · segunda y tercera persona singular damos algunos ejemplos: Mt 18,5.21; Le 17,3.4;Jn 5,14; 8,11; 9,2.3; Rm 2,12; 3,23; 5,12.14.16; lCo 6,18. 212 También Hb 10,26: "'EKOU
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dos en 1 ª pers. sing., ya que es el Gran Sacerdote que pide perdón por sus pecados y los de su familia en el día de Yom Ki,ppur. m. Yom 3,8: "Así solía decir. Oh Dios, ofendí, transgredí, pequé delante de Ti (~PJ~? '.l:,NltrJ '1:WW~ '.!:,',V), yo y mi familia, perdona las culpas, las transgresiones y los pecados con que te he ofendido, que he cometido, con los que he pecado delante de Ti, yo y mi familia, como está escrito en la Ley de Moisés, tu siervo. Porque en este día se hace la expiación por vosotros... A lo que responden: "bendito sea el nombre de la Gloria de su reino por siempre jamás".
Por segunda vez, el Gran Sacerdote recita la misma fórmula, pero esta vez añade además la figura de Aarón215• Finalmente se pide el perdón por los pecados del pueblo, de acuerdo con la Ley de Moisés, donde además, se pone en relación la purificación con el perdón de los pecados.216 Es interesante observar como en estos textos tenemos el mismo orden en los verbos que encontramos en Lv 16,21. Este orden es ;,1:11 «ofender», Nlll!:l «transgredir» y NDn «pecar», al igual que en el texto del Mar Muerto y en la Misná. Podemos considerar, por este hecho, al menos una influencia en la transmisión de los modelos de confesión. Se ha podido verificar en el tratado Yoma, donde se ilustra el Día del Perdón, que la necesidad de confesar los pecados para poder "entrar en la alianza", como nos dice el texto de 1QS I,24, se traslada a la Misná como una necesidad para poder renovar la alianza con Dios. Al mismo tiempo se observa el tema de la unidad comunitaria en lo que se refiere a las consecuencias del pecado. El Gran Sacerdote, no sólo pide perdón por sus pecados, sino también por los de su familia y por los de todo el pueblo. Como un solo cuerpo todos sufren las consecuencias de la separación de Dios, buscando nueva-
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m.Yom 4,2: "Oh Dios, te ofendí, transgredí, pequé delante de Ti, yo y mi familia y los hijos de Aarón tu pueblo santo ('J:1'::l1 '~~ ';J'J~? 'J:lK~O 'l;WW~ 'I:l'W ,CW;J K~l$ ';J'lVÍ1p Cll l"1L)~ 'J:;i1)". m.Yom 6,2: "Oh Dios, perdona las culpas, las transgresiones, los-pecados con los que te ofendió, delinquió, pecó tu pueblo, Israel, como está escrito en la Ley de Moisés, tu siervo: Porque en este día os perdonará purificándoos de todos vuestros pecados, delante del Señor seréis purificados (I1iJi¡¡'7 KJ i~;¡, ,CWJ K~t$
'~lo/' 11';;:i ;i1;1~ 1'J~'? 1Ki;ioiv1 1ll!V~W111ww ,c'i:t~o':?1 º'41W~':?1)".
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mente renovar el pacto con Dios a través de la confesión de los pecados. Sólo después de esta co~fesión, se producela puri~~ación y el perdón de los pecados, obteruendo de nuevo la renovación de la alianza entre Dios y su pueblo. 2.2. Regla de la Comunidad, 1QS II,25-III, 12 2.2.1. Texto N1:J7 ONm;i 71J1 25 ;,7:17). N'J .1nljN iíl[':J 11:J:17'] N17 1:J7 1111'1\Zl:J n::,77 7[N n'1:J:J] 26
1QS III .:::iwnn' N17 0'1lll' 0:1111,n :J1llllj7 pm N17 .j?i'.!! 'D!:lllllj n:111 '110':J 1lll!:lJ 1 0'7NU1 1lll1íllj :17lll111NO:J N'J. ,n, n'.!!:17:J 1N':J' N17 m;,1 1m::,1 1n:1111 2 t:J'lj','jn r:11:::i 11N ,::,117 D':J' 1w1m. 1:::i7 m1,1w 1'nlj:J ¡;,1'.!!' N171 .1n:::i1w:::i 3 t:J'?j':J lllij?n' N171 rrn 'lj:J 1;"1D' N171 0'11!:lJ:J ;,::,p N17. :::iwnn' N17 4 'D!)\Zl,'j:J 10N11j 'lj1' 71::l ;,w Nlj¡j Nlj¡j. jm 'lj 71::l:J 1;"1D' N171 n11;"1J1 5 71::, 11!:l1J' lll'N ,::,11 7N nljN n'.!!:11 nn:::i N'J. m'.!!:11 ,n,:i 10,n;i 'n7:J7 7N 6 71Jlj 1;"1D' 1nljN:J iíl'7 ;"1lll1ij? nrm. D"n;i 11N:J D':J;"17 1n1J11:17 7 1;,D' 7N 'v1n 71::,7 1W!:lJ mJ:11:::i1. 1nDn 1!:l1::in ;iu:111 1w1' m1:::i1 1mJ11:11 8 t:J'ljn n::,7;,7 1'1j:17!:l r::i;,,1. ,::,11 'lj:J w1¡;,n;,71 rru 'lj:J nn;,7 nw:::i 9 l'N1 71N?jlll1 l'lj' 1107 N171 1'ni1:17n 'i:17m7 ;"11'.!! 1\ZlNJ 7N 'J1i 71::l:J 1 o n'1:J7 17 ;-,n,;,1 7N 'J!:l7 mn'J '11!:lJ:J ;i'.!!1' TN. 1'1:Ji 71Jlj 1nN 7:17 11:17'.!!7 11 .[[ ]] t:J'lj71:17 ,n, 12
a) Traducción del texto II, (25) Y todo el que rechace entrar (26) [en la alianza] de Dios para caminar en la tozudez de su corazón, no [pasará a la co]munidad de su verdad, porque aborreció III, (1) su alma las disciplinas del conocimiento de los juicios de justicia. No fue fuerte en la conversión de su vida y con los rectos no será contado (2) y su conocimiento, y su fuerza y su riqueza no entrarán en el consejo de la comunidad, porque en una sandalia de maldad está su pensamiento y deshonra (3) en su conversión. No será justificado en el seguimiento tozudo de su corazón, y tiniebla verá los caminos de la luz. En la fuente de los perfectos, (4) no será contado. No se limpiará por las expiaciones, ni será purificado por las aguas lustrales, ni será santificado por los mares (5) o ríos, ni será purificado por toda el agua de las abluciones. Impuro, impuro será todos los días de su desprecio en los preceptos de (6) Dios, sin dejarse corregir por la comunidad de su consejo. Porque por el espíritu del verdadero consejo de Dios, son expiados '
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los caminos del hombre, todas (7) sus iniquidades para ver la luz de la vida. Y por el espíritu de santidad de la comunidad, de su verdad, será purificado de todas (8) sus iniquidades. Y por el espíritu de rectitud y de humildad su pecado es expiado. Y por la humildad de su alma a todas las leyes de Dios será purificada (9) su carne al hacer rociar con aguas lustrales y al santificarse con las aguas de pureza. Que afirme sus pasos para caminar perfectamente (10) por todos los caminos de Dios, como ordenó sobre los tiempos establecidos de sus testimonios, y no se aparte a derecha ni a izquierda, y no (11) quebrante una sola de todas sus palabras. Entonces será aceptado mediante expiaciones agradables ante Dios, y habrá para él la alianza de (12) una comunidad eterna. Vacat. b) Apreciaciones moifológicasy sintácticas En la línea 26 el texto comienza con «para caminar» n:,1,1, ?[], sin ninguna referencia a Dios ni a la alianza, pero las ediciones consultadas217 presentan la reconstrucción "[en la alianza] de Dios para caminar" n:,1,1, ?[N n'1:::J.:: J.]. El sustantivo «tozudo» n11'1!Zt'218 que le sigue, presenta una alteración gráfica, que es el uso del ' como mater lectionis. 219 Continúa otra laguna textual. Esta vez el texto in[], ha sido reconstruido como 1n [':J. 11:::i.ir] por la mayoría de los editores. La conjunción subordinante N':J presenta la aparición del K.220 En 1QS III,2 nos encontramos con un problema de traducción, debido al sentido de la frase. Se ha optado por una traducción más literal aunque existe un abanico de posibilidades debido a la oscuridad
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Cf. J.H. Charlesworth, The Dead Sea Scrolls, p. 12; F. García Martínez - E.J.C. Tigchelaar, The Dead Sea Scrolls, I, p. 72. Cf. BDB col. 1057. También la analiza así Halot, p. 1012. Qimron escribe sobre los textos de Qumran: "The use ofyod as a vowel letter to represent the sound i is much less frequent than the analogous use of waul'. Cf. E. Qimron, The Hebrew of The Dead Sea Scrolls (HSS 29), Indiana 2008, p. 19, § 100.32. Este fenómeno se manifiesta algunas veces en vocablos donde el K final no pertenece a la raíz. Además "this phenomenon is especially common in short words, probably as the result of a desire to lengthen them graphically". E. Qimron, The Hebrew, p. 21, § 100.51.
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del texto.221 Otras traducciones proponen "porque labra en el cieno de la impiedad y hay mancha",222 o también "porque en una sandalia malvada está su maquinación y su contaminación".223 Pensamos que es esclarecedora la referencia propuesta por Charlesworth del texto de Oseas y que sea una imagen metafórica utilizada por el autor.224 El v. 3 presenta la utilización del verbo «ver» eci, construido con b. Charlesworth observa que no hay Beth ni en 1QS ni en ms C. En 1QS III,6, la conjunción subordinante N':J, introduce una oración particular, ya que entre los estudiosos surgen diferentes traducciones, debido a la interpretación de la grafía ?N. Se trata de la oración, "c"n;, 11N:::J. [ ... ] rrro N':J", que aparece en 1QS III,6 y parte de III,7. La oración se inicia con la conjunción subordinante N':J, que en este caso introduce una oración subordinada consecutiva, cuya oración principal es "[ ... ]N~~ N~~". La preposición :::i. introduce el complemento instrumental "por el espíritu del verdadero consejo de Dios" ( m:lJ rrrc
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Chalesworth respecto a esta línea escribe: "The meaning is not clear, but the author is probably aiming at sorne metaphorical intention (see Hos 10:13). Translators have had to guess at the precise meaning [ ... ] The opening of column 3 is the most difficult to translate in 1 QS. The translation above is obtained from a comparison with the vocabulary and syntax in Syriac and Aramaic. Wernberg-M0ller: for his cogitation (is done) , .... Vermes: for whoever ploughs the mud of wickedness returns defiled (?). Leany: for he ploughs with evil step and defilement clings to his drawing back. Maier: denn nach bóser (steht) sein Streben (?). Knibb: for he ploughs with wicked step, and defilement accompanies his conversión", in J.H. Charlesworth, Tbe Dead Sea Scrolls, p. 13, n. 44 F. García Martínez, Textos de Qumrán, p. 51. ·L. Moraldi, I Manoscritti, p. 139. El autor dice que "Hence Wernberg-M0ller's in darkness he looks upon the ways of light seems unlikely. Vermes: for seeking the ways of light he looks towards darkness. Maier: und Finsternis schaut er für Wege des Lichts ... ", in J.H. Charlesworth, The Dead Sea Scrolls, p. 13, n. 47. La traducción que el autor propone es "For it is by the spirit of the true counsel ofGod that the ways of man ali his iniquities - are atoned, so that he can behold the light of life". J.H. Charlesworth, The Dedd Sea Scrolls, p. 13.
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?K n~K).225 El sujeto de la oración es 1Zl'K 'Ji1, seguido por el verbo en voz pasiva n::i1J'. A continuación le sigue la aposición mu,137 ?1J, para 226 terminar con la oración de finalidad tl"íl:1 i1KJ. tl'J.:1?.
El v. 7 presenta otro pequeño problema de comprensión y de traducción. Esta vez se trata del vocablo 1n• en la oración ":,w11¡;, rrrtn ,mrn37 ( ... ] 1n•1?", ya que 1n•227 se puede considerar tanto verbo como sustantivo. Aquí se ha considerado como sustantivo, al igual que en el v. 6. De esta manera tenemos un primer complemento instrumental, como en el caso anterior, que es "por el espíritu de santidad de la comunidad (1n'? :,w11¡;, nrrn)''. La preposición ?, introduce el genitivo de :,w11¡;, mi:J.,228 donde además aparece la utilización atributiva del adjetivo :iw,1¡;,.229 A continuación encontramos la aposición m~KJ. «de su verdad», a la que le sigue el verbo principal i:1tl «purificar» al Nifal Para Kesterson, el versículo 8 ofrece un ejemplo de una cadena de constructos.r" Nos detendremos un momento en la expresión :11J '~J. «aguas lustrales» del versículo 9. La construcción :11J ·~ aparece 11 231 veces en el conjunto de los manuscritos del Mar Muerto. En todas ellas se utiliza en un contexto de purificación, y es traducida como "aguas lustrales" por la mayoría de los autores. El término :11J es utilizado en el AT 29 veces, en tres campos semánticos diferentes: para la impureza relacionada con la menstruación de la mujer, la
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impureza de manera general y la purificación.232 En nuestro caso, la construcción :11J ·~ no aparece en el Levítico, cómo podría esperarse, cuando se refiere a las leyes de purificación y el sacrificio para la purificación de los pecados, sino que sólo se encuentra en el libro de los Números233• Es en Nm 19,9 donde surge por primera vez en la Escritura la expresión :11J '~, para explicar cómo se debe confeccionar el "agua lustral" para la purificación de los pecados. Otra utilización similar aparece en el profeta Za 13, 1, como se ha estudiado anteriormente. En 1QS III, 9 observamos el uso particular del adjetivo 0'~11 «perfecto», el cual es utilizado de manera predicativa. Este empleo aparece después del verbo 11?:i «caminar», en sus diversas formas por cuatro veces en 1QS I,8; II,2; III,9 y IX,19. En el siguiente versículo tenemos el sustantivo non en lugar de nKtJn.234 El sustantivo 'J11 del v. 9 lo hemos traducido como "pureza", aunque algunos traducen esta palabra como "agua corriente" y como explicación alternativa "agua purificante", lo que da la idea de purificación o pureza.235 En este mismo versículo tenemos el infinitivo constructo m1,:,1, que Leahy considera un infinitivo explicativo.i" junto con otro infinitivo constructo con negación de la línea 1 O K1?1 i10?. 237
Cf. Lv 12,2; 15,19.20.24.25.33; 18,19; 20,18; 2Cr 29,5. m Cf. Nm 19,9.13.20.21; 31,23. 234 Está atestado en el hebreo bíblico (Nm 15,24), aunque Brown lo considera un error textual. Cf. BDB «nKtJn», col. 2403. Para E. Qimron este caso es un ejemplo donde "radical (quiescent) alef in medial position mostly designates a, and is only infrequently dropped", in E. Qimron, The Hebrew, p. 22, § 100.61. 235 Cf. a la voz '::l1, L. Koehler, The Hebrew, 221. Qimron utiliza como traducción «purity». Cf. E. Qimron, The Hebrew, p. 107, § 500.3. 236 T.W. Leahy, "Studies", p. 137. 237 Normalmente la negación, según el uso bíblico, para el infinitivo constructo es 'T1?::l?, aquí, en cambio, la negación es K?. Cf. P. Joüon -T. Muraoka, Gramática, , p. 455, § 124 e. Este uso lo vemos en el hebreo misnaico, lo que indica una cierta evolución en comparación con el hebreo bíblico. M. Pérez Fernández, La lengua de los sabios: I. Moifosintaxis (BibMid 13), Valencia 1992, pp. 221-228, § 20. Para Leahy "this preference for the ordinary verbal negative over the classical Hebrew ,t,'¡:::¡'¡ seems to indicate a partial stage toward the complete abandonment
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Cf. P. Joüon - T. Muraoka, p. 514, §132 e. Sobre el término ~mtJ, cf. H.K. Harrington, "What is the Semantic Field of the Lexemes i:1tJ and K~tJ in the Dead Sea Scrolls?", RevQ 93 (2009), pp. 97-113. La traducción corresponde con las de Moraldi y Charlesworth. Cf. BDB «in'», p. 403, § 3161; § 3173; Halot, p. 376. La preposición «?» puede expresar posesión y actuar como relación genitiva!. Cf. P. Joüon - T. Muraoka, p. 515, § 133 d; p. 502, § 130 a. Común en la construcción del genitivo constructo. Cf. T.W. Leahy, "Studies", p. 149. En la linea surge además la circunlocución del genitivo con la preposición ? . Cf. J.C. Kesterson, ''The Indication of the Genitive Relationship in 1QS'', RevQ 13 (1988), pp. 519-520;].C. Kesterson, "The Indication", p. 517. Cf. 1QS III,4.9; IV;21; 4Q255 fr. 2,4; 4Q257 III,6-12; 4Q262 fr. 1,1; 4Q265 fr. 7,3; 4Q284 fr. 1,7;jr. 3,3; 11Q19 XLIX,18.
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La última apreciación que vemos en este texto es la forma r:i;-i•, al HijiJ, que presenta la característica del ;-,.238
c) Comentario c.1) Purificación e inmersión en el rito de ingreso en comunidad Nuestro texto se halla en las primeras columnas del manuscrito, pero antes de afrontarlo, lo situaremos en el contexto239• El manuscrito comienza con una introducción donde se expone la Regla y se inicia con la liturgia de ingreso en la comunidad. El autor describe los actos litúrgicos que se realizan para poder entrar en la Comunidad de la Alianza. Al finalizar esta liturgia y, con la aceptación por parte del candidato de la Regla, se continúa con una imprecación contra los que rechazan entrar en el pacto de Dios y es aquí donde comienza nuestro texto. Leemos en 1QS II,25-26: "Y todo el que rechace entrar [en la alianza] de Dios para marchar en la tozudez de su corazón, no [pasará a la co]munidad de su verdad". Este rechazo, es consecuencia de la "tozudez de su corazón". La razón que avala la no aceptación es que "su alma aborreció las disciplinas del conocimiento de los juicios de justicia. No fue fuerte en la conversión de su vida y con los rectos no será contado" (1QS Il,26-III,1). Este pasaje nos reenvía de una manera implícita a 1QS II,11-12: 'cy los sacerdotes y los levitas continuarán diciendo: Maldito por los ídolos que su corazón venera quien entra en esta alianza dejándose ante sí su tropiezo culpable para caer en él".
Se revela una insistencia en lo referente a la conversión del candidato, sin embargo esta conversión, no sólo es un cambio de vida a nivel moral sino a un estado mucho más profundo, una conversión de
corazón. Esto implica una adhesión total a la Regla, una lealtad a su observancia, para cumplir los objetivos que la Regla expone desde el inicio: "Para buscar a Dios [con todo el corazón y con toda el alma; para] hacer lo bueno y lo recto en su presencia" (1QS 1,1-2).240 El texto muestra la importancia que tiene la conversión de corazón y la prioridad que se le atribuye sobre los conocimientos, fuerza o riqueza que pudiera aportar el candidato. Aunque estuviese muy dotado de todo ello, si no cumple los requisitos anteriormente expuestos, de conversión y adhesión a la Regla, no tiene ningún interés para la comunidad: "Su conocimiento, y su fuerza y su riqueza no entrarán en el consejo de la comunidad" (1QS 111,2). Por otra parte, vemos como sigue apareciendo un trasfondo del tema principal de la Regla, amar a Dios con todo el corazón, el alma y las fuerzas, que es el motor de la verdadera conversión de corazón. Esta búsqueda perseverante de Dios, que desemboca en la entrada en la comunidad, tiene como consecuencia la justificación del hombre. Pero el que ha rechazado el entrar "no será justificado en el seguimiento tozudo de su corazón, y tiniebla verá los caminos de la luz" (1QS III,3). Para Sacchi, esta justificación corresponde a "estar en la verdadera dimensión de la justicia"241• La obstinación de su corazón le hace contemplar las tinieblas como si fueran caminos de luz. El texto continúa explicando cómo esta nueva dimensión del hombre, no se alcanzará ni siquiera por las expiaciones que puedan realizarse. El pecado permanece en él y ningún agua podrá purificarlo.242 La impureza permanecerá todos los días que desprecie los preceptos de Dios. El texto lo _afirma con la repetición del adjetivo «impuro» en 1QS 240
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of 'T17::l7 found in Mishnaic. This change may have been due to the influence of Aramaic, wherein the ordinary verbal negative was also used for infinitives", in T.W. Leahy, "Studies", p. 144. Joüon dice que "generalmente cae después de la preformante: en el futuro, pues, y en el participio", in P. Joüon - T. Muraoka, Gramática, p. 167, § 54. Sin embargo, en este caso no se ha dado la síncopa de la ;i en el futuro. Cf. P. Joüon -T. Muraoka, Gramática, p. 74, § 17 e. Para - Murphy-O'Connor el texto presente, pertenece al cuarto estado de redacción. El autor muestra incluso una estructura quiástica de 1QS II,26-III,12. Cf. J. Murphy O'Connor, "La genese", p. 540.
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Puede que sea de forma implícita una referencia a Dt 6, 5: "Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas"; cf. Dt 12,28. Cf. P. Sacchi, La Regola, p. 101, n. 6. Sobre el término «justificación», cf. A. Niccacci, "Giustizia e giustificazione nell'Antico Testamento", in Giustizj,a Giustiftcazjone ne/la Bibbia (DSBP 28), ed. S.A. Panimolle, Roma 2001, pp. 19-106. Martone explica: "Il peccato dell'uomo e - come il 'peccato di Adamo' che in Paolo (cf. Rm 5, 12-21; 6, 6) rende l'uomo schiavo del peccato ( ...] - connaturato all'essere umano, e non puó quindi essere espiato per mezzo delle purificazioni tradizionali, ma solo mercé l'ingresso del 'patto di Dio' [ ...] cioé nella comunitá", in C. Martone, La ''Regola della Comunitd", p. 141, n. 49.
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III,5243. Como el impuro por la lepra es aquel que detesta los mandamientos de Dios. La relación entre pecado e impureza se acentúa de una manera particular en este pasaje. Aquel que no pertenece a la comunidad, permanece en el pecado y como consecuencia es impuro. De aquí se deduce que la justificación realizada a través de la purificación, sólo es posible obtenerla en el interior de la comunidad, en la cual actúa el espíritu divino. En efecto es sólo a través del espíritu de santidad de la comunidad por el que adviene la justificación y la remisión de los pecados. Sólo si el hombre entra y acepta las normas de la comunidad es purificado, ya que "por el espíritu de santidad de la comunidad, de su verdad, será purificado de todas sus iniquidades" (1QS III,7-8). Este "espíritu de santidad" es el de la comunidad.i" El estado de humildad y rectitud con respecto a la comunidad y a la Regla es requerido, para poder ser purificado: "Por el espíritu de rectitud y de humildad su pecado es expiado" ( 1QS III,8). 245 Esta completa 243
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Sobre la expresión «impuro, impuro» véase J.D. Lawrence, Washing in Water: Trajectoires ojRituaf Bathing in tbe Hebrew Bible and Second Temple Literature (SBL.AB 23), Atlanta 2006, pp. 89-90, sobre todo la nota 23. Para Murphy-O'Connor, 1QS III,6-7 es el centro de la estructura quiástica de 1QS II,26 - III,12. Cf. J. Murphy-O'Connor, "La genese", p. 540. Baumgarten afirma la importancia de este pasaje: "this passage describes the purification characteristic of the Qumran community in which external ablutions, in this case sprinkling with water for lustration, are effective only when co-ordinated with inner receptivity towards the divine holy spirit", in J. Baumgarten, ''The Purification Liturgies", in P.W. Flint - J.C. Vanderkam, Tbe Dead Sea Scroffs after Fifty. Years: A Comprehensive .Assessment, Leiden 1999, p. 207. Para Haber, "the flesh can be purified with the waters of purification", in S. Haber, Tbey Shaff, p. 105. La misma relación entre la purificación física y el arrepentimiento se encuentra en 1QS V,13-14. Por otra parte, en 1QS XI,11-16 encontramos una perícopa que e~pone la necesidad de la intervención de Dios para obtener la purificación del pecado. Sacchi comenta: "Este 'espíritu santo' es el espíritu de la comunidad, no es el de Dios. Por otro lado, la comunidad es santa, porque está fundada en la santidad de Dios. Por lo tanto, el espíritu de la comunidad es de alguna manera el mismo espíritu de Dios. La santidad de la comunidad destruye la culpa y pone al hombre en el estado de esa humildad que le permite ser purificado, perdonado del pecado voluntario. La acción de Dios es misteriosamente por encima de todo", in P. Sacchi, La Regofa, p. 103, n. 1, (trad. propia).
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adhesión, realizada y vivida en un comportamiento recto y humilde, produce la remisión de la culpa. La actitud opuesta, provoca un estado de impureza y por consecuencia de pecado en el hombre, que ia dee a sa1vacion •,246 lo aleja Seguidamente, la Regla expone la manera en la cual se realizará esta purificación: "Y por la humildad de su alma a todas las leyes de Dios es purificada su carne al hacer rociar con aguas lustrales y al santificarse con las aguas de pureza" (1QS III,8-9). Observamos que la purificación no se dará si no se atesta verdaderamente una conversión profunda en el candidato. La conversión se refleja en el espíritu humilde y sumiso a la comunidad y a la Regla. En el texto, la conversión ocupa el primer lugar, puesto que a pesar de todo lo que se ha dicho sobre la importancia de la purificación, ésta no realiza su función si no hay una verdadera conversión. Nos podríamos preguntar a este punto para qué se necesita el agua. Sin embargo, el texto es claro, los dos elementos, conversión y agua, son necesarios para la purificación. La purificación con agua, certifica con un signo externo lo que ya se ha dado previa e interiormente en la persona. Este baño se refiere al nuevo orden de vida.247 Algunos autores como Thiering, en su análisis de 1QS III,4-9, habla de dos objetos de purificación, y Í
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Cf. F. García Martínez, "Il problema della puritá: la soluzione qumranica", in F. García Martínez - J. Trebolle Barrera, Gfi uomini, pp. 225-253. Haber, citando a Neusner, identifica dos innovaciones en las ideas sobre la pureza en estos textos. La primera es la exigencia de pureza para fines que no se corresponden con el culto de los sacrificios en el Templo. La segunda es la comprehensión en la comunidad de la relación entre purificación y pecado. S. Haber, Thf!Y Shaff Purijj Tbemseloes: Essoys on Purity in Ear!J Judaism (SBL.EJL 24), Atlanta 2008, pp. 47-50. Para Betz, "Alles Gewicht ist in dieser Paranese auf die innere Reinigung gelegt", in O. Betz, "Die Proselytentaufe", p. 217. Gnilka opina que sólo cuando el Espíritu ha sido dado al hombre que éste puede hacer el baño de purificación, cf. J. Gnilka, "Die Essenischen", p. 194. Schmitt escribe que "sans doute la purification est-elle, a des temps divers, l'oeuvre de Dieu et du repenti. Dieu a l'initiative; il dispense l'esprit de sainteté, qui redresse et releve la mentalité ou l'esprit du pécheur. Au convertí de veiller au príncipe de vie nouvellement acquis; a lui d'en soutenir et assurer l'action, afin de le faire fructifier", in J. Schmitt, "La pureté sadocite d'aprés 1 QS III,4-9", RevS cRef 44 (1970), p. 224.
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de dos instrumentos de purificación. 248 Esta distinción que hace el texto entre purificación interna y externa está basada en la que hace el AT entre pecado e impureza ritual. Para el autor existían dos ritos necesarios para la entrada en comunidad.249 Thiering muestra que en lo referente a la entrada en comunidad: "Se seguiría que en calidad de miembro provisional se administraba un rito de un baño con agua, para marcar que se limpiaba la carne de su impureza ritual, y en la fase final se daba el Espíritu de santidad, como la purificación decisiva del alma y el privilegio de ser miembro de la comunidad en la que el Espíritu de santidad habitaba'P'". El Templo era el lugar donde se realizaban los sacrificios de expiación. En la comunidad de Qumrán los sacrificios son de virtud interior. Al no poder realizar los sacrificios en el Templo, éstos de una cierta manera se espiritualizan. 251 Leany explica: "Dentro del judaísmo, la Secta es el primer grupo que conocemos que creía que el fracaso moral [...] conlleva una impureza ritual"252• Sin embargo Manns discute esta opinión que le parece exagerada253. Lo que sí queda manifiesto es la necesidad de
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B.E. Thiering, "Inner and Outer Cleansing at Qumran as a Background to New Testament Baptism", NTS 26 (1979-80), p. 267. Thiering piensa que "the two rites, the flesh-washing and the final initiation, were separate in time; the water-washing a levitical, the Spirit-giving a priestly rite", in B.E. Thiering, "Qumran Initiation and New Testament Baptism", NTS 27 (1981), p. 615. B.E. Thiering, "Qumran", p. 620. Para Bissoli "forse dobbiamo parlare di una certa spiritualizzazione del culto (1QS IX,3-4) almeno come misura temporanea, [ ...]" Cf. G. Bissoli, Il Tempio: ne/la letteraturagiudaica e neotestamentaria (SBFA 37),Jerusalem 1994, p. 55. A.R.C. Leaney, The rule of Qumran and its Meaning: Introduction, Translation and Commentary, London 1966, p. 139. Harrington opina que no todas las impurezas rituales se identifican en estos textos con el pecado. H.K. Harrington, "The Nature of Impurity at Qumran", in M. Galen, Tbe Dead Sea Scrolls Fifty. Years After Tbeir Discovery: Proceedings of th'e [erusalem Congress, J ufy 20-25, 1997, J erusalem 2000, p. 616. F. Manns, Le {Ymbole, p. 85.
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purificación que viene como fruto del Espíritu 254• El texto en 1QS III,9-1 O, continúa con una exhortación para seguir el camino de Dios. Entendemos la expresión "los tiempos establecidos de sus testimonios" como una relectura de la historia, en la cual se interpretan los mandamientos y los preceptos de Dios, según los cuales viven los miembros de la comunidad. Para Sacchi estos "testimonios" son todos los acontecimientos, para quien sabe comprenderlo, de la . 255 voluntad d e D10s. Después de todo este camino de conversión y sólo entonces, "será aceptado mediante expiaciones agradables ante Dios, y habrá para él la alianza de una comunidad eterna" (1QS III,11-12). Para los hombres de la secta, "la expiación agradable a Dios" es la manera de vivir en comunidad, puesto que se consideraban el verdadero Israel, herederos de las promesas que sólo en ellos podían realizarse en plenitud256• Acabada la exposición del "rito de ingreso" en la comunidad, el parágrafo que continúa, muestra las bases de la doctrina en la comunidad. En el NT, encontramos todos los temas que aparecen en esta perícopa, de los que ya hemos hecho alguna referencia en el comentario del texto anterior. Por ejemplo el tema de la expiación a Dios como un "ofrecerse a sí mismo". Esto es posible como fruto del cambio de vida que se efectúa en el cristiano por mediación del Espíritu Santo257. Aparece un nuevo culto espiritual, el cual se realiza a través de la comunidad cristiana como sucesora del Templo de Jerusalén. c.2) Punficación, Samficioy Pecado Algunos temas comunes aparecen tanto en los textos estudiados como en la literatura judía. El primer tema que llama nuestra atención es el de la corrección, que el texto presenta en 1QS III,5-6: "Impuro, impuro será todos los días de su desprecio en los preceptos de Dios, sin dejarse corregir por la comunidad de su consejo". La "corree254
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Para Haber "by definition, entrance into the community constitues acceptance into the berit, but the content of the covenantal agreement is interpreted in priestly categories", in S. Haber, Thry S hall, pp. 117-118. P. Sacchi, La Regola, p. 103, n. 2. Cf. L. Moraldi, I Manoscn'tti, p. 120. Cf. Rm 12,1-2.
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ción", necesaria para la purificación, lo encontramos también en 258 algunos pasajes de la Biblia y sobre todo en el libro de los Salmos. Por otra parte, esta corrección es una prueba impuesta por Dios que escudriña a aquellos que quiere purificar.259 Otro tema que aparece en el texto es el del arrepentimiento para poder obtener el perdón de los pecados. Este argumento se encuentra de manera extendida en los profetas y en los salmos. 260 El arrepentimiento debe ser sincero y de corazón, para poder alcanzar el estado de pureza. Dentro de la literatura rabínica, ya se ha hablado del tratado Yoma de la Misná, que tiene muchas semejanzas con este texto (cf. m. Yom 8,8-9). El perdón y la purificación no se podían obtener sin un arrepentimiento de corazón, una conversión profunda. En el texto de la Misná podemos observar algunos temas que aparecen también en 1QS II,25-III,12. El "sacrificio por el pecado" y el "sacrificio incondicional por el delito", está referido a Lv 4,27-35 y Lv 5,15; 6,6. Pero estos pecados sólo son perdonados si van acompañados del arrepentimiento. Además, el texto específico que "la muerte y el día del perdón expían con el arrepentimiento" aunque no se efectúe el sacrificio. Dios purifica con agua pura, sin embargo la purificación no tiene lugar en este caso hasta que «no lo consienta el prójimo». El texto de la Misná m.Hag 2,6, · donde el autor habla de la intención antes de efectuar la purificación, nos recuerda la importancia de la conversión en el rito de purificación según el texto de 1Qs261• El hecho de sumer-
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Cf. Dt 8,5; Lv 26,43; Sal 39,12; 94,12. La corrección es vista en la literatura posterior como un signo del amor de Dios (Sb 12,20-27), como la corrección de un padre a su hijo (Pr 19,18; 29,17). Para Moraldi, a Qumrán "ritenevano che queste 'dolorose correzioni' fossero indispensabili tanto per la purificazione di se stessi quanto per mantenersi il vero popolo di Dio. Lo stesso termine si legge in 1QH XVII,22 e probabilmente in CD VII,5.8; X,6; XIX,4", in L. Moraldi, I Manoscritti, p. 139, n. a 1QS III,1-6, El tema de la prueba, como lugar que Dios ha elegido para purificar a sus fieles, lo encontramos en otras partes de la Regla como en 1QS II,17; IV,26; VIII,4 y en 1QM X:V,15; XVII,1.9; CD-B XX,27 etc. También en Si 6,7; 33,1. Cf. L. Moraldi, I Manoscritti, p. 135, n. 17. Is 1,10-17; Ez 18,5-9; Am 5,21-26; Sal 50,8-15, de manera especial Lv 16,29-31. La intención con la cual se hace la purificación es de suma importancia. m.Hag 2,6: "Si uno se sumerge con vistas (a comer alimentos) no consagrados y res-
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girse en el agua, se convierte verdaderamente en un signo exterior de una realidad mucho más profunda. 2.3. Regla de la Comunidad, 1QS IV,20-22 2.3.1. Texto ;,1?1Y rm 1?1:, or,;,1? lll'K 'J:J~ 11? ¡;,¡m 1:i:i. 'WY~ 71J 1n~K:i ?K 11::i, rn1 20 '~Jn~ 71:,~ ;,1J ,~:, n~K mi 1'7Y T'l. ;,ywi m7'7Y 1?1:,~ w11¡;, nn:i 11;,~,1 11w:i 21 ,,i:i.n;,1 1¡;,w m:iy,n K':J. 111 ,~,~n ,,:,w;,1? D'~W 'J:J n~:,m 11'7Y nY1:i D'1lll' p;,1? ;,1J nru 22 D'~71Y n'1:J7 ?K in:i o:i . 01K 11:J:J 71:J 0;'171 23
a) Traducción IV, (20) Y entonces purificará Dios con su verdad todas las acciones del hombre, y refinará para sí a los hijos del hombre, para arrancar todo espíritu de injusticia de las entrañas de (21) su carne, y para purificarlo con el espíritu de santidad de todas las obras malvadas. Y rociará sobre él un espíritu de verdad, como aguas lustrales, [para purificarlo] de todas las abominaciones de mentira, habiendo sido contaminado (22) por un espíritu impuro, para que entiendan los rectos el conocimiento del Altísimo, y la sabiduría de los hijos del cielo, para enseñarles a los de conducta perfecta, porque a ellos eligió Dios para un pacto eterno (23) y para ellos será toda la gloria de Adán. b) Apreciaciones morfológicasy sintácticas El texto no presenta complicaciones a causa de lagunas textuales. Comienza con el 1 continuativo y el adverbio TK seguido de yiqtol, lo que le da a la oración una fuerza ingresiva262• La sucesión de los dos
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tringe su intención a los alimentos no consagrados, no puede comer de los diezmos. Si uno se sumerge con vistas (a comer alimentos) de los diezmos y restringe su intención a los alimentos de los diezmos, no puede comer de la ofrenda [ ... ] Si uno se sumerge para algo de mayor importancia, queda capacitado para las de menor importancia. Pero si se sumerge y no ha restringido su intención, es como si no se hubiera sumergido". Cf. P. Joüon -T. Muraoka, p. 341, § 102; p. 386, § 113 i.
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verbos w-x-yiqtol (i::J.L. ii::J.' mi) y w-qatalti (:1:171lli ¡:,¡:,n ... ) expresan una acción futura w-qatalti posterior a otra acción w-x-yiqtol 263 La oración siguiente, comienza con el ueyiqto! T'1.264 Continúa con una serie de proposiciones finales introducidas por infinitivos constructos. Le sigue otra oración final con el infinitivo ?')1ll:1?. La expresión que encontramos li1 'lj'ljn, utilizada de manera atributiva, indica una circunlocución. 265 c) Comentario c.1) Purificación con verdady con agua El texto se sitúa después de la instrucción sobre los dos espíritus y pertenecería al cuarto estado de evolución literaria de la Regla, según la hipótesis de algunos autores266• Para Manns, "la instrucción sobre los dos espíritus (1QS III,14-IV,26)267 es de hecho un texto compuesto
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Cf. P. Joüon -T. Muraoka, p. 416, § 119 c. El verbo ;m (rociar) se encuentra al Hifil, cómo en 1QS III,9 en la forma de infinitivo constructo. En esta oración encontramos el verbo ';,'mn;i (contaminar). Para Leahy "the preposicional prefix m (for mn) is understood from the precedent mkw!', in T.W. Leahy, "Studies", p. 141. Sobre este verbo cf. E. Qimron, The Hebrew, p. 89, § 500.1. Qimron observa que "expressions of this sort (instead of the construct formation ;'!7jn':m '11::J:1) occur in post-biblical Hebrew. In BH (Biblical Hebrew), however, there cases of a similar construction (1'7:li::J 7¡i) with a pronominal suffix added to the second word (generally denotes part of the body)", in E. Qimron, The Hebrew, p. 75, §400.07. J. Murphy-O'Connor, "La genese", pp. 547-549. Para von der Osten-Sacken el texto ha conocido tres etapas de evolución donde 1QS IV, 20-22 se situaría en la segunda etapa. Cf. P. von der Osten-Sacken, Gott und Belial, Gottingen 1969, pp. 17-27 .116-189. Duhaime expone que es una adición. J.L. Duhaime, "L'instruction sur les deux esprits et les interpolations dualistes a Qumrán (1 QS III,13-IV, 26)", RB 84 (1977), pp. 566-594. Haber, comparando este texto con Hodqyot escribe: "As in the Hodqyot, here God effects atonement for the sinner by purifying him or her with his spirit of truth, so that there is a much less restrained and much more consistent use of purity language in this text than in the Hodqyot pasages. God is envisioned as sprinkling the spirit of truth on the individual in much the same way as the '7j ;i1J, waters of purification, are sprinkled on the ritually impure", in S. Haber, Thry Shall, p. 103.
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que ha sido objeto de varias adiciones"268• El contexto es puramente escatológico. Continuamos con el tema de la purificación, donde el autor expone como es Dios quien purificará con su «verdad» nm,269 las obras del hombre. Varias interpretaciones aparecen ante nosotros con respecto a este texto. En primer lugar, vemos que para designar el término "hombre", los textos del Mar Muerto emplean dos expresiones diversas como son «las acciones del hombre» i::J.l '1ll'.177j y «los hijos del hombre» 1ll'N 'JJ. En este texto utiliza los dos términos. La palabra 1::i:.i., además de «hombre» significa «héroe, fuerte», mientras que 1ll'N es el «hombre» en un campo semántico más general. Autores como Vermes270 han visto en este uso de 1::i:.i. la figura del Mesías, apoyándose en 1QH III,7-10 y en algunos textos de la Escritura, pero es sobre todo Brownlee quien ha estudiado de manera más profunda esta relación.271 Sin embargo, la interpretación más común está en el contexto de la espera escatológica, donde los que han entrado en comunidad serán purificados. En el futuro, el pecado debe ser abolido. Esta es la esperanza de la comunidad. La carne no debe ser destruida sino purificada. La carne y el espíritu son diferentes en este estado actual del hombre, ya que el pecado produce en la carne acciones malvadas. Esta distinción será eliminada en el futuro. Vemos la doble utilización del término rm. Por una parte, el espíritu designa la perversión y el pecado del cual el hombre tiene que ser purificado. Por otra, es el Espíritu de Dios quien realizará esta purificación. Pero en el pasaje272 no aparece la distinción entre pecado interno y externo,
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F. Manns, Le symbole, p. 86. El término "verdad" (n7jK) es muy común en los manuscritos del Mar Muerto y en el Documento de Damasco de la Gen.iza del Cairo. Aparece un total de 381 veces. Para Sacchi, esta verdad es la realidad más alta del ser divino. P. Sacchi, La Regola, p. 110, n. 3. G. Vermes, Scripture and Tradition, p. 56ss. W.H. Brownlee, "The Servant of the Lord in the Qumrán Scrolls", BASOR 132 (1953), pp. 8-15 y W.H. Brownlee, "The Servant of the Lord in the Qumrán Scrolls", BASOR 135 (1954), pp. 33-38. F. Manns, Le symbole, p. 89. Para Wernberg-M0ller, el texto alude claramente a un bautismo espiritual. Cf. P. Wernberg-M0ller, The Manuel of Discipline: Translated and Annotated With an Introduction (StTDJ 1), Leiden 1957. Licht en cambio interpreta que Dios purificará el cuerpo humano destruyendo el espíritu malva-
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sino una conducta pecadora de la carne, que debe de ser purificada. Para Lawrence el texto combina "la idea de la purificación por medio de la aspersión, una limpieza espiritual, pero es difícil saber si los autores de estos escritos continúan con la tradición de santidad de pureza ritual" .273 Por primera vez, el Espíritu de Dios se compara al agua, de tal manera que, Dios mismo rociará sobre el hombre un espíritu de verdad, como aguas lustrales, para purificarlo. De forma metafórica, el autor introduce esta comparación para mostrar a través de ella el nacimiento de una nueva creación. 274 Gracias a esta purificación, el espíritu de verdad instruirá a los de conducta perfecta en el conocí-
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do que lo habita. La purificación realizada por el espíritu presenta su profundidad purificando no sólo el cuerpo sino el espíritu que lo habita. J. Licht, "An Analysis of the Treatise on the two Spirits in DSD", ScrHie IV (1958), pp. 88100. Moraldi admite esta interpretación siempre y cuando la acción de purificación "sia intesa e limitata alla cornunitá dopo la distruzione dei cattivi (cioé di tutti gfi a/tri uominz) in quanto rappresentante della nuova creazione dopo la distruzione di tutto ció che era fuori della comunitá", in L. Moraldi, I Manoscritti, p. 145, n. 20. Para Baumgarten él contexto de este pasaje es escatológico y encuentra en Jl 3, 1 un eco: "Y después de esto: derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas", in J. Baumgarten, "The Purification", p. 208. J.D. Lawrence, Washing in Water, p. 120. El tema de la fuerza purificadora del espíritu, la nueva creación, el espíritu santo y el espíritu de verdad, aparece también en otros textos de los manuscritos como 1QS IV,25; 1Q36 XIV,2; 4Q225 fr. 1,7; Para Sacchi "questa condizione di giustizia al di la di ogni norma, che puó essere detta 'emet e che non sará ostacolata da nessuno spirito malvagio, si realizzerá solo alla fine dei tempi, al momento del Giudizio. 11 Giudizio, come si dirá in seguito, non comporterá una vera e propria nuova creazione, ma piuttosto la purificazione della natura attuale dell'uomo", in P. Sacchi, La Regofa, p. 111, n. 1. Sin embargo en el texto que hemos citado 1QS IV,25 leemos: "Pues Dios lo ha dispuesto en partes iguales hasta el final fijado y la nueva creación". Sjóberg puntualiza el hecho que Dios "hat seinen heiligen Geist auf ihn gesprengt, um ihn zu reinigen und die Schuld zu sühnen. Es handelt sich hier also um eine Neuschópfung des Menschen, die eine wirkliche Veranderung, nicht nur seiner Situation, sondern seiner eigenen Natur bewirkt", in E. Sjóberg, "Neuschópfung in den Toten-Meer-Rollen", ST IX (1955), pp. 135-136.
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miento de Dios. Esto es muy importante, puesto que en la purificación, el agua es un elemento visible, así como la persona que será sumergida en ella, sin embargo, el espíritu es una realidad invisible, pero su poder se muestra en los actos y en el conocimiento que recibirá la persona. Se va concretizando el acto de la purificación como una realidad externa, un signo, de algo que se realiza a un nivel mucho más profundo. Encontramos otros textos donde el autor conjuga el espíritu con la purificación: 1QHVIII,19-20: ''Yo sé que nadie es justo fuera de ti. He aplacado tu rostro por el espíritu que tú me has dado para colmar tu gracia con tu siervo por [siempre,] para purificarme con tu espíritu santo, para acercarme a tu voluntad según la grandeza de tus ternuras". En este texto se retoma el tema de la purificación para entrar en la voluntad de Dios,' pero esta vez es el Espíritu Santo quien purifica. Por otra parte este mismo espíritu es el que fortifica al hombre para que no decaiga en el combate, sosteniéndolo y protegiéndolo, como si se tratase de una nueva creación. 1QH-XV,6-7: "Vacat. Te doy gracias, Señor, porque me has sostenido con tu fuerza, has extendido sobre mí tu santo espíritu para que no tropiece, me has fortificado ante las guerras de impiedad".
La purificación está en función de una elección "porque a ellos eligió Dios para un pacto eterno" (1QS IV,20-22). Esta elección está introducida con el verbo in:i. Este verbo aparece más de 100 veces en los manuscritos del Mar Muerto y es utilizado en el AT para designar la elección divina. La finalidad del pacto y la elección es volver a dar a los elegidos "toda la gloria de Adán"275 (1QS IV,23). Al que observa los preceptos de Dios, se le ofrece la posibilidad de volver a la situación de Adán antes del pecado original. En el AT el tema de la nueva creación, aparece con el profeta Isaías: "Pues desde ahora te cuento novedades, secretos que no conocías; cosas creadas ahora, no antes, que hasta ahora no habías oído. Así no dirás: Ya las sabía" (Is 48,6- 7), o en un contexto escatológico: "Pues voy a crear unos cielos nuevos junto con una tierra nueva" (Is 65,17). Pero es en el profeta Ezequiel donde se encuentran todos los elemen275
La expresión "l:l1!'\ 11:::i:::i 'm" se encuentra también en 1QH IV,15 y CD-A III,20.
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Cap. I. Antecedentes del Bautismo Cristiano
" Cap. I. Antecedentes del Bautismo Cristiano
tos (espíritu, carne, elección, nueva creación), es decir, la comprensión última y profunda del bautismo en los círculos judíos, donde el símbolo del agua se une a la acción del espíritu, sobre todo en dos textos, Ez 11,19-20 y Ez 36,25-29. Este deseo de un corazón nuevo aparece también en el Sal 51,12. En cambio en el Sal 102,19 es todo el pueblo el que queda renovado: "Quedará esto escrito para la edad futura, y un pueblo renovado alabará al Señor". Todos los temas que encontramos en este texto de la Regla, se localizan de manera similar en el NT. El primer argumento que vemos sobre el purificarse de las obras malvadas por medio del espíritu, o el tema de la nueva creación en el hombre, para poder cumplir la voluntad 276 de Dios, son ampliamente utilizados, sobre todo por Pablo • La elección es otro argumento recurrente en los autores del NT. El 277 cristiano ha sido «elegido» y llamado a la santidad antes de la creación del mundo. Esta elección se enfrenta a un combate entre la carne y el espíritu, como podemos leer de manera extensa en Rm 7. c.2) Purificacióny Nueva Creación El tema de la purificación aparece numerosas ocasiones en los manuscritos. A este argumento se le incorporan otros nuevos como es el de la nueva creación. La purificación de la cual nos habla esta vez el texto equivale a una nueva creación. En la literatura judía hallamos este tema con la misma concepción que en los manuscritos del Mar Muerto. Así vemos que el Sifre Deuteronomio 30 a Dt 4,1 declara: "He aquí que vosotros sois nuevos; ya está perdonado el pasado".278 En esta misma línea, leemos en el midraf del Salmo 18,6: "Sabiendo que sus pecados le han sido perdonados, él es una creación nueva (:iw1n ;-¡,-,:::i:,)".279 Aquí la nueva creación está ligada
a la Fiesta de las Tiendas, fiesta donde se encuentran también los ele-
, · ., tiene · mentes d e «espíritu» y «agua». 2so La nueva creaaon como conse-
cuencia la restitución de la gloria de Adán, que el hombre ha perdido como consecuencia del pecado. La caída de Adán281 y la pérdida de su gloria es un tema muy tratado por la literatura judía. Para la tradición hebrea, los justos recibirán la recompensa de la que Adán fué privado.282
3. «Liturgia Bautismal» en 4Q414
El siguiente texto283 que analizaremos, son los pocos fragmentos conservados de lo que parece una liturgia bautismal en los manuscritos del Mar Muerto. a) Texto: 4Q414 fr. 1 ii-2 i (1- 7) 111:::i 17jK(1 ;mi, 11:::i, -- ] 1 m1m
1:::i1 ,,:i:::i 'mi[1' N? . -- ]1[']¡,jn 5 tl1~ -,;i~:i, '[ -- ] 6 Un'lllll[ ]°[ -- ] 7
280
Cf. Rm 8; Tt 2,14; 2Co 5,17; Ga 6,15; Ef 2,10; Hb 10,22.
2n Cf. Rm 8,29; Ef 1,4; 2Ts 2,13s. 278
279
E. Cortés - T. Martínez, Sifre Deuteronomio. I. Pisqa 1-160. Comentario tannaítico al libro del Deuteronomio (CStP 40), Barcelona 1989, p. 89. S. Buber, Midrasch Tehillim (Schocher Tob). Sammlung agadischer Abhandlungen über die 150 Psalmen, Wilna 1891, p. 137. Y comentando el Sal 102,3: "Los Rabinos dicen, sin embargo: estas palabras se refieren a las generaciones que son culpables debido a sus malas acciones, pero vienen y se arrepienten y rezan delante de tí el Día de Año Nuevo y el Día de la Expiación, y así buscan fuera de sus obras, por
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281 216
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282 283
284
lo que el Santo, bendito sea Él, crea de nuevo, por así decirlo. ¿ Y qué van a hacer entonces? Están obligados a tomar en sus manos sus limones y sus palmas, los sauces de los arroyos y los mirtos, y te alaban" (MSal 102,3), in S. Buber, Midrasch Tehillim, p. 430. Sobre la nueva creación en la literatura judía cf. Jub 1,29; 1 Hen 45,4; 51,4-5; 72,1; 91,15; 2Bar 32,6; 44,12; 57,2; 4Esd 5,45; 7,75. Cf. lectura que reporta Ginzberg de la Vita Adae, sobre la penitencia de Adán a orillas del Jordán para volver al paraíso. Cf. L. Ginzberg, Les légendes desjuifs (Patrimoines: Judaisme I), Paris 1997, pp. 66-68. Cf. B. Otzen, "Sorne Textual Problems in 1QS", STII (1957), pp. 96-98. Para el análisis del texto hemos escogido la edición de Baumgarten en J. Baumgarten -al., Qumran Cave 4. XXV- Halakhic Text (DJD 35), Oxford 1999, pp. 140-154. Nos hemos ayudado de la edición de F. García Martínez - E.J.C. Tigchelaar, The Dead Sea Scrolls Stut/y Edition, II. 4Q274-11Q31, Leiden 1998. García Martínez no reconstruye la frase. Cf. F. García Martínez - E.J.C. Tigchelaar, The Dead Sea, II, p. 842.
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Cap. I. Antecedentes del Bautismo Cristiano
Cap. I. Antecedentes del Bautismo Cristiano
a.1) Traducción (1) [... y bendice y responde y] dice bendito (2) [Tú, Dios de Israel...] los puros de su tiempo (3) tu luz [...]tu y expiar para nosÓtros (4) en tu voluntad [... para ser] puros frente a tí (5) siem[pr]e [ ... no sab]ía en cada cosa (6) [...] para purificarse antes (7) [...] nos has hecho
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c.1) Traducción (1) alma [...] (2) este [ ] (3) para ti el pueblo pu[ro ...] (4) y también yo me [...] (5) el día que [ ] (6) en los tiempos de la purificación [...] (7) comunidad285• [.••] (8) en la purificación de Israel, para co[mer y beber ... en las ciudades]286 (9) [re]side[n], [y ser un pueblo santo ...] (10) y vendrá en el día[...] (11) una mujer y menstruan[te ? ...]
b) Texto: 4Q414 fr. 2 ii (1-8) d) Texto: 4Q414 fr. 11 ii,1-6 [ -- ;,:i ]lbii¡;, ,¡;,,n? 1ji~6ni1 1 [ -- 'lPJ. ]'tll?1 'T.Zl'?T.Zl? 11T.ZlK1? 2 [ -- ;, ]:in'1J. ntKJ. 3 [ . -- ]nK7j~7j -,;,~;,? 4 [11:J.1 nT.ZJJ. nK rrm ]tJ'7jJ. K1J.' 1nK1 5 [ -- ?K1T.Zl' ?K ;in]~ 111:J. 17jK1
;,w, 6
[?J7j ? ?1:J.;i? ?1:i m;,~ ;iT.ZJ1!J ]j ;,:i,!J K'.!l:m7j 'J_ 7 [ -- . jm '7j:J. ,-,;,~, ?J. on7jT.ZJ]ÑS ~ij ;li.7JK 8 b.1) Traducción (1) Y nos purificarás (?) por [tus] leyes sagradas (2) el primer, tercer y sépt[imo día ...] (3) en la verdad de [tu] pacto [...] (4) para purificar la impureza de [...] (5) y después entrará en el agua [y se lava y bendice] (6) y responde y dice: Bendito t[u seas, Dios de Israel, ...] (7) porque de lo que sale de tu boca [será explicada la purificación de todas las cosas para ser separado ? de todo] (8) hombres de impureza com[o sus pecados, no serán purificados por el agua de las abluciones ...]
d.1) Traducción '" (1) [sus vesti]dos y en el agua [...] (2) [...]y bendecirá, res[ponde y dice: bendito tu Dios de] (3) Israel que [ ] (4) delante de ti de todo [...] (5) tu santidad[...] (6) has abandonado[ ] e) Texto: 4Q414 fr. 13, 1-10 [ -- ]~ 'nK ;in'T.Zl:17 ;inK K'J 1 [ -- ;i:i']J!J? -,;,~;,? ;,j(J]1:b 2 [ -- ]11!JJ ¡;,,n 1? tl¡,;ii 3 [ -- ¡;,1]'.!I: m;i~J. n,,;,i,, 4
[ -- ?]~ nrrn tJ'7jJ. r[n]i, s [ -- ]ºº .J.1T.Zl' 1nK1 on[ ] 6 [ -- ]rmi '7j'7j:J. m:17 -,;,~7j 7
c) Texto: 4Q414 fr. 7,1-11 T.ZJ5J 1 [ -- ] ;iK1;,;, 2 [ -- 11]~~ 037? ;i:i? 3 [ -- ]ºJ.7j 'lK tll1 4
[?K1T.Zl' ?K ;inK 111:J. 17jK1 ;,J]i71 .117jj) ?:17 n'JT.Zl º[] . [ -- ;i]J11J.JJ. ;il1[1]~~ i[T.ZJK]
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286 287 28 8
8 9
García Martínez prefiere traducir este término como "together". Cf. F. García Martínez - E.J.C. Tigchelaar, The Dead Sea, II, p. 845. Esta adición no la presenta García Martínez. Cf. Ibid., p. 844. García Martínez reconstruye en esta línea el adverbio de negación ~17. Cf. F. García Martínez - E.J.C. Tigchelaar, The Dead Sea, II, p. 844. La reconstrucción de García Martínez es [;i]n:m1, Jo que añadiría un suf. fem. sing. y se traduciría '.'la has ab;µidonado". Ibid.
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Cap. I. Antecedentes del Bautismo Cristiano
Cap. l. Antecedentes del Bautismo Cristiano
constr., reconstruyendo el texto de esta manera [-w11¡;,], lo que hemos traducido como [re]side[n], santo ...]. Sin embargo, García Martínez interpreta como un, y presenta la versión [ ...]1JW'[1], es decir, 295 que traduce como: "[Y] ellos se sentarán [ ...]".
.[ -- o],,;'Ji ó;[l:)]?iÍi r,i[] 10 e.1) Traducción " (1) porque tu me has hecho [...] (2) tu volunta[d], para purificar delante de [ti] (3) y estableció para sí una ley de expiación (4) para ser en la pureza de la jus[ticia ...] (5) y se [lajvará en el agua y rociará so[bre] (6) [ ...]tm y después regresará (7) purificará su pueblo con agua que lava (8) [ ...] por segunda vez en su lugar. Y res[ponde y dice: Bendito tu, Dios de Israel] (9) [qu]e puri[fi]cas en t[u] gloria (10) [..]wt eterna[m]ente y hoy.
295
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292 2
93
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Cf. F. García Martínez - E.J.C. Tigchelaar, The Dead Sea, II, p. 845.
296 Cf. J .R. Davila, Liturgical Works, Michigan 2000, p. 267. 297 Cf. 4Q414 fr. 1 ii-2 i,1-2; 4Q414 fr. 2 ii,6; 4Q414 fr. 11 ii,2-3; 4Q414 fr. 13,8. Cf.
289 Mientras Baumgarten reconstruye [1 ;mi, 11:::n--], García Martínez sólo [1 :mn--]. 290
O'.I.' r,,,;-171 or,]1:iw1[1:) [y ser un pueblo el , inicial de 1:iw, la forma verbal, lo
g) Comentario g.1) Un baño de purificación El manuscrito 4Q414 es un opistógrafo en cuyo verso se encuentra 4Q515. Los fragmentos que hemos presentado de 4Q414, nos indican claramente que corresponden a un ritual de purificación. Sin embargo, el estado del texto impide determinar cómo se desenvolvía exactamente el ritual.296 Es recurrente la frase "responde y dice: Bendito seas Tu, Dios de Israel",297 que aparece en los fragmentos y que parece ser recitada por el que viene purificado. El lenguaje empleado en los textos muestra una serie de bendiciones a Dios por la disposición y misericordia que tiene para concederles la expiación. Este tipo de lenguaje de expiación se utiliza en el contexto del ritual de la purificación.298 Se subraya el hecho de que el rito, en su forma externa, no 299 tiene ningún efecto si Dios no concede su aprobación. Para Eshel, 300 el paralelo a 4Q414 fr. 2, se encuentra en 4Q512. En los dos textos se aprecian tres elementos comunes: la confesión de los pecados, el perdón de los pecados y la acción de gracias. La terminología y las expresiones utilizadas en estos fragmentos, reenvían a Nm 19, donde se describe un ritual de purificación.
f) Apreciaciones morfológicasy sintácticas El fragmento 4Q414 fr. 1 ii-2 i (1- 7) comienza con una reconstrucción del texto.289 Se aprecia la amplia utilización del infinitivo constructo'"" y del sufijo de 2ª'pers. mase. sing. :i:i. La línea 5 del fragmento 4Q414 fr. 1 ii-2 i, lo hemos traducido según el texto propuesto por Baumgaretn: "Siem[pr]e [... no sab]ía en cada cosa", con la reconstrucción del verbo '.l.'1'291. En 4Q414 fr. 2 ii, donde Baumgarten lee: "Y nos purificarás", García Martínez lee i:i[i];i~m,292 lo que se traduciría por "y lo purificarás", interpretando l por :i, en vez de lo que presenta Baumgarten 1ji~6r,i. La última línea del fragmento 4Q414 fr. 7, el término [ -- ? :i]ii:ii, que Baumgarten traduce y reconstruye como si fuese el adjetivorm (menstruante), precedido de artículo :i, García Martínez lo lee como si fuese el verbo :,1, «dar gracias, alabar» en su forma Hijil imperat. mase. pl.293 Sin embargo en la traducción italiana traduce como "Judea"294. En 4Q414 fr. 7, en la línea 9, Baumgarten interpreta lo que se puede leer del texto, es decir i:iw, como un sust. maso. pl. en estado
Cf. F. García Martínez - E.J.C. Tigchelaar, The Dead Sea, II, p. 842. El infinitivo constructo es muy utilizado en los manuscritos del Mar Muerto. Cf. E. Qimron, The Hebrew, p. 47, §310.14. Sin embargo, García Martínez lee '1'1:11[--], es decir "su tiempo". Este autor no reconstruye el texto sino que lo toma tal y como se encuentra en el manuscrito. Cf. F. García Martínez - E.J.C. Tigchelaar, The Dead Sea, II, p. 842. C f. Ibid. Cf. F. García Martínez - E.J.C. Tigchelaar, p. 845. Cf. F. García Martínez, Testi di Qumran (ISB.S 10), Brescia 2003, p. 675.
101
298 299
·1
300
J .R. Davila, Liturgical Works, p. 268. También en 1QSy 4Q512. Cf. H.K. Harr.Íngton, The Purity Texts, New York 2004, p. 64. Para el autor, estos fragmentos nos revelan una serie de bendiciones que se hacían antes y después de la purificación. Cf. E. Eshel, "4Q414 Fragment 2: Purification of a Corpse-Contaminated Person", in M. Bernstein -·al., Legal Texts and Legal Issues: Proceedings oj tbe Second Meeting oj tbe International Organisation far Qumran Studies (StTDJ 23), Cambridge 1997, pp. 3-10.
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El paso de 4Q414 fr. 2 ii 2, [-- 'll':J ]1Zl?1 'IZl'?IZl? 111ZlNi?, recuerda las leyes de purificación en Nm 19,16-19 sobre la purificación del cuerpo contaminado por el contacto con un cadáver. Nm 19,19 expone que el impuro debe hacerse rociar con agua al tercer y séptimo día, y bañarse solamente el séptimo día para completar la purificación. En el Rollo del Templo (11QTª XLIX) sobre la contaminación por un muerto en la casa de alguien, se precisa que será impura durante siete días. Sobre las reglas de purificación el texto explicita: 11QTªXLIX,17-20: "Y todo aquel que haya entrado en la casa se bañará con agua y lavará sus vestidos el primer día; el día tercero rociarán sobre ellos las aguas de la purificación, se bañarán y lavarán sus vestidos y los utensilios que hubiera en la casa. Vacat. En el día séptimo rociarán una segunda vez, se bañarán y lavarán sus vestidos y sus utensilios y, a la tarde, quedarán purificados del muerto".
Lo mismo sucede con una mujer que ha perdido el hijo en su vien. tre ( 11QTª L, 10-16). Los autores coinciden en determinar que como aparece la referencia al primer, tercer y séptimo día, 4Q414 fue com3 1 puesto en acuerdo con la ley que aparece en 11QT° XLIX. º Sin embargo, en 4Q414 el supuesto de la mujer que pierde el hijo en su vientre viene excluido, ya que encontramos los verbos conjugados en la 3ª pers. mase. sing. (4Q414 2 ii,5-6). La explicación del baño ritual el primer día, la encontramos en J. Milgrom, que opina que este tipo 302 de inmersión es la eliminación de un grado de impureza • Esta purificación está basada en la comprensión que tiene el autor de Nm 5,1-3. En el texto se enfatiza sobre todo, la necesidad de expulsar al que se ha vuelto impuro por el contacto con un cadáver o por flujo sanguíneo para no contaminar a todo el pueblo, de aquí la necesidad de la purificación. La ley sobre la purificación de todos los impuros por este tipo de contacto se encuentra también en 4Q514, donde se
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Cap. l. Antecedentes del Bautismo Cristiano
Cf. J. Baumgarten -al., Qumran Cave 4, p. 138; E. Eshel, "4Q414 Fragment 2", p. 8. Cf. J. Milgrom, "Studies in the Temple Scroll", JBL 97 (1978), pp. 512-518.
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dice que el impuro no puede comer antes de su purificación. En esta 3 3 misma línea aparece también el texto de 4Q274. º Otra referencia sobre la purificación por el contacto con un cadáver se localiza en el AT, en el libro de Tobías: '
También en el caso del nazareo y en el caso de la purificación de los utensilios.305 303
3o4
30s
Cf. J. Milgrom, "4QTohoraª: An Unpublished Qumran Text on Purities", in D. Dimant - L. H. Schiffman, Time to Prepare the Wi:ry in the Wilderness (STDJ 16), Leiden 1995, pp. 65.68. Sobre el tercer día de purificación, Baumgarten piensa que se puede explicar de manera similar al primer día. J. Baumgarten -al., Qumran Cave 4, p. 139. La purificación del tercer día aparece también mencionada en 4Q512. Cf. J. Baumgarten, "The Purification", 204. Davila por su parte, observa que "Eshel suggests that this line [4Q414 fr. 2 ii 2] refers to the more rigourous course of purification known form the Temple Scroll and 4Q512 [ ...] This proposal makes sense, but it is odd that this line speaks of something 'for' these days rather than 'on' them, as in the other two passages", in J .R. Davila, Liturgical Works, p. 252. Cf. Además m.Naz 7,2-3.
·, 104 ¡11il
m.Naz 6,6: "El rasuramiento por impureza, ¿cómo se realiza? Se hace asperjar el día tercero y el séptimo, corta el cabello ;n el séptimo y ofrece sus sacrificios en el octavo".
m.Ke/14,7: "Los objetos de metal pueden contraer impureza y pueden devenir puros aun cuando están rotos. Esta es la enseñanza de R. Eliezer. R. J osué dice: no pueden devenir puros sino cuando están íntegros. ¿De qué manera? Si los ha asperjado y se han roto en el mismo día y los funde y de nuevo por segunda vez los asperja en el mismo día, devienen puros. Esta es la opinión de R. Eliezer. R. Josué afirma: la aspersión tiene lugar lo más pronto el tercer día (para la primera aspersión) y el séptimo (para la segunda)".
La adición del primer día de purificación, además del tercero y el séptimo es propia a los Manuscritos del Mar Muerto. No encontramos en la tradición hebrea este día añadido. Esto evidencia el extremo cuidado que tenían los habitantes de esta comunidad en la realización de las purificaciones.
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Cap. I. Antecedentes del Bautismo Cristiano
Cap. I. Antecedentes del Bautismo Cristiano
4. Conclusión Finalizado el análisis y el comentario de diversos textos de los manuscritos del Mar Muerto, observamos varias líneas que se han seguido tanto a lo largo de los textos como sus reminiscencias en la tradición hebrea. En primer lugar, se ha visto la importancia que dan los textos a la purificación, pero no sólo como un simple rito de ingresó en el agua. En el contexto del ingreso en comunidad, hemos constatado que no es suficiente sólo la purificación. Antes de poder acceder al baño, es necesaria la conversión por parte del candidato (1QS I,7; 1QS V,1). Esta conversión viene comprendida como un "volver a la Ley de Moisés", pero de una manera profunda, interiorizando la Ley. No es sólo un cambio de vida moral, sino una verdadera conversión de corazón. Sin ella, no se dará de manera efectiva esta purificación. Se requiere además, la confesión de los pecados (1QS I,24-II,1), como un segundo paso lógico, fruto de la conversión. En los textos surge una relación que identifica pecado e impureza (1QS III,5). El pecado es fuente de impureza en el hombre y para poder volver al estado de pureza es necesario realizar la purificación, comprendida como arrepentimiento de las faltas cometidas, además de una profunda conversión. Otro elemento importante que ha surgido en este estudio es el tema del espíritu. La comparación del espíriá; con el agua (1QS IV,21) es reveladora. No sólo es necesario para la purificación, sino
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para poder entrar en la voluntad de Dios (tQHVIII,19-20). Además, este espíritu, obra en el acto de la purificación para realizar una nueva creación. Este tema de la nueva creación (1QS IV,25; 1Q36 XIV,2; 4Q225 fr. I,7), es muy interesante para comprender que el acto de purificación que presentan los textos, era considerado verdaderamente como una nueva creación del hombre que le daba la posibilidad de entrar en la voluntad de Dios y retomar "toda la gloria de Adán". Surgen muchas similitudes en los temas con el NT como hemos visto y aparece un cierto hilo conductor que se va desarrollando en estos textos. Schmitt, en su estudio sobre el NT y los textos del Mar Muerto se pregunta: "¿Quiere esto decir que el principio de baño sagrado, a través de la purificación interna y la renovación por el espíritu, fue inicialmente afirmado por los sacerdotes de Qumrán y usada después por Juan con un pensamiento sadoquita?". El autor responde: "la hipótesis, sin duda/ se evita". 306 Para muchos investigadores, es el pensamiento que circulaba en la época de Juan el Bautista. Mucho se ha hablado de Juan el Bautista y su relación con la comunidad que habitaba en esta zona del Mar Muerto. Es evidente que existen semejanzas con el bautismo de Juan, pero también muchas divergencias, como el hecho de tener que renovar cada año la entrada en la comunidad (1QS II,19-25a). Schmitt opina que el bautismo de Juan "no proviene del sincretismo oriental y helénico ni tampoco de su homólogo aplicado a los prosélitos"3º7, pero advertimos la presencia de prosélitos en la comunidad del Mar Muerto (cf. CD-A XIV,3-6; 4Q169 II,8-9).308 Pérez Fernández avanza la hipótesis de que "el bautismo cristiano 309 tomó espontaneamente la forma del bautismo de los prosélitos". De todas formas, los textos han mostrado claramente los argumentos tratados y la comprensión que la comunidad que los utilizaba tenían
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Schmitt, "Les écrits du Nouveau Testament et les textes de Qumran: Bilan de cinq années de recherches (suite)", RevS cRe! 29 (1955), p. 73. J. Schmitt, "Les écrits du Nouveau Testament et les textes de Qumran: Bilan de cinq années de recherches (fin)", RevScRel 30 (1956), p. 263. .K Berthelot, "La notion de¡¡ dans le textes de Qumrán", RevQ 19 (1999), pp.
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171-216. M. Pérez Fernández, Textos fuente, p. 140.
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de ellos. Además, hemos visto como estos temas se encuentran en el NT y en la literatura judía. •
IV. CONCLUSIÓN DEL CAPÍTULO I
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Se ha comenzado estudiando el simbolismo profético del bautismo en algunos textos de los profetas Is, Ez y Za, comprobando cómo el tema de la purificación experimenta una evolución en su comprensión. Isaías presenta el agua y el Espíritu interpretados como si fuesen una misma realidad. En Is 44,2-3, por ejemplo, se ha visto como el hecho· de derramar agua está relacionado con el Espíritu y la tradición interpreta derramar agua de la misma manera que derramar Espíritu. Con el profeta Ez parece que se da un paso más. El agua no sólo purifica sino que por medio de ella se accede a una nueva creación, "un corazón nuevo y un espíritu nuevo" (Ez 36,26). Por último, con el texto de Za 13,1, aparece otro punto de vista con el aspecto escatológico. /El tema de la purificación del pecado por medio de una fuente de agua ha sido interpretado por la tradición como imagen del Bautismo. Todos estos textos' muestran como no sólo el agua, sino el binomio agua y Espíritu preparará lo que será el Bautismo cristiano. Los dos elementos se encuentran en relación como se ha podido comprobar en los textos estudiados. Para algunos autores, todo este simbolismo se ha concretizado en el bautismo de los prosélitos, Por este motivo los prosélitos en general y su bautismo en particular, han ocupado el punto siguiente, en el desarrollo del tema, debido a su presencia en el NT y a las carácterísticas semejantes que presenta el rito de ingreso en el judaísmo, que tiene muchas semejanzas con el Bautismo cristiano. El análisis del término i:I en el texto hebreo, de rcpocri¡Amo~ en los LXX y de los dos sustantivos en la literatura . . peritestamentaria, nos ha mostrado la evolución del término y cómo se ha pasado del concepto de «extranjero» al de «prosélito», siendo posible el tener los dos conceptos con el mismo término. El empleo que hace tanto Filón con rcpocri¡Auw~, como el Targum con ,~:1 nos ha ayudado a comprender la importancia del prosélito en el judaísmo. El argumento de los prosélitos y las controversias entre las escuelas de Hillel y Shammai sobre la necesidad o no que tienen los prosélitos de realizar el baño de purificación después de la circuncisión, nos llevará en el cap. II a hacer un alto en el estudio y revisar la cuestión de la circuncisión y la relación con el Bautismo.
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Se ha concluído la presentación de este marco sobre los antecedentes del bautismo cristiano, estudiando los textos de los Manuscritos del Mar Muerto sobre la purificación, sobre todo los que hablan de la entrada en la comunidad. Se ha puesto de manifiesto la relación entre el agua y el Espíritu que adquiere un carácter particular ya que se acentúa de manera especial en el hecho de la nueva creación. La presencia de prosélitos en los textos que presentan los manuscritos ( cf. CDA XN,3-6; 4Q169 II,8-9) y el ritual necesario para la entrada en la comunidad, han mostrado el ambiente que se vivía en torno al primer siglo y que ha preparado el bautismo cristiano. El análisis de los textos del NT iluminará el cumplimiento de esta preparación y cómo la literatura peritestamentaria ayuda en la comprensión de las figuras tipológicas que se presentan en conexión con el Bautismo.
Capítulo II El paso del Mar Rojo: destrucción y salvación por el agua l. P ANOR.ÁMICA GENERAL SOBRE EL BAUTISMO EN EL NT El estudio de los textos del AT y de los manuscritos del Mar Muerto nos ha abierto el panorama del ambiente teológico, espiritual y ritual que se vivía en el primer siglo de nuestra era a propósito de las purificaciones. La expectativa mesiánica estaba influenciada por la difícil situación socio-política de la época, que incrementaba considerablemente el deseo de una pronta liberación.1 En este contexto aparece una figura que será la puerta de ingreso al NT, anunciando esta liberación tan deseada y bautizando para el perdón de los pecados: Juan Bautista. í El objetivo de esta primera parte es el de situar y comentar los puntos principales sobre el Bautismo y ver como en el interior mismo del NT existe una progresión en su comprensión. 1. El bautismo de Juan Bautista: continuidad y novedad respecto a los antecedentes hebreos La figura de Juan Bautista surge en el NT de manera fulgurante. En los sinópticos podemos encontrarlo de varias maneras. Mateo indica que "aparece" (napayívc'tat, Mt 3, 1) predicando en el desierto la conversión, dejando la mención del bautismo unos versículos más adelante (Mt 3,6). Marco por su parte, introduce el personaje en los primeros versículos de su evangelio. Juan Bautista «surgió» (Eytvc'tO, Me 1, 4) y de manera rápida comienza la predicación que está unida a la acción del bautismo. Lucas2 es el único autor que cuenta de manera detallada el origen del Bautista partiendo del anuncio a Zacarías su padre (Le 1,5-25). En el evangelio de Juan, aunque la figura del
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Cf. E. Schürer, Storia delpopo/o (BSSTB 6), II, pp. 582-662. Sobre la figura de Juan el Bautista en Lucas véase J. Rindes, He of Whom It Is Written. John tbe Baptist and E!ijah in Luke (OBS 38), Frankfurt am Main 2010; G. Yamasaki, John the Baptist in Lije and Death. Audience-Oriented Criticism of Matthew's Narrative OSNT.S 167), Sheffield 1998; J.P. Meier, Un judío marginal Nueva visión del Jesús histórico. t. II/ 1: Juan y Jesús. E/reino de Dios, Estella 2001.
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Bautista se encuentra ya en el prólogo Gn 1,6), no se emplea nunca el término Bautista (ó ~U7t't\CT'CTJ~), sino que simplemente se le llama con el nombre de Juan. Sin embargo la actividad de Jua~ que predica y 3 bautiza en el desierto está reflejada en el evangelio Gn 1,15.19.26.28). Ferguson señala como los estudiosos han investigado sobre los antecedentes del bautismo de Juan en los movimientos bautistas, en el 4 bau#smo de los prosélitos y en los baños de Qumran. Pero ¿que novedad presenta el bautismo de Juan con respecto a las prácticas de purificación que se realizaban en la época? El mismo Juan reconoce que su bautismo no es completo y que todavía se necesita esperar al que completará la obra: "Y o os bautizo con agua para la conversión [ ...] Él 5 os bautizará en el Espíritu Santo y en fuego" (Mt 3,11; cf. Le 3,16). La finalidad del bautismo de Juan está bien definida "para la conversión (ei~ ustúvourv)" que preparará a la acción definitiva realizada 6 con el bautismo en el Espíritu Santo y en fuego. La referencia del bautismo para la conversión (usrúvotc) 7 es común en los sinópticos (Mt 3,11; Me 1,4; Le 3,3). Pérez Fernández observa que "la determinación de conversión para perdón de los pecados, muestra la naturaleza específica del rito al que Juan convoca: un bautismo que expresa
y exige la conversión para que obtenga su efecto de purificar de los pecados"8• Para lbba, el bautismo de Juan es sólo de cara a la conversión para el perdón de los pecados, pero el autor señala que este bautismo no lo confiere.9 Sin embargo ya el hecho de que el bautismo de Juan prepara al perdón de los pecados manifiesta que este acto va más allá de la simple purificación corporal." El Evangelio de Marcos relata como Juan Bautista no sólo realiza el acto del bautismo, es decir él mismo bautiza, sino que además lo proclama (xnpúootov ~á1tncrµa). Algunos autores han mostrado como el hecho de que Juan proclame el bautismo y no sólo lo administre, refleja la venida del Reino." Avanzo destaca el carácter escatológico del bautismo de Juan. El Bautista actúa expresando la esperanza mesiánico-escatológica a través de su vida y el anuncio del Reino de Dios.12 El bautismo que ofrece Juan es un acto único. Légasse señala que el carácter singular del bautismo de Juan es el rol esencial del oficiante, a diferencia de los ritos de purificación, donde las abluciones rituales son efectuadas por el afectado.13
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Para Schmitt el ministerio de Juan Bautista "est l'épisode apparemment majeur du syncrétisme syro-jordanien d'avant 70", in J. Schmitt, "Le milieu baptiste de Jean le précurseur", in Exégese biblique et judai'sme, ed. J.E. Ménard, Strasbourg
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1973, p. 238. Cf. E. Ferguson, Baptism, pp. 83-84. Sobre los movimientos bautistas cf. J. Thomas, Le mouvement. M. Pérez Fernández muestra como la expresión del bautisrno «con fuego» aparece también en la literatura rabínica, cf. M. Pérez Fernández, Textos fuente, p. 127. Juan se apoya en la tradición profética, sobre todo en Ml 3,2-4, cf. J. Schmitt, "Le milieu", p. 240. Flusser señala que la atracción del bautismo de Juan es que muchos esperaban el perdón de los pecados a través del baño, para escapar al día del juicio. Cf. D. Flusser,Jésus, Paris 1970, p. 34. Lagrange nota el matiz otorgado por la preposición év para remarcar la potencia del Espíritu Santo y no hacer de éste un simple instrumento. Cf. M.-J. Lagrange, Évangile selon Saint Matthieu, Paris 1927, p. 52. Cf. S. Légasse, "L'autre «Baptéme» (Me 1, 8; Mt 3,11; Le 3,16; Jn 1,26.31-33)", in The Four Gospels. 1992. Festschrift Frans Neirynck, Vol. I (BEThL 100A), ed. F. Van Segbroeck-al., Leuven 1992, pp. 259-273.
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M. Pérez Fernández, Textos fuente, p. 80. El requisito de la conversión para recibir el perdón de los pecados por el Bautismo en el nombre de Jesús aparece en la terminología cristiana (cf. Hch 2,38). Cf. G. Ibba, "Dal battesimo di Giovanni al perdono cristiano", Bib 54 (2006), p. 185. Urfels parece ser de la misma opinión. Además para el autor el bautismo de Juan "il est, des le départ, un rite d'entrée, et c'est en tant que tel qu'il a pu étre repris et transformé par le christianisme primitif", in F. Urfels, "Le baptéme a-til été institué par le Christ?", NRT 132 (2010), p. 573.578. Légasse dice que Mateo es el único evangelista de los sinópticos cuya meta no es presentar el bautismo de Juan para la remisión de los pecados, al contrario de Marcos y Lucas. S. Légasse, "Le baptéme de Jean", in Perdó i reconciliació en la tradició cristiana (ScrBib 5), ed. A. Puig i Tárrech, Barcelona 2004, p. 12. Ferguson muestra como era interpretada la expresión "perdón de los pecados" en griego: "the uniform early Christian understanding was that baptism was 'in order to' not 'because of', the forgiveness of sins (Acts 2:8)", in E. Ferguson, Baptism, p. 94. Cf. E. Nodet - J. Taylor, Essai, p. 59. Cf. M. Avanzo, "El sentido del bautismo en el judaísmo y en el Evangelio", RevBib 36 (1974), p. 315. Cf. S. Légasse, "Le baptérne de Jean", p. 17.
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Cap. II. El paso del Mar Rqjo Cap. II. Elpaso del Mar Rqjo 112 Estas características han hecho que existan ciertos puntos de contacto entre el bautismo de Juan y la secta esena, cuyos textos han sido estudiados anteriormente. Meier sintetiza en tres purt'tos las similitudes entre el Bautista y los esenios: 1) el considerar a Israel alejado de la vía del Señor, 2) la conversión para obtener la purificación y 3) la 14 esperanza en la salvación el día del castigo. Incluso Flavio Josefo en su conocido Testimonium Flavianum (Ant. 18,63) informa que Juan bautizaba para la purificación, aunque para el autor este bautismo no era para el perdón de los pecados sino para la purificación de las almas (cf.Ant. 18,116-119). Pero Flavio considera el bautismo de Juan sólo a nivel ético sin tener en cuenta el carácter escatológico ni la predicación del Bautista.15 Flavio Josefo da una definición del bautismo de Juan que corresponde con los principios que se han estudiado de la secta esenia, un bautismo de conversión para el perdón de los pecados.16 La justicia tiene un papel fundamental en el bautismo. Según la descripción que Flavio Josefo hace sobre el bautismo, éste es una "purificación del cuerpo que viene a sancionar una purificación total del alma por la justicia"17• Nodet destaca como el mismo Juan Bautista reprueba de manera violenta a los que por medio del bautismo quieren escapar al juicio sin convertirse del pecado (Mt 3,7-10; Le 3,7b-9).18 El bautismo que Juan realiza, expresa a través del rito la
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Nodet y Taylor acentúan estos puntos de contacto, aunque también exponen las diferencias. Cf. E. Nodet - J. Taylor, Essai, pp. 59-60; J.P. Meier, Un judío marg,inal, Vol. II/1, pp. 55-57, 85. Sobre Juan Bautista y la tesis que lo sitúa como esenio véase S.L. Davies, "John rhe Baptist and Essene Kashruth", NTS 29 (1983), pp. 569-571. Aunque no todos los autores están' de acuerdo, cf. J .E. Taylor, "John the Baptist and the Essenes",JJS 47 (1996), pp. 256-285. 1s Cf. O. Betz, "Die Proselytentaufe", p. 222. Flavio no ve en ningún momento una relación entre el bautismo de Juan y el de 16 Jesús. Sobre el bautismo de Juan en Flavio Josefo, cf. E. Nodet, Baptéme et résurrection: le témoignage de [osépbe Qosephe et son temps 2), Paris 1999.
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Cf. E. Nodet, Baptéme, p. 104. Ibid. Sobre la violencia de Juan en Mateo cf. A. Castaño Fonseca, "Juan el Bautista. El precursor del Mesías en la tradición sinóptica", ABM 11 (2002), pp. 69-70.
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disposición del individuo a la conversión que ya ha comenzado . Este rito, como Schmitt muestra, es antiguo y de herencia sacerdotal, aunque el autor no define si viene del esenismo o de otro grupo cercano.20 En este contexto Jesús viene a ser bautizado por Juan al Jordán y a partir de este momento también los discípulos de Jesús bautizarán.21 2. Los prosélitos y el bautismo en el NT: continuidad y novedad respecto a los antecedentes hebreos y al bautismo de Juan Bautista Hasta ahora sólo se ha hablado de los prosélitos en el AT y en la literatura rabínica. Esto no significa que el NT no los mencione. Al contrario, se está verificando una progresión en los conceptos y en la comprensión del bautismo a lo largo de la historia. Según Schürer es el proceso normal de toda religión de expandirse: si Dios es el único r 19
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Para Castaño Fonseca el bautismo de Juan perdonaba "ciertas faltas", cf. A. Castaño Fonseca, "Juan el Bautista", p. 54. J. Schmitt, "Le rnilieu", p. 250. Algunos autores se han preguntado el por qué Jesús se bautiza con el bautismo de Juan si no ha cometido pecado. Esta preocupación aparece también reflejada en los Evangelios. En Mateo se encuentra la frase de Juan a Jesús: "Soy yo quien necesita ser bautizado por ti y ¿tú vienes a nú?" (Mt 3,14) que muestra que Juan se niega a bautizar a alguien que no tiene pecado. Sobre este tema y la gran aportación de los padres de la Iglesia véase D. Vigne, Christ au Jourdain. Le Baptéme de Jésus dans la tradition judéo-chrétienne (EB.NS 16), Paris 1992, pp. 133-164; F. Manns, Jerusalem, Antioche, Rome. Jalons pour une théologie de l'Église de la circoncision, Milano 2009, pp. 297-304. Este problema ha sido estudiado por Anderson, el cual reafirma la doctrina de la Iglesia a propósito del concepto de pecado retomando la enseñanza de Benedicto XVI sobre el bautismo de Jesús. Para el autor "by consenting to this baptism the innocent figure of J esus was identifying with the people of Israel and recalling the message of the prophets about God's prornise of restoration", in G.A. Anderson, "Did Jesus Confess his Sins at Baptism? Evidence from the Book of Tobit", in Method and Meaning: EssC!)IS on New Testament Intepretation in Honor of Harold W. Attridge (SBL.RBS 67), ed. A.B. McGowan - K.H. Richards, Atlanta 2012, p. 468. Sobre la cuestión de si bautizó Jesús o no cf. "Excursus l. ¿Bautizó Jesús?", in M. Pérez Fernández, Textos fuente, p. 99. Légasse opina que Jesús bautizó al inicio de su ministerio, cf. S. Légasse, "Le baptéme deJean", pp. 20-21. ,
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Señor del cielo y de la tierra "no puede ser el Dios y Padre de una sola nación"22• Esta idea aparece ya en el deutero-Isaías (Is 42,1-6; 49,1-6), donde Israel está llamada a ser luz de las naciones. Así es normal .que también en el NT se encuentre la mención de los prosélitos. El sustantivo 1tpocníAuwc; aparece 4 veces en el conjunto del NT, una vez en el Evangelio de Mateo y tres en los Hechos de los Apóstoles (Mt 23,15; Hch 2,11; 6,5; 13,43). En Mateo, Jesús expone el celo de los escribas y fariseos por hacer prosélitos. Como indica Mello, lo que el evangelista denuncia es la tendencia de los conversos al judaísmo a ser más intransigentes que los propios judíos.23 En los Hechos de los Apóstoles, el término prosélito aparece por primera vez en el contexto de Pentecostés (Hch 2,11). Lucas, en la descripción que da de lo ocurrido en la fiesta de Pentecostés y a 24 continuación de la lista de los pueblos presentes al acontecimiento, introduce a los judíos y prosélitos, contrastando ya no con la nacionalidad sino con la religión. El término de prosélito aparecerá más tarde en Hch 6, 5 donde en el seno de la institución de siete personas que se ocuparán de atender a las viudas, , se nombra a Nicolás como prosélito antioqueno. El último lugar donde Lucas emplea el término es en Hch 13,43, esta vez lo relaciona con el término crs~oµm (venerar, dar culto). Fitzmyer muestra cómo este verbo viene empleado por Lucas varias veces para designar a los paganos que simpatizan con el judaísmo.25 Pero en el NT no se encuentra ninguna referencia que ponga en relación el término 1tpocníAu'toc; con el bautismo, aunque se ha mostrado cómo la utilización de este sustantivo tanto en los LXX
como en el NT, muestra no sólo una práctica, sino también la identi26 ficación de un grupo bien preciso, Algunos autores no tienen ninguna duda sobre este tema, al menos en lo que respecta al sustantivo 1tpocriJ11,uwc;.27 Siguiendo la traza dejada por Juan el Bautista, en el NT, el bautismo viene precedido por la predicación (Hch 2,38; 8,12ss), Este bautismo experimenta al interior mismo del NT una evolución, desde el bautismo realizado por Juan Bautista hasta el mandato de Cristo (Mt 28,19). Los nuevos 28 convertidos al cristianismo provenientes de este ambiente, no verían ningún problema en la apertura total a los Gentiles.
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Cf. E. Schürer, Storia delpopo/o giudaico al tempo di Ges« Cristo (175 a.C. - 135 d.C.), Volume terz,o, tomo primo, ed. G, Vermes et al. (BSSTB 12), Brescia 1997, p, 222. A. Mello, Evangelo secando Mattea, p, 401; Lagrange señala como la expresión uióv yi:ÉVVr]c; es semítica, cf M.-J. Lagrange, Évangile selon Saint Mattbieu, p, 442, Según Rossé, Lucas utiliza una lista preexistente pues no corresponde con la idea del evangelista de presentar "todas las naciones" (Le 2,5). Cf. G. Rossé, Atti degli Apostoli. Commento esegetico e teologico, Roma 1998, p, 136. La introducción de "judíos y prosélitos", puede ser una referencia a Romanos o a todos los que el evangelista ha nombrado anteriormente, G. Rosyé, Atti degli Apostoli, p. 137, n, 72. Cf. J ,A. Fitzmyer, Gli Atti degli Apostoli, Introduzjone e commento, Brescia 2003, p. 540.
2.1. Relaciones entre el bautismo y la circuncisión en el NT. La circuncisión en el judaísmo es el rito por el cual el varón a los ocho días de su nacimiento entra en la Alianza con Dios mediante la escisión del prepucio. Para el prosélito hebreo es una de las fases requeridas en su conversión. Es importante ahora centrarnos en este tema, aunque no se profundizará, porque está relacionado directamente con el bautismo cristiano, Pablo llamará al Bautismo con el nombre de "circuncisión" (cf. Col 2,11; Flp 3,3; Rm 2,25-29), espiri29 tualizando el rito. Pero la circuncisión, como indican Will y Orrieux, no siempre fue requerida. 26
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Rossé se pregunta si no habría que identificar a los prosélitos con estos simpatizantes, G, Rossé, .Atti degli Apostoli, p, 523, n. 223. Para Lifshitz el término o~oúµ¡;vot "COV Bsóv "désignent les gentils qui sympathisaient avec la religion juive, reconnaissaient les idées du judaísme, acceptaient ses príncipes et ses coutumes - l'observance du Sabbat, l'interdiction de la viande des victimes, du mariage entre freres et soeurs etc. Mais ils n'ont pas subi la circoncision pour s'intégrer comme prosélytes au peuple juif", in B, Lifshitz, "Du nouveau sur les 'sympathisants"',JSJ (1970), p. 80, Cf. J.A. Overman, "The God-Fearers: Sorne Neglected Features", JSNT 32 (1988), p, 23. Con respecto a los q>o~oúµi:vot /
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Flavio J osefo en Ant. 20,2.5 cuenta la historia del rey Izate, que convertido al judaísmo junto con su madre y su hermano, quiere circuncidarse. Sin embargo es aconsejado por Ananías que desista de su intención para no escandalizar al pueblo. La observación de Ananías es aparentemente extraña, teniendo en cuenta que la circuncisión es el primer acto en la conversión, está estipulado por la Ley (Gn 17,10-11) y es obligatorio para los extranjeros que quieren participar de la Pascua (Ex 12,48).3º Es el signo de la Alianza de Dios con su pueblo. Pero algunos textos muestran que en la historia de Israel no siempre ha sido tan estricto. En Jos 5,2 Dios pide a Josué que circuncide de nuevo a los israelitas. La justificación que da el texto es que la generación del desierto no fue circuncidada, pero la dificultad se encuentra en el versículo 2 con el término "segundo" (n,JW). Como el contexto pascual está presente en el texto de J osué, no es de extrañar la explicación de esta segunda circuncisión en tal contexto en el Midraf Cantar de los Cantares RabbafJ1:
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CantR 1,58: "¿Quién los circuncido? R. Berekyá dijo: Moisés era el móhél (encargado de la circuncisión) y Aarón retiraba [el prepucio] y Josué les daba de beber, pero otros dicen queJosué era el móhel, Aarón retiraba [el prepucio] y Moisés daba de beber; por eso está escrito 'en ese tiempo dijo Yhwh a Josué: hazte cuchillos de pedernal y vuelve, circuncida a los hijos de Israel por segunda vez' (los 5,2). ¿Por qué (dice) 'por segunda vez'? De aquí ~recisamente (sabemos) que él los 2 había circuncidado la primera vez".
En todo caso, Filón de Alejandría considera que en Egipto el pueblo no fue circuncidado33• No ha sido la única vez que el pueblo ha 34 abandonado el rito de la circuncisión (cf. 1R 19,14). Por otro lado, pesar de que este Midras esté datado a mediados del siglo IX, sintetiza la tradición que hemos visto hasta ahora. Para Donsky les daba de beber la copa de la bendición "?tJJ 01::> ;{::,¡J", es decir, eran introducidos en la Pascua. Sin embargo Girón es más partidario de una simple bebida reconfortante después de la circuncisión. Cf. S. Donsky, :1:Ji tJJi1b, p. 56; Girón Blanc, L.-F., Midrás Cantar, p. 32
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l'extension la plus grande du concept de ·ger dans la Bible hébraique, l'étranger peut done étre qualifié de prose!Jtos sans étre circoncis, c'est-á-dire sans étre totalement integré a la communauté cultuelle. Or c'est la ce qui change a l'époque rannaítique et dans le Nouveau Testament: dans la Mishnah, la condition de ger suppose la circoncision", in E. Will - C. Orrieux, Prosé!Jtisme, p. 53. Según estos autores, la circuncisión era para los gerim facultativa a la época de los LXX y a la que describe el Éxodo. Cf. !bid, p. 60. Cf. J. Neusner, "The Conversion of Adiabene to Judaism: a New Perspective", JBL 83 (1964), pp.60-66; R. Penna, "Tre tipi di conversione raccontati nell'antichitá: Polemone di Arene, Izate dell'Adiabene, Paolo di Tarso", in Atti del IV Simposio di Tarso su S. Paolo Apostolo (Turchia: la Chiesa e la sua storia 10), ed. L. Padovese, Roma (1996), pp. 73-92; L. H. Schiffman, "Proselytism in the Writings of Josephus: Izates of Adiabene in Light of the Halakhah", in U. Rappaport, [osepbus Flavius: Historian of Eretz.-Israel in tbe Hellenistic-Roman Period, Jerusalem 1982, pp. 247-265 (en hebreo). En GnR 46,10 encontramos mencionada la circuncisión del rey Izate. Lo más importante es observar en general la Ley aunque sin circuncisión. Dios lo habría perdonado si 1;10 se hubiese circuncidado por amor a sus súbditos (cf. Ant. 20,2.4). La referencia está tomada de Donsky ya que Girón cita en su traducción como 1,12.3.5. Cf. S. Donsky, n-rn tJJi1b .O'i'tJJ:1 i'tJJ :1:Ji tJJi1b, Tel Aviv 1980; L.-F., Girón Blanc, Midrás Cantar de los Cantares Rabbá (Bib'Mid 11), Estella 1991. A
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114. Sasson opina que esta "segunda" circuncisión fuese necesaria y posible, ya que la primera realizada en Egipto, no era considerada apta según las normas judías. J.M. Sasson, "Circumcision in the Ancient Near East", JBL 85 (1966), pp. 473476. Dos tesis principales exponen el origen de la circuncisión. La primera habla de su origen egipci9 y la segunda, de la cual Sasson es promotor, es su origen sirio. Cf. S.C. Mimouni, La circoncision dans le monde judéen aux époques grecque et romaine: histoire d'un conflit interne au judai'sme (CollREJ 42), Paris 2007, pp. 2-3. En los Padres de la Iglesia, Orígenes se extraña de esta segunda circuncisión (Hom [es V, 5). Para el autor, la primera circuncisión es la de la Ley. La explicación de la segunda circuncisión, la realiza poniendo en paralelo este texto con 1Co 10,4, se trata de una circuncisión espiritual realizada por Cristo. La interpretación de la circuncisión espiritual, la encontramos también en Justino, Dial 113,6- 7. Para Teodoreto de Ciro es el signo que después de la circuncisión de Moisés viene la circuncisión espiritual. Cf. Teodoreto de Ciro, Quaes ]os 3; J. Daniélou, Sacramentum futuri. Études sur les origines de la typologie biblique, Paris 1950, p. 210. Cf. Filón, Quaest in Ex, 2,2. J. Goldingay, "The Significance of Circumcision", JSOT 88 (2000), pp. 3-18. En el cristianismo la entrada en la Alianza será el Bautismo. Este cambio se debe a la espiritualización de la circuncisión. Cf. Col 2,11-13; Rm 2,25-29; 3,30; 4,11-12; 1Co 7,19; E. Ferguson, "Spiritual Circumcision in Early Christianity" STJ 41 (1988), pp. 485-497; H. Maccoby, "Paul and Circumcision: A Rejoinder", ]QR
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El segundo aspecto lo ponen de manifiesto los targumim palestinenses al afirmar el valor salvífico y expiatorio de la sangre de la circuncisión. La sangre que acompaña al rito de la circuncisión realizado por Séfora expiará el pecado de Moisés.
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no parece que este rito se haya impuesto siempre a los prosélitos . Para Thomas, el bautismo llega a suplantar la circuncisión como rito de agregación, ya que favorecía el proselitismo, aunquesno se suprime 36
la circuncisión. En los Oráculos Sibilinos, obra redactada no antes del siglo I d.C. pero con material más antiguo, parece que no se exige de los gentiles 37 convertidos la circuncisión sino sólo un baño de purificación. El imperativo del bautismo para el perdón de los pecados es análogo al que encontramos en Me 1,4. Sib 4,162-170: "¡Ay desgraciados! ¡Cambiad vuestra conducta, mortales! No llevéis a Dios todopoderoso a que os muestre todo su furor: abandonad las espadas y los lamentos, las matanzas y las insolencias; lavad (Aoúcracr0E) todo vuestro cuerpo en los ríos eternos; las manos extended hacia el éter para pedir perdón por las acciones de antes y curad vuestra amarga impiedad con bendiciones. Dios cambiará su designio y no os destruirá; de nuevo hará cesar su cólera si todos practicáis en vuestro corazón la inestimable piedad". Es necesario ahora resaltar algunos elementos internos de la circuncisión que la ponen en contacto con el bautismo cristiano. Basados en Ex 4,24-26 la tradición hebrea ilumina dos aspectos centrales. El primer aspecto es indicado de forma implícita por el TM, los LXX, la Vulgata y la Peiitta con la expresión "esposo de sangre" pronunciada por Séfora, la cual según Durham, podría ser una proposición arcaica que existía en el ritual del matrimonio, iluminando así el aspecto 38 místico-matrimonial de la circuncisión.
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42 (1991), pp. 177-180; A. Colunga, "La Circuncisión y el Bautismo", in XIX Semana Bíblica Española (19-24 sept. 1958). Concepto de la Iglesia en el Nuevo Testamento, otros estudios, ed. L. Eijo Garay (CSIC), Madrid 1962, pp. 293-303. Mimouni precisa que el único crítico a señalar este hecho es F. Manns, Cf. S.C. Mimouni, La circoncision, p. 8; F. Manns, Le Judai'sme. Milieu et mémoire du Nouveau Testament (SBFA 36),Jérusalem 1992, p. 94. J. Thomas, Le mouvement, p. 368ss. Sobre la datación de Sib, cf. G. Aranda Pérez -al., Literatura, p. 411. Cf. J.I. Durham, Exodus (WBC 3), Waco 198_7, pp. 56-59. Hay que destacar la relación que existe, entre la circuncisión y el bautismo en el aspecto místico matrimonial. Este matiz aparece en la mística cristiana, como en Santa Catalina de Siena que, escribiendo a Catalina de Scetto, dice: "Sai bene, che il Figlio di Dio
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TgN Ex 4,24-26: ''Y sucedió en el camino en el albergue y lo encontró un ángel de delante del Señor y buscaba matarlo. Y tomó Séfora un pedernal y cortó el prepucio de su hijo y ~o] acercó a los pies del ángel destructor y dijo: que el esposo buscaba circundarle, pero su suegro no permitió y ha expiado ahora la sangre de esta circuncisión sobre los pecados de este [mi] esposo. Y lo soltó el ángel. Entonces dio gloria Séfora [a Dios] y dijo: cuanto querida es la sangre de esta que libró a este esposo de la mano (I: de las manos) del ángel de la muerte".
El peso de la tradición rabínica, centrándose en el cumplimiento del rito ha dejado fn la sombra el mérito de la sangre de la circuncisión expresado por la tradición palestinense.39 En el AT son numerosas las veces que se habla de la circuncisión, pero sólo una vez se habla de la sangre de la circuncisión (Ex 4,24-26). Es lógico que no se pueda tomar como doctrina general el valor expiatorio de la sangre'" de la
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nella circoncisione, quando la sua carne fu tagliata, tutti ci sposó, dandoci la sua carne in forma di anello, in segno che voleva sposare l'intera umanitá", in Catalina de Siena, Le Lettere di 5 anta Caterina da 5 iena: versione in italiano corrente, ed. P.G. Di Caccia, Bologna 1996, p. 82. El bautismo leído en clave mística matrimonial aparece ya en los primeros siglos de la Iglesia como vemos en las catequesis de Juan Crisóstomo. Cf. J. Crisóstomo, Cat. Bap., III,1-2. Para Tosato en este ámbito literario "non la circoncisione va capita in base al sangue che essa produce, ma semmai al contrario il sangue della circoncisione va capito in base alla circoncisione che l'ha prodotto", A. Tosato, "Il sangue della circoncisione", in Atti della 5 ettimana 5 angue e antropología bíblica ne/la Patristica. Vol. I: Roma, 23-28 novembre 1981 (CSSCro 2), ed. F. Vattioni, Roma 1982, p. 60. Sobre el símbolo de la sangre y el sacrificio, cf. D.J. McCarthy, "The Symbolism of Blood and Sacrifice", in D.J. McCarthy, Institution and Narrative: Collected Essqys, Rome 1985, pp. 171-181; F. Manns, Le Judai'sme, p. 93. En el NT y en la predicación del kerygma de Pablo, el rito de la expiación toma su forma definitiva en la sangre de Cristo. Nuestra expiación ha sido realizada por Cristo, que ha muerto por nuestros pecados y resucitándonos nos ha dado una vida nueva a la que tenemos acceso a través del bautismo (cf. Rm 3,25; 5,9; 6,4; Ef 1,7; Hb 9-
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circuncisión por un paso de los Targumim. En todo caso, el mérito de la expiación no recaería en el acto de la circuncisión sino en la sangre. Existe una gran tradición hebrea sobre el valor expiatorio de la sangre; que bajo la luz de textos como Ex 12,13 (Pascua en Egipto); Jos 5 (la circuncisión en Galgala y la Pascua) y Ez 16,6- 7 (la historia simbólica de Jerusalén), manifiesta la estrecha relación entre la circuncisión y la Pascua, al tiempo que convalida el valor salvífica de la sangre de la 41 circuncisión. El TgPs] Ex 12,13 habla de la mezcla de la sangre del sacrificio de la Pascua y la de la circuncisión como señal que protege al pueblo del ángel exterminador. La Mekhilta de R Ismael (Mekh Y Bo' 5) comentando Ez 16,6-8 afirma que la pascua y la circuncisión son los preceptos dados al pueblo para merecer ser redimidos. El Tg Ez 16,6- 7 asevera que por la sangre de la circuncisión serán liberados y por la Pascua redimidos.42 Y finalmente PRE 29,4 (210) realiza un comentario que relaciona J os 5,5, Ez 16,6 y la fiesta de la Pascua donde la sangre de la circuncisión y la sangre de la Pascua no sólo han redimido de Egipto sino que redimirán al pueblo en el futuro. La sangre de la liberación en la Pascua y el valor aplicado al baño ritual nos pone de manifiesto la intrínseca conexión entre estas realidades en un contexto pascual."
La relación entre el Bautismo y la circuncisión en el NT, aparece sobre todo en la literatura paulina. El término circuncisión (m:::prroµiJ) viene utilizado 36 veces en el conjunto del NT, de las que 31 pertenecen a Pablo. El apóstol trata en sus cartas el tema de la circuncisión en varios aspectos y aunque sea la Carta a los Romanos la que emplee el término el mayor número de veces (15x), es posiblemente la Carta a los Colosenses donde este tema se muestre de manera más clara en relación al Bautismo. La reflexión de Pablo sobre la circuncisión abrirá nuevos horizontes en la comprensión de la misma, hasta su sustitución por el Bautismo. En los evangelios sinópticos, Lucas es el único que presenta el tema de la circuncisión para hablar de la circuncisión de Juan Bautista y la de Jesús (Le 1,59; 2,21). En el Evangelio de Juan, el término se utiliza para recordar el mandamiento de la circuncisión (In 7,22-23). Esteban, en su discurso antes de ser lapidado, recordará la alidnza de la circuncisión (8m0iJKrJv 1tEptwµf\c;) (Hch 7,8). Más tarde aparecerá referido al problema que surgirá cuando Pedro entra en casa de un no circunciso (Hch 10,45; 11,2). En estos textos se presentan algunos elementos fundamentales. En primer lugar la importancia del mandamiento de la circuncisión hace que Lucas no pase por alto la mención tanto para Juan Bautista como para Jesús. Seguidamente, el vocablo que utilizará Esteban en su discurso hace ver como la circuncisión es una alianza con Dios, intrínseca a la historia de Israel. .M ás tarde surgirán los problemas relativos a la formación de varios grupos, los judíos circuncisos y los gentiles que aceptan la Ley y no son circuncisos. Las diferencias entre ambos grupos serán motivo de discusiones en la Iglesia naciente. Pablo utilizará el término «circuncisión», nsprrour], en este ambiente. La primera epístola en la que el Apóstol trata sobre la circuncisión es en 1 Co. En esta epístola el término aparece sólo una vez. Pablo relativiza la importancia del acto de la circuncisión en comparación con el cumplimiento de los mandamientos de Dios (1Co 7,19). Esta
10). Sobre la teología de la expiacion en el NT cf. G. Michelini, JI sangue de/J'alleanza e la salvezza dei peccatori: Una nuoua lettura di Mt 26-27 (AnGr 306), 1
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Roma 2010, pp. 407-427. A. Tosato, "Il sangue", p. 67. Sin embargo, a pesar de la conclusión de Tosato en la que para el autor, la circuncisión no tenía un carácter expiatorio, Le Déaut nos dice que "l'interprétation ancienne d'Ex 4 montre que la valeur du rite de la circoncision venait de son caractére expiatoire, non de l'accomplissement d'un précepte de la Loi comme le soutiendront les docteurs juifs a partir du He siécle apres J.C.", in R. Le Déaut, La nuit pasea/e, p. 210. Cf. RutR6,1; TgCt2,9. ExR 17, 3 habla de la misericordia que tuvo Dios con su pueblo al ver la sangre en los dinteles de las puertas, porque se acordó de la circuncisión de Abraham. Los elementos que encontramos en esta literatura, fiesta de la Pascua, sangre de la circuncisión, salvación, expiación del pecado, no son extranjeros al pensamiento de Pablo y a su teología del Bautismo. En este contexto se explica por qué el apóstol habla de Bautismo como participación a la sangre redentora de Cristo (Ef 1,7; 2,13; Rm 6,3-4; Col 2,11-12). Cf. T. Martínez Saíz - M. Pérez
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Fernández, Traducciones Arameas, II, p. 29, n. 29. En los Padres de la Iglesia, destaca la exégesis de Cirilo de Alejandría en su Glaphyra o Comentarios Elegantes sobre el Éxodo 2,6. Cirilo acentúa el aspecto tipológico del texto y pone en relación el sentido expiatorio y sacrificial desde los LXX, los targumim y San Pablo, relacionando la sangre redentora de Cristo y el Bautismo. Cf. Cirilo de Alejandría, Glaphyra (PG 69), col. 484c-485a.
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afirmación de Pablo puede resultar un tanto extraña, si tenemos en cuenta que el acto de la circuncisión es parte de la ~ey. Pero para Pablo el ser circunciso y después no observar los mandamientos es como el no haber sido circuncidado.Í" Aparece una relación coherente entre la circuncisión, la Ley y la realización de la Ley. Esta es la razón que lleva a Pablo a decir que "la circuncisión es nada y nada la incircuncisión; lo que importa es el cumplimiento de los mandamientos de Dios" (1Co 7,19). Para el apóstol lo más importante es la salvación 45 que viene de Dios. El mismo motivo literario se repetirá en la Carta a los Gálatas. En Ga 5,6 lo esencial es "la fe que actúa por la caridad". De manera semejante en Ga 6, 16 donde lo que cuenta es la nueva creación: "Porque ni la circuncisión ni la falta de circuncisión importan, sino la nueva criatura (Kmvi¡ K'tÍcrt~)".46 Pablo no se cansará de repetir la importancia de esta nueva creación que viene del estar en Cristo (2Co 5,17). Esto es posible gracias al bautismo, que nos hace partícipes de la muerte de
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En el siglo XIII la Iglesia realiza una reflexión sobre la circuncisión, pensamiento que ha quedado reflejado en la carta Maiores Ecclesiae causas, que envió el Papa Gregorio IX al arzobispo de Arlés Imberto. En esta carta el Papa, hablando de los efectos del bautismo y el carácter impreso dice: "Respondemos que el bautismo ha sucedido a la circuncisión ... Aunque por el misterio de la circuncisión, se perdonaba el pecado original (origina/is culpa remittebatur per circumcisionis mysterium) y se evitaba el peligro de condenación; no se llegaba, sin embargo, al reino de los cielos, que hasta la muerte de Cristo estaba cerrado para todos; mas por el sacramento del bautismo, rubricado por la sangre de Cristo, se perdona la culpa y se llega también al reino de los cielos, cuya puerta abrió misericordiosamente a todos los fieles la sangre de Cristo", in Denzinger, p. 437-438, §780. Una referencia interesante y que muestra también la evolución del pensamiento bíblico sobre la circuncisión es Hch 16,1-3, dond~imoteo es circuncidado después de
Cristo y de su Resurrección (Rm 6,4). La participación a esta gracia no requiere el ser circunciso, sino el adherirse por medio de la fe y el 47 bautismo, rito que sellará este nuevo nacimiento. Una lectura interesante de Rm 4,9-12, donde Pablo se cuestiona sobre la justificación y la circuncisión de Abraham, es la que desarrollan Flusser y Safrai. Para estos autores, detrás de Rm 4,9-12 está la bendición que se realiza durante la circuncisión (t.Ber 7,13) y por consiguiente el texto es una nueva interpretación de Pablo. Además · presentan una analogía entre la entrada en la secta esenia y la entrada en el cristianismo por el bautismo.48 En 1QS V,4-6 leemos: "Ninguno actúe en la obstinación de su corazón para desviarse detrás de él, a sus propios ojos y al propio impulso instintivo. Sino que circuncida en la comunidad (1n'::i ?1~?) el prepucio de la inclinación y de la dura cerviz (;,w¡;, t")i1l71 i'.!r' n?i1l7), para establecer un fundamento de verdad para Israel, para la comunidad de la alianza eterna".
Aquellos que entran en la comunidad por la circuncisión espiritual, son como los que entran en el judaísmo por la circuncisión carnal El texto presenta una adhesión a la Ley de manera no sólo externa sino también interna.49 De la misma manera el cristiano por el Bautismo entra en la Nueva Alianza. Así en Cristo hemos sido "circuncidados con una circuncisión no hecha por mano (ax1::1ponoti¡-cq:>) que mutila el cuerpo carnal, sino con la circuncisión de Cristo" (Col 2,11). Este texto de Pablo, de la Carta a los Colosenses, muestra claramente como el apóstol habla del Bautismo con el lenguaje de la circuncisión. La unión con Cristo por el Bautismo hace que el cristiano haya sido también circunciso de manera espiritual, puesto que Cristo fue circun-
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su conversión al cristianismo. Cf. G.D. Pee, The First Epistle To The Corinthians (NICNT), Grand Rapids 1987, pp. 312-314. Buscerni señala que "per la nuova esistenza nella fede e sotto la guida dello Spirito non hanno piú valore né la circoncisione né l'incirconcisione. Non che queste realtá del passato siano state o siano cose indifferenti, ma esse hanno perso ogni significato e forza nella nuova economía della salvezza. Ció che conta e altro'', in A.M. Buscerni, Lettera ai Galati. Commentario esegetico (SBFA 63), Jerusalem 2004, p. 517.
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Pablo utiliza el término sello (mppá:yii;) para designar tanto la circuncisión como la acción del Espíritu Santo a través del Bautismo. El sustantivo servirá a denominar el Bautismo cristiano. Cf. Rm 4,11; 2Co 1,22; Ef 1,13; 4,30; Barn 4,11. Sobre el término sello y su relación con el Bautismo, cf. G.H. Baudry, I simboli del battesimo: alfe fonti della salvezza, Milano 2007, pp. 200-211; J. Daniélou, Bible, pp. 76-96. Cf. D. Flusser - S. Safrai, "Who Sanctified the Beloved in the Womb", Imm 11 (1980), pp. 49-50. . ' Cf. C. Martone, La ''Regola della Comunitéi", p. 147, n. 111.
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ciso. Pablo muestra así la profundidad del sacramento.i" En el Bautismo se cumple lo que la Escritura anuncia (cf. Le 26,41; Dt 10,16; Jr 4,4; Ez 44,9). Es por ello que Pablo puede decir "en efecto nosotros somos la circuncisión (i¡µdc; yá.p éousv i¡ 7tcpttoµtj), los que damos culto en el Espíritu de Dios y nos gloriamos en Cristo Jesús" (Flp 2,3). En Col 2, 11 el término "no hecho por mano" (áxciponohrroc;) que emplea Pablo, aparece sólo tres veces en el NT. Este adjetivo es el que se utiliza para hablar del nuevo Templo en comparación con el de Herodes (cf. Me 14,58) y del cuerpo carnal en comparación con la casa celeste (cf. 2Co 5,1). A través del Bautismo el cristiano se transforma en templo del Espíritu Santo (cf. 1Co 6,19). Además el texto explica ésta circuncisión que viene de dos maneras: "mediante el despojo del cuerpo de carne" y por la "circuncisión de Cristo". El "despojo del cuerpo de carne" es un claro paralelo con el acto físico de la circuncisión, pero también es una imagen del hecho que el bautizado tenía que quitarse su vestido antes de ser inmerso en el agua bautismal. Con esta figura Pablo exporie la necesidad de abandonar 52 todo lo carnal,51 tema que utilizará en varias de sus cartas. La segunda parte de la formulación, la "circuncisión de Cristo", se refiere directamente al bautismo. El apóstol ilustra esta expresión en los versículos siguientes (Col 2,12-15). En el v. 12 aparece el mensaje central de la predicación de Pablo, la muerte y Resurrección de Cristo. El cristiano es sepultado con Cristo a través del Bautismo para resucitar con él. Pero Pablo no olvida subrayar que todo se realiza por la fe. Las formas verbales "ser sepultado con" (cruv0á.1t'tffi) y "resucitar con" (cruvcydpro) aparecen en su forma pasiva, lo que acentúa el hecho de la acción de Dios en el bautismo.53 Con estas imágenes se expresa la liberación del pecado y de la muerte.
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Varios autores están de acuerdo en afirmar que las referencias a la circuncisión han sido espiritualizadas. Cf. P.T. O'Brien, Co
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En la Epístola a los Efesios, aparece una pequeña reflexión que ilumina de manera extraordinaria lo que se ha visto anteriormente sobre la sangre de la circuncisión. El valor expiatorio de la sangre de la circuncisión es fundamental en el rito de la alianza y Pablo recuerda a los Efesios que por su incircuncisión estaban lejos de Cristo: Ef 2,11-13: "Recordad, por tanto, que en otro tiempo vosotros, los gentiles según .la carne, los llamados sin circuncisión por los que se dicen la circuncisión -practicada por mano de hombre en la carne-, vivíais entonces sin Cristo, erais ajenos a la ciudadanía de Israel, extraños a las alianzas de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo. En Cristo Jesús, vosotros, los que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido acercados por la sangre de Cristo". La relación entre el Bautismo, la circuncisión y el acontecimiento ~e la cruz es inmediata. 54 Cristo a través del sacrificio de la cruz, por el derramamiento de iu sangre, realiza la expiación para el perdón de los pecados (cf. Rm 3,24-25). Ya no es por la sangre de la circuncisión que se entra en la Alianza, sino por el sacrificio en la cruz de Cristo. A través del Bautismo, que otorga el nacimiento del hombre nuevo, se accede a la Nueva Alianza (cf. Ef 2,15; 2Co 5,17; Rm 6,4).
3. El Bautismo en la Iglesia Apostólica: continuidad y novedad respecto a los antecedentes hebreos, al bautismo de Juan y al bautismo suministrado por los Apóstoles antes del mandato de Cristo. El tema del bautismo en el NT experimenta una evolución al interior del mismo. Este progreso ha influido no sólo en la praxis sino también en la comprensión del Bautismo.
3 .1. El Bautismo en los Hechos de los Apóstoles 55 Desde el primer capítulo se hace referencia al bautismo. Hechos 1,5 hace mención al bautismo de Juan y recuerda que en pocos días se 54
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Lincoln relaciona el lenguaje utilizado por Pablo "lejos, cerca" con los prosélitos. Cf. A.T. Lincoln, Ephesians (WBC 42), Dallas 1990, p. 139. El verbo bautizar (~ani:ísffi) aparece en los Hechos 21 veces, mientras que el sustantivo bautismo (~ánncrµa) sólo 6. Quesnel especifica que en Lucas el término ~á.nncrµa en los Hechos, está reservado al bautismo de Juan y que para hablar del rito de integración en la Iglesia se utiliza el verbo ~amísffi. Sin em-
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126 56 produciría el bautismo en el Espíritu Santo. Lucas expone su comprensión del Bautismo cristiano reuniendo en un sólo ¼cto el bautismo de agua y de Espíritu57: "Porque Juan bautizó con agua, en cambio vosotros seréis bautizados con Espíritu Santo" (Hch 1,5). Emerge desde el inicio de la obra de Lucas, una de las diferencias que distinguen el bautismo cristiano del bautismo de Juan y es el don del Espíritu Santo, al menos como bien señala Tragan, en una fase postpascual". Otra diferencia es que el Bautismo se realiza en la persona de Jesús (cf. Hch 8,16; Rm 6,3; Ga 3,27). bargo el empleo del verbo también es ambiguo pues a veces se refiere al rito de Juan Bautista. Cf. M. Quesnel, Baptisés dans !'E sprit (LD 120), París 1985, p. 35. Sobre un análisis completo de este versículo véase M. Quesnel, Baptisés dans !'Esprit, pp. 43-51. Para Légasse el don del Espíritu Santo unido al bautismo no está claro en el NT y tampoco parece que Lucas conozca una doctrina bien establecida. Sin embargo, se ha visto como la relación entre el agua y el Espíritu está presente en el AT y en la literatura peritestamentaria. Cf. S. Légasse, Naissanee du Baptéme, pp. 64.118-120. Betz muestra lá relación entre el don del Espíritu Santo y el agua en Pentecostés, haciendo ver las semejanzas y diferencias entre lo que relata Hch 2 y los manuscritos del Mar Muerto. El autor muestra como en 1QS IV,20-22 ya aparece que "das Fluidum des Gottesgeistes seiner Wirkung nach dem Wasser", in O. Betz, "Die Proselytentaufe", p. 228. Aunque en Hechos la relación sea más bien con el viento y el fuego, también se relaciona
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con la aspersión, cf. Ibid. Para F. Manns las diversas disociaciones en los Hechos con el agua y del Espíritu pueden ser debido a varios factores como a las prácticas prebautismales de la liturgia siria o al hecho que como algunos textos suceden fuera de Israel, según la tradición judía "l'Esprit ne se révélait dans une terre étrangére qu'aupres des eaux", in F. Manns, Le symbole, p. 301. El don del Espíritu Santo aparece antes del bautismo en algunos textos (Hch 10,47; 11,17; 15,8-9). P .-R. Tragan, "Le origini del battesimo cristiano: problemi e prospettive", in .Alle Origini del Battesimo Cristiano. Radici del battesimo e suo significato nelle comunita apostoliche. Atti dell'VIII convegno di Teología Sacramentaria. Roma, 9-11 marzo 1989 (SA 106), ed. P.-R. Tragan, Roma 1991, p. 18. El auto:-\muestra que la mención del Espíritu Santo, es un añadido de Lucas (cf. Hch '8',26-40; 9,17-19). Así se conservarían tradiciones de una práctica bautismal sin la·efusión del Espíritu Santo, es decir el bautismo de Juan. Para Tragan, "questo tipo di battesirno, privo di collegamento immediato con l'effusione dello Spirito, andrebbe ricondotto a un preciso ambito del giudeocristianesirno di espressione greca, in cui la recezione
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En Hch 2,38, Pedro después de su predicación kerigmática (Hch 2,14-36), anuncia lo que será hasta hoy la praxis de la Iglesia: el Bautismo para el perdón de los pecados y el don del Espíritu Santo. La imposición de manos aparece como el rito que, unido al Bautismo, será la expresión del don del Espíritu Santo. El rito viene descrito en Hch 8,12-17, en la narración de la evangelización realizada por Felipe a los samaritanos.59 Se observa la práctica de un Bautismo que no es el de Juan, porque se realiza en el nombre de Jesús pero sin el don del Espíritu Santo: "en el nombre de Jesucristo, comenzaron a bautizarse hombres y mujeres" (Hch 8,12). En este contexto, son enviados Pedro y Juan a Samaría para verificar el hecho de que los samaritanos habían aceptado la palabra de Dios (Hch 8,14). El texto añade que Pedro y Juan, llegados a Samaría rezan por ellos para que reciban el Espíritu Santo. De esta manera, el rito de ingreso en la comunidad cristiana se describq en dos fases: el Bautismo en nombre de Jesús y la imposición de manos para recibir el Espíritu Santo. Otro paso donde aparece esta misma estructura es en Hch 19, 1- 7 que veremos más tarde. El Bautismo de Pablo aparece en Hch 9,17-18. En este texto parece que el don del Espíritu Santo viene antes del Bautismo. Lo que sí está claro es que en Hch 9, 17-18 la curación está relacionada con la 60 imposición de manos.
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del dono dello Spirito era messa in relazione con l'ampio processo del 'creciere' e non necessariamente con il preciso momento del rito battesirnale stesso", in P.R. Tragan, "Le origini del battesirno", p. 25. Quesnel (Baptisés dans !'Esprit, pp. 64-65) llega a la conclusión que en Hch 8 "si Luc rend compte d'un baptérne ne correspondant pas a sa théologie personnelle, c'est qu'il tienta reproduire une pratique qui eut sa place dans la vie de l'Église". Para Rossé, Lucas une el bautismo al perdón de los pecados mientras que la oración y la imposición de manos lo relaciona con el don del Espíritu Santo, cf. G. Rossé,Atti degliApostoli, pp. 347-349. A menos que no se relacione la curación con el don del Espíritu Santo, la efusión del Espíritu no está descrita en el texto. Sobre la exégesis de este texto cf. M. Quesnel, Baptisés dans !'Esprit, pp. 71-73. Para Rossé la imposición de manos tiene como objetivo la curación pero también se añade como fin el don del Espíritu. Cf. G. Rossé,Atti degliApostoli, p. 379.
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En el cap. 1 O aparece lo que ha sido descrito como Pentecostés de los Gentiles,61 mencionada anteriormente. Los acontecimieqtos sucedidos en casa de Cornelio recuerdan el hecho acaecido en el Cenáculo. El hecho que "les oían hablar lenguas y glorificar a Dios (,íKouov yap au.&v AClAOÚV'tCOV yAá>0
hombres de Dios y son bautizados él y su familia. En el cap. 18 se encuentra la misma estructura con respecto al Bautismo. Crispo cree en el Señor y en seguida él y toda su casa son bautizados (Hch 18,8). En Hch 19,1-7 aparece un nuevo pasaje donde se observa la disociación del Bautismo con el don del Espíritu Santo. Pablo en Éfeso bautiza en nombre de Jesús y en un segundo momento impone las manos para que reciban el Espíritu Santo (Hch 19,5-6). Es de destacar el efecto inmediato que produce el don del Espíritu: "Hablaban en 65 lenguas y profetizaban" (Hch 19,6). Este pequeño recorrido en los Hechos de los Apóstoles nos ha permitido observar la importancia del Bautismo desde los orígenes de la Iglesia. Predicación y conversión son seguidas del acto del Bautismo. También hemos visto como aparece en algunos casos la práctica del Bautismo disociada de la imposición de manos para recibir el don del Espíritu Santo. r 3.2. El Bautismo en Pablo El Bautismo en los textos paulinos tiene una gran importancia, sin embargo, no podemos ser exhaustivos en la exposición de la concepción del Bautismo en Pablo y su teología. Nuestro interés se centra en ver de manera general la cuestión del Bautismo en los textos paulinos para acercarnos a la comprensión y a la praxis del mismo. Pablo emplea la raíz ~á1t'tffi 18 veces y el mayor número de recurrencias aparecen en 1 Co. A pesar de todo, estas referencias no ofrecen una visión coherente y clara de la visión paulina sobre el Bautismo, sino
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Cf. E. Ferguson, Baptism, pp. 175-178. Para Ferguson "the problem was the conditions under which they received the word and how they were to be treated by observant Jews. In the making of proselytes the decisive step was circumcision, aríd. when proselyte baptism becarne normal it followed on circumcision", in E. Ferguson, Baptism, p. 177. Cf. E. Ferguson, Baptism, p. 178. Sobre el B~utismo de los niños véase J.
J eremias, Infant Baptism.
Ferguson señala que la especificación "en aquella misma hora (tv EKEÍVTI •ñ <'.ópi;x. 'tiic; vuxtóq)" (Hch 16,33), contrasta con una práctica que se establecerá más tarde que es la de retrasar el Bautismo. Cf. E. Ferguson, Baptism, p. 180. Quesnel especifica que "le texte ne dit pas explicitement que Paul ait baptisé les Johannites. Le verbe 'baptiser' (verset 5) est au passif, et il est tres possible que le rite ait été administré par un compagnon de Paul", in M. Quesnel, Baptisés dans !'Esprit, p. 66, n. 47. Sobre los doce hombres bautizados en Éfeso y la discusión sobre si pertenecían a un movimiento bautista o no, cf. W. Paroschi, "Acts 19: 1-7 Reconsidered in Light of Paul's Theology of Baptism", AUSS 47 (2009), pp. 73-100.
Cap. II. Elpaso del Mar R!Jjo que es un pensamiento en progresión. 66 La mayoría de los autores coinciden en ver el texto de Rm 6,1-11 como el pasaje que mejor 67 identifica el pensamiento de Pablo sobre el Bautismo. Pablo presenta el Bautismo como una unión con Cristo (de; Xptoróv 'Inooñv) (Rm 6,3). Cerfaux considera el Bautismo como una iniciación, una consagración a la persona de Cristo que se expresa a través del rito. Así en el rito del Bautismo "se sumerge al bautizado en el agua como una especie de sepultura, imagen de la sepultura de Cristo; el símbolo es eficaz y nos transmite el efecto que Dios tenía en mente por la muerte de su Hijo"68. Esta imagen es consecuencia de lo que el mismo Pablo dice en Rm 6,3-4:
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"¿No sabéis que cuantos hemos sido bautizados en Cristo Jesús, en su muerte hemos sido bautizados? (s~mnícr011µev de; Xptoróv 'Incoñv, de; 'tOV Bóvrrrov au'toi5 s~a1t'tícr011µ.cv;). Pues fuimos sepultados con él por el bautismo en su muerte, para que, así como Cristo fue resucitado de entre los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros en una vida nueva caminemos ( EV xowórrrn l;;rofíc;
1tEpt1ta't'Í¡crroµcV)". Pablo une el Bautismo y la experiencia de muerte de Jesús. Para el apóstol, todo el que entra en la muerte de Cristo a través del Bautismo, resucita con él. 69 El texto en realidad no explica la praxis, sino que la mayoría de las veces el apóstol utiliza el término para tratar de otros temas como la vida nueva en Cristo." Un fruto del sacramento
es la nueva criatura que participa de la Resurrección de Cristo (Col 2,12): nueva vida en Cristo y nueva creación. El tema de la nueva creación recorre varias veces las cartas de Pablo. La relación con Adán a causa del pecado, es redimida y sanada por el nuevo Adán. Así como por Adán, el pecado y la muerte entraron en el mundo, por Jesucristo el hombre alcanza la salvación, a través de la participación en su muerte y a su Resurrección por medio del bautismo." La unión con Cristo no se concibe como una relación en dirección vertical e individual. Al formar un sólo cuerpo hace que aparezca una relación horizontal, una comunión con la Iglesia, con todos sus miembros. Pablo expresa la comunión con Cristo con la fórmula «revestirse de Cristo» o «revestirse del hombre nuevo» (Ga 3,27; Ef 4,24; Col 3,10). La imagen reenvía a una situación interior y profunda del hombre, el «despojarse» de los vicios y de todo lo que impide acceder al' hombre nuevo y «revestirse de Cristo» (cf. Rm 13,12). Toda esta realidad es el fruto de un proceso interior, que se refleja en el exterior, por el don del Espíritu Santo (Rm 8,14ss). Otra relación que Pablo establece es entre el Bautismo y la circuncisión. Esta vez el apóstol expone cómo el cristiano se despoja del cuerpo carnal para ser sepultado con Cristo a través del bautismo (Col 2, 1112).72 A diferencia de lo que hemos visto en el libro de los Hechos, el
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66 Cf. P.-R. Tragan, "Le origini del battesimo", pp. 27-28. Sobre el orden cronoló67
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gico de las cartas de Pablo, cf. R. Fabris, Per leggere Paolo, Roma 20062, pp. 68-69. Cf. P.-R. Tragan, "Le origini del battesimo", p. 28; L. Cerfaux, Le chrétien dans la théologie paulienne (LD 33), Paris 1962, p. 304. L. Cerfaux, Le cbrétien, p. 304. El lenguaje de muerte y renacimiento tiene su origen en el judaísmo. Este mismo lenguaje lo hemos encontrado en los Manuscritos del Mar Muerto. De esta opinión es también Segal, el cual insiste en el hecho que cuando en el proselitismo se utilizó el bautismo para el proceso de conversión, también significaba el nuevo nacimiento del convertido que comenzabi Jna vida nueva en Israel. Cf. A.F. Segal, Paul tbe Convert. Tbe Aposto/ate and Apostasy of Saul tbe Pbarisee, New Haven - London 1990, p. 135. 2Co 5, 17; Ef 2, 15. Cf. F. Manns, "Antecedenti", p. 31.
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Cf. P.-R. Tragan, "Le origini del battesimo", pp. 28-29; J. Gnilka, Paolo di Tarso. Aposto/o e testtmone (CTNT.S 6), Brescia 1998, pp. 357-358. Cf. 1Co 5,14. En esta unión íntima con Cristo, la idea de personalidad corporativa aparece, para Gnilka, como la «analogía más convincente», cf. J. Gnilka, Paolo, p. 358. Para algunos autores la muerte no es causa del pecado de Adán. Sobre este tema cf. O. Betz, "Die Proselytentaufe", pp. 230-233;].R. Levison, "Adamas a Mediatorial Figure in Second Temple Jewish Literature", in New Perspectioes on 2 Enoch: no Longer Slavonic on!J, ed. A.A. Orlov - G. Boccaccini, Leiden - Boston 2012, pp. 247272. Kreitzer indica el fuerte simbolismo de la carta a los Colosenses. La imagen de la muerte y resurrección en relación al bautismo ha sido retomada en Col 2,12 y posiblemente también en Flp. Además, citando a Schnackenburg, el autor recuerda que Rm 6 es un "Locus Classicus for any discussion of Paul's concept of Baptism as Salvation-Event, giving the section the most extensive treatment of any within his book", in L. Kreitzer, "Baptism in the Pauline Epistles. With Special Reference to the Corinthian Letters", BapQ 34 (1991), p. 69.
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Cap. II. Elpaso del Mar Rqjo
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apóstol no separa el don del Espíritu del Bautismo, sino que el bautizado lo recibe a través del mismo: "Pero fuisteis lavados, santificados, justificados en el nombre del Señor Jesucristo y en el Espíritu de nuestro Dios" (1Co 6,11).73 El Espíritu Santo habita en el corazón del cristiano (2Co 1,21-22), haciendo de éste su templo (1Co 3,16). Pablo utilizará el tema del Espíritu Santo para hablar de la unidad del cuerpo, que es la Iglesia (1Co 12,13). Kreitzer destaca la equivalencia entre en Cristo (Eis Xptoróv) de Ga 3,27 y en un cuerpo (Eis ev o&µa) de 1Co 12,13. Para el autor, ambas expresiones son una abreviación de «en el nombre de Jesucristo».74 El mismo Pablo señala la importancia de ser bautizado en nombre de Cristo, uniendo el Bautismo en nombre de Jesucristo con la cruz (1 Co 1, 13). Además, en la Carta a los Efesios, Pablo exhorta a los cristianos a mantener el vínculo de la unidad del Espíritu (Ef 4,3-6).75 La unión en el Espíritu lleva a que no haya diferencias entre judíos y gentiles (Ef 2, 13-14). Dentro de las cartas pastorales de Pablo, la única donde se hace referencia al bautismo es la de Tito. En ella se habla de la justificación, no por obras sino por el Bautismo (Tt 3,4-7). El Bautismo es llamado "baño de regeneración", donde el bautizado es transformado por el Espíritu y salvado por la misericordia de Jesucristo, no por la ley o las obras de justicia (Tt 3,5).76 Este mismo tema aparece ya en los Manuscritos del Mar Muerto.77 La justificación por el Bautismo es una
cuestión que tiene sus raíces en el judaísmo, donde era conocida ya en ambiente farisaico y apocalíptico la justificación por la gracia. Pero como el mismo Manns afirma, no se trata de negar la novedad cristiana sino de ver en el judaísmo pluralista del siglo I cómo las corrientes teológicas esenia y farisea, crearon un ambiente particular donde se desarrolló la teología paulina sobre el Bautismo.78 Esto se ha podido comprobar con el estudio que se ha realizado de algunos textos de los Manuscritos del Mar Muerto y los textos que hablaban sobre los prosélitos, donde es difícil ignorar los puntos de contacto entre éstos textos y la teología de Pablo. Predicación y Bautismo son inherentes a la teología paulina, pero el Bautismo está subordinado a la predicación (1Co 1,17). El anuncio de la muerte y Resurrección de Cristo aparece como antesala del bautismo para aquyllos quienes por la escucha, reciben el don de la fe (Rm 10,17).79 A través del Bautismo, por la fe en Cristo, el cristiano recibe la justificación entrando en una nueva dimensión, la del hombre nuevo regenerado en Cristo.
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A pesar de esta diferencia en los Hechos, Tragan señala que para Lucas no se puede dar el bautismo sin la efusión del Espíritu, cf. P.-R. Tragan, "Le origini del battesimo", pp. 37-38. L. Kreitzer, "Baptism", p. 73; cf. E. Ferguson, Baptism, -p. 156; L. Cerfaux, Le
3.3. Interés de 1 Co 1 O y 1 P 3 sobre el Bautismo y su estudio a la luz de la literatura hebrea antigua. El estudio que se ha realizado hasta ahora ha puesto de manifiesto la utilidad de la tradición hebrea para la comprensión de nuestro tema. Existen otros textos que se refieren al Bautismo en el NT, ya sea en los evangelios como en el resto de los libros que no podremos tratar, pues tampoco es el objeto de este estudio. Pero en los textos estudiados, otro aspecto que ha salido a la luz es la significación que adquieren algunos pasos o acontecimientos del AT como figuras del Bautismo. En particular, las más desarrolladas desde el inicio de la Iglesia
cbrétien, p. 306. Para Gnilka, "essere battezzati nel nome di Gesü significa quindi consegnarsi a Gesü e d'ora innanzi essere posti sotto la sua protezione. Questa interpretazione della formula come formula di protezione e di proprietá, propria delle origini, e da preferire ad altri tentativi di spiegazione", in J. Gnilka, Paolo, p. 355. Ferguson opina que el texto es una fuerte afirmación de la obra del Espíritu, cf. E. Ferguson, Baptism, p. 164. Manns señala como la afirmación que la ley no salva aparece también en 4QMMT. Cf. F. Manns, "Antecedenti", p. 35, n. 26. Sobre la relación entre 4QMMT y Pablo, Wright muestra la enorme importancia de 4QMMT para comprender el sentido del término «justificación» en Pablo, visto en un marco de
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alianza y escatología, a la luz de la muerte y Resurrección de Cristo que se dará en la nueva comunidad de la alianza. Cf. N.T. Wright, "4QMMT and Paul: Justification, 'Works', and Eschatology", in History and Exegesis: New Testament Essoys in Honor of Dr. E. Earle E/lis far His 80th Birthdqy, ed. Aang-Won (Aaron) Son, NewYork- London, 2006, pp. 130-131. F. Manns, "Antecedenti", p. 35. Cf. J. Gnilka, Pao!o, pp. 359-360. Tragan señala el hecho que Pablo no considera el bautismo como un hecho aislado sino "a partire dalla sua incidenza nella vita del creciente", in P.-R. Tragan, "Le origini del battesimo", p. 33.
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han sido el Diluvio Universaly el paso del Mar Rqjo. Tal es su repercusión que los dos acontecimientos son mencionados en contacto bautismal, en la liturgia de la bendición del agua en la noche de Pascua: · "Oh Dios, que incluso en las aguas torrenciales del diluvio prefiguraste el nacimiento de la nueva humanidad, de modo que una misma agua pusiera fin al pecado y diera origen a la santidad. Oh Dios que hiciste pasar a pie enjuto por el mar Rojo a los hijos de Abraham, para que el pueblo liberado de la esclavitud del Faraón fuera imagen de la familia de los bautizados".8º
Es por ello, que habiendo ya visto en los antecedentes del Bautismo, el simbolismo del agua y su lectura no sólo en la Biblia sino también en la tradición, se ha visto el interés de adentrarnos en una lectura profunda de estas dos figuras que aparecen utilizadas en un contexto bautismal en el NT. La utilización de estos textos en un contexto bautismal, muestra la posibilidad de que existiese una lectura «bautismab-" de estos acontecimientos en el antiguo judaísmo. Es cierto que existe una infinidad de literatura sobre el Bautismo, sin embargo falta un estudio exclusivo de estas dos figuras a la luz de la literatura hebrea antigua. El tema del Bautismo en la tradición ya ha sido estudiado por Lundberg, 82 pero en la época en la que este autor realizó su trabajo, no habían sido descubiertos los Manuscritos del Mar Muerto y la lectura de la Biblia a la luz de este tipo de literatura 83 no era muy considerada, sobre todo en ambientes católicos. La reinterpretación del paso del Mar Rqjo por Pablo y del Diluvio Universal por Pedro (las dos citaciones están en un contexto bautismal) y el uso
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La oración de la bendición del agua en la noche de pascua encuentra su origen en los albores de la Iglesia. Sobre la composición de esta oración cf. J. Magne, "La bénédiction romaine de l'eau baptismale. Préhistoire du texte", RHR 156/1 (1959), pp. 25-63. En este caso el término «bautismal» es evidente que no tiene una connotación cristiana, sino que es entendido sólo como imagen de una inmersión en el agua para la purificación. Cf. P. Lundberg, La typologie. Manns afirma que todavía en el mundo católico existe una cierta reticencia a aceptar por ejemplo, los antecedentes hebreos del pensamiento de Pablo. Cf. F. Manns, "Antecedenti", p. 30.
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de estos textos en la liturgia, nos ha decidido a elegirlos como objeto de estudio. Nuestro propósito es, como ya se ha mencionado, hacer una lectura de estos dos textos a la luz de la literatura hebrea antigua e intentar establecer el motivo de la utilización de estas dos tipologías" por los autores, en el contexto bautismal. 4. Conclusión La visión general del Bautismo en el NT, ha dado los elementos fundamentales para continuar profundizando el estudio de 1Co 10,1-5 y 1P 3,18-22. Se ha comenzado estudiando el bautismo de Juan Bautista y los elementos importantes de este bautismo, concluyendo que el mismo Juan reconoce que su bautismo es una preparación al Bautismo definitivo que dará el Mesías. Así mismo se ha visto la cercanía y las diferencias de este Bautismo con los esenios y su carácter escatológico. Seguidamente, era necesario hacer un alto en el tema de los prosélitos en el NT, argumento que se había tratado ampliamente con anterioridad en el AT y en la literatura peritestamentaria. A pesar de la poca información que de ellos se da en el NT, se observa cómo estos grupos ya estarían de alguna forma predispuestos a acoger la predicación y el bautismo. La circuncisión, inherente a la entrada en el judaísmo ha sido tema de estudio, completando lo que ya se ha visto con el AT. La entrada en la nueva Alianza se realizará a través del bautismo y el valor expiatorio de la sangre de la circuncisión es superado con mucho por el valor de la sangre de Cristo. Es normal que una práctica tan importante y arraigada en el judaísmo, puerta de entrada para el mismo, diese lugar a disputas con los nuevos miembros que entraban en la Iglesia naciente y que provenían del paganismo. Los Hechos de los Apóstoles exponen varias de las dificultades a las que tuvieron que hacer frente los discípulos de Jesús. En su estudio se ha podido apreciar cómo el Bautismo desde el principio se convierte en puerta de entrada para la nueva comunidad. Al mismo tiempo aparece una nueva lectura de la historia a la luz del acontecimiento de Cristo, lo que hace que los símbolos y figuras utilizados en la Escritura sean iluminados de manera completa. Así por ejemplo, el 84
Aunque el estudio no se centre en la tipología, veremos su importancia y cómo ha sido muy utilizada desde los albores de la Iglesia.
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agua como símbolo de muerte y Resurrección ya desde el AT, como se ha visto en el capítulo anterior, adquiere un significado nuevo. Por otra parte, desde el inicio del s. II, Ignacio de Antioquía muestra el agua como símbolo de la muerte redentora de Jesús. 85 Esta nueva lectura de la historia hace que los hechos más importantes, como el paso del Mar Rqjo o el Diluvio Universal, adquieran nuevo significado. Pero ¿puede la literatura peritestamentaria iluminar en algo este nuevo significado? El estudio de 1Co y 1P nos ayudarán a responder a esta pregunta.
nidad de Corinto. Antes de pasar a tratar estos temas, realizaremos un pequeño estudio para comprobar cual es el estado actual de los estudios sobre esta Carta a los Corintios. La historia de la investigación en el siglo XX inicia con Weiss, el cual en 191 O marca la exégesis hasta nuestros días al haber caracterizado 1 Co 1 O, 1-13 como un midraf y al sostener al mismo tiempo que 1 Co no era una sola carta, sino la compilación de varias cartas. El problema de la unidad de la carta es uno de los temas conductores de los comentarios hasta el día de hoy. Algunos autores optan por afirmar el carácter compilatorio de la Primera Carta a los Corintios, debido a la diversidad de temas. Nosotros no entraremos en el problema de la unidad del texto, que Barbaglio califica como vexata quaestio,89 pero lo señalamos por su implicación directa con la estructura y el género literario. Weiss afirmó además que el Bautismo y la Eucaristía se encontraban por primera vez asociados en este pasaje del NT.90 Un año más tarde aparecía otro comentario importante, el de Robertson y Plummer, que aunque citan la obra de Weiss, no 91 entran en la cuestión de la formación de la carta. En 1931, H.F. Soden" publica un artículo donde además de afrontar de nuevo el problema de la unidad literaria, declara en esta perícopa que Pablo 93 expone un razonamiento a favor de una «sakramentale Ethik». La primera obra que refuta la opinión de Weiss de que 1Co 10, 1-13 sea una perícopa de otra carta se debe a E.-B. Allo. El autor, que escribe
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II. EL TEXTO DE 1CO 10,1-5 YEL PASO DEL MAR ROJO En este segundo punto comenzaremos el estudio de un texto de la Primera Carta de San Pablo a los Corintios. El interés de la perícopa 86 son las numerosas referencias que Pablo hace al Bautismo. Es de particular importancia 1Co 10,1-5, donde Pablo utiliza la historia del éxodo y en concreto el paso del Mar Rqjo. El apóstol, apoyado en la Escritura y en la tradición, presenta el tema del Bautismo «en el mar y en la nube» para ilustrar su argumento: a pesar de los prodigios que Dios hizo con el pueblo, la mayoría de ellos murió en el desierto debido a sus infidelidades. 1. Status quaestionis de 1Co 10,1-13: historia de la investigación Corinto y Éfeso son los puntos centrales de la actividad de San Pablo y es uno de los motivos de la importancia del epistolario enviado a estas ciudades. Fundador de la comunidad de Corinto (1Co 3,10-11; 4,15-16), Pablo responde con sus epístolas a una serie de problemas concretos que vivía la comunidad. Por este motivo Grasso piensa que se trata de una verdadera carta apostólica, pero no de carácter dogmático. 87 Para Wendland, 1Co es el ejemplo clásico de la situación y la misión de la Iglesia en el mundo.88 Lo que si parece claro es el estado de desorden de todo tipo, en el cual vivían los miembros-de la comu85
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Ignacio en la carta a los Efesios habla de la purificación del agua por la pasión de Cristo. Véase Ignacio de Antioquía, Eph 18; P. Lundberg, La rypologie, p. 187, n. 2. La raíz ~úrcno es utilizada un total de 10 veces en la carta. S. Grasso, Prima lettera ai Corinzj, Roma 2002, p. 11. H.D. Wendland, Le Lettere ai Corinti (Nuovo Testamento 7), Brescia 1976, p. 12.
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G. Barbaglio, La prima lettera ai Corinzj (Scritti delle origini cristiane 16), Bologna 20052, p. 45. Cf. J. Weiss, Der erste Korintherbrief (J
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en 1934, resalta la importancia de esta perícopa no sólo para la teología y cristología de Pablo sino también para la interpretación del AT.94 En la segunda mitad del siglo XX aparece otro avance importante para la historia de la investigación científica y fue la obra de W. Schmithals en 1956,95 que retoma la hipótesis de la división de cartas. En 1968 Wendland publica su comentario sobre las dos cartas de Pablo a los corintios, donde expone la unidad de la 1 Co. Para Wendland, la tentativa de carácter crítico de considerar 1Co 6,12-20 y 1Co 10,1-22 como parte de la carta pre-canónica mencionada en 1Co 5,9 no ha tenido éxito.96 Un año más tarde, en 1969, Conzelmann estudia las diversas teorías sobre el problema de la unidad en 1 Co, pero termina afirmando que las rupturas en el texto se pueden explicar por las circunstancias de su composición.97 Sin embargo el problema viene retomado con el comentario de Senft98 que en 1979 relanza y amplía la hipótesis de Weiss, ya que considera que son cuatro las cartas que Pablo habría utilizado y que habría compilado en 1 Co. En los años 80-90 el argumento de la unidad literaria de 1Co continúa siendo motivo de artículos y controversias. En 1986, Lang, en su comentario, sostiene la unidad epistolar,99 pero otros como Núñez, que retoma la propuesta de Senft, piensan que es una compilación. 100 La hipótesis de compilación de dos o más cartas ha sido retomada últimamente por otros autores como De La Serna, que piensa que Pablo reeditó la 1 Co
antes de mandarla y por este motivo no existen pruebas textuales de la carta primitiva.'?' De la misma opinión es De Boer.102 Pee cree, al igual que Hurd, que las teorías referentes a la compilación son innecesarias ya que la carta tiene sentido sin necesidad de recurrir a éstas.l'" La biblista Mitchell defiende la unidad de la carta en torno a una propositio generalis en 1 Co 1 O, 1.104 Entre los últimos comentarios y escritos sobre Pablo destacamos el de Murphy-O'Connor, el cual considera que las contradicciones internas de 1 Co pueden ser explicadas con una exégesis exacta.l'" Barbaglio, en su amplio estudio, se refiere también al problema de la unidad de la Primera Carta de Pablo a los Corintios, pero el autor intenta mostrar la unidad literaria.l'" La mayoría de los estudiosos coinciden en reconocer la autenticidad de la carta.107 Se aprecia en est~ panorámica sobre la investigación en 1 Co que la mayoría de los estudios se han centrado en determinar la unidad de la carta y en hacer una lectura donde se sigue la problemática de la comunidad de Corinto, intentando reconstruirla. Además se encuentran otros estudios que se centran en hacer una lectura retórica o sociológica de la carta. Con respecto a nuestra perícopa se encuentra la monografía de Inostroza y algunos artículos, los cuales abordan la perícopa sobre diferentes aspectos.l'"
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Cf. E.-B. Allo, Saint PauL· Premiére Épitre aux Corinthiens (EB), Paris 1934, p. 230. Véase W. Schrnithals, Gnosis in Korinth (FRLANT 48), Gi:ittingen 19692, pp. 80-
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109. Cf. H.D. Wendland, Le Lettere, p. 15. Cf. H. Conzelmann, 1 Corinthians: A Commentary on the First Epistle to the Corinthians (Hermeneia 82), Philadelplúa 19812, p. 4. Cf. Ch. Senft, La premiére Épitre de Saint Paul aux Corinthiens (CNT 7), Neuchátel
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1979. F. Lang, Le lettere ai Corinti (Nuovo Testamento: Seconda Serie 7), Brescia 2004,
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p. 18. M. De Burgos Núñez retoma la propuesta de Senft que considera que son cuatro las cartas utilizadas para la elaboración final de lo que hoy conocemos como 1 Co, aunque no asume todos los extremos exegéticos de Senft. Cf. M. De Burgos Núñez, Pablo, predicador del Evangelio (Horizonte dos mil 18), Salamanca 1999, pp. 130-157.
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E. De La Serna, ".Los orígenes de 1 Corintios", Bib 72 (1991), p. 215. M.C. De Boer, "The Composition of 1 Corinthians", NTS 40 (1994), pp. 230231. G.D. Fee, The First Epist!e, p. 16. M.M. Mitchell, Paul and the Rhetoric ofReconciliation. An Exegetical Investigation of the Language and Composition of 1 Corinthians, Tübingen 1991, pp. 68- 70. J. Murphy-O'Connor, Vita di Paolo (ISB.S 13), Brescia 2003, p. 286. Cf. G. Barbaglio, La prima lettera, p. 48. H. Conzelmann, 1 Corinthians, p. 2. J.C. Inostroza, Moisés e Israel en el desierto: el midrás pau!ino de 1 Cor 1 O, 1-13 (PT 6), Salamanca 2000. Ultimamente ha aparecido también un extracto de la tesis de Xicay Martín, cf. M.A. Xicay Martín, La interpretado» paulina de los dones del desierto en 1Co 10,1-6 (EDST 59/1), Pamplona 2012, pp. 5-80. Véase también G. Martelet, "Sacrements, figures et exhortation en 1Cor. X,1-11", RSR 44 (1956), pp. 323-359.515-559; W. Baird, "1 Corintlúans 10: 1-13", Interpretation 44 (1990), pp. 286-290; K.G. Sandelin, "Does Paul Argue Against,Sacramentalism?", in The
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B
2. Texto Griego y Versionesl'" a) 1Co 10,1-5
~
1 Oú 0étvro yap úµfü; ayvoe'iv, Ó.OeA.
n'¡v veóÓKTJOeV ó 0eóc;, Kmeo-rpco0r¡oav yap ev Tfí epi)µcp. b) Traducción 1 En efecto, no quiero que ignoréis, hermanos, que nuestros padres todos estaban bajo la nube y todos atravesaron el mar. 2 Y todos en Moisés fueron bautizados en la nube y en el mar. 3 Y todos comieron el mismo alimento espiritual, 4 y todos bebieron la misma bebida espiritual, bebían en efecto de una roca espiritual que los seguía y la roca era Cristo. 5 Pero la mayoría de ellos no agradó a Dios, pues fueron extendidos en el desierto. c) Sinopsis de las versiones v. 1 Ou 0i'.A.ro yap B enim nolo Vi Pef ~_srór< "°:\
109
úµac; vos
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oi
New Testament and Hellenistic Judaism, ed. P. Borgen - S. Giversen, Aarhus 1995, pp. 165-182; P.E. Enns, "The 'Moveable Well' in 1 Cor 10:4: An Extrabiblical Tradition in an Apostolic Text", BBR 6 (1996), pp. 23-38. Las versiones con las que se comparará el texto griego serán la Vetus Latina, la Vulgata y la Peiitta. A pesar del orden inverso de lectura de la Pefitta se establecerá el texto siguiendo el orden griego para poder identificar mejor los eventuales cambios. Avanzamos ya el texto y su traducción.
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Cap. II. Elpaso del Mar Rnjo
142 B
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Cap. II. Elpaso del Mar Rqjo Christus
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143
v. 5 B: Pero la mayoría de ellos no agradó a Dios, pues fueron extendidos en el desierto. Vg. Pero la mayoría de ellos no es del beneplácito de Dios, pues están postrados en el desierto. Pef: Pero no estaba contento con la mayoría de ellos porque cayeron en el desierto.
3. Estableciendo el texto griego ep1͵q> deserto r
d) Traducción del textoy sus versiones v. 1 B: En efecto, no quiero que ignoréis, hermanos, que nuestros padres todos estaban bajo la nube y todos atravesaron el mar. Vg. En efecto, no quiero que ignoréis, hermanos, que nuestros padres todos estaban bajo la nube y todos atravesaron el mar. Pef: En efecto, quiero que conozcáis, mis hermanos, que nuestros pa- · dres todos ellos estaban bajo la nube y todos ellos atravesaron el mar. v.2 B: Y todos en Moisés fueron bautizados en la nube y en el mar. Vg. Y todos en Moisés fueron bautizados en la nube y en el mar. Pef: Y todos ellos por mano de Moisés fueron bautizados en la nube y en el mar. v.3 B: Y todos comieron el mismo alimento espiritual, Vg. Y todos la misma comida espiritual comieron, Pef: Y todos ellos una comida espiritual comieron, v.4 B: y todos bebieron la misma espiritual bebida, bebían en efecto de la misma espiritual roca que los seguía, y la roca era Cristo. Vg. y todos la misma bebida espiritual bebieron, habían bebido en efecto de la piedra espiritual que los seguía. Pef: y todos ellos una bebida espiritual bebieron, habían bebido de la roca espiritual que iba con ellos, pero ella ~a roca] era Cristo.
El texto no presenta muchas variantes. En el v. 2, la primera lección t~amícravw, está atestiguada en pocos manuscritos pero muy antiguos, como el códice Vaticano o el ~46c que pertenece a la categoría 1.110 La segunda variante, e~an.ícr0r¡crav, está muy bien atestiguada por códices muy antiguos de las recensiones neutral, occidental, cesariense y Koiné. La tercera. lección,111 e~an.ísovw, está presente sólo en el 46 ~ *. Las diversas variantes provocan dos cuestiones: ¿ e~amícr0r¡crav o e~an.ícravw? ¿Qué consecuencias surgen de la preferencia de una lección? Desde el punto de vista de la crítica interna, es una de las variantes más discutidas de esta perícopa. La tercera variante no aparece nunca en el cuerpo de textos paulinos y se descarta, sobre todo, por motivos de crítica externa. La discusión aparece con la primera y la segunda variante. La mayoría de los autores prefieren la segunda variante e~amícr0r¡crav a la primera e~amícravw. Metzger opina que es más probable que los copistas hayan reemplazado la forma del aoristo medio e~amícravw «se hicieron bautizar», que corresponde a la práctica judía en la que el convertido se bautiza a sí mismo, por la pasiva e~amícr0r¡crav «fueron bautizados» que es más una expresión
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111
Sobre las categorías de las variantes y el texto del NT, véase K. Aland - B. Aland, The Text of the New Testament. An Introduction to the Critica/ Editions and to the Theory and Practice ofModern Textual Criticism, Grand Rapids - Michigan 1995. Luzárraga opina que "el ebaptisonto original del \l346* puede estar influenciado en su sentido iterativo por el pantes que le precede", in J. Luzárraga, Las tradiciones de fa nube en fa Bibliay en e/judaísmo primitivo (AnBib 54), Roma 1973, p. 136, n. 522.
Cap. II. Elpaso del Mar Rojo
usual cristiana.112 Sin embargo, Luzárraga escoge la version tpmrtÍcravt0. Es cierto que el NT favorece la forma pasiva del verbo pamísro113 a otras formas verbales. Los LXX utilizan etverbo pamísro para traducir el verbo 1?:m del TM y sólo se encuentra la forma pasiva de este verbo en la traducción del verbo 1?:m en Jos 3,15. Para Luzárraga, la mejor manera que tenía Pablo de expresar la entrada en el Mar Rojo era con el verbo 1?:m , que encontramos en Jos 3,15 en el 114 paso del Jordan, asimilado al Mar Rojo (los 4,23). Schnackenburg, que acepta también esta variante, piensa que es la más pertinente ya que corresponde con la práctica judía de auto-administrarse el bautismo.115 Blass-Debrunner consideran la variante pasiva como la
forma secundaria.116 Es un tema muy discutido y que hasta ahora no ha sido resuelto. Nosotros adoptaremos la segunda variante por razones de crítica interna. El v. 3 presenta tres variantes, pero se prefiere la primera lección que está atestiguada en la mayoría de los códices más importantes y más antiguos. Y a que la tercera variante presenta el texto como "1távtc~ nvsupcenxóv" se descarta, aunque sea muy antigua como atesta el códice N•, más que una "lectio brevior" parece un tentativo de simplificar el texto. La segunda variante está mejor testimoniada (~46, A, e* y pe), omite el pronombre oúró pero podría ser un tentativo de paralelismo con el v. 4a que aparece en los mismos códices. 117 En el v. 4a es una repetición del anterior como sus variantes y el 118 v. 4b sólo presenta un cambio de mhpa oé, por ot mhpa. Sin embargo la segunda variante es claramente un mejoramiento de estilo con respecto a la primera. En el v. 5 sólo aparece la omisión de ó 0có~, pero esta supresión está poco atestada (81 y pe). El texto que utilizaremos en nuestro estudio corresponde al presentado al principio y que sigue el códice Vaticano (B) menos en la 119 variante que presenta al v. 2 tpamícravw.
112
113
Cf. B.M. Metzger, A Textual Commentary on the Greek New Testament, Stuttgart New York 19942, p. 493; ver también R.L. Omanson, A Textual Guide to tbe Greek New Testament, Stuttgart 2006, p. 343. Esta preferencia del NT al pasivo, está atestada por el número de referencias. cf. Mt 3,6.13.14.16; Me 1,9; 10,38-39; Le 3,7.12.21; 7,29-30; Hch 1,5; 2,38.41; 8,13.36.
114 Luzárraga explica sobre la variante t~an-rícrav'W, en correspondencia · con el verbo del TM '?:m que su más exacto correspondiente griego, de acuerdo con el vocabulario de los LXX, es el verbo "bap~o y éste en forma media, que aparece siempre y sólo conectado con {bL Hay que añadir que desde el punto de vista de la elegancia del lenguaje es preferible a baptein, no sólo por el matiz mismo del verbo, sino sobre todo porque puede ser usado en la voz media, indicando cierta actividad por parte de los que entran; esta actividad puede venir también indicada con el acusativo de movimiento f?ypo ten nefelen (cf. Dt 33,3 [LXX]). La traducción de la frase paulina sería: 'todos entraron en la nube y en el mar'. No existe alusión expresa al bautismo", in J. Luzárraga, Las tradiciones de la nube, p. 136. Sin embargo, al contrario de Luzárraga, creemos que sí existe una alusión al Bautis115
¡.
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mo, como veremos más adelante. Cf. R. Schnackenburg, Baptism in the Thought of St. Paul, New York 1964, pp. 9495. No todos están de acuerdo con respecto a la elección del modo verbal. Conzelmann piensa exactamente lo contrario: "~46 originally had t~amísov'W, but corrected it to t~an-rícrav'W. Zuntz, Text, 234, holds that the road from middle to passive is easier than the reverse. Caution is called for in assessing the middle, since the use of the language has lost its precision and the sense is determined not so much by the formal rules of grammar as by the actual process of baptism. Ali the same, it may well be that we here catch a glimpse of the
-
4. El texto de 1Co 10,1-5: delimitación, función y enlaces con el contexto Uno de los problemas suscitados por Weiss fue el de la unidad de 1Co. Todos los autores reconocen que el texto estudiado de 1Co 10,1-5 pertenece a una perícopa más amplia, 1Co 10,1-13. Aunque
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paraenetic purpose. They had themselves baptized, and afterwards changed their minds again. Take warning!", in H. Conzelmann, 1 Corinthians, p. 164, n. 1. Cf. BDR, p. 400, § 317. La primera lección presenta la utilización del pronombre mrró y está testimoniada por códices muy antiguos (N, B, D*, 629. 1739,pc). La segunda variante que omite el pronombre se presenta sólo en pocos códices (~46, A,pc). Las dos variantes están bien testimoniadas. Los textos N, B, D*, (F G), 629. 1739, pe, presentan la primera variante, mientras que la segunda variante aparece en ~46, A, C, D1, 'P, 33. 1881 y Wl. Las versiones de Vg y Pef no presentan variantes importantes que aporten elementos nuevos al texto.
Cap. II. Elpaso del Mar Rnjo
Cap. II. Elpaso del Mar Rqjo
nos centremos sólo en 1Co 1-5, se tendrá en cuenta el conjunto de la perícopa en el estudio exegético. ,. En los estudios realizados sobre la epístola se encuentran un gran número de estructuras diferentes, lo que muestra la diversidad de puntos de vista. Barbaglio distingue tres tendencias en relación a la estructura: la composición temática, la estructura epistolar y el texto retórico12º. En la disposición que presenta de 1Co, divide el texto en siete partes además de un prólogo y un epílogo, situando nuestra perícopa en la cuarta sección 1Co 8,1-11,1 donde se trata de los cristianos y el culto pagano de la ciudad. Adoptaremos esta estructura de manera general en nuestro estudio. Después de haber exhortado a la unidad y expuesto varios problemas como los casos de incesto, las citaciones frente al tribunal, la fornicación, los problemas relativos al matrimonio y la virginidad, Pablo comienza una nueva sección 1 Co 8, 1-11, 1, hablando del culto pagano y del problema de la carne inmolada a los ídolos: ¿se puede comer la carne o no? En su respuesta, el apóstol comienza explicando los principios generales: la carne puede comerse pues "el ídolo no es nada en el mundo" (1Co 8,4). Sin embargo y, para evitar el escándalo, la caridad exige a veces abstenerse de ella (1Co 8,7-13). Dos ejemplos ilustran el discurso de Pablo, el personal (1 Co 9, 1-27) y las lecciones que da la historia de Israel (1Co 10,1-13). La referencia a Moisés en 1Co 9,9 y a la ley en todo el capítulo, son temas que preparan el argumento que desarrollará en 1 Co 1 O. El ejemplo que da de sí mismo y la utilización del vocabulario deportivo de la época en 1 Co 9, serán los elementos que el apóstol utilizará en la continuación de su discurso. De esta manera, 1 Co 1 O es la respuesta de Pablo, basada en la historia del pueblo, para no ser «descalificado» aoóKtµoi:;, término que utiliza en 1Co 9,27 cuando compara la vida cristiana con una carrera atlética. Las enseñanzas sacadas de la historia de Israel, ilustrarán el peligro de ser aoóKtµO(;. En el siguiente capítulo 1 Co 11, Pablo invita a los Corintios a imitarlo, a diferencia de 1 Co 1 O donde comenzaba dando el ejemplo de «nuestros padres» y después de 1 Co 9 donde el mismo apóstol se propone como modelo.
La perícopa comienza con la fórmula llamada disc/osure formula (fórmula de notificación),121 que encontramos dos veces en una lítotes (Oú 0ÉAro yap úµai:; ayvostv) en 1Co 10,1 y 1Co 12,1. Este tipo de fórmulas estructuran la epístola introduciendo textos unitarios y definiendo el género de la unidad literaria. El texto se vincula con la sección anterior a través de la conjunción yáp.122 Al final de la perícopa, encontramos otra fórmula que la concluye. Esta vez se trata de la fórmula conclusiva con c'ócr-rs, que muestra las consecuencias en cierre de perícopa.F' Está claro que todos estos indicios muestran la integridad de la perícopa en la sección de 1 Co 8-11, 1. Otro elemento importante de esta unidad es el uso del binomio «todos - algunos» que atraviesa la sección. Inostroza demuestra el uso intencional de este contraste que sostiene la unidad de la sección y la pertenencia de la perícopa 1Co 10,1-1_3 a la misma.124 La división en dos partes 1Co 10,1-5 y 1Co 10,6-13 está justificada por la introducción de las fórmulas análogas en los vv. 6a (rnñtu ot rúaot) y 11a (miha OE n>mK&i:;) respectivamente que señalan una unidad literaria. Por otra parte, la conj. Stónsp, que introduce una subordinada relativa, indica la conclusión de los vv. 1-13125 y el co-
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Cf. G. Barbaglio, La prima lettera, p. 49.
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Cf. G. Barbaglio, La prima lettera, p. 52; M.M. Mitchell, Pau/ and tbe Rbetoric, p. 445. Cf. A. Robertson-A. Plummer, A Critica/, p. 199. Cf. G. Barbaglio, La prima lettera, p. 52; BDR, p. 468-471, §391. Para Inostroza, está claro el contraste utilizado por Pablo que estructura esta sección a pesar de la oposición de algunos autores como K.-K. Yeo. Inostroza concluye que "los ce. 8-10 parecen formar, por consiguiente, una unidad trabada por este acentuado y deliberado uso de contrastes, articulados todos bajo el esquema formal del binomio «todos - algunos», con el que Pablo se opone a la interpretación que los corintios hacen del lema 'todos tenemos conocimiento' aplicado esta vez al comer carne inmolada a los ídolos y de modo más general al lema «derecho tengo a todo», primeramente de 10,23, que cae directamente sobre la cuestión alimenticia, pero también de 6, 12, que se refiere también a la comida, pero por el contexto se relaciona más con el uso del propio cuerpo", in J.C. Inostroza, Moisés, p. 43. Cf. G. Barbaglio, La prima /ettera, p. 480. Otros autores estructuran la perícopa en tres parte: 1-4; 5-10 y 11-13. Cf. R.E. Ciampa - B.S. Rosner, Tbe First Letter to the Corinthians, Grand Rapids 2010, p. 444.
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Cap. II. Elpaso del Mar Ro/o
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mienzo de otra perícopa. Además el contraste de los vv. 1-4 con el v. 5 está claro, de una experiencia de vida que encontramos en los vv. 14 pasamos a una de muerte en el v. 5. Por otra parte, ;demás de este contraste "vida - muerte", la relación y la unidad de los vv. 1-4 con el v. 5, la da el binomio "todos - algunos", del cual hemos hablado anteriormente. En el v. 5 leemos 6.).},,' ouK ev toic; 1tAeíocnv aut&v eUDÓJCTJCJeV ó 0eóc;, lo que literalmente sería "pero no la mayoría de ellos agradó a Dios", es decir de manera positiva algunos, aunque Pablo acentúa la mcryoría de manera negativa.
ejército egipcio (Ex 14,19 ss; Jos 24,7). La columna de nube acompañará al pueblo todo el tiempo que pasará en el desierto (Ex 40,36-37; Nm 9,17-22; 14,14; Dt 1,33; Ne 9,12.19). La nube es uno de los lugares donde se manifestará la gloria de Dios (Ex 16,19; 24,15-16; 40,34; Nm 17,7), llenará el Templo de su gloria con la nube (Dt 31,15; 2Cr 5,14; 2M 2,8); en ella Dios se presentará a su pueblo (Ex 19,9.16; 33,9-10; Lv 16,2; Nm 9,15; Ez 1,4; Za 2,17). La literatura judía antigua, desarrolla el tema de la nube sobre todo en relación a la historia del éxodo y a la escatología. Filón de Alejandría en su. De Vita Mosis, hace una lectura de los fenómenos ocurridos en Egipto con la lluvia de maná 132 que Dios hace caer en el desierto. Asocia las plagas de Egipto con las nubes. 133 Con la nube, Dios separa a los buenos de los malvados en el paso del Mar Rojo, ya que en ella se escondía un lugarteniente del gran rey que castigó a los enemigos.P" Para Filón, la nube cumple una misión importante en el éxodo. Flavio Josefa habla de la nube con un tono más atenuado. El historiador, en su descripción del paso del Mar Rqjo curiosamente no la menciona 135 y en la dedicación de la Tienda de la Reunión sólo hace una breve referencia. En este último caso, Dios hace notar su presencia a través de una nube no espesa como en un temporal de invierno, ni tan ligera que se pudiese ver a través de ella. Para el autor, es una nube de la que fluía un delicioso rocío, el cual revelaba la presencia de Dios136. Flavio Josefa intenta eliminar de la historia aquellos elementos que puedan dar la sensación de mito137 e insiste en contar la
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a) Estudio del vocabulario a.1) v. 1 : Nuestros padres todos estaban bajo la nube (oí nmÉpec; 1Í µ&v návtec; úno ri¡v VE
132 Cf. Filón, VitMos 1,200. 133 134
126
27 12s 129
1
,, 130
131
Cf. Homero, IL 16,66; 17,591. Cf. Homero, IL 5,750s; 8,395s. Cf. Homero, IL 3,380s. m1 es el más utilizado. A este le sigue: i'IJW ,n'.:ll¡ ,l\'ÍQ~ ,PTQ ,n~iflJ ,:::iü /1'1+7 ,:::i+7. Cf. A la voz w:cpÉATJ y vÉcpoi;, LEH, p. 416. Cf. Sal 103,3; Pr 3,20; 8,28; 16,15; 25,14.23; Qo 11,3; 12,2; Jb 7,9; 20,6; 22,14; 26,8-9; 30,15; 35,5; 36,28; 37,11.16.21-22; 38,1.9.34.37; 40,6. El término recorre toda la Biblia con una utilización especialmente abundante en el libro del Ex (21x), en Nm (20x), al que le sigue Sal (15x), Ez (14x) y Si (10x).
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Cf. Filón, VitMos 1,108; 1,118; 1,123. Cf. Filón, VitMos 1,166; 1,176.178; 2,254; Filón, Her 203. Cf. Flavio Josefo, Ant 2,315-349. Cf. Flavio Josefo, Ant 3,203. Con algunas expresiones como "sobre estas cosas, que cada uno piense a su manera" (m::pi µm O'OV roútrov mi; ÉKácmp OOKEt oic:ú.. aµpavÉ'tffi) y otras parecidas que Flavio utiliza cuando se refiere a acontecimientos de tipo milagroso, deja al lector libre en la decisión de adherirse o no a su relato. Cf. Flavio Josefo, Ant 1,108; 2,348; 3,81 etc., Moraldi nota que el autor "tiene sempre presente il consiglio di Luciano: «Se narrando, capita il caso di qualche mito, bisogna riferirlo, senza pero dargli credito, sia lasciato all'opinione dei lettori» (Quamodo Historia sit conscribenda, 60,9); non si puó certo escludere che ad ispirare questa formula
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Cap. II. Elpaso del Mar Rojo
Cap. II. Elpaso del Mar Rojo
transfiguración de Jesús (Mt 17,5; Me 9,7; Le 9,35). Es utilizada como vehículo de «transporte» donde, desde ella, se manifestará la gloria de Dios (Mt 24,30; 26,64; Me 13,26; 14,62; Le 21,27; Ap 1,7) y para dar un ejemplo de discernimiento meteorológico (Le 12,54). De la misma manera, Jesús asciende al cielo en una nube (Hch 1,9). Judas en su epístola la usa como imagen del impío CT udas 12). Los ángeles se envuelven en las nubes (Ap 10,1). Cristo aparece sentado en la nube, triunfante (Ap 14,14-16). Todos estos usos nos indican que el NT sigue en muchos aspectos el mundo que lo rodea por lo que se refiere al empleo del vocablo nube, pero la referencia constante a Cristo da un nuevo sentido en su utilización.
historia como se encuentra en las Sagradas Escrituras. Además, deja al lector la decisión final de creer o no creer en su relato. ~in embargo, el resultado es una exageración del milagro. Lo mismo le ocurre con el relato de la despedida de Moisés, sobre el que desciende una nube y desaparece en un valle. Flavio señala que los escritos sagrados dicen que murió para evitar que alguien diga que ha vuelto a la Divinidad.i" La apocalíptica y la literatura rabínica muestran un interés con las nubes y no se olvida su significado en las visiones: / ,,1
1Hen 14, 8: "Y la visión se me apareció como sigue: He aquí que de las nubes me llamó en la visión". 1Hen 108, 4: "Y allí vi algo parecido a una nube que no podía distinguirse".
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En 2Bar 53- 7 4139 se presenta la historia desde la creación hasta el Mesías en la visión de una nube.l" Además de los pasajes cosmológicos y de los significados teológico-naturales todo el interés de la nube se centra en el éxodo y en la escatología. El NT une todos los elementos que hemos visto hasta ahora. El término véeo; es utilizado sólo una vez en Hb 12, 1, mientras que vi::cpéA'fl es empleado un total de 25 veces. El libro del Apocalipsis, seguido de los evangelios sinópticos, son los que' más utilizan este vocablo. En el cuerpo paulino, la nube aparece en relación con el paso del Mar Rojo y el Éxodo y sólo aparece mencionada explícitamente por Pablo en 1Co 10,1s. También los cristianos serán arrebatados y llevados al cielo por una nube (1 Ts 4,17). La nube se presenta en la
sia stato Dionisio di Alicarnasso (sec. I a.C.) che fu il primo a usarla nell'opera Anti.chita romane, pubblicata nell'8 a.C.", in Anti.chita Giudaiche, Vol. I, Libri I-X, ed. L. Moraldi, Torino 2000, p. 66, n. 41 a Ant 1, 108. En las siguientes referencias de Flavio J osefo, continuaremos utilizando la edición de H.St.J. Thackeray 138 139
14
º
citada en la bibliografía. Cf. Flavio Josefo, Ant4,326. 2Bar 53-74, in P. Bogaert, Apoca!Jpse de Bamch. Introduction, traduction du fjriaque et commentaire. l, (SC 144), Paris 1969, pp. 501-516. Remitimos al amplio estudio de vocabulario sobre la nube de Luzárraga, donde el autor estudia como ha sido utilizado el tema de la nube en la literatura judía y en el rabinismo. Cf. J. Luzárraga, Las tradiciones de la nube, pp. 15-41.
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;4,1
a.1.1. Todos atraversaron el mar (návrn~ füa 'fÍl~ 0aAáaari; 8tfiA0ov) El vocablo 0áAacrcra, traducción del TM O', es uno de los más utiliza-dos en la Biblia. Eµ los LXX aparece un total de 413 veces. Es empleado con varios significados. La primera vez que aparece el término, designa la reunión de las aguas en la creación (Gn 1,10). Como indicación geográfica, el sustantivo designa el mar Mediterráneo (cf. Je 5,17; Jos 1,4; Ex 23,31; Dt 11,24; Esd 3,7), en varias combinaciones indica el Mar Muerto (cf. Gn 14,3; Nm 34,3.12; Dt 3,17; Jos 3,16) y el Mar Rojo (cf. Ex 13,18; 15,4.22; Nm 14,25). Se utiliza también para indicar el punto cardinal "oeste" (cf. Gn 13,14; 28,14; Nm 2,18; Dt 3,27; Ez 42,18). El mar huye ante Dios (Sal 104,6-7), se vuelve una potencia hostil que hay que dominar (Sal 89,10; Jb 26,12s). El mar se presenta como una potencia peligrosa que ha sido derrotada, pero que todavía es una realidad que amenaza (Sal 46,2-4). En la narración del Éxodo, el mar adquiere un papel fundamental.142 El mar aparece como el instrumento escogido por Dios para salvar a su pueblo y destruir a sus enemigos (Ex 15,1-18). Los salmos cantan con frecuencia este episodio de salvación de la historia de Israel (Sal 74,13; 78,13; 106,9-10). El profeta Isaías recuerda el paso del Mar Rojo como prueba y esperanza de una nueva liberación (Is 43,15-17; 63,11-14). En 141
142
Véase el estudio que realiza Riesenfeld sobre la nube. H. Riesenfeld, Jésus transfiguré. Li'arriere-plan du récit évangélique de la transf. igurati.on de Notre-Seigneur (AMNSU 16), Uppsala 1947, pp. 130-145. La literatura hebrea desarrolla el tema del mar como lugar de prodigios Cf. mAbot 5,4;ARNa 33; TgPs]Ex 14,21; MekhYWayehi Besalla);¡ 5; ExR21.
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Cap. II. Elpaso del Mar Rnjo
Cap. II. Elpaso del Mar Rqjo
general, el concepto de mar no se puede reducir a un sirpple significado teológico. Por una parte, el mar es un elemento negativo, al que Dios debe dominar y domar, por otra parte, es el instrumento que Dios utiliza para salvar a su pueblo ahogando en él a sus enemigos. En la literatura apocalíptica, el mar se muestra como el lugar del cual surgirán cuatro bestias (Dn 7,2ss). De la misma manera, el mar es el lugar donde aparece en 4Esd 11,1 un águila ("Et vidi somnium, et ecce ascendebat de mari aquila, cui erant duodecim alae pinnarum et capita tria") y en 13,2s el Mesías (13,3: "Et vidi, et ecce convolabat ipse horno cum nubibus caeli"). En los textos de Qumrán, el mar aparece algunas veces en sentido geográfico (1QpHab 3,11; 5,12; 6,1; 11,14s), otras como imagen de un estado del hombre de furia o nerviosismo (1QH IX,6.14s; XIV,22s), aparece Dios como su creador (1QH IX,14) y el malvado no podrá purificarse, ni siquiera con todas sus aguas (1QS III,4). En el NT, el vocablo es empleado un total de 93 veces, de las que dos veces está combinado con una preposición: napa0aAacmíav (Mt 4,13) y 8t0áAacmov (Hch 27,41). Casi todas las veces que se utiliza el término 0áA.acrcm se refiere al mar de Galilea, de manera explícita (Me 1,16; 7,31; Mt 15,29) o implícita (Me 2,13; 3,7; 4,1.39.41; Mt 4,15; 8, 24.26-27.32; Jn 6,16-17 etc.). Pocas veces su uso sirve para indicar un lugar geográfico diferente, aunque el sustantivo es utilizado para referirse al Mar Rojo (Hch 7,36; 1Co 10,1; Hb 11,29) y al Mar Mediterráneo (Hch 10,6.32; 17,14; 27,30.38.40; Ap 18,17.19). Vemos aparecer también un uso simbólico (Rm 9,27; Hb 11,12; Ap 20,8) y metafórico (Ap 4,6; 15,2). El pensamiento antiguo y desarrollado posteriormente en la apocalíptica judía de que el mar es un lugar caótico, imprevisible y peligroso, sirve de trasfondo a las narraciones de los milagros de salvación en el mar (Me 4,35-41; 6,45-52). Además es el lugar donde en algunos textos aparece la morada del demonio (Me 5,13; Ap 12,12) y el sitio escogido como escenario para verificar la fe (Mt 8,26; 14,31).
a.2) v. 2: Todos en Moisés fueron bautizados (návm; de; róv Mcrüoñv
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tpa.1t'tÍ0'0110'0.V)
Derivado del verbo Bán-rco,143 que significa «sumergir», es el verbo Bamísco.144 Veremos aquí la utilización de los dos términos. En el mundo griego, el verbo Ban-rísco con sentido de hacer un baño o lavarse, aparece en pocos casos o en contextos litúrgicos. 145 Los LXX emplean el verbo Bámco O Bamísco para traducir el vo. cablo hebreo 7:J.tj, aunque se ve una tendencia a emplear más el término Bán-rco que Bamísco. La primera vez que se utiliza Bámco es en Ex 12,22, donde hace referencia al hisopo que hay que «sumergir» en la sangre. Con este mismo significado lo encontramos en varias referencias bíblicas y siempre en un contexto ritual (cf. Lv 4,6.17; Nm 19,18). Fuera de este contexto, hace su aparición en Dt 33,24; Jos '3,15; Rt 2,14; 1S 14;27, siempre con el significado de «sumergir». En Flavio Josefa se encuentra el uso de los dos verbos. Sin embargo el verbo Bámco sietnpre es utilizado con la acepción de «teñir»,
Sobre el término ~fom.o, cf. E. Ferguson, Baptism, p. 38ss; I. Vincenzo, "Il Battesirno in S. Paolo", RivBib 3 (1955), pp. 357-358. 144 La forma intensiva ~mrcísro «sumergir, bautizar» se encuentra ya en algunos textos de Hipócrates, Platón y en la Fábulas de Esopo. Ferguson señala que "the -ísro forro tended to replace ~ó.m;ro, in accord with the tendency in languages for strengthened forros of words to replace the root forro and to lose their intensified meaning, in this case a development likely related also to bapto being ordinarily used for 'to dye'.Where there was a difference, baptizo involved a more thorough and lasting submersion than bapto. In sorne cases ~o.n-rísro refers to a condition of being under or surrounded (covered) by something (usually a liquid) regardless of the action that brought about the state or condition (as, for example, when the sea flows over a ship or person). This is especially so in the metaphorical uses. Ordinarily the word refers to being placed in the object that covers, but however the condition occurs, the result is the same - being covered or overwhelmed", in E. Ferguson, Baptism, pp. 47-48. Cf. E. Ferguson, Baptism, p. 39; Esopo, Fab 311; Platón, Sym, 176B. 145 En general los LXX siempre traducen el verbo hebreo ?J!J con ~ó.m;ro. Se encuentran sólo cuatro pasajes donde curiosamente se utiliza el verbo ~o.n-rísro (LXX: 2R 5,14;Jdt 12,7; Si 34,30; Is 21,4). En Is 21,4, los LXX no corresponden con el TM, y utilizan el sentido metafórico del verbo. Cf. W.F. Flemington, Tbe New Testament Doctrine ojBaptism, London 1953, pp. 11-12.
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Cap. II. Elpaso del Mar Rqjo
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cuyo uso no aparece en la L:XX.146 Además, aparece la tendencia de cambiar el verbo ~ámro, que utilizan los LXX a ~amíscr,, que prefiere 147 Flavio cuando se refiere a la purificación de las personas. De todas formas vemos como Flavio utiliza el verbo con dos sentidos distintos: 148 en sentido propio, es decir, con el significado de «sumergir» y en 149 sentido figurado como «llevar la ciudad al borde de la ruina». 15 Filón prácticamente no utiliza el término ~ámro º sino ~arc.ísro y 151 siempre en sentido metafórico • De esta manera son las concupis152 cencias que, sumergiéndo el alma en ellas, arruinan • El NT emplea ~ámro sólo cuatro veces (Le 16,24; Jn 13,26; Ap 19,13) con el sentido de "sumergir, mojar, teñir", sin ninguna alusión 153 al bautismo. Sin embargo aparece el verbo ~amísro como un término particular para referirse al bautismo cristiano. En los Evangelios Sinópticos vemos aparecer el nombre ~arc'ttO"TIJ~ que describe a Juan como Bautista. 154 En los Hechos de los Apóstoles, el verbo siempre se refiere al bautismo cristiano menos en tres pasajes donde se refiere a Juan Bautista. Es normal que la primera vez que aparece el verbo ~arc.ísro en los Evangelios sea en referencia a Juan que administra un bautismo de penitencia (Mt 3, 6) y que prepara al bautismo de Jesús (Mt 3,13), al mandamiento de ir a bautizar (Mt 28,19) y a la misión de la Iglesia (Hch 2). '
Pablo trata el Bautismo de una forma significativa. Utiliza el término ~árc.ro y ~amísro un total de 16 veces de las que 1 O veces en 1 Co y el resto en Rm (3x), Ga (1x), Ef (1x) y Col (1x). Para el apóstol, el bautismo en Cristo es participar de su muerte (Rm 6,3) para poder revestirse de Él (Ga 3,27). La participación a un mismo Espíritu se realiza a través del Bautismo. Bautismo en Cristo es Bautismo en su Iglesia, para ser en Cristo miembros de su cuerpo (1Co 12,13).
154
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Cf. Flavio Josefo, Bell 1, 490 (Herodes se tiñe los cabellos); IV, 563 (vestidos
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teñidos). Cf. Flavio Josefo, Ant 4, 81, donde Flavio reescribe úcmronov ~amícro.V'tEc; a de Nm 19, 18 (LXX). Cf. Flavio Josefo, Bell 3, 368.423. Flavio Josefo, Bell 4, 137. Filón, Congr 117; Som 2, 53; SpecLeg 1,262. Cf. J.D.G. Dunn, "Baptized as Metaphor", in Baptism, tbe New Testament and tbe Church. Historical and Contemporary Studies in Honour of REO. White (JSNT.S 171), ed. S.E. Porter -A.R. Cross, Sheffield 1999, pp. 294-310. Filón, Ali 3, 18; Det 17 6; Migr 204. Sobre el significado del verbo ~amí~ro en el NT y en la literatura peritestamentaria, cf. H. Marshall, "The Meaning of the Verb Baptize", in Dimensions of Baptism: Biblical and Theological Studies (JSNT.S 234), ed. S.E. Porter - A.R. Cross,
'Í)Q'Q'ú)7t0V KUt ~Ú\¡TEt 148 149 l50 151
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New York 2002, pp. 8-24. Cf. Mt 3,1; 11,11-12; 14,2.8; 16,14; 17,13; Me 6,25; 8, 28; Le 7,20.33; 9,19.
4.1. Excursus: El valor de la preposición eu; en la expresión "de; 'tOV Morüoñv E~anúcr0r¡cmv" Mucho se ha hablado de la expresión «en Moisés fueron bautizados» (d~ 'tOV Morüoñv t~arc.ícr0r)crav). ¿Que ha querido decir Pablo con esta fórmula? Los autores difieren en sus opiniones. Weiss expone que esta fórmula es una expresión muy poco judía,155 otros como Martelet piensan que el sentido de esta fórmula no siempre ha sido compren-. dido.156 Veamos la preposición d~157 y su combinación con el verbo ~amísro. En el conjunto de la Biblia aparece el verbo ~amí1;;ro con diferentes preposiciones (tv, únó, npó, d~). En griego clásico la preposición Ei~ puede regir varios casos, tanto el genitivo como el acusativo. La preposición que Pablo utiliza en nuestra perícopa es ci~ con acusativo: i,i~ róv Mroücrllv,158 En este caso, no parece que la preposición tenga sentido en la frase si traducimos «en Moisés». H.L Strack y P . Billerbeck, en su comentario al evangelio de Mateo, tratan el problema de la preposición Ei~ utilizada en la fórmula «en el nombre de» Ei~ •o óvouo. Estos autores encuentran en la expresión hebrea tllL'7 acompañada de un complemento, el correspondiente a d~ ro óvouu en griego, que unido al baño ritual puede cambiar el estatus de una persona, por ejemplo de esclavo a hombre libre.
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158
J. Weiss, Der erste, p. 250. G. Martelet, "Sacrements", p. 328. Sobre la preposición de;, cf. BDAG, ad uocem, pp. 288-291; Moulton-Howard II, p. 304, § 117. La preposición puede tener varios significados, tanto local, temporal, límite o medida etc. Cf. BDR, p. 277-281, §§ 205-207; Zerwick, pp. 57-62, §§ 99-111; P.F. Regard, Contribution d l'étude des prépositions dans la langue du Nouveau Testament, Paris 1919, pp. 223-227.
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Cap. II. Elpaso del Mar Rojo
Cap. II. Elpaso del Mar Rojo
En la literatura rabínica se justifica de esta manera 1~ nueva condición del esclavo, dependiendo en nombre de quien recibe el baño. En b. Yeb 45b-46a según R. Jamá, si uno compra un esclavo pero éste se anticipa y hace el baño en «nombre de los hijos libres» t:llll? p rim, adquiere su libertad. Strack y Billerbeck ilustran con varios ejemplos el empleo de t:llll? mostrando como se crea una vinculación entre la persona y el nombre en el cual se efectúa el rito. De esta manera en el bautismo en nombre de Cristo se crea un vínculo entre la persona que es bautizada y Cristo.159 Esta interpretación ilumina el uso de d~ .o óvoµa de Pablo en 1Co 1)0-16 donde se discute la división de los fieles. Encontramos en este mismo versículo la preposición tv.160 Zerwick indica como "la sustitución de é» por EÍ~ se da no sólo en sentido local, sino también en sentido metafórico"161. La traducción de este pasaje en la Vulgata ha supuesto también alguna crítica ya que para algún autor la traducción y su· interpretación han escondido el sentido.162 La interpretación del pasaje la trataremos más tarde cuando afrontaremos la exégesis, ahora nos interesa sólo establecer el valor de la preposición d~. La traducción de la Pefi#a nos puede ayudar en este cometido. Teniendo presente la mentalidad semítica, las versiones traducen la preposición ci<; en siriaco por :\b, en hebreo 1::;i «por mano, por medio».163 La preposición adquiere un carácter instrumental y se refiere de una manera directa al hecho de que por medio de Moisés el pueblo pasó el Mar Rojo (Ex 14,21s). Realmente la preposición no presenta· tantos problemas. Para Buscemi, "el uso de la preposición d~ con el verbo ~an.ísro debería ser, desde un punto de vista filológi-
157
164 co, normal, este verbo implica un movimiento espacial". Si tenemos en cuenta a Zerwick y la traducción de la Vulgata, preferimos traducir la preposición como "en" y encontrar la solución al problema del sentido de la frase en la verdadera comprensión de la misma, como veremos más adelante. El estudio de Strack y Billerbeck añade a la interpretación un carácter más profundo en la comprensión del texto, ya que la expresión bautizados en Moisés subrayaría la vinculación del pueblo con el personaje. La complicación más importante es debida al verbo empleado, que mantiene todavía a los exégetas ocupados en su interpretación. a.3) v. 3: Y todos comieron un alimento espiritual (Kat náV'tE~ .o au.o ,rv~µaTtKOV ~p&µa füpayov) El adjetivo "espiritual" nvi,uµa.tKÓ~ deriva del término «espíritu» nvsñun. Este sustantivo lo encontramos más de 700 veces en la Biblia. En el NT aparece un total de 379 veces, de las cuales 78 corresponden a los evangelios sinópticos. El vocablo nvEVµa tiene su origen en el verbo zvéro, que significa «soplar», de rico significado en griego clásico. Mediante una metáfora expresa la fuerza elemental de la naturaleza y de la vida. En el AT, los LXX traducen mi casi siempre por la palabra griega nvEVµa, que recoge los significados griegos de viento y de espíritu de vida.165 El mi es la sede de la percepción y de los afectos, así como de las funciones espirituales, de la inteligencia racional y de la inteligencia religiosa. La fuerza operante divina, que crea la vida física es el mi de Dios. Otra palabra que traduce en ocasiones el nvEVµa griego es :-i~w~-
164 Cf. A.M. Buscemi, L'uso del/e preposizjoni ne/la lettera ai Galati (SBFA 17), Jerusa159
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Cf. H.L. Strack - P. Billerbeck, Kommentar zum Neuen Testament aus Talmud und Midrasch. Das Evangelium nach Matthaus, Bd. 1, München 19612, pp. 1054-1055; m.Zeb4,6. Al inicio las preposiciones sic; y év no eran distintas. Cf. Smyth, p. 376, § 1686. Zerwick, p. 58, § 101. El autor introduce dos ejemplos basados en Hch 7 ,53 y Hch 19,3. Cf. G. Martelet, "Sacrements", p. 328. La Vulgata traduce: "Et omnes in Mose baptizati sunt in nube et in mari". Cf. BDB «i~:¡i», p. 391; Halot, «1~:¡l>>, pp. 386-388.
lem 1987, p. 46, n. 184. es la palabra más adecuada para hablar de cualquier tipo de viento. En el microcosmos de los seres vivos 7tVEi>µa. tiene el valor de respiración (Eurípides, Or 277; Cf. Platón, Tim 66e. Adquiere el significado de hálito de vida y también el de la vida misma («7tVEUµa. ~íou», Esquilo, Pers 507; Eurípides, Hec 571). Fácilmente se añade el significado y la función de '1'1>X1Í, en la evolución de la palabra (cf. Gn 41,8; Ex 35,21). La influencia judeo-cristiana hizo que la palabra se separase de su origen y comenzase a tomar un carácter espiritual y divino, como
165 7tVEUµa.
encontramos en el NT.
158
Es menos común, pero significa también «hálito de vida», «principio de vida física».166 El adjetivo 1tVEUµmtKóc; no se encuentra ~en el AT. En el judaísmo helenístico, donde los mayores representantes son Filón y Flavio Josefo, se sigue la línea trazada por la filosofía griega y los LXX. Filón no identifica nunca el 1tVruµa con Dios; para el autor, el 1tVruµa es lo que da la estructura a las cosas (cf. Opif134-138). En la concepción dualista que Filón tiene del hombre, describe a éste como una mezcla de naturaleza terrena y de 1tVcuµa 0ciov. Por otra parte, el uso que hace Flavio J osefo de la palabra, está en relación con los LXX y Filón. Él, al igual que Filón, utiliza la expresión 1tVruµa Oeiov, más que 1tVcuµa 'tOU Osoñ, para referirse al espíritu inspirador. Cuando lo hace, subraya que las profecías de zelotas y esenios no tienen nada que ver con el Espíritu de Dios. En los escritos del Mar Muerto el término on representa lo duradero en el hombre.167 No obstante se aprecia un dualismo, diverso, del existente en el mundo griego. En cuanto se refiere al mundo de los cuerpos y de los espíritus, designa las fuerzas del mal y del bien, que luchan para dominar al hombre. La palabra se emplea también para 168 nombrar simplemente el espíritu del ser humano. En el judaísmo rabínico no existe un equivalente del término 1tVEUµa-ttKóc; y se utiliza 169 una perífrasis para expresar el concepto. En el NT, 1tVEUµa-ttKóc; se encuentra un total de 26 veces, de donde 17 24 recurrencias las encontramos en la literatura paulina º y sólo 2 en la primera carta de Pedro. De estas 24 veces, 15 se encuentran en la Primera Carta a los Corintios. El 1tVruµa se presenta como fuerza de Dios para cumplir acciones especiales. Esta característica ya aparece 166
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Cap. II. El paso del Mar Rqjo
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Por ejemplo Jb 33,4: "'J~.IJT;1 ';l.W n~~l". En este caso aunque traduce la idea del principio de vida, la palabra en griego que traduce es 7tV01Í, Pero también traduce la palabra 7tVEUµa en 1R 17,17; Dn 5,23; Jb 34,14. Encontramos esta idea ya en la Regia de fa Comunidad (1QS III,18-19; 20-25; 1QS IV,4.23ss). Cf. tQSN,3.26; 1QSVIII,3; 1QHIX,8s.15.32; 1QHX,15. Cf. H.L. Strack - P. Billerbeck, Kommentar Z!'m Neuen Testament aus Talmud und Midrasch. Die Briefe des Neuen Testaments und die Offenbarung Johannis. Bd. 3, München 1926, pp. 238.329 .406. Rm 1,11; 7,14; 15,27; 1Co 2,13.15; 3,1; 9,11; 10,3-4; 12,1; 14,1.35; 15,44.46; Ga 6,1; Ef 1,3; 5,19; 6,12; Col 1,9; 3,16.
159
en el AT. Surge también el don del espíritu profético a la comunidad (Me 13,11), como en el tiempo de los profetas (2S 23,2). El mismo espíritu que habló por boca de los profetas aparece ahora en el momento de la tribulación escatológica. Este don del Espíritu se manifiesta, desde la anunciación y concepción sobrenatural de Jesús por medio del Espíritu (Mt 1,18.20; Le 1,26-38), en el bautismo de Jesús (Mt 3,16) y en numerosas ocasiones durante su ministerio. Se constata, por otra parte, la permanencia del Espíritu en la comunidad, que la ayudará a cumplir su misión evangelizadora. a.3.1. Comieron un alimento espiritual ('to au'to nveuprmxóv pproµa füpayov) El sustantivo ~p&µa, que significa «alimento», es común en la Biblia. En el AT lo encontfamos un total de 117 veces. El término hebreo normalmente empleado es el de ?:it$r.i. El lema ~p&µa aparece 73 veces, mientras que el sustantivo ~p&cnv, que tiene el mismo significado, lo encontramos 41 veces. El adjetivo ~pcócrtµov se utiliza 3 171 veces. En el NT también destaca el sustantivo ~p&µa 17 veces, mientras se utiliza ~p&ow172 11 veces y una el adjetivo ~pcócrtµov. En los LXX no se encuentra la utilización del sustantivo ~p&µa en otro sentido que no sea el de alimento material. Esto no significa que el concepto de «alimento espiritual» no se conozca, por el contrario, es una idea común en la religión griega y oriental, como veremos más adelante. En el NT se localizan los dos sentidos del sustantivo: el significado propio de alimento (Mt 14,15; Le 3,11; Me 7,19; Hb 12,16; 1Co 8 donde se trata el problema de las carnes ofrecidas a los ídolos) y el figurado, alimento celeste o espiritual (1 Co 10,3; Hb 5,12ss; Jn 4,34; Jn 6,27). Este sentido figurado de alimento se halla también en el AT. De hecho, al maná de Ex 16 se le llama pan del cielo ( cf. Sal 77 ,24;
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10 veces corresponden al cuerpo paulino: Rm 14,15.20; 1Co 3,2; 6,13; 8,8.13;
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10,3; 1Tm 4,3. En las epístolas paulinas encontramos 4 referencias del vocablo pp&0tv: Rm 14,17; 1Co 8,4; 2Co 9,10; Col 2,16.
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104,40) o pan de los ángeles (cf. Sal 77,25; Sb 16,20). Aunque no se utilice el sustantivo ~p&µa o ~p&crtv sino o:p'tO<; «pan»7 la idea es la misma. Además para el judaísmo el maná del cielo corresponde al alimento del mundo celeste. Filón identifica el maná, entendido como alimento celeste, con la sabiduría (Mut 259; Fug 137; Her 79), conclusión a la que llega desarrollando el pensamiento del Sal 63,5-6, donde el salmista expone la manera en la que Dios bendecirá: "como de enjundia y de grosura saciará mi alma" (rocrd mfo'tO<; KClt mórntoc Eµ1t11:11cr0dr1 1Í 'lfUXTl µou) y Pr 9, 5 donde la sabiduría invita a comer de su pan (fA0Cl'te cpáye'te 'tffiV Eµ&v ñprorv). En la literatura apócrifa aparece el tema de la comida espiritual. Así encontramos el alimento relacionado con la oración en 1Hen 69,24, donde, a propósito de los ángeles, se dice que su alimento consiste sólo en la acción de gracias. En José y Asenet aparece la idea de la inmortalidad alrededor de una comida celeste para aquellos que la coman (Jo.rAs 8,5). a.3.2. Comieron un alimento espiritual (tó au'to nvsuprmxóv ~p&µa f
Cf. H.L. Strack - P. Billerbeck, Kommentar Z!'m Neuen Testament aus Talmud und Midrasch. Exkurse zu Einzelnen Stellen des Neuen Testaments. Bd. 4, München 19654, pp. 41-76; B.J. Malina, Tbe Palestinian Manna Tradition: Tbe Manna Tradition in tbe Palestinian Targums and its Relationship to tbe New Testament Writings, Leiden 1968.
161
das para desarrollar el concepto son diferentes, (ExR 2,20; b.Taan 11a; All2,29.120). Así como el comer y el beber son signos de la abundancia y los placeres de la vida, el no comer y no beber manifiestan la conducta ascética (Ex 34,28; Dt 9,9; Za 7,5s; Est 4,16; Dn 10,3). Esta actitud se relaciona con la contemplación de la divinidad, tanto en el AT como en los escritos posteriores (Gn 3,5s; Ex 24,11; Sal 34,9; b.Ber 17 a). Comer y beber son también signos del banquete escatológico, que se caracterizará por el alimento dado a los elegidos como el maná (2Bar 29,8; fr. Sib 3,46ss) o el fruto del árbol de la vida (1 Hen 25,5; 4Esd 8,25; VitAd 28; TestLev 18,11). Otro uso del verbo fo0íco es el figurado, tanto en la Biblia como en la literatura peritestamentaria. Uno de estos empleos es el de comer en el sentido de gozar (Jb 21,25), .corner la sabiduría ~r 9,5; Si 24,21). La utilización del verbo ?:,ll$ en el AT en su sentido figurado, se traduce normalmente en los LXX por KCl'tecr0íco cuando se trata de describir otros campos semánticos como el de la acción del fuego (Nm 16,35; 26,10; Sal 21,10), del calor (Gn 31,40), el hambre o la enfermedad (Ez 7,15; Jb 18,13). En Filón y en la literatura rabínica también se encuentra el empleo figurado del verbo (All1,94.97;QohR 2,24). En el NT, el verbo fo0íco conserva en general, el mismo sentido que en el AT. Comer, es una cosa necesaria para mantenerse en vida (Mt 6,25; Me 6,36ss). Aparece un elemento nuevo, ya que la prueba de que un muerto ha resucitado es que come (Me 5,43; Le 24,41ss). Como en el AT, el dar de comer a los hambrientos es un acto de caridad recompensada en el juicio final (Mt 25,34ss), el comer y el beber pueden designar tanto estados de alegría (Le 15,23), como el llevar una vida disoluta (Le 12,29; 17,27s; Mt 24,29; 1Co 15,32). El comer con otros sigue siendo signo de intimidad y amistad (Me 14,18; Hch 10,41). La abstención de alimentos es también signo de ascetismo, característico de Juan el Bautista (Mt 11,18; Me 1,6; Le 1,15). La espera en el banquete escatológico está también presente en el NT (Le 14,15; Ap 19,17). Del punto de vista cultual, el NT sobrepasa el AT. Pablo en Corinto toma una decisión fundamental respecto al problema de la carne proveniente del sacrificio a los ídolos. A pesar de la libertad, lo que prevalece es la caridad con los más débiles y es preferible abstenerse de comer antes de poner en peligro la fe del hermano (1Co 10,23-30).
Cap. II. Elpaso del Mar Rqjo
Cap. II. Elpaso del Mar Rqjo
En la comunidad de Corinto, el hecho de reunirse para comer asume un carácter cultual en la celebración de la eucaristía, lét que requiere una actitud decorosa, alterada por los abusos de los ricos (1 Co 11, 1734). a.4) v. 4: Y todos bebieron una bebida espiritual (Kai ná.v.Ec; .o m'no 1tVEUµU'ttKOV É1t10V 1tóµa) El verbo níveo está relacionado con lo dicho anteriormente de fo0íco y como veremos lo completa. El verbo aparece 268 veces en el AT y 73 en el NT174 y corresponde por lo general al verbo hebreo ;i1:nv. Los LXX utilizan normalmente la locución verbal "comer y beber". En el AT el beber tiene relación con las normas cultuales, sobre todo la abstención (Ex 34,28; Dt 9,9.18), los nazireos no beben bebidas embriagantes (Nm 6,2ss; Je 13,13s; Am 2,12), los levitas acentúan las reglas de purificación y sólo por el contacto con un recipiente impuro, la bebida es impura (Lv 11,34). Por otra parte, la bebida es un medio para acceder a la comunión con Dios en un contexto cultual (Ex 24,11; 1Co 10,18; Test]ud21). Para Filón el beber y el comer son acciones terrenas del cuerpo mortal (Opif119; All 3,161.262; Det 88-92, 112-118, 156-158), dentro del ayuno está la abstención de beber (Vit,Mos 2,24). Sin embargo, Dios da una bebida inmortal al alma que se desprende de estos bienes falsos (Imm 158; SpecLeg 1,304). Este concepto lo encontramos también en la literatura apocalíptica (1Hen 48,1; 4Esd 14,38-40). En sentido figurado, el verbo es utilizado para indicar otras acciones, por ejemplo, la imagen de «beber la sangre» se utiliza para decir «matar» (Nm 23,24; Ez 39,17ss; Is 49,26). Dos usos particulares figurados son importantes. El primero es la expresión "beber del cáliz de Dios" Gr 25,28s; 49,12; Sal 75,9), es decir, caer sobre la ira del juicio divino. El segundo sentido es la acción de beber como imagen de recibir la salvación (Is 55,1). En los libros sapienciales, es la sabiduría la que llama a los hombres a que beban de ella (Pr 9,5.18) y afirma de sí misma que los que beban de ella tendrán todavía sed (Si 24,21
[LXX)). El rabinismo interpreta de manera alegórica la acción de beber agua como recibir el Espíritu Santo o estudiar la Tora.175 En el NT el comer y el beber pueden ser signo de una preocupación mundana (Mt 6,31s; Le 12,30s). Pero también se puede ver que comer y beber es uno de los aspectos importantes que Jesús realiza con sus discípulos: signo de la llegada de la salvación escatológica (Me 2, 18s; Mt 11, 19; Le 7 ,34) que culminará con la cena Pascual. Pablo compara el comer y beber con la admisión a los dones de la época de Moisés, el maná y el agua de la roca como vemos en nuestra perícopa (1Co 10,3s) y con el banquete que se hacía después del sacrificio donde se comían las carnes del mismo (1Co 10,18-21). El sacramento no garantiza la salvación, sino que por el acto físico de comer y beber, la obra salvadora de Dios que se encuentra en este acto se convierte en un juicio sobre zel participante. Por este motivo Pablo llama la atención a distinguir entre este comer y beber del comer común (1 Co 11,27-32). El sustantivo nóun es rarísimo en la Biblia. En los LXX sólo se encuentra 4 veces y en el NT 2 veces, una en 1Co 10,4 y otra en Hb 9,10. Su traducción es la de «bebida».
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a.4.1. De la roca espiritual que los seguía (EK nvcuµmucfic; Ó.KoAou0oúmic; 1tÉ-rpm;) El verbo Ó.KoAou0tco lo trataremos más tarde junto con el midraf del LAB. Nos centraremos ahora en el sustantivo nfapa «roca», que es utilizado en la Biblia con diversas acepciones. En los LXX176 el vocablo aparece 90 veces, mientras que en el NT 15. La primera vez que encontramos el término es en Ex 17 ,6 en su acepción de roca, pero también sirve como indicación topográfica Ge 1,36), un nombre de Dios (2S 22,2), un carácter duro (Is 50,7), o una mente dura Gr 5, 3). Para el antiguo judaísmo,177 el término recuerda a la roca del Santo
11s
176 174
En las epístolas de Pablo encontramos el verbo un total de 15 veces: Rm 14,21; 1Co 9,4; 10,4.7.21.31; 11,22.25-29; 15,32.
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Cf. H.L. Strack - P. Billerbeck, Kommentar zum Neuen Testament aus Talmud und Midrasch. Das Evangelium nach Markus, Lukas und Johannes und die Apostelgeschichte, Bd. 2, München 196!3, pp. 434ss.483.485.492. Véase también 1QH IV,19s. El TM utiliza varios vocablos i1'.!! y :17?9 para designar nfapa. Mientras que P,l$ es traducido por Aí0oc;. Cf. L. Ginzberg, Les légendes, I, p. 14. TgPs] Ex 17,6.
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de los Santos sobre la que se formó el mundo. Pablo habla de la roca 178 espiritual de la que bebe el pueblo y que lo sigue. ,. En el NT de las 15 veces que se emplea el vocablo, sólo en 1 Co 10,4; Rm 9,33; 1P 2,8 y Mt 16,18, la palabra nÉ.pa se utiliza con un sentido figurado. En 1Co 10,4 Pablo hace clara referencia al milagro en el desierto donde brotó agua de la roca (Ex 17,1-7; Nm 20,1-13). En la epístola a los Romanos y en la primera carta de Pedro la roca es el elemento que identifica a Cristo. Pablo muestra como la Iglesia es el verdadero Israel, constituida en la roca anunciada en las Escrituras. En la primera carta de Pedro, encontramos el mismo proceso interpretativo. El autor asocia dos textos que son Is 8,14 y Sal 118,22 para mostrar como Cristo es la piedra a través de la cual viene nuestra salvación179• El evangelista Mateo juega sin embargo con las palabras «piedra» nfapa y «Pedro» 1tÉ"Cpoc;, para mostrar como Cristo quiere establecer sobre esta «piedra» su Iglesia. a.5) v. 5: Pero la mqyoría de ellos no agradó a Dios ('AU' o'ÓK ¿y .otc; 7tAEÍOCHV UU"CffiV t'l)OÓKfl
elegir (Le 12,32; 1Co 1,21; Ga 1,15).181 Curiosamente el término no aparece en la literatura de Flavio Josefa ni en Filón, aunque utilizan ampliamente el verbo ÓOKÉffi.
''
b) Notas filológicasy gramaticales La perícopa comienza en el v.1 con una fórmula de notificación (Oú 0ÉAW yap úµfic; ayvotlv) que sirve de elemento estructurante del texto. Aunque tal fórmula nos ayude en la delimitación de la perícopa, la conjunción coordinante explicativa yáp182 indica que no se trata de un inicio absoluto, sino que une la proposición con 9,27. Pablo comienza con una serie de ejemplos de la historia de Israel para justificar su argumento: lo que está en juego es la salvación y no todos agradan a Dios, como lo muestra la historia. La conjunción subordinante relativa on,183 con valor declarativo, introduce una serie de proposiciones coordinadas entre sí con la conjunción xoí, 184 El sujeto de la primera proposición oí mrrépe; 1͵&v náv.Ec; será retomado en las siguientes proposiciones coordinadas mediante otro sujeto, el adjetivo náv.Ec;, que se repite por cinco veces en los vv. 1-4a.185 La repetición del adjetivo náV"CE<;, contrasta con la negación de otro adjetivo en grado comparativo, noAúc; del v. 5: oúx ¿y wtc; 1tAdocnv. Los verbos en imperfecto y en aoristo en los vv. 1-5, indican la narración de un hecho en el pasado. La proposición del v.
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Además de la roca, el contexto y el léxico lleva a revisar igualmente las tradiciones sobre el pozo. Cf. TgPs] Nm 21,16; 22,28; ARNa 5,6 en el Apéndice I de la versión de M.A. Navarro Peiró, Abot de Rabbí Natán (BibMid 5), Valencia 1987, p. 445. Pedro y Pablo retoman en Rm 9,33 y 1P 2,6, algunos pasajes del AT como Is 8, 14: "Se convertirá en conspirador, en piedra de tropiezo, en obstáculo rocoso" e Is 28,16: "Voy a poner por fundamento en Sión una piedra selecta, angular, preciosa, que sirva de base: quien tenga fe no vacilará", para formular e interpretar la tradición mesiánica de estos versículos, aunque en Is 28,16 (LXX) no aparezca el vocablo nb:pa.. Cf. G. Schrenk, "tU<>OKÉco", ThWNTIII, col. 1107-1118.
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Se encuentra EU<>OKEtV év con dativo o acusativo, o eu8oKE'iv Ei'.c; rwn etc. Sobre las diversas construcciones y empleos véase G. Schrenk, Ibid., col. 1112-1117. Cf. A. Robertson - A. Plummer, A Critical, p. 199; Zerwick, p. 191, § 473; Smyth, pp. 637-642, §§ 2803-2820. Cf. Zerwick, pp. 173-176, §§ 416-422; Viteau, pp. 49-60, §§ 108-123; R. Pierri, "La congiunzione nel greco bíblico", in Grammatica intellectio Scripturae: saggi jilologici di greco bíblico in onore di Lino Cignelli OFM (SBFA 68), ed. R. Pierri,Jerusalem 2006, pp. 81-116; Smyth, pp. 581-583, §§ 2576-2588. Sobre la conjunción KUÍ, cf. Zerwick, pp. 183-188, §§ 450-465; BDR, 532-538, § 442; Smyth, pp. 650-652, §§ 2868-2880. Cf. A. Robertson -A. Plummer, A Critica/, p. 199; G. Barbaglio, La prima lettera, p. 459; L. Cignelli - R. Pierri, Sintassi di greco bíblico: Quaderno 1 A. Le concordanze (SBFA 61),Jerusalem 2003, p. 64, § 26,1.
on
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4b especifica la experiencia que el autor ha narrado, uniendo a través 186 de la conjunción explicativa yáp, esta proposición con v. 4a. Inmediatamente aparece en el v.5 y a través de la conjunción adversativa 6),},á contraposición intencional del autor con respecto al v. 1. A pesar de todos los acontecimientos descritos, la mayoría de "nuestros padres" ol nmÉpcs i¡µ&v morirán en el desierto.
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c) Estructura, articulación, líneas temáticasy motivos literarios La mención de "nuestros padres" en el v. 1, emplaza el marco histórico. Pablo se remite a los acontecimientos vividos por el pueblo en el éxodo, que le sirven de ejemplo para ilustrar su argumentación. El apóstol se refiere a dos temas fundamentales de la experiencia en el desierto: el paso del Mar Rqjo (vv. 1-2), introducida por los motivos literarios de nube y mar, el don del maná y del agua (vv. 3-4). Estos dos temas le servirán de hilo conductor para justificar su posición con respecto a la actitud de la comunidad de Corinto y el problema de la idolatría, al mismo tiempo que establecen la unidad temática de la perícopa. Con respecto a la estructura, hay diversidad de opiniones en lo que se refiere tanto al conjunto de la carta como de la perícopa 1Co 10,15. Algunos autores han considerado la estructura como una estructura concéntrica, de esta manera el v. 2 ocupa el centro de la estructura, 187 donde los vv. 1-5 hacen de paralelo estructural a 6-13. Sin embargo, más que de una estructura concéntrica, pensamos que es preferible hablar de una estructura antitética, donde el efecto retórico de las figuras utilizadas impacta a los lectores y a los oyentes. La unidad literaria ha sido remarcada por Meeks el cual piensa que la perícopa fue cuidadosamente compuesta para ser utilizada en este
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En esta misma propos1c10n, encontramos la repetición del verbo 7tÍVOl, la primera vez al aoristo (fotov) y la segunda al imperfecto (Émvov). Sobre este tipo de repeticiones del mismo verbo al aoristo y al imperfecto, Moulton se pregunta: "Is it anything more subtle than a desire for variety? If the impfs. are descriptive, so must the aorist be, in these particular contexts. The most we can say is that the aor. records the action without stressing its execution", in Moulton -Turner III, p. 67, § 2.3. Cf. R.A. Bailey, The Stmcture of Paul's Letters, U.S.A 2010, p. 36.
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contexto.188 Tanto los temas como la composición de 1Co 10,1-5, están atentamente elaborados por el autor. Para la mayoría de los exégetas, los temas tratados, la nube, el paso del Mar Rqjo, el maná, el agua de la roca, son figura del Bautismo y de la eucaristía. v. 1 (a) Oú 8t11,co yap uµas ayvociv, 6,81,11,cpoí, on oi nmtpcs i¡µ&v (b) návm; uno 'tllV vc<¡>É11,nv ~crav (c) Kai návn:c; 81a Tfís eawc:mnc 8tfí11,8ov v. 2 Kai návrec; cis 'tOV Moüoñv é~a1t'tícr8r¡crav év Tfí vc<¡>É"'U Kai év
Tfí eaM.cmn
v. 3 KClt návtec; TO aVTO 11:w;vµarlKOV ~p&µa É
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W.A. Meeks, "And Rose up to Play: Midrash and Paraenesis in 1 Corinthians 10: 1-22",]NST 16 (1982), p. 65. El autor relaciona esta perícopa con Ex y dice que ésta es una exposición de Ex 32,6. Al contrario Collier opina que la perícopa es una exposición midrásica de Nm 11. Cf. G.D. Collier, "That we Might not Crave Evil. The Structure and Argument of 1Corinthians 10,1-13", JSNT 55 (1994), pp. 55-75. No es la primera vez que el apóstol utiliza esta figura retórica. Encontramos la misma fórmula en 1Co 12,1; Rm 1,13; 11,25; 1Ts 4,13; 2Co 1,8. Lausberg considera la litotes como una "ironía de disimulación", es decir, un procedimiento perifrástico cuyo efecto es muchas veces irónico. Cf. B.M. Garavelli, Manual de retórica, Madrid 2000, p. 202, § 8. A. del Agua Pérez, El método midrásico y la exégesis del Nuevo Testamento (BibMid 4), Valencia 1985, p. 90.
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argumentación. La pequeña unidad literaria está estructurada y unificada por la anáfora repetitiva191 en cinco ocasiones, del adjetivo 1tÚV'm;. Esta repetición corresponde con los pecados que Pablo presenta en 1Co 10,6-10, a los que se les aplica una interpretación tipológica.192 Además, utiliza de nuevo la figura de la anáfora con dos elementos, la nube y el mar. No sólo "todos estaban bajo la nube" y "todos pasaron el mar", sino que además, "todos fueron bautizados en Moisés en la nube y en el mar". Llama la atención como el apóstol insiste en el simbolismo del agua, que se repite varias veces de forma pleonástica193 (v.1 mar; v. 2 inmersión, mar; v. 4 bebida espiritual, 194 beber). Entre los vv. 1-4 y el v. 5 aparece una doble antítesis que se presenta en paralelo.195 Con esta composición Pablo quiere amonestar a los Corintios y recordarles que también ellos pueden caer en la idolatría. d) ¿Midraf, homilía, interpretación alegórica, tipológica? Indicación del género literario El género literario de 1Co 10,1-5 ha sido motivo de varias hipótesis. Para J. W eiss se trata de un midraf, una tradición heredada por Pablo en persona.196 F. Lang sostiene que Pablo más que a un midraf judeocristiano, podría haberse apoyado en varias ideas de la interpretación
judeo-helenística.197 Poi su parte, Craig prefiere definir el pasaje como una interpretación alegórica y espiritualizada de la historia donde el punto central es el acto de gracia de parte de Dios.198 Feuillet ve en estos versículos una exégesis alegórica, pero "con la condición de precisar que esta alegoría difiere de los procedimientos utilizados por Filón". Para el autor, Pablo ofrece una exégesis "tipológica" que conduce a comprender mejor el texto.199 W.A. Meeks después de examinar brevemente la opinión que ofrecen los comentarios de esta perícopa, sobre todo la de Weiss, reconoce la utilización de un midraf rabínico, pero teniendo en cuenta la unidad literaria 1Co 10,1-13, concluye por conveniencia hablar de homilía.r'" C.J.A. Hickling habla de una posible colección de midrafim de varios pasajes del Éxodo que
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Cf. B.M. Garavelli, Manual, p. 228, § 5. Cf. E.E. Ellis, "Traditions in 1 Corinthians", NTS 32 (1986), p. 491. Cf. B.M. Garavelli, Manual, p. 136. Cf. B.M. Garavelli, Manual, pp. 277-278, § 8. En esta pequeña unidad "abbiamo una duplice antitesi, l'una parallela all'altra: a) pantes / boi pleiones auton; b) esperienze di vita (per tutti) / esperienze di morte (peri piú)", in G. Barbaglio, La prima lettera, p. 459. Cf. G. Barbaglio, "E tutti in Mosé sono stati battezzati nella nube e nel mare", in Alfe origini del battesimo cristiano: radici del battesimo e suo signiftcato nelle comunitá apostoliche: atti dell'VIII Convegno di teología sacramentaria, Roma, 9-11 marzo 1989 (Studia Anselmiana 106: Sacramentum 10), Roma 1991, p. 169. J. Weiss, Der erste, p. 250. Carbone es de la misma opinión que Weiss. Para este autor, la unidad literaria 1Co 10,1-5 ofrece "una serie di riferimenti all'esodo combinati in un altro midrash florilegio largamente praticato nella sinagoga", in S. Carbone, "La teología e la spiritualitá dell'esodo nella letteratura paolina", L'esodo nella Bibbia (DSBP 17), Roma 1997, p. 142.
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F. Lang, Le lettere, p. 160. C.T. Craig - J. Short, Tbe First Epistle to tbe Corinthians: Introduction and Exegesis by Clarence T Craig: Exposition by John Short, in Tbe King James and Revised Standard Versions with General .Articles and Introduction, Exegesis, Exposition jor Each Book of tbe Bible in Twelve Volumes (The Interpreter's Bible - The Holy Scriptures X), Tennessee 1953, p. 108. A. Feuillet, Le Christ Sagesse de Diete d'apres les építres pauliennes (Études Bibliques 53), París 1966, pp. 87-88. Lierman opina que la interpretación tipológica podría venir de un judaísmo pre-paulino. Cf. J. Lierman, Tbe New Testament Moses: Christian Perceptions of Mases and Israel in tbe Setting of Jewish Religion (WUNT 173), Tübingen 2004, p. 176. Para Lundberg "l'interprétation typologique de l'Ancien Testament se fonde sur la conviction que ce qui y est raconté, surtout l'histoire primitive et les événements de l'Exode, se répétera a la fin des temps", in P. Lundberg, La rypologie, p. 136. Cf. W.A. Meeks, "And Rose up to Play", p. 65. Ellis, dice a propósito de la tipología: "Covenant typology accords with the Jewish conviction that all of God's redemptive acts followed the pattern of the Exodus", in E.E. Ellis, Propbery and Hermeneutic (WUNT 18), Tübingen 1978, p. 166. Por otra parte el autor está de acuerdo en tratar 1Co 10,1-13 como un midrafy se cuestiona si 1Co 10,113 ha existido como «pre-formed tradition» y si Pablo lo ha utilizado previamente, lo que no está claro, concluyendo con respecto a su utilización que "it is better to regard (with Meeks) 1 Cor 10,1-13 or something very much like itas an admonitory exposition created for general use and here adapted to the needs of the Corinthian church", in E.E. Ellis, "Traditions", p. 491.
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Pablo ha podido aplicar.'?' Es evidente que Pablo se sirve del material expuesto en 1Co 10,1-5 como ejemplo para amonestar-a los Corintios por su comportamiento. El mismo Pablo lo dice en el v. 6 "estas cosas sucedieron para ejemplo (nmoi) nuestro" y en v. 11 "todo esto les acontecía en figura ('rumK&t;) y fue escrito para aviso de los que hemos llegado a la plenitud de los tiempos". El debate si 1Co 10,1-13 es un midraf o una interpretación tipológica todavía no se ha terminado.202 Sin embargo el estudio de la tradición nos ayudará a determinar el género literario.
donde corresponde al contenido de una carta. Otros usos del término se encuentran en Hch 7,43, que cita Am 5,26 (LXX), donde el sustantivo se utiliza con el significado de imagen de los ídolos. Hch 7,44 y Hb 8,5, citan otro texto veterotestamentario, Ex 25,40 (LXX), donde el mismo término adquiere un matiz diferente. La interpretación de Hch 7,44 se centra sólo en la orden divina de la creación del santuario, mientras que en Hb 8,5 la utilización del sustantivo se enclava en el discurso de la obra de salvación de Cristo.206 En el NT, rúao; adquiere un sentido nuevo, pues sirve como término técnico en la hermenéutica bíblica para designar diversos acontecimientos del AT y su relación con el NT, donde estos eventos se actualizan. Este uso aparece en 1 Co 1 O y 1 P 3.207 J. Daniélou=" señala que un principio de la teología bíblica es que las realidades del AT son · figuras en el NT y 9.ue la ciencia que se ocupa de las correspondencias entre los dos testainentos es la tipología/". Otros estudiosos opinan que el fundamento de la tipología es la relación de las dos alianzas, lo que implica continuidad y cambio.i" Pero 't'Únot; «tipo» ¿es simple-
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4.2) Excursus: runo~ y úvrírum»; En 1Co y 1P aparecen dos palabras que son claves para la interpretación de estas perícopas: «tipo» 't'Únot; y «anticipo» 6.v.írunot;. Estos términos han sido muy estudiados y no se pretende realizar un nuevo análisis sistemático en este excursus, sino una síntesis que contribuirá a la interpretación de las perícopas donde estas palabras son utilizadas. Túao; no es muy empleado en el AT ya que sólo se encuentra en 203 los LXX 4 veces (Ex 25,40; Am 5,26; 3M 3,30; 4M 6,19), mientras 204 que en el NT aparece un total de 15 veces. Normalmente el término indica lo que es plasmado o impreso, derivado de la acción de golpear, es decir un signo, una figura. Su utilización se encuentra ya atestada en 205 la antigua Grecia en un oráculo de Herodoto. El significado de rúno; como signo, ídolo, modelo, se mantiene en el NT pero aparece con dos sentidos diversos, uno concreto en Jn 20,25 referido a la marca de los clavos y otro en un modo abstracto como en Hch 23,25,
201 C.J.A. Hickling, "Paul's Use of Exodus in the Corinthian Correspondence", in The Corinthian Correspondence (BEThL 125), ed. R. Biering, Leuven-Louvain 1996, p. 372. 202 Cf. K.-K. Yeo, Rhetorical Interaction in 1 Corinthians 8 and 10: A Formal Ana!Jsis With Preliminary Suggestions far a Cbinese, Cross-Cultural Hermeneutic (BintS 9), Leiden-New York- Kóln 1995, p. 157. 203 Sobre la tipología en el AT como modelo de composición, véase J .M. Husser, "La typologie comme procédé de composition dans les textes de l'Ancien Testament", in Typologie Biblique: de quelques figures vives (LD), Paris 2002, pp. 11-34. 204 Jn 20,25; Hch 7,43-44; 23,25; Rm 5,14; 6,17; 1Co 10,6; Flp 3,17; 1Ts 1,7; 2Ts 3,9; 1Tm 4,12; Tt 2,7; Hb 8,5; 1Pt 5,3. 20s Cf. L. Goppelt, "rúnoq", ThWNTVIII, col. 1466-1468.
2º6 Sobre el Templo en la literatura neotestamentaria, cf. G. Bissoli, JI Tempio, pp. 109-147 2º7 Cf. P.J. Achtemeier, La prima lettera di Pietro: commento storico esegetico (L.Bib. 18), Cittá del Vaticano 2004, p. 446; E.G. Selwyn, The First Epistle oj St. Peter: the Greek Text With Introduction, Notes, and Essqys, Grand Rapids 19873, pp. 203-204, sobre todo pp. 298-299. 208 Daniélou expone lo que son estas correspondencias entre los testamentos. Para el autor significan tres cosas: "Il s'agit d'une signification des réalités ellesmémes et non d'un sens caché (vgr. Déluge = baptéme). Il s'agit d'une relation entre des réalités également historiques et non entre les réalités historiques et un monde intemporel. Enfin, ce qui fait la ressemblence entre la figure et la réalité c'est le fait que les uns et les autres font partie d'un mérne dessein divin", in J. Daniélou, "Écriture et vie spirituelle dans la tradition", DSp IV, col. 132-138. 209 El autor subraya que el NT no ha inventado nada, sino simplemente ha mostrado que se cumplía en la persona de Jesús. Para Daniélou no sólo hay una tipología cristológica sino también una tipología sacramental que aparece en el NT. Así el paso del Mar Rojo es figura del Bautismo como lo es el Diluvio Universal. Véase J. Daniélou, Bible, pp. 8-1 O. 21º Bodin explica que "le fondement de la typologie est le rapport des deux alliances, impliquant a la fois continuité par l'unité du rnéme mystére, et changement par manifestation claire de l'objet de foi a son dernier stade", in Y. Bodin, Saint
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mente una figura o imagen? San Jerónimo, en su Comentario a Oseas,211 hablando de cómo los personajes del AT son en parte representaciones de Cristo, da una definición de .úno~ que nos parece muy esclarecedora:
bíblicos, óvríruao; sólo aparece en el NT dos veces (Hb 9 ,24 y 1 P 3,21). Si el «tipo» se encuentra en el AT, el «antitipo» se localiza en el NT. De esta manera para algunos autores, el arca de Noé es el «tipo», el bautismo cristiano es el «antitipo». De la misma manera, el Templo, 215 las cosas santas son «antitipos», el «tipo» se encuentra en el cielo. En 216 el caso de 1P, para Fritsch y Grasso, el termino av.íwno~, más que significar el contrario o la figura opuesta, adquiere el sentido de .úno~. Los autores del NT utilizarán los términos .úno~ y úvrítunoc, para mostrar la relación entre el AT y el NT. Los acontecimientos históricos del AT tienen algo que decir a los lectores del NT, ya que son historia de salvación. Pero ¿se puede actualizar esta historia a la situación que viven los cristianos? Acontecimientos como el paso del Mar Rqjo o el Diluvio Universal, ¿qué relación tienen con el bautismo? Aquí es donde la tipología bíblica,217 entra en juego como técnica de interpretación. Ejemplos de tipología bíblica se encuentran en toda la Biblia. V on Rad indica que el mérito de Goppelt ha sido señalar la variedad tipológica en los textos del NT en los acontecimientos paralelos del AT, suponiendo que el lector conoce esta relación de correspondencia. 218
Comm Os 11, 1-2: "El tipo indica sólo una parte, ya que, si todo fuese anticipado por un tipo, entonces no sería tipo y deberíamos hablar más bien de una realidad histórica (Typos enim partem indica!: quod si totum praecedat in rypo,jam non est rypus, sed historiae veritas appellanda est)''. 1
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Pablo en la 1 Co habla de cómo los acontecimientos vividos por el pueblo son una figura y fueron escritos como admonición: "Todas estas cosas les sucedían como en figura (rumK&~); y fueron escritas para escarmiento nuestro, para quienes ha llegado la plenitud de los tiempos" (1Co 10,11).212 Así el «tipo», anuncia con hechos y palabras en el AT lo que se encontrará en el NT como realidad espiritual futura ya profetizada o manifestada tras la venida de Cristo.i" El av.íwno~ «antitipo» es el segundo término que aparece en los textos que estudiamos. El empleo más antiguo del sustantivo av.íwno~, lo encontramos en Herodoto. Por lo general, el vocablo · expresa varios conceptos en la literatura griega clásica, como algo que 214 repercute: el eco, el reflejo de una luz, una copia, etc. En los textos
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Jéróme et L'Église (ThH 6), París 1966, p. 25. La tipología encuentra sus raíces en la reflexión efectuada por los profetas, por ejemplo el Éxodo, que se concibe como "supérieur a l'Ancien (Is 43,16) et par ailleurs comme présentant un caractére intérieur (Jr 31,33)", in J. Daniélou, Sacramentum futuri, p. 134. 211 Jerónimo, Comm Os, col. 915 C-916 A. 212 Clavier indica que la perspectiva de Pablo la adoptarán todos los Padres, cf. H. Clavier, "Esquisse de Typologíe comparée, dans le Nouveau Testament et chez quelques écrivains patristiques", in Studia Patrística, Vol. IV. Papers Presented to the Third International Conference on Patristic Studies Held at Christ Church, Oxford, 1959 P art II: Bíblica, Patres Apostolici, Historica (TU 79), Berlín 1961, p. 3 7. 213 La utilización de la tip ología en la exégesis patrística ha dado lugar a cuatro sentidos de interpretación: alegórico, literal, moral y anagógico, que se pueden resumir en el díptico medieval de Agustín de Dacia: "La letra enseña los hechos, la alegoría lo que has de creer, el sentido moral lo que has de hacer y la anagogía a dónde has de tender", in A. de Dacia, "Rotulus pugillaris", Angelicum 6 (1929), p. 256. Cf. Y. Bodin, Saint]éróme, pp. 27-31. 214 L. Goppelt, "á,v1:ínmoc;", ThWNTVIII, col. 1470-1471.
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Cf. H. Clavier, "Esquisse", p. 36. Para Grasso en 1P 3,21 el término évrírono; toma el sentido de una imagen pero manda a otra, cf. S. Grasso, "La funzione della figura di Noé nella rilettura cristiano-battesimale di 1Pt 3,19-22", in Nova et velera: mtscellanea in onore di padre Tizjano Lorenzjn, ed. L. Fanin, Padova 2011, p. 255. De la misma opinión es Fritsch, para el que el término ávrírono; en 1P adquiere el mismo sentido de nmoc;. Cf. Ch.T. Fritsch, "TO 'ANTITYIION", in Th.C. Vriezen, Studia Bíblica et S emitica: Theodoro Christiano Vriezen qui munere professoris theologiae per )Q(V annos junctus est, ab amicis, collegis, discipulis dedicata, Wageningen 1966, p. 101. La tipología bíblica es una técnica de interpretación y actualización de los acontecimientos históricos que para muchos estudiosos, es teológicamente la más significativa. Cf. J.W. Drane, "Typology", EQ 50.4 (1978), pp. 199-200; H.L. Ellison, "Typology", EQ 25.3 (1953), p. 162; G. Von Rad, "Typological Interpretation of the Old Testament", Interpreta/ion (1961), p. 177; L. Goppelt, Typos: Die typologische Deutung des A/ten Testaments im Neuen. Anhang: Apoka!Jptik und Typologie bei Paulus, Darmstadt 1969, pp. 239-249. Von Rad ha utilizado además el término para describir la interpretación de la historia que se relaciona con la promesa-cumplimiento y que relaciona el AT
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Una distinción necesaria, es la diferencia entre «alegoría» y «tipología». La proximidad de estos dos términos hace que 1e confundan a veces. La alegoría se podría definir como el recurso dé dar a entender una cosa expresada con otra diferente. Por este motivo hay que buscar el sentido profundo y espiritual de lo expresado cuando se trata de alegoría bíblica.219 Existen algunas diferencias que la distinguen de la tipología. Una de estas diferencias es que la alegoría es un 221 22 fenómeno mucho más racionalista que la tipología. º Para Crouzel, "la diferencia entre alegoría y tipología es, de hecho, la creación de los historiadores «diacrónicos» a través del tiempo y de los autores para seguir una determinada forma literaria". Daniélou, por su parte, opina que lo propio de los Alejandrinos es la alegoría y no la tipología, 222 donde la alegoría sería una herencia de Filón.
Pero ¿qué es la tipología bíblica? Las definiciones sobre la tipología se multiplican entre los estudiosos. D. Baker las reúne en su estudio en dos categorías: la primera corresponde a la idea de prejiguración,223 mientras que la segunda, a la idea de correspondencia.224 Este autor expone el pensamiento de algunos estudiosos, para los que el origen de la tipología se encuentra en el AT. Para Hummel, por ejemplo, este concepto es dominante.225 Por otra parte, S. Gundry tratando la tipología y la predicación en tiempos apostólicos, señala cómo los cristianos tenían que mostrar que el AT hablaba de Cristo y enseñaban el cumplimiento de los tipos y las profecías del AT en el NT. Así "si el ·AT era un libro sobre Cristo, la tipología era un medio de descubrir e interpretar este hecho".226 Sin embargo el autor insiste en el peligro que este tipo de interpretación puede comportar, ya que al utilizar la tipología para mostrar la unidad cristocéntrica de la Biblia, es fácil imponer una unidad artificial. Además es una de las dificultades para distinguir la tipología de la alegoría.227 Es normal que los escritores del NT hayan querido señalar los paralelos con Jesús utilizando la tipología. Pero, como indica Baker, la
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con el NT. Cf. D.L. Baker, "Typology and the Christian Use of the Old Testament", in Tbe F.ight Doctrine jrom tbe Wrong Texts? / Esst91s on tbe Use of tbe 0/d Testament in tbe New, ed. G.K. Beale, Grand Rapids 1994, p. 313. San Agustín define la alegoría como "un tropo con el que se hace entender una cosa con otra (quid est ergo allegoria, nisi tropus ubi ex afio aliud intellegitur)", in Agustín de Hipona, De Trinitate XV, 9, 5. Dentro de la alegoría se distinguen de manera clásica tres tipos: la alegoría literal, la bíblica y la mística. Véase R. Hoornaert, "Allégorie", in DSp I, col. 310-314. G. Van Rad, "Typological", p. 177. Del Agua Pérez piensa que "la distinción entre alegoría y tipología es vaga y de origen moderno. Un modo de diferenciarlas es ver si su contenido prescinde de la historia de lo narrado o se basa en ella. En el primer caso se trata de alegoría, en el segundo de tipología", in A. Del
Agua Pérez, El método, p. 74, n. 129. H. Crouzel, "La distinction de la typologie et de l'allégorie", BLE 65 (1964), p.171. Esta distinción "a-t-elle remarqué, ou cru remarquer, que toutes les exégéses spirituelles des deux premiers siécles répondent seulement a la dimension horizontale de la "typologie" et que la dimension verticale de "l'allégorie" apparait seulement avec les Alexandrins. Mais elle ne se demande pas si une telle distinction correspond a quelque chose dans la pensée de ceux a qui elle est atribuée", in H. Crouzel, "La distinction", p.172. Crouzel muestra que en Orígenes, por ejemplo, no hay una diferencia clara entre tipología y alegoría. · 222 Cf. J. Daniélou, "Traversée de la Mer Rouge et Baptéme aux premiers siecles", RSR 33 (1946), pp. 405.416. H. de Lubac, siguiendo a Daniélou y basándose en la obra de Orígenes, expone como la tipología sería como la parte dogmática
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elemental, ligada estrechamente al bautismo. Cf. H. de Lubac, "Typologie et allégorisme", RSR 34 (1947), pp. 221-222. Fritsch define rúnoq como "an institution, historical event or person, ordained by God, which effectively prefigures sorne truth connected with Christianity", in C.T. Fritsch, "Biblical Typology: N: Principles of Biblical Typology", BS 104 (1947), p. 214. Cf. L. Goppelt, Ijpos, pp. 18-19. Así Eilison opina que "the types of the Old Testament are not so much prophetic pictures of Christ or the Christian as parallels and analogies given by God on another plan of revelation", in H.L. Eilison, "Typology", p. 161. Cf. W.H. Lampe, "The Reasonableness of Typology", in W.H. Lampe - K.J.W. Ollcombe, Esst91s on Ijpology (SBT 22), London 1957, pp. 9-38. In D.L. Baker, "Typology", pp. 315-316. S.N. Gundry, "Typology as a Means of Interpretation: Past and Present'', JETS 12.4 (1969), p. 234. S.N. Gundry, "Typology'', p. 235. Está claro que la tipología del NT es completamente cristológica en su enfoque. Para Bilis la lectura tipológica que se hace de las referencias veterotestamentarias en el NT, es cristocentrista. Así "Jesus is the "prophet like Mases" (Acts 3, 22f.) who in his passion brings the old covenant to its proper goal and end (Rom 10, 4; Hebr 10, 9f.) and establishes a new covenant (Lk 22, 20,29)", in E.E. Bilis, Propbecy, p.166.
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tipología es principalmente la comprensión del NT, ya que "el NT es a la vez el cumplimiento tipológico de la historia de salsación del AT y una profecía tipológica de la consumación futura"228• A propósito de la tipología, Baker relata algunos usos incorrectos del término. Para el autor, la tipología no es una exégesis, ni una profecía, ni una alegoría, ni un simbolismo, ni un método o sistema. La tipología es "el estudio de los tipos y de las correspondencias históricas y teológicas entre ellos; la base de la tipología es la actividad constante de Dios en la historia de su pueblo elegido"229• Por otra parte, Muñoz León ha estudiado la tipología desde una nueva perspectiva: como principio del deráf. La tipología en el NT es "el principio de lectura, de interpretación y de comprensión del AT para el Derás neotestamentario'Y'", El autor, tomando como base el trabajo de Goppelt, define el runo<; como un acontecimiento, personaje o institución que adquiere un sentido más allá del inmediato. De esta manera la tipología "se sustenta en las columnas del cumplimiento mesiánico, cristológico y eclesiológico"231• Del Agua prefiere hablar del deráf alegórico-tzpológica232, cuya definición coincide con la expuesta
anteriormente sobre el 't'Únoc;.233 En la literatura peritestamentaria y en la literatura rabínica, se encuentra un recurso de interpretación similar pero aplicado a las figuras patriarcales.234 Así por ejemplo, los acontecimientos vividos por Abraham son una prefiguración de lo que tendrá que vivir Israel.235 La formulación más antigua según la cual los acontecimientos vividos por los padres son un signo para los hijos ( 7::, tPJJ? l;>j"O m:::iió '.171"!'\lll ;-m), se encuentra en el comentario al Génesis de R. Mose b. Nahman. El principio tipológico se resume en la regla que encontramos en GnR 40,6.236
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D.L. Baker, ''Typology", p. 317. Ibid., p. 328. D. Muñoz León, Derás. Los caminos y sentidos de la palabra divina en la Escritura. Primera serie: Derás targúmico y derás neotestamentario (BHBib 12), Madrid 1987, p. 230. Se comprende el término «deráf» como "la manera peculiar (en el NT y en el judaísmo antiguo) de buscar y deducir el sentido del texto bíblico mediante una serie de procedimientos (lectura, decantación semántica, argumentación, examen del contexto, lugares paralelos, es decir, recurso a otros lugares de la Palabra escrita o de la tradición, etc)", in D. Muñoz León, Derás, p. 20; A. Del Agua Pérez, El método, pp. 33-49. A. Del Agua Pérez, El método, pp. 33-49. Cf. A. Del Agua Pérez, El método, p. 74, n. 129. Una mirada detallada revela el uso de la alegoría presente en los Padres y su diferencia con la tipología, por lo que no pensamos que la distinción entre tipología y alegoría sea moderna y vaga como afirma Del Agua. Ya en la primera mitad del siglo II, Clemente de Alejandría utilizará tanto la tipología como la alegoría. Cf. J. Daniélou, "Typologie et Allégorie chez Clément d'Alexandrie", in Studia Patristica, pp. 50-57.
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El autor considera este tipo de Derás como un recurso que "se funda en la continuidad y coherencia del plan y de la obra de Dios: a las personas, instituciones, sucesos y cosas del pasado. Las primeras son tipo, las segundas antittpo (las del AT tienen correspondencia en el NT)", in A. Del Agua Pérez, El método, p. 74. Sobre la exégesis rabínica, véase J. Bonsirven, Exégese Rabbinique et exégese Paulinienne, Paris 1939; A. Samely, "Between Scripture and its Rewording: Towards a Classification of Rabbinic Exegesis", JJS 42 (1991), pp. 39-67; M. Perani, "L'interpretazione della Bibbia presso i Rabbi: Aspetti dell'ermeneutica rabbinica", RivBib 45 (1997), pp. 329-346; W.D. Davies, Paul and Rabbinic Judaism, London 1979; E.P. Sanders, Pau! and Palestinian Judaism. A Comparison of Patterns of Religion, London 1977; J. J eremias, "Paulus als Hillelit", in Neotestamentica et semítica: Studies in Honour of Matthew Black, ed. E.E. Ellis - M. Wilcox, Edinburgh 1969, pp. 88-94. Manns ha analizado las técnicas rabínicas en el Evangelio de Juan mostrando como son técnicas conocidas en la época neotestamentaria. F. Manns, "Exégése rabbinique et exégése johanique", RB 92-4 (1985), pp. 525538. F. Voltaggio observa como las pruebas a las que es sometido Abraham es un topos de la literatura midrásica. Véase F.G. Voltaggio, La oración, pp. 132, 407. Sobre un estudio de la regla en varios textos, véase M. Remaud, Á cause des Pires. Le ''Mérite des Pires" dans la tradition juiue (CollRE] 22), Paris - Louvain 1997, p. 52-80. Cf. J.W. Bowker, The Targums, pp. 92. 230. Este uso interpretativo se encuentra también en escritores cristianos como Teodoro de Mopsuestia, Afraates etc. Cf. A. Levene, Tbe Ear!J Syrian Fathers on Cenesis, from a Syriac MS. on tbe Pentateuch in tbe Mingana Collection. Tbe First Eighteen Chapters of the MS. Edited with Introduction, Translation and Notes and Inciuding a Stuc!J in Comparative Exegesis, London 1951, pp. 87.316. GnR 40,6: "Todo lo que se encuentra en la Escritura referido a Abraham está escrito también respecto a sus hijos (1'J::l::l ::i1n:i ,ci;,i::i~::i ::i1n:illl :"11~)". Aplicaciones
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Cap. II. Elpaso del Mar Rqjo 178 La búsqueda de la correspondencia entre las diferentes partes de la Biblia, donde la Biblia se interpreta a sí misma, es una técnica rnidrásica clásica y se encuentran ya aplicaciones prácticas en la literatura tanaítica.237 A pesar de la datación textual tardía de Génesis Rabbah (hacia el V siglo), no significa que la regla no fuese utilizada o conoci238 da anteriormente.
Il. l. ESTUDIO DE LAS TRADICIONES
Saulo, también llamado Pablo239 se ha formado en las tradiciones de Israel,240 transmitidas oralmente y de las que el apóstol conoce y hace uso como buen discípulo de Gamaliel.241 En este punto trataremos de determinar los textos y las tradiciones que se encuentran como trasfondo de 1Co 10,1-5.242 Para Ellis hay dos exposiciones del AT en de esta regla se encuentran también en t.Sot 8,6; GnR 48,7; 54,5; 60,5; 78,5. En Tan Lekh Lekhá 9 se encuentra la regla pero atribuida a un amoraíta palestino 237
del s. N. Así MekhY comienza buscando las correspondencias entre Ex 12 y Ex 6,28. Cf.
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M. Remaud, A cause des Pires, pp. 52-80. Levene ha mostrado como esta regla es utilizada por escritores cristianos ya en
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el siglo III. Cf. A. Levene, The Ear!J. Cf. Hch 13,9. Bonsirven argumenta sobre este aspecto, que "le jugeant suivant ces príncipes, le juif, devenu chrétien, déchiffre dans son histoire sainte et dans ses Écritures sacrées un sens nouveau qui dissipe quantité de ténébres énigmatiques", in J. Bonsirven, Exégese Rabbinique, p. 268. Citando la 1 Co, Ellis explica: "In rabbinic writings the terms, 'deliver' (iD~ = 1tapo.8toóvm) and 'receive' ('?::i¡, = 1tapo.'.A.aµ~ó.w:tv), are sometimes found as technical terms for the transmission of such traditions, and they are employed similarly by New Testament writers", in E.E. Ellis, "Traditions", p. 481. Cf. Hch 22,3. Gamaliel, llamado el "anciano", nieto de Hillel, padre de R. Simeón ben Gamaliel I (en la época de la guerra de los judíos) y abuelo de R. Gamaliel II (ca. 90-11 O), hilelista él mismo, influyó notablemente en Pablo. Su fama se extendió tanto que la tradición rabínica habla de su muerte; m.Sot 9, 15: "Cuando Rabbí Gamaliel el Anciano murió, la gloria de la ley cesó y la pureza y la abstinencia murieron". Sobre la influencia de Hillel en Pablo, cf. J. Jeremías, "Paulus als Hillelit", pp. 88-94. Sobre el estudio de las tradiciones en la 1Co, cf. E.E. Ellis, "Traditions", pp. 481-502.
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la 1 Co: en 1 Co 2,6-16 y 1 Co 1 O, 1-13 donde es posible que el apóstol haya utilizado material de la tradición. En particular nuestra perícopa ha sido clasificada por un gran número de investigadores como una «pieza literaria preexistente».243 A lo largo de la historia, los lectores y estudiosos de la perícopa han estado de acuerdo en ver como primer trasfondo literario el acontecimiento del éxodo, especialmente el paso del Mar Rqjo, además del milagro del maná y el agua en el desierto, en los que el evangelista de los gentiles se ha apoyado para elaborar su texto. Es necesario, en este punto de la investigación, realizar un estudio sistemático de los textos que se encuentran como "trasfondo" del texto paulino. 1. Todos bajo la nube No pretendemos realizar en este punto una investigación sobre las tradiciones de la nube, pues ya ha sido elaborada ,Por Luzárraga, pero sí queremos centrarnos en algunos aspectos del Exodo, ya que Pablo se refiere a estos acontecimientos vividos por el pueblo en esta perícopa. De esta manera, estudiaremos la función de la nube en el Éxodo y sobre todo en el paso del Mar Rqjo. Pablo comienza su explicación de los fenómenos acontecidos en el desierto recordando como "nuestros padres estuvieron todos bajo la nube (úno 1r¡v vscpD,:r1v)" (1Co 10,1). Pero el texto del Éxodo al cual, en principio, se refiere Pablo, no presenta al pueblo bajo la nube. El Libro del Éxodo, en su referencia al paso del Mar Rqjo, presenta a la nube como una columna que acompaña al pueblo de Israel y va delante de él guiándolos y 244 alumbrándolos, no como una cubierta (Ex 13,21-22) : ''Yhwh marchaba delante de ellos: de día en columna de nube, para guiarlos por el camino y de noche en una columna de fuego, para alumbrarlos, para caminar de día y de noche. No faltó una columna de nube el día y una columna de fuego la noche delante del pueblo".
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Cf. E.E. Ellis, "Traditions", p. 490. Para Jeremías está claro que Pablo hace referencia de un midras muy antiguo. Cf. J. Jeremías, "Der Ursprung der Johannestaufe" (ZNW28) 1929, p. 314. Sobre la nube como columna, cf. J. Luzárraga, Las tradiciones de la nube, pp. 108121.
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La narración de la nube como cubierta no se encuentra en el relato del Éxodo del TM. Esta tradición aparece en el libro ole Números, donde la nube está sobre el pueblo. Para entender mejor el origen de· la tradición que Pablo utiliza, estudiaremos algunos versículos donde la nube aparece sobre el pueblo y veremos como la transmisión del texto ha sido interpretado de varias maneras, pasando de cubierta a protección. Comenzaremos analizando el primer versículo donde emerge la nube sobre el pueblo en Nm 10,34.245 Es importante situarnos en el contexto. Israel se encuentra después de la Teofanía del monte Sinaí. El pueblo parte del monte del Señor, el Sinaí, pero el autor indica un dato interesante: el arca de la alianza va delante del pueblo. En la descripción del orden del viaje aparece la nube sobre el pueblo. Cabe preguntarnos cuál es la tradición que sigue Pablo al situar la nube como cubierta antes del paso del Mar Rojo si el Pentateuco aparentemente la sitúa después. Para ello se estudiarán las tradiciones que 246 tienen origen en las versiones de dos textos: Nm 10,34 y Nm 14,4.
a) Nm 10,34. Sinopsis de las versiones lJlil TM 1J¡;t'7li ;-JJ;-J; 247 Kat TJ VE
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Cap. II. Elpaso del Mar Rojo
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Para Luzárraga "la mención repentina de la nube, introducida en v. 34 sin relación al contexto, donde se habla sólo de la actuación del arca (vv. 33.35s.), parece un comentario marginal de algún escriba [ ...] El escriba, que notó la falta de la nube cobertora, acompañante del Arca en la tradición sacerdotal (Ex 40,34; Nm 9,15-22; 10,12), la insertó en este momento junto a la mención del Arca, ocasionando que se introdujera en diversos lugares según los diversos textos hebreos, que están en la base del TM y LXX", in J. Luzárraga, Las tradiciones de la nube, p. 89. Como la edición crítica de la Vetus Latina para el libro de los Números no ha sido todavía publicada, utilizaremos la versión editada por Sabatier cuando aparezcan variantes con respecto a la Vulgata. Cf. P. Sabatier, Bibliorum Sacrorum: latine versiones antiquae seu Vetus Italica, et caeterae quaecumque in Codicibus Mss. & antiquorum libris reperiri potuerunt. Tomus Primus, Remis 1748. La versión griega de los LXX ha trasladado este versículo al v. 36.
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b) Traducción del Te:hoy sus versiones248
TM: Y la nube de Yhwh249 sobre ellos de día en su dejar el campamento. LXX:250: Y la nube hacía sombra (crKtásoucra) sobre ellos de día en el desplazar de ellos del campamento. Vg. Y la nube del Señor era sobre ellos de día, durante el viqje (cum incederen~. Peí: Y la nube del Señor [estaba] sobre ellos de día, cuando partían del campamento. TgOnq: Y la nube de la Gloria de Yhwh hacía sombra sobre ellos (?tJ¡j 11:i'l?ll) en el día en su desplazar de ellos del campamento. 24B
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Realizaremos una traducción literal de los textos aunque desde el punto de vista de la lengua española no sean correctas las frases, para remarcar mejor las diferencias en las traducciones de las diversas versiones. Se pondrá en cursiva lo añadido al TM. La traducción de las glosas M e I se llevará a cabo si constituyen un elemento importante para nuestro estudio. Para Luzárraga, "la expresión 'la nube de Yhwh' parece ser una fórmula pregnante - y por tanto secundaria - para la idea: la nube en la que se manifiesta especialmente Yhwh. Esta nube, si se da a la expresión '!Jhm el sentido de 'rodeándolos sobre', presenta la forma de 'cubierta', que será la nube típica de Yhwh en el Sinaí (Ex 19,16; 24,15b-18) y después del Sinaí en su conexión con el Arca (Ex 40,34-38)", in J. Luzárraga, Las tradiciones de la nube, p. 89. Los LXX trasladan el v. 34 del TM al v. 36.
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Cap. II. Elpaso del Mar Rqjo
TgN: Y la nube (M: de la Gloria de Yhwh sobre ellos) de la Gloria de la Sekináh de Yhwh era una protección (11:1?!j'~:J ;,~~'N:J ,:m ;,i,i m¡ ;,m'Jlll) durante el día en su desplazar (M: en su desplazamiento [otra forma de verbo]) de ellos del campamento.251 TgPs]: Y la nube de la Gloria de la Sekináh de Yhwh hacía sombra sobre ellos ??!j~) en el día en su desplazar de ellos del campamento. c) Análisisy estudio de la tradición252
Retomando el texto de Sb 19,7, se puede ver cómo el autor parece evocar los orígenes de la creación inicial, que se transforma para proteger al pueblo:
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El TM menciona a la nube que está sobre el pueblo, sin ninguna mención de la acción que pueda producir. La traducción que dan los LXX introduce un concepto nuevo que es el hecho de "hacer sombra", efecto que produce la nube al estar sobre el pueblo. El verbo empleado CTKtásco lo encontramos en esta forma sólo una segunda vez en Sb 19, 7, cuando describe el paso del Mar Rqjo. 253 TgOnq y TgPs] retoman la interpretación que dan los LXX afirmando que es la nube de la Gloria de la Sekináh de Dios lo que produce sombra sobre el pueblo.254 Para TgN, esta misma nube es una "protección". Se deduce también la acción de "hacer sombra" como "una protección, una defensa" contra los efectos nocivos del sol. Las interpretaciones son cercanas entre sí pero se advierte como TgN se distancia de la interpretación de los LXX.255 251 252
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Sobre la Sekináh, cf. E.E. Urbach, Les sages, pp. 43- 72. Debido a la corta extensión del texto se ha preferido reunir aquí el análisis de las versiones y el estudio de la tradición. Sobre el verbo crKiásm, cf. Liddell - Scott, p. 1610. La tradición de la nube que da sombra aparece también en el Pseudo-Filón donce leemos en lAB 15,5 "et nubem posui in umbraculum capitis eorum". Esta nube que "hace sombra" podría aludir al paso de Gn 1, 1-2, donde el Espíritu de Dios recubre las tinieblas y la faz del abismo. Parece que el autor del libro de la Sb sigue el esquema de la creación. Cf. J. Vilchez Lindez, Sabiduría (Nueva Biblia Española: Sapienciales V), Estella 1990, p. 456. El verbo utilizado para expresar este hecho es el verbo ',',~, que es utilizado en TgOnq en esta forma sólo una vez más en TgOnq Nm 14,14. A su vez el TgPs] lo emplea dos veces más, en Ex 40,38 y Nm 9,15. Cf. La voz ',',~ en Jastrow, p. 537. Cf. Melitón de Sardes, Pasch, § 84; Juan Damasceno, Trans, col. 848. Filón de Alejandría interpreta también la nube como protección. Cf. Filón, Her 203s, aquí Filón ve una triple función en la nube: de defensa y de salvación para los amigos --->
Sb 19,7: "La nube sombreaba (crKtásoucru) el campamento; y donde había antes agua (ÉK OE npoücpccr-r&wc; Mmoc;), ha sido vista una apariencia de tierra seca, del Mar Rojo un camino sin trabas (É~ Épu0pcic; 0u11,ácrcrr¡c; óooc; aveµ1tó8tmoc;) y una llanura verdeante de la 256 ola poderosa (xoi XA01l
1
Notamos dos hecho importantes: el primero es que la nube se sitúa antes del paso del mar. De este modo aparece ante nosotros una tradición diferente de la que ya hemos visto hasta ahora. El tema de la nube como protección lo encontraremos más adelante en la interpre·tación que da la tradición a Nm 14, 14 y explícitamente la que da 57 Jerónimo en la • Y el segundo es que comienza a entreverse un argumento nuevo y es la relación de la nube con el paraíso. Esta última correspondencia aparece fortalecida en el Targum. Según el
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256
y de ofensa para los enemigos. Además la nube está conectada directamente con el don de la sabiduría. En Filón, VitMos 1,178, el autor retoma el argumento con más fuerza y más riqueza en los detalles. El adjetivo :x,11,or¡cpópoc; es un hápax en el conjunto de la biblia, recuerda el sustantivo :x,11,mpóv o el adjetivo :x,Ampóc; que encontramos utilizados en Gn 1,30
y Gn 2,5 cuando se describe la creación. En la expresión :x,11,or¡cpópov m:oíov,
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:x,11,or¡cpópov es un adjetivo literario poético utilizado en la literatura griega clásica y aparece en la obra de Eurípides (Phen, 647.653), donde habla de la nueva vegetación que recubre la tierra en primavera. El segundo término, m:füov, es un sustantivo que se encuentra también en Is 63,13-14 (LXX), donde Isaías hace una comparación relacionada con el paso del Mar Rojo. Este versículo del libro de los Números se sitúa en un contexto donde el pueblo está en rebelión contra Moisés. Moisés realiza una oración de intercesión. Es en está oración de intercesión donde Moisés recuerda como la nube se ha mantenido siempre sobre el pueblo, caminando con ellos. Nm 14,14: "Han escuchado que tú, Yhwh, estás en medio de este pueblo, que ojo en ojo tu eres visto Yhwh; y que tu nube se mantiene sobre ellos (1:l;J'.7l/ i~il -;ml/1) y en la columna de nube caminas delante de ellos de día (1:lr,Ji' 1:l;J'J;l? -;¡'.7;, ;i.!J~ m• i~ll:;H) y en la columna de fuego por la noche".
Cap. II. Elpaso del Mar &jo
Cap. II. Elpaso del Mar Rqjo
TgN,258 una nube subía desde la tierra al cielo e irrigaba la tierra. Para
e) Traducción del Texto TM: Y tu nube se levanta sobre ellos (097;¡ 1~37). LXX: Y tu nube se ha mantenido sobre ellos (éeéormcsv en' (ll)'tIDV). Vg: Y tu nube que protefa (protega~ a ellos. Pei: Y tu nube se levanta sobre ellos. TgOnq: Y tu nube cubriendo (?~¡j) sobre ellos. TgN: Y la nube de la Gloria de la Sekináh (1I1J':J1Zl 1P'N 1Jl.11) estaba (M: encima de ellos) sobre ellos. TgPs]: Y tu nube cubriendo (?'?~¡j) sobre ellos.
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TgPs] Gn 2,6, la nube que irriga la tierra es una nube .que viene de debajo del trono de gloria259 y en TgPs] Ex 35,27-28, del torrente· Pishon la nube trae piedras preciosas, aceite, aromas para el incienso del jardín del Edén destinadas a embellecer el efod y el pectoral utilizados en la liturgia. Como veremos más adelante, esta relación vuelve aparecer en el paso del Mar &jo. U na vez más encontramos la afirmación que la nube de Yhwh se mantiene sobre el pueblo. Al mismo tiempo la nube guía al pueblo ya que camina delante de ellos. Especialmente interesante es el Sal 78,14 donde a propósito de la nube, el salmista canta260: ''Y los guiaba con la nube de día (r::im:1 1~V~ tl1,1i') y toda la noche con la luz del fuego". Vemos como el salmista utiliza la nube como un instrumento que Dios emplea para guiar a su pueblo. d) Nm 14, 14. Sinopsis de las versiones
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Cf. TgN Gn 2,6. Una nube que irriga la tierra delante del pueblo de Israel la encontramos en el relato del Éxodo según la tradición hebrea (cf. SNm § 83; MekhYWayehi Besallah 1). Cf. TgPs] Gn 2,6: "Y una nube de gloria (Niji' llY1) bajaba de debajo del trono de gloria (Niji' '0i1::l) y se llenaba de agua del océano (01l'ji1N 17:J tl'l:J) y volvía subía de la tierra y descendía la lluvia (Ni~'l:J n•nNi) e irrigaba toda la superficie del suelo". En Génesis Rabbah se argumenta el fenómeno de la lluvia y el hecho que las nubes se llenan de agua del océano". Cf. GnR 13,9-10. También en b.Taan 9b; b.Yom 75a. El targum de este salmo interpreta que «les hablaba» en lugar de «los guiaba»: Nll?N i1;-Jl::l N'?'? ?::l1 Nl:Jl:J'J NllYJ 11l'i::l11.
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f) Análisisy estudio de la tradición De todos estos textos, lo más relevante es la interpretación que ofrece · la Vg sobre la acción protectora de la nube. Este concepto ya aparece en las versiones de.'Nm 10,34. Para Luzárraga, el efecto señalado por TgPs] "es el resultado de una evolución en la tradición sobre los efectos de la nube como cubierta de Israel"261. El autor señala como el TgOnq representa el texto puente entre TM y TgPs] a causa de la traducción que da en este versículo y como la Vg interpreta como "protección". Por otra parte, también evidencia que los efectos señalados por TgPs] de protección contra el calor y la lluvia, son los descritos en Is 4,Ss.262 Si nos detenemos un momento en el texto de lsaías, observamos como el profeta presenta la nube en un contexto de nuevo éxodo, donde serán llamados santos a los que se hayan quedado en Jerusalén (v. 3) y después de ser purificados (v. 4) actuará la nube. Además esta nube es una creación de Dios para este momento y con una misión específica: 26 1 262
J. Luzárraga, Las tradiciones de la nube, p.
121. La argumentación del autor es que TgOnq traduce el tl;: J7)l 1~i1 del TM como ?~1:J 11;-J'l?Y "haciendo sombra sobre" es decir, cubriendo, que la Vg como hemos visto, ha interpretado como una protección (cf. J. Luzárraga, [bid). La intención del profeta se centra en los efectos benéficos de la nube. Para Luzárraga, la actividad midrásica sobre las tradiciones de la nube como cubierta es anterior a Is 4,5. Cf. J. Luzárraga, Las tradiciones de la nube, p. 122. Ginzberg habla de la nube que acompañaba, cubría y protegía al pueblo. Cf. L. Ginzberg, Les légendes, III, p. 267.
Cap. II. Elpaso del Mar Rqjo
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Cap. II. Elpaso del Mar Rqjo
Is 4,5-6: "Creará entonces Yhwh, sobre todo lugar del monte Sión y sobre sus asambleas, una nube durante el día (!:17;)Í' 1JV) , un humo y un resplandor de llamas de fuego para la noche, porque sobre toda gloria habrá un toldo (;-J~t) ii::i¡,-1,¡,-1,~ ':;J) y una tienda (;i¡,9.1) habrá para sombra contra el calor del día y para refugio y reparo del aguacero y la lluvia". Emergen dos pensamientos importantes que son la concepción de nube como «toldo» ;i~t!, y «tienda» ;i¡,9.. Estas imágenes las retomaremos más tarde en nuestro estudio. La idea de la nube como protección, se encuentra tanto en la tradición oral como en otros libros de la Biblia. En el Salmo 105 del TM, que relee los acontecimientos del Éxodo y los efectos de la nube, encontramos este mismo concepto. La misma interpretación del TM aparece también en el texto de los LXX.263: Sal 105,39: TM: Extendió una nube para cubrir (107;!7 1JV iVl~) y fuego para iluminar la noche. LXX: Extendió una nube por cubierta para ellos (8tcn:ihac:rnv vscpéAriv de; crKÉ7tTIV m'rwic;) y fuego para iluminarlos la noche. También en la literatura sapiencial, continúa esta idea como vemos en Sb 10,17:
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"Pagó a los santos por sus fatigas y los guió por un camino maravilloso (tv ó80 0auµacnñ) y fue para ellos cubierta de día y llama de estrellas la noche (Kai tytvsw auwic; de; o"KÉ7tTIV r¡µépac; Kai de; q,Mya ácnprov TI]V VÚK.a)". Nos volvemos a encontrar con algunos temas que aparecen en Isaías como es el hecho de llamar "santos" a los miembros del pueblo o la función que desempeña la nube como refugio. La utilización de la nube como protección aparece también en el libro del Eclesiástico,
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263 La versión del TgSal 105, 39, coincide con los LXX: K'?'?:::l Kl:1jK?.
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donde el autor expresa la relación entre el hombre y Dios, así como la protección que Dios ofrece como fruto del amor (Si 34,16)264: "Los ojos del Señor [están] sobre sus amantes, protección poderosa y soporte fuerte, cubierta contra la quemadura del sol y cubierta para el [sol de] mediodía (crKén:ri án:o xcóorovoc Kai crKén:ri án:o µscrriµ~píac;)". Sobre el tema de la nube como cubierta del pueblo leemos en el
TgPs] Ex 13, 20: "Y partieron de Sucot, lugar que fueron cubiertos por las nubes de gloria (NiP' 'JJll:::l l'DnnN1) y acamparon en Etan que [está] en el margen del desierto".
Mientras que el TM sólo hace referencia a la salida de Sucot, así como los LXX, elí targum se refiere a un acontecimiento que el pueblo ha vivido en Sucot. Aquí es donde el pueblo recibe las nubes de gloria que lo cubre. Pero si leemos el paso al cual se refiere el targum, es decir, la llegada de Israel a Sucot, descubrimos que la nube no sólo cubre, sino que rodea al pueblo.265 En TgPs] Ex 12,37, el autor introduce la explicación de cómo los Israelitas fueron cubiertos por siete columnas de gloria a la salida de Ramsés a Sucot,266 (TgPs]Ex 12,37): "Y partieron los hijos de Israel desde Pelusion a Sucot a ciento treinta millas. Allí fueron cubiertos por siete nubes de gloria (lN'Dnn'N 1/jn
264 La nube como protección frente a los efectos malignos del sol, aparece en 265 266
fuentes rabínicas y samaritanas. En las fuentes samaritanas, cf. Marqah N,9. Justino se acomoda bien a la tradición samaritana, cf. Justino, Dial 131,3. La tradición de la nube que rodea al pueblo parece ser conocida por algún Padre de la Iglesia, cf. Gregorio Niseno, VitMqys, col. 309 C. Le' Déaut señala que normalmente se entiende el nombre de Sucot como "tiendas". Este elemento podría haber causado una relación entre el Bautismo y la fiesta de Sukkot. Cf. R. Le Déaut, Targum, II, p. 94, n. 34. La inserción de la haggadah de las nubes procede de la interpretación de R. Aqiba como vemos en MekhY Pisha' Bo' 14 a Ex 12,37, donde para algunos Sucot es sólo un nombre de lugar o simplemente cabañas, R. Aqiba lo entiende como "nubes de Gloria", a la luz de Is 4,5-6. Ginzberg también recuerda las siete nubes que preparan el camino. Cf. L. Ginzberg, Les légendes, III, p. 267.
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Cap. II. Elpaso del Mar Rqjo
Cap. II. Elpaso del Mar Rqjo
''Y Yhwh caminaba delante de ellos de día. Como se dice: siete nubes [había] y Yhwh marchaba delante de ellos de día en la columna de nube. Y tu nube se mantiene sobre ellos y en columna de nube (Nm 14,14) y en la permanencia de la nube (lJ:17;-J 1'iN;-J:J1) (Ex 9,19); y cuando la nube se levantaba y si la nube no se levantaba porque la nube de Yhwh [estaba] sobre el Tabernáculo (Ex 40,36-38). Había siete nubes: cuatro en los cuatro lados, una encima y una debajo, una que iba caminando delante de ellos, levantando todas las depresiones y allanando todas las elevaciones, porque se dice: Todo valle será alzado y toda montaña y colina serán allanadas y será lo quebrado en terreno llano y las asperezas en llano (Is 40,4). Y andaba matando serpientes y escorpiones, limpiando y rociando delante de ellos".
Nii'' 'JJ:17 !1:17:Jlll): cuatro sus cuatro lados y una sobre ellos (1n1 11;-i,,,i,:11~), para que no bajase sobre ellos lluvia o granl2o y que no fuesen quemados por los ardores del sol y una por debajo de ellos c,,;-ii, :17¡i,~ 1m), para que las espinas no les hiciesen ningún mal, ni las serpientes ni los escorpiones y una iba delante de ellos ( i,"!j~ in, 11:1'~11i'), para aplanar los valles y rebajar las montañas, para prepararles un lugar para acampar".
En el texto del TgPs] aparecen reflejados algunos elementos que ya hemos encontrado como la constante función que la nube desarrolla protegiendo al pueblo contra la lluvia ·y las quemaduras del sol. Sin embargo el autor del TgPs] añade varios elementos especificando la función defensiva de las siete nubes: aplanar el camino, evitar espinas y defender contra el posible ataque de serpientes y escorpiones. Otro texto que identifica estas siete nubes es el de SNm § 83:
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"He aquí las siete nubes (tl'JJ:17 ;-J:17:Jlll 'i;-J), eran cuatro de las cuatro direcciones y una por arriba (;-,i,:17~i,~ 1nN1) y una por debajo ( 1nN1 ;-J¡j~i,~) y otra por delante (tl;-J'J!Ji,~ 1nN1), allanando lo elevado, elevando lo hundido, matando serpientes y escorpiones, limpiando y rociando agua por delante".
La mención de estas siete nubes de gloria es retomada por TgPs] Nm 33, 5 cuando recuerda las etapas del desiertot": ''Y partieron los hijos de Israel partieron de Pelusion y acamparon en Sucot, lugar donde fueron cubiertos por las siete nubes de gloria
En este texto de la Mekhilta', vemos reunidas las diferentes tradiciones a las cuales nos hemos ya referido. El autor muestra la nube que se mantiene spbre el pueblo, haciendo referencia a Nm 14,14. Continúa la presentación de la función de la nube como protección, abriendo paso al pueblo, aplastando escorpiones y serpientes y allanando el camino para facilitar el viaje.269 El texto, a todo lo expuesto anteriormente, añade un elemento nuevo, la nube es además el vehículo, función que realiza, de las siete nubes, la que está bajo el pueblo. Esta tradición de la función de la nube como medio de transporte es muy antigua, como podemos comprobar en los textos del Pseudo-Filón:
(Nii'' 'JJ:17 I1:17:JIZl 1N'!JnI1N1 NiI1N)".
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La Mekhilta'268 es otro buen ejemplo de este tipo de interpretación (MekhYWayehi Besallah: 1):
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Cf TgPs] Dt 32,10, donde se recuerda también la protección del pueblo por las siete nubes de gloria. La indicación del número siete corresponde a las siete veces que se menciona la nube en el texto bíblico desde Ex 13,21 hasta el final de las citas en Ex 40,36-38. Para Luzárraga la tradición es anterior a la prueba "que es una confirmación de la misma", ya que son más de siete el número de ocasiones que está citada la nube. Cf. J. Luzárraga, Las tradiciones de la nube, p. 149; T. Martínez Saíz, Mekhilta de Rabbí Ismael- Comentario rabínico al libro del Éxodo (BibMid 16), Estella 1995, p. 121, n. 18. Hemos preferido dar las referencias de dichos pasajes en el texto y completar entre paréntesis el texto, cuando sea necesario, para una mejor comprensión del
-
189
2 69
mismo. Estudiaremos sobre todo el texto de la Mekhilta' de Rabbí Ismael, aunque tendremos en cuenta también el texto de la Mekhilta' de Rabbi Shimon ben Yochai. Sin embargo cuando mencionaremos el término Mekhilta', sin especificar su autor, nos referiremos a la de Rabbí Ismael. Is 40,3-5 evoca la acción de aplanar los valles y rebajar las montañas en la perspectiva de un nuevo Éxodo para el pueblo, en un anuncio de liberación. En la literatura tanaítica encontramos el tema de la nube que mata serpientes, escorpiones1 protege de animales peligrosos y allana el camino. Cf. TanB Nm Wayyedabber 2; MekhYWayehi Besallah 1; TanB Gn Besallah 15. Sobre Nm 21,6 tanto el TgN como TgPs] relatan· como a causa de la murmuración del pueblo contra Dios por la comida, Dios hace memoria de todo lo que ha hecho por ellos en el desierto y manda las serpientes contra ellos, ya que la serpiente cuando fue maldecida no murmuró por el alimento. Cf. Nm 21,6; Flavio Josefo, Ant 2,245; Sb 11,15; 17,9; Si 25,22; Tg Ct 2,14.
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LAB 23,10: '
Será una nube que llevará a los israelitas a Jerusalén y al cielo al final de los tiempos.271 El tratado de Pesikta Rabbati, colegando Is 66,23 con 60,8, interpreta que cada luna nueva y cada sábado, los israelitas de todo el mundo vienen a Jerusalén para rezar, transportados en nubes y después, llevados a casa.272 La función de transporte no anula la función protectora de la nube, a lo que se añaden otros cometidos, como manifiestan los textos que muestran que la nube no sólo protegía y transportaba sino que también lavaba los vestidos de los israelitas273• En los textos anteriores hemos estudiado la nube como cubierta de Israel y el efecto protector que realiza. Para Luzárraga, que ha demostrado que las tradiciones de las discusiones sobre el número de nubes pertenecen al menos al s. II a.C, esta protección 274 se basa en el hecho que la nube «rodea» al pueblo.
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Cap. II. Elpaso del Mar Rqjo
Cap. II. Elpaso del Mar Rqjo
Sobre la datación cf. M. Delcor, "Pseudo-Philo", DBS VII, col. 1371. Los autores varían la datación entre el siglo I a. C. y no más tarde del año 100 d. C. Es interesante notar que esta tradición de Pseudo-Filón sitúa la nube que transporta el pueblo antes del monte Sinaí, tradición que hemos encontrado en la lectura sapiencial. TanB LvTsaw 16: "Pero ellos (los israelitas) ¿como subirán? El Santo les enviará nubes (tl'JJl/ K'::l~) y en ellas volarán". Estudiando estas tradiciones, no es de extrañar la referencia que hace Pablo en 1Ts 4,17 cuando dice que "seremos arrebatados en nubes, al encuentro del Señor en los aires". Cf. TestAbrB X, 1; XV,2. PesR 1,2a: "¿Y cómo llegan en la luna nueva y en shabbat desde el fin del mundo? Pero las nubes irán, los cogerán y los traerán Jerusalén ( l'K::l O'::ll/;-J omK O'Jlllm 1¡;,1:::i:::i OIV O'?'nin~ o;,, 0'?1Vl1'? omK l'K'::l~l) y rezarán allí por la mañana y el que [es] el profeta elogiándolos [preguntará]: ¿Quiénes [son] esos que como una nube vuelan? (;-JJ!lll/n ::ll/:::l K?K '~) (Is 60, 8)". Cf. DtR 7,11; Rashi Dt 8,4; ExR 4,23,11 (esta referencia está tomada de Donsky ya que Girón cita en su traducción como 4, 11.2.7). J. Luzárraga, Las tradiciones de la nube, p. 121. La función de protección de la nube nos lleva a pensar a la fiesta de Sukkot, donde además aparece el símbolo del Espíritu y del agua con las libaciones en el Templo, como se ha visto en el cap. I, cf. R. Vicent, La fiesta.
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Finalmente nótese que en SNm 79 leemos que la nube sólo cubre a Israel y no a las naciones. Ginzberg275 menciona el hecho que las nubes de gloria y la columna de fuego sólo fueron enviadas para proteger a Israel y no a las naciones. No sólo las naciones están fuera de la nube, también los israelitas impuros, cojos, leprosos (Nm 5,2).276 Es una constante que la nube cubre sólo a Israel y no a los incircuncisos. El TgPs] Ex 18,6-7 pone de ejemplo al mismo Jetró, suegro de Moisés. Jetró no puede entrar en el campamento ya que no está circuncidado, es más, impide la circuncisión de su nieto Guersón (TgPs] Ex 4,24), y hace prometer a Moisés que su primer hijo será para la idolatría.277 El midras Mekhilta' de Rabbí Ismael endurece la aproximación de J etró a Moisés a causa de su in circuncisión y de la ayuda ofrecida a Amalek, de lo cual se arrepiente. Las nubes de gloria impiden el acercamiento hasta el punto de que para hablar con Moisés le tiene que escribir una carta. 278 2. To dos atravesaron el mar Algunos autores piensan que ha sido fácil para Pablo hacer el paso de la imagen de la nube y el mar al Bautismo. En un artículo sobre el Bautismo, J. J ererrúas expone que el tertium comparationis en esta perícopa es que de la misma manera que los israelitas fueron envueltos por la nube y por el mar, así el bautizado al sumergirse en el agua es envuelto.279 Pero esta afirmación no supone un paso tan claro, si tenemos en cuenta que el Bautismo significa una inmersión en el agua, ya que el texto bíblico no dice que Israel se sumergiese sino todo lo contrario, que atravesó a pie seco280 (cf. Ex 14,16.22.29). Los
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Cf. L. Ginzberg, Les légendes, III, p. 268. Para Luzárraga, "el Sifré no es autoridad para probar como lo intenta Ginzberg que la nube cubría sólo a los ritualmente puros", in J. Luzárraga, Las tradiciones de la nube, p. 124; Rashi Dt 23,13. Sin embargo, existía una tradición importante sobre la pureza de los que estaban bajo la nube, como lo indican los textos citados. Cf. MekhY'Amaleq Yetro 1, donde se dice: rrn ;,11:::ill'i ;,,;,, ;,'inn 1? ;-J'n'IV p. Cf. Mekh Y 'Amaleq Yetro 1. J. Jeremías, "Der Ursprung", pp. 314-315. Cf. TgN y TgPs] a Ex 14,16.22.29. LAB 10,5-7; 15,5ss; H.L. Strack - P. Billerbeck, Kommentar, Bd. 3, pp. 405-406.
Cap. II. Elpaso del Mar Rojo
Cap. II. Elpaso del Mar Rqjo
que si quedaron sumergidos fueron los enemigos de Israel (Ex 14,18) y de esta manera el Mar Rojo se convierte en un mar de muerte, de destrucción. "' No obstante, hemos visto que la lectura sapiencial da otra interpretación de los acontecimientos del Éxodo. En Sb 19, vemos como el autor lee el paso del Mar Rqjo en una óptica antitética, donde expone el destino mortal de los egipcios que persiguen al pueblo de Israel. Al mismo tiempo, el viaje que realiza el pueblo, resulta ser un viaje maravilloso (Sb 19,5). El acontecimiento de la salvación del pueblo de Israel en el Mar Rojo ha sido ampliamente desarrollado en la literatura bíblica, fundamentalmente en dos aspectos: la destrucción del ejército egipcio por una parte y la salvación del pueblo por otra. En Dt 11,3-4, encontramos la lectura de las hazañas y prodigios que Dios realizó en Egipto contra el faraón y en el paso del Mar Rojo, donde se recuerda la destrucción del ejército cuando fué precipitado en las aguas. Otro paso donde se hace memoria de este acontecimiento, junto al hecho de que el pueblo ha pasado el mar a pie enjuto es en Ne 9,9-11. El autor recuerda las obras y señales que Dios ha obrado contra faraón y su pueblo en favor de Israel.281 De igual forma los Salmos de Asaf cantan la victoria de Dios en el paso del Mar Rqjo (cf. Sal 74,13; 77,20; 78,13.53 y sobretodo Sal 106,9-22). El libro de los Macabeos explicita como el Mar Rojo es lugar de salvación para el pueblo. 1M 4,9: "Recordad cómo fueron salvados (foco0r¡cmv) nuestros padres (oí na.Épcc; i¡µéov) en el Mar Rojo, cuando los perseguía el faraón con fuerza (F,V 8uváµEt)[es decir, su ejército]".
Además este ejemplo le sirve de modelo a Judas Macabeo para pedir en su oración una nueva intervención de Dios para que se repita la misma acción con los enemigos de Israel. Un primer elemento que podemos relacionar con el Bautismo o más bien, con la teología del Bautismo, es el hecho de que Dios salva a su pueblo a través del agua, ya que es en el mar donde los enemigos son eliminados. Pero ¿cuál es el nexo de unión entre paso del Mar Rqjo y el Bautismo? Se ha verificado la relación entre la purificación y el bautismo. La inmersión en el agua es una constante cuando se habla de purificación. Teniendo presente este concepto, parece que Filón interpreta el paso del Mar Rqjo como si fuese una purificación del alma. Leemos en SpecLeg 2,147:
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281
La separación de las aguas no es un hecho natural. La tradición hebrea recuerda como Dios reúne todas las aguas en un sólo lugar, a condición que se dividan delante de los hijos de Israel. Cf. ExR 21,6; MekhY Wayehi Besalla}:t 4; L. Ginzberg, Les légendes, IV, p. 19. A pesar de todo, el mar se rebela y no quiere abrirse. Cf. MekhRSh Wayehi Besallah 14,20-22; MSaí 114,9. La separación de las aguas fue tan importante que no sólo el mar se separó, sino todas las aguas presentes en el cielo y en la tierra se separaron hasta que Israel pasó el mar. Cf. MekhYWayehi Besallah 4; MSaí 18,147; ExR 21,6; L. Ginzberg, Les íégendes, IV, p. 20. El mismo viento del este que trajo el diluvio, separó las aguas. Cf. MekhY Wayehi Besallah 4; MekhRSh Wayehi Besallah 14,20-22.
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"Pero los que tienen la costumbre de dar a los textos una interpretación alegórica, la fiesta del Feliz Paso (8ta~a.i¡pta) hace alusión a la purificación del alma ('l'uxfíc; Ká0apow). Ellos dicen, en efecto, que el hombre enamorado de la sabiduría no se esfuerza en nada que no sea realizar el paso fuera del cuerpo y de las pasiones (TrJV ano wu oóuoro; Kai 'tffiV na0éov füá~amv), las cuales desbordan cada una como si fuese un torrente, si no se interrumpen ni paran su curso por los preceptos de la virtud". La purificación del alma se realiza en esta Pascua o Feliz Paso, que Filón pone en relación con el paso del Mar Rqjo.282 En todos los textos donde Filón comenta la Pascua, establece una relación con el alejamiento de las pasiones a través de una purificación por medio de la práctica de la virtud.283 Filón, en su tratado Legum Allegoriae, interpreta: Ex 15, 1: "Cantaré a Yhwh, esplendorosa es su gloria, caballo y jinete arrojá en el mar en el sentido de que lo que Dios arroja en el mar son "las cuatro pasiones y el pobre intelecto ... Esto es seguramente el punto central de todo el canto"284• 282
283 284
Filón en el De migra#one Abrahami, entiende Egipto como la morada corporal (cf. Migr 23). Define la Pascua como "paso" (Otá~acr~, cf. Migr 25), explicando la salida de Egipto en sentido alegórico: dejar el dominio del cuerpo y de sus pasiones (cf. Migr 151). Filón realiza una equivalencia simbólica entre Egipto "cuerpo, sentidos, pasiones" (cf. Congr 20 y n. 3) y las olas "pasión" (cf. AJJ 3,163). Cf. Filón, Sacr 63 sobre la práctica de la virtud y Her 192-193 sobre la Pascua. Filón, AJI 2,102.
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Debemos tomar en consideración y mantener en un mismo plano dos tipos de lecturas del relato del paso del Mar Rqjo: la 1:?istórica y la espiritual. El hecho histórico no explica la relación bautismal. Sin embargo, a la luz de las interpretaciones de este acontecimiento, se puede comenzar a deducir cómo se ha llegado a la lectura tipológica bautismal del relato del paso del mar. Para Lundberg, los textos de Filón dan una luz de como la liberación de Egipto se convirtió en la 285 ruptura del bautizado con una vida malvada y pecadora. Siguiendo la lectura de los textos, encontramos el Salmo 78, 13-14 que ya hemos mencionado, que explica el paso del Mar Rqjo centrando el acontecimiento en el fenómeno de la interrupción de las aguas para que pase el pueblo. Esta lectura del Éxodo la encontramos también en Filón donde explica de una manera gráfica y detallada como el agua se separa y en el espacio producido entre los dos lados aparece una larga vía que se ha secado en un instante, como una avenida, por donde puede pasar el pueblo (VitMos 1,177). Flavio Josefa relata también el paso del Mar Rqjo. El historiador narra como Moisés después de haber realizado una llamada solemne,
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Cap. II. Elpaso del Mar Rqjo
Cap. II. Elpaso del Mar Rqjo
El itinerario de la liberación del alma de "Egipto", es aplicado por Orígenes en sus Homilías. En las Homilías sobre el Éxodo, Orígenes habla de la salida de Egipto en modo espiritual como un abandono de la concupiscencia y del mundo. Cf. Orígenes, Hom Ex, III, 3. El sentido ético del Bautismo es otro aspecto que también aparece. En las Homilías al Libro de Josuéleemos: "¿Qué tuvo de bueno la marcha en el desierto, es decir, para qué nos sirve el haber renunciado al mundo en el bautismo, si conservamos la rutina del pecado y la inmundicia de los vicios de la carne? Es necesario, que después de haber atraversado el Mar Rojo, es decir, después de la gracia del bautismo, Jesús nuestro Señor haga desaparecer de nosotros las viejas costumbres de los vicios de la carne, para que seamos finalmente liberados del oprobio de los egipcios", in Orígenes, Hom ]es XXVI,2 (trad. propia). Para Orígenes no hay ninguna duda que el paso del mar, al que Pablo hace referencia se refiere al Bautismo: "Ved la diferencia entre la lectura histórica y la enseñanza de Pablo: lo que los Judíos llaman el paso del mar, Pablo lo llama un bautismo", in Orígenes, Hom Ex, V,1. En la homilía al libro de Números confronta Moisés y Jesús, además de poner en paralelo el paso del Mar Rqjo con el paso del Jordán, cf. Orígenes, Hom Num, VII,2,2; XXII,4,3. Cf. P. Lundberg, La typoiogie, p. 117. La lectura del paso del Mar Rqjo unida al paso del Jordán la encontramos también en la tradición hebrea, cf. b.Ber 54a.
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golpea el mar con su cayado y éste, replegándose sobre él mismo se abre, dejando sólo en la tierra un camino despejado de huida para los hebreos (Ant 2,338). El autor actualiza este relato y lo relaciona con un suceso semejante en la historia de Alejandro Magno. No busca el racionalizar el milagro, sino que concede que el hecho pudiera haber sucedido por voluntad de Dios con un fin concreto, la destrucción del 286 ejército del faraón así como Dios destruye el imperio persa. 2.1. Elpaso del Mar Rqjo y la vuelta alparaíso El paso del Mar Rqjo es uno de los acontecimientos más importantes para la historia de Israel. En lo ocurrido (salvación del pueblo y destrucción de los enemigos) se muestra la acción de Dios como 287 signo de la elección y predilección por su pueblo. Para la tradición 288 hebrea, Dios realizó diez milagros durante el paso del Mar Rqjo, de
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Ant 2,347s: "Por mi parte, yo transmito a la posteridad cada uno de estos puntos según los encontré en las Sagradas Escrituras. Y que nadie se extrañe de los insólito de estas narraciones ni dude que hombres antiguos y exentos de maldad encontraron un camino de salvación a través del mar, que esto haya sido por voluntad divina o por casualidad, cuando también ante Alejandro, rey de Macedonia y su séquito, que vivieron ayer o anteayer, se retiraron las aguas del mar de Panfilia y les ofrecieron el paso a través de ellas, cuando no disponían de otro alguno, porque Dios quería destruir el imperio persa. En fin, cada uno interprete estas cuestiones a su manera". Cf. H. Sahlin, "The New Exodus of Salvation According to St. Paul", in Tbe Root of the Vine: Essqys in Biblical Tbeology, ed. A. Fridrichsen, Londres 1953, p. 81. Ginzberg expone la lista de milagros: "La division de la mer ne fut que le premier des dix mitades liés a la traversée des Israélites. Les autres permirent que les eaux forment une voüte au-dessus de leurs tetes; douze sentiers s'ouvrirent, un pour chacune des tribus; les eaux devinrent transparentes comme du verre, permettant aux tribus de se voir; le sol sous leurs pieds était sec, mais se changea en marécage des que les Égyptiens y marchérent; les murs d'eau furent transformés en rochers, contre lesquels les Égyptiens furent jetés et écrasés, alors que devant les Israélites ils s'effriterent, Dans l'eau de mer salée coulait un courant d'eau douce grace auquel les Israélites pouvaient étancher leur soif; enfin, le dixierne miracle fut que cette eau potable congela dans les profondeurs de lamer des que les Israélites eurent étanché leur soif", in L. Ginzberg, Les légendes, IV, p. 21.
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los cuales el primero fue la separación de las aguas.289 Además de estos diez milagros hubo otros como el hecho de que el Jnar daba lo que los israelitas necesitaban o que las aguas crecieron hasta una altura tal que se veían desde todas las naciones de la tierra. 290 En la narración de estos prodigios, nos encontramos de nuevo con la idea de una vuelta al paraíso, de la que ya hemos hecho mención anteriormente y que hemos encontrado en el libro de la sabiduría. Sin embargo, la lectura bautismal del paso del Mar Rqjo es evidentemente tipológica, ya que no existe ningún indicio que justifique este hecho con una lectura bautismal. En el libro de la Sabiduría (19, 1-9) se presenta el relato del paso del Mar Rojo, donde el autor expone las consecuencias del paso del mar por el ejército del faraón e Israel en una óptica marcadamente antitética.291 Leemos en Sb 19,5: "Y mientras tu pueblo emprendía un viaje maravilloso, encontraban ellos una muerte extraña". En este versículo se presenta un recuerdo positivo del paso del mar, ya que aquí el pueblo ha sido beneficiario de una extraordinaria salvación. En contraposición del viaje suicida que realizan los egipcios, el pueblo hace experiencia de un «viaje maravilloso» napáoosov. El adjetivo 289 Cf. MekhY Wayehi Besallah 5; MekhRSh Wayehi Besallal). 14,21-23; b.Sot 37a; PRE42.
29º ExR 21,10; ARNb 38,10; YalqSh 18,764. 291 El autor del libro de la Sabiduría, expone el paso del Mar Rryo en el contexto de
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una nueva creación, teniendo como trasfondo el Génesis. Para Scarpat, basándose en el verbo 8taw1tóro "formar perfectamente", que presenta el texto, considera que "piú che al racconto del Genesi, ci rimanda a Platone, Prot. 320d", in G. Scarpat, Libro della Sapienza III (Bib.TS 6), Brescia 1999, p. 300, n. 2. Pero la mayoría de autores, siguiendo a Beauchamp, opinan que el autor sigue el esquema del Génesis. Cf. P. Beauchamp, "Le salut corporel des justes et la conclusion du livre de la Sagesse", Bib 45 (1964), p. 502ss; E. Zurro - L.A. Schókel, Sabiduría, in L.A. Schókel - al., Eclesiastes y Sabiduría (Los Libros Sagrados 17), Madrid 1974, p. 203; J. Vilchez Lindez, Sabiduría, p. 455; L. Mazzinghi, "Il Cosmo nel libro della Sapienza", in Libri Sapienzjali e a/tri scritti (Logos. CSB 4), ed. A. Bonora - M. Priotto, Torino 1997, p. 396s. Sobrela vuelta al paraíso y el Éxodo cf. G. Bienaimé, "Un retour du Paradis dans le désert de l'Exode selon une tradition juive", in La création dans l'Orient Ancien, ed. L. Derousseaux, París 1987 pp. 429-449.
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1tapá8osov lo encontramos otras dos veces mencionado en el mismo
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libro. La primera es en Sb 5,2 a propósito de la salvación del justo y la segunda en Sb 16,7 en referencia al maná, tema citado por Pablo en la perícopa que estudiamos. Pero volviendo a nuestro «viaje maravilloso», el autor continúa el relato exponiendo en Sb 19,6-7 como toda la creación se vuelve a modelar para salvar al pueblo. La mayoría de los exégetas consultados coinciden en ver en estas palabras el recuerdo de la creación de Gn.292 En esta descripción del paso del Mar Rqjo, además de la lectura como nueva creación que ya se encuentra en el Deuteroisaías, aparece una nueva perspectiva escatológica. A partir del v. 6, el autor utilizará el esquema de la creación de Gn 1,1-2, 4a, aunque no rigurosamente. En el v. 6 el autor recuerda como la nueva creación sirve a un fin, la salvación de los hijos de Dios. En el v. 7 aparece la nube que cubre con su sombra el campamento. Pero ahora nos interesa centramos en el camino que se abre en el Mar Rojo y la llanura verde que menciona el versículo. En primer lugar, algunos autores no dudan en ver una clara alusión a Gn 1,9-1 O donde aparece la tierra seca entre las aguas. En segundo lugar, la hierba verde recuerda a Gn 1,11-13.293 Estas imágenes trasladan al lector a una vuelta al paraíso, al jardín del Edén, de manera que el «viaje maravilloso» del que habla el libro de la Sabiduría al paso del Mar Rqjo adquiere un sentido pleno. El targum Pseudo-Jonathan relata como los hebreos, antes de ser alcanzados por el faraón y su ejército, estaban recogiendo piedras 294 preciosas y perlas a orillas del Mar Rojo que procedían del Edén. Además, expone de manera gráfica el viaje del pueblo a través del mar como si se tratase de un paseo por un jardín maravilloso, lo que justifica la lectura de la vuelta al paraíso.295 En la Mekhilta' aparece la 292
Cf. C. Larcher, Le Livre de la Sagesse ou la Sagesse de Salomon, III (EB.NS 5), París 1985, pp. 1054-1059.
293 Cf. J. Vilchez Lindez, Sabiduría, p. 456; G. Scarpat, Libro della Sapienza III, p. 317; L. Mazzinghi, "Il Cosmo", p. 397.
294 Cf. TgPs]Ex 14,9; TgPs]Nm 33,8. 295 TgPs] Ex 15, 19: "Cuando entraron los caballos del Faraón, con sus carros y sus caballeros en el mar y volvió Yhwh sobre ellos las aguas del mar y los hijos de Israel caminaron por lo seco (KI11Z?:l'::i) en medio del mar. Y allí surgieron fuentes de agua dulce (1~'0::l 111')'l7) y árboles de comida [frutales] (K?:l'~ ')?'K1) y verdura
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tradición de las aguas dulces que surgen en medio de las saladas en el contexto de un banquete festivo. La interpretación que .,.hace el texto se basa en Ex 15,8: · MekhY Syrah Besallah 6: "Se elevaron como un dique (1J). Así como un odre (1J), cuando está atado c,n~), no sale ni entra, así estaba el alma de los egipcios atada (;iii,~) en ellos y los israelitas comían y bebían y estaban alegres. Salió para ellos fuentes de aguas dulces de en medio de aguas saladas, como se dice: Hizo brotar arroyos (Sal 78,16). No arroyos sino aguas vivas (O"n 0'~ !'\?!'\ O'?nJ l'l'\1), como se dice: Fuente de los huertos, un manantial de aguas vivas (O"n 0'~) (Ct 4, 15) y dice: bebe el agua de tu cisterna y los raudales del medio de tu pozo (Pr 5,15)". Es importante la expresión "aguas vivas" en la que el autor insiste: "No arroyos sino aguas vivas (O"n 0'~)". En el AT se localizan varias referencias a las aguas vivas, donde se relacionan por una parte con la purificación y los rituales de sacrificios (cf. Lv 14,5.50; 15,13; Nm 19,17), pero por otra, se identifica a estas aguas vivas con Dios, como señala el profeta Jeremías (cf. Jr 2,13; 17,13)296• En la epístola paulina, observa que el pueblo bebía de una roca espiritual e identifica tal roca con Cristo (1Co 10,4). Es evidente que este texto de la Mekhilta' no está detrás de la exposición de Pablo en 1 Co, sin embargo se percibe un paralelo en la temática con las referencias que hace el autor al comer y al beber en el contexto del Bautismo. Con lo cual es posible que estemos ante una tradición muy antigua de la cual se ha servido Pablo y también la Mekhilta'. Sin duda se trata de un «topos» común de la tradición297•
3. El bautismo en Moisés Hasta ahora hemos estudiado las posibles tradiciones de donde Pablo ha podido apoyarse para poder escribir. Pero el autor no se conforma con recordar sólo los acontecimientos del éxodo, al contrario continúa con una proposición que ha sido una de las más discutidas y problemáticas de la Carta a los Corintios: "Todos en Moisés fueron bautizados, en la nube y en el mar"298• ¿Qué quiere decir Pablo con la utilización del verbo "bautizar"? ¿Existe una referencia al bautismo en esta perícopa? Si realmente Pablo utiliza el verbo en el sentido que conocemos de "Bautismo" ¿Por qué hace referencia a Moisés? Todas estas cuestiones han sido planteadas por la mayoría de los exégetas. El problema de si existe una alusión al Bautismo o no, ha 299 intentado ser explicado de diversas maneras. Algunos autores optan quisse bistorique et szlnifi,cation d'apres /eursprincipaux témoins (CISM 7), Spoleto 1988, pp. 416.441-442. J. Daniélou, Bible, p. 51. La lectura rabínica pone en correspondencia el Éxodo con la salvación mesiánica. El Mesías deberá realizar la salvación del pueblo como lo hizo Moisés en su tiempo. Esta lectura se actualiza en la Pascua judía donde se dice: " K1;-J 17'K::l 17.:1'.!lY ílK íl1K17 tl1K :l"íl 1111 in '?::i:i tl'1'.!l7.:17.:I K:!l'" (En cada generación el hombre tiene el deber de verse a sí mismo como si él hubierasalido de Egipto), in E.D. Goldschmidt, The Passover Haggadah, Jerusalem 1960, p. 53, 125. Cf. F. Manns, Le Symbole, p. 258; H. Sahlin, 298
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expone la transformación del fondo del mar. En el NT las aguas vivas aparecen sobre todo en la literatura Joanea. Así en Jn 4,10; 7,38; Ap 22,1.17. Cf. F. Manns, Le Symbo/e, pp. 285-291. En la literatura patrística la referencia a las aguas vivas aparece ya en el texto de la Didacbé en relación con el Bautismo. Cf. Did7, 1-2. Desde los albores de la Iglesia se aplica la imagen que relaciona el Bautismo, esta agua viva que genera una nueva vida en el espíritu, como una vuelta, en cierto modo, al jardín del Paraíso. Cf. Barn 6,8-19; 8,5; 11,10; Cirilo de Jerusalén, Prot 15; J. Daniélou, "Catechése pascale et retour au paradis", Maison-Dieu 45 (1956), pp. 99-129; V. Saxer, Les rites de /'initiation cbrétienne du II' au VI' siécle. Es-
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"The New Exodus", p. 82. Lundberg no encuentra en el texto de 1 Co una explicación de por qué Pablo ha visto en el paso del Mar Rqjo una tipología del Bautismo y busca la explicación en la concepción que tiene Pablo sobre el Bautismo: "Paul a raccordé a la Mer Rouge les idées du royaume de la Mort. Ce qui n'explique cependant pas pourquoi Paula vu dans le passage de la Mer Rouge un type du baptérne". El autor llega la conclusión que para Pablo "le baptérne a le caractére d'un acte qui transporte le baptisé a travers la Mort dans le nouvel éon", in P. Lundberg, La
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('i'1'1) y frutos finos ('W7.:11), en el fondo del mar". Del mismo modo ExR21, 10 296
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typologie, p. 145. Lierman declara que la tipología de 1Co 10,1-4 podría aparecer razonable en el judaísmo pre-paulino y explicaría el bautismo en Moisés de 1Co 10,2, concibiendo a Moisés como una figura corporativa y unificadora de Israel, no como derivación del Bautismo cristiano en Cristo. El autor continúa explicando que este bautismo en Moisés se puede entender "by suggesting that Jews in Paul's day thought of Moses as a spiritual, unifying figure, into whom J ews could be thought, and perhaps were thought, to be baptized, and that this conception of Moses is the basis for Paul's expression", in J. Lierman, The New Testament Moses,
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por una solución práctica y efectiva: el texto al cual nos referimos ha sido corregido. Aunque sea una hipótesis muy atractiva y't¡_ue explicaría de una forma clara el problema de este versículo, se necesita una gran imaginación para pensar que el texto era claro y sencillo una vez y que, debido a una corrección, se ha vuelto complicado y oscuro.f" Otros autores ven la posibilidad que la expresión bautizados en Moisés habría sido añadida por analogía a la locución bautizados en Cristo, que es parecida pero con complemento agente diverso.i'" De esta manera
la fórmula bautizados en Moisés (ds 'tOV Mroüoñv t~mtricr0r¡cruv) se entendería a la luz de estas proposiciones parecidas que Pablo utiliza en otras epístolas como en Rm 6,3 (t~mt'tícr0r¡µzv ds Xptoróv 'Inooñv) o en Ga 3,27, donde aparece la expresión bautizados en Cristo (de; Xpioróv t~umícr0r¡n:). Ciertamente existe un paralelismo entre las dos formulaciones, pero si tenemos en cuenta la datación de las cartas, el pensamiento del apóstol no ha podido estar influenciado por Gálatas o Romanos cuando escribió la Primera Carta a los Corintios. Por otra parte, la fórmula «bautizados en Cristo» o «bautizados en Moisés» es una abreviación 302 de la fórmula «bautizados en el nombre de Cristo/ Moisés», de manera que el nombre en el cual se es bautizado ocupa una plaza fundamental en el acto del bautismo.i" El mismo Pablo, al inicio de la epístola expre-
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p. 176. Sobre la figura corporativa de Moisés, Ellis expone que en la historia de Salvación, las personas como Abraham, Moisés, David o Jesús tienen una dimensión que abarcan toda nación o raza. Cf. E.E. Ellis, Propbecy, p. 172. Inspirado en un artículo de Héring, Gander supone que Pablo habría escrito en un borrador de la Carta a los Corintios la palabra en arameo nm1. Su secretario, helenístico, confundiendo algunas letras ha transcrito en griego E~ll7t'ttO'll'W. Por este mismo procedimiento Gander llega a restablecer la frase original que sería en griego: Kili 1távn:~ é>ta wu Mroücéo»; otfí)..0ov tv 'tfí VE
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co evidentemente aprossimativo del battesimo in Cristo", in G. Barbaglio, La prima lettera, p. 470. Para Ciampa y Rosner sólo una metáfora, cf. R.E. Ciampa B.S. Rosner, Tbe First Letter, p. 447s. Martelet indica la posibilidad de que la anterioridad de la fórmula de 1 Co 10,2 sea simplemente literaria y que una fórmula bautizados en Cristo haya existido sin que nosotros hayamos tenido otro testimonio que su reflejo en nuestro bautizados en Moisés. Cf. G. Martelet, "Sacrements", 30 2
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p. 333, nota 46. Cf. Excursus: El valor de la preposición ek; en la expresión "ci~ 'tOV Meoüoñv E~ll7t'tÍ0'0T)O'llV" en el estudio del vocabulario, p. 155. Thiselton opina que la preposición "ti~" no tiene un valor locativo sino de adhesión a, de manera que el bautismo en Cristo o Moisés sería la adhesión del candidato al nombre en el cual es bautizado, A.C. Thieselton, Tbe First Epistle to tbe Corinthians. A Commentary on tbe Greek Text (NIGTC), Grand Rapids - Michigan - Cambridge 2000, p. 725. Y sebaert, al igual que Strack y Billerberck exponen que tanto EV como É1ti 'tql óvóuen pueden corresponder al hebreo Cllll7, cf. J. Ysebaert, Greek Baptismal Terminology. Its Ori¡jns and Ear!J Development (Graecitas Christianorum Primaeva 1), Nijmegen 1962, p. 51. Para G.D. Fee la expresión bautizados en Moisés está tomada del Bautismo cristiano "where believers were baptized into Christ (Gal 3,27; Rm 6,3)", in G.D. Fee, The First Epistle, p. 445. Barbaglio indica que eran dos las fórmula en uso en los orígenes del cristianismo: en el nombre de Jesucristo (con varias preposiciones como ci~, É1ti o sv) y en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo (Mt 28,19), cf. G. Barbaglio, La prima lettera, p. 127, n. 107. También A. Robertson - A. Plummer, A Critica/, p. 13. Para Lang, el nombre en la antigüedad está en lugar de la persona con todo su poder. El autor también señala que la fórmula trinitaria del Bautis-
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sa de manera retórica la importancia de ser bautizado en Cristo y no en otro nombre: "¿fuisteis bautizados en el nombre de.Pablo? (11 cii; TO óvoµa IIaúAou e~amícr0TJTc;)" (1 Co 1, 13). · El problema que supone la mención al bautismo en 1Co 10 ha dado lugar a creer que podría tratarse de una interpolación en el texto. No se puede prescindir de este elemento, ya que rompería la estructura del pasaje. Además la mención al bautismo hace que la analogía no se reduzca a los dones de la comida y la bebida espirituales, de los que Pablo hablará más tarde en el curso de la perícopa.P" Una consecuencia aparece claramente y es que Pablo menciona el bautismo y como todo parece indicar es una alusión original del apóstol. Además, la formulación que Pablo emplea "cii; TOV Mcoüofiv e~amícr0ricrav", recuerda a la utilizada en otras partes del NT con el verbo ~amísco y es la de "cii; TO óvoµa" ,305 como ya hemos visto. El nombre es fundamental en la cultura semítica. El primer acto de dominación que realiza Adán después de ser creado es el dar nombre a la creación (Gn 2, 19-20). Sin desvelar ni pronunciar el Nombre, es precisamente en el nombre del Señor en el que se bendice (cf. Gn 4,26; 12,8; Dt 10,8), en el nombre del Señor que David mata a Goliat (1S 17,45), Elías construye un altar (1R 18,32) etc. El hecho de realizar un acto en nombre de alguien, lleva en sí la idea de adhesión a la persona o entidad por la cual se realiza este acto. Por este motivo, se podría deducir que el bautismo en el nombre de Moisés puede ser entendido como una adhesión del bautizado a este gran personaje, entendiendo Moisés como figura de la Torah, es decir una incorporación del bautizado a todo lo que comporta la Ley. Todo ello sin olvidar que detrás de esta expresión se encuentra todo lo que ya se ha estudiado sobre el bautismo de los prosélitos, la circuncisión y la Pascua, lo que refuerza la brusca conclusión del apóstol en el v. 5: a pesar de todo, la mayoría no agradó a Dios.
4. El don del agua En la perícopa paulina aparece una afirmación sorprendente: la roca espiritual que les seguía era Cristo (cf. 1Co 10,4). La declaración de Pablo está precedida por la información de que el pueblo comió de un alimento espiritual y bebió de una bebida espiritual (1Co 10,3). Es evidente que los acontecimientos ocurridos durante la marcha en el desierto están detrás del texto (cf. Ex 16-17),306 pero la referencia de que una roca seguía al pueblo no se encuentra en el texto bíblico. ¿Pablo hace una simple referencia a estos hechos o se sirve de alguna tradición? Ya en 1900, Thackeray, en su estudio sobre Pablo, expone que detrás de 1Co 10,4 se encuentran indicios de una fuente de interpretación targúmica.307 Ellis continúa brevemente con esta pista, pero para el autor el versículo dependería de algunos salmos y de la descripción profética de los hechos de la que Pablo se habría servido para su propósito 'tipológico.i'" Contra esta posición, G. Bienaimé opina que estas conjeturas no tienen un fundamento textual. Para el autor, está fuera de duda que la expresión paulina "la roca espiritual que los seguía" sea una elaboración midrásica más avanzada que los elementos presentados por la tradición targúmica por dos motivos: primeramente porque Pablo resume y sintetiza el itinerario de Nm 21, 19 que el targum traduce; y en segundo lugar porque transporta las características de los pozos a otro episodio del don del agua, esta vez con la roca.309 El autor no encuentra ningún texto antiguo que aplique a la roca las características de acompañar a los israelitas, por lo que deduce que Pablo o bien alude a una tradición oral de la que se ha servido, o ha utilizado su talento de hagadista.i" El argumento es tan
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30s
mo aparece hacia el final del siglo I cf. F. Lang, Le /ettere, p. 39. Wendland opina que "il battesimo nel nome di Cristo, il Signare della cornunitá, e piuttosto il segno della vera unirá della comunitá che non e stata battezata in Paolo o nel nome di altri uomini", in H.D. Wendland, Le Lettere, p. 46. Sobre el problema de la alusión al Bautismo, cf. J.C. Inostroza, Moisés, pp. 180181. Cf. Mt 28,19; Hch 2,38; 8,16; 19,5.
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No nos ocuparemos ahora de las referencias que pueden estar detrás de 1Co 10,3, el "alimento espiritual", pues nos interesan sobre todo las relacionadas con el Bautismo. Véase B.J. Malina, The Palestinian Manna, pp. 94-99; J.'C. Inostroza, Moisés, pp. 50-52.100-102.122-123. Cf. H.St.J., Thackeray, The Relation oj St. Paul to Contemporary Jewish Thought. An Essoy to Which Was Awarded the Kaye Prize far 1899, London - New York 1900, pp. 204-212. Cf. E.E. Ellis, "A Note on First Corinthians 10, 4", JBL 76 (1957), pp. 53-56; G. Bienaimé, Moise, p. 277, n. 15. Cf. G. Bienaimé, Moise, p. 277. Cf. !bid.
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importante que retomaremos el estudio de los versículos más significativos de Nm para sacar nuestras propias conclusiones."
a) Nm 21, 19. Sinopsis de las versiones311 nii'J;¡
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A pesar que Bienaimé indique la unidad entre Nm 21,19-20, presentaremos sólo el v. 19 pues es el que contiene las indicaciones más interesantes para nuestro estudio. Por este motivo realizaremos un rápido análisis de las versiones. Para un estudio detallado del conjunto, cf. G. Bienaimé, Moise, pp. 164-199.
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M I TiPs[ p V
Nu TtN M I TiPs[ p V
Nu TiPs[
b) Traducción del Texto y sus versiones TM: Y de Mataná a Najaliel y de Najaliel a Bamot. LXX: Y de Mataná a Najaliel y de Najaliel a Bamot. VL: Y de Mataná a los torrentes de Dios y desde los torrentes de Dios a la altura (ad torrentes Dei et de torrentibus Dei ad excelsa). Vg: Y de Mataná a Najaliel y de Najaliel a Bamot. Pes: Y de Mataná a Najaliel y de Najaliel a Bamot. TgOnq: Y desde que se les fue dado, descendió con ellos a Najaliel y de Najaliel subió con ellos a la altura (Nni'Ji? 11;-ti'Jl7 Nj;,?0). TgN: Y desde que les fue dado el pozo como don, giraba para ser para ellos torrentes impetuosos (l'i:::J.lni'J r1?m1?)y tras haber sido torrentes impetuosos, giraba para subir con ellos a las cimas de los montes y a bajar con ellos a los valles (I: los valles) profundos. M: (para ellos) torrentes desbordados, volvía a bajar (I: a subir) con ellos a las cima de los montesy a bqjar con ellos a los torrentes prefundos. TgPs]: y desde que les fue dado como don (NJni'J? n:::i;i'nN1), giraba para subir con ellos a los montes altos y desde los montes altos, descendía con ellos a las
colinas, girando a todo el campamento de Israely dando de beber a ellos y cada uno a la puerta de su tiendd12• ~ P: Y después que les fue dado como don, se volvió para ellos en torrentes desbordados y después que giraba para ser para ellos torrentes desbordados, giraba para subir con ellos a las cimas de los montes y a bqjar con ellos a los valles profundos.
V=Nu: Y desde que les fue dado elpozo como don, giraba para ser para ellos torrentes desbordados impetuosos, giraba para subir a las cimas de los montes y a bqjar con ellos a los torrentes prefundos.
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c) Análisis de las versiones El pequeño versículo del TM da lugar a un desarrollo targúmico impresionante, debido a la posible interpretación errónea del término ;iJD~ (don) que el redactor final ha convertido en un lugar geográfico. Las versiones de los LXX, Vg y Peí, corresponden con el TM pero es curiosa la traducción de la 1/L que coincide en la manera de interpretar con varios targumim. En ésta, el término ;iJD~ es traducido como Matthana, dejando así la interpretación geográfica del TM. Sin embargo el texto interpreta ?~'?t)J como ?IJJ y ?~ de manera separada pero si el texto utilizado era éste y no otra Vorlage, se trataría de un error en la traducción, ya que el ' no es signo de plural sino que es una vocal paragógica.313 El autor traduce "ad torrentes Dei (a los torrentes de Dios)". Todas las versiones targúmicas analizadas interpretan el vocablo ;,.m~ como «don». La mención de los pozos (Ki'::l), aparece explícitamente en TgN, V y Nu, pero se sabe que se trata del don del pozo en TgPs] y P porque en el versículo anterior está mencionado. Para Bienaimé, el meturgemán creará a partir de la traducción de los nombres 314 de los lugares un relato agádico. Las versiones de TgN, V, P y Nu interpretan ?~'?[¡J de la misma manera que hemos visto en la 1/L. Esto explica la traducción de TgN "ri::i)r,~ r\lm\l" y P, ya que V y Nu añaden el part. "r~tJ!Jl". Bienaimé opina que esta formulación fue orientada por el Sal 78,20 donde 312
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En Cf. Cf. Cf.
la sinagoga de Dura-Europos se encuentra la representación de este texto. E.R. Goodenough,Jewish Symbols, imag. 331. G. Bienaimé, Moise, p. 168. G. Bienaimé, Moise, p. 168.
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leemos "1~bt+7~ 0'70~~". Basándose en esta expresión, el targumista ha 315 trasladado sobre los pozos lo que el Salmo dice de la roca • Además de estos pasajes, otros textos hacen referencia al don del agua de la roca316• d) Estudio de la tradición El texto de Nm 21,19 está enriquecido por la tradición de los diferentes targumim. Para TgN el pozo se transforma en un «torrente impetuoso». La versión P cambia del ímpetu al desbordamiento del torrente, manifestando de esta manera la gran cantidad de agua, mientras que V y Nu asimilan las dos tradiciones «torrentes desbordantes impetuosos». En cambio TgPs] y TgOnq relatan el itinerario donde el pozo acompañaba al pueblo. Estos textos muestran la tradición del pozo o el torrente que acompaña a Israel en el desierto. Según TgN el pozo fue dado Pºf los méritos de María y se trataría del pozo de Mara317• Además el texto recuerda que la nube fue dada por los 318 méritos de Aarón (cf. TgNNm 21,1; TgPs]Nm 21,17). La tradición expone como a la muerte de María el pozo es escondido (cf. TgN Nm 319 21,1, glosa; TgPs] Nm 20,2; MekhY Wayassac Besallah 5). Esta narración es producto de un proceso clásico en el midraf, donde el segundo elemento es consecuencia del primero. Así en el libro de 315
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Bienaimé expone como el origen del midraf que hace de la roca un pozo se encuentra ya en la misma Biblia en la interpretación que se hace del término 7~'7t)J (Nm 21,19). Cf. G. Bienaimé, Moise, p. 169. Sobre los nombres de ;-nn?J 7l's'7nJ, rnzo, cf. M.P. Weitzman, From Judaism to Christianiry (]SSt.S 8), Oxford 1999,p.197. Cf. Is 30,28; 48,21; 66,12;Jr 47,2; Sal 105,41. En la Misná aparece el pozo como una de las diez cosas creadas por Dios en la vigilia del sábado. Cf. mAbot 5,6. Cf. M. Remaud, Á cause des Pires, p. 188; H.L. Strack - P. Billerbeck, Kommentar, Bd. 3, pp. 406ss; L. Ginzberg, Les légendes, IV, pp. 42-44. Cf. R. Le Déaut, "Miryam, soeur de Moíse, et Marie, mere du Messie", Bib 45 (1964), pp. 209-213. A la muerte de María, aparecen dos pozos más. El segundo pozo es el que es dado por los méritos de Moisés y Aarón en Meriba según la Mekhilta' (cf. MekhY Wayassac Besallah 5); el tercer pozo, el pozo de Beer (Nm 21,16), fue excavado por Abraham, Isaac y Jacob, según TgN y TgPs] a Nm 21,18-19. Esta tradición se encuentra también en otros pasajes, cf. b.Taan 9a; NmR 19,26.
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Cap. II. Elpaso del Mar Rqjo
Cap. II. El paso del Mar Rojo
Números, donde se relata la falta de agua y seguidamente la muerte de María (Nm 20, 1), el agua se asocia a la persona de Marí::t según este proceso, por lo que a su muerte desaparece.f" En el Liber Antiquitatum Biblicarum encontramos la tradición que el agua acompaña al pueblo. En 11,15321 se refiere a las aguas de Mara, 322 que se vuelven dulces con un trozo del árbol de la vida y siguen al 323 pueblo durante todo el tiempo que éste permanece en el desierto. Pero la mención de un pozo que sigue al pueblo aparece ya en 10,7:
aparezcen reunidos en el mismo contexto la nube, el alimento y la bebida espirituales, como en el texto paulino. El targum relata los tres dones recibidos por Israel en el desierto: las nubes de gloria, el maná y el agua. En el Liber Antiquitatum Biblicarum encontramos también la referencia a estos dones: LAB 20,8: "Y son tres cosas que dio a su pueblo Dios por tres per-
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"A su pueblo ha hecho bajar al desierto, cuarenta años hizo llover sobre ellos pan del cielo y les llevó pájaros desde el mar y un pozo de agua que los seguía ha hecho brotar para ellos (et puteum aque consequentis eduxit eis)".
Se destaca la insistencia del autor en hacer notar que durante los cuarenta años que estuvo el pueblo en el desierto no les faltó el agua pues el pozo los seguía. El verbo utilizado por el Liber Antiquitatum "consequor" es el mismo que utiliza la versión de la Vulgata en el texto de Pablo 1Co 10,4. Para Jacobson, detrás de este verbo está el griego aKoA.ou0tro que encontramos en el mismo contexto y con el 324 mismo significado en la carta del apóstol a los Corintios. La cercanía entre los dos textos es evidente. Asimismo, en la tradición hebrea 320 321
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R. Le Déaut, "Miryam", Ibid. LAB 11,15: "Allí le dio muchos mandatos y le mostró el árbol de la vida (ostendit ei lignum vite), del que cortó y llevó y echó en el [agua] amarga y dulce se ha hecho el agua amarga (dulcis Jacta est aqua myrre). Y siguió a ellos en el desierto cuarenta años (et sequebatur eos in heremo annis quadraginta) y subió a la montaña con ellos y bajó a los campos". El TgPs] cambiará el "árbol de la vida" por un "árbol amargo" el oleandro. Cf. TgPs] Ex 15,25. Sobre las aguas de Mará, véase G. Bienaimé, Moise, pp. 8-46. El pasaje no respeta la cronología de los acontecimientos, pero es posible que sea fruto de la técnica midrafica que conecta dos pasajes con expresiones verbales símiles. Cf. H. Jacobson, A Commentary on Pseudo-Pbilo's Liber Antiquitatum Biblicarum. With Latín text and English Translation, I-II (AGJU 31), Leiden - New York - Kóln, 1996, p. 478. Para Grelot está claro que el Liber Antiquitatum nos habla de una tradición muy antigua sobre el "pozo de María", que aunque está ausente en las fuentes tanaitas, la tradición es del I siglo d.C. Cf. P. Grelot, "De son ventre couleront des fleuves d'eau", RB 66 (1959), pp. 371-372. Cf. H. Jacobson, A Commentary, p. 445.
sonas, esto es, el pozo de las aguas amargas, por María; la columna de nube, por Abaron y el maná, por Moisés p (. uteum aque mirre pro Maria et columna nubis pro Aaron et manna pro Mqyse). Y desaparecidos estos tres, fueron suprimidas las tres [cosas] de aquellos".
Podemos ver que la tradición del agua que acompaña al pueblo (aunque si ésta viene con el pozo) era conocida en el primer siglo. Pero Pablo en la epístola no habla ni de pozo, ni de torrente, sino de roca; una roca que'da agua y sigue al pueblo. El término que utiliza el texto hebreo para designar la roca que da agua en el libro del Ex 17,6 es i~'.!!. Sin embargo en el libro de Números encontramos otro término sinónimo de roca: l779 (cf. Nm 20,8.10-11). El episodio al que Pablo se refiere con la mención de la roca, sería el de las aguas de Meribá (Nm 20, 1-11) y no el de Mará, aunque ya hemos visto como la tradición une el don del agua a través del pozo que sigue Israel325• En Ex 17,6 el Horeb parece que se mueve y que sigue al pueblo326• Es interesante ver este movimiento del Horeb, sobre todo por lo que representa, el lugar donde ha sido dada la Ley, donde Dios ha enseñado a su pueblo y le ha hablado (Dt 4,9-20). Entonces de allí es, según Ex 17, de donde Dios dará el agua a su· pueblo.
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Cf. G. Bienaimé, Moise, pp. 45-46; En el Sal 78 donde se relatan los acontecimientos del Éxodo, encontramos los dos términos, tanto i1l como Y7í;I. En SNm § 95 encontramos la tradición del pozo que no sólo sigue al pueblo, sino que además le proporciona peces para comer: "¿Acaso un pozo no estaba con ellos por el desierto (i:l1b:l 1:ibY :,n,:, iN:l N'?:i) y les subía peces hermosos, más de los que necesitaban? (Pi1lb in1' l:l'J'blll l:l'l1 e:,', :i'?Yb :,n,:,1)". Sobre la fusión de las tradiciones cf. G. Bienaimé, Moise, pp. 273-276.
Cap. II. Elpaso del Mar Rqjo
Cap. II. Elpaso del Mar Rqjo
El tema de la 'roca que da agua y que sigue al pueblo aparece en escritos posteriores como el tratado Sukkah de la Tosefta'.32~ La asimilación del pozo que era como una roca es un tema que aparece en otras fuentes como en el Midraf Números Rabbah y Rashi que retoma la tradición comentando el Talmud b. Taan 9a.328 Se comprueba por los textos que la asimilación del pozo y la roca que da agua y acompaña el pueblo en el desierto se encuentra en la tradición hebrea. Es posible que existiese una tradición oral que identificaba el pozo con la roca, uniendo los acontecimientos vividos por el pueblo en el desierto desde Mará y que ha sido la base de los diferentes textos. Esta tradición era seguramente conocida por Pablo y por los destinatarios de la carta, ya que el autor no explica la referencia al hecho de la roca que sigue al pueblo y de la cual beben.
(Beerí; cf. Gn 26,34; Os 1,1). El pozo puede ser también un lugar de perdición y de miedo (cf. Sal 55,24; 69,16). Imagen de la esposa legítima y de la mujer amada (Pr 5,15; Ct 4,15), pero también de la mujer extranjera (Pr 23,27). En los Manuscritos del Mar Muerto se encuentran nuevas identificaciones con respecto al pozo. El agua como figura de la Torah es un elemento conocido en el judaísmo y en la evolución de este concepto en la tradición rabínica es figura de la Ley. Pero ya en el Documento de Damasco se dice que "el pozo es la Ley (N,;-i 11'\:J;"l ;-,11m)".329 El mismo texto habla de un pozo que produce agua viva, clara referencia a la Ley mencionada anteriormente (cf. CD-B XIX,34). La expresión agua viva (o,,n;-, oi~) que encontramos en el Documento de Damasco es bíblica.330 En el AT se refiere a varias cosas como a las aguas de un pozo en el libro del Génesis (Gn 26,19), o referido al agua corriente, necesaria en las purificaciones yfrituales (Lv 14,5.50; 15,13; Nm 19,17). La expresión adquiere un carácter particular cuando en el profeta Jeremías, Dios mismo se autodenomina como "fuente de aguas vivas" Gr 2,13; 17,13). Zacarías por su parte, habla de las aguas vivas que brotarán del Templo (Zc 14,8), de la que ya había hablado Ezequiel; aguas que dan vida y purifican por donde pasan (Ez 47,9-12). En la literatura rabínica se observa la interpretación del agua como símbolo de la Ley,331 sin embargo como hemos verificado, esta lectura es anterior al período rabínico. Se observan dos lecturas principales
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5. Identificaciones del Pozo y la Roca en la Biblia y en la Tradición Para terminar este estudio de la Tradición veremos cómo la Biblia y la tradición hebrea han identificado el pozo y la roca. ¿Pueden aludir a algo más que a su significado inmediato? Enseguida se aprecia que la Biblia, con el término pozo «1~9 (91x)/cppfop (48x)», designa no sólo el lugar donde se recoge agua sino también un lugar geográfico o un nombre propio, como es el caso de l7J\V 1~:;i (Berseba; cf. Gn 21,31-33; 26,23; 28,10; Jos 15,28), I1i~:;i (Beerot; Dt 10,6; Jos 9,17; 18,25) o ii~:;i 327
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t.Suk 3,11: "Así era el pozo, que estaba con Israel en el desierto, como una roca (l/707 ;m11) del tamaño de un vaso grande redondo (n1!l1!l~ ;11:::i::i K7~), moviéndose convulsivamente y salía como de la boca de esta jarra, subía con ellos a los montes y bajaba con ellos a los valles, lugar donde Israel acampó, el acampó frente el lugar alto, frente a la puerta de la Tienda del Convenio". NmR 1, 2: "Y el pozo [que recibieron] por los méritos de María. Como está escrito (Nm 20,1) "y murió allí María y fue enterrada allí" y como está escrito (Nm 20) "y no había agua para la comunidad" y ¿cómo estaba hecho el pozo? (1K:::i;i ;,¡p;-¡ 1K';'11) Era una roca con la forma de vaso grande redondo ( l/70 ;"l'Wlll ;,r,,;-¡ 11111::i 1'~::l) y giraba y andaba con ellos en sus desplazamientos". Véase la empatía con la forma ;,1:::i::i. Cf. a la voz 11111::i Jastrow, p. 617. Este tema se encuentra también en TanB Bamidbar 2; b.Taan 9a: "El pozo de María. Una roca y brotaba de ella agua (l/70 0'~ 11~~ 1'::lT1) y giraba y andaba con Israel y era la roca que golpeó Moisés (K1;'11 ;,¡zm ;,::i;, 1::llll l/70;'1), que no quería dejar derramar sus aguas para él, por la muerte de María".
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CD-A VI, 3. El concepto que "el pozo es la Ley" aparece también en 4Q266 fr. 3,11; 4Q267 fr. 2,11. Sobre la expresión O"íl;"l 0'~, cf. H.L. Strack - P. Billerbeck, Kommentar, Bd. 2, pp. 433-436. El conocimiento de esta Ley será la forma de saciar "la sed espiritual del justo". Cf. J. Ribera Florit, El Targum de Isaías, p. 103, n. 3. En LAB 11,15 aparece bajo la imagen del agua amarga que se vuelve dulce por la unión de un trozo del árbol de la vida, lo que parece metáfora para referirse a la Torah, aunque Jacobson no piense lo mismo, cf. H. Jacobson, A Commentary, p. 478. La tradición aparece también en MekhYWayassac Besallah 1. Ginzberg expone que a Mará el pueblo no tuvo agua porque no estudió la Torá, cf. L. Ginzberg, Les légendes, IV, p. 34; b.BQ 82a. Orígenes ofrece una exégesis en lectura cristológica pero basada en esta tradición. Cf. Orígenes, Hom Ex, VII,1.
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del «agua viva», una corresponde con la identificación de Dios y la otra con la Ley. Flavio J osefo utiliza el término pozo sin ningún significado alegórico. Pero Filón de Alejandría usa el sustantivo con varios significados. Además de su significado inmediato, unas veces identifica el pozo con la ciencia (cf. Post 130), con la Sabiduría de Dios (Post 151; Ebr 112), como símbolo del saber (Som 1,6; 2,171), o acerca el término pozo a la memoria, pues según el filósofo la memoria es como un pozo (Post 153). En el NT el sustantivo pozo (opécp) aparece sólo 7 veces, tres referidas a un pozo normal de agua (Le 14,5; Jn 4,11-12) y cuatro al pozo del abismo (Ap 9,1-2). Pero en el contexto de la referencia de Jn 4,10 es donde encontramos la expresión agua viva (u8rop i; rov).332 Esta vez es Jesús mismo quien da esta agua viva capaz de convertir al que la bebe en fuente para la vida eterna (cf. Jn 4,10.14; Is 58,11). El agua viva es símbolo de la palabra de Jesús, de la sabiduría. 333 Con respecto a la roca en el AT el término (11:!l/il?Q) se utiliza con varias finalidades. La roca es lugar de refugio natural (Sal 31,3; Is 2,10.19). Por su estabilidad, fuerza y seguridad es normal identificar a Dios con la roca.334 En los manuscritos del Mar Muerto se encuentra la misma concepción y utilización del término. Flavio J osefo emplea el término con su significado normal. En cambio Filón lo utiliza con varias acepciones. Además de su significado inmediato, la roca es la Sabiduría de Dios o el lugar desde donde brota esta Sabiduría (Ali 2,86; Det 115), llama con el nombre de roca al maná (Det 118). Como vemos tanto pozo como roca son identificados por Filón con la Sabiduría de Dios.
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La expresión aparece también enJn 7,38. Cf. P. Grelot, "De son ventre". Sobre la expresión y su interpretación en el Evangelio de Juan, cf. F. Manns, L'Évangile de]ean a la /umiere du]udaisme (SBFA 33),Jerusalem 1991, pp. 127-140. Cf. Dt 32,4; lS 23,28; 2S 22,2.32; Sal 18,47; 19,15; 28,1; Is 26,4, por citar algunos textos. Se observa la utilización de 111 y ll]Q indistintamente.
COMENTARIO
v. 1: El recuerdo de los acontecimientos En el primer versículo Pablo muestra la voluntad profunda de hacer memoria de los acontecimientos vividos con la fórmula «no quiero que ignoréis» oú 0D..ro yap úµéi~ ayvodv. Pablo se sirve de ella en sus epístolas para introducir algo nuevo.335 No es desconocido el hecho histórico al cual el apóstol hace referencia, pero sí lo es la forma en que utiliza el hecho del paso del Mar Rojo y los sucesos en el desierto (cf. Ex 13,21s; 14,19ss). El autor no quiere que los Corintios «ignoren», ayvodv, los acontecimientos que relata a continuación. Pablo tiene claro que a pesar de la predicación y el trabajo realizado, incluso él puede quedar «descalificado» abÓKtµo~. El proseguimiento de su exposición será como un comentario a este término, para ello el apóstol utilizará algunos ejemplos de la historia. La primera referencia es a «nuestros padres» na.ÉpE~ . ;µrov, así conecta directamente a los auditores, que considera como un «nuevo Israel» (cf. Rm 9,6; Ga 6,16), con la historia de la experiencia en el desierto336• La primera mención a este suceso es el hecho de la nube: «todos estaban bajo la nube» návtE~ uno ri¡v VE
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Feuillet no insiste sobre esta fórmula, de la que dice que se ha abusado en ciertas ocasiones para sostener algunas interpretaciones. Cf. A. Feuillet, Le Christ, p. 90. Clemente de Alejandría opina que el apostol quiere establecer claramente "que los que oyen la palabra no tienen toda la grandeza del conocimiento contenido en obras y palabras", in Clemente de Alejandría, Strom VII,104,3. Cf. A. Rose, "L'Église au désert (1 Cor 10,1-11)", BVC 13 (1956), p. 51; F. Godet, Commentaire, p. 73; S. Carbone, "La teología", p. 142; Ch. Senft, La premiere Épitre, p. 128; H. Conzelmann, 1 Corinthians, p. 165; R. Fabris, Prima Lettera ai Corinz!. Nuova versione, introduz!one e commento (LB.NT 7), Milano 1999, p. 130; M. Pérez Fernández, Tradiciones mesiánicas, p. 194, n. 391. Esta expresión la encontramos también en Hch 7, 38-39.44 relacionada con la historia de Israel en el desierto, como señala Martelet, cf. G. Martelet, "Sacrements", p. 327, n. 17; G.D. Pee, The First Epist/e, p. 443; R.E. Ciampa - B.S. Rosner, The First Letter, pp.445-446.
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Cap. II. Elpaso del Mar Rqjo
donde aparece que una de las funciones de la nube, que es la de cubierta, está realizada por la sabiduría como se ha estudiado en la Tradición (Sb 10,17), además de la de guía (cf. Ex 13,21; Sal 78,14) y 337 protección (Nm 14,14 TgPs] y Vg; Si 34, 19; TgPs] Ex 12, 37) • La tradición de la nube como cubierta es la que utiliza Pablo en 1 Co 1 O, 1. El apóstol introduce la presencia de la nube sobre el pueblo antes del paso del Mar Rojo mediante el verbo en imperfecto y continua con el paso del mar empleando el verbo al aoristo. Pablo utiliza la tradición que aparece en la literatura sapiencial, la cual sitúa la nube en su función de cubierta antes del paso del Mar Rojo, lo que justifica la frase "todos estuvieron bajo la nube" (1Co 10,1).338 La segunda mención de los acontecimientos del Éxodo es el paso del Mar Rojo: «todos atravesaron el mar» návn:c; 8ta Tfíc; 8aAácrcrr1c; 8tf\A0ov. Está claro que el apóstol tiene en mente el relato del Ex 14 donde el pueblo pasa en medio del mar (v. 22). El texto del Éxodo añade un particular importante, el pueblo pasó «por lo seco en medio del mar», 8ta sripuc; tv µfoq> Tfíc; 0aAácrcrric; (cf. Ex 14,29)339• Es curioso
que la forma «atravesaron» 8tf\A0ov, tal y como la encontramos en el texto paulino, sólo aparece de nuevo referido al paso del Mar Rqjo en Sb 19,8340• Los dos acontecimientos del Éxodo son retomados en el versículo siguiente donde continúa la presentación del apóstol.
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Según Orígenes, la nube que Pablo menciona se refiere al Espíritu Santo: "Quam illi aestimant nubem, Paulus Spiritum sanctum ponit", in Orígenes, Hom ExV,1. La utilización del imperfecto primero y el aoristo después, ilumina el cuadro narrativo: la presencia continúa de la nube mientras los israelitas atraviesan el mar. Zerwick explica que "el imperfecto indica que quien habla considera la acción in fieri, como perdurante, repetida, tendente a su fin o como un determinado género de actividad", además que "el imperfecto se emplea en particular para indicar una acción realizada mientras se realizaba otra acción", in Zerwick, pp. 122, § 270; 124, § 275. Al contrario, el aoristo presenta una acción puntual, cf. Zerwick, p.110-111, § 242. Moulton, explica que el contraste entre imperfecto y aoristo ilustra la diferencia entre una Aktionsart lineal y una puntual, cf. Moulton - Turner III, p. 64, § 2; R.E. Ciampa - B.S. Rosner, The First Letter, p. 443. Luzárraga opina que "la colocación de la nube en ese momento parece viene inferida a base de Nm 14,14, donde a la nube como columna se antepone la nube como cubierta y Nm 10,34, donde se menciona esta cubierta de nube 'a la partida del campamento"', in J. Luzárraga, Las tradiciones de la nube, p. 134. Las referencias que ofrece el texto de los LXX sobre el paso del Mar Rojo emplean por lo general la fórmula tv µfoq:> ni~ 0at.Ó.CJOT)~, que corresponde al O!;J -;¡in:¡,. del TM (cf. Ex 14,16.22.27.29; 15,19; Nm 33,8). La preposición 8tá. acompaña normalmente el adjetivo /;T]pÓ~ que especifica que pasaron por lo seco, o hace
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v. 2: El bautismo en Moisés en la nube y en el mar La experiencia del desierto que tiene el pueblo con la nube y el mar culmina con su bautismo. Pablo sorprende en el v. 2 con la afirmación: "todos (návn:c;) fueron bautizados en Moisés, en la nube y en el mar". De nuevo el adjetivo «todos», návrcc;, sirve de nexo con lo anteriormente expuesto y acentúa el hecho de la totalidad. El nombre de Moisés haría aquí función de personalidad corporativa. Sobre la figura corporativa de Moisés, se ha expuesto anteriormente la opinión de Bilis: f.
"La decisión a la cual el Nuevo Testamento llama a los hombres se relaciona con ellos. Nunca es una decisión entre el individuo aislado y Dios, más es una decisión de "despojarse del hombre viejo" y de "revestirse del hombre nuevo" y ser liberados de la corporeidad "en Moisés" y "en Adán" y ser "inmersos en" y "revestir" Cristo, por ejemplo ser incorporados en el "profeta como Moisés" y en el Adán escatológico de la nueva creación en quien toda la historia de salvación ha de ser consumada"341•
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parte del verbo utilizado para describir el paso (cf. 8ta~aÍVffi Nm 33, 8 [LXX]; 8tá.yffi Sal 78,13 [LXX]) pero lo emplea en pocos casos ya que para narrar el paso por el mar ya sea de Israel o de los egipcios, el verbo dotpxoµat es más empleado (cf. LXX: Ex 14,22-23; 15,19). Ya hemos encontrado anteriormente esta relectura de los acontecimientos del Éxodo en el Libro de la Sabiduría. Esta sucesión de referencias a este libro hace pensar la posibilidad de que Pablo lo tuviese muy presente cuando escribió la 1Co. Cf. H. Conzelmann, 1 Corinthians, p. 165. Con respecto a la expresión 8ta. ni~ 0at.Ó.CJCJT]~, aparece una sola vez en 1M 8,32, en el contexto de la alianza de los judíos con los romanos. Flavio Josefa la emplea para relatar estos mismos acontecimientos (Ant 3, 18). También Justino la utiliza (Dial 138). E.E. Ellis, Prophery, pp.171-172 (trad. propia). Para Robertson y Plummer la expresión bautiZf1dos en Moisés muestra "a sign of allegiance to him and trust in him", in A. Robertson - A. Plummer, A Critica/, p. 200. Sobre el tema de la personalidad corporativa, cf. H.W. Robinson, Corporate Personality in Ancient Israel, Edinburgh 1981; E.E. Ellis, "Corporate Personality", in History and Interpretation
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Cap. II. Elpaso del Mar Rqjo
Cap. II. Elpaso del Mar Rojo
En la carta, Moisés aparece sólo mencionado una vez antes de esta perícopa y es en relación a la Ley (1Co 9,9). La relación de Moisés y la Ley es una constante en la Biblia,342 así con la formulación del bautismo en Moisés, Pablo quiere resaltar la realidad de la unión del pueblo con la Ley a través de Moisés. El paralelismo entre las expresiones que el apóstol utiliza entre 1 Co 10,2 "todos en Moisés fueron bautizados" (náV'ri::c; de; róv Mroüofiv á~amícr0r¡crav) y Ga 3,27 "los que os habéis bautizado en Cristo" (óoot yap i::ic; Xptoróv á~an.ícrSr).i::) es evidente.343 Sin embargo no se conforma con mencionar el bautismo en Moisés, sino que añade que este bautismo fue en la nube y en el mar. En la mención de estos elementos se ha visto una evocación al agua y al Espíritu Santo. Así con respecto a la nube, algunos autores, como Lundberg, aseguran que Pablo se refiere al Espíritu como elemento constitutivo del bautismo cristiano.i" Feuillet piensa que aunque la tipología bautismal en 1Co 10,1-2 sea propia a Pablo, las influencias veterotestamentarias, sobre todo del libro de la Sabiduría, son claras.345 Con respecto al paso del mar, el autor remarca el hecho de que el texto del Éxodo habla de la entrada de los hijos de Israel en el mar por lo seco "Ka.a ró sr¡póv/:itp~::¡¡" (Ex 14,22). Pero en Ex 14,29, el texto de los LXX emplea la preposición ótá (óta sr¡péic;), que el Libro de la Sabiduría (Sb 10,18), según Feuillet, interpreta como "a través de aguas caudalosas" (ch'uomoc; noAAou).346 Siguiendo estos datos, con la mención paulina del bautismo en la nube y en el mar, el apóstol quiere
evocar el sacramento del bautismo en el Espíritu Santo y en el agua. Evidentemente la comparación con el bautismo cristiano está presente aunque no esté explícitamente manifestada. Las tradiciones hebreas respecto a la nube y al paso del Mar Rojo subyacen en el texto aunque no aparezcan en primer plano. Ya se ha mencionado que para algunos autores la solución del problema que suscita la mención del bautismo en Moisés por parte de Pablo se encuentra en el bautismo de los prosélitos. Goodenough y otros investigadores aseguran, a la luz de los estudios de la simbología en la sinagoga de Dura-Europos, que Pablo no se ha inventado la idea de unir el paso del Mar Rojo y el bautismo348 e interpretan una de las pinturas de la sinagoga como una representación del bautismo de Moisés con algunos elementos del bautismo asociados con 1 Co 10,2 como parte de la" historia del Éxodo. Se ha llegado a cuestionar si existía un bautismo de prosélitos llamado el bautismo de Moisés. Sin embargo sigue persistiendo el problema base que es si la expresión "bautizados en Moisés" es una pura invención de Pablo o tiene un trasfondo peritestamentario que le ha ayudado a realizar tal formulación. La presencia de extranjeros que acompañan al pueblo en la salida de Egipto se atesta desde el TM de Ex 12,38. En la versión de TgN habla de "muchos extranjeros" (1'"º ,,.,,,,.), e incluso para TgPs] la presencia de extranjeros era mayor que la del pueblo "doscientas cuarenta miríadas"349• Esta presencia de extranjeros en la salida de Egipto es lo que hace que no se excluya la posibilidad que 1 Co 10,2
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in New Testament Perspectioe, Leiden 2001, pp. 118-120; J.W. Rogerson, "The Hebrew Conception of Corporate Personality: A Reexamination", JTS 21 (1970), pp. 9-10; J. Lierman, The New Testament Mases, pp. 207-208. Cf. Dt 4,44; 31,9; 33,4;Jos 1,7; 8,31-32; 22,5; 23,6; 1R 2,3; 2R 14,6; 21,8 etc. Sobre el paralelismo en la 1Co, cf. O. Francis - J.P. Sampley, Pauline Parallels (SBL.SBS 9), Montana - Philadelphia 1975. Cf. P. Lundberg, La rypologie, pp. 141-142. También G. Martelet, "Sacrements", pp. 325-327; F. Manns, Le Symbole, p. 260; Orígenes, Hom Num XXII, 4. Cf. A. Feuillet, Le Christ, pp. 92-94. Para Sandelin, la idea paulina de que los padres fueron bautizados en Moisés, en la nube puede reflejar una idea helenística judía de que "the cloud of wisdom which drowned the enemies in the Red Sea also gave showers of heavenly teaching of the law to the Israelites", in KG. Sandelin, "Does Paul Argue", p. 170. Cf. A. Feuillet, Le Christ, p. 94.
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Wendland opina que la imagen del Bautismo empleada por el apóstol es un tanto audaz ya que el agua no toca al pueblo. Cf. H.D. Wendland, Le Lettere, p. 151. Orígenes no tiene problema en interpretar el pasaje hablando del bautismo en Moisés y en comparación con el Bautismo de Cristo, como un bautismo que tiene todavía algo de amargo pues temen todavía a los enemigos, cf. Orígenes, Comm Jo VI, 227-230. Goodenough explica que Pablo "did not invent the idea that the passage of the Red Sea was baptism into Moses. Here is indeed a survival from his earlier thought ways. Baptism unto Moses could hardly have been represented in a painting more brilliantly than in this scene dominated by the great divine figure of Moses", in E.R. Goodenough, Jewish Symbols, p. 135. La Mekhilta' expone que según R. Aqibah es este número de extranjeros que salieron, siguiendo la misma tradición. Cf. MekhYPisi).a' Bo' 14.
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Cap. II. Elpaso del Mar Rqjo
tenga una conexión con el bautismo de los prosélitos. 350 Según J eremías, los hebreos establecieron la institución del bautismo de los prosélitos basándose en una tradición de la generación del desierto que hablaba de un bautismo recibido antes de la alianza en el Sinaí.351 A pesar de que esta opinión ha sido criticada, pensamos que se tiene que tomar en seria consideración. Ya hemos visto en el primer capítulo la evolución que ha sufrido el término 1~ en el TM y su traducción npocri¡11moc; en los LXX. Es posible que la tradición hebrea sobre la presencia de extranjeros en la salida de Egipto ha podido estar apoyada por la expresión contenida en Ex 22,20: "fuisteis extranjeros en el país de Egipto" (tl:1~1;1 n~:;i tlJ:;l':iJ tl'1~) y traducida por los LXX como "fuisteis extranjeros/prosélitos en el país de Egipto" (~-n, yap npocri¡Autat é» rñ Aiyúmqi). El versículo ha podido dar la idea de que los hebreos eran prosélitos en Egipto o que había prosélitos entre ellos. Por otra parte, para Daniélou existía ya en el judaísmo del tiempo de Pablo una conexión entre el Bautismo y el paso del Mar Rqjo, pues el bautismo de los prosélitos era una especie de iniciación a la salida de Egipto.352 Pero Martelet, que no duda de la existencia de un bautismo de prosélitos en la época de Pablo, no piensa que se pueda establecer esta relación.353 J. Thomas por su parte, había establecido anteriormente la relación del bautismo y la generación del desierto. El bautismo al que se refiere el autor, fue el baño de purificación que realiza el pueblo antes de recibir la Ley.354
En la tradición, Moisés no aparece como una figura que haga mu355 chos prosélitos o que realice una campaña misionera como hemos visto que aparece con Abraham, sino que Moisés sólo realiza la conversión de su suegro Jetró. De la expresión «bautizados en Moisés» no es importante aquí que pueda tener una relación con un bautismo de prosélitos, sino que se debe leer en la perspectiva de lo que se ha dicho anteriormente en el excursus sobre el valor de la preposición ele;, es decir la relación entre el pueblo y el personaje de Moisés, considerando a éste como una figura corporativa de la Torah. De esta manera la expresión adquiere una fuerza mucho más grande de lo que en un principio se puede pensar. Si se tiene en cuenta la sucesión del discurso, se observa que no basta la relación con la Torah para agradar a Dios, como en un primer momento se puede pensar, pues la mayoría del pueblo no agradó a Dios y murieron en el desierto (cf. 1Co 10,5). En contraposición, en el pensamiento del autor está el bautismo en Cristo el cual da acceso a una vida nueva (cf. Rm 6,4).,
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Cf. J. Lierman, The New Testament Mases, pp. 178ss. Cf. J. Jeremias, "Der Ursprung", pp. 316-319; J. Lierman, The New Testament Moses, p. 184. Daniélou escribe: "Ceci est important pour nous montrer que le lien du baptérne et de la Mer Rouge existait déjá sous le judaísme et done qu'il nous donne la vraie symbolique du baptérne", in]. Daniélou, Bible, p. 123. Para Martelet la perspectiva no es histórica sino ritual. Cf. G. Martelet, "Sacrements", p. 331. Del mismo i:nodo, Christiane expone que no se puede utilizar 1Co 10,1-4 como una prueba escrita de la reconstrucción del bautismo de los prosélitos. Cf. Ch. -B. Julius, Die ausgeführte Schrifay. pologie bei Paulus, Frankfurt 1999, p. 219. Thomas expone que "de rnérne que trois rites avaient marqué la génération du désert, trois actes s'imposaient aussi au prosélyte: la circoncision comme tous l'avaient recue avant de sortir d'Égypte, le baptérne qui rappelait celui du désert
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v. 3: El alimento espiritual Pablo continúa su exposición de los hechos remarcando de nuevo con el adjetivo návn:c; que todos comieron del mismo alimento espiritual. La expresión «alimento espiritual» zvenunrucóv ~p&µa, sólo aparece en este texto del apóstol. 356 Ya se ha visto en el estudio del vocabulario como la idea de alimento espiritual o celeste aparece también en el AT con respecto al maná, llamado pan del cielo o pan de los ángeles (cf. LXX: Sal 77,24-25; 104,40; Sb 16,20). Está claro que,
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et un sacrifice répondant a ceux qu'offrirent les Hébreux", in J. Thomas, Le mouvement, p. 370. El autor justifica el bautismo de los prosélitos diciendo que lo mismo que el pueblo ha tenido que purificarse con un baño antes de recibir la Ley y que ésta se aplica según Nm 15,14 a todos los que viven en medio de Israel. Además se apoya en b. Yeb 46a. Sahlin opina que "proselyte baptism is held to represent the passage through the Red Sea before the covenant at Sinai", in H. Sahlin, "The New Exodus", p. 89. Cf. TgPs] Ex 18,27; MekhY'Amaleq Yetro 1; ExR 27,7; L. Ginzberg, Les légendes,
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IV, p. 53. Sobre los términos pp. 91-115.
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_ en la 1Co, cf. E.-B. Allo, Saint Paul,
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Cap. II. Elpaso del Mar Rqjo
siguiendo la sucesión de los hechos del tiempo de Israel en el desierto y después de haber hablado del paso del Mar Rojo, Pablo hace referencia al don del maná.357 En la exposición del argumento, no es casual que el apóstol hable ahora del maná sino que, así como anteriormente se ha hecho referencia al Bautismo cristiano sin nombrarlo explícitamente, esta vez tenemos la prefiguración de la Eucaristía. Pero la expresión paulina ha sido discutida, sobre todo en lo que se refiere al término «espiritual» nveuucnxó; y su valor exacto en el pensamiento del apóstol.358 Weiss opina que el adjetivo caracteriza al alimento como sobrenatural o celeste.359 Para Godet existe la posibilidad de dos interpretaciones: o en sentido tipológico, si se considera el don material como imagen de un don superior y futuro; o en sentido sobrenatural, considerando el don como el producto de la fuerza creadora del Espíritu. El autor concluye que el segundo sentido es el más probable pues es conforme al lenguaje bíblico.l'" Martelet dice que la utilización de este término por parte de Pablo sirve para subrayar "el carácter más que carnal de este pan dado en el desierto por milagro"361. Feuillet supone que el apóstol no ha inventado el simbo-
lismo eucarístico con el maná, sino que ya en el s. I se esperaba una renovación escatológica de este milagro como escribe 2Bar29,8.362 Con referencia al adjetivo, el autor opina que la mejor interpretación de nvEuµmtKóc; es considerarlo de manera imprecisa como lo "que está en relación con el mundo divino del Espíritu"363, separándose así de la doble intepretación de Martelet y Godet. Senft opina que el adjetivo no puede caracterizar sólo como sobrenatural o celeste el alimento sino que para el autor, Pablo expone a través de esta expresión su "concepto sacramental realista"364• En el estudio de Malina sobre las tradiciones del maná, el autor llega a la conclusión que lo que tiene en mente Pablo con el término nvEuµmtKóc; es la "preexistencia tanto del maná, del pozo que se mueve y del Mesías, es decir de todo lo que viene de lo alto en beneficio de la generación del desierto"365• Para Barbaglio, el empleo de este adjetivo indica una experiencia sobrenatural y por lo tanto salvadora, como lo es la participación en la eucaristía.366 Esta misma línea interpretativa la comparte Fabris, que considéra que el significado de nvsoucnxó; se debe buscar en el pequeño comentario cristológico de Pablo. El maná no es espiritual sólo porque viene de Dios, sino porque da la salvación 367 en relación a Cristo que cumple su significado prefigurado. El tema de la comida en el conjunto de la epístola aparece de manera reiterada. El acto de comer como acción litúrgica, pone de manifiesto la intimidad y la comunión. Así Pablo remarcará este hecho por el problema de comer las víctimas sacrificiales (cf. 1Co 10,18). Por este motivo comer el alimento espiritual no es participar de un simple banquete sino el tener acceso, por la comunión que se adquiere en el acto realizado, a la vida espiritual adquiriendo su máxima significación en la cena del Señor. Evidentemente no es sólo
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La mayoría de autores consultados coinciden en atribuir la referencia al maná en el desierto (cf. Ex 16; Nm 11). Cf. A. Robertson - A. Plummer, A Critica/, p. 200; J. Weiss, Der erste, p. 250; F. Godet, Commentaire, p. 75; A. Feuillet, Le Cbrist, p. 95; B.J. Malina, The Palestinian Manna, p. 94; G. Barbaglio, La prima lettera, p. 470. Una referencia clara a la Eucaristía es el texto de la Didaché, que presenta la acción de gracias del alimento y la bebida espiritual en este contexto, cf. Did 10,3. Sandelin tiene claro que en la época de Pablo ya había establecido un lenguaje sacramental: ''When Paul talks of spiritual food and spiritual drink, this is often understood as Christian sacramental terminology already established in Paul's time", in K.G. Sandelin, '"Does Paul Argue", p. 171; J. Daniélou, Bible, p. 203. Orígenes realiza una lectura tipológica del texto. Para el autor el paso del mar, la nube, el maná y la· bebida espiritual es el Bautismo y la Eucaristía en el lenguaje de Pablo. Cf. Orígenes, Hom Ex, V,1. Cf. J. Weiss, Der erste, p. 251. Clemente de Alejandría utiliza el término ~p&µa también referido a la Eucaristía. El autor expone como Cristo se convirtió él mismo en alimento espiritual, cf. Clemente de Alejandría, Paedl,35,1; I,41,3. F. Godet, Commentaire, p. 76. G. Martelet, "Sacrements", pp. 344-345.
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A. Feuillet, Le Christ, p. 95. Cf. Ibid., p. 99. Ch. Senft, La premiere Épitre, p. 129. B.J. Malina, The Pafestinian Manna, p. 99. G. Barbaglio, La prima lettera, p. 471. R. Fabris, Prima Lettera, p. 131. Julius menciona como en el paleo-cristianismo aparece la presentación del maná como un don de salvación de Dios escatológico (cf. Jn 6,31ss; Ap 2,17). Ch. -B. Julius, Die ausgefahrte, p. 205.
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Cap. II. Elpaso del Mar Rqjo
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el acto de comer sino que es comer y beber. Por este motivo el v. 4 está fuertemente relacionado con este versículo. "
tipología.371 Lundberg opina que la identificación de la roca con Cristo es un teologúmeno cristiano cuya fuente se encuentra en la exégesis rabínica o en el judaísmo helénico, lo cual se ha demostrado con el estudio de la tradición.372 M. Pérez Fernández a la pregunta ¿por qué Pablo cambia la imagen usual de los ríos de agua o pozos que acompañan al pueblo por la difícil imagen de la roca? ofrece dos posibilidades. La primera es que ya existía en el judaísmo esta transposición y la 373 relectura cristológica identifica a Cristo con la Ley. La segunda es que para Pablo la fórmula veterotestamentaria «Dios es la roca» es igual a decir «Cristo es la roca», afirmando de esta manera la divinidad de Jesús.374 Martelet piensa que la originalidad de Pablo se encuentra aquí en el término «espiritual», del cual se sirve el apóstol para clasificar la comida y la bebida.375 No todos están de acuerdo en dar al adjetivo el mismo sentido, pues la bebida es espiritual por el carácter de la roca de donde mana. Por este motivo, para Godet, este término no puede tener aquí el mismo sentido. 376 El autor explica la referencia a la roca
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v. 4: La bebida espiritual, la roca y Cristo La frase con la que comienza este versículo Kal návm; 'tO mrto nvsuprrnxóv es una copia paralela del v. 3, sólo que en este caso lo espiritual es la bebida. El adjetivo nvsuµmtKói; tiene el mismo significado que en el versículo anterior. La referencia al comer y al beber aparecerá como una forma nueva de comportamiento: "ya comáis, ya bebáis o hagáis cualquier cosa, hacedlo todo para gloria de Dios" (1Co 10,31). Sin embargo Pablo no se limita a decir que "bebieron una bebida espiritual" como en el v. 3 con la comida, sino que especifica el lugar de donde bebían: "de la roca espiritual". El imperfecto énwov introduce la naturaleza espiritual de la bebida así como su procedencia. Para Robertson y Plummer el cambio al imperfecto es inteligible.368 Martelet considera que el imperfecto indica la preexistencia de Cristo,369 cosa que para Robertson y Plummer es una creencia de los apóstoles de incuestionable evidencia. Estos autores basan su opinión no sobre el imperfecto sino sobre el hecho de que Pablo en vez de decir que la roca es un tipo de Cristo o que es Cristo, dice que era Cristo.370 El paralelismo con la historia del Éxodo continúa su curso, por lo que es normal que el autor haga referencia, después del maná, al agua de la roca (cf. Ex17,6; Nm 20,11). Se han visto las tradiciones sobre la roca y como Pablo va a la fuente de la tradición para realizar su 1:
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Estos autores piensan que no es fácil descubrir el pensamiento que se encuentra tras este texto. Cf. A. Robertson - A. Plummer, A Critical, p. 201. Pero en el NT aparecen cambios de este tipo, cf. Zerwick, p. 122, §§270-271. Cf. G. Martelet, "Sacrements", p. 352. Godet dice que el imperfecto indica una duración y una repetición de casos parecidos, "c'est que le rocher spirituel était toujours la présent dans la nuée mystérieuse qui accompagnait Israel", in F. Godet, Commentaire, pp. 77- 78. A. Robertson - A. Plummer, A Critica!, p. 201. Feuillet sigue la opinión de estos autores. Para el autor Pablo quiere hablar de Cristo como "une véritable présence passée du Christ dans le désert comme source d'eau vive qui sustentait les Hébreux", in A. Feuillet, Le Christ, p. 104; A. Rose, "L'Église", p. 53.
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Sobre la utilización de la tradición oral y el NT cf. M. McNamara, Targum and Testament Revisited: Aramaic Paraphrases of the Hebrew Bible, Grand Rapids 2010, pp.137-138. 372 P. Lundberg, La rypologie, p. 139. Daniélou expone las tradiciones en los padres de la Iglesia donde el agua de la roca representa el vino de la Eucaristía. Cf. J. Daniélou, Bible, pp. 205-208. 373 Recordemos que ya en los Manuscritos del Mar Muerto hemos visto como se relaciona la imagen del pozo con la Ley, cf. CD-A VI, 3; 4Q266 fr. 3, 11; 4Q267 fr. 2, 11. 374 Cf. M. Pérez Fernández, "Aportación de la hermenéutica judaica a la exégesis bíblica", in Biblia y hermenéutica. VII Simposio lnternacionaJ de Teología de la Universidad de Navarra, ed. J.M. Casciaro - al., Pamplona 1986, pp. 301-303. 375 El sentido de "espiritual" se revela en Jesucristo. Martelet escribe: "La manne et l'eau le furent done vraiment pour nos péres aux yeux de saint Paul, puisqu'elles étaient dans le désert l'opération miraculeuse de Jésus-Christ et dans les consciences l'inlassable recherche de son Nom", in G. Martelet, "Sacrements", p. 355. Sobre el término "espiritual" cf. H. Conzelmann, 1 Corinthians, pp. 166-167. 376 La explicación del exégeta es clara: "Pour produire cette eau surnaturelle, il fallait un rocher divin de nature", in F. Godet, Commentaire, pp. 76-77. Sin entrar en una especie de visión tomista del pasaje sobre el contenedor y el contenido, el carácter espiritual de la bebida está en relación con el de la roca. Cf. A. Feui-
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Cap. II. Elpaso del Mar Rqjo
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del Éxodo y el término CLKOAou0oúcni~ como la forma en la que Pablo ha querido decir sólo una cosa: "Detrás de estas rocas rnateriales e inmovibles, había una invisible y móvil que era el verdadero donador del agua, a saber el mismo Cristo"377• La manera en la cual el Apóstol ha relacionado la roca con Cristo, además de subrayar que les seguía, es una intención expresa de Pablo. Se ha visto en la tradición cómo Filón relaciona la roca con la sabiduría de Dios. Por otro lado, es posible que Pablo haya podido conocer las ideas de Filón378, que escribe que "la roca dura es la sabiduría de Dios (úxpórouoc nfapa ,; ootpía roñ 0wu éorw)" (Al/ 2,86). En la misma epístola, Pablo habla de la sabiduría de Dios, que es Cristo (cf. 1 Co 2,6-8) por lo que, como bien ha visto Thackeray, la relación entre la roca y Cristo es inmediata.379 Sin embargo, Filón utiliza el presente mientras que Pablo el imperfecto. Este cambio temporal no es casual, sino que para el apóstol, Cristo aparece ya operante en los acontecimientos del desierto.P" La preexistencia de Cristo y su identificación con la roca obliga a afirmar también la preexistencia de la roca. Ahora bien, ya se ha afirmado que tanto el maná como el pozo que acompañaba a Israel en el desierto fueron creados en la vigilia del sábado (cf.
mAbot 5,6). En el judaísmo del I siglo d.C. se encuentran todas estas tradiciones381 que han ayudado a Pablo a forjar su interpretación tipológica, dejando entrever las fuentes de las que el apóstol se ha podido servir. Aunque la interpretación tipológica nos lleve de manera casi automática a referir esta imagen con la Eucaristía, no es la única manera en la cual el texto ha sido entendido. Una segunda hermenéutica del texto, de la cual no hemos hablado hasta ahora es la que hace Tertuliano, que comenta el agua de la roca en una exégesis bautismal.382 Esta interpretación no es única, sino que se encuentra en los albores de la Iglesia, como muestra Daniélou. 383 Martelet piensa que esta explicación no puede prevalecer sobre la que une el maná y la roca con una lectura eucarística. 384 Sin embargo, no creemos que se pueda establecer una prevalencia categórica de una u otra exégesis, sino que lo mismo que los dos sacramentos están relacionados entre sí, estas interpretaciones se complementan.
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llet, Le Christ, p. 110. Por otra parte se ha mostrado como el Apóstol se sirve de la tradición para realizar su tipología y no creemos que sea una fábula ridícula como tristemente opina Godet. Cf. F. Godet, Commentaire, p. 77. F. Godet, !bid., p. 77. Cf. Tertuliano, Adv Marc III,16,5. De esta opinión es también Feuillet, cf. A. Feuillet, Le Christ, p. 106. Cf. H.St.J. Thackeray, The Relation, p. 211. Sobre la imagen de Cristo como roca, cf. Hermás, Past 89,1. Ireneo de Lyon, Epid 46. Ireneo relaciona la doctrina de los doce apóstoles con la referencia que hace a las 12 fuentes de Elín. La Mekhilta' proporciona una tradición según la cual en Elín cada fuente correspondía con cada una de las tribus de Israel y el pueblo acampando allí "se ocupaban de las palabras de la Torah que se les había dado en Mara ( rrnn '1J1J 1'ji01Y 1';-Jtzl 11J71J tm? 1nltzl ;-J11JJ)", cf. MekhY Wayassac Besallah 1. El paralelismo temático es interesante. Véase también TgPs]y TgNEx 15,27 yNm 33,9. Barbaglio que nota este cambio temporal opina que "per Paolo, Cristo era allora presente e operante come fonte dell'aqua «spirituale», fuori metafora come il principio attivo della salvezza e della vita dei padri. Un altro aspetto della corrispondenza soteriologica tra «padri» e cristiani: gli uní e gli altri parimenti hanno sperimentato l'azione salvatrice di Cristo", in G. Barbaglio, La prima lettera, p. 472.
v. 5: La mayoría murieron en el desierto En el último versículo de la perícopa analizada Pablo concluye de manera sorprendente. A pesar de haber recibido todos los dones, 1~
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Cf. S. Carbone, "La teología", p. 145; J.W. Aageson, "Written Also for Our Sake", in Hearing tbe Old Testament in the New Testament, ed. S.E. Porter, Grand Rapids 2006, pp. 167-168.177-180. Para Enns, la roca que los seguía y su lectura cristológica como analogía de la encarnación, es la reacción normal de una persona que ha entendido el AT "in ways that were firmly in the popular discourse ofthe time", in P.E. Enns, "The 'Moveable Well' in 1 Cor 10:4", p. 36. Tertuliano comenta en Bap 9,3: "Esta es el agua que brotaba por el pueblo de la roca que lo acompañaba (haec est aqua quae de comite petra populo profluebai). En efecto esta roca era Cristo, no hay duda que por este agua vemos el Bautismo bendecido en Cristo (sine dubio aqua in Christo baptismum videmus benedicz)". Cf. J. Daniélou, Bible, pp. 205-208. Daniélou nota como algunos Padres, entre ellos Cipriano, relacionan la roca y los golpes que recibe para que mane el agua con la cruz y el costado de Cristo, del que mana agua y sangre, figuras del Bautismo y de la Eucaristía. Sobre este tema cf. F. Voltaggio, "E subito usd sangue e acqua (Gv 19,34): una concentrazione di allusioni all'AT", in SapCr 27-2 (2012), pp. 197-229. G. Martelet, "Sacrements", p. 340, n. 61. Ireneo utiliza el texto en su argumento sobre el hecho que Dios hablaba en figuras para enseñar al pueblo a temerlo y servirlo. Cf. Ireneo de Lyon, Adv Haer N, 14,3.
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Cap. II. Elpaso del Mar Rqjo
mayoría de ellos no agradó a Dios. La oposición entre los vv. 1-4 y el v. 5 está enfatizada por el empleo del adjetivo385 «la mayoría» noMs, en su grado comparativo en vez del ya repetido «todos» náv.as. Robertson y Plummer subrayan el hecho que detrás del "oúx é» .o'is 1tAaíocr1v" se encuentran los personajes de Caleb y Josué y los pequeños del pueblo, que serán los únicos que entrarán en la Tierra Prometida (cf. Nm 14,30-32).386 El libro de los Salmos canta este episodio. En el relato de los acontecimientos del éxodo de Sal 77,31 (LXX), leemos: "La ira de Dios subió contra ellos y dio muerte a los más robustos de ellos (Kai a1tÉK'tctvav tv w'is níoorv au.&v)". Es interesante que, en algunos manuscritos, se cambia la lección níootv por 1tAaíocr1v387, adjetivo utilizado por Pablo para contar los mismos hechos. A pesar de todos los dones que reciben de Dios, el pueblo no es del agrado de Dios. El mismo Pablo se pone de ejemplo ya que después de haber recibido tantas gracias, continúa la lucha para no ser él mismo descalijicado (cf. 1Co 9,27). El empleo del verbo «agradar», au8oKÉco, en su forma negativa, acentúa este contraste. Dios rechaza, no se complace en esta mayoría. No es un complacer en sentido emotivo, sino en el de la elección realizada: en este caso es la negación de la elección. El uso del verbo con la negación lo encontramos en la Epístola a los Hebreos empleado de la misma manera (cf. Hb 10,6.8.38). En este último caso, se contrasta la fe de los justos (cf. Ha 2,4) con los que ceden por cobardía. Pablo continúa su argumentación de los acontecimientos con la frase "en efecto, fueron tendidos en el desierto" (Ka.acr.pffi011crav yap év 't'f1 epiJµcp). La partícula yáp introduce la explicación de lo relatado anteriormente388 y justifica el porqué la mayoría no fueron del agrado de Dios. El apóstol utiliza el texto de Nm 14,15-16 (LXX) donde
Moisés, frente a la rebelión de Israel que tiene miedo de los pueblos que habitan la tierra que Dios les ha prometido, intercede delante de Dios para que no los castigue:
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Weiss especifica como se emplea el juego de los adjetivos en 1Co 9,19. Además el autor sugiere que la expresión que utiliza Pablo con la negación del verbo sea más que el simple hebraísmo 1,::, ~, y que haya que pensar al sentido del rechazo, teniendo presente también el texto de Ha 2,4. Cf. J. Weiss, Der erste, p. 252. Otros textos muestran este rechazo por parte de Dios, cf. LXX: Jr 14,10; Si 34,19; Sal 151,5. Cf. K.G. Sandelin, "Does Paul Argue", p. 174. A. Robertson - A. Plummer, A Critical, p. 202. Por ejemplo el Codex Sinaiticus y el Vaticanus. Sobre la partícula yáp, cf. Zerwick, pp. 191-192, §§ 472-478.
''Y tu destruirás a este pueblo como a un solo hombre. Y dirán las naciones, todas las que han oído tu nombre, diciendo: por no haber sido capaz el Señor de llevar a este pueblo a la tierra que les había prometido por juramento, los ha tendido en el desierto (Ka-tÉCJ'tpCOCT8V UUWOS EV 't't1 epiJµcp)".
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La versión de los LXX ha sido menos explícita que el TM, el cual 389 emplea el verbo «degollar», 'DlJlv\ en este relato. El verbo Karncr.pÓ)wuµt no es común en la Biblia. De hecho sólo aparece 10 veces en el AT y una en el NT. El significado es extender, postrarse, ensanchar (cf. Jdt 7i5; 14,4; Jb 12,23), pero también se utiliza con el sentido de abatir, 'matar (Nm 14,16; Jdt 7,14; 14,4; 2M 5,26; 11,11; 15,27). En el texto de Nm 14 tiene este último sentido. Sin embargo Pablo, que retoma el texto, cambia el verbo a su forma pasiva, obteniendo así un pasivo divino, que muestra el rechazo de Dios a la generación del desierto=". El texto refuerza el propósito de Pablo, mostrar que todo esto sucedió como ejemplo (rinos) para no incurrir en el
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Algún autor ha sugerido que el texto de los LXX conoce una versión donde la raíz era null.! «extender» en lugar de unll.! «degollar». Otra posibilidad es que el autor de los LXX ha interpretado la raíz siguiendo las reglas rabínicas, con la inversión de las consonantes. Cf. LEH a la voz "Ka1:acr1:pá>wuµ1"; G. Dorival, La Bibfe d'A fexandrie: Les Nombres. Traduction du texte grec de fa S eptante. Introduction et notes (Bible d'Alexandrie/LXX 4), Paris 1994, p. 321, n. a Nm 14,16. Robertson y Plummer señalan que el pueblo no tuvo una muerte natural: "They did not die a natural death; their death was a judicial overthrow", in A. Robertson - A. Plummer, A Critical, p. 202. El rechazo de Dios a la generación del desierto aparece también reflejado en la literatura rabínica. Encontramos en m.San 10,3: "La generación del desierto no tendrá parte en el mundo futuro y no estarán en el juicio, porque está escrito: en este desierto morirán, allí morirán". La misma opinión la encontramos en ARNa 36. Cf. H.L. Strack- P. Billerbeck, Kommentar, Bd. 3, p. 409; R. Fabris, Prima Lettera, p. 131; Orígenes, Hom Num XXII,4; XXVII,4.7.
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Cap. II. El paso del Mar Rqjo
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mismo error (cf. 1Co 10,6).391 A pesar de haber recibido tantas gracias en el desierto, de las que el apóstol destaca el bautismo Moisés, el maná y la roca que daba agua, la mayoría de los israelitas fueron rechazados y murieron en el desierto sin poder entrar en la Tierra Prometida. Así Pablo advierte a la comunidad de Corinto para que huyan de la idolatría (1Co 10,14).
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IV. CONCLUSIÓN Llegados al final de este comentario, aparecen algunas conclusiones como resultado del estudio de la perícopa a la luz de la literatura hebrea antigua. La utilización y explicación de las aparentes incomprensiones de la carta, a la luz de esta literatura hebrea antigua, no ha sido infructuosa. Después de haber fijado el texto y para una traducción adecuada, el pequeño estudio del vocabulario nos ha abierto nuevas perspectivas, mostrándonos la utilización de las palabras no sólo en la época paulina, sino también antes del tiempo del apóstol y en otros ambientes, lo que ha ampliado el marco de comprensión del texto. Con el estudio filológico y gramatical, así como en el examen de la articulación y estructura del texto, se ha visto que la unidad literaria es compacta y ha sido cuidadosamente elaborada. La anáfora repetitiva del adjetivo «todos», náv·m;, unifica y estructura la perícopa. El estudio de las tradiciones que subyacen en el texto ha sido fundamental para una comprensión más amplia del mismo. Está claro que Pablo ha utilizado todo el material que conocía y que subyace en el texto. Así se podría hablar de un midraf paulino, creado con un fin concreto. No es una casualidad que la 1Co sea la epístola de Pablo donde más veces aparezca el verbo «bautizar», ~a1t'tÍ1,;co.392 En efecto, Pablo escribe a la comunidad de Corinto con un objetivo preciso que es el de resolver algunos problemas prácticos, entre ellos, combatir la idolatría.
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Inostroza nota la relación entre los contrarios (oúx) tUOÓKT]CJEV (10,5), OoK&v (10,12), KO.'tecr'tpó:J0r¡cra.v (10,5) y KO.'tecr'tpó:J0r¡cra.v (10,12). Cf. J.C. Inostroza, Moisés, p. 199, n. 92;].W. Aageson, ''Written", p. 172. Cf. E. Ferguson, Baptism, p. 149.
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Para Baird, la perícopa 1 Co 1 O, 1-13 muestra como los dones de 393 Dios se manifiestan en el Bautismo y en la Eucaristía. Efectivamente, todos los autores consultados coinciden en que estos sacramentos se encuentran detrás del texto. Sin embargo nos podríamos preguntar qué añade al discurso que Pablo quiere llevar a cabo sobre la idolatría y en el contexto del banquete, la referencia al Bautismo y sobre todo la frase "bautizados en Moisés, en la nube y en el mar" (1Co 10,2). A primera vista es más comprensible la referencia solamente a la eucaristía, ya que el texto se sitúa en el contexto de lo inmolado a los ídolos (1Co 8,1) y la lucha contra la idolatría (1Co 10,7.14). Pero una mirada más atenta justifica la importancia de la referencia bautismal en este texto. Lo primero que hace Pablo será recordar la historia, como lugar privilegiado de la manifestación de Dios a su pueblo: "En efecto, no quiero que ignoréis, hermanos, que nuestros padres todos estaban bajo la nube y todos atravesaron el mar" (1Co 10,1). Es en esta historia donde Dios se revela, dándose a conocer. La nube que nombra Pablo es un topos de la tradición, como se ha comprobado a través de los textos estudiados. La importancia de la nube, aparece no sólo en la literatura bíblica sino también en la peritestamentaria, sobre todo con el targum y la Mekhilta'. La referencia al bautismo en la nube, aparece sólo en esta literatura, dando ocasión de poder datar algunas tradiciones. Sin embargo, el primer acontecimiento fundamental que recuerda el apóstol es el paso del Mar Rojo, evento histórico por excelencia que marcó la elección privilegiada de Israel. Pablo, en la utilización de la simbología del paso del Mar Rqjo sabe que la394exégesis judía da a este paso un simbolismo de muerte y de liberación. El profeta Isaías ya había leído en clave escatológica los acontecimientos del Éxodo395 o, como se ha estudiado, la relectura del Éxodo en el libro de la Sabiduría como una vuelta al paraíso, una nueva creación. De esta manera, la tipología del paso del Mar Rqjo como prefiguración del bautismo, adquiere el sentido de un Bautismo de muerte por una parte y nueva creación por otra. Muerte a la naturaleza vieja
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W. Baird, "1 Corinthians", p. 290. Cf. W.D. Davies, PauJ, p. 102ss. Cf. Is 43,16; 50,2; 51,9-10.
Cap. II. Elpaso del Mar Rqjo
del hombre y nueva creaciótf96 del hombre nuevo que vive en Cristo (Rm 6,4; 2Co 5,17). Pablo nos sitúa en el contexto haciendo referencia de nuevo a la nube y al mar, esta vez a través del bautismo: "Y todos en Moisés fueron bautizados en la nube y en el mar". Para Manns, el hecho de que Pablo una la nube y el paso del Mar Rqjo es debido a que la nube "le da la posibilidad de encontrar una comparación entre el bautismo cristiano y su tipo en el Antiguo Testamento algo que corresponde al Espíritu, cuya presencia durante el bautismo está afirmada en varios textos". 397 Sin duda el texto nos lleva a pensar en estas referencias, sobre todo a la luz de la tradición expuesta anteriormente. Recordamos además que algunos autores han relacionado este texto con el bautismo de los prosélitos. Se ha estudiado la conexión entre la circuncisión y el bautismo y cómo la circuncisión, además, debe de preceder al sacrificio pascual. Por otra parte, se sabe de la repulsión del mundo griego por la circuncisión, por lo que con el aumento de los prosélitos, Hillel opta por la necesidad del bautismo para su admisión (cf. b.Ker 9a). A la luz de b.Ker 9a, la inmersión de los padres en el mar y en la nube fue un bautismo, es decir una purificaciórr'", Pero además de la relación con este bautismo, se ha visto que el Apóstol quiere subrayar de manera especial con esta expresión la unión entre el pueblo y la Ley. Sin embargo, el bautismo en Moisés, esta adhesión a la Ley, no da la vida eterna. A la escucha de las palabras "bautismo en Moisés", subyace en la mente del oyente "Bautismo en Cristo". Es en Cristo donde se recibe una nueva vida. El cristiano es bautizado en Cristo, formando un sólo cuerpo con él (1Co 12,13). De esta manera si se participa en la muerte de Cristo, también a su Resurrección (Ga 3,27) y en la vida nueva anunciada por los profetas. Pablo continúa su exposición mencionando dos acontecimientos: el maná y la roca de la que manaba agua. La relación con la Eucaristía
ha sido ampliamente estudiada por muchos autores • El comer y el beber son calificados con el adjetivo espiritual, lo que nos lleva a un plano celeste. No se trata de un alimento o una bebida normal, sino de algo de origen divino proveniente de lo alto. La insistencia del Apóstol sobre la repetición de «todos», névre; y «espiritual», nveuµmtKÓ<;, en estos pocos versículos, refuerza de nuevo la afirmación antitética que expone en el v. 5. Todo esto sin embargo es «un ejemplo», rózoc, para los auditores de la carta, para que no deseen (em0uµri'Cllc;)4ºº lo malo (1Co 10,6). Una llamada a huir de la idolatría (1Co 10,14) y configurarse con el Espíritu que se ha recibido en el Bautismo y que los ha agregado al cuerpo de Cristo (1 Co 12, 13). Así el Bautismo, este paso por las aguas de la muerte para entrar en la vida eterna, es la puerta de entrada para poder acceder a la mesa del 401 Señor (cf. 1Co 10_,21), una incorporación a Cristo • Sólo la nueva criatura regeneradi por el Espíritu (cf. Tt 3,5- 7) puede y necesita comer y beber del alimento espiritual, para poder dar los signos de la fe (St 2,17).
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El tema de la nueva creación está presente no sólo en la Biblia, sino en toda la literatura peritestamentaria, como se ha visto en el cap. I. La finalidad de la nueva creación es la restitución de la gloria de Adán, que el hombre ha perdido como consecuencia del pecado. F. Manns, Le Symbole, p. 260; cf. E. Ferguson, Baptism, p. 152. Ibid., p. 259; Para Sahlin, "Israel arising out of the sea was a purified people, worthy of adoption into the covenant of God", in H. Sahlin, "The New Exodus", p. 88.
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Tertuliano ya interpreta el agua de la roca en relación al Bautismo, como hemos indicado anteriormente. El deseo, la concupiscencia, en este caso es el inicio de todos los pecados, cf. Filón, DecaJ173; G. Barbaglio, La prima lettera, p. 474. Cf. I. Vincenzo, "Il Battesimo", p. 359.
Capítulo 111
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El Diluvio U niversal: aguas que destruyen, aguas que salvan l. EL TEXTO DE 1P 3,18-22 Y EL DILUVIO UNIVERSAL El libro del Génesis ofrece uno de los pasos más dramáticos de la historia de la humanidad, el Diluvio Universal. Por la desobediencia de Adán y la maldad de los hombres, Dios se arrepiente de todo lo creado y piensa en destruirlo (Gn 6,6-7). Sólo un hombre, Noé, junto a algunos elegidos (su mujer, sus hijos y las mujeres de sus hijos), ocho en total y una pareja de cada especie animal, se salvarán de la catástrofe en un arca construida por mandato divino (Gn 6,18-19). Dios lamentará haber enviado el Diluvio y nunca más se repetirá tal destrucción (Gn 8,21). El relato, que puede parecer a primera vista terrible, ha sido utilizado desde la Iglesia Primitiva como una imagen de salvación, una tipología del Bautismo'. La mención de este paso del Libro del Génesis, la encontramos en la Primera Epístola de Pedro. El autor la utiliza como tipología del Bautismo de una manera original. El texto de 1P 3,18-22 ha sido muy estudiado, pero los comentarios se centran más en la mención de la predicación a los espíritus en cautividad del v. 19 que en la referencia al Bautismo del v. 21. La perícopa parece que siga la estructura del credo: muerte, descenso al infierno, subida al cielo. Además de este hecho, lo que llama la atención es la mención de la figura de Noé y su relación con el Bautismo. ¿Cómo era vista la figura de Noé en el I siglo de nuestra era? ¿Por qué el autor utiliza el hecho del diluvio como tipología del bautismo? Al contrario del descenso al infierno, el temí! del Bautismo' y la figura de Noé no han sido muy investigados.
Tertuliano dice que el arca es la figura de la Iglesia (ecclesia est arca figurata), in Tertuliano, Bap 8,3. Orígenes habla sobre el sentido de las dimensiones del arca y los pisos que tenía, El exégeta hace la comparación entre el arca, donde había todo tipo de animales y personas, con la Iglesia: "Confertur ergo populus hic, qui salvatur in Ecclesia, illis omnibus sive hominibus sive animalibus quae salvata sunt in arca", in Orígenes, Hom Gn 2,3.
Cap. III. El Diluvio Universal
1. Breve historia de la investigación de 1P 3,18-22 Dirigida a los cristianos de Asia Menor, la primera epístola del apóstol es una carta de ánimo a los cristianos que se encuentran en dificultad debido a la situación moral y de persecución en la cual viven. En palabras de C. Spicq, la carta es un modelo de carta pastoral2 El tema de la carta es claro, la absoluta esperanza de la salvación de las almas, salvación que viene de Dios y se realiza en Dios a pesar de las persecuciones y los sufrimientos (1P 1,3-12).3 La perícopa a la cual nos enfrentamos es, según la mayoría de exégetas, el paso más difícil de toda la carta y por lo tanto la bibliografía4 es enormemente amplia, ya que muchos autores han intentado esclarecer el sentido del pasaje.
Con respecto a este pasaje, se añade además el problema que entre los estudiosos hay quien la consideran una interpolación o una digresión. 5 Sin embargo una lectura atenta, como muestra Kelly, confirma 6 la coherencia de la carta y su finalidad. La sección en la cual se encuentra el texto estudiado, ha hecho que algunos autores7 la identifiquen como un himno bautismal" o himno cristológico. Pero no todo el mundo está de acuerdo con esta opinión y para alguno9 el pensamiento de que la perícopa sea una homilía o
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C. Spicq, Les építres de Saint Pierre (Sources Bibliques), París 1966, p. 11. Brox opina que la idea principal es la afirmación que se encuentra en 1P 5, 12b, cf. N. Brox, La primera carta de Pedro, Salamanca 1994, p. 31. Perdelwitz habla de la enorme cantidad de literatura de esta perícopa, cf. R. Perdelwitz, Die Mysterienreligion und das Problem des 1. Petrusbriefes: Ein literariscber und religionsgeschichtlicher Versuch (Religionsversuche und Vorarbeite 11/3), Giefsen 1911, p. 82. Lundberg llama a este paso "locus vexatissimus". Para el autor la dificultad de la exégesis se debe al desconocimiento de la tipología bautismal de la Iglesia primitiva, cf. P. Lundberg, La rypologie, pp. 98-99. W. Bieder dice que es un enigma casi sin solución, in W. Bieder, "Bo Reike, The Disobedient Spirits and Christian Baptism", ThZ 2 (1946), p. 456; Selwyn trata la perícopa en un ensqyo al final de su comentario para tratar de resolver el problema, cf. E.G. Selwyn, Tbe First Epistle of St. Peter: tbe Greek Text With Introduction, Notes, and Essqys, Grand Rapids 19873, pp. 314-362. Achtemeier opina que es difícil incluso entender "l'intento del passo nel suo complesso", in P.J. Achtemeier, La prima lettera di Pietro: commento storico esegetico (L.Bib 18), Cittá del Vaticano 2004, p.406. Pero todos coinciden en que es un pasaje complejo, que desde hace tiempo cuestiona a los exégetas, cf. J .H. Elliott, 1 Peter, p. 638. Mazzeo expone con sencillez que el núcleo del texto es "actuar bien". El v. 17 esclarecería todo el texto de 1P 3,18-22. Cf. M. Mazzeo, Lettere di Pietro 111 Lettere di Giuda: nuoua oersione, introduzjone e commento (LB.NT 18), Milano 2002, p. 126. Jobes expone de manera sintética las dificultades del pasaje, cf. K..H. Jobes, 1 Peter (BECNT), Grand Rapids 2005, pp. 236-237. Ultimamente Schlosser escribe que los vv. 18-22 "constituent une phrase unique caractérisée par un enchevétrernent invraisemblable de propositions liées par des pronoms relatifs et des participes", in J. Schlosser, La premiére építre de Pierre (CBNT 21), Paris 2011, p. 210.
De esta opinión es Beare, que separa el v. 18 de la perícopa y analiza los vv. 1922. cf. F.W. Beare, The First Epistle of Peter: The Greek Text With Introduction and Notes, Oxford 1947, p. 144. Para Beasley-Murray, se trata de una interpolación, cf. R. Beasley-Murray~Baptism in the New Testament, Grand Rapids, 1973, p. 258; L.T. Thurén, Argifnent and Tbeology in 1 Peter: The Origins oj Christian Paraenesis Q"SOT.S 114), Sheffield 1995, pp. 161-164. Para Schlosser, la articulación es complicada porque se trataría de una única frase retomada con participios y relativos donde los vv. 19-21 constituirían retóricamente una digresión, cf. J. Schlosser, "Déluge et typologie dans 1P 3,19-21", in Typologie Biblique: de quelques figures vives (LD), ed. R. K.untzmann, Paris 2002, p. 180. Cf. J.N.D. K.elly, A Commentary on the Epistles oj Peter and of [ude, Grand Rapids
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19874, p. 152. Cf. L. Goppelt, A Commentary on I Peter, Grand Rapids 1993, p. 247. P. Lundberg, La rypologie, p. 101-103; J. Cervantes Gabarrón, La pasión de Jesucristo en la Primera Carta de Pedro: centro literario y teológico de la carta (IS] 22), Estella 1991, p. 222. W.J. Dalton, Cbrist's Proclamation to tbe Spirits: A Study of 1 Peter 3:18-4:6 (AnBib 23), Roma 1989, pp. 72-75. Boismard sostiene que la 1P es una carta compuesta con elementos tradicionales de una liturgia bautismal, pero la postura actual es muy cautelosa respecto a este tema. Cf. M.-É. Boismard, Quatre hymnes baptismales dans la premiere építre de Pierre (LD 30), Paris 1961. La postura de Cross es mucho más radical que la de Boismard. Para el autor, la 1P se utilizaba en la liturgia pascual como ritual de bautismo. Cf. F.L. Cross, I Peter, A Pascbal Liturgy, London 1954, pp. 28-41. France es contrario a la idea que sea un himno, cf. R.T. France, "Exegesis in Practice: Two Samples", in New Testament Interpretation: Essqys on Principies and Methods, ed. M.I. Howard, Exeter 1977, p. 266. Cf. l. Volpi, "La definizione del battesimo secondo 1Pt 3,20b-21", in Alfe Origini del battesimo cristiano. Radici del battesimo e suo signiftcato ne/le comunitd apostolicbe. Atti dell'VIII convegno di Teologia Sacramentaria. Roma, 9-11 marzo 1989, ed. P.-R. Tragan, Roma 1991, p. 197.
Cap. III. El Diluvio Universal 236
Cap. III. El Diluvio Universal
parece evidente para todos los autores, es la relación que tiene la perícopa con el Bautismo. Esta relación se efectúa mediante la analogía del episodio de Noé y su familia, que fueron salvados de la destrucción total de un mundo malvado que se había alejado de Dios (v. 20). Así el cristiano, mediante el agua del Bautismo, es salvado por la participación a la muerte y Resurrección de Cristo (v. 21). Esta victoria sobre las potencias sobrenaturales del mal, será realizada en plenitud al regreso de Cristo. El cristiano participa de la Pasión, muerte y Re12 surrección de Cristo, como se describe en los vv. 18-19.22. La utilización de esta tipología tiene la finalidad de mostrar que ahora el Bautismo salva (vuv a({)sEt ~á1maµa). El problema de la interpretación de la perícopa se debe, no tanto a los problemas gramaticales o sintácticos, sino más bien a la falta de interés, por parte de muchos exégetas, del 13 trasfondo de la literatura hebrea que aparece en la narración.
una liturgia bautismal es sólo una conjetura y que el documento en sí se presenta como una carta. Otros la consideran una plrénesis, o el resto de una antigua catequesis bautismal o de un himno que ha sido 10 interpolado, debido a la mención del Bautismo en el v. 21. No faltan tampoco quienes han intentado establecer la relación entre la Pascua y la carta de Pedro, basados en los temas, el léxico y las imágenes que el 11 autor utiliza, pero esta teoría también ha sido contestada. Lo que sí
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Moule admite un trasfondo bautismal, sin embargo esto no significa que el Bautismo sea una actividad en progreso, cf. C.F.D. Moule "The Nature and Purpose ofl Peter", NTS 3 (1957), pp. 4.11. Beare acepta la teoría de que sea un discurso bautismal, donde los candidatos son instruidos sobre el significado de la inmersión en el agua, cf. F.W. Beare, Tbe First Epistle of Peter, p. 144. Algunos piensan que en la primera parte de la carta o una ceremonia bautismal había sido celebrada o se iba a celebrar, cf. B. Reicke, Tbe Epistles ofJames, Peter and [ude: Introduction, Translation, and Notes (AncYB 37), Garden City- New York 1964, p. 114. Para Achtemeier, "se il versetto non puó costituire parte dell'effettivo rituale liturgico, che designa il momento del battesimo, tuttavia certamente contiene un qualche riferimento a questo rito e non solamente, in chiave metaforica, alla sofferenza cristiana; lo dimostra l'accenno all'acqua con cui il versetto inizia" in P J. Achtemeier, La prima lettera, p. 447; también E.G. Selwyn, The First Epistle, p. 195; F. Manns, "A Jewish Reading of 1Peter 2,1-10", LA 60 (2010), pp. 173187. Beasley-Murray analiza las varias opiniones de los exégetas, pero para el autor "it may be prudent to recognize that we have in vv. 18 and 22 a framework of confessional elements or formulae into which the intervening verses have been inserted by natural association and assume nothing as to the original connection of these verses", in R. Beasley-Murray, Baptism, p. 258. France habla de la probabilidad de una particular conexión entre la carta y el bautismo, pero no está clara la forma de la conexión, cf. R.T. France, "Exegesis", p. 265. De esta opinión es F.L. Cross. Leany confronta la carta con la Haggadah de Pascua poniendo en relieve las partes de la carta que podrían ser el trasfondo de ésta. Cf. A.R.C. Leaney, "I Peter and the Passover: an Interpretation", NTS 10 (1964), pp. 238-251; Thornton critica a Cross, por no mantener la unidad de la 1P y por el hecho que sólo tiene en cuenta 1P 1,3-4, 11, enfatizando la unidad de la carta. Cf. C.G. Thornton, "I Peter, A Paschal Liturgy?", JTS.NS 12 (1961), pp. 14-26. Daniélou remarca que en la carta reaparecen todos los temas del Éxodo, cf. J. Daniélou, S acramentum juturi, p. 141. Para Manns, la epístola puede ser considerada una catequesis bautismal y pascual que contiene elementos cris-
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2. El Texto Griego y sus Versiones a) 1P3,18-22 18 Ó'tt l((ll, Xptorót; anal; 1tEpl aµapnrov E1ta0EV, 8í1emoc; únep abÍKffiV, tva úµcic; 1tpo,aayáyn 'tql 0Eql 0avmro0dc; µev aapKt sq)01tOtTJ0dc; be 1tVEÚµU'tl' 19 ev q> Kat 'tcñc; é» cpu1va1Cfí nvEúµamv nopEU0Etc; lKi¡pul;EV, 20 Cl1tEt0iíaaaív 1tO'tE Ó'tE anE/;EbÉ):E'tO 'ti 'tOU ewu µa1epo0uµía ev 'tiµtpmc; N&E 1((l't(l01CEUasoµtvr¡c; l(l,~O)'tOU de; f¡v 61víy0t, roñt' fonv OK'tCO \jlU):ClÍ, . 8tEaó:>0r¡aav 8t'ü8moc;. 21 O KCll úµcic; ClV'tÍW1tOV VUV 0(t)SEl ~ámmµa, OU aapKoc; a1tó0rntc; p'Ú1tOU aA.A.U 0UVEtb1Í0Effic; aya0fíc; E1tEpCD'tl'JµU de; 0EÓV, 8t' ClVCl0'tÚ0Effic; 'Inooñ Xptoroñ, 22 oc; écnv ev 8E/;tt;i 'tOU ewu 1tüpEu0dc; de; oópovóv Ú1tOWY8V'tffiV UU'tql ayy8A.roV KCll E/;oumfüV KClt bUVÚµEffiV .
tológicos y parenéticos, cf. F. Manns, "Souffrances et joie dans la Prerniére Let-
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tre de Pierre", LA 49 (1999), p. 281. Cf. P.]. Achtemeier, La prima lettera, p. 440. Cf. E.G. Selwyn, The First Epistle, p. 24-25; W.J. Dalton, Christ's Proclamation, p.
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19. Avanzamos el texto que estudiaremos y su traducción y justificaremos más tarde
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la elección de las variantes.
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b) Traducción
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18 Porque también Cristo una sola vez por los pecados padeció, justo por los injustos, para llevaros a Dios, muerto en la carne, vivificado en el Espíritu. 19 En él también a los espíritus encarcelados fue a predicar 20 a los desobedientes en otro tiempo, cuando les esperaba la paciencia de Dios, en los días en que Noé construía el-arca, en la que unos pocos, es decir ocho, fueron salvados a través del agua. 21 El bautismo, que ahora como anticipo salva también a vosotros, no es eliminación de la suciedad carnal, sino compromiso con Dios de una conciencia buena por medio de la Resurrección de Jesucristo 22 que está a la derecha de Dios, habiéndose ido al cielo, tiene sometidos ángeles autoridades y poderes.
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c) 1P 3,18-22. Sinopsis de las versiones v. 18 ~72 ó Xptcróc Kai Xptcróc B vL quia Christus quia et Christus Vi Pef ~
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semel semel
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est est
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á1tas á1tas
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1tpocrayáyn 'Cql 1tpocrayáyn adducat offerret
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Deo Deo r<'
mortificatos mortificatus
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t;;cpo1t01.rt0d~ t;;cpo1totrt0ei~
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sustineret expectabat
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~72
Pef Los vocablos con el signo * están tomadas de la edición de J unack y se presentan como en la esta edición. Cf K. Junack - W. Grunewald, Das Neae Testament auf Papyrus, I. Die katho!ischen Briefe (ANT 6), Berlin 1986, pp. 89-90.
qui increduli fuerunt qui · increduli fuerant
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am0iJcracrív* a1tet0fJcracrív
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Cap. III. El Diluvio Universal
Cap. III. El Diluvio Universal
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Cap. III.
24Ó
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241
Cap. III. El Diluvio Universal
El Diluvio Universal
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d) Traducción del texto y sus versiones16 En el campo textual, 17 tenemos la suerte que se conserva un papiro con 18 la epístola completa, el ~72 (P. Bodmer VIII). Este manuscrito per-
u
-...-9rur<
~ :\C\!7.1
16 17
18
Se indicará en cursiva las variantes que se diferencian del texto B. En la crítica textual se tendrán en cuenta los manuscritos más importantes y se hará referencia a estos en nota a pie de página, cuando se considere necesario. Para el análisis de las versiones se hará lo mismo con los diferentes manuscritos, tanto griegos como latinos y la versión siríaca. Se ha utilizado la edición de K. Junack - W. Grunewald, Das Neue Testament auf Papyrus, I. Die katholischen Briefe (ANT 6), Berlín 1986.
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Cap. III. El Diluvio Universal
Cap. III. El Diluvio Universal
242
1
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tenece al III-IV siglo de nuestra era. Para el estudio del texto, se pre72 sentará en sinopsis la traducción de los textos del rnartuscrito" ~ , del Códice Vaticano (B), así como las versiones de la Vetus Latine?º, la Vulgata y el texto siríaco de la Pefitta. Antes de pasar al estudio del texto y de las diversas versiones, se, establecerá el mismo mediante un análisis de crítica textual
.,
v. 18
v.20
~72:
a los desobedientes en otro tiempo, cuando esperaba la paciencia de Dios, en los días en que Noé construía el arca, en la que unos pocos, es decir unas almas (personas) ['l'uxaq, fueron salvados a través del agua (o por medio del agua). B: a los desobedientes en otro tiempo, cuando les esperaba la paciencia de Dios, req. los días en que Noé construía el arca, en la que unos pocos, es decir ocho (personas), fueron salvados a través del agua (o por medio del agua). v'L: a los que una vez habían sido incrédulos (increduli juerun~ cuando en los días de Noé la paciencia de Dios estaba esperando (cuando Dios esperaba pacientemente) mientras venía fabricada el arca en la que pocos, es decir unas personas (animae), fueron salvadas a través del agua (o por medio del agua). Vg: a los que una vez fueron incrédulos (increduli fuerun~ sostenidos de la paciencia de Dios, mientras era fabricada un arca en las que pocos, es decir ocho personas [octo animae], fueron salvadas a través del agua (o por medio del agua). Pe!: estas [almas/personas] que no eran obedientes estaban en los días de Noé, cuando la paciencia de Dios ordenó hacer el arca que se hizo, con la esperanza de su arrepentimiento (~cnlr.C\:ulr.l r<'bs:») y sólo ocho almas entraron en ella y se mantuvieron en vida por el agua (.-6= ,.._..o). ~72:
/l
v. 19 ~72:
t9
2
º
En él [espíritu] también a los espíritus en cárcel fue a predicar.
El texto del papiro l_l372 concuerda en general con el texto alejandrino del Códice Vaticano. Cf. E. Cothenet, "Les orientations actuelles de l'exégése de la premiére lettre de Pierre", in Études sur la premiere lettre de Pierre: congres de l'A CFEB, París 1979 (LD 102), Paris 1980, p. 14. P.J. Achtemeier, La prima lettera, pp. 157-159. Para la Vetus Latina tendremos en cuenta sobre todo el texto representado con la letra T, anterior a la Vulgata y predominante en la transmisión. Los demás textos que presenta la edición de Thiele son los representados por la letra K, que sigue la tradición de Cipriano; la C que sigue sobre todo las citaciones de San Agustín y otros textos de la época y la A que sigue exclusivamente San Agustín. Haremos mención de ellos si es necesario en nota. Cf. W. Thiele, Vetus Latina: Die Reste der altlateinischen Bibel: Epistulae Catholicae: Epistula I Petri (26/1), Freiburg 1958, pp. 67*-73*.
B: En él [espíritu] también a los espíritus en cárcel fue a predicar. v'L: En él [espíritu] también a aquellos espíritus que estaban encerrados en la cárcel (in carcere conclusi) llegando ha predicado. Vg: En el espíritu también a estos espíritus que estaban en cárcel llegando ha predicado. Pe!: Y predicó a las almas que habían sido retenidas en el Sheol
(.lcu.,c,).
1
Porque Cristo una sola vez por vuestros (úµ&v) pecados murió (ané0avEV), justo por los injustos, para llevaros a Dios, muerto en la carne, vivificado en el Espíritu. B: Porque también Cristo una sola vez por los pecados padeció (ena0sv), justo por los injustos, para llevaros a Dios y ha sido muerto en la carne, pero también ha sido vivificado por el Espíritu. v'L: Porque Cristo una sola vez por los pecados ha muerto (mortuus es~, justo por los injustos, para que nos lleve a Dios, ciertamente (quidem) ha muerto en la carne, pero vivificado por el Espíritu. Vg: Porque Cristo una sola vez por los pecados ha muerto (mortuus es~, justo por los injustos, para que nos mostrase a Dios, ha muerto en la carne, pero también ha sido vivificado por el Espíritu. Pes: Porque también el Mesías ( ~) una sola vez murió (~) por nuestros pecados (~m\r,,), el justo por los pecadores, para llevaros a Dios. Y ha muerto en el cuerpo, pero vive en el Espíritu.
243
er
v.21
Y a vosotros el bautismo, antitipo, ahora os salva, no es eliminación de la suciedad carnal, sino compromiso/ petición hecha a Dios de una conciencia buena por la Resurrección de Jesucristo. B: El bautismo, que ahora como antitipo os salva también, no es eliminación de la suciedad carnal, sino compromiso/ petición hecha a Dios de una conciencia buena por la Resurrección de Jesucristo. ~72:
-
..
245
Cap. III. El Diluvio Universal
Cap. III. El Diluvio Universal
1/I.,: de la misma manera el bautismo en igual forma os salva, no como pérdida de la suciedad de la carne sino como una petición a Dios de una buena conciencia a través de la Resurrección de J esucristo. Vg. así como el bautismo de la misma manera en igual figura os salva no como pérdida de la suciedad de la carne sino como petición de una buena conciencia a Dios a través de la Resurrección de J esucristo. Pei: Y vosotros también, por una figura similar, os salva por medio del bautismo, no cuando se lava el cuerpo de la suciedad, sino cuando profesáis/ confesáis vosotros (~l=) a Dios con una conciencia pura y por la Resurrección de Jesús, el Mesías ( ~).
Entre los diversos autores, encontramos que se discute entre las dos variantes.23 Se prefiere la lección de foa0ev, a pesar de que a1té0avEV se encuentre en el manuscrito ~72, ya que así ha sido comprendida por las versiones latinas y la Peiitta y dado que éna0i::v se encuentra en B, P y fil1.24 Sin embargo el verbo es utilizado en un contexto donde Pedro habla del sufrimiento y es más lógico encontrar la forma é1ta0i::v. Además serviría de nexo con 1P 4,1 donde aparece el mismo verbo en este contexto. La forma ané0avEV en este caso sería una Iectio dif!icilior, lo que apoyaría su elección, pero la referencia a la muerte de Cristo en el mismo versículo sería una redundancia inútil. Otra variante25 que se encuentra en este versículo es el pronombre úµfü; que algunos manuscritos cambian a r¡µéii:;.26 Pero la mayoría de autores prefieren 1~ segunda persona, que como hemos dicho, está en consonancia con ei contexto."
244
v.22 72 ~ : que está a la derecha de Dios, habiéndose ido al cielo, tiene sometidos ángeles, autoridades y potestades. B: que está a la derecha de Dios, habiéndose ido al cielo, tiene sometidos ángeles, autoridades y potestades. 1/I.,: que está a la derecha de Dios, devorando la muerte para que nos volviésemos herederos de la vida eterna, estableciéndose en el cielo (deglutiens a mortem ut vitae aetemae heredes efficeremur), con los ángeles y las potestades y autoridades a sí sometidos. Vg. que está a la derecha de Dios, en el cielo, con los ángeles y las potestades y autoridades a sí sometidos. Pei: que habiéndose ido al cielo, está a la derecha de Dios y tiene sometidos ángeles, autoridades y los poderes. 3. Estableciendo el texto griego v. 18 En el v. 18 la variante más importante es la que ofrece el papiro ~72 con el cambio de foa0ev (sufrió)21 por ané0avev (muriór". Es posible que la utilización de a1té0avev se deba a la influencia de otros textos que tienen una lección similar (cf. Rm 5,8; 1Co 15,3; 2Co 5,14-15).
23
24
2s 26
21 Esta lección se encuentra también en P. 22
Algunos mss. leen anÉ0aw;v como K (*), A, C 2vi
27
Cf. La mayoría de los autores modernos, como J. Cervantes Gabarrón, La pasión, p. 185; P J. Achtemeier, La prima lettera, p. 405; F.W. Beare, The First Epistle of Peter, p. 141; J.H. Elliott, 1 Peter, p. 639; L. Goppelt, A Commentary, p. 250; M.-É. Boismard, Quatre f?ymnes, p. 58; E.G. Selwyn, The First Epistle, p.195-196; W.J. Dalton, Cbrist's Proclamation, p. 123.131-132; Mazzeo, que estructura la carta en cinco partes, introduce la perícopa en la tercera parte. Cf. M. Mazzeo, Lettere, p. 127, prefieren la lección de i:na0sv, otros la lección anÉ0avsv como Ch. Bigg, A Critica] and Exegetical Commentary on the Epistles oJ St. Peter and St. Jude (ICC), Edinburgh 1910, p. 159; J.N.D. Kelly, A Commentary, pp. 147-148; C. Spicq, Les építres, p. 134, n. 18 ;; E. Best, I Peter (NCB), London 1971, p. 137; K Shimada, "The Christological Credal Formula in I Peter 3,18-22, Reconsidered", AJBI 5 (1979),pp.171-172,n.19. Boismard, que prefiere la variante i:na0sv, la traduce como si fuese ant0avi;v. El exégeta explica como el cristianismo primitivo ha dado el sentido de morir al verbo náox,ro. M.-É. Boismard, Quatre f?ymnes, p. 59. Selwyn da algunos ejemplos de esta utilización, cf. E.G. Selwyn, The First Epistle, p.196. Pero para Dalton esta etimología es posterior al NT. Cf. W.J. Dalton, Cbrist's Proclamation, p.133, n. 37. Cf. \.l.372, B, P, 'I', Wl, VL, Peí Cf. K2 A, C, K, L, 33, 81, 614, 630, 1739, Vg, syhmg, Cl'ª', Cyp, Cyr. Por el contexto, es mejor la utilización de la segunda persona (Dalton prefiere la variante r¡µi'ii;. Cf. W.J. Dalton, Cbrist's Proclamation, pp. 134-135. Cf. E.G. Selwyn, The First Epistle, p.196.
246
Cap. III. El Diluvio Universal
Cap. III. El Diluvio Universal
v. 19 Pocos manuscritos cambian cpuAatj por .qí Q.Dn. Esta es ei. lectura que hace también la Pefitfa. Seguramente es debido a la influencia que tuvo el versículo leído en el contexto del descenso a los infiernos de Cristo. za v.20 El cambio más significativo, pero que no modifica el significado del versículo es la variante ÓAÍyat, que aparece en pocos manuscritos, para acordar con 'lf'Uxaí.29 Por otra parte, ~72 omite el número de personas que se salvan. v.21 Algunos manuscritos (~72 y l't) omiten completamente el pronombre relativo ó con el cual comienza este versículo: evidentemente esta eliminación se debe a una lectio facilior. Otros textos'? cambian el relativo nominativo por el dativo q>. Para Beare, esta última lectura propuesta por Erasmus, corrige un error antiguo ya que "el dativo aparece como la lectura verdadera; es imposible interpretar ó con un sentido razonable".31 Entre los últimos comentarios, como el de Schlosser, se prefiere también esta lecéión porque facilita la lectura y según el autor, su atestación es más fiable.32 Pero no todos los autores están de acuerdo con esta opinión. Achtemeier, Dalton y Kelly, prefieren mantener la lección de ó, que se encuentra en la mayoría de los textos33. Se mantendrá esta elección en el texto siguiendo la opinión de estos autores. La siguiente variante en el texto es el cambio de úµfü; que se encuentra en la mayoría de manuscritos34, por 11µai;, que sólo lo tienen
(
y;¡
unos pocos.35 La evidencia textual hace que mantengamos la primera lección. ' v.22 Pocos manuscritos, aunque importantes." omiten el artículo (roñ), pero aparece en la mayoría de los textos.37 La variante más interesante es la adición textual del manuscrito T de la Vetus Latina, que veremos en el comentario.
4. Delimitación de la perícopa y enlaces con el contexto La mayoría de los autores coinciden en delimitar la perícopa en los vv. 18-22. Sin embargo, no todos son de esta opinión. Beare por ejemplo, estructura la carta en cuatro partes introduciendo nuestra perícopa en la segunda parte que el autor llama discurso bautismal (1,3-4,11). El autor separa el v. 18 .del resto de la perícopa, considerando los vv. 19-22 una digresión del t~xto.38 B. Reicke divide la carta en dos partes: 1,14.6 y 4,7-5.14, dejando la perícopa en la primera parte que el autor 9 intitula la responsabilidad de los bautizados por la gracia recibida3 • Spicq va 40 más allá, delimitando la perícopa en 3 partes, 3,18-4, 6 • El autor en su propuesta de estructuración de la carta la introduce en la tercera parte. El resto de estudiosos presentan los vv. 18-22 como perícopa, aunque esta viene introducida en secciones diferentes, dependiendo del autor. Goppelt estructura la carta en tres partes y la perícopa que estudiamos estaría en la segunda parte, que para el autor es el foco
35
Esta variante sólo aparece en C, L, 614, 630, 1241, 1505, vgms.
36
l'\*,
37
~12, l'\2,
38
28 29 30
31 32 33
34
Cf. P .J. Achtemeier, La prima lettera, p. 405, n. 6. Este cambio lo encontramos en C, P, 'i', 9J1, vgmss, syh., Lo encontramos en pocos mss. 241, 630. F.W. Beare, The First Epistle of Peter, p. 148. J. Schlosser, La premiere építre, p. 209. P.J. Achtemeier, La prima lettera, p. 405, n. 8; W.J. Dalton, Cbrist's Proclamation, pp. 196-199; J.N.D. Kelly, A Commentary, p. 160; B.M. Metzger, A Textual Commentary, pp. 623-624. ~12, A, B, P, 'i', 049, 0285, 69, 81, 945, 1739, Vg, syh.
247
39
40
B, 'i'. A, C, P, 0285, 33, 1739, 9J1. F.W. Beare, The First Epistle of Peter, p. 144. Para Beare, los vv. 19-22 y 4, 6 no son originales del texto sino que son glosas que han sido introducidas. Ibid., p. 151. Esta primera parte separa toda la sección _3, 13-22, subdividiéndola a su vez en dos partes: vv. 13-16 y 17-22. B. Reicke, The Epistles, p. 75. Reicke expone como los vv. 17-22 dan la evidencia teológica que validan lo que el autor de la carta ha dicho en 13-16. Cf. Ibid., p. 108. La misma delimitación la establece Cervantes Gabarrón, que considera los vv. 17-22 una unidad literaria, proponiendo una estructura del conjunto de la carta en tres partes. Cf. J. Cervantes Gabarrón, Lapasión, pp. 55.181. C. Spicq, Les építres, pp. 37-38.
248
central de la carta.41 Windisch42 considera la perícopa dentro de la sección 3,13-4, 6. El pasaje 1P 3,18-22 lo considera la tercera sección cristológica de la carta.43 Para Brox, la estructura de la carta es "poco consecuente, nada lógica ni conceptual't". El autor renuncia a una propuesta estructural en capítulos principales y secundarios y propone una división "en una serie de breves textos independientes y com45 prensibles en sí mismos, en una secuencia no forzada" • Pero Brox reúne la perícopa 1P 3,18-22 que analiza en su conjunto. Selwyn también reúne estos versículos dentro de la división que efectúa. Para el autor, esta perícopa es esencial para poder entender el argumento principal.46 Achtemeier formula una estructura de la carta en seis partes, pero coincide con Goppelt en situar la perícopa 1P 3,18-22 en el cuerpo central de la carta.47 Los vv. 18-22 se sitúan en un contexto en el cual la temática es la persecución y el sufrimiento. Los vv. 3,13-17, corresponden a una sección parenética. El autor de la carta anima a los auditores a no tener miedo, aún en el sufrimiento y la persecución y explica la manera de dar testimonio, con dulzura y respeto. Además anima a los fieles a obrar el bien. La perícopa comienza en el v. 18 por la conjunción ón, que introduce una proposición subordinada causal, dependiente de la proposición principal del v. 17. La expresión "porque Cristo" (ón Kai Xptoróc) del v. 18 la encontramos igualmente en 1P 2,21. La proposición «Cristo padeció en su carne» Xptoroñ o'Ov na0óvw~ onpxt, de 1 P 4,1, podría ser un doble de la que se ecuentra en 1P 3,18. El texto insiste en el padecimiento de Cristo en su carne. Además de darnos una llave de delimitación, el versículo enlaza la perícopa de 1 P 3, 18-22 con la siguiente sección. A pesar de estos pocos enlaces con el con41 42
43 44 45 46
47
Cap. III. El Diluvio Universal
Cap. III. El Diluvio Universal
L. Goppelt, A Commentary, p. 21. H. Windisch - H. Preisker, Die katholischen Briefe (HNT 15), Tübingen 1951, p. 69. H. Windisch- H. Preisker, Die katholischen, p. 247. N. Brox, La primera carta, p. 53. N. Brox, La primera carta, p. 57. E.G. Selwyn, TheFirstEpistle,p.195. Mazzeo, que estructura la carta en cinco partes, introduce la perícopa en la tercera parte. La perícopa motivaría una exhortación "ad agire bene anche nella sofferenza", in M. Mazzeo, Lettere, p. 127.
249
texto, la relación del contenido de la perícopa con el conjunto de la carta presenta dificultades.48 La primera posibilidad sería considerar la perícopa desde 3,17 hasta 4,1 como una digresión, cosa que no parece verosímil pues ya se ha hablado de la unidad de la carta. Otra opción es suponer la conjunción on con función explicativa del v. 17, pero si se considera el contenido de los vv. 19-22, no se encuentra una relación lógica.49 Una tercera propuesta sería la de analizar los vv. 18-22 50 en relación a toda la perícopa anterior, vv. 3, 13-17. Esta posibilidad es la que se retiene del conjunto de las propuestas, porque da una respuesta teológica a toda la perícopa anteriory no sólo al v. 17. No es tanto el ejemplo del sufrimiento de Cristo que se debe seguir pues 51 estos versículos son unas palabras de ánimo para los auditores, sino la seguridad de que los sufrimientos presentes tienen un sentido en la victoria de Cristo ¡,sobre la muerte.
a) Breve estudio del vrfcabulario a.1) v. 18: Porque también Cristo una sola vezpor los pecados padeció (ón Kai Xpioró; ana~ nEpi ó.µapn&v É1ta9tv) El sufrimiento en la perícopa y en el resto de la carta se expresa con el verbo ná.crx,ro.52 Dicho verbo se encuentra un total de 42 veces en el NT y el mayor número de recurrencias es precisamente en esta carta. 53 En los LXX se ve una utilización mucho menor del término (21x). Filón y Flavio Josefo también se sirven de este término. Para Filón el hombre es un ser pasivo que sufre, cosa propia de lo creado ( Cher 48
49
50
Achtemeier presenta una lista de estas dificultades y sus posibles soluciones. Cf. P J. Achtemeier, La prima lettera, p. 411-412. Brox, Beare, Leany son de esta opinión. Para Achtemeier "il tentativo di Dalton di individuare in 3, 18-22 nel loro complesso una giustificazione di 3, 17, sembra per qualche aspetto forzato", in P .J. Achtemeier, La prima lettera, p. 411, n. 42. Esta opinión la encontramos en autores como Dalton o Reicke. Para Dalton los vv. 18-22 relatan aspectos fundamentales de la historia de la salvación, por lo cual los considera un himno o un credo. Además el autor señala que es admitido por todos que los vv. 19-22 "is a catechetical piece in prose", in W.J. Dalton, Christ's Proclamation, pp. 117-119; B. Reicke, The Epistles, pp. 108-115, aunque el
autor toma la perícopa desde el v. 17. Cf. N. Brox, La primera carta, pp. 220-221. 52 Cf. W. Michaelis, "rcáfYf.,uJ'', ThWNTIX, col. 985-1092. 5 3 No hay una palabra exacta que corresponda a este verbo en el TM.
51
Cap. III. El Diluvio Universal
Cap. III. El Diluvio Universal
77; .All 1,49). Por lo que respecta a Flavio Josefo, el termino rcácrxm está muy presente en su obra. En su utilización se encuentra también un uso del verbo como sinónimo de morir (Ant 4,322; 9,43; 15,204; 17,83 etc).54 En el Testamento de los XII Patriarcas, rcácrxm se emplea en sentido de recibir un castigo (TestBef!i 7,4; Test]ud 15,2; TestRub 3,8 etc) y en la literatura rabínica el tema del sufrimiento viene .finalmente utilizado de manera positiva. Este tendría que llevar a una conducta positiva (SNm § 27,14; LvR 37) e incluso llega a tener un valor expiatorio (DtR 32 a Dt 6,5; MekhYBa-1:Iodes 7). La interpretación de un Mesías que sufre sin tener culpa aparece ya con el Canto del Siervo del profeta Isaías. Sin embargo la literatura rabínica tardía aplica este concepto al pueblo de Israel. 55 En la epístola de Pedro, el término es empleado a lo largo de toda la carta (12x). El sustantivo Xptoró; se presenta como sujeto con el verbo rcácrxm en esta carta (2,21; 3,18; 4,1) y en textos lucanos (Le 24,26.46; Hch 3,18; 17,3)56• El resto de los textos donde aparece el verbo, se refiere siempre al sufrimiento de Cristo. 57 En Hb, las 4 veces que aparece el término rcácrxm, es en relación a la pasión de Cristo. Tanto en este versículo como en 1P 4,1, el autor de la carta entiende a través de este sufrimiento, la muerte de Cristo en la cruz. Se deduce por consiguiente que la utilización del verbo es sinónima a la de
a.1.1. Justo por los injustos (füKmo<; úntp Cl<>ÍKrov) Se llama «justo», DÍKmos,59 al hombre piadoso y cumplidor de la Ley. Evidentemente el &íKmos por excelencia es Dios (LXX: 1Sam 2,2; 2Cr 12,6; Tb 3,2; Bar 2,9; Sal 10,7; etc). La justicia de Dios no es sólo legal sino que se expresa también en el hecho de que Dios salva (Sal 114,5). Encontramos algunas figuras en el AT que también reciben el calificativo de justo. La primera figura a la cual se le atribuye esta justicia es Noé del cual se dice que era un hombre justo: Nois áv0pmrcos DÍKmos (Gn 6,9). Esta justicia está basada en la obediencia a Dios y a sus normas. El justo se "ajusta" a la voluntad de Dios entrando en sus proyectos. Otro personaje al cual se le da el adjetivo de justo es Job (lb 1, 1 ), un hombre que sufre sin tener culpa. Se va elaborando poco a poco la idea del justo, en el.que se da por completo la voluntad divina (lr 23,56; 33, 15; Za 9 ,9). Laidea de justo como característica principal del hijo de Dios, se encuentra sobre todo en el libro de la Sabiduría (Sb 2,18; 10,4.13 etc). , En la literatura rabínica, todo hebreo está llamado a ser justo cumpliendo la Ley, ya que la oración del justo cambia el pensamiento de Dios (b.Suk 14a; b.Yeb 64a)6º. La esperanza mesiánica es que un día, todos serán justos (Is 60,21). Filón y Flavio Josefo utilizan el término en el sentido de la tradición bíblica pero también lo amplían con el significado helénico. Para Filón, ser &íKmos es una virtud (Ali 2, 18; S obr 38), pero es tan importante que para el autor el hombre justo es el apoyo del mundo (Migr 121) y el ejemplo más claro es Noé (Migr 125). Del mismo modo para Flavio Josefo eljusto es aquel que obedece a los mandamientos de Dios
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Úrco0V1ÍCTKffi.58 54 55
56 57
58
Esto confirma una vez más la opción del verbo náax,m en lugar de ano0vñaKffi, ya que como vemos, dependiendo del contexto tenía una utilización sinonímica. Aparece la relación de Is 53,12 a Moisés (b.Sot 14a) con la recompensa escatológica de Moisés (SDt 355 a Dt 33,21). R. Simlai aplicando a Moisés estos versículos quería impedir a los apologistas cristianos referirlos a Jesús. Cf. G.F. Moore, Judaism, I, pp. 550-552; III, p. 166, n. 254. J. Cervantes Gabarrón, La pasión, p. 223. Para Cervantes Gabarrón, "este hecho es significativo de cara a la cristología en 1P, ya que nos revela el principal interés de la carta a nivel doctrinal, es decir, la Pasión de Cristo". Cf. Ibid. B. Reicke, The Disobedient Spirits and Christian Baptism: A Stur!J tf 1 Pet. III. 19 and its Context (ASNU 13), Uppsala 1946, p. 214. Ya hemos visto como para Boismard y otros autores, el sentido del verbo era el de morir. Sobre este verbo Boismard opina que "le sens de mourir est exigé par le contexte", in M.-É.
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Boismard, Quatre f?ymnes, p. 59. Brox escribe que "en 1P, que no aborda en nin~n lugar el tema de la muerte y si, constantemente, el del sufrimiento, el termino pasó a significar el sufrimiento exclusivamente y, por tanto, la pasión", in N. Brox, La primera carta, p. 225. Sobre el término OÍKato<;, cf. F.H. Polak, "The Place of the Dikaios: Creative Translation and Verse Order in the Septuagint of Proverbs", in Textus: Studies of the Hebrew UniversirycBible Project, vol. 24, ed. A. Rofé - al., Jerusalem 2009, pp. 133-152; G. Schrenk, "8íKato<;", ThWNT II, col. 1212-1236; G. Schneider, "8íKato<;", DENT I, col. 981-984. Cf. F.G. Voltaggio, La oración, pp. 174-176.
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(Contr Ap 2,293; Ant 6,165; 8,208), aunque también utiliza el término en otros sentidos como digno (Ant 5,197; 15,106). .• En el NT el adjetivo se encuentra 7 4 veces y sigue la idea del AT. Sin embargo se introduce un elemento nuevo, la salvación viene de la justicia realizada por Dios en Cristo. El justo salva por su sacrificio expiatorio (Rm 3,26; 5,19), con su pasión cumplió la voluntad de Dios y el cristiano participa de esta justicia acogiendo la fe en Cristo (Mt 10,41)61, que se efectúa de manera ontológica a través del bautismo (Rm 6,4-10). El título dejusto es aplicado a Jesús en dos pasajes evangélicos (Mt 27,19; Le 23,47). Su serjusto viene determinado también en sentido legal, es decir, virtuoso, santo. En la 1P el adjetivo viene utilizado sólo tres veces. El autor de la carta, con las palabras del Sal 34,16, expone la vigilancia del Señor sobre los justos y su atención a las oraciones de estos (1P 3,12). La segunda vez donde aparece el término es en nuestra perícopa, recordando el sufrimiento del justo (1P 3,18). La participación en el sufrimiento de Cristo comportará también la participación en su gloria (1P 4,18). En la carta el adjetivo OÍKato<; está relacionado con su antónimo MtKo<; (injusto). En los LXX el adjetivo MtKO<; tiene una utilización análoga a Ó.crcJ3TJ<; (profano, ateo) y está empleado muchas veces como sinónimo (LXX: Jb 16,11 y Si 10,7). La concepción de este último término (acrcJ3TJ<;) en el mundo judío es análoga y contraria a la de MtKO<;, es decir, el ityusto es aquel que no se adecua a la voluntad divina. El vocablo aparece también en la obra de Flavio Josefo y Filón. Además los dos autores asocian, como en los LXX, los adjetivos á0tKO<; y aacJ3TJ<; (Ant 8,251; SpecLeg 3,209; Her 90). En el NT el injusto es mencionado 12 veces, donde se continúa su utilización con la concepción veterotestamentaria. Pero sobre todo aparece el empleo antitético de manera explícita justo/injusto, tres veces (Mt 5,45; Hch 24,15 y 1P 3,18), aunque la antítesis más utilizada sea la de justo/pecador (Mt 9,13; Me 2,17; Le 5,32; 15,7; Rm 5,19; 1Tm 1,9; 1P 4,18).
a.1.2. Para llevaros a Dios (íva. úµfü; 1tpoaayáyn -rép 0sép) El verbo npocráyro62 «conducir a», aparece 172 veces en los LXX pero sólo 4 veces en el NT63. En el AT el término se utiliza sobre todo en el Libro del Levítico en el contexto litúrgico de presentación de ofrendas (cf. Lv 1,2-3.10; 3,1.3.7.12 etc). El término también tiene un sentido legal, como vemos en Ex 21,6 en la adquisición de un esclavo. La utilización en nuestra perícopa adquiere un sentido cultual.
61
Cf. J. Cervantes Gabarrón, La pasión, p. 227.
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a.1.3. Muerto en la came (Oava-rroOd':j µEV eupxí) El siguiente término que encontramos utilizado en antítesis en la perícopa es el verbo Ocvutóco, «matar, conducir a la muerte»64. De las 151 veces que aparece el vocablo en los LXX se pasa a tan sólo 11 veces en el NT. El empleo del verbo en el NT es variado. Se encuentra en la pasión de Cristo (Mt 26,59; 27,1; Me 14,55), en relación con la pasión de Cristo (Rm 7,4), pero sólo una vez referido directamente a Cristo (1P 3,18). .También se utiliza en el sentido de hacer morir algo o alguien (Mt 10,21; Me 13,12; Le 21,16; Rm 8,13.36; 2Co 6,9). El término cráps, «carne»65, está relacionado con la muerte que presenta el texto. En los LXX, aáps traduce normalmente el hebreo iw¡,.66. El vocablo hebreo además de carne puede tener el sentido de cuerpo en general (Gn 2,23), pero también de una colectividad (Gn 6,17), que los LXX traducen como ó áv0prono<;. En Filón el concepto de cráps es negativo ya que como sede de las pasiones, impide ir hacia Dios. Flavio utiliza el término refiriéndose sobre todo al concepto físico, carne humana o animal.
62
Cf. J.R. Michaels, 1 Peter (WBC 49), Dallas 1998, p. 203; J. Cervantes Gabarrón, La pasión, pp. 230-231;E.G. Selwyn, The First Epist!e, p. 194.
63 Cf. J.-A. Bühner, "zpooúyro", DENT II, col. 1127-1129. 64 Cf. R. Bultmann, "Buvcróo", ThWNTN, col. 196-198; W. Bieder, "0avmóro", DENT I, col. 1828-1829.
65 Cf. E. Schweizer, "créip~", ThWNT XI, col. 1267-1398; A. Sand, "créip~",
66
DENT II, col. 1363-1373. El campo semántico de esta última palabra es enorme ya que no se refiere sólo a la carne en sentido corporal, sino que puede referirse también al hombre como género humano, por lo que daremos sólo algunos conceptos generales-y nos centraremos en el estudio del término en la perícopa de 1P. Cf. N.P. Bratsiotis, "ifQ;i'', ThWATI, col. 1731-1766.
Cap. III. El Diluvio Universal
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En el NT el término crápl; tiene varios empleos.67 En los evangelios lo vemos utilizado con el sustantivo alµa (Mt 16,17; Me 14,38; Le 24,39). En las epístolas de Pablo también se aprecian los diversos usos del vocablo, desde carne, como cuerpo humano o animal (Rm 6,19; 1Co 15,39; 2Co 12,7), hasta el sentido de pertenencia a un pueblo o grupo particular (Rm 1,3-4; 9,3; 1Co 1,26). En la 1P el sustantivo aparece 7 veces (1P 1,24; 3,18.21; 4,1.2.6), donde el autor desde la primera vez que la utiliza en 1P 1,24, parece querer llevar al lector a descubrir que es el cuerpo de Cristo, que ha asumido el sufrimiento de la humanidad. En su cuerpo de carne ha dejado el ejemplo que anima ahora a la comunidad cristiana a afrontar el sufrimiento. 68
clásico. Mediante una metáfora expresa la fuerza elemental de la naturaleza y de la vida. En la 1 P el término aparece 8 veces referido a varios temas: la santificación del Espíritu (1P 1,2), el espíritu de Cristo (1P 1,11), el Espíritu Santo (1P 1,12), vivir en el espíritu (1P 4,6), el espíritu prisionero (1P 3,19), el Espíritu de Dios (1P 4,14). En la exégesis de la perícopa veremos a que espíritu se refiere.
254
a.1.4. Vivificado en el Espíritu (~cpo1to1119Ei':j OE 1tVf:'Úµcn1) l;;cponotáo, «dar la vida»69, compuesto de l;;qiov y zoiéro, es apenas utilizado 5 veces en los LXX y 11 en el NT. En los LXX el verbo es empleado como una de las cualidades de Dios, el cual es casi siempre sujeto (LXX: 2R 5,7; Ne 9,6; Sal 70,20; Jb 36,6). Este verbo no está atestado ni en Filón ni en Flavio. En el NT aparece con el significado de vivificar, hacer volver a la vida, casi sinónimo de resucitar: De hecho se utiliza junto al verbo Éycípro (Rm 8,11; Jn 5,21) y cuando no se emplea Éycípro, el verbo l;;cponotÉro representa un concepto análogo (1 Co 15,22; Rm 4,17) 70• En la 1P sólo aparece una vez relacionado con el sustantivo nvEUµa. El vocablo 71 nvEUµa aparece en el NT un total de 379 veces. Tiene su origen en el verbo nvéro, que significa «soplar», de rico significado en el griego
67
68
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Cf. E.G. Selwyn, Tbe First Epistle, p. 197. Sobre la antítesis crápl; - 1CVciíµa,, véase L. Goppelt, A Commentary, p. 244. Mazzeo señala que debió existir un contacto entre las tradiciones paulina y petrina aunque no de tipo literario, donde el nexo se encontraría en la figura de Silvano, autor material de la 1P (cf. 1P 5,12) y mencionado por Pablo (cf. 2CÓ 1,19; 1Ts 1,1; 2Ts 1,1). Cf. M. Mazzeo, Lettere, p. 32. R. Bultmann, "sq:>onou~ro", ThW7NTIII, col. 1478-1480. J. Cervantes Gabarrón, La pasión, p. 237. Sobre un estudio completo del término 1CVciíµa,, véase H. Kleinknecht 111 al., "1CVsuµa,, 7CVEuµa.tKóc;", ThW7NT X, col. 767-1101. Cf. cap. II en el "Estudio del vocabulario", pp. 157-159.
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a.2) v. 19: En él también a los espín"tus encarcelados (ÉV cp Kai wic; ÉV (j)'UAClKñ zveúuoow) El sustantivo cpuAaKi¡ tiene varias acepciones en la Biblia «vigilia, vigía, mantenimiento, observacións.P La acepción que utiliza 1P es prisión. En los LXX el término aparece más de 100 veces de las que pocas veces en sentido de "prisión" o "cárcel" (Gn 40,3; 1R 22,27; 2R 25,27.29; 2Cr 16,ÍO; Ne 12,39). Filón y Flavio también emplean el vocablo, pero sólo Filón en sentido de prisión73. En el NT, la palabra cpuAaKi¡ está empleada 47 veces, en sentido de «vigilancia escatológica» pero la mayor parte del tiempo adquiere el significado de "prisión" (Mt 5,25; Le 23,19.25; Me 6,17; Hch 5,19 etc)74• Algunas veces la prisión es una imagen figurada, para describir el estado de los espíritus, como en 1P 3,19, donde el término aparece sólo una vez. Otra imagen es el hecho de que la ciudad de Babilonia se convierte en prisión para los espíritus inmundos (Ap 18,2) 75 o que el demonio sea prisionero (Ap 20,7)76• a.2.2. Fue a predicar (nopw0cic; tK11P'U~tv) No existe un término exacto en hebreo que exprese este concepto." En el AT se utiliza con varios sentidos, «proclamar», «anunciar», «gritar a gran voz», pero no es normal su empleo en la predicación profética. Esto revela la diferencia de uso con el NT donde el término se 72 73
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Cf. G. Bertram, "
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utiliza para indicar el anuncio de un acontecimiento, una proclamación. Flavio J osefo y Filón utilizan el término pocas veces y lo usan con el simple sentido de anuncio, proclamación, pero también con el significado de gritar (Ant 19,145). El verbo xqpúcoco aparece 61 veces en el NT y normalmente en la voz activa.78 Con este término se anuncia la victoria de Cristo sobre la muerte y la realización de las promesas veterotestamentarias (como en Mt 4,17; Le 4,18; Hch 10,42). El contenido de la proclamación se designa con la palabra Ki¡puyµa (kerygma). Este es el mensaje evangélico por excelencia. No es sólo el anuncio de un hecho pasado. En el NT lo que se proclama (xnpúcoro) es el kerygma, un acontecimiento en sí mismo, ya que cada vez que se anuncia, se produce la realización y actualización del mensaje. Después de la Pasión y Resurrección de Cristo, se continúa la obra salvadora de Dios a través de esta predicación (Hch 2,32ss; 1 Co 1,22ss; 2,4; 2Co 4,5ss). En 1P sólo aparece una vez. La importancia de la palabra y el lugar donde se encuentra ha hecho que sea uno de los versículos más estudiados.79 Pero si lo que se anuncia con este verbo es la liberación y el Reino de Dios, ¿por qué Cristo en la 1 P anuncia a los espíritus en prisión, si aparentemente son considerados ángeles caídos? Estas y otras cuestiones serán estudiadas más adelante. Lo que si parece claro es que el autor de 1P sabía la importancia del término empleado.
5,6; Pr 1,25)82• El verbo anEt0¿ro también se encuentra en los escritos de Flavio J osefo y Filón. En Flavio el término aparece para reportar pasajes bíblicos (Ant 2,309; 6,147) o simplemente en sentido de desobedecer a alguien. El mismo uso lo encontramos en Filón (All 1,96; Ebr 14.16.18; Agr 70.166). En el NT el verbo aparece 14 veces. Algunas veces tiene el sentido de "ser incrédulo" (Jn 3,36; Hch 14,2) aunque también aparece el uso de "ser desobediente" (Rm 2,8; 10,21; 11,30). En la 1P está empleado 4 veces (1P 2,8; 3,1.20; 4,17) en contraste con la obediencia de Cristo y de los cristianos (1P 1,22).
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a.3) v. 20: a los desobedientes en otro tiempo (am:1811
79
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Selwyn especifica que el verbo normalmente está seguido de su objeto en el NT. E.G. Selwyn, The First Epistle, p. 201. El verbo "xnpúocetv in the NT usually refers either to Jesus' proclamation of the Kingdom of God or bis disciples' proclamation of the good news of bis death and resurrection", in J.R. Michaels, 1 Peter, p. 209. Cf. O. Merk, "xnpócoro", DENT I, col. 2314-2326. L. Goppelt, A Commentary, p. 264. R. Bultmann, "unct0éro", ThWNT IX, col. 1379-1381; P. Blaser, "unst0éro", DENT I, col. 352-355.
a.3.1. Cuando les esperaba (oTE a1u:;totx,no) El compuesto de anó, ÉK y M:x,oµat, el verbo anEKBÉ:X,oµat (esperar), no está atestado en los LXX, ni en Flavio, ni tampoco en Filón. Sin embargo se encuentra una vez en el TestAbrA 16,3, cuando la muerte espera las órdenes, de Dios.83 En el NT el término aparece 8 veces, la mayoría en el epistolario paulino y una en la 1P. El uso del verbo es .casi siempre en sentido de una espera escatológica (Rm 8,19.23.25; 1Co 1,7; Flp 3,20; Hb 9,28), aunque también se atesta en el sentido de una espera de la justicia (Ga 5,5). a.3.2. La paciencia de Dios (TJ wu 0wu µaKpo01>µía) El sustantivo «paciencia», µaKpo0uµía,84 no es utilizado mucho en los LXX85. En el AT es una característica de la conducta de Dios. Esta manera de actuar se convierte en un modelo a seguir para el hombre (LXX: Pr 14,29s; 15,18; Si 1,23) que es don de Dios (LXX: Is 57,15; 82
En los LXX el verbo unst0Éro traduce varios verbos y formas que expresan la 1 rebelión o el ser desobediente del TM: el verbo '?10 (Ez 3,27), el adj. ?10 (Ez 3,27), los verbos 1~~ al piel (2R 5,16), O~~ (Lv 26,15), ?ll~ (Dt 32,51), 11~ (Is 36,5), el qal de ;,1~ (Is 50,5), elHift/ de ;-Jl~ (Dt 1,26), el Hiftl de 11~ (Ex 23,21), ;,11;1 (Is 59,13), 111;1 (Dt 21,20) y las expresiones K? ;,~!$ (Pr 1,25) y K? llljlf Oos
83
5,6). Cf. w. Grundmann, "unEK<>Éxoµm", ThWNT II, col. 881-884. Para Selwyn, el objeto de la espera es la Parusía o algún rasgo de ésta. E.G. Selwyn, Tbe First
84
Epistle, p. 201. Cf. J. Horst, "µa.Kpo0uµía.", ThWNTVI, col. 1011-1046. El TM utiliza las formas r¡~ -;¡,11:$:;t y t:l:51~ ';Jl~ para expresar el término. Cf. V.
85
Geerhardus, "Longsuffering", DAC I, pp. 704-705.
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Jb 7, 16). El que Dios sea paciente y misericordioso no significa que no ejerza también la justicia retributiva (LXX: Ba 4,25). ~n Filón no se encuentra el término y Flavio lo emplea sólo una vez para hablar de · la paciencia de los judíos, en sentido de resistencia (Bell 6,37). El NT utiliza el vocablo 14 veces de las que sólo una en 1P86• Se mantiene la lectura del AT en la que la paciencia de Dios no disminuye la ira que aparecerá el día del juicio, como se .ve en algunos pasos (cf. Mt 18,23-35; Rm 2,4s; 9,22s). En Pablo, la µaKpo0uµía aparece relacionada con el ayánr¡, "la caridad" (1Co 13,4; 2Co 6,6). Una de las características de la caridad es precisamente la paciencia. Por otra parte, para obtener la µaKpo0uµía se necesita ser fortalecidos por Dios y caminar en sus designios (Col 1,11). Este comportamiento manso y humilde, aparece relacionado con la vocación a la unidad en Ef 4,1ss. Con la persecución, el sustantivo µaKpo0uµía amplía su sentido. Así en St 5,7-8 aparece el aspecto de la seguridad de la cercanía de laparusía, lo que da constancia a la comunidad en las pruebas. Lo mismo en Hb 6,11s donde indica la constante paciencia de la fe. En nuestra perícopa la paciencia de Dios está relacionada a un tiempo87, el tiempo de la paciencia de Dios en la época de Noé. El término está vinculado con la desobediencia, la obediencia y la justicia que se tiene que manifestar.
Flavio aparece siempre con los significados ya nombrados. En el NT podemos identificar tres significados en el uso del verbo. En primer lugar en los evangelios se utiliza con el sentido de "preparar" (Mt 11,10; Me 1,2; Le 1,17; 7,27). En la Epístola a los Hebreos, aparecen los otros significados del vocablo: "construir, edificar" (Hb 3,3-4; 11,7), "equipar, proveer" y "disponer" (Hb 9,2.6). En la perícopa objeto de nuestro estudio, el verbo tiene el significado de «construir».
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a.3.3. En los días en que Noé construía (ev iJµépm~ Nóie KaTa
El término con el cual el autor expresa la construcción del arca de Noé es KU'tUO"KEUásro88 «construir, edificar, preparar completamente», que no es muy utilizado en el conjunto de la Biblia89• En Filón y en
a.3.4. El arca (KtProwu) El sustantivo Kt~ffi'tÓ~, «arca», en los LXX aparece 221 veces." Esta abundancia en su uso es debido a que el término no sólo se refiere al 91 arca de Noé sino también al arca de la Alianza. Flavio Josefo utiliza el sustantivo 63 veces, pero emplea otra palabra para hablar del arca de Noé o en relación con el pasaje: Aápval; (Ant 1,77.78.90.92-93.95). Tal término no es utilizado ni por los LXX ni por el NT. Cuando se refiere al arca de la Alianza utiliza ambos términos. En la obra de Filón la palabra Kt~ffi'tÓ~ se emplea 24 veces mientras que Aápval; sólo una vez (Migr 16). El uso que da Filón a Kt~ffi'tÓ~ es el mismo que encontramos e1;1 los LXX (Det 170; Gig 48; Plant 43; Ebr 85; Con/105; Fug 100). En el NT el término aparece sólo 6 veces, tanto para hablar del arca de Noé (Mt 24,38; Le 17,27; Hb 11,7; 1P 3,20) como del arca de la 92 Alianza (Hb 9,4; Ap 11,19). a.3.5. Fueron salvados a través del agua (fütaÓ>01laav 8t'u8mo~) 93 El verbo 8taatj}sro, «salvar, conducir a buen fin», no es muy común en el NT. En los LXX aparece 70 veces mientras que en el NT sólo 8 veces94• En el NT encontramos el verbo en Mt 14,36; Le 7,3; Hch
°
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Cf. H.W. Hollander, "µaKpo0uµía", DENT II, col. 139-147. Cf. J.R. Michaels, 1 Peter, p. 212. H. Balz- G. Schneider, "KCl'tClcrKsuál;ro", DENT I, col. 2253. No existe una correspondencia exacta en el TM sino que varios términos hebreos traducen el nuestro. Así tenemos iq:¡,. en Is 40,28; il~ Is 45,7; 11::i al hitpolel en Nm 21,27, ;,ifV en 2Cr 32,5. Es interesante observar que algunos de estos términos hebreos son los que se emplean en la creación del mundo y también en la creación del hombre (K'"J:¡l en Gn 1,27; i;l~ en Gn 2,7.8.19. Sobre la traducción del término K'")~ en los LXX véase G.J. Botterweck, "K'"):¡i.", ThWAT I, col. 1573.).
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Cf. H.]. Zobel, ";i:;lT:J", ThWATIX, col. 963-965. Los LXX han utilizado Ktpro.ó<; para traducir dos términos hebreos: ;,;in y Jii~. El término que se emplea en el pasaje de la construcción del arca de Noé es ;,:;in. Este sustantivo se utiliza 28 veces, cuando se refiere al pasaje de Noé y aparece también referido a la cesta que salvó a Moisés. La palabra Jii~ es empleada 202 veces, casi exclusivamente para hablar del arca de la Alianza. El griego no hace esta diferencia y traduce ambos términos por Ktpro-.ó<;. H. Balz 111 G. Schneider, "Ktpro-.ó<;", DENT I, col. 2329. Cf. G. Fohrer, "füacrtj>l;ro", ThWNTXIII, col. 460-461. U. Busse, "omcrtj>l;m", DENT I, col. 945-946. Litacrtj>l;ro se utiliza sobre todo en los LXX para traducir el verbo ~'7~ (escapar, salvar, rescatar) del TM. Este verbo
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23,24; 27,44; 28,1.4 y 1P 3,20. La preposición Otá indica un aspecto de perfección del verbo. En 1P 3,20, encontramos la expresión OtEcrcó0r¡cmv 8t'ú8awc;, que se traduce salvados a través del agua, pero que podría traducirse salvados por el agua. Se estudiarán más adelante las diversas posibilidades.
también en símbolo de muerte, cuando amenaza la vida de los discípulos en la narración de la tempestad en el lago (Me 4,35ss. par.), pero Jesús y más tarde Pedro, caminarán sobre ella (Mt 14,25.28-29). En el Apocalipsis, el agua aparecerá como elemento en el día del juicio. Este elemento de vida se volverá elemento de muerte convirtiéndose en sangre (Ap 16,4s) o en ajenjo (Ap 8,11); pero también será para los elegidos fuente de vida (Ap 7,17; cf. Jn 4,14). En la literatura paulina el sustantivo úorop aparece sólo una vez en Ef 5,26. Pablo describe el Bautismo relacionando agua y palabra. La palabra hace que la purificación con agua se haga efectiva". En la 1P sólo se encuentra una vez el término y es en nuestra perícopa. El autor introduce el término en la referencia que hace al Diluvio Universal (1P 3,20). El mismo contexto es utilizado en la 2P donde aparece 3 veces (2P 3,5-6). Pero la destrucción de la creación causada por el diluvio, en 1P será causa de salvación será sustituida por una nueva creación que surge con el baurisrno". ' a.4) v. 21: El bautismo, que ahora como antitipo (o Kat úµfic; c'tv'tÍTU1tov VUV crc[lsEt ~án-ttcrµa) 100 El adjetivo avtín>noc; es muy raro en los escritos bíblicos • El término está relacionado con el de 'tÚ1toc;1º1, que aparece 15 veces en el NT. Para nuestro estudio es muy interesante, pues wnoc; se encuentra en 1 Co 1 O, 6, en relación al paso del Mar Rqjo. De esta manera se rela-
a.3.6. Fueron salvados a través del agua (8tccrcó0r¡crav 8t'i5oaTO~) El agua es el elemento esencial para la vida y un· elemento para purificación en todas las religiones. En el mundo bíblico, el agua95 tiene un uso extraordinario debido a los abundantes rituales de purificación. Las numerosas recurrencias en el texto del AT manifiestan la importancia del elemento agua. La relación del agua con Israel es una relación intrínseca debido a su conexión con la salvación. Este nexo se realiza incluso a nivel físico, ya que la tierra donde vivirá Israel es pobre en agua. Los textos del AT no dejarán de recordar la importancia del agua y el pan para la vida (Ex 23,25; 1S 30,11s; 1R 18,4.13; 22,27; 2R 6,22; Is 3,1; 21,14; Ez 4,11.16s; Os 2,7;Jb 22,7)96• La necesidad del agua y su carencia, causa de murmuración en el pueblo, aparece en la historia de Israel, sobre todo en su travesía por el desierto (Nm 20,24; 27,14; Dt 32,51; 33,8; Sal 81,8; 106,32). Sin embargo el agua no es sólo símbolo de vida, sino también de muerte y destrucción. En Gn encontramos el relato del Diluvio Universal, donde el agua destruirá todo lo creado (Gn 7,21-23). En la historia de Israel, aparece otro episodio de destrucción a través del agua. En la salida de Egipto, las aguas destruyen a los enemigos de Israel, el faraón y todo su ejército (Ex 15,19-21). En el NT el término Mrop aparece 76 veces97• En el bautismo, el agua es considerada un elemento primordial para su realización (Mt 3,16; Me 1,10). Pero el Mesías bautizará además con Espíritu Santo y fuego (Mt 3,11; Le 3,16). Al igual que en el AT, el agua se convierte esutilizado normalmente para indicar la salvación en caso de amenaza de muerte, sin embargo no es la única forma verbal que traduce _8tacrq>sro. Como el verbo crci>sro, se traduce otras formas del TM como por ejemplo :s1w~, tJ7~, o en formas de participio sustantivado como 1'l!Q. 9s L. Goppelt, "Mrop", ThWNTXN, col. 56-104. 96 R.E. Clemens l2l H. -J. Fabry, "ti:~", ThWATV, col. 1-28. 97 Cf. W. Feneberg, "Mrop", DENT II, col. 1820-1823. 1
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Para Goppelt, la «palabra», pfíµa, en Pablo "es la fórmula bautismal, la invocación del nombre de Jesús sobre el lavado, en la que el anuncio del bautismo llega a su fin". Cf. L. Goppelt, "ú8rop", ThWNTXN, col. 96. Sobre el simbolismo del agua y el espíritu en el NT cf. F. Manns, Le symboie, pp.
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255-297. Fritsch opine que "by emphasizing the fact that the antitype is the key to the understanding of the type, much of the frustration and artificiality of a certain kind of extreme typological exegesis may be avoided in which the Old Testament is frantically ransacked for every kind of typological gadget from the wood of the ark to the scarlet skin of Rahab. The clue to the nature and identity of the type should be sought in the New Testament's interpretation of the Old", in Cf. CH. T. Fritsch, 'To Avrínmov", in Studia Bibiica et Semitica, ed. T.C. Vriezen, Wageningen 1966, p. 101. L. Goppelt, "uvtíw1mc;", ThWNT XIII, col. 14701471. Cf. Excursus: ronop ovticonoc, cap. II, pp. 170-178. L. Goppelt, "túrcoc;", ThWNTXIII, col. 1465-1504.
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cionan los textos que estudiamos, pues existe una conexión entre ellos que es la referencia al Bautismo. Este término no ap1trece ni en los LXX ni en Flavio. En el NT sólo se encuentra dos veces (Hb 9,24; 1P 3,21) y Filón lo emplea tres (Plant 133; Conf102 y Her 181). Debido al cambio de significado que adquiere iúnoc; en el NT, el vocablo avrínmoc; también cambia, en relación al nuevo sentido. En 1P, el anticipo de las aguas del diluvio de las que fueron salvadas ocho personas en el AT es el Bautismo que salva en el NT. De esta manera el anticipo del NT es como el tipo del AT, en esta nueva perspectiva de significado.
a.4.2. No es eliminación de la suciedad carnal (oú crapKoc; ci1tó0Eat~ púnou) El sustantivo anó0ecrtc; no es común en la Biblia. En los LXX no aparece y en el NT sólo se encuentra dos veces en la literatura petrina (1 P 3,21; 2P 1,14). En Flavio aparece sólo dos veces (Ant 18,91; Bel! 4,270) y en Filón una vez (Post 48). Viene utilizado en sentido de "despojarse de algo, quitarse". En nuestra perícopa, el término reafirma que el Bautismo no trata de quitar la suciedad de la carne, como si fuese un simple lavado, sino que se trata de un cambio ontológico en el hombre.
a.4.1. Salva también a vosotros (vuv aq>~Et ~ánncrµa) 102 :E0sro expresa la salvación del hombre en varios aspectos'?'. Es interesante observar que en la literatura peritestamentaria, la utilización de crq>sro en Henoc el cual lo utiliza en la narración de la salvación de los hijos de Noé (1HenGr 106,16) y para narrar la liberación de los justos de manos de los pecadores ( 1 HenGr 48, 7; 62, 13). El término es ampliamente utilizado en otros textos como en el Testamento de los XII Patriarcas y en autores como Flavio o Filón. 1 4 En el NT º y de manera especial en los sinópticos, cr0sro aparece sobre todo en las curaciones efectuadas por Jesús, pero el sentido va más allá de una simple salvación física (.Me 5,34; 10,52; Le 7,50; 17, 19). En las cartas de Pablo el verbo se utiliza ampliamente (ej. Rm 5,9-10; 8,24; 9,27; 10,9; 1Co 1,18.21; 3,15; 5,5; 2Co 2,15; 1Ts 2,16). La 1P, aunque se habla de salvación 8 veces, el verbo es utilizado sólo 2 (1P 3,21; 4,18). Para las demás acepciones se utiliza el verbo 8tacr0sro o el sustantivo omrnpta.
a.4.3. No es eliminación de la suciedad carnal (oú onpxó; anó0ecrtc;
º º
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W. Foerster, "mpsro", ThWNTXlII, col. 447-552. Los LXX traducen distintos verbos del TM con el vocablo crtj>sro, pero la mayor parte de las veces (x143) es el verbo JJW~ a la forma Hifil Oc, 1-2S, Is, Jr y sobre todo en Sal es donde más aparece el verbo en sentido de salvar, liberar, ayudar). Sawyer expone la traducción de JJW~ en los LXX. Además el autor señala que el término es la base del nombre de Jesús. VéaseJ.F. Sawyer, "JJWt', ThWATIV, col. 107-109. Cf. W. Radll, "crq>sro", DENT II, col. 1820-1823.
J)'Ó1t01))
El sustantivo «suciedad, impureza», púnoc;,105 en los LXX se encuentra un total de 4 veces, 3 en el libro de Job Ob 9,31; 11,15; 14,4) y uno en el profeta Isaías (4,4). Sin embargo, púnoc; en los LXX traduce cuatro términos hebreos (¡;,)!;~ ,;,~~ ,K~~ y nlJW). Flavio no lo utiliza y en Filón sólo se encuentra una vez (Mut 48). En el NT sólo aparece una vez y es en 1P 3,21. a.4.4. Sino compromiso con Dios de una conciencia buena (a)..),h. 'tl]µa Eic; 0EÓV) 1 6 El sustantivo «conciencia», ouvsíónou; no es común en los LXX º . Para la lengua hebrea es difícil expresar este concepto debido al concepto antropológico bíblico, que atribuye la idea a otros términos como «corazón» :J7, o el verbo «reprochar» 1110107• Otro término que 108 los LXX han entendido como conciencia es el sustantivo 371~ . En la literatura rabínica continúa la utilización de expresiones relacionadas con el sustantivo corazón, para expresar el término ouvcíóno«; En Filón y Flavio se aprecia una evolución de la utilización del sustantivo
10s
Cf. H. Balz - G. Schneider, "pinto~", DENT II, col. 1322-1323.
106 Sobre una síntesis del término cruvttoT]crt~ helerústico y en Pablo véase I. Volpi, "La definizione", pp. 216-224. Estos términos aparecen en el libro de Jb 27 ,6, que el griego traduce de manera reflexiva como oúvotóu Eµau1:q¡, para traducir el hebreo ':;!~? C']it];. lOS En Qo 10, 20, el autor traduce de los txx ,;¡~n~:;i por ¿y cruvi::toi¡m::t cou. Cf. c. Maurer, "oúvoióc", ThWNTVII, col. 271-326.
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1 7
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de manera propia. Pero es sobre todo en Filón donde s.,e aprecia un cambio debido a la asimilación y utilización del término. 109 En el NT el sustantivo cruvcíor¡cnc; es utilizado 30 veces. Pablo aplica el concepto al hombre, a su comportamiento consigo mismo y con el prójimo. Por lo que respecta a la 1P, el autor emplea ouveíónou; tres veces (1P 2,19; 3,16 y 3,21). En esta carta se repite la expresión ouveíónc«; aya0i¡ "una buena conciencia". Expresión que parece normal en la época neotestamentaria ya que la encontramos 5 veces en el NT (Hch 23,1; 1Tm 1,5 ;1P 3,16.21). En 1P se subraya la fórmula en forma de petición en el contexto bautismal, lo que ha dado lugar a pensar que existía una fórmula bautismal que derivaba del Sal 50,12 (LXX): "Oh Dios, crea en mí un corazón puro (Kapoíav Ka0apav K'tÍO"OV ¿y éuoí, ó 0cóc;) ".110 a.4.5. Sino compromiso con Dios de una conciencia buena (&:>.).,a cruvctoi¡crcroc; aya0fjc; tntpó>Tr¡µa cic; Bsóv) El sustantivo Éncpcó.r¡µa es un hápax legomenon en la Biblia. Los comentaristas han debatido sobre el significado del término. Derivado del verbo éporréro, el sustantivo puede tener dos significados. Por una parte «petición, ruego, oracióna'!' y por otra «declaración, respuesta, 112 compromiso» . Se tomará este segundo significado del términol". Ya en la primera mitad del siglo II, encontramos la mención del carácter de compromiso en la práctica del rito bautismal!". Así el término Éncpcó.r¡µa toma el sentido jurídico para llegar a un compromiso con Dios, el de la buena conciencia.
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a.4.6. Por medio de la Resurrección de Jesucristo (8t' civaa-ráatro<; 'Inooñ Xptoroñ)
En los LXX el sustantivo avácri-acnc;115 aparece un total de 6 veces, mientras que en el NT 42 veces. Derivado del verbo óvíorruu, es obvio el cambio de significado de los LXX, donde se utiliza en sentido de «erigir, levantarse» al del NT, que entiende el término por "resurrección". Este uso de avácrmcrtc; no se encuentra ni en Filón ni en Flavio, pero en el AT ya se encuentra algún caso de resurrección, aunque si es raro (1R 17,17ss; 2R 4,18ss; 13,20s); como también la creencia de la resurrección escatológica (Ez 37,1-14; Is 53,10; Jb 116 19,25s; Sal 73) • En la 1 P el término se utiliza en relación con el Bautismo, en la creencia de la salvación a través del Bautismo que se da por la Resurrección de Jesucrisfo. a.5) v. 22: que está a la derecha de Dios, habiéndose ido al cielo, tiene sometidos ángeles autoridades y poderes (oc; écnv ¿y 8cl;t¡;i roii 0wu nopcu0dc; cic; oúpovóv tno-raytv-rrov aui-é¡'> ayyf).. ,rov Kai tl;oucn&v Kai ouváµcrov). El sentido de únoi-ácrcrro117 en los LXX adquiere dos dimensiones: la primera es una «sumisión a Dios» (Sal 36,7; 61,2.6; Ag 2,18; 2M 9,12), o al «reino mesiánico» (Dn 7,27). La segunda es en «sentido político», es decir, la sumisión de un pueblo a un rey o a Dios (1Cr 22,18; 29,24; Sal 17,48; Sb 8,14; 18,22; 2M 8,9; 13,23; 3M 2,13). En Flavio y Filón . también se encuentra la utilización del verbo. En el NT118 únoi-ácrcrro aparece 38 veces. No hay que confundir sumisión y obediencia. En el NT, la sumisión es el don voluntario en la aceptación del lugar que Dios da al hornbrc'". En la 1P el verbo únoi-éwcrro recorre en la carta 6 veces, lo que indica la importancia del término para el autor.
Cf. G. Lüdemann, "cuveíónou;", DENT II, col. 1579-1584. Cf. C. Maurer, Ibid. col. 325.
111 Cf. L. Goppelt,A Commentary, p. 269;].N.D. Kelly,A Commentary, p. 162. 112 Cf. Ch. Bigg, A Critica!, p. 165; E.G. Selwyn, The First Epistle, pp. 205-206; F.W. Beare, The First Epútle of Peter, p. 149; l. Volpi, "La definizione", pp. 226-233. 113 Cf. C. Spicq, Notes de lexicographie néo-testamentaire (OBO 22/1), Góttingen 1978, pp. 261-262.
114 Cf. Justino, Apol I, 61. Para Cervantes Gabarrón "es más plausible que tnEpártT]µa implique también la respuesta humana a la salvación y no sólo el aspecto de petición a Dios", in J. Cervantes Gabarrón, La pasión, p. 251.
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11s Cf. J. Kremer, "avácn:acn~", DENT I, col. 260-275 116 Cf. A. Oepke, "avácnacn.~", ThWNTI, col. 998-1000. 111 Cf. G. Delling, "úno-rácrcrro", ThWNTXIII, col. 927-945. 11s Cf. K. Bergmeier, "úno-rácrcrro", DENT II, col. 1904-1905. 119
Cf. C. Spicq, Notes, pp. 913-916.
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b) Notasfilológicasy gramaticales En el estudio de la perícopa es importante tener en 2uenta ciertos aspectos filológicos y gramaticales para la comprensión del texto, aunque veremos sólo los más interesantes. Ya en el v. 18 se tiene que poner especial atención a la conjunción ón120. Según la función que se le atribuya, se obtendrán resultados diferentes que influenciarán en la interpretación de la perícopa y a su relación con el contexto. Las opiniones son diferentes. A primera vista, puede parecer lógico atribuirle una función explicativa, lo que uniría la perícopa al versículo anterior, dejando los versículos 1P 3,19-22 como una digresión del texto; pero 121 la conjunción relaciona la perícopa no sólo con el versículo anterior sino con el conjunto 1P 3,13-17. Para Achtemeier, Dalton y otros autores, este hecho hace que el pasaje sea coherente y no se vea como 122 una digresión, por lo cual se afirma la función causal. 123 Se aprecia un paralelismo en la expresión de 1P 3,18 (ón Kai Xptcróq), que encontramos también en 1P 2,21. El vocabulario y los temas que encontramos en la perícopa 1P 2,18-25124 indican la elección del autor para presentar el argumento. En ambos casos se introduce el aspecto doctrinal con la misma estructura sintáctica. Por lo que se refiere a la con-
junción coordinante xcí, pensamos que en este caso adquiera una función adverbial.125 Los dativos oupxí y nveúucn ¿de qué tipo son? Varias opciones se presentan en su análisis. La opinión general es considerarlos como dativos relacionales,126 es decir, que Cristo es visto en el ámbito de la carne y del espíritu. La muerte de Cristo acontece en su carne mortal y su Resurrección en su espíritu.127 Existe también la posibilidad de 128 considerar el dativo de rrvi,úµan como un dativo instrumental, pero algunos autores la han rechazado debido a que se deberían considerar los dos dativos129 oupxí y zvsóucn como instrumentales por el paralelismo existente.F" Aunque sean sugerentes las varias interpretaciones
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Cf. K.H. Jobes, 1 Peter, p. 237. Sobre órt, cf. R. Pierri, "La congiunzione", pp. 81-108. Referente a la sintaxis en 1P véase el excursus de Jobes "The Syntax of 1 Peter: How Good is the Greek?", in K.H. Jobes, 1 Peter, pp. 325-338. Beare opina que la conjunción relaciona 1P 3,18-22 con el v. 17; F.W. Beare, The First Epistle of Peter, p.144. Brox insiste en la importancia del contexto y como el nexo ón añade "un razonamiento necesario" a la perícopa anterior, N. Brox, La primera carta, pp. 220-221. Achtemeier piensa que el intento de Dalton de individuar 1P 3,18-22 como una justificación de 3,17 es un paso forzado. PJ. Achtemeier, La prima lettera, p. 411, n. 42. Para Jobes la relación con el v. 17 viene del hecho que aunque si un cristiano sufrisese por Cristo el martirio hasta la muerte es útil y victorioso porque la muerte no es la última palabra, cf. K.H. Jobes, 1 Peter, p. 238. PJ. Achtemeier, La prima lettera, pp. 411-412. WJ. Dalton, Christ's Proclamation, pp. 123-124. PJ. Achtemeier, La prima lettera, p. 408. Cf. E.G. Selwyn, The First Epistle, pp. 175-181; PJ. Achtemeier, Ibid, pp. 330353.
La conjunción K
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..
propuestas por los diversos autores, creemos más bien que el dativo de ccpxí es relacional mientras que el de nvsúµan es instrumental, Además el sustantivo crápl;, se refiere al cuerpo de Cristo. En 1 P 1,24 el autor utiliza el término citando los LXX y en el resto de la carta el término se refiere a la carne, al cuerpo más que a los hombres en sentido de humanidad.131 Por otro lado, el dativo nvsúµan, comprendido como dativo instrumental, refuerza la tradición neotestamentaria sobre la Resurrección: Cristo muerto en la carne y resucitado por el Espíritu de Dios. Además, si se tiene en cuenta las partículas'Y µÉV y 8é, se reafirma esta interpretación, ya que se acentúa la oposición entre las dos partes del versículo. Al inicio del v. 19, nos encontramos con la construcción ÉV q> Kai.133 Esta posición justifica la exégesis del autor sobre el momento del descenso de Cristo a los infiernos, como se verá más adelante. La construcción ha dado lugar a conjeturar que el autor de la 1 P mencionaba a Henoc, por el hecho que el manuscrito comenzaría con ENruYAAKH de donde derivaría ENQK. Por efecto de la haplogrefía habría desaparecido el X, pero algunos autores como
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Harris avanzan la hipótesis que la expresión completa del texto fuese ENQXKAIENOXTOILENY AAKH, donde se encontraría ÉV q> y 'Evrox. Esta interpretación aparece ya en 1763 en la publicación de J. Bowyer. Sin embargo, esto más que ayudar a solucionar el problema del antecedente de q>, lo complicaría en gran manera y sería incomprensible que el autor introdujese este personaje en el texto sin ninguna conexión con el contexto, por lo que se descarta esta hipótesis. Esta opinión es la de la mayoría de los estudiosos que no piensan que se pueda mantener la hipótesis de Harris.134 Con respecto al antecedente de q>, lo más normal es que sea 7tVEÚµan. Cristo va a predicar en la potencia del Espíritu de Dios.135 Selwyn rechaza esta propuesta ya que el término nvsúµa.t no puede ser el antecedente, pues, según el autor no existen otros ejemplos en el NT de dativo relacional que 136 hagan de antecedente a un pronombre relativo. Por otra parte, Brox piensa que "sería muy torpe el recurso a uno de los dos dativos «adverbiales» en la conclusión del v. 18. Y nvsuµa es en el v. 18 la esfera, no la persona o fuerza del espíritu y no entra en cuestión como término de referencia')137. Para Brox, la fórmula debe entenderse como una conjunción temporal relativa, pues las otras cuatro veces (1P 1,6;
131 Nos separamos así de la interpretación de Cervantes Gabarrón y Achtemeier que analizan el dativo crá.p~ de diferente manera. Como dativo causal, el caso de 132
133
Cervantes y como dativo de medio, Achtemeier. Véase n. 131. Cf. L. Goppelt, A Commentary, p. 253, n. 27; p. 254, n. 28; R.T. France, "Exegesis", p. 280, n. 35. Aunque si en el ~72 no se encuentra la partícula uév, otros manuscritos importantes atestan su uso como son B, K, A02C, 33 y una gran cantidad de minúsculos. La relación uév ... M, de estilo clásico, no se utiliza mucho en el NT, pero se utiliza para dar relieve a las oposiciones. Cf. BDR, pp. 544-546, § 447; A.M. Davies, "Particles in Greek Epigraphical Texts: The Case of Arcadiam", in New Approaches to Greek Particles: Proceedings of tbe Colloquium Held in Amsterdam, ]anuary 4-6, 1996, to Honour C.f. R " uijgh on tbe Occasion of bis Retirement, ed. A. Rijksbaron, Amsterdam 1997, pp. 67-68. La construcción tv q> Kai aparece 12 veces en el NT, de las cuales 8 con el pronombre o<; al dat. sing. y cuatro al pl. Sobre la preposición tv en 1P, cf. B. Howe, Because You Bear This Name: Conceptual Metaphor and the Moral Meaning of 1 Peter, Leiden - Boston 2006, pp. 235-239; también cf. G. Harrison, A Treatise on tbe Greek Prepositions. And on tbe Cases of Nouns with Which Tbese Are Used, Philadelphia 1858, pp. 243-257. R.T. France, "Exegesis", pp. 268-269. Schlosser opina que "l'enchainernent place en tout cas la nouvelle action aprés la résurrection", in J. Schlosser, La premiere építre, p. 227.
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Cf. J.R. Harris, "A Further Note on the Use of Enoch in 1 Peter", Exp, serie 6, 4 (1901), pp. 348-349; B.M. Metzger, A Textual Commentary, p. 624. Cf. J.N.D. Kelly, A Commentary, p. 152; F.W. Beare, The First Epistfe of Peter, p. 145; J .H. Elliott, 1 Peter, p. 652. Para Grasso, la cuestión del valor de la expresión tv q> es importante, pero no tanto como se le ha dado, pues sea cual sea el valor que se le dé "rimane inequivocabile che e Gesú il soggetto che reso vivo nello spirito si e recato ad annunciare agli spiriti che si trovano in prigione", in S. Grasso, "La funzione", p. 248, n. 7.
136 Cf. E.G. Selwyn, The First Epistfe, p. 197; 1Tm 3,16. Sobre la interpretación de i» q> en Reicke y Dalton, cf. W.J. Dalton, "1 Peter 3:19 Reconsidered", in The New Testament Age: Essqys in Honor of Bo Reicke, vol. 1, Macon 1984, pp. 97-98. Para Dalton los textos de 2Hen tienen una importancia primordial en el estudio del v. 137
19. Cf. Ibid, p. 103. , N. Brox, La primera carta, p. 229. De esta manera el autor rechaza la actividad del Cristo "preencarnacional en el tiempo y en la persona de Noé", in Ibid.
270
2,12; 3,16; 4,4) que aparece la expresión en la carta puede ser interpretada con otros valores como el temporal o el causal.F" " . Si se interpreta este versículo con valor temporal, esto permite ampliar el campo de la actividad de Cristo, no sólo al momento específico de su muerte y antes de su Resurrección, sino a todo el contexto que lo precede, tanto de su muerte como de su Resurrección. 139 La postura más convincente es la de Achtemeier que, aplicando este valor temporal, admite que lo más lógico sea tomar como antecedente de C? el término 1M,uµa. sin por ello "ser obligados a explicar de qué manera pueda tener lugar esta actividad antes de la Resurrección, si se considera nveúurm no con función adverbial sino instrumental'Y'". El problema que queda por resolver es la conjunción Ka.Í y su interpretación, que por su colocación tiene un significado de valor aditivo más que de conjunción coordinante141• En el v. 20 la expresión 8t'ú8mo~, presenta el problema de dos lecturas debido a la preposición 8tá que puede tener sentido local o instrumental.Y La mayoría de los exégetas han optado por el sentido local,143 pero el problema que presenta esta interpretación es que no permite ver el paralelismo con el v. 21 donde se presenta el agua del bautismo como instrumento de salvación. Este problema se resuelve,
144
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para algunos autores, si se considera el pronombre relativo ó del v. 21 como un antecedente proléptico145 del término ~ánncrµa. o referido a toda la expresión146 y no al antecedente inmediato ú&rop (agua). En este caso, la tipología no es entre el agua del diluvio y el agua del Bautismo sino entre el diluvio y el Bautismo en general. Con respecto a la variante q) que presentan algunos manuscritos menores, viene adoptada por otros exégetas.147 De esta manera el único elemento a considerar es la salvación que Dios efectúa, que está relacionada con la manera en la que se realiza la salvación del cristiano en el Bautismo. La redención en este caso, viene del acto bautismal en el cual se ejecuta la acción de Dios.148 La segunda opción que presenta esta expresión es el valor instrumental. En este versículo y en el siguiente, el agua sería el medio por el cual llega la salvadón.149 Si el agua es el instrumento de salvación, la 144
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N. Brox, Ibid. De la misma opinión es P .J. Achtemeier, La prima lettera, p. 425. Ibid. P.J. Achtemeier, La prima letrera, p. 425. Esta postura se opone a la hipótesis de Selwyn. P.J. Achtemeier, La prima lettera, pp. 425-426. En griego bíblico la preposición Otá con genitivo tiene normalmente un sentido instrumental (cf. Me 16,20; Jn 1,17; Col 1,16; 1Jn 5,6), separándose del sentido clásico espacial. Cf. P.F. Regard, Contribution, pp. 105-122; G. Harrison,A Treatise, pp. 192-202; BDR, pp. 294-296, § 223; sobre las preposiciones en 1P, cf. R. Dupont-Roc, "Le jeu des prépositions en 1 Pierre 1, 1-2: de l'espérance finale a la joie dans les épreuves présentes", EstBib 53 (1995), pp. 201-212. J.H. Elliott, 1 Peter, p. 667; P.J. Achtemeier, La prima lettera, p. 445; B. Reicke, The Disobedient, pp. 141-142; R. Beasleyll!Murray, Baptism, p. 259; N. Hillyer, "First Peter and the Feast ofTabernacles", INIL 21 (1960), p. 57. D. Cook, "I Peter iii. 20: An Unnecessary Problem", JTS 31 (1980), pp. 72- 78; Ch. Bigg, A Critica/, pp. 163-164; L. Goppelt, A Commentary, pp. 265-266; J. Schlosser, La premiére építre, p. 218.
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En algunos manuscritos menores, el pronombre ha sido sustituido por cp (69, 206, 216, 241, 630, 1518). Sustituido con el nominativo por su idéntica pronunciación, el pronombre sirve como objeto del adjetivo úvríroaov. Cf. J .H. Elliott, 1 Peter, p. 668; B.M. Metzger, A Textual Commentary, p. 624. Cf. L. Cignelli- R. Pierri, Sintassi, pp. 81-82, § 37; BDR, pp. 583-584, §476. L. Goppelt, A Commentary, p. 266; F.W. Beare, The First Epistle of Peter, p. 148; D. Cook, "I Peter", p. 77; J. Cervantes Gabarrón, La pasión, p. 249; I. Volpi, "La definizione", p. 204. J.H. Elliott, 1 Peter, pp. 668-669; F.W. Beare, The First Epistle of Peter, p. 148; R. Beasley-Murray, Baptism, p. 260; E. Best, J Peter, p. 147; J. Schlosser, La premiére építre, p. 209. Esta es la opinión de Ch. Bigg, A Critica/, pp. 164-165; F.W. Beare, The First Epistle of Peter, p. 148; L. Goppelt, A Commentary, pp. 266-267. Goppelt señala que gramaticalmente lo más normal es referir el pronombre o a úomp, donde av1:ínmov es adjetivo y Pá1mcrµa aposición. Sin embargo si se considera la expresión fo'úoawc; como local (cf. 1Co 10,1) el relativo o hace referencia a lo que ha sido mencionado antes. Además pánucrµa se entiende también como acto y av'CÍnmov como sustantivo predicativo. Véase L. Goppelt, "rúnoc", ThWNT VIII, col. 1485, n. 34. El término úomp con valor instrumental lo encontramos en autores como E. Best, I Peter, p. 147; A. Puig Tárrech, "Le milieu de la premiére épitre de Pierre", RCatT 5 (1980), pp. 370-373; E. Ferguson, Baptism, pp. 189-191. Para Busse la frase del v. 20 OlEl;,m", DENT I, col. 946.
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lectura se sintetizaría de la siguiente manera: así como el agua del diluvio llevó el arca a la salvación, el agua del Bautismo salva al cristiano.l" En este caso, el arca no representa el medio por el cual Noé y su familia se salvaron,151 cuando el texto insiste que es entrando en el arca (ale; 11v en sentido de dirección) que unos pocos se salvaron. La elección de algunos autores es interpretar la preposición con una ambigüedad intencionada por parte del autor,152 es decir, Noé fue salvado a través del agua y por medio del agua. Es difícil elegir una opción, ya que las dos posibilidades se pueden justificar. Lo que nos parece menos probable es la que el autor haya querido dejar esta ambigüedad textual de una manera intencionada. El estudio de la tradición sobre el Diluvio Universal nos ayudará a esclarecer este problema. Ya se ha hecho alusión a los problemas que se presentan también en el v. 21 con la proposición O KCll uµuc; UV'tÍ't'lntOV VUV CT({)Stl ~á1t1:tcrµa. Algunos autores piensan que el pronombre relativo, junto con los dos sustantivos óvrírunov y ~ám:tcrµa hacen de sujeto al verbo crtj)set. Estos sustantivos serían las aposiciones del sujeto ó.153 Con la variante q> que se encuentra en algunos manuscritos, algunos han intentado resolver el problema sustituyéndola por el pronombre personal,154 pero el resultado a nuestro parecer no es satisfac-
torio ya que se pierde la conexión con lo anteriormente expuesto. También se ha considerado el término avtiwnov como adjetivo en aposición de uµac;,155 por lo que se evitaría además el problema del término avcíwnov, raro en el NT. Si se considera el pronombre relativo ó, que tendría como antecedente ~ánncrµa156 debido a la atracción del relativo (aunque para algunos autores este fenómeno es artificioso)157 y no u8arnc:;158 o todo el cuadro anterior, como otros exégetas opinan,159 entonces évrírozov sería un sustantivo predicativo.l" De modo que toda la tensión de la proposición se centra en el Bautismo (~ánncrµa). Así se puede explicar esta construcción, con los fenómenos sintácticos de atracción, prolepsis e incorporación del anteceden\ te. Dalton y Achtemeier afirman que es una construcción más bien artificial para el griego161. Por ello la opción clásica y gramaticalmente más sencilla, que e~ la de referir como antecedente del relativo ó a u8moc;, es más atrayente162. Pero se prefiere la opción de considerar el 163 relativo ó como antecedente de ~ánncrµa. En el v. 20 con 1tO'tÉ y en v. 21 con el adverbio de tiempo vñv, aparece una relación temporal que acentúa el paralelismo de los dos ver-
15º Cf. E.G. Selwyn, The First Epistle, p. 202;].N.D. Kelly, A Commentary, p. 159. 151 Para Schlosser es una sorpresa la utilización del acusativo en la expresión de; 11v
152 153 154 1 1
,
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... 8trncó0l]cmv. La "constructio praegnans" explica este uso que "consiste a évoquer le mouvement précédant la présence dans un lieu. Cet usage convient parfaitement a 8tacrcl>~ro, car se sauver consiste a traverser une zone dangereuse pour atteindre un lieu sur", in J. Schlosser, La premiere építre, p. 229. Sobre la "constructio praegnans", véase Zerwick, p. 57, § 99; Smyth, p. 278, § 1659; pp . 682-683, § 3044; L. Cignelli - G.C. Bottini, "La concordanza del pronome relativo nel greco bíblico", LA 40 (1990), pp. 56-59. J.H. Elliott, 1 Peter, p. 667; W.J. Dalton, Christ's Proclamation, p. 195; J.N.D. Kelly, A Commentary, p. 159; E.G. Selwyn, The First Epistfe, pp. 202-203; K.H. Jobes, 1 Peter, pp. 252-254. Cf. P.J. Achtemeier, La prima lettera, p. 445. Los manuscritos que realizan este cambio no son ni muchos ni importantes, por lo que no consideramos esta variante, aunque no es la opinión de todos. Beare, la toma en cuenta en el análisis del texto y dice que no tiene sentido la construcción con Cf. F.W. Beare, The First Epistfe of Peter, p. 148.
o.
155 Así E.G. Selwyn, The First Epistle, p. 203; J. Schlosser, La premiere építre, p. 230. 156 Este fenómeno sintáctico es el de la atracción del relativo. Algunas veces
157 158
"l'antecedente del relativo e incorporato nella proposizione relativa generalmente senza articolo, ma per sé non e indeterminato: funge praticamente da suo articolo il relativo prolettico", in L. Cignelli - R. Pierri, Sintassi, p. 93, § 45, n. 1. Reicke, con numerosos ejemplos, muestra este fenómeno tanto en griego clásico como bíblico, B. Reicke, The Disobedient, pp. 149-172. Así también W.J. Dalton, Christ's Proclamation, p. 196; P.J. Achtemeier, La prima !ettera, p. 446.
159 Para Goppelt ú8cnoc; no es el antecedente del pronombre sino sólo del cuadro 160 161
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163
anterior. El autor no acepta que el agua sea el elemento de salvación ya que él ve en el agua elementos de destrucción. Véase L. Goppelt, A Commentary, p. 266. Cf. J. Cervantes Gabarrón, La pasión, p. 249. Dalton piensa que "for man y reasons, this interpretation seems highly artificial", in W.J. Dalton, Christ's Proclamation, p. 199. Para Achtemeier es una construcción más común en latín que en griego, cf. P.J. Achtemeier, La prima !ettera, p. 446, n. 309. De esta opinión es Brox, Michaels y Achtemeier. Cf. N. Brox, La primera carta, p. 237;].R. Michaels, 1 Peter, p. 213; P.J. Achtemeier, La prima Iettera, p. 446. Así también L. Cignelli - R. Pierri, Sintassi, p. 93, § 45, n. 1.
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sículos. La forma verbal al presente ocpsct, actualiza la nueva realidad por la cual el hombre se salva, el Bautismo. El use, del término avtíw1wv acentúa el hecho de la importancia del Bautismo. El diluvio es el antitipo del Bautismo, que es el tipo164• La acción salvadora de Dios continúa en la historia del hombre.
c) Estructura, articulación, líneas temáticasy motivos literarios La estructura de la carta presenta un problema debido a la cantidad de exhortaciones, sin que por ello se ponga en duda la unidad de la misma 165. No todos los estudiosos han dado una disposición de la perícopa o de la carta. Brox rechaza la idea de dar una estructura, puesto que para el autor, el plan de la carta está definido por la intención teológica con que se escribió y se desarrolla a través de una serie de temas. Así prefiere realizar un elenco temático del contenido de la carta.166 Cervantes Gabarrón, siguiendo la estructura de Perrot y de Gourgues,167 presenta una estructura en escalera, donde la segunda parte del peldaño explica o retoma la primera.168 U na estructura análoga es la que presenta P.J. Achtemeier, el cual considera los vv. 19-22 una inclusio. Además sugiere que en el v. 19, el famoso descenso a los infiernos no sea tal, ya que la repetición del participio nopcu0dc;, 164
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Sobre el tipo y el anticipo véase el Excursus: TI'.>1to<; y av-riw1to<;, del cap. II, pp. 170-178. Cf. G. Tosatto, "La prima lettera di san Pietro", in AA.VV., JI messaggio della salvezza: scritti apostolici, Astí 1969, pp. 924-935. Brox comenta: "El elenco temático del comentario muestra una simple serie de títulos que informan incidentalmente de manera adecuada a mi juicio, sobre el contenido y la secuencia temática del escrito. En cualquier caso, esa serie sólo puede revelar parcialmente el orden objetivo de la temática, pues lo que pone de manifiesto primariamente es la ausencia de un orden formal". N. Brox, La primera carta, p. 57. Ch. Perrot, "La descente aux enfers et la prédication aux morts", in Études sur la premiere lettre de Pierre: Congres de l'ACFEB, Paris 1979 (LD 102), AA.VV, Paris 1980, pp. 244-245; M. Gourgues, A la droite de Dieu: Résurrection de [ésus et actualisation du Psaume 110: 1 dans le Nosaea« Testament (EB), Paris 1978, p. 76. J. Cervantes Gabarrón, La pasión, p. 190; Elliott establece también la estructura en escalera pero desde el v. 18. Cf. J.H. Elliott, 1 Peter, pp. 637-639. Para Thurén, los vv. 18-22 tienen una construcción quiástica, cf. L.T. Thurén, Argument, p .. 158, n. 225.
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se refiere a la misma dirección, es decir hacia el cielo169• Teniendo en cuenta los elementos estructurales y las diversas teorías expuestas, es evidente la inclusio en los vv. 19-22. A pesar de la unión de dos tradiciones, como afirma Dalton,170 coincidimos con Achtemeier en afirmar que esta inclusio es obra del autor de la carta. Proponemos una disposición temática, donde la inclusio centraría el cuerpo de la estructura dejando el v. 18 como una premisa de lo que el autor expondrá a continuación.l" Este tipo de disposición no excluye la estructura de escalera, más bien la amplía. Al comienzo del v. 18, aparece la figura de Cristo, como ejemplo de lo que se va a exponer a continuación. Lo primero que surge es el sufrimiento de Cristo, para llevarnos a Dios. El justo muere por los injustos, pero enseguida se recuerda que ha sido vivificado por el Espíritu. Estos temas, que aparecen en el v. 1 ~' se desarrollarán en el resto de la perícopa. En el v. 19 se retoma el término Espíritu que, con su poder, va a anunciar a los espíritus cautivos. El v. 20 retoma los temas del sufrimiento, el justo, los injustos, con la figura de Noé como eco al v. 18. Parece como si el autor emplease la figura de Noé como .figura de Cristo. En la historia de No¿, nominado por la Biblia como un justo (Gn 6,9), aparece también el sufrimiento en un mundo cruel donde Dios espera en su paciencia para hacer justicia y salvar a ocho personas. Esta justicia se realiza ahora en el Bautismo. Los elementos temporales que aparecen en los vv. 20-21 (noté-vñv) ponen de manifiesto su paralelismo. El v. 22 cierra la inclusión con el verbo nopsúourn que encontramos en el v. 19. Esta vez se expone como Cristo asciende al cielo y
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Cf. P J. Achtemeier, La prima lettera, pp. 406-407. Esta opinión ya la había expuesto Dalton el cual, presentando las tesis de Boismard y Bultmann, concluye que lo razonablemente seguro es que en los vv. 18 y 22 se encuentran elementos de un himno o de un antiguo credo de la Iglesia. Esto es comúnmente aceptado, como el hecho que los vv. 19-22 son una pieza catequética en prosa. Cf. W J. Dalton, Christ's Proclamation, p. 117;].N.D. Kelly,A Commentary, pp. 146-147. W.J. Dalton, Christ's Proclamation, p. 119. Sobre el descenso de Cristo al infierno trataremos el tema en el comentario del v. 19. Para di Marco, la 1P es una carta en la que de manera frecuente se encuentra la inclusión y el quiasmo. Cf. A. di Marco, JI chiasmo ne/la Bibbia (CPR), Torino 1980, p. 182.
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le son sometidos los ángeles, las dominaciones y las potestades. El cuadro siguiente ayudará en la comprensión de la estructura:
pa, algunos motivos literarios aparecen de manera evidente como son el quiasmo, la inclusión y el paralelismo. En el v. 18 encontramos un paralelismo, frecuente en toda la perícopa173. El paralelismo sinonímico aparece en la primera parte del versículo: v. 18 ón Kai [...] XptaTo~ anal; // oíKmo~ y nepi aµapnéóv éna0sv // i)1ttp aoíKrov. Otro paralelismo que aparece de manera homoteleutica, es un paralelismo antitético en la última parte del versículo: 0avmro0dc; µtv onpxi . // sq:>on01110dc; 8t nvsúucn, Se encuentran además como motivo literario las inclusiones en el texto. Tres aparecen en la perícopa con los términos Xptctóc (vv. 18.21), 0sóc; (vv. 18.20.22) y el verbo nopeúoum (vv. 19.22). Ya hemos aludido al paralelismo temporal que el autor realiza 174 con la partícula noté y el adverbio vñv en los vv. 20-21.
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Cristo como ejemplo: Sufrimiento, muerte y Resurrección Cristo desciende a los espíritus cautivos Ejemplo de Noé
18: Ó'tt Kai Xpurtoc anal; nspi áµap'tléov éna0sv, 8ÍKmoc; úntp a.8íKrov, í'.va ú µéic; Previo npocrayáyn rép 0eép 0avmro0dc; µtv oupid sq:>ono1110dc; 8t nveouoxi ·
A
20: anst0i¡cracrív no-cs Ó'tt ansl;s&txsw 1Í toñ
B
El bautismo salva·
Cristo asciende al cielo
19: év cp Kai roú; é» cpuAatj nvsúunotv 1topE1>9ti~ tKi¡pul;sv,
B'
A'
0wi5 µaKpo0uµía tv iíµtpmc; Nrós KmacrKruasoµÉVl)c; Kt~(J)WU de; 11v 6Aíyot, roñr' écrw OK'tffi 'JIUXaí, 8wcrcó011crav 8t'ú8moc;. 21: Q, Kat Úµéic; CLV'tÍTunOV VUV ayyÉArov Kai ESOUcrtffiV xni óUVÚµsrov.
En casi todos los versículos, la última palabra es retomada por el pronombre en el versículo siguiente: en el v. 18 el término nvcÚµa'tt y el pronombre relativo q> en el v. 19; en el v. 20 el relativo ó se refiere a ~ánncrµa, pero en este versículo son los términos no-cÉ y vñv que realizan el nexo de unión. Termina con 'Inooñ Xptcroñ en el v. 21 que retoma el pronombre relativo óc; en el v. 22. Las palabras en cursiva muestran la unidad de la perícopa así como los temas que en ella se evocan. Esta estructura ayuda a justificar el hecho que el Bautismo no es una mención casual, como piensa Brox, 172 sino que está al centro de la perícopa. Además el tema del bautismo aparece de manera clara desde el inicio de la 1 P 1,3 con el aoristo ingresivo avaysvvi¡crac;, ya que detrás del tema del nuevo nacimiento está el Bautismo. En la períco172
N. Brox, La primera carta, p. 224.
d) ¿Homilía, tratado bautismal, liturgia? Algunos aspectos del género literario. Con respecto al género literario del contenido de la 1P se han realizado varias hipótesis. La hipótesis de que fuese una liturgia fue lanzada por Preisker, que sostenía que 1P 1,3-4, 11 era una liturgia bautismal y el resto de la carta una conclusión litúrgica. Windish sostiene que 1 P 1,3-4,11 es una homilía bautismal reelaborada con algunos elementos 175 de exhortación adaptando el texto al contexto al cual se dirige. La teoría de Preisker fue retomada por Cross el cual afirmaba que era la 176 liturgia bautismal que se celebraba en Pascua. Para Boismard, la 1P no es una liturgia, aunque sí contiene elementos litúrgicos. En el estudio de la carta el autor presenta cuatro himnos bautismales (1P 1,3-5;
173
Cf. P.J. Achtemeier, La prima lettera, pp. 416-422; J. Cervantes Gabarrón, La
pasión, p. 190-193. 174 Hill opina que en el v. 21 la frase oú cmpKoc; 6.n:ó0i::cnc; pún;ou Ó.AAO. cruvi::t8iJcrnroc; 6.ya0fíc; Eni::pcon¡µa de; Osóv, tiene un orden de quiasmo, pero no todos los autores están de acuerdo. D. Hill, "On Suffering and Baptism in I Peter", NT 18 (1976), p. 186. Para Cervantes Gabarrón la idea de Hill se tiene que relativizar porque no considera la antítesis entre ocpxó; y cruvi::t8ricri::roc;. Este autor destaca también el homeotéleuton de los vv. 21d y 22a. 175 H. Windisch - H. Preisker, Die katholischen Briife, p. 82; cf. Cf. H. Moxnes, "Because of 'The Name of Christ': Baptism and the Location of Identity in 1 Peter", in Abfution, Initiation and Baptism: Late Antiquiry, Bar/y Judaism, and Bar/y Christianiry, I, ed. D. Hellhom -al., Gortingen 2011, pp. 608-609. 176 F.L. Cross, I Peter, pp. 37-38.
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3,18-22; 2,22-25 y 5,5-9). Kelly contradice estas hipótesis177• Del mismo modo Dalton 178 rechaza la idea de que sea una homilía bautismal o una liturgia. Bultmann habla de un Credo bautismal como trasfondo de 1P 3,18-22.179 E. Cothenet no tiene duda en afirmar que se reconoce en esta perícopa una confesión de fe relacionada con el género literario del himno.l'" La unidad de la carta ha sido mostrada por varios autores, pero esto no reduce el hecho de que para la redacción hayan sido utilizados diversos materiales tradicionales, como afirma Goppelt. El juicio de Goppelt181 y otros, de sostener la unidad de la carta en la que se ha utilizado material tradicional, es el más plausible, en detrimento de la opinión de algunos autores que afirman que la 1P sea una homilía, un tratado bautismal o una liturgia.182
contexto, en la tradición hebrea y cristiana primitiva, ya que se menciona explícitamente en 1P. Para ello analizaremos los versículos de las diferentes versiones que nos parecen más interesantes y que creemos que pueden ayudar a iluminar la perícopa neotestamentaria.
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II. ESTUDIO DE LAS TRADICIONES Una vez realizado el estudio de la perícopa, nos centraremos en el trasfondo de la tradición a la que el autor ha podido recurrir. Concretamente estudiaremos la figura de Noé y el Diluvio Universal, en su 177 178
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J.ND. Kelly, A Commentary, pp.
15-20. W.J. Dalton, Christ's Proclamation, p. 72. Además opina que la composición de la carta es una unidad y no existe ninguna ruptura como afirma Beare. La opinión de Bultmann es criticada por Deichgraber, para el que la reconstrucción de Bultmann es forzada dejando el texto sin homogeneidad: "Gegen diese Rekonstruktion wird man einmal geltend machen müssen, dass sie mit mehreren, zum Teil einschneidenden Anderungen des Textes erkauft ist. Ausserdem ist zu bemerken, dass wie schon gesagt auch dieser Textbestand noch ausgesprochen uneinheitlich wirkt". Cf. R. Deichgraber, Gottesf?ymnus und Christusf?ymnus in der friihen Christenheit: Untersuchungen zu Form, Sprache und Stil der friihchristlichen Hymnen (SUNT 5), Góttingen 1967, p. 172. E. Cothenet, "Liturgie et vie chrétienne d'apres I Pierre", in La Liturgie expression de la foi: Corférences Saint-Serge. XXV' semaine d'études liturgiques, Paris 27 - 30 Juin 1978, ed. A.M. Triacca -A. Pistoia, Roma 1979, pp. 97-98. Goppelt es del mismo parecer, indicando como el estilo de la carta es sorprendentemente unificado y preciso. Cf. L. Goppelt, A Commentary, p. 24. Esto no impide que en la redacción de la carta haya sido utilizado e incorporado material tradicional. Ibid. p. 25. Para Schlosser esta hipótesis no es la única, aunque está de acuerdo en el carácter de carta-encíclica de la 1P. Cf. J. Schlosser, La premiere építre, p. 30.
1. El Diluvio y la Nueva Creación como solución al pecado La figura de Noé se ubica en un contexto histórico de desintegración de la sociedad conocida a causa del pecado. El texto de Gn 6,1-8 presenta la propagación del pecado y del mal que provocará el diluvio. Entre las causas principales que relata la Biblia se encuentran la unión de los hijos de Dios (t:r;jl;,~;rr;i) con las hijas de los hombres (!: J'Jl$;:t niJ:;¡), que provoca el nacimiento de los gigantes (t:l'7!;,~;J) (Gn 6,4). Por otra parte el crecimiento de la maldad del hombre y su tendencia hacia el mal, llevará a Dios a arrepentirse de haberlo creado (Gn 6,6: ;iwr':;i ;,l;i; om~1 t:l'Jl$;:t-n~) y decretar su aniquilación (Gn 6,7: t:l'Jl$;:t-n~ ;-JQ?;)~ ;-J);-J; 'l')Kli1,-1Wl$). Según la tradición que presenta 1 Hen, la causa del diluvio es el pecado de los ángeles caídos. En 1 Hen 6-8 se desarrolla la explicación de Gn 6,1-4.183 El autor intenta dar un razonamiento al origen
,~~·1
183
Cf. G.J. Wenham, Genesis 1-15 (WBC 1), Texas 1987, p. 138. La perícopa de Gn 6,1-4, ha sido comprendida de dos formas. Por una parte, algunos estudiosos opinan que se trata de un mito israelita. Así D. Petersen piensa que se restablecen los límites que separaban el reino celestial del humano y que los bene-elobim rompen. Hendel cree que el mito ha sido reducido porque era conocido. Donde coinciden los autores es en poner como responsables de la destrucción a la humanidad .. A. Soggin coincide en ver la perícopa como un mito que presenta dos perspectivas: una crítica a las culturas politeístas y el intento de los humanos de llegar a la divinidad a través de los bene-elobim. Por otra parte, algunos autores como E. Kraeling, consideran una antigüedad mayor a la perícopa, seguramente por tradición oral, donde se reflejaría el origen de la historia de los héroes de la antigüedad. C. Westermann, siguiendo a Kraeling, piensa que el pasaje quiere explicar el origen de los gibborim. H. Schwarzbaum asocia el pasaje con mitos extranjeros para explicar las causas de la muerte debido a la superpoblación. Cf. A.T. Wright, Tbe Origin of Evil Spirits. Tbe Reception of Genesis 6.1-4 in Ear!J Jewish Literature (WUNT 198), Tübingen 2005, pp. 53-54. A pesar de todo, Wright expone que ninguno de estos autores explica por qué el autor de Gn 6, 1-4 ha inserido el Diluvio en la narración, de manera que "an examination of the literature of early Jewish authors and their Hellenistic neighbours may contribute to a clearer understanding of Génesis 6.1-4", in A.T. Wright, Tbe Origin, p. 54.
Cap. III. El Diluvio Universal
Cap. III. El Diluvio Universal
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Gn6,2
1.1. La situación de pecado antes del Diluvio: La unión de los ángeles con las hijas de los hombres. El inicio de la destrucción.
a) Sinopsis de las versiones (Gn 6, 14) Gn 6, 1
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La primera parte del libro de Henoc (1Hen 6-36) corresponde a lo que se ha llamado tradicionalmente el Libro de los vigilantes. En esta sección del libro se describe como doscientos ángeles, cautivados por la belleza de las mujeres, se unen a ellas y engendran los gigantes. Este será el inicio de la expansión del mal en el mundo, que provocará la ira de Dios y el Diluvio Universal. Cf. A. Díez Macho IZI al.,Apócrifos de/Antiguo Testamento, IV, Madrid 1984, p. 14.
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del mal, introduciendo como raíz principal la unión de los ángeles con las hijas de los hombres184. La misma tradición la encontrarños en]ub 5,119 que interpreta Gn 6,1-12, donde también se culpabiliza a la intromisión de los ángeles en la esfera terrestre.
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Cap. III. El Diluvio Universal
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Cap. III. El Diluvio Universal
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287
Cap. III. El Diluvio Universal
Cap. III. El Diluvio Universal
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b) Gn 6, 14. Traducción del texto y sus versiones.
Gn6,1 TM: Y ocurrió que empezó el hombre a aumentar sobre la faz de la tierra y les nacieron hijas. LXX: Y ocurrió que cuando comenzaron los hombres a aumentar sobre la faz de la tierra y les nacieron hijas. 1/L: Y ocurrió que comenzaron los hombres a aumentar mucho sobre la tierra y que les nacieron hijas a ellos. Vg. Y cuando los hombres habiendo comenzado a multiplicarse sobre la tierra y habiendo procreado hijas. Pef: Y sucedió cuando los hijos del hombre ('6.li< .=) comenzaron a multiplicarse sobre la superficie de la tierra. Y les nacieron hijas. TgOnq: Y sucedió cuando los hijos del hombre (KIVJK 'J:l) comenzaron a multiplicarse sobre la superficie de la tierra, y les nacieron hijas. TgN: Cuando los hombres comenzaron a multiplicarse sobre la faz de la tierra, sucedió que les nacieron hijas. TgPsJ: Y sucedió que los hijos del hombre (KIVJ 'J:l) comenzaron a multiplicarse sobre la superficie de la tierra e hijas hermosas (Kíl1':l1Zl) les nacieron.
288
Cap. III. El Diluvio Universal
Cap. III. El Diluvio Universal
Gn6,2 TM: Y vieron los hijos de Dios a las hijas de los hombres que ellas. eran hermosas y tomaron para ellos mujeres de entre todas las que eligieron. LXX: Y vieron los hijos de Dios a las hijas de los hombres que eran hermosas y tomaron para ellos mujeres de entre todas las que habían elegido. VL: Pero vieron los ángeles de Dios (angeli Dez) a las hijas de los hombres que eran hermosas y tomaron para ellos mujeres de entre todas las que habían elegido. Vg: Vieron los hijos de Dios a las hijas suyas que eran hermosas y tomaron mujeres para ellos esposas (uxores) de entre todas las que habían elegido. Peí: Y vieron los hijos de Dios a las hijas de los hombres que ellas eran hermosas y tomaron ellas (~r<) para ellos, mujeres de entre todas las que eligieron. TgOnq: Y vieron los hijos de los grandes (N'::11:n 'J::!) que ellas eran hermosas y tomaron para ellos mujeres de entre todas las que deseaban. TgN: Y vieron los hijos de los jueces (N'J,,1 'J::!) (M: de los reyes ['J::! N'':J??.)]) las hijas de ellos (11;,m::i), que [son] las hijas de los hombres, que (eran) hermosas cr,,~w) y tomaron para ellos mujeres entre todas las que eligieron. TgPs]: Y vieron los h!Jos de los grandes (N'::11::11 'J::i) las hijas de los hombres que ellas [eran] hermosas, con los qjos pintados (1?íl:J1)y con colorete (10¡;,~1) y andando con la carne desnuda (N1W'::! '1?')::! pl;,;,m) y concibieron pensamientos lrguriosos (1JT'? ,,,;,i;,i) y tomaron para ellos mujeres de todas las que eligieron.
Vg: Y dijo Dios: No permanecerá mi espíritu en el hombre para siempre, porque es carne y serán los días de este ciento veinte años. Peí: Y dijo el Señor: No permanecerá mi espíritu en el hombre para siempre porque él [es] carne y serán sus días ciento veinte años. TgOnq: Y dijo Yhwh: No permanecerá levantada esta generación malvada delante de mí ('7.)1¡;, ri;, NW'::! N11 t:i,,¡;,n, N?) para siempre, porque ellos son carne y sus obras son malvadas o,w,::i 1,;,,,::iw,), una prórroga se ha dado para ellos (11;,l;, ::iw N:J1N), ciento veinte años (para ver) si se arrepienten ( t:JN 11::iini). TgN: Y dijo (M: la Memrá de [;-J'17.)'7.)::!]) Yhwh: No serájuzgada ninguna de las generaciones que en elfuturo se levantarán según eljuicio (NJ'1 110:J) de la generación del diluvio. En verdad, ha sido sellado (t:inn?.)) (M: queda sellado [o Él sellam delante de é/85 el modo de juicio de la generación del diluvio: destruirla y aniquilarla de en medio del mundo (M: cancelaré totalmente). He aquí que di mi espíritu (M: ¿No di mi espíritu?) a los hijos del hombre (M: que hiciesen obras buenas) puesto que ellos son carne y las obras de ellos son malvadas (rwi::i 11;,,,::i,:111) (M: mientras son carne de obras malas); he aquí que di para vosotros una prórroga de ciento veinte años a fin de que hicieran penitencia y no la han hecho (11::1:11 N?1 ;,::i,nn). TgPs]: Y dijo Yhwh en su Memrá: No serájuzgada ninguna de las generaciones que en elfuturo se levantarán según eljuicio (N'J'1 110::i) de la generación del Diluvio que va a ser destruida y exterminada de en medio del mundo. ¿No puse mi espíritu santo en ellos para que hiciesen obras buenas (ri::i,:ii r::itj)? y he aquí que son malvadas sus obras (11;,,,::i,:11 1lV'N::!N). He aquí que di para ellos una prórroga de ciento veinte años a.fin de que hicieran penitencia y no la han hecho (11::1:11 N?1 N::iinn). P: Y la Memrá de Yhwh dijo: No serájuzgada ninguna de las generaciones que en elfuturo se levantarán después (in::i) de la generación del diluvio. El sella el veredicto deljuicio de la generación del Diluvio que ha de destruiry aniquilar totalmente. ¿No di mi espíritu a los hijos del hombre para que hiciesen obras buenas mientras ellos son carne, sus obras son malvadas? He aquí que di para ellos una prórroga de ciento veinte años a fin de que hicieran penitenciay no la han hecho.
Gn6,3 TM: Y dijo Yhwh: No permanecerá (1ii:-ió) mi espíritu en el hombre para siempre, porque (t:i~W~) él [es] carne y serán sus días ciento veinte años. LXX: Y dijo el Señor Dios (Kúpioc ó 0cóc;): No permanecerá mi espíritu en los hombres estos (roúroiq) para siempre, porque ellos son de carne y serán sus días ciento veinte años. VL: Y dijo entonces Dios: No permanecerá mi espíritu en los hombres estos (istis) para siempre porque son carne, sin embargo serán los días de ellos ciento veinte años.
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289
Le Déaut señala que el cambio de persona es normal por respeto. Cf. R. Le Déaut - J. Robert, Ta~um, I, p. 115, n. 3.
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291
Cap. III. El Diluvio Universal
Cap. III. El Diluvio Universal
V: Y dijo la Memrá de Yhwh: No serán juzgadas las generaciones que (Sas: en el futuro) se levantarán después (in::i) de las generaa"ones del Diluvio para ser destruidas y aniquilar (Sas: y cancelar) totalmente. ¿No di (Sas: puse) mi espíritu (Sas: Espíritu Santo) a los hijos del hombre (Sas: en ellos) para que hiciesen obras buenas? (Sas:y he aquí que son malvadas sus obras). He aquí que di para ellos una prórroga de ciento veinte años a fin de que hicieran penitencia y no la han hecho.
TgN: Los gigantes estaban (M: habitando) en la tierra en aquellos días y también después de que entraron (M: se juntaron) los hijos de los jueces (K'J'1 'J:J) (M: los hijos de los ángeles [K'JK?l:)111;'1'J:J]) a las hijas de ellos que son los hijos del hombre (Kl.ZlJK 'J::11 11;,m::i) y engendraron para ellos (hijos). Estos son los gigantes que hubo desde antiguo, gigantes que (estaban) a los orígenes del mundo (Kl:)?ll 'nl.Zl), gigantes famosos de nombre (1;,1:)w::i rw,!JI:) r,::i,:i.). TgPs]: Semjazai y Azael habían caído del cielo ( ,~ l?!JJ 11J';"i ?KTl71 'KTn~l.Zl K'~l.Zl) y estaban en la tierra en esos días y también después de que los hijos de los grandes (K':J1:J1 'J:J) fueron hacia las hijas del hombre y engendraron para ellos (hijos) y estos son los llamados (1"1j?M 11J';'11) gigantes desde antiguo, hombres de renombre.
290
Gn6,4 TM: Los gigantes (z:r1:n;i~::i) estaban en la tierra en aquellos días y también después de esto, cuando llegaron los hijos de Dios a las hijas de los hombres y engendraron hijos para ellos. Estos fueron los héroes (1:l''lJiV) que desde antiguo fueron hombres del nombre 186• LXX: Los gigantes estaban sobre la tierra en aquellos días y después de esto, cuando vinieron los hijos de Dios a las hijas de los hombres y engendraron para sí (fouwi:c;) (hijos), esos eran los gigantes que desde antiguo fueron hombres de renombre. VL: También los gigantes estaban sobre la tierra en aquellos días y después de esto, cuando entraron (llegaron) los 'hijos de Dios a las hijas de los hombres y engendraron para sí (sibz) (hijos), estos eran los gigantes que desde antiguo fueron hombres de renombre. Vg. También los gigantes estaban sobre la tierra en aquellos días, después de esto, en efecto habían entrado los hijos de Dios a las hijas de los hombres y de ellas engendraron a estos (istt) (hijos), son los potentes que desde antiguo fueron hombres famosos. Pei: Y los gigantes estaban en la tierra en aquellos días y también después que entraron (llegaron) los hijos de Dios a las hijas del hombre y engendraron para ellos (hijos), los gigantes que desde antiguo fueron gigantes de renombre. TgOnq: Los gigantes estaban en la tierra en aquellos días y también más tarde, cuando entraron (llegaron) los hijos de los grandes (K':J1:J1 'J:J) a las hijas del hombre y engendraron (hijos), estos son los gigantes que desde antiguo fueron hombres de renombre. 186
En realidad la traducción hombres de renombre o famosos es una aclaración de los LXX ya que el TM es tlWc! 'W~t(, lo que sería literalmente "hombres del nombre". Para el texto griego de 1Hen, estos tlWc! 'W~t( son una de las tres razas de gigantes. Cf. A. Díez Macho, Apócrifos de/Antiguo Testamento, N, p. 44, n. 2.
c) Análisis de las diuersas versiones ¡,
En Gn 6,1 el género humano comienza (??n)187 a multiplicarse (::ii,). Las diferentes versiones son bastante literales al TM. Sin embargo TgPs] anticipa el v. 2 hablando de la belleza de las hijas de los hombres con el adjetivo 1'!Jl.Zl. En Gn 6,2 se presenta la unión de los hijos de Dios con las hijas de los hombres. Las versiones no tienen muchos cambios pero en el Codex Alexandrinus y en la Vetus.Latt"na aparece una variación interesante. La variante refleja la tradición que presenta el Libro de Henoc sobre la caída de los ángeles y su relación con esta perícopa del Génesis. Para Alexan188 der, el texto de 1Hen 6-11 es claramente un midraf de Gn 6,1-4 . Esta variante señala que no son los "hijos de Dios" (1:l';j?~;rJ:;i) los que se fijan en las hijas de los hombres sino "los ángeles de Dios" (ot ayycAOl roñ üeoñ) lo cual corresponde a la tradición que presenta el Libro de Henoc. El mito ha dado lugar a diversas hipótesis. Nickelsburg piensa que el mito refleja el sufrimiento por las guerras de los diádo-
187
188
Soggin explica que la raíz 1,1,n significa originalmente «profanar, reducir al estado secular un objeto», dando un matiz particular a la traducción «comenzar» del término. Cf. J .A. Soggin, Genesi 1-11. Comentario storico ed esegetico all'A ntico e al Nuovo Testamento, Torino 1991, p. 120. Cf. P.S. Alexander, "The Targumim and Early Exegesis of the "Sons of God" in Genesis 6",JJS 23 (1972), p. 60.
293
Cap. III. El Diluvio Universal
Cap. III. El Diluvio Universal
cos de Alejandro Magno y propone dos hipótesis189• La primera la deduce de la idea general de las circunstancias en las que vive el autor,
donde los gigantes correspondería a la imagen de los poderosos y guerreros de este mundo y los ángeles podrían identificarse con los modelos angélicos de las naciones opresoras. La segunda hipótesis la funda sobre los orígenes de Semjazai. Común en los LXX es el evitar antropomorfismos de manera que no es extraña la variante ángeles de Dios con respecto la de hijos de Dios. Además está en consonancia con la tradición judía. La versión de Aquila ofrece la interpretación hijos de los dioses y la de Símaco hijos de los grandes. Para Delcor habría que suponer que en el texto original los tl';j?~;:¡-,J:;i no eran ángeles sino dioses y que el traductor de los LXX ha tenido que desmitificar. Se supone que habría circulado un mito anterior al Yahvismo que contaría la unión de los dioses con las mortales."? En las versiones targúmicas surgen algunas variantes.i" TgOnq y TgPsf 92 sustituyen ~ los «hijos de Dios» con los «hijos de los grandes» (l'\':J.i:J.i 'J:J.) evitando la interpretación de la caída de los ángeles. Por otra parte la tradición rabínica considera blasfematoria la traducción hijos de Dios, así que opta por una interpretación intermedia. En cam193 bio el TgN escribe «hijos de los jueces» (l'\'J''1 'J:J.) y la glosa marginal
292
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La historia cuenta como algunos de los padres de los diádocos eran dioses, pero el autor parodia este hecho: "Yes their fathers were divine; however, they were not gods, but demons - angels who rebelled against the authority of God", in G.W.E. Nickelsburg, "Apocalyptic and Myth in 1 Enoch 6-11", JBL 96/3 (1977), p. 397. Hanson opina que 1Hen 6-11 se puede entender como una muestra del método narrativo de interpretación del tercer y segundo siglo a.C. para explicar el origen del mal en el mundo. Además relaciona el texto con Lv 16 y afirma que "the relation between Lev 16 and 1 Enoch 10:4-8 resembles that between Gen 6: 1-4 and the Semihazah narrative", in P.D. Hanson, "Rebellion in Heaven, Azazel, and Euhemeristic Heroes in 1 Enoch 6-11", JBL 96/2 (1977), p. 222. Wright en su estudio desarrolla ampliamente la tradición acerca de SemjaZflÍ y el origen del mal, cf. A.T. Wright, The Origin, pp. 127-132. Suter identifica los ángeles caídos con los sacerdotes del Templo de Jerusalén y opina que la función mayor del mito era la crítica a los sacerdotes. Para el autor, en 1 Hen el hecho de que los «vigilantes» se contaminen con las mujeres y engendren bastardos (roúq µut;11pfouc; = 1'1'rnlj, cf. 1Hen 10,9), muestra la preocupación del autor por las leyes relativas al matrimonio y las relaciones sexuales. Así el mito tiene una "reciproca! relationship to society: not only
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Véase M. Delcor, "Le mythe de la chute des anges et de l'origine des géants comme explication,du mal dans le monde, dans l'apocalyptique juive. Histoire des traditions", RHR 95/190 (1976), pp. 7-8. Sin embargo, así muestra Wright, sobre la expresión l:l';j';,l:$;T'J:;i: "It can be determined, however, that at least a part of Judaism understood bene elohim as angels or sorne type of divine being or god", in A.T. Wright, The Origin, p. 72. Lewis habla sobre la relación de la caída de los ángeles y los l:l';j'?l:$;T'J:;i en 1 Hen. Cf J.P. Lewis, A Stucfy of the Interpretation of Noah and the Flood in Jewish and Christian Literature, Leiden 1968, pp. 16-19. Sobre una visión general de los bene elohim en la tradición judía y cristiana, véase M. Testa, Genesi. Introduzjone, storia primitiva (La Sacra Bibbia), Torino - Roma 1969, pp. 366-370. Wright dice que las variantes de los targumim son debidas a que "apparently had sorne dificulty with translating the expression bene elohim as angels or sons of God", in A.T. Wright, The Origin, p. 64. Esta expresión en los targumim ha sido estudiada por P.S. Alexander. El autor muestra como la versión más antigua es la que presenta TgPs] y la glosa M, ya que la del TgOnq y TgN se habrían originado después de la Segunda Guerra Judía, cf P.S. Alexander, "The Targumim", pp. 60-71. Grossfeld proporciona una relación de fuentes rabínicas que explican esta expresión. Cf. B. Grossfeld - L.H. Schiffman, Tatgum Neofiti, pp. 97-98.
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Cap. III. El Diluvio Universal
Cap. III. El Diluvio Universa!
«hijos de los ángeles» (K''J?i'.1 'JJ), como el Codex Alexandrinus. En el TgN aparece la palabra 'IZ?JK. Grossfeld194 ofrece tres po,ibilidades de interpretación: como sujeto de la oración "y los hombres eligieron para sí mismos ... "; como su objeto, pero en este caso aparecería el problema de la homosexualidad "y eligieron para sí, hombres ... "195; o como un error en lugar de 'IZ?J.196 En Gn 6,3 encontramos un gran número de variaciones y añadidos. El TM contiene varias expresiones, algunas son hápax legomenon y otras de difícil comprensión. El término li1; es un hápax legomenon que ha sido interpretado de diferentes maneras por las versiones, pero se ha tomado la traducción de los LXX (Kmaµi-;ívn) que es apoyada por la Vetus Latina y la Vulgata (permanebit)197• Otro hápax legomenon es la forma o~w:;i, un compuesto de la preposición :;i, el relativo W y el adverbio 0~198• En este mismo versículo, los LXX precisan con el pronombre demostrativo roúrotc, al igual que la Vetus Laitna con istis, que Dios quitará su espíritu a los hombres de la época de Noé y no a otros. Además, esta idea se refuerza con el pronombre posesivo m'néov cuando se indican los días que vivirá el hombre: "Sus días serán
de ciento veinte años" (Gn 6,3). La Vetus Latina y la Vulgata traducen literalmente del griego. El TgOnq interpreta el TM, entendiendo la expresión 'l'.ff1 1i1:-1ó en el sentido de que la paciencia de Dios no du199 rará, anticipando el juicio que realizará Dios y que aparece en el v. 7 • Sin embargo todas las demás versiones del targum han interpretado la forma 1i1; con el verbo 111 (juzgar) realizando una lectura que no se encuentra en el TM. El TOnq utiliza el verbo 01¡;, a la forma hitpaal para traducir este verbo y proseguir así su interpretación. Este verbo será utilizado por TgN, TgPsJ, P, V y Sas en infinito constructo Peal. El TgN y el TgPsJ utilizan la expresión KJ'1 i10 (orden de juicio) en el sentido de la manera de juzgar. Ninguna generación volverá a ser juzgada como lo fue la generación del diluvio. El término i10 viene utilizado tanto con la preposición J como con :i, pero la confusión de las dos preposiciones ~s numerosa incluso en el TM, ya sea por su semejanza gráfica como por su sinonimia.r'" Las versiones de P, V, Sas y la glosa del TgN introducen la preposición inJ en vez del término i10, dando una versión diferente. Con este cambio, el targumista adelanta la decisión que tomará Dios en Gn 8,21 de no castigar nunca más al mundo de esta manera, ya que los otros targumim sólo se refieren a la manera de juzgar. Las generaciones que vendrán después, no serán juzgadas para ser destruidas como la generación del diluvio. Una amplificación interesante la realiza el TgPsJ con el sustantivo espíritu. No será sólo "mi espíritu", como en el TM sino "mi Espíritu Santo ( rm ,w,¡;,)"2º1. El espíritu de Dios no permanecerá en el hombre porque el hombre es carne. La Peiitta añade el pronombre om para subrayar el estado carnal del hombre. Otra amplificación que comparten todos los targumim es el tema del arrepentimiento. Los ciento veinte años que Dios da al hombre, son un periodo para la conversión. La misma interpretación la darán las fuentes rabínicas.i'"
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B. Grossfeld - L.H. Schiffman, Targum Neojiti, pp. 97-98. Esta opción es interesante porque coincide con algunos midrafim que hablan de las causas del diluvio (cf. GnR 26,5; TanB Gn Wayyislah 33). La traducción que se ha ofrecido se ha realizado acogiendo esta tercera posibilidad. El mismo autor ofrece la interpretación del término 'lVJK que aparece en Gn 7,1 y que explica como una "syntactic expansion designed to avoid the Heb. idiom 1T1'::l", cf. B. Grossfeld - L.H. Schiffman, p. 107. ¿Es posible que en nuestro caso el targumista haya querido indicar que escogieron personas (en el sentido de mujeres) para sus casas? Sería otra posibilidad a tener en cuenta. Cf. G.J., Wenham, Genesis 1-15, p. 142. Los targumim han interpretado el hápax con la raíz dwn, juzgar, cf. M. Sokoloff, DJBA "1,1", p. 147. Joüon-Muraoka, p. 224, §80k. El verbo Kamµtvffi, utilizado por los LXX, tiene el sentido de continuarfijo, quedarse en ese lugar, cf. Liddell - Scott a la voz "xctuuévco", p. 901; Muraoka, "xctuuévoi", p. 307. Cf. DBD a la raíz :n.tv. Algunas veces se ha interpretado con relación a, la raíz ¡¡w (cometer un error), pero se ha traducido como indican los léxicos consultados. Para Wright, debido a la gran dificultad en la traducción de esta palabra, lo mejor es traducir por "porque" o "en el que también", cf. A.T. Wright, The Origin, p. 79.
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202
Cf. M. Aberbach- B. Grossfeld, Targum Onkelos to Genesis, p. 52. Cf. Joüon-Muraoka, p. 667, § 1661, n. 10. Sobre la utilización de 'lllij? nn en el targum, cf. M. McNamara, Targum Neoftti 1, pp. 38-39. Cf. ARNa 32; Tan Nóah 5; Besallah 15; MekhYBesallah 5.
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Cap. III.
El TM de Gn 6,4 inicia con el sustantivo al plural «los Nefilim» 203 (0'7!;l~;J) del cual no se conoce exactamente su etimología. Algunos lo han relacionado con el verbo «caer» (?;;iJ), otros con el término 204 arameo «Orión» (N7!:ll) o incluso con el sustantivo «aborto» (?!:ll) de Qo 6,3; Jb 3,16. Aquila traduce literalmente con "los que caen", mientras que el TgPs] traduce con el término 17!:ll «habían caído». Por otra parte, el sustantivo ha sido vinculado al nombre 1;,~;¡ «nacimiento prematuro; aborto involuntario», como resultado de la unión de los ángeles y las hijas de los hombres/'". Los LXX han traducido este término 206 con el griego yíyavm; • Además la unión de los hijos de Dios cori las 2
Cap. III. El Diluvio Universal
El Diluvio Universal
03 Se encuentra sólo 3x en la Biblia, en este versículo y Nm 13,33 (2x). Sobre el problema de los Nefilim cf. M. Delcor, "Le mythe", pp. 12-17; A.T. Wright, Tbe Origin, pp. 80-83. 204 Cf. Jb 9,9; 38,31; Is 13,10. 205 Cf. BDB "l:l'70t', p. 658; T.K. Cheyne, "Notes on 71::J.1;1, 0'70~, etc.", in Hebraica, vol. III (1886), pp. 175-176. El término "l:l'70t' se encuentra varias veces en los textos de los Manuscritos del Mar Muerto, lo que indica que era bastante empleado al menos en el primer siglo a.C. Cf. 1Q20 II,1; VI,19; 4Q530 fr. 7ii,2; 3,8; 4Q531 fr. 1,2.8;fr. 5,2.8; 4Q532fr. 2,3; 11Q10 XXXI,8; 1Q36 XVI,3. Algunos textos se pueden datar en la primera mitad del s. I a.C con la paleografía, como es el caso del manuscrito 4Q530. Cf. F. García Martínez, Testi di Qumran (ISB.S 10), Brescia 20033, p. 429, n. 2. Además en 1Q20 II,1, la interpretación de Nefilim "are listed synonymously with the Watchers and the Holy Ones (i.e, the angels) in a story that seems to be connected to 1 Enoch 106 and the story of the birth of Noah", in A.T. Wright, The Origin, p. 83. Cf. F. García Martínez, "Interpretations of the Flood in the Dead Sea Scrolls", inQumranica Minora II: Thematic Studies on the Dead Sea Scrolls, Leiden - Boston 2007, pp. 33-55. 26 º Para M. Harl, los lectores griegos aproximan el término yíyac; del término yfí: ellos son los productos de la tierra. Cf. M. Harl, La Bible D A ' lexandrie: La Genése. Traduction du texte grec de la S eptante. Introduction et notes par Marguerite Harl, prcfessei« d la Sorbonne (Bible d'Alexandrie / LXX 1), Paris 1994, p. 124, nota a Gn 6,4; Liddell - Scott, "yíyavrnc;", p. 348; "yíyac;", p. 348. Cf., L.T. Stuckenbruck, "The 'Angels' and 'Giants' of Genesis 6: 1-4 in Second and Third Century BCE Jewish Interpretation: Reflections on the Posture of Early Apocalyptic Traditions", DSD 7, 3 (2000), p. 357, n. 8. En 1Hen 10,9 los gigantes serán vistos como mamzen'm (hijos bastardos), por lo que no es de extrañar que la tradición hable del Diluvio Universal en el tratado de la ordalía de los celos en el rabinismo, cf. t.Sot 3, 6; D.W. Suter, "Fallen Angel", pp. 118-119.
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hijas de los hombres dará nacimiento a los gigantes, que el diluvio destruirá. La segunda vez que se retoma el término en el TM se utiliza el adjetivo 1i::1~, pero los LXX traducen de la misma manera, yíyavm;. Tanto el TgOnq como el TgN interpretan el término con el adjetivo 2 7 arameo N'1:J'l, que es traducido tanto por gigante como por héroe º • El mismo término es utilizado por la versión de la Pefitta, «~. Por su parte el único cambio que introduce el TgOnq es que en lugar de «los hijos de Dios» (O';:i7~:J ,;¡~) del TM, interpreta con «los hijos de los grandes» (N':J.1:J.1 'l:J) como en el v. 2. Para TgN serán los «hijos de los jueces» (N'l'1 'l:J) los que irán hacia las hijas de los hombres. El targum añade la expresión «las hijas de ellos» (11;im::i.), para especificar más tarde que son "las hijas de los hombres", adelantando así el objeto hacia el cual se unirán los N'l'1 'l:J. Sin embargo, la glosa M del TgN indicará que son los'hijos de los «ángeles» (N':JN7~) los que han realizado esta unión. Siguiendo con el TgN se observa como interpreta la 208 expresión o''7i'.17~ como un adverbio de tiempo. Además contiene una definición única en este targum, gigantes famosos de nombre ( l'W1!:l~ 1'1:J'l 1;i~w::i) parecida a la que se encuentra en GnR 26,7 y TanB Gn Nóah 26.209 El TgPs] al inicio del v. 4 identifica a los ángeles caídos dando el nombre Semjazai y Azael (?NT'.171 'Nm~w)21°, especificando su origen: ,~ N'~W. Otro elemento nuevo de TgPs] es el verbo «llamar» ('1i?), con el cual se ha querido especificar que los gigantes son el producto de la unión de los hijos de los grandes con las hijas del hombre. 0
2º7 Cf. M. Sokoloff, DJBA "i:J'l", p. 127; Jastrow "i:J'l", p. 234. Sobre los Gibborim cf. A.T. Wright, The Origin, pp. 83-89. 20s Cf. B. Grossfeld- L.H. Schiffman, Targum Neoftti, p. 100. 209
Ibid. 21º Sobre el nombre de Semjazai y Azael, las diversas posibilidades de vocalización, la comparación con los textos griegos y de los Manuscritos del Mar Muerto, cf. M. Langlois, "Shemihazah et compagnie(s). Onomastique des anges déchus dans le manuscrits araméens du Livre d'Hénoch", in Aramaica Qumranica: Proceedings of tbe Corference on the Aramaic Texts jrom Qumran in Aix-en-Provence 30 June-2 Ju!Y 2008 (StTDJ 94), ed. K. Berthelot 111 D. Stókl ben Ezra, Leiden 111 Boston 2010, pp. 146-148; 157-159. Bowker subraya que la versión de 1Hen es paralela a la del TgPs]. Cf. J. Bowker, The Targums and F.abbinic I.iterature. An Introduction to Jewish Interpretations oj S cripture, Cambridge 1969, p. 157.
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Cap. III. El Diluvio Universal
Cap. III. El Diluvio Universal
d) Estudio de la tradición La perícopa de Gn 6, 1-4 es un poco enigmática. El núrñero de personajes: los hijos de Dios (tl';:i?~;T'J:;i)211, las hijas de los hombres ( niJ:¡i Z:J'Jttv), el hombre, los gigantes (tl'?:)~)212, los héroes (tl'lj~) y los diferentes nombres que reciben, no ayudan en su interpretación. El texto de los LXX ha intentado aclarar la escena reduciendo el número de personajes, uniendo bajo el nombre de yíyavccc; a los «gigantes» (t:1'7:)J) y a los «héroes» (tl'lj~) y trasladando la amenaza de Dios sólo a los hombres de la generación de Noé. En el resto de las versiones se produce un fenómeno semejante. Esta narración, por otra parte, tiene un amplio desarrollo en algunas obras de la tradición judía y en autores como Filón. Comenzando por el v. 1, Wright centra su atención en los términos «comenzar» (71?n) y «multiplicar» (.: n1?)213 y en su utilización en esta perícopa, ya que hay que conciliar el paso de Gn 5,32 y la introducción de Noé con el enfado de Dios con la humanidad (cf. Gn 6,3.5.6). La pregunta que se hace Wright sobre el por qué en Gn 6,1 y 2 no se habla directamente de la corrupción de la humanidad sin ambigüedad para el lector, encuentra una posible respuesta en la tradición hebrea. 14 Wright2 descubre como en varias referencias de GnR, el término 77n viene interpretado en sentido negativo de rebelión contra Dios y concluye que el v. 1 se interpreta como una introducción al Diluvio. Una
segunda posibilidad sería interpretar el verbo en vez de en su forma hiftl, en la forma nifal, que se traduciría por "ser profanado o contaminado". Con la referencia que se hace en los Oráculos Sibilinos 1,75-80, sobre la contaminación con la sangre humana, Wright concluye que Gn 6, 1 se podría considerar como un paso puente entre Gn 1-5 y Gn 6,5ss.215 216 En el v. 2, el cambio de la expresión «hijos de Dios» por «hijos 217 de los jueces» se encuentra además del TgN, en GnR 26,5 ('J.'.l K'J"1) . Éste último, desarrollando el TM «ellas eran hermosas, bellas» (n:ib ;i~;::¡) y <
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Sobre diversas tradiciones de Henoc en la literatura rabínica y sobre todo en lo que se refiere a los hijos de Dios véase L. Vegas Montaner, "Tradiciones de Henoc en la literatura rabínica", MEAR, sección Hebreo 53 (2004), pp. 509-533. Para el TanB Gn Wayyeseb 40, el término 0'7!;1~ corresponde al hecho de que estos personajes "hacen caer al mundo" (ol;,rn;i I1K ,,,!:l;itv); Cf. L. Ginzberg, Les légendes, I, p. 112. Para McNamara, no tiene sentido que en el pasaje se quiera declarar la corrupción de la humanidad, simplemente se habla de la multiplicación del hombre. Cf. A.T. Wright, The Ongjn, pp. 55-56. Cf. A.T. Wright, The On'gin, p. 57. Sobre la datación del Midraf Rabbah, el autor concluye que "the dating of this Midrash is around the period of the closing to the Jerusalem Talmud, but the tradition of Midrashim is thought to date to the time of Ezra in the fifth c. B.C.9. It is possible then that this type of interpretation of the text is much older than the third c. C.E. dating of Genesis Rabbah", in !bid., p. 57, n. 25.
21s A.T. Wright, The Origin, p. 61. 216 Sobre la identidad de los bene elohim, Filón de Alejandría expone como Dios distribuyó las naciones, cuando dispersó a los hijos de Adán y estableció los límites de las naciones de acuerdo con el número de los ángeles de Dios. Cf. Filón, Post 89. Vegas Montaner identifica la interpretación de GnR con la que da TgOnq y TgPs]. Sin embargo el término que da el texto de GnR es 'l:l i\'l"1, como en TgN y no 'l:l K':11:11 como eh TgOnq y TgPsJ, de donde la traducción que conviene es "hijos de jueces" y no "hijos de nobles". Cf. L. Vegas Montaner, Génesis Rabbah I (Génesis 1-11): Comentario midrásico al libro Génesis (BibMid 15), Morentin 1994, p. 295, n. 27; M. McNamara, Targum Neofiti 1, p. 71, n. 2. Para Stuckenbruck, la tradición bíblica es ambigua en lo que se refiere a los "hijos de Dios", cf. L.T. Stuckenbruck, "The 'Angels' and 'Giants' of Genesis 6: 1-4", p. 374. 8 21 GnR 26,5: "Dijo R. Yudán, «bella» está escrito (:l'I1::J n::i~). Una vez que habían puesto guapa a la mujer para su marido, el principal [de estos nobles o grandes] entraba y la poseía primero (;il;,nr, ;-J7l71:l1 Ol::Jl 711~ ;i,;i ;il;,ll:1707ll:ll;,). Por eso está escrito: «ellas eran bellas», es decir las vírgenes (!117111:l;'J 1,K); y tomaron para ellos esposas, es decir, mujeres de hombres (en el sentido de «casadas») ('tvl 17!\ Z:l'tvlK); de todas las que eligieron, tanto varón como bestias". Aquí aparece una alusión a la ius primae noctis o derecho de pernada, que no es sólo una práctica medieval, sino que se practicaba ya en el s. V a.C. Heródoto lo menciona cuando relata las costumbres de la tribu de los Ardimáquidas, dice: "Son los únicos que presentan al rey todas las doncellas que están para casarse y si alguna le agrada, él es el primero en conocerla", in Heródoto, Hist, Lib. 4,168. -==-
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Cap. III. El Diluvio Universal
Cap. III. El Diluvio Universal
Este pecado se propaga con el adulterio, el bestialismo, la homose219 xualidad, etc. Pero hay que tener en cuenta que la tradición también habla de la tendencia malvada del hombre.F? Se observa como en algunas versiones se ha querido evitar dar toda la culpa del pecado al hombre y la ha trasladado a los ángeles como parte de su origen. Son los ángeles caídos los que han causado la depravación del hombre. 221 Flavio José describe la situación de pecado antes del diluvio:
hacer mención en ningún momento de los ángeles. Sin embargo, la acusación de que los ángeles han pecado y son culpables se encuentra también en el Nuevo Testamento, donde se narra cómo fueron precipitados al abismo por su pecado hasta el día del Juicio (2P 2,4;Judas 6). Otro texto que narra la unión de los ángeles con las mujeres es el 24 Libro de los Jubileos y Heno? :
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Jub 5,1: "Cuando los hijos de los hombres comenzaron a multiplicarse sobre la faz de la tierra y tuvieron hijas, vieron los ángeles del Señor,
Ant 1,72: "Pues, muchos ángeles de Dios se juntaron (ouvtóvrec) con sus mujeres y engendraron (eyévvr¡crav) hijos insolentes y desdeñosos de todo lo bello, por confiar en su capacidad. De la misma manera éstos, según la tradición cuenta, cometieron iguales desmanes que a quienes los griegos llaman gigantes". En 1 Hen 6,3- 7 aparece la insistencia de Semjazai en cometer el pecado andando a engendrar hijos con las mujeres, al punto de convencer al resto de los ángeles que juran y se comprometen a realizar tal acción. Para la Vetus Latina y una lección de los LXX, son los ángeles los que se unen a las hijas de los hombres. 222 Filón utiliza la variante de los «ángeles» para realizar su interpretación del texto y aludir al mito platónico de la preexistencia de las almas (Gig 16-18).223 El TM se refiere sólo a los «hijos de Dios», sin 219
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La explicación que da el texto del término n::m en escritura defectiva, sin el 1, de manera que es interpretado como un verbo, implica la idea que varios hombres poseían una misma mujer. El TgN podría hacer referencia al pecado de la homosexualidad, acusación que se encuentra también en otras fuentes. Cf. Jub 7,23-24. Cf. L. Ginzberg, Les légendes, I, p. 279, n. 62; Yafar 13a. Ginzberg escribe que "ce sont surtout les anges déchus et leur postérité, les géants, qui ont causé la dépravation de l'humanité", in L. Ginzberg, Les légendes, I, p. 109. Según 3Hen hasta los animales pecaron, cf. 3Hen 4,3-5. En los Padres de la Iglesia se encuentran algunos comentarios sobre la caída de los ángeles y su relación con las mujeres. Ireneo habla de cómo los ángeles se unen a las hijas de los hombres y les enseñan doctrinas de depravación. Cf. Ireneo de Lyon, Epid 18; Adv Haer IV,36,4; 37,6. Esta tradición aparece también en otros padres, cf. Clemente de Alejandría, Strom V,10,2; Tertuliano, Apol 22,3; Or 22,5. Aparece una tradición común con las fuentes judías en lo que respecta a la enseñanza del mal. Cf. J.P. Lewis, A Stuqy, p. 20. Orígenes también conoce esta lectura habla de la preexistencia de las almas, cf. Orígenes, Comm Jo VI, 217; Cóntr Ce/V, 55.
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en un año de este jubileo, que eran hermosas de aspecto. Tomaron por mujeres a las que eligieron entre ellas y les parieron hijos, que fueron los gigantes". 1HenGr 6,1-2: "En aquellos días, cuando se multiplicaron los hijos de los hombres, sucedió que les nacieron hijas bellas y hermosas (0uya.ÉpE<; ropaim Kal KaAaí). Las vieron los ángeles225, los hijos de los cielos, las desearon y se dijeron: Ea, escojámonos de entre los humanos y engendremos hijos (yEVVr¡croµEV ÉUU'tüt<; 'tÉKVa)".
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La versión del TgPsJ nombraba dos ángeles: Semjazai y Azael. Estos nombres aparecen ya en el Libro de Heno?26 y dicho tema aparece en 4Q201 III-IV, un texto datado en el s. II a.C.227 Está claro que el autor 224
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Henoc relata cómo los ángeles enseñan a la mujeres conjuros; las adiestran a recoger raíces y plantas y quedan encinta, engendrando los gigantes (1 Hen 7,1-3). Para F. Corriente y A Piñero, las tres razas de gigantes que presenta la variante griega, aparecen en el TM en Gn 6,1-4 (0'1::1~:J, 0'7!;)~:J, CJTQ;J 'W'.1~), cf. A Díez Macho, Apócrifos del Antiguo Testamento, IV, p. 44, n. 2. Además de este texto, otros textos relacionan a los ángeles con la medicina y la brujería, cf. 1 Hen 7,2; 8,3; 15,11; 65,6; 69,12; 2Hen 7,8; LAB 34,4. Cf. J.P. Lewis, A Stuqy, p. 19; L. Ginzberg, Les /égendes, I, p. 111. En el fragmento Gr' aparece la variante "las desearon los vigilantes y se extraviaron tras ellas". Cf. A. Díez Macho, Apócrifas de/Antiguo Testamento, IV, p. 42, n. 2. Para 1 Hen estos dos personajes son los jefes de los ángeles: Semjazai es el primero (1Hen 6,7) y Azae/ el décimo (1Hen 8,1), por lo que la tradición recogida en TgPs] es anterior al s. I a.C. En 1 Hen 54 el autor describe la condenación de .Aspe! y su hueste por haber corrompido a la humanidad. Cf. F. García Martínez, Testi di Qumran, p. 408, n. 1. El término 'n•m.7, qu~ utiliza TgPsj, corresponde al que se encuentra en 4Q180 I,7-8 y 11Q19 XXVI,13 ('?l'sTTl1), aunque si en estos textos aparece un redoblamiento de la letra T. Las ---1-
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Cap. III. El Diluvio Universal
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28 de TgPs] conocía estas tradiciones. En Pirqé de Rabí Efezer se encuentra otra mención de la unión de los hijos de Dios con las mujeres, trasladando la culpa del diluvio a la descendencia de Caín, hecho que no se encuentra en la Biblia. Por otra parte se verifica la coincidencia 29 de la descripción de las bijas de Caín con la que se da en el TgPsj.2 El cambio fundamental que aparece en estos textos y que se encuentra también en TgPs] es que la culpa del diluvio no parece recaer sólo sobre los ángeles caídos, sino más bien sobre las mujeres que los han seducido. En esta línea interpretativa encontramos dos textos en el TestXII. En el Testamento de Rubén, advirtiendo de la maldad de la mu230 jer, se explica la caída de los ángeles :
co nació (eytvovr,o év em0uµíq. (L/1,/1,i¡ACOV) y engendraron la idea en acto; tomaron forma humana y se les aparecieron a la mujeres, cuando se unían a sus maridos (ev -rñ ouvouoín -réov avopéov ainéov). En cuanto a ellas, deseaban por el pensamiento (em0uµoucrm -rñ Survoíc) estas apariciones y dieron al mundo gigantes, pues la talla de los Vigilantes les había parecido alcanzar el cielo".
La identificación de los «ángeles del Señor» por los «Vigilantes» aparece ya en Jub 4,15. Otro texto que recuerda la corrupción de los ángeles, pero esta vez en un contexto completamente diferente aludiendo a Sodoma y al cambio del orden natural, se encuentra en TestNaph 3,5: "De la misma manera, los Vigilantes, ellos también, cambiaron su orden natural, ellos que el Señor ha maldecido durante el diluvio y a causa de ellos hi vuelto la tierra inhabitada y sin fruto".
TestRub 5,6- 7: "Es así que ellas sedujeron a los Vigilantes que existían antes del diluvio. Ellos las miraban continuamente, un deseo recípro-
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229
230
otras grafías que aparecen sobre este término son ?KlllllhKDll en 4Q201 III,9; 4Q202 II,26; 4Q204 II,26, mientras que en el TM aparece 7IKil/ (Lv 16,8.10.26) y '7[]KTllen 4Q203 fr. 7,1,6. Sobre el nombre Azael, D. Dimant expone las variantes en los diversos textos del Mar Muerto. Cf. D. Dimant, "Noah in Early Jewish Literature", p. 129, n. 27. PRE 22,2: "Decía Rabbí: Los ángeles que cayeron desde su lugar santo en los cielos vieron a las hijas de las generaciones de Caín caminar con la carne desnuda (:-t11ll 1lll'.J I11'17l) y con los ojos pintados como prostitutas ( Cl:-t'l'll m':,m:, mm» y tras ellas se perdieron y de entre ellas tomaron esposas, como está dicho: Y tomaron para ellos mujeres de entre todas las que eligieron (Gn 6,2)". A pesar de que no es bíblico este dato, Procopio de Gaza ofrece la misma interpretación, por lo que se atesta una fuente común en las dos tradiciones, la judía y la cristiana. cf. Procopio de Gaza, Comm Gn I, col. 268a; Eslinger identifica a los Cl';j':,~;T'J:;i con los cainitas, descendientes de Eva. En su estudio el autor muestra el paralelismo entre las acciones de los Cl';j?~;;¡-,J:;i y las de Eva. Cf. L. Eslinger, "A Contextual Identification of the Bene Ha'Elohim and Benoth Ha'Adam in Genesis 6,1-4",JSOT13 (1979), p. 71. Pérez Fernández muestra cómo la tradición identifica a los ángeles caídos con los "hijos de Dios", cf. M. Pérez Fernández, Los capítulos de Rabbí Eliezer, p. 168, n. 4. Es interesante que 1P 3 sigue el mismo trazado discursivo del Testamento de Rubén 5 (evidentemente no en la línea misógina de TestRub), en la elección de los temas, es decir, antes de la alusión al diluvio y a los espíritus encarcelados, el autor realiza una exposición de consejos a la mujer sobre un comportamiento adecuado con respecto al marido (1P 3,1-6).
303
En 2Bar 56,10-14, el pecado de Adán parece ser la consecuencia del pecado de los ángeles. Los ángeles que en su libertad pecan son encadenados. 231 En el v. 3 el TM dice: "No permanecerá mi espíritu en el hombre 232 para siempre", pero el término "111" (permanecer) es incierto • Los LXX han traducido con el verbo KmaµÉvco, que acentúa en la frase griega el sentido carnal de la vida del hombre, ya que el Espíritu de Dios es lo que da al hombre la vida (cf. Gn 2,7; Jb 27,3; 34,14; Pr 20,27)233. En la tradición se encuentran diversas interpretaciones del 231
232
Sobre el Apocalipsis de Baruc, cf. P. Bogaert, Apoca/ypse de Baruch. Introduction, traduction du !Jriaque et commentaire, I, (SC 144), Paris 1969. El autor realiza un estudio sobrio sobre esta obra mostrando su teología y los contactos con el NT. Para Schlosser, es imposible que el término "1i1t que aparece en el TM, derive del verbo Pero el autor nota como hay una tradición contemporánea al cristianismo e incluso anterior a éste según la cual tanto el Diluvio Universal como la destrucción de Sodoma son juicios de castigo de Dios. Las versiones del Targum tan solo habrían esclarecido los hechos. Cf. J. Schlosser, "Les jours de Noé et de Lot: a propos de Luc XVII, 26-30", RB 80 (1973), p. 16. Los Padres de la Iglesia realizan una exégesis interpretando que el Espíritu Santo no habita en los que son de carne sino "en los que la tierra ha sido renovada", cf. Orígenes, Princ I,3,7; Contr CelVII,38; o como una manera de indicar el Espíritu Santo en la Escritura, cf. Atanasia de Alejandría, Epist 5 erap 1,5- 7.
r1.
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Cap. III. El Diluvio Universal
Cap. III. El Diluvio Universal
verbo «111». Entre las explicaciones que ofrece Génesis Rabbah 26,6, aparece la interpretación del Targum palestinense a este "versículo del TM.
pre en la carne, ya que es contrario a ella; la carne es tan extraña a la sabiduría como familiar al deseo (cf. Quaest in Gn 1,90). La última parte del versículo de Gn 6,3, relata los días que Dios da al hombre sobre la tierra, ciento veinte años (cf. Si 17,2), que han sido también objeto de interpretación por parte de la tradición. El TM refiere el número de años sin ninguna explicación. De la misma manera, el Peier del Génesis (4Q252) indica sólo el tiempo establecido para el hombre. 4Q252 utiliza el verbo 1nn, en el sentido de determinar, establecer, en vez del simple verbo ser. Así el hecho de que Dios decrete que los días del hombre serán de ciento veinte, da al texto un aspecto más legislativo. La tradición targúmica en la interpretación de este versículo es unánime en dar al valor numérico el tiempo dejado por Dios para la conversión (cf. TgN, TgPs], TgOnq a Gn 6,3). El período que precede al diluvio muestra la misericordia de Dios y su paciencia. En 1 Hen 60,5 se atesta esta paciencia ante un desconcertado Henoc.237 Filón descompone el número ciento veinte, dando a cada nueva composición una interpretación. Así por ejemplo ciento veinte es tres veces cuarenta, forma de la profecía. Por otra parte, afirma que además de ser el tiempo límite de la vida humana, es el tiempo acordado por Dios para hacer penitencia por los pecados (cf. Quaest in Gn 1,91)238• Aparece una línea interpretativa continua con respecto a los ciento veinte años, tanto en los targumim como en la literatura rabínica posterior. La Mekhilta' de Rabi Ismael dice:
304
GnR 26,6: "Interpretó R. Yudán de Beterah: No volveré a juzgar con este juicio nunca (tl?llJ? ;,¡;-¡ r1;, mi 11 'J'N 11ll)". La lectura que hace el tratado S anhedrin de la Misná ofrece una síntesis. de las versiones targúmicas: m.San 10,3: "La generación del diluvio no tendrá parte en el mundo futuro (N:¡!;J tl?ill? ¡;,70 tli,1? r~ ?1J~;J 1i'=l), ni estará en pie durante el juicio (l'"TJ), porque está escrito: mi espíritu no juzgará al hombre eternamente (O?iJ? 1:171$~ '1:li1 1i1; tó)".
El texto de la Misná interpreta el hápax como el resto de la tradición, en un contexto de juicio escatológico.234 ARNa 32,2 comentando Gn 6,3, hace referencia a la inclinación al mal del hombre. El tema recuerda la interpretación targúmica, en la cual las obras del hombre son malvadas por causa de la carne.235 El Midraf Tanhuma' intenta concordar la tradición presente en Pirqé de Rabí Eliezer con este pasaje de Gn 6.236 Para Filón es normal que el Espíritu divino no esté siem234
Otras interpretaciones del Gn 6,3, las encontramos en b.San 108a;j.San 10,29b;
t.San 13,6. 235
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La diferencia entre las obras de la carne y las obras del espíritu y la lucha que se establece entre ellas está presente y actúa, de aquí la insistencia de los profetas de cambiar el corazón, de adquirir un espíritu nuevo, hecho que realiza el Bautismo Or 31,31-34; 32,39-40; Ez 36,25-28; Jn 3,5-6). Sobre la tendencia malvada del hombre cf. TgN y TgPs] a Gn 4,7; GnR 22,6; ARNa 16; TanB Gn Wayyeseb 40; Rm 7,15-20. Para Filón de Alejandría el mal en el hombre es culpa de los seres que ayudaron a Dios en la creación, cf. Filón, Opif75; E.E. Urbach, Les sages, pp. 214-215. TanB Gn Wayyeseb 40: "Decía R. Berekyah: No está escrito «engendraron de ellos» (o;,'¡ 11?'1) sino «les engendraron» (o;,'¡ 11?'1). Lo que enseña es que cuando una mujer veía a uno de ellos, inmediatamente se encendía frente a él (11lJ:>) [de pasión] y le engendraba (n1?1'1). Algo semejante decía Ezequiel: "Eres como mujer adúltera que en lugar de su marido recibe a extranjeros" (Ez 16,32)". En PRE 22,2 leemos: "R. Yehosúa ben Qorjah decía: Los ángeles son fuego llameante (O;, tj;'11? ll?N O':lN?IJ;'l), según está dicho: son sus servidores fuego lla~ meante (Sal 104,4)".
MekhY Besallal,i - Sirata' 5: "Admirable en fuerza. Hermoso eres y
poderoso en fuerza, porque diste un plazo a la generación del diluvio para arrepentirse, pero no se arrepintieron239 (?1J¡j;-¡ 111? ;,::,-,¡.¡ nmw 237
238
239
1 Hen 60,5: "Me dijo Miguel: ¿Por la visión de tales cosas te has conturbado? Hasta hoy ha durado el día de su misericordia y ha sido misericordioso y longánimo con los que moran sobre la tierra". Filón, interpreta además los siete días antes de la entrada en el arca, también como un tiempo penitencial y dice que es un tiempo insignificante en comparación con los años de perversión y pecado, lo que muestra la misericordia y la bondad de Dios (cf. Filón, Quaest in Gn 2,13). Cf. TgPs] Gn 7,4; Jerónimo, Hebr quaest, Gen 6,3. El texto continúa haciendo referencia a la destrucción de Sodoma y Gomorra en el contexto de un plazo concedido para la conversión. Esta referencia a la destrucción de Sodoma, precedida de una referencia al diluvio, se encuentra en los
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Cap. III. El Diluvio Universal
Cap. III. El Diluvio Universal
;,::mzm 1WlJ N?1 ;i:Jiwn mWlJ?), porque se dice; Dijo Yh'*"h: No juzgará mi espíritu al hombre (01N:J 'nr, 111' N?) (Gn 6,3)240• Y no decidiste su destrucción hasta que completaron su maldad ante ti". Y el Midraf Tanhtona' continúa la línea explicativa de los años del hombre:
mención de los ángeles Semjazai y Azael, responsables según el targum, de la destrucción del mundo.242 Ya se ha mencionado como el Libro de Henoc nos da una lista de ángeles (1 Hen 6,3-7). Así Sel'J!Jazai era el jefe y convence a los ángeles para que se comprometan y juren cometer el pecado243: 1Hen 6,3-4: "Semjazai, su jefe, les dijo: Temo que no queráis que tal acción llegue a ejecutarse y sea yo sólo quien pague por tamaño pecado. Les respondieron todos: Juremos y comprometámonos bajo anatema entre nosotros a no cambiar esta decisión y a ejecutarla ciertamente".
Tan Noab 5: "Dijo R. Huna en el nombre de R. José: 120 años, el Santo bendito sea, advirtió a la generación del diluvio para que se convirtieran (;i:Jiwn 1WlJ' N7:JW)".
Entre las interpretaciones rabínicas, se encuentra una tradición que explica el número 120 contra la figura de Noé. Por medio de la gematría, se señala como Noé no vivió porque lo mereciera sino en función de Moisés.241 En el versículo 4 aparecen de nuevo mencionados los gigantes. El TM utiliza el término 0'7!;)~. Sin embargo las versiones emplean la palabra 1:J':\. Una atestación del empleo de las dos palabras la encontramos en los Manuscritos del Mar Muerto (4Q531 fr. 1,2), donde aparecen los términos juntos P?'!m 1'1:J:\, como si se refiriesen a dos entes diversos. La explicación de estos términos se localiza en GnR 26,7, donde se describe que los llamados 0'7!;)~ y O'lj~ corresponden a una lista de diferentes nombres que reciben los gigantes. En la versión que presenta el TgPs] aparece una de las variantes más interesantes y es la
º
24
241
comentarios rabínicos de manera habitual, como ejemplo de la paciencia de Dios. El tema de la paciencia de Dios es común en el AT y en la literatura hebrea. mAbot 5,2: "Hubo diez generaciones de Adam a Noé para manifestar su paciencia, porque todas aquellas generaciones le estaban incitando a la ira hasta que trajo sobre ellas el diluvio". La paciencia de Dios, será uno de los temas que se encuentran en la 1P para introducir el diluvio. Cf. 1P 3,20. Se ha preferido traducir la frase t:mc:i 'íl11 ]11' K'? entendiendo la forma ]11' como "juzgará", ya que es preferible por el contexto. GnR 26,6: "Dijo R. Janina bar Pappa': Incluso Noé, que sobrevivió entre ellos, no se salvó porque lo mereciera, sino porque el Santo, bendito sea, previó que Moisés estaba destinado a surgir de él lzl befagam y Mofeh (;"llll~ ;-ir O:,,ll!J) (Moisés) tienen el mismo valor numérico. Nuestros maestros lo deducen a partir de lo siguiente: y serán sus días ciento veinte años". El término tllll!J tiene un valor numérico de 345, lo mismo que ;"lll!~. Noé se salvó gracias a Moisés, que vivió 120 años. Cf. Dt 34,7.
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Semjazai, además de ser responsable de tales acciones, enseña ciertas artes como son los "encantamientos de la mente y las raíces de las plantas de la tierra'/ (1HenGr 8,3; 4Q201 IV,1-2). Con respecto a Azael, el texto de 1 Hen lo culpabiliza del aprendizaje del uso de armas y técnicas de embellecimiento para las mujeres: 1Hen 8,1: "Azael enseñó a los hombres a fabricar espadas, cuchillos, escudos, petos, los metales y sus técnicas, brazaletes y adornos; cómo alcoholar los ojos y embellecer las cejas y de entre las piedras, las que son preciosas y selectas, todos los colorantes y la metalurgia".
A pesar de que el texto introduzca a Semjazai como responsable de la caída de los ángeles, las referencias no son tan numerosas como las correspondientes a Azael. De Semjazai, el Libro de Henoc sólo relata cómo su castigo será el ser enviado a las tinieblas con los demás: 1Hen 10,11-13: ''Y a Miguel dijo el Señor: Ve, informa a Semjazai y a los otros que están con él, los que se unieron a las mujeres para corromperse con ellas en todas sus torpezas. Y cuando todos sus hijos hayan sido aniquilados y hayan visto la perdición de sus predilectos, átalos por setenta generaciones bajo los collados de la tierra hasta el día de su juicio definitivo, hasta que se cumpla el juicio. En ese día serán enviados al abismo del fuego, al tormento y serán encadenados en prisión eternamente".
242
243
Sobre la caída de Semjazai y Azael cf. L. Ginzberg, Les légendes, I, p. 109-112; 1Hen 9,6-10. También en 4Q201 III,5.
1Hen 10,4-6: ''Y dijo también el Señor a Rafael: Encadena a Azael de
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manos y pies y arrójalo a la tiniebla; hiende el desierto que hay en Dudad y arrójalo allí. Echa sobre él piedras ásperas y agudas y cúbrelo de tiniebla; permanezca allí eternamente; cubre su rostro, que no vea la luz y en el día del juicio sea enviado al fuego".
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El hecho de que Azaef quedase en el desierto, justifica que en el Apocalipsis de Abraham se diga que el hombre ha sido dado a Azael, pues de él viene el espíritu malignot" que ataca al hombre. En el Libro de los Jubileos se encuentran también referencias a la condenación de los ángeles y a su encerramiento por el pecado cometido (cf. Jub 5,610). La corrupción en la tierra se extenderá completamente por la tendencia al mal del hombre (Gn 6,5) y Dios se arrepentirá de haber creado al hombre (Gn 6,6). El tema de la corrupción de la tierra aparece de manera recurrente en el texto (cf. Gn 6,11-13). A pesar del tiempo dejado para el arrepentimiento, los hombres no se convierten. En ese momento Dios decidirá la destrucción de todo lo creado enviando el diluvio (Gn 6,7). Ya hemos visto como la lectura que se hace en la tradición del evento del diluvio, es la de un tipo de juicio futuro. Así lo presenta el Libro de Henoc en los caps. 6-11.245 En este juicio Dios salvará sólo un justo, Noé y su familia, con una pareja de cada ser viviente, para comenzar una nueva creación (Gn 7,1).
a) Sinopsis de fas versiones (Gn 7, 10)
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1.2. El Diluvio Universal: destrucción y Nueva Creación
post septem septern ~ ;-¡'.l)Jt.Zl 1~T7 n:11::i.w i,,07 'n'.17::J.t.Zl N'.17::J.1!.Zl 1m7 rm' i,107 n:11:i.1w i,107
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El texto describe la suerte de los ángeles caídos con lemjazai. Sin embargo, para ÁZfl,el será diferente, ya que será enviado al desierto:
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Cap. III. El Diluvio Universal
Cap. III. El Diluvio Universal
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Ginzberg expone como Semjazai se arrepintió de su pecado, mientras Azael persistió, relacionando este hecho con el Yom Kippour donde se sacrificaban dos machos cabríos, uno que perdonaba los pecados y otro que cargaba con los pecados de Israel y era enviado a Azael. Cf. Lv 16; L. Ginzberg, Les légendes, I, p. 111; pp. 282-284, n. 10; ApAbr 13,5-9. Para la tradición del Zohar, los ángeles caídos del cielo son Aza y Azael, cf. Zohar Gn, 58a. Todos los ángeles malvados serán encerrados y castigados, cf. 1Hen 10,11-16; 67,4-7; 84,4; 4Q202 IV,1-9. Cf. A. Díez Macho,Apócrifos de/Antiguo Testamento, IY, p 113, n. 89, 1.
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Cap. III. El Diluvio Universal
b) Traducción del texto y sus versiones. ~ TM: Y sucedió a los siete días las aguas del diluvio cayeron sobre la· tierra. LXX: Y sucedió después de los siete días las aguas del diluvio cayeron sobre la tierra. l/L: Y sucedió después (pos~ de los siete días las aguas del diluvio fueron [cayeron] sobre la tierra. Vg. Y cuando transcurrieron siete días las aguas del diluvio inundaron la tierra. Pe.f. Y sucedió a los siete días las aguas del diluvio fueron sobre la tierra. TgOnq: Y sucedió el tiempo (lbT?) de siete días las aguas del diluvio fueron [cayeron] sobre la tierra. TgN: Y sucedió al final de los siete días del luto de Metufálah ( t')10? n?W1nbi K?JK 'b1' m1:Jt0) que las aguas del diluvio cayeron sobre la tierra. TgPs]: Y sucedió el tiempo de (lm?) siete días, después que terminó el duelo por Metufálah (n?W1nbi :·r?J'K Z::P?Wi in:J lb), miró Yhwh y he aquí que no se habían arrepentido (i:in K?) los hijos de los hombres,· y las aguas del diluvio cayeron hirviendo desde los cielos (K''blll lb rn'm) sobre la tierra. C: Y sucedió alfinal de los díasfáciles rm, t"\10?) [de indulgencia] las aguas del diluvio cayeron sobre la tierra. P: Y sucedió alfinal de los siete días del luto de Metufálah ( nl.7:J1W t')10? n?W1nbi :1'?:JK 'b') que las aguas del diluvio fueron [cayeron] sobre la tierra.
sión de Ces la única que añade el adjetivo ?'?j? (fácil, ligero) a los siete días, interpretando de esta manera el periodo de tiempo. Una adición común a TgN, TgPs] y P es la mención del duelo de Metufálah, pero la precisión temporal más exacta se encuentra en TgPs]. El autor introduce la partícula in:J, que seguida del verbo Cl?W (completar, finalizar, perfeccionar) a la forma peal, indican de manera insistente que los acontecimientos relatados posteriormente, ocurrirán al finalizar el duelo por Metufálah. La versión que más se extiende es la de TgPs]. La expresión m Kbn del TgPs] aparece tres veces en el relato (Gn 6,5.12; 7,10) y las tres se utilizan para relatar cuando Dios mira a la tierra y ve la corrupción y el pecado del hombre. El autor de este targum, describe hasta el estado del agua cuando caía del cielo con el adjetivo n'm (hirviendo). Este adjetivo sólo se encuentra en TgPs] en este versículo 1 y en Gn 50,1. ' d) Estudio de la tradición La referencia temporal del duelo de Metufálah es importante para establecer la cronología.247 La narración de la muerte del antepasado de Noé se encuentra en 2Hen 22,12-17. Dios informa a Metufálah del 248 cataclismo inminente que ocurrirá después de su muerte :
o,,,,¡:,
c) Análisis de las diversas versiones Las versiones de los LXX, l/L, Vg y Pef traducen literalmente el TM. El TgOnq emplea la expresión «el tiempo de siete días» como una especificación del periodo de tiempo en vez del simple «a los siete días» del TM. Este targum utiliza el término KJ!:l1~ para el diluvio, sustantivo que encontramos también en la Peiitta (~~). Las otras versiones del targum utilizan la palabra K?1:Jb (TgN; C; P) o KJ37:J1~ (TgPs]) 246• La ver-
2Hen 22, 16-1 7: "Entonces daré órdenes al abismo, que se precipitará sobre la tierra y el depósito inmenso de las aguas del cielo se volcará también sobre la tierra (formando) una gran masa caótica al estilo de la materia primigenia. Con ello se deshará todo el armazón de la tierra, siendo ésta objeto de una gran convulsión y quedando privada a partir de este día de su natural consistencia".
247
248 246
Sobre este término, cf. P. Reymond, L'eau, sa vie et sa signiftcation dans l'A ncien Testament 0/T.S 6), Leiden 1958, pp. 77- 78. El término N?1:Ji':) viene utilizado por TgPs] en Gn 6, 3, pero en TgN, C y P no aparece el sustantivo NJY:Jm utilizado
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por TgPs], que por el contrario lo encontramos en el Tg de Job (cf. Tg Jb 4,8; 6,17; 22,16-17; 24,2). McNamara señala que "Methusaleh died at 969 years or in the six hundredth year of Noah's life, the same year in which the Flood began: he must have been dead befare the Flood, otherwise his righteousness would have prevented it", in M. McNamara, Targum Neojiti 1, p. 75, n. 9. La traducción del texto es de A. de Santos Otero, Libro de los Secretos de Henoc: (Henoc eslavo), in A. Díez Macho, Apócrifos de/Antiguo Testamento, IV, pp. 147-202. Otros textos de la tradición que hablan de la muerte de Metufálah son GnR 32,7; j.MQ 3,82c; t.Sot10,3; b.San 108b;ARNa 32.
Cap.
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Cap. III. El Diluvio Universal
III. El Diluvio Universal
El mismo tipo de predicción lo encontramos en 1 Hen 65,9-66, 3 y en 1Hen 106,15. El TgPs] hace referencia a dos temas: la rebelión de los hijos de los hombres y las aguas calientes del diluvio. La falta de conversión de los hombres se relaciona, con el período de tiempo que Dios deja para el arrepentimiento de las acciones y con la predicación de Noé249• Pero en este versículo del Génesis, el TgPs] resalta el hecho de que a pesar de este tiempo, los hijos de los hombres no se han convertido. La tradición rabínica retoma este tema, desarrollando las formas de rebelión, en el texto del Pirqé de Rabí Eliezer, que corresponde a la respuesta que dan los gigantes a Noé, que predica la conversión y amenaza con el diluvio: PRE 22,3: "Ellos le respondieron: Nosotros nos privarnos de toda multiplicación y crecimiento (:i,:n, ;,,¡!:m) para no producir descendencia de los hijos del hombre. ¿Qué es lo que hicieron? Cuando se llegaban a sus mujeres, destruían sobre la tierra el lugar de su descendencia (OlliT Olji¡j) para no producir descendencia de hijos de hombre (01K iJ:i lliT K,~1;,7 K?tzl), como se dice: Y vio Dios que la tierra se había corrompido (Gn 6,12). Dijeron: Si manda contra nosotros las aguas del diluvio, bien altos somos y no nos llegará el agua al cuello. Y si hiciera subir contra nosotros las aguas del abismo, aquí están las plantas de nuestros pies para cerrar los abismos. ¿Qué es lo que hicieron? Extendieron las plantas de sus pies y cerraron todos los abismos" .250
muestra bien su rebelión contra el Creador. Para el autor de TgPs], en vez de la planta de los pies para cerrar los abismos, los gigantes ponen a sus propios hijos. 252 Otro tema que recoge Pirqé de Rabí Eliezer del TgPs] es la referencia a las aguas hirvientes. El midraf de Pirqé de Rabí Eliezer, interpreta un versículo del libro de Job con la técnica midrafica de 'al tiqré: PRE 22,3: "¿ Y qué hizo el Santo, bendito sea? Hizo hervir las aguas de los abismos y les quemaron su carne y les pelaron la piel ( p¡;,?1tzl1 o;,,7l]¡j Oi1l7 nK p¡jtzl1!:l1 Oitzl:l M), según está dicho: En cuanto pierden el agua quedan silenciosos, cuando hace calor desaparecen de sus lugares (lb 6,17). No leas (,i¡;,n ?K) 1/jln:l [=cuando hace calor], sino 1/jl/jn:i [=con agua hirviendo]". La tradición del agua hirviendo, se encuentra también en 1Hen 67 253 en relación con el castigo de los ángeles. Sin embargo esta vez el
252
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Destruyendo "el lugar de la descendencia" van directamente contra el mandamiento que Dios da a Adán en Gn 1, 28: "Creced y multipli251 caos (1:ll1 1i~)". La desfachatez con la que responden los gigantes, 249
El tema de la predicación de Noé y el tiempo para la conversión antes del diluvio es un tema que aparece ya en la literatura hebrea antigua como es en]ub o en
250
Para este texto se ha adoptado en parte la traducción de M. Pérez Fernández, Los capítulos de Rabbí Eliezer, pp. 169-170. La interpretación de PRE sobre el rechazo por parte de los ángeles de que continúe la descendencia de los hijos del hombre es un tema que afirma la distinción entre el plano divino y el humano. Para Delcor, se encuentran dos tendencias diferentes en el mundo judío para comprender la caída de los ángeles. Una sería la desmitificación, propia de los textos bíblicos yahvistas y otra la mitificación, resultado de la apocalíptica judía. El autor supone este hecho como una de
1Hen.
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las causas para que en el rabinismo se rechace la apocalíptica judía. Cf. M. Delcor, "Le mythe" pp. 51-53. Cf. TgPs] Gn 7,11; L. Ginzberg, Les légendes, I, p. 113-114. En GnR encontramos la misma temática sobre el problema de la unión sexual. GnR 26,4 comentando Gn 6,1 dice: "Derramaban su semen sobre los árboles y las piedras ( I1~ tl':l!l1lll tl'J:::i~;i ?:lll tl'li:ll;-J ?:ll tl:lliT)". Jub describe de manera sintética las causas del diluvio sobre la tierra (Jub 7 ,21-25). Sobre fl texto de t Hen 67, Suter explica: "In addition, like 1 En 67: 1-3, 65: 6-8 does not use the usual formula titles found in the Parables, and like both 67: 1-3 and 54: 7-55:2, it is concerned with the inhabitants of the earth rather than with kings and angels. It therefore seems possible that 1 En 65: 6-8 is part of the midrash on Genesis found in 1 En 67: 1-3 and is therefore part of the original version of the Is 24: 17-23 midrash in 1 En 64: 1-68: 1. [...] The remainder of the passage, 1 En 65: 1-5, 9-12; 66: 1-3; and 68: 1, should be seen as a further elaboration of the flood motif of the Is 24: 17-23 midrash in 1 En 64: 1-68: 1", in D.W. Suter, Tradition and Composition in tbe Parables of Enoch (SBL.DS 47), Chicago 1979, p. 134. Dillmann comentando el v. 8 dice: "Die Thermen in jenen Gegenden am todten Meer sind nichts als Aussflüsse des heissen bei der Fluth entstandenen schwefeligen Mineral-wassers, worin die Engel gestraft werden in jenen Tagen damit weist er auf seine wahre Gegenwart hin. Die Machtigen seiner Zeit und die Vornehmen gebrauchten jene heissen Quellen Gene Wasser) als Bader (z.B. Herodes das Bad Callirhoé óstlich vom todten Meer", in A. Dillmann, Das Buch Henoch übersetz! und erklati, Leipzig 1853, p. 206. Cf. M.
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agua son ríos de fuego que se encuentran en el valle donds serán castigados estos ángeles (1Hen 67,7). El autor de 1Hen habla de las aguas termales, que son beneficiosas para el cuerpo, recordando que estas aguas están calentadas con el fuego que se encuentra bajo la tierra, el mismo fuego donde serán enviados los ángeles malvados. Suter relaciona este pasaje con Is 24,17-23, estudiando la relación entre los textos y teniendo como objetivo mostrar que 1Hen 54,1-56,4 y 64,1-68,1 es como un midraf de Is 24,17-23. Además estas aguas se volverán ardientes el día del juicio. Otros autores, como Dillmann, ya habían visto en este paso una relación con las aguas termales, como las de Callirhoe, cerca del Mar Muerto (cf. Flavio, Ant 17, 168-172; Bel! 1,656-658): 1Hen 67,8-13: "Aquellas aguas, en esos días, servirán como remedio del cuerpo para los reyes, poderosos, encumbrados y moradores de la tierra, pero (también) como castigo del espíritu. La lujuria llena sus almas, de modo que se castigará a sus carnes, pues han negado al Señor de los espíritus y, viendo su castigo cotidiano, no confiesan su nombre. [... ] Pues le alcanza el juicio porque creen en la lujuria de su carne a la vez que niegan al Espíritu del Señor. Estas mismas aguas, en aquellos días, sufrirán un cambio, pues cuando sean castigados aquellos ángeles en esos días se volverán ardientes las fuentes de las aguas y cuando salgan los ángeles cambiarán aquellas aguas de las fuentes y se enfriarán. [...] Pues estas aguas de castigo son medicina de la carne de los reyes y (sirven para) la lujuria de su carne, pero no ven
Black, The Book of Enoch or I Enoch: A New English Edition with Commentary and Textual Notes (SVTP 7), Leiden 1985; A. Díez Macho, Apócrifas del Antiguo Testamento, N, p. 89, n. 8. Para Hannah, la referencia a las termas permite datar el paso de 1Hen 67. El autor en su estudio habla de una interpolación textual: "The interpolator could have added this passage only after the fateful events of 4 B.C.E., but his allusion would have the most force if Herod's demise was a recent occurrence and still fresh in the memory. The material he was bringing up to date with this addition, however, would have to have been composed earlier. Both the Noah apocryphon and the Parables then must have been penned sometime befare the death of Herod - perhaps well befare", in D.D. Hannah, "The Book of Noah, the Death of Herod the Great, and the Date of the Parables of Enoch", in Enoch and the Messiah Son ofMan: revisiting the Book of Parables, ed. G. Boccaccini, Grand Rapids - Cambridge 2007, p. 476.
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ni creen que estas aguas cambiarán y se convertirán en fuego que arde eternamente". El tema del agua y el fuego aparece en relación con el castigo de los ángeles. En el Nuevo Testamento encontramos el tema del agua y del fuego, unas veces relacionado con los elementos que utiliza el demonio en su intento de matar al endemoniado (Mt 17,15; Me 9,22) y otras relacionado con el Bautismo (Mt 3,11; Le 3,16). Elementos esenciales para la vida del hombre (Si 39,29), el fuego y agua, son elementos utilizados para la purificación de objetos (Nm 31,23).254 Las aguas termales que ahora sirven como medicina se convertirán en elemento de condenación para los pecadores. Las imágenes que ofrece la tradición sobre el diluvio, no sólo agua sino agua hirviendo, reflejan bien la .destrucción total de todo lo creado, además de indicar la suerte de los pecadores y el castigo de los ángeles caídos.255 La Biblia también relata la destrucción total de todo lo creado (cf. Gn 6,13.17; 7,21-23). Serán salvados solamente Noé, su familia y los animales que entraron en el arca con Noé.256 Los gigantes tienen una 254
255
256
Cf. M. Pérez Fernández, Textos fuente, pp. 86.95-99.127-132; M. Ciccarelli, "L'angeologia giudaica e la traduzione greca del Sal 104,4 (103,4 LXX)", RivBib 60/2 (2012), pp. 189-220. Cf. 1Hen 54,7-10; Sib 1,217-229. Otros textos relatan el diluvio con imágenes diferentes, como es el caso de 1Hen 89, donde se describe el diluvio utilizando la figura de un toro blanco que representa Noé. Cf. G.W.E. Nickelsburg, 1 Enoch 1: A Commentary on tbe Book of 1 Enoch, Chapters 1-36; 81-108 (Hermeneia 354), Minneapolis 2001, p. 354. El Jub no presenta la tradición del agua hirviendo. El autor narra los hechos polarizando la narración en los temas de la justicia y el juicio, cf. Jub 5,19-32. En la tradición primitiva de la Iglesia se ha visto al arca de Noé como el símbolo de la misma Iglesia. Cf. Tertuliano, Bapt 8,4; Cipriano de Cartago, Eccf Cat 6; Epist 69,2,1; 75,15,1. Justino ve en el arca un recuerdo de la cruz, cf. Justino, Dial 138, 2. Para Lundberg, "l'idée que l'Église est le seul refuge de l'humanité dans la catastrophe cosmique, semble bien appartenir au christianisme primitif et, dans cet état de choses, sa répresentation par l'arche du déluge devient cornpréhensible", in P. Lundberg, La rypologie, p. 73-74. Además este autor muestra· como la tipología del Arca está estrechamente relacionada con algunas ideas bautismales, cf. Ibid., p. 76. Sobre la tradición del arca y sus orígenes véase J. Prosecky, "L'arche comme imago mundi", Ar0r76 (2008), pp. 1-14.
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mención particular en la relectura de los acontecimientos, del diluvio, donde se recuerda su muerte (Sb 14,6; Si 16,8; Bar 3,26-28; 3M 2,4). Pero Dios se reserva un justo, su familia y una pareja de todo tipo de animales (Gn 7,8-9) para dar una segunda oportunidad, un nuevo comienzo. Sin embargo para la tradición hebrea no todos los gigantes murieron, la destrucción no fue tan completa y varios textos exponen como hubo un supervivente entre los gigantes: Og257• En la versión latina de la Vida de Adán y Eva, aparece el juicio a través del fuego y el agua. A la muerte de Adán, Eva reúne a sus hijos para anunciarles el juicio de Dios258:
se convierten en símbolos no sólo de destrucción sino también de purificación y de salvación. 260
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VitAd 49: "A los seis días de la muerte de Adán, conociendo Eva su muerte cercana, reunió a todos sus hijos e hijas y les dijo: Escuchad, hijos míos, lo que os voy a contar: después que vuestro padre y yo transgrediéramos el mandato del Señor Dios, nos dijo el arcángel Miguel que por nuestras prevaricaciones y pecados, el Señor juzgaría nuestra especie dos veces: primero mediante el agua y después por el fuego p (. rimum per aquam secundum per ignem). Por estos dos elementos juzgará el Señor a toda la raza humana".
Una vez más surgen los temas de agua y fuego, relacionados en vista de un juicio para la raza humana. La tristeza que provoca el juicio desaparecerá una vez terminado (Jub 23,31). La relación de agua y fuego es conocida por los autores del NT. Al anuncio del Bautista del próximo bautismo por el Espíritu Santo en Me (cf. Me 1,8), Mt y Le añadirán el fuego (cf. Mt 3,11; Le 3,16). Aunque pueda parecer una contradicción, el unir fuego y agua259 es una imagen utilizada ya por los profetas para hablar del juicio. De esta manera los dos elementos
257
258
259
En TgN, TgPs] y TgOnq Dt 3, 11 se relata como Og fue el único superviviente entre los gigantes. En b.Nid 61a se narra que Og y Sijón son hermanos y nietos de Se17?jazai, jefe de los ángeles caídos. El paso de b.Zev 113b cuenta como Og de manera milagrosa se salvó del agua gracias al arca. Cf. L.T. Stuckenbruck, "The 'Angels' and 'Giants' of Genesis 6: 1-4", p. 358, n. 9. Para la traducción del texto nos hemos apoyado en la presentada por N. Fernández Marcos. Cf. N. Fernández Marcos, Vida de Adán y Eva: (A . pocalipsis de Moisés), in A. Díez Macho, Apócrifos de/Antiguo Testamento,_II, p. 349. Cf. Is 4,4; 66,15-16; Ez 22,20; Am 7,4; Zc 13,9 etc.
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1.3. Excursus: Eljusto Noé, la Nueva Creacióny la 1?2-61 A partir de Noé, el justo262, Dios realizará una Nueva Creación, de esta manera aparece la figura de Noé como el nuevo Adán. El paralelismo entre la vida de Adán y la de Noé emerge en los acontecimientos de - ambas historias. Esto podría indicar un motivo que explique el por
º
26
261
262
Sobre el bautismo de fuego, cf. M. Pérez Fernández, Textos fuente, pp. 100-101; 127-128. En este excursus nos limitaremos a algunos textos de la tradición que ponen en relación la temática de Noé, el Diluvio Universal, la nueva creación y la 1P. Moo señala que el término inueua creación no aparece en el A T sino en la literatura judía, término que será retomado por Pablo en sus cartas. Cf. D.J. Moo, "Creation", p. 44. Una característica de Noé, causa de su elección, es su justicia. El TM presenta a Noé como el único justo (cf. Gn 7,1), en un mundo completamente injusto y alejado de Dios. Esta concepción recorrerá en la Escritura y en la tradición hebrea, donde se relaciona el título de justo con las obras (cf. Si 44,17; TgN y TgPs] Gn 6,8-9;Jub 5,19). En la relectura que se hace en el Libro de la Sabiduría sobre la suerte de los justos, se observa como Dios salva al justo de todo peligro y lo hace resplandecer el día del juicio, cf. Sb 3, 1-12. Por otra parte Filón presenta a Noé no sólo como un justo, sino también como un profeta. Filón, Her 260: "Por lo tanto, todos aquellos a quienes Moisés describe como justos, los presenta,°así como poseídos por Dios y dotados de la virtud profética. Noé era justo y no era en verdad un profeta? (ó N&E OÍK<; rcpocpi]n¡<;;) Las bendiciones y maldiciones dirigidas a las generaciones futuras y luego rápidamente confirmadas por los hechos, no las pronunció tal vez cuando estaba poseído por la inspiración divina?". Incluso en el NT se relaciona a Noé con la justicia, sobre todo en 2P y Hb. En 2P 2,4-5 se dice que Dios preservó a Noé pregonero de la justicia (OtK
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qué la figura de Noé ha sido interpretada como el nuevo Adán y en los albores del cristianismo haya sido leída como figura de Cristo, a quien corresponde el título de nuevo Adán (cf. 1Co 15,45).
En el cuadro se observa el fuerte paralelismo entre Adán y Noé. Incluso a nivel textual la repetición es evidente en el TM, como en Gn 1,28 y Gn 9,1. Estas correspondencias han hecho que Noé aparezca como la figura del Nuevo Adán.263 Después de la destrucción total de lo creado, Dios establecerá un nuevo comienzo, una nueva creación, a partir del justo Noé y de los animales salidos del arca.264 Siguiendo el paralelismo bíblico, Filón habla también del segundo nacimiento de la humanidad. Según el filósofo hebreo, la segunda creación es el fruto de las virtudes de Noé:
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Creación: Adán y Eva Dios crea a Adán y Eva. Tienen tres hijos: Caín, Abel y Set (Gn 4, 1-2; 5,3) El Espíritu de Dios mueve sobre las aguas Gn 1,2 (LXX):
Nueva Creación: Noé y su familia Intervenciones Noé encuentra gracia a los ojos de Dios del Señor. Noé y su esposa. Tienen tres hijos: Sem, Cam y Jafet (Gn 6,8.10) se
El arca se mueve sobre las aguas Gn 7,18 (LXX):
KUl nw:uµa 0eOU sm::
-r,~ 1N7~1 1:Jl1
1i~
Bendición de Dios
Dios salva a Noé y a su familia del diluvio y a una pareja de todo ser vivo y les da alimento (Gn 6,17-22) Bendición y mandamiento de Dios: creced y multiplicaos
tente, como he dicho, en no perecer con los demás; otro, el constituirse en nuevo fundador de una nueva raza de hombres. Dios, en efecto, lo consideró digno de ser el fin y el principio de nuestra especie (-cÉAoc; 'tOU ytvouc; r¡µ&v Kai apx11v ymfo0m), el fin de los anteriores al diluvio, de los que vinieron después del diluvio, el principio
('tÉAO<; uev 'tffiV npó 'tOU Kmatluoµou, 'tffiV Ka'CUKAUCJµov apxiJv)".
()f;
µc'tU 'tOV
Sin embargo, a pesar de que al hombre se le consagra de nuevo la creación como en el principio, la paz del paraíso no se restablecerá
Gn 9,1: i~N-"1 1'J;J.-11~1
r::¡'J-r,~ ti•;:i7~ 11.:;i;l
263
fl!$;:¡-r,~ 1N7~11:Jl1 1i~ tl;:J?
tl';:i7~ n.t¡;:i Alianza con Noé
Prohibición de Dios: no Prohibiciones comer del árbol del conocimiento del bien y del mal (Gn 2,17)
Dios no volverá a maldecir la tierra a causa del hombre con un diluvio y establecerá una alianza con Noé (Gn 8,21; Gn 9,9-13) Prohibición de Dios: no comer la carne con su sangre (Gn 9,4)
La desobediencia provocará Consecuencias La desobediencia provocará la la muerte (Gn 2,17) de la _muerte (Gn 9,5-6) desobediencia Todo lo creado era muy bueno (Gn 1,31)
Abr 46: "Con esto recibió los dos dones más elevados: uno, consis-
Kai snc
Valoración de Dios
El corazón del hombre es malo (Gn 8,21)
264
Cf. Filón, .Abr 56; Quaest in Gn 2, 66; Migr 125; Praem 22-23; VitMos 2,59-65. Se observa como Filón también relaciona la creación del mundo y la historia de Adán con Noé. En esta relación, el autor explica que el viento que mueve el arca, no es un viento sino el Espíritu de Dios que produce la paz, cf. Filón, Quaest in Gn 2,28; J.P. Lewis, A 5tutfy, p. 51-52. Esta tradición se encuentra también en el targum, donde el autor narra como Dios, para aplacar a las aguas, manda un espíritu de misericordia (cf. TgN, TgPs], C, P, V, a Gn 8,1), pero este espíritu de misericordia ya aparece en TgN, TgPs], P, V a Gn 1,2. Estos elementos paralelos, confirman que la figura de Noé ha sido también comprendida en los textos targúmicos en su relación a Adán . .El tema de Noé como Nuevo Adán se encuentra además en la literatura de los Padres de la Iglesia. Procopio de Gaza escribe: "Así Noé se puede parecer a Adán, en que es iniciador, como él, de una nueva estirpe de hombres", in Procopio de Gaza, I, Comm Gn, col. 297a. Sobre la predicación de Noé y la nueva creación cf. Clemente de Roma, Epist Cor7,6; 9,4. Sobre el concepto de la nueva creación en el AT, cf. F. Manns, "La théologie de la nouvelle naissance dans la Premiére Lettre de Pierre", LA 45 (1995), pp. 111114.
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hasta los últimos tiempos265. En el TM se utiliza la misma fórmula para la bendición y el mandamiento de crecer y multiplicarse. En Gn 8, 17 (LXX), aparece en la segunda persona del plural, en vez de la tercera persona como en el TM. Se acentúa de esta manera, que la orden es dada expresamente a los hombres para crear una nueva humanidad=". En 1Hen 10-11, Noé surge como la figura del justo que escapa al juicio final. Después de salir del arca, Noé es presentado como un agricultor (Gn 9,20). La devastación del diluvio y la representación de un Noé que después de la bendición de Dios, trabaja la tierra y ésta a su vez produce fruto en abundancia, refleja la nueva creación que el autor de 1 Hen quiere presentar, en consonancia con la literatura profética267. La figura de Noé, preservado de la muerte y origen de una segunda creación, aparece también en el Libro de los secretos de Henor'": ,
El tema de la justicia en el segundo comienzo, aparece también en el Libro de los Jubileol69:
320
Jub 5,12: "Hizo para toda su obra una nueva y justa creación, para que
no prevaricaran nunca y fueran justos, cada uno en su especie, por siempre". La nueva creación ha sido anunciada ya en Jub 1,29270. En relación con la justicia de Dios y la esperanza de la paz eterna, esta creación se realiza en un contexto de Alianza. Lo primero que hará Noé al salir del arca será un sacrificio con algunos animales puros. Dios al aspirar el aroma del holocausto promete no maldecir más la tierra a causa del hombre (Gn 8,21) y establece una Alianza con Noé (Gn 9,8-17). En los Manuscritos del Mar Muerto ha sido estudiada la figura del maestro de justicia tratada como un nuevo Noé, encargado de predicar a sus.contemporáneos la conversión271. La predicación se concretizará
2Hen 22,18-19: "Entonces preservaré yo a Noé, hijo primogénito de tu
hijo Lamec y haré surgir de su simiente otro mundo y su simiente durará por los siglos hasta la segunda catástrofe, cuando los hombres vuelvan a 2 69
pecar de la misma manera ante mifaz'.
El segundo comienzo tendrá su inicio a partir de lo que Dios preserva del diluvio. A pesar de todo, el texto ya prevé una segunda catástrofe. 27º
265 El tema de la nueva creación y el retorno a la paz del paraíso es común en la litera-
266 267 268
tura bíblica. La rebelión y la rotura de la armonía, causada por el pecado del hombre (Gn 3) y los pecados entre los hombres (Gn 4) provocan la esperanza de la vuelta a la armonía primigenia y la paz duradera (cf. Is 9,6; 11,6-9; 32,17; 60,17-18; So 3,13; Za 3,10). Surge la esperanza mesiánica, donde se establecerá de nuevo la paz que se extenderá hasta el reino animal (cf. Ez 34,25; 37,26; Za 9,8-10; Sal 72,3-4). Esta es también la interpretación de Filón, Quaest in Gn 2,56. Cf. G.W.E. Nickelsburg, 1 Enoch 1, p. 227. ' En el texto que se presenta, se han respetado las cursivas que corresponde a la traducción realizada por Santos Otero y que muestra la redacción larga del texto. A. de Santos Otero, Libro de los Secretos de Henoc: (Henoc eslavo), in A. Díez Macho, Apócrifos del Antiguo Testamento, IV.
·, 271
Para A. Caquot el contexto hace pensar que el pecado no es propio de la especie humana. Cf. A. Caquot, ''Jubilés", in La Bible: écrits interlestamentaires (Bibliothéque de la Pléiade 337), ed. A. Dupont-Sommer - M. Philonenko, Ligugé 2006, p. 659, n. 12. ,El Libro de los Jubileos relaciona esta Alianza con la fiesta de Shavuot (cf. Ex 34,22; Nm 28,26; Dt 16,10.16; 2M 12,31; 2Cr 8,13). Esta fiesta, también llamada de las semanas o de la siega (Ex 23, 16) se celebraba a los cincuenta días de la Pascua (siete semanas desde los Ácimos); es por esto que adquiere el nombre Pentecostés dé la lengua griega (cf. Tb 2,1). En esta ella se festejaba el final de la recolección de los cereales. Más tarde, próbablemente ya en el siglo I a.C., fue relacionada también con la donación de la Ley en el Sinaí, aunque según Lohse esto no ocurrió antes del 70 d.C. La fiesta adquiere un doble significado: la fiesta de las primicias y la liberación del diluvio. D. Marguerat expone, cómo en los Manuscritos del Mar Muerto, la fiesta parece ser la más importante y en ella los miembros de la secta renovaban ritualmente su participación en la alianza de Dios (11Q19 XVIII,10-19,9). Cf. D. Marguerat, Les actes des apótres (1-12) (Commentaire du Nouveau Testament Va: deuxierne série), Genéve 2007, pp. 71-72; Jub 6,15-22; E. Lohse, "1tcVtr]KOCJ't1Í", ThWNTIX, col. 1473-1496. Vermes expone que el maestro de justicia (¡;,1~:, :,¡i~) es el equivalente al griego OtKatocrúvric; Ktjpu~ utilizado por 2P 2,,5 para referirse a Noé. Además "une alliance scellera cette mission, la «Nouvelle Alliance», qui nous .rappelle non seulement le célebre passage de Jérémie, mais aussi le pacte de Dieu avec Noé", in
~
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en una Nueva Alianza realizada con los penitentes que quieren escapar del juicio divino. La figura de Noé en la época peritestamentaria se consideraba una figura escatológica y no es extraño la asimilación del tratamiento del maestro de justicia como nuevo Noé. La liberación se esperaba a través de un nuevo Noé en una Nueva Alianza, en la que se daría definitivamente la tan esperada paz. 1.3.1. Nueva Creación en 1P En la 1 P el tema de la nueva creación es evidente desde el inicio de la carta. El autor de la 1 P comienza bendiciendo a Dios por la nueva creación (1P 1,3-5)272. Este hecho muestra la importancia del tema para el autor y marca su inmediato desarrollo en la carta. La forma verbal al participio aoristo ingresivo avayevvf¡crac; en 1P 1,3, reafirma este nuevo nacimiento. Adetnás el término avayawáro aparece dos veces en el NT y curiosamente las dos en la 1P (1P 1,3.23), siempre referido a la nueva creación273. En 1P 1,3, el aoristo ingresivo, indica de manera particular un estado, en este caso el de la nueva creación.274
272
273
274
G. Vermes, "La communauté de la nouvelle alliance: d'aprés ses écrits récernment découverts", EIL (1951), p. 73. La mayoría de los autores incorporan esta perícopa a 1P 3,1-12. Para Brox, el texto es una eulogia, aunque los vv. 3-5 son identificados como el primo segmento del proemium. Cf. N. Brox, La primera carta, p. 83; P.J. Achtemeier, La prima lettera, p. 183. F. Manns muestra cómo el tema de la nueva creación se encuentra ya en el pensamiento cristiano y en el himno bautismal de 1P 1,3-5, cf. F. Manns, "La théologie", pp. 109.135. Moxnes opina que la nueva creación que aparece en 1P 1,3, aunque no esté relacionada con el bautismo directamente, viene asociada como acto principal en este proceso, cf. H. Moxnes, "Because of The Name of Christ", p. 609. P.L. Tite dice que "the correlation between the community's reception of grace and peace and the praise to God is clearly established with the reference to 'new birth' and 'a living hope', both of which relate back to the grace and peace of verse 2", in P.L. Tite, Compositional Transitions in 1 Peter: An Anafysis of the Letter-Opening, San Francisco - London - Bethesda 1997, PI?· 46-47. Cf. Zerwick, p. 113, §250. Para Bigg el verbo a,vo,yf,WÓ.ffi aparece en el prólogo del Sirácide v. 20 como una dudosa variante. Pero encuentra que 'Filón en Incorr Mundi 3 ya emplea el término. Ch. Bigg, A Criticai, p. 99. Beare, siguiendo a Windish, escribe sobre el posible origen de este tipo de vocabulario en el cristianismo: "The apostle does not use the words regenerate, regeneration in any of
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Para Michaels275, es posible que la referencia de Jn 3,3.7 a nacer de nuevo (yevvav avro0EV) sea una adaptación joánica para expresar la nueva creación. También en Jn 3, 5, los términos agua y espíritu, encuentran una clara referencia al Bautismo276. El verbo yawáro utilizado por elevan277 gelista es cambiado por Ireneo en avayawr¡0ñ (Adv Haer I,14,6) , pero ya en la Vulgata y la Vetus Latina se traduce como "renatus fuerit"278. El 'Bautismo aparece en el pensamiento cristiano como nueva creación en otros textos del NT, sobre todo en Pablo como indica Manns279: como «regeneración y renovación» (1taAtyyEVacríac; y the forms that are found elsewhere in the New Testament. Ali these terms appear to have been introduced into the Christian vocabulary by Gentile teachers of post-Apostolic times, probably appropriating the language of the pagan mysteries to Christian use", in F.W. Beare, The First Epistle of Peter, p. 55. Además la utilización de la asociación de regeneración y nueva vida con la Resurrección de Cristo, refleja la dependencia del autor de Pablo, F.W. Beare, !bid., p. 56. Para R. Dupont-Roc, el tema bautismal del nuevo nacimiento se debe a éste término. Además "cette renaissance s'inscrit dans le projet de Dieu, concu ici comme un immense déploiement de miséricorde", in R. Dupont-Roc, "Le jeu", p. 205. Goppelt señala como el concepto de nueva creación era conocido en el cristianismo helenistico y en Pablo con otros términos, cf. L. Goppelt, A Commentary, p. 81. Cervantes Gabarrón expone cómo el autor de 1 Pedro utiliza este término , para presentar a nivel temático la noción más original que es la regeneración por la Resurrección de Jesucristo, cf. J. Cervantes Gabarrón, La pasión, p. 62-63. Sobre el término avayf.WÓ.ffi véase E.G. Selwyn, The First Epistle, pp. 122-123. 275oJ.R..Michaels, 1 Peter, p. 17. Esta expresión trae a la memoria todo lo que se ha visto en el cap. I sobre la nueva creación, tanto en los Manuscritos del Mar Muerto como en el resto de la literatura peritestamentaria. 276 Cf. F. Manns, Le symbole, pp. 281-285; F. Büchsel, "yf,Wá.ffi", ThWNT II, col. 397-424.
277 En Adv Haer I,21,1, Ireneo habla con estos términos sobre la regeneración ope278
279
rada por el Bautismo. Cf. Ch. Bigg, A Critical, p. 99. Justino también emplea el término hablando del bautismo. El autor dice: "Entonces son conducidos por nosotros allí donde hay agua y son regenerados (avayf.WT¡CJf.(J)(;) según el modo que hemos sido regenerados (avf.ycwi¡0r¡µEV), ellos son regenerados (ávaycw&vtm): pues es en el nombre de Dios, Padre y soberano del universo, de nuestro Salvador Jesucristo y del Espíritu Santo, que toman en el agua el baño purificador", in ApolI,61,3. F. Manns, "La théologie", p. 109.
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6.va.Kmvwcri::coi;, Tt 3,5)280, «nueva criatura» (Kmv11 KtÍcrii;, 2Co 5,17; Ga 6,15), «nueva vida» (KatVÓTIJ'tt ~cofíi;, Rm 6,4) y alusió; al Bautismo como revestimiento del hombre nuevo en Col 3, 1 O. Best por su parte, no duda que la utilización del término tenga una perspectiva escatológica y ética. La realidad de la nueva vida es un hecho, sin embargo, "también se le pide al cristiano (como demuestra el resto de la carta), vivir realmente una vida nueva de obediencia a Dios"281. Para Achtemeier, el verbo 6.vuyEVVáco más que entenderlo por "ser regenerado", describe el hecho de "regenerar" o "generar desde el principio", aunque si como reconoce, se presupone el nuevo nacimiento (1 P 2,2)282_ Este himno es un canto de la asamblea cristiana por la misericordia de Dios que ha dado la nueva vida. 1 P señala que la finalidad de ésta regeneración es, además de la salvación, una esperanza viva (1 P 1,3) y una herencia incorruptible (1P 1,4)283. Estas expresiones describen la nueva situación en la vida del regenerado. La regeneración viene a través de (0tá) un acto fundamental: la Resurrección de Cristo (1P 1,21). El autor de 1P después de indicar la purificación del alma por la obediencia a la verdad, exhorta al amor recíproco (1 P 1,22)284. Schlosser destaca cómo por la utilización del término verdad (6.AiJ0i::tu), el 280 Sobre la relación entre 1P 1,3-5 y Tt 3,5-7 véase el excursus sobre la liturgia bau-
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tismal en estos textos en P.J. Achtemeier, La prima lettera, pp. 183-184; M.-É. Boismard, Quatre bymnes, pp. 15-20; M.-É. Boismard, "Une liturgie baptismale dans la prima Petri: son influence sur Tit., 1 Jo. et Col.", RB 63 (1956), pp. 182208. E. Best, J Peter, p. 75. Para Kelly, "the new life to which Christians are introduced by their sacramental rebirth is then defined as a living hope [...] This transformation of our existence, made real in baptism, is brought about through the resurrection of Jesus Christ from the dead", in J.N.D. Kelly, A Commentary, p. 48. Cf. P.J. Achtemeier, La prima lettera, p. 186. Schlosser se fija más en el aspecto de la misericordia que en el de la regeneración, aunque evidentemente las temáticas están relacionadas, cf. J. Schlosser, La premiere építre, pp. 11-16. Cf. M.-É. Boismard, Quatre bymnes, p. 17. Algunos autores han visto una referencia al Bautismo. Cf. E. 1?est, I Peter, p, 92; Ch. Bigg, A Critica!, p. 122. Para Achtemeier, el paso sugiere una connotación moral más que ritual, cf. P.J. Achtemeier, La prima lettera, p. 250.
325 Cap. III. El Diluvio Universal autor quiere designar el Kerigma cristiano.285 La manera de poder realizar este mandato viene expresada en el siguiente versículo. En 1P 1,23 la regeneración se da por un germen incorruptible, fruto de la Palabra de Dios. El término 6,va,yEVVáCO vuelve de nuevo, esta vez utilizado en forma de participio perfecto pasivo, lo que muestra una acción pasada cuyo efecto perdura hasta el presente.286 Esta acción de Dios, como bien refleja la forma de participio pasivo divino utilizada en el versículo, está impulsada por la escucha de la Palabra de Dios. Esta Palabra es la Buena Nueva que ha sido anunciada (1P 1,25). Otros textos del NT 287 exponen el mismo tema (Jn 1,12; 1Jn 3,9; St 1,18) . El término empleado para designar este germen es onopá, Brox opina que el sustantivo onopé, simplemente muestra "la imagen de generación y no pasa a designar la siembra (o sembrado) vegetal, como se ha afirmado a veces"288. Para Michaels, los términos onopú como crnÉpµa, sirven para referirse tanto al cultivo de plantas como a la procreación humana, 289 pero aquí no se puede saber la metáfora en la que Pedro piensa. En su contra, Achtemeier · opina que el término se refiere sin duda a los hombres, pues habla de la regeneración de los destinatarios de la carta290. Por otra parte, Manns ha mostrado como el judaísmo conocía la
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J. Schlosser, La premiére építre, p. 109.
286 Cf. Zerwick, p. 128, § 285. Beare, tiene claro que "the christian believer experiences a moral transformation; but more than that, he finds implanted in him a new principle of life, immortal because it is divine", in F.W. Beare, Tbe First Epistle of Peter, p. 85. El participio "fournit un deuxieme fondement a la consigne de l'amour fraternel. Renouant avec le verbe déjá employé en 1,3, Pierre complete cette premiere mention de l'action régénérant de Dieu en soignant le bénéfice que les croyants en ont tiré: la renaissance", in J. Schlosser, La premiére építre,
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Para Boismard es posible que 1Jn 3,9 dependa directamente de 1P, cf. M.-É. Boismard,Quatre bymnes, p. 36, n. 2; M.-É. Boismard, "Une liturgie". Sobre la influencia de 1P en la St, cf. M.-É. Boismard, "Une liturgie baptismale dans la prima Petri: son influence sur l'épitre de Jacques", RB 64 (1957), pp. 161-183. N. Brox, La primera carta, p. 120, n. 7. Cf. J.R. Michaels, 1 Peter, p. 76. P.]. Achtemeier, La prima iettera, pp. 254-255. Achtemeier critica además a Tarrech, que piensa que Pedro elige el término porque se dirige a un auditorio pro---+
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metáfora de la planta aplicada a la Palabra de Dios.291 Un aspecto que hay que subrayar ahora es la influencia helenística en" los términos nacer del Espíritu o renacer. Kelly afirma de manera rotunda que estos conceptos tienen influencias helenísticas, pero que hay que tener clara la idea de cómo funcionaban y no concentrarse sólo en éstas influencias.292 Además expone: "El renacer cristiano en el bautismo no conterúa ningún elemento de éxtasis, como lo terúan los cultos mistéricos, ni era el privilegio de una élite como era el caso del gnosticismo; estaba impulsado por la palabra de Dios (1,22) y era la respuesta de su gracia a la promesa del catecúmeno (3,21)".293 A pesar de la influencia que el helenismo ha podido tener, está claro que ha sido en el judaismo que se ha forjado la base de la teología de la nueva creación, como hemos .comprobado por los textos estudiados y que Pablo desarrollará en sus epístolas (Rm 6,4; 8,19-21; 2Co 5,17; Ga 6,15) ya que las influencias griegas estaban mediadas por el judaismo. Pero ¿cómo explicar el contacto temático entre la literatura paulina y la petrina? Mazzeo indica como la figura de Silvano sería la persona mediante la cual se han puesto en contacto las dos tradiciones. De esta manera se explica la posible influencia que la literatura petrina ha recibido de la literatura paulina y viceversa. 294 El germen por el cual los cristianos renacen a una nueva vida, ha sido plantado por medio de la Palabra de Dios y viene sellado con el Bautismo. Para Goppelt los vv. 22-23 se vinculan con el Bautismo. El autor explica como el nuevo nacimiento no se relaciona simplemente con el rito del Bautismo sino con la acción que realiza Dios a través
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veniente de regiones rurales, algo que también nos parece extraño. Cf. P.J. Achtemeier, La prima lettera, p. 255, n. 50; A. Puig Tárrech, "Le milieu", p. 336. El autor expone con ejemplos de la literatura peritestamentaria cómo era empleada esta metáfora, como en los Manuscritos del Mar Muerto, donde ya aparece la expresión "implantar la ley en el corazón", cf. F. Manos, "La théologie", pp. 136-141. J.N.D. Kelly,A Commentary, p. 49. J.N.D. Kelly, A Commentary, p. 50. Cf. 1Ts 1,1; 2Cbr 1,19; 1P 5,12. Sobre las relaciones entre 1P y la literatura paulina, cf. M. Mazzeo, Lettere, p. 30, n. 32.
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del Bautismo por la Resurrección de Cristo, por medio de su Palabra295. En el 1P 1,3, el acontecimiento de la Resurrección se anuncia con el término avácrmm¡;, que no aparecerá hasta 1P 3,21 en la misma forma que en el v. 3 (8t' avamácrero¡;), conectando no sólo la temática sino también con el léxico las perícopas 1P 1,3-5.22-25 y 1P 3,18-22. Resurrección y Palabra de Dios están de esta forma relacionadas y en 296 1P 3,21 aparece Resurrección y Bautismo. El Bautismo no es un acto exterior del cristiano, sino que por medio de la fe (1P 1,5) la Resurrección de Cristo actúa en el interior del creyente como acto personal (1P 3,21). Es entonces que se puede completar de manera efectiva el mandato de 1 P 1,22 "amaos intensamente unos a otros con corazón puro". La nueva creadán no es un hecho que toca solamente a la persona. El autor de 1 P mira también a la comunidad formada de nuevos renacidos. Esterema lo desarrollará en 2,4-10, sobre todo haciendo ver como los creyentes son "un linaje elegido, un sacerdocio real, una nación santa, un pueblo adquirido por Dios" (1P 2,9) con una misión específica: el anuncio de las proezas de Dios a toda la humani297 dad a través del testimonio de la buena conducta (cf. 1P 2,11-17) . La imitación de Cristo y la participación a su sacerdocio hacen parte del compromiso y de la gracia recibida a través del bautismo. El cristiano pasa a formar parte del edificio espiritual que es la Iglesia como una piedra viva (cf. 1P 2,5). El ofrecimiento del sacrificio espiritual lo hace en la propia vida (cf. Rm 12,1), en la seque/a Christi, actualizando cada día de este modo la misión a la cual ha sido llamado. El autor de la 1P no pondrá en relación directamente Noé y el nuevo nacimiento, sino Noé y el Diluvio Universal como antitipo del Bautismo. La referencia a Noé en la 1P pone en relación las tradiciones estudiadas sobre la nueva creación, Noé y el bautismo.
295 L. Goppelt, A Commentary, p. 126. 296 Para Volpi, la 6.vácn:mn~ que se afirma en lP 3, 21 en relación al Bautismo no
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sólo afirma la Resurrección corporal sino que también ésta comprende y testimonia la acción resucitante. El autor recuerda además como las palabras terminadas en ou; reflejan términos de acción. Cf. I. Volpi, "La definizione", p. 239. Cf. J. Schlosser, La premiér« építre, p. 110; F. Manos, "A Jewish", pp. 173-187; F. Manos, Nuova evangelizzazjone: la riscoperta del battesimo, Milano 2012, pp. 55-56.
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III. COMENTARIO Antes de empezar con el comentario de la perícopa, conviene recordar que el contexto en el cual se introducen estos versículos es la persecución y las presiones que reciben los cristianos para abandonar su fe. Cristo a través de su Pasión y Resurrección, ha restaurado el acceso a Dios por medio del Bautismo, sometiendo a las fuerzas que lo impedían298•
embargo en 1P 3,18 aparece el énfasis en la pasión de Cristo, no tanto en el sufrimiento de la pasión sino en su valor redentor.Y' En la carta, el enfoque sobre la pasión de Cristo y su valor definitivo es evidente, sobre todo si se tiene en cuenta la relación de una vezpor todas con la expresión nspi aµapn&v, como veremos más adelante. Además, los términos se relacionan con el lenguaje sacrificial que encontramos en la Epístola a los Hebreos y en el Levítico. Si se tiene en cuenta el conjunto de la perícopa, no se separa tanto del pensamiento de Pablo. A pesar del contexto diverso, la tipología bautismal que presenta la perícopa con la salvación de Noé, invita al lector a ver en el Bautismo su salvación. Esto es posible por el valor de la pasión de Cristo. El padecimiento de Cristo se une - a la expresión "por los pecados" (nspi aµapn&v). En 1Co 15,3 se encuentra una exposición temática similar: "Cristo murió por f:luestros pecados" (ón Xptctóc ané0avEV únep 't&v aµap'tt&v). La expresión por los pecados, se encuentra tanto en el AT como en el NT, en contexto sacrificial.r'" El NT señala la muerte expiatoria de Cristo (cf. Ga 1,4; 1Co15,3; Hb 10,12; 1P 3,18; Rm 4,25). El autor quiere recordar la ruptura con el pecado a través de la pasión
v. 18: Cristo, el justo, también padeció El v. 18 comienza relacionando la narración que se presenta con los versículos anteriores a través de la conjunción ón, El adverbio finas, relacionado con el sufrimiento de Cristo, puede ser interpretado como un tiempo, una vez. 299 Boismard explica que el término finas "implica la muerte consumada (cf. Hb 9,26.27; 10,10; Rm 6,10) como también el tema teológico de la expiación «por los pecados» (cf. 1Co 15,3; Mt 300 26,28)" • Esta comprensión del término se debe a que el verbo nácrxm (sufrir), para el autor tiene el sentido de morir'?'. Para Achtemeier es mejor por el contexto, traducirlo como una vezpor todas3°2• Dalton es de la opinión que nos encontramos ante un eco de Rm 6, 10 pero en un contexto diferente. En la Epístola a los Romanos, Pablo relaciona el Bautismo con la ruptura del pecado. A través del Bautismo, el cristiano rompe con el pecado para entrar en una nueva dimensión existencial, la vida de gracia, está llamado a la imitación de Cristo. El tema ha sido preparado anteriormente (cf. 1P 2,5-10). Sin 29 8 299
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Cf. P.J. Achtemeier, La prima lettera, p. 415. Hiebert expone que este comienzo subraya la intención de Pedro de animar a los lectores a perseverar en sus sufrimientos, cf. D.E. Hiebert, "The Suffering and Triumphant Christ: An Exposition of 1 Peter 3: 18-22", BS 139 (1982), p. 146. M.-É. Boismard,Quatre hymnes, p. 59. France observa la relación del término con Hb 7,27; 9,12; 10,10; 9,25-28, cf. R.T. France, "Exegesis", p. 267.279, n. 30. Shimada nota que el término se relaciona con la Pasión sólo en Hb 9 ,28, cf. K. Shimada, "The Cristological", p. 170, n. 16. Schlosser sostiene que conviene ver en el adverbio linal; un medio de indicar el carácter único de la muerte de Cristo. J. Schlosser, La premiére építre, p. 21 O. Cf. M.-É. Boismard,Quatre hymnes, p. 59. Cf. P .J. Achtemeier, La prima lettera, p. 416; W.J. Dalton, Cbrist's Procfamation, p. 129.
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Dalton argumenta que "in 1 Pet 3: 18 it is this aspect of Christ's passion which is mean t. If we agree that the church at Rome was probably founded from J erusalem, it is not unlikely that a phrase like this would survive in such a milieu as a relic of the past, when the primitive church sought to define its unique economy as fulfilling the religion of the Old Testarnent, With Hebrews, the danger is that of a Christian community tempted to return to Judaism: hence the strong antiJewish argumentation. In 1 Peter, the threat comes from the pagan world. In both cases, the unique value of Christ's saving act and the unique dignity of the Christian vocation needed to be vindicated. Thus, from the very beginning of 3:18-22, we are warned by this expression, 'once for ali', that the writer is not dealing with the example of Christ's suffering, but with its value", in W.J. Dalton, Cbrist's Procfamation, p. 130; Cf. N. Brox, La primera carta, pp. 221-222. En los LXX, la fórmula 1tEpÍ áµap·tÍa es utilizada en relación a los sacrificios. Algunos ejemplos los encontramos en Lv 5,6.7.11; 9,2.3; Nm 6,11; 7,16.22.28; 2Cr 29,21-24; Sal 39,7; Jb 1,5; Is 53,10; Bar 1,10; Ez 42,13; 43,19.21. Es interesante observar que la expresión únsp áµap-ría se utiliza sobre todo en Ez. Cf. Ez 40,39; 43,22.25; 44,29; 45,17.22.23; 46,20 y también Mi 6,7. Goppelt ve en el empleo de estas preposiciones una intención del autor de la 1P, cf. L. Goppelt, A Commentary, p. 251, n. 13; BDR, p. 382, § 229.3; R.T. France, "Exegesis", p. 267.
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de Cristo. Por otra parte, aparece el contraste tras la multiplicidad de los sacrificios en el AT, que tenían que repetirse periódicamente y el único e irrepetible sacrificio de Cristo.305 La imagen del sacrificio aparece al principio de la carta en 1 P 1, 19. El cristiano ha sido rescatado por la sangre de un cordero sin mancha, Cristo; imagen que reclama a los sacrificios en el AT, como la que aparece en 1P 1,2 sobre el tema de la obediencia a Jesucristo y el ser rociados con su sangre. El texto continúa definiendo el carácter de la víctima del sacrificio, el justo. Es "el justo por los injustos" (cSíKmoc:; únep ácSíKrov) que ha muerto en su 306 carne • Con esta afirmación, el autor prepara la introducción de la figura de Noé. El término llama a la memoria a los justos de la historia de la salvación, comenzando por Noé. La preposición únep, que se encuentra con varios sentidos en el NT, evoca, como indica Cervantes Gabarrón, "la salvación acontecida en la Pasión"3º7• Ya se ha mencionado la importancia del tema de la justicia de Noé y sus implicaciones en la historia. Pero Cristo no es un justo, sino e/justo (cSíKmoc:;). El adjetivo <>ÍKmoc:; se refiere a Cristo, como aparece claramente en el 308 texto • La fórmulajustos e i'!}ustos es conocida en la tradición sinóptica
y se refiere a justos y pecadores. Cristo no tenía que morir al ser justo, murió por los pecadores. El tema aparece en el NT y sobre todo en Pablo309• Desde el principio de la carta se habla de la inocencia de Cristo, que es presentado como un cordero sin mancha (1P 1,19), para continuar en 1P 2,22-25, donde el autor parafrasea algunos ver310 sículos de lo que se llama comúnmente el canto del Siervo en Is 53 • Otro elemento importante es la preposición únáp, que une los dos términos de la fórmula estudiada. Brox ~xpone como esta preposición "con sentido sustitutivo y expiatorio solo aparece en fragmentos tradicionales de la carta (1P 2,21.24) y no es utilizable para fundamentar su parénesis sobre el sufrimiento"311. La finalidad del sufrimiento de Cristo es introducido por otra preposición, í'.va. La razón de este sufrimiento es el poder llevar a los injustos a Dios. Ya hemos visto co312 mo el verbo npocráyro puede tener un carácter cultual • A través de la Pasión de Cristo, el cristiano es llevado a la presencia de Dios. La descripción de cómo se ha producido esta posibilidad de acceder a Dios, está expuesto en lo que Achtemeier ha llamado un parallelismus membrorum antitético.l" Pero este· tipo de paralelismo (muerte-vida,
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Cf. P.J. Achtemeier, La pn'ma lettera, pp. 416-417. Dalton lanza la hipótesis que sea una manera de reivindicar la novedad cristiana frente· al judaísmo. Además, menciona la expresión «expiación por nuestros pecados» en la lJn 2,2 y 4,10 que se tiene que entender a la luz del sacrificio de expiación en el A T. Cf. W.J. Dalton, Cbrist's Proclamation, pp. 130-131. Para Cervantes Gabarrón, el término éina~ se relaciona con nepi áµapnéov ena0EV, lo que muestra que "la Pasión de Cristo ya ha tenido lugar de una vez para siempre; y como acontecimiento redentor es algo definitivo en relación al pecado", in J. Cervantes Gabarrón, La pasión, p. 224. Schlosser señala como en "le binórne antithétique formé par OÍKatoc; et ii8tKoc; pousse a y voir des substantifs. L'absence d'article est alors le signe d'une insistance sur la qualité, ce qui renforce la portée de l'expression", in J. Schlosser, La premiere építre, p. 225. Sobre los adjetivos usados como sustantivos cf. Smyth, pp. 272-274, §§ 1021-1029. J. Cervantes Gabarrón, La pasión, p. 229. Sin embargo no existe un acuerdo sobre el hecho que la fórmula oÍKatoc; úntp aOÍKffiV sea tomada de la tradición o una elaboración de la redacción; para Achtemeier, "la sua funzione nel testo presente rimane indifferente alla sua origine. Essa amplifica il 7tEpi áµapnéov e spiega perché Cristo possa portarci a Dio con la sua sofferenza", in P.J. Achtemeier, La prima lettera, p. 418, n. 92.
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Por ejemplo en Rm 1,14.16; 3,21-25; 5,18-19; lCo 15,22. Dalton expone que "1 Peter shares the christology of the primitive church in seeing in Jesus the suffering servant of Is 53. Because of the express development of this christology in 2:22-24, we are justified in seeing a reference to the same theme in 3:18. Such a development is unknown in Pauline theology", in W.J. Dalton, Cbrist's Proclamation, p. 133. Para Schlosser, hay la posibilidad de ver una representación sacrificial, aunque no parece dominante. Véase J. Schlosser, La premiére építre, p. 211. N, Brox, La primera carta, p. 226. Dalton opina que no es justificable incluir bajo la fórmula úntp aOÍKffiV a los espíritus encarcelados de 3, 19. Lo importante no es cómo predicó Cristo a estas almas, sino el cómo las salvó, cf. W.J. Dalton, Cbrist's Proclamation, p. 134. De esta opinión es Dalton, para el que puede que aquí "we have an implicit reference to the consecration of the Christian priesthood", in W.J. Dalton, Cbrist's Proclamation, p. 135. Sobre el valor cultual (cf. Ex 29,4.8; 40,12; Lv 8,24; Nm 8,9-10). Best rechaza un valor litúrgico en este contexto. Cf. E. Best, I Peter; p. 138; P .J. Achtemeier, La prima lettera, pp. 418-419. Para el autor, el paralelismo se genera por la forma idéntica del participio aoristo pasivo respecto al sustantivo en dativo y la antítesis es por el contraste muertevida, carne y espíritu. Además expone con detalle los estudiosos que piensan que
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carne-espíritu), ya se encuentra en otras partes del NT (cf. Rm 8,13; 14,9; 2Co 13,4). Las partículas uév y oÉ acentúan este contraste. El anuncio de la muerte de Cristo en su carne se realiza a través del participio pasivo314 del verbo 0avm:óro, como el de la vida con el participio sq>onotÉro315• Es evidente que lo que el autor de la 1P quiere hacer notar en este punto, es el contraste entre la muerte en la cruz y la Resurrección de Cristo (cf. Rm 4,25; 8,34; 14,9; 2Co 4,15; lTs 4,14). Los dativos que acompañan estos participios, cráp~ y nvsuµa, expresan la segunda contraposición, aunque como la anterior, esta antítesis se utiliza de manera amplia en el NT.316 Brox, junto con otros autores, piensa que en este contexto la carne y el espíritu no son categorías antropológicas, "sino ámbitos soteriológicos de lo provisionalmente perdido y de la esfera de salvación definitiva"317• Jesús fue
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esta fórmula es del autor de la carta y opinan que es tradicional. Por otro lado, estos participios tienen que ser de circunstancia real que explican en qué modo se realiza la expiación. Cf. P.J. Achtemeier, La pn'ma lettera, p. 419. Lundberg opina que el himno cristológico de 1Tm 3,16 presenta un paralelismo muy estrecho con 1P 3,18-22, cf. P. Lundberg, La rypologie, p. 102. El pasivo de los dos participios indican las acciones ejercidas sobre el sujeto principal, es decir Cristo. Con este participio, Achtemeier explica que se ha discutido mucho sobre la forma en que Cristo vuelve a la vida. El término se utiliza en la tradición del NT para indicar la Resurrección Gn 5,21; Rm 4,17; 8,11; lCo 15,22; Ef 2,5; Col 2,13). Cf. P.J. Achtemeier, La prima lettera, pp. 419-420; W.J. Dalton, Christ's Proclamation, pp. 137-138. Entre los muchos ejemplos, algunos son Mt 26,41; Me 14,38; Le 24,39; Jn 3,6; 6,63; Rm 1,4; 8,4.5.6.9.13; lCo 5,5; 2Co 7,1; Ga 3,3; 4,29; 5,16-19; 6,8: Col 2,5; lTm 3,16; Hb 12,9. N. Brox, La primera carta, p. 226. Para Goppelt, carne y espíritu son utilizadas en el sentido de la antropología cristiana primitiva, cf. L. Goppelt, A Commentary, p. 253. France dice que el término crá.pl; en el NT se refiere a la esfera humana de la existencia, mientras que rrvsñun en contraste, la esfera sobrenatural, de donde aquí se contrastaría, a la luz de 1Co 15,42 con la muerte de Cristo (esfera natural) con su Resurrección (esfera sobrenatural), cf. R.T. France, "Exegesis", p. 267. Schlosser, al contrario de Spicq, explica que, a la luz de los paralelos "!'esprit n'est pas a identifier avec l'áme du Christ, ni avec sa condition divine; il correspond a la force mérne de Dieu qui rend inopérante la condition humaine ca-+
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muerto en su carne y revivido en el espíritu. Achtemeier explica que si se considera el sustantivo cráp~, en sentido de la humanidad como en 1,24, significa que el participio 0avm:ro0dc; aplicado a Cristo debe entenderse como que Cristo fue consignado a la muerte por la humanidad, pero resucitado por el Espíritu de Dios. Esto además permite comprender la Resurrección en la segunda parte de la frase paralela, como una Resurrección corpórea318, aunque no todo el mundo comparte esta opinión. Schlosser, por ejemplo, no piensa que se pueda aplicar una referencia del término «carne» a la humanidad, como a los «hombres» en 1P 2,4319• Sin embargo, en el v. 18 lo que destaca es el tema del sufrimiento inocente. Tema que continuará en los capítulos sucesivos. v. 19: Predicación ~ los espíritus cautivos El descenso al infierno de Cristo es parte del credo apostólico de la Iglesia, de ahí la importancia del texto320. ¿Quiénes son estos espíritus en prisión? ¿Dónde se encuentra la prisión? ¿Cuándo fue a predicar Cristo y cuál fue el mensaje de su predicación? Como respuesta apa321 recen a lo largo de la historia tres líneas interpretativas.
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ractérisée par la faiblesse", in J. Schlosser, La premiére építre, p. 213. Cf. C. Spicq, Les építres, pp. 136-137. Cf. P.J. Achtemeier, La prima lettera, p. 422. Cf. J. Schlosser, La premiér« építre, p. 212.226. Para Hiebert, el término crá.pl; sin artículo, es cualitativo y se refiere a la humanidad que Cristo asume y a la encarnación, caracterizando a Cristo como "a man among men here on earth", in Hiebert, "The Suffering", p. 149. El descenso de Cristo a los infiernos aparece ya mencionada en Clemente de Alejandría, Strom VI,6,45-46; Atanasia de Alejandría, Epist Epic 5,26-27. Justino escribe, citando a Jeremías, como Dios se acuerda de sus difuntos y desciende para anunciarles la salvación. Cf. Justino, Dial 72, 4. Sobre un estudio del descenso de Cristo a los infiernos, sobre todo en los Padres, véase el excursus de Brox el "descenso a los infiernos" de Cristo, in N. Brox, La primera carta, pp.
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245-254. Cf. Ch.T. Pierce, "Reexamining Christ's Proclamation to the Spirits in Prison: Punishment Traditions in the Book of Watchers and their Influence on 1 Peter 3: 18-22", Hen 28/2 (2006), pp. 27-30. Schlosser también habla de tres tipos de interpretación, cf. J. Schlosser, La premiére építre, p. 214.
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Cap. III. El Diluvio Universal
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La primera sería la que surge con los exégetas de la escuela alejandrina como Clemente de Alejandría, Orígenes y Cirilo de Alejandría, que exponen que la acción de Cristo tuvo lugar en los tres días entre su muerte y su Resurrección, lo que se ha llamado tradicionalmente triduum mortis. 322 La segunda la presenta Agustín con la teoría de la pre-existencia de Cristo en Noé.323 La tercera fija su atención en la predicación de Cristo y a quien va dirigida. Las dificultades gramaticales que presenta el versículo han sido estudiadas anteriormente. Cristo va a predicar en la potencia del Espíritu. El tema de los espíritus cautivos está ligado a la tradición judía del relato del diluvio, y la prolongación de este relato del diluvio a la teología bautismal es un tema cristiano. 324 Perrot325 sostiene que los espíritus son las almas de los difuntos, pero no especifica de qué difuntos se trate. Otros autores326 dicen que se trata de las almas de la generación
de Noé; o de los que rechazaron escuchar a Cristo a través de Noé. Algunos Padres de la Iglesia generalizan diciendo que se trata de todos los pueblos del AT.328 Pero en la tradición del NT no es normal que se indique con el término nveuµa a las almas de los difuntos, sino más bien a seres sobrenaturales (Ap 1,4; 3,1; 4,5; 5,6) o a los espíritus malvados (por ejemplo Mt 8,16; 12,45; Me 1,23.26.27; 3,11; 5,2.8; Le 10,20; 11,26).329 Achtemeier expone una extensa lista de las posibles soluciones que han sido dadas por diferentes exégetas. Para este autor, siguiendo la tradición hebrea, los espíritus podrían ser los ángeles que pecaron con las hijas de los hombres. 330 Brox, apoyándose en los relatos del Libro de Henoc, explica como los espíritus a los cuales Cristo desciende a predicar, siguiendo la tradición paleojudía, son los hijos de Dios de los cuales habla Gn 6,4.331 Por otra parte, este autor critica la
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Clemente de Alejandría, Strom VI,6,46; Orígenes, Princ II,5,3; Contr Cel II,43; Comm Mt, col. 1780 D; Comm Jo, VI,35.174; Cirilo de Alejandría, Hom Pasch 7, col. 552; Comm Jo, col. 456A; Comm Le, col. 537D. Cf. Agustín de Hipona, Epístola 163; Epístola 164,5,14-6,18. Sobre la interpretación de Agustín a este versículo, cf. A.M. La Bonnardiére, "La prédication du Christ aux esprits en prison 1P 3,18-19 d'aprés l'interprétation de Saint Augustin", in Études sur la premiére lettre de Pierre: Congres de l'.ACFEB, Paris 1979 (LD 102), AA.VV, Paris 1980, pp. 247-267. Sobre una interpretación del descenso de Cristo al infierno en los siglos IV-VI, cf. R. Gounelle, La descente du Christ aux enfers: institutionnalisation d'une crqyance (EAA 162), Paris 2000. La tradición de Henoc muestra "el porqué de un nexo entre el anuncio (de Cristo) a los espiritus y Noé y el diluvio", R. Gounelle, La descente, p. 234. Ch. Perrot, "La descente aux enfers", p. 244. Selwyn y Dalton objetan que el término 1tVSuµa haga referencia a los espíritus humanos. Cf. E.G. Selwyn, The First Epistle, p. 199; W.J. Dalton, Christ's Proclamation, pp. 147. Grudem muestra como el sustantivo puede referirse también a los espíritus humanos, de ángeles, etc, cf. W. Grudem, "Christ Preaching Through Noah: 1 Peter 3: 19-20 in the Light of Dominant Themes inJewish Literature", TrinJ 7 NS (1986), p. 7. L. Goppelt, A Commentary, p. 259. También R. Perdelwitz, Die Mysterienreligion, p. 86; F.W. Beare, The First Epistle ef Peter, p. 172. Para Stuckenbruck, "the irnprisonment of the gigants/ fallen angels in a place beyond the time of the flood may also underline 1 Pet. 3: 19 in which, however, the 'spirits in prison' probably refer to human beings who were disobedient before the flood", in L.T.
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Stuckenbruck, "The 'Angels' and 'Giants' of Genesis 6: 1-4", p. 376, n. 61. Cervantes Gabarrón opina más coherente "la interpretación de 1tVsúµa-ra en referencia a los hombres rebeldes de la generación de Noé", in J. Cervantes Gabarrón, La pasión, p. 244-245. Cf. Ch. Bigg, A Critica!, p. 162. Cf. Ignacio de Antioquía, Mag 9,2; Justino, Dial 72,4; Hermas relaciona el descenso con el Bautismo y parece que deduce que es necesario bautizar a los muertos. Cf. Hermás, Past 93. La interpretación clásica ha sido la de San Agustín, para el que Noé predicó con el espíritu de Cristo. Para Agustín, que hace una actualización de la lectura, la cárcel de los espíritus es la ignorancia: " ... qui sub eadem forma, ignorantiae tenebris velut carcere concluduntur, frustra intuentes Ecclesiam toto mundo construí, irnminente iudicio, tamquam diluvio quo tune omnes increduli perierunt", in Agustín de Hipona, Epístola 164,5,16. Achtemeier observa que del discurso de Jesús en Le 10,17-20, se deduce que por la desobediencia de los ángeles (Satanás) se debe el mal sobre la tierra. Aunque si en el NT no se indica que los secuaces del demonio estén en prisión, en el Ap 20,1-3.10, se precisa que este será su fin. Para el autor los seres mencionados deben de ser sobrenaturales. Cf. P.J. Achtemeier, La prima lettera, p. 429-430; J .R. Michaels, 1 Peter, p. 207. 1Hen 22,3-13. Cf. P.J. Achtemeier, La prima lettera, p. 427. Para Elliott, los espíritus son los ángeles desobedientes de Dios. Cf. J .H. Elliott, "1 Enoch, 1 Pe ter, and SocialScientific Criticism. A Review Arride on a Major 1 Enoch Commentary", BTB 39 (2009), p. 41. Para el autor no es lógico que se incluya entre estos espíritus a los muertos de la generación de Noé, como sostiene Reicke o Schweizer. Esta teoría no significa
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explicación temática de Lundberg de los vv. 19-21, ya que "da el rodeo de un paralelismo entre la generación del diluvio y"ios paganos y tiene que forzar la idea del bautismo como descenso (bajada al agua bautismal como repetición de la bajada de Cristo entre muerte y Resurrección)".332 Aunque está de acuerdo en afirmar que la construcción temática es típica de la teología paleojudía. S. Grasso piensa qu~ la tesis sostenida por Dalton, en la que se retiene que estos espíritus son los ángeles caídos, es fascinante pero no posible, ya que no tendría sentido su salvación pues tienen un papel muy limitado. Además si Jesús salva a los ángeles, a mayor razón tendría que salvar a los hombres pero el contexto que precede, no permite una interpretación de salvación universal. Para este autor, la confirmación de que esta salvación se refiera a la generación del AT está en 1P 4,6: "Pues para esto fue anunciado el Evangelio incluso a los muertos, para que, aunque condenados en su vida corporal según el juicio de los hombres, vivan sin embargo en espíritu según el juicio de Dios"333. Schlosser prefiere identificar los espíritus con los contemporáneos de Noé, tesis que le parece mejor fundada que la de los ángeles caídos.334 El estudio realizado de los textos de la tradición peritestamentaria relacionados con el diluvio, nos ayuda a comprender que estos espíritus a los cuales el texto de 1P se refiere, son en primer lugar, seres sobrenaturales, los hijos de Dios de los cuales habla Gn 6,4 y que son condenados por el pecado cometido con las hijas de los hombres. Sin embargo, los textos no sólo se refieren a los ángeles, sino también a los gigantes y a los humanos.335 Otro punto importante es la localización de la prisión
(qm11,aidt), este lugar de castigo al cual los espíritus han sido envíados.336 Brox opina que este tema, es capital en el relato337. En el estudio del vocabulario se ha comprobado como el término cpu11,arit sólo es empleado con el significado de prisión en este versículo. En ningún otro lugar del NT se utiliza con esta acepción y es sólo en el Ap 18,2 y 20,7 donde la ciudad de Babilonia viene utilizada en sentido figurado como prisión. 338 En los textos bíblicos se encuentra la descripción del lugar donde son arrojados los ángeles caídos. En Judas 6 son enviados a un lugar de tinieblas y en 2P 2,4, el autor relata como Dios los arrojó al infierno (rnptnpóro). Es evidente que el lugar existe pero con respecto a su localización existe una gran ambigüedad. Por otra parte, a pesar de que para Brox la aporía consista en no conocer el porqué se transfirió la tradición de Henoc sobre el anuncio a los espíritus a Cristo y, por ello, queda así en suspenso esta tesis cristológica, el estudio de la tradición hebrea ayuda a comprender esta posible transferencia, teniendo en cuenta que si el centro de la perícopa es el Diluvio
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que los lectores de la 1P conociesen el Libro de Henoc, sino que el autor de la 1P "presuponía también en ellos el conocimiento del mito recibido en una dimensión cristiana", cf. N. Brox, La primera carta, p. 234. N. Brox, La primera carta, p. 233, n. 33. S. Grasso, "La funzione", p. 250. J. Schlosser, "Déluge", in Typologie Biblique, p. 187. En 1 Hen aparecen textos que indican que los espíritus en prisión son los ángeles, los gigantes y los hombres. Cf. 1Hen 10,4-5.11-13; 15,8-10; 22,10-11. Cf. Ch.T. Pierce, "Reexamining Christ's Proclamation", pp. 30-41. Lundberg piensa que no hay duda que el autor de la 1P a conocido la tradición de Noé que predica a sus contemporáneos pecadores. y llega a la conclusión que los espíritus son los hombres de la generación de Noé. Cf. P. Lundberg, La typologie, p. 108. Para --+
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France, existen evidencias más que suficientes que indican que év q>ulatj 7CVEÚµa.a son los ángeles caídos que pecaron en el tiempo de Noé y que esperan el juicio. R.T. France, "Exegesis", p. 270. Schlosser piensa que "le terme 'esprit' invite néanmoins a mettre l'accent principal sur ceux qui ne sont pas purement humains", in J. Schlosser, La premiere építre, p . .216. Según Schlosser, el término q>UAUKT] se explica mejor por la literatura apocalíptica, así como "la prison des anges", proponiendo algunas referencias Q"udas 6; 2P 2,4; Ap 18,2; 20,1-3.7; Jub 5,6-11; 10,5.7; 1Hen 10,4.12.14; 13,1; 14,5; 15,8-10; 18,14.16). Cf. J. Schlosser, La premiere építre, p. 227. Para Brox, siguiendo la tradición de Henoc, se tendría que abandonar la hipótesis de que Cristo predicase y llevase la salvación a los espíritus. Propone dos posibilidades: "O bien el texto quiere significar, en el contexto cristiano, que el evangelio fue anunciado a los ángeles cautivos (sin prejuzgar si lo fue para la conversión o para la condena); o Cristo proclamó su triunfo en los lugares más remotos del escenario cósmico, incluso (Kaí) a estos espíritus", pero prefiere dejar la cuestión abierta hasta la solución de la aporía. Cf. N. Brox, La primera carta, pp. 235-236. Selwyn se apoya en estos textos para individuar la prisión pero el contexto, como piensa Achtemeier, indica un reino de malvados y no una prisión. Cf. E.G. Selwyn, The First Epistle, p. 200; P.J. Achtemeier, La prima lettera, p. 431, n. 197. Para Michaels, al autor de 1P no le importa el lugar geográfico de la prisión, cf. J.R. Michaels, 1 Peter, p. 210.
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Universal como tipología del Bautismo, es normal que en la tradición cristiana se haya realizado este paso de transición a la persona de Cristo. La acción de lo que tradicionalmente ha sido considerado como descensus ad inferos, viene introducida por el verbo nopeúoµm339• Pero para algunos autores, no es necesario interpretar este verbo en el sentido de descender, ya que el verbo que se utiliza en el NT con esta acepción es el verbo Ka-ta~aívro340. En algunos textos el verbo nopeúoum ha sido empleado para designar la ascensión de Cristo, como en el v. 22 de esta perícopa341. De esta manera, consideran un solo viaje de Cristo y no dos. Así, el mismo movimiento se daría en los vv. 19 y 22342• El momento y el contenido de la predicación a los espíritus cautivos ha sido también objeto de estudio por parte de los exégetas. Para Agustín, dando una interpretación histórica, es el Espíritu de Cristo quien predica a través de Noé, la conversión de los pecados y la penitencia.343 El santo de Hipona, viendo en Noé la figura de Cristo, ha interpretado de esta manera, siguiendo muy de cerca la tradición hebrea pero al mismo tiempo viendo el cumplimiento en Cristo. En la tradición de la Iglesia, por el contexto en el cual se desarrollan los acontecimientos que describe la 1P, está más difundida la opinión de que la predicación se realizó durante el triduum mortis. La interpretación más clara en
el pensamiento de los Padres aparece en Ireneo, ya en el siglo II en Adv Haer V,31,1, donde atesta como Cristo ha pasado tres días "conversatus est ubi erant mortui". De esta manera justifica las palabras de Pablo en Ef 4,9 y Col 1,18344. Para otros autores, como el texto no indica en qué momento se realiza esta predicación y la expresión del v. 18 "vivificado por el Espíritu" (½q>01t0tT10eit; OE nvsúurm) parece que se refiere a la Resurrección, proponen que la predicación a los espíritus en prisión tuvo que realizarse después de este acontecimiento y lo describen durante la ascensión. 345 Pero no todos los autores piensan
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Sobre el verbo nopeúount, cf. R.T. France, "Exegesis", p. 270. Schlosser señala que es a menudo utilizado como un pleonasmo, sobre todo con verbos que significan "decir". Para el autor, esta forma resalta de manera particular el verbo xnpúcoro. J. Schlosser, La premiére építre, p. 227. Cf. Rm 10,7; Ef 4,9-10; Mt 11,23; Le 10,15. W.J. Dalton, Cbrist's Proclamation, pp. 161-162. También viene utilizado con este sentido en Hch 1,10-1 l;Jn 14,2.3.28; 16,28. Cf. P.J. Achtemeier, La prima lettera, p. 432-433; W.J. Dalton, Cbrist's Proclamation, p. 159;].R. Michaels, 1 Peter, p. 209. Agustín explica que Cristo, en el tiempo de Noé "nondum enim venerat scilicet in carne, sicut venit quando post haec in terra visus est, et cum hominibus conversatus est; verumtamen ab inicio generis humanis", in Agustín de Hipona, Epístola 164,6,17. Desde el principio, Cristo está viniendo en Espíritu: "In spiritu veniebat, et ipse quidem Filius in substancia Deitatis, quoniam corpus non est, utique spiritus est", in Epístola 164,6,17; Cf. J.P. Lewis, A Stutfy, p. 103.
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Esta tradición se encuentra en otros autores como Orígenes, Contr Ce/ II, 43; Hermás, Past 93 5-7; Ireneo de lyon, Adv Haer III,20,4; IV,22,1; 27,2; 33,12. También en el Testamento de Levi se habla de la liberación de las almas prisioneras en el contexto del fiA del mundo, cf. TestLev 4. Cf. F.W. Beare, The Fírst Epístle of Peter, p. 144-147; B. Reicke, The Disobedient, p. 118; E. Best, I Peter, p. 140; H. Windisch - H. Preisker, Die katholischen Briefe, p. 71. Sobre la predicación de Cristo a los espíritus, Clemente de Alejandría explica que los espíritus no vieron su figura pero escucharon el eco de su voz, cf. Clemente de Alejandría, Adum, p. 81. Cf. Tertuliano; An 55,2; Orígenes, Comm Jo, VI,35,174-176. Véase también la Homilía anónima para el Sábado Santo, Tép Ayio: xai Mt:yáJ.cp J:a/3/Jó:r:cp, in Epifanio, S.P.N. Epiphaníi, III, (PG 43), col. 439-464. De esta opinión, entre otros, encontramos a Dalton, que sigue la línea de Selwyn, para el que existe más bien un paralelo entre la lP 3,19 con Ef 4,8 y Col 2, 15, donde Pablo describe el acto de salvación en el contexto de la ascensión. Cf. W.J. Dalton, Cbrist's Proclamation, pp. 181-182; Selwyn se opone a une interpretación literal del descenso de Cristo al infierno, cf. E.G. Selwyn, The First Epistle, pp. 200.319.340.343. Sobre el momento del descenso véase también B. Reicke, The Disobedient, p. 100; P.J. Achtemeier, La prima lettera, p. 434; Ch.T. Pierce, "Reexamining Christ's Proclamation", p. 42. Lundberg sostiene que según el texto es incontestable que el momento de la visita al Hades fue después de la Resurrección, pero al mismo tiempo es inútil preguntarse sobre la relación cronológica de los hechos pues esto sobrepasa el pensamiento del autor. Lo importante es que Cristo "comme un étre spirituel a préché sous cette forme aux esprits en prison", in P. Lundberg, La typologíe, pp. 105-106. Para Hiebert está claro que el movimiento es descendente, ya que el lugar del castigo es el Hades, cf. D.E. Hiebert, "The Suffering", pp. 152-153. Schlosser también es de la opinión que la predicación de Cristo se realizó durante su ascensión. Para este autor, la doctrina del descenso a los infiernos no tiene nada que ver con lP 3,1822, cf. J. Schlosser, La premiére építre, pp. 216.228.
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que esta cuestión sea fundamental. N. Brox, a la preg¡mta ¿cuándo sucedió? No ve la posibilidad de alcanzar a dar una respuesta, ya que el texto en si no da ninguna precisión y "lo único claro es la idea mítica de que el Cristo arrebatado por la muerte del escenario de este mundo «accedió» a un lugar"346• Si se tuviese que optar por una interpretación, se prefiere la hipótesis clásica de que la predicación de Cristo, tuvo lugar en el tiempo conocido como triduum mortis por varias razones. Por una parte, para la tradición hebrea, estos espíritus de la generación del diluvio, esperan en el Hades hasta el día del juicio de Dios. Con respecto a este juicio, es cierto que los textos presentados por Selwyn o Dalton del NT, sobre todo Ef 4,8-10; 1,20-21 y Col 2,15, entre otros, presentan el momento del juicio en paralelo con lo que dice 1P 3,18-19, es decir, después de la Resurrección. Pero en los albores del cristianismo, ya en el siglo II, la tradición cristiana sitúa la visita de Cristo al reino de los muertos antes de la Resurrección y Ascensión. Por otra parte, algunos textos del NT, nos hacen pensar que la secuencia tradicional sea más lógica. Pablo en la 1Co 15,3-4, declara que Cristo no sólo murió y resucitó, sino que recuerda que fue "sepultado" (1hácpTJ), enfatizando su muerte y al tercer día resucitó. El verbo 0ámffi «sepultar, enterrar» aparece once veces en el NT y más de cien veces en los LXX. Es interesante que el verbo 0á7nffi es el que utiliza Lucas en la parábola del rico y el pobre Lázaro en la misma forma (aoristo pasivo) que en 1Co 15,4. El evangelista relata que mientras que Lázaro muere y es llevado al cielo, el rico es sepultado (1hácpTJ) y desciende al infierno. El mismo lugar que visitará Cristo durante su triduum mortis. Otro texto es el de Mt 27,51-54, donde aparecen los signos de la era escatológica. A la muerte de Cristo, las almas son liberadas del Hades. Es obvio que la liberación ha sido efectuada por Cristo en su descenso a los infiernos. A pesar de las diversas opiniones que este versículo ha suscitado, el acto de salvación que Cristo
realiza a los espíritus justos que le han precedido es más importante que el momento temporal del cual el texto no da ninguna precisión.347 El contenido de la predicación de Cristo es otro punto en el cual los exégetas han intentado dar una respuesta. Es evidente que la búsqueda del contenido de este mensaje, depende del auditorio al cual se piensa que se ha dirigido. Las diferentes opiniones sobre la naturaleza de estos espíritus, han llevado a interpretar de manera distinta el contenido de la predicación. Pierce argumenta dos posibles soluciones348: la primera sería el considerar que durante la ascensión de Cristo, tuvo lugar un juicio contra los espíritus, aunque el castigo no tuvo lugar inmediatamente sino que se aseguró un eventual destino. Para el autor, en esta opción el castigo está asegurado en un futuro, aunque la predicación no tiene un efecto inmediato. La segunda opción consiste en comprender que con la predicación de Cristo se limita aún más la capacidad de los espíritus para causar destrucción. De esta manera "para aquellos que enfrentan una persecución social en base a su conversión, el anuncio de Cristo de la victoria sobre el mal en todas sus formas, habría sido un mensaje de bienvenida a los condenados a la marginación"349• No hay que olvidar que
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N. Brox, La primera carta, p. 230. Cervantes Gabarrón, prefiere no hablar de un lugar ni tampoco de descenso. Para el autor, que sigue la opinión di Bieder, en el texto de lP 3,19 "se afirma que Cristo se dirigió a un ámbito sobrehumano, distinto del divino, con el fin de anunciarse a sí mismo y de dar la buena noticia de su triunfo definitivo sobre la muerte y el mal, mediante su muerte y Resurrección. Por tanto, sería preferible no hablar de descenso", in J. Cervantes Gabarrón, La pasión, p. 246.
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Mello, citando a H.B. Green, relaciona este paso con lP 3,19. Cf. A. Mello, Evangelo secondo Matteo, pp. 481-484. Sin embargo, para Gnilka, en vez de los patriarcas es mejor pensar que se trata de los profetas y de los justos que fueron víctimas de la violencia. Cf. J. Gnilka, JI vangelo di Matteo. Parte seconda. Testo greco e traduzione. Commento ai capp. 14, 1-28, 20 e questioni introduttive (CTNT I/2), Brescia 1991, pp. 695-697. Esta secuencia l:ústórica se concretizará en el Credo Apostólico. Expresiones como lCo 15,3-4 serán el germen del símbolo apostólico. Además, la Resurrección de entre los muertos presupone que antes de la Resurrección estuvo en la morada de los muertos. Cf. CJC §§ 631-637. Omanson analiza las diferentes l:úpótesis de la visita de Cristo al Hades y retiene como más probable que fue entre la muerte y la Resurrección. Cf. R. Omanson, "Suffering for Righteousness' Sake (3:13-4:11)", RevExp 79 (1982), pp. 442-444. Ch.T. Pierce, "Reexamining Christ's Proclamation", p. 42. Ibid. En un artículo de Williams, el autor expone las diversas opiniones sobre el problema de la persecución en lP que afecta incluso, dependiendo de la posición que se tome, a la datación de la carta. Cf. T.B. Williams, "Suffering from a Critical Oversight: The Persecutions of I Peter within Modern Scholarship", CBR 10/2 (2012), pp. 275-292.
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el anuncio de Cristo viene introducido por el término K¡Jpúcmro, cuya raíz "xnpuv-" trae a la memoria el sustantivo tjpuyµa, utilizado en el NT para designar el contenido del anuncio cristiano, la salvación por medio de la predicación=". Achtemeier, siguiendo a Dalton, encuentra en este versículo un eco de J on 1,2, donde vienen utilizados dos verbos fundamentales que aparecen aquí: zopeúouca y KT]púcrcrro351. En Jon 1,2 leemos: "Levántate, vete (nopeúürm) a Nínive, la gran ciudad y pregona (tjpu~ov) en contra de ella, porque su perversidad ha subido hasta mi presencia". El autor deduce la posibilidad que estos espíritus sean ánimas de los difuntos que habían desobedecido y que el contenido del anuncio del v. 19 sea su condena. Esto apoya la conclusión anterior que estos espíritus no sólo son los ángeles caídos, sino que se refiere también a los humanos. Para el autor, no se puede limitar a la proclamación del Evangelio el término etjpu~sv, sino que puede tener, aunque hay que demostrarlo, un significado neutro352. Pero si la predicación se refiere también a los humanos, entonces el sentido neutro del verbo es absurdo, pues es precisamente el anuncio del Evangelio lo que estos espíritus están esperando. La relación y la influencia del versículo con el Libro de Henoc ha sido motivo de discusión por los exégetas353. Achtemeier opina que si los espíritus prisioneros son los ángeles, entonces se puede pensar en una posible influencia, si se añade además la tradición del descenso de Orfeo al Hades o el texto latino de Si 24,45: "Penetraba inferiores partes terrae et
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354 inspiciam omnes dormientes et inluminabo sperantes in Deo" . Dalton sostiene la idea que existe una perfecta armonía entre la acción de Cristo descrita en 1 P y el relato de 1 Hen355• Tras el estudio de la tradición hebrea, es evidente que aparece la posibilidad de una influencia entre los textos estudiados y la 1P. El contenido de la predicación, realizada por Cristo a los espíritus prisioneros, no sería la salvación de los espíritus malvados, sino el anuncio de la victoria sobre las potencias del mal, lo que manifiesta su condenación. Comprendiendo el texto de esta manera, las tradiciones que hemos estudiado, en particular las del Libro de Henoc con respecto al término "espíritu", no se contradicen. Westfall llega a la conclusión sobre el contenido del mensaje de Jesús, que el autor de la 1P es un competente comunicador: "Admitiendo q~e el autor era un comunicador competente, esto indicaría que los autores y los lectores compartían uno o más puntos de referencia que incluían ésta información así que, las palabras o las frases en el texto o contexto activó una relevante cantidad de asociaciones. Es posible que estas asociaciones eran contenidas en credos, liturgias, himnos, literatura enochica y/ o noajica, literatura bíblica intertextual o tradiciones orales". 356
En el contexto de la 1P, la victoria de Cristo anima al auditorio a entrar en los sufrimientos del tiempo presente, no como efecto de un esfuerzo personal, sino como resultado del Bautismo recibido, Bautismo que salva (1P 3,21)357• El mensaje de Cristo a los espíritus en prisión es salvación para los justos y condena para las potencias del
350 Cf. 1Co 1,21; 2,4; 15,14; 2Tm 4,17; Tt 1,3. 351 Cf. P.]. Achtemeier, La prima lettera, p. 436; W.J. Dalton, Cbrist's Proclamation, p. 352
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151. P .J. Achtemeier, La prima lettera, p. 435; W.J. Dalton, Cbrist's Proclamation, p. 156157. Para Selwyn, el significado del término es más bien neutro, cf. E.G. Selwyn, The First Epistle, p. 200. Para Goppelt, "even though the statement has thereby a noteworthy kerygmatic sense, the idea that Christ preached to the dead is, nevertheless, very time-bound and mythical. Its character becomes clear when we place it in the context of its prehistory and subsequent history", in L. Goppelt, A Commentary, p. 260. Para Brox, existe una relación pero no una dependencia y algunas valoraciones sobre la relación e influencia entre Henoc y la 1P han sido exageradas. Cf. N. Brox, La primera carta, pp. 232-233.
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P.]. Achtemeier, La prima lettera, p. 436. R. Perdelwitz, Die Mysterienre!igion, p. 88; E.G. Selwyn, The First Epistle, p. 198; B. Reicke, The Disobedient, p. 68; D.E. Hiebert, "The Suffering", p. 153. W.J. Dalton, Cbrist's Proclamation, p. 176. Además el contenido de la predicación sería la proclamación del triunfo de Cristo, cf. Ibid., p. 157. Cf. C.L. Westfall, "The Relationship Between the Resurrection, the Proclamation to the Spirits in Prison and Baptismal Regeneration: 1 Peter 3, 19-22", in Resurrection QSNT.S 186), ed. S.E. Porter -al., Sheffield 1999, pp. 134-135. Cf. 1P 2,20; 4,13-19; 5,6.10.
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mal358• El contenido soteriológico de esta perícopa se ~xplica en los versículos siguientes.
so, no sólo tenemos el tema de la paciencia, sino que además el autor nos proporciona una información temporal, introducida por el término nóts, donde esta paciencia se ha ejercido: es en los tiempos de Noé.361 En el NT, el tiempo de la paciencia de Dios también será visto como un tiempo para llegar a la penitencia y la conversión antes del juicio final.362 En el contexto de la paciencia de Dios, la epístola petrina ofrece el ejemplo de los que fueron salvados del diluvio y que servirá como imagen para mostrar la salvación a través del Bautismo. Siguiendo la tradición bíblica sobre el tema de la paciencia de Dios (µaKpo0uµía) y la conversión, encontramos en 2P 3,15 otra referencia donde el autor explica que esta µaKpo0uµía de Dios hay que juzgarla como salvación363• Una adición a la precisión temporal del versículo es la mención del arca. No es sólo en los días de Noé, sino "en los días en que Noé construía el arca" (1P 3,20). La introducción del patriarca y la consecuente utilización del término av.hunoc; en el v. 21, están en relación. Siguiendo el principio tipológico según el cual todo lo vivido por los padres es un signo para los hijos (tl'JJ.? 17.),0 mJ.~? i,-,,~w ;-m ?::l) el autor de la 1 P argumenta su tesis principal, el Bautismo salva, con el ejemplo
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v. 20: El tiempo de la paciencia de Dios Los vv. 20 y 21 constituyen el centro de la perícopa. El autor de la 1P, deseando mostrar su tesis fundamental, es decir el Bautismo salva (oq¡t;i::1 Bánnoµa), introduce en el v. 20 el ejemplo del Diluvio Universal. En este versículo se retoman los temas anunciados anteriormente pero ahora con la figura de Noé. Antes de la aparición de este personaje, el autor introduce una indicación acerca de estos espíritus, con el part. del verbo «desobedecer», 1ti::10éco.359 La paciencia de Dios, es uno de los temas del Diluvio que utiliza el autor de la 1P. Este tema enfatiza el contraste con la desobediencia de los espíritus rebeldes, a los cuales Cristo va a predicar. El tema de la paciencia de Dios, recorre el AT. Israel sabe que Dios es un Dios paciente que perdona los pecados (cf. Ex 34,7-9; Nm 14,18; Sal 86,15). Además, la paciencia de Dios se relaciona con el tiempo que Dios deja para la conversión y el arrepentimiento.''" Pero en este ca358
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Cf. P.J. Achtemeier, La prima lettera, p. 437. Para Dalton es posible que exista un paralelo entre este anuncio y 1Tm 3, 16. Además "whether the risen Lord is presented as appearing or proclaiming, the meaning is the same. It is the ancient Christian creed: Jesus is Lord", in W.J. Dalton, Cbrist's Proclamation, p. 159. Estos espíritus malvados sometidos a Cristo, esperan su sometimiento definitivo, cf. 1Co 15,24s; Ef 1,20-21; Flp 2,8-10. Para Achtemeier este part. se debe tratar como predicativo más que atributivo, es decir, completa una información sobre los espíritus. El autor señala como no conviene la traducción "que fueron desobedientes", como si el part. estuviese en posición predicativa pues para concordar con el sustantivo tendría que llevar artículo. Por otra parte, podría ser también un part. adverbial con valor causal, traduciendo "porque habían sido desobedientes", pero por el contexto donde se encuentra preferimos la primera opción. Cf. P.J. Achtemeier, La prima lettera, p. 440. Cf. TgPs] Gn 7,4; MekhYBesalla.h - Sirata' 5; Tan Noah 5; mAbot 5,2. Le Déaut emplea el tema de la paciencia de Dios para ilustrar la importancia de la literatura peritestamentaria, en particular el targum. Para el autor, esta literatura es una "preparación evangélica". En estas tradiciones "on saisit aussi aisément comment les anciennes exégéses transmises dans les synagogues de Palestine et de la diaspora ont préparé le passage de la Bible a l'Évangile, de la formule d'Ez
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18,23.32: "Prendrais-je plaisir a la mort du méchant?" a l'annonce de la joie céleste déclenchée par le retour d'un seul pécheur (Le 15, 7)", in R. Le Déaut, Liturgj,e jut've et Nouveau Testament: le témoignage des uersions araméennes (SPIB 115), Ro36t
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ma 1965, p. 68. Grasso ofrece dos posibilidades por las que el autor se refiere a los tiempos de Noé. La primera es la referencia al agua, que para el cristianismo es un símbolo bautismal. En la segund¡i posibilidad, el autor se apoya en dos textos veterotestamentarios, Is 54,8 y Si 44,18 para mostrar el carácter ejemplar de la historia de Noé. Cf. S. Grasso, "La funzione", p. 252. Brox cree que no hay que exagerar en los detalles del v. 20a porque no es relevante, sino que sigue el mismo tema con una valoración cristiana, cf. N. Brox, La primera carta, p. 236. Cf. Hch 14,16; 17,30-31; Rm 2,4; 3,26; 9,22. E.G. Selwyn, The First Epistle, p. 201; F.W. Beare, The First Epistle of Peter, p. 173. Un texto interesante donde se muestra la relación entre generación perversa, predicación, conversión y Bautismo lo encontramos en Hch 2,40-41. El autor se apoya en la literatura paulina a la que hace referencia. Cf. 1Tm 1,1516. Sobre el tema de la paciencia de Dios y su relación con Gn 6,3, cf. W.J. Dalton, Cbrist's Proclamation, p. 191; E.G. Selwyn, The First Epistle, p. 201; E. Best, I Peter, p. 146.
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del Diluvio Universa!'64• Así, en el contexto en el que se encuentran los cristianos, minoría perseguida, la puesta en escena de Noé y la salvación de éste junto con su familia es perfecta, pues como hemos comprobado la situación de incredulidad y pecado en la que se halla el mundo en la época de Noé, para el autor de la 1P no difiere mucho de la que él mismo vive. En relación al arca, teniendo en cuenta el contexto en el que se encuentra, es más importante el símbolo del agua y su relación con la salvación, sobre todo porque el autor la relacionará en el v. 21 con el Bautismo.365 Sobre su construcción, el texto no dice nada sobre la participación de Noé en la misma. La expresión KmacrKEUa/:;;oµévr¡c; Kt~ro.ou con el verbo en forma pasiva y el genitivo absoluto podría recordar, según Achtemeier, 1Hen 67,2, donde son los ángeles que construyen el arca366• Si el auditorio al que va dirigida la carta, conocía las tradiciones hebreas sobre el diluvio, es normal que todo el pasaje les trajese a la memoria esta literatura, lo que hace más fácil la consideración tipológica bautismal del diluvio. La precisión sobre el número de los que se salvaron en el diluvio, ha sido objeto de discusión por varios autores. El adjetivo «pocos» (óAíyoc;) no aparece en la redacción del Gn 7,1 en ninguna de las versiones. La única cosa que se precisa es que Noé debe entrar en el arca con su familia y Gn 7,7 expecifica el número de personas. El término se encuentra en el NT (39x) también con el sentido que los salvados son sólo unos pocos (cf. Mt 7,14; 22,14). Algunos exégetas han concluido que la utilización del término ÓAÍyoc; tiene como finalidad animar a los lectores cristianos a los cuales se dirige la carta, en el mundo
hostil en el cual se encuentran.t" El paralelismo que encontramos entre este versículo y el v. 21 sostienen esta posición. El número ocho (óxró) ha sido también motivo de análisis. El texto del Génesis no indica el número, pero nombra los miembros de la familia de Noé, efectivamente ocho (Gn 6,10.18; 7,7.13). La tradición 368 cristiana ha interpretado de forma simbólica este número. Para Grasso, esta interpretación que subraya la insignificancia del número
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Este tipo de interpretación lo conoce también Jerónimo que, en su comentario sobre el Salmo 84, explica como lo prometido a los padres se cumple en los hijos: "Misericordia igitur est in populo gentilium, veritas in populo Iudaeorum: quia quod repromissum est venit, hoc est, quod repromissum est patribus, hoc completur in filiis", in Jerónimo, Opera homiletica. Opera, Pars II (CChr.SL 78), Turnhout 1958, p. 107. Spicq es de la opinión que la figura del arca es profética. Cf. C. Spicq, Les építres, p. 141. P J. Achtemeier, La prima lettera, p. 443.
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De esta opinión es Brox, Achtemeier, Dalton, Selwyn entre otros. N. Brox, La primera carta, p. 236; W.J. Dalton, Cbrist's Proclamation, p. 194; P.J. Achtemeier, La prima lettera, p. 443;~E.G. Selwyn, Tbe First Epistle, p. 202. Sobre el término 6Aíyo<;, cf. E.F.F. Bi~hop, "Oligoi in 1 Pet. 3:20", CBQ 13 (1951), pp. 44-45. En el estudio de Lepelley sobre el contexto histórico de la 1P, se muestra cómo los reproches de Tácito a los cristianos y la causa de la persecución es sobre todo la abstención de las fiestas paganas, cf. C. Lepelley, "Le contexte historique de la Prerniére Lettre de Pierre: essai d'interprétation", in Études sur la premiere lettre de Pierre: Congres de l'ACFEB, Paris 1979 (LD 102), AA.VV, Paris 1980, pp. 43-64. Para Justino es el dia de la Resurrección de Cristo, cf. Justino, Dial 138, 1, aunque Schlosser no piensa que se pueda contar con tal simbolismo, J. Schlosser, "Déluge", in Typologie Biblique, p. 182. Dalton hace referencia además a Barn 15, 8-9, donde interpretando a Is 1,13, rechaza el séptimo dia y realza el octavo como inicio del nuevo mundo. Cf. W.J. Dalton, p. 194; B. Reicke, The Disobedient, p. 112. Kelly habla de la influencia del Bautismo dominical en la forma octogonal de los bautisterios, cf. J.N.D. Kelly, A Commentary, p. 159. Puig Tárrech considera globalmente el oikos de Noé (es decir a los ocho, como la casa de Noé que se salvó) y la fraternidad-oikos de cristianos. Para el autor, existen correspondencias: "Les coincidences entre les deux situations englobent d'autres aspects, en plus du nombre réduit et de l'homogénéité de l'arche-communauté", in A. Puig Tárrech, "Le milieu", p. 375. El verbo a1tEt0fao sirve de palabra llave para hablar tanto en sentido negativo como positivo (cf. 1P 2,8; 3,1.20; 4,17), en una situación semejante a la de Noé: una minoría de creyentes rodeados de una mayoría pagana. Cf. A. Puig Tárrech, Ibid., p. 376; Ireneo habla del número ocho como "ogdoadem ostendere", in Ireneo de Lyon, .Ad» Raer I,18,3. Sobre el número ocho y su construcción como un «hebraísmo», cf. Moulton I, pp. 97-98. Otro texto interesante sobre el número ocho relacionado con el Bautismo es el apócrifo cristiano de la primera mitad del siglo III Hechos de Tomás, donde se vincula el número ocho con el Bautismo. Cf. HcbTom 27.
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se debe no sólo a la teología veterotestamentaria sino al contexto de 1P donde los cristianos son una minoría perseguida369• ,. En la tradición hebrea, el número ocho recuerda varios acontecimientos: celebración de la fiesta de los Tabernáculos (2M 10,6), la dedicación del altar (1M 4,56.59.), pero el más difundido es que el octavo día es el día de la circuncisión (Gn 17 ,22), pero también. se localiza la utilización del número ocho en relación con el diluvio. GnR 49,13 que comenta Gn 18,32 sobre la destrucción de Sodoma y Gomarra y la importancia del número 1 O, expone como Dios perdonará a Sodoma y Gomarra si encuentra 1 O justos, pues no perdonó el mundo con ocho, que se salvaron del diluvio". Ya hemos visto en el estudio de las tradiciones como hay un vocabulario común entre la destrucción de Sodoma y el Diluvio. El texto de GnR presenta la relación del número ocho con el diluvio, por lo que hay que considerar la posibilidad que la tradición del número de salvados en el diluvio, fuese ya conocida en la época neotestamentaria, ya que no aparece explícitamente en ninguna parte del AT, que sólo nombra la salvación de un resto sin especificar el número (cf. Si 44,18) y en el NT el único sitio donde se da el número de este resto es en 1P 3,20. Por otra parte, según el Líber Antiquitatum Biblicarum Noé aparece como un signo de Resurrección.
La relación entre el Diluvio y la destrucción de Sodoma y Gomarra aparece también en la 2P donde el autor los utiliza como ejemplos de la justicia divina.371 El término 'lfUXaÍ, con el que continúa la narración, corresponde según la mayoría de los exégetas, a «personas» o «vidas» más que a «almas». Sin embargo en la carta está utilizado el término también en el sentido de «almas» (cf. 1P 1,9.22; 2,11.25; 4,19)372. Es posible que no sólo se trate de mencionar la salvación física en relación al diluvio, sino también la espiritual, como ya algún autor ha avanzado373. El final del v. 20, con la expresión "salvados por/ a través el agua" (8twro0ricrav 8t'Mmoc;)374, ha sido calificado como de difícil comprensión375• 376 La preposición &tá suscita el problema en la expresión • Las aguas del diluvio en el texto del Génesis son ciertamente destructivas. Dios
LAB 3,10: "Pero, cuando se cumplan los años del mundo, cesará la luz y se extinguirán las tinieblas; entonces daré vida a los muertos y alzaré de la tierra a los que duermen (vivificabo mortuos et erigam dormientes de terra). El infierno devolverá los que debe (et reddet iefemus debitum suum); la perdición restituirá su depósito, para que yo retribuya a cada uno según sus obras y según el fruto de sus acciones, hasta que juzgue entre el alma y la carne. Entonces el mundo reposará, la muerte se extinguirá y el infierno cerrará sus fauces. ~ecerá de frutos la tierra, ni será estéril para los que habitan en ,ella; y se manchará nadie que haya sido justificado por mí. Habrá una tierra y un cielo distintos, una morada eterna".
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S. Grasso, "La funzione", p. 253. El número de 10 es el mínimo de hombres que se necesita para poder establecer la oración en la asamblea. Cf. m.Meg 4,3.
En la 2P, el autor, en el cap. 2 comienza realizando un status quaestionis sobre los falsos profetas que se encuentra entre el pueblo y el castigo que les espera. Para ello ilustra su discurso con ejemplos de la historia de salvación comenzando con la caída de los ángeles y siguiendo con Noé, el Diluvio y la destrucción de Sodoma y Gomorra. El Evangelio de Lucas, relaciona también estas dos catástrofes (Le 17,26-30). Dalton opina que en ningún caso donde viene utilizado el término, corresponde a «alma» en oposición al «cuerpo» como ocurre en la filosofía griega, cf. W.J. Dalton, Cbrist's Proclamation, p. 194. El término está utilizado con los dos significados en la carta. Beare comenta como es también posible que en el v. 20 se utilice junto con el verbo 8tacrtj)sro, no sólo en sentido de salvación física sino también moral y espiritual. Cf. F.W. Beare, The First Epistle of Peter, p. 147; J.R. Michaels, 1 Peter, p. 213. Spicq piensa que el compuesto 8tacr0sro sirve para establecer la tipología con el océano, símbolo de la muerte. El verbo que significa «escapar a un peligro» sirve para establecer esta conexión. Además las aguas "ne sont done pas le moyen du salut, mais l'élement destructeur dont on se sauve (cf. 1Co 3,15: a travers le feu), a tout le moins un moyen de discrimination (analogie de la mer des Roseaux, 1Co 10,1; Hb 11,29)", in C. Spicq, Les építres, p. 141. Cf. P.J. Achtemeier, La prima lettera, p. 444. Las opiniones sobre el valor de tal preposición se dividen entre el valor local y el instrumental, como hemos visto en las notas filológicas y gramaticales. Para autores como Brox, Best, Michaels, Grasso es instrumental, otros como Achtemeier, Goppelt, Cervantes Gabarrón, Schlosser, prefieren el sentido local. Selwyn, Kelly o Dalton, optan por las dos opciones, diciendo que en este caso la
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destruye todo lo creado por medio del diluvio y sólo unos pocos se salvarán.377 Si se tiene en cuenta este argumento, prevalece el sentido. local de la preposición.378 Sin embargo, hemos visto como esta destrucción da lugar a una nueva creación, cuyo tema aparece ya desde el inicio de la 1P (cf. 1P 1,3.23) y que también se desarrolla en la literatura peritestamentaria (cf. 1Hen 67,8-13). Aunque el paso de 1Co 10,1 no sea un paralelo real, como indica Dalton,379 en el paso del Mar Ro/o aparece el tema de la salvación por las aguas, pero será salvación para unos y destrucción para otros (Ex 14). De igual manera podemos ver esta temática en las aguas del diluvio. No hay lugar para pensar que exista una tipología en el texto que considere el arca como instrumento de salvación. El arca no representa el medio por el cual Noé y su familia se salvaron, aunque el texto indica que entrando en el arca es como se salvaron (Ei<; tjv).380 La relación se
establece más bien entre el diluvio y el bautismo en general, tomando el agua como elemento común. 381 Por este motivo es difícil aplicar un sólo sentido a la preposición 8ui y se prefiere, junto con Selwyn y otros, ver la utilización de la preposición de manera ambigua. Es interesante la referencia que hacen estos autores al Pastor de Hermas donde se encuentra la misma expresión.
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preposición es ambigua. Cf. N. Brox, La primera carta, p. 237; E. Best, I Peter, p. 147; J.R. Michaels, 1 Peter, p. 213; S. Grasso, "La funzione", p. 254; P.J. Achtemeier, La prima lettera, p. 445; L. Goppelt, A Commentary, p. 265; J. Cervantes Gabarrón, La pasión, p. 248; J. Schlosser, La premiere épftre, p. 218; E.G. Selwyn, The First Epistle, p. 203; J.N.D. Kelly, A Commentary, p. 159; W.J. Dalton, Cbrist's Proclamation, pp. 194-195. Achtemeier indica como el diluvio en la literatura judía sirve de juicio y salvación de Dios. Cf. P.J. Achtemeier, La prima lettera, p. 444; 1Hen 10,2-3; 65,10-12; 106,13-18;Jub 5,3-5; Si 44,17; Sb 10,4; 14,6; 4M15,31. Con el sentido local de la preposición, se interpreta que la salvación de Noé está en el hecho de haber entrado en el arca para salvarse de las aguas. En la tradición rabínica, el mzdraf de GnR especifica que Noé entró en el arca cuando el agua le llegaba a las rodillas. Cf. GnR 32,6. Cf. W.J. Dalton, Christ's Proclamation, p. 195. En la Tradición de la Iglesia se encuentran ejemplos de la salvación por el agua, o textos como el de Justino que dice que las aguas del diluvio no son destructivas (cf. Hermás, Past 13; Justino, Dial 138). De la misma manera que a través de las aguas del diluvio, Dios destruye la creación, salvando sólo a unos pocos en el arca, para realizar después una nueva creación. Así el cristiano en la Iglesia, a través de las aguas del Bautismo, es unido a la pasión, muerte de Cristo, sepultando su hombre viefo, el hombre de la carne, para participar de la Resurrección de Cristo, mediante la vida nueva en el espíritu, como nueva criatura (cf. Rm 6,3-4; Col 2,12; 2Co 5,17; Ga 6,15; Ef 2,10). Michaels señala que "as they were 'saved through water' from physical death, baptism saves from eternal death", in J.R.
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Past. 11,5: "[ ...] Escucha porqué la torre fue construida sobre el agua:
porque vuestra vida fue salvada y se salvará por el agua (órt ri sro11 úµfüv Ol01'] KUl crro0i¡crE'tat)".
v. 21: El bautismo os salva 82 El v. 21 contiene la tesis principal del autor: el Bautismo os salva3 • Después de haber hablado de Noé y del Diluvio Universal, el autor introduce su comparactón con el pronombre relativo ó, cuyo anteceden38 te es ~ámtcrµa. Este Bautismo es antitipo del Diluvio 3. Si se considera la tipología del Diluvio, atendiendo sólo a la figura del agua, entonces antitipo se podría entender como «contrario»: las aguas del Diluvio destruyen y las del bautismo salvan384. El término no se relaciona con Michaels, 1 Peter, p. 213; E.G. Selwyn, Tbe First Epistle, pp. 202-203. Para France, tanto el sentido local como instrumental podrían aplicarse. Sin embargo el sentido instrumental es más fácil si se considera la aplicación tipológica. A pesar de todo "probably Peter is deliberately exploiting the ambiguity of the word chú to assist his passage from the Old Testament story to its typological application", in R.T. France, "Exegesis", p. 273. Schlosser también piensa que la expresión "por agua" tiene una doble lectura,]. Schlosser, La premiére építre, pp. 218-219. 381 Cf. J.R. Michaels, 1 Peter, p. 212; P.J. Achtemeier, La prima lettera, p. 445, n. 304; N. Brox, La primera carta, p. 237. 382 Westfall piensa que aunque el pensamiento de muchos estudiosos es ver el bautismo en correspondencia con el diluvio, es mejor verlo como un contraste. Cf. C.L. Westfall, "The Relationship", p. 112. 383 Para Ostmeyer, el término avtÍwnoc; no se puede referir al Bautismo, sino que se refiere a los bautizados. Cf. K.111H. Ostmeyer, Taufe, p. 148. Bissoli hace ver como el anticipo es el Bautismo, que en este versículo se relaciona con el diluvio de Noé (tipo). Cf. G. Bissoli, Il Tempio, p. 134. 384 En el excursus realizado sobre el túnoc; y úvrírozo; hemos visto las diversas opiniones de los autores. Teniendo en cuenta el análisis realizado, si el Bautismo es el antitipo, necesariamente necesita un correspondiente tipo y éste es el Diluvio Universal, que el mismo autor da como ejemplo. Hillyer ve en este versículo una
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Cap. III. El Diluvio Universal el pronombre uµfii; como piensa Selwyn,385 sino directamente con el Diluvio. La relación tipo/ antitipo viene resumida por Gtlloud y Genuyt386 con la frase "el bautismo es el mensaje cuyo código es el diluvio". De esta manera se entiende la tipología entre el Bautismo y el Diluvio. Schlosser opina que el uso del sustantivo av.hunoc; en la 1P, hace que se conecte la palabra con la realidad escatológica y con el cumplimiento de esta realidad.387 Además el adverbio vuv,388 nos introduce en el momento actual, es decir el "ahora" de la salvación en Cristo. Ferguson opina que el término úvrítunrx; se refiere no al agua sino al Bautismo. La correspondencia es que así como del agua fue salvado Noé, el Bautismo salva.389 Teniendo en cuenta el principio tipológico utilizado ya en la época tanaítica, donde los acontecimientos vividos por los padres son un signo para los hijos (tl'J:J.? l?J'O m::i~ó l.li'Ktll ;-m ?:::>), entonces el término anticipo adquiere un nuevo matiz. Considerando a Noé como figura de Jesucristo y siendo el tipo (l?J'O) el Diluvio Universal, el Bautismo como antitipo, viene a salvar, adelantando el juicio escatológico que se realizará en el último día, por la participación a la 352
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relación con la fiesta de Sukkot, cf. N. Hillyer, "First Peter", pp. 57-58. Daniélou habla de la tipología del Diluvio cuyo esquema central es "une catastrophe qui doit anéantir le monde pécheur, un reste qui est sauvé", in J. Daniélou, S acramentum futuri, p. 60. E.G. Selwyn, The First Epistle, p. 204. J. Calloud - F. Genuyt, La Premiére Épttre de Pierre: anaiyse sémiotique (LD 109), Paris 1982, p. 185. Para Schlosser esta utilización "inaugure un usage qui aura un grand retentissement dans l'histoire de la réception puisque le terme y deviendra technique. Mais il ne semble pas avoir déjá cette qualité dans le texte de l'épitre", in J. Schlosser, "Déluge", in Typologie Biblique, op. cit., pp. 199-200. Para France el término av,ín>1toc; es la llave exegética. Cf. R.T. France, "Exegesis", p. 273. Es posible que el adverbio en este contexto se refiera al rito litúrgico del bautismo, como han propuesto algunos autores. Cf. F.W. Beare, The First Epistle of Peter, p. 148;].R. Michaels, 1 Peter, p. 214; C. Spicq, Les épftres, p. 141; N. Brox, La primera carta, p. 239; E. Best, I Peter, p. 25. El autor explica como en la interpretación cristiana, el Bautismo se convierte en aquello en lo que el agua del Diluvio fue un tipo, pero "this was a theological meaning of the relationship not in the word antitype itself", in E. Ferguson, Baptism, p. 191.
353 Cap. III. El Diluvio Universal Resurrección de Jesucristo (cf. 1P 1,10-12)390. Al mismo tiempo viene destruir el pecado y dar nacimiento a la vida en el espíritu, para poder vivir según la voluntad de Dios (cf. Rm 6; 1P 4,1-6; 1Jn 3,9; 5,18). Todo lo vivido por los padres, es un signo, pero éste signo se realiza en el Bautismo que viene a cumplirlo. El Bautismo, como antitipo, realiza lo que el Diluvio presenta como imagen. El autor de la carta continúa exponiendo la manera que tiene el bautismo de salvar, o más bien de lo que el Bautismo no salva. Con la fórmula oó ... aA),h., introduce una oposición entre los términos cráp~391 y ouveíóno«; El Bautismo salva "no quitando la suciedad de la carne (oú oupxó; anó0wic; púnou)"392. Beare está seguro en afirmar que la frase se refiere al bautismo efectuado por inmersión, ya que no tendría sentido pensar en el
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39º El aspecto escatológico de la tipología del Diluvio, en relación con el juicio se encuentra en otrostextos como Mt 24,37-39; 2P 3,3-10. La exégesis patrística lo ha comprendido de esta manera. Uno de los textos más representativos lo encontramos en Justino, Dial 138: ''Vosotros sabéis pues, amigos, continúo, que en Isaías, dice Dios a Jerusalén: Durante el Diluvio de Noé,yo te he salvado (c1ti roñ Ka-ratlucrµou roñ Néis fococrá os). Lo que Dios dice, es que el misterio de Salvación de los hombres (,o µucrníptOV TffiV crcosoµÉVCOV av0pcil7tffiV) se había realizado durante el diluvio. Pues durante el diluvio, el justo Noé, con los otros hombres, es decir su mujer, sus tres hijos y las mujeres de sus hijos, formaban el número de ocho, constituyendo así un símbolo (crúµpo1vov) del día, que siendo el ocho - día en que nuestro Cristo apareció resucitado de entre los muertos - es iguahnente siempre, en poder, el primero". 39t La mayoría de estudiosos analizan el sustantivo cráp~ como un genitivo descriptivo. Es una de las causas por las que Dalton no piensa que la frase se refiera al rito externo de purificación, ya que sería un paralelo extraño. Cf. W.J. Dalton, Cbrist's Proclamation, p. 200, n. 56. Brooks opina que el autor de la carta emplea este sustantivo para hablar de la naturaleza humana no redimida. Cf. 0.S. Brooks, "1 Peter 3:21 - The Clue to the Literary Structure of the Epistle", NT 16 (1974), p. 292. Volpi, que acepta el análisis de cráp~ como genitivo objetivo, considera que también se puede analizar como genitivo de calidad que correspondería al significado del adjetivo carnal o corporal, concluyendo que "l'azione a cui tende a1tó0rntc; pú1tou e la sfera o l'ambito della cráp~", in I. Volpi, "La definizione", p. 210. 392 El término pú1toc; aparece en Is 4,4, texto que ha sido analizado en el cap. I, pp. 2-5, en relación a los antecedentes del Bautismo cristiano y se ha estudiado el simbolismo bautismal.
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Bautismo por aspersión. Además contrasta con los ritos de purificación judíos.393 Otros autores piensan que la frase, más que una referencia polémica a las purificaciones judías, es un rechazo a la circunci- · sión.394 La idea serrútica de crá.p~ nos introduce en el aspecto carnal de la naturaleza humana como oposición a espíritu. Por otro lado, Dalton precisa que los términos más cercanos para ayudar a entender el sustanvívo anó0i::crti:;395 y su correspondiente verbo «separar, quitar» 396 (ano'rí0r¡µt), son anÉKÓUcrtc; y ancKÓÚCO, «despojar, quitar», en el NT , Col 2, 11 afirma: "En él fuisteis también circuncidados (ni::ptc'tµ1í9r¡'tc) con una circuncisión no hecha a mano, al quitar ( ani::Kóúcri::t) de vosotros el cuerpo de la carne (roñ orouoro; Tfíc; onpxóc), por la circuncisión de Cristo (tv 't'fl ni::ptwµñ 'tOU Xptcroñ)".
El texto presenta una circuncisión no carnal que ha sido identifica397 da con el Bautismo, como se deduce del paralelismo con Col 2,12 • Autores como Lundberg o Beare, explican 1P 3,21 comparándolo con Hb 10,22, donde se habla de purificación de la mala conciencia por 393 394
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F.W. Beare, The First Epistfe of Peter, p. 149. Para Reicke, se trata de una polémica contra las abluciones judías, cf. B. Reicke, Tbe Disobedient, p. 187-191. Otros piensan que el autor rechaza la circuncisión. Cf. W.J. Dalton, Cbrist's Procfamation, p. 199-206; E. Best, I Peter, p. 147. Schlosser dice que no hay que buscar detrás de la desvalorización aparente de la limpieza exterior, una manera de polemizar contra la pureza ritual o la circuncisión, cf. J. Schlosser, "Déluge", in Tjpologie Bibfique, p. 191; J. Schlosser, La premiére épitre, p. 220. Para Kelly en la época apostólica había una relación tipológica entre el bautismo y la circuncisión. Cf. J.N.D. Kelly, A Commentary, p. 161-162; P.J. Achtemeier, La prima lettera, p. 450. Schlosser pone en relación los términos ó:n:ó0rntc; y €11:EpCO'tl]µa, los dos en nominativo, con el Bautismo. Para el autor "en tant qu'apposition a baptisma, la parenthése doir fournir une définition dogmatique et statique de l'essence du baptérne", in J. Schlosser, La premi;re ;pítre, p. 219. W.J. Dalton, Cbrist's Proclamation, p. 201. Véase E. Lohse, Cofossians, p. 102. Para O'Brien la verdadera circuncisión en este texto se entiende escatológicamente, cf. P.T. O'Brien, Cofossians, pp. 114-115; J.R. Michaels, 1 Peter, p. 215. Volpi opina que la interpretación de Dalton no parece tener fundamento, cf. I. Volpi, "La definizione", p. 211, n. 69.
medio del lavado, pero Dalton opina que no es relevante • Se ha estudiado en el cap. II el tema de la circuncisión y su relación con el Bautismo. A la luz de lo cual no podemos decir que en este versículo el autor se refiera sólo a las purificaciones judías. Para el autor, el Bautismo no se corresponde a la circuncisión. El lenguaje empleado, trae a la memoria del auditorio al cual se dirige este rito. Pero la lectura que han realizado los exégetas es variada aunque a primera vista lo 399 que surge es un aparente rechazo al rito de la circuncisión. La conjunción aUá. introduce la frase "(J'l)VctóiJcri::coc; aya0fíc; Eni::pcó.r¡µa de; 0i::óv"4ºº. El significado más común del sustantivo ouvsíóno«; es el de «conciencia, discernimiento»4º1 y en 1P aparece tres veces (1P 2,19; 3,16.21). En 1P 3,16, el término viene utilizado como resultado de una buena conducta que deriva de esta conciencia, pero el sentido que toma en las tres referencias es más el del conocimiento de la voluntad de Dios y el deseo de cumplirla402• La expresión "(J'l)VEtóiJcri::coc; aya0fíc;", que aparece en el NT tres veces (Hch 23,1; 1Tm 1,5; 1P 3,21), es traducida por las versiones latinas como "conscientiae boCf. F.W. Beare, Tbe First Epistle of Peter, p. 149; W.J. Dalton, Cbrist's Proclamation, p. 203. Lundberg no duda en afirmar que el concepto de Bautismo en Hb 10,22 es análogo al de 1P 3,21. P. Lundberg, La typofogie, pp. 113-114. 399 Schlosser se pregunta cómo los destinatarios de la carta, antiguos paganos en su mayoría, podían entender el sentido alusivo de este texto. Se ha comprobado que el rito de la circuncisión era una práctica muy extendida y conocida, no sólo en el judaísmo. Cf. J. Schlosser, La premiere építre, p. 220. A pesar de todo, en la carta no aparece de manera clara una posición contraria y polémica a la circuncisión. Para Volpi lo que expresa el texto es sólo una negación que la purificación externa salve, cf. I. Volpi, "La definizione", p. 214. 400 Proposición complicada y de la que existe una infinidad de propuestas y traducciones. Brox dice que no puede ofrecer una versión segura y precisa de esta frase, partiendo del debate global y del mismo texto. N. Brox, La primera carta, p. 239. El problema no sólo se centra en la frase sino en el vocabulario empleado. 4º1 Pablo precisa bien el término cruv1,í811mc;. La ouvsíónou; interior aparece como "la faculté de discernement personnel du bien et du mal, la regle de la conduite pratique et le mobile de l'action", in C. Spicq, Notes, p. 857. Véase también P.J. Achtemeier, La prima lettera, p. 450. 4oz Para Reicke, cuando la 1P habla de cruvd811crtc;, el autor "refers to the willingness to fulfil loyally the whole of God's will, even as regards the duties towards the worldly authorities", in B. Reicke, The Disobedient, p. 182.
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nae", pero en la versión de la Pefifta se ha interpretado como "conciencia pura" (r<~l r<'4'ir<~). El adjetivo «puro» (r<...:.ll (25x)4º3 aparece en relación al hecho de mantener un corazón puro (1Tm 2,22), de la pureza de los materiales de la Jerusalén mesiánica, como el oro puro (Ap 21,18.21) o de la pureza de la conciencia. Cuando se relaciona con el sustantivo «conciencia» (r<4'ir<'4'), normalmente se usa para comparar lo puro de lo impuro, lo limpio de lo contaminado, como en Hb 10,22 donde se menciona la purificación de la conciencia después de haber lavado el cuerpo con agua pura. El campo semántico donde se utiliza este adjetivo es sobre todo el del rito de purificación judío. Así la expresión «conciencia pura», no sólo introduce el cambio moral que comienza a darse en la persona que desea el Bautismo, sino que además recuerda los ritos de purificación judíos, donde el agua, como en el Bautismo, está presente. La palabra E1tEpó:rrr1µa404 puede traducirse de dos maneras: como «pregunta, petición, oración», o en sentido jurídico como «contrato, compromiso o acuerdo»405•
El segundo sentido, nos parece más conveniente. Cothenet opina · que los cristianos tienen que tener una buena conciencia para negar las calumnias propagadas contra ellos406• El hecho de traducir E1tEpó:nr1µa como «oración» no tiene mucho sentido. El fruto de una buena conciencia sería la oración, pero la salvación que da el Bautismo según Achtemeier, presupone "una confianza en Dios y un comportamiento coherente a éste -identificado por este versículo como el medio mediante el cual el Bautismo da la salvaciónlf que estarían ya presentes antes de éste gesto salvífico.Y'" El sustantivo E1tEpó:nr1µa está relacionado con el término cruvEí8r¡cnc;, el cual se puede comprender de manera objetiva o subjetiva. Si se comprende de manera subjetiva408, entonces se podría traducir como una petición o acuerdo que viene de una buena conciencia. De manera objetiva''" es una petición para tener una buena conciencia, o en el caso dél acuerdo o compromiso, el bautizando se compromete a mantener la buena conciencia. El paralelismo con la fórmu-
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Cf. M. Pazzini, LS "r<...:.l". El verbo del que deriva este sustantivo, bu:pro'táro (x56), aparece con más frecuencia en el NT. El término aparece también en Justino en el sentido de «pregunta», cf. Justino, Dial 45. La traducción con sentido jurídico ha sido stipulatio. Spicq escribe que "cette stipulation, sous la forme d'un serment d'allégeance, antithétique a la désobéissance des contemporains de Noé (v. 20) correspond a l'homologie baptismale", in C. Spicq, Les épitres, p. 141. Además, citando Tertuliano que dice "anima enim non lavatione, sed responsione sancitur", (in Tertuliano, De Res 48,11), el autor explica "Le verbe sancire veut dire: conférer validité ou réalité a..., sanctionner un engagement par un rite. Ce «serment» des baptisés est a rapprocher de celui des Qumraniens pour entrer dans l'Alliance et étre admis dans la communauté (Regle 5,8-10). Ils souscrivaient aux déclarations des prétres et des lévites, en répétant: Amen, Amen (1,20,24; 2,10,18-19)", in C. Spicq, Les épitres, pp. 141-142. Brooks opina que "is no question that the best translation in 1 Peter 3, 21 is declaration", in O.S. Brooks, "1 Peter", p. 293. Otros autores como Beare, Michaels o Windisch interpretan el término en sentido de «petición» a Dios, es decir como «oración». Cf. F.W. Beare, The First Epistle of Peter, p. 149;].R. Michaels, 1 Peter, p. 217; H. Windisch- H. Preisker, Die katho!ischen Briefe, p. 73. Lundberg, Selwyn, Reicke, entre otros piensan que esta traducción no tiene apoyo lingüístico. Para Selwyn es mejor, siguiendo los paralelos clásicos y patrísticos, entender-
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lo como "an enquiry" (petición), en cambio Reicke opta más bien por "pledge" (compromiso). E.G. Selwyn, The First Epist!e, p. 206; B. Reicke, The Disobedient, p. 185-186; P. Lundberg, La typologje, p. 114. Schlosser sigue la lectura de Reicke y explica que "l'engagement dont Dieu est destinataire porte sur la bonne conscience qui implique la pratique du bien. Le tournant existentiel opéré par la régénération, en lien avec l'annonce de l'Évangile, doit se marquer aussi par un changement radical dans la conduite", in J. Schlosser, La premiére épztre, p. 222. Sobre la lectura de este versículo en la tradición cristiana, cf. J .P. Lewis, A Stucfy,
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Cf. E. Cothenet, "Liturgie et vie chrétienne d'aprés I Pierre", in La I.iturgie expression de la foi: Conférences Saint-Serge. )O(Ve semaine d'études liturgiques, Paris 27 30 Juin 19 78, ed. A.M. Triacca - A. Pistoia, Roma 1979, p. 111. P.]. Achtemeier, La prima lettera, p. 454. Para Thurén, el Bautismo salva como tni;pó:Jn¡µa.: "This is a controversia! term, which in the light of ancient sources is best understood as a technical term for a contract, stipulatio", in L.T. Thurén, Argument, p. 163. Cf. J.N.D. Kelly, A Commentary, p. 162; E.G. Selwyn, The First Epistle, p. 205;].R. Michaels, 1 Peter, p. 216; J. Cervantes Gabarrón; La pasión, p. 251; I. Volpi, "La definizione", p. 223. Cf. F.W. Beare, The First Epistle of Peter, p. 149; P.]. Achtemeier, La prima lettera, p. 453; B. Reicke, The Disobedient, p. 185; W .J. Dalton, Christ's Proclamation, p. 230; J. Schlosser, "Déluge", in Typologie Bib!ique, op. cit., p. 192.
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la «quitar la suciedad del cuerpo» hace que se prefiera el genitivo objetivo. Pero el problema está en la traducción de enEpáYrrtt,ta., pues Dalton señala que no existe ningún escrito griego donde significa «petición», 410 De nuevo el problema de la traducción del término será iluminado por la confrontación con las demás versiónes. Para muchos autores la mejor traducción sería la de «compromiso», donde el bautizado se compromete con Dios, aceptando la responsabilidad del cambio de vida411. Este tipo de modelo ritual en el que el candidato se adhiere a una serie de deberes, declarando su aceptación lo hemos encontrado en los manuscritos del Mar Muerto.412 Las versiones latinas, tanto en Vetus Latina como en Vulgata, traducen facpCÍ:l'trJµa. como interrogatio. El término interrogatio (interrogación, pregunta) aparece ya en los autores latinos antiguos y ha sido utilizado con sentido de contrato verbal413. La Pefifta ha traducido enEpcfrtT]µa. con el part. verbal ~l= del verbo «l> (confesar, profesar, afirmar)414. Las traducciones de estas versiones confirman la opción de traducir B1tEpcfrrr1µa. por compromiso. Además el genitivo del sustantivo crápl;, viene atraído por el genitivo de Mrop, lo que pone en evidencia que el agua no es una purificación de una mancha, sino el compromiso de esta buena conciencia. Se introduce en el Bautismo la actitud de la buena conciencia gracias a la Resurrección de Cristo. Algunos autores415 han relacionado el compromiso de
parte del bautizando con las preguntas que se efectúan durante el rito · del bautismo. Nótese las posibles influencias del Bautismo de los prosélitos en el bautismo cristiano. A nivel ritual, en el bautismo de los prosélitos se realizan también una serie de preguntas antes del bautismo, como refiere el tratado Gerim del Talmud. Recordemos que en b. Yeb 47 se le pregunta al candidato el por qué quiere hacerse prosélito antes de admitirlo, por lo que no es de extrañar que antes del IV siglo se realizasen las preguntas a los candidatos al Bautismo. 416 Además, es interesante el contexto de sufrimiento y persecución de la comunidad a la que la 1P se dirige, que recuerda al de b.Yeb 47417. En este ambiente es donde el autor hace memoria del compromiso al cual se han adherido los cristianos. La buena conciencia no comienza después del Bautismo, sino que tiene su inicio en el momento que el candidato ha acogido la predicación.t" Tertuliano hace ver a la comunidad que no fueron bautizados para poder dejar de pecar, sino porque como ya habían dejado el pecado en el fondo de sus corazones tuvieron acceso al Bautismo. Además recuerda que éste es el primer Bautismo del
410 Cf. W.J. Dalton, Christ's Prociamation, p. 208. 411
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Cf. P.]. Achtemeier, La prima lettera, p. 454; W.J. Dalton, Cbrist's Prociamation, p. 208-210. Brox opina que "la adopción vinculante de este compromiso (en forma de promesa bautismal) es lo que constituye para el autor el núcleo del bautismo", in N. Brox, La primera carta, p. 240; B. Reicke, The Disobedient, p. 185-186; I. Volpi, "La definizione", p. 226;]. Cervantes Gabarrón, La pasión, p. 251. Cf. IQSI,20.24; II,10.18-19; V,8-10. Cf. Seneca, Ben, 3,15,2. Cf. M. Pazzini, LS "r". Cf. B. Reicke, The Disobedient, p. 192; P.J. Achtemeier, La prima lettera, p. 454; N. Brox, La primera carta, pp. 240-241. Reicke habla de los compromisos y promesas con la fórmula que relata Teodoro de Mopsuestia ya en el IV siglo: "I _ abjure Satan and ali his angels, and ali his service and ali his deception, and ali his worldly glamour: and I engage myself and believe, and I am baptised in the Name of the Father and the Son and the Holy Ghost", cit. in B. Reicke, The Disobedient, p. 192. Pero en el siglo II la Didq'éy Justino indican la instrucción a la
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cual asistían los cristianos. Para la Didqjé la instrucción al Bautismo se concreta en la enseñanza de los dos caminos, el del bien y el del mal. Cf. Did, 7,1. Justino habla también de los compromisos y promesas que realizan los que creen en la verdad de la doctrina y prometen vivir según estas enseñanzas. Es entonces que reciben la iniciación a esta vida. Cf. Justino, Apoll,61,2. Cf. b. Yeb 47ab: "¿Qué vistes que vienes para hacerte prosélito? ¿No sabes que en estos tiempos los israelitas son perseguidos, oprimidos, despreciados, acosados y castigados por sufrimientos?". Jeremías sigue a Daube, el cual analiza el texto de b. Yeb 47 entre otros, donde se encuentran las instrucciones dadas a los prosélitos, cf. D. Daube, The New Testament and Rabbinic Judaism, London 1956, pp. 106-140. Para Jeremías existe poca información sobre la preparación de los catecúmenos al bautismo en la Iglesia Primitiva, sin embargo "it is possible to say that the contacts between Jewish and Christian instruction of catechumens were close", in J. Jeremías, Infant Baptism, p. 30. Pablo, como recuerda Tertuliano, habla de la importancia de la predicación como objeto principal de su misión: "Porque Cristo no me envió a bautizar sino a predicar el Evangelio" (1Co 1,17). Cf. Tertuliano, Bap 14,1. Cf. También Hch 2,37-42. Cirilo de Jerusalén habla de la preparación al Bautismo con fe, para ser un verdadero creyente, cf. Cirilo de Jerusalén, Cat Ilum, 3,15.
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oyente, un temor perfecto que nace de haber escuchado al,.Señor.419 El Bautismo aparece como el culmen del proceso de conversión, su sello, donde se realiza el nacimiento a una vida nueva en el Espíritu (cf. Rm 6,4; Col 2,12-13; Tt 3,5-7; 2Co 5,17; Ga 6,15). Así, uno de los nombres que adquiere el Bautismo en la tradición cristiana es el de sello (crcppayíc;).420 Este compromiso al cual se adhiere el cristiano, es posible por la «Resurrección de Jesucristo» (8t' avacr-rám,roc; 'Incoñ Xptcroñ), como se indica al final del versículo. Volpi señala que el término tnepónriµa no expresa sólo la idea de promesa o compromiso, "sino también de un compromiso declarado o verificable"421• Este matiz es muy importante ya que la verificación se realiza por el cambio de vida del cristiano. La adhesión se realiza a Dios. El autor de la carta lo subraya con la utilización de la expresión eic; Bsóv, que se repite en 1P 1,21 y 3,5.21.422 La mención de la Resurrección (8t' avamácreroc;) se relaciona con la salvación (vñv crq>set) anunciada pre-
viamente.423 Además, la unión del Bautismo y la Resurrección de Cristo se subraya con la expresión 8t' avacr-rácreroc; que subraya "la eficacia 42 de la Resurrección en el interior del creyente" 4. Por otra parte el adverbio de tiempo vñv actualiza el hecho salvífica del Bautismo. Es ahora cuando el Bautismo salva y esto es posible por la Resurrección de Jesucristo.425 La comparación que realiza el autor del bautismo como anticipo del Diluvio Universa/y de la salvación de Noé y su familia, con la acción salvadora del Bautismo adquiere toda su plenitud. En la época de Noé, en medio de un mundo malvado, Noé y su familia fueron salvados a través del agua. De la misma manera, en un mundo donde los cristianos sufren persecución, ahora son salvados por medio del Bautismo. No de la misma manera, sino en plenitud, ya que el Bautismo les hace partícipes de la Resurrección de Jesucristo, de su victoria sobré el mal, regenerándolos a una vida nueva en el Espíritu (cf. 1 P 1,3) 426• Gracias a esta regeneración, el cristiano puede
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Tertuliano, De Paen 6,17: "Non ideo abluimur ut delinquere desinamus, sed quia desiimus, quoniam iam corde lotis sumus. Haec enim prima audientis intinctio est, metus integer exinde, quod Dorninum senserit, fides sana, consciencia semel paenitentiam amplexata". Thurén en su estudio concluye que "the behaviour is not seen as an absolute value, but as indicative of faith", in L.T. Thurén, Argument, p. 164. Tanto para Pedro como para Pablo, el acto exterior del bautismo cristiano y su realidad interior, no se pueden dividir, cf. D.E. Hiebert, "The Suffering", p. 155. 42º El Bautismo viene a sigilar un proceso de conversión iniciado en la acogida del anuncio del kerygma. Esto provoca en el catecúmeno el deseo del Bautismo. Los Padres ya hablan de este deseo que se debe manifestar en la persona, cf. Tertuliano, Bap 18ss; Cipriano de Cartago, Epist 73, 22. Sobre el Bautismo como sello, véase G.H. Baudry, I simboli, pp. 199-208; Cirilo de Jerusalén, Cat Ilum, 17, 36; Tertuliano, Bap 4. En la tradición cristiana el Bautismo recibe varios nombres como baño de regeneración, iluminación, circuncisión, cruz. Cf. Juan Crisóstomo, Cat. Bap, I, 8. 421 I. Volpi, "La definizione", p. 233. 422 Cf. P .J. Achtemeier, La prima lettera, p. 454; J.R. Michaels, 1 Peter, p. 217. Bigg . opina que "the best way seems to be to take de; Bsóv with crtj)/;;Et, so as to form an antithesis to OtE
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423 Reicke une la expresión 8t' ávo.crtó.cri;roc; con vñv crtj)/;;Et. Para el autor, "the two appositions to ~6.n:ttcrµo. are clearly a parenthesis, and it is not nearly so logical to have 'the good attitude' justified by Christ's resurrection as to have the saving power of Baptism justified by this fundamental fact", in B. Reicke, Tbe Disobedient, p. 198. 424 I. Volpi, "La definizione", p. 239. 425 Sobre el adverbio vñv, cf. E. Best, I Peter, p. 25. Para Brox la referencia a la Resurrección hay que relacionarla con la salvación. Cf. N. Brox, La primera carta, p. 241; P.]. Achtemeier, La prima lettera, p. 455; Goppelt escribe que "in baptism the one baptized thus turns to God, and the act of baptism 'deliver', transports such a person into the existence for which he or she has made entreaty, 'through the resurrection of Jesus Christ' - because through baptism Jesus'exaltation to become eschatological Lord of the universe is introduced", in L. Goppelt, A Commentary, p. 271; Michaels relaciona la mención de la salvación por la Resurrección con la regeneración anunciada en 1P 1,3, cf. J.R. Michaels, 1 Peter, p. 218. Al igual que Tragan, para el que la expresión buena conciencia sólo tiene valor en virtud de la Resurrección de Cristo, cf. P.-R. Tragan, "Il battesimo dei cristiani nel Nuovo Testamento: prassi e significato teologico", DSBP 6, p. 137. 426 Este pensamiento es el de P.J. Achtemeier, La prima lettera, pp. 454-455; B. Reicke, The Disobedient, p. 145; W.J. Dalton, Cbrist's Proclamation, p. 199. Brox piensa que en la perícopa, el tema del Bautismo es secundario y colateral, sin relación temática con el anuncio de Cristo a los espíritus, el diluvio y el Bautismo. Cf. N. Brox, La primera carta, p. 224. No pensamos que se pueda decir esto cuando es el
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realizar las promesas bautismales que implican mantener el cambio de vida en medio de un mundo hostil. 427 El lugar que ocupa el Bautismo. es central en la perícopa a pesar de que el término ~ánncrµa aparezca sólo en este versículo, pues ilumina la lectura de toda la epístola.428
En el NT y en la literatura patrística, el Salmo es utilizado para exaltar la victoria de Cristo.432 Para Dalton el paralelo más cercano a esta fórmula se encuentra en Ef 1,20-22433. En esta Epístola es interesante la referencia que se hace a estos poderes (e~oucría~) con los que el hombre mantiene su lucha (Ef 6,12)434. Lo que aparece claramente es el señorío de Cristo, sentado a la derecha de Dios y sometiendo a los ángeles, autoridades y potestades. La derecha en los textos bíblicos tiene un valor positivo, a diferencia de la izquierda. 435 Por otra parte, el uso del verbo écnv en presente, indica la continuación de la acción de Cristo y su actualización. La ascensión de Cristo se presenta con el verbo nopeúouci, Brox opina que con la utilización del mismo verbo en el v. 19, se hace referencia al «viaje» de Cristo a un lugar, pero no tiene por qué tratarse del infierno. Pablo indica que el lugar de los principados y dominaciones es el aire (Ef 2,2; 6,12).436 En este versículo, la descripción de la sumisión de los ángeles, dominaciones y po~estades es "otra versión igualmente mítica de la predicación cristológica"437. De la misma manera, Achtemeier pone en relación este versículo con el v. 19, llegando a la conclusión que la falta de conexión entre la ascensión y la sumisión de las potencias se debe a que el aconteci-
v. 22: Ascensión de Cristo y sumisión de los ángeles El último versículo de la perícopa culmina con la ascensión, gloria y sometimiento de las potestades, el cuadro expuesto por el autor que comenzaba con el sufrimiento de Cristo en el v. 18. El pronombre es un relativo de relación. 429 Goppelt ya ha señalado como la fórmula o~ écnv év OE~t~ 0wu es antigua y se encuentra en Rm 8,34.430 En el AT se encuentran los textos que han influenciado esta fórmula. El Sal 109, 1 (LXX) presenta la sumisión de los enemigos: "Siéntate a mi derecha, hasta que ponga a tus enemigos como estrado de tus pies"?',
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Bautismo lo que ilumina este paso bíblico. France expone como la experiencia de Noé es la prefiguración de cómo los cristianos son salvados: "It was through water that Noah and his family were saved, 21 and similary the water of baptism now saves you, since Noah's experience was a prefiguration of Christian experience", in R.T. France, "Exegesis", p. 277-278. Véase P.J. Achtemeier, La prima lettera, p. 455. Para Brox, "la adopción vinculante de este compromiso (en forma de promesa bautismal) es lo que constituye para el autor el núcleo del bautismo", in N. Brox, La primera carta, p. 240. Cf. R.T. France, "Exegesis", p. 276. Así también Brooks. Este autor dice que "the entire writing becomes more understandable if it is read with the idea that the author's concern for baptism has permeated its entire fabric [... ] By examining the further structure of the Epistle, it can be shown that the author's concern for baptism has determined the design of the entire document", in O.S. Brooks, "1 Peter", pp. 294-295. Para Achtemeier, "il pronome relativo viene usato in questo passo per collegare tra loro alcuni elementi piuttosto disparati. Come dimostra l'impiego di pronomi relativi simili nei vv. 19, 20b e 21; ~ probabilmente per questo motivo che viene usato anche qui", in P.J. Achtemeier, La prima lettera, p. 455. El autor señala además que 1P es el único documento no paulino que utiliza la fórmula paulina "ángeles, autoridades y potestades", cf. L. Goppelt, A Commefitary, pp. 272-273. Otros textos presentan a Cristo sentado a la derecha de Dios, como Mt 26,64; Me 14,62; Le 22,69; Hb 1,3; 8,1; 10,12; 12,2; Ef 1,20 y Col 3,1. Cf. W.J. Dalton, Cbrist's Proclamation, p. 215; J.R. Michaels, 1 Peter, p. 218. Una imagen cercana es la de Dios sentado en el trono y a las potencias celestiales a su
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derecha e izquierda (cf. 1R 22,19; 2Cr 18,18). Cf. J. Cervantes Gabarrón, Lapasión, pp. 251-252. Mt 22,44; Me 12,36; 16,19; Le 20,42; Hch 2,34; 5; Hb 1,13; Bam 12,10; 1Clem 36,5. W.J. Dalton, Cbrist's Proclamation, p. 215;].N.D. Kelly,A Commentary, p. 164. Las referencias a las potencias, principados, poderes, etc, son varias en el NT, sobre todo en la literatura paulina. Cf. Col 1,16; 2,10.15; Ef 1,21; 3,10. Pablo también anuncia el sometimiento de las potencias a la venida de Cristo (1 Co 15,24). Ya hemos visto en el estudio de la tradición, como en]ub 5 y 1Hen 54 se retoma el problema del mal y el castigo de los ángeles caídos. Es posible que en este versículo se encuentre un trasfondo de estos textos con la alusión al descenso de Cristo a los infiernos. Cf. Qo 10,2; Sal 110,5; 121,5; Si 12,10-12; Mt 25,31-46; Le 6,6; Ap 1,17; 10,5-6. N. Brox, La primera carta, p. 241. Para Schlosser, aunque es una sorpresa no encontrar la ascensión entre la Resurrección y la entronización de Cristo, "le lecteur peut restituer l'ordre habitud en s'appuyant sur le temps passé des deux participes", in J. Schlosser, La premiere építre, p. 223. N. Brox, La primera carta, pp. 241-242.
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Cap. III. El Diluvio Universal
Cap. III. El Diluvio Universal
miento que se explica en este versículo se describe como en el v. 19438. Varios textos del NT exponen la ascensión de Cristo. En los Hechos de los Apóstoles se utiliza también el verbo nopeúoum, para indicar que Cristo se va al cielo (ele; róv oúpcvóv zopsuouévou auwu) (Hch 1,10), o que ha de volver de la misma manera que lo han visto ir al cielo (nopeuóuevov ele; róv oúpcvóv) (Hch 1,11). Otros textos los encontramos en Le 24,51; Me 16,19; Hb 4,14; Ef 1,20. En Ef 2,6 son todos los Bautizados que están sentados en el cielo con Cristo. Estos textos muestran que el verbo nopeúoum, aunque no es el término común para hablar de la ascensión de Cristo, se utiliza en el NT para referirse a ella. A la derecha de Dios, Cristo somete a los ángeles, autoridades y potestades. El verbo únorúccco con el cual se describe esta acción, refleja también el aspecto de la obediencia. Así en Le 2,51, Jesús está sometido a sus padres. También los demonios se someten al nombre de Jesús (Le 10,17), pero lo más importante es que todo está sometido a Cristo (Ef 1,22). Con respecto a la sumisión, Michaels muestra cómo el Sal 8,7 ha sido utilizado por varios textos del NT, algunas veces de manera explícita y otras implícita, en relación al sometimiento de todas las cosas a Cristo439. Brox en contra de Michaels, piensa que no se debe explicar el verbo úno1:ácrcrco desde la ética, sino desde la cristología440. Además se pregunta sobre los ángeles sometidos ¿son los ángeles buenos o los malos?, pero no da una respuesta concreta, sino que se contenta con decir que 1 P "resulta lacónico para el lector actual, hasta rayar en la incomprensibilidad'r'" y que de todas formas este credo es una cristología universal. Sin embargo, la referencia que da el texto sobre la ascensión de Cristo, su posición a la derecha de Dios y el sometimiento de ángeles, autoridades y potestades, son más
. que suficientes para creer que todo ha sido sometido a Cristo, aunque el texto no lo indique de manera específica. Selwyn observa que no hay razón de mencionar la sumisión de los seres sobrenaturales que ya servían a Dios de manera voluntaria442. La caída del diablo y la desaparición de la tristeza, asociadas al establecimiento del reino de Dios sobre las criaturas, aparece en la Asunción de Moisés, midraf del siglo I d.C (cf. AssMos 10). Este tema lo encontramos en Pesiqta' Ra.bbati, donde leemos que el demonio dice que él y sus ángeles serán condenados al infierno por el Mesías (cf. PesR 36,1)443. La lista de potencias sobrenaturales que el texto presenta (áyyé'>.mv xci tl;oucr1&v Kai. 8uváµccov) y que han sido sometidas a Cristo es única en el NT. La más cercana la encontramos en Rm 8,38; Ef 1,21 y 1Co 15,24, como muestra la siguiente tabla444:
364
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1P 3,22 Rm 8,38 1Co 15,24 Ef 1,21 Ef 3,10 áyycAoc; áyycAoc; tl;oucría ªPX1Í 8úvuµ1c; 8úvuµ1c;
439
440 441
Col 1,16; 2,10.15* 8póvoc;
ápxií ªPX1Í ªPX1Í ªPX1Í KUplÓTI]<; tl;oucría tl;oucría tl;oucría tl;oucría óúvcuu; xoouoxpércop apxií* 8úvuµ1c; tl;oucría* KUplÓTI]<;
En el NT y en la literatura peritestamentaria observamos que estos seres sobrenaturales, según el pensamiento judío, son los que gobiernan el mundo445. El contexto en el cual aparecen mencionadas estas potencias es el del juicio. La temática sobre el juicio, con la mención de los ángeles, las autoridades y las potestades la encontramos en 442 E.G. Selwyn, Tbe First Epist!e, p. 208. 443 Braude se inclina a pensar que este texto podría ser antiguo. Cf. W.G. Braude,
438 P.J. Achtemeier, La prima lettera, p. 456. Michaels explica que en la historia de la interpretación, la perícopa se ha leído a la luz de Ef 4,8-10, pues no se puede entender que Jesús haya descendido al infierno después de ascender al cielo. Cf. J.R. Michaels, 1 Peter, p. 196. Para Michaels en la lP, la frase "tiene sometido ángeles, autoridades y potestades" señala como todo está sometido a Cristo. J.R. Michaels, 1 Peter, pp. 219220. N. Brox, La primera carta, p. 242; J .R. Michaels, 1 Peter, p. 219. N. Brox, La primera carta, p. 242.
Ef 6,12
444
445
Pesikta Rabbati. Discourses far Feasts, Fasts, and Special Sabbaths. Translated from Hebrew, II (YJS 18), New Haven - London, 1968, p. 678, n. 5. En la siguiente tabla se ha respetado el orden en el cual aparecen los términos. Las referencias con el * sólo contienen las palabras marcadas con tal signo, mientras que Col 1,16 contiene todas las palabras. La dominación del mundo por el demonio es un tema que aparece ya en el NT (Le 4,5-7; 1Co 10,19-21; Ap 9,20). En la literatura peritestamentaria Best cita 1Hen 99,7; Jub 1,11; 22,17. Cf. E. Best, I Peter, p. 148; P.J. Achtemeier, La prima lettera, p. 457. Schlosser indica como el término tl;ouoía se utiliza también para designar a las autoridades civiles. J. Schlosser, La premi;re ;;ztre, p. 232.
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Cap. III. El Diluvio Universal
Cap. III. El Diluvio Universal
1 Hen 61, 10; 2Hen 20, 1; TestLev 3,8. En el Testamento de Levz446 se expone la visión judía de los siete cielos y los seres que los habitan. La mención de estas potencias en 1 P que habitan en diferentes cielos, revela la totalidad de los cielos, la supremacía del señorío de Cristo. 447 Los cristianos, perseguidos en la sociedad donde viven, son animados a perseverar en el sufrimiento, pues la victoria de Cristo sobre estas potencias se manifestará en el Juicio Final donde participarán de la gloria de Cristo.t" El triunfo de Cristo aparece de manera más evidente como victoria pascual, en la que los cristianos son confortados, aunque tengan que seguir padeciendo todavía un poco (1 P 5,8-11).
tudioso cuando comienza el análisis de esta perícopa. Dalton en su obra comenta que "la dificultad del texto no reside en el pensamiento del autor, que no es ni raro ni excepcional, sino en nuestra ignorancia de su origen y ámbito de referencia"449• Por otra parte, France advierte que no se puede entender 1 P 3, 19-20 si no se tiene una copia del Libro de Henoc ya que sería condenarse al fracaso 450• Pero no sólo este libro es importante, ya que para poder tener una visión amplia y completa, se necesita una inmersión en este tipo de literatura, como hemos comprobado en el estudio de la tradición. Se ha verificado la importancia de la figura de Noé en el primer siglo de nuestra era y cómo esta figura ha sido utilizada por la tradición hebrea, en su literatura, como ejemplo de hombre justo al que Dios, como premio por su comportamiento, salva de la destrucción del Diluvio. Por otra p-a.rte se ha estudiado la tipología del Diluvio y se ha comprobado la importancia y la relación con el bautismo cristiano. El Bautismo ocupa el centro de la perícopa, dando un sentido pleno a ésta. Se podría decir que es la llave hermenéutica del texto, incluyendo el viaje de Cristo a las almas en cautividad. Cristo anuncia la victoria sobre la muerte, victoria a la cual el hombre tiene acceso ahora a través del Bautismo. El descenso de Cristo a los infiernos viene iluminado por los textos de la tradición judía, con el relato del Diluvio, esclareciendo la identidad de los espíritus a los cuales Cristo va a predicar. El contenido de esta predicación es el anuncio de la victoria sobre el mal, victoria que toma toda su fuerza en el bautizado. El paralelismo entre el Diluvio y el Bautismo aparece, poco a poco en la narración de la perícopa. El juicio de Dios forma parte de la historia de salvación. Éste es el que provoca el Diluvio Universal, dando lugar a la nueva creación. De la misma manera que las aguas del Diluvio realizan esta obra, a través del Bautismo aparece una nueva condición en el hombre, una nueva creación. La referencia litúrgica de este acontecimiento se introduce con el adverbio vñv (ahora) del v. 21. Está claro que el autor tiene en mente el rito bautismal y quiere subrayar la importancia de ese momento.
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IV. CONCLUSIÓN El estudio de la perícopa de 1P 3,18-22, nos ha dado la oportunidad de verificar la importancia de la literatura peritestamentaria para poder obtener una interpretación adecuada del mensaje de Pedro. Varios autores han hablado sobre los problemas a los que se enfrenta el es446
447
448
TestLev 3,7-10. Esta concepción la encontramos en otros textos como 2Hen 320, ApMos 35,2; 37,5; 40,1; Assis 1,3; 11,23-24. El Testamento de Salomón menciona un segundo y tercer cielo, TestSI 14,7; 15,6 y el Apocalipsis griego de Baruc sólo conoce cinco cielos, cf. 3Bar 11. En los Padres de la Iglesia, Orígenes habla de las potencias, tronos, autoridades etc, explicando por qué y para qué fueron creados. Orígenes, Princ I,5,3; 8, 1. En Assis 11 leemos: "Et moi, je le vis, et il fut dans le firmament, et il ne se transforma pas selon leur forme, et tous les anges du firmament et Satan le virent, et ils adorérent, Et il y eut la une grande tristesse, ils disaient: comment notre Seigneur est-il descendu sur nous, et n'avons-nous pas reconnu la gloire [qui était sur lui], que nous voyions se trouver sur lui depuis le sixiéme ciel? [ ... ] Et je vis comment il monta dans le septiérne ciel, et tous les justes et tous les anges le glorifierent. Et alors, je le vis s'asseoir a droite de la Grande Gloire, celle dont je vous ai dit que je n'avais pu regarder son éclat", traducción de E., Tisserant, Ascension d'Isaie. Traduction de la version éthiopienne avee les principales variantes des úersions grecque, latines et slaue. Introduction et notes, Paris 1909, pp. 207-208.210. La semejanza que presenta este texto con 1P 3,22 es impresionante. Cf. W.J. Dalton, Cbrist's Proclamation, p. 216; R.T. France, "Exegesis", p. 278. Por el Bautismo el cristiano se hace partícipe de los sufrimientos y de la gloria de Cristo. El tema del Juicio Final aparece en el 1P 4 y continúa hasta el final de la carta (Rm 8,17; 2Co 1,5.7; 4,17; Flp 3,10-11; 1P 1,11; 4,5.7.13.17.18; 5,1.10).
449 450
W.J. Dalton, Cbrist's Proc!amation, p. 7. R.T. France, "Exegesis", p. 265.
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Cap. III. El Diluvio Universal
Además, la perícopa señala el «compromiso» (tnspcbTrtµa) que el bautizando adquiere de mantener la «buena conciencia» (cruvst8tjcrscoi; aya0fíi;). Las versiones de la Vetus Latina, Vulgata y Peiitta, nos han ayudado a esclarecer este paso. El cristiano testimonia a través del cambio de vida, con las obras buenas, consecuencia de la buena conciencia la unidad entre vida exterior y realidad interior, resultado de la nueva creación. Este concepto es fundamental ya que a través del bautismo, se convierte en piedra viva de la Iglesia, casa donde reside el Espíritu Santo 451. En la seque/a Christi (cf. 1P 3,18), el cristiano ejercita además el sacerdocio común de los fieles ofreciendo a través de su vida el sacrificio espiritual por medio de Jesucristo (cf. 1P 2,5). De esta manera, salvado por el Bautismo, está llamado a proclamar a través de su vida la salvación obtenida por el Señor
451
1
,11 1
Sobre este tema cf. F. Manns, "La maison oú réside !'Esprit: 1P 2,5 et son arriére-plan juif', LA 34 (1984), pp. 207-224. Contra esta opinión Achtemeier dice que "il tentativo di evidenziare qui un collegamento tra sacerdozio della comunita e Cristo sommo sacerdote, dal momento che la cornunitá deve partecipare alla funzione sacerdotale di Cristo, non trova fondamento nella Lettera", in P.J. Achtemeier, La prima lettera, p. 282.
Conclusión Final Al inicio de este estudio se aludía al hecho de la importancia del agua como medio de purificación en el judaísmo. El binomio aguaEspíritu y su simbolismo ha conocido una evolución, como se ha comprobado en el recorrido histórico de los textos. Los elementos del Bautismo cristiano y sus implicaciones en la vida son tan amplios que no basta un simple estudio para poder descubrir la inmensidad de su significado. Por este motivo nos hemos centrado solamente en dos textos del NT que corresponden a dos tipologías bautismales: el paso del Mar Rojo y el Diluvio Universal. ¿Cómo el AT prepara el acontecimiento del Bautismo? Hemos comenzado en el cap. I estudiando los antecedentes del Bautismo en algunos textos proféticos como Isaías (Is 12,3; 44,2-3), Ezequiel (Ez 36,25-27) y Zacarías (Za 13,1). El pensamiento teológico sobre la purificación y su acción renovadora se concretizará más tarde en el NT con la práctica del Bautismo. Pero ya en los textos y en la literatura peritestamentaria que los comenta, aparece la esperanza mesiánica, donde el símbolo agua-Espíritu ocupa un lugar especial, en particular en lo que se refiere a la nueva creación que se realizará a través de este binomio. Un punto importante es el tema de los prosélitos. Su importancia ha quedado reflejada en los textos analizados como los targumim, la lectura de los pasajes en la tradición rabínica o por ejemplo el de TanB Gn Lekh Leebá 6, donde se muestra el amor de Dios hacia los prosélitos. Se ha verificado una evolución en la comprensión del término ,~ en el TM y npocrtjAu'tOi; en los LXX, donde se advierte ya un doble significado: no sólo el de extranjero sino también el de prosélito. La lectura de algunos textos de los Manuscritos del Mar Muerto, sobre todo los relativos al rito de entrada en la comunidad (cf. 1QS JJ,25-III,12), ha puesto de manifiesto la aparición de algunos elementos comunes con el Bautismo cristiano. Entre ellos es de destacar el requisito de una verdadera conversión atestada por el cambio de vida. La insistencia de la intención con la cual se realiza el rito queda reflejada en varios textos de la tradición (cf. m.Hag 2,6). De esta manera el rito exterior refleja una realidad interior mucho más profunda. Estos antecedentes del Bautismo, manifiestan ya el hecho que muchos de estos aspectos, tanto teológicos como litúrgicos, han
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Conclusión General
Conclusión General
sido conservados hasta el día de hoy en la liturgia, lo que ha alentado la continuación del trabajo en la búsqueda de los "orígenes del Bautismo cristiano. Con estas premisas hemos continuado el estudio. En el cap. II se ha realizado la exégesis del texto de 1Co 10,1-5, pero antes se ha efectuado una panorámica general sobre el Bautismo en el NT. Se ha puesto de manifiesto la relación existente entre la circuncisión y el Bautismo y la espiritualización del rito en el cristianismo. La literatura paulina ha iluminado este aspecto, mostrando que para el Apóstol, la circuncisión no tiene sentido si después no se cumplen los mandamientos de Dios (cf. 1Co 7,19). Para Mimouni está claro que «la concepción de la virtud redentora del sangre de la circuncisión, asociada a la del cordero pascual, ha podido influenciar la doctrina paulina del bautismo».' Además lo que importa es la nueva creación (cf. Ga 6,16). Esta misma concepción la hemos visto aparecer en los textos del Mar Muerto. Con estas premisas se ha comenzado la exégesis del texto paulino. El tema de la circuncisión es de fundamental importancia en su relación con el Bautismo, y es una cuestión que normalmente o no se trata, o se deja de lado, pues se considera un argumento que pertenece más bien al judaísmo y no constituye una cuestión importante para ser abordada por teólogos cristianos. Algunos puntos importantes han sido iluminados en la perícopa. Es evidente que uno de los temas centrales es el paso del Mar Rojo. Pablo se sirve de este acontecimiento, y lo tomará como tipo para amonestar a la comunidad de Corinto. Sobre la expresión «bautizados en Moisés» de; 'tOV Morücñv EBan.ícr0llcrav, de la que tanto se ha discutido, se ha comprobado como adquiere sentido si se comprende Moisés como una personalidad corporativa, de donde su sentido sería el de una adhesión del pueblo a la Ley de Dios. De esta manera el texto adquiere una fuerza enorme si se tiene en cuenta que Pablo termina diciendo que «la mayoría de ellos no agradó a Dios» (1 Co 10,5). Se ha comprobado como el empleo de los términos «tipo» 't'Únoc;, y «antitipo» av.íwnoc;, es ambiguo en el NT. Sin embargo, la
formulación utilizada en época tanaítica donde «los acontecimientos · vividos por los padres son un signo para los hijos» m:J.l'\7 lli'l'\lll ;-m 1?:i O'JJ.7 1~'0, ilumina la interpretación, además de que sea posible que detrás de estos términos se encuentre este pensamiento por parte del autor. De esta manera lo vivido por el pueblo de Israel es un signo para la comunidad de Corinto. La literatura peritestamentaria ilumina así la exégesis. Los textos que recogen las tradiciones que podrían estar detrás de la perícopa son el targum y la Mekhilta', de donde se deduce que tales tradiciones ya se conocían en la época neotestamentaria. Sobre la tradición de la roca que acompaña el pueblo y les da de beber, y la de la nube, se ha visto la posibilidad de la existencia de una tradición oral conocida por Pablo, que identificaba el pozo con la roca, uniendo las tradiciones estudiadas y los acontecimiento~ vividos por el pueblo en el desierto desde Mará. A la luz de todo el estudio, el debate si 1Co 10,1-13 es un midras o una interpretación tipológica se podría decir que la perícopa reúne ambas características. Pablo crea su propio midras que le sirve de tipo para amonestar a los corintios. En el cap. III el argumento se ha centrado en el estudio de otra tipología bautismal: el Diluvio Universal. Esta perícopa de 1P ha dejado también clara la importancia de la literatura peritestamentaria en muchos aspectos. Por ejemplo, se ha esclarecido quienes son los espíritus mencionados en el texto, que no se refiere sólo a los ángeles sino también a los gigantes y a los humanos, como se ha visto con el estudio de los textos de la literatura peritestamentaria. La continuidad en la transmisión de la tradición se ha verificado. Este cuidado en la tradición oral aparece no sólo en la tradición judía sino también en la cristiana, como se ha comprobado con la interpretación que ofrece de Gn 6,2, el Pirqé Rabí Eliezer y Procopio de Gaza en su Commentarii in
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Genesim. La diferencia temporal no ha interferido en la transmisión precisa de la tradición2. Además se ha verificado la importancia de 1 Hen con la historia de la caída de los ángeles, entre otros textos, para la comprensión de la perícopa. La tesis principal de la perícopa de 1P "el 2
Cf. S.C. Mimouni, La circoncision, p. 68ss; R. Le Déaut, La nuit pascale, pp. 209212.
Cf. PRE 22,2 y Procopio de Gaza, Comm Gn, I, col. 268a. Para otros ejemplos sobre las relaciones entre la exégesis judía y la cristiana cf. E. Grypeou - H. Spurling, The book of Genesis in late antiquity : encounters between Jewish and Christian exegesis, Leiden - Boston 2013.
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Bautismo salva" (1P 3,21), y la utilización del término «ant1t1po» avríwnot;, a la luz de la formulación tipológid mencionada anteriormente, ha abierto nuevas claves de interpretación. Dirigida a una comunidad que sufre en medio de un mundo hostil, la figura de Noé y la salvación obtenida adquieren todo su esplendor. Si lo vivido por Noé y el Diluvio Universal era una figura, ahora se realiza en el Bautismo realmente. La referencia a la liturgia bautismal viene ofrecida por el adverbio vñv, como se ha mencionado anteriormente. Pero la liturgia es implícita en los textos estudiados puesto que, tanto la circuncisión, el bautismo de los prosélitos como el Bautismo cristiano son una liturgia. La aplicación del método, ha quedado de nuevo ilustrada con el problema de la traducción del término «compromiso» É1tEpCÓTI]µa, (1P 3,21), donde a la luz de las diversas versiones se ha podido aclarar su significado e importancia. El «compromiso» que efectúa el cristiano, se desarrolla en su sacerdocio común que adquiere todo su esplendor en la proclamación de la salvación. El motivo principal del estudio de estos textos era el de intentar descubrir las posibles fuentes extrabíblicas que podrían haber servido de trasfondo en el trabajo de composición final. Es cierto que la Biblia se comenta a sí misma, como se ha podido comprobar en los textos, y que la riqueza en su interpretación es inagotable. Por otra parte, a pesar de que hay un creciente interés por los textos de la literatura peritestamentaria, de las tradiciones, del estudio del judaísmo en la época neotestamentaria, no todos los exégetas están de acuerdo en recurrir a la literatura peritestamentaria y a las fuentes judías. Realmente ¿podemos prescindir de esta literatura y llegar a una comprensión plena del texto? Se ha comprobado como la literatura peritestamentaria ilumina ciertos aspectos del texto bíblico que sería muy difícil conocer. Recordemos que en la transmisión del textos no sólo es importante el escrito, sino también la tradición oral que ha sido recogida por este tipo de escritos. Los problemas de datación que se pueden presentar, que se han tenido en seria consideración, especialmente para la literatura rabínica, han sido relativizados por la comprobación del cuidado en la transmisión de las tradiciones a lo largo de los siglos. Sobre las posibles influencias que haya podido tener el bautismo
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Conclusión General
Conclusión General
. de los prosélitos en el Bautismo cristiano, no hemos desarrollado este aspecto en el trabajo, pero teniendo en cuenta los textos estudiados y la tradición, se podría llegar a considerar una base común. El proceso ritual que aparece en b. Yeb 4 7 recuerda en muchos aspectos el acceso a la comunidad que presentan los textos del Mar Muerto o el contexto de sufrimiento y persecución de la comunidad a la que la 1 P se dirige. Por otra parte, existen varios puntos comunes entre los dos textos estudiados. En primer lugar presentan un paralelismo temático sorprendente. Este paralelismo que aparece entre las dos tipologías lo podemos resumir con el siguiente cuadro: Paso Destrucción Salvación enerrugos Israel Nueva Creación 1Cor 10,1-5 egipcios r. generación Israel Nueva Creación 1P 3,18-22 Aguas del diluvio perversa Medio Mar Rojo Nube
En el Bautismo cristiano emerge también, como se ha estudiado el paso a un nuevo estado, una nueva creación. muerte hombre viejo
vida hombre nuevo
Otro punto que aparece común en todo el estudio y que no se ha tenido la posibilidad de profundizar es la relación existente entre Sukkot y el Bautismo. Los elementos que aparecen en la fiesta Sukkot o de las Tiendas y el Bautismo cristiano son tantos que es posible que el Bautismo cristiano se haya servido de algunos elementos que aparecen en Sukkot. Además, la fiesta de Sukkot es una de la fiesta que no ha pasado a la liturgia cristiana, y es posible que sus elementos hayan sido asimilados por otras fiestas cristianas en la liturgia. Se abre un panorama de trabajo a realizar enorme, que pueda ayudarnos en la comprensión de lo que se nos ha regalado a través del Bautismo cristiano, el ser incorporados a Cristo y a su Iglesia.
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Índices r Analítico Antiguo Testamento Nuevo Testamento ' Targum Qumrán Misnah, Tosefta y Talmud Midrasim, comentarios rabínicos, Zohar Apócrifos del AT y del NT Filón de Alejandría y Flavio J osefo Autores y escritos de la Antigüedad Cristiana Autores Bibliografía
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ÍNDICE ANALÍTICO
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Introducción Capítulo I Antecedentes del Bautismo Cristiano l. EL SIMBOLISMO PROFÉTICO DEL BAUTISMO 1. El profeta Isaías 1.1. Is 4, 4 a) Sinopsis de las versiones b) Traducción del texto e) Análisis y tradición de las diversas versiones 1.2. Is 12, 3 a) Sinopsis de las versiones b) Traducción del texto e) Análisis y tradición de las diversas versiones 1.3. Is 44, 2-3 a) Sinopsis de las versiones b) Traducción del texto e) Análisis y tradición de las. diversas versiones 2. Ezequiel y el don del agua 2.1. Ez 36, 25-27 a) Sinopsis de las versiones b) Traducción del texto e) Análisis y tradición de las diversas versiones 3. Zacarías y el agua del Templo 3.1. Za 13, 1 a) Sinopsis de las versiones b) Traducción del texto e) Análisis y tradición de las diversas versiones 4. Conclusión
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II. EL BAUTISMO DE LOS PROSÉLITOS 1. El prosélito en el Antiguo Testamento 1.1. El término 1~ en el TM 1.2. npocrr¡'.A.,uw<; en los LXX 2. Los prosélitos en la literatura peritestamentaria 2.1 Los prosélitos en Filón y Flavio Josefo 2.2. El término .,,,. en el targum 2.2.1. Jafet, casa de estudio y conversión (Gn 9, 2 7) a) Sinopsis de las versiones b) Traducción del Texto
XXIX 1 1 2 2 2
3 4 5 5 6 6 8 8 10 11 13 14 14 17 18 23 24 24 25 26
29 29 32 32 34
38 38 43 43 44 45
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Índice Analítico
e) Análisis de las diversas versiones d) Estudio de la tradición 2.2.2. Abraham, misionero y proselitista (Gn 12, 5) a) Sinopsis de las versiones b) Traducción del texto e) Análisis de las diversas versiones d) Estudio de la tradición 2.3. Prosélitos en la literatura rabínica 2.3.1. Abraham, padre de los prosélitos 2.3.2. Los prosélitos: otrasf. iguras Bíblicas 2.3.3. El baño de inmersión de los prosélitos 3. Conclusión i 1
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III. EL BAUTISMO EN LOS MANUSCRITOS DEL MAR MUERTO 1. Los Manuscritos del Mar Muerto y los Esenios 2. Análisis y comentario de los textos 2.1. Regla de la Comunidad, 1QS I, 24-II, 1 2.1.1. Texto a) Traducción del texto b) Apreciaciones moifológicasy sintácticas e) Comentario c.1) La confesión en la Regla de la Comunidad c.2) La confesión de los pecados en la tradición hebrea 2.2. Regla de la Comunidad, 1QS II, 25-III,12 2.2.1. Texto a) Traducción del texto b) Apreciaciones moifológicasy sintácticas e) Comentario c.1) Purificación e inmersión en el rito de ingreso en comunidad c.2) Purificación, S acriftcio y Pecado 2.3. Regla de la Comunidad, 1QS IV, 20-22 2.3.1. Texto a) Traducción b) Apreciaciones moifológicasy sintácticas e) Comentario c.1) Purificación con verdady con agua c.2) Purificación y Nueva Creación 3. «Liturgia Bautismal» en 4Q414 a) 4Q414fr1 ii-2i (1-7). a.1) Traducción b) 4Q414fr2 ii (1-8).
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Índice Analítico
45 47 49 49 50 51 52 53 55 58 61 65
b.1) Traducción e) 4Q414fr7, 1-11. c.1) Traducción d) 4Q414fr11 ii, 1-6. d.1) Traducción e) 4Q414 fr 13, 1-10. e.1) Traducción f) Apreciaciones moifológicas y sintácticas g) Comentario g.1) Un baño de punftcación g.2) Los días de la Purificación 4. Conclusión
98 98 99 99 99 99 100 100 101 101 103 104
67 67 71 71 71 71 71 73 73 77 79 79 79 80 84 84
IV. CONCLUSIÓN DEL CAPÍTULO I
106
Capítulo 11 ¡; El bautismo y el paso del Mar Rojo: Destrucción y Salvación por el agua I. PANORÁMICA GENERAL SOBRE EL BAUTISMO EN EL NT 1. El Bautismo de Juan Bautista: continuidad y novedad respecto a los antecedentes hebreos 2. Los prosélitds y el bautismo en el NT: continuidad y novedad respecto a los antecedentes hebreos y al bautismo de Juan Bautista 2.1. Relaciones entre el bautismoy la circuncisión en el NT 3. El Bautismo en la Iglesia Apostólica: continuidad y novedad respecto a los antecedentes hebreos, al bautismo de Juan y al bautismo suministrado por los Apóstoles antes del mandato de Cristo 3.1. El bautismo en los Hechos de los Apóstoles 3.2. El bautismo en Pablo 3.3. Interés de 1 Co 1 O y 1 P 3 sobre el bautismo y su estudio a la luz de la literatura hebrea antigua 4. Conclusión
109
II. EL TEXTO DE 1CO 10, 1-5YELPASODELMARROJO 1. Status quaestionis de 1Co 10, 1-13: breve historia de la investigación 2. Texto Griego y Versiones a) 1Co 10, 1-5 b) Traducción e) Sinopsis de las versiones
136 136
89 91 91 91 91 92 92 96 97 97 98 98
¡
109 109 113
115 125
125 129 133 135
140 140 140
380
d) Traducción del texto y sus versiones 3. Estableciendo el texto griego .• 4. El texto de 1Co 10, 1-5: delimitación, función y enlaces con el contexto a) Estudio del vocabulario a.1) v. 1: Nuestros padres todos estaban bqjo la nube (oí
nmépei:; i¡µ&v návte<; úno 'tTJV vtq>ÉAttV ~cmv) a.1.1. Todos atraversaron el mar (névre; 8ta •11<; 00.Miaa11c; 8t1111,0ov)
a.2) v. 2: Todos en Moisés fueron bautizados (nóvre; 8½ róv Mroüoñv tpmt·tfo0ttaav) 4.1. Excursus: El valor de la preposición di:; en la expresión
"di:; róv Mroüo·11v É~amícr0r¡crav" a.3) v. 3: Y todos comieron un alimento espiritual (Kai náv-cei:; -ro au-co 1tVE'OµO.'TtKOV ~p&µa écpayov)
140 142 143 145 148 148 151 153 155 157
a.3.1. Comieron un alimento espiritual (ro rrútó
nvcUµmiKov pproµo. écpayov)
159
a.3.2. Comieron un alimento espiritual (-ro au-co
nvsourmxóv ~p&µa Éq>o.yov)
160
a.4) v. 4: Y todos bebieron una bebida espiritual (Kai
náv-cei:; -ro au-co nveuucrucóv faiov nóµo.)
162
a.4.1. De la roca espiritual que los seguía (ÉK
rrven µantji:; aKoAou0oúcrr¡i:; 1tÉ'Tpo.c;)
i
1
a.5) y. 5: Pero la mqyoría de ellos no agradó a Dios ('A11,11,' OUK év roú; 7tA8ÍO
381
Índice Analítico
Índice Analítico
163 164 165 166 168 170 178 179 180 181 182 184 185 185 191 195 199
4. El don del agua a) Nm 21, 19. Sinopsis de las versiones b) Traducción de/Texto y sus versiones e) Análisis de las versiones d) Estudio de la tradición 5. Identificaciones del Pozo y la Roca en la Biblia y en la Tradición
203 204 205 206 207 210 213
III. COMENTARIO v. 1: El recuerdo de los acontecimientos v. 2: El bautismo en Moisés en la nube y en el mar v. 3: El alimento espiritual v. 4: La bebida espiritual, la roca y Cristo v. 5: La mayoría murieron en el desierto IV. CONCLUSIÓN
213 215 219 222 225
Capítulo 111 f El Diluvio Universal: aguas que destruyen, aguas que salvan l. EL TEXTO DE 1 P 3, 18-22 Y EL DILUVIO UNIVERSAL 1. Breve historia de la investigación de 1P 3, 18-22 2. El Texto Griego y sus Versiones a) 1P 3, 18-22 b) Traducción e) 1P3, 18-22. Sinopsis de las versiones d) Traducción del Texto y sus versiones 3. Estableciendo el texto griego 4. Delimitación de la perícopa y enlaces con el contexto a) Breve estudio del vocabulario a.1) v. 18: Porque también Cristo una sola vezpor los pecados padeció (o-et Kai Xptoróc éina~ 7tepi
233
228
233 234 237 237 238 238 241 244 247 249 249
áµapn&v fao.01:v) a.1.1. Justo por los injustos (oíKmoc; únep aoíKrov) a.1.2. Para llevaros a Dios (tvn úµai:; npoao.yó:yn -cq'> 0eq>) a.1.3. Muerto en la carne (0o.vo.Tro0Eic; uév ao.pKt,) a.1.4. Vivificado en el Espíritu (~q>01tOttt0Eic; óE
251 253 253 254
mE'6µo.n) a.2) v. 19: En él también a los espíritus encarcelados (tv <$ Kai wii:; tv <¡>'l)AO.Kñ nveúucow) a.2.2. Fue a predicar (nopcU0eii:; EK11P'l)~tv) a.3) v. 20: a los desobedientes en otro tiempo
255 255 256
(ám,1811aaaiv 1tO'CE) a.3.1. Cuando les esperaba (~Et ~ámtcrµa) a.4.1. Salva también a vosotros (vuv O'(Í)~El
i!
Índice Analítico
Índice Analítico
382
280 287 291 298 308 308 31 O 310 311 317 322
III. COMENTARIO v. 18: Cristo, el justo, también padeció v. 19: Predicación a los espíritus cautivos v. 20: El tiempo de la paciencia de Dios v. 21: El badtismo os salva v. 22: Ascensión de Cristo y sumisión de los ángeles
328 328 333 344 351 362
IV. CONCLUSIÓN
366
Conclusión General Índices Analitico Antiguo Testamento Nuevo Testamento Targum Qumrán Misnah, Tosefta y Talmud Midrasim, comentarios rabínicos, Zohar Apocrifos del AT y del NT Filón de Alejandría y Flavio J osefo Escritores griegos antiguos Autores y escritos de la Antigüedad Cristiana Autores Bibliografia
369 375 377 385 393 401 403 407 409 411 415 419 421 425 433
258 259 259 260
262
~án'Ctcrµa) a.4.2. No es eliminación de la suciedad carnal (oú oupxó; á1tó81:a1<; púnou) a.4.3. No es eliminación de la suciedad carnal (oú oupxo; U7tÓ0wt¡; f)'Ó1tOU) a.4.4. Sino compromiso con Dios de una conciencia buena (a".J.).,a O'UVE10110'EID<;j aya0fí¡; enEpCÓ'CT)µa d¡; Bsóv) a.4.5. Sino compromiso con Dios de una conciencia buena (a"J..}"a O'UVEtóT]O'EW¡; aya0fí¡; tntpro'tllµa d¡; Bsóv) a.4.6. Por medio de la Resurrección de Jesucristo (fü' ClV(lO''tÚO'E(O<;j 'll)O'OU XptO''COU) a.5) v. 22: que está a la derecha de Dios, habiéndose, ido al cielo, tiene sometidos ángeles autoridades y poderes (o¡;
a) Sinopsis de las versiones (Gn 6, 1-4). b) Gn 6, 1-4. Traducción del texto y sus versiones c) Análisis de las diversas versiones d) Estudio de la tradición 1.2. El Diluvio Universal: destrucción y Nueva Creación a) Gn 7, 10. Sinopsis de las versiones b) Traducción del texto y sus versiones c) Análisis de las diversas versiones d) Estudio de la tradición 1.3. Excursus: El justo Noé, la Nueva Creación y la 1P 1.3.1. Nueva Creación en 1 P
257 257
261
263 263 263
264
265 265
BO''CtV ev ÓE~t~ roñ 0EOU 7tüpEU0ct¡; d¡; oúpovóv Ú1tO'taytV'T(OV UU'Cq> ayytA-rov KClt B~OUO'tIDV KClt
8uváµErov). b) Notasf. ilológicasy gramaticales c) Estructura, articulación, líneas temáticasy motivos literarios d) ¿Homilía, tratado bautismal h'turgia? Algunos aspectos del género literario II. ESTUDIO DE LAS TRADICIONES 1. El Diluvio y la Nueva Creación como solución al pecado 1.1. La situación de pecado antes del Diluvio: La unión de los ángeles con las hijas de los hombres. El inicio de la destrucción
iti
266 27 4 277
í 278 279 280
383
ÍNDICE DE CITAS BÍBLICAS
Génesis (Gn) 1-5: 299 1,1-2: 182, 197 1,2 (LXX): 318 1,9-10: 197 1,10: 151 1,11-13: 197 1,27: 258 1,28: 312,319 1,29-30: 318 1,30: 183 1,31: 318 2,5: 183 2,7: 258, 303 2,8: 258,312 2,17: 318 2,19: 258 2,19-20: 202 2,23: 253 3:320 3,5s: 161 4:320 4,1-2: 318 4,26: 202 5,3: 318 5,32: 297 6:304 6,1: 287, 291, 297, 299,313 6,1-4: 301, 280, 287, 291,297 6,1-8: 279 6,1-12: 280 6,2: 281, 288, 291, 297, 299, 371 6,3: 295, 304, 305, 345 6,4i 279, 285, 290, 295, 296, 335, 336 I' ¡r
\i,
_J
6,5: 297, 299, 308 6,6: 279, 297, 308 6,6- 7: 233, 272 6,7: 279, 294, 308 6,8: 318 . 6,9: 251, 269 6,10: 318,347 6,11-13: 308 6,13: 315 6,17: 253,315 6,17-22: 318 6,18: 347 6,18-19: 233 7,1: 294,308,317, 346 7,7: 346, 347 7,8-9: 316 7,10: 308 7,13: 347 7,18 (LXX): 318 7,21-23: 260,315 8,17 (LXX): 320 8,21: 233,294,318, 321 9,1: 318, 319 9,3: 318 9,4: 318 9,5-6: 318 9,8-17: 321 9,9-13: 318 9: 13ss: 148 9,20: 320 9,27: 44 12,1: 57 12,2: 57 12,5: 43, 49, 55, 56 12,8. 202 12,10 (LXX): 36 13,14: 151
(AT) 14,3: 151 14,21: 57 15,13: 33 15,13 (LXX): 36 17,5: 59 17,8 (LXX): 36 17,10-11: 116 17,22: 348 18,32: 348 19,9 (LXX): 36 21,1 (LXX): 36 21,23 (LXX): 36 21,31-33: 210 21,34 (LXX): 36 23,4 (LXX): 36 24,37 (LXX): 36 26,3 (LXX): 36 26,19: 211 26,23: 210 26,34: 234 28,10: 210 28,14: 151 31,40: 161 32,5 (LXX): 36 35,18: 59 35,27 (LXX): 36 37,1 (LXX): 36 40,3: 255 41,8: 157 47,4 (LXX): 36 47,9 (LXX): 36
Éxodo (Ex) 2,5: 5 2,6: 118 4,24-26: 118, 119 6,28: 178 9,19: 184 12: 178 -
386
12,13: 120 12,19: 35 12,22: 153 12,37: 187,214 12,38: 217 12,48: 35, 36, 115, 116
12,49: 36 13,18: 151 13,21: 148, 188,214 13,21-22: 146, 179,
'
1 1 1
il
1
J:
'i
213 14:214,350 14,14: 146 14,16: 187,214 14,18: 192 14,19ss: 149,213 14,21s: 156 14,22: 187,214,216 14,22-23 (LXX): 215 14,27: 214 14,29: 214,216 15,1: 193 15,1-18: 151 15,2: 6 15,4: 151 15,8: 12, 198 15,19: 12,214 15,19 (LXX): 215 15,19-21: 260 15,22: 151 16: 156,220 16-17: 203 16,19: 149 17:209 17,1-7: 164 17 ,6: 163, 209, 222 19,9: 149 19,16: 149, 177 20,10: 36 21,6: 253
Antiguo Testamento 22,20: 33, 37,218 23,9: 33, 37 23,12: 36 23,16: 321 23,21: 256, 257 23,25: 260 23,31: 151 24,6: 18 24,8: 18 24,11: 161, 162 24,15-16: 149 24,15-18: 177 25,40 (LXX): 170, 171
29,4: 331 29,8: 331 29,16: 18 29,20: 18 32,6: 167 33,9-10: 149 34,7: 75 34,7-9: 344 34,22: 321 34,28. 161, 162 35,21: 157 40,12: 331 40,34: 149, 176 40,34-38: 177 40,36-37: 149 40,36-38: 188 Levítico (Lv) 1,2-3: 253 1,10: 253 3,1: 253 3,2: 18 3,3: 7, 253 3,7: 253 3,8: 18 3,9: 7 3,12: 253
3,13: 18 3,17:..160
4,6: 153 4,10: 7 4,17: 150 4,27-35: 90 4,35: 7 5,1: 18 5,6 (LXX): 329 5,7 (LXX): 329 5,11: 18 5,11 (LXX): 329 5,15: 90 6,6: 90 6,9: 160 6,11: 160 6,17: 153 7,18-19: 160 7,20: 7 7,21: 7 7,29: 7 8,24: 331 9,2: 329 9,3: 329 11,34: 162 12,2: 26, 83 12,5: 26 12,7: 26 14,5: 198,211 14,8: 19 14,9: 19 14,50: 198,211 15,13: 198,211 15,19: 26, 83 15,20: 26, 83 15,24: 83 15,25: 83 15,24-26: 26 15,33: 26, 83 16: 292,308 16,2: 149
16,8: 302 16,10: 302 16,21: 75, 78 16,26: 302 16,29-31: 90 18,19: 26, 83 19,9: 19 19,9-11: 41 20,8: 26 20,18: 83 20,21: 26 22,10 (LXX): 37 24,22: 63 25,6 (LXX): 37 25,23 (LXX): 37 26,15: 256 26,43: 90 Números (Nm) 2,18: 151 5,1-3: 102 5,2: 191 6,2ss: 162 6,11: 329 6,18: 7 7,16: 329 7,22: 329 7,28: 329 8,7: 27 8,9-10: 331 9,14: 37 9,15: 149 9,15-22: 149 10,10: 7 10,12: 176 10,34: 180, 185,213, 214
11: 167,220, 11,20: 256 13,33: 296 14:227
Antiguo Testamento
387
14,14: 149, 183, 189,
27,14: 260 28,26: 321 29,39: 7 31,23: 26, 28, 83,315 33,8 (LXX): 214,215 34,3: 151 34,12: 151 35,15: 37
214
f.
14,15-16 (LXX): 226 14,16: 227 14,18: 344 14,25: 151 14,30-32: 226 15,14: 219 15,14-16: 37 15,24: 83 15,26: 37 15,29: 37 15,30: 37 16,35: 161 17,7: 149 18,17: 18 19: 21, 101 19,9: 26, 27, 28, 83 19,10: 37 19,11: 62 19,13: 18, 26, 28, 83 19,16-19: 102 19,17: 198,211 19,18 (LXX): 153, 154
19,19: 102 19,20: 18, 26, 28, 83 19,21: 28, 83, 203 20,1: 208, 205 20,1-13: 164 20,8: 209 20,10-11. 209 20,11: 222 20,24: 260 21,6: 189 21,16: 207 21,19: 204,207 21,19-20: 204 21,27: 258 23,24: 162 26,10: 161
Deuteronomio (Dt) 1,26: 256, 257 1,33: 149 3,17:151
3,27: 151 4,9-20: 209 4,44: 216 5,28-29: 23 6,5: 56, 85 8,5: 90 9,7: 256 9,9: 161, 162 9,18: 162 9,23: 256 9,24: 256 10,6: 210 10,8: 202 10,16: 124 11,3-4: 192 11,24: 151 12,28: 85 14,3: 160 16,10: 321 16,16: 321 21,20: 257 23,4: 58 23,13-15: 42 24,19: 33 29,5: 160 31,9: 216 31,15: 149 32,4: 212
388 32,15: 11 32,51: 257, 260 33,3 (LXX): 144 33,4: 216 33,5: 11 33,8: 260 33,21: 250 33,24: 153 33,26: 11 34,7: 306 Josué (jos) 1,4: 151 1,7: 216 1,18: 256 3,15: 144, 153 3,16: 151 4,23: 144 5: 117 5,2: 116 5,5: 120 5,6: 257, 251 8,31-32: 216 9,17: 210 9,23: 6 9,27: 6 15,28: 210 18,25: 210 21,27: 7 21,29: 7 22,5: 216 23,6: 216 24,7: 149 Jueces Oc) 1,36: 163 5,17: 151 13,13s: 162 Rut (Rt) 2,14: 153 1' 1
,,,¡ 1
1
1
~ :
1Samuel (1S) 2,2 (LXX): 251 7,6: 6 14,27: 153 17,45: 202 23,28: 212 30,1 ls: 260 2Samuel (2S) 22,2: 163,212 22,32: 212 23,2: 159 23,16: 6 1Reyes (1R) 2,3: 216 8,47 (LXX): 75 17,17: 158 17,17ss (LXX): 265 18,4: 260 18,13: 260 18,32: 202 19,14: 117 22,19: 363 22,27: 255, 260 2Reyes (2R) 4,18ss (LXX): 265 5,7 (LXX): 254 5,14 (LXX): 153 5,16: 257 6,22: 260 13,20s (LXX): 265 14,6: 216 21,8: 216 25,8: 59 25,11: 59 25,20: 59 25,27: 255 25,29: 255
389
Antiguo Testamento
Antiguo Testamento 1Crónicas (1Cr) 11,18: 6 22,18"(LXX): 265 29,24 (LXX): 265 2Crónicas (2Cr) 5,14: 149 6,37 (LXX): 75 8,13: 321 12,6 (LXX): 251 16,10: 255 18,18: 363 29,5: 26, 83 29,21-24: 329 31,2: 7 32,5: 258 Esdras (Esd) 3,7: 151 9,6-7: 75 9,11: 26 N eherrúas (Ne) 9,2: 75 9,6 (LXX): 254 9,9-11: 192 9,12: 149 9,19: 149 12,39: 255 Tobías (Tb) 2,1: 321 2,9: 103 3,2: 251 4,16: 160 7,10: 160 Judit (jdt) 7,14: 227 7,25: 227 12,7 (LXX): 153
14,4: 227 Ester (Est) 4,16: 161 1Macabeos (1M) 4,9: 192 4,56: 348 4,59: 348 8,32: 215 10,47: 164 14,41: 164 2Macabeos (2M) 2,8: 149 5,26: 227 8,9: 265 9,12: 265 10,6: 348 11,11: 227 12,31: 321 13,23: 265 15,27: 227 Salmos (Sal) 8,7: 364 10,7 (LXX): 251 17,48 (LXX): 265 18,47: 212 19,15: 212 21,10: 161 28,1: 212 31,3: 212 32,5a: 75 34,9: 161 34,16: 246 35,10 (LXX): 26 36,10: 27 36,7 (LXX): 265 39,7: 329 39,12: 90
'Í.
41,10: 160 46,2-4: 151 50,8-15: 90 50,12 (LXX): 264 51,5: 75 51,12: 20, 94 55,24: 211 61,2 (LXX): 265 61,6 (LXX): 265 63,5-6: 160 67,17 (LXX): 164 67,27 (LXX): 26 69,16: 211 70,20 (LXX): 254 72,3-4: 320 73 (LXX): 265 74,13: 151, 192 75,9: 162 77,20: 192 77,24: 159 77,25: 160 77,24-25 (LXX): 215 77,31 (LXX): 226 78:209 78,13 (LXX): 151, 192,215
78,13-14: 194 78,14: 184,214 78,20: 206 78,53: 192 81,8: 260 84:346 86,15: 344 89,10: 151 94,12: 90 102,19: 94 103,3: 148 104,6-7: 151
104,40 (LXX): 160, 215
105: 186
105,39: 186 105,41: 207 106,6 (LXX): 75 106,9-10: 148 106,9-22: 192 106,32: 260 109,1 (LXX): 362 110,5: 363 114,5: 251 118,22: 164 121,5: 363 151,5 (LXX): 226 Cantar (Ct) 4,15: 211 Lamentaciones
(Lm) 1,17: 26 Job Oh) 1,1: 251 1,5 (LXX): 329 3,16: 296 7;9: 148 7,16 (LXX): 258 7,21: 75 9,9: 296 9,31: 263 11,15: 263 12,23: 227 14,4: 263 16,11 (LXX): 252 18,13: 161 19,25s (LXX): 265 20,6: 148 21,25: 161 22,5: 75 22,7: 260 22,14: 148 26,8-9: 148 26,12s: 151
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390 27,3: 303 27,6: 263 30,15: 148 31,32: 36 34,4: 158 34,14: 158,303 35,5: 148 36,6 (LXX): 254 36,28: 148 37,11: 148 37,16: 148 37,21-22: 148 38,1: 148 38,9: 148 38,31: 296 38,34: 148 38,37: 148 40,6: 148
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Proverbios (Pr) 1,25: 257, 251 3,20: 148 5,15: 211 5,18 (LXX): 26 8,28: 148 9,5: 160, 161, 162 9,18: 162 10,11 (LXX): 26 13,14: 26, 28 14,14 (LXX): 25 14,27 (LXX): 26 14,29s (LXX): 257 15,18 (LXX): 257 16,15: 148 16,22 (LXX): 26 18,4 (LXX): 26 19,18: 90 20,27: 303 23,27: 211 25,14: 148 25,23: 148
25,26 (LXX): 26 28,13: 75 29,17: 90 EclesiastésQohelet (Qo) 6,3: 296 8,15: 160 10,2: 363 10,20: 263 11,3: 148 12,2: 148 Sabiduría (Sb) 2,18: 251 3,1-12: 317 5,2: 197 5,21: 148 8,14: 265 10,4: 251, 350 10,13: 251 10,17: 186,214 10,18: 216 11,15:189 12,20-27: 90 14,6: 316, 350 16,7: 197 16,20: 160,215 17,9: 189 18,22: 265 19: 187 19,1-9: 196 19,5: 192, 196 19,6-7: 197 19,7: 182, 183 19,8: 215
Eclesiástico. Sirácida (Si) 1,23: 257 6,7: 90
391
Antiguo Testamento
Antiguo Testamento 22,13: 160 24,17-23: 314 26,4: 212 28,16 (LXX): 164 30,28: 207 32,15-20: 12 32,17: 320 36,5: 257 40,1: 5 40,3-5: 189 40,4: 185 40,5: 34 40,28: 258 41,19: 12 42,1-6: 114 42,10: 34 43,15-17: 151 43,16: 229 44,1-5: 11 44,2: 11 44,2-3: XXXI, 8,
10,7: 252 11,19: 160 12,10-i.2: 363 16,8: 316 17,2: 305 24,21: 161, 162 24,45 (Vg): 342 25,22: 189 33,1: 90 34,16: 187 34,19: 214,226 34,30: 153 39,29: 315 44,17: 317, 350 44,18: 345, 348 Isaías (Is) 1,10-17: 90 1,13: 347 2,2-4: 60 2,10: 212 2,19: 212 3,1: 260 4,2: 5 4,2-6: 2 4,4: 2, 4, 29, 263, 316,353 4,5: 4, 185 4,5-6: 185, 186, 187 8,2: 59 8,14: 164 9,1-2: 60 9,6: 320 11,6-9: 320 12,1-6: 6 12,2-3: 6 12,3: 5, 8, 29, 369 13,10: 296 14,1: 36 21,4: 153 21,14: 260
106,369
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1
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44,3: 12 44,4: 12 45,7: 258 45,14: 34 48,6-7: 95 48,21: 207 49,1-6: 114 49,26: 162 50,2: 229 50,5: 257 50,7: 163 51,1: 12 51,9-10: 229 53:331
53,10 (LXX): 265, 329
53,12: 250 54,8: 345 55,1: 162
57,15 (LXX): 257 58,7: 160 58,11: 211 59,13: 256, 257 60,8: 190, 186 60,17-18: 320 60,21: 251 63,11-14: 151 63,13-14 (LXX): 183 65,17: 95 66,12: 207 66,15-16: 316 66,23: 190 Jeremías (Jr) 2,13 (LXX): 26 2,13: 27,198,211 4,4: 124 5,3: 163 8,13 (LXX): 26 14,10 (LXX): 226 14,20: 75 17,13: 22, 61, 198, 211
17,13 (LXX): 26 23,5-6: 251 25,28s: 162 28,36 (LXX): 25 31,2: 13 31,31-34: 20,304 32,39-40: 304 33,15: 251 39,9-13: 59 40,1; 59 43,6: 59 47,2: 207 49,12: 162 52,15: 59 52,16: 59 52,26: 59 52,30: 59
Baruc (Bar) 1,10 (LXX): 329 2,9 (LXX): 251 2,12 (LXX): 75 3,26-28: 316 4,25 (LXX): 258 Ezequiel (Ez) 1,4: 149 3,27: 257 4,11: 260 4,16s: 260 7,15: 161 11,19: 19, 20 11,19-20: 96 16,6: 120 16,6-7: 120 16,6-8: 120 18,5-6: 90 18,6: 26 18,7: 160 18,23: 345 18,31: 19 18,32: 345 22,10: 26 22,20: 310 33,21-22: 13 33,33: 13 34: 13 34,25: 320 36,16-38: 13, 14 36,16-21: 13 36,21: 14 36,22: 14 36,22-32: 13, 14 36,23: 14 36,24: 14 36,25: 18, 20, 21, 22, 61
36,25-27: XXXI, 13, 14, 21, 27, 29, 369
392 36,25-28: 304 36,25-29: 96 36,26: 19, 20, 22, 23, 106 36,27: 22 36,32: 14 36,33-36: 13 36,35: 20 36,37-38: 13 37,1-14 (LXX): 265 37,14: 20 37,26: 320 37,28: 14 39,7: 14 39,17ss: 162 40,39 (LXX): 329 42,13 (LXX): 329 42,18: 151 43,19 (LXX): 329 43,22 (LXX): 329 43,21 (LXX): 329 43,25 (LXX): 329 44,9: 124 44,29 (LXX): 329 45,17: 7 45,17 (LXX): 329 45,22 (LXX): 329 45,23 (LXX): 329 46,20 (LXX): 329 47,9-12: 211 47,22s: 33
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1: 1, l
Daniel (Dn)
1
111
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5,23. 158 7,2ss: 152 7,27 (LXX): 265 9,5 (LXX): 75 10,3: 161
Oseas (Os) 1,1: 211
Antiguo Testamento 2,7: 260 2,16: 13 13,5 (LXX): 26
Arnés (Am) 2,12: 162 5,21-26: 90 5,26 (LXX): 170, 171 7,4: 316
Jonás Qon) 1,2: 342
Miqueas (Mi)
8,23: 60 9,8-10'320 9,9: 251 12,1-12: 23 12,1-14: 23 12,6: 23 12,10: 24 12,10-13,1: 24 12,21: 23 13:XXXI 13,1: 23, 24, 29, 83, 106,369 13,9: 316 14,8: 211
6,7 (LXX): 329
Malaquías (Ml) Habacuc (Ha) 2,4: 226
Sofonias (So) 3,13: 320
Ageo (Ag) 2,18 (LXX): 265
Zacarías (Za) 1,1-6: 23 1,7-17:23 2,1-4: 23 2,5-9: 23 2,17: 149 3,1-10: 23 3,10: 320 4,1-6: 23 4,10-14: 23 5,1-4: 23 5,5-11: 23 6,1-8: 23 7,1-8: 23 7,5s: 161 7,23: 23
3,2-4: 108
1
ÍNDICE DE CITAS BÍBLICAS
Mateo (Mt) 1,18: 159 1,20: 159 3,1: 109, 154 3,1-2: XXIX 3,2: 76 3,6: 109, 144, 154 3,7-10: 112 3,9: 52 3,11: 77, 110,260, 315,316 3,13: XXIX, 144, 154 3,14: 113, 144 3,16: XXIX, 144, 159,260 3,17: XXIX, 164 4,13: 152 4,15: 152 4,17: 77, 256 5,25: 255 5,45: 252 6,25. 161 6,31s: 163 7,14: 346 8,16: 335 8,24: 152 8,26: 152 8,26-27: 152 8,32: 149 9,13: 252 10,21: 253 10,41: 252 11,10: 259 11,11-12: 154 11,18: 161 11,19: 163 11,23: 338 12,8: 164
1,
12,28: 267 12,45: 335 14,2: 154 14,8: 154 14,15: 159 14,25: 261 14,28-29: 261 14,31: 152 14,36: 259 15,29: 152 16,14: 154 16,17: 254 16,18: 59, 164 17,5: 151, 164 17,13: 154 17,15: 315 18,4: 47 18,5: 77 18,21: 77 18,23-25: 258 22,14: 346 22,44: 363 23,15: 37, 114 23,25: 41 23,35: 59 24,29: 161 24,30: 151 24,37-38: 317 24,37-39: 353 24,38: 259 25,31-46: 363 25,34ss: 161 26,28: 328 26,41: 332 26,59: 253 26,64: 151, 362 27,1: 253 27,4: 77 27,19: 252
(NT) 27,51-54: 340 28,19: XXXIV, 115, 154,201,202
Marcos (Me) 1,2: 259 1,2-11: XXIX 1,4: 77, 109, 110, 118 1,6: 161 1,8: 316 1,9: 144 1,10: 260 1,11: 164 1,15: 77 1,16: 152 1,23: 335 1,26: 335 1,27: 335 2,13: 152 2,17: 252 2,18s: 163 3,7: 152 3,11: 335 3,17: 59 4,1: 152 4,35ss: 261 4,35-41: 152 4,39: 152 4,41: 152 5,2: 335 5,8: 335 5,13: 152 5,34: 262 5,43: 161 6,12: 77 6,17: 255 6,25: 154 6,36ss: 161 6,45-52: 152
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7,19: 159 7,31: 152 8,28: 154 9,7: 151 9,22: 315 9,35: 47 10,15: 47 10,38-39: 144 10,52: 262 12,36: 363 13,11:159 13,12: 253 13,26: 151 14,18: 161 14,38: 253, 332 14,55: 253 14,58: 124 14,62: 151,362 16,19: 363,364 16,20: 264
Lucas (Le)
i\ i 1,
1,5-25: 109 1,15: 161 1,17: 259 1,26-38: 159 1,59: 121 2,5: 112 2,21: 121 2,51: 364 3,1-9: XXIX 3,3: 77, 110 3,7: 144 3,7b-9: 112 3,11: 159 3,12: 144 3,16: 108,260,315, 316
3,21: 144 3,21-22: XXIX 4,1: 267
4,5-7: 365 4,18: 256 5,32: 252 6,6: 363 7,3: 259 7,20: 154 7,27: 259 7,29-30: 144 7,33: 154 7,34: 163 7,50: 262 9,19: 154 9,35: 151 9,48: 47 10,15: 338 10,17: 364 10,17-20: 335 10,20: 335 11,26: 335 11,39: 41 12,29: 161 12,30s: 163 12,32: 165 12,54: 151 13,3: 77 13,5: 77 14,5: 207 14,15: 161 15,7: 61, 77, 252 15,10: 77 15,18: 77 15,21: 77 15,23: 161 16,24: 154 17,3: 77 17,4: 77 17,19: 262 17,26-27: 317 17,26-30: 349 17,27s: 161,259 18,17: 47
20,42: 363 21,16.. 253 21,27: 151 22,69: 362 23,19: 255 23,25: 255 23,47: 252 24,26: 250 24,39: 254, 332 24,41ss: 161 24,46: 250 24,51: 364 26,41: 124
Juan On) 1,2: 336 1,6: 110 1,12: 325 1,15: 110 1,17: 264 1,19: 110 1,26: 110 1,28: 110 1,32-34: XXIX 1,42: 59 3,3: 323 3,3-7: 62 3,5: 323 3,5-6: 304 3,6: 332 3,7: 323 3,36: 257 4,10: 198,212 4,11-12: 207 4,14: 212, 261 4,34: 159 5,14: 77 5,21: 254, 332 6,16-17: 152 6,27: 159 6,31ss: 221
395
Nuevo Testamento
•
Nuevo Testamento
394
6,63: 332 7,22-23: 121 7,38: 198,212 8,11: 76 9,2: 77 9,3: 77 13,12-15: 47 13,26: 154 14,2: 338 14,3: 338 14,28: 338 16,28: 338 20,25: 170
Hechos de los Apóstoles (Hch) 1,5: 125, 126, 144 1,9: 151 1,10: 364 1,10-11: 338 1,11: 364 2: 126, 128, 154 2,11: 37, 114 2,14-36: 127 2,32ss: 256 2,34: 363 2,37-42: 359 2,38: 111, 115, 127, 144,202
2,40-41: 345 2,41: 144 3,18: 250 3,19: 77 5: 363 5,19: 255 6,5: 37, 114 7,8: 121 7,36: 152 7,38-39: 213 7,43: 171
t
7,43-44: 170 7,44: 171,213 7,53: 156 8: 127 8,12: 127 8,12ss: 115 8,12-17: 127 8,13: 144 8,14: 127 8,16: 126,202 8,26-40: 126 8,36: 144 9-10: 117 9,17-18: 125 9,17-19: 126, 127 10: 115, 128 10,2: 128 10,6: 152 10,32: 152 10,41: 161 10,42: 256 10,44-48: 128 10,45: 121 10,46: 128 10,47: 126 11,2: 121 11,15: 128 11,17: 126 11,19: 128 13,9: 59, 178 13,24: 77 13,43: 37, 114 14,2: 257 14,16: 345 15,8-9: 126 16,1-3: 122 16,14: 128 16,15: 128 16,20-21: 128 16,30: 128 16,33: 129
17,3: 250 17,14: 152 17,30: 77 17,30-31: 345 18,8: 129 19,1-7: 127, 129 19,3: 156 19,4: 77 19,5: 202 19,5-6: 129 19,6: 129 22,3: 178 23,1: 264, 355 23,24: 260 23,25: 170 24,15: 252 25,8: 77 26,20: 77 27,30: 152 27,38: 152 27,40: 152 27,41: 152 27,44: 254 28,1: 260 28,4: 260
Romanos (Rm) 1,3-4: 254 1,4: 332 1,11: 158 1,13: 167 1,14: 331 1,16: 331 2,4: 345 2,4s: 258 2,8: 257 2,12: 77 2,25-27: 40 2,25-29: 115, 117 2,28-29: 54 3,21-25: 331
1
396 3,23: 77 3,24-25: 125 3,25: 119 3,26: 252,345 3,30: 40, 117 4:58
4,9-12: 123 4,11: 123 4,11-12: 117 4,17: 254, 332 4,25: 329, 332 5,8: 244 5,9: 119 5,9-10: 262 5,12: 77 5,14: 77, 170 5,16: 77 5,18-19: 331 5,19: 252 6: 129,353 6,1-4: 77 6,1-11: 130 6,3: 126, 130, 155, 200,201
6,3-4: 31, 120, 130, 350
6,4: 62, 119, 123, 125, 230, 324, 326, 360 6,4-10: 252 6,10: 328 6,17: 170 6,19: 254 7:94 7,4. 253 7,14: 158 7,15-20: 298 8:96 8,4: 332 8,5ss: 124, 332 8,11: 254,332
Nuevo Testamento
Nuevo Testamento 8,13: 253, 267, 332 8,14ss: 131, 267 8,17: 366 8,19: 257 8,19-21: 326 8,23: 257 8,24: 262 8,25: 257 8,29: 96 8,34: 332, 362 8,36: 253 8,38: 365 9,3: 254 9,6: 213 9,22: 345 9,22s: 258 9,27: 152,262 9,33: 164 10,7: 338 10,9: 262 10,17: 133 10,21: 257 11,25: 167 11,30: 257 12: 77 12,1: 327 12,1-2: 89 13,12: 131 14,9: 332 14,17: 159 14,15: 159 14,20: 159 14,21: 162 15,16: 267 15,27: 158 1Corintios (1Co) 1-5: 146 1,7: 257 1,10-16: 156 1,13: 129,201
1,13-17: 31 1,17: 133,359 1,18: 1' 62 1,21: 165,262,342 1,22ss: 256 1,26: 254 2,4: 256, 342 2,6-8: 224 2,6-16: 178, 179 2,13: 158 2,15: 158 3,1: 158 3,2: 159 3,10-11: 136 3,15: 262 3,16: 132 4,15-16: 136 5,5: 262, 332 5,9: 138 5,14: 131 6,11: 132,267 6,12-20: 138 6,13: 159 6,18: 77 6,19: 124 7,19: 40, 117, 121, 122,370
8: 159 8,1: 229 8,1-11, 1: 146, 147 8,4: 143, 159 8,7-13: 146 8,8: 159 8,13: 159 9: 146 9,1-27: 146 9,4: 162 9,9: 146, 216 9,11: 158 9,19: 226 9,27: 146, 165, 226
10: 146, 171,202 10,1: 139, 147, 150, 179,213,214,229, 271,350 10,1-2: 147,216 10,1-4: 145, 162, 164, 199, 218, 226 10,1-5: XXXIV, XXXVII, 30, 135, 136, 140, 147, 166, 167, 168, 170, 178, 370,373 10,1-13: 136, 137, 146, 147, 169, 170, 178, 179, 229, 3 71 10,1-15: XXXII 10,1-22: 138 10,2: 201,215,216, 217, 229, 223 10,3: 159,203,214 10,3-4: 158, 163 10,4: 117, 162, 163, 164, 198, 203, 208, 222 10,5: 219, 225, 226, 370 10,6: 168, 170, 228, 231,261 10,6-10: 168 10,6-13: 147, 166 10,7: 162,229 10,11: 172 10,14: 77,229,231 10,18: 159,221 10,18-21: 162, 163 10,19-21: 365 10,21: 162,231 10,23-30: 161 10,31: 162, 222 11: 146 11,17-34: 161
11,22:162 11,25-29: 162 11,27-32: 163 12,1: 147, 167, 164 12,3: 267 12,9: 267 12,11-30: 77 12,13: 31,132, 155, 230,231
í:
13,4: 258 14,1: 158 14,35: 158 15,3: 244, 328, 329 15,3-4: 340, 341 15,4: 340 15,14: 342 15,22: 254, 331, 332 15,24: 363, 365 15,24s: 344 15,32: 161, 162 15,39: 254 15,42: 332 15,44: 158 15,45: 318 15,46: 158 15,50: 124 2Corintios (2Co) 1,5: 366 1,7: 366 1,8: 167 1,19: 254,326 1,21-22: 132 1,22: 123 2,15: 262 4,5ss: 256 4,15: 332 4,17: 366 5,1: 124 5,14-15: 244
397 5,17: 96, 122, 125, 130, 230, 324, 326, 350 6,6: 258 6,9: 253 7,1: 41,332 9,10: 159 10,3: 124 12,7: 254 13,4: 332
Gálatas (Ga) 1,4: 329 1,15: 165 3,3: 332 3,6-29: 58 3,27: 31, 126, 131, 132, 155, 200, 201, 216, 230 4,29: 332 5,5: 257 5,6: 122 5,16-17: 124 5,16-19: 332 5,18: 267 5,24: 124 6,1: 158 6,8: 332 6,15: 40, 96, 324, 326, 350, 360 6,16: 213,370
Efesios (Ef) 1,3: 158 1,4: 96 1,7: 119, 120 1,13: 123 1,20: 362, 364 1,20-21: 340, 344 1,20-22: 363 1,21: 363, 365
398
1,22: 364 2,2: 363 2,5: 332 2,6: 364 2,10: 96, 350 2,11-12: 40, 122 2,11-13: 125 2,13: 120 2,13-14: 132 2,15: 125, 130 3,10: 363, 365 4,lss: 258 4,3-6: 132 4,4-6: 77 4,5: 77 4,8: 339 4,8-10: 340, 364 4,9: 339 4,9-10: 338 4,19: 77 4,24: 131 4,30: 123 5,11: 77 5,19: 158 5,26: 261 6,12: 158,363,365, 359
2,5: 332 2,10: 363, 365 2,11: 115,124,354 2, 11-12: 120, 131, 360 2,11-13: 117, 123 2,12: 62, 131, 350, 354 2,12-15: 124 2,13: 332 2,15: 339, 340, 363, 365 2,16: 159 3,1: 362 3,10: 131,324 3,16: 158 !Tesalonicenses
(1Ts) 1,1: 254, 326 1,7: 170 2,16: 262 4,13: 167 4,14: 332 4,17: 150, 190 2Tesalonicenses
(2Ts) Filipenses (Flp) 2,3: 124 2,8-10: 344 3,3: 115 3,10-11: 366 3,17: 170 3,20: 257 Colosenses (Col) 1,9: 158 1,11: 258 1,16: 363, 365, 359 1,18: 339
Nuevo Testamento
Nuevo Testamento
1,1: 254 2,13ss: 96 3,9: 170 1Timoteo (1Tm) 1,5: 264, 355 1,9: 252 1,15-16: 345 2,22: 356 3,16: 267, 269, 332, 344 4,3: 159 4,12: 170
10,26: 77 10,32: 149 10,38: 226 11,7: 259,317 11,12:152 11,29: 152,343 12,1: 150 12,2: 362 12,9: 332 12,16: 159 17,14: 149 27:30: 149 27,38: 149 27,40: 149
6,11: 77
••
2Timoteo (2Tm) 4,17: 342 Tito (Tt) 1,3: 342 2,7: 170 2,14: 96 3,4-7: 132 3,5: 132, 324 3,5-7: 231,324,360 Hebreos (Hb) 1,3: 362 1,13: 363 3,3-4: 259 4,14: 364 5,12ss: 159 6,11s: 258 7,27: 328 8,1: 362 8,5: 170, 171 9,2: 259 9,4: 259 9,6: 259 9,10: 163 9,12: 328 9,14: 41 9,24: 173,262 9,25-28: 328 9,26: 328 9,27: 328 9,28: 257, 328 9-10: 119 10,6: 149, 226 10,8: 226 10,10: 328 10,12: 329, 362 10,22: 96, 354, 355, 356
Santiago (St) 1,18: 325 2,17: 231 4,8: 41 5,7-8: 258
1
!Pedro (1P) 1,2: 255, 330 1,3: 276, 321, 322, 324, 327, 350, 361 1,3-4, 11: 247, 277 1,3-5: 277, 322, 324, 327 1,3-12: 322 1,4: 324 1,5: 321 1,6: 241, 269 1,8: 61 1,9: 349 1,10-12: 353 1,11: 255, 366 1,12: 255 1,19: 330,331 1,21: 324, 360 1,22: 257, 324, 327, 349
r
1,22-25: 327 1,23: 322, 325, 350 1,24: 254, 268, 333 1,25: 325 2,2: 324, 2,4: 333 2,4-10: 327, 2,5: 327, 367 2,5-10: 328 2,6: 164 2,8: 164, 257, 347 2,9: 327 2,11: 349 2,11-17: 327 2,12: 270 2,18-25: 266, 278 2,19: 264,355 2,20: 343 2,21: 248, 250, 266, 331 2,22-25: 271, 331 2,24: 331 2,25: 349 3: 131, 171, 296 · 3,1: 257, 347 3,1-6: 302 3,1-12: 316 3,3;-5: 316 ~,5: 360 3,12: 252 3,13-4, 6: 248 3,13-17: 249, 266, 260 3,16: 264, 270, 355 3,17: 248, 249, 2 ' 66 3,17-22: 741 3,18: 244, 247, 248, _ 249, 250, 252, 253, 254, 266,269, 275, 276, 277, 328, 329, 333, 339, 362, 367
399 3,18-19: 237,247, 340 3,18-22: XXXII, XXXIV, 135, 233, 237, 238, 247, 248, 249, 266, 278, 327, 332, 339, 366, 373 3,18-4, 6: 247 3,19: 233,242,246, 255, 268, 274, 276, 333, 338, 339, 341, 363,364 3,19-20: 367 3,19-21: 336 3,19-22: 247, 249, 266, 274, 275 3,20: 237, 243, 246, 256, 257, 259, 261, 270, 273, 275, 276, 277, 306, 344, 345, 347, 348, 349, 356 3,21: 62, 77, 173, 233,236,237,243, 246,254,261,262, 263, 264, 270, 272, 273, 276, 277, 327, 34 3, 344, 345, 346, 347, 351, 354, 355, 360, 367, 372 3,22: 237, 244, 247, 265, 275, 276, 277, 338, 362, 365, 366 3,22-23: 320 4,1: 245, 248, 249, 250,254 4,1-6: 353 4,2: 254 4,4: 270 4,5: 366 4,6: 247, 255, 336 4,7: 366 ~~
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1
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1
4,7-5: 247 4,13: 366 4,13-19: 343 4,14: 247, 255 4,17: 257, 347, 366 4,18: 252,262, 366 4,19: 349 5,1: 366 5,3: 170 5,5-9: 278 5,6: 343 5,8-11: 366 5,10: 343, 366 5,12: 254, 326
¡i: :
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1
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2Pedro (2P) 1,14: 263 1,17: 164 2,4: 301, 337 2,4-5: 317 2,5: 321 3,3-10: 353 3,5-6: 261 3,15: 345 1Juan (1Jn) 1,9: 41 1,10: 77 2,2: 330 3,9: 325, 353 4,10: 330 5,6: 264 5,18: 353 1·¡
Judas 6: 294, 301, 337 12: 151
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1:111
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Apocalipsis (Ap) 1,4: 335 1,7: 151
Nuevo Testamento 1,17: 363 2,17: 221 3,1: 335 4,5: 335 4,6. 152 5,6: 335 7,17: 261 8,11:261
9,1-2: 207 9,20: 365 10,1: 151 10,5-6: 363 11,19: 259 12,12: 152 14,14-16: 151 15,2: 152 16,4s: 261 18,2: 255, 337 18,17: 152 18,19: 152 19,13: 154 19,17: 161 20,1-3: 335, 337 20,7: 255, 337 20,8: 152 20,10: 335 21,18: 356 21,21: 356 22,1: 198 22,17: 198
1
ÍNDICE DE TEXTOS TARGÚ:MICOS
TARGUMDEL PENTATEUCO
Éxodo 4,24: 186 4,24-26: 119 14,16: 187 14,22: 187 14,29: 187 15,27: 224
Targum Onqelos (TgOnq) Génesis 6,3: 305 12,5: 54 25,27: 48 Números 14,14: 182 19,9: 21 19,13: 21 19,20: 21 19,21: 21 31,23: 21 Deuteronomio 3,11: 316 22,26: 12 28,65: 22 Targum N eofiti (TgN) Génesis 1,2: 319 2,6: 184 4,7: 304 6,3: 305 6,8-9: 317 8,1: 319 12,5: 54 25,27: 48 38:58
49,15: 7
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Números 21,1: 207 21,18-19: 207 24,5: 48 33,9: 224 Deuteronomio 3,11. 316 28,65: 22 Targum PseudoJonatán (TgPsJ) Génesis 1,2: 319 2,6: 184 4,7: 304 . 6,3: 305, 310 6,4: 297 6,5: 311 6;8-9: 317 6,12: 311 7,4: 305, 344 7,10: 311 7,11:313 8,1: 319 12,5: 54 25,27: 48 38:58
50,1: 311 Éxodo 4,24: 191 12,13: 120 12,37: 187,214 12,44: 63 13,20: 187 14,9: 197 14,16: 191 14,21: 151 14,22. 191 14,29: 191 15,19: 197 15,25: 208 15,27: 224 17,6: 160 18,6-7: 59, 191 18,27: 60, 219 35,27-28: 184 40,38: 182 Números 9,15: 182 14,14: 214 20,2. 207 21,16: 164 21,17. 207 21,18-19: 207 22,28: 164 24,5: 48 24,21: 60 33,5: 188 33,8: 197 33,9: 224 Deuteronomio 3,11: 316
402
21,13: 63 32,10: 188
62,5: 12 66,22: 12
Targum Fragmentario (TgF)
Jeremías (TgJ Jr) 13,11: 12 46,18: 12
Génesis 1,2 (P, V): 319 8,1 (P, V): 319 12,5 (P, V): 51
Ezequiel (TgJ Ez) 11,19:22 16,6-7: 120 18,31: 22 36,25-27: 20 36,25: 21, 28
Números 21,19 (P,V): 202 Targum dela Genizah de El Cairo (TgC) Génesis 8,1: 319 Targumde Profetas Josué (Tg Jos) 3,7: 12 2Samuel (Tg 2S) 3,9: 12 i '·
1Reyes (Tg 1R) 1,30: 12
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Targum
Isaías (T gJ) 12,3: 28, 29 28,21: 12 32,6: 7 41,17: 7 55,1: 7 55,9: 12 55,10: 12
Zacarías (TgJ Za) 13,1: 21, 29 Targumde Escritos Salmos (TgSal) 51,9: 21, 28 105,39: 186
Job (TgJb) 4,8: 311 6,17: 311 22,16-17: 311 24,2: 311 Cantar (Tg Ct) 2,9: 120 2,14: 189
1 1
ÍNDICE DE TEXTOS DE QUMRÁN
1Q20: XXXVIII II,1: 296 VI,19: 296
CD-A/-B (Documento de Damasco) CD-A 1,3-11: 68 111,20: 95 VI,4: 7, VI,3: 211, 223 XN,3-6: 105, 107 :X:V,9: 75 :X:V,12: 75 XVI,1: 75 CD-B XIX,34: 211 XX,27: 88 XX,27-34: 74 1QH (1QHª. Hodayot) 1QH: XXXVIII IV,15: 95 IV,19s: 159 VI,17-26: 76 VIll,19-20: 95, 105 IX,6: 152 IX,8s: 158 IX,14s: 152 IX,15: 158 IX,32: 158 X,15: 158 XII,34-37: 74 XN,6: 76 XIV,22s: 152 :X:V,6-7: 95 XVII,22: 90 lQApocrifo del Génesis (1Q20)
1QpHab (lQPeser Habacuc) 3,11. 152 5,12: 152 6,1: 152 11,14s: 152
{
1QS (1Q28. Regla de la Comunidad) 1QS: 100 1,1-2: 85 1,1-15: 73 1,7: 75, 104 1,8: 83 1,11-12: 74 1,16-11, 18: 73 1,16-11, 25a: 73 1,20: 358 1,23- 11, 1: XXXIII 1,24: 78, 358 1,24-11, 1: 71, 74, 77, 104, 1,25: 75 1,26: 75 11,1: 76 11,2: 83 11,2-10: 73 11,10: 358 11,11-12, 84 11,11-17: 73 11,17: 90 11,18-19: 358 ll,19-25a: 73, 105 11,25-26: 84 11,25-111, 12:
XXXIII, 79, 90, 369 II,26-III, 1: 84 II,26-111, 12: 83, 86 111,1-6: 90 111,2: 80, 85 111,3: 85 111,4: 82, 152 111,4-5: 86 111,4-9: 87 111,5: 86, 104 111,5-6: 89 111,6: 81 111,6-7: 86 111,7: 81 111,7-8: 86 III,7-10: 93 111,8: 86 111,8-9: 87 111,9: 83, 92 111,9-10: 88 111,11-12: 89 111,14-IV, 26: 92 111,15-16: 76 111,15- IV, 1: 69 111,18-19: 158 111,20-25: 158 IV,3: 158 IV,4: 158 IV,20-22: 92, 95, 126 IV,21: 23, 82, 104 IV,23: 95 IV,23ss: 158 IV,25: 94, 105 IV,26: 90, 155 V,1: 75, 104 V,1-7: 68 V,4-6: 123 V,7-9: 76 V,8-10: 358
404 V,13-14: 86 VII,2-19: 69 VIII,3: 158 VIII,4: 90 VIII,12-15: 68 IX,19: 83 XI,11-16: 86
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1QSa (1Q28a. Regla de la Comunidad) II,3-9: 69 1QM (1Q33. Regla de la Guerra) XV,15: 90 XVII,1: 90 XVII,9: 90 1QTexto liturgico (1Q36) XIV,2: 94, 105 XVI,3: 296 1Qlsa (1Qlsaia) 4,4:5
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4QPeser Nahúm (4Q169) II,8-9: 105, 107
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4QPeser sobre los períodos (4Q180) I,7-8: 301
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4QPeser sobre los períodos (4Q180) I,7-8: 295
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11
Qumrán
Qumrán 4QHenocª (4Q201) III,5: 307 III,9: 302 III-IV: 301 IV,1-2: 307 4QHenocb (4Q202) II,26: 302 IV,1-9: 308 4QGigantesª (4Q203) fr. 7,1,6: 302 4QHenocc(4Q204) II,26: 295 4QPseudojubileos- (4Q225) fr. 1,7: 94, 105 4QPeser del Génesis ( 4Q252) 4Q252: 305 4Q Regla de la Comunidad= (4Q255) fr. 2,4: 82 4QRegla de la Comunidad> (4Q256) fr. 5,7: 75 4QRegla de la Comunidade (4Q257) III,6- 12: 82
4QRegla de la Comunidad= (4Q238) fr. 1 col. 1,6: 75 col. II,4: 75 col. II,6: 75 4QRegla de la Comunidad= (4Q262) fr. 1,1: 82 4QDocumento de Damasco ( 4Q265) fr. 7,3: 82 4QDocumento de Damasco= (4Q266) fr. 3,11: 211,223 4QDocumento de Damasco= (4Q267) fr. 2,11: 211,223 4QReglas de pureza (4Q274) 4Q274: 103
4QOpera liturgica . (4Q393) fr. 1-2. II,2-5: 74 4Q394-399 (4QMMT) 4QCarta Haláquica 4QMM.T: 132 7-11: 68 4QLiturgia Bautismal (4Q414) 4Q414: XXXIII, 99 i. fr. 1 ii-2 i, 1-2: 101 fr. 1 ii-2i,1-7: 97, 100 fr. 2 ii,1-8: 98, 99 fr. 2 ii,2: 102 fr. 2 ii,5-6: 102 fr. 2 ii,6: 101 fr. 7,1-11: 98, 99 fr. 11 ii, 1-6: 99 fr. 11 ii, 2-3: 101 fr. 13,1-10: 99 fr. 13,8: 101
4QReglas de pureza (4Q284) fr. 1,7: 82 fr. 3,3: 82
4QPalabras de los Luminosos= (4Q504) fr. 1-2 col. II,15: 74 col. III,15-20: 74 col. V,17-21: 74
4QSa1mos apocrífos-v (4Q381) fr. 33,9: 74
4QOraciones festivas= (4Q507) fr. 1,2-3: 74
4QRitual de purificación (4Q512) 4Q512: 74, 101 4QRitual de purificación 4Q514 (4QOrdc) 4Q514: 101 4QObra sapiencial (4Q515) 4Q515: 101 4QGigantesb (4Q530) fr. 3,8: 296 fr. 7ii,2: 296 4QGigantesc (4Q531) fr. 1,2: 296, 306 fr. 1,8: 296 fr. 5,2: 296 fr. 5,8: 296 4QGigantesd (4Q532) fr. 2,3: 296 11QTargum de Job (11Q10) XXXI,8: 296 11QRotulo del Templo (11Q19 =11QTª) 11QT 101 XVIII,10-19, 9: 321 XXVI,13: 301 XLIX: 102 0 :
405 XLIX,17-20: 102 XLIX,18: 82 L,10-16: 102 XLIX: 101
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11
1 ÍNDICE DE TEXTOS DE MISNAH, TOSEFrA Y TAIMUD
Sot'ah (m.Sot) 9,15: 178
MISNAH 'Abot (m.Abot) 5,2: 306, 344 5,4: 151 5,6: 207, 225
Sukkah 4,9: 8 5,1: 8
'Eduyyot (m.Ed) 5,2: 62 l;lagigah (m.Hag) 2,6: 90,369 Kelim (m.Kel) 14,7: 104
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Yoma' (m.Yom) 3,8: 78 4,2: 78 6,2: 78 8,8-9: 90 8,9: 21, 61
Bava' Mesi'a' (b.BM) 84a:56 Bava' Qamma' (b.BQ) 82a: 211
TOSEFTA
Gitti-n (m.Git) 57b:59
Megillah (m.Meg) 4,3: 348
Berakhot (t.ber) 7,13: 123
I;Iagigah (b.Hag) 3a:54
Nazir (m.Naz) 6,6: 104 7,2-3: 103
Sanhedrin (t.San) 13,6: 304
Horayot (b.Hor) lOb:58
Sot'ah (t.Sot) 3,6: 296 8,6: 178 10,3: 311
Keritot (b.Ker) 9a: 64,230
Nidda (m.Nid) 4,4: 26 4,6: 26 6,14: 26 10,2: 26 10,4: 26
Sukkah (t.Suk) 3,11:210
Pará (m.Par) 3,1: 103
TALMUD DE BABILONIA
Pesahim (m.Pes) 8,8: 62
'Avodah Zarah (b.AZ) 9a: 56 13b: 56 Berakhot (b.Ber) 7b:58
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1
7,13b: 120 17a: 161 43b:58 54a: 194
Sanhedrin (m.San) 1,1: 63 10,3: 227, 304
Ketubbot (b.Ket) 106b: 60 Makkot (b.Mak) 24b:59 Megillah (b.Meg) 9b: 47 lOb:58 Nedarim (b.Ned) 32a: 57
408
Misnah, Tosefta, Talmud
Nidda (b.Nid)
47a-48b: XXXI
61a:316
64a:251 77a:58
Qiddushin (b.Qid) 62b: 63, 64 Sanhedrin (b.San) 94a: 60 96b: 56 99b:52 108a:304 108b:311
Shabbat (b.Shab) 31a: XXXV, 56
..
1
ÍNDICE DE TEXTOS DE MrDRASIM, COMENTARIOS RABÍNICOS, ZOHAR
MIDRASIM Yoma' (b.Yom) 10a: 47 75a: 184 85b: 18
'Abot de R. N atan (ARNa) 5,6: 164 12,8: 52, 54, 55, 57 15,5: 54
Zebahim (b.Zev)
16:304 32: 295,311 32,2: 304 33: 151 36:227
113b:316
TALMUD DE JERUSALÉN
'í.'"
Yoma' (j.Yom) Sot'ah (b.Sot) lOab:58
85b:22
12b:5 14a:250 37a: 196
Mo'ed Qat,an (j.MQ) 3, 82c: 311
Sukkah (b.Suk)
Pe'á (j.Pea) 21b: 160
14a:251
(ARNb) 38,10: 196 Cantar Rabbah (CantR) 1,58: 117
Ta'anit (b.Taan) 9a: 207,210 9b: 184 11a: 161
Sanhedrin (j.San) 10,29b: 304 Sukkah (j.Suk) 5, 1: 7
Yebamot (b.Yeb) 22a: 57 45b-46a: 156 46ab: 62 46a:219 46b:56 47ab: 63, 358, 359, 373 47b:58
Éxodo Rabbah (ExR) 1,32: 60 2,20: 161 4,23,11: 190 17,3: 120 21: 151 21,6: 192 21,10: 196, 198 27,7: 219 27,8: 59 41,7: 23
32:250
Memar Marqah (Marqah) IV,9: 187 Mekhilta' de Rabi Ismael (MekhY) 'Amaleq Yetro 1: 60, 191,219
'Amaleq Yetro 6: 60 Ba-I:lodes 7: 250 Besallah 5: 295 Besallah 171 Sirata' 5: 305,344
Bo' 5: 120 Neziqin Hamisatirn 18: 61 Písha' Bo' 14: 187, 217
48b:8 52a:23
48,7: 178 48,10: 5 49,13: 348 54,5: 178 60,5: 178 78,5: 178
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Génesis Rabbah (GnR) 8,2: 61 8,4: 61 13,9-10: 184 22,6: 304 26,4: 313 26,5: 294, 299 26,6: 304, 306 26,7: 297, 306 32,6: 350 32,7: 311 34,14: 52 36,8: 47 39,11: 57 39,16: 55 40,6: 177 46,10: 116
Levítico Rabbah (LvR) 2,9: 60 9,6: 60 37:250
Syrah Besaílah 6: 198 Wayassac Besallah 1: 211,224
Wayassac Besallah 5: 207
Wayehi Besallah 1: Números Rabbah (NmR) 1,2: 210 8,3: 61 11,2: 58 13,15:XXXV 14,11: 57 19,26: 207
Deuteronomio Rabbah (DtR) 7,11: 190
184, 188
Wayehi Beéallah 4: 192
Wayehi Besallah 5: 151, 196,289
Mekhilta' de Rabi Shimon b. Yohai (MekhRSh) Bo' 48: 64 Wayehi Besallah 14,20-22: 192
410
Midrafim, Comentarios Rabínicos, Zohar
Wayehi Besallah 14,21-23: 196
32:56 355: 250
Midras de Salmos (MSal) 18,6: 96 18,147: 188 102,3: 96, 97 114,9:192
Sifre Números (SNm) § 27,14: 250 § 78-84: 60 § 79: 191 § 83: 184, 188 § 95: 209 § 108: 64
Pirqé de R. Eliezer (PRE) 22,2: 302, 304, 371 22,3: 312,313 25:56 29,4 (210): 120 42: 196
1
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Pesiqta' Rabbati (PesR) 1,2: 7, 190 29/30b,4:5 36,1: 365 Qohelet Rabbah (QohR) 2,24: 161 7,16: 61 Rut Rabbah (RutR) 2,22: 58 4,8: 8 6,1: 120 Seder Eliahu Rabbah (SER) 5: 60
1 1
11
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111,
Sifre Deuteronomio (SDt) 30:96
Tanhuma' (Tan) Besallah 15: 295 Lekh-kelhá 9, 178 Nóah 5: 295, 306, 344 Tanhuma' ( ed. Buber) (TanB) Génesis Besallah 15: 189 Lekh-lekhá 4: 57 Lekh-lekhá 6: 61, 369 Nóah 26: 297 Wayyeseb 40: 298, 304 Wayyggas 11: 5 Wayyislah 33: 294 Levítico Tsaw 16: 190 Números Bamidbar 2: 210 Wayyedabber 2: 189 Yalqut Shim'oni (YalqSh) 18,764: 196
Comentarios rabínicos
..
RASHI
Dt 8,4: 190 Dt 23,13: 190, 191
1 1
ÍNDICE DE APÓCRIFOS DEL AT Y DEL NT .;\FÓCRIFOS DEL AT Apocalipsis de Abraham (ApAbr) 1-8: 55 13,5-9: 308
ZOHAR Génesis 58a:308
Apocalipsis de Moisés (ApMo) 35,2: 366 37,5: 366 40,1: 366 Asunción de Moisés (AssMos) 10: 365 Ascensión de Isaías (Assls) 1,3: 366 11:366 11,23-24: 366 2Baruc (2Bar) 29,8: 161, 221 32,6: 97 44,12: 97 53-74: 150 56,10-14: 303 57,2: 97 68,5: 60 3Baruc (3Bar) 11:366 4Esdra (4Esd) 5,45: 97 6,26: 60 7,75: 97 8,25: 161'
11,1: 152 13,2s: 152 14,38-40: 162 1Henoc etíope (1Hen) 6-8: 279 6-11: 291, 6-16: 292 6-36: 280 6,3-4: 307 6,3- 7: 300, 307 6,7: 301 7,1-3: 301 7,2: 301 8,1: 301, 307 8,3: 301 9,6-10: 307 10,2-3: 350 10,4: 337 10,4-6: 308 10,4-5: 336 10,9: 292, 296 10,11-13: 307, 336 10,11-16: 308 10,12: 337 10,14: 337 10-11: 320 13,1: 337 14,5: 337 14,8: 150 15,8-10: 336,337 15,11: 301 18,14: 337 18,16: 337 22,3-13: 335 22,10-11: 336 25,5: 161
45,4: 97 48,1: 162 51,4-5: 97 54: 301,363 54,1-56,4: 314 54,7-10: 315 60,5: 305 61,10: 366 64,1-68,1: 314 65,6: 301 65,9-66, 3: 312 65,10-12: 350 67: 313,314 67,2: 346 67,4-7: 308 67,7: 314 67,8-13: 314, 350 69,12: 301 69,24: 160 72,1: 97 84,4: 308 89: 315 90,30-33: 60 91,15: 97 99,7: 365 106,13-18: 350 106,15: 312 108,4: 150 1Henoc griego (1HenGr) 6,1-2: 301 8,3: 307 48,7: 262 62,13: 262 106,16: 262
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412 2Henoc eslavo (2Hen) 3,20: 366 7,8: 301 20,1: 366 22,12-17: 311 22, 16-1 7: 311 22,18-19: 320
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· 3Henoc hebreo (3Hen) 4,3-5: 300 José y Asenet (JosAs) 8,5: 160 Libro de los Jubileos (J uh) 1,11: 365 1,29: 97, 321 4,15: 303 5: 363 5,1: 301 5,1-19: 280 5,3-5: 350 5,6-10: 308 5,6-11: 337 5,12: 321 5,19:317 5,19-32: 315 6,15-22: 321 7,21-25: 313 7,23-24: 300 10,5: 337 10,7: 337 11-12: 55 22,17: 365 23,31: 316 ,1 1, 11
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3Macabeos (LXX) (3M)
Apócrifos del ATy del NT
Apócrifos del ATy del NT 2,4: 316 2,13: 265 3,30: 170 4Macabeos (LXX) (4M) 6,19: 170 15,31: 350 Oráculos Sibilinos (Sib) 1,75-80: 299 1,217-229: 315 3,46ss: 161 3,195: 39 4,162ss: 54 4,162-170: 118 Testamento de Abraham (recensión corta, larga) (TestAbrA) 16,3: 257 (TestAbrB) X,1: 190 2fV,2: 190 Testamento de Benjamín (TestBenj) 7,4: 250
••
Testamento de Levi (TestLev) 3,7-10: 366 3,8: 366 4:339
18,2-9: 60 18,11: 161 Testamento de Salomón (TestSl) 14,7: 366 15,6: 366 Testamento de Simeón (TestSim) 7,2: 60 Testamento de Zabulón (TestZab) 9,8: 60 Testamento de Neftali (TestNaph) 3,5: 303 Testamento de Ruben (TestRub) 3,8: 250 5:296
5,6-7: 296 Testamento de Dan (TestDan) 5,11:60
Testamento de Judá (TestJud) 15,2: 250
Liber Antiquitatum Biblicarum (LAB) 3,10: 348 10,5-7: 191 10,7: 208 11,15: 208, 211 15,5: 182 15,5ss: 191 20,8. 209 23,10: 190 34,4: 301
21: 159 24,6: 60
Vida latina de Adán y Eva (VitAd) 28: 161 49:316
1
APÓCRIFOS DELNT
1
Hechos de Tomás (Hch Tom) 27: 347
413
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FILÓN DE ALEJANDRÍA Y FLAVIO OSEFO
FILÓN DE ALEJANDRÍA ¡!
1
11
1
DeAbrahamo (Abr) 46: 319 56: 319 98: 39
251:40 De agrigultura (Agr) 70: 257
166:257 Legum allegoriae (All) 1,49: 250 1,94: 161 1,96: 257 1,97: 161 2,18: 251 2,29: 161 2,86: 212, 224 2,102: 193 2,120: 161 3,18: 154 3,161: 162 3,163: 193 3,262: 162 De Cherubim (Cher) 77: 250 ¡Í: .
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95:41 108:38 109:38 De confusione
linguarum (Conf)
102:262 105:259 De congressu eruditiones gratia (Congr) 20: 193 117: 154 175-177: 47 Quo deterius potiori insidiad soleat (Det) 88-99: 162 112-118: 162 115: 212 118: 212 156-158: 162
170:259 176: 154 De Decalogo (Decal)
(Gig) 16-18: 300
48:259 Quis rerum divinarum heres sit (Her) 79: 160
90:252 181: 262 192-193: 193 203: 149 203-204: 182 260: 317 De Incorruptibilitate Mundi (Incorr Mundi)
3:322 Quod Deus sit immutabilis (1mm) 7-8: 41 158: 162
173:231 De ebrietate (Ebr) 14:257
16:257 18:257 85:259 112:212 De fuga et inventione (Fug)
100:259 137: 160 De Gigantibus
De migratione Abrahami (Migr) 16: 259 23: 193 25: 193 121: 251 125: 251, 319 151: 193 204: 154 De mutatione nominum (Mut) 48: 263, 124:41
11 416 259: 160 De opificio mundi (Opif) 75:304 119: 162
134-138: 158 De plantatione (Plant) 43:259 133:262 162:41
De posteritate Caini (Post) 48: 263 89:299 130: 212 151:212 153:212
De praemiis et poenis (Praem) 22-23: 319
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11
De providentia (Prov) 2,67: 40
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Filón y Flavio
Filón y Flavio
Quaestiones in Exodum (Quaest in Ex) 2,2: 117 2,7: 54 22,21: 40 22,31: 38 Quaestiones in Genesim (Quaest inGn)
1,90: 305 1,91: 305 2,13: 305 2,28: 319 2,56: 320 2,66: 319 De sacrificiis Abelis et Caini (Sacr) 63: 193 De sobrietate (Sobr) 38:251 62-68: 49
De sommis (Som) 1,6: 212 2,53: 154 2,171: 212 2,273: 38 De specialibus legibus (SpecLeg) 1,51: 38 1,97: 38 1,258: 41 1,261: 41 1,262: 21, 154 1,304: 162 1,308: 38 2,147: 193 3,63: 41 3,209: 252 4,178: 39 De virtutibus (Virt) 102:39 187-191: 39 209: 47
221-222: 40, 58 De vita conteroplativa (Vitcont) 46:40 De vita Mosis (VitMos) 1,108: 149 1,118: 149 1,123: 149 1,149: 39 1,166: 149 1,176: 149 1,177: 194 1,178: 149, 183 1,200: 149 2,6: 39 2,24: 162 2,27: 39 2,36: 39 2,59-65: 319 2,254: 149 FLAVIO JOSEFO
Antiquitates judaicae (Ant) 1,72: 300 1,77: 259 1,78: 259 1,90: 259 1,92-93: 259 1,95: 259 1,108: 149, 150 2,245: 189 2,309: 257 2,315-349: 149 2,338: 195 2,347s: 195 2,348: 149
3,18: 215 3,81: 149 3,203: 149 4,81: 154 4,231-232: 41 4,234-239: 41 4,240: 41 4,322: 250 4,326: 150 5,197: 252 6,147: 257 6,165: 252 8,208: 252 8,251: 252 9,43: 250 13,257: 53 13,257-258: 42 13,318: 53 13,319: 42 15,106: 252 15,204: 250 17,83: 250 17,168-172: 314 18,63: 112 18,91: 263 18,116-119: 112 19,145': 256 20,2: 116 20,4: 116 20,5: 116 20,38-46: 54 20,139: 42 20,145: 42 De bello judaico (Bell) 1,490: 154 1,656-658: 314 2,129: 42 2,137-138: 42 2,148-149: 42
2,150: 42 3,368: 154 3,423: 154 4,137: 154 4,270: 263 6,37: 258 7,45: 53 Autobiogra:fia (Vita) 2:41
2,10-12: 42 113: 42 Contra Apionem (Contr Ap) 2,293: 252 203:42
417
ÍNDICE DE ESCRITORES GRIEGOS ANTIGUOS
.. Esopo
Platón
Fábulas (Fab)
Symposium (Sym)
311:153
176B: 153
Esquilo
Timaeus (Iim) 66e: 157
Persae (Pers) 507: 157
Séneca
Eurípides
De Benef. tciis (Ben) 3,15,2: 358
Fenicias (Phen) 647: 183 653: 183
Hecuba (Hec) 571: 157
Orestes (Or) 1
277: 157 Herodpto
Historia (Hist) Lib. 4,168: 299 Homero
Ilias (1~ 3,380s: 148 5,750s: 148 8,395s: 148 16,66: 148 17,591: 148
AUTORES Y ESCRITOS DE LA ANTIGÜEDAD CRISTIANA
1
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AGUSTÍN DE HIPONA
1
1
De Trinitate XV,9,5: 174 Epistola 163
Stromata (Strom) II,99,2: 47 V,10,2: 300 VI,6,46: 334 VI,6,45-46: 333 VII,104,3: 213 VII,104,3: 207
334
Epistola 164 5,14-6,18: 334 5,16: 335 6,17: 338 ATANASIODE ALEJANDRÍA Epístola a Epicteto (Epist Epic) 5,26-27: 333 Epístola a Serapión (Epist Serap) 1,5- 7: 303 CLEMENTE 1Epistola Clementis (1Clem) 36,5: 363
Paedagogos(Paed) I,35,1: 220 I,41,3: 220 CLEMENTE DE ROMA Epístola a los Corintios (Epist Cor) 7,6: 319 9,4: 319 CIRILODE ALEJANDRÍA Commentarium in lsaiam (Comm Is) 2,1: 7 4ª sec., §590: 6 44, 3-5, D, col. 920: 13
1
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CLEMENTE DE ALEJANDRÍA
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Adumbrationes (Adum) ,,,¡
81:339
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Commentarium in Evangelium Joannis (CommJo) col. 456A: 334 Commentarium in Evangelium Lu-
cam (Comm Le) col. 537D: 334 Glaphyra col. 484c-485a: 121 Hornilla Paschalis (Hom Pasch) 7, col. 552: 334 CIPRIANODE CARTAGO De Ecclesiae Catholicae Unitate (Eccl Cat) 6:315
Epistolae (Epist) 69,2,1: 315 73,22: 360 75,15,1: 315 CIRILODE JERUSALÉN Catecheses ad iluminandos (Cat Hum) 3,15: 359 3,16: 18 16,30: 18 17,36: 360 Procatechesis (Prot) 15: 198
422
DÍDIMO ALEJANDRINO
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De Trinitate 2, 14: 18 DÍDIMO EL CIEGO
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Commentarii in Zachariam (Comm Za) 4, § 278: 27 1, § 167: 27
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In Genesim (In Gn) 12,4-5: 51 EPIFANIODE SALAMINA Hornilla para el Sábado Santo 276 col. 439-464: 339 GREGORIO NISENO De vita Moysis (VitMoy) col. 309 C: 187
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IGNACIODE ANTIOQUÍA
Antigüedad Cristiana 9,2: 335
JUAN DAMASCENO
IRENEO DE LYON
In Transfigurationem domini (Trans) col. 848: 182
Adversus Haereses (AdvHaer) I,14,6: 323 I,18,3: 347 I,21,1: 323 III,20,4: 339 IV,3,5: 48 IV,14,3: 225 IV,22,1: 4, 339 IV,27,2: 339 IV,33,12: 339 IV,36,4: 300 IV,37,6: 300 V,31,1: 339 Epideixis o Demostración apostólica (Epid) 18:300 21: 48 46:219 ISIDORODE SEVILLA Etimologías (Etym) IX,1,3: XXXVI JUAN CRISÓSTOMO
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A los Efesios (Eph) 18: 136 A los Magnesios (Mag)
Antigüedad Cristiana
Catequesis bautismales (Cat. Bap.) I,8: 360 III,1-2: 119
72,4: 333, 335 113,6-7: 117 131,3: 187 138: 215, 350, 353 138,1: 347 138,2: 315 139,2-3: 48
(HomGn) 2,3: 233 Homiliae in Exodum (HomEx) III,3: 194 V,1: 194, 214, 220 VII,1: 211
JERÓNIMO Commentarium in Isaiam (Comm Is) 2, col. 66: 7 12, col. 525: 13 Commentarium in Osee prophetam (CommOs) 11,1-2:172 col. 915 C-916 A: 172 Hebraicae quaestiones in libro Geneseos (Hebr quaest) Gen 6,3: 305 OPERA HOMILETICA JUSTINO Apologia 1-11 (Apol 1-11) I,61: 264 I,61,2: 359 I,61,3: 323 Dialogus curo Tryphone (Dial) 45:356
MELITÓNDE SARDES
Homiliae in Leviticum (HomLev) II,3: 27 X,1: 27
Peri Pascha (Pasch) § 84: 182 ORÍGENES Commentarium in Evangelium Joannis (CommJo) VI,35: 334, 339 VI,174: 334 VI,174-176: 339 VI,217: 300 VI,227-230: 217 Contra Celso (Contr Cel) II,43: 334, 339 V,55: 300 VII,38: 303 De principiis (Princ) I,3,7: 303 I,5,3: 334 I,8,1: 366 II,5,3: 366 Homiliae in Genesim
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Homiliae in Numeri (HomNum) VII,2,2: 194 XXII,4: 216,227 XXII,4,3: 194 XXVII,4: 227 XXVII,7:,.227 Homiliae inJesu Nave (HomJes) III,4: 48 V,5: 115 XXVI,2: 194 Commentarium in Evangelium Mattaeum (Comm Mt) co. 1780 D: 334 PROCOPIODE GAZA
423 Commentarii in Genesim (CommGn) I, col. 268a: 302, 365 I, col. 297a: 319 In Octateuchum (In Oct) § 305: 27 § 331-332: 27 TEODORETO DE CIRO Commentarium in Isaiam (Comm Is) 13ª sec., §§289-290: 13 Explanatio in Ezechielem (Expl. Ez) 36,25, col. 1184: 19 Quaestiones in Josuam (Qua. Jos) 3: 117 TEODORODE MOPSUESTIA Commentarii in Zachariam (CommZa) 13,1: 27 PADRES APOSTÓLICOS Didajé (Did)
424
Antigüedad Cristiana
7,1: 359 7,1-2: 198 10,3: 220
6,17: 360
Epistola Barnabae (Barn) 4,11: 123 6,8-19: 198 8,5: 198 11,10: 198 12,10: 363 15,8-9: 347 TERTULIANO
1
ÍNDICE DE AUTORES
De Resurrectione Mortuorum (De Res) 48,11: 356 HERMÁS
El Pastor (Past) 11,5: 351 13: 350 89,1: 219 93:335 93,5-7: 339
De Anima (An) 55,2: 339 Apologeticum (Apol) 22,3: 300 Adversus Marcionem (AdvMarc) III,16,5: 224
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l 1
De Baptismo (Bap) 4:360 8,3: 233 8,4: 315 9,3. 225 14,1: 359 18ss: 360
:1 1
De oratione (Or) 22,5: 300 De Paenitentia (De Paen)
1
Aagenson: 220, 222 Aberbach: 46, 295 Achtemeier: 234, 236,237,242,245, 246, 249, 266, 267, 268, 270, 272, 273, 274, 275, 277, 322, 324, 325, 328, 330, 331, 332, 333, 335, 337, 338, 342, 343, 344, 346, 347, 349, 350, 351, 355, 357, 358, 360, 361, 362, 364, 365, 367 Aland: 143 Albeck:22 Albertz: 33 Albright: XXIX Alexander: 291, 293 Alexandre: 41 Allen: 13, 14,34 Allo: 138, 219 Anderson: 113 Angel: 292 Aranda Pérez: XXXVIII, 42, 53, 67, 118 Armenteros: 5, Attridge: 66 Auvray: 6, Avanzo: 111 Bailey: 166 Baird: 139, 228 Baker: 174, 175, 176 Baltzer: 11 Balz: 258, 259, 263 Barbaglio: 137, 139, 146, 147,168,200,
201,220,221,224, 231 Baudry: 123, 360 Baumgártel: Baumgarten: 86, 94, 97, 100, 102, 103 Beare: 235, 236, 245, 246,247,249,264, 266, 269, 271, 272, 322, 323, 325, 334, 339,345,349,352, 354, 355, 356, 357 Beasley: 235, 236, 270,271 Beauchamp: 196 Benedicto XVI: XXXII Bergmeier: 265 Bernstein: 101 Berthelot: 105 Bertram: 249 Bertrand:33,36,255 Best: 245, 271, 324, 331, 339, 345, 349, 350, 352, 354, 361, 365 Betz: 19, 87, 112, 126, 131 Bewer: Bieder: 234, 253 Bienaimé: 7, 196, 203, 204, 206, 207, 208 Bigg: 245, 264, 270, 271, 322, 323, 324, 335,360 Billerbeck: 155, 156, 158, 160, 163, 191!
207,211,227 Bishop: 347 Bissoli: 88, 171, 351 Black: 314 Blass: 141 Blaser: 256 Bloch: XXXI, XXXV,XXXVI Block: 14, 19, 20 Boclin: 171, 172 Bogaert: XXXIX, 150,303 Boismard: 235,245, 251, 324, 325, 328 Bonsirven: 177, 178 Botterweck: 258 Bottini: 67, 68, 272 Bowker: 48, 177, 297 Bowyer: 262 Brandt: 30 Bratsiotis: 253 Braude:365 Brooks: 353, 356, 362 Broshi: 76 Brownlee: 93 Brox: 234, 248, 249, 251, 266, 269, 273, 274, 276, 322, 325, 329, 331, 332, 333, 335, 336, 337, 340, 342, 345, 347, 349, 350, 351, 352, 355, 358, 361, 362, 363, 364 Buber: 95 Büchsel: 323 Bühner: 253
426
i
¡ili \1'
1111
Bultmann: 253,254, 256,278 Burrows: 71 Buscemi: 122, 157 Busse: 259, 271 Butera: 34 Calloud: 352 Calmet: 53 Caquot: 321 Carbone: 168, 213, 225 Casevitz: 26 Castaño Fonseca: 112, 113 Catalina de Siena: 118, 119 Cathcart: 2 8 Cazelles: 4, Cerfaux: 130, 132 Cervantes Gabarrón: 235, 245, 247, 250, 252, 253, 254, 264, 267, 268, 271, 273, 274, 277, 323, 330, 335, 340, 349, 350, 357, 358, 363 Charles: 57 Charlesworth: XXXVIII, 71, 72, 74, 79, 80, 82 Cheyne: 296 Childs: 4, Chilton: 5, 27 Chrupacala: 267 Ciampa: 147,201, 213,214 Ciccarelli: 315 Cignelli: 165, 271, 272,273 Clavier: 172, 173 Clemens: 260
Índice Autores
Índice Autores Collier: 167 Collins: 76 Colunga: 118 Conzelmann: 138, 139, 144, 145, 200, 213,215,223 Cook: 270, 271 Corriente: 301 Cortés: 96 Cothenet: 242, 278, 357 Craig: 169 Crane: 19 Cross: 68, 235, 236, 277 Crouzel: 174 Dalman: 44, 46 Dalton: 235, 237, 245, 246, 249, 266, 267, 269, 272, 273, 275, 278, 328, 329, 330, 331, 332, 334, 338, 339, 340, 342, 343,344,345,347, 349, 350, 353, 354, 355, 357, 358, 361, 362, 363, 366, 367 Daniélou: XXX, )QQ{II, XXXIV, 31, 117, 123, 171, 172, 174, 176, 198, 199, 218, 220, 223, 225, 236, 352 Daube: 359 Davies: 7, 112, 177, 229,268 Davila: 101, 103 Debrunner: 141 De Boer: 139 De Burgos Nuñez: 138
De Dacia: 169 De la Fsente: De la Serna: 136 De Lubac: 174, 175 De Santos Otero: 311,320 De Vaux: )O(){ Deichgraber: 278 Del Agua Pérez: 167, 174, 176, 177 Del Valle: 22 Delaye: XXIX Delcor: 52, 68, 190, 293,296,313 Delling: 265 Di Marco: 275 Díez Macho: XXXI, XXXVIII, 43, 51, 280, 290, 301, 308, 314, 316, 320 Díez Merino: XXXV Dillmann: 313 Dimant: 302,295 Dogniez: Donsk:y: 116, 117, 186 Dorival: 227 Drane: 173 Duhaime: 92 Dunn: 154 Dupont-Roc: 270, 323 Dupont-Sommer: XXXVIII Durand: 70 Durham: 118 Edersheim: 54 Eichrodt: 13, 14 Eisemann: 19 Elgvin
Elliott: XXXIX, 234,245,267,269, 270, 271, 272, 274, 335 Ellis: 168, 169, 175, 178, 179, 200, 203, 215, Ellison: 173, 175 Enns: 140,225 Erbetta: XXXIII Eshel: 67, 101 Eslinger: 302 Fabris: 130,213, 221,227 Fabry: 254 Farfán Navarro: 12 Pee: 122, 139,201, 213 Feldman: 66 Feneberg: 260 Ferguson: XXIX, 30, 31, 110, 111, 115, 117, 128, 129, 132, 153, 228, 230, 271,352 Fernández Marcos: 316 Feuillet: 169,213, 216, 220, 221, 222, 224 Figueras: 66 Finkelstein: 30 Fitzmyer: 114 Flemington: 153 Flint: 86 Flusser: 110, 123 Foerster: 262 Fohrer: 259 France: 235, 236, 268, 329, 332, 337, 338, 351, 352, 362,
366,367 Francis: 216 Frank: 67 Freyne: 65 Friedrich: 255 Fritsch: 173, 175, 261 Galen: 88 Gander: 200 Garavelli: 167, 168 García Martínez: 67, 68, 70, 71, 72, 74, 81, 85, 87, 97, 99, 100, 101, 296, 301 Geerhardus: 257 Geiger: 72 Genuyt: 352 Gerhardsson: .)QQ{V Gianotto: 66 Ginzberg: 52, 57, 60, 97, 163, 185, 187, 191, 192, 195, 207, 211,219,298,300, 301,307,308,313 Girón Blanc: 117, 186 Gnilka: XXIX, 73, 75, 87, 131, 132, 341 Godet: 200, 213, 220,221,222,223, 224 Goldberg: 48 Goldingay: 117 Goldschmidt: 199 Golomb: 47 Goodenough: XXXII, 206, 217 Gooding: 36 Goodman: 35
427 Goppelt: 170, 172, 173, 175,176,235, 245,247,248,256, 260, 261, 264, 268, 270, 271,273,278, 323, 326, 327, 329, 332, 334, 342, 349, 350, 361, 362 Gordon: 28 Gounelle: 334 Gourgues: 274 Grasso: 136, 173, 269, 336, 345, 347, 348, 349, 350 Green: 341 Grelot: 208, 212 Grossfeld: 4 5, 46, 48, 52,293, 294, 295,297 Grudem: 334 Grundmann: 257 Grunewald: 238, 241 Grypeou: 3 71 Gryson: 3 Guijarro Oporto: 23 Gundry: 175, 172 Gusella: 67 Haber: 86, 87, 89, 92 Hagner: 59 Hannah: 314, 308 Hanson: 292 Harl: XXXVIII, 296 Harrington: 81, 88, 101 Harrison: 268, 270 Harris: 269 Bata: 66 Hendel: 273 Héring: 195 Hiebert: 328, 333, 339, 343, 360
428 Hill:277 Hillyer: 270, 351, 352 Hinckley: 23 Hinckling: 169,170 Hollander: 258 Hoornaert: 174 Horst: 257 Howard: 155 Howe: 262 Hurd: 136 Humbert: 67 Hummel: 175 Husser: 170 Ibba: 111 Inostroza: 139, 147, 202, 203, 228 Jacobson: 208, 211 Jaramillo Rivas: 23 Jastrow: 46, 178, 210,297 Jeremias: XXXI, 54, 177, 178,191,218, 353 Jerónimo: 346 Jobes: 228, 266, 272 Joüon: 11, 72, 82, 83, 84,91,92,294,295 Julius: 218, 221 Junack: 238, 241 Katz: 36, 64 Kellermann: 33 Kelly: 235, 245, 246, 264, 267, 269, 272, 275, 278, 324, 326, 347, 349, 350, 354, 357,363 Kesterson: 82 Kleinknecht: 254 Koehler: 83 Kohl: 11
Índice Autores Kraeling: 2 79 Krasovec: 73 Kratz: 255 Kreitzer: 131 Kremer: 265 Kugler: 76 Kuhn: 35 La Bonnardiére: 334 Lagrange: XXIX, 110 Lamarche: 23, 24 Lampe: 175 Lang: 138, 168, 169, 200, 201, 202 Langlois: 297 Larcher: 19 7 Larson: Lawrence: 86, 92 Le Boulluec: 36 Le Déaut: 7, 44, 47, 48, 70, 120, 187, 207, 208, 289, 344, 345 Leahy: 72, 84, 92 Leaney: 88, 236, 249 Lee: 32 Légasse: 31, 61, 110, 111, 113, 126 Lehmann: Lepelley: 34 7 Levene: 177, 178 Levey:22 Levison: 131 Lewinson-Gilboa: Lewis: 293, 301, 319, 338,357 Licht: 93, 94 Liddell: 51, 182, 294, 296 Lieberman: 115 Lierman: 169, 199,
Índice Autores 216,218 Lifshitz: 115 Lightfoor: 59 Lincoln: 125 Loader: 32 Lohse: 70, 124, 321, 354 Lüdemann: 264 Lundberg: 134, 136, 169, 194, 199,216, 223,234,315,332, 336, 339, 355, 356, 357 Lupieri: 30, 31 Luzárraga: 14 3, 144, 150, 179, 180, 181, 185, 188, 190, 191, 214 Maccoby: 117 Magne: 134 Malina: 160,203, 220,221 Mann:XXIX Manns: XXIX, 2, 4, 8, 12, 13, 14, 19, 24, 55, 58, 65, 73, 88,91,93, 113, 118, 119, 126, 130, 132, 133, 134, 177, 198, 199,212,216, 230, 236, 237, 261, 319, 322, 323, 326, 327,367 Marcos Natalio: XXXVIII Marcus: 39 Marguerat: 321 Marshall: 154 Martelet: 13 9, 155, 156,201,213,218, 220, 221, 222, 223,
225 Martín: 63 Martínez Sáiz: 48, 96, 120, 184 Martone: 71, 72, 85, 123 Marx: 76 Mateos: Maurer: 263,264 Mazzeo: 234,245, 248,254,326 Mazzinghi: 19 7, 193 McCarthy: 119 McComiskey: 23 McEleney: 43 McKnight: XXXI, 31, 38 McNamara: 223, 295,298,299,311 Mébarki: 66, 67 Meek: 32 Meeks: 167, 169, 166 Meier: 112 Mello: XXIX, 4, 114, 341 Merk: 256 Merrill: 76 Metzger: 144, 246, 269,271 Michaelis: 243 Michaels: 249, 253, 255, 256, 258, 273, 323, 325, 335, 337, 349, 350, 351, 354, 356, 357, 360, 361, 362,364 Michelini: 120 Milgrom: 102, 103 Milik:68 Mimouni: 117, 118, 370
f
Mink: Mitchell: 139, 147 Moffitt: 34 Moo: 20,317 Moore: XXXI, 30, 38, 54,250 Moraldi: 73, 82, 89, 94, 146 Mottard: 34, 36, 38 Moule: 236 Moulton: 155, 166, 214,347 Moxnes: 277, 322 Muñoz León: 22, 46, 48, 49, 56, 176 Muraoka: 11, 35, 72, 82, 83, 84, 91, 92, 294,295 Murphy-O'Connor: 68, 73, 84, 86, 92, 139 Murray: 235, 236, 270,271 Navarro Peiró: 164 N eusner: 116 Niccacci: 84 Nickelsburg: XXXVIII, 292, 315,320 Nobile: 13 Nodet: XXXI, 32, 41, 54, 64, 66, 111, 112 Nolland: 43 North: 11, 12 O'Brien: 124,354 Oepke: 47, 265 Ohana: 34, 51 Ollcombe: 175 Omanson: 144, 341 Orrieux: 35, 56, 115,
429 116 Ostmeyer: 351 Otzen: 97 Overman: 115 Paget: 53 Paroschi: 129 Pazzini: 356, 358 Penna: 116 Perani: 177 Perdelwitz: 234, 334, 343 Pérez Fernández: XXXIV, 22, 43, 46, 47, 52, 54, 56, 60, 61, 62, 70, 83, 105, 110, 111, 113, 120, 213, 223, 302, 312,315,317 Perrot: 274, 334 Petersen: 279 Pfann: Philonenko: XXXVIII Pierce: 333, 336, 341 Pierri: 165, 266, 271, 273 Piñero: 301 Plummer: 13 7, 14 7, 165,200,201,215, 220, 222, 226, 227 Polak: 251 Powis: Preisker: 248, 277, 339,356 Prosecky: 315 Puech: 66, 67 Puig Tárrech: 271, 326,347 Qimron: 80, 83, 92, 100 Quesnel: 126, 127,
431
Índice Autores 430 129 Rad.ll:262
Rappaport: 116 Reed: 292 Regard: 270 Reicke: 236, 247, 249,250,270,273, 335, 339, 343, 347, 354, 355, 356, 357, 358,361 Remaud: 177, 178, 207 Reymond: 31 O Ribera Florit: 7, 21, 23, 46, 48, 211 Riesenfeld: 62, 151 Rindas: 109
Rizzi: XXXIII Robert: 47, 48 Robertson: 137, 147,
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165,200,201,215, 220, 222, 226, 227 Robinson: 215 Rogerson: 216 Rokéah: 52, 64 Rose: 213, 217 Rosenbaum: 52 Rosner: 14 7, 201, 213,214 Rossé: 114, 115, 127, Sabatier: 180 Sacchi: 75, 76, 86, 89, 94 Safrai: 123 Sahlin: 195, 199, 219, 230 Salvador García: 23 Samely: 177 Sampley: 216
Sand:253 Sandelin: 139, 216,
Índice Autores 220,226 Sanders: 177 Sandevoir: 36
Sandmel: XXXV Sii.nger: 63 Sasson: 117 Sawyer: 262 Saxer: 198 Scarpat: 196, 193 Schiffman: 46, 48, 52, 73, 101, 116, 293,294,297 Shimada: 245,328 Schlosser: 235, 246, 268, 270, 271, 272, 273, 278, 303, 324, 325, 327, 328, 330, 331, 332, 333, 336, 337, 338, 339, 347, 349, 350, 351, 352, 354, 355, 357, 363, 365 Schmithals: 138
Schmitt: XXXIII, 87, 105, 110, 113 Schnackenburg: 144 Schneider: 251, 258, 259,263 Schókel: 196 Schrenk: 164, 165, 251 Schuller: 76 Schürer: 33, 54, 109, 114 Schwartz: 53 Schwarzbaum: 279 Schweizer: 253, 335 Scott: 51, 182, 294, 296 Segal: 130 Selwyn: 234, 236,
237, 245, 248, 253, 254, 25'5, 256, 257, 264, 266, 267, 269, 270, 272, 273, 323, 334, 337, 339, 340, 342, 345, 347, 349, 350, 351, 352, 356, 357,365 Senft: 138, 213, 221 Shanks: 67, 68 Shimada: 239, 322 Short: 169 Silbermann: 52 Simon: 3 5, 64 Sjóberg; 94 Smith: 23 Smyth: 156, 165, 330 Soden: 135 Soggin: 67, 279, 291 Sokoloff: 46, 294, 297
Sommer: Spicq: 234, 245, 247, 264, 265, 332, 346, 349, 352, 355, 356 Spurling: 365 Stegemann: 67 Stern: 70 Stevenson: 46 Strack: 155, 156, 158, 160, 163, 191, 207,211,227 Stuckenbruck: 296, 299, 316, 334, 335 Suter: 292,296,313 Taylor: 41, 53, 66, 111, 112 Testa: 293 Thackeray: 150, 203, 224 Thiele: 242
53, 56, 70, 177, 225,251
Thiering: 8 6, 8 8 Thieselton: 201 Thomas: 30, 54, 64,
Von der OstenSacken: 91 Von Rad: 173, 174 Von Soden: 137 Vriezen: 173 Watts: 6, 11 Weinfeld: 74 Weiss: 137, 155, 168,
110,118,218,214
Thornton: 236 Thurén: 235, 274, 357,360
Tigchelaar: 70, 71, 72, 80, 97, 99, 100, 101 Tisserant: 366 Tite: 322 Tosato: 119, 120 Tosatto: 274 Tov: 34 Tragan: 126, 127, 130, 131, 132, 133, 361 Trebolle Barrera: 67, 68, 87 Turner: 166,214 Urbach: 53, 66, 182, 292,304 Urfels: 111
Valverde: Vanderkam: 8 6 Vegas Montaner: 298,299
Vermes: 66, 93,322 Vicent: 8, 190 Vigne: 113 Vilchez Lindez: 182, 196, 197
Vincenzo: 153,231 Viteau: 162 Volpi: 235, 263, 264, 271, 327, 353, 354, 355, 358, 360, 361
Voltaggio: XXXIII,
XXXV, XXXVI, XXXVIII, 44, 48,
200, 220, 226, 221
Weitzman: 207 Wendland: 136, 138,
T
200, 202, 217 Wenham:279,294 Werblowsky: 64
Wernberg-M0ller: 92 Westermann: 279 Westfall: 343, 351 Wilhem: 30 Will: 35, 56, 115, 116 Williams: 341 Windisch: 248,277, 322, 339, 356
Wright: 133, 279, 292,293,294,296, 297, 298, 299 Xicay Martín: 13 9 Yalon: 22 Yamasaki: 109 Yeo: 147, 170 Ysebaert: 201 Zeitlin: 30 Zerwick: 155, 156, 165,214,222,226, 272, 322, 325 Zimmerli: 14, 18 Zobel: 259 Zurro: 196
Otras citaciones CIC: 341 C. Vat. II, DV 8:
XXX C. Vat. II, SC 6:
XXX C. Vat. II, LG 10:
XXX PCB:XXXIV PCB §§12-14:
XXXV Denzinger: 122
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