DEDICACIÓN DE UNA IGLESIA
RITOS INICIALES Entrada en la Iglesia La entrada en la iglesia que se va a dedicar se hace, teniendo en cuenta los tiempos y lugares, según una de las siguientes formas:
1. Forma: Procesión La puerta de la iglesia estará cerrada. El pueblo se reúne en una iglesia vecina o en un sitio adecuado desde donde pueda dirigirse la procesión hacia la iglesia. En el mismo sito se prepararán las reliquias de los mártires o santos, si es que hay que colocarlas bajo b ajo el altar. El obispo y los presbteros concelebrantes, los diáconos y ministros, revestidos con sus respectivas vestiduras litúrgicas, van al sitio donde está reunido el pueblo. El obispo deja el báculo, se quita la mitra y saluda al pueblo con estas u otras palabras tomadas preferentemente de la sagrada Escritura. Es critura. La gracia y la pa! est"n con todos ustedes, en la santa #glesia de $ios. % el pueblo contesta:
Y con t es!"rit. & bien otras palabras adecuadas. Luego, el obispo se dirige al pueblo con estas u otras palabras parecidas. Llenos de alegra, queridos hermanos, nos hemos reunido para dedicar una nueva iglesia, con la celebración del sacrificio del 'e(or. )articipemos activamente, oigamos con fe la palabra de $ios, para que nuestra comunidad, renacida en la misma fuente bautismal y alimentada en la misma mesa, cre!ca para formar un templo espiritual y, reunida junto al mismo altar, aumente su amor cristiano. *erminada la monición, el obispo recibe la mitra y el báculo y comien!a la procesión hacia la iglesia. +o se llevan cirios fuera de los que van junto a las reliquias de los santos. +o se quema incienso, ni durante la procesión ni en la misa antes del rito de incensación del altar y de la iglesia. $elante irá el crucfero, al que siguen los ministros, luego los diáconos o los presbteros concelebrantes, el obispo con c on dos diáconos detrás suyo y finalmente los fieles. l comen!ar la procesión, se canta la antfona siguiente, con el salmo -- /sin /sin 0loria al )adre1, )adre1, u otro canto adecuado:
23. 4a 4amos mos alegres a la casa del 'e(or. 56u" alegra cuando me dijeron: 74amos a la casa del 'e(or89 %a están pisando nuestros pies tus umbrales, erusal"n. 23. erusal"n está fundada como ciudad bien compacta. llá suben las tribus, las tribus del 'e(or. 23. 'egún la costumbre de #srael, a celebrar el nombre del 'e(or; en ella están los tribunales de justicia, en el palacio de $avid. 23. $esead la pa! a erusal"n: 74ivan seguros los que te aman, haya pa! dentro de tus muros, seguridad en tus palacios8. 23. )or mis hermanos y compa(eros, voy a decir: 7La pa! contigo8. )or la casa del 'e(or, nuestro $ios, te deseo todo bien. 23.
l llegar a la puerta de la iglesia, se detienen. Los delegados de quienes edificaron la iglesia /fieles de la parroquia o de la diócesis, donantes, arquitectos, obreros1 hacen entrega del edificio edific io al obispo obispo,, presentándole, presentándole, según las circunstancias, circunstancias, o las escrituras de posesi posesión ón del nuevo edificio, o las llaves, o el plano del edificio, o el libro que describe la macha de la obra con los nombres de quienes la dirigieron y de los obreros.
$el 'e(or es la tierra y cuanto la llena, el orbe y todos sus habitantes: >l la fundo sobre los mares, >l la afian!ó sobre los ros. ?6ui"n puede subir al monte del 'e(or@ ?6ui"n puede estar en el recinto sacro@ 23. El hombre de manos inocentes y puro cora!ón, que no confa en los dolos ni jura contra el prójimo en falso. ese recibirá la bendición del 'e(or, le hará justicia el $ios de salvación. este es el grupo que busca al 'e(or, que viene a tu presencia, $ios de acob. 23. 5)ortones9, al!ad los dinteles, que se alcen las antiguas compuertas: va a entrar el 2ey de la gloria. ?qui"n es ese 2ey de la gloria@ El 'e(or, h"roe valeroso; >l 'e(or, h"roe de la guerra. 23. 5)ortones9, al!ad los dinteles que se alcen las antiguas compuertas: va a entrar el 2ey de la gloria. ?6ui"n es ese 2ey de la gloria@ El 'e(or, $ios de los ej"rcitos. >l es el 2ey de la gloria. 23.
El obispo, sin besar el altar, va a la cátedra; los presbteros concelebrantes, los diáconos y ministros van a sus puestos en el presbiterio. Las reliquias de los santos se colocan en un sitio adecuado del presbtero, en medio de antorchas.
#. Forma: Entrada solemne 'i no hay procesión, los fieles se congregan delante de la puerta de la iglesia que se va a dedicar. En esta se habrán colocado antes, privadamente, las reliquias de los santos.
)recedidos por el crucfero, el obispo y los presbteros concelebrantes, los diáconos y ministros, revestidos con sus respetivas vestiduras litúrgicas, se acercan a la puerta de la iglesia, donde está reunido el pueblo. Aonviene que la iglesia est" cerrada y que el obispo, los concelebrantes, los diáconos y ministros lleguen a ella desde fuera. El obispo deja el báculo, se quita la mitra y saluda al pueblo con estas u otras palabras tomadas preferentemente de la sagrada Escritura: La gracia y la pa! est"n con todos ustedes, en la santa #glesia de $ios. % el pueblo contesta:
Y con t es!"rit. & bien otras palabras adecuadas. Luego, el obispo se dirige al pueblo con estas u otras palabras parecidas: Llenos de alegra, queridos hermanos, nos hemos reunido para dedicar una nueva iglesia, con la celebración del sacrificio del 'e(or. )articipemos activamente, oigamos con fe la palabra de $ios, para que nuestra comunidad, renacida en la misma fuente bautismal y alimentada en la misma mesa, cre!ca para formar un templo espiritual y, reunida junto al mismo altar, aumente su amor cristiano. *erminada la monición, el obispo recibe la mitra y, si se ju!ga oportuno, se canta la antfona siguiente, con el salmo -- /sin 0loria al )adre1, u otro canto adecuado: 23. 4amos alegres a la casa del 'e(or. 56u" alegra cuando me dijeron: 74amos a la casa del 'e(or89 %a están pisando nuestros pies tus umbrales, erusal"n. 23. erusal"n está fundada como ciudad bien compacta. llá suben las tribus, las tribus del 'e(or. 23. 'egún la costumbre de #srael, a celebrar el nombre del 'e(or; en ella están los tribunales de justicia, en el palacio de $avid. 23.
$esead la pa! a erusal"n: 74ivan seguros los que te aman, haya pa! dentro de tus muros, seguridad en tus palacios8. 23. )or mis hermanos y compa(eros, voy a decir: 7La pa! contigo8. )or la casa del 'e(or, nuestro $ios, te deseo todo bien. 23.
Entonces, los delegados de quienes edificaron la iglesia /fieles de la parroquia o de la diócesis, donantes, arquitectos, obreros1 hacen entrega del edificio al obispo, presentándole, según las circunstancias, las escrituras de posesión del nuevo edificio o las llaves, o el plano del edificio, o el libro que describe la marcha de la obra con los nombres de quienes la dirigieron y de los obreros. l la fundo sobre los mares, >l la afian!ó sobre los ros. ?6ui"n puede subir al monte del 'e(or@ ?6ui"n puede estar en el recinto sacro@ 23. El hombre de manos inocentes y puro cora!ón, que no confa en los dolos ni jura contra el prójimo en falso.
Ese recibirá la bendición del 'e(or, le hará justicia el $ios de salvación. "ste es el grupo que busca al 'e(or, que viene a tu presencia, $ios de acob. 23. 5)ortones9, al!ad los dinteles, que se alcen las antiguas compuertas: va a entrar el 2ey de la gloria. ?6ui"n es ese 2ey de la gloria@ El 'e(or, h"roe valeroso; el 'e(or, h"roe de la guerra. 23. 5)ortones9, al!ad los dinteles que se alcen las antiguas compuertas: va a entrar el 2ey de la gloria. ?6ui"n es ese 2ey de la gloria@ El 'e(or, $ios de los ej"rcitos. >l es el 2ey de la gloria. 23. El obispo sin besar el altar, se va a la cátedra; los presbteros concelebrantes, los diáconos y ministros van a sus puestos en el presbiterio. Las reliquias de los santos se colocan en un sitio adecuado del presbiterio, en medio de antorchas.
$endición % as!ersión del aga *erminada el rito de entrada, el obispo bendice el agua para rociar al pueblo en se(al de penitencia y en recuerdo del bautismo, y para purificar los muros y el altar de la nueva iglesia. Los ministros llevan el agua al obispo, que está de pie en la cátedra. El obispo invita a todos a orar con estas u otras palabras parecidas: 6ueridos hermanos, al dedicar a $ios nuestro 'e(or esta casa, supliqu"mosle que bendiga esta agua, creatura suya, con la cual seremos rociados, en se(al de penitencia y en recuerdo del bautismo, y con la cual se purificarán los muros y el nuevo altar. 6ue el mismo 'e(or nos ayude con su gracia, para que, dóciles al Espritu 'anto que hemos recibido, permane!camos fieles en su #glesia.
% todos oran, por unos instantes, en silencio. Luego, el obispo continúa: $ios, )adre nuestro, fuente de lu! y de vida, que tanto amas a los hombres que no solo los alimentas con solicitud paternal, sino que los purificas del pecado con el roco de la caridad y los guas constantemente hacia Aristo, su Aabe!a; y as has querido, en tu designio misericordioso, que los pecadores, al sumergirse en el ba(o bautismal, mueran con Aristo y resuciten inocentes, sean hechos miembros suyos y coherederos del premio eterno; santifica con tu bendición B esta agua, creatura tuya, para que, rociada sobre nosotros y sobre los muros de esta iglesia, sea se(al del bautismo, por el cual, lavados en Aristo, lleguemos a ser templos de tu Espritu; conc"denos a nosotros y a cuantos en esta iglesia celebrarán los divinos misterios llegar a la celestial erusal"n. Por &escristo nestro Se'or. 23. Am(n. El obispo, acompa(ado por los diáconos, roca con agua bendita al pueblo y los muros de la iglesia, pasando por la nace la misma; de regreso al presbiterio, roca el altar. Cientras tanto, se canta una de las antfonas siguientes u otro canto adecuado: 4i que manaba agua del lado derecho del templo. leluya. % habrá vida donde quiera que llegue la corriente y cantarán: leluya, aleluya. En tiempo de Auaresma: Auando os haga ver mi santidad, os reunir" de todos los pases; derramar" sobre vosotros un agua pura que os purificará de todas vuestras inmundicias y os infundir" un espritu nuevo. $espu"s de la aspersión, el obispo regresa a la cátedra y, terminando el canto, dice de pie, con las manos juntas: $ios, )adre de misericordia est" presente en esta casa de oración y, con la gracia del Espritu 'anto, purifique a quienes somos templo vivo para su gloria. 23. Am(n.
)imno % colecta Luego se dice el himno 0loria a $ios en el cielo, salvo en los tiempo de dviento y Auaresma. *erminado el himno, el obispo, con las manos juntas, dice:
Oremos. *odos oran, por unos instantes, en silencio. Luego, el obispo, con las manos eDtendidas, dice: $ios todopoderoso y eterno, derrama tu gracia sobre este lugar de oración y socorre a cuantos en "l invocan tu nombre; que la fuer!a de tu )alabra y la eficacia de tus 'acramentos fortale!ca el cora!ón de los fieles que aqu se congregan. Por nestros Se'or &escristo* 23. Am(n.
LIT+R,IA -E LA PALA$RA Aonviene celebrar la proclamación de la palabra de $ios de la siguiente manera: $os lectores, uno de los cuales lleva el leccionario de la misa, y un salmista se acercan al obispo. El obispo, de pie y con la mitra puesta, toma el leccionario, lo muestra al pueblo y dice: 2esuene siempre en esta casa la palabra de $ios, para que cono!cáis el misterio de Aristo y se realice vuestra salvación dentro de la #glesia. 23. Am(n. Luego, el obispo entrega el leccionario al primer lector. % los lectores y el salmista se dirigen al ambón, llevando el leccionario a la vista de todos. Las lecturas se disponen de la siguiente manera: a1 En primer lugar se proclama siempre la primera lectura del libro de +ehemas /, F Ga. HFI. F-J1, seguida del canto del salmo responsorial /'al - K, F. -J. -H1, con la respuesta: Ts !alaras/ Se'or/ son es!"rit % 0ida.
b1 La segunda lectura y el evangelio se toman de los teDtos propuestos en el Leccionario para la celebración de la dedicación de una iglesia. PRIMERA LECTURA
Lectra del liro de Neem"as 2/ #34a. 536. 2317 En aquellos das, el sacerdote Esdras trajo el libro de la Ley ante la asamblea, compuesta de hombres, mujeres y todos los que tenan uso de ra!ón. Era mediados del mes s"ptimo. En la pla!a de la )uerta del gua, desde el amanecer hasta el medioda, estuvo leyendo el libro a los hombres, a las mujeres y a los que tenan uso de ra!ón. *oda la gente segua con atención la lectura de la Ley. Esdras, el escriba, estaba de pie en el púlpito de madera que haba hecho para esta ocasión. Esdras abrió el libro a la vista de todo el pueblo Fpues se hallaba en un puesto elevadoF y, cuando lo abrió, toda la gente se puso en pie. Esdras bendijo al 'e(or, $ios grande, y todo el pueblo, levantando las manos, respondió: 7m"n, am"n.8 $espu"s se inclinaron y adoraron al 'e(or, rostro en tierra. Los levitas lean el libro de la ley de $ios con claridad y eDplicando el sentido, de forma que comprendieron la lectura. +ehemas, el gobernador, Esdras, el sacerdote y escriba, y los levitas que ense(aban al pueblo decan al pueblo entero: 7Moy es un da consagrado a nuestro $ios: +o hagáis duelo ni llor"is8. )orque el pueblo entero lloraba al escuchar las palabras de la Ley. % a(adieron: 7ndad, comed buenas tajadas, bebed vino dulce y enviad porciones a quien no tiene, pues es un da consagrado a nuestro $ios. +o est"is tristes, pues el go!o en el 'e(or es vuestra fortale!a8. Palara de -ios.
SAL8O RESPONSORIAL: 12 23. 9Ts !alaras/ Se'or/ son es!"rit % 0ida.9 La ley del 'e(or es perfecta y es descanso del alma; el precepto del 'e(or es fiel e instruye al ignorante. 23. Los mandatos del 'e(or son rectos y alegran el cora!ón; la norma del 'e(or es lmpida y da lu! a los ojos. 23.
La voluntad del 'e(or es pura y eternamente estable; los mandamientos del 'e(or son verdaderos y enteramente justos. 23. 6ue te agraden las palabras de mi boca, y llegue a tu presencia el meditar de mi cora!ón, 'e(or, roca ma, redentor mo. 23. SEGUNDA LECTURA
Lectra de la !rimera carta del a!óstol san Palo a los Corintios ;/: 'ois edificio de $ios. Aonforme al don que $ios me ha dado, yo, como hábil arquitecto, coloqu" el cimiento, otro levanta el edificio. Cire cada uno cómo construye. +adie puede poner otro cimiento fuera del ya puesto, que es esucristo. ?+o sab"is que sois templo de $ios y que el Espritu de $ios habita en vosotros@ 'i alguno destruye el templo de $ios, $ios lo destruirá a "l; porque el templo de $ios es santo: ese templo sois vosotros.
Palara de -ios. EVANGELIO
)ara el evangelio no se llevan ciriales ni incienso.
B LEA*<2 $EL '. E4+0EL#& 'E0N+ '+ C*E& En aquel tiempo al llegar esús a la región de Aesarea de Oilipo, hi!o esta pregunta a sus discpulos: 7?6ui"n dicen la gente que es el Mijo del hombre@8 Ellos dijeron: 7l les preguntó: 7% vosotros ?qui"n decs que soy yo@8 'imón )edro contestó: 7*ú eres el Aristo, el Mijo de $ios vivo8. esús le respondió: 7Kienaventurado eres 'imón, hijo de onás, porque no te ha revelado esto la carne ni la sangre, sino mi )adre que está en los cielos. % yo a mi ve! te digo que tú eres )edro, y sobre esta piedra edificar" mi #glesia, y el poder del infierno no prevalecerá contra ella. ti te dar" las llaves del 2eino de los Aielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo8.
Palara del Se'or.
$espu"s del evangelio, el obispo hace la homila, en la que eDplica las lecturas bblicas y el sentido del rito. *erminada la homila, se dice el Aredo. En cambio, se omite la oración de los fieles, ya que en su lugar se cantan las letanas de los santos.
ORACION -E -E-ICACION Y +NCIONES Letan"as de los santos $espu"s, el obispo invita al pueblo a orar, con estas u otras palabras parecidas: &remos, queridos hermanos, a $ios )adre todopoderoso, quien de los cora!ones de los fieles ha hecho para s templos espirituales, y juntemos nuestras voces con la súplica fraterna de los santos. Ouera de los domingos y del tiempo pascual, el diácono dice: )ongamos de rodillas. E, inmediatamente, el obispo se arrodilla ante su sede; tambi"n los demás se arrodillan. Entonces, se cantan las letanas de los santos, a las que todos responden. En ellas se a(adirán, en sus sitios respectivos, las invocaciones del titular de la iglesia, del patrono del lugar y, si es del caso, de los santos cuyas reliquias se van a colocar. 'e pueden a(adir tambi"n otras peticiones conforme a la naturale!a especial del rito y a la condición de los fieles. 'e(or, ten piedad Aristo, ten piedad. 'e(or, ten piedad. 'anta Cara, madre de $ios. 'an Ciguel 'antos Pngeles de $ios 'an uan Kautista 'an os" 'antos )edro y )ablo 'an ndr"s 'an uan 'anta Cara Cagdalena 'an Esteban 'an #gnacio de ntioqua
'e(or ten piedad. Aristo, ten piedad. 'e(or, ten piedad. 2uega por nosotros. 2uega por nosotros. 2ogad por nosotros. 2uega por nosotros. 2uega por nosotros. 2ogad por nosotros. 2uega por nosotros. 2uega por nosotros. 2uega por nosotros. 2uega por nosotros. 2uega por nosotros.
'an Loren!o 'antas )erpetua y Oelicidad 'anta #n"s 'an 0regorio 'an gustn 'an tanasio 'an Kasilio 'an Cartn 'an Kenito 'antos Orancisco y $omingo 'an Orancisco avier 'an Orancisco de ss 'an uan Cara 4ianney 'anta Aatalina de 'iena 'anta *eresa de esús 'anto Mermano )edro de 'an os" Ketancourt 'an uan QQ### 'an uan )ablo ## 'antos y santas de $ios
2uega por nosotros. 2ogad por nosotros. 2uega por nosotros. 2uega por nosotros. 2uega por nosotros. 2uega por nosotros. 2uega por nosotros. 2uega por nosotros. 2uega por nosotros. 2ogad por nosotros. 2uega por nosotros. 2uega por nosotros. 2uega por nosotros. 2uega por nosotros. 2uega por nosotros. 2uega por nosotros. 2uega por nosotros. 2uega por nosotros. 2ogad por nosotros.
Cu"strate propicio $e todo mal $e todo pecado $e la muerte eterna )or tu encarnación )or tu muerte y resurrección )or el envo del Espritu 'anto
lbranos, 'e(or. lbranos, 'e(or. lbranos, 'e(or. lbranos, 'e(or. lbranos, 'e(or. lbranos, 'e(or. lbranos, 'e(or.
+osotros, que somos pecadores )ara que gobiernes y conserves a tu santa iglesia. )ara que asistas al papa y a todos los miembros de clero en tu servicio santo. )ara que consagres esta iglesia. esús, Mijo de $ios vivo. Aristo, óyenos. Aristo, escúchanos.
te rogamos, óyenos. te rogamos, óyenos.
te rogamos, óyenos. te rogamos, óyenos. te rogamos, óyenos. Aristo, óyenos. Aristo, escúchanos.
cabadas las letanas, el obispo /si esta arrodillado, se pone de pie1, con las manos eDtendidas, dice: *e pedimos, 'e(or, que, por la intercesión de la santa 4irgen Cara y de todos los santos, aceptes nuestras suplicas, para que este lugar que va a ser dedicado a tu nombre sea casa de salvación y de gracia, donde el pueblo cristiano, reunido en la unidad, te adore con espritu y verdad y se construya en el amor. Por &escristo nestro Se'or. 23. Am(n. Ouera de los domingos y del tiempo pascual, el diácono dice: )od"is levantaros. % todos se ponen de pie. El obispo vuelve a ponerse la mitra. 'i no se colocan las reliquias de los santos, el obispo dice en seguida la oración de dedicación.
Colocación de las reli?ias 'i se van a colocar debajo del altar algunas reliquias de mártires o de otros santos, el obispo va al altar.
'e(or, ?qui"n puede hospedarse en tu tienda y habitar en tu monte santo@ 23. El que procede honradamente % practica la justicia, El que tiene intenciones leales % no calumnia con su lengua. 23. El que no hace mala su prójimo +i difama al vecino, El que considera despreciable al impo % honra a los que temen al 'e(or . 23. El que no retracta lo que juró un en da(o propio, El que no presta dinero a usura +i acepta soborno contra el inocente. El que as obra nunca fallará. 23. Cientras un alba(il cierra el sepulcro, y el obispo regresa a la cátedra.
Oración de dedicación Mecho lo anterior, el obispo, de pie y sin mitra, junto a la cátedra o junto al altar, dice en vo! alta: &h $ios, santificador y gua de tu #glesia, celebramos tu nombre con alaban!as jubilosas, porque en este da tu pueblo quiere dedicarte, para siempre, con rito solemne, esta casa de oración, en el cual te honra con amor, se instruye con tu palabra y se alimenta con tus sacramentos. Este edificio hace vislumbrar el misterio de la iglesia, a la que cristo santificó con su sangre, para presentarla ante s como esposa llena de gloria, como 4irgen eDcelsa por la integridad de la fe, y Cadre fecunda por el poder del Espritu.
Es la iglesia santa, la vi(a elegida de $ios, cuyos sarmientos llena el mundo entero, cuyos renuevos, adheridos al tronco, son atrados hacia lo alto, al reino de los cielos. Es la #glesia feli!, la morada de $ios con los hombres, el tempo santo, construido con piedras vivas, sobre el cimiento de los póstoles, con Aristo esús como suprema piedra angular. Es la #glesia eDcelsa, la Aiudad colocada sobre la cima de la monta(a, accesible a todos, y a todos patente, en la cual brilla perenne la antorcha del Aordero y resuena agradecido el cántico de los bienaventurados. *e suplicamos, pues, )adre santo, que te dignes impregnar con santificación celestial esta iglesia y este altar, para que sean siempre lugar santo y una mesa siempre lista para el sacrificio de Aristo. 6ue en este lugar el torrente de tu gracia lave las manchas de los hombres, para que tus hijos, )adre, muertos al pecado, rena!can a la vida nueva. 6ue tus fieles, reunidos junto a este altar, celebren el memorial de la )ascua y se fortale!can con la palabra y el cuerpo de Aristo. 6ue resuene aqu la alaban!a jubilosa que armoni!a las voces de los ángeles y de los hombres, y que suba hasta ti la plegaria por la salvación del mundo. 6ue los pobres encuentren aqu misericordia, los oprimidos alcancen la verdadera libertad, y todos los hombres sientan la dignidad de ser hijos tuyos, hasta que lleguen, go!osos, a la erusal"n celestial.
)or nuestro 'e(or esucristo, tu Mijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espritu 'anto y es $ios, por los siglos de los siglos. 23. Amen.
+nción del altar % de los mros de la iglesia Luego, el obispo se quita, si es necesario, la casulla y toma un gremial, va al altar con los diáconos y otros ministros, uno de los cuales lleva el recipiente con el crisma y procede a la unción del altar y de los muros de la iglesia, tal como se describe más adelante. 'i el obispo quiere asociarse, en la unción de los muros, a algunos de los presbteros que concelebran con "l el rito sagrado, terminada la unción del altar, les entrega los recipientes con el sagrado crisma y procede con ellos a reali!ar las unciones. El obispo puede encomendar tambi"n esta unción de los muros a los presbteros para que la hagan ellos solos, en cuyo caso, despu"s de la unción del altar, les hace entrega de los recipientes con el santo crisma. El obispo, de pie ante el altar, dice en vo! alta: El 'e(or santifique con su poder este altar y esta casa que vamos a ungir, para que eDpresen con una se(al visible el misterio de Aristo y de la #glesia. Luego, vierte el crisma en el medio y en los cuatro ángulos del altar, y es aconsejable que unja tambi"n toda la mesa. continuación, unge los muros de la iglesia, signando con el santo crisma las doce o cuatro cruces adecuadamente distribuidas, con la ayuda, si se ju!ga oportuno, de dos o cuatro presbteros. 'i ha encomendado la unción de los muros a los presbteros, estos, cuando el obispo ha terminado la unción del altar, unge los muros de la iglesia, signando las cruces con el santo crisma. Cientras tanto se canta una de las antfonas siguientes, con el salmo = /sin 0loria al )adre1, u otro canto adecuado:
23. >sta es la morada de $ios con los hombres: acampará entre ellos; ellos serán su pueblo, y $ios estará con ellos y será su $ios. /*.). leluya.1
& bien: El templo del Señor es santo, es campo de Dios, es edificación de Dios.
56u" deseables son tus moradas, 'e(or de los ej"rcitos9 Ci alma se consume y anhela los atrios del 'e(or, mi cora!ón y mi carne reto!an por el $ios vivo. 23. Masta el gorrión ha encontrado una casa; la golondrina, un nido donde colocar sus polluelos: tus altares, 'e(or de los ej"rcitos, 2ey mo y $ios mo. 23. $ichosos los que viven en tu casa, alabándote siempre. $ichosos los que encuentran en ti su fuer!a al preparar su peregrinación. 23. Auando atraviesan áridos valles, los convierten en oasis, como si la lluvia temprana los cubriera de bendiciones; caminan de baluarte en baluarte hasta ver a $ios en 'ión. 23. 'e(or de los ej"rcitos, escucha mi súplica; ati"ndeme, $ios de acob. Ojate, oh $ios, en nuestro Escudo, mira el rostro de tu
4ale más un da en tus atrios que mil en mi casa, y prefiero el umbral de la casa de $ios a vivir con los malvados. 23.
)orque el 'e(or es sol y escudo, "l da la gracia y la gloria; el 'e(or no niega sus bienes a los de conducta intachable. 23. 5'e(or de los ej"rcitos, dichoso el hombre que confa en ti9 23. *erminada la unción del altar y de los muros de la iglesia, el obispo regresa a la cátedra y se sienta. Los ministros le traen lo necesario para lavarse las manos. Luego, se quita el gremial y se pone la casulla. *ambi"n los presbteros se lavan las manos despu"s de ungir los muros.
Incensación del altar % de la iglesia $espu"s del rito de la unción, se coloca sobre el altar un brasero para quemar incienso o aromas, o, si se prefiere, se hace sobre el altar un montón de incienso me!clado con cerillas. El obispo echa incienso en el brasero o con un peque(o o con un peque(o cirio que le entrega el ministro enciende el montón de incienso, diciendo: 'uba, 'e(or, nuestra oración como incienso en tu presencia y, as como esta casa se llena de suave olor, que en tu #glesia se aspire el aroma de Aristo. Entonces, el obispo echa incienso en los incensarios e inciensa el altar. Luego, vuelve a la cátedra, es incensado y se sienta. Los ministros, pasando por la nave de la iglesia, inciensan al pueblo y los muros. Cientras tanto, se canta una de las antfonas siguientes, con el salmo -=R, -FI /sin 0loria al )adre1, u otro canto adecuado: 23. Llego un ángel con un incensario de oro, y se puso junto al altar.
*e doy gracias, 'e(or, de todo cora!ón; delante de los ángeles ta(er" para ti, me postrar" hacia tu santuario, dar" gracias a tu nombre. 23.
)or tu misericordia y tu lealtad, porque tu promesa supera a tu fama; cuando te invoqu", me escuchaste, acreciste el valor en mi alma. 23. 6ue te den gracias, 'e(or, los reyes de la tierra, al escuchar el oráculo de tu boca; canten los caminos del 'e(or, porque la gloria del 'e(or es grande. 23. El 'e(or es sublime, se fija en el humilde, y de lejos conoce al soberbio. 23.
IL+8INACI@N -EL ALTAR Y -E LA I,LESIA *erminada la incensación, algunos ministros secan con toallas la mesa del altar y la tapan, si es necesario con un lien!o impermeable; luego, cubren el altar con el mantel y lo adornan, según sea oportuno, con flores; colocan adecuadamente los candelabros con los cirios requeridos para la celebración de la misa y tambi"n, si es del caso, la cru!. $espu"s, el diácono se acerca al obispo, el cual de pie, le entrega un peque(o cirio encendido, diciendo en vo! alta: Krille en la #glesia la lu! de Aristo para que todos los hombres lleguen a la plenitud de la verdad. Luego, el obispo se sienta. El diácono va al altar y enciende los cirios para la celebración de la eucarista. Entonces se hace una iluminación festiva: se encienden todos los cirios, las candelas colocadas donde se han hecho las unciones y todas las lámparas de la iglesia, en se(al de alegra.
Cientras tanto, se canta una de las antfonas siguientes, con el cantico de *obas, -=, -J. -=F-Gab. -GcF-H. -R, u otro canto adecuado, de preferencia en honor de Aristo, lu! del mundo. 23. Llega tu lu!, erusal"n, y la gloria del 'e(or amanece sobre ti; caminarán los pueblos a tu lu!. leluya. En tiempo de Auaresma: Jerusalén, ciudad santa, como una luz esplendente iluminarás a todas las regiones de la tierra.
6ue todos alaben al 'e(or % le den gracias en erusal"n. 23.
LIT+R,IA E+CARISTICA Los diáconos y los ministros preparan el altar como de costumbre. lgunos fieles traen el pan, el vino y el agua para la eucarista. El obispo recibe los dones en la cátedra. Cientras se llevan estos, conviene cantar la antfona siguiente u otro canto adecuado. 'e(or $ios nuestro, con sincero cora!ón, te ofre!co todo esto, y veo, con alegra, a tu pueblo aqu reunido; 'e(or $ios de #srael, cons"rvanos fieles a ti. /*. ). leluya1
Auando todo está preparado, el obispo va al altar, deja la mitra y lo besa. La misa continúa como de costumbre, pero no se inciensan los dones ni el altar. 'e dice la plegaria eucarstica # o la ###. En las plegarias eucarsticas se hace memoria de la dedicación de la iglesia, con las fórmulas que se hallan en el formulario de la misa ritual para la dedicación de una iglesia. Auando el obispo toma el cuerpo de Aristo, se empie!a el canto para la comunión. 'e canta una de las antfonas siguientes, con el salmo -R /sin 0loria al )adre1, u otro canto adecuado: 23. Ci casa será casa de oración, dice el 'e(or; en ella, quien pide recibe, quien busca encuentra, y el que llama se le abre. /*.). leluya1 & bien: Aomo renuevos de olivo alrededor de la mesa del 'e(or están los hijos de la #glesia /*.). leluya1 $ichoso el que teme al 'e(or y sigue sus caminos. 23. Aomerás del fruto de tu trabajo, serás dichoso, te irá bien; tu mujer, como parra fecunda, en medio de tu casa. 23. *us hijos, como renuevos de olivo, alrededor de tu mesa; "sta es la bendición del hombre que teme al 'e(or. 23. 6ue el 'e(or te bendiga desde 'ion, que veas la prosperidad de erusal"n todos los das de tu vida; que veas a los hijos de tus hijos. 5)a! a #srael9 23.
Inagración de la ca!illa del sant"simo sacramento Aonviene hacer la inauguración de la capilla de la reserva de la santsima eucarista de la siguiente manera: despu"s de la comunión, se deja sobre la mesa del altar el copón, con el santsimo sacramento. El obispo va a la cátedra y todos oran por unos instantes, en silencio. Luego, el obispo dice la oración despu"s de la comunión.
Oración des!(s de Comnión Oremos *e rogamos, 'e(or, que tu pueblo santo reciba la gracia y el go!o de tu bendición, para que consiga en el espritu los frutos de la conmemoración que ha celebrado en esta eucarista. Por &escristo nestro Se'or. 23. Amen. $espu"s, el obispo vuelve al altar e inciensa, de rodillas, el santsimo sacramento y, tomando el velo humeral, recibe el copón en sus manos, cubiertas con dicho velo. 'e ordena la procesión, en la cual, marchando todos detrás del crucfero, se lleva el santsimo sacramento con cirios e incienso por la nave de la iglesia a la capilla de la reserva. Cientras tanto, se canta la antfona siguiente con el salmo -GR /sin 0loria al )adre1, u otro canto adecuado: 23. 0lorifica al 'e(or, erusal"n. 0lorifica al 'e(or, erusal"n; alaba a tu $ios, 'ión: que ha refor!ado los cerrojos de tus puertas, y ha bendecido a tus hijos dentro de ti; ha puesto pa! en tus fronteras, te sacia con flor de harina. 23. >l enva su mensaje a la tierra, y su palabra corre velo!; manda la nieve como lana, esparce la escarcha como ceni!a. 23.
Mace caer el hielo como migajas y con el fro congela las aguas; enva una orden, y se derriten; sopla su aliento, y corren. 23.
nuncia su palabra a acob, sus decretos y mandatos a #srael; con ninguna nación obró as, ni les dio a conocer sus mandatos. 23. Auando la procesión llega a la capilla de la reserva, el obispo coloca el copón sobre el altar, o bien en el sagrario, dejando la puerta abierta, impone incienso e inciensa arrodillado el santsimo sacramento. $espu"s de unos momentos de oración en silencio, el diácono pone el copón en el sagrario o bien cierra la puerta del mismo.
$endición inal % des!edida El obispo toma la mitra y dice: El 'e(or este con ustedes. % el pueblo contesta:
Y con t es!"rit. Luego el diácono, si se ju!ga oportuno, invita a l pueblo a recibir la bendición, con estas palabras u otras semejantes: #nclnense para recibir la bendición.
Entonces, el obispo, con las manos eDtendidas sobre el pueblo, lo bendice diciendo: El $ios, 'e(or del cielo y de la tierra, que ha querido congregarlos hoy para la dedicación de esta iglesia los enrique!ca con sus bendiciones. 23. Am(n.
El obispo: >l que quiso reunir en Aristo a todos los hijos dispersos, haga de ustedes templo suyo y morada del Espritu 'anto. 23. Am(n. El obispo: )ara que as, purificados de toda mancha, gocen de $ios, que viene a ustedes en ustedes hace morada, y alcancen un da, con todos los santos, la heredad del reino eterno. 23. Am(n. El obispo toma el báculo y prosigue: % la bendición de $ios todopoderoso, )adre, Mijo ustedes. 23. Am(n. El diácono: )ueden ir en pa!. *odos:
-emos gracias a -ios.
B
y Espritu 'anto, descienda sobre