El buen sentido es lo que mejor repartido está entre todo el mundo, pues cada cual piensa que posee tan buena provisión de él, que aun los los más descontentadizos respecto a cualquier otra cosa, no suelen apetecer más del que ya tienen. En lo cual no es verosímil que todos se engañen, sino que más bien esto demuestra que la facultad de juzgar y distinguir lo verdadero de lo falso, que es propiamente lo que llamamos buen sentido o razón, es naturalmente igual en todos los ombres! y, y, por lo tanto, que la diversidad de nuestras opiniones no proviene de que unos sean más razonables que otros, sino tan sólo de que dirigimos nuestros pensamientos por derroteros diferentes y no consideramos las mismas cosas.
Critica de Nietzsche a la concepción del cogito cartesiana
El prim primer ero o de esto estos s argu argume ment ntos os,, al que que podr podría íamo mos s deno denomi mina narr moral , vincula el cogito cartesiano con la cuestión de la duda metñdica y subraya el hecho de que si en Descartes el proceso de la duda llega a un punto final de disolución, a saber, la certeza, de cuya condición ya no se duda, es porque ciertos preuicios morales que subyacen a la posición cartesiana le impiden ser lo suficientemente radical a la hora de aplicar precisamente el m!todo basado en la duda" #i Descartes no duda de la certeza y si, por tanto, est$ convencido de que la b%squeda de una verdad firme al abrigo de la duda tiene un sentido es porque presupone un Dios veraz, un Dios que no quiere engañar, por consiguiente, un Dios bueno" #i este preuicio moral no es admitido, si Dios se dea de lado, en definitiva, si se duda meor que Descartes ampliando la duda a un terreno que Descartes Descartes no contempla contempla,, cabe entonces entonces plantears plantearse e la posibili posibilidad dad contraria contraria,, es decir, decir, la cuestión de saber si el ser engañado no forma parte de las condiciones de vida y concluir, por tanto, que la razón, en lugar de ser la facultad cuya tarea consiste en descubrir las certezas inmediatas habría de ser considerada como el mecanismo falsificador que es %til para el desarrollo de la vida" &sí pues, el engaño o, si se quiere, la necesidad de falsificar el mundo 'y no ya la voluntad de encontrar certezas cuya consecución estaría garantizada por un Dios moralmente bueno( es la característica propia de la razón" )ediante el segundo argumento, que podríamos calificar de lingüístico, lingüístico, Nietzsche reprocha a Descartes haber haber pecado de falta de prudencia al presentar el Cogito ergo sum como sum como una certeza inmediata" * es que el pensamiento cartesiano queda atrapado en la trampa de las palabras al creer en la verdad eterna de la gram$tica y, por consiguiente, en las implicaciones ontológicas de la estructura estructura de sueto, sueto, verbo verbo y compleme complemento" nto" El cartesia+ cartesia+nism nismo o es para Nietzsche Nietzsche un buen buen eempl eemplo o de la actitu actitud d metafí metafísic sica a consis consisten tente te en hipos hipostati tatizar zar los eleme elemento ntos s de la estruc estructur tura a gramatical en conceptos susceptibles de dar cuenta de la realidad" &sí, el cogito cartesiano, cogito cartesiano, leos de ser una certeza inmediata, es una creencia que encuentra su raíz en la estructura gramatical, en la medida en que a toda acción 'verbo( se le supone un agente 'sueto( causante de esa acción" En el caso que nos ocupa, de la acción pensar se concluye la eistencia de un sueto causante de esta acción- el yo" El tercer argumento, al que podríamos denominar onto-epistemológico, onto-epistemológico, se encuentra en parte incluido en el primer argumento y hace referencia al hecho de que la certeza inmediata cartesiana lleva lleva implícita implícita una concepci concepción ón que separa separa radicalme radicalmente nte la realidad realidad de la aparienc apariencia" ia" #eg%n #eg%n Nietzsche, hay que dudar tambi!n de que el cogito sea cogito sea la realidad que se opone radicalmente a lo aparente, es decir, al elemento ílusorio, insensato y engañador que podría haber en el fondo de las cosas" #i tal oposición,como oposición,como sostiene Nietzsche, es falaz, ser$ preciso concluir que el pensar pensar
tambi!n participa de ese fondo enganador e ilusorio de las cosas" .na vez disuelta la oposición, llegamos a una paradoa- el deseo de no querer ser engañado que es aquello que guía a la duda cartesiana hasta resolverse en la certeza inmediata, surgiría, en realidad, de un substrato, m$s profundo, dominado por el deseo del autoengañoDicho en otros t!rminos, el pensar no es capaz de aprehender la realidad 'de la que por lo dem$s forma parte( tal y como !sta es en sí misma" El pensar se engaña a sí mismo cuando pretende que con su acción est$ accediendo a la verdad de las cosas" /ero aquí no hay que ver reproche alguno por parte de Nietzsche en lo relativo a las deficiencias constitutivas del pensamiento- el pensar no puede actuar de otro modo porque constitutivamente el pensar est$ obligado a falsificar la realidad, en la medida en que tal falsificación contribuye a la conservación del que realiza tal acción" &sí pues, es ilusorio pretender que el pensar proporcione certezas inmediatas o, como en el caso de Descartes, que el cogito sea ese punto arquim!deo incontrovertible a partir del cual sea posible edificar el saber- bao el cogito se esconde una voluntad de engaño, de mentira 0a certeza de la eistencia est$ intrínsecamente vinculada con la presencia en la conciencia de la eperiencia de tal eistencia" .nicamente puedo estar seguro de que eisto mientras soy consciente de que estoy eistiendo" De todos estos tetos citados se desprende la estrecha vinculación eistente entre el cogito y la conciencia" El Cogito ergo sum cartesiano es v$lido sólo mientras se es consciente de que se est$ pensando" #ólo en la medida en que soy consciente de que pienso es posible concluir que soy" /or lo tanto, sólo es posible concluir la eistencia a partir de la consciencia del pensamiento" &hora bien, si, como parece, hay pensamientos 'i" e", voliciones, etc"( inconscientes, esto significa que el alcance de la afirmación cartesiana es limitado" El entimema cartesiano sólo es v$lido durante el lapso de tiempo en que sabemos, percibimos 'es decir, somos conscientes de( que estamos pensando" El yo es, pues, algo intermitente cuya aparición se produce espor$dicamente en el tiempo" Descartes construye todo su edificio filosófico sobre los cimientos de esta intermitencia"