CONTAMINACION ACUSTICA DEL PERU (LIMA Y CALLAO)
I.
INTRODUCCION La contaminación sonora es uno de los graves problemas que afectan a las ciudades modernas e industrializadas, sobre todo en los grandes núcleos urbanos (como nuestra capital: LIMA), donde el tráfico vehicular es intenso. En los últimos treinta años se ha producido un importante incremento del ruido ambiental, debido al aumento de la densidad de población en grandes asentamientos o ciudades, la mecanización de las actividades humanas, utilización masiva de vehículos a motor , la construcción de edificios y obras públicas, la industria, los comercios y mercados, zonas cercanas a los aeropuertos, las manifestaciones, etc. Además de estas fuentes de ruido, en Lima y en otros lugares del Perú aparecen una gran variedad de otras fuentes sonoras, como los servicios de limpieza y recojo de basura, sirenas y alarmas, procesos industriales de fabricación, así como las actividades lúdicas y recreativas, entre otras, que en su conjunto llegan a originar lo que se conoce como contaminación acústica urbana. Por los efectos que produce, se convierte en un tipo de energía sujeto a supervisión, regulación y posterior fiscalización, a cargo de los gobiernos locales, municipalidades provinciales, distritales y del OEFA principalmente, ya que estas instituciones son las competentes para sancionar los asuntos referidos al ruido La contaminación acústica, cuando no se controla, perturba las distintas actividades comunitarias, interfiriendo la comunicación hablada, base de la convivencia humana; provoca la pérdida gradual de la audición, perturba el sueño, el descanso y la relajación, impidiendo la concentración, lectura y el aprendizaje, y lo que es más grave, crea estados de cansancio y tensión que pueden promover enfermedades de tipo nervioso, alteraciones fisiológicas en el sistema cardiovascular, como riesgo coronario, aumento de tensión arterial, o alteraciones del ritmo cardíaco; también puede originar trastornos en el aparato digestivo y aumento de secreción de adrenalina desencadenando una conducta más agresiva. Entre los jóvenes aumentan los problemas acústicos derivados de la utilización de audífonos para escuchar música y también del elevado nivel de ruido existente en sus lugares de diversión (fiestas, discotecas, recitales.). El OEFA ha indagado que existe documentación sobre las molestias de los ruidos en las c iudades desde la antigüedad, pero es a partir del siglo pasado, como consecuencia de la Revolución Industrial, del desarrollo de nuevos medios de transporte y del crecimiento de las ciudades cuando comienza a aparecer realmente el problema de la contaminación acústica urbana, convirtiéndose incluso en un problema de salud pública. Sólo en los últimos años se ha desarrollado la conciencia sobre el peligro que la contaminación acústica representa para la salud humana. Se espera que el contenido de esta monografía pueda contribuir a mantener informados a los usuarios sobre el estado actual de la contaminación sonora y sea empleado como insumo para la elaboración de planes de prevención y protección a la población de los ruidos excesivos con estrategias de control y mitigación de este fenómeno como por ejemplo: planificar las vías de circulación fuera de las zonas residenciales, insonorizar los edificios, instalar barreras acústicas, como pantallas antirruidos y plantaciones densas de árboles, propiciando una educación ambiental que fomente el gusto por el silencio y por los sonidos naturales y musicales.
II.
OBJETIVOS:
III.
Impulsar el desarrollo de estudios de más amplio periodo y connotación científica para ser utilizados no solo por las Municipalidades, sino por otros actores relacionados con el quehacer del estudio y control de la contaminación sonora. Contribuir con información técnica que permita una adecuada toma de decisiones de los organismos competentes para el e jercicio de sus funciones de control y fiscalización ambiental. Brindar una visión rápida del cumplimiento de la base legal y normatividad ambiental, control del transporte, comercios, industria y otros, vinculadas con temas de ruido de acuerdo con ordenanzas locales y normas nacionales. Contribuir con las conclusiones y estrategias de est a monografía para que se convierten en una herramienta de trabajo sustantiva para impulsar la formulación de reglas de juego claras para la gestión del ruido en las ciudades y su adecuado control y fiscalización ambiental.
MARCO TEORICO A. EL RUIDO:
El ruido podría definirse como cualquier sonido que sea calificado por quien lo recibe como algo molesto, indeseado, inoportuno o desagradable. Si miramos a nuestro alrededor podemos escuchar que es el contaminante más común. El ruido presenta grandes diferencias con respecto a otros contaminantes: Es el contaminante más barato de producir y necesita muy poca energía para ser emitido. Es complejo de medir y cuantificar.
No deja residuos, no tiene un efect o acumulativo en el medio, pero si puede tener un efecto acumulativo en sus efectos e n el hombre. Tiene un radio de acción mucho menor que otros contaminantes, vale decir, es localizado. No se traslada a través de los sistemas naturales, como el aire contaminado movido por el viento, por ejemplo. Se percibe sólo por un sentido: el oído, lo cual hace subestimar su efecto. Esto no sucede con el agua, por ejemplo, donde la contaminación se puede percibir por su aspecto, olor y sabor.
Para un mejor entendimiento, la mejor manera de medir el ruido o presión sonora en un determinado momento, es a través de la unidad llamada “Decibeles”, expresada simbólicamente como (dB); Los decibeles son las unidades en las que habitualmente se expresa el nivel de presión sonora; es decir, la potencia o intensidad de los ruidos; además, son la variación sonora más pequeña perceptible para el oído humano. El umbral de audición humano medido en dB tiene un escala que se inicia con 0 dB (nivel mínimo) y que alcanza su grado máximo con 120 dB (que es el nivel de estímulo en el que las personas empiezan a sentir dolor), un nivel de ruido que se produce, por ejemplo, durante un concierto de rock. El oído humano tiene la capacidad de soportar cierta intensidad de los ruidos; si estos sobrepasan los niveles aceptables, provocan daños en el órgano de la audición.
En la ciudad, los niveles de ruido oscilan entre 35 y 85 dB, estableciéndose que entre 60 a 65 dB se ubica el umbral del ruido diurno que comienza a ser molesto. Los equipos de medida más utilizados son conocidos como sonómetros. Técnicamente, el ruido es un tipo de energía secundaria de los procesos o actividades que se propagan en el ambiente en forma ondulatoria compleja, desde una fuente que la genera (foco productor), trasladándose por un medio llamado atmósfera, hasta llegar al receptor a una velocidad determinada y disminuyendo su intensidad cuanto mayor es la distancia y las dificultades del entorno físico. B. EFECTOS EN EL HOMBRE: El ruido aparenta ser el más inofensivo de los agentes contaminantes, puesto que, como se dijo anteriormente, es percibido fundamentalmente por un solo sentido, el oído, y ocasionalmente, en cambio el resto de los agentes contaminantes son captados por varios sentidos con similar nivel de molestia. Como si esto fuera poco, la percepción y daños de estos contaminantes suele ser instantánea, a diferencia del ruido cuyos efectos son mediatos y acumulativos. 1. AUDITIVOS: La exposición a niveles de ruido intenso durante un período de tiempo significativo, da lugar a pérdidas de audición que con el tiempo pueden llegar a hacerse irreversibles, convirtiéndose en sordera. A su vez, la exposición a niveles de ruido de mediana intensidad, pero con una prolongación mayor en el tiempo, repercute en forma similar, traduciéndose ambas situaciones en desplazamientos temporales o permanentes del umbral de audición. Los métodos de evaluación se realizan a través de análisis audiométricos y/u otoscopios. Desplazamiento temporal del umbral de audición, consiste en una elevación del umbral producida por la presencia de un ruido, existiendo recuperación total al cabo de un período de tiempo, siempre que no se repita la exposición al mismo. Desplazamiento permanente del umbral de audición , es consecuencia del anterior ítem, agravado por el paso del tiempo y la exposición al ruido. Cuando un individuo ha sido sometido a numerosos exposiciones altas de ruido y durante largos períodos de tiempo (varios años), la rec uperación del umbral va siendo cada vez más lenta y parcial, al extremo de tornarse irreversible y originar pérdida de la sensibilidad auditiva debida a los efectos de la edad, la cual es conocida como presbiacusia. Interferencia de la comunicación oral , La inteligibilidad de la comunicación se reduce por el ruido de fondo. La voz humana produce sonido en el rango 100 a 10000 Hz, pero prácticamente toda la información verbal está contenida en la región de 200 a 6000 Hz. La banda de frecuencia para la inteligibilidad de la palabra (entender palabra y frases) está contenida entre 500 y 2500 Hz. Se cree que la interferencia en la comunicación oral durante las actividades laborales puede provocar accidentes causados por la incapacidad de oír llamadas de advertencia u otras indicaciones. Tanto en oficinas como en escuelas y hogares. 2. NO AUDITIVOS: Además de las afecciones producidas por el ruido al oído, éste actúa negativamente sobre otras partes del organismo. En presencia de ruido, el organismo adopta una postura defensiva y hace uso de sus mecanismos de protección. Se han podido
observar efectos vegetativos como la modificación del ritmo cardíaco y vasoconstricciones del sistema periférico. Entre los 95 y 105 dB se producen afecciones en el riego cerebral, debidas a espasmos o dilataciones de los vasos sanguíneos, además de alteraciones en la coordinación del sistema nervioso central; alteraciones en el proceso digestivo, dadas por sec reciones ácidas del estómago las que acarrean úlceras duodenales, cólicos y otros trastornos intestinales; aumento de la tensión muscular y presión arterial; cambios de pulso en el electroencefalograma; dilatación de la pupila, alterando la visión nocturna, además
de estrechamiento del campo visual. Las reacciones fisiológicas al ruido no se consideran patológicas si ocurren en ocasiones aisladas, pero exposiciones prolongadas (por ejemplo, el ruido de tráfico urbano) pueden llegar a constituir un grave riesgo para la salud. Se ha comprobado que en los sujetos expuestos al ruido, se produce un incremento significativo en la concentración de la hormona GH, que es uno de los principales marcadores de e strés. 3. PSICOLOGICOS: La Psicoacústica es un área que se dedica a investigar sobre las alteraciones psíquicas que provoca el ruido en tareas de vital importancia para el desenvolvimiento humano. Entre estas citamos el sueño, la memoria, la atención y el procesamiento de la información. Efectos en el sueño , el ruido puede provocar dificultades para conciliar el sueño y también despertar a quienes están ya dormidos Se ha comprobado que sonidos del orden de los 60 dB. reducen la profundidad del sueño. Dicha disminución se acrecienta a medida que crece la amplitud de la banda de frecuencias, las cuales pueden llegar a despertar al individuo, dependiendo de la fase del sueño en que se encuentre y de la naturaleza del ruido.
Efectos en la conducta, La aparición súbita de un ruido o la pre sencia de un agente
sonoro molesto para el sujeto, pueden producir alteraciones en su conducta que, al menos momentáneamente, puede hacerse más abúlica, o más agresiva, o mostrar el sujeto un mayor grado de desinterés o irritabilidad. Estrés, parece probado que el ruido se integra como un elemento estresante fundamental. Y no sólo los ruidos de alta intensidad son los nocivos. Ruidos incluso débiles, pero repetidos pueden entrañar perturbaciones esto puede traer riesgos a largo plazo sobre el sistema nervioso autónomo.
IV.
OEFA Y MARCO LEGAL: Para poder analizar mejor la contaminación sonora debemos apoyarnos en una base legal o normatividad, entonces nos preguntamos ¿Quién controla esto? Es un proceso que involucra instituciones tanto a nivel local como provincial y nacional; cada una es responsable de tareas diferentes. La colaboración entre las diferentes entidades es fundamental para mejorar los niveles de ruido y, por lo tanto, el nivel de vida de la ciudadanía. Las entidades responsables son: El Ministerio del Ambiente, se encarga de aprobar los ECA Ruido y las directrices para la elaboración de los planes de acción de mejoramiento de la calidad del aire. Además, promueve y supervisa el cumplimiento de políticas ambientales sectoriales orientadas a alcanzar y mantener los estándares primarios de calidad del aire . Las municipalidades provinciales y distritales , colaboran entre ellas para cumplir con las siguientes funciones: a) Elaborar e implementar los planes de prevención y control de la contaminación sonora y los límites máximos permisibles de las actividades y servicios bajo su competencia b) Fiscalizar el cumplimiento de las disposiciones legales vigentes para prevenir y controlar la contaminación sonora c) Elaborar, establecer y aplicar la escala de sanciones para las actividades reguladas bajo su competencia d) Dictar normas de prevención y control de la contaminación sonora para las actividades comerciales, de servicios y domésticas En resumen, los gobiernos locales son los competentes para evaluar, supervisar, fiscalizar y sancionar los temas referidos al ruido, de acuerdo a lo establecido en sus respectivas ordenanzas municipales y conforme a los ECA Ruido. El Ministerio de Salud , es el responsable de establecer o validar criterios y metodologías para la realización de la vigilancia de la contaminación sonora. Además, evalúa los programas locales de vigilancia y monitoreo de la contaminación sonora (y puede encargar a instituciones públicas o privadas dichas acciones). Las autoridades sectoriales, que emiten las normas que regulan la generación de ruido de las actividades que se encuentren bajo su competencia y fiscalizan el cumplimiento de dichas normas (ellas también pueden encargar a terceros esta actividad). Entre sus tareas, se incluye verificar el cumplimiento de los ECA Ruido cuando se encuentren contenidos en un instrumento de gestión ambiental. Así, por ejemplo, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones fiscaliza el cumplimiento de los instrumentos de gestión ambiental aprobados para la construcción de una vía expresa o infraestructura de transporte urbano. El Instituto Nacional de Calidad (Inacal) , es parte de esta estrategia de monitoreo y medición, ya que aprueba las normas metrológicas relativas a los instrumentos para la
medición de ruidos y califica y registra a las instituciones públicas o privadas que realicen la calibración de equipos para la medición de ruidos El OEFA, como parte de su función de supervisión a entidades de fiscalización ambiental (EFA), verifica que los gobiernos locales cumplan con esta fiscalización y brinda constantemente asistencia técnica para el uso de sonómetros (por ejemplo, sobre las características de los equipos que cada distrito necesita según sus características geográficas), mediante la realización de capacitaciones masivas a servidores públicos de municipalidades de Lima Metropolitana y de provincias Para medir la contaminación sonora, se siguen las pautas contenidas en el Decreto Supremo Nº 085-2003-PCM - Reglamento de Estándares Nacionales de Calidad Ambiental para Ruido (en adelante, Reglamento ECA Ruido), documento a través del cual se establecieron los estándares nacionales de calidad ambiental para ruido (ECA Ruido) y los lineamientos para no excederlos. Los ECA Ruido son instrumentos de gestión ambiental prioritarios para prevenir y planificar el control de la contaminación sonora. Representan los niveles máximos de ruido en el ambiente que no deben sobrepasarse para proteger la salud humana, según cuatro zonas de aplicación: Zonas de protección especial (es decir, áreas donde se encuentren ubicados establecimientos de salud, centros educativos, asilos y orfanatos) Zonas residenciales Zonas comerciales Zonas industriales A cada zona de aplicación le corresponde un nivel de ruido para horarios diurnos y uno para horarios nocturnos, tal como se detalla en la siguiente tabla:
Las normas técnicas peruanas ISO 1996-1:1982: Acústica - Descripción y mediciones de ruido ambiental, Parte I: Magnitudes básicas y procedimientos e ISO 1996- 2:1987: Acústica – Descripción y mediciones de ruido ambiental, Parte II: Recolección de datos pertinentes al uso de suelo brindan las pautas para realizar mediciones de ruido. Las mediciones de ruido requieren del uso de varios equipos. Entre
ellos, el más importante es el sonómetro digital, instrumento que tiene la capacidad de medir la presión sonora con la precisión determinada por e l Reglamento ECA Ruido. Los ECA Ruido sirven para el diseño de normas legales y políticas públicas destinadas a la prevención y control del ruido ambiental, así como para el diseño y aplicación de instrumentos de gestión ambiental. V.
ANALISIS Y DATOS El OEFA, de acuerdo con la Tercera Disposición Complementaria Modificatoria de la Ley Nº 29325, Ley del Sistema Nacional de Evaluación y Fiscalización Ambiental, desempeña la función de “Promover y coordinar la adecuada gestión de residuos sólidos, la protección de la calidad del aire y el control del ruido y de las radiaciones no ionizantes y sancionar su incumplimiento”. Durante los meses de abril a diciembre de 2010, el OEFA ha realizado evaluación rápida de ruidos generados por el tráfico vehicular (motos, motocarros, autos, buses, camiones, etc.), construcciones y zonas especiales, ubicando puntos de medición en avenidas y calles principales de la siguiente manera: 39 puntos en Lima y Callao, 47 puntos en la provincia de Maynas - Loreto, 44 puntos en la provincia de Coronel Portillo-Ucayali, 39 puntos en la provincia de Huancayo-Junín, 29 puntos en la provincia de Cuzco-Cuzco, 30 puntos en la provincia de Huánuco y 24 puntos en la provincia de Tacna-Tacna; )siendo éstos determinados por personal especializado del OEFA con el apoyo de representantes de las Municipalidades Provinciales, Direcciones Regionales de Salud, Policía Nacional del Perú, basado en el principio de mayor congestionamiento vehicular.
Recientes mediciones del 2015 alarman más este problema pues se registró solo en Lima y el Callao un total de 250 puntos críticos medidos de los cuales el 90.2% exceden los estándares de calidad ambiental de Ruido (ECA-Ruido) y en el Callao, tras evaluar 21 puntos, se concluyó que en el 94% de ellos el ruido se encontraba por encima del máximo permitido, se puede deducir que el nivel de contaminación sonora en Lima y Callao, que expone a las personas a enfermedades de distinta clase, creció en 10% entre el 2013 y el 2015 Los datos recolectados generaron información para los gobiernos locales, y para las actividades de supervisión del OEFA a municipalidades distritales y provinciales. Las mediciones se realizaron en horario diurno con un periodo de medición de 60 minutos por punto. Los horarios de medición fueron establecidos en base a las horas de mayor tráfico vehicular;
además, se evitó realizar mediciones cuando algunos factores meteorológicos pudieran afectar la operatividad de los equipos. El año pasado, en la capital se midió la presión sonora en 2 24 puntos. En el 90% de los casos, el resultado excedió el límite permitido en la normativa vigente (entre 50 y 70 decibeles, según el tipo de zona). Además sólo el 24% de municipalidades de Lima y Callao cumple con realizar mediciones de contaminación sonora, pero solamente el 15% tiene el equipo técnico adecuado para ello señaló Giuliana Becerra, directora de Evaluación del Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental de la OEFA. Esto representó un aumento de 0.6 puntos porcentuales con respecto a la medición del 2013, cuando el 89.6% de puntos medidos en Lima y Callao superó sus respectivos ECARuido. La OMS (Organización Mundial de la Salud) recomienda que el ambiente se pueda mantener dentro de un umbral de 55 dB. Los puntos con mayor índice de contaminación sonora se ubican en Bellavista, El Agustino, Surco, Ate, San Martín de Porres, Chosica, Carabayllo, San Juan de Miraflores, Breña, Ventanilla y el Cercado del Callao. En Lima, los distritos con mayor presión sonora fueron El Agustino (84.9 dB el 2015), Santiago de Surco (84.5 dB el 2015), Ate (84.3 dB) y otros indicados en el siguiente cuadro. La única zona en el Callao que supera a las de Lima se trata de Bellavista (86.3 el 2015, se incrementó desde 78.9 el 2013). La mayoría de los puntos críticos de Lima se ubican en los distritos de la zona este. El punto de mayor ruido en Lima Sur se encuentra en la Av. José Carlos Mariátegui, en Villa María del Triunfo (84, 9 decibeles). Y en el Callao, la Av. Santa Rosa, en Vipol (86,3 decibeles). María Egúsquiza, presidenta del OEFA, señaló que la principal fuente generadora de ruido es el tránsito vehicular – transporte público y privado, uso de bocinas y la falta de mantenimiento a los vehículos.
VI.
ALTERNATIVA DE SOLUCION: Cuando una determinada actividad supera los ECA Ruido, los titulares de la actividad deben implementar acciones de mitigación del ruido, como las barreras acústicas u otras que consideren necesarias para atenuar el impacto generado en la zona. Por ejemplo, en el caso de contaminación sonora provocada por el tráfico de la ciudad, se deberían usar las bocinas de los vehículos solo en casos estrictamente necesarios, aplicar silenciadores en los tubos de escape de los automóviles y no olvidar de llevar los vehículos a revisión técnica anual. Las personas expuestas a ruidos por su actividad, por ejemplo, deben portar protectores auditivos: Las municipalidades provinciales deberán utilizar los ECA Ruido para establecer, en el marco de su competencia, normas que permitan identificar a los re sponsables de la contaminación sonora y aplicar las sanciones correspondientes. Además, es importante que sensibilicen a la población mediante campañas informativas
VII.
CONCLUSIONES
Las principales actividades generadoras de ruido ambiental son provocados por vehículos de transporte, por el mal uso de bocinas, la falta de mantenimiento de las unidades entre otras fuentes. La contaminación sonora es un problema que requiere el esfuerzo conjunto de instituciones locales, provinciales y nacionales para elaborar planes de manejo sostenible del ruido. Es necesario que las municipalidades provinciales y distritales promocionen campañas de sensibilización a la ciudadanía El incremento del tráfico vehicular de estos últimos años demanda acciones transversales para el control de flujo vehicular, tanto particular como privado, como una reforma integral del transporte que haga posible una fiscalización ambiental más efectiva. Se necesitan normas que disuadan las actividades ruidosas y que regulen de manera más estricta la emisión de ruidos sobre todo cerca de centros e ducativos y de salud.
VIII.
ANEXO