República bolivariana de Venezuela Facultad de ingeniería Escuela de ingeniería Geológica
Confección de un mapa fotogeológico
Autor -María Alejandra Matheus Borges -C.I. 21291083 Profesor: Rosibeth Toro. Merida 24 de octubre de 2017.
Introducción
La Fotogeología estudia los sucesos geológicos a través de las fotografías aéreas. Teniendo como objeto el estudio de la superficie terrestre, de los diversos materiales que la integran y de las huellas dejadas sobre ellos por la serie de procesos a los que han estado sometidos a lo largo de los tiempos geológicos. El estudio de la fotogeología abarca la estratigrafía, litología, geología estructural, geomorfología, tectónica, hidrogeología, y, en resumen, todas las ramas de la geología que admitan para su estudio una escala macroscópica. Hay ramas que se salen de su campo, como pueden se r la paleontología, paleobotánica, mineralogía, y en general, cualquier técnica que necesite una escala reducida de trabajo, aunque modernos métodos de estudio por sensores remotos permiten determinar la presencia de minerales por sus curvas de reflectancia. Además, de los trabajos puramente geológicos, el uso de la fotogeología se hace cada vez más imprescindible en obras públicas, localización de materiales de construcción, trazado de carreteras y canales, estudios de embalses, búsqueda de minerales, etc. El fotogeólogo reúne e interpreta datos igual que lo puede hacer el geólogo de campo, la única diferencia estriba en la distinta escala a la que trabajan uno y otro. La gran perspectiva que ofrecen las fotos aéreas y la exageración del relieve que se logra en la visión estereoscópica permite un claro enfoque de los problemas y una gran precisión de dibujo.
Confección de un mapa fotogeológico Para realizar un mapa un mapa que r esuma toda la fotogeología efectuada sobre las diversas fotografías o papeles de calco. Pueden ocurrir dos casos. 1.- Que el mapa fotogeológico definitivo se realice tomando como base un mapa topográfico de la zona. 2.-Que la construcción de dicho mapa se base ex clusivamente en los datos aportados por las fotografías. Vamos a estudiar a continuación ambos casos. En el caso de existir un mapa topográfico de la zona estudiada de escala conveniente para los fines que persigue el trabajo, lo más aconsejable es usar dicho mapa como base del mapa fotogeológico definitivo; además de simplificar considerablemente la confección del mapa final, tiene la gran ventaja de ofrecer una información tridimensional basadas en las curvas de nivel, de la que de otro modo se prescindiría. Siempre que existan mapas fotogramétricos de la zona, es aconsejable su empleo con prioridad a los topográficos realizados por los métodos clásicos, pues además de ofrecer generalmente una mayor calidad basada en a mayor precisión y detalle que permiten las fotografías aéreas, al haber tomado como base dichas fotografías, es más fácil acoplar a dicho mapa la fotogeología realizada sobre estas. Uno de los aparatos principalmente empleados para pasar la fotogeología al m apa final es la cámara clara, que consiste en placa metálica, a la cual se sujeta por medio de unos imanes la fotografía o papel donde se halla realizado el trabajo fotogeológico. En la mesa de trabajo se coloca el mapa sobre el cual se va a pasar la fotogeología, la parte esencial del aparato consiste en un doble prisma de superficies semiplateadas, que permite la observación simultánea del mapa y la fotografía. Esta visión se efectúa con un solo ojo aplicado en un pequeño visor que existe en la cabez a del prisma, dicho prisma va montado sobre un brazo horizontal que permite variar su distancia a la fotografía y sobre uno vertical mediante el cual se varía su distancia al mapa. Ambos brazos están graduados en centímetros a fin de facilitar la lectura de dichas distancias. El ajuste de la escala de la fotografía a la del mapa se realiza variando convenientemente la distancia del prisma a ambos, y mediante un juego de lentes que introducidas en unas ranuras preparadas al efecto en la cabeza del prisma, se interponen entre este y la fotografía, o entre este y el mapa. Con el aparato vienen unas t ablas de ajuste de distancias y lentes para las diversas escalas. La pantalla situada sobre el prisma permite la adecuada iluminación del conjunto. La placa portafotos va montada sobre una rotula que le permite efectuar movimientos de giro en todas las direcciones, gracias a ello se puede orientar la fotografía de manera que coincidan con e l mapa topográfico, ajustando y corrigiendo mediante estos giros las desviaciones debidas al desplazamiento radial del relieve distorsiones de los bordes, etc.
Para pasar el trabajo fotogeológico al mapa se opera como sigue: Una vez determinada la escala de la fotografía cuya fotogeología se va a pasar al mapa, y sabiendo la de este, se coloca la fotografía o el papel con el calco que la sustituye sobre la placa portafotos, ajustando la cámara clara para ambas escalas, una vez c onsultadas las tablas de ajuste del aparato. Debido al pequeño campo de visión que ofrece el prisma, no es posible pasar toda la fotogeología de una vez, teniéndose que realizar e l trabajo en pequeñas fracciones. Estas se eligen generalmente según los rasgos topográficos del ter reno; así por ejemplo se hace coincidir una pequeña parte de la fotografía comprendida entre dos ríos, vías de comunicación, etc. Con el mapa procurando ajustar perfectamente los rasgos topográficos más sobresalientes, como consecuencia de arroyos, edificaciones, caminos, etc. Esto se logra moviendo la placa portafotos en todos los sentidos hasta que el aj uste sea perfecto. En caso de no poder lograr una to tal coincidencia en toda la zona seleccionada, se r educe está a una más pequeña, que se puede adaptar muy fácilmente. Cuando el ajuste sea perfecto, se pasa toda la fotogeología de esta zona directamente al mapa, una vez realizada esta operación se mueven ligeramente la fotografía y el mapa hasta que una de las zonas adyacentes a la ya realizada se vea perfectamente a t ravés del visor, volviéndose a repetir la operación. Es necesario hallar la escala de la fotografía, a fin de lograr un perfecto ajuste de esta con el mapa topográfico. En caso tratarse de alguna fotografía de ter reno accidentado, es necesario calcular la escala de las diversas zonas topográficas de la misma. Para estos cálculos se emplea el mismo mapa topográfico con el que se esta trabajando.
Bibliografía
-López Vergara, M.L. (1978). Manual de Fotogeología. Junta de Energía Nuclear. Centeno,J.D., Fraile, M.J., Otero, M.A. y Pidival, M.J. (1994). Geomorfología práctica.