Concepto de lo bello artístico
Concepto significa para Hegel el todo indeterminado en su inicio. La determinación que aún le falta para ser un todo concreto, la llevará acabo en este curso de estética una vez fijado en este captulo, el concepto de lo bello artstico ! siguiendo el plan total del tratado que ofrece en la "#ivisión$. %l inicio, el concepto, no puede ser un mero presupuesto. &i 'a de ser concepto, su verdad deberá mostrarse como necesaria. (odo concepto debera ser demostrado !a que siendo un producto de la espontaneidad activa del espritu no podemos tomarlo de la e)periencia e)terna tal ! como las ciencias empricas toman su objeto. *ara este tipo de ciencias no e)iste dificultad alguna en probar la e)istencia de los objetos que 'an de tratar tratar.. *ero *ero en el caso caso de las invest investiga igacio cione ness filosóf filosófica icass siemp siempre re estam estamos os ante ante la eventualidad de si e)iste o no tal objeto de nuestra representación o en todo caso, al ser engendrado en la conciencia subjetiva, si se corresponde a su ser substancial ! objetivo. *or todas estas cuestiones se muestra la necesidad de demostrar la e)istencia del objeto aun cuando nos parezca que se da de 'ec'o. %demás, con tal demostración se cumple también con la otra e)igencia de todo cuestionamiento cientfico que es aquella que versa en torno a lo que es el objeto. +n el tratamiento del objeto propio de la filosofa el concepto ! su total determinación, se 'an de especificar las cuestiones que !a sealara %ristóteles para toda investigación cientfica- "%n sit ! quid sit$. &in embargo, al tratarse aqu de una ciencia filosófica particular, su objeto, el arte o lo bello, no puede demostrarse en su necesidad, pues tal demostración implicara la totalidad del sistema. na tal demostración nos enviara a la +nciclopedia. *or ello, Hegel debe tomar en esta ciencia particular su concepto a manera de un lema- “Pues solamente la filosofía en su conjunto es el conocimiento del universo como una totalidad orgánica en sí mismo, la cual se desarrolla desde su propio concepto y, a través de una necesidad que se comporta consigo misma, vuelve al todo en sí, se cierra en conj conjun unci ción ón cons consig igo o como como un mund mundo o de la verd verdad ad.. En la coro corona naci ción ón de esta esta necesidad científica, cada parte individual, por un lado, es un círculo que vuelve hacia sí, y, por por otro lado, guarda guarda una relación relación necesaria con otros otros ámitos! tiene un detrás de donde se deriva y un delante hacia donde sigue avan"ando, por cuanto engendra fértilmente otra cosa desde sí y hace que esta rote para para el conocimiento científico.#
*or esto, esto, aqu, aqu, tendrá tendrá que tomar tomar el concepto concepto de lo bello ! del arte como un presupuesto dado por el sistema/es decir en forma cientfica0 aunque de 'ec'o, al empezar este tratado, tal concepto sólo esté dado, en sus elementos ! aspectos en las representaciones representaciones de la conciencia usual. &on estas representaciones representaciones las que aqu criticará a fin de acceder de forma plena pero indirecta, a aquel concepto !a demostrado en el sistema por el filósofo mismo que aqu nos introduce en la materia. *or lo tanto, el sentid sentidoo de todo todo este este aparta apartado do introd introduct uctori orioo es de caráct carácter er fenome fenomenol nológi ógico co ! no cientfico. *retende que 'agamos la e)periencia del verdadero concepto del arte ! de lo bello avanzando desde sus representaciones usuales en la conciencia no filosófica o no cientfica. +n esto radica la necesidad de la crtica de las representaciones representaciones usuales del arte ! de lo bello. La crtica se dirigirá a las tres notas implicadas en estas representaciones usuales1.2 La obra de arte no es un producto de la naturaleza sino de la actividad 'umana. 1
3.2 La obra de arte 'a sido 'ec'a para el 'ombre4 más precisamente para el sentido del 'ombre, pues, en ma!or o menor grado, 'a sido sacada de lo sensible. 5.2 (iene un fin en s misma. (raduciendo dialécticamente estos tres puntos en su sntesis- *roducto de la espontaneidad del espritu, por la que se pone delante de s mismo/ se refle)iona0 en su dimensión más e)trnseca/ sensible 0. *or ello esta espontaneidad espiritual tiene el fin en s misma pues se trata de la autorrealización del espritu en su dimensión sensible. +l espritu en el arte !a no tiene una alteridad irreducible como en la naturaleza, pues aqu lo sensible mismo está en función de la idea ! se deriva de ella Exposición y Transiciones de los tres momentos.
1.2 6omento de la posición inmediata a.0 +n un primer momento, momento objetivo o en s /an sic'0, encontramos el momento abstracto general- Como actividad consciente, la producción artstica es un procedimiento normatizable, es decir, puede saberse e indicarse , es algo que puede aprenderse ! ensearse. &e trata del arte en tanto que preceptiva. +n estos casos se tratara en la producción artstica de una mera actividad volitiva ! de una 'abilidad vaca. &in embargo, si algo destru!en las normativas es la propia actividad espiritual espontánea, su esfuerzo por conquistar contenidos ricos aún no conocidos para ponerlos ante la contemplación en figuras individualizadas. b.0 +n un segundo momento abstracto, pero a'ora singular, la obra como producto, no !a del espritu en general, no !a de una actividad 'umana general, sino de un espritu singular dotado de genialidad. +n ella surge la singularidad del propio artista como una fuerza de la naturaleza, sin le!es ni normas, sin refle)ión consciente, por el solo instinto, por entusiasmo. &in embargo, en cuanto el artista tiene que plasmar en un material e)terior el objeto del entusiasmo, el solo genio no sirve sin la refle)ión ! la conciencia de la propia producción, no sirve sin el trabajo ! la ejercitación. La obra de arte conlleva una dimensión puramente técnica ! racional, ! la técnica sólo se adquiere por el ejercicio ! esfuerzo de 'acer consciente el procedimiento para obtener la 'abilidad para vencer las resistencias del material e)terno. *or otro lado, cuanto más artista se es, más a fondo se tiende a representar la profundidad del espritu ! la del ánimo, pero esta profundidad no se da de forma espontánea inmediata, sino que sólo puede alcanzarse mediante la refle)ión consciente ! el estudio a fin de 'acerla aflorar como contenido e)plcito en la propia conciencia. c.0 ! d.0 +l momento concreto /universal concreto0. La transición /c0 se produce por comparación de la obra de arte respecto de la naturaleza. +sta comparación tiene que llevarse a cabo más allá de la mera e)terioridad de la obra4 en caso contrario se caera en la sola apariencia e imitación muertas, ! esto no es lo que convierte a una obra en un producto del arte bello. Lo que la convierte en bella es que, siendo producto del espritu, representa algo espiritual en su pureza ! transparencia ! no de forma oculta e inconsciente como en las realidades no artsticas. +l espritu se da duración en la e)istencia e)terior de la obra de arte, escapa a la caducidad de la naturaleza pasajera porque representa ideales eternos, es decir, la necesidad misma espiritual. +s superior a la misma naturaleza, pues en cuanto a través de esta, #ios ! lo divino, lo eterno ! necesario, actúa, dándose e)terioridad ! ser, sólo de forma inconsciente / sin el momento del para2s 0, sensible ! e)terna, en el 'ombre en cambio #ios ! lo divino se da consciencia , actúa para s, se pone delante de s mismo, se adecua a s mismo, logra su verdad que no es otra cosa que la verdad del espritu en ! para s, es decir,
3
absolutamente. &ólo a partir de aqu, la representación de #ios logra su e)istencia objetiva ! adecuada. *or ello /d0 'a! en este proceso de concreción una necesidad consistente, en un primer momento, en la producción de obras de arte por parte del 'ombre, aunque el arte no sea aún la verdad más alta del espritu, pues en él aún no se 'a dado a s mismo la forma espiritual sino la forma sensible. *ero !a por la duplicación que el espritu consigue, por la consciencia 'umana, en la obra de arte, transforma su en s natural, tanto en la naturaleza e)terna como en su ser, para llegar a ser s mismo para s mismo“$a necesidad general del arte es lo racional o sea que el homre ha de elevar a la consciencia espiritual el mundo interior y e%terior como un ojetoen el que él reconoce su autonomía y dignidad.#
3.26omento subjetivo. &iendo la obra de arte la primera ! más e)trnseca duplicación por la que el espritu consigue su libertad ! su substancia consciente /!a es en s ! para s0, tiene que ser referida, en cuanto a su producción, al 'ombre mismo bajo el aspecto de la sensibilidad, es decir, tiene que ser tomada de lo sensible en un u otro grado ! siempre. +n caso contrario no sera obra de arte. a0 *or esto, en un primer momento se consideró el arte como destinado a e)citar en nosotros las sensaciones adecuadas a nuestra naturaleza, es decir, a producirnos lo agradable. *ero entonces surge el problema de cómo puede tratarse de lo agradable en contemplación de desgracias o de lo pavoroso7etc. (odas las investigaciones que parten de un tal supuesto se estrellan ante el 'ec'o de que “la sensación es la región indeterminada y oscura del espíritu# 4 por esto la cosa misma, lo bello de la obra, queda anulada en este tipo de consideraciones que sólo atienden a la más abstracta subjetividad individual. b0 *or ello se quiso buscar una sensación concreta ! peculiar de lo bello ! un determinado sentido que, no siendo natural por ser abstracto, requera formación concreta en la belleza. +ste sentido se llamó "gusto$. na sensación inmediata que, sin embargo, era un comprender lo bello a través de una educación previa. &in embargo, por quedarse ante la e)terioridad superficial del sentido !, por tanto, en la unilateralidad de las refle)iones, con el mero gusto no se lograba alcanzar la profundidad del espritu que late en el fondo de la obra de arte. c0 +n este punto de transición, se sustitu!e al 'ombre de gusto por el e)perto. +l e)perto también se queda en la mera e)terioridad de la obra, pero por sus conocimientos 'istóricos, biográficos, estilsticos, de la obra en sus particularidades ! de detalle en general, 'ará posible un enjuiciamiento más cabal ! razonable de lo que es la obra de arte en su núcleo. d0 Lo sensible de la obra de arte tiene la caracterstica aadida de ser, a la vez, esencial para el espritu, !a que este debe quedar afectado por ella ! satisfacerse con ella, es decir, es espritu objetivado sensiblemente. *or ello aquella satisfacción ! afección sensible no tienen el carácter de consumo propio del apetito. La obra, por ser para el espritu ! no para el sujeto meramente sensible, e)iste libremente para s misma como objeto ! el espritu se refiere a ella sin apetito, como a un objeto que e)iste para la vertiente teorética del espritu. Lo sensible de la obra de arte no tiene un carácter meramente natural, &i puede decirse, es sensible2espiritual. &in embargo, esta relación teorética no es solamente teórica, es decir, para la inteligencia en cuanto tal, puesto que la inteligencia, aunque no "consume$ las cosas particulares, pues no es apetito simplemente, las deja también de lado, en libertad4 pero a diferencia de la e)periencia estética se aleja de ellas en su dimensión singular2 5
sensible, pues la inteligencia racional pertenece al sujeto singular como universal, es decir, en cuanto es el otro en el puro ser s mismo / formula que e)presa sintéticamente lo que acontece en el acto de conocer intelectual0 o, lo que es lo mismo, el infinito en su finitud. (odo esto es el trabajo de la ciencia, que partiendo de lo sensible en su singularidad, la inteligencia se dirige a lo universal del concepto, a la le!, es decir, transforma interiormente lo particular sensible en su singularidad inmediata, volviéndolo abstracto !, posteriormente, recogiendo aquellas determinaciones particulares ! viéndolas a la luz de su fundamento racional2conceptual. +n cambio, la consideración artstica no abandona la objetividad inmediata que le ofrecen los sentidos. %'ora bien, en la obra de arte el espritu quiere presencia sensible pero liberada de su mera materialidad, es decir, como apariencia del espritu, pero sin llegar al pensamiento puro. &e trata de algo sensible que a la vez es ideal4 que no se da pues en el pensamiento puro, sino e)ternamente, como cosa, sin penetrar en su esencia inteligible /en el concepto dejaran de e)istir e)ternamente como singulares para el espritu0. &ólo bajo las formas, colores ! tonos sensibles se satisfacen intereses espirituales superiores. b0 &i 'asta aqu 'emos tratado de la obra de arte en cuanto objeto, a'ora tendremos que 'acernos cargo de su dimensión sensible en tanto ! en cuanto opera en el artista como subjetividad productora. +ste es el momento subjetivo de la dialéctica 'egeliana. %quella producción es actividad espiritual pero a la vez conteniendo en ella la dimensión de la sensibilidad ! la inmediatez. %mbos ámbitos forman unidad, cu!o producir es el propio de la "fantasa$ artstica. &iguiendo las doctrinas del esquematismo de la imaginación en la Crtica de la 8azón pura ! las doctrinas de lo bello de la Crtica de 9uicio, la fantasa artstica, raz común de sensibilidad ! entendimiento, sólo en forma sensible pone ante s lo que lleva en s mismo el espritu, porque sólo en la forma sensible es el espritu capaz en este estadio de adquirir conciencia de s mismo. 5.2 +n este tercer ! último momento, Hegel 'abrá de ofrecernos la sntesis del sujeto ! del objeto4 es el momento concreto. &e trata de la finalidad del arte ! su interés. % partir del desarrollo de este momento tendremos que 'aber accedido al concepto verdadero del arte. &ólo entonces podrá Hegel proceder a su división2determinación mediante el desarrollo total del curso de +stética. a0 &obre la base de lo conseguido 'asta aqu, tendrán que rec'azarse aquellas representaciones de la consciencia corriente que 'acen consistir el fin del arte en la pura imitación de la naturaleza, imitación abstracta que se rige por la rectitud de la imitación !, por tanto, perdiendo la determinación misma de lo bello, puesto que tal determinación es indiferente respecto de la imitación. +s más, bajo esta representación aparentemente objetiva, se esconde el relativismo más absoluto pues, 'abiéndose perdido la determinación de lo bello en aras de la corrección de la imitación, se 'a perdido a la vez el criterio para distinguir la bello de la feo en el arte, quedando como único criterio para la elección del objeto imitable el gusto de cada uno4 ! más allá de los individuos, el gusto de las naciones ! de las épocas, todos ellos tan variados que llegan a oponerse entre s. +sta representación confunde el fin del arte con el medio, pues es necesario para la obra de arte el que tenga como base la configuración de la naturaleza a fin de cumplir algo esencial en ella como es tener la forma de la apariencia e)terna, es decir, la forma natural de aparición. %'ora bien esto no conlleva el que el arte tenga que tener la regla natural como su criterio, ni como fin su!o la mera imitación de la e)terioridad natural.
:
b0 +n la vertiente subjetiva del movimiento dialéctico, tampoco puede considerarse el fin del arte el despertar los sentimientos, pasiones, inclinaciones sutiles en el corazón del 'ombre a fin de disfrutar de todo lo noble que 'a! en el corazón 'umano ! completar con ello la e)periencia natural de nuestra e)istencia e)terior, 'aciéndonos receptivos para todos los fenómenos. +l arte estara para 'acernos sentir turbados, alegres, conmovidos, angustiados o amorosos, admirados por el 'onor o el respeto7etc. +l arte nos provocara todas las emociones ! afectos 'umanos, incluso los negativos, a través de una apariencia e)terna que a'ora no sera necesario que fuera una mera imitación, pues incluso en el arte con aquel fin subjetivo se podra considerar ! representar como reales cosas totalmente ficticias. +l arte fomentara la percepción de lo bueno ! lo malo, fortaleciendo lo primero ! purificando o mitigando lo segundo4 todo ello a través de su presencia e)terna meramente engaosa. #e esta manera, el arte no tendra un fin en s mismo ! sera una forma ! un medio para cualquier contenido que cumpliera con aquellas finalidades. *ero tal concepción del arte llevara a e)asperar las más contradictorias pasiones ! emociones que creceran ! c'ocaran las unas con las otras de forma orgiástica. #e forma opuesta también la consciencia vulgar 'a sealado como fin del arte el atemperar estos afectos ! las pasiones. +l arte tendra un fin catártico. &eparara la unilateralidad de la pasión esclavizadora del !o universal, pues la pondra delante de s mismo con todos sus efectos ! consecuencias, pudiendo tomar consciencia de lo que de otro modo sólo e)istira en él de forma inmediata, desgarrándolo. +l arte liberara al 'ombre de sus pasiones al 'acer posible intuirlas objetivamente ! posibilitar el comportarse de forma ideal respecto de ellas, liberándole de la cautividad inmediata de la naturaleza sensible propia del salvaje ineducado o de la barbarie. +l fin de la purificación sera el perfeccionamiento moral ! la instrucción. *ero, con esto, se sigue situando el fin del arte más allá de él mismo. +s cierto que la 'umanidad se educa con el arte, se civilizan los pueblos ! las gentes, pero esta consecuencia no significa que tal sea el fin ! el cometido del arte en cuanto tal, sino que aquellos depende de estos4 de otro modo el arte ! las obras bellas se reduciran a una mera cáscara vaca en función de una doctrina general cualquiera. Lo sensible e imaginativo sera adorno e)terno, cuando no mero reclamo al servicio de lo moral que sometera la obra al deber. +s más, en cuanto el deber es la determinación autónoma de la voluntad abstracta, llegara a ser incompatible con la misma singularidad ! concreción de la obra de arte, puesto que la moral que a través del arte podra fundarse, sera meramente 'eterónoma. +n todos los casos e)puestos 'asta aqu, el fin e)trnseco al propio arte supone la contradicción entre lo que es en ! para s, el espritu, ! la realidad ! e)istencia e)ternas, entre el concepto ! la vida, entre la libertad ! la necesidad, entre el espritu ! la carne7 etc. +sta contradicción provoca la inquietud que busca disolverla. La ;ilosofa tendrá como tarea superar las oposiciones mostrando que no es verdadero ni un lado en su abstracción, ni el otro en su unilateralidad, sino que ambas partes se disuelven a s mismas. La virtud está en la mediación que es lo realizado en ! para s ! lo que en cada caso 'a de realizarse constantemente. +ste punto de vista superior al que apuntaban todas aquellas escisiones, Hegel lo reivindica !a para el arte. +l arte sera el primer momento, el más inmediato de la mediación en la que tienen su verdad los opuestos ! en la que el uno se reconoce en el otro, ! en ambos, ! en su proceso se revela a s mismo el espritu que deviene consciente de s mismo, sujeto ! objeto a la vez ! desde ambos lados- νοησισ νοησεωσ νοησισ
<
“&el arte está llamado a descurir la verdad ajo la configuración artística, a representar dicha oposición como reconciliada, con lo cual tiene su fin 'ltimo en sí mismo#
*odramos terminar diciendo que en el arte se descubre la verdad en su inmediatez o bajo la forma de lo bello. %lbert =vila >onzález 8eus 5?@1?@:
A