CLASIFICACIÓN DE LAS RUEDAS DE AMOLAR
En el comercio se encuentran ruedas esmeradamente diseñadas para cada oficio, por esto es interesante que el mecánico de mantenimiento conozca su uso adecuado, en cuanto a su forma y en cuanto a su constitución.
RECOMENDACIONES ACERCA DE LAS RUEDAS DE AMOLAR Para amolar las herramientas de tornos y cepillos, se usan amoladoras pequeñas de banco, recomendándose ruedas hechas de ácido de aluminio y tamaño mediano. Para amolar herramientas y cortadores se usan ruedas de óxido de aluminio con un aditivo especial que la hace apropiada para trabajar aleaciones de acero y aceros de alta velocidad. Para trabajar herramientas de carburo muy duro y cementado se recomienda una muela de Diamante. Las ruedas así llamadas tienen como parte del abrasivo partículas de diamante. Para el amolado cilíndrico, se usa generalmente ruedas rectas de 10 a 30 pulgadas de diámetro. Se recomienda las ruedas de abrasivo de óxido de aluminio; las ruedas con abrasivo de carbono de silicio se usan para materiales de baja resistencia tensora como hier ro gris, cobre, latón, aluminio etc. Para desbastar piezas de fundición de acero o hierro maleable recocido, se necesitan ruedas grandes, duras, con una liga de resinoide y abrasivo de óxido de aluminio, hecha esta operación sobre un bastidor oscilante. Cuando el material es hierro gris o piezas de material maleable sin recocer, se usa una rueda de carburo de silicio. sil icio. Cuando el desbaste de las piezas de fundición se hace con amoladoras de pedestal, se requieren ruedas toscas de grano duro para lograr desbastar bastante material. Se recomiendan ruedas de óxido de aluminio para fundición de acero maleable y de carburo de silicio si son de fundición gris, latón bronce y aluminio. Para cortar mármol, pizarra o piedra caliza, se usan ruedas de carburo de silicio ligado con resinoide o goma laca. Esta rueda debe tener gramos abrasivos, toscos y duros. Las ruedas para esmerilada de mano deben ser de las mismas especificaciones de las anteriores, usándose una liga resinoide o de caucho para las de velocidad rápida. Por liga se entiende las materias que componen el aglutinante. Este aglutinantes el que mantiene unido las sustancias abrasivas o de desbastar.
PROPIEDADES QUE DEBEN REUNIR LAS PIEDRAS ABRASIVAS Antes e tratar más a fondo el valor que representa una piedra abrasiva, congregamos los requisitos que debe tener uno de buena calidad. Primero que todo el mecánico de mantenimiento debe saber que siempre hay que usar una piedra o una rueda abrasiva de mayor dureza que el material que va a trabajar
PROPIEDADES: Dureza: Evidentemente la característica más importante de una piedra es que el material de que está compuesta sea duro, es decir, que tenga un abrasivo de alta calidad. Entre las sustancias usadas como abrasivo en las ruedas de amolar tenemos, además del carburo de silicio y el ácido de aluminio, aleaciones de cobre y níquel, vidrio y madera. El diamante también se usa como abrasivo, pero su fin principal está en la rectificación de las mismas piedras.
Tenacidad: Esta es la propiedad que mantiene unidas las partículas del material abrasivo. Si las piedras tienen una tenacidad deficiente, sus bordes se rompen muy a menudo sin que tenga sobre esfuerzo alguno.
ESTRUCTURA DE LAS PIEDRAS: Tamaño de los granos: Las pequeñas partículas del material abrasivo se conocen por el nombre de grano, y en gran parte la calidad de una piedra depende de la uniformidad del grano. Cuando la pieza que se trabaja resulta con rayas en su superficie es que la piedra que se está usando no tiene un grano uniforme. Los fabricantes de las ruedas y piedras abrasivas prestan gran atención a este detalle, para lo cual usan cedazos especiales para clasificar el material. El tamaño del grano viene especificado en cada piedra. Las sustancias duras y frágiles se cortan mejor con piedras de grano fino. Las piedras de grano grueso sirven para la mayoría de los materiales; éstas dan una mayor velocidad de corte o desgaste. Cuando se desea un buen acabado y una gran exactitud, deben usarse las piedras de grano fino. La estructura del material abrasivo tiene importancia, y se refiere a la distancia a que se encuentran los granos entre sí. Los granos muy separados cortan muy fácilmente a las sustancias blandas y dúctiles. Los granos muy juntos son más apropiados para los materiales duros y frágiles, con excepción del carburo de tungsteno. Cuando la presión es variable, se prefiere un espaciamiento holgado. Las presiones elevadas requieren gramos muy juntos. Cuando la distancia entre éstos es mediana, las piedras son aptas para el esmerilado cilíndrico y sin centrar, y también para afilar herramientas.
PROPIEDADES QUE DEBEN REUNIR LAS PIEDRAS ABRASIVAS Antes e tratar más a fondo el valor que representa una piedra abrasiva, congregamos los requisitos que debe tener uno de buena calidad. Primero que todo el mecánico de mantenimiento debe saber que siempre hay que usar una piedra o una rueda abrasiva de mayor dureza que el material que va a trabajar
PROPIEDADES: Dureza: Evidentemente la característica más importante de una piedra es que el material de que está compuesta sea duro, es decir, que tenga un abrasivo de alta calidad. Entre las sustancias usadas como abrasivo en las ruedas de amolar tenemos, además del carburo de silicio y el ácido de aluminio, aleaciones de cobre y níquel, vidrio y madera. El diamante también se usa como abrasivo, pero su fin principal está en la rectificación de las mismas piedras.
Tenacidad: Esta es la propiedad que mantiene unidas las partículas del material abrasivo. Si las piedras tienen una tenacidad deficiente, sus bordes se rompen muy a menudo sin que tenga sobre esfuerzo alguno.
ESTRUCTURA DE LAS PIEDRAS: Tamaño de los granos: Las pequeñas partículas del material abrasivo se conocen por el nombre de grano, y en gran parte la calidad de una piedra depende de la uniformidad del grano. Cuando la pieza que se trabaja resulta con rayas en su superficie es que la piedra que se está usando no tiene un grano uniforme. Los fabricantes de las ruedas y piedras abrasivas prestan gran atención a este detalle, para lo cual usan cedazos especiales para clasificar el material. El tamaño del grano viene especificado en cada piedra. Las sustancias duras y frágiles se cortan mejor con piedras de grano fino. Las piedras de grano grueso sirven para la mayoría de los materiales; éstas dan una mayor velocidad de corte o desgaste. Cuando se desea un buen acabado y una gran exactitud, deben usarse las piedras de grano fino. La estructura del material abrasivo tiene importancia, y se refiere a la distancia a que se encuentran los granos entre sí. Los granos muy separados cortan muy fácilmente a las sustancias blandas y dúctiles. Los granos muy juntos son más apropiados para los materiales duros y frágiles, con excepción del carburo de tungsteno. Cuando la presión es variable, se prefiere un espaciamiento holgado. Las presiones elevadas requieren gramos muy juntos. Cuando la distancia entre éstos es mediana, las piedras son aptas para el esmerilado cilíndrico y sin centrar, y también para afilar herramientas.
Aglutamiento: Con este nombre se conoce el material o sustancia que mantiene unidas las partículas abrasivas, su fin es semejante al cemento. A este material a veces se le llama vínculo o aglomerante. Generalmente se usa el caucho, silicato vitrificado, goma laca y resinas sintéticas.
Grado: La forma en que el aglutinante mantiene unido a los granos durante las operaciones de esmerilado, se denomina grado. Por ejemplo, las piedras en que el grano es desalojado fácilmente, se conocen como piedras de grado blando, mientras que las que conservan los granos muy unidos se conocen como piedras de grado duro. Esto no se refiere a la dureza del material abrasivo, sino que el resultado de la combinación del aglutinante con los granos de la sustancia abrasiva. El grado de una piedra se indica muchas veces por medio de letras, usando la letra M para designar un grado mediano. Las letras que siguen a la M denotan, sucesivamente, grados más blandos y puede ir hasta la W para las variedades más blandas, mientras que las letras anteriores a la M indican grados más duros hasta la letra D. Estas marcas sólo las traen las piedras con aglutinante vitrificado, pues los otros tipos se designan por medio de cifras. Hay un mayor número e grados en las piedras con aglutinante vitrificado que en otras. Generalmente los grados más duros se emplean con sustancias duras. El grado depende también de la extensión del contacto entre la piedra y la pieza. Cuando más grande es el área de contacto, más blando debe ser el grado, y viceversa. Si las máquinas están sujetas a vibraciones pronunciadas, debe usarse un grado más duro que el que correspondería en otra forma.
MARCA SOBRE LAS PIEDRAS Todas las piedras de esmeril llevan una etiqueta indicando el grano, grado, etc. Por ejemplo: una piedra marcada Vit-60-K, indica que tiene un vínculo o aglutinante vitrificado, con un grano 60 (tamaño mediano), y un grado K, que el algo más duro que el tipo mediano. M. VELOCIDAD DE LAS PIEDRAS La velocidad de las piedras y de las piezas que se trabajan es cosa muy importante y que se debe tener en cuenta. Una guía muy aproximada es la de tener presente que si la pieza gira demasiado rápido, su periferia se despasta más pronto debido al mayor esfuerzo. Por otra parte si se aumenta la velocidad de la
A continuación damos las velocidades que recomiendan algunos fabricantes para los diferentes tipos de máquinas. ESMERIL CILÍNDRICO:
Velocidad 5.500 a 6.500 pies por minuto Grano 36 a 80 (mediano) Grado L a P. (mediano) Aglutinante Vitrificado ESMERILADO SUPERFICIAL
Velocidad Grano Grado Aglutinante
4.000 a 5.000 pies por minuto 16 a 60 (basto o mediano) N a V (blando o muy blando) Silicato o Vitrificado
ESMERILADO INTERNO
Velocidad 2.000 a 5.000 pies por minuto Grano 36 a 60 (mediano) Grado J a S. (mediano o blando) Aglutinante Vitrificado
Antes de considerar otras cuestiones relacionadas con las piedras, nos referiremos a algunos detalles de los diámetros y velocidades. En la mayoría de los trabajos de corte deben emplearse piedras de 12 pulgadas de diámetro, salvo que las piezas sean tan grandes que haya necesidad de usar un tamaño mayor-, de otro modo, deben evitarse las piedras muy grandes, pues éstas significan un mayor porcentaje de desperdicio. En máquinas de alta velocidad, las piedras de 12” deben girar a 5200 r.p.m.; las de 14”, a 4400 r.p.m. ; y las de 16” a 3800 r.p.m. Cuando se comienza un trabajo en una máquina de esmerilar, lo primero que debe hacerse es ver que la piedra esté bien aguzada, debidamente protegida para evitar accidentes, y correctamente montada en el eje de la máquina. El montaje no debe hacerse ni muy ajustado ni muy flojo, pues en el primer caso puede provocar el estallido de la piedra, y en el segundo no se la podrá centrar debidamente, con lo que quedará fuera de balance.
La primera pieza a esmerilar, si es cilíndrica, debe ser medida cuidadosamente, ajustando la máquina de acuerdo a sus dimensiones finales. Como generalmente no se logra la exactitud requerida en el primer ajuste, sólo se esmerila la pieza hasta un cierto límite para poder controlar los tamaños y hacer los reajustes necesario. En otra forma, puede echarse a perder una pieza. Debe tenerse cuidado de que los centros de la máquina y los agujeros para centrar la pieza se encuentren bien pulidos, limpios y lubricados. La pieza también debe encontrarse limpia, lo mismo que los accesorios que la mantienen en posición. Al ajustar una pieza deben evitarse los esfuerzos excesivos, para lo cual se observará que el extremo de la contrapunta ejerza una presión normal sobre el agujero respectivo de la pieza.
VELOCIDAD DE LAS PIEDRAS La velocidad de la piedra debe ser determinada antes de iniciar un trabajo. No debe confundirse la velocidad periférica con el número de revoluciones, pues cuanto mayor es el diámetro de una piedra, tanto menor debe ser el número de rotaciones del eje. Esta velocidad puede determinarse por medio de la siguiente fórmula: Velocidad periférica = diámetro de la piedra en pulgadas X 0,2618 X r.p.m. El número de revoluciones estaría dado por: Velocidad periférica en pies por minuto____ = r.p.m. Diámetro de la piedra en pulgadas x 0,2618 Después de haber fijado la velocidad de una piedra, hay que determinar los avances, y si se emplean lunetas, éstas deben ajustarse. Algunos detalles pueden ser de utilidad para saber si los ajustes están hechos en forma. Por ejemplo, si se observa un desgaste pronunciado en la piedra, es muy probable que ésta gire demasiado despacio o la pieza demasiado rápidamente. También puede deberse a poco espesor de la piedra.
Si la piedra toma un aspecto vidriado y la pieza se recalienta, es muy probable que la pieza esté girando muy despacio o la piedra muy ligero. También puede deberse este hecho a que la piedra elegida es demasiado dura o el grano muy fino, o aun a incrustaciones de limaduras entre las puntas de los cristales. El remedio está en usar una piedra más blanda o menos densa, o en aumentar la velocidad de la pieza, o en reducir la cantidad de limaduras.
MONTAJE DE LAS PIEDRAS El montaje de las piedras en los ejes de las máquinas de esmerilar requiere especial atención. A cada lado del agujero central debe colocarse una arandela de caucho o de papel secante, y se ajusta luego la piedra con las dos bridas o arandelas de acero, el agregado de papel secante tiene importancia, pues en esa forma se asegura una distribución pareja de la presión desde las bridas y se reducen las probabilidades de rotura, al mismo tiempo que se impide que la piedra patine. Tiene importancia también que las bridas sean de un diámetro de por lo menos la tercera parte del dela piedra y que el diámetro del agujero central sea lo suficientemente grande como para adaptarse a cualquier eje. Si para montar una piedra en un eje hay necesidad de forzarla, se corre el peligro de iniciar la formación de rajaduras que pueden luego producir el estallido de la piedra al girar a elevadas velocidades. Antes de montar las piedras debe cubrir defectos o rajaduras. La tuerca del eje sólo debe ajustarse hasta obtener una sujeción firma de la piedra, sin excesiva presión.
RECTIFICACIÓN DE LAS PIEDRAS Las piedras deben ser rectificadas cada vez que se montan sobre un eje, y ello se debe a que como el agujero central es más grande que el eje, el centrado es muy difícil. La mejor forma de rectificar una piedra es usando una herramienta con una punta de diamante, aunque hay otras herramientas especiales que consisten en varias ruedas de acero montadas en un mango. Una herramienta con punta de diamante se compone de una barra de acero con cuya punta se ha fijado un diamante negro que apenas sobresale del extremo. Para reducir las vibraciones es necesario emplear un soporte con la herramienta. El diamante se hace correr transversalmente sobre la cara de la piedra, al mismo tiempo que se suministra una buena cantidad de refrigerante.