¿Qué características debe tener una estructura sismorresistente? Altura. Evidentement Evidentemente e la altura del edificio es uno de los factores esenciales esenciales en la resistencia a los terremotos. De hecho, en ciertas ciudades los reglamentos limitaban la altura de los edificios, aunque en la actualidad se tiende más a valorar su altura en función de la calidad del diseño arquitectónico.
Simetría. Un edificio es simétrico respecto a dos ejes en planta si su geometría es idéntica en cualquiera de los lados de los ejes. Que un edificio no sea simétrico aumenta la posibilidad de que se produzca una torsión en su planta, haciéndolo más vulnerable ante un terremoto.
Distribución de masas. Los especialistas recomiendan la uniforme distribución de las masas que conforman el edificio tanto en planta como en altura, cambiando en función de las distintas zonas y alturas en base a la rigidez.
Estructuras rígidas en planta. Aunque pueda parecer una afirmación de Perogrullo, es evidente que la mayor cantidad de muros estructurales en la base, mejora también la estabilidad y resistencia frente a un movimiento movimiento sísmico. sísmico.
Distribución de puertas y ventanas. La simétrica distribución de los elementos de apertura de las viviendas son esenciales para aumentar la resistencia del edificio al colapso, así como un tamaño acorde al resto de la estructura, no debiendo superar más de la mitad del muro.
Calidad de los materiales materiales.. Otro de los factores esenciales a la hora de medir la resistencia al derrumbe de los edificios es la calidad de los materiales. La buena calidad de la construcción mejora la capacidad de absorción de energía en el movimiento sísmico. sísmico. Los expertos coinciden en la importancia del hormigón armado y el acero para que el edificio se pueda balancear sin llegar a caerse.
Cimentación. Los cimientos son clave en la flexibilidad y aguante de los edificios. Cada suelo tiene una cimentación específica tanto en profundidad, forma y tamaño, por lo que es esencial un estudio del terreno previo a la construcción construcción del inmueble. Una correcta correcta actuación en este aspecto permite reducir las deformaciones y esfuerzos que sufrirá el edificio durante el sismo.
¿Cómo se construyen las obras sismo resistentes? Autor: Euge Materiales, técnicas y detalles de las obras antisísmicas En zonas de frecuentes sismos, este tipo de obras son muy comunes y necesarias. Conozcamos algunos detalles sobre las construcciónes antisísmicas.
¿Qué son las obras sismo resistentes? Quienes viven en zonas sísmicas bien conocen de la importancia de las obras sismo resistentes. Conocida también como construcción antisísmica, esta describe una técnica de construcción que permite que la vivienda se mueva con el terreno, y sus materiales verticales se flexionen adecuadamente con las sacudidas telúricas, en lugar de ser una pieza anclada y estática que podría quebrarse y desmoronarse ante un movimiento.
Detalles al construir obras sismo resistentes Al diseñar el plano y estructura de la obra sismo resistente, una de las primeras cosas a considerar es la localización y ubicación, en relación a la frecuencia de los movimientos telúricos. Ya en la zona se determinan los materiales más aptos y las acciones necesarias. También se definirá el punto en el terreno que sea más estable y en el que se pueda prevenir los deslizamientos de tierra, la caída de rocas y otros detalles de seguridad. Además de alejarse de peñascos y laderas, las obras sismo resistentes tienden a estabilizarse en el terreno y no sobre pilotes elevados, y también se procura construirlas lejos de ríos y cauces de agua que puedan representar aludes de barro y otros arrastres ante un terremoto de gran magnitud.
Detalles estructurales de obras antisísmicas Las obras sismo resistentes tienen en consideración detalles de resistencia y rigidez. Esto define la correcta elección de materiales, uniformes y firmes, y con un empalme monolítico de unidad, que permita que la vivienda responda adecuadamente ante movimientos sin resquebrajarse. También se tiene en cuenta la geometría de la obra, requiriéndose un mínimo de muros en dos direcciones perpendiculares entre sí y de forma regular, más bien cuadradas o especiales, pero evitando las construcciones altas y angostas.
Uso de materiales sismo resistentes Los materiales elegidos han de comportarse uniformemente en la obra. Los más utilizados para estas viviendas son el cemento fino y libre de grumos o concentraciones en puntos, y agregados como grava, arena y materia orgánica (tierra, pantano y arcilla). Esto facilita la flexibilidad del cemento y evita quebraduras en el mortero. En este cemento se suele utilizar dos partes de cemento seco por una de agua, para asegurar un fraguado adecuado. Para evitar grumos y burbujas, perjudiciales en casos de sis mos, la técnica elegida es el vibrado.
También se utiliza buena cantidad de acero en las obras sismo resistentes. De preferencia, el corrugado, que mejorará la adherencia con el concreto. Además, se utiliza ladrillos en la mampostería, en la técnica húmeda, complementados en zonas con bloques de concreto secos.
Características elementales de una estructura sismorresistente. En los últimos años el mundo ha sido sorprendido por distintos movimientos sísmicos que han dado origen a una gran variedad de desastres estructurales, como por ejemplo: la ruptura o desvanecimiento de ciertas edificaciones. Por esta razón es evidente que los edificios más resistentes contra movimientos sísmicos son aquellos que tienen una verdadera planificación, con un diseño y una configuración estructural, los cuales son propicios a obtener la resistencia suficiente para soportar las fuerzas generadas por un sismo. Una estructura responde a un movimiento sísmico de diferentes maneras, según su configuración y su diseño, las características más elementales de este tipo de edificaciones son: el tipo de suelo donde se encuentra la edificación, los materiales utilizados en la construcción del mismo, la resistencia de dichos materiales, la forma de la estructura y su sistema de apoyo. Según, Arnold y Reithman (1991) afirma que: Mayormente cuando una edificación colapsa durante o después de un sismo, es a causa de la carga vertical, la cual hace que el edificio caiga hacia abajo y no hacia adelante, esto también ocurre porque las fuerzas laterales agotan cualquier posibilidad de resistencia estructural y por efecto de la fuerza de gravedad la estructura se debilita hacia abajo. (p.38) Por esta razón se deben estudiar cada una de las características de un edificio propicio para soportar las fuerzas de un sismo y no desvanecerse durante el mismo. Tomando en cuenta la forma de los edificios lo más probable es que durante un movimiento sísmico cada una de las secciones se muevan de manera distinta, es por esta razón que se recomienda que cada sección se construya por separado y se unan por medio de pasillos que permitan ci erta estabilidad al momento de un sismo; también es recomendable construir edificios con una uniformidad tanto en su planta y alzado como en su sistema constructivo y materiales, debido a que en edificios de este tipo el cálculo contra sismos es mucho más fácil y concreto. Tomando en cuenta los materiales de construcción, para obtener un mejor resultado en cuanto a la resistencia de un edificio durante un sismo, se recomienda que los materiales sean de buena calidad para garantizar una resistencia suficiente por parte de la estructura, del mismo modo dicha esta estructura podrá absorber las energías que las fuerzas sísmicas le otorgan a edificio cuando estas actúan. En las fachadas dan mejores resultados los recubrimientos integrales, se deben usar elementos debidamente anclados para que las losas puedan sujetarse y les permitan moverse gracias a un espacio que se deja entre ellas, esto se hace con la finalidad de obtener un equilibrio entre el sismo y el edificio. Así como lo dice, Creixell (1968) señala: Una estructura sismorresistente normalmente se construye en un suelo firme que tenga una buena cimentación y así poder transmitir con seguridad el peso de la edificación al suelo. Sin embargo, las construcciones pueden ser rígidas o flexibles, dependiendo del tipo de terreno donde se construya y la distancia del edificio con respecto al epicentro del sismo. En terrenos suaves y en sitios alejados del epicentro, se recomiendan construcciones rígidas, porque los periodos del movimiento sísmico son más largos. En terrenos duros y cercanos al epicentro del sismo, se recomiendan construcciones flexibles, porque los periodos del movimiento sísmico son más cortos. (p.152) Basándonos en el tipo de estructura, una edificación tiene mayor resistencia sísmica si su estructura es sólida, simétrica, uniforme y continua; se recomiendan las estructuras de concreto armado o las de acero, construidas con verdaderas armaduras que tengan mayor rigidez. La mayoría de las estructuras sismorresistentes se caracterizan por las uniones de sus elementos, es decir, los empotramientos de sus viguetas en cada una de sus columnas. Es importante destacar que el edificio no se ve afectado por el movimiento del suelo sino por las fuerzas de inercia generadas internamente, esas fuerzas se generan a causa de la vibración del edificio durante un sismo. Creixell, J. (1968) define las fuerzas de inercia como “el producto de la masa por la aceleración (F=m*a)” (p.39). La masa es una característica del edificio, sin embargo, la aceleración es una función de la naturaleza del temblor, debido a que es una fuerza, por lo general, un aumento de la masa produce un aumento de la fuerza. Una edificación debe tener una planificación sismorresistente, la cual debe someterse a una serie de pruebas para poder calcular de manera concreta las diferentes respuestas del edificio al momento de un sismo; estas respuestas son cada vez más favorables si la edificación posee las características más adecuadas para una construcción sismorresistente, es decir, si se utilizan materiales de buena calidad, se construyen los edificios por secciones, se construyen en terrenos firmes con una buena cimentación y se construyen estructuras sólidas, simétricas y uniformes. Sin embargo, los sismos son impredecibles, por lo tanto, las edificaciones no siempre respondes según los cálculos realizados, es por esto que siempre se debe hacer un mantenimiento habitual en la edificación y así, ésta esté preparada para propiciar la suficiente resistencia ante un sismo en cualquier momento.