Car Puche - El Maravilloso Regalo de La Vida

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Diseño de portada: © L. Farinelli © Car Puche, 2015 Caracas, Venezuela E-ma E-maiil: ca carpuli puli75@hotma [email protected] Bajo las sanciones establecidas por las leyes, quedan rigurosamente prohibi prohibidas, das, sin sin la autoriza autorizaci ción ón por escrito del titular, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier















































































































incluyendo las fotocopias y la difusión a través de Internet— y la distribución de ejemplares de esta edición mediante alquiler o préstamo públicos.

















































































































Índice Portada…………………………… 01 Argumento…………. ……………. 04 Capítulo 1………………………… 06 Capítulo 2………………………… 11

















































































































5………………………… 38 Capítulo 6………………………… 49 Capítulo 7………………………… 64 Capítulo 8…………………………. 73 Capítulo 9…………………………. 87 Capítulo 10……………….. ………. 94 Capítulo 11……………..……….

















































































































Capítulo 14………………………… 130 Capítulo Capítulo 15…………………... 15…………………...…. …. … 136 Capítulo 16………………..……. …. 147 Capítulo 17………………………… 156

















































































































Argumento La vida te cambia el juego cuando menos lo esperas. Tras superar una oscura época de su vida, Vic lleva una vida tranquila hasta que recibe una llamada de su madre. Su hermano ha muerto y tiene que ayudar a su familia a quedarse con el

















































































































necesario para protegerlo…





































































































































































































































A ti que lle llenast nastee mis noches noches de luz, l uz, Ese libr li broo que encontré encont ré sin si n buscarlo buscarl o pero pero que con sus páginas pági nas Le dio vida vi da a mi alma que estaba est aba dormida Para ti mi adorable adorabl e princesa pri ncesa Por toda la l a eterni eternida da



















































































































Capítulo 1 Hoy parecía ser una mañana como la de todos los días, muchos correos por leer, reuniones, sistemas de clientes por levantar, pero el destino tenía pensado otra cosa para mí, algo que definitivamente me cambiaria para siempre, ese día comen comenzzaría aría a en entender tender el sentido sentido de la vida. vi da. —Hol —Holaa Vic, te pu puedo edo robar robar unos minutos para para qu quee me acompañes acompañes a tomar omar un café. —Me —Me



















































































































Tenía muchas cosas por hacer, así que no quería moverme de la oficina y si me iba con Mati, seguro tardaríamos muchísimo. —Qu —Qué tal si vas por tu café lo l o traes raes hasta mi oficina y me cuentas como te fue anoche mientras o voy terminando de pulir estos reportes que tengo que presentar esta tarde. —Le dije sonriéndole espléndidamente tratando de convencerla. Realmente tenía que hacer más que retocar unos reportes, pero me costaba negarme. Matilde era prácticamente mi única familia, nunca entendí



















































































































hace gracia la comparación física entre las dos. Mientras Matilde es, puede decirse, morena, de cabellos y ojos negros, de mediana estatura, y tiene sus sus dotes gen ener erosa osam men ente te bien bien reparti repartida; da; yo yo en en cambio soy de contextura delgada, de unos 1,72 mts. de altura, rubia, de ojos verdes. Pero lo importante no es el físico, sino el sentimiento. Ella era mi hermana y punto. De mi familia hace más de ocho años que no se nada. Minutos después Matilde entró con su café y una mejor cara, y me saco de mis pensamientos. Sin preámbulos se acomodó en una de las sillas de





















































































































intentando que se fuera conmigo cuando su teléfono comenzó a sonar y entonces se le presento algo, no sé qué cosa con su perrito, así que le toco marcharse, pero quedamos en vernos hoy así que esta noche tengo que estar radiante, estaba pensan pensando do pon poner erm me… —Cuan —Cuando do Mati comen comenzzaba con sus historias no habían pausas hasta el final, era un reto seguirle la corriente, pero en este caso





















































































































person personal alm men ente te a Vict ictoria, ori a, yo tenía tenía en enten tendido dido qu quee estaba muerta. —Dijo con cierta vergüenza mi secretaria. —Es como como si lo estuvi estuviera era Luisa. is a. —Le —Le dije dije,, pero pero no sabía sabí a qu quéé hacer, aún estaba muy sorprendida. Decidí salir de mi mutismo finalmente. —Por favor, dile que estoy en una reunión, que te deje su número que apenas la





















































































































mucho. —Reflexioné delante de mi amiga. —Si, lo l o recu recuer erdo. do. Lo Lo pusi pusiste ste en con contact tactoo con el jefe solo porque pensaste que eso te podía acercar a él, pero cuando no recibiste ni una sola llamada más te quedaste destrozada de nuevo. El muy miserable no llamo ni para dar las gracias. Me vas a perdonar, pero tu familia es una mierda. Verdades como esa me oprimían algo en el





















































































































era precisamente lo que esperarían tus padres y mi castigo fue enviarme a la Universidad con todo pago. pago. Claro Clar o qu quee nunca respon respondi diero eronn mis mis llam lamadas, me quedo claro cuando me dijeron que solo podía regresar cuando me curara de mi enfermedad. Lo que ellos no entienden es que ser lesbiana no es ninguna enfermedad, por lo que eso no ocurrirá nunca. —Dije sintiéndome triste por recordar todo





















































































































número de teléfono que le dejó mi madre. Luego de varias respiraciones comencé a marcar el número. Matilde, como fiel amiga, se quedó a mi lado a acompañarme durante este trámite tan duro. Hubo un par de repiques, luego se escuchó una voz. —Hol —Hola, a, habl hablaa Vi Victoria Arism Aris men endi. di. —D —Dij ije. e. — Hija, ¿Eres —Preguntó una voz qu quee Eres tú? —Pregu























































































































—Hipó eso llevo a que se volteara en una curva. —Hi un poco más. — El auto auto quedó destrozado, destrozado, pero pero yo creo que debió tener desperfecto porque tú sabes que Carlos no corría tanto.























































































































Eso me dolió. Siempre el qué dirán era lo que importaba a la familia, pero mi hermano había muerto así que tenía que despedirme de él. Lo demás no importaba en estos momentos.























































































































defenderlo. Mati guardó silencio unos segundos, estaba como reflexionando sentada muy quieta delante de mí.























































































































indicaciones. —Lu —Luisa, mi herman ermanoo ha falle alleci cido, do, estaré fuera algunos días, por favor avisa a todo el mundo. Cancela mis reuniones, pásame solo























































































































Me sonrió y me envolvió la mano con las suyas. —Ya —Ya sabes sabes Vic, si cambia cambiass de opin opinión solo sol o llámame, ¿De acuerdo?

























































































































siempre estaba metido de cabeza en sus negocios.























































































































más y más distancia entre los dos. Siempre quería



































































































































































































































































































































































Casi en silencio le dije: “Hermano, me









































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































El mara maravillo villoso so rega egalo de la vida Car Puche













































































































Car Puche - El Maravilloso Regalo de La Vida

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