2.3.2. Captación de aguas residuales.
Básicamente podemos agrupar los distintos sistemas de obtención de agua en dos grandes grupos (Figura 1); por un lado los sistemas convencionales, que son los más generalizados, y por otro, los no convencionales, surgidos en los últimos tiempos como alternativas industriales con el objeto de suplir las deficiencias percibidas en los sistemas tradicionales. Figura 1 SISTEMAS DE OBTENCIÓN DE AGUA Surgidos debido a un cambio institucional y tecnológico en la concepción del recurso agua.
Sistema de obtención de agua
Sistemas convencionales
Aprovechamiento superficial
Sistemas no convencionales
Desalavación
Aprovechamiento subterráneo
Reutilización de aguas residuales
Sistema de captación
Sistema de reutilización
Fuente: Carmen Ruiz de la rosa Sistemas convencionales de obtención de agua
Los sistemas convencionales de obtención de agua incluyen tanto el aprovechamiento superficial como el subterráneo. En lo que respecta al primero podemos hablar de dos formas de aprovechar el agua que cae sobre la superficie de la tierra; a través del uso directo del agua de lluvia, que es la forma más primitiva e inmediata, o por medio de la construcción de presas y balsas en las cuales se almacena el agua para luego ser desviada a distintos usos. Por otro lado, el aprovechamiento subterráneo es el sistema de obtención de agua por excelencia en muchas áreas geográficas, y consiste en perforar la tierra a través de pozos y galerías con el objeto de llegar hasta el acuífero y, de esta forma, drenar o bombear el agua que se encuentra almacenada en su interior. Sin embargo, los sistemas convencionales de captación de agua presentan, fundamentalmente, dos tipos de limitaciones: unas naturales, y que se deben a una disminución en el rendimiento de las explotaciones hidrológicas producidas por un
desequilibrio entre la extracción de agua y la recarga natural, y otras de carácter económico, puesto que la disminución sistemática de la rentabilidad de los aprovechamientos, según la relación cantidad-calidad de agua extraída, tiene como consecuencia directa un aumento del precio del agua de abastecimiento. Frente a los problemas asociados a los métodos convencionales de obtención de agua, la actual situación hidrológica de muchas áreas que, por circunstancias climáticas y geográficas, no pueden abastecerse del agua de lluvia, obliga a recurrir a sistemas no tradicionales con el fin de solucionar esta problemática hídrica. 2.2. Sistemas no convencionales de obtención de agua Cuando hablamos de sistemas no convencionales nos referimos a aquellos procesos industriales de tratamiento de aguas que inicialmente no eran aptas para alcanzar una calidad adecuada para su uso. Entre estos procesos hay que mencionar por un lado las técnicas de desalación de agua de mar y las de desalinización de aguas salobres3, y por otro las que permiten reutilizar el agua residual, sobre todo para el riego agrícola, una vez depurada. En los últimos años se han dedicado muchos esfuerzos al perfeccionamiento de estos sistemas, actitud que se ha visto reflejada en el aumento del número de plantas potabilizadoras y depuradoras, en zonas geográficas donde las opciones de obtención de agua por medios tradicionales han ido desapareciendo. Entre estas dos opciones el proceso de depuración de aguas residuales y su posterior reutilización, es definido como un “sistema estructural de planificación hidrológica”, se nos presenta como un sistema único de racionalización del agua que, al apostar por la regeneración4 del recurso, supone un aumento importante de la oferta hídrica dentro de los programas de sustitución que se recomiendan en la gestión de la demanda. Entre las ideas y propuestas que hacen para un nueva política del agua en España, incluyen la de cerrar los ciclos del agua, justificado que en “una planificación integrada del agua, los efluentes urbanos e industriales no deben considerarse como residuos, sino como recursos destinados a ser regenerados y reutilizados, con el fin de rebajar la presión extractiva y de vertidos sobre los ecosistemas acuáticos. Ello exige incluir todos los efluentes (ya sean retornos agrarios o aguas residuales urbanas e industriales) en los balances de recursos en la planificación a escala de cuenca, adoptando las medidas necesarias para protegerlos y para evitar cualquier pérdida o deterioro adicional en su recogida y transporte hasta las instalaciones de regeneración”. En definitiva, la posibilidad de cerrar el ciclo del agua de forma industrial y acelerar el proceso de limpieza del agua ya usada, que la naturaleza realiza de manera espontánea,
se nos presenta como una alternativa con mucho futuro si se elige adoptar la manera de pensar y de hacer de la cultura