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Resumen del libro
Máxima Eficacia por Brian Tracy Un sistema integral de planificación que le permitirá potenciar todas sus capacidades
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Introducción
La capacidad para apartar la atención de actividades de menor valor y dirigirla a otras de mayor valor es básica para alcanzar lo que te propongas en la vida. El método Máxima Eficacia consiste en aprender a identificar las acciones y conductas vitales en cada área de la vida, aquellas que te pueden proporcionar las mejores recompensas y resultados en el menor lapso de tiempo. Si te concentras conscientemente en esas áreas, tu rendimiento será cada vez mejor. Brian Tracy propone en este libro siete áreas clave de la vida en las que enfocar tus energías y establecer un plan estratégico personal: Negocios y profesión. ¿Cómo llegar a conseguir el éxito, estar satisfecho y llegar a la cima en tu campo? Familia y vida personal. ¿Cómo lograr un equilibrio entre el éxito externo y tus relaciones personales? Dinero e inversiones. ¿Cómo controlar tu vida financiera y conseguir independencia económica? Salud y buen estado físico. ¿Cómo alcanzar y mantener altos niveles de salud, energía y bienestar general? Crecimiento y desarrollo personal. ¿Cómo identificar y adquirir el conocimiento clave y las habilidades necesarias para mejorar tu vida? Actividades sociales y comunitarias. ¿Cómo estructurar tu vida para dejar tu sello en el mundo, para dejar un legado perdurable? Desarrollo espiritual y paz interior. ¿Cómo organizar tu vida interior y tu pensamiento para que realices plenamente tu potencial como ser humano? La planificación estratégica es una manera sistemática de pensar y actuar; y es, a su vez, una herramienta que puedes utilizar para guiarte. La diferencia entre seguir una planificación
estratégica personal como parte central de tu vida y dejar que tu vida ocurra sencillamente sin un plan equivaldría a la que hay entre conducir un automóvil y montar en bicicleta. Ambos vehículos te llevarán del punto A al punto B, pero el automóvil, el plan estratégico personal, lo hará mucho más rápido y con mayor facilidad.
ANUNCIOS
El proceso de planificación estratégica personal El elemento central del método Máxima Eficacia es la planificación estratégica personal, que se parece mucho a la planificación estratégica corporativa. Pero, mientras que el capital de una empresa se mide en términos de capital financiero, tu capital neto personal se compone de las energías mentales, emocionales y físicas que tienes que invertir en tu carrera. Tu objetivo debería ser obtener el mayor rendimiento posible de la inversión en ti mismo en todo lo que haces. Lo bien que te inviertas determinará tus ingresos. Si experimentas resistencias o estrés, o crees que trabajas más y más duro solo para sentir que obtienes cada vez menos recompensa, debes distanciarte y considerar la revisión de tu estrategia. El plan estratégico personal se compone, en cada área, de una serie de pasos que te permiten determinar dónde poner el foco en cada parte de tu vida. Cada paso te ayuda a aclarar qué quieres en cada área y lo que tienes que hacer para obtener lo que quieres. Estos pasos están compuestos por tus valores, tu visión, tus objetivos, tus conocimientos y habilidades, tus
hábitos, tus actividades diarias y las acciones específicas que pongas en marcha. Veamos a continuación cómo se concreta esto en cada una de las áreas clave de la vida. Área 1: Negocios y profesión. El punto de partida del éxito en los negocios, tanto para individuos como para organizaciones, consiste en determinar los valores. Determinar los valores es un ejercicio que te capacita para averiguar qué principios te importan y en qué orden. Después puedes construir tu carrera sobre las bases de esos valores. La gente se siente más feliz y realizada cuando su vida es coherente con sus valores más altos y sus íntimas convicciones. La gente que sabe rendir tiene claro lo que cree y no se aparta de esos valores. Selecciona el valor que creas más importante en tu vida laboral. Conviértelo en punto clave de tu conducta y de tu toma de decisiones. Decide ser coherente con ese valor en todo lo que digas y hagas. Nunca te permitas una excepción. Deja que ese valor sea la luz que te guíe para que dentro de unos años la gente hable de ti y de ese valor en una misma frase. La segunda parte del proceso Máxima Eficacia es proyectar y desarrollar una visión clara de tu vida ideal de trabajo dentro de cinco años. Imagina que dentro de cinco años todo es perfecto y que tu vida laboral es ideal en todo sentido. Tu visión debe ser coherente con tus valores. Piensa en que ya has adquirido tu posición y trabajo ideal, observa qué aspecto tiene, en qué ocupas la mayor parte de tu tiempo, cuánto ganas, con qué clase de personas trabajas, cuál es el nivel de responsabilidad que has asumido, en qué tipo de empresa o industria trabajas y
qué dicen y piensan de ti tus colegas. Practica este viaje de ida y vuelta al futuro. Proyéctate cinco años en el tiempo y después regresa mentalmente donde estás hoy. Imagina los pasos que deberás dar para convertir en realidad tu visión de futuro. Este ejercicio de proyectarse y después retroceder al presente es extremadamente poderoso para aclarar lo que quieres y lo que tendrás que hacer para conseguirlo. Cuando tengas una visión, el siguiente paso es desarrollar una misión para tu carrera. Una misión es la descripción ideal de lo que quieres lograr en tu carrera en los años por venir. Una misión es algo factible y mensurable. Una declaración de misión puede ser muy breve e ir directamente al grano. La declaración de misión de AT&T fue durante muchos años: "Dar acceso telefónico a todos los norteamericanos". La declaración de misión de la Coca-Cola Company es "¡Derrota a Pepsi!". La declaración de misión de la Pepsi-Cola Company es "¡Derrota a Coke!". A partir de tus valores, tu visión y tu misión, debes definir cuál es el propósito de tu carrera. Tu propósito es la razón por la cual haces lo que haces. Es la razón por la que te levantas temprano por la mañana. Tu propósito es la razón por la que trabajas en esta tarea precisa o en esta industria precisa en primer lugar. Tu propósito es lo que da significado a tu trabajo y a tu vida. Tanto tu misión como el propósito de tu trabajo se definen en términos de una contribución externa. Describen la diferencia que quieres establecer en el mundo como resultado de quién eres y qué haces.
Una vez hayas determinado tus valores, tu visión, tu misión y tu propósito, organiza tu vida laboral para vivir coherentemente cada hora de cada día. Si de verdad vives con coherencia con lo mejor que hay en ti, la gente que te rodea sabrá cuáles son tus valores, tu visión, tu misión y tu propósito sin que tengas que explicarlo. Ahora es el momento de los objetivos. Tus objetivos son las metas mensurables que debes alcanzar para cumplir tu misión y tu propósito, y concretar tu visión. Son los blancos a los que apuntas. ¿Cuáles son los objetivos de tu trabajo y tu carrera? Tus objetivos deben ser claros, estar escritos y ser específicos. Deben ser creíbles y alcanzables. Deben estar acompañados por planes escritos y calendarios que fijen su cumplimiento. Debes trabajar en ellos todos los días. ¿Qué conocimientos o habilidades adicionales necesitarás para lograr tus objetivos y concretar tu visión? ¿Cuáles son las competencias cruciales que tendrás que desarrollar si quieres liderar tu campo en los años por venir? Las cuatro claves para hacerte más valioso y avanzar más rápido en tu profesión son las siguientes: Especialización. Es tu capacidad para encauzar tus talentos y capacidades en un área vital que tiene un valor mensurable para tu compañía o para tus clientes. Diferenciación. Se trata de distinguirte de los demás por tu rendimiento superior en una o más áreas. Segmentación. Es la capacidad para determinar las personas y organizaciones que en tu vida laboral pueden beneficiar más y con mayor velocidad tu desempeño en un área
particular. Concentración. Se trata de tu capacidad para centrarte con decisión en el servicio de tu segmento específico de mercado con productos y servicios que son excelentes para ese individuo u organización. Tu trabajo consiste en desarrollar hábitos en cada área de tu vida, hábitos que te permitan mejorar poco a poco. Algunos de los hábitos de la gente muy eficaz son la puntualidad, la buena gestión del tiempo, la disciplina, la resuelta concentración, la finalización de las tareas y la seriedad. Todos son hábitos que puedes desarrollar gracias a la repetición, y que te ayudarán a progresar más rápidamente. Has de ser muy consciente de los hábitos que más te ayudarán. Para desarrollar el hábito que deseas solo necesitas actuar en cualquier cuestión como si ya tuvieras ese hábito. Al hacerlo, desarrollarás gradualmente el hábito en ti mismo, acto por acto, hasta que se convierta en rasgo permanente de tu personalidad. Si tomas el control del proceso de desarrollo de nuevos patrones de hábitos, tomas el control de tu futuro. El elemento final del proceso Máxima Eficacia para asegurarte de que alcanzas los objetivos de tu carrera es comprometerte con la acción. ¿Qué acción específica emprenderás como resultado de las respuestas a los pasos anteriores? En última instancia, la persona que emprende una sola acción como resultado de una nueva idea o intuición es mucho más valiosa que la persona que aprende cientos de ideas pero no hace nada. Área 2: Familia y vida personal. Del mismo modo que en el área de los negocios y la profesión, en esta área comienzas por
aclarar tus valores en el aspecto familiar y personal. ¿Cuáles son tus valores en relación con tu familia y otra gente importante en tu vida? Cuando tratas a otras personas de un modo que refleje tus valores más altos, experimentas niveles más altos de autoestima y de respeto por ti mismo. Pon el foco en el más importante de tus valores, en aquel que puede tener un impacto más positivo en tus relaciones y mantenlo con firmeza en todas tus interacciones con las personas que te rodean. Practica ese valor hasta que te resulte automático y fácil. Puede ser uno de los puntos focales más importantes de tu vida. Te pido que consideres lo que harías, cómo pasarías el tiempo, si hoy supieras que solo te quedan seis meses de vida. Al parecer, aquellas personas a las que se hace esta pregunta la responden de un modo semejante. Todas dicen que pasarían el mayor tiempo posible con la gente que más aman y que más les importa. Todo pensamiento de objetivos materiales o financieros parece evaporarse en un instante cuando sabes que no estarás disponible mucho tiempo más. El mejor modo de vivir en casa con tu familia es equilibrar dos pensamientos contradictorios, el de una vida prolongada y el de morir en un futuro inminente. Si mantienes simultáneamente esos dos pensamientos, tratarás a las personas de manera diferente y mejor. Este acto de equilibrio mental mejorará de inmediato la calidad de tus relaciones con la gente que tienes más cerca. Proyéctate cinco años en el futuro. Con tus valores claros, define tu visión ideal para tu familia y tu vida personal. Y crea una declaración de misión para guiarte y dirigirte, y guiar y dirigir la conducta de tu familia de ti hacia ellos y de ellos hacia ti. No
tiene que ser complicada. Una sencilla declaración de misión familiar podría ser algo como esto: "La misión de nuestra familia es crear un entorno amable donde cada persona se sienta segura, respetada y libre para desarrollar su potencial individual y llegar a ser todo lo que pueda llegar a ser". Tu declaración de misión puede ser breve o larga, sencilla o compleja. Lo principal es que toda la familia participe en ella, se ponga de acuerdo y la comparta. Decide específicamente qué quieres lograr de verdad en tu vida familiar. Es una parte clave del proceso Máxima Eficacia. Cuanto más claro seas acerca de las cosas que de verdad quieres, más rápido las incorporarás a tu vida. La gente más feliz pasa gran parte del tiempo pensando en lo que quieren ser, tener y hacer. El resultado es que su vida es mucho más interesante, excitante y gozosa que la de la gente que solo deja que pasen los días sin una idea clara de adónde quieren ir ni por qué. Tu vida mejora solo cuando tú mejoras. Piensa en qué habilidades y conocimientos necesitas para mejorar la calidad de tu vida personal y qué temas debes dominar para mejorar tus relaciones con tu familia y amigos. Es muy fácil caer en la rutina en cualquier área de la vida, incluso en la familiar. Para contrarrestar esta tendencia tienes que tratar de romper continuamente la zona de comodidad. Oblígate a hacer e intentar cosas nuevas. Ve a lugares diferentes. Inicia nuevas actividades. Nunca te permitas la complacencia ni te des por satisfecho, no hagas siempre las mismas cosas año tras año.
Lo que cuenta es la calidad del tiempo de trabajo y lo que importa es la cantidad de tiempo en casa. Si mejoras la calidad de tu tiempo de trabajo, te concentras resueltamente en tus tareas de mayor valor y consigues que se hagan rápido y bien, reducirás el tiempo que ocupas en el trabajo y aumentará el tiempo disponible para tu vida personal. Recuerda que el tiempo que pasas ante el televisor, leyendo el periódico o trabajando en tu ordenador no cuenta para la gente que amas. La interacción, no el mero lapso de tiempo en un mismo lugar, es lo que construye las relaciones. Área 3: Dinero e inversiones. La gente que tiene mayor éxito financiero en cualquier sociedad es aquella que posee una perspectiva a largo plazo. Es aquella que desarrolla un horizonte a largo plazo en el tiempo. Piensa y planifica a diez, veinte e incluso a cuarenta años vista en el futuro. Se organiza las actividades diarias y semanales de tal modo que todo es coherente con los objetivos a largo plazo que quiere lograr. Esto vale especialmente en el caso de la independencia económica. Solo cuando tomas tu objetivo de independencia económica y lo sitúas en la cima de tu jerarquía de valores empiezas a tener bajo control tu vida económica. Si la independencia económica se encuentre confundida entre todos tus otros objetivos, nunca darás los pasos necesarios para aumentar tu bienestar. Recuerda que te convertirás en aquello que pienses la mayor parte del tiempo. Thomas Stanley, en The Millionaire Next Door, cita las miles de entrevistas que han conducido a los investigadores a establecer
que los millonarios que se hicieron a sí mismos piensan la mayor parte del tiempo acerca de la independencia económica. Se organizan la vida en torno al ahorro y la acumulación. Piensan cómo pueden adquirir y ganar más, y en cómo pueden invertir y sacar provecho de sus ahorros. Esto no quiere decir que no estén orientados a la familia. De hecho, la mayoría de estos millonarios sitúa a la familia en la cima misma de su jerarquía de valores. Pero esto significa que el ahorro, las inversiones, el gasto controlado y la frugalidad son principios organizadores centrales de su vida financiera. Cuanto mayor sea tu claridad en relación con tu futuro financiero a largo plazo, más rápidamente atraerás a la gente y los recursos que necesites para lograrlo en la vida, y con mayor rapidez concretarás tu visión. En general, debes tener cuatro objetivos financieros: ganar lo más que puedas, gastar lo menos que puedas, ahorrar e invertir lo más que puedas y protegerte contra reveses inesperados. Quizás el mejor baremo que puedes utilizar, si la independencia económica es tu objetivo, es determinar cuánto dinero necesitarás cada mes, cada año, para vivir cómodamente, y después calcular cuánto tiempo podrías sostener tu actual estilo de vida conforme a tus ahorros actuales. Esto se llama tu tasa de agotamiento. Es un cálculo del tiempo que puedes sobrevivir con lo que has acumulado hasta ahora. Es la mejor medida de tu salud financiera global. Examina cada gasto de tu vida personal y busca medios para disminuir lo que gastas al mes. Establece el objetivo de recortar tus gastos en un 10 o 20 % en los próximos 90 días. Convierte el control de gastos y costes en una parte regular de tu vida, sin
que importe lo que ganes. Si desarrollas el hábito de ahorrar cierto porcentaje de lo que ganas con cada mensualidad, finalmente cambiarás por completo tu actitud hacia ti mismo y el dinero. En un lapso muy breve te sentirás muy cómodo viviendo con el porcentaje que te queda para gastar. Mientras, podrás ir pagando tus deudas una tras otra. Identifica las habilidades específicas que necesitas para lograr independencia económica. Una habilidad que necesitas es tener conocimientos sólidos acerca del dinero y las finanzas. Lee los mejores libros y revistas sobre el tema. Asiste a buenos seminarios sobre planificación económica. Pide consejo a personas financieramente exitosas. Aprende lo que puedas acerca de cómo se adquiere, acumula y protege el dinero. No dejes nada al azar. La clave para el éxito financiero a largo plazo en la bolsa siempre se ha fundado en el doble milagro del interés compuesto y del valor medio del dólar. Albert Einstein llamaba la octava maravilla del mundo al interés compuesto. Si apartas un poco de dinero y lo dejas crecer mes a mes y año tras año, finalmente se convertirá en una suma importante. Peter Lynch, exitoso administrador de Fidelity Magellan Mutual Fund, escribe: "Lo que decide el éxito a largo plazo no es la oportunidad en el mercado, sino el tiempo en el mercado". Selecciona por lo menos una acción que puedas realizar inmediatamente y que empiece a moverte hacia la independencia económica. Esta actividad puede ser tan sencilla como abrir una nueva cuenta bancaria donde deposites un
porcentaje específico de cada pago que recibas de hoy en adelante. Y puede ser tan compleja como sentarte a escribir un completo plan financiero para toda tu vida. Área 4: Salud y buen estado físico. Los mismos pasos de definición de valores, visión, objetivos y propósitos, desarrollo de conocimientos y habilidades adecuados, y la puesta en marcha de hábitos y acciones oportunas, se aplican también al área de la salud y buen estado físico. Recuerda que este patrón de conducta se aplica a todas las áreas de la vida descritas en este libro. Aclarado este punto, pondremos la atención ahora en los seis secretos de la salud perfecta que son imprescindibles para lograr el objetivo de tener una salud física soberbia. El primer secreto de la salud, la felicidad y la longevidad es conseguir y mantener el peso adecuado. Tu médico te puede ayudar a determinar tu peso ideal o puedes hacerte una idea general en los cuadros de altura y peso. El segundo secreto es seguir una dieta adecuada, compuesta por una variedad de alimentos para recibir el espectro completo de nutrientes. El tercer secreto de la salud soberbia es el ejercicio apropiado. El ideal es que ejercites cada articulación de tu cuerpo cada día, aunque lo hagas apenas unos minutos por la mañana, haciendo estiramientos y calentando los músculos. Uno de los mejores puntos focales para la salud física es establecer el objetivo de hacer ejercicio de 200 a 300 minutos a la semana, y puedes llegar a ello caminando, montando en bicicleta, corriendo, nadando o trabajando con diversos tipos de equipo en casa o en el gimnasio, en una bicicleta estática o en una máquina de caminar.
El cuarto secreto de la salud soberbia es el descanso y la relajación adecuados. Déjate por lo menos un día libre cada semana de trabajo. Y ese día disciplínate para no hacer absolutamente nada relacionado con el trabajo. Organiza vacaciones breves de dos o tres días tan a menudo como puedas y no te lleves ningún trabajo contigo. Además, debes tener vacaciones de una, dos o tres semanas cada año, durante las cuales solo descansarás y te rejuvenecerás. El quinto secreto de la salud soberbia es dejar de fumar. El cigarrillo se ha vinculado con 32 enfermedades diferentes, que van desde cánceres de nariz, garganta, laringe, pulmones, esófago y estómago hasta arteriosclerosis, enfermedades cardíacas, disminución del funcionamiento cerebral, osteoporosis y gingivitis, deterioro del tejido de las encías, mal aliento y caries. El sexto secreto de la salud soberbia es reducir o eliminar el consumo de alcohol. Los antiguos griegos tenían un dicho: "Moderación en todo". Es un consejo maravilloso no solo para el consumo de alcohol, sino para cualquier aspecto de tu régimen de salud. Escoge las actividades diarias a las que te vas a comprometer para lograr y mantener altos niveles de salud y bienestar. Escríbelas; haz un programa y un plan. Pon la salud y la condición física en tu agenda diaria, tal como haces con una cita con un cliente importante. Traslada la salud y la condición física a un nivel más alto en tu jerarquía de valores y objetivos. Deja de lado otras actividades y posterga o suprime actividades de menor valor para disponer de más tiempo para ti mismo. Esta es un área en la que nunca debes postergar nada.
Área 5: Crecimiento y desarrollo personal. Wolfgang von Goethe escribió una vez lo siguiente: "Para tener más, primero debes ser más". Para lograr más en el mundo exterior, debes trabajar en tu mundo interior, en el desarrollo de ti mismo. No hay atajos que funcionen para siempre. No hay otro modo. Abraham Maslow decía que la historia de la raza humana es la de hombres y mujeres que "se han vendido por menos de lo que valen". La mayoría de la gente se contenta con mucho menos de lo que es capaz. Se contenta con una existencia mediocre en lugar de dedicarse a romper sus grilletes mentales y escapar de su propia cárcel mental. Una vez que hayas reflexionado sobre los pasos necesarios para potenciar tu desarrollo personal (valores, visión, objetivos...) estableciendo baremos específicos para medir su cumplimiento, selecciona los hábitos y comportamientos concretos que necesitarás para practicar cada día tu conversión en la persona que quieres ser. Pueden ser los hábitos de claridad, planificación, rigor, estudio, trabajo duro, determinación y perseverancia. Quizá la cualidad más importante para el éxito sea la disciplina personal. Napoleon Hill, conocido por su obra Think and Grow Rich, llamaba la disciplina personal "la llave maestra de la riqueza". Cada día, y cada hora de cada día, debes practicar disciplina personal. Debes ordenarte hacer lo que es correcto, necesario e importante o terminarás haciendo lo que es divertido, fácil y nada importante. La disciplina personal es la cualidad que te capacita para que escojas la tarea más importante, tengas o no tengas ganas, y continuarla hasta terminarla. La disciplina
personal es una cualidad indispensable de todas las personas de gran desempeño. Esta es una pregunta para ti: ¿puedes aumentar tu productividad y tu desempeño generales en un 0,1 % en las próximas 24 horas? En otras palabras, ¿podrías ser una milésima más productivo en las próximas 24 horas si realmente lo quisieras? La verdad es que podrías ser un 0,1 % más productivo ahora mismo, en un par de minutos, si solo trabajaras en una sola tarea de alto valor. Si lees, estudias y maximizas continuamente tus habilidades, si aclaras y vuelves a aclarar tus objetivos, estableces prioridades mejores y más definidas, y te enfocas poco a poco en tareas más valiosas, podrás aumentar tu productividad y tu desempeño en un 0,1 % cada día, día tras día, indefinidamente. Debido a la ley de rendimiento creciente, cada esfuerzo que haces para ser más productivo en un área tiende a mejorar tu desempeño al mismo tiempo en las demás. Obtendrás cada vez mejores resultados en menos tiempo cuanto más practiques. Si te vuelves un 0,1 % más productivo cada día, cinco días por semana, al final de la semana serás un 0,5 % más productivo. Al cabo de cuatro semanas serás un 2 % más productivo. Al cabo de cincuenta y dos semanas serás un 26 % más productivo de lo que eras al comienzo de año. Entonces comienza a trabajar el efecto compuesto de nuevos conocimientos y habilidades. Cualquier mejora en cualquier parte de tu trabajo afecta al mismo tiempo a otras partes de tu trabajo. Y a medida que mejore la gestión de tu tiempo, serás
más productivo con tus proveedores y clientes; y a medida que seas más productivo, serás también más competente y eficaz en otros aspectos de tu negocio. Cada mejora conduce a otras mejoras. Si eres un 26 % más productivo en el curso de un año y continúas mejorando a razón de un 0,1 % diario, cinco días por semana, duplicarás tu productividad, tu desempeño y tu rendimiento en 2,7 años. Si continúas aprendiendo, creciendo y siendo más eficiente y eficaz, la mejora anual del 26 %, acumulada al cabo de diez años, tendrá como resultado un aumento del 1004 % en tu productividad general. Como vivimos en una sociedad basada en los méritos, a medida que aumente tu capacidad para aportar valor, también aumentará la cantidad que ganas. La que acabamos de describir es la fórmula del 1000 % para duplicar tus ingresos y tu productividad, y se compone de siete ingredientes: 1. Levántate dos horas antes de tu primera cita y lee durante una hora temas de tu profesión. Esto se llama la hora de oro, y establece el tono del resto del día. 2. Vuelve a escribir y revisa tus principales objetivos cada día, antes de empezar. 3. Planifica cada día con anticipación. 4. Concéntrate siempre en el uso más valioso de tu tiempo (y di "no" a las actividades de menor valor). 5. Escucha programas educacionales de audio en el coche. 6. Hazte dos preguntas después de cada experiencia: ¿qué hice bien?, ¿qué debería hacer de otro modo? 7. Trata a cualquier persona que conozcas como si fuera un cliente millonario. Trata a la gente con quien trabajas del mismo modo como tratarías a un valioso cliente de
tu empresa. Trata también a la gente de tu casa como si fuera la gente que más valoras en el mundo, porque así es. Área 6: Actividades sociales y comunitarias. En sus escritos, Peter Drucker habla de un profesor que aconsejaba a sus alumnos que empezaran a pensar en el legado que deseaban dejar cuando murieran. Aunque los estudiantes aún eran adolescentes, les decía que era tiempo de empezar a pensar en dejar un legado. Peter Daniels, un hombre de negocios australiano, leyó más de 500 biografías y autobiografías de hombres y mujeres famosos. Descubrió que esos hombres y mujeres tenían una cosa en común. Lo llamó un "sentido del destino". Victor Frankl, fundador de la logoterapia y autor del libro El hombre en busca de sentido, sobrevivió a los campos de exterminio en la Segunda Guerra Mundial. En ese tiempo tuvo una profunda revelación. Advirtió que la fuerza impulsora más fuerte de la psique humana es la necesidad de sentido y propósito, el deseo intenso de dedicarse a algo más allá de uno mismo. Frankl llegó a la conclusión de que cada persona necesita ser capaz de entregarse a una causa mayor que ella. Cada uno de nosotros necesita dedicarse a algo que beneficie a otra persona en algún sentido. Necesitamos superarnos a nosotros mismos, alzarnos sobre nosotros mismos y poner el corazón en algo que marque una diferencia en el mundo y en la vida de otras personas. Para dejar un legado y marcar la diferencia en la vida de tu comunidad, empieza por tus valores. Pueden ser espirituales,
económicos, sociales, personales, humanos o cualesquiera que consideres importantes o relevantes para la condición humana. Te pueden motivar el amor, la compasión, la libertad, la fe, la bondad, la simpatía, el coraje, la generosidad. ¿Qué te mueve emocionalmente a darte a ti mismo o dar de tus recursos? ¿Cuál es tu visión de un mundo perfecto? Si el mundo fuera ideal en un área que te importa mucho, ¿qué aspecto tendría? ¿Cuáles son los objetivos para el tipo y nivel de aportación que quieres hacer a la sociedad? Si tuvieras una cantidad ilimitada de dinero, ¿qué te gustaría hacer o lograr con él en términos de mejorar tu sociedad o tu comunidad? ¿Cómo medirías el éxito? Bill y Melinda Gates, de Microsoft, han formado la fundación que lleva su nombre, dotada con 40 000 millones. Un punto clave de sus actividades caritativas es la vacunación contra enfermedades infantiles peligrosas de todo el mundo, sobre todo en los países subdesarrollados. Han decidido que un modo de marcar la diferencia en el mundo es asegurarse de que esos niños vivan hasta la edad adulta para que puedan ser miembros activos de sus comunidades. La gente que establece una diferencia significativa en su mundo parece abrigar una gran pasión por lo que hace y por aquello a lo que se dedica. A menudo es gente dispuesta a sufrir tremendas privaciones y a hacer increíbles sacrificios para promover sus ideales. Personas que creen profundamente en la rectitud y bondad de lo que sostienen y están dispuestos a llegar muy lejos en la promoción de su causa. Escribió una vez Herodoto: "Toda la vida es acción u pasión. No comprometerse en las acciones y pasiones de tu tiempo es correr el riesgo de no
vivir". ¿Cuál es tu pasión? ¿Qué necesidades y problemas de tu sociedad te importan de verdad? ¿En qué áreas sientes que sabes lo que hay que hacer o lo que no hay que hacer? También, al igual que en las otras áreas de la vida, tienes que identificar los conocimientos y habilidades que necesitas para marcar la diferencia en tu comunidad. El dinero que se dona al azar suele servir de poco. Es probable que hayas oído alguna vez aquello de que conviene "investigar antes de invertir". También deberías investigar antes de aportar tiempo o recursos a una buena causa. Asegúrate de que el dinero que donas se va a gastar en una buena causa y no en salarios, beneficios y otros gastos de quienes recaudan fondos. Durante miles de años se ha abogado por el principio del diezmo, es decir, donar el 10 % de tus ingresos a una causa que valga la pena. Pero el diezmo también se puede referir a la cantidad de tiempo que empleas en tu comunidad. Darte a ti mismo con frecuencia es más importante que dar dinero. Lo mejor es una combinación de las dos cosas, pero si tus recursos son limitados, contribuye entonces con tu tiempo a las causas en las que crees. Área 7: Desarrollo espiritual y paz interior. El bien humano más alto es la paz mental. De hecho, puedes medir el éxito de tu vida en cualquier momento según tu nivel de felicidad y paz mental, según lo bien que te sientes contigo mismo y con el mundo. La paz mental solo es posible cuando te sientes satisfecho y contento en tu interior. La paz mental llega cuando
sigues tu intuición, tu voz interior, y haces y dices las cosas que sientes que son correctas para ti. Una de las grandes prácticas espirituales es la de la soledad y la contemplación. Mucha gente jamás ha intentado la práctica de la soledad, pero se trata de una experiencia extraordinariamente positiva. Blaise Pascal, el filósofo y matemático francés, escribió lo siguiente: "Casi todos los problemas de la humanidad provienen de la incapacidad de la persona de permanecer sola con ella misma durante cierto tiempo en una habitación". Si alguna vez deseas dar respuesta a una pregunta, una solución para cualquier dilema o la resolución de cualquier dificultad, practica la soledad. Siéntate en silencio contigo, sin ruidos ni distracciones, durante sesenta minutos. Se ha dicho que los hombres y las mujeres empiezan a ser grandes cuando pasan un tiempo solos consigo mismos escuchando sus voces interiores. La mente se te aclara durante esos periodos de soledad. Después de unos treinta minutos de contemplación en silencio, te sentirás en calma y relajado. Y entonces, en algún momento, mientras estás sentado allí, te empezarán a fluir ideas e intuiciones por la mente. En un proyecto en el que se realizaban entrevistas a cientos de los hombres y mujeres más exitosos de nuestra época, los investigadores descubrieron que todos tenían una cosa en común. Todos creían que en cada dificultad y problema que afrontaban había algo bueno o beneficioso que podían aprovechar... Busca la lección valiosa en cada dificultad y ten
una fe total en que hay una inteligencia divina que se preocupa por ti y te guía paso a paso. El área de la vida del desarrollo espiritual y la paz interior también es susceptible de planificarse. Al igual que en las otras áreas debes empezar por aclarar tus valores espirituales, tu visión acerca de cómo vivirías tu vida si tuvieras una plena paz mental... Cuáles son tus objetivos espirituales y los hábitos que necesitas para poner en marcha un programa diario de actividad espiritual. Empieza por comprometerte con una sola acción específica de desarrollo espiritual.
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Conclusión Si ningún aspecto de tu vida te satisface, di "soy responsable" y ocúpate de cambiarlos. Si algo resulta mal, asume la responsabilidad y empieza a buscar la solución. Si no te satisfacen tus ingresos actuales, asume la responsabilidad y empieza a hacer las cosas necesarias para aumentarlos. Si no te satisface el tiempo que pasas con tu familia, asume la responsabilidad por ello y empieza a hacer algo al respecto. No asumir la responsabilidad de la propia vida te puede llevar a considerarte una víctima. Este modo de pensar te llevará a un callejón sin salida del que no hay modo de escapar. A ese lugar hay que negarse a viajar. Cuando aceptas la plena responsabilidad de tu vida, empiezas a considerarte tu propio patrón, sin que importe quién firma el
cheque mensual. Te ves a ti mismo como presidente de tu propia empresa personal. Te consideras el empresario que encabeza una compañía con un solo empleado: tú mismo. Te consideras responsable de cada elemento de tu trabajo, de la producción, del control de calidad, de la formación, del desarrollo, de la comunicación, de la estrategia, de la mejora de la productividad y de las finanzas. Te niegas a las excusas. Entonces progresas. Mediante el proceso Máxima Eficacia identificas las pocas cosas que puedes hacer que son más valiosas e importantes que el resto. Después te disciplinas para concentrar toda tu energía y tu atención en esas tareas específicas. Y dices "no" a cualquier actividad o solicitud de tu tiempo que no sea coherente con el trabajo más valioso que estés haciendo en ese momento. Eres responsable.
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Fin del resumen ejecutivo Biografía del autor
Brian Tracy es uno de los más destacados expertos norteamericanos en desarrollo del potencial humano y la eficacia personal. Cada año reúne a más de 250 000 personas en sus seminarios sobre temas de desarrollo personal y
profesional. Antes de fundar su propia empresa, Brian Tracy International, hizo una exitosa carrera en ventas y marketing, inversiones y desarrollo inmobiliario.