BOBINADORA Objeto del bobinado El bobinado tiene por po r objeto reunir varias husadas en una un a bobina, de formato muy superior al de la husada, facilitando las operaciones operac iones posteriores de urdido y tisaje. Se aprovecha este trasvase de hilo para depurarlo de los defectos de masa no deseados y opcionalmente, op cionalmente, para todos aquellos hilos que lo requieran, darle un suavizado con una pastilla de parafina.
Partes 1. Cámara de soplado 2. Freno 3. Acelerador Aceler ador 4. Tijera de hilo residual 5. Ten Tenso sorr 6. Empalmador 7. Purgador electrónico 8. Dispositivo de corte cor te 9. Parafinador 10. Tobera aspiración aspira ción del hilo 11. Control electrónico 12. Tambor guía-hilos guía- hilos
Partes
El hilo de la husada en su movimiento ascendente, lo más vertical posible para reducir las fricciones, pasa por el purgador y por el dispositivo parafinador hasta plegarse en una bobina situada en la parte superior de la máquina. El máximo nivel de ruido de una bobinadora es de 80 dB(A) correspondiendo a la zona del accionamiento principal. Para un bobinado a alta velocidad (se alcanzan los 1800 metros/minuto) las husadas deben estar muy bien formadas y cumplir un mínimo de requisitos: 40 £ H £ 50 milímetros 35 £ D £ 48 milímetros
La longitud L debe adecuarse al tamaño del huso de bobinado. La relación del hilo de las capas ascendentes y el de las capas descendentes puede variar desde 2/1 a 3/1. Las distancias del hilo a la punta del tubo superior y del hilo del fondo de la husada a la base del tubo deben ser como mínimo de 10 milímetros.
El hilo debe resistir la tensión de bobinado T que se puede calcular con la siguiente expresión: T (cN) = 0,12 × R siendo R la resistencia media del hilo a la tracción en centinewtons. La dureza de las husadas, para hilos más gruesos que el 30 Ne, debe ser del orden de 45 ó 50 grados Shore, mientras que para los hilos más finos, conviene rebajar la dureza de la husada a 40 grados Shore. La fileta de recepción de la husada hay que adecuarla al tamaño y forma de la misma. Hay varias soluciones según el grado de automatización requerido.
La fileta de recepción de la husada hay que adecuarla al tamaño y forma de la misma. Hay varias soluciones según el grado de automatización requerido. Las husadas se pueden alimentar manualmente por el operario ó bien se puede disponer de un preparador de husadas (para 2000 husos) que las deposite ordenadamente en cajas para alimentar a la bobinadora sin requerir tanto personal.
Si deseamos un mayor grado de automatización podemos cargar las husadas hu sadas en un preparador acoplado a la bobinadora que las deposita automáticamente en el puesto de bobinado. En este caso, cas o, un operario puede p uede llevar hasta 400 4 00 husos de bobinado.
Actualmente la mejor solución es la conexión de la continua a la bobinadora ("link"). Las husadas son transferidas automáticamente de la continua al puesto de bobinado, pasando por una zona de vaporizado para fijar la torsión y así se evitan cortes innecesarios del purgador debidos al caracolillo. Cuando se detecta una husada defectuosa, que sería rechazada en el bobinado automático, se desvía automáticamente a un bobinado manual para aprovechar el hilo y aumentar la productividad de la bobinadora automática.
Una parte fundamental de la bobinadora es el cilindro ranurado de bobinado cuyos perfiles deben adecuarse a las diferentes materias y números de los hilos. Su misión principal es plegar el hilo en la bobina. bobin a. Mecanismos electrónicos miden la longitud de hilo plegado en la bobina y efectúan el cambio automático de la misma cuando está llena. Al tener todas las bobinas los mismos metros se reduceconsiderablemente el desperdicio.
BOBINA
Una bobina queda definida por su diámetro máximo en la base, su cursa, la conicidad y el ángulo ángu lo de cruce. cruce . Los diámetros oscilan entre 150 y 400 milímetros. Entendemos por cursa de una bobina tronco-cónica la distancia que separa los diámetros mínimo y máximo de la bobina. bo bina. Para bobinas cilíndricas la cursa c ursa es la distancia entre las dos bases de la bobina. bobina . La cursa puede variar normalmente entre 75 milímetros y 320 milímetros. En una bobina, al aumentar la cursa, aumentan las diferencias de tensión tens ión al desplegar el hilo.
Soportes para bobinas cilíndricas con una conicidad de cero grados. Los agujereados y/o metálicos se reservan para preparar bobinas para la tintura.
Soportes para bobinas tronco-cónicas. Su conicidad puede ser de 1° 50'; 2°; 3° 30'; 3° 51'; 4° 20'; 5° 57'; 6° y 9° 15'.
CONICIDAD Entendemos por conicidad el ángulo formado por el eje de la bobina y la generatriz de la misma. Las más usadas son las de 4° 20' y 5° 57'. Esta conicidad se mantiene normalmente durante toda la formación de la bobina exceptuando exceptuand o las bobinas, denominadas supercónicas, en que empezamos con un ángulo de 6° 6 ° y se acaba ac aba la bobina con un ángulo de 10°. En las bobinas de 9° 15' hay una gran diferencia de tensión al devanar el hilo de la base ó de la punta de la bobina. Para tener bobinas con el hilo bien plegado es fundamental regular el ángulo de cruce a entre las espiras. Normalmente varía entre 10 y 38 grados.
Todas las bobinadoras tienen un mecanismo para variar la velocidad de rotación del cilindro ranurado en función del diámetro de la bobina, con el fin de evitar el copiado (efecto óptico provocado en la bobina cuando ésta tiene el mismo diámetro que el cilindro). El copiado provoca dificultades en un devanado posterior del hilo. La ley que relaciona el aumento de la velocidad de bobinado con el tiempo es fundamental para tener una buena bobina. Las materias resbaladizas requieren menores incrementos si deseamos que las espiras queden bien depositadas.
Densidad de plegado La densidad de plegado dp, es proporcional a la tensión de plegado. Cumple que: M d p V siendo: M: masa del hilo de la bobina en gramos V: volumen del mismo hilo h ilo en cm3 Sea una bobina ("cono") de las siguientes características: cumple que:
Conociendo la masa del hilo y las características de la bobina podemos calcular la densidad de plegado. Las bobinas destinadas d estinadas al tinte, con menor densidad para que penetre el colorante, toman valores de dp entre 0,28 y 0,35 0 ,35 gramos/cm3. Los valores habituales para el resto de bobinas varía entre 0,4 y 0,5 gramos cm3. Al aumentar la presión del portabobinas contra el cilindro ranurado, aumenta el peso y la densidad den sidad de la bobina. Para hilos con bajo punto de fusión ó muy delicados se acciona la bobina bo bina por un anillo de contacto lateral, situado sobre el cilindro ranurado, que evita el contacto directo con la bobina.
Mecanismos anudadores anudadores Se utilizaban antiguamente .Anudaban n el hilo en los cambios de husada y después de las intervenciones del purgador. purgador. Era fundamental fundame ntal la elección del nudo. Los nudos de tejedor, tejedor, más pequeños, pequeñ os, eran más adecuados para tejidos de punto que los de pescador para evitar roturas de agujas en la máquina de punto aunque pueden deshacerse especialmente si las colas del nudo son pequeñas, pequeñ as, y provocar agujeros en el tejido. En las bobinadoras se puede cambiar el mecanismo anudador según conveniencias. Actualmente los mecanismos anudadores se han substituído por los empalmadores neumáticos ("splicer").
Nudo de barril Nudo de pescador
Nudo de tejedor
Mecanismo empalmadores Existen dos sistemas bien diferenciados: el mecánico y el neumático. La secuencia secuenc ia de trabajo de un empalmador mecánico "splicer" queda reflejada en el siguiente dibujo.
La cantidad de empalmes E por kilómetro de hilo puede calcularse a partir de la siguiente expresión: siendo: N: número del hilo en tex C: cortes del purgador R: roturas del hilo en el bobinado M: masa del hilo en gramos
Partes del “Splicer”
Purgado ó depuración de los hilos Las irregularidades de masa de los hilos deben eliminarse para reducir los costos de fabricación de la tejeduría y los de no calidad c alidad en los tejidos elaborados. elabo rados. Se aprovecha el bobinado para depurar los hilos de defectos. Los purgadores pueden ser mecánicos mecán icos y electrónicos. Los electrónicos a su vez se dividen en capacitivos y ópticos. Los purgadores mecánicos prácticamente ya no se utilizan.
Purgadores capacitivos En los purgadores capacitivos se mide el campo electromagnético por alta frecuencia. a) Selección del nivel de purgado b) Condensador de medida de la variación de masa c) Sistema electrónico de contraste entre el valor medio y el valor referenciado (a) d) Dispositivo cortador e) Paro del huso de bobinado cuando se rompe el hilo, actúa el purgador ó se acaba el hilo de la husada f) Mando de los dispositivos d ispositivos auxiliares de la bobinadora (freno del hilo, etc) g) Bloqueo del purgador cuando la bobina está llena h) Corte suplementario del purgador causado por el empalmador i) Alarma (indicador de defectos) j) Cortador de los defectos defectos eliminados k) Generador de señales para instalaciones de archivo de datos Esquema que indica indica el trabajo de una
Para ajustar un purgador debemos indicar en la central de mando del purgado una cifra correspondiente al hilo a tratar ("material"). En los purgadores antiguos, todavía en uso, conviene elegir la cifra de "material" según la humedad de la sala de bobinado. Al tratarse de un sistema capacitivo, la capacidad del condensador que es directamente proporcional a la constante dieléctrica, es muy sensible a la humedad como también lo es a las variaciones de la mezcla de fibras que integra el hilo, los ensimajes y los colorantes premetalizados. La constante dieléctrica de las fibras varía entre 2 y 6 y la del agua es próxima a 80.
1. Cifra del “material” 2. Número del hilo 3. Sensibilidad 4. Velocidad eloci dad de bobinado bobin ado 5. Longitud de referencia 6. Cortes del purgador
En los actuales purgadores existen tres canales independientes para regular las partes gruesas cortas cor tas S, las partes gruesas largas L, L , las partes delgadas T y los neps. Algunos purgadores tienen un circuito incorporado que ajusta la sensibilidad de cada purgador cuando presenta diferencias superiores al ± 15% del valor medio. Mecanismos de alarma indican los purgadores que están fuera de sensibilidad.
Los valores límites dados para las escalas S, L y T son orientativos ya que dependen de cada purgador. purgador. Pueden ampliarse por exceso y por defecto. En un purgador podemos separar hilos mezclados de diferente número, número, ajustando convenientemente el canal de partes finas. El canal de neps tiene un rango de variación de +100 al +400%.
Purgadores ópticos Los purgadores pu rgadores ópticos trabajan, normalmente, a base de una luz infrarroja. Esta técnica de medición no se ve influenciada por la dosis y el reparto del ensimaje, por la humedad humed ad retenida por el hilo, por las variaciones en el contenido co ntenido de la mezcla, ni por la geometría de los defectos. Trabajan a base de medir el diámetro del hilo en cada instante instan te (no la masa) y compararlo con el diámetro medio ajustado al empezar a purgar. En algunos modelos de purgadores pu rgadores ópticos, especialmente los más antiguos, influía en la sensibilidad del purgado la torsión y estructurad el hilo, la vellosidad del hilo y su color.
Parafinado del hilo
Después del purgador se instala un dispositivo parafinador para que no ensucie al purgador y varíe la constante dieléctrica del hilo. Es conveniente trabajar con parafinas biodegradables que cumplan la normativa Eco-tex, standard 100.
Control de calidad del hilo bobinado
Además de los controles descritos para el hilo de la continua de hilar, conviene potenciar el control del coeficiente de fricción, especialmente para los hilos parafinados, pa rafinados, ya que tiene mucha importancia en el comportamiento del hilo en el tisaje y de una forma muy especial para todos aquellos hilos destinados a tejidos de punto obtenidos en máquinas muy veloces y con pequeña galga. Es fundamental clasificar los defectos en los clasificadores electrónicos ya que estimamos que al ensayar mayor longitud que en el regularímetro capacitivo los resultados son más significativos, al propio tiempo que completa la información dada por el regularímetro. El protocolo de un clasificador de defectos debería figurar también en los contratos de compraventa de los hilos. Es conveniente controlar la totalidad de las bobinas bajo la luz ultravioleta para evitar probables mezclas. Este control se va substituyendo por cámaras CCD en las que controlamos el diámetro y peso de la bobina, su geometría, contaminaciones fibrosas, malformaciones y la precisión en el hilo de reserva. Se visualizan todas estas imágenes en pantalla y se imprimen los resultados estadísticos de toda la partida del hilo.
VAPORIZADO DEL HILO Objeto Los hilos se vaporizan para fijar su torsión, evitando el caracolillo que tantos problemas origina en el tisaje. Cuando más torcido es el hilo más necesaria es esta operación.
Antiguamente se resolvía a base de colocar el hilo en unas cámaras en las que se inyectaba vapor.
Actualmente el vaporizado del hilo se realiza en una autoclave ó en forma continua en un vaporizador especial. Se aprovecha esta operación para depositar sobre el hilo fungicidas, bactericidas, etc, para su mejor conservación.
Chamuscado del hilo objeto Sirve para eliminar la vellosidad superficial del hilo debido a las fibras cortas y a las fricciones del hilo con los órganos operadores de las máquinas. Resulta imprescindible en artículos de camisería de calidad y en todos aquellos tejidos que deben estamparse para que no se deformen los motivos por efecto del pelo. También se chamuscan todos los hilos de coser, para que la vellosidad no provoque roturas del hilo por enganches con la aguja de la máquina de coser. Los hilos se chamuscan siguiendo los imperativos de la moda.
El hilo se pasa por el órgano de chamuscado C y se enrolla en una bobina de 4° 20' situada en la parte alta de la máquina. máqu ina. Podemos trabajar hasta 1200m/min. Quemador a gas
Quemador eléctrico