Bobby Fischer. Los Mejores Mome - Antonio Gude

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Sumario

El Genio Americano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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Las 32 mejores partidas del Genio Americano. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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3

Las 16 mejores combinaciones del Genio Americano.. . . . . . . . . . . . . . . . . . 109

4

Los 16 mejores finales del Genio Americano......................... 120

Índice de partidas y posiciones... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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1. El genio americano

Fischer responde de forma ideal al contexto de la guerra fría: un genio americano desafia en solitario a la máquina soviética de ajedrez y la derrota. La paradoja es que en la guerra de Fischer, por una parte representaba a A mérica y a todo Occidente y, por otra parte, ¡a sí mismo y sólo a sí mismo!

GARY KASPAROV 1

Bobby Fischer nació en Chicago, la ciudad del viento, a orillas del lago Michigan, la ciudad de los Bulls del baloncesto, que Michael Jordan hizo famosos, donde el legendario arquitecto Frank Lloyd Wright diseñó sus revolucionarias construcciones y a la que el poeta Car! Sandburg dedicó sus visiones futuristas y apocalípticas. ¿Qué pasaba en el mundo en 1 943? Desde que los Estados Unidos se habían incorporado al conflicto, la guerra desencadenada en Europa por las ocupaciones alemanas había alcanzado enormes proporciones, empequeñeciendo incluso la también trágica Gran Guerra de 1 9 1 4- 1 9 1 8. Poco antes de llegar al mundo Bobby, y tras seis meses de intensos combates, el mariscal Friedrich Paulus y sus 1 9 generales habían firmado, en Stalingrado, la capitulación del Sexto Ejército alemán, con lo que la tendencia de la Segunda Guerra Mundial cambiaba de orientación, comenzando a inclinarse a favor de las tropas aliadas. 1 943 es también el año en que Jean-Paul Sartre publica su obra capital El ser y la nada, y en el que se estrena la inolvidable película Casablanca, con Ingrid Bergman y Humphrey Bogart. La madre

La familia de su madre, Regina Wender, era de origen centroeuropeo. En 1 932, Regina, con 1 9 años, viajó a Berlín para ver a su hermano y seguir estudios univer­ sitarios. Allí conoció a Gerhardt Fischer, cinco años mayor que ella. Fischer, biofisico y, según el FBI, comunista, corría peligro en Alemania, a raíz del ascenso al poder de H itler. Así que, a fines de 1 93 3 , él y Regina se trasladaron a Moscú, donde se casaron y vivieron hasta 1 938. En la capital rusa nació su hij a Joan y, durante esos años, Regina cursó estudios en el Instituto Médico de Moscú. En vísperas de la Segunda Guerra Mundial, Regina regresaba con su hija a EEUU, mientras su marido debía quedarse, por problemas burocráticos en la Europa convulsa. Finalmente, en enero de 1 940, pudo viaj ar a Chile. En 1 945 Regina se divorció de su marido, con quien no vivía desde 1 939. Aquí se plantea una pregunta evidente: si desde 1 939 Regina y Gerhardt no vivían juntos, ¿cuándo fue concebido Bobby? Parece que en 1 942 los ex esposos habían tenido un encuentro en Méj ico, circunstancia que permite imaginar que el futuro genio fuese concebido en aquella ocasión.

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Sin embargo, en el amplio dossier que el FBI tiene de Regina Wender, se afirma que el padre de Bobby Fischer no era Gerhardt, sino el húngaro Paul Felix Nemenyi, que había llegado a EEUU en 1 939. Nemenyi trabaj aba como ingeniero en un laboratorio de investigación de la Armada y parece probable que también fuese comunista, por lo que sus actividades eran seguidas con lupa por el FBI, organización caracterizada precisamente por una virulenta paranoia. Parece que Regina y Paul se habían conocido en Colorado un año antes de nacer Bobby. En años poste­ riores, Nemenyi solía enviar regularmente dinero a Regina. El traj ín de Regina y sus hijos durante aquellos años revela la incertidumbre en que se movía la familia. Primero se fueron a California. Luego, a Mobile, en el desierto de Arizona. En 1 949 se trasladaron a Brooklyn, el barrio italiano de Nueva York. Durante todo ese tiempo, Regina sólo tenía trabajos ocasionales o a tiempo parcial, y a duras penas podía alimentar a sus hijos. De vez en cuando, recibía algún giro de Nemenyi. Pero la miseria era el denominador común de su exis­ tencia. Bobby descubre el aj edrez

Cuando tenía once años, un tendero del barrio le regaló a Joan un j uego de ajedrez, que ésta, a su vez, regaló a su hermano Bobby, de seis. Desde entonces, el niño se dedicó, en cuerpo y alma, a dominar la misteriosa danza de las figuras del ajedrez sobre el tablero damasquinado. El 1 7 de enero de 1 95 1 Bobby participó en una exhibición de simultáneas de Max Pavey. Entre los espectadores se encontraba el presidente del C lub de Ajedrez de Brooklyn, Carmine Nigro, quien decidió ser el tutor ajedrecístico del niño. A partir de ese momento, se reunían a menudo, en casa de Nigro o en Washington Square. Bobby progresaba. Años después diría: "Tal vez el señor Nigro no fuese el mejor jugador del mundo, pero era un gran instructor" . En 1 952 murió Paul Nemenyi y, con la falta de su ayuda económica, se acentuó la penuria de los Fischer. En 1 954, Nigro lleva a Bobby al Hotel Roosevelt, donde se está disputando el importante match internacional EEUU - URSS, y donde el joven pudo ver en acción a Smyslov, Bronstein, Resh�vsky y otros fenómenos del tablero. También pudo ver cómo, pese a la derrota del equipo norteamericano, Larry Evans vencía a Taimanov (2,5- 1 ,5) y Donald Byrne a A verbaj (3- 1 ). Primeros pasos

En 1 955 comparte el tercer puesto en el Campeonato del Club de Brooklyn y participa, por primera vez, en el Campeonato Juvenil de EEUU . Su resultado no es extraordinario. Sólo el 50% de la puntuación. Pero Fischer había adquirido un compromiso con el ajedrez, a pesar de los esfuerzos de su madre por apartarlo del tablero: "Durante cuatro años lo intenté todo para desanimarle, pero fue en vano", dijo en una ocasión. A veces, el muchacho se quedaba jugando hasta la medianoche en el club de su barrio o en el de Manhattan y la madre debía viaj ar en metro para llevarlo de vuelta a casa, arrancándolo de la mesa como si estuviese pegado con pegamento. En 1 956 gana un torneo en el Club de Manhattan ( + 7 =4 - 1 ) y la prensa comenzó a hablar de un prodigio del ajedrez. Sin duda era un prodigio, pero no puede considerársele un niño prodigio. Poco después, Bobby gana el Campeonato Nacional Juvenil (+8 =1 - 1 ), hazaña nunca lograda por un niño de trece años. En un periódico se lee: "Bobby masca chicle, como Elvis Presley, y exteriormente parece mostrar una absoluta indiferencia por su creciente popularidad. A diferencia de muchos pro­ digios, sus maneras son impecables".

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En otoño de 1 956 participa en el Torneo Rosenwald, en el que se codea con los mejores ajedrecistas del país y aunque pierde ante Bisguier y Reshevsky, final izando sólo octavo, produce su gran partida contra Donald Byrne, admirada por el mundo entero, que no escatima alabanzas. Su juego, en dicha partida, asombra a muchos expertos. Averbaj , por ej emplo, declaró: "Tras haber visto la partida, quedé convencido de que el niño tenía un talento verdaderamente diabó­ lico". Ese mismo año Fischer tiene suerte : se encuentra con Jack Collins, entrenador de William Lombardy y los hermanos Byrne. Bobby aprovechaba todo su tiempo libre para jugar con este maestro unas partidas de Blitz. Collins invitaba a veces al chico al cine, pero siempre hablaban de ajedrez. El hombre escribiría luego en su libro My Seven Chess Miracles: " Los genios como Beethoven, Leonardo da Vinci, Shakespeare y Fischer han nacido de la cabeza de Zeus. Están genéticamente programados y saben, antes de que se les explique, cuál es la verdad de las cosas. Acerca de Bobby Fischer, quizá pueda utilizar las palabras que se dijeron acerca de Franz Schubert: 'Aprendió directamente de Dios"' . En 1 957 pierde un match de entrenamiento con Max Euwe (0,5- 1 ,5), produciendo una gran impresión al excampeón mundial . Vuelve a ganar el Juvenil de EEUU, con un resultado de auténtico récord: ¡+8 =l -O! y el Campeonato Abierto de EEUU (+8 =4 -0), consagrándose así como uno de los mejores j ugadores estadounidenses. En septiembre de ese mismo año aplasta, por 6- 1 y 2 tablas, al maestro internacional filipino Rudol fo Tan Cardoso, a quien su analista le sirvió de bien poco. Un tal Florencio Campomanes. ¿ Para qué sirve la escuela?

El problema con Bobby, a sus 14 años, era la escuela. Sus profesores no podían conseguir que se interesase en las clases y, lo mismo que sus compañeros, sabían que estaba absorto analizando mentalmente aj edrez. Lo único que le interesaba. Uno de sus profesores en el Erasmus Hall declaró : "Su coeficiente de inteligencia rondaba los 1 80 puntos. Era, sin duda, un genio, pero sin interés ni capacidad para las tareas escolares" . Quería dej ar l a escuela. Madre y entorno trataban d e negociar con é l para que siguiese estudiando, al menos, hasta los 1 6 años. Más o menos se comprometió a no dejarla hasta obtener el título de Gran Maestro. Lo justificó así : " Es mejor ser uno de los jugadores más fuertes del mundo, que uno más entre los muchos millares con un diploma" . Más o menos por entonces, Regina, mujer inquieta y siempre preocupada por el futuro de su hijo, buscaba alguien que pudiese ejercer una influencia positiva sobre Bobby. Alguien le recomendó a Reuben Fine, la gran figura del aj edrez norteamericano, convertido ahora en presti­ gioso psiquiatra. Así que se las arregló para pedirle a Fine que hablase con su hijo. El ex cam­ peón lo invitó a jugar unas partidas en su casa y, apenas unos minutos después de haber llegado, le preguntó de sopetón : "¿Por qué no quieres ir a la escuela?" Juzgue el lector la perspicacia y tacto del eminente psicoanalista. Bobby se puso furioso y se fue dando un portazo : le habían preparado una encerrona. La tensión entre madre e hijo era notoria. Regina no era alguien que se quedase cruzada de brazos y, dada la estrechez de sus recursos, buscaba soluciones. El choque con su hijo se deri­ vaba de que éste tampoco era alguien que permitiese que los demás controlasen su vida. Tenía un fuerte carácter. Muy fuerte. Una de las iniciativas de Regina fue poner un anuncio en The New York Times, ofreciendo carteritas de ajedrez de Fischer (con su firma estampada) para su venta durante el Abierto de EEUU . Bobby se puso furioso y le prohibió tajantemente que siguiera adelante. Más tarde, cuan­ do su hijo se había clasificado para el Torneo de Candidatos ( 1 959), Regina consiguió recaudar

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3.000 dólares en una colecta entre aficionados. Fischer los rechazó categóricamente al enterarse del procedimiento empleado por su madre. A eso se le llama orgullo. Pero también integridad. Era inevitable que ambos se distanciasen. Cuando Fischer consolidó su carrera, a fines de los cincuenta, la madre se fue al Bronx y el joven Gran Maestro se quedó solo. Todo un augurio para una extraña forma de vida: casi un ermitaño en Nueva York. Un gran éxito y viaj e a Moscú

En 1 958, con sólo catorce años y unos meses, conquista invicto el Campeonato de Estados Unidos: ¡ ocho partidas ganadas y cinco tablas ! Ya no hay duda de que el chico es un auténtico fenómeno. Reshevsky es segundo, a un punto; Sherwin, tercero, a punto y medio, Lombardy, cuarto, a tres . . . Ese resultado l e reportó e l título d e maestro internacional. Fischer n o s e mostró entusiasmado, sino ofendido : " ¡ Podían haberme dado el título de Gran Maestro directamente . . . ! " E l Campeonato era clasificatorio para el Interzonal, de modo que tanto Fischer, como Reshevsky y Sherwin, habían conseguido plaza para Portoroz. Fischer estaba ansioso por enfrentarse (y ganar) a los rusos. Desde hacía tiempo seguía con avidez las revistas rusas (Shajmaty URSS, Shajmatny Bjuletin, 64). " Estudié ruso, escuché emisoras de radio moscovitas y asimilé no sólo la notación rusa, que es distinta de la inglesa 2 , sino que también me familiaricé con las expresiones técnicas habituales ( . . . ) Reproduje las partidas de Smyslov, Botvinnik, Bronstein, Taimanov, Tal y Spassky, y tenía muchas ganas de jugar con ellos. Me gustaba su juego: agudo, atacante, intransigente" . E n junio, u n par d e meses antes del lnterzonal, Fischer viajó a Moscú, con s u hermana Joan. Había sido invitado por la Federación Soviética, a petición de la de EEUU. Tan pronto aterrizó en la capital rusa, Bobby declaró ingenuamente a sus anfitriones que sólo j ugaría con Botvinnik. Naturalmente, un match con el campeón del mundo era inimaginable. Durante un par de sema­ nas, el joven fenómeno jugó partidas de Blitz en el Club Central de Ajedrez. Allí pudo enfren­ tarse a numerosos maestros y j ugadores destacados. Cada vez le fue presentada oposición más significada, hasta llegar a Vasiukov y Petrosian. Parece que éste habría logrado un marcador fa­ vorable, pero con una diferencia muy reducida. Vasiukov, sin embargo, escribió que, tras un tanteo desfavorable, acabó ganándole por amplio margen. El joven Fischer fue expulsado de Rusia por un extraño incidente, un malentendido rela­ cionado con la comida, en el que no vale la pena detenerse. Lo cierto es que esa humillación hizo estragos en el ego de Bobby, que le llevó a desarrollar un feroz resentimiento contra los rusos y todo lo ruso. El Interzonal de Portoroz

Regina escribió a la Federación Yugoslava, pidiéndoles comprens10n y apoyo para su hijo, todavía un muchacho, explicándoles sus necesidades y su idiosincrasia. En la carta les rogaba que le permitiesen llegar un mes antes, para adaptarse al entorno y también que procurasen organizarle algún match de entrenamiento, además de facilitarle acceso a instalaciones deportivas a fin de que pudiese practicar la natación o el tenis. También les hablaba de la aversión de Bobby por los periodistas (sobre todo porque le interrogaban acerca de su vida privada) y que no quería dar exhibiciones de simultáneas. Los yugoslavos fueron muy comprensivos y aloj aron a Fischer en un hotel de Belgrado, en un entorno tranquilo, con piscina, gimnasio y pistas de tenis. También le organizaron dos matches

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amistosos. El primero, con Janosevic, finalizó con dos tablas. En el segundo, con Matulovic (que poco después sería uno de los más fuertes jugadores yugoslavos), empezó perdiendo, pero acabó ganando (2,5- 1 ,5). Edmar Mednis fue a visitarlo y luego pasearon juntos por Belgrado. Mednis cuenta que la gente reconocía a Fischer y algunos se paraban a saludarlo. Fischer no dudaba de que se clasificaría para el Torneo de Candidatos (lo que significaba fina­ lizar entre los seis primeros). Finalmente, empató con Olafsson en el quinto puesto (+6 = 1 2 -2), después de Tal, Gligoric, Benko y Petrosian. A los quince años era el Gran Maestro más joven y también el candidato al título mundial más joven de la historia. Su actuación fue muy elogiada en la prensa técnica. El GM Yuri Averbaj publicó un lúcido análisis: " En el combate ante el tablero, este joven, casi un niño, demostró ser un luchador plenamente curtido que exhibió un sorpren­ dente aplomo e hizo gala de un cálculo preciso y recursos diabólicos. Me quedé especialmente sorprendido no sólo por sus amplios conocimientos de aperturas, sino por su inquietud en la búsqueda de nuevos caminos. En el juego de Fischer se detecta un enorme talento, y además puede percibirse una gran cantidad de trabajo en el estudio del ajedrez" . U n a p rogresión imparable

El genio de Brooklyn volvió a triunfar, de nuevo invicto, en el siguiente Campeonato de Estados Unidos ( 1 958- 1 959), con 8,5 de 1 1 . Una vez más, Reshevsky fue segundo, un papel que ya no perdería mientras Bobby estuviese presente. Era la tercera partida entre ambos ( + 1 = 1 a favor de Reshevsky en las otras dos), y la primera que le ganaba Fischer. Aquella partida tiene ya rango de celada inmortal. Fischer - Reshevsky

Campeonato de EEUU Nueva York 1 95 8

9.e5 tüe8 1 0.i.xf7+! ! @xf7

Si 1 O ... Ei:xt7, 1 1 . lt:J e6, ganando la dama.

Esta partida s e j ugó en l a sexta ronda, llegán­ dose a la posición del diagrama después de 1 .e4 c5 2.tüf3 tüc6 3.d4 cxd4 4.tüxd4 g6 5.tüc3 i.g7 6.i.e3 lD f6 7.i.c4 0-0 8.i.b3 tüa5?

Las jugadas teóricas son 8 . . . tüg4 y 8 . . . a5

1 1 .lDe6! dxe6

Todavía era peor l l . . .'it>xe6?, por 1 2.\Wd5+ 'it> f5 1 3 .g4+ 'itixg4 1 4.Eí:g l + 'it> h5 1 5 .1.Wd ! +, y mate en dos. 1 2.Y*f xd8 y el resto no tiene historia. Reshevsky, un resistente nato, siguió lu­ chando, pero tuvo que rendirse en la jugada 42.

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Los comienzos de 1 959 no fueron muy prometedores. Fischer j ugó dos torneos en Sudamé­ rica: Mar del Plata y Santiago de Chile. En el primero de ellos comenzó muy mal (con 2 de 5), y luego sólo pudo finalizar tercero (empatado con Ivkov) a medio punto de Naj dorf y Pachman. En Santiago empezó bien, pero no estuvo inspirado, con un j uego un tanto romo, y terminó empatado en el cuarto puesto, con 7,5 de 1 2. Perdió cuatro partidas : con los dos primeros (lvkov y Pachman), con Sanguinetti y Jáuregui. Se ha sabido luego que su teórico padre, Gerhardt Fischer, habría acudido a presenciar las partidas y que, se haya o no entrevistado con él, ese solo hecho puso muy nervioso al joven Bobby. El torneo internacional de Zurich fue un hito en la carrera de Fischer. Programado tres meses antes que el de Candidatos, aquel fortísimo torneo era una importante piedra de toque para el norteamericano. Fischer no decepcionó. No sólo jugó bien, con una dignísima actuación, sino que puso de manifiesto sus magníficas dotes competitivas: concentración, resistencia, tenacidad . . . Parecía que Tal era inalcanzable, pero a falta de dos rondas Fischer le había dado alcance. Sin embargo, en sus ansias por triunfar, forzó demasiado contra el suizo Keller y acabó perdiendo. Un drama. Finalmente, Tal ganaría el torneo ( 1 1 ,5 de 1 5), seguido de Gligoric ( 1 1 ). A un punto del vence­ dor, Fischer compartiría el tercer puesto con Keres. Por cierto que era la primera vez que se enfrentaba a éste, superándolo en un largo final (véase capítulo 4, final nº 4). Otra cualidad que Fischer exhibió en Zurich fue una sobresaliente técnica de finales. Además del ya mencionado con Keres superó al mejor tablero alemán de entonces, el experimentado GM Wolfgang Unzicker: Fischer - Unzicker

Zurich 1 959

Era más tenaz hacer 53 . . . exf4 (a 53 . . . @d6?, sigue 54.fxe5+ ! ), pero tras 54.gxf4 lli e8 55 .e5 llic7 56. 'ktie4 lli e8 (si 5 6 . . . h5, continuaría 57.@f3 ) 5 7.ig8 @f8 5 8 .ixh7 'ktig7 59.ixg6 @xg6 60.f5+ @g5 6 1 .f6 @g6 62 .
Posición después d e 4 8. . .@ n 49.f4!

Conforme a l o s cánones, para crear u n se­ gundo peón pasado. 49 ... @e7 50.@f3 liJ f6

Si 50 . . . h5, 5 I .ic4 'ktid7? 52.if7.

5 1 ..ib5

Nada se conseguía con 5 l .fxe5 llid7. 5 1 ...@e6 52.ic4+ @e7 53.c6! lLi e8

57.@e3 !

U n decisivo cambio de orientación, ahora que se ha abierto una vía de acceso a los peo­ nes negros (por las casillas "f4" y "g5"), lo

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que obligará a Unzicker a tomar medidas de­ sesperadas. 57 ... g5 58 ..ie2 h4

Si 58 . . . ©e6, 59.\t>d4 h4 60.gxh4 gxh4 6 l . .ig4, y ganan. 59.gxh4 gxh4 60 . .ic4 tli e8 61 .@f4 ©d8

62.©g4 ©c7 63.i.f7 tli g7 64.@xh4 @xc6 65.@g5

Las negras se rindieron. Tras 65 . . . ©d7 66.©f6 tt:le8+ 67 . .ixe8, no hay nada qué hacer.

Años después, Mijail Tal describiría de forma certera los rasgos que caracterizaban al joven jugador americano : " En Zurich ya no era fácil jugar contra el Fischer de 1 6 años. Su increíble voluntad de ganar y su nivel de juego, que había mejorado sensiblemente, hacían de él un peligroso oponente para cualquiera. A Fischer no le gustaban las tablas fáciles y luchaba hasta que el material desaparecía por completo. Contra el participante más veterano, el Gran Maestro húngaro Gedeon Barcza, Fischer no tenía ventaj a, pero al no contentarse con las tablas, la partida se prolongó hasta la jugada 1 03 . Se aplazó en tres ocasiones, los jugadores cubrieron dos planillas, pero incluso cuando sólo quedaban los reyes sobre el tablero, ¡ Fischer realizó dos jugadas más ! ¡ Tablas ! Anonadado por un asalto tan fanático, Barcza apenas podía levantarse de la silla, pero Robert dijo, como si nada: 'Echemos un vistazo desde la primera jugada. ¡ Seguro que en algún momento podía haber jugado mejor!'. Entonces, Barcza le imploró : 'Por favor, apiádate de mí, que tengo mujer e hijos. ¿Quién los alimentará si muero antes de tiempo?'." Candidato al título m undial

La cita de Yugoslavia, con los j ugadores más significados del mundo, era un momento decisivo para Fischer. Un momento cargado de tensión, pero también de magia y de posible gloria. Sus rivales no eran cualquier cosa: Smyslov (que ya había sido campeón del mundo), Keres (uno de los más cualificados aspirantes, desde la década de los cuarenta), Tal y Petrosian (que pronto serían los campeones), Svetozar Gligoric (el incuestionable número uno de Yugoslavia, que jugaba en casa, con todo el apoyo de su país), junto con los aj edrecistas occidentales más fuertes del momento, Pal Benko y Friorik Olafsson, que se habían ganado el puesto con buenas actuaciones en Portoroz. La misión parecía dificil para el desgarbado adolescente americano. Aun así, comenzó ganando brillantemente a Keres, imponiéndose en un final de W1 contra É\+ctJ (véase capítulo 4, final nº 5). Finalmente, quedó claro que la tarea resultó realmente excesiva para Bobby. Tam­ poco ayudó mucho que un torneo tan duro y tan largo (liga a cuatro vueltas, 28 partidas) se disputase en tres ciudades distintas: Bled (en Eslovenia), Zagreb (Croacia) y Belgrado (Serbia). Los cambios de sede también afectaron, por supuesto, a los demás participantes. Pero eran adultos más habituados a adaptarse a las circunstancias. Fischer no estaba preparado para vencer a la elite. Podía ganarle a más de un Gran Maestro, pero éstos eran Grandes Maestros del primer nivel, que también podían superarlo. Y sobre todo eran profesionales que dominaban el arte de los matices y sabían apreciar la menor incoherencia en el juego de un rival. En el terreno de las aperturas, por ejemplo. Fischer se empeñó en jugar contra la Caro-Kann una variante poco efectiva: 1 .e4 c6 2.ctJc3 d5 3.tlif3. Petrosian refutó su sistema de apertura y luego le siguieron otros, lo que hizo que los soviéticos, con la Caro-Kann y con negras, venciesen a Fischer por 4- 1 . Otro aspecto sombrío de su actuación fue el 4-0 que le infligió uno de sus rivales : el factor Tal, un jugador por entonces carismático e incontenible. Como curiosidad, Fischer no pudo reprimir sus lágrimas en dos ocasiones (ante Petrosian y Tal). ¡ Qué joven era!

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La conclusión es que Fischer seguía teniendo un repertorio de aperturas restringido, con el que no podía plantear los problemas de rigor a adversarios de tan alto nivel . El tiempo le permitiría pulir este aspecto deficitario de su juego. Pero lo cierto es que jugó algunas magníficas partidas, como la que ganó a Gligoric (en la cuarta ronda) y a Benko (en la décima, véase capítulo 2, partidas nº 4 y 5). O también la famosa partida de las cuatro damas, tablas contra Petrosian (capítulo 2, partida nº 7). Su resultado final no fue malo, pero mucho peor de lo que él esperaba. Tuvo que contentarse con compartir el quinto puesto con Gligoric, con 1 2,5 (de 28), Ganó ocho partidas y perdió once, con nueve tablas. A primera vista puede parecer abismal la distancia de 7 ,5 puntos con el primer clasificado. Pero no olvidemos dos cosas : que el torneo era muy largo y que el vencedor fue un Tal en ese momento irresistible y en estado de gracia, que sacó, además punto y medio al segun­ do clasificado ¡y cuatro y medio al tercero ! Así pues, aunque podría decirse que Fischer no era entonces superior a los grandes jugadores soviéticos que lo aventaj aron, tampoco era inferior. O apenas lo era. En el libro del torneo, Botvinnik vaticinó un brillante futuro al "j oven talento ame­ ricano", cuya comprensión del ajedrez y estilo ¡ le parecían cercanos a los de la Escuela Soviética! La vida y el aj edrez siguen : 1 960-1 9 6 1

E n e l Campeonato nacional, celebrado entre diciembre d e 1 959 y enero d e 1 960, Fischer se proclamó por tercera vez campeón de su país, con 9,0 de 1 1 (+7 =4), superando, por no variar, a Robert Byrne, Reshevsky, Benko, Bisguier, Raymond Weinstein, etcétera. Hubo dos cambios significativos, uno de ellos relacionado con su juego, mucho más maduro y consistente. El segundo tiene que ver con su indumentaria. En lugar de ropa deportiva, Bobby aparecía, por primera vez, con trajes a medida, camisa y corbata, en plan elegancia convencional . Entre marzo y julio participó en dos torneos en Argentina: Mar del Plata (marzo-abril) y Buenos Aires (junio-julio). En el torneo de Mar del Plata faltaban algunos importantes j ugadores argentinos, pero la categoría de las estrellas extranjeras era incuestionable: Spassky, Bronstein y Olafsson. Bobby tuvo una actuación brillantísima, compartiendo el primer puesto con Spassky (¡ 1 3 ,5 de 1 5 ! ), con una sola derrota y unas tablas con Bronstein (tercer clasificado). El resto de su hilera, en la tabla de clasificación, no hay más que unos. Su derrota ante Spassky (en un Gambito de Rey) fue ampliamente analizada por el americano en su libro Mis 60 partidas memorables, porque tuvo para él un efecto traumático, aunque, al mismo tiempo, revitalizador. Volveremos a hablar, en su momento, del Gambito de Rey, una apertura que Fischer consideraba refutada. É ste fue el comentario de Spassky acerca del covencedor: "Robert es capaz de jugar a cualquier hora del día o de la noche. A menudo se le ve jugando Blitz, incluso tras una agotadora sesión de aplazamiento. El campeón de EEUU juega al Blitz con placer y pasión. Lo único que no le reporta placer en ajedrez es perder. Cuando eso sucede, las piezas vuelven a ser colocadas rápidamente, buscando la revancha. Fischer tiene una gran experiencia en jugar torneos con participantes de distinto nivel, en los que resulta especialmente peligroso. Entonces fuerza continuamente a sus rivales, obligándolos a resolver complicados problemas tácticos. En este aspecto se parece al campeón del mundo, Tal" . Bobby regresó a Argentina dos meses después para tomar parte e n e l gran torneo d e Buenos Aires. Nada más llegar realizó una de sus fuertes declaraciones a la prensa: " En este torneo soy el más joven, pero también el más fuerte. Así que quiero conseguir el primer puesto". Pero tuvo una actuación lamentable. Compartió el 13 e r puesto, con 8,5 de 1 9. Sólo pudo ganar tres partidas, perdiendo cinco, con once tablas. Mientras que su compatriota Reshevsky, siempre celoso de Fischer, tuvo una magnífica actuación, compartiendo el primer puesto con Korchnoi,

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adelantando a Fischer en 4,5 puntos. Su juego suicida e irreconocible no tiene explicación. O tal vez la tiene, pero nadie la conoce. ¿Salud? ¿Momento de transición? ¿Problemas personales? Quién sabe. La siguiente cita, tras un pequeño torneo en Reykj avik, que ganó sin problemas, era la Olim­ piada de Leipzig. Pero había un problema. Primero había que llegar allí, y Leipzig se encontraba en la entonces Alemania Oriental, de modo que el Departamento de Estado, siempre tan celoso de la integridad estadounidense, negó el visado a sus ajedrecistas. Entonces entró en escena Regina Fischer que, para rescatar al equipo norteamericano, se declaró en huelga de hambre. La notoriedad que adquirió la madre de Fischer fue increíble y, en poco tiempo, su nombre y sus imágenes fueron divulgados por todos los medios de comunicación del país, cadenas de televisión incluidas. Por fin, su intervención tuvo éxito y el equipo norteamericano pudo viajar a Leipzig, encabezado, por primera vez, por Bobby Fischer. Más tarde, y a raíz de la guerra de Vietnam, Regina se convertiría en una convencida activista en pro de la paz y sabido es que los pacifistas, aunque parezca una contradicción en los términos, son demasiado beligerantes para el gusto de los gobiernos . . . E n Alemania, l a presencia d e Fischer causaba sensación. Sólo tenía 1 7 años y era y a e l centro de todas las miradas y el blanco de los periodistas. La mayoría de los jugadores sentía veneración por el joven Fischer y puede decirse que, en general, el mundo del ajedrez lo mimaba y lo admiraba. Pero no todos se alegraban de su buena estrella. Reshevsky, por ejemplo, renunció a participar en la Olimpiada, porque no aceptaba j ugar detrás de Fischer. Unos días antes de iniciarse la Olimpiada, el americano jugó una partida de exhibición en Berlín, cuyo remate es instructivo. Fischer - Darga

Berlín Occidental 1 960

al rey adversario, pero detrás de este movi­ miento, está el siguiente que es la clave de la idea. 26 ...
Si 26 . . . ©b7, podría continuar 27.�c5, y si 26 . . . �b7, 27.f6 gxf6 28.�xf6 d4 29.Wb5, en ambos casos con ventaj a decisiva de las blan­ cas. 27.�cl !

Una maniobra muy efectiva, que abre dos vías de ataque hacia el rey negro: la columna "a" y la diagonal "h2-b8". 27 ...Wfel +

O bien 27 . . . l1Je5 28.�f4 �e8 29.Wb5 , ga­ nando. Posición después de 25 ... axb6 26.Wi'b l !

La dama pasa al flanco de dama para atacar

28.�fl Wf xc3 29.i.f4+

La entrada en acción del alfil es definitiva. 29 . . . ©b7 30.Wi'bS!

Las negras se rindieron.

Estados Unidos conquistó brillantemente la medalla de plata, detrás, como ya era preceptivo, de la URSS. Su primer tablero tuvo una aportación decisiva: + 1 O =6 -2, con el mejor resultado de la fase final en el primer tablero. Su derrota, en la fase preliminar, ante el ecuatoriano César Mu­ ñoz, causó sensación, mientras que su otra derrota, ante Gligoric, entraba dentro de lo previsible.

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G RA N D E S M A ESTROS. B O B B Y F I S C H E R

La partida con Tal fue emocionante (capítulo 2, partida nº 1 O), con un espectacular desenlace y auguró que los futuros encuentros entre ambos serían intensos y electrizantes. En la fase previa derrotó, con una bonita combinación de ataque, a Unzicker. Fischer - Unzicker

Match EEUU - Alemania Federal Olimpiada de Leipzig, 26. 1 0. 1 960

Si 5 l .exd5, continúa 5 1 . . .\Wxd5+, con posi­ ción confusa y dificil de evaluar. 5 1 ...lll c3?

La mejor opción aquí sin duda era mover 5 1 .. . l:l: c4 ! , y tras 52.Wxd5 '1W xd5 53 .exd5 l::í: d4, la ventaj a blanca podría no ser decisiva. 52.Wff6+ @d7

Posición después de 46 ...Wfb8 47.Wh5!

Fischer sacrifica pieza por un ataque que no parece estar claro.

47 ...Wxb5 48.Wxh7+ ©fB 49.Wh8+ ©e7 50.Wxg7

Amenaza 5 1 .\Wf6+ � d7 52. l:l: h8.

50 ... lll xd5 ! ?

Desde luego, n o servía 50 . . . \We8, debido a 5 l . l:l: h8 \Wxh8 52.Wxh8 d3 53 .\Wf6+ �e8 54.g6 ! , con ventaj a decisiva.

51 .Wfxd4

53.g6! c!ll xe4

O bien 53 . . . fxg6 54. l:l: h7+ � c8 55 .füc7+ �xc7 56.Wxc3+, y las blancas ganan. 54.Wfxn+ @es

En caso de 54 . . . ©c6, sigue 5 5 . '1We8+ ©b6 56. '1W xe4. 55.g7!

Las negras se rindieron.

Otra de sus buenas producciones fue la partida que le ganó al excampeón mundial Max Euwe, con la que se tomó cumplida revancha del match de 1 95 7 . A comienzos d e 1 96 1 , Fischer volvió a ganar el Campeonato d e s u país, con idéntico resultado que el año anterior (9,0 de 1 1 ). El Campeonato también era válido como Torneo Zonal, con tres plazas para el Interzonal de Estocolmo. W. Lombardy y R. Weinstein consiguieron las otras dos plazas. Reshevsky, que había tenido una mala actuación (sólo pudo ser quinto) no se resignaba al papel de segundón y escribió en la prensa: "De todos modos, Fischer no me ha demostrado nada. En un match nunca me vencería" . Esta provocación creó el morbo suficiente como para interesar al público. El matrimonio Piatigorsky y la American Chess Foundation patrocinaron así un match entre ambos Grandes Maestros, programado a 1 6 partidas, para j ulio/agosto. Se disputaría en Nueva York y Los Angeles. El fondo de premios (6.000 dólares) era equiparable al de los mundiales de entonces.

E L G EN I O A M E R I C ANO

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El encuentro entre estos dos prodigios de generación tan distante (Reshevsky tenía 50 años, Fischer 1 8) despertó una enorme expectación. Después de once partidas, el marcador estaba igualado (5,5-5,5). La duodécima debía disputarse el 1 2 de agosto. Pero por diversos motivos, la hora de comienzo fue modificada en cuatro ocasiones, fij ándose, definitivamente, para las once de la mañana del día siguiente. Fischer se opuso, declarando que no se le había consultado y que estaba dispuesto a j ugar a la 1 .30. Pero el árbitro puso en marcha los relojes a las once y acabó dándose la partida por ganada a Reshevsky, por incomparecencia de su rival. Fischer amenazó entonces con abandonar el match. Trataron de convencerle de que j ugase la 1 3ª partida, pero él dij o que sólo lo haría si era la 1 2ª. Al no ser así, se retiró definitivamente e in­ cluso l levó el caso a los tribunales. Pero, j usta o inj ustamente, la sociedad y el ajedrez americano habían tomado partido por Reshevsky. O, mej or dicho, contra él y la demanda fue desestimada. La amargura de Bobby quedó plasmada en un comentario posterior, publicado en la prensa, en el que aludía a los Piatigorsky y otros famosos promotores: "Para los torneos de golf, los millonarios están felices de donar 300.000 dólares, mientras que para el ajedrez arrojan un millar o dos ¡y aún se j actan de ello ! Los torneos llevan sus nombres, todo el mundo tiene que hacerles reverencias, juegan cuando quieren, ¡y todo por un par de miles de dólares, que no significan nada para ellos y que deducirán de sus impuestos ! " . Aunque Fischer tuviese razón, este tipo d e comentarios n o eran populares. N o podían serlo, en un mundo como el del ajedrez que se movía dentro de unos precarios márgenes económicos, y en el que los escasos mecenas o patrocinadores, eran adulados y protegidos. Más aún: tales comen­ tarios despertaban antipatía en una sociedad como la norteamericana, donde nadie puede quitarle la razón al poderoso (y no hay nada más poderoso que el dinero). Como decía Maquiavelo, "no puedes atacar el poder sin tener la seguridad de destruirlo" . En septiembre dio comienzo en B led el Memorial Alekhine, uno de los torneos más fuertes de la década, para conmemorar el célebre triunfo de Alekhine, treinta años atrás, en la misma ciudad. La experiencia en su match con Reshevsky, pese a la desilusión deportiva y económica, había hecho madurar aún más al campeón norteamericano, que llegaba a B led convencido de sus posibilidades. Allí estaba la flor y la nata del aj edrez mundial : Petrosian, Keres, Geller, Gligoric, Najdorf, Portisch, lvkov y el recién destronado y ahora excampeón, Mijail Tal. Ya en la primera ronda, la partida del americano con Gligoric (tablas) está considerada por muchos expertos como una auténtica obra maestra. En la segunda, F ischer derrotó a su mejor enemigo, Tal, en una victoria de importancia histórica (capítulo 2, partida nº 1 1 ), por ser la primera vez que conseguía ganarle. Luego Bobby ganó una excelente partida a Geller, en una Ruy López hiperaguda (capítulo 2, nº 1 2). Y Geller no era un cualquiera. Para Fischer era una especie de bestia negra. Baste con recordar que, entre 1 962 y 1 967, le ganaría cinco partidas. Pero en la de Bled, Geller, simplemen­ te, no estuvo a la altura. Ganaría también a Petrosian y las tablas con Keres redondearían un balance de 3 ,5 (de 4) con­ tra los jugadores soviéticos. ¡ Magnífico ! Tal ganaría el torneo, por su facilidad para recolectar puntos: 1 4,5 de 1 9 (+ 1 1 =7 - 1 ), por los 1 3 ,5 de Fischer (+8 = 1 1 -0), con un excelente segundo puesto. De Estocolmo a C ura�ao

Fischer se entregó en cuerpo y alma a la preparación para el Interzonal de Estocolmo. Durante tres meses no hizo otra cosa. Incluso declinó participar, por primera vez, en el Campeonato de EEUU.

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Entre los 23 participantes en el Interzonal había cuatro fenómenos soviéticos (Geller, Petro­ sian, Korchnoi y Stein), además de otras figuras de primera fila mundial, como Gligoric, Benko, Uhlmann, Filip, Portisch, Olafsson . . . No está d e más narrar una anécdota. Tras l a ceremonia d e apertura, Fischer, ávido como siem­ pre por j ugar, invitó a Geller a unas partidas de Blitz. Geller rehusó cortésmente, alegando que estaba cansado. Pero le presentó a Stein. Fischer no lo conocía. Le dijo: "Yo j ugaré con tres mi­ nutos y tú con cinco". Pero Stein no era precisamente alguien que se dej ase intimidar: era bueno en todos los juegos (póquer, billar y otros) y estaba seguro de sí mismo, consciente de su talento. Después de perder dos partidas, Fischer modificó las condiciones: "Ahora j ugaré con cuatro minutos" . Stein seguía imponiéndose, así que ambos contrincantes acabaron j ugando a la par, cinco minutos cada uno. Desde entonces, Fischer respetó mucho a Leonid Stein, con quien com­ partió innumerables sesiones de partidas rápidas en Suecia y otros lugares. Los dos empates iniciales parecían un mal síntoma. Pero el americano sumó luego cinco victorias consecutivas, situándose líder del torneo. En la cuarta ronda ganó un impecable final de torres a Portisch: Fischer - Portisch

Interzonal de Estocolmo, 3 1 . 1 . 1 962

!"í: xb3 59.©xa5 (K. M üller). 53.bxc4 gd4 54.©e6 ge4+

Si 54 . . . füc4, sigue 5 5 . !"í: b8+ ©h7 56.f6 !"í: e4+ 5 7 . f5 :8: b4 5 8 . !"í: e8, ganando. 55.©d5 fü4 56.©xc5 gxf5+ 57.©d6 fü6+ 58.©e5 fü7 59.gb6 gc7 60.i>d5 @n 6 1 .gxa6 ©e7 62.ge6+ ©d8

Posición después de 50 ... b5

La última jugada de las negras ha sido un error. Según los especialistas, Portisch habría podido resistir con 50 . . . !"í: b 1 . 51 .gh1+ ©gs

Si 5 l . . .©e8, 52. !"í: b7 bxc4 53 .bxc4 !"í: d4 54. e6 !"í: e4+ 5 5 .©d5 fü4 56.fü7 ! , con ventaj a decisiva (K. Müller).

63.gd6+! ©e7

52.gb7 bxc4

64.c5 ges 65.c6 gc7 66.gh6 i>d8 67.ghs+ ©e7 68.gas!

O bien 52 . . . b4 5 3 .
A 63 . . . ©c8, 64. !"í: c6 ©d7 65.füc7+ ©xc7 66.©c5, y las blancas ganan. Las negras se rindieron.

Impresionado por su maestría, el GM Kotov escribió: "Que un j ugador joven ataque bien y realice combinaciones es comprensible, pero que exhiba una impecable técnica de finales, a los 1 9 años, eso ya es un raro fenómeno. Sólo puedo recordar un j ugador que a esa edad poseía tal habilidad en los finales: Vasili Smyslov".

E L G EN I O A M E R I C ANO

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Fischer volvería a dar muestras de su virtuosismo en el final, haciendo tablas con otro especialista, Arturo Pomar, y venciendo al ex niño prodigio Daniel Yanofsky. También jugó una espléndida partida posicional contra el M I argentino Julio Bolbochán (capítulo 2, partida nº 1 4). Ante el húngaro Istvan B i lek exhibió sus grandes conocimientos teóricos de aperturas, j unto con unos admirables recursos defensivos. Bilek - Fischer

Interzonal de Estocolmo, 3 . 2 . 1 962

Defensa Siciliana (B9 7) 1 .e4 c5 2.lDf3 d6 3.d4 cxd4 4.lD xd4 lD f6 5.lDc3 a6 6.i.gS e6 7.f4 Wi'b6 8.Wf d2 Wi'xb2 9.gbl Wf a3 1 0.eS dxe5 1 1 .fxeS lD fd7 1 2 .i.c4 i.e7 13.i.xe6 0-0 1 4.0-0 i.xg5 1 5.WfxgS h6 1 6.Wfh4?

La teoría en la Variante Gotemburgo (o del peón envenenado) ha evolucionado mucho

desde entonces. Aquí era mejor, según Kasparov, 1 6.1Mi'h5 ! , y tras, por ejemplo, de las j ugadas 1 6 . . . fxe6 l 7. lDxe6 1Mi'xc3 1 8 . tli xf8 tli xf8 1 9.Wf7+ i;t> h7 20.Wxf8 tli c6 2 1 .e6 We3+ 22.�h l Wxe6 23 . l:'i:b e l tli e5 24.Wc5 tli d7 2 5 . Wfd4 Wb6 26. Wfd3+ Wg6 27. l:'i:e7, las blancas tienen su­ perioridad.

16 ... '!Mfxc3 1 7.�xf7 i'!xf7 1 8.'!Mfd8+ lDf8 1 9.i.xf7+ @xf7 20.fül+ @g6 2 1 .i'!xf8 .id7

En caso de 2 1 . . .We l +, sigue 22. l:'i:fl Wxe5 23.1Mi'xc8 Wxd4+ 24. �h l , y las blancas tienen compensación, gracias a la clavada (Kaspa­ rov). 22.lDf3 '!Mfe3+ 23.@ h l Wfc l + 24.lDgl '!Mfxc2 25.i'!g8 '1Mff2 26.�f8 '!Mfxa2 27.i'!f3?

Los complejos problemas de la posición y los apuros de reloj acaban por minar la resis­ tencia de Bilek, que aún hubiera podido sal­ varse con 27.h3 !

27 ... @h7

Las blancas perdieron por tiempo, aunque su posición es desesperada.

El triunfo de Fischer en Estocolmo fue increíble: 1 7,5 (de 22), con trece partidas ganadas, nueve tablas y ninguna derrota, superando en dos puntos y medio a sus inmediatos seguidores, Geller y Petrosian. Los rusos no disimularon la impresión que les había producido. Petrosian, por ejemplo, declaró: "El j uego de Fischer nos produjo una buena impresión y su éxito fue merecido. Durante los dos últimos años, el joven Gran Maestro ha mejorado notablemente. Ahora es un j ugador curtido, con inclinación al j uego posicional. Lo que sorprende en Fischer es su voraz apetito

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G RA N D E S M A ESTROS. B O B B Y F I S C H E R

ajedrecístico, si puede expresarse así. Siempre juega con el mayor placer. É sta, me parece a mí, es una de las razones de su éxito". Por su parte, Lev Abramov, el responsable de la delegación soviética, j uzgó así su actuación: "El éxito de Fischer en Estocolmo produce una gran impresión. Tanto desde el punto de vista del porcentaj e ( ¡ 80% ! ), como de la ventaj a sobre sus inmediatos rivales ( ¡ 2,5 puntos ! ), la ausencia de derrotas o la envidiable facilidad con que j ugó". La dimensión de su éxito es indiscutible. La forma en que, a su vez, ese éxito fue sobredi­ mensionado también lo es. Típico de la prensa, el público y el propio ego, la mitomanía se dispara y hace estragos en el equilibrio del ser humano, por genial que éste pueda ser. Así le ocurrió a Fischer que, después de Estocolmo, sufrió un peligroso proceso psicológico de auto­ complacencia. Llegó a pensar que podía vencer a cualquiera de cualquier forma. Willemstad, Cura.¡:ao. En esta asfixiante isla antillana se celebraría el Torneo de Candidatos, entre mayo y j unio de 1 962. Fischer competiría con Tal, Keres, Geller, Petrosian, Korchnoi, Filip y Benko. Como en 1 959, era un torneo por sistema liga, a cuatro vueltas. Sus aspiraciones eran máximas. Pero su objetividad estaba desenfocada. Porque seguía sin ser superior a los jugadores soviéticos. Sin embargo, las expectativas creadas en tomo a su figura habían convencido a la comunidad ajedrecística de que el americano podría ser el nuevo aspirante a destronar a Botvinnik. Ya en la primera ronda, Bobby sufrió un amargo revés, que Boleslavsky comentó así : "La primera lección no la recibió de los jugadores soviéticos, sino de Benko, a quien Robert, obviamente, consideraba carne de cañón. Fischer se sentó ante el tablero y fue literalmente barrido. Contra Geller, en la segunda ronda, empleó ingenuamente la misma variante que en Estocolmo, modificando la línea sólo ligeramente. Por supuesto, cayó víctima de una variante preparada y fue machacado a placer" . Después de la primera vuelta, las perspectivas de Fischer no eran precisamente brillantes, pues sólo tenía tres puntos, mientras que el líder, Korchnoi, sumaba cinco. En la segunda vuelta cometió un nuevo error por exceso de confianza, pero ganó una buena partida a Tal, que no se encontraba en su mejor forma, por haber sufrido una intervención quirúrgica antes del torneo. Fischer

-

Tal

Torneo de Candidatos Curai;;a o, 1 9. 5 . 1 962

2 1 .d4 ltJ dS 22.ik l ghe8 23.g hdl f5 24 ..igS! gd7 25.dxeS gxe5+ 26.�f3

"Ahora el flanco de rey negro está debi­ litado y la posición de su caballo en 'd5' no es segura. Se ha producido un momento de inflexión y las blancas comienzan a jugar a ganar" (Chistiakov). 26 ... ge4 27.gd3

Mejor que la línea 27. Eí'. d4 Eí'. xd4 28.cxd4+ Eí'. c7. 27 ... gc4! 28.gcdl ! gxc3 29.gxc3+ ltJxc3 30.gcl gc7 3 1 ..if4 fü6 32 ..ieS ltJ dS

Posición después de 20 ... ltJ e7

También era posible 32 . . . éll xa2, aunque algunos comentaristas la han descartado. Podría seguir 3 3 . Eí'. xc6+ bxc6 34 . .ixg7 Wd7 ! , para defender "f5 " , que, según Kaspa­ rov, conduce a tablas.

E L G EN I O A M E R I C A N O

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33.l'!d t ! ft:\f6 34.©f4! g6 35.f3 ! lt:ld7 36.i.d6 36 . . . fü2?

Era mejor el movimiento 36 . . . lll b 6 ! , y si 37 .Wg5, entonces continuaría así: 3 7 . . . lll c4 38 . .ie7 lll e 5 ! 39 . .if6 lll d 7 40 . .ig7 b5 . 37.g3 l'!e2 38.©g5 l'!e6 39.i.f4!

Amenaza 40.Eí:d6. 39 ... lll f8 40.l'!d6 as

49.g4!

Fischer se mantiene fiel a sí mismo. Esto es lo más enérgico. 49 ... l'!xf3 50.gS lt:\e6

Si 50 . . . 'it>d7, 5 l ..ixf8 Eí:xf8 52. Wxg6 Eí:h8 5 3 .Wf7 Eí:h7+ 54.Wg8 Eí:e7 55 .g6, con ventaj a decisiva. 4t .©h6! l'!e2 42.gd2 ! l'!e7 43.i.d6

La jugada secreta. 43 ... l'!h7+ 44.©gs fü7

En caso de 44 . . . lll d7, sigue 45 .Wxg6 Eí:h8 46.Wg7 Eí:e8 47.'it>t7 ! ! , y las negras están perdidas. 45.l'!b2! f4 46.i.xf4 füS+ 47.©h6 bS 48.i.d6 b4

5 t .©xg6 l'!d3 52.i.eS l'!e3 53.©fS ft:\f8 54.l'!g2 l'!f3+ 55.i.f4 ©d7 56.g6 lt:\e6 57.g7 l'!xf4+

En caso de 57 . . . lll xf4, sigue sencillamente 58. ©e4. 58.©es l'!f8 59.gxf8'ª lt:l xf8 60.©dS a4 61 .l'!g7+ ©e8 62.©d6 b3 63.a3

Las negras se rindieron.

Después de la segunda vuelta, Geller y Petrosian marchaban en cabeza, con 9,0 de 1 4, se­ guidos de Keres, con 8,5, Korchnoi 8,0. Fischer se encontraba a dos puntos de los líderes. Finalizada la tercera vuelta, las distancias se acentuaron y, aunque Fischer debía ser el único que seguía creyendo en sus opciones, los resultados no respaldaban esa esperanza. Tras 2 1 rondas, Geller y Petrosian tenían 1 4,0 puntos, Keres 1 3 ,5 y Korchnoi 1 1 ,0. Fischer sólo 1 0,0. Tal se retiró entonces, porque su salud empeoraba y estaba teniendo una actuación pésima, lastrada por sus dolencias. La clasificación final fue muy decepcionante para Bobby: Petrosian se proclamó aspirante oficial al título, al ganar el torneo con 1 7,5 (de 27), seguido de Geller y Keres con 1 7 ,O. Fischer fue cuarto . . . ¡a gran distancia ! , con sólo 1 4,0 puntos. Fischer acabó muy afectado por el desenlace del torneo. Sintió que había una injusticia cósmica, tal vez una conspiración universal para impedir que ganase a los rusos y, desde luego, encontró su propia explicación, o, en cualquier caso, la que necesitaba darse a sí mismo. Un artículo suyo, publicado en Sports Illustrated, causó sensación. Se titulaba Cómo controla el ajedrez la URSS, en el que acusaba, sin la menor ambigüedad, a Petrosian, Geller y Keres de haber hecho un pacto que les asegurase la victoria en el torneo. El artículo se reprodujo luego en Lije, la revista de mayor tirada de EEUU. El comienzo del mismo resume las conclusiones y la postura de Fischer: "El torneo internacional de Candidatos, que reúne a los aspirantes al Campeo-

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G R A N D E S M A ESTROS. BOBBY F I S C H E R

nato Mundial de ajedrez, celebrado este año en Curai;ao, me convenció de que el control ruso del juego ha eliminado toda posibilidad de competencia leal" . Junto a otros argumentos, Fischer incluía e l siguiente diagrama, correspondiente a la posición final de la partida de la cuarta vuelta entre Keres y Petrosian, después de 1 4 ... aS.

En esta posición, ambos contendientes acordaron tablas. Según Fischer, "el rey de Keres (blancas) está en posición vulnerable y es patente la debilidad de sus piezas en el flanco de dama. Pero a pesar de la superioridad de las negras, declararon tablas". Fischer tenía motivos, desde luego, para alimentar su paranoia. La doce partidas disputadas por los tres primeros (Petrosian, Keres y Geller) finalizaron todas en tablas y aunque nadie (y menos que nadie los soviéticos) se tomó en serio las acusaciones de Fischer, lo cierto es que, incluso si no hubo pacto, es innegable que puede haber existido un cierto espíritu gremial o coincidencia de intereses. Después de todo, cinco soviéticos en una nómina de ocho participantes da una considerable capacidad de maniobra. El propio Petrosian declararía, a la conclusión del torneo, que su triunfo lo debía a "una estrategia basada en no perder" . Muchos comentaristas de la época e historiadores de ajedrez se han referido a esta cuestión a la que, desde luego, nadie puede ser indiferente. Kasparov, por ejemplo, parece inclinado a creer en la existencia de tal pacto cuando dice: "No es sorprendente que hubiese un problema con posibles tablas preacordadas. Es dificil condenar a Petrosian, Geller y Keres por esas tablas: era una tradición soviética y, teniendo en cuenta el calor tropical, resultaba extremadamente dificil resistir las 28 rondas sin algún descanso" 3 . La conclusión de Kasparov es importante, pero está hecha ya en el S I G L O XX I . También Alexei Suetin escribió, aunque bastantes años después d e Curai;ao : "Antes del comienzo del torneo, el trío que conquistó los tres primeros puestos concluyó un pacto de no agresión" . Esta declaración tiene tanto más valor cuanto que fue hecha desde el lado soviético. Fischer, en suma, proclamó a los cuatro vientos que nunca más volvería a participar en un torneo de ese tipo. Lo cierto es que la FIDE no hizo oídos sordos a estos posibles amaños y los abortó de plano al disponer que, desde el ciclo siguiente, la fase de Candidatos adoptaría el formato de matches eliminatorios. Secuelas de una decepción

Fischer, tal vez afectado aún por su drama de Curai;ao, seguía sin estar en forma en el otoño, durante la Olimpiada de Yarna. En la fase final sólo consiguió el 50% de la puntuación, perdien­ do tres partidas, ante Ciocaltea, Donner y Gligoric.

E L GENIO AM ERICANO

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Sin embargo, ganó algunas buenas partidas, como a Purezhav y Naj dorf (capítulo 3 , com­ binaciones nº 3 y nº 4 ). Pero el gran acontecimiento de la Olimpiada fue, por supuesto, el enfrentamiento entre él y Botvinnik, en el primer tablero del match URSS - EEUU (capítulo 2, partida nº 1 7). En Varna se produjo un incidente ( ¡ uno más ! ) con un periodista. Esta vez, con el famoso Eliot Hearst, quien le comentó a Fischer que tal vez su fracaso en Curai;ao no fuese consecuencia del apaño entre los rusos, sino de su baj a forma, a lo que Fischer, iracundo, le respondió: "¿Qué? ¿Es que es usted un comunista?" El proceso que llevó a Bobby a una especie de primer retiro del mundanal ruido pudo deberse a un sano ejercicio introspectivo y de reflexión sobre sí mismo y su ajedrez, pero lo cierto es que en los años que siguieron a Curai;ao no participó en torneos internacionales y sólo disputó los campeonatos y algunos abiertos de EEUU. ¿Era el tigre que retrocedía para mejor saltar? ¿O era un período depresivo, del que le costó salir airoso? ¿Quién le pone el cascabel al gato? En el Campeonato nacional de 1 962- 1 963 ganó, como de costumbre, con 8,0 de 1 1 ( +6 =4 - 1 ). La derrota fue a manos de Edmar Mednis, en una Variante Winawer de la Francesa, con blancas. No era la primera vez, ni tampoco sería la última. A Fischer siempre le costó dominar y pro­ fundizar en la Winawer. Por otra parte, solía enfrentarse a auténticos especialistas, que le planteaban problemas para él dificiles de controlar. O tal vez habría que concluir que las posi­ ciones de la Winawer, asimétricas y con relaciones material y estructurales heterogéneas no en­ cajaban bien en el aj edrez-control de Bobby. En ocasiones, sus actuaciones eran brillantes. Por ejemplo: jugó en Bay City (Michigan) en julio de 1 963, y ganó algunas partidas interesantes, como su bonita combinación contra Hans Berliner (capítulo 3, combinación nº 5) o un eficiente remate ante su viejo rival, Arthur Bisguier. Bisguier - Fischer

Western Open, Bay City, 6. 7 . 1 963

Sencillo sacrificio de caballo, ante el cual, las blancas responden de la peor manera, o sea, capturando el caballo . . . 35.i>xh2?

Posición después de 34.'l!Mxc7 34 ... lt:lxh2!

La única forma de prolongar la resistencia era 3 5 .°Wf4, pero después de la variante 35 . . . Wi'xf4 36.gxf4 lU xfl 3 7.füfl .ia6, se producen dos accidentes tácticos de la posi­ ción que inclinan la lucha a favor de las ne­ gras: a) la clavada de "c4". b ) el caballo comprometido. Podría seguir así : 3 8 . Eí'. c5 Eí:ec8 39.Eí:xc8+ füc8 40.liJ d6 Eí'. c6 4 1 . Eí'. d l .id3 42. lU b7 ©f8 43 .©h2 Eí'. c7 44.liJd6 ©e7, y el caballo está cazado. 35 ...'11M x f2+ 36.©h l .ig4

Las blancas se rindieron.

Entre el 30 de agosto y el 2 de septiembre jugó el Abierto del Estado de Nueva York, un open de fin de semana que sería el último torneo por sistema suizo que disputaría. Sus 7,0 de 7 no dejaron dudas sobre su superioridad, a pesar de buen número de fuertes rivales. Otro de sus geniales chispazos se produjo en la siguiente partida:

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G R A N D E S M A E S T R O S . BOBBY F I S C H E R

Fischer - Beach

Open del Estado de Nueva York Poughskeepie 1 963

21 ..ih6! !

Una jugada brillante de ataque. 2 1 ...'1Wc7

Si 2 l . . . .ixh6, entonces continuaría de la si­ guiente manera: 22.tll f6+ '{J;; e7 2 3 . 'l'*' xe5 �hd8 24.tll x d5+ �xd5 26. '1W xb8, con ventaja decisi­ va. 22.tll d6+ iid8 23 ..ixg7

Ya no hay defensa posible. '1Wxd6

O bien 23 . . . '\Wxg7 24.'\Wxe5 '\Wxe5 25.tll f7+ y 26.tll x e5 . 24.'IWxeS

Las negras se rindieron. Posición después de 20 ... cxdS

Bobby descansó hasta mediados de diciembre. Al menos en lo que se refiere a la acción direc­ ta ante el tablero. Comenzó entonces un Campeonato de EEUU, que aumentaría, si eso es posi­ ble, la dimensión de su leyenda. El Gran Maestro de Brooklyn conquistó, una vez más, un título que casi le pertenecía en propiedad. Pero, además, lo hizo con ¡ el 1 00% de la puntuación ! Entre sus directos rivales: Evans a 3,5 puntos, Benko a 4, Reshevsky y Saidy a 4,5 . . . Con Evans, considerado s u rival más importante, jugó e n l a segunda ronda. Fischer planteó un Gambito de Rey, lo que resultó una gran sorpresa, pues no mucho antes había publicado unos análisis con la supuesta refutación de dicha apertura. Claro que sus análisis se referían al Gambito de Caballo, y no al de Alfil. La partida comenzó así : 1 .e4 eS 2.f4 exf4 3 ..ic4 '1Wh4+ 4.©fl d6 S.tll c3 Ae6 6.'1We2 c6 7.tll f3 '1We7 8.d4 .ixc4 9.'1Wxc4 gS 1 0.eS dS y, aunque no exenta de errores, reportó a Fischer una merecida victoria. Jugó varias buenas partidas, con su característico j uego implacable, arrollando a sus contrarios como una apisonadora y por su victoria sobre Robert Byrne (capítulo 2, partida nº 1 9) le fue otorgado el Premio de Belleza. En la penúltima ronda, Benko sufrió en sus carnes una modélica combinación de bloqueo táctico, publicada en todas las antologías. A Anthony Saidy, que jugaba su tercer (y mejor) Campeonato, le tocó la ingrata tarea de impedir, en la última ronda, que Fischer consumase una puntuación perfecta. Y lo intentó. En el medio juego incluso superó a su famoso contrincante. Pero luego fue perdiendo pie y, en un final igualado, echó definitivamente por tierra sus opciones, con una secreta deficiente. Bobby lo había conseguido: ¡ 1 1 de 1 1 ! Al concluir el torneo, el árbitro, Hans Kmoch felicitó a Evans por haberlo ganado y a Fischer. .. ¡ por la exhibición ! Seguramente este gran éxito devolvió a Fischer la fe en sus posibil idades. En esta extraña etapa de su carrera y de su vida, la religión acudió en su rescate. La Iglesia Mundial de Dios, una secta adventista, se cruzó en su camino, ofreciéndole un refugio que quizá contribuyó a desorien­ tarlo más. Pero él se sentía bien : su alma había encontrado un asidero espiritual . Que no jugase torneos internacionales no significa que hubiese dej ado a un lado el ajedrez. Dio numerosas exhibiciones de simultáneas y también una serie de conferencias en el Club de Ajedrez Marshall para jugadores de todos los niveles, tanto sobre historia del ajedrez como sobre teoría de aperturas y técnica de finales. Su biógrafo Frank Brady escribe: " Le propuse a Bobby

E L G EN I O A M E R I CANO

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grabar las charlas, pero rehusó diciendo que no quería ser molestado con micrófonos, que tal vez le harían perder la espontaneidad, al tener que preocuparse por el equipo de sonido". 4 Los miembros activos del ajedrez norteamericano se movilizaron para facilitar la participación de su estrella en el Interzonal de Amsterdam (mayo/junio de 1 964). Para entonces la FIDE había decidido ya cancelar el sistema liga para la fase de Candidatos, reemplazándolo por matches, a fin de que los intereses colectivos no pudiesen prevalecer sobre los individuales. Fischer había triunfado en sus reivindicaciones. El propio Brady trató de postergar la incorporación de Fischer al servicio militar (que por entonces duraba dos años) y se puso en contacto con Harold M. Phillips, ex presidente de la Federación de Ajedrez de EEUU, que había estado al cargo de una oficina de reclutamiento. La fórmula que encontraron para solicitar una prórroga era que el solicitante estuviese inscrito en la Universidad. No sólo garantizaron a Fischer que su inscripción sería aceptada, sino que incluso percibiría un estipendio. Aquí sale a relucir, como tantas veces, la integridad de Bobby. Al recordar su mala experiencia escolar, descartó la propuesta y decidió realizar su examen fisico para el ejército. Pero fue rechazado, por razones que se desconocen. Tal vez el ejército consideró que Bobby Fischer era demasiado valioso para exponerlo en el infierno vietnamita. Entretanto, el aparato soviético se había puesto en marcha y un nuevo departamento, dirigido por el GM Alatorzev, había remitido cuestionarios a los maestros más destacados, pidiéndoles un informe acerca de Fischer. He aquí, por ejemplo, la respuesta de Korchnoi : "El punto fuerte de Fischer es su versatilidad. En su estilo se aprecia una constante búsqueda de la iniciativa y respeto por el material, armoniosamente combinados. Puede sacrificar material por el ataque, pero también puede aceptar un sacrificio y asumir una dificil defensa ( . . . ). Fischer ha dominado el método psicológico de preparación, eligiendo de antemano la modalidad de combate. Aun así, se tiene la impresión de que en una lucha estratégica no es tan fuerte, y que las largas maniobras posicionales le aburren" . El informe de Geller todavía fue más esquemático: "Su juego es claro y transparente. No es dificil adivinar sus intenciones, pero es más dificil contrarrestarlas, puesto que sus decisiones son apropiadas y prácticas" 5 . Sin duda tenía razón, pero . . . ¿así de sencillo? Pero Fischer no acudió a la cita de Amsterdam, para perplej idad y desolación de sus compa­ triotas. Su estrategia había cambiado. Se había propuesto conquistar el título mundial a base de matches promovidos por él mismo, y gestionados por el hombre de negocios Alexander Bisno, en quien había depositado su confianza para esa tarea. ¿No es esto un antecedente de la GMA de Kasparov, en lo que representaba de divorcio de la FIDE? Pero su iniciativa no llegó a buen puerto. Los mejores j ugadores siguieron con la rutina oficial : Zonales, Interzonales, Candidatos, etc. Por otra parte, ¿iba el campeón a poner en juego su título, aunque el match sólo se consi­ derase oficioso? También se esperaba a Fischer en Tel Aviv, con motivo de la Olimpiada. Pero tampoco viajó a Israel. No se sabe si por no compartir equipo con Reshevsky, por falta de acuerdo en los ho­ norarios o, simplemente, porque seguía obstinado en buscar un camino alternativo para sus lu­ chas en el tablero. Retorno : 1 965- 1 966

Avanzado 1 965, Bobby decidió regresar al tablero internacional. Le apetecía jugar en el Memorial Capablanca, programado para agosto/septiembre. Los cubanos estaban volcándose en el ajedrez y en el macrotorneo de La Habana (22 jugadores) participarían Smyslov, Geller, Jolmov, Donner, Pachman, Ivkov, Parma y Szabo, entre otros. Una impresionante nómina. Pero las relaciones diplomáticas entre EEUU y Cuba eran más que tensas y el Departamento de Estado no le concedió a Fischer el visado para viajar a la isla. No obstante, el propio Fidel

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Castro intervino, cursándole un telegrama a Bobby, en el que le mostraba su sincero interés y el del pueblo cubano por su participación, que consideraba indispensable para el éxito del torneo, sugiriéndole que jugase por teléfono. Fischer lo tuvo muy en cuenta, pero advirtió al líder cubano de que no estaba dispuesto a permitir que se capitalizase políticamente su participación. Castro insistió: "Si tiene usted miedo a j ugar y se arrepiente de su anterior decisión, sería mejor que encontrase otra excusa o, de lo contrario, que tenga el valor de ser honesto" . Las palabras no podían ser mejor elegidas, pues a Fischer le gustaban los retos. No podía dej ar de asumirlos. Nadie había jugado antes por teléfono. Sólo se habían jugado algunos encuentros entre ciudades o equipos. Nunca a título individual . Bobby jugó desde el Club de Ajedrez Marshall de Nueva York. Las jugadas se transmitían por télex, con intervención de operadores, mensajeros y árbitros, a uno y otro lado. Esto suponía la natural demora en la transmisión de las jugadas, con la consiguiente prolongación de la partida. Fischer jugó así sus 2 1 partidas, muchas de las cuales fueron aplazadas. Esto significa que su desgaste fue considerablemente mayor que el resto de los participantes. Le preguntaron qué puntuación pensaba obtener. Su respuesta fue: " La cuestión es cuánto tardaré en reventar" . Fischer llevaba año y medio sin competir y, aunque comenzó el torneo ganando a Lehmann y Smyslov, cedió varias series de tablas y cuando, en el último tramo, logró alcanzar a los líderes, fue frenado en seco por sendas derrotas ante Gel ler y Jolmov. Finalmente, Smyslov resultó vencedor ( 1 5,5 de 2 1 ), con Fischer, Geller e lvkov, empatados en el segundo puesto, a medio punto. En el torneo volvió a exhibir sus buenos conocimientos teóricos, sumando 1 ,5 de 2, con negras, contra la Variante Gotemburgo y recursos de todo tipo. Pero también tuvo lagunas. Geller, por ejemplo, lo sorprendió con una inesperada intermedia: Geller - Fischer

Memorial Capablanca La Habana 1 965

Es más que obvio que las negras están en grandes dificultades. El alfil de "b7" está atacado y no hay mas remedio que capturar en " f3 " . 53 ....ixf3

La intermedia que gana con absoluta faci­ lidad. 54.�e5+! �xe5 55.fxe5+ @xe5

Prolongar la contienda no parece tener sentido. 56.gxf3 @d6 57.f4

El rey blanco capturará los dos peones negros. Las negras abandonaron. Posición después de 53 ..if3

Como el lector puede suponer, el siguiente Campeonato de EEUU (diciembre de 1 965) también lo ganó Fischer. El torneo era clasificatorio para el Interzonal de 1 967. Su triunfo volvió a ser incuestionable, pero la sorpresa saltó en el hecho de que sufriese dos derrotas, ante Robert Byrne y Reshevsky, segundo y tercer clasificados . Con 8,5 de 1 1 (+8 = 1 -2), nadie podía poner en duda la eficiencia competitiva ni el espíritu de lucha del fenómeno: ¡ sólo unas solas tablas, ante Addison ! Su partida con Benko la remató con un bonito detalle táctico:

E L G EN I O A M E R ICANO

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Fischer - Benko

Campeonato de EEUU Nueva York 1 965

. ,..

,

�

Una posición de abrumadora ventaja de las blancas. El peón de "g7" parece proteger al rey ad­ versario, pero Bobby Fischer lo potencia con un sacrificio brillante y contundente, fiel a su estilo

37.§'eS+ ! !

En este momento Pal Benko optó por ren­ dirse. Después del desvío de la torre tras la cap­ tura 37 . . . :8 xe8, sigue, naturalmente, 3 8 .�d5+ :8 e6 39.�xe6+, y no se puede seguir ni una jugada más.

Posición después de 36 ...§' cS

El gran torneo de Santa Mónica, con diez Grandes Maestros de primera fila mundial, iba a ce­ lebrarse en el verano de 1 966, y la promotora del mismo, Jacqueline Piatigorsky, estaba empe­ ñada en que Fischer participase. Como el lector recordará, Fischer se había disgustado enor­ memente con la señora Piatigorsky, a raíz del escandaloso desenlace de su match con Reshevsky. Pero las buenas condiciones, lo atractivo del reto (Petrosian y Spassky jugarían) y un gran fondo de premios ( ¡ 20.000 dólares ! ) convencieron a Bobby de que debía olvidarse de su enfado. El evento se disputó a doble vuelta. Tras un comienzo indeciso, Fischer venció a lvkov, pero . . . ¡ perdió tres partidas consecutivas ! N o obstante, e n l a segunda vuelta supo reaccionar, prota­ gonizando una hazaña sin precedentes: ¡ 6,5 de 7 ! A falta de dos rondas, Bobby había alcanzado a l líder, Spassky. E n l a penúltima, se en­ frentaban ambos, enmedio de una insuperable expectación, como describe el árbitro principal, el legendario Georges Koltanowski : "Al comenzar la partida entre Fischer y Spassky, la sala estaba repleta de espectadores. Además de estar ocupadas todas las sillas, el público se encontraba apiñado por las paredes y detrás de las columnas, sentados en el suelo. Los que no pudieron en­ trar en la sala se amontonaban en el vestíbulo, en un espacio acordonado, con la esperanza de que alguien se fuese y dejase algún sitio libre ( . . . ) Fischer, delgado, intensamente concentrado, se inclinaba mucho hacia el tablero, mientras pensaba en su j ugada. Luego se levantaba, daba unos pasos y volvía a sentarse, arrastrando enérgicamente su silla hacia la mesa. ¡ Tablas ! Pese a su fe­ nomenal presión y voluntad de victoria, Fischer no pudo conseguir lo imposible . . . " En la última ronda, Spassky venció a Donner, mientras que Fischer no podía superar a Petro­ sian. Spassky ganó, en consecuencia, el torneo ( 1 1 ,5 de 1 8), por delante de Fischer ( 1 1 ,0), lleván­ dose los 5 .000 dólares del primer premio. Santa Mónica fue el último torneo en que Fischer no conquistó el primer puesto. Nunca más consintió que nadie le adelantase. La Ol ímpiada de La Habana, acogida por los cubanos con enorme entusiasmo y despliegue de medios, tendría lugar dos meses después. De nuevo se planteó el dilema Fischer o Reshevsky. Pero el debate entre los componentes del equipo dejó claro que preferían al primero. Antes de iniciarse el evento, Bobby pudo conocer personalmente, ¡y ante el tablero ! a Fidel Castro. El líder cubano disputaba una partida con el mejicano Terrazas y, en un momento dado,

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pidió ayuda a Petrosian. Entonces Terrazas hizo lo propio con Fischer, pero éste ya no pudo salvar la comprometida posición del mejicano . . . L a actuación Bobby e n L a Habana fu e casi insuperable: ¡ 1 7 , O d e 20! Hay partidas ejemplares (contra Olafsson, Najdorf, Pachman, por ej emplo) y se dio la circunstancia de que abandonó su habitual tratamiento cerrado de la Ruy López, optando por la Variante del Cambio, con la que ga­ nó sus tres partidas (Portisch, Jiménez y Gligoric, véase esta última en el capítulo 2, partida nº 22). El match decisivo, con la URSS, estuvo rodeado de suspense y dramática tensión. Debía jugarse un sábado y Fischer, por motivos religiosos, no podía j ugar antes de la puesta de sol de ese día, por lo que la delegación americana solicitó retrasar dos horas el comienzo. Petrosian se negó en redondo y los americanos no se presentaron a la hora programada, por lo que se les dio por perdido el match. Pero los cubanos estaban muy preocupados por este incidente que afeaba la hasta entonces impecable atmósfera de la competición y decidieron hablar con Moscú. Las autoridades deportivas soviéticas no veían con buenos ojos que sus pupilos fuesen sospechosos de conducta antideportiva o de querer aprovecharse de una victoria no conseguida ante el tablero y dieron la orden de que el encuentro debía jugarse. Se dispuso, por fin, que el match se j ugaría el día libre. Los americanos llevaban las piezas blancas en el primer tablero, así que el campeón mundial, Petrosian, cedió su puesto a Spassky. La partida fue muy intensa, pero finalizó en tablas, y los soviéticos ganaron por la mínima (2,51 ,5), alzándose con la medalla de oro, mientras que los estadounidenses se hacían con la de plata. En la penúltima ronda, Fischer perdió con el GM rumano Gheorghiu, estropeando así un resultado casi insuperable. Aun así, su resultado final, + 1 4 =2 - 1 , sólo fue superado en el primer tablero por Petrosian ( + 1 O =3 ). En las tradicionales fechas de fin año, se celebró el Campeonato de EEUU, que Bobby ganó por octava y última vez, con 9,5 (de 1 1 ), por delante de Evans, Sherwin, Benko y Bisguier. Obj etivo : Interzonal de Sousse

En marzo de 1 967, Fischer volvió a jugar en Europa, en el torneo de Montecarlo, de sólo diez jugadores, pero algunos de ellos de primera fila mundial, como Geller, Larsen, Smyslov o Gligoric. Fischer ganó el torneo sin paliativos (7,0 de 9), por delante de Smyslov y Geller. Su único tropiezo fue con éste último, en la variante del peón envenenado, en la que Geller, con negras, planteó una novedad. Fue un debate teórico al más alto nivel . Por lo demás, el príncipe Rainiero le preguntó cómo había conseguido alcanzar la excelencia en ajedrez. "He leído más de un millar de libros de ajedrez, y he cogido lo mejor de todos ellos". Su actuación en Mónaco fue muy buena. No así su comportamiento, comparable al de una divo caprichoso. Hartó a todo el mundo. Cuando los organizadores pidieron a la USCF que les enviase dos jugadores, pusieron como condición que uno de ellos fuese Fischer. Para una nueva edición, volvieron a pedir a la USCF dos jugadores, pero . . . ¡ esta vez Fischer excluido ! Es reveladora la evaluación que Geller hizo del juego de su rival : "Aunque su oposición sea floja, en lugar de pensar en divertirse, el americano opera como una calculadora magníficamente programada, indiferente a quien se sienta enfrente de él". El torneo de Skopje, en Macedonia, se jugó a fines del verano. Y Fischer volvió a ganar ( 1 3 ,5 de 1 7). Y volvió a perder con Geller, en una famosa partida, que tuvo al alcance de la mano (capítulo 2, partida nº 23). Con un elevado número de victorias (+ 1 2 =3 -2), el torneo, sin em­ bargo, no le resultó fácil al americano. Además de la derrota mencionada ante Geller, sufrió otra ante su viejo conocido Janosevic, y tuvo algunas dificultades para asentarse en el primer puesto. Ante Jolmov, sin embargo, se tomó cumplida revancha de la derrota en el Memorial Capablanca, consiguiendo su primera victoria, con negras, sobre un Gran Maestro soviético desde 1 962.

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El Interzonal de Sousse constituye uno de los episodios más tristes en la trayectoria de Fischer y también en la historia del ajedrez moderno. Entre los 23 participantes existía la habitual diferencia de clase entre grandes j ugadores y otros más modestos, en representación de zonas ajedrecísticamente poco fuertes. Pero se encontraban figuras como Gligoric, Portisch, Larsen, Reshevsky o H ort, j unto a los fortísimos jugadores soviéticos (Geller, Stein, Korchnoi y Gipslis). El programa era muy apretado: partida por la tarde, aplazadas por la mañana, sin ningún día libre. El único privilegio se concedió a Samuel Reshevsky y Bobby Fischer, por motivos religiosos, ya que ninguno de ellos podía jugar entre la puesta de sol del viernes y la del sábado. Hubo cierta polémica al respecto y los organizadores fijaron finalmente los sábados como día libre. También se dispensó a Fischer de j ugar los festivos religiosos (varios en el mes de octubre), lo que sig­ nificaba que tendría que j ugar las partidas de esos días en las sesiones programadas para los aplazamientos. Fischer comenzó en plan imparable: con 6,0 puntos en las siete primeras rondas (+5 =2). En la tercera, masacró al mongol Miagmarsuren con un espectacular sacrificio de dama. Fischer - Miagmarsuren

Interzonal de Sousse 1 967

29.i.g2 ! dxc2

O bien 29 . . . Wf8 30.�e4 dxc2 3 l .hxg6 fxg6 32.�xg6 hxg6 3 3 . ÉÍ'. h8+ c;tin 34. ÉÍ'. xf8+ füf8 3 5 .\Wh6, y las blancas ganan. 30.Wi'h6 Wf8

Posición después de 27... cxd3 28J!h4! �a7

Una variante significativa es ésta: 28 . . . ÉÍ'. c7 29.�g4 dxc2 30.Wh6 Wf8 3 1 .Wxh7+ ! ! <;ti xh7 32.hxg6+ �xg6 33 .�h5+ �h7 34.�f3+ Wh6 35 .�e4+ <;ti gs 36.füh6 c l W+ 3 7 .füc l ÉÍ'. xc l + 38. <;ti h2, con ventaj a decisiva.

3 t .Wxh7+! !

Las negras se rindieron. Si 3 J . . . <;ti xh7, continuaría sencillamente 32.hxg6+ �xg6 (si 32 . . . <;ti gs, 3 3 . ÉÍ'. h8++) 3 3 .�e4++.

La partida de la séptima ronda con Stein, su rival de Blitz, fue una auténtica obra maestra (capítulo 2, nº 24). Una de las mejores partidas de la década al decir de los expertos. Fischer dominaba el torneo, pero no así sus nervios. A sus habituales exigencias sobre iluminación, ruido y demás, añadía constantes peticiones a los organizadores. "Había rondas en las que se cambiaba las mesas de sitio en varias ocasiones", recuerda el GM Vasiukov, segundo de Korchnoi.

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Los problemas de calendario se acumularon. Fischer tenía cuatro partidas postergadas y, tras el día libre, le esperaban otras varias. Exigió entonces que se estableciesen las fechas de forma racional, y pedía, además, otro día libre. La organización se veía incapaz de satisfacer todas sus demandas, sin perjudicar a los demás participantes, de modo que pidieron ayuda a la Embajada americana, que envió a Sousse a su agregado de prensa. Este hombre se encontró con una patata muy caliente. Trató de hacer entrar en razón a Fischer, recordándole (error) que representaba a Estados Unidos. Bobby respondió que él no representaba a nadie que no fuese él mismo. Y dio la espantada, marchándose a Tunisia, a más de cien kilómetros de Sousse. Ese día se le dio por perdida su partida con Gipslis. Al día siguiente debía jugar con Reshevsky. Pero nadie esperaba que se presentase. Los ár­ bitros pusieron en marcha los relojes, con Reshevsky esperando tranquilamente a que trans­ curriese la hora preceptiva para anotarse el punto por incomparecencia. Habían pasado 53 minutos cuando hizo acto de presencia un Fischer sonriente. Un trauma para Reshevsky, que perdió prácticamente sin ofrecer resistencia. Parece que el presidente de la Federación de Túnez le había prometido a Fischer un día libre, así que éste decidió seguir jugando. Se enfrentó a Korchnoi (tablas) y venció a Robert Byrne. Pe­ ro entonces, antes de jugar con Hort, volvió a plantear el tema de su partida con Gipslis. No ob­ tuvo una respuesta satisfactoria y sí un nuevo cero. Fischer volvió a irse. El 1 de noviembre co­ municó por escrito a los organizadores que se retiraba del torneo. Lo cuenta así el propio Fischer: "Aquí interfirió la Embajada de EEUU en Túnez, que convocó una nueva reunión de juga­ dores, en la que se decidió en qué condiciones podría seguir j ugando el torneo. Se me exigió una garantía por escrito de que me obligaba a observar todas sus decisiones. ¡ Pero eso estaba fuera de cuestión ! No soy un criminal y nunca firmaré tales condiciones. ¿Saben ustedes lo que me han pedido? ¡ ¡ ¡ Firmar esto ! ! ! 'Yo, Bobby Fischer, admito que he perdido por incomparecencia dos partidas . . . ' ¡Ni siquiera por un millón de dólares firmaría j amás algo así ! " . Aquí s e pone de manifiesto l a inquebrantable obstinación, por n o decir cabezonería de Fischer, su proverbial intransigencia. Tenía sus razones y sus principios, pero también una clara tendencia a ignorar las de los demás. Ciertamente, la vida es un tablero. Pero el de ajedrez no es la vida. Tras algunas gotas de suspense que sería prolijo relatar, a Fischer se le dio por perdida su partida con Larsen. Todo había terminado. Fischer se retiraba del Interzonal, con 8,5 puntos sobre 1 0 partidas. ¡ Increíble! En 1 968, Keres escribió: "Según creo, éste es el primer caso en la historia del ajedrez en el que un jugador se retira liderando un torneo. Una mala posición en la tabla a menudo ha sido motivo para que un jugador abandone el torneo con distintos pretextos. Pero un líder nunca ha actuado así. Es una pena, y no sólo para Fischer, sino también para todo el ajedrez americano, que Bobby no haya comprendido que hay límites que no pueden cruzarse. " El campeón americano había perdido tres años en sus aspiraciones a convertirse en campeón del mundo. ¿Qué le había hecho estropear, de tal modo, una ambición tan lícita y tan justificada? ¿Tal vez tenía aprensión a enfrentarse con Spassky? Al decir de muchos expertos, pese a su gran fuerza, aún no era el de 1 970. Quién sabe. Un hombre solitario y monomaníaco siempre es vulnerable a tentaciones paranoicas. Un período de renovación

En 1 968, Fischer participó en dos torneos internacionales : Natanya y Yinkovci, ninguno de ellos muy fuerte. Ganó en Natanya (Israel) con 3,5 puntos de ventaja sobre el segundo clasificado, Yanofsky, con un resultado apabullante: 1 1 ,5 de 1 3 (+ 1 0 =3). En el de Yinkovci (septiembre) había participantes más significados. Pero el americano volvió a imponerse, invicto, con 1 1 ,0 de

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1 3 ( +9 =4 ), seguido de Matulovic y Hort (ambos con 9,0), Gheorghiu e Ivkov (8,5), etcétera. En octubre le esperaba la Olimpiada de Lugano, para la que los americanos habían podido reunir, por primera vez, a Fischer y Reshevsky. Pero de nuevo las exigencias de Bobby se interpondrían entre él y la Olimpiada: la iluminación era deficiente, el público estaba demasiado cerca y se le permitía caminar entre las mesas . . . Pidió que se mantuviese su tablero a ocho metros del público y que se prohibiese fotografiar durante el juego. Los suizos se negaron en redondo y Fischer, una vez más, se fue. Tal vez presa de sus fantasmas. Pero también hay que reconocer que sus exigencias tenían un importante aspecto profesional, que el ajedrez de entonces no estaba preparado para satisfacer. Incluso renunció a sus altos honorarios, de modo que eso habla en su favor, en favor de su integridad profesional. De sus aspiraciones a ser respetado y a que respetasen su actividad. Koltanowski, el capitán del equipo norteamericano llegó a decir: " ¡ Si un americano rechaza tres mil dólares es que debe estar mal de la cabeza ! " . Era una boutade. Porque también dijo: "Es alguien dificil, pero es, no obstante, un jugador sobresaliente y produce partidas que el público quiere ver ( . . . ). Se necesitan estos jugadores, sobre todo porque en algunos torneos el 75% de las partidas finalizan en tablas en poco más de doce jugadas. Debe admitirse que tenemos que hacer algo al respecto. Creo que Bobby Fischer es la solución a este problema. Si un j ugador no comprende que una intensa lucha sin compromiso es la base del aj edrez, pronto será reemplazado por un robot que no tiene preocupaciones acerca del desenlace de la partida. Pero en tal caso la gente se olvidará de lo maravilloso que es el ajedrez" . E n 1 969 Fischer sólo jugó una partida seria con Saidy, e n una competición por equipos. In­ cluso renunció a participar en el Campeonato de EEUU, a pesar de que era un torneo Zonal. Su razón, como explicaba en una carta al presidente de la USCF, era que "el torneo era demasiado corto y debería tener 22 rondas, como en la Unión Soviética y otros países del Este de Europa, en los que el ajedrez se toma en serio, en lugar de las 1 1 rondas del actual Campeonato de EEUU" . Pero e n los últimos meses d e aquel año s e produjo una noticia importante. A iniciativa del propio Botvinnik, se había puesto en marcha un proyecto para organizar un match Botvinnik Fischer, en la ciudad holandesa de Leiden. El match comenzaría en marzo de 1 970, a 1 8 partidas, con un fondo de premios de 1 3 .000 dólares. Incluso el árbitro estaba decidido: nada menos que Max Euwe. Sólo quedaba firmar el contrato. Todo el mundo estaba de acuerdo, Fischer incluido. Pero a última hora, éste se echó atrás. URSS vs. Mundo

Los yugoslavos lanzaron una interesante m1ciat1va: enfrentar a una selección mundial con la selección soviética. La idea ya se le había ocurrido a Tartakower en 1 945, j usto después del match por radio URSS - EEUU, pero nadie recogió el guante. El formato se concebía sobre la base de dos equipos de diez jugadores y cuatro rondas, es decir, cuarenta partidas en total. Fischer, tan dificil como siempre, era reticente a tomar parte en el encuentro. Pero, según sus propias palabras, lo convenció el árbitro principal, Bozidar Kazic, quien "voló a América e invirtió mucho tiempo en tratar de convencerme. De repente, me dijo: 'Piensa en ello. Si no participas en el Match del Siglo, ¡ sería, sencillamente, la cosa más absurda que ha ocurrido en el ajedrez en lo que va de siglo ! ' La verdad es que me resultó dificil responder a eso . . . " . E l americano viajó, pues, a Belgrado. Pero entonces surgió u n delicado problema. Todo el mundo asumía que Bobby sería el primer tablero de la selección mundial. Todos, menos Larsen, quien declaraba tener mayor derecho que Fischer a ocupar el primer tablero, por sus éxitos en los años anteriores. Ahora lo que todos temían, conocida la irascibilidad y orgullo de Fischer, es que éste se negara en redondo a defender el segundo tablero. Euwe se lo comentó, con todo el tacto

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de que era capaz y, para su sorpresa, Fischer respondió, sin pensárselo siquiera, que no tenía nada que obj etar. Hubiera querido jugar con Spassky. Ahora tendría que hacerlo con Petrosian. Se tiene la impresión de que Fischer eludió gustoso el enfrentamiento con Spassky, que por entonces se encontraba en su mejor momento ( ¡ era el campeón del mundo ! ) y, por otro lado, incluso puede interpretarse por su parte como un gesto político, con el que se ganó la simpatía del público. ¡ Pero Fischer no era precisamente diplomático ! Fischer había estado demasiado tiempo fuera de foco y su forma era una incógnita. No así su estado de ánimo, al parecer no muy bueno. Taimanov cuenta: "Antes de la primera partida con Petrosian estaba irreconocible. Apareció en el escenario con media hora de retraso, y tardó mucho tiempo en realizar la primera jugada" . Pero j ugó y jugó muy bien. En la primera partida, planteó la Variante del Cambio en la Caro­ Kann y dio toda una lección de estrategia y táctica a Petrosian, quien sí estuvo irreconocible en el tablero (capítulo 2, partida nº 25). Se diría que intimidado por la tremenda energía del americano. Tampoco jugó bien Petrosian en la segunda, dej ando escapar varias oportunidades de tablas . . . ¡y volvió a perder! Después de esto, el match entre ambos quedaba sentenciado. En las dos últimas partidas, los errores de su rival permitieron a Fischer hacer sendas tablas. Pese a su gran resultado (3- 1 ), la selección mundial no pudo con la soviética, que se impuso en el match por el tanteo global de 20,5- 1 9,5 . Con motivo de tal congregación de grandes jugadores, el 8 de abril se organizó el primer Mundial oficioso de Blitz (5 minutos) en Herceg Novi. Un torneo a doble vuelta que resultó una auténtica exhibición de Bobby. Su puntuación fue de récord: ¡ 1 9 de 22 ! . Le siguió Tal, a cuatro puntos y medio, 1 4,5; 3 . Korchnoi 1 4 ; 4. Petrosian 1 3 ,5; 5 . Bronstein 1 3 , etcétera. Fischer sólo perdió una partida, ante Korchnoi. Bronstein me contó que j amás había visto jugar tan mal a sus compañeros (grandes jugadores de Blitz, como Petrosian, Tal y Korchnoi) y que la razón se debía a que el día anterior lo habían dedicado a hacer compras y estaban agotados. Destino : Palma de Mallorca

Fischer fue contratado para participar en el gran Torneo de la Paz, que se celebraría en las ciudades yugoslavas de Rovinj y Zagreb. Hizo algún amago de romper su compromiso, pero se vio desarmado ante los desvelos de los organizadores por satisfacer todas sus exigencias. El torneo resultó un paseo triunfal para el GM americano, que, con 1 3 ,0 de 1 7, adelantó en dos puntos al cuarteto de inmediatos seguidores (Gligoric, Hort, Korchnoi y Smyslov). Sólo perdió una partida, como Petrosian, pero éste sumó 2,5 puntos menos. Sus éxitos en Yugoslavia tal vez hicieron comprender por fin a Fischer que debía jugar el ciclo FIDE y convertirse así en campeón del mundo por el procedimiento normal. El Interzonal de Mallorca estaba programado para noviembre, pero en el fondo quizá el fenómeno aún no estaba del todo convencido de que debía jugarlo. Por otro lado, no tenía plaza, dado que no había disputado el Campeonato nacional . Entretanto, había decidido participar en el torneo de Buenos Aires. Pero llegó tarde, sin más razón que la de su habitual comportamiento de prima donna. A tiempo para j ugar la tercera ronda, pidió que se aplazase la partida, alegando cansancio por el viaje. Aunque faltaban los verdaderamente mejores, el torneo de la capital argentina no era cualquier cosa, con Smyslov, Najdorf, Reshevsky, Tukmakov, Panno, Mecking ... Si Fischer había conseguido triunfos impresionantes, muy pocos como éste : ¡ 1 5 ,0 de 1 7 ! , invicto, con trece partidas ganadas y sólo cuatro tablas (ante Najdorf, Reshevsky, Smyslov y Mecking). Tres puntos y medio de ventaja sobre el segundo clasificado, Tukmakov, dicen no poco sobre la dimensión de la hazaña.

E L G E N I O AM E R I C A N O

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Además de otras excelentes partidas, el americano realizó dos soberbias combinaciones contra Schweber y Panno (capítulo 3 , nº 1 2 y 1 3 ). El cálculo de la secuencia contra Schweber implica un control del juego casi inhumano. En el caso de la partida de Panno, su espectacular jugada 28.�e4 ! ! permite culminar un ataque que parecía no tener mayor futuro. En septiembre, y contra todo pronóstico, Fischer decidió participar en la Olimpiada de Siegen. Como de costumbre, sometió a la organización una lista de demandas. En este caso, nada menos que 2 5 . Los alemanes le concedieron una: desplazar su mesa un metro más allá de la barrera del público. Respaldado y fortalecido por sus últimos resultados, estaba más convencido que nunca de su fuerza e ilusionado con enfrentarse a Spassky. Pero le esperaba una amarga desilusión: perdió con el campeón del mundo, que además le arrebató la medalla de oro en el primer tablero, con 9,5 de 1 2 (por los 1 0,0 de 1 3 de Fischer). Al día siguiente de su derrota ante Spassky, jugó, sin embargo, una magnífica partida con un viejo cliente: el GM alemán Wolfgang U nzicker. Tras su derrota ante Spassky, el fantasma de las dudas volvió a asediar a Bobby Fischer. Sabía que estaba cerca del título mundial (¿acaso no era el mejor?), pero también que Spassky se interponía en su camino. Un Spassky por entonces invencible. O así se lo decían sus fantasmas. De modo que, además del problema de que Fischer no hubiese disputado en el Campeonato de EEUU en 1 969 (y, por tanto, no tuviese oficialmente plaza para el Interzonal), la USCF debía desplegar enormes esfuerzos para convencer a su ídolo de que debía participar. El primer problema quedó resuelto cuando el Congreso de la FIDE (septiembre de 1 970) concedió a la USCF permiso para que ésta designase a sus representantes. De los tres clasificados (Reshevsky, Benko y Addison), uno debía renunciar en favor de Fischer. Lo hizo Benko, a cambio de una compensación económica. El segundo problema era más dificil de resolver. Fischer se había metido en su caparazón y parecía cerrar todas las salidas. Entró entonces en escena un hombre providencial: Ed Edmond­ son, director ejecutivo de la USCF quien, tras innumerables conversaciones e intercambios con Bobby, y ante la reiterada indecisión de éste, le escribió una extensa carta, hoy histórica, fechada el 27 de octubre (el Interzonal daba comienzo el 9 de noviembre). Sigue un extracto con sus principales argumentos: Cuando estuviste aquí, la semana pasada, discutimos lo importante que tu participación en el ciclo por el Campeonato Mundial era para ti, para la USCF y para el ajedrez en los Estados Unidos. Comentamos todas las condiciones relativas al ciclo entero. incluidos honorarios realistas (. . . ). Después de dos días de lo que debe haber sido una minuciosa consideración, tras semanas de reflexión por tu parte, me dijiste el jueves por la noche que habías decidido jugar. Sobre la base de nuestro mutuo acuerdo, telegrafié a España y al Dr. Euwe, confirmando que reemplazarías a Benko. A pesar de mi consternación (y casi incredulidad) tras recibir tu carta con sus condiciones, más allá de lo que habíamos acordado, me puse inmediatamente en contacto con el presidente de la USCF, Dubeck, y los Sres. Kasper, Fried y Reeves, de la A merican Chess Foundation. Les comenté tu carta y traté de obtener el apoyo financiero que solicitas, por encima de lo que te había prometido la semana pasada. Todos ellos están convencidos de que el apoyo financiero podrá conseguirse, a medida que progreses en tu camino hacia el Campeonato Mundial. En mi opinión, los honorarios y el fondo de premios superarán. en conjunto, los 30. 000 dólares.

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Sin embargo, no es fácil garantizar decenas de miles de dólares cuando ni siquiera se ha dado el primer paso ( . .). Te ruego encarecidamente que juegues en el lnterzonal y los matches de Candidatos, confiando en mí a medida que vayas abriéndote paso, para conseguir en tu nombre las mejores condiciones financieras posibles ( . .). Te ruego que me contactes antes de que comience tu sabbath, el viernes por la tarde. Cada hora de retraso en tomar una decisión definitiva aumenta la posibilidad de que la FIDE se decida finalmente por asignarle a EEU U sólo dos plazas, y designe un nuevo jugador para ocupar la vacante. No corramos riesgos innecesarios sobre algo tan importante como el Campeonato del Mundo. ¡ Confia en que haré lo mejor por defender tus intereses, y sigamos adelante!

Tu amigo, E. B. Edmondson

Esta sincera y eficiente comunicación convenció a Fischer, que viajó a Mallorca, acompañado por Edmondson. El torneo, si no como el de Sousse, tampoco estuvo exento de incidentes y protestas. Una fuente de conflicto fue, una vez más, el calendario religioso de Fischer y Reshevsky, a quienes se les permitió jugar los viernes a las diez de la mañana, y los sábados, después de las siete de la tarde. Larsen protestó. O'Kelly propuso que se intercambiasen dos rondas y el caos comenzó a instalarse. Los soviéticos amenazaron con retirarse. Al final, todos los obstáculos quedaron superados con buena voluntad de las partes (y los buenos oficios de Edmondson, que desempeñó un papel fundamental en domar a la.fiera Fischer). El americano empezó con mucho empuje: tras unas tablas con Hübner, ganó cinco partidas seguidas (a Smyslov, Addison, Filip, Hort y Reshevsky). Sin embargo, en su trayectoria no faltaron los sobresaltos: estuvo a punto de perder ante Matulov y Naranj a, y en la novena ronda, perdió, con un j uego decepcionante, ante Larsen. En la duodécima ronda se enfrentaba a Geller, con quien tenía un pésimo score (+2 =2 -5). Pero Geller, con blancas, propuso tablas en la séptima j ugada. Bobby se echó a reír. Unas jugadas después, el GM soviético tenía un peón menos. Aun así, el final aplazado era de tablas, pero Geller cometió un grave error y acabó perdiendo (véase capítulo 4, final nº 1 1 ). Quizá esta victoria ante su bestia negra le devolvió la confianza y comenzó así la ascensión meteórica de Fischer hacia el trono mundial. Tras algunas tablas, en la fase final del torneo ganó, de forma consecutiva, a Rubinetti, Uhlmann, Taimanov, Suttles, Mecking y Gligoric. La de la úl­ tima ronda, con Panno, le fue adj udicada por incomparecencia del GM argentino, que se negó a jugar a las siete de la tarde (en vez de las cuatro). En honor de Fischer, hay que decir que no que­ ría aceptar este punto sin j ugar y que él mismo fue al hotel de Osear Panno para convencerle de jugar. El fenómeno ganó el torneo, con 1 8,5 (de 23), a la sideral distancia de 3 ,5 puntos del trío de inmediatos seguidores (Geller, Hübner y Larsen). Hay que decir, de paso, que sumó 3 ,5 puntos contra los cuatro Grandes Maestros soviéticos, lo que puede considerarse ya todo un augurio . . . Sin embargo, con s u implacable espíritu autocrítico, declaró: "Estoy satisfecho con m i resultado, pero no con mi juego". Además de otras partidas más importantes, Fischer ganó dos bonitas miniaturas a Addison y Rubinetti, y cazó en una trampa (hoy teórica) al GM alemán Uhlmann. Veámosla:

E L G EN I O A M E R I C ANO

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Uhlmann - Fischer

Fischer - Mecking

Interzonal de Palma de Mallorca 3 . 1 2 . 1 970

Interzonal de Palma de Mallorca 8 . 1 2 . 1 970

Posición después de 15 ... aS Posición después de 1 2.h3

La última j ugada blanca es un error. Lo correcto es 1 2. tLi d2 . 1 2 ... lll xe4! 13.lll xe4

1 6.i3g3 ! .ixe5 1 7.fxeS f5

A 1 7 . . . g6, 1 8 .fü6 ! , y si 1 7 . . . f6 1 8 .Wi'h4 ! , con clara ventaj a blanca. 1 8.exf6 i3xf6

Tampoco sirve 1 3 .hxg4, por 1 3 . . . ixc3 ! 1 3 .�b3 (si 1 4.bxc3?, tli xc3 y 1 5 . . . tli xe2+) 1 4 . . . ib4 ! 13 .. J'he4 1 4.igS Wle8 1 5.id3 ixf3 1 6.Wixf3 i3b4 l 7.i3ael ies

Pero no 1 7 . . . Wi'xa4?, por 1 8 .ae7. Las negras se impusieron en la jugada 34. Contra el prodigio brasileño Henrique Me­ cking consiguió clara ventaja posicional y lo liquidó con suma facilidad. 1 9.Wi'xg7+! Wlxg7 20.füf6

Fischer ha forzado un final, con peón más, e impuso su superioridad en la jugada 42 .

Taimanov, Larsen y Petrosian son borrados del mapa

1 970 fue un año mágico para Fischer y único en la historia del ajedrez. Jamás un j ugador obtuvo tantos éxitos y tan consistentes. El veterano GM Isaac Kashdan dijo: "Los éxitos de Fischer en 1 970 son los mayores jamás obtenidos por un ajedrecista de nuestra era". La pregunta que ahora

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se planteaba el mundo era si Fischer sería capaz de mantener el tipo en 1 97 1 y de imponer su energía creadora a los rivales de su talla que le esperaban en la fase de Candidatos. Para empezar, Taimanov. Spassky parecía tenerlo claro: " La figura más interesante entre los j ugadores actuales es Fischer. Está en la cumbre de su fuerza creativa y es el aspirante más probable a un match por el campeo­ nato mundial" . Los soviéticos estaban inquietos. Sobre todo los responsables políticos del ajedrez, que movi­ lizaron todos sus recursos para frenar a Fischer. Las declaraciones de Botvinnik, contrariamente a su habitual lucidez y obj etividad en cuestio­ nes ajedrecísticas, revelaban cierta ambigüedad respecto a Bobby Fischer. Admitía que era un jugador fantástico, pero siempre le ponía peros. No tenía el sentido del peligro lo bastante desa­ rrollado. No se desenvolvía bien en posiciones irracionales. Las complicaciones le confundían . . . E n u n artículo publicado e n la revista 64, escribió: "Si Fischer, n o obstante, derrotase a todos los candidatos, ¿qué motivos tenemos para pensar que derrotará también a Spassky?" ¿No era una traición del inconsciente? Pese a los defectos de su juego, ¿resulta que Fischer podía derrotar, en teoría, a todos los candidatos? La valoración retrospectiva de los éxitos (y el j uego) de Fischer en 1 970 permite concluir que su triunfo final en el ciclo de Candidatos era un pronóstico perfectamente previsible. Los so­ viéticos se engañaban a sí mismos. O querían engañarse. Tal y Botvinnik pensaban (o decían) que Taimanov tenía posibilidades. Otros expertos tam­ bién lo creían así. Pero en una reunión de Grandes Maestros, convocada por el Comité de Deportes, a las opiniones más o menos eufemísticas de la mayoría, Spassky opuso la suya, con su habitual sinceridad: "Mi opinión es que no debemos decirle a Taimanov cuál es la verdadera fuerza de Fischer" . Taimanov pidió ayuda a Botvinnik para la preparación de su match. Y Botvinnik, a su vez, pidió la colaboración en esa tarea, de los Grandes Maestros Kotov, Vasiukov y Balashov, además de pasar a Taimanov el informe que había elaborado cuando se preparaba para jugar su match con Fischer. Taimanov quería que lo ayudase Tal, pero Botvinnik se lo desaconsejó, seguramente porque pensaba que tanto táctico junto era peligroso: " Lo discutimos todo. Lo planeamos todo. Pero Taimanov tomó otra línea de acción . . . " Mark Taimanov estaba decidido a luchar. Siempre había sido un optimista y su fuerza de juego era indiscutible. Otra cosa es que fuese suficiente para medirse con el americano . . . E n l a primera partida planteó (ver capítulo 2, partida n º 26) una lucha abierta, e n una Defensa India de Rey, con las blancas y con ideas afines a su propio sistema (la maniobra tt:'i t3-g5-e6), que da lugar a una lucha muy aguda. Nada inesperado para Bobby. La partida fue muy dura y tuvo alternativas muy complicadas, pero las blancas se rindieron sin reanudar el juego en el apla­ zamiento. La segunda partida se aplazó en la j ugada 73, en una posición de tablas muertas. Pero Fischer, como siempre, decidió seguir jugando. El desenlace de esta partida se produjo al día siguiente de haberse jugado la tercera (ver capítulo 2, partida nº 27). Una partida explosiva, llena de posi­ bilidades para ambos, en la que Taimanov se vació y acabó totalmente frustrado por el desenlace: nueva derrota. En esencia, el match quedó decidido y el GM soviético no pudo encontrar las fuerzas ni el ánimo necesarios para ofrecer la resistencia que su formidable rival exigía. Las tres últimas partidas fueron un patético drama, en el que un campeón tumbaba a su rival una y otra vez en la lona. ¡6-0! Increíble, pero cierto. Semifinal de Candidatos. Denver, julio de 1 97 1 . Era el tumo de Larsen, quien no se consi­ deraba, en absoluto, vencido de antemano. Recordemos que el año anterior había defendido el primer tablero de la selección mundial contra la URSS y había vencido, en cuartos de final, a Uhlmann, si no por un resultado espectacular, sí claro: 5,5-3,5.

E L G E N I O A M E R ICANO

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Fue una sorpresa general que Larsen aceptase, tan alegremente, jugar en EEUU, cuando había otras propuestas. Pero Denver, a 1 .600 metros sobre el nivel del mar, le parecía un lugar exce­ lente. Aquel verano, sin embargo, fue tremendamente caluroso en Colorado, con temperaturas por encima de los 40 grados. La primera partida (capítulo 2, partida nº 28) fue muy tensa, espectacular y decisiva para el de­ senlace del match. Fischer siempre había tenido problemas, con blancas, contra la Defensa Fran­ cesa, y haber superado de forma tan brillante los escollos que le opuso Larsen significó un paso de gigante hacia la final . Kasparov considera, no obstante, que la partida clave del match, no fue la primera, sino la se­ gunda (capítulo 4, final nº 1 6). "El Gran Maestro danés realizó muchas buenas j ugadas, mante­ niendo la tensión, pero en la quinta hora de juego se encontró demasiado cansado y en el mo­ mento decisivo, como en la primera partida, perdió la concentración. Pero mientras que tras la primera partida Larsen sólo estaba un poco alterado, tras la segunda se derrumbó por completo" . 6 El resto del match fue un paseo militar y, por mucho que se analice su derrota, la conclusión es unánime: Larsen no fue enemigo para Fischer. Las opiniones aquí no son del todo coin­ cidentes, pero la de Kasparov, con la perspectiva de muchos años después, es significativa: "No me sorprende que Fischer hubiese ganado con tanta facilidad. Larsen no suponía para él un gran misterio. Bobby j ugaba esquemas de apertura en los que el optimismo de su oponente no podía prosperar. Trataba el j uego sin la menor concesión y no le dej aba a Larsen espacio para su creatividad" . Bent Larsen, en definitiva, se hundió. Tras la cuarta partida tuvo problemas con la presión arterial. ¿Condiciona la salud el juego o daña el juego la salud? La respuesta a esta pregunta no es dificil. Todos sabemos que, cuando no es pura coartada, una cosa lleva a la otra y la otra a la una: ambas son, a la vez, causa y efecto. La tensión y el estrés no son buenos compañeros de Viaje. La aplastante victoria de Fischer causó sensación en el mundo del ajedrez. Sovietsky Sport publicó, en primera plana, este titular: ¡ SE HA PRODUCIDO UN MI LA­ GRO ! y el GM Robert Byme escribió en su columna: "No puedo explicarme cómo un gigante del tablero como Larsen puede perder seis partidas consecutivas" . Una vez más, Botvinnik, tal vez celoso, quiso restarle méritos. Pero Tal dijo: " Hoy puede afirmarse que una superioridad así, en eventos de carácter mundial, nunca ha sido exhibida por ningún aspirante a la corona del ajedrez" . El americano había alcanzado l a Final d e Candidatos. El otro finalista era Tigran Petrosian, campeón del mundo entre 1 963 y 1 969. En cuartos había eliminado a Hübner (4-3 ), y en se­ mifinales a su eterno enemigo, Korchnoi (5 ,5-4,5). Desde el punto de vista del resultado, sus victorias por estrechísimo margen, no tenían nada que ver con las de Fischer. Pero la "tenacidad defensiva, su fenomenal percepción del peligro, una capacidad casi animal para agazaparse, esperar y lanzar de repente un golpe mortífero eran cualidades casi legendarias. Un j ugador así no es fácil de superar" (Kasparov). 7 Petrosian quería j ugar en Atenas y Fischer en Buenos Aires. Finalmente, un sorteo decidió que la capital argentina albergaría el match. Apenas llegado a Buenos Aires, el americano declaró: "Soy el mejor jugador del mundo y es­ toy aquí para demostrarlo". Al iniciarse este emocionante encuentro, la atmósfera estaba caldeada. En 64, la revista que entonces dirigía Petrosian, apareció un artículo, firmado por un tal Golubev, muy insultante hacia Bobby Fischer, quien, naturalmente, se indignó y, a su vez, realizó algunas declaraciones hirientes hacia su rival. La primera partida volvió a tener un inusitado protagonismo. En una Siciliana, Petrosian hizo uso, con negras, de una novedad que le hacía llegar (se dijo entonces) un aficionado. En realidad,

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era el maestro moldavo Chebanenko. La novedad era efectiva. Tras numerosas incidencias, la partida (ver capítulo 2, partida nº 25) llegó a un final de torre y caballo contra torre y caballo con peones, en el que los apuros de reloj llevaron a Tigran Petrosian a cometer errores que le costaron un punto que debió haber sido suyo. Fischer ganaba así su 1 3ª partida consecutiva en el ciclo de Candidatos. La segunda partida, sin embargo, significó un brusco giro de los acontecimientos. Petrosian ganó con todo merecimiento, sumiendo al americano en el desconcierto. Los espectadores, puestos en pie en el Teatro San Martín, obsequiaron a Petrosian con prolongados y explosivos aplausos. ¡ Había lucha! En la tercera, el GM armenio volvió a tener posibilidades de victoria, pero su juego en el final fue un tanto conservador y acabó cediendo tablas. La rápida propuesta de tablas, en la cuarta partida, con blancas, sugiró cierto tufillo a temor. Algo que sin duda percibió Fischer: "Al comienzo no me sentía demasiado bien. Pero cuando, en la cuarta partida, en la que él llevaba blancas, evitó cualquier tipo de agresión desde la apertura, comprendí que ganaría el match" . Otras tablas en la quinta mantuvieron el marcador igualado. En la sexta (capítulo 4, final nº 1 4) no logró conseguir tablas. Petrosian reprochó a sus segun­ dos (nada menos que Suetin y Geller) que sus análisis habían sido deficientes. Incluso se dice que Rona, su mujer, abofeteó a Suetin. Tampoco en la séptima logró sacar adelante el final. Una par­ tida que Fischer consideraba su mejor producción en el match. Petrosian se hundió. El final fue catastrófico y Fischer ganó claramente 6,5-2,5 . ¿Cuándo había perdido Petrosian cuatro partidas seguidas? La conmoción en el mundo del ajedrez fue considerable. Y no digamos en las esferas so­ viéticas. Hasta Botvinnik, de riguroso pensamiento lógico, aludió a cuestiones incomprensibles: "Es dificil hablar acerca de los matches de Fischer. Se han producido milagros. Su match con Taimanov fue sorprendente. El de Larsen aún lo fue más y el de Petrosian fue sencillamente asombroso. En los dos primeros matches todo estuvo claro para el público, pero lo que sucedió en Buenos Aires incluso hoy sigue siendo un misterio. Entre la primera y la quinta partidas en esencia dominó Petrosian, pero en las cuatro siguientes descendió al nivel de Taimanov y Larsen . . . " Spassky reaccionó con su habitual sinceridad y sentido del fairplay: "Fischer ha jugado mag­ níficamente. Su juego produce muy buena impresión. Mientras que en la primera parte del match vimos a Petrosian, pero no a Fischer, en la segunda parte sólo vimos a Fischer y no a Petrosian. Creo que la principal razón del fracaso de Petrosian, en la segunda mitad del duelo, fue que no estaba preparado para una lucha sin cuartel". El verdadero match del siglo . . . cuando el ed[ficio del ajedrez se había detenido en sus cimientos, surgió Fischer como el hombre providencial para despertar al gigante dormido (. . .) Nos desveló el misterio del ajedrez: nada de tablas pacíficas ni previamente acordadas. Nada de analistas ni de miedo a jugar con negras. Nos mostró cómo era el pasado y cuál debía ser el futuro del ajedrez. .

ALEKSANDAR MA T ANOVIC

E L GENIO A M E R ICANO

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El encuentro por el título mundial empezaría en Reykj avik, en julio de 1 972. Se jugaría a 24 partidas, como entonces era habitual. Spassky había seguido atentamente la evolución de su rival y seguramente había estudiado, como es de rigor, las 2 1 partidas que había disputado en el ciclo de Candidatos. Estaba preparado para enfrentarse a una fuerza de la naturaleza. Entretanto, los soviéticos estaban conmocionados y seguían sin entender lo que había sucedido. Pero más que entenderlo, les preocupaba contener a la máquina Fischer. No en vano su bien más codiciado (el título mundial de ajedrez) corría peligro, precisamente en un tiempo de la máxima tensión entre las dos grandes potencias, con la guerra fría y sus espías, como telón de fondo. Más que la corona del ajedrez, podría decirse que estaba en juego la hegemonía mundial entre Estados Unidos y la URSS. La movilización general estaba en el orden del día. Después de todo, en una sociedad teó­ ricamente colectivizada eso no tenía nada de extraño. Así que todos los Grandes Maestros desta­ cados fueron requeridos para que aportasen ideas y rearme moral. Una vez más, el patriarca Botvinnik, dio la señal de salida: "Si queremos luchar con éxito contra Fischer debemos reconocer que no es un genio y dedicamos a estudiar sus puntos fuertes y débiles, como hizo Alekhine en 1 927, antes de su match con Capablanca, quien también estaba considerado un genio" . Esta declaración contenía alguna nota falsa. ¿No era un genio Fischer? Pero no le faltaba razón a Botvinnik: si querían conseguir una lucha fundada y con posibilidades contra Fischer, había que alej arse de las categorías míticas y de absurdas idealizaciones. Pero llama la atención la expresión "si queremos", en lugar de "si Spassky quiere". La preocupación, a más alto nivel, de los rusos, es tangible, cuando el Comité de Deportes informa al Comité Central del PCUS de que "se ha creado un consejo consultivo, formado por los excampeones mundiales Botvinnik, Smyslov, Petrosian y Tal, así como por los Grandes Maestros Averbaj , Korchnoi, Keres y Kotov, para ayudar al campeón del mundo". Además, los Grandes Maestros estaban obligados a redactar informes individuales sobre la evolución el juego de Fischer, junto con análisis de sus partidas. Todo esto se revelaría más tarde en el libro Russians against Fischer. ¡ Mayor apoyo institucional imposible ! Pero a la hora de enfrentarse en el tablero ante Fischer, Spassky estaría solo. Hubo un factor negativo, que Spassky acusó en el plano psicológico. Su entrenador, lgor Bondarevsky, a quien llamaba padre, dimitió. La razón era que Spassky no se estaba preparando seriamente para el match y él no quería asumir la responsabilidad del desenlace. Finalmente se le asignaron a Spassky dos excelentes entrenadores, Nikolai Krogius y Efim Geller, además del maestro internacional Ivo Nei, sobre todo porque era un buen adversario de tenis. Mientras tanto, Fischer prestaba mucha importancia a su preparación fisica, practicando nata­ ción y boxeo en el complejo Grossinger de Nueva York para deportistas de elite. La sede fue, como siempre, un tema espinoso. Belgrado, EEUU y Reykj avik competían por albergar el match. Por fin, Reykj avik se llevó la palma, sobre todo por la bolsa que ofrecía: ¡ 1 25 .000 dólares ! , una cifra entonces insólita. Fischer se refería continuamente a los "chanchullos de los rusos" (en alusión a Curaryao y de­ más), y a que temía que pudiesen hacer algo contra él y esperaba estar protegido. Estas manías persecutorias parecen hoy infantiloides, pero en su día se tomaban con mucha seriedad. La paranoia típica de la guerra fría, los siniestros complots o la trágica destrucción de todo el pla­ neta, que podría acarrear pulsar simplemente el botón nuclear . . . E n vísperas del match, Spassky, siempre cabal, declaró: "Tengo una alta consideración de Fischer, un maravilloso jugador. Sin él, el mundo del ajedrez sería mucho más aburrido ( . . . ). Si tuviera que elegir un adversario para el match, lo elegiría a él, mi rival objetivamente más fuerte" .

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La enorme expectación que despertó el match mantenía al mundo del ajedrez en un puño. Fischer provocaba esos sobresaltos. Después de mucho tira y afloj a, Fischer, por fin, jugaría. Pero la ceremonia de apertura se celebró sin su presencia. Estaban presentes el presidente de Islandia, el de la FIDE, políticos y personalidades de todo el mundo, una legión de periodistas . . . ¡ pero n o Fischer! El americano llegó dos días después, sólo una vez que el millonario británico Jim Slater doblase el fondo de premios, que pasaba a ser de 250.000 dólares. La intervención decisiva parece haber correspondido al secretario de Estado norteamericano, Henry Kissinger, quien le habría dicho a Fischer: " ¡ Queremos que venzas a los rusos ! ¡Necesitamos que luches por Amé­ rica! " E l 4 de j ulio (la fecha, por cierto, de l a gran fiesta nacional norteamericana) Fischer bajó del avión en Reykj avik, escoltado por el GM William Lombardy, su abogado Paul Marshall y su primer maestro, Jack Collins. Pero no jugó ese día. Los rusos presionaban a Spassky para que condenase la conducta del americano y abandonase el match. Pero Spassky quería j ugar. Nueve días después de la fecha programada, dio comienzo el match. En la primera partida, Fischer fue derrotado en un inocuo final de alfiles, al permitir que el suyo fuese encerrado, tras una más que dudosa captura de peón. Veámoslo: Spassky - Fischer

Campeonato Mundial ( 1 ª) Reykj avik, 1 1 . 7 . 1 972

a6 3 8 . Aa3+ iii d 5 39.b6 ©c6 40. Ae7 iii xb6 4 1 . Axf6 iii a5 42. iii f4 ! ©xa4 43 .©e5 b5 44.©xe6 b4 45.e4 b3 46. Ad4 iii a3 47. iii d5 b2 48. Axb2+ ©xb2 49.e5, y el peón blanco co­ rona primero. En caso de 36 . . . ©e5, sigue 3 7 .©h5 ©f5 3 8 .a4 e5 39. Aa3 g6+ 40. iii h6, y las blancas también ganan. Este final, más que analizado ha sido diseccionado hasta la sacie­ dad, pero no hay espacio aquí para detenerse en sus sutilezas. 36 ... ©dS 37 ..ia3 ©e4

Con 37 . . . a6 (Olafsson) las negras también habrían hecho tablas. 38 ..icS! a6 39.b6! fS?

Con 39 . . . e5 ! , las blancas no podrían ganar. Los análisis son exhaustivos en este punto, tanto de Purdy, como de Robert Byrne, Ti­ mman y el propio Kasparov. Posición después de 29.bS

Fischer j ugó aquí la sorprendente (e inne­ cesaria) 29 ...J.xh2?

Después de . . . 30.g3 h S 3 1 .©e2 h 4 32.©f3 ©e7

Si 32 . . . h3, 3 3 .©g4 Ag l 34.©xh3 Axf2 35. Ad2 ! , con ventaja decisiva.

33. ©g2 hxg3 34.fxg3 J.xg3 35. ©xg3 ©d6 36.a4?

Las blancas sólo ganan con 36.©g4 ! (suge­ rida por Olafsson), y si ahora 36 . . . g6, 3 7 . a4 !

40.©h4! f4 4 1 . exf4 ©xf4 42.© hS!

" Las negras podían haberse rendido en este momento. El hecho de que Fischer prolongase sin sentido el j uego hasta la j ugada 56 indica que era capaz de controlar sus nervios" (Bot­ vinnik).

42 ... ©rs 43 ..ie3 ©e4

Ver diagrama siguiente

A 43 . . . g6+, 44.©h6 iii f6 45 .id2 iii f5 46.ig5 c5 47 .id2 ©f6 48 .ie3 ©f5 49.ig5 , las negras estarían en zugzwang.

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Fischer perdió también la segunda partida. Por incomparecencia. La razón fue que la irrupción de las cámaras de Chester Fox en la reanudación de la primera partida (que él no había aprobado) le habían hecho perder la concentración. Los incidentes y la incertidumbre volvieron a Rey­ kjavik. Fischer amenazó con regresar a EEUU, si no se impedía la filmación, exigiendo, además, una pista de tenis exclusiva y una piscina con agua caliente. Aunque estas peticiones podrían sugerir que deseaba seguir jugando, las cosas no podían pintar mejor para el campeón. No sólo por los dos puntos de ventaj a, sino por la inestabilidad psicológica que parecía desprenderse del comportamiento de su rival. El aspirante exigía, además, que la tercera partida se jugase a puerta cerrada. Pero lo cierto es que Spassky fue víctima del duelo psicológico (que sin duda existía). Tras una conversación telefónica con Pavlov, máximo responsable del Comité de Deportes, él mismo admitió: " Al decidir que j ugaría la tercera partida sellé prácticamente mi capitulación para todo el match" . Spassky pudo ganar l a cuarta partida, tras un error de Fischer en l a apertura. Pero olvidó los análisis de sus entrenadores. En la quinta tuvo que rendirse. Las revistas americanas de tirada masiva Time, Newsweek y Sports Jllustrated dedicaron al Mundial sus portadas, destacando la imagen de su héroe. Ante el decepcionante juego de su campeón, los soviéticos empezaron a buscar explicaciones. Sospechaban de conspiraciones mil. De los diabólicos tejemanejes de la CIA. Llegaron a pedir que se desmontase la famosa silla de Fischer (la misma con que había j ugado en Buenos Aires ante Petrosian), en busca de no se sabe qué misteriosos artilugios. Por su parte, Fischer no dej aba de plantear quej as: que no se ocupasen las tres primeras filas de butacas, luego las siete primeras. Cambió de habitación varias veces y exigió que no se permitiese a nadie la entrada en la piscina mientras él estuviese nadando. Su representante perseguía constantemente a Lothar Schmid, el árbitro principal, presionándolo para que expulsase a espectadores " ruidosos" (por ejemplo, a quienes tosían). La sexta partida (que Bobby abrió con l .c4) fue una modélica producción posicional, digna del mejor Capablanca (capítulo 2, partida nº 28). Fischer la consideró su mejor partida del match. En la séptima, y según sus propias palabras, el campeón exhibió su mejor espíritu combativo. Algo que se notó también en el plano psicológico. En las seis partidas anteriores Fischer había llegado unos cinco minutos tarde. Esta vez lo hizo Spassky y pudo verse cómo el americano volvía la cabeza una y otra vez, visiblemente molesto por la ausencia de su rival. Después de la séptima partida no volvió a retrasarse. Tablas. En la décima, el aspirante volvió a su favorita Ruy López (también predilecta de Spassky, con negras, un virtuoso de la Variante Breyer) y jugó una gran partida, venciendo en 56 j ugadas. El

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marcador se situaba así en 6,5-3 ,5. Al margen de las dos partidas accidentadas del match, en las ocho restantes Boris Spassky sólo había conseguido punto y medio. ¡Catastrófico ! Pero Spassky hizo un intento por recuperarse a sí mismo y ganó, en brillante estilo, la 1 1 ª, en la variante del peón envenenado. Tablas en la 1 2ª. En la 1 3ª Fischer planteó, inesperadamente, la Defensa Alekhine. Fue una lucha increíble. Una extraordinaria partida, en la que el campeón tuvo que tumbar su rey en la jugada 74 (capítulo 4, final nº 1 6). Pero el campeón había vuelto a presentar batalla y ofrecía una fuerte resistencia. Tuvo en varias partidas contra las cuerdas a su rival, pero no consiguió noquearlo. Después de la 1 S3 partida, Fischer volvió a pedir que se mejorase la iluminación. La tensión iba en aumento. Antes de la 1 7ª, Geller difundió un comunicado a la prensa, en el que alertaba de "la posible influencia que se ejercía sobre Boris Spassky con ayuda de elementos electrónicos o sustancias químicas, que podrían encontrarse en la sala de juego". Cuando lo leyó, Fischer se rió a mandíbula batiente. No así los organizadores, que, por fin, decidieron desmontar la silla de Fischer, examinándola con rayos X . Sólo se encontró un pequeño destornillador (seguramente olvidado en el montaje) y dos moscas muertas. El corresponsal del New York Times sugirió que tal vez debería practicárseles la autopsia, porque " ¡ quién sabe si las moscas no murieron de muerte natural ! " La 1 7ª y 1 8ª partidas finalizaron en tablas, tras una lucha dramática. En la 1 9ª, el aspirante volvió a plantear la Defensa Alekhine. Spassky consiguió realizar algunas j ugadas espectaculares, pero no bastaron para romper las defensas de su rival. Tablas. Fue la última gran batalla del encuentro. La 20ª también fue tablas y Fischer se impuso, decisivamente, en la 2 1 ª, haciendo así inne­ cesarias las tres partidas restantes. Había vencido por 1 2,5-8,5 ( + 7 1 1 -3 ), proclamándose nuevo y brillante campeón del mundo. El 3 de septiembre, Max Euwe, presidente de la FIDE, puso sobre sus hombros la tradicional corona de laurel, de un abedul islandés. Euwe informó de que había recibido varias ofertas para organizar el match-revancha, en particular una de Las Vegas con un fondo de premios de ¡ un millón de dólares ! Fischer declaró, días después, que "estaba dispuesto a aceptar cualquier desafio de cualquiera de los mejores jugadores soviéticos" . A propósito del j uego de Spassky, el nuevo campeón dijo: "En la segunda parte jugó muy bien. Sentí que, salvo en las dos o tres últimas partidas, realmente me encontraba bajo una enorme presión". El impacto que el match de Reykj avik tuvo sobre la sociedad norteamericana es indescriptible. Aquel verano se vendieron en Estados Unidos más de un millón de j uegos de ajedrez. Un mu­ chacho de clase humilde se había convertido en una gran estrella, en campeón del mundo de aje­ drez, un juego-deporte monopolizado por los rusos. Era la personificación del sueño americano. En Nueva York fue recibido con todos los honores y el alcalde incluso decretó que el 22 de septiembre de 1 972 fuese declarado día de Bobby Fischer. En su breve discurso de agrade­ cimiento, Fischer dijo: "Nunca pensé que llegaría un día en que el ajedrez aparecería en primera plana en nuestro país y, al mismo tiempo, sólo merecería un pequeño comentario en Pravda. ¡ Y eso, indudablemente, h a sido culpa mía ! " E l estado d e perplejidad en que s e sumió e l ajedrez soviético l o resumió así el GM Averbaj : "Habíamos perdido el título mundial y nos sentíamos desconcertados" . =

El título mundial e n l a cuerda floj a

En los años siguientes, Bobby Fischer era un auténtico ídolo nacional. Recibió numerosas ofertas: programas televisivos, cursos de ajedrez grabados, anuncios publicitarios de todo tipo . . . U n asesor suyo dijo que, e n u n par d e años, Fischer podía haber ganado dos millones y medio de dólares. Según el GM Robert Byrne, esa cifra debía doblarse.

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Pero a Fischer, contrariamente a lo que muchos pensaban, no lo movía el dinero. O, en todo caso, no ocupaba, ni mucho menos, el primer lugar de su escala de valores. No quería ser manipulado, ni explotado. Antes que nada, buscaba preservar su integridad. Declaró: "Durante un mes estuve pensando en esas ofertas y llegué a la conclusión de que aceptarlas dañaría mi re­ putación de campeón del mundo. Y también llegué a la conclusión de que ninguna de ellas bene­ ficiaría al ajedrez. El ajedrez es lo más importante" . S u amor a l aj edrez e s incuestionable. Años atrás, un periodista l e había preguntado qué se necesitaba para descubrir los secretos del aj edrez. Respondió: " Máxima concentración y amor por el ajedrez" . Por romántico o extraño que suene, esa era la principal motivación de Fischer y la que guiaba sus actos en la realidad. Otra cosa es que su visión de la realidad no fuese todo lo lúcida que sería deseable. Así, ese entrañable y casi místico amor por el ajedrez se veía entur­ biado por sus actos desmedidos o rocambolescos. Para participar en la Olimpiada de Skopje ( 1 972), pidió los desorbitados honorarios de 1 50.000 dólares. ¿En qué galaxia vivía? Había conseguido un Elo de 2785 . Pero su participación en torneos, desde ese momento, fue inexistente. Petrosian recuerda que llegó al torneo de San Antonio ( 1 972) en un avión privado, invitado por la organización y que la ronda empezó quince minutos tarde para esperarlo. En Manila ( 1 973) fue invitado personal del presidente filipino Ferdinand Marcos. Por participar en la Olimpiada de Niza ( 1 974) volvió a pedir 1 50.000 dólares. ¿Quién podría aportarlos y qué rentabilidad tendrían? En el Congreso FIDE de 1 973, Fred Cramer (que había sido su representante en Reykj avik) leyó las propuestas de Fischer: un match a diez victorias, con número ilimitado de partidas, conservando el campeón el título en caso de empate a 9. Esto significaba que el aspirante debía ganar por un margen de dos puntos. En 1 974 la Comisión que estudió esta propuesta, la rechazó. En el Congreso de Niza de ese mismo año, y ante la insistencia de Fischer, se votó y j ugar a diez partidas ganadas se aceptó por dos votos de mayoría. Pero la segunda demanda (en caso de 9-9 el campeón conservaría su título) no fue aceptada, limitando, además, el número de partidas a 36. Un nuevo telegrama de Fischer, que acusaba recibo de las decisiones, "al así hacerlo, la FIDE se ha pronunciado contra mi participación en el match por el campeonato mundial de 1 975. Por consiguiente, renuncio a mi título de campeón mundial FIDE". Pero la cuestión no quedó zanj ada aquí. En enero de 1 975 saltó una asombrosa noticia: Filipinas ofrecía la astronómica suma de ¡ cinco millones de dólares! para organizar el match Fischer - Karpov (que ya había ganado el nuevo ciclo de Candidatos). Los americanos lograron convocar un Congreso extraordinario de la FIDE para hacer valer las condiciones de Fischer. Consiguieron que se aceptase el número ilimitado de partidas, pero no que con un 9-9 el cam­ peón conservaría el título. La respuesta del campeón tuvo un tono bíblico: "Castigaré al mundo del ajedrez. ¡No volveré a j ugar nunca más ! " . E l primero d e abril d e 1 975 era l a fecha límite para que Fischer confirmase s u participación en el match por el Campeonato Mundial. No hubo noticias suyas. Euwe le concedió una prórroga de dos días. El 3 de abril proclamó a Anatoly Karpov nuevo campeón del mundo. Se dice que el triunfo de Karpov en la fase de Candidatos representó un shock para Fischer, que esperaba a Petrosian, Korchnoi o Spassky. Y que su temor a enfrentarse a Karpov fue lo que le hizo replegarse sobre sí mismo, refugiarse en sus cuarteles de invierno. ¿Habría j ugado o no, de haberse aceptado todas sus condiciones? Esa es la pregunta del millón. ¿Qué fue de Robert James?

Muchos años atrás, la Rue Saint-Jacques, en pleno Barrio Latino de París, estaba plagada de librerías esotéricas y de culto, como, por ejemplo, Shakespeare and Co., cuya propietaria, Sylvia Beach había editado, entre otras, una de las obras capitales de la literatura en el S I G L O XX : Ulises, de James Joyce.

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Muy cerca del Sena, tenía en esa calle su guarida Julien Guisle, un conocido problemista que firmaba con seudónimo (Julian Quike). La librería, que también era su vivienda, era un auténtico cuchitril, pero albergaba incontables tesoros aj edrecísticos. Todo lo que allí se vendía era de segunda mano. Había libros de todo tipo y condición, lo mismo que colecciones de revistas en todos los idiomas (rusas, inglesas, alemanas, yugoslavas, argentinas . . . ), envueltas, por años, en un papel rústico y atadas con cordel. Imaginé que un Bobby Fischer cuarentón visitaba aquel antro mágico (tal vez lo había hecho) y rebuscaba con avidez por entre aquellas revistas y boletines de la estantería superior. Guisle, un hombre flaco, solitario y melancólico, sólo salía de la trastienda cuando era requerido. Dejaba entonces su eterna taza de té, apartaba la viej a cortina que separaba las dos dependencias y aten­ día al cliente. Ni siquiera envolvía la compra. No tenía con qué hacerlo. Cobraba y la transacción quedaba rematada. Fischer se iba con su botín y en el momento de abrir la puerta para salir, escuchaba la voz de Guisle, que, cargada de reproche, le decía: "¿Por qué nos ha dej ado usted?" Otra de mis visiones (para un improbable guión de cine) se fij aría también en el tiempo enigmático y pantanoso de los años ochenta. Haciendo honor a su apellido, 8 Fischer se ganaba la vida pescando a tanza, en un remoto lugar de la India. Al atardecer regresaba al pueblo, en un viejo bote de remos, y vendía su pesca al dueño de un bar para turistas. Las cosas no eran así. Nadie sabe muy bien cómo eran. Después de haber conquistado el título mundial, aparecían esporádicamente en la prensa noticias de misteriosos encuentros: con Campomanes, nuevo presidente de la FIDE, con Mat­ sumoto, presidente de la Federación Japonesa, con Korchnoi, con Gligoric, incluso con el propio Karpov. Puede que todos esos encuentros hayan tenido lugar. O puede que no. Pero Fischer seguía siendo el hombre invisible. Se habla, por fin, de un encuentro en Washington, en 1 977, entre Fischer, Karpov y Campomanes. Los tres van a firmar un contrato, con el que están de acuerdo en todos los puntos, incluida la bolsa de premios ( ¡ dos millones de dólares ! ) . H asta que se produjo un desacuerdo en el nombre del match. Fischer quería que se llamase Campeonato del Mundo Profesional, y Karpov, no. No hubo firma. F ischer se sintió engañado y no quiso volver a saber nada de Karpov, aunque éste siguió intentando promover un match en 1 978 y 1 979. También se habló de eventuales matches con Korchnoi, con Gligoric, con Timman ... Ninguno de ellos llegó a producirse. Fischer entregaba el diez por ciento de sus ingresos a la Iglesia Mundial de Dios, una suma considerable después de Reykjavik. El líder de la secta no dejó escapar la oportunidad y le hizo a Fischer una revelación confidencial : Cristo volvería al mundo en 1 975. Dicho esto, lo invitó a instalarse en Pasadena, cerca de Los Angeles. Bobby aceptó, porque la secta le garantizaba, ade­ más, privilegios para huéspedes famosos. Pero hacia 1 974 la relación entre Fischer y la secta se había enfriado. Parece que sus guías religiosos le habían pedido un incremento del 1 O al 20% de sus ingresos. Aunque Fischer se sintió escandalizado, siguió satisfaciendo las exigencias de la secta, entregándoles incluso la casa que había comprado en Pasadena. En 1 976, sin embargo, el matrimonio espiritual se rompió de forma definitiva. Los filones de ingenuidad que recorrían el espíritu del campeón se ponen de manifiesto en esta declaración a la prensa: " Los líderes de la secta son unos hipócritas. Acepté entregarles un diez por ciento más. Pero cuando anunciaron la segunda venida de Cristo y me decepcionaron, ¡ ni siquiera se moles­ taron en excusarse! Después de Reykj avik les he entregado una quinta parte de mis ingresos. Esto me ha costado ya 94.000 dólares ( . . . ). Así que, naturalmente, dejé la secta . . . " Tenía otros problemas. Afrontó procesos legales, a veces promovidos por él y otra vez siendo el demandado. Esto le obligaba a viaj ar con frecuencia a Nueva York. De pronto comenzó a vér­ sele desaliñado. Había dejado crecer la barba y el bigote, e incluso los teñía para pasar inad­ vertido. Era éste un proceso más complejo de transformación personal y social. O más que trans­ formación, habría que decir, tal vez, de desintegración. Resulta curioso constatar que, lo mismo

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que en el caso de Paul Morphy, las sentencias adversas de los tribunales produjeron un efecto muy pernicioso sobre el maltrecho espíritu de Fischer. En los ochenta comenzó a tener dificultades económicas: con los pleitos y las aportaciones religiosas su dinero se había evaporado. Declaró que vivía de los derechos de autor de su libro Mis 60 partidas memorables y de una pequeña pensión que le pasaba la mujer de un hombre de negocios. Y sin embargo seguía rechazando todas las ofertas de publicidad y los mil proyectos que se le proponían. Dos magnates mejicanos del petróleo le ofrecieron medio millón de dólares por entrevistarse con él. En vano. Tenía un estilo de vida estrafalario: dormía de día, se levantaba de noche y paseaba de ma­ drugada para que nadie pudiera reconocerlo . . . En mayo de 1 98 1 , y durante uno de esos paseos, fue detenido por la policía como sospechoso de haber atracado un banco. Como no llevaba encima ningún documento de identidad válido, fue encerrado durante dos días en una celda. Su testimonio es brutal : "Me hicieron pasar hambre y no me dieron nada de beber. Me desnudaron por completo. En ese estado me arrojaron a una fría celda, en la que había una corriente de aire y no tenía nada con que cubrirme. Para evitar congelarme, rompí un colchón de plástico y me metí dentro. Entonces, abrieron otro caso contra mí: ¡ Daños a las propiedades de la prisión ! Senci­ llamente no podía creer que aquí, en los civilizados Estados Unidos, los ciudadanos americanos pudiesen tratar de esa forma a otros ciudadanos americanos. Y todo esto sucedió sin que mediase un juez, sin acusación alguna contra mí. Mi único crimen era que no tenía nada que decirles a estos gángsters, ¡ ¡ ¡ la policía de Pasadena! ! ! Es increíble, pero cierto . . . No podía quedarme calla­ do. Así que escribí un libro How 1 was tortured in the Pasadena Jailhouse (Cómo fui torturado en la cárcel de Pasadena)". El propio Fischer declaró acerca de su vida de entonces : "Vivo en California (a veces en Pasadena; a veces en San Francisco y, a veces, en Los Angeles) y sólo aspiro a una cosa: ¡ que me dejen en paz! ¿Qué le importa a nadie lo que hago y si volveré o no al ajedrez? Para mantener a raya a visitantes que no han sido invitados y sus estúpidas preguntas, he cambiado mi nombre. Pero aun así, ¡ siguen persiguiéndome ! " E l match-revancha d e 1 992

En 1 992, Luis Rentero, el creador del torneo de Linares, declaraba que se había entrevistado con Fischer y que éste "era pobre de solemnidad" 9 . En ese mismo año, Spassky reveló que se había encontrado varias veces con Fischer y que en la última ocasión, no hacía mucho, le había preguntado si estaría dispuesto a jugar un match con él. "Aunque tú has seguido j ugando y yo no, sigo siendo más fuerte que tú", le habría dicho Bobby. Finalmente, Fischer telefoneó a su viejo rival y le dijo que le gustaría jugar ese match y le planteó sus condiciones. Spassky le dijo que podrían jugar en Yugoslavia. El millonario serbio Jezdimir Vasilj evic, vinculado al tráfico de armas y otros turbios nego­ cios, ofreció cinco millones de dólares de premio para patrocinar el encuentro. En el verano de 1 992 se hizo público que el 2 de septiembre daría comienzo un nuevo match entre Bobby Fischer y Boris Spassky. Exactamente veinte años después de la finalización del match de Reykj avik. La primera parte del match se celebraría en una exclusiva isla turística, Sveti Stefan, en la costa de Montenegro, y la segunda parte en Belgrado. Se disputaría según la fórmula que Fischer había propuesto en 1 975 : a diez victorias y, en caso de empate (9-9), el campeón conservaría el título. (Fischer seguía sosteniendo que él era el auténtico campeón del mundo, e incluso hizo firmar al presidente de la FIDE, Florencia Campomanes, un documento en tal sentido). No existirían las partidas aplazadas y, por primera vez, se emplearían relojes electrónicos. El control de tiempo era un tanto caprichoso: 40 j ugadas en 1 hora 5 1 minutos, con un minuto de incre-

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mento en cada jugada realizada. Spassky sería auxiliado por los Grandes Maestros Alexander Nikitin y Yuri Balashov, y Fischer por el filipino Eugenio Torre. Fischer jugó con blancas la primera partida, que ganó en gran estilo (capítulo 2, partida nº 3 1 ). Una Ruy López en la que presionó sobre la columna "a", triplicando sus piezas pesadas y trasla­ dando luego el ataque al flanco de rey, con una serie de golpes espectaculares. Pero Spassky estaba dispuesto a crear problemas y el campeón perdió la cuarta y la quinta partidas. Un doloroso shock. En la sexta también estuvo perdido y se salvó milagrosamente, gra­ cias a varios errores de su oponente. Pero la partida finalizó en tablas y Fischer ganó las tres siguientes. Luego, jugó una partida excelente (la 1 1 capítulo 2, partida nº 32) con lo que, en esencia, el match quedaba sentenciado. Finalmente, ganó por 1 0-5 y 1 5 tablas. Muchos expertos declararon que Fischer había j ugado muy bien. Kasparov, sin embargo, no estaba de acuerdo: "Aunque la lucha en sí fue interesante y Fischer exhibió una enorme fuerza práctica en buen número de partidas, su j uego, en general, estaba pasado" . El estado emocional d e Fischer durante el match dio motivos d e preocupación. Con los años, sus fobias y su paranoia habían ido en aumento y se manifestaban de forma mucho más virulenta que antes. Siempre se había hablado de su antisemitismo. En Yugoslavia, no se mordió la lengua y lo confirmó: " Hay judíos sionistas y hay judíos comunistas, y todos ellos están unidos, en es­ pecial contra mí". Fischer ganó tres millones de dólares, pero se enfrentó frontalmente a su país. Estados Unidos había boicoteado a Yugoslavia (haciéndose eco de las sanciones de la ONU, por la guerra de los Balcanes). El Departamento de Estado le amenazó con una multa de 250.000 dólares y diez años de prisión, si jugaba el match. Fischer escupió sobre el documento en una rueda de prensa. Pasó luego un tiempo en Budapest. Se habla de encuentros con el veteranísimo Andrei Lilienthal y con el joven prodigio Peter Lékó. Se le relacionó sentimentalmente con la jugadora húngara Rita Rajcsanyi, mucho más joven que él, a quien había conocido a comienzos de los noventa. Luego Bobby viajó a Filipinas, donde se casó, con una chica también muy joven, y tuvo una hija. A mediados de los noventa, el entonces presidente de la FIDE, Kirsan I lyumzhinov, hizo una tentativa por recuperar a Fischer. Viajó a Budapest, entregándole 1 00.000 dólares de los derechos de autor del libro Mis 60 partidas memorables (de la edición rusa, pues los derechos de autor no estaban reconocidos en la URSS). Pero Fischer no estaba interesado ya en el ajedrez clásico y sólo le preocupaba el Fischerandom o ajedrez al azar, que él había ideado, en el que la posición de las piezas se dispone por sorteo, con la particularidad de que piezas blancas y negras del mismo tipo deben estar situadas de forma simétrica. Esa modalidad también se conoce hoy como °,

Ajedrez 960.

Fobias, paranoia y antisemitismo

Ya en la década de los sesenta el joven Bobby estaba incubando algunas fobias, fruto de su de­ ficiente educación y de sus mal asimiladas experiencias y frustraciones. ¿No le habían faltado al respeto y estafado en el match con Reshevsky? Conspiración de judíos y capitalistas . . . ¿No existía u n pacto e n Cura9ao, que é l había denunciado? Conspiración d e rusos y comu­ nistas . . . ¿No habían cometido u n abuso contra él, e n e l Interzonal d e Sousse, a l n o buscar una solución para la acumulación de partidas? Conspiración de la FIDE y de sus envidiosos colegas . . . ¿No los había abandonado (así l o veía él) s u padre, e l judío y comunista Gerhardt Fischer? ¿No desvelaban detalles de su vida privada periodistas y colegas suyos? Conspiración de los big mouths (charlatanes y malas lenguas) . . .

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¿No era el mejor jugador del mundo y, sin embargo, no debía estar derribando continuamente todos los obstáculos que se oponían a su paso? Conspiración de toda la humanidad contra el ajedrecista Bobby Fischer. . . S u vecino d e Brooklyn, e l famoso periodista Ralph Ginzburg, había intentado sin éxito entre­ vistar a Bobby en numerosas ocasiones. A mediados de los sesenta, consiguió, por fin, citarse con él en una cafetería. Cuando llevaban un rato allí, Ginzburg le espetó: "¿Sabías que éste es un bar de homosexuales?" . Bobby se marchó horrorizado, gritándole: "¿Cómo me traes a un sitio así? ¿No sabes que esa gente pone cosas raras en las bebidas?" . La entrevista fue publicada en Playboy.

Avanzada su existencia, hubo otros sucesos que dej aron una profunda huella en el resen­ timiento de Fischer: primero, los pleitos perdidos, que un pleiteador nato como él resintió en carne viva: la sociedad americana hacía oídos sordos a sus justas reivindicaciones. Luego, la de­ tención de la policía de Pasadena. En 1 992, la prohibición de j ugar por el boicot a Yugoslavia y la amenaza de prisión. Por último, la venta en subasta pública de sus objetos personales. É l, un genio. É l, Bobby Fischer. É l, el mej or j ugador de ajedrez del mundo, eternamente humillado, denigrado y perseguido por sus enemigos. ¿Qué más necesitaría el Dr. Freud para dictaminar una aguda paranoia, entre otras alteraciones emocionales, como la megalomanía y una percepción deforme de la realidad? En 1 999 concedió dos entrevistas a Radio Bombo 1 0 , en Baguio City (Filipinas), en las que, desataba su ira por un hecho reciente: sus efectos personales habían sido subastados por unos desaprensivos. Fischer tenía sus cosas (recuerdos, libros, cartas, trofeos, cuadernos, archivos) en un almacén. Según él, enviaba regularmente cheques para pagar el almacenaje. Pero parece que su abogado, en connivencia con el propietario del almacén, afirmó que no había recibido esos cheques durante varios meses, a fin de poder requisar el contenido. Fischer declaró que tenía tres millones y medio de dólares en la Union de la Banque Suisse y que era absurdo que afirmasen que no podía pagar los 400 dólares mensuales del alquiler del módulo. Esto fue un trauma para Fischer, que aprovechó la oportunidad que le brindaba su amigo, el GM Eugenio Torre, para despacharse a gusto, con unas brutales declaraciones antisemitas. Con el alma en carne viva, Bobby transmitía su dolor y su rabia con toda la violencia de que era capaz, volcándolos sobre uno de sus fantasmas favoritos. Casi no pueden transcribirse. Una muestra del diálogo sostenido con el periodista Pablo Mercado: -"¿No piensa emprender algún tipo de acción legal contra los que han vendido sus recuerdos? -( . . . ) Los judíos controlan los tribunales. Sería como un laberinto ( . . . ). Es de risa. Los Estados Unidos son una farsa controlada por sucios, narigudos, circuncidados judíos". 1 1 El antisemitismo era una de los temas obsesivos de Fischer. En una conversación con el GM holandés Jan Timman, éste le dijo: -Pero el Holocausto ... -¡ Es una falacia! -Pero ¿dónde está toda esa gente? -En Sudamérica, en Rusia . . . " Otra anécdota sucedió durante el Interzonal de Mallorca. Le dijo a Reshevsky que estaba le­ yendo un libro muy interesante. "¿Cuál?", le preguntó. " Mein Kampf' . Tal vez Fischer sólo que­ ría herir a Reshevsky, pero posiblemente fuese cierto. Punto final en el país del hielo Y lo que vive muere, aunque siempre queramos olvidarlo, dijo Joseph K.

FRANZ KAFKA, El proceso

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El 1 6 de j ulio de 2004 Fischer es detenido en el aeropuerto de Tokyo, al comprobar la policía que su pasaporte no era válido. Se planteó entonces la posibilidad de que fuese deportado a EEUU, lo que resultaría dramático para su vida. Pasa encarcelado nueve meses angustiosos en Japón. El pasaporte de Fischer había sido invalidado por su país sin notificación alguna al titular. Los Estados Unidos se habían tomado en su día muy en serio el embargo a Yugoslavia, pero mientras su campeón movía inofensivas piezas en un tablero de ajedrez, por la frontera de Macedonia entraban todos los días enormes camiones cargados de armas y nadie impidió, ni puso la menor traba a las grandes transacciones comerciales con los países entonces en guerra. Al final, resultó que la única persona castigada en el mundo por haber violado el embargo había sido Bobby Fischer. ¿Dónde estaba la justicia? Sus amigos islandeses, afectuosos y combativos, unieron entonces fuerzas para rescatar al hombre que puso a Islandia en el mapamundi. Hablan con diplomáticos, embaj adores y la prensa. Crean un comité de ayuda a Fischer y viaj an a Japón. Allí todos se extrañan de la iniciativa islan­ desa: ¿Qué pretenden ustedes: luchar contra EEUU y Japón, las dos mayores potencias eco­ nómicas del planeta? Pero son insistentes y persuasivos: ¿Qué había hecho, en realidad, Bobby Fischer? ¿Cuál había sido su gran pecado para pasar nueve meses en prisión, con la amenaza de seguir diez años más recluido en su país de origen? Finalmente, encuentran la fórmula: conceder la ciudadanía islandesa al gran campeón, con lo que podrán solicitar que sea repatriado. El 24 de marzo de 2005 Bobby Fischer vuelve a pisar el suelo de Islandia. Es un hombre calvo, con barba tupida, canosa y descuidada. Su aspecto general es lamentable. Está envejecido y parece encontrarse enfermo. En septiembre de ese mismo año Fischer adquiere un apartamento para recibir a su ex esposa, la filipina Marilyn Ong y la hija de ambos, J ingy Ong, que quieren visitarlo en Reykjavik. Parece que durante su estancia en Japón se había casado con la presidenta de la Federación Japonesa de Ajedrez, Miyoko Watai, que lo ayudó durante aquel triste período. Este hecho era desconocido entonces para casi todo el mundo. Lector voraz, en los últimos años de su vida se interesaba mucho por los fenómenos sobre­ naturales y los hechos que rodearon a la fabricación de la bomba atómica, incluidos los procesos a Robert Oppenheimer, el padre de la criatura. El GM Heigi Olafsson cuenta que le entregó más de 900 páginas con la transcripción de tales j uicios. Finalmente, el maltrecho organismo de Bobby Fischer sucumbe. Es internado de urgencia en el hospital, pero no hay nada qué hacer. Es el fin de una vida sometida a intensas conmociones. Tenía 64 años y había agotado todas las casillas del tablero. Un j ugador legendario El secreto de los éxitos de Bobby era evidente: ¡en cada partida sólo jugaba a ganar!

GARY KASPAROV 1 2 Un proverbio francés dice: "Un idiota n o juega a l aj edrez, pero para jugar a l ajedrez hay que estar loco" . L a obsesión e s síntoma de desequilibrio. Pero ¿quién dice que e l ajedrez e s puro equilibrio? ¿Quién dice que para ser el mej or jugador del mundo no hay que estar desequil ibrado o, quizá, inestablemente equilibrado? Tal vez hay un tipo de locura en determinados jugadores sobresalientes, una inclinación com-

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pulsiva que puede llevar al paroxismo. Recordemos los casos de Steinitz, de Morphy, de Carlos Torre . . . Algo así trató de ilustrar Vladimir Nabokov en su novela La Defensa Luzhin, cuyo prota­ gonista está claramente inspirado en Alekhine. Una muestra de la singular lucidez de Fischer: "Todo el mundo está loco, sólo que algunos lo ocultan mejor que otros. Muchos consideran que yo no estoy en este mundo, sólo porque no encajo en su modelo de vida" 1 3 • Efectivamente, vivía en su propio mundo. Y ese mundo no era el nuestro. Karpov trazó en unas líneas el perfil del gran campeón : " Llevó el aspecto competitivo al límite, porque luchaba hasta quedar los reyes desnudos. Elevó el universalismo, exhibiendo una asombrosa técnica en la materialización de una ventaja, y un espléndido juego tanto combinativo como posicional . Pero lo más característico en él fue su talante competitivo, que le llevaba a explotar cada posibilidad, hasta el último momento de la partida" . Las claves para entender a Fischer no son pocas. Se encienden los focos. En la pista aje­ drezada se da la señal de salida. ¿Cuál es el primer mandamiento del ajedrez? Vencer a toda costa. ¿Quién lo dice? " Lo digo yo, Bobby Fischer" . Parafraseando a Antonius B lock, el personaje de El séptimo sello, el hombre de Brooklyn po­ dría proclamar así su declaración de principios: "Y o soy Bobby Fischer y juego al ajedrez contra todo y contra todos" . ¿El mejor jugador de la historia? Muy probablemente. En cualquier caso, nadie le negará su derecho a eternizarse como un campeón mítico, ni podrá quitarle su aura legendaria. Honor y gloria a quien llevó el ajedrez a su más alta expresión de feroz lucha competitiva y artística, negándose a aceptar compromisos ni componendas. Robert James Fischer: Chicago, 9 de Marzo 1 943 Reykjavik, 1 7 de Enero 2008. -

1 Mis geniales predecesores, vol. 4, p. 2 1 3 . 2 Se refiere a la notación algebraica, porque la que él utilizaba, como todos los jugadores norteamericanos, era la descriptiva inglesa. 3 Mis geniales predecesores, vol . 4, p. 306. 4 Frank Brady, Profile of a Prodigy. 5 Russians vs Fischer. Dmitri Plisetsky y Sergei Voronkov, 1 994. 6 Mis geniales predecesores, vol . 4, p. 4 1 0. 7 Id., vol . 4, p. 4 1 2 . 8 Fischer, en alemán, significa pescador. 9 El hombre que resucitó a Fischer, entrevista con el autor. Revista Internacional de A jedrez nº 55, abril 1 992, p. 4. 10 El 14 y el 27 de enero de 1 999. 1 1 El excampeón niega el holocausto, JAQUE nº 49 1 , p. 8. 12 Mis geniales predecesores, vol . 4, p. 349. 1 3 El recluso de Pasadena, Yves Kraushaar.

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G R A N D E S M A ESTROS. BOBBY F I S C H E R

2 . Las 32 mej ores partidas del Genio Americano

de esta manera una secuencia combinativa de alto vuelo.

Partida nº 1 D. Byrne - Fischer

Torneo Rosenwald Nueva York 1 956

Defensa Grünfeld (D9 7) Cuando se jugó esta partida, el MI Donald Byme (hermano del GM Robert) era uno de los jugadores más fuertes de EEUU, mientras que Bobby Fischer apenas tenía trece años y unos meses. Este torneo cerrado (con la parti­ cipación de Reshevsky, Mednis, Bisguier y otros destacados jugadores) era el más fuerte que había disputado hasta entonces. El desen­ lace de la partida, en cualquier caso, causó sensación y muchos periodistas la bautizaron como La Inmortal del siglo XX. Sin duda es una exageración, pero la partida dio la vuelta al mundo y aún hoy despierta una merecida admiración, por la ambición deportiva, imagi­ nación y capacidad de cálculo exhibidas por Bobby Fischer. t ..!tJ f3 .!tJf6 2.c4 g6 3 . .!lJ c3 .ig7 4.d4 0-0 s ..if4 dS 6.'Wb3 dxc4 7.'Wxc4 c6 8.e4 .!lJ bd7 9J'�dl .!tJ b6 1 0.�cS .i.g4 1 1 ..igS?

1 2.�a3

Si 1 2 . .!lJ xa4, .!lJ xe4 1 3 . Wf c l (o bien 1 3 .Wxe7 Wfa5+ 1 4.b4 Wxa4 1 5 .Wfxe4 füe8 1 6.�e7 �xf3 l 7.gxf3 �f8, con ventaj a decisiva del segundo jugador) 1 3 . . . Wfa5+ 1 4. tt'i c3 �xf3 l 5 .gxf3 tt'i xg5 , y las negras tienen una clara superioridad. 1 2 ... .!lJ xc3 1 5 ..ic4

1 3.bxc3

1 4 . .ixe7 �b6!

Si 1 5 . .ixf8, continuaría l 5 . . . �xf8 l 6. Wfb3 tt'i xc3 !

Era mejor l l .�e2, y si l I . . . .!lJ fd7, entonces 1 2 .'Wa5 .

1 5 ... .!lJ xc3 ! 1 6 ..icS

Ver el diagrama siguiente

1 6 ... füe8+ 1 7. @n

O bien 1 6. Wf xc3 füe8 1 7 . .ixf7+
1 I . . . .!lJ a4 ! !

Una jugada asombrosa y , huelga decirlo, totalmente inesperada. Fischer desvía al caba­ llo situado en "c3 " para explotar la compro­ metida situación de la dama blanca, e iniciar

.!lJ xe4

Ver el diagrama siguiente

1 7 ....ie6 ! !

Otra fantástica jugada, también d e des­ viación, que tiene por objeto dominar la día-

L A S 32 M EJ O R E S PARTI D A S D E L G E N I O A M E R ICANO

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gonal "fl -a6" con una de sus piezas oblicuas (dama o alfil).

Partida nº 2 Fischer - Larsen

1 8.i.xb6

Interzonal de Portoroz, 1 6. 8 . 1 95 8

Defensa Siciliana (B 77) Bent Larsen todavía no era el jugador que llegaría a ser avanzados los años sesenta. Pero ya empezaba a despuntar. En la Olimpiada de Moscú había conseguido el título de Gran Maestro y la medalla de oro individual en el primer tablero, con el resultado de + 1 1 =6 - 1 (incluidas unas tablas con Botvinnik y un meritorio triunfo sobre Gligoric). Fischer tampoco era el Fischer campeón del mundo. Entonces sólo tenía quince años. En caso de l 8 .ixe6, la clave sigue estando en la diagonal que lleva hasta el rey blanco: 1 8 . . . Wb5+ 1 9. g l lli e2+ 20.@n llig3+ 2 1 . g l Wfl + ! 22.füfl lli e2++. El mate aho­ gado. Otra posibilidad era l 8.Wxc3 , y entonces l 8 . . . Wxc5 ! l 9.dxc5 ixc3 20.ixe6 E:xe6, con ventaja decisiva.

1 .e4 c5 2 . .!D f3 d6 3.d4 cxd4 4.c!D xd4 .!D f6 5.c!D c3 g6 6.i.e3 i.g7 7.f3 0-0 8.Y«d2 c!D c6 9 . .ic4 c!D xd4 1 0.i.xd4 i.e6 1 1 .i.b3 Wa5 1 2.0-0-0 b5

Si 12 . . . ixb3 , 1 3 .cxb3 ! , seguido de c;t>b J y el habitual ataque a la bayoneta en el flanco de rey. 13.bl b4 14.c!Dd5 i.xd5

18 ...ixc4+ 1 9.gl .!D el+ 20.fl c!D xd4+ 2 1 .c;t>g1

También se había jugado 14 . . . llixd5 l 5 .ixg7 xg7 l 6.exd5 id7 1 7. l:'!: de 1 , con ventaj a blanca, Suetin - Korchnoi, Campeona­ to de la URSS 1 95 3 .

2 1 .. . .!D e2+ 22.fl c!D c3+ 24.Wb4 !fa4 25.Y«xb6 c!D xd l

1 5.i.xd5

O bien 2 1 . l:'!: d3 axb6 22 .Wc3 llixf3 ! , y las negras ganan. 23.gl

axb6

La partida está vista para sentencia, pero aun así vale la pena contemplar el aplomo con que el jovencísimo Fischer remata a su opo­ nente:

Es mej or 1 5 .exd5 ! Wb5 1 6. l:'!: he l a5 l 7 .We2 ! , con ventaj a, como jugó Tal contra el propio Larsen, en Zurich 1 959.

26.h3 füa2 27.h2 .!Dxf2 28.gel gxel 29.Wi'd8+ i.f8 30 . .!D xel i.d5 3 1 .c!D f3 c!D e4 32.Y«b8 b5 33.h4 h5 34.c!D e5 g7 35.gl .ic5 36.Wfl c!D g3+ 37.el i.b4+ 38.dl i.b3+ 39.Wc l .!D el+ 40. b l c!D c3+ 4 1 .cl gc2++

No está de más mencionar que el propio Fischer no incluyó esta partida en su libro Mis 60 partidas memorables. Algo que sin duda le honra, porque dice mucho acerca de su rigor ajedrecístico y autoexigencia. Sencillamente, para él no era una partida memorable: tal vez no tenía la calidad suficiente.

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G R A N D E S M A ESTROS. B O B B Y F I S C H E R

1 5 ... gac8?

Las negras desaprovechan una buena op-

ción. Era necesario hacer 1 5 . . . ti:J xd5 1 6.ixg7 ti:'l c3+! l 7 .ixc3 (si l 7.bxc3, 8 ab8 1 8 .cxb4 Wxb4+ l 9.Wxb4 8 xb4+ 20.ib2 füb8) 1 7 ... bxc3 1 8.Wxc3 Wxc3 1 9.bxc3 füc8, con igualdad.

1 8.h5! füc8

Si l 8 . . . gxh5 , sigue de la siguiente manera: l 9.g4 ! hxg4 20.fxg4 ti:'l xe4 2 l .Wh2 ti:'l g5 22.ixg7 Wxg7 2 3 . 8 d5 fü5 24.Wh6+ Wg8 2 5 . 8 xg5+ 8 xg5 26.Wxh7++. 1 9.hxg6 hxg6 20.g4

No 20.ixf6? ixf6 2 1 . '!Wh6 e6 ! , con igual­ dad. 20 ... a5 2 1 .g5 tiJ h5

1 6 ..ib3 ! :!'k7

Si 1 6 . . . Wb5 , l 7 .ixa7. 1 7.h4 '!Wb5

Preparando inmediatamente el avance . . . a5a4. La defensa del enroque con 1 7 . . . h5 puede considerarse más temática, pero las blancas se lanzan al asalto de las barricadas: l 8.g4 ! hxg4 1 9.h5 gxh5 (a 1 9 . . . ti:'l xh5, 20.ixg7 Wxg7 2 1 . fxg4 ti:J f6 22.Wh6+) 20.fxg4 ti:'l xe4 (20 . . . hxg4 2 1 . l:l: dg l e5 22.ie3 8 d8 23 .ih6; 20 . . . ti:'l xg4 2 1 . l:'!: dg l ixd4 22.füg4+ hxg4 23 .Wh6) 2 1 .We3 ti:J f6 (a 2 1 . . .ixd4, 22 .Wxe4 ig7 23 . 8 xh5) 22.gxh5 e5 23 .h6, en todos los casos con ventaja decisiva para el primer ju­ gador.

22J'hh5! gxh5

El típico sacrificio de calidad de la Dragón. Si las negras no lo hacen en "c3 ", las blancas sí lo harán en "h5 " . . . A l a alternativa 2 2 . . . ixd4 23 .Wxd4 gxh5, continuaría 24.g6 We5 (a 24 . . . e6, 25 .Wxd6) 25 .gxf7+ Wh7 (a 25 . . . Wf8, 26.Wxe5 dxe5 27. l:'!: g l e6 28 .ixe6 We7 29.ixc8 füc8 30. 8 g5) 26.Wd3 , con la amenaza f3-f4, y las blancas deben ganar. Pero, después de las jugadas 22 . . . ixd4 23 .Wxd4 gxh5 24.g6, Kasparov encontró aquí una sorprendente defensa: 24 . . . 8 c4 ! ! ( " ¡ el alfil debe ser neutralizado a toda costa! "), y tras el mejor j uego por ambas partes, l legó a la con­ clusión de que las blancas no podrían ganar esta posición. 23.g6 e5 24.gxf7+ Wf8 25 ..ie3 d5

A 25 . . . a4 (25 . . . 8 d8 26.ih6) 26.Wxd6+ 8 e7 27. '1Wd8+ ! 8 xd8 28. 8 xd8+ 8 e8 29.ic5+, con mate a la siguiente. 26.exd5

Pero no 26.ixd5 , debido a 26 . . . 8 xc2 !

26 ... �xf7

A 26 . . . a4, 27d6 ! axb3 28 .dxc7.

L A S 3 2 M EJ O R E S P A R T I D A S D E L G E N I O A M E R I C ANO

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Partida nº 3 F. Olafsson - Fischer

Zurich 1 959

Defensa India de Rey (E93)

27.d6 fü6

O bien 27 . . . 8. d7 28 . .ie6.

28 ..igS 'ªb7

Si 28 . . . 1l*' d7, continuaría 29.Wd5 ! Wf7 (en caso de 29 . . . 8. f7, sigue 30 . .ie7+ ! ) 30 . .ixf6, ganando. 29 ..ixf6 .ixf6 30.d7 �d8

Friorik Olafsson (no confundir con su compa­ triota Heigi) era, desde fines de los cincuenta hasta la década de los setenta uno de los mejores jugadores occidentales del mundo. En el Interzonal de Portoroz empató con Fischer en el quinto puesto, lo que le dio derecho a participar en el Torneo de Candidatos, que se jugaría unos meses después de esta partida. Abogado de profesión, fue elegido presi­ dente de la FIDE en 1 978, cargo que ejerció hasta la llegada de Florencio Campomanes. 1 .c4 lt:l f6 2.lt:lc3 g6 3.d4 ig7 4.e4 d6 5.lt:lf3 0-0 6 ..ie2 e5 7.d5 lt:l bd7 8 ..igS

Un sistema que planteó a menudo Tigran Petrosian. Si el alfil vale más que un caballo, ¿por qué no expulsarlo de inmediato con . . . h6? En tal caso, se verá obligado a retirarse o ser cambiado por el caballo. Pero la jugada tiene fundamento, porque las blancas tratan de obstaculizar un inmediato . . . tll e 8 y . . . f7-f5 . 8 ... h6 9 ..ih4 a6

Fischer sugirió luego 9 . . . g5 ! que, según él, igualaba. Así se jugó en la partida Damj ano­ vic - Hort (Sarajevo 1 964 ), que siguió 1 O . .ig3 tll h 5 ! l l .h4 tll x g3 ! 1 2.fxg3 gxh4 ! 1 3 .füh4 f5 1 4. '1W c2 tll c 5 l 5 . .id3 '1W f6, con ventaja. 1 0. lt:l d2 'ªe8 31 .1l*'d6+

Era más preciso 3 1 . 1l*'h6+ ! , y mate en tres. Las negras se rindieron. Una partida con mucho cálculo y contenido táctico. Fischer consideraba la Variante del Dragón un sistema defensivo muy arriesgado para las negras. En su libro Mis 60 partidas memo­ rables comentó: "El ataque de las blancas se juega casi solo y hasta un aficionado puede vencer a un Gran Maestro con este ataque. En una ocasión, hojeando unos números de Shaj­ maty Biuletien, saqué una pequeña estadística de los resultados y el porcentaje a favor de las blancas era casi del 90%."

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G R A N D E S M A ESTROS. B O B B Y F I S C H E R

La idea es seguir con . . . tll h 7, . . . f7-f5 . 1 1 .g4

La opción es 1 1 .0-0 lll h 7 1 2.b4 tll g 5 1 3 .f3 f5 , Tal - Fischer, Torneo de Candidatos 1 959. 1 1 ...lt:lh7 1 2 .'ªc2 lt:l g5?

Para realizar la maniobra tll g 5-h3-f4, pero era mejor, según Fischer, 1 2 . . . tll c 5, y si 1 3 .0-0-0, f5 , con posición equilibrada. Ver el diagrama siguiente

1 3.h3! lt:l cs 1 4.0-0-0 .id7

No servía ahora 1 4 . . . f5 , por 1 5 . .ixg5 ! hxg5 1 6.gxf5 gxf5 1 7 . 8. dg l , con ventaj a blanca. 1 5.f3 lt:l a4 1 6.lt:l xa4

25 ... exf3 ?

Aquí Euwe sugirió 1 6.'ll cb l o 1 6./if2.

Es mejor 25 . . . í"í:a7 ! , y a 26.ixh6, exf3 . 26 ..ixh6?

Aquí dej an escapar las blancas su gran op­ ción. El GM Stahlberg señaló 26.í"í:xg7+ ©xg7 27.ixh6+ � h8 28./ixf8 Y*fxf8 29./ixO ixb l , y ahora con 30.Wc3+, el blanco fuerza el cam­ bio de damas, recuperan la pieza y quedan con un peón de más en el final de í"í:+/i vs í"í:+tt:l . 26 .. J'fa7! 27./ixg7 :gxg7 28.gxg7+ ©xg7 29 ..id3

Si 29./ixO?, ixb 1 30.©xb 1 füf3 3 I .Wg2+ Y*lg6+, y si 29.Wc3+, We5 30.WxO !ixb l 3 1 .Y*fg4+ /ig6 32.h5 Wa l +, en ambos casos con ventaj a decisiva de las negras (Fischer).

16 ...ixa4 1 7.b3 .id7 18 ..ifl cS! 1 9.h4

Si 1 9.dxc6? bxc6 20.'ll b l , las negras reac­ cionan en el centro: 20 . . . d5 ! 2 1 .exd5 (si 2 I ./ic5, d4 22./ixf8 ixf8, con posición com­ plicada) 2 l . . . cxd5 22.l::í: x d5 /ic6, con buen jue­ go de las negras (Fischer). 1 9 ... 'll h7 20 . .ie3 bS 2 1 .lll b l ?

29 ... bxc4 30.:gg l + 'i!lh8 3 1 .Wi'c3+

Era mejor hacer 3 l .bxc4 f2 32.fül ixd3 3 3 .Wxd3 Y*fe l + 34.©c2 tt:lf6 3 5 .'ll d2 tt:lg4, pero las negras deben ganar de todos modos. 3 1 ...Wi'es 32.WxeS+

32.!ixfS füf5 3 3 .bxc4 'll f6 34.Wxe5 trans­ pone a la partida.

Según Evans, tras las imprecisiones d e Fis­ cher, Olafsson estaba en el buen camino para que su ataque tuviese éxito, pero quiso forzar acontecimientos, con idea de jugar Wd2, y las tomas pronto se vuelven contra él. Era mejor 2 I ./id3 ! o 2 1 .h5 .

32 ... dxeS 33 ..ixfS :gxfS 34.bxc4

2 1 ...fS ! 22.gxfS gxfS 23.exfS /ixfS 24.Y*fd2

34 ... lll f6 35.lll d2 f2 36.:gh l e4 37.©d t

La posición que Olafsson buscaba, sin apreciar el peligro.

Es mejor 3 7 .'ll fl , aunque con 37 . . . 'll g4 ! 3 8 .©d2 l::í: f3 ! , las negras ganan.

Aquí era interesante 34.d6, pero no cambia­ ría el signo del j uego tras 34 . . . 'll f6 3 5 .'ll d2 ! cxb3 36.axb3 e4 3 7 .'ll c4 f2 3 8 .fül tt:l g4, para seguir con el avance . . . e4-e3 , y si ahora 39.©d ! , 'll h2 ! 40.d7 í"í:d5+ (Fischer).

37 ... e3 38.lll fl ges 39.'i!ze2

Si 39.'ll g3, 'll h5 40.'ll e2 ©g7.

24 ... e4 ! 25.:gdgl

Si 25 ./ixh6, e3 ! 26./ixe3 (26.Wxe3 ixb l 27.�xb l Wg6+) 26 . . . /ixb l 27.�xb l We5, y las negras ganan.

39 ... lll hS! 40.@f3 e2

Las blancas se rindieron.

L A S 32 M EJ O R E S P A RT I D A S D E L G E N I O A M E R ICANO

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Partida nº 4 Fischer - Benko

Torneo de Candidatos Yugoslavia, 22.9. 1 95 9

Defensa Siciliana (B5 7) 1 .e4 c5 2.�f3 � c6 3.d4 cxd4 4.� xd4 � f6 5.�c3 d6 6.ic4 �b6

Una j ugada con el sello de la casa. Su in­ ventor es Pal Benko.

Una vez más, había capturas alternativas que requerían un preciso cálculo: a) 1 5 . . ..ixf6 1 6.ltJce4 We7 ( 1 6 . . . Wd4 l 7.ltJxf7+ gxf6 l 8.Wg4+ Wh8 l 9.2:%ad l Wxb2 20.ltJh5 l:%g8 2 1 .Wxg8+ ítixg8 22.2:%d8++) 1 7.ltJh5 ! Wh8 1 8 .ltJ exf6 gxf6 1 9.fxe5 fxe5 20.ltJf6, con la amenaza Wh5 . b) 1 5 . . . bxc3 ! parece la mejor defensa. Por ejemplo: 1 6ltJ e4 Wb4 1 7.Wg4 .ixf6 1 8 .ltJxf6+ ítih8 J 9.Wh4 h6 20.ltJg4, con la amenaza ltJxh6.

7.� de2

Las alternativas con 7 . � db5, 7.ltJ xc6 y 7.ltJb3. 7 ... e6 8.0-0 ie7 9.ib3 0-0 1 0.©h l � as 1 1 .igS �c5! 1 2.f4 b5 1 3 . � g3 b4?

G ligoric propuso aquí 1 3 . . . .ib 7, pero toda­ vía era mejor hacer 1 3 . . . ltJ xb3 ! 1 4.axb3 .ib7 1 5 .ltJh5 ítih8, con posición igualada.

1 6.� ce4 �d4

En su introducción a esta partida (en Mis 60 partidas memorables), el GM Larry Evans

1 4.eS!

Fischer responde a las hostilidades con su habitual energía. Hay varias respuestas posi­ bles, pero la conclusión es que este avance es muy fuerte. 14 ... dxeS

Alternativas: 1 4 . . . � xb3 1 5 .exf6 gxf6 ( 1 5 . . . .ixf6 1 6.ltJce4) 1 6 . .ih6. b) 14 ... bxc3 1 5 .exf6 .ixf6 (a 1 5 ... gxf6 1 6 ..ih6 f5 1 7.ltJh5) 1 6 . .ixf6 gxf6 1 7.ltJe4 ! 'ªf5 l 8.ltJxd6 Wg6 l 9.2:%f3 (análisis d e Yu­ dovich), con gran ventaj a blanca en ambos ca­ sos. a)

1 5.ixf6 gxf6

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G R A N D E S M A ESTROS. B O B B Y F I S C H E R

comenta: "Confrontado a una docena de bellas y extraordinarias variantes, Benko elige una prosaica. ¿Pero esta supuesta fealdad no es, en sí misma, una prueba de su destreza? ¿El hecho de que el vencedor se sienta frustrado y el lector decepcionado no habla en favor de la perspicacia del defensor, que sabe eludir las propuestas tentadoras?". Fischer analizó en profundidad la alterna­ tiva 1 6 . . . Wc7, a lo que seguiría 1 7.ltJh5 ! ( 1 7.Wg4+ Wh8 1 8.Wh4 2:%g8 1 9.ltJxf6 2:%g7 20.Wh6 .ib7 ! , y las negras resisten) 1 7 . . . f5 1 8 .ltJhf6+ ! Wg7 1 9.Wh5 ! .ixf6 (y no 1 9 . . . h6 20.2:%f3 2:%h8 [20 . . . exf4 2 1 .l:%h3 2:%h8 22.ltJe8+ ! ] 2 1 .2:%g3+ Wf8 22.Wxh6+ ! ) 20.ltJxf6 h 6 (si 20 . . . 2:%h8, sigue 2 1 .Wg5+ Wf8 22.Wh6+ ítie7 23 .Wh4 Wf8 24.ltJxh7+, ganando la calidad) 2 1 .fü3 ! 2:%h8 (y no 2 I . . .ítixf6 22.Wh4+ Wg7 23 .2:%g3+ Wh7 24.l:%h3 , y ganan) 22. ltJ e8+! füe8 23 .2:%g3+ ©f8 24.Wxh6+ ©e7 25 .Wh4+ Wd6 (si 25 . . . ©f8, 26.2:%h3 ! Wd8 27.Wh6+ ©e7

28 .Wg5+ gana la dama) 26.�d3+ ©c6 (si 26 . . . ©c5, continúa 27 . .ia4 ! , con la amenaza Wf2+) 27 . .ia4+ ©b7 28 . .ixe8, ganando mate­ rial.

Partida nº 5 Fischer - Gligoric

Torneo de Candidatos Yugoslavia, 1 1 . 9 . 1 95 9

1 7.WhS! lll xb3

Había alternativas, pero ninguna de ellas satisfactoria: a) 1 7 ... ©h8 l 8 .Wh6 �g8 (si l 8 ... exf4, l 9.lll h 5) l 9.Cll x f6, etc. b) l 7 . . . exf4 l 8.Cll f5 ! exf5 l 9.�xf4 Wxe4 (de no ser así, �h4) 20.�xe4 fxe4 2 1 .Wxa5 y ganan. e) l 7 . . . �g7 (propuesta de W. Lombardy), seguiría 1 8 .�ad l Wxb2 1 9.Wh4 .ib7 20.Cll x f6!

Defensa Siciliana (B5 7) El GM Svetozar Gligoric era, con Naj dorf y Reshevsky, uno de los jugadores occidentales más fuertes del mundo, y seguiría siendolo en las dos décadas siguientes, con nuevos nom­ bres incorporados a ese podio, como Larsen y Portisch. Campeón de Yugoslavia y primer tablero de ese país en innumerables ocasiones, en el momento de escribir estas líneas este gran veterano se mantiene en pie con la vitali­ dad de las generaciones más aguerridas. 1 .e4 c5 2.tlif3 tli c6 3.d4 cxd4 4.tli xd4 tlif6 5.lll c3 d6 6 ..ic4 .id7

Contra la Variante Sozin (6 . .ic4), las prin­ cipales alternativas son 6 . . . e6 y la jugada de Benko 6 . . . Wb6 (véase partida anterior). 7.i.b3 g6

Con el fianchetto de rey, las negras derivan el j uego a una especie de Dragón. 8.f3 1 8.Wh6! exf4

O bien 1 8 . . . f5 1 9.c3 ! bxc3 20.bxc3 Wb6 2 1 .Whs. 19.tlihS f5 20.�adl We5 2 1 .lll ef6+ .ixf6 22.lll xf6+ Wxf6 23.Wxf6 tlic5 24.WgS+ @h8

Si 8 . .ie3 , Cll g4 9.tll x c6 bxc6 (a 9 . . . tll x e3?, 1 0 . .ixf7+ ! ) 1 0.Wf3 tll e5 l 1 .Wg3 , con ventaja blanca. 8 ... tll a5

Es preferible hacer 8 . . . Cll x d4 9.Wxd4 .ig7 1 0 . .ig5 . 9 . .igs .ig7 10.Wd2 h6

25.We7! .ia6 26.WxcS i.xfl 27.�xfl

Las negras se rindieron.

L A S 3 2 M EJ O R E S P A R T I D A S D E L G E N I O A M E R I CANO

53

Si 1 0 . . . 0-0, al no existir tensión sobre "d4", las blancas pueden proponer el inmediato cambio de alfiles, l l .ih6, para seguir con el avance temático h2-h4-h5 . En este tipo de es­ quemas la textual es debilitadora, por la ba­ tería blanca "\W+i en la diagonal "c l -h6", y porque crea un punto de ruptura en la casilla "g5 " . 1 1 .ie3 :!'!c8 1 2.0-0-0 lü c4 13."1We2 ! ?

¿Cuál d e los dos alfiles ceder? El eterno di­ lema de las blancas en la Variante del Dragón. Ambos alfiles son muy valiosos, pero también lo es el caballo de "c4". Sin embargo, el alfil de casillas negras se considera la pieza menor más importante de las blancas, y la idea de Fischer era nueva y, por tanto, dificil de asimilar. Kotov dijo que era dificil estar de acuerdo con la 1 3ª jugada blanca, mientras que Bronstein la calificó con dos signos de ad­ miración. La otra posibilidad era 1 3 .ixc4 füc4 1 4.g4.

a su colega de "c3 ", dificultando así el temá­ tico sacrificio de calidad. Por otro lado, si tras el avance g4-g5 , el caballo de "f6" se sitúa en "h5 " para bloquear la columna "h" (cosa habi­ tual en esta variante), el caballo de "e2" podrá atacarlo desde "g3 " o "f4". Por último, y como un plus añadido, la jugada se realiza con ga­ nancia de tiempo, pues la torre ataca al peón de "d6". Esta maniobra constituye un antecedente a la famosa segunda partida del match Karpov Korchnoi de 1 974. 17 ... fü6 1 8.gS hxg5

Si 1 8 . . . ctJh5, continuaría l 9.gxh6 if6 20.f4, con ventaja. 1 9.hxgS lü h5 22.Wff3 fü5

20.f4

füc8

2 1 .©bl

Wfb6

13 ... lü xe3 1 4.�xe3 0-0

Kotov recomendó 1 4 . . . "\Wa5, y en la partida Fischer - Marini (Mar del Plata 1 960) se j ugó l 4 . . . "1Wb6 (con la amenaza . . . e5) l 5 ."1Wd2 Wc5 1 6.f4 h5 1 7 . lü f3 ih6 1 8 .e5 ! , con fuerte ata­ que. 1 5.g4 Wf a5 1 6.h4 e6

Si 1 6 . . . h5, 1 7.g5 Cli e8 1 8 .f4, para seguir con f5 . 23.Wfd3 !

Comenta Fischer: "Aquí varios periodistas yugoslavos se precipitaron hacia la sala donde Matanovic explicaba la partida al público. Existía la sensación general de que me había extraviado, pues 23.f5 parece lo normal. Sin embargo, en tal caso, las negras tendrían re­ cursos defensivos: 23 . . . exf5 24.Elxh5 (24. ctJ d5 1.Wd8 25.exf5 ixf5 26.füh5? !"í: c2 ! y ganan las negras) 24 . . . gxh5 2 5 . ctJ f4 Elxc3 26.bxc3 Elxc3 27.Wfxh5 Elxb3+ 28.cxb3 We3 , etc". 23 ...i.xc3 24.lü xc3

Si 24.bxc3 , ib5. 1 7.lü de2 !

24 ... lü xf4

Esta idea es muy eficaz. En "d4" el caballo parece imponente, pero su posición tiene algo de "cosmética" , mientras que en "e2" cumple una importante función. Por un lado, refuerza

La pérdida del peón no es importante. Fis­ cher lo tiene todo calculado.

54

GRANDES M A ESTROS. BOBBY F I S C H E R

25.Wff3 liJ hS

Si 25 . . . e5, 26.ctJe2 ! sería decisivo.

Partida nº 6 S myslov

-

Fischer

Torneo de Candidatos Yugoslavia, 29. 1 0. 1 959

Defensa Siciliana (B99) Aunque su reinado sólo duró un año, el ex­ campeón mundial Vasily Smyslov no requiere presentación. Sus tres matches por la corona marcan el momento culminante de su carrera. El primero ( 1 954) finalizó en empate, lo que permitió a Botvinnik conservar el título. Smyslov ganó el segundo ( 1 957), pero su rival volvió a recuperarlo en el match-revancha de 1 95 8 .

26.gxh5! gxh5 27.'!Wxh5

Naturalmente, con la amenaza !'!h 1 . 27 ....ie8

En caso de 27 . . . 'itif8, podría seguir así : 28. Wfh8+ 'itie7 29.Wf6+ 'itie8 30.!'!h l .ib5 3 l . .ixe6 ! fxe6 32.Wxe6+ <;t>d8 (si 32 . . . !'!f8, 33 .!'!h8+ 'itig7 34.1Mlf6++) 33 .!'!h8+ 'itic7 34.!'!xc8++. 28.'!Wh6! l:hc3

El típico sacrificio de calidad en el Dragón, pero aquí tiene lugar demasiado tarde, porque el ataque blanco se encuentra ya en su fase final. 29.bxc3 gxc3

1 .e4 c 5 2 . llJ f3 d 6 3.d4 cxd4 4.llJ xd4 llJ f6 5.llJc3 a 6 6 . .ig5 e 6 7.f4 .ie7 8.'\Wf3 '\Wc7 9.0-0-0 llJ bd7 1 0.g4 b5 1 1 ..ixf6 llJ xf6

La captura l l . . . gxf6 (Gligoric - Fischer, Torneo de Candidatos, Yugoslavia 1 959) difí­ cilmente es jugable, pero se ha visto en oca­ siones en la alta competición. Con 1 2 .f5 las blancas ceden la casilla "e5 " (ocupable con un caballo) para presionar sobre "e6 " . 1 2.g5 llJd7 1 3 ..ih3

Si 29 . . . We3 , entonces 30.!'!h 1 Wxc3 3 1 .g6 Wig7 32.Wh2 ! y ganan (Bronstein).

30.g6! fxg6 3 1 .ghl '1Wd4 32.'!Wh7+

Todavía era mejor 32 ..ixe6+ .if7 3 3 .Wfh7+ 'itif8 34.Wlxf7++. En cualquier caso, las negras abandonaron. Si 32 . . . <;t>f8, 33 .fül +.

Fischer asigna un interrogante a esta juga­ da, con el comentario: "¿Novedad u olvido? En cualquier caso, después de esta jugada, las blancas pierden su ventaj a teórica e incluso la iniciativa. Era preciso 1 3 .a3 .ib7 (o 1 3 . . . !'!b8), y ahora hay dos continuaciones : l 4.h4 y 1 4 . .ih3 " .

L A S 3 2 M EJ O R E S P A R T I D A S D E L G E N I O A M E R ICANO

55

Hay que decir que, en 1 959, la Variante Najdorf estaba todavía en pañales. Según mi base de datos, la jugada más popular es 1 3 .f5 ( 1 .486 partidas, con un 6 1 % de la puntuación a favor de las blancas), seguida de 1 3 .a3 (230 y 53%) y 1 3 .h4 ( 1 43 y 55%). Pero 1 3 .�h3 no debe ser tan mala, puesto que la ha jugado, entre otros, Radj abov. Cierto que sólo hay 33 partidas, pero con un 56% favorable a las blancas.

Pero no 25 ... tl:J xf6?, debido a 26.gxf6 We5 27.Wi'h6, y las blancas ganan. 26.b3 i'!d2 27 ..ixd7 i'!xd7 28J'�el

Ahora el ataque por la columna "h" es de­ masiado lento y el peón pasado de "e3 " se convierte en el centro de la atención. 28 ... i'!e8 29.h4

13 ... b4 1 4.lll ce2 .ib7 1 5.Wb l ?

Fischer considera que esta j ugada e s un lu­ jo, en una variante tan aguda, y sugiere hacer 1 5 .tl:Jg3 , pero no 1 5 .�xe6 fxe6 1 6. tl:J xe6 Wfc4 l 7.tl:Jxg7+ cj{ f8 ! , que dictamina favorable a las negras. 15 ... lll c5 1 6.lll g3

29 ...W/c5! 30.Wi'c4

Una lamentable necesidad para las blancas, pues es la única forma de impedir la decisiva . . . Wc3 . 30 ...W/xc4 3 1 .bxc4 i'!d4 32.c5 i'!xh4 33.c6 .ic8 34.�d6 �c4 35.Wb2

1 6 . d5! 1 7.f5 ! ? ..

Smyslov n o quiere ceder la iniciativa y sacrifica un peón. Pero este sacrificio le creará dificultades y su inferioridad material será un lastre ante la precisa defensa de Fischer. Si 1 7.e5, g6 ! 1 8 .Eí:c l Wfb6 ! 1 9.c3 a5 , seguido de . . . 0-0.

A pesar de su merecida fama de eximio finalista, toda la técnica de Smyslov no puede contrarrestar los dos peones de diferencia, so­ bre todo con los cuatro suyos aislados. 35 ... Wg7 36.©b3 �g4 37.lll e2 i'!e6! 38.�ed l �g2 39.lll f4 �xd6 40.�xd6 �d2 4 1 .�d3

17 ... dxe4 1 8.W/g4 exf5 1 9.lll dxf5 g6!

En esta fase de la partida ambos adver­ sarios jugaban muy rápido. Fischer cree que si la partida se hubiese aplazado aquí, Smyslov habría abandonado . La textual es forzada.

Si 1 9 . . . 0-0? 20.tl:Jh5 ! g6 2 1 .Wi'g3 ! �d8 (si 2 l ... Wfxg3?, sigue 22.tl:J xe7+) 22.Eí:xd8 ! Wfxd8 23 .tl:Jxf6+, y las blancas ganan.

O bien 42.tl:Jd5 e2 43 .fü3 fü3, y las negras ganan.

4 1 ...fül 42.�d4

20.lll xe7 W/xe7 2 1 .Wi'f4 0-0 22.i'!d6 i'!ad8 23.fü6 i'!d5 24.i.g4 lll d7 25.i'!fl

42 ... e2 43.lll d3 .if5 44.c7 fü3 45.c8W/ .ixc8 46.�e4 .if5!

No servía 25.tl:J xe4?, debido a 25 . . . Eí:d4 26.�xd7 Wfxd7, ganando pieza, ni tampoco 25.Wfxe4 Eí:d l + ! 26.Eí:xd l �xe4 27.füd7 We5 (Fischer).

47.�xe2 .ixd3 48.cxd3 �xd3+ 49.©xb4 gd5 50.�g2 h6 5 1 .gxh6+ Wxh6 52.a4 g5 53.gc2 i'!d6 54. Wc5 �e6

25 ... e3

56

G R A N D E S M A ESTROS. B O B B Y F I S C H E R

Fuerza una simplificación decisiva.

Las blancas se rindieron.

Partida nº 7 Fischer - Petrosian

Torneo de Candidatos Yugoslavia, 4. 1 0. 1 959

Defensa Caro-Kann (BI 1) Tigran Petrosian conquistó el título mundial al derrotar a Mijail Botvinnik en 1 963. Después lo defendió con éxito en 1 966 ante Boris Spassky, pero lo perdió ante el mismo contrin­ cante tres años después. Petrosian fue el últi­ mo obstáculo para la conquista del Campeo­ nato Mundial de Fischer, puesto que j ugó la Final de Candidatos en Buenos Aires 1 97 1 . 1 .e4 c6 2.lt:lc3 dS 3.lt:l f3

Una línea que se jugaba por entonces, pero que actualmente se encuentra arrinconada.

momento crítico de la partida. En otra ante­ rior, del mismo torneo y entre idénticos riva­ les, Petrosian j ugó 1 3 . . . g5 y siguió 1 4.lt:lf3? (Simagin recomendó 1 4.f4 gxf4 1 5 .gxf4 We7 1 6. lt:l c4 lt:l d7 1 7.Wg4, pero tras 1 7 . . . 0-0-0 1 8. fxe5 'iÍ?b8, las negras instalan su caballo en el punto fuerte de "e5") 1 4 . . . h6 1 5 .h4 gg8 1 6. a3 We7 1 7 .hxg5 hxg5 1 8 .Wd2 lt:l d7 1 9.c3 0-0-0 20.cxd4 exd4, "con ventaj a negra" (Fis­ cher). Tras haber analizado a fondo esa parti­ da, Fischer pensaba mover a 1 3 . . . g5 con 1 4c3 ! 1 4.f4 0-0-0 1 S.a3 lt:l e8 1 6.b4 cxb4

Algo arriesgado, teniendo en cuenta que abre líneas sobre el enroque negro. La opción era 1 6 . . . f6 1 7.b5 (a I 7 .bxc5, Wxc5 l 8.fxe5 lt:l xe5) 1 7 . . . lt:l a5 1 8 .lt:lb3 lt:l xb3 1 9.cxb3 gb8 20.a4, con opciones equivalentes.

3 ... .ig4 4.h3 .ixf3 S.W/xf3 lt:l f6

En la partida Fischer - Cardoso (lnterzonal de Portoroz 1 958) se j ugó 5 . . . dxe4 6.lt:lxe4 lt:l d7 7 .lt:l g5 ! ? (es mejor 7.d4) 7 . . . lt:l gf6 8.Wb3 e6 9.Wxb7 lt:l d5 ! , y las negras ya están mejor. 6.d3

A 6.d4, dxe4 7.We3 lt:l bd7 8.lt:l xe4 lt:l xe4 9.Wxe4 lt:l f6 I O.Wd3 Wd5 ! , con igualdad, Fis­ cher - Keres (Bled 1 96 1 ). Otra opción es 6.g3 , recomendada por Suetin. 6... e6 7.g3

Si 7 .a3 , ic5 8 .ie2 0-0 9.0-0 lt:lbd7, con igualdad, Fischer - Larsen (Zurich 1 959). 7 ...i.b4 8 ..id2 d4 9.lt:l bt .ixd2+ 1 0. lt:l xd2 es t t .i.g2 es 1 2.0-0 lt:l c6 13.W/e2 W/e7

Fischer consideraba que éste era el primer

1 7.ll:\c4?!

Imprecisión, que da un respiro a las negras. Fischer y Ragozin coinciden en que 1 7.fxe5 ! daría ventaj a a las blancas en todas las líneas: a) 1 7 . . . Wxe5 1 8.gxf7 Wxg3 1 9.e5 ! We3+ 20.Wxe3 dxe3 2 1 . lt:l c4. b) 17 ... bxa3 l 8 . lt:l c4 fü8 l 9.füa3, y si ahora l 9 ... b5, 20.Wg4+. e) 1 7 . . . lt:l xe5 l 8.axb4 gb8 l 9.lt:lf3 f6 20.Wfl ! lt:l xf3+ (si 20 . . . Wxb4 2 l .lt:lxe5 fxe5 22.Wf7) 2 1 .Wxf3 lt:l d6 (2 1 . . .Wxb4 22.e5 ! ) 22.Eí:a5 a 6 23 .Wf4 Eí:he8 24.Eí:d5 . d) 1 7 . . . 'iÍ?b8 l 8.axb4 lt:l xb4 ( I 8 . . . lt:lxe5 1 9. lt:l f3 traspone a la variante c) 1 9. lt:l c4 lt:lc6 (si 19 . . . lt:lc7, 20.lt:ld6! Eí:hf8 2 1 .füb l lt:l ca6 22.Wd2 Wxe5 23.lt:lxb7 ! 'iÍ?xb7 24.füa6, y ganan) 20.WD Eí:f8 2 1 .e6 ! Wxe6 22.e5 ! , segui­ do de füb 1 , con ataque ganador.

L A S 3 2 M EJ O R E S P A R T I D A S DEL G E N I O A M E R I C ANO

57

3 1 . . . ©a6 32 .Wc7 fü8 ! 33 .Wg7 l:%g8 !

1 7 ... f6! 1 8.fxeS fxeS 1 9.axb4 CfJ c7 20.CfJ aS CfJ bS!

30 .. J!df8

Petrosian descarta 20 . . . CfJ xb4 (propuesto por Ragozin), en cuyo caso podría seguir 2 1 .l:%tb l lll c a6 22.1Mi'd2 b6 2 3 .lll c4.

3 1 .'ªxg6 �xfl+ 32.i.xfl �xh7 33.Wxh7 a3 34.h6 a2 3S.Wi'g8 alW 36.h7 'ªd6?

2 1 . CfJ xc6 bxc6 22.�f2 g6

Ragozin propone ahora la posible mejora 22 . . . l:%hf8, que Fischer no menciona. 23.h4 i>b7 24.hS 1!Mxb4

Algo arriesgado. De nuevo parece fuerte 24 . . . l:%hf8 . 2S.fü7+ ©b6 26.1!Mf2 ! as

Ahora, sin embargo, 26 . . . l:%hf8? fallaba, por 27.c4 ! lll c 7 (o 27 . . . lll c3 28.l:%axa7) 28 .1!Mf6. 27.c4 CfJ c3

Era más seguro 27 . . . lll d6. 28.�fl ?

Fischer lamentó luego no haber j ugado 28.W/f6 ! , pues si, 28 . . . l:%df8 (28 . . . l:%hf8 29.fül ! l:%xf7 30.Wxd8+ ! "il,c7 3 J ."il,c7, y las blancas ganan) seguiría 29.Wxe5 l:%xf7 30.Wxh8 Wi'xc5 3 l .e5, con el rey negro expuesto. Tampoco sería bueno 28 . . . Wi'cS , por 291.Wg7 ! ©a6 (29 . . . a4 30."il,a7 ! , o 29 . . . l:%dg8 30.l:%b7+ ©a6 3 l .Wc7 l:%c8 32.füa5 + ! ) 30.fü7+ ! Wi'xa7 3 l .füa5+ ©xa5 32 .Wi'xa7+ ©b4 33 .Wb6+ ©a3 34.c5 ! , y el peón es peligroso. 28 ... a4 29.'ªf6 'ªes Ver el diagrama siguiente

30.�xh7!

Fischer decide j ugarse el todo por el todo. Aquí, si 30.Wg7, las negras podrían forzar una repetición de j ugadas con 30 . . . l:%dg8 ! 3 1 .l:%b7+

58

G R A N D E S M A ESTROS. B O B B Y F I S C H E R

Petrosian creía forzar así un final favorable. Este error se explica por los apuros de tiempo. Con 36 . . . lll e 2+ 3 7 .©t2 lll x g3 ! , las blancas sólo tienen el recurso de los jaques, 3 8 .1!Mb8+, etc. 37.h8'ª Wa7 38.g4 i>cS! 39.11Mf8?

"39.11Mh2 ! era la jugada precisa, antes de que el rey negro se infiltre entre líneas. Si en­ tonces 39 . . . Wf6, 40.g5, o bien si 39 . . . Wa l (39 . . . Wi'a2? 40.Wi'xa2 lll x a2 4 1 .iWa8 ! gana pie­ za) 40.Wg7 y cae el peón de e5" (Fischer). 39,,,'ªae7

Para impedir Wi'xe5+. Pero no 39 . . . Wi'xf8 40.Wxf8+ ©b6 4 1 .Wb4+ ©a6 (a 4 1 . . .©c7, 42.We7+) 42.1Mi'a3+ ©b7 43 .Wxa7+ ©xa7 44.g5 , y el peón corona. 40.Wa8 ©b4! 4 t .'ªh2 ©b3 !

En esta extraordinariamente complicada posición, las blancas debían efectuar la jugada secreta. En el boletín del torneo se sugería 42.c5 1Wxc5 (a 42 . . . \Wg6, seguía 43. Ae2 ! \Wgg5 44. Ad l + ! ) 43 .1Wg8+ 'ít>a3 44.Wc2 Wb5 45 .\Wa8+ Wa4 (y no 45 . . . 'll a4? 46.Wc l + \t>a2 47 .\Wg8+ 1Wb3 48.1Wc2+ ! , ganando) 46\Wcxa4+ 'll xa4 47.'\Wxc6, "con buenas perspectivas de victoria", pero según Fischer, con 47 . . . 'll c3, es probable que las negras hiciesen tablas. 42.Wa l Wa3 43.Wxa3+ @xa3 44.Wh6

Con idea de llevar el peón "g" hasta la ca­ silla de coronación. 44 ...Wft7! 45.©g2

Si 45 .\Wxc6, 'll d 1 ! 45 ... @b3 46.Wfd2 Wfh7! 47.@g3

"Una grave omisión y, sin embargo . . . ¡ tal vez sea la mejor j ugada! " (Fischer). 47 ...Wfxe4! 48.Wff2 ?

"Al no haber visto la jugada de Petrosian, me sentía confuso. No 48.dxe4? 'll xe4+ 49.©h4 'll x d2 50.g5 'll xfl 5 1 .g6 d3 y ganan. Tampoco servía 48 .'\Wd l +? (48 .1Wxc3+? dxc3 49.dxe4 c2) 48 . . . 'll xd l 49.dxe4 'll e3 50. Ae2 'll x c4 5 1 .g5 'll d6 52.g6 'll e8, y las negras ga­ nan . No obsante, la mejor respuesta era 48.g5 ! y la lucha continúa" (Fischer).

Partida nº 8 Fischer - Tal

Torneo de Candidatos Yugoslavia, 26. 1 0. 1 95 9

Defensa Siciliana (B8 7) Mij ail Tal se encontraba entonces en la cum­ bre de su nivel ajedrecístico. En este Torneo de Candidatos se impondría claramente y, a renglón seguido, se enfrentaría a Botvinnik en el famoso match de 1 960 que lo coronaría como rey del ajedrez. Fischer sentía una no disimulada admira­ ción por Tal, posiblemente porque su forma de jugar, su estilo eran para él inaccesibles, y aún no había descubierto la clave que le per­ mitiese superarlo. 1 .e4 es 2.tt:\f3 d6 3.d4 cxd4 4.tt:\ xd4 tt:\f6 S.'ll c3 a6 6.i.c4 e6 7.i.b3 bS 8.f4

Otras posibilidades son : 8.0-0 Ae7 9.Wff3 Wfc7 (no 9 . . . Ab7? por I O. Axe6 ! ) I O. Wf g3 b4 1 1 .'ll ce2 g6 1 2 .c3? ! ( 1 2 . Ah6) 1 2 . . . 'll xe4 1 3 .'\We3 'll f6 1 4.cxb4 0-0, con posición de doble filo, Fischer - F. Olaf­ sson (Buenos Aires 1 960). 8.'\Wf3 ilb7 9.ilg5 b4 I O.'ll a4 'll bd7 1 1 .0-0 '\Wa5 1 2 . Axf6 'll xf6 1 3 .füe l Ae7, R. Byrne Evans (Campeonato de EEUU 1 967). En los últimos años, 8. Ag5 es una jugada que ha reportado muy buenos resultados a las blancas y que practican, entre otros, lvanchuk y Bacrot. 8 ... b4! 9.tt:\ a4 tt:\ xe4 1 0.0-0 g6?

48 ...Wh t !

Tablas, a propuesta de Fischer, aunque las negras estaban ya un poco mejor. Un combate intensísimo, de alto contenido táctico y estratégico. ¿Puede imaginar el lector la gran cantidad de energía que estos campeo­ nes tuvieron que invertir en la partida?

LAS 3 2 M EJ O R E S P A R T I D A S DEL G E N I O A M E R I C ANO

59

La jugada correcta es 1 0 . . . �b7 . 1 1 .fS! gxf5

O bien l 1 . . .exf5 1 2 .�d5 fü7 1 3 .lLixf5 ! gxf5 1 4.1Wd4, con ventaj a decisiva. 1 2.ll) xfS! gg8 ? !

Era mejor 12 . . . d5 (no 12 . . . exf5?, debido a 1 3 .1Wd5 fü7 1 4.1Wd4, ganando una torre) 1 3 .lLih6 �xh6 1 4.�xh6. 13 ..idS!

Una j ugada sorprendente, que sin duda de­ bió desconcertar a Tal . 1 3 .. J'fa7

Si 1 3 . . . exd5 , 1 4. 1Wxd5 �xf5 1 5 .füf5 E:a7 1 6.1Wxe4+ E:e7 1 7 .1Wxb4 E:e2 1 8 .�g5 ! füg5 l 9.E:xg5 1Wxg5 20.1Wxb8+, y las negras ganan (análisis de Panov). 14 ..ixe4?

Lo correcto era 1 4.�e3 ! lLic5 1 5 .1Wh5 ! l"i:g6 ( 1 5 . . . tLi xa4 1 6.�xa7 exd5 1 7.füe l +) 1 6.füe l ! (Kevitz), y el rey negro está seriamente com­ prometido en el centro. 1 4 ... exfS 1 5 ..ixfS

Fischer reconsideró luego esta jugada y lle­ gó a la conclusión de que tal vez hubiera sido mejor evitar el cambio, con 1 5 .�d5 o 1 5 .�f3 . 1 5 ... ge7! 1 6 ..ixc8 '!Wxc8 1 7 ..if4?

Una indecisión en el ataque. Aquí era bue­ no un avance que suele funcionar en este tipo de situaciones : 1 7.c3 ! (no 1 7 .1Wxd6 E:xg2+ l 8.füg2 E:e2+ l 9.©f3 �xd6 20.©xe2 1Wxc2+, y ganan !
Esta vez el sorprendido fue Fischer, quien esperaba l 8 . . . 1Wxf3 l 9.füf3 E:e2 20.fü2 füt2 2 1 . ©xt2, con ligera ventaj a blanca. 1 9 ..ixd6 '!Wc6!

"Tal encuentra una defensa inspirada" (Fis­ cher). 20 ..ixb8 '!Wb6+

En caso de 20 . . . 1Wxf3 2 l .E:xf3 �g7 22.c3, las blancas quedan con un peón de ventaja. 2 1 .© h l '!Wxb8

Esta partida se disputó en Belgrado, y Fischer comentó luego que continuamente se oían silbidos y griterío en la sala de juego. Parece ser que había un importante partido de fútbol, que los espectadores debían estar si­ guiendo por la radio.

60

G R A N D E S M A ESTROS. B O B B Y F I S C H E R

Esta tensa posición tiene una curiosa his­ toria. Fischer pensó mucho tiempo y, por fin, escribió en su planilla la jugada 22.E:ae 1 , pero no la llevó al tablero. Tampoco hizo el menor ademán por ocultarla, sino que, más bien, procuró que la planilla estuviese bien visible para su contrario. Tal que, fiel a su costumbre, se paseaba, con aspecto relaj ado, vio, natural­ mente, la jugada escrita y sonrió. Como buen dominador del arte del faroleo, Tal manej aba a las mil maravillas las tretas psicológicas y los gestos faciales. Al observar la reacción de Tal, Fischer re­ consideró su decisión, consumiendo otra bue­ na dosis de reloj , y acabó jugando: 22.'!Wc6+

"¿Por qué no jugaste 22.E:ae 1 ?", le pre­ guntó luego Tal. " ¡ Pero si te reíste al verla escrita ! " Una defensa precisa a tal jugada hubiera sido 22 . . . ©d8 ! (pero no 22 . . . E:g6? 23 .1Wxf7+ ©d7 24.E:d l + l"i:d6 25.E:xd6+ ©xd6 26.fü6+, ganando). La mejor continuación de las blan­ cas es 23 .l"i:d l + ©c7! (23 . . . ©c8? 24.1Wc6+) 24.1Wf4+ (24.E:d4 1Wb7 ! ) 24 . . . ©b7 25 .E:d6 1Wc7 26.1Wxb4+ ©c8 27.füa6 1Wb7 ! 28.1Wxb7+ ©xb7 29.E:af6 E:g7, con igualdad (Fischer). 22 ... gd7 23.gael+

Si 23 .füd l , �d6 24.füf7 (a 24.fü6, l"i:g6 25.E:dxd6? 1Wxd6 ! ) 24 . . . 1Wc7, etc. 23 ....ie7

No servía 23 . . . ©d8, por 24.füf7 ! �e7 25 .E:fxe7 E:xe7 26.E:d l +, y las blancas ganan. 24.gxf7 ©xf7 25.'!We6+ 'it>f8!

Si 25 ... ©g7, 26.1Wxd7 .

26.Wl'xd7

No 26.fül + r;f;; g 7 27. !"í: t7+ m h8 28 .Wi'xd7 !"í: d8 29.Wi'g4 We5, y las negras ganan. 26 ... Wl'd6 27.Wi'b7 E:g6

"La partida ha tomado un nuevo sesgo. Ahora son las blancas quienes deben luchar por la igualdad" (Fischer).

Partida nº 9 Letelier - Fischer

Olimpiada de Leipzig, 24. 1 0. 1 960

Defensa India de Rey (E70) Esta partida se disputó en la fase previa de la Olimpiada, en el primer tablero del match Chile EEUU. René Letelier era un experi­ mentado maestro internacional. -

1 .d4 lü f6 2.c4 g6 3.lüc3 .ig7 4.e4 0-0 S.eS?!

Una floj a jugada, muy propia de partidas rápidas, pero no del ajedrez de elite. Las ne­ gras tienen una posición sólida y flexible, que les permitirá minar el centro blanco. S ... lü e8 6.f4 d6 7.i.e3

A 7 .lli f3 , sigue 7 . . . dxe5 8.fxe5 ig4 9.i.e2 c5 1 O.i.f4 cxd4 l l .11Wxd4 lli c6 l 2.11Wxd8 füd8, y las negras pronto ganaron peón, Schoene Fischer (Campeonato de EEUU 1 957). 7 ... cS!

28.c3 ! as 29.Wl'c8+

"Era mejor 29.cxb4 ! Wxb4 (a 29 . . . axb4, 30.a3 ! bxa3 3 1 .bxa3 Wxa3 y tablas) 30.Wi'f3+ m g7 3 l .Wi'e2, que consigue tablas, ya que las negras no pueden organizar un ataque en el flanco de rey, pues su propio rey está muy ex­ puesto" (Fischer). 29 ... mg7 30.Wl'c4 .id8 3 1 .cxb4 axb4 32.g3?

Con 32.Wi'e4, las negras tendrían conseguir algo positivo.

dificil

32 ...Wl'c6+ 33.E:e4 Wl'xc4 34.E:xc4 E:b6!

Fischer no había previsto esta jugada y es­ peraba, en cambio, 34 . . . ie7 35. a3 ! , con ta­ blas a la vista. 35.@g2 @f6 36.@f3 ©es 37.We3 i.gS+ 3s.me2 ©ds 39.©d3 i.f6 40.fü2?

Era mejor 40.b3 ie7 4 1 . !"í: d4+, aunque la ventaja negra es patente.

40 ... .tes 4 1 .E:e2 fü6 42.E:c2 E:f3+ 43.@e2 E:t7 44.@d3 .id4! 4S.a3

Si 45.b3, fü3+ 46.@e2 fü2+ 47. m d3 füc2 48.@xc2 m e4, y las negras ganan. 45 ... b3 46.E:c8 .ixb2 47.E:d8+ @c6 48.E:b8 E:f3+ 49.Wc4 E:c3+ SO.@b4 ©c7 51 .E:bS i.al 52.a4 b2 !

Las blancas se rindieron Si 5 3 . m xc3 , b l W+ ! Partida dramática, en la que Fischer tuvo a Tal contra las cuerdas.

"El artificial centro de las blancas comienza a derrumbarse" (Lombardy). 8.dxcS lü c6 9.cxd6 exd6 1 0. lü e4

La continuación más lógica sería 1 0. lü f3 , e n cuyo caso Fischer j ugaría 1 0 . . . ig4. Ahora las blancas no sólo tendrán problemas con su centro, sino también para enrocar. 1 0 ...i.fS ! 1 1 . lü g3 ?

Era mej or l 1 .llixd6 llixd6 1 2 .Wi'xd6 11Wxd6 1 3 .exd6 ixb2 1 4. !"í: d l llib4 ! 1 5 .mt2 ( 1 5 . llie2 ic2 1 6 . !"í: d2 lli d3+) 1 5 . . . lli xa2 1 6 llie2 (si 1 6. !"í: d2?, 1 6 . . . llic3) 1 6 . . . a5 , y aunque las ne­ gras están mejor, las blancas, según Fischer, tienen recursos para luchar por las tablas. 1 1 ...i.e6

Si l 1 . . .Wi'c7 1 2.llixf5 gxf5 , el centro blanco debe caer y las negras tienen clara ventaja en desarrollo. 1 2.lüf3 Wl'c7

También era posible 1 2 . . . dxe5 1 3 .11Wxd8 !"í: xd8 1 4.ic5 exf4. 13.Wi'b l

S i 1 3 .i.e2 dxe5 1 4 .ic5 Wa5+ 1 5 .b4 llixb4 1 6.ixf8 @xf8 ! 1 7 .0-0 exf4 1 8 .llie4 if5, "el juego negro es irresistible" (Fischer). Otra posibilidad era 1 3 .Wc2, pero después de 1 3 . . . dxe5 1 4.f5 gxf5 1 5 .llixf5 llib4 1 6.11Wb3 (si 1 6.11Wb l i.xf5 l 7 .11Wxf5 llid6 1 8 .11Wb l llixc4

LAS 3 L M EJ O R E S P A R T I D A S DEL G E N I O A M E R I C A N O

61

1 9. 4:l g5 f5 20. 4:l e6 Vf;/ c6 2 l .�xc4 Vf;/ xc4 22.tt::l x f8 !:%xf8, con ataque ganador) l 6 . . . �xf5 l 7.Vf;/xb4 tt::l f6 ! (análisis de Fischer). 13 ... dxeS 1 4.fS

Partida nº 1 0 Fischer - Tal

Olimpiada de Leipzig, 1 . 1 1 . 1 960

Defensa Francesa (CJ 8) Fischer había quedado un tanto frustrado por su actuación en el Torneo de Candidatos y, de modo especial, por el 4-0 que Tal le había infligido en sus encuentros individuales. Ahora volvía a enfrentarse a un Tal, que acababa de proclamarse Campeón Mundial y el talante de Fischer no podía ser más belicoso. 1 .e4 e6 2.d4 dS 3.lll c3 �b4 4.eS es S.a3 .tas 6.b4 cxd4 7.Wi'g4

1 4 ... e4!

"Una jugada inesperada que hace saltar Ja posición blanca" (Lombardy). 1 S.fxe6

Si l 5 .Vf;/xe4, gxf5 1 6.tt::l xf5? (a J 6.Vf;/h4, �xb2) l 6 . . . Wa5+ gana el caballo. En cuanto a J 5 .tt::l x e4, seguiría l 5 . . . �xf5 1 6.�d3 tt::l b4. 1 S ... exf3 1 6.gxf3 fS! 1 7.f4 lll f6 1 8.�e2 füe8 19.�f2 �xe6 20.�el �ae8 2 1 ..if3 �xe3 ! 22.�xe3 füe3 23.�xe3 Wfxf4+! !

El carácter hiperagudo de la variante ele­ gida por las blancas confirma lo dicho en la introducción. No está de más, sin embargo, señalar que Fischer nunca obtuvo buenos re­ sultados, con blancas, contra la Variante Wi­ nawer, en la que sufrió varias derrotas. 7 ... lll e7

Si 7 . . . 'tti f8 , es fuerte la continuación de Li­ lienthal y Zagorianksy 8.bxa5 dxc3 9.a4 ! , se­ guido de �a3+. 8.bxaS dxc3 9.Wi'xg7 �g8 1 0.Wi'xh7 lll bc6 1 1 .lll f3 Wi'c7

Si l 1 . . .Wxa5 , 1 2 .tt::l g 5 ! g¡f8 1 3 .f4, y el avan­ ce del peón "h" resultaría decisivo.

Es fácil ver que si 24.�xf4?? sigue mate con 24 . . . �h6++. Pero había que preverlo con el sacrificio inicial de calidad y, sobre todo, ver la posición ganadora tras 24. � f2, en cuyo caso habría seguido 24 . . . tt::l g4+ 25.'tti g 2 tt::l e3+ 26.'tti f2 tt::l d4 27.Vf;/h J tt::l g4+ 28.�fl tt::l x f3 . Las blancas s e rindieron.

62

G R A N D ES M A ESTROS. B O B B Y F I S C H E R

1 2.�bS!

1 2 .�f4 �d7 1 3 .�e2 0-0-0 1 4.Vf;/d3 Wxa5 1 5 .0-0 g¡g4 J 6.�g3 se jugó en la partida Un­ zicker - Dückstein (Zurich 1 959). 12 ....id7

No 1 2 . . . füg2, por 1 3 .@fl ! :gg8 1 4.l"í:g l ! l"í:xg+ 1 5 . ©xg 1 y, de nuevo, el peón "h" es el factor que inclina la balanza. 13.0-0

A 1 3 . .ixc6?, .ixc6 1 4.0-0 d4 1 5 .li:lg5 '&xe5 l 6.'&xt7+ @d7, con clara ventaja. 1 3 ... 0-0-0

Petrosian recomendó luego 1 3 . . . li:l xe5 , pero después de 1 4.li:lxe5 Wixe5 1 5 . .ixd7+ @xd7 l 6.'&d3 , las blancas están mejor. 14.i.g5?

Fischer autocriticó esta jugada, admitiendo que no había previsto la fuerza de la réplica. Lo correcto, según él, habría sido 14 . .ixc6 ! .ixc6 (a 1 4 . . . Wixc6, 1 5 . .ig5 d4 1 6.h4, y a 1 4 . . . lll xc6, 1 5 .:ge l , seguido de .ig5 y h4, con ventaj a) 1 5 .'&xt7 d4 ( 1 5 . . . füg2+? ! 1 6.@xg2 d4 1 7.©g l l"í:g8+ 1 8 .li:lg5) 1 6.Wff x e6+ .id7 (si 16 . . . ©b8, 1 7 .li:lg5, y las negras están perdi­ das) l 7 .Wff x e7 l"í:xg2+ l 8 .©xg2 .ih3+ l 9.©xh3 Wxe7 20 . .ig5 , " y las blancas pronto conso­ lidan, con posición ganadora" (Fischer).

1 6 . .ixe7 :gh8 1 7 .füe l (si 1 7 .l"í:ae l , Wlb8 ! ) 1 7 . . . Wixe l + 1 8 .füe l l"í:xh7 1 9 . .ixd8 ©xd8 20 . .ixd7 @xd7 2 l .:ge3 ! , y las blancas proba­ blemente puedan salvarse. 1 6 . .!Li xf7

Según Fischer, las blancas podían mante­ ner la tensión con l 6 . .ixe7 '&xe7 ( l 6 . . . '&xe5? 1 7 .füe 1 ) 1 7 .füe 1 , pero tras 1 7 . . . l"í:df8 su posi­ ción quedaría seriamente comprometida. 1 6 ....ixfl !

1 6 . . . l"í:df8 1 7 .l"í:fb l .ic6 1 8 . li:l d6+! '&xd6 l 9.Wff x e7, con aproximada igualdad. 1 7 . .!Ll xdS �xg5 1 8 . .!Ll xe6

Cada golpe de uno y otro bando es un au­ téntico mazazo. Fuegos artificiales, han dicho muchos comentaristas, pero ¡ violentos! 1s ... :axg2+ 1 9.@h t !

S i 1 9.©xfl ?, .l"í:xh2 ! 20.Wit7 (no 20.li:lxc7?, por 20 . . . l"í:xh7, ganando pieza, al estar atacado el caballo de "c7" y la amenaza . . . l"í:h l +) 20 . . . l"í:h l + ! 2 1 .@g2 Wih2+ 1 9 ...'\We5

l 9 . . . Wic4 20.Wixe7 l"í:g8 (para el mate en "d8" y amenaza, a su vez, . . . Wie4+ y mate en "g2") 2 1 .li:l f4 ! Wxf4 22.'\We6+ ©c7 23 .'\Wxg8. 20.:axn

1 4 ... .!Ll xe5!

Fischer creía que su rival trataba de pescar en río revuelto, y que esta captura era un farol. Pero lo cierto es que es una brillante defensa dinámica. 1 5 . .!Ll xe5

En caso de 1 5 . .ixd7+ :gxd7 1 6. li:l xe5 ( 1 6 . .ixe7 lll x f3+ 1 7 .©h l Wixh2+ ! ) 1 6 . . . '&xe5 1 7 . .ixe7 l"í:h8 ! 1 8 .l"í:ae l füh7 1 9.füe5 füe7, los peones centrales negros compensan, como mínimo, el peón "h" pasado de las blancas. 1 5 ....ixb5

"Jugando a ganar" (Fischer). Si 1 5 . . . '\Wxe5 ,

20 ...'\Wxe6

La línea 20 . . . l"í:g6 2 1 .Wxe7 l"í:xe6 22.Wf8+ :ge8 23 .'\Wf3 sería favorable a las blancas, aun­ que es dudoso que puedan ganar. 2 1 .@xg2 Wg4+

Tablas. A 22.@h J , Wf3+ 23.@g l '\Wg4+, con j aque perpetuo. Es increíble la cantidad de cálculos y evaluaciones tácticas que esta mi­ niatura habrá exigido de estos dos titanes.

LAS 3 2 M EJ O R E S P A R T I D A S D E L G E N I O AM E R I C A N O

63

Partida nº 1 1 Fischer - T al

Bled, 4.9. 1 96 1

Defensa Siciliana (B4 7) El torneo de Bled fue organizado por la Fe­ deración Yugoslava para conmemorar los treinta años del fortísimo torneo internacional de 1 93 1 que ganase Alekhine. Participaron veinte jugadores, la mayoría de ellos entre los mejores del mundo. Tal había perdido el match-revancha ante Botvinnik . . . ¡y Fischer seguía ansioso por de­ rrotarlo ! 1 .e4 c 5 2.tlJf3 tlJ c6 3.d4 cxd4 4.tlJ xd4 e6 5.tlJc3 Y!fc7 6.g3 tlJ f6?

Un curioso error de apertura. La j ugada teórica es 6 . . . a6. 7.tlJdb5! Y!íb8

No 7 . . . Y!fa5 8 ..id2 Y!íd8 9 . .if4 e5 1 0 . .igS , con ventaj a blanca. 8 ..if4 tlJ e5? !

Arriesgado. Sin embargo 8 . . . e5 9 . .ig5 a6 I O . .ixf6 axb5 (no 1 0 . . . gxf6 por 1 1 .lli a3 b5 1 2.llidS) 1 1 .igS, concede clara ventaja blanca. 9 ..ie2 !

Cubre " f3 " , en preparación de Wd4.

1 4 ... �g8 1 5.tlJe4 .ie7 1 6.Y!fd4 �a4

l 6 . . . Wc7 ofrecía más posibilidades de su­ pervivencia (Botvinnik). 1 7.tlJf6+ .ixf6

No 1 7 . . . �d8?, por 1 8 .Wb6+, ganando. 1 8.Y!fxf6 Y!fc7 1 9.0-0-0 �xa2 20.©b l �a6

Alternativas: a) 20 . . . E!aS 2 1 ..ihS d5 (2 1 . . .d6 22.füd6 ! ) 22.E!xdS ! exd5 23.E!e 1 +, con ventaja decisiva. b) 20 . . .WaS 2 1 .b3 ! , con la amenaza i.h5 . 2 1 ..ixb5

Era mejor 2 1 .i.hS d6 (o 2 1 . . .dS 22.füdS ! ) 22.E!he l We7 23 .Wh6 r;tid7 24.Wxh7, y las blancas ganan rápidamente. 2 1 ...�b6 22 . .id3 e5

9 ....ic5

Si 9 . . . a6, I O.Wd4 d6 1 1 .E!d l axb5 1 2 . .ixeS gana un peón. o bien 9 . . . d6 1 o.Wd4 lt:J c6 1 1 .llixd6+ (Tal propone hacer l l .Wxd6 ! .ixd6 1 2 . .ixd6) 1 1 . . . r;tid7 1 2 . .ibS .ixd6 1 3 .0-0-0, etc. En el libro del torneo Tal recomendó la ex­ travagante 9 . . . llig8, a fin de evitar pérdidas materiales. Pero tras 1 o.Wd4 f6 1 1 .0-0-0 (si 1 1 ..ixeS, fxe5 1 2 .Wc4 r;tid8 ! ) l l . . .a6 1 2 .lli d6+ .ixd6 1 3 .Wxd6 Wxd6 1 4.E!xd6, las blancas tienen un final muy prometedor. Ver el diagrama siguiente

I O .ixe5 ! Y!f xe5 1 1 .f4 '!Wb8 1 2.e5 a6 1 3.exf6 axb5 1 4.fxg7 •

Keres recomendó 1 4.lli e4 .if8 1 5 .Wd4. "Pero yo quería el peón" (Fischer).

64

G R A N D E S M A ESTROS. B O B B Y F I S C H E R

23.fxe5!

Tal esperaba 23 .WxeS+ Wxe5 24.fxeS E!xg7, con posibilidades de tablas. 23 ... �xf6 24.exf6

Plantea la amenaza i.xh7. 24 ...Y!f c5

Única. Si 24 . . . Wb6, 25.í::l h fl , ganando.

Partida nº 1 2

25.i.xh7 WgS 26 ..ixg8 �xf6 27.:!'!hfl �xg7 28.i.xf7+ @d8

Fischer - Geller

Las negras prolongan la resistencia, pero "el final es desesperado" (Fischer).

Apertura Ruy López (C72)

B led, 1 0. 9 . 1 96 1

29.i.e6 �h6

Si 29 . . . rJlc7, 30.i.f5 . 3 0..ixd7 i.xd7 3 t .:af7 Wxh2 32.:adxd7+ ©e8 33.:ade7+ @d8 34.:ad7+ @c8 3S.:ac7+ @d8 36.füd7+ ©e8 37.:adt

Este abandono de la séptima fila parece extraño. Fischer comenta que su rival estaba apurado de tiempo y tal vez quería plantearle problemas no convencionales. Una continua­ ción ganadora, y perfectamente normal, sería 37.í::l x b7 Wxg3 3 8 .í::l h 7, y los jaques de la da­ ma no conducen a nada positivo. 37 ... bS 38.l'!b7 �hS

Si 38 . . . Wxg3 , 39.füb5 .

Efim Geller era un j ugador extraordinario, con victorias en su haber sobre todos los campeo­ nes mundiales de su tiempo. Entre 1 950 y 1 980 estuvo entre los mejores del mundo, cla­ sificándose varias veces para el ciclo de Can­ didatos. Ganó el Campeonato de la URSS en dos ocasiones. Un estilo agresivo, gran imaginación y una magnífica preparación teórica caracterizaban a Geller, que en años sucesivos ganaría varias partidas a Fischer. 1 .e4 eS 2.lll f3 lll c6 3 ..ibS a6 4 . .ia4 d6 5.0-0 i.g4

La continuación más agresiva. Pero Fischer no se deja intimidar. 6.h3 ! i.hS

La respuesta 6 . . . h5 es muy azarosa y sólo recomendable para j ugadores de estilo muy emprendedor. Puede seguir 7.d4 b5 8.i.b3 Wf6 (no 8 . . . . lll xd4?, por 9.hxg4 hxg4 I O. tli g5, con ventaj a decisiva de las blancas), o bien 7.c4 Wf6 8 .Wb3 . En los últimos años hay un jugador, el GM Yandemirov, que la practica de forma sistemática. Es más segura 6 . . . id7. 7.c3 39.g4 ! �h3

O bien 39 . . . Wxg4 40.í::l h l Wd4 4 1 .í::\ h 8+ ! 'Wxh8 42 .í::l b 8+, ganando. 40.gS �f3 4 1 .:aet + @f8 42.:axbS ©g7 43.:ab6 �g3 44.:adt �c7 4S.:add6 �c8

Si 45 . . . We7, 46.í::l g 6+ @h7 47.í::\ h 6+ c:JJ g 7 48.í::l b g6+ rJlf8 49.í::l h 8+ ©t7 50.í::\ h 7+, o bien 45 . . . Wc5 46.í::l b 7+ rJlg8 47.í::l d 8+. 46.b3 @h7 47.:aa6

Las negras se rindieron. Si 47 . . . rJlg7, 48.í::l a 7+ rJlg8 49.í::l d d7 . Así pues, Fischer venció finalmente a su gran enemigo y, aunque Tal ganó el torneo, Fischer sumó 3 ,5 (de 4) contra los jugadores soviéticos, ¡ nada menos que Petrosian, Tal, Geller y Keres !

Shirov, Svidler y Karj akin han jugado aquí 7 .ixc6+, con buenos resultados. 7 ... �f6?

De nuevo, la j ugada más incisiva, pero no la mejor, que debe ser 7 . . . tli f6. Ver el diagrama siguiente

8.g4 !

Un avance muy valiente, con el que las blancas se niegan a entregar la iniciativa. El sistema empleado por Fischer en esta partida es la base de la refutación de esta variante. 8 ....ig6 9.d4!

La entrega del peón de "e4" aviva notable­ mente el j uego, tal y como se proponía Fis­ cher.

L A S 3 2 M EJ O R E S P A RT I DA S DEL G EN I O A M E R I CANO

65

16 . . . cxd6 1 7 .iWxd6 Wxh3? 1 8 .ge l + y mate) l 6.tll x d6+ iWxd6 l 7 .Wf3 , con clara ventaja.

9 ...i.xe4 1 0 . .!ll bd2 i.g6

Altemati vas : a) I O . . . i.xf3 1 I .tll x f3 e4 1 2.ge l (Keres analizó 1 2 . . . d5 1 3 .f3 Wd6 1 4.We l ! , con ventaj a blanca) l 2 . . . d5 l 3 .i.g5 Wd6 ( l 3 . . . We6 1 4.c4 ! ; 1 3 . . . Wg6 1 4 .Wb3 ! b5 1 5 .Wxd5 bxa4 1 6.tll e 5 We6 1 7.Wxe6+ fxe6 1 8 .tll x c6, con ventaj a decisiva) 1 4 .c4 ! dxc4 1 5 .d5 ! b5 l 6.dxc6 bxa4 1 7 _gxe4+ lll e 7 l 8 .i.xe7 i.xe7 l 9.We2, con gran ventaj a de la blancas. b) 1 O . . . i.d3 l I .i.xc6+ bxc6 1 2.ge 1 0-0-0 1 3 .ge3 ! , con superioridad blanca, Smyslov Medina (Olimpiada de Tel Aviv 1 964). 1 1 ..ixc6+ bxc6 1 2.dxeS

Una curiosa línea es 1 2 .Wa4 .!ll e7 ( 1 2 . . . cj;>d7 ! 1 3 .dxe5 dxe5 1 4 .tll c4 i.d6, con ventaj a) 1 3 .dxe5 dxe5 1 4.ge l e4 1 5 .tll x e4 Wxf3 1 6.Wxc6+ ! tll x c6 1 7 .tll f6+ i>d8 1 8.ge8++. 12 ... dxeS

Keres sugirió 1 2 . . . Wd8 ! ? 1 3 . .!ll xeS i.d6

Si 1 3 . . . 0-0-0, 1 4.We2 i>b7 1 5 .tll b 3, con la amenaza 1 6.tll a5+. Ver el diagrama siguiente

El factor esencial aquí no es que el rey blanco esté expuesto, es decir, que el enroque blanco sea vulnerable, sino la relación entre el grado de exposición de ambos reyes. 1 5.�el+ @fS

Si 1 5 . . . tll e 7, 1 6.tll c4 0-0-0 1 7.Wa4, con ata­ que. 1 6 . .!ll c4 hS 1 7 . .!ll xd6 cxd6

Era algo mejor retomar de dama: l 7 . . . Wxd6 1 8 .Wxd6+ cxd6 1 9.i.f4 gd8 20.gad l d5 2 l .gd4, pero el final, indudablemente, es fa­ vorable a las blancas. 1 8.i.f4 dS?

Patinazo de Geller. De todos modos, tam­ poco la sugerencia de Tal, l 8 . . . gd8, salvaba los muebles: l 9.We2 hxg4 20.hxg4 "y las ne­ gras están en zugzwang" (Fischer). Si 20 ... Wh7?, 2 I .i.xd6+ gana. 19.iWb3 hxg4

40 minutos de reflexión le dedicó Geller a esta jugada. Si l 9 . . . tll e 7, 20.gxe7! i>xe7 2 l .Wb7+, ganando, o bien l 9 . . . tll f6 20.Wb7 ges 2 1 .gxe8+ lll x e8 22.ge l Wf6 23 .Wc8, etc. 20.iWb7!

Otra decisión de un superclase. Fischer no teme la apertura de la columna "h" porque ha calculado una línea precisa que le da ventaja.

Una fortísima y, de nuevo, audaz j ugada. Si el enroque blanco pende de un hilo, el rey negro pende de "medio" hilo. De todos mo­ dos, todavía era mejor hacer 20.Wb4+ tll e 7 2 1 .Wxe7+ cj;>g8 22.h4.

14 ...ti'xg6

20... gxh3+ 2 1 .i.g3 �d8 22.ti'b4+

1 4 . .!ll xg6!

Geller pensó aquí media hora y pudo ver que la captura "natural", 1 4 . . . hxg6 terminaría en desastre: 1 5 .tll e4 We5 ( 1 5 . . . Wh4 1 6.lll x d6+

66

G RA N D E S M A ESTROS. B O B B Y F I S C H E R

Las negras se rindieron. 22 . . . tll e 7 23 .Wxe7+ i>g8 24.Wxd8+, con enormes pérdidas materiales.

1 0.0-0-0 !J.e7 1 l .h3

Partida nº 1 3 Fischer - Petrosian

B led, 30.9. 1 96 1

Defensa Caro-Kann (B1 7) É sta era la sexta ocasión en que Fischer y Petrosian se enfrentaban. En las cinco ante­ riores el americano no había podido vencer a su rival, quien tenía un score favorable de +2 =3 . I .e4 c6 2.d4 dS 3.tll c3 dxe4 4.tll xe4 tll d7 s.tll n

Si 5 .We2, tt:Jdf6 con igualdad. Pero es ne­ fasto 5 . . . éll gf6??, que permitiría 6. éll d 6++. En el Interzonal de Estocolmo ( 1 962), Fischer j ugó contra Portisch 5 .ic4 t2igf6 6.éll g5 tt:Jd5 7.tt:J I f3 h6 8.tt:Je4 éll 7b6 9.ib3 if5 1 O.t2ig3 ih7 1 1 .0-0 e6, con igualdad. Esta variante estuvo de moda durante toda la década de los sesenta, en su forma 6.t2ig5 e6 7.Wie2 tt:Jb6, etc.

Fischer llegó posteriormente a la conclu­ sión de que tal vez hubiese debido evitar las simplificaciones que siguen, con 1 1 . 'i!;>b l . Por ejemplo: l 1 . . .t2id5 1 2.ic l ! 0-0 (si 1 2 . . . ixf3, 1 3 .Wxf3 ig5 1 4.Wg3 ! ) 1 3 .id3 . 1 t . . . .ixf3 1 2.Wxf3 1 4.'i!;>bt gd8

tll dS!

1 3.i.xe7 Wxe7

Fischer esperaba aquí 14 . . . 0-0-0. 1 S.We4 bS! 1 6 ..id3 as

Con la idea evidente de proseguir el avance . . . a5-a4-a3 . 1 7.c3 Wi'd6

Si 1 7 . . . a4, l 8.a3 1 8.g3 b4! 1 9.c4 tll f6 20.Wes es 2 1 .WgS

S ... tll gf6 6.tll xf6+

Otra posibilidad es 6.t2ig3 . 6 ... tll xf6 7 ..ic4 .ifS 8.We2 e6 9 ..igS

2 1 ...h6!

Un shock, según admitiría Fischer. 22.WxcS

A 22.'Jjj x g7?, sigue 22 . . . ©e7 ! 23 .dxc5 Wc6 ! (23 . . . 'f!jxc5 24.El:he l El:dg8 25.füe6+ ! ©xe6 26.El:e 1 +, y las blancas deben ganar) 24.ig6 El:dg8 25 .ixf7 We4+ ! 26.'i!;>a l l'l:h7 ! , y ganan las negras. 22...'f!jxcS 23.dxcS 'i!;>e7? !

Era mej or, sencillamente, 23 . . . El:c8. 24.c6 gd6 2S.ghel gxc6 26.ges gas 9 . . . i.g4!

Una excelente j ugada, según Fischer, que admiraba la capacidad de Petrosian para pre­ ver y neutralizar posibles ataques ¡ incluso an­ tes de que su contrario los hubiese concebido ! En la partida Tal - Fuster, Portoroz 1 958, se jugó 9 ... ie7 1 0.0-0-0 h6 l I .ih4 t2ie4 ! ? 1 2.g4 ih7 1 3 .ig3 tt:J xg3 1 4.fxg3 Wffc 7 1 5 .tt:Je5 id6 l 6.h4, con iniciativa.

En este momento, Petrosian propuso tablas, no sin fundamento. Fischer también estaba convencido de que la partida no daba para más. Pero observó que Tal llevaba un rato ob­ servando, ansioso, los acontecimientos, pues unas tablas le habrían garantizado el primer puesto en el torneo. Así que decidió seguir ju­ gando "para no darle satisfacción a Tal " . 27 ..ie4

LAS 32 M EJ O R E S P A R T I D A S DEL G E N I O A M E R ICANO

67

Si 27.li:b5, fü7, y nada altera el equilibrio del juego. 27 ... �d6?

Es interesante el comentario del GM Larry Evans: "En esta partida, Fischer se limita a devolver la bola desde el fondo de la pista. Cada intento por apoderarse de la iniciativa es minuciosamente rechazado. A cada j ugada pa­ rece que el j uego debe finalizar en tablas. Pero entonces, la 27ª j ugada de las negras, que debía sellar esas tablas, quizá por irritación de Petrosian, es un error. Quizá su único error, del que Fischer saca partido". Las tablas no podían ser más claras después de 27 . . . tt::l x e4 28.li:xe4 li:c5 29.li:ed4 li:a7. 28.i.xa8

La continuación precisa. La línea 28.li:xd6 Wxd6 29.li:xe6+ fxe6 30 . .ixa8
30.�xaS

�xf2+

Partida nº 14 Fischer - Julio Bolbochán

Interzonal de Estocolmo, 3 . 3 . 1 962

Defensa Siciliana (B90) 1 .e4 cS 2.lll f3 d6 3.d4 cxd4 4.lll xd4 .!ll f6 s.lll c3 a6 6.h3 lll c6

Otras opciones son 6 . . . e5, 6 . . . b5 (Fischer Najdorf, Olimpiada de Yama 1 962) y 6 . . . g6 Fischer - Reshevsky, Campeonato de EEUU 1 962). 7.g4 lll xd4 8.°l!«xd4 es 9.°l!«d3 .ie7

Fischer consideraba mejor 9 . . . .ie6. 1 0.gS .!ll d7 1 1 ..ie3 .!ll cS?

Es mejor l l . . ..ixg5 I 2.ixg5 'Wxg5 1 3 .'Wxd6 Wie7 1 4 .'Wxe7+ Wxe7 1 5 .ctJd5+
Si 32 . . . füh3 , 3 3 .fü7+
O bien 33 . . . tt::l d7 34.c6. 34.�b8+ @c7

Si 34 . . . We7, 3 5 .
1 7 ..ih3

Con el objetivo estratégico de conquistar la casilla "d5 " . 1 7 ....ixh3

A l 7 . . . tt::l b 6, l 8 . .ixb6 'Wxb6 l 9.ctJd5 Wid8 (si l 9 . . . .ixd5?, 20.ixc8) 20.tt::l xe7+ Wxe7 2 l .'Wxd6. O bien 1 7 . . . fü8 1 8 .tt::l d5 if8 1 9.h5, con ventaja. 1 8.�xh3 lll b6 1 9 ..ixb6 36.
Las negras se rindieron. El descubierto de la torre por la séptima fila es mate. ¡ Un sorprendente desenlace!

68

G RA N D E S M A ESTROS. B O B B Y F I S C H E R

Consecuente con su plan : el caballo en "d5" dominará la posición. 1 9 ...°l!«xb6 20 . .!ll dS °l!«d8 2 1 .f4

No 2 1 .tt::l x e7+? Wxe7 22.'Wxd6??, pues las blancas perderían tras 22 . . . li:fd8. 2 1 ...exf4 22.°l!«xf4 °l!«d7 23.°l!«fS �cd8

Naturalmente, no es posible 23 . . . Wxf5?, por 24.ctJxe7+ y 25.ctJxf5 . También hubiera sido una negligencia 23 . . . füd8?, por 24.Wxd7 füd7 25.ctJb6.

material, y si 28 . . . :gc8, 29.:ga7 :gas 30.:gxa8 füa8 3 l .ctJc7. 29 . .!li f4 Wes 30.�dS Wih8

La dama negra se "enroca" , pero dista de ser inactiva, pues la gran diagonal está des­ pej ada. Además, Bolbochán piensa hacer un esfuerzo por liberar su posición. 3 1 .a3 h6

Si no hacen nada, la torre blanca barre los peones del flanco de dama. 3 l . . . f6 32.Wb3 fü7 3 3 .füd6 fxg5 34.hxg5 We5 3 5 .fü6 ! :gef8 36.:gxf7 :gxf7 3 7.:gc8+ if8 3 8 . ctJ e6, y las blancas ganan. 32.gxh6 Wxh6 33.hS

Encuentros en la tercera fase: la partida llega a su momento crítico. 33 ...i.gS 24.:ga3 !

Un cambio radical de orientación. Cuando parecía que las blancas iban a proseguir su ataque en el flanco de rey, la torre inicia hos­ tilidades contra el peón débil de "a6". " Esta jugada revela hasta qué punto es ideal la posición de las blancas, que pueden per­ mitirse el lujo de explotar las debilidades de su rival en ambos flancos" (Fischer).

Si 33 . . . g5, 34.ctJe2, para llevar el caballo a "f5 " , vía "g3 " . 34.hxg6! fxg6

A 34 . . . ixf4 habría seguido 3 5 .gxf7+ :gxf7 36.:gxf7 mxf7 3 7.:gh5 ! , y con esta desviación de la dama negra, cae el alfil. Entonces habría que sumar al peón de ventaj a, la vulnerabi­ lidad del rey negro, aún más importante.

24 ...Wa7 25.fü3

El sacrificio 25.ctJf6+ merece atención. Pe­ ro tras 25 . . . ixf6 (25 . . . gxf6? 26.gxf6 'itih8 27 .Wg5 :gg8 28.fxe7 ! ) 26.gxf6 g6 27 .Wg5 'itih8, no se aprecia una línea ganadora. "Objetivamente, lo mejor es 25.ctJxe7+ Wff x e7 26.:gxa6 :gfe8 27.a4 ! , pero yo esperaba ganar en el medio juego. Si hubiese elegido aquí la mejor continuación, no habría conse­ guido el premio de belleza" (Fischer). 25 ... g6!

Buena defensa, por parte de Bolbochán. De momento, se bloquean las expansiones en el flanco de rey. A 25 . . . Wd7? 26.fü7. A 25 . . . :gd7? 26.ctJf6+! ixf6 (26 ... gxf6 27.gxf6 'itih8 28.fxe7) 27.gxf6 g6 28 .Wg5 mhs 29.Wh6 :gg8 30.fü8 ! , con ventaj a decisiva en todos los casos. 26.Wg4 Wfd7 27.Wf3 We6

No servía 27 . . . :gc8? 28 .:gxc8 :gxc8 29.ctJb6. 28.fü7 !!de8

Si 28 . . . :gd7?, 29.ctJ f4, y las blancas ganan

35.Wb3 ! !!xf4

Si 3 5 . . . mh8 (o bien 3 5 . . . ixf4 36.:gh5+), 36.ctJxg6+ Wxg6 37.:gxg5 :g n + (a 37 . . . Wxg5, 3 8 .Wh3+) 3 8 .'tt> a2 Wxg5 39.Wh3+ 'itig8 40.Wxfl , ganando. 36.!!eS+ 'it>rs 37.:gxe8+

Las negras se rindieron. A 3 7 . . . mxe8 3 8 .We6+ 'itif8 39. '1W c8+ y ma­ te. Una espléndida partida de Fischer, con su­ tilezas tácticas y posicionales.

L A S 32 M EJ O R E S P A R T I D A S D E L G E N I O A M E R I C ANO

69

Partida nº 1 5 Fischer - Korchnoi

Interzonal de Estocolmo, 27.2. 1 962

Apertura Ruy López (C81) Viktor Korchnoi tuvo su gran momento entre 1 974 y 1 98 1 , cuando disputó tres encuentros a Karpov, con el título mundial en juego. El primero de ellos ( 1 974) era, en realidad, la Final de Candidatos, en la que fue superado por 1 2,5- 1 1 ,5 . Como se recordará, la negativa de Fischer a disputar el match por el Cam­ peonato le dio a Karpov el título mundial . Volvió a enfrentarse al ya campeón en Ba­ guio (Fil ipinas, 1 978) en un durísimo match, que también perdió, por 6-5 y 1 9 tablas. En Merano ( 1 98 1 ) su derrota fue más clara: 6-2 y 1 O tablas. Por entonces Karpov era toda una institución en la URSS y contó con un impresionante equipo de analistas. Hoy día Korchnoi es un veteranísimo que sigue en activo porque, como dijo su esposa, "está casado con el ajedrez" .

l 3 . .ixh7+ xh7 1 4.dxe5 , con ventaja blanca (R. Byme). 1 1 .cxd4 ltJ aS

La línea J J . . .d5 1 2 .e5 ltJ e4 1 3 .tll b d2 tll x d2 1 4.Wxd2 .ixf3 1 5 .gxf3 .ib4 1 6.Wc2 .ixe l l 7 .Wxc6 .ib4 1 8 . .ixd5 es favorable a las blan­ cas. 12 ..ic2 ltJ c4 13 ..icl es 1 4.b3

1 4.tll b d2 tll x d2 1 5 .Wxd2 .ixf3 1 6.gxf3 se jugó en la partida Geller - Panno, Amsterdam 1 956. 1 4 ... ltJ aS

Según Korchnoi, las negras igualan aquí con 1 4 . . . tll b 6. Pero Fischer opina que, después de l 5 .tll bd2 cxd4 1 6.h3 .ih5 1 7.g4 ! .ig6 J 8.tll x d4, las blancas conservan la ventaja, Pietzsch - Matanovic (La Habana 1 962).

1 .e4 eS 2.ltJf3 ltJ c6 3 . .ibS a 6 4 . .ia4 lD f6 S.0-0 .ie7 6.E:el bS 7 . .ib3 0-0 8.c3 d6 9.d4

l S.dS!

"Una fuerte continuación, que mejora 1 5 . .ib2 tll c 6 ! 1 6.d5 tll b 4, Capablanca - Bo­ goljubov (Londres 1 922), y con la que las blancas obtienen la ventaj a de la parej a de alfiles" (Korchnoi). 1 S ... ltJd7

Una continuación importante, que practica­ ron Yates y Alekhine, aunque este último aca­ bó renunciando a ella. Su importancia estriba nada menos en que si la variante es buena para las blancas, eso significaría que pueden pres­ cindir de la jugada 9.h3 . 9 ... .ig4 1 o ..ie3 exd4

Si I O . . . ltJ xe4 ! ? J l ..id5 Wd7 1 2 . .ixe4 d5

70

G R AN DES M A ESTROS. B O B B Y F I S C H E R

En caso de 1 5 . . . tll x e4, sigue 1 6.Eí:xe4 .ixf3 1 7.'Wxf3 .if6 1 8.tll c 3 b4 1 9 . .ib2 bxc3 20 . .ixc3 .ixc3 2 l .Wxc3, la ventaja blanca es muy acusada. 1 6.ltJ bd2 .if6 1 7.E:bl c4

Korchnoi considera mejor aquí 1 7 . . . tll e 5, aunque con 1 8 .h3 tll xf3+ l 9.tll x f3 .ixf3 20.Wxf3 b4 2 1 ..if4 Eí:e8 (2 1 . . .tll b 7 22 . .id3 ) 22 .'Wg3 .ie5 23 . .ixe5 füe5 (si 23 . . . dxe5, 24 . .id3) 24.f4 Eí:e7 25 .Eí:bd l (con la amenaza e5), las blancas mantienen la presión.

1 8.h3 .ixf3

" Entrega el par de alfiles a las blancas. Pero si 1 8 . . . .ihS, sería fuerte 1 9.b4 ! . Por ej emplo: 19 ... c3 20.bxa5 cxd2 2 I ..ixd2 élie5 22.g4" (Korchnoi). Fischer, sin embargo, consideraba que con l 9 . . . élib7, seguido de . . . a5 , las negras tendrían buen contrajuego. En lugar de l 9.b4, pensaba jugar 1 9.g4 ! .ig6 20.élig3 , etc.

29 . . . bxc3 30.'&d4 ! f6 3 1 ..ib l , con ventaja de­ c1s1va. 28 ...�a5 29.:Bec2 tt:\ e5 30.i.fl lll c5

1 9. tt:\ xf3 cxb3 20.axb3 �c7 2 1 ..ie3

"Hasta aquí, el juego blanco ha sido exce­ lente, pero con esta mala jugada, la posición negra mejora considerablemente. Debían ha­ ber jugado 2 I ..id2 o, mejor todavía, 2 1 .fü2 ! , protegiendo e l alfil de rey y preparando la fuerte éli d4" (Korchnoi). Pero a Fischer no le gustaba la réplica 2 I . . . .ic3 a las dos jugadas propuestas.

Las negras sacrifican momentáneamente un peón, a cambio de activar sus piezas. 3 1 ..ixc3 bxc3 32.:Bxc3 'it>g7 33.tt:\g4 lll xg4 34.�xg4 :Bb8

No servía 34 . . . í::í: x e4??, por 3 5 .'&xc8. 35.:Bf3

Las blancas tratan de reavivar su ataque en el flanco de rey. 35 ... tt:\ xe4 36.Wf4 f5

Tal vez fuese mejor 3 6 . . . í::í: b 7. 37.:Be3 :Be5 38.:Bc6 �be8 ? !

21.. ..ic3 !

Bien jugado, para bloquear la columna "c". 22.:Be2 b4 23.tt:\d4 füe8

Esto permite a Fischer emprender manio­ bras contra el enroque negro, empezando por élif5 . De ahí que Korchnoi prefiriese luego 23 . . . g6. 24.lll f5 lll b7 27.fül !

25 . .id4

g6 26.tt:\ h6+

i>f8

"Esta fuerte jugada advierte a las negras que, además de en el entorno del rey, tienen problemas en la columna 'c'." (Korchnoi). 27 ... :Bac8

No 27 . . ..ixd4 28 .'&xd4 f6 29.Wxb4. 28 ..id3 y

En opinión de Korchnoi, una jugada floj a, recomienda en su lugar 28.í::í: e 3 ! a5 29 . .ixc3

Korchnoi, apurado de tiempo, no ve la si­ guiente jugada de su rival. En su análisis de la partida, llegó a la conclusión de que hubiese sido mejor 38 . . . g5 39.'&f3 í::í: b e8 40.füa6 Wxd5 4 1 .b4, con posición equilibrada. 39.�xd6! '&a l ?

"Un grave error, después del cual las negras

LAS 32 M EJ O R E S P A R T I D A S D E L G E N I O A M E R I CANO

71

pierden dos peones sin compensación. Lo co­ rrecto y necesario era 39 . . . g5 !

Partida nº 1 6 Keres - Fischer

Torneo de Candidatos Cura9ao, 24. 5 . 1 962

Defensa Siciliana (B20)

A 40.:§d7+ Wg6 4 1 .Wf3 Wb6 ! , con la ame­ naza 42 . . . tli xf2 ! " (Korchnoi). En este momen­ to, sin embargo, Fischer propone la defensa 42.We2 ! llixf2 (42 . . . f4 43.füe4 füe4 44.Wc2 <;t>h6 45.:§c7, ganando) 43.füe5 ! tli e4+ (no hay mejor descubierto: 43 . . . tli g4+ 44.:§e3 ! füe3 45 .Wxa6 Wxa6 46.�xa6 lli f6 ! 47.:§d8 :§xb3 , con igualdad; no, en cualquier caso, 43 . . . tli xh3+?, debido a la línea 44.Wh2 Wg l + 45.Wg3 ! f4+ 46.Wf3 ! :§xe5 47.Wxa6+ ! y ganan) 44.Wh2 :§xe5 45 .Wxa6 Wxa6 46.�xa6 tli f6, "recuperando el peón, con tablas a la vista" (Fischer).

A fines de la década de los treinta, Paul Keres estaba considerado ya una gran figura, de lo que da fe, entre otros éxitos, su primer puesto (compartido con Fine) en el Torneo AVRO de 1 93 8 , superando a Capablanca, Alekhine y Lasker. En los años cuarenta era un firme aspirante al título mundial y estuvo a punto de disputar un match con Alekhine, proyecto que abortó la guerra. En el match-torneo por el Campeonato Mundial de 1 948 finalizó tercero. En el Tor­ neo de Candidatos de 1 953 fue segundo ( em­ patado con Bronstein y Reshevsky), lo mismo que en el de Curac;:ao. En su última partici­ pación en el ciclo de aspirantes al título mun­ dial ( 1 965), fue derrotado por Boris Spassky ( 4-6). 1 .e4 es 2.tlie2 d6 3.g3 g6 4 ..ig2 .ig7 S.0-0 tli c6 6.c3 es 7.d3 tli ge7 8.a3

40Jha6 Wi'd4 4U�d3 Wi'b2 42.d6 gS 43.Wi'e3 f4 44.'Wa7+

Las negras se rindieron. Después de 44 ... Wf8 45 .d7 :§d8 46.Wb6 <;t>e7 47.Wxd8+ Wxd8 48.:§a8+, pierden una torre.

72

G RA N D E S M A ESTROS. B O B B Y F I SC H E R

Fischer considera floja esta jugada y dice que "las blancas deben luchar ya por igualar" cita la partida Pachman - Tal (lnterzonal de Amsterdam 1 964): 8.�e3 0-0 9.d4 exd4 1 0.cxd4 cxd4 (o también I O . . . d5 1 1 . tli c3 tli b4 ! ) l 1 . tli xd4 tli e5, con iniciativa de las

negras. ¿Cuál ha sido, pues, el error de las blancas? 8 ... 0-0 9.b4 b6 1 0.f4 exf4! 1 1 .gxf4

Si l l .�xf4, d5, y si l ! . lll x f4?, entonces 1 1 . . .cxb4 1 2 .axb4 lll xb4 !

1 1 ...d5!

25.Wfa2+ @h8 26.Wi'e6 lll d5?

Pero ahora fallan las negras. Lo preciso era 26 . . . lll f5 ! 27 .Wf6+ (27. liJ h2? ie3+) 27 . . . ig7 28 .We6 fü8, seguido de . . . ih6. 27.lll h2!

No, desde luego, 27.lll x d4?, por 27 ... Wc5 .

Esto es mucho mejor que la continuación l 1 . . .cxb4 1 2 .axb4 lll x b4? 1 3 .f5 ! lll e c6 1 4 .d4 lll a6 1 5 .e5 .

27 .... lll e3

1 2.e5 .ig4 13.h3 .ixe2 1 4.Wfxe2 f6 1 5.b5 lll a5 1 6.liJd2

28 ..ic6!

Finalmente es el caballo el que ocupa el puesto avanzado.

16 ... fxe5 1 7.fxe5 l!xfl + 1 8.lll xn

Pero las blancas también tienen derecho a su cuota espacial . Ahora la dama negra queda bloqueada y para que su acción sea efectiva, el caballo requiere la colaboración de las demás piezas.

18 ... lll b3 1 9.l!bl lll xc l 20.l!xcl Wfc7! 2 1 .gel

30.lll xd4 .ixe5 3 1 .lll f3 .id4!

Si 2 l .d4?, cxd4, y no puede retomarse por la clavada. Las blancas tienen muchas debili­ dades y los alfiles de diferente color no faci­ litan las tablas, porque ¿es esto un final? Des­ de luego que no: es un medio juego con pocas piezas.

32.füe3

" Era mejor 1 6.Eí:a2. Si entonces 1 6 . . . fxe5 l 7.fxe5 Eí:xfl + 1 8 .Wxfl ixe5, sería fuerte l 9.ig5 ! " (Fischer). Si 1 8.ixfl , Wc7 ! 1 9. liJ f3 ( 1 9.d4 cxd4 20.cxd4 Wc3) l 9 . . . liJb3 .

2 1 ...l!d8 22.lll h2 d4 23.cxd4 cxd4 24.ll:l f3 ?

28 ... gf8 29.lll f3 .if4

La posición está equilibrada. Evacuación de líneas. Este movimiento ha­ bilita la entrada de la dama negra por la casilla "g3 " . Si 32.liJ xd4??, Wg3+. 32 .ixe3+ 33.Wfxe3 Wi'g3+ 34.@n Wfxh3+ 35.@e l Wfr5 ..•

Grave error. Según Fischer, las blancas podían haber igualado aquí con 24.lll g4 ! fü8 25.Eí:fl .

24 ....ih6!

El alfil busca el puesto avanzado, con lo que será una espina clavada en la garganta de las blancas. Entre otros méritos, la j ugada tiene el de interrumpir la acción de la torre de "e l " y, por tanto, su defensa del peón "e".

¿Qué tendrá mayor influencia sobre la lucha: las dos piezas menores o la torre y peón? Como es lógico, las cosas no se plan­ tean aisladas. H ay que tener en cuenta el peón "d" blanco, en oposición a los dos peones pa­ sados y unidos negros, y también la situación aireada del rey blanco, y la coordinación respectiva de las piezas. La maestría del ju­ gador consiste en saber conj ugar y evaluar to­ dos estos factores.

L A S 3 2 M EJ O R E S P A R T I D A S D E L G E N I O A M E R I C A N O

73

36.d4 ©g7

Si 36 . . . h5, 3 7 .'.Wh6+ \Í?g8 3 5 .id5+ '.Wxd5 36.'.Wxg6+, y tablas. 37.Wf2! hS 38.Wg3 '.Wg4+ 39.@h2 fü4

En caso de 39 . . . Wf4+, podría seguir 40.Wxf4 l::í: x f4 4 1 .�g3, y las blancas se de­ fienden. Pero no 39 . . . h4, por 40.'.We7+ fü7 4 1 .'.Wxf7+ !

60.\Í?g 1 1Mf f6 6 1 .�f5 l::í: f2 ) 58 ... l::í: a 1 59.We7+ (59. � g l Wc5+, ganando) 59 . . . Wxe7 60.dxe7 h3 ! 6 1 .e8'll + �f8, y ganan (análisis de Fis­ cher). 57.@g t :Sxa3 58.dS g3 59.�d7! :Sal 60.�fS!

Cierra el paso a la dama negra a "c5", para avanzar el peón a "d6". 6 0. . .1Mff6 61 .1Mff4 :Set 62.d6 :Ses

40.1Mle7+ Wh6

63.1Mlg4+!

"Aquí se aplazó la partida y Keres debía realizar la jugada secreta. Al día siguiente me propuso tablas, que rechacé. Era consciente de que las negras no tenían realmente ventaj a, pero me sentí obligado a seguir jugando, porque si conseguía ganar esta partida me si­ tuaría entre los aspirantes al primer puesto" (Fischer). 41 .1Mfe2 1Mff5 42.1Mfe3 g5 43.@g2 :Sg4+ 44.Wf2 fü4 45.Wg2 1Mlc2+ 46.Wh t

No 63 .d7? füf5 64.Wxf5 Wxf5 65.d8W Wf2+, y mate a la siguiente. 63 ... ©rs 64.d7 :Sds

Si 64 . . . füf5 , 65.d8'.W+ ! Wxd8 66.'.Wxf5+, y el desenlace de la partida debería ser el mis­ mo. 65.@g2 ! :Sxd7! 66.ixd7! 1Mff2+ 67.@h3 'IMfxfl + 68.Wxh4 g2 69.1Mfb4+ Wt7! 70.'1Mfb3+ @g7 7 1 .1Mlg3+ @h7!

A 46.�g3?, sigue sencillamente 4 6 . . . l::í: g4+ 47.�h3 '.Wg2++. 46 ...'IMlb t + 47.W h2 1Mfa2+ 49.Wh2 '1Mff6 so.@g2 @g7

48.Wh3

'IMfn

No era bueno 50 . . . g4?, debido a la respues­ ta 5 1 .�g3 . s t .©g3 h4+ s2.@g2

52.\Í?h2? perdería, por 52 . . . g4. 52...:Sg4+ 53.Wh t :Sg3 s4.1Mle4 g4 ss . .!LJ h2 1Mlg5 56 . .!LJ ft ?

Keres tenía tablas con 56.1Mf e5+ ! Wxe5 57.dxe5 füa3 58.Cll x g4. 56 ... :Sh3+?

Apuros de reloj . Lo correcto era 56 . . . l::í: x a3 ! 57 .d5 g3 58 .d6 (58 .id7 l::í: a l 59.�g2 l::í: a 2+

74

G R A N D E S M A ESTROS. BOBBY F I S C H E R

" ¡ Por fin estaba seguro de ganar! Estaba claro que mi adversario continuaría con la línea 72 .�f5+ Wxf5 73 .'.Wxg2 '.Wf4+ ! 74.Wg4

(si 74.'itih3 , entonces la respuesta 74 . . . Wh6+ ! ganaría) 74 . . . Wxg4+ 75.'itixg4 'itig6 ! , obte­ niendo la oposición y el último peón blanco" (Fischer).

Partida nº 1 7 Botvinnik - Fischer

Olimpiada de Vama, 1 962

72.We5! !

¡ Las blancas m s1qu1era impiden l a co­ ronación del peón ! Fischer estaba atónito. Pe­ ro, poco a poco, se fue dando cuenta de que ya no podría ganar. 72 ...W h l +

A 72 ... Wf2+, 73 .'itih3 g!W (tampoco se ga­ naría con 73 . . . g l tll + ) 74 . .if5+ <±?h6 (si 74 . . . Wxf5+, 75 .Wxf5+ Wg6 76.Wxg6+ 'itixg6 77.'itig4 ! ) 75 .Wf6+ 'itihs 76 . .ig6+! Wxg6 77.Wg5+ ! ! <±?xg5 , ahogado. 73 ..ih3 Wxh3+

73 . . . g ! W 74.Wh5+ 'itig7 75 .Wg6+ ! fuerza el jaque perpetuo, o el mate. 74.<;f;>xh3 gtW 75.We7+ <;f;>h8 76.Wf8+ <;f;>h7 77.Wn+

Tablas.

Defensa Grünfeld (D98) Otro acontecimiento de 1 962 fue la Olimpiada de Vama. El encuentro entre Fischer y el cam­ peón del mundo era esperado con enorme expectación. Nunca se habían enfrentado y el Gran Maestro norteamericano estaba más que ansioso por vencer a Botvinnik. En vísperas del match URSS - EEUU se rumoreó que los soviéticos iban a dar "des­ canso" a su campeón, para evitarle la humi­ llación de una posible derrota ante su joven rival. Sin embargo, llegado el momento, am­ bos primeros tableros se sentaron para defen­ der a sus respectivos equipos, para deleite general del público. 1 .c4 g6 2.d4 lll f6 3.tll c3 d5 4.tll f3 .ig7 5.Wfb3 dxc4 6.Wfxc4 0-0 7.e4 .ig4 8 ..ie3 lll fd7

La Variante Smyslov. 9 ..ie2

También se había jugado 9.Eí:d l y 9.0-0-0 pero, según Fischer, hasta ese momento la teo­ ría no había descubierto ningún camino para que las blancas obtuviesen ventaja. 9... tll c6

Botvinnik considera superior a 9 . . . lll b6. t oJ!dt tll b6 t 1 .V!ic5

"Un último intento podría ser: 77 . . . V!ig7 78 .V!ixg7+ ! 'itixg7 79.<;f;>g3 ! , con lo que el rey blanco mantiene la oposición distante. Por ej emplo: 79 . . . 'itif6 80.'itif4 'itie6 8 1 .'itie4 'itid6 82.'itid4 'itic7 83.<±?d5 'itib7 84.'itic4 'itic7 85.<±?d5 'itid7 86.<±?e5, y las negras no pueden penetrar" (Fischer). Una partida dura, correosa y agotadora. Puede que la fase inicial parezca insípida, pe­ ro los acontecimientos dramáticos que en ella se sucedieron le conceden un gran valor desde el punto de vista competitivo. ¡ Qué afán de lucha de Fischer!

1 t ...Wf d6! 1 2.h3

No era bueno 1 2 .'fixd6 cxd6 ! , que mejora la estructura de peones.

L A S 3 2 M EJ O R E S PARTI DAS D E L G E N I O A M E R I CANO

75

1 2 ... .ixf3 13.gxf3 füd8

A 1 3 . . . WxcS? ! , 1 4.dxcS ixc3+ 1 5 .bxc3 lll a4 1 6.cii d2 ! Es interesante aquí el comentario de Fis­ cher: "Botvinnik opina que 1 3 . . . e6 da a las ne­ gras un juego igualado. Pero yo creo que la teoría hipermoderna no lo aceptaría, ya que preconiza el avance de los peones centrales con el fin de provocar una hiperexpansión" . 14.dS lll eS 1 5.lll bS

Botvinnik: "Es malo de inmediato 1 5 .f4, ya que tras 1 5 . . . lll e c4 1 6.ixc4 Wxc5 1 7.ixcS lll x c4 1 8 .eS lll x b2 1 9.Eí:d4 f6 ! , el centro blan­ co desaparece". A 1 5 .f4 Fischer pensaba res­ ponder, sencillamente, 1 5 . . . lll e d7. 1 5 ...�f6!

Era flojo 1 5 . . . WxcS 1 6.ixcS c6 1 7.lll c 7 (y no 1 7.lll x a7?, debido a 1 7 . . . lll a4) l 7 . . . Eí:ab8 1 8 .ixe7 Eí:d7 1 9.d6 lll c 8 20.lll e8 ! (20.f4 lll x e7 2 1 .fxeS ixe5 22.dxe7 füe7) 20 . . . lll x e7 2 1 .lll x g7
No l 7 .Wxc7?, debido a l 7 . . . Wxb2, con la amenaza l 8 . . . Wb4+, y las blancas no pueden enrocar.

"Cuando me preparaba para enfrentarme a Smyslov, 1 llevé a cabo, por supuesto, un aná­ lisis exhaustivo del sistema Smyslov, en par­ ticular de la posición del diagrama. Llegué entonces a la conclusión de que si la dama negra jugaba a 'h4' o a 'f5', correría peligro. Por ejemplo: 1 7 . . . WfS l 8 .Wb4 a5 l 9.Wd4 (con 1 Se refiere a los matches por e l Campeonato M undial de

1 9 54, 1 95 7

76

y 1 95 8 .

G R A N D E S M A ESTROS. B O B B Y F I S C H E R

la amenaza ig4). O bien 1 7 ... Wh4 1 8 .Wc2 g5 1 9.Eí:d4 ! . ¡ Pero mi adversario encontró una tercera solución ! " (Botvinnik). 1 7 ...�xf4!

"Una sorpresa muy desagradable. Ahora las blancas deben empezar a jugar. Hasta aquí, no tenía más que recordar mis análisis, aunque no fuese tarea fácil. Recordaba, por ejemplo, que la dama negra estaría comprometida en algún lugar del flanco de rey. Esta pista me permitía recordar toda la variante. De pronto compren­ dí que Fischer, con la mayor facilidad, había visto lo que yo no había encontrado en mi análisis. Como el lector podrá imaginar, mi equilibrio se había roto" . 1 8 ..ixf4

Si 1 8 .Wxb6, We4 ! 1 9.f3 Wh4+ 20.if2 Wb4+, seguido de . . . axb6. 1 8 .!ll xcS 1 9.lll xc7 gac8 20.d6 exd6 2 1 .cxd6 ..•

No 2 1 .füd6? lll c d7. 2 1 .. ..ixb2 22.0-0 lll bd7

Si 22 . . . lll c d7, 23 .if3 ie5 24.ixeS lll x e5 25 .ixb7 Eí:b8, con ligera ventaj a blanca (Bot­ vinnik). 23J�d5 b6 24 ..if3 ?

Es mejor 24.ic4 ! , pero, según Fischer, las negras pueden forzar tablas con 24 . . . lll e6 25 .ih2 lll d4 26.Eí:b l ic3 27.Eí:c l ib2, etc.

24 ... c!ll e6!

Parece forzar el cambio del caballo blanco, pues 25 .ih2 lll d4 26.ig2 ll:lf6 es muy malo para las blancas. Incluso el movimiento 26.Eí:xd4 ! (Geller) 26 . . . ixd4 27.Eí:e 1 permite a las blancas resol­ ver sus problemas. Pero la respuesta 27 . . . icS ,

y . . . ltJ f6 o . . . ltJ f8 debe liberar a las negras (Fis­ cher).

36.Wf3, h5 ! , y perderían el alfil" (Botvinnik).

2S.tt:l xe6?

Botvinnik consideraba su posición perdida hasta esta j ugada, que le permitía situar su al­ fil en la única buena casilla.

36 ... @g7 37.gc3 ge4 38 ..id t gd4

39 ..ic2 @f6 40.@f3 @gs 4 1 .@g3 tt:\ e4+

Es mejor 25 .ie3 , y las blancas seguirían en la partida (Fischer). 2S ... fxe6 26.gd3

A 26.)"ldd l ?, (26.)"ld2? ic l 27 .)"ld4 e5) 27 .ig4 )"lxf4 28 .ixe6+ fü7, y ganan. 26 ... ltJ cS 27.ge3 eS 28 ..ixeS

"Esta captura conduce a un final perdido" (Fischer). 28 ....ixeS 29.gxeS gxd6 3 1 .gxd7 tt:l xd7 32 ..ig4 ? !

30.ge7

gd7

32 .)"le l <;Í;lf8 3 3 . )"le3 plantearía mayores di­ ficultades a las negras. 32 ... fü7 33.get @f7 34.@g2 lLi cs 3S.ge3 ge7 36.gf3+

Con este j aque, la partida debe desembocar en tablas, según Botvinnik, porque las blancas estaban prácticamente en zugzwang. Pero Fis­ cher opina que el final de torres está igual­ mente ganado. 42 . .ixe4 gxe4 43.ga3

43 .fü7 (" ! ", Botvinnik) )"la4 44.)"lxh7 fü3+ 45 . f3 )"lxa2 46.h4+ conduce al mismo final, con la diferencia de que las blancas han ju­ gado f3 . 43 ... ge7 44_g13 fü7 4S.a4

En esta posición se aplazó la partida y las negras debían efectuar la jugada secreta. Las blancas amenazan 46.a5, liquidando los peo­ nes del flanco de dama. 4S ... füs 46.gf7 gas 47.gxh7!

"Una excelente idea, descubierta por Geller durante el análisis nocturno. A causa de la mala posición de su rey, a las negras les re­ sultará dificil movilizar sus peones pasados" (Botvinnik). 47 ... gxa4 48.h4+! @rs 49.gf7+ ©es so.gg7 gal s t .@f3 bS?

"La mejor posibilidad para las blancas con­ sistía en cambiar alfiles, situar su rey en la casilla 'd4' (o 'e3'), el alfil en 'c2' y el peón en 'f4'. Pero todo eso era imposible, pues si

Esta posición dio lugar a un interminable debate técnico, a través de las publicaciones de ajedrez. Botvinnik escribió inicialmente que la jugada textual era un error analítico, pe­ ro que incluso después de la mejor, 5 1 . . .'itid5 ! , e l resultado del final debía ser tablas. Por

L A S 32 M EJ O R E S PARTI D A S DEL G E N I O A M E R I C ANO

77

ejemplo: 52.füg7 b5 5 3 . We2 Wc4 54.h5 b4 55.l::í: g4+ ci>b5 56.ctíd3 .

Partida nº 1 8 Fischer - Fine

Nueva York 1 963

Gambito Evans (C52)

Posteriormente, publicó análisis más ex­ tensos y se preguntaba si no estaría equivo­ cado y el final estaría ganado para las negras. Botvinnik llegaba hasta la j ugada 64 en sus análisis, concluyendo que debía ser tablas. Fischer retomó su análisis en ese punto y su conclusión fue muy distinta: las negras tenían claras posibilidades de ganar. 52.hS!

Si 52.l::í: x g6, ctíd4 y ganan. 52 ... ga3+ 53. ci>g2 gxhS

"Botvinnik estaba ahora visiblemente rela­ jado. Yo había j ugado como él quería" (Fis­ cher).

Reuben Fine ( 1 9 1 4- 1 993) quizá fue el jugador estadounidense más grande desde Pau1 Mor­ phy. Ganó, entre otros, los torneos de Mar­ gate, Ostende y Hastings, en 1 937, y com­ partió con Paul Keres, en 1 938, el triunfo en el fortísimo Torneo A VRO. Participó con EEUU en las Olimpiadas de los años treinta, y en la de 1 93 7 logró la medalla de oro en el segundo tablero (con 1 1 ,5 de 1 5). Era, además, un gran j ugador de Blitz. En 1 945 abandonó el ajedrez para consa­ grarse a la práctica profesional del psicoanáli­ sis. La presente fue una partida amistosa. 1 .e4 es 2.lll f3 lll c6 3.J.c4 J.cs 4.b4 ! ?

El famoso Gambito Evans, insólito e n e l repertorio d e Fischer. 4 ... i.xb4 5.c3 J.aS 6.d4 exd4 7.0-0 dxc3

Otras posibilidades son: a) 7 . . . .!b6 8.cxd4 d6 es la línea habitual. b) 7 . . . d6 8.Yff b 3 (conocido en algunas fuentes como Ataque Walter) 8 . . . Y!f d7 9.cxd4 .!b6 1 0 . .!b5 ctí f8 ! 1 l .d5 lll a5 , Fischer - Davis (si­ multáneas, College 1 964 ). 8.Y!fb3 Y!fe7

Es frecuente 8 . . . Y!ff6, 9.e5 Y!fg6 1 0.lll x c3 lll g e7, y ahora puede seguir .!a3 . 9.lll xc3 ltlf6?

54.ggs+ ci>d6 55.l'hbS h4 56.f4 ci>c6 57.gb8! h3+ 58.ci>h2 a5 59.fS ©c7 60.gbs ci>d6 6 1 .f6 ©e6 62.gb6+ ©n 63.ga6 ci>g6 64.gc6 a4 65.ga6 ©n 66.gc6 gd3 67.ga6 a3 68.ci>gl

Tablas.

78

GRAN D E S M A ESTROS. B O B B Y F I S C H E R

Si 9 ... .!xc3, 1 0.Y!fxc3 f6 (a 10 ... lll f6 1 I ..!a3 d6 1 2 .e5 lll e4 1 3 .Y!fb2, y si ahora 1 3 . . . lll x e5 1 4 .lll x e5 Y!fxe5 1 5 .füe 1 ! gana pieza) l I ..!a3 d6 1 2 . .!d5 ! .!d7 1 3 .�ab l 0-0-0 1 4.lll d4, con posición aplastante. La mejor defensa, según Fischer, pasa por 9 . . . Y!fb4 ! (una viej a jugada) 1 0 . .!xf7+ Wd8 l I ..!g5+ (a 1 I ..!xg8?, Y!fxb3 ! ) 1 1 . . .lll g e7 1 2 .lll d 5 Y!fxb3 1 3 .axb3 .!b6 ( 1 3 . . . .!b4 ! ) 1 4.füc l h 6 1 5 .füc6 hxg5 1 6.lll x b6 cxb6 1 7.l::í: x b6, etc. 1 0.ltldS! lll xdS

Era preciso 1 0 . . . Y!fxe4, aunque 1 1 .lll g 5 da paso a un tremendo ataque.

1 1 .exdS lll es 1 2.lll xeS '!WxeS 1 3 . .ib2 'IWgS 1 4.h4!

Partida nº 1 9 R. Byrne - Fischer

Campeonato de EEUU Nueva York, 1 8 . 1 2 . 1 963

Defensa Grünfeld (D 71) El GM Robert Byme ocuparía un lugar destacado en los acontecimientos ajedrecísti­ cos de los años setenta y ochenta. Dejó su puesto de profesor de Filosofia en la Uni­ versidad para dedicarse profesionalmente al ajedrez. Durante muchos años tuvo a su cargo la columna de ajedrez del Herald Tribune de Nueva York. "Desviación de la dama sobrecargada" (Fis­ cher). 1 4 ...'!Wxh4

"Si 1 4 . . . Wh6, 1 5 .Wa3 (que amenaza füe l +) gana. O 1 4 . . . Wg4 1 5 .füe l + .ixe l ( 1 5 . . . cii d 8 1 6.We3 i.b4 1 7.Wh6 ! ! gxh6 1 8.i.f6+ i.e7 1 9.i.xe7+ cii e 8 20 . .igS+ !
1 .d4 lll f6 2.c4 g6 3.g3 c6 4 ..ig2 dS 5.cxdS cxdS 6.lll c3 .ig7 7.e3 0-0 8.lll ge2 lll c6 9.0-0 b6 1 0.b3 .ia6 l t ..ia3 ges 1 2.Wfd2

Otras posibilidades son 1 2.:gc l y 1 2.f4. 1 2 ... eS! 1 3 .dxeS

O bien 1 3 .füc l exd4 ( 1 3 . . . Eí:c8 1 4.füd l e4 1 5 . f3 ! ) 1 4.exd4 :ges 1 5 . f3 , con ventaja de las negras. 13 ... lll xeS 1 4.füd l ?

1 5.i.xg7 ggs 1 6.füel+ ©d8

1 6 . . . i.xe 1 1 7 .Eí:xe 1 + conduce al mismo re­ mate.

1 7.§°g3 !

Las negras se rindieron. Si 1 7 . . . Wxg3 , continúa 1 8 . .if6++. A Fine le molestó mucho que su rival incluyese esta partida en el libro Mis 60 partidas memora­ bles.

Era mejor 1 4.:gad l ! Inicialmente, Fischer consideraba como mejor réplica 1 4 . . . tll e 4, y tras 1 5 .tll x e4 dxe4 1 6 . .ixe4 Wf xd2 1 7.füd2 tll g4 1 8 . .ixa8 lll xd2 1 9.:gd l tll c 4 20.bxc4 :gxa8, tendría clara ventaj a en el final. Pero Averbaj detectó un error en el análisis y, en vez de 20.bxc4, sugirió 20 . .ic6 tll x a3 2 1 . .ixe8 .ixe2 22.Eí:d7, con gran superioridad blanca. Fischer analizó entonces todas las posibi-

L A S 3 2 M EJ O R E S P A RT I DA S DEL G EN I O A M E RI C A N O

79

lidades de las negras, como 1 4 . . . :8:c8, 1 4 . . . tll d 3 o 1 4 . . . 1Mi'd7, que no le convencían, hasta descu­ brir 1 4 . . . 1Mi'c8 ! , que le satisfizo plenamente. Veamos : 1 5 .tll x d5 tll x d5 1 6.ixd5 :8:d8 1 7.f4 füd5 1 8 .1Mi'xd5 ib7 ! 1 9.1Mi'd8+ ( 1 9.1Mi'd2 1Mi'h3 ! 20. tll d4 tll g4 2 1 .füe l tll x e3 ! , y las negras de­ ben ganar) l 9 . . . Wxd8 20.:8:xd8+ :8:xd8 2 l .fxe5 ixe5, con mejor final. " En caso de 1 5 .:8:c l , 1 5 . . . 1Mi'd7 ! 1 6.:8:cd l füd8. Lo mej or contra 1 4 . . . Wc8 ! es 1 5 .ib2 ( 1 5 .Wc l tll e4 1 6.tll x d5 ixe2 l 7 .ixe4 �h8! gana calidad), aunque las negras mantienen la iniciativa con 1 5 ... 1Mi'f5 " (Fischer).

(26.ib2 :8:h l ) 26 ... füc3 27.:8:b8+ �g7 28 .ib2 :8:xa2, etc.

1 4 ... .!ll d3 ! 1 5.Wf c2

Si 1 5 .tll d 4, tll e4 1 6.tll x e4 dxe4 1 7 .ib2 :8:c8, con clara ventaj a, lo mismo que tras las alternativas 1 5 . tLl f4 y 1 5 . f3 .

b) 2 1 .�f2 iWd7 ! 22.:8:ac l 1Mi'h3 23 .tll f3 ih6 24.1Mi'd3 ie3+ 25.1Mi'xe3 füe3 26.
1 5 ... tll xm

"La clave de la j ugada anterior. La j usti­ ficación completa de este sacrificio no resulta evidente hasta el momento en que las blancas abandonan" (Fischer). 1 6.©xf2 c!l\ g4+ 1 7.@gl tli xe3 1 8.Wi'd2

Forzado. Si 1 8 . . . tll x d l , 1 9.:8:xd l y las blan­ cas de nuevo están mejor. Ver el diagrama siguiente

1 8 ... tli xg2 ! !

Con la desaparición de este alfil, Byrne queda indefenso en las casillas de su color. 1 9.©xg2 d4! 20.tli xd4 i.h7+ 2 1 .@n

Las alternativas no son mejores : a) 2 1 .�g l ixd4+ 22.1Mi'xd4 :8:e l + ! 23.@f2 1Mi'xd4+ 24.füd4 :8:xa l 25.:8:d7 :8:c8 26.füb7

80

G RAN D E S M A ESTROS. B O B B Y F I S C H E R

2 1 ...Wi'd7!

Las blancas se rindieron. " ¡ Amarga decepción ! Yo esperaba 22.'Wf2 Wh3+ 23.�g l :8:e l + ! ! 24.füe l ixd4, seguido de mate en pocas. Si 22.tll db5, iWh3+ 2 3 .�g l !h6, y cae el telón" (Fischer). El comentario de R. Byrne no puede ser más expresivo: "Mientras reflexionaba, tratan­ do de comprender por qué habría elegido Fischer esa continuación, éste jugó l 8 . . . tll x g2 . Una jugada tan impactante me produjo un fuerte shock . . . La combinación es tan profun­ da que incluso en el momento de abandonar la partida, ¡ los dos Grandes Maestros que la co­ mentaban para el público en otra sala creyeron que yo había ganado ! "

1 1 ...gxfS

Partida nº 20 Fischer - Benko

Campeonato de EEUU Nueva York, 30. 1 2 . 1 963

Defensa Pire (B09) En 1 963, el GM Pal Benko todavía se en­ contraba en su plenitud, pues el año anterior había participado en el Torneo de Candidatos de Cura9ao lo que, teóricamente, lo convertía en uno de los nueve mejores del mundo. En este Campeonato partía como uno de los fa­ voritos. l .e4 g6

El fianchetto de rey, con la Pire, Defensa Moderna y esquemas afines (India de Rey, etc.) era el sistema universal de apertura de Pal Benko. 2.d4 i.g7 3.llic3 d6 4.f4 &lif6 5.llif3 0-0 6.i.d3

A 6.i.e2, c5 7.dxc5 Vlia5 8.0-0 Wxc5+ 9.'tt> h l 'i:l c6 I O.'i:ld2 a5 ! 1 1 .'ll b3 'lli b 6 1 2.a4 'i:l b4 1 3 .g4 i.xg4 ! , y las negras están algo me­ jor, Fischer - Korchnoi (Candidatos, Cura9ao 1 962). 6 ...i.g4?

Se ha j ugado 6 . . . 'i:l c6 ! ? 7 .e5 dxe5 8 . fxe5 'i:ld5 (mejor era 8 . . . 'i:lg4, según Spassky) 9.'i:lxd5 Wxd5 I O.c3 i.g4 l 1 .We2 ! , Fischer F. J. Pérez (La Habana 1 965). 7.h3 i.xf3 8.Wxf3 lli c6 9.i.e3 es 1 0.dxeS dxe5 1 1 .fS

La desaparición del peón "g" crea un im­ portante debilitamiento del enroque, pero esto no hay que explicárselo a Benko, que tiene una buena razón para optar por la textual. Las negras no pueden permitir la bayoneta g2-g4g5 . Fischer también consideraba l l . . . gxf5 la mejor respuesta, y comentó: "Si, de inmediato, l l . . .'i:l d4, 1 2.Wf2 gxf5 1 3 .exf5 , con un fuerte ataque en perspectiva. La idea fue confirmada más tarde en la partida Bednarski - Kraidman (Olimpiada de Tel Aviv 1 964), que continuó así : 1 3 . . . b5 1 4.0-0 c5 1 5 . 'i:l e4 c4 1 6.'i:lxf6+ 'lli x f6 1 7 .i.e4 l"í:ad8 1 8 .c3 füe8 1 9.©h i ©h8 20.l"í:ae 1 b4 2 l .cxd4 exd4 22.i.c 1 d3 23 .b3 i.h6 24.i.xh6 'lli x h6 25 .i.f3 füe 1 26.Wxe 1 c3 27 .We7 ! , y las blancas ganaron. 1 2.'llixfS

Si 1 2.exf5 , e4 ! 1 2 ... lli d4

Parece mejor 1 2 . . . Wd7. 13.Wf2

Fischer estuvo tentado de tomar el peón: 1 3 .Wxe5 ! Por ejemplo: 1 3 . . . 'i:l g4 1 4.Wxg7+ ! 'tt> x g7 l 5 . hxg4, con diversas amenazas. Si 15 ... 'll e6, l 6.e5 l"í:h8 17 .i.h6+ 'tt> g 8 1 8 . 'i:le4, ganando. Pero las negras tendrían la buena de­ fensa l 5 . . . 'i:l c6. 1 3 ... lli e8

Con idea de . . . 'i:ld6, y luego . . . f7-f5 y . . . c7c5-c4. 1 4.0-0

La alternativa era 1 4 . 0-0-0, pero Fischer pensaba que su rey estaría más seguro enro­ cando corto. 1 4 ... lli d6 1 5.Wg3

Si l 5 .'i:ld5, f5 l 6.i.xd4 'll xe4 ! l 7.i.xe4 fxe4 gana un peón. 1 5 ... ©h8

O bien 1 5 . . . f5 1 6.i.h6 Wf6 1 7.i.xg7 Wxg7 'tt> x g7 l 9 .exf5 'll 6xf5 20.Eí:ae 1 Elae8 2 1 . 'i:l e4, con ventaja blanca. l 8 .Wxg7+

1 6.Wg4 c6 1 7.Whs Wfe8?

l 7 . . . 'i:l e6 y l 7 . . . c5 eran mejores opciones. Ver el diagrama siguiente

1 8 ..axd4 exd4 1 9.fü6 ! !

L A S 3 2 M EJ O R E S PAR T I DA S D E L G E N I O A M E R I C A N O

81

Una fabulosa j ugada de bloqueo que pre­ para el avance e5, con ataque imparable sobre "h7".

Partida nº 2 1 Fischer - Rossolimo

Campeonato de EEUU Nueva York 1 965

Defensa Francesa (CJ 2)

La inmediata J 9.e5 no servía, debido a 1 9 . . . f5 ! 1 9 ... ©g8

Único movimiento posible. Tanto si se ha­ ce l 9 . . . dxc3 como l 9 . . . �xf6, continuaría 20.e5 . 20.e5 h6

Nicolás Rossolimo ( 1 9 1 0- 1 975) era un per­ sonaje novelesco. Nacido en Ucrania, de pa­ dre griego y madre rusa, de joven viajó mucho y trabajó como estibador portuario en Estam­ bul y Marsella. Luego se trasladó a París. Ganó algunos torneos internacionales de se­ gunda fila y, en 1 948, el Campeonato de Fran­ cia. Posteriormente, emigró a Nueva York, don­ de se ganó la vida como taxista y, más tarde, fundando una academia de ajedrez. Brillante j ugador táctico, su ajedrez tenía lagunas en el terreno estratégico, lo que no Je permitía el salto definitivo al título de Gran Maestro. Finalmente, lo consiguió en Ja madu­ rez, dando una mayor consistencia a su juego. Un periodista Je preguntó entonces por qué sus resultados eran ahora más regulares. Ro­ ssolimo respondió: "Porque ahora, cuando mi oponente me crea problemas, aprieto Jos die­ ntes y me digo para mis adentros: ¡ Este tipo quiere que vuelva a Jos muelles ! " 1 .e4 e6 2.d4 d5 3 . .!li c3 .!li f6 4.�g5 �b4

2 1 .llie2!

Pal Benko esperaba Ja captura 2 l .Eí:xd6, lo que Je permitiría resistir, con la respuesta 2 1 . . .�e5 ! Las negras se rindieron. Si 2 1 . . . etJb5, resulta 22.�f5 concluyente, y si 2 1 . . . �xf6, la continuación 22.�xh6 fuerza el mate. El año 1 963 no podía terminar mej or para Bobby Fischer, que en ese Campeonato se anotaría el 1 00% de la puntuación.

82

G R AN D E S M A ES T R O S . B O B B Y F I S C H E R

Así queda planteada Ja Variante McCut­ cheon, que actualmente se utiliza con poca frecuencia en Jos torneos internacionales. Mo­ rozevih, Vallejo, Shirov o Korchnoi, han apor-

tado en los últimos años nuevas ideas para re­ vitalizarla. 5.e5 h6 6 ..id2 .ixc3 7.bxc3

ataque) 1 7.�hg l 0-0-0 1 8 .�g6. Pero al menos, en esta continuación el rey negro se encon­ traría seguro" (Fischer).

En el Torneo de Candidatos de 1 962, Fis­ cher experimentó con 7 .ixc3 ? ! , y después de 7 . . . tll e4 8 .ia5? (8 .ib4 c5 9.dxc5 tll x t2 ! I O. c;t> xt2 Wh4+) 8 . . . 0-0 9.id3 tll c 6 1 0.ic3 tll x c3 l 1 .bxc3 f6, y las negras tienen la iniciativa, Fischer - Petrosian (Cura9ao 1 962). 7 ... tll e4 8.Wl'g4 g6

Si 8 . . . �f8, 9.tll f3 (Belov) 9 . . . c5 1 0.id3 tll x d2 1 1 .c;t>xd2 tll c 6 1 2.Wf4 We7, con igual­ dad, Anand - Ivanchuk (Linares 1 992). Fis­ cher habría j ugado 9.h4 c5 1 0.�h3 . 9 . .id3 tll xd2 1 0.�xd2 c5

Si 1 0 . . . Wg5+, 1 1 .Wxg5 hxg5 1 2.g4 ! , con ventaj a blanca. 1 1 . .!ll f3

También se ha j ugado aquí 1 1 .Wf4 cxd4 1 2.cxd4 Wa5+ 1 3 . c;t> e3 ! ? b6 1 4.tll e 2 tll d 7 1 5 .�he 1 ia6, con igualdad, Petrushin - Pis­ kov (Rusia 1 992). 1 1 . .. .!ll c6 1 2.Wi'f4

Otra posibilidad era 1 2 .�ab 1 . 1 2 ...Wl'c7

Es más habitual hacer 1 2 . . . Wa5 1 3 .�ab l ( 1 3 .�hb l b6 1 4.a4 ia6 1 5 .ib5 fü8 1 6.dxc5 bxc5 1 7 .ixc6+ �xc6 1 8.�b8+ �c8, y las negras resisten) 1 3 . . . b6 1 4.dxc5 Wxc5 1 5 .tll d4 tll x d4 1 6.cxd4 Wa5+, con igualdad. Si 1 2 . . . g5 , sigue 1 3 .Wf6 ! Wxf6 1 4.exf6 g4 1 5 .tll e5 cxd4 1 6.cxd4 tll xd4 1 7.h3, con mejor final para las blancas.

1 6.gxfS exf5 1 7 ..ibS+! �f8?!

Las alternativas eran: a) l 7 . . . tll c6 1 8.ixc6+ bxc6 ( 1 8 . . . Wxc6 1 9 .e6 ! ixe6 20.tll e 5 Wd6 2 1 .tll xg6 Wxf4+ 22.tll x f4, y las negras tienen tres peones ais­ lados por dos de las blancas, y el caballo es superior al alfil en este final) 1 9.�hg l . b) 1 7 . . . id7 1 8 .ixd7+ Wxd7 1 9.e6 ! , con ataque. e) l 7 . . . �d8 ! (la mejor defensa, según Fis­ cher) l 8 .id3 ie6. Las blancas están mejor, pero es dificil alcanzar al rey negro. 1 7.i.d3 .ie6

1 3.h4

Era mejor 1 3 .Wf6 ! �g8 1 4.h4 Wa5 1 5 .h5 ! gxh5 1 6.�xh5 cxd4 1 7.�ad 1 , con perspectivas de ataque (Fischer). Ver el diagrama siguiente

1 3 ... fS!

Las negras han igualado. 1 4.g4 cxd4 1 5.cxd4 .!ll e?? !

Esta imprecisión compromete la posición negra. "Después de la partida, Rossolimo su­ girió 1 5 . . . id7, pero las blancas lograrían ven­ taja con 1 6.gxf5 gxf5 ( 1 6 . . . exf5 1 7 .W g3 tll e 7 1 8 .e6 ! Wa5+ 1 9.c3 ixe6 20.�he l , con fuerte

1 9 . .!ll gl !

El caballo se dirige a "f4", por "h3 " . Con esta maniobra las blancas sellan ventaja. 19 ... �f7 20 . .!ll h3 ):fac8 ! ?

Una jugada activa. A Rossolimo n o l e gus-

LAS 3 2 M EJ O R E S PARTI D A S DEL G E N I O A M E R I C A N O

83

taba 20 . . . !"í'.ag8, ya que las blancas podrían triplicar sus piezas pesadas en la columna "g" y, con el cabal lo en "f3", la posición negra se­ ría muy restringida. 2 1 .i'!hgl b6

Si 2 1 . . .Wc3+, 22.�e3 é2i c6 23.!"í'.ab l é2ib4 24.füb4 ! Wxb4 25 .h5 füg8 26.hxg6+ füg6 27.füg6 We l + 28.cj/f3 cj;>xg6 29.Wh4 ! Wd l + 30.�g2 !"í'.g8 3 1 . � h2 ! (Fischer). 22.hS! Wc3+ 23.cj;>e2 .!ll c6

O bien 23 . . . füg8 (23 . . . g5 24.é2lxg5+ ! hxg5 25 .Wxg5 cj/e8 26.Wf6, con ventaj a decisiva) 24.hxg6+ !"í'.xg6 25 .Wh4, con clara ventaja. 24.hxg6+ iig7

A 24 . . . �e7, 25 .Wh4+ cj/d7 26.!"í'.ad l ! Wxd4 (26 . . . é2i xd4+? 27.Wxd4 ! ) 27.é2if4 ! , con posi­ ción ganadora (Fischer). 25.gadl .!ll xd4+

25 . . . Wxd4 26.cj/fl ! Wxe5 27.!"í'.e l Wxf4 28.é2i xf4 i.d7 29.é2ih5+, y las blancas ganan.

Partida nº 22 Fischer - Gligoric

Olimpiada de La Habana 1 966

Apertura Ruy López (C69) En las once partidas anteriores entre ambos adversarios, Gligoric tenía un resultado muy favorable: +4 =6 - 1 , de ahí que Fischer siem­ pre respetase mucho al Gran Maestro yugos­ lavo, con quien luego mantendría una cierta amistad. En La Habana, Fischer, un adicto a la Variante Cerrada de la Española, sorprendió planteando la Variante del Cambio en tres ocasiones, y ganando las tres partidas. 1 .e4 e5 2.ltlf3 .!Zl c6 3.i.bS a6 4.�xc6

26.iifl i'!he8 27.gg3

Si 27 .Wh4?, sería un grave error: 27 . . . é2i f3 ! 28 .Wf6+ cj/g8 29.i.xf5 é2ih2+ 30.cj/g2 Wt3+ 3 1 .�xh2 Wxf5 , con igualdad. 27 ... lll c6 28.Wh4 lll xe5

Si 28 . . . Wxe5 , 29.é2lf4, con demasiadas ame­ nazas. 29.lll f4

El caballo por fin se instala, decisivamente, en el punto fuerte. 29 ... .!ll g4

Sorprendente, tratándose de Fischer, ya que el americano no sólo sentía predilección por el sistema cerrado de la Ruy López, sino que además se caracterizaba por una gran fide1 idad a su repertorio de aperturas. La Variante del Cambio fue planteada, al máximo nivel, por Lasker, que venció con ella a Capablanca y Alekhine en el torneo de San Petersburgo 1 9 1 4. Pero posteriormente fue arrinconada, por haberse descubierto métodos satisfactorios para igualar con las negras. Cla­ ro está que la teoría y la práctica no siempre se han puesto de acuerdo. 30.lll xe6+! gxe6 3 1 .i.xfS Wc4+ 32.iigt !

4 ... dxc6 5.0-0

Las negras se rindieron . A 32 . . . é2ixf2, 33 .Wxc4 füc4 34.cj/xf2 fü4+ 36.!"í'.f3. Una partida muy intensa.

La jugada clásica es 5.d4, pero Fischer con­ sideraba que la textual crea más problemas a las negras.

84

GRANDES M A ESTROS. B O B B Y F I S C H E R

5 ... f6

Fischer califica esta jugada con un signo de admiración, con este comentario de Gligoric: "Esta posición rara vez se ha visto en la praxis moderna de los Grandes Maestros. Gracias al imaginativo Fischer, nos vemos obligados a remontamos al S I G LO X I X en busca de alter­ nativas para las negras, y no es evidente que dispongan de opciones para defender 'e5'." Hay, ciertamente, otras posibilidades. La cuestión es qué garantía ofrecen. Además de 5 . . . �e7? ! (jugada de Reshevsky), se ha juga­ do, entre otras, 5 . . . \Wf6 (Harmonist). Actual­ mente, las opciones más populares son 5 . . . �g4 y la j ugada de Bronstein, 5 . . . \Wd6. 6.d4 i.g4 !

" Lo mejor. En nuestra partida anterior, Portisch había jugado 6 . . . exd4 7. éi:Jxd4 ! c5 (en otra partida, Portisch jugó lo más sensato, 7 . . . �d6, aunque también es inferior: 8.\Wh5+ ! g 6 9.\Wf3 �xh2+? 1 0.©xh2 \Wxd4 1 l .�d l ! ) 8.éi:Jb3 Wxd l 9.füd l �d6 I O. éi:J a5 ! b 5 (es curioso I O . . .�g4? l l .f3 0-0-0?? 1 2.e5 ! , y las negras abandonaron, Hort - Zheliandinov, La Habana 1 967) 1 1 .c4 éi:Je7 1 2.�e3 f5 1 3 .éi:Jc3 f4 1 4.e5 ! �xe5 1 5 .�xc5, y la desorganizada posición negra debe hundirse en pocas juga­ das" (Fischer).

1 6.�d 1 ! , con clara ventaj a en el final que se presenta, Fischer - Smyslov, Montecarlo 1 967) 9.gxf3 fxe5 I O.f4 éi:J f6, y ahora 1 J .éi:Jc3 ! (en lugar de 1 l . fxe5?) daría una mejor po­ sición a las blancas. Pero Fischer consideraba 7.dxe5 ! incluso superior a la textual, y después de 7 . . . \Wxd l 8.�xd l �xf3 ! 9.gxf3 fxe5 I O.�e3 ! (seguido de éi:J d2-c4) I O . . . éi:J e7 1 l .f4 ! , las blancas man­ tienen la iniciativa. 7 ... exd4 8.cxd4 Wfd7?!

Aceptar el peón sería peligroso: 8 ... �xf3 9.Wxf3 Wxd4 1 0.�d l \Wc4 1 l .�f4, y Gligoric escribió que había olvidado por completo su análisis de la partida de Hastings, en el que recomendaba 8 . . . c5 ! 9.d5 �d6. Aquí, el GM Matthias Wahls j ugó 9.h3 ! contra Boudre. 9.h3 i.e6

Para Fischer lo mejor es 9 . . . �h5 ! , y tras I O.éi:Je5 ! �xd l l J .éi:J xd7
Era mejor l l . . .�d6 ! 1 2 .�xd6 Wxd6, con posición sólida. La continuación critica, sin embargo, era 1 1 . . . g5, de la que Fischer realizó un magnífico análisis. Después de 1 2 .�g3 h5 1 3 .d5 ! cxd5 1 4.�c l !, y ahora: a) 1 4 . . . �d6 1 5 .éi:J a4 ! ©b8 1 6.éi:Jc5 V!ie7 1 7 . éi:J xa6+ bxa6 1 8 .éi:J d4 �d7 1 9.Wb3+ ©a7 20.�xc7+ ! ! �xc7 2 1 .�xc7 �b5 (2 1 . . . Wc5 22 .We3 ! ) 22.éi:Jc6+! �xc6 23 .Wb6+ y mate a la siguiente. b) Una victoria fantástica resulta de esta variante : 1 4 . . . dxe4 1 5 . éi:J a4 ! ©b8 1 6.füc7 ! ! V!ixd l 1 7.�c8+ ! ! ©a7 ( 1 7 . . . ©xc8 1 8 .éi:Jb6++) 1 8 .�b8+ ©a8 1 9.éi:Jb6++. 1 2.fül éi:J g6 13.i.g3 i.d6

7.c3 !

Gambito propuesto por el propio Gligoric, en los comentarios a su partida con Lee (Has­ tings 1 965- 1 966), que continuó con 7.dxe5 \Wxd l 8.�xd l �xf3 ! (8 . . . fxe5? 9.�d3 ! �xf3 I O.füf3 éi:Jf6 1 J . éi:Jc3 �b4 1 2 .�g5 ! �xc3 1 3 .bxc3 fü8 1 4 .�xf6 füf6 1 5 .füf6 gxf6

Ver el diagrama siguiente

1 4.c!ll a4! i.xg3 ?

Entrega la fuerte casilla "c5" al caballo. Era mejor 1 4 . . . ©b8 1 5 .éi:Jc5 We7. 1 5.fxg3 \tib8

L A S 3 2 M EJ O R E S P A RT I D A S D E L G EN I O A M E R I C ANO

85

Partida nº 23

Fischer - Geller Skopj e 1 967

Defensa Siciliana (B88)

Si 1 5 . . . b6, seguiría 1 6.d5 ! �f7 ( 1 6 . . . cxd5? etc.

l 7.lll x b6+) l 7.We2 ! ,

1 6 . .!ücs Wd6 1 7.Wa4! rtla7??

A pesar de su aparatosa derrota en Bled (véase partida nº 1 1 ), Geller no era ningún cliente para su rival. El primer problema que le plan­ teaba a Fischer era su preparación de apertu­ ras, como mínimo tan buena como la suya. Si en capacidad estratégica y técnica ambos po­ dían equipararse, Geller tal vez superase al americano en perspicacia táctica. Por su parte, Fischer seguramente era superior en capacidad de concentración y combatividad, en su inque­ brantable espíritu de lucha.

" ¡ Burdo error! Después de l 7 . . . �c8 1 8 .:gc3 ( 1 8 . . . Wxg3 ? 1 9.lll e 5 1Wh4 20.lll x c6+), las ne­ gras podrían resistir con el movimiento l 8 . . . lll f8 ! " (Fischer).

1 .e4 cS 2 . .!Df3 d6 3.d4 cxd4 4 . .!D xd4 .!D f6 s . .!ü c3 .!D c6 6 ..ic4

1 8 . .!D xa6!

Fischer sentía predilección por la Variante Sozin, con la que consiguió numerosas victo­ nas.

El golpe de gracia. 1 8 ....ixh3

6 ... e6 7 ..ie3

Si 1 8 . . . bxa6, l 9.:gxc6, con ataque a la dama y "a6".

Por entonces se había puesto de moda el Ataque Velimirovic, que supone la combina­ ción de �c4/.ie3me2/0-0-0 y ataque a la ba­ yoneta en el flanco de rey. Más habitual en Fischer era .ib3 y 0-0.

1 9.eS! .!D xeS

O bien 1 9 . . . fxe5 20.lll c5+ @b8 2 1 .:gc3 ! , ganando 20.dxeS fxeS 2 1 ..!D cS+ iib8 22.gxh3 e4 23 . .!Dxe4 We7 24.:gc3 bS 25.Wc2

También servía 25 .Wa6. ¡ Gligoric con dos piezas menos ! ¿Cuándo se ha visto eso? La respuesta es: las negras se rindieron.

86

G R A N D E S M A ESTROS. B O B B Y F I S C H E R

7 ....ie7

Mejor es 7 . . . a6 8 . .ib3 Wc7 9.We2 (Geller sugirió la variante 9.f4 b5 1 O.f5 b4 l 1 .fxe6 ! ?) 9 . . . b5 1 0.0-0-0 lll a5 (o también I O . . . �b7 l 1 .f3 ). 8 ..ib3

En la partida Velimirovic - Geller (Buda­ pest 1 973) se jugó 8.We2 lll xd4 9.ixd4 0-0 J O.O-O-O Wa5 1 l .e5 dxe5 1 2.ixe5 . 8 ... 0-0 9.We2 Was

Es más habitual 9 . . . a6. Una posible con­ tinuación es 1 O.O-O-O Wc7 l l .g4 lll xd4 1 2.:1'!:xd4 ! b5 1 3 .g5 lll d 7 1 4 .Wh5 lll e5 1 5 .f4 lll c 6 1 6.:1'!:d3 lll b4 I 7.:1'!:d2 :1'!:d8 1 8 .f5 g6 1 9.fxg6 hxg6 20.Wh4 lll c 6 2 I .'.Wg3 lll e 5 22.h4 ib7 23 .h5 b4 24.hxg6 lll x g6 25 .:1'!:dh2 bxc3 26.id4 e5 27.:1'!:h8+ ! ! lll x h8 28.g6 ! if6 29.gxf7+
La alternativa es 1 O.O-O.

10 ... lll xd4

Geller descarta I O . . . id7, por I I .lll db5 ! lll e 8 1 2.if4 a6 1 3 .lll x d6 lll x d6 1 4.ixd6 ixd6 I 5 .füd6 Wgs+ I 6.Wd2 Wxg2 1 7.:1'!:hd l ie8 I 8.Wf4, con buena posición de las blancas.

tras 1 3 .We3 ! b6 (era interesante 1 3 . . . b5 1 4.a3 ! b4 1 5 .axb4 Wxb4 1 6.ixa7 Wb7 1 7 .Wb6 ! Wa8 1 8 . f3 , aunque el juego negro carece de pers­ pectivas) 1 4.ixf6 ! gxf6? ( 1 4 . . . ixf6 1 5 .füd6 ic8) 1 5 .lll d 5 ! ! füe8 1 6.lll x e7+ ( ¡ aún era me­ jor l 6.Wh6 ! ) 1 6 . . . füe7 1 7.füd6 :1'!:c8 J 8.Wd4 ie8? J 9.Wxf6, y las negras se rindieron. 13.f4 !!ad8

Si 1 3 . . . e5, continuaría 1 4.ie3 ! ixe4 (a 14 . . . lll x e4?, 1 5 .lll xe4 ixe4 1 6.id2) 1 5 .lll xe4 lll x e4 J 6.Wf3, con ventaja. 1 4.!!hfl

" En este momento ya había pensado en el sacrificio que se produciría. También era fuer­ te l 4.g4, por no hablar de la sugerencia pos­ terior de Trifunovic, 1 4.f5 ! exf5 (no 14 . . . e5 1 5 .if2 d5? 1 6.exd5 lll xd5 1 7.lll x d5 ixd5 1 8 .Wxe5 gana pieza) 1 5 .exf5 füe8 1 6.Wf2, con presión" (Fischer). 1 4 ... bS

1 1 ..ixd4 .id7

La captura del peón "g" sería casi suicida: I 1 . . .'Wg5+? 1 2 .ª1b l Wxg2? 1 3 .:1'!:hg l ! Wh3 ( 1 3 . . . Wxh2 1 4.:1'!:h l Wf4 1 5 .:1'!:dg l ! e5 1 6.ie3 ib4 1 7.We l Wf3 1 8.:1'!:g3 gana la dama) 1 4.e5 lll e 8 1 5 .exd6 ixd6 1 6.ixg7 ! lll x g7 1 7 .füd6, y las blancas ganan. 1 2.
1 5.fS ! !

Una profunda combinación. Fischer n o que­ ría perder un tiempo en 1 5 .a3 . 1 5 ... b4 1 6.fxe6! bxc3 1 7.exf7+

Las blancas amenazan 1 3 .ixf6. 1 2 ...ic6

Geller consideraba deficiente esta jugada y recomendó luego 1 2 . . . :1'!:fc8. En una ronda posterior, Sofrevsky jugó, contra Fischer, l 2 . . . :1'!:ad8, y tuvo problemas

¡ En sólo tres j ugadas, y como por arte de magia, este peón ha pasado de "f4" a "f7" ! Murey y Boleslavsky propusieron aquí la alternativa 1 7.Ei:xf6 ! , y después de 1 7 . . . gxf6 (a l 7 . . . ixf6, sigue 1 8 .ixf6 gxf6 1 9.e7 We5 20.exd8W füd8 2 1 .Wc4 ie8 22.Wxc3 , con ventaj a blanca) 1 8 .exf7+ ª1h8 ( l 8 . . . füf7 1 9.ixf7+ ª1xf7 20.Wc4+) 1 9.Wg4 ! (con la amenaza We6) 1 9 . . . Eí:b8 20.We6 '.Wd8 2 1 .fül Eí:b4 22.ixc3 füe4 23 .:1'!:xf6 ! Eí:e l + 24.ixe l ixf6 25 .ia5 ! ! , con ventaja decisiva (Geller).

L A S 32 M EJ O R E S PARTI D A S D E L G E N I O A M E R ICANO

87

1 7 ... i>hS

Si 1 7 . . . füt7, 1 8 .ixf7+ '\t>xt7 1 9.Wc4+ d5 20.Wxc6, etc.

tienen defensa satisfactoria" (Fischer). a) 20 . . . dS 2 1 .We5 lt:J f6 22.:gxf6 ixf6 23 .Wi'xf6! b) 20 ... lt:Jd2+ 2 1 .füd2 cxd2 22.c3 ! ! Wi'xb3 23 .ixg7+! Wxg7 24.Wi'g4+ :gh8 25 .Wd4+ y mate. e) 20 . . . cxb2 2 1 .:ghs ! (con la amenaza ixg7+) 2 1 . . . lt:J c3+ (si 2 1 . . .if6, 22 .WífS h6 23 .:gxh6+ ! gxh6 24.Wi'g6 ! ! , seguido de mate) 22.Wxb2 lt:Jxd l + (o 22 . . . füf7 23 .Wi'xt7 lt:J xd l + 24.Wb l ! ! Wi'xd4 25 .füh7+ Wxh7 26.Wi'h5++) 23 .Wc füt7 (forzado) 24.ixf7 ! (24.Wxt7?? ig5+ ), y las negras no tienen respuesta contra la amenaza 25.:gxh7+ ít> xh7 26.Wf5+. Si 24 . . . id7, 25 .ixg5+ gana la dama (Fischer). 20 ...Wlb7 2 1 .Wlf4

1 8.fü5!

Una gran jugada. Las blancas ganan tiempo para doblar torres en la columna "f' y, de paso obligan a su rival a tomar una dificil decisión: ¿dónde situar la dama? ¿En una posición de ataque ("b4") o de defensa ("c7")?

Demasiado tarde. Geller encuentra la clave decisiva de la posición . . .

1 8 ...Wlb4

Si 1 8 . . . Wc7, 1 9.:gdfl (con la amenaza füf6) 1 9 . . . lt:Jd7 ( 1 9 . . . lt:J xe4 20.Wg4) 20.:ghS ! , que plantea l a amenaza :gxh7+. 1 9.Wffl !

Toda una serie de j ugadas brillantes y pre­ cisas de Fischer. Si 1 9.bxc3 , Wb7 (para seguir 20 . . . :gf7 o 20 . . . ie4), o l 9.ixc3 Wxe4 o, por último, l 9.füf6 ixf6 20.ixf6 gxf6 2 l .Wf2 füt7, con igualdad (Geller). 1 9 ... .!D xe4!

Alternativas: a) 1 9 . . . lt:Jd7 perdía de inmediato. Por ejem­ plo: 20.:ghs lt:J e5 2 1 .Wf5 h6 22.Wg6 ! ! :gxf7 (22 . . . lt:J xg6?? 23 .:gxh6++) 23 .ixe5 , etc. b) Si 1 9 . . . ixe4, las blancas pueden elegir entre 20.füf6 y 20.:gbs . e) Lo mejor es 1 9. lt:J g4, pero después de 20.ixc3 (20.:ghs id7 ! ) 20 . . . Wb7 (20 . . . Wxe4 2 1 .:gd4 ! ) 2 1 .Wf4, con tres peones por pieza y ataque ganador (Fischer). 20.a3?

La jugada perdedora. " Unas horas después de la partida me di cuenta de que las blancas podían ganar con una j ugada de problema: 20.Wi'f4 ! ! (que amenaza :gh5), y las negras no

88

G R A N D E S M A ESTROS. B O B B Y F I S C H E R

2 1 ...ia4 ! !

Una extraordinaria jugada que s e l e escapó a Fischer. Su fuerza sólo será evidente dentro de un par de movimientos. 22.Wlg4

Si 22 .Wh6, if6 23 .füf6 ixb3 24.:gxd6 (a 24.cxb3 , Wi'xb3 25 .:gf2 Wxd l +, con la ame­ naza 26 . . . Wd4) 24 . . . ia2+ ! , ganando (Geller). 22 ...if6! 23.gxf6 ixb3 !

Las blancas se rindieron. Si 24.cxb3 , lt:Jxf6! y todo termina. É sta es la única derrota de Fischer en este libro. Su inclusión se justifica por su brillante juego, que hubiese podido culminar con 20.Wi'f4 ! ! ¡ Una de las partidas más importantes de la década de los sesenta!

En la partida Stein - Lutikov (Moscú 1 966) se jugó 1 3 . . . :B:e8? 1 4.lli fl , con igualdad, pero es mejor 1 4.dxe5 dxe5 1 5 .'ll xe5 .id6 1 6.'ll e f3 .ixe4 1 7.'ll xe4 'll xe4 1 8 .\Wd3 , con ataque (Ftacnik).

Partida nº 24 Fischer - Stein

Interzonal de Sousse 1 967

Apertura Ruy López (C92)

1 4.b4!

Leonid Stein ( 1 934- 1 973) era un jugador ex­ traordinario, con nivel de campeón del mun­ do. Su brillantísima carrera se vio frustrada por una muerte prematura, a los 38 años. Un par de datos bastarán para que el lector se haga una idea de su rendimiento competi­ tivo: en 1 967 y 1 97 1 ganó los fortísimos tor­ neos de Moscú, por delante de las mayores figuras del momento. En cuatro años (entre 1 963 y 1 967) se proclamó campeón de la URSS en tres ocasiones. Fischer y Stein sólo se habían enfrentado una vez (tablas), en el Interzonal de Estocolmo ( 1 962 ).

Con idea de .ib2, c4-c4. El movimiento 1 4 . .ib2 se j ugó en la partida Keres - Gligoric, Zurich 1 959. 1 4... exd4 1 5.cxd4 a5

O bien 15 ... c5 1 6.bxc5 dxc5 1 7.d5, con ventaj a blanca. 1 6.bxa5 c5

1 6 . . . füa5 1 7 .d5 ! c6 1 8 .dxc6 .ixc6 1 9.'ll d4, con ventaj a blanca.

1 .e4 e5 2 . .!Df3 .!D c6 3 ..ib5 a6 4 ..ia4 .!D f6 5.0-0 .ie7 6Jfot b5 7 . .ib3 d6 8.c3 0-0 9.h3 .ib7

1 7.e5 !

La hoy famosa Variante Zaitsev, a raíz de los matches entre Karpov y Kasparov, pero que entonces aún no tenía nombre y apenas se jugaba.

A esta posición se llegó (con la torre negra en "e8") en la partida Ciric - Robatsch (Be­ verwijk 1 967), que siguió así : l 7 . .ib2 Wxa5 1 8.a4 b4 1 9.'ll c4 Wc7 20.e5 dxe5 2 1 .dxe5 'll d5 22.'ll fd2 'll db6, y ahora la jugada 23.e6! (recomendada por Spassky) sería desagrada­ ble para las negras. 1 7 ... dxe5 1 8.dxe5 .!D d5 1 9 . .!D e4 .!D b4 !

En caso de 19 . . . :B:xa5 , seguiría 20.'ll eg5 ! h6 2 1 .Wd3 ! g6 22.'ll e6 ! , ganando.

1 0.d4 .!D a5 1 1 ..ic2 .!D c4

20 ..ibl :!'!xa5 2 1 .We2 ! .!D b6?

Otra posibilidad es 1 1 . ..exd4 1 2.cxd4 d5 ( 1 2 . . . c5 1 3 .'ll bd2) 1 3 .e5 llie4 1 4 .'ll c3 f5 1 5 .exf6 .ixf6 1 6.'ll xe4 dxe4 1 7 . .ixe4 .ixe4 1 8 .:B:xe4 c5 l 9.d5, con ventaja blanca.

" Es probable que esta jugada sea la per­ dedora. Era mej or conservar este caballo en la defensa del enroque. En consecuencia, parece más prudente 2 1 . . .:B:e8 ! , con idea de . . . tli f8. Si 22.:B:d l , Wc7, y 22.e6 no reporta ventaj a tras 22 . . . fxe6 23.llieg5 ixg5 24.lli xg5 'll c8 25 .Wh5 g6, etcétera" . (Fischer).

1 2.b3 .!D b6 13 . .!D bd2

A 1 3 .dxe5 , dxe5 1 4.\Wxd8 füxd8 1 5 .llixe5 llixe4 ! , con igualdad. 1 3 ... .!D bd7

LAS 3 2 M EJ O R E S PART I D A S DEL G EN I O A M E R I CANO

89

en plena oscuridad comencé a preocuparme por 26 . . . li:ld3 ! (27.i::l d 1 li:l xc 1 ! ). Cuando volvió la luz vi claramente que 26 . . . li:ld3? se refutaba con 27.�xd3 ! Wxd3 28.�g5 ! , y las blancas se apoderan decisivamente de las debilitadas ca­ sillas negras" (Fischer). 26 ... g7 27.Wf4 �h8 28.e6! rs

22.lll fgS! .ixe4 !

Si 22 . . . h6, 2 3 . li:l h7 ! ! Éí'.e8 (a 23 . . . ©xh7, sigue 24.li:lxc5+ y 25.li:lxb7) 24.li:l hf6+ ! �xf6 (24 . . . gxf6 25 .'\Wg4+ Wh8 26.li:ld6! �xd6 27.'Wf5 ! c:Jlg7 28 .�xh6+) 2 5 . li:l xf6+ 'Wxf6 (25 . . . gxf6 26.'Wg4+ c:Jlf8 27.�xh6+ ©e7 28.e6 ! Wd6 29.'Wg3+ c:Jlc6 30.�e4+ li:l4d5 3 1 .exf7 i::l h 8 32 .�xd5+) 26.exf6 gana calidad, y si 22 . . . g6, 23 .e6 ! f5 24.li:l f7 ! , seguido de �b2, con fortísimo ataque.

"Ofrecía mayor resistencia 28 . . . �f6! (no 29 . . . f6, por 39.li:lh4) 29.exf7 �xa l (29 . . . 'Wd6? 30.f8W+ ! ©xf8 3 I .We4 Wd7 32 .�g5 ! Éí'.a6 33 .�xf6 �xf6 34.li:le5 ! gana un peón) 30.f8W+ ! Wxf8 3 l .Wc7+ Wg8 32.fxg6 li:ld5 (si 32 . . . Éí'.a6, 3 3 .i::l e 8 ! ) 33 .'Wb7 li:l f6 34.�f4 Éí'.h7 ! , y ahora parece que no hay nada mejor que 35 .�xh7+ li:l xh7 36\Wd5+ Wf7 (36 . . . c:Jlh8? 37 .Wxh5 + ! ) 3 7 .'Wxf7+ Wxf7 3 8 .füa l , con posibilidades, gracias al peón de ventaj a, pero sería un final muy dificil de ganar" (Fischer).

23.'Wxe4 g6 24.Wh4 h5

29 ..ixfS! Wrs

25.Wg3 !

No 25.g4??, por 25 . . . Wd4. 25 ... .!ll c4 ! 26.lll f3 ?

Si 26.li:le6, �h4 ! 27.li:lxd8 �xg3 28.li:lb7 i::l a 7 29.li:lxc5 �xe5, con ventaj a decisiva. Pero era mejor 26.e6 ! f5 2 7 . li:l f3 (y no 27.li:lf7 füf7 ! 28 .exf7+ Wxf7 29.�xf5 ! gxf5 30.'Wf3 Wg6 3 1 .g4 Wd5 , con probables tablas) 27 . . . Wg7 28.'Wf4 Éí'.h8 traspone a la partida. "En este momento se produjo un apagón, y

90

G R A N D ES M A ESTROS. BOBBY F I S C H E R

Con buen criterio, las negras rehúsan el sa­ crificio. Si 29 . . . gxf5 , 30.Wg3+, y ahora: a) 30 . . . Wf8 3 1 \Wg6 We8 (3 1 . . . li:l d6 32li:le5 ! ) 32 .�h6+ füh6 33 .Wxh6+ Wg8 34.li:lgs. b) 30 ... Wh7 3 J .li:lg5+! �xg5 32.�xg5 'Wd3 (32 . . . Wbs 3 3 .'Wh4 ! Wg6 34.�f6; 32 . . . Wes 33 .Éí'.ad l i::l a 7 34.i::l d 8 ! 'Wxd8 3 5 .�xd8 füd8 36.e7 i::l e 8 37 .Éí'.e6 ! Éí'.exe7 3 8 .'Wg6+ Wh8 39.Wf6+ Éí'.g7 40.'Wh6+ y mate) 3 3 .Wc7+ Wg6 34.Wf7+ ! Wxg5 35 .Wg7+ f4 36.i::l ad l !, etc. Las blancas ganan en ambos casos. Otra idea era 29 . . . �d6, pero tampoco es su­ ficiente : 30.e7 ! �xf4 (30 . . . �xe7 3 I .'Wg3 fü6 32.li:lg5, etc.) 3 l .exd8'\W Éí'.xd8 32.�xf4 gxf5 3 7 .�c7 ! (Robert Byme). 30 ..ie4?

Era mejor 30.tlJh4 ! (propuesto por P. Li­ ttlewood) 30 . . . �xh4 3 l .iWxh4 \Wxf5 (3 1 . . . iWf6 32.iWg3 ! ; 3 1 . . .gxf5 32.\Wg5+ Wh7 33 .e7 iWe8 34.1":e6 ! ) 32 .iWe7+ Wg8 33 .iWd8+ Wg7 34.Wc7+ Wg8 35 .e7. 30 ...\Wxf4 3 1 ..ixf4 ges? En el post mortem Stein sugirió 3 1 . . . 1":a6,

que se refutaría con 32.!J:ad l 1":xe6 3 3 .1":d7. Pero era mejor 3 1 . . .1":xa2 ! , y si 32.1":xa2 tlJxa2 33 .tlJeS g5 34.i.g3 , las negras tienen posibi­ lidades de hacer tablas, aunque Stein se en­ contraba apurado de tiempo. 32.gad l ga6 33.gd7 gxe6 34.tll g5 fü6

Pierde calidad. Aún era peor hacer 34 . . . 1":a6 35 . .ib l Wf6 36.tlJe4+ Wf7 37.tlJxc5. 35.i.f3 ! füf4 36.tll e6+ Wf6 37.tll xf4 tll e5 3S.gb7 i.d6 39.@fl tll c2

O bien 39 . . . tlJxt3 40.1":xe8 tlJd2+ 4 1 .We2 �xf4 42 .fü8+ Wg5 43 .füf4 Wxf4 44.Wxd2, y las negras deben abandonar. 40.ge4 tll d4 4 1 .gb6 gds 42.tll d5+ Wf5 43.tll e3 @e6

Partida nº 2 5 Fischer - Petrosian

URSS - Resto del Mundo ( 1 ª) Belgrado, 29.3 . 1 970

Defensa Caro-Kann (Bl 3) Tigran Petrosian tampoco requiere presenta­ ción. El año anterior había perdido el título mundial, a manos de Boris Spassky, razón por la que defendía el segundo tablero de la URSS en este histórico encuentro, calificado como Match del Siglo.

El resultado entre ambos no podía ser más igualado: +2 =9 -2. Pero Fischer no era el mismo: su juego en 1 970 había alcanzado co­ tas inauditas. 1 .e4 c6 2.d4 d5 3.exd5 cxd5 4 ..id3

La Variante del Cambio en su forma pura. Si 4.c4, estaríamos en el Ataque Panov. 4 ... tll c6 5.c3 lll f6 6 ..if4 i.g4 7.'1Wb3 tll a5 S.'1Wa4+ .id7?!

Kasparov recomienda 8 ... tlJ c6, como se ju­ gó en la partida Müller - Agdestein, Bundes­ liga 1 998, con igualdad. 9.'1Wc2 e6 1 0.tll f3 '1Wb6

Las negras quieren j ugar . . . i.b5 , con lo que se desprenderían de su alfil malo y reducirían el potencial ofensivo de las blancas. A 1 0 . . . tlJc4, podría seguir 1 1 .0-0 �d6 1 2 .�e5 ! V11 c 7 1 3 .fü 1 tlJh5?! ( 1 3 . . . b5) 1 4.�xc4 dxc4 1 5 .tlJbd2 b5 1 6. tlJ e4, con ligera ventaja blanca, Timman - Pomar (Las Palmas 1 977).

44 ..ie2 !

Con la doble amenaza 45.f4 y 45 .�xb5. 44...Wd7 45.i.xb5+ tll xb5 46.gxb5 @c6 47.a4 .ic7 4S.@e2 g5 49.g3 gas 50.gb2 füS 5 1 .f4 gxf4 52.gxf4 tll f7 53.�e6+ tll d6

Si 53 . . . �d6, 54.fü6 ! . 54.f5 gas 55.gd2 ! füa4 56.f6

Las negras se rindieron . Si 56 . . . fü4, 57.tlJd5 . Esta partida fu e premiada como l a mejor del semestre, por el j urado de la prestigiosa publicación Jn.formator en su cuarto número.

1 1 .a4!

L A S 3 2 M EJ O R ES P A R T I D A S D E L G EN I O A M E R I C A N O

91

Novedad, que impide el cambio de alfiles. 1 1 .. Jk8

Según Fischer, era mej or 1 1 . . .ctJb3 1 2 .l':í:a2 l':í:c8 1 3 .0-0 Íie7, pero no l l . . .°Wb3, debido a 1 2 .°We2 ! fixa4? 1 3 .füa4 "Wxa4 1 4.:Jib5+. 1 2.lli bd2 lli c6 1 3.Wi'b l lli h5

"Está claro que las negras han perdido la batalla de la apertura y que el alfil de 'd7' no es un motivo de orgullo, pero podían haber ofrecido una tenaz defensa, con l 3 . . . g6 (Fis­ cher) 1 4.0-0 ctJh5 1 5 .Íig5 Íig7" (Kasparov). Otra posible alternativa era 1 3 ... :Jie7 . 1 4.:Jie3 h6

A 1 4 . . . f5?, 1 5g4 ! fxg4 1 6. ctJ g5, amenazando l 7.:Jixh7+ (Fischer). Otra opción es 1 4 . . . g6. 1 5.llie5 lli f6

Si l 5 . . . ctJ xe5 sigue l 6.dxe5 ac5 l 7.a5 "Wc7 1 8 . ctJ f3 , con ventaja blanca. Pero aquí es me­ jor l 8.g4 fixe3 l 9.fxe3 "Wxe5 20.gxh5 "Wxe3+ 2 1 .Íie2 Íib5 22.°Wd l , para fü3 o ctJ fl -g3 .

20 ..ih4 lli g8 2 1 .fS! lli xe5 22.dxeS .ixe5 23.fxe6 .if6 24.exf7 .ixf7 25.ll:i f3 ! .ixh4

A 25 . . . g5, 26.:Jif2 Wg7 27.Íid4. 26.lli xh4 lli f6 27.lli g6+! .ixg6 28 ..ixg6 �e7!

Fischer concedió a esta jugada dos signos de admiración. 29.WffS �d8

Si 29 . . . "Wd7, 30.füe l Wd8 3 1 . '1W f2 (con idea de \Wa7 y :Jif5).

30.�ael Wfc5+ 3 1 .�hl �f8

Parece mejor 3 l . . .l':í:c6. 32.WfeS!

Tanto Fischer como Petrosian consideran que con esta jugada las blancas tienen ya ven­ taja decisiva. 32 ... �c7

Si 32 . . . "Wc7, 33 .\Wxd5+ (Fischer). Pero to­ davía es más fuerte 33 .l':í:xf6 ! 33.b4! Wfc6

1 6.h3 .id6 1 7.0-0 �f8?!

1 7 ... 0-0, parece mejor a todas luces, aunque con l 8.f4 ! , la ventaja blanca es clara. Otra posibilidad era 1 7 . . . a5 1 8 .�h l 0-0 1 9.g4 füd8 20.l':í:g l Íie8 2 1 .g5 hxg5 22 .Íixg5 �f8 23.f4 ! 1 8.f4 :Jie8

A 1 8 . . . ctJ xe5 , sigue 1 9.fxe5 :Jixe5 20.a5 , ga­ nando.

34.c4!

Esta fuerte ruptura, que abre líneas, inclina decisivamente la balanza.

34 ... dxc4

Obligada. Si 34 . . . Wfxc4??, 35 .Wd6+.

35.ÍifS füf7 36.�d l + füd7

O bien 36 . . . ctJd7 3 7 .füe l . 37 ..ixd7 füd7 38.Wi'b8+ �e7 1 9 ..if2 ! Wi'c7

O 1 9 . . . g6 20.f5 gxf5 2 1 .Íixf5 exf5 22 .\Wxf5 \Wd8 23 .:Jih4, con gran ventaj a (Fischer). Kasparov, en cambio, propone la refutación directa de l 9 . . . g6, con la línea 20.Íixg6 fxg6 2 l .ctJxg6+ Wg7 22.ctJxh8 Wxh8 23.f5 Íif4 24.\We 1 , con clara ventaja.

92

G R A N D ES M A ESTROS. B O B B Y F I S C H E R

Si 38 . . . Wc8, 39.l':í:xd7+ ctJ xd7 40.\Wd6. 39.�del +

Las negras se rindieron. Si 39 . . . Wt7, 40.We8++. Soprendió la aparente facilidad con que Fischer creó una posición de ataque, destro­ zando a un Petrosian que apenas pudo ofrecer resistencia.

20 . . . tt:l d4 ! , con igualdad, Geller - Minie (Sko­ pje 1 968).

Partida nº 26 Taimanov - Fischer

1 2. c!Li gs

Match de Candidatos ( 1 ª) Vancouver, 1 6. 5 . 1 97 1

Similar a la variante del propio Taimanov, 9.b4 ltJh5 1 0.g3 f5 1 1 .ltJgS, que da lugar a po­ siciones muy agudas.

Defensa India de Rey (E9 7) Mark Taimanov (nacido en 1 926 y, por tanto, 1 7 años mayor que Fischer) tenía un palmarés impresionante, con numerosas victorias en tor­ neos internacionales. Su fuerte era el juego táctico y un repertorio de aperturas elaborado. Sin embargo, adolecía de ciertas lagunas en sus cálculos y combinaciones, tal vez motiva­ das por un exceso natural de optimismo. Su match con Fischer despertó en la URSS un enorme interés público. 1 .d4 c!Li f6 2.c4 g6 3.c!Llc3 .ig7 4.e4 d6 s.c!Li f3 0-0 6 . .ie2 eS 7.0-0 c!Li c6 8.dS c!Ll e7 9 ..id2

1 2 ... h6 1 3 . c!Ll e6 .ixe6 1 4.dxe6 Wc8 1 5.Wb3 ! ? c6

En la partida Taimanov - Mark Tseitlin, Leningrado 1 973, se jugó así : l 5 . . . b6 1 6. ltJdS Wxe6 1 7 .tt:lxe7+ Wxe7 1 8 .cS+, con compensa­ ción por el peón entregado. 1 6 ..ihS Wxe6 1 7.Wxb7 c!Li f6 1 8 . .ie2 l'Ub8 1 9.Wa6 gxb2 20.füd l

La posición negra tiene varios puntos dé­ biles lo que, j unto con las activas piezas y la parej a de alfiles da a las blancas compensa­ ción suficiente. " En posiciones similares, Taimanov había logrado excelentes resultados en los campeo­ natos de la URSS. En mi opinión, sin em­ bargo, su elección de este tipo de j uego contra Fischer constituye su primer error psicológico. Una de las recomendaciones de Botvinnik a Taimanov, antes del match, fue: 'En términos generales, no hay que sacrificar material con­ tra Fischer, pues si existe una buena réplica sin duda la encontrará'. " (Kasparov).

Una jugada poco habitual. Taimanov solía jugar antes 9 . ltJ e l y, en los años anteriores a esta partida, 9.ltJd2 . 9 ... c!Li e8 1 0.gcl

En otro match de Candidatos se jugó 1 O.b4 f5 1 1 .Wb3 ttJ f6 1 2 .exfS gxf5 1 3 .c5 h 8 1 4.cxd6 cxd6 1 5 .!%ac l �d7 1 6.a4 tt:lg6 1 7.�bS h6, con igualdad, Korchnoi - Geller (Moscú 1 97 1 , 5ª). 1 0 ... fS 1 1 .exfS

Taimanov trata de mej orar la línea 1 1 . ltJ gS h6 1 2 .ltJe6 �xe6 1 3 .dxe6 Wc8 1 4.cS Wxe6 1 5 .cxd6 cxd6 1 6.ltJbS Wd7 1 7 .�b4 tt:lc6! 1 8 .�xd6 ltJ xd6 l 9.Wxd6 Wxd6 20.ltJxd6

20 ... e4! ?

Una opción arriesgada, pero Fischer siem­ pre busca el juego enérgico. La más tranquila 20 . . . ltJd7 daba buena compensación a las blancas tras 2 1 .Wa3 ! !%b7 (2 1 . . .!%bb8 22 .�e3 ! tt:lc8 23 .We4 ! f4 24.�d2 tt:le7 25.tt:le4, con equilibrio) 22.�e3 c5 23.ltJbS tt:lc8 24.Wd3

LAS 3 2 M EJ O R E S P A R T I D A S DEL G E N I O A M ER ICANO

93

24 . . . tll f6 25 .gb l ! , con la fuerte casilla "d5 " e n e l punto d e mira. 2 1 .'!Wa3 �b7 22 ..if4 d5

Los peones centrales negros pueden pare­ cer impresionantes, pero un examen detenido revela cierta vulnerabilidad en su formación porque, además, todas las piezas blancas son activas. 23.cxdS cxd5!

Mejor que 23 . . . lll exd5 ? ! 24.ic4 Wh7 25 .lll x d5 , y que 23 . . . lll fxd5? ! 24.ic4 Wh7 25.tll x d5 cxd5 (25 . . . lll x d5 26.l.Wa6) 26.ab3 ¡::¡ d 8 27.l.Wa5 , con buena presión de las blancas. 24.lll bS

26... i>h7 27.h3 ? !

Aquí había una interesante opción : 27.ib5 ! (Kasparov), y después de 27 . . . ¡::¡ x b5 28.¡::¡ c 7 ! Wxc7 (28 . . . l.We8 29.ixh6 ! ) 29.ixc7 ¡::¡ b 7 30.id6 f4 3 l .ixf4 lll x f4 32 .l.Wxf4 ¡::¡ a b8 33.Wfl , con serios problemas para las negras. La alternativa era 27 . . . tll g4 ! 28.axd7 lll x e3 29.ixe3 gxd7 30.lll xf5 gad8 3 1 .lll x g7 Wxg7 32.id4+ i>fl 33 .fü6 ¡::¡ d 6, con un final defen­ dible. 27 ... füS! 28.ia6

Aquí de nuevo era posible 28.ib5 ! , y si 28 . . . füb5, 29.tc7! We8 30.füg7+ ! (30.ixh6 f4 3 1 .Wc3 ! 'it>xh6 32.lll f5+ 'it>h7 3 3 .lll x g7 Wb8 34.tll e 6+ i>h6 3 5 .lll x fS l.Wxf8 36.¡::¡ c 6 ¡::¡ b 6 3 7 .¡::¡ x b6 axb6 3 8.Wd4, con posición com­ plicada) 30 . . . ©xg7 3 I .ixh6+ Wh7 ! 32.ixfS lll x f8 3 3 .tll xb5 Wxb5 34.Wg5 ! l.Wb2 3 5 .Wxf5+ ©g7 36.g4. Taimanov vio la variante de tablas 28.¡::¡ c 5 tll x f4 29.Wxf4 tll e 8 30.ib5 Wd6 3 1 .Wxd6 lll x d6 32.ic6, pero Kasparov considera que la j ugada más precisa aquí es 28 . . . tll e 8 ! 28 ... �b6 29.�c7?

24 ... lll g6!

Si 24 . . . tll e 8, 2 5 .tll d4 ! Fischer sacrifica calidad . . . 25.lll d4

. . . que Taimanov descarta. Si 2 5 .tll c7 1.Wfl 26.lll x a8 lll xf4 27.ia6 ¡::¡ d 7 28 .l.We3 lll 6h5 ! , con buen juego para las negras.

"El enigma de esta partida es que en el transcurso de tres movimientos las blancas tenían que haber j ugado ib5, pero las negras no lo impidieron. Fischer probablemente es­ taba hiperansioso por ganar, mientras que Taimanov actuaba bajo una ilusión" (Kaspa­ rov). Aún se podía j ugar 29.ib5 ! ¡::¡ x b5 30.gc7 We8 .

25 ...'!Wd7 26.'!We3

" Los inminentes apuros de tiempo obligan a las blancas a jugar basándose en la intuición, y aquí su optimismo le prestó un flaco ser­ vicio a Taimanov, pues todos los indicios apuntan a que sobrevaloró su posición. Más tarde, el Gran Maestro se lamentaba de no ha­ ber jugado 26.Wg3 , y tras 26 . . . 'it>h7 27.¡::¡ c 6 ! , 'con grandes dificultades para las negras, pro­ bablemente insolubles.' Pero las negras no están obligadas a jugar 26 . . . Wh7? ! , concedién­ doles a las blancas un tiempo para la invasión. Tienen otras dos posibilidades: 26 . . . tll g4 y 26 . . . lll xf4" (Kasparov).

94

G R A N D E S M A ESTROS. B O B B Y F I S C H E R

29 ...Wa4! 30.�xg7+

A la desesperada. Si 30.ie2, continuaría

30 . . . tt:le8 ! , y las blancas estarían perdidas.

Partida nº 2 7

30 ... i>xg7 3 1 .i.xh6+ ©f7?

"En 'h7' el rey habría estado incómodo" (Taimanov). Sin embargo, 3 I . . .i>h7 ! 32.�e2 !% f7 ! 3 3 . tt:lxf5 tt:l g8 ! , con ventaj a decisiva (Kas­ parov). 32.ie2 gtb8! 33.tD xf5 gbl 34.gxb l gxb l + 35.©h2 Wi'd7! 36.tDd4!

A 36.g4? ! , (Taimanov) 36 ... :1:\b2 3 7.a3 Wi'c7+ 3 8 .'it>g2 Wi'b6 39.tt:ld4 tt:ld7 ! Para Kasparov, la única defensa posible era 36.tt:lg3 ! Wi'c7 3 7.�g5 ! !%b6 (37 . . . Wb6 3 8 .Wc3) 3 8 .Wi'd2, especulando con el expuesto rey. 36 ...Wi'd6+! 37.g3

Taimanov - Fischer

Match de Candidatos (3ª) Vancouver, 2 1 .6 . 1 97 1

Defensa India de Rey (E9 7) 1 .d4 tD f6 2.c4 g6 3.tDc3 ig7 4.e4 d6 5.tLJf3 0-0 6.ie2 e5 7.0-0 tD c6 8.d5 tD e7 9.id2 tDe8 1 0.gcl f5 1 1 .Wi'b3 b6

La alternativa es l l . . .i>h8 1 2.exf5 gxf5 1 3 .tt:l g5 h6 1 4. tt:l e6 �xe6 1 5 .dxe6 c6 ! 1 2.exf5 gxf5 1 3 . tD g5 tD f6 1 4.f4!

Una agresión esencial al centro negro. 1 4 ... h6

Si 14 . . . e4, 1 5 .tt:ld l h6 1 6.tt:lh3, para seguir con el bloqueo del peón, tt:le3, tt:lf2. y, en el momento oportuno, g4. 1 5.fxe5 dxe5 1 6.c5!

37 ...Wi'b4 !

"Ante la amenaza . . . We l , y con la banderita colgando, las blancas son presa del pánico" (Kasparov). 38. tD c6?!

Si 3 8 . tt:l f5 Wi'b6 ! , 39.Wxb6 axb6 40.�e3 :1:lb2 4 1 .tt:ld6+ i>e6 42 .tt:lb5 füa2 43 .�xb6 tt:le5 44.�e3 tt:l c6, preparando el avance . . . d4. 38 ... '!Wb6 41 .ig4

39.tD xa7

'!Wxe3

40.ixe3

gel !

La j ugada secreta. Ante la continuación evidente, 4 1 . . .tt:l xg4 42.hxg4 tt:le5, las blancas abandonaron, sin reanudar la partida. " ¡ Una lamentable derrota! ", dijo Taimanov. "Aunque Botvinnik pensara que yo había ele­ gido el método incorrecto de juego, no la­ mento la estrategia elegida. A pesar de este re­ vés, esta primera prueba de fuerza sólo me sirvió para ganar optimismo". Claro que, en su caso, más le hubiera vali­ do perderlo . . .

Comenta Taimanov : "Fischer interrumpió aquí su reflexión y, por medio de su repre­ sentante, Edmondson, se quejó al árbitro prin­ cipal, Kazic, de que mi paseo le molestaba. Kazic me informó de la protesta, añadiendo que no la respaldaba, puesto que estaba en mi derecho de caminar por el escenario. Pero como yo no quería conflictos, le propuse un pacto de caballeros: si Bobby dej aba de mover las piernas bajo la mesa, yo me pasearía entre bastidores. Fischer estuvo de acuerdo y se cerró el compromiso". 1 6 ... tD fxd5!

Los comentaristas condenaron la alterna­ tiva 1 6 . . . hxg5 sobre la base de 1 7.d6+ i>h7

L A S 3 2 M EJ O R E S PARTI D A S D E L G EN I O A M E R I C A N O

95

1 8 .dxe7 V:'ixe7 1 9.cxb6 axb6 20 . .ixgS .ie6 2 1 .V:'ic2, con perspectivas de ataque de las blancas. Pero las negras pueden mejorar con 1 9 . . . V:'icS+! (Kasparov) 20.
El rey se aparta de la clavada. 1 9 ... hxgS? sería un error catastrófico. Veamos : 20 . .ic4 IÍ?h8 2 1 ..ixgS ! V:'ixg5 22 .V:'ih3+ .ih6 23.füh6+ IÍ?g7 24. Eí'. h7+ IÍ?g6 25 . .ixdS , con ventaj a de­ c1s1va.

V:'id4+) 25 ... IÍ?g8 26.V:'ixb7 V:'id4+ 27.fü2 ! lll g4 28 .'\Wxa8+ IÍ?xf7 29.V:'ic6 (a 29.'\Wc8, V:'ixf2+ 30.IÍ?h 1 '\Wd4 3 1 .'\Wxc7+ IÍ?f6 32.V:'ic6+ IÍ?e7, y las blancas sólo tienen jaque perpetuo) 29 . . . '\Wxd3 30.'\Wxc7+ IÍ?g6 3 J .'\Wxb6
Si 2 1 .Eí:xh6+ .ixh6 22 . .ixh6, lll f4 ! , con ventaja negra.

2 1 ...lll f4!

"Toda mi comprensión del ajedrez, toda mi experiencia y mis sensaciones me convencie­ ron de que la posición debía estar ganada, después de 20.V:'ih3 ! , ¡ pero no pude encontrar ningún camino concreto hacia la victoria! De­ silusionado con la j ugada de dama, comencé a analizar otras ideas, como 20.Eí'.d l y 20 . .ic4, pero fue en vano. ( . . . ) Pensé en esta posición durante 72 minutos. En el medio siglo que he estado jugando, nunca invertí tanto tiempo en una jugada. Psicológicamente, me derrumbé. Mi energía desapareció, me vi envuelto en apatía y todo a mi alrededor carecía de sen­ tido. Así que efectué la primera j ugada que se me vino a Ja cabeza, que resultó ser perde­ dora . . . " (Taimanov). Uno de los comentarios más reveladores y conmovedores que he leído jamás en ajedrez. Con esta confesión, todo queda dicho.

No era bueno 2 l . . .e4?, por 22 . .ixh6 ! exf3 ! 23 .Eí:xf3, y las blancas ganan. 22 ..ixf4 exf4 23.:Bdl f!e7 24.:Be6 f!cS+ 25.
Era mejor 27 . .ic4 ! .ic6 (para seguir con . . . b5 ; pero no 27 . . . .ie4, debido a 28.lll g S ! ) 28 .Eí:e 1 .ie4, y ahora n o vale liJ gS, por l a res­ puesta 29 . . . Eí:d2 ! 27 ...\Wc t + 28.
20.lll f3?

20.V:'ih3 ! parece ser, de todas formas, la mejor j ugada, aunque no gane. Después de 20 . . . fü6 2 1 ..ic4 ! f4 ! 22.V:'if3 ! .ib7 23 .füf6 lll x f6! 24.lll f7+ IÍ?h7 25 . .id3+! (25 .V:'ixb7?

96

G RA N D E S M A ESTROS. B O B B Y F I S C H E R

28 . . . .if8! 29.b4 .ie4 ? !

Aquí, sin embargo, Fischer no está atinado. Ganaba rápidamente con 29 . . . idS ! 30.:8:e8 (30.:8:e5 c6) 30 ... ic6 3 1 .\Wxc6 \Wxc6 32.füd8 'ítig7 3 3 . a3 id6. 30.�e8?

Por fortuna para el GM norteamericano, su rival está hundido. "A estas alturas me sentía incapaz de con­ trolar mis nervios" (Taimanov). Kasparov descubrió la única jugada que ofrecía resistencia: 30.Wb5 ! , y ahora si 30. . . 'ítih7?, 3 l .:8:xe4. En caso de 30 . . . We3+ 3 1 . 'it> fl ! !:!d i + 32.li:J e l ixg2+ 3 3 .'ítixg2 Wxe6 34.ixd l Wxe l 35 .Wxf5 Wxb4 36.Wf6+ ig7 3 7 .Wd8+ Wf8, y la lucha debe terminar en ta­ blas. No obstante, las negras podrían lograr ven­ taja decisiva, de encontrar la mejor réplica a 30. '1Wb5 ! , además de una serie de jugadas pre­ cisas : 30 . . . Wc3 ! 3 1 .We5+ '\Wxe5 32.li:Jxe5 'ítig7 33 .a3 l'l:d2 34.:8:g6+ 'it>h7 35 .fü6 ig7 36.fü7 'ítig8 ! 37.l:!e7 ixe5 ! (análisis de Kasparov).

Partida nº 28 Fischer - Larsen

Match de Candidatos ( 1 ª) Den ver, 6. 7 . 1 97 1

Defensa Francesa (C1 9) Estos contrincantes, que en 1 97 1 sin duda eran los dos mej ores j ugadores occidentales del mundo, habían disputado ocho partidas, con un marcador claramente favorable a Fis­ cher: +5 = 1 -2. No obstante, y aunque las apuestas se inclinaban a favor del americano, no se descartaba, ni mucho menos, que su oponente pudiera imponerse. Después de todo, Bent Larsen no era Taimanov, y un año atrás había defendido el primer tablero de la se­ lección mundial contra la URSS y se había impuesto en el último encuentro entre ambos ( lnterzonal de Mallorca). 1 .e4 e6 2.d4 d5 3.lll c3 i.b4 4.e5 lll e7 5.a3 ixc3+ 6.bxc3 c5 7.a4 ll:l bc6

Se ha j ugado 7 . . . id7 8 . ti:J f3 Wa5 ! 9.id2 ti:Jbc6 I O.ie2 f6! 1 l .c4 '\Wc7 1 2 .exf6 gxf6 1 3 .cxd5 ti:J xd5, seguido de 0-0-0, Spassky Korchnoi (Belgrado 1 977, 4ª). 8.ll:lf3 i.d7 9.i.d3 Wc7

Otras posibilidades son: 9 . . . c4 ! ? I O.ie2 '\Wa5 y 9 . . . \Wa5 ! ? 1 0.0-0 c4 1 J .ie2 Wxc3 1 2 .id2 Wb2 1 3 .l'l:b l Wa3 1 4.füb7 (Timman). 1 0.0-0 c4 1 1 .i.e2 f6 1 2.�e 1 ! lll g6? !

30 ....ic6!

Gana material, por lo que el resto no re­ quiere comentarios. 3 1 .Wxc6 Wxc6 32.�xd8 Wf6 33.�c8 We7 34.©n 'it>h7 35.lll d4 .ig7 36. ll:l bS i.e5 37.a3 Wd7 38.�a8 f3 39.gxf3 i.xh2 40.'it>g2 \Wg7+ 41 .©xh2 We5+ 42.'it>gl

Las blancas se rindieron. Esta partida se jugó antes de que se hubiese reanudado la segunda, aplazada. El desenlace es bien conocido : Taimanov volvió a perder y el match quedaba así prácticamente senten­ ciado.

Alternativas: a) 1 2 . . . 0-0 1 3 .i.a3 ! fü7 1 4.id6. b) 1 2 . . . 0-0-0 ! ? 1 3 .ia3 ti:J f5, recomendado por Panov/Estrin y Keres. e) 12 ... fxe5 1 3 .dxe5 0-0 ! ? 1 4 .ia3 . Ver el diagrama siguiente

13 ..ia3 !

La mejor forma de asumir la iniciativa. Las negras ya no podrán enrocar corto. También se ha sugerido 1 3 .g3, 1 3 .ifl y 1 3 .exf6. 13 ... fxeS? !

Otras opciones eran 1 3 . . . 0-0-0 y 1 3 . . . 'ítit7, aunque en ambos casos las blancas manten­ drían una ligera ventaja.

L A S 3 2 M EJ O R E S P A R T I D A S D E L G E N I O A M E R I C ANO

97

nizarse con l 8 . . . 1"1'.he8 l 9.f4 �g8 20.�xg6 hxg6 2 l .1"1'.g5 �xa4, etc. Larsen sugirió hacer l 8.1"1'.e3 ! ? 1"1'.he8 1 9.1"1'.g3 �xa4, con posición complicada. 1 8 ... �he8 1 9.fS

Fischer prosigue con su j uego dinámico, abriendo líneas en el centro. 1 9 ... exfS 20.'\WxdS+ ©f6

No 20 . . . �e6?, pues entonces podría seguir 2 1 .füe6 ! füe6 22 .'\Wxf5+ fü6 23 .Wd5+ 1"1'.e6 24.fül +, etc.

14.dxeS ll:l cxeS 1 5.ll:l xeS ll:l xeS

No era recomendable mover 1 5 . . . Wxe5 , por 1 6.�xc4 Wxc3 1 7.�xd5 0-0-0 1 8.1"1'.e3 ! (ju­ gada de Jolmov) 1 8 . . . Wf6 1 9.�e4, con ata­ que. 1 6.'\Wd4!

Una elegante y esencial centralización de dama. 1 6 ... ll:l g6 1 7 ..ih5!

Mejor que l 7 .Wxg7 0-0-0 o 1 7 .�g4 �t7, seguido de ... 1"1'.he8 . 1 7 ... @f7?!

Las negras podrían intentar 1 7 ... 0-0-0, aun­ que después de la variante 1 8 .Wxa7 b6 ! l 9.Wa8+ Wb8 20.Wxb8+ @xb8, las blancas quedan con ventaja. Pueden seguir con 2 l .a5 o 2 1 .�xg6 ! ?

1 8.f4!

Aquí se ha propuesto el mov1m1ento l 8.1"1'.e5 , pero lo cierto es que concede un pe­ queño respiro a las negras, que pueden orga-

98

G RAN DES M A ESTROS. BOBBY F I S C H E R

La posición del rey negro, aparentemente tan expuesto y con una jungla de piezas ame­ nazadoras, parece exigir una continuación contundente. Pero Fischer no la encontró. 2 1 ..if3

En este momento crítico se han llevado a cabo toneladas de análisis acerca de las juga­ das más prometedoras, sobre todo de 2 l .g4 y 2 l .�d6. Veamos una muestra: a) 2 1 .g4 ! ? 1"1'.e5 (Larsen) 22.füe5 CLl xe5 23 .Wd4 g6 24.�d6 Wb6 25 .�xe5+ �t7 26.gxf5 gxh5 , y el ataque es frenado. O bien 2 1 . . .Wb6+ ! ? 22.�c5 Wc6 23 .Wd4+ � g5 24.h4+ ! ctJ xh4 ! 25 .Wxg7+ ctJ g6 26�f2 füe l + ! 27.füe l 1"1'.e8 28 .'\Wxh7 füe l + 29.�xe l �e8, con equilibrio. b) 2 l .�d6 ! , que, según Kasparov y otros comentaristas (Timman, Jolmov, Speelman, lgor Zaitsev), conduce a un ataque ganador, argumentándolo con un extenso análisis de las respuestas 2 1 . . .Wc6, 2 1 . . . '1Wc8, 2 I . . .Wb6+ y 2 1 . . .Wd8. "Fischer no se equivocó en el concepto, pero sí en la pieza a la hora de activar los al-

files, pues el de casillas blancas ya estaba en juego, mientras que el de casillas negras de­ bería haberse desplazado al centro con ganan­ cia de tiempo, más cerca de la gran diagonal . En tal caso, las amenazas blancas habrían sido irresistibles" (Kasparov). Esto hizo concluir a algunos comentaristas soviéticos que, como ya sospechaban, Fischer flojeaba en las posiciones irracionales.

cas no tienen más remedio que hacer jaque perpetuo. Pero a Larsen le gustaba la textual, con la inmediata penetración de torre en la séptima línea. 26.@fl �d2?

2 1 ...tt'leS!

En este momento la continuación simplifi­ cadora 2 1 . . .Élxe 1 + 22.Élxe 1 1:'le8 23 .°1Wd4+ ©t7 24.1:'lxe8 ! daría buenas posibilidades de vic­ toria a las blancas. 22.'1Wd4 @g6 23.�xeS ! 'IWxeS 24.'1Wxd7 �ad8!

Larsen completa el desarrollo. No vale 24 . . . '1W xc3?, debido a 25 .°1Wd6+ "1Wf6 26."Wg3+! "\Wg5 27 ."WxgS+ @xg5 28.ad l , seguido de ad7. 25.'1Wxb7

"Un error fatal. Larsen sobrevalora su po­ sición y, al final de una variante forzada, le es­ pera una amarga desilusión. Debía haber apar­ tado a su rey, con 26 . . . h6 ! 27."Wc6+ (27 ."Wa6+ ©h 7 ! ) 27 . . . @h7 ! , con buen juego" (Kaspa­ rov). 27.'1Wc6+ �e6 28.J.cS!

Hay que sacrificar la dama. No 28.WcS?, por 28 . . . fü'2+ 29.©g l füf3+. 28 ... fü2+

Si 28 . . . WeS?, 29.°1Wc8 ! 29.©gl �xg2+ 30.@xg2 '1Wd2+ 3 1 .@ h l �xc6 32 . .ixc6 '1Wxc3

Larsen buscaba esta posición, en la que creía tener buenas posibilidades. 25 ...'1We3+

Con 25 . . . "Wxc3 , como recomendaron mu­ chos analistas, las negras pueden mantener una cierta igualdad. Por ejemplo: a) 26.°IWb l 1:'le5 ! (Murey) 27.�b4 °1Wd4+ 28.©h l c3 29.�a3 ! 1:'lde8 ! , y las negras ganan el peón "a" . b) 26."Wc6+ ©g5 27.�c l + ! (falla 27.h4?, como demostró l. Zaitsev, dbido a 27 . . . ©xh4 28 ."Wc7 "Wxa 1 + 29.�c 1 ! "Wxc 1 + 30.©h2 ad6 ! ! 3 l ."Wxd6 ©g5, y el rey escapa) 27 . . . f4 28.h4+
Después de la secuencia forzada, en el ta­ blero ha surgido una posición con una re­ lación desigual de fuerzas, aunque nominal­ mente equilibrada. Pero lo cierto es que las tres piezas blancas podrán coordinarse de forma muy efectiva y el peón "a" negro tiene especial importancia. En consecuencia, las ne­ gras debían haberlo conservado, con 32 . . . aS . Podría seguir 3 3 .Élg l + ©t7 34.�d4 g5 35 .�dS+ ©g6 36.�xc4 "Wxc2 3 7.�dS "Wxa4 3 8 .ab 1 "Wc2, "con tablas" (Larsen). Pero las blancas pueden jugar mejor: con 3 7 .Éle l ! (en lugar de 3 7 .�dS) 37 . . . "Wxa4 (o bien 37 . . . g4 3 8 .�bS ! ) 3 8 .�d3 "Wc6+ 39.©g l a4 40.afl @h5 4 1 .�xf5 , y las blancas deben ganar.

L A S 32 M EJ O R E S P A R T I D A S DEL G EN I O A M E R I C ANO

99

Por otro lado, Kasparov descubrió que, en lugar de 34 . . . g5, es mejor 34 . . . g6 ! 3 5 .id5+ ©f8 ! 36.ixc4 Vfíxc2 37 .id5 Wxa4 3 8 .c4 Vfíb3 , y no está claro que las blancas puedan ganar.

Partida nº 29 Fischer - Spassky

Campeonato Mundial (6ª) Reykj avik, 23 7 1 972 .

.

Gambito de Dama Rehusado (D59) Antes de iniciarse este histórico match por el título mundial, Fischer y Spassky se habían enfrentado en cinco ocasiones, con el apabu­ llante tanteo de 4- 1 ( + 3 =2 -0) a favor de Spassky. En este momento del encuentro el marca­ dor estaba igualado (2,5-2,5), tras haberse impuesto Fischer en la 3ª y S3 partidas. 1 .e4 e6 2.ltJf3 d5 3.d4 ltJ f6 4.ltJe3 .ie7 5 ..igS 0-0 6.e3 h6 7 ..ih4 b6 8.exd5 33J�gl + ©f6 34 . .ixa7 g5 35 . .ib6 Wf xe2 36.aS Vfíb2 37 ..idS+ @e6 38.a6 Vfía3

Si 38 . . . Wd4, continuaría 39.l:!e l + ©d6 40.ig2. 39 ..ib7 Vfíes

Tampoco sirven 39 . . . \Wb2 40.ixg5, ni 39 . . . c3 40.ib6 c2 4 1 .a7 c l W 42.l:!xc l Wxc l + 43 .ig l y a8W.

En la partida Korchnoi - Geller (Sujumi 1 97 1 ) siguió 8.ie2 ib7 9.ixf6 ixf6 1 0.cxd5 exd5 1 1 .0-0. Posteriormente, comenzó a ju­ garse también 8.Wc2 y 8.l:!c l . 8 ... ltJ xdS

Con 8 . . . exd5 9.id3 ib7 1 O.O-O, las negras tienen una posición pasiva, pero la línea sigue jugándose. 9 ..ixe7 W/xe7 10.ltJxdS exd5 1 1 .gel

Otra posibilidad es l l .ie2 ie6 1 2.0-0 c5 1 3 .Wd2 ltJd7 1 4 .b3 a5 ! 1 5 .ib5 élif6 1 6.l:!ac l füc8 1 7 .Wb2 id7 1 8 .id3 a4, con igualdad, Larsen - Spassky (Malmo 1 968, 8ª). I I .. ..ie6!

Mejor que hacer l l . . . ib7 1 2 .Wa4 c5 1 3 .Wa3 fü8, Petrosian - Spassky (Santa Mó­ nica 1 966). 12.Vffa 4 e5 13.W/a3 ges 1 4 ..ibS

Jugada de Furman, que algunos comen­ taristas califican con un signo de admiración. 1 4 ... a6

40.gb l ! e3 4 1 ..ib6

Las negras se rindieron. Si 4 1 . . .c2, 42.l:!e l + We5 43 .füe5+ ©xe5 44.a7 c l \W+ 45.ig l . Un intenso combate psicológico, cuyo de­ senlace sin duda minaría el equilibrio compe­ titivo de Larsen.

1 00

GRANDES M A ESTROS. B O B B Y F I S C H E R

Después de la partida, A verbaj propuso la novedad 14 ... \Wb7 ! , que se j ugó por primera vez en la partida Timman - Geller (Hilversum 1 973), que siguió así : 1 5 .dxc5 bxc5 1 6.l:!xc5 l:!xc5 l 7.\Wxc5 ClJ a6 ! l 8 .ixa6 W/xa6 l 9.Wa3 Wc4 ! 20.©d2? ! Wg4 2 1 .l:!g l d4 ! ! , y las negras ganaron brillantemente. 1 5.dxeS bxe5 1 6.0-0 g37

Hay otras jugadas que han merecido el in-

terés teórico, como 1 6 . . . Wa7 y 1 6 . . . tLlc6. Ge­ ller recomendó aquí l 6 . . . Wb7, y después de 1 7.i.a4 Wb6 1 8 .ltJeS a5 1 9.f4 i.f5 ! 20.füd l i.e4, l a posición está igualada. 1 7.J.e2 lll d7

Ceder la casilla "c4" parece suicida. Se considera mejor 20 . . . ttJf6 2 1 .exd5 exd5 22.i.f3 c4, con igualdad. Pero la j ugada más precisa la señaló Tal : 20 . . . c4 2 1 .Wh3 1':1:c6 ! 22.i.g4 Wf7, con una posición defendible. 2 1 .f4 YlYe7

Las opciones eran 1 7 . . . a5 y 1 7 . . . c4 ! ?

Si 2 1 . . . i;t> h8, 22.i.c4 We7 ! (no 22 . . . e5? 23.fxe5 We7 24.e6 tLle5 25 .Wg3 ! tLlxc4? 26.1':1:f7 ! , ganando) 23 .Wh3 ! 1':1:b8 24.b3 c5 25 .i.e6 exf4 26.1':1:xf4 1':1:e8.

1 7. lt'l d4! YlVf8? !

"Es probable que Spassky subestimase l a fuerte jugada 20 d e s u rival. Era preferible 1 8 . . . tLl f6 ! , y 1 9.tLlxe6 fxe6 habría sido poco prometedor para las blancas, mientras que después de l 9.tLlb3 era posible la modesta l 9 . . . tLld7, aunque con 20.1':1:c3 la posición blan­ ca sería más satisfactoria" (Tal). 1 9.lt'lxe6! fxe6

22.eS!

Gana espacio y restringe al caballo negro. "El alfil es mucho más fuerte y brinda a las blancas perspectivas de ataque al enroque, mientras que el peón pasado negro es perfec­ tamente inocuo" (Tal). 22 ... l:'!b8 ? !

Posición crítica. La c lave era 22 ... tLlb6, y si 23.f5 , c4 ! (a 23 . . . exfS , 24.Wb3+). Cabe considerar otras alternativas, como 23 .Wb3 (Burgess) o 2 3 .füd l (Fritz). Kasparov, sin embargo, prefiere 23 .Wd3 ! , con l a fuerte amenaza d e formar l a batería We4+i.d3 . En caso de 23 . . . 1':1:d8 24.We4 Wb7 25 .Wxb7 1':1:xb7 26.1':1:xc5 lLl d5 27.b3, con peón de ventaja. Y si 23 . . . ttJ dS , 24.We4 tLl e3 25.f5 ! , con buenas probabilidades de victoria. 23 ..ic4 �h8 20.e4!

Ante la amenaza del avance f4-f5 . La po­ sición negra posiblemente esté ya perdida.

Con este enérgico plan, Fischer conseguirá dotar a su alfil de una enorme fuerza. Un alfil, por cierto, el de rey, que siempre ha sido su pieza menor favorita.

24.YlVh3 ! lt'l f8 25.b3 a5 26.fS !

20 ... d4?

26 ... exfS 27.l:'!xfS lt'l h 7

"El comienzo de un ataque modélico al rey, que Bobby conduce con la precisión de una máquina" (Kasparov).

L A S 3 2 M EJ O R E S P A R T I DAS D E L G E N I O A M E R I CANO

101

Si 27 . . . lll g 6, 28. '1W g3 o 28.Eícfl , pero no 28 .fü7??, por 28 . . . Wg5 !

Partida nº 30 Fischer - Spassky

28.gcn

Campeonato Mundial ( 1 0ª) Reykj avik, 3 . 8 . 1 972

Si 28 .fü7??, lll g5 . 28 ... 'IWdS 29.'1Wg3 ge7 30.h4 gbb7

Apertura Ruy López (C95) Kasparov consideraba esta partida la mejor del match (y parece que Bondarevsky, el en­ trenador de Spassky, también era de la misma opinión) 1 .e4 es 2.ltlf3 lli c6 3 ..ib5 a6 4 ..ia4 ltl f6 50-0 .ie7 6.gel b5 7 ..ib3 d6

En Santa Mónica 1 966 Spassky planteó a Fischer el Gambito Marshall : 7 . . . 0-0 8.c3 d5, con tablas en 35 j ugadas. 8.c3 0-0 9.h3 lll b8

La Variante Breyer.

3 1 .e6!

La presión que este peón ejerce en el cam­ po negro permite a las blancas todo tipo de opciones de invasión. 3 1 ...gbc7 32.'1We5 '1We8

Si 32 . . . d3 , 3 3 .f ü f3 , o 33.Eí:d l . 33.a4 '1Wd8 34.g l f2

Kasparov señaló que aquí (así como e n las jugadas 36 y 37) hubiera sido decisiva f ü7 ! 3 4 'IWeS 35.g2f3 '1Wd8 36 ..id3 '1We8 37.'1We4 lll f6 •..

Si 3 7 . . . Eí:xe6, 3 8 .fü8+ !

1 0.d4 lll bd7 1 1 .ltl bd2 .ih7 12 ..ic2 ges 13.b4

La alternativa 1 3 .lll fl sería la preferida de Fischer en el match-revancha de veinte años después. 1 3 ....irs 1 4.a4 lll b6

Se ha jugado 1 4 . . . a5 1 5 .bxa5 ( 1 5 .axb5 axb4 1 6 . .ib2 bxc3 1 7 . .ix3 c6, con juago equlibrado, Kavalek - Portisch, Wijk aan Zee 1 969) 1 5 . . . Eí:xa5 1 6.Eí:b 1 , con ventaja blanca. 1 5.aS

1 5 .axb5 axb5 1 6.Eí:xa8 '1Wxa8 lleva a una posición igualada, Timman - Kasparov (Resto del Mundo - URSS, Londres 1 984, 3ª partida). 1 5 ... ltl bd7 1 6 ..ib2

Si 1 6.Eíb l , d5 ! ,o bien 1 6.d5 c6 ! 1 6 ...'IWbS ? !

Parece mejor la natural 16 ... Eí:b8 ! En la partida Ljubojevic - Karpov (Manila 1 976) se jugó 1 7.Wb l lll h5 ! , pero es mejor 1 7.Ei:b l .ia8 1 8 . .ia l , y ahora puede seguir 1 8 . . . g6 o 1 8 . . . h6, con opciones de igualar para las negras. 1 7.gb l ? !

38.gxf6! gxf6 39.gxf6 @gS 4 0 .ic4 •

Con la amenaza 4 1 .fü7. 40 ... @hS 4 1 .'1Wf4

Las negras se rindieron.

1 02

G RANDES M A ESTROS. BOBBY F I S C H E R

Era más fuerte 1 7.c4 ! bxc4 1 8 . .ia4 Eí:d8 (Anand) 1 9.d5 ! Eíc8 20 . .ic6 .ie7 2 1 .Wc2 .ixc6 22.dxc6 lll f8 23 .Wxc4, con posición res­ tringida de las negras. 17 ... c5 1 8.bxc5 dxc5 1 9.dxe5 lll xe5 20.lll xe5

Contra 20.c4, las negras pueden jugar 20 . . . lll xf3+ 2 1 .Wxf3 Eí:e6, con equilibrio.

20 ...1Wxe5 2 1 .c4 1Wf4 !

"El sacrificio de un peón por la iniciativa era el procedimiento favorito de Spassky" (Kasparov).

Alexander Nikitin, le dij o : " ¡ Esto es lo que significa una auténtica partida española! "

22.i.xf6 !

Timman analizó en profundidad el avance 22.e5 y llegó a la conclusión de que las negras tienen buena defensa, con posibilidades acti­ vas. Fischer decide no entrar en esas líneas, muy del estilo de Spassky, y cambia pieza pa­ ra aceptar el peón que se le ofrece. 22 ...Wxf6 23.cxbS

2 6... axbS 27.1Wf4! gd7 ! ?

Si 27 . . . c4, 28 .i.xc4 bxc4 29.füb7 f6 (29 . . . Wh5 30.g4) 30.e5 Wd5 ! 3 1 .Elc7 fxe5 32.tll x e5 i.d6 3 3 .'Wxc4 Wxc4 34.Elxc4 i.xe5 3 5 . Elxe5 Elal + 36.<;:t>h2 Ela2, con posición más o menos equivalente. 28.lll e5 1Wc7 29.gbd l ! ge7?

23 ... ged8!

Aun asumiendo que la idea del gambito sea correcta, se diría que era mejor 23 . . . Elad8, ya que si 24.\Wc i , las negras igualan haciendo 24 . . . axbS 25 .füb6 1Wa6 !

Según Kasparov, era esencial 29 . . . Elad8 ! 30.i.xf7+ i"l:xf7 3 l .Wxf7+ Wxf7 32.tll x f7 i"l:xd l 3 3 .Elxd l i.xe4 ! . E l error de Spassky s e explica por l o con­ fuso de la posición y los apuros de tiempo.

24.Wc l 1Wc3 25.lll f3 1Wxa5!

Echemos un vistazo a las alternativas: a) 25 . . . c4 (Botvinnik) 26.b6, y ahora las negras pueden seguir con 26 . . . i.a3 o con 26 . . . 1Wxa5 27.1Wf4 i.b4 ! 28.Elec l i.a3 , con igualdad. Pero es mejor 26.bxa6 ! i.xa6 27.e5 g6 28.e6 (Olafsson), y después de 28 . . . fxe6 29.i.fS ! , las blancas tienen ventaja. b) 25 ... axbS (Krogius) 26.Elxb5 i.a6 27.e5 ! g6 28 .i"l:b l 1Wxa5 29.e6 fxe6 30.i.b3 c4 3 I .i.xc4 i.xc4 32 .1Wxc4 1Wd5 33 .1Wh4, con el rey negro como objetivo.

30.i.xt7+! gxt7

Si 30 . . . cj¡h8?, 3 1 .tll g 6+ ! 3 1 .1Wxt7+ 1Wxt7 32.lll xt7 i.xe4 33J'!xe4

Ver el diagrama siguiente

Lo mejor. Si 3 3 .tll h 6+?, gxh6 34.i"l:xe4 c4 !

26.i.b3 !

33 ... Wxt7 34.gd7+ <;:t>r6 35.gb7

Una j ugada importante, temática de la Ruy López. Kasparov recuerda que su entrenador,

El final es claramente favorable a las blan­ cas, pero no es fácil ganarlo.

L A S 3 2 M EJ O R E S P A R T I D A S D E L G E N I O A M E R I C A N O

1 03

35 .. J�al+

Partida nº 3 1

Era mejor 3 5 ... b4 36.:8:b6+ (36.©fl fü8 37.:8:c4 :8:d8 3 8 .©e2 \t>e6 39.:8:b5 .id6, con posibles tablas) 36 . . . \t>t7 37.f4 ! É\e8 3 8 .É\xe8 ©xe8 39.:8:b7, con ventaj a blanca, pero falta por determinar si es suficiente para ganar. 36.©h2 J.d6+ 37.g3 b4 38.\t>g2 hS 39.:Bb6 :Bdt 4o.©n! \t>n

Krogius pensaba que con 40 . . . g5, las negras aún podían tener esperanzas de tablas, pero la jugada se refuta así : 4 1 .©e2 :8:d5 42.g4 ! hxg4 43.hxg4 \t>t7 44.:8:b7+ ©f6 45 .:8:d7 ! (Tim­ man), y las negras están en zugzwang. 4 1 .@e2 :BdS

Fischer - Spassky

Match-revancha ( 1 ª) Sveti Stefan, 2 . 9 . 1 992

Apertura Ruy López (C95) Exactamente veinte años después, como la continuación de la novela Los tres mosque­ teros, de Alej andro Dumas, el famoso millo­ nario y estafador yugoslavo Jezdimir Vasilje­ vic puso sobre la mesa una bolsa de cinco millones de dólares, lo que pareció convencer a Bobby Fischer de que el regreso merecía la pena. 1 .e4 eS 2.�f3 � c6 3.J.bS a6 4.J.a4 � f6 5.0-0 J.e7 6.:Bel bS 7.J.b3 d6 8.c3 0-0 9.h3 � b8 1 0.d4 � bd7 l l .� bd2 .ib7 1 2 .J.c2 :Bes 13.�fl J.f8 14.�g3 g6 1 5.J.gS ! ?

La continuación principal es 1 5 .a4 c5 1 6.d5, que Fischer nunca empleó. 1 5 ... h6 1 6 ..id2 /ig7

Es más activo 1 6 . . . exd4 ! 1 7.cxd4 c5, como en la tercera partida, que siguió con 1 8 . .if4 cxd4 1 9.�xd4 �e5, con igualdad. 1 7.a4! 42.f4!

La marcha de los peones blancos en el flanco de rey resultará decisiva.

42 ... g6 43.g4! hxg4 44.hxg4 gS

44 . . . ©f6 45 .Elb5 \t>t7 es demasiado pasiva, y tras 46.g5 ! fü5 47.©e3 ©g7, las negras quedan perdidas.

45.fS J.es 46.:BbS \t>r6

Tampoco salvaban 46 . . . .id4 47.Elb7+ ©f8 48.©d3 , ni 46 . . . .ic3 47.:8:b7+ \t>f8 48.:8:ee7 c4 49.:8:ec7. 47.:Bexb4 J.d4 48.:Bb6+ \t>es 49.\t>f3!

Si 49 ... cxb4??, 50.Ele6++. 49 ... :BdS 50.:Bb8 :Bd7 5 1 .:B4b7 :Bd6 52.:Bb6 :Bd7 53.:Bg6 \t>ds 54.:BxgS .ies 55.f6 @d4 56.:Bbl !

Las negras se rindieron. A 56 . . . .ixf6, 57.:8:d J + \t>c4 5 8 .füc5+ \t>xc5 59.füd7 . "Un maravilloso logro creativo de Fischer" (Kasparov).

1 04

G R A N D E S M A ESTROS. B O B B Y F I S C H E R

Las alternativas son menos ambiciosas, como 1 7 .É\c l c5 1 8 .d5 �b6 1 9 . .id3 V!fc7 20.tll h 2 tli a4 2 1 .:8:b4 c4, con igualdad, Spas­ sky - Unzicker (Santa Mónica 1 966), o bien 1 7 .Vfic l ©h7 1 8.h4 d5 ! 1 9.h5 dxe4 20.hxg6+ fxg6 2 1 .<'ll x e4, Geller - Rubinetti (Olimpiada de Siegen 1 970) 2 1 . . .exd4 ! , con buen juego de las negras. 1 7 ... cS

Se ha jugado también 1 7 . . . tll b 6 1 8 .axb5 axb5 1 9.b3 tll fd7 20 . .id3 b4 2 1 .füa8 .ixa8 22.dxe5 <'ll x e5 2 3 .<'ll x e5 dxe5 24.V!f c bxc3 25 . .ixc3, Karpov - Korchnoi (entrenamiento, Leningrado 1 97 1 ) y 1 7 . . . exd4? ! 1 8 .cxd4 c5 1 9 .d5 tli b6, con igualdad, Kuczynski - Kvei­ nis (Varsovia 1 989), pero es mejor l 9 . .if4 ! V!fe 7 20.Vfid2 \t>h7 2 1 .dxc5 dxc5 2 2 . .id6 '\Wd8 23.e5 ! , con la iniciativa. 1 8.dS c4

Habilitando la excelente casilla "c5" para el caballo.

27 . .!Z\ fl !

E l inicio de una impecable maniobra po­ sicional. El caballo se dirige a "b l " y, con idea de que, tras los cambios masivos en la co­ lumna "a", las blancas j ugarán Cll a 3 y ganarán el peón de "b5 " . 27 ...i.e7 28.c!l\ l d2 ©g7 29 . .!Z\ b l !

1 9.b4! c!l\ h7?!

La jugada no es buena, pero tampoco mayoritariamente recomendada, de­ ja bien a las negras después de 20.ixb3 Cll c 5 2 1 .c4 ! l 9 . . . cxb3 ,

20.i.e3 h S 2 1 .Wd2 � f8 22.�a3 c!l\ df6

Ambos contendientes se reparten las áreas de acción: puesto que las blancas operan en el flanco de dama, Spassky concentra sus efec­ tivos en el de rey. 22 ... h4 2 3 .lli fl f5? ! sería arriesgado, como demuestra la línea 24.ih6 ! fxe4 25 .ixe4 Cll h f6 26.ixg6 llixd5 27.ixg7 @xg7 28.ic4 CLJ 7f6 29.Wg5+. 23.�eal Wd7

A 23 . . . h4?, 24.Cll x h4 Cll x e4 2 5 .llixe4 Wxh4 26.Cll x d6, con ventaj a blanca. 24.� l a2

Las blancas no esconden su propósito de triplicar las piezas mayores en la columna "a" . 24 ... füc8 25.Wc l .if8 26.Wa l We8

Spassky no está dispuesto a contemplar pasivamente cómo su rival ejecuta sus planes y se decide por un interesante sacrificio posi­ cional. 29 ... c!l\ xe4!

Si 29 . . . Cll d 7? 30.axb5 axb5 3 l .23'.xa8 füa8 32.23'.xa8 Wxa8 3 3 .Wxa8 ixa8 34.lli a3 ! y la lucha estaría, prácticamente, vista para senten­ cia. El sacrificio de caballo por dos peones, pa­ ra activar el alfil de "b7" en la Variante Bre­ yer, lleva el sello de Spassky. 30.i.xe4 fS? !

Debilitamiento del flanco d e rey. Segura­ mente era mej or 30 . . . Cll f6, activando las re­ servas. Después de 3 i .lli bd2 Cll x e4 32.Cll xe4 ixd5 3 3 .llied2, o de 3 I .ic2 Cll x d5 32.id2 lli c7 3 3 .id l , las blancas están mejor, pero si­ gue habiendo partida. 3 1 .i.c2 i.xdS 32.axbS axbS 33.�a7 @f6?

Spassky "centraliza" su rey como si estu­ viese ya en el final. Era mejor hacer 33 . . . 23'.xa7 34.füa7 23'.a8 . 34.c!l\ bd2 �xa7

34 . . . f4? ! , con el rey tan aireado, no sería bueno: 3 5 .lli e4+ ixe4 36.ixe4 É!'.xa7 3 7.23'.xa7 (Chandler). 35.�xa7 �a8

L A S 3 2 M EJ O R E S P A R T I D A S D E L G E N I O A M E R I C AN O

1 05

41 . . . ©e6 42.tt:lxd6 ! \Wc6 43 .tt:lxe5 ! Wxd6 44.i.d4 ! lll f6 45 .\Wb7, etc. 39 ... exf4

La mejor defensa era 39 . . . i.xf3 ! , eliminan­ do uno de los caballos blancos. 40.lll h4! if7

Algo mejor era la variante 40 . . . tt:l f8 4 1 .Wd4+ ©e6 42.lll x g6 lll x g6 43 .i.fS+ ©f7 44.Wxd5+! �g7 45.lll e4 lll e 5 46.tt:lc5 ! lll f3+ 47.\Wxf3 dxc5, aunque el ataque blanco sigue su curso. 4 1 .%Yd4+ ©e6 36.g4!

No 4 1 . . . @gS?, por 42.\Wg7 ! ©xh4 43 .Wh6+ �xg4 44.f3+ ©g3 45 .Wh2++.

Fortísima ruptura, con la que las blancas cambian de frente, activando el alfil de "c2 " . E n realidad, e s la consecuencia del deficiente avance . . . f5 . 36 ... hxg4 37.hxg4 �xa7

Si 37 . . . fxg4, 3 8 .lll h 2 füa7 39.tt:lxg4+ ©e6 40.\Wxa7, y las blancas ganan. 38.%Yxa7 f4

Con 3 8 . . . i.e6, el ataque blanco quedaría servido en bandeja. Por ejemplo: 39.tt:lh4! \Wd7 40.\Wa8 i.d8 (40 ... \Wc8 4 1 .\Wh l ! \Wg8 42. '!Wb7 ! ) 4 1 .gxf5 gxf5 42.\Wg2 \Wf7 43.f4 ! \Wh5 (43 . . .c 4 44.lll x f5 ! ) 44.\Wa8 ! 42.lll f5 !

Una jugada espectacular y decisiva. 42 ...i.f8

Si 42 . . . �d?, 43 .\Wa7+, y si 42 . . . \Wc6, sigue 43 .i.e4 d5 44.lll f3 ! i.f6 45 .Wa7 ! 43.Wxf4 ®d7

Si 43 . . . gxfS, continuaría 44.i.xf5+ �e7 45 .i.xh7. 44.tt:l d4 %Yel+ 45.�g2 .id5+ 46.ie4 i.xe4+ 47.llJ xe4

De esta forma, la dama negra ha quedado marginada y Fischer procederá a ejecutar su­ mariamente al rey contrario. 39.ixf4 ! ?

Un sacrificio que cautivó a l o s comenta­ ristas. Kasparov, sin embargo, opina que las blancas habrían ganado más fácilmente con 39.i.b6 ! . Si, por ejemplo, 39 . . . Wa8 40.g5+ ©f7 4 1 .i.xg6+ ! , o 39 . . . \Wc8 40.i.e4 ! i.xe4 (40 . . . \Wxg4+ 4 1 .�fl i.e6 42.Wb8) 4 1 .lll x e4+

1 06

G R AN D ES M A ESTROS. B O B B Y F I S C H E R

47 ...ie7 50.\We5

48.llJxb5

llJ f8

49.llJ bxd6

llJ e6

Las negras se rindieron. Una emocionante lucha, tal vez sobrevalo­ rada por algunos comentaristas, pero también subvalorada por otros. Dej émoslo en . . . ¡ una partida excelente !

j ugadas 1 2 . . . 0if6 1 3 .e5 dxe5 1 4.:gxe5+ .ie6 l 5 . 0i g5 0-0, las negras están mejor.

Partida nº 32 Fischer - Spassky

1 2 ...�d7 ? !

Match-revancha ( 1 1 ª) Sveti Stefan, 20.9 . 1 992

Defensa Siciliana (B3 1) 1 .e4 c5 2.lll f3 lll c6 3.i.b5 g6 4 ..ixc6 bxc6 5.0-0 .ig7 6.:Bel e5

Un curioso error de criterio. Tal vez el de­ sarrollo de la dama fuese lo mejor, pero no por esa casilla, sino por "b6", aunque después de 1 2 . . . Wb6 1 3 . 0i d2 ia6 1 4.c3 ! bxc3 1 5 .ixc3 .ixd4 1 6.Wa4+ .ib5 l 7 .Wxd4 Wxd4 1 8.ixd4 f6 1 9_:geb 1 , las blancas están claramente me­ jor. Otra posibilidad era 1 2 . . . 0i f6 ! ? 1 3 .e5 dxe5 1 4.füe5+ 'kt>f8 1 5 .:gxa7 .id7 ! , con posición confusa. 13.lll d2 i.b7 14.lll c4 lll h6

Veamos el desarrollo alternativo del caba­ llo: a) 14 ... 0i e7 ! ? 1 5 . 0i f5 ! ixb2 1 6. 0i fxd6+ 'kt>f8 l 7 . 0i xb2, con ventaja. b) 14 ... 0i f6 1 5 .0ixd6+ Wxd6 1 6.e5 Wd5 1 7 .exf6+ 'kt>d8 1 8.0ib3 ! .if8 1 9.Wxd5+ .ixd5 20.:gad 1 , con ventaj a decisiva.

7.b4 ! ?

Un interesante gambito, y novedad d e Fis­ cher. Lo habitual era 7.c3. Veamos: 7 . . . 0ie7 8.d4 cxd4 9.cxd4 exd4 1 0.0ixd4 0-0 I I .0ic3 :gbs 1 2.0ib3 d5 13 ..ie3 dxe4 14 ..ic5 :gb7 1 5 .0ixe4 .ixb2 1 6.0id4 ! .ixd4 1 7 ..ixd4 0id5, Makarychev - Krasenkow (Moscú 1 992). 7 ...cxb4 8.a3 c5

O bien 8 . . . bxa3 9 . .ixa3 (9.0ixa3 ! ?) 9 . . . 0ie7 1 0 . .id6 f6 l l .c3 0-0 1 2 .Wb3+ fü7 1 3 .0ia3, con posición complicada. Otra posibilidad era 8 . . . b3 9 . .ib2 ! d6 1 0.d4 ! .ig4 l l .dxe5 dxe5 1 2.cxb3 Wxd l 1 3 .füd l ixf3 1 4.gxf3 , con ligera ventaj a blanca (Ftac­ nik). 9.axb4 cxb4 1 0.d4 exd4

A 1 0 . . . d6, 1 l .c3 ( 1 l .dxe5 dxe5 1 2.Wxd8+ �xd8 1 3 .id2) 1 1 . . .bxc3 1 2dxe5 dxe5 1 3Wc2, con la iniciativa. 1 1 ..ib2 d6

O bien l I . . . 0i f6 1 2 .Wxd4 (a 1 2 .e5, 0i d5 1 3 . .ixd4 0-0 1 4 . .ic5 ib7 1 5 . .ixf8 Wxf8) 12 . . . 0-0 1 3 .Wxb4, con ligera ventaja blanca. 1 2 .lll xd4 !

Pero no 1 2 . .ixd4, ya que después de las

15.lll f5!

Una espectacular agresión. Fischer consi­ dera que la posición ya está madura para el ataque al rey en el centro, y debe explotar la actividad de sus piezas antes de que las negras consoliden y los alfiles actúen a pleno ren­ dimiento. 1 5 ...i.xb2

La captura del caballo es peor: 1 5 . . . 0ixf5 1 6.exf5+ 'kt>f8 1 7 . f6 .ih6 1 8.0i xd6 ! , y las blan­ cas inclinan la balanza. Por ejemplo: l 8 . . . \Wc6 1 9.0ixb7 \Wxb7 20.:ge7 \Wb5 2 1 .:gaa7 :ges 22.fü7 'kt>g8 23 .:gg7, con j uego decisivo. 1 6.lll cxd6+ 'kt>f8

L A S 3 2 M EJ O R E S P A R T I D A S D E L G E N I O A M E R I C A N O

1 07

Si 1 6 . . . ©dS, 1 7. éli xh6 ! ( 1 7 .éli xb7+ ©c7 1 S.Wxd7+ ©xd7 1 9. éli xh6 i.xa l 20.füa l i:l:hcS) 1 7 . . . i.xa l l S .Wxa l , con clara ventaja. 1 7.li)xh6 f6

Era muy peligroso capturar en "a 1 " . Por ejemplo: 1 7 . . . i.xa l l S .Wxa l i:l:gS (a I S . . . @e7, 1 9.élixb7, y a I S ... Wxd6 ! ? 1 9.WxhS+ ©e7 20.Wxh7) l 9.e5 i:l:g7 20.e6 Wxd6 2 l .e7+ @es 22.Wxg7, con ventaj a decisiva. 1 8.li)df7!

Si l S .i:l:b 1 ?!, i.c3 l 9 .i:l:e3 i.c6. 1 8 ...Wxdl 1 9.E:axdl @e7 20.li)xh8 E:xh8 30.E:c l !

L a casilla recurrente. Hay partidas en las que una casilla tiene un contenido dramático y los acontecimientos que en ella se suceden de­ ciden la lucha. No era bueno hacer 30.eSW+? i.xeS 3 1 .Ele l + ©d4 32.ElxeS b3 33 .i:l:bS ©c3 34.l:!cS+, y tablas. 30 ....id7 3 1 .füS+ ©d4 32.E:xaS b3 33.E:a7 .ie8

Si 33 . . . i.c6, 34.E\a6 j,eS 3 5 .füf6. 34.E:b7 @c3 35.©fl b2 36.©e3 .if7

Las damas han desaparecido del tablero, pero no el ataque. 2 1 . li) fS+! gxf5

Tomar el caballo era obligado. S i 2 l . . . @e6, 22.i:l:d6+ ©e5 23.i:l:d7 i.c6 24.i:l:e7+ @f4 25.élie3, y ganan. 22.exfS+ .ie5

A 22 . . . @f7, 23 .i:l:d7+. 23.f4 fü8 24.fxeS E:xc2 25.e6 .ic6

Si 25 . . . i:l:xg2+, 26.@fl i.f3 27.i:l:d7+ @es 2S.i:l:c l , y si 25 . . . i.xg2, 26.i:l:d7+ ©es 27.e7, ganando en ambos casos. 26.E:cl ! E:xcl 27.E:xcl @d6 28.E:d l + @es

Una posición crítica, en la que ninguna alt­ ernativa salvaba a las negras : a) 2S . . . ©e7 29.i:l:a l b3 30.füa7+ @es 3 J .ga3 . b) 2S . . . @c5 29.e7 i.b5 30.g4 h6 3 l .h4 a5 32.g5 hxg5 3 3 . hxg5 fxg5 34.f6 i.eS 3 5 .i:l:dS. e) 2S . . . @c7 29.e7 b3 30.g4 a5 3 1 .i:l:c l b2 32.Elc6 @b7 33 .eSW b l W 34.©t2 . 29.e7 a5

1 08

G R A N D E S M A ESTROS. B O B B Y F I S C H E R

37.g4! Zugzwang. 37 ... @c2 38.i>d4 bl'IW 39.E:xbl i>xb l 40i>c5 i>c2 4 1 .©d6

Las negras se rindieron. Si 4 I . . .@d3 , 42.@d7 ©e4 43 .eSW+ j,xeS+ 44.@xeS ©f4 45.@f7 ©g5 46.©e6. Un Fischer implacable, al estilo de sus me­ jores tiempos, ¡y un homenaje a los maestros clásicos !

3 . Las 16 mej ores combinaciones del Genio

Americano l. Fischer - Sherwin Campeonato de EEUU Nueva York 1 95 7 James Sherwin era un destacado jugador, que participaría en ocho campeonatos de Estados Unidos, finalizando tercero (en solitario o em­ patado) en cuatro ocasiones. Se clasificó para el Interzonal de Portoroz ( 1 958), donde fina­ lizó 1 7°, pero consiguió sumar 2 puntos contra los tres primeros clasificados. Su carrera en ajedrez fue breve, y pasó a desempeñar altos puestos ejecutivos en multi­ tacionales.

N o 3 1 .fül +?, debido a 3 1 . . . cj;>h&, las negras.

y

ganan

3 1 ...hS

En caso de hacerse 3 1 . . .:8:xfl +, 32.:8:xfl + '1W xd5 3 3 .:8:xf8+ ª1xf8 34.exd5 , las blancas obtienen ventaj a decisiva. En un final sencillo de ganar. 32.'IWxcl ! '1Wh4 33.�xf8+ 'ii> h 7 34.h3 '\Wg3 35.hxg4 h4 36 ..ie6

Posición después de 29 ... �xc3 30.�xt7! � e l +?

La única defensa posible era el avance 30 . . . h5 ! ! aunque las blancas pueden quedar con clara superioridad después de los mo­ vimientos 3 1 .:8:c4, :8:xc4 32.:8:xf8+ ª1xf8 33 . .ixc4. ,

3 1 .'IWfl ! !

Las negras se rindieron.

LAS 1 6 M EJ O R E S COM B I N A C I O N E S D E L G E N I O A M E R I C ANO

1 09

2 . Fischer - Mednis

3 . Fischer - Pu revzhav

Campeonato de EEUU Nueva York 1 95 7- 1 95 8

Olimpiada de Vama 1 962

Edmar Mednis ( 1 93 7-2002) nació e n Riga, y su familia emigró a los Estados Unidos cuando él todavía era un niño. Gran Maestro, fue también un prolífico autor, que llegó a publicar un libro con el título Cómo ganarle a Bobby Fischer. No se puede sacar mayor par­ tido a una victoria, pues, en sus nueve enfren­ tamientos con el genio de Brooklyn, sólo lo­ gró ganarle en una ocasión ( + 1 1 -7). =

Posición después de 17 ... eS

La última jugada de las negras ha sido un error, pero incluso en caso de hacer l 7 . . . .ixh6 l 8.8:xh6 \Wf6 l 9.c!Dde2, su posición estaría prácticamente perdida. 1 8 . .!D fS ! !

Fuerza e l debilitamiento del enroque negro. 1 8 ...i.xfS Posición después de 30 ... i'!b8 3 1 .c!D xe6 fxe6 32.i'!xe6 ! !

U n sacrificio d e extracción, basado e n el alejamiento de las piezas negras, que dejan a su rey expuesto al ataque de las piezas rivales.

O bien l 8 . . . gxf5 l 9 . .ixg7 lii x g7 20.Wg3+ lii f6 2 1 .\Wg5+ lii e 6 22.exf5++. 1 9.exf5 c!D xb2

Si 1 9 . . . llixb3+, 20.axb3 e4 2 1 .Wh3 . 20.@xb2 e4

32 ....ixa3

Si 32 . . . cJ;>xe6, 3 3 .\Wg4+ lii t7 34.e6+ lii f8 (34 . . . \ii e 8 35 .\Wg8+ y mate en dos) 3 5 .\Wg6, y las negras no podrán impedir el mate. La idea de la textual es despejar la séptima línea, para tratar de oponer una defensa. 33.c!D xa3 @xe6 34.'119 g4+ @e7

El rey negro está abandonado a su suerte y la torre de ventaj a sirve de bien poco. 35.i'!f2

O 35 .Wg7+, lii e 8 36.e6 y ganan. 35 ... i'!e8 36.'119 g 5+ @d7 37.fü7+ @es 38'119 f5+ ©b8 39.'119d 7

2 1 ..ixg7! ©xg7

Las negras se rindieron. La doble amenaza (mate en "b7" y ataque a la torre de "e8" es imparable).

22.c!D xe4

1 10

G RAN D E S M A ESTROS. B O B B Y F I S C H E R

Si 2 1 . .. exd3 , 22 .f6 y seguirá mate. Las negras se rindieron.

4. Fischer - Naj dorf

5. Berliner - Fischer

Olimpiada de Vama 1 962

Western Open

Del gran Najdorf ( 1 9 1 0- 1 997), patriarca del aj � drez ar?�ntino, se ha escrito mucho y po­ dnan cscnb1rse algunos libros más. ¡Todo un genio ante el tablero y en la vida! Nacido en Varsovia, durante la Olimpiada de Buenos Aires ( 1 939) decidió quedarse en Argentina, por los dramáticos sucesos de la Segunda Guerra Mundial . Jugó en varias Olimpiadas con Polonia y, entre 1 950 y 1 976, def� ndiendo a Argentina, cuyo campeonato nac10nal ganó en cinco ocasiones. Entre 1 940 y fines de la década de los se­ s � nta e � taba considerado uno de los mejores ajedrecistas del mundo occidental . Fue candi­ dato al título mundial .

Bay City, 7 . 7 . 1 963 Hans Berliner era científico, investigador en el campo de la cibernética. Gran Maestro en ajedrez por correspondencia, cuyo quinto campeonato mundial ( 1 965- 1 968) ganó. Fue campeón, en varias ocasiones de Washington y del estado de Nueva York, y en 1 952 fue integrante del equipo norteamericano en la Olimpiada de Helsinki . Publicó algunos inte­ resantes trabajos teóricos sobre aperturas y medio juego. Antes de este encuentro Berliner y Fischer se habían enfrentado en tres ocasiones, con dos victorias del segundo y unas tablas.

Posición después de 24.©h t

Posición después de 1 3 ... .!ll d7 14.�xe4!

24 ....ia6 ! !

Una combinación que, aunque dirigida al rey en el centro, tiene muchos tintes posicio­ nales, pues explota las deficiencias de la for­ mación de peones negros, y la casilla "f5 " .

25.'ªf2? !

1 4 ... dxe4 1 5.lll f5 ! .ic5 1 6 . .!ll g7+!
A 1 6 . . . Wf8, 1 7 ..ih6 Wg8 1 8 .�b3 , ganando. t 7.lll f5+ @es 18 ..ie3

Tal sugirió 1 8 . .ih6, y si 1 8 . . . fü7, 1 9.:gd l . 18 ....ixe3 1 9.fxe3 �b6 20.gdl g37 2 1 .gd6! 'ªd8

Si 2 l . . . �xb2, 22 . .ixf7+ Wd8 23 .�a5+ Wc8 24.él'i e7+ (Fischer). 22.°!Wb3 '!Wc7 23 ..ixf7+
U n a potente jugada d e desviación, que fuerza los acontecimientos. Naturalmente, n o era posible 25 . .ixa6??, por 25 . . . �xf3+ 26.
La posición de la dama en esta casilla es de absoluto dominio.

Las negras se rindieron.

LAS

1 6 M EJ O R E S COM B I N AC I O N E S D E L G E N I O A M E R I C ANO

111

27.ggl fS 28.Wd3 fxe4 29.fxe4 fü8 30.Wc2 Wf6 3 1 .gg2 Wd4 32.h3 Wal+ 33.ggl Wes 34.Wg2 ?

6. S aidy - Fischer

Campeonato de EEUU Nueva York 1 965

Era preferible dificultar, con 34.a4, el avance de los peones negros en el flanco de dama.

Posición después de 1 S.i.xc4 34 ... bS 3S.Wc2 b4

Las negras tienen todo controlado y co­ mienzan el avance de su mayoría de peones. 36.Wg2 as 37.Wc2 Wf6 38.Wc4 Wn+ 39.h2 gd8 40.Wc2 Wc3 4 1 .Wxc3+ bxc3

El final de torres es sencillo, ya que el rey negro es muy activo. 42.gcl gd3 43.gbl g7

El rey en el centro es un factor vital para la astucia de Fischer. l S ... lll xeS ! !

Una bonita combinación ganadora que, en realidad, constituye una simplificación técnica con sacrificio de calidad. 1 6.WxdS

A 1 6.dxe5?, Wxd5 1 7.fii.x d5 l:'í:xe5+, ganan­ do pieza. 16 ... lll xc4+ 1 7.Wxe8+ gxe8+ 1 8.dl tll xd2 1 9.xd2 ge2+ 20.Wc l gxf2

Las negras tienen dos peones (uno de ellos doblados) por la calidad, pero los factores po­ sicionales son aquí más importantes que el material : el rey blanco está confinado en la primera fila y sus torres se encuentran desco­ nectadas y pasivas. 2 1 .g3

Si 2 1 .l:'í:g 1 , fii.d 3 22.a4 ie4. 2 1 ...i.b7 22.gel i.e4 23.ge3 gxh2 24.a4 hS 2S.ga3 gS 44.gbs a4 4S.gcs a3 46.g2 ge3 47.gc4 Wf6 48.h4 ©es 49.Wf2 gh3 so.g2 gd3 S l .hS f4

La evolución del monarca hace toda resis­ tencia blanca, inútil . S2.h6 We3 S3.gc7 d2

Las blancas se rindieron.

1 12

G R A N D E S M A ESTROS. B O B B Y F J S C H E R

Fischer moviliza sus peones del flanco de rey, y gana con cierta facilidad. 26.gb3 f6 27.aS h4 28.gxh4 gxh4 29.ga3 gh7 30.axb6 axb6 3 1 .ga7 ge7 32.dS f7

Ante la amenaza 33 .d6. 33.d2 f4 34.gel fS 3S.c4 g4 36.gb7 g3 37.d6 cxd6 38.gxb6 f3

Las blancas se rindieron.

7. Fischer - Dely

8. Fischer - Sofrevski

Skopj e 1 967

Skopj e 1 967

El fue �e torneo internacional de Skopje no empezo con buenos augurios para Fischer (medio punto en las dos partidas iniciales). Pero luego se recuperó y acabó primero en solitario, con medio punto por delante de Ge­ ller y Matulovic. El MI húngaro Peter Dely sufriría en sus carnes una espectacular derrota en la cuarta ronda.

En la últi ma pa� ida del torneo de Skopj e, Fis­ c � er sello, su tnunfo con una espectacular mi­ matura.

Posición después de 14 ... gxf6 1 5.lüd5!

Un salto decisivo, que subraya la vulne­ rabilidad del rey negro. Posición después de 13 ...'ffb 4 1 4.fxe6 .ixe6 15 ..ixe6 fxe6 1 6.�xf8+! ! 'ff x f8

1 5 ... füeS

No podía tomarse el caballo: 1 5 . . . exd5 1 6.�xd5 b5 1 7 .�h5 .ig4 1 8 .Wg3 , y las blancas ganan. 1 6.lü xe7+ �xe7 1 7.�xd6 �c8 1 8.'ffd4 .ie8 1 9.'ffxf6

1 7.'ff a 4+

Las negras se rindieron. Tras l 7 . . . b5 ( l 7 . . . 'it> e7? 1 8 . .ic5+; l 7 . . . �f7? 1 8 .fül +) seguiría 1 8 .Wxe4 �d8 ( 1 8 . . . �c8 1 9.Wxe6+) 1 9Wc6+ �d7 20.�d l We7 2 1 ..ib6 !

Las negras se rindieron. Si la torre va a "c7", sigue �d3 , y si 1 9 . . . �d7, 20.Eí:xd7 seguido de Eí:d 1 .

L A S 1 6 M EJ O R E S C O M B I N A C I O N E S D E L G EN I O A M E R I C ANO

1 13

9. Fischer - Reshevsky

1 O. Fischer - Minie

Interzonal de Sousse 1 967

Vinkovci, 1 4.9. 1 968

Posición después de 25 ... dxe5

Posición después de 1 9 ....ih3

26.�xe5!

A Fischer nunca se le escapaban estos de­ tal les tácticos que, a veces, pueden parecer muy sencillos, pero que no siempre son fáciles de ver con el reloj en marcha y la preocu­ pación por diversos aspectos de la partida. 26 ... füe5

El GM Karsten Müller indica 26 . . . \WxeS 27 ..id4 \Wc7 28 . .ixf6 b4 29.a4 tll c5, como "el mal menor", pero no es discutible la superio­ ridad de las blancas y su peón de ventaja. 27 ..if4 Wi'b7

La torre no puede defenderse. 28 ..ixe5 � e8 29.�e2 � c5 30.�f4 b4 3 1 .a4 .ic6 32.�d5 � d7 33.i.d4 � g7

Si 33 . . . .ixdS , 34.exdS :1:lc8 (a 34 . . . 1.WxdS?, 36 . .ie4) 35 . .ie4. 34.i.d3 � e6 35 . .ic4 �e8

A 35 . . . tll x d4, 36. '1W xd4 .ic5 3 7 .tll f6+ tll x f6 38. '1Wxf6.

36 ..if6 � ec5 37.Wfc2 � e6 38 ..ial Wf a7 39.
20.�e5 ! !

Fuerte entrega d e calidad. 20 . . . .ixfl

Si 20 . . . .ie6, 2 1 .tll x f7 ! .ixf7 22.füf7 füf7 23 .fül :1:laf8 24.füf7 füf7 25 .\We8++, o bien 20 . . ..id2 2 1 .tll x f7 \We3+ 22.fü2 ! , con ventaja decisiva. 2 1 .gxn

La presión sobre la casilla "f7" resulta bru­ tal . .id2 !

A 2 1 . . .Wd2, 22.\We4. Otra posibilidad nada convincente era la siguiente : 2 1 . . . g6 22. tll x f7 Wg7 23.tll d 8+ ! ©h8 24.füf8+ Wxf8 25 .\Wes+ Wg7 26.We8+ y mate al siguiente movimien­ to. 22.fü1 !

Lo mejor. Era menos efectivo la variante 22.tll x f7 \We3+ 23 .fü2 Wxe2 24.tll d 8+ :1:lf7 25 . .ixf7+ ©f8 26.tll e 6+ Wxe6 27 . .ixe6 ©e7 28 .:1:le2. 22...gadS?

O bien 43 . . . '1Wb7 44.tll c 7 ! Wxc7 45 .\Wxc7 tll x c7 46.:1:lxd7 tll x b5 47.eS, etc.

Pierde de inmediato. Las negras aún podían resistir con 22 . . . ©h8 23.tll x f7+ :1:lxf7 24 . .ixf7 .ig5 25.©g2.

44.e5
23.�xf7 �xf7 24.We7!

Antes de que las blancas respondiesen, Re­ shevsky abandonó. Podría haber seguido 47.:1:le8 ! :1:lxc6 48 .:1:lxf8+
Las negras se rindieron. Si 24 . . . :1:ldf8, 25 . .ixf7+ füf7 26.We8+. Otro de los implacables hachazos de Bobby Fischer.

1 14

G R A N D E S M A ESTROS. B O B B Y F I S C H E R

1 1 . Minie - Fischer

Rovinj/Zagreb, 1 4.4. 1 970 Año Y medio después, los mismos adversarios volvían a encontrarse en el fuerte Torneo de la Paz, que tuv_o _ lugar en las ciudades yugos­ lav �s de RovmJ y Zagreb. En esta ocasión pa­ rec1a que Dragolj ub Minie tenía a Fischer con­ tra las cuerdas, pero . . .

30.Wxb2 Wb4+ 3 i .Wb3 Wxf4 32.füe2 Eí:b8 3 3 .W� b8+, y aunque las negras deben ganar, tendran que superar ciertas dificultades técni­ cas. 29. @b 1

29 ... �xb2+! ! 30.�xb2 t!ll c3+ 3 1 .@cl

O bien 3 l .Wc2 Wa3 ! 32 .Eí:d2 Wa4+ ! 33 .Eí:b3 (si 3 3 . Wd3??, We4++) 33 . . . lll e4+ 34.<;t>d 1 Eí:c3 , etc. Posición después d e 27.Wh3 27 ... tll c3+! 28.@c l

Prácticamente, única. Si 28 .Wc2 (28.Wa l ?? Eí:a4++), 28 . . . füb2+ 29.Wd3 (29.<;t>xb2 Wb4+ 30.Wc2 lll e2+ 3 I .<;t>d3 We4+ 32.Wd2 Eí:c2+ 32.We l lll g 3+ 34.�e2 füe2+ 35.füe2 Wxe2++) 29 . . . füh2 30.Eí:xh2 lll x d l .

3 1 ...Wa3 ! 32.i.d3

A 32.Eí:dd2, Wa l + 3 3 . Wc2 lll a4+ 34.Wb3 Eí:b8+. 32...Wa l + 33.©d2 Wxb2+ 34.@el

28 ... tll a4+!

34... t!ll e4 !

No es tan preciso 28 . . . lll x d l + 29.<;t>xd l Eí:d4+ 30.�d3 ; 28 . . . lll e 2+ 29.Wb l Eí:xb2+

Las blancas se rindieron. A 35 .�xe4 seguiría 35 . . . Wb4+ 36.©fl Wxe4, con las decisivas amenazas . . . Wxf4+ y . . . E\c2+. ¡ Una impresionante demostración de cálcu­ lo preciso, por parte del Gran Maestro nortea­ mericano !

LAS 1 6 M EJ O R E S C O M B I N A C I O N E S D E L G E N I O A M E R I C ANO

1 15

1 2 . Fischer - Schweber

13. Fischer

-

Panno

Buenos Aires, 23 . 7 . 1 970

Buenos Aires, 30. 7 . 1 970

Posición después de 22 ... e4

Posición después de 27 ... llJfS

23.�xe4 ! ! '!Wxg3

A 23 . . . dxe4??, 24 . .if4. 24.füd4 ! !

Una jugada portentosa. L a dama negra no puede escapar.

El ataque parece haber llegado a punto muerto y las negras aún pueden reforzar "f5 " y "g6" con . . . 0ie7. Pero hay un pasadizo secreto. 28.i.e4 ! ! '\We7

Si 28 . . . dxe4, 29.llJ3xe4, y 0i f6+.

24 ...'\Wg4

Si 24 . . . '\Wc7, 25 . .if4. 25.�xg4 i.xg4 26.i.xg6

Las blancas tienen dos peones por la ca­ lidad, pero el pasado de "f6" es muy fuerte, al amparo de la parej a de alfiles. 26 ... �hg8 27.i.h7 �h8

A 27 . . . í::l g f8, 28 . .ixh6 füf6 29 . .ig5 . 28.i.d3 :!3de8

Si 28 . . . í::l h f8, de nuevo 29 . .ih6. 29.17 :ae7

O bien 29 . . . !"í: ef8 30 . .ig6 ! .ie6 3 l . .ic3 .

30.fS'IW+! �hf8 3 1 .i.b4 füf7 32 . .ixe7 :!3xe7

Las blancas "sólo" tienen un peón de más, pero los tres contra uno del flanco de rey constituyen ventaj a más que suficiente para un jugador de la técnica de Fischer.

29.llJxh7!

33.f3 i.d7 34.aS
3 1 ..ixg6! llJ gS

42 . . . .ixh3 43 !"í: h 1 .id7 44 !"í: xh6 !"í: g7 45 . !"í: g6. 43.g4 d4 44.fS :!3e3 45.f6 :!3f3 46J'Ul l'hfl 47.i.xfl .ie6

Las negras se rindieron. Seguiría 48.h4 y 49.g5 .

1 16

G R A N D E S M A ESTROS. B O B B Y F I S C H E R

La jugada clave en la demolición final. 29 ... llJ xh7 30.hxg6 fxg6

A 30 . . . llJf8, 3 1 .g7, ganando. Si 3 1 . . . '1W g7, continúa 32 . .ixh7+ '\Wxh7 (a 32 . . . Wh8 3 3 .'\Wxg7+ ©xg7 34 ..ic2) 33 .'\Wxe6+, y si 3 l . . . .id7, 32.t/:Jh5 . 32.llJh5 llJ f3+ 33.
Las negras se rindieron. Sigue mate en "g8 " .

1 4. Fischer - Andersson

Siegen 1 970

28.lll xe6 E:xe6 3 1 ..ixd3 E:xd3

29.d4

exd4

30 ..ic4

d3

Esta partida de exhibición, organizada por el períodico sueco Expressen, se disputó unos días antes de que diese comienzo la Olim­ piada, pero no se conoce la fecha exacta. Por entonces, Ulf Andersson era un joven Maestro Internacional ( 1 8 años) que comen­ zaba a destacar. Al año siguiente ganaría el torneo internacional de Gotemburgo y en 1 972 conseguiría el título de Gran Maestro.

Si 3 l . . .É!ed6, 32.�c4 ! , o también 32 .�xf5 ! É!d2 3 3 .Wlc3 c 5 34.�a l . 32.Wixd3 E:d6 33.1Mfc4 lll e6 34 . .ieS E:d8 35.h4

Una interesante alternativa era hacer 3 5 .füf5 gxf5 36.É!g7 Wih5 37.É!d7 ! (pero no 3 7.Wlxe6??, debido a 37 . . . Wlf3+ 3 8 .�g l É!d l ++) 3 7 . . . Wlf3+ 3 8 . � g l É!g8+ 39.�fl Wlg2+ 40. �e2 1Mi'g4+ 4 I .Wlxg4 fxg4 42.É!e7, y las blancas ganan. Posición después de 2 1 ...lll f8 22.lll fS!

Una j ugada típica de invasión contra el en­ roque, pero que requiere un minucioso cálculo en cada posición concreta. 22...i.e6

Si 22 . . . gxf5 , sigue 23.gxf5 �xf5 (23 . . . �h8 24.füg7 Wlxg7 25 .:8:xg7 ©xg7 26.�g4) 24.füg7+ Wlxg7 25. tt'i xf6+. O bien 22 . . . �xf5 23.gxf5 g5 24. tt'i xg5 fxg5 25 .füg5 , con ventaj a decisiva. 23.lll c5 lll e7? !

35 ... lll d6 36.1Mi'g4 ltl f8 37.h5 lll e8 38.e4 E:d2

Parece mejor 23 . . . �c8. 24.lll xg7 ci>xg7 25.gS ! lli rs

A 38 . . . gxh5?, 39.Wlg8+ Wlxg8 40.füg8+ ©xg8 4 l .f7++.

26.E:f3 b6

39.E:h3 ci>g8 40.hxg6 42.1Mi'g5 lll d6 43 ..ixd6+

Si 25 . . . fxg5?, 26.fü3 tt'i f5 27.e4.

Ver el diagrama siguiente

27.gxf6+! ci>h8

Si 27 . . . V!lxf6, 28. tt'i e4, con ventaja decisiva.

lll xg6 41 .f4

©rs

Las negras se rindieron. Podría seguir así : 43 . . . É!xd6 44.f5 Wlxf6 (a 44 . . . tt'i h8, continuaría 45.e5 \Wd5+ 46.É!g2 É!d7 47.É!d3) 45 .fxg6 \Wxg5 46.gxh7 Wle5 47.h8\W.

L A S 1 6 M EJ O R E S C O M B I N A C I ON ES D E L G E N I O A M E R I C A N O

1 17

1 5. Fischer - R. C á mara

1 6. Spassky - Fischer

Olimpiada de Siegen, 7 . 9 . 1 970

Match-revancha (8ª) Sveti Stefan, 1 3 . 9 . 1 992

Posición después de 15 ...i.c6 Posición después de 3 1 .fül 1 6.eS!

Fischer quema sus naves y no permite que las negras consoliden su posición enrocán­ dose. 16 ... dxeS 1 7.�xeS �c8

A 1 7 . . . �xe5??, 1 8 .'®d8++. 1 s.We2 .id7

Otra posibilidad era realizar el avance 1 8 . . . bS , pero las blancas ganarían con 1 9.Cll a5 �es 20 . .id6.

Spassky se equivocó en su última jugada, error que Fischer explotará de inmediato, aun­ que . . . ¡ no sin cierto suspense técnico ! 3 1 ...tll cb3 !

Algunos expertos han recomendado aquí 3 1 . . . !:'í:f8 ! ?, para seguir con . . . f6. 32.axb3 tll xb3 33.E:c6?

1 9J'hd7!

Un sacrificio clásico de extracción. Una vez más, es admirable el dinamismo que Fis­ cher sabe imprimir a su j uego, sacando el má­ ximo partido a las posibilidades que la posi­ ción le ofrece. 19 ... @xd7 20.Cll bS!

Plantea la amenaza 'll xa7, que obligaría a la dama negra a abandonar la defensa de su to­ rre, y también, naturalmente, !:'í:d 1 +. 20...Wc6 2 1 .� d t + @es 22.tll c7+

Habría sido un error hacer 22. Cll d 6+ exd6 23 . .ixf6+ !:'í:e4 ! , y las negras, al menos por el momento, resisten en una posición bastante confusa. 22 ... �xc7 23 ..ixc7 E:xc7 24.�bS+

Las negras se rindieron. Si 24 . . . Cll d 7 (a 24 . . . !:'í:c6, sigue 25 .'®xb7), 25.Cll c 5 a6 26.'®d3 !:'í:xc5 27 .'®xd7+ ©f8 28 .�d8++.

1 18

GRANDES M A ESTROS. BOBBY F I S C H E R

Un movimiento desafortunado, que se ex­ plica porque si la dama blanca juega, por ejemplo, 33 .'®b4, tras 33 . . . :!'í:xc l + 34.©a2 Cll d 4, la posición de las blancas es horrible. Con calidad, dos peones de ventaj a y piezas más activas, un plan como . . . �c7, . . . ©e7 bas­ taría para acabar con toda resistencia. Esta singular posición ha sido extensamen-

te analizada. El GM Viktor Kupreichik, por ejemplo, encontró esta sorprendente solución: 33 .Wc2 ! ? Eí:xc2 (33 . . . lll x c l 34.Wd l ! ) 34.füxc2 lll xc l 3 5 .fü8+ Wd8 36.füd8+ ©xd8 3 7 .©xc l fü8 ! 3 8 .©d i f6 39.gxf6 füf6 40.©e2. La po­ sición es dificil de evaluar, pero la torre es fuerte y no es claro que las piezas blancas pue­ dan luchar con éxito contra el peón de menos. Otra solución, no menos sorprendente, la descubrieron los módulos de análisis: 33 .Wc3 ! lll xc l (33 . . . füc3? ! 34.füc3 lll c5 35 .b4) 34.Wa3 b4 3 5 .Wa4+ ©f8 36.�fl f6, y después de 3 7.gxf6 Wxf6 3 8 .Wxb4 ©g739.ttJc4, Deep Thought considera que la posición está diná­ micamente equilibrada. 33 ... lll xd2+ 34J�xd2 @rs 35.E:xa6?

y

las

1 6 M EJ O R E S COM B I N AC I O N E S DEL G EN I O A M E R I CANO

1 19

Una mejor defensa era ésta: 3 5 . Eí:dc2 Eí:a7 36.Eí:b6 ©g7 3 7.Eí:cc6 Eí:d8, aunque la ventaja negra es innegable. 35 ... E:a7 36.fü6 ©g7 37.�fl

LAS

37 ... E:al+! 38.©xal "'9a7+ 39.©bl "'9xe3 40.©c2

A 40.Eí:d3 , We l + 4 1 .fü l Wxh4, negras ganan. 40 ... b4

Las blancas se rindieron.

4. Los 16 mej ores finales del Genio Americano

l. Petrosian - Fischer Interzonal de Portoroz, 27 . 8 . 1 95 8

43 . . . gbs 44.ga7 ges 45.c5! bxc5

No 45 . . . tll x d5?, por 46.c6. 46.bxc5 dxc5 47.!iJf3 @f7! 4S.!iJ e5+ We7 49.!iJ xd7 !iJ xd7 50 ..ixf5 gf8! 51 .g4

Si 5 I ..txd7 Wxd7 52.We3 (52.1"1.a6 1"1.g8) 52 . . . ©d6 53.fü6+ ©xd5 54.füh6 1"1.e8+ 5 5 .©f3 c4, con igualdad. 5 t ...Wd6?

Fischer se equivoca aquí. Era imprescin­ dible 5 J . . .lll f6 ! 52 ..te6 tll x d5 ! 53 . .txd5 füf4, y las tablas parecen seguras.

Posición después d e 2S.a3 2S ... gf8 29.i.e2 liJ e7 30 . .id3 h6 3 1 .gh5 .ieS ! 32.gh2

Si 32.!iJxf5+ lll x f5 33 .füf5 1"1.h8 ! , con ven­ taja decisiva de las negras. 32 ....id7 33.gh l ghs 34.liJc2! @f6 35.!iJd4 ©g7 36 . .ie2 liJ gs?

Era mejor 36 . . . fü8 3 7 ..th5 1"1.c8 3 8 .1"1.e l Wf6 39.tll e 6 c6, con equilibrio. 37.b4!

Las blancas crearán una columna abierta para penetrar con su torre. 37 . . . !iJ f6 3S ..id3 ! axb4

No era bueno 38 . . . tll e4+?, debido a la res­ puesta 39 ..txe4 fxe4 40.bxa5 bxa5 4 1 .1"1.b l , con ventaja decisiva. 39.axb4 Wg6 40.gal !

Las blancas van consiguiendo paulatina­ mente ventaja en la posición. 40 . . . liJ g4+ 4 1 .We2 ges+ 42.Wd2 !iJ f6 43ga6

1 20

G R A N D E S M A ESTROS. BOBBY F I S C H E R

52 ..ixd7!

Con la eliminación del caballo, el final de torres está ganado. 52 ... Wxd7 53.We3 ges+ 54.@f3 55.ga6+ ©xd5 56.gxh6 c4 57.g h l ?

@d6

Ahora e s Petrosian quien comete u n error importante. Como él mismo señaló en un aná­ lisis posterior, habría conservado una decisiva ventaj a con 57.1"1.h7 ! Por ejemplo: 57 . . . c6 58.1"1.d7+ ©c5 59.1"1.d l c3 60.g5 ©c4 6 1 .g6 c2 62.1"1.c l @c3 63.f5 1"1.g8 64.©f4 ©d2 65 .füc2+ Wxc2 66.Wg5 c5 67.f6 c4 68.f7 füg6+

69.Wxg6 c3 70.f8'\W, y las blancas ganan (Pe­ trosian). S7 ... c3 S8.gS cS S9.gdl+

Si 59.g6, Eí:g8 60.f5 We5 6 1 .Wg4 Wf6 62.¡::¡ c 1 c4 63 .Eí:xc3 Eí:c8 ! , con empate. S9 ... @c4 60.g6 c2 6 1 .fül @d3 62.fS

2 . Fischer - C a rdoso

Interzonal de Portoroz, 7 . 9 . 1 95 8 Estos dos j ugadores y a s e habían visto las caras. Exactamente un año antes, habían dis­ putado un match amistoso en Nueva York, en el que un Fischer de sólo 1 4 años, aplastó al Maestro Internacional filipino por el resultado 6-2 (+5 =2 - 1 ).

62 ... ggs!

La jugada clave. Las blancas ya no pueden ganar. 63.@f4 @d2 64.gxc2+ @xc2 6S.@gs c4 66.f6 c3 67.f7

La partida se declaró tablas, ante la posible continuación 67 . . . füg6+ (67 . . . Eí:c8 68.g7 @b l 69.f8'\W füf8 70.gxf8'\W c2) 68.�xg6 �b l 69.f8'\W c2, llegando a un final teórico sencillo de tablas.

Posición después de 21 ...gfd8

El dominio de la columna abierta es el úni­ co factor positivo de la posición negra, pero su estructura de peones (con tres aislados) es penosa y, además, las blancas cuentan con un peón pasado en la columna "a" . En consecuen­ cia, Fischer cambiará las torres para así acentuar su dominio en el final de piezas me­ nores. 22.füd l @rs 23.�xd4 �xd4 24.�dl �xd l ?

Era mejor 2 4 . . . e 5 , minimizando l a ventaja blanca. 2S.@xdl ©e7 26.@d2 @d6 27.©c3 c!Lld7 28.@d4 c!Ll f6 29.a4

El peón pasado se pone en marcha. 29 ... cS+ 30.@e3 gS 3 1 .J.e2 @c6 32.J.c4 eS 33.aS h6 34.@d2 hS 3S.@e3 h4 36.J.e2 ©b7 37.i.c4 @c6 38.@e2 @b7 39.@d2 ©c6 40.@e3 @b7

Una resistencia encomiable, por parte del joven Fischer, de sólo 1 5 años, frente a la su­ pertécnica de un Tigran Petrosian que, cinco años después, se proclamaría Campeón del Mundo.

Todas estas jugadas podrían considerarse de espera. En realidad, Fischer trata de ganar

tiempo de cara al aplazamiento, a fin de poder analizar con calma, a sabiendas de que el final está ganado.

LOS 1 6 M EJ O R E S F I N A L E S D E L G E N I O A M E R I C ANO

121

41 .©d2

La jugada secreta. 41 ...©c7

3 . Fischer - Rossetto

Mar del Plata, 5 .4. 1 95 9 Héctor Rossetto era un destacado Gran Maes­ tro argentino que entonces se encontraba en su mejor momento. En aquel torneo internacional finalizó en un meritorio sexto puesto (con 8 puntos de 1 4 partidas).

42.g4!

Las blancas impiden un potencial . . . g5-g4, y ahora se abrirán paso en el flanco de dama. 42 ... ©c6 43.©c3 tll e8 44.b4 tll d6 45.i.fl cxb4+ 46.©xb4 tll c8 47.i.g2

Decisivo. El ataque al peón de "d5 " permite progresar al peón pasado. 47 ... ®ds

Si 47 . . . lll d6, 48 .i.h l ! . 48.a6 tll a7 49.®as ®es 50.i.xe4 tll b5

Posición después de 1 8... tll d7 1 9.tll dS! i.xd5? !

Si l 9 . . . exd5 , 20.exd5 lll e 5 2 l .dxc6 bxc6 22.b3 c5 23 .i.e4 (para impedir . . . lll c6-d4) 23 . . . :gfe8, con ventaj a blanca. Pero era mejor la línea l 9 . . . lll e 5 ! 20.lll e 7+ ©h8 2 1 . lll x c6 bxc6 22 .i.a4 g5 ! , y la ventaja blanca es con­ trolable. 20.exdS e5 2 1 .b4 g6

A 2 1 . . .lll b 6, 22.i.b3, para seguir con c5 . 22.i.a4 b6 23.�d3 f5

Las negras movilizan su mayoría de peones para oponerse al plan de su rival : la ruptura c5 . 24.�a3 tll b8

51 .i.g2

También ganaba la maniobra 5 I .i.c2 lll a 7 52 .i.a4. 51 ...tll a7 52.©a4 tll b5 53.®b3 ®b6 54.®c4 ©xa6 55.®dS ®b6 56.®xeS ®c7 57.®f6 tll c3 58.©xgS tll d l 59.f4 ®d6 60.®xh4 ®e6 61 .©gS ©f7 62.fS

Las negras se rindieron.

1 22

G R A N D E S M A ESTROS. B O B B Y F I S C H E R

Una j ugada pasiva, pero las alternativas tampoco son muy esperanzadoras. Por ejem­ plo: 24 . . . lll f6 25 .i.c6, o bien 24 . . . a5 25 .bxa5 bxa5 26.i.c6 lll c 5 27.:gxa5 , en ambos casos con ventaja decisiva de las blancas. Ver el diagrama siguiente

25.cS! bxc5

A 25 . . . b5, 26.i.b3 fü7 27.c6 :gc7 28 .É\35 !

28 . . . @n 29 .a4 bxa4 30.E:xa4 @e7 3 1 .�c4, y la posición negra se desmorona.

4. Fischer - Keres

Zurich 1 959

26.bxcS dxc5 27.13xc5

Posición después d e 3 4. . .Wf f6

Las blancas tienen ya ventaj as tangibles: a) el peón "d" pasado. b) peón contrario débil en "a6". e ) alfil superior al caballo. 27 ... @g7

Si 27 ... tlJd7, 28.Ei:c7 tLJ b6 29.�b3 @h8 30.füa6 tlJxd5 3 1 .�xd5 füd5 32.füa7. 28.l3b3 füi 29.d6! llJd7 30.fü7 llJ f8

O bien 30 . . . lll f6 3 l .E:bb7 füc7 32.dxc7 E:c8 3 3 .�b3 tlJe8 34.El:b8 tLJd6 35 .füc8 lt:J xc8 36.�e6. 3 1 .l3bb7 13xc7 32.dxc7 13c8 33 . .ib3 a5 34.a4 h6 35.h3 g5 36.g4 fxg4 37.hxg4

Keres había sido superado en la apertura y e � medio juego, pero en su honor hay que de­ cir que continúa ofreciendo una fuerte resis­ tencia. 35.Wfxf6+ 13xf6 36.
Era mejor 3 6.E:c7 directamente. 36 ...
Stein ! tz, exi �ten : estructura de peones superior mejores piezas. Las pequeñas ventajas en el final son importantes (recuérdese el libro del mismo título de nuestro Arturo Pomar), pero ¿quién podría afirmar, en este caso, que son suficientes para ganar?

Y

37 ... fü7 38.
El GM Barcza considera mejor 3 8 . . . @f6 39.E:a7 (a 39.f4 �e6, 40.Elc6? Elg7 4 1 .@f2 Elxg2+ ! ) 39 ... �c8 40.Elxf7+
4 1 .. ..ie6

Las negras se rindieron, en vista del zugz­ wang. No hay más peones que mover. Si el rey dej a la séptima fila (3 7 . . .
Los analistas de la partida difieren en su valoración de esta jugada. Mientras unos la califican con un signo de admiración, otros Jo hacen con uno de interrogación. La idea parece correcta: Keres busca coor­ dinar y activar sus piezas a cambio de un

LOS 1 6 M EJ O R E S F I N A L E S D E L G E N I O A M E R I C ANO

1 23

peón. Pero tal vez debería haber cambiado al­ files de inmediato, con 4 1 . . .i.fS ! 42 .�xfS ©xf5 43.füd6 ©es 44.Ei:b6 d3 45.fübS+ ©d6, como sugiere Hübner.

Según contó Fischer, en su análisis de la posición aplazada, Keres había visto unas tablas forzosas : 60 . . . i.b l + 6 1 .Wxf4 fü5+ 62 . 'it> g4 fü6 63.füf6 ©xf6, pero olvidó esta línea ante el tablero. 6 1 ..icS gg6 62.gh7!

Después de 62.Ei:xg6? �xg6+ 63.Wxf4 ©f6, las negras crean una fortaleza inexpug­ nable, con tablas. 62 ... ©fS 63 ..ig4 gg7

No 63 . . . Ei:xg4??, por 64.füf7+. 64.gh6 gg6?

Kasparov sugirió aquí 64 ... Ei:gS 65.©xf4 Ei:a5 , como una mejor opción práctica.

42.gxd6 ©es 43.fü6

A 43.Ei:b6? ! , seguiría 43 . . . i.c4 44.b3 d3 45.bxc4 bxc4 (Fischer), en cuyo caso los peo­ nes pasados garantizan las tablas. 43 ....idS 44.gh6 gc7 4S.ghs+ 'it>d6 46.gh6+ ©es 47.ghs+

En caso de 47.Ei:xh7? ! sigue la variante 47 . . . Ei:c l 48 .Ei:e7+ i.e6 49.�d3 ©d6 50.fü8 Ei:d l 5 1 .�xbS Ei:d2+ 52.'it>fl �xa2 53 .fü2 Ei:d l + 54.©t2 i.d5 , y el peón "d" salva a las negras (K. Müller). 47 ... ©d6 48.füS?

Fischer afirma que 48 .b3 ! gana, pero tras 48 . . . Ei:c l 4':l.i.e4 i.e6 50.Ei:xbS Ei:a l 5 1 .We2 Ei:xa2+ 52. 'it> d3 Ei:xg2 5 3 .h4, las cosas no están claras. 48 ... fül 49 ..id3 gdl

A 49 ... �c4?, 50.füf4 !

6S.gxg6! .ixg6 66.Wxf4 'it>g7 67.'it>gS !

Ahora el dictamen es claro: la posición está ganada. 67 ....id3 68.f4 .ie4 69.h4

Pero no 69.fS?, por 69 . . . �xfS ! y tablas. Da­ do que el peón "h" corona en casilla de color opuesto al alfil, las blancas deben conservar a toda costa el peón f' "

'.

so.'it>e2 g g l s t .'it>n g d l s2.'it>e2 g g l S3.ggs .ixa2?

6 9. . ..id3 70.hS .ie4 7 1 .h6+ 'it>h8

Keres mejora el j uego negro en su análisis : 53 . . . Ei:a l 54.i.xh7 i.c4+ 5 5 .©d2 Ei:xa2 56.©c2 Ei:a 1 , con igualdad.

72 ..ifS .idS 73 . .ig6 .ie6 74.'it>f6 .ic4 7S.'it>gs .ie6 76 ..ihS 'it>h7 77 ..ig4! .ic4

s4..ixbs g b t ss.©d3 h6?

78.fS .if7 79 ..ihS .ic4 80 . .ig6+ 'it>g8 8 1 .f6

Mejor es 55 . . . füb2 56.'it>xd4 i.b l . S6.ghs gxb2 S7.Wxd4 gxg2 S8.gxh6+ 'it>e7 S9.We4 ggs 60 ..ia6?!

Fischer no acierta aquí. Lo mejor era hacer 60.�fl ! Ei:g l 6 1 .i.a6 ! (Keres). 60 ....if7?

1 24

G R A N D E S M A ESTROS. BOBBY F I S C H E R

A 7 1 . . .Wf7, 72.i.hS+ ©g8 73 .i.g6. O bien 77 . . .i.xg4 78 .Wxg4 'it>xh6 79.©fs . Las negras se rindieron. La continuación podría ser ésta: 8 1 . . .i.dS 82.Wf4 .ic4 83.©es i.b3 84. 'it> d6 i.c4 85 .©e7 i.b3 86.i.fS Wh8 87 .�e6. Esta fue la primera victoria de Fischer so­ bre un Gran Maestro soviético.

Wb3 49.@a6 a3 50.bxa3 Wxa3+ 5 1 .©b5 Wxc3 .

5. Keres - Fischer

Torneo de Candidatos Yugoslavia, 7 . 9 . 1 959

4 1 ...f4 42.�d4

Los mismos contrincantes volvían a enfrentar­ se, meses después, en un torneo de gran mag­ nitud, con los ocho aspirantes al título mun­ dial, en una competición a cuatro vueltas. Esta partida se jugó en la primera ronda. Después de una enconada lucha en la apertura, en la que Keres planteó una novedad en la Variante Naj dorf, se llegó a un final con ma­ terial heterogéneo.

42 ... 'it>f5 !

Las negras aún podían equivocarse: 42 . . . f3? 43 . li:l c5 f2 44.li:le4+ Wxe4 45 .füe4 fl W 46.:r'í:d4, con una fortaleza inexpugnable. 43. c!lJ b4

Era mejor 43.li:lcS, aunque el resultado no cambiaría: 43 . . . We7 ! 44.b4 Wxh4 45.b5 Wf6.

Posición después de 35.c!lJ cl

Las blancas tienen aquí problemas para salir airosas de su pequeño déficit material (:r'í:+li:l vs "11tf ) , agravado por el hecho de que la dama es muy activa y por el peón "f'' pasado. 35 ..."11tfg 2+ 36.@b3?

Era mej or 36.@d l ! bxa4 (36 . . . "11tf x b2?? 3 7 . li:l d3+) 3 7 . li:l d3+ ©f6 38.füa4 a5 39.:r'í:d4, y la ventaj a negra es mínima. 36 ... bxa4+ 37.'it>a3

Si 3 7 .:!"í:xa4, Wd2 ! 3 8 . li:l a2 f4, y si 37.@xa4, Wc2+ 38.li:lb3 Wxb2, con ventaja decisiva. 37 ...'1Wc2 38.!lJ d3+ 'it>f6 39.c!lJc5 '!Wcl ! 40.�xa4

A 40.li:lxa4, f4 4 1 . li:l cS f3 42. li:l d3 "11tf e 3 . 40 ...We3 4 1 . c!lJ xa6? !

Las blancas se dirigen hacia el abismo, pe­ ro ya no había solución, pues si 4 1 .:r'í:d4, f4 42. li:l d3 f3 43.@b3 ©g7 44.©a3 We2 45.©b3 Wd l + 46.©c4 (46.@a3 a5 47.©a2 a4 48.li:lf2 '1Wb3+ 49.@a l a3 ) 46 . . . a5 47.©b5 a4 48.©as

43 ...'1We7! 44.'it>b3 '1Wxh4

Con la caída de este peón, el desenlace no ofrece la menor duda. 45.c!lJ d3 g5 46.c4 '1Wg3 47.c5 f3 48.'it>c4 f2 49.c!lJxf2 '1Wxf2 50.c6 '1Wxb2 5 1 .'it>c5 '1Wc3+ 52.'it>d5

Si 52.:r'í:c4, Wa5+ 53 .©d4 Wc7 (Fischer). 52 ... g4 53.�c4 '\We5++

Nuevo varapalo a Keres. ¡ Seguro que a es­ tas alturas los soviéticos habrían tomado nota del potencial de Bobby!

LOS 1 6 M EJ O R E S F I N A L E S D E L G E N I O A M E R I C ANO

1 25

29 ..id3 liJ c4 30 ..ixc4 dxc4

6. Fischer - Bisguier

Campeonato de EEUU Nueva York, 1 8 . 1 2 . 1 959

3 1 .a4 dS 32.c3 !!gl+ 33.'it>d2 !!g2+ 34.IÍ.'c t !!gl+ 35.IÍ?c2 !!al 36.!!g5 füa4 37.!!xd5 ©c7 38.g4 'it>c6 39.!!d2 !!as 40.IÍ?dl !!d5 4 1 .IÍ?e2 !!xd2+ 42.IÍ.'xd2 IÍ.'dS 43.'it>e3 IÍ.'e5 44. i>f3 aS 45. 'it>e3 a4 46.gS

Posición después d e 2 3. . . hxg5 24.fü7

Si 24.tll e 7+, ©d7, y si ahora el alfil se reti­ ra, por ejemplo, 25 . .id3 , sigue 25 . . . Eí:e8, con ventaja negra. 24 ... cxd5 27.!!xg5

25.!!xt7

!!xh2

26.!!xg7

tll c6

A pesar del peón "g" pasado, el final no es­ tá ganado, ni mucho menos.

Las blancas no pueden ganar. También era tablas con 46.©f3 ©f6 47.IÍ?f4 ©g6 48.g5 ©g7 49.©f5 ©f7 60.g6+ ©g7, pues si 6 1 .©g5?, b5 y ganan las negras (K. Müller). 46 ... IÍ.'f5 47.'it>d4 'it>xgS 48.IÍ.'xc4 ©r4 49.IÍ.'b4 IÍ.'e3 SO.IÍ?xa4 'it>d2 51 .IÍ?b3 i>d3 52.c4 IÍ.'d2 53.IÍ.'a4 'it>c2 54.IÍ.'a3 'it>d3 55.IÍ?b3

27 ... liJ e5

Amenaza 28 . . . Eí:h l + 29.IÍ?d2 tll f3+, ganan­ do la torre. 28.!!g7

55 ... b6?

La tensión quiebra a Bisguier, que seguía teniendo tablas con 55 . . . ©d2 ! 56.c5 ©d3 57 .IÍ?b4 ©d4 5 8 .©b5 ©d3 59.IÍ?a5 ©d4 60.b4 IÍ?c4 6 l .©a4 ©d4 62.IÍ?b3 ©d5 63 .©c3 b6. 28 . . . !!g2

Las negras podían hacer tablas con 28 . . . d4 29.g4 ):fh 1 + 30.©d2 Eí:h2+, etc.

1 26

G RA N D E S M A ESTROS. BOBBY F I SC H E R

56.'it>b4 IÍ.'c2 57.'it>a3 ! i>d3 S8.IÍ.'b3 ©d2 S9.'it>a4 IÍ.'d2 59.IÍ.'a4 'it>c2 60.b4

Las negras se rindieron.

mejor 40.b5 g5 4 1 .hxg5+ hxg5 42.:gb8 g4 43 .b6 g3+ 44.©g2, con equilibrio (Dvorets­ ky).

7. Reshevsky - Fischer

Match (5ª) Nueva York, 2 7 . 7 . 1 96 1 El veteranísimo Samuel Reshevsky y el joven fenómeno disputaron un espinoso match, pro­ movido por la Fundación Americana de Aje­ drez y el matrimonio Piatigorsky (véase ca­ pítulo 1 para más detalles).

40 ... gS 4 1 .hxgS+ hxgS 42.bS g4 43.i'!c8

Otra posibilidad era el movimiento 43.:gc 1 , pero con un juego correcto e l desenlace no ha­ bría cambiado. Veamos: 43 . . . :ga2+ 44.©g l f3 45.b6 füa6 46.:gb l fü8 47.b7 :gb8 48.©t2 ©f5 49.©g3 e5 50.:gb5 ©e4 5 l .:gb3 ©d4 52.:gb4+ ®d3 5 3 .:gb3+ ©c4 54.:gb6 e4 5 5 .©t2 ©c5 56.:gb l ©c6 5 7.fü l füb7 58.:gxe4 :gb2+, y las negras ganan (análisis de Sorojtin).

Posición después de 32J'fa6 32 ... :gd8!

Si 32 ... :gbs, 33 .:gc6. 33.:gc2

En caso de 33.:gxb6, sigue 33 . . _ :gd2+ 34.©g l g5 35 .hxg5+ hxg5 36.:gcc6 (36.a5? g4 37 .a6 lll g5 3 8 .a7 lll f3+ 39.©fl g3 40.a81Mi' g2++) 36 . . . g4 37.füe6+ ©g5 3 8 .:gh6 f4, con opciones de igualdad. 33 ... :gd3 34.lhb6 :gxe3 35.aS f4 36.fü2?

Reshevsky, cosa rara en él, pierde los ner­ vios. Su posición seguía siendo ganadora, con 36.:gb4 ! ! f3+ 37.®fl ®f5 (37 . . . f2 3 8 .füf2+ lll x f2 39. ©xf2) 3 8 .a6 :gd3 39.fü 1 :gd2 40.füe4 ©xe4 4 1 .a7 :gd8 42.b4 fü8 43 .:gc7 :gd8 44.b5, con ventaja decisiva, según Dvo­ retsky. 36 ... tli xf2 37.©xf2

43 ... @rs 44.b6 g3+ 45.®el :gal+ 46.®e2 g2 47.fü8+

Si 47.:gg8, :gxa6 48.b7 (a 48.füg2, füb6) 48 . . . :gb6. 47 ... ®e4 48.:gxf4+ ®xf4 49.b7 gl°IW?!

Ganaba más rápidamente 49 ... ©e4 ! (pro­ puesta por Kashdan) 50.b8'\W :ga2+ 5 1 .©e i g l W++. SO.b8°1W+ @rs 5 1 .°1Wf8+ ®e4 52.'1!!1fa8+

O bien 52.Wf3+ ®e5 53 .Wc3+ (a 53 .Wh5+, seguiría 53 . . . ©d6) 53 . . . Wd4 54.Wg3+ ©d5 5 5 .Wf3+ '\We4+. 52 ... ©d4 53.°1Wd8+

Tampoco servía 53 .Wh8+ ®c4 54.'\Wc8+ Wc5 55 .'\Wxe6+ ®b4 56.'\We4+ Wc4+, y ganan las negras. 53 ... ®c4 54.°1Wd3+ ®es SS.'!Wc3+ S6.°1Wd2+ ®es 57.'1!!1f b 2+ ®rs

Ver el diagrama siguiente

37 ... :ges! 38.b4 :ge3 ! 39.a6 :g33 40.:gc6?

Nuevo e importante error, que inclina el fi­ nal decisivamente a favor de las negras. Era

LOS

®d6

Las blancas se rindieron. Si 5 8 .'\Wb5+, ®f6 59.'\Wb2+ e5 y se acaban los j aques.

1 6 M EJ O R E S F I N A L E S D E L G EN I O A M E R I C ANO

1 27

8. Fischer - S myslov

Memorial Capablanca La Habana 1 965 En esta partida ambos adversarios no se en­ contraban frente a frente, pues Fischer (véase el capítulo 1 ) disputó este torneo por télex, desde el Club de Ajedrez Marshall de Nueva York.

O bien 30 ... d7 3 1 .lll e l lll b 8 32.l"í:a5 c6, con clara ventaja de las blancas.

3 1 .:!'!aS! c6 32. g2 ltJ bd7 33. n

Para seguir con e2 y la maniobra l2l f3-e l ­ d3 . 33 ... :!'!c8?

Una irrecuperable pérdida de tiempo. Lo preciso era 33 . . . lll e 8 ! , para seguir con . . . lll c 7 y . . . l"í:a8 . 34.lll el ! lll e8 35.ltld3 lll c7 36.c4 ! bxc4

Si 36 . . . l"í:a8?, sigue 3 7.c5 ! , con ventaj a de­ c1s1va. 37.lll xc4 lll b5

O bien 37 . . . l"í:a8 3 8 .füa8 lll x a8 39.lll a 5 Cll b 8 40 . .ia7 'itid7 4 1 .Cll c 4.

38.:1!a6 f6 39 ..ic l ! .ib8 40 ..ib2

Con la amenaza f2-f4. 40 ... cs

Posición después de 16 ... :1!xd3

Smyslov ha propuesto un cambio de damas en "d3 " a fin de dificultar la explotación de sus peones "e" doblados. 1 7.axbS axbS 1 8.:1!a6! :1!d6

Jugada única.

1 9. h l !

Excelente y profundo. Fischer pretende ju­ gar el alfil a "e3 ", pero directamente existe la fuerte respuesta 1 9 . . . lll d4 ltl d7

Si l 9 . . . b4, sigue 20.cxb4 lll x b4 2 1 .l"í:a7 fü6 22.lll x e5 l"í:c2, con posición confusa. 20 ..ie3 :1!d8 2 1 .h3

Era mejor 2 l .b4.

2 1 ...h6 22.füa l ltl db8 23.:!'!a8 :!'!di+ 24. h2 füal 25.:!'!xa l ltl d7?

Una mejor alternativa era 25 . . . b4 26.cxb4 .ixb4 27.lll fl . 26.b4!

Con este movimiento, la ventaj a blanca se hace más acusada. 26 ... n 21.lll n .id6 2s.g3 lll f6 29.ltl t d2 e7 30.:!'!a6! lll b8

1 28

G R A N D E S M A ESTROS. BOBBY F I S C H E R

4 1 .lll b6!

Tan fuerte, al menos, como la textual era 4 1 .l"í:a5 ! cxb4 42. 'll cxe5 ! 4 1 ...lll xb6 42.:1!xb6 c4

Si 42 . . . Cll d 4, 43 .Cll x c5 .ia7 44.Cll d 7+ 'itig5 45 .h4+ h5 46.l"í:b7 !l:c2 47.füa7 füb2 48.Cll x e5 !l:xb4 49.füg7. 43.lll cs c3

Smyslov se rindió, sin reanudar la partida. Una posible continuación habría sido: 44 . .ic 1 lll d4 45 .Cll d 7+ 'itie7 (45 . . . f7 46.!l:xb8 füb8 47.Cll x b8 Cll b 3 48 ..ia3 c2 49.Cll c 6) 46.Cll x b8 Cll b 3 47 .!l:b7+ ci>d8 48 .!l:d7+ 'itie8 49.füg7 ! , con l a amenaza !l:g8+, y s i 4 9 . . . f8, 5 0 . .ixh6, ganando. Toda una exhibición técnica ante un virtuo­ so de los finales como Smyslov.

S6.tll f1 gn+ S7.ci>g2 gxa3 ss.gxf4 ie2 ? !

9. Sherwin - Fischer

El j aque 5 8 . . . Eí:a2+ era muy molesto, por­ que el rey blanco no tiene buena casilla de re­ tirada.

Campeonato de EEUU Nueva York 1 966

S9.tll g3 ixc4 60.gf7+ ci>eS 6 1 .gxh7 id3 62.ghs+ ©e7 63.gh7+ ci>rs 64.ghs+ ©g7 6S.gcs ©n

Si 66 . . . ibS , sigue 67.e5 ! dxe5 67.tt:le4 Eí:d3 68.fücS ©f8 69.©t2 Eí:d4 70.tt:ld6 id3 7 1 .©e3 , con igualdad. 66.gc7+ ©es

Posición después de 36.g4 36 ... tll f6

La debilidad del peón de "e4" costará ma­ terial a las blancas. 37.tll b l .idS! 3S.tll c3 tll xg4+ 39.hxg4 .ixh4 40.gS?

40.©h3 planteaba mayores dificultades a las negras. Por ejemplo: 40 . . . ie7 4 1 . tt:l d l h5 42.tt:le3 ig5 43 .©g2. 40...ig4

Ahora no podrá impedirse la penetración de la torre negra. 4 1 .i.e3

Era más activo 4 1 .Eí:b6, pero después de 4 1 . . .fü8 42.©g i if2+ 43.©g2 id4 44.ie l fü3 45 .tt:le2 ia l , las negras deben acabar im­ poniéndose. 4 1 ...fü"S 42.tll b l l:3f3 43.gb3 ig3+ 44.ci>g2 .if4 4S.gbs+ ©ti 46.ixf4 exf4

Aunque el rey de las negras no es activo, la fuerza de la torre debe inclinar la balanza a su favor. 47.gb7+ ©es 4S.gbs+ ci>d7 49.gb7+ ci>ds so.gn ci>es Sl .fü6 ©e7?!

Con 5 1 . . .Eí:b3 52.Eí:xf4 Eí:b2+ 53 .©g3 id l , las negras ganaban el caballo. s2.ge6+ ci>d7 S3.fü6 .ihS S4.tll d2 gg3+ SS.©f2 gd3?

Nueva imprecisión de Fischer, que ganaba con 55 . . . Eí:e3 !

67.eS?

Las blancas podían conseguir tablas ha­ ciendo 67 .fü8+ ©d7 68.Eí:g8 c4 69.Eí:g7+ ©e8 70.Eí:xg6 c3 7 1 .Eí:e6+ ©d7 72.tt:lfS ©c7 (a 72 ... c2, 73.Eí:xd6+ ©c7 74.fü6+) 73 .Eí:e7+ ©b6 74.tt:le3 c2 7 5 . tt:l xc2 ixc2 76.g6 (K. Müller). Después de la textual, la posición está prác­ ticamente perdida, con el alfil muy superior al caballo. 67 ... dxeS 6S.gxcS ci>d7 69.gc6 gas 70.fü6 füdS 7 1 .grs gd6 72.gn+ ci>e6 73.ga7 ©ds 74.©f3 ci>e6 7S.gas ihS 76.fü''S ci>e7 77.ggs ©n 7S.gbs gd3+ 79.ci>f2 ic6 so.gb6 gn+ Sl .ci>g2 gc3+ S2. f2 as

La técnica para ganar no es complicada, y posiblemente Sherwin debió rendirse unos cuantos movimientos antes. S3.ga6 a4 S4.tll e2 gc4 SS.tll g3 ci>e6 S6.©f1 gc3 S7.gb6 gxg3 ss.gxc6+ ©rs S9.ga6 ga3 90.gas ga2 9 1 .ci>gt a3 92. fl r4 93.ci>gt e4 94. ci>n ci>f3 9S. ci>gt e3 96.ges gg2+ 97.©h l a2 9S.gas gb2 99.ges al°IW++

LOS 1 6 M EJ O R E S F I N A L E S D E L G EN I O A M E R I C ANO

1 29

1 O. Larsen - Fischer

Montecarlo, 2 8 .3 . 1 967

Posición después de 2 1 .lll h3 2 1 ...lll e6 22.l'!b8 l'!e8 23.l'!xe8 lll xe8 24.ib5

Era mejor 24.lll fl (no 24.b4? ixb4). 24 ... lll d6 25.ifl lll b7!

Para dominar la casilla "c5 " . 26.lll f2 i.cS ! 27.ixc5 lll bxc5 28.l'!dl h5! 29.l'!d5

A 29.lll d 3 , lll x d3 30.axd3 lll d4, con algo de ventaj a negra. 29 ...c.i>f6 30.h4 i>e7!

Larsen quiere expulsar al activo caballo de "c5 ", pero debía haberlo hecho con lll d 3 .

34 ... b5! 35.ig8

Si 3 5 .bxc5, bxc4, y si 3 5 .ixb5?, lll c b3 , en ambos casos con ventaj a decisiva. 35 ... fxe4! 36.fxe4

O bien 3 6.bxc5 e3 37.füd4 exd4 3 8 .lll d 3 l"í:xa3 39.©e2 fü3 . 36 ... lll d7 37.l'!d3 l'!a6!

Las negras protegen "c6", antes de jugar . . . lll c 2. 38.l'!c3 c5! 39.g4?

Nuevo error de Larsen. Era mejor 39.bxc5 , aunque tras 39 . . . b4 ! 40.l"í:c l (40.axb4 l"í:a l +) 40 . . . l"í:xa3 4 1 .c6 lll b 6, las negras dominan la situación. Ahora el peón "c" queda pasado. 39 ... c4 40.gxh5 gxh5 41 .id5 lll f6 42.l'!g3 lll xd5 43.exd5 fü6 44.©g2 lll f5 45.l'!h3 l'!g6+ 46.c.i>f3 ltl d4+

Fischer ha acumulado ya sus ventaj as : peón pasado, caballo dominante en el centro y torre más activa, junto con los peones débiles blancos de "a3 " y "h4". Más que suficiente. 47.©e3

Si 47.�e4, 47 . . . ©d6 48.l"í:h2 l"í:g3 .

3 1 .ic4

Si 3 l .l"í:xe5?, 3 l . . .c6, seguido de . . . lll d 7. 3 1 ...c6 32.l'!d2 c!ll d4

Por una vez es Fischer quien tiene los ca­ ballos que ocupan excelentes posiciones. 33.©fl

Era mejor 3 3 .lll d3 . 33 ... fS! 34.b4?

1 30

G RA N D E S M A ESTROS. B O B B Y F I S C H E R

47 ... l'!g2 48.l'!h l i>d6 50.lll c3+ c.i>e6 5 1 .fül

49.lll e4+

c.i>xd5

5 1 .l"í:b 1 l"í:c2 52.lll e4 l"í:e2++. 5 1 ...l'!h2 52.a4 l'! h3+ 53.c.i>f2 lll b3 54.©g2 lll xcl 55.�xh3 bxa4 56.lll xa4 lll e2 57.b5 c3 58.b6 c2 59.c!ll c5+ c.i>d5 60.lll b3

60.lll d 3 lll f4+ 6 1 .lll xf4+ exf4 62.b7 c l W 63 .bSW Wh l ++. 60 ...c.i>c6 6 1 .i>g2 i>xb6

Las blancas se rindieron.

40.:!'!a2 :!'!h l ! 4 1 .:!'!ea6

1 1 . Geller - Fischer

Si 4 U:l:d2, :gb4 ! , pero no 4 1 . .. ©f5? ! por 42.:ged6 ©g4? 43.füd4, con tablas.

Torneo Interzonal Palma de Mallorca, 24. 1 1 . 1 970

4 1 ...:!'!b4

La jugada secreta.

Posición después de 25.:!'!xe4

Ha surgido un dificil final de dobles torres, con todos los peones en un mismo flanco, lo que requiere una gran técnica y, sobre todo, el espíritu combativo de un Fischer, para tratar de imponer el peón de ventaja. 25 :!'!b8 26.:!'!e3 g5! 27.h3 ©g7 28.:!'!c7 ©g6 29.fü3 f6 30.:!'!e7 :!'!e2 3 1 .g4 :!'!bl+ 32.©g2 :B:ee l ..•

Amenaza 3 3 . . . :gg l + 34.©h2 ©h ! + 3 5 .©g3 :gbg l ++. 33.:!'!a3 h5!

42.l:36a4 :!'!bbl 43.:!'!a8 :!'!hgl

Con idea de ... g4, . . . !!ge 1 + y . . . :gbd 1 +. 44.©f3 :!'!b5 45.:!'!8a5 :!'!b3+ 47.:!'!a8 @rs 48.:!'!2a5+ ©g4 50.:!'!h8+ ©g6 51 .l:3g8+ ©f7 53.©f3 l:3e5 54.l:3d2 fü5+ 56.©f3 © g6

46.©e2 :!'!bbl 49.:!'!a4+ ©h5 52.:!'!d8 :!'!bel+ 55.©e2 fü5+

Para seguir con . . . �f5 y . . . g4+. 57.:!'!e4! fü5+ 58.©e2 l:3a5 59.l:3e3 ! ©h5

Si 59 ... f5 , 60.:gg3 ! Las blancas tienen me­ jores posibilidades defensivas en el final con una sola torre por bando. 60.i!ed3 :!'!aal 6 1 .l:3d8 f5 62.©f3 l:3a3+ 63.l:32d3 g4+ 64.©f4 l:3xd3 65.:!'!xd3 :!'!fl 66.l:3d2?

Es mejor 66. �g3 l:!g l + (a 66 . . . ©g5, 67.f3 ! f4+ 68.�g2 :ga l 69. fxg4 ©xg4, posición de tablas ya estudiada por Philidor) 67 .©f4. 6 6. . .© h 4 67.©xf5 g 3 68.f4 © h 3 69.l:3d3 ! ©h4 70.l:3d2 :!'! a l 7 1 .©e5?

A 33 . . . :gg l +? 34 �f3 ©h ! + 3 5 . füa7 :gxh3+ 36.�g2 y es el rey negro quien recibe mate. 34.:!'!aa7 :!'!gl+ 35.©f3 hxg4+ 36.hxg4 :!'!b3+ 37.©e2 :!'!xg4 38.:!'!xe6 :!'!bl 39.l:3aa6 fü4

En esta posición crítica, Geller falla. Tenía dos métodos para hacer tablas: a) 7 1 . � g6 :ga6+ 72. � f5 l:!a8 73 .:gd7 fü8+ 74.©e4 l:!g8 75 .�f3 (Lilienthal). b) 7 1 .:gdg fü5+ 72.�e4 g2 (a 72 . . . ©h3, 73 _:gh8+ � g2 74.f5) 73 .:ggg �h3 74.©f3 :ga3+ 7 5 .©f2 fü2+ 76.©f3 ©h2 77.f5 (Vasiu­ kov). 7 1 ...©g4 72.f5 :!'!a5+

Las blancas se rindieron.

LOS 16 M EJ O R E S F I N A L E S D E L G EN I O A M E R I C A N O

131

1 2 . Fischer - Taimanov

Torneo Interzonal Palma de Mallorca, 6 . 1 2 . 1 970

Impide la maniobra ... í::i: e l + y ... í::i: a l . 48 ... ge5 49.gat ge7 50.@f2 ! Posición después de 40 ... gd7

"La última j ugada para el control y el error decisivo. Era fundamental 40 . . . í::i: d 7, reservan­ do la casilla 'd7' para el caballo" (Taimanov).

El rey comienza su camino hacia el flanco de dama, lo que resultará decisivo. 50 . . . lll eS 51 .a6 ga7 52.'ifle3 tll c7 53 ..ib7 tll e6 54.ga5! 'iflf6 55.'it>d3 'it>e7 56.'iflc4 'ifld6 57.gd5+ 'iflc7 58.'iflb5

4 1 .gb5 gd4?

La j ugada secreta. Era mejor 4 J . . .í::i: d d8 ! 42 .c5 bxc5 43 .í::i: c xc5 füb5 44.füb5 í::i: d4 45.í::i: x a5 füh4+ 46.'it>g ! í::i: b 4, con mejores perspectivas de defensa. 42.c5!

Mejor que 42.g3 ? ! í::i: d2, con contraj uego. 42...gxh4+ 43.'iflgl gb4

44.gxb4! axb4 45.gc4 bxc5

A 45 . . . lll d 7, 46.c6 tt:lc5 (46 . . . tll e 5 47.c7 í::i: c 8 48.i.b7 ! ) 47.a5, con ventaj a decisiva. 46.füc5 'iflg7 47.a5 ges 48.gc l !

1 32

G R A N D E S M A ESTROS. B O B B Y F I S C H E R

No 5 8 .'it>xb4, por 58 . . . tt:ld8 y tablas. Las negras se rindieron. Si 5 8 . . . tt:ld8, 59.fü5+ 'ifld6 (59 . . . \t>b8?? 60.í::i: c 8++) 60. 'it>b6 lll x b7 5 l .fü6+, etc. Taimanov recapituló así sus impresiones : "Por primera vez en toda mi carrera ex­ perimenté esa característica especial de Fis­ cher, de la que había oído hablar a mis co­ legas. Tan pronto como Bobby percibe hasta el más ligero descenso en la energía de su oponente, o algo de incertidumbre en su j ue­ go, al instante concentra todas sus fuerzas y comienza a jugar con una redoblada voluntad de victoria" .

1 3 . Larsen - Fischer

1 4. Fischer - Petrosian

Match de Candidatos (2ª) Denver, 8 . 7 . 1 97 1

Final de Candidatos (7ª) Buenos Aires, 1 9. 1 0. 1 97 1

Posición después de 36 ... exf5

Posición después de 1 5... 0-0 1 6.i.c5! gfe8

37 ..ic4?

Larsen comete aquí un imperdonable error, tirando la partida en una sola jugada. Según Kasparov, 37.Eleg l habría obligado a las ne­ gras a jugar con precisión para conseguir ta­ blas. Veamos: 37 . . . Ela4 38.l"lg6+ Wh7 39.füd6 füh4+ 40.Wg2 .ixb5 4 1 ..ixbS l"lg7+ 42.Wf2 fü4+ 43 .iie3 fü4+ 44.Wf2 fü4+ 37 ... ga4 ! ! 38.gc l ?

Ofrecía mayor resistencia 3 8 . .ixf7 l"lxh4+ 39.Wg2 iixg5 .ie8 . 38 ...ixb5!

Después de esta fuerte j ugada, todo ha ter­ minado.

Otra opción era 1 6 . . . .ixcS 1 7 .é¡jxcS füb8. 1 7.ixe7 gxe7 1 8.b4!

Fij a "a6" y apuntala el puesto avanzado de "c5" para el caballo. 1 8... @fB 1 9.é¡jc5 .ic8

Si 1 9 . . . é¡j d7?, 20.é¡j xe6+ fxe6 2 1 ..ixh7, y si 1 9 . . . aS , 20.bS . 20.f3 gea7

Era preciso pedir explicaciones al caballo, con 20 . . . é¡j d7 ! ? 2 1 .l"lxe7 Wxe7 22.l"le l + iid6 23 .l"le8 é¡j xc5 24.bxcS+ Wxc5 25 . .ifS .ib7 26.l"le7 .ic6,con mucho mejor j uego que en la partida. 2 1 .�e5 .id7

39 ..ixf7 gxh4+ 40.©g2 @xg5 4 1 .id5 .ia6 42.gd l g a4 43.if3 1'!xa3 44.gxd6 ga2+!

Así se obliga al rey de las blancas a per­ manecer en la primera línea. 45.@gl

A 45.Wg3?, f4+ 46.Wh3 .ifl +. 45 ...@f4 46.ig2 gb2 47.gd7 b6 48.gd8 .ie2 49 ..ih3 .ig4 50 ..ifl if3 5 1 .gb8 ie4 52 ..ia6 @e3

Quita "f2" al rey blanco y preparando el ja­ que mortal en "b 1 " . 53.gc8 g b l + 54.©h2 ©f4

Las blancas se rindieron. El mate es inevitable.

LOS 1 6 M EJ O R E S F I N A L E S DEL G E N I O A M E R I C ANO

1 33

22.tll xd7+!

Esta posición es histórica por el concepto que guía a Fischer, quien cambia su fortísimo caballo por un alfil relativamente malo. Pero lo que realmente importa es la posición resol­ tante, un final con clara ventaja de las blancas (mayoría en el ala de dama y peones débiles de "a6" y "d5"), en el que la relación de mate­ rial es la preferida de Fischer: :9:+� vs :9:+tU .

1 5. Petrosian - Fischer

Final de Candidatos (8ª) Buenos Aires, 23 . 1 0. 1 97 1

22 ... gxd7 23.gcl gd6 24.fü7

El dominio de las piezas blancas resulta notable. 24 . . . tt:l d7 2s.ge2 g6

Posición después de 29.@gl 29 ....ie4 !

El cambio de alfiles acentúa decisivamente las opciones negras de avanzar su peón libre. 30 ..ixe4 gxe4 3 1 .h3 d3 32.gb3 Wfc4 33.gb2

Si 3 3 .fü3 , Wfd4 34.@fl :9:e2 !

33 ... gdd4 34.g3 gds 3S.@h2 gbs 36.ga2 gbl 37.g4 26.@f2

Fischer quiere realizar el reagrupamiento @e3-d4 y :9:ec2. 26 ... hS 27.f4 h4?!

Era mejor 27 . . . t2lb6 (Petrosian), aunque, después de 28 .:9:ee7 :9:f6, las blancas mantie­ nen su ventaja. 28.@f3

Ante la amenaza de llevar el rey a la casilla "g4", las negras se ven obligadas a debilitar su estructura. 28 . . . fS 29.@e3 d4+

Si 29 . . . tt:Jf6, 30.@d4 t2le4 3 l .:9:ec2. 30. @d2 tt:\ b6

O bien 30 . . . :9:b8 3 1 .a3 fü8 32.:9:e 1 ! 31 .gee7 lll dS

Si 3 1 . . . fü6, 32.:9:h7 @g8 3 3 .füg7+ @f8 34.Ela7, y cae el peón de "a6", sin más his­ toria. 32.fü7+ @es 33.gb7 lll xb4 34 ..ic4

Las negras se rindieron. La amenaza 3 5 .:9:h7 resulta decisiva.

1 34

G R A N D E S M A ESTROS. B O B B Y F I S C H E R

Si 3 7.füa7, :9:e2 38.:9:xe2 dxe2, o 3 7.h4 :9:ee 1 , en ambos casos con ventaj a decisiva. 37 ... ge2 !

Fischer desplaza el peso específico de la lu­ cha, transformando el tema del peón pasado en un ataque al rey blanco. 38.gxe2 dxe2 39.Wfxe2 Wfxf4+ 40.@g2 gb3

Petrosian se rindió. Si 4 1 .Wff2, We4+ 42.@h2 Wxe5+, o 42 . . . fü3 43 .Wlg2 Wlf4+, etc.

La j ugada secreta.

1 6. Spassky - Fischer

42 ... ga3+ 43.c3 gha8!

Campeonato del Mundo ( 1 3ª) Reykj avik, 1 0. 8 . 1 972

Una j ugada profunda. Si 43 ... a l 'W?, sigue 44.2':\xa l 2':\xa l 45.Eí:h4, con tablas (Smyslov). 44.13h4 e5 45.i:;h7+ ©e6 46.i:;e7+ ©d6 47.13xe5 13xc3+ 48.c:Jif2 13c2+ 49.c:Jie t ©xd7 50.13exd5+ c:Jic6 5 1 .13d6+ ©b7 52.13d7+ ©a6 53.137d2 ! 13xd2 54.'it>xd2 b4 55.h4

Un final más que interesante, en el que las posibilidades de sobrevivir de las blancas es­ triban en crear j uego en el flanco de rey. 55 ... 'it>b5 56.h5 c4 57.13al gxh5 58.g6 h4 59.g7

Si 59.ixh4, b3 60.c:Jic3 2':\g8, con ventaja decisiva. 59 ... h3 60 ..ie7 13g8 6 1 ..if8!

Encerrar a la torre es fundamental, ya que 6 I .if6? pierde rápidamente, debido a 6 l . . .h2 62.c:Jic2 Eí:c8 (Kasparov).

Posición después de 36... b5 37.i:;fl !

En este final hay numerosas posibilidades tácticas. Spassky quiere realizar la maniobra Eí:f4-h4, para penetrar en "h7 " .

6 1 . .. h2 62.'it>c2 'it>c6 63.13dl b3+ 64.©c3 h l� 65.l3xhl 'it>d5 66.'it>b2 f4 67.13d l + ©e4 68.13cl 'it>d3

3 7... 13h8 ! !

Fischer entrega calidad, pues s i desaparece el alfil blanco, el peón de d6 sería un peso muerto, mientras que sus peones del flanco de dama resultarían decisivos. 38 ..if6 a3 39.13f4 a2 40.c4! .ixc4 4 1 .d7 .id5? !

Era mejor 4 1 . . .e5 42.ixe5 2':\hd8 43 .if6 ie2 44.Eí:e l füd7 45.füe2 a l 'W 46.ixa l 2':\xa l 47.2':\h4 c:Jig7, ganando (Kasparov). 42.c:Jig3 ! 69.13 d l +?

Spassky sucumbe a la presión. El otro ja­ que era el salvador: 69.2':\c3+ ©d4 70.2':\f3 c3+ 7 1 .©a l c2 72.füf4+ c:Jic3 73 .2':\f3+ ©d2 74.�a3 , con tablas (Gligoric). 69 ... 'it>e2 70.fül f3 7 t ..ic5 13xg7 72.füc4 13d7! 73.13e4+ @n 74 ..id4 f2

Las blancas se rindieron, en vista de 75. :8 f4 2':\xd4 76.2':\xd4 c:Jie2 77. :8 e4+ c:Ji f3 . U n final impactante, e n e l que el control del j uego requirió un enorme consumo de energía.

LOS 1 6 M EJ O R E S F I N A L E S D E L G EN I O A M E R ICANO

1 35

1 36

G RAN D E S M A ESTROS. B O B B Y F I S C H E R

,

Indice de partidas y posiciones

l. El Genio Americano Fischer - Reshevsky, Campeonato de EEUU, Nueva York 1 95 8 . . . . . . . . . . . . . . .

8

Fischer - Unzicker, Zurich 1 959 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

9

Fischer - Darga, Berlín Occidental 1 960. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

12

Fischer - Unzicker, Leipzig 1 960 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

13

Fischer - Portisch, Interzonal de Estocolmo 1 962 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

15

Bilek - Fischer, Interzonal de Estocolmo 1 962. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

16

Fischer - Tal, Torneo de Candidatos, Cura9ao 1 962. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

17

Keres - Petrosian, Torneo de Candidatos, Cura9ao 1 962 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

19

Bisguier - Fischer, Bay City 1 963 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

20

Fischer - Beach, Poughskeepie 1 963 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

21

Geller - Fischer, L a Habana 1 965 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

23

Fischer - Benko, Campeonato de EEUU, Nueva York 1 965 . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

24

Fischer - Miagmarsuren, Interzonal de Sousse 1 967. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

26

Uhlmann - Fischer, Interzonal de Palma de Mallorca 1 970 . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

31

Fischer - Mecking, Interzonal de Palma de Mallorca 1 970. . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

32

Spassky - Fischer, Campeonato Mundial ( 1 ª), Reykj avik 1 972 . . . . . . . . . . . . . . . .

37

2 . L a s mej ores 32 partidas d e l Genio Americano

D. Byrne - Fischer, Nueva York 1 956 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

47

2

Fischer - Larsen, lnterzonal de Portoroz 1 95 8 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

48

3

F. Olafsson - Fischer, Zurich 1 959 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

50

4

Fischer - Benko, Torneo de Candidatos, Yugoslavia 1 959. . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

52

5

Fischer - Gligoric, Torneo de Candidatos, Yugoslavia 1 959 . . . . . . . . . . . . . . . . . .

53

6

Smyslov - Fischer, Torneo de Candidatos, Yugoslavia 1 959 . . . . . . . . . . . . . . . . . .

55

7

Fischer - Petrosian, Torneo de Candidatos, Yugoslavia 1 959 . . . . . . . . . . . . . . . . .

56

8

Fischer - Tal, Torneo de Candidatos, Yugoslavia 1 959. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

59

9

Letelier - Fischer, Olimpiada de Leipzig 1 960 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

60

1O

Fischer - Tal, Olimpiada de Leipzig 1 960. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

62

11

Fischer - Tal, B led 1 96 1 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

64

12

Fischer - Geller, B led 1 96 1 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

65

13

Fischer - Petrosian, B led 1 96 1 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

67

14

Fischer - Julio Bolbochán, Interzonal de Estocolmo 1 962. . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

68

15

Fischer - Korchnoi, Interzonal de Estocolmo 1 962. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

70

16

Keres - Fischer, Torneo de Candidatos, Cura9ao 1 962. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

72

17

Botvinnik - Fischer, Olimpiada de Varna 1 962 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

75

18

Fischer - Fine, Nueva York 1 963 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

78

19

R. Byrne - Fischer, Campeonato de EEUU, Nueva York 1 963 . . . . . . . . . . . . . . . .

79

20

Fischer - Benko, Campeonato de EEUU, Nueva York 1 963 . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

81

21

Fischer - Rossolimo, Campeonato de EEUU, Nueva York 1 965 . . . . . . . . . . . . . . .

82

22

Fischer - Gligoric, Olimpiada de La Habana 1 966 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

84

23

Fischer - Geller, Skopj e 1 967 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

86

24

Fischer - Stein, Interzonal de Sousse 1 967 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

89

25

Fischer - Petrosian, URSS - Mundo ( 1 ª), Bel grado 1 970. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

91

26

Taimanov - Fischer, Candidatos ( 1 ª), Vancouver 1 97 1 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

93

27

Taimanov - Fischer, Candidatos (3ª), Vancouver 1 97 1 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

95

28

Fischer - Larsen, Candidatos ( 1 ª), Denver 1 97 1 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

97

29

Fischer - Spassky, Campeonato Mundial (6ª), Reykj avik 1 972 . . . . . . . . . . . . . . . .

1 00

30

Fischer - Spassky, Campeonato Mundial ( 1 0ª), Reykj avik 1 972 . . . . . . . . . . . . . . .

1 02

31

Fischer - Spassky, Match-revancha ( 1 ª), Sveti Stefan 1 992. . . . . . . . . . . . . . . . . . .

1 04

32

Fischer - Spassky, Match-revancha ( 1 1 ª), Sveti Stefan 1 992 . . . . . . . . . . . . . . . . . .

1 07

3 . Las 1 6 mej ores combinaciones del Genio Americano

2

Fischer - Sherwin, Campeonato de EEUU, Nueva York 1 957 . . . . . . . . . . . . . . . . .

1 09

Fischer - Mednis, Campeonato de EEUU, Nueva York 1 957. . . . . . . . . . . . . . . . . .

1 1O

3

Fischer - Purezhav, Olimpiada de Vama 1 962 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

1 10

4

Fischer - Naj dorf, Olimpiada de Vama 1 962. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

111

5

Berliner - Fischer, Bay City 1 963 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

111

6

Saidy - Fischer, Campeonato de EEUU, Nueva York 1 965 . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

1 12

7

Fischer - Dely, Skopje 1 967. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

1 13

8

Fischer - Sofrevski, Skopje 1 967. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

1 13

9

Fischer - Reshevsky, Interzonal de Sousse 1 967. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

1 14

1O

Fischer - Minie, Vinkovci 1 968. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

1 14

11

Minie - Fischer, Rovinj -Zagreb 1 970 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

1 15

12

Fischer - Schweber, Buenos Aires 1 970 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 1 6

13

Fischer - Panno, Buenos Aires 1 970. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

1 16

14

Fischer - Andersson, Siegen 1 970. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

1 17

15

Fischer - R. Cámara, Olimpiada de Siegen 1 970. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

1 18

16

Spassky - Fischer, Match-revancha (8ª), Sveti Stefan 1 992 . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

1 18

4. Los 1 6 mej ores finales del Genio Americano

Petrosian - Fischer, Interzonal de Portoroz 1 95 8 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

1 20

2

Fischer - Cardoso, lnterzonal de Portoroz 1 95 8 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

121

3

Fischer - Rossetto, Mar del Plata 1 959 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

1 22

4

Fischer - Keres, Zurich 1 959. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

1 23

5

Keres - Fischer, Candidatos, Yugoslavia 1 959 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

1 25

6

Fischer - Bisguier, Campeonato de EEUU, Nueva York 1 959- 1 960 . . . . . . . . . . . .

1 26

7

Reshevsky - Fischer, Match (S3), Nueva York 1 96 1 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

1 27

8

Fischer - Smyslov, La Habana 1 965 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

1 28

9

Sherwin - Fischer, Campeonato de EEUU, Nueva York 1 966. . . . . . . . . . . . . . . . .

1 29

1O

Larsen - Fischer, Montecarlo 1 967. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

1 30

11

Geller - Fischer, Interzonal de Mallorca 1 970. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

131

12

Fischer - Taimanov, Interzonal de Mallorca 1 970 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

1 32

13

Larsen - Fischer, Candidatos (2ª), Denver 1 97 1 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

1 33

14

Fischer - Petrosian, Final de Candidatos (7ª), Buenos Aires 1 97 1 . . . . . . . . . . . . .

1 33

15

Petrosian - Fischer, Final de Candidatos (8ª), Buenos Aires 1 97 1 . . . . . . . . . . . . . .

1 34

16

Spassky - Fischer, Campeonato Mundial ( 1 3ª), Reykj avik 1 972 . . . . . . . . . . . . . . .

1 35

Otras publicaciones de esta colección

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soci e d a d sov i éti ca , a l g o p a re ci d o a l a l i bertad . Tra s la m u e rte de Sta l i n , N i k i ta J ru sc h e v d e n u n c i ó e n e l C o n g reso d e l P C U S d e 1956 los crím e n e s d e a q u é l y l o s excesos d e l c u lto a l a perso n a l i d a d . A u n s i n p ro p o n é rs e l o , M ij a i l Ta l es, en c i e rto m o d o , el a b a n d e ra d o de u n a n u eva l i bertad e n e l aj ed re z . Pa ra m i l l o n es d e afi c i o n a d o s , s u e m puje y s u fa n t a s ía e ra n co mo un torrente i n co n te n i b l e q u e , a ba t i e n d o los d i q u e s d e l a n q u i l o s a d o aj ed rez p o s i ci o n a l , a b ría l a s c o m p u e rt a s q u e d a b a n p a so al ajed rez d e l fut u ro . H e a q u í e l testi m o n i o d e V a s i l i S m y s l o v : " La a pa ri c i ó n de Ta l en el g ra n aj ed rez tuvo e l efecto d e l a e x p l o s i ó n d e u n a b o m b a , p u esto q u e s u esti l o d e j u e g o se d i sti n g u ía por u n a excepci o n a l b ri l l a ntez co m b i n at i v a . La s p i ezas p a re c í a n c o b ra r vida e n s u s m a n o s . Todo l e

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Anto n i o G u d e e s u n e x p e rto i n vest i g a d o r y

a p a re n te m e nte i rra c i o n a l e s pos i c i o n es " .

d i v u l g a d o r de aj ed re z . Ha d i ri g i d o v a r i a s p u b l i ca c i o n es téc n i ca s , c o m o l a

Internacional de Ajedrez

Revista

e n t re l o s a ñ os 1 9 8 7 y

1 9 9 5 , ha s i d o d i recto r téc n i co de la Federa c i ó n E s p a ñ o l a d e aj ed rez y es u n g ra n c o n o c e d o r d e l a h i storia d e l ajed rez e n e l SIGLO XX. H a tra d u c i d o o b ra s c a p i t a l e s d e l a l iteratu ra aj ed recíst i c a y es el a utor de l o s l i b ros d e ajed rez e n espa ñ o l m á s v e n d i d o s .

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