B L I U M A V U L ’F O V N A ZEIGARNIK (1900) (Nacionalidad rusa) Efecto de Zeigarnik9 Una intención implica no tanto una oportunidad predeterminada para su realización, como lo implica una necesidad o cuasi necesidad, cuyo estado dinámico de tensión hace las oportunidades. Por lo tanto, debe preguntarse si tal necesidad funciona sólo para lograr esta tarea o si el estado de tensión tam bién influye en otros aspectos de la conduc con duc ta de la persona. En el presente estudio estudio invesinvestigaremos la influencia que tienen ta!p' tensiones en un logro de memoria. Específicamen9 Bliuma Zeigarnik, “On finished and unfinished tasks”, en Willis D. Ellis (prep. ed.), A So ur ce Bo ok of Gestalt Psychology, op. cit., 300-302, 312-314, original en al em ^, “Über das Behalten Behalten von erleerledigten und unenedigten Handlungen”, Psy ch ol . Fo rsc h., 1927, 9, 1-85. Reimpreso con permiso.
¿C uá l te buscaremos contestar la pregunta: ¿Cuá es la relación entre el estado de la memoria de una actividad que ha sido interrumpida antes de que pudiera completarse y de una que no ha sido interrumpida? Sospechamos que una cuasi necesidad no satisfecha proba blem ente influye, aun au n en la retenc ret ención ión exclusivamente de la memoria. Los experimentos informados aquí se condujeron con 164 sujetos (estudiantes, maestros, niños) y además había dos grupos de °x pe rir ’r‘ ’r‘" to (47 r bultos, 45 :.lñ os). Proced Pro cedimie imie nto. Las instrucciones fueron: “Voy a proporcionarles una serie de tareas que ustedes van a completar tan rápida y correcta men te como sea posible”. Entonces se le proporcionó al sujeto de 18 a 22 tareas, una a la vez; pero la mitad de éstas fueron in-
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terrumpidas sobre las terminadas sería de terrumpidas antes de que las terminaran. El orden y tipo de interrup .'ón era tai que nin- 200%. Si IR /C R * 0.8, entonces el recor dar las tareas interrumpidas fue del 20% meguno pudo sospechar la razón. Por ejemplo, dos tareas deberían interrumpirse, luego per- nor que las terminadas. Los resultados obtenidos de nuestros prime mitir que otras dos llegaran a su término; una ros 32 sujetos indican una ventaja de memo interrumpida, seguida de dos completas, etc. ¿medio J d 9 0 % , poseída las tare-5* Siguiendo a la última tarea, ei experimen- ria interrumpidas (es decir, I R /C R =* 1.9) . Los tador pidió, “Por favor, díganme cuáles eran fluctuaron de una ventaja de 500% rangos las tarea en las que estaban ustedes trabajancon un sujeto a una desventaja de 25% con do dura nte este experi mento ”. No se impuso otro. Resumiendo, encontramos que de los tiempo límite par a el informe del sujeto. Se 32 sujetos, 26 recordaban mejor las tareas in mantuvo un registro anotando el orden del terrumpidas ; 3 recordaban de igual manera recuerdo. Muy a menudo se mencionarían las terminadas y las interrumpidas; 3 recor un número de tareas, y luego seguiría una daban mejor las terminadas que las interrum pa us a du rant e la cua l el sujeto trat ar ía de recordar qué otras tareas había desempeñado. pidas. El hecho de que la interrupción de una tarea mejora grandemente su probabili Los resultados cuantitativos dados en seguida dad de ser recordada, puede verse en esta se refieren al número de tareas recordadas investigación: de las 22 tareas utilizadas, 17 antes de esta pausa. recordaron mejor c ua nd o. se interrumpie Después de que terminó el experimenta se ron, 2 eran igualmente bien recordadas a pe pid iero n informes retrospectivos. En seguida se les pidió a los sujetos que dijeran qué ta- sar de la interrupción o terminación, y 3 fue ron mejor recordadas cuando eran terminareas habían sido las más interesantes y cuáles las menos interesantes, placenteras, etc. Ade- das. En cuanto al lapso, la ventaja debería yacer más de estos datos, el experimentador también hizo notas de todas las observaciones espon- en las tareas terminadas, ya que un sujeto que completaba una tarea naturalmente empleaba táneas que ocurrieron durante el periodo de mayor tiempo en ésta que uno que no la trabajo. hacía. Sin embargo, el hecho de que esas ta Las tareas consistían en trabajo manual (construir una caja de cartulina, hacer figu- reas terminadas no fueron las mejor recordadas, puede verse en las cifras anteriores. ras de arcilla, etc.) y de problemas mentales En relación con el orden de recordación, tales como acertijos, aritmética y temas similares. El tiempo requerido par a la mayoría encontramos que las primeras tareas interrum de éstas era de tres a cinco minutos. El ex- pida s fueron mencionadas con una frecuencia perim entad or dividió las tareas (sin hacérselo tres veces mayor que las terminadas. Lo mis saber al sujeto) en dos grupos, a y i. y ¡a mi- mo se mantiene casi tan decisivamente para tad del número total de sujetos completaron la segunda tarea que debiera mencionarse. (Más tarde, en el recuerdo se encuentra la in todas las del grupo a, y ninguno, las tareas del grupo b; la otra mitad completó todas versión de esto: las tareas terminadas son las del grupo b, y ninguno las tareas del a. De entonces mencionadas más frecuentemente que las interrum pidas.) Esto muestra que la venaquí, nuestros datos se refieren a memoria taja de memoria para las tareas interrumpidas par a cada tar ea, tan to la ter mina da como la interrumpida. también es clara en lo que respecta, a la pri Res ulta dos . Designemos aqueüas tareas que macía del recuerdo. El experimento anterior se repitió con un fueron interrumpidas y recordadas como IR, grupo de tareas y 15 nuevos sujetos. nuevo las que fueron terminadas y recordadas como CR. Si la memoria pa ra los dos tipos era en Los resultados fueron casi un duplicado exacto de los ya informados. En este caso, la cualquiera de los casos la misma, entonces ventaja de recuerdo de las tareas interrumpi IR /C R sería igual a l . Si pudiera darse el das fue del 100% (es decir, IR /C R ** 2 ). caso en el que I R /C R = 1.5, esto significaría Experim entos de gru po. Los siguientes dos que las tareas interrumpidas fueron recordaexperimentos se aplicaron a grupos de 47 das el 50% mejo r que las terminadas. Si IR /C R = 3, la superioridad de las tareas in- adultos y 45 escolares (edad promedio de es
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tos últimos: 14 año s). Ha bía 18 tare as; e! material para cada una de ellas se presentó en sobres separados. U n sobre adicion al contenía un cuestionario para el informe. En la pa labr a “comienzo” cada sujeto ab ría el so bre, observaba las instrucciones pa ra esa tar ea y comenzaba a trabajar. Ta n pronto como terminaba, o inmediatamente después que se le decía que se detuviera, todo el contenido se regresaba al sobre. Todos los sujetos iniciaron cada tarea nueva al mismo tiempo. Debido a que algunos trabajaron más rápido que otros, las instrucciones para detenerse (interrupción) se dieron, entonces, aproximadamente cuando la mitad del grupo había terminado una tarea dada. Los resultados muestran una ventaja de memoria poseída para las tareas interrumpidas de un 90% (IR/CR =1.9) para los adultos, y de 110% (IR /C R = 2.1 ) para los niños. De los 47 adultos, 37 record aron mejo r la tarea interrumpida, tres recordaron ambas igualmente bien y 7 recordaron mejor las terminada s. En tre los 45 niños, 36 record aron mejos las tareas no terminadas, 4 estuvieron igual, y 5 recordaron mejor las tareas terminadas. Difer encias individuales. El rango de valores obtenido en el experimento principal se extendió de 500 a 25% en la primacía de la memoria para las tareas no terminadas. La pr eg un ta surge natur alm ente: ¿Se debió esta tendencia a la oportunidad, o dependió las diferencias individuales genuinas entre los sujetos mismos? Para estudiar con mayor profundidad esto, se repitió el experimento (utilizándose nuevas tareas) con catorce sujetos, después de un interc alo de 3 a 6 meses. La correlación entre los resultados de los primeros experimentos y los posteriores fue de 0.9; lo cual, como respuesta a nuestra pregunta, muestra claramente que la tendencia de los resultados en el experimento principal fue debido casi del todo a las diferencias individuales entre las personas que actuaron como sujetos. Puede obtenerse un discernimiento posterior sobre el tema de las diferencias individuales, mediante la comparación de resultados obtenidos de los niños (promedio de venta ja de me mo ria de tareas no term inad as de 150 %) con los de los sujetos adultos (pro -
medio de 90 % ;. Fue característico de los niños, por ejemplo, que en ocasiones recorda ba n sólo las tareas no terminadas. Ellos tomaron el experimento con mucha más seriedad que los adultos. Co mp aran do con los sujetos de mayor edad, la actitud de los niños hacia estas tareas fue bastante más natural. En consecuencia, cada tarea suponía para ellos decidir lincamientos propios. Si un adulto no pu diera recordar el nom bre de un a tare a qu izá pudiera quedar satisfecho con algunas designaciones, tales como: “bien, y entonces, seguía esa tarea doble”. 'No así con el niño; si no pudiera recordar el nombre de la tarea, po dría reprod ucirla con panto mima , descri biendo en detalle cómo la elaboró. Y el tono de la voz también fue notablemente diferente. Nun ca ninguno de los niños habló de una forma “superior” acerca de las tareas. Uno po dría ver que con los niños ha bía ha bid o una -necesidad genuina de completar las tareas que se les dieron y no en forma infrecuente podrían rogar que se continuaran las tareas interrumpidas, aun dos o tres días des pues que había termi nado el experim ento . Sin embargo, esta actitud de serio interés po r el tra bajo que les dier on, no estuvo lim itado tota lmen te a los niños. A los sujetos adultos que se les permitió irse también se les encontró entre los miembros de nuestro grupo principal. Al comp ara r los resultado s de estos sujetos con los de los adultos muy formales, se encuentra que mientras que con las ú lt im a tareas no te rmi nada s tuvieron Uu<* ventaja de memoria de sólo 10% (IR /C R = 1.1), su valor para los sujetos “semejantes a los niños” era de 190% (IR /C R = 2.9). Res umen. Los experimentos informados aquí han mostrado que las tareas no termina das son recordadas aproximadamente el doble de bien que las terminadas. Ni la coloración afectiva ni otras características especiales de las tareas mismas explicará n esto. Ni el referirse al “choque”, efecto acompañante de la interrupción, proporciona un fondo para una explicación de este hallazgo. En vez de ello, el ^alor p^” ••“cordar ’?.s tarcr.; no te:..*, nadas es elevado, debido a que en el momento del informe aún existe una cuasi necesidad no satisfecha. Esta cuasi necesidad corresponde a un estado de tensión cuya expresión puede verse no sólo en el deseo de terminar el trabajo in-
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Es esencial para la ventaja de memoria de terrumpido, sino también en la prominencia tareas no terminadas, que los sistemas de tende la memoria en relación con ese trabajo. sión estén suficientemente aislados entre sí. La prominencia de la cuasi necesidad para Cuando las tareas del individuo carecen de recordar tareas no terminadas depende de la lincamientos de separación para el sujeto, se intensidad y estructura del sistema de tensión, desarrolla sólo un gran sistema de tensión, así como de la fuerza y clase de la cuasi ne en jug ar de varios. Eaic fue el caso con io» cesiaad implantada por las instrucciones uei experimentador para informar de todas las sujetos a quienes se les había dicho con antetareas. Si el sujeto considera el requerimiento rioridad cuáles serían las tareas, esto se aplica de una tarea para su memoria, las tareas in- también a los que consideraron que las taterrumpidas no tendrán valor de recuerdo reas eran solamente incidentales respecto de parti cular. Si ela bora un informe libre y sin algunos significados ocultos que se encontratrabas, estas tareas serán bastante mejor re- ban más all á de su compr ensión . cordadas que las otras. Persiste una cuasi Cuando la fatiga disminuye la firmeza en necesidad si la tarea no se ha terminado a el campo total, el desarrollo y el mantenimien satisfacción del suje to, a pesar de que a la to de los sistemas de tensión se encuentra bastante daña do. La excitación o algún cambio observación de otros la tarea pareciera estar “term inada” o “no terminada”. Las tareas radical de situación también debilitará o descon cuya solución no esté satisfecho el sujeto, truirá los muros que separan esos sistemas. funcionarán en su memoria La fuerza con la cual surgen y per¿L~n tales sistemas de tensión, evidentemente vanadas”, aun cuando el experimentador pueda haberlas clasificado como tareas terminadas, y rían bastante entre los diferentes individuos, pero per ma nec en muy constantes en el mismo viceversa. individuo. Las necesidades fuertes, la impaCon sujetos ambiciosos, las esferas internas de la persona misma están más involucradas ciencia para gratificarlas, un enfoque natural que lo que ordinaria men te sucede. En con- y parecido al del niño, cuanto más se enconsecuencia, el recuerdo valor de las tareas in- traba esto, más tareas no terminadas tendrían terrumpidas es mucho mayor que el promedio en la memoria una ventaja especial sobre las general. que sé habían completado. CO liiJ
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