Susana Bianchi
El apogeo del mundo burgués (1848-1914) El triunfo del capitalismo
La segunda mitad del siglo XIX corresponde a la época del triunfo del capitalismo. El triunfo se manifestaba en una sociedad, que consideraban que el desarrollo económico radicaba en las empresas privadas competitivas y en un ventajoso juego entre un mercado barato para las compras -incluyendo la mano de obra- y un mercado caro para las ventas. !alores !alores burgueses". #e consideraba que una econom$a sobre tal fundamento, sobre una burgues$a la %ab$a elevado a su actual posición, iba a crear un mundo no sólo de rique&as correctamente distribuidas sino también de ra&onamiento, ilustración y oportunidades crecientes para todos. 'on el capitalismo triunfaban la burgues$a y el liberalismo, en un clima de con(an&a y optimismo que consideraba que cualquier obst)culo para el progreso pod$a ser superado sin mayores inconvenientes.
'apitalismo e industriali&ación En la segunda mitad del siglo XIX, el mundo se %i&o capitalista y una signi(cativa minor$a de pa$ses se transformaron en econom$as industriales. *asta +, Inglaterra mantuvo su primac$a en el proceso de industriali&ación y su indiscutible %egemon$a dentro del )rea capitalista. La misma industriali&ación que comen&aba a generarse generarse en el continente europeo amplió la demanda de carbón, de %ierro y de maquinarias brit)nicas. Incluso, la prosperidad permit$a una mayor demanda de bienes de consumo procedentes de Inglaterra. Esta primac$a industrial estaba adem)s complementada con el predominio en el comercio internacional. #in embargo, la posición inglesa parec$a amena&ada. La misma /revolución industrial0 %ab$a desencadenado procesos de industriali&ación en un pu1ado de pa$ses europeos como 2rancia, 3élgica, 4lemania, a los que pronto se agregar$an otros, ubicados fuera de Europa, como Estados 5nidos y 6apón. Eran sin duda una minor$a de pa$ses, en un mundo que continuaba siendo en su mayoria rural, pero sus efectos resultar$an notables. En Francia, durante el per$odo del #egundo Imperio, con la prosperidad
económica de los a1os +7-+ y por pol$ticas que la favorec$an, la industria pudo conformar una estructura productiva moderna donde se impuso el sistema fabril. 4unque -a diferencia de lo que ocurrió en Inglaterra o en 4lemania- la producción en peque1a escala perduró con tenacidad. La industria moderna se concentraba en algunos puntos -8ar$s, Lyon, 9arsella, la Lorena-, en el resto de pa$s se manten$an las viejas estructuras productivas. La clave para explicar la lentitud de la industrialización francesa puede encontrarse en la sociedad s ociedad agraria: el predominio de la pequeña propiedad frenaba la conformación del mercado interno y el s iglo XIX, 2rancia éxodo de la población del campo. *asta (nes del siglo
continuaba siendo un pa$s mayoritariamente rural. El impulso para la industriali&ación provino de las pol$ticas del Estado y de sus necesidades estratégicas. !sicamente " el #egundo $mperio al promover
la construcción de ferrocarriles %al otorgar favorables condiciones a las
empresas concesionarias" garantizar a las l&neas recién construidas un bene'cio del () sobre el capital" otorgar préstamos que cubrieran buena parte de la inversión inicial% sentaron las bases de la industria francesa. El desarrollo ferroviario trajo aparejado una gran demanda para la
siderurgia y estimuló las inversiones %acia la industria pesada.
2rancia que se incorporaba al proceso de industriali&ación en una etapa muc%o m)s compleja -la de los ferrocarriles- que e:ig$a una gran acumulación de capitales. El obst)culo pudo ser superado por la capacidad de adaptación del sistema bancario francés que pudo concentrar el capital repartido entre millares de peque1os a%orristas y orientarlo %acia las actividades productivas. El sistema bancario francés parec$a mostrarse m)s permeable a los requerimientos de la industria que el sistema brit)nico, ademas, aparecieron nuevas casas bancarias adaptadas a tal (n. ;e este modo, a partir de las iniciativas del Estado y de la participación del capital bancario, a pesar de las di(cultades que a partir de + pudieron afectar el desarrollo del capitalismo industrial francés, éste mantuvo su ritmo de constante crecimiento. 4s$, en los primeros a1os del siglo XX, 2rancia pose$a ya el per(l de un pa$s industrial moderno. La industrialización alemana -con su principal polo en 8rusia- también arrancó
en la década de +7 ligada al desarrollo de una red ferroviaria que, %acia +, era la m)s densa del continente. La construcción de ferrocarriles permitió cuadriplicar la producción de %ierro entre +7 y +.
n otro pa$s europeo, pudo basar su proceso de industriali&ación en la industria pesada, en la mecani&ación intensiva y en el pronto desarrollo de grandes establecimientos fabriles. #u industriali&ación alcan&ó un ritmo e:traordinario? en +@A, 4lemania ya superaba a Inglaterra en la producción de acero, y en +@A, en la producción de %ierro. *+u!les fueron los factores que impulsaron el acelerado desarrollo del capitalismo industrial en ,lemania- En primer lugar" a diferencia de Francia" el mundo rural no constituyó un obst!culo para la industria. La
concentración de la tierra en grandes propiedades y la moderni&ación de la agricultura -que llevó a los terratenientes a racionali&ar sus e:plotaciones mediante la mecani&ación- obligó, sobre todo en las regiones orientales, a millones de trabajadores agr$colas a abandonar el campo, formando una importante reserva de mano de obra para la industria en e:pansión. #egundo lugar, como en el caso de 2rancia, el sistema bancario con participación en la (nanciación de la industria. ;espués de +7 se fundaron también nuevos bancos con orientación industrial que mostraron gran capacidad de organi&ación de promoción de las compa1$as industriales. En + se promulgó la ley que autori&aba la formación de sociedades anónimas que actuaron como un poderoso agente de concentración de capitales dirigido adem)s a la industria de la construcción, la miner$a, la metalurgia y el te:til. 4dem)s, favoreció el desarrollo de la industrialización un marcado intervencionismo estatal. a desde antes de la uni'cación pol&tica" el
gobierno de /rusia vinculaba estrec0amente el problema de la formación y expansión del Estado alem!n con el desarrollo económico" principalmente" industrial . El objetivo era obtener una creciente autarqu$a
económica y un e(ca& poder$o militar. El Estado participó directamente en la construcción de las l$neas ferroviarias percibidas como un instrumento de uni(cación pol$tica y económica. 4dem)s, aseguró los instrumentos 1ur&dicos necesarios para la expansión de la gran empresa y subsidió el surgimiento de actividades industriales consideradas estratégicas para la seguridad nacional.
#i bien sólo una minor$a de pa$ses se transforma en econom$as industriales, la e:pansión del capitalismo transformado en un sistema mundial dejaba pocas )reas que no estuvieran bajo su inBuencia. Las ciudades crec$an. 4>n Europa continuaba siendo mayormente rural. 8ero el crecimiento de la población 2por me1oras en la alimentación y en la 0igiene3 y la introducción de la mecanización en el campo generaba un excedente de mano de obra que no pod&a ser absorbido por las tareas rurales. esto produ1o un éxodo de población rural. 9uc%os emigraron al e:tranjero -fue la época de las
grandes oleadas migratorias a 4mérica y a 4ustralia-, pero también muc%os otros se dirigieron a las ciudades, donde la oferta de trabajo era creciente y los salarios superiores. ;e este modo, las ciudades comen&aron a crecer, pero como se1ala *obsbaCm no era sólo un cambio cuantitativo, las ciudades mismas se transformaban r!pidamente convirtiéndose en el s&mbolo indudable del capitalismo . La ciudad impon$a una creciente segregación social entre los barrios obreros y los nuevos barrios burgueses, En las ciudades también comen&aban a transformarse los métodos de circulación y distribución de mercanc$as con la aparición de los /grandes almacenes0 o /grandes tiendas0 .D esto transformó la circulación de los productos de consumo y signi(có la ruina de muc%os peque1os comerciantes e incluso de artesanos que todav$a %ab$an podido sobrevivir. /ero antes que la ciudad" era el ferrocarril el s&mbolo m!s claro del capitalismo triunfante. Los ferrocarriles aumentaron la velocidad y volumen de carga y los trenes para pasajeros ganaron en confort? se diferenció entre los vagones de primera y segunda clase -en otra muestra de segregación social-. rgicos y de mano de obra. 4s$ como permitieron uni(car mercados de bienes de consumo, de bienes de producción y de trabajadores. En s$ntesis, el ferrocarril desde +7 fue el sector clave para el impulso de la metal>rgica y de las innovaciones tecnológicas. D este papel lo cumplió %asta +@+,en que cedió su lugar a las industrias armamentistas. ,dem!s" no olvidar que" la construcción de ferrocarriles se vinculó estrec0amente con el desarrollo de la navegación mar&tima.4ambién en Europa" las redes ferroviarias terminaban en grandes puertos. Estas transformaciones en el sistema de comunicaciones consolidaron el capitalismo y le otorgaron una dimensión mundial. 8ermitieron que se
multiplicaran e:traordinariamente las transacciones comerciales permitiendo que pr)cticamente
el mundo se tansformara en una sola econom$a interactiva. En este sentido tuvo una importancia fundamental, el telégrafo.4cortando distancias" En s$ntesis, esta revolución de las comunicaciones permit&an transformar al globo en una sola econom&a interactiva y darle al capitalismo una escala mundial.
8ero al mismo tiempo el resultado era paradójico? cada ve& iban a ser mayores las diferencias entre aquellos pa$ses y regiones que pod$an acceder a la nueva tecnolog$a y aquellas partes del mundo donde todav$a la barca o el buey marcaban la velocidad del transporte. El mundo se uni(caba pero también se agudi&aban las distancias. La expansión del capitalismo industrial también estuvo estrec0amente vinculado con una aceleración del progreso tecnológico. +ada vez fue m!s estrec0a la relación que se estableció entre ciencia" tecnolog&a e industria.
La Fevolución industrial inglesa se %ab$a desarrollado sobre la base de técnicas simples, al alcance de %ombres pr)cticos con sentido com>n y e:perienciaG en cambio, en la segunda mitad del siglo XIX, el avance de la metalurgia, la industria qu$mica, el surgimiento de la industria eléctrica se desarrollaban sobre la base de una tecnolog$a m)s elaborada. Los /inventos0 pasaban a%ora desde el laboratorio cient$(co a la f)brica. La clara vinculación entre ciencia" tecnolog&a e industria también causó un profundo impacto en las conciencias. La ciencia" transformada en una verdadera religión secular" fue percibida como la base de un 5progreso6 inde'nido. ;esde esta perspectiva se consideraba que no e:ist$a
obst)culo que no pudiera ser superado. 'iencia y progreso se transformaron en dos conceptos fundamentales dentro de la ideolog$a burguesa.
;el capitalismo liberal al imperialismo La “gran depresión” L a naciente econom$a capitalista, se vio sometida a crisis periódicas, crisis in%erentes a un sistema que se autocondenaba a momentos de saturación del mercado por el crecimiento desigual de la oferta y la demanda. ;e este modo, a los per$odos de auge le suced$an per$odos de depresión en la que los precios ca$an dram)ticamente e incluso muc%as empresas quebraban. , diferencia de las crisis anteriores %0asta la de 78(9% que eran crisis que se inciaban en la agricultura y que arrastraban tras de s& a toda la econom&a" estas otras eran ya crisis del capitalismo industrial que se impon&a a toda la vida económica. #in embargo" parec&a que las mismas crisis generaban los elementos de equilibrio: cuando los precios volv&an a subir" se reactivaban las inversiones y comenzaba nuevamente el ciclo de auge. ,s&" las crisis eran percibidas como interrupciones temporalesde un progreso que deb&a ser constante.
*acia los primeros a1os de la década de +, las cosas cambiaron. 'uando la con(an&a en la prosperidad parec$a ilimitada ,en Estados 5nidos A@. Hilómetros de l$neas ferroviarias quedaron parali&adas por la quiebra, los bonos alemanes cayeron en un = y, %acia +, casi la mitad de los altos %ornos dedicados a la producción de %ierro quedaron improductivos. La crisis ten$a adem)s un componente que
preocupaba ?su duración. En efecto, en +A se iniciaba un largo per$odo de recesión que se e:tendió %asta +@= y que sus contempor)neos llamaron la 5gran depresión6.
4nte un mercado de baja demanda, los stocks se acumulaban, no sólo no ten$an salida sino que se depreciabanG los salarios, en un nivel de subsistencia, dif$cilmente pod$an ser reducidosG como consecuencia, los bene(cios disminu$an a>n m)s r)pidamente que los precios. El desnivel entre la oferta y la demanda se ve&a agravado por el incremento de bienes producidos como consecuencia de la irrupción en el mercado mundial de aquellos pa&ses que 0ab&an madurado sus procesos de industrialización. La edad
de oro del capitalismo /liberal0 parec$a %aber terminado. D esto también iba a afectar la pol$tica. La crisis %ab$a minado los sustentos del liberalismo? las pr!cticas
proteccionistas pasaron entonces a formar parte corriente de la pol&tica económica internacional. 4nte la aparición de nuevos pa$ses industriales, la
depresión enfrentó a las econom$as nacionales, donde los bene(cios de una parec$an afectar la posición de las otras. En s&ntesis" en el mercado no sólo compet&an las empresas sino también las naciones.
En el marco de las econom$as nacionales, las empresas debieron reorgani&arse para adaptarse a las nuevas caracter$sticas del mercado? intentando ampliar los m)rgenes de bene(cios, reducidos por la competitividad y la ca$da de los precios, la respuesta se encontró en la concentración económica y en la racionali&ación empresaria. En primer lugar, se aceleró la tendencia a la concentración de capitales, es decir, a una creciente centrali&ación en la organi&ación de la producción. En s&ntesis" la producción aumentaba" mientras que el nmero de empresas disminu&a. #i bien el proceso no fue universal ni irreversible" la competencia y la crisis eliminaron a las empresas menores" que desaparecieron o fueron absorbidas por las mayores; las triunfantes
grandes empresas, que pudieron producir en gran escala, abaratando costos y precios, fueron las >nicas que pudieron controlar el mercado. En segundo lugar, la concentración se combinó dentro de las grandes
empresas con pol$ticas de racionali&ación empresaria. Esto inclu$a una moderni&ación técnica que permit$a lograr el aumento de la productividad y dar a la empresa un mayor poder competitivo". 8ero adem)s la racionali&ación inclu$a la llamada /gestión cient$(ca0 impulsada por 2. J. n
La época del imperialismo
8ara algunos, el imperialismo fue la m)s importante de las salidas que se presentaba para superar los problemas del capitalismo después de la /gran depresión0.Indudablemente no puede establecerse un ne:o mec)nico de causaefecto. #in embargo, también es indudable que la presión de los inversores que buscaban para sus capitales salidas m!s productivas" as& como la necesidad de encontrar nuevos mercados y fuentes de aprovisionamiento de materias primas pudo contribuir a impulsar pol&ticas expansionistas que inclu&an el colonialismo . 4dem)s, en un
mundo cada ve& m)s dividido entre pa$ses ricos y pa$ses pobres %ab$a muc%as posibilidades de encaminarse %acia un modelo pol$tico en donde los m)s avan&ados dominaran a los m)s atrasados. Es decir, %ab$a muc%as posibilidades de transformarse en un mundo imperialista. Los años que transcurren entre 789< y 7=7( constituyen el per&odo conocido como la época del imperialismo" en el que las potencias capitalistas parec&an dispuestas a imponer su supremac&a económica y militar sobre el mundo. ;urante esos a1os, dos grandes &onas del mundo fueron
repartidas entre las potencias m)s desarrolladas? el 8ac$(co asi)tico y Kfrica. 4s$, amplios territorios de 4sia y de Kfrica quedaron subordinados a la inBuencia pol$tica, militar y económica de Europa. n %ombre quedó inmune de los impulsos emocionales, ideológicos, patrióticos e incluso raciales, asociados a la e:pansión imperialista. En las metrópolis, el imperialismo estimuló a las masas - sobre todo a los sectores m)s descontentos socialmente- a identi(carse con el Estado, dando justi(cación y legitimidad al sistema social y pol$tico que ese Estado representaba. 8ero esto no implica negar las poderosas motivaciones económicas de tal e:pansión. #in embargo, seg>n *obsbaCm,la clave del fenómeno radica en las e:igencias del desarrollo tecnológico. En efecto, la nueva tecnolog$a depend$a de materias primas que por ra&ones geogr)(cas o a&ares de la geolog$a se encontraban ubicadas en lugares remotos. El crecimiento del consumo de masas en los pa$ses metropolitanos signi(có la r)pida e:pansión del mercado de productos alimenticios. D ese mercado se encontraba dominado por productos b)sicos como cereales y carne, que se produc$an a bajo costo y en grandes cantidades en diferentes &onas de asentamiento europeo en 4mérica del orte y 4mérica del #ur, Fusia, 4ustralia. 8ero también comenzó a desarrollarse el mercado de los productos conocidos desde 0ac&a muc0o tiempo como 5productos coloniales6 o de 5ultramar6: azcar" té" café" cacao. $ncluso" gracias a la rapidez de las comunicaciones y al perfeccionamiento de los métodos de conservación comenzaron a a>uir los frutos tropicales 2que posibilitaron la aparición de las 5repblicas bananeras63. En esta l&nea" las grandes plantaciones se transformaron en el segundo gran pilar de las econom&as
imperialistas.
Estos acontecimientos, en los pa$ses metropolitanos, crearon nuevas posibilidades para los grandes negocios, pero no cambiaron signi(cativamente sus estructuras económicas y sociales. En cambio, transformaron radicalmente al resto del mundo" que quedó convertido en un comple1o con1unto de territorios coloniales o semicoloniales. estos territorios progresivamente se convirtieron en productores especializados en uno o dos productos b!sicos para exportarlos al mercado mundial y de cuya fortuna depend&an casi por completo. /ero los efectos sobre los territorios dominados no fueron sólo económicos" sino que también afectó a la pol&tica y produ1o un importante impacto cultural: s e transformaron im!genes" ideas y aspiraciones" a través de ese proceso que se de'nió como 5occidentalización6. En s&ntesis" también el imperialismo creó las condiciones que permitieron la aparición de los l&deres antiimperialistas y también generó las condiciones que permitieron que sus voces a lcanzaran resonancia nacional.
Las transformaciones de la sociedad En una Europa que se volv$a capitalista e industrial, la sociedad también se transformaba r)pidamente. *ab$a dos clases que se desarrollaban y a(rmaban? la burgues$a y el proletariado esto no impide desconocer la diversidad de condiciones y el pluralismo que reinaba en la sociedad". 9uc%os ignoraban que su e:istencia acabar$a por e:tinguirse y pugnaban por mantener sus posiciones en el nuevo orden? aristócratas y campesinos a la defensiva, artesanos a punto de desaparecer. En una sociedad profundamente %eterogénea, clases recién formadas conviv$an con otras que a>n sobreviv$an y se negaban a no estar
El mundo de la burgues&a La burgues$a era indudablemente la clase triunfante del per$odo, pero, Mes preferible %ablar de /burgues$as0N 5na parte de la burgues$a se bene(ciaba con el desarrollo capitalista, de la que era el motor, y ocupaba un lugar en las esferas dirigentes. 8ero subsist$a también una burgues$a tradicional, en peque1as ciudades de provincia, que viv$a de rentas y se manten$a en contacto con el mundo rural. 'omo se1ala *obsbaCm, en el plano económico, la quintaesencia de la burgues$a era el /burgués capitalista0, es decir, el propietario de un capital, el receptor de un ingreso derivado del mismo, el empresario productor de bene(cios. En el plano social, la principal caracter$stica de la burgues$a era la de constituir un grupo de personas con poder e inBuencia, independientes del poder y la inBuencia provenientes del nacimiento y del status tradicionales. 8ertenecer a la burgues$a signi(caba superioridad, era ser alguien al que nadie daba órdenes -e:cepto el Estado y ;ios-. 8od$a ser un empleado, un empresario, un comerciante pero fundamentalmente era un /patrón0? el monopolio del mando -en su %ogar, en la o(cina, en la f)brica- era fundamental para de(nirse.
#i algo uni'caba a la burgues&a como clase" eran comportamientos" actitudes y valores comunes. +on'aban en el liberalismo "en el desarrollo del capitalismo" en la empresa privada y competitiva" en la ciencia y en la posibilidad de un progreso inde'nido. +on'aban en un mundo abierto al triunfo del emprendimiento y del talento. Esperaban in>uir sobre otros 0ombres" en el terreno de la pol&tica" y aspiraban a sistemas representativos que garantizasen los derec0os y las libertades ba1o el imperio de un orden que mantuviese a los pobres %las clases 5peligrosas6% en su lugar. la superioridad de la
burgues$a como clase comen&ó a ser considerada como una determinación de la biolog$a. El burgués era, si no una especie distinta, por lo menos miembro de una clase superior que representaba a un nivel m)s alto de la evolución %umana. El resto de la sociedad era indudablemente inferior.
La estructura familiar basada en la subordinación de las mu1eres no era algo nuevo. La cuestión radica en advertir su contradicción con los ideales de una sociedad que no sólo no la destruyó ni la transformó sino que reforzó sus rasgos" convirtiéndola en una isla privada inalterada por el mundo exterior.La familia burguesa también cumplió otro papel. >cleo
b)sico de una red m)s amplia de relaciones familiares, permitió a algunos,crear verdaderas dinast$as a través del intercambio de mujeres y dotes. D estas alian&as e intercone:iones familiares dominaron muc%os aspectos de la %istoria empresarial del siglo XIX.
En el mundo burgués" comenzó a valorarse el papel tradicional de la religión como instrumento para mantener en el recato a los pobres %y a las mu1eres de todas las clases sociales% siempre proclives al desorden. Las $glesias comenzaron a ser valoradas como pilares de la estabilidad y la moralidad frente a los peligros que amenzaban el orden burgués.
El mundo del traba1o 5na clase irrump$a en este per$odo como capa& de desa(ar al mundo burgués? la clase obrera. Entre +7 y +, esta clase representaba en toda Europa entre la cuarta y la tercera parte de la población. Las condiciones de vida obrera %ab$an tendido a uniformarse, a>n se trataba, en muc%os aspectos y en muc%os lugares, de una clase en formación. En 2rancia, por ejemplo subsist$a con tenacidad un artesanado, organi&ado en gremios con costumbres y tradiciones que los constitu$an en una especie de microsociedad. ;e este modo, si bien era ya posible de(nir la situación de los obreros desde el punto de vista económico -formación de un mercado de trabajo asalariado, concentración en grandes centros industriales, trabajo disciplinado a m)quina-, desde una perspectiva social, muc%os de los trabajadores a>n no pod$an ser incluidos estrictamente dentro de esa de(nición económica de la clase obrera. 8ese a la variedad de situaciones, las condiciones de vida tend$an a uniformarse? tras varias generaciones, los trabajadores acabaron por acostumbrarse a la vida de la ciudad. La clase obrera adquir$a cada ve& un per(l m)s de(nido, aunque distaba de ser una clase %omogénea. En la c>spide parec$an ubicarse los obreros /especiali&ados0 aquellos capaces de fabricar y reparar las m)quinas. La prosperidad del per$odo, la alfabeti&ación y el desarrollo del sector terciario les permitió a algunos conseguir, sobre todo en ciertos pa$ses como Inglaterra, lo
que era considerado un claro signo de ascenso social. 8or debajo de los trabajadores especiali&ados, se ubicaba la gran masa de los obreros y obreras de f)brica, con jornadas de trabajo de +7 o += %oras diarias, con situaciones de trabajo precarias, bajo la amena&a de las periódicas crisis de desempleo. ;entro de esta masa obrera, tanto en 2rancia como en Inglaterra, todav$a se registraba una fuerte presencia de mano de obra femenina e infantil. D por debajo de la masa de obreros o obreras de f)brica, estaban los recién emigrados del campo, que por su indigencia y su resignación pod$an aceptar cualquier trabajo, por duro que fuese, a cambio de un salario irrisorio, y que cumpl$an un papel fundamental en el desarrollo del capitalismo industrial? eran quienes, por su constante oferta de mano de obra barata, contribu$an a mantener el bajo nivel salarial. #in embargo, la prosperidad del per$odo tendió a mejorar relativamente estas condiciones. *ubo progresos en la seguridad e %igiene del trabajo, y comen&ó a disminuir el empleo infantil. La jornada laboral tendió a reducirse, en parte por las presiones sindicales, pero también porque el aumento de la productividad permit$a que en un tiempo menor los obreros produjeran m)s, también aumentaron los salarios. #eñala ?obsba@m" pese a las diferencias" el artesano 5especializado6" con un salario relativamente bueno" y el traba1ador pobre" se encontraban unidos por un sentimiento comn 0acia el traba1o manual y la explotación" por un destino comn que los obligaba a ganarse un 1ornal con sus manos. #e encontraban unidos también por la creciente segregación a que se ve&an sometidos por parte de una burgues&a cuya opulencia aumentaba espectacularmente y se mostraba cada vez m!s cerrada a los advenedizos que aspiraban al ascenso social. los obreros fueron empu1ados a esta conciencia comn no sólo por la segregación sino por formas de vida compartidas" no sólo en el espacio de la f!brica o el taller sino en espacios de sociabilidad %en los que la taberna" que fue llamada la 5iglesia del obrero6" ocupó un lugar primordial% que llevaron a conformar un modo de pensar comn. %+omienzan a desarrollarse los sindicatos" se reorganizan o se sostienen organizaciones obreras ba1o la forma de mutuales o asociaciones varias" pero en estas formas organizativas predominaba una clara descon'anza 0acia el liberalismo burgués y fundamentalmente indiferencia frente al 1uego pol&tico electoral.
La clase obrera que se constituyó en este per$odo fue la fuer&a social visuali&ada como /peligrosa0 para el orden constituido. 9uc%os contempor)neos reconoc$an la gravedad de la /cuestión social0 y viv$an con el temor a un levantamiento. La memoria de las revoluciones del A y del " estaba a>n su(cientemente fresca, de all$ que, pese a la seguridad de la burgues$a en su fortale&a y en sus logros, el miedo a la insurrección siempre estuvo presente. 4unque despues de de +, el potencial movimiento revolucionario se encontraba desarmado. Luego de la Ouerra 2ranco-prusiana en 8ar$s, la federación de la guardia nacional trató de conservar las armas que pose$a, y poner a buen seguro los ca1ones comprados gracias a una suscripción p>blica. 4lgunos qui&) pensaban en oponerse a la
ocupación de una parte de 8ar$s por parte de los prusianos tal como re&aba una cl)usula del armisticio. ;e este modo, cuando el nuevo jefe del gobierno francés, <%iers envió tropas para retirar los ca1ones, una muc%edumbre enardecida ejecutó a dos generales, sin que nadie %aya dado la orden mar&o de ++". +omenzaba as&" el con>icto entre un gobierno conservador %40iers debió 0uir y refugiarse en Aarsalles% y el 5pueblo6 de /ar&s" a través de una revuelta espont!nea" de ob1etivos poco claros" y de car!cter popular y pequeñoburgués m!s que estrictamente obrero. La
dirección pronto quedó a cargo de los jacobinos fascinados por los recuerdos de las im)genes de las jornadas de +@. Los logros de la 'omuna fueron modestos. #e adoptó la bandera roja, se tomaron algunas medidas anticlericales -incluida la ejecución del 4r&obispo de 8ar$s- la supresión de los alquileres. #in embargo, pese a esta modestia y a su brevedad -menos de tres meses-, la 'omuna se transformó en un s$mbolo de la /luc%a de clases0. El terror que inspiró en los gobiernos se reBejó luego, en brutal represión.
Bn mundo a la defensiva: aristócratas y campesinos Las aristocracias europeas, en retirada desde +A, conservaban a>n una importante cuota de poder. El poder de esta aristocracia se sustentaba, en parte, en su rique&a. La e:plotación de sus tierras continuaba proporcion)ndole grandes rentas. 8ero también continuaban conservando una importante cuota de inBuencia pol$tica? en el mundo rural ejerc$a un sólido poder de %ec%o. #i bien no era una noble&a siempre antigua -algunos burgueses %ab$an logrado introducirse en ella por v$a del matrimonio o por compra de tierras- manten$a un cerrado esp$ritu de casta,desprecio por la burgues$a industrial y liberal, una actitud fuertemente conservadora en materia pol$tica y religiosa y gusto por el arte militar. D también era la que controlaba gran parte de los puestos de la administración imperial. La burgues$a e:perimentaba una especie de complejo de inferioridad frente a las jerarqu$as %eredadas del pasado. D m)s que derribarlas totalmente buscaba imitarlas e insertarse en ellas. 4unque la burgues$a pose$a el poder económico, no titubeaba en conferir a las antiguas elites cierta delegación del poder pol$tico y administrativo. #in embargo, tampoco %ay dudas de que la aristocracia constitu$a una clase en retirada cuya inBuencia decrec$a paulatinamente %acia (nes del per$odo. en Inglaterra la población rural %abia descendido al +, a diferencia de 2rancia y 4lemania". 2rente a las transformaciones económicas y sociales que se viv$an en Europa las clases sociales del antiguo orden buscaban sobrevivir, procurando adaptarse o presentando resistencia frente a los cambios. D la inercia muc%as veces triunfaba sobre las innovaciones. 8ero también es cierto que, pese a todas las resistencias, la e:pansión capitalista cambiaba al mundo y consolidaba el apogeo de la burgues$a.
Las ideas y los movimientos pol$ticos y sociales
Las transformaciones del liberalismo? democracia y nacionalismos militantes
6unto con la burgues$a, también %ab$a triunfado su principal fundamento ideológico, el liberalismo. #in embargo, este programa comen&ó a encontrar resistencias, y sufrir enconadas cr$ticas tanto de la i&quierda como de la derec%a. ;e este modo, estas resistencias y los mismos cambios que viv$a la sociedad no dejaron de impactar sobre un liberalismo que comen&ó también a sufrir transformaciones. ;e esta manera, frente al liberalismo, los conservadores sólo pod$an proceder por reacción, sin alcan&ar propuestas positivas? frente al /progreso0 %ac$an %incapié en el /orden0 y la /estabilidad0G y opon$an las /tradiciones0 frente a todo lo que signi(cara cambio o novedad. 8ero este conservadurismo en retirada encontró algunas fortale&as desde las cuales resistir. D una de ellas fueron las Iglesias. 'ontin>a %ablando del papel de la iglesia en y contra el liberalismo". El gran avance del liberalismo no se 0izo sin con>ictos. el principal problema que se planteó a la burgues&a liberal fue precisamente el de la democracia. Estaba cada vez m!s claro que las 5masasC" la misma clase obrera" constitu&an un ampl&simo sector que cada vez m!s contaba en pol&tica. 4arde o temprano"todos los sistemas pol&ticos tendr&an que darles un lugar. esto era algo que aterrorizaba a los 5respetables6" quienes consideraban a las masas ignorantes y peligrosas por de'nición. #e expande el sufragio extendido en toda europa" esta ampliación del sufragio se debió no sólo a las carencias teóricas del liberalismo y a las presiones que llegaban desde aba1o sino al contundente 0ec0o de que las burgues&as necesitaban la 5fuerza del nmero6. En efecto, ni las viejas
aristocracias ni las burgues$as constitu$an mayor$as, no contaban con la /fuer&a del n>mero0. 8ero la diferencia radicaba en que las aristocracias no necesitaban de esa fuer&a? ejerc$an inBuencia de %ec%o y estaban parapetadas en instituciones que la proteg$an del voto. Las mismas monarqu$as -la forma predominante de gobierno en Europa- les daba un apoyo pol$tico sistem)tico. 8ero la burgues&a" si bien con'aba en su riqueza" en su destino 0istórico y en ideas que eran los fundamentos de los Estados modernos representativos" necesitaban de los votos: necesitaban" por lo tanto" movilizar a los 5no burgueses6" a esas masas traba1adoras que constitu&an las mayor&as. D si el liberalismo se convirtió en una fuer&a pol$tica considerable
esto fue posible precisamente por su capacidad para movili&ar también a las capas m)s bajas de la burgues$a y de los trabajadores manuales. D evidentemente el é:ito les sonrió? por lo menos en las primeras décadas de este per$odo, los liberales, partido cl)sico de las burgues$as industriales y comerciantes se mantuvieron en el poder.
En s&ntesis" pasado el tiempo desde el liberalismo comenzó a conformarse una rama m!s democr!tica" que fue cali'cada como radical " progresista" o reformista. #in embargo" las tendencias ideológicas y pol&ticas de la época fueron por una dirección opuesta. Duc0os tem&an que la democratización condu1era al reino del terror de las masas. e all& que la burgues&a liberal comenzara a mirar cada vez con m!s simpat&a al conservadurismo. #obre todo después de los acontecimientos de la +omuna de 7897. En
este proceso, el conservadurismo proveyó a un liberalismo cada ve& m)s
conservador algunos conceptos pol$ticos claves, entre ellos, el del nacionalismo.
La idea de la nación -que novedosamente se de(n$a en términos étnicos y, especialmente lingP$sticos- se transformó no sólo en una fuer&a aglutinante para amplios sectores sociales, sino que convirtió en una militante ideolog$a se adue1ó de la derec%a pol$tica. 8ero fue fundamentalmente el conservadurismo, atrinc%erado en las fuer&as armadas, el que con(guró un nuevo concepto de nacionalismo agresivo y militante. ;ic%o concepto se basaba en la idea de la /grande&a de la nación0, grande&a que se establec$a a partir de la /superioridad0 de una nación sobre las otras.En esta l$nea, el concepto de nación pronto derivó en el de raza. Las ra&as blancas, y en especial las arias, parec$an estar llamadas a dominar a los pueblos de color gracias a su /superioridad0 y mayor cultura. ;entro de este clima de ideas, el antisemitismo comen&ó a e:tenderse por toda Europa %acia la década de +. 4 (nes del siglo XIX, en Europa se comen&aba a conformar una derec%a que, en muc%os aspectos, parec$a anunciar el clima de los futuros a1os de entreguerras.