ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA EN PEQUEÑOS ANIMALES
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
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tran~r
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© 2013 Grupo Asís Biomedia S.L. Plaza Antonio Beltrán Martínez, nº 1 , planta 8 - letra (Centro empresarial El Trovador)
50002 Zaragoza - Spain Diseño y compaginación: Servet editorial - Grupo Asís Biomedia S.L. www.grupoasis.com Impreso por: Grupo Milán, S.L. Poi . Alcoz Bajo, C/ Paraíso 5 dpdo. , Nave B
5041 O Cuarte de Huerva Zaragoza - Spain ISBN: 978-84-941014-3-4 D.L.: Z 1101-2013 Impreso en España
1
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA EN PEQUEÑOS ANIMALES 1 1
1nmnW§t.}iii'·'Mi·'M9U·U'M·H1Mi B4 MU4i M. ISABEL GARCÍA REAL
"Radiographic interpretation: a balance between science and art" Clifford R. Berry, Donald E. Thrall
Mirador de los Robledos, Sierra de Guadarrama, Madrid.
A David, PQL_Ser la estrella que más me alumbra
Agradecimientos A mis compañeros del Servicio de Diagnóstico por Imagen del Hospital Clínico Veterinario Complutense, porque todos ellos tienen su parte de aportación a este li bro. Quiero hacer especial mención a Mercedes García Sancho y Enrique García Pérez, ya que algunas de las radiografías que aparecen en este li bro fueron diagnosticadas inicialmente por ellos. A los clínicos del Hospital Clínico Veterinario Complutense, con los que el Servicio de Diagnóstico por Imagen forma un equipo "casi " perfecto. Al persona l de la Unidad de Tomografía Computarizada del Centro Militar de Veterinaria de la Defensa, con los que nuestro Servicio mantiene una estrecha relación de colaboración y am istad . A los propietarios y mascotas que acuden a nuestro Hospita l, porque ellos son la verdadera fuente y razón de nuestro trabajo. A los alumnos, que siguen exigiendo de nosotros un esfuerzo de superación continuo para que su formación como futuros veterinarios sea cada vez mejor. Al personal del Hospital Clínico San Carlos (Dr. Casado, Concha, Julio) y del Hospital Severo Ochoa (Dr. Petrement, Dr. Pedro-Viejo, Dr. Sa lcedo, Dra. Ram iro, Dra. Am igo), por su parte de responsabi lidad en haber podido llevar a cabo este proyecto. Por último, y de forma muy especial, a toda mi fami lia y amigos, que soportaron con paciencia el tiempo que no les pude ded icar mientras trabajaba en el libro.
Autora M. ISABEL GARCÍA REAL Doctora en Veterinaria por la Universidad Complutense de Madrid . Obtuvo el grado de Licenciada en 1993 y de Doctora en el año 2000. Se incorporó al Departamento de Medicina y Cirugía Animal de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid en
1993, donde trabaja como profesora de Radiología . Jefa del Servicio de Diagnóstico por Imagen del Hospital Clínico Veterinario Complutense desde el año 2005 y responsable de la Unidad de Resonancia Magnética de dicho hospital desde su inauguración en diciembre de 2008. Centra su labor docente e investigadora en la radiología, ecografía abdominal, tomografía computarizada y resonancia magnética de pequeños animales. Ha realizado estancias en las Universidades de California (Davis, Estados Unidos) y Cambridge (Reino Unido), así como en el Animal Medical Center de Nueva York y el Animal Health Trust (Newmarket, Reino Unido). Es autora de diversas publicaciones nacionales e internacionales, y ha participado como ponente en diversos cursos y congresos nacionales e internacionales.
Próogo La radiografía sigue siendo todavía la técnica de diagnóstico por imagen que se utiliza con mayor frecuencia en la clínica de pequeños animales. Por esta razón , los estudiantes de grado, posgrado y profesionales que se quieren iniciar en la práctica clínica necesitan un libro de referencia que les sirva de guía para la realización de la interpretación radiográfica. Este libro cumple ese objetivo y transmite la gran experiencia profesional de su autora, a través de la gran cantidad de imágenes presentadas, que abarcan las patologías más significativas y que permitirá al estudiante y al veterinario clínico reconocer los signos radiográficos más importantes y frecuentes. Además, algunas imágenes van acompañadas de esquemas que ilustran la posición de los órganos y también de otras técnicas de imagen como son ecografía, tomografía computarizada e imagen por resonancia magnética. También dispone de un material complementario en la web al que el lector podrá acceder, además de un apartado con casos de autoevaluación. Felicito a la autora por este atlas, que será de un gran valor para el estudiante y para el clínico veterinario .
Amalia Agut Giménez, Diplomada ECVDI Catedrática del Departamento de Medicina y Cirugía Animal (Diagnóstico por Imagen) Universidad de Murcia
Prefacio En estos tiempos en los que el veterinario tiene acceso a las técnicas avanzadas de diagnóstico por imagen, como la tomografía computarizada y la resonancia magnética, y el uso de la ecografía se ha extendido ya como técnica rutinaria, en ocasiones se tiende a menospreciar la enorme valía que sigue teniendo la radiografía como herramienta diagnóstica fundamental en la clínica de pequeños animales. En mis años de experiencia como docente en Diagnóstico por Imagen (se cumplen 20 en este año 2013) he observado una tendencia general en los veterinarios a intentar mejorar su formación en el uso de otras técnicas, fundamentalmente la ecografía, suponiendo en muchos casos que sus conocimientos básicos en radiología eran suficientes para el desarrollo de su actividad clínica. Mi mayor satisfacción al impartir cursos de formación continuada en radiología a profesionales veterinarios ha sido siempre ayudarles a descubrir que una radiografía les puede "dar mucho más" de lo que inicialmente esperaban de ella. Espero que este libro contribuya también, al menos en cierta medida, a que sientan esa sensación. Desde aquí quiero también insistir en que es básico aprender a no conformarnos nunca con una mala radiografía. Ser cuidadosos con el posicionamiento del paciente y la técnica radiográfica es el primer paso para que después se puedan interpretar correctamente las imágenes. Aunque este libro no incluye apartados específicos de técnica radiográfica (existen en el mercado numerosos libros que desarrollan ampliamente este aspecto), sí he querido incluir algunas recomendaciones al inicio de cada capítulo, en el apartado de "Principios de interpretación" . También se hacen numerosas referencias en el texto a la imagen radiográfica normal y las principales variaciones anatómicas no patológicas que pueden provocar errores en la interpretación. En el capítulo "Errores diagnósticos más frecuentes" se hace una amplia revisión de ésta y otras causas que a menudo conducen a realizar diagnósticos erróneos.
A través de los códigos QR que aparecen en el libro el lector tendrá acceso a un completo atlas de anatomía radiográfica norma l del perro, en el que puede visua lizar la imagen normal de cada región anatóm ica en las proyecciones estándar con y sin identificación de los detalles anatómicos clínicamente relevantes. Asimismo, al final de cada capítulo se incluye también un acceso web a casos de autoeva luación.
~
Atlas de interpretación radiológica • ~ . :. en pequeños animales
www.grupoasis.com/libro/interpretacion_radiologica
Para el lector que no esté fam il iarizado con la orientación estándar de las radiografías, se debe recordar que el lado derecho y craneal del paciente aparece siempre a la izquierda del observador, mientras que la zona cranea l, dorsal o proximal del paciente se muestra en la parte superior. Mi idea original de este li bro fue siempre ofrecer a los alumnos de veterinaria y a los profesiona les un texto de fácil lectura que ofreciera la información esencial para rea lizar una buena interpretación de las rad iografías y que, al mismo tiempo, incluyera un número muy amplio de imágenes radiográficas para ilustrar, en la med ida en que la ed ición del li bro lo permite, la mayor parte de las patologías a las que se hace referencia en el texto. De ahí el título de Atlas de interpretación radiológica en pequeños animales. Espero haberlo conseguido.
M. Isabel García Real Junio, 2013
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ndice de contenidos CAPITULO 1
ABDOMEN
Principios de interpretación
1
Pared abdominal ............ ..
3
Cavidad peritoneal y espacio retroperitoneal
6
Neumoperitoneo .................. .
6
Líquido libre ...
8
Peritonitis y retroperitonitis . .................... .
8
Carcinomatosis peritoneal Masas ......................
10
..................
10
.. ............... .
14
Hígado, bazo y ganglios linfáticos .................. .. Hígado..
.. ................ .
...... ............ .................. .............. .............. ... .................... .. .................. ..
Bazo .... ... .................... .. Ganglios linfáticos ........ . Aparato urinario ................... ..
........... ............................ .......... ... ........... 18 ......................................... .................... 18
Riñones ..................................................... ..
20
23
Urografía excretora ...... ... Pielografía percutánea
Uréteres Vejiga .. Cistografía de contraste positivo Cistografía de contraste negativo (neu mocistografía) .... ...
14
.................. ........ 16
.. .... ............. . . .. .. ...................................... 26
............................................ .. ..................
27 30
..................... ... ................... .. ....... ....... .........
31 31
Cistografía de contraste doble ...
.. ........................ .. ................ 31
Alteraciones patológicas .... .. ........ ..
. ............ 31
Uretra ................................. .
34
Aparato genital .............. ........... ..
38
Aparato genital de la hembra Aparato genital del macho ................. ..
.. ..........................................
38 42
Estómago ........................................ ..............
................................................ 45
Gastrografía con su lfato de bario
······ ·················· ········································ 48
Gastrografía positiva con medios de contraste yodados
50
Gastrografía de contraste doble.
50 50
Alteraciones patológicas
50
·················· ····· ············· ·· ·················· ························ Gastrografía de contraste negativo ...................... ............... ..................... ······················ ···················
Intestino delgado
56
Intestino grueso ....
64
,
CUELLO Y TORAX Principios de interpretación .....................
69
Cuello
69 69
Tórax ................... Pared torácica
Costillas ........ Esternón Faringe, laringe y tráquea
Faringe y laringe Tráquea Esófago .......... ........................... . Espacio pleural
·················· ···························
74
·················· ·························· 74 ......................... . 75 .................... ......................
76
... ..... .................
76
....................
78
.................. ...................... 83
86
Derrame pleural
88
Neumotórax ....
91
Masas pleurales ............................................
92
Engrosamientos pleurales .........................
93
Mediastino
94
Derrame mediastínico ....
94
Neumomediastino
94
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
Masas mediastínicas ..................... ..
..........................
Desviación del mediastino
Corazón ...... ...................
98
.................. .............................. 100
.....................
.. .............. ..
.. ................ ............................................. .. 100
Tamaño de la silueta cardiaca ........................................ ........................................... ........................................................... 101 Posición de las cámaras cardiacas y grandes vasos ...................... ................ ..
... 103
Signos radiológicos de aumento de las cámaras cardiacas.
.. ................................... 104
Grandes vasos ......... .................... .
.. ........................................ .. .......... 104
Enfermedades cardiacas adquiridas ..........
.. ..................................................... 109
Enfermedad valvular adquirida .. .. .... ................... .
............................. 109
Cardiomiopatías ..... ........... .. .... ..... .............................. ..
.. .................................................. 109
Dirofilariosis ..... .. ..............
.. .. ........................................ 109
......... .... ...... .... ....... .
Enfermedades cardiacas congénitas
110
Conducto arterioso persistente.
.. ........ .. ................................ 111
Estenosis pulmonar
........................ ...................... 111
Estenosis aórtica ....... .......... .. .............. ..
.............................................. ......... 111 .. ...................................................................... 112
Defecto del septo ventricular
......................... 113
Tetralogía de Fallot ........... ....... ........... ...... ........... .
Enfermedades del pericardio.
.. ................................................ 113
Tumores cardiacos ................................... .. Microcardia ........ ... ....................
.. ................... 114
.. ........................... ................ .
.. ........................... 114
Cor pu/mona/e y tromboembolismo pulmonar
....................... 114
Pulmón .................... ..
.. ................. 114
Patrones pulmonares anormales ................ ..
.. ......................................... ........... 118 ........................... 119
Patrón bronquial ..... Patrón vascular .. .. ...... ........... ................. .
.. ................ ................................................. 119 .. .......................... 124
Patrón alveolar ...................... .
.. ............................................ 127
Patrón intersticial ............ ............... ........................... ..
.. ......................... 134
Patrón mixto ............. ..... ..... ... .................. .. ...................... .. ..... .. .........
Hipertransparencia pulmonar ................... .
............................................ 134
Torsión pulmonar ............................... .
CAPÍTULO 3
136
ESQUELETO APENDICULAR
Principios de interpretación .. .............. ........... .
. .......................... 137
Osificación y cierre de las líneas de crecimiento Osteólisis y osteogénesis .................... .. Patrones de osteólisis ......................... .. . Patrones de osteogénesis ................................ ................ ............ ..
Lesiones óseas agresivas frente a no agresivas .................... ..
137 .. .................. ................... 138 ....................
.. ................. 138
.. ........................................................................ 140 141
Índice de contenidos
Cuerpos articulares, osteofitos y entesiofitos
141
Tejidos blandos .................................. .
························ .................... 142 ... .... 142
Otras técn icas de diagnóstico por imagen . Alteraciones congénitas, hereditarias y del desarrollo
·················· .. ··············· ····················· ································· 143
Condrodisplasia. ................ .................................................................. ........... ...................................................................... 143 Condrodisplasia epifisaria
····················· ··························· 143 143
Condrod isplasia fisaria Condrodisplasia metafisaria...
............ ....... ............. ..................
Retención del núcleo del cartílago de crecimiento .......................................................... Polimelia
.................. ..................... ................... .
Ectrodactilia .
······················· ··············•···· 143 ................. 143
·················· ···················· ···························· ......... 143 144
Hemimelia .......................... .
···················· ................................... 144
Osteocondrosis y osteocondritis disecante ............................. ................... . Displasia de codo ........................ Displasia de cadera ....................................... . Osteod istrofia hipertrófica ....................................... . Panosteítis .........................
···· ··························· 144
······················· ···························· 145 ·················· ................................................ .. 146 ········•·············· ·· ···················· 149 ··················· ·················· ···················· 150
Necrosis avascular de la cabeza del fémur ...................................... . Osificación incompleta del cónd ilo humeral. ..................... Fracturas ........................................................................................................... . Deformaciones por alteración de la placa de crecimiento
·············· 150 150 . 152 ........ 156 .. 156
Tumores óseos y osteomielitis ...
Tumores óseos ...................
······················ ······················· .... 156 ....................... 159
Osteomielitis .......................... Alteraciones nutricionales y metabólicas .........
Hiperparatiroidismo nutricional secundario .................................... Hiperparatiroidismo renal secundario
······················ ..... ··················· 159 ... . ················ 160 ........................................ ·············· .. 161
Enanismo hipofisario
... 161
Hipervitaminosis A. ... .
·················· ······················· .............. _161 ... 161
Patología articular ......... ..................... .
Luxaciones y su bl uxaciones ...
. ................ .
Enfermedad degenerativa articu lar Infección ........ .
............... 162 162 ························· .... 164
Poliartropatías inmunomediadas
·················· ........................ ...... 164
Neoplasia articular .. .. ..................................... .
························ ·················· ..... 165
Otras alteraciones del esqueleto apendicular
Osteopatía hipertrófica pulmonar ..
···················· ························· 165
Calcinosis circunscrita ..................................
·················· ·· ························ 165 .......................... 166
Exóstosis cartilaginosas múltiples
···················· ························ 166
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
CAPITULO 4 1
COLUMNA
Principios de interpretación .. ................. .
·························· . ························· 167 .. 169
Mielografía ....................................... . Alteraciones congénitas
···················· .. . ...... 172
Hemivértebra ........................ .
·························
Vértebra en bloque ...........................
··················· ·· ························· .. 173 ...... .................. ········· ················· . 173 174
Vértebras de transición .......................... Espina bífida
172
..................................... .
... 174
Síndromes de inestabilidad
.. 174
Inestabilidad atlantoaxial .... Inestabilidad cervical ....... .......................
.................... ························ ....... 174
Inestabilidad lumbosacra ........................
······························ 176
Enfermedad degenerativa del disco intervertebral
·················· ······················ ·· ······················ 176 179
Otras alteraciones de la columna
Escoliosis, cifosis y lordosis .
........................ ............. 179
Espondilosis deformante ...... .
...................... .............. 179
Osificación dura! ...
.. ...........................................................................
Espondiloartrosis (enfermedad articular degenerativa) Inflamación e infección .. .
........................................ .. 184
Hipervitaminosis A. ... ..
CAPITULO 5
.. 180
.............. .... ..................... ................... 184
................................... .
Exóstosis cartilaginosas múltiples .....................
.. .... ................. .................... ...... 180 ... ..................
Fracturas y luxaciones .................... Neoplasia
.............................. 180
...... 184 ....................
188
CABEZA
Principios de interpretación .. ........ ..... ..... Bóveda craneal ... ................... .
Hidrocefalia congénita ...................... .
189 .. 190 190
Displasia occipital ...
. 190
Fracturas
.. 190
Neoplasia . ................ .. Cavidad nasal y senos .......................... .
........ ............ .................... 190 ................... .................... .. .... .. 190
Cuerpos extraños
............................ 192
Fracturas ....................
............................ 192
Rinitis Neoplasia
...................... . 193 ....................................... 194
Indice de contenidos
Mandíbula, maxilar y articulación temporomandibular ..................... ................. . Fracturas ..................................................... ........................................... .
····················· ······························ 196 ....... 196
Luxación ............................... . Displasia temporomandibular ... Enfermedad degenerativa articular
···································· 196
···················· ···················· ·················· ·················· ··············· ··········· .. ................ 196 .... 196
Neoplasia ...
··················· ·················· ··················· ······································· 198 Osteopatía craneomandibular .................................................................... . ........ 198 Hiperparatiroidismo renal secundario ................................................................................ .
.......... 198
Dientes ...
.... 200
Caries .................................................................. .
····················· ·················· ······················ ··························· .. 201 .. 201
Enfermedad periodontal ....... .......................................... Absceso periapical
·······················
Aparato auditivo ....... .... .
.. 201
····················· ··············· ······ 201
Otitis externa ........................
························ ................... 202
Otitis media ....... ............................................................................. .
························· ·················· 202 ...... 202
Neoplasia
,
ERRORES DIAGNOSTICOS , MAS FRECUENTES Abdomen ...............
·········································· ... 205
Escasez de grasa abdominal, pelo mojado . ................. . Subexposición y sobreexposición ..................................... ..... Borde caudal hepático según la conformación torácica ... Organomegalia fisiológica en cachorros ...... . Falsa impresión de esplenomega lia ............................. . Gestación antes de la mineralización fetal. ................................................ Superposición del prepucio y del hueso peniano "Pseudomasas" ..............................................
.................................................... .
Falso aumento de grosor de la pared gástrica o intestina l .....................
... 205 205 ········································ ·················· · 206 .... 206 .......... 206 ························· ······················· ..... 206 207 ......... 207 .......................................... ...... 207
Incrementos de líquido/gas gástrico e intestinal ........................ .
.......... .................... 207
Variaciones anatómicas del tracto gastrointestinal en gatos
........ 208
Particularidades intestinales caninas ...................... . Ondas peristálticas ............................................. . Dosis inadecuadas de contraste .................................................................. Patrones de acumulación de contraste ......................................................
................... ......................... 208 .. .................. 208 ..................... .. 208 209
Presencia de burbujas .................................................................. .
.. ................................... 209
Difusión de contraste .................................................................
·················· ··················· 209
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
Cuello y tórax ................. .......... ........ ........................................................ ................... ............................................................................ 210 Confusión del aparato hioideo con cuerpos extraños ................... ..
.. .................................................... .. .............. 210
Esfínter cricofaríngeo ............................................................... .
210
Nodúlos cutáneos y pezones .. ...................... .................. ..
.. ............................. .. ...................................... 210
Mineralización asociada a la edad ..................... ................ ..
... 210
Pliegues de piel .......................................... ... ............................................... .. Curvatura y mineralización costal
.. ........................ ............ 211
.................................................... .................................... 211
Falsas alteraciones de la tráquea ............................... .. Falsas alteraciones del esófago ......................................... ..
.. ..................... .... 211 .. .. ................................. .............................. 211
Mediastino en razas braquicéfalas y animales obesos ....... ................ ..
.. ................................................. 212
Falsa impresión de cardiomegalia ...... .............................. .. .. Timo ........................ ..
.. 212 .. .... .. .................................................................. .. 212
Vasos coronarios .. .................. ................... ................ .. Falso derrame pleural ................................................ . Falsas alteraciones pulmonares ................. .. Esqueleto apendicular ...................... .................. ..
....................
..................... 212
.. .................... ..................... 212 .. ................................ 212 ...... .. .. ........... .. ...............
.. .. .... 215
Técnica radiográfica ............................. ................. .
.. .. ............................................. 215
Edad y raza ..... ......................................................... ..
.. .................. ............................ ... 215
Colocación incorrecta del paciente Clavículas y sesamoideos
........................... 215 ..... ............................... .. ............. .. ......... 216
Columna .... ................ .
.. ................ 217
Colocación incorrecta del paciente
..... 217
Sobreexposición y subexposición.
................................................. 217
Superposición de estructuras
....................... 217
Variaciones anatómicas normales ...... .................................... ..
.. .................. ... 218
Medio de contraste en espacio epidural ............ .. Cabeza .... ...................... ............
.................. .
Colocación incorrecta del paciente Imagen digital.......... ..................
.. .............. ..
Mayor definición de elementos pulmonares Mayor radiopacidad pulmonar Mayor contraste de tejidos .................... .. Sobreexposición .... Implantes metálicos ................................ . Exceso de posprocesado ........................ .. Exceso de zoom .. .. ...... .
.. ...................... 218
... 219 .... 219 .... 220 ................. 220 ..... .. ........................... ...................... .. ........... 220 .. ...... ................................................... 220 .. 220 .. ................ .. ................. 220 .. .. .............................................. 220 .. ............................................. 220
LECTURAS RECOMENDADAS ........ . .......................... ...................................................................................... . ... . ...... 223 INDICE DE FIGURAS ................. . . ............... . . . . . ........................ .............. ........ . . . . . ........................ . ........ ..................... ..... 231
Principios de interpretación La radiografía de abdomen es una de las pruebas diag-
Las proyecciones radiográficas que se emplean ha-
nósticas que se llevan a cabo con mayor frecuencia en
bitualmente son la lateral y la ventrodorsal. En ocasio-
la clínica veterinaria de pequeños animales. Hoy día, el
nes, comparar la imagen de la proyección lateral dere-
uso rutinario de la ecografía ha reducido la necesidad
cha con la lateral izquierda puede aportar información
de realizar radiografías de abdomen en muchos casos,
adicional, especialmente del tracto gastrointestinal. Se
pero es importante destacar que la información diag-
prefiere la proyección ventrodorsal frente a la dorso-
nóstica ofrecida por ambas técnicas sigue siendo com-
ventral , ya que en esta última, al realizarse en decúbito
plementaria. Por ejemplo, ante la sospecha clínica de
esternal, las si luetas de los órganos aparecen ligera-
una patología hepática se realiza siempre una ecogra-
mente distorsionadas por compresión. Si se pretende
fía, pero si se ha de confirmar una posible disminución
evaluar la uretra en un perro macho se mejorará la vi-
del tamaño del hígado la radiografía de abdomen será
sualización de su recorrido extendiendo las extremida-
más precisa. Otro ejemplo claro de la valiosa combina-
des posteriores en sentido craneal.
ción de ambas técnicas lo encontramos en la eva lua-
En una radiografía de abdomen normal habitual-
ción del tracto gastrointestinal, donde la ecografía ha
mente se pueden identificar el hígado, el bazo, los ri-
adquirido una especial relevancia en los últimos años,
ñones, la vejiga, el estómago, el intestino delgado, el
sin restar importancia a la información diagnóstica que
intestino grueso, la pared abdominal y la silueta del dia-
ofrece la radiografía en este aspecto.
fragma. En los perros machos se visualizan, además, el hueso peniano, la silueta del prepucio y una parte de la
Al realizar una radiografía de abdomen debemos
próstata (fig. 1.1). En condiciones normales no se iden-
incluir:
tifican el páncreas, las glándulas adrenales, la vesícula
• El diafragma.
biliar, los uréteres, la uretra, bs ganglios linfáticos, los
• La columna lumbar.
vasos sanguíneos, los ovarios y el útero no gestante.
• La pared abdominal. • La entrada pélvica.
Las principales diferencias en la imagen radiológica del abdomen entre perros y gatos (fig. 1.2) se resumen en la tabla l. l.
En perros de razas grandes, la longitud del abdomen
Los principales factores limitantes en la interpre-
puede superar la máxima longitud del chasis, lo que
tación de las radiografías del abdomen son la super-
obliga a realizar dos radiografías para examinar el abdo-
posición de las numerosas estructuras anatómicas
men completo, una centrada en la parte craneal y otra
contenidas en la cavidad peritoneal y la escasa dife-
centrada en la parte caudal del mismo. Se debe em-
renciación entre muchas de ellas, ya que la mayoría
plear una parrilla antidifusora (estática o Potter-Bucky)
presentan la misma radiopacidad (tejido blando-líqui-
cuando la altura del abdomen, una vez colocado el pa-
do). El hígado, el bazo, los riñones, la vejiga , etc., pre-
ciente sobre el chasis o la mesa, supere los 10 cm. Esta
sentan todos la misma densidad radiográfica, el mis-
medida mejorará la nitidez de la imagen, ya que reduce
mo tono de gris en la imagen. Por la misma razón, la
la influencia de la radiación dispersa en la radiografía.
pared del estómago o el intestino muestran también
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
la misma radiopacidad que el contenido líquido o mu-
radiográfica del gas, del alimento no digerido o par-
coso que pueden presentar en su luz, lo que impide
cialmente digerido y de las heces es diferente a la
que se puedan distinguir en una radiografía simple.
densidad radiográfica de las paredes y del contenido
Se identificará más fácilmente el contenido gástrico
líquido o mucoso del tracto gastrointestinal, así como
alimenticio o gaseoso, así como el gas o las heces
de la mayoría de las estructuras anatómicas que se
en el intestino, precisamente porque la densidad
sitúan a su alrededor.
TABLA 1.1. Resumen de las principales diferencias en la imagen radiográfica del abdomen entre el perro y el gato. r
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Antro pilórico a la derecha de la línea media.
Antro pilórico en la línea media. En ocasiones se distingue una capa de grasa en la pared .
Ciego
Generalmente visible en abdomen medio derecho.
No se identifica .
Bazo
Visible en las proyecciones lateral y ventrodorsal.
Sólo visible en la proyección ventrodorsal.
Páncreas
No se identifica.
En ocasiones se identifica el lóbulo izquierdo en radiografías ventrodorsales.
Glándulas ad renales
No se identifican.
En ocasiones se identifican glándulas adrenales de tamaño normal mineralizadas como hallazgo incidental.
Se identifica.
No se identifica porque su tamaño es minúsculo.
Reparto más o menos homogéneo.
Tendencia a una mayor acumulación en la zona del ligamento falciforme (ventral al hígado), rodeando el paquete intestinal (que queda centrado en abdomen medio) y en el espacio retroperitoneal (facilita la visualización de los riñones).
Estómago
Hueso peniano Grasa abdominal
FIGURA 11 Proyección lateral (a) y proyección ventrodorsal (b) del abdomen de un perro con las principales estructuras anatómicas identificadas y señaladas en forma de siluetas de color.
Abdome n
La grasa que se acumula en el peritoneo se interpone entre los órganos abdominales facilitando así la diferenciación de sus contornos en la radiografía. Los animales adultos muy delgados y los animales muy jóvenes, que presentan muy poca grasa abdominal, presentarán imágenes radiográficas del abdomen con escasa diferenciación de las estructuras, lo que se podría confundir con la imagen de líquido libre o de reacción peritoneal. No obstante, una cantidad excesiva de grasa abdominal incrementa de forma significativa la radiación dispersa, lo que puede conducir a la aparición de borrosidad en la imagen , a pesar incluso del uso de la parrilla. Las técnicas avanzadas de diagnóstico por imagen , como la tomografía computarizada o la resonancia magnética, se usan poco en la evaluación del abdomen, ya que la combinación de la radiografía simple o de contraste con la ecografía cubre en gran medida las necesidades diagnósticas en esta región anatómica. Especial interés pueden tener, sin embargo, en la evaluación de las alteraciones del retroperitoneo y de los vasos sanguíneos (p. ej.: diagnóstico preciso de las comunicaciones portosistémicas). Ambas técnicas son excelentes para examinar la región pélvica, ya que ofrecen imágenes con gran detalle anatómico de la musculatura y estructuras óseas de esta zona , el recto, los sacos anales, la uretra, la vagina y el vestíbulo vaginal en hembras, así como de la próstata, el pene y el escroto en machos.
FIGURA 1.2. Imágenes del abdomen normal de un perro (a) y de un gato (b) en
proyección lateral.
Pared abdominal La pared abdominal está formada cranealmente por el diafragma y la pared costal , ventral y lateralmente por la musculatura abdominal, dorsalmente por la musculatura sublumbar y caudal mente por el peritoneo. La radiografía permite detectar alteraciones en la densidad radiográfica de la pared. La presencia de bandas de opacidad gas es indicativa de enfisema subcutáneo, generalmente asociado a heridas penetrantes. Los lipomas presentan densidad grasa, mientras que algunos tumores musculares o cutáneos pueden aparecer mineralizados (fig. 1.3). También se pueden detectar áreas de mineralización en la pared no asociadas a masas, por ejemplo en pacientes con síndrome de Cushing que presentan calcinosis cutánea .
FIGURA 1.3. Proyección lateral del abdomen de un perro con una masa mineralizada
localizada en la pared abdominal. No se puede confundir con una masa intrabdominal, ya que el borde dorsal de la masa sobresale por encima de la columna lumbar (flechas).
1
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
Ana tomía rad iográfica norma l del abdomen
proyecciones lateral, ventrodorsal y dorsoventral
realización de técnicas de contraste, pero no suele ser necesario ya que la ecografía es una excelente prueba complementaria en estos casos, permitiendo exa minar con bastante precisión el defecto en la pared y las es-
ht t p://goo.g l/S92Db
tructuras contenidas en la hernia. La radiografía es también una herramienta útil en el
El diafragma es una lámina musculotendinosa que
diagnóstico de las hernias, que pueden tener un origen
separa las cavidades torácica y abdominal. En condi -
congénito o bien producirse como consecuencia de un
ciones normales no es posible distinguir el diafragma
traumatismo. Las hernias umbilicales e inguinales apa-
en una radiografía simple, ya que el hígado se sitúa
recen como distensiones focales de la pared abdominal
adyacente a él y presentan la misma densidad radio-
ventral. Su densidad radiográfica varía en función del
gráfica. No obstante, la morfología característica del
contenido que presente el saco herniario. Es relativa-
diafragma, dividido en dos pilares dorsales y una cú -
mente fácil distinguir la presencia de asas de intestino
pula ventral, hacen que en la radiografía se distinga
en una hernia, ya que aparecen como estructuras de
lo que denominamos "silueta del diafragma", cuya
morfología tubular que generalmente acumulan gas en
imagen varía en función de la proyección radiográfica
mayor o menor medida, o heces en el caso del colon.
elegida (fig. 1.5).
También es posible identificar la silueta de la vejiga si
La imagen radiográfica de una hernia diafragmáti-
está distendida (fig. 1.4). Cuando el útero se desplaza
ca varía en función del tamaño y situación del defecto
hacia el saco herniario, los cuernos uterinos aparecen
o rotura en el diafragma . El signo radiológico más ca-
como estructuras tubulares de densidad tejido blan-
racterístico es la identificación de estructuras anatómi-
do, difícilmente distinguibles de asas de intestino con
cas abdominales en la cavidad torácica. El estómago
~ucoso, a no ser que el
útero esté
o el intestino con gas, alimento o heces son más fáci-
aumentado de tamaño por gestación o por dilatación
les de identificar, mientras que los órganos de densi-
contenido líquido o
patológica. Para confirmar la presencia del intestino o
dad tejido blando, como el hígado o el bazo, pueden
de la vejiga en un saco herniario se puede recurrir a la
aparecer menos diferenciados (fig. 1.6). En algunos
FIGURA 1.4. Proyección lateral del abdomen de un gato con una hernia inguinal que contiene la vejiga y segmentos de intestino delgado y colon. En la pelvis ósea se aprecian dos líneas de fractura (flechas).
Abdomen
FIGURA 15. Proyecciones lateral derecha (a), lateral izquierda (b), ventrodorsa l (c) y dorsoventral (d) del tórax, en las que se aprecia la imagen normal de la silueta diafragmática. Pilar diafragmático derecho: pd . Pilar diafragmático izq uierdo: pi. Cúpula diafragmática: cd. En la proyección lateral derecha el pilar diafragmático derecho se sitúa craneal respecto al pilar izquierdo, mientras que en la proyección lateral izquierda es el pilar izquierdo el que presenta una posición más craneal. Radiográficamente se pueden diferenciar los dos pilares diafragmáticos porq ue la vena cava caudal (VCC) se contin úa con el pilar derecho, mientras que el fu ndus (F) aparece siempre en situación inmed iatamente cauda l al pilar izq uierdo. En la proyección ventrodorsal la silueta diafragmática puede aparecer como tres imágenes convexas (los dos pi lares cauda les y la cúpula cranea l), aunque no siempre se distinguen bien en las radiografías. En la proyección dorsoventra l la si lueta diafragmática aparece siempre como una única imagen convexa (flechas) .
1
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
casos se llega a apreciar una imagen de vaciado par-
espacio peritoneal. El retroperitoneo es el espacio ana-
cial del contenido de la cavidad abdominal (fig. 1.7).
tómico situado entre el peritoneo parietal dorsal y las
Si aparece un derrame pleural asociado, éste puede
vértebras y músculos paraespinales, y en él se locali-
llegar a enmascarar la imagen de los órganos abdomi-
zan los riñones, las glándulas adrenales, los uréteres,
nales desplazados hacia el tórax. Cuando el defecto
vasos sanguíneos y ganglios linfáticos.
en el diafragma es de pequeño tamaño el diagnóstico
En los perros, la grasa abdominal se acumula fun -
se complica, ya que los signos radiológicos pueden
damentalmente en el mesenterio y el omento mayor,
ser poco evidentes, por ejemplo, si sólo protruye una
que son espacios formados por pliegues de perito-
parte del hígado a través del defecto. La ecografía re-
neo. Los gatos, en cambio, acumulan más grasa den-
sulta útil en algunos casos para aportar información
tro del ligamento falciforme (ventral al hígado) y en
complementaria, aunque las hernias diafragmáticas
el espacio retroperitoneal que en el mesenterio. En
pequeñas también son difíciles de diagnosticar con
gatos obesos, el intestino delgado puede aparecer
esta técnica.
concentrado en la zona central del abdomen debido
Las hernias perineales (fig. 1.8) se producen con mayor frecuencia en machos, y pueden llegar a conte-
a una acumulación más periférica de la grasa intraperitoneal (fig. 1.9).
ner la próstata y la vejiga. Aunque se puede realizar una cistografía positiva para confirmar la presencia de la ve-
Neumoperitoneo
jiga en el saco herniario, la ecografía permite identificar
Se define como la presencia de gas libre en la ca-
todas las estructuras contenidas en él con facilidad.
vidad peritoneal. La causa más frecuente es iatrogénica, por acumulación de aire tras una laparotomía , que puede permanecer hasta un mes en este
Cavidad peritoneo! y espacio retroperitoneal
espacio anatómico, absorbiéndose progresivamente. Las causas patológicas de neumoperitoneo son las heridas penetrantes y la perforación o rotura de ór-
El peritoneo es una membrana serosa compuesta fun-
ganos abdominales que contienen gas (estómago e
damentalmente por tejido conjuntivo que delimita el
intestino).
FIGURA 1.6. Proyecciones lateral derecha (a) y dorsoventral (b) del tórax y proyección ventrodorsal (c) del abdomen de un perro con hernia diafragmática de origen traumático. Varias estructuras abdominales, entre ellas el estómago (E), se localizan en la cavidad torácica .
Abdomen
Los signos radiológicos de un neumoperitoneo de-
ellos (fig. 1.10). En cambio, puede resultar difícil iden-
penden de la cantidad de gas acumulado en la cavi-
tificar pequeñas cantidades de gas libre, ya que se
dad. Cuando se trata de acumulaciones importantes,
suelen confundir con gas contenido dentro del tracto
se observa una disminución general de la radiopaci-
digestivo. Si el gas se acumula entre el hígado y el dia-
dad abdominal y una mayor definición del contorno
fragma, podremos apreciar este último como una fina
de los órganos, debido a la interposición de gas entre
línea de opacidad tejido blando limitada cranealmente
FIGURA 1.8. Proyección lateral de abdomen caudal más región perineal
de un perro macho con hernia perineal. En la zona caudal del abdomen no se visualiza la silueta de la vejiga , que junto con la próstata y parte del recto se sitúan en el saco herniario.
FIGURA 1.9. Proyección lateral del abdomen de un gato obeso. Los gatos acumulan más grasa dentro del ligamento falciforme (ventral al hígado, marcada con asterisco blanco) y en el espacio retroperitoneal (marcada con asteriscos negros) que en el mesenterio. En gatos obesos el intestino aparece más concentrado en la zona central del abdomen por la mayor acumulación de grasa en las zonas periféricas.
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
Anatomía radiográfica normal del abdomen
proyección lateral
o menos acentuada dependiendo de la cantidad de líquido acumulado.
http://goo.g i/S92Db
La presencia de líquido libre en el espacio retroperitoneal provoca un aumento de la radiopacidad de
por el pulmón y caudalmente por el gas peritoneal
esta cavidad anatómica, junto a una pérdida de la dife-
libre (fig. 1.11). La visualización de este hallazgo ra -
renciación de las estructuras contenidas en la misma
diológico confirma el diagnóstico de neumoperitoneo.
(fig. 1.13). La ecografía es más útil que la radiografía para detectar pequeñas cantidades de líquido libre en
Líquido libre
el retroperitoneo y permite, además, realizar una toma
Puede tratarse de exudado, trasudado, sangre, orina ,
de muestra ecoguiada.
bilis o linfa. Las causas más comunes de la acumulación de líquido libre en la cavidad peritoneal son :
Peritonitis y retroperitonitis
• Insuficiencia cardiaca congestiva.
La inflamación del peritoneo provoca una pérdida de
• Alteraciones hepáticas.
diferenciación del contorno de las estructuras abdo-
• Traumatismos.
minales, similar a la producida por el líquido libre. De
• Patología renal.
hecho, ascitis y peritonitis no son distinguibles en una
• Hipoproteinemia.
radiografía. Cuando la peritonitis es focal, se observará
• Peritonitis.
la pérdida de diferenciación de estructuras sólo en la
• Neoplasia abdominal.
zona afectada del abdomen y la imagen será entonces muy similar a la producida por la presencia de peque-
Las causas más frecuentes de la acumulación de líqui-
ñas cantidades de líquido libre en la cavidad perito-
do libre en el espacio retroperitoneal son:
neal. Si la peritonitis es generalizada, la imagen será
• Insuficiencia renal aguda (la cantidad de líquido
muy parecida a la que produce una gran cantidad de
suele ser mínima y se acumula junto al riñón o
líquido libre peritoneal , aunque no se suele acompañar
riñones afectados).
de distensión abdominal (fig. 1.14). No obstante, es
• Extravasación de orina de origen traumático.
importante tener en cuenta que la peritonitis va asocia-
• Hemorragia asociada a trauma.
da en muchos casos a ascitis, en cuyo caso existirán
• Coagulopatías.
dos causas para producir una misma imagen radiográ-
• Rotura de vasos.
fica (fig. 1.15).
• Rotura de masas retroperitoneales muy vascularizadas.
La ecografía permite distinguir claramente entre líquido libre, que aparece anecogénico y mejora la diferenciación del contorno de las estructuras a- las que
Los signos radiológicos de una ascitis dependen de
rodea, y peritonitis, que ecográficamente se caracteri-
la cantidad de líquido acumulado en la cavidad pe-
za por el incremento en la ecogenicidad del mesenterio
ritoneal. En general se observa un incremento de la
(fig. 1.16).
opacidad tejido blando en el abdomen , debido a la in-
Una causa común de peritonitis focal es la pancrea-
terposición de líquido entre los órganos abdominales.
titis. El páncreas normal no se identifica en las radiogra-
Esta acumulación de líquido causa una disminución o
fías, aunque en gatos obesos se puede llegar a identi-
pérdida de la diferenciación del contorno de los órga-
ficar su lóbulo izquierdo como un área de densidad
nos, que puede ser el único signo radiológico evidente
tejido blando localizada entre el fundus del estómago,
cuando la cantidad de líquido es escasa. Si la canti-
el bazo y el riñón izquierdo. Cuando la pancreatitis se
dad es muy abundante el abdomen presentará una
asocia a peritonitis, en las radiografías se puede obser-
opacidad tejido blando prácticamente homogénea,
var un incremento irregular de la opacidad tejido blan-
distinguiéndose únicamente el gas, el alimento o las
do en la zona media o craneal del abdomen (fig. 1.17).
heces contenidos en estómago e intestino (fig. 1.12).
El duodeno descendente puede aparecer curvado y
Se puede acompañar de distensión abdominal más
desplazado en sentido ventral y lateral (fig. 1.18). En
Abdomen
FIGURA uo. Proyección lateral del abdomen de un perro con neumoperitoneo.
La cantidad de gas libre abdominal es abundante. Se sitúa entre los órganos mejorando la visualización de su contorno y provoca una disminución general de la radiopacidad del abdomen. De esta forma es posible diferenciar lóbulos hepáticos (asteriscos), visualizar el diafragma (flechas) y distinguir con nitidez la cara externa de la pared del estómago y del intestino, especialmente en los segmentos que presentan gas, ya que la opacidad tejido blando de la pared contrasta con la opacidad gas a ambos lados de la misma (punta de flecha).
FIGURA 1l2. Proyección lateral del abdomen de dos gatos (a y c) y de un
perro (b) con diferentes grados de ascitis. En la imagen (a) se observa una pérdida de diferenciación de las asas intestinales en la zona central y ventral del abdomen (delimitada por el rectángulo), debida a la presencia de una pequeña cantidad de líquido libre en la cavidad peritoneal. La imagen (b) corresponde a un perro con ascitis moderada, que provoca un aumento de la opacidad tejido blando del abdomen con pérdida de diferenciación del contorno de la mayoría de las estructuras abdominales. En la imagen (c) el abdomen presenta opacidad tejido blando prácticamente homogénea, mdicativa de ascitis grave, distinguiéndose únicamente el gas, el alimento y las heces del tracto gastrointestinal.
FIGURA 1.11. Proyección lateral del abdomen de un perro con neumoperitoneo. La cantidad de gas libre abdominal es moderada. Cuando se sitúa entre el diafragma y el hígado es posible distinguir el diafragma (flecha), ya que contrasta con el gas situado craneal y caudal mente a él, lo que confirma el neumoperitoneo.
1
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
ocasiones la pancreatitis se asocia a un íleo paralítico
alteraciones patológicas que se pueden encontrar a
secundario, lo que provoca dilatación moderada y ge-
este nivel.
neralizada del intestino delgado. Las causas más frecuentes de una retroperitonitis son
Carcinomatosis peritoneal
la penetración de cuerpos extraños, heridas penetran-
La infiltración neoplásica del peritoneo se denomina
tes, extensión de infecciones locales (p. ej.: pielonefritis)
carcinomatosis peritoneal. Ésta puede presentar una
y lesiones iatrogénicas de la uretra. El hallazgo radiográ-
imagen muy similar a la de una peritonitis y, por tanto,
fico más frecuente es un aumento de la radiopacidad en
a la del líquido libre abdominal . Además, la carcinoma-
la región retroperitoneal, con desplazamiento de estruc-
tosis en muchos casos causa ascitis. Ecográficamente
turas adyacentes si aparecen masas asociadas (p. ej.:
se puede observar un engrosamiento y márgenes irre-
absceso). En casos crónicos pueden aparecer signos de
gulares del mesenterio y, en ocasiones, la aparición de
espondilitis en vértebras lumbares, que se caracterizan
lesiones focales hipoecogénicas en él.
por la aparición de sobrecrecimientos óseos en el margen ventral de los cuerpos vertebrales afectados.
Masas
Aunque la ecografía resulta útil para detectar lí-
Una masa abdominal aparece como consecuencia
quido acumulado, abscesos, alteraciones del parén-
del aumento de tamaño de una o varias estructuras
quima renal, etc., en ocasiones la información que
intrabdominales. Este aumento de tamaño puede de-
ofrece puede verse limitada por la localización y ta-
berse a causas patológicas (neoplasia, hiperplasia , he-
maño de las lesiones. Es en estos casos cuando se
matoma, absceso, granuloma o quiste, fundamental-
debe recurrir a la tomografía computarizada o a la
mente), pero también ocurre en algunas condiciones
resonancia magnética, ya que ofrecen una detallada
fisiológicas, como la gestación , o iatrogénicas, como
información anatómica de esta región, siendo ambas
la esplenomegalia asociada a la administración de
muy sensibles para la detección de la mayoría de las
barbitúricos.
FIGURA 1.13. Proyección lateral del abdomen de un perro que presenta líquido
libre en el espacio retroperitoneal. Se observa un aumento de radiopacidad en la zona dorsal del abdomen, con pérdida de diferenciación de las siluetas renales y desplazamiento ventral del colon.
FIGURA 1l4. Proyección lateral del abdomen de un perro con peritonitis. Se observa un aumento de la opacidad tejido blando en el abdomen con pérdida de diferenciación del contorno de la mayoría de las estructuras abdominales, sin distensión abdominal. Esta imagen no es distinguible de la de una ascitis moderada.
Abdomen
FIGURA 1.15. Proyección lateral del abdomen de un perro con peritonitis y ascitis debidas a una perforación intestinal. Se observa un aumento de la opacidad tejido blando en el abdomen con pérdida de diferenciación del contorno de la mayoría de las estructuras abdominales y distensión abdominal. Se aprecia un cuerpo extraño metálico punzante en abdomen craneal. Como hallazgo incidental destaca la espondilosis deformante de la columna (Tll-L4y L7-S).
FIGURA 1.16. Imágenes ecográficas de ascitis (a) y peritonitis (b). El líquido libre (LL) es anecogénico y, a diferencia de lo que ocurre en una radiografía, mejora la visualización del contorno de los órganos. La inflamación del peritoneo provoca un aumento de la ecogenicidad del mesenterio (M). B: bazo,·H: hígado.
FIGURA 1l7. Proyección lateral del abdomen de un perro con peritonitis secundaria a una pancreatitis. La radiopacidad moteada de la zona central y ventral del abdomen, con pérdida de diferenciación del contorno de las asas intestinales, se debe a la peritonitis focal. Radiográfica mente no es posible distinguir una peritonitis causada por una pancreatitis de otras causas potenciales de inflamación o infiltración neoplásica (carcinomatosis) del peritoneo.
..,..
FIGURA 1.18. Radiografía de contraste digestivo (bario) del abdomen en
proyección lateral de un perro con pancreatitis. La presencia del medio de contraste en el duodeno evidencia el desplazamiento y curvatura ventral del mismo, provocados por el proceso inflamatorio del páncreas. La zona central del abdomen presenta pérdida de diferenciación de las estructuras debido a la peritonitis asociada al proceso.
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ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
Anatomía radiográfica norma l del abdomen
Anatomía rad iográfica normal del abdomen
proyección ventrodorsal
proyección lateral htt p://goo.g l/S9 2Db
http://g oo.g l/BWz lj
Aunque habitualmente no es posible determinar con
se identifique una masa (de densidad tejido blando o
seguridad el origen de una masa abdominal basándo-
parcialmente mineralizada) en situación craneomedial
nos sólo en la radiografía simple, su localización en la
a un riñón (fig. 1.24). El hallazgo radiográfico de mi-
cavidad (tabla 1.2) y el desplazamiento que provoque
neralización de una masa adrenal en pacientes con
de otras estructuras abdominales pueden ser de gran
síndrome de Cushing es muy indicativo de neoplasia.
ayuda al establecer los posibles diagnósticos diferenciales. Por ejemplo, una masa hepática provoca un desplazamiento caúdal y dorsal del estómago (fig. 1.19), mientras que una masa esplénica suele aparecer situada en la zona central y ventral del abdomen, generalmente en el lado izquierdo, y puede desplazar el ciego y el colon en sentido dorsal y el intestino delgado Dorsal
• • • • •
Hígado Estómago Páncreas Riñón Glándulas adrenales
Ventral
• • • •
Hígado Estómago Páncreas Sistema biliar
en sentido dorsal y caudal (fig. 1.20). Realizar las dos proyecciones ortogonales, lateral y ventrodorsal, aporta una información más completa en este aspecto. Las masas abdominales habitualmente presentan
Abdomen craneal
opacidad tejido blando, aunque los lipomas presentan opacidad grasa. Excepcionalmente se puede identificar gas en una masa abdominal cuando presenta áreas de necrosis o si está relacionada con el tracto digestivo. La visibilidad de una masa en la radiografía deDorsal
pende de su tamano y del grado de definición de sus márgenes, que puede disminuir significativamente cuando el paciente presenta también líquido libre, peritonitis o carcinomatosis, o bien si está muy delgado. Si los márgenes de una masa no se aprecian clara-
Abdomen medio
Ventral
• Bazo • Intestino • Ganglios linfáticos yeyunales* • Lóbulo derecho del páncreas* • Riñón izquierdo* • Ovario*
Dorsal
• Ganglios linfáticos ilíacos mediales ntesti no grueso • Uréter
mente en la imagen, pero sí es evidente el desplazamiento anormal que provoca en las estructuras anatómicas adyacentes, radiológicamente utilizaremos el término "efecto masa" (fig. 1.21). Dependiendo de su tamaño, las masas retroperitoneales pueden desplazar las estructuras abdominales adyacentes en sentido ventral (fig. 1.22). Pueden tener origen renal, ad renal, muscular, linfático o vascular, fundamentalmente. La tomografía computarizada y la resonancia magnética permiten definir de forma precisa los límites de la masa y la posible afectación de estructuras adyacentes (fig. 1.23). Las glándulas ad renales sólo se identifican radiológi-
Riñón Glándulas adrenales Ovario Ganglios linfáticos retroperitonea les • Uréter
• • • •
Abdomen caudal Ventral
•
1
• • • •
Vejiga Útero Próstata Testículo abdominal
camente si están aumentadas de tamaño o mineraliza-
* Las masas originadas en estos órganos pueden gravitar
das. Se debe sospechar de un origen adrenal cuando
hacia la parte ventral del abdomen si son muy grandes.
1
Abdomen
FIGURA1.19. Proyección lateral del abdomen de un gato con una
FIGURA 121. Proyección lateral del abdomen de un perro que presenta un "efecto masa" en la zona craneal del abdomen. En situación inmediatamente caudal al estómago se observa un área de opacidad tejido blando de márgenes mal definidos que desplaza las estructuras adyacentes en sentido dorsal, caudal y ventral. Este hallazgo se debe a la presencia de una masa de pequeño tamaño en la zona central de la cola esplénica.
masa hepática. El hallazgo más significativo es el desplazamiento dorsal y caudal del estómago. La pérdida de diferenciación de estructuras que se aprecia en la zona central del abdomen se debe a la presencia de líquido libre en la cavidad peritoneal.
FIGURA 122. Proyección lateral del abdi!lrnen de un perro con una neoplasia localizada en el espacio retroperitoneal. La masa provo~ n desplazamiento ventral de la vejiga (muy distendida), del colon descendente y del recto. En el margen ventral de las últimas vértebras lumbares y margen craneal de una de las alas del ilion se observan pequeños sobrecrecimientos óseos (flechas), compatibles con metástasis óseas. Si se tratara de un absceso retroperitoneal en lugar de una neoplasia, los sobrecrecimientos óseos podrían deberse a una espondilitis/osteomielitis secundaria.
<1111
FIGURA 120. Proyecciones lateral (a) y ventrodorsal (b) del abdomen de un perro con una
masa esplénica, que se visualiza en la zona craneal izquierda del abdomen , desplazando el colon en sentido dorsal y lateral derecho, y el intestino delgado en sentido dorsal, caudal y lateral derecho. En la proyección lateral se visualiza una sonda en la vejiga .
13
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
Sin embargo, hay que tener en cuenta que los gatos
borde caudoventral tiene forma angular y generalmente
pueden presentar mineralización de las glándulas
no sobrepasa o sobrepasa mínimamente el arco costal.
adrenales sin significación patológica.
Este límite caudal queda enmascarado a veces por la
La ecografía permitirá realizar una evaluación más
superposición de la silueta esplénica. El eje longitudinal
precisa de las masas peritoneales y retroperitoneales, y
del estómago en esta proyección debe ser, en condicio-
posibilita en muchos casos la realización de citologías
nes normales, perpendicular a la columna o paralelo a
o biopsias ecoguiadas.
las costillas. En la proyección ventrodorsal el hígado ocupa casi la totalidad de la concavidad diafragmática. Su
Hígado, bazo y ganglios linfáticos
borde caudal aparece delimitado por la flexura duodenal craneal, el polo craneal del riñón derecho y la curvatura menor del estómago. Los lóbulos izquierdos aparecen superpuestos con el fundus en esta proyección (fig. 1.25).
Hígado
Radiológicamente podemos detectar cambios en
En la proyección lateral el hígado ocupa un área triangu-
el tamaño, el contorno, la localización y la densidad
lar entre el diafragma y la pared abdominal ventral. Su
radiográfica del hígado.
FIGURA 123. Radiografía en proyección lateral (a) e imagen de resonancia magnética en plano sagital, dorsal y transversal (b) del abdomen de un perro con una neoplasia retroperitoneal. En la radiografía se aprecia un aumento heterogéneo de la radiopacidad en el área retroperitoneal , con desplazamiento ventral del colon. La resonancia magnética permite apreciar claramente los límites y morfología de la masa, lo que resulta especialmente útil a la hora de planear un tratamiento quirúrgico.
Abdomen
Cuando el hígado aumenta de tamaño de forma generalizada causa un desplazamiento caudal del estómago. El borde caudoventral puede aparecer re-
y desplazan de forma significativa el estómago en sen-
tido caudal y dorsal (fig. 1.27). La rad iografía es una herramienta bastante precisa
dondeado y se aleja del arco costal (fig. 1.26). Si el au-
para detectar una disminución del tamaño del hígado
mento de tamaño es localizado, estos signos pueden
(microhepatia). El eje del estómago aparece desplaza-
no ser tan evidentes en la radiografía . La imagen rad io-
do en sentido craneal y se reduce la distancia entre el
gráfica de las masas hepáticas depende de su tamaño
margen de la cúpu la diafragmática y el borde cauda l
y loca lización dentro del órgano, pero si son grandes
hepático (fig. 1.28). La ecografía puede plantear a ve- ·
ocupan la parte más craneal de la cavidad abdom ina l
ces dudas en este sentido, pero aporta mucha más
FIGURA 124. Radiografía en proyección lateral de un gato con una masa adrenal (flecha). Aunque su tamaño es pequeño, la abundante grasa retroperitoneal permite distinguirla con claridad en la imagen. La situación craneal a las siluetas rena les es indicativa de su origen adrenal, aunque en esta misma localización también pueden aparecer masas de otro origen (p. ej.: ganglionar).
FIGURA 1.25. Proyecciones lateral (a) y ventrodorsa l (b) del abdomen de un perro sano, en las que se seña lan con áreas de color azul las si luetas del hígado. La línea verde representa el eje longitudinal del estómago, trazado desde el centro del fundus hasta el centro de la región pi lórica.
GURA 126. Proyección lateral del abdomen craneal de un perro con epatomegalia. El eje del estómago aparece desplazado en sentido cauda l y borde caudoventral hepático sobrepasa en gran medida el límite del arco l. Como hallazgo incidental se observa una espond ilosis deformante el segmento Tl 1-L2.
FIGURA 1.27. Proyección lateral del abdomen de un perro con una masa hepática, que ocupa gran parte del abdomen craneal y desplaza estómago, intestino y bazo en sentido caudal. La masa presenta una zona con pequeñas áreas de mineralización (flecha).
1
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
información sobre las alteraciones del parénquima
opacidad gas es lineal sugiere afectación de las vías
y de los márgenes hepáticos, por lo que se utilizan
biliares (neumobilia) , si es oval de la vesícula, y si es
ambas técnicas de forma complementaria en el diag-
irregular sugiere más la presencia de un absceso o
nóstico de la disminución de tamaño de este órgano.
de un tumor con centro necrótico en el parénquima .
La aparición de áreas de opacidad mineral en el
En cualquier caso, tanto las mineralizaciones como la
hígado no es infrecuente. El sedimento biliar o los
presencia de gas en este órgano se pueden evaluar
cálculos biliares mineralizados se identifican muchas
también y confirmar mediante ecografía.
veces en la radiografía simple y suponen en muchos casos un hallazgo casual (fig. 1.29). Si las áreas mine-
Bazo
ralizadas adquieren morfología de trayectos lineales, el
El bazo es un órgano que presenta un tamaño y una
diagnóstico más probable es de mineralización de vías
localización relativamente variables, especialmente en
biliares (fig. 1.30), que en ocasiones aparece como
el perro. La cabeza esplénica presenta una posición
hallazgo incidental en perros de razas pequeñas. Abs-
más estable, en la zona craneodorsal izquierda del
cesos, hematomas, quistes y tumores también pueden
abdomen, gracias al ligamento gastroesplénico. En las
aparecer parcialmente mineralizados en este órgano.
radiografías aparece como una silueta de morfología
Asimismo, se puede detectar la presencia de gas en
triangular superpuesta con las últimas costillas del lado
el parénquima hepático o en la vesícula biliar y vías
izquierdo (fig. 1.31), y es visible tanto en el perro como
biliares, que puede deberse a una infección por anae-
en el gato. La posición de la cola esplénica , en cambio,
robios o, en pacientes diabéticos, por microorganismos
puede variar considerablemente. En las radiografías
que fermentan la glucosa dando lugar a la formación
realizadas en proyección lateral suele aparecer como
de dióxido de carbono. Si la morfología de las áreas de
una silueta triangular u ovalada localizada en la zona
FIGURA 128. Proyección lateral del abdomen de un perro con disminución del tamaño
FIGURA 129. Imagen ampliada del abdomen craneal en
hepático (microhepatia). El eje del estómago está desplazado en sentido craneal y aparece reducida la distancia entre la cúpula diafragmática y el borde caudoventral hepático (marcado por la flecha negra).
proyección lateral de un perro con sedimento mineralizado en la vesícula biliar (flecha).
Abdomen Ana tomía rad iográfica normal del abdomen
proyección ventrodorsal
media ventral del abdomen en el caso de los perros, pero raramente se identifica en gatos sanos. Comparado con el del perro, el bazo del gato es más pequeño y
http://goo.gl/BWzlj
su longitud es menor. La silueta esplénica aparecerá más o menos alarga-
el órgano suele aparecer muy engrosado, con már-
da en la proyección lateral dependiendo de la posición
genes redondeados y con una posición anómala en
en que se encuentre la cola esplénica. Si se localiza
el abdomen.
casi por entero en la parte craneal del abdomen la si-
La imagen de las masas esplénicas varía en función
lueta será relativamente corta, si se dispone de forma
de su tamaño y localización (fig. 1.34). Si se acompa-
oblicua en el abdomen medio la silueta tendrá mayor
ñan de hemorragia los márgenes de la masa pueden
longitud , y si recorre el costado izquierdo del animal la
aparecer total o parcialmente enmascarados, aunque
silueta entonces aparecerá muy alargada en la radio-
el desplazamiento de las vísceras adyacentes consti-
grafía (fig. 1.32).
tuirá un signo evidente de su presencia en la cavidad
No debemos confund ir una silueta alargada del
abdominal.
bazo con esplenomegalia. La esplenomegalia se eva-
Los cambios en la densidad radiográfica del bazo
lúa de forma subjetiva, pero siempre se acompaña
son poco frecuentes. Puede presentar áreas de mine-
de aumento de grosor (fig. 1.33) y en muchos casos
ralización asociadas a una calcificación distrófica de
de redondez de los márgenes del órgano. Hay que
neoplasias, abscesos, granulomas o hematomas. Tam-
tener en cuenta que los perros de raza Pastor Alemán
bién puede aparecer gas en el parénquima esplénico
sanos tienen el bazo más grande que otras razas de
debido a la formación de áreas de necrosis en casos
tamaño similar. En el caso de una torsión esplénica
de torsión esplénica.
GURA 1.30. Imágenes ampliadas del abdomen craneal en proyecciones lateral (a) y ventrodorsal (b) de un
con mineralización de vías biliares. Este hallazgo puede ser incidental en razas pequeñas.
FIGURA 1.31. Proyección ventrodorsal del abdomen de un perro sano. La silueta de la cabeza esplénica (flechas) tiene morfología triangular en esta proyección y se sitúa en el abdomen craneal izq uierdo, superpuesta con las costillas más caudales del mismo lado.
1
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
Ganglios linfáticos
infiltración tumoral de estos ganglios linfáticos puede
Los ganglios linfáticos abdominales sólo se identifican
ser primaria (p. ej .: linfoma) o metastásica (p. ej .: en
en una radiografía cuando están aumentados de tama-
el caso de neoplasias localizadas en la zona caudal del
ño o mineralizados. Será más fácil observarlos cuanto
abdomen o en la pelvis).
mayor sea la cantidad de grasa retroperitoneal que presente el paciente. Los ganglios linfáticos ilíacos mediales (sublum-
Aparato urinario
bares) son los más fáciles de identificar en las radiografías de abdomen cuando están aumentados de ta-
La radiografía convencional es una técnica diagnóstica
maño. Presentan una situación ventral a las vértebras
de gran importancia en el estudio de las patologías del
lumbares L6 y L7, aunque su silueta puede extenderse
aparato urinario, aunque en la actualidad ha sido susti-
más cranealmente si el aumento de tamaño es muy
tuida en gran medida por la ecografía, ya que ésta permi-
marcado (fig. 1.35), pudiendo provocar además un
te realizar una evaluación directa de la arquitectura inter-
desplazamiento ventral evidente del colon descenden-
na de los riñones y la vejiga. No obstante, las técnicas de
te y del recto (fig. 1.36). El aumento de tamaño puede
contraste radiológico constituyen aún el método estándar
deberse a linfadenitis, hiperplasia o neoplasia. Una
de elección para el examen de los uréteres y la uretra.
.A. FIGURA 1.32. Proyecciones laterales del abdomen de tres perros sanos con posiciones distintas de la cola esplénica . En la imagen (a) la silueta es corta porque la cola del bazo (8) se sitúa en el abdomen craneal. En la imagen (b) la silueta se alarga ligeramente porque la cola esplénica tiene un recorrido oblicuo en el abdomen medio. En la imagen (c) la cola esplénica se sitúa a lo largo del costado izquierdo del animal , creando así una silueta más larga en la proyección lateral. En los tres casos el bazo tiene tamaño normal.
FIGURA 1.33. Proyección lateral del abdomen de un perro con esplenomegalia. El bazo aparece aumentado de grosor (flecha), lo que indica un aumento de tamaño del órgano. Como hallazgo incidental se observa un cuerpo extraño metálico (perdigón) en el área del prepucio, superpuesto con el hueso peniano.
IJi.
Abdomen
FIGURA 1.34. Proyecciones laterales del abdomen de cinco perros con masas esplénicas. En la imagen (a) la masa es de pequeño tamaño y sus márgenes aparecen claramente definidos, desplazando ligeramente las asas de intestino adyacentes a ella. En la imagen (b) la masa es un poco más grande y tiene una localización más craneal, con márgenes peor definidos que la anterior debido a una hemorragia abdominal leve que presenta el animal. En la imagen (c) la masa ocupa la zonal central y ventral del abdomen, y su contorno está bien definido. En la imagen (d) la masa ocupa parte del abdomen craneal y medio, desplaza el intestino en sentido dorsal y caudal y sus márgenes están escasamente definidos. La masa de la imagen (e) ocupa gran parte del abdomen , de forma que el intestino queda comprimido en la parte dorsal de la cavidad.
1
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
Riñones
enmascara la silueta de uno o de los dos riñones , sobre
Una radiografía simple permite observar alteraciones
todo en perros. Cuanto mayor sea la cantidad de grasa
en el número, ta maño, contorn o, posición y densidad
retroperitoneal que presente el animal, más definición
radiográfica de los riñones, pero no ofrece información
de las siluetas renales obtendremos en la imagen. Los
sobre su arquitectura interna. Por ello, la técnica de
gatos acumulan más grasa en este espacio anatómico,
diagnóstico por imagen de elección para evaluar los
lo que mejora significativamente la visualización de los
riñones es la ecografía, ya que ésta sí ofrece informa-
riñones . La localización anatómica del riñón derecho
ción detallada sobre la estructura interna normal y sus
es más craneal que la del izquierdo, lo que permite
posibles alteraciones.
diferenciarlos en la proyección lateral.
La técnica de contraste que se emplea para exa -
La evaluación del tamaño de las siluetas renales
minar los riñones y los uréteres es la urografía excre-
se basa en la comparación de su longitud con la del
tora. Se basa en la administración de un medio de
cuerpo vertebral de la vértebra L2. En animales sanos,
contraste positivo por vía intravenosa que se elimi-
la longitud máxima de las siluetas renales debe estar
na selectivamente por los riñones. Con esta técnica
comprendida entre 2,5 y 3,5 veces la longitud de la L2
se obtiene un cierto grado de información sobre la
en el perro (fig. 1.37), y entre 2,4 y 3 veces en el gato
estructura interna del riñón (no tan completa como
(fig. 1.38), aunque en gatos de edad avanzada sin sín-
la ofrecida por la ecografía), e información funcio-
tomas clínicos de enfermedad renal se han publicado
nal basada en la evaluación cualitativa del grado de
rangos inferiores (2, 1 a 3,2 en gatos no castrados y 1,9
filtración del medio de contraste a través del parén-
a 2,6 en gatos castrados).
quima renal.
El aumento de tamaño de las siluetas renales pue-
Los riñones se localizan en el espacio retroperito-
de deberse a patologías muy diversas. La disminu-
neal. En la proyección lateral aparecen situados en la
ción de tamaño renal en animales jóvenes suele de-
región craneodorsal del abdomen y se superponen
berse a enfermedades congénitas como la displasia
parcialmente, mientras que en la proyección ventro-
o hipoplasia renal, mientras que en animales adultos
dorsal no se superponen entre sí, pero sí con otras
se suele atribuir a patologías renales crónicas en fase
estructuras abdominales, lo que en muchos casos
avanzada o terminal.
FIGURA 1.35. Imagen ampliada del abdomen caudal en proyección lateral de un perro con linfadenopatías sublumbares. El contorno se aprecia bien por la presencia de grasa retroperitoneal a su alrededor.
FIGURA 1.36. Proyección lateral del abdomen de un perro con linfadenopatías sublumbares de gran tamaño causadas por un linfoma. El "efecto masa" se localiza ventral a L5-L7 y provoca un desplazamiento ventral del colon descendente.
Abdomen
La evaluación renal relativa, es decir, comparar
Si los dos riñones aparecen disminuidos de tamaño
el tamaño, forma y contorno de un riñón con los del
la causa más probable es nefritis intersticial crónica
otro, puede tener mayor utilidad en la práctica que
(fig. 1.41). Cuando una de la siluetas mantiene un
evaluar el tamaño concreto de cada riñón. Si las dos
tamaño normal y la otra está aumentada sugiere neo-
siluetas renales aparecen grandes el diagnóstico di-
plasia , traumatismo renal, quiste perirrenal unilateral
ferencial incluye linfoma renal (fig. 1.39), hidrone-
o hidronefrosis unilateral. Por último, si la silueta de
frosis bilateral, enfermedad renal poliquística, quiste
un riñón está aumentada y la otra disminuida la cau-
perirrenal bilateral (fig. 1.40) y neoplasia bilateral.
sa más probable es nefritis intersticial crónica en un
FIGURA 1.37. Imágenes ampliadas del abdomen craneal en proyección lateral de tres perros con riñones normales. En la imagen (a) se diferencian perfectamente las dos siluetas renales debido a la abundante grasa retroperitoneal que presenta este animal. En condiciones normales la longitud de las siluetas renales (marcada en el riñón izquierdo con flecha blanca) debe estar comprendida entre 2,5 y 3,5 veces la longitud de la L2 (marcada con flecha roja). En la imagen (b) sólo se define bien la silueta del riñón izquierdo, situado anatómicamente en una posición más caudal, mientras que la silueta renal derecha queda enmascarada por la superposición de otras estructuras. En la imagen (c) no se distinguen con claridad ninguna de las siluetas renales debido a la escasez de grasa retroperitoneal y a la superposición de otras estructuras.
FIGURA 1.38. Proyección lateral del abdomen de un gato con riñones normales. Las dos siluetas renales aparecen prácticamente superpuestas. En general se visualizan mejor en gatos que en perros porque tienden a acumular más grasa en el espacio retroperitoneal. Como referencia general de normalidad, la longitud de las siluetas renales (marcada en el riñón izquierdo con flecha blanca) debe estar comprendida entre 2,4 y 3 veces la longitud de la L2 (marcada con flecha roja), aunque en gatos de edad avanzada se han publicado rangos inferiores (2, 1 a 3,2 en gatos no castrados y 1,9 a 2,6 en gatos castrados) .
1
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
Anatomía radiográfica normal del abdomen
proyección ventrodorsal
edad avanzada . No todos los cálculos tienen opacidad mineral . Los de urato amónico y cistina presentan una radiopacidad similar a la de los tejidos blandos y los
http://goo .g l/BWzlj
líquidos, por lo que se dice que son radiotransparenriñón con hipertrofia compensatoria del contralateral (fig. 1.42).
tes o radiolúcidos en la radiografía simple. La ecografía
La radiografía simple permite apreciar también alte-
tamaño es pequeño también resulta difícil o imposi-
permite detectar todo tipo de cálculos, aunque si su
raciones en el contorno de los riñones, aunque la eco-
ble distinguirlos ecográficamente de mineralizaciones
grafía es más precisa en este aspecto. Las causas más
del parénquima renal. La urografía excretora puede
frecuentes de alteración del contorno renal son : enfer-
ofrecer una información más precisa en este sentido,
medad renal poliquística, neoplasia, absceso, quiste
sobre todo si se evalúa mediante tomografía computa-
simple, hematoma , infarto cortical o enfermedad renal
rizada . La mineralización distrófica en sí no suele tener
crónica en fase avanzada (fig. 1.43).
significación patológica, aunque en ocasiones coincide
Es poco frecuente detectar anomalías significativas en la posición de los riñones. Cuando aparecen des-
con la aparición de otros signos de enfermedad renal crónica en el paciente.
plazados de su posición normal generalmente se debe
En algunos gatos sanos se puede distinguir la pelvis
al aumento de tamaño o desplazamiento de estructu-
renal normal debido a la presencia de grasa en la mis-
ras adyacentes al riñón , aunque también pueden pre-
ma, que contrasta con la opacidad tejido blando del pa-
sentar una localización anómala debido a alteraciones
rénquima circundante. También es posible identificar
congénitas (ectopia renal) o por traumatismos que
la presencia de gas en los riñones como consecuencia
causen su avulsión.
de un reflujo vesicoureteral al realizar una cistografía
La mineralización del parénquima renal debida a
de contraste negativo o de doble contraste. La presen-
la presencia de cálculos (fig. 1.44) o por mineraliza-
cia de gas no iatrogénica en el riñón puede sugerir la
ción distrófica es frecuente, sobre todo en animales de
existencia de bacterias anaerobias productoras de gas.
FIGURA 1.39. Imagen ampliada del abdomen en proyección ventrodorsal de un gato con linfoma renal. Las dos siluetas renales (RO, RI) aparecen aumentadas de tamaño con contorno irregular. El bazo (8) también aparece aumentado de tamaño.
FIGURA 1.40. Proyecciones lateral (a) y ventrodorsal (b) del abdomen de un gato con quiste perirrenal (seudoquiste perirrenal) bilateral. Esta patología es muy poco frecuente y afecta sobre todo a gatos de edad avanzada. Se caracteriza por la aparición de una acumulación de abundante cantidad de líquido (orina, trasudado, linfa o sangre) que rodea total o parcialmente a uno o a los dos riñones. En este caso da lugar a la aparición de dos masas de gran tamaño en el área de localización renal.
Abdomen
Los pacientes con insuficiencia renal crónica pueden
realizar una urografía excretora en casos de inconti-
presentar hallazgos secundarios en las radiografías sim-
nencia urinaria, uroabdomen (sospecha de rotura de
ples, como la mineralización distrófica de los pliegues de
riñón, vejiga o uréter), investigación de hematuria y lo-
la pared gástrica o la osteopenia causada por hiperpa-
calización de los riñones en presencia de una masa re-
ratiroidismo renal secundario, que afecta fundamental-
troperitoneal. Estaría contraindicada en pacientes con
mente al maxilar y la mandíbula (ver capítulo 5).
anuria, deshidratación y alergia al yodo. La urografía excretora no es una técnica adecuada para examinar
Urografía excretora
específicamente la vejiga, ya que el contraste se mez-
Comparada con la radiografía simple, la urografía ex-
cla en ella con la orina y, además, no se suele alcanzar
cretora aporta información morfológica adicional, así
un grado adecuado de distensión vesical. No obstante,
como información cualitativa de la funcionalidad renal .
se puede emplear como técnica alternativa a la cisto-
Teniendo en cuenta la información que pueden apor-
grafía convencional cuando resulta imposible sondar
tar otras técnicas de imagen, hoy día estaría indicado
al paciente.
FIGURA 1.41. Proyección lateral del abdomen de un gato con riñones disminuidos de tamaño.
FIGURA 1.42. Proyección lateral del abdomen de
FIGURA 1.43. Proyección lateral del abdomen de
un perro con disminución de tamaño del riñón derecho. El riñón izquierdo está ligeramente aumentado de tamaño, lo que podría deberse a una hipertrofia compensatoria .
un gato con alteración del contorno del riñón izquierdo.
FIGURA 1A4. Imágenes ampliadas del abdomen craneal en proyección lateral (a y b) y ventrodorsal (c) de tres perros con cálculos renales radiopacos.
1
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
La administración intravenosa de los medios de con-
Antes de administrar el medio de contraste se deben
traste yodados hiperosmóticos (p. ej .: diatrizoato o ami-
realizar radiografías en proyección lateral y ventrodor-
dotrizoato de meglumina) puede provocar reacciones
sal , lo que permitirá evaluar la adecuada preparación
adversas en algunos pacientes, aunque la incidencia es
del paciente (ausencia de alimento en estómago y de
baja. Las náuseas o vómitos son los efectos adversos
heces en colon), ajustar los valores de exposición y des-
más frecuentes, mientras que una hipotensión sistémi-
cartar alteraciones evidentes que excluyan la necesidad
ca y una insuficiencia renal aguda inducidas por el con-
de realizar la técnica de contraste. Hay que tener en
traste son complicaciones posibles aunque poco proba-
cuenta que los cálculos renales de pequeño tamaño se
bles. El riesgo de que se produzca un shock anafiláctico
pueden detectar en la radiografía simple y, en cambio,
existe, pero es muy poco frecuente. No obstante, se
quedar enmascarados por el medio de contraste.
debe contar siempre con la medicación necesaria para
Si se pretende evaluar con precisión la entrada de los
tratarlo antes de comenzar la prueba, y mantener el ca-
uréteres en la vejiga es muy recomendable realizar una
téter intravenoso durante el desarrollo de la misma por
neumocistografía antes de proceder a la administración
si fuera necesario administrar fármacos con urgencia.
intravenosa del contraste yodado. Para ello la vejiga se debe vaciar previamente de orina y, a continuación, in-
Siempre que realicemos una técnica de contraste es conveniente contar con un consentimiento informado firmado por el propietario del animal.
troducir gas (aire, dióxido de carbono u óxido nitroso) hasta conseguir una adecuada distensión de la misma . De esta forma el gas contenido en la vejiga contrastará claramente con el extremo distal de los uréteres cuando éstos se rellenen de contraste positivo durante el de-
El riesgo de aparición de efectos adversos se reduce al emplear medios de contraste yodados no iónicos
sarrollo de la urografía. Las proyecciones laterales oblicuas ayudarán a diferenciar un uréter del otro.
de baja osmolaridad , como el iohexol o el iopamidol ,
Aunque se describen dos métodos de administra-
aunque su coste económico mucho más elevado limita
ción intravenosa del contraste yodado, la infusión lenta
su indicación a aquellos pacientes que presenten un
y la administración en bolo, es más habitual emplear
diagnóstico previo de enfermedad renal .
esta última, utilizando dosis de 600 a 800 mg de yodo
La preparación previa del paciente antes de realizar una urografía es muy importante. El animal debe
por kg de peso vivo (mg 1/kg). En el cuadro 1.1 se resume el protocolo de realización de radiografías.
acudir en ayunas de 12-24 horas, se debe administrar un laxante suave y realizar un enema 2 horas antes de
Las fases en las que se divide la urografía (fig. 1.45) son :
comenzar la prueba. De esta forma se evitará la pér-
1. Fase vascular: se opacifican las arterias renales, lo
dida de información diagnóstica por superposición de
que tiene lugar a los 5-7 segundos del inioio de la
alimento o heces con las siluetas renales. Si se tiene
inyección del contraste, por lo que sólo se observará
que realizar un urianálisis y cultivo de orina , la toma
en una radiografía si ésta se realiza al mismo tiempo
de la muestra debe realizarse antes de administrar el
que se inyecta el bolo de contraste.
contraste, ya que éste puede afectar a los resultados e inhibir el crecimiento de algunas bacterias. Es muy conveniente realizar la urografía con el animal sedado o anestesiado. Se trata de un procedimiento que requiere la obtención de numerosas radiografías en poco tiempo, respetando los intervalos marcados en el protocolo, lo que resultará más fácil si no tenemos que realizar la sujeción manual del paciente despierto. Además, la anestesia reduce en cierta medida la incidencia de presentación de vómitos y náuseas secundarios a la administración del medio de contraste.
2. Nefrograma: se opacifica el parénquima renal , comenzando a los 10-20 segundos del inicio de la inyección de contraste, momento en el que se alcanza la máxima opacidad, para disminuir después progresivamente en los animales sanos. 3. Pielograma: se opacifican la pelvis renal y los uréteres. Su visualización comienza 1-2 minutos tras iniciar la inyección de contraste. En condiciones normales la pelvis presenta forma curvilínea y mide menos de 2 mm. En algunos perros y en la mayoría de los gatos se pueden distinguir los divertículos pélvicos normales,
Abdomen
CUADRO 1.1. Protocolo de la urografía excretora. Antes de la urografía
Secuencia de obtención de radiografías
• 12-24 horas antes: ayuno y laxante suave.
• 10-20 segundos: VD.
• 2 horas antes: enema para vaciado del colon.
•
• Radiografías simples L y VD.
• 5 minutos: VD y L (+oblicuas si se evalúan los uréteres) .
• Neumocistografía (si se pretende evaluar los uréteres).
• 20 minutos*: VD y L (+oblicuas si se eva lúan los uréteres).
Administración del contraste • 600-800 mg l/kg vía intravenosa en bolo.
1-2 minutos: VD .
• 40 minutos: VD y L para examinar la vejiga. • Pueden ser necesarias radiografías adicionales si no se han obtenido antes resultados concluyentes.
* Entre los 5 y los 20 minutos tras la admin istración del contraste es cuando se visua lizan mejor los uréteres, por lo que se pueden realizar radiografías adicionales en este intervalo para evaluar su imagen de forma más precisa.
FIGURA 1A5. Imágenes renales y de la vejiga normales en las diferentes fases de la urografía excretora. (a) Fase vascular en un gato (tiene lugar a los 5-7 segundos del inicio de la administración del medio de contraste, por lo que es difícil visualizarla sin control fluoroscópico). (b) Fase de nefrograma en un gato, en la que se opacifica el parénquima renal (comienza a los 10-20 segundos del inicio de la inyección de contraste). (c) Fase de pielograma en un gato, en la que se opacifica la pelvis renal y los uréteres (comienza 1-2 minutos tras el inicio de la inyección de contraste); se identifican los divertículos pélvicos, que deben medir menos de 1 mm. (d) Fase de pielograma en un perro; apenas se distinguen los divertículos pélvicos. (e) Fase de cistograma, en la que comienza la opacificación de la vejiga con el contraste positivo, que en este caso se mezcla con el gas introducido previamente en la vejiga (neumocistografía) para mejorar la visualización de la entrada de los uréteres en ella .
1
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
que miden menos de 1 mm. Las ondas peristálticas que tienen lugar en los uréteres y que contribuyen al avance de la orina hacen que a menudo sólo aparezca una parte del uréter opacificada en cada radiografía . 4. Cistograma: opacificación de la vejiga. Si se ha rea-
sia o atrofia renal, avulsión u obstrucción de la arteria renal, hidronefrosis extrema , neoplasia grave. • Opacificación renal heterogénea: quistes, abscesos, hematomas, neoplasias, infartos, nefritis, pielonefritis.
lizado previamente una neumocistografía para me-
• Opacificación inicial normal con posterior persisten-
jorar la visualización de la desembocadura de los
cia o incremento de la misma: enfermedad renal
uréteres, el contraste yodado se irá sumando pro-
grave, obstrucción renal aguda, hipotensión sisté-
gresivamente al contraste negativo. Si esto impide
mica o insuficiencia renal aguda provocadas por el
evaluar adecuadamente los uréteres, resultará útil
contraste.
vaciar de nuevo la vejiga e introducir contraste ne-
• Dilatación de la pelvis y/o uréteres.
gativo adicional durante el transcurso de la prueba.
• Localización anormal de la terminación de los uréteres. • Defectos de llenado: cálculos o coágulos.
La excreción del medio de contraste depende del grado de filtración glomerular. Un retraso en la excreción del
La tomografía computarizada optimiza la informa-
medio de contraste puede ser indicativo de insuficiencia
ción que se puede obtener al realizar una urografía
renal, pero no es un método preciso para evaluarlo. El
excretora, ya que se evita la pérdida de información
nefrograma debe ir desapareciendo a lo largo de la prue-
por superposición de estructuras, se puede reducir la
ba, aunque hasta un 25% de los perros normales pue-
dosis de contraste a 400 mg 1/kg (importante en pa-
den mantener un nefrograma detectable hasta 2 horas
cientes con compromiso renal) y permite calcular de
después de la inyección del medio de contraste.
forma más precisa el grado de filtración glomerular.
Algunos de los patrones anormales (fig. 1.46) que pode-
Pielografía percutánea
mos observar en el curso de una urografía excretora son:
Como alternativa a la urografía excretora se puede rea-
• Falta de opacificación renal: dosis insuficiente de
lizar una pielografía percutánea, en la que el medio de
medio de contraste, enfermedad renal grave, apla-
contraste se administra directamente en la pelvis renal
FIGURA 1.46. Patrones anormales de urografía excretora. (a) Ausencia de pielograma en el riñón derecho a los 10 minutos de la inyección de contraste, indicativo de retraso marcado en la filtración glomerular. (b) El contraste mejora la visualización de la alteración en el contorno de ambos riñones, la disminución de tamaño del izquierdo y la dilatación proximal leve del uréter izquierdo y moderada del derecho. (c) Dilatación leve de la pelvis renal derecha y moderada de la parte proximal del uréter derecho, lo que podría deberse a una pielonefritis o a un proceso obstructivo del uréter.
Abdomen
mediante punción ecoguiada, evitando así los efectos
del flujo (jet) ureteral que provoca la entrada de orina
adversos debidos a la administración intravenosa. El me-
en la vejiga , identificable en el modo B o con Doppler,
dio de contraste no se diluye y su excreción no depende
ayuda a verificar la permeabilidad ureteral y a localizar
de la función renal. La principal indicación de este pro-
la unión vesicoureteral.
cedimiento es la evaluación de una obstrucción ureteral.
La urografía excretora convencional es la técnica
El riesgo potencial más importante de esta prueba es la
de elección para evaluarlos, debido a su bajo coste
posibilidad de provocar una hemorragia renal. También
y elevada disponibilidad. Sin embargo, la urografía
se puede producir una extravasación del medio de con-
examinada mediante tomografía computarizada re-
traste al espacio peritoneal, que clínicamente no es sig-
sulta excelente para diagnosticar cualquier alteración
nificativa , pero sí dificulta la interpretación de las imáge-
ureteral , ya que se evita la pérdida de información por
nes. Una vez realizada la punción ecoguiada se deben
superposición de estructuras (no se requiere vaciado
extraer primero 1-2 mi de orina para introducir después
previo del colon mediante laxantes y enema) y se pue-
el mismo volumen de medio de contraste lentamente,
den obtener imágenes de regiones pequeñas con una
con seguimiento ecográfico o fluoroscópico.
gran resolución espacial. Los inconvenientes de la tomografía computarizada son la baja disponibilidad de
Uréteres
equipos y el elevado coste de la prueba.
Los uréteres normales no se suelen identificar en la
La urografía excretora permite evaluar la localiza-
radiografía simple. No obstante, la excelente resolución
ción, el diámetro, la permeabilidad y la integridad de
de contraste que ofrece la radiología digital posibilita
los uréteres. En ella aparecen como estructuras tubu-
en algunos casos la visualización parcial de uno o de
lares de 2-3 mm de diámetro, que se extienden desde
los dos uréteres en animales que presentan abundante
el seno renal hasta el trígono vesical. Es habitual no
grasa retroperitoneal (fig. 1.47).
visualizar el trayecto completo de todo el uréter en una
La utilidad de la ecografía es limitada en el exa-
misma imagen , debido al peristaltismo que presentan
men de los uréteres, ya que resulta muy complicado
(fig. 1.48). La zona de desembocadura de los uréteres
identificar el recorrido completo debido a su pequeño
se aprecia mejor si inmediatamente antes de la urogra-
diámetro y a la interposición de gas. La visualiza ción
fía se realiza una neumocistografía, ya que el gas que
FIGURA 1.47. Imagen ampliada de la región retroperitoneal en proyección lateral del abdomen de un perro sano. La abundante grasa retroperitoneal permite visualizar en este caso uno de los uréteres (flecha). Este hallazgo es más frecuente en radiografías digitales, gracias a la mayor resolución de contraste que presentan en comparación con las analógicas.
1
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
se introduce en la vejiga contrasta mejor con los uré-
causadas por cálculos, coágulos, estenosis o masas,
teres cuando posteriormente se rellenan de contraste
provocan dilatación anterior al punto de obstrucción
positivo. Las proyecciones laterales oblicuas resultan
(fig. 1.52). Cuando un uréter se liga accidentalmente
muy útiles para diferenciar con seguridad un uréter del
durante una ovariohisterectomía rápidamente se dila-
otro en la imagen (fig. 1.49).
ta y puede producirse distensión permanente, estasis
En una radiografía simple se pueden visualizar es-
urinario y tendencia a las infecciones recurrentes. Una
tructuras de densidad mineral compatibles con cálcu-
pielonefritis puede provocar también dilatación de la
los radiopacos en la zona de localización de los uré-
parte proximal del uréter, aunque suele ser leve com-
teres (fig. 1.50), pero será necesaria la realización de
parada con la dilatación causada por obstrucciones.
una urografía excretora para confirmar el diagnóstico,
El uréter ectópico es una anomalía congénita, que
ya que en la radiografía simple podríamos confundirlos
afecta con mayor frecuencia a perros que a gatos, y
con mineralizaciones de otros tejidos o con cuerpos
sobre todo a hembras. El signo clínico que presenta el
extraños de densidad mineral.
animal es incontinencia urinaria, aunque no siempre
Excepcionalmente se puede llegar a identificar una
ocurre en los machos. El extremo caudal de uno o de
dilatación ureteral en las radiografías simples, en ani-
los dos uréteres no desemboca en la localización ana-
males con abundante grasa retroperitoneal (fig. 1.51),
tómica normal , el trígono vesical (zona dorsocaudal de
pero lo normal es que se requiera la urografía excretora
la vejiga), sino en una localización diferente, que suele
para realizar este diagnóstico. La dilatación del uréter
ser el cuello vesical o la uretra (fig. 1.53), y con menor
facilita su evaluación ecográfica, aunque puede resul-
frecuencia la vagina, el útero o el recto. Los uréteres
tar complicado realizar un seguimiento completo de su
ectópicos pueden tener un diámetro normal o estar di-
recorrido. Las dilataciones ureterales pueden tener un
latados y presentar un recorrido relativamente tortuoso
origen congénito (megauréter) o adquirido (hidrouré-
(fig. 1.54). En algunos casos, el uréter ectópico entra
ter). Las obstrucciones ureterales, que pueden estar
en la zona del trígono vesical pero realiza después un
FIGURA 1.48. Imágenes normales en proyección lateral (a) y ventrodorsal (b) de una urografía excretora de un perro sano. En la proyección lateral (a) se visualiza el recorrido completo del uréter derecho, mientras que la zona central del uréter izquierdo no aparece opacificada en esta imagen por peristaltismo. La neumocistografía realizada previamente facilita la visualización de la desembocadura de los uréteres en la zona del trígono vesical.
Abdomen
recorrido intraparietal hasta su desembocadura anor-
diagnóstico en algunos casos. Cuando la imagen de la
mal, generalmente en la uretra, lo que puede causar
urografía excretora no es concluyente, se debe com-
imágenes confusas en la urografía excretora, espe-
plementar con una uretrografía retrógrada en los ma-
cialmente si el uréter no está dilatado. Este recorrido
chos o vaginouretrografía retrógrada en las hembras.
intraparietal es más frecuente en perros que en gatos,
Los ureteroceles son dilataciones quísticas focales
en los que los uréteres ectópicos suelen "saltar" la ve-
de la submucosa del uréter y se suelen formar en su
jiga. La fluoroscopia y la ecografía pueden facilitar el
extremo distal, en la unión vesicoureteral o próximos a
FIGURA 1.49. Imagen en proyección lateral oblicua de una urografía excretora de un perro sano. Esta proyección facilita la diferenciación de los dos uréteres en la imagen, en la que presentará una situación más ventral el uréter más próximo al chasis. Esta imagen se ha obtenido en proyección lateral derecha, de forma que el uréter que presenta una localización más ventral es el derecho (flecha blanca) y el que aparece más dorsal es el izquierdo (flecha negra).
FIGURA 150. Proyección lateral del abdomen de un gato con cálculos radiopacos en un uréter (flecha). Esta imagen se puede confundir con mineralización de otros tejidos blandos o cuerpos extraños en intestino, y se debe confirmar mediante urografía excretora, donde crearán defectos de llenado en el pielograma.
FIGURA 151. Imagen ampliada de la región retroperitoneal craneal en
FIGURA 152. Imagen ampliada de la región retroperitoneal craneal en
proyección lateral de un perro con dilatación grave del uréter izquierdo. No es habitual diferenciar los uréteres dilatados en las radiografías simples, pero en este caso la abundante grasa retroperitoneal facilitó su identificación.
proyección lateral de un perro al que se le ha realizado una urografía, en la que se observa dilatación focal grave del uréter derecho. Las dilataciones focales de los uréteres habitualmente se producen como consecuencia de una obstrucción causada por cálculos, coágulos, estenosis o masas. La dilatación en estos casos es anterior (proximal) al punto de obstrucción.
1
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
Ana tomía rad iográfica normal del abdomen
proyección ventrodorsal
Vejiga La radiografía simple permite observar el tamaño, la forma , la localización y la densidad radiográfica de la
htt p://g oo.g l/BWz 1í
vejiga, pero no ofrece información sobre su estructura ella, pudiendo proyectarse en ocasiones hacia la luz de
interna. La pared vesical y la orina presentan la misma
la vejiga o de la uretra. Aparecen con mayor frecuencia
radiopacidad en la imagen , por lo que no se distinguen
en uréteres ectópicos. La urografía excretora muestra
en condiciones normales. Por ello, al igual que en la
una dilatación focal con acumulación de contraste
evaluación de los riñones, la técnica de elección para
donde se localizan .
el estudio de la vejiga es la ecografía , ya que ofrece in-
Los tumores ureterales (fig. 1.55) son poco frecuen-
formación detallada de la pared y del contenido vesical.
tes y aparecen como zonas de defecto de llenado en el
La cistografía es la técnica de contraste que se utili-
urograma, acompañados de dilatación anterior al pun-
za para ampliar la información diagnóstica ofrecida por
to de localización cuando causan obstrucción.-Algunos
la radiografía simple. La superioridad diagnóstica de la
tumores de la vejiga pueden extenderse hacia el uréter.
ecografía sobre la cistografía es indiscutible, pero no
Cuando se produce la rotura de un uréter, general-
todos los centros veterinarios cuentan con ecógrafo o
mente por traumatismos, se observan signos de la pre-
con experiencia suficiente para realizar un buen diag-
sencia de líquido libre en el espacio retroperitoneal en
nóstico ecográfico, por lo que la cistografía se sigue
la radiografía simple y una extravasación del contraste
empleando en estos casos en el diagnóstico de cálcu-
al retroperitoneo en la urografía excretora , aunque el
los, inflamaciones, masas y traumatismos. Si se pro-
punto exacto de rotura puede ser difícil de identificar.
duce una rotura vesical, la cistografía sí puede ofrecer
Como secuela posterior se puede formar ocasional-
una información más precisa que la ecografía, ya que
mente un urinoma perirrenal o paraureteral , que con-
los hallazgos ecográficos pueden ser dudosos, mien-
siste en un saco fibroso retroperitoneal que acumula
tras que la extravasación del medio del contraste a la
orina extravasada (fig. 1.56).
cavidad peritoneal confirma siempre el diagnóstico.
FIGURA 153. Imagen ampliada del abdomen caudal en proyección lateral de un perro al que se le ha realizado una urografía, en la que se observa un uréter ectópico unilateral. El uréter ectópico (flecha blanca) aparece dilatado y sobrepasa el trígono vesical para desembocar en la uretra. El uréter normal (flecha negra) tiene un diámetro normal y desemboca en el trígono vesical.
FIGURA 154. Imágenes en proyección lateral (a) y ventrodorsal (b) de un perro al que se le ha realizado una urografía, en la que se observa un uréter ectópico bilateral. Ambos uréteres aparecen muy dilatados, presentan un recorrido tortuoso y desembocan en la zona de unión del cuello vesical con la uretra, caudal al trígono vesical. Ambas pelvis renales aparecen también moderadamente dilatadas. En la proyección ventrodorsal (b) se observa el contraste positivo mezclado con gas, causado por reflujo vesicoureteral de gas de la neumocistografía que se le realizó al paciente inmediatamente antes de la urografía . Como hallazgo incidental se observa un cuerpo extraño de densidad mineral (piedra) en el intestino.
Abdomen
La cistografía se basa en la introducción de un medio de contraste (positivo, negativo o ambos) en la vejiga a través de un catéter flexible. Para obtener resultados óptimos es importante vaciarla previamente de orina antes de introducir el contraste. La sedación o anestesia del paciente facilitarán la realización del procedimiento.
Cistografía de contraste positivo Se emplean medios de contraste yodados, generalmente diluidos al 10%, en dosis de 6-12 ml/kg. Es la técnica de elección para evaluar posiciones anómalas de la vejiga o una posible rotura de la pared. En cam-
FIGURA 155. Imagen ampliada del abdomen craneal en proyección ventrodorsal de un perro al que se le ha realizado una urografía, en la que se observa una dilatación moderada de la pelvis renal izquierda y un defecto de llenado permanente del extremo proximal del uréter izquierdo por la presencia de una neoplasia ureteral en esta localización.
bio, puede enmascarar pequeñas irregularidades de la mucosa vesical y algunos contenidos intraluminales anormales.
Cistografía de contraste negativo (neu mocistog rafía) Se emplea un medio de contraste negativo, generalmente aire. Al realizar esta técnica existe un riesgo mínimo de provocar una embolia gaseosa , que puede incluso conducir a la muerte del animal. Este riesgo es mayor en gatos que en perros y se puede reducir utilizando dióxido de carbono u óxido nitroso en lugar de aire, debido a la mayor solubilidad de los primeros. Se pueden emplear dosis de 6-12 ml/kg, o simplemente introducir gas y comprobar el grado de distensión de la vejiga por palpación. Es el método más barato y sencillo de realizar, pero es la menos sensible de las tres técnicas para detectar alteraciones de la mucosa y pequeños defectos en la pared vesical.
Cistografía de contraste doble Se introduce en primer lugar una cantidad pequeña de contraste positivo (1-5 mi en perros y 0,5-1 mi en gatos) y a continuación se distiende la vejiga con un contraste negativo, consiguiendo así que una delgada capa del contraste positivo defina nítidamente el margen interno de la pared. Es la técnica ideal para examinar alteraciones de la mucosa y la presencia de cálculos radiotransparentes en la vejiga.
Alteraciones patológicas En una radiografía simple el tamaño y la posición de la silueta vesical varían en función de la cantidad de
FIGURA 156. Imágenes del abdomen craneal en proyección ventrodorsal (a , by c) y
lateral (d) de un perro al que se le ha realizado una urografía, en la que se observa una acumulación focal del medio de contraste en el espacio retroperitoneal, caudal al riñón derecho, que aparece además aumentado de tamaño respecto al izquierdo, con dilatación de leve a moderada de la pelvis renal derecha y dilatación de leve a moderada del uréter derecho. La acumulación focal de contraste se debe a un urinoma paraureteral (flechas).
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ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
orina que contenga. Los animales que lleven muchas
positiva pueden quedar enmascarados por el contraste,
horas sin orinar, por causas patológicas o no, pueden
especialmente si son pequeños y poco numerosos. Los
presentar vejigas muy distendidas, que no debemos
cálculos radiotransparentes pueden presentar una ima-
confundir con una masa abdominal (fig. 1.57). Una
gen muy similar a la producida por coágulos o burbujas
vejiga escasamente distendida será más difícil de iden-
de gas en una cistografía de doble contraste. Ecográfi-
tificar en la imagen, sobre todo cuando se superpone
camente, en cambio, se diferencian con facilidad.
con el intestino o cuando el animal presenta muy poca grasa peritoneal.
También se pueden detectar alteraciones de la densidad radiográfica de la pared vesical en las radiogra-
El cuello vesical puede aparecer situado craneal al
fías simples. La aparición de zonas mineralizadas en la
pubis o en una posición intrapélvica en perros sanos,
pared suele deberse a una calcificación distrófica de la
especialmente cuando la vejiga presenta un grado de
misma (fig. 1.61), generalmente asociada a procesos
distensión escaso. En cambio, en los gatos la posición
inflamatorios crónicos o neoplasias.
de la vejiga es siempre intrabdominal. La alteración vesical que se diagnostica con mayor
La presencia de gas en la luz vesical suele ser iatrogénica, cuando se introduce gas voluntaria o involunta-
frecuencia mediante radiografía es la litiasis. Los cál-
riamente al sondar al paciente (fig. 1.62). En los casos
culos radiopacos (fig. 1.58) se identifican en las ra-
de cistitis enfisematosa el gas puede tener localización
diografías simples, aunque si su tamaño es pequeño
intraparietal (fig. 1.63) o intraluminal. Este tipo de cis-
pueden quedar enmascarados por la superposición de
titis es más frecuente en pacientes diabéticos, en los
otras estructuras (fig. 1.59). Los cálculos radiotranspa-
que la formación del gas se debe a microorganismos
rentes (urato amónico y cistina) se deben diagnosticar
que producen fermentación de la glucosa.
mediante ecografía o, en su defecto, cistografía de
La información que aporta una cistografía en rela-
contraste doble (fig. 1.60), ya que en una cistografía
ción al grosor de la pared vesical es más limitada que la
FIGURA 157. Proyección lateral del abdomen de un gato con una distensión vesical grave, que provoca desplazamiento dorsal del colon y craneal y dorsal del intestino delgado .
...
FIGURA 158. Imágenes ampliadas del abdomen caudal en
proyección lateral de cuatro perros con cálculos radiopacos en la vejiga.
Abdomen
ofrecida por una ecografía. La cistografía de doble con-
Las cistitis generalizadas suelen provocar un au-
traste permite diferenciar pequeñas irregularidades de la
mento relativamente homogéneo del grosor de la pared
pared que pasarían desapercibidas si se empleara sólo
vesical (fig. 1.65), aunque el engrosamiento a veces
contraste positivo o sólo gas (fig. 1.64). Si las irregulari-
es más marcado en la zona craneoventral de la vejiga.
dades de la pared son más marcadas, por ejemplo en el
Los tumores, en cambio, suelen causar un aumento de
caso de neoplasias o cistitis polipoides, o si el grosor au-
grosor más focal e irregular (fig. 1.66), aunque puede
menta significativamente, aunque sea de forma homo-
asemejarse al producido por una cistitis localizada o
génea, las tres técnicas proporcionarían información útil,
polipoide, o a la imagen causada por la presencia de
aunque la cistografía de contraste doble es siempre la
coágulos adheridos a la pared vesical. La mayoría de
más recomendable para realizar este tipo de evaluación.
los tumores vesicales se forman en el trígono vesical y
FIGURA 1.60. Imagen ampliada del abdomen caudal de un perro al que se
le ha realizado una cistografía de contraste doble, en la que se observan numerosas áreas de defecto de llenado en la vejiga compatibles con cálculos.
URA 1.61. Proyección lateral del abdomen de un perro joven con
FIGURA 1.62. Imagen ampliada del abdomen caudal en proyección lateral de
eralización distrófica de la pared vesical.
un perro que presenta gas en la vejiga (flecha blanca) y en la uretra (flecha negra) por causas iatrogénicas, debido a un sondaje previo.
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ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓG ICA en pequeños animales
Anatomía radiográfica normal del abdomen
proyección lateral
se producirá lentamente y se puede confundir con gas contenido en el tracto gastrointestinal.
http://goo.gl/S92Db
La cistografía positiva también resultará más útil que la doble para detectar posiciones anómalas de la vejiga,
suelen provocar cierto grado de obstrucción ureteral o
por ejemplo cuando se desplaza hacia un saco hernia-
uretral a medida que van creciendo. La ecografía per-
rio o en el caso de las vejigas intrapélvicas. En los casos
mite definir mejor la extensión de este tipo de lesiones
de incontinencia urinaria por incompetencia del meca-
y realizar una citología o biopsia ecoguiadas.
nismo del esfínter uretral, el animal es capaz de eva-
Si se sospecha de una rotura vesical, ya sea como
cuar al vejiga normalmente, pero presenta pérdidas de
consecuencia de un traumatismo o por causas iatro-
orina cuando está en reposo o durmiendo. Esta anoma-
génicas, se elegirá la cistografía positiva (fig. 1.67),
lía puede tener un origen congénito en hembras, que
incluso por delante de la ecografía. Se debe emplear
pueden presentar una uretra más corta de lo normal
contraste muy diluido, ya que resulta irritante para el
o una localización intrapélvica de la vejiga (fig. 1.68).
peritoneo. Aunque para otro tipo de evaluaciones se
Aunque son poco frecuentes, algunas anomalías
pueden emplear los contrastes yodados iónicos, ante
del uraco se pueden diagnosticar mediante cistografía,
la sospecha de rotura es mejor elegir los no iónicos
como el uraco persistente (fig. 1.69), la persistencia
ya que, aunque todos los yodados se absorben en el
del ligamento uracal y los divertículos uracales, estos
peritoneo, los iónicos podrían agravar un posible san-
últimos más frecuentes en gatos. Los animales que
grado si la lesión es reciente. A veces la extravasación
padecen anomalías del uraco suelen presentar cistitis
de contraste no se aprecia inmediatamente, pudiendo
bacterianas recidivantes.
tardar entre 5 y 10 minutos en aparecer, por lo que no se debe dar un estudio por negativo hasta pasado
Uretra
ese tiempo. No es recomendable emplear la neumo-
La uretra normal no se identifica en las radiografías
cistografía para confirmar una rotura vesical, ya que si
simples y la ecografía tampoco resulta útil para su
ésta es pequeña la extravasación del gas al peritoneo
evaluación en muchos casos, por lo que la técnica de
FIGURA 1.63. Imagen
FIGURA 1.64. Imagen
ampliada del abdomen caudal en proyección lateral de un perro con cistitis enfisematosa . Se observan áreas de opacidad gas repartidas por toda la pared vesical. Las cistitis enfisematosas son más frecuentes en pacientes diabéticos.
34
ampliada del abdomen caudal de un perro al que se le ha realizado una cistografía de contraste doble, en la que se observan pequeñas áreas de acumulación del contraste positivo en la zona craneoventral de la vejiga además de una ligera deformación de la pared vesical en esta misma localización. Estos hallazgos son indicativos de cistitis localizada, aunque también podrían deberse a una neoplasia (segundo diagnóstico diferencial).
Abdomen
elección para su estudio es la uretrografía. Se emplean
utilizar pinzas linguales para mantener la sonda en po-
medios de contraste yodados y se debe sedar o anes-
sición y evitar fugas. A continuación se introduce un
tesiar previamente al paciente.
volumen pequeño de contraste (1 ml/kg en perros y
Para realizar una uretrografía retrógrada en un ma-
2-4 mi en total en gatos) sin ejercer presión excesi-
cho se rellena una sonda flexible con contraste (para
va, ya que se corre el riesgo de romper la uretra . Si
evitar la introducción de burbujas de aire) y se coloca
se cuenta con fluoroscopia se puede colocar el extre-
su extremo en la uretra peniana (fig. 1.70). Se pueden
mo de la sonda a la altura del cuello vesical para ir
FIGURA 1.65. Imagen ampliada del abdomen caudal de un gato al que se
FIGURA 1.66. Imagen ampliada del abdomen caudal de un perro al que se
le ha realizado una neumocistografía, en la que se observa un marcado engrosamiento generalizado y regular de la pared vesical. Esta imagen es compatible con cistitis generalizada, aunque también podría deberse a una neoplasia (segundo diagnóstico diferencial, aunque poco probable ya que los tumores que afectan de forma generalizada a la pared vesical suelen presentar márgenes irregulares).
le ha realizado una cistografía de contraste doble, en la que se observa un engrosamiento focal de la pared ventral de la vejiga. Una fina capa de contraste positivo delimita bien el margen interno de la lesión (flechas blancas). El margen externo aparece marcado con flechas negras. Esta imagen es compatible con neoplasia vesical (otros diagnósticos diferenciales incluyen cistitis localizada y, con menor probabilidad, coágulo adherido).
FIGURA 1.67. Proyección lateral del abdomen de un perro al que se le ha
FIGURA 1.68. Imagen ampliada del abdomen caudal de un perro al que se le
realizado una cistografía positiva, en la que se observa extravasación del medio de contraste a la cavidad peritoneal, lo que confirma una rotura vesical.
ha realizado una urografía excretora y una cistografía positiva , en la que se observa que la vejiga presenta una localización intrapélvica. Esta anomalía es una causa frecuente de incontinencia urinaria en hembras jóvenes.
1
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños anima les
Anatomía radiográfica norma l del abdomen
proyección lateral (extensión craneal ext. post.)
También se describe la uretrografía anterógrada para aquellos casos en los que no se puede sondar la
http://goo.g i/S92Db
uretra . Con el animal previamente anestesiado se introduce contraste yodado en la vejiga por cistopunción
retirándola después al mismo tiempo que se inyecta el
o mediante urografía intravenosa y, a continuación , se
contraste; de esta forma rellenamos todo el recorrido
provoca manualmente el paso de contraste a la uretra
de la uretra mientras se visualiza en tiempo rea l en un
ejerciendo presión sobre la vejiga al mismo tiempo que
monitor. La uretra normal tiene mayor diámetro en la
se rea liza el disparo.
pelvis que en la zona perineal y peniana. A la altura
La radiografía simple permite detectar la presen-
del arco isquiático es normal observar una zona de
cia de cá lculos radiopacos en el recorrido de la uretra
estrechamiento, que no debemos confundir con una
(fig. 1.71). En perros machos generalmente se locali-
estenosis patológica.
zan en la uretra perineal y peniana. En gatos machos
En las hembras no se suele sondar directamente la
los cá lculos o tapones se suelen localizar en la uretra
uretra, ya que la presencia del catéter en la luz puede
peniana, aunque en muchos casos no tienen radiopa-
enmascarar lesiones. En ellas se realiza una vaginoure-
cidad suficiente para ser detectados en una radiografía .
trografía retrógrada, bajo anestesia general. Para ello
En perras y gatas la litiasis uretral es mucho menos fre-
se coloca una sonda Foley, con el extremo cortado y
cuente. En la uretrografía, los cálcu los producen imáge-
llena de contraste, en el vestíbulo vaginal. Se infla el
nes de defecto de llenado en la columna de contraste,
balón y se cierran los labios vulvares con pinzas, para
que es fáci l confundir con burbujas de gas introducidas
evitar fugas de contraste cuando se procede a la inyec-
por el sondaje. En ocasiones el hueso pen iano presenta
ción del mismo. Al igual que en los machos se emplea
un centro de osificación separado en su extremo distal ,
una dosis de 1 ml/kg. El contraste rellena al mismo
que no debemos confundir con un cá lcu lo uretral.
tiempo la vagina y la uretra. Se suele rea lizar de for-
En la uretrografía, la uretra normal presenta morfo-
ma complementaria a la urografía ante la sospecha de
logía tubu lar y márgenes lisos. La irregularidad en los
uréter ectópico.
márgenes sugiere neoplasia o inflamación grave de la
FIGURA 1.69. Proyección latera l del abdomen de un gato al que se le ha
FIGURA 1.70. Imagen ampliada del abdomen caudal y región perineal en
realizado una cistografía positiva, en la que se observa que la vejiga presenta morfología elipsoidal y mantiene un trayecto de unión con la zona umbilical (flecha). Esta imagen es compatible con persistencia del uraco.
proyección lateral con extensión de extremidades en sentido cranea l de un perro sano al que se le ha realizado una uretrografía retrógrada .
Abdomen
uretra (fig. l. 72). Las neoplasias uretrales son más fre-
provocadas iatrogénicamente por sondajes repetidos
cuentes en perras que en perros o en gatos de ambos
(fig. 1.74).
sexos. La tomografía computarizada y la resonancia
Las roturas uretrales pueden provocar la salida de
magnética (fig. 1.73) permiten realizar un estudio de-
orina a la cavidad peritoneal, cuando afectan a la par-
tallado de la lesión y su posible extensión a tejidos o
te proximal de la uretra, o a la cavidad pélvica , zona
estructuras adyacentes.
perineal o prepucio cuando afectan a segmentos más
Las estenosis aparecen como estrechamientos
distales. La uretrografía permite identificar la extravasa-
focales permanentes del diámetro uretral. Aunque
ción del medio de contraste (fig. 1.75). Es un hallazgo
pueden asociarse a neoplasias o inflamaciones gra-
frecuente en animales que presenten una fractura de
ves , en muchos casos se deben a inflamaciones
cadera y tengan disuria o anuria.
FIGURA 1.71. Imágenes ampliadas del abdomen caudal más región perineal (a, by c) y de la región peniana (d) en proyección lateral de cuatro perros con cálculos uretrales radiopacos. (a) Se distinguen cálculos radiopacos de morfología irregular en la vejiga, segmento perineal y segmento peniano de la uretra. (b) Se observa una marcada distensión de la vejiga, que presenta numerosos cálculos de pequeño tamaño, así como una abundante cantidad de cálculos, algunos de gran tamaño, en el segmento perineal de la uretra. (c) Se aprecia un número reducido de cálculos de pequeño tamaño en la vejiga y numerosos cálculos, algunos de gran tamaño, en los segmentos prostático y perineal de la uretra. (d) Se distinguen numerosos cálculos uretrales en el segmento peniano de la uretra.
1
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
Aparato genital
radiológicamente la morfología de la vagina y del ves-
~~~~~~~~~~~~
tíbulo vaginal.
Aparato genital de la hembra
El útero gestante normal se puede identificar en
El aparato genital normal de la hembra no se identifica
una radiografía simple a partir del día 30 de gesta-
en una radiografía simple, con la excepción del úte-
ción en la perra y entre los días 25 y 35 en la gata
ro en la segunda mitad de la gestación. La ecografía
(fig. 1.76), pero no será posible distinguir esta imagen
es la técnica de elección para evaluar el útero y los
de la producida por una distensión patológica del útero
ovarios normales, así como para identificar cambios
hasta el día 45 de gestación en la perra y entre los
patológicos en los mismos. No obstante, el número
días 36 y 45 en la gata, ya que a partir de entonces
de fetos y la relación entre el diámetro de la cabeza
es cuando se detecta la mineralización fetal. Hay que
fetal y el diámetro del canal pélvico en gestaciones a
tener en cuenta que estos datos se refieren a los días
término son evaluaciones que se realizan mediante
de gestación, que en la perra no coinciden necesaria-
radiografía simple, ya que la ecografía no aporta infor-
mente con los días transcurridos desde el momento
mación precisa en estos casos. La vaginouretrografía
de la cubrición, ya que el esperma puede permanecer
retrógrada, cuya técnica se ha descrito previamente
viable en el útero hasta 7 días antes de la fertilización.
en el texto (ver apartado Uretra) permite examinar
Esto significa que una ausencia de mineralización fetal
FIGURA 1.72. Imagen ampliada de la región pélvica en proyección
lateral de una perra a la que se le ha realizado una uretrografía retrógrada , en la que se observa una marcada irregularidad del contorno del uretrograma. Esta imagen es compatible con neoplasia uretral o uretritis grave.
FIGURA 1.73. Imágenes de resonancia magnética poscontraste ..,. en plano sagital (a) y transversal (b) de la región pélvica de una perra con una neoplasia uretral. La pared uretral presenta un engrosamiento marcado y generalizado, y realza después de la administración de gadolinio. Los límites externos de la pared uretral aparecen marcados por flechas en ambas imágenes. La resonancia magnética es una técnica excelente para la evaluación de las patologías intrapélvicas y de localización perineal.
Abdomen
en el día 45 poscubrición no implica necesariamen-
entre sí y con otras estructuras puede conducir a erro-
te un diagnóstico de gestación negativo. No obstante,
res diagnósticos, especialmente cuando el número de
la ecografía es mucho más precisa para realizar esta
fetos es muy elevado (fig. 1.77).
evaluación , ya que es posible identificar las vesículas
La ecografía no permite evaluar de forma precisa la
embrionarias desde los días 18 a 20 de gestación en
relación entre el tamaño del feto y el diámetro del ca-
la perra y 15 a 17 en la gata , aunque se recomienda
nal pélvico. Esta medición se debe realizar mediante
confirmar el diagnóstico unos días más tarde (a partir
radiografía del abdomen en proyección ventrodorsal
del día 23), cuando ya se visualiza el latido cardiaco. La ecografía puede ser menos precisa que la radio-
(fig. 1.78). Si el diámetro craneal del feto supera de forma evidente la anchura del canal en la radiografía
grafía al realizar un recuento del número de fetos. Para
se considera un signo evidente de distocia. Esto suele
realizar esta valoración se recomienda hacer radiogra-
ocurrir cuando el tamaño del macho es mucho ma-
fías del abdomen en proyecciones lateral y ventrodor-
yor que el de la hembra , sobre todo en gestaciones
sal al final de la gestación. Para mejorar la precisión
de uno o dos fetos, o en razas braquicéfalas, en las
del diagnóstico se debe contar el número de cabezas
que el tamaño del cráneo es proporcionalmente ma-
por un lado y el número de columnas por otro en am-
yor y la morfología de la pelvis materna es más apla-
bas proyecciones, ya que la superposición de los fetos
nada. Otras causas de distocia observables mediante
FIGURA 1.74. Imagen ampliada de la región pélvica en proyección lateral de
FIGURA 1.75. Proyección lateral del abdomen caudal tras realizar una
un perro macho al que se le ha realizado una uretrografía retrógrada, en la que se observa una zona de estenosis en el segmento perineal de la uretra, secundaria a una uretritis focal provocada por sondajes repetidos.
uretrografía retrógrada en una perra con rotura uretral. La flecha negra señala la extravasación del medio de contraste.
<1111
FIGURA 1.76. Proyección lateral del abdomen de una gata en el día 30 de gestación. El útero dilatado aparece craneal a la vejiga, desplazando el colon en sentido dorsal y el intestino delgado en sentido craneal. Al no encontrarse aún mineralizados los fetos, esta imagen podría confundirse con una dilatación del útero debida a causas patológicas. Se identifica, además, una fractura de isquion .
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ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
radiografía incluyen las alteraciones morfológicas de la
hematometra, sí se identifican con facilidad en la ra-
pelvis ósea (lo más común son las fracturas de origen
diografías, apareciendo como estructuras tubulares de
traumático, que pueden provoca r un estrechamiento
opacidad tejido blando, en muchos casos con recorri-
más o menos marcado del canal pélvico) o una mala
do tortuoso, que ocupan la parte central y caudal del
posición fetal en el momento del parto. La radiografía
abdomen (fig. 1.81). En algunos casos la dilatación
permite identificar el útero normal tras el parto, debido
sólo afecta a uno de los cuernos uterinos, por lo que
a su tamaño aumentado hasta el día 12 posparto en
los cambios en una radiografía ventrodorsal se pueden
la perra y hasta el día 6 posparto en la gata . También
observar en un solo lado del abdomen.
resultará útil para detectar retenciones fetales una vez finalizado el parto.
Los abscesos o granulomas de muñón uterino que pueden aparecer como complicación de una ovariohisterectomía no se suelen detectar en las radiografías,
Aunque la ecografía es mucho más adecuada para
a no ser que alcancen un tamaño suficientemente
evaluar una posible muerte fetal, en la radiografía se
grande como para provocar un claro "efecto masa"
pueden detectar algunos signos que sugieren este
entre la vejiga y el colon.
diagnóstico: • Presencia de gas dentro del feto o en la luz del útero gestante (fig. 1.79). • Posición anómala de las estructuras fetales mineralizadas. • Signos de retraso evidente en el desarrollo fetal
Las neoplasias uterinas son muy poco frecuentes y normalmente no se pueden diferenciar de masas de otro origen en las radiografías de abdomen. Las neoplasias ováricas también tienen baja incidencia en pequeños animales. Estas últimas pueden ser uni o bilaterales y en algunos casos se acompañan de lí-
(fig. 1.80).
quido libre peritoneal y carcinomatosis, lo que puede
Las hiperplasias endometriales y las endometri-
Cuando se identifican, su localización es caudal a los
tis que no se acompañan de gran acumulación de
riñones, pudiendo desplazar a éstos en sentido craneal
enmascarar la imagen de la/s masa/sen la radiografía .
líquido en la luz uterina se reconocen con facilidad
y al intestino en sentido ventral si alcanzan un gran ta-
en ecografía, pero habitualmente no son detectables
maño (fig. 1.82). Algunos tumores ováricos (teratomas
en la radiografía simple. En cambio, las dilataciones
y teratocarcinomas) pueden aparecer mineralizados.
marcadas del útero, generalmente debidas a piometra
Cuando se realiza la vaginouretrografía es impor-
y, con menor frecuencia, a hidrometra , mucometra o
tante mantener el extremo de la sonda Foley en el
FIGURA 1.77. Proyecciones
lateral (a) y ventrodorsal (b) del abdomen de una perra a los 55 días de gestación con ocho fetos. La radiografía es la técnica más precisa para realizar un recuento del número de fetos, aunque se debe efectuar en los últimos días de gestación para minimizar el daño que la radiación puede provocar en los fetos (el riesgo es mayor en el primer tercio de la gestación, en el periodo de organogénesis).
Abdomen
FIGURA 1.78. Proyecciones lateral (a) y ventrodorsa l (b) del abdomen de una perra a los 62 días de gestación con dos fetos. La radiografía ventrodorsal permite comparar el diámetro cranea l (entre las flechas) con la anchura del canal pélvico.
FIGURA 1.79. Proyecciones lateral (a) y ventrodorsal ampliada (b) del abdomen de una perra a los 64 días de gestación con dos fetos. En uno de ellos se observa gas intrafetal e intrauterino, hallazgos ambos indicativos de muerte fetal. Se identifica la pared abdominal fetal (flechas) al presentar gas a ambos lados de la misma.
FIGURA 1.80. Proyección lateral del abdomen de una perra a los 50 días de gestación con siete fetos. El feto marcado por el rectángu lo es más pequeño y el grado de mineralización es menor comparado con otros fetos. Este hallazgo podría deberse a muerte feta l, aunque debe ser confirmada por ecografía.
1
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
Anatomía radiográfica norma l del abdomen
proyección lateral
La estenosis vestibulovaginal es un estrechamiento anormal de la unión vestibulovaginal, que puede ser
http://goo.gl/S92Db
asintomática o predisponer a infecciones urinarias y genitales recurrentes en las hembras que la presentan.
vestíbulo vaginal y no introducirlo en la vagina, ya que
Aunque clásicamente se ha considerado que una altu-
al inflar el balón se podría provocar una rotura vaginal.
ra de la unión vestibulovaginal inferior a un tercio de la
La vagina normal presenta morfología fusiforme y du-
altura de la vagina en la proyección lateral es indicativa
rante el estro es frecuente ver que una pequeña can-
de estenosis, algunos trabajos de investigación sugieren
tidad de contraste pasa al cuerpo del útero. La unión
que este hallazgo puede ser casual en animales sanos.
vestibulovaginal normal aparece como una zona de estrechamiento entre la vagina y el vestíbulo (fig. 1.83).
Aparato genital del macho
Las masas vaginales (neoplasias, pólipos, absce-
La ecografía es la técnica de elección para examinar la
sos, hematomas, infiltración secundaria de un tumor
próstata y los testículos. La información que ofrece una
uretral) pueden crear defectos de llenado en el vagi-
radiografía es mucho más limitada.
nograma. La hipertrofia vaginal, más común en razas
En los perros, la próstata se localiza inmediatamente
braquicéfalas, y los tumores pueden causar una mar-
caudal al cuello de la vejiga . Su posición normal es intra-
cada irregularidad en los márgenes del vaginograma.
pélvica, por lo que habitualmente su silueta se encuen-
Los uréteres ectópicos que desembocan en la vagina se pueden rellenar de contraste al realizar la vagi-
tra enmascarada total o parcialmente por la superposición de la pelvis ósea en las radiografías de abdomen.
nouretrografía retrógrada, aunque conviene combinar
En los gatos, la próstata tiene una posición anató-
esta técnica con la urografía excretora para realizar una
mica más caudal que en el perro y su tamaño es muy
evaluación más precisa de esta anomalía.
pequeño, por lo que no se identifica en las radiografías.
FIGURA 1.81. Proyecciones laterales del abdomen de cuatro perras (a-d) y una gata (e) con piometra. El útero dilatado da lugar a la aparición de siluetas tubulares más o menos plegadas o tortuosas de opacidad tejido blando que ocupan gran parte del abdomen medio y caudal.
Abdomen
Además, las enfermedades prostáticas son extremadamente raras en gatos, por lo que sólo haremos referencia al perro desde este punto. El triángulo de grasa que se acumula entre el margen caudoventral de la vejiga y el margen craneoventral de la próstata, visible en la proyección lateral, ayuda a identificar la imagen de esta glándula en la radiografía (fig. 1.84). En ocasiones, la próstata normal se desplaza ligeramente en sentido cranea l, especialmente si la vejiga está muy distendida, lo que facilita su evaluación. Se considera que en perros sanos no castrados la altura de la silueta prostática no supera el 70% de la distancia entre el promontorio del sacro y el pubis en la proyección lateral. En algunas razas, como el Scottish Terrier, la próstata normal puede superar este límite.
FIGURA 1.82. Imagen ampliada de la zona central del abdomen en proyección lateral de una perra con neoplasia ovárica . La masa (flechas) presenta una localización caudal a los riñones y desplaza el colon en sentido ventral.
La uretrografía retrógrada permite evaluar la imagen de la uretra prostática y en ocasiones aporta información adicional sobre el parénquima prostático. En un perro sano, la uretra prostática tiene un diámetro más o menos homogéneo y márgenes lisos. En algunos casos se observa paso de contraste hacia el parénquima prostático normal, al rellenar parcialmente los conductos prostáticos. La causa más frecuente de aumento de tamaño de la próstata es la hiperplasia benigna, muy común en perros no castrados a partir de los 5 años de edad. Las prostatitis, los abscesos prostáticos y las neoplasias también pueden provocar un aumento más o menos marcado del tamaño de la glándula. En algunos casos, la prostatomegalia se acompaña de un desplazamiento craneal de la glándula hacia el abdomen (fig. 1.85). Si el aumento de tamaño es marcado, suele causar com-
FIGURA 1.83. Vaginograma normal en una perra. La unión vestibulovaginal (flecha blanca) tiene menor diámetro que el vestíbulo vaginal (w) y la vagina (vag). Durante el estro es normal que una pequeña ca ntidad de contraste pase al útero (flecha negra).
presión o desplazamiento dorsal del recto, que puede ser el único signo radiológico evidente de prostatomegalia si la glándula mantiene su posición intrapélvica (fig. 1.86). Cuando la altura de la silueta excede el 90% de la distancia entre el promontorio del sacro y el pubis, este hallazgo se considera indicativo de lesión tipo masa (neoplasia, absceso, quiste de gran tamaño). Si el incremento de tamaño es muy grande, en la radiografía aparece una masa en el abdomen caudal que desplaza las estructuras adyacentes en sentido craneal y dorsal (fig. 1.87). Cuando el diámetro de la uretra está muy disminuido como consecuencia de una enfermedad prostática , la vejiga puede aparecer entonces muy distendida.
FIGURA 1.84. Imagen ampliada del abdomen caudal en proyección lateral de un perro en el que se visualiza parcialmente la próstata normal. El borde cranea l de la glándula aparece marcado por flechas. El triángulo de grasa (asterisco) que se sitúa entre el borde caudoventral de la vejiga y el borde craneoventral de la próstata ayuda a identificar la imagen de esta última en las radiografías.
1
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
En el caso de las neoplasias prostáticas, el contor-
Los perros castrados presentan atrofia prostática
no de la glándula puede ser irregular o aparecer es-
secundaria a la orquiectomía, por lo que será difícil
casamente definido en la imagen , habiendo suficiente
identificar la silueta de la próstata en la radiografía. Lo
grasa a su alrededor. Como hallazgos asociados se
mismo puede ocurrir en pacientes con tumor testicular
pueden observar imágenes indicativas de aumento de
de células de Sertoli o en aquéllos que reciben terapia
tamaño de los ganglios linfáticos sublumbares ("efec-
estrogénica.
to masa" en situación ventral a L5-L6-L7) y lesiones
Si la silueta prostática es grande y el uretrograma
en las estructuras óseas más próximas, que sugieren
aparece desviado dentro de ella , este hallazgo será in-
metástasis. Las metástasis óseas de los tumores pros-
dicativo de la presencia de una lesión tipo masa en el
táticos suelen aparecer como lesiones proliferativas
parénquima de la glándula, mientras que si el uretro-
en el margen ventral de las vértebras lumbares y, con
grama prostático presenta estrechamiento marcado o
menor frecuencia , en el margen del sacro, alas ilíacas
irregularidad en sus márgenes (fig. 1.90) indicará en-
y fémur. En fases más avanzadas pueden metastatizar
fermedad agresiva de la próstata o de la uretra. El me-
a pulmón y otros huesos largos. La aparición de áreas
dio de contraste se puede extravasar a lesiones cavita-
de mineralización en el parénquima prostático es muy
rias del parénquima prostático que comuniquen con la
sugerente de neoplasia (fig. 1.88), aunque también
uretra (fig. 1.91). Si la morfología de estas lesiones es
puede aparecer en prostatitis crónicas graves.
muy irregular se considera compatible con neoplasia.
Los quistes para prostáticos pueden alcanzar un gran
La radiografía ofrece una información muy limitada de
tamaño, identificándose en las radiografías simples
los testículos, el escroto y el pene. La única patología testi-
como masas de opacidad tejido blando que se locali-
cular detectable sería una masa causada por un testículo
zan en la zona caudal del abdomen. En algunos casos
de localización abdominal o inguinal muy aumentado de
presentan mineralización de la pared. La realización de
tamaño. En el caso del escroto, se podría identificar la
una ecografía o, en su defecto, de una cistografía, per-
presencia de asas de intestino con gas en una hernia es-
mite diferenciarlos de la vejiga y de masas que tengan
crotal. También se han descrito deformaciones, fracturas
su origen en otros órganos abdominales (fig. 1.89).
y osteomielitis del hueso peniano (fig. 1.92).
FIGURA 1.85. Imagen ampliada del abdomen caudal en proyección lateral de un perro con prostatomegalia. La próstata (P) aparece aumentada de tamaño y desplazada en sentido craneal hacia la cavidad abdominal. La silueta de la vejiga (V) aparece craneal a ella.
FIGURA 1.86. Imagen ampliada de la región pélvica en proyección lateral de un perro con
prostatomegalia. La próstata (flechas) mantiene su localización intrapélvica, lo que limita en gran medida su evaluación por la superposición de la pelvis ósea. No obstante, sí se observa con claridad un desplazamiento dorsal del recto, que es un signo indicativo de prostatomegalia marcada.
Abdomen
Estómago
de contraste para examinar el tracto gastrointestinal en pequeños animales.
Aunque clásicamente la radiografía simple y de con-
El estómago se divide en parte cardial, fundus,
traste se habían considerado las técnicas de elección
cuerpo y parte pilórica (antro y canal pilóricos). En el
para la evaluación del estómago y el intestino, la incor-
perro, el cuerpo del estómago presenta una posición
poración de la ecografía como herramienta diagnóstica
central y el antro pilórico se localiza en el lado dere-
de uso ya rutinario complementa perfectamente la in-
cho. En el gato, el estómago se localiza principalmente
formación que ofrecen las radiografías simples, redu-
en el lado izquierdo, con el antro pilórico justo en la
ciendo drásticamente la necesidad de realizar técnicas
línea media.
FIGURA 1.87. Proyección lateral del abdomen de un perro con neoplasia prostática. La próstata (P) está muy aumentada de tamaño y ocupa gran parte del abdomen caudal, comprimiendo el tercio caudal del colon descendente. La vejiga (V) aparece craneal a la masa prostática. En el margen ventral de las vértebras L6 y L7 se observan lesiones osteoproliferativas irregulares (flecha) compatibles con metástasis óseas del tumor prostático.
FIGURA 1.88. Proyección lateral del abdomen de un perro con neoplasia prostática. En la zona de localización de la próstata se observan áreas de mineralización (flechas blancas) de los tejidos blandos. No se distingue con claridad el contorno de la glándula. En la zona ventral de la L7, en el sacro y en el margen craneal de una de las alas del ilion (flechas negras) se observan sobrecrecimientos óseos irregulares compatibles con metástasis del tumor prostático.
FIGURA 1.89. Imágenes ampliadas del abdomen caudal en proyección lateral de un perro con un quiste para prostático de gran tamaño con paredes
mineralizadas, antes (a) y después (b) de realizar una cistografía de contraste doble para identificar la posición de la vejiga (V) con relación a esta estructura.
1
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
La imagen del estómago depende de su contenido
como material radiopaco de aspecto granular, y el ta-
(fig. 1.93) y de la proyección radiográfica empleada.
maño del estómago puede doblarse o triplicarse en
Cuando el paciente está en ayunas, el estómago suele
condiciones normales. En la proyección lateral el eje
contener una mayor o menor cantidad gas y de con-
del estómago se sitúa perpendicular a la columna, pa-
tenido líquido/mucoso. En perros y gatos sanos, el es-
ralelo a las costillas, o en un punto intermedio entre
tómago sin alimento suele aparecer craneal al último
estas dos posiciones.
par costal, aunque también puede sobrepasarlo lige-
Uno de los factores más importantes que afectan a
ramente, ocupando aproximadamente dos espacios
la imagen del estómago es la posición del paciente al
intercostales. Cuando contiene alimento, éste aparece
realizar la radiografía. La relación entre la posición del
FIGURA 1.90. Imagen ampliada del abdomen caudal en proyección lateral de un perro al que se le ha realizado una cistografía de contraste doble. Se observa un reflujo de contraste positivo y gas hacia la uretra prostática, que presenta márgenes muy irregulares, lo que indica enfermedad agresiva de la próstata o de la uretra. Diagnóstico final: neoplasia prostática.
FIGURA 1.91. Imagen ampliada del abdomen caudal en proyección lateral de un perro al que se le ha realizado una uretrografía retrógrada, en la que se observa extravasación del medio de contraste a áreas cavitarias de morfología irregular, lo que se considera un hallazgo indicativo de neoplasia prostática.
FIGURA 1.92. Imagen ampliada del área del prepucio en proyección lateral de un perro con fractura del hueso peniano.
Abdomen
estómago y su imagen radiográfica es un concepto im-
Es importante saber aprovechar los desplazamien-
portante que se ha de tener en cuenta para interpretar
tos de líquido y gas dentro del estómago, para visualizar
correctamente las radiografías y para identificar ciertas
ciertas partes del mismo con más nitidez (fig. 1.95).
lesiones gástricas. La variación en la imagen del estó-
Mediante radiografía simple no es posible evaluar
mago se debe a cambios en la distribución del líquido
adecuadamente el grosor de la pared ni de sus plie-
y el gas que se encuentran en su luz: el líquido se de-
gues, ya que la pared y el contenido gástrico líquido/
posita en la zona declive por acción de la gravedad y el
mucoso presentan la misma densidad radiográfica
gas se desplaza hacia la parte más alta dentro de la luz
y no se distinguen en la imagen (es decir, podemos
gástrica (fig. 1.94).
pensar en una pared aumentada de grosor, cuando en
FIGURA 1.93. Imágenes ampliadas del estómago en proyección lateral de cinco perros sanos. Dependiendo del contenido gástrico la silueta del estómago se define más o menos claramente en la imagen. Cuando contiene gas (a) o alimento, ya sea parcialmente digerido (b) o sin digerir (c), es más fácil identificar los límites de la silueta gástrica. En cambio, cuando contiene una escasa cantidad de líquido/moco y gas (d) o sólo líquido/moco (e) la silueta aparece escasamente definida, difícilmente diferenciable de las estructuras de opacidad tejido blando que la rodean.
1
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
realidad lo que vemos es la imagen de la pared más
radiografías simples para confirmar la necesidad de
líquido en la luz (fig. 1.96).
llevar a cabo el examen con contraste, comprobar la
Se pueden emplear diversas técnicas de contraste
sición. Si es necesario sedar al animal se puede em-
preparación del paciente y ajustar los valores de expopara evaluar el estómago:
plear acepromacina o ketamina , ya que estos fárma-
• Gastrografía convencional con sulfato de bario.
cos apenas afectan a la motilidad gástrica.
• Gastrografía con medios de contraste yodados. • Neumogastrografía .
Gastrografía con sulfato de bario
• Gastrografía de contraste doble.
Para realizar una gastrografía convencional con sulfato
• Estudios del vaciado gástrico empleando
de bario se administra éste en preparación líquida , pre-
mezclas de alimento con bario o de alimento con marcadores radiopacos.
feriblemente en una concentración del 30% y en dosis de 7-15 ml/kg (7-8 ml/kg en perros de razas grandes y 10-15 ml/kg en perros de razas pequeñas y gatos).
El peristaltismo y el vaciado gástrico se pueden ob-
Aunque resulta más fácil administrar el contraste por
servar en tiempo real empleando fluoroscopia y un me-
vía oral con jeringa, este método conlleva un cierto
dio de contraste positivo.
riesgo de aspiración del contraste por vía respiratoria,
Antes de realizar un estudio de contraste gástrico el
lo que puede conducir al desarrollo de una neumonía
paciente debe permanecer en ayunas de 12 a 24 ho-
por aspiración (fig. 1.97). Como alternativa, se puede
ras. El estudio debe comenzar con la realización de
administrar el medio de contraste a través de un tubo
11
Lateral derecha
Lateral izquierda
Dorsoventral
Ventrodorsal
FIGURA 1.94. Representación de la variación de la imagen radiográfica del estómago debida a los cambios en la distribución del líquido y el gas en función de la proyección radiográfica realizada. Este esquema sólo se cumple cuando el estómago presenta una cantidad moderada de gas y líquido/moco en su luz.
Las diferencias según las proyecciones son:
111 En la proyección lateral derecha el gas se sitúa en el fundus y el cuerpo gástricos, ya que se encuentran en el lado izquierdo del paciente, y por tanto, representan la zona más alta en esta posición. El líquido se deposita en la zona declive, rellenando la parte pilórica. El fundus y el cuerpo se identifican en posición inmediatamente caudal al pilar diafragmático izquierdo (en la parte craneal y dorsal del abdomen). La parte pilórica aparece como una silueta de densidad tejido blando, situada en posición
ventral inmediatamente caudal al hígado. En ocasiones, la silueta de la parte pilórica presenta forma redondeada, pudiendo confundirse con una masa o un cuerpo extraño redondeado.
l!I En la proyección lateral izquierda el gas se desplaza hacia la parte pilórica del estómago, que se encuentra en el lado derecho del paciente y representa el punto más alto del estómago en esta posición. El líquido se deposita en el fundus y el cuerpo gástricos, lo que dificulta su identificación .
11 En la proyección dorsoventral el gas se aloja en la parte cardial, el fundus y una parte del cuerpo gástrico, mientras que el líquido se deposita en la zona ventral del cuerpo gástrico y en la parte pilórica.
11 En la proyección ventrodorsal el gas se localiza en la parte pilórica y en la zona ventral del cuerpo gástrico. El líquido rellena el fundus y el resto del cuerpo gástrico. Si están completamente vacíos, el fundus y el cuerpo pueden aparecer como siluetas de densidad tejido blando homogéneas.
Abdomen Anatomía radiográfica normal del abdomen
orogástrico. Hoy día esta técnica prácticamente sólo se
proyección lateral
utiliza para realizar estudios del vaciado gástrico. El vaciado gástrico es un fenómeno complejo, que
http://goo.gl/S92Db
depende de diversos factores, como el tipo de contraste empleado, el volumen administrado y la utiliza-
un diagnóstico falso de obstrucción pilórica. En cam-
ción de ciertos fármacos. El estómago comenzará a
bio, si la dosis administrada es alta, el vaciado puede
vaciarse más rápido cuanto mayor sea el volumen de
ser más rápido de lo normal.
contenido intraluminal, por lo que es importante em-
Se han realizado estudios de vaciado gástrico em-
plear la dosis estandarizada del medio de contraste.
pleando mezclas de alimento y bario, pero no se consi-
En condiciones normales, el vaciado suele comenzar
dera útil ya que el rango de normalidad en los tiempos
en los primeros 15 minutos tras la administración de
de vaciado es muy amplio (de 7 a 15 horas). También
bario, aunque en animales nerviosos se puede retra-
se han empleado esferas radiopacas de polietileno im-
sar hasta 30-45 minutos. El estómago suele vaciarse
pregnadas con bario (BIPS, por sus siglas en inglés)
completamente en un tiempo de 1 a 4 horas en el
mezcladas con alimento. El número y el tamaño de las
perro. Se debe dar una significación mínima a un va-
esferas, el tipo y la cantidad de alimento con el que se
ciado gástrico más rápido de lo normal. En cambio, el
mezclan y el tiempo de ayuno deben ajustarse estricta-
retraso en el vaciado es más significativo. Si la dosis
mente a un protocolo estandarizado, porque si no los
administrada de bario es baja se puede observar un
resultados son difíciles de interpretar. Una desventaja
retraso en el vaciado gástrico, lo que puede conducir a
de esta técnica es que el tiempo de examen puede
FIGURA 1.95. Imagen ampliada del abdomen craneal en proyección lateral de un perro con
FIGURA 1.96. Imagen ampliada del abdomen craneal en proyección
un cuerpo extraño radiotransparente en el antro pilórico. Al realizar la proyección lateral izquierda el gas se desplaza hacia el antro y rodea el objeto (flecha), lo que permite su identificación en la imagen.
lateral de un perro en la que se observa la prominencia de los pliegues de la pared gástrica. Este hallazgo radiológico puede aparecer en casos de gastritis, pero nunca se debe confirmar este diagnóstico sólo por la radiografía , ya que la interposición de líquido o moco entre los pliegues de una pared gástrica normal puede crear la misma imagen. Para examinar de forma precisa el grosor de la pared gástrica se debe realizar una ecografía.
1
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños anima les
ser muy largo (hasta 10 horas), por lo que no se suele
de algunos cuerpos extraños radiotransparentes y de
utilizar en la práctica.
masas intraparietales, aunque hoy día prácticamente
Gastrografía positiva con medios de contraste yodados
traste doble aportaría más información en estos casos
La gastrografía positiva con medios de contraste yoda-
simple y la ecografía con frecuencia permite realizar
dos se recomienda sólo cuando existe sospecha de ro-
estos diagnósticos sin necesidad de sedar al paciente
tura o perforación del estómago (o del intestino). Estos
ni de administrar medios de contraste.
no se realiza, primero porque la gastrografía de cony, segundo, porque la combinación de la radiografía
medios de contraste se diluyen en el tracto gastrointestinal, por lo que la calidad del estudio de contraste
Gastrografía de contraste doble
es menor comparada con la de los estudios realizados
La gastrografía de contraste doble sería la técnica de
con bario, pero se absorberían en la cavidad peritoneal
contraste más adecuada para evaluar la mucosa gás-
si resultaran extravasados. Su uso está contraindica-
trica y los pliegues que presenta, aunque debemos te-
do en pacientes deshidratados. Aunque se pueden
ner en cuenta que es preferible realizar este examen
emplear contrastes yodados hiperosmóticos en dosis
mediante ecografía, ya que ésta ofrece información
de 7 ml/kg, son más recomendables los contrastes no
directa sobre el grosor, la diferenciación de capas y el
iónicos de baja osmolaridad, como el iohexol o el iopa-
peristaltismo de la pared gástrica.
midol, que se pueden administrar diluidos al 33% en
Para realizar la gastrografía de contraste doble se
dosis de 8 ml/kg.
administra a través de un tubo orogástrico primero
Gastrografía de contraste negativo
aire (10-20 ml/kg o simplemente la cantidad suficien-
La gastrografía de contraste negativo se realiza introdu-
Esta técnica limita el estudio al estómago, ya que no
ciendo aire (20 ml/kg) en el estómago a través de un
permite evaluar adecuadamente ni el vaciado gástrico
tubo gástrico. Es imprescindible que el animal perma-
ni el intestino.
sulfato de bario líquido sin diluir (3-5 ml/kg) y después te para lograr una adecuada distensión del órgano).
nezca en ayunas de 12 a 24 horas antes del estudio para evitar la presencia de alimento dentro del estóma-
Alteraciones patológicas
go en el momento de realizarlo. Es una técnica relati-
La indicación más común de la radiografía simple del
vamente sencilla, que puede mejorar la visualización
estómago es la sospecha de cuerpo extraño. Es fácil
FIGURA 1.97. Proyección lateral del tórax más el abdomen craneal de un perro con aspiración de bario por vía respiratoria tras administrarlo por vía oral con jeringa. La aspiración de una cantidad pequeña o moderada de bario suele ser bien tolerada por el paciente, aunque su reabsorción a través del sistema linfático puede durar meses o años, pudiendo permanecer visible en las radiografías de tórax durante ese tiempo.
Abdomen
visualizar en la imagen aquellos objetos que presenten radiopacidad superior a la de los tejidos blandos
y líquidos (cuerpos extraños radiopacos), ya que se diferenciarán claramente de la pared gástrica y del contenido líquido o mucoso que se encuentre en la luz (fig. 1.98). La interpretación diagnóstica puede complicarse cuando estos objetos se encuentren rodeados de alimento, cuya opacidad heterogénea se puede confundir con la de ciertos objetos, sobre todo si éstos son de pequeño tamaño. Cuando un cuerpo extraño presenta una radiopacidad similar a la de los tejidos blandos y líquidos (cuerpos extraños radiotransparentes) su identificación radiográfica se complica mucho, ya que si se encuentran rodeados de líquido o moco, o adyacentes a la pared gástrica, en muchos casos no se podrán distinguir en las radiografías simples (fig. 1.99), a no ser que presenten una morfología característica (p. ej.: algunos tipos de pelotas) (fig. 1.100). Las técnicas de contraste pueden ayudar a confirmar la presencia del objeto dentro del estómago, pero merece la pena intentar antes identificarlo mediante ecografía, aunque ésta ofrecerá una información limitada cuando el cuerpo extraño se encuentre rodeado de gas. Si se realiza una gastrografía, los cuerpos extraños suelen ser más fáciles de diagnosticar cuando se administra una pequeña cantidad de bario, o realizando una gastrografía de contraste doble, en lugar de una gastrografía de bario con la dosis estándar, ya que cuando se administra un volumen grande de contraste positivo éste puede llegar a enmascarar la imagen del objeto. El aspecto de los cuerpos extraños en la gastrografía varía dependiendo de sus características. Ciertos objetos, como pelotas, madera, huesos de fruta , plásticos, etc., producen defectos de llenado de forma definida y bien delimitados. En cambio, los objetos que tienen una superficie absorbente, como telas o esponjas, pueden no crear inicialmente una imagen de defecto de llenado, al quedar el medio de contraste impregnado en el objeto, visualizándose mejor cuando la mayor parte del contraste haya pasado del estómago al duodeno (fig. 1.101). Otro diagnóstico que habitualmente se realiza mediante estudios radiográficos es la obstrucción pilórica, que puede ser aguda o crónica. Una obstrucción aguda se puede deber a un vólvulo gástrico o a la
FIGURA 1.98. Imágenes ampliadas del abdomen craneal en proyección lateral de cinco perros con diferentes cuerpos extraños localizados en el estómago. (a) Piedras. (b) Objetos de plástico con diferentes radiopacidades, uno lineal en el área del cuerpo gástrico (flecha) de menor opacidad y varios fragmentos aplanados de alta radiopacidad en el antro. (c) Objeto de plástico (juguete para morder). (d) Alambre. (e) Pelota .
1
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequE;ños animales
presencia de cuerpos extraños. La obstrucción pilóri-
Se puede producir un espasmo pilórico por nervio-
ca crónica generalmente se debe a un estrechamien-
sismo del animal en el momento de realizar el estudio
to del orificio del píloro, producido por enfermedades
de contraste. Por ello, resulta útil mantener al animal
que afectan a la pared o que bloquean el orificio,
30 minutos en un lugar tranquilo y repetir la radiografía
como la estenosis pilórica hipertrófica, un espasmo
después de ese tiempo. También se puede administrar
pilórico, inflamación, fibrosis, neoplasia o hipertrofia
un fármaco sedante o un espasmolítico. Si aunque se
de la mucosa del antro. Los signos radiológicos de las
haya mantenido al animal en un lugar tranquilo y se le
enfermedades obstructivas del píloro en la radiografía
haya administrado un fármaco espasmolítico, el paso
simple pueden variar desde un tamaño gástrico nor-
del bario al duodeno se retrasa más de una hora, se
mal hasta el aumento del mismo, dependiendo de la
debe considerar la posibilidad de que exista una dis-
severidad y de la duración de la obstrucción. En oca-
función pilórica (fig. 1.103).
siones se puede observar acumulación de material de
La dilatación y la torsión o vólvulo gástricos se diagnos-
densidad mineral en situación proximal a un punto de
tican mediante radiografía simple. Una dilatación aguda
obstrucción gastrointestinal (estómago o intestino), lo
del estómago puede deberse a una compleja variedad
que se ha denominado "signo de grava" (fig. 1.102).
de causas. En la imagen aparecerá aumentado de tama-
Este signo suele aparecer asociado a las obstruccio-
ño y lleno principalmente de gas, manteniendo su posi-
nes digestivas crónicas.
ción y relaciones anatómicas normales (fig. 1.104). La di-
En los estudios de contraste el hallazgo principal en
latación del estómago puede deberse a una obstrucción
los casos de obstrucción pilórica es el retraso en el vacia-
del canal pilórico o a una atonía de la pared gástrica, pero
do gástrico. Se le debe dar significación a aquellos retra-
también puede aparecer por aerofagia.
sos del vaciado en los que sólo pasa una pequeña can-
Una dilatación aguda puede o no seguirse de una
tidad de contraste del estómago al duodeno tras varias
torsión gástrica. La torsión o vólvulo gástrico se dife-
horas. La retención de la mayor parte del bario dentro del
rencia de una dilatación aguda simple por la presen-
estómago de 3 a 4 horas después de su administración
cia de rotación del estómago. La imagen radiográfi -
es indicativa de enfermedad obstructiva del píloro.
ca del estómago varía en función del tipo y grado de
FIGURA 1.99. Imágenes ampliadas del abdomen craneal en proyección lateral (a) y ventrodorsal (b) de un perro con un cuerpo extraño radiotransparente en el
estómago. En la proyección lateral, el objeto (trozo de tela) se podría confundir con contenido gástrico normal, aunque en la proyección ventrodorsal la aparición de franjas paralelas de densidad gas en el fundus (flecha) sugiere la presencia de un cuerpo extraño.
Abdomen
rotac ión, por un lado, y del grado de distensión, por
derecha, lateral izquierda, ventrodorsal y dorsoventra l)
otro (fig. 1.105). A medida que el estómago se dilata,
puede aportar información más precisa (fig. 1.106).
la curvatura mayor gira en sentido ventral y hacia la
Aparte de la distensión y el desplazamiento del es-
derecha, situándose a lo largo de la pared abdominal
tómago, un hallazgo radiográfico típico de torsión es
ventral. El píloro se desplaza en sentido dorsal, craneal
la imagen de compartimentación o imagen de "doble
y hacia la izquierda. La rotación en sentido contrario
burbuja", creada por bandas de densidad tejido blando
es poco frecuente. En caso de duda, la realización de
que se proyectan a través de la luz llena de gas del es-
las cuatro proyecciones radiográficas estándar (lateral
tómago (aparecen porque el estómago se pliega sobre
FIGURA uoo. Imagen ampliada del abdomen en
FIGURA 1.101. Imágenes ampliadas del abdomen craneal en proyección lateral (a) y ventrodorsal (b) de un
proyección ventrodorsal de un perro con una pelota (flechas) en el cuerpo gástrico. La pelota tiene una radiopacidad muy similar a la de la pared gástrica y el contenido líquido/moco, pero su margen redondeado característico permite identificarla en la imagen.
perro, 75 minutos después de administrar bario. Se observa una acumulación del medio de contraste principalmente en el estómago (E) y el duodeno proximal (DP), debido a la presencia de un cuerpo extraño que retiene gran parte del contraste (rejilla de plástico).
FIGURA 1.102. Imagen ampliada del abdomen craneal en proyección lateral de un perro que presenta una acumulación persistente de material radiopaco ("signo de grava") en el antro pilórico (flecha). Este hallazgo puede ser indicativo de un proceso obstructivo, en este caso a nivel del píloro.
FIGURA 1.103. Imagen ampliada del abdomen craneal en proyección lateral de un perro, al que se le ha administrado una dosis estándar de bario 70 minutos antes de obtener esta radiografía . La falta de paso de contraste del estómago al duodeno transcurrida una hora de la administración del bario es indicativa de disfunción pilórica.
FIGURA 1.104. Proyección lateral del abdomen de un perro con dilatación gástrica grave. No se observan signos de rotación del estómago.
1
, ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
sí mismo y la pared plegada se proyecta hacia la luz,
o rotura se produce una salida mayor o menor de con-
apareciendo perfilada entonces por el gas intraluminal
tenido gástrico a la cavidad peritoneal, lo que causa una
que la rodea).
peritonitis inicialmente focal, que se detecta bien por
La torsión gástrica también puede afectar a la ima-
ecografía, pero radiográficamente puede ser más difícil
gen de otros órganos, como el bazo, que puede apare-
de identificar. El hallazgo radiológico más significativo
cer aumentado de tamaño y desplazado de su posición
es la detección de gas libre en la cavidad peritoneal.
normal. También se pueden visualizar signos radiográ-
Cuando la cantidad de gas es pequeña el signo más fá-
ficos de íleo paralítico reflejo, dilatación del esófago,
cil de reconocer es la visualización del diafragma cuan-
por obstrucción a nivel de la unión gastroesplénica, e
do se acumula gas entre éste y el hígado (fig. 1.107)
hipovolemia pulmonar y microcardias.
(ver Cavidad peritoneal y espacio retroperitoneal) .
En las fases iniciales de una perforación gástrica los
Ecográficamente puede ser difícil identificar la
hallazgos en la radiografía simple pueden ser difíciles de
zona de perforación o rotura de la pared gástrica, por
interpretar. Dependiendo del tamaño de la perforación
lo que prácticamente en todos los casos en los que se
FIGURA 1.105. Proyecciones laterales del abdomen de cuatro perros con torsión gástrica (vólvulo gástrico). (a) Marcada dilatación gástrica con rotación de 180º;
una banda de densidad tejido blando se proyecta a través de la luz llena de gas del estómago, creando la imagen de compartimentación o "doble burbuja" (flechas en las imágenes a, by c). (b) Imagen similar a la anterior, aunque en este caso la radiopacidad del estómago es mayor porque contiene líquido y gas. (c) Marcada dilatación gástrica con rotación menor de 180º; el estómago contiene fundamentalmente gas. (d) Dilatación gástrica extrema con predominio de contenido líquido y moderada cantidad de gas, lo que dificulta la identificación de la rotación del estómago.
Abdomen
sospeche de perforación gástrica estará indicado realizar una gastrografía positiva con medios de contras-
Anatomía radiográfica normal del abdomen
.., [!]lt'L • .l!1
proyección dorsoventral
r.'1
te yodados, ya que éstos se absorben en el peritoneo
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http://goo.g i/F LLzU
si resultan extravasados y el bario no. Aunque ante la sospecha de una neoplasia gás-
estudios de contraste, el hallazgo radiográfico princi-
trica se debe realizar siempre una ecografía, la radio-
pal es la visualización de una lesión tipo masa que se
grafía puede aportar información útil, especialmente si
proyecta hacia la luz gástrica , creando una imagen de
no se dispone de ecógrafo o de experiencia suficien-
defecto de llenado en el gastrograma (fig. 1.108). Las
te para realizar un diagnóstico ecográfico preciso. La
masas pequeñas pueden quedar completamente en-
imagen radiográfica de una neoplasia gástrica puede
mascaradas cuando se emplea un volumen de bario
variar dependiendo de su tamaño, forma y localiza-
relativamente grande.
ción. En la radiografía simple se puede observar o
Dentro de las enfermedades difusas del estó-
no un "efecto masa " más o menos evidente. En los
mago se incluyen las que producen inflamación,
FIGURA 1.106. Imágenes ampliadas del abdomen craneal en proyecciones lateral derecha (a), lateral izquierda (b), ventrodorsal (c) y dorsoventral (d) de un perro con torsión gástrica. En las proyecciones laterales el antro pilórico (AP) se sitúa dorsal y el fundus (F) ventral, y en la ventrodorsal y la dorsoventral el antro pilórico se sitúa a la izquierda y el fundus a la derecha, al contrario de lo que ocurre en condiciones normales. En un perro sano, el gas se desplaza al fundus y el líquido al antro pilórico en la proyección lateral derecha, mientras que en la lateral izquierda el gas se acumula en el antro y los líquidos en el fundus. En este paciente ocurre al contrario por la rotación gástrica . De forma similar, cuando el estómago tiene una posición normal en la proyección ventrodorsal el gas se acumula en el antro y parte del cuerpo, y los líquidos se desplazan hacia el fundus, mientras que en la proyección dorsoventral el gas se situaría en el fundus y los líquidos en parte del cuerpo y del antro. En este paciente estas relaciones están invertidas debido a la torsión .
1
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
hipertrofia o atrofia de la pared. Generalmente estos
Intestino delgado
procesos no producen una alteración evidente en la imagen radiográfica del estómago, siendo más útil
Las radiografías simples permiten evaluar el con-
para su evaluación la ecografía o directamente la en-
torno, tamaño, posición , forma y radiopacidad del
doscopia. Debemos insistir aquí en que una imagen
intestino, pero se requieren estudios de contraste o
prominente de los pliegues de la pared gástrica no
ecografía para examinar las alteraciones de la pared,
necesariamente indica inflamación de la pared, ya
así como el peristaltismo o los tiempos de tránsito
que la misma imagen se puede observar en un ani-
anormales.
mal sano por interposición de líquido o moco entre los pliegues del estómago. En una gastritis urémica
Se han publicado varias referencias de diámetro nor-
se puede producir mineralización de la mucosa gás-
mal del intestino delgado en el perro (fig. 1.110):
trica, que en algunos casos se identifica radiográfica -
• Que no exceda de dos veces la anchura de una
mente (fig. 1.109).
FIGURA 1.107. Imagen ampliada del abdomen craneal en
proyección lateral de un perro con perforación gástrica. La cantidad de gas libre peritoneal que presenta el paciente es pequeña y se acumula fundamentalmente en la zona ventral al estómago (flecha negra), lo que podría confundirse con una acumulación de grasa. La identificación del diafragma (flecha blanca) por interposición de una mínima cantidad de gas entre el diafragma y el hígado confirma el diagnóstico de neumoperitoneo. Para confirmar que procede del estómago es necesario realizar una gastrografía con medios de contraste yodados.
FIGURA uoa. Imágenes ampliadas del abdomen ..,. craneal en proyección lateral, antes (a) y después (b) de administrar bario (dosis inferior a la estándar para no enmascarar la lesión) a un perro con una neoplasia gástrica. La masa crea un defecto de llenado en el antro pilórico. (c) Imagen ecográfica de la masa.
costilla.
Abdomen Anatomía rad iográfica normal del abdomen
• Que no exceda la altura de la parte central del
proyección lateral
cuerpo de la L2. • Que el cociente entre el diámetro máximo del
http://goo.gl/S92Db
intestino delgado y la altura mínima del cuerpo de la L5 no exceda de 1,6.
En una radiografía simple no se puede evaluar adecuadamente el grosor de la pared intestinal , ya quepo-
En gatos, el diámetro del intestino delgado no debe
demos confundirla con pared + líquido/moco intralu-
exceder de 12 mm o de dos veces la altura de la parte
minal (fig. 1.112), lo que puede llevar a un diagnóstico
central del cuerpo de la L4 (fig. 1.111).
erróneo de aumento de grosor (fig. 1.113). El grosor
La anchura del duodeno puede superar ligeramente estos límites en condiciones normales, ya que su diámetro es ligeramente mayor que el del yeyuno e íleon.
proyección lateral de un perro con mineralización de la mucosa gástrica en la zona del antro pilórico (flecha). Este hallazgo aparece asociado en muchos casos a las gastritis urémicas.
intestino delgado en radiografías laterales del abdomen en el perro: que no exceda dos veces la anchura de una costilla (a); que no exceda la altura de la parte central del cuerpo de la L2 (b); que el cociente entre el diámetro máximo del intestino delgado (A) y la altura mínima del cuerpo de la L5 (B) no exceda de 1,6 (c).
mente mediante ecografía. Hoy día son pocas las ocasiones en las que será necesario administrar un medio de contraste para evaluar
FIGURA 1.109. Imagen ampliada del abdomen craneal en
FIGURA i.110. Referencias del diámetro normal del
real de la pared intestinal se observa mejor directa-
~
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ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
el intestino. Se recomienda que el animal presente una
desea un tiempo de tránsito más rápido. Los hipe-
preparación previa (ayuno de 24 horas y administra-
rosmóticos atraen líquidos hacia la luz del intestino,
ción de un enema de 2 a 4 horas antes del examen)
se di luyen y avanzan más ráp ido que el bario, pero
antes de realizar el estudio de contraste. El sulfato de
ofrecen imágenes con menor calidad diagnóstica
bario en suspensión (en forma de preparaciones mi-
(fig. 1.114) y pueden provocar deshidratación transito-
cropulverizadas o líquidas) es el medio de contraste
ria del pac iente. Se administran en dosis de 2-3 ml/kg
de elección en la mayoría de los casos. Se recom ienda
en perros y 2 ml/kg en gatos. Los contrastes yodados
emplear dosis de 6-12 ml/kg en concentración del 20%
de baja osmolaridad , como el iohexol o el iopamidol,
en perros y de 12-16 ml/kg en gatos. La administración
también pasan más rápido que el bario a través del
de una dosis inadecuada es una de las causas más
intestino, pero atraen menos líqu idos hacia la luz,
frecuentes de los estudios de contraste no diagnósticos.
por lo que mejora la calidad diagnóstica del estudio
Se obtienen radiografías en proyección lateral y ven-
(aunque no es comparable con la de los estudios de
trodorsal en intervalos regu lares de 10 a 30 minutos,
bario), siendo su uso más recomendab le en anima les
dependiendo de la velocidad de tránsito del med io de
muy enfermos. Se pueden dil uir en proporción 1:2
contraste, y hasta que éste llegue al colon . Conviene
con agua y administrar 10 ml/kg de la mezcla tanto
realizar una radiografía a las 24 horas para descartar
en perros como en gatos.
retenciones anormales del contraste en el intestino del-
También se ha descrito el uso de esferas de pol ieti-
gado. El tiempo de tránsito normal varía de 2 a 4 horas
leno impregnadas con bario para detectar alteraciones
en el perro y es de aproximadamente 1 hora en el gato.
en el tránsito intestinal. Se presentan en dos tamaños:
Los med ios de contraste yodados sue len emplear-
1,5 mm y 5 mm de diámetro. Las de menor tamaño
se cuando se sospecha de perforac ión o cuando se
presentan un tiempo de tránsito intestinal similar al de
Líquido
FIGURA 1J11. Referencias del diámetro normal del intestino delgado en
radiografías laterales del abdomen en el gato: que no exceda de dos veces la altura de la parte central del cuerpo de la L4 o que mida menos de 12 mm en la imagen.
Líquido
Líquido
+ poco gas
+ gas
Sólo gas
FIGURA u12. Esquema representativo de la imagen radiográfica del intestino delgado en función del contenido intralumina l. En una radiografía no se puede evaluar el grosor de la pared intestinal, ya que el contenido líquido/ moco tiene la misma radiopacidad y no se distinguen en la imagen, creando una falsa apariencia de aumento de grosor de la pared.
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
dilatación de las asas (fig. 1.119). Cuanto más distal (a
la obstrucción es completa , el intestino delgado distal al
lo largo del intestino delgado) sea la obstrucción, y más
punto de obstrucción suele encontrarse vacío.
completa, mayor será el número de asas dilatadas. Así,
Como referencia para evaluar una posible obstruc-
las obstrucciones parciales son las que crean alteraciones
ción en el perro se considera que un valor mayor de
menos evidentes en las radiografías simples (fig. 1.120),
1,6 del cociente entre el diámetro del intestino y la al-
sobre todo si son recientes o si se localizan en segmen-
tura mínima del cuerpo de la vértebra L5 es indicativo
tos proximales del intestino delgado. El "signo de grava"
de obstrucción intestinal.
puede aparecer por acumulación de material granular en
Cuando los hallazgos clínicos y radiográficos son
localización anterior a un punto de obstrucción. Cuando
indicativos de obstrucción mecánica del intestino se
FIGURA 1:115. Proyecciones lateral (a) y ventrodorsal (b) del abdomen de un perro con dilatación intestinal focal (de 1 a 3 asas dilatadas) leve (de 1,5 a 2 veces el diámetro normal). Este patrón sería indicativo de obstrucción parcial o bien de una obstrucción completa reciente en segmentos proximales del intestino delgado.
FIGURA 1116. Proyecciones lateral (a) y ventrodorsal (b) del abdomen de un perro con dilatación intestinal focal (de 1 a 3 asas dilatadas) grave (mayor de 2 veces el diámetro normal). Este patrón sería indicativo de obstrucción completa en segmentos proximales del intestino delgado, obstrucción completa reciente en cualquier segmento del intestino, u obstrucción parcial crónica.
Abdomen Anatomía radiográfica norma l d e l abdomen
recomienda realizar un estudio ecográfico del abdo-
proyección lateral
men, ya que en muchos casos permitirá determinar la causa de la obstrucción . Si la ecografía no es con-
http://goo.gl/S92Db
cluyente y se mantiene la sospecha, estará indicada entonces la realización de un estudio de contraste o
permeable. Un íleo funcional puede ser secundario a
una laparotomía exploratoria.
diversos procesos, como peritonitis, pancreatitis, ciru-
En un íleo funcional cesan las contracciones peris-
gía abdominal reciente, enteritis víricas graves y enfer-
tálticas del intestino, debido a anomalías vasculares o
medades del sistema nervioso autónomo, entre otros
neuromusculares, y la luz se dilata, aunque se mantiene
(fig. 1.121).
FIGURA t117. Proyección lateral del abdomen de un gato con dilatación intestinal generalizada (número elevado de asas dilatadas) leve (de 1,5 a 2 veces el diámetro normal). Este patrón sería indicativo de obstrucción parcial o completa reciente en segmentos distales del intestino delgado, o de íleo funcional.
FIGURA 1l19. Proyección lateral del abdomen de un perro con obstrucción completa del intestino delgado después de varios días de evolución.
FIGURA 1.118. Proyección lateral del abdomen de un perro con dilatación
intestinal generalizada (número elevado de asas dilatadas) grave (mayor de 2 veces el diámetro normal). Este patrón sería indicativo de obstrucción completa u obstrucción parcial crónica en segmentos distales del intestino delgado.
FIGURA 1.120. Proyecciones lateral (a) y ventrodorsal (b) del abdomen de un perro con una obstrucción parcial crónica en segmentos distales del intestino delgado.
1
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
En muchos casos las radiografías simples no per-
simple, aunque sí se observará una dilatación intes-
miten diferenciar entre la dilatación intestinal causada
tinal dependiendo del grado de obstrucción mecá-
por un íleo funcional y la causada por un íleo mecá-
nica que produzcan. La ecografía o los estudios de
nico. La longitud del intestino afectado puede propor-
contraste pueden ofrecer un diagnóstico más preciso
cionar una orientación en este sentido, ya que es más
en este aspecto. Si el objeto extraño está fenestrado o
probable que las dilataciones localizadas se deban a
es absorbente, el bario puede pasar a través de él o
causas mecánicas, y que las generalizadas se deban
quedar retenido, causando un patrón de opacificación
a un íleo funcional, pero no siempre es así. De hecho,
moteado o lineal (fig. 1.123). Si no está fenestrado ni
las obstrucciones mecánicas crónicas de moderadas a
es absorbente, el objeto puede provocar una parada
graves pueden conducir a un íleo funcional.
del tránsito de bario (fig. 1.124) o crear un defecto de
Los cuerpos extraños radiopacos se reconocen fá-
llenado en la columna de contraste.
cilmente en .la? radiografías simples (fig. 1.122). ~n
Los cuerpos extraños lineales (p. ej.: cordones, hi-
carnbio, los objetos que tenga radiopacidad similar a
los, etc.) crean una imagen radiológica relativamente
la del líquido/moco y los tejidos blandos (radiotrans-
característica . Muchas veces una parte del objeto se
parentes), pueden no identificarse en la radiografía
mantiene en el estómago (o incluso en el esófago o
FIGURA 1:121. Proyección lateral del abdomen de un gato con íleo funcional secundario a una peritonitis.
FIGURA 1.122. Proyecciones laterales del abdomen de dos perros con cuerpos extraños radiopacos en el intestino delgado. (a) Restos de tubos de plástico. (b) Pelota aplastada. En ambos casos se observan signos de obstrucción intestinal.
.,...
Abdomen
en la boca) y el resto se aloja en el intestino delga-
los que la imagen puede variar en función del grado de
do. Éste presenta una imagen de plegamiento, con
permeabilidad que presente el intussusceptum (parte
retención focal de pequeñas cantidades de gas (gas
del intestino invaginada), y el espacio que quede entre
pockets) entre los pliegues (fig. 1.125). La imagen de
el intussusceptum y el intussuscipiens (parte del intes-
plegamiento intestinal puede ser más evidente en el
tino que contiene la porción invaginada).
estudio de contraste (fig. 1.126) y también se observa mediante ecografía.
Entre las masas que se originan en la pared intestinal se incluyen los tumores, los pólipos y los in-
Las invaginaciones o intususcepciones suelen
filtrados granulomatosos. El desarrollo de un patrón
provocar una dilatación intestinal severa, aunque en
intestinal obstructivo debido a estas lesiones depende
la mayoría de los pacientes no es posible diferenciar
de su tamaño, y de si crecen hacia la luz del intesti-
sólo con radiografía simple una invaginación de otras
no o hacia fuera de él (fig. 1.128). Con el tiempo, la
causas de obstrucción mecánica (fig. 1.127). El diag-
mayoría pasan de no causar obstrucción, a provocar
nóstico ecográfico de una invaginación es relativamen-
una obstrucción parcial, y de ahí a una obstrucción
te fácil, lo que excluye en la mayoría de los casos la
completa. Se suelen detectar clínicamente en la fase
realización de estudios radiográficos de contraste, en
de obstrucción parcial, con distensión focal de leve a
FIGURA 1.123. Imagen radiográfica ampliada de un hueso de melocotón con
restos de bario retenidos en su estructura.
FIGURA 1l25. Proyección lateral del abdomen de un perro con un cuerpo extraño lineal en el intestino delgado. El plegamiento de la pared intestinal provoca la retención de gas entre los pliegues (gas pockets, flechas). Se observa también litiasis vesical.
FIGURA 1.124. Proyección lateral del abdomen de un perro, con obstrucción completa por cuerpo extraño, tras 30 minutos de la administración de bario. El objeto provoca una parada brusca de la columna de contraste.
FIGURA 1:126. Proyección lateral del abdomen de un perro, con un cuerpo extraño
lineal en el intestino delgado, tras 45 minutos de la administración de bario. El plegamiento de la pared intestinal provoca una imagen a modo de "collar de perlas". Este tipo de imagen se puede encontrar también en el duodeno de gatos sanos por ondas peristálticas (ver capítulo Errores diagnósticos más frecuentes).
1
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
Anatomía rad iográfi ca normal del a bdomen
proyección ventrodorsal http://goo.gl/BWzlj
radiografías simples (fig. 1.130). El ciego felino es un divertículo corto, sin compartimentación y muy pocas veces contiene gas, por lo que no se suele identificar en las radiografías.
grave. Estas lesiones se identifican mejor si se realiza
El diámetro del colon normal varía dependiendo de
una ecografía o, en su defecto, un estudio de contras-
la cantidad de heces que contenga y de los hábitos de
te, en el que puede aparecer una imagen de defecto
defecación individuales. Como regla general, el diáme-
de llenado o de estrechamiento luminal unido o no a
tro del colon normal debe ser inferior a la longitud de la
múltiples muescas en la columna de bario (imagen
L7 en el perro, mientras que en el gato, el máximo diá-
en "corazón de manzana").
metro del colon no debe superar 2,2 veces el diámetro
Las enfermedades infiltrativas difusas de la pared intestinal (enfermedad inflamatoria intestinal, in-
del intestino delgado o 2,8 veces la altura del extremo cranea l de la L2.
flamaciones de origen infeccioso y algunos tipos de neoplasia) pueden provocar un patrón de densidad
Una evaluación más exhaustiva del intestino grueso
gas anormal con o sin dilatación intestinal , aunque en
requiere la realización de un estudio de contraste em-
muchos casos la radiografía no mostrará hallazgos sig-
pleando sulfato de bario en suspensión (enema de ba-
nificativos. La ecografía es mucho más adecuada para
rio), gas (neumocolon) o una combinación de ambos
la evaluación de este tipo de enfermedad.
(enema de contraste doble). La técnica más empleada es el enema de bario. Hoy día estaría indicada la realización de un enema de bario en los
sigui~ntes
casos:
Intestino grueso
• Cuando un estrechamiento de la luz impide el paso
Las radiografías simples y de contraste se han emplea-
• Si las propias limitaciones del endoscopio impiden
de un endoscopio. do clásicamente para evaluar las patologías del intesti-
realizar un examen completo del colon y el ciego.
no grueso. En la actualidad, la endoscopia ha sustituido
• Cuando se sospecha de una lesión parietal o extra-
en gran medida a la radiografía de contraste del colon,
parietal y la mucosa presenta un aspecto normal en
especialmente cuando se dispone de un endoscopio
el examen endoscópico.
flexible, que puede llegar hasta el colon transverso, colon ascendente y ciego. La ecografía también aporta
El an imal que va a ser sometido a un enema de con-
información diagnóstica útil, sobre todo con relación a
traste debe permanecer en ayunas de 24 a 36 horas,
las alteraciones de la pared, excluyendo el recto por su
y se le deben administrar laxantes por vía oral y ene-
localización intrapélvica. La tomografía computarizada
mas de agua cal iente previos al estudio. Se realizarán
y la resonancia magnética pueden tener gran interés
radiografías simples antes de administrar el contraste
precisamente en el examen de las patologías rectales,
para ajustar los valores de exposición y confirmar que
ya que ofrecen imágenes de excelente detalle anatómi-
el paciente presenta la preparación adecuada.
co de toda la región pélvica.
Tras anestesiar al paciente, se administra el bario a
En las radiografías simples se identifica fácilmente
temperatura ambiente a través de una sonda con glo-
el intestino grueso porque suele contener heces y gas,
bo inflable, que se coloca en la parte distal del recto
cuya densidad radiográfica contrasta con la de las es-
para evitar fugas de contraste. Habitualmente se em-
tructuras de alrededor. El colon tiene forma similar a
plean dosis de 7 a 15 ml/kg de sulfato bario en suspen-
un signo de interrogación (fig. 1.129). El ciego cani-
sión al 20% de concentración. Si se sospecha de una
no es semicircular (forma de "C" o en espiral), está
perforación del colon se debe sustituir el bario por un
compartimentado y suele contener una cierta canti-
medio de contraste yodado, preferiblemente de baja
dad de gas intraluminal . Este gas y su forma carac-
osmolaridad, en una concentración del 15 al 20%,
terística hacen que el ciego se reconozca fácilmente
aunque el grado de detalle de la mucosa disminuirá
en el abdomen medio derecho, en la mayoría de las
significativa mente.
Abdo m en
La persistencia de material fecal en el colon y el rec-
La presencia de cuerpos extraños en el intestino
to se denomina retención fecal (fig. 1.131). Si se acu-
grueso tiene un grado de significación limitado, ya que
mula una gran cantidad de heces que adquieren una
raramente causarán problemas si antes no lo han he-
radiopacidad muy alta, debido a la continua absorción
cho al pasar por el intestino delgado (fig. 1.133). No
de agua del contenido del colon, se habla entonces
obstante, sí se les dará importancia a aquéllos que
de impactación fecal (fig. 1.132). Una impactación
sean punzantes y puedan dañar gravemente la pared.
crónica puede provocar un aumento genera lizado del
Los procesos inflamatorios no suelen causar alteraciones radiográficas. En cambio, habitualmente sí se
tamaño del colon .
FIGURA 1.127. Proyección lateral del abdomen de un perro con una invaginación en el intestino delgado. Se observa un patrón de dilatación intestinal focal grave.
<11111
FIGURA 1.128. Proyección lateral del abdomen de un perro con una neoplasia del intestino delgado (flechas).
FIGURA 1.129. Proyección ventrodorsal del abdomen de un perro sano. El intestino grueso presenta forma de interrogación en esta proyección .
FIGURA mo. Proyección ventrodorsal del abdomen de un perro sano. El ciego (flechas) aparece en muchos casos en las radiografías como una estructura tubular curvada repleta de gas, en el abdomen craneal derecho. No debemos confundir esta imagen con una dilatación anormal del intestino delgado.
~
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ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
Anatomía radiográfica normal del abdomen
proyección lateral
causada por una neoplasia, una inflamación crónica o tejido cicatricial. A diferencia de la estenosis, el espasmo es
http://goo.gi/S92Db
transitorio y suele producirse por una técnica incorrecta al realizar un enema de bario. La mayoría de las estenosis
evalúan adecuadamente mediante ecografía, con ex-
se producen por neoplasias (fig. 1.137), aunque los ade-
cepción del recto debido a su localización intrapélvica.
nomas, la colitis ulcerativa y la colitis eosinofílica pueden
En casos de colitis grave (fig. 1.134), los estudios de
presentar hallazgos radiográficos similares.
contraste pueden mostrar irregularidad y ulceración lo-
Los divertículos colorrectales son poco frecuentes
calizada o generalizada de la mucosa, estrechamiento
y suelen aparecer en perros machos de edad avanza-
de la luz, engrosamiento de los pliegues de la pared,
da con alteración prostática y estreñimiento crónico,
divertículos y adherencias.
o asociados a hernias perineales. En las radiografías
Las dilataciones localizadas del colon habitual-
simples se puede observar una acumulación de heces
mente se deben a impactaciones fecales (fig. 1.135)
localizada, mientras que en los estudios de contraste,
u obstrucciones mecánicas, debidas por ejemplo a in-
éste se acumula en una estructura de morfología sacu-
vaginaciones cecocólicas o ileocólicas, estrechamien-
lar y borde liso (fig. 1.138).
tos del canal pélvico por fracturas, tumores de colon o cuerpos extraños.
Se ha descrito la aparición de fístulas vaginorrectales, uretrorrectales y rectocutáneas, que pueden tener
El colon puede presentar una dilatación generalizada
un origen congénito o adquirido. Ante la sospecha de
por exceso de contenido fecal. Si la dilatación se asocia a
este tipo de lesiones se recomienda realizar el enema
hipomotilidad de la pared se denomina entonces mega-
de contraste positivo con medios de contraste yodados,
colon. Las causas más comunes de megacolon incluyen
que pueden mostrar la comunicación entre el colon y la
el estreñimiento crónico y alteraciones de origen nutricio-
vagina, la uretra o la piel.
nal, metabólico, neurológico o mecánico (cuerpos extra-
Las anomalías congénitas del intestino grueso son
ños, anomalías anorrectales, hernias perineales, masas
poco frecuentes en perros y gatos. Se han descrito la
intrapélvicas, etc.). También se ha descrito el megacolon
imperforación anal (fig. 1.139), atresia del recto, atre-
idiopático, que es más frecuente en gatos (fig. 1.136). Un estrechamiento localizado de la luz del intestino grueso se puede deber a un espasmo o a una estenosis
sia del colon, fístulas, divertículos, duplicación del intestino grueso o del recto, y un colon corto y recto con el ciego en el hemiabdomen izquierdo.
FIGURA 1.131. Proyección lateral del abdomen de un gato con retención fecal
por estreñimiento.
FIGURA 1.132. Proyección lateral del abdomen de un perro con impactación fecal. El intestino grueso aparece muy dilatado (ocupa gran parte del abdomen) y repleto de material fecal de alta radiopacidad.
Abdomen
FIGURA 1:133. Proyección lateral del abdomen de un perro con cuerpos extraños (piedras) en el intestino grueso. La mayor parte de las piedras aparece en distintos segmentos del colon y un número mucho más reducido en el intestino delgado (flecha).
FIGURA 1:135. Proyección lateral del abdomen de un perro con dilatación focal de la zona central del colon descendente debida a la presencia de un fecaloma.
FIGURA 1:137. Proyección lateral del abdomen de un perro con neoplasia del colon. Los límites externos de la zona de localización del tumor se marcan con flechas blancas. El patrón de gas intraluminal (flecha negra) es indicativo de estenosis.
FIGURA 1l34. Proyección lateral del abdomen de un perro con colitis grave y
peritonitis por perforación de la pared del colon, tras realizar un enema con contraste yodado que pone de manifiesto la extravasación del mismo a la cavidad peritoneal.
FIGURA 1.136. Proyección lateral del abdomen de un gato con megacolon.
El colon aparece muy dilatado y acumula gran cantidad de heces de alta rad iopacidad.
FIGURA 1.138. Proyección lateral del abdomen de un perro con un divertículo rectal (flechas negras) perforado, tras realizar un enema con contraste yodado que pone de manifiesto la extravasación del mismo (flecha blanca) a la cavidad peritoneal.
1
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
Casos de
autoevaluación htt p://goo.gi/50 Ke3
FIGURA 1J39. Proyección lateral del abdomen de una perra de 1,5 meses de edad con atresia ana l y fístu la rectovagina l congén ita , antes (a) y después (b) de rea lizar un enema con contraste yodado, que pone de manifiesto la com unicación (flecha) entre la vagina y el recto.
Principios de interpretación Cuello
supera en cierta medida a la tomografía por su mejor
Excluyendo la columna cervical, que se revisa en el ca-
definición de los tejidos blandos.
pítulo 4, la radiografía del cuello aporta un grado limi-
La fluoroscopia, que ofrece imágenes radiográficas
tado de información sobre las estructuras anatómicas
en tiempo rea l aunque de escaso detalle anatómico, no
que lo forman. En condiciones normales se identifican
aporta información morfológica comparable con la del
la faringe, la laringe, la tráquea cervical , el paladar
resto de técnicas de diagnóstico por imagen, pero en
blando, la epiglotis y el hioides. El resto de los tejidos
esta región anatómica presenta una importante ventaja
blandos (esófago, vasos sanguíneos, ganglios linfáticos,
frente a ellas en la eva luación de las alteraciones en
músculos, glándulas salivales y glándulas tiroides y pa-
la deglución, ya que permite visualizar directamente el
ratiroides) no se identifican en las imágenes radiográfi-
paso de alimento de la boca a la orofaringe y de ésta
cas normales. La presencia de una mínima cantidad de
al esófago.
aire en la luz del esófago cervical suele ser un hallazgo incidental asociado a aerofagia, aunque la persistencia
Tórax
de este hallazgo en estudios repetidos podría deberse
La radiografía del tórax resulta esencial para el diag-
a alteraciones patológicas. La mineralización parcial de
nóstico de la mayoría de las patologías que afectan a
los cartílagos de la laringe es muy común y suele pro-
esta región anatómica. Aunque en muchas ocasiones
ducirse a partir de los 2-3 años de edad.
los hallazgos radiológicos son suficientes para realizar
La proyección más adecuada para examinar los
un diagnóstico bastante exacto, la combinación de la
tejidos blandos del cuello es la lateral , ya que en la
radiografía con otras técnicas de diagnóstico' por ima-
ventrodorsal y la dorsoventral la mayoría de las es-
gen, como la ecografía o la tomografía computarizada,
tructuras identificables se superponen con la colum-
garantiza en la mayoría de los éasos una aproximación
na cervical. No obstante, en algunos casos será ne-
diagnóstica bastante exacta de los pacientes con pato-
cesario realizar las dos proyecciones ortogonales, por
logía torácica.
ejemplo cuando se identifique un cuerpo extraño en la proyección lateral , ya que sólo así podremos confir-
Los principales factores limitantes en la interpretación
mar su localización exacta.
de las radiografías del tórax son:
Otras técnicas de diagnóstico por imagen aportan información mucho más amplia de esta región anatómica . La ecografía puede resu ltar muy útil en la evalua-
• La pérdida de información por superposición de estructuras. • La amplia variedad de conformaciones anatómicas
ción de las glándu las tiroides y paratiroides, la laringe,
y cambios fisiológicos que afectan a la imagen del
las glándulas salivales y de las masas en general, posi-
tórax.
bilitando también la toma de muestra para citología o biopsia . La tomografía computarizada y la resonanc ia magnética son excelentes para el examen de todos los componentes de esta región, aunque la resonanc ia
• La simi litud entre imágenes fisiológicas y patológicas en algunos casos. • La misma apariencia en la imagen radiográfica de patologías muy diferentes.
69
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
En la especie can ina las siluetas del corazón, el me-
• Evaluación de metástasis pulmonares: se emplean
diastino y el diafragma pueden variar en gran medida
las dos proyecciones laterales, derecha e izquierda.
dependiendo de la conformación torácica. Se distin-
Cuando colocamos al animal en decúbito lateral el
guen básica mente tres ti pos de conformación (fig. 2 .1):
pulmón que queda en una posición más baja (más
• Tórax estrecho y profundo (p. ej.: Galgo, Doberman, Collie). • Intermedia (p. ej.: Pastor Alemán, Labrador, Caniche). • Tórax ancho y poco profundo (p. ej.: Bulldog, Teckel, Basset Hound) .
próximo al chasis) queda parcialmente colapsado, ya que tiene limitada su capacidad de distensión. En cambio, el pulmón contralateral se llena de aire con normalidad. Si aparecieran imágenes nodulares de densidad tejido blando en el parénquima pulmonar, las diferenciaríamos mejor en un pulmón completamente distendido que en un pulmón ligeramen-
La conformación torácica en gatos es bastante constante, similar a la intermedia en perros. Al realizar una radiografía del tórax se deben incluir
te colapsado. Por ello, para evaluar la presencia de metástasis se realiza una proyección lateral derecha, que ofrece mejor imagen del pulmón izquierdo, y
las vértebras torácicas, la entrada de la cavidad toráci-
una lateral izquierda, que permite examinar mejor
ca, el esternón y la silueta del diafragma. Aparte de es-
el pulmón derecho. Cuando aparecen imágenes
tas estructuras, se visualizan en la imagen la tráquea,
dudosas en estas proyecciones se recomienda com-
el mediastino, la aorta, la vena cava caudal, la silueta
pletar el estudio con una proyección ventrodorsal.
cardiaca y los campos pulmonares. Se recomienda
• Si el animal presenta disnea grave la realización de
seguir un orden sistemático de evaluación y examinar
radiografías convencionales puede suponer un im-
detenidamente cada uno de estos elementos siempre
portante compromiso respiratorio. En estos casos
que sea posible en dos proyecciones ortogonales, que
sería recomendable realizar las radiografías con el
incluyan una lateral y una dorsoventral o ventrodorsal.
animal en estación, aunque no todos los equipos permiten colocar el tubo de rayos X en posición ho-
Dependiendo del motivo por el que se realice el estu-
rizontal para poder realizar este tipo de radiografías.
dio radiológico se recomienda elegir las proyecciones
Si no es posible realizarlas, se elegirá la proyección
siguiendo los criterios que se detallan a continuación:
dorsoventral frente a las ventrodorsales y laterales
• Evaluación de la silueta cardiaca: se emplean las
por suponer un menor compromiso respiratorio para
proyecciones lateral derecha y dorsoventral, ya que con ellas se obtiene una imagen más real de la si-
el animal . • Las proyecciones oblicuas centradas en la lesión
lueta. En la proyección lateral izquierda la silueta
pueden ser útiles para evaluar lesiones de la pared
aparece falsamente redondeada. En la ventrodorsal
torácica, por ejemplo tumores de las costillas.
el corazón se sitúa más alejado del chasis que en la dorsoventral, por lo que la silueta aparece ligeramente distorsionada en la primera.
Es muy importante cuidar al máximo la calidad técnica de las radiografías del tórax. La utilización devalo-
• Evaluación del pulmón: se emplean las proyeccio-
res de exposición incorrectos, una mala colocación del
nes lateral (generalmente la derecha) y la ventro-
paciente o una mala técnica de revelado pueden afec-
dorsal. Para evaluar correctamente el parénquima
tar en gran medida a la interpretación de las imágenes.
pulmonar nos interesa que éste presente la mayor
De forma general se deben emplear kilovoltajes al-
cantidad de aire posible (contrastará más con las
tos y miliamperajes bajos con el fin de reducir en la
estructuras de densidades radiográficas d iferen-
medida de lo posible el tiempo de exposición y mini-
tes), por lo que elegiremos la proyección ventrodor-
mizar así la influencia del movimiento respiratorio en
sal, ya que la capacidad de distensión de los pul-
las imágenes. Si se emplean valores de exposición
mones es mayor cuando el animal está colocado
demasiado bajos (radiografía subexpuesta) la imagen
en decúbito dorsal que cuando está tumbado en
radiográfica presentará mayor claridad de lo espera-
decúbito esternal.
do, mientras que si los valores de exposición utilizados
Cuello ~ tórax Anatomía radiográfica norm al del tórax
son demasiado altos (radiografía sobreexpuesta) la imagen será más oscura. En ambos casos la imagen del pulmón se verá especialmente afectada, pudiendo
proyección lateral derecha http://goo.g l/vbno5
incluso confundir estas variaciones con alteraciones patológicas. El uso de parrilla antidifusora (estática o
Si la radiografía se realiza en espiración la silueta car-
Potter-Bucky) es necesario cuando la altura del tórax,
diaca parecerá más grande y contactará o se super-
una vez colocado sobre el chasis, supere los 10 cm.
pondrá con la silueta del diafragma, y los pulmones
Aunque resulta complicado en la práctica, lo ideal
presentarán mayor densidad radiográfica.
es realizar las radiografías del tórax en el momento de
Respecto a la colocación del paciente, hay que pres-
máxima inspiración. Cuanto mayor sea la cantidad de
tar especial atención a la posición de las extremidades
aire en los pulmones más fácil resultará la identifica-
anteriores, que deben quedar correctamente extendi-
ción radiográfica de pequeñas lesiones en los mismos.
das para evitar su superposición con la parte craneal
FIGURA 2.1. Imágenes normales del tórax en proyección lateral de tres
perros con diferentes conformaciones torácicas: tórax estrecho y profundo (a), conformación intermedia (b) y tórax ancho y poco profundo (c). En la imagen (a) se observan diversos signos degenerativos debidos a la edad avanzada del animal: mineralizaciones pleurales, mineralización de paredes bronquiales, puentes óseos entre esternebras, mineralización de las uniones costocondrales y espondilosis deformante en algunas vértebras torácicas. En la imagen (c) aparecen varias bandas paralelas de densidad tejido blando superpuestas con las siluetas hepática y cardiaca creadas por pliegues de piel.
2
Cuello
l::J
tórax
FIGURA 22. Proyección lateral del tórax de un perro sano en la que las uniones costocondrales de ambos lados (marcadas por flechas negras las de un lado y por flechas blancas las del otro) aparecen muy separadas en la imagen debido a la rotación del tórax sobre su eje longitudinal. Esta rotación se corrige elevando el esternón ligeramente con una almohadilla radiotransparente hasta conseguir que el plano medio del tórax quede aproximadamente paralelo al chasis. Como consecuencia de la posición incorrecta la silueta cardiaca presenta un contacto cardioesternal falsamente aumentado y la tráquea aparece falsamente elevada.
FIGURA 2.3. Proyección dorsoventral del tórax de un perro sano en la que la columna torácica (flecha negra) y el esternón (flecha blanca) aparecen separados en la imagen debido a la rotación del tórax sobre su eje longitudinal. Como consecuencia de la posición incorrecta la mayor parte de la silueta cardiaca aparece falsamente situada en el hemitórax izquierdo.
FIGURA2.4. Proyección lateral del tórax de un gato sano. En comparación con el del
perro, el tórax del gato presenta una morfología más triangular, la silueta cardiaca tiene un diámetro craneocaudal menor (2 espacios intercostales) y el margen caudodorsal de los lóbulos pulmonares caudales puede aparecer ligeramente separado de la columna en condiciones normales (flecha), hallazgo este último que nos haría sospechar de un derrame pleural leve en el caso de los perros.
2
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
Anatomía radiográfica normal del tórax
proyección dorsoventral
Se denomina pectus excavatum a una deformación congénita del esternón, que presenta una curvatura
88~t1~k~Fl?pffigbITT~tJ~Tffi~Jtra~c1~~e8fla~~r ~ -§~ ·M~~ ventral del proceso xifoides que en ocasiones provoca
diastino desplazados dorsalmente y en ocasiones hacia
dolor. En animales de edad avanzada es habitual en-
un lado de la cavidad torácica. No suele producir sinto-
contrar sobrecrecimientos óseos que parten de los ex-
matología clínica, aunque en casos de marcada defor-
t re.mruv ctP~ lacv P~cxte.rnr?Jil§FLc;u \ ly t
[email protected] ::tJ fmmill"1 tp.H.f>S:lt eSo
m i~rp.H.Rr-d.Pc1jfiruíltttr1 .. l fu rp~rR:fütfrn 1 . 't-\ W~~c;:¡fPs-J"t1::t A::i
óseos entre ellas (fig. 2.7). Se considera un signo dege-
perros y gatos, es más común en razas caninas braqui-
nerativo asociado a la edad y sin significación patológica.
céfalas. En ocasiones se asocia a otras malformaciones
Las fracturas de esternebras suelen ser hallazgos
congénitas como hernia peritoneopericárdica, hipopla-
casuales y raramente causan signos clínicos. También
sia traqueal o defectos del septo ventricular.
se puede observar una mala alineación del esternón, a la que sólo le daremos significación si se acompaña de inflamación de tejidos blandos, derrame pleural o
Faringe, laringe y tráquea
signos clínicos asociados. Es poco frecuente encontrar neoplasias que afec-
Faringe y laringe
ten al esternón. Suelen aparecer como lesiones óseas
La faringe es un saco musculomembranoso que per-
agresivas con componente osteolítico y osteoprolifera-
tenece a los sistemas digestivo y respiratorio. Su parte
tivo y marcada inflamación de los tejidos blandos ad-
craneal se une a la boca y a la cavidad nasal, mientras
yacentes. Las osteomielitis pueden presentar un as-
que el extremo caudal se continúa con el esófago y la
pecto similar y suelen estar causadas por penetración
laringe. Esta última conecta la faringe con la tráquea
de cuerpos extraños o por mordeduras en esta región .
(fig. 2.9).
FIGURA2.6. Imágenes radiográficas en proyección lateral (a) y dorsoventral (b) e imagen de tomografía computarizada de un perro con una neoplasia primaria en la séptima costilla izquierda. Se observa una lesión ósea agresiva con componentes osteoproliferativo y osteolítico, así como signos de derrame pleural grave en el hemitórax izquierdo. En la imagen (b) se aprecian signos de derrame pleural leve en hemitórax derecho, mientras que en la imagen (c), obtenida días después, el grado de derrame es moderado.
Cuello lJ tórax
La radiografía aporta escasa información sobre estas
la luz faríngea o laríngea. Si se trata de objetos punzan-
estructuras, pero puede ser útil para detectar cuerpos
tes pueden perforar la pared y causar la formación de
extraños y masas de tejidos blandos en esta región .
abscesos en zonas adyacentes.
Para evaluar alteraciones funcionales de la faringe (dis-
Entre las masas que se originan en la pared de la
fagia faríngea y cricofaríngea) se requiere fluoroscopia,
faringe o la laringe y crecen hacia la luz se encuentran
ya que esta técnica permite examinar en tiempo real
los pólipos nasofaríngeos en gatos (fig. 2.11) y algunos
los movimientos de deglución del paciente.
tipos de neoplasia. Más frecuente es encontrar masas
Los cuerpos extraños se identifican fácilmente si
en tejidos adyacentes que desplazan la faringe y/o
su radiopacidad es superior a la de los tejidos blandos
la laringe de su posición normal (fig. 2.12). El origen
(fig. 2.10), o bien, si se encuentran rodeados de gas en
más frecuente de estas masas son las linfadenopatías
FIGURA2.7. Imagen ampliada de la región esternal en proyección lateral de un perro de edad avanzada . Se observan sobrecrecimientos óseos que tienden a unir los extremos de las esternebras y mineralizaciones de morfología irregular en las uniones costocondrales. Ambos hallazgos carecen de significación clínica.
FIGURA2.9. Imágenes normales en proyección lateral del cuello de un perro sano donde aparecen identificadas las principales estructuras anatómicas relacionadas con la faringe, la laringe y la tráquea cervical.
2
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
retrofaríngeas y los tumores tiroideos. Cuando los
incoord inados del músculo faríngeo. Es importante
ganglios linfáticos retrofaríngeos aumentan mucho
rea lizar radiografía del tórax cuando se sospecha de
de tamaño provocan un desplazamiento ventral de
disfagia, ya que es muy frecuente que estos pacientes
la faringe y la laringe, siendo frecuente observar este
presenten neumonía por aspiración.
ha llazgo en casos de linfoma o por linfadenopatía me-
En casos de síndrome braquicéfalo, que se carac-
tastásica de neoplasias orales o, con menor frecuen-
teriza por la aparición de diversas anoma lías en las vías
cia , de la cavidad nasa l. Los tumores tiroideos sue len
respiratorias altas en razas braquicéfa las de perros y
causar un desplazamiento dorsa l de la laringe.
gatos, se puede observar en esta región una imagen
Las disfagias faríngea y cricofaríngea pueden tener
anóma la del pa ladar blando, que puede aparecer
un origen congénito, especialmente en razas Spaniel,
elongado (extendiéndose más allá de la epiglotis) o au-
o adqu irido, generalmente en animales de edad avan-
mentado de grosor por edema. Estos anima les a veces
zada , en los que pueden aparecer como secuela de
presentan colapso laríngeo, pero éste suele producirse
enfermedades del sistema nervioso central o de pa-
en dirección laterolatera l, lo que difícil mente se aprecia
tologías neuromusculares. Habitualmente no causan
en las radiografía laterales, a no ser que sea muy grave.
alteraciones sign ificativas en las radiografías y se re-
Es común también la aparición de hipoplasia traqueal
quiere la rea lización de un estud io de los movimien-
en estos pacientes.
tos de deglución del paciente en tiempo rea l med iante
En casos de retroversión de la epiglotis, causada
fluoroscopia para su diagnóstico, en el que se admi-
por una movi lidad excesiva de la misma, la epiglotis
nistra al paciente alimento impregnado con bario. En
puede presentar una posición más vertical de lo normal.
casos de disfagia se puede observar reflujo nasal del bario, una acumulación del mismo en la faringe, un fa-
Tráquea
llo en la relajación del esfínter cricofaríngeo, aspiración
La tráquea es una estructura tubu lar semirrígida que co-
de bario hacia la laringe y la tráquea o movimientos
necta la laringe con los bronqu ios. En su parte distal se
FIGURA 2lO. Proyecciones lateral (a) y ventrodorsa l (b) del cuello de un perro con un cuerpo extraño metálico (clavo) en la laringe. Obtener las dos proyecciones ortogonales es esencial para determinar la posición exacta del objeto. El microchip de identificación aparece marcado con una flecha en ambas imágenes.
Cuello ~ tórax
distingue la carina, que aparece en las radiografías late-
En gatos y en razas caninas de conformación in-
rales como un área circular u ovalada más radiotranspa-
termedia la tráquea torácica forma un ángulo agudo
rente, que se sitúa a la altura del 4° o 5º espacio intercos-
con la columna. Este ángulo es mayor en perros con
tal. Los anillos traqueales tienen forma de "C" y se unen
tórax de conformación estrecha y profunda, mientras
dorsalmente por el músculo traqueal y tejido conjuntivo.
que en los de tórax ancho y poco profundo el recorrido
Para examinar la tráquea completa es necesario realizar una radiografía que incluya la parte cervical y la par-
traqueal es prácticamente paralelo a las vértebras. El diámetro traqueal se evalúa al dividir este valor
te torácica de la misma (fig. 2.13). En perros de tamaño
por el diámetro de la entrada torácica , cuyas medidas
mediano o grande habrá que obtener dos radiografías,
se toman en la proyección lateral . La altura de la entra-
una del cuello y otra del tórax, para realizar este exa-
da torácica se mide desde el borde ventral de la colum-
men. En la radiografía simple se distingue bien la cara
na a la altura del centro de la costilla más craneal hasta
interna de la pared traqueal porque contrasta con el aire
el borde dorsal del manubrio del esternón en su zona
intraluminal. En cambio, en condiciones normales la
menos gruesa. La altura de la tráquea se mide entre la
cara externa de la pared difícilmente se diferencia de las
cara interna del borde dorsal y la cara interna del borde
estructuras del cuello o del mediastino que la rodean.
ventral de la pared , en orientación perpendicular al eje
En general resulta más útil la proyección lateral, ya
longitudinal de la tráquea, en el punto donde la medida
que en las proyecciones dorsoventral y ventrodorsal la
de altura de la entrada torácica cruza por el centro de
tráquea se superpone con la columna cervical y torá-
la tráquea (fig. 2.14) . En perros este parámetro varía
cica. Se puede realizar una proyección craneocaudal
en función de la raza (tabla 2.1).
tangencial de la tráquea para visualizar la luz traqueal
Una mala colocación del cuello o la cabeza al realizar
a la altura de la entrada torácica, pero es difícil colocar
la radiografía lateral puede provocar una curvatura de la
correctamente al paciente y raramente aporta informa-
tráquea, que no debemos confundir con un desplaza-
ción adicional significativa.
miento real de la misma debida a masas adyacentes.
FIGURA2l1. Proyección lateral del cuello de un gato con una masa localizada en la nasofaringe (M), que causa una obliteración parcial de su luz. Diagnóstico anatomopatológico: pólipo nasofaríngeo.
FIGURA 2.12. Proyección
lateral del cuello de un perro con una masa en la región retrofaríngea . Aunque no se distinguen los márgenes de la lesión, el desplazamiento ventral de la faringe y la laringe indica un "efecto masa" en esa localización. Mediante ecografía se confirmó la presencia de una linfadenopatía retrofaríngea de gran tamaño en esta región . El microchip de identificación aparece en situación dorsal a la C2.
2
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
También presentará una falsa elevación cuando se realice la radiografía con el plano medio del tórax muy inclinado sobre el chasis, lo que se corrige con la colocación de una almohadilla rad iotransparente debajo del esternón. Algunos animales sin signos respiratorios muestran 0,21±0,03
central de la parte cervical y la zona central de la par-
Conformación torácica intermedia o de tórax estrecho y profundo
te torácica (fig. 2.15). Algunos autores atribuyen esta
Bulldog
0,11±0,03
Otras razas braquicéfalas
0,16 ± 0,03
un estrechamiento de la luz traqueal entre la zona
imagen a la superposición de los músculos ventrales del cuello y/o del esófago, mientras que otros consideran que el estrechamiento en estos casos puede ser real y deberse a la denominada membrana traqueal
un aumento del tamaño cardiaco provocan un despla-
dorsal redundante, que se invagina hacia la luz en
zamiento traqueal dorsal .
esta región de la tráquea. El grado de estrechamiento
El colapso traqueal se define como un estrechamien-
puede incluso variar con el ciclo respiratorio, igual que
to de la tráquea que puede afectar a su porción cervical,
en los casos de colapso traqueal. Estos dos procesos
a su porción torácica o a ambas. Se produce en sentido
se diferencian porque en los casos de membrana
dorsoventral, por lo que sólo la proyección lateral es útil
dorsal redundante (o superposición de estructuras) el
para su diagnóstico. Se trata de un proceso degenerativo
margen dorsal más radiopaco de la pared traqueal se
y progresivo que afecta fundamentalmente a perros de
mantiene en una posición normal, mientras que en
edad media o avanzada de razas pequeñas y miniatura.
casos de colapso este margen de la pared aparece
Si el estrechamiento afecta a la porción cervical éste se
desplazado. No obstante, este tema hoy día sigue cau-
produce durante la inspiración (fig. 2.16), mientras que
sando cierta controversia.
si afecta a la porción torácica , aparece durante la espi-
Los animales obesos también pueden presentar
ración (fig. 2.17). Ya que se trata de un proceso diná-
una imagen de aparente estrechamiento traqueal por
mico, que varía con el ciclo respiratorio, la fluoroscopia
acumulación de grasa a su alrededor, sobre todo a
es la técnica más adecuada para su diagnóstico. En su
la altura de la entrada del tórax. En las proyecciones
defecto, se pueden realizar radiografías convenciona-
dorsoventral y ventrodorsal la tráquea aparece super-
les en inspiración y espiración que incluyan la tráquea
puesta con la columna, perfectamente centrada o bien
cervical y la tráquea torácica , aunque resulta difícil en
ligeramente a la derecha de la línea media, pero nunca
la práctica ajustar el momento exacto del disparo al ci-
a la izquierda en condiciones normales. En animales
clo respiratorio. Es importante tener en cuenta que al-
obesos la tráquea puede situarse claramente en el lado
gunos animales sanos, especialmente -perros de razas
derecho. La bifurcación traqueobronquial, en cambio,
pequeñas y miniatura, con la edad pueden presentar
se debe encontrar siempre en la línea media.
una mayor laxitud de la membrana traqueal dorsal y un
En animales de edad avanzada y pacientes con sín-
adelgazamiento de los anillos traqueales, lo que causa
drome de Cushing es frecuente observar mineraliza-
una variación en el diámetro traqueal que se manifiesta
ción de los anillos traqueales, cuyo hallazgo en sí no
de la siguiente forma: durante la inspiración se reduce
tiene significación patológica. Los proce_sos inflamatorios (traqueítis y traqueo-
ligeramente el diámetro de la tráquea cervical y aumenta el de la tráquea torácica, y durante la espiración se
bronquitis) no suelen producir signos radiológicos
reduce ligeramente el diámetro de la tráquea torácica
evidentes.
y aumenta el de la cervical, aunque en condiciones
Un desplazamiento ventral de la tráquea puede
normales esta variación debe ser mínima. Radiológica-
estar causado por un megaesófago, cuerpos extraños
mente se puede graduar el colapso en función de si la
esofágicos o un aumento significativo del tamaño de
reducción de diámetro traqueal es del 25%, 50%, 75%
los ganglios linfáticos traqueobronquiales, mientras
o del 90 al 100%. Esta escala de graduación es similar
que la presencia de masas en el mediastino craneal o
a la empleada en broncoscopia, en la que el colapso se
Cuello
l::J
2
tórax
FIGURA 2.14. Imagen ampliada de la entrada del tórax en
FIGURA 2.13. Imagen radiográfica normal de la tráquea de un perro. Para evaluar su recorrido completo se debe incluir en la misma imagen la parte cervical y la parte torácica, siempre que el tamaño del paciente lo permita. En perros de tamaño mediano y grande habitualmente se tienen que radiografiar las dos regiones por separado (por tamaño y por diferencias en los valores de exposición). El microchip de identificación aparece en situación dorsal a las escápulas.
FIGURA2.15. Imagen ampliada de la tráquea en proyección latera l de un perro sin signos clínicos de anomalía respiratoria. Se observa un posible estrechamiento de la luz traqueal que se extiende desde la zona central de la tráquea cervica l hasta la zona central de la tráquea torácica, aunque se distingue una fina línea más rad iopaca dorsal compatible con la pared traquea l (flecha). Algunos autores atribuyen este tipo de imagen a la superposición de músculos y/o del esófago con la tráquea normal, mientras que otros consideran que en muchos casos se debe a la denominada membrana traqueal dorsal redundante, que se puede invaginar hacia la luz traqueal en mayor o menor medida dependiendo del momento del ciclo respiratorio.
proyección lateral en un perro sano. El diámetro traqueal se eva lúa mediante la relación del diámetro traqueal (flecha blanca) con el diámetro de la entrada torácica (flecha negra). La altura de la entrada torácica se mide desde el borde ventral de la columna a la altura del centro de la costi lla más craneal hasta el borde dorsal del manubrio del esternón en su zona menos gruesa. La altura de la tráquea se mide entre la cara interna del borde dorsal y la cara interna del borde ventra l de la pared, en orientación perpendicular al eje longitudinal de la tráquea, en el punto donde la medida de altura de la entrada torácica cruza por el centro de la tráquea. En perros este parámetro varía en función de la raza.
FIGURA 2.16. Proyección lateral del tórax más la entrada torácica de
un perro con colapso traqueal cervical. La reducción de diámetro es del 50% . El diámetro en la zona de estrechamiento está marcado con flechas blancas y el diámetro normal de la tráquea torácica con flechas negras.
61
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
• [!]
Anatomía radiográfi ca normal del tórax
.
proyección lateral derecha
http://goo.gl/vbno5
incompleto o anómalo de los anillos traqueales. La membrana dorsal puede estar ausente y la pared traqueal engrosada. Es más común en razas braquicéfalas (especialmente en Bulldog), aunque también se
clasifica como grado 1 (leve) cuando la reducción es del
ha descrito en Labrador, Pastor Alemán, Weimaraner y
25%, grado 2 (moderado) si la reducción es del 50%,
Basset Hound. Los pacientes con hipoplasia traqueal
grado 3 (grave) del 75% y grado 4 (total) si es del 100%.
pueden presentar también otras anomalías congénitas
Una reducción de diámetro inferior al 25% no se consi-
como megaesófago, estenosis pulmonar o estenosis
dera significativa. Es frecuente observar un grado mode-
aórtica. En algunos animales el desarrollo traqueal
rado de colapso traqueal en perros de razas pequeñas
puede estar retrasado, por lo que debemos ser cautos
y miniatura de edad avanzada sin evidencia de signos
al diagnosticar esta patología en animales muy jóve-
clínicos significativos. Es importante examinar también
nes. Hay que tener en cuenta que los perros de raza
los bronquios, ya que pueden presentar también colap-
Bulldog sin signos de enfermedad respiratoria pueden
so, asociado o no a colapso traqueal. Los gatos raramente presentan colapso traqueal
presentar un valor de la relación diámetro traqueal/diámetro de la entrada torácica de incluso 0,09 (fig. 2.19).
por degeneración de los cartílagos. Si se observa un
La estenosis traqueal se define como un estrecha-
colapso de la tráquea cervical en un gato se debe con-
miento traqueal localizado y permanente, no asociado
siderar la posibilidad de que exista una obstrucción en
al ciclo respiratorio, lo que la diferencia del colapso
las vías respiratorias altas, ya que la obstrucción puede
traqueal. No suele provocar signos clínicos a no ser
causar un incremento significativo del esfuerzo inspira-
que la reducción de diámetro supere el 80%. Gene-
torio que cree suficiente presión intratraqueal negativa
ralmente se produce como consecuencia de trauma-
como para colapsar la luz.
tismos previos, y las causas más comunes son heridas
La hipoplasia traqueal es una alteración congénita que se caracteriza por la disminución uniforme del
en la tráquea cervical por mordeduras o lesiones producidas por la colocación de un tubo endotraqueal.
diámetro traqueal en todo su recorrido, desde la larin-
Una rotura traqueal se puede producir como conse-
ge hasta la carina (fig. 2.18). Se debe a un desarrollo
cuencia de un traumatismo o debido a una intubación
FIGURA 2.17. Proyección lateral del tórax más la entrada torácica de un perro con colapso traqueal torácico. La reducción de diámetro es superior al 50% (aproximadamente 65%). El diámetro en la zona de estrechamiento está marcado con flechas blancas y el diámetro normal de la tráquea cervical con flechas negras.
FIGURA 2.18. Proyección lateral del tórax de un perro de raza Bulldog con
hipoplasia traqueal. La relación diámetro traqueal/diámetro de la entrada torácica es de 0,07.
Cuello
l::J
tórax
incorrecta, especialmente en gatos. El grado de dis-
Se identificarán o no en las radiografías dependiendo
nea que presente el paciente dependerá del tamaño
de su localización, tamaño y radiopacidad. Los cuerpos
de la lesión. En la radiografía se puede observar una
extraños radiopacos se identifican fácilmente mientras
morfología anómala de la tráquea con irregularidad de
que los radiotransparentes pueden o no identificarse
sus paredes o en la luz y frecuentemente se asocia a
dependiendo de su forma. La acumulación de moco
enfisema subcutáneo y neumomediastino, que puede
alrededor del cuerpo extraño crea un aumento focal de
extenderse al abdomen y causar un neumoperitoneo o
opacidad tejido blando en el lugar donde se encuentra.
un neumorretroperitoneo.
La tomografía computarizada es una técnica ade-
En gatos se puede producir una avulsión de la
cuada para evaluar y confirmar casos de colapso, rotu-
tráquea por traumatismos que conlleven una hipe-
ra, obstrucción o masa en la tráquea. Las radiografías
rextensión grave de la cabeza y el cuello. Paradójica-
permiten realizar un seguimiento de las endoprótesis
mente el animal puede llegar a la consulta tras varios
traqueales (stent), para evaluar posibles roturas, des-
días o incluso semanas del traumatismo , momento en
plazamientos o formación excesiva de tejido de granu-
el cual el enfisema subcutáneo o el neumomediasti-
lación a su alrededor. Sin embargo, la tomografía com-
no pueden haber desaparecido. En las radiografías
putarizada presenta como ventaja en este sentido la
se puede observar una dilatación focal grave de la
posibilidad de diferenciar entre tejido de granulación
tráquea, que aparece delimitada por una fina pared
excesivo y acumulaciones de líquido intraluminal.
constituida por la adventicia intacta o por tejido mediastínico de alrededor. Las masas traqueales intraparietales suelen estar
Esófago
provocadas por neoplasias, granulomas (p. ej.: por Oslerus os/en), pólipos o hematomas. Son poco frecuen-
La radiografía es una valiosa herramienta para diag-
tes y difíciles de identificar en las radiografías. Los linfo-
nosticar las patologías que afectan al esófago. Gene-
mas pueden causar una infiltración difusa de la pared.
ralmente se emplea la proyección lateral, ya que en
Los cuerpos extraños localizados en la tráquea suelen causar signos graves de obstrucción respiratoria .
la ventrodorsal y dorsoventral el esófago se superpone con la columna y el esternón.
FIGURA 2.19. Proyección
lateral del tórax de un perro de raza Bulldog sin signos respiratorios. La relación diámetro traqueal/diámetro de la entrada torácica es de 0,11, que en esta raza se considera dentro de los límites de normalidad. Los cartílagos traqueales aparecen mineralizados (sin significación patológica).
2
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
El esófago normal no se suele diferenciar en las ra-
condiciones normales es muy rápido, especialmente
diografías simples, ya que presenta la misma densidad
cuando se trata de líquidos. La administración del bario
radiográfica que la mayoría de las estructuras que lo
en forma de pasta resulta útil para evaluar la mucosa ,
rodean en el cuello y el mediastino. En ocasiones se
porque se adhiere a ella. Se suele utilizar cuando se
visualizan pequeñas acumulaciones de gas en su re-
sospecha de esofagitis o neoplasia, pero no se debe
corrido (fig. 2.20), debidas a la ingestión de aire en pa-
emplear si el estudio esofágico se va a acompañar de
cientes nerviosos o con dificultad respiratoria. También
un estudio gastrointestinal, ya que la pasta no rellena
es común observar, especialmente en la proyección
adecuadamente el estómago ni el intestino, y no se
lateral izquierda, una mínima retención de líquido en
mezcla bien con el bario líquido si éste se administra al
la parte distal del esófago, justo antes de entrar a través
mismo tiempo. Las suspensiones líquidas de sulfato de
del hiato esofágico del diafragma, lo que crea una si-
bario en dosis de 3 a 5 ml/kg no se adhieren tan bien
lueta de densidad tejido blando alargada que aparece
a la mucosa como la pasta, pero rodean las obstruc-
centrada entre el recorrido de la aorta y el de la vena
ciones con facilidad. En ocasiones es necesario admi-
cava caudal en la proyección lateral. Se puede obser-
nistrar una cantidad adicional para delimitar el esófago
var una moderada dilatación esofágica no significativa
completo cuando éste se encuentra muy dilatado.
en pacientes anestesiados (fig. 2.21) o en los que se ha realizado un sondaje esofágico.
No se debe emplear bario cuando se sospecha de una perforación o una rotura esofágica, ya que puede
Puesto que la información que ofrece la radiogra-
originar la formación de granulomas si se produce una
fía simple es limitada, frecuentemente se realizan es-
extravasación del mismo. En estos casos se pueden
tudios de contraste para evaluar el esófago. General-
emplear contrastes yodados hidrosolubles hiperos-
mente se emplea bario en forma de pasta o mezclado
móticos, como el amidotrizoato de meglumina, o con-
con alimento, con el fin de ralentizar en cierta medida
trastes yodados orgánicos de baja osmolaridad , como
el paso del contraste a través del esófago, ya que en
el iohexol o el iopamidol, a dosis de 7 ml/kg. Aunque
FIGURA 2.20. Proyección lateral del tórax y zona caudal del cuello de un perro sano. El esófago normal no se diferencia en las radiografías simples, ya que presenta la misma densidad radiográfica que la mayoría de las estructuras que lo rodean en el cuello y el mediastino, pero en este caso unas pequeñas acumulaciones de gas en su luz (flechas) permiten identificar su recorrido. Este hallazgo es relativamente habitual en pacientes nerviosos o con dificultad respiratoria debido a que ingieren aire. Si la retención de gas persistiera en radiografías consecutivas podría ser indicativa de patología (por ejemplo, esofagitis).
FIGURA 2.21. Proyección lateral del tórax de un perro con una dilatación
moderada del esófago debida a la anestesia. Las paredes dorsal y ventral del esófago aparecen marcadas con flechas blancas y el tubo endotraqueal con una flecha negra.
2
Cuello y tórax
estos medios de contraste definen peor la imagen del
es muy marcada , la tráquea y la silueta cardiaca pue-
esófago que el bario, se absorberían si resultaran ex-
den aparecer desplazadas ventralmente (en ocasiones
travasados, mientras que el bario no. Aunque su coste
el desplazamiento traq uea l ventral es el único hallazgo
económico es mayor, se recomienda emplear los con-
evidente en la radiografía simple). En las proyecciones
trastes de baja osmolaridad, ya que los hipertónicos,
ventrodorsal y dorsoventral un esófago moderadamen-
por sus efectos osmóticos, pueden dar lugar a un ede-
te dilatado puede quedar enmascarado por la superpo-
ma de pulmón si se aspiran o, si se emplean en ani-
sición con la columna vertebral , aunque es habitual ver
males con hipovolemia, el estado clínico del paciente
la tráquea desplazada hacia la derecha. En los pacien-
puede empeorar debido a la pérdida de líquido a través
tes con megaesófago se debe prestar especial atención
del tracto gastrointestinal.
a la imagen de los campos pulmonares ya que con fre-
Tras administrar el bario se puede observar en con-
cuencia presentan neumonía por aspiración .
diciones normales una retención temporal de contras-
Una esofagitis no suele producir cambios signifi-
te entre los pliegues de la mucosa esofágica, que crea
cativos en la radiografía simple, aunque en ocasiones
una imagen de bandas longitudinales paralelas en el
se observa una retención persistente de gas en la luz
perro, mientras que en el gato a las bandas longitu-
esofágica. El esofagograma puede mostrar retención
dinales se les suman otras transversales en el tercio
irregular de bario entre los pliegues de la mucosa, que
caudal del esófago torácico, lo que se ha denominado
se puede acompañar de dilatación difusa y no unifor-
imagen de "espina de pescado". También en condi-
me del esófago.
ciones normales se puede observar una mínima retención temporal del bario a nivel de la laringe o en la
Los cuerpos extraños alojados en la luz del esófago
entrada torácica.
constituyen una causa común de disfagia esofágica .
Es posible evaluar las anomalías funcionales del esó-
Las localizaciones más frecuentes de aparición de
fago realizando fluoroscopia, ya que permite observar en
cuerpos extraños esofágicos son:
tiempo real el paso del medio de contraste desde la oro-
• Esfínter esofágico superior.
faringe hasta el estómago. Se recomienda administrar
• Entrada torácica.
primero bario líquido y después alimento sólido mezcla-
• Base del corazón.
do con bario, lo que resulta especialmente útil para diag-
• Zona craneal al diafragma.
nosticar estenosis o trastornos regionales de la motilidad. Se utiliza el término megaesófago para describir la
Los cuerpos extraños radiopacos se reconocen con
dilatación anormal del mismo, generalmente asocia-
facilidad (fig. 2.23), pero el diagnóstico se puede com-
da a hipomotilidad de la pared. La dilatación se suele
plicar en el caso de los radiotransparentes. En el eso-
identificar mediante radiografía simple, aunque la reali-
fagograma a menudo se observa una acumulación del
zación de un esofagograma puede estar indicada para
contraste en situación craneal al cuerpo extraño, aun-
confirmar el diagnóstico en caso de duda, evaluar la
que también puede quedar impregnado en él si se trata
motilidad esofágica (mediante fluoroscopia) o detectar
de un objeto poroso. Pueden ocasionar obstrucción par-
la posible causa del mismo. En la radiografía simple,
cial, total o no obstruir en absoluto. Las complicaciones
tanto en la proyección lateral como en la ventrodor-
que pueden aparecer asociadas a los cuerpos extraños
sal y dorsoventral, se pueden visualizar en el área de
esofágicos son perforación y estenosis por cicatrización .
localización del esófago dos finas líneas de densidad
Los divertículos se definen como dilataciones loca-
tejido blando que convergen en el diafragma y que re-
lizadas del esófago y radiológicamente se reconocen
presentan la imagen de la pared del esófago dilatado
por la acumulación focal de gas o de material granular
(fig. 2.22). Estas líneas se diferencian mejor cuando
(ingesta) en el esófago. La administración del contraste
el esófago está lleno de gas, pero pueden ser indis-
permite delimitar el tamaño y la localización exacta de
tinguibles cuando contiene líquido o ingesta. La línea
la lesión. Cuando se localizan en el mediastino craneal
ventral en ocasiones queda enmascarada por la super-
se suele visualizar el divertículo en posición ventral a la
posición con la vena cava caudal. Cuando la dilatación
tráquea (fig. 2.24).
55
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
Las estenosis son estrechamientos localizados de la
El lugar de la comunicación puede ser esofagotra-
luz esofágica (fig. 2.25). Pueden aparecer como con-
queal , esofagobronquial o esofagopulmonar en origen .
secuencia de la presencia previa de un cuerpo extraño
En el esofagograma su imagen puede ser similar a la
en el punto donde se localiza la estenosis, asociadas a anomalías de los anillos vasculares o a tumores, y en
creada por la aspiración de un medio de contraste que se administre por vía oral y que se desvíe accidental-
casos de esofagitis por reflujo. Para su diagnóstico se
mente hacia las vías respiratorias.
requiere la realización de un esofagograma . No se debe
Las hernias de hiato suelen ser transitorias, pudien-
confundir una contracción peristáltica esofágica normal
do aparecer asociadas a los movimientos respiratorios.
con una estenosis en imágenes estáticas. Se pueden
Suelen ser difíciles de diagnosticar en radiografía sim-
diferenciar por fluoroscopia o, si no se dispone de ella,
ple, recurriendo entonces a la realización de estudios
repitiendo las radiografías a diferentes tiempos para ob-
de contraste y fluoroscopia. En los casos más obvios se
servar si la imagen de estrechamiento se mantiene.
puede identificar el estómago o una parte de él (con
Las anomalías congénitas de los anillos vasculares
sus pliegues característicos) en el tórax. En otros casos
provocan una compresión externa del esófago. La más
se visualiza una estructura de densidad tejido blando
común es la persistencia del arco aórtico derecho, que
menos definida en la parte caudodorsal del tórax, que
aparece con mayor frecuencia en perros que en gatos.
puede desaparecer en radiografías posteriores. En el
Se suele diagnosticar en animales jóvenes que pre-
estudio de contraste se identifica la imagen de una
sentan regurgitación. Estas anomalías suelen producir
parte del estómago en el tórax, aunque se puede mo-
una dilatación localizada del esófago en el mediastino
ver hacia dentro y fuera de la cavidad torácica con los
craneal , en situación craneal al corazón, que se puede
movimientos respiratorios.
confirmar con un estudio de contraste (fig. 2.26). Ge-
La invaginación o intususcepción gastroesofágica
neralmente la imagen del esófago caudal a la base del
es una alteración poco frecuente. El estómago o una
corazón es normal , aunque en ocasiones también apa-
parte de él se introduce en la luz del esófago, origi-
rece dilatado. En muchos casos se observa retención
nando la aparición de una silueta anómala en la parte
persistente de alimento en la zona dilatada.
caudodorsal del tórax. Si se realiza un estudio de con-
Las masas esofágicas pueden corresponderse con
traste, puede que éste no llegue al estómago y en su
neoplasias benignas o malignas o con masas inflama-
lugar delimite una masa esofágica intraluminal de gran
torias. Los tumores esofágicos son raros en pequeños
tamaño. En algunos casos la invaginación aparece de
animales. En las radiografías simples se pueden observar acumulaciones de ingesta o divertículos aso-
forma intermitente. El reflujo gastroesofágico ocurre cuando los ácidos
ciados, y en ocasiones una masa de densidad tejido
del estómago entran en el esófago, lo que suele causar
blando. En los estudios de contraste se suele identifi-
esofagitis. Las radiografías simples no suelen mostrar
car una zona de estrechamiento de la luz, con irregu-
hallazgos significativos, aunque en ocasiones se detec-
laridad de la mucosa.
ta dilatación focal del esófago distal con acumulación
Se puede sospechar de perforación esofágica en una
de gas o líquido.
radiografía simple por la presencia de enfisema subcutáneo de origen desconocido en el cuello o por la detección de signos de neumomediastino en el tórax. En oca-
Espacio pleural
siones puede acompañarse de neumotórax, derrame mediastínico o derrame pleural. El diagnóstico se confir-
El espacio pleural es el espacio anatómico compren-
ma administrando un medio de contraste yodado, que
dido entre las hojas visceral y parietal de la pleura
resultará extravasado, aunque si la perforación es pe-
(fig. 2.27). La pleura parietal cubre la cara interna de
queña su identificación puede ser complicada. En caso
la pared costal, el diafragma y el mediastino, y la pleu-
de duda la fluoroscopia puede facilitar el diagnóstico.
ra visceral cubre la superficie pulmonar y forma las fi-
Se pueden formar fístulas entre la luz esofágica y
suras interlobulares. Se trata de un espacio potencial
el sistema respiratorio, aunque son poco frecuentes.
que en condiciones normales contiene una mínima
~. '
Cue ll o
~
tórax
cantidad de líquido que actúa como lubricante para
origen pleural. Las mineralizaciones y mínimos en-
minimizar la fricción durante la respiración.
grosamientos pleurales son hallazgos habituales en
Mediante radiografía simple podemos detectar la presencia de contenidos anormales en este espacio
animales de edad avanzada y genera lmente no tienen significación patológica.
anatómico, generalmente líquido (derrame pleural)
La ecografía puede aportar información diagnósti-
o gas (neumotórax), así como identificar masas de
ca de gran interés en los casos de derrame y masas
FIGURA 2.22. Proyección lateral del tórax de un perro con megaesófago. Las
paredes del esófago aparecen marcadas con flechas blancas. La tráquea aparece ligeramente desplazada en sentido ventral.
FIGURA2.24. Proyección lateral del tórax de un perro al que se le ha realizado
una esofagografía con bario y que presenta un divertículo esofágico loca lizado en el mediastino craneal.
FIGURA 223. Proyección lateral del tórax de un perro con un cuerpo extraño de densidad mineral (hueso) en el esófago, en situación craneal al hiato esofágico del diafragma.
Proyección lateral del cuello de un perro al que se le ha realizado una esofagografía con bario y que presenta una estenosis esofágica (flecha). Esta imagen se podría confundir con una onda peristáltica, por lo que se debe confirmar la persistencia de la lesión, bien mediante fluoroscopia o bien repitiendo la radiografía en diferentes tiempos. FIGURA 225.
2
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
Anatomía radiográfica normal del tórax
proyección lateral derecha http://goo.gl/vbno5
proyección ventrodorsal se apreciarán mejor las fisuras interlobulares en casos de derrame leve o moderado, ya que en decúbito dorsal el líquido tiende a entrar en las fisuras, mientras que en decúbito esternal tiende a
pleurales, no así en los de neumotórax, ya que el aire
acumularse en situación dorsal al esternón. Si el com-
contenido en el espacio pleural se confunde fácilmente
promiso respiratorio lo permite se recomienda realizar,
con el pulmonar. Facilitará, además, la toma de mues-
además, la proyección lateral en estos casos.
tras para citología o biopsia.
Los signos radiológicos de derrame pleural varían en
La tomografía computarizada también es una alter-
función de la cantidad de líquido que se acumula. Pue-
nativa diagnóstica excelente para evaluar las anoma-
de tratarse de trasudado, exudado, sangre o linfa, que
lías que afectan a este espacio anatómico.
son indistinguibles en la radiografía. Comienza a ser detectable radiológicamente a partir de los 50-100 mi. Si
Derrame pleural
la cantidad es pequeña, en la radiografía únicamente
En los casos de derrame pleural grave es conveniente
se visualizarán finas bandas de densidad líquido en la
estabilizar primero al paciente, antes de someterlo a la
localización de las fisuras interlobulares (fig. 2.29). A
realización del estudio radiológico. Las radiografías rea-
medida que aumenta la cantidad de líquido se observa
lizadas con el animal en estación pueden ser útiles y,
retracción y redondeo de los bordes pulmonares, que
en su defecto, se elegirá la proyección dorsoventral por
aparecerán separados de la pared torácica por bandas
comprometer en menor medida el estado del paciente.
de densidad líquido. Las siluetas cardiaca y diafragmá-
Si el compromiso respiratorio no es grave es preferi-
tica pueden aparecer parcial o totalmente enmascara-
ble realizar la proyección ventrodorsal en lugar de la
das (fig. 2.30). Si la cantidad de líquido acumulado es
dorsoventral, ya que en esta última el líquido se acu-
muy abundante la silueta cardiaca puede estar eleva-
mula en mayor medida alrededor del corazón y em-
da, desplazando con ella la tráquea, lo que puede dar
peora su visualización (fig. 2.28), provocando además
una falsa impresión de cardiomegalia o masa mediastí-
un ensanchamiento de la silueta mediastínica. En la
nica (fig. 2.31), aunque debemos tener en cuenta que
FIGURA2.26. Proyección lateral del tórax de un perro de 2 meses de edad, antes (a) y después (b) de administrar bario, y que presenta una marcada dilatación focal del esófago localizada craneal al corazón. Este hallazgo sugiere la existencia de una anomalía congénita de los anillos vasculares (la persistencia del arco aórtico derecho es la más frecuente) que provoque una compresión externa del esófago a la altura de la base cardiaca. Véase que en la imagen (a) el único signo radiológico indicativo de dilatación esofágica es la marcada curvatura ventral de la tráquea.
2
Cuello lJ tórax
en algunos casos estas patologías pueden coexistir con el derrame pleural.
FIGURA 227. Representación de la pleura parietal (línea azul) y pleura visceral (línea verde) realizada sobre una imagen de tomografía computarizada del tórax de un perro. En condiciones normales el espacio pleural es un espacio anatómico potencial que sólo contiene una mínima cantidad de líquido como lubricante para minimizar la fricción durante la respiración.
Los espacios pleurales de ambos lados están interconectados, por lo que el líquido (o el gas en casos de neumotórax) se suele repartir de forma bastante equilibrada entre ambos hemitórax (fig. 2.32). Un derrame unilateral implica que la permeabilidad se ha perdido, lo que puede deberse a la formación de depósitos de fibrina en derrames crónicos o reactivos (piotórax, hemotórax, quilotórax) o a un proceso inflamatorio o neoplásico de la pleura. En gatos aparece con frecuencia en casos de piotórax. Cuando el derrame es unilateral los signos radiológicos varían en cierta medida: 1 En la proyección lateral se puede observar un au-
mento más difuso de densidad intratorácica en lugar de retracción pulmonar (lo que se puede confundir incluso con un infiltrado pulmonar). 1 En la proyección ventrodorsal y dorsoventral sólo
se observa retracción pulmonar en el lado afectado (fig. 2.33), llegando en los casos graves a presentar densidad tejido blando uniforme el hemitórax completo, manteniéndose normal el contra latera 1. 1
Puede aparecer una desviación del corazón hacia el lado sano. Un derrame pleural grave puede enmascarar una
DV
VD
FIGURA 228. Representación esquemática de la localización de una cantidad moderada de líquido pleural cuando se realizan las proyecciones dorsoventral (DV) y ventrodorsal (VD). En la proyección dorsoventral el líquido se desplaza hacia la zona ventral del tórax y rodea al corazón, por lo que la silueta cardiaca se verá menos definida. En cambio, cuando se realiza la proyección ventrodorsal el líquido se mueve hacia el techo de la cavidad torácica y queda separado del corazón , por lo que éste se apreciará mejor en la imagen. En el caso de un derrame grave la silueta cardiaca queda enmascarada en ambas proyecciones.
cardiomegalia, la presencia de infiltrados pulmonares, una masa pulmonar, pleural o mediastínica, una hernia diafragmática o una torsión pulmonar, por lo que se debe siempre revaluar al paciente una vez se ha procedido al vaciado del derrame, para descartar la existencia de alguna de estas patologías. Cuando se ha extraído líquido con un alto contenido en fibrina, los pulmones pueden no expandirse después de forma completa por engrosamiento pleural, pudiendo permanecer sus márgenes redondeados hasta que se resuelva el proceso. La ecografía contribuye a investigar la causa primaria del derrame, por ejemplo evaluando la función cardiaca, identificando masas, examinando posibles engrosamientos pleurales, defectos en el diafragma o torsión pulmonar. También identifica las zonas de
FIGURA229. Imagen ampliada del tórax en proyección lateral de un perro con derrame pleural leve. Se visualizan finas bandas de densidad líquido-tejido blando en la localización de las fisuras interlobulares que delimitan el lóbulo medio derecho.
atelectasia pulmonar y permite localizar pequeñas
89
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
colecciones de líquido para tomar muestras y guiar el drenaje torácico en casos complicados. En los casos de piotórax y quilotórax está especial-
y distribución del líquido, así como para determinar la causa en algunos casos (p. ej.: abscesos, trayectos fi stulosos, fugas en el conducto torácico, etc .). Ofrece
mente indicada la realización de tomografía computa-
una información diagnóstica más completa que la eco-
rizada para evaluar con mayor exactitud la extensión
grafía cuando el derrame aparece asociado a masas,
FIGURA 2.30. Proyecciones laterales del tórax de dos perros con derrame pleural, uno moderado (a) y otro de moderado a grave (b). En ambos casos el pulmón aparece separado del esternón por áreas de densidad líquido-tejido blando, pero el grado de retracción y el redondeo de los márgenes pulmonares son más marcados en la imagen (b). En la imagen (a) sólo queda enmascarada por el líquido la zona ventral de la silueta cardiaca y de la cúpula diafragmática, mientras que en la imagen (b) no se observa la silueta cardiaca ni la mayor parte de la silueta diafragmática.
FIGURA 2.31. Proyección lateral del tórax de un gato con derrame pleural grave. Los pulmones aparecen escasamente distendidos y la tráquea elevada. La mayor parte de la cavidad torácica presenta densidad líquido-tejido blando prácticamente homogénea y no se distinguen en la imagen las siluetas cardiaca ni diafragmática.
FIGURA 2.32. Proyección dorsoventral del tórax de un gato con derrame pleural bilateral grave. El líquido aparece repartido de forma más o menos equilibrada entre los dos hemitórax.
FIGURA 2.33. Proyección dorsoventral del tórax de un gato con derrame pleural unilateral izquierdo moderado. El pulmón derecho presenta un patrón alveolarintersticial compatible con neumonía, edema o hemorragia, fundamentalmente. La existencia de un derrame pleural unilateral en gatos sugiere con bastante probabilidad la presencia de un piotórax, aunque también puede aparecer por otras causas.
Cuello y tórax
defectos en el diafragma o torsión pulmonar. En los
Si existe un neumotórax a tensión el tórax aparecerá
casos de quilotórax se lleva a cabo una linfangiogra-
ensanchado, las costillas estarán extendidas al máxi-
fía administrando un contraste yodado a través de un
mo y la silueta del diafragma estará aplanada o incluso
vaso linfático mesentérico o inyectándolo de forma
curvada en sentido contrario a su posición normal.
ecoguiada en un ganglio mesentérico. De esta forma
Si el neumotórax es unilateral se observará una
se pueden identificar fugas en el conducto torácico (o
desviación de las estructuras mediastínicas hacia el
en alguna de sus ramas) y linfangiectasias.
hemitórax contralateral en la proyección dorsoventral y ventrodorsal. En la proyección lateral puede no verse
Neumotórax
elevación de la silueta cardiaca si el lado afectado se
Se define como la presencia de gas libre en el espacio
coloca en la posición más alta.
pleural. En ocasiones se confunde este término con el
Se puede detectar un hidroneumotórax (presencia
de neumomediastino, que corresponde a la presencia
de líquido y gas en el espacio pleural) debido a trauma-
de gas en el espacio mediastínico.
tismos, abscesos pulmonares o perforación esofágica.
La causa más frecuente de neumotórax son los traumatismos, en cuyo caso debemos siempre revisar
Los hallazgos radiológicos dependerán de la cantidad y proporción de líquido y gas acumulados.
detenidamente las estructuras esqueléticas en la ima-
En la proyección dorsoventral y ventrodorsal los plie-
gen, especialmente las costillas, ya que las fracturas
gues de piel pueden crear un artefacto que se puede
costales con escaso desplazamiento de fragmentos
confundir con una imagen de neumotórax, lo que se
pueden ser difíciles de identificar. Un neumotórax tam-
denomina falso neumotórax o pseudoneumotórax. La
bién puede aparecer de forma espontánea (p. ej.: por
zona medial al pliegue presenta mayor radiopacidad que
rotura de bullas pulmonares) o por causas iatrogénicas (p. ej.: por una punción del pulmón). En los casos de neumotórax la radiografía lateral muestra una elevación de la silueta cardiaca, que aparece separada del esternón por una banda de
Haz de rayos X
densidad gas. En realidad el corazón no se eleva, sino que se desplaza hacia el centro de la cavidad cuando se tumba al paciente de lado, ya que se pierde el soporte normal que ejerce el pulmón, al encontrarse éste parcialmente colapsado en los casos de neumotórax (fig. 2.34). A medida que se incrementa la cantidad de gas en el espacio pleural los lóbulos pulmonares caudales comienzan a colapsarse y se separan de la columna y del diafragma (fig. 2.35). En general, la proyección lateral es más sensible para detectar neumotórax leves o moderados, ya que en estos casos puede resultar difícil identificar la retracción pulmonar en las proyecciones dorsoventral y ventrodorsal. Entre estas dos últimas se prefiere la dorsoventral en casos de neumotórax leve. Los pulmones podrán presentar un mayor o menor grado de incremento de opacidad dependiendo del grado de colapso, lo que impide evaluar adecuadamente la presencia de alteraciones en el parénquima (se descartarán repitiendo el estudio radiológico una vez realizado el drenaje de la cavidad).
FIGURA 2.34. Representación esquemática del desplazamiento del corazón que crea la imagen de "elevación" de la silueta cardiaca en la proyección lateral en los casos de neumotórax. El corazón pierde el soporte normal que le proporciona el pulmón sano. El pulmón colapsado ocupa menos volumen y como resultado el corazón se desplaza hacia el centro de la cavidad torácica, lo que origina la imagen de elevación en la proyección lateral.
2
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
la zona lateral a él. Si el contraste de grises es muy mar-
rutinariamente para la evaluación del neumotórax. Un
cado, la zona lateral se puede llegar a confundir con pre-
criterio de diferenciación es que el aire contenido en el
sencia de gas libre en el espacio pleural (fig. 2.36). Para
espacio pleural permanece estático, mientras que el
diferenciarlo de un neumotórax verdadero debemos exa-
gas contenido en los pulmones se desplaza con la ins-
minar minuciosamente la zona más radiotransparente y
piración y la espiración . La ecografía puede resultar útil
ver si se identifican en ella vasos pulmonares, cuya pre-
para identificar cuerpos extraños o trayectos fistulosos
sencia confirma que la imagen se debe a un artefacto.
localizados en la pared torácica cuando se sospeche
Los pequeños vasos se aprecian mejor si empleamos un
que ésta pueda ser la causa del neumotórax.
foco de luz brillante en el caso de las radiografías ana-
La tomografía computarizada aportará una informa-
lógicas o subiendo mucho el brillo de la imagen en las
ción diagnóstica más completa en los casos de neu-
digitales. También se puede apreciar una imagen similar
motórax recurrente o persistente sin causa conocida
a un neumotórax cuando el pulmón presente una dismi-
(fig. 2.37).
nución de su radiopacidad debido a un inflado excesivo (por ejemplo secundario a asma o enfermedad bronquial
Masas pleurales
crónica) o en casos de enfisema pulmonar, hipovascula-
Radiológica mente, los tumores, abscesos o hematomas
rización del pulmón o hipovolemia.
pleurales dan lugar a una imagen de engrosamiento
Ecográficamente es difícil distinguir el gas libre lo-
pleural localizado. Las neoplasias pleurales pueden ser
calizado en el espacio pleural del aire contenido en el
primarias (mesoteliomas) o deberse a una infiltración
pulmón normal, por lo que la ecografía no se emplea
secundaria de la pleura (carcinomatosis pleural).
FIGURA 2.35. Proyecciones lateral (a) y dorsoventral (b) del tórax de un perro con neumotórax bilateral de moderado a grave. En la imagen (a) la silueta cardiaca aparece separada del esternón por una banda de densidad gas y el pulmón (P) aparece colapsado, por lo que su radiopacidad está aumentada. En la imagen (b) se distinguen ambos pulmones colapsados y separados de la pared costal por bandas de densidad gas, aunque el grado de retracción pulmonar es mayor en el hemitórax izquierdo. La silueta cardiaca aparece disminuida de tamaño, lo que constituye un hallazgo habitual en casos de neumotórax grave.
Cuello ~ tórax
Las masas pleurales se caracterizan por presentar
La tomografía computarizada definirá mejor los
zonas relativamente amplias de contacto con la pa-
márgenes de la masa, aunque en los casos de meso-
red costal , lo que ayuda a distinguirlas de las masas
telioma el derrame pleural puede ser el único hallazgo
de origen pulmonar o mediastínico en las radiografías
reconocible. Es común encontrar en el estudio masas
dorsoventrales y ventrodorsales. No obstante, no po-
pericárdicas o derrame pericárdico asociados.
demos confirmar con seguridad el origen pleural de una masa torácica basándonos sólo en los hallazgos
Engrosamientos pleurales
radiológicos. Es muy común, además, que queden
En animales de edad avanzada se pueden visualizar fi-
enmascaradas en la radiografía por un derrame pleu-
nas líneas de densidad tejido blando o mineral en la loca-
ral asociado, por lo que se identificarán mejor tras
lización de las fisuras interlobulares que se deben gene-
el drenaje de la cavidad torácica. El desplazamiento
ralmente a engrosamientos de la pleura sin significación
de estructuras adyacentes también puede orientar el
clínica . Las mineralizaciones pleurales también pueden
diagnóstico en caso de derrame asociado a la masa
aparecer en las imágenes torácicas como pequeñas
(fig. 2.38).
áreas repartidas por los campos pulmonares (fig. 2.39).
La ecografía permite identificar las masas pleurales
Los engrosamientos pleurales patológicos apare-
habiendo o no derrame concomitante, aunque tampo-
cen en la imagen como bandas de opacidad tejido
co diferencia claramente el origen pleural de un posi-
blando de morfología irregular (fig. 2.40). Pueden
ble origen pulmonar o mediastínico. Además, facilita la
aparecer como secuela de cualquier tipo de derrame
toma de muestras para citología o biopsia.
pleural, aunque son más comunes y se forman más
FIGURA2.36. Proyección dorsoventral del tórax de un perro sano.
Los pliegues de piel crean bandas de densidad tejido blando que aparecen a ambos lados del tórax (flechas). En el hemitórax derecho el contraste de grises entre la zona lateral y la zona medial al pliegue es tan marcado que podría confundirse con un neumotórax. A este artefacto se le denomina falso neumotórax o pseudoneumotórax. Examinando el área más radiotransparente con un foco de luz brillante (o subiendo el brillo si la radiografía es digital) la detección de pequeños vasos sanguíneos pulmonares confirma que la imagen se debe a un artefacto y no a un neumotórax real.
FIGURA 2:37. Imagen de tomografía computarizada del tórax de un perro con hidroneumotórax (acumulación de gas y líquido en el espacio pleural, aunque en esta imagen sólo se aprecia el gas -G-) asociado a un área focal de infección pulmonar (flecha), posiblemente debida a la penetración de un cuerpo extraño.
2
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
Anatomía radiog ráfica normal del tórax
proyección dorsoventral hHp://goo.gl/WqzTt
aproximadamente a los 4 meses de edad, y deja de ser visible a los 6 meses (fig. 2.45) . Muy raramente en adultos se aprecia un vestigio del timo. La mayoría de las patologías que afectan al medias-
rápidamente en casos de derrame reactivo (piotórax,
tino son secundarias a patologías pulmonares, esofági-
hemotórax o quilotórax), en los que se pueden formar
cas, pleurales o linfáticas.
adherencias fibrosas que atrapan o encapsulan pequeñas cantidades de líquido. Estas acumulaciones
Derrame mediastínico
focales de fluido pueden presentar una imagen radio-
Corresponde a la presencia de líquido libre (trasuda-
gráfica semejante a la de las masas pleurales.
do, exudado, sangre, linfa) en el espacio mediastínico. Puede aparecer asociado a mediastinitis, coagulopatías, traumatismos, peritonitis infecciosa felina, etc.
Mediastino
La imagen radiográfica de un derrame mediastínico se puede confundir con un derrame pleural
Corresponde al espacio anatómico situado entre las
en la proyección lateral, no así en la dorsoventral y
cavidades pleurales derecha e izquierda (fig. 2.41). Se
ventrodorsal, ya que en éstas no se observará retrac-
continúa cranealmente con los tejidos blandos del cue-
ción de los márgenes laterales del pulmón y sí un
llo, a través de la entrada torácica, y caudalmente con el
ensanchamiento anormal de la silueta del medias-
retroperitoneo, a través del hiato aórtico. En el medias-
tino (fig. 2.46). En algunos casos aparecen siluetas
tino se localizan el esófago, la tráquea torácica, los gan-
triangulares o en forma de espina con su base ancha
glios linfáticos, el conducto linfático torácico, el timo, al-
orientada hacia el hilio (lo que las diferencia de las
gunos nervios, el corazón y los grandes vasos. De todas
fisuras interlobulares en un derrame pleural), que
estas estructuras, en una radiografía de tórax normal de
se denominan líneas de fisura inversas. En muchos
un animal adulto se identifican únicamente la tráquea,
casos un derrame mediastínico se acompaña de un
la silueta cardiaca, la aorta y la vena cava caudal. El res-
derrame pleural leve.
to forman una silueta común en el mediastino craneal,
En ocasiones el derrame enmascarará la presen-
ya que no se distinguen unas de otras por presentar la
cia de masas localizadas en el espacio mediastínico,
misma densidad radiográfica (fig. 2.42). El receso me-
en cuyo caso la ecografía resultará especialmente útil
diastínico caudoventral se identifica en algunos casos
para evaluar el tamaño y las características de la masa,
en la proyección dorsoventral y ventrodorsal, como una
así como la cantidad de líquido acumulado. En estos
fina banda de densidad tejido blando que conecta la
casos, estará indicado realizar una toma de muestra
silueta cardiaca con el diafragma (fig. 2.43).
ecoguiada del líquido y de la masa . La tomografía com-
En la proyección dorsoventral y ventrodorsal la silueta del mediastino craneal debe tener aproximadamente
putarizada puede aportar información complementaria sobre el posible origen del derrame.
la misma anchura que las vértebras torácicas en los gatos, mientras que en el perro no debe superar dos
Neumomediastino
veces la anchura de dichas vértebras en condiciones
La presencia de gas libre en el espacio mediastíni-
normales. Se debe tener en cuenta que los perros de
co puede ser indicativa de una rotura traqueal o del
razas braquicéfalas y los perros y gatos obesos pueden
esófago, y con menor probabilidad de los bronquios
presentar una mayor anchura de la silueta del medias-
o el pulmón, pero también puede aparecer debido a
tino, con desplazamiento de la tráquea hacia la derecha
la existencia de un enfisema subcutáneo en el cuello,
en la proyección dorsoventral y ventrodorsal y una ele-
ya que el gas puede pasar desde los espacios entre
vación significativa de la silueta cardiaca por acumula-
las fascias del cuello hasta el espacio mediastínico a
ción de grasa ventral a ella (fig. 2.44).
través de la entrada torácica. Si se descartan todas las
En animales jóvenes se aprecia en muchos casos la silueta del timo, que alcanza su máximo tamaño
causas posibles, se debe considerar la posibilidad de neumomediastino idiopático.
Cuello~
FIGURA 2.38. Proyección dorsoventral del tórax de un gato que presenta un hematoma pleural y derrame pleural unilateral grave en el hemitórax derecho. Aunque el líquido impide distinguir la lesión en la imagen, sí se observa una marcada desviación del mediastino hacia el hemitórax izquierdo, lo que indica la presencia de una masa en el hemitórax contralateral. Un derrame pleural unilateral grave puede desviar el mediastino ligeramente hacia el lado no afectado, pero la desviación marcada que presenta este paciente sugiere la existencia de una lesión adicional tipo masa, que se confirmó en el estudio ecográfico posterior. El diagnóstico anatomopatológico fue de hematoma pleural y hemotórax.
tórax
Imagen ampliada del tórax de un perro de edad avanzada en proyección lateral. En anima les de edad avanzada se visualizan con frecuencia finas líneas de densidad tejido blando o mineral en la localización de las fisuras interlobulares (flecha blanca), que se deben generalmente a engrosamientos o mineralizaciones de la pleura sin significación clínica. Las mineralizaciones pleurales también pueden aparecer como pequeñas áreas de densidad mineral repartidas por los campos pulmonares, visibles también en esta imagen (algunas de ellas marcadas con flechas negras). FIGURA2.39.
FIGURA 2.40. Proyección lateral del tórax de un perro con hidroneumotórax provocado
posiblemente por la penetración de un cuerpo extraño, aunque ~ste no se identificó en la cirugía. El neumotórax provoca una desviación de la silueta cardiaca, que aparece separada del esternón por una banda de densidad gas. En varias localizaciones de la zona ventral del tórax se observan bandas de densidad tejido blando de morfología irregular (flechas) que corresponden a engrosamientos pleurales y acumulación focal de líquido pleural. El ganglio esternal aparece aumentado de tamaño (dorsal al manubrio y segunda esternebra).
FIGURA 2.41. Representación del mediastino (coloreado en rojo) realizada sobre una imagen de tomografía computarizada del tórax de un perro. El espacio mediastínico contiene el esófago, la tráquea torácica, los ganglios linfáticos, el conducto linfático torácico, el timo, algunos nervios, el corazón y los grandes vasos del tórax.
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ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
FIGURA 2.42. Representación del mediastino craneal (coloreado en rojo) en radiografías del tórax en proyección lateral (a) y dorsoventral (b) de un perro sano. De las estructuras anatómicas que contiene, sólo se distingue en la imagen la tráquea por su contenido gaseoso, mientras que el resto (parte del esófago, ganglios, vena cava craneal, tronco braquiocefálico, arteria subclavia izquierda, conducto torácico y timo) forman una silueta global de densidad tejido blando, a la que nos referimos como silueta del mediastino craneal.
FIGURA 2.43. Imagen ampliada del tórax en proyección ventrodorsal de un perro sano. El receso mediastínico caudoventral se identifica en algunos casos en la proyección dorsoventral y ventrodorsal (con mayor frecuencia en esta última), como una fina banda de densidad tejido blando que conecta la silueta cardiaca con el diafragma (flecha).
FIGURA 2.44. Proyección lateral del tórax de un perro obeso. Se observa una marcada acumulación de grasa mediastínica en situación ventral a la silueta cardiaca, lo que provoca su elevación. No se debe confundir este hallazgo con derrame pleural. Un derrame enmascararía la imagen del vértice cardiaco, mientras que en este caso mejora la definición de todo el margen ventral del corazón por el contraste entre la densidad radiográfica del tejido blando y la grasa.
Cuello lJ tóra x
FIGURA2.45. Proyección latera l (a) y dorsoventral (b) del tórax de un perro joven en el que se visualiza la silueta del ti mo normal. Éste alca nza su máximo tamaño a los 4 meses de edad y deja de ser visible en la rad iografía habitualmente a parti r de los 6 meses.
11
FIGURA2.46. Proyección lateral (a) y dorsoventral (b) del tórax de un perro con derra me med iastínico. En la proyección lateral los hallazgos son similares a los de
un derrame pleural, pero en la dorsoventral no se observa la retracción lateral de los pulmones (con excepción de una mínima separación entre el lóbulo caudal izquierdo y la pared costal, debida a un derrame pleural leve), sino un ensa nchamiento de la silueta mediastínica (flechas). Se debe tener en cuenta que los perros de razas braquicéfa las tienen, en condiciones normales, siluetas med iastínicas más anchas, al igual que los perros y gatos obesos. Este paciente presenta, además, un infiltrado pulmonar en la zona caudal del lóbulo craneal izqu ierdo.
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ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
--
Anatom ía rad iográfica norma l del tórax
Anato mía rad iográfica norma l del tórax
proyección lateral derecha
proyección lateral izquierda
hHp://goo.g l/vbno5
htt p://g oo .g l/krF YL
En los casos de neumomediastino aparecerán dife-
craneal (vena cava craneal, tronco braquiocefálico y
renciadas las siluetas de algunas estructuras mediastí-
arteria subclavia izquierda). Cuando aumentan de
nicas, por ejemplo, el esófago o los vasos sanguíneos
tamaño originan un ensanchamiento de la silueta
del mediastino craneal, que no se distinguirían entre sí
del mediastino craneal, así como desviación de la
si el gas no se interpusiera entre ellas. Cuando la can-
tráquea en sentido dorsal en la proyección lateral y
tidad de gas es relativamente pequeña el hallazgo más
hacia la derecha en la dorsoventral y ventrodorsal.
significativo es la mejora en la visualización de la pared
• Bronquiales: se subdividen en pulmonares (mu-
traqueal, que aparecerá limitada por gas interna y exter-
chas veces ausentes, pero cuando están presentes
namente (fig. 2.47).
se distribuyen a lo largo de los bronquios principa-
Si se acumula muy rápido el aire en el mediasti-
les) y traqueobronquiales (situados alrededor de la
no se puede llegar a romper la pleura mediastínica
carina). Cuando los ganglios traqueobronquiales au-
y causar un neumotórax. Es decir, un neumome-
mentan mucho de tamaño originan una masa dorsal
diastino puede progresar hacia un neumotórax. En
a la bifurcación traqueal de morfología más o menos
cambio, un neumotórax no es nunca la causa de un
ovalada en la proyección lateral. La bifurcación de
neu momed iasti no. En los casos de neumomediastino no está indicada
la tráquea puede estar desviada ventralmente. Esta imagen recuerda a la producida por un aumento
la realización de una ecografía. En cambio, sí lo estarán
significativo de la aurícula izquierda, pero en este úl-
las técnicas de contraste o endoscopia para descartar
timo caso la bifurcación de la tráquea aparece des-
una perforación o rotura esofágica o traqueal como
viada en sentido contrario, dorsalmente, y se suelen
causa de esta patología. La tomografía computarizada
observar otros signos de cardiomegalia izquierda.
es particularmente útil para investigar la causa de un
En la proyección dorsoventral y ventrodorsal es más
neumomediastino.
difícil apreciar la masa, pero puede originar una desviación bronquial que sí se identifique en la imagen.
Masas mediastínicas Aparecen con mayor frecuencia en el mediastino cra-
En general, las masas mediastínicas de origen no
neal. Generalmente se corresponden con neoplasias
ganglionar suelen provocar un aumento más o menos ·
(tumores de la base cardiaca, timomas, tumores de
marcado de la anchura del mediastino craneal, así
tiroides o paratiroides ectópicos) o linfadenopatías me-
como un desplazamiento de la tráquea en sentido dor-
diastínicas (linfoma, metástasis, linfadenitis) (fig. 2.48),
sal en la proyección lateral (fig. 2.49) y en sentido lateral
aunque también pueden aparecer en esta localización
en la proyección dorsoventral y ventrodorsal. Identificar
abscesos, granulomas, hematomas y quistes.
el desplazamiento traqueal orienta el diagnóstico de las masas mediastínicas cuando se encuentran enmasca-
·-
Los ganglios localizados en el mediastino se dividen en:
radas por un derrame mediastínico o pleural asocia-
• Esternales (pueden ser uno o dos): cuando aumen-
dos (fig. 2.50). No obstante, debemos recordar que un
tan significativamente de tamaño aparecen como
derrame pleural grave puede provocar elevación de la ·
una silueta de densidad tejido blando en situación
tráquea, pero en ningún caso colapso o distorsión de
dorsal a la segunda esternebra. Drenan linfa de la
la misma, lo que sería más sugerente de masa medias-
pared torácica y de la cavidad abdominal, por lo que
tínica. Dependiendo del tamaño de la masa, la silueta
si están aumentados de tamaño la causa puede lo-
cardiaca también puede aparecer desplazada caudal-
calizarse en el tórax o en el abdomen.
mente y con el borde craneal enmascarado.
• Mediastínicos: forman una cadena de ganglios que
La ecografía permitirá evaluar las características de ta-
se sitúa adyacente a los grandes vasos del mediastino
maño y ecogenicidad de la masa y la presencia de derrame
Cuello lJ tórax
FIGURA 2.47. Proyección lateral del tórax de un perro con neumomediastino provocado
FIGURA 2.48. Proyección latera l del tórax de un perro con linfoma.
por una mordedura en el cuello. El gas que penetra entre las fascias del cuello entra en el espacio mediastínico a través de la entrada torácica . La misma imagen se podría observar en casos de perforación o rotura traqueal o esofágica, ya que el gas libre en el mediastino se podría desplazar hacia el cuel lo.
El aumento de tamaño del ganglio o ganglios esternales (E) crea una silueta de densidad tejido blando dorsal al manubrio y esternebras más craneales. El aumento de tamaño de los ganglios mediastínicos craneales (MCr) provoca un ensanchamiento de la silueta mediastínica craneal y elevación de la tráquea . Por últi mo, los ga nglios traqueobronquiales (TB), que tienen loca lización dorsal a la bifurcación traqueal, originan una si lueta aproximadamente ova lada en situación dorsal a los bronqu ios principa les, junto a la carina.
FIGURA2.49. Proyección lateral del tórax de un perro con timoma. Se visua liza una masa de gran tamaño (M) en la zona craneal del tórax que provoca un marcado desplazamiento dorsal de la tráquea y caudodorsal del corazón (C) .
FIGURA 250. Proyección latera l del tórax de un perro con una
masa mediastínica craneal que se encuentra enmascarada en la imagen por el derrame mediastín ico asociado. La marcada elevación de la tráquea sugiere la presencia de la masa, aunque el contorno de ésta no se distinga en la imagen. La ecografía permitió identificar la masa con facilidad.
2
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
asociado, además de posibilitar la realización de una pun-
tumbado el paciente y un aumento de la densidad del
ción-aspiración con aguja fina o biopsia ecoguiadas.
pulmón correspondiente a ese mismo lado por atelec-
La tomografía computarizada es una técnica exce-
tasia temporal.
lente para identificar las masas mediastínicas y esta-
Puede aparecer desviación patológica del mediasti-
blecer su relación con el resto de estructuras del me-
no por masas o acumulaciones localizadas en uno de
diastino (fig. 2.51).
los hemitórax (derrame pleural unilateral, neumotórax
Desviación del mediastino
desigual de los pulmones (enfisema unilateral) o cuan-
El desplazamiento de las estructuras que componen
do quedan adherencias que unen el mediastino con la
el mediastino indica un cambio de volumen en alguno
pared torácica tras un derrame pleural crónico.
unilateral), en procesos que causen una expansión
de los dos hemitórax. Si aumenta el volumen de un hemitórax, la desviación del mediastino se producirá hacia el lado contrario, mientras que si disminuye el
Corazón
volumen de un hemitórax la desviación del contenido mediastínico se producirá hacia el lado afectado. La
La realización de radiografías torácicas constituye una
causa más común es iatrogénica, cuando aparece por
parte esencial en la evaluación de los pacientes con sos-
colapso parcial del pulmón que tiene una posición más
pecha de patología cardiovascular. La radiografía permiti-
baja en pacientes que permanecen tumbados de lado
rá evaluar el tamaño y la forma de la silueta cardiaca , así
durante un tiempo largo, especialmente si están anes-
como el estado del pulmón y la circulación, reflejando
tesiados. En la imagen radiográfica se verá un despla-
de esta manera el grado de insuficiencia cardiaca que
zamiento del corazón hacia el lado sobre el que estuvo
presenta el paciente. La radiografía torácica ayuda , por tanto, a determinar la gravedad de la enfermedad cardiaca y permite también evaluar la eficacia del tratamiento. Los estudios de contraste (angiocardiografía) han perdido importancia frente al uso de la ecocardiografía como técnica hoy día ya rutinaria y fundamental para realizar un diagnóstico preciso de la mayoría de las patologías que afectan al corazón. La información diagnóstica obtenida mediante radiografía y ecocardiografía es en muchos casos suficiente para no requerir la realización de pruebas de imagen más avanzadas. La tomografía computarizada es útil para el diagnóstico de los tumores cardiacos y de algunas patologías del pericardio. Para la evaluación radiológica de la silueta cardiaca se emplean las proyecciones lateral derecha y dorsoventral. En la proyección lateral izquierda la silueta aparece falsamente redondeada, mientras que en la ventrodorsal presenta mayor grado de magnificación que en la dorsoventral. Debemos ser especialmente
FIGURA 251. Imagen de tomografía computarizada del
tórax de un perro con una masa mediastínica de gran tamaño (su diámetro aparece marcado por una línea roja en la imagen) que provoca un evidente desplazamiento de la tráquea (T) hacia la derecha y del corazón (C) hacia la izquierda. La tomografía permite evaluar con detalle las relaciones de la masa con las estructuras anatómicas adyacentes y detectar metástasis a distancia .
cuidadosos al colocar al animal para realizar la radiografía. En la proyección lateral la rotación del tórax provoca un falso aumento del contacto cardioesternal y una falsa elevación de la tráquea. En la proyección dorsoventral cualquier grado de rotación torácica provoca una deformación de la silueta cardiaca en la imagen , lo que impide realizar un examen adecuado de la misma.
Cuello
Tamaño de la silueta cardiaca
l::J
2
tórax
• En los perros de conformación intermedia (tipo Pas-
Los métodos de evaluación del tamaño de la silueta
tor Alemán) el intervalo de normalidad es de 2,5 a 3.
cardiaca se basan en la medición de su altura y anchu-
• En los perros de tórax ancho y poco profundo (tipo Bulldog) el margen de normalidad se amplía hasta
ra en las proyecciones lateral derecha y dorsoventral.
3,5 espacios intercostales porque anatómicamente Según el método clásico (fig. 2.52), la anchura de la
el corazón está más inclinado sobre el esternón.
silueta cardiaca (diámetro craneocaudal horizontal) en
• En gatos el diámetro craneocaudal no se mide en
la proyección lateral debe estar comprendida entre 2,5
horizontal, como en el perro, sino perpendicular al
y 3,5 espacios intercostales en el perro, aunque este
eje longitudinal del corazón , aunque sí se compara
intervalo de normalidad varía según la conformación
después la medida obtenida con la anchura de los
torácica:
espacios intercostales en horizontal, siendo su valor
• En perros de tórax estrecho y profundo (tipo Galgo)
de 2 en condiciones normales.
el corazón presenta una posición más vertical en la
Esta variación del sistema de medición se debe
cavidad torácica, por lo que el límite de normalidad
a que, con la edad, el corazón en los gatos tiende a
estará en 2,5 espacios intercostales.
aproximarse al esternón debido a una elongación
FIGURA 252. Imágenes normales del tórax de un perro en proyección lateral derecha (a) y dorsoventral (b) y de un gato en proyección lateral derecha (c) y dorsoventral (d), en las que se muestran las referencias de medición de la silueta cardiaca según el método clásico. La anchura de la silueta cardiaca (línea amarilla) en la proyección lateral debe estar comprendida entre 2,5 y 3,5 espacios intercostales en el perro, aunque este intervalo de normalidad varía según la conformación torácica . En el gato, la medida de anchura se toma perpendicular al eje longitudinal del corazón (para evitar diagnósticos erróneos de cardiomegalia en gatos viejos, en los que el corazón puede estar muy inclinado sobre el esternón), y luego esta medida se compara en horizontal con la anchura de los espacios intercostales (línea amarilla discontinua), siendo el valor normal de 2. Tanto en perros como en gatos la altura de la silueta cardiaca en la proyección lateral (línea azul), medida desde el centro de la base hasta el vértice, corresponde aproximadamente a dos tercios de la altura de la cavidad torácica medida al mismo nivel, mientras que la anchura de la silueta en la proyección dorsoventral (línea roja) debe ser aproximadamente de dos tercios de la anchura de la cavidad torácica, medida a nivel del 5º espacio intercostal.
101
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
progresiva de la aorta (fig. 2.53), por lo que si la medida de anchura se tomara en horizontal, como en el pe-
Sistema de escala vertebral o de Buchanan
rro, parecería aumentada en gatos de edad avanzada.
Otra forma de evaluar el ta maño de la silueta en perros es median-
Tanto en perros como en gatos la altura de la silueta
te el sistema de escala vertebral o de Buchanan (fig. 2.54). En la radiografía lateral se toma la distancia entre el margen ventral de la carina y el vértice cardiaco como medida de altura, y a continuación
cardiaca en la proyección lateral, medida desde el centro de la base hasta el vértice, corresponde aproximadamente a dos tercios de la altura de la cavidad toráci-
se mide el diámetro craneocaudal perpendicular al eje de altura, en este caso igual en perros que en gatos. Ambas medidas se llevan a
ca medida al mismo nivel, mientras que la anchura de
la columna torácica y se toma el número de cuerpos vertebrales que
la silueta en la proyección dorsoventral debe ser aproxi-
representa cada una de ellas, comenzando siempre por el aspecto
madamente de dos tercios de la anchura de la cavidad
craneal de la T4. El intervalo de normalidad es 9,7 ± 0,5 en el perro y 7,5 ± 0,3 en el gato, aunque algunas razas pueden presentar va-
torácica , medida a nivel del 5º espacio intercostal. El tamaño del corazón con relación a la caja torácica es ligeramente mayor en cachorros que en adultos.
lores ligeramente distintos (por ejemplo, Boxer: 11,6 ± 0,8; Pastor Alemán: 9,7 ± 0,7; Labrador: 10,8 ± 0,6).
También aparece ligeramente más grande la silueta cardiaca durante la espiración en comparación con la inspiración, y durante la diástole en comparación con
Cuando se evalúa el tamaño de la silueta cardiaca
la sístole, pero estos cambios son mínimos y en general
se debe tener en cuenta que también forman parte de
no afectan significativamente al diagnóstico.
ella la salida de la aorta y de la arteria pulmonar, el
Imagen normal del tórax de un perro en proyección lateral en la que se muestran las referencias de medición de la silueta cardiaca según el sistema de escala vertebral o de Buchanan. En la radiografía lateral se toma la distancia entre el margen ventral de la carina y el vértice cardiaco como medida de altura (línea azul) , y a continuación se mide el diámetro craneocaudal en perpendicular al eje de altura (línea verde), igual en perros que en gatos. Ambas medidas se llevan a la columna torácica y se toma el número de cuerpos vertebrales que representa cada una de ellas, comenzando siempre por el aspecto craneal de la T4. El intervalo de normalidad es 9,7 ± 0,5 en el perro y 7,5 ± 0,3 en el gato, aunque algunas razas pueden presentar valores ligeramente distintos. En este caso el resultado es de 10,2. FIGURA 254.
FIGURA 253. Proyección lateral del tórax de un gato sano de edad avanzada. La silueta cardiaca aparece muy inclinada sobre el esternón, lo que se debe a una elongación progresiva de la aorta sin significación patológica . Esta imagen no debe confundirse con cardiomegalia. La anchura de la silueta cardiaca medida perpendicular al eje longitudinal del corazón no supera 2 espacios intercostales. El microchip de identificación aparece en situación dorsal a la apófisis espinosa de la T3.
Cuello tJ tórax
pericardio y el espacio pericárdico, y que la presencia
del reloj), empleando los intervalos horarios para la locali-
anormal de líquido o masas en este último, o el au-
zación de las cámaras cardiacas y grandes vasos:
mento de tamaño de los grandes vasos, provocarán un
• Proyección lateral (fig. 2.56):
aumento del tamaño de la silueta cardiaca en la ima-
• De 12 a 2: aurícula izquierda.
gen. La presencia de grasa en el espacio mediastínico
• De 2 a 5: ventrículo izquierdo.
también puede dar en ocasiones una falsa impresión de aumento de tamaño del corazón en perros obesos.
• De 5 a 9: ventrículo derecho. • De 9 a 10: arteria pulmonar principal y orejuela de la aurícula derecha.
Posición de las cámaras cardiacas y grandes vasos La posición de las distintas cámaras cardiacas, del arco
• De 10 a 11: arco aórtico. • Proyección dorsoventral (fig. 2.57):
aórtico y de la arteria pulmonar principal en las proyec-
• De 11 a 1: arco aórtico. • De 1 a 2: arteria pulmonar principal.
ciones lateral derecha y dorsoventral se ilustran con áreas
• De 2 a 3: orejuela de la aurícula izquierda (la au-
de color en la figura 2.55. En la proyección lateral el borde
rícula izquierda se sitúa entre los dos bronquios
craneal de la silueta está formado por el contorno de la
principales, en la zona central de la silueta car-
orejuela de la aurícula derecha y del ventrícu lo derecho.
diaca en esta proyección).
El borde caudal está constituido por el contorno de la au-
• De 2 a 5: ventrículo izquierdo.
rícula izquierda y del ventrículo izquierdo. Se puede com-
• De 5 a 9: ventrículo derecho. De 9 a 11: aurícula derecha.
parar la silueta cardiaca con la esfera de un reloj (analogía
FIGURA255. Imágenes normales del tórax en proyección lateral (a) y dorsoventral (b) de un perro en las que se representan con áreas de color las cámaras cardiacas, el arco aórtico y la arteria pulmonar principal.
2
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
Anatomía rad iog ráfi ca no rm al d el tórax
proyección dorsoventral http://goo.g i/WqzTt
derecha, que incluyen dilatación de la vena cava caudal, hepatomegalia , ascitis y derrame pleural. En gatos el derrame pleural se puede producir por insuficiencia cardiaca izquierda , y se diferencia del causado por
La identificación de prominencias de la silueta en estas localizaciones contribuye a identificar radiológi-
insuficiencia derecha en que el paciente no presenta además hepatomegalia ni ascitis.
camente posibles aumentos de tamaño de las distintas
Si la cardiomegalia es global la silueta aparecerá au-
cámaras cardiacas, así como de la salida de la aorta y
mentada de anchura y altura en las dos proyecciones
de la arteria pulmonar.
(fig. 2.62). En muchos casos se observa un predominio de los signos de aumento del corazón izquierdo y en
Signos radiológicos de aumento de las cámaras cardiacas
otros del derecho, o bien puede aparecer un aumento más o menos equilibrado de ambos lados del corazón.
Desde un punto de vista didáctico resulta útil describir
En función de las cámaras más afectadas en la radio-
los signos de aumento de tamaño de cada una de las
grafía se podrán encontrar signos asociados de insufi-
cámaras cardiacas por separado, aunque en la prác-
ciencia cardiaca izquierda y/o derecha.
tica es poco frecuente encontrar un aumento significativo de alguna de ellas de forma independiente. Lo habitual será detectar signos de aumento de corazón izquierdo (aurícula más ventrículo izquierdos) o signos de aumento de corazón derecho (aurícula más ventrículo derechos), así como cardiomegalia global (con o sin predominio del lado derecho o izquierdo del cora-
Una cardiomegalia moderada o marcada es un indicador bastante fiable de patología cardiaca , pero una cardiomegalia leve debe ser interpretada con prudencia, y siempre en correlación con el resto de datos clínicos del paciente.
zón) en diferentes grados. Los signos radiológicos de aumento de tamaño de
Por otro lado, un corazón radiológicamente normal
cada una de las cámaras se resumen en el cuadro 2.1
no tiene por qué ser un corazón sano, ya que algunas
y se ilustran en las figuras 2.58, 2.59, 2.60 y 2.61.
patologías no alteran de forma significativa el tamaño o
En los casos de aumento del corazón izquierdo se
la forma del mismo.
pueden observar signos radiológicos de insuficiencia cardiaca izquierda: congestión vascular y edema pulmo-
Grandes vasos
nar. El signo radiológico que se puede detectar de forma
Los cambios en la imagen de los grandes vasos pue-
más temprana es la dilatación de las venas pulmonares,
den proporcionar información adicional sobre las alte-
aunque no siempre se identifica. El edema pulmonar se
raciones cardiacas.
inicia en el intersticio, lo que empeora la visualización
El diámetro de la vena cava caudal (VCC) en su re-
de los pequeños vasos pulmonares, aunque no dejan
corrido entre la silueta cardiaca y el diafragma se pue-
de verse hasta que el edema evoluciona y afecta tam-
de comparar con el diámetro de la aorta (Ao), medido
bién a los alvéolos, momento en el cual aparecen los
en el mismo espacio intercostal y si es posible durante
broncogramas en el área afectada. La localización típica
la inspiración . Una relación VCC/Ao > 1,5 es muy in-
del edema cardiogénico en el perro es perihiliar, aunque
dicativa de insuficiencia cardiaca derecha. Debemos
en fases avanzadas se extiende hacia la zona media y
tener en cuenta que el diámetro de la vena cava caudal
periférica del pulmón. Es frecuente que afecte más al
varía ligeramente con el ciclo respiratorio, y que puede
pulmón derecho que al izquierdo. En los gatos el edema
estar disminuido en casos de hipovolemia.
cardiogénico puede aparecer en cualquier zona pulmo-
El diámetro de la aorta normal es similar a la altura
nar presentando un patrón más parcheado. En gatos
de los cuerpos vertebrales adyacentes. Puede aparecer
también es frecuente observar derrame pleural.
aumentada en casos de estenosis aórtica y, en ocasio-
En los casos de aumento del corazón derecho se
nes, en pacientes con conducto arterioso persistente.
pueden detectar signos de insuficiencia cardiaca
En la proyección dorsoventral su aumento causa una
104
Cuello
CUADRO 2.1. Signos de aumento de tamaño de las cámaras cardiacas. Aurícula izquierda Se sitúa inmediatamente ventral al bronquio principal izquierdo. El aumento de tamaño de la aurícula origina una desviación dorsal de éste y una prominencia de la
Aurícula izquierda
silueta a este nivel, visibles en la proyección lateral. En la proyección dorsoventral se sitúa entre los dos bronquios principales, caudal a la bifurcación traqueal. Un aumento de tamaño de la aurícula origina mayor separación de estos dos bronquios, aunque sólo podremos apreciarlo en la radiografía si la realizamos con alto kilovoltaje para que quede intencionadamente sobreexpuesta . Además, la orejuela de la aurícula izquierda resulta desplazada, lo que origina una imagen de prominencia de la silueta entre las 2 y las 3.
Ventrículo izquierdo
Ventrículo izquierdo Cuando esta cámara aumenta de tamaño tiende a hacerlo en altura, por lo que provoca un aumento de la altura de la silueta y una elevación dorsal de la tráquea (en toda su longitud, desde su entrada en la cavidad torácica hasta la carina), en la proyección lateral. La vena cava caudal también resulta desplazada dorsalmente. En la proyección dorsoventral el margen izquierdo en el intervalo de 2
Aurícula derecha
a 5 se redondea y aproxima a la pared torácica.
Aurícula derecha En la proyección lateral el aumento de tamaño de la aurícula produce un desplazamiento dorsal de la porción caudal de la tráquea (sobre la parte craneal de la base del corazón), mientras que la carina tiende a mantener su posición normal. En la proyección dorsoventral es difícil de evaluar, aunque puede dar lugar a una prominencia del margen de la silueta entre las 9 y las 11.
Ventrículo derecho Cuando esta cámara aumenta de tamaño tiende a hacerlo en anchura, lo que provoca un aumento de la anchura de la silueta y un incremento del contacto cardioesternal en la proyección lateral. En la proyección dorsoventral el margen de la silueta se redondea entre las 5 y las 9, llegando a adquirir forma de "D invertida" cuando el aumento de tamaño es importante.
Ventrículo derecho
l::J
tórax
2
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
FIGURA 256. Imagen normal del tórax de un perro en proyección lateral en la que se muestra la posición de las cámaras cardiacas y grandes vasos segú n la analogía del reloj. Aurícula izquierda: de 12 a 2 (línea naranja); ventrículo izquierdo: de 2 a 5 (línea azul); ventrículo derecho: de 5 a 9 (línea verde oscuro); orejuela de la aurícula derecha (línea verde claro) y arteria pulmonar (línea violeta): de 9 a 10; arco aórtico: de 10 a 11 (línea roja) .
FIGURA 257. Imagen normal del tórax de un perro en proyección dorsoventral en la que se muestra la posición de las cámaras cardiacas y grandes vasos según la analogía del reloj. Arco aórtico: de 11 a 1 (línea roja); arteria pulmonar principal: de 1 a 2 (línea violeta); orejuela de la aurícula izquierda: de 2 a 3 (línea naranja); ventrículo izquierdo: de 2 a 5 (línea azul); ventrículo derecho: de 5 a 9 (línea verde oscuro); aurícula derecha: de 9 a 11 (línea verde claro).
Proyección lateral (a) y dorsoventral (b) del tórax de un perro que presenta signos de aumento de tamaño de la aurícula izquierda . En la imagen (a) la aurícula izquierda hace prominencia en el margen caudodorsal de la silueta cardiaca (flechas blancas). En la imagen (b) la aurícula izquierda aparece en la zona central de la silueta, donde sólo se distingue parte de su contorno (flechas blancas) y desplaza lateralmente la orejuela de la aurícula izquierda causando una prominencia entre las 2 y las 3 (flechas negras) según la analogía del reloj . FIGURA258.
Cuello
l::J
tórax
FIGURA2.60. Proyección latera l (a) y dorsoventral (b) del tórax de un perro que presenta signos de aumento de tamaño de la aurícula derecha. En la imagen (a) se observa la prominencia de la silueta en su margen cra neodorsa l (flechas blancas) y la tráquea aparece elevada sobre la base cardiaca, mientras que la carina (flecha negra) tiende a mantener una posición más baja. En la imagen (b) se observa la prominencia de la silueta entre las 9 y las 11 (flechas blancas) según la analogía del reloj.
2
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
FIGURA 2.61. Proyección lateral (a) y dorsoventral (b) del tórax de un perro que presenta signos de aumento de tamaño del ventrículo derecho. En la imagen (a)
la anchura de la silueta cardiaca aparece aumentada (línea blanca) provocando un incremento del contacto cardioesternal. En la imagen (b) se observa una prominencia de la silueta entre las 5 y las 9 (flechas blancas) según la analogía del reloj, presentando todo el margen derecho de la silueta una forma más redondeada (imagen de "D invertida").
FIGURA 2.62. Proyección lateral (a) y dorsoventral (b) del tórax de un perro con cardiomegalia global. Se observan signos de aumento de todas las cámaras cardiacas y la altura y anchura en la proyección lateral, así como la anchura en la proyección dorsoventral, están aumentadas.
Cuello~
tórax
prominencia de la silueta entre las 11 y la 1 según la
Produce signos de aumento de la aurícula y el ven-
analogía del reloj, mientras que en la proyección lateral
trículo derechos, y puede acompañarse de signos
el arco aórtico aparece más acentuado. En gatos sa-
de insuficiencia cardiaca derecha (dilatación de la
nos de edad avanzada la aorta puede estar elongada
vena cava caudal , hepatomegalia , ascitis y derrame
y su curvatura más marcada, incluso puede presentar
pleural) .
un recorrido ondulado, lo que se ha denominado "aorta redundante" . La arteria pulmonar principal (tronco pulmonar)
La endocarditis bacteriana es poco frecuente en perros y gatos. La radiografía no aporta información significativa . La silueta cardiaca puede aparecer nor-
puede aparecer aumentada en casos de estenosis
mal , o bien mostrar signos de aumento de la aurícula
pulmonar, conducto arterioso persistente, hiperten-
izquierda y edema pulmonar.
sión pulmonar o dirofilariosis, fundamentalmente. En la proyección dorsoventral su aumento causa la apa-
Card iomiopatías
rición de una prominencia de la silueta cardiaca entre
La cardiomiopatía dilatada es una de las enfermedades
la 1 y las 2 según la analogía del reloj en perros. En
cardiacas más frecuentes en el perro. Generalmente
gatos su localización es más medial. En la proyección
produce signos de cardiomegalia global y pueden apa-
lateral es más difícil identificar su aumento, aunque
recer signos secundarios de insuficiencia cardiaca iz-
la superposición con la tráquea puede facilitar su
quierda y derecha. En el Doberman la cardiomiopatía
visualización.
dilatada puede provocar un aumento muy llamativo sólo de la aurícula izquierda.
Enfermedades cardiacas adquiridas
diaca adquirida más común en el gato y suele cursar
Enfermedad valvular adquirida
con un aumento significativo de la aurícula izquierda
La enfermedad valvular primaria adquirida en perros
(fig. 2.63), lo que en la proyección dorsoventral origina
La cardiomiopatía hipertrófica es la enfermedad car-
y gatos generalmente es degenerativa (endocardio-
la denominada forma de "corazón de San Valentín" de
sis) o, con menor frecuencia , infecciosa (endocarditis
la silueta cardiaca. Pueden aparecer signos de insufi-
bacteriana).
ciencia cardiaca izquierda y/o derecha asociados.
La degeneración mixomatosa de la válvula mitral es
La cardiomiopatía dilatada en gatos es mucho me-
la enfermedad cardiaca más común en el perro. Los
nos frecuente, y suele provocar cardiomegalia global
signos clínicos se observan generalmente en animales
con redondeo del vértice. Es frecuente que la silueta
de edad avanzada, sobre todo en razas pequeñas. La
cardiaca quede enmascarada en estos casos por el
incompetencia de la válvula mitral debida a la degene-
derrame pleural.
ración valvular provoca una regurgitación de la sangre hacia la aurícula izquierda, lo que origina inicialmente
La confirmación del diagnóstico de cardiomiopatía se realiza siempre mediante ecocardiografía .
una dilatación de la misma, que irá seguida posteriormente por un aumento del ventrículo izquierdo. A me-
Dirofilariosis
dida que avanza el proceso pueden aparecer signos
Los parásitos adultos residen en el ventrículo derecho y
de insuficiencia cardiaca izquierda. Los signos clínicos,
en las arterias pulmonares. En la radiografía torácica es
particularmente la tos debida a la compresión que ejer-
posible visualizar el aumento de tamaño del ventrículo
ce la aurícula izquierda aumentada de tamaño sobre
derecho, así como la dilatación y trayecto tortuoso de
los bronquios principales (en algunos casos visible en
las arterias pulmonares. La arteria pulmonar principal
las radiografías), pueden preceder al desarrollo de los
aumentada de tamaño crea una prominencia de la si-
signos de insuficiencia cardiaca.
lueta cardiaca de la 1 a las 2 según la analogía del reloj
La degeneración de la válvula tricúspide como le-
(fig. 2.64). Pueden aparecer infiltrados pulmonares
sión aislada es poco frecuente. Generalmente apa-
mal definidos alrededor de las arterias lobulares por
rece asociada a la degeneración de la válvula mitral.
inflamación pulmonar.
2
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
Enfermedades cardiacas congénitas
es limitado. La rea lización de técn icas de contraste ha
El va lor de la rad iografía simple en el diagnóstico de las patologías congén itas del corazón y grandes vasos
ecocard iografía , que constituye el método de elección pa ra su diagnóstico y eva luación .
sido práctica mente sustitu ida en la actualidad por la
FIGURA2.63. Proyección lateral del tórax de un gato con card iom iopatía hipertrófica. Se observa aumento de la altura de la silueta cardiaca, elevación de la tráquea y de la vena cava caudal y prominencia marcada de la aurícula izquierda (flechas).
FIGURA 2.64. Proyección lateral (a) y dorsoventral (b) del tórax de un perro con dirofilariosis. Se observan signos de aumento del ventrículo derecho y dilatación y trayecto tortuoso de arterias pu lmonares (marcadas con flechas blancas). En la imagen (b) la arteria pu lmonar principal aumentada crea una prominencia de la silueta cardiaca entre la 1 y las 2 (flechas negras) según la ana logía del reloj.
110
Cuello~
tórax
Ana tomía rad iográfica norm a l d e l tó ra x
Los defectos cardiacos congénitos más comunes en el perro son el conducto arterioso persistente, la
proyección lateral derecha
estenosis pulmonar, la estenosis aórtica , el defecto del
http://goo.g l/vbno5
septo ventricular y la tetralogía de Fallot. Con menor frecuencia se diagnostican la displasia de la válvula
izquierda a derecha se puede observar un aumento de
mitral, el defecto del septo auricular, la displasia de la
leve a moderado de la aurícula y el ventrículo izquier-
válvula tricúspide, el cor triatriatum dextery la esteno-
dos por sobrecarga de volumen y congestión vascular.
sis mitral. Más raros son el tronco arterial persistente,
Es frecuente observar tres prominencias en el margen
la estenosis tricuspídea, la hipoplasia ventricular dere-
de la silueta cardiaca en la proyección dorsoventral,
cha, el ventrículo derecho de doble salida y la trans-
de 11 a 1 por aumento del arco aórtico, de 1 a 2 por
posición de los grandes vasos. En gatos, los defectos
aumento del tracto de salida de la arteria pulmonar y
más frecuentes son las displasias de la válvula mitral
de 2 a 3 por desplazamiento lateral de la orejuela de la
o de la tricúspide, el conducto arterioso persistente, el
aurícula izquierda . Cuando se desarrolla insuficiencia
defecto en el septo ventricular, la estenosis aórtica , la
cardiaca izquierda aparece edema pulmonar. En los
tetralogía de Fallot, el canal auriculoventricular común
animales con hipertensión pulmonar grave, debida a
persistente y la fibroelastosis endocárdica. En algunos casos la radiografía simple aporta datos que pueden ayudarnos u orientarnos ante la sospecha
un conducto arterioso con flujo de derecha a izquierda , se aprecia un aumento del ventrículo derecho y arterias pulmonares tortuosas (fig. 2.65).
clínica de una patología cardiaca o vascular congénita .
Estenosis pulmonar Conducto arterioso persistente
Es un estrechamiento del tracto de salida del ventrí-
En la circulación fetal el conducto arterioso sirve para
culo derecho a nivel valvular (displasia de la válvula
desviar la sangre oxigenada materna hacia la aorta.
pulmonar), subvalvular o supravalvular. La forma más
Poco después del nacimiento se produce el cierre per-
frecuente es la primera. Al pasar la sangre por la zona
manente del conducto, formándose así el ligamento
de estrechamiento el flujo se acelera y aparecen turbu-
arterioso. El fallo en el cierre del conducto mantiene
lencias posestenóticas que causan una dilatación de la
una comunicación entre la aorta y la arteria pulmonar
arteria pulmonar principal. La sobrecarga de presión en
principal , y se denomina conducto arterial permeable o
el ventrículo derecho provoca su aumento de tamaño.
conducto arterioso persistente. Las consecuencias de
Los signos radiológicos dependen del grado de es-
este fallo en el cierre dependerán del diámetro del con-
trechamiento, aunque se suelen observa r .signos de
ducto y de la resistencia vascular pulmonar. Cuando
aumento del corazón derecho y de la arteria pulmonar
la resistencia vascular pulmonar es normal, la sangre
principal en ambas proyecciones. La prominencia de la
se desvía continuamente desde la aorta (resistencia
arteria pulmonar se aprecia más fácilmente en la pro-
alta) hacia la circulación pulmonar (resistencia baja).
yección dorsoventral, entre la 1ylas2 según la analogía
Esta forma de flujo (sistémico a pulmonar) se llama flu-
del reloj (fig. 2.66), aunque en la proyección lateral su
jo de izquierda a derecha y es el patrón más común.
silueta puede destacar superpuesta con la tráquea (a
Se denomina conducto arterioso inverso o con flujo de
modo de "sombrero"). Las arterias pulmonares pueden
derecha a izquierda a aquél en el que la sangre se des-
aparecer normales o disminuidas de diámetro.
vía desde la arteria pulmonar hacia la aorta (pulmonar a sistémico), lo que se produce porque la resistencia
Estenosis aórtica
vascular pulmonar es más alta que la resistencia vas-
Es un estrechamiento del tracto de salida del ventrículo
cular sistémica .
izquierdo a nivel subvalvular (anillo fibroso o muscular),
Los signos radiológicos del conducto arterioso per-
valvular o supravalvular. La forma subvalvular es la más
sistente varían considerablemente según el volumen
común en el perro (estenosis subaórtica). Al pasar la
de sangre desviada, la edad del animal y el grado de
sangre por la zona de estrechamiento el flujo se acele-
descompensación cardiaca. En las comunicaciones de
ra y aparecen turbulencias posestenóticas que causan
2
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
una dilatación del arco aórtico. Secundariamente se di-
izquierda a derecha porque la presión sistólica ventri-
lata el ventrículo izquierdo, por sobrecarga de presión.
cular izquierda es mayor que la derecha. No obstante,
Los signos radiológicos dependen del grado de es-
si la localización del defecto es muy dorsal el flujo de
trechamiento. Se puede observar ensanchamiento del
sangre pasa casi directamente a la arteria pulmonar,
arco aórtico y signos de aumento de la altura del ven-
por lo que apenas causa efectos sobre el ventrículo
trículo izquierdo en la proyección lateral (fig. 2.67), así
derecho. La sangre pasa a la circulación pulmonar
como prominencia de la silueta entre las 11 y la 1, y en-
y retorna a la aurícula y ventrículo izqu ierdos, lo que
tre las 2 y las 5 en la dorsoventral. En fases avanzadas
provoca congestión pulmonar (arterias y venas) y au-
aparecerán signos de aumento de la aurícula izquierda.
mento de tamaño del corazón izquierdo. Si el defecto tiene una localización más ventral puede entrar en el
Defecto del septo ventricular
ventrículo derecho un volumen grande de sangre, por
Los defectos del septo interventricular pueden ocurrir
lo que también puede aparecer aumentado de tamaño
en cualquier zona del septo, pero aparecen con mayor
en estos casos.
frecuencia en la parte membranosa del mismo, en su
Los defectos pequeños no suelen causar alteracio-
zona más dorsal. Pueden presentarse como defectos
nes en la imagen radiográfica del tórax. Si el defecto es
aislados o coexistir con otras anomalías congén itas,
grande aparecen signos de aumento más marcado del
como defectos del septo auricular o el conducto ar-
ventrículo izqu ierdo, menos marcado de la aurícula iz-
terioso persistente. Si las presiones ventriculares iz-
quierda, en ocasiones aumento del ventrícu lo derecho
quierda y derecha son normales, el flujo se desviará de
(si el defecto es ventral) y congestión pulmonar.
FIGURA 2.65. Proyección lateral (a) y dorsoventral (b) del tórax de un perro con conducto arterioso persistente. Presenta cardiomegalia global marcada con prominencia de 12 a 2 (flecha negra) según la ana logía del reloj, lo que indica un aumento de la arteria pulmonar principal y, en menor medida, del arco aórtico. También se observa una dilatación de arterias y venas pulmonares (flechas blancas).
Cuello~
t órax
Tetralogía de Fallot
líquido es mínima o moderada el aumento de tamaño
La tetralogía de Fallot es el defecto congénito que con
de la silueta es variable y no necesariamente adquiere
mayor frecuencia causa cianosis. Resulta de la apari-
el aspecto globoso característico. Radiológicamente, la
ción conjunta de estenosis pulmonar, defecto del septo
forma globalmente redondeada en las dos proyeccio-
ventricular, hipertrofia ventricular derecha secundaria y
nes y la falta de distinción de las cámaras cardiacas
varios grados de dextroposición y sobrecarga de la aorta.
ayuda a diferenciar esta imagen de la que aparece en
Los signos radiológicos pueden ser muy variables
una cardiomegalia global. Aún así, se debe realizar una
dependiendo de la gravedad de la estenosis pulmonar
ecocardiografía para establecer el diagnóstico diferen-
y del tamaño del defecto del septo ventricular. Se suele
cial entre ambos procesos. Además, permitirá detectar
observar aumento del corazón derecho y vasos pulmo-
en muchos casos la presencia de tumores como causa
nares disminuidos de tamaño.
del derrame. Las hernias peritoneopericárdicas tienen origen
Enfermedades del pericardio
congénito y se caracterizan por la aparición de una
La patología que afecta con mayor frecuencia al peri-
comunicación entre el espacio peritoneal y el espacio
cardio es el derrame pericárdico. Provoca un aumen-
pericárdico a través de un defecto en el diafragma. La
to de tamaño generalizado de la silueta cardiaca, que
identificación de estructuras abdominales concentradas
adquiere un aspecto globoso o "de balón" cuando el
en el centro del tórax, enmascarando la imagen de la
volumen de líquido acumulado en el saco pericárdi-
silueta cardiaca normal es el hallazgo radiológico típico
co es muy grande (fig. 2.68). Cuando la cantidad de
de esta anomalía (fig. 2.69). El hígado es el órgano que
FIGURA2.66. Proyección dorsoventral del tórax de un perro con estenosis pulmonar. El margen derecho de la silueta aparece redondeado y se observa una prominencia entre la 1 y las 2 (flecha), según la analogía del reloj, debido al aumento de tamaño de la arteria pulmonar principal.
FIGURA 2.67. Proyección lateral del tórax de un perro con estenosis aórtica. La silueta del arco aórtico aparece ensanchada.
2
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
con mayor frecuencia aparece herniado, seguido de la
o vascular es muy indicativa de cor pu/mona/e, que se
vesícula biliar, el estómago, el intestino y el omento. Si la
define como una insuficiencia del corazón derecho
comunicación existe pero el paso de contenido abdo-
provocada por una enfermedad pulmonar o torácica.
minal al saco pericárdico es mínimo, la silueta cardiaca
Por definición , debe existir hipertensión pulmonar en
puede aparecer agrandada y con morfología asimétrica,
el cor pu/mona/e para que se produzca insuficiencia
aunque el diagnóstico se complica. La ecocardiografía
del corazón derecho. En perros, la cau sa más fre-.
permitirá es estos casos identificar el contenido anormal
cuente de cor pu/mona/e es la dirofilariosis, aunque
en el espacio pericárdico. La administración de bario por
cualquier obstrucción en los vasos pulmonares pue-
vía oral puede confirmar la posición anómala del estó-
de producir hipertensión y, por tanto, cor pu/mona/e.
mago y el intestino si están herniados.
La obstrucción de las arterias pulmonares se puede producir por la presencia de coágulos de sangre
Tumores cardiacos
(tromboembolismo pulmonar) o por embolización de
La mayoría de los tumores cardiacos aparecen asociados
grasa, material séptico, células neoplásicas o dirofila-
a derrame pericárdico. El hemangiosarcoma es el más
rias. Aunque su identificación es difícil, en casos de
frecuente en perros y el linfoma en gatos. Los hemangio-
tromboembolismo se pueden apreciar signos como la
sarcomas se originan en las células endoteliales y pueden
dilatación de las arterias pulmonares en la zona peri-
aparecer en cualquier parte del corazón, aunque su loca-
hiliar para después reducirse su diámetro de forma
lización más frecuente es la pared de la aurícula derecha.
brusca o desaparecer en zonas más periféricas, apa-
Los quemodectomas se originan en las células neuroepi-
rición de zonas más radiotransparentes en el pulmón
teliales y se localizan típicamente en la base del corazón,
por reducción focal de la perfusión , atelectasia de un
donde crean un "efecto masa" más o menos definido en
lóbulo pulmonar, derrame pleural alrededor del lóbulo
las radiografías dependiendo de su tamaño (fig. 2.70).
afectado y, ocasionalmente, áreas triangulares perifé-
Otros tumores (mixomas, carcinomas ectópicos de tiroi-
ricas de consolidación pulmonar (especialmente en
des, fibrosarcomas, etc.) son menos frecuentes.
lóbulos caudales). Hasta un 27% de perros y gatos con tromboembolismo pulmonar confirmado por ne-
Microcardia
cropsia no presentan anomalías en las radiografías to-
El término microcardia se emplea para designar la dis-
rácicas. En un animal con taquipnea que no responde
minución del tamaño del corazón. La reducción del
a la administración de oxígeno, el hecho de que su
tamaño de la silueta cardiaca en una radiografía pue-
radiografía torácica sea normal es muy indicativo de
de ser real o aparente. Un aumento de la cantidad de
tromboembolismo.
aire en los pulmones (enfisema) o en el espacio pleural
La tomografía computarizada puede ser útil para
(neumotórax) puede originar una falsa imagen de mi-
identificar trombos en arterias de primer y segundo
crocardia. Cuando se produce un shock hipovolémico,
grado, aunque los trombos muy pequeños pueden ser
por hemorragia o deshidratación grave, y en casos de
indetectables en la imagen.
hipoadrenocorticismo (síndrome de Addison) se produce una disminución real del tamaño del corazón . En el síndrome de Addison la imagen puede ser especial-
Pulmón
mente llamativa porque a la hipovolemia se le une una atrofia de la masa muscular del corazón. El tamaño de
En perros y gatos el pulmón derecho está dividido en
los vasos pulmonares suele estar disminuido como ha-
cuatro lóbulos (craneal , medio, caudal y accesorio) y
llazgo asociado en los casos de microcardia (fig. 2.71).
el izquierdo en dos (craneal y caudal). Las áreas que ocupan aproximadamente cada uno de los lóbulos pul-
Cor pu/mona/e y tromboembolismo pulmonar
monares aparecen representadas con siluetas de color en la figura 2.72.
La identificación radiográfica de un aumento del ven-
Los pulmones presentan aire, que está contenido en
trículo derecho en un paciente con patología pulmonar
los alvéolos y en la luz de los bronquios y bronquiolos,
Cuello
l::J
tórax
FIGURA2.68. Proyección lateral (a) y dorsoventral (b) del tórax de un perro con derrame pericárdico. La silueta cardiaca aparece aumentada de tamaño y con forma globosa o "de balón" . Una cardiomiopatía dilatada podría dar lugar a una imagen similar, aunque generalmente se distinguirían en cierta medida las cámaras cardiacas, mientras que en la imagen de un derrame pericárdico no. No obstante, la ecocardiografía es necesaria para confirmar con seguridad el diagnóstico.
FIGURA2.69. Proyección lateral del tórax de un gato con hernia peritoneopericárdica. En la imagen se identifica la presencia de intestino delgado e intestino grueso en el saco pericárdico, que posiblemente también contenga otros órganos abdominales, como el hígado o el estómago, cuya presencia podría confirmarse mediante ecografía.
FIGURA 2.70. Proyección lateral del tórax de un perro con un tumor en la base del corazón (quemodectoma). Las flechas blancas indican su localización aproximada, aunque su contorno exacto no se distingue en la imagen. El "efecto masa" que produce sí es evidente por el marcado desplazamiento dorsal de la tráquea.
2
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA
-
en pequeños animales
Anatomía radiográfica norm a l del tórax
1::1
proyección ventrodorsal -~----
-------·,
http://goo.gl/3ZbNg
las radiografías sobreexpuestas todas las estructuras de la imagen aparecen más oscuras, lo que se podría confundir con un enfisema . • El momento del ciclo respiratorio: si la radiografía
y estructuras de densidad tejido blando, que incluyen
se realiza durante la espiración el pulmón contiene
la pared de los alvéolos, el intersticio, los vasos san-
menor cantidad de aire, lo que incrementa ligera-
guíneos y la pared de los bronquios y bronquiolos. De
mente la radiopacidad pulmonar.
estas últimas sólo se diferencian en una radiografía de
• Obesidad: un exceso de grasa subcutánea provoca
tórax normal los vasos sanguíneos y las paredes de los
un ligero incremento de la radiopacidad pulmonar
bronquios de mayor diámetro.
al sumar su densidad con la del pulmón. Además,
Si dividiéramos la radiografía en tres sectores con-
la acumulación de grasa intratorácica limita en cier-
céntricos, zona perihiliar, zona media y zona periférica
ta medida la expansión pulmonar, lo que contribuye
del pulmón, en condiciones normales sólo aprecia-
también al aumento de la radiopacidad.
ríamos las paredes de los bronquios en la zona más
• Edad: los animales jóvenes pueden tener mayor
próxima al hilio pulmonar, ya que en la zona media y
radiopacidad pulmonar que los adultos porque los
periférica en general son demasiado delgadas para
pulmones presentan mayor contenido en agua. Los
distinguirlas en la imagen. Los vasos sanguíneos, en
animales de edad avanzada pueden presentar un
cambio, al presentar paredes y contenido de densidad
ligero aumento de la radiopacidad pulmonar por fi-
tejido blando son visibles en las tres zonas, apareciendo
brosis intersticial, así como mineralización o fibrosis
como estructuras de morfología lineal que se ramifican
de las paredes bronquiales, lo que aumenta la visua-
y disminuyen de diámetro en su recorrido desde el hilio
lización de estas últimas en la radiografía (se podrán
hacia la periferia del pulmón. Siguiendo este criterio,
apreciar también en la zona media del pulmón).
hablaremos de un patrón pulmonar normal cuando el
• Decúbito lateral prolongado: los animales que
pulmón aparezca básicamente radiotransparente (por
permanecen tumbados de lado un tiempo relativa-
el contenido aéreo) y en él podamos identificar los va-
mente largo, especialmente si están anestesiados,
sos pulmonares, de tamaño y morfología normal, y las
presentarán colapso parcial del pulmón correspon-
paredes de los bronquios de mayor diámetro (fig. 2.73).
diente al lado sobre el que han estado tumbados,
Los vasos pulmonares y los bronquios presentan un
lo que causa un aumento focal de la densidad del
recorrido paralelo: en la proyección lateral las arterias
pulmón atelectásico, visible en ambas proyeccio-
aparecen en situación dorsal a las venas, y en las pro-
nes. En la proyección ventrodorsal y dorsoventral
yecciones dorsoventral y ventrodorsal las arterias se pre-
se observará una desviación del mediastino hacia el
sentan en localización lateral a las venas. Los bronquios
lado afectado, lo que ayuda a diferenciar la atelec-
aparecen como bandas radiotransparentes situadas en-
tasia por decúbito de una infiltración pulmonar real.
tre las arterias y las venas (la distancia entre la arteria y
• Radiografías digitales: el significativo aumento de la
la vena no coincide necesariamente con el diámetro del
resolución de contraste que presentan las radiografías
bronquio). El diámetro de las arterias y de las venas debe
digitales frente a las analógicas hace que el pulmón
ser aproximadamente igual en condiciones normales.
aparezca menos radiotransparente, y que se distingan mejor las estructuras de densidad tejido blando, como
Aunque ya se han tratado en el apartado de "Princi-
los vasos pulmonares y la paredes de los bronquios,
pios de interpretación" de este capítulo, los factores
que en algunos casos se identificarán en la zona me-
que afectan en mayor medida a la imagen radiográfica
dia del pulmón sin presentar anomalía alguna.
del pulmón son:
• Los valores de exposición: en las radiografías sub-
Para evaluar adecuadamente el pulmón de forma
expuestas el pulmón presenta una radiopacidad
general se recomiendan las proyecciones lateral y
más alta, que podríamos confundir con una infil-
ventrodorsal. Comparando la proyección ventrodor-
tración intersticial del parénquima mientras que en
sal con la dorsoventral en la primera la capacidad de
Cuello l:J tórax
distensión pulmonar es mayor, lo que mejora la defini-
mientras que el pulmón inferior presentará siempre un
ción del pulmón en la imagen. En una proyección late-
mayor o menor grado de colapso parcial, lo que limi-
ral se verá mejor el pulmón que tiene una posición más
ta en cierta medida su examen radiológico. De forma
alta, ya que su capacidad de expansión es máxima,
estandarizada se suele emplear la proyección lateral
FIGURA 2.71. Proyección lateral del tórax de un
perro con microcardia e hipovascularización. Al aparecer la silueta cardiaca y los vasos pulmonares más pequeños, los campos pulmonares aparecen más amplios y radiotransparentes, lo que se podría confundir con un enfisema pulmonar.
FIGURA2.72. Imágenes normales del tórax en proyección lateral (a) y ventrodorsal (b) de un perro en las que se representa con áreas de color la localización de los distintos lóbulos pulmonares.
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
derecha, aunque en el caso concreto de la evaluación
convencionales, la tomografía computarizada estaría
de metástasis pulmonares se elige la combinación de
indicada siempre que los hallazgos de la radiografía
las dos proyecciones laterales, derecha más izquierda ,
sean dudosos, ante la sospecha de torsión , cuerpo ex-
ya que si existen lesiones de pequeño tamaño se verán
traño bronquial, tromboembolismo pulmonar, examen
mejor en el pulmón más distendido (en posición su-
exhaustivo de metástasis y evaluación de masas (per-
perior). En caso de duda se añade la proyección ven-
mite determinar su localización exacta y examinar el
trodorsal para obtener información complementaria,
resto del pulmón para descartar lesiones asociadas),
aunque es frecuente que pequeñas lesiones visibles
así como para realizar punciones o biopsias guiadas de
en una o en las dos proyecciones laterales no se distin-
lesiones no identificables por ecografía.
gan después en la ventrodorsal. La ecografía del pulmón tiene importantes limitaciones. Sólo se podrán visualizar ecográficamente zonas de
Patrones pulmonares anormales La evaluación radiológica del pulmón se basa en la
pulmón sin aire que contacten con la pared torácica, ya
identificación de patrones pulmonares anormales,
que en otras localizaciones la interposición de aire impe-
cuya clasificación se establece en función de los com-
dirá realizar el examen. En casos de derrame pleural el lí-
ponentes del pulmón afectados:
quido facilita la visualización del contorno pulmonar. Esta
• Bronquial.
técnica está indicada en el estudio de masas pulmonares
• Vascular.
y de consolidación pulmonar, ya que aporta información
• Alveolar.
sobre la estructura interna de la lesión, se puede exami-
• Intersticial. • Mixto (combinación de dos o más de los anteriores).
nar su vascularización con Doppler y permite realizar una toma de muestra para citología o biopsia ecoguiadas. A diferencia de la resonancia magnética, que aporta
La identificación del patrón puede resultar más o
imágenes pulmonares de baja calidad en los equipos
menos complicada dependiendo de la localización y
FIGURA 2.73. Representación esquemática del patrón pulmonar normal (a) e imagen ampliada de la zona caudodorsal del tórax en proyección lateral de un perro sano (b). La imagen (a) representa el parénquima pulmonar normal básicamente radiotransparente (fondo gris oscuro), con vasos pulmonares paralelos (arterias y venas de diámetro similar) que se ramifican al dirigirse hacia la zona periférica, y paredes bronquiales sólo visibles en la zona de mayor diámetro; los vasos y los bronquios se representan de forma longitudinal (a: arteria, b: bronquio, v: vena) y transversal (A: arteria, B: bronquio, V: vena). En la imagen (b) las estructuras de morfología lineal de densidad tejido blando que se ramifican y extienden hasta la periferia del pulmón son vasos, mientras que las paredes bronquiales (flechas) sólo se distinguen como finas líneas paralelas en el área perihiliar.
Cuello~
tórax
extensión de las lesiones. Una vez identificado, a cada
Debemos tener en cuenta que en bronquitis y tra-
uno de los patrones pulmonares anormales se le asig-
queobronquitis agudas habitualmente no se observan
na una lista de posibles diagnósticos diferenciales, que
alteraciones evidentes en la imagen radiográfica de los
puede ser más o menos amplia dependiendo de la
bronquios. No obstante, está indicado realizar la radio-
correlación de los hallazgos radiológicos con el resto
grafía para excluir la presencia de bronconeumonía.
de los datos clínicos del paciente (anamnesis, explora-
El patrón pulmonar típico del asma felina es el bron-
ción, datos laboratoriales, etc.). La principal limitación
quial (fig. 2.76), aunque puede aparecer asociado a
en la interpretación radiológica del pulmón radica en
otros patrones pulmonares. La gravedad de los signos
este hecho: patologías muy diferentes pueden presen-
clínicos en muchos casos no guarda una correlación
tar la misma imagen radiográfica.
directa con la magnitud de los hallazgos radiológicos.
Patrón bronquial
servar ate/ectasia del lóbulo medio derecho y enfisema
Se identifica un patrón bronquial cuando en la imagen
secundarios.
En pacientes con asma felina es frecuente también ob-
se visualizan paredes bronquiales que no se distinguirían
En patologías bronquiales crónicas o graves los
en condiciones normales, en general en la zona media
bronquios pueden presentar dilataciones saculares
y periférica del pulmón, aunque debemos recordar que
irreversibles, que se denominan bronquiectasias. Tam-
la radiografía digital puede permitir la visualización de
bién pueden estar causadas por obstrucciones de la
paredes de bronquios normales en la zona media.
vía aérea o por inhalación de humo.
El signo radiológico típico es la visualización de imá-
La tomografía computarizada tiene gran interés
genes "en anillo" o "donuts", que corresponden a si-
en el estudio de las enfermedades de los bronquios.
luetas transversales de paredes bronquiales (de aque-
Permite visualizar bronquios y bronquiolos de peque-
llas ramas bronquiales que tienen un recorrido paralelo
ño diámetro, bronquiectasias no detectables con ra-
al haz de rayos X), e imágenes "en raíl de tren", que
diografía, rotura bronquial y diferenciar entre cuerpos
corresponden a siluetas longitudinales de las mismas
extraños , presencia de moco intraluminal y masas
(ramas bronquiales con recorrido perpendicular al haz
bronquiales (fig. 2.77) . En el caso de las neoplasias
de rayos X) .
bronquiales, facilita además la identificación de me-
La visualización de las paredes bronquiales se pue-
tástasis pulmonares y linfadenopatías. La broncoen-
de deber a un aumento de su densidad radiográfica
doscopia virtual por tomografía computarizada permi-
(mineralización), un aumento real de su grosor o a la
te seguir el recorrido de la tráquea y los bronquios de
presencia de infiltrados peribronquiales.
mayor diámetro (fig. 2.78).
La mineralización de las paredes es un hallazgo habitual en animales de edad media o avanzada (so-
Patrón vascular
bre todo en razas braquicéfalas), y en general no se
Se identifica un patrón vascular cuando se observan
considera patológico, aunque también puede aparecer
alteraciones en el tamaño, la morfología o en el número
como secuela de bronquitis crónicas o en casos de
de los vasos pulmonares.
hiperadrenocorticismo. Las paredes aparecen como
Aunque se puede evaluar de forma subjetiva el
líneas muy finas de densidad mineral, bien definidas (fig. 2.74).
tamaño y el número de los vasos periféricos, es más
El aumento de grosor de la pared o la presencia
vasos de mayor diámetro: arterias y venas iobulares
recomendable evaluar el diámetro y la forma de los
de infiltrados peribronquiales ocurre generalmente
craneales en la proyección lateral (fig. 2.79) y arterias y
en bronquitis crónicas (de origen inflamatorio, infec-
venas lobulares caudales en la proyección dorsoventral
cioso, alérgico o irritativo) y, con menor frecuencia,
(fig. 2.80). En la proyección lateral las arterias y venas
por infiltración neoplásica. En estos casos las pare-
lobulares craneales aparecen como dos pares de va-
des bronquiales aparecen en la imagen como finas
sos localizados en el campo pulmonar craneoventral
bandas de densidad tejido blando, mal definidas
que se dirigen cranealmente. En condiciones nor-
(fig. 2.75) .
males, la anchura de la arteria y de la vena debe ser
2
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
.A FIGURA 2.74. Representación esquemática del patrón pulmonar bronquial
por mineralización (a) e imagen ampliada de la zona central del tórax en proyección lateral (b) y ventrodorsal (c) de un perro con paredes bronquiales mineralizadas, sin significación clínica. Las flechas negras señalan imágenes longitudinales de los bronquios (en "raíl de tren ") y las flechas blancas imágenes transversales ("en anillo" o "donuts") de ramas bronquiales de menor diámetro.
'Y FIGURA 2.75. Representación esquemática del patrón pulmonar bronquial
por engrosamiento de paredes o infiltrados peri bronquiales (a) e imagen radiográfica en proyección ventrodorsal del tórax de un perro con bronquitis eosinofílica (b). La flecha negra señala una imagen longitudinal de un bronquio (en "raíl de tren") y las flechas blancas imágenes transversales ("en anillo" o "donuts") de ramas bronquiales de diverso diámetro.
Cuello lJ tórax
aproximadamente la misma, y en su trayecto a nivel
visualizar las arterias y venas lobulares craneales que
del 4º espacio intercostal no deben superar la anchu-
las caudales.
ra de la 4ª costilla en su tercio proximal. Las arterias
Si el diámetro de las arterias es mayor que el de
y venas lobulares caudales se aprecian mejor en la
las venas indica la existencia de congestión arterial en
proyección dorsoventral que en la ventrodorsal, en las
el pulmón (fig. 2.81). Se puede observar en casos de
que no deben superar la anchura de la 9ª costilla en
hipertensión pulmonar, en los que se suele acompañar
el punto donde se superponen. En gatos, es más fácil
de aumento del corazón derecho (cor pu/mona/e). La
FIGURA 2.76. Proyección lateral del tórax de un gato con patrón bronquial causado por
FIGURA2.77. Imagen de tomografía computarizada del tórax de
asma felina .
un perro con bronquiectasias y presencia de múltiples masas en la luz de numerosas ramas bronquiales (flechas), que pueden corresponderse con granulomas parasitarios o nódulos neoplásicos.
FIGURA2.78. Imagen de
broncoendoscopia virtual realizada con tomografía computarizada de un perro sano en la que se observa la bifurcación de la tráquea en los dos bronquios principales, en cuya luz se distinguen las subdivisiones en ramas de menor diámetro.
2
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
causa más frecuente es la dirofilariosis, en la que los
congénitos con comunicaciones de izquierda a dere-
vasos pueden presentar un recorrido ondulado o tor-
cha), también puede aparecer debido a un exceso en
tuoso y estar tan dilatados que su silueta transversal
el volumen de fluidos administrados a un paciente (so-
puede llegar a confundirse con nódulos pulmonares.
brehidratación iatrogénica) .
También puede aparecer congestión arterial en pato-
Una disminución del tamaño de los vasos pulmona-
logías congénitas con comunicación de izquierda a
res (hipovascularización pulmonar) (fig. 2.84) puede
derecha (conducto arterioso persistente, defectos del
ocurrir en casos de hipovolemia (deshidratación, he-
septo auricular o ventricular, etc.).
morragia, síndrome de Addison), en algunas patologías
Si el diámetro de las venas supera el de las arte-
congénitas con flujo de derecha a izquierda y en casos
rias indica congestión pulmonar venosa (fig. 2.82). La
graves de estenosis pulmonar. Al disminuir el tamaño y
causa principal es la insuficiencia cardiaca izquierda
el número de vasos visibles en la radiografía, los cam-
debida a patologías adquiridas o congénitas (con co-
pos pulmonares aparecen más oscuros y puede ser di-
municación de derecha a izquierda fundamentalmen-
fícil identificar vasos en la zona periférica, lo que no se
te, aunque en algunos casos también de izquierda a
debe confundir con sobreexposición de la radiografía
derecha).
(con un foco de luz brillante en una radiografía sobre-
En una congestión mixta aparecerán aumentadas
expuesta sí se identificarán los vasos periféricos con
las arterias y las venas (fig. 2.83) , por lo que se debe
diámetro normal) . En casos de tromboembolismo se
recurrir a la comparación con la anchura de las costi-
puede observar un patrón de hipovascularización focal
llas siguiendo los criterios expuestos previamente. Se
o lobular, con disminución del diámetro de los vasos o
puede apreciar un aumento en el número de vasos
interrupción brusca de su trayecto en el área afectada.
visibles en las zonas periféricas. Aparte de las causas
Algunos autores consideran también un patrón vas-
patológicas (insuficiencia cardiaca izquierda y defectos
cular anormal la pérdida de definición en la imagen de
FIGURA 2.79. Imagen ampliada de la zona craneoventral del tórax en proyección lateral de un perro sano, en la que se señalan con flechas blancas la arteria y la vena lobular craneal izquierda y con flechas negras las paredes mineralizadas del bronquio que discurre entre los dos vasos. En la proyección lateral las arterias son dorsales a las venas, lo que permite distinguirlas en la radiografía.
122
FIGURA 2.80. Imagen ampliada de la zona media y caudal del tórax en proyección dorsoventral de un perro sano, en la que se señalan con flechas blancas las arterias y las venas lobulares caudales de ambos pulmones. La flecha negra señala la pared del bronquio que discurre entre la arteria y la vena lobular caudal izquierda. En la proyección dorsoventral y ventrodorsal las arterias son laterales a las venas, lo que permite distinguirlas en la radiografía.
Cuello~
tórax
~ FIGURA 2.81.
Representación esquemática del patrón pulmonar vascular por aumento de tamaño (a) y tortuosidad (b) de las arterias pulmonares, e imagen radiográfica en proyección lateral del tórax de un perro con dirofilariosis (c). La arteria lobu lar craneal izquierda tiene mayor anchura que la vena (visibles en la zona craneoventral del tórax), y se distinguen arterias pu lmonares muy dilatadas y de recorrido tortuoso (fechas) en el campo pu lmonar caudodorsal.
FIGURA2.82. Representación esquemática del patrón pu lmonar vascu lar por aumento de tamaño de las venas pulmonares (a), e imagen radiográfica en
proyección lateral del tórax de un perro con congestión venosa debida a insuficiencia card iaca izquierda (b). La vena lobular craneal izquierda tiene mayor anchura que la arteria (visibles en la zona craneoventral del tórax).
2
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
los vasos que se produce cuando aumenta significativamente la radiopacidad del intersticio pulmonar.
En la radiografía se visua lizan áreas de densidad líquido de contorno irregular y límites mal definidos (apariencia de "nubes" o "a lgodonosa") , que tienden
Patrón alveolar
a aumentar de tamaño y confluir a medida que avanza
Se identifica un patrón alveolar cuando se acumu la lí-
el proceso, es decir, al aumentar el número de alvéolos
quido (trasudado, exudado o sangre) o célu las (p. ej.:
afectados. Entre las áreas en las que la radiopacidad
células neoplásicas) en el espacio alveolar, o bien,
está aumentada pueden quedar pequeñas áreas con
cuando los alvéolos pierden su contenido aéreo normal
rad iopacidad norma l, que rec iben el nombre de alveo-
(atelectasia).
logramas. En una fase más avanzada, la zona o zonas
FIGURA 2.83. Proyección lateral del tórax de un perro con congestión vascular mixta. La anchura de las arterias y venas lobulares craneales a nivel del 4º espacio intercostal supera la anchura de la 4ª costilla en su tercio proxima l.
FIGURA 2.84. Representación esquemática del patrón pu lmonar vascu lar por disminución de tamaño de los vasos pu lmonares (a) , e imagen rad iográfica en proyección lateral del tórax de un perro con hipovascularización y microcardia (b).
Cuello Anatomía radiográfica no rm a l de l tórax
de pulmón afectadas adquieren densidad líquido-tejido blando homogénea (consolidación pulmonar), dis-
proyección lateral derecha
tinguiéndose únicamente la luz de los bronquios con
l::J
tórax
11 [!]
.
ht tp://goo.g i/vb no5
su contenido aéreo normal, que reciben el nombre de broncogramas. Cuando la luz de los bronquios seco-
aéreas altas), por sobrecarga de fluidos (sobrehidrata-
lapsa o se llena también de líquido se pierde la imagen
ción), toxicidad, shock hipovolémico, hipersensibilidad
de los broncogramas y se hablará de consolidación
o ahogo.
completa del área pulmonar afectada (figs. 2.85-
Una neumonía alveolar se caracteriza por la acumu-
2.90). Los broncogramas pueden no visualizarse en
lación de exudado en los alvéolos. La distribución de las
todos los casos de infiltración alveolar, pero cuando se
áreas afectadas puede orientar el diagnóstico en cierta
identifican se considera un hallazgo patognomónico
medida. Por ejemplo, es frecuente que las bronconeu-
de patrón alveolar.
monías bacterianas presenten una localización cra-
Si el patrón alveolar afecta a un lóbulo completo se
neoventral, mientras que las neumonías por aspiración
podrá identificar el límite entre el lóbulo afectado y los
habitualmente aparecen en la zona ventral de los pulmo-
adyacentes, lo que se denomina signo lobular. Si la
nes, sobre todo en el lóbulo medio derecho (fig. 2.93).
zona afectada contacta con el corazón o el diafragma,
Los cuerpos extraños aspirados (p. ej.: espigas) con fre-
al presentar la misma radiopacidad se perderá la dis-
cuencia se localizan en el lóbulo caudal derecho, donde
tinción del borde de estas estructuras, lo que de forma
aparecerán cambios inflamatorios (fig. 2.94).
general en radiología se denomina signo de silueta positiva o signo de obliteración de bordes (fig. 2.91).
En una hemorragia alveolar se acumula sangre en los alvéolos (fig. 2.95). Generalmente se debe a causas
La mayoría de las enfermedades pulmonares en las
traumáticas, pero también puede aparecer en coagu-
que predomina el patrón alveolar también afectan a
lopatías, intoxicaciones o asociada a neoplasias. Una
otros componentes del pulmón, generalmente el in-
contusión pulmonar debida a un traumatismo suele pre-
tersticio o los bronquios. La localización de las lesiones
sentar una imagen de consolidación del área afectada,
y el tiempo que tardan en desarrollarse y después en
generalmente ipsilateral a la zona del impacto (fig. 2.96).
resolverse puede orientar nuestro diagnóstico diferen-
La acumulación de células en los alvéolos es poco
cial. Por ejemplo, un edema puede desarrollarse y
frecuente, aunque puede ocurrir en algunos tipos de
también desaparecer en horas si se administra el trata-
neoplasia (p. ej: carcinoma broncoalveolar).
miento adecuado (fig. 2.92). En cambio, una hemorra-
El término atelectasia indica expansión incompleta o
gia o una neumonía por aspiración pueden aparecer
colapso de un pulmón o de una parte de él:· Como se
en minutos y tardar días en desaparecer. Una neumo-
comentó previamente, un decúbito lateral prolongado
nía bacteriana se desarrolla en horas o días y tarda días
conduce a atelectasia temporaj del pulmón que queda
o semanas en desaparecer con el tratamiento.
en posición más baja, lo que se resuelve al cambiar la
Un edema alveolar se caracteriza por la acumu-
posición del paciente (fig. 2.97). Las causas patológicas
lación de trasudado en los alvéolos. Los edemas de
de atelectasia incluyen la obstrucción de las vías aéreas
origen cardiogénico comienzan siendo intersticiales y
(fig. 2.98), una limitación en la capacidad de disten-
evolucionan hacia una afectación alveolar. Su localiza-
sión pulmonar (p. ej.: neumotórax, derrame pleural) o
ción típica es perihiliar en los perros, aunque en gatos
una compresión por la presencia de masas adyacentes.
pueden afectar a cualquier zona del pulmón. Un ede-
Cuando no está asociada a una masa, la reducción de
ma pulmonar no cardiogénico agudo puede presentar
volumen del área pulmonar atelectásica provoca una
cualquier localización, aunque a menudo aparece en
desviación más o menos marcada del mediastino hacia
la zona caudodorsal del pulmón. Entre las causas de
el lado afectado. Es importante señalar que en muchos
edema no cardiogénico se incluyen las de tipo neuro-
casos las patologías que provocan una ocupación de
génico (electrocución, trauma craneal, posconvulsión),
los alvéolos con líquido también tienen un cierto com-
hiperdinámico (por presión intratorácica negativa ex-
ponente atelectásico, que contribuye en mayor o menor
cesiva: asfixia, estrangulación, obstrucción de vías
medida al patrón alveolar visible en la radiografía.
2
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
Consolidación FIGURA 2.85. Representación esquemática de las distintas fases (1-6) en la evolución de un patrón alveolar.
Consolidación completa
Cuello l:J tórax
La imagen de una atelectasia puede ser similar a la
Patrón intersticia /
de una consolidación pulmonar, aunque en esta última
Se identifica un patrón intersticial cuando el intersticio
no hay reducción de volumen del área o lóbulo afec-
pulmonar aparece infiltrado por tejido fibroso , líquido o células (p. ej.: células neoplásicas).
tado y, por tanto, no causa desviación del mediastino.
FIGURA 2.86. Imagen radiográfica en proyección lateral (a) e imagen de tomografía computarizada (b) del tórax de un perro con patrón alveolar por neumonía. En la imagen (a) se observan áreas de densidad tejido blando de morfología irregular en zonas periféricas del pulmón, donde se distinguen con dificultad algunos broncogramas. Las áreas afectadas y los broncogramas son mucho más evidentes en la imagen de tomografía computarizada .
FIGURA2.87. Proyección lateral del tórax de un perro con patrón alveolar
FIGURA 2.88. Proyección lateral del tórax de un perro con patrón alveolar por
por bronconeumonía. El patrón se observa fundamentalmente en el campo pulmonar caudodorsal, donde se distinguen pequeñas áreas pulmonares que mantienen radiopacidad normal (alveologramas) y la luz de algunos bronquios con contenido aéreo normal rodeados de parénquima pulmonar aumentado de radiopacidad (broncogramas).
bronconeumonía, que afecta a todos los lóbulos pulmonares. Se distinguen broncogramas de gran tamaño y numerosos alveologramas de pequeño tamaño que le dan al pulmón apariencia de "esponja".
2
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
FIGURA 2.89. Proyección lateral del tórax de un perro con patrón alveolar por bronconeumonía, que afecta a todos los lóbulos pu lmonares, pero especialmente a los lóbulos craneales y al medio derecho, donde se distinguen brontogramas rodeados de parénquima pulmonar consolidado (con densidad tejido blando homogénea).
Anatomía radiográfica normal del tórax
proyección ventrodorsal http://goo.gl/3ZbNg
Anatomía radiográfica normal del tórax
proyección dorsoventra 1 http://goo.gl/WqzTt
FIGURA 2.90. Proyección ventrodorsal del tórax de un perro con consolidación completa del lóbulo craneal derecho, que presenta densidad tejido blando homogénea sin broncogramas, lo que indica que la luz de los bronquios se ha llenado de líquido o ha perdido su contenido aéreo. Una neumonía o una hemorragia graves pueden causar la opacificación completa del lóbulo, pero su volumen no cambiaría. Una atelectasia del lóbulo provocaría la desviación del mediastino hacia el lado afectado. En cambio, en este caso el mediastino aparece desviado hacia la izquierda, lo que indica un aumento de volumen del lóbulo opacificado, que sugiere neoplasia pulmonar primaria o torsión como causas más probables. En estos casos está indicada la realización de una ecografía pu lmonar.
FIGURA 2.91. Proyección dorsoventral del tórax de un perro con
neumonía localizada en el lóbulo medio derecho. La opacificación del lóbulo permite distinguir con claridad el margen lobular cranea l (flechas), lo que se denomina signo lobular, y causa una pérdida de diferenciación del margen cardiaco adyacente a la lesión, lo que se denomina signo de obliteración de bordes (también llamado signo de fusión de siluetas o signo de silueta positiva).
Cuello tJ tórax
FIGURA 2.92. Proyección lateral del tórax de un perro con patrón alveolar en la zona caudodorsal del pulmón debido a un edema cardiogénico antes (a) y
unas horas después (b) del tratamiento. El tiempo que tarda en aparecer y resolverse un patrón alveolar puede orientar los posibles diagnósticos diferenciales. Un edema tarda horas en desaparecer o reducirse con el tratamiento adecuado, mientras que una hemorragia o una neumonía tardarán días.
FIGURA2.93. Proyección lateral del tórax de un perro con patrón alveolar en el área del
lóbulo medio derecho y zona ventral de lóbulos caudales (marcado por el recuadro) debido a una neumonía por aspiración. Los hallazgos adicionales en la imagen pueden orientar los posibles diagnósticos diferenciales. En este caso se identifican las paredes del esófago dilatado y un ligero desplazamiento ventral de la tráquea y la silueta cardiaca causados por el megaesófago.
FIGURA 2.94. Proyección lateral del tórax de un perro con patrón alveolar en la zona del lóbulo medio derecho (marcado por el recuadro) debido a una neumonía focal por penetración de una espiga en el pulmón. El área afectada es muy pequeña, pero la identificación de un broncograma en ella confirma el diagnóstico de patrón alveolar.
2
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
FIGURA 2.95. Proyección lateral del tórax de un gato con patrón alveolar generalizado debido a
una hemorragia pu lmonar.
FIGURA 2.96. Proyección ventrodorsal del tórax de un gato con una contusión pulmonar, que aparece como un área de consolidación foca l (flechas) en el lado ipsilateral al del traumatismo que la causó.
FIGURA 2.97. Proyección lateral (a) y dorsoventral (b) del tórax de un perro con atelectasia de los lóbulos medio y caudal derechos por decúbito lateral (derecho)
prolongado. En la proyección lateral el patrón alveolar es más evidente en la zona caudodorsal del pulmón. En la proyección dorsoventral, la ligera desviación de la silueta cardiaca hacia el hemitórax derecho indica una pérdida de volumen en el área pulmonar afectada. Para diferenciarlo de causas patológicas de atelectasia se debe repetir el estudio radiográfico después de que el anima l permanezca un tiempo en decúbito esternal o en estación .
Cuello y tórax
Se establecen dos tipos de patrón intersticial perfecta-
de infiltración alveolar. En algunos casos el patrón in-
mente diferenciados:
tersticial no estructurado adquiere un aspecto reticular
• Patrón intersticial no estructurado: se caracteriza
(a modo de "panal de abeja") (fig. 2.100).
por la acumulación de líquido (trasudado, exudado,
El patrón intersticial no estructurado es el más difícil
sangre) , células (p. ej.: linfoma) o tejido fibroso en el
de diagnosticar, y en muchos casos se confunde con
intersticio pulmonar.
el aumento de la opacidad pulmonar causado por obe-
• Patrón intersticial nodular: por acumulación focal de
sidad, subexposición o realización de la radiografía du-
células en el intersticio, que da lugar a la aparición
rante la espiración. Además, suele aparecer asociado a
de lesiones nodulares en el pulmón.
otros patrones pulmonares, más que de forma aislada. Muchas patologías producen infiltración del intersti-
Patrón intersticial no estructurado
cio y de los alvéolos, en cuyo caso la imagen radiográfi-
La infiltración difusa del intersticio, ya sea por líquido
ca predominante será la del patrón alveolar. Si un pro-
o por células, causa una compresión de los alvéolos y
ceso afecta sólo al intersticio y no a los alvéolos (mucho
una reducción de su contenido aéreo, lo que provoca
menos frecuente), en el área afectada se observará un
un incremento difuso de la radiopacidad pulmonar en
aumento difuso de la densidad del pulmón sin eviden-
el área afectada (fig. 2.99). Los vasos sanguíneos se
cia de alveologramas o broncogramas.
verán entonces menos definidos, ya que contrastan
Como se explicó previamente, un edema puede
menos con el parénquima pulmonar que los rodea,
empezar siendo intersticial y después extenderse a los
pero no se pierde su imagen, como ocurre en un área
alvéolos. Los edemas con componente exclusivamente
~ FIGURA 2.98.
Proyección dorsoventral del tórax de un gato con atelectasia del segmento caudal del lóbulo pulmonar craneal izquierdo. La desviación de la silueta cardiaca (desviación del mediastino) hacia el hemitórax izquierdo indica una pérdida de volumen en el área pulmonar afectada. Mediante broncoscopia se detectó una masa en el bronquio del segmento caudal del lóbulo craneal izquierdo.
T FIGURA 2.99. Representación esquemática del patrón intersticial no estructurado, que se caracteriza por un aumento difuso de radiopacidad pulmonar que reduce la visibilidad de los vasos pulmonares.
..
'
2
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
intersticial afectan sobre todo a los gatos. Las neumo-
La tomografía computarizada es muy sensible para
nías víricas (p. ej.: moquillo) también pueden presen-
detectar o confirmar este tipo de patrón pulmonar
tar un patrón intersticial significativo, pero casi siempre
(fig. 2.102).
se asocian a un cierto componente alveolar. Las hemorragias pueden tener un componente intersticial más o
Patrón intersticia l nodu lar
menos marcado.
Los diagnósticos diferenciales asociados a un patrón
La fibrosis pulmonar puede aparecer como signo
nodular varían en función del número y tamaño de las
degenerativo asociado a la edad en animales viejos, en
lesiones. Una lesión nodular se diferencia de un área
los que causa un ligero aumento de la radiopacidad
de infiltración alveolar porque un nódulo tiene forma
del intersticio. También puede aparecer como la con-
regular (generalmente redondeada u ovalada) y límites
secuencia final de una gran variedad de enfermedades
bien definidos, mientras que el área de infiltración al-
pulmonares que conducen a una alteración irreversi-
veolar tiene morfología irregular y límites mal definidos
ble del tejido de soporte del intersticio. La causa ini-
(fig. 2.103). En una radiografía se pueden identificar
cial puede ser inflamatoria, infecciosa o idiopática. La
lesiones nodulares aisladas a partir de 5 mm de diá-
fibrosis pulmonar idiopática afecta sobre todo a perros
metro, ya que con diámetros menores se pueden con-
de raza Terrier de edad avanzada, especialmente a
fundir con imágenes trasversales de vasos sanguíneos
West Highland White Terrier y Cairn Terrier.
pulmonares. No obstante, si el pulmón presenta un
La afectación del pulmón en casos de linfoma multi-
número muy elevado de lesiones nodulares menores
céntrico suele causar un patrón intersticial no estructu-
de 5 mm (lo que se denomina patrón intersticial no-
rado en perros o, con menor frecuencia, patrón miliar
dular miliar) la confusión con vasos ya no es posible.
o masas. La aparición conjunta de linfadenopatías me-
Los diagnósticos diferenciales de un patrón intersti-
diastínicas orienta el diagnóstico (fig. 2.101). En gatos
cial nodular con lesiones mayores de 5 mm (fig. 2.104)
con linfoma no suelen aparecer hallazgos significativos
incluyen: metástasis pulmonares (lo más común),
en la imagen del pulmón.
neoplasia pulmonar primaria, abscesos y granulomas
FIGURA 2JOO. Imagen ampliada de la zona caudodorsal del pulmón en
proyección lateral de un perro con patrón intersticial no estructurado de aspecto reticular (en "panal de abeja") debido a una neumonía por Aspergillus.
FIGURA 2J01. Proyección lateral del tórax de un perro con patrón intersticial no estructurado en el área de los lóbulos caudales, debido a una infiltración pulmonar por linfoma multicéntrico. En la radiografía se observan también signos de aumento del ganglio esternal (silueta dorsal a la segunda esternebra), de los ganglios mediastínicos craneales (ensanchamiento de la silueta del mediastino craneal) y de los ganglios traqueobronquiales ("efecto masa" alrededor de la carina, en este caso parcialmente enmascarado por el aumento de radiopacidad pulmonar).
2
Cuello y tórax Anatomía rad iográfica norma l del tórax
pulmonares (poco frecuentes). Un patrón intersticial nodular miliar (fig. 2.105) puede deberse a metástasis o neumonía micótica como diagnósticos más pro-
proyección lateral derecha http://goo.g i/vbno5
bables, seguidos de neoplasia pulmonar primaria y linfoma. El empleo de los términos "nódu lo" o "masa" pul-
No debemos confundir una masa cavitaria con una bulla pulmonar (también llamada neumatocele), que
monar depende del tamaño de la lesión: si ésta tiene
aparece con frecuencia como hallazgo casual y que
un diámetro inferior a 3 cm se denomina nódulo y si
se debe a una acumulación focal de gas en el pulmón
lo supera se suele emplear el término masa. Es im-
por pérdida o rotura de paredes alveolares, cuyo origen
portante no confundir con nódulos las imágenes trans-
puede ser congénito, traumático o idiopático. La pared
versales de vasos pulmonares, aquéllas creadas por la
de la bulla suele ser delgada y está formada por tejido
superposición de las costillas con otras estructuras, o
conjuntivo del pulmón y la pleura visceral (fig. 2.108). Cuando se visualiza una masa pulmonar de gran
las placas de mineralización pulmonar o pleural. La causa más probable de una masa pulmonar so-
tamaño junto a otras de menor diámetro, estas últimas
litaria (fig. 2.106) es una neoplasia pulmonar primaria,
suelen corresponderse con metástasis de la primera.
aunque en la lista de posibles diagnósticos diferen-
En perros, las metástasis pulmonares suelen aparecer
ciales se deben incluir también absceso, granuloma,
como lesiones redondeadas bien definidas, mientras
hematoma o quiste. Las masas pulmonares pueden
que en gatos a menudo tienen una forma más irregular
presentar ocasionalmente mineralización central por
y menor definición del contorno. Las metástasis de los
calcificación distrófica, o un área central más o menos
hemangiosarcomas también pueden aparecer menos
irregular de densidad gas (masa cavitaria) . Los diag-
definidas porque se suelen acompañar de hemorragia .
nósticos diferenciales más probables de masa pulmo-
Cuando una masa presenta una localización adya-
nar cavitaria son tumor con centro necrótico y absceso (fig. 2.107).
cente a la pared costal se puede evaluar ecográficamente, lo que permite determinar si es sólida o quística,
FIGURA 2.103. Representación esquemática del patrón intersticial nodular en comparación con un área de infiltración alveolar. Una lesión nodular tiene forma regular (generalmente redondeada u ovalada) y límites bien definidos, mientras que el área de infiltración alveolar tiene morfología irregular y límites mal definidos.
133
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
examinar su vascularización y realizar una punción-aspiración con aguja fina o biopsia ecoguiadas. La tomografía computarizada está especialmente indicada para la búsqueda de metástasis (se pueden
La realización de un lavado traqueobronquial para obtener muestras puede resultar útil en muchos casos para establecer el diagnóstico diferencial de patologías que presentan patrones pulmonares similares.
detectar nódulos de menos de 2 mm) y para el estudio de las masas pulmonares, ya que permite determinar
Hipertransparencia pulmonar
su localización exacta de cara a un posible tratamiento
Una hipertransparencia o hiperlucidez generalizada
quirúrgico, evaluar el grado de extensión a estructuras
puede aparecer por un incremento en el volumen
adyacentes (fig. 2.109) y tomar una biopsia guiada si
de aire contenido en los pulmones (debido a una
ésta no ha sido posible por ecografía.
obstrucción de las vías aéreas intratorácicas o a un enfisema) o bien por una disminución en el tamaño
Patrón mixto
de los vasos pulmonares. No se debe confundir una
Resulta de la aparición conjunta de dos o más de los
hipertransparencia real con una sobreexposición de
patrones ya descritos, por afectación simultánea de va-
la radiografía.
rios componentes del pulmón. Se visualizan con mayor
El enfisema pulmonar se produce por un incremen-
frecuencia que cada uno de los cuatro patrones de for-
to anormal del tamaño de los espacios alveolares por
ma aislada, aunque en los patrones mixtos suele haber
destrucción de paredes de los alvéolos. Puede apa-
uno dominante, que es al que se le da mayor significa-
recer asociado a enfermedad bronquiolar obstructiva
ción. Las neoplasias pulmonares a menudo presentan
(bronquitis crónica, asma felina, neoplasia bronquial o
un patrón mixto (fig. 2.110), donde suele predominar
cuerpo extraño bronquial), donde el exceso de inflado
un patrón intersticial nodular (miliar o no). Los edemas
pulmonar compensatorio puede conducir al enfisema.
y las neumonías suelen presentar un patrón intersti-
Los cambios radiológicos suelen ser moderados en ga-
cial no estructurado más alveolar y en muchos casos
tos con asma y raramente aparecen signos marcados
bronquial. Una dirofilariosis puede presentar un patrón
en perros o gatos. Radiológica mente se puede observar
vascular más bronquial , alveolar e intersticial.
un exceso de radiotransparencia y aumento de tamaño
FIGURA 2104. Proyección lateral del tórax de un perro con patrón intersticial nodular causado por metástasis pulmonares. Esta imagen también podría deberse a una neoplasia primaria de pulmón, o a abscesos o granulomas pulmonares múltiples, aunque este último diagnóstico diferencial es poco probable.
FIGURA 2.105. Proyección lateral del tórax de un perro con patrón intersticial nodular miliar (nódulos menores de 5 mm) causado por metástasis pulmonares. El segundo diagnóstico diferencial más probable sería neumonía micótica, seguido de neoplasia primaria de pulmón y linfoma.
Cuello lJ tórax
de los pulmones, con la sil ueta diafragmática aplana-
inspiratoria con otra espiratoria no se observan cam-
da y desplazada cauda /mente (fig. 2. 111), e incl uso
bios en la posición del diafragma ni en la radiopac idad
pueden aparecer fracturas costa les espontáneas. El
del pulmón . La tomografía computarizada perm ite de-
enfisema se confi rma si al compara r una radiografía
tectar zonas enfisematosas de pequeño tamaño.
FIGURA 2.106. Proyección latera l del tórax de un perro con una masa pulmonar solitaria. La causa más probable es una neoplasia pu lmonar primaria, aunque en la lista de posibles diagnósticos diferenciales se deben incluir también absceso, granuloma, hematoma o quiste pulmonar.
FIGURA2l08. Imagen ampliada de la región perih iliar del tórax en proyección lateral de un perro con una bu lla pulmonar (flechas). A diferencia de las masas pulmonares cavitarias, las bul las suelen tener una pared muy delgada yson hallazgos casuales.
FIGURA 2.107. Proyección lateral del tórax de un gato con una masa pulmonar cavitaria (flechas). En la zona central de la masa se observan áreas de densidad gas de morfología irregular. Los diagnósticos diferenciales más probables son neoplasia con centro necrótico o absceso.
FIGURA 2.109. Imagen de tomografía computarizada del tórax de un perro con una masa pulmonar de 6 cm en el pulmón izquierdo (línea roja larga), diagnosticada previamente por radiografía . La tomografía computarizada perm itió determinar la localización exacta de la masa y detectar pequeñas metástasis (línea roja corta) en el pulmón derecho que no se habían identificado en las radiografías.
2
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
1m
-
Casos de
autoevaluación
• La aparición de derrame pleural es muy habitual como consecuencia de la torsión. Puede ser bilateral o unilateral, simétrico o asimétrico, aunque en m ucho$
http://goo.gl/C3Nwb
Torsión pulmonar
casos se concentra alrededor del lóbulo afectado. • En fases avanzadas la aparición de necrosis del pa-
Es poco frecuente en pequeños animales. La torsión
rénquima conduce a una reducción de volumen del
produce una oclusión de los bronquios y de los vasos pulmonares, aunque el flujo arterial puede preservarse
lóbulo afectado. • Se puede observar que los bronquios presentan
en una primera fase al presentar paredes más fuertes
una dirección anormal y que los vasos interrumpen
que las venas. El lóbulo afectado presenta inicialmente
bruscamente su recorrido.
congestión y edema, y puede aparecer necrosis en fa-
• Si se rompe un bronquio puede desarrollarse neu-
ses avanzadas. Afecta con mayor frecuencia al lóbulo
motórax o neumomediastino.
medio derecho en razas de tórax profundo y al lóbulo craneal izquierdo en razas pequeñas de tórax ancho y poco profundo.
La ecografía Doppler puede ser de gran ayuda en el diagnóstico al permitir detectar la ausencia de flujo venoso y la reducción o ausencia del flujo arterial en el ló-
La técnica ideal para su diagnóstico es la tomografía
bulo afectado. No obstante, en la práctica, la dificultad
computarizada , aunque en la radiografía se pueden
respiratoria que presentan los pacientes con torsión
observar signos indicativos de torsión:
puede impedir la obtención de imágenes de calidad.
• Consolidación del lóbulo afectado, que inicialmente
Mediante tomografía computarizada resulta más
puede aparecer aumentado y con márgenes redon-
fácil detectar la posición anómala de las estructuras
deados por la congestión vascular. En ocasiones se
bronquiales y vasculares, y evaluar su permeabilidad.
distinguen pequeños broncogramas o alveologra-
La administración de contraste intravenoso permite di-
mas lo que le da un aspecto de "esponja" (patrón
ferenciar entre un pulmón colapsado vascularizado y
vesicular) a la zona afectada.
un lóbulo necrótico con torsión .
FIGURA 2:110. Proyección lateral del tórax de un perro con patrón mixto
(alveolar, bronquial e intersticial nodular miliar) debido a una neoplasia pulmonar primaria . Como hallazgo casual se observa una mineralización pleural a nivel de la fisura entre el lóbulo medio y el caudal derechos.
FIGURA 2:111. Proyección lateral del tórax de un gato con hipertransparencia y aumento del volumen pulmonar debido a un enfisema. La silueta cardiaca aparece disminuida de tamaño y el diafragma aplanado y desplazado caudalmente. El enfisema es una complicación común del asma felina.
Principios de interpretación La radiografía es una técnica excelente para la eva-
óseas sea paralelo al chasis en la medida de lo po-
luación del esqueleto. Al igual que ocurre en otras re-
sible, para evitar deformaciones de la imagen por
giones anatómicas, la principal dificultad que plantea
oblicuidad .
el diagnóstico radiológico de algunas patologías del
• Colimación: es muy importante colimar correc-
esqueleto apendicular es que los mismos hallazgos
tamente la región anatómica que se pretende ra-
radiológicos son comunes a patologías diversas, por
diografiar, ya que optimizaremos la calidad de la
lo que en estos casos es esencial correlacionar los
imagen, evitaremos radiar innecesariamente otras
hallazgos con los datos clínicos (anamnesis, explora-
zonas anatómicas del animal y disminuiremos la
ción, datos laboratoriales, etc.) del paciente. Evaluar
cantidad de radiación difusa que puede incidir so-
la evolución en el tiempo de la imagen radiográfica de
bre el operador que sujeta al paciente.
una lesión aporta información útil para el diagnóstico
• Uso de parrilla antidifusora: sólo será necesario
en algunos casos, por lo que a menudo se realizan
para radiografiar las regiones anatómicas que su-
estudios radiográficos seriados.
peren los 10 cm de grosor, que generalmente se
En el estudio del esqueleto apendicular tiene espe-
corresponden con la escápula, la articulación esca-
cial interés la comparación de las imágenes obtenidas
pulohumeral y el húmero en la extremidad anterior,
con las que aparecen en los atlas de radiografías nor-
y la cadera y el fémur en la extremidad posterior.
males, especialmente cuando se examinan articulacio-
El resto de la extremidad se radiografía sin parrilla.
nes anatómicas complejas, como el tarso o el carpo. Si
• Observación de la imagen: en una radiografía ana-
eí an ímar presenta ía íesíón en una sora exfrem íáacf, ra-
(6gíca (as (es(ones de pequelfd -t~ mtl~él ,~@ ~u@d@fl
diografiando la extremidad contralateral obtendremos
visualizar con más facilidad empleando una fuente
la mejor referencia de normalidad.
de luz focal intensa (p. ej ..: aproximando la película a una lámpara de luz halógena) . En una radiografía
A continuación se resumen algunos consejos técnicos
digital se puede conseguir el mismo efecto aplican-
para optimizar la imagen del esqueleto apendicular:
do las herramientas de posprocesado de la imagen.
• Proyecciones: en general, se deben realizar siem-
pre dos proyecciones radiográficas en ángulo de
Una buena radiografía del esqueleto apendicular debe
90º, aunque en algunos casos resulta útil obtener,
proporcionar un buen detalle de la trabécula ósea y de la
además, proyecciones oblicuas o proyecciones
cortical, al tiempo que debe ofrecer suficiente contraste
con flexión o extensión forzada de una articulación .
de partes blandas para diferenciar los tejidos blandos y
Cuando se radiografía un hueso largo se deben in-
la grasa (p. ej.: la grasa subrotuliana en la rodilla).
cluir las articulaciones proximal y distal de las que forma parte. • Posicionamiento: es importante centrar correcta-
Osificación y cierre de las líneas de crecimiento
mente la región anatómica que se va a radiografiar
La mineralización de las estructuras óseas com ienza
e intentar que el plano medio de las estructuras
durante la gestación. En el momento del nacimiento
r ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA
...
en pequeños anima les
sólo están mineralizadas las diáfisis de los huesos
Es importante no confundir las líneas de crecimien-
largos y los huesos del cráneo, mientras que las epí-
to con líneas de fractura en animales jóvenes. En caso
fisis siguen siendo cartilaginosas, por lo que presen-
de duda se pueden consultar atlas radiográficos, aun-
tan densidad tejido blando y no se distinguen de las
que la mejor referencia de normalidad la obtendremos
partes blandas que rodean al hueso. Posteriormente
realizando la radiografía de la extremidad contralateral
se produce la mineralización progresiva de los centros
del mismo animal (siempre que la patología no sea bi-
de osificación situados en las epífisis, las apófisis y los
lateral). En el animal adulto la línea de crecimiento ya
huesos de menor tamaño. En la tabla 3.1 se mues-
cerrada puede aparecer como una banda esclerótica
tran las edades de aparición y de fusión de los distintos
que une la epífisis con la metáfisis.
centros de osificación en el perro y el gato. La metáfisis, situada entre la epífisis y la diáfisis de los huesos largos (fig. 3.1), puede presentar márgenes
Osteólisis y osteogénesis Las lesiones óseas se manifiestan fundamentalmente
ligeramente irregulares en los animales en crecimien-
de dos formas: con destrucción de hueso (osteólisis)
to, especialmente en perros de razas grandes, lo que
o con producción de hueso nuevo (osteogénesis). Los
no se debe confundir con una reacción perióstica o
términos osteólisis y osteogénesis no se deben confun-
con osteólisis patológicas.
dir con osteopenia y esclerosis, aunque están relacionados. La osteopenia se define como una disminución generalizada de la radiopacidad de un hueso y el término esclerosis se utiliza para describir el aumento de la radiopacidad ósea. Se describen diversos patrones de osteólisis y osteogénesis, cuya correcta identificación contribuye a realizar un diagnóstico radiológico más preciso.
Patrones de osteólisis (fig. 3.2) Patrón geográfico Aparecen una o varias zonas de osteólisis, generalmente de más de 1 cm de diámetro y de límites bien definidos, con una estrecha zona de transición entre la lesión y el hueso normal. Las lesiones geográficas · pueden presentar o no un margen esclerótico y generalmente se localizan en la médula ósea. La zona cortical adyacente puede aparecer interrumpida, adelgazada o desplazada (lesión expansiva). Este patrón suele aparecer en lesiones benignas o de bajo grado de malignidad.
Patrón apoli llado Aparecen múltiples áreas de osteólisis de diverso tama- · ño, generalmente de 3 a 10 mm de diámetro, que pueProyección dorsopalmar del carpo de un perro sano de 10 semanas de edad. La línea de crecimiento (fisis) aparece como una banda de densidad tejido blando que separa la epífisis de la metáfisis. Esta última puede presentar márgenes ligeramente irregulares durante el crecimiento, especialmente en perros de razas grandes. La metáfisis se une a la diáfisis del hueso. FIGURA 31
den confluir en la zona central para formar una lesión más amplia. Los márgenes no están bien definidos y presentan una zona de transición con el hueso normal relativamente amplia. Pueden localizarse tanto en la médula como en la corteza del hueso. La zona cortical afectada suele aparecer erosionada de forma irregular. Este patrón
135
Esqueleto apendicular
Tubérculo supraglenoideo
6-9 semanas
3-7 meses
7-9 semanas
4 meses
Húmero-proximal
1-2 semanas
10-13 meses
1-2 semanas
18-24 meses
Húmero-partes lateral y medial del cóndilo
2-4 semanas
6-9 semanas
2-5 semanas
3,5 meses
6 meses
6-8 semanas
4 meses
Húmero-epicóndilo medial Húmero-cóndilo al resto del hueso
4-4,5 meses
5-8 meses
Radio-proxima 1
3-5 semanas
5-11 meses
3-4 semanas
5-7 meses
Radio-distal
2-4 semanas
6-12 meses
2-4 semanas
14-22 meses
Cúbito-olécranon
7-9 semanas
5-10 meses
4-5 semanas
9-12 meses
3-4 semanas
14-24 meses
Cúbito-proceso ancóneo
3-5 meses
Cúbito-distal
7-9 semanas
Huesos carpianos
2-6 semanas
Metacarpianos/metatarsianos-proximal (dedo 1)
3-5 semanas
6 meses
Metacarpianos/metatarsianos-distal (dedos 2-5)
3-4 semanas
5-7 meses
3-4 semanas
7-10 meses
Primera falange-proximal
4-6 semanas
4-6 meses
3-4 semanas
4-5 meses
Segunda falange-proximal
5-7 semanas
4-6 meses
3-4 semanas
4-5 meses
Fémur-trocánter mayor
4-10 semanas
6-10 meses
5-6 semanas
7-9 meses
Fémur-trocánter menor
3-4 semanas
8-13 meses
Fémur-proximal
2-3 semanas
6-11 meses
2 semanas
7-10 meses
Fémur-distal
3-4 semanas
6-11 meses
1-2 sem_anas
13-19 meses
Rótula
8-9 semanas
Tibia-tuberosidad tibial
7-9 semanas
6-8 meses (a la epífisis)
6-7 semanas
9-10 meses (a la epífisis)
Tibia-proximal
2-5 semanas
6-12 meses
2-3 semanas
12-19 meses
Tibia-distal
3 semanas
5-11 meses
2-3 semanas
10-12 meses
Tibia-maléolo medial
12 semanas
5 meses
9-10 semanas
6-12 meses
6-7 semanas
13-18 meses
Peroné-dista 1
2-6 semanas
6-11 meses
3-4 semanas
10-14 meses
Calcáneo y astrágalo
Nacimiento1 semana
Nacimiento1 semana
Otros huesos tarsianos
2-6 semanas
2-7 semanas
Peroné-proximal
6-12 meses
3-8 semanas
8-9 semanas
3
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
suele aparecer en procesos más agresivos, como tumo-
un estímulo anormal, que puede ser breve, repetido o
res malignos, osteomielitis y mieloma múltiple.
mantenido en el tiempo. Se han realizado diversas clasificaciones de las re-
Patrón infiltrante
acciones periósticas. La que se expone a continuación
Aparecen numerosas áreas de osteólisis de pequeño
se ha ordenado de menor a mayor agresividad.
tamaño, de 1-2 mm , a modo de punteado. Los márgenes de la lesión están mal definidos y la zona de
Reacción perióstica sólida
transición con el hueso normal es muy amplia. La corti-
Se produce engrosamiento de la cortical, que puede
cal aparece erosionada de forma irregular. Es típico de
tener márgenes lisos (traumas leves crónicos, hemato-
lesiones óseas muy agresivas, como tumores de alta
mas subperiósticos, panosteítis) o rugosos (traumatis-
malignidad u osteomielitis graves.
mos, inflamación de tejidos adyacentes al hueso).
Patrón mixto
Reacción perióstica laminar
En una lesión se puede encontrar una combinación de
También se denomina "en capas de cebolla ". El hueso
los patrones anteriores, lo que suele indicar una evo-
nuevo se forma a modo de capas por episodios repe-
lución hacia el tipo más agresivo. Puede verse cuando
tidos de elevación del periostio. Este tipo de reacción
un proceso benigno se hace más activo, se fractura o
se observa en numerosos procesos patológicos, desde
cuando degenera hacia la malignidad.
traumatismos focales hasta infecciones y tumores óseos.
Osteopenia
Reacción perióstica en empalizada
Se define como una disminución generalizada de la
Se presenta como una serie de pequeñas columnas de
radiopacidad del hueso. Se suele acompañar de adel-
hueso perpendiculares a la cortical. Este tipo de reac-
gazamiento de las corticales y una esclerosis aparente
ción se suele observar en osteomielitis bacterianas y en
del hueso subcondral. Las causas más frecuentes de
la osteopatía hipertrófica pulmonar.
osteopenia son : • La osteoporosis: disminución de la mineralización
Reacción perióstica en borde de cepillo
del hueso con reducción de la masa ósea. Una cau-
Se forman espículas de hueso finas y cortas muy próxi-
sa frecuente de osteoporosis es el hiperparatiroidis-
mas entre sí y perpendiculares a la cortical, que ocupan
mo secundario de origen nutricional o renal. Tam-
una zona amplia de la misma. Puede aparecer por in-
bién se puede producir tras la inmovilización de un
flamación de tejidos adyacentes al hueso, en osteomie::·
miembro (osteoporosis por desuso) o como secuela
litis agudas o en fases tempranas de neoplasia ósea.
de fracturas distales (osteoporosis postraumática). • La osteomalacia: disminución de la mineralización
Reacción perióstica espiculada
del hueso con mantenimiento de la masa ósea. Se
Se forman espículas óseas más o menos separadas
produce por deficiencia en vitamina D y es poco fre-
entre sí y perpendiculares a la cortical. Se considera
cuente en pequeños animales.
indicativa de malignidad.
Patrones de osteogénesis (fig. 3.3)
Reacción perióstica en rayos de sol
Una de las características comunes de muchas lesio-
Se forman espículas óseas que irradian desde la lé-
nes esqueléticas es la formación de hueso nuevo, que
sión en varias direcciones. Indica expansión de la le-
se produce como resultado directo o indirecto de una
sión a través de la cortical hacia los tejidos blandos
lesión , infección, tumor u otras enfermedades locales
adyacentes.
o sistémicas. La mayor parte del hueso nuevo se produce en el periostio (reacción perióstica), aunque tam-
Reacción perióstica amorfa
bién se puede formar en el endostio o en la trabécula
Aparecen depósitos de hueso nuevo de diferente ta-
ósea. Se trata , por tanto, de la respuesta del hueso ante
maño, forma y orientación en los tejidos blandos que
3
Esqueleto apendicular
rodean la zona lesionada del hueso. Es altamente indicativa de malignidad.
Los hallazgos indicativos de lesión ósea agresiva y no agresiva se resumen en la tabla 3.2. Cuando una lesión presenta signos combinados de las dos columnas de la
Lesiones óseas agresivas frente a no agresivas
tabla, se deben tener en cuenta los más indicativos de agresividad.
Para calificar una lesión ósea como agresiva o no agre• Grado de definición de los márgenes de la lesión.
Cuerpos articulares, osteofitos y entesiofitos
• Amplitud de la zona de transición entre hueso lesio-
Los cuerpos articulares son fragmentos óseos intraar-
siva se tienen en cuenta los siguientes factores:
nado y hueso sano.
ticulares, es decir, pequeños fragmentos que aparecen
• Patrón de osteólisis.
separados de los componentes óseos normales de la
• Patrón de osteogénesis.
articulación. Los osteofitos se definen como pequeñas neo-
• Afectación de la cortical. • Aparición de márgenes escleróticos.
formaciones óseas que se desarrollan en el margen
• Evolución de la lesión en el tiempo.
articular (osteofitos periarticulares) o adyacentes al
' Lesión geográfica
Lesión a polilla da
Sólida
Laminar
En empalizada
.
•\;
.•••••, .,
~-
Lesión infiltrante
Patrón mixto
FIGURA 32. Representación esquemática de los diferentes
En borde de cepillo
Espiculada
En rayos de sol
Amorfa
FIGURA 3.3. Representación esquemática de los diferentes tipos de reacción perióstica.
patrones radiológicos de osteólisis.
141
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA 1
en pequeños animales
TABLA 32. Hallazgos radiológicos indicativos de lesión ósea agresiva frente a no agresiva. Cuando una lesión presenta signos combinados de las dos columnas se deben tomar en consideración los más indicativos de agresividad.
LESIÓN ÓSEA NO AGRESIVA Lesiones debidas a traumatismos, degenerativas, quistes óseos, neoplasias benignas
LESIÓN ÓSEA AGRESIVA Neoplasias malignas, osteomielitis graves
Límites bien definidos.
Límites mal definidos.
Zona de transición estrecha.
Zona de transición amplia.
Sin osteólisis o con osteólisis geográfica .
Osteólisis apolillada o infiltrante.
La cortical puede aparecer desplazada o adelgazada, pero no suele presentar interrupción.
Interrupción de la cortical.
Reacción perióstica sólida o laminar.
Reacción perióstica en empalizada, espiculada, en rayos de sol o amorfa.
Con o sin márgenes escleróticos.
Sin márgenes escleróticos.
Evolución lenta o sin cambios.
Evolución rápida.
margen articular (osteofitos extraarticulares) . Los osteofitos periarticulares son el hallazgo más caracterís-
Otras técnicas de diagnóstico por imagen
tico de la enfermedad degenerativa articular (osteoar-
En los últimos años se ha extendido el uso de la eco-
tritis o artrosis).
grafía como técnica de diagnóstico complemer,taria
Los entesiofitos se distinguen de los osteofitos úni-
a la radiografía en la evaluación del sistema muscu-
camente por su localización, ya que los entesiofitos se
loesquelético. En general se emplea para examinar los
forman en el origen o inserción de un ligamento o ten-
tejidos blandos y tiene especial interés en el estudio de
dón. A menudo son indistinguibles de los osteofitos en
lesiones tendinosas y musculares. También se pueden
las radiografías.
examinar las articulaciones y los ligamentos asociados,
Tejidos blandos
tores de muy alta resolución y amplia experiencia para
Los tejidos blandos pueden presentar alteraciones
interpretar correctamente las imágenes.
aunque en pequeños animales se requieren transduc-
asociadas a la presencia de lesiones en el esqueleto
La tomografía computarizada ofrece imágenes ex-
apendicular. A menudo aparecen aumentados de gro-
celentes de las estructuras óseas. Está especialmente
sor por inflamación o debido a la presencia de masas,
indicada para evaluar lesiones óseas poco evidentes o
pero también se puede apreciar una disminución de
difícilmente detectables mediante radiografía, examinar
su tamaño por atrofia muscular.
articulaciones anatómicamente complejas, como el car-
La presencia de gas en ellos (enfisema subcutá-
po o el tarso, y para mejorar la evaluación prequirúrgica
neo) suele deberse a la penetración de aire desde el
de deformaciones óseas y fracturas complejas, ya que la
exterior, en el caso de heridas penetrantes o tras una
reconstrucción de imágenes en diferentes planos y tridi-
intervención quirúrgica de la zona, aunque también
mensional permitirá al cirujano conocer la posición y mor-
puede estar causada por infecciones producidas por
fología exacta del hueso deformado o de los fragmentos
anaerobios.
para decidir el tratamiento quirúrgico más adecuado.
Radiológicamente también se pueden identificar
En medicina humana la resonancia magnética es la
cuerpos extraños radiopacos o áreas de mineralización
técnica de imagen de elección para el diagnóstico de la
en los tejidos blandos. Estas últimas pueden confun-
patología articular y de los tejidos blandos de las extremi-
dirse con pequeños fragmentos o con sobrecrecimien-
dades. Sin embargo, presenta limitaciones en la evalua-
tos óseos cuando se localizan próximas al hueso.
ción de las estructuras óseas, sobre todo en las lesiones
Esqueleto a pendicular
que pueden afectar en mayor medida a la cortical del
Condrodisplasia fisaria
hueso, ya que ésta no presenta señal. Aun así, resulta
Se ha descrito en la raza Pointer y ocasiona un enanis-
muy útil para evaluar tumores óseos, osteomielitis, contu-
mo desproporcionado. Radiológicamente se observa
siones y procesos que cursen con necrosis del hueso. De-
un marcado ensanchamiento de las fisis, especial-
bido al menor tamaño de las articulaciones, en pequeños
mente en el radio, el cúbito y la tibia. Los huesos lar-
animales su uso se verá limitado por las dimensiones del
gos quedan acortados y curvados. Se acompaña de
paciente y la resolución que ofrezcan los equipos.
erosión del cartílago articular, que provoca la aparición temprana de artrosis. Este mismo proceso, aunque sin erosión del cartílago articular, se da en el Alaskan Ma-
Alteraciones congénitas, hereditarias y del desarrollo
lamute. También se ha descrito en gatos.
Condrodisplasia metafisaria
Condrodisplasia
Se ha descrito en el Montaña del Pirineo. Afecta fun-
El término condrodisplasia se aplica a un amplio grupo
damentalmente a las metáfisis de los huesos largos y a
de patologías, todas ellas causadas por una alteración
las vértebras. Las metáfisis de todos los huesos largos,
en el desarrollo de los cartílagos. Pueden aparecer
especialmente radio, cúbito, tibia , metatacarpianos y
afectadas las epífisis de los huesos largos, las epífisis
metatarsianos aparecen ensanchadas. Las epífisis de
de los cuerpos vertebrales, las epífisis y metáfisis de
los cuerpos vertebrales se osifican de forma irregular o
los huesos largos, o una combinación de las anteriores.
incompleta. En el Labrador Retriever y en el Samoyedo
Pueden observarse uno o varios de los siguientes sig-
con acortamiento y deformación de las extremidades,
nos radiológicos:
que se asocia a defectos oculares.
se ha descrito una forma de displasia oculoesquelética
• Crecimiento más lento de los huesos largos, que • Las fisis pueden aparecer ensanchadas.
Retención del núcleo del cartílago de crecimiento
• Puede observarse retención del cartílago de creci-
En perros de razas grandes y gigantes en crecimiento se
pueden aparecer más cortos y gruesos de lo normal.
miento en la región metafisaria. • Puede haber retraso en la mineralización de los centros de osificación epifisarios. • Puede aparecer punteado o distorsión de las epífisis. • Las epífisis vertebrales pueden estar parcial o irregularmente osificadas.
puede observar una retención del núcleo del cartílago de crecimiento, que generalmente afecta a la fisis distal del cúbito, aunque se ha descrito también en otras localizaciones, como la fisis distal del radio o del fémur:·Aparece como un área triangular radiotransparente que se extiende desde la fisis hacia la metáfisis, con margen esclerótico (fig. 3.4). Puede causar deformación de la extremidad. Se puede observar una retención del núcleo del cartí-
Las condrodisplasias se clasifican en función de la
lago de crecimiento en asociación con otras alteraciones
región del hueso que aparece más afectada tal y como
patológicas de la fisis, pero en estos casos la lesión suele
se describe a continuación.
presentar márgenes mal definidos, no escleróticos.
Condrodisplasia epifisaria
Polimelia
En perros se ha descrito en las razas Beagle y Caniche.
Indica un número mayor de lo normal de extremidades
Se caracteriza por un retraso en la mineralización de
o de partes de una extremidad. Lo más frecuente es la
los centros de osificación epifisarios. Las epífisis pue-
aparición de dedos supernumerarios (polidactilia), que
den presentar un aspecto punteado y, aunque pueden
se observa especialmente en gatos y en algunas razas
completar su osificación, suelen quedar deformadas,
caninas como el Montaña del Pirineo. Los dedos super-
lo que causa la aparición temprana de signos de artro-
numerarios suelen partir de la zona medial de la extre-
sis. También se ha descrito en algunas razas de gatos.
midad y pueden incluir metacarpianos o metatarsianos
143
3
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
Anatomía radiográfica normal del
del esqueleto apendicular http://goo.gl/4x70f
Osteocondrosis y osteocondritis disecante La osteocondrosis se define como un fallo en la osificación endocondral, que tiene como consecuencia
completos o incompletos y un número variable de falan-
un aumento de grosor del cartílago. Las zonas más
ges. Esta anomalía no suele tener significación clínica.
gruesas no reciben una cantidad suficiente de nutrientes, lo que conduce a una necrosis y a la forma-
Ectrodadilia
ción de fisuras en la zona afectada. Cuando un col-
La parte distal de la extremidad aparece dividida, con
gajo condral o un fragmento osteocondral se separa
falanges, metacarpianos y huesos carpianos divididos
del hueso subcondral adyacente, el proceso recibe
y asociados de forma anormal con el radio y el cúbito
el nombre de osteocondritis disecante. En muchos
(fig. 3.5). Puede aparecer aplasia , hipoplasia o fusión
pacientes no es posible identificar radiológicamente
de los huesos distales de la extremidad. Es una altera-
el colgajo de cartílago o incluso el fragmento osteo-
ción poco frecuente en perros y gatos, y se considera
condral , por lo que de forma general se emplea el
hereditaria en estos últimos.
término osteocondrosis.
Hemimelia
Esta enfermedad del desarrollo aparece en perros jó-
Ausencia o hipoplasia de uno de los huesos que for-
venes, de raza grande y crecimiento rápido. Los signos
man un par (afecta con más frecuencia a cúbito-radio,
clínicos suelen aparecer entre los 6 y 9 meses de edad.
pero también puede afectar a tibia-peroné).
Suele ser bilateral, aunque el animal puede presentar
<111111
FIGURA 3.4. Imagen ampliada del radio y el cúbito distal en proyección mediolateral de un perro con retención del núcleo del cartílago de crecimiento del cúbito, que aparece como un área triangular radiotransparente que se extiende de la fisis hacia la metáfisis, con un fino margen esclerótico (flechas).
FIGURA 35. Proyección dorsopalmar del carpo, metacarpianos y falanges de un perro con ectrodactilia. La parte distal de la extremidad aparece dividida, con falanges, metacarpianos y huesos carpianos divididos. En este caso se observa aplasia de algunos huesos carpianos, así como de metacarpianos y falanges de dos dedos. El dedo 2 presenta duplicación de falange media y distal.
3
Esqueleto apendicular
cojera sólo en una extremidad. Aparece en localizacio-
y, con menor frecuencia, a Boxer y Rottweiler. Se apre-
nes anatómicas específicas y suele afectar a las super-
cia irregularidad del margen dorsal del platil lo vertebral
ficies articulares que cargan peso:
craneal del sacro y, como en otras localizaciones, en
• Aspecto caudal o caudolateral de la cabeza del húmero (fig. 3.6).
este caso en el suelo del canal vertebral.
• Aspecto distal y medial del cóndilo del húmero (fig. 3.7).
Displasia de codo
ocasiones se identifica el fragmento osteocondral , en
• Aspecto distal del cóndilo lateral del fémur y, con me-
La displasia de codo es un término no específico que
nor frecuencia, en la misma zona del cóndilo medial.
se refiere a una tríada de lesiones del desarrollo, que incluyen:
• Borde troclear medial o lateral del astrágalo.
• Osteocondrosis del húmero. Radiológicamente se observa aplanamiento o concavidad de la superficie ósea subcondral afectada y esclerosis del hueso subcondral que lo rodea. El colgajo
• No unión del proceso ancóneo del cúbito. • Fragmentación del proceso coronoides medial del cúbito.
de cartílago no se suele visualizar a no ser que esté mi-
FIGURA3.6. Proyección
neralizado. Cuando se identifican fragmentos osteocon-
En un mismo animal se pueden observar una, dos
drales dentro de la articulación los signos clínicos suelen
o las tres lesiones, y lo más frecuente es que estén
estar más acentuados. También se ha descrito la osteo-
afectadas las dos extremidades.
condrosis del sacro, que afecta al margen craneodorsal
El proceso ancóneo debe fusionarse con el cúbito
del mismo. Afecta fundamentalmente al Pastor Alemán
a los 5 meses de edad. La falta de fusión después de
mediolateral de la articulación escapulohumeral de un perro con osteocondritis disecante de la cabeza del húmero. Se observa una ligera concavidad en el margen caudal de la cabeza humeral y pequeños fragmentos osteocondrales (señalados por la flecha).
FIGURA 3.7. Proyección craneocaudal oblicua del codo de un perro con osteocondritis disecante del cóndi lo medial del húmero. Se observa una concavidad en el margen distal y medial del cóndilo humeral y, junto a ella, un pequeño fragmento osteocondral (señalado por la flecha).
145
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
esta edad se considera patológica . Afecta a perros de raza grande, especialmente al Pastor Alemán. Para vi-
• Redondeo del margen medial del proceso coronoides medial , visible en la proyección craneocaudal.
sualizar adecuadamente la lesión se debe realizar la
• Incongruencia o subluxación de la articulación
radiografía del codo en proyección lateral forzando la
del codo. La tomografía computarizada es mucho
flexión de la articulación (fig. 3.8). La fragmentación del proceso coronoides medial del cúbito afecta a perros de raza grande o mediana, más
más precisa que la radiografía para evaluar la incongruencia articular (contacto no uniforme de las superficies articulares).
a machos que a hembras, y los signos clínicos suelen
• Signos degenerativos secundarios: formación de os-
aparecer entre los 4 y 6 meses de edad. En muchos
teofitos en el margen proximal del proceso ancóneo,
casos el fragmento no se identifica en la radiografía por
húmero distal, radio proximal, escotadura troclear y
superposición con el radio, por permanecer parcial-
en el propio proceso coronoides medial, así como
mente adherido al cúbito o cuando está formado mayo-
esclerosis de la meseta troclear.
ritariamente por cartílago. Por ello el diagnóstico radiológico se basa muchas veces en la visualización de los signos degenerativos secundarios a la lesión primaria.
La tomografía computarizada es una alternativa diagnóstica excelente para identificar esta anomalía (fig. 3.10).
Los signos radiológicos indicativos de fragmentación del proceso coronoides medial del cúbito son:
Displasia de cadera
• Visualización del fragmento óseo en el área de lo-
El término displasia de cadera indica un desarro-
calización del proceso coronoides medial (poco fre-
llo anómalo de las articulaciones coxofemorales. Es
cuente) (fig. 3.9).
una enfermedad hereditaria que puede aparecer en
• Pérdida de definición o irregularidad del margen
perros de cualquier raza, sobre todo en razas grandes,
craneal del proceso coronoides medial en la pro-
aunque también puede aparecer en razas medianas y
yección mediolateral.
pequeñas, así como en gatos. Generalmente es bilateral aunque también puede ser unilateral (aproximadamente un 11 % de los casos). La articulación coxofemoral es normal en el momento del nacimiento pero, debido al aumento de laxitud articular que presentan estos animales, desarrollan un mayor o menor grado de subluxación/luxación y signos degenerativos articulares (coxoartrosis). La proyección estándar que se emplea habitualmente para realizar la evaluación de displasia de cadera es la ventrodorsal. Es esencial que el posicionamiento sea correcto para evitar errores diagnósticos (fig. 3.11): • Pelvis simétrica (se comprueba comparando los agujeros obturadores, que deben presentar el mismo tamaño en la imagen, y la anchura de las alas del ilion , que también debe ser la misma). • Los fémures deben aparecer paralelos. • Las rótulas deben aparecer alineadas con el canal
FIGURA 3.8. Proyección mediolateral con hiperflexión del
codo de un perro con no unión del proceso ancóneo del cúbito (flecha). La hiperflexión facilita la identificación de la lesión.
troclear (se debe forzar una rotación interna de las rodillas para conseguirlo). • En la radiografía deben aparecer la pelvis completa y ambas rodillas.
Esqueleto apendicu lar
La eva luación de displasia para la em isión de certificados oficiales se realiza empleando esta proyección, generalmente a partir de 1 año de edad .
Los signos radiológicos de displasia incluyen: • Subluxación o luxación de la cabeza femora l: en condiciones normales el grado de cobertura
FIGURA 3.9. Proyección mediolateral (a), craneocauda l (b) y craneolatera l-caudomed ial oblicua (c) de un perro con fragmentación del proceso coronoides medial del cúbito. En la imagen (a) no se identifica el fragmento, aunque sí el aplanam iento del margen cranea l del proceso coronoides medial del cúbito (flecha negra) y signos degenerativos secundarios (flechas blancas) con formación de osteofitos en el margen caudal del húmero distal y margen craneal del radio proximal, así como esclerosis de la escotadura troclear del cúbito. En la imagen (b) se observa el pequeño fragmento, que resu lta más evidente en la (c) por la oblicuidad de la proyección.
FIGURA3.10. Imágenes de tomografía computarizada en plano transversal (a), reconstrucción sagital (b) y reconstrucción volumétrica (c) del codo de un perro con fragmentación del proceso coronoides medial del cúbito. Las flechas señalan el fragmento en las tres imágenes. En la imagen (a) se identifica el fragmento con facilidad gracias a la ausencia de superposición de estructuras en este tipo de imágenes. Utilizando programas informáticos de posprocesado se pueden hacer reconstrucciones multiplanares (en cualquier plano del espacio) y reconstrucciones volumétricas (tridimensionales) que pueden contribu ir en mayor o menor medida al diagnóstico.
147
3
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
acetabular de la cabeza femoral es de al menos
a la formación de osteofitos en el aspecto caudal
un 50%. Cuando haya subluxación coxofemoral
del cuello femoral y se considera un signo tem-
aparecerá un ensa nchamiento del espacio articular
prano de coxoartrosis.
medial (fig. 3.12). El grado de subluxación también
Esclerosis subcondral del margen acetabular.
se evalúa midiendo el ángulo de Norberg, para lo cual se requieren plantillas o medidores de ángulos
La prevalencia de displasia es menor en gatos que
específicos. En radiografía digital el ángulo se puede
en perros. En el gato, la mayor parte de los cambios
medir empleando herramientas de posprocesado
degenerativos aparecen en el margen craneodorsal del
específicas (fig. 3.13).
acetábulo, mientras que la remodelación del cuello y la
• Signos de degeneración articular (fig. 3.14):
cabeza femorales es poco frecuente.
Remodelación (generalmente aplanamiento) del
El ángulo de Norberg se mide en la intersección
acetábulo, con redondeo del margen acetabular
de dos líneas, una trazada entre los centros de ambas
craneal.
cabezas femorales y otra que parte del centro de cada
Remodelación de la cabeza y cuello femorales.
cabeza femoral y pasa tangencial al margen acetabular
Formación de osteofitos periarticulares en los
craneolateral. En la mayoría de los perros sanos el ángu-
márgenes de la cabeza femoral y el acetábulo.
lo de Norberg mide 105º o más, y al menos 95º en los
Aparición de una línea esclerótica en el cuello
gatos sanos. Las medidas inferiores son indicativas de
femoral, denominada línea de Margan. Se debe
displasia. Cuanto menor es el valor del ángulo, mayor es el grado de subluxación y por tanto la gravedad de la displasia. No obstante, es importante señalar que son muchos los factores que influyen en la correcta medición de este ángulo, como la posición de los fémures, la posición de la pelvis y los cambios en el margen acetabular. También se pueden medir los ángulos de inclinación y anteversión del fémur como criterios de evaluación del grado de displasia. El ángulo de inclinación cervicofemoral debe medir entre 130º y 145º en condiciones normales, aunque es fácil obtener medidas erróneas si la posición del animal no es perfecta. Para medir el ángulo de anteversión hay que colocar al paciente "de forma que el haz de rayos penetre paralelo al eje longitudinal del fémur, y su valor normal es de 12º a 45º. El método PennHIP permite evaluar el grado de laxitud de la articulación coxofemoral de forma más temprana, desde las 16 semanas de edad. Se realizan tres proyecciones radiográficas: la ventrodorsal estándar con extensión de los fémures, una ventrodorsal con compresión de ambas articulaciones coxofemorales y una ventrodorsal con distracción de ambas articulaciones. Para provocar la distracción se emplea un dis.:. positivo específico. El índice de distracción se calcula
FIGURA 311. Proyección ventrodorsal de la cadera de un perro sano. Para evaluar correctamente las articulaciones coxofemorales la pelvis debe aparecer simétrica, los fémures paralelos y las rótulas alineadas con el canal troclear.
dividiendo la distancia del centro de la cabeza femoral al centro del acetábulo, entre el radio de la cabeza femoral. El valor de este índice puede variar de Oa l. Un valor de O indicaría congruencia perfecta de la articulación y un valor de 1 indicaría luxación completa. Este
Esqueleto apendicular
método fue desarrollado por investigadores de la Uni-
3
Osteodistrofia hipertrófica
versidad de Pensilvania, donde se elabora una base de
También se denomina osteopatía metafisaria u osteo-
datos internacional y se realizan cursos específicos para
distrofia metafisaria. Aparece en perros jóvenes de 2
adquirir una titulación oficial como evaluador PennHIP.
a 7 meses de edad, generalmente de razas grandes y
1 1
<111111
FIGURA 3.12. Imágenes ampliadas de la cadera en proyección ventrodorsal de 3 perros con diferentes grados de subluxación coxofemoral indicativos de displasia leve (a), moderada (b) y grave (c). En la imagen (b) se observa una línea esclerótica en ambos cuellos femorales, que se denomina línea de Morgan y que indica degeneración articular (flechas).
Ana tomía radiográfica norma l de la cadera http://goo.g i/ ZmJm5
FIGURA 3.13. Imagen ampliada de la cadera en proyección ventrodorsal de un
FIGURA 3.14. Imagen ampliada de la cadera en proyección ventrodorsal de un
perro sano en la que se ha realizado la medición del ángulo de Norberg con herramientas de posprocesado de la imagen digital. El valor de este ángulo es de 105º o superior en animales sanos.
perro con coxoartrosis grave causada por displasia. Se observa una marcada remodelación de los acetábulos, cabezas y cuellos femorales, con formación de osteofitos periarticulares en los márgenes de las cabezas femorales y del acetábulo, así como esclerosis subcondral del margen acetabular.
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
gigantes. No se conoce con certeza la causa de esta ·
a una o a varias extremidades y no siempre aparece
patología, aunque se ha relacionado en algunos ca-
al mismo tiempo en todas las extremidades afectadas
sos con el moquillo y con alteraciones nutricionales
(cojera alternante). En la exploración se observa dolor
(se piensa que una administración excesiva de su-
a la palpación profunda de las extremidades afectadas.
plementos vitamínicos podría causar su aparición, pero no está claro) . Podrían presentar cierta predis-
Respecto a los signos radiológicos (fig. 3.16):
posición las razas Gran Danés y Weimaraner. Clínica-
• Pueden aparecer en uno o en varios huesos.
mente el animal puede presentar fiebre y la región de
• Se observan áreas de aumento de densidad focal
las metáfisis de los huesos largos aparece inflamada ,
(esclerosis) en la médula de los huesos largos, ge-
caliente y dolorosa. Generalmente tiene carácter au-
neralmente en fémur, húmero, radio, cúbito y tibia .
tolimitante y suele resolverse en varias semanas, aun-
• Se puede observar un engrosamiento irregular del
que en los casos más graves puede producir como secuela un cierre prematuro o anormal de las líneas de crecimiento.
endostio de la cortical. • Se puede apreciar una reacción perióstica sólida y lisa . • Con el tiempo la resolución de las lesiones escleró-
Signos radiológicos (fig. 3.15):
ticas en la médula ósea puede hacer que el patrón
• Las lesiones suelen ser bilaterales y simétricas.
trabecular del hueso aparezca más marcado de lo
• Aparición de una banda radiotransparente en la
normal . El engrosamiento cortical puede persistir.
metáfisis, paralela a la línea epifisaria. Este signo radio, el cúbito y la tibia, aunque todas las metáfisis
Necrosis avascular de la cabeza del fémur
de los huesos largos pueden estar afectadas.
También se denomina enfermedad de Legg-Calvé-
suele ser más evidente en las metáfisis distales del
• Aparición de una banda esclerótica paralela a la banda radiotransparente. • Inflamación de tejidos blandos adyacentes a las metáfisis afectadas.
Perthes o necrosis aséptica de la cabeza del fémur. Es una enfermedad del desarrollo que aparece en perros jóvenes de 4 a 11 meses de edad, de raza pequeña o miniatura. El proceso suele ser unilateral (fig. 3.17) y
• En fases avanzadas se forman áreas mineralizadas
con menor frecuencia bilateral (fig. 3.18). Se produce
alrededor de la metáfisis, aparentemente separadas
como consecuencia de un déficit en el aporte vascular
de la cortical del hueso por una banda radiotrans-
de la epífisis de la cabeza del fémur, que causa necro-
parente. Estas áreas pueden extenderse hacia la
sis del hueso subcondral. En fases tempranas de la
diáfisis.
enfermedad radiológicamente se visualizan pequeñas
• Con el tiempo se produce remodelación de las
áreas radiotransparentes de morfología irregular en la
zonas afectadas. En ocasiones provoca un cierre
cabeza femoral , lo que después evoluciona hacia de-
prematuro o anormal de la placa de crecimiento, lo
formación y aplanamiento de la cabeza y cuello femo-
que conduce a una deformación del hueso o hue-
rales, que puede causar subluxación coxofemoral.
sos afectados.
Panosteítis
Osificación incompleta del cóndilo humeral
Esta enfermedad cursa con inflamación de las diáfisis
Se trata de una patología hereditaria que afecta fun- ·
de los huesos largos en perros jóvenes de razas gran-
damentalmente a perros de razas Spaniel, aunque
des. Afecta más a machos que a hembras y parece
también se ha descrito en perros de otras razas me-
tener mayor predisposición la raza Pastor Alemán.
dianas y grandes. Los dos centros de osificación que
Aparece típicamente en animales de 5 a 18 meses
aparecen en el cóndilo humeral se fusionan aproxima-
de edad, pero se ha detectado también en perros de
damente a los 84 días del nacimiento. Una vez que se
hasta 7 años. Clínicamente se caracteriza por la apari-
completa la maduración esquelética , lo animales que
ción de episodios agudos de cojera, que puede afectar
presentan una osificación incompleta mantendrán una
Esqueleto apendicular
FIGURA 3l5. Proyección mediolateral del radio y el cúbito de un perro con osteodistrofia hipertrófica. Se observa una banda radiotransparente en la metáfisis, paralela a la línea epifisaria, reacción perióstica sólida y áreas mineralizadas alrededor de las metáfisis y parte de la diáfisis, aparentemente separadas de la cortical del hueso.
FIGURA 3.16. Imagen ampliada del radio y el cubito en proyección mediolateral de 2 perros con
panosteítis. En la imagen (a) se observan áreas focales de esclerosis en la diáfisis del cúbito. En la imagen (b) el aumento de densidad de la médula ósea es más difuso y afecta al radio y al cúbito, que presentan además crecimiento endóstico y perióstico de tipo sólido.
FIGURA 3l7. Imagen ampliada de la cadera en proyección ventrodorsal de un perro con necrosis avascular de la cabeza del fémur (enfermedad de Legg-Calvé-Perthes) unilateral derecha. La aparición de áreas de necrosis en la cabeza femoral provoca osteólisis que, con el tiempo, causa deformación de la cabeza y cuello femorales (fecha).
FIGURA 3.18. Imagen ampliada de la cadera en proyección ventrodorsal de un perro con necrosis avascular de la cabeza del fémur (enfermedad de Legg-Calvé-Perthes) bilateral. Ambas cabezas femorales presentan pequeñas áreas de osteólisis (flechas) y aparecen ligeramente deformadas. Aun siendo bilateral, en muchos casos los cambios radiológicos no aparecen al mismo tiempo en los dos fémures.
3
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
delgada fisura entre las dos mitades del cóndilo, lo que predispone a la aparición de fracturas patológicas en esta localización.
• Transversa, oblicua, espiral o irregular, en función de la dirección de la línea de fractura. • Completa (afecta al diámetro completo del hueso) o incompleta (p. ej.: fractura en tallo verde). • Articular o no articular, en función de si afecta o no
Fracturas
a la articulación. • Fractura por avulsión: se separa la zona de inser-
Las fracturas se clasifican en: • Cerrada (piel intacta) o abierta (defecto de piel en la zona) (fig. 3.19).
ción de un músculo (fig. 3.20), ligamento o tendón. • Fractura por estrés o fatiga (por traumatismo leve repetido).
• Simple (una línea de fractura única) , conminuta
• Fractura por compresión o impactación: el extre-
(varias líneas de fractura que conectan en un pun-
mo de uno de los fragmentos se incrusta en el otro
to o plano dividiendo el hueso en tres o más frag-
(fig. 3.21) ; se observa acortamiento del hueso y es
mentos) o múltiple (varias líneas de fractura que no
más frecuente en vértebras.
conectan entre sí, en el mismo hueso o en huesos distintos) .
• Fracturas Salter-Harris (ver cuadro y figs. 3.22 y 3.23): afectan a la fisis.
Proyección mediolateral (a) y craneocaudal (b) de la tibia y el peroné de un perro con fractura abierta de ambos huesos. La presencia de pequeñas áreas de densidad gas en los tejidos blandos de alrededor (flechas) es un signo radiológico indicativo de fractura abierta. FIGURA 3l9.
FIGURA 320. Proyección ventrodorsal de la cadera de un gato con fractura por avulsión del trocánter mayor del fémur derecho (flecha), en el que se insertan los músculos glúteo medio y profundo.
Esqueleto apendicular
• Fracturas patológicas: se producen como consecuencia de otra enfermedad (procesos que
Fracturas Salter-Harris
cursan con osteopenia, tumores, quistes óseos, osteomielitis) .
Las fracturas que afectan a la fisis se clasifican en 6 tipos (clasificación Salter-Harris) (fig. 3. 22):
La realización de radiografías inmediatamente des-
• Tipo 1: la fractura se produce a lo largo de la fisis.
pués de la resolución quirúrgica de una fractura permitirá evaluar el grado de reducción de la fractura (contacto entre los fragmentos), la alineación de los fragmentos y la correcta colocación del material de osteosíntesis. En las revisiones radiológicas posteriores se examina la evolución del callo óseo, los posibles desplazamientos de los fragmentos o del material de osteosíntesis, la rotura del material de osteosíntesis (fig. 3.24) y las alteraciones en los tejidos blandos adyacentes. La aparición de bandas radiotransparentes alrededor del material de
• Tipo 11: la línea de fractura atraviesa la fisis separando además una parte de la metáfisis. • Tipo 111: la línea de fractura atraviesa la fisis separando además una parte de la epífisis. • Tipo IV: la línea de fractura atraviesa la fisis separando una parte de metáfisis más una parte de la epífisis (fig. 3.23). • Tipo V: se produce una fractura por impactación o compresión a nivel de la fisis, a la que puede afectar total o parcialmente. Es el tipo de fractura que suele provocar un cierre prematuro de la placa de crecimiento distal del cúbito. • Tipo VI (poco frecuente): se produce como consecuencia de un traumatismo que afecta sólo a una parte de la fisis causando un cierre parcial (asimétrico) de la misma. Este tipo se ha incorporado más tarde a la clasificación y algunos autores no lo consideran dentro de ella.
FIGURA 321. Imagen ampliada de la articulación coxofemoral derecha en proyección ventrodorsal de un perro con fractura por impactación del cuello del fémur. La fractura provoca un acortamiento del cuello femoral.
Tipo IV
Tipoll
Tipolll
Tipo V
Tipo VI
FIGURA 322. Representación esquemática de la clasificación de las fracturas tipo Salter.
3
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
osteosíntesis es indicativa de movilidad del materia l o
La tabla 3.3 muestra el tiempo medio de resolu-
de infección (fig. 3.25). No obstante, en rad iografía di-
ción de una fractura en el perro dependiendo de la
gital se ha descrito un artefacto con el mismo aspecto
edad y el método de tratamiento empleado (Brinker,
(líneas rad iotra nsparentes rodeando los implantes me-
1978; Butterworth, 2006).
tálicos) debido a una aplicación excesiva de la herra-
La osteoporosis postraumática es una secuela co-
mienta de realce de bordes, aunque en muchos de los
mún de muchas fracturas distales de huesos largos y
equipos actua les ya se ha corregido.
puede ser particu larmente pronunc iada en animales jóvenes. A menudo se denomina erróneamente os-
La progresión en la resolución de una fractura depen-
teoporosis por desuso. La osteoporosis postraumáti-
de de diversos factores:
ca se desarrolla distalmente a la fractura (fig. 3.26),
• Tipo de hueso.
mientras que la osteoporosis por desuso (por inmo-
• Tipo de fractura.
vil ización de la extrem idad) afecta a la extrem idad
• Edad del paciente.
completa. Una vez que la fractura forma un ca llo só-
• Método de tratam iento.
lido y el hueso vue lve a ser rígido, la densidad ósea
• Existencia de otras enfermedades sistémicas.
vuelve rápidamente a la norma lidad en ambos tipos
• Aporte vascular.
de osteoporosis.
FIGURA 323. Proyección craneocaudal del codo de un perro de 10 semanas de edad con fractura Salter tipo IV (la línea de fractura atraviesa la fisis distal del húmero, separando una parte de la epífisis más una parte de la metáfisis).
FIGURA 324. Proyección mediolateral de la tibia y el peroné de un perro que presenta rotura de la placa de osteosíntesis aplicada como tratamiento de una fractura en ambos huesos. El tornillo centra l aparece desplazado y alrededor del foco de fractura se identifican múltiples fragmentos de pequeño tamaño. En la imagen se aprecia la silueta del vendaje.
FIGURA 325. Imagen ampliada del fémur en
proyección mediolateral de un perro con signos de movilidad de una prótesis de cadera . Se aprecian bandas radiotransparentes alrededor del vástago y la rotura de varios torni llos.
3
Esqueleto apendicular
Anatomía radiográfica normal de
tibia y peroné http://goo.gl/rX kV L
• Falta de unión: no se forma callo; puede ser atrófica (extremos de los fragmentos puntiagudos) (fig. 3.27) o hipertrófica (se forma hueso alrededor
<3 meses
2-3 semanas
1 mes
3-6 meses
4-6 semanas
2-3 meses
6-1 2 meses
5-8 semanas
3-5 meses
>12 meses
7-12 semanas
5-12 meses
de los extremos de los fragmentos, pero estos no llegan a unirse; la forma de los extremos se asemeja a un "pie de elefante") (fig. 3.28).
• Consolidación defectuosa: los fragmentos se unen , pero manteniendo una alineación incorrecta (fig. 3.29).
Las principales complicaciones de las fracturas son:
• Retraso en la unión: la formación del callo es más lenta de lo normal.
FIGURA 326. Proyección mediolateral de la tibia y el peroné de un perro con fractura consolidada de ambos huesos y osteoporosis postraumática. La osteoporosis se desarrolla distal a la fractura (más acentuada en el tarso y metatarsianos en este caso), lo que la diferencia de una osteoporosis por desuso, ya que esta última afectaría a toda la extremidad.
FIGURA 327. Proyección craneocaudal de la tibia y el peroné de un perro con falta de unión atrófica de una fractura de la tibia . Los extremos de los fragmentos aparecen puntiagudos. En la imagen se aprecian los fijadores externos y una fractura doble de peroné.
• Callo exuberante: debido a la incorporación de esquirlas óseas al ca llo, por movilidad del foco de fractura o infección.
FIGURA 329. Proyección mediolateral FIGURA 328. Proyección mediolateral del radio y el cúbito de un perro con del radio y el cúbito de un perro con fa lta de unión hipertrófica de la fractura una consolidación defectuosa de del radio. Los extremos de los fragmentos una fractura de ambos huesos. aparecen separados, escleróticos y con formación de hueso nuevo a su alrededor. También se aprecia falta de unión de la fractura del cúbito, en la que el fragmento proximal tiene aspecto atrófico y el distal hipertrófico.
155
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
Anatomía radiográfica normal del
radio y cúbito
radio, desviación de la mano en valgo (en sentido lateral) , subluxación del codo y migración proximal del
http://goo.gi/ilONp
proceso estiloides del cúbito (fig. 3.30). Esta deformación se denomina radius curvus.
• Osteomielitis: sospecharemos de infección cuando
Cuando la lesión afecta a la placa de crecimiento
observemos osteólisis alrededor del material, unida
distal del radio se produce un acortamiento del radio
a una reacción perióstica atípica y marcada tume-
respecto al cúbito, que continúa su crecimiento a ve-
facción de los tejidos blandos, que pueden presen-
locidad normal. La cabeza del radio se separa del cón-
tar imagen de enfisema (acumulaciones focales de
dilo humeral , aumentando así la anchura del espacio
gas) en algunos casos.
articular (fig. 3.31). Se produce un ensanchamiento
• Desarrollo neoplásico: puede aparecer después de varios años, sobre todo si no se retiró el material de osteo- ·
medial de la epífisis distal del radio, lo que habitualmente origina una desviación en valgo de la mano,
síntesis o si la resolución de la fractura fue muy com-
aunque a veces se produce en sentido contrario (en
pleja. No se sabe por qué se produce, pero se cree que
varo, hacia la zona medial).
podría estar relacionado con la inflamación crónica .
Las lesiones de la placa de crecimiento proximal del radio son mucho menos frecuentes y producen signos radiológicos similares a los de la placa distal , pero el
Deformaciones por alteración de la placa de crecimiento Las lesiones de la placa de crecimiento provocan un enlentecimiento o la detención del crecimiento, que
radio distal se mantiene normal y no hay desviación de la mano.
Tumores óseos y osteomielitis
puede tener como consecuencia: • Acortamiento del hueso o huesos afectados.
Tumores óseos
• Angulación del hueso o huesos afectados.
Los tumores óseos benignos son poco frecuentes. En-
• Subluxación de articulaciones adyacentes.
tre ellos se incluyen los osteomas, que generalmente aparecen como masas radiodensas de hueso amorfo,
El grado de acortamiento de un hueso depende de
los condromas, que suelen presentar menor radiopa-
la contribución específica de la placa dañada al creci-
cidad que los osteomas, y los osteocondromas, que
miento global del hueso y del momento del crecimien-
aparecen como exóstosis cartilaginosas únicas.
to en el que se produce la lesión.
Los tu mores óseos ma 1ignos (osteosa rcoma, fibrosa r-
La angulación o curvatura del hueso afectado se
eama, hemangiosarcoma, condrosarcoma) aparecen
produce cuando la lesión afecta más a una zona de la
como lesiones óseas agresivas, generalmente solitarias,
placa , o cuando el hueso afectado forma parte de un
que se localizan típicamente en las metáfisis proximal
par (p. ej.: radio-cúbito). Las deformaciones más significativas se producen por lesión de las placas de crecimiento proximal o distal del radio, distal del cúbito, distal del fémur y distal de la tibia .
del húmero, distal del radio, distal del fémur y proximal o distal de la tibia (fig. 3.32). Los condrosarcomas generalmente afectan a las costillas, la pelvis o el cráneo. Los tumores óseos primarios pueden aparecer
La placa de crecimiento distal del cúbito es espe-
como lesiones con distintos grados de osteólisis y os-
cialmente propensa a las lesiones debido a su forma
teoproliferación. La zona de transición entre la lesión
cónica. En ocasiones se observa el cierre prematuro
y el hueso normal suele ser amplia y mal definida, y la
de la línea de crecimiento sin antecedente traumático
reacción perióstica de tipo espiculado, en rayos de sol
evidente. Al retrasarse o detenerse el crecimiento dis-
o amorfa . Durante años se consideró que los tumóres
tal del cúbito y seguir creciendo el radio a velocidad
presentaban un tipo de reacción perióstica caracte-
normal, se produce una curvatura craneal y medial del
rística, a la que se denominó triángulo de Codman
Esqueleto apendicular
3
-·I
¡. ¿ FIGURA 3.30. Imágenes radiográficas en proyecciones mediolateral (a) y craneocaudal (b) del radio y el cúbito de un perro de 8 meses de edad con radíus curvus. Imagen de tomografía computarizada del mismo paciente (c). Debido a un cierre prematuro de la línea de crecimiento distal del cúbito por un antecedente traumático, el radio se ha curvado en sentido craneal y medial, lo que provoca subluxación del codo y desviación de la mano en valgo. Se aprecia también deformación del hueso accesorio del carpo y un pequeño fragmento caudodistal a la epífisis distal del radio, hallazgos ambos relacionados con el traumatismo previo. La imagen (c) muestra una reconstrucción volumétrica realizada mediante tomografía computarizada de las dos.extremidades, en la que se puede comparar con detalle la extremidad lesionada con la normal y evaluar con gran precisión el grado de deformación y angulación de la extremidad afectada, lo que tiene especial interés para planificar el tratamiento quirúrgico.
<1111
FIGURA 3.31. Proyecciones mediolateral (a) y craneocaudal
(b) del radio y el cúbito de un perro con radio corto. El cierre prematuro de la línea de crecimiento distal del radio causa acortamiento del mismo, con migración distal de su epífisis proximal, lo que causa incongruencia articular en el codo. La parte distal del cúbito y del radio aparece deformada.
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓG ICA en pequeños animales
(fig. 3.33), que se corresponde con una pequeña
Las metástasis óseas suelen aparecer como lesio-
zona triangular de hueso localizada en el borde de la
nes agresivas múltiples, generalmente más osteolíticas
lesión. Hoy día se sabe que se forma por rotura y elevación del periostio por "cualquier causa" y, aunque
que los tumores primarios (fig. 3.34).
en general se sigue considerado indicativa de proce-
neoplásica de células plasmáticas en la médula ósea y
sos malignos, también puede aparecer asociada a
produce lesiones focales múltiples que afectan al mis-
hematomas subperiósticos y a procesos inflamatorios.
mo tiempo a huesos largos, vértebras y costillas.
El mieloma múltiple resulta de la proliferación
Los tumores primarios no suelen "cruzar" la articu-
Los tumores malignos de tejidos blandos adyacen-
lación y extenderse al hueso adyacente. Pueden ser
tes a huesos pueden afectar de forma secundaria a
la causa de fracturas patológicas secundarias. Puesto
las estructuras óseas cercanas. El hallazgo radiológi-
que la metástasis al pulmón es frecuente, se debe rea-
co típico en estos casos es una marcada tumefacción
lizar siempre un estudio radiológico del tórax cuando
de tejidos blandos, junto con cambios osteolíticos
visualicemos este tipo de lesiones óseas.
más que osteoproliferativos en el hueso adyacente
FIGURA 3.32. Imágenes de neoplasias óseas en las localizaciones más frecuentes: húmero proximal (a), radio distal (b), fémur distal (c) y tibia proximal o distal (d). En la imagen (a) la lesión es fundamentalmente osteoproliferativa con reacción perióstica de tipo amorfo, que sugiere alta malignidad . En la imagen (b) la lesión es básicamente osteolítica con patrón mixto geográfico en la zona central e infiltrante en su zona periférica, con interrupción de la cortical en su margen medial. En la imagen (c) el patrón osteolítico es apolillado y la reacción perióstica sólida en el aspecto caudal y craneoproximal de la lesión, y en empalizada en su margen craneal medio y distal. En la imagen (d) la marcada reacción perióstica mixta (en rayos de sol y amorfa) dificulta en cierta medida la identificación de la fractura patológica que presenta el paciente en la zona afectada.
Esqueleto apendicular
(puede afectar a varios huesos dependiendo de la
En fases crónicas se produce proliferación de hueso
extensión del tumor primario). Un ejemplo típico de
alrededor de la lesión, se mantiene una reacción pe-
tumor maligno de tejidos blandos que suele afectar
rióstica irregular y puede quedar un área osteolítica
a los huesos adyacentes es el carcinoma de célu-
central bien delimitada (secuestro).
las escamosas subungueal (fig. 3.35), que aparece
En la práctica, no es posible diferenciar con seguri-
con mayor frecuencia en perros de razas grandes de
dad una osteomielitis de una neoplasia ósea sólo por la
capa negra.
imagen radiológica. Siempre es necesario realizar una biopsia para confirmar el diagnóstico.
Osteomielitis Lo más frecuente es que se produzca como secuela de la reparación quirúrgica de fracturas (fig. 3.36), aunque también puede aparecer en fracturas abiertas. En
Alteraciones nutricionales y metabólicas
ocasiones la infección se produce por vía hematógena. En la fase aguda se observa reacción perióstica
En un adulto sano se mantiene una producción y
agresiva, con cierto grado de osteólisis cortical y trabe-
una reabsorción de hueso equilibradas. En el con-
cular e inflamación de los tejidos blandos adyacentes.
trol de este equilibrio influyen numerosos factores,
FIGURA 3.33. Imagen ampliada del radio y el cúbito en proyección craneocaudal de un perro con una neoplasia ósea (osteosarcoma). El patrón de osteólisis es apolillado, la zona de transición entre el hueso lesionado y el hueso normal es relativamente amplia, la reacción perióstica es espiculada, y en su borde proximal y medial se distingue un sobrecrecimiento óseo triangular que se corresponde con el denominado triángulo de Codman (flecha).
FIGURA 3.34. Imagen ampliada de la tibia en proyección mediolateral de un perro con metástasis óseas en la metáfisis proximal de este hueso. Se observan dos lesiones osteolíticas, una de mayor tamaño y otra más pequeña en situación craneodistal a la primera.
FIGURA 3.35. Proyección dorsopalmar de los
metacarpianos y las fa langes de un perro con un tumor de tejidos blandos que afecta de forma secundaria a los huesos adyacentes. El tumor de tejidos blandos es un carcinoma de células escamosas que ha destruido casi en su totalidad la tercera falange del 4º dedo y causa una reacción perióstica en empalizada en la segunda falange del mismo dedo, lo que indica que también está afectada.
3
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
como la paratiroidea y la calcitonina (ambas se produ-
Hiperparatiroidismo nutricional secundario
cen en la glándula paratiroides), la hormona del creci-
También se denomina osteodistrofia nutricional. Suele
miento, los glucocorticoides y la vitamina A, entre otros.
afectar a animales en crecimiento, especialmente ga-
El hueso es un tejido vivo que puede reflejar altera-
tos, que se alimentan con una dieta baja en calcio o con
ciones del metabolismo y desequilibrios nutricionales,
una relación calcio/fósforo inapropiada (p. ej.: cuando
fundamentalmente los niveles de algunas hormonas
que a veces cursan con un aumento en la producción
se alimentan exclusivamente con carne, que tiene un
de hueso, aunque lo más frecuente es que provoquen
contenido alto en fósforo y bajo en calcio). La hipocal-
un incremento en la reabsorción, con la consiguien-
cemia estimula la producción de hormona paratiroidea.
te pérdida de densidad ósea. La radiografía conven-
Los signos radiológicos son (fig. 3.37):
ciona I nos permite detectar cambios en la densidad
• Disminución en la radiopacidad del hueso.
del hueso, pero no de forma temprana: se tiene que
• Adelgazamiento de la cortical de los huesos largos.
perder de un 30 a un 50% del calcio del hueso para
• Se puede observar una doble línea cortical por re-
que la disminución de su opacidad se haga eviden-
absorción del hueso intracortical (poco frecuente).
te en una radiografía. Para evaluar los cambios en la
• Se pueden apreciar fracturas patológicas secundarias.
densidad ósea se emplea en medicina humana una
• Se puede observar deformación de los huesos de
técnica más sensible y precisa: la densitometría ósea.
las extremidades por fracturas patológicas antiguas.
FIGURA 3.37. Proyección ventrodorsal de la cadera (a) y mediolateral de la rodilla (b) de un gato joven con hiperparatiroidismo nutricional secundario. La osteopenia causa una disminución de .la radiopacidad de los huesos y adelgazamiento de las corticales. El fémur derecho aparece deformado por dos fracturas patológicas antiguas (debidas a la osteopenia) en el tercio proximal y tercio distal de su diáfisis. En estos casos es frecuente observar también deformación de la pelvis y de las vértebras.
<1111
FIGURA 3.36. Proyección craneocaudal del radio y el cúbito de un perro con osteomielitis aparecida tras la reparación quirúrgica de una fractura. La radiografía se realiza tras la retirada del material de osteosíntesis y la fractura se mantiene visible en el tercio distal de la diáfisis de ambos huesos. La reacción perióstica que presenta es en empalizada.
Esqueleto apendicular
• Puede aparecer deformación de la pelvis y de las
Anatomía radiográfica normal de la rodilla
vértebras. • Rápida remineralización de las estructuras óseas al introducir una dieta equilibrada.
http://goo.gl/PSJdG
Enanismo hipofisario Hiperparatiroidismo renal secundario
Afecta sobre todo al Pastor Alemán y se debe a una
Aparece en animales con insuficiencia renal crónica . La
to (a veces se suma hipotiroidismo). Provoca un
reducción en el grado de filtración glomerular causa reten-
enanismo proporcionado, a diferencia de otras cau-
ción de fósforo, que reduce los niveles de calcio en sangre,
sas metabólicas o hereditarias que también provo-
producción anormal de la hormona del crecimien-
lo que estimula la producción de hormona paratiroidea.
can enanismo. Los signos radiológicos son:
Habitualmente aparece en perros de edad avanzada , pero
• Retraso en la mineralización de los centros de osifi-
también se puede detectar en pacientes jóvenes con dis-
cación epifisarios.
plasia renal. Los huesos largos presentan hallazgos radio-
• Retraso en el cierre de las líneas de crecimiento.
lógicos similares a los descritos en el hiperparatiroidismo
• Osificación incompleta de las epífisis al finalizar la
nutricional secundario, pero los cambios óseos más signi-
maduración esquelética del animal .
ficativos afectan generalmente al cráneo (ver capítulo 5).
Hipervitaminosis A Esta enfermedad se desarrolla en gatos que ingieren cantidades excesivas de vitamina A (generalmente por dietas basadas en la ingestión de hígado). Clínicamente estos animales presentan rigidez de la columna, cojeras y dolor al manipular el cuello. En animales jóvenes se puede producir un retraso en el desarrollo. Los signos radiológicos son: • Crecimientos óseos irregulares en las metáfisis de los huesos largos y alrededor de las articulaciones (fig. 3.38). • Exóstosis en vértebras, generalmente cervicales y torácicas, pudiendo llegar a fusionarse las ·apófisis espinosas. Es importante no confundir la imagen radiográfica con la de una neoplasia.
Patología articular Las articulaciones constituyen las regiones del aparato locomotor en las que tienen lugar los movimientos. Además de esta función dinámica, posibilitan que el esqueleto funcione como un conjunto elástico, más FIGURA 3.38. Proyección mediolateral de la rodilla de un gato con hipervitaminosis
Presenta una lesión osteoproliferativa localizada en el aspecto craneal de la articulación. En estos casos pueden aparecer lesiones similares en las metáfisis de los huesos largos y en las vértebras.
A.
apto para soportar presiones y estiramientos que si fuera un bloque rígido. Para cumplir estas funciones es necesario que los huesos que integran las articulaciones mantengan su interrelación .
3
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
Luxaciones y subluxaciones
que se produce en sentido medial y se acompaña de
Las luxaciones consisten en la pérdida completa de la
deformación del fémur y de la tibia (adquieren forma
congruencia normal entre las superficies articulares
de "S") (fig. 3.42). En razas grandes y gigantes la luxa-
de dos huesos (fig. 3.39). Cuando se mantiene cierto
ción de rótula congénita o asociada a alteraciones del
grado de aposición entre ellas se utiliza el término de
desarrollo suele ser lateral (fig. 3.43).
subluxación (fig. 3.40). Las luxaciones y subluxaciones mente, aunque en ocasiones pueden no ser eviden-
Enfermedad degenerativa articular
tes en una de las proyecciones ortogonales. Pueden
La patología articular más frecuente es la enferme-
son relativamente fáciles de diagnosticar radiológica-
deberse a traumatismos, pero también pueden tener
dad degenerativa articular, también denominada os-
un origen congénito o aparecer de forma secundaria a
teoartritis o artrosis. Puede ser primaria (idiopática)
alteraciones del desarrollo. Las luxaciones congénitas
o secundaria a patologías del desarrollo o adquiridas.
más frecuentes son las que afectan al codo (fig. 3.41) y
Radiológicamente se caracteriza por la aparición de
al hombro, aunque también pueden aparecer en otras
derrame sinovial (en las articulaciones en las que se
articulaciones. Provocan una marcada remodelación
puede detectar, por ejemplo en la rodilla por oblitera-
de las superficies articulares por degeneración.
ción parcial de la grasa subrotuliana), ensanchamiento
La subluxación o luxación de rótula puede tener un
inicial y posterior estrechamiento del espacio articular,
origen traumático o congénito. La subluxación/luxación
esclerosis del hueso subcondral y formación de osteo-
congénita es más común en razas pequeñas, en las
fitos periarticulares (fig. 3.44).
FIGURA 3.40. Proyecciones mediolateral (a) y caudocraneal (b) del hombro de un perro con subluxación escapulohumeral.
<1111
FIGURA 3.39. Proyección mediolateral del carpo de un perro con luxación de la articulación antebraquiocarpiana.
Esqueleto apendicular
FIGURA 3.42. Proyección ventrodorsal de la cadera (a) y proyección mediolateral de la rodilla
izquierda (b) y de la rodilla derecha (c) de un perro con luxación medial bilateral de rótulas (flechas). En la imagen (a) la tibia aparece cuNada en sentido medial. En las imágenes (b) y (c) la rótu la aparece superpuesta con el fémur dista l.
-11111
FIGURA 3.41. Proyecciones mediolateral (a) y craneocaudal (b) del radio y el cúbito de un
perro con luxación congénita de codos. La parte proximal del radio y el cúbito aparece marcadamente deformada y hay una pérdida de la alineación normal entre el húmero y la cabeza del radio.
'1
1
FIGURA 3.43. Proyección ventrodorsal de la cadera de un
perro con luxación lateral de la rótula derecha (flecha).
FIGURA 3.44. Proyecciones mediolateral (a) y craneocaudal (b) de la rodilla de un perro con enfermedad degenerativa articular grave. Aparecen osteofitos y entesiofitos en la tróclea femoral, márgenes proxima l y distal de la rótula, sesamoideos del músculo gastrocnemio y del músculo poplíteo, meseta tibial, y en los márgenes laterales de los cóndilos laterales y márgenes mediales de los cóndilos mediales del fémur y la tibia. En la proyección mediolateral la presencia de derrame sinovia l se eva lúa en función del grado de obliteración (estrechamiento) de la grasa subrotuliana , que en este caso aparece muy reducida (flecha) lo que indica derrame sinovial de moderado a grave.
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
Anatomía radiográfica normal del carpo
Poliartropatías inmunomediadas El término se refiere al conjunto de patologías articu-
http://goo.gi/n7PnW
lares que tienen un origen inmunomediado, y se clasifican en erosivas y no erosivas. Típicamente afecta a
Infección
múltiples articulaciones, de ahí el término de poliartro-
Las artritis sépticas suelen aparecer como consecuen-
patía. Siempre que se observe inflamación de múltiples
cia de heridas penetrantes que afecten a la articula-
articulaciones se deben considerar como diagnósticos
ción, aunque también se producen por vía hematóge-
diferenciales más probables una artritis séptica por vía
na, en cuyo caso pueden aparecer afectadas una o
hematógena o una poliartropatía inmunomediada.
varias articulaciones. Aunque la imagen se podría con-
En las poliartropatías inmunomediadas no erosivas
fundir con la de una artrosis severa, la inflamación de
radiológicamente se suele observar inflamación de te-
tejidos blandos asociada suele ser mayor, pueden apa-
jidos blandos y derrame sinovial (en las articulaciones
recer defectos en el hueso subcondral y los osteofitos
en las que se puede detectar), sin alteraciones óseas
periarticulares suelen tener un aspecto más agresivo
asociadas evidentes (fig. 3.46).
(fig. 3.45). La infección se puede extender al hueso de forma secundaria.
Las poliartropatías inmunomediadas erosivas son menos frecuentes. Además de los cambios descritos
FIGURA 3.46. Proyección mediolateral de la rodilla de un perro con
FIGURA 3.45. Proyecciones mediolateral (a) y dorsopalmar (b) del carpo de un perro con artritis séptica. Aparecen numerosas áreas de osteólisis en las superficies articulares de todos los huesos que forman la articulación. Los osteofitos periarticulares tienen un aspecto más agresivo que los causados por enfermedad degenerativa articular.
poliartropatía inmunomediada no erosiva. Se observan signos de derrame sinovial moderado que no se acompañan de alteración evidente en los huesos que forman la articulación. En la rodilla se evalúa el grado de derrame sinovial en función del grado de obliteración de la grasa subrotuliana (G). La línea discontinua blanca marca el límite normal del líquido sinovial y la línea discontinua amarilla marca el límite en este paciente, fácilmente identificable por el contraste entre el líquido (opacidad tejido blando) y la grasa subrotuliana (opacidad grasa).
Esqueleto a pendicular
para la forma no erosiva, se observa erosión de los
márgenes articulares y del hueso subcondral, con
márgenes articulares (fig. 3.47) y en muchos casos
áreas de osteólisis bien delimitadas (fig. 3.48).
reacción perióstica periarticular agresiva. El tipo más común de poliartropatía erosiva en el perro es la artritis reumatoide, aunque tiene escasa presentación en perros y gatos. Suele afectar a las articulaciones
Otras alteraciones del esqueleto apendicular
En gatos, el hallazgo radiológico más llamativo es la
---Osteopatía hipertrófica pulmonar
reacción perióstica y sólo se ha descrito en gatos ma-
También denominada enfermedad de Marie, osteopa-
chos jóvenes.
tía hipertrófica u osteoartropatía hipertrófica pulmonar.
distales de perros de razas pequeñas y miniatura.
Esta patología suele aparecer asociada a la presencia
Neoplasia articular
de lesiones en el tórax (generalmente masas) , aunque
Las neoplasias articulares no son frecuentes . Suelen
también se ha descrito ligada a patologías abdomina-
provocar una marcada inflamación de tejidos blandos,
les. Clínicamente se caracteriza por afectar a perros de
ensanchamiento del espacio articular por proliferación
edad avanzada, que presentan inflamación caliente y
de tejido blando en él y una marcada erosión de los
dolorosa de la zona distal de las extremidades además
FIGURA3.47. Proyecciones mediolateral (a) y dorsopalmar (b) del carpo de un perro con poliartropatía inmunomediada erosiva . Se observa una marcada tumefacción de los tejidos blandos que rodean la articulación y lesiones osteolíticas (erosivas) en las superficies articulares de todos los huesos que la forman, extendiéndose incluso hacia la diáfisis de los metacarpianos.
FIGURA 3.48. Proyección mediolateral del tarso de un
perro con neoplasia articular. Se observa una marcada tumefacción de tejidos blandos y una gran destrucción (osteólisis) de los márgenes articulares.
3
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
~-~
11 .
•)
Anatomía rad iográfica normal
metacarpianos y falanges
de
http://goo.g l/3Th5T
Casos de
autoevaluación http://goo.gi/fpE6H
de cojera. Las falanges suelen ser los primeros huesos
Exóstosis cartilaginosas múltiples
afectados. Es un proceso reversible si se resue lve la
Se trata de una enfermedad osteoproliferativa benigna,
causa primaria. Los signos radio lógicos son (fig. 3.49):
que aparece en perros en crecimiento. Radiológica-
• Reacción perióstica en empalizada.
mente aparecen exóstosis en las metáfisis de huesos
• Las lesiones inicia les tienden a ser distales y pueden estar afectadas las cuatro extremidades.
largos de las extremidades, en las vértebras y en las costillas. Generalmente no tiene significación clínica, a
• Las lesiones pueden ser bi laterales simétricas.
no ser que las lesiones provoquen compresión excesi-
• Marcada inflamación de los tejidos blandos.
va de ciertas estructuras anatómicas, como la médu la espinal, pero esto es poco frecuente. El crecimiento de
Se deben realizar siempre radiografías de tórax y
las lesiones cesa al completarse la maduración esque-
abdomen para evaluar la presencia de posibles lesio-
lética del animal. Excepcionalmente se ha descrito su
nes en ambas regiones anatómicas.
aparición en adu ltos o la continuidad en el crecimiento de las lesiones tras la maduración esquelética.
Calcinosis circunscrita
En gatos se ha descrito un trastorno similar, aunque
Se trata de focos de calcificación ectópica en tejidos
podría tener origen vírico. Las lesiones aparecen en
blandos, generalmente de loca lización periarticu lar
gatos adultos y el crecimiento de las mismas es pro-
(fig. 3.50). Suele afectar a perros jóvenes de razas
gresivo. Las lesiones son simi lares a las provocadas por
grandes, especialmente de la raza Pastor Alemán.
hipervitaminosis A.
FIGURA 3.49. Proyecciones dorsopalmar (a) y mediolateral (b) del carpo, metacarpianos y fa langes, y proyección
lateral del tórax (c) de un perro con osteopatía hipertrófica pu lmonar (enfermedad de Marie) y una neoplasia pulmonar. Los huesos largos (radio, cúbito, metacarpianos y falanges) presentan una reacción perióstica en empalizada. La osteopatía hipertrófica pulmonar suele aparecer asociada a la presencia de lesiones tipo masa en el tórax o el abdomen, en este caso una masa pulmonar. FIGURA 350 . Proyección mediolateral de los metacarpianos y las falanges de un perro con calcinosis circunscrita . Se observa una lesión formada por focos de calcificación en la zona palmar de la mano. Se trata de una lesión benigna que suele aparecer en localización periarticu lar, y es más frecuente en perros jóvenes, especia lmente de la raza Pastor Alemán.
~
Principios de interpretación Tanto los perros como los gatos presentan 7 vérte-
La calidad de las imágenes es esencial para realizar
bras cervicales, 13 vértebras torácicas, 7 vértebras
una evaluación exhaustiva de la columna vertebral. Por
lumbares, 3 vértebras sacras y un número variable
ello se recomienda realizar las radiografías de columna
de vértebras coccígeas. Cada región anatómica de la
bajo sedación, empleando accesorios de posiciona-
columna tiene características distintivas que es nece-
miento adecuados (almohadillas radiotransparentes,
sario conocer para realizar una correcta interpretación
cintas y sacos de arena).
de la imagen radiográfica . Éstas se describen en los siguientes cuadros.
En la proyección lateral, el eje longitudinal de la columna ha de quedar paralelo al chasis, lo que se
Columna torácica
Columna cervical
• La Tl 1 es la vértebra anticlinal (su apófisis
• La Cl posee una gran apófisis transversa (alas del atlas).
espinosa es vertical en lugar de estar inclinada craneal o caudalmente). • TlO-Tl 1 es el espacio intervertebral anticlinal, que es el espacio intervertebral más estrecho. • Las cabezas de las costillas aparecen craneales a su vértebra correspondiente.
• C2 es la vértebra más grande y presenta una apófisis en la zona craneoventral del cuerpo, denominada apófisis odontoides. • Los espacios intervertebrales C2-C3 y C7-Tl suelen ser más estrechos que los restantes. • C6 presenta una gran lámina ventral característica . • La apófisis espinosa de la C2 debe ser adyacente o superponerse con el arco de la Cl.
Columna lumbar • Las vértebras lumbares del gato son más alargadas que las del perro. • El borde ventral de la L3 y de la L4 puede aparecer ligeramente borroso en perros, sobre todo en razas grandes, lo que se debe a la superposición de los pilares del diafragma (no se debe confundir esta imagen con una lesión).
Sacro y vértebras coccígeas • Las tres vértebras que componen el sacro suelen estar fusionadas. • Las vértebras coccígeas tienen procesos hemales, que no se deben confundir con espondilosis deformante.
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
Anatomía radiográfica normal de la
columna cervical
y otra en C6-C7), una torácica (centrada en T6-T7), una toracolumbar (centrada en Tl3-Ll) y una lumbar
http://goo .gl/ht7EE
(centrada en L3-L4). Habitualmente la evaluación clínica previa del paciente permite localizar la región o
consigue colocando una almohadilla radiotransparente
regiones de la columna que podrían estar lesionadas,
bajo la zona cervical y otra bajo la zona lumbar (fig. 4.1).
lo que limita el estudio radiográfico a la zona afectada .
Para conseguir que el plano sagital de las vértebras
Las radiografías de columna realizadas en flexión o
quede paralelo al chasis se deben colocar almohadillas
extensión forzada pueden ser útiles para el diagnósti-
que eleven ligeramente la posición de las extremidades.
co de determinadas patologías, como la inestabilidad
Si la columna se encuentra rotada al realizar la radio-
atlantoaxial, cervical o lumbosacra. No obstante, de-
grafía lateral, las apófisis trasversas de cada vértebra
ben ir siempre precedidas de radiografías estándar
aparecerán separadas en la imagen (fig. 4.2).
en posición neutra, ya que si éstas muestran ya una
Al realizar la radiografía en la proyección ventro-
posición anómala de las vértebras las radiografías for-
dorsal se debe evitar la rotación de la columna hacia
zadas estarán desaconsejadas, puesto que pueden
los lados. Si la posición del paciente es correcta, las
provocar lesiones compresivas graves de la médula
apófisis espinosas aparecerán alineadas y centradas
espinal. También debemos manejar al paciente con
con los cuerpos vertebrales en la imagen (fig. 4.3).
sumo cuidado cuando se sospeche de la existencia de
Un estudio completo de la columna debe incluir dos radiografías cervicales (una centrada en C3-C4
FIGURA 4.1. Proyección
una fractura o luxación de la columna , ya que podríamos provocar un empeoramiento del cuadro clínico.
lateral de la columna cervical de un perro mal posicionada (a) y proyección lateral de la misma región correctamente posicionada (b), tras colocar una almohadilla radiotransparente debajo del cuello para conseguir que el eje longitudinal de la columna se sitúe paralelo al cl1asis. En la primera radiografía no es posible evaluar adecuadamente los espacios intervertebrales, ya que el haz de rayos X penetra de forma oblicua a través de ellos.
FIGURA 42. Imágenes ampliadas
de la región lumbar de un perro obtenidas en proyección lateral, antes (a) y después (b) de colocar almohadillas que eleven ligeramente la posición de las extremidades para conseguir que el plano sagital de las vértebras quede paralelo al chasis. La perfecta superposición de las apófisis transversas de cada vértebra (flecha) indica que la radiografía se ha realizado correctamente.
Columna
Mielografía
otros agentes hidrosolubles. Se emplean en concentraciones de 200 a 350 mg l/ml (a mayor concentración
La mielografía es la técnica de contraste que se utiliza
de yodo, mejor definición de las columnas de contraste
con mayor frecuencia para la evaluación de la colum-
en las imágenes) y a dosis de 0,3 ml/kg o 50 mg l/kg. El
na (fig. 4.4). Se basa en la introducción de un medio
volumen administrado depende del tamaño del animal
de contraste en el espacio subaracnoideo. Debido a
y de la región que vaya a examinarse:
que implica ciertos riesgos, se debe realizar sólo cuando se considera estrictamente necesaria , generalmente cuando la elección de un tratamiento quirúrgico
• Perros pequeños y gatos (1-5 kg): 1,5-2 mi.
posterior depende de los resultados de este examen .
• Perros medianos (5-15 kg): 1,5-3 mi.
La resonancia magnética es una alternativa excelente. La mielografía se debe llevar a cabo bajo anestesia general. Antes de administrar el medio de contraste se deben obtener radiografías simples correctamente po-
• Perros grandes (15-35 kg): 3-5 mi. • Perros de razas gigantes (+35 kg): 8-9 mi máximo.
sicionadas. Los medios de contraste de elección son los yodados no iónicos de baja osmolaridad, como el iohexol o el iopamidol, ya que presentan menor neu-
El contraste se puede introducir en la cisterna
rotoxicidad y permanecen más tiempo en concentra-
magna o en la zona lumbar. Se emplean agujas es-
ciones diagnósticas en el espacio subaracnoideo que
pinales (de 25 mm para gatos y perros pequeños, de
Patrón mielográfico normal de la región cervical en proyección lateral (a), región toracolumbar en proyección lateral (b) y región lumbar en proyección ventrodorsal (c).
FIGURA4.4.
~ FIGURA 4.3.
Proyección ventrodorsal de la columna lumbar de un perro. La posición centrada de las apófisis espinosas respecto a los cuerpos vertebrales indica que la radiografía se ha realizado correctamente.
4
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓG ICA en pequeños animales
40 mm para perros de tamaño mediano, y de 75-
lesión, en cuyo caso no es posible determinar la exten-
90 mm para perros de tamaño grande) y se deben
sión real del área de compresión .
mantener las máximas condiciones de asepsia al realizar la inyección.
En la mielografía lumbar se inyecta el contraste en el espacio subaracnoideo en la zona lumbar. Es más
Para realizar la inyección cisterna! (mielografía cisterna!) se debe colocar al paciente en decúbito
difícil de realizar y resulta más traumática , ya que se atraviesa la médula con la aguja. Como ventajas, se
lateral y flexionar la cabeza 90º respecto al cuello.
rellenan adecuadamente las zonas lumbar y torácica,
Es importante comprobar que este movimiento no
y en muchos casos la columna de contraste puede al-
provoca una obstrucción de la vía aérea . Si la mesa
canzar puntos craneales a una zona de compresión.
tiene capacidad de inclinación, se debe angular 15º
La técnica se describe en el cuadro inferior.
aproximadamente; en su defecto, se pueden emplear
La inyección de contraste en la médula puede ser
almohadillas radiotransparentes para elevar la cabeza
fatal (paresia severa o parálisis en inyecciones lumba-
y el cuello del paciente. La técnica se describe en el
res craneales a L4-L5 o muerte del animal en inyeccio-
cuadro inferior.
nes cisternales). Si se inyecta el contraste en el espa-
Es recomendable dejar que salga una cantidad de LCR similar al volumen de contraste que se va a
cio epidural las columnas de contraste presentan una imagen muy irregular, difícil de analizar.
inyectar y analizar una muestra del mismo. La inyec-
Aunque sería recomendable que la inyección de
ción del medio de contraste se realiza de forma lenta,
contraste se realizara lo más cerca posible de la zona
aproximadamente en 2 o 3 minutos. Si no se había
donde se sospecha que se encuentra la lesión, la
elevado la cabeza previamente, en este momento es imprescindible hacerlo para que el contraste se dirija caudalmente y no pase a los ventrículos cerebrales. Si se nota resistencia al administrar el contraste se debe interrumpir la inyección y retirar la aguja.
Técnica de punción para la mielografía lumbar
Si existe un punto o zona de compresión la columna
Para realizar la mielografía lumbar se coloca al ani-
de contraste se puede parar en situación craneal a la
mal en decúbito esternal, con la columna arqueada, lo que se consigue extendiendo las extremi-
Técnica de punción para la mielografía cisternal
dades posteriores hacia delante. La aguja espinal se inserta en el espacio L5-L6 en perros y L6-L7 en gatos. Se avanza con la aguja, atravesando la médula, hasta alcanzar el suelo del canal. El bisel
Para realizar la punción se palpa la depresión entre la protuberancia occipital externa y la lámina dorsal del atlas. La aguja se inserta en la línea media de esta depresión, a nivel del borde craneal de las alas del atlas, ligeramente angulada en sentido craneal y avanzando lentamente. El bisel debe estar dirigido caudalmente. Se puede sentir un cierto grado de resistencia al atravesar
de la aguja debe estar dirigido cranealmente. Al alcanzar el suelo del canal se retira ligeramente la aguja y se extrae el fiador. La salida de LCR confirma que la aguja se ha colocado correctamente. Si no sale LCR se puede comprobar la posición de la aguja realizando una radiografía o con fluoroscopia. Se puede realizar una comprobación adicional introduciendo una pequeña cantidad de contraste
el ligamento de la nuca. Si la colocación de la aguja es correcta, saldrá líquido cefalorraquídeo
y examinando su posición radiográficamente.
(LCR). Si sale sangre mezclada con LCR se suele
Se puede intentar entrar en el espacio subarac-
continuar con el procedimiento, pero si sólo sale
noideo dorsal sin tener que atravesar la médula,
sangre se debe retirar la aguja y volver a intentar
retirando frecuentemente el fiador de la aguja
la inyección cambiando de aguja . Si se pincha
para comprobar si se produce salida de LCR ,
en el hueso se debe redirigir la aguja.
pero no resulta fácil.
Columna
4
Anatomía radiográfica norma l de la
técnica más sencilla y segura es la mielografía cister-
columna torácica
na!, que permite delimitar la mayoría de las lesiones. La mielografía lumbar se suele reservar para definir el
http://goo.gl/lGAaG
11
margen caudal de lesiones que se han delimitado cranealmente con la cisterna!.
columna opuesta (fig. 4.5). Entre este tipo de lesiones
El espacio subaracnoideo es mayor a nivel de la cis-
se incluyen las hernias de disco, el aumento de grosor
terna magna. La médula presenta mayor diámetro en la
del ligamento longitudinal dorsal, el aumento de grosor
región cervicotorácica y en la zona central de la región
del ligamento amarillo, los hematomas, los depósitos
lumbar. En muchos casos la columna ventral aparece
de grasa extradurales, las deformaciones del cuerpo
ligeramente elevada a nivel de los espacios interver-
vertebral, luxaciones, subluxaciones y fracturas verte-
tebrales, lo que no se debe confundir con compresión
brales, la espondilopatía cervical o lumbosacra y los
medular.
abscesos, gran ulomas y tumores extradurales.
Se debe tener en cuenta que el medio de contraste
Una lesión intradural-extramedular provoca un en-
se va absorbiendo progresivamente, por lo que deja-
sanchamiento focal del espacio subaracnoideo (fig. 4.6).
rá de ser evidente en la imagen en aproximadamente
Entre este tipo de lesiones se incluyen los tumores intra-
50 minutos.
durales (p. ej.: neurofibroma , meningioma), así como
Una lesión extradural provoca elevación o desvia-
l¡
hemorragias, edemas o granulomas intradurales.
ción de la columna de contraste en el punto de com-
Una lesión intramedular provoca divergencia de las
presión, acompañada de un estrechamiento de la
columnas de contraste en el lugar donde se encuentra
<11111
<11111
FIGURA 45. Patrón mielográfico de lesión extradural.
FIGURA 4 .6. Patrón mielográfico de lesión intradural-extramedular. El medio de contraste rodea la lesión loca lizada en el espacio subaracnoideo.
_ _ _ _ ..f ..
1
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
la lesión (fig. 4.7). Se puede producir una parada de la
introducción de contraste en el disco intervertebral,
columna de contraste en el punto donde se encuentra
pero apenas se usa en perros y gatos.
la lesión , craneal a la lesión en la mielografía cisterna! ,
La tomografía computarizada ofrece imágene.s ex-
o caudal a la lesión en la mielografía lumbar. Entre este
celentes de las estructuras óseas que componen la
tipo de lesiones se incluyen los tumores intramedula-
columna , pero es inferior a la resonancia magnética
res (p. ej.: ependimoma , astrocitoma), hemorragia o
en la definición de los tejidos blandos de la misma.
edema intramedular, hidromielia, siringomielia y la meningoencefalitis granulomatosa. Se pueden emplear otras técnicas de contraste para
Alteraciones congénitas
examinar la columna en lugar de la mielografía, pero su aplicación es mucho más limitada. La epidurogra-
Hemivértebra
fía consiste en la introducción del medio de contraste
Se debe a un desarrollo incompleto del cuerpo vertebral.
(de forma intencionada, no por error) en el espacio
Puede afectar a una o varias vértebras. La hemivértebra
epidural, generalmente en la unión sacrococcígea.
puede presentar forma de "mariposa" en la proyección
Se ha recomendado para la detección de lesiones en
ventrodorsal (fig 4.8) o de "cuña" en las proyecciones
la cauda equina. La interpretación de esta técnica es
lateral o ventrodorsal (fig. 4.9). Las vértebras adyacentes
difícil en muchos casos. La discografía consiste en la
suelen presentar cambios morfológicos compensatorios.
FIGURA 4.7. Patrón mielográfico de lesión intramedular. Las columnas de contraste disminuyen de anchura al
rodear la lesión medular. Se observa un ensanchamiento de la columna dorsal de contraste craneal al punto donde se localiza la lesión.
FIGURA 4.9. Proyección lateral de la columna cervical de un perro con varias hemivértebras en "cuña" (flechas).
FIGURA 4.8. Proyección ventrodorsal de la columna torácica de un perro de raza Bulldog con varias hemivértebras en "mariposa" (flechas).
Columna
4
Anatomía radiográfica normal de la
Las hemivértebras generalmente aparecen en la co-
columna lumbosacra
lumna torácica y suelen asociarse con cifosis (desviación dorsal de la columna). Sólo ocasionalmente pre-
http://goo.g i/KC640
sentan significación clínica por compresión medular, que se puede evaluar mediante mielografía o técnicas
adoptan características morfológicas de las vértebras de
avanzadas (resonancia magnética - fig. 4.10- o mielo-
ambas regiones (tienen total o parcialmente la forma de
grafía por tomografía computarizada).
una vértebra de la zona que la sigue o la precede): • Lumbarización: la Sl aparece separada del resto
Vértebra en bloque
del sacro, pudiendo presentar una o dos apófisis
Dos o más cuerpos vertebrales adyacentes aparecen
transversas similares a las de las vértebras lumba-
total o parcialmente fusionados, con ausencia de disco intervertebral (fig. 4.11). Generalmente no tiene significación clínica.
res (fig. 4.12). • Sacralización: la apófisis transversa de la L7 se fusiona con el ala del sacro y puede articular con el ilion. Esta alteración puede provocar inestabilidad
Vértebras de transición
lumbosacra y degeneración del disco intervertebral
Ocurre cuando las vértebras de la unión atlantoaxial, cer-
(fig. 4.13), conduciendo a la aparición de un sín-
vicotorácica, toracolumbar, lumbosacra o sacrococcígea
drome de cauda equina. También puede dificultar
FIGURA 4.11. Proyección lateral de la columná cervical de un perro con fusión de los cuerpos de la C3 y la C4 (vértebra en bloque).
<111111
FIGURA 4.12. Proyección
lateral (a) y ventrodorsal (b) de la zona lumbosacra de la columna de un perro con lumbarización del sacro. En la proyección lateral se visualiza una línea radiotransparente (flecha blanca) que separa la Sl del resto del sacro. En la proyección ventrodorsal se identifica una apófisis transversa (flecha negra) en la Sl. En ambas proyecciones se observa espondilosis en L7-Sl.
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales [!] Anatomía rad iográfica normal de la
. •
.
columna cervical
http://goo.gi/ht7 EE
Inestabilidad atlantoaxial La inestabilidad o subluxación atlantoaxial suele aparecer como una anomalía congénita en razas pequeñas y miniatura, como Yorkshire Terrier, Chihuahua, Pome-
la correcta colocación del animal al realizar la radio-
rania o Caniche. Se puede deber a una agenesia o hi-
grafía ventrodorsal de la cadera.
poplasia de la apófisis odontoides, a una falta de fusión
• Fusión parcial o completa de la S3 con la Ccl.
de esta apófisis con el axis, o a un estiramiento o rotura
• Una vértebra T13 transicional puede presentar una
del ligamento que la sujeta.
apófisis transversa en lugar de la costilla (fig. 4.14).
También puede aparecer en otras razas, general-
Se pueden observar vestigios de costilla, que apa-
mente asociada a un traumatismo que provoque una
recen como estructuras de densidad mineral en
fractura en la apófisis o una lesión en el ligamento.
los tejidqs blandos. Esta variación es relativamen-
En la radiografía lateral se observa un aumento de
te frecuente por lo que, al planificar una cirugía de
la distancia entre el arco dorsal del atlas y la apófisis
columna, se recomienda realizar siempre las dos
espinosa del axis, acompañado de una angulación del
proyecciones, ya que la imagen de la lateral podría
suelo del canal vertebral a nivel de la unión atlantoaxial
conducir a error a la hora de localizar exactamente
(fig. 4.15). Flexionar ligeramente el cuello del animal
una vértebra o un espacio intervertebral concretos.
puede ayudar a identificar estos hallazgos, aunque se
• Una vértebra Ll transicional puede presentar una
corre el riesgo de agravar el cuadro clínico del paciente.
costilla en lugar de una apófisis transversa. • Una vértebra C7 transicional puede presentar una costilla en lugar de una apófisis transversa . • Occipitalización del atlas.
Inestabilidad cervical También recibe los nombres de síndrome de Wobbler, espondilopatía cervical, espondilomielopatía cervical caudal o malarticulación vertebral cervical. Afecta a
Los cambios morfológicos pueden ser unilaterales o
razas de tamaño grande o gigante, especialmente
bilaterales y, a excepción de las que afectan a la unión
Gran Danés y Doberman , y también se ha descrito en
lumbosacra, el resto no suelen presentar significación
el Basset Hound. Los animales afectados presentan
clínica.
incoordinación progresiva en las extremidades posteriores y, en ocasiones, de las anteriores. El cuadro ge-
Espina bífida
neralmente aparece entre los 3 y 10 meses de edad,
Es una anomalía muy poco frecuente. Se debe a un
aunque también puede aparecer a una edad más·····
fallo en el cierre del arco neural y puede afectar a una
avanzada, especialmente en la raza Doberman.
o más vértebras. Se puede asociar a una protrusión
Se han descrito diversas alteraciones vertebrales
de las meninges a través del defecto. Se visualiza me-
asociadas con este síndrome. Las vértebras que apa-
jor en la proyección ventrodorsal. Si hay un fallo en la
recen afectadas con mayor frecuencia son C5, C6 y
fusión de las apófisis espinosas se observará una ima-
C7, aunque también puede aparecer en C2, C3 y C4.
gen de doble apófisis espinosa en las vértebras afectadas. En casos leves el paciente puede no presentar
Los signos radiológicos que se pueden observar son:
signos clínicos.
• Alteración en la forma de la vértebra o vértebras afectadas. • Estrechamiento de la parte craneal de la vértebra o
Síndromes de inestabilidad
vértebras afectadas, lo que le confiere al canal vertebral un aspecto de "embudo" o triangular.
Se asocian a anomalías congénitas que pueden empeorar con el crecimiento, o a lesiones adquiridas secundarias a una inestabilidad. Afectan a tres regiones anatómicas: atlantoaxial, cervical y lumbosacra.
• Las apófisis articulares craneales pueden aparecer deformadas o estar ausentes. • Si hay subluxación (fig. 4.16), las imágenes laterales obtenidas con el cuello flexionado muestran el
4
Columna
1
FIGURA4l3. Proyección lateral (a) y ventrodorsal (b) de la zona lumbosacra de la columna de un perro con sacralización de la L7. En la proyección lateral la L7 aparece acortada. En la proyección ventrodorsal se observa una fusión del margen izquierdo de la L7 con el sacro (flechas blancas), mientras que en el lado derecho la L7 mantiene una apófisis transversa (flecha negra).
FIGURA 4l4. Proyección ventrodorsal de la columna toracolumbar de un perro con T13 transicional. Esta vértebra presenta una apófisis transversa derecha alargada (flecha blanca) y se observa un vestigio de costilla en abdomen craneal izquierdo (flecha negra).
FIGURA4l5. Imagen ampliada de la columna cervical en proyección lateral de un perro de raza Yorkshire Terrier sin anomalías vertebrales (a) y de un perro de la misma raza con subluxación atlantoaxial (b).
...
175
1
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
Anatomía rad iográfica normal de la
Anatomía radiográfica normal de la
columna lumbosacra
columna coccígea
http://goo.gl/KC640
http://goo.gi/QgZy9
extremo craneal de la vértebra afectada protruyen-
Los hallazgos radiográficos que se observan con
do dorsalmente hacia el canal vertebral. Se ha de
mayor frecuencia asociados a esta anomalía son de
tener en cuenta que al flexionar el cuello siempre se
tipo degenerativo: espondilosis deformante y escle-
produce un cierto grado de elevación del extremo
rosis del extremo caudal de la L7 y craneal del sacro
craneal de las vértebras, que no se debe confundir
(fig. 4.17). En ocasiones se puede observar disminu-
con una subluxación patológica.
ción del espacio intervertebral L7-Sl, disminución del
• El espacio intervertebral craneal a la vértebra afec-
diámetro dorsoventral del canal vertebral a nivel de la
tada puede estar ensanchado y los discos afectados
L7 o del sacro y/o desplazamiento ventral del sacro en
pueden estar mineralizados.
relación a la posición de la L7 (fig. 4.18). Este último
• Puede haber formación de crecimientos óseos y es-
hallazgo puede ser fijo o inconstante, pudiendo apare-
clerosis de los extremos de los cuerpos vertebrales.
cer solo, o acentuarse al realizar la radiografía en hiper-
• La mielografía puede mostrar una compresión me-
flexión o hiperextensión.
dular. No se debe confundir con la imagen normal
No existe una correlación directa entre los signos
obtenida con el cuello flexionado, en la que se ob-
clínicos y los hallazgos radiológicos. De hecho, algunos
serva un cierto grado de elevación de la columna de
pacientes con sintomatología presentan una imagen
contraste en las zonas situadas sobre los espacios
normal de la unión lumbosacra en las radiografías sim-
intervertebrales. • Una compresión ventral indica prolapso del disco o
ples, mientras que muchos pacientes con evidencia radiográfica de espondilosis L7-Sl no presentan signos
hipertrofia del ligamento longitudinal dorsal , mien-
clínicos. La mielografía o la epidurografía pueden con-
tras que una compresión dorsal indica hipertrofia
tribuir al diagnóstico, aunque la resonancia magnética
del ligamento amarillo.
es la técnica más adecuada para la evaluación de esta enfermedad (fig. 4.19).
En ocasiones la realización de radiografías en flexión, en extensión o con tracción del cuello permite evidenciar subluxaciones no detectadas en una posición neutra. A estas lesiones se las denomina
Enfermedad degenerativa del disco intervertebral
dinámicas. Las lesiones adinámicas no presentan diferencias respecto a la imagen obtenida en posición
Cada disco está compuesto por un anillo -fibroso y un
neutra. Los movimientos del cuello se deben realizar
núcleo pulposo. Este último está compuesto por mate-
con cuidado para no empeorar el estado clínico del
rial gelatinoso homogéneo. El anillo fibroso es mucho
animal.
más grueso en su parte ventral que en la dorsal (por
Inestabilidad lumbosacra
caso no afectarían a la médula) . Los discos se encuen-
También recibe los nombres de estenosis lumbosa-
tran cubiertos por el ligamento longitudinal dorsal , que
cra, malarticulación lumbosacra o síndrome de cauda
recorre el suelo del canal medular. Este ligamento apa-
ello las protrusiones ventrales son raras, y en cualquier
equina. Se caracteriza por la existencia de un estre-
rece reforzado por otros ligamentos en la zona com-
chamiento del canal vertebral o de los agujeros inter-
prendida entre la Tl y la
vertebrales que causa compresión de los nervios que
produzca una hernia de disco en esta zona.
no, por lo que es raro que se
componen la cauda equina. Puede tener un origen
La proyección más adecuada para examinar los es-
congénito o adquirido, y generalmente afecta a perros
pacios intervertebrales (EIV) es la lateral. Se deben co-
de razas grandes, especialmente al Pastor Alemán .
locar almohadillas radiotransparentes bajo la columna
También puede aparecer en gatos.
cervical y la columna lumbar, para intentar así que la
Columna
4 1 I
FIGURA 4.16.
Proyección lateral de la columna cervical de un perro de raza Gran Danés con síndrome de Wobbler. La vértebra C6 aparece subluxada, lo que provoca un marcado estrecham iento del canal vertebra l a
FIGURA 4l8. Proyección latera l de la zona lumbosacra de la columna de un perro con desplazamiento ventral del sacro respecto a la L7, disminución del espacio intervertebral L7-S-l y espondi losis deformante L7-Sl. Estos hallazgos son indicativos de inestabilidad lumbosacra .
FIGURA 4.19. Imagen de resonancia
magnética en plano sagital y transversa l del disco L7-Sl en un perro con inestabilidad lumbosacra. Las imágenes muestran cambios degenerativos y protrusión del disco, que causa compresión de la cauda equina.
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
columna presente un recorrido paralelo (y no curvado)
• Hansen tipo 1: se observa generalmente en razas
respecto al chasis. La oblicuidad de los rayos X perifé-
condrodistróficas, en las que es frecuente que se
ricos del haz hace necesario centrar adecuadamente
produzca una degeneración del núcleo pulposo a
los EIV en los que se sospecha que puede aparecer
edades tempranas (muchos animales presentan
la lesión (fig. 4.20). Sólo se podrán evaluar adecuada-
discos mineralizados, sin significación clínica) . Con
mente en cada radiografía el EIV centrado y los espa-
el tiempo se degenera también el anillo fibroso, lo
cios inmediatamente craneal y caudal a él. Si la zona
que puede provocar la rotura del mismo y posterior
que vamos a examinar es más amplia, se deben rea-
salida del núcleo hacia el canal vertebral, lo que se
lizar varias radiografías cambiando el punto donde se
denomina extrusión de material discal.
centra la imagen.
• Hansen tipo 11: más común en razas no condro-
Los EIV en la unión cervicotorácica y en la unión
distróficas, en las que los cambios degenerativos se
lumbosacra son ligeramente más estrechos que los
producen más lentamente, y raramente provocan
restantes. El EIV situado entre no y Tl 1 también pue-
mineralización. Se suele producir una protrusión
de ser un poco más estrecho en condiciones norma-
del disco (sin rotura del anillo), que se desplaza en
les. Si no se colocan almohadillas radiotransparentes
mayor o menor medida hacia el canal vertebral, pu-
bajo la columna cervical o la lumbar, la anchura de los
diendo provocar diferentes grados de compresión
EIV puede aparecer falsamente disminuida , debido a
medular.
la curvatura de la columna. En los casos de extrusión tipo
1
los signos clínicos
La degeneración del disco es un fenómeno relaciona-
aparecen de forma aguda, con dolor, déficit neuroló-
do con la edad. Los problemas se producen cuando el
gico y parálisis. En los casos de protrusión tipo
proceso de degeneración tiene lugar más rápido de lo
cuadro clínico es menos dramático, y suele cursar con
normal. Se distinguen dos tipos de degeneración:
un cuadro progresivo de ataxia y déficit neurológico.
¡ '·'--- - - - - - - - -- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -- - - - -- - --
11
el
FIGURA 420. Representación de la dirección de entrada.de los rayos X a través de los espacios intervertebrales. Puesto que el haz de rayos X es divergente, sólo los rayos centrales del haz entran alineados con el espacio intervertebral centrado en la radiografía. La dirección de entrada de los rayos Xen otros espacios intervertebrales será tanto más oblicua cuanto más alejados estén los espacios del centro del haz. - - - -- - - -- - - - -
Columna
Los signos radiológicos que pueden aparecer en la enfermedad degenerativa del disco intervetebral son :
Otras alteraciones de la columna
• Mineralización del disco (más frecuente en razas condrodistróficas). Este hallazgo en sí no es diag-
Escoliosis, cifosis y lordosis
nóstico de prolapso del disco, pero sí indica dege-
La escoliosis se define como una curvatura anormal de
neración del mismo (fig. 4.21).
la columna vertebral en sentido lateral, por lo que se vi-
• Estrechamiento del EIV afectado (fig. 4.22).
sualiza mejor en la proyección ventrodorsal (fig. 4.25).
• Visualización de material discal mineralizado en el ca-
La cifosis se define como una curvatura anormal de la
nal vertebral (fig. 4.23). En ocasiones también es posi-
columna en sentido dorsal (fig. 4.26), mientras que la
ble identificar material discal no mineralizado cuando
lordosis se produce en sentido ventral (fig. 4.27) , por lo
éste se sitúa en la zona del agujero intervertebral.
que se visualizan mejor en la proyección lateral.
• Aparición de un patrón de lesión extradural ventral o ventrolateral en la mielografía.
Estas alteraciones pueden ser congénitas, idiopáticas o pueden aparecer asociadas a otras alteraciones que afecten a la columna. No suelen tener significación clínica.
Los signos radiológicos se deben correlacionar siempre con la sintomatología clínica, aunque el hallaz-
Espondilosis deformante
go de compresión medular en la mielografía es siem-
Se trata de una alteración de tipo degenerativo, que se
pre significativo. Una protrusión aguda del disco puede
caracteriza por el desarrollo de crecimientos óseos en
acompañarse de una imagen normal en radiografías
la zona ventral de los extremos craneal y/o caudal de
simples. Las lesiones antiguas pueden no tener signi-
los cuerpos vertebrales (fig. 4.28). Estas formaciones
ficación clínica, pudiendo acompañarse de esclerosis
tienden a aumentar de tamaño e incluso a unirse con
en los extremos de los cuerpos vertebrales adyacentes
las de las vértebras adyacentes, formando verdaderos
y espondilosis deformante (fig. 4.24).
puentes óseos (fig. 4.29). También pueden crecer en
FIGURA 421. Proyección
lateral de la columna cervical de un perro con mineralización del disco intervertebral C5-C6 (flecha). La mineralización es un hallazgo indicativo de degeneración discal.
FIGURA422.
Proyección lateral de la columna lumbar de un perro con estrechamiento del espacio intervertebral L5-L6 (flecha) indicativo de enfermedad discal.
4
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
el aspecto lateral de los extremos de las vértebras, pero
articulares por formación de osteofitos (fig. 4.33). Se
es menos frecuente (fig. 4.30).
observa con mayor frecuencia en la región lumbar y,
No suele producir signos clínicos, aunque de forma
ocasionalmente, en la cervical.
excepcional los sobrecrecimientos laterales pueden llegar a comprimir raíces nerviosas en su salida a tra-
Inflamación e infección
vés del agujero intervertebral.
La inflamación de las vértebras se denomina espondi-
Puede llegar a afectar a segmentos amplios de la
litis, que puede ir acompañada o no de infección. Ge-
columna, especialmente en el Boxer. En esta raza se
neralmente provoca la aparición de sobrecrecimiento
pueden observar sobrecrecimientos de gran tamaño
óseo en la zona ventral del cuerpo de la vértebra o
incluso a edades muy tempranas (fig. 4.31).
vértebras afectadas (fig. 4.34). Es importante recordar que el margen ventral de la L3 y la L4 puede aparecer
Osificación dura!
escasamente definido por superposición de los pila-
Se caracteriza por la formación de placas calcificadas
res diafragmáticos, lo que no se debe confundir con
en la duramadre, que pueden ser visibles o no en la ra-
espondilitis.
diografía simple. Cuando se visualizan, aparecen como
La infección de la vértebra recibe los nombres de
finas líneas de densidad mineral que discurren para-
osteomielitis vertebral o espondilopiosis. Se caracteriza
lelas al suelo del canal medular (fig. 4.32). No suele
por la aparición de una lesión agresiva que puede afec-
presentar significación clínica.
tar a una o a varias vértebras, con componente osteolítico y osteoproliferativo (fig. 4.35). La infección se puede
Espondiloartrosis (enfermedad articular degenerativa)
extender al canal medular causando meningitis y mie-
Tiene lugar a nivel de las articulaciones intervertebrales.
se puede asociar a heridas penetrantes o a infecciones
Generalmente se observa deformación de las carillas
por vía hematógena.
litis. En muchos casos se relaciona con la penetración de cuerpos extraños (p. ej.: espigas), aunque también
FIGURA423. Imagen ampliada de la columna lumbar de un perro en proyección lateral en la que se observa material discal mineralizado inmediatamente dorsal al espacio intervertebral L2-L3 (flecha blanca), así como en las zonas ventrales de los espacios L2-L3 y L3-L4 (flechas negras).
4
Columna
. 1 1
FIGURA424. Imagen ampliada de la columna lumbar en proyección lateral de un perro con estrechamiento del espacio intervertebral L2-L3, esclerosis del margen caudal de L2 y craneal de L3 y espondi losis deformante L2-L3. La esclerosis y la espondi losis sugieren una posible lesión discal antigua.
FIGURA 425. Proyección ventrodorsa l de la columna torácica de un perro con escoliosis (desviación de la columna en sentido latera l). Es habitual que aparezca asociada a deformaciones vertebrales múltiples.
FIGURA 427. Proyección latera l de la columna torácica de un perro con lordosis (desviación de la columna en sentido ventral). Es habitua l que aparezca asociada a deformaciones vertebrales múltiples.
161
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
FIGURA 4.29. Proyección lateral de la columna toracolumbar de un perro con marcada espondi losis deformante en todas las vértebras torácicas y lumbares.
Anatomía radiográfirn norma l de la
columna toracolumbar http://goo.gl/GzDeC
Anatomía radiográfica normal de la
columna lumbar
ªI":.~
~~ .. 1!1!~
http://goo.gl/zX66d
FIGURA 4.30. Imagen ampliada de la columna lumbar en
proyección ventrodorsa l de un perro con espondilosis deformante latera l en L5-L6, L6-L7 y L7-Sl (flechas).
Co lumna
FIGURA 4.31. Proyección
lateral de la columna lumbar de un perro Boxer con marcada espondilosis deformante en todas las vértebras lumbares.
FIGURA 4.32. Imagen ampliada de la columna cervical en proyección lateral de un perro con osificación dural (flechas).
FIGURA 4.34. Imagen ampliada de la columna lumbar en proyección lateral de un perro con espondilitis en L2 y L3. El sobrecrecimiento regular del margen ventral de ambas vértebras (flechas) es indicativo de inflamación de los cuerpos vertebrales. Además, el espacio intervertebral L2-L3 aparece disminuido y con signos iniciales de osteólisis del margen caudal de la L2 y craneal de la L3, lo que sugiere una infección discal en fase inicial.
FIGURA 4.33. Imagen ampliada de la columna lumbar en proyección lateral de
un perro con espondiloartrosis. Las carillas articulares aparecen deformadas, con presencia de osteofitos de gran tamaño en L2-L3 y L5-L6 (flechas blancas). Los cuerpos vertebrales presentan espondilosis deformante (flechas negras).
FIGURA 4.35. Imagen ampliada de la columna torácica de un perro con espondilopiosis (osteomielitis vertebral). El sobrecrecimiento irregular del margen ventral de las vértebras afectadas (flechas) es indicativo de infección vertebral.
4
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
Anatomía radiográfica normal de la
columna lumbosacra
Las luxaciones completas son fácilmente identificables en las radiografías simples. La facilidad para
http://goo.gl/KC640
identificar una subluxación de vértebras dependerá del grado de desplazamiento de las vértebras afecta-
Se emplea el término discoespondilitis cuando un pro-
das (fig. 4.41). En condiciones normales, el cuerpo de
ceso infeccioso afecta al disco intervertebral y a los
la L4 puede presentar una posición ligeramente ventral
extremos de los cuerpos vertebrales adyacentes. La
al de la L3 , lo que no se debe confundir con una su-
infección puede llegar a extenderse a las meninges y a
bluxación patológica.
la médula. La imagen radiológica varía en función del
Tanto en las fracturas como en las luxaciones de
momento en el que se realiza el diagnóstico (fig. 4.36):
columna, un desplazamiento vertebral de más de 2/3
• En fases iniciales se observa osteólisis e irregula-
del diámetro del canal vertebral se considera un signo
ridad en los extremos de los cuerpos vertebrales
indicativo de sección medular (fig. 4.42).
adyacentes al disco o discos afectados, causando un ensanchamiento del espacio intervertebral
Neoplasia
(fig. 4.37).
La aparición de neoplasias en las vértebras es relativa-
• Se forman crecimientos óseos en el aspecto ventral
mente poco frecuente. Los tumores que habitualmente
y lateral de las vértebras afectadas, lo que se ase-
afectan a las vértebras son los osteosarcomas, los con-
meja a una espondilosis deformante, pero si son se-
drosarcomas y las metástasis de tumores primarios de
cundarios a una discoespondilitis suelen presentar
otro origen. Las neoplasias que se localizan en las vér-
mayor extensión y un aspecto más agresivo.
tebras suelen ser más destructivas que proliferativas
• Con el tiempo se produce hueso en las zonas donde se había destruido, con el consecuente es-
(fig. 4.43). Se pueden producir fracturas patológicas asociadas.
trechamiento del espacio intervertebral , e incluso
La columna es un lugar de predilección para los
se puede llegar a producir fusión de los cuerpos
mielomas, cuyo patrón radiológico se caracteriza por
vertebrales (fig. 4.38). Se observa esclerosis en
la aparición de numerosas áreas osteolíticas circulares
los extremos de los cuerpos vertebrales afecta-
de pequeño tamaño en huesos largos y columna. El
dos y los crecimientos ventrales adquieren una
linfoma óseo puede presentar también un patrón multi-
imagen más definida y regular (similar a la de la
céntrico, con lesiones predominantemente osteolíticas.
espondilosis) .
Las metástasis suelen aparecer como lesiones óseas agresivas localizadas en la columna y en otros huesos.
Fracturas y luxaciones
Las metástasis óseas de algunos tumores pelvianos,
Generalmente se producen por traumatismos, aunque
especialmente del carcinoma de próstata, presentan
también pueden aparecer de forma secundaria a otras
una imagen particular, ya que afectan a los huesos cir-
lesiones (fracturas patológicas). La facilidad de identi-
cundantes (últimas vértebras lumbares, sacro y pelvis)
ficación radiográfica de una fractura de vértebra/s de-
produciendo lesiones fundamentalmente proliferativas
pende del grado de desplazamiento de los fragmentos
(fig. 4.44). En ocasiones se detectan antes estas lesio-
(fig. 4.39). Las fracturas por compresión producen una
nes que el tumor primario.
imagen de aparente acortamiento del cuerpo vertebral. Se deben obtener radiografías en dos proyecciones (la-
Hipervitaminosis A
teral y ventrodorsal), manejando al paciente con sumo
Suele afectar a gatos de 2 a 4 años de edad que ingieren
cuidado para evitar agravar un posible daño medular.
cantidades excesivas de hígado. Su aparición es mucho
Se ha de tener en cuenta que, durante el periodo de
menos frecuente en perros. El exceso de vitamina A pro-
recuperación , el callo óseo puede llegar a producir una
duce crecimiento de hueso subperióstico. En animales
compresión medular.
jóvenes se produce un crecimiento longitudinal asimé-
Las fracturas de las apófisis espinosas o transversas no suelen tener significación clínica (fig. 4.40).
trico de los huesos largos. En los adultos se desarrollan exóstosis óseas, fundamentalmente en la columna
4
Columna
FIGURA4.36. Imágenes de la zona lumbosacra de la columna en proyección lateral de un perro joven con discoespondilitis en fase in icial (a), intermedia (b) y avanzada o crónica (c). <1111
FIGURA 4.37. Imagen ampliada de la columna lumbar en
proyección latera l de un perro con discoespond ilitis en L2-L3 en fase inicia l.
T FIGURA 4.38. Imagen ampliada de la columna torácica en proyección lateral de un perro con discoespondilitis en fase avanzada o crónica, al que se le ha rea lizado una mielografía cisterna!. Las vértebras afectadas aparecen fusionadas, con sobrecrecimientos ventrales de márgenes regu lares. La lesión provoca una parada de las columnas de contraste (flecha) en situación craneal a la lesión.
155
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
FIGURA4.40. Imagen ampliada de la columna cervical en proyección lateral de un perro con fractura de una apófisis transversa del axis (flecha).
Columna
4 'I 1
FIGURA4.41. Imagen ampliada de la columna lumbar en proyección lateral de
FIGURA 4A2. Imagen ampliada de la columna lumbar en proyección lateral de un
un perro con subluxación Ll-L2.
perro con fractura conminuta de la L6. El desplazamiento de la L6 supera 2J3 del diámetro del canal vertebral, lo que se considera indicativo de sección medular.
FIGURA4A3. Imagen ampliada de la columna lumbar en proyección lateral de un perro con un osteosarcoma en la L2. El tumor aparece como una lesión osteolítica geográfica en la radiografía simple (a). En la mielografía (b) presenta un patrón extradural.
FIGURA 4A4. Proyección lateral del abdomen de un perro con carcinoma de próstata (P). La L6 presenta un sobrecrecimiento irregular de su margen ventral que se corresponde con metástasis del tumor prostático. También se observa espondilosis en L6-L7 y L7-Sl.
1
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
11 . .
Casos de
autoevaluación
hHp://goo.g\/Wd7pA
Exóstosis cartilaginosas múltiples Se trata de una anomalía poco frecuente, que se caracteriza por la aparición de lesiones osteoproliferativas benignas en las metáfisis de huesos largos, costillas y
cervical y torácica, en las costillas y alrededor de las
vértebras de perros jóvenes (fig. 4.45). El crecimiento
articulaciones de las extremidades, llegando a producir
de las lesiones generalmente cesa cuando se comple-
anquilosis de estas articulaciones y de las vértebras.
ta la madurez esquelética del animal. No suele tener
La mucopolisacaridosis puede producir lesiones
significación clínica, a no ser que las lesiones lleguen a
similares en las vértebras. Se debe a una alteración
invadir el canal vertebral o los agujeros intervertebrales
en el catabolismo de los mucopolisacáridos asociada
provocando compresión medular o de raíces nerviosas.
a la deficiencia de una enzima. Se ha descrito en gato
Excepcionalmente se ha descrito una evolución tardía
Siamés y perros de raza Teckel.
de las lesiones hacia osteosarcoma o condrosarcoma.
FIGURA 4.45. Imágenes ampliadas de la columna lumbar en proyección lateral de un perro joven con exóstosis cartilaginosas múltiples, que aparecen como lesiones osteoproliferativas benignas en las vértebras (flechas).
Principios de interpretación La cabeza es una región anatómica extremadamente
clínicamente importantes de la cabeza. La elección de
compleja, formada por aproximadamente 50 huesos, nu-
las proyecciones se realizará en función de la región
merosos dientes y diversos tejidos blandos. Además, sus
que se pretende examinar:
características morfológicas varían mucho entre especies
• Bóveda craneal: lateral y dorsoventral.
y, dentro de la especie canina, entre diferentes razas. Se
• Cavidad nasal y senos frontales: lateral, ventrodorsal
han descrito tres conformaciones básicas del cráneo:
con boca abierta o dorsoventral intraoral (oclusal)
• Dolicocéfala: área nasal más larga que la cavidad
y rostrocaudal tangencial (también denominada
craneal. • Mesaticéfala: el área nasal presenta aproximada-
skylíne). • Mandíbula, maxilar y articulaciones temporoman-
mente la misma longitud que la cavidad craneal.
dibulares: lateral, dorsoventral, dorsoventral in-
• Braquicéfala: área nasal más corta que la cavidad
traoral (para evaluar maxilar), ventrodorsal intrao-
cráneal.
ral (para evaluar mandíbula), laterales oblicuas y rostrocaudal con boca abierta (para articulaciones
Para interpretar correctamente las radiografías de la cabeza es esencial que la posición del animal sea correcta, ya que en muchos casos la interpretación radiológica se basará en la imagen simétrica del cráneo. Para obtener imágenes de buena calidad se reco-
temporomandibulares). • Dientes: laterales oblicuas e intraorales (dorsoventral, ventrodorsal o lateral). • Aparato auditivo: dorsoventral, laterales oblicuas y rostrocaudal con boca abierta.
mienda realizar el estudio radiográfico bajo sedación
• En ocasiones resultará útil realizar radiografías cen-
o anestesia. Si se utiliza tubo endotraqueal, en algu-
tradas en la lesión, que ofrecerán información com-
nos casos será necesario retirarlo en el momento de
plementaria a la de las proyecciones estándar.
hacer la radiografía para evitar su superposición con las estructuras anatómicas que se van a evaluar en la
Las radiografías proporcionan una información va-
imagen. También será necesario cambiar la posición
liosa de las estructuras óseas de la cabeza, pero re-
de la lengua en algunas ocasiones, especialmente al
sultan poco útiles, en general, para la evaluación de
realizar la proyección ventrodorsal con boca abierta.
los tejidos blandos de esta región anatómica. La eco-
Al tratarse de una región anatómica extremadamen-
grafía puede contribuir a la caracterización de lesiones
te compleja, resulta muy útil comparar las imágenes
localizadas en los tejidos blandos superficiales y tiene
obtenidas con las que se incluyen en los atlas de ana-
gran interés en el estudio del globo ocular y del espacio
tomía radiográfica normal. Cuando las lesiones afectan
retrobulbar. No obstante, las técnicas de diagnóstico
sólo a un lado de la cabeza, la mitad contralateral tam-
por imagen que ofrecen una información diagnóstica
bién nos sirve como referencia de normalidad.
más completa de esta región anatómica son la tomografía computarizada y la resonancia magnética. Am-
Existe una amplia variedad de proyecciones que se
bas ofrecen imágenes tomográficas del paciente (sin
pueden utilizar para evaluar las distintas regiones
superposición de estructuras) con excelente detalle de
'
, •,
1
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
Anatomía radiográfica normal de la cabeza
Anatomía radiográfica norma l de la cabeza
proyección lateral
proyección dorsoventral
http://goo.gi/zRtcn
http://goo.g i/KMsOx
las estructuras anatómicas intra y extracraneales. En
(fig. 5.3). Resulta útil guiarse por las zonas de mayor
general, la resonancia magnética es más adecuada
inflamación de los tejidos blandos y colocar al paciente
para la evaluación de los tejidos blandos, mientras que
de forma que estas zonas queden centradas en la ra-
la tomografía computarizada ofrece imágenes más de-
diografía (fig. 5.4).
talladas de las estructuras óseas.
La tomografía computarizada es una opción excelente para la evaluación de los pacientes con sospecha de fractura craneal, puesto que, además de propor-
Bóveda craneal
cionar información detallada de las estructuras óseas, también permitirá evaluar posibles lesiones intracra-
Hidrocefalia congénita
neales asociadas.
Es más frecuente en razas miniatura como Chihuahua, Pomerania, Yorkshire Terrier, etc. Puede ser asintomá-
Neoplasia
tica o cursar con diversas alteraciones neurológicas.
Los osteosarcomas son los tumores óseos que apare-
Los signos radiológicos que pueden aparecer asocia-
cen con mayor frecuencia en esta zona del cráneo. Al
dos a esta patología son un abombamiento excesivo
igual que en otras regiones anatómicas, estos tumores
de la bóveda del cráneo, adelgazamiento de los huesos
suelen aparecer en la radiografía como lesiones agre-
que la forman, persistencia de fontanelas en el animal
sivas con componente osteoproliferativo y osteolítico,
adulto y una apariencia relativamente homogénea del
con marcada tumefacción de los tejidos. bltlndo~radya
contenido intracraneal (debida a la pérdida de las cir-
centes (fig. 5.5).
cunvoluciones normales del encéfé)Jo) (fig. 5.la y b). _La
~rafía
Ocasionalmente se identifican osteomas y osteo-
puede -resultar muy útil para evaluar el
condromas en esta región. Los osteomas tienden a ser
grado de dilatación del sistema ventricu lar cuan do la
más escleróticos y delimitados que los osteosarcomas,
fontanela es suficientemente grande para permitir un
y en ocasiones adquieren forma de "coliflor" (fig. 5.6).
buen contacto del transductor y una buena penetra-
Como en otras regiones anatómicas, las neoplasias
ción del haz de ultrasonidos (fig. 5. lc).
de tejidos blandos agresivas (p. ej.: carcinomas de
Displasia occipital
también pueden afectar de forma secundaria a los
Al igual que la hidrocefalia , esta alteración congéni-
huesos del cráneo (fig. 5.7).
células escamosas, melanomas, fibrosarcomas, etc.)
ta afecta también a razas miniatura principalmente y puede tener escasa significación clínica. Para su evaluación radiológica resulta especialmente útil la
Cavidad nasal y senos
proyección rostrodorsal-caudoventral. El signo radiológico fundamental es el alargamiento dorsal anormal
En las imágenes radiográficas obtenidas en proyección
del agujero magno, que adquiere forma de "cerradu-
dorsoventral o ventrodorsal la cavidad nasal aparece
ra" (fig. 5.2). En algunos casos esta anomalía aparece
dividida en dos mitades por el septo nasal , compuesto
asociada a la subluxación atlantoaxial.
por el hueso vómer y el cartílago nasal. Los cornetes aparecen como finas líneas de densidad mineral en la
Fracturas
parte rostral de la cavidad (cornete nasal dorsal y ven-
Las fracturas localizadas en la bóveda craneal suelen
tral) y como espirales más gruesas también de densi-
ser difíciles de visualizar en las radiografías, ya que el
dad mineral en la zona caudal de la cavidad (laberinto
desplazamiento de los fragmentos suele ser mínimo
etmoidal o cornetes etmoidales).
Cabeza
5 . 1
FIGURA 51 Proyección lateral (a) y dorsoventral (b) de la cabeza de un perro con hidrocefalia congénita . Las radiografías muestran abombamiento y adelgazamiento de la bóveda cranea l. La ecografía (c) muestra una marcada dilatación de los ventrículos laterales.
FIGURA 52. Proyección rostrodorsal-
caudoventral de la cabeza de un perro con displasia occipital. El agujero magno presenta un alargamiento dorsal anormal (flecha) .
•
radiográfica normal [!] . dela cabeza proyección
~
....
. -
rostrodorsalcaudoventral
http://goo.gi/98gxl
FIGURA 5.3. Proyecciones dorsoventra l (a), latera l (b) y latera l oblicua (c) de la cabeza de un perro joven con fracturas múltiples de cráneo. Las flechas seña lan varias líneas de fractura localizadas en maxilar y hueso cigomático izquierdos, así como en la zona media de la bóveda craneal. Esta última se visualiza mejor en la proyección lateral oblicua (c) y no se debe confund ir con una línea de sutura normal.
1
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
Anatomía radiográfica normal de la cabeza
proyección lateral oblicua (bulla timpánica)
objetos de plástico, etc., no suelen visualizarse directamente en la imagen, aunque en muchos casos sí se identifica n los signos de rinitis focal asociada que provocan.
Cuerpos extraños
Fracturas
Los cuerpos extraños de densidad mineral o metal loca-
Las fracturas que afectan al hueso nasal (fig. 5.8) o
lizados en la cavidad nasal habitualmente son fáciles de
a los senos frontales (fig. 5.9) pueden ser difíciles de
identificar en las radiografías. En cambio, aquéllos que
diagnosticar. Normalmente se produce depresión de los
tienen una densidad radiológica similar a lp de los tejidos
fragmentos , se acompañan de inflamación de los tejidos
blandos y los líquidos (cuerpós extraño~ r~diotranspa
blandos adyacentes y, en muchos casos, de enfisema
rentes), como las espigas, ramas de plantas.' p~queños
subcutáneo por salida de aire a los tejidos adyacentes.
FIGURA 5.4. Imagen ampliada de la bóveda craneal de un perro joven en
FIGURA 55. Proyección lateral oblicua de la cabeza de un perro con una
proyección lateral oblicua. La radiografía se centró en la zona de inflamación de los tejidos blandos (flechas blancas), lo que permitió identificar una fractura craneal (flecha negra) no visualizada en la proyección lateral estándar.
lesión ósea marcadamente osteoproliferativa localizada en la bóveda craneal. La proyección se centró en la lesión para mejorar su visualización. Diagnóstico histológico: osteosarcoma.
FIGURA 5.6. Imagen ampliada de la región del hueso cigomático en proyección
FIGURA 5.7. Proyección dorsoventral de la cabeza de un gato con una
lateral oblicua de un perro con una lesión osteoproliferativa en la zona central del arco cigomático. La proyección se centró en la lesión para mejorar su visualización. Diagnóstico histológico: osteoma.
neoplasia de tejidos blandos (carcinoma de células escamosas) que afecta al hueso adyacente, destruyendo parcialmente la parte rostral del arco cigomático derecho y la zona lateral del maxilar del mismo lado.
Cabeza Anatomía radiográfica normal de la cabeza
proyección ventrodorsal con boca abierta
Rinitis Las rinitis secundarias a infecciones bacterianas y las rinitis suelen causar un aumento de 'ª e:; linfoelasmocíticas U Cl IVb 11\.., e 1 \.., Q IU u 11a::ic; 1, úLU i 1 l f.Jd -
...ti. jt-T:
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C!l. :
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ñado o no de un aumento de la densidad de los se-
una pérdida de diferenciación de los cornetes por en-
nos frontales , aunque se suele mantener una buena
grosamiento de la mucosa y presencia de exudado en-
diferenciación de los cornetes en la imagen (fig. 5.10).
tre ellos (fig. 5.11).
En procesos agudos pueden no aparecer alteraciones evidentes en la imagen radiográfica de la cavidad.
Resulta más difícil evaluar la imagen de los cornetes en el gato, ya que en condiciones normales presentan
Las rinitis crónicas hiperplásicas pueden producir,
un patrón más irregular que en el perro. Es importante
junto con el aumento de la radiopacidad de la cavidad,
tener en cuenta este aspecto al evaluar una posible
FIGURA 5.8. Imagen ampliada de la región nasal en proyección lateral oblicua de un perro con fractura del hueso nasal. La proyección se centró en la lesión para mejorar su visualización .
<111111
FIGURA 5.9. Imagen ampliada de la región frontal en proyección lateral oblicua de un perro con fractura del hueso frontal. La proyección se centró en la lesión para mejorar su visualización.
FIGURA 5:10. Imagen ampliada de
la cavidad nasal en proyección ventrodorsal con boca abierta de un perro joven con rinitis bacteriana. Se observa un aumento de la radiopacidad en la zona rostral de la cavidad nasal derecha.
FIGURA 5.n. Imagen ampliada de la cavidad nasal en proyección ventrodorsal con boca abierta de un perro con rinitis crónica hiperplásica. Se observa un aumento de la radiopacidad de la cavidad nasal izquierda, especialmente en el tercio medio, donde se diferencian con dificultad los cornetes (se atribuye al engrosamiento de la mucosa y a la presencia de exudado entre ellos).
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~
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ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
rinitis crónica felina, ya que ésta puede causar una
imagen radiológica muy similar a la de las rinitis, carac-
desorganización o destrucción de cornetes (fig. 5.12).
terizada por un aumento localizado o difuso de la den-
Las rinitis fúngicas , especialmente las producidas
sidad radiográfica de la cavidad nasal (fig. 5.14), que
por Aspergillus, son destructivas. Radiológicamente
puede afectar o no a los senos frontales. Estos hallazgos
suelen presentar un patrón mixto en el que se combi-
suelen aparecer de forma unilateral en el caso de las
nan zonas de aumento de densidad con zonas osteo-
neoplasias. Los tumores más agresivos, o los detecta-
líticas, provocando una pérdida de diferenciación de
dos en fases más avanzadas de la enfermedad, suelen
los cornetes por destrucción de los mismos (fig. 5.13).
presentar un aspecto bastante destructivo, con pérdida
En fases avanzadas puede aparecer una desviación o
del patrón característico de los cornetes nasales, des-
erosión del hueso vómer, aunque no es muy frecuente.
viación y/o destrucción del septo nasal y hueso vómer
Se puede observar también un aumento de la densi-
e invasión de otros huesos adyacentes (fig. 5.15). La
dad de los senos frontales, con o sin engrosamiento de
imagen puede ser muy similar a la causada por rinitis
la pared ósea.
agresivas, generalmente de carácter fúngico , por lo que habitualmente no es posible establecer un diagnóstico
Neoplasia
diferencial basado sólo en los hallazgos radiológicos.
Aproximadamente dos terceras partes de los tumores
En ocasiones, los tumores nasales se extienden
nasales en pequeños animales son carcinomas y el
hacia planos superficiales, causando la aparición de
tercio restante son sarcomas. También se ha descrito
una masa de tejido blando externa que produce de-
el linfoma nasal, que afecta más a los gatos. La imagen radiográfica de los tumores nasales pue-
formación facial (fig. 5.16), lo cual es más típico de los tumores que de las rinitis. Las neoplasias nasales tam -
de variar según el tipo de tumor y la antigüedad del
bién pueden invadir la lámina cribiforme y penetrar así
mismo. Los tumores menos agresivos, así como los de-
en la cavidad craneal, pudiendo afectar al encéfalo.
tectados en fases iniciales o tempranas, presentan una
Aunque la extensión del tumor al seno frontal también
FIGURA 5.12. Imagen ampliada de la cavidad nasal en proyección ventrodorsal con boca abierta de un gato con rinitis crónica . Se observa un aumento de la radiopacidad de la cavidad nasal derecha con pérdida de diferenciación de los cornetes.
FIGURA 5:13. Imágenes ampliadas de la cavidad nasal en proyección ventrodorsal con
boca abierta de dos perros con rinitis fúngica causada por Aspergil!us. En la radiografía (a) se observa una lesión mixta osteoproliferativa y osteolítica en el tercio medio y caudal de la cavidad nasal derecha, aumento de la radiopacidad de la cavidad nasal izquierday destrucción parcial del hueso vómer (flecha). En la radiografía (b) se observan múltiples áreas osteolíticas en el tercio medio de la cavidad nasal derecha (flecha), aumento de la radiopacidad de ambas cavidades nasales y desaparición de gran parte del hueso vómer.
Cabeza
5
Ana tomía rad iográfica normal de la cabeza
es posible, el aumento de densidad que se observa en muchos casos a nivel del seno ipsilateral suele deberse al desarrollo de una sinusitis obstructiva, más que a
proyección rostrocaudal tangencial
una invasión neoplásica del mismo (fig. 5.17). http://goo.gl/HTbaJ
FIGURA5.14. Imagen ampliada de la cavidad nasal en proyección ventrodorsal con boca abierta de un perro con neoplasia nasal. Se observa un aumento de la radiopacidad de ambas cavidades nasales, con marcada pérdida de diferenciación de los cornetes en la derecha. Diagnóstico histológico: adenocarcinoma.
FIGURA 5.15. Imagen ampliada de la cavidad nasal en proyección ventrodorsal con boca abierta de un perro con neoplasia nasal. Se observa un aumento de la radiopacidad de ambas cavidades nasales, con destrucción parcial del hueso vómer y pérdida del patrón normal de los cornetes. Diagnóstico histológico: adenocarcinoma.
FIGURA 5.16. Proyección lateral de la cabeza de un
perro con neoplasia nasal. Se observa destrucción parcial del hueso nasal (flecha) e inflamación de los tejidos blandos adyacentes.
FIGURA 5.17. Imagen ampliada de la cavidad nasal en proyección ventrodorsal con boca abierta (a), proyección lateral de la cabeza (b) y proyección rostrocaudal tangencial de los senos frontales (c) de un perro con neoplasia nasal. En la proyección ventrodorsal con boca abierta se observa un aumento de la radiopacidad del tercio medio y caudal de la cavidad nasal derecha con ausencia del patrón normal de los cornetes en ambas zonas. En la proyección lateral se observa un aumento de la radiopacidad de los senos frontales (flecha), aunque no se puede diferenciar si es uni o bilateral en esta proyección. La proyección rostrocaudal tangencial permite determinar que el aumento de radiopacidad afecta sólo al seno frontal derecho, lo que puede atribuirse a una sinusitis obstructiva secundaria a la presencia de la masa en la cavidad nasal ipsilateral, o a la invasión neoplásica del seno.
___________________________________________________________,.-,.
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
Anatomía radiográfica normal de la cabeza
Anatomía radiográfica norma l de la cabeza
proyección lateral oblicua (mandíbula)
proyección dorsoventral oclusal
http://goo.g l/ ltsm i
http://goo.g l/KMsOx
El linfoma nasal en gatos puede provocar un au-
parte rostral de la cabeza (mejoran la visualización de
mento de la densidad radiográfica de la cavidad nasal,
la articulación temporomandibular que se sitúa más
acompañada o no de destrucción de hueso (fig. 5.18).
próxima al chasis) (fig. 5.23). Resultará útil en muchos
La tomografía computarizada y la resonancia mag-
casos comparar la imagen obtenida realizando las pro-
nética son ambas adecuadas para la evaluación de las
yecciones lateral y laterales oblicuas con la boca cerra-
neoplasias nasales. Elegiríamos la tomografía computa-
da y con la boca abierta.
rizada para analizar con más precisión la afectación de
La luxación de la articulación temporomandibular es
las estructuras óseas, mientras que la resonancia sería
más frecuente en gat9s que en perros. Suele aparecer
más adecuada si el animal presenta signos neurológicos
como secuela de traumatismos, puede ser uní o bilate-
que hagan sospechar de una extensión secundaria del
ral y en muchos casos se asocia a una fractura mandi-
tumor hacia el encéfalo a través de la lámina cribosa.
bular. Clínicamente los animales afectados no pueden
El hueso frontal es una localización frecuente de os-
cerrar completamente la boca, tienen mala oclusión
teosarcomas. Adenocarcinomas y carcinomas de células
dental con desplazamiento lateral de la mandíbula y
escamosas también pueden aparecer en esta localiza-
presentan salivación excesiva . Radiológicamente pue-
ción y afectar de forma secundaria a los senos (fig. 5.19).
de ser difícil de identificar. El proceso condíleo de la mandíbula suele aparecer desplazado en sentido rostral y dorsal (fig. 5.24). Se pueden observar también
Mandíbula, maxilar articulación femporomandibular ~
fracturas del proceso condíleo de la mandíbula o de la fosa mandibular del hueso temporal asociadas. Las subluxaciones temporomandibulares se aprecian con dificultad en las radiografías (fig. 5.25). No
Fracturas
obstante, la tomografía computarizada es una alterna-
Las fracturas mandibulares pueden aparecer en la sín-
tiva excelente para realizar el diagnóstico de este tipo
fisis (especialmente en gatos) (fig. 5.20) o en el cuerpo
de lesión.
mandibular (fig. 5.21). Se identificarán con mayor o menor dificultad dependiendo del grado de desplaza-
Displasia temporomandibular
miento de los fragmentos. Las proyecciones laterales
Es una alteración congénita poco frecuente que se ha
oblicuas y la ventrodorsal intraoral son las más ade-
descrito con mayor frecuencia en el Basset Hound,
cuadas para examinarlas. Para evaluar las fracturas
seguido del Setter Irlandés. Generalmente tiene pre-
del maxilar se emplea la proyección ventrodorsal con
sentación unilateral. Estos animales suelen presentar
boca abierta o la dorsoventral intraoral (fig. 5.22).
aplanamiento de la fosa mandibular del hueso tempo-
Las fracturas que afectan a los componentes de la
ral, en ocasiones carencia del proceso retroarticular y
articulación temporomandibular suelen ser difíciles de
subluxación al comparar radiografías realizadas con la
diagnosticar. La tomografía computarizada ofrece una
boca abierta y cerrada.
alternativa excelente para el diagnóstico de este tipo de lesión.
Enfermedad degenerativa articular
Luxación
Los signos de enfermedad degenerativa de la articu-
Para evaluar una posible luxación o subluxación de
lación temporomandibular incluyen estrechamiento e
la articulación temporomandibular se recomienda
irregularidad del espacio articular y formación de os-
realizar las proyecciones dorsoventral, lateral y latera-
teofitos periarticulares. Puede aparecer como secuela
les oblicuas derecha e izquierda con elevación de la
de displasia, traumatismos u otitis medias.
Ca beza
FIGURA 518. Proyección ventrodorsal con boca abierta de la cabeza de un gato con neoplasia nasal. Se observa un aumento de la radiopacidad de la cavidad nasal izquierda, con desviación del tercio rostral del hueso vómer hacia la derecha. Diagnóstico histológico: linfoma nasa l.
5
FIGURA 520. Proyección ventrodorsa l intraoral de la mandíbula de un gato con fractura de la sínfisis y zona rostra l de ambas ramas mandibulares.
FIGURA 5.19. Proyección rostrocaudal tangencial de los senos fronta les de un perro con una neoplasia de tejido blando en la zona frontal izquierda. Se observa una marcada tumefacción de los tejidos blandos y la destrucción parcial del seno frontal izquierdo. Diagnóstico histológico: carcinoma.
...i
FIGURA 521. Proyecciones latera l (a) y lateral oblicua (b) de la cabeza de un perro con fractura oblicua del cuerpo de la mandíbula derecha. La fractura se
visualiza mejor en la proyección oblicua.
FIGURA 522. Proyección dorsoventral intraoral del maxilar de un perro con fractura conminuta de la zona rostra l del maxilar. Se observan varias líneas de fractura y la pérdida del tercer incisivo superior izquierdo.
FIGURA 523. Proyección lateral oblicua con elevación de la parte rostra l de la cabeza de un perro sano. Esta proyección ofrece una buena imagen de la articulación temporomandibu lar más próxima al chasis (flecha).
FIGURA 524. Proyección lateral oblicua con elevación de la parte rostra l de la cabeza de un gato con luxación de la articulación temporomand ibular (flecha).
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ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
Anatomía radiográfica normal de la cabeza
proyección lateral oblicua (art. temporomandibular) http://goo.gi/ltsmi
reacción osteoproliferativa en las zonas afectadas, que pueden ser las ramas mandibulares (fig. 5.28) , las bullas timpánicas y la parte petrosa del hueso temporal (fig. 5.29), pudiendo afectar también a la articulación
Neoplasia
temporomandibular y, por tanto, a la movilidad de la
Los tumores orales malignos más frecuentes son los
misma. Los cambios pueden ser uni o bilaterales. La
carcinomas de células escamosas, fibrosarcomas y
zona dorsal de la bóveda craneal también puede apa-
melanomas malignos. Radiológicamente aparecen
recer engrosada , aunque no suele mostrar un aspec-
como masas de densidad de tejido blando, que ge-
to tan irregular como las otras regiones (fig. 5.30). La
neralmente infiltran el hueso adyacente provocando la
proliferación ósea suele cesar al finalizar el crecimiento
aparición de una lesión ósea agresiva (fig. 5.26) . Se
del esqueleto y, en ocasiones, se produce una remode-
puede producir la pérdida o desplazamiento de dien-
lación de las lesiones.
tes (fig. 5.27). Ante estos signos radiológicos se deben considerar otros diagnósticos diferenciales, como neoplasia ósea primaria y osteomielitis.
Hiperparatiroidismo renal secundario Se denomina también osteodistrofia renal o "mandíbula
Osteopatía craneomandibular
de goma". La reducción en el grado de filtración glo-
Se denomina también "mandíbula de león". Esta enfer-
merular causa retención de fósforo, que reduce los ni-
medad aparece en perros jóvenes, de 3 a 18 meses de
veles de calcio en sangre, lo que estimula la producción
edad , especialmente en el West Highland White Terrier,
de hormona paratiroidea. Parece afectar especialmente
aunque también se ha descrito en Boston Terrier,
a la mandíbula y el maxilar. Habitualmente aparece en
Cairn Terrier, Scottish Terrier y, excepcionalmente, en
perros de edad avanzada, pero también se puede de-
Labrador y Doberman Pinscher. Clínicamente se ob-
tectar en pacientes jóvenes con displasia renal congéni-
serva inflamación mandibular, dificultad para pren-
ta . Clínicamente se puede caracterizar por la aparición
der los alimentos, dolor al abrir la boca o al masticar
de enfermedad dental, salivación excesiva, pérdida de
y fiebre. Radiológicamente se visualiza una marcada
dientes o problemas respiratorios por colapso maxilar.
FIGURA 525. Proyecciones laterales oblicuas derecha (a) e izquierda (b) con elevación de la parte rostral de la cabeza de un perro con subluxación temporomandibular. En la proyección lateral oblicua derecha se visualiza mejor la articulación temporomandibular derecha (flecha blanca) y en la proyección lateral oblicua izquierda se visualiza mejor la articulación izquierda (flecha negra).
Cabeza
FIGURA 526. Proyección ventrodorsal intraoral de la mandíbula de un perro con una neoplasia oral de tejidos blandos. Se observa osteólisis en el extremo rostral de la rama mandibular derecha, con desplazamiento del primer y segundo premolares inferiores derechos, indicativa de afectación ósea secundaria. Diagnóstico histológico: melanoma.
FIGURA 527. Imágenes ampliadas de la región maxilar izqu ierda en proyección lateral oblicua izqu ierda (a) y dorsoventral (b) de la cabeza de un perro con una neoplasia ora l de tejidos blandos. Se observa una masa de tejido blando localizada entre el tercer y cuarto premolares superiores izquierdos, que causa el desplazam iento rostral del tercer premolar y la pérdida de la estructura ósea normal en la zona adyacente a la lesión, compatible con afectación ósea secu ndaria del hueso. Diagnóstico histológico: fibrosarcoma .
Imagen ampliada de la región mandibu lar en proyección lateral de la cabeza de un perro con osteopatía craneomand ibu lar que afecta a las ramas mandibulares. FIGURA528.
.Á. FIGURA 529.
Proyección latera l de la cabeza de un perro con osteopatía craneoma ndibular que afecta a las bullas ti mpánicas y a la región petrosa del hueso temporal.
~ Anatomía
radiográfica normal de la cabeza
proyección lateral http://goo.gl/zRtcn
Imagen ampliada de la bóveda cranea l en proyección lateral de la cabeza de un perro con osteopatía craneomandibu lar.
_.... FIGURA 5.30.
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
Anatomía radiográfica normal de la cabeza
proyección dorsoventral .1..1. ....,_ . ¡1~ -- "
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Los signos radiológicos incluyen desmineralii ación de
La cavidad pulpar disminuye de tamaño con la edad. La membrana periodontal aparece rodeada por una f~-?A 1 ~1~rldi[JV~ . de densidad mineral, que representa la
Aunque muchas alteraciones dentales se pueden
la mandíbula y/o maxilar, pérdida de la lámina dura y
identificar utilizando sistemas de chasis-película con-
formación de halos radiotransparentes alrededor de las
vencionales, en algunos casos será útil realizar proyec-
raíces dentales. En fases avanzadas, la densidad mine-
ciones intraorales con película dental.
ral de los dientes llega a contrastar de forma marcada con el hueso desmineralizado de alrededor (fig. 5.31).
En la tabla 5.1 se muestran las fórmulas dentarias del perro y del gato.
En procesos crónicos puede aparecer desmineralización de los huesos largos de las extremidades.
Dientes Gato
2 X ( 1 3/3 C 1/1 PM 3/2) =26
2 X ( 13/3 C 1/1 PM 3/2 M 111) =30
Perro
2 X (1 3/3 C 1/1 PM 2/2 M 111) =28
2 X ( 3/3 C 1/1 PM 4/4 M 2/3) =42
El diente se compone de raíz (parte anclada en el hueso) y corona (parte que se encuentra en la cavidad oral). El hueso que se sitúa entre los dientes se denomina cresta alveolar. La dentina, el esmalte y el cemento son radiopacos. La cavidad pulpar y la membrana periodontal tienen densidad tejido blando (fig. 5.32).
FIGURA 5.31. Proyección lateral oblicua de la cabeza de un perro con hiperparatiroidismo renal secundario ("mandíbula de goma"). Se observa una marcada desmineralización de la mandíbula, maxilar, arcos cigomáticos y bóveda craneal. El hueso frontal aparece deprimido. La densidad de los dientes contrasta en gran medida con la del hueso desmineralizado.
1
FIGURA 5.32. Imagen ampliada de la región maxilar en proyección lateral oblicua de un perro sano. Partes del diente.
Cabeza
5
Anatom ía rad iográfica norma l de la cabeza
proyección ventrodorsal con boca abierta
Caries Aparecen como un defecto radiotransparente en la corona del diente afectado. En perros se observan con mayor f¡ ecuencia en el primer molar superior.
http://goo.gl/3TRh4
Enfermedad periodontal
formación de un trayecto fistuloso que se suele abrir al
La enfermedad periodontal aparece con frecuencia en
exterior por debajo del ojo.
animales adultos. Radiológicamente se caracteriza por un ensanchamiento del espacio periodontal, pérdida
Aparato auditivo
de lámina dura y lisis del hueso trabecular situado alrededor del diente (fig. 5.33).
Para evaluar el aparato auditivo se recomienda realizar
Absceso periapical
una proyección dorsoventral, que permite examinar el re-
Los abscesos periapicales pueden aparecer asociados
corrido de los conductos auditivos externos, una proyec-
a enfermedad periodontal , caries o fracturas de raíces
ción rostrocaudal con boca abierta, en la que se visuali-
dentarias. Dan lugar a la formación de un halo radio-
zan las dos bullas timpánicas en una misma imagen, y las
transparente alrededor de la raíz del diente afectado,
proyecciones laterales oblicuas derecha e izquierda, que
causado por la destrucción de hueso alveolar. Se pue-
mejoran la visualización de la bulla más próxima al chasis.
de observar también una resorción de la raíz dentaria,
En el gato se ha descrito una proyección adicional ,
apareciendo ésta más delgada y con contorno irregular
rostroventral-caudodorsal oblicua con ángulo de 10º,
(fig. 5.34). En el perro, las infecciones del cuarto pre-
que ofrece una buena imagen de ambas bullas en esta
molar maxilar (muela carnicera) pueden dar lugar a la
especie (fig. 5.35).
FIGURA 5.33. Imagen ampliada de la región maxilar y mandibular en proyección lateral de
la cabeza de un perro con enfermedad periodontal. Se observan halos radiotransparentes alrededor de varias raíces dentarias (flechas) y la ausencia de numerosas piezas.
FIGURA 5.34. Imagen ampliada de la región maxilar en proyección ventrodorsal con
boca abierta de la cabeza de un perro con un absceso periapical. Se observa un área radiotransparente alrededor de la raíz del primer incisivo superior izquierdo, con resorción parcial de esta raíz dentaria.
...
1
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
Anatomía radiográfica normal de la cabeza proyección
rostroca uda 1 con boca abierta http://goo.gl/HTbaJ
Casos de
autoevaluación http://goo.gl/B5z3N
FIGURA 5.39. Imágenes ampliadas de las bullas timpánicas en proyecciones laterales oblicua derecha (a) e izquierda (b) y proyección rostrocaudal con boca abierta de la cabeza de un perro con otitis media bilatera l. Tanto la bulla timpán ica derecha (flechas blancas) como la izquierda (flechas negras) presentan engrosamiento de la pared y aumento de la densidad radiográfica en su interior. Ambos conductos auditivos externos están mineralizados.
FIGURA SAO. Imagen ampliada de las bullas timpánicas en la
proyección rostrocauda l con boca abierta de la cabeza de un perro con otitis media unilateral derecha. Se observa un engrosamiento e irregularidad de la pared de la bulla timpánica derecha.
FIGURA 5.41. Proyección dorsoventral de la cabeza de un gato con neoplasia del conducto auditivo. Se observa una masa de tejido blando parcialmente mineralizada en la zona del conducto aud itivo externo derecho. Diagnóstico: adenocarcinoma de glándulas mucosas.
>
Los principales inconvenientes de la radiografía fren-
de medios de contraste y por el desconocimiento de
te a otras técnicas de diagnóstico por imagen son la
las variaciones anatómicas normales de algunas
limitada diferenciación de opacidades en la imagen
estructuras.
(gas, grasa, tejidos blandos y líquidos, mineral y me-
En este capítulo se repasan los errores diagnósticos
tal) y la superposición de estructuras, que en muchos
más frecuentes divididos por regiones anatómicas, ha-
casos provoca la pérdida de información diagnóstica
ciendo una referencia específica a los propios de la ra-
y la aparición de efectos ópticos que pueden llevar a
diografía digital en el último apartado. Muchos de ellos
errores diagnósticos. También son causa frecuente de
ya se han mencionado en los capítulos correspondien-
error las imágenes aparentemente anómalas creadas
tes de este libro.
por una mala posición del paciente al realizar el exa-
Nota: En el texto se hace referencia a las figuras
men radiográfico, por la utilización de valores de expo-
incluidas en este capítulo y a algunas de las que apa-
sición incorrectos, por una administración inadecuada
recen en capítulos previos.
Abdomen Escasez de grasa abdominal, pelo mojado
Subexposici.óq y sobreexpos1cion
Los animales muy delgados (fig. 6.1) y los animales
Una radiografía abdominal muy subexpuesta (hecha
muy jóvenes (fig. 6.2) tienen muy poca grasa intrab-
con valores de exposición muy bajos) podría ofrecer
dominal, lo que hace que presenten escasa diferencia-
también una falsa apariencia de radiopacidad au-
ción de las estructuras abdominales. Esta imagen se
mentada y más homogénea de lo normal, que no
puede confundir con la provocada por ascitis, perito-
se debe confundir con patología peritoneal. Por el
nitis o carcinomato~is peritoneal. Tampoco debemos
contrario, en una radiografía abdominal muy sobre-
confundir con estas patologías la imagen producida por
expuesta (hecha con valores de exposición muy al-
la superposición de pelo mojado, por ejemplo al realizar
tos) la disminución de radiopacidad provocada por el
la radiografía tras una ecografía abdominal en la que se
error técnico podría confundirse con la causada por
aplica gel para facilitar la transmisión de ultrasonidos.
un neumoperitoneo.
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
FIGURA 6.1. Proyección lateral del abdomen de un perro sano muy delgado.
Los órganos abdominales aparecen escasamente diferenciados por la falta de grasa intrabdominal, lo que podríamos confundir con ascitis, peritonitis o carcinomatosis peritoneal. En caso de duda la ecografía permitirá establecer un diagnóstico preciso.
Borde caudal hepático según la conformación torácica
FIGURA 62. Proyección latera l del abdomen de un perro joven sano. Los órganos abdominales aparecen escasamente diferenciados por la falta de grasa intrabdominal, normal en cachorros. No debemos confundir esta imagen con la causada por ascitis, peritonitis o carcinomatosis peritoneal. En caso de duda la ecografía permitirá establecer un diagnóstico preciso.
Falsa impresión de esplenomegalia
El borde caudal hepático suele aparecer en la proyec-
Es importante también señalar que la esplenomegalia
ción lateral a la altura del arco costal o sobrepasándo-
se evalúa en función del grosor de la silueta del bazo,
lo ligeramente. Para no dar diagnósticos erróneos de
ya que su longitud depende de la posición de la cola
disminución o aumento de tamaño hepático se debe
esplénica en el momento de realizar la radiografía. Una
tener en cuenta que en las razas de tórax profundo y
silueta larga no aumentada de grosor no indica esple-
estrecho la silueta hepática puede quedar englobada
nomegalia (fig. 1.32).
en su totalidad dentro de la caja torácica (falsa apariencia de disminución de tamaño) y, en cambio, en las razas de tórax ancho y poco profundo el borde caudal hepático sobrepasa en mayor medida el límite del arco
Gestación antes de la mineralización fetal
costal (falsa apariencia de aumento de tamaño). Antes del día 45 de gestación en la perra y entre los días 36 y 45 en la gata, el útero gestante aparece au-
Organomegalia fisiológica en cachorros
turas fetales mineralizadas en el mismo (fig. 1.76), por
Hay que recordar que los cachorros presentan un cierto
dilatación patológica del útero. La realización de una
grado de organomegalia en comparación con el animal
ecografía abdominal permitirá establecer el diagnósti-
adulto, lo que se debe tener en cuenta en los primeros
co diferencial.
mentado de tamaño pero no se distinguen las estruclo que podríamos confundir una gestación con una
meses de vida para no dar diagnósticos erróneos de aumento de tamaño de los órganos abdominales.
Errores diagnósticos más frecuentes
Superposición d.el prepucio y del hueso peniano
de grosor. El grosor de las paredes del estómago y el intestino se debe evaluar por ecografía.
La silueta del prepucio en la proyección ventrodorsal puede confundirse con la silueta de la vejiga o co n una masa. Especialmente en radiografías rotadas, las si-
Incrementos de líquido/gas gástrico e intestinal
luetas del prepucio y del hueso peniano pueden crear efectos ópticos de superposición con la cadera quepo-
Un predominio del contenido líquido (fig. 6.4) o del
drían confundirse con lesiones en la misma.
contenido gaseoso (fig. 6.5) en el intestino delgado a menudo se considera indicativo de enteritis, pero es importante destacar que en sí mismos estos hallazgos
''Pseudomasas''
radiológicos no implican patología. De forma similar, un estómago muy dilatado y lleno de gas en un animal
Algunas imágenes abdominales normales pueden pro-
nervioso puede deberse exclusivamente a aerofagia y
ducir un efecto de pseudomasa. Así, una vejiga o un
no tener significación patológica.
estómago llenos de líquido muy distendidos pueden confundirse con masas originadas por causas patológicas en otros órganos (fig. 1.57). La grasa que se acumula en el ligamento falciforme en gatos obesos crea una silueta ventral al hígado que recuerda a una masa, aunque su densidad inferior a la de los tejidos blandos facilita su identificación como grasa (fig. 1.9). El área de superposición de los dos riñones en la proyección lateral crea un efecto óptico por la suma de sus densidades radiográficas que podría confundirse con la presencia de una tercera estructura en la zona. Como último ejemplo de pseudomasa podemos mencionar la imagen marcadamente redondeada que el antro pilórico normal puede presentar en la proyección lateral derecha, ya que es un ejemplo clásico de posible error diagnóstico al confundirlo con una masa o con un cuerpo extraño redondeado (fig. 6.3).
Falso aumento de grosor de la pared gástrica o intestinal Aunque ya se insistió en el apartado correspo ndiente de este libro, es importante señalar que uno de los errores más importantes que se pueden cometer al evaluar una radiografía de abdomen es diagnosticar un aumento de grosor de la pared gástrica (fig. 1.96) o
FIGURA 6.3. Imagen ampl iada del abdomen en proyección
intestinal (fig. 1.113), ya que en la imagen resulta im-
lateral derecha de un perro sano. El antro pilórico (flechas) presenta un aspecto redondeado por acumulación normal de líquido/moco en esta proyección. Esta imagen se podría confundir con un cuerpo extraño redondeado o una masa.
posible distinguir una verdadera pared engrosada de una pared normal que presente líquido o moco adyacente a ella, lo que da una falsa impresión de aumento
6
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
Variaciones anatómicas del tracto gastrointestinal .l
La acumulación central de asas de intestino delgado en los gatos obesos se debe a la tendencia que presentan éstos a acumular grasa en las zonas periféricas del abdomen (fig. 1.9), por lo que no debemos atribuir este hallazgo a causas patológicas. Algunos gatos presentan también una banda de densidad grasa en la pared gástrica , lo que se considera un hallazgo incidental sin significación clínica.
Particularidades intestinales caninas FIGURA 6.4. Proyección lateral del abdomen de un perro sano. En la imagen se observa un marcado predominio de contenido líquido (líquido/moco) en el intestino delgado, no acompañado de alteraciones en su diámetro. Este hallazgo en sí mismo no tiene significación patológica, aunque en ocasiones aparece asociado a procesos de enteritis. Sin embargo, sería un error grave realizar un diagnóstico de enteritis basándonos sólo en este hallazgo radiológico.
El ciego en los perros aparece en muchos casos dilatado con contenido gaseoso y forma de "C" en la zona craneal derecha del abdomen en la proyección ventrodorsal (fig. 1.130) y superpuesto con el colon descendente en la proyección lateral . Es importante no confundirlo con un segmento de intestino delgado anormalmente dilatado para no dar un diagnóstico erróneo de obstrucción intestinal. Algunos perros presentan un colon más largo de lo normal, que se denomina colon redundante y se considera una variación anatómica normal.
Ondas peristálticas En ocasiones se puede apreciar una imagen ondulada de la pared del intestino delgado o grueso. Este hallazgo es indicativo de un proceso inflamatorio o infiltrativo difuso de la pared si persiste en varias radiografías realizadas en diferentes momentos, pero como hallazgo puntual en un examen radiográfico suele deberse a la aparición de una onda peristáltica en el momento del disparo (fig. 6.6).
FIGURA 65. Proyección lateral del abdomen de un perro sano. En la imagen se observa un marcado predominio de contenido gaseoso en el intestino delgado, no acompañado de alteraciones en su diámetro. Este hallazgo en sí mismo no tiene significación patológica, aunque en ocasiones aparece asociado a procesos de enteritis. Al igual que en el caso de un predominio de líquido, sería un error grave realizar un diagnóstico de enteritis basándonos sólo en este hallazgo radiológico.
Dosis inadecuadas de contraste Con relación a las técnicas de contraste, la causa más frecuente de errores diagnósticos es la administración
Errores diagnóst1cos más frecuentes
de una dosis inadecuada. Por ejemplo, si se realiza una gastrografía positiva para evaluar el vaciado gástrico con una dosis inferior a la recomendada el vaciado será más lento, mientras que si se administra una dosis excesiva será más rápido, por lo que los resultados de la prueba no serán objetivos.
Patrones de acumulación de contraste Al real izar un tránsito de bario para examinar el intestino delgado se pueden observar en algunos perros pequeños salientes en la columna de contraste a su paso por el duodeno. Es lo que se denomina pseudoúlceras (fig. 6.7), y se debe a la acumulación focal del medio de contraste en zonas con tejido linfoide. En aproximadamente un 30%
FIGURA 6.6. Imagen ampliada del abdomen en proyección lateral de un perro sano.
La imagen ondulada que presenta la pared del intestino grueso podría deberse a un proceso inflamatorio de la misma, pero también puede aparecer por peristaltismo normal. La persistencia de la imagen en radiografías seriadas se considera indicativa de patología.
de los gatos se puede observar también una imagen peculiar del duodeno al administrar bario, que se denomina imagen "en collar de perlas" (fig. 6.8), y que se debe a la aparición de fuertes contracciones segmentarías de la pared duodenal sin significación patológica. Esta imagen es similar a la que podría provocar la presencia de un cuerpo extraño lineal en cualquier segmento intestinal.
Presencia de burbujas Al realizar una uretrografía retrógrada o una cistografía de contraste positivo es fácil confundir la imagen creada por burbujas de gas introducidas al sondar al paciente con defectos de llenado reales producidos por cálculos o coágulos (fig. 1.62). Las burbujas suelen tener una morfología redondeada, mientras que los cálculos y coágu los suelen presentar una forma y distribución más irregulares.
Difusión de contraste Por último, al realizar un uretrografía retrógrada en los machos se puede observar el paso de una pequeña cantidad de contraste a los conductos prostáticos, sin que este hallazgo tenga significación patológica, a no ser que se acompañe de acumulación focal del contraste en áreas cavitarias o quísticas.
FIGURA 6.7. Imagen ampl iada del duodeno 20 minutos después de administrar bario por vía ora l a un perro sano. Los sa lientes que aparecen en el aspecto lateral de la columna de contraste se deben a la presencia de tejido linfoide normal en la pared duodenal. Esta imagen se podría confundir con úlceras por lo que recibe el nombre de pseudoúlceras.
FIGURA 6.8. Imagen ampliada del duodeno 30 minutos después de administrar bario por vía oral a un gato sano. La imagen ondulada que presenta la pared duodenal se debe a contracciones peristálticas normales y se denomina imagen "en collar de perlas". Se podría confundir con la imagen causada por un cuerpo extraño lineal.
6
•I
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
Cuello y tórax
<
Confusión del aparato hioideo con cuerpos extraños Cuando se sospecha de la presencia de un cuerpo extraño en el cuello no se deben confundir los huesos que componen el aparato hioideo con cuerpos extraños en la faringe. Si se detecta un cuerpo extraño real en la proyección lateral se debe siempre asegurar la posición exacta del mismo comprobando su situación en la proyección ventrodorsal.
Esfínter cricofaríngeo Al administrar un medio de contraste por vía oral y evaluar el paso del mismo desde la orofaringe hacia el esófago, es importante no confundir la imagen del esfínter esofágico craneal (esfínter cricofaríngeo) con un defecto de llenado o "efecto masa" debidos a causas patológicas.
FIGURA 6.9. Proyección lateral del tórax de un perro sano. La flecha seña la un pezón hiperplásico que, debido a la rotación del tórax, se superpone con la zona ventral de la silueta hepática y se podría confund ir con un cálcu lo en la vesícula biliar o con una lesión nodular en el pulmón.
Nodúlos cutáneos
y pezones
Los nódulos cutáneos pueden simular la imagen de lesiones nodulares en el pulmón. Lo mismo puede ocurrir, en ocasiones, por la superposición de pezones (fig. 6.9) en radiografías rotadas. En caso de duda se debe explorar minuciosamente la pared torácica y aplicar una pequeña cantidad de bario sobre la lesión cutánea o el pezón para repetir así la radiografía.
Mineralización asociada a la edad La mineralización de las uniones costocondrales asociada a la edad y sin significación patológica no se debe confundir con lesiones óseas agresivas (fig. 2.7). En la proyección ventrodorsal estas mineralizaciones pueden crear un falso efecto de lesiones nodulares mineralizadas en el pulmón (fig. 6.10).
FIGURA 6.10 . Proyección ventrodorsal del tórax de un perro sano. Las flechas señalan
mineralizaciones de las uniones costocondrales derechas. No se deben confundir con lesiones óseas agresivas ni con lesiones nodulares mineralizadas en el pulmón.
Errores diagnóst1cos más frecuentes
Pliegues de piel
Falsas alteraciones de la tráquea
Los pliegues de piel que se forman al colocar al paciente sobre el chasis pueden crear siluetas de densidad
Las variaciones mínimas en el diámetro traqueal en-
tejido blando rodeadas de gas bien definidas, lo que no
tre la inspiración y la espiración son fisiológicas. La
se debe confundir con patologías (fig. 2. lc) .
rotación del tórax en el momento de realizar una radiografía lateral puede provocar la superposición del esófago y/o de la musculatura con la tráquea y crear
Curvatura y mineralización costal
una falsa imagen de colapso traqueal. Este tipo de imagen también puede estar causada por la denominada membrana traqueal redundante, por desplaza-
Las razas condrodistróficas presentan, en ocasiones,
miento en sentido ventral de la pared dorsal de la trá-
una curvatura peculiar de las costillas y los cartílagos
quea, sin que este proceso tenga significación clínica
costales hacia el interior de la cavidad en la zona próxi-
en el paciente (fig. 2.15). La tráquea torácica puede
ma a la unión costocondral, lo que crea siluetas de
presentar un recorrido ligeramente ondulado cuando
densidad tejido blando que pueden simular una lesión
la radiografía se realiza con una posición incorrecta
pleural o pulmonar. Los cartílagos costales pueden aparecer parcial-
de la cabeza o del cuello del paciente. Asimismo puede aparecer falsamente elevada en el tóra x cuando la
mente mineralizados en gatos, lo que puede dar una
radiografía se realiza con el plano medio de la cavidad
falsa apariencia de rotura de los mismos.
torácica inclinado sobre el chasis (fig. 2.2) (se corrige colocando una almohadilla radiotransparente que eleve el esternón). En animales obesos se puede observar un desplazamiento de la tráquea hacia la derecha en la proyección ventrodorsal, provocado por la acumulación excesiva de grasa en el mediastino, no por causas patológicas. Es importante recordar que el diámetro traqueal es proporcionalmente inferior en razas braquicéfalas, especialmente en el Bulldog, para no dar falsos diagnósticos de hipoplasia traqueal (fig. 2.19).
Falsas alteraciones del esófago La presencia de mínimas acumulaciones de gas en la luz esofágica no se considera patológica (fig. 2.20), a no ser que persista en el tiempo. También se considera fisiológica la acumulación de una pequeña cantidad de líquido/moco en la zona distal del esófago torácico (fig. 6.11), justo antes de atravesar el hiato esofágico FIGURA 6J1. Proyección lateral izqu ierda del tórax de un perro sano. Se observa una
del diafragma. Este hallazgo es más frecuente en la
banda de densidad tejido blando en la zona caudodorsal del tórax, entre la aorta (Ao) y la vena cava caudal (VCC). Esta silueta se debe a la retención de líquido o moco en la zona caudal del esófago torácico (E), y no se considera patológica a no ser que persista en radiografías seriadas.
proyección lateral izquierda que en la derecha . Cuando se administra bario, la retención temporal de una pequeña cantidad de contraste entre los pliegues de la pared esofágica no se considera significativa, pero si
6
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales 1 i
persiste se consideraría indicativa de esofagitis. Debe-
Timo
mos recordar también que el esófago puede aparecer moderadamente dilatado en animales anestesiados
El timo se visualiza aproximadamente hasta los 6 me-
(fig. 2.21), para no dar en estos casos un falso diag-
ses de edad y no se debe confundir con lesiones pleu-
nóstico de dilatación patológica.
rales o pulmonares (fig. 2.45).
Mediastino en razas braquicéfalas y animales obesos
Vasos coronarios Un error diagnóstico grave es confundir los vasos pul-
En las razas braquicéfalas la silueta mediastínica es
timos tienen la misma radiopacidad que el miocardio,
monares con los vasos coronarios (fig. 6.13). Estos úlmás ancha en comparación con otras razas. En ani-
por lo que no se pueden diferenciar en una radiografía
males obesos el mediastino también puede aparecer
sin contraste.
ensanchado, lo que podría simular la imagen de una masa o de un derrame mediastínicos, especialmente en las proyecciones ventrodorsal y dorsoventral. En
Falso derrame pleural
la proyección lateral la grasa puede causar una elevación de la silueta cardiaca más o menos llamativa
Varias estructuras normales se pueden confundir con
(fig. 2.44).
derrame pleural en una radiografía. En gatos es normal observar una mínima retracción del borde dorsocaudal de los lóbulos pulmonares caudales (fig. 2.4), mien-
Falsa impresión de cardiomegalia
tras que el mismo hallazgo sería indicativo de derrame pleural leve en perros. Un engrosamiento o una mineralización pleural sin significación patológica también
Pueden dar una falsa impresión de cardiomegalia las
podrían confundirse con un derrame pleural leve.
radiografías rotadas (presentan un aumento aparente del contacto cardioesternal -fig. 2.2-) y las radiografías espiratorias (el menor volumen del pulmón da una falsa impresión de aumento de tamaño cardiaco
Falsas alteraciones pulmonares
-fig. 6.12-). Debemos también recordar que en los gatos de edad avanzada el corazón tiende a inclinar-
Un cartílago costal puede simular la imagen de una
se sobre el esternón por elongación progresiva de la
fisura interlobular, aunque se diferencian porque el
aorta, lo que podríamos confundir con un aumento
cartílago es más recto y se puede identificar su unión
de la anchura de la silueta cardiaca (fig. 2.53). No se
con la costilla.
debe evaluar la silueta cardiaca en las proyecciones
Los pliegues de piel pueden causar un artefacto co-
ventrodorsal y dorsoventral cuando el tórax está rota-
nocido como pseudoneumotórax, que se denomina así
do, ya que se pueden dar falsos diagnósticos de au-
porque provocan una marcada diferencia de radiopa-
mento de corazón derecho o izquierdo en función del
cidad entre la zona lateral y la zona medial al pliegue,
lado hacia el que esté rotado el paciente (fig. 2.3). La
quedando muy oscura la lateral (fig. 2.36), lo que se
acumulación de grasa en el espacio pericárdico que
puede confundir con una retracción pulmonar por pre-
puede aparecer en animales obesos también pue-
sencia de gas en el espacio pleural.
de crear una falsa imagen de aumento de tamaño cardiaco. La organomegalia que se observa en animales jóvenes afecta también al corazón .
La radiopacidad del pulmón puede aparecer falsamente aumentada en animales obesos (por superposición de la densidad de la grasa subcutánea y por la limitación en el grado de expansión pulmonar debido a
'
Errores diagnósticos más frecuentes
FIGURA 6l2. Proyección lateral del tórax de un perro sano. La radiografía se ha
realizado en espiración , lo que causa una falsa apariencia de cardiomegalia por el menor volumen del pulmón y por la superposición del diafragma con la silueta cardiaca.
FIGURA 6.13. Imagen ampliada del tórax en proyección lateral de un perro sano. Confundir los vasos pulmonares (flecha) que aparecen superpuestos con la silueta cardiaca con vasos coronarios es un error diagnóstico grave. Los vasos coronarios tienen la misma radiopacidad que la pared cardiaca por lo que no pueden identificarse en una radiografía simple.
la presencia de grasa en el mediastino), en radiografías
simulan lesiones nodulares en el pulmón. También es
subexpuestas y en radiografías espiratorias, lo que no
posible confundir con nódulos las siluetas transyersales
se debe confundir con un patrón intersticial real por
de aquellos vasos que tienen un recorrido paralelo al haz
causas patológicas. Si la radiografía está sobreexpues-
de rayos X, en cuyo caso debemos evaluar las estructuras
ta se aprecia una falsa disminución de la radiopacidad
vasculares próximas para determinar si el diámetro de las
pulmonar que podría confundirse con enfisema o hi-
siluetas sospechosas puede corresponderse o no con el
povascu/arización pulmonar.
de ros vasos de razona (fig. 6.14). Las mineralizaciones
La aparición de signos de atelectasia pulmonar en el
pleurales y pulmonares (fig. 2.39) suelen tener pequeño
pulmón en posición inferior es un hallazgo habitual en
tamaño y es difícil confundirlas con metástasis pulmona-
animales que permanecen en decúbito lateral durante
res, ya que éstas muy raramente están mineralizadas. La
un tiempo prolongado, especialmente si están aneste-
presencia de sedimento mineralizado en la vesícula biliar
siados. El patrón alveolar causado por la atelectasia se puede diferenciar del producido por un edema, una
puede confundirse con áreas de mineralización pleural o pulmonar, o con nódulos pulmonares (fig. 6.15). La lo-
neumonía o una hemorragia porque en las proyeccio-
calización de la vesícula en las dos proyecciones permite
nes ventrodorsal y dorsoventral aparecerá una des-
establecer la diferenciación y en caso de duda se puede
viación de las estructuras mediastínicas hacia el lado
realizar una ecografía abdominal. La silueta del fundus
donde se encuentra el pulmón atelectásico (fig. 2.97).
gástrico en la proyección lateral izquierda también puede
La superposición de los vasos pulmonares con las
llegar a confundirse con una lesión en la zona dorsocau-
costillas puede crear siluetas de mayor radiopacidad que
dal del tórax (fig. 6.16).
213
6
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
FIGURA 6.14. Imagen ampliada del tórax en proyección lateral de un perro sano. La flecha señala la imagen transversal de un vaso pulmonar normal, que podría confundirse con una lesión nodular pulmonar. Para no dar un diagnóstico erróneo debemos fijarnos en que otros vasos de la zona presentan un diámetro similar. En caso de duda se podrá realizar un diagnóstico más preciso con tomografía computarizada.
FIGURA 6.15. Proyección lateral del tórax de un perro sano. La flecha señala un cálculo/sedimento biliar que se podría confundir con un una lesión nodular mineralizada en el pulmón .
214
FIGURA 6.16. Proyección lateral izquierda del tórax de un perro sano.
La flecha señala la imagen del fundus gástrico normal (con contenido gaseoso más ingesta), que en la proyección lateral izquierda presenta una posición aparentemente más craneal que en la proyección lateral derecha. Esta imagen podría confundirse con una lesión pulmonar.
Errores diagnóst1cos más frecuentes
>
Esqueleto apendicular Técnica radiográfica
jóvenes a lo largo del desarrollo. Hay que recordar que los perros de razas grandes pueden presentar una li-
Un error que se comete con frecuencia al eva luar el
gera irregularidad en los márgenes de las metáfisis,
esqueleto apend icu lar es no realizar las dos proyeccio-
que podríamos confundir con una reacción perióstica
nes ortogonales, ya que algunas lesiones son eviden-
o con osteólisis. Es importante también fami liarizarse
tes sólo en una de ellas (p. ej .: fracturas con escaso
con la morfología pecul iar de los huesos en las razas
desplazam iento, subluxaciones articu lares) (fig. 6.17).
condrod istróficas (p. ej .: Basset Hound) .
La sobreexposición de la rad iografía puede conducir a un diagnóstico erróneo de osteopen ia, al aparecer el hueso con menos radiopac idad en la imagen.
Edad y raza
Colocación incorrecta del paciente La causa más frecuente de errores diagnósticos en la eva luación del esq ueleto apendicu lar es la colocación
Las líneas de crecim iento en an ima les jóvenes no
incorrecta del paciente al realizar la radiografía. Esto es
se deben confund ir con fracturas (fig. 6.18), para lo
especialmente significativo en el examen de algunas ar-
cua l es aconsejable recurrir en caso de duda a atlas
ticulaciones, como la coxofemora l, cuya imagen se ve
que muestren imágenes rad iográficas de animales
afectada en gran med ida por rotaciones mínimas de la
FIGURA 6.17. Imágenes ampliadas del radio y el cúbito en proyección mediolateral (a) y craneocaudal (b) de un perro con fractura de ambos huesos. La fractura del cúbito (flecha) no se visualiza en la proyección mediolatera l por lo que no se diagnosticaría si sólo se rea lizara esta proyección.
FIGURA 6.18. Proyección mediolateral de la tibia de un perro sano de 11 semanas de edad. El núcleo de crecimiento de la tuberosidad tibia ! (flecha) aparece separado de la metáfisis hasta los 6-8 meses de edad, lo que podría confundirse con una fractura por avulsión de la tuberosidad.
6
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
pelvis. Cuando ésta está rotada hacia un lado podremos
Clavículas y sesamoideos
reconocerlo en la imagen porque el agujero obturador del mismo lado aparece más pequeño y la silueta del ala
Entre las variaciones anatómicas que pueden llevar
del ilion contralateral más estrecha. En estas condicio-
a errores diagnósticos destacan las reminiscencias
nes se observará menor cobertura acetabular (falso en-
de clavículas (fig. 6.20) y algunos sesamoideos que
sanchamiento del espacio articular) en el lado hacia el
no aparecen de forma constante en los perros. Las
que está girada la pelvis, y en cambio una mayor cober-
reminiscencias de las clavículas aparecen como pe-
tura aceta bular (falso estrechamiento del espacio articu-
queñas estructuras de opacidad mineral en situación
lar) en la articulación contralateral (fig. 6.19). También
medial a la cabeza del húmero. El sesamoideo del
afectará a la anchura del espacio articular la posición
tendón de origen del supinador aparece en algunos
de los fémures, por lo que para realizar una adecuada
casos en las radiografías de codo, en situación cra-
evaluación de la articulación éstos deben permanecer
neolateral a la cabeza del radio. Se puede visualizar
paralelos, con las rótulas alineadas con el canal troclear.
en algunos casos un sesamoideo en el aspecto late-
Tampoco se evalúa adecuadamente la integridad
roplantar de la articulación tarsometatarsiana o dentro
de las uniones sacroilíacas cuando la pelvis está ro-
de la misma. También pueden aparecer sesamoideos
tada, ya que una de ellas parecerá falsamente ensan-
en el ligamento iliopúbico, que se localizan en situa-
chada, lo que podríamos confundir con una luxación o
ción craneal a la eminencia púbica de la pelvis en la
subluxación de la misma.
proyección latera 1.
FIGURA 6.19. Proyección ventrodorsal de la cadera de un perro con un grado leve de subluxación coxofemoral por displasia. Podemos detectar que la pelvis está rotada hacia el lado derecho porque el agujero obturador derecho aparece más pequeño y la silueta del ala del ilion izquierda más estrecha. Debido a esta rotación el espacio articular coxofemoral derecho (flecha) aparece falsamente aumentado, mientras que en la articulación coxofemoral izquierda la cobertura acetabular está falsamente aumentada.
FIGURA 620 . Proyección caudocraneal de la articulación escapulohumeral de un perro sano. La flecha señala la reminiscencia de la clavícula , que en ocasiones aparece en perros. Es bilateral y no se debe confundir con una mineralización patológica de los tejidos blandos de la zona.
Errores diagnósticos más frecuentes
>
Columna Colocación incorrecta del paciente
apófisis transversas de cada lado aparecen separadas en la imagen. Las más ventrales podríamos confundirlas fácilmente con espondilosis deformante.
La principal fuente de errores diagnósticos en la evaluación de la columna es la mala colocación del paciente al realizar la radiografía. Si no se utilizan almohadillas radiotransparentes para elevar las columnas cervical y
Sobreexposición
y subexposición
lumbar, éstas quedan curvadas hacia el chasis/mesa de rayos X, causando un aparente estrechamiento
Una sobreexposición o una subexposicón de la radio-
de los espacios intervertebrales (fig. 6.21) . Aunque
grafía pueden causar una falsa imagen de alteración
la posición de la columna sea correcta , sólo se deben
de la radiopacidad de las vértebras, que podríamos
evaluar los espacios intervertebrales que quedan más
confundir con osteopenia o esclerosis.
centrados en la imagen, ya que a medida que se alejan del centro del haz de rayos éste penetra a través de ellos de forma más oblicua, creando también un falso efecto de estrechamiento en la imagen.
Superposición de estructuras
Para que el plano medio de la columna quede paralelo al chasis es necesario colocar almohadillas radio-
La superposición del colon con gas o heces con el sa-
transparentes entre las extremidades o debajo de ellas.
cro y la pelvis puede simular líneas de fractura en estas
Cuando esto no se hace la columna queda rotada y las
estructuras.
FIGURA 621. Imagen ampliada de
la columna lumbar en proyección lateral de un perro sano. Cuando una zona de la columna (cervical o lumbar) queda curvada hacia el chasis/mesa de rayos X, en la imagen radiográfica se observará un falso estrechamiento de los espacios intervertebrales (flechas). Este defecto se corrige colocando una almohadilla radiotransparente bajo la columna para conseguir que su eje quede paralelo al chasis. En esta imagen las apófisis transversas de cada vértebra aparecen a diferente altura, lo que indica que la columna está rotada sobre su eje longitudinal (se puede corregir colocando una almohadilla radiotransparente entre las extremidades). Las apófisis transversas más ventrales podrían confundirse con espondilosis deformante.
6
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
Variaciones anatómicas normales Algunas variaciones anatómicas normales que se pueden confundir con patologías son la escasa definición del margen ventral del cuerpo de la L3 y de la L4 debida a la inserción de los pilares del diafragma (fig. 6.22) (más evidente en perros de razas grandes), la menor FIGURA 622. Proyección lateral de la columna lumbar de un perro sano. El margen ventral del cuerpo vertebral de L3 y L4 (flechas) aparece menos definido por la inserción de los pilares diafragmáticos. Este hallazgo es más evidente en perros de razas grandes.
anchura del espacio intervertebral TlO-Tl 1 por tratarse del espacio anticlinal (fig. 6.23), y la aparición de procesos hemales en los extremos de las vértebras coccígeas, que se pueden confundir con espondilosis deformante.
Medio de contraste en espacio epidural Si al realizar una mielografía se introduce por error el medio de contraste en el espacio epidural en lugar del espacio subaracnoideo, las columnas de contraste presentarán una morfología muy irregular (fig. 6.24) y resultará difícil realizar un diagnóstico preciso. FIGURA 623. Imagen ampliada de la columna torácica en proyección lateral de
un perro sano. Se aprecia una ligera disminución de la anchura del espacio intervertebral TlO-Tll (flecha) respecto al resto, lo que se considera una variación anatómica normal.
FIGURA 624. Imagen ampliada de la zona toracolumbar de la columna en proyección
lateral de un perro al que se le ha inyectado contraste yodado en el espacio subaracnoideo para realizar una mielografía, pero también en el espacio epidural por error, lo que crea irregularidad en el margen de las columnas de contraste.
Errores diagnóst icos más frecuentes
>
Cabeza Colocación incorrecta del paciente La mayoría de los errores de interpretación que secomenten al evaluar las radiografías de cabeza se deben a una mala posición del paciente. En esta región resulta esencial evitar la rotación del cráneo, especialmente en proyecciones dorsoventrales y ventrodorsales (fig. 6.25), ya que el mantenimiento o no de la simetría de las estructuras es uno de los pilares en los que se basa el diagnóstico de muchas patologías de esta región anatómica. En la proyección ventrodorsa l con boca abierta se debe evitar la superposición de la lengua, ya que puede crear una imagen falsa de masa en la cavidad nasal (fig. 6.26). La proyección rostrocaudal tangencial puede proporcionar imágenes de falso aumento de la radiopacidad de los senos frontales por una mala colocación del paciente o por la propia morfología de los senos y hueso nasal en función de la raza (fig. 6.27).
Proyección dorsoventral de la cabeza de un perro joven sano (se identifican dientes deciduos y permanentes superpuestos). La rotación de la cabeza aumenta la superposición de la rama mandibular derecha con la cavidad nasal del mismo lado, lo que impide evaluar adecuadamente esta región del cráneo. FIGURA 625.
Proyección rostrocaudal tangencial de los senos frontales de un perro sano. La colocación incorrecta del paciente hace que el haz de rayos penetre a través de la bóveda cranea l y los senos frontales, sumándose la imagen de ambos, lo que causa una falsa imagen de aumento de radiopacidad de los senos. FIGURA 627.
-<1111
FIGURA 626. Proyección
ventrodorsal con boca abierta de un perro sano. La superposición de la lengua (flecha) crea una falsa imagen de masa en la zona caudal de la cavidad nasal izqu ierda.
6
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
<
Imagen digital Una de las grandes ventajas de la radiografía digital es
La trabécula del hueso puede aparecer también
que presenta una elevada resolución de contraste en
más definida, lo que no se debe interpretar como un
comparación con la radiografía analógica. Esto hace
cambio patológico en la médula ósea.
que el veterinario que adquiere un equipo de radiografía digital por primera vez deba acostumbrarse a "una nueva forma de ver las radiografías". En el pe-
Sobreexposición
riodo de transición se pueden cometer algunos errores diagnósticos.
En radiografías digitales muy sobreexpuestas pueden aparecer áreas negras con pérdida de la imagen en la zona afectada, de forma que no es posible recuperar-
Mayor definición de elementos pulmonares
la con las herramientas de posprocesado (fig. 6.28). Cuando estas zonas aparecen en el pulmón podríamos confundirlas con bullas pulmonares y si aparecen en el
En la radiografía digital se definen muy bien los vasos
hueso podrían simular áreas de osteólisis.
sanguíneos del pulmón, lo que puede conducir a un diagnóstico erróneo de congestión vascular. Las paredes bronquiales también pueden identificarse en algunos
Implantes metálicos
animales sanos en la zona media del pulmón, hallazgo que en una radiografía analógica consideraríamos indi-
Se ha descrito la aparición de un artefacto alrededor
cativo de engrosamiento de paredes bronquiales, pre-
de los implantes metálicos colocados en el hueso, que
sencia de infiltrados peribronquiales o mineralización.
se visualiza como bandas radiotransparentes alrededor de ellos, lo que se puede confundir con un signo de movilidad o rechazo del material (fig. 6.29). Este arte-
Mayor radiopacidad pulmonar ---
facto ya ha sido corregido en muchos de los equipos actuales y se debe a una aplicación excesiva de la herramienta de realce de bordes.
El pulmón aparece en general menos radiotransparente en una radiografía digital, lo que podríamos confundir con un patrón intersticial patológico. Asimismo, en
Exceso de posprocesado
una radiografía digital pueden ser más evidentes los grados mínimos de retracción pulmonar provocados
En general, las herramientas de posprocesado permi-
por grasa mediastínica o por el decúbito lateral y po-
ten mejorar la imagen, pero una aplicación excesiva
drían simular un derrame pleural o mediastínico.
puede empeorar la calidad de la radiografía y conducir a errores (fig. 6.30), en muchos casos por sobrediagnóstico (vemos más de lo que realmente hay).
Mayor contraste de tejidos El mayor contraste entre los tejidos blandos y la gra-
Exceso de zoom
sa puede llevar a confundir esta última con gas libre peritoneal en una radiografía digital del abdomen,
Una significativa ventaja de la radiografía digital es
por lo que se podría dar un diagnóstico erróneo de
que podemos aplicar la herramienta de zoom para ver
neumoperitoneo.
muy ampliadas regiones pequeñas de la imagen. No
Errores diagnósticos más frecuentes
6
Casos de obstante, no debemos abusar tampoco de esta herra-
autoevaluación
mienta porque corremos el riesgo de perder la visión global de la imagen, que en muchos casos resulta
http://goo.gl/MslLX
esencial para rea lizar un diagnóstico correcto.
1
FIGURA 628. Imagen ampliada de la zona craneoventral del tórax de un perro sano. Las flechas marcan un área sobreexpuesta de la imagen (digital), lo que podría confund irse con un área de hipovascularización o con una bulla pu lmonar.
Imagen ampliada de la ti bia en proyección mediolatera l de un perro al que se le ha n colocado dos agujas y un cerclaje. Cuando se aplica en exceso la herramienta de realce de bordes en la rad iografía digita l pueden aparecer halos radiotransparentes alrededor de los implantes metálicos, lo que podría confundirse con un signo de rechazo o movilidad del material. FIGURA 629.
FIGURA 630. Imágenes ampliadas de la zona caudodorsal del tórax de un perro sano. En una se muestra la rad iografía digital correctamente ajustada (a), mientras que la otra muestra la misma imagen tras aplicar en exceso la herram ienta de realce de bordes (b), lo que destaca de forma excesiva la imagen de los vasos, paredes bronqu iales e incluso del parénquima pu lmonar. La aplicación excesiva de las herramientas de posprocesado en rad iografía digital suele conducir a errores diagnósticos.
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Capítulo 1. Abdomen
..................... 16
Figura 1.28. Microhepatia
Figura 1.29. Sedimento mineralizado en la vesícula biliar... Figura l. l. Abdomen normal de un perro con las principales estructuras anatómicas identificadas. ..................... Figura 1.2. Abdomen normal de un perro y de un gato, comparación .................. ....................... ..
2 3
Figura 1.3. Masa mineralizada localizada en la pared abdominal ......... ..........
3
Figura 1.4. Hernia inguinal ..................... .
4
Figura 1.30. Mineralización de vías biliares.
16
......................... 17
Figura 1.31. Abdomen normal de un perro, en el que se señala la silueta de la cabeza esplénica
17
Figura 1.32. Cola esplénica normal en distintas posiciones .....
18
Figura 1.33. Esplenomegalia
18
Figura 1.34. Masas esplénicas de diferentes formas y tamaños ... .................................. ........ ..................
19
Figura 1.35. Linfadenopatías sublumbares.........
20
Figura 1.36. Linfadenopatías sublumbares (linfoma)
20
Figura 1.5. Silueta diafragmática normal en las cuatro proyecciones estándar
5
Figura 1.6. Hernia diafragmática de origen traumático ..
6
Figura 1.7. Hernia diafragmática de origen congénito
7
Figura 1.8. Hernia perineal .............. ....... ............... ............. .
7
Figura 1.37. Imágenes radiográficas del abdomen de tres perros con riñones normales... . ............. .......
21
Figura 1.9. Abdomen de un gato obeso ... ................... .
7
Figura 1.38. Abdomen de un gato con riñones normales...
21
Figura 1.10. Neu moperitoneo ...... ................ .. ............... ..
9
Figura 1.39. Linfoma renal.. ... ......
Figura 1.11. Neumoperitoneo.
9
Figura 1.12. Diferentes grados de ascitis.
9
Figura 1.40. Quiste perirrenal (seudoquiste perirrenal) bilateral ........................... .. ............ .
22
Figura 1.13. Líquido libre en el espacio retroperitoneal ......... 10
Figura 1.41. Riñones disminuidos de tamaño ... .. ........... ..... .
23
Figura 1.14. Peritonitis
Figura 1.42. Disminución de tamaño del riñón derecho y aumento del izquierdo
23
...................... ....... .................. ..... ...
10
................... .................. 22
Figura 1.15. Peritonitis y ascitis debidas a una perforación intestinal .... .. ................... .. ..........................
11
Figura 1.43. Alteración del contorno del riñón izquierdo .....
23
Figura 1.16. Imágenes ecográficas de ascitis y peritonitis...
11
Figura 1.44. Cálcu los renales radiopacos ................... .
23
Figura 1.17. Peritonitis secundaria a una pancreatitis ....... .... 11
Figura 1.45. Fases de la urografía excretora.
Figura 1.18. Pancreatitis
Figura 1.46. Patrones anormales de urografía excretora .... ..
26
.................. ................... 11
............ ........ 25
Figura 1.19. Masa hepática y ascitis
13
Figura 1.47. Uréter normal ..
.. ................... ......................
27
Figura 1.20. Masa esplénica .................... ..... .. .. ...... .......... ..
13
Figura 1.48. Urografía excretora de un perro sano .....
28
Figura 1.49. Imagen radiográfica en proyección lateral oblicua de una urografía excretora de un perro sano
29
Figura 1.21. Efecto masa en la zona craneal del abdomen .. 13 Figura 1.22. Masa en localización retroperitonea l .................... 13
Figura 1.50. Cálculos radiopacos en un uréter.......................... 29
Figura 1.23. Imagen radiográfica e imágenes de resonancia magnética de una masa retroperitoneal
14
Figura 1.24. Masa adrenal ........................................... .. ................. .
15
Figura 1.51. Dilatación generalizada grave del uréter izqu ierdo ........ .................. ... .................... ........................ 29 Figura 1.52. Di latación focal grave del uréter derecho
29
15
Figura 1.53. Uréter ectópico unilateral ....................
30
Figura 1.26. Hepatomega lia ................... ......... ..................
15
Figura 1.54. Uréter ectópico bi lateral . ................... ........................ 30
Figura 1.27. Masa hepática con áreas de mineralización ...
15
Figura 1.55. Neoplasia ureteral
Figura 1.25. Abdomen normal de un perro, en el que se señala la silueta del hígado ........ ..................
.. .................. ........................ 31
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
.. ................................. 31
Figura 1.85. Prostatomegalia ... .. ............................. ... ..... .................. 44
Figura 1.57. Distensión vesical grave .......... ............... ..... .............. 32
Figura 1.86. Prostatomegalia ........................ .. ................................. 44
Figura 1.58. Cálculos vesicales radiopacos
Figura 1.87. Neoplasia prostática con metástasis óseas en la columna .. .. .......... .. ..
Figura 1.56. Urinoma paraureteral
...................... 32
Figura 1.59. Cálculos vesicales rad iopacos de pequeño
45
tamaño superpuestos con asas de intestino delgado.
33
Figura 1.60. Cálculos vesicales radiotransparentes identificados mediante cistografía de contraste doble.
Figura 1.88. Neoplasia prostática con metástasis óseas en la columna y la pelvis....................... .. ........ ................. 45
33
Figura 1.89. Quiste paraprostático con paredes
Figura 1.61. Mineralización distrófica de la pared vesica l...
33
mineralizadas antes y después de realizar una cistografía de contraste doble ................................................... 45
Figura 1.62. Presencia de gas en la vej iga y en la uretra
por causas iatrogénicas ............... ........
................. .. ................... 33
Figura 1.63. Cistitis enfisematosa..... ........... .. ........... ... .................. .. 34 Figura 1.64. Cistitis localizada identificada mediante cistografía de contraste doble. ... ................ .. ............
34
Figura 1.65. Cistitis generalizada identificada mediante
neumocistografía .......... ....................... .. ................ ......................
35
Figura 1.66. Neoplasia vesical identificada mediante cistografía de contraste doble......................... .................... 35 Figura 1.67. Rotura vesical identificada mediante cistografía positiva ............................ ....................... ...... ........................... 35 Figura 1.68. Vejiga intrapélvica identificada mediante cistografía positiva............. ..................... ... .......................... ...............
35
Figura 1.69. Persistencia del uraco identificada mediante
cistografía positiva ............. ... .. ................. ..
.... .................
36
Figura 1.70. Uretrograma normal de un perro macho ........... 36 Figura 1.71. Cálculos uretrales radiopacos .................................. 37 Figura 1.72. Uretrograma de una perra
con neoplasia uretral/uretritis grave..............
.................... 38
Figura 1.73. Imágenes de resonancia magnética
de una perra con una neoplasia uretral ..................................... .
38
Figura 1.74. Uretrograma de un perro macho
con estenosis en el segmento perineal de la uretra ..
39
Figura 1.75. Uretrograma de una perra con
una rotura uretral ....................... ........... ................................... .
39
Figura 1.76. Gestación de 30 días en una gata ....................... .. 39 Figura l. 77. Gestación de 55 días en una perra ...................... 40 1
Figura 1.78. Gestación de 62 días en una perra.. ...................
41
Figura 1.79. Gestación de 64 días en una perra,
con signos de muerte feta l
......................... .........................
41
Figura 1.80. Gestación de 50 días en una perra,
con signos de muerte fetal. ... .. ............................ ..
41
Figura 1.90. Neoplasia prostática identificada por
reflujo de contraste positivo y gas hacia la uretra prostática al realizar una cistografía de doble contraste ...
46
Figura 1.91. Neoplasia prostática identificada por extravasación del medio de contraste a áreas cavitarias de la próstata al realizar una uretrografía retrógrada....
46
Figura 1.92. Fractura del hueso peniano ... .. ..... ........ .... .............. 46 Figura 1.93. Imágenes radiográficas
........ .. .. ..................... 47
del estómago normal ......... .
Figura 1.94. Representación de la variación de la
imagen radiográfica del estómago debida a los cambios en la distribución del líquido y el gas en función de la proyección radiográfica realizada.... ........... ........................... 48 Figura 1.95. Cuerpo extraño radiotransparente en el antro pilórico .................... .......................... 49 Figura 1.96. Prominencia de los pliegues de la pared gástrica.... ................. ............
49
Figura 1.97. Aspiración de bario por vía respiratoria.
50
Figura 1.98. Imágenes radiográficas de cuerpos extraños en el estómago ................... .................... .
51
Figura 1.99. Cuerpo extraño radiotransparente en el estómago ...................................... .
................. .... 52 53
Figura 1.100. Pelota en el cuerpo gástrico ...
Figura 1.101. Acumu lación de bario en el estómago y el duodeno proximal debido a la presencia de un cuerpo extraño (rejilla de plástico) en esta loca lización........................... 53 Figura 1.102. "Signo de grava" en el antro pilórico
53
Figura 1.103. Fa lta de paso de bario del estómago al duodeno indicativa de disfunción pilórica........ .
53
Figura 1.104. Dilatación gástrica grave
53
Figura 1.105. Imágenes radiográficas de torsión gástrica (vólvulo gástrico).. ............. ...... .......................... .
54
Figura 1.106. Torsión gástrica en las cuatro
Figura 1.81. Imágenes radiográficas de piometra ................ .... 42
proyecciones estándar... . ...............................
Figura 1.82. Neoplasia ovárica ........... .......................... .
43
Figura 1.107. Perforación gástrica
Figura 1.83. Vaginograma norma l en una perra ..... ................
43
Figura 1.108. Neoplasia gástrica .... .................. .. .. ....................... 56
Figura 1.84. Próstata normal.................... .. ................ ..................... 43
.. ... ............... 55
.. .................. .. .......... ... .... 56
Figura 1.109. Mineralización de la mucosa gástrica ..
57
Indice de figuras
Figura 1.110. Referencias de diámetro normal del intestino delgado en el perro ................. .... ... .. .............
57
Figura 1.111. Referencias de diámetro normal del intestino delgado en el gato................. .. .. .............. ..................... . 58 Figura 1.112. Esquema representativo de la imagen radiográfica del intestino delgado en func ión del contenido intraluminal . .......... .......... ............ .............
58
Figura 1.113. Asas de intestino delgado normales.
59 59
Figura 1.115. Di latación intestinal focal leve
60
Figura 1.116. Di latación intestinal foca l grave
60
Figura 1.117. Dilatación intestinal general izada leve
61
Figura 1.118. Dilatación intestina l generalizada grave
61
Figura 1.119. Obstrucción completa del intestino delgado después de varios días de evoluc ión
61
Figura 1.120. Obstrucción parcial crónica en segmentos distales del intestino delgado ................ .
61
Figura 1.121. Íleo funcional secundario a una peritonitis ...
62
Figura 1.122. Cuerpos extraños rad iopacos en el intestino delgado .. ...................... ............ .
62
Figura 1.124. Obstrucción intestinal completa por cuerpo extraño (30 minutos después de la administración de bario).. ..................
67
Figura 1.139. Atresia anal y fístu la rectovaginal congénita ... 68
Capítulo 2. Cuello y tórax
Figura 1.114. Presencia de contraste yodado en intestino delgado ................. ........... .
Figura 1.123. Hueso de melocotón con restos de bario retenidos en su estructura
Figura 1.138. Divertículo rectal con perforación de la pared... .................. .. .
63
Figura 2.1. Imágenes normales del tórax de tres perros con diferentes conformaciones torácicas ... ........... .. .......
71
Figura 2.2. Proyección latera l rotada del tórax de un perro sano .......... ............ ............... .. .
73
Figura 2.3. Proyección dorsoventral rotada del tórax de un perro sano ....................... .
73
Figura 2.4. Imagen norma l del tórax de un gato
73
Figura 2.5. Imágenes radiográficas de fracturas de costillas ........... .................. ........................................ .
75
Figura 2.6. Imágenes radiográficas e imagen de tomografía 76 computarizada de una neoplasia primaria de costilla .... Figura 2.7. Puentes óseos entre esternebras y minera lizaciones de las uniones costocondrales ......... .
77
Figura 2.8. Pectus excavatum. ............ .. .
77
Figura 2.9. Imagen normal del cuello con las principales estructuras anatómicas relacionadas con la faringe, la laringe y la tráquea cervical identificadas.
77
Figura 2.10. Cuerpo extraño metá lico (clavo) en la laringe .. 78 63
Figura 1.125. Cuerpo extraño lineal en el intestino delgado 63
Figura 2.11. Masa loca lizada en la nasofaringe (pólipo nasofaríngeo) .
Figura 1.126. Cuerpo extraño lineal en el intestino delgado (45 minutos después de la administración de bario). .. 63
Figura 2.12. Masa en la región retrofaríngea (l infadenopatía retrofaríngea) ........................
Figura 1.127. Invaginación (intususcepción) en intestino delgado .................... .................. .. ........................... 65
Figura 2.13. Imagen radiográfica normal de la tráquea de un perro. ··················· ················ ··
81
Figura 1.128. Neoplasia del intestino delgado.................... .
Figura 2.14. Referencia de medición del diámetro traquea l .................................. ... ... .................
81
Figura 2.15. Imagen traqueal creada por superposición de múscu los y/o del esófago o debida a la denom inada membrana traqueal dorsal redundante .. .................
81
Figura 2.16. Colapso traqueal cervica l
81
65
Figura 1.129. Intestino grueso normal en proyección ventrodorsal ....................... .. .. .. ...............
65
Figura 1.130. Imagen norma l del ciego en el perro.
65
Figura 1.131. Retención fecal .. ................. .. ... ...............
66
Figura 1.132. lmpactación feca l
·· ··· ···································· 66
Figura 1.133. Cuerpos extraños (piedras) en el intestino grueso. ... ............................... ........................ 67 67
Figura 1.135. Dilatación focal de colon debida a la presencia de un feca loma ......................... .
67
Figura 1.136. Megacolon
Figura 1.137. Neoplasia de colon
............ ...... .
.. .................. 79
....................
Figura 2.17. Colapso traqueal torácico
82
Figura 2.18. Hipoplasia traqueal ...........................
82
Figura 2.19. Tráquea normal de un perro de raza Bulldog .. 83
Figura 1.134. Col itis grave. Extravasación de contraste yodado por perforación de la pared .....................
.................. ..
79
Figura 2.20. Pequeñas acumulaciones de gas en la luz del esófago normal ...
84
67
Figura 2.21. Di latación moderada del esófago debida a la anestesia ........................ ..... .. ....... ............
84
67
Figura 2.22. Megaesófago
87
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
Figura 2.23. Cuerpo extraño de densidad
mineral (hueso) en el esófago ......................
87
Figura 2.24. Divertículo esofágico identificado
mediante esofagografía con bario ........ .. ......................... .................. 87 Figura 2.25. Estenosis esofágica identificada
med iante esofagografía con bario
.................... 87
Figura 2.26. Dilatación esofágica debida a la persistencia del arco aórtico derecho (radiografía simple y esofagograma) ... ...
Figura 2.50. Masa mediastínica craneal parcialmente enmascarada por derrame mediastínico... ....... ............ ... Figura 2.51. Imagen de tomografía computarizada de una masa mediastínica ....... .
99 ... ...... 100
Figura 2.52. Referencias de medición de la silueta cardiaca según el método clásico. ..... .. .............. 101 Figura 2.53. Inclinación de la silueta cardiaca sobre el esternón en un gato sano de edad avanzada ... ......... 102
.. .......... .............
88
Figura 2.54. Referencias de medición de la si lueta cardiaca según el sistema de esca la vertebral o de Buchanan ............... 102
Figura 2.27. Representación de la pleura parietal y pleura visceral realizada sobre una imagen de tomografía computarizada del tórax de un perro
89
Figura 2.28. Representación esquemática de un derrame pleural en las proyecciones dorsoventral y ventrodorsal
89
lateral en la que se representa la analogía del reloj. ..
Figura 2.29. Derrame pleural leve
89
Figura 2.57. Imagen normal del tórax en proyección dorsoventral en la que se representa la analogía del reloj ... ... 106
90
Figura 2.58. Signos de aumento de tamaño de la aurícula izquierda............ .... .. .......................... ... .. 106
Figura 2.56. Imagen normal del tórax en proyección
Figura 2.30. Imágenes radiográficas de derrame
pleural , uno moderado y otro de moderado a grave Figura 2.31. Derrame pleural grave.
·· ····· ··········· ······················· 90
Figura 2.32. Derrame pleural bilateral grave............................... 90 Figura 2.33. Derrame pleural unilateral
izqu ierdo moderado .
................... ..... ............... ... .. ...................
Figura 2.55. Imágenes normales del tórax en las que se representan las cámaras card iacas, el arco aórtico y la arteria pu lmonar principal .. .... .... .... ........... .... 103
90
Figura 2.34. Representación esquemática del
desplazam iento del corazón en los casos de neumotórax.....
91
Figura 2.35. Neumotórax bi lateral de moderado a grave ..
92
Figura 2.36. Falso neumotórax (pseudoneumotórax)
93
106
Figura 2 .59. Signos de aumento de tamaño del ventrículo izquierdo......................... ....................
......... 107
Figura 2.60. Signos de aumento de tamaño
de la aurícu la derecha
..... 107
Figura 2.61. Signos de aumento de tamaño del ventrículo derecho ....... ... .........
...... 108
Figura 2.62. Cardiomegalia global..
... .... 108
Figura 2.63. Cardiomiopatía hipertrófica en un gato ............... 110
Figura 2.37. Imagen de tomografía computarizada
del tórax de un perro con hidroneumotórax............... .... ................ 93
Figura 2.64. Dirofilariosis . ....................................
······· ·· ··········· ... 110
Figura 2.38. Hematoma pleural y hemotórax .. ....... .... ................ 95
Figura 2.65. Conducto arterioso persistente
....................... 112
Figura 2.39. Mineralizaciones/engrosamiento pleural
95
Figura 2.66. Estenosis pu lmonar
Figura 2.40. Hidroneumotórax
95
Figura 2.67. Estenosis aórtica ... ............ .
···················· ··························
Figura 2.41. Representación del mediastino realizada sobre una imagen de tomografía computarizada del tórax de un perro . ...... ............
·· ················· ... 113 Figura 2.68. Derrame pericárdico .. .................... . ........................ 115 Figura 2.69. Hernia peritoneopericárdica
95
Figura 2.42. Representación del mediastino craneal
en radiografías de un perro sano
····· ··· ··········· ····· ················ ... 113
96
Figura 2.43. Receso mediastínico caudoventral ... .................... 96 Figura 2.44. Grasa mediastínica ventral
a la silueta cardiaca.. .... ..................................................... ....................... 96 Figura 2.45. Silueta del timo normal en un perro joven
97
Figura 2.46. Derrame mediastínico
97
Figura 2.47. Neumomediastino ...
99
···················· ... 115
Figura 2.70. Tumor en la base del corazón (quemodectoma)... .................. .. .
....... 115
............... 117
Figura 2.71. Microcardia e hipovascularización .. Figura 2.72. Imágenes normales del tórax en las que se representa la localización de los distintos lóbulos pu lmonares
..... 117
Figura 2.73. Representación esquemática del patrón pu lmonar normal e imagen ampl iada del pulmón
de un perro sano. ........
........... ........ 118
Figura 2.74. Representación esquemática del
Figura 2.48. Linfadenopatías mediastínicas,
patrón pu lmonar bronquial por mineralización
traqueobronquiales y esternal/es. ................... .....................
99
e imagen ampliada del pu lmón de un perro
Figura 2.49. Timoma . ................... .................... ................... .. .
99
con paredes bronquiales mineralizadas ... ...... ............ .
... 120
Índice de figuras
Figura 2.75. Representación esquemática del patrón pulmonar bronquia l por engrosamiento de paredes o infiltrados peribronquiales e imagen radiográfica del pulmón de un perro con bronquitis eosinofílica
Figura 2.99. Representación esquemática del patrón intersticial no estructurado.. .................. .. ........... 131 ... 120
Figura 2.76. Patrón bronquial causado por asma felina ....... 121 Figura 2.77. Imagen de tomografía computarizada del tórax de un perro con bronquiectasias y masas bronquia les ................................................ .......... ..................... 121 Figura 2.78. Imagen de broncoendoscopia virtual realizada con tomografía computarizada. ........ ........... ..... ... .. 121 Figura 2.79. Arteria y vena lobu lares cranea les izquierdas . 122 Figura 2.80. Arterias y venas lobulares caudales
.... 122
Figura 2.81. Representación esquemática del patrón pulmonar vascular por aumento de tamaño y tortuosidad de las arterias pulmonares, e imagen radiográfica del pulmón de un perro con dirofilariosis .. .............. .. .. .... 123 Figura 2.82. Representación esquemática del patrón pulmonar vascular por aumento de tamaño de las venas pulmonares, e imagen radiográfica del pulmón de un perro con congestión venosa ....................................... ......... 123 Figura 2.83. Congestión vascu lar mixta
..... 124
Figura 2.84. Representación esquemática del patrón pulmonar vascular por disminución de tamaño de los vasos pulmonares, e imagen radiográfica del pulmón de un perro con hipovascularización............. ..................
124
Figura 2.85. Representación esquemática de las distintas fases en la evolución de un patrón alveolar
..... 127
Figura 2.88. Patrón alveolar por bronconeumonía
.... 127
Figura 2.89. Patrón alveolar por bronconeumonía
....... .... 128 ............... 128
Figura 2.91. Neumonía lobular (signo lobular y signo de obliteración de bordes visibles) .. ................................. 128 Figura 2.92. Edema cardiogénico antes y unas horas después del tratamiento ...................... ..................... .... 129 ........................ 129
Figura 2.94. Neumonía focal por penetración de una espiga en el pulmón ......................................... .... 129 Figura 2.95. Hemorragia pulmonar ............. .
.................. . .... 130
Figura 2.96. Contusión pulmonar......................................... Figura 2.97. Atelectasia por decúbito prolongado. Figura 2.98. Atelectasia debida a una masa bronquial
.... 132
Figura 2.102. Imagen de tomografía computarizada del tórax de un perro con patrón intersticial generalizado .... 133 Figura 2.103. Representación esquemática del patrón intersticial nodular en comparación con un área de infiltración alveolar. .................. Figura 2.104. Patrón intersticial nodular causado por metástasis pulmonares
.. 133 .... 134
Figura 2.105. Patrón intersticial nodular miliar causado por metástasis pulmonares .......... .
134
Figura 2.106. Masa pulmonar solitaria ..... .
... ................... 135
Figura 2.107. Masa pulmonar cavitaria .. ..
...................... .... 135
Figura 2.108. Bulla pulmonar...
.. .................................... .... 135
Figura 2.109. Imagen de tomografía computarizada del tórax de un perro con un tumor pulmonar primario y metástasis pulmonares... ..................... ............ 135 Figura 2.110. Patrón mixto (alveolar, bronquial e intersticial nodular miliar) debido a una neoplasia pulmonar primaria... ................... ..
... 136 ............ .. .. 136
126
Figura 2.87. Patrón alveolar por bronconeumonía
Figura 2.93. Neumonía por aspiración ..
Figura 2.101. Patrón intersticial no estructurado debido a un linfoma multicéntrico ...
Figura 2.111. Enfisema pulmonar ... ..............
Figura 2.86. Imagen radiográfica e imagen de tomografía computarizada del tórax de un perro con patrón alveolar por neumonía .. ........ .......................... .. 127
Figura 2.90. Consolidación completa del lóbulo pulmonar craneal derecho
Figura 2.100. Patrón intersticial no estructurado de aspecto reticular debido a una neumonía por Aspergillus. .... 132
..... 130 .. ....... 130 ... 131
Capítulo 3. Esqueleto apendicular Figura 3.1. Carpo de un perro sano de 10 semanas de edad .................... . Figura 3.2. Representación esquemática de los diferentes patrones radiológicos de osteólisis .. Figura 3.3. Representación esquemática de los diferentes tipos de reacción perióstica.......... .. Figura 3.4. Retención del núcleo del cartílago de crecimiento del cúbito ............ .... ..
................. 138 ..... ........ 141 ... .. 141 ... 144
Figura 3.5. Ectrodactilia ......................... .............................. .. .. ....... ... 144 Figura 3.6. Osteocondritis disecante de la cabeza del húmero... ........................ ..................... ... 145 Figura 3. 7. Osteocond ritis diseca nte del cóndilo medial del húmero. ........................... .
... 145
Figura 3.8. No unión del proceso ancóneo del cúbito ........... 146 Figura 3.9. Fragmentación del proceso coronoides medial del cúbito .. .... ...................................... ... 147 Figura 3.10. Imágenes de tomografía computarizada de fragmentación del proceso coronoides medial del cúbito ....... 147
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
Figura 3.11. Imagen normal de la cadera de un perro sano en proyección ventrodorsal
Figura 3.41. Luxación congénita de codo ....................... . '"" 163
.................. .... 148
Figura 3.12. Diferentes grados de
subluxación coxofemoral indicativos de displasia leve, moderada y grave ................................................ 149 Figura 3.13. Medición del ángulo de Norberg con
herramientas de posprocesado de radiografía digital
... 149
Figura 3.42. Luxación medial bilateral de rótulas
""" 163
Figura 3.43. Luxación lateral de la rótula derecha
........ 163
Figura 3.44. Enfermedad degenerativa articular grave de la rodilla ..
...... 163 .. ......... 164
Figura 3.45. Artritis séptica
Figura 3.14. Coxoartrosis grave causada por displasia .......... 149
Figura 3.46. Poliartropatía inmunomediada no erosiva ......... 164
Figura 3.15. Osteodistrofia hipertrófica
Figura 3.47. Poliartropatía inmunomediada erosiva ................ 165
............................ 151
Figura 3.16. Imágenes radiográficas de panosteítis...
... ... 151
Figura 3.17. Necrosis avascular de la cabeza del fémur
Figura 3.49. Osteopatía hipertrófica pulmonar
(enfermedad de Legg-Calvé-Perthes) unilateral .. ........................ 151
(enfermedad de Marie) ....................... ..............
Figura 3.18. Necrosis avascular de la cabeza del fémur (enfermedad de Legg-Ca lvé-Perthes) bilateral ... 151
Figura 3.50. Calcinosis circunscrita
Figura 3.19. Fractura abierta de la tibia y el peroné ............... 152 Figura 3.20. Fractura por avulsión del trocánter mayor
del fémur
.....................
......................... .............
... ... ..........
............................................ .... 153
Figura 3.22. Representación esquemática
de la clasificación de las fracturas tipo Sa lter ........................... 153 Figura 3.23. Fractura Salter tipo IV
................................... ...... 154
Figura 3.24. Rotura de una placa de osteosíntesis
........ 154
Figura 3.25. Signos de movilidad o rechazo
de una prótesis de cadera
.. .................... ............ 154
Figura 3.26. Osteoporosis postraumática ..
............... 155
Figura 3.27. No unión atrófica de una fractura de la tibia ... 155
.... 166
Capítulo 4. Columna Figura 4.1. Imágenes de la columna cervical en proyección latera l mal y bien posicionada .. ..................... .... 168 Figura 4.2. Imágenes de la columna lumbar en proyección lateral mal y bien posicionada ....... .. ..................... 168 Figura 4.3. Imagen de la columna lumbar
... 169
en proyección ventrodorsal bien posicionada .....
.............. 169
Figura 4.4. Patrón mielográfico normal. ......... .
Figura 4.5. Patrón mielográfico de lesión extradural .. ............. 171 Figura 4.6. Patrón mielográfico de lesión
....... 171
intradural-extramedular .. ....... ................ .
Figura 4.7. Patrón mielográfico de lesión intramedular ......... 172
Figura 3.28. No unión hipertrófica
de una fractura del radio .............................. .
... ················ ... 155
Figura 3.29. Consolidación defectuosa de una fractura del radio y el cúbito .................... .. .................... .. ... 155 Figura 3.30. Imágenes radiográficas e imagen
de tomografía computarizada de un radius curvus. Figura 3.31. Radio corto
.. 166
... 152
Figura 3.21. Fractura por impactación del cuello
del fémur..
..... 165
Figura 3.48. Neoplasia articular ........... ............................. .
..... .. 157
................................................ ........... 157
............. 172
Figura 4.8. Hemivértebras en "mariposa"
................... ... 172
Figura 4.9. Hemivértebras en "cuña .....
Figura 4.10. Imagen de resonancia magnética de una compresión medular causada por múltiples deformaciones vertebrales..... .................... ..... ................... 173 Figura 4.11. Vértebra en bloque
.. .................... ... 173
Figura 3.32. Imágenes radiográficas de neoplasias óseas ... 158
Figura 4.12. Lumbarización del sacro ........................................... 173
Figura 3.33. Neoplasia ósea (triángulo de Codman visible). 159
Figura 4.13. Sacralización de la L7 .. ........... ........
Figura 3.34. Metástasis óseas...
Figura 4.14. Vértebra T13 transicional ..................
.................................. ..... .... 159
....................... 175 175
Figura 3.35. Tumor de tejidos blandos con afectación ósea secundaria. .... ............. ..... ..... ............. .... 159
Figura 4.15. Columna cervical de un perro sanó y de un perro con subluxación atlantoaxial .................................. 175
Figura 3.36. Osteomielitis .................... .........................
Figura 4.16. Inestabilidad cervical
.... 160
Figura 3.37. Hiperparatiroidismo nutricional secundario ..... 160
(síndrome de Wobbler) .. ....... ................ ..
... 177
Figura 3.38. Hipervitaminosis A
Figura 4.17. Inestabilidad lumbosacra ........ .
... 177
Figura 4.18. Inestabilidad lumbosacra .......... .................... .
... 177
Figura 4.19. Imagen de resonanc ia magnética de un perro con inestabilidad lumbosacra ................... .
... 177
······················ ............ 161
Figura 3.39. Luxación de la articulación antebraquiocarpiana .......................... ..................... .. Figura 3.40. Subluxación escapulohumeral
... 162
.............. .. 162
Indice de figuras
Figura 4.20. Representación de la dirección de entrada de los rayos X a través de los espacios intervertebra les ... 178 Figura 4.21. Minera lización del disco intervertebral C5-C6 ............................................ .. .
. .......... 179
Figura 4.22. Estrechamiento del espacio intervertebral L5-L6 .......................................... ....................
............ 191
Figura 5.3. Fractura craneal mú ltiple ..
Figura 5.4. Fractura craneal identificada en una proyección oblicua centrada en la lesión ....... ............ ... 192 Figura 5.5. Osteosarcoma craneal...
192
Figura 5.6. Osteoma craneal..... ....... .. ..................
... 192
Figura 5.7. Neoplasia de tejidos blandos con afectacíón ósea secundaria
.... 192
Figura 5.8. Fractura del hueso nasal ..
.... 193
Figura 4.24. Estrechamiento de espacio intervertebral por lesión discal antigua .... .. .. ....... .. .................................... .. 181
Figura 5.9. Fractura del hueso frontal
.. 193
Figura 5.10. Rinitis bacteriana ..
... 193
Figura 4.25. Escoliosis torácica ........... ........... .. ... .............................. 181
Figura 5.11. Rinitis crónica híperplásíca ...
... 193
Figura 4.26. Cifosis torácica .......... .
... 181
Figura 5.12. Rinitis crónica...
.. 194
Figura 4.27. Lordosis torácica .. ... .
························ 181
.... 179
Figura 4.23. Mineralización del disco intervertebral L2-L3 y presencia de material discal mineralizado en el espacio Ll-L2 .............. .................. ........ 180
. ............. .. ...... .. .............
Figura 5.13. Imágenes radiográficas de rinitis fúngica causada por Aspergillus ..
... 194
Figura 4.29. Espond ilosis deformante ventral marcada ........ 182
Figura 5.14. Neoplasia nasa l .................... .. .. .............. .
... 195
Figura 4.30. Espondilosis deformante latera l .................. .. ..... ... 182
Figura 5.15. Neoplasia nasal ... ................. ................. .
... 195
Figura 4.31. Espondi losis deformante marcada en un perro de raza Boxer ............... ............. ......
Figura 5.16. Neoplasia nasal
.................. 195
Figura 5.17. Neoplasia nasa
·· ·················· ·· ·· ·················· ..... 195
Figura 4.28. Espondilosis deformante ventral leve..
..... 182
Figura 4.32. Osificación dura l
... 183 ............ 183
Figura 4.33. Espondiloartrosis y espondilosis deformante ... 183 Figura 4.34. Espondilítis... ........... ... ....... ...
... ................. .... 183
Figura 4.35. Espond ílopíosís (osteomielitis vertebra l)
.... 183
Figura 4.36. Discoespondílitis en fase inicial , intermedia y avanzada o crónica ...................................................... 185 Figura 4.37. Díscoespondilitis en fase in icial
.................. 185
Figura 4.38. Míelografía de un perro con discoespondi lítis en fase avanzada o crón ica Figura 4.39. Imágenes radiográficas de fracturas vertebrales
.. .................. ... 185
.......................... ............... 186
Figura 4.40. Fractura de una apófisis transversa de la C2 .. 186 Figura 4.41. Subluxacíón Ll-L2 ............................ .......... ................. 187 Figura 4.42. Fractura conmínuta de la L6
.... 187
Figura 4.43. Radiografía simple y mielografía de un perro con neoplasia ósea .. .................... ..... ............. .... 187 Figura 4.44. Metástasis vertebrales de un tumor prostático .........
······················ ........ 187
Figura 4.45. Exóstosís cartilaginosas múltiples
.... .... 188
Capítulo 5. Cabeza Figúra 5.1. 1magen radiográfica y ecográfica de un perro con hidrocefa lia congénita .. ····················· ..... 191 Figura 5.2. Dísplasía occipita l ........... ...................... ................. . ....... 191
1 ..
Figura 5.18. Línfoma nasal ... .. .. .
······················· ..... 197
Figura 5.19. Neoplasia de tejidos blandos con afectación ósea secundaria .......................
.. .... 197
Figura 5.20. Fractura de la sínfisis y zona rostral de ambas ramas mandibulares .. .
...... 197
Figura 5.21. Fractura obl icua del cuerpo de la mandíbu la derecha
.... 197
Figura 5.22. Fractura conmínuta de la zona rostral del maxilar ..
197
Figura 5.23. Proyección oblicua adecuada para la eva luación de la articu lación temporomand ibular
.... 197
Figura 5.24. Luxación temporomandíbular ............
... 197
Figura 5.25. Subluxación temporomandibular
... 198
Figura 5.26. Neoplasia oral de tejidos blandos, con afectación ósea secundaría... .... ............................................ 199 Figura 5.27. Neoplasia oral de tejidos blandos, con afectacíón ósea secundaria ......................... .............................. 199 Figura 5.28. Osteopatía craneomandibular que afecta a las ramas mandibu lares.... .........................
... 199
Figura 5.29. Osteopatía craneomandibular que afecta a las bul las timpánicas y a la región petrosa del hueso temporal....... . ...............
.. 199
Figura 5.30. Osteopatía craneomandibular que afecta a la bóveda cranea l... . .......................
... 199
Figura 5.31. Hiperparatiroidismo renal secundario. Figura 5.32. Partes del diente.. ..................
......... 200
... ..................
.. 200
ATLAS DE INTERPRETACIÓN RADIOLÓGICA en pequeños animales
Figura 5 .33 . Enfermedad periodontal. .. ..... ................................ 201
Figura 6.13. Vasos sanguíneos pulmonares normales
Figura 5.34. Absceso periapical.. ........ .......... ..........................
Figura 6 .14. Imagen transversal de un vaso
. 201
pulmonar normal..
Figura 5.35. Imagen de las bullas timpánicas normales
de un gato en las proyecciones rostrocaudal con boca abierta y rostroventral-caudodorsal oblicua ....... .. ... .. 202 Figura 5.36. Imagen de las bullas timpánicas normales
de un perro en las proyecciones lateral oblicua y rostrocaudal con boca abierta .. ... ...............
213
. ... ........ .. .............................. ........................ 214
Figura 6.15. Cálculo/sed imento biliar ......... ................................ 214 Figura 6.16. Fundus gástrico normal en la proyección lateral izquierda .... .
......... ....... ...... .... 214
Figura 6.17. Fractura de radio y cúbito (la de cúbito
.... 203
Figura 5 .37. Imagen de las bullas timpánicas
normales de un gato en la proyección lateral. ............................. . 203 Figura 5.38. Otitis externa
.... 203
Figura 5.39. Otitis media bilateral ................................
.... 204
no visible en la proyección mediolateral) ............................. ...... ... 215 Figura 6.18. Núcleo de crecimiento de la tuberosidad tibial. ..
············ 215
Figura 6.19. Efectos de la rotación de la pelvis en la proyección ventrodorsal de la cadera ...
.... 216
Figura 5.40. Otitis media unilateral derecha .......................... .... 204
Figura 6.20. Reminiscencia de la clavícula ................ ........... ..... 216
Figura 5.41. Neoplasia del conducto auditivo ............... ... ... .. .. 204
Figura 6.21. Falso estrechamiento de los espacios
Capítulo 6. Errores diagnósticos más frecuentes
intervertebrales al colocar de forma incorrecta la columna ... 217 Figura 6.22. Falta de definición del margen ventral del cuerpo vertebral de L3 y L4 debida a la inserción de los pilares diafragmáticos .. ......... ............. ................................ 218 Figura 6.23. Ligera disminución de la anchura del espacio
... .. 206
intervertebral TlO-Tll (variación anatómica normal) . ....... .. .... 218
Figura 6.2. Abdomen de un perro sano joven ......... ........... ..... 206
Figura 6.24. 1nyección de contraste yodado en el espacio subaracnoideo y, por error, en el espacio epidural .. .. .. 218
Figura 6.1. Abdomen de un perro sano muy delgado
Figura 6 .3 . Imagen redondeada del antro pilórico en
proyección lateral derecha
............................... ................... 207
Figura 6 .4. Predominio de contenido líquido
(líquido/moco) en el intestino delgado
................................. 208
Figura 6 .5. Predominio de contenido gaseoso
en el intestino delgado ................... .... .. ............. ........ ..............
.... 208
Figura 6.6. Imagen ondulada de la pared del intestino ....... 209 Figura 6.7. Imagen de pseudoúlceras en el duodeno de un perro ... ..................... ............................... ....... .... 209 Figura 6 .8. Imagen "en collar de perlas"
en el duodeno de un gato . ..................................... ......................... ... .. 209 Figura 6 .9. Pezón hiperplásico ............................ ......................... ..... 210 Figura 6.10. Mineralizaciones de las uniones costocondrales .................. .................. ... .............. ....................
..... 210
Figura 6.11. Retención normal de líquido o moco en la zona caudal del esófago torácico ......... ............. ..
..... 211
Figura 6.12. Radiografía espiratoria de un perro sano ...... .. ... 213
Figura 6.25. Superposición de la rama
mandibular derecha con la cavidad nasal del mismo lado en la proyección dorsoventral por rotación de la cabeza ...... ...........................
........ 219
Figura 6.26. Superposición de la lengua en la proyección ventrodorsal con boca abierta de un perro sano... .......... 219 Figura 6.27 . Falsa imagen de aumento de radiopacidad de los senos por mala colocación de la cabeza . en la proyección rostrocaudal tangencial ... ... .... ... ........... .... 219 Figura 6 .28. Área sobreexpuesta ?e pulmón en una radiografía digital
····················· .... 221
Figura 6.29. Halo radiotransparente alrededor de implantes metálicos en el hueso que aparece en rad iografías digitales por aplicación excesiva del realce de bordes ..... .......................................... 221 Figura 6.30. Imágenes radiográficas digitales del tórax, una correctamente ajustada y otra con realce de bordes excesivo ... ..
.... 221