ASÍ HABLABA ZARATUSTRA
Autor: Friedrich Nietzsche, poeta, ensayista y filósofo; 1844-1900.
Otras obras: El nacimiento de la tragedia, Humano, demasiado humano, El viajero y su sombra, La gaya ciencia, Más allá del bien y del mal, El ocaso de los ídolos, El anticristo, etcétera.
Género y corriente: Ensayo filosófico escrito en prosa poética.
Estructura: Consta de prólogo y "Los discursos de Zaratustra", estos últimos divididos en cuatro partes, conformadas por breves tratados o pasajes nominados sin numerar.
Sinopsis: Cuando contaba con treinta años, Zaratustra —legendario filósofo persa, cuyo nombre en español es Zoroastro, quien se cree vivió en el siglo VI a. C.— decide retirarse a la soledad de la montaña, acompañado solamente por sus dos animales heráldicos: el águila, que simboliza el orgullo, y la serpiente, la sabiduría. Durante su voluntario retiro, adquiere conocimiento y un día considera que ha llegado el momento de bajar a predicar a los hombres.
Al llegar a la ciudad, encuentra al pueblo reunido en el mercado y "comete la gran tontería" de hablar a todos, que es como no hablar. Su fracaso es total y el pueblo se burla de él. Desde entonces, por lo tanto, Zaratustra buscará discípulos a quienes dirigir sus discursos, que en esencia son desafíos a los antiguos ideales y creencias.
El tema central de la primera parte es la muerte de Dios, ser cuyo peso —dice— ya no debe abrumar al hombre a fin de ser libre para conquistar, no "el otro mundo", sino este mundo suyo. Luego de explicar de qué manera debe realizarse la evolución del espíritu humano (las tres transformaciones), siguen disertaciones donde ataca las virtudes que actúan como adormideras de esa evolución: "la tranquila somnolencia de la moral", la aridez libresca de una cultura sedentaria, el ascetismo, etc.; en cambio, exalta la guerra, la amistad, la vida, conceptos con sentido en sí mismos y, en fin, la generosidad de la sana virtud dada.
Al terminar la primera serie de sus discursos, Zaratustra se despide de sus discípulos y vuelve nuevamente a la soledad de las montañas. Sus últimas palabras son: "Muertos están todos los dioses; ahora queremos que viva el superhombre."
Después de meses y años, Zaratustra vuelve a predicar. El tema básico de la segunda parte es la voluntad de poder, por ello, al principio ataca a quienes se oponen a esa voluntad: los compasivos, los sacerdotes, los virtuosos, los sabios famosos, la chusma, los poetas. Todos ellos —dice— sienten aversión por la vida; están dominados por el espíritu de la venganza. Y luego de algunos capítulos de tono lírico, aparece un esbozo del hombre liberado de ese espíritu vengativo. El capítulo final de esta parte hace emerger, como un monstruo, el pensamiento del eterno retorno, a desarrollar en su siguiente prédica. Por la noche, de nuevo se retira solitario.
El tema de la tercera parte es, como se ha adelantado, el pensamiento del eterno retorno. Zaratustra se embarca y, durante la travesía, narra a los marineros su sueño más reciente "de la visión y del enigma", que produce un terror especial por el misterio y por su significado inefable, inexpresable. Mezclado con frecuentes intermedios líricos de gran valor poético, este pensamiento del eterno retorno aflora una y otra vez en esta parte. Zaratustra celebra ahora la inconsciencia de la felicidad, canta las potencias naturales y la victoria sobre la melancolía, pide a los hombres despojarse de su "gravedad" y, finalmente, dicta sus nuevas tablas de valores, que derriban los antiguos conceptos sobre el bien y el mal e invoca a la eternidad en nombre de la alegría.
Muchos años y muchas lunas han pasado sobre el alma de Zaratus¬tra cuando comienza la cuarta parte. De nuevo está en la soledad de su caverna; sus cabellos se han vuelto blancos. De pronto llega a él un grito de angustia: procede de criaturas, símbolos de antiguos valores ya caducos: un adivino (el tedio de la vida), los reyes (la falsedad del poder), un "concienzudo del espíritu» (el veneno del positivismo), un mago (la fantasía esclavizante), un papa errabundo (la muerte de Dios), el más feo de los hombres (el rencor asesino de Dios), un mendigo voluntario (la búsqueda de la felicidad), el viajero y la sombra. Zaratustra saluda a éstos, los hombres superiores, y celebra con ellos "La cena" y "La fiesta del asno". Sin embargo, pronto se sienten presos de una duda angustiosa. Zaratustra no experimenta compasión por ellos y los expulsa. No es a ellos a quienes aguarda en sus montañas; entona entonces un canto de embriaguez, de afirmación y de fe en el eterno retorno, donde invoca "la profunda eternidad". Y luego, en la radiante mañana, superada su última tentación, Zaratustra abandona su caverna y parte con destino desconocido, "ardiente y fuerte como un sol matinal que viene de oscuras montañas".
La filosofía de Nietzsche expuesta en esta obra, a pesar de constituir una negación virulenta de las -normas y hábitos tradicionales de pensamiento, trata más bien de llamar la atención sobre los débiles fundamentos de nuestras creencias y es, sobre todo, una vigorosa reacción contra el conformismo dominante.
Dejando de lado su contenido filosófico —con el cual podemos libremente concordar o disentir—, Así hablaba Zaratustra está conside¬rada como una de las obras maestras de la literatura alemana por su estructura, la unidad de su pensamiento, la riqueza de su estilo y la poesía que domina en numerosos pasajes.
División de la obra. El prólogo posee una especial importancia: critica el sentido del "último hombre" (que no es sino el sujeto burgués) y desea instaurar el nuevo "valor de la tierra" (frente a toda forma de trascendencia). La obra se divide en cuatro partes, que tratan de cuatro temas distintos, los cuatro temas que integran el legado de la filosofía nietzscheana. Primera parte: "La muerte de Dios": en ella, habla de tres figuras fundamentales del espíritu: el camello (que soporta el dominio de la moral), el león (que crea una nueva moral) y el niño (que crea nuevos valores mediante el juego); asimismo, propone la necesidad de considerar las virtudes tradicionales como "adormideras", que impiden ver los valores verdaderos y reivindica la necesidad de imaginar el nuevo sujeto humano como alguien que se atreve a experimentar. Segunda parte: "La voluntad de poder": relata la segunda bajada de Zaratustra y expone una nueva serie de discursos que tienen como tema central la "voluntad de poder", atacando a quienes se oponen a la voluntad creadora de una moral autónoma. Al final de esta parte aparece la visión del "eterno retorno de las cosas", que aterroriza a Zaratustra por su radicalidad y es, junto a la "voluntad de poder", uno de los núcleos de su filosofía. Pero esta segunda parte termina también con un fracaso: Zaratustra regresa a su montaña, incomprendido por los hombres que no entienden cuanto dice y se ríen de él. Tercera parte: "El eterno retorno de lo idéntico": tiene una importancia especial. En ella Zaratustra plantea la doctrina del "eterno retorno" y supone el final de la obra en su primer proyecto: el "eterno retorno" es la visión secreta de Zaratustra, su doctrina más preciada. Nietzsche expone esta doctrina empleando gran cantidad de símbolos y discursos alegóricos (en especial, los titulados "De la visión y el enigma", que constituye una síntesis de toda la obra, y "Los siete sellos") de tono apocalíptico y de una gran belleza lírica. Cuarta parte: "Necesidad de los superhombres": presenta a un Zaratustra anciano y desanimado ante el fracaso de su tarea, pero que todavía tiene la fuerza suficiente para reivindicar la necesidad de aquellos que denomina "hombres superiores". Éstos serán los únicos que podrán comprender su doctrina y vivir según la filosofía que Nietzsche representa: son los verdaderos "superhombres", que habrán anulado la mediocridad de la cultura occidental y constituirán una nueva clase de filósofos. Comentario general Se trata de una fábula, en la que se mezclan elementos narrativos, conceptuales y líricos. Toda la obra posee un carácter poético y se encuentra llena de símbolos y metáforas, expresadas en un brillante estilo, raramente superado en la historia de la lengua alemana. El autor concedió a su obra un carácter poético, que hace difícil su lectura. En la obra, Nietzsche trata de ser absolutamente personal sin emplear la primera persona; una especie de "memoria". Esta obra está considerada, también, como la "antítesis" de la Biblia, siendo Zaratustra antagónico de Jesús. Zaratustra es una figura simbólica de la nueva filosofía que el autor pretendía desarrollar, y Nietzsche se denomina a sí mismo el "poeta de Zaratustra". El conjunto del libro narra los discursos que Zaratustra pronuncia entre los hombres para anunciar su nueva doctrina. Cada una de las partes relata sucesivos "descensos" que Zaratustra realiza desde su retiro en la montaña para relatar a los hombres su nuevo pensamiento. Las partes fundamentales de Así habló Zaratustra son consideradas por Nietzsche como verdaderas "tormentas del espíritu" y cada una de ellas posee una cierta independencia. Nietzsche pretendía transmitir con este libro un mensaje positivo. A lo largo de sus páginas queda expuesta la propia filosofía positiva de Nietzsche. La idea principal de la obra es el "superhombre"; Nietzsche afirmaba que es algo que debe ser superado, es un puente, no un fin". Zaratustra es una figura simbólica de la nueva filosofía que el autor pretendía desarrollar. Esta obra, se puede considerar como el libro más célebre y controvertido de toda la obra nietzscheana; en la que Nietzsche expuso algunas de sus tesis fundamentales, tras haber
2. realizado una serie de radicales críticas contra la cultura burguesa de su tiempo y contra la tradición cristiana que la sustentaba, esto es, con los valores sociales existentes. Esta obra tuvo un origen especial, de carácter místico y contemplativo, en dos "visiones" que su autor tuvo en 1881 y en 1883. El libro Así habló Zaratustra es un libro que ha recibido muy buenas críticas en general, pues está considerado como uno de los libros más representativos de la doctrina filosófica del siglo XX, en el cuál están algunas de las tesis fundamentales de pensamiento nietzscheano más maduro. El libro ha servido como base científica de muchos científicos y psicólogos, así como también ha tenido gran influencia en los movimientos literarios más importantes de finales del siglo XIX y principios del XX: naturalismo, expresionismo y teatro épico. El hecho de que Así habló Zaratustra haya sido reimpreso decenas de veces no sólo en España, sino en numerosos países europeos y americanos habla por sí solo de su aceptación. Nietzsche mismo tenía conciencia de ello. ð Entre mis escritos ocupa mi Zaratustra un lugar aparte. Con él he hecho a la humanidad el regalo más grande que hasta ahora ésta ha recibido. Este libro, dotado de una voz que atraviesa milenios, no es sólo el libro más elevado que existe, el auténtico libro del de alturas - todo el hecho yace a enorme distancia por debajo de él-, es también el libro más profundo, nacido de la riqueza más íntima de la verdad, un pozo inagotable, al que ningún cubo desciende sin subir lleno de oro y de bondad. No habla en él un "profeta", uno de esos espantosos híbridos de enfermedad y de voluntad de denominados fundadores de. Es preciso ante todo oír bien el que sale de esa boca, ese sonido alcionio, para no ser lastimosamente injustos con el sentido de su sabiduría. "Las palabras más silenciosas son las que traen la tempestad, los pensamientos que caminan con pies de paloma dirigen el mundo". En la obra de Nietzche destaca el siguiente fragmento: "Los más preocupados preguntan hoy: « ¿Cómo se conserva el hombre?» Pero Zaratustra pregunta, siendo el único y el primero en hacerlo: « ¿Cómo se supera al hombre?» El superhombre es lo que yo amo, él es para mí lo primero y lo único, - y no el hombre: no el prójimo, no el más pobre, no el que más sufre, no el mejor- Oh hermanos míos, lo que yo puedo amar en el hombre es que es un tránsito y un ocaso. Y también en vosotros hay muchas cosas que me hacen amar y tener esperanzas. Vosotros habéis despreciado, hombres superiores, esto me hace tener esperanzas. Pues los grandes despreciadores son los grandes veneradores." Este es un fragmento del discurso de Zaratustra "Del hombre superior", de la Cuarta Parte. En él Zaratustra le dice a los hombres superiores que el hecho de sean grandes despreciadores es lo que les hace ser grandes veneradores. Los hombres superiores no se preguntan realmente lo que importa: ¿Cómo se supera al hombre? Zaratustra dice que lo admirable del hombre es ser simultáneamente tránsito y ocaso, que viene a ser que es el camino hacia un nuevo hombre, el superhombre, pero a la vez es el fin de otro hombre, el hombre actual. Éste es, un fragmento sumamente representativo. Lo creo porque en él se ejemplifica, a la perfección, lo que Nietzsche intentaba enseñar, y es que "el hombre es algo que debe ser superado, es un puente, no un fin". En este fragmento se puede ver reflejada la doctrina del "superhombre", una de las ideas más controvertidas y divulgadas de toda la obra de Nietzsche y de toda la filosofía occidental en general. "La sencillez y la naturalidad son el ser supremo y último fin de la cultura". Capítulos de la primera parte Del amor al prójimo Zaratusta dice que nuestro amor al prójimo es nuestro mal amor a nosotros mismos, huimos hacia el prójimo huyendo de nosotros mismos y queremos hacer de eso una virtud, pero él dice que desistamos. No aconseja el amor al prójimo. No conseguimos soportarnos a nosotros
3. mismos y no nos amamos bastante, por eso queremos inducir al prójimo a que ame. Expresa que no miente tan sólo aquel que habla en contre de lo que sabe, sino ante todo aquel que habla en contra de lo que no sabe. Zaratustra nos enseña el amigo y su corazón rebosante y dice que en tu amigo debes amar al superhombre como causa de ti. Del camino del creador Zaratustra dice que el que busca fácilmente, se pierde a sí mismo. No le importa que seas libre, sino para que se es libre. No puedes ser juez para ti mismo y vengador de tu ley, terrible cosa es hallarse sólo con el juez y vengador de la propia ley. El solitario sufre todavía a causa de muchos, hoy conservas aún todo tu valor y todas tus esperanzas. Alguna vez la soledad te fatigará, o tu orgullo se curvará, alguna vez gritarás: "¡estoy sólo!". Alguna vez contemplarás demasiado cerca tu bajeza y gritarás: "¡todo es falso!". Hay sentimientos que quieren matar al solitario, si no lo consiguen, ellos mismos tienen que morir. El solitario fuerza a muchos a cambiar de doctrina acerca de él, esto se lo hacen pagar caro. Se aproximó a ellos y pasó de largo: esto no se lo perdonarán nunca. Solitario: guárdate de los buenos y justos, que crucifican a quienes se inventan una virtud para sí mismos y te odian; de la simplicidad, para ella no es santo lo que no es simple; de los asaltos de tu amor; pero sobretodo guárdate de ti mismo. El solitario recoge el camino del creador y el del amante. El amante quiere crear porque desprecia. Zaratustra ama a quien quiere crear por encima de sí mismo, y por ello perece. De la virtud que hace regalos UNO: Zaratustra salió de la ciudad que amaba: "La Vaca Multicolor", con sus discípulos. Llegado a una encrucijada quería seguir sólo. Como recuerdo sus discípulos le regalaron un bastón, en cuyo puño de oro una serpiente se enroscaba en torno al sol. A continuación habló a sus discípulos y les dijo que sólo en cuanto reflejo de la virtud más alta llegó el oro a ser el valor supremo. Semejante al ore resplandece la mirada del que hace regalos. Una virtud que hace regalos es la más alta. Con ojos de ladrón mira todo lo que brilla. Símbolos son todos los hombres del bien y del mal: no declaran, sólo hacen señas. El origen de nuestra virtud está en todas las horas que nuestro espíritu quiere hablar por símbolos. Poder es esa virtud, es un pensamiento dominante y en torno a él, un alma inteligente: un sol de oro y en torno a él, la serpiente del conocimiento. DOS: Zaratustra cayó un poco y continuó diciendo que permanecieran fieles a la tierra con el poder de la virtud, que el amor que hace regalos y el conocimiento, sirvan al sentido de la tierra. No hay que dejar que la virtud huya de las cosas y hay que conducir a las virtudes perdidas nuevamente hacia la tierra. El espíritu y la virtud tienen que servir al sentido de la tierra. En un lugar de curación debe transformarse la tierra. TRES: Zaratustra concluyó dando un consejo a sus discípulos, diciéndoles que se alejaran, se guardaran y que se avergonzaran de él, porque tal vez les hubiera engañado. El hombre del conocimiento no sólo tiene que saber amar a sus enemigos, sino que también tiene que saber odiar a sus amigos. El mediodía es la hora en que el hombre se encuentra a mitad de su camino entre el animal y el superhombre. Capítulos de la segunda parte En las islas afortunadas Zaratustra comienza comparando la caída de los higos de los árboles con la enseñanza, después nombra al superhombre y a continuación habla de Dios. Dice de éste que es una suposición, que es un pensamiento que vuelve torcido a todo lo derecho y que si hubiera dioses,
4. él no podría soportar el no ser Dios, por lo tanto no existen los dioses. Más tarde aclarará esto diciendo, que pensar lo anterior es una frivolidad. Finalmente, expone que el crear es una redención del sufrimiento. Él con mucho sufrimiento ha recorrido su camino, pero así lo ha querido su destino, que es lo que su voluntad quiere. Zaratustra enseña la verdadera doctrina acerca de la voluntad y la libertad, que es el querer hacer libres. Lejos de Dios y de los dioses, Zaratustra se ha atraído esa voluntad. De las tarántulas Es una parábola, la de la cueva de las tarántulas. Tarántulas, para Zaratustra, son los que causan vértigos a las almas, los predicadores de la igualdad, los que quieren ejercer venganza y burla de todos los que no son iguales a ellos. Sus celos nos conducen también a los senderos de los pensadores, y éste es el signo característico de sus celos, que van siempre demasiado lejos. En cada una de sus quejas resuena la venganza, en cada uno de sus elogios hay un agravio; y ser jueces, les parece la bienaventuranza. Zaratustra aconseja, que desconfiemos de todos aquellos en quienes es poderosa la tendencia a imponer castigos, de los que hablan mucho de su justicia y de los que se llaman a sí mismos "los buenos y justos". A él la justicia le dice que los hombres no son iguales ni deben llegar a serlo. Quién en otro tiempo elevó en la caverna de la tarántula sus pensamientos como una torre, ése sabía el misterio de toda la vida tanto como el más sabio. También a él le ha picado la tarántula, con la venganza, y producirá vértigo en su alma. Pero prefiere ser un santo estilita, que remolino de venganza. En verdad Zaratustra nunca será un bailarín picado por la tarántula. La canción del baile Zaratustra caminaba por el bosque con sus discípulos y se encontró a unas muchachas bailando, que al verlo pararon. Él les dijo que no era ningún aguafiestas para que dejaran de bailar. Zaratustra cantó una canción, mientras cupido y las muchachas y Cupido bailaban juntos. Cantó sobre la vida, sobre la sabiduría, dando una definición de la misma: tenemos sed de ella y no nos saciamos, la miramos a través de velos, la intentamos apresar con redes y mudable y terca es. Capítulos de la tercera parte Del espíritu de la pesadez Zaratustra comienza describiendo partes de su cuerpo metafóricamente. Dice que su boca es el pueblo, que su mano es la mano de un necio, que su pie es un pie de caballo y que su estómago es el de un pájaro. Un ser que se alimenta con cosas inocentes, dispuesto a volar, de alejarse volando, ese es el modo de ser de Zaratustra. Es enemigo del espíritu de la pesadez. Quien algún día enseñe a los hombres a volar, ése habrá cambiado de sitio todos los mojones de piedra; para él estos mismos volarán por el aire y él bautizará de nuevo a la tierra llamándola "La Ligera". El que quiera hacerse ligero y transformarse en pájaro, tiene que amarse a sí mismo. Hay que aprendes a amarse a sí mismo con un amor saludable y sano: a soportar estar consigo mismo y a no andar vagabundeando de un sitio para otro. Este vagabundeo se bautiza con el nombre de "amor al prójimo". Dejamos que los niños pequeños vengan a nosotros para impedirles a tiempo que se amen a sí mismos. Sólo el hombre para sí mismo es una carga pesada, porque lleva cargadas sobre sus hombros demasiadas cargas ajenas, además de las suyas propias. El hombre es difícil de descubrir, y descubrirse uno a sí mismo es lo más difícil de todo; a menudo el espíritu miente a propósito del alma. Parásito es todo aquel que no ha querido amar, pero sí vivir del amor. Desventurados son todos aquellos que sólo tienen una única elección, la de convertirse en animales malvados o en malvados domadores de animales, a los que siempre tiene que aguardar. La doctrina de
5. Zaratustra es que quien quiera aprender alguna vez a volar, tiene que aprender primero a tenerse en pie y a caminar. Del gran anhelo Zaratustra ha enseñado al Alma a decir "hoy" como se dice "alguna vez". Le ha redimido de todos los rincones; le ha lavado del pequeño pudor; le ha dado el derecho de decir si o no; le ha devuelto la libertad sobre lo creado y lo increado; le ha enseñado el despreciar, el persuadir; le ha aportado todo el obedecer; le ha dado nuevos nombres y juguetes y le ha dado a beber toda sabiduría. Le ha dado todo, hasta el amante cantar. Ahora el Alma se encuentra rica y pesada. No hay otra que sea más amorosa, más comprensiva, más amplia y su plenitud mira por encima de mares rugientes. Los siete sellos Zaratustra es un adivino y está llenos de aquel espíritu vaticinador que camina como una pesada nube entre lo pasado y lo futuro. Nunca encontró a la mujer de quien quisiera tener hijos, pues él ama a la eternidad. Dice que si alguna vez su cólera destrozó sepulcros, su escarno aventó palabras enmudecidas o se sentó jubiloso donde yacen enterrados viejos dioses bendiciendo al mundo, ¿cómo no iba a anhelar la eternidad y el anillo del retorno? Pues él ama a la eternidad. Expresa que si alguna vez llegó hasta él el soplo creador, rió con la risa del rayo creador o jugó a los dados con los dioses sobre la divina mesa de la tierra, ¿cómo no iba a anhelar la eternidad y el anillo del retorno? Pues él ama a la eternidad. Si bebió del jarro de mosto en que se hallan mezcladas todas las cosas, derramó las cosas más remotas sobre las más prójimas o si es un grano de la sal redentora que hace que todas las cosas se mezclen bien, ¿cómo no iba a anhelar la eternidad y el anillo del retorno? Pues él ama a la eternidad. Si es amigo del mar, si en él hay placer indagador que empuja las velas hacia lo no descubierto o si gritó que la costa había desaparecido, ¿cómo no iba a anhelar la eternidad y el anillo del retorno? Pues él ama a la eternidad. Si su virtud es la de un bailarín, su maldad es una maldad riente y su Alfa y Omega es que todo lo pesado se vuelva ligero, ¿cómo no iba a anhelar la eternidad y el anillo del retorno? Pues él ama a la eternidad. Si alguna vez Zaratustra extendió cielos ligeros encima de él, anduvo jugando en profundas lejanías de luz y su libertad alcanzó una sabiduría de pájaro, ¿cómo no iba a anhelar la eternidad y el anillo del retorno? Pues él ama a la eternidad. Capítulos de la cuarta parte Coloquio con los reyes Zaratustra andaba caminando por sus montañas y vio a dos reyes a pie, que conducían delante de ellos un asno cargado. Zaratustra comenzó a hablar con ellos. Parece ser que los reyes estaban buscando al hombre superior, superior a ellos. No existe desgracia más dura en todo destino de hombre que cuando los poderosos de la tierra no son también los primeros hombres. Entonces todo se vuelve falso y torcido y monstruoso. Los reyes le buscaban a él, para oír sus enseñanzas. Zaratustra dijo que era un honor para su caverna el que unos reyes quieran sentarse en ella y aguardar: Pero tendrían que aguardar mucho tiempo, pero el tiempo no importaba. De la bienaventuranza no querida Zaratustra cruzó el mar. Mas cuando estuvo a cuatro días de viaje de las islas afortunadas y de sus amigos, había superado todo su dolor De felicidad se encuentra aún en camino entre el cielo y la tierra, eso buscase como asilo un alma luminosa: a causa de la felicidad se ha vuelto toda luz más silenciosa ahora.
6. Se ama tan sólo al propio hijo y a la propia obra; y donde existe gran amor a sí mismo, allí hay señal de embarazo: esto es lo que he encontrado. Donde las tempestades se precipitan en el mar y la trompa de las montañas bebe agua, allí deben realizar cada uno alguna vez sus guardias de día y de noche, para su examen y conocimiento. El pasado de Zaratustra rompió sus sepulcros, más de un dolor enterrado vivo se despertó. Todavía no le ha llegado la hora de su última lucha. Se parece al amante, que desconfía de la sonrisa demasiado aterciopelada. Zaratustra aguardó a su infelicidad, pero aguardó en vano. La felicidad misma se le fue acercando cada vez más. Zaratustra rió a su corazón y dijo que la felicidad corre detrás suya. Esto se debe a que no corre detrás de las mujeres. Pero la felicidad es una mujer. De la muerte libre Zaratustra dice que muchos mueren demasiado tarde, y algunos mueren demasiado pronto. Aconseja a los superfluos que hubiera sido mejor que no hubieran nacido. Pero también los superfluos se dan importancia con su muerte. Todos dan importancia al morir: pero la muerte no es todavía una fiesta. Los hombres no han aprendido aún cómo se celebran las fiestas más bellas. Él muestra la muerte consumadora, que es para los vivos un aguijón y una promesa. Quien tiene una meta y un heredero quiere la muerte en el momento justo para la meta y para el heredero. Y por respeto a la meta y al heredero ya no colgará coronas marchitas en el santuario de la vida. Aconseja que hay que poner fin al dejarse comer en el momento en que mejor sabemos: esto lo conocen quienes desean ser amados durante mucho tiempo. En unos envejece primero el corazón, y en otros, el espíritu. A algunos el vivir se les malogra. Algunos no llegan nunca a estar dulces, se pudren. En el adulto hay más niño que en el joven, y menos melancolía: entiende mejor de muerte y de vida. Libre para la muerte y libre en la muerte, un santo que dice no cuando ya no es tiempo de decir sí: así es como él entiende de vida y de muerte. En el morir deben seguir brillando el espíritu y la virtud, cual luz vespertina en torno a la tierra: de lo contrario, se os habrá malogrado el morir.o CONCLUSIÓN No es fácil interpretar a Nietzsche, sus ideas se ofrecen como mensajes cifrados que hay que ir desentrañando. Esta obra se puede definir con una sola palabra: " prodigiosa". Nietzsche ha conseguido conciliar todo en uno conocimiento, pensamiento y divinidad. Conocimiento por tratarse de una obra llena de razón y sabiduría. Pensamiento porque en esta obra, de una forma indirecta, ha expuesto toda su filosofía y ha conseguido expresar su reflexión hacia los temas más variados. Divinidad por dos razones: la primera es la belleza insuperable en su escritura en la que manifiesta multitud de figuras literarias propias del más cuidado de los estilos, la poesía envuelve toda la obra, alejándose de la propia realidad de las ideas para acercarse a la belleza de las palabras, Nietzsche hace uso de un extenso vocabulario, lo que le permite ser conciso y explícito en sus ideas; la otra razón por la que es divina es una ironía, ya que toda la obra es una "parodia elegante" de la Biblia. Sólo el hecho de que ya Nietzsche pensara que él era grande, lo hace aún más grande, siendo, desde mi punto de vista, el autor más provechoso y precoz de la época, y habiendo creado la obra más cultivada y fructífera de toda la historia de la filosofía del s.-XX. Sus ideas radicales, aunque algunas no sean compartidas por mí, hacen que sea un autor admirable, creo que Nietzsche es el verdadero "superhombre" que él predecía, es, en definitiva, un artista.
2.- Tema principal
La obra se divide en cuatro partes, que tratan de cuatro temas distintos, los cuatro temas que integran el legado de la filosofía nietzscheana.
Primera parte: La muerte de Dios
Segunda parte: La voluntad de poder
Tercera parte: El eterno retorno de lo idéntico
Cuarta parte: Necesidad de los "superhombres"
3.- Resumen de la obra
Nietzsche se sirve de la figura semilegendaria del filósofo persa Zoroastro del s.-VI a.C. para desarrollar su propia doctrina filosofía. El conjunto del libro narra los discursos que Zaratustra (Zoroastro) pronuncia entre los hombres para anunciar su nueva doctrina.
En la primera parte, Nietzsche habla de tres figuras fundamentales del espíritu: el camello (que soporta el dominio de la moral), el león (que crea una nueva moral, es libre) y el niño (que crea nuevos valores mediante el juego); asimismo, propone la necesidad de considerar las virtudes tradicionales como "adormideras", que impiden ver los valores verdaderos.
La segunda parte relata la segunda bajada de Zaratustra y Nietzsche ataca a quienes se oponen a la voluntad creadora de una moral libre. Al final de esta parte aparece la visión del "eterno retorno de las cosas", que aterroriza a Zaratustra por su radicalidad y es uno de los núcleos de su filosofía. Pero esta segunda parte termina también con un fracaso: Zaratustra regresa a su montaña, incomprendido por los hombres que no entienden cuanto dice y se ríen de él; el eremita tenía razón y Zaratustra se da cuenta.
La tercera parte tiene una importancia especial. En ella Zaratustra plantea la doctrina del "eterno retorno". Nietzsche expone esta doctrina empleando gran cantidad de símbolos y discursos alegóricos de gran belleza lírica.
La cuarta y última parte presenta a un Zaratustra anciano y desanimado ante el fracaso de su tarea, pero que todavía tiene la fuerza suficiente para reivindicar la necesidad de aquellos que denomina "hombres superiores". Éstos serán los únicos que podrán comprender su doctrina y vivir según la filosofía que Nietzsche representa: son los verdaderos "superhombres", que habrán anulado la mediocridad de la cultura occidental y constituirán una nueva clase de filósofos.
4.-Género literario
Se trata de una fábula, en la que se mezclan elementos narrativos, conceptuales y líricos. Toda la obra posee un carácter poético y se encuentra llena de símbolos y metáforas, expresadas en un brillante estilo, raramente superado en la historia de la lengua alemana. El autor concedió a su obra un carácter poético, que hace difícil su lectura. En la obra, Nietzsche trata de ser absolutamente personal sin emplear la primera persona; una especie de "memoria". Esta obra está considerada, también, como la "antítesis" de la Biblia, siendo Zaratustra antagónico de Jesús.
5.-¿Qué idea principal quiere comunicarnos el autor?
Nietzsche pretendía transmitir con este libro un mensaje positivo. A lo largo de sus páginas queda expuesta la propia filosofía positiva de Nietzsche. La idea principal de la obra es el "superhombre"; Nietzsche afirmaba que "el hombre es algo que debe ser superado, es un puente, no un fin".
Zaratustra es una figura simbólica de la nueva filosofía que el autor pretendía desarrollar.
6.- Aportación del autor
Así habló Zaratustra es el libro más célebre y controvertido de toda la obra nietzscheana; en la que Nietzsche expuso algunas de sus tesis fundamentales, tras haber realizado una serie de radicales críticas contra la cultura burguesa de su tiempo y contra la tradición cristiana que la sustentaba, esto es, con los valores sociales existentes. Esta obra tuvo un origen especial, de carácter místico y contemplativo, en dos "visiones" que su autor tuvo en 1881 y en 1883.
Como ya he mencionado en el apartado cuatro de este trabajo, "toda la obra posee un carácter poético y se encuentra llena de símbolos y metáforas, expresadas en un brillante estilo, raramente superado en la historia de la lengua alemana".
6.1.-Críticas acerca del libro
El libro Así habló Zaratustra es un libro que ha recibido muy buenas críticas en general, pues está considerado como uno de los libros más representativos de la doctrina filosófica del siglo XX, en el cuál están algunas de las tesis fundamentales de pensamiento nietzscheano más maduro. El libro ha servido como base científica de muchos científicos y psicólogos, así como también ha tenido gran influencia en los movimientos literarios más importantes de finales del siglo XIX y principios del XX: naturalismo, expresionismo y teatro épico. El hecho de queAsí habló Zaratustra haya sido reimpreso decenas de veces no sólo en España, sino en numerosos países europeos y americanos habla por sí solo de su aceptación.
Nietzsche mismo tenía conciencia de ello. *Entre mis escritos ocupa mi Zaratustra un lugar aparte. Con él he hecho a la humanidad el regalo más grande que hasta ahora ésta ha recibido. Este libro, dotado de una voz que atraviesa milenios, no es sólo el libro más elevado que existe, el auténtico libro del aire de alturas - todo el hecho "hombre" yace a enorme distancia por debajo de él-, es también el libro más profundo, nacido de la riqueza más íntima de la verdad, un pozo inagotable, al que ningún cubo desciende sin subir lleno de oro y de bondad. No habla en él un "profeta", uno de esos espantosos híbridos de enfermedad y de voluntad de poder denominados fundadores de religiones. Es preciso ante todo oír bien el sonido que sale de esa boca, ese sonido alciónico, para no ser lastimosamente injustos con el sentido de su sabiduría. "Las palabras más silenciosas son las que traen la tempestad, los pensamientos que caminan con pies de paloma dirigen el mundo"*(Ecce hommo, p.17).
6.2.-Ampliación del tema
Los conceptos de Nietzsche han sido discutidos y ampliados por personalidades como los filósofos alemanes Karl Jaspers y Martin Heidegger, el filósofo judío alemán Martin Buber, el teólogo germano-estadounidense Paul Johannes Tillich, y los escritores franceses Albert Camus y Jean-Paul Sartre.
La proclama de Nietzsche "Dios ha muerto" (tema de la 1ª parte de Así habló Zaratustra) fue utilizada por teólogos radicales posteriores a la II Guerra Mundial (en especial por los estadounidenses Thomas J. J. Altizer y Paul van Buren) en sus intentos por adecuar el cristianismo a las décadas de 1960 y posteriores.
En cuanto a "la voluntad de poder" (tema de la 2ª parte de Así habló Zaratustra), hay que mencionar que fueron muchos los que opinaron sobre esta idea de Nietzsche. Emile Bréhier, en su Historia de la filosofía afirmó que « la voluntad de poder no designaba en Nietzsche la mera fuerza bruta y destructora»: las últimas reflexiones de Nietzsche parecían convencerlo por el contrario de que la abundancia de la vida se manifiesta en una selección y un orden preciso, riguroso, entre los elementos que domina.
Por otro lado, la idea del "eterno retorno de lo idéntico" (tema de la 3ª parte de Así habló Zaratustra) ha sido, a lo largo del tiempo, una tesis aceptada y propugnada por muchos filósofos anteriores al propio Nietzsche, que explicaban el proceso histórico en forma de ciclos. Entre estos filósofos caben destacar los estoicos, algunos pitagóricos y Avicena. Esta idea había sido ya anticipada por Schopenhauer como objeto de un terror que debía justificar el pesimismo, "el disgusto frente a una vida que se teme volver a vivir igual". Frente a éstos se encuentran los que explicaban el cambio histórico como progreso (Kant, Turgot, Concorcet, Lessing...) y los que lo explicaban como degeneración (Santo Tomás de Aquino, Abelardo...). En psicología, las teorías sobre la psique humana de Sigmund Freud y del psicólogo y psiquiatra suizo Carl Gustav Jung deben mucho a la obra de Nietzsche. A partir de la idea de Nietzsche de la recurrencia cíclica de los acontecimientos, el filósofo de la historia Oswald Spengler formuló sus principios sobre el determinismo histórico. Estos desarrollos en los estudios de psicología e historia, combinados con la concepción de Nietzsche del artista como un crítico radical de la sociedad, influyeron en los movimientos literarios más importantes de finales del siglo XIX y principios del XX: naturalismo, expresionismo y teatro épico.
Algunos autores han interpretado las ideas de Nietzsche dándoles un significado equívoco o conforme a sus propias necesidades: Es el caso de Adolf Hitler, que utilizó la idea del "superhombre" (tema de la 4ª parte de Así habló Zaratustra) para justificar la existencia de una "raza superior", según la cual los pueblos nórdicos —los llamados arios puros— no sólo eran físicamente superiores a otras razas, sino que también lo eran su cultura y moral; por ello la genética profundizó más en sus planteamientos científicos acerca de la existencia de una raza físicamente superior, a partir de la II Guerra Mundial. El nacionalsocialismo o nazismo, adquiría raíces filosóficas de la obra de Nietzsche e idealizaban al Estado o exaltaban el culto a los individuos superiores, los cuales se evadían de acatar las limitaciones convencionales. Friedrich Nietzsche dio una explicación asombrosa pero lógica de la tesis darwinista acerca de que la selección natural es una ley básica de la naturaleza. Según Nietzsche, la llamada conducta moral es necesaria tan sólo para el débil. La conducta moral —en particular la defendida por el judeocristianismo, que según él es una doctrina esclava— tiende a permitir que el débil impida la autorrealización del fuerte. De acuerdo con Nietzsche, toda acción tendría que estar orientada al desarrollo del individuo superior, su famoso Übermensch (`superhombre'), que será capaz de realizar y cumplir la más nobles posibilidades de la existencia. Nietzsche encontró que este ser ideal quedaba ejemplificado en los filósofos griegos clásicos anteriores a Platón y en jefes militares como Julio César y Napoleón; "superhombre" es un tipo de hombre "idealista", es decir, mitad "santo", mitad "genio".
En oposición al concepto de lucha despiadada e incesante como fundamento de la ley rectora de la naturaleza, el anarquista y filósofo ruso Piotr Alexéievich Kropotkin, entre otros, presentó estudios de conducta animal en la naturaleza demostrando que existía la ayuda mutua. Kropotkin afirmó que la supervivencia de las especies se mantiene a través de la ayuda mutua y que los humanos han alcanzado la primacía entre los animales a lo largo de la evolución de las especies mediante su capacidad para la asociación y la cooperación. Kropotkin expuso sus ideas en una serie de trabajos, entre ellos Ayuda mutua, un factor en la evolución (1890-1902) y Ética, origen y desarrollo (publicado después de su muerte en 1924). En la creencia de que los gobiernos se basan en la fuerza y que si son eliminados el instinto de cooperación de la gente llevaría de forma espontánea hacia la implantación natural de un orden cooperativo, Kropotkin defendió el anarquismo.
Los antropólogos han aplicado los principios evolutivos al estudio de las sociedades y las culturas humanas. Estos análisis han vuelto a subrayar los distintos conceptos del bien y del mal planteados por diferentes sociedades; por lo tanto, se creía que la mayoría de esos conceptos tenía un valor más relativo que universal. De entre los conceptos éticos basados en un enfoque antropológico resaltan los del antropólogo finlandés Edvard A. Westermarck en Relatividad ética (1932).
7.- Selección de un fragmento y comentario del mismo
"Los más preocupados preguntan hoy: «¿Cómo se conserva el hombre?» Pero Zaratustra pregunta, siendo el único y el primero en hacerlo: «¿Cómo se supera al hombre?»
El superhombre es lo que yo amo, él es para mí lo primero y lo único, - y no el hombre: no el prójimo, no el más pobre, no el que más sufre, no el mejor-
Oh hermanos míos, lo que yo puedo amar en el hombre es que es un tránsito y un ocaso. Y también en vosotros hay muchas cosas que me hacen amar y tener esperanzas.
Vosotros habéis despreciado, hombres superiores, esto me hace tener esperanzas. Pues los grandes despreciadores son los grandes veneradores."
Este es un fragmento del discurso de Zaratustra "Del hombre superior", de la Cuarta Parte. En él Zaratustra le dice a los hombres superiores que el hecho de sean grandes despreciadores es lo que les hace ser grandes veneradores. Los hombres superiores no se preguntan realmente lo que importa: ¿Cómo se supera al hombre? Zaratustra dice que lo admirable del hombre es ser simultáneamente tránsito y ocaso, que viene a ser que es el camino hacia un nuevo hombre, el superhombre, pero a la vez es el fin de otro hombre, el hombre actual.
7.1-¿Por qué es representativo?
Éste es, bajo mi punto de vista, un fragmento sumamente representativo. Creo que es representativo porque en él se ejemplifica, a la perfección, lo que Nietzsche intentaba enseñar, y es que "el hombre es algo que debe ser superado, es un puente, no un fin". En este fragmento se puede ver reflejada la doctrina del "superhombre", una de las ideas más controvertidas y divulgadas de toda la obra de Nietzsche y de toda la filosofía occidental en general. "La sencillez y la naturalidad son el ser supremo y último fin de la cultura".
"Estoy hastiado de mi sabiduría como la abeja que ha recogido demasiada miel, tengo necesidad de manos que se extiendan" -Zaratustra-
Del hilo conductor de análisis por Hans Joachim Storig1
Cuando se lee al filósofo alemán Nietzsche, se piensa entre sus líneas de razonamiento que se está al borde de encontrar sabiduría o pensar que se lee un nivel genialmente elevado de cinismo. La filosofía de Nietzsche es un zarpazo a la raíz de un edificio de dos mil años de pensamiento elaborado, es un arrebato que nos dice: ¡Tú existencia se basa en premisas absolutamente falsas! Nuestra sociedad, es un desperfecto producto de nuestras propias debilidades, pero sobre todo de la hipocresía social occidental.
Ciertamente el filósofo vivió una existencia sumamente atormentada. La vida de Nietzsche, es una de las grandes tragedias del espíritu humano, viéndose pocas veces alguien que haya pagado precio tan alto por su genio.
El Comandante Presidente recorre las líneas de este genio, pero deben saber que las personas que se sumerjan en la "Filosofía de la Voluntad"2, deben estar dispuestas a cuestionarse conceptos de su propia naturaleza, de valores sociales arraigados en la cultura donde co-habita. Y es que, Friedrich Nietzsche, es "Humano, demasiado humano3"para un solo y fugaz entendimiento.
Nietzsche estaba dotado de una terrible genialidad y perspicacia psicológica. Temible porque expresaba a la gente lo que jamás ninguna otra persona le diría sobre la naturaleza de su persona. Fue sobre todo un psicólogo de lo oculto, del inconsciente, se anticipó a la era del psicoanálisis; desarrolló una maestría en el arte del desenmascaramiento, de reconocer los motivos sospechosos y ocultos detrás de los ideales y de los ídolos del ser humano, a raíz de las verdades eternas y falsas tales como: la religión, la metafísica, la moral y el autoengaño. El filósofo pasó a la posteridad como un diagnosticador y crítico de la cultura occidental y a su vez ser la imagen del Nuevo Profeta.
Vida y principales escritos
Ningún filosofo ha empezado en solitario a reflexionar sobre el ir y el devenir del tiempo y del espacio. Así como Platón fue maestro de Aristóteles, así como Schopenhauer4 es la piedra angular del pensamiento de Nietzsche. Schopenhauer puede considerarse discípulo de Immanuel Kant y lo único que puede diferenciarse entre Nietzsche y su maestro es la "Voluntad".
Friedrich Wilhelm Nietzsche nació en Rocken, junto a Lutzen, (Sajonia), Alemania en 1844. Hijo de un párroco evangélico de aquella ciudad y según dice la tradición, su familia procedía de unos condes polacos. A los cinco años, Nietzsche perdió a su padre y creció en un ambiente influenciado esencialmente por féminas, dentro del espíritu de la piedad protestante. Era un chico sensible, algo blando, pero desde pequeño intentaba contrarrestar esta debilidad con una férrea AUTODISCIPLINA, por lo que surge de esta forma parte de su carácter inflexible.
Desde niño expresaba un lenguaje exageradamente avanzado para su edad, expresando asimismo: "Lo que yo no soy, es para mi Dios y Virtud"5.
Fue internado en la célebre escuela de Pforja, la cual inculcó en él los cimientos para el amor, que ya nunca se apagarían, hacia la antigüedad griega. Estudió filología clásica en Bonn y en Leipzig. En Leipzig, cayó bajo el hechizo de su fuerza motora de la filología clásica, cuando encontró las obras de Schopenhauer; la leyó en un corto tiempo y se embebió de su oscuro genio. ¿Oscuro Genio?, sí, de la línea del pensamiento de Heráclito6 de Éfeso, "El Oscuro". Nietzsche conocía desde su juventud al Maestro de la Música Richard Wagner7, quien transpiraba el espíritu alemán, según Schopenhauer. La obra de "Tristán" conectaba el espíritu de los alemanes con el "Devenir Alemán".
Es necesario destacar, que siempre se hace mención a que ha existido una impronta de conectar el pensamiento de Nietzsche con la ideología del nazismo, en mi opinión personal cosa que resulta soberanamente estúpida.
Al tomar en cuenta, la comprobación que tanto Wagner, como músico y Nietzsche, como filósofo, representaban el sentimiento de la unidad germana en la época de Bismarck; años después fueron totalmente tergiversados y falsificados por el régimen genocida nazi como "Santo Grial" de la nacionalidad "Aria".
En 1870, Alemania logra la unificación como pueblo y Estado, tras derrotar a Francia en la Guerra Franco – Prusiana. En 1871, apareció el primer escrito de Nietzsche: "El Nacimiento de una Tragedia desde el espíritu de la música"; aquí el autor expone que la vida es una creación artística griega, simplificada al estado de lo dionisiaco8 y lo apolíneo, es decir, al delirio como voluntad originaria (Delirio y Fuerza). Asimismo, expresa una clara ruptura con su tiempo y critica el camino que tomó Alemania como Potencia Mundial. Esto lo hace en su segunda obra: "Consideraciones Intempestivas" (1873 – 1876), donde critica el excesivo crecimiento material estrechando el saber histórico.
Nietzsche en medio de las festividades de Bayreuth9, a la cual asistía como invitado de honor de Richard Wagner, luego de presentarse su obra "Parsifal", Nietzsche reprochó a Wagner el haberse vendido a los ideales del cristianismo, los cuales niegan la vida, según el filósofo. Aquí se presenta la primera mutación paradigmática del filósofo, donde adopta la crítica al arte y a la metafísica acercándose al Positivismo Naturalista, claramente expresado en su libro "Humano, demasiado humano" (1878 – 1880), considerado un libro para los espíritus libres. Luego de esos años, tuvo lugar su primer derrumbe físico y estuvo a punto de morir; en esa situación de convalecencia escribe "Aurora" (1881) y "Gaya Ciencia" (1882).
En la obra "Gaya Ciencia", Nietzsche va configurando su obra magna, donde él muta psicológicamente por segunda vez y profundiza en la concepción del Hombre y sus Valores en "Así Habló Zaratustra", convirtiéndose en la figura literaria que comprende una sistematización de todas sus obras.
Durante su trabajo "Así Habló Zaratustra", paralelamente Nietzsche concibió otra obra bajo el título de: "La Voluntad de Poder. Ensayo sobre una transvaloración de los valores", publicado después de su muerte, utilizando como forma lingüística los pensamientos sueltos (Aforismos). "Genealogía de la Moral" y "Más allá del bien y del mal" se transformó en preludio a una filosofía del futuro, a la filosofía moderna.
El filósofo va quedándose cada vez más solo durante todos esos años donde ninguno de sus amigos pudo seguirle por sus caminos tormentosos. En medio de su soledad, la autoestima de Nietzsche crecía más y más, su lenguaje se hizo cada vez más apasionado y sonoro. Profetizaba el fin de la sociedad por su debilidad inmanente en que el ser humano sea doblegado en su esencia de humano natural, fuerte y poderoso por una religión – El Cristianismo- que ha hecho del hombre fuerte un decadente ante los débiles, es decir, aquellos hombres sin falta de voluntad en transformar su entorno que usan el cristianismo como método de sumisión; siendo así una antítesis, una encarnación de la transvaloración los valores.
La peculiaridad de la Filosofía de Nietzsche.
La filosofía de Nietzsche no puede catalogarse bajo un único pensamiento central. Es una colección de aforismos de impactante análisis moral, religioso, sociológico, epistemológico y psicológico. Su línea central es la , ¿Voluntad para hacer qué?, veamos:
"¿Y sabéis, lo que es para mí <>? ¿Tendré que mostrároslo en mi espejo? Este mundo: un monstruo de fuerza que aumenta ni disminuye, qué no se consume, sino que sólo se trasforma, invariablemente grande como un todo, un presupuesto sin gasto ni pérdidas pero también sin ingresos ni crecimiento, rodeado de <> sólo de sus propios límites, nada que desaparezca ni se derroche, nada infinitamente extenso, sino inserto como una fuerza determinada en un espacio determinado, y no es un espacio que en algún sitio estuviera <>, sino como fuerza por todas partes, como juegos de fuerza y ondas de fuerzas que son a la vez una y muchas, acumulándose aquí y disminuyendo allá, un mar de fuerzas que se acometen y desbordan en sí misma, transformándose eternamente, retrocediendo eternamente, regresando durante larguísimos años, con la bajamar y la pleamar de sus configuraciones, aspirando de lo más simple a lo más complejo, de lo más silencioso, rígido y gélido hacia lo más ardiente, lo más salvaje, lo más contradictorio, para regresar de luego de la plenitud a lo sencillo, del juego e las contradicciones al placer de la armonía, y seguir autoafirmándose en esta igualdad de sus cauces y sus años, seguir auto bendiciéndose como algo que tiene que retornar eternamente, como un devenir que no conoce la saciedad, ni el hastío, ni el cansancio: esté, mi mundo dionisiaco del crearse eternamente así mismo, este mundo enigmático de doble voluptuosidad, este mi <
< más allá del bien y del mal>
> sin meta final a menos que la dicha del circulo lo sea, sin voluntad, a menos que un anillo tenga la buena voluntad de sí mismo ¿Queréis un nombre para este mundo? ¿Una solución para todos los enigmas? ¿Una luz para vosotros, lo más oculto, lo más fuertes, los más impávidos, los de la medianoche? ¡Este mundo es voluntad de poder y nada más! ¡Y también vosotros sois esa voluntad de poder y nada más!"
Para Nietzsche, lo fundamental es el cambio en las cuestiones ontológicas10 como razones de valor o transformarlas en tales. Es filosofar a "martillazo limpio", es decir, destruir sin consideración antiguos valores que actualmente han sido reconocidos como falsos, todo valor que no reconoce el orgullo, lo audaz, lo peligroso, lo natural del hombre en un estado natural; Nietzsche lo resume en un mal llamado Cristianismo. Por ello, le declara la guerra de "ideas" a esa "fe mortal". ¿Qué da a cambio Nietzsche por esos valores? El Superhombre, ese ser capaz de traspasar lo enfermo de la situación, al hombre orgulloso de su ser, sin arrepentimiento, sensual, sexual, amante de la tierra. Zaratustra es el superhombre en su alegoría.
Es Zaratustra el que habló y expresó: "Dios ha muerto".
En su obra "El Anticristo"11, el cristianismo encarna toda la inversión de los valores naturales: Lo cristiano, es decir, no a lo natural, declara como indigno lo natural.
"El concepto cristiano de Dios – Dios como Dios de los enfermos, Dios como espíritu – es el más corrupto de todos los conceptos de Dios, ¿Depravado en contradicción de la vida, en lugar de ser su transfiguración y su eterno sí?"12
¿Dios por quién?
Por el Superhombre. Nietzsche destruye los valores sin piedad, el que enseña que Dios ha muerto y a su vez enseña la nueva meta del ser humano.
"¡Mirad, yo os enseño el superhombre!
El superhombre es el sentido de la tierra.
¡Yo os conjuro, hermanos mios, permaneced fieles a la tierra, y no creáis a los que os hablan de esperanza supraterrenales!
Envenenadores son ellos, lo sepan o no."
El Superhombre (Zaratustra) es el hombre que sabe que Dios ha muerto, el que sabe que todo más allá del ideal es una quimera. Y si te entregas a las fuerzas de lo natural, de la tierra, serás feliz. Es el análisis del hombre hecho a imagen de Nietzsche, el hombre que quiere crear más de sí. Zaratustra piensa en las fuerzas y la eternidad de sus acciones.
El Superhombre actúa como nadie lo ha hecho nunca. También su voluntad es celebración, está en camino de superar el sentimiento de dolor, de la falta y de los falsos valores de la cultura, en el pantano de la hipocresía e individualidad.
El autor venezolano Nelson Guzmán13, explica que la idea del superhombre para Nietzsche es la idea del hombre nuevo como promesa ante la pesadumbre. Este hombre debe aniquilar al hombre convencional por ser débil ante el sentido de la vida. Zaratustra representa el hombre del gran amor y del gran desprecio por las ataduras sociales.
ASÍ HABLÓ ZARATUSTRA
La primera edición (cuatro libros) aparece en 1892. "Así habló Zaratustra" es la obra más poética y profética de la historia.
Zaratustra o Zoroastro, es un personaje real semilegendario de la antigua Persia, fundador de una religión propia de esa zona hasta que fue conquistada por los árabes. Se cree que vivió en el siglo VI A.C y los elementos de su doctrina están contenidos en los "Himnos de Avesta"14, por los cuales los alemanes en 1800 prestaban gran interés.
Los cuatros elementos fundamentales de la Doctrina de Zoroastro son:
La propuesta del superhombre por venir.
La muerte de Dios.
La voluntad de poder.
El eterno retorno de lo idéntico.
Zaratustra al cumplir 30 años de edad decide retirarse a la soledad (la soledad de Nietzsche) de la montaña. Allí lo acompañan sus dos animales heráldicos: el águila, símbolo del orgullo del hombre, y la serpiente, símbolo de la inteligencia.
En ese lugar, Zaratustra aprende la sabiduría y un día decide bajar, con el propósito de transmitírsela a los hombres. En el descenso tropieza con un eremita (ermitaño) "que todavía no se enteró de que Dios ha muerto". Al llegar a la ciudad encuentra al pueblo reunido en el mercado y comete un gran error: hablar a todos y no hablar a nadie. El fracaso es total y el pueblo se burla de él.
Sin embargo, Zaratustra les ha trasmitido la idea del superhombre, mostrándole además la imagen del último hombre. En ese momento, entierran a un equilibrista que cayó a la tierra mientras entretenía al pueblo. Y allí descubre su primera revelación: "No se debe hablar al pueblo".
"No es el río vuestro peligro y el final de vuestro bien y vuestro mal, sapientísimos: sino aquella voluntad misma, la voluntad de poder, - la inexhausta y fecunda voluntad de vida. Más para que vosotros entendáis mi palabra acerca del bien y del mal, voy a deciros todavía mi palabra acerca de la vida y acerca de la índole de todo lo viviente".
"Yo he seguido las huellas de lo vivo, he recorrido los caminos más grandes y los más pequeños, para conocer su índole".
"Con centuplicado espejo he captado su mirada cuando tenía cerrada la boca: para que fuesen sus ojos los que me hablasen. Y sus ojos me han hablado".
"Pero en todo lugar en que encontré seres vivientes oí hablar también de obediencia. Todo ser viviente es un ser obediente. Y esto es lo segundo: Se le dan órdenes al que no sabe obedecerse a sí mismo. Así es la índole de los vivientes".
"Pero esto es lo tercero que oí: que mandar es más difícil que obedecer. Y no sólo por que el que manda lleva el peso de todos los que obedecen, y ese peso fácilmente lo aplasta".
Puede decirse que el recorrido de Zaratustra es una aventura de la vida del hombre en los tiempos, el valor de que ésta presenta es incalculable, tanto que hasta el día de hoy no existe una sola interpretación. Las diferentes historias se presentan como una trayectoria lineal con una eclosión final. "El Eterno Retorno".
Este elemento, es la Piedra Angular de la sabiduría de Zaratustra, en su laberíntico, extraño, metafísico, geométrico y perverso intelecto de Nietzsche, donde la identidad de la persona se disuelve en estados psicológicos. "Así habló Zaratustra" es el regalo de un genio mal humorado e incomprendido a la humanidad.
ACLARACIÓN DE LOS TÉRMINOS
FREDRICH WILHELM NIETZSCHE
Friedrich Nietzsche (1844-1900), filósofo, poeta y filólogo alemán, cuyo pensamiento está considerado como uno de los más radicales, ricos y sugerentes del siglo XX.
Nació el 15 de octubre de 1844 en Röcken, Prusia. Su padre, un pastor protestante, falleció cuando él tenía 5 años, por lo que fue educado por su madre en una casa donde vivían su abuela, dos tías y una hermana. Estudió Filología Clásica en las universidades de Bonn y Leipzig, y fue nombrado catedrático de Filología Clásica en la Universidad de Basilea en 1869, cuando sólo tenía 24 años de edad. Su delicada salud (estuvo afectado toda su vida por problemas de visión y constantes jaquecas) le obligó a abandonar la docencia en 1878. En 1889 sufrió una crisis nerviosa de la que nunca se recuperó. Falleció en Weimar el 25 de agosto de 1900.
Influencias.
Además de por la cultura helénica (en particular por las respectivas filosofías de Sócrates, Platón y Aristóteles) Nietzsche estuvo profundamente influido por el pensamiento del filósofo alemán Arthur Schopenhauer, por la teoría de la evolución y por su amistad con el compositor alemán Richard Wagner.
Uno de los argumentos fundamentales de Nietzsche era que los valores tradicionales (representados en esencia por el cristianismo) habían perdido su poder en las vidas de las personas, lo que llamaba nihilismo pasivo. Lo expresó en su tajante proclamación "Dios ha muerto". Estaba convencido de que los valores tradicionales representaban una "moralidad esclava", una moralidad creada por personas débiles y resentidas que fomentaban comportamientos como la sumisión y el conformismo porque los valores implícitos en tales conductas servían a sus intereses. Afirmó el imperativo ético de crear valores nuevos que debían reemplazar los tradicionales, y su discusión sobre esta posibilidad evolucionó hasta configurar su retrato del hombre por venir, el "superhombre" (Übermensch).
Aclamado poeta, Nietzsche ejerció una enorme influencia sobre la literatura alemana, sobre la literatura europea, así como sobre la teología. Sus conceptos han sido discutidos y ampliados por personalidades como los filósofos alemanes Karl Jaspers y Martin Heidegger, el filósofo judío alemán Martin Buber, el teólogo germano-estadounidense Paul Johannes Tillich, y los escritores franceses Albert Camus y Jean-Paul Sartre. La proclama de Nietzsche "Dios ha muerto" fue utilizada por teólogos radicales posteriores a la II Guerra Mundial (en especial por los estadounidenses Thomas J. J. Altizer y Paul van Buren) en sus intentos por adecuar el cristianismo a las décadas de 1960 y posteriores.
Temas nucleares del pensamiento de Nietzsche.
Según sus teorías, las masas (a las que denominaba "rebaño", "manada" o "muchedumbre") se adaptan a la tradición, mientras su superhombre utópico es seguro, independiente y muy individualista. El superhombre siente con intensidad, pero sus pasiones están frenadas y reprimidas por la razón. Centrándose en el mundo real, más que en las recompensas del mundo futuro prometidas por las religiones en general, el superhombre afirma la vida, incluso el sufrimiento y el dolor que conlleva la existencia humana.
Su superhombre es un creador de valores, un ejemplo activo de "eticidad maestra" que refleja la fuerza e independencia de alguien que está emancipado de las ataduras de lo humano "envilecido" por la docilidad cristiana, excepto de aquellas que él juzga vitales.
Nietzsche sostenía que todo acto o proyecto humano está motivado por la "voluntad de poder". Ésta no es tan sólo el poder sobre otros, sino el poder sobre uno mismo, algo que es necesario para la creatividad. Tal capacidad se manifiesta en la autonomía del superhombre, en su creatividad y su coraje. Aunque Nietzsche afirmó en multitud de oportunidades que todavía no había existido ningún superhombre, citó a algunos personajes históricos que podrían servir como modelos: Sócrates, Jesucristo, Leonardo da Vinci, Miguel Ángel, William Shakespeare, Johann Wolfgang von Goethe, Julio César y Napoleón I Bonaparte.
Al concepto de superhombre se le reprochó a menudo ser el fruto de un intelectual que se desenvuelve en una sociedad de amos y esclavos, y ha sido identificado con las filosofías autoritarias. Muchos eruditos niegan esta lectura ideológica y lo atribuyen a una mala interpretación de la obra de Nietzsche.
Etapas de su pensamiento.
El análisis de las obras de Nietzsche, permite reconocer tres etapas en su pensamiento:
Primer período: la obra más importante de éste período es EL NACIMIENTO DE LA TRAGEDIA EN EL ESPÍRITU DE LA MÚSICA. En esta obra Nietzsche contrapone la cultura griega anterior y posterior a Sócrates, criticando la segunda. Pero en el fondo, es una crítica a la cultura alemana de su tiempo, que provocará la reacción y el desprecio de los colegas.
Se inicia la polémica contra el socratismo, al que considera enemigo y antagonista del auténtica espíritu griego, pues su racionalidad transformó todo en algo pensable y lógico; fue el inventor del hombre teórico, la antítesis clara de la realización artística de la vida.
Segundo período: este segundo período, al que podríamos denominar Ilustrado, comienza con HUMANO, DEMASIDO HUMANO (1878), para continuar con AURORA (1881) y LA GAYA CIENCIA (1882). Nietzsche va a romper con Schopenhauer y, sobre todo, con Wagner. Del primero no aceptará su pesimismo, del que dice que es el de los fracasados, que resuma resignación y paciencia; en realidad Schopenhauer no sería más que un cristiano disfrazado. La ruptura con Wagner fue más dolorosa, dada su amistad. En el músico había creído ver Nietzsche ese espíritu superior. Ahora nos lo presenta como un oportunista que se aprovecha de la música en beneficio propio. En realidad, lo que Nietzsche hace es liberarse a sí mismo y romper con el romanticismo para refugiarse en la Ilustración.
La desconfianza hacia la metafísica, el huir del dogmatismo, la crítica de la religión son todos puntos en común con lo ilustrado; claro que será una ilustración alejada del optimismo y más bien enfrentada a la tragedia de la vida. En LA GOYA CIENCIA Nietzsche ataca duramente al cristianismo al que acusa de ser hostil a la vida. En EUROPA hace una crítica de la moral de la auto-renuncia. En ambas obras se empiezan a plantear los temas centrales que desarrollará después.
Tercer período: la obra fundamental es ASÍ HABLÓ ZARATUSTRA, escrita en 1883-1885, es la obra central de su pensamiento. En cuanto a su contenido, a partir de una crítica radical de la filosofía, la moral y la religión occidentales, formula la muerte de Dios y del hombre de nuestra civilización, para profetizar una nueva época presidida por nuevos valores y realizable por el superhombre.
COMENTARIO: "ASÍ HABLÓ ZARATUSTRA"
Así habló Zaratustra, es el título de una de las obras más famosas del filósofo y filólogo alemán Friedrich Nietzsche, en la que expuso algunas de las tesis fundamentales de su pensamiento más maduro, tras haber realizado una serie de fulminantes críticas contra la cultura burguesa de su tiempo y contra la tradición platónico-cristiana que la sustentaba.
Según confesaría después el propio Nietzsche en su libro Ecce homo (1908) y en otros escritos autobiográficos, esta obra tuvo un especial origen, de carácter místico y contemplativo, en dos "visiones" que su autor tuvo en 1881 y en 1883. El libro fue redactado de una manera muy rápida, bajo una elevada tensión creativa y fue terminado en agosto de 1884. Toda la obra posee un carácter poético y se encuentra llena de símbolos y metáforas, expresadas en un brillante estilo, raramente superado en la historia de la lengua alemana. El autor concedió a su obra un carácter poético y dijo escribirla en el mismo tono en el que fueron escritos los Veda, o las obras de William Shakespeare. Sin embargo, dicho tono poético y simbólico, que hace difícil su lectura, no debe ocultar el mensaje positivo que Nietzsche pretendía transmitir con este libro. A lo largo de sus páginas queda expuesta la propia filosofía positiva de Nietzsche.
División de la obra.
El prólogo posee una especial importancia: critica el sentido del "último hombre" (que no es sino el sujeto burgués) y desea instaurar el nuevo "valor de la tierra" (frente a toda forma de trascendencia).
La obra se divide en cuatro partes, que tratan de cuatro temas distintos, los cuatro temas que integran el legado de la filosofía nietzscheana.
Primera parte: "La muerte de Dios": en ella, habla de tres figuras fundamentales del espíritu: el camello (que soporta el dominio de la moral), el león (que crea una nueva moral) y el niño (que crea nuevos valores mediante el juego); asimismo, propone la necesidad de considerar las virtudes tradicionales como "adormideras", que impiden ver los valores verdaderos y reivindica la necesidad de imaginar el nuevo sujeto humano como alguien que se atreve a experimentar.
Segunda parte: "La voluntad de poder": relata la segunda bajada de Zaratustra y expone una nueva serie de discursos que tienen como tema central la "voluntad de poder", atacando a quienes se oponen a la voluntad creadora de una moral autónoma. Al final de esta parte aparece la visión del "eterno retorno de las cosas", que aterroriza a Zaratustra por su radicalidad y es, junto a la "voluntad de poder", uno de los núcleos de su filosofía. Pero esta segunda parte termina también con un fracaso: Zaratustra regresa a su montaña, incomprendido por los hombres que no entienden cuanto dice y se ríen de él.
Tercera parte: "El eterno retorno de lo idéntico": tiene una importancia especial. En ella Zaratustra plantea la doctrina del "eterno retorno" y supone el final de la obra en su primer proyecto: el "eterno retorno" es la visión secreta de Zaratustra, su doctrina más preciada. Nietzsche expone esta doctrina empleando gran cantidad de símbolos y discursos alegóricos (en especial, los titulados "De la visión y el enigma", que constituye una síntesis de toda la obra, y "Los siete sellos") de tono apocalíptico y de una gran belleza lírica.
Cuarta parte: "Necesidad de los superhombres": presenta a un Zaratustra anciano y desanimado ante el fracaso de su tarea, pero que todavía tiene la fuerza suficiente para reivindicar la necesidad de aquellos que denomina "hombres superiores". Éstos serán los únicos que podrán comprender su doctrina y vivir según la filosofía que Nietzsche representa: son los verdaderos "superhombres", que habrán anulado la mediocridad de la cultura occidental y constituirán una nueva clase de filósofos.
Comentario general
Se trata de una fábula, en la que se mezclan elementos narrativos, conceptuales y líricos. Toda la obra posee un carácter poético y se encuentra llena de símbolos y metáforas, expresadas en un brillante estilo, raramente superado en la historia de la lengua alemana. El autor concedió a su obra un carácter poético, que hace difícil su lectura. En la obra, Nietzsche trata de ser absolutamente personal sin emplear la primera persona; una especie de "memoria". Esta obra está considerada, también, como la "antítesis" de la Biblia, siendo Zaratustra antagónico de Jesús.
Zaratustra es una figura simbólica de la nueva filosofía que el autor pretendía desarrollar, y Nietzsche se denomina a sí mismo el "poeta de Zaratustra". El conjunto del libro narra los discursos que Zaratustra pronuncia entre los hombres para anunciar su nueva doctrina. Cada una de las partes relata sucesivos "descensos" que Zaratustra realiza desde su retiro en la montaña para relatar a los hombres su nuevo pensamiento. Las partes fundamentales de Así habló Zaratustra son consideradas por Nietzsche como verdaderas "tormentas del espíritu" y cada una de ellas posee una cierta independencia.
Nietzsche pretendía transmitir con este libro un mensaje positivo. A lo largo de sus páginas queda expuesta la propia filosofía positiva de Nietzsche. La idea principal de la obra es el "superhombre"; Nietzsche afirmaba que es algo que debe ser superado, es un puente, no un fin". Zaratustra es una figura simbólica de la nueva filosofía que el autor pretendía desarrollar.
Esta obra, se puede considerar como el libro más célebre y controvertido de toda la obra nietzscheana; en la que Nietzsche expuso algunas de sus tesis fundamentales, tras haber realizado una serie de radicales críticas contra la cultura burguesa de su tiempo y contra la tradición cristiana que la sustentaba, esto es, con los valores sociales existentes. Esta obra tuvo un origen especial, de carácter místico y contemplativo, en dos "visiones" que su autor tuvo en 1881 y en 1883.
El libro Así habló Zaratustra es un libro que ha recibido muy buenas críticas en general, pues está considerado como uno de los libros más representativos de la doctrina filosófica del siglo XX, en el cuál están algunas de las tesis fundamentales de pensamiento nietzscheano más maduro. El libro ha servido como base científica de muchos científicos y psicólogos, así como también ha tenido gran influencia en los movimientos literarios más importantes de finales del siglo XIX y principios del XX: naturalismo, expresionismo y teatro épico. El hecho de que Así habló Zaratustra haya sido reimpreso decenas de veces no sólo en España, sino en numerosos países europeos y americanos habla por sí solo de su aceptación.
Nietzsche mismo tenía conciencia de ello.
ð Entre mis escritos ocupa mi Zaratustra un lugar aparte. Con él he hecho a la humanidad el regalo más grande que hasta ahora ésta ha recibido. Este libro, dotado de una voz que atraviesa milenios, no es sólo el libro más elevado que existe, el auténtico libro del de alturas - todo el hecho yace a enorme distancia por debajo de él-, es también el libro más profundo, nacido de la riqueza más íntima de la verdad, un pozo inagotable, al que ningún cubo desciende sin subir lleno de oro y de bondad. No habla en él un "profeta", uno de esos espantosos híbridos de enfermedad y de voluntad de denominados fundadores de. Es preciso ante todo oír bien el que sale de esa boca, ese sonido alcionio, para no ser lastimosamente injustos con el sentido de su sabiduría. "Las palabras más silenciosas son las que traen la tempestad, los pensamientos que caminan con pies de paloma dirigen el mundo".
En la obra de Nietzche destaca el siguiente fragmento:
"Los más preocupados preguntan hoy: « ¿Cómo se conserva el hombre?» Pero Zaratustra pregunta, siendo el único y el primero en hacerlo:
« ¿Cómo se supera al hombre?»
El superhombre es lo que yo amo, él es para mí lo primero y lo único, - y no el hombre: no el prójimo, no el más pobre, no el que más sufre, no el mejor-
Oh hermanos míos, lo que yo puedo amar en el hombre es que es un tránsito y un ocaso. Y también en vosotros hay muchas cosas que me hacen amar y tener esperanzas.
Vosotros habéis despreciado, hombres superiores, esto me hace tener esperanzas. Pues los grandes despreciadores son los grandes veneradores."
Este es un fragmento del discurso de Zaratustra "Del hombre superior", de la Cuarta Parte. En él Zaratustra le dice a los hombres superiores que el hecho de sean grandes despreciadores es lo que les hace ser grandes veneradores. Los hombres superiores no se preguntan realmente lo que importa: ¿Cómo se supera al hombre? Zaratustra dice que lo admirable del hombre es ser simultáneamente tránsito y ocaso, que viene a ser que es el camino hacia un nuevo hombre, el superhombre, pero a la vez es el fin de otro hombre, el hombre actual.
Éste es, un fragmento sumamente representativo. Lo creo porque en él se ejemplifica, a la perfección, lo que Nietzsche intentaba enseñar, y es que "el hombre es algo que debe ser superado, es un puente, no un fin". En este fragmento se puede ver reflejada la doctrina del "superhombre", una de las ideas más controvertidas y divulgadas de toda la obra de Nietzsche y de toda la filosofía occidental en general. "La sencillez y la naturalidad son el ser supremo y último fin de la cultura".
Capítulos de la primera parte
Del amor al prójimo
Zaratusta dice que nuestro amor al prójimo es nuestro mal amor a nosotros mismos, huimos hacia el prójimo huyendo de nosotros mismos y queremos hacer de eso una virtud, pero él dice que desistamos. No aconseja el amor al prójimo. No conseguimos soportarnos a nosotros mismos y no nos amamos bastante, por eso queremos inducir al prójimo a que ame. Expresa que no miente tan sólo aquel que habla en contre de lo que sabe, sino ante todo aquel que habla en contra de lo que no sabe.
Zaratustra nos enseña el amigo y su corazón rebosante y dice que en tu amigo debes amar al superhombre como causa de ti.
Del camino del creador
Zaratustra dice que el que busca fácilmente, se pierde a sí mismo. No le importa que seas libre, sino para que se es libre. No puedes ser juez para ti mismo y vengador de tu ley, terrible cosa es hallarse sólo con el juez y vengador de la propia ley.
El solitario sufre todavía a causa de muchos, hoy conservas aún todo tu valor y todas tus esperanzas. Alguna vez la soledad te fatigará, o tu orgullo se curvará, alguna vez gritarás: "¡estoy sólo!". Alguna vez contemplarás demasiado cerca tu bajeza y gritarás: "¡todo es falso!".
Hay sentimientos que quieren matar al solitario, si no lo consiguen, ellos mismos tienen que morir. El solitario fuerza a muchos a cambiar de doctrina acerca de él, esto se lo hacen pagar caro. Se aproximó a ellos y pasó de largo: esto no se lo perdonarán nunca.
Solitario: guárdate de los buenos y justos, que crucifican a quienes se inventan una virtud para sí mismos y te odian; de la simplicidad, para ella no es santo lo que no es simple; de los asaltos de tu amor; pero sobretodo guárdate de ti mismo. El solitario recoge el camino del creador y el del amante. El amante quiere crear porque desprecia. Zaratustra ama a quien quiere crear por encima de sí mismo, y por ello perece.
De la virtud que hace regalos
UNO: Zaratustra salió de la ciudad que amaba: "La Vaca Multicolor", con sus discípulos. Llegado a una encrucijada quería seguir sólo. Como recuerdo sus discípulos le regalaron un bastón, en cuyo puño de oro una serpiente se enroscaba en torno al sol.
A continuación habló a sus discípulos y les dijo que sólo en cuanto reflejo de la virtud más alta llegó el oro a ser el valor supremo. Semejante al ore resplandece la mirada del que hace regalos. Una virtud que hace regalos es la más alta. Con ojos de ladrón mira todo lo que brilla.
Símbolos son todos los hombres del bien y del mal: no declaran, sólo hacen señas. El origen de nuestra virtud está en todas las horas que nuestro espíritu quiere hablar por símbolos. Poder es esa virtud, es un pensamiento dominante y en torno a él, un alma inteligente: un sol de oro y en torno a él, la serpiente del conocimiento.
DOS: Zaratustra cayó un poco y continuó diciendo que permanecieran fieles a la tierra con el poder de la virtud, que el amor que hace regalos y el conocimiento, sirvan al sentido de la tierra. No hay que dejar que la virtud huya de las cosas y hay que conducir a las virtudes perdidas nuevamente hacia la tierra.
El espíritu y la virtud tienen que servir al sentido de la tierra. En un lugar de curación debe transformarse la tierra.
TRES: Zaratustra concluyó dando un consejo a sus discípulos, diciéndoles que se alejaran, se guardaran y que se avergonzaran de él, porque tal vez les hubiera engañado.
El hombre del conocimiento no sólo tiene que saber amar a sus enemigos, sino que también tiene que saber odiar a sus amigos.
El mediodía es la hora en que el hombre se encuentra a mitad de su camino entre el animal y el superhombre.
Capítulos de la segunda parte
En las islas afortunadas
Zaratustra comienza comparando la caída de los higos de los árboles con la enseñanza, después nombra al superhombre y a continuación habla de Dios. Dice de éste que es una suposición, que es un pensamiento que vuelve torcido a todo lo derecho y que si hubiera dioses, él no podría soportar el no ser Dios, por lo tanto no existen los dioses. Más tarde aclarará esto diciendo, que pensar lo anterior es una frivolidad.
Finalmente, expone que el crear es una redención del sufrimiento. Él con mucho sufrimiento ha recorrido su camino, pero así lo ha querido su destino, que es lo que su voluntad quiere. Zaratustra enseña la verdadera doctrina acerca de la voluntad y la libertad, que es el querer hacer libres. Lejos de Dios y de los dioses, Zaratustra se ha atraído esa voluntad.
De las tarántulas
Es una parábola, la de la cueva de las tarántulas. Tarántulas, para Zaratustra, son los que causan vértigos a las almas, los predicadores de la igualdad, los que quieren ejercer venganza y burla de todos los que no son iguales a ellos. Sus celos nos conducen también a los senderos de los pensadores, y éste es el signo característico de sus celos, que van siempre demasiado lejos. En cada una de sus quejas resuena la venganza, en cada uno de sus elogios hay un agravio; y ser jueces, les parece la bienaventuranza.
Zaratustra aconseja, que desconfiemos de todos aquellos en quienes es poderosa la tendencia a imponer castigos, de los que hablan mucho de su justicia y de los que se llaman a sí mismos "los buenos y justos". A él la justicia le dice que los hombres no son iguales ni deben llegar a serlo. Quién en otro tiempo elevó en la caverna de la tarántula sus pensamientos como una torre, ése sabía el misterio de toda la vida tanto como el más sabio. También a él le ha picado la tarántula, con la venganza, y producirá vértigo en su alma. Pero prefiere ser un santo estilita, que remolino de venganza.
En verdad Zaratustra nunca será un bailarín picado por la tarántula.
La canción del baile
Zaratustra caminaba por el bosque con sus discípulos y se encontró a unas muchachas bailando, que al verlo pararon. Él les dijo que no era ningún aguafiestas para que dejaran de bailar. Zaratustra cantó una canción, mientras cupido y las muchachas y Cupido bailaban juntos. Cantó sobre la vida, sobre la sabiduría, dando una definición de la misma: tenemos sed de ella y no nos saciamos, la miramos a través de velos, la intentamos apresar con redes y mudable y terca es.
Capítulos de la tercera parte
Del espíritu de la pesadez
Zaratustra comienza describiendo partes de su cuerpo metafóricamente. Dice que su boca es el pueblo, que su mano es la mano de un necio, que su pie es un pie de caballo y que su estómago es el de un pájaro.
Un ser que se alimenta con cosas inocentes, dispuesto a volar, de alejarse volando, ese es el modo de ser de Zaratustra. Es enemigo del espíritu de la pesadez.
Quien algún día enseñe a los hombres a volar, ése habrá cambiado de sitio todos los mojones de piedra; para él estos mismos volarán por el aire y él bautizará de nuevo a la tierra llamándola "La Ligera". El que quiera hacerse ligero y transformarse en pájaro, tiene que amarse a sí mismo. Hay que aprendes a amarse a sí mismo con un amor saludable y sano: a soportar estar consigo mismo y a no andar vagabundeando de un sitio para otro. Este vagabundeo se bautiza con el nombre de "amor al prójimo".
Dejamos que los niños pequeños vengan a nosotros para impedirles a tiempo que se amen a sí mismos. Sólo el hombre para sí mismo es una carga pesada, porque lleva cargadas sobre sus hombros demasiadas cargas ajenas, además de las suyas propias. El hombre es difícil de descubrir, y descubrirse uno a sí mismo es lo más difícil de todo; a menudo el espíritu miente a propósito del alma.
Parásito es todo aquel que no ha querido amar, pero sí vivir del amor. Desventurados son todos aquellos que sólo tienen una única elección, la de convertirse en animales malvados o en malvados domadores de animales, a los que siempre tiene que aguardar. La doctrina de Zaratustra es que quien quiera aprender alguna vez a volar, tiene que aprender primero a tenerse en pie y a caminar.
Del gran anhelo
Zaratustra ha enseñado al Alma a decir "hoy" como se dice "alguna vez". Le ha redimido de todos los rincones; le ha lavado del pequeño pudor; le ha dado el derecho de decir si o no; le ha devuelto la libertad sobre lo creado y lo increado; le ha enseñado el despreciar, el persuadir; le ha aportado todo el obedecer; le ha dado nuevos nombres y juguetes y le ha dado a beber toda sabiduría. Le ha dado todo, hasta el amante cantar.
Ahora el Alma se encuentra rica y pesada. No hay otra que sea más amorosa, más comprensiva, más amplia y su plenitud mira por encima de mares rugientes.
Los siete sellos
Zaratustra es un adivino y está llenos de aquel espíritu vaticinador que camina como una pesada nube entre lo pasado y lo futuro.
Nunca encontró a la mujer de quien quisiera tener hijos, pues él ama a la eternidad.
Dice que si alguna vez su cólera destrozó sepulcros, su escarno aventó palabras enmudecidas o se sentó jubiloso donde yacen enterrados viejos dioses bendiciendo al mundo, ¿cómo no iba a anhelar la eternidad y el anillo del retorno? Pues él ama a la eternidad.
Expresa que si alguna vez llegó hasta él el soplo creador, rió con la risa del rayo creador o jugó a los dados con los dioses sobre la divina mesa de la tierra, ¿cómo no iba a anhelar la eternidad y el anillo del retorno? Pues él ama a la eternidad.
Si bebió del jarro de mosto en que se hallan mezcladas todas las cosas, derramó las cosas más remotas sobre las más prójimas o si es un grano de la sal redentora que hace que todas las cosas se mezclen bien, ¿cómo no iba a anhelar la eternidad y el anillo del retorno? Pues él ama a la eternidad.
Si es amigo del mar, si en él hay placer indagador que empuja las velas hacia lo no descubierto o si gritó que la costa había desaparecido, ¿cómo no iba a anhelar la eternidad y el anillo del retorno? Pues él ama a la eternidad.
Si su virtud es la de un bailarín, su maldad es una maldad riente y su Alfa y Omega es que todo lo pesado se vuelva ligero, ¿cómo no iba a anhelar la eternidad y el anillo del retorno? Pues él ama a la eternidad.
Si alguna vez Zaratustra extendió cielos ligeros encima de él, anduvo jugando en profundas lejanías de luz y su libertad alcanzó una sabiduría de pájaro, ¿cómo no iba a anhelar la eternidad y el anillo del retorno? Pues él ama a la eternidad.
Capítulos de la cuarta parte
Coloquio con los reyes
Zaratustra andaba caminando por sus montañas y vio a dos reyes a pie, que conducían delante de ellos un asno cargado. Zaratustra comenzó a hablar con ellos. Parece ser que los reyes estaban buscando al hombre superior, superior a ellos.
No existe desgracia más dura en todo destino de hombre que cuando los poderosos de la tierra no son también los primeros hombres. Entonces todo se vuelve falso y torcido y monstruoso. Los reyes le buscaban a él, para oír sus enseñanzas. Zaratustra dijo que era un honor para su caverna el que unos reyes quieran sentarse en ella y aguardar: Pero tendrían que aguardar mucho tiempo, pero el tiempo no importaba.
De la bienaventuranza no querida
Zaratustra cruzó el mar. Mas cuando estuvo a cuatro días de viaje de las islas afortunadas y de sus amigos, había superado todo su dolor De felicidad se encuentra aún en camino entre el cielo y la tierra, eso buscase como asilo un alma luminosa: a causa de la felicidad se ha vuelto toda luz más silenciosa ahora.
Se ama tan sólo al propio hijo y a la propia obra; y donde existe gran amor a sí mismo, allí hay señal de embarazo: esto es lo que he encontrado.
Donde las tempestades se precipitan en el mar y la trompa de las montañas bebe agua, allí deben realizar cada uno alguna vez sus guardias de día y de noche, para su examen y conocimiento.
El pasado de Zaratustra rompió sus sepulcros, más de un dolor enterrado vivo se despertó. Todavía no le ha llegado la hora de su última lucha. Se parece al amante, que desconfía de la sonrisa demasiado aterciopelada.
Zaratustra aguardó a su infelicidad, pero aguardó en vano. La felicidad misma se le fue acercando cada vez más. Zaratustra rió a su corazón y dijo que la felicidad corre detrás suya. Esto se debe a que no corre detrás de las mujeres. Pero la felicidad es una mujer.
De la muerte libre
Zaratustra dice que muchos mueren demasiado tarde, y algunos mueren demasiado pronto. Aconseja a los superfluos que hubiera sido mejor que no hubieran nacido. Pero también los superfluos se dan importancia con su muerte. Todos dan importancia al morir: pero la muerte no es todavía una fiesta. Los hombres no han aprendido aún cómo se celebran las fiestas más bellas. Él muestra la muerte consumadora, que es para los vivos un aguijón y una promesa.
Quien tiene una meta y un heredero quiere la muerte en el momento justo para la meta y para el heredero. Y por respeto a la meta y al heredero ya no colgará coronas marchitas en el santuario de la vida.
Aconseja que hay que poner fin al dejarse comer en el momento en que mejor sabemos: esto lo conocen quienes desean ser amados durante mucho tiempo.
En unos envejece primero el corazón, y en otros, el espíritu. A algunos el vivir se les malogra. Algunos no llegan nunca a estar dulces, se pudren.
En el adulto hay más niño que en el joven, y menos melancolía: entiende mejor de muerte y de vida. Libre para la muerte y libre en la muerte, un santo que dice no cuando ya no es tiempo de decir sí: así es como él entiende de vida y de muerte.
En el morir deben seguir brillando el espíritu y la virtud, cual luz vespertina en torno a la tierra: de lo contrario, se os habrá malogrado el morir.
CONCLUSIÓN
No es fácil interpretar a Nietzsche, sus ideas se ofrecen como mensajes cifrados que hay que ir desentrañando.
Esta obra se puede definir con una sola palabra: " prodigiosa". Nietzsche ha conseguido conciliar todo en uno conocimiento, pensamiento y divinidad.
Conocimiento por tratarse de una obra llena de razón y sabiduría.
Pensamiento porque en esta obra, de una forma indirecta, ha expuesto toda su filosofía y ha conseguido expresar su reflexión hacia los temas más variados.
Divinidad por dos razones: la primera es la belleza insuperable en su escritura en la que manifiesta multitud de figuras literarias propias del más cuidado de los estilos, la poesía envuelve toda la obra, alejándose de la propia realidad de las ideas para acercarse a la belleza de las palabras, Nietzsche hace uso de un extenso vocabulario, lo que le permite ser conciso y explícito en sus ideas; la otra razón por la que es divina es una ironía, ya que toda la obra es una "parodia elegante" de la Biblia.
Sólo el hecho de que ya Nietzsche pensara que él era grande, lo hace aún más grande, siendo, desde mi punto de vista, el autor más provechoso y precoz de la época, y habiendo creado la obra más cultivada y fructífera de toda la historia de la filosofía del s.-XX. Sus ideas radicales, aunque algunas no sean compartidas por mí, hacen que sea un autor admirable, creo que Nietzsche es el verdadero "superhombre" que él predecía, es, en definitiva, un artista.