RETÓRICA DEL DISCURSO SOCIAL El discurso social La presente exposición es un fragmento de un análisis global de la totalidad de la cosa impresa producida en francés a lo largo del año 1889. Esta investigación en corte sincrónico, tiene por obetivo obetivo construir una teoría del discurso social. !ntes de abordar el tema "ue me ocupa #o$, es %til esbo&ar en algunas páginas preliminares la problemática general de la investigación de la cual #ablo. 'e podr(a llamar )discurso social*, de manera puramente emp(rica, a la suma de todo lo "ue se dice $ se escribe escribe en un estado estado de sociedad, sociedad, todo todo lo "ue se imprime, imprime, todo todo lo "ue se representa actualmente en los media electrónicos. +odo lo "ue se narra $ argumenta, si acordamos acordamos "ue narrar $ argumentar argumentar son los dos grandes grandes modos de la discursivi&a discursivi&ación. ción. Llam Llamare aremo mos, s, en forma forma más más conv conveni enien ente te )dis )discur curso so socia social* l* no a ese ese todo todo emp( emp(ri rico co,, cacofónico $ a la ve& redundante, sino a las distribuciones distribuciones tipológicas, a las gramáticas de discursivi&ación, a los repertorios tópicos "ue en una sociedad dada, organi&an lo narrable $ lo argum argumen enta tabl blee $ asegu aseguran ran la divi divisi sión ón del del trab traba aoo discu discurs rsiv ivo. o. Lo "ue propon propongo go en consecuencia, es tomar en totalidad la producción social del sentido $ de la representación del mundo, producción "ue presupone el )sistema completo de intereses de los cuales una sociedad sociedad está está cargada* cargada* -ossaert, -ossaert, Las Estructuras ideológicas, 1983-6, 198 3-6, 331). ienso pues en una operaci operación ón radica radicall de destabi destabicam camien iento, to, "ue sumer sumeraa los domini dominios os discursi discursivos vos estudiados tradicionalmente en forma aislada $ autónomas /las /las 0elles Letres0, la filosof(a, los escritos cient(ficos/ en la totalidad de lo "ue se imprime, de lo "ue se enuncia institucio institucionalmen nalmente. te. rocuro examinar examinar frontalmen frontalmente, te, si puedo decirlo decirlo as(, as(, la enorme masa masa de discursos "ue #ablan, "ue #acen #ablar al socius $ "ue llegan llegan a la escuc#a del del #ombre #ombre en sociedad. ienso "ue es necesario recorrer $ bali&ar la totalidad de este vasto rumor donde existen lugares comunes de la conversación, las bromas del Café du Commerce, los Cátedra !álisis " Crítica ##. $acultad %uma!idades " rtes.
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espacios triviales de la prensa, del periodismo, de los doxógrafos de la )opinión p%blica* as( como las formas etéreas de la investigación estética, de la especulación filosófica, de la formali&ación cient(fica donde están, existen consignas $ doctrinas pol(ticas "ue se enfrentan estrepitosamente, donde los murmullos periféricos de los grup%sculos disidentes, compensan su inferioridad numérica con una solidaridad dóxica a toda prueba. +odos esos discursos están provistos, en un momento dado, de aceptabilidad $ de atractivo2 poseen una eficacia social $ cautivan al p%blico cu$o #ábito dóxico comporta una permeabilidad particular con respecto a esas influencias discursivas, una capacidad de gustarlas $ de renovar su necesidad.
Hegemonía 3uelvo a la expresión misma de discurso social, elegida para designar la totalidad de la producción discursiva propia de una sociedad. El sólo #ec#o de #ablar de discurso social en singular implica, "ue más allá de la diversidad de lenguas, de las prácticas significantes, creemos posible identificar, en todo estado de sociedad, una resultante sintética, un campo interdiscursivo, de maneras de conocer $ de significar lo conocido "ue es &ro&io de esta sociedad, "ue sobredetermina la división de los discursos sociales2 esto es lo "ue desde !ntonio 4ramsci llamamos 'egemo!ía. Las prácticas significantes "ue coexisten en una sociedad no están $uxtapuestas5 ellas tienden a formar un todo )orgánico*5 ellas son cointeligibles, no solamente por"ue all( se producen e imponen los temas recurrentes, las ideas a la moda, lugares comunes, los efectos de evidencia, $ de )eso cae por su peso*, sino también por"ue, de una manera más disimulada, más allá de las temáticas aparentes e integrándolas, el investigador podr(a reconstituir reglas generales de lo decible $ de lo escribible, una tópica, una gnoseolog(a, "ue determina extensivamente lo aceptable en el discurso de una época. En art(culos recientes, #e desarrollado esta noción de 'egemo!ía, "ue comporta una base tópica, base del veros(mil social5 una gramática
interdiscursiva de los grandes temas recurrentes aglomerándose en )visión del mundo* 5 los tab%es $ censuras universales5 un cierto posicionamiento pragmático5 las fobias $ los principios de exclusión2 racismo de clase, sexismo, c#auvinismo, xenofobias diversas..... La #egemon(a también combina rasgos )formales*2 es inseparable de las formas leg(timas del lenguae "ue trasciende la #eteroglosia de una sociedad de clases. En cada sociedad, 6
con el peso de su )memoria* semiológica, la acumulación de signos de modelos discursivos producidos en el pasado, para estados anteriores del orden social, la interacción de los discursos, los intereses "ue los sostienen, la necesidad de pensar colectivamente la novedad #istórica producen la dominación de ciertos #ec#os semióticos /de )forma* $ de )contenido*/ determinando globalmente lo enunciable $ destacando sobre todo los medios de enunciación, lo impensable o lo )no dic#o todav(a*, lo cual no corresponde de manera alguna con lo inexistente o lo "uimérico. ! esta #egemon(a le corresponde la función primera del discurso social7 a la cual se subordinan otras funciones derivadas de rutini&ación de la novedad, de convivialidad dóxica, de identificación distintiva de los grupos, de sus gustos $ de sus intereses. El discurso social, en su aparente diversidad, ocupa todo el espacio de lo pensable. Le podemos aplicar la fórmula de 'an ablo2 (#! eo moemur et sumus*, en él evolucionamos $ somos5 es el medio obligado de todo
pensamiento, de toda expresión, a%n paradoal, de toda comunicación. iertamente, esta #egemon(a funciona dialécticamente con una división de tareas discursivas donde operan todos los factores de distinción, de especiali&ación $ de esoterismo. Es necesario intentar concebir al mismo tiempo la co#esión $ la disimilación "ue operan. no de los placeres perversos de la cr(tica del discurso social es el "uerer ver funcionar un co!ti!uum todo el +eitgeist , desde lo sublime a lo vulgar. :o$ ser(a bastante interesante poder mostrar cómo
el pensamiento de ;ac"ues
, la epope$a del +our de -rance, la nueva psicagog(a publicitaria de los )saponáceos $ detergentes*, la iconograf(a del !bbé ierre $ la propaganda contribu$en por su interlegibilidad a construir una mitolog(a de posguerra. ?i pro$ecto intenta construir a fines del siglo pasado esta interdiscursividad generali&ada, poner en comunicación temática los espacios sublimes de la reflexión filosófica, de la literatura auda& e innovadora $ los campos triviales de las consignas pol(ticas, de la canción del café/concert, de la comicidad de las revistas sat(ricas $ de los c#istes militares, )de las noticias al alcance de la mano* de la prensa popular. Cátedra !álisis " Crítica ##. $acultad %uma!idades " rtes.
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Una gnoseología novelesca Auisiera abordar en la presente exposición u!o de los puntos de vista desde los cuales la #egemon(a socio/discursiva puede apre#enderse2 a"uel de los modelos dominantes socio/ discursivos de puesta en marc#a del discurso, de es"uemati&aciones lingB(sticas vinculadas a una función cognitiva. 'e puede suponer "ue en un estado de sociedad, un tipo discursivo funciona como modelo cognitivo fundamental. 'e pensará en distintas tesis relativas a las formas dominantes de la discursividad en tal o tal sociedad. or eemplo, al axiomático "ue +imot#$ Ceiss asigna para el per(odo clásico, a una posición )anal(tico/referencial*, en la cual el enunciador pretende asumir una situación de )no/implicación abierta* en la observación del mundo5 a la noción de )racionalidad limitada*, )es"ui&ofrénica* sostenida por ;osep# 4abel para las sociedades burocráticas5 al concepto de )ra&ón instrumental* desarrollado por ;Brgens :abermas, etc. Do vo$ a explicitar a"u( la cr(tica de estos modelos, sino "ue "uisiera señalar "ue mi reflexión sobre 1889 me conduce a una #ipótesis salida del mismo tipo de cuestionamiento. Esta #ipótesis e"uivale a encontrar en la ficción novelesca el modelo más expandido de discursivi&ación a los fines cognitivos para la -rancia burguesa del siglo pasado. o dir(a "ue #a$ una gnoseolog(a narrativa )realista* del siglo pasado, "ue leos de ser caracter(stica de la novela, se reali&a en la novela con prestigioF como ella se reali&a también en la re"uisitoria del fiscal, en la crónica del publicista, en la lección cl(nica del médico. ropongo llamar a esta gnoseolog(a el )novelesco/general*. . 4rivel #ab(a tenido en cuenta $a en 19>G2 )El +exto general está repleto de novelesco*1. Es esta la intuición "ue vo$ a desarrollar.
Axiomáico del novelesco!general HAué es una novelaI J meor, "ué podr(a ser una gnoseolog(a )novelesca*I Esto es lo "ue vo$ a tratar de exponer refiriéndome alternativamente a LuKács, atin, #KlovsK$, 1
roducció! del i!terés !oelesco 19/). 39.
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art#es, 4rivel, $ al análisis narratológico, pero trasladando los conceptos "ue vo$ a utili&ar a métodos procesos, reglasF cognitivos generales del discurso social de la era burguesa. El novelesco/general no es, en principio, más "ue una forma de discursivi&ación de un )pensamiento* moderno, cu$os axiomas fueron sacados a la lu&, por +#imot#$ Ceiss en forma notable 0iscurso del oder!ismo, ornell, 1986 F. ara el pensamiento )anal(tico/referencial*, desde el Cenacimiento #asta fines del siglo pasado, a grosso modo, los axiomas indiscutidos fian el cuadro de la cognición2 la realidad está dada, continua $ co#esiva5 anali&able en segmentos discretos, espec(ficos5 la verdad es %nica, no relativa5 puede estar acumulada $ el lenguae es transparente $ referencial por naturale&a. na actitud casi ética de no implicación vigilante es re"uerida para "ue el mundo observado devele su verdad, se enumere, se describa, se clasifi"ue, se distinga, se constru$a en el tiempo $ en el espacio. El positivismo emp(rico de fines del siglo M no es más "ue una transformación sistemati&ada de esta posición anal(tico/referencial. Las le$es están en el mundo, el método experimental las torna perceptibles $ la contraverificación de las experiencias elimina a corto pla&o el error )#umano*. Las le$es forman por otra parte, los conuntos naturales teniendo cada uno su obeto. El novelesco discursivo parte del axioma seg%n el cual con un acontecimiento en bruto, aislado, no se puede #acer nada es decir no se puede interpretar nadaF $ "ue para poder glosar, comentar, es !ecesario insertar este acontecimiento en una secuencia narrativa, completa $ lineal, $endo en forma ideal de una 2orgesc'ic'te a un desenlace, "ue permita relacionar el suceso con un )tipo* #umano, con un destino inteligible $ con un cor&us de saberes dóxicos. El novelesco es ante todo relato $ cronótopo, es decir, figuración convencional del tiempo $ del espacio. '(, pero oo, "ue nuevas formas de representación "ue son diferentes de esa narrativi&ación lineal también utili&an $ bastante el cronotopo, digamos2 la alteración de la linealidad temporo/espacial sólo puede darse a partir de un trabao con el cronotopo $ una postulación de un cronotopo determinado e2 !rlt en Los siete locosF
La novela es un tipo de relato derivado de las categor(as de lo t(pico $ de lo veros(mil. í&ico4 su obeto no es el individuo en una singularidad irreductible, ni son las reglas
sociales abstractas, las fuer&as anónimas, sino una serie de identidades casi sociológicas, formadas por un conunto de rasgos f(sicos, comportamientos $ psi"uismos componiendo
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una esencia, un )tipo*, conunto cu$os elementos se evocan el uno al otro, )#acen posible la lectura uniforme del discurso tal cual como resulta en las lecturas parciales de los Cátedra !álisis " Crítica ##. $acultad %uma!idades " rtes.
enunciados "ue lo constitu$en* Court5s7reimas lit. )isotop(a*, emiótica). 2erosímil4 las condiciones de lectura uniforme acumulativa, re"uieren una colección de to&o ónticos, axiológicos $ prácticos, similares a la manera en "ue se conoce el mundo $ se act%a en la experiencia emp(rica, topoN impl(citos en el encadenamiento de los narremas "ue funcionan pues como entimemas respecto de estos tópicos o )lugares comunes*. El novelesco está en el orden de la discursivi&ación, de los discursos sociales, el simulacro como una forma de )sentido com%n* para conocer el mundo. La )novela* es un relato "ue no explica pues sus propias le$es, es decir "ue presupone las cadenas tópicas de la verosimilitud $ las isotop(as de lo t(pico validando en el desarrollo de la intriga los saberes $ las máximas necesarias para una lectura co#erente. La novela inscribe e! su te:to los paradigmas ideológicos cu$o develamiento no se plantea como fin del relato, los datos "ue permiten inducciones generali&antes, en las "ue las intuiciones se vuelven operatorias en la lógica acumulativa de la lectura. 3EC O?J E'+J :! !?M!
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4rivel. 19>G. @G=.
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La narración tiende a ser acumulatia persistiendo en el mismo &at'os5 las cadenas de causa a efecto no producen resultados estocásticos, cómicos, luego trágicos, favorables después desfavorables2 el relato tiende a la gradación monótona formando un )destino*. El lector en su relación con los #ec#os relatados procede seg%n un movimiento constante de deducciones 7de la regla práctica al caso7 $ de inducciones 7de lo datos concretos a la generali&ación/.@ Este axiomático novelesco está concebido para informar al relato las aventuras i!diiduales5 los agentes del relato deben ser individuos o grupos multitudes, pueblosF
individuali&ados para "ue la lógica de lo t(pico/veros(mil opere. El novelesco es eso "ue obstaculi&a si retraducimos en términos negativos la proposición precedenteF a un conocimiento del mundo como universo de relaciones, como movido por )fuer&as* colectivas anónimas o como compuesto de lógicas no estrictamente integrables a )la intuición de #omogeneidad*. El novelesco cognitivo es eso contra lo "ue las gnoseolog(as más dialécticas 7a"uella del inconsciente, de Tundt a -reud, a"uella de las )estructuras sociales* en la sociolog(a emergente, la de las #ermenéuticas modernas en general7 deberán con"uistar sus operatividades. onocer el mundo, es anali&ar las tra$ectorias individuales de las cuales la llave está en una redundancia entre carácter, 'a;itus, aspecto f(sico, comportamientos $ destino. !ctuali&ando los )códigos* impl(citos en una serie de enunciados cu$a sucesión vale para una lógica de identificación, as( el relato )novelesco* es a s( mismo su propio cuadro teórico, pareciendo obetivar los saberes prácticos, constru$endo los paradigmas de identidad como si esta identidad fuera observada en su emergencia aleatoria, abandonando al lector la posibilidad de extrapolar las reglas. +odo relato de este género, más allá de la ficción literaria, opera una legitimación oculta de ese )sentido práctico* ficcional "ue debe ser constantemente reactivado sin ser amás reconocido. Esto es mu$ interesante5 insisto en "ue en este nuevo veros(mil "ue puede apreciarse en producciones escolares )#uérfanas* de )formación literaria* en sentido tradicional, pero s( mu$ entrenadas para reconocer por v(a indirecta los artilugios de la ficción aun"ue tal ve& no tanto sus conexiones con lo socioculturalF #a$ un )sentido práctico* "ue a%n nos cuesta reconocer o sistemati&ar. @
omo la argumentación stricto se!su no puede operar sus transformaciones de enunciado $ el )moldeado* de sus to&o más "ue sobre las es"uemati&aciones discursivas espacio/temporales F del segmento de lo real a conocer, eso "ue $o llamo un tipo gnoseológico, es la precondición de los ra&onamientos propiamente dic#os.
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?ás allá de las 0bellas letras0 adonde el gran novelista va a problemati&ar esta mecánica ineluctableF, esta narración inductiva, "ue pone obstáculos a toda deconstrucción cr(tica, a toda exégesis de )niveles* de sentido $ a toda deducción explicitada, constitu$e el modelo de base del periodista en los sucesos como en la crónicas parisina, de la c#arla mundana $ de la reflexión )psicológica*, del fiscal en su re"uisitoria, del médico en sus estudios de casos, del #istoriador, etc..;ustamente por"ue ese dispositivo del )novelesco/ general* es banal $ casi evanescente $ por"ue no es más "ue una ficción #omóloga a la manera como se supone conocer el mundo a nivel de la práctica cotidiana, $ pide ser señalado $ descripto en todas sus vicisitudes. La novela forma un relato en el cual los sucesos se prestan siempre a una doble racionalidad, a"uella del encadenamiento de tipo causal $ a"uella otra de la indicialidad. Los narremas son al mismo tiempo funcionales los unos en relación con los otros causalesF e indiciales "ue figuran en un repertorio t(pico "ue vale para una lógica de la identidad social de manera "ue un indicio evoca al lector la serie de los otros indicios isótoposF. Esto es lo "ue Mur$ +$nianov llama &ri&rocedimie!to de e!mascarar?, el método de la máscara, elaboración de motivos concretos, aparentemente ligados a lo aleatorio de las circunstancias narradas, pero correspondiente a la )ps$c#é* de los personaes2 la información llega a lo "ue está en su apariencia f(sica, en sus gestos, en sus comportamientos denota el )tipo* al cual ellos pertenecenG. na de las le$es esenciales del )método de la máscara* es la cointeligibilidad planteada por los rasgos visibles caracteres f(sicos, comportamientosF $ por los rasgos ocultos temperamento, alma, esencia psicológica del tipoF. La novela plantea "ue lo perceptible la apariencia f(sica, los comportamientosF está en relación de redundancia parcial con las )cosas interiores* en las "ue lo perceptible es la figura expresiva. Las le$es, las máximas de lo veros(mil $ los eslabones ideologemáticos del tipo son no solamente necesarios para una lectura co#erente, sino también validados por la serie de #ec#os "ue afectan al #éroe de manera "ue su )destino* confirma a la ve& la pertinencia de la lectura $ el sistema t(pico veros(mil "ue permanece fuera del alcance. La novela debe formar un relato com&leto, su completud puede exceder la vida misma del #éroe, ir en la )novela familiar*, en lo atávico. El relato está completo si va de una G
3er Mur$ +$nianov @0ostoes=iA i 7ogol* r='aist" i !oator" 19B9). . /18
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situación neutra a un &ro dromo" de un &ro dromo a un nudo, a una crisis a un desenlace 7 de una rsDe!e a una escena final secuencia basada por la lógica doxotópica. 3amos a ver "ue de los sucesos al )estudio de caso* psicopatológico, del drama de ?a$erling a la crónica pol(tica o a los trabaos criminológicos de la Escuela de Lombroso, esta completud dramática como manifestación de un tipo toma formas diversas $ "ue el relato completo 7 evidentemente7 puede estar más i!dicado, "ue sugerido en algunas l(neas por la evocación de ciertos encadenamientos de los axiomas genéricos, evocación "ue es suficiente para identificar el fenómeno. Este relato completo sin embargo no debe narrar más "ue episodios )significativos*, es decir, "ue la lógica narrativa de la novela elimina como no pertinente, no narrable, un 9= U o más del tiempo supuestamente vivido. La lógica t(pico/veros(mil funciona por la eliminación de los detalles )excesivos* no ser(a de desde este punto de vista "ue uno creer(a en la #ermenéutica psicoanal(tica fundada sobre la idea totalmente contraria, "ue no #a$ detalles de elementos diferentesF. La novela es un relato en el cual alternan la narración el glosar nomotético, es decir la ocasional temati&ación de las reglas impl(citas "ue rigen las acciones $ )explican* los comportamientos.
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tiene derec#o a tomar distancia para meditar $ el derec#o de glosa. El narrador es omnisciente $ )panóptico*5 vigila, u&ga i! &eto, pero no es interpelado por lo narrado. Este narrador novelesco aparece como una construcción ideológica, simulacro del ideal del $o del individualismo burgués. ara este mirar narrativo superior ?artin ;a$ #abla de )ocularocentrismo*F el mundo es claro $ transparente $ se presta a las puestas en secuencias $ a las taxinomias. El narrador #ace de su lector un )sueto privilegiado* como él, provisto de todos los )sentidos* necesarios para captar los datos los menos aparentes pero dispensado de implicarse. El punto de vista )burgués* es el punto de vista de un dios artista, "ue suspende el orden de las elecciones prácticas en nombre de una contemplación enciclopédica. Este rasgo no está sin relación con el carácter obetivado $ descontextuali&ado de la )cosa impresa*. Cátedra !álisis " Crítica ##. $acultad %uma!idades " rtes.
El novelesco/general no se presta a una lectura alegórica, m(stica o simbólica, sino a una lectura generali&ante, extrapolativa $ casi sociológica, uniendo as( las reglas de sentidos prácticos por las cuales el lector administra su propia vivencia. Es un relato "ue no admite ni la discordancia causal, ni la sobredeterminación, ni la causalidad estructural "ue $o opongo a"u( a una causalidad expresivaF, ni la irrupción de lo fantástico, de lo metamórfico. La lectura correcta no es !i #eterológica !i literal. Ella produce un )caso #ipotético* nuevo $ previsible a la ve&, plausible, de reglas $ de tipos cu$a reactuali&ación confirma $ profundi&a los saberes %tiles a la experiencia ordinaria de la vida. ontrariamente a lo "ue atin dice del relato, como forma estética $ cr(tica moderna, el novelesco dóxico es )realista* en el sentido mismo en "ue es monofónico $ monológico, es decir, "ue él #omogenei&a, elimina lo aberrante, $ concentra la multiplicidad de puntos de vista, en lugar de ponerlos en tensión. Esto es lo "ue $o llamo el novelesco/general, es entonces eso "ue el arte de la novela, con
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el punto de vista "ue le do$ a Codolfo de :absburgo o a ?ar(a 3etsera F ni de ning%n otro de los )personaes*, sino "ue resulta de un compromiso )inteligente* "ue comprende el punto de vista del #éroe pero con una cierta 2erfremdu!g , WdistanciamientoX un cierto aleamiento. !%n en el estudio de los casos de las #istéricas en la 'alpYtriZre W!silo $ :ospital %blico de Enfermos ?entales de arisX, #a$ una presentación de #arcot de la lógica subetiva de la #ero(na $ una lean(a positivista "ue constitu$e la explicación necesaria $ suficiente de esta lógica5 #arcot no tiene más "ue dear )#ablar a los #ec#os* del case stud" $ a librarse meditativamente a los comentarios para gran provec#o de sus internos, sobre la femineidad, las degeneraciones, las taras, los atavismos, las destinos, es decir "ue él #ace apartes literarios $ 7si #emos le(do sus LeFo!s du ardi - recordaremos "ue el #ombre de gran cultura "ue era #arcot llena sus comentarios de alusiones literarias expresas, de 'ófocles a
La semiótica indicial funciona plenamente como anticipación del potencial dramático2 adre desconocido5 esto $a es algo, puesto "ue moralmente no es del todo normal, abandonar a un niño del "ue se es el padre S...
or otra parte, #arcot sabe bien "ue él noveli&a, al punto "ue en sus cl(nicas transcriptas en estenograf(aF, usa a su gusto )#ilos* retóricos "ue son los del folletinista2 :e a"u( "ue es bueno, dirán ustedes, el cuadro promete ser excitante. >
uesto "ue abordé los discursos cient(ficos, tomemos alg%n otro eemplo de la novela, necesario para la explicación cient(fica en su ambición positivista. uando el
#arcot.* LeFo!s du ardi* . 393 " los Gu. rc'i. de o;stetr. " gi!ecol. B/H. #arcot. S > #arcot. @96. S
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#acer otra cosa "ue noveli&ar, por"ue esa novela es parte involucrada del orden cient(fico de la explicación. 2orgec'ic'te2 pere&a, gusto por el arreglo, vicio preco&. 'educción de la mucamita por el señor rico rsDe!eF. ulpa $ . p. GVF.
#a$erling como relao de acualidad
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E! fra!cés 4 @aoir et autorité* Literatura, HI K 1983
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3eamos a#ora la constitución de una novela como producción colectiva espontánea $ condición de una #ermenéutica de la co$untura, en el dominio del periodismo de actualidad, en la )esfera p%blica*. +odo suceso de actualidad puede ser suficiente $ adecuadamente explicado en 1889 si lo llegamos a integrar en un relato compuesto en el cual los elementos están disponibles en una lista de to&o , certificados en la red de lo veros(mil de los diversos tipos narrativos. años, ?ar(a 3etsera. :e publicado un estudio detallado sobre la interpretación por el discurso social francés de este acontecimiento excepcional "ue la do:a invita a leer como señal de los tiempos 2ie!a al correr del siglo, Latraverse $ ?oser Edit. ?ontreal 2:urtubise\rZc#e, 1998F. Las interpretaciones del )
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pronto causa una larga relación entre Codolfo $ ?ar(a, )pasión amorosa* fatal, casta en un principio, )pura inclinación sentimental*, luego tomando en el verano de 1888 precisamos, )un carácter más pasional $ más realista*9. El problema es "ue si es necesario remontarse a más de un año atrás, debemos calcularle a ?ar(a 3etsera alrededor de 1= años al comien&o de esta relación, lo "ue es un poco dif(cil de creer5 es por esto "ue la edad de la #ero(na #a sido largamente escotomi&ada por la prensa mundanaF Dudo de la intriga2 !mor imposible 7elos/
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Cetrasando el cumplimiento de la acción al mismo tiempo "ue profundi&ándola el efecto de la verosimilitud realista, la serie de inserciones desplegada la temática propia del relato informando en él una escena particular, no estrictamente funcional, pero del orden del )efecto de lo real*.11 ero por un lado los celos de la muer abandonada $ por otro, el amor siempre creciente por la baronesa, traeron la catástrofe. Jc#o d(as antes del suicidio, el pr(ncipe consent(a en acompañar a su muer al )t#eater an der Tien* La 'eñorita 3etsera se encontraba en el palco enfrente, $ el p%blico observó las señas "ue se intercambiaban entre los dos palcos. La princesa Estefan(a abandonó el teatro antes del final, $ dos d(as después #ubo una terrible escena entre el Emperador $ su #io. 16
Esta es otra caracter(stica del novelesco "ue aparece2 cada episodio cada segmento es anali&able, inteligible en s( mismo, autosuficiente pero es acumulable a otros, acercable, cointeligible. ! fin de cuentas, no #a$ una multiplicidad de novelas en el siglo , #ubo una especie de roma! i!diis en el cual exist(a la crónica $ la ficción $ "ue, tal como ocurre con las ciencias positivistas, formaba un cor&us de observaciones a contribuciones m%ltiples ver mis observaciones sobre este punto al final del art(culoF. La novela $ la do:a de lo sublime aristocrático institu$en finalmente el desti!atario, pensativo $ emocionado, por esta intriga trágica, como )alma selecta*. ito a aul -auc#er en 7il-las2 )'i en la exaltación pasional, de seres óvenes, amantes $ conflictuados, un pr(ncipe Codolfo, una ondesa sicF 3etsera piden a la muerte el reposo supremo, es una poética excepción en la cual el encanto delicioso no puede ser comprendido más "ue por las almas selectas1@. La novela, sabemos, da a pensar. Llama a la meditación, mientras "ue con el suceso al desnudo no podemos #acer nada. Este es un %ltimo rasgo "ue caracteri&a la posición gnoseológica novelesca2 el relato está lleno de puntos de vista antagónicos, pero el narrador $ el lector "ue él pone de su ladoF no pretende tener un punto de vista propio5 no estando implicado, no puede tener más "ue la cómoda posición de a"uél "ue no )participa en la acción*2 el nivel meditativo or a#( se explicar(a su oposición a at(n Existe entonces un beneficio particular siendo un lector de novelesco. El atractivo de la novela tiende a ese 11
f. 3. #lovsK$ ) arodiAo"i roma!* ristram Me!di @ter!a* 19B1). ecto de
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t. arisie!, 16.B.
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4il/las, @V.8
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fantasma de la pensividad, de la reflexión )pura*, sin intimaciones a tener "ue obrar, implicarse. Esto es lo "ue Coland art#es recuerda al final del + comentando la %ltima lex(a2 ) la ?ar"uesa "uedó pensativa*. omo la mar"uesa, el texto clásico es pensativo, pleno de sentido lo #emos vistoF, parece siempre mantener en reserva un %ltimo sentido "ue no expresa ...F2 es la pensividad ...F Es lo "ue $o llamo )algo mu$ 4eneración del 8V* Mgual "ue la pensividad de un rostro señala "ue esa cabe&a está plena de un lenguae retenido, lo mismo el texto clásicoF inscribe en su sistema la firma de su plenitud* Mnteresante, esto "ue suena más bien romántico, si te apuran a definir Hpodr(a pensarse como clásicoI acá esto$ pensando en la oposición clásico/romántico como la lee 'ergio en orges, note to m$selfF p. 666F. Esta )posición pensativa* va a estar evidenciada en la interminable glosa de ?a$erling2 La tragedia de ?a$erling, sobre la cual la %ltima palabra está mu$ leos de ser dic#a parece #ec#a para llamar la atención a la imaginación popular $ retener la de los filósofos $ la de los moralistas. 1G
seis meses más tarde, La La!ter!e sigue comentando 2 :abrá siempre, en esta misteriosa tragedia de ?a$erling, puntos sobre los cuales no se #ará la lu& nunca. La imaginación popular tendrá un bonito uego durante largo tiempo a%n, para darle libre curso, sobre esta terrible página de la #istoria de los tiempos. Dunca una novela tan oscura #abrá alimentado a la crónica 1=
El %ovelesco como oalidad indivisa El siglo M tuvo la idea de la novela como de una enciclopedia de las )situaciones*, de los tipos #umanos, de los documentos vividos. Do #a$ novelas, #a$ una gran novela, parte de crónica, parte de ficción, con la cual todo el mundo #a contribuido, de 'tend#al a Rola. El cronista, el periodista udicial también lo piensan5 cada caso nuevo debe ser narrado con arte para ir a ubicarse enseguida en su lugar previsto en los arc#ivos culturales ideales en los cuales, las costumbres, los ambientes, los tipos #umanos, los destinos estarán contabili&ados. Este es el axioma enciclopédico "ue creo comprender en este esbo&o de crónica udicial "ue promete relatar )un caso fratricida "ue es un documento nuevo, agregado a a"uellos "ue $a poseemos, sobre las costumbres $ la vida de los campesinos1S*. 1G
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Las costumbres campesinas #an sido ustamente uno de los grandes sectores de lo pintoresco novelesco, un sector en el cual el vaivén entre páginas literarias $ actas de los tribunales #a estado particularmente activo. La enciclopedia de la !oela i!diisa está #omologada al concepto positivista de la ciencia como división del trabao $ acumulación de los datos. La idea de )documento* unifica la lógica de acumulación en las ciencias, en la literatura $ en el periodismo de actualidad. Mnteresante 'obre el plan de las periodi&aciones $ de las variaciones, la presencia anali&a fragmentaria representa sólo una sugerencia para las investigaciones ulteriores. ienso "ue la gnoseolog(a )novelesca* #a sido dominante en el siglo M. El discurso social clásico fue oratorio5 siglo deb(a ser estructural, nomotético $ relativista. El siglo M es novelesco, "ue el campo cient(fico se cansa de distinguir sus prácticas )positivas*$ sus estrategias )experimentales*. Aue no se me acuse de #aber ignorado a los grandes precursores del relativismo, especialmente, a pesar de sus inco#erencias $ para no nombrar más "ue a uno de ellos, a 'c#open#auer sobre el cual los franceses #ablan muc#o #acia 1889 pero "ue no fue percibido en su radicalidadF. ?i obeto no era, lo recuerdo, la epistemolog(a sino la doxolog(a, los dominantes transdiscursivos de un estado de cultura.
CATEDRA ANALISIS Y CRITICA II
- SERIE TRADUCCIONES - Nº 3 -
MARC ANGENOT
La Retórica del Discurso Social
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En Langue Française "Rhetorique et littérature" septermbre nº 79, Larousse. (19 ! #$%&'.
Traducción y Revisión Técnica !r"#. E$sa %ar&a Sa$as. '((3 !u)$icación !ara Circu$ación In*erna.
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