AMIA: Pista Israeli (NOTAS) AMIGOS,, varias veces, les hice envios sobre el rol de Beraja, via regia para la pista israelí en el tema del pago al Dr Telleldín, les mando ahora un articulo de Nueva Sion con algunas glosas, vean con qué cuidado se trata de cercar el rol de Beraja haciendo un esfuerzo ímprobo para desconectarlo del resto de la dirigencia y la Embajada de Israel, haciendo creer que el buen Berajín, actuó solo y que la embajada no sabía nada de nada. La madre del borrego como lo señalo todo el tiempo es el quid de la diferencia que tenemos con Laura Ginsberg, lo que en este punto expreso así: ¿Beraja fue cómplice secundario y bobo de una estrategia armada por el gobierno argentino o Beraja fue la fuerza de superficie manipulando a los títeres menemistas por orden del titirero gobierno de Israel? Para la señora Gisberg, si el atentado lo hizo el menemismo, Beraja es títere secundario para ayudar "secundariamente" a Israel a acusar a sus enemigos en Medio Oriente. Para los que pensamos que la autoría es Made In Israel, el menemismo es títere, Beraja el intermediario y la embajada de Israel el Mr Chasman que maneja los hilos entre bambalinas. ¿Cómo se podría abrir la Pista Israelí en este punto del pago a Telleldín? a)diferenciando como ya hicimos entre pagos verdaderos pero camionetas falsas b)avanzando en la cadena de mandos que empieza por Beraja, incluye a la demás dirigencia, tiene como pivot al FISCAL ISRAELÍ TRUCHO, a las declaraciones truchas del Sr Edri y a las escuchas telefónicas que la SIDE tiene entre Beraja y la embajada, la embajada y el gobierno argentino y la
embajada y el gobierno de Israel c)Un Beraja, un Kollman, un Letjman, un Edri, un embajador bien interrogado, podría abrir esta magnífica Caja de Pandora, aún cerradita...por los argentinos, los americanos y los sionistas. Por favor, envienme vuestro parecer, saludos cordiales. Dr Oscar ABUDARA BINI
Argentina 29/11/2007 Caso AMIA, Memoria Activa y la presentación ante el juez Lijo No se olviden de Beraja Memoria Activa respondió la vista de elevación a juicio que hiciera el juez Ariel Lijo ratificando la elevación del expediente con todos los procesados Juan José Galeano, Eamon Mullen, José Barbaccia, Hugo Anzorreguy, Patricio Miguel Finnen, Rubén Beraja, Carlos Alberto Telleldín, Ana María Boragni y Víctor Alejandro Stinfale. No sucedió lo mismo, hasta la fecha con los integrantes de la querella unificada compuesta por los Familiares y Amigos de las Víctimas, la AMIA y la DAIA. La clave, en este caso es la posible intención no manifiesta, expresamente, de incluir entre los que irían a juicio oral, al ex titular de la DAIA. Los Familiares, por otra parte, han llegado a recusar al juez interviniente. En una segunda ronda de consulta, DAIA y AMIA deberán definir su posición por lo que es conveniente, a este efecto, tener presente los argumentos vertidos por Memoria Activa con los que ratificaron su decisión de llevar a juicio a Beraja. A continuación transcribimos esos argumentos para que nadie diga “yo no sabía nada” o “hasta ahora no hay pruebas suficientes”. ….. En legal tiempo y forma contestamos la vista conferida a esta querella en los términos del artículo 346 del Código Procesal Penal de la Nación -en adelante CPP, o CPP Nación-. De acuerdo a los fundamentos que luego se desarrollarán, consideramos que en el transcurso de la pesquisa se ha dado estricto y fiel cumplimiento a las exigencias formales previas a esta requisitoria, reuniéndose los elementos probatorios necesarios para sostener que la instrucción penal se encuentra completa respecto a los hechos e imputados que seguidamente se describirán. Así, consideramos que la instrucción se encuentra completa y, por ello, solicitamos la elevación a juicio de estas actuaciones (art. 347, incs. 1 y 2, CPP), respecto de Juan José Galeano, Eamon Gabriel Mullen, José Carlos Barbaccia, Hugo Alfredo Anzorreguy, Patricio Miguel Finnen, Rubén Ezra Beraja, Carlos Alberto Telleldín, Ana María Boragni y Víctor Alejandro Stinfale, por los hechos que a continuación se detallarán. En los capítulos subsiguientes daremos cumplimiento a los requisitos que bajo pena de nulidad estipula el artículo 347, CPP Nación. La opinión vertida por esta querella a través del presente escrito, solicitando que parte de los hechos delictivos que evitaron que hubiese justicia a 13 años del atentado contra la sede de la AMIA sean ventilados y juzgados en un debate oral y público, no obsta a nuestra pretensión y exigencia de que se profundice la investigación de todos los hechos delictivos cometidos en el marco de la investigación del atentado.
Es esta voluntad de alcanzar la verdad y de exigir justicia, y de que estos objetivos se alcancen a través de la vía republicana y democrática, de cara a la sociedad, la que nos lleva a impulsar un juicio oral y público. ….. La procura de dilatar la elevación a juicio de los hechos que se encuentran documentados y listos para ser juzgados, no puede ser nunca interpretada como la voluntad de conseguir justicia, sino como una penosa herramienta para profundizar el encubrimiento en connivencia con los aquí imputados. Es muy arduo encontrar en este proceso la voluntad de impulsar la acción penal y aportar elementos de convicción en muchos de los querellantes, por lo que la justicia tendrá que evaluar si están cumpliendo efectivamente con el rol que les toca en el proceso, o si simplemente su participación busca entorpecer el avance de la justicia. ANTECEDENTES Y RESUMEN DE LOS HECHOS Al solo efecto de contextualizar los hechos que están siendo elevados a juicio, en este acápite, describiremos los caracteres generales de la investigación del atentado a la sede de la AMIA. Tal como lo entendió el Tribunal Oral Federal Nº 3 al dictar sentencia en la causa AMIA el 29 de octubre de 2004, la investigación llevada adelante por el ex juez Galeano, con la complicidad de funcionarios judiciales y políticos y de dirigentes de la comunidad judía, no persiguió la averiguación de la verdad, sino la apariencia de ello. El 29 de octubre de 2004, luego de casi tres años de audiencias orales, el Tribunal Oral Federal dejó en evidencia las gravísimas irregularidades cometidas en la investigación de la causa. El TOF Nº 3 absolvió a todos los imputados, acusados de haber participado del atentado o de otros delitos denunciados en el marco de la investigación. El fallo del Tribunal Oral fue contundente y confirmó lo denunciado por Memoria Activa hace muchísimos años: la responsabilidad de funcionarios judiciales y políticos y de dirigentes de la comunidad judía por las maniobras de encubrimiento que contribuyeron a la falta de esclarecimiento del atentado. Así, el TOF Nº 3 ordenó: “[e]xtraer testimonios de las piezas pertinentes y remitirlos a la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal de esta ciudad, a efectos de que determine el juzgado que deberá investigar la responsabilidad que pudo caberles al juez Juan José Galeano, a los funcionarios y empleados del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal nro. 9 de esta ciudad, como así también a los representantes del Ministerio Público Fiscal, Eamon Gabriel Mullen y José Carlos Barbaccia, en los delitos que habrían cometido a lo largo de la instrucción de la… causa”. .......... ANTECEDENTES Tal como dijéramos más arriba, el 29 de octubre de 2004, el TOF Nº 3 dictó sentencia en el caso AMIA, absolviendo a todos los imputados, acusados de haber participado del atentado o de otros delitos denunciados en el marco de la investigación. El Tribunal Oral denunció administrativa y
judicialmente al ex juez Galeano, a los fiscales Mullen y Barbaccia, a los funcionarios del juzgado de Galeano, a los jueces Cavallo y Oyarbide, al ex ministro Corach, al ex jefe de la SIDE Anzorreguy, a los integrantes de la Comisión Bicameral, al ex presidente de la DAIA Ruben Beraja y a los abogados de esta institución, Zaidenberg y Nercellas.
RESUMEN DE LOS HECHOS IMPUTADOS El pago de U$S 400.000 a Telleldín (Se imputa este hecho a Hugo Alfredo Anzorreguy, Juan José Galeano, Eamon Gabriel Mullen, José Carlos Barbaccia, Patricio Miguel Finnen, Rubén Ezra Beraja, Víctor Alejandro Stinfale, Carlos Alberto Telleldín y Ana María Boragni). El hecho consistió en haberse pagado a Carlos Alberto Telleldín mientras se encontraba detenido a disposición del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal n° 9 en la causa n° 1.156-, la suma de cuatrocientos mil dólares, provenientes de fondos reservados de la Secretaría de Inteligencia del Estado, a cambio de que éste aporte una nueva versión -ampliación de su declaración indagatoria convenida previamente con el magistrado, acerca del destino que le había dado a la camioneta que luego habría sido utilizada (AQUI ESTA LA MADRE DEL BORREGO, la camioneta "que luego habría") en el ataque a la sede de la A.M.I.A., involucrando al personal de la Policía Bonaerense, en particular de las Brigadas de Investigaciones II de Lanús y XVI de Vicente López Juan José Ribelli, Raúl Edilio Ibarra, Anastasio Irineo Leal y Mario Norberto Bareiro , en el atentado a la AMIA. De acuerdo a los hechos probados en esta instancia, el Sr. Hugo Alfredo Anzorreguy, entonces titular de la SIDE, autorizó el pago y entregó el dinero a los agentes Patricio Finnen y Alejandro Brousson -ambos a cargo de la Sala Patria de la SIDE; el último fallecido recientemente, por lo que se extinguió la acción penal para que éstos organizaran e instrumentaran el pago con sus empleados (Legascue, Maiolo y Molina Quiroga), todo ello, bajo la supervisión del juez Galeano. Se le reprocha a Ana María Boragni haber recibido las dos cuotas de U$S 200.000. La primera, acompañada por el Dr. Stinfale, el mismo día en que Telleldín suscribía su nueva declaración indagatoria 5 de julio de 1996 , y la segunda, el 17 de octubre de 1996, una vez que las personas indicadas por el entonces imputado declararon como testigos en la causa y ratificaron la versión expuesta por aquél. Finalmente, el día 6 de mayo de 1997, el Dr. Stinfale en connivencia con el Dr. Galeano y el Dr. Beraja, presentó un escrito solicitando un pedido de recompensa en favor de Telleldín por haber colaborado con la investigación -que fue ratificado por el nombrado el 6 de junio de 1997 , con el objeto de que se forme un legajo de recompensa para justificar el pago previamente realizado. (NATURALMENTE BERAJA "CONTABA" CON EL OK DE LA EMBAJADA, EL RESTO DE LA DIRIGENCIA Y DEMAS, PERO ESTO NO SE DICE, COMO SI TODOS FUERAMOS LELOS Y CREYÉRAMOS QUE SEMEJANTE HECHO PUDO HABERLO HECHO BERAJA PER SE)
Por otra parte, y tal como fue probado en el juicio oral y público a través de la declaración de
Horacio Antonio Stiuso (prueba nº 180, declaración del 1 de octubre de 2003), Telleldín recibió como contraprestación por su declaración por parte de los organismos del estado involucrados en la investigación la suma de 5 mil dólares mensuales durante 15 meses, alcanzando la suma de 75 mil dólares, que se sumarían a los otros 400 mil a los que se hacía referencia con anterioridad. Así surge de un documento exhibido durante el mencionado juicio oral, realizado por Sala Patria y el subsecretario de la SIDE de apellido Toranzo. ..........
HECHOS IMPUTADOS Y PARTICIPACIÓN CRIMINAL ........... Video del 10 de abril de 1996 El video del 10 de abril de 1996 documenta una de las entrevistas mantenidas entre el detenido Telleldín y Juan José Galeano. En primer término, Telleldín relató hechos y circunstancias a los que no había hecho referencia en sus anteriores declaraciones indagatorias, esto es, los sucesos en los que habría resultado víctima el 15 de marzo y el 4 de abril de 1994 (Brigada de Lanús) y dio una nueva versión de lo acontecido con respecto a la entrega de la camioneta el día 10 de julio de ese año, aportando los datos de posibles testigos que avalarían sus dichos. En la cinta aludida, el juez instructor exhibió al imputado Carlos Alberto Telleldín las fotografías del personal policial agregadas al expediente y le preguntó si los reconocía como partícipes de los hechos investigados. Cabe destacar que cuando Telleldín no reconocía a alguna de las personas o tenía dudas respecto de quién se trataba, el juez le hacía conocer sus identidades (como sucedió respecto de los policías Leal, Ibarra y Casas), a los efectos de “facilitar” sus reconocimientos. Asimismo, corresponde poner de resalto que no se dejó constancia en el expediente de la mencionada reunión, del interrogatorio efectuado a Telleldín respecto de los hechos materia de investigación ni del reconocimiento fotográfico que exhibe la videocinta. Tratativas del “libro” Simultáneamente los periodistas Lejtman y Kollman junto con el Dr. Stinfale y Beraja, estaban gestionando obtener los dichos de Telleldín por medio de la publicación de un libro con la versión de los hechos. Esta negociación tuvo como objetivo obtener una compensación económica por parte de algún particular, por la eventual declaración de Telleldín brindando una nueva versión de los hechos. ..........
La calificación legal de la conducta desplegada por Beraja Con relación a Beraja, se tiene acreditado que realizó un aporte a los partícipes y que, si bien fue doloso, también resultó contingente al hecho que se investiga. (LA ABUELA DEL BORREGO ES CONSIDERAR LA PARTICIPACION DE BERAJA COMO CONTINGENTE, PARA LOS QUE PLANTEMOS LA PISTA ISRAELI LAS COSAS SON AL REVES, POSIBLEMENTE ISRAEL MANEJO LAS BAMBALINAS A TRAVES DE SU EMBAJADA Y BERAJA FUE SOLO LA CAMPANA VISIBLE Y LA COMPLICIDAD DE LOS ARGENTINOS LO CONTINGENTE)
Esto permite considerar su participación, atento a las colaboraciones que prestó, como una forma de complicidad. La participación de Beraja se inicia en las tratativas con Stinfale para concretar la edición de un libro que, finalmente, no salió a la luz. Sin embargo, frustrada esa publicación, está demostrado que Beraja continuó ligado a la investigación, habiéndose reunido con la Dra. Riva Aramayo e, inclusive, se reunió con Telleldín para lograr que ampliara su declaración indagatoria. Al respecto, es de resaltar que al finalizar la última reunión que Galeano mantuvo con Telleldín en el marco del acuerdo ya descripto, y cuando ya estaban dadas todas las condiciones para que se concretara el pago a cambio de su declaración, el ex juez compartió el contenido de esa entrevista precisamente con Beraja, lo que da una muestra cabal de que buscaba mantener el respaldo del nombrado (extremo que encuentra una lógica explicación si se tiene en cuenta la posición que aquél ostentaba y los naturales vínculos e influencias a los que la misma le permitía tener acceso), como en definitiva sucedió. De esa manera robusteció la voluntad del autor, a través de su cómplice primario, de cometer el hecho. (GALEANO BUSCABA EL RESPALDO DE BERAJA O AL REVÉS? DE TODAS MANERAS SE CONFIESA LA NECESIDAD DE ARMAR TODO ESTO CON LOS "naturales vínculos e influencias" de BERAJA, vínculos que como sabemos eran los de la comunidad y la embajada)
Asimismo, la escucha telefónica entre Javier Pereyra y “Adrián” también da cuenta del amplio apoyo que Beraja brindó a Galeano en esa oportunidad, y los dichos del periodista Gabriel Levinas pueden ser situados en similar contexto. Su actitud luego del robo del video también constituye una pauta fuerte para demostrar su conocimiento y su vinculación con los sucesos. De acuerdo a la estimación de VS al procesarlo, la participación de Beraja no habría sido determinante como la que le cupo a los restantes imputados, sino que el rol fungible de Beraja y/o la contingencia de su aporte, aunque no tenga implicancias desvinculantes de responsabilidad penal, sí obligarían a su consideración, pero que sin su cooperación el hecho hubiera podido cometerse de todos modos. (NUEVAMENTE CREO QUE LAS COSAS SON AL REVÉS, SIN EL VISTO BUENO, INDUCCION Y ORDEN DEL GOBIERNO DE ISRAEL, NI REMOTAMENTE EL JUEZ, LA CAMARISTA Y DEMÁS SE HUBIERAN ANIMADO A SEMEJANTE DISLATE)
En sentido contrario, esta querella entiende que desde el rol público de Beraja y su incidencia política como presidente de la DAIA se hubiese podido impedir la comisión de los delitos que se imputan. (AQUI REAPARECE OTRA VEZ LA MAMI DEL BORREGO, SI BERAJA, LA EMBAJADA, LA DIRIGENCIA O UN MASS MEDIA HUBIERA DELATADO LA MANIOBRA, ESTA NO SE HUBIERA PRODUCIDO)
De hecho, su rol en los hechos se debió a la necesidad de su aporte para que se pudieran desarrollar como los habían planificado. Por ello, la participación que le cupo es equiparable a la del resto de los imputados, por haber sido imprescindible para la comisión del hecho delictivo, por lo que lo responsabilizamos como partícipe primario. .......... La calificación legal de las conductas de los imputados. Autoría y participación La calificación legal de la conducta de Galeano Con todo lo dicho, se puede afirmar que Galeano realizó una arbitraria valoración de la prueba, limitando su interpretación a un análisis parcial y aislado de los elementos de juicio obrantes en la causa y con conocimiento de las falsedades que poseían. Estos elementos, nos permiten responsabilizar a Juan José Galeano como autor penalmente responsable del delito de prevaricato (en su modalidad de hecho), previsto en el artículo 269 del Código Penal. Asimismo, con todo lo expuesto, también queda demostrado el conocimiento que tenía Galeano respecto de que las detenciones de Ribelli, Ibarra, Leal y Bareiro carecían de legitimidad, pues se basaban en prueba que él mismo había creado o indicado crear. Esta circunstancia corrobora, además, la voluntad del imputado de mantener en ese estado a los nombrados, inculpándolos por una presunta participación en el atentado a la AMIA que distaba mucho de lo que realmente había obtenido durante la investigación. Por lo tanto, en base a lo expuesto, Juan José Galeano deberá responder también como autor del delito previsto y reprimido por el artículo 144 bis, inciso 1°, del Código Penal, agravado en función del último párrafo de esa norma por el inciso 5° del artículo 142 del mismo código, reiterado en cuatro oportunidades (artículo 55 del Código Penal). La calificación legal de las conductas de Mullen y Barbaccia Las circunstancias apuntadas más arriba permiten señalar que la conducta de los fiscales durante la investigación y, puntualmente, a partir de haber tomado conocimiento de los videos que muestran las entrevistas entre Galeano y Telleldín, constituyó un aporte esencial a la privación ilegal de la libertad que sufrieron los policías. Sin este aporte Galeano no podría haber decidido ni
mantenido las detenciones, por ello, sus dictámenes, el aval que prestaron a la producción de medidas de prueba y, fundamentalmente, a las resoluciones que tenían vinculación directa con las privaciones de la libertad, es el elemento que nos permite responsabilizarlos como partícipes primarios del delito previsto en el artículo 144 bis, inciso 1°, agravado por el último párrafo de esa norma en función del inciso 5° del artículo 142 del Código Penal. AUTORÍA, PARTICIPACIÓN Y CONCURSO DE DELITOS. CONCLUSIÓN. De acuerdo a los hechos narrados en los apartados anteriores, describiremos aquí la calificación legal que imputamos a cada uno de los autores, la autoría o participación, y la concurrencia de los delitos. Hugo Anzorreguy Autor penalmente responsable del delito de peculado (art. 261, 45 CP). Juan José Galeano Partícipe primario del delito de peculado (art. 261, 45 CP), autor penalmente responsable del delito de coacción (art. 149 bis 2 párr., 45 del Código Penal) reiterado en dos oportunidades, autor penalmente responsable del delito de falsedad ideológica de documento público reiterado en dos oportunidades. (art. 293, 45 CP), privación abusiva de la libertad reiterada en cuatro casos en carácter de autor (art. 144 bis, inc. 1º CP, con la pena prevista de acuerdo al último párrafo del artículo, art. 45 CP), prevaricato en carácter de autor (art. 269, 45 CP, en concurso ideal con los delitos de coacción, falsedad ideológica y privación abusiva de la libertad). Eamon Gabriel Mullen Partícipe primario del delito de peculado (art. 261, 45 CP), partícipe primario del delito de coacción (art. 149 bis 2 párr., 45 del Código Penal), privación abusiva de la libertad reiterada en cuatro casos en carácter de partícipe primario (art. 144 bis, inc. 1º, 45 CP, con la pena prevista de acuerdo al último párrafo del artículo). José Carlos Barbaccia Partícipe primario del delito de peculado (art. 261, 45 CP), partícipe primario del delito de coacción (art. 149 bis 2 párr., 45 del Código Penal), privación abusiva de la libertad reiterada en cuatro casos en carácter de partícipe primario (art. 144 bis, inc. 1º, 45 CP, con la pena prevista de acuerdo al último párrafo del artículo). Carlos Telleldín Partícipe primario del delito de peculado (art. 261, 45 CP) Ana María Boragni Partícipe necesaria del delito de peculado (art. 261, 45 CP). Víctor Alberto Stinfale
Partícipe primario del delito de peculado (art. 261, 45 CP) Patricio Miguel Finnen Partícipe primario del delito de peculado (art. 261, 45 CP) Rubén Ezra Beraja Partícipe primario del delito de peculado (art. 261, 45 CP) PETITORIO Por todo lo expuesto, a V.S. solicitamos, 1-Tenga por contestado en tiempo y forma el traslado conferido en virtud de los artículos 346 y 347 del Código Procesal Penal de la Nación. 2-Ordene la clausura del sumario en relación con los imputados Juan José Galeano, Eamon Gabriel Mullen, José Carlos Barbaccia, Hugo Alfredo Anzorreguy, Patricio Miguel Finnen, Rubén Ezra Beraja, Carlos Alberto Telleldín, Ana María Boragni y Víctor Alejandro Stinfale por quienes se nos corrió traslado y respecto de los hechos anteriormente descriptos. SERA JUSTICIA Publicado por Mario López
FUENTE: http://chiwulltun.blogspot.com.ar/2007/11/amia-pistaisraeli.html
La justicia argentina descarta la pista islámica en los atentados contra la AMIA y la embajada de Israel por Thierry Meyssan* Mientras Washington pretende rescribir la historia nadie cree ya en la “historia oficial” y todo se orienta hacia un auto atentado israelí
En el marco de sus intentos por dar peso a sus acusaciones contra los musulmanes chiítas, Estados Unidos pretende explotar el recuerdo de los atentados cometidos en 1992 y 1994 en la ciudad de Buenos Aires. En efecto, la mayoría de las enciclopedias siguen atribuyendo esos crímenes al Hezbollah o a Irán. A pesar de ello, nadie cree ya en esas acusaciones y la propia justicia argentina se orienta hoy hacia una pista israelí. Como consecuencia, Washington hace presión para que se ponga fin a una investigación que se está haciendo molesta. Con el fin de dar peso a sus acusaciones contra el «la media luna chiíta» (Irán, Siria, Hezbollah libanés), Washington ha decido incluir en ellas los atentados cometidos en Buenos Aires a principios de los años 90. En los países atlantistas [1] se da generalmente por sentado que aquellos atentados fueron obra de terroristas musulmanes. Esa versión de los hechos fue sin embargo desmentida desde entonces por la Corte Suprema argentina que se orientó, por el contrario, hacia una pista israelí. Los neoconservadores han reaccionado con el montaje de toda una operación para invertir las cosas. Luego de una reunión que tuvo lugar en Washington, en mayo de 2006, con la participación de dos altos magistrados de Buenos Aires, el gobierno y la justicia han sido objeto de fuertes presiones. En respuesta, un grupo de ciudadanos argentinos dirigido por el doctor Oscar Abdura Bini [2] acaba de presentar ante un Tribunal de Gran Instancia de Buenos Aires una querella por obstrucción a la justicia contra el American Jewish Committee [3] y los fiscales Nissman y Martínez Burgos. Para entender las implicaciones de esta polémica es necesario recordar los atentados. El 17 de marzo de 1992 una violenta explosión destruyó la embajada de Israel en Buenos Aires y ocasionó graves daños a una iglesia católica y una escuela adyacentes. 29 personas murieron y 242 resultaron heridas. Al principio, la investigación se orientó hacia la pista islámica. Se pensaba que el atentado había sido cometido por un suicida palestino que conducía una camioneta llena de explosivos, que el autor era miembro de la Jihad Islámica y que quería vengar el asesinato cometido por Israel contra el jeque Abbas al-Musawi, jefe del Hezbollah libanés, y su familia. Según aquella versión, la operación de Buenos Aires había sido preparada por un grupo de pakistaníes y coordinada por Moshen Rabbani, el encargado cultural de la embajada de Irán. Este último fue incluso arrestado, años más tarde, en Alemania y liberado posteriormente por falta de pruebas. El 18 de julio de 1994, otra explosión devastó en Buenos Aires el edificio de la Asociación Mutual Israelita (AMIA) con saldo de 85 muertos y más de 300 heridos.
La investigación sobre este nuevo atentado también se orientó hacia la pista islámica. El atentado se atribuyó a un kamikaze de 29 años, llamado Ibrahim Husein Berro, al volante de un vehículo lleno de explosivos. Años después, se emitió una orden de arresto contra Imad Mugniyah, miembro del Hezbollah libanés. Más tarde, el ex embajador de Irán en Argentina, Hade Soleimanpur, fue arrestado en el Reino Unido pero tuvo que ser liberado por falta de pruebas. Todos estos elementos, que parecen ser conclusiones definitivas, aparecen reflejados desde hace años en todo tipo de enciclopedias, aunque nada los confirma. Lo más interesante es que con el paso del tiempo los propios investigadores argentinos han echado abajo las versiones que israelíes y estadounidenses les sugirieron y han construido una hipótesis totalmente contraria: los dos atentados fueron cometidos por agentes israelíes para contrarrestar el antisionismo de la comunidad judía argentina. Es necesario situar las vacilaciones de los investigadores argentinos en el agitado contexto político de su propio país, constantemente estremecido por cambios de gobiernos e insurrecciones. Hasta la fecha no se ha presentado ningún juicio definitivo sobre ninguno de los dos atentados, lo cual permite que cada cual saque las conclusiones que más le convienen en base a momentos contradictorios de todo el proceso. Como quiera que sea, lo menos que se puede decir al respecto es que la pista del terrorismo musulmán resulta ya inconsistente y que los neoconservadores están haciendo todo lo posible para enterrar definitivamente la investigación. El 5 de marzo de 2002, el juez de instrucción Alfredo Horacio Bisordio compareció a puertas cerradas ante una comisión investigadora parlamentaria para declarar como testigo sobre el primer atentado. La Red Voltaire obtuvo la trascripción de esa audiencia. Según el juez Bisordi, el comisario Meni Battaglia dirigió la investigación sobre el atentado contra la embajada. En ella era secundado, aunque de manera no oficial, por un boina verde (no identificado) de la embajada de Estados Unidos y por el jefe de la seguridad de la embajada de Israel, Ronie Gornie. Supuestamente, ambos tenían gran experiencia sobre la realización de ese tipo de atentados en el Medio Oriente. Siguiendo los consejos de ambos «expertos», el comisario adoptó inmediatamente la hipótesis del vehículo lleno de explosivos y reportó que había encontrado fragmentos del motor de una camioneta Ford 100. Resultó imposible establecer una lista exacta de víctimas ya que resultó que la lista de diplomáticos israelíes acreditados en Argentina no correspondía con el personal real de la embajada, diferencia que nunca se explicó. El juez Bisordi quería que se realizaran autopsias de las víctimas pero el comisario Battaglia se opuso afirmando que las autopsias no aportarían nuevos elementos. Ante la insistencia del juez, el gran rabino de Argentina también se opuso a las autopsias porque, en el caso de las víctimas judías, se trataría de una profanación. En definitiva, no se realizó ninguna autopsia. El juez planteaba dos interrogantes: ¿Por qué los autores esperaron que la embajada estuviera vacía para realizar el atentado si un centenar de personalidades judías habían sido recibidas horas antes con bombo y platillo en ese mismo recinto? ¿Por qué recurrieron a un
kamikaze para lanzar la camioneta contra la embajada siendo esto absolutamente innecesario? Al hacerse cada vez más manifiesto su escepticismo sobre la versión que trataban de imponerle, el juez recibió una visita del director adjunto de los servicios secretos argentinos (SIDE), el doctor Gerardo Conte Grand. La misión de este último era hacerlo entrar en razones. Al ir en aumento sus sospechas, el juez se presento de improviso en la comisaría durante el interrogatorio de un testigo clave, un chofer de taxi que testimonió haber acompañado al aeropuerto, justo antes del atentado, a un grupo de musulmanes que le dijeron que había que salir rápidamente del lugar antes que se transformara en un infierno. El juez Bisordi interrogó personalmente al testigo. Creyendo que se encontraba ante alguien tan complaciente como los policías, el chofer de taxi se negó a identificarse y se presentó como «el hombre de Israel». Llegó incluso a decir que era coronel del ejército israelí y que había participado en la Guerra de los Seis Días. Los elementos relacionados con la segunda investigación son tan reveladores como los ya citados e incluyen hasta un verdadero falso policía israelí que se pasea como Pedro por su casa por las comisarías y prisiones argentinas, realizando interrogatorios fuera de todo procedimiento y presionando a los testigos. Este individuo desapareció cuando la justicia argentina le pidió explicaciones sobre su proceder. El gobierno israelí, que empezó por negar la existencia de este individuo, acabó reconociendo que lo había empleado y se negó a que prestara declaración. La Corte Suprema de Argentina se reunió a puertas cerradas para examinar diferentes elementos del caso de los atentados. Este órgano validó investigaciones científicas que establecen formalmente que, contrariamente a lo que se admitió al principio, no hubo ningún coche-bomba conducido por kamikazes sino que los explosivos habían sido instalados dentro de los edificios volados, tanto dentro de la embajada de Israel como en la sede de la AMIA. Por consiguiente, se invalidó todo lo que se había dicho al principio sobre el origen de los vehículos. Al día siguiente de esa audiencia, el vocero de la embajada de Israel en Buenos Aires deploró esas conclusiones y acusó a los jueces de la Corte Suprema de antisemitismo. Para aclarar estos atentados la justicia argentina necesitará aún mucha independencia y perseverancia, lo cual suscita ciertos comentarios. Resulta extraño que se necesite una decena de años para comprobar que un atentado se realizó poniendo el explosivo dentro de un edificio y no mediante la utilización de un coche-bomba conducido por un kamikaze. Se hace necesario señalar de paso que en la actual investigación sobre el asesinato del primer ministro libanés Rafia Hariri la tesis del coche-bomba, considerada como cierta por el enviado especial de la ONU Detlev Mehlis, no constituye actualmente más que una hipótesis de trabajo para el sucesor de este último. Durante 14 años, numerosos expertos occidentales han redactado obras sobre el terrorismo basándose en una interpretación errónea de los atentados de Buenos Aires. Los autores de
estas obras ignoran o fingen ignorar los progresos de la investigación argentina, lo cual es síntoma de incompetencia o de mala fe. Se aferran así a las conclusiones de sus razonamientos aunque sus premisas sean falsas. Resultar doloroso comprobar que aunque las investigaciones judiciales sobre los grandes atentados terroristas imputados a musulmanes, ya sea en Buenos Aires, New York, Bali, Casablanca, Madrid o en Londres, siguen sin ofrecer resultados concretos ello no impide en lo más mínimo a los gobiernos neoconservadores y sus «expertos» seguir imponiéndonos sus conclusiones generales. Estados Unidos acostumbra a modificar con carácter retrospectivo la identidad de aquellos a quienes atribuye la autoría los atentados realizados en ese país, con lo que busca siempre acusar a su adversario real o inventado del momento. Y ahora pretende rescribir la historia incluso fuera de su propio territorio. También es importante mantener la vigilancia con respecto a los guerreristas que explotan descaradamente los atentados de Buenos Aires a favor de sus propios intentos de calificar tal o mas cual partido o gobierno de «terroristas» y que llaman a destruirlos. *Thierry Meyssan Analista político francés. Fundador y presidente de la Red Voltaire y de la conferencia Axis for Peace. Última obra publicada en español: La gran impostura II. Manipulación y desinformación en los medios de comunicación (Monte Ávila Editores, 2008). FUENTE: http://www.tercercamino.com/index.php/mundo/item/966-la-justicia-argentinadescarta-la-pista-isl%C3%A1mica-en-los-atentados-contra-la-amia-y-la-embajada-deisrael?tmpl=component&print=1
TENTADO AMIA: ¿terroristas musulmanes o Pista Israelì?
Por: dr oscar abudara bini
[email protected] 48226369 AGUERO 1330 4to J, CAPITAL FEDERAL, ARGENTINA Resumen: A pesar del escandaloso encubrimiento, Argentina es vanguardia. Las investigaciones oficiales de los atentados cometidos en el Primer Mundo (España, Inglaterra y EEUU), està a años luz de las argentinas. AMIA: ¿terroristas musulmanes o Pista Israelí? Exergo: “No acepto el chantaje de llamar “antisemita” a quien denuncia abusos y crímenes que comete el gobierno de Israel” (Mario Vargas LLosa) Resumen: A pesar del escandaloso encubrimiento, Argentina es vanguardia. Las investigaciones oficiales de los atentados cometidos en el Primer Mundo (España, Inglaterra y EEUU), està a años luz de las argentinas.
Por Ing. Josè Petrosino y Dr Abudara Bini, investigadores de oficio, ciudadanos de a pie, con presentaciones ante la CSJ (atentado embajada Israel) y en causa AMIA. Argentina admitiò culpa en la O.E.A., por no prevenir la masacre AMIA. Menem, “pactò ” con Rabin que habìan sido los musulmanes. ¿Usted les cree?. Investigaciones internacionales revelan un Terrorismo de Estados Postmoderno, coordinado por Israel, Inglaterra y USA, quienes tras la caìda de la URSS fabrican a los ponchazos, una Guerra Santa. Parece increìble, que en el “11-S”, EEUU haya masacrado a 3000 “limpiavidrios” pero hay antecedentes de que EEUU “USA” estas justificaciones para entrar en guerra. Recuerde la explosión del Maine para atacar Cuba, Pearl Harbour para entrar en la segunda guerra mundial y el incidente de Tonkin, para invadir Vietnam. Avanzan a pesar de todo, las investigaciones francesas, alemanas, americanas y causas judiciales en USA. Vea en Google referencias de Philips Berg, Stanley Hilton, Reopen 9-11, Red Voltaire, Thierry Meyssan, Alex Jones, William Rodríguez y Andreas von Bülow. Los cìnicos “alegan daño colateral”, pues en las Torres Gemelas murieron ciudadanos de “tercera”. En la embajada de Israel se tuvo “cuidado” para no dañar ninguna de las 100 personalidades que antes del ataque discutían sobre Medio Oriente, solo cayeron bolivianos, argentinos y diplomàticos sin rango. Marcos Aguinis, “juega” con la ficción de que si hubieran atacado la sociedad Hebraica, hubieran muerto 1500 personas. Si en la Amia, hubieran querido mayor daño, la volaban una hora mas tarde.. Israel, Inglaterra y USA alegan una guerra “contra” el terrorismo, pero lanzaron una guerra “con” terrorismo, invasiones a otros paìses y tortura. Es Noam Chomski quien recuerda las veces EEUU lanzò guerras “con” terrorismo: Nicaragua y Plan Còndor. ¿Puede Argentina investigar la Pista Israelì?. Sì, pero como a Vargas Llosa, nos tildaràn de antisemitas. El tema asusta, nos pasa como a los norteamericanos, a quienes les repugna pensar, que la masacre de las Torres Gemelas sea obra de Bush. Los abogados Philips Berg y Stanley Hilton, representando vìctimas americanas, denuncian, autorìa del gobierno. Amèn de la invasión a Irak, el “ll-S” permitiò ejecutar a Bush un Golpe de Estado a la democracia mas avanzada del mundo. Reina en EEUU la suspensión de libertades constitucionales, gracias al “Acta Patriòtica”. La ciudadanìa americana està como nosotros en 1978, “saben pero no creen”.Nuestra investigación no conduce a pesimismo alguno, Atocha, Londres y EEUU pierden por goleada, respecto de las investigaciones judiciales argentinas. Avanzaremos mas, investigando què se negociò con Eldad Gaffner,un falso fiscal israelí. No tenemos pruebas secretas, este falso fiscal, fue denunciado por la Unidad Amia del Minist. de Justicia, reconocido por el TOF (Tribunal Oral Federal) y divulgado por Nueva Siòn. El juez Canicoba Corral, sucesor de Galeano, no investiga al falso fiscal israelí, pero enviò un camiòn simil SWAT aterrorizando a nuestro vecindario, reclamàndonos documentación secreta de la SIDE, robada del juzgado. Este robo es “Top Secret” y no hay periodista que lo comunique, a pesar de que se abrió una causa judicial, luego de que informàramos a la SIDE. Cuàndo Cùneo Libarona robò un video se fabricò un gran circo mediàtico, pero con esta documentaciòn todos se muerden la lengua.Tras la “locura” de Cùneo nos enteramos que compraban a Telleldìn para fabricar culpables. Gracias a otro ladròn, sabemos que la SIDE informò al juzgado que las pistas musulmanas son pobres. Ciudadanos independientes
advertimos que hay una pista israelí y suponemos, que la SIDE sabe mucho mas. Pero no largaràn prenda, hasta que amaine el sometimiento a las Polìticas “terroristas” de Israel y USA. La cercana debacle de Bush y las crìticas hacia el lobby israelí en USA (vea la revista VEINTITRES Internacional de mayo y junio 2006) crean condiciones, para que aparezca prueba nueva y se valore la existente. La Señora Camioneta Ford del atentado a la embajada de Israel y Mademoiselle Traffic Renault en la AMIA, son inocentes. Se iluminarà la pista israelí, tan pronto salgan en libertad los autos bombas inocentes.El general israelí Zeev Livne “encontrò” un trozo de motor entre los escombros de la AMIA y un gobierno y jueces argentinos “colaboraron” con el “plantado”. La explosión “interior” es rechazada, dice Gabriel Levinas porque sugiere responsabilidad para directivos de AMIA. En la voladura de la embajada de Israel (1992), la Policía Federal determinó de inmediato la explosión interior. Pero, esa misma noche Roni Gorni, jefe de seguridad de la embajada, “convenciò” a Menem del coche-bomba. Ni una palabra mas, se prohibiò investigar la explosión interior, hasta 1996, cuando una pericia de ingenieros argentinos volvió a machacar: “explosión interior”. Tras la pericia argentina, vino una hecatombe. Embajada, DAIA y AMIA, lanzaron ataques, hasta que la Corte Suprema organizò un debate entre partidarios de la teoría israelí (coche bomba) y los de la explosiòn interior. La Audiencia se realizó en 1997 y los peritos de la doctrina israelí perdieron por goleada. La victoria argentina, contra la teoría israelí fue la debacle. Se multiplicaron las presiones del embajador Aviran hasta que los cortesanos delegaron todo en una Secretaría Especial, que obediente puso la causa en un freezer. El Dr Bisordi, hoy juez de Casaciòn Federal, declarò en 2002 ante una comisiòn legislativa con la presencia de Elisa Carriò, revelando pruebas de ingerencia de Israel en la causa embajada. Usted no conoce las denuncias de la Dra. Carriò porque sobre esto, no dijo una palabra. El año pasado, nos presentamos a la Corte Suprema, sintetizando las pruebas que testimonian explosión interior. En la causa embajada, la prueba apuntando a la pista israelì es abrumadora, pues ni el menemismo se atrevió a destruirla. Para este barril de pòlvora, bastarà el fòsforo de un periodista, un soplido de la nueva corte o un gesto del ejecutivo. Alentamos a los familiares de las vìctimas a que ingresen a la causa y sugerimos a nuestros hermanos bolivianos, que pidan el apoyo de Evo Morales. ”Otra vez sopa”: los “musulmanes” reaparecieron en el atentado AMIA. A toda costa, habìa que acusarlos y estos “por guiòn” usan coches bombas. Jorge Lanata fue quien mejor interrogò a los cientos de testigos, que debiendo necesariamente ver algún coche bomba el dìa del atentado, no vieron nada. ¿Porqué Israel y USA realizarían actos de encubrimiento si no estuvieran involucrados?. Los investigadores del atentado a las Torres Gemelas, parten de una pregunta relacionada: ¿A quièn benefician estos atentados? A los paìses que fabrican su polìtica exterior en base a una guerra mundial contra paìses àrabes. Abundan elementos para probar la inocencia de Mademoiselle Traffic Renault. Y ni hablar del conductor suicida “plantado”, porque el papelón cometido por el fiscal Nissman cuando jurò ante el mundo que lo habìa encontrado, le valiò bromas hilarantes de Hugo Presman. La población judìa argentina, importante y prestigiosa en Latinoamérica, con un progresismo ganado en mil batalla, hoy està amilanada por polìticas de Israel cuestionadas en el mundo. El libro de Vargas Llosa sobre Gaza (“Israel-Palestina”), le
parecerà escrito por barbudos de Hamas, ni un liberal de derecha como el escritor peruano, desea ocultar la verdad. Nuestros luchadores judios paralizados por el miedo a ser acusados de antisemitas, no pueden demistificar a Israel. Pero, hay un Gulag israelí, con disidentes como Mordechai Vaununu, Barry Chamish, Israel Schamir y Sergio Yahni. El gaucho Daniel Baremboim soporta con entereza, los insultos que le propinan en Israel. Los cowboys judios Blankfort y Chomski no se callan. Rabinos Antisionistas de Nueva York se ufanan de dar “misa” en Teheràn y acusan al militarismo sionista de ser la fàbrica mas poderosa de antisemitismo mundial. Vargas Llosa nos invita a conocer vida y obra de Amos Oz, Ilan Pappe, Meir Margalit, Claudia Levin, Gideon Levy, Yehuda Shaul, Amira Hss, Benny Morris y Allegra Pacheco. ¿Porquè los progresistas judíos argentinos, siguen al margen de esta revoluciòn mundial? Uno de los “beneficios” de ambos atentados, es el sometimiento de la grey judìa a cualquier polìtica de Israel. En la cumbre de de Mar del Plata, el presidente Bush presionò para que entremos en “su guerra santa”. Kirchner, retrucò: “Unidos contra el terrorismo, pero no solo contra el que tu promueves amigo Bush, sino contra el de toda banderìa”. A dìas del gol de media cancha de Kirchner, el lobby Sionista Norteamericano, junto al fiscal Nissman y con apoyo del FBI jurò ante el mundo que se habìa logrado una “confesiòn” de los hermanos del conductor suicida. Este round lo ganò el encubrimiento. Horas después del anuncio de Nissman, el gobierno argentino realizò la operación de inteligencia mas brillante de esta historia y Rolando Hanglin, mostrò que la patraña del fiscal AMIA, era tan desopilante como el pago a Teilleldìn. Jorge Lanata bromeò con la ensalada de barro que hizo Nissman con Berro (nombre del falso conductor suicida). La vergüenza fue mayùscula, cuando la familia del conductor “plantado” dijo a Hanglin que Nissman fabulaba. Round a favor de Argentina. Pero el lobby Sionista volviò a la carga y fue peor. Juntaron en USA al fiscal Nissman con dirigentes de la AMIA, llevàndolos a una trampa. Una Agencia Judìa de Noticias con sede en Washington, puso en evidencia este cònclave, hoy denunciado en la justicia argentina. Empieza el fin de una polìtica mundial iniciada tras la Guerra Frìa, caracterizada por golpes de Estado en USA y tortura desde Abu Ghraib a Guantánamo. Este orden mundial que el mundo entero denuncia, tuvo en los actos de terrorismo contra nosotros, uno de sus globos de ensayo. Ofrecimos al juez sucesor de Galeano, que nos enfrente en careo con el embajador Munir Menem, el que se supone mentor del tour de Monser Al Kasar a la Argentina y a quien denunciamos por haber destruìdo documentaciòn oficial de la Casa Rosada. Asimismo pedimos al juez Canicoba Corral, similar medida con los doctores C. Corach y H. Anzorregui. Un editorial de La Arena exige poner coto al lobby israelí en Buenos Aires y alerta preocupada sobre el porquè real de la pròxima visita del presidente de Israel, inquieta tambièn la llegada del Comitè Judìo Mundial, dados los antecedentes nos produce escozor. Nuestro presidente puede tomar en serio la recomendación de la ONU y ser el primer mandatario que pida la interrupción de la masacre de Gaza. Perdimos en football, pero si el presidente Kirchner juega fuerte, ganarìamos el primer puesto en la defensa de derechos humanos a nivel internacional. Serà difícil sin apoyo de la población, la grey judìa, periodismo y la clase polìtica.
Respecto de los atentados cometidos en nuestro suelo, si Israel y USA desean ponerse a la altura de Argentina, deberìan hacer un mea culpa en la OEA. ADHESIONES: enviar a
[email protected] o,
[email protected], aclarando nombre, apellido, direcciòn y DNI. FUENTE: http://mamanga.wordpress.com/2006/07/10/atentado-amia-%C2%BFterroristasmusulmanes-o-pista-israeli/
Atentado contra la embajada de Israel – Relato,confesiones y dudas de un cronista – Por Dante López Foresi
TOC … TOC … TOC Las dudas que aún nos quedan a quiénes escuchamos lo que no se informó y vimos lo que no se mostró. ¿Existió un coche-bomba?. ¿Dejó un cráter sobre el asfalto de la calle Arroyo?. ¿Porqué el embajador israelí suspendió las tareas de rescate cuando aún se presumía que había sobrevivientes en los subsuelos?.
El 17 de marzo de 1992 quién firma este artículo trabajaba como cronista del programa “Despertar al país”, que se emitía todas las mañanas por el entonces llamado ATC y era conducido por el recordado y extrañado Daniel Mendoza. A las 14,47 hs, momento exacto de la explosión, me encontraba en el estacionamiento subterráneo ubicado sobre Avenida Corrientes esquina San Martín. A pocas cuadras del lugar. Debo reconocer que mi primera impresión fue que se había iniciado un temblor o terremoto. Hay que tener en cuenta que en Argentina fue la primera vez que sufrimos un atentado terrorista con explosivos de tan alto poder. En ese momento solamente tenía mi grabador de mano, ya que también trabajaba en Radio del Plata por la mañana. No recuerdo exactamente por qué ese día no estaba en el canal. Ah si … empezaba mi turno en un par de horas. Corrí todas las cuadras que separan el garage mencionado con lo que quedaba de la Embajada de Israel. Decenas de personas, de cronistas, de argentinos solo atinábamos a mirar con una infantil cara de asombro y de terror y a caminar en círculos levantado trozos de vidrio, de cemento, de ladrillos. Jamás habíamos visto semejante calamidad. Todos recuerdan la conmovedora aparición espontánea de los ciudadanos que –luego de enterarse a través de los medios de comunicación del espantoso atentado- se acercaron a la calle Arroyo para colaborar en lo que fuera necesario. Se les colocó una pechera amarilla pocas horas después. Fue la primera vez que percibí esa extraña mezcla entre aroma y sensación indescriptible de la muerte por asesinato. Allí comprobé que esa muerte despierta un sexto sentido profundo en todos los que sobrevivimos. ¿Miedo?. ¿Espanto?. ¿Aturdimiento?. Si … todo eso y algo que es inexorablemente inexplicable. Pero sigamos con el relato. Esa noche casi no dormí, y a la mañana siguiente se me encomendó el desafío de transmitir en vivo y directo para todo el país y el mundo desde el lugar del atentado entre las 7 y las 9 de la mañana, cumpliendo mis funciones de cronista en el programa del querido Daniel Mendoza. Fue una sensación de honor y de un profundo temor. Todo lo que había aprendido mal o bien del oficio hasta esa mañana quedaba entre paréntesis. Nada servía. Todo se volvía a inventar. Aunque resulte doloroso y sin medir las consecuencias, creo que luego de 15 años siento el deseo y la obligación de contar ciertas cosas que hasta hoy callé, un poco por no lastimar a familiares de las víctimas y otro poco por ese temor que se siente al revivir recuerdos e imágenes tan escalofriantes. Y –sobre todo- no conté nada durante 15 años porque no poseo una sola prueba de lo que voy a relatar a continuación, pero tengo todas las certezas. Todo lo que usted pueda imaginar como morboso y escalofriante es poco: trozos de cuero cabelludo, un ojo, un antebrazo. Me cuesta aún contarlo. Pero lo más doloroso no fue ver eso mientras realizaba mis varias salidas al aire informando sobre la mañana más conmovedora por lo espantosa de la historia argentina, siendo conciente de que en todo el país estaban pendientes de lo que decía con extrema avidez de noticias, sino lo que voy a relatar a continuación y que es, justamente, el único silencio del cual me culpo luego de tantos años de ejercer mi oficio. Recién terminábamos de informar que el embajador israelí había ordenado que se suspendieran las tareas de remoción de escombros. El argumento que se nos brindó fue que “puede provocar más desmoronamientos y si hay sobrevivientes, aplastarlos”. Personalmente, no creí en la excusa. Y recuerdo no haber sido el único. Un voluntario se acercó a mí en uno de los cortes y cuando ya no estaba en el aire de ATC y mientras esperaba mi próxima salida. En su mano tenía un palo … un trozo de madera.
Me llevó hasta el supuesto cráter que la supuesta camioneta-bomba Ford F-100 había dejado. “¿¿Eso te parece un cráter??”- me preguntó de manera airada. Aunque sea materia opinable y la Justicia haya determinado que tenía 1 metro y medio de profundidad, debo decir que el sentido común me sigue indicando –a quince años del atentado- que lo que vi no era un cráter. Semejante explosión no pudo haber dejado una marca en el asfalto de tan escasa profundidad. Lo que vi no era un metro y medio ni mucho menos. Lo vimos todos los cronistas, pero me hago responsable por lo que personalmente observé. Pensé en esa costumbre tan argentina de convertirnos en especialistas de lo que fuere con tal de “tener la posta” y esa tendencia a ser peritos en materias supinamente desconocidas por nosotros, y decidí no ahondar sobre la cuestión. Además, estábamos realmente desbordados por versiones, evidencias y hechos que debían ser informados y nunca opinados. Todo era realmente caótico y no había tiempo ni espacio para detenerse en “detalles”. Sólo habían pasado unas pocas horas desde la explosión. Una pregunta que aún me hago, quizás por ignorante y desinformado: ¿alguna vez se publicaron fotografías de los restos de esa supuesta camioneta que la Justicia dijo haber hallado?. Lo pregunto solamente de puro desinformado. Sigo. Este voluntario –de quién no sé su nombre y a quien jamás volví a verno era el “cráter” lo único que quería mostrarme. Había visto y escuchado mi último informe por ATC y se acercó a mi decidido a presentarme pruebas. Me tomó del brazo pidiéndome “acompañame por favor”. Me llevó hasta donde –según se decía- se encontraban los primeros subsuelos de la embajada. Se encontraba en sentido opuesto a la pequeña sala que había sido improvisada como “centro de operaciones” de los amateurs rescatistas voluntarios en una edificación lindera con la embajada. Me llevaba del brazo hacia la zona de la embajada más cercana a la calle Suipacha. Una versión circulaba insistentemente: debajo del sitio exacto donde nos dirigíamos habría algo que el gobierno israelí no estaría dispuesto a mostrar al público y que deseaba esconder celosamente. Y recordemos que el terreno de una embajada es considerado diplomáticamente como territorio del país al cual representa. ESE LUGAR puntual era territorio israelí. Una guardia numerosa de la Policía federal nos impedía a los periodistas o voluntarios llegar hasta la zona. Recordemos que las labores de rescate estaban suspendidas por órdenes del embajador. ¡A pocas horas de ocurrido el atentado!. Los agentes del Mossad (servicio de inteligencia de Israel) ya estaban en el país. Todo era terriblemente desconcertante y confuso y, reitero, era la primera experiencia argentina en atentados de semejante magnitud. El muchacho que me guió, que no llegaba a los 30 años, golpeó 3 veces en el suelo (suelo argentino…a centímetros del suelo considerado como israelí) con ese trozo de madera. Y escuchamos, solo él y yo, como desde las profundidades nos devolvían el mismo código de comunicación: “TOC..TOC…TOC…”. Era la prueba de que aún quedaban sobrevivientes. Inmediatamente corrí al móvil de exteriores de ATC y pedí que me dejaran salir al aire de manera urgente. Mi intención era hacer público mi descubrimiento o, mejor dicho, el descubrimiento de ese voluntario anónimo. Es más. Todos los voluntarios insistían ante los cronistas que había sobrevivientes y era un verdadero crimen suspender las tareas de rescate. Desde el canal me dijeron: “Esperá Dante…ya viene Daniel (Mendoza) y contale a él”. La respuesta de Daniel fue: “Todavía no digas nada…esperá”. Esperé una eternidad. Seguramente fueron pocos minutos, ya que Daniel estaba aprovechando una tanda publicitaria para…¿para qué?. Pero sentí esos minutos como una vida entera cargada de ansiedad. Y lo noté a Daniel tan ansioso como yo
por dar a conocer esa información lo antes posible. No olvidemos que Daniel Mendoza fue uno de los mejores (sino el mejor) cronista de Argentina. La distancia de los años me impide recordar detalles, como el tiempo que demoró una voz desde el canal a través del móvil de exteriores en decirme: “Dante…ni se te ocurra decir todavía lo que viste o escuchaste…después Daniel te va a explicar”. “¡¡ Pero van a dejar morir a personas…no sean hijos de puta !!”- grité. La respuesta fue un “quedate tranquilo”, y después…el silencio. Así ocurrió, palabras más, palabras menos. Ninguna prueba. Ofrecí acercarme al lugar con cámara y micrófono y que se escuche en vivo y directo lo que yo había escuchado. Fue en vano. Lo que acabo de relatar es una confesión cargada de culpa que me persigue desde aquel fatídico marzo de 1992. ¿Por qué no lo dije antes?. Para decir algo debe haber alguien dispuesto a escuchar y resolver. Era 1992. Siempre me inspiré en decir solo lo que pudiera probar. Y así lo hice, hasta hoy. Nunca hablamos con Daniel Mendoza sobre el episodio. Nunca pregunté. Sabía las respuestas. ¿Para qué preguntar?. Presiento que Daniel quedó hasta su trágica muerte- con la misma frustración que yo por no poder investigar más a fondo y permitirme salir al aire cuando lo supliqué. Sólo lo presiento. El presidente era Carlos Menem. Si mal no recuerdo el Ministro del Interior era José Luis Manzano. ¿O Carlos Corach?. No recuerdo ni tengo ganas de buscar esa información ahora…¿qué más da?. Eran lo mismo y simbolizaban lo mismo. Trabajaba para un programa independiente, pero en el canal oficial. No fui empleado de ATC jamás. La Corte Suprema era abiertamente menemista. Horas después, miles de almas se habían concentrado en la avenida 9 de Julio aplaudiendo a rabiar al embajador Yizak Avirán. Al mismo que ordenó la suspensión de las tareas de remoción de escombros. La solidaridad argentina estallaba, y me recuerdo mirando a la multitud pensando “si supieran”. Las tareas de remoción de escombros se reiniciaron uno o dos días después. Poco tiempo después quién fue removido de su cargo fue el embajador. Nunca volvimos a escuchar sobre su destino. Un par de años más tarde un atentado aún más brutal como el perpetrado contra la AMIA hizo que aquel 17 de marzo de 1992 quedara sepultado en la memoria de los argentinos como un episodio difuso y difícil de recordar en detalle. Sepultado. Es una palabra que para mi cambió de significado desde aquel marzo de 1992. Sepultados. ¿Dejaron morir a personas para que no se descubra algo que había en los sótanos de la embajada?. ¿Habrán sido ciertas esas versiones?. ¿No es demasiada coincidencia que la orden del embajador fuera casi simultánea con la llegada al país de los primeros agentes del Mossad?. ¿Por qué ese voluntario me eligió únicamente a mi para presentarme esa prueba?. ¿Sólo porque desde el único televisor que tenían en su “búnker” los voluntarios estaban sintonizando ATC?. ¿Será cierta la “pista israelí” de la que tanto se habla?. ¿Matar a su propia gente?. Esos sonidos que escuché..¿habrá sido pura sugestión causada por el horror?. Respuestas que jamás conoceré. Recuerdo que hasta pasado mucho tiempo luego del episodio, nuestros diálogos entre cronistas que habíamos cubierto el atentado giraba siempre en torno de esas dudas. Por mi parte, solo una vez conté a un grupo de compañeros lo que ese voluntario me mostró. Noté gestos incrédulos. Opté por no repetir la historia. El único capital que poseemos los periodistas es la credibilidad. Ellos, optaron por lo mismo que yo: seguir trabajando y
cubriendo las noticias que desde las redacciones nos ordenaban. Hasta que en 1995 decidí no volver a trabajar en relación de dependencia, cosa que sigo haciendo. Recién hoy confieso los motivos de mi renuncia a una de las mejores radios del país en 1995 para lanzarme a tientas a buscar hasta hoy un espacio propio. No puedo acusar a nadie. Como dije, no tengo pruebas. Jamás fui un fabulador y lo demostré hasta ante la Justicia en otras circunstancias. Pero ese episodio no es una anécdota más. Ya no espero que algún día se confirme judicialmente y luego de investigaciones profundas lo que personalmente vi y escuché. ¿Acaso el crimen fue esclarecido?. ¿Hubo voluntad del gobierno y la Justicia de los `90 por esclarecer semejante aberración?. ¿Hubo voluntad de Israel por hacer Justicia? Hoy en la AMIA ciertos objetos son conservados como recuerdos y símbolos de ese horror, en memoria de las víctimas. No conozco que haya ocurrido lo mismo con los restos de la Embajada. Y menos, con lo que haya permanecido en los subsuelos. Es una incógnita que jamás se develará. Concluido este artículo no crea que me siento más desahogado. Hay tres sonidos que vienen a mi cada 17 de marzo. Y otros días también. Casi todos los días: TOC – TOC – TOC. Nota del periodista Fuente: El Vigía
Dante
López
Foresi
del
año
2007.
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Atentado contra la embajada de Israel – Relato,confesiones y dudas de un cronista por Dante López Foresi se encuentra bajo una Licencia Creative Commons AtribuciónNoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported. Basada en una obra en http://paginasarabes.wordpress.com/2013/02/01/atentado-contra-laembajada-de-israel-relatoconfesiones-y-dudas-de-un-cronista-por-dante-lopez-foresi/. FUENTE: http://paginasarabes.wordpress.com/