PROFESOR MONMAR
ALCOHOLISMO
ALCOHOLISMO VENENO LÍQUIDO SUS CAUSAS Y TRATAMIENTO
15 de Noviembre 1149
—
Buenos Aires
© by EDITORIAL CAYMI - Buenos Aires Impreso en Ja Argentina — Printed in Argentina
La pavorosa difusión del alcoholismo y los estragos que causa a la humanidad me han inducido a la confección de este libro, con el firme propósito que sirva de ayuda en la lucha contra este mal social, que no sólo destroza la personalidad del individuo, sino que acarrea graves perjuicios de diversa índole a las personas que lo rodean y por extensión a las comunidades, donde su uso es un hábito en gran parte de las personas que las forman. No quiero hacer aquí un estudio científico profun do, por el contrario, quedaré satisfecho si los conceptos vertidos dan una idea práctica del problema, desde las causas del alcoholismo, hasta la mejor manera de preve nirlo y tratarlo. Debo agradecer la inestimable ayuda encontrada en las diversas instituciones oficiales y privadas, a las cua les concurrí en busca de datos útiles y en las que encon tré apoyo y aliento para mi obra y en especial a la Presidenta de la Unión Chilena de Temperancia, Sra. Be nedicta de Silva, amiga y esforzada cabeza de tan noble sociedad. Desearía no obstante, que las pocas enseñanzas apro vechables, tuvieran acogida no sólo en mi patria, sino además sirvieran en su humilde dimensión, para las per sonas de cualquier país que piensen alistarse en las filas de los que luchamos, para que el alcoholismo cese en su avance.
© by EDITORIAL CAY MI - Buenos Aires Impreso en la Argentina — Printed in Argentina
La pavorosa difusión del alcoholismo y los estragos que causa a la humanidad me han inducido a la confección de este libro, con el firme propósito que sirva de ayuda en la lucha contra este mal social, que no sólo destroza la personalidad del individuo, sino que acarrea graves perjuicios de diversa índole a las personas que lo rodean y por extensión a las comunidades, donde su uso es un hábito en gran parte de las personas que las forman. No quiero hacer aquí un estudio científico profun do, por el contrario, quedaré satisfecho si Jos conceptos vertidos dan una idea práctica del problema, desde las causas del alcoholismo, hasta la mejor manera de preve nirlo y tratarlo. Debo agradecer la inestimable ayuda encontrada en las diversas instituciones oficiales y privadas, a las cua les concurrí en busca de datos útiles y en las que encon tré apoyo y aliento para mi obra y en especial a la Presidenta de la Unión Chilena de Temperancia, Sra. Be nedicta de Silva, amiga y esforzada cabeza de tan noble sociedad. Desearía no obstante, que las pocas enseñanzas apro vechables, tuvieran acogida no sólo en mi patria, sino además sirvieran en su humilde dimensión, para las per sonas de cualquier país que piensen alistarse en las filas de los que luchamos, para que el alcoholismo cese en su avance.
Capítulo I
CAUSAS Antes de tratar este tema, debemos partir teniendo idea clara del concepto que encierra la palabra Alcoho lismo. Puestos en el trance de definirlo diremos: Es la (intoxicación que se produce en el organismo por la in gestión de alcohol y que acarrea un conjunto de pertur baciones de orden físico y psíquico. Hay que aclarar que esta ingestión puede hacerse en forma brusca y pasajera o lenta y sostenida y dará entonces lugar a la intoxicación aguda o crónica res pectivamente. Es decir que el alcoholismo agudo depende de la cantidad más o menos abundante de lo bebido, siempre en poco tiempo y por lo general en personas que toman [una dosis a la cual no están acostumbradas, o sobrepasan en mucho repentinamente la cantidad que beben habitualmente. Es la llamada ebriedad, una inhibición del sistema nervioso con alteraciones de la conciencia, la regulación emocional y la coordinación motora. El alcoholismo crónico en cambio produce altera ciones persistentes, como resultado de la ingestión re petida durante mucho tiempo; es lo que sucede en los
bebedores consuetudinarios en los que es un .hábito, y a los que a simple vista y por sus características cono cemos prácticamente al verlos por primera vez y aun sin tener la certeza por no conocerlos, si son viciosos o no. Entrando ahora en el análisis de las causas que lle van a las personas a beber alcohol, encontramos que hay factores predisponentes, que se pueden dividir en endó genos y exógenos, es decir que dependen del individuo mismo, o del medio que lo rodea.
Factores predisponentes
Constitución del individuo Estados reactivos Debilidad de espíritu Enfermos mentales Difusión del alcohol Precios de las bebidas Posición económica Naturaleza del trabajo Vivienda Ambiente social
Al hablar de constitución del individuo nos referi mos a su aspecto físico y espiritual, es decir sus caracte rísticas fisonómicas transmitidas por herencia y las va riaciones que el tiempo produce en su cuerpo y además el conjunto de inclinaciones, deseos y emociones de su vida afectiva que condicionan su humor o estado de ánimo, todo supeditado a la inteligencia, que permite al hombre la solución de los problemas o nuevas situaciones que se le plantean, o sea, la autodeterminación en el transcurso de su vida. El lector se preguntará en este momento qué rela ción hay entre lo arriba expuesto y el alcoholismo. Pues bien, dentro de las múltiples personalidades del ser hu mano, hay una especial que predispone al hábito alcohó lico y es la ciclotímica. Son las personas que pasan en períodos sucesivos, de la alegría a la tristeza; en el pri-
mer caso el sujeto se encuentra excitado, se adapta en seguida a -la reunión en que se encuentra, hace amistades rápidamente y sin control y cae así con suma facilidad en el exceso alcohólico; en el segundo caso, está agobiado por sus penas, surgidas del trato con otras personas, en su hogar o el trabajo y busca el olvido de sus pesares, tratando de callar su conciencia, que le recuerda sus con flictos y para ello también recurre a la mordaza del al cohol. Se llaman estados reactivos de una persona, a los que se producen como consecuencia de una emoción cualquiera que sufre y que le causa desplacer, es decir, que esa noti cia o situación en su vida o encuentro le trae tristeza y ante la incapacidad de adaptarse busca auxilio en la be bida, tratando vanamente de arreglar sus problemas por ese medio, en lugar de hacerlo mediante el razonamiento, previo estudio de las condiciones que motivaron ese pro blema y llegando a la solución por las vías de la sana lógica. Los débiles de espíritu buscan también en la euforia y falsa actividad, que la bebida les depara, un remedio para su natural falta de recursos ante situaciones ad versas. En los casos de enfermos mentales la tendencia al hábito, surge como consecuencia de la situación de la des trucción de la personalidad, debida a su mal. Es más frecuente en ciertos tipos de enfermedades psíquicas en tre las que citaré: epilepsia, oligofrenia (retardados men tales), demencia, una de las formas de la sífilis nerviosa, conocida por parálisis general progresiva; dipsomanía o estado degenerativo mental impulsivo con necesidad im periosa que lo lleva a beber con frecuencia, etc. Entramos ahora a tratar en particular a cada uno de los factores exógenos que predisponen al alcoholismo, y que son de fundamental importancia, pues son los que más frecuentemente llevan al vicio, ya que se relacionan con el medio social y dependen entonces de las interac ciones e interrelaciones humanas. Es interesante encontrar en qué medida las acciones de las personas son provocadas por necesidades instinti
vas (vivienda, alimento, seguridad, etc.), y espirituales (religión, cultura, belleza, etc.), y la relación que las si tuaciones sociales, tienen con el alcoholismo y con otros males sociales (prostitución, enfermedades venéreas, tu berculosis, mortalidad infantil, etc.). Por todos es conocida la extraordinaria difusión que el alcohol tiene, nos basta para ello al caminar por la ciudad, observar la innumerable cantidad de comercios, que lo exponen para su venta al público, o entrar en las horas del almuerzo o la cena en cualquier casa, de cual quier ciudad para ver sobre la mesa, aun en la más hu milde, la botella de su vino preferido. A su vez es innegable que dentro de los precios que el consumidor paga, por las mercaderías de distintos ti pos, le corresponde al alcohol uno de muy bajo nivel en comparación con ellas. El ser tan barato hace así, que con pocos centavos se tenga una buena dosis del veneno y al mismo tiempo su venta crece en forma desmesurada, so bre todo en los países en los que el gobierno no pone trabas que detengan esa nociva expansión. La posición económica y la vivienda se relacionan, en estos días, de manera tan estrecha, que es conveniente tratarlas juntas en este apartado. La miseria lleva por sola gravitación a malas condiciones de vida, que incluyen no sólo el lugar en que se vive, sino también el alimento para la familia y la forma de vida, dando lugar al haci namiento, con los tristes espectáculos de varias personas de distintos sexos y aun de distintos núcleos familiares, cohabitando en el mismo lugar. Estas situaciones se en cadenan generalmente entre sí y forman un círculo vi cioso, que estrecha el área de desenvolvimiento del hom bre y lo ahoga en una maraña de conflictos, poniéndolo a buscar soluciones fáciles. Piensa entonces en el alcohol y así, en lugar de cortar el círculo lo cierra aún más y cae finalmente en la total degradación moral, que rompe con la familia y por ende mina los cimientos de la sociedad en que vive. Los tipos de tarea que los individuos desempeñan, hacen que algunos de ellos estén más expuestos que otros al hábito. Se pueden citar por ejemplo a los que en forma
directa o indirecta intervienen en el manipuleo de be bidas, desde los obreros de las destilerías, a los expen dedores, en especial almaceneros y cantineros. La rudeza del oficio genera pérdidas de energía que si no se recuperan con una adecuada alimentación y pe ríodos razonables de descanso llevan a la fatiga, con la consiguiente pérdida de rendimiento y perjuicio econó mico; en este caso, el alcohol procura una falsa fuente de recuperación de energías, que es sólo temporaria. Citaremos como trabajos pesados susceptibles de hacer caer en el error a: albañiles, picapedreros, changa dores, etc. Lo mismo puede decirse de aquellos que por la ín dole de su empleo, se encuentran expuestos a temperatu ras extremas, leñadores en regiones de clima frío, cocine ros, herreros y fogoneros entre otros, que sufren calores elevadísimos. Por último nos queda por analizar el ambiente social en que cada uno se desenvuelve. Aquí es notable el abuso de bebidas que se observa en los ambientes de vida frí vola en los que predominan la holganza, las diversiones y el ocio y que es dable comprobar en todas las clases sociales; es allí donde también se nota la nefasta in fluencia de las malas compañías, porque no sólo inducen al vicio, sino que por ese camino en busca de fáciles modos de vida, se llega insensiblemente al delito.
IDEAS ERRÓNEAS SOBRE EL ALCOHOLISMO Es común oír a los bebedores y aun a algunas per sonas que no lo son, decir sobre el tema que nos ocupa, a veces como una defensa, una serie de pensamientos tan arraigados como erróneos y que llevan a la confu sión, a quien ignora la raíz científica que existe para rebatirlos. Se habla del alcohol como estimulante, nada tan falso pues, en realidad, es un depresor del sistema nervioso central. Su acción en este sentido, es similar a la de los anestésicos comunes, que se usan en cirugía. El error nace de que al ingerir 'bebida es frecuente, cuando su con centración en la sangre es baja, que provoque euforia, pero a medida que la concentración sube el sujeto pasa a la inconsciencia, es lo que se conoce como coma alcohólico. La segunda idea errada es decir que calienta el cuer po, cuando lo verdadero es que lo enfría. La termorregulación del organismo, se lleva a cabo bajo la supervisión de un centro especial del sistema nervioso, del que ema nan las órdenes, que por los nervios llamados vasocons trictores y vasodilatadores llegan a los vasos sanguíneos, que irrigan la piel de todo el cuerpo. Cuando la tempe ratura del ambiente en el que estamos es fría, los vasos sanguíneos se contraen y disminuye la circulación de la
sangre por la piel y por ende la temperatura superficial, que está dada por la sangre; de esa manera el organismo retiene el calor, que le hace falta por estar sometido a una baja temperatura. La acción del alcohol, es de para lizar los nervios vasoconstrictores, por tanto, actúan en tonces en libertad de acción los vasodilatadores y por me canismo inverso al relatado más arriba, el cuerpo pierde calor, disminuyendo entonces la temperatura general. En la práctica es fácil comprobar esta acción nociva, basta leer en los periódicos los vagabundos que mueren, por quedar desmayados a la intemperie en los días de in vierno (Figura N? 14), en los que su estado de ebriedad contribuyó, no sólo a provocarle la inconsciencia, sino que ayudó en esa baja de temperatura, que finalmente los lleva a la muerte. Otra noción falsa es la de expresar que la bebida apaga la sed. Muy por el contrario, el alcohol es un deshidratante, es decir, seca el agua de los cuerpos que la contienen. Por eso, se usa en la conservación de ob jetos orgánicos, por ejemplo insectos, como puede verse en los museos de ciencias naturales, porque deseca los cuerpos facilitando su conservación. Las células de nues tro organismo están formadas en un 87 % más o menos de agua; el alcohol las deseca, dejándolas exhaustas y sedientas. La cuarta razón equivocada es que provee energía, la inexactitud de esta afirmación está probada por nu merosos experimentos. Las primeras pruebas fueron rea lizadas con deportistas, en Universidades de Estados Unidos. En todas ellas se comprobó, que de dos grupos de estudiantes, uno de los cuales usaba en su alimenta ción pequeñas cantidades de alcohol, mientras el otro bebía solamente agua, el último de los dos resistía, du rante más tiempo, la fatiga del ejercicio. Otro ejemplo famoso, es el de las marchas a pie de los soldados ingle ses, durante la última gran guerra, de los que saca expe riencia sir Frederiek Treve, quien dijo en aquella ocasión: “Los que primero caían rendidos por el cansancio, no eran los hombres, altos o bajos, grandes o pequeños, los que pri mero besaban la tierra eran los que bebían alcohol”. Por su parte Edmund Hillary, famoso escalador de monta
ñas y conquistador del Everest afirma en su diario, don de comenta las alternativas de la proeza : “Llegados a la cumbre y tras el abrazo que trasuntaba nuestra alegría y mientras contemplábamos a nuestros pies la extraordi naria belleza del panorama, bebimos limonada dulce”. Bien sabía Hillary, por anteriores expediciones, que el alcohol disminuía además de las fuerzas intelectuales, las físicas, ambas tan necesarias en tales enormes altitudes. Es común oír que el alcohol es un alimento, vere mos cómo se rebate esta aseveración. La alimentación de los seres humanos se hace en base a proteínas (obtenidas sobre todo de la carne), grasas, hidratos de carbono y sales minerales y vitaminas. Ninguno de estos elementos están contenidos en el alcohol. Además el alcohol sólo permanece en el organis mo veinticuatro horas, no queda, pues, como material de reserva. Es sencillo entonces entender, que no puede ser útil para nosotros en nuestra comida diaria. Por supuesto, ciertas bebidas como el vino y la cerveza contienen por ejemplo azúcares, pero en tan pequeña proporción, que sería ridículo afirmar, que tienen alguna utilidad como proveedores de energía para el cuerpo. La sexta idea equivocada, consiste en expresar que el alcohol debe usarse en los desmayos; muy por el con trario, en lugar de estimular el corazón, lo deprime aún más. El correcto procedimiento es acostar al desmayado y abrir una ventana o procurar darle la mayor cantidad de aire fresco, aflojar cualquier elemento que comprima el cuello o la cintura, para permitir el mejor flujo de la sangre hacia el cerebro y hacerle aspirar sales o amonía co, para tratar de que recupere el conocimiento. Cuando el enfermo vuelva en sí, se puede dar una taza de té, café o leche calientes. Por tanto, se deduce que el uso popular del alcohol en estos casos, es innecesario y además peli groso y lo mismo sucede, con el agregado de lo anterior mente expuesto, para la gente que dice que el alcohol es medicinal y su uso aconsejable, sobre todo en los casos de neumonía. Esta técnica anticuada, definitivamente abandonada
en la medicina moderna, fue rebatida con múltiples expe rimentos, uno de los más conocidos es el del profesor J. Hay de la Universidad de Medicina de Liverpool (Inglaterra, quien dividió a igual cantidad de pacientes afectados de neumonía, en dos secciones: en la que usó alcohol, la morta lidad fue del 46,6 % y en la que no lo hizo, del 29,8 %. Afortunadamente, en nuestros días, los antibióticos nos eximen de estas pruebas, por su rápida eficacia terapéu tica en esta enfermedad. Lo mismo puede decirse dé los usos en otras enfermedades, aparte dé que es simple com prender, que el tratamiento continuado del alcohol en enfermedades de larga duración, puede llevar a crear en el paciente el hábito por la bebida. P.or tanto, debe quedar grabado en nuestras mentes, que el uso del alcohol es reprobable en toda ocasión y que tomarlo no es beneficioso en absoluto, sino que en traña un real peligro para la salud. Deben desterrarse pues, e3tas y otras ideas falsas que sobre él se vierten, basadas en Jla ignorancia y que a nada bueno conducen.
¿QUÉ ES EL ALCOHOL? CÓMO SE OBTIENE. DISTINTOS TIPOS Al hablar del alcohol nos referimos al llamado al cohol etílico, que es el que se usa en la preparación de bebidas. Químicamente todos los alcoholes derivan de los hi drocarburos. Se llaman hidrocarburos los compuestos, que resultan dé la unión del carbono con el hidrógeno. El alcohol surge .de la sustitución de uno de los hi drógenos del hidrocarburo, por un grupo hidróxílo, que es la unión de un hidrógeno y un oxígeno. Es decir que en la composición de los alcoholes, entran el carbono, el hidrógeno y el oxígeno. La fórmula química del alcohol que nos interesa, o sea el etílico es la siguiente: C2 H8 OH Es decir que está compuesto por dos átomos de car bono, seis de hidrógeno y Uno de oxígeno. Se llama átomo a la porción más pequeña de una sustancia simple. En los distintos alcoholes va aumentando el número de átomos de carbono.
Los que tienen menos átomos son líquidos, pero a partir del que tiene once átomos de carbono en adelante son sólidos. La solubilidad en agua, es decir su propiedad de disolverse en ella, también disminuye a medida que aumentan los átomos de carbono. El etílico es un líquido incoloro, transparente, inflamable, que al quemarse da una llama azul, con mucho calor y sin humo. El alcohol etílico es uno más en la familia de alcoholes venenosos, que da ñan la salud, pero hay otros como el metílico, que se conoce también como al cohol de madera. Se usa en la industria de barnices y colorantes y en la prepa ración clandestina de bebidas, con el con Otros siguiente riesgo para la salud. tipos Ataca sobre todo al nervio óptico j? de puede llevar a la ceguera y son comunes alcoholes también otros síntomas: vómitos, diarrea, cianosis, o sea el color azulado de la piel debido a la sangre mal oxigenada. Otro tipo de alcohol es el amílico, que es de todos los alcoholes el más tó xico y se usa en la industria como sol vente. Otros como el butílico y propílico, dan intoxicaciones accidentales rara vez. El alcohol se obtiene por la fermentación de algunos hidratos de carbono, por ejemplo: glucosa, maltosa, ga lactosa, sacarosa; es decir, de los azúcares tratados con una suspensión de levadura de cerveza y puestos a tem peraturas entre 35 y 40° C. En esas condiciones estos glúcidos se descomponen y originan dos nuevos produc tos: alcohol que es un líquido y anhídrido carbónico que es un gas. Este proceso se conoce por fermentación alcohólica, pues hay otros tipos de fermentación, y termina cuando el contenido de alcohol alcanza más o menos al 14 %, pues por su efecto venenoso muere la levadura de cer veza que ayudó a darle origen.
19 Otra forma de obtener alcohol es por el proceso denominado destilación, y que consiste en lo siguiente: es un método de separar un líquido de otro o de otros, con la condición de que tengan puntos de ebullición dis tintos, es decir hiervan a distintos grados de calor. De esa manera el que hierve primero se transforma al ha cerlo en gases o vapores, que a su vez son enfriados y así vuelven a transformarse en líquido que se deposita en otro recipiente. De esta manera tan sencilla pueden separarse dos líquidos distintos, que antes se encontra ban mezclados, pues el líquido de punto de ebullición más bajo sale primero que los demás, para ir de un recipiente a otro. Las esencias se preparan sobre una base alcohólica, que lleva en disolución diversos principios aromáticos y extrac tos sacados de plantas naturales. Esencias Entre las esencias algunas producen ataques convulsivos (ajenjo, hinojo), y otras son estupefacientes (tranquilidad, estupor, cansancio), como anís, menta, „ orégano, etc. Estas tres formas de obtener el alcohol condicionan también tres clases distintas de bebidas, que a su vez dan según su tipo diferentes trastornos en el organismo, dan do lugar a males conocidos como enolismo, etilismo, absintismo. Se puede clasificar a las bebidas alcohólicas de la si guiente manera: Fermentadas: (Enolismo) Destiladas: (Etilismo) ALCOHOLISMO
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Aromatizadas: (Absintismo) Las bebidas fermentadas dan lugar entonces al eno lismo. Las principales y más conocidas dentro de ellas son: cerveza, vino y sidra. La cerveza es un cocimiento de cebada germinada y
tostada, que contiene además lúpulo para darle el sabor amargo. Su graduación oscila entre tres y ocho grados. Pue de ser peligrosa por la adición de diversas sustancias agregadas con el fin de colorearla, hacerla más amarga, o de más fácil conservación. El vino se obtiene por fermentación del zumo de uvas. Pueden ser secos o sea sin azúcar, o tener mucha y se llaman entonces generosos. Los blancos son más per judiciales pues tienen más tantrato, ácido de potasio y calcio. Los espumantes contienen más ácido carbónico. Oscilan entre los seis y los dieciséis grados de alcohol. Pueden contener en su composición diversas sustan cias que aumenten aún más su toxicidad; entre ellos ci taremos el sulfato ácido de potasio (enyesado), que es sumamente perjudicial y al que algunos autores asignan papel preponderante, en la producción de la cirrosis he pática. Además a veces se añade al vino, alcohol puro y en este caso se comprende cuánto más nocivo puede ser. La sidra es el resultado de la fermentación del zumo de manzanas o de peras. Las alteraciones suelen ser tan frecuentes como en los vinos. El whisky se obtiene por fermentación de granos de cereales, la ginebra se prepara con las hayas de enebro, el ron por destilación de las melazas de la caña de azúcar, el coñac por destilación del vino de champaña y de jerez. •Cada país tiene en general su bebida podríamos decir tradicional. Además como el alcohol data de tiempos in memoriales, es dable comprender su enorme difusión. Aparece ya en la mitología a través del dios Baco, que según la leyenda realizaba expediciones a lugares remotos, propagando el cultivo de la vid. Los antiguos egipcios tomaban una bebida parecida a la cerveza denominada zytas. Siempre se oyen men cionar las tremendas orgías griegas y las bacanales ro manas, organizadas en honor de Baco, en cuyo transcurso aparte de las libaciones, tenían lugar los desenfrenos más escandalosos. En el Japón se usa el sake o aguardiente, provenien
te de la fermentación del arroz. Los indígenas america nos aprovechaban distintas plantas para obtener bebidas alcohólicas y prácticamente cada tribu tenía su prepa ración, que solían usar no sólo en las festividades, sino también en las ceremonias religiosas. Actualmente la difusión es tan extraordinaria que según algunos estadistas europeos hay una taberna por cada tres mil habitantes en Suecia; cada setecientos cin cuenta en Suiza; cada cuatrocientos en Inglaterra; cada doscientos cincuenta en Alemania; y cada ochenta en Francia. En América, los países que más alcoholismo tie nen en relación con sus habitantes son Estados Unidos de Norteamérica y desgraciadamente nuestro país.
USOS BUENOS Todas las sustánciás que nosotros usamos en nues tra vida diaria, o con las cuales estamos relacionados en el devenir de nuestra existencia, prestan su utilidad al hombre cuando se aplican sus propiedades para fines tendientes a mejorar su nivel de vida. El alcohol cumple sus buenas funciones fuera de nuestro organismo, sobre todo en el mundo de la indus tria, donde más o menos cerca de cuatrocientas activi dades, necesitan de este elemento como partícipe im prescindible. Entre todos, dos son los caracteres del alcohol, que más se aprovechan en la industria. Su poder de absorber agua y como disolvente de muchas sustancias, que no se disuelven por la acción del agua. Como ejemplo de su. poder como solvente, tenemos el alcanfor, que puesto en contacto con el alcohol, des aparece disolviéndose. No lo hace en cambio, cuando se pone al alcanfor en presencia de agua. Es importante elemento en la fabricación de termó metros y barómetros, porque se congela sólo a muy baja temperatura. Entra también en la -composición de algu-
ñas mezclas de combustibles, usados en automóviles y aeroplanos. Es por todos conocida su aplicación como antisép tico en la medicina y además por ser deshidratante en la conservación de los cadáveres y al respecto, hay una frase muy ilustrativa que dice así: “Si quieres conservar un cuerpo muerto ponlo en alcohol, pero si quieres ma tar un cuerpo vivo pon el alcohol dentro de él”. Entra en la composición de innumerables perfumes, lociones, linimentos, tinturas, insecticidas, etc. Se usa en la industria cinematográfica y fotográfica. Se emplea también en la preparación de anestésicos, como el clo roformo y el éter. Vemos pues, que sus usos son innumerables y sólo hemos nombrado los principales. Pero algo debe desta carse y es que el empleo del alcohol es imprescindible en la vida del hombre moderno, pero sólo se justifica, siempre que se mantenga fuera de nuestro organismo. Allí nos sirve para una vida mejor, como bebida, nos lleva a la decadencia moral y a la ruina económica.
Capítulo V
INGESTIÓN — METABOLISMO — OXIDACIÓN Y ELIMINACIÓN La ingestión del alcohol se realiza por vía oral, bajo la forma de las más diversas bebidas que lo contienen y empieza su acción irritante sobre las mucosas de la boca y el esófago, hasta llegar al estómago. Desde luego es muy importante, si la ingestión se realiza sola o se toma el alcohol acompañando a las comidas. En el primer caso la acción tóxica es más intensa, pues la absorción es mucho más rápida. En el segundo caso, como el alcohol pasa al torrente circulatorio a tra vés de la mucosa gástrica, los alimentos retrasan este pasaje y moderan la irritación, pero en cambio, dificulta a la vez, la digestión de las proteínas de los alimentos, pues forma con las albúminas un compuesto, que resiste la acción de los fermentos gástricos. El alcohol produce en el organismo siete calorías por cada gramo ingerido, pero su acción como fuente de energía para el organismo es ilusoria, pues colateralmen te, produce graves trastornos tóxicos, que lo hacen indu dablemente un pésimo alimento, inapto para suplantar como antes se creía a los azúcares y grasas en la dieta cotidiana.
En su mayor parte es oxidado o quemado en el orga nismo con la ayuda de enzimas oxigenadoras, a un pro medio de 0,1 gramos por kilogramo/hora; transformán dose sucesivamente en acetaldehido una pequeña parte en ácido acético y el resto en anhídrido carbónico y agua que salen por los pulmones. Su excreción se realiza, como hemos visto, en su mayor parte por los pulmones, bajo la forma de ga3 y vapor de agua, y sólo un 15 % por la orina, desapare ciendo totalmente de la sangre entre las veinticuatro y cuarenta y ocho horas de haberlo tomado. Es decir que el alcohol cumple un ciclo dentro del organismo, desde que es bebido hasta su salida. Durante él y antes o después de transformarse, va ejerciendo sus acciones nocivas sobre los órganos y aparatos, y digo después de transformarse, porque muchos de los produc tos que aparecen durante su metabolismo son también altamente tóxicos, como el acetaldehido. Este producto, como veremos más adelante, tiene su importancia en uno de los tratamientos, que se utili zan para combatir el alcoholismo crónico.
C apítu lo VI
INTOXICACIÓN Y CLÍNICA DEL ALCOHOLISMO Y LOS SINTOMAS MAS COMUNES QUE SE PUEDEN APRECIAR A SIMPLE VISTA. CLASIFICACIÓN DEL ALCOHOLISMO Hemos visto ya, en los capítulos anteriores, que exis ten dos formas de intoxicación, que dependen de la can tidad de bebida ingerida y del tiempo en que ella se hace y que son la forma aguda y la crónica. La clásica forma de la intoxicación aguda es su presentación, como lo que se conoce vulgarmente como estado de ebriedad, con manifestaciones localizadas sobre todo en el aparato digestivo o nervioso. Dentro de las digestivas encontramos: Sequedad de la boca y sensación de calor en el estómago, que luego se transforma en ardor o dolor, acompañados de náuseas y vómitos, con el característico olor a alcohol. En cuanto a las altera ciones nerviosas, las podemos dividir en tres períodos: 1) Es llamado eufórico o de ebriedad ligera, llamando la atención que el sujeto parece hallarse en inmejorable estado: trasuntando su alegría hablando exageradamen te y gesticulando para acompañar sus palabras. El in dividuo se encuentra alegre y comunicativo. 2) Es llamado período médicolegal o de ebriedad com-
pleta y se va instalando paulatinamente con pérdida del autocontrol y por tanto es imposible frenar los instintos, de allí el peligro, pues el sujeto puede estar abrazado a otro sujeto en el mismo estado, como si fueran grandes amigos y al poco tiempo debido a su inestabilidad afec tiva, se encuentra abocado a una riña descomunal con “el amigo” y que muchas veces termina en forma trágica. Al mismo tiempo aparece incoordinación motora, que trae la marcha titubeante o en zig-zag del borracho y dificultad en la articulación de la palabra, que se hace arrastrada y a veces inentendible. El rostro se enrojece por la congestión, hay disminución de la fuerza muscular y finalmente comienza a sentir sueño y va pasando insensiblemente al: 3) Tercer período o de depresión o coma alcohólico: el sujeto parece muerto, al tocarlo se comprueba su baja temperatura, la respiración se hace lenta y baja tam bién la presión arterial, en esta situación la muerte pue de producirse en cualquier momento o bien el sujeto se recupera luego de unas horas de sueño, generalmente con gran dolor de cabeza y un estado general de malestar, sobre todo digestivo, siendo frecuentes las náuseas y a veces los vómitos. En la forma crónica del alcoholismo se trata de sujetos acostumbrados a beber durante muchos años, durante los cuales el tóxico va paulatinamente produ ciendo daños en tejidos orgánicos, que llegan luego a ser irreparables y que se exteriorizan por una serie de ma nifestaciones de diversa índole y en los distintos secto res «del cuerpo y que configuran la estigmatización física y mental. Podemos dividir entonces los trastornos en: Digestivos: Pituitas matinales, es decir que por las mañanas el alcoholista lanza flemas de color blanco, que luego se tornan verdosas, debido a la irritación de la mucosa y al reflujo bilioso, somnolencia después de las comidas con pesadez abdominal, aliento acético, pérdida del apetito que lleva al adelgazamiento, y luego al pro ducirse la gastritis, puede llegar a la intolerancia ali menticia. Hepáticos: El hígado por un proceso de cirrosis se
A lcoholismo
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va agrandando y a veces comienza un dolor en el flanco derecho, debido a la inflamación del órgano y vómitos biliosos, al mismo tiempo, comienza a notarse un tinte amarillento de la piel (subictericia).
Si el estado de alcoholismo persiste, se llega a la cirrosis atrófica de LaÉN'NEC y a la insuficiencia he pática total.
Cardiovasculares: Debido a trastornos metabólicos (falta de vitaminas del complejo B en los alcoholistas), se produce agrandamiento del corazón, con detrimento de su función, que unido a la arteriesclerosis que se ve facilitada por el alcohol, lleva a un estado de deficiencia cardíaca y de los vasos arteriales, por lo que no es de extrañar, que se produzcan entonces accidentes morta les, como síncopes o hemorragias cerebrales. Sanguíneos: En sangre circulante se observa una ligera anemia, es decir disminución de los glóbulos rojos circulantes y que se debe a trastornos en la producción de los mismos, por falta de proteínas, disminuidas por la pésima alimentación en estos pacientes. Arterias: Es característica la rubicundez a color muy rosado de la cara de los alcoholistas, debido proba blemente a vasodilataciones paralíticas de los pequeños vasos sanguíneos, es dable observar también, ovillos de pequeños vasos en forma de arañas en el rostro, en cuya formación tendría importancia, el deterioro hepático. Oculares: Son frecuentes la conjuntivitis y el la grimeo, de allí, que los ojos de los borrachos parecen vidriosos y húmedos, y a veces, con trastornos en la vista; visión borrosa o doble, por irritación del nervio óptico. Nerviosos: Polineuritis y parálisis, que se deben a la acción tóxica sobre los nervios periféricos y a la ca rencia vitamínica sobre todo. Los enfermos sienten hormigueos y dolores violentos, más comúnmente en las piernas y que, a veces, le impiden caminar y lo llevan a no poder conciliar el sueño. Desaparecen los reflejos y el sujeto va al ago tamiento.
Psíquicos: Son muy notables y afectan las funcio nes fundamentales del intelecto. El alcohólico no presta atención y es por ello, que no capta con precisión los hechos que ocurren a su alrededor y por tanto no recuer da luego lo que pasó, por falta de su memoria de fijación. Su inteligencia se va deteriorando y vemos que personas consideradas cultas, luego al hablar, dan la impresión de ser niños, por el escaso contenido de sus pensamientos, sin ideas brillantes, que llevan progresivamente a una alteración del juicio crítico. El intoxicado crónico, se torna además inestable en sus sentimientos, casi siem pre de mal humor, pero con cambios continuos, a veces alegres y el peligro latente de su irritabilidad, que fácift mente lo lleva a cometer delitos. Dentro de los trastornos psíquicos tenemos diversos cuadros, pero los de mayor interés son 1) Delirium Tre men#: Se desencadena por factores intercurrentes, a veces una operación, una internación en el hospital o la detención por la policía. Unos días antes, vemos al en fermo ansioso e intranquilo, con insomnio, temblor, sobre todo de lengua y mano y tan llamativo que da el nombre al delirio, transpiración profusa, que lo lleva a la deshidratación, sueños terroríficos y alucinaciones (el en fermo ve generalmente animales inexistentes), y puede haber fiebre, que en el caso de ser muy elevada es de mal pronóstico. 29) Manía y melancolía alcohólicas: Se caracterizan por estados de excitación, en los que el enfermo no puede estar quieto, seguidos de otros, en que se encuentra aba tido, con gran depresión y sin ganas de trabajar o hacer algo útil, por el gran cansancio que lo aqueja. 39) Alucinosis alcohólica: Se dice que existen alu cinaciones, cuando el enfermo percibe por cualquiera de sus sentidos, objetos que no existen realmente. Pueden ser auditivas (oye voces), o visuales y pueden durar días o semanas, y desaparecer o desembocar en un delirio crónico sistematizado irreductible. Por lo común, este estado se acompaña de cambios de carácter, que se torna sombrío. 49) DtUrio et'.otipico alcohólico: Se desarrolla en
ALCOHOLISMO
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personalidades ya predispuestas a este tipo de enfer medad y se agrega además, algún hecho real, como dis minución de la .potencia sexual o -bien 'hipoafectividad. El enfermo interpreta el más mínimo detalle y lo rela ciona con la infidelidad de su mujer, lo cual lo vuelve peligroso, pudiendo llegar al homicidio. 59) Psicosis de Korsakoff: Se ve por lo general en personas de edad más avanzada. Hay profundo deterioro de la memoria, sobre todo para los sucesos antiguos, se dice que viven en el presente y se acompaña de intensa tabulación, cambios del humor, desgano físico y no raras veces polineuritis, siendo su pronóstico desfavorable, ya que termina por lo general en la: 69) Demencia alcohólica: Encontramos anestesia mo ral, el individuo no tiene otra finalidad en la vida que beber y deja de lado sus sentimientos, no importándole ya más de su familia; pérdida de los ideales y profundo deterioro del intelecto, acompañado de depravación. 79) Hay otros trastornos psíquicos, que acompañan al alcoholismo y que sólo nombraré, por escapar a los alcances de esta síntesis y entrar ya en el terreno del especializado. Epilepsia alcohólica: En estos casos existe por lo general una epilepsia latente, que el alcohol sólo desen cadena; seudoparálisis general; enfermedad de Merchiafava y polioencefalitis superior hemorrágica de Wernicke. Entraré ahora a tratar de detallar los síntomas más comunes, que es dable ver a simple vista, durante el es tado de embriaguez. Para ello, puede partirse de dife rentes clasificaciones. El subcomité de alcoholismo de la organización mundial de la salud, admite que el alcoho lismo puede pasar por etapas reconocibles, que sirven tanto al pronóstico como al tratamiento: Una primera etapa sintomática (bebe para solucionar sus problemas), una segunda de embriaguez inveterada (no puede dejar ya su vicio) y por ultimo una tercera etapa, en que apa recen ya cualquiera de las enfermedades, que recién aca bamos de ver.
Otra de las clasificaciones se basa en las caracte rísticas de la forma en que habitualmente los individuos ingieren las bebidas y es la siguiente: I1?) Moderado: Llamamos así, a los individuos que ingieren habitualmente, lo que toma el término medio de la población, del lugar en que viven. Nunca se los ve ebrios y para ellos la bebida no es indispensable. 2P) Excesivos: Son aquellos que acostumbran a frecuentar los cafés y beben en compañía de sus amigos ocasionales: por lo general se embriagan los fines de semana, lo que no es obstáculo para que los días lunes reanuden su labor. B9) Alcohólicos: Se considera dentro de esta tercera categoría a los que se embriagan con suma frecuencia, es raro encontrarlos lúcidos y son aquellos enfermos que nos dicen no poder dejar la bebida, como si una fuerza más poderosa que su voluntad, los impulsara a ello. Son los que habitualmente beben por las mañanas al levan tarse y lo continúan haciendo durante el resto del día. Por último tenemos la clasificación basada en la graduación del hábito. Esta clasificación divide a los bebedores en cinco clases, a saber: A) Social ocasional: Es el que habitualmente no bebe, pero lo hace en una reunión por educación, es de cir, para no desentonar dentro del ambiente social que lo rodea, en ese momento. B) Social: Se llama así al que ingiere el tóxico también en una reunión, pero no pasa de dos o tres copas, llegando a ponerse álegre pero nunca ebrio. C) Social pesado: Habitualmente conocemos a este tipo como el individuo que pasa su existencia deambu lando de un cocktail party a otro, no obstante ello, man tiene una conducta no del todo reñida con las buenas costumbres y es raro que se extralimite. D) Bebedor problema: Corresponde al excesivo de la clasificación anterior, es común la borrachera del fin de semana y en este caso es frecuente ver riñas o cual quier otro tipo de agresión, como expresión de una falla de su conducta.
E) Alcoholista: Entra dentro de esta graduación el enfermo que no puede dominar su hábito. Al levantarse, su primera preocupación es tomar alcohol. Presenta toda la estigmatización del bebedor crónico y la característica anestesia moral del incontrolado. Dentro de estas clasificaciones y de acuerdo a la cantidad de alcohol ingerido, van apareciendo los signos patológicos por los cuales el médico se orienta, no sólo para diagnosticar la ebriedad, sino también para el pro nóstico de gravedad. Para hacer más fácil y comprensible al lector los síntomas alcohólicos, los dividiré en períodos, a cada uno de los cuales, corresponde una figura de este libro, que ayudará visualmente a retener en la conciencia los conceptos fundamentales. Debo aclarar también que a cada período, corres ponda una determinada cantidad de alcohol en sangre, expresada en gramos de alcohol por mil era cúbicos (1 litro), de sangre. Es asimismo necesario dejar sen tada en este momento, la regla de Balthazard y Lambert, que dice así: “La cantidad de alcohol determinada por mil de sangre, equivale exactamente a la cantidad de alcohol absorbida por kilo de peso corporal'’. Para aclarar este punto diré entonces, que si la dosis mortal de alcohol es de seis gramos, o lo que es lo mismo 10 cm cúbicos por mil de sangre; esto quiere decir, que el individuo debe haber absorbido también, para hallar la muerte, seis gramos de alcohol por cada kg de su peso, por lo tanto en un individuo de por ejemplo 70 kg,. habrá que multiplicar setenta por seis para saber la cantidad de alcohol ingerido y absorbido. Primer período: (de 0 a 0,5 g por mil de sangre): Sujeto aparentemente normal y decente, cabeza despe jada y respiración libre. Parece encontrarse en el mejor
de los mundos: “Así dan ganas de vivir”. Corresponde a la figura N9 1. Segundo período: (0,5 g por m il): Se siente una agradable sensación: por supuesto falsa, de calor y bien estar. Disposición para las reuniones sociales, con ganas de charlar amigablemente y gran afabilidad. Figura N? 2. Tercer período: (0,7 g por m il): Falsa euforia alcohólica. Afectividad expansiva, se siente amigo de toda la vida de su nunca visto compañero de conversa ción. No tiene apuro por abandonar la reunión en que se encuentra y nota que el tiempo pasa demasiado rápi damente. Aún tiene control de su conciencia. Figura N9 3. Cuarto período (1 g por mil) : Ahora sí se siente francamente alegre, pero nunca borracho, parece recor dar los hechos acaecidos en el transcurso de su vida, con toda precisión. No nota en cambio que sus movimientos se tornan algo torpes. Hay disminución de la sensopercepción, o sea, de la recepción de los estímulos, ya sean objetos o voces, que le llegan por la vista y el oído y por ende, disminuye también la atención voluntaria. Por estas causas, es el momento de mayor peligro si ha de conducir un automóvil, pues a pesar de su estado que lo torna inhábil para el manejo, el sujeto se siente un audaz y perfecto volante, no siendo de extrañar en tonces, los accidentes fatales. Figura N9 4. Quinto período: (1,5 g por m il): Inestabilidad emocional. Puede pelear en cualquier momento, con el que hace un rato era su amigo del alma, gran agresivi dad porque se siente fuerte. En realidad ya no está en condiciones de pegarle a nadie, dada su ligera incoordi nación motriz, que le hace ejecutar mal, actos finos pero sencillos como encender un fósforo. Comienza a tener dificultad para articular las palabras. Figura N? 5. Sexto período: (2 g por m il): Cambios bruscos
del humor, puede reírse a carcajadas o bien llorar des consoladamente. Pulso y respiración rápidos. Se cree objeto de injusticias variadas y puede reaccionar desfavoraolemente. Le cuesta hablar correctamente y caminar derecho, para ello, debe poner en juego la poca atención que le queda. Figura N9 6. Séptimo período: (2,5 g por m il): Gran incoordi nación motriz, se tambalea y vemos el clásico andar en zig-zag o haciendo S, del alcoholista, golpeando a veces contra las paredes y apoyándose otras, en cuanto objeto encuentra a mano. No es raro que entone canciones de letra inentendible, debido a su disartria. (Mal dominio de los músculos linguales.) No es rara la visión doble de los objetos (falla de los músculos óculomotores). Figura N9 7. Octavo período: (3 g por mil) : Se acentúan los Bignos del período anterior. Busca las llaves de su casa en el bolsillo y no las encuentra y cuando lo hace, no acierta a introducirla en la cerradura. Hay estado de confusión, ya no recuerda con quiénes estuvo momentos antes. En este estado es fácil, que por su incapacidad de reaccionar prestamente a situaciones difíciles, pueda ser embestido por un automóvil, o bien, por su pésima situa ción física, es sencilla presa de ladrones que sin ninguna resistencia, pueden sacarle cuanto de valor lleve consigo. Figura N? 8. Noveno período: (3,5 g por m il): Necesita ayuda para desvestirse o cae rendido en cualquier lugar. Estu por. Peligro si queda expuesto a los rigores del tiempo, sobre todo en época invernal, pues en ese caso, puede morir por acción de la baja temperatura. Apenas articu la palabras incoherentes, o grita o llora. Inconsciencia o depresión general. Figura N9 9. Décimo período: (4 g por m il): Respiración pe sada y sueño invencible. Entra en el coma alcohólico, con inconsciencia, anestesia, falta de reflejos, baja tem peratura corporal y gran depresión de los centros ner viosos. Puede lesionarse al caer al suelo. Da el triste espectáculo del ser privado del conocimiento, que duerme su sueño inmoral a la vista de cualquiera. Figura N? 10. Undécimo período: (De 4 a 6 g por mil) : Coma
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grave y muerte en cualquier momento. Es necesario de jar sentado que estos períodos, no ocurren en todos los casos, indefectiblemente, como aquí los describo. En la práctica se suceden, a medida que el individuo bebe y se pasa de uno a otro estado insensiblemente. Tampoco es necesario que coincidan exactamente la cantidad del alcohol en sangre, con los síntomas citados, pues en cada caso interviene el factor individual, es decir, que hay personas que con poca cantidad de bebida presentan ya grandes reacciones y viceversa con gran caudal de alcohol ingerido, parecen encontrarse perfec tamente, -como acontece en los bebedores habituados. También entra en juego la velocidad y cantidad del tó xico tomado, ya que de ser ella considerable puede ir el sujeto directamente, en poco lapso, al estado de coma grave y muerte. Figura N? 11. Duodécimo período: (0 g por m il): Por último, quise simbolizar en este período al sujeto que no bebe y que por esa razón se encuentra en perfecto estado fí sico y espiritual. Gran disposición para el trabajo que realiza sin ningún esfuerzo. Se levanta temprano y rea liza sus tareas con eficiencia. El ahorro de dinero no gastado en mantener el vicio, sirve para proporcionar un mejor vivir a su familia y su recta moral enseña a sus hijos el camino del bien. Figura 12. Todos los signos que acabamos de ver corresponden a lo que se llama alcoholismo agudo o estado de ebriedad y que debe diferenciarse del alcoholismo crónico, con sus lesiones orgánicas y su estigmatización física y mental, que a continuación trataremos. Puede definirse al alcoholismo crónico diciendo que es el hábito de ingerir bebidas alcohólicas en cantidad y frecuencia tal, que conduce a pérdida dé eficacia en el trabajo y de capacidad para ganarse el susténto, con trastornos en la vida familiar y social y que deriva lógi camente en perjuicios para la salud física y mental del bebedor. El modo de beber varía con la personalidad de cada sujeto y así tenemos individuos de constitución robusta y temperamento estable, capaces de seguir manteniendo
una vida de relación casi normal a través de largos años de consumo. En otros el hábito toma una forma perió dica, alternando épocas en que bebe mucho, con otras en que se siente abatido y con remordimientos, rebajando la ingestión. El caso del bebedor común es aquel que lo hace to dos los días, a pesar de sus buenos propósitos, que se evaporan al despuntar el día. Siente malestar general y pérdida de ánimos que desaparecen con una o dos copas y así como al beber desaparece la inhibición, desapare cen también las buenas intenciones, hechos éstos que se repiten todos los días con las consecuencias inevitables. Busca entonces la autojustificación, disminuye la can tidad de bebida que toma durante las veinticuatro horas, atribuye el malestar mañanero a cualquier cosa, menos a la verdadera; carga las culpas de su incapacidad en el trabajo a su mujer, su familia, sus amigos, o a la fa talidad. Aunque sus emociones —salta de la alegría a las lágrimas— parecen verdaderas, son en realidad pasa jeras, superficiales. Hay debilidad de la voluntad, inca paz de vencer su costumbre y por ende abandono de sus deberes. Es común la agresividad para con su familia y cae en la declinación moral con pérdida de la dignidad. Se va reduciendo la capacidad para pensar clara y lógi camente. Los signos físicos vienen luego de muchos años de beber y son consecuencia de los trastornos en los di versos órganos, pero sí es frecuente, ver en estos enfer mos los trastornos psíquicos, que aparte de indicar una alteración del sistema nervioso, llevan implícito el peligro de un hecho delictivo, incluyendo el homicidio, que puede ocurrir en cualquier momento. Con el solo fin de que los lectores los recuerden me jor, vuelvo a nombrar los más importantes de estos trastornos psíquicos y que ya anteriormente hemos visto someramente: Delirio de celos; Delirium Tremens; Alucinosis Alcohólica; Psicosis de Korsakoff, etc. El diagnóstico del alcoholismo crónico, al contrario del alcoholismo agudo, resulta a veces difícil por la falta de veracidad del enfermo. El médico trata de buscar una
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o
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persona de su familia, que le dé los antecedentes del paciente sin alterar la verdad y cuidando que no sea también alcohólico, cosa que es muy frecuente. El resto lo hace a veces la sola vista del enfermo, si tiene el característico hábito físico o bien, la pesquisa profunda de sus alteraciones mentales.
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C apítulo VII
FRECUENCIA DEL ALCOHOLISMO. PROBLEMAS QUE TRAE: DELITOS — ACCIDENTES La frecuencia del alcoholismo está en relación di recta con la facilidad de adquirir las bebidas alcohólicas. Por ejemplo se ha visto una disminución en Inglaterra, como consecuencia de la restricción de las horas de venta de bebidas y el aumento del precio de las mismas por los impuestos. Algo parecido sucedió en los Estados Unidos de América durante la prohibición que comenzó en 1920, aunque luego aumentó, con el florecimiento del tráfico de licor de contrabando. Jellinek, que se especializó en el estudio estadístico del alcoholismo, nos da las siguientes cifras, teniendo en cuenta el número de entrada en los hospitales por psicosis alcohólicas, en distintos países. Entradas por Psicosis Países Año Psicosis alcohólica Porcentaje U.S.A. 1950 106.707 5.450 5,1% Suecia 1949 9.117 783 8,6% Es importante cómo se ve el problema, no sólo en países sudamericanos, sino también en los nórdicos.
Melzberg afirma que la edad promedio para la pri mera entrada al hospital oscila entre los 46 y los 48 años, pero que en general, la mayoría de los alcohólicos co mienzan a beber entre los 15 y los 30 años. Son importantes en la frecuencia y se relacionan con ella las ocupaciones profesionales, el sexo, el clima, etc. A continuación detallo algunas tablas estadísticas, que nos darán una idea del problema en distintáis nacio nes americanas y europeas. Como se safoe se atribuye al alcohol ser factor pre ponderante en la producción de la cirrosis hepática; vea mos pues ahora, las defunciones por cirrosis por 100.000 habitantes y la tasa en el último año tomado en cuenta. DEFUNCIONES 1950 1958 Tasa 19 5U País 18.490 16.201 U.S.A. 13.855 10,8 337 434 463 7,3 Venezuela Chile 991 1.186 1.470 20,0 Francia 11.679 12.190 6.819 25,8 Dinamarca 420 158 306 7,5 La siguiente trata de defunciones por alcoholismo por 100.000 habitantes y la tasa en el último de los años tomados en cuenta. DEFUNCIONES I95h 1958 Tasa País 1950 2.907 2.268 1,7 U.S.A. 2.522 240 Chile 189 160 3,3 48 34 Inglaterra 55 0,1 De estos datos, deducimos el tremendo drama de algunos países, en que las defunciones por el alcoholismo o por enfermedades, que por sus causas se producen, son tan elevadas que nos llenan de perplejidad. Desgraciada mente Chile, nuestro país, es el que tiene de todas las
naciones sudamericanas, la más elevada tasa de mor talidad. Por otra parte es innegable la influencia de la be bida, en los accidentes callejeros y de trabajo (ver figu ras N9 13 y 15), en el ausentismo a las fábricas y su relación directa, con la perpetración de hechos delictivos, como robos y homicidios (ver figura N9 16). Observemos ahora y siempre con el propósito obje tivo 'de comprender mejor ¡la situación, teniendo a la vista los datos concretos, las siguientes tablas que rela cionan nuestro tema con accidentes y hechos delictuosos. La primera tabla, toma número y porcentaje, de homi cidios existentes con intoxicación alcohólica: Con Porcen Total de País o Año homicidios intoxicación taje Estado 17% 2.332 Colombia 1954-56 14.025 44 % 155 351 New York 1948 140 29 % 1957 489 Texas 70 15% Venezuela 1957 466 (1 estado) La segunda trata de arrestos, por cualquier tipo de delitos y gu relación con las detenciones por ebriedad. País Año Arrestos por Arrestos por Porcentaje delitos ebriedad 1955 600.355 240.142 Chile 40 % 52.239 9.818 19% Colombia 1958 14% 9.753 71.853 Uruguay 1957 832.268 1957 2.068.657 40% U.S.A. ESsC; La siguiente, nos da una idea de días de ausencia por alcohólico, en distintas industrias de Canadá y Estados Unidos.
Industrias
Promedio anual días de ausencia por alcohólico Canadá 1957 19 Est. Unidos 1943 24 Como vemos en forma gráfica y simple, se puede tener una noción de los tremendos desastres, que el alco hol realiza, no sólo en perjuicio de la población humana de un país, sino también en su poderío económico. Es fácil explicar los delitos cometidos por las perso nas que obran bajo los efectos de la bebida, si tenemos en cuenta que el alcohólico crónico, tiene como una de sus características psíquicas, la brutal degradación moral, es decir, que no sólo podrá delinquir con el veneno en su sangre, a impulso de la intoxicación, sino en estado de lucidez, aunque en este último caso, ahogada esa lucidez por la anestesia de todos sus principios éticos. En cuanto a los accidentes callejeros, es compren sible que un ebrio, que tantas veces encontramos al ca minar por la ciudad, dada su gran incoordinación de movimientos, que trae aparejado el caminar tambalean te, está expuesto a cualquier tipo de caída y a sus con secuencias inevitables, desde heridas y fracturas, de menor importancia, hasta las graves con pérdida de la vida. Todos sabemos por otra parte, que al conducir un automóvil, es fundamental poseer una visión perfecta. En el alcohólico la visión de los objetos está alterada, porque el globo ocular realiza sus movimientos merced a la acción de un grupo de músculos óculomotores, que en el ebrio, al igual que todos los otros músculos del cuerpo, están afectados y no pueden por lo tanto realizar sincronizadamente como lo hacen siempre, los movimien tos y de ahí las alteraciones. Estas alteraciones del campo visual, van desde la disminución de >la distancia y amplitud de la visión, hasta la alteración, en muchas personas, de la visión de los colores, importante en ciertos países, donde el uso de las Año
señales rojas y verdes que indican peligro y seguridad, es de uso difundido y aceptado. Es imaginable que un alcohólico, que a más de ver doble, confunda luz roja con verde, puede acarrear en cualquier momento un accidente fatal. Pero además, hay en él un menor poder de reacción ante cualquier contingencia, y una considerable dismi nución de los reflejos, tan necesarios en un conductor. Por ejemplo está calculado que en condiciones normales se necesita 1/5 de segundo para aplicar los frenos en el automóvil. En experiencias realizadas en choferes ebrios, se estableció que el tiempo que tardaban en aplicar los frenos ante un obstáculo, oscilaba entre 2/5 y 4/5 de segundo y más, con lo que aumenta notablemente la probabilidad de un encontronazo. Estadísticas de la policía carretera de los Estados Unidos de América, asignan al alcohol su intervención en el 50 % de los accidentes que se producen en las rutas de ese país. Es por eso importante y debe implantarse en todas las naciones como método de rutina, el análisis de sangre de los conductores, inmediatamente de ocu rrido un accidente. Por supuesto, que lo que ocurre a los automovilistas alcoholizados, sucede también con los conductores de tre nes y autobuses y a los pilotos de avión: en estos últimos, con mayores peligros todavía, pues la más mínima falla puede acarrear graves consecuencias. En los aviadores, como consecuencia de la bebida se reduce la tolerancia a las grandes altitudes y a las pequeñas en caso de una deficiente provisión de oxígeno y además, la falta de se guridad en los actos manuales, puede acarrear consecuen cias fatales con más facilidad, debida a la gran preci sión necesaria, en el manejo de las naves aéreas.
señales rojas y verdes que indican peligro y seguridad, es de uso difundido y aceptado. Es imaginable que un alcohólico, que a más de ver doble, confunda luz roja con verde, puede acarrear en cualquier momento un accidente fatal. • Pero además, hay en él un menor poder de reacción ante cualquier contingencia, y una considerable dismi nución de los reflejos, tan necesarios en un conductor. Por ejemplo está calculado que en condiciones normales se necesita 1/5 de segundo para aplicar los frenos en el automóvil. En experiencias realizadas en choferes ebrios, se estableció que el tiempo que tardaban en aplicar los frenos ante un obstáculo, oscilaba entre 2/5 y 4/5 de segundo y más, con lo que aumenta notablemente la probabilidad de un encontronazo. Estadísticas de la policía carretera de los Estados Unidos de América, asignan al alcohol su intervención en el 50 % de los accidentes que se producen en las rutas de ese país. Es por eso importante y debe implantarse en todas las naciones como método de rutina, el análisis de sangre de los conductores, inmediatamente de ocu rrido un accidente. Por supuesto, que lo que ocurre a los automovilistas alcoholizados, sucede también con los conductores de tre nes y autobuses y a los pilotos de avión: en estos últimos, con mayores peligros todavía, pues la más mínima falla puede acarrear graves consecuencias. En los aviadores, como consecuencia de la bebida se reduce la tolerancia a las grandes altitudes y a las pequeñas en caso de una deficiente provisión de oxígeno y además, la falta de se guridad en los actos manuales, puede acarrear consecuen cias fatales con más facilidad, debido a la gran preci sión necesaria, en el manejo de las naves aéreas.
C apítulo VIII
EFECTOS SOBRE LOS ÓRGANOS Las dos cualidades del alcohol, que hemos visto lo hacían tan útil en la industria, es decir sus poderes como deshidratante y solvente, son las mismas que lo hacen, en general, tan nocivo para el organismo. 19 Sobre el protoplasma: Toda sustancia viviente, planta animal u hombre, está compuesta, en su mínima estructura, por células de dimensiones tan pequeñas, que por lo general, sólo son visibles con aparatos especiales, como el microscopio. Estas células están rodeadas por una membrana que contiene una sustancia gelatinosa pa recida a la clara del huevo, que se denomina protoplasma y es indispensable para mantener la vida, pues precisa mente, de muchos protoplasmas vivos está compuesto nuestro cuerpo. Como en la composición del protoplasma el agua interviene más o menos en un 90 %, al actuar el alcohol sobre él, produce una expoliación de líquido, y al mismo tiempo, la célula no puede usar su oxígeno disponible en la conservación de la vida, pues el gas vital está ocupado en la oxidación del alcohol. Sencillos experimentos, como el de poner semillas en distintos tubos con agua sola y con agua y cantidades
crecientes de alcohol, demuestran que la germinación es perfecta en el tubo con agua pura y va decreciendo a medida que aumenta el alcohol, hasta que en diluciones al 1/100, prácticamente, la germinación es imposible. Otro, consiste en poner dos medusas, pequeños seres acuáticos de bajo nivel en la escala zoológica; una en un recipiente con agua y otra en agua y alcohol. Se observa que sólo en 5 minutos, la colocada en alcohol, va dismi nuyendo sus movimientos y muere, cayendo al fondo de la vasija, mientras la otra medusa prosigue normalmente su existencia. 2P Sobre el sistema muscular: Dos elementos son in dispensables para los músculos del cuerpo. Nitrógeno que entra en nuestro organismo con los alimentos, y el ejer cicio o movimiento de esos músculos para evitar su atro fia. Las bebidas alcohólicas no contienen nitrógeno y ya es sabido que el alcoholista se alimenta mal por efecto del propio tóxico. Como también son atacados los nervios periféricos, se pierde además de la fuerza, la coordina ción de los movimientos: estas dos causas contribuyen a que los músculos se fatiguen más rápidamente. Experiencias realizadas con músculos de sapos re cién muertos y estimulados por una corriente eléctrica, así lo demuestran irrebatiblemente. 3*? Sobre el sistema circulatorio: Acabamos de re calcar los efectos nocivos del alcohol sobre los músculos, es menester pensar entonces qué pasará en el corazón, que es un órgano formado por fibras musculares. Al igual que las demás, las fibras musculares car díacas, trabajan con menor rendimiento, a pesar del aumento de la frecuencia de los latidos, que se traduce en el pulso acelerado. Este aumento del ritmo no sirve, en realidad, para propulsar más sangre a través de los vasos arteriales, porque crea el inconveniente de acortar el tiempo de descanso que se toma el corazón en cada latido y por tanto, hay un mayor desgaste del órgano, que se traduce, con el correr del tiempo, en una degene ración de tipo graso. El proceso degenerativo completa el círculo vicioso, pues el corazón recubierto por una capa de lípidos, ve
resentido su normal funcionamiento como bomba aspirante-impelente, a la vez que disminuye su provisión de oxígeno. Todos estos trastornos dejan latente el peligro de un colapso con sus graves consecuencias. El aumento del pulso se explica, porque el corazón está regido por nervios aceleradores e inhibidores; el alcohol actúa pri mero sobre los centros que retardan la frecuencia, para lizándolos y entonces al actuar sólo los aceleradores, aumenta la cantidad de latidos por minuto. Sin embargo más tarde al ir elevándose la dosis, caen también bajo su acción estos últimos y entonces el paro cardíaco es inevitable. Sobre los vasos arteriales, se produce una parálisis de los músculos contráctiles, ubicados en el espesor de sus paredes y se ve por lo tanto, una dilatación de las arterias. Ello se traduce en el color rosado de la piel del alcoholista y es particularmente visible en sus mejillas y nariz, debido a que los vasos se rellenan de sangre. Este estancamiento sanguíneo, trae aparejada una deficiente oxigenación de la sangre, que está circulando mal y por eso el color rosado varía con el tiempo, tornándose pri mero purpúreo y luego violáceo. La deficiente circulación impide además, que el organismo se desembaraze normalmente de los residuos de su metabolismo y lleva gradualmente a una autointoxicación, uno de cuyos exponentes es la temida arteriosclerosis y sus posibles complicaciones, como hemorra gias cerebrales, parálisis y extravasaciones sanguíneas en cualquier otra parte del cuerpo. El veneno actúa sobre los glóbulos rojos, cuya fun ción es llevar el oxígeno que entra por los pulmones a todos los tejidos, a través de la sangre, impidiendo ese acarreo y coadyuvando a destruir las proteínas que los forman y por tanto lleva, gradualmente, a una disminu ción del número de eritrocitos (anemia). Los glóbulos blancos de la sangre, tienen importante papel en la destrucción de microorganismos patógenos y otras sustancias extrañas, es decir, cumplen con un tra bajo de defensa de nuestra persona. Estas células llama das también leucocitos, emiten prolongaciones que cap
turan a los gérmenes (los fagocitan), y una vez en su interior, los destruyen mediante sus fermentos. El alco hol paraliza la acción de las células blancas y con ello da ventajas a las bacterias perniciosas, que así, ganan tiempo para multiplicarse y atacar. Además, disminuye la producción de anticuerpos, creando un camino libre para que las infecciones, sigan su curso devastador. 49 Sobre el sistema digestivo: Dado su carácter de irritante de las mucosas, tiene el alcohol un papel pre ponderante, en la p 2’oducción de gastritis. En efecto, al llegar al estómago, aumenta considerablemente la pro ducción de jugo gástrico y por tanto del ácido clorhídri co que entra en su composición, a la vez, inutiliza los fermentos que actúan en la digestión; todo esto provoca un estado de agresión permanente contra las paredes del órgano. Además, disminuye los movimientos del estó mago, que como sabemos son necesarios para la propul sión de los alimentos hacia el intestino, es obvio imagi nar entonces, que se producirá un estancamiento del bolo alimenticio, en la parte alta del tubo digestivo, con la consiguiente secuela de pesadez al terminar las comidas y meteorismo (gases). Sobre el hígado, actúa destruyendo las células hepáticas, produce recarga grasosa y una exagerada producción de fibras cicatrizales, que remplazan a las células muertas. Eli suma es factor principal de este pro ceso degenerativo, que se conoce con el nombre de cirro sis. Esta enfermedad importantísima, que tiene una ele vada tasa de mortalidad, es al decir de casi todos los autores producida por eí alcohol y se ve especialmente en los tomadores de bebidas blancas. El órgano así invadido, no puede cumplir sus fun ciones normales y constituye un obstáculo al pasaje de la sangre, que se acumula entonces por debajo del hígado y observándose así edemas considerables. Con el tiempo la enfermedad va avanzando y es común ver terminar a los pacientes por ella atacados, morir irremediablemente, afectados de un coma hepático, por insuficiencia de la glándula, que no puede ya cumplir la tarea asignada en el complejo engranaje de la máquina humana.
El alcohol impide asimismo, la normal absorción de las distintas vitaminas contenidas en los alimentos. Esta anormalidad desemboca en estados carenciales, conoci dos como avitaminosis y cuya gravedad depende de la clase de vitaminas que falta. La ausencia más común es la de los principios, que forman parte del complejo B. 5? Sobre el sistema nervioso: El cerebro es, sin lu gar a dudas, el centro directriz de nuestra existencia, algo a3í como la ama de casa es para su hogar, así el cerebro manda sobre el cuerpo y envía a todas sus par tes, las órdenes necesarias para que se cumplan sin de mora, las tareas inherentes a la conservación de la vida. Está compuesto, como el resto del organismo por células, que toman el nombre de neuronas y que poseen largas fibras que parten de ellas llamadas dendritas y otras prolongaciones, aún más largas, denominadas axones y que reunidos forman los nervios, que luego irán a inervar las partes más distantes. Los nervios pueden ser sensitivos o motores; los sensitivos, reciben los estímulos del exterior y los llevan a las neuronas; los motores, hacen ejecutar los movi mientos de respuesta a los músculos, según la orden reci bida de las neuronas. Las células nerviosas están conec tadas entre sí, por fibras sinápticas muy sensibles a la acción de cualquier veneno y que son las encargadas da conducir el estímulo de una u otra parte del cerebro. Por supuesto el alcohol actúa sobre estas uniones, e interfiere así, la conducción de los estímulos y por ello las respuestas son cada vez más lentas. El cerebro está dividido en distintas partes qu« cumplen, cada una, un determinado trabajo. A medida que el tóxico actúa, va atacando a las distintas porciones y así vemos: sobre el cerebelo se observa una interfe rencia en la coordinación de los movimientos. Se afectan luego, los distintos centros o núcleos nerviosos superio res, en un orden establecido por muchos experimentos y que es el siguiente: Los primeros centros tomados son el circulatorio y el respiratorio y luego al aumentar la dosis, van cayendo el centro de los movimientos, la zona de la corteza donde residen el juicio, el razonamiento, el
conocimiento, y finalmente la moralidad; si continúa la acción del alcohol, se llega a la parálisis completa de los centros circulatorio y respiratorio y el individuo fallece. Podría citar aún, muchísimas más acciones nocivas del alcohol sobre los Órganos y aun ampliar las ya expues tas, pero la explicación entraría entonces en el terreno del especialista médico y perdería la sencillez, que hace a los conceptos más comprensibles. Creo que con lo dicho, basta para dar una idea de los grandes trastornos que se producen por la acción del veneno en los distintos y más importantes sistemas de nuestra economía.
C apítulo IX
FORMAS DE COMPROBAR EL ESTADO DE EBRIEDAD Cuando se plantea -la necesidad de verificar un hecho cualquiera, es necesaria la intervención técnica de ex pertos, que por medio de los métodos adecuados lleguen a informar y esclarecer ese hecho. Se llama al técnico que así actúa perito y su labor constituye el peritaje. En el caso de ebriedad, el peritaje para comprobar si un individuo está alcoholizado, es imprescindible en caso de que el sujeto, pueda estar complicado en delitos y accidentes o bien pa^ra certificar su capacidad laboral. Desde ya, que es fácil comprender la relación de esta comprobación con la justicia, pues, con asiduidad, los peritos son llamados a intervenir por los jueces, con vis tas a esclarecer un punto, de la causa civil o criminal, que se presenta confuso. El alcohol puede investigarse en el individuo vivo: en sangre, orina, saliva, leche de mujer y aire respirado; en el cadáver, en las diferentes visceras y en especial estómago, hígado y cerebro, por las que tiene mayor afi nidad. Toda valoración debe referirse al alcohol puro, que se extrae por destilación. Un método sencillo de caracterización es el siguien
te: Se coloca en un tubo de ensayo, 1 centímetro cúbico de ácido nítrico ai 70 % y se escurre por la pared una pequeña cantidad del líquido sospechoso; si contiene alcohol, se formará en la zona de contacto, de los dos líquidos, un anillo verde de nitrito de amilo y se per cibirá un olor característico. Más interesante para el 'lector, resultarán las prue bas para el diagnóstico bioquímico de la ebriedad, que se basan en la determinación del alcohol, sobre todo en sangre y aire espirado y luego se deduce por fórmulas especiales, la cantidad de tóxico que ingirió el individuo en estudio. Esto, es de gran importancia médicolegal, ya que la comprobación de la ebriedad, por estos medios que no dejan lugar a duda, puede ser, según las circuns tancias, una causa eximente, atenuante o agravante de la pena de un sujeto, acusado de un delito. Es obvio en tonces señalar, la necesidad de que en todos los países, se cuente con medios rápidos y eficientes para hacer estas pruebas. Para extraer las muestras sanguíneas, debe actuarse con rapidez, dentro de las dos a cuatro horas de la in gestión, pues el alcohol desaparece prontamente de 1* circulación. Luego bastará recordar que la cantidad de alcohol determinada por mil de sangre, equivale exacta mente a la cantidad de alcohol absorbida por kilogramo de peso corporal y así, por cálculo, se llegará a la canti dad ingerida por el sujeto. Como método químico, citaré sólo uno de los tantos, el de Kozelka y Hiñe, que sirve para sangre y orina, sin entrar en amplios detalles, pero dando un concepto sobre los materiales usados: Se unen en un tubo, la sangre u orina del sujeto, más tungstato sódico, más ácido sulfú rico. Luego se destila y se añade bicromato de potasio y ácido sulfúrico y más tarde yoduro de potasio. El yodo, que se libera, se titula con solución de hiposulfito de so dio. He querido nombrar los componentes de esta reac ción y aunque sin duda el lector se sentirá confundido tendrá una idea bastante aproximada. No hay que olvidar que se necesita para esta prueba, como para todas las otras, una serie 4e materiales de
69 laboratorio, que parecerían complicar las cosas todavía más, pero no debe escapar que en manos del especiali zado y con útiles de trabajo convenientes resulta una operación bastante simple. El cálculo en esta reacción, se realiza por la diferencia entre la cantidad usada de bicromato y la consumida de hiposulfito y se tiene así la cantidad empleada para oxidar el alcohol de la muestra analizada, luego se multiplica por un factor y se obtiene el valor en gramos de alcohol. Hay muchísimas experiencias más, pero citaré sola mente la que se realiza con el aire espirado, por ser una de las más sencillas y usadas por la policía de ciertos países, para diagnosticar la ebriedad, inmediatamente luego de ocurrido cualquier accidente. Se utiliza un balón, donde se recoge el aire espirado por el individuo en estudio y se lo somete a la acción de un reactivo, compuesto por una solución acuosa sulfúrica de permanganato de potasio de color púrpura, que vira, es decir, cambia la tonalidad si hay alcohol, apareciendo entonces un color amarillo grisáceo. En la actualidad se dispone de aparatos que marcan directamente la cantidad de alcohol que ingirió la persona analizada. ALCOHOLIS M O
Capítulo X
TRATAMIENTO Y PREVENCIÓN Se debe encarar este tema bajo dos aspectos igual mente importantes; no podemos tratar el alcoholismo desde el punto de vista estrictamente médico, es decir, usando métodos y drogas aconsejadas por la experiencia clínica, sino que es imprescindible no olvidar el aspecto social, considerándolo en todos sus detalles. f f Agudos Médicos | Tratamientos Crónicos l l Psiquiátrico Penales I[ Judiciales LUCHA Policiales CONTRA f Fiscales Orden EL Medidas^ Restrictivas público l Prohibicionistas ALCOHOLISMO Precios Difusión Bajo nivel de vida y medio Sociales Condiciones de trabajo Condiciones de la vivienda
Educación antialcohólica Individuales -! Dispensarios y Consultonos Externos Lugares de Templanza Esbozaré a continuación un cuadro sinóptico en el que se puede englobar en forma sintética el plan de lucha y luego comentaré los distintos temas en particular. Po demos dividir los medios a nuestro alcance en: Médicos, penales, de orden público, sociales e individuales. Es conveniente empezar por señalar que el alcoho lismo no es aceptado como enfermedad por las personas que lo padecen y a la vez, está comprobado por numero sos ensayos, que muchos alcohólicos que llegan a recono cer su dolencia lograron curarse; es por ello necesario provocar la aceptación de existencia de enfermedad por el paciente como piedra básica en la edificación del tra tamiento, y el alcohol debe pasar, de ser considerado el remedio de sus males, a ser la causa fuente de sus difi cultades y problemas. Es imprescindible detener la mar cha y para lograrlo es necesario hacer comprender al en fermo su estado por medio de la psicoterapia, es decir, por medio de la palabra y llegar así a la abstinencia total. Entremos ahora a tratar médicamente el alcoholis mo agudo. Puede presentarse en dos formas: Común y comatosa. En la común o borrachera, debe procederse a evacuar el estómago con vomitivos o mediante un lavado gástrico y luego se administrará un purgante salino. Ade más se aconseja: Reposo, calentar al enfermo aumen tando la temperatura del ambiente o abrigándolo conve nientemente, dar estimulantes, como café amargo o bien inyecciones de coramina y vitaminas del complejo B y en especial Bi«. . En caso de que el enfermo se halle en coma, deben darse la vitamina Be y la coramina endovenosas y ade más asociadas a cualquier otro estimulante y a corticoesteroides. Hay que agregar a esto oxigenoterapia, calori ficación y solución glucosada al 25 % endovenosa, con diez unidades de insulina por dosis y vitaminas. No olvi dar administrar protectores hepáticos y antibióticos para
prevenir las complicaciones, sobre todo la temida neu monía. En cuanto al tratamiento de los crónicos puede ha cerse sin internación, pero ello dificulta y alarga grande mente el tiempo de curación; es por eso que agregué en el cuadro sinóptico la palabra psiquiátrico, que significa la conveniencia de internar al sujeto en un hospital de características adecuadas, generalmente dedicado a las enfermedades mentales, para de esa manera evitarle la tentación de reincidir, en la que es tan fácil caer cuando el individuo deambula en libertad. El primer paso es la supresión del alcohol, propor cionando al mismo tiempo una sedación sustitutiva para evitar ciertos trastornos que pueden sobrevenir por la abstinencia brusca y cuidando además el estado general, pues no debe olvidarse que un crónico tiene, por lo gene ral, muchos de sus órganos afectados y las fallas en su nutrición son extremas, presentando a nuestra vista una delgadez acentuada. En este último caso es conveniente dar pequeñas cantidades de insulina para estimular el apetito y grandes dosis de vitaminas del completo B, no sólo por estar en carencia, sino para tratar las neuritis que acompañan este cuadro en más del 90 % de los casos. Como partes especiales dentro de las medidas de orden médico contamos, en la actualidad, con varios mé todos: Psicoterapia, terapia ambiental, reflejos condicio nados y drogas antialcohólicas. En la psicoterapia entra el lograr la aceptación de enfermedad y hacerle compren der por el diálogo que la abstinencia es la meta buscada. Hay que darle apoyo en la solución de sus conflictos y prepararlo para enfrentarlos sin recurrir a la bebida. No crea el lector que este método es sencillo, pues el alco hólico se resiste, grandemente, a creer las palabras del terapeuta y atribiíye sus síntomas o malestares a cual quier otra cosa menos al alcohol. Es por eso útil confrontar a varios pacientes, que relatan sus experiencias, buscando así la confianza entre ellos y la mejor aceptación de su estado; es lo que se de nomina psicoterapia de grupo, distinta de la individual, en la que sólo actúan un paciente y un terapeuta y que vimos anteriormente. Es en la reeducación y en el apoyo
emocional donde tienen acción preponderante los clubes de ex alcohólicos, de los que después hablaremos, ya que nadie mejor que el sujeto que dejó la bebida puede com prender la situación emocional del que busca ayuda para dejarla. La terapia ambiental debe ser realizada por la asis tente social y tenderá a buscar la readaptación del enfer mo a su medio social, familiar y de trabajo, que general mente han rechazado al individuo al observar los des ajustes de su conducta. Es necesario, pues, buscar la co operación de los que con él convivieron, transformando su rechazo en una actitud comprensiva. En el trabajo debe buscarse una actividad, sin compañeros que lo im pulsen a beber y que sea así estable, para evitar los cam bios constantes de ocupación, los despidos y los trabajos de cada vez menor jerarquía, que jalonan inevitablemen te la existencia del alcoholista. El procedimiento de los reflejos condicionados, ba sado en la teoría de Pavlov, es dominar el hábito por la repugnancia y el reflejo deí vómito al tomar alcohol. Consiste en inyectar una sustancia que provoque vómitos (por ejemplo apomorfina) y, en seguida, el pa ciente 'huela o beba la bebida de su preferencia. Al pro ducirse el vómito, se relaciona con la bebida ingerida y el enfermo cree que lanza por causa del alcohol. Como la sesión se repite diariamente, al cabo de un tiempo la sola vista de la bebida produce náuseas y vómito sin necesi dad de inyectar la sustancia emetizante. Debe reforzarse cada cinco meses para «vitar la extinción del reflejo. También es muy útil el disulfirán, droga que bloquea el metabolismo del alcohol en el organismo en la etapa de acetaldehido. Es decir, que al beber se forma este alhehido que provoca en el enfermo una serie de síntomas? Eritema, taquicardia, hipertensión, diarrea, sueño, etc., que hacen cada vez más desagradable la ingestión del alcohol. Existe el peligro de efectos colaterales que pue den ser graves y debe usarse con mucha cautela y cono cimiento de la dosis y de la cantidad de bebida que se debe dar. Actualmente se están ensayando otras drogas, como la carbimida de calcio, con muy pocos efectos colaterales
y acción y eliminación inmediatas. No debe olvidarse que estos métodos deben hacerse cor consentimiento del en fermo, de modo que siempre sigue siendo fundamental la voluntad y decisión del enfermo para abstenerse, con tribuyendo las drogas a ayudarlo en esa postura. Los medios penales son aplicados por las fuerzas policiales en el sentido de la aplicación de leyes, que en casi todos los países dispone multas y arrestos para las personas encontradas ebrias en la vía pública. En la jus ticia penal encontramos la pérdida de los derechos civi les y la patria potestad para los alcohólicos consuetudi narios. Para los reincidentes la internación, a más de vo luntaria, puede ser forzada con la ayuda de las fuerzas del orden. Entre las medidas de orden público, impuestas por los gobiernos con fuerza de ley, desglosamos: las fisca les, que actúan gravando el alcohol o su expendio por medio de impuestos especiales. Las restrictivas tienden a limitar la fabricación y las horas de venta, pero gene ralmente fracasan, contrarrestadas por la publicidad de las industrias interesadas en que no disminuyan las ven tas, o bien por la influencia subterránea de ciertos politi queros que puedan tener interés en el “negocio”. Las prohibicionistas, que pueden ser totales o par ciales, en el último caso se prohíbe la fabricación y venta de un determinado tipo de bebida como, por ejemplo, el ajenjo en la República Argentina. El sistema de prohibición total aplicado en Estados Unidos en el año 1920, fue el éxito más grande que se recuerda en la lucha contra el alcohol y el hecho de qué el experimento, debido a la falta de apoyo general, fra casara a pesar de la excelencia de sus motivos, no destru ye en absoluto su valor. Las de tipo social, realmente importantes, fueron tratadas en el capítulo sobre causas del alcoholismo. Por último, nos 'quedarían por ver los medios individuales de lucha, que tratan de elevar la capacidad mental del pue blo para hacerle comprender la gravedad de la intoxica ción. Comprenden a su vez una serie de medidas, entre las cuales hay una de innegable importancia: la educa
ción, que debe realizarse en todos los lugares y con todos los medios a nuestro alcance, folletos, conferencias, char las individuales, aprovechando los excelentes medios de difusión con que contamos hoy en día, como radio, cine y televisión. Esta campaña debe hacerse en escuelas pri marias y secundarias, universidades, iglesias, etc. En el hogar deben ser los padres los encargados de ella, sin ol vidar al ejército, que toma al sujeto justo en la edad en que se enfrenta con el vicio. Es necesario recalcar que el ingerir bebidas de ninguna manera es índice de virili dad, sino de la falta de fuerzas e inadecuación, que carac terizan al hombre de bien. Es también indispensable la construcción de dispen sarios y centros de salud y consultorios externos que sé ocupen de nuestro problema aun dentro de los hospitales generales. En estos lugares se realiza una lucha médicosocial, es decir, abarca dos de los medios ya tratados y se encarga de descubrir los casos incipientes de intoxica ción y los sigue hasta su cura médica, al par que la visita dora de higiene inspecciona el medio social, preparándolo para recibir al paciente rehabilitado y se preocupa por conseguirle medios de sustentación adecuados, promo viendo así a su readaptación completa. Con deliberada premeditación, por aquello que ya dije antes, “nada mejor que alcohólico mejorado para curar a otro", que dejé para el final a los lugares de tem planza. Son asociaciones de personas, unidas con el solo fin de combatir el alcoholismo, con todos los medios a su alcance. Nació esta clase de asociación en el estado norte americano de Ohío bajo el nombre de Unión de Tempe rancia de Mujeres Cristianas (W.C.T.U.), y bajo la ins piración de la famosa Francés Willard, en el año 1875. Luego fueron diseminándose sus prédicas y en casi todos los países del mundo funcionan agrupaciones semejantes afiliadas a la unión mundial. En nuestro país se conoce con el nombre de Unión Chilena de Temperancia y fue organizada en el año 1928 con personería jurídica en el año 1949. Es presidida en la actualidad por una pionera e incesante luchadora en la campaña contra el vicio, la señora Benedicta de Silva.
Sus principales objetivos son: Promover la tempe rancia y otras obras de bienestar moral y social, publicar literatura y auspiciar exposiciones cuya enseñanza sea la abstinencia, educar a los niños, adolescentes y adultos respecto de la naturaleza y efectos del alcohol. Su lema es: “Por Dios, por la Patria y por toda la Humanidad’'. Su insignia y también su boletín escrito informativo son conocidos por “El lazo Blanco”, que significa fuerza y unión. Está organizada y gobernada por mujeres, pero son recibidos los hombres y a pesar de no contar con las sim patías del pueblo, pues preconizan la abstinencia total y segura, para remplazar a la moderación peligrosa, pe lean incansablemente para lograr el apoyo de las gentes de todas las clases sociales. Otra organización, formada en 1934 por dos borra chos que trataban de ayudarse mutuamente y que logra ron así su sobriedad, es Alcoholizados anónimos, difun dida también por todo el mundo y extendiéndose cada vez más en nuestra nación. Entre sus preceptos figuran: el reconocimiento de estar enfermos y que de esa enfermedad provienen sus problemas; confiar en que un poder superior a ellos (Dios), puede restaurar su vida; reconocer y enmendar los errores cometidos; trabajar con otros alcohólicos, es cuchar cómo llegó a la asociación tras un camino de vicio, un nuevo miembro y del relato, empezar a sentir nuevas esperanzas de redimirse, al comprender que no está solo en la lucha. El lema de la organización es: “Dios nos con cede la serenidad para aceptar las cosas que no podemos cambiar, valor para cambiar las cosas que podemos y Sa biduría para conocer la diferencia”. No quiero concluir sin hacer un llamado a todas las personas de mi patria y por extensión a la humanidad. Es de todo punto de vista censurable permanecer pasivo ante el avance del vicio, se hace necesario reaccionar y luchar enérgicamente. Las bases deben ser: Educar al niño, vigilar y guiar al adolescente, comprender a los adul tos y ayudar, en fin, al necesitado, cualquiera sea su edad. Debemos unir nuestros esfuerzos en la guerra al alcoho
lismo, con la serena convicción, que hacerlo traerá apa rejado un progreso para el país y una generación futura fuerte e inteligente, libre de los obstáculos que significa el veneno líquido en su camino hacia el éxito final.
ÍNDICE FAS.
INTRODUCCIÓN.......................................................................................
5
Capítulo I — C a u sa s...................................................... 7 C apítulo II — Ideas erróneas sabré el alcoholismo 13 Capítulo III — ¿ Qué es el alcohol ? Cómo se obtiene. C apítulo C apítulo C apítulo C apítulo C apítulo C apítulo C apítulo
Distintos tip o s ................................. IV — Usos buenos ..................................... V — Ingestión — Metabolismo — Oxi dación y eliminación....................... VI — Intoxicación y clínica del alcoholis-1 mo y los síntomas más comunes que se pueden apreciar a simple vista. Clasificación del alcoholismo........ VII — .Frecuencia del alcoholismo. Proble mas que trae: delitos-accidentes .. VIII — Efectos sobre los órganos.............. IX — Formas de comprobar el estado de ebriedad............................................ X — Tratamiento y prevención.............
17 23
25 27 51 61 67 71
SE TERMINÓ DE IMPRIM IR EN LOS T a l l e r e s G r á f i c o s LUMEN NOSEDA Y CÍA. CALLE TUCUMÁN T. E. BUENOS AIRES REPÚBLICA ARGENTINA EN EL MES DE NOVIEMBRE DE M IL NOVECIENTOS SESENTA V CUATRO
2926 87-6646/0647
El Proí. RAMON BELMAR FUENTES que, bajo el seu dónimo de Profesor Monmar, nos brinda en el presente volumen de una manera precisa y amena, el fruto de sus pacientes investigaciones científicas sobre el problema social del alcoholismo, como así también sus posibles for mas de curación.