Universidad Alabastrita Francisco José de Caldas Facultad de Ingeniería Ética y Bioética - Gustavo Pinilla Santiago Andrés Pereira Pabón- Código: 201210150562
Ética para Albert Einstein Albert Einstein solía exhortar a que los jóvenes no confundieran la importancia de los valores éticos, que permanecen inmutables, con las novedades e impactos perecederos de cada época, a menudo impactados por la moda y lo superficial. Este concepto, entre otros, fue resultado de sus propias reflexiones sobre la vida cotidiana y la condición humana, ya que era un hombre muy observador y tomaba buena nota de lo que veía y entendía. Nadie, entre quieres lo admiraban y aun entre quienes lo denostaban, pudo jamás negarle a Einstein una humildad ejemplar para con su propia vida.
Comportamiento ético Einstein creía que la moralidad no era dictada por Dios, sino por la humanidad: “No creo en la inmoralidad del individuo, y considero la ética una preocupación exclusivamente humana sobre la que no hay ninguna autoridad sobrehumana.” En la últi última ma etap etapa a de su vida vida,, Einst Einstei ein n mant mantuv uvo o una diet dieta a vege vegeta tari rian ana. a. Según Según él, él, el vegetarianismo revestía una gran importancia para la humanidad, como puede apreciarse en algunas de sus citas sobre el tema: “Nada incrementaría tanto la posibilidad de supervivencia sobre la Tierra como el paso hacia una alimentación vegetariana. (...) Ya sólo con su influencia física sobre el temperamento humano, la forma de vida vegetariana podría influir muy positivamente sobre el destino de la humanidad.”
Algunas ideas Este gran sabio y ser humano sabía distinguir entre la conducta de una persona y el conocimiento que ésta pudiera tener. Sabía que hay quienes tienen conocimiento y son excelentes personas, pero también en algunos casos el saber da una sensación de superioridad que se expresa a través del intento de ver el mundo desde un pedestal imaginario. Conceptos de un sabio sobre el saber y la ética El creador de la Teoría de la Relatividad, dada a conocer en 1915/16, en medio de la Primera Guerra Mundial, expresó una vez que la desaparición de algunos obstáculos relacionados con los prejuicios a través de la ciencia no implicaba que se haya ennoblecido la existencia socia sociall e indi indivi vidu dual al,, advi advirt rtie iendo ndo que que junt junto o a esta esta acci acción ón nega negatitiva va la búsqu búsqueda eda de una una
estructuración ético-moral de la vida en común es de importancia vital. Esto ocurre pues la ciencia va ampliando nuestro horizonte y lo que creíamos son impedimentos en nuestro camino a una vida mejor van siendo superados. De esta forma, el gran sabio se dirigía a la juventud, hablando sobre la necesidad de una cultura ética, explicando que en este aspecto no hay ciencia que salve al ser humano.
Einstein educación y ética Einstein dice con respecto a la educación, que enseñar una especialidad no es suficiente, porque de esta forma los individuos se convierten en máquinas o en animales amaestrados para ser utilizados como objetos. Para tener una educación que resulte válida, el hombre tiene que sentir todo aquello a lo que aspira, impresionarse por lo bello y moralmente bueno y aprender a comprender a los otros para tener una actitud recta con ellos y con la sociedad. Estas condiciones se consiguen conectándose en forma personal con los maestros y con la ayuda de los libros de texto. Saber de Humanidades es lo que Einstein recomienda más que saber de Historia o Filosofía. Las bases de la ciencia especializada se destruyen, al perder de vista el espíritu de la vida cultural y dándole excesiva importancia a la competencia y a la especialización para mejorar las ganancias. Una educación válida exige desarrollar el pensamiento crítico e independiente de los alumnos, condición que está en riesgo debido al exceso de asignaturas, hecho que promueve la incorporación de conocimientos sin profundidad y la carencia de un nivel de cultura verdadero. Aprender no debe ser una obligación sino uno de los mejores regalos que uno pueda recibir. Para Einstein, el ejemplo es la mejor educación, cualquier ejemplo, incluso el de un monstruo. Es tarea del maestro despertar la curiosidad, el entusiasmo por el trabajo y por el saber. La educación es la herencia que los seres humanos heredamos de muchas generaciones que se esforzaron en su trabajo, y esa es la verdadera inmortalidad, transmitir cada uno el trabajo que hace. Interrumpir el ejercicio del intelecto en los años destinados al desarrollo, deja un vacío que más adelante no se puede llenar. El trabajo en comunidad aumenta la capacidad para comprender otras culturas en cualquier circunstancia. La ciencia no nos puede salvar de la falta de nobleza que tiene actualmente la existencia social e individual. Es de importancia vital encontrar una estructura ético moral para la vida en común de los ciudadanos, porque la sobre valoración del intelecto en la educación orientada hacia los resultados y lo práctico ha afectado los valores éticos. Más peligrosas que el desarrollo tecnológico es la falta de consideración mutua y la forma de pensar puramente pragmática que prolifera y que enfría las relaciones entre los hombres.
El desarrollo espiritual se basa en la libertad de opinión y de enseñanza y en priorizar la búsqueda de la verdad antes que cualquier otra cosa. Muchas son las materias y pocos los profesores con verdadera sabiduría y nobleza; y muchas son las instituciones educativas pero pocos los jóvenes que anhelan la verdad y la justicia. Cada generación tiene el característico espíritu de su tiempo y para transformarlo es necesario que todos contribuyan; y cada uno debe tener su opinión personal basada en lo que ha leído y no en lo que les dicen otros. Los alumnos deben saber que es difícil encontrar un espíritu de investigador científico que no tenga religiosidad alguna. Pero la religiosidad de un científico no es la del hombre ingenuo que cree en un Dios que premia y castiga y con el que tiene una relación personal. El investigador se maravilla de la causalidad de todos los hechos, de que el futuro sea tan determinado como el pasado y de que la moral sea puramente humana. La religiosidad del científico es el asombro de la armonía que existe en la naturaleza, que se muestra mucho más racional que el hombre mismo, Este sentimiento es el sentido principal de la vida de un investigador, que le permite trascender cualquier deseo egoísta. Sin duda todos los creadores y religiosos de todos los tiempos compartían este sentimiento.
Albert Einstein y la bomba atómica Einstein cuando postula la teoría de la relatividad general en 1915, da por hecho de la cantidad de energía producida por la fuerza nuclear débil, y la fuerza nuclear fuerte, y da un ejercicio mental de un reactor nuclear, que podría proporcionar energía a un pueblo, y se une al proyecto Manhattan, Sin embargo la carta de Einstein, que refleja el sentir de los científicos, en el sentido que es necesario desarrollar una bomba atómica antes que Alemania consiga hacerla primero, alerta al gobierno de Roosevelt. “Einstein fue culpado, por entender la fuerzas intermoleculares, y el principio de la física cuántica, por ser un pacifista empedernido”