Patricia Colunga-GarcíaMarín Alfonso Larqué Saavedra Luis E. Eguiarte Daniel Zizumbo-Villarreal Editores
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2007
CENTRO DE INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA DE YUCATÁN, A.C.
Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología
Comisión Nacional para el Conoc imiento y Uso Uso de la Biodiversidad Biodiversidad
ro
“Del metl o ma guey”. Ilustración tomada del Libro Séptimo, Capítulo LXXI, p. 349 de la “Historia
Natural de la Nueva España”, España” , del Protomédico Francisco Hernández, escrita entre 1571 y 1577, y publicada por la UNAM en 1959 en sus Obras Completas. Completas. t. II, v. I.
D.R. 2007. Centro de Investigación Científica de Yucatán, A.C. Calle 43 No. 130, Col. Chuburná de Hidalgo, C.P. 97200, Mérida, Yucatán, México. Forma parte del Sistema de Centros Cent ros Públicos de Investigación del CONACYT. ISBN: 978-968-6532-18-0 Primera edición: Agosto 2007. Coordinación editorial: Patricia Colunga-GarcíaMarín Cuidado editorial: Gabriela Herrera Martínez Diseño editorial: Norma Marmolejo Quintero Diseño de portada: Alejandro I. Jiménez Soberanis Para la reproducción total o parcial de esta obra se requiere permiso escrito de los editores. Impreso y hecho en México.
Códice Florentino. Siembra de agaves.
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s
porque con su trabajo e ingenio de más de 10,000 años nos han legado una gran riqueza biológica y cultural en los agaves de México.
Fotografías: Patricia Colunga. Cuevas de Guilá Naquitz, Valle de Tlacolula, Oaxaca, sitio arqueológico en donde se encontraron desechos fosilizados de mezcal (tallos con bases de hoja cocidos) escupidos después de ser masticados, fechados en el 9,000 a.C. (Smith Jr., 1986). Cuevas y agaves han sido utilizados por los pobladores hasta la actualidad, se observa un campesino pastoreando que recolectó las bases de las inflorescencias para hacer una cerca y usar la cueva como hato.
Índice Presentación
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Patricia Colunga-GarcíaMarín, Alfonso Larqué Saavedra, Luis E. Eguiarte y Daniel Zizumbo-Villarreal I La nat uralez a del agave
Historia natural del Agave y sus parientes: Evolución y Ecología
3
Luis E. Eguiarte y Valeria Souza
Análisis AFLP del género Agave refleja la clasificación taxonómica basada en caracteres morfológicos y otros métodos moleculares
23
Katia C. Gil-Vega, Corina E. Díaz-Quezada, Alejandro Nava-Cedillo, Abisaí García-Mendoza y June Simpson
Variación inter e intraespecífica en especies de Agave por citometría de flujo y análisis de sus cromosomas
41
Guadalupe Palomino, Javier Martínez e Ignacio Méndez
Ecofisiología del agave azul (Agave tequilana Weber)
67
Eulogio Pimienta Barrios, Julia Zañudo-Hernández, Park S. Nobel y Javier García Galindo II Lo ancest ral, base del futuro: dom esticación y div ersidad
La introducción de la destilación y el origen de los mezcales en el occidente de México
85
Daniel Zizumbo-Villarreal y Patricia Colunga-GarcíaMarín
El tequila y otros mezcales del centro-occidente de México: domesticación, diversidad y conservación de germoplasma
113
Patricia Colunga-GarcíaMarín y Daniel Zizumbo-Villarreal
Inventarios y conservación de Agavaceae y Nolinaceae
133
Jordan Golubov, María C. Mandujano, Santiago Arizaga, Alejandro Martínez-Palacios y Patricia Koleff.
Modelación supervisada de la distribución de magueyes mezcaleros en México y sus posibles aplicaciones
153
Daniel Ocaña-Nava, Abisaí García-Mendoza y Jorge Larson
i
En l o ancest ral hay fu t ur o:
III Los cimient os para el maña na: cultura y legislación
Economía y estética de los destilados del maguey
175
Rogelio Luna Zamora
La dimensión intangible de la legitimidad: cultura y poder en las denominaciones de origen
191
Guadalupe Rodríguez Gómez
Del whisky escocés al mezcal: diferenciación y etiquetado, desarrollo y conservación
213
Jorge Larson, Ana G. Valenzuela-Zapata y Catarina Illsley
Tradiciones en el aprovechamiento de los agaves mexicanos: una aportación a la protección legal y conservación de su diversidad biológica y cultural
229
Patricia Colunga-GarcíaMarín, Daniel Zizumbo-Villarreal y Jesús Martínez Torres IV Cruce de cam inos: div ersidad de estrategias productiv as
Tequila La planeación estratégica y el desarrollo tecnológico como alternativa para romper los ciclos de abundancia y escasez de Agave tequilana Weber
253
Miguel Cedeño-Cruz
Implicaciones socioambientales de la expansión del cultivo de agave azul (1995-2002) en el municipio de Tonaya, Jalisco, México
265
Luis M. Martínez Rivera, Peter R. W. Gerritsen, Jesús J. Rosales Adame, Arturo Moreno H., Sarahy Contreras M., Arturo Solís M., Luis E. Rivera C., Oscar G. Cárdenas H., Luis I. Iñiguez D., Ramón Cuevas G., Carlos Palomera G., Edith García R., Angel Aguirre G. y José Luis Olguín L.
Mezcal El maguey mezcalero y la agroindustria del mezcal en Tamaulipas
287
Cuauhtémoc Jacques-Hernández, Octavio Herrera Pérez y José A. Ramírez De León
Maguey papalote: hacia el manejo campesino sustentable de un recurso colectivo en el trópico seco de Guerrero, México Catarina Illsley, Ernesto Vega, Irene Pisanty, Albino Tlacotempa, Paola García, Pilar Morales, Grisell Rivera, Jorge García, Vania Jiménez, Faustino Castro, Moisés Calzada
ii
Índice
319
del t equ i l a, l os mezcal es y ot ros agav es
Henequén, bacanora y lechuguilla Valor agregado al henequén. El establecimiento de una agroindustria productora de bebida alcohólica
341
Alfonso Larqué Saavedra
Estrategias para el desarrollo de la industria del bacanora en Sonora
347
Luis Núñez Noriega
La lechuguilla: ¿el rescate de un recurso?
355
Edmundo García Moya y J. Carmen Ayala-Sosa
Biotecnología La biotecnología aplicada al mejoramiento genético de los agaves
369
Manuel L. Robert, José Luis Herrera y Mario Arce-Montoya V Una mirada al horizont e
Las adaptaciones morfo-fisiológicas de los agaves a los ambientes áridos y su prospectiva agroindustrial
387
Exequiel Ezcurra
El futuro de lo ancestral
395
Patricia Colunga-GarcíaMarín, Alfonso Larqué Saavedra, Luis E. Eguiarte y Daniel Zizumbo-Villarreal Anexos
Anexo 1 Programa del IV Simposio Internacional sobre Agavaceae y Nolinaceae. Mérida, Yucatán, 3 al 5 de marzo de 2004 Centro de Investigación Científica de Yucatán Anexo 2 Lista de árbitros de los capítulos Anexo 3 Nombres comunes de 102 taxa de Agave reportados por su uso en México como alimento humano, bebida fermentada, bebida destilada, fibra o forraje
xv
xvii xxi
Patricia Colunga-GarcíaMarín, Daniel Zizumbo-Villarreal y Jesús Martínez-Torres
Anexo 4 Mapa “Agave. Mezcales y diversidad” CONABIO
iii
Patricia Colunga, Alfonso Larqué, Luis E. Eguiarte y Daniel Zizumbo (Ed.)
Fotografía: Patricia Colunga (El Toro, Tonaya, Fotografía: Patricia Colunga. “Piña” de Jal.). mezcal cocida bajo tierra, usada como alimento humano. Sola de Vega, Oaxaca.
Presentación Patricia Colunga-GarcíaMarín, Alfonso Larqué Saavedra, Luis E. Eguiarte y Daniel Zizumbo-Villarreal
México es un país privilegiado desde el punto de vista de la diversidad de agaves que posee; es su centro de origen y diversidad natural, pero además, como lo señaló en 1982 el gran estudioso de los agaves, el Dr. Howard Scott Gentry, este género rico en usos potenciales cayó en manos de los pueblos que dieron origen al principal centro agrícola de América, resultando en su diversificación explosiva bajo selección y manejo humano. Es esta diversidad, primero generada por la selección natural, y desde hace unos 10,000 años, por la selección humana, la que actualmente estamos disfrutando todos los pobladores de este país y del mundo. Los satisfactores que este grupo de plantas nos ha brindado, abarca toda la gama de nuestras necesidades, desde las más básicas de alimentación y habitación, hasta las espirituales y de recreación. Los antiguos mexicanos expresaban en sus huehuetlatolli ("la antigua palabra", conjunto de discursos para la enseñanza de niños y jóvenes), la importancia de los agaves en su vida (León-Portilla, 1991): Ten cuidado de las cosas de la tierra. Haz algo, corta leña, labra la tierra, planta nopales, planta magueyes. Tendrás qué beber, qué comer, qué vestir. Con eso estarás en pie, serás verdadero, con eso andarás. Con eso se hablará de ti, se te alabará, con eso te darás a conocer.
Desde la conquista de México, los beneficios que los agaves nos han proporcionado los hemos compartido con el mundo. Los primeros conquistadores resumían así la gran importancia cultural de estas plantas para los nativos mesoamericanos: Hay en esta provincia un árbol llamado MEXCATL que llaman los españoles “maguey”, que dél se hace vino, vinagre, miel, sogas, ropa, madera p[ara] casas, agujas, clavos, hilo, bálsamo p[ar]a heridas muy aprobado (Relaciones Geográficas de
Nueva Galicia 1580, en Acuña 1988, p. 69). Es por la enorme importancia cultural, económica, ecológica y social de los agaves, que el Comité Organizador del IV Simposio Internacional sobre Agavaceae y Nolinaceae, conformado por los doctores Patricia Colunga GarcíaMarín, Luis Eguiarte Fruns, Abisaí García Mendoza, Alfonso Larqué Saavedra y Manuel L. Robert Díaz, convocó a todos los interesados para que del 3 al 5 de marzo de 2004 nos reuniéramos en torno al tema “Los agaves de importancia económica en México”, bajo el auspicio de la Academia Mexicana de Ciencias, el Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY), el Consejo Nacional del Agave (CONAGAVE), la v
En l o ancest ral hay fu t ur o:
Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la Compañía Tequila Herradura. El objetivo principal de la convocatoria fue fortalecer las relaciones entre las diferentes organizaciones y los individuos del sector gubernamental, productivo, académico y social interesados en el conocimiento, el aprovechamiento y la conservación de estos recursos fitogenéticos. La respuesta fue altamente satisfactoria: durante tres días, y bajo el programa que se presenta en el Anexo 1, escuchamos las aportaciones de 250 personas provenientes de todas las regiones del país y pertenecientes a 60 diferentes agrupaciones. La reunión se llevó a cabo en el auditorio del Centro de Investigación Científica de Yucatán, institución sede del evento, e incluyó 12 conferencias, 18 presentaciones orales, 69 presentaciones en cartel y 9 contribuciones en torno a dos mesas redondas: problemática legal y prospectiva agroindustrial. En total, se presentaron 108 trabajos que abarcaron el estado actual del conocimiento en una amplia gama de temas, desde la etnoarqueología hasta las perspectivas agroindustriales, la conservación del germoplasma y la de los paisajes mezcaleros y tequileros. Los temas fueron analizados desde múltiples perspectivas: la de los investigadores de distintas disciplinas, las experiencias de los responsables de las políticas públicas y las de los productores e industriales, tanto de los pequeños como de las grandes empresas. El presente libro cubre uno de los objetivos del IV Simposio Internacional, al dar a la luz pública 21 contribuciones seleccionadas por el Comité Organizador y el Comité Editorial, elaboradas por 64 autores pertenecientes a 23 organizaciones académicas, gubernamentales y productivas. Las contribuciones tratan múltiples aspectos de la biología, ecología, historia, etnobotánica, economía, legislación, agronomía, agroecología, biotecnología y agroindustria de los agaves de México, y se han agrupado en cinco secciones: En la primera sección, “La naturaleza del agave”, se proporciona una perspectiva de su historia natural, las evidencias moleculares y citogenéticas sobre su evolución, ecología, taxonomía y variación genética, y una perspectiva de la ecofisiología de una de las especies de agave más estudiadas: el tequila. Eguiarte y Souza, usando evidencias moleculares fechan el origen de la familia entre 25.8 y 11.7 millones de años, y del género, en 10 millones de años, considerándolo como un género muy reciente con una de las más espectaculares radiaciones adaptativas (más de 200 especies). Ejemplifican sus ideas sobre los procesos de su diversificación con una revisión del complejo A. deserti en el desierto de Sonora y A. lechuguilla en el de Chihuahua. Revisan la ecología evolutiva de las especies relacionadas con la producción del tequila y el mezcal, y presentan un análisis de los recursos genéticos de dos especies mezcaleras silvestres del sur de México ( A. cupreata y A. potatorum). Gil-Vega et al., utilizando AFLPs, analizan 71 especies del género Agave y las comparan con otros seis géneros de la misma familia, obteniendo una clara separación de géneros y, dentro de Agave, de los subgéneros Littaea y Agave, por lo que consideran que estos marcadores pueden ser una herramienta de apoyo para la clasificación taxonómica del género y la familia. Palomino et al. revisan el número y porcentaje de especies diploides y poliploides de Agave, donde se han vi Presentación
del t equ i l a, l os mezcal es y ot ros agav es
reportado plantas diploides (2x) y hasta octoploides (8x). Agave tiene un número cromosómico básico x = 30, que comprende un complemento de 5 cromosomas grandes y 25 pequeños y ha sido considerado bimodal. Analizan los mecanismos de evolución y variación inter e intra-específica en los cariotipos y el tamaño del genoma y reportan el cariotipo en A. rhodacantha y citotipos en A. angustifolia, estos últimos correspondientes a poblaciones con diferentes cariotipos y niveles de poliploidía. Pimienta et al., en un estudio bajo condiciones controladas, reportan el efecto de diferentes temperaturas día/noche en la asimilación neta de CO 2 y la respiración en plantas jóvenes de A. tequilana bajo condiciones controladas, encontrando que el agave azul tiene poca tolerancia a las temperaturas bajas, en comparación con otras especies de Agave. En la segunda sección, “Lo ancestral, base del futuro: domesticación y diversidad”, se abordan aspectos del vínculo humano-agaves que son centrales para el futuro de esta relación: el origen de la diversidad genética bajo domesticación, y los inventarios y distribución geográfica de los recursos fitogenéticos disponibles. Zizumbo-Villarreal y Colunga-GarcíaMarín en una primera contribución presentan evidencias botánicas, toponímicas, arqueológicas y etnohistóricas del origen de la destilación del agave, hacia fines del siglo XVI, en las cuencas bajas de los ríos Armería-Ayuquila y Coahuayana-Tuxpan, en los actuales estados de Jalisco y Colima, mediante la adaptación de la técnica introducida por los filipinos para la destilación del coco, concluyendo que la selección y cultivo del germoplasma que condujo a la domesticación y a la diversificación del agave con fines de destilación en esta región de México, ocurrió en las estribaciones de los volcanes de Colima, siendo los pozos subterráneos de fermentación y el destilador asiático dos herramientas claves para la difusión y persistencia de estas bebidas ante las duras prohibiciones coloniales. En una segunda contribución, presentan los resultados de una exploración etnobotánica en la que encontraron que el núcleo actual de mayor diversidad de esta región es el sur de Jalisco, con más de 20 variedades cultivadas por agricultores tradicionales, resultado de un proceso continuo de selección iniciado por la población indígena para producir alimentos y bebidas fermentadas. Los mecanismos de diversificación y conservación del germoplasma han sido, fundamentalmente, la selección continua de poblaciones silvestres y el mantenimiento y mejoramiento de variedades locales antiguas y de reciente selección, con criterios propiciadores de diversidad relacionados con variedad de sabores, de duración del ciclo de vida y adaptación a agroecosistemas multiespecíficos y multivarietales. Golubov et al. analizaron la información para las familias Agavaceae y Nolinaceae albergadas en el Sistema Nacional de Inventarios Bióticos de CONABIO, con más de 3,000 datos de especímenes de varias colecciones y proyectos financiados, y encontraron que no hay ejemplares de herbario de varias especies y estados de la República, que algunas especies y estados se encuentran sobrerrepresentadas, y que hay un sesgo espacial y temporal de las colectas. A través de los estudios de caso de A. macroacantha y A. victoriareginae, concluyen que la información de los inventarios puede dar pautas para establecer áreas de conservación que se pueden complementar con estudios povii
Patricia Colunga, Alfonso Larqué, Luis E. Eguiarte y Daniel Zizumbo
En l o ancest ral hay fu t ur o:
blacionales. Ocaña et al. presentan los resultados de modelar la distribución espacial de 11 especies de Agave mediante algoritmos genéticos y su combinación con los sistemas de información geográfica y la experiencia de los científicos especialistas, encontrando que las especies con la mayor distribución potencial fueron A. angustifolia, A. salmiana subsp. crassispina, A. rhodacantha, A. maximiliana y A. durangensis, y que las herramientas utilizadas pueden ser muy útiles en la definición de indicaciones geográficas.
Fot ografía: Pat ricia Colunga. Fibra de henequén. Tinúm , Yucatá n.
La tercera sección “Los cimientos para el mañana: cultura y legislación”, provee de información y un marco conceptual básico para el futuro de los destilados de agave, en términos de su problemática económica, cultural y legal. Luna Zamora propone un modelo para analizar las trayectorias de las especies de agave más importantes económicamente en México, basado en los vectores que han constituido hitos en la historia de cada una. Plantea que el tequila ha sido beneficiado por distintos vectores frente a los otros destilados del agave en México, y propone que los productores de destilados como el mezcal y otros licores locales, otorguen a su producto un plus a través de cualidades estéticas distintivas que hagan atractivo y novedoso su producto en el mercado, y que generen un movimiento para lograr la “denominación de origen” de su destilado como un patrimonio cultural local, a partir de su distinción, tipicidad y exclusividad estética. Rodríguez-Gómez, en un estudio de la dimensión sociopolítica de la legitimación de las denominaciones de origen (DO), centrado en el examen de los procesos históricos de construcción de las “geografías de origen” del champán y del tequila, argumenta que las DO son formas particulares, legitimadas por los Estados, de viii Presentación
del t equ i l a, l os mezcal es y ot ros agav es
distinción jerarquizada de mercancías agroalimentarias. Éstas dejan fuera, por definición y debido a complejos rejuegos de poder, aquellos bienes, recursos bióticos, culturas, actores, regiones y países que no son definidos como parte material, ni cultural de la geografía de la exclusividad, protección, privilegios y valor agregado que otorga la DO. Larson et al., a través de una comparación cualitativa de diversos aguardientes del mundo, con especial énfasis en los whiskies escoceses, describen diversos elementos presentes en las etiquetas que contribuyen a la diferenciación de los productos. En el contexto de las magueyeras y su biodiversidad en México, indican algunas coordenadas en el camino hacia la diferenciación de los mezcales a través de un etiquetado informativo que contribuya a distinguir en el mercado las prácticas de producción de maguey y mezcal, que promueven también la conservación de los paisajes mezcaleros de nuestro país. Finalmente, en esta sección, Colunga-GarcíaMarín et al., analizan la información etnobotánica del género Agave contenida en 180 fuentes bibliográficas, ocho herbarios y en exploración de campo. Encontraron 74 especies y 28 taxa infraespecíficos reportados como alimento humano, bebidas fermentadas, bebidas destiladas, fibra y forraje, que reciben 570 nombres comunes que podrían representar un número semejante de variantes agro-morfológicas. Para producir mezcal, registraron 42 especies, 7 subespecies y 7 variedades en 24 entidades federativas, mientras que la DO sólo reconoce explícitamente seis taxa en siete estados de la República. Para los cinco estados incluidos en la DO Tequila registraron 10 taxa utilizados además del agave azul. Los resultados indican exclusión de pueblos nativos, germoplasma y procesos de elaboración tradicionales en las denominaciones de origen, los cuales podrían ser un factor clave para la sustentabilidad de la industria de los agaves.
Logo de certif icación del proceso tradicional de elaboración de los Mezcales Tradicionales de los Pueblos de M éxico.
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Patricia Colunga, Alfonso Larqué, Luis E. Eguiarte y Daniel Zizumbo
En l o ancest ral hay fu t ur o:
En la cuarta sección, “Cruce de caminos: diversidad de estrategias productivas”, las contribuciones se han dividido en cuatro subsecciones que nos muestran la diversidad de estrategias productivas del tequila, los mezcales y la lechuguilla, incluyendo las estrategias campesinas y biotecnológicas de producción. Acerca del tequila, Cedeño-Cruz plantea mecanismos de planeación estratégica de la industria que, sumados a algunos desarrollos tecnológicos y proyectos de investigación, pueden romper los ciclos de sobreproducción y escasez de la materia prima que han impactado a la baja su precio, así como la escasez que ha provocado el incremento en el precio del agave a cifras nunca antes vistas, y que han puesto al tequila en desventaja contra otros destilados presentes en el mercado. Martínez-Rivera et al. presentan un análisis interdisciplinario de las repercusiones de la expansión del cultivo de agave azul en el municipio de Tonaya, Jalisco, para el periodo 1995-2002. Encontraron que la superficie sembrada pasó de 500 ha a más de 1,600, disminuyendo las del maíz de 4,675 a 2,407 ha y las áreas de vegetación nativa como el bosque tropical caducifolio, además de sembrarse en zonas altamente susceptibles a erosión edáfica. La mayor superficie sembrada pertenece a pequeños propietarios (71%), pero son los ejidatarios (29%) quienes tienen contratos de arrendamiento con empresas agaveras bajo grandes desventajas. Los agroquímicos usados incluyen los prohibidos nacionalmente. El cultivo del agave azul ha originado pérdida de empleo, de formas tradicionales de cultivo y fuerte dependencia de intermediarios. Con respecto al mezcal, Jacques-Hernández et al. presentan los resultados de un trabajo multidisciplinario para apoyar el desarrollo de la agroindustria del mezcal que indican la existencia de especies con alto potencial productivo, no identificadas o con imprecisiones taxonómicas, Agave suficiente para apoyar un crecimiento conservador y un rico acervo cultural que permite pronosticar una reactivación sustentable y sostenida de la agroindustria del mezcal tamaulipeco. Illsley et al. presentan los avances del Proyecto Integral del Maguey y del Mezcal Papalote del Chilapan, esfuerzo colaborativo de una organización campesina, una organización no gubernamental e instancias gubernamentales y académicas, que busca el manejo campesino sustentable de A. cupreata, especie silvestre endémica de la cuenca del Balsas que se reproduce exclusivamente por semillas. Presentan la caracterización de la biología reproductiva de esta especie, y junto con los de la demografía de las poblaciones, ofrecen elementos para entender la racionalidad del manejo campesino. Mediante métodos participativos han establecido puentes para que las investigaciones sean analizadas por los campesinos y se propongan ajustes a las reglas comunitarias y prácticas de manejo. LarquéSaavedra presenta el caso del desarrollo tecnológico a partir de piñas de A. fourcroydes para producir una bebida alcohólica que recibió el nombre de Sisal, y que tuvo la intención de dar valor agregado a la planta de henequén para favorecer que no desapareciera su cultura agrícola. La experiencia se describe para resaltar la importancia de vincular a los actores potenciales que pueden hacer la transformación correspondiente y que se materialice en el sector social. Núñez-Noriega describe la cadena productiva del bacanora y concluye que es necesario diseñar e instrumentar acciones estratégicas que, asociadas a las políticas públicas, abran x Presentación
del t equ i l a, l os mezcal es y ot ros agav es
oportunidades a los agentes económicos en nichos de inversión específicos, para capitalizar al sector. Las estrategias deben encaminarse a la obtención de financiamientos suficientes y oportunos, organización adecuada de los productores y estrategias de comercialización para impulsar las plantaciones comerciales, la tecnificación de los procesos industriales, el envasado, y todas las acciones encaminadas a obtener la mejor calidad y autenticidad de la bebida que identifica a Sonora. García-Moya y Ayala-Sosa nos presentan una revisión de la literatura sobre la lechuguilla que pretende mostrar que esta fibra, definida por SEMARNAT (2000) como recurso forestal no maderable, requiere de un tratamiento diferente al convencional, para que pueda incidir de mejor manera en el desarrollo de las zonas muy secas y secas del país, ya que si bien aporta poco en cuanto al volumen de la producción forestal (454 ton, equivalentes al 0.88% de la producción en el 2000), en algunas regiones es el único medio de subsistencia de sus moradores. Como parte final de esta sección, Robert et al. analizan las posibilidades de mejorar genéticamente las plantaciones de agaves comerciales y otras agaváceas no domesticadas, a la luz de su problemática particular y de las oportunidades que ofrecen las biotecnologías celulares y moleculares disponibles en la actualidad, y nos presentan algunos avances sobre la aplicación de las estrategias propuestas y desarrolladas en henequén y datilillo ( Yucca valida).
Fotografía: Patricia Colunga. Zapotitlán, Jalisco.
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Patricia Colunga, Alfonso Larqué, Luis E. Eguiarte y Daniel Zizumbo
En l o ancest ral hay fu t ur o:
En la quinta sección, “Una mirada al horizonte”, se presentan dos capítulos a manera de perspectivas, uno en el que Ezcurra discute las adaptaciones morfofisiológicas de los agaves a los ambientes áridos y su prospectiva agroindustrial, señalando por un lado, que como plantas de metabolismo CAM, los agaves ofrecen inmensas posibilidades de nuevos cultivos con una alta eficiencia en el uso del agua, un problema que será cada vez más importante en la agricultura mexicana, y por otro, que la capacidad del grupo para la multiplicación clonal representa claras ventajas para la fácil propagación de formas agronómicamente valiosas, pero abre, asimismo, grandes interrogantes respecto al mantenimiento de la diversidad genética del grupo. En el último capítulo, los Editores presentan las conclusiones derivadas del Simposio y analizan el futuro de lo ancestral. Queremos agradecer a los académicos que arbitraron los manuscritos invitados, cuyos nombres e instituciones de adscripción aparecen en el Anexo 2, por haber contribuido con su labor a la calidad de esta obra. Al final del libro se presentan dos anexos que proporcionan información básica para los interesados en los agaves de importancia económica en México: una relación de los nombres comunes de 102 taxa de agaves reportados por su uso en México como alimento humano, bebidas fermentadas, bebidas destiladas, fibra o forrajes, perteneciente al Capítulo “Tradiciones en el aprovechamiento de los agaves mexicanos: una aportación a su protección legal y conservación biológica y cultural” de Colunga-GarcíaMarín et al., y el mapa temático “Mezcales y diversidad”, elaborado por CONABIO bajo la coordinación general de Jorge Larson, y que reúne información biológica, geográfica y cultural relativa a 14 magueyes mezcaleros. El Comité Editorial expresa su agradecimiento al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT), a la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO) y al Instituto Nacional de Ecología (INE) por el financiamiento de esta publicación, a los autores que participaron de manera entusiasta en esta obra colectiva, a los árbitros que contribuyeron con sus observaciones a mejorar los diferentes capítulos, así como a las personas que colaboraron en el trabajo editorial: Lic. Gabriela Herrera Martínez (cuidado de la edición), Norma Marmolejo Quintero (diseño editorial), Alejandro I. Jiménez Soberanis (diseño de portada) y Lic. Raúl Diego Rivera Hernández (revisión final). Literatura citada
Acuña, R. (Ed.). 1988. Relaciones geográficas del siglo XVI: Nueva Galicia. Instituto de Investigaciones Antropológicas. Universidad Nacional Autónoma de México. México D.F. 360 pp. Gentry S. H. 1982. Agaves of Continental North America. University of Arizona Press. Tucson. León-Portilla, M. 1991. Huehuetlatolli, testimonios de la antigua palabra. Secretaría de Educación Pública – Fondo de Cultura Económica. México.
xi i Presentación
El futuro de lo ancestral
Patricia Colunga-GarcíaMarín1 , Alfonso Larqué Saavedra1, Luis E. Eguiarte2 y Daniel Zizumbo-Villarreal1 1Unidad
de Recursos Naturales. Centro de Investigación Científica de Yucatán. Calle 43 No. 130, Col. Chuburná de Hidalgo, C.P. 97200, Mérida, Yucatán, México. 2Departamento de Ecología Evolutiva. Instituto de Ecología. UNAM.
[email protected]
Existen pocas especies vegetales que tengan tanta historia social como los agaves. Para un país como México —en cuyo nombre anida la palabra mexcatl, planta que constituyó antes que el maíz la principal fuente de carbohidratos para su población (Callen, 1965; Smith, 1986)—, es obligado su estudio a la mayor profundidad posible. Es esta profundidad la que se aprecia a lo largo de las páginas de este libro, que después de su lectura, nos permite proponer que En lo ancestral hay futuro . Los 64 autores de los 21 capítulos que lo conforman, pertenecientes a 23 organizaciones académicas, gubernamentales y productivas radicadas en 10 entidades federativas, presentan abundante información y análisis que nos muestran que La naturaleza del agave es la de un grupo de plantas que en nuestro país cuenta con 150 de sus 200 especies, la mayoría de ellas (58%) sólo presentes en él (GarcíaMendoza, 2002). Con alta diversidad genética, pueden encontrarse en casi todos los ambientes naturales de nuestro país. Caracterizados por su alta productividad de biomasa en áreas limitantes, especialmente de agua, los agaves mantienen relaciones biológicas y ecológicas complejas entre ellos y con otras especies de plantas y animales, proveyendo múltiples servicios ambientales, como el mantenimiento del suelo y de las poblaciones de polinizadores importantes como los murciélagos. Esta naturaleza del agave ha sido la base sobre la cual los grupos humanos nativos de México han construido una profunda interrelación ancestral con estas plantas. Se ha documentado un mínimo de 74 especies y 28 taxa infraespecíficos con uso como alimento humano, bebidas fermentadas, bebidas destiladas, fibra y forraje (Colunga-GarcíaMarín et al., esta obra). De esta interrelación ha resultado una alta diversidad de germoplasma y de sistemas de manejo agrícola, producto de la selección y el cuidado de variedades que no habrían prosperado en condiciones naturales, así como una gran variedad de productos culturales, tangibles e intangibles, que hoy distinguen a los grupos culturales nativos y mestizos que conforman nuestro país, haciendo que, hablando de agaves, Lo ancest ral sea la base del fut uro . Una legislación que reconozca y proteja esta diversidad biológica, agrobiológica y cultural, y a la vez, proteja a los campesinos que han generado y mantenido este germoplasma y sus productos culturales, a través de la recreación continua de
las tradiciones milenarias que han heredado de sus ancestros, serán Los cimient os para un m añana , en el que se genere riqueza con equidad y sustentabilidad ecológica y social. Sobre estas bases será posible aprovechar el Cruce de cami nos de las diferentes estrategias productivas que se han diseñado en torno a estas plantas, tan características del paisaje natural y cultural mexicano, y que abarcan desde los usos más tradicionales hasta los más novedosos, con el empleo de técnicas milenarias pero también de reciente diseño, utilizando el conocimiento empírico tradicional y el conocimiento científico. La información y los análisis que se presentan en esta obra sustentan ampliamente las conclusiones generales que fueron aprobadas por el pleno del IV Simposio Internacional sobre Agavaceae y Nolinaceae, celebrado en Mérida, Yucatán del 3 al 5 de marzo de 2004: Existen múltiples relaciones históricas que vinculan la mexicanidad con el uso de los agaves. México cuenta con la comunidad académica más consolidada en el mundo en el conocimiento de esta familia de plantas. Los agaves son un recurso fitogenético estratégico para el país, ya que representan una alternativa para el desarrollo sostenible desde el punto de vista ecológico y social, siendo de particular importancia su capacidad bioproductiva en ambientes extremos de temperatura y disponibilidad de agua. México dispone de una enorme diversidad natural y humana, las cuales se deben ligar a productos transformables que generen riqueza con equidad. Lograr esta vinculación involucra la participación de los sectores académico y productivo, los cuales deben estar coordinados en todo el proceso, buscando el rescate de lo nuestro, el reconocimiento de los saberes locales, el cuidado de la calidad del producto y el respeto a la diversidad biológica y cultural. Se debe evitar que los recursos biológicos sean vistos como bienes independientes de las poblaciones humanas que los manejan y de las culturas que los han seleccionado a través del tiempo. No se debe ver a la diversidad biológica aislada de la cultural. En el desarrollo del aprovechamiento de los agaves, es central poner especial atención a la promoción y el cumplimiento de diversos marcos legales relacionados con la conservación de la diversidad biológica, el desarrollo rural sostenible y la propiedad intelectual. Existen tensiones sobre los requerimientos de homogeneidad e identidad en la Norma Oficial actual del tequila y la necesidad de contar con variabilidad genética para enfrentar los problemas agronómicos de la industria, por lo que es necesaria su discusión. Se requiere un apoyo gubernamental decidido para el desarrollo de investigación científica básica y tecnológica vinculada con la problemática de los agaves. Se propone que el 1% de los impuestos recabados de la industria de productos de agaves se destinen a esta actividad. Una mirada al horizonte nos muestra que la globalización de la economía está acelerando cambios en todos los ámbitos del desarrollo social y su entorno eco•
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lógico, planteando retos adaptativos a nivel social, cultural y ecológico. Los cambios referidos a la dinámica ambiental están afectando la base material de los sistemas productivos primarios como la agricultura. El calentamiento global, el decremento de las fuentes de agua dulce, el abatimiento de las fuentes de petróleo, la pérdida acelerada del recurso suelo por erosión y salinización, la pérdida de la agrobiodiversidad están incidiendo negativamente sobre la productividad y la sustentabilidad de los agroecosistemas. Todo ello apunta a una crisis agrícola y ecológica de grandes proporciones que incidirá en la profundización de la desigualdad social y en el empobrecimiento tanto de los productores como de los propios sistemas agrícolas y ecológicos. Las repercusiones en México de estos cambios están incidiendo en el abandono del campo, el incremento de la emigración campesina hacia las ciudades y hacia los Estados Unidos de América, profundizando nuestra dependencia de los alimentos importados y alejándonos de la soberanía alimentaria. Los cambios en la política de exportaciones de alimentos de los EUA, particularmente la del maíz, que ha limitado su disponibilidad al mercado mexicano, hacen evidente la vulnerabilidad de nuestra seguridad alimentaria y la urgente necesidad de establecer estrategias agrícolas que permitan atenuar o revertir los procesos negativos que inciden sobre la productividad y sustentabilidad, y que nos puedan llevar a la soberanía alimentaria. La estructuración del mercado estadounidense en las últimas décadas ha repercutido de manera determinante en el desenvolvimiento de la agricultura mexicana, definiendo nichos específicos en los que puede competir y dejando fuera a muchos productos agropecuarios. Los que han quedado dentro han sido, o están siendo, controlados por las compañías multinacionales para su comercialización en los grandes mercados, como es el caso del tequila y de manera incipiente el de los mezcales. Sin embargo, y por otra parte, el mercado europeo, y en menor escala el estadounidense, están abriendo nichos especializados en los que podrían participar los productos de agave excluidos de los grandes mercados, como es el mercado de los productos orgánicos, los ecológicamente amigables, los libres de transgénicos, los de comercio justo y los de promoción de la diversidad cultural. Ante los retos que nos plantean los cambios provocados por la globalización económica nos podemos preguntar: 1) ¿Cuál puede ser el aporte de los agaves en términos de la sustentabilidad ecológica, la competitividad y la seguridad alimentaria? 2) ¿Cuál puede ser el aporte de los agaves a la sustentabilidad social? Sustentabilidad ecológica Cambio climático global
Uno de los retos más importantes para la sustentabilidad ecológica es el cambio climático global que está llevando a un inminente incremento de la temperatura y a ambientes más extremosos en cuanto a disponibilidad de agua. Este cambio está relacionado con el exceso de utilización de la energía fósil, haciendo necesaria la búsqueda de sistemas alternativos para generar energía de manera eficiente, parti-
cularmente a través del diseño de sistemas agrícolas y forestales que permitan tanto la producción de carbohidratos convertibles a alcohol, como la captación de altas cantidades de CO2 atmosférico. De particular importancia para este propósito, son aquellos sistemas agrícolas que permitan disminuir el consumo de agua. Como plantas típicamente subtropicales, los agaves están adaptados a una amplia gama de condiciones climáticas cálidas, templadas y frías con déficit de agua (Golubov et al., esta obra; Ocaña-Nava et al., esta obra), por lo que han formado parte de los sistemas agrícolas de nuestro país en una amplia gama de agroecosistemas con déficit de agua. Cultivos como los agaves se visualizan, por lo tanto, como favorables para enfrentar estos retos, al presentar características biológicas relevantes. En primer término, debido a que el uso tradicional milenario más importante, para el cual se han ejercido presiones de selección humana intensas y específicas, ha sido la producción de carbohidratos a partir de las hojas y del tallo para convertirlas en alcohol. Además, por sus características fisiológicas, los agaves son de las plantas que presentan mayor eficiencia en el uso del agua y en la captación de CO2 atmosférico que se conocen (Nobel, 1994; Pimienta-Barrios et al., esta obra; Ezcurra, esta obra). En añadidura, los agaves pueden producir muchos otros satisfactores humanos como mieles, fibra, combustibles, forraje, materiales de construcción y productos medicinales, de uso actual y potencial. Erosión edáfica
Uno de los principales problemas del desarrollo agrícola en México ha sido la tasa elevada de pérdida de suelo, y con ello, de fertilidad y capacidad de retención de la humedad. Las características de las raíces y hojas de los agaves han permitido utilizarlos en multitud de sistemas agrícolas para captar humedad atmosférica y lluvia, así como para mantener el suelo en terrenos con alta pendiente. Está ampliamente documentado que los agaves en México fueron y son utilizados por los agricultores tradicionales en multitud de sistemas agrícolas, principalmente localizados en laderas, para la formación de obras como terrazas y bordos, ayudando al control de los escurrimientos de agua y al control de la pérdida de suelo. Los sistemas agrícolas que incluyen múltiples especies, en los cuales los agaves son incorporados, son los sistemas más estables que se conocen en cuanto a control del suelo y el manejo eficiente del agua y la humedad disponible (Wilken, 1987; Zizumbo-Villarreal y Colunga-GarcíaMarín, 1993). Es claro que promover la conservación de su uso con este propósito tendrá un impacto relevante en términos de captación, conservación y uso eficiente del agua, así como en la conservación del suelo, aspectos que al establecer sinergia incrementan la diversidad de la flora y la fauna del suelo y la fertilidad del mismo. Sustentabilidad social
Un segundo reto ante el cual nos enfrenta el cambio global es el de la sustentabilidad social. La amplia diversidad genética del germoplasma actual de los agaves en México, de los agroecosistemas en los que se encuentran, y de sus productos
culturales, pueden permitir responder tanto a los cambios ambientales como a los cambios en el mercado de los productos ahora comercializados, ya que estas tres características les permiten: a) ser manejados en sistemas múltiples de cultivo, asociados con otras especies, como las que integran el sistema tradicional mesoamericano de milpa, pero también en sistemas agrícolas innovadores, y b) satisfacer diversos usos a la vez. De las 150 especies presentes en el país, alrededor de 75 han sido reportadas por su uso como alimento humano, miel, bebida fresca, bebida fermentada, bebida destilada, fibra y forraje (Colunga-GarcíaMarín et al., esta obra). Estas características de los agaves nos pueden permitir la promoción de antiguas tradiciones con viejos y nuevos enfoques, que nos ayudarían a responder a los retos de la sustentabilidad ecológica y social, a través de impulsar: 1) la tradición de los sistemas agrícolas en áreas semiáridas y secas donde los agaves mejoran las condiciones de humedad para ellos y otros cultivos asociados, mediante la conformación de terrazas o micro cuencas; 2) la tradición de sistemas agrícolas para un uso integral de la planta, incluyendo nuevos usos junto con los aprovechamientos tradicionales, 3) la tradición de establecer sistemas asociados con otras plantas, incluyendo a los cultivos básicos tradicionales y/u otros nuevos. Responder a estos retos, sin embargo, aún requiere de una cantidad significativa de investigación científica de calidad que nos permita el desarrollo de tecnologías apropiadas a nuestra diversidad taxonómica, ecológica y cultural. El potencial Fut uro de lo a ncest ral del agave es enorme, dada esta alta diversidad agrobiológica y cultural, por lo que es posible vislumbrar que existe una alta factibilidad de incrementar el valor agregado de los productos obtenidos de los agaves. Bebidas destiladas
La alta diversidad del germoplasma y de procesos de producción utilizados para este fin permite visualizar el establecimiento de un sistema de denominaciones de origen para muchos nuevos productos orientados a mercados especializados. Colunga-GarcíaMarín et al. (esta obra) registraron 42 especies, 7 subespecies y 7 variedades en 24 entidades federativas con este uso, las cuales reciben 259 nombres comunes diferentes que podrían indicar un número semejante de variedades. Cuando se comparan estos datos con los reconocidos en la Denominación de Origen Mezcal, que sólo contempla siete estados y explícitamente a cinco especies, nos podemos percatar de la magnitud de la exclusión de germoplasma, procesos de producción y grupos étnicos que sustentan a estas bebidas tradicionales. La característica inherente de exclusión-marginación de las Denominaciones de Origen hace necesario el replanteamiento de su definición y de las estrategias gubernamentales para el control y el apoyo para la producción y comercialización de los nuevos productos (Rodríguez, esta obra). Mieles
Las mieles de agave están cobrando gran relevancia en la industria alimenticia por sus características nutricionales y nutracéuticas. En estados como Michoacán, Guanajuato y Jalisco, la sobreoferta de plantas de Agave tequilana Weber ha dado lugar
a la creación de una nueva industria alimentaria basada en el gran potencial de los azúcares que se acumulan en las piñas. Ricos en inulinas, azúcares polimerizados que se extraen y purifican a partir de ellas, se ha demostrado que estos azúcares tienen características altamente apreciadas para diabéticos o para combatir la obesidad. Se espera que pronto esta industria desprenda como una alternativa relevante para los agaves. Biotextiles
En años recientes han existido acuerdos en países industrializados para favorecer el uso de fibras naturales sobre aquellas derivadas del petróleo. Resalta, entre otros, el acuerdo de que en la industria automotriz los asientos de los vehículos deberán utilizar fibras naturales. Adicionalmente, tanto la industria mueblera como la de la construcción han iniciado la utilización de materiales compuestos elaborados con las fibras de agave como puertas, plafones y morteros reforzados. Este tipo de acuerdos nos permite suponer que en el corto plazo habrá una sobredemanda de fibras de agaves, que no se va a poder atender, por la reducción de plantaciones para el cultivo de agaves productores de fibra. Etanol-Biodiesel
A pesar de que la producción de etanol a partir de la hoja ha sido explorada desde 1910, el desarrollo industrial apenas se ha iniciado (Magdub y Barahona, 2006). Los estudios que se están desarrollando sobre el particular todavía no despejan con claridad su posible incorporación al selecto grupo de las plantas generadoras de alcohol como bioenergía. El cultivo asociado con especies oleaginosas como Ricinus comunis L. o Jatropha curcas L. podría sentar las bases para el establecimiento de plantas productoras de biodiesel. La riqueza pictórica y cerámica precolombina relacionada con los agaves también nos ilustra la gran importancia del papel que dentro del esquema de sustentabilidad jugaban estas plantas maravillosas. Dichas expresiones del arte nos indican, entre otros aspectos, que los agaves formaban parte importante del mundo de las culturas de México, además de que nos dan certeza de que había múltiples experiencias que tenían como eje central a los agaves. Existen, además, registros que permiten dar testimonio de sus usos medicinales. De esta forma podemos asegurar que el uso integral de los agaves fue una práctica común y que da pauta para sostener que hay futuro en la sociedad que basa su prospectiva en la cultura ancestral del manejo de recursos naturales. Este futuro, sin embargo, requiere que en el presente hagamos esfuerzos significativos para conservar los recursos fitogenéticos, los ecosistemas y los procesos culturales que sustentan la riqueza que nos aportan estas plantas. Las experiencias de los cultivos de plantación con fines comerciales de exportación, como son el henequén (Colunga-GarcíaMarín et al., 1999) y el tequila (Gil-Vega et al., 2001) nos han mostrado las consecuencias de la pérdida de la diversidad genética contenida en estos cultivos. Las principales razones para conservar la di-
versidad de los cultivares de agaves de México y sus poblaciones silvestres evolutivamente relacionadas son: 1. La diversidad del germoplasma utilizado es el resultado de procesos continuos de selección humana iniciados hace unos 10,000 años por la población nativa, de modo que el germoplasma y los productos tradicionales obtenidos con éste son parte del patrimonio cultural, tangible e intangible, de México. 2. Este germoplasma es parte de la agrobiodiversidad de los sistemas tradicionales en los que se mantienen muchos de los cultivos básicos para la alimentación del pueblo de México, y en la mayoría de los casos, se encuentran integrados a ellos como un medio para conservar el suelo de la erosión y como una fuente de múltiples satisfactores humanos, como son fibra, alimento, bebidas, combustible, medicinas, materiales de construcción, etc. La conservación de la diversidad de los agaves de México es, por lo tanto, también la conservación del suelo y la diversidad de los cultivos básicos como el maíz, los frijoles, las calabazas, los jitomates y los chiles. 3. La conservación del germolpasma y la generación de nuevo, será de gran importancia para el mejoramiento genético y productivo de la industria de las bebidas destiladas de agave, una de las más prósperas, especialmente si hay un cambio en el enfoque productivo y legal, dirigiéndose a la diversificación en lugar de la homogenización. 4. Los agaves son plantas altamente eficientes para producir biomasa bajo déficit de agua y excelentes secuestradoras de carbono gracias a que pueden tomar CO2 de día y de noche. Ambas características, junto con la diversidad genética, serán de importancia cada vez mayor, debido al cambio climático global. La conservación requerirá de estrategias múltiples, como son los bancos de semillas, las colecciones ex situ e in situ, la conservación de hábitats significativos y la protección cultural, legal y económica de los procesos y paisajes. De igual forma, requerirá que continuemos, de manera significativa, con los esfuerzos de investigación y desarrollo tecnológico, como los ilustrados en este libro, que sustenten la afirmación de que En lo ancest ral hay fut uro . Literatura citada
Callen, E.O. 1965. Food habits of some Pre-Columbian Mexican Indians. Economic Botany 19: 335-343. Colunga-GarcíaMarín, P., J. Coello-Coello, L. Eguiarte and D. Piñero. 1999. Isozymatic variation and phylogenetic relations between henequen Agave fourcroydes Lem. and its wild ancestor A. angustifolia Haw. American Journal of Botany. 86 (1): 115-123. Colunga-GarcíaMarín, P., D. Zizumbo-Villarreal y J. Martínez-Torres. Esta obra. Tradiciones en el aprovechamiento de los agaves mexicanos: una aportación a su protección legal y conservación biológica y cultural. En: Colunga-GarcíaMarín, P., L. Eguiarte, A. Larqué S. y D. Zizumbo-Villarreal (Ed.). En lo ancestral hay futuro: del tequila, los mezcales y otros agaves. CICY-CONACYT-CONABIO-INE. México. pp. 229-248.
Gil-Vega, K., M. González Ch., O. Martínez V., J. Simpson and G. Vandemark. 2001. Analysis of genetic diversity in Agave tequilana var. azul using RAPD markers. Euphytica 119: 335-341. Ezcurra, E. Esta obra. Las adaptaciones morfo-fisiológicas de los agaves a los ambientes áridos y su prospectiva agroindustrial. En: Colunga-GarcíaMarín, P., L. Eguiarte, A. Larqué S. y D. Zizumbo-Villarreal (Ed.). En lo ancestral hay futuro: del tequila, los mezcales y otros agaves. CICY-CONACYT-CONABIO-INE. México. pp. 387-393. Golubov, J., M. C. Mandujano, S. Arizaga, A. Martínez-Palacios y P. Koleff. Esta obra. Inventarios y conservación de Agavaceae y Nolinaceae. En: Colunga-GarcíaMarín, P., L. Eguiarte, A. Larqué S. y D. Zizumbo-Villarreal (Ed.). En lo ancestral hay futuro: del tequila, los mezcales y otros agaves. CICY-CONACYT-CONABIO-INE. México. pp. 133-151. Magdub, A. y F. Barahona. 2006. Obtención de alcohol del jugo del desfibrado de hojas de henequen. Uuy a Táan. Fundación Produce Yucatán. 2(4)12-15. Nobel, P. S. 1994. Remarkable agaves and cati. Oxford Academic Press. New York. Ocaña-Nava, D., A. García-Mendoza y J. Larson. Esta obra. Modelación supervisada de la distribución de magueyes mezcaleros en México y sus posibles aplicaciones. En: Colunga-GarcíaMarín, P., L. Eguiarte, A. Larqué S. y D. Zizumbo-Villarreal (Ed.). En lo ancestral hay futuro: del tequila, los mezcales y otros agaves. CICY-CONACYTCONABIO-INE. México. pp. 153-171. Pimienta-Barrios, E., J. Zañudo-Hernández, P. S. Nobel y J. García-Galindo Esta obra. Ecofisiología del agave azul ( Agave tequilana Weber). En: Colunga-GarcíaMarín, P., L. Eguiarte, A. Larqué S. y D. Zizumbo-Villarreal (Ed.). En lo ancestral hay futuro: del tequila, los mezcales y otros agaves. CICY-CONACYT-CONABIO-INE. México. pp. 67-82. Rodríguez G., G. Esta obra. La dimensión intangible de la legitimidad: cultura y poder en las denominaciones de origen. En: Colunga-GarcíaMarín, P., L. Eguiarte, A. Larqué S. y D. Zizumbo-Villarreal (Ed.). En lo ancestral hay futuro: del tequila, los mezcales y otros agaves. CICY-CONACYT-CONABIO-INE. México. pp. 191-211. Smith Jr., C. E. 1986. Preceramic Plant Remains from Guilá Naquitz. In: Guilá Naquitz. Archaic Foraging and Early Agriculture in Oaxaca, México. Flannery K.V. (Ed.), Academic Press. New York. pp. 265-301. Wilken G. C. 1987. Good farmers: traditional agricultural resources management in Mexico and Central America. University of California Press, Berkley, 301 p. Zizumbo-Villarreal, D. y P. Colunga-GarcíaMarín. 1993. Tecnología agrícola tradicional, conservación de recursos naturales y desarrollo sustentable. En: Leff E. y J. Carabias (coord.). Cultura y manejo sustentable de los Recursos Naturales. V. I. CIIH-UNAMMiguel Ángel Porrúa. México, D.F. pp. 165-202.
El futuro de lo ancestral
Patricia Colunga-GarcíaMarín1 , Alfonso Larqué Saavedra1, Luis E. Eguiarte2 y Daniel Zizumbo-Villarreal1 1Unidad
de Recursos Naturales. Centro de Investigación Científica de Yucatán. Calle 43 No. 130, Col. Chuburná de Hidalgo, C.P. 97200, Mérida, Yucatán, México. 2Departamento de Ecología Evolutiva. Instituto de Ecología. UNAM.
[email protected]
Existen pocas especies vegetales que tengan tanta historia social como los agaves. Para un país como México —en cuyo nombre anida la palabra mexcatl, planta que constituyó antes que el maíz la principal fuente de carbohidratos para su población (Callen, 1965; Smith, 1986)—, es obligado su estudio a la mayor profundidad posible. Es esta profundidad la que se aprecia a lo largo de las páginas de este libro, que después de su lectura, nos permite proponer que En lo ancestral hay futuro . Los 64 autores de los 21 capítulos que lo conforman, pertenecientes a 23 organizaciones académicas, gubernamentales y productivas radicadas en 10 entidades federativas, presentan abundante información y análisis que nos muestran que La naturaleza del agave es la de un grupo de plantas que en nuestro país cuenta con 150 de sus 200 especies, la mayoría de ellas (58%) sólo presentes en él (GarcíaMendoza, 2002). Con alta diversidad genética, pueden encontrarse en casi todos los ambientes naturales de nuestro país. Caracterizados por su alta productividad de biomasa en áreas limitantes, especialmente de agua, los agaves mantienen relaciones biológicas y ecológicas complejas entre ellos y con otras especies de plantas y animales, proveyendo múltiples servicios ambientales, como el mantenimiento del suelo y de las poblaciones de polinizadores importantes como los murciélagos. Esta naturaleza del agave ha sido la base sobre la cual los grupos humanos nativos de México han construido una profunda interrelación ancestral con estas plantas. Se ha documentado un mínimo de 74 especies y 28 taxa infraespecíficos con uso como alimento humano, bebidas fermentadas, bebidas destiladas, fibra y forraje (Colunga-GarcíaMarín et al., esta obra). De esta interrelación ha resultado una alta diversidad de germoplasma y de sistemas de manejo agrícola, producto de la selección y el cuidado de variedades que no habrían prosperado en condiciones naturales, así como una gran variedad de productos culturales, tangibles e intangibles, que hoy distinguen a los grupos culturales nativos y mestizos que conforman nuestro país, haciendo que, hablando de agaves, Lo ancest ral sea la base del fut uro . Una legislación que reconozca y proteja esta diversidad biológica, agrobiológica y cultural, y a la vez, proteja a los campesinos que han generado y mantenido este germoplasma y sus productos culturales, a través de la recreación continua de
las tradiciones milenarias que han heredado de sus ancestros, serán Los cimient os para un m añana , en el que se genere riqueza con equidad y sustentabilidad ecológica y social. Sobre estas bases será posible aprovechar el Cruce de cami nos de las diferentes estrategias productivas que se han diseñado en torno a estas plantas, tan características del paisaje natural y cultural mexicano, y que abarcan desde los usos más tradicionales hasta los más novedosos, con el empleo de técnicas milenarias pero también de reciente diseño, utilizando el conocimiento empírico tradicional y el conocimiento científico. La información y los análisis que se presentan en esta obra sustentan ampliamente las conclusiones generales que fueron aprobadas por el pleno del IV Simposio Internacional sobre Agavaceae y Nolinaceae, celebrado en Mérida, Yucatán del 3 al 5 de marzo de 2004: Existen múltiples relaciones históricas que vinculan la mexicanidad con el uso de los agaves. México cuenta con la comunidad académica más consolidada en el mundo en el conocimiento de esta familia de plantas. Los agaves son un recurso fitogenético estratégico para el país, ya que representan una alternativa para el desarrollo sostenible desde el punto de vista ecológico y social, siendo de particular importancia su capacidad bioproductiva en ambientes extremos de temperatura y disponibilidad de agua. México dispone de una enorme diversidad natural y humana, las cuales se deben ligar a productos transformables que generen riqueza con equidad. Lograr esta vinculación involucra la participación de los sectores académico y productivo, los cuales deben estar coordinados en todo el proceso, buscando el rescate de lo nuestro, el reconocimiento de los saberes locales, el cuidado de la calidad del producto y el respeto a la diversidad biológica y cultural. Se debe evitar que los recursos biológicos sean vistos como bienes independientes de las poblaciones humanas que los manejan y de las culturas que los han seleccionado a través del tiempo. No se debe ver a la diversidad biológica aislada de la cultural. En el desarrollo del aprovechamiento de los agaves, es central poner especial atención a la promoción y el cumplimiento de diversos marcos legales relacionados con la conservación de la diversidad biológica, el desarrollo rural sostenible y la propiedad intelectual. Existen tensiones sobre los requerimientos de homogeneidad e identidad en la Norma Oficial actual del tequila y la necesidad de contar con variabilidad genética para enfrentar los problemas agronómicos de la industria, por lo que es necesaria su discusión. Se requiere un apoyo gubernamental decidido para el desarrollo de investigación científica básica y tecnológica vinculada con la problemática de los agaves. Se propone que el 1% de los impuestos recabados de la industria de productos de agaves se destinen a esta actividad. Una mirada al horizonte nos muestra que la globalización de la economía está acelerando cambios en todos los ámbitos del desarrollo social y su entorno eco•
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lógico, planteando retos adaptativos a nivel social, cultural y ecológico. Los cambios referidos a la dinámica ambiental están afectando la base material de los sistemas productivos primarios como la agricultura. El calentamiento global, el decremento de las fuentes de agua dulce, el abatimiento de las fuentes de petróleo, la pérdida acelerada del recurso suelo por erosión y salinización, la pérdida de la agrobiodiversidad están incidiendo negativamente sobre la productividad y la sustentabilidad de los agroecosistemas. Todo ello apunta a una crisis agrícola y ecológica de grandes proporciones que incidirá en la profundización de la desigualdad social y en el empobrecimiento tanto de los productores como de los propios sistemas agrícolas y ecológicos. Las repercusiones en México de estos cambios están incidiendo en el abandono del campo, el incremento de la emigración campesina hacia las ciudades y hacia los Estados Unidos de América, profundizando nuestra dependencia de los alimentos importados y alejándonos de la soberanía alimentaria. Los cambios en la política de exportaciones de alimentos de los EUA, particularmente la del maíz, que ha limitado su disponibilidad al mercado mexicano, hacen evidente la vulnerabilidad de nuestra seguridad alimentaria y la urgente necesidad de establecer estrategias agrícolas que permitan atenuar o revertir los procesos negativos que inciden sobre la productividad y sustentabilidad, y que nos puedan llevar a la soberanía alimentaria. La estructuración del mercado estadounidense en las últimas décadas ha repercutido de manera determinante en el desenvolvimiento de la agricultura mexicana, definiendo nichos específicos en los que puede competir y dejando fuera a muchos productos agropecuarios. Los que han quedado dentro han sido, o están siendo, controlados por las compañías multinacionales para su comercialización en los grandes mercados, como es el caso del tequila y de manera incipiente el de los mezcales. Sin embargo, y por otra parte, el mercado europeo, y en menor escala el estadounidense, están abriendo nichos especializados en los que podrían participar los productos de agave excluidos de los grandes mercados, como es el mercado de los productos orgánicos, los ecológicamente amigables, los libres de transgénicos, los de comercio justo y los de promoción de la diversidad cultural. Ante los retos que nos plantean los cambios provocados por la globalización económica nos podemos preguntar: 1) ¿Cuál puede ser el aporte de los agaves en términos de la sustentabilidad ecológica, la competitividad y la seguridad alimentaria? 2) ¿Cuál puede ser el aporte de los agaves a la sustentabilidad social? Sustentabilidad ecológica Cambio climático global
Uno de los retos más importantes para la sustentabilidad ecológica es el cambio climático global que está llevando a un inminente incremento de la temperatura y a ambientes más extremosos en cuanto a disponibilidad de agua. Este cambio está relacionado con el exceso de utilización de la energía fósil, haciendo necesaria la búsqueda de sistemas alternativos para generar energía de manera eficiente, parti-
cularmente a través del diseño de sistemas agrícolas y forestales que permitan tanto la producción de carbohidratos convertibles a alcohol, como la captación de altas cantidades de CO2 atmosférico. De particular importancia para este propósito, son aquellos sistemas agrícolas que permitan disminuir el consumo de agua. Como plantas típicamente subtropicales, los agaves están adaptados a una amplia gama de condiciones climáticas cálidas, templadas y frías con déficit de agua (Golubov et al., esta obra; Ocaña-Nava et al., esta obra), por lo que han formado parte de los sistemas agrícolas de nuestro país en una amplia gama de agroecosistemas con déficit de agua. Cultivos como los agaves se visualizan, por lo tanto, como favorables para enfrentar estos retos, al presentar características biológicas relevantes. En primer término, debido a que el uso tradicional milenario más importante, para el cual se han ejercido presiones de selección humana intensas y específicas, ha sido la producción de carbohidratos a partir de las hojas y del tallo para convertirlas en alcohol. Además, por sus características fisiológicas, los agaves son de las plantas que presentan mayor eficiencia en el uso del agua y en la captación de CO2 atmosférico que se conocen (Nobel, 1994; Pimienta-Barrios et al., esta obra; Ezcurra, esta obra). En añadidura, los agaves pueden producir muchos otros satisfactores humanos como mieles, fibra, combustibles, forraje, materiales de construcción y productos medicinales, de uso actual y potencial. Erosión edáfica
Uno de los principales problemas del desarrollo agrícola en México ha sido la tasa elevada de pérdida de suelo, y con ello, de fertilidad y capacidad de retención de la humedad. Las características de las raíces y hojas de los agaves han permitido utilizarlos en multitud de sistemas agrícolas para captar humedad atmosférica y lluvia, así como para mantener el suelo en terrenos con alta pendiente. Está ampliamente documentado que los agaves en México fueron y son utilizados por los agricultores tradicionales en multitud de sistemas agrícolas, principalmente localizados en laderas, para la formación de obras como terrazas y bordos, ayudando al control de los escurrimientos de agua y al control de la pérdida de suelo. Los sistemas agrícolas que incluyen múltiples especies, en los cuales los agaves son incorporados, son los sistemas más estables que se conocen en cuanto a control del suelo y el manejo eficiente del agua y la humedad disponible (Wilken, 1987; Zizumbo-Villarreal y Colunga-GarcíaMarín, 1993). Es claro que promover la conservación de su uso con este propósito tendrá un impacto relevante en términos de captación, conservación y uso eficiente del agua, así como en la conservación del suelo, aspectos que al establecer sinergia incrementan la diversidad de la flora y la fauna del suelo y la fertilidad del mismo. Sustentabilidad social
Un segundo reto ante el cual nos enfrenta el cambio global es el de la sustentabilidad social. La amplia diversidad genética del germoplasma actual de los agaves en México, de los agroecosistemas en los que se encuentran, y de sus productos
culturales, pueden permitir responder tanto a los cambios ambientales como a los cambios en el mercado de los productos ahora comercializados, ya que estas tres características les permiten: a) ser manejados en sistemas múltiples de cultivo, asociados con otras especies, como las que integran el sistema tradicional mesoamericano de milpa, pero también en sistemas agrícolas innovadores, y b) satisfacer diversos usos a la vez. De las 150 especies presentes en el país, alrededor de 75 han sido reportadas por su uso como alimento humano, miel, bebida fresca, bebida fermentada, bebida destilada, fibra y forraje (Colunga-GarcíaMarín et al., esta obra). Estas características de los agaves nos pueden permitir la promoción de antiguas tradiciones con viejos y nuevos enfoques, que nos ayudarían a responder a los retos de la sustentabilidad ecológica y social, a través de impulsar: 1) la tradición de los sistemas agrícolas en áreas semiáridas y secas donde los agaves mejoran las condiciones de humedad para ellos y otros cultivos asociados, mediante la conformación de terrazas o micro cuencas; 2) la tradición de sistemas agrícolas para un uso integral de la planta, incluyendo nuevos usos junto con los aprovechamientos tradicionales, 3) la tradición de establecer sistemas asociados con otras plantas, incluyendo a los cultivos básicos tradicionales y/u otros nuevos. Responder a estos retos, sin embargo, aún requiere de una cantidad significativa de investigación científica de calidad que nos permita el desarrollo de tecnologías apropiadas a nuestra diversidad taxonómica, ecológica y cultural. El potencial Fut uro de lo a ncest ral del agave es enorme, dada esta alta diversidad agrobiológica y cultural, por lo que es posible vislumbrar que existe una alta factibilidad de incrementar el valor agregado de los productos obtenidos de los agaves. Bebidas destiladas
La alta diversidad del germoplasma y de procesos de producción utilizados para este fin permite visualizar el establecimiento de un sistema de denominaciones de origen para muchos nuevos productos orientados a mercados especializados. Colunga-GarcíaMarín et al. (esta obra) registraron 42 especies, 7 subespecies y 7 variedades en 24 entidades federativas con este uso, las cuales reciben 259 nombres comunes diferentes que podrían indicar un número semejante de variedades. Cuando se comparan estos datos con los reconocidos en la Denominación de Origen Mezcal, que sólo contempla siete estados y explícitamente a cinco especies, nos podemos percatar de la magnitud de la exclusión de germoplasma, procesos de producción y grupos étnicos que sustentan a estas bebidas tradicionales. La característica inherente de exclusión-marginación de las Denominaciones de Origen hace necesario el replanteamiento de su definición y de las estrategias gubernamentales para el control y el apoyo para la producción y comercialización de los nuevos productos (Rodríguez, esta obra). Mieles
Las mieles de agave están cobrando gran relevancia en la industria alimenticia por sus características nutricionales y nutracéuticas. En estados como Michoacán, Guanajuato y Jalisco, la sobreoferta de plantas de Agave tequilana Weber ha dado lugar
a la creación de una nueva industria alimentaria basada en el gran potencial de los azúcares que se acumulan en las piñas. Ricos en inulinas, azúcares polimerizados que se extraen y purifican a partir de ellas, se ha demostrado que estos azúcares tienen características altamente apreciadas para diabéticos o para combatir la obesidad. Se espera que pronto esta industria desprenda como una alternativa relevante para los agaves. Biotextiles
En años recientes han existido acuerdos en países industrializados para favorecer el uso de fibras naturales sobre aquellas derivadas del petróleo. Resalta, entre otros, el acuerdo de que en la industria automotriz los asientos de los vehículos deberán utilizar fibras naturales. Adicionalmente, tanto la industria mueblera como la de la construcción han iniciado la utilización de materiales compuestos elaborados con las fibras de agave como puertas, plafones y morteros reforzados. Este tipo de acuerdos nos permite suponer que en el corto plazo habrá una sobredemanda de fibras de agaves, que no se va a poder atender, por la reducción de plantaciones para el cultivo de agaves productores de fibra. Etanol-Biodiesel
A pesar de que la producción de etanol a partir de la hoja ha sido explorada desde 1910, el desarrollo industrial apenas se ha iniciado (Magdub y Barahona, 2006). Los estudios que se están desarrollando sobre el particular todavía no despejan con claridad su posible incorporación al selecto grupo de las plantas generadoras de alcohol como bioenergía. El cultivo asociado con especies oleaginosas como Ricinus comunis L. o Jatropha curcas L. podría sentar las bases para el establecimiento de plantas productoras de biodiesel. La riqueza pictórica y cerámica precolombina relacionada con los agaves también nos ilustra la gran importancia del papel que dentro del esquema de sustentabilidad jugaban estas plantas maravillosas. Dichas expresiones del arte nos indican, entre otros aspectos, que los agaves formaban parte importante del mundo de las culturas de México, además de que nos dan certeza de que había múltiples experiencias que tenían como eje central a los agaves. Existen, además, registros que permiten dar testimonio de sus usos medicinales. De esta forma podemos asegurar que el uso integral de los agaves fue una práctica común y que da pauta para sostener que hay futuro en la sociedad que basa su prospectiva en la cultura ancestral del manejo de recursos naturales. Este futuro, sin embargo, requiere que en el presente hagamos esfuerzos significativos para conservar los recursos fitogenéticos, los ecosistemas y los procesos culturales que sustentan la riqueza que nos aportan estas plantas. Las experiencias de los cultivos de plantación con fines comerciales de exportación, como son el henequén (Colunga-GarcíaMarín et al., 1999) y el tequila (Gil-Vega et al., 2001) nos han mostrado las consecuencias de la pérdida de la diversidad genética contenida en estos cultivos. Las principales razones para conservar la di-
versidad de los cultivares de agaves de México y sus poblaciones silvestres evolutivamente relacionadas son: 1. La diversidad del germoplasma utilizado es el resultado de procesos continuos de selección humana iniciados hace unos 10,000 años por la población nativa, de modo que el germoplasma y los productos tradicionales obtenidos con éste son parte del patrimonio cultural, tangible e intangible, de México. 2. Este germoplasma es parte de la agrobiodiversidad de los sistemas tradicionales en los que se mantienen muchos de los cultivos básicos para la alimentación del pueblo de México, y en la mayoría de los casos, se encuentran integrados a ellos como un medio para conservar el suelo de la erosión y como una fuente de múltiples satisfactores humanos, como son fibra, alimento, bebidas, combustible, medicinas, materiales de construcción, etc. La conservación de la diversidad de los agaves de México es, por lo tanto, también la conservación del suelo y la diversidad de los cultivos básicos como el maíz, los frijoles, las calabazas, los jitomates y los chiles. 3. La conservación del germolpasma y la generación de nuevo, será de gran importancia para el mejoramiento genético y productivo de la industria de las bebidas destiladas de agave, una de las más prósperas, especialmente si hay un cambio en el enfoque productivo y legal, dirigiéndose a la diversificación en lugar de la homogenización. 4. Los agaves son plantas altamente eficientes para producir biomasa bajo déficit de agua y excelentes secuestradoras de carbono gracias a que pueden tomar CO2 de día y de noche. Ambas características, junto con la diversidad genética, serán de importancia cada vez mayor, debido al cambio climático global. La conservación requerirá de estrategias múltiples, como son los bancos de semillas, las colecciones ex situ e in situ, la conservación de hábitats significativos y la protección cultural, legal y económica de los procesos y paisajes. De igual forma, requerirá que continuemos, de manera significativa, con los esfuerzos de investigación y desarrollo tecnológico, como los ilustrados en este libro, que sustenten la afirmación de que En lo ancest ral hay fut uro . Literatura citada
Callen, E.O. 1965. Food habits of some Pre-Columbian Mexican Indians. Economic Botany 19: 335-343. Colunga-GarcíaMarín, P., J. Coello-Coello, L. Eguiarte and D. Piñero. 1999. Isozymatic variation and phylogenetic relations between henequen Agave fourcroydes Lem. and its wild ancestor A. angustifolia Haw. American Journal of Botany. 86 (1): 115-123. Colunga-GarcíaMarín, P., D. Zizumbo-Villarreal y J. Martínez-Torres. Esta obra. Tradiciones en el aprovechamiento de los agaves mexicanos: una aportación a su protección legal y conservación biológica y cultural. En: Colunga-GarcíaMarín, P., L. Eguiarte, A. Larqué S. y D. Zizumbo-Villarreal (Ed.). En lo ancestral hay futuro: del tequila, los mezcales y otros agaves. CICY-CONACYT-CONABIO-INE. México. pp. 229-248.