La Irrupción de América en la Historia
Amelia Podetti Compilación realizada por el C.I.C. Buenos Aires, 1979
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Indice
Introducción Ameli melia a Podett dettii y la nece necesi sida dad d del del pens pensar ar hist histór óric ico o por por Armando R. Poratti
1.La irrupción irrupción de América América en la la historia 2. San Agustín: el problema de la usticia !."risis y #iloso#ía $.%nidad del saber &Pautas' (.)iloso#ía* ciencia moderna y ciencia social.
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Indice
Introducción Ameli melia a Podett dettii y la nece necesi sida dad d del del pens pensar ar hist histór óric ico o por por Armando R. Poratti
1.La irrupción irrupción de América América en la la historia 2. San Agustín: el problema de la usticia !."risis y #iloso#ía $.%nidad del saber &Pautas' (.)iloso#ía* ciencia moderna y ciencia social.
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Introducción Amelia Podetti y la necesidad del pensar histórico. Armando R. Poratti
La muerte inesperada quiso que la obra escrita de la profesora Amelia Podetti -no la obra viva que ella misma fue- quedara trunca en el momento en que se disponía a desarrollarla en la forma más amplia del libro. Además de sus publicaciones, quedan, para trazar el dibujo completo de su pensamiento, especialmente el de sus !ltimos a"os, los re#istros de sus clases manuscritos en los que un #rupo de discípulos trabaja a fin de sacarlos a luz. A$ora bien, si lo que dej% escrito Amelia Podetti puede ser, en cierta medida, fra#mentario, su pensamiento no lo era. &ás allá a trav's de las cuestio cuestiones nes circun circunscri scripta ptas, s, tendía tendía a planta plantarse rse a dar cuenta cuenta de totali totalidad dades es (de las totalid totalidade adess reales, reales, que no son las #eneral #eneralida idades des de un pensar pensar abstrac abstracto) to).. *ntre *ntre los problemas que la ocuparon, la refle+i%n sobre la $istoria, siempre presente, fue $aci'ndosele cada vez más central. la $istoria entendida, justamente, con los alcances má+imos que el problema tiene cuando sur#e, por primera vez, en la refle+i%n cristiana. *n efecto, es el cristianismo cristianismo lo que da la base para la valoraci%n decisiva decisiva del acontecer $umano, al encontrar en 'l a ios encarnado -la presencia el compromiso de lo eterno en el tiempo, tiempo, dos ámbito ámbitoss que los #rie#o #rie#oss $abían $abían divorc divorciad iado-. o-. unto con esto, esto, el concepto de Providencia permiti% a la filosofía, con /an A#ustín, descubrir lo $ist%rico como una re#i%n relevante dentro de lo real afirmada en una inteli#ibilidad propia, al presentar ese es e acontecer en la perspectiva que abren las cate#orías de unidad, totalidad y sentido. esde san A#ustín en adelante, $asta 0e#el o &ar+, o aun despu's, se $an sucedido las teolo#ías filosofías de la $istoria, $o por $o puede parecer más prudente renunciar a la pretensi%n de comprender tanto, abordar los $ec$os desde conceptos que no incurran en una metafísica, o aun en la escatolo#ía así obtendríamos una comprensi%n cuo m'rito estriba, precisamente, en su renuncia a plantearse la $istor $istoria ia su sentid sentido o como como problem problemaa #lobal #lobal.. *sta *sta limitac limitaci%n i%n puede ser le#ítim le#ítima, a, muc$as veces $a sido necesaria saludable. Pero qu' sucede cuando e3 primer dato que se ofrece a la consideraci%n consideraci%n es la planetarizaci% planetarizaci%n n de la $istoria llevada llevada a cabo por 4ccidente -con lo cual es obvio que la unidad de la $istoria $a dejado de ser un crisis is de esta $istor postulado metafísico- más todavía, cuando el $ec$o es la cris $istoria ia universalizada, lo cual su#iere a muc$os que el 5in de los 6iempos a está presente7 *ntonces, los $ec$os mismos nos pro$íben 8atenernos a los $ec$os8 nos obli#an a pensar la $istoria en su totalidad su sentido no porque se pretenda. $acer valer la propia visi%n como la visi%n de ios, sino porque así lo e+i#e la puesta en claro de los proectos propuestos, vi#entes o posibles, para esa $istoria planetaria. esto es parte de la (ineludible) tarea de conocer ele#ir nuestro propio destino en ella. La crisis, crisis, para para Amelia Amelia Podetti Podetti,, muestra muestra los límites límites concret concretos os de una confi# confi#urac uraci%n i%n $ist $ist%r %ric ica, a, la *uro *uropa pa mode modern rna, a, que, que, por por ser ser univ univer ersa sali liza zado dora ra,, se tom% tom% como como absolutamente universal. *se papel universalizador $ace que pueda $ablarse de crisis de 4cci 4ccid dente ente (au (aun si esto esto incl inclu uee a aqu aquella ellass poten otenci cias as que no se deno denom minan inan 8occidentales8). Pero si esto es así, antes de aceptar sin más el problema en estos t'rminos, tenemos que tratar de ver qu' entendemos por 4ccidente. esta cuesti%n nos obli#a a refle+ionar sobre el lu#ar de aquellos pueblos -los nuestros- que la modernidad europea $o las potencias mundiales $an visto como mar#inales. &ás todavía, es imperat imperativo ivo $acer $acer la refle+i refle+i%n %n sobre sobre 4ccide 4ccidente nte desde desde nuestr nuestraa peculi peculiar ar situaci situaci%n %n e+periencia $ist%ricas, -dentro de Am'rica $ispana. *sta necesidad no procede s%lo del
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$ec$o obvio de que no podemos eludir nuestro aquí a$ora, sobretodo no se trata de un mero localismo del pensamiento. Por el contrario, para Amelia Podetti estamos situados en el lu#ar justo para pensar la $istoria en esta altura de los tiempos. *n parte, por no a pesar de nuestro aparente descentramiento: solía subraar, refiri'ndose a san A#ustín, como la !ltima #ran síntesis del mundo anti#uo, que es a la vez la primera del mundo occidental, fue la labor de un africano que naci%, trabaj% muri% en una provincia en los confines del ;mperio, mientras el centro oficial de la cultura se#uían siendo las escuelas nacidas en la vieja Atenas que estaban $acía muc$o desprovistas de substancia. Pudiera ser que, en esta crisis de la modernidad, la situaci%n reclamara al#o similar7 Parece, al menos, que la *uropa de las !ltimas d'cadas a no quiere pensar la $istoria prefiere ne#arla1. Pero nuestro privile#io no consiste en ser una oscura provincia en los límites del ;mperio. on la cristianizaci?n del ;mperio, esa síntesis transforma la uni%n de los diversos pueblos centrados en el &editerráneo, cuo fundamento es =oma, en una unidad, basada en la unidad del #'nero $umano, que aparece en el $orizonte del pensamiento de A#ustín. 4ccidente aparece como idea de universalidad. La >ristiandad europea medieval reco#e la noci%n de aquella unidad, desde su perspectiva, por otra parte, no $a conciencia ni voluntad de ruptura con el pasado romano. *l ámbito #eo#ráfico, social cultural en que se desarrollan estas 'pocas es, pues, un mundo $ist%rico en sentido estricto. 8La ruptura de esos límites se"ala el tránsito a una nueva etapa de la $istoria del mundo. La ruptura, la e+plosi%n de este espacio terrestre como !nico espacio de la $istoria en la conciencia del $ombre occidental podemos fijarla en el a"o 1@2, en que >ol%n descubre Am'rica consecuentemente se $ace efectiva la redondez de la 6ierra. Lo que >ol%n descubre no es el arlos B- tuvo presente la idea de tal universalidad -de esa catolicidad, cua semilla puede que si#a latente en el destino de Am'rica $ispana 1a- a partir del si#lo CB;; esa idea es desarrollada por *uropa de un modo parad%jico: cuando su propio 1La ne#aci%n que subraaba Amelia Podetti podría e+plicarse menos como incapacidad que como una especie de temor: de ilt$e a 0eide##er, *uropa lleve a cabo una refle+i%n radical sobre la $istoridad, pero al cabo de ella - junto con la p'rdida de su lu#ar prota#%nico -despu's de la !ltima #uerra- opta por tapar lo que $a descubierto. esde esta perspectiva analiz% Amelia Podettl el au#e de un pensamiento anti$ist%ríco como el estructuralismo. 2 La cita proviene de una de las !ltimas clases de la profesora Amelia Podetti.
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descubrimiento descentraba al &editerráneo la convertía en parte de un mundo más vasto, se consider% a sí misma como totalidad mientras universalizaba la $istoria, cre% poder mantener intacta su propia particularidad $acerla pasar por lo universal mismo. La e+pansi%n de *uropa estuvo acompa"ada por esa creciente particularizaci%n que la llev% a!n a e+cluir de sí su propio pasado -al romper conscientemente los lazos que la unían a la tradici%n medieval- a no poder verse, junto con las nuevas tierras, dentro de un $orizonte más abarcador. *n ello pueden buscarse las raíces de la #randeza el fracaso de 0e#el. >on 'l, el elemento de síntesis universalidad del pensamiento moderno alcanza su momento de maor amplitud lucidez pero 0e#el no puede 8saltar sobre su propia sombra8, piensa a la $istoria universal, sin saberlo, desde una perspectiva que a era provinciana. 0o, la planetarizaci%n de la $istoria la provincializaci%n de *uropa culminan juntas9. Para Amelia Podetti, Am'rica puede reco#er toda la $erencia de 4ccidente -tambi'n lo que e+clu% la &odemidad- porque desde ella es posible percibir la verdadera dimensi%n de lo universal , sobre todo, porque inicialmente reco#i% preserva la capacidad de síntesis, inte#raci%n unificaci%n. /i en la crisis presente $an lle#ado a su e+tremo la separaci%n el des#arramiento -cate#orías bajo las que el mismo 0e#el piensa a la *uropa moderna que, como una e+i#encia de resoluci%n, están en la raíz de su dial'ctica- la superaci%n positiva de esta crisis podrá apuntar desde el !ltimo confín, #eo#ráfico e $ist%rico, de 4ccidente, como el lu#ar de una comprensi%n una voluntad inte#radoras. Pero esto es una posibilidad. La $istoria se nos presenta de $ec$o con la amplitud con que inicialmente la pensara san A#ustín: como el drama del #'nero $umano, en este drama si#ue pres'ntelo que el pensador cristiano nombra como la tentaci%n paradojal entre el Plan de la Providencia la libertad $umana. La libertad $ist%rica se encarna en la elecci%n las decisiones que los pueblos $acen de sí mismos, el rumbo el si#no futuros de una $istoria que efectivamente universalizadora están todavía por definirse. Aquí encuentra un lu#ar el trabajo del pensamiento. D profesora que fue Amelia Podetti no se cans% de repetir -frente al presti#io de las visiones fra#mentadoras de la efectividad -que la refle+i%n filos%fica sobre 4ccidente es ur#ente fundamental en nuestra situaci%n@. /omos, a la vez, resultado de toda esa $istoria responsables de ella. La necesitamos para compr'ndenos ubicarnos -es decir, para no tomarnos en menos de lo que somos- por eso para orientarnos en la tarea de darnos, darle, un posible 3 Amelia Podetti ubic% la e+pansi%n europea las confrontaciones que ella #enera como los fen%menos claves de la &odernidad, a partir de los cuales adquieren sentido los fen%menos internos de *uropa, como el sentido que adquiri% el desarrollo de las naciones, de la bur#uesía, del capitalismo. A la inversa de lo que supone el punto de vista euroc'ntrico -que puede ejemplificarse con el pensamiento liberal clásico, pero tambi'n con &ar+ -, los acontecimientos europeos no se desarrollan desde por sí mismos, sino que deben ser puestos en su lu#ar en la interdependencia propia de una $istoria mundial. *sta dimensi%n no aparece en el si#lo C;C, sino que está presente a, en el proecto de e+pansi%n, desde el si#lo CB. *uropa fuerza su apertura pero no es el sujeto de la $istoria moderna sino uno de los momentos de la dial'ctica que se #enera a partir de esa e+pansi%n. Por ello, para Amelia Podetti la identificaci%n de la 'poca moderna con la *uropa moderna es incorrecta s%lo puede $ablarse le#ítimamente de mundo moderno. Por otra parte, todo esto es el motivo por el cual la refle+i%n sobre la $istoria es imposible desde las perspectivas de raíz decimon%nica que reaparecen en el pensamiento europeo. Por lo demás, la aparente superaci%n del si#lo C;C, !ltimamente proclamada con #ran ruido por los 8nouvau+ p$ilosop$esE - que acá al#unos sectores celebraron, quizá in#enuamente, como 8antimar+istaE-, fue percibida de inmediato por Amelia Podetti como la mera e+asperaci%n en ne#ar la tradici%n, a!n aquella que, para los europeos, es la más inmediata. 4 Amelia Podetti realiz% una enfática defensa de la filosofía (en especial, cuando se pretendía liquidarla en beneficio de determinadas concepciones de las ciencias sociales), li#ada al tema de la unidad del saber frente a su fra#mentaci%n epocal.
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destino. /i el enraizamiento en una tradici%n no parcial es lo que nos permite proectarnos, veremos lle#aremos tanto más lejos cuanto más a$ondemos en ella. *n el plano te%rico -como en cualquier otro- nos pertenecerá efectivamente aquello sobre lo cual ejerzamos nuestro derec$o. Por ello el 'nfasis que puso siempre Amelia Podetti en la necesidad de recuperar el pasado -todo el pasado- desde para nosotros, en vistas de un futuro que es particularmente nuestro, pero cua realizaci%n o fracaso no nos comprometerá a nosotros solos.
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Las si#uientes pá#inas forman parte de un trabajo sobre Am'rica, que preparaba la Profesora Amelia Podetti, al que se le $an a#re#ado apuntes notas fra#mentarias tomadas de sus manuscritos que, en muc$os casos, contribueron a complementar el n!cleo central de ideas en plena elaboraci%n.
La irrupción de América en la historia. La aparici%n de Am'rica en la $istoria transforma radicalmente, no s%lo el escenario sino tambi'n el sentido de la marc$a del $ombre sobre el planeta. *l descubrimiento del 8arlos B la vieja idea imperial el derec$o internacional elaborado por Bitoria /uárez. /%lo en *spa"a - en el $umanismo contemporáneo del descubrimiento la conquista parece percibirse este carácter absolutamente e+traordinario del descubrimiento. /in duda opera para producir esta conciencia el $ec$o de que es *spa"a misma la que lleva adelante el proceso, pero además *spa"a está impre#nada de un profundo sentido de catolicidad se#uramente esto constitu% uno de los impulsos fundamentales para lanzarla plus ultra. *s notable la continuidad persistencia de esta idea en el pensamiento espa"ol, sobre todo castellano: la universalidad efectivamente realizada no s%lo en una filosofía de la $istoria e+plícita específica, sino como $orizonte conceptual obvio, natural, para el desarrollo de cualquier disciplina se trata de la #ramática (
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refinado $umanista at%licos del ;mperio que $an creado, rememorando la visi%n universalista de 4rosio de /an A#ustín. Pero en el pensamiento que pro#resivamente se impone a partir del s. CB;; Am'rica no plantea el problema de que con su aparici%n el mundo se $a revelado como al#o distinto (lo que supone la transformaci%n de todas las cate#orías para pensarlo) sino s%lo el tema de en qu' consiste, c%mo es, ese a#re#ado que los europeos $an incorporado al mundo e+istente lo que se $a descubierto es simplemente otro pedazo del mundo conocido no un mundo desconocido en su verdadera forma dimensiones para los $ombres precolombinos: los anti#uos, los medievales los americanos precolombinos. Pareciera que, justamente, cuando el mundo se universaliza - por obra de 4ccidente- el pensamiento occidental se particulariza, se reduce, manteni'ndose en los viejos límites mediterráneos, pese a su pretensi%n de universalidad. Pareciera manifestarse aquí una forma de ese conflicto trá#ico que simultáneamente des#arra e impulsa a la modernidad: al mismo tiempo que concibe el universo infinito abierto frente al mundo finito cerrado del pensamiento anti#uo tambi'n del medieval -aunque aquí a late, todavía no pensado, pero sí creído plasmado, por ejemplo en las catedrales, el sentimiento de lo infinito -, si#ue pensando el planeta en los viejos límites la vieja estructura marcados por el &editerráneo la raz%n moderna piensa sí el universo como infinito pero no la 6ierra como una totalidad. América y la transmutación de la historia.
Pero quizá esta imposibilidad resulta de la situaci%n misma de *uropa en el mundo: la totalidad del planeta s%lo es visible desde el !ltimo lu#ar ocupado, desde el verdadero finis terrae, desde allí donde la 6ierra termina efectivamente.
*sta peculiar instalaci%n de Am'rica en el mundo, en el espacio en el tiempo. se manifiesta en la constituci%n misma de la cultura americana, que se desarrolla aparece en la $istoria como una matriz unificadora, que reco#e, absorbe, sintetiza trasmuta todo lo que lle#a a su suelo, reduciendo a una unidad compleja ricamente diferenciada los más diversos aportes culturales, a!n aquellos que constituen a#resiones tentativas de destruir el n!cleo profundo, !ltimo e irreductible del ser americano. *sta virtud unificadora se encuentra en los mismos fundamentos $ist%ricos de Am'rica, e+- presada en m!ltiples ras#os mu definitorios, donde se destacan como $ec$os peculiares, por una parte, la voluntad mestizadora de la conquista la colonizaci%n , por la otra, la relaci%n entre cristianismo y cultura que se establece !nicamente en Am'rica: profundamente li#ados e interpenetrados, al punto que quizá la cultura americana sea la !nica cultura #enuinamente cristiana, es decir cristiana desde en sus orí#enes.
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*s justamente esta vocaci%n de síntesis, esta virtud de unidad, esta aptitud para trasmutar tradiciones culturales diversas lo que, al mismo tiempo, particulariza universaliza a Am'rica. 0a una vocaci%n de universalidad en su propia particularidad cultural. Situación de América ante la crisis de la modernidad.
*sta situaci%n estos ras#os peculiares, específicos de Am'rica, #eneran tambi'n una posici%n $ist%rica peculiar ante la crisis de la modernidad. La crisis, que es percibida e+plicada por el pensamiento europeo como una crisis de decadencia, preanuncio de muerte que #enera las más variadas formas de ni$ilismo, es en cambio percibida desde Am'rica como una fractura mu profunda des#arrante, pero donde potencialmente $a más elementos de fecundidad de vida, que de muerte. /e suele caracterizar la realidad cultural del 4ccidente moderno como tipificada ejemplarmente en dos ras#os fundamentales li#ados entre sí: la e+altaci%n del $ombre por sobre toda otra forma e instancia de lo real, la e+altaci%n de la t'cnica como dimensi%n esencial del $ombre. A estos dos aspectos fundamentales están referidos de una u otra manera, todos los otros ras#os de esa cultura: el individualismo, el ateísmo, el materialismo, el afán de dominaci%n de lucro, la racionalidad científico-t'cnica, la pretensi%n de e+tender infinitamente el poder del $ombre, etc'tera. *n cierto modo, la $istoria de la modernidad es la $istoria del desarrollo pro#resivo e+pansivo de esta concepci%n, no s%lo frente al universo medieval e incluso renacentista, sino tambi'n frente a otras modalidades $ist%rico-culturales modernas que intentan formas nuevas de comprender realizar la unidad del $ombre con el conjunto de la creaci%n, la relaci%n de los $ombres entre sí con ios, la realidad, validez primacía de fines espirituales en la vida individual social en la $istoria, proclamando la validez de la tradici%n que es #lobal mente cuestionada. /in embar#o tampoco es nueva la concepci%n del $ombre de la vida $umana que consi#ue imponerse marcar con su sello #randes sectores de la vida de la $istoria, $asta culminar $o en las sociedades supert'cnicas, sino que es tan anti#ua como el $ombre mismo su cultura. Pero es nueva en sí la forma que asume en la modernidad, es nueva, más profunda, más rica, más e+trema, porque sur#e en el $orizonte $ist%ricocultural del cristianismo son las nuevas actitudes, la nueva conciencia, las nuevas e+pectativas dimensiones que el advenimiento del cristianismo #enera, lo que permite el desarrollo de muc$os ras#os de la modernidad, quizá especialmente aquellos que se presentan como específicamente anticristianos. /%lo la nueva dimensi%n que el cristianismo abre en la $istoria puede e+plicar ciertos ras#os esenciales de la modernidad. /%lo con el cristianismo el $ombre, cada $ombre, adquiere una di#nidad un valor que proceden de su calidad de $ijo de ios, creado por ios redimido por ios mismo $ec$o $ombre. *l c%#ito cartesiano $a sido precedido por el c%#ito a#ustiniano. *l impulso de superar los propios límites, el ansia de infinito, tambi'n se e+presan ne#ativamente en el super$ombre, en la afirmaci%n de que ios $a muerto ven las sociedades supert'cnicas que intentan dominar controlar la totalidad del universo. Pues tambi'n la tendencia natural del $ombre a fabricar utensilios, instrumentos, a!n e+altada como fin en sí considerada como el ras#o que distin#ue al $ombre del resto de la naturaleza no pudo lle#ar al nuevo nivel de creaci%n desarrollo que alcanz% en la modernidad que permiti% el salto contemporáneo, sino #racias a la nueva valoraci%n del trabajo, el orden la disciplina, introducidos por el cristianismo llevados a su
perfecci%n como e+periencias colectivas en el seno de las primeras %rdenes e impulsada por la nueva conciencia de infinitud. /in embar#o una tendencia fundamental de la modernidad e+alt% e $ipotasi% al $ombre la t'cnica, arrancándolos del conte+to unificador trascendente de la nueva dimensi%n de la cultura #enerada por el cristianismo, olvidando ne#ando sus orí#enes la dinámica que los $izo posibles. *ste olvido esta fractura son la causa más profunda de la crisis pues llevan consi#o una fra#mentaci%n, una dispersi%n una fracturaci%n mu destructivas en todos los %rdenes dimensiones de la vida. /in embar#o, este #ran proceso de des#arramiento cultural espiritual, resulta de radicalizar llevar a los límites la diferencia, la separaci%n el conflicto presentes en la cultura occidental a desde sus orí#enes clásicos, pero profundizados redimensionados por su vertiente judeo-cristiana: ios $ombre, ios universo, $ombre universo, espíritu materia, cultura naturaleza, var%n mujer, $ombre $ombre, raz%n sentimiento, teoría pra+is, lo#os e impulso, #racia naturaleza, necesidad libertad, son separados enfrentados. Pero para 1a conciencia cristiana todos estos conflictos se desplie#an sobre una unidad ori#inaria fundante tienden a resolverse en una nueva unidad. Por eso la posibilidad de superar la crisis que a#obia al mundo contemporáneo se encuentra en la tentativa de reunir nuevamente los t'rminos que 4ccidente $a enfrentado. qui'n puede asumir $o esta tentativa7 %nde están aquellas e+periencias, aquellas tradiciones, aquella voluntad, aquellas actitudes vitales espirituales que el avance del espíritu fáustico no pudo aniquilar ni subsumir7 Am'rica parece ser $o el !nico #ran reservorio cultural espiritual en condiciones de asumir esta tarea sin duda en todas partes del planeta e+isten tales reservas vitales espirituales, pero /%lo aquí e+isten en forma de cultura viviente s%lo la voluntad sintetizadora de esa cultura puede $o encarar el proecto de inte#rar trasmutar en el marco de la unidad que lo $izo posible, las conquistas materiales espirituales de la modernidad. Am'rica es capaz de inte#rar la modernidad con su propio fundamento $ist%rico espiritual porque ella es capaz de concebir la universalidad de la $istoria el sentido de b!squeda de la unidad en la marc$a del $ombre sobre el planeta. Pareciera pues que Am'rica $a sido preparada, por su sur#imiento por su $istoria, para cumplir una misi%n esencial en esta etapa de la universalizaci%n: proponer una vía de universalizaci%n distinta a la de las sociedades supert'cnicas, capaz de contenerla (IrzezinsJi), pues su misi%n su destino es realizar pensar la unidad. Notas a La irrupción de América en la historia. La $istoria de la formaci%n de Am'rica Latina como formaci%n universalizadora, se debe en parte al ;mperio *spa"ol, imperio universalista no centralista. esde ;sabel $asta >arlos B se desarrolla la idea del imperio como comunidad espiritual de naciones, vertebrada por la consi#na de la evan#elizaci%n.
Lo que resalta es la relaci%n particular entre el ;mperio el pueblo espa"ol: síntesis clásico- cristiana-musulmana (oc$o si#los de #uerra de convivencia con los moros). >onsecuencias antropol%#ico-culturales. *l ;mperio recibe del pueblo espa"ol ras#os que lo diferencian: la espa"olizaci?n de >arlos B, que para elaborar su idea imperial reco#e las propuestas políticas de su abuela ;sabel.
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*sto #enera una política conquistadora colonizadora que afirma como uno de sus objetivos fundamentales la creaci%n de cultura, la creaci%n de nuevos reinos, de instituciones. Dn ámbito $ist%rico-cultural nuevo, uno de cuos ras#os típicos procede del $ec$o de que esa creaci%n cultural está inseparablemente acompa"ada por la evan#elizaci%n. La &odernidad se manifest% en *spa"a de otros modos. La e+altaci%n del $ombre su poder, el afán de infinito, la b!squeda siempre más allá de los límites: todo esto se concentra se orienta $acia la construcci%n de otro mundo. La maor $aza"a de la &odernidad, la maor e+altaci%n del poder del $ombre, el maor testimonio de su lanzamiento más allá de los límites (plus ultra), es Am'rica. al mismo tiempo que nace Am'rica $ace nace tambi'n al ;mperio &undial, el !nico ;mperio efectivamente mundial que el &undo $a conocido, del cual sus monarcas podían decir. 8*n mis dominios no se pone el /ol8, idea planetaria que la *uropa &oderna de los si#los posteriores no fue capaz de recuperar. La idea imperial de >arlos B: una comunidad espiritual de naciones, unidas por la fe, por tradiciones comunes, por una com!n concepci%n del $ombre. *l ideal universal de >arlos B reci'n podemos comprenderlo percibir sus límites sus imposibilidades: el ;mperio >iudad de ios. La concepci%n del ;mperio en >arlos B en la
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políticas, culturales, reli#iosas: no pretendemos proponer aquí una nueva o invalidar otras. urante si#los *uropa fue considerada por europeos no europeos como el !ltimo confín del &undo, a partir de la idea de que la $istoria marc$a de *ste a 4este. A!n pensando la esfericidad de la 6ierra, como a lo $icieron los #rie#os, lo que $abía más allá de *uropa (del mar allende las >olumnas de 0'rcules) del Atlántico eran 3as ;ndias, es decir, las tierras que en la orientaci%n tradicional, se encontraban al *ste, el 4riente. esto pensaba todavía >ol%n cuando a $abia descubierto el nuevo continente. e $ec$o, 8finis terrae8 era la desi#naci%n del lu#ar más occidental de *spa"a, e ;n#laterra fue llamada La Dltima 6$ule. el mismo modo *uropa si#ue siendo considerada como la culminaci%n de la $istoria: no porque la $istoria termine, sino porque es *uropa su !ltimo prota#onista: todo lo que ocurra en el futuro tendrá su centro su impulso en *uropa, la *uropa vencedora, la *uropa &oderna./ur#e la idea de pro#reso 8a$ist%ricoE: la ;luminaci%n: Iacon, escartes, 0ume, A. /mit$.
/e requería transformar una conciencia secular cuando, por otra parte, la derrota de *spa"a en la pu#na por el lideraz#o si#nific% la derrota de una idea imperial universalista (;mperio: comunidad espiritual de naciones, reinos no colonias), que fue sustituida por una concepci%n fuertemente centralista del ;mperio. esde el si#lo CB;; comienza a desarrollarse la idea de que Am'.rica es una especie de territorio mar#inal secundario, cua !nica funci%n es proveer riqueza bajo las formas que en cada caso sean necesarias. Al mismo tiempo consecuentemente, se #enera la concepci%n de la inferioridad de Am'rica, que sustitue claramente la idea universal ista , no s%lo castellana sino tambi'n renacentista. *s notable por ejemplo el contraste entre &ontai#ne escartes. Para el primero no $a raz%n que permita afirmar la superioridad de una cultura sobre otras: conclue en el escepticismo. escartes en cambio afirma la fe en la raz%n, todos los $ombres la poseen. Pero la raz%n cartesiana es la raz%n europea del si#lo CB;; 'sta es afirmada como la raz%n del $ombre en cuanto tal. La antinomia unidad multiplicidad cultural como anti.nomia entre fe en la raz%n escepticismo. 0e#el constitue una tentativa de superar la antinomia buscar en la multiplicidad misma la realizaci%n $ist%rica de la unidad. a!n cuando perciba que tambi'n *uropa morirá, cumplirá su ciclo se eclipsará, la idea de pro#reso adquiera una forma completamente $ist%rica. *n 0e#el, Am'rica es poster#ada $acia el futuro: a se tratará de otra $istoria.
La visi%n corriente del proceso -tambi'n la nuestra-, suele pasar por alto como uno entre otros, uno de los aspectos que confi#uran el &undo &oderno: la presencia de Am'rica en el nuevo $orizonte. *l &undo &oderno Am'rica nacen juntos o mejor dic$o, el &undo &oderno a es un &undo totalmente distinto porque inclue a Am'rica, esta realidad opera fundamentalmente -aunque esto no sea reconocido- en todos los aspectos durante todo el desarrollo del &undo &oderno: infraestructura econ%mica del salto en la acumulaci%n capitalista, equilibrio europeo, el oro americano, la luc$a interimperial, los piratas, etc'tera.
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.. *s claro que desde Am'rica las perspectivas cambian totalmente. Am'rica es el verdadero 8finis terrae8, es el lu#ar donde la marc$a del $ombre sobre el planeta conclu% efectivamente, es el verdadero confin de 4ccidente, considerada 'sta como una civilizaci%n que se inicia con los #rie#os.
Así como Am'rica constitue el !ltimo confín de 4ccidente, es tambi'n la culminaci%n, más a!n, la trasmutaci%n de su $istoria.
esde la nueva dimensi%n $umana que Am'rica constitue, la historia de Occidente es una unidad, cuos distintos períodos, más allá de sus profundas diferencias, s%lo son momentos de una misma $istoria. *l ;mperio $a de ser una conciencia, no un aparato. Dn modo de sentir de vivir no una estructura de poder, una se#unda naturaleza en los $ombres no una estructura burocrática jerarquizada. La idea del ;mperio , el proecto $ ist%rico del ; mperio que se transmite, se renueva se reedita a lo lar#o de la $istoria: ;mperios precristianos: Iabilonia, Persia, Alejandro, =oma. ;mperio cristiano: >arolin#ios, 4t%n, >arlos B. ;mperios postcristianos: ;n#laterra, *stados Dnidos, =usia. Acitud fáustica, prometeica de la &odernidad: la nueva conciencia de infinitud. *l $ombre se arro#a el derec$o a la má+ima justicia: no acatar nin#!n límite, nin#una forma que pretenda coartar su libertad , etc'tera. *l espíritu t'cnico es el espíritu fáustico-pr%meteico: coe+iste con el$ombre: la t'cnica en cuanto tal es un producto de esa voluntad aunque lue#o el poder t'cnico fortalezca e+panda lavoluntad que lo $izo nacer . La mujer: cua naturaleza no es fáustica ni prometeica justamente porque ella crea verdaderamente la vida. &ar#inada de la sociedad t'cnica, constitue su reserva espiritual.
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;mportancia de la mujer en la constituci%n de los pueblos: solidaridad justicia respecto de todo lo e+istente: la le de la familia (c'lula fundante), la de la Patria están unidas (la tra#edia tiene aquí otras dimensiones). La mujer Am'rica: ;sabel la >at%lica, las mujeres en la conquista, ;sabel de uevara, la devoci%n mariana (la Bir#en de uadalupe). *spa"a las mujeres: /anta =osa de lima, /or uana ;n's de la >ruz, /anta 6eresa. La tra#edia está en el proceso de trasmutaci?n. Por eso en Am'rica los #'neros se confuden: tra#edias 'picas o epopeas trá#icas. La tra#edia no deriva de la epopea sino que se confunde con ella: &artín 5ierro, 6upac Amaru,la ;ndependencia. >ivilizaci%n-barbarie: la luc$a por apropiarse lo nuevo sin destruirse.
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La si#uiente selecci%n de escritos forma parte del !ltimo curso de 5ilosofía de la 0istoria que la Profesora A. Podetti dictara en la 5acultad de 5ilosofía Letras de la D.I.A., cuo tema fue 8La concepci%n providencialista de la 0istoria.8
San Agustín: el problema de la usticia ! "usticia y pue#lo para la tradición pa$ana %&icerón!'
A#ustín toma del iálo#o De (ep)#lica una caracterizaci%n #eneral que >icer%n atribue a *scipi%n1 acerca de c%mo tiene que ser la armonía entre los ciudadanos:-..Así como se debe #uardar en la cítara, en las flautas en el canto en las mismas voces una cierta consonancia de sonidos diferentes, la cual, mutada o discordante, los oídos adiestrados no pueden soportarla, esta consonancia, por la acoplaci%n de sones más desemejantes, resulta concorde con#ruente, así tambi'n la ciudad compuesta de %rdenes interpuestos, altos bajos medios, como sonidos, templados con la convivencia de los más diferentes, formaba un concierto lo que los m!sicos llamaban armonía en el canto, esto era en la ciudad concordia, vínculo el más estrec$o suave de consistencia en toda rep!blica, la cual sin la justicia es de todo punto imposible que subsista82 La concordia es pues el paso más firme, más s%lido para la se#uridad del estado, es lo que $ace vivir a un estado este lazo no puede, en modo al#uno, subsistir sin justicia por eso es que la concordia tiene su basamento, su fundamento, en la justicia. Por eso *scipi%n a#re#ará como síntesis de este desarrollo que un estado, una rep!blica 8es imposible #obernarla sin justicia suma8 9 . A continuaci%n A#ustín rese"a c%mo define *scipi%n la rep!blica, como 8rem populi8 @, que podemos traducir como Mempresa del puebloM o Mcosa del puebloM. a#re#a: pueblo 8es no toda concurrencia multitudinaria, sino una asociaci%n basada en el consentimiento del derec$o en la comunidad de intereses8 F. Pueblo es un #rupo de $ombres unidos porque reconocen todos el mismo derec$o, las mismas lees tienen intereses comunes. Por eso, *scipi%n conclue en su definici%n de pueblo que s%lo e+iste un estado, una rep!blica, una cosa del pueblo, cuando se #obierna c on rectitud justicia. ice 8...e+iste rep!blica, es a saber, cosa del pueblo, cuando se la administra bien justamente, ora por un re, ora por unos pocos ma#nates, ora por la totalidad del pueblo...8 ?. uando 1 *l diálo#o 8e =ep!blica8 transcurre un si#lo medio antes del momento en que vive >icer%n. *scipi%n, el vencedor de >arta#o, e+presa las ideas de >ícer%n. =ecordemos que en su diálo#o 8La =ep!blica8, Plat%n convoca a /%crates, el fil%sofo, el sabio, el $ombre que $a contemplado la verdad que $a muerto por la justicia, como portavoz de sus ideas en cambio >icer%n pone a un estadista, a un realizador de la #arndeza de roma. /e puede ver aquí la diferencia de perpectiva. 2 /an A#ustín, 8La ciudad de iosE, traducci%n de os' &orán 4./.A.. en 84bras de /an A#ustín8. Iiblioteca de Autores >ristianos, &adrid 1?F, 2N.edici%n, Bol!menes CB; CB;; (edici%n bilin#Oe) Libro ;;, cap.21, p.1K1. 3 Libro ;;, cap.21, p.1K1.
4 Libro ;;, cap.21, p.1K2. 5 Libro ;;, cap.21, p.1K2. 6 Libro ;;, cap.21, p.1K2. 1F
el #obiemo es injusto el problema es que a no se trata s%lo de que la rep!blica est' depravada, de que sus costumbres est'n corrompidas, sino que a no queda absolutamente nada de la rep!blica porque a no es una empresa del pueblo puesto que un tirano, una facci%n acapara al estado. , por tanto, a no se trata de una asociaci%n de personas basadas en la comuni%n de intereses porque un $ombre $a acaparado el poder, decide por sí, no $a ni comunidad de intereses ni reconocimiento com!n de las mismas lees. , se#!n A#ustín, >icer%n por sí mismo no a trav's de *scipi%n afirma que la =ep!blica =omana a no e+iste porque no $a justicia en ella. >icer%n cita a un poeta latino, A#ustín retoma la cita que dice: 8La rep!blica romana subsiste por sus anti#uas costumbres por sus $'roes anti#uos8 G . el comentario de >icer%n es: 8*ste verso, por su brevedad por su verdad, par'ceme como e+presi%n de un oráculo, porque ni los $'roes, si no fuera mori#erada la ciudad, ni las costumbres, si no la $ubieran #obernado tales varones, pudieran ni fundar ni conservar por tanto tiempo a una rep!b3 ica tan #rande que dominaba con tanta justicia en tantos lu#ares (...) u' queda, pues, de aquellas viejas costumbres por las que (...) subsistía la rep!blica romana7 A$ora vemos que estan a en desuso rele#ados de tal forma al olvido, que no solo no se estiman, sino que ni se conocen. qu' dir' de los varones7 Pues que por penuria de tales varones las costumbres fenecieron8H. 0ace muc$o tiempo pues que $a desaparecido la rep!blica8...por nuestros vicios, no por casualidad, nos queda de la rep!blica s%lo el nombre, pues la realidad $a a que la perdimos. ..8 , a!n cuando se mantiene el nombre. >icer%n reconoce entonces, /an A#ustín lo subraa, que la rep!blica romana a no e+iste que $a dejado de e+istir porque dej% de estar fundada en la justicia. *n el diálo#o $a quedado a aclarado que la rep!blica no puede ser #obernada sin justicia porque no $a derec$o sin justicia la aceptaci%n de lees comunes supone derec$o, pero donde no $a justicia no puede darse el derec$o. /an A#ustín alude aquí a la afirmaci%n que $acen tanto >icer%n como *scipi%n de que las constituciones injustas no son le#ítimas en cuanto son injustas. *llos, dice /an A#ustín, afirman que todo derec$o se funda en la justicia, mana de la fuente de la justic:ia, es decir, que derec$o justicia están íntimamente li#ados (entendiendo por derec$o la le positiva, el orden jurídico vi#ente, la le#islaci%n escrita aceptada) este ordenamiento jurídico tiene que tener un fundamento superior absoluto que es la justicia. 0a acá una interpretaci%n de la justicia entendida como le natural, es decir, como aquel derec$o que está por encima de toda le#islaci%n. Por esto es que >icer%n por boca de *scipi%n rec$aza como injusta, como carente de le#itimidad, como no teniendo derec$o, una constituci%n ventajosa pero que no est' fundada en la justicia. entendida como al#o superior a cualquier le#islaci%n positiva.
Dno de los participantes en el diálo#o cuestiona la noci%n de justicia entendida como una le natural, como al#o supra-$ist%rico, supra-temporal, retornando los ar#umentos que a los sofistas $abían usado para discutir esta noci%n de justicia en los diálo#os plat%nicos. ustamente, uno de esos ar#umentos es la variedad, multiplicidad e incluso el carácter contradictorio que se puede encontrar estudiando las le#islaciones de esto se puede concluir que no $a justicia sino que la justicia es siempre al#o relativo que tiene que ver con los intereses de los que detentan el poder en cada momento en cada 7 Libro ;;, cap.21, p.1K9 (versos del poeta *nnio). 8 Libro ;;, cap.21, p.1K9. 9 Libro ;;, cap.21, p.1K@ 1?
pueblo. e donde los que critican la justicia, los que atacan aquella noci%n de justicia, sacan la conclusi%n de que la justicia s%lo es la conveniente para el más fuerte en cada situaci%n $ist%rica concreta. La ar#umentaci%n sofística esc'ptica entonces nie#a la justicia como un valor absoluto, fudándose en la multiplicidad variedad de la diferencia de la le#islaci%n positiva define a la justicia como relativa en primer lu#ar , en se#undo lu#ar, relativa a los intereses del más fuerte. 5rente a esta ar#umentaci%n *scipi%n afirma nuevamente que e+iste una le natural que es la justicia, cua validez es universal, está por encima de los intereses particulares. /an A#ustín no discute con quienes nie#an la justicia, sino que discute con >icer%n, quien $a afirmado la e+istencia de una le natural, de una justicia permanente supra$ist%rica, que sería el fundamento !ltimo de le#itimidad de toda le $ist%rica. *n síntesis, la conclusi%n que saca /an A#ustín de la discusi%n con >icer%n es que si donde no $a justicia no $a derec$o, tampoco puede $aber una comunidad de $ombres fundada en el reconocimiento de derec$os comunes, en la aceptaci%n de derec$os reconocidos por todos, por lo tanto tampoco puede $aber pueblo. 2) La *usticia en la visión cristiana %San A$ust+n! /e pre#unta A#ustín qu' es la justicia, retomando una definici%n clásica nos dice que es la virtud que da a cada uno lo suo. *l problema entonces radica en definir qu' es 8lo suo8 de cada uno, qu' es 8lo suo8 para el $ombre en cuanto tal, cuál es el bien fundamental para el $ombre. u' justicia -dice /an A#ustín- es esta que aparta el $ombre del verdadero ios lo somete a falsos demonios7 Acaso esto es dar a cada uno lo suo7 La justicia en fa rep!blica romana, en qu' $a consistido: en sacar al $ombre de la adoraci%n del verdadero ios $acerlo adorar a falsos dioses. Lo suo, lo verdaderamente suo es estar orientado $acia el verdadero ios no $acia dioses falsos. *ntonces esto es injusto. /an A#ustín contin!a la discusi%n sobre el problema se refiere a otros aspectos que van enriqueciendo la noci%n de justicia. *n el diálo#o de >icer%n se vuelve a insistir en el problema de la injusticia afirma a$ora el personaje que nie#a la justicia que en realidad, nin#!n estado puede ser #obernado sino es con injusticia, porque todo #obierno requiere necesariamente que se establezca la dominaci%n de unos $ombres sobre otros esto es injusto. /an A#ustín responde a este ar#umento diciendo que es justo, por ejemplo, que ios mande al $ombre, es justo que el alma mande al cuerpo, es justo que la raz%n mande a las pasiones. *s decir, que la servidumbre no es mala en cuanto tal sino que es !til en al#unos casos que servir a ios es siempre !til justo para todos. Porque cuando el $ombre no sirve a ios qu' justicia $a en 'l 7 si el $ombre no sirve a ios el alma no puede imperar sobre el cuerpo si en un $ombre no e+iste la justicia menos va a e+istir en una asociaci%n compuesta de tales $ombres. Lo interesante acá es la referencia que $ace /an A#ustín a la relaci%n e+istente entre la justicia en el alma en la sociedad. /an A#ustín compara al $ombre con la palabra a la ciudad con un discurso para mostrar la relaci%n entre el $ombre la ciudad. La compraci%n entre la justicia en el alma como la armonía el equilibrio entre las distintas partes del alma la justicia en la ciudad como armonía equilibrio entre sus distintas partes, tambi'n es de ori#en plat%nico. e todo este ar#umento la conclusi%n es que, en realidad si aceptamos la definici%n de
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>icer%n, nunca e+isti% la rep!blica romana porque nunca $ubo en ella justicia, porque ni los $ombres, ni la ciudad o el estado estaban orientados al verdadero ios. *s cierto, reconoce /an A#ustín, que $ubo 'poca en que muc$os $ombres eran virtuosos, toda la primera 'poca de la rep!blica romana fue ejemplar por las virtudes de sus ciudadanos /an A#ustín acepta que en esos casos $abía en los $ombres un imperio del alma sobre el cuerpo de la raz%n sobre las pasiones. Pero a#re#a: 8...por más dic$oso que parezca el imperio del alma sobre el cuerpo de la raz%n sobre las pasiones, si el alma la raz%n no están sometidas a ios, no le rinden elculto que *l manda, ese imperio no es justo verdadero.8 1 *sas, en realidad no son verdaderas virtudes son vicios porque, en definitiva, son soberbia del $ombre que se basta a sí mismo cree que se puede ser virtuoso sin referirse a ios cuestiona pues la justicia de la =oma virtuosa, tampoco en ella $abía verdadera justicia porque 'sta es el reconocimiento del verdadero ios. Antes de esto aclara con más precisi%n el concepto de justicia va dando la pauta de cuál va a ser la transformaci%n más profunda que 'l va a introducir en la noci%n de justicia a partir de la concepci%n cristiana. es que distin#ue una nueva manera de $ablar de la justicia, a no se refiere a la justicia tal como >icer%n, sino a 'sta otra a la que se $a estado refiriendo 'l mismo, la verdadera justicia dice, es aquella que impera en los $ombres que son ciudadanos de la >iudad de ios que, por lo tanto, son obedientes a ios en esa ciudad donde reina la verdadera justicia el alma #obernará al cuerpo, la raz%n #obernará a las pasiones el conjunto de esos $ombres justos a su vez actuará tambi'n con justicia. Aquí la justicia aparece como li#ada a los ciudadanos de la >iudad de ios, los cuales son ciudadanos felices obedientes a ios, en virtud de este sometimiento a ios. *l dominio que el alma de esos $ombres ejerce sobre sus pasiones es una virtud justa , a su vez, el conjunto de esos $ombres justos en cuantoconstituen una asociaci%n es tambi'n justa. 3) l pue#lo en la visión cristiana %San A$ust+n! *se pueblo de $ombres justos se $a fundado en esa fe que obra por la caridad, que lleva al $ombre a amar a ios como fin al pr%jimo como a sí mismo, es decir, que esa justicia-, en !ltima instancia, se funda en la fe, la fe que se e+presa se $ace manifiesta con claridad. ice /an A#ustín 8. ..si descartamos esa definici%n de pueblo damos esta otra: el pueblo es un conjunto de seres racionales asociados por la concorde comunidad de objetos amados81 . ic$o de otra manera, pueblo es un conjunto de seres racionales cua asociaci%n reside en que todos aman las mismas cosas, todos aman el mismo objeto, eso es lo que los une pueblo es cualquier asociaci%n de seres racionales que están unidos porque todos juntos aman las mismas cosas. /e#!n sea el objeto que ese pueblo ama, así será ese pueblo, cuanto más noble sea el objeto de su amor, más noble será el pueblo. *sta definici%n, se#!n /an A#ustrn, sirve para definir un pueblo muc$o más que la definici%n ciceroniana, que si la llevamos a sus !ltimas consecuencias nos conduce a afirmar que =oma no fue nunca una verdadera rep!blica. *s muc$o más satisfactoria porque en ella entran todos los pueblos, a!n los que e+plícitamente $aan ele#ido como objeto de su amor los bienes terrenos, la ambici%n de poder que puede $aber sido el caso de =oma o de todos los imperios, pero vale i#ualmente para todo estado cuos 11K Libro CC;, cap.2F, p.F12 111 Libro CC;, cap.2@, p.F11 1H
ciudadanos ten#an como objeto de su amor a ios o la justicia celestial. 4 sea que si aceptamos esta definici%n (un pueblo es aqu'l donde todos los miembros están unidos porque todos aman el mismo objeto) , entonces podemos llamar pueblo a la rep!blica romana o a otras, cualesquiera sean los crímenes, pecados o vicios que podamos encontrar en ellas. La $istoria nos muestra como a lo lar#o de los si#los los ciudadanos romanos amaron 1N virtud, lue#o el poder, lue#o la riqueza esto fue marcando etapas de su decadencia, pero siempre constitueron un pueblo porque siempre amaban lo mismo. esta definici%n es aplicable a los e#ipcios, a Iabilonia, a los atenienses, a cualquier otra rep!blica o naci%n. Parece pues que /an A#ustín modifica la definici%n ciceroniana de pueblo o de rep!blica dejando fuera de ella el concepto de justicia. *sto $a sido discutido criticado al#un autor afirma incluso, quizás para obviar la dificultad, que en realidad esto es un jue#o in#enioso nada más. Pero es claro que /an A#ustín se propone la discusi%n con >icer%n para demostrar la debilidad de su concepto de una le natural, para mostrar c%mo en el pensamiento filos%fico-jurídico romano, el más alto, el que se planteaba la justicia absoluta como le natural, faltaba la fundamentaci%n !ltima de esa le natural en cuanto no está fundada, no se e+plica cuál es su fundamento de le#itimidad, dando con ello raz%n a los sofistas a los esc'pticos. 4) Las dos ciudades =etomemos desde otra perspectiva el mismo problema. *sta definici%n (la concorde comunidad de objetos amados) vale tambi'n para las dos ciudades en que se reparten los $ombres a lo lar#o de la $istoria. /an A#ustín defini% a cada una de esas ciudades por el amor que anima a cada uno de sus miembros respectivos. A$ora bien, los ciudadanos de las dos ciudades en el proceso de la $istoria, en el si#lo, en el tiempo, conservan su libertad, es decir tienen, en cuanto ciudadanos de una u otra ciudad, una situaci%n provisoria, precaria nin#!n $ombre $asta que muere está confirmado, desde el punto de vista de los $ombres, como miembro de una u otra ciudad. *ste es el si#nificado más profundo de la afirmaci%n de que las dos ciudades están corporalmente mezcladas que solamente en el juicio final se van a separar . >%mo e+isten estas dos ciudades en la $istoria, en el tiempo, en el transcurso temporal mismo7 Los án#eles buenos malos son ciudadanos definitivos de esas respectivas ciudades, los $ombres que $an muerto, justos e injustos, pero qu' pasa en la $istoria7 *+isten o no e+isten esas ciudades en la $istoria7 /an A#ustín dice que la ciudad celestial fue iniciada por Abel se contin!a en el pueblo de ;srael $asta >risto lue#o en la ;#lesia. Pero ni ;sráel ni la ;#esia son, para 'l, la ciudad de ios real efectiva en la $istoria. ;srael es el pueblo de ios en cierto modo. ios lo convoca a ser pueblo, pero unas veces lo es, otras veces no, unas veces es fiel a ios otras veces no ;srael es una 8fi#ura8, un 8símbolo8 de la ciudad de ios. La ;#lesia visible, la ;#lesia en la tierra, no es mera fi#ura o símbolo de la ciudad celestial pero tampoco se identifica con ella pues, A#ustín nos dice, $a r'probos ele#idos en la ;#lesia, el tri#o está mezclado con la ciza"a, $a muc$os ciudadanos de la ciudad de ios que $o están entre los enemi#os de la ;#lesia situaci%n que se da permanentemente en la $istoria por la libertad propia de los ciudadanos de cada uno de las ciudades. La ciudad terrestre fundada por >ain, asesino de su $ermano, en cierto modo se contin!a en los imperios $ist%ricos culmina en el imperio romano. /an A#ustin se"ala que =%mulo fue tambi'n fratricida como >aín. /in embar#o, tambi'n afirma que el
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poder la #loria de =oma $an sido la recompensa del patriotismo, del desinter's la #enerosidad de los viejos romanos reconoce que la #randeza el poderío de =oma son la recompensa de esas virtudes. Pero no $a que confundir la ciudad terrestre con el imperio romano ni con nin#!n otro estado o imperio $ist%rico, ni la ciudad celeste con la i#lesia. >on respecto a =oma, aparte de las afirmaciones donde A#ustín se"ala c%mo ios recomsa a los romanos por sus virtudes, dice que es ios quien distribue la #loria la #randeza de los imperios, ios $a querido que =oma fuera la dominadora del orbe no es concebible que ios aude a la ciudad del diablo, no podemos confundir a =oma con la ciudad del diablo. Además los $ombres buenos o malos, sean ciudadanos de una u otra ciudad, viven en el mundo necesitan los bienes del mundo la paz del mundo la paz es un bien propio de la ciudad, sea la ciudad de ios, sea la ciudad del $ombre, conforme los amores que anime a los ciudadanos de esas ciudades. 5) l cristiano y el si$lo Pero los $ombres buenos o malos, viven en el mundo necesitan la paz del mundo, entendiendo aquí mundo en el sentido de si#lo, $istoria de ese ámbito donde transcurre la vida $umana donde se desarrolla esta tra#edia todos los $ombres de una u otra ciudad necesitan la paz del mundo aun para vivir en la fe -dice /an A#ustin-- .0abría como una especie de doble pertenencia, todo $ombre pertenece por un lado o a la ciudad de ios o a la ciudad terrestre en virtud del amor !ltimo que orienta su vida, pero además tambi'n pertenece al mundo. es ciudadano del mundo, ciudadano romano o ateniense o lo que fuere además de ser ciudadano de la >iudad de ios o de la ciudad del diablo. *sta afirmaci%n, a!n en la 'poca de /an A#u#tín era necesaria porque $abía una cierta tendencia natural en los primeros cristianos a ne#ar esta pertenencia por el desarrollo, por ejemplo, del ideal de 8cenobitismo8. *n toda la primera etapa del cristianismo $a cristianos que tienden a apartarse del mundo, a concebir la vida cristiana, la vida del perfecto cristiano, totalmente apartada del mundo. A#ustin no critica esta concepci%n, pero tampoco acepta que ese ideal de vida sea el !nico válido para un cristiano. *l pensamiento aquí planteado es c%mo $a ido elaborando el pensamiento cristiano la situaci%n del cristiano frente al orden juridico-político, al orden del poder. *s cierto que >risto dijo: 8&i =eino no es de este mundo8, pero esto no implica necesariamente que el cristiano deba apartarse del mundo. /an A#ustín por ejemplo, afirma que los $ombres nocesariamente están instalados en este mundo, que supone siempre un estado con una le#islaci%n, con instituciones ma#istrados a los cuales tenemos que respetar acatar . >omprendamos bien la ense"anza del *van#elio -dice /an A#ustin-, cuas e+i#encias prescriben a los soldados cristianos deponer las armas, o ne#ar su servicio. A nadie impiden esas ense"anzas dedicarse al servicio del estado. Al contrario: que nos den marido esposas, padres e $ijos, amos siervos, jefes jueces, recaudadores deudores del fisco, se#!n lo e+i#e la moral cristiana entonces se verá bien si la doctrina evan#'lica es da"osa o favorable al estado. La mejor suerte para el imperio es que las ense"anzas del cristianismo sean fielmente observadas en 'l. *l cristianismo en cuanto tal debe respetar la le establecida e+cepto en lo que $ace al ámbito de la vida estrictamente reli#iosa, porque a$í el estado no tiene in#erencia, no s%lo es necesaria la pertenencia del cristiano al estado, sino tambi'n le#itima desde el punto de vista del cristiano aun beneficiosa desde el punto de vista del imperio. Pero esto a veces no parece válido en toda relaci%n entre un inferior un superior, por cuanto
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esa relaci%n está fundada en la justicia el inferior reconoce que el superior lo manda, aparece como un siervo. /an A#ustín piensa que es le#ítimo necesario que un cristiano sea ciudadano de un estado del mundo aparte de su pertenencia a la ciudad de ios o a la ciudad del diablo. *l es un ciudadano romano que ama las tradiciones romanas, que ama a =oma, que se siente compenetrado con esa $istoria a!n cuando la cuestione. 6) "usticia y universalización Profundizando un poco el problema, /an A#ustín se pre#unta cuáles son las razones l%#icas o políticas para querer #loriarse de la duraci%n o de la anc$ura de los dominios del estado. *l mismo se responde diciendo que 8. ..si se rinde culto al ios verdadero se le sirve con sacrificios veraces con buenas costumbres, es !til que reinen por doquier por lar#o tiempo los buenos8 1 . Podemos encontrar un desarrollo .aclaraci%n de esta !ltima afirmaci%n en el elo#io que $ace de los em peradores cristianos, especialmente de 6eodosio: 8uando temen a ios, lo aman, lo adoran cuando tienen más estima por aquel otro reino donde no $a peli#ro de dividir el poder con otro cuando son lentos en tomar represalias prontos en perdonar. entre otras razones, dice /an A#ustín , los emperadores cristianos #obiernan con justicia 8si colocan su potestad a los pies de la &ajestad divina para e+tender principalmente su culto81.
la creaci%n de tales condiciones, no e+i#e la b!squeda de las formas institucionales culturales que, siendo las más apropiadas para el *stado, sean tambi'n las má aptas para favorecer el proceso de universalizaci%n del $ombre7 Pues, no es en el marco de la universalizaci%n del $ombre donde es posible dilatar al má+imo el culto al verdadero ios7 Dna poilítica concreta que permitiera dilatar al má+imo el culto al verdadero ios requería entonces la creaci%n de condiciones que permitan favorezcan la universalizaci%n del $ombre, en el sentido por ejemplo de que los $ombres que viven $ist%ricamente se reconozcan unos a otros como pró*imos, como $ermanos, más allá de las fronteras, más allá de las diferencias políticas culturales entre los *stados. *sta cuesti%n de la universalizaci%n está a planteada por el cristianismo, incluso como al#o que lo diferencia de la tradici%n mosaica en la tradici%n mosaica podemos decir sin duda, $a un ios que es el ios de todos los $ombres pero, por otra parte, es el ios de ;srael el pueblo judío es el pueblo ele#ido. 0a un nacionalismo reli#ioso que se opone en principio a un planteo universalista. *n cambio >risto aparece desde el principio como centro eje de universalizaci%n: Qid predicad a todas las naciones...8 /an Pablo dice: a no $a judíos ni #entiles, no $a diferencias entre los distintos $ombres por razones de particularizaci%n $ist%rica, sino que desde el punto de vista de la redenci%n se $a producido a la universalizaci%n. esto es lo que $a que comunicar a todas las naciones: que >risto muri% por todos los $ombres. >risto no muri% por los judíos, muri% por todos allí está el principio de universalizaci%n en su fundamentaci%n divina al mismo tiempo (porque >risto es ios). e $ist%rica (porque la encarnaci%n, vida, pasi%n muerte constituen un acontecimiento $ist%rlco con consecuencias $ist%ricas). Por otro lado el ;mperio romano se funda en un proecto de universalizaci%n, es decir intenta crear un ámbito político-jurídico, econ%mico militar capaz de contener unificar pueblos culturas diferentes, procedentes de n!cleos $ist%ricos absolutamente distintos desconocidos entre sí. /e trata de un proecto de universalizaci%n, no s%lo de dominaci%n. Los romanos por un lado, se proponen romanizar el mundo por eso e+panden su len#ua sus instituciones por eso nosotros $ablamos una len#ua que desciende del latín pero tambi'n, por otro lado se proponían una.síntesis de los distintos n!cleos culturales reunidos en el ;mperio: ejemplo de ello es la difusi%n desarrollo de la filosofía #rie#a en todo el ámbito imperial. /in discutir a$ora el sentido !ltimo profundo de ese proecto imperial, lo que queremos subraar es que allí está como una pol+tica, como una voluntad histórica y como realización concreta la #)s-ueda de universalización. /an A#ustín proporciona más elementos para la interpretaci%n de este problema. *l dice: Q&ás los $ombres que no viven de la fe buscan la paz terrena en los bienes comodidades de esta vida. *n cambio los $ombres que viven de la fe esperan en los bienes futuros eternos, se#!n la promesa, usan de los bienes terrenos temporales como viajeros. *stos no los pretenden ni los desvían del camino que lleva a ios, sino que los sustentan para tolerar con más facilidad no aumentar las car#as del cuerpo corruptible81. conclue: QPor lo tanto, el uso de los bienes necesarios a esta vida mortal es com!n a dos clases de $ombres (...) pero, en el uso, cada uno tiene un fin propio un pensar mu diverso del otro8 1. Por otra parte, a#re#a que teniendo a la promesa de la redenci%n el don espiritual, la 11? Libro C;C, cap.1G, p.@@ 11G Libro C;C, cap.1G, p.@@ 22
ciudad de ios, mientras anda pere#rinando en esta mortalidad no duda en sujetarse a las lees de la ciudad terrena con que se administran las cosas adecuadas para sustentar esta vida mortal. La ciudad de ios busca preservar la paz la concordia con la ciudad terrena, pues desea la trabaz%n uniformidad de las voluntades $umanas en las cosas que pertenecen a la naturaleza mortal de los $ombres. con ello, además, intenta referir orientar esta paz terrena a la paz celestial. A#ustín insiste en que los justos $an de observar se#uir e+actamente las costumbres, lees e instituciones con las que se conserva o adquiere la paz terrena, las cuales, subraa, pese a su #ran diversidad en las distintas naciones, en todas se enderezan a un mismo fin: la paz terrena. La !nica e+cepci%n a este acatamiento observancia de las costumbres, lees e instituciones temporales es lo que se refiere a las lees tocantes a la reli#i%n, que el cristiano no puede aceptar que le sean impuestas por la ciudad terrena, por el estado. A$ora /an A#ustín introduce otra perspectiva: 8La ciudad celestial durante su pere#rinaci%n va llamando ciudadanos por todas las naciones, formando de todas las len#uas una sociedad viajera8 1, sin atender a diversidad al#una de costumbres, lees e instituciones. *s claro entonces que a la ciudad de ios, al ciudadano de 1a ciuda deios. le interesan la paz el orden de la ciudad terrena. Por qu' necesita la ciudad de ios la paz terrenal7 /an A#ustín enumera tres razones, que parecieran presentar una especie de #radaci%n. Primero, para alimentar satisfacer el cuerpo corruptible de modo que no nos pese se#undo, para #uardar la concordia, trabaz%n unificaci%n de las voluntades $umanas en las cosas terrenales tercero, para convocar a todos los $ombres, de todas las naciones de todas las len#uas mientras va pere#rinando. /an A#ustín elo#ia a =oma precisamente por $aber universalizado su len#ua, su cultura, sus instituciones: citaba por ejemplo el proceso de e+tensi%n del derec$o de ciudadanía. 7) &onclusión >on estos elementos retomemos a$ora el tema de la justicia. a vimos que, despu's de discutir la definici%n de pueblo o rep!blica que aparece en el diálo#o de >icer%n, /an A#ustín propone una nueva definici%n donde no está presente el concepto de justicia, a diferencia de la ciceroniana por esa raz%n ella $a sido criticada. Pero, cabe pre#untarse si lo que ocurre es que /an A#ustín está instaurando el concepto de justicia a un nivel más profundo que aquel en que lo plantea el pensamiento romano a un nivel más profundo más rico a la vez porque al concepto de justicia meramente jurídico (la justicia que de al#!n modo se identifica con la le o con el derec$o, que sería el concepto de justicia propio de los romanos) incorpora el concepto cristiano de amor, de amor com!n de comunidad basada en el amor com!n por las mismas cosas. 4 porque (conforme a la definici%n que 'l da de pueblo: 8comunidad concorde de objetos amados8), el fundamento de la uni%n entre los individuos del pueblo o la rep!blica será e3 amor, el amor que todos profesan a los mismos objetos. =ecordemos que en la definici%n ciceroniana el fundamento de la uni%n entre los individuos era el roconocimiento de un derec$o com!n de una utilidad com!n. La discusi%n de A#ustín se centra en el primer aspecto, el problema de la utilidad le parece secundario, es mu claro que menos !til va a ser a un $ombre amar al verdadero ios. Para >icer%n , en #eneral, para la concepci%n romana, el fundamento de la relaci%n que $ace que un #rupo de $ombres sean todos miembros. de la misma 11H Libro C;C, cap.1G, p.@@ 29
estructura jurídico-política, sean todos ciudadanos de un estado, es el reconocimiento de un derec$o com!n, de lees comunes. u' es para /an A#ustín amor en com!n7 u' si#nifica que todos 8aman la misma cosa, que todos aman el mismo objeto7 *l dice: 8/i de los #obiernos quitamos la justicia, en qu' se convierten sino en bandas de ladrones a #ran escala7 estas bandas qu' son sino reinos en peque"o7 /on un #rupo de $ombres, se ri#en por un jefe, se comprometen en pacto mutuo, reparten el botín se#!n la le por ellos aceptada8 1 . /an A#ustín afirma que si de los #obiernos quitamos la justicia, entonces no $a diferencia entre un #obierno cualquiera una banda de ladrones recuerda la an'cdota de Alejandro &a#no que le pre#unt% a un pirata prisionero: qu' te parece tener el mar sometido al pillaje78, recibiendo por respuesta: 8lo mismo que a tí tener el mundo entero, s%lo que a mí me llaman bandido porque trabajo con una ruin #alera a ti te llaman emperador por $acerlo con toda una flota8.
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*l te+to que si#ue constitue un e+tracto de la ponencia desarrollada por la Profesora Podetti, con motivo del panel interdisciplinario or#anizado en 1GH por l a Dniversidad del /alvador. Apareci% como versi%n corre#ida de lo receptado directamente por un #rabador, en la =evista /i#nos, editada por dic$a Dniversidad.
"risis y #iloso#ía. (. ..) uienes frecuentan $o la Dniversidad $an de capacitarse para la elaboraci%n de un nuevo pensamiento, de nuevas formas del conocimiento de la ciencia, en un momento de cambios tan profundos como acelerados que esto es particularmente ur#ente en el caso de las ciencias sociales $umanas. =esponder a tal e+i#encia requiere, tanto en la investi#aci%n como en la docencia, un trabajo seriamente interdisciplinario, !nico modo de alcanzar una comprensi%n adecuada de un fen%meno de tal complejidad ma#nitud como la llamada crisis contemporánea. ustamente aquí tropezamos con uno de los ras#os que tanto científicos como fil%sofos $an se"alado entre los que caracterizan la crisis actual: la fra#mentaci%n ruptura del conjunto del saber en multitud de disciplinas cada vez más especializadas más alejadas e+tra"as entre sí, proceso acompa"ado por un divorcio mu profundo entre las ciencias la filosofía, entre las ciencias la teolo#ía, entre las ciencias otras fuentes de conocimiento, como el arte, la reli#i%n, la e+periencia $ist%rica colectiva. Al producirse la ruptura de la unidad del saber la ciencia moderna nace proclamando su independencia respecto de la filosofía la teolo#ía pero tambi'n de cualquier otra instancia e+tracientífica tiende a li#arse de un modo cada vez más estrec$o a un solo ámbito de la actividad social, el ámbito t'cnico, perdiendo pro#resivamente sus lazos con las otras dimensiones. a medir su '+ito por su eficacia para el desarrollo tecnol%#ico. *l sur#imiento de las ciencias sociales $umanas como disciplinas independientes a mediados del si#lo C;C, en un momento en que esa tendencia se $abía #eneralizado e impuesto en el pensamiento europeo, e+plica la paradoja de que, cuando esas ciencias se independizan, separándose de la filosofía, no buscan sus modelos ni sus fuentes en las disciplinas o producciones donde precisamente se e+presa se trasmite la e+periencia del $ombre sobre sí mismo sus relaciones con el mundo, con la naturaleza con ios, como la filosofía, el arte, el mito, la reli#i%n, sino en la !nica que, tal como ella se $abía constituido en la modernidad, e+cluía, por principio, todo aspecto social o $umano en la consideraci%n de sus objetos en sus objetos mismos. /in duda en ello oper% el presti#io de que #ozaba la ciencia físico-matemática, procedente de su '+ito $ist%rico, de su eficacia para dominar la naturaleza, apropiarse de ella e+plotarla para contribuir al desarrollo de la t'cnica de las máquinas que estaban transformando aceleradamente la vida $umana, desde la economía, los transportes las comunicaciones $asta el equipamiento de la vida cotidiana. /in embar#o pese a muc$os ensaos, que contin!an $asta $o, para elaborar cate#orías m'todos conforme a modelos físico-matemáticos -o a una determinada interpretaci%n de ellos-, en realidad las ciencias sociales $umanas $an constituido maneras propias de captar e investi#ar sus objetos. Pero por libre que sea la actitud met%dica, lo que parece estar siempre presente es una cierta visi%n t'cnica utilitaria, la afirmaci%n de la autonomía de la ciencia con ella la independencia respecto de toda consideraci%n 'tica, social, política o reli#iosa en cuanto a los temas a los modos de la
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investi#aci%n. , justamente, cuando $o se $abla de la crisis de la ciencia, tanto los fil%sofos como los científicos se"alan que no se trata de un problema e+clusivamente epistemol%#ico, sino de al#o muc$o más #rave profundo: cuál es el fin al que la ciencia debe orientarse, cuál es el proecto de $ombre de sociedad que debe contribuir a desarrollar esto si#nifica que las cuestiones 'ticas, el problema de la justicia -individual, social, internacional-, el problema de la relaci%n del $ombre con ios, son problemas prioritarios ' ineludibles para el científico, cualquiera sea su especialidad pero lo son quizá en forma más perentoria para el científico social, para el psic%lo#o. La filosofía, pues, debe contribuir a proporcionar a quienes se preparan para trabajar en el campo de las ciencias sociales $umanas las aptitudes espirituales los recursos conceptuales necesarios para encarar sus propias disciplinas con un nuevo espíritu científico, capaz, al mismo tiempo, de percibir los límites de su disciplina de establecer relaciones con todas las ramas del saber acumulado contemporáneo que puedan ofrecerles aportes -tambi'n t'cnicos metodol%#icos-, para su propio desarrollo de replantear el problema de los criterios de demarcaci%n del objeto científico , consecuentemente, el problema de la divisi%n la clasificaci%n de las ciencias: acaso la naturaleza no es tambi'n, desde un punto de vista, un objeto cultural, un objeto $ist%rico, social $umano, tambi'n un objeto filos%fico teol%#ico7 de ele#ir deliberadamente el proecto de $ombre de sociedad al que quieren contribuir con su ciencia. (. ..) Bivimos un proceso de transici%n, etapa lar#a compleja que #enera sus propias instituciones, que requiere producciones actividades específicas, es decir propias de la transici%n, donde es necesario rescatar renovar aquellas normas, valores e instituciones cua validez no caduca sino que se perfecciona profundiza a trav's de los tiempos $ist%ricos. Las ciencias sociales $umanas tienen pues, un papel importante en este proceso, tanto en el estudio de las instituciones sociales, políticas, econ%micas, culturales, de la transici%n, como en el estudio de las crisis conflictos propios de $ombres que viven perdiendo sus convicciones, que en el transcurso de su propia vida ven desmoronarse todo aquello en que creían no saben o no pueden orientarse en un proceso de tal complejidad. *llo les e+i#irá tambi'n, si quieren tener '+ito en este difícil cometido, elaborar formas nuevas de conocimiento, nuevas metodolo#ías t'cnicas de investi#aci%n, apropiadas para la etapa orientadas por el proecto a cuo '+ito pretenden contribuir . (. ..) *s mu claro, a $a sido se"alado caracterizado como un ras#o que diferencia específicamente la actual situaci%n del mundo, el notable avance del proceso de universalizaci%n: todo lo que ocurre $o sobre la 6ierra, la afecta en su conjunto, de tal modo que nin#!n pueblo, nin#!n individuo, puede mantenerse al mar#en. por otra parte uno de los factores de la universalizaci%n, el desarrollo #i#antesco de la t'cnica el enorme poder que ese desarrollo tecnol%#ico #enera encierran al mismo tiempo que la posibilidad de mejorar sustancial mente la vida del $ombre en el planeta, #randes ries#os que a comenzamos a percibir a padecer: el deterioro, empobrecimiento a#otamiento de los recursos naturales, los problemas cada vez más #raves de un crecimiento urbano e+cesivo no planificado, los problemas emer#entes de la e+plosi%n demo#ráfica, el a$ondamiento de la brec$a entre distintas re#iones del planeta, por el desparejo #rado de desarrollo poder tecnol%#ico, el crecimiento de instancias internacionales cada vez más poderosas cada vez más separadas de la vida concreta de $ombres pueblos, los #raves problemas 'ticos que plantea una tecnolo#izaci%n desmedida e inconsulta de la vida $umana. Pero $a al#o aun más #rave, que se anuncia a trav's de todos aquellos $ec$os: lo que arries#amos $o es la sobrevivencia misma de
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la $umanidad, la vida o la muerte biol%#ica espiritual del $ombre: una posibilidad propia de nuestra 'poca es que el $ombre $a adquirido el poder de destruirse a sí mismo. e a$í su in'dita #ravedad. (. ..) Dstedes, ar#entinos, americanos, que se preparan para asumir este desafío este ries#o, a difícil en los marcos de los #randes conflictos que si#nan nuestra 'poca, se enfrentan además con una e+i#encia particular: la de dar su propia e+presi%n te%rica a una realidad, #eneralmente o casi siempre interpretada por un pensamiento que no percibe sus ras#os propios específicos. 6odavía no $emos sido capaces -pese a muc$os valiosos aportes- de producir una teoría que capte e+prese científicamente nuestros procesos $ist%ricos, nuestras instituciones, nuestras formas de vida, en su #enuina peculiaridad antropol%#ica cultural.
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onferencia elaborada para la apertura de los >ursos de Ambientaci%n Dniversitaria, or#anizados por la Dniversidad del /alvador .
%nidad del saber &Pautas' *l enciclopedismo la fra#mentaci%n del saber en la ense"anza secundaria, es una manifestaci%n concreta del estado actual de especializaci%n cerrada carencia de vínculos entre la diversidad de conocimientos disciplinas absolutamente independientes, que no se inte#ran en una unidad ni mantienen relaciones or#ánicas con el resto del saber. Además, el saber en #eneral se encuentra separado de la vida e incluso, en vez de servir para promoverla mejorarla en todas sus formas, coopera más bien a deteriorarla, de#radarla aun destruirla (la neutralidad valorativa de la ciencia). *sta situaci%n está li#ada, a su vez, con el estado de fra#mentaci%n, ruptura desinte#raci%n de la vida $umana en todos sus aspectos personal, familiar, comunitario, nacional, internacional, en su relaci%n can la naturaleza, con la $istoria, con ios. *sta situaci%n #enera la necesidad, percibida formulada en todos los ámbitos, a!n en los científicos t'cnicos, de reconstruir una nueva la unidad del saber (e+i#encia creciente de trabajo interdisciplinario). *sto requiere tambi'n, necesariamente, la reconstrucci%n del $ombre, de la comunipad $umana, de sus relaciones con la naturaleza, con la cultura, con la trascendencia, , a su vez, la real orientaci%n del saber $acia la vida. . La historia del sentido de la niversidad como institución , la muestra sur#ida animada por el prop%sito de reunir en un ámbito la totalidad del saber de la 'poca. *lla constitue, desde sus comienzos, un desafío contra el peli#ro de la fra#mentaci%n que atenta contra la idea misma de la Dniversidad. Dna de sus tareas más altas es, pues, la de mantener acrecentar el saber , entendido como universo, es decir como una totalidad inte#rada or#ánica de las disciplinas particulares. e lo contrario, la Dniversidad deja de e+istir como instituci%n constitue un a#re#ado de facultades o departamentos aut%nomos unidos s%lo por vínculos administrativos o burocráticos. Pero la Dniversidad debe ser una instituci%n viviente, una comunidad de vida trabajo orientada a estas ur#entes tareas: reconstruir un universo del saber donde las distintas disciplinas est'n reunidas orientadas $acia la promoci%n recuperaci%n de la vida. *n ella deben alojarse transmitirse los resultados de la investi#aci%n, en ella se $a de trabajar para desarrollar enriquecer lo adquirido, en ella se encuentran reunidos los prota#onistas de este proceso.
/. 0n -ué situación histórica se propone esta tarea1: la realidad del mundo contemporáneo, desde el punto de vista del espacio del tiempo. a) Dn carácter indudable esencial del mundo contemporáneo, es el desarrollo del universalismo: todo lo que ocurre en cualquier lu#ar del planeta, está referido a la totalidad en sus causas en sus consecuencias. Pero este proceso, al parecer irreversible, puede orientarse bajo distintos si#nos: internacionalismo $omo#eneizador, tecnocrático, desinte#rador, esclavizante, un universalismo fundado en el respeto de los diferencias entre los pueblos, entre los $ombres, entre las culturas, entre el $ombre la mujer, que busca la unidad a trav's de las diferencias, lo que e+i#e la realizaci%n de
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valores tales como la justicia, la solidaridad, la libertad requiere la inte#raci%n de la t'cnica de los valores del mundo moderno. b) La totalizaci%n de la $istoria: la universalizaci%n los distintos caminos por los que se la busca se la realiza, constituen uno lectura posible de la $istoria, una clave para desentra"ar su unidad (el futuro se alcanza profundizando el camino recorrido) La reconstrucci%n del saber fundada en una concepci%n que unifique en profundidad todas las disciplinas del conocimiento vincule el saber con la vida $umana, reconstruida e inte#rada en todos sus niveles, supone e+i#e la inte#raci%n de la $istoria desde esa perspectiva. 2. &u3l es el lu$ar concreto del mundo y de la historia en el cual y desde el cual nos proponemos asumir estas tareas' Ar#entina Am'rica Latina tienen un destino particular dentro de la $is1oria de 4ccidente. *n cierto modo mar#inada del #ran desarrollo moderno contemporáneo, más bien e+plotada con vistas a ese desarrollo, t'cnica científicamente desfasada, Am'rica Latina constitue sin embar#o una reserva material espiritual para un mundo a#otado en ambos sentidos. Por su $istoria, Am'rica Latina se constitue como una cultura sintetizadora universalizadora desde su ori#en, encuentro mestizaje $ispano-indí#ena. ; *spa"a que reco#e en su compleja $istoria todas las tradiciones más ricas vivas de 4ccidente: #rie#os, romanos, cristianismo, reinos bárbaros, está profundamente marcada por el aporte oriental que le lle#a a trav's del ;slam, templada en una #uerra de oc$o si#los por la patria por la fe (variedad riqueza de las culturas indí#enas pree+istentes, aporte inmi#ratorio pluralista). 6odo esto constitue a Am'rica Latina en $eredera universal de 4ccidente, $erencia que se implanta en un fondo cultural que la fecunda que es enriquecida desarrollada $asta $o por los más diversos aportes poblacionales culturales. Am'rica Latina puede $o plantearse proponer una alternativa de universalizaci%n distinta a las que proponen las #ran des naciones superindustrializadas porque ella misma constitue una conver#encia de m!ltiples tradiciones unificadas en Am'rica bajo el si#no de una cultura que conserva como elementos esenciales, los valores $umanos, sociales, políticos, espirituales que la modernidad europea mar#in% cuando se lanz% a la #ran empresa de la e+pansi%n territorial tecnol%#ica. Por otra parte, la misma mar#inaci%n que Am'rica latina padeci% en ese proceso, la preserva del destino de a#otamiento deterioro de los recursos naturales que abruman a los países altamente industrializados. Am'rica latina es una reserva de alimentos ener#ía para un mundo a punto de a#otarse (necesidad de promover las disciplinas adecuadas para un aprovec$amiento no destructivo de los recursos naturales). ; 4. La función de la filosof+a en esta tarea'
a) La filosofía desempe"a una funci%n esencial en esta tarea de reconstruir la unidad del saber de orientar el saber $acia la vida, por sus características de pensamiento totalizador universalizador. Por lo mismo es una disciplina especialmente apta para la captaci%n de la realidad contemporánea en sus verdaderos marcos: universalismo totalizaci%n o unificaci%n de la $istoria. b) La filosofía acompa"a toda la $istoria de 4ccidente, desde sus raíces. *n su $istoria se re#istra, pues, todo el desarrollo de 4ccidente los distintos proectos $ist%ricos que se enfrentan se realizan en ese ámbito permite pues adquirir una conciencia más clara más profunda del proceso.
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A continuaci%n transcribimos la !ltima clase que Amelia Podetti dictara para el curso de in#reso de in#reso de la 5acultad de >iencias /ociales de la Dniversidad del /alvador. 0emos tratado de mantener el tono coloquial, aunque se $an i ntroducido al#unas modificaciones formales para facilitar su lectura.
5ilosof+a, ciencia moderna y ciencia social.
*s una posici%n com!n de la 5ilosofía >ontemporánea que la ciencia moderna la forma en que ella es interpretada , al mismo tiempo, instrumentada por el &undo &oderno, constitue uno de los fen%menos esenciales de este mundo, de lo que llamamos 8&odernidad8. &odernidad considerada en un sentido amplio, es decir, que abarca desde el si#lo CB; $asta el presente, más allá de que $aa en este período diferencias mu profundas. *n este &undo &oderno la ciencia se va constituendo pro#resivamente en uno de los fen%menos de maor importancia, más si#nificativos, más presti#iosos. A$ora bien, nos pre#untamos: qu' se entiende por ciencia7 0a al#o com!n que sea propio de la ciencia en sus distintas manifestaciones o que defina la cientificidad, es decir, aquello que $ace que un conjunto de proposiciones o de teorías constitua una ciencia7 Ante todo, por su etimolo#ía, ciencia si#nifica sa#er. *ste saber, que $a aparecido mu pronto en la filosofía, de inmediato se escinde en dos #randes formas: un saber que podríamos llamar vul#ar, corriente, cotidiano, de la vida com!n otro saber que podríamos llamar científico en t'rminos #enerales. ivisi%n que $a quedado plasmada de un modo arquetípico en la distinci%n plat%nica entre 8do+a8 8episteme8. 8o+a8 es la opini%n, es el saber com!n, vul#ar, 8episteme8 es la ciencia. La ciencia en qu' consiste7 *s un saber que tiene características propias. Plat%n lue#o Arist%teles son los que sistematizan por primera vez en la filosofía los ras#os esenciales fundamentales del saber científico. *l saber científico es un saber ri#uroso, sistemático, establecido en forma met%dica que pretende e+plicar las verdaderas causas de las cosas. *sta es una caracterizaci%n mu #eneral de la ciencia. *s un conocimiento, se#!n lo que se"alamos, universal necesario, objetivo. u' quiere decir esto7 niversal es el conocimiento científico porque se aplica a una multitud de individuos 8no $a ciencia de lo individual8 decía Arist%teles. La zoolo#ía, por ejemplo, es una ciencia porque estudia el conjunto de los animales no es la ciencia de un animal en particular, sino la ciencia de los animales en #eneral esto tambi'n es válido para cualquier conocimiento científico. La ciencia siempre es un conjunto de conocimientos que establece lees #enerales que ri#en sobre un conjunto de fen%menos análo#os. La ciencia es necesaria porque establece lees. 8Le8 es la formulaci%n de un comportamiento re#ular necesario de los fen%menos. 0ablamos de una le cuando, efectivamente, de modo necesario, determinado fen%meno tiene que ocurrir tal como la le lo formula. /i los fen%menos se comportan de manera azarosa no $a le, porque la le supone re#ularidad en el comportamiento de los fen%menos. Por eso decimos universal por un lado, necesaria por el otro. La ciencia se caracteriza por ser o#*etiva. *sto quiere decir que no es una mera opini%n subjetiva que un individuo puede tener sin que la compartan los demás. >ada uno de nosotros puede tener una opini%n distinta acerca de un $ec$o o de un fen%meno cualquiera, eso no es ciencia. La ciencia se caracteriza por la objetividad, por la posibilidad de que un conjunto de individuos concuerden en el reconocimiento de
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determinadas características o de determinadas lees como siendo propias de un conjunto de fen%menos. *s decir, la ciencia está más allá de la mera subjetividad. 5íjense que esto que esto se"alando de manera mu #eneral que $o se mantiene, en cierto modo, la concepci%n de la ciencia a establecida por Plat%n Arist%teles. *n t'rminos #enerales, la concepci%n actual de la ciencia es la que fue elaborada por la filosofía #rie#a, con todas las transformaciones que, por supuesto, se $an producido posteriormente. A partir de este planteo #eneral podemos distin#uir dos #randes concepciones que se pueden diferenciar por la si#nificaci%n cultural que en cada una de ellas asume la ciencia. Por una parte, la ciencia puede ser entendida como el con*unto o la totalidad del sa#er, de las distintas formas del saber, es decir, como la totalidad del conocimiento verdadero ordenado de la realidad. *s así entendida como un sistema que se inte#ra por #rados sucesivos o por aportes sistemáticos de las distintas disciplinas que incluso requiere o supone como punto de partida el conocimiento vul#ar -lo que Plat%n llamaba la 8do+a- aunque tambi'n supon#a como momento superior, como momento de culminaci%n del saber: la sabiduría, el conocimiento más alto o más perfecto. Arist%teles piensa que el saber es un conjunto de #rados sucesivos a trav's de los cuales se va ascendiendo desde el conocimiento más bajo, que sería el conocimiento sensible (la sensaci%n), $asta el conocimiento más alto, la sabiduría, la ciencia perfecta, el conocimiento de las verdaderas causas. Los #rados intermedios constituen lo que $o nosotros llamamos ciencias particulares, o lo que llamamos $o t'cnicas, distintos #rados de saber , los saberes instrumentales. La totalidad de estos saberes perfectamente inte#rados relacionados entre sí constitue la ciencia en sentido estricto. 0a una diferencia entre la concepci%n aristot'lica la plat%nica: para Plat%n $a una distinci%n cualitativa entre la 8do+a8 la Mepisteme8, $a una separaci%n tal que no pueden inte#rar nunca el mismo sistema de conocimiento. *n cambio Arist%teles, en la medida que no acepta la separaci%n entre lo sensible lo inteli#ible en el mundo, tampoco la acepta en el conocimiento. *sta idea de un saber total, que a se encuentra en Arist%teles, aparece tambi'n en /anto 6omás, quien retornando el pensamiento aristot'lico tambi'n piensa el saber como un sistema arquitect%nicamente ordenado por eso /anto 6omás or#aniza todas sus teorías bajo la forma de la /uma. Dna idea semejante se encuentra tambi'n en escartes. escartes compara la totalidad del conocimiento con un árbol del cual las raíces son la &etafísica, el tronco es la 5ísica las ramas son las ciencias particulares con lo cual está e+presando la misma idea: una unidad del saber, donde cada parte está inte#rada de una manera or#ánica en la totalidad no es un mero a#re#ado de disciplinas independientes, sino que todas están interrelacionadas. 6ambi'n 0e#el piensa la ciencia o el saber de esta manera: como una totalidad. Por otra parte, esta ideal del saber que encontramos tanto en Arist%teles, como en /anto 6omás, como en escartes, como en 0e#el, es una idea del saber que está orientada por una concepci%n antropol%#ica, >uál es esa concepci%n antropol%#ica7 Podemos decir que el primero que la formula es Arist%teles -aunque lue#o reaparece en la filosofía-. *sta idea es la de que los $ombres desean por naturaleza saber es decir, que la b!squeda de la ciencia es al#o intrínsecamente vinculado a la naturaleza del $ombre el $ombre se realiza a sí mismo en lo que 'l es por propia naturaleza buscando la ciencia adquiriendo el conocimiento. 4 sea que la ciencia, se#!n esas concepciones, está orientada $acia la perfecci%n del $ombre.
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perfecci%n sea interpretada es distinta la idea aristot'lica de la tomista, de la cartesiana, de la $e#eliana, acerca de la perfecci%n del $ombre pero lo fundamental es que la ciencia está pensada en funci%n del $ombre, del perfeccionamiento total del $ombre, del perfeccionamiento espiritual del $ombre. *sta concepci%n $a sido desplazada a partir o durante la modernidad por otra concepci%n que podemos llamar, en forma #eneral, positivista. /e caracteriza porque la ciencia se identifica con una sola de sus formas $ist%ricas, con una sola de sus realizaciones $ist%ricas que se considera la más perfecta. Dna ciencia particular, la ciencia físico-matemática moderna, fundada por alileo, se constitue en el modelo criterio de todo conocimiento. *n este sentido se desplaza deja de tener vi#encia, por lo menos en una perspectiva del pensamiento europeo, la idea del saber como una totalidad arm%nica e inte#radora de las distintas disciplinas. *s una sola disciplina, la ciencia físico-matemática, que se independiza, se separa, del conjunto del saber constitu'ndose como una disciplina aut%noma, que no mantiene relaciones con las otras formas del saber , transformándose poco a poco en el modelo criterio de todo saber. A!n cuando no compartamos totalmente ese pensamiento, -eso nos ocurre $o a nosotros- la ciencia es la ciencia físico-matemática el modelo de ciencia, la encarnaci%n más perfecta de la ciencia, es la ciencia físico-matemática. *l fen%meno que se produce es de tal naturaleza que, al mismo tiempo que la ciencia físico-matemática moderna se constitue en el modelo la verdadera realizaci%n de la ciencia, todos los demás saberes, como la 6eolo#ía, la 5ilosofía, las disciplinas prácticas, instrumentales, artesanales, el saber vul#ar o el saber $ist%rico -la tradici%n, por ejemplo- todo esto , que inte#raba en la concepci%n aristot'lica, en la tomista ven la $e#eliana tambi'n, el conjunto del saber, queda fuera de la ciencia, se considera como no científico. *n esta concepci%n, la 5ilosofía la 6eolo#ía se consideran no científicas, quedando e+cluidas del universo de la >iencia, por 3o menos $asta que no se transformen conforme al &odelo físico-matemático. Por ejemplo, la 5ilosofía podrá reinte#rarse al ámbito de la ciencia cuando se $a#a científica, cuando adopte los m'todos científicos, o cuando se convierta en análisis o refle+i%n acerca de la ciencia deje de lado sus problemas tradicionales, porque se considera que esos problemas no son científicos. puesto que esa ciencia es considerada como el modelo el criterio de todo saber, la consecuencia inmediata de es la nueva concepci%n es que esa ciencia se atribue una total autonomía, es decir, se independiza de lo que podríamos llamar toda limitaci%n todo control no científico -por ejemplo, la fe, el bien com!n- a que estos serían controles o límites del trabajo científico que la ciencia, al considerar como no científicos, rec$aza. *sa ciencia considera que tiene en si misma el criterio de su propia verdad, de su propio desarrollo es el conocimiento mismo el que debe decidir qu' es lo que $a que investi#ar, como $asta qu' límite.
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e+plicaci%n de la naturaleza más adecuada, más eficiente para ese tipode relaci%n con ella. *sto a está e+presado en uno de los primeros fil%sofos modernos: Iacon, contemporáneo de escartes que definiera la ciencia diciendo: 8/aber es poder8. *s decir, lo que interesa en la ciencia a no es la verdad como un valor en sí, sino que interesa aquel tipo de conocimiento de la naturaleza que permita adquirir un poder sobre ella. esto es efectivamente lo que permite la nueva ciencia matemática. *sa es una de las razones por las cuales esa ciencia va adquiriendo presti#io poder en el nuevo mundo moderno. *ste presti#io crece a medida que su '+ito como e+plicaci%n de la naturaleza se materializa en avances t'cnicos. >omienza a considerarse a$ora a la ciencia como la e+presi%n más alta de la raz%n $umana. =ecordemos que un ras#o mu característico de la &odernidad es la e+altaci%n del $ombre , fundamentalmente, la e+altaci%n de la raz%n del $ombre. que, por sí sola, sin au+ilio de la revelaci%n, ni de la $istoria, ni de la tradici%n, puede construir encontrar la verdad. *sta ciencia que le permite al $ombre ir adquiriendo pro#resivamente un poder cada vez maor sobre la naturaleza, transformar las modalidades de su e+istencia cotidiana en su propio beneficio, adquirir un poder que va creciendo permanentemente, se constitue en el modelo por e+celencia de lo que el $ombre puede $acer con su sola raz%n. *s el ejemplo encarnado en la vida misma, de que los $ombres con su sola raz%n pueden descubrir la verdad reconstruir el mundo. 6odo esto va sucediendo a trav's de los si#los CB;; CB;;; $asta que.la ciencia lle#a a convertirse en la nueva autoridad te%rica así como durante la *dad &edia, la autoridad era Arist%teles, el fil%sofo por e+celencia. Podemos decir que el si#lo CB;;; marca la culminaci%n de este proceso. urante este si#lo, por ejemplo, el nombre de /ir lsaac op'rnico, que un si#lo antes sostuvo la misma teoría, no tuvo nin#!n problema, no sufri% nin#!n tipo de persecuci%n. /u libro fue pro$ibido despu's, pero en raz%n de lo que $abía ocurrido con alileo. Por qu' esta diferencia7 *sto tiene que ver con lo que podríamos llamar el distinto status #noseol%#ico o epistemol%#ico de ambas teorías. Para >op'mico, su teoría astron%mica no era nada mas que una $ip%tesis elaborada con la auda de las matemáticas, que permitía dar cuenta de los fen%menos tal como ellos ocurrían pero de nin#una manera la teoría de >op'rnico pretendía ser la !nica verdad acerca de estos fen%menos. *ra una $ip%tesis, no e+cluía la posibilidad de otras. *n cambio, cuando alileo formula su teoría le introduce esta modificaci%ri fundamental: para 'l no es una mera $ip%tesis, sino que es la !nica verdad acerca de los fen%menos de que se trata. ue la 6ierra se mueve no es $ip%tesis, es al#o absolutamente verdadero esa teoría no puede admitir otras $ip%tesis fundadas en una idea distinta. *sta es la raz%n por la cual. mientras que >op'rnico no tiene nin#!n
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problema, alileo sí lo tiene: porque afirma como verdadera una teoría que, se#!n la interpretaci%n vi#ente de las /a#radas *scrituras, no podía serlo. Lo que quiero remarcar es el cambio del status #noseol%#ico: lo que para >op'rnico es una mera $ip%tesis, para alileo es la verdad. La ciencia #alileana, que se afirma como realista, es decir, que refleja la realidad tal como es tiene otra característica mu notable: mientras que la ima#en astron%mica aristot'lico-ptolemaica, de al#una manera, está de acuerdo con nuestros sentidos, se corresponde con lo que nosotros vemos sensiblemente la doctrina #alileana es totalmente antiintuiva, es decir, contradice nuestra visi%n sensible , por otra parte, alileo no podía lle#ar por medio de la observaci%n, ni por medio de la e+periencia, a formular esta teoría astron%mica. *ntonces, la pre#unta que se va a formular a la 5ilosofía en forma inmediata es: si el movimiento de la 6ierra no se puede percibir por medio de los sentidos, si no es empíricamente confirmable de qu' manera por qu' medios pudo lle#ar a descubrirlo afirmarlo alileo7 *n !ltima instancia fue mediante cálculos matemáticos a partir de observaciones parciales limitadas, no con relaci%n a la 6ierra misma, sino con relaci%n a otros planetas mediante el telescopio. Pero lo principal es que en el descubrimiento de esa verdad, por parte de alileo jue#an un papel absolutamente fundamental por un lado las matemáticas por otro, -el mismo alileo lo $izo lo dijo muc$as veces- la e+perimentaci%n, el m'todo e+perimental. Podemos decir que el m'todo #alileano constitue una especie de síntesis entre elementos que proceden de nuestra raz%n -las matemáticas- otros que, de al#!n modo, proceden o están li#ados con nuestros sentidos o con la e+periencia sensible -la e+perimentaci%n-. *s decir, en el m'todo #alileano inte:vienen tanto la raz%n como los sentidos. u' es lo decisivo7 u' es lo que $ace que este m'todo combinando el aporte racional el aporte e+perimental lle#ue a la verdad7 *se es uno de los temas fundamentales que va a discutir la 5ilosofía &oderna, que incfuso $asta $o discutimos. %mo son empleados7 5íjense que el uso de las matemáticas tiene en alileo una si#nificaci%n que e+cede lo que podríamos llamar un aspecto puramente metodol%#ico, Porqu'7 Porque alileo no solamente aplica las matemáticas como una especie de m'todo o como un instrumento au+iliar para el conocimiento, sino que además afirma que mediante las matemáticas puede alcanzar el verdero conocimiento de la naturaleza, por-ue en realidad la naturaleza es matem3tica en su estructura verdadera y m3s profunda. La estructura misma de la
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naturaleza, el ser mismo de la. naturaleza es matemático. Por eso es que. aplicando el m'todo matemático o puedo descubr;r la verdad de la naturaleza o, como lo dice alileo: 8... el libro de la naturaleza está escrito en caracteres matemáticos8. 6rián#ulos, fi#uras #eom'tricas, n!meros, etc.: el que conozca ese len#uaje sabrá leer el. Dniverso. e modo que el uso de las matemáticas no es meramente metodol%#ico, es ontol%#ico tiene que ver con una ;dea acerca de lo que es la naturaleza. Por eso podemos afirmar que el. uso de las matemáticas se funda en la matematizaci%n de la naturaleza. u' si#nifica esto7 Afirmar que la realidad verdadera de la naturaleza es matematica si#nifica que la realidad no es este mundo sensible, con colores, con formas sensibles, con olores, que nosotros vemos este mundo en que nosotros vivimos, el que tocamos que vemos. /ino que, en realidad, todo esto que nosotros vemos no es nada más que una apariencia: el color, la forma, la fi#ura del paisaje, todo esto, no es más que apariencia. La realidad verdadera de la naturaleza es su estructura matemática, que está más allá de esa apariencia, porque la naturaleza es un sistema de relaciones matemáticas. *s decir, que este mundo natural sensible en el que nosotros vivimos nos movemos, el mundo de nuestra e+periencia cotidiana pero tambi'n el mundo $ist%rico en el cual se instalan los pueblos viven los $ombres, el paisaje de la Patria, la naturaleza en cuanto creada por ios, la naturaleza del artista que le sirve de inspiraci%n para toda su obra, todo esto, para alileo es pura apariencia. Lo verdadero es la estructura matemática que por debajo. *l sol que nosotros vemos con nuestros ojos, que s entimos, que nos calienta, ese sol, se#!n el físico, no es el verdadero sol el verdadero sol es el que la astronom ía calcula por medio de relaciones matemáticas. *sto supone la reducci%n de la naturaleza a lo cuantificable, a lo medible. a no es un #ran or#anismo viviente -como lo era para Arist%teles-, ni es al#o creado por ios -como lo era para el &edioevo-, sino que la naturaleza es una máquina que funciona en virtud de relaciones que nosotros podemos e+presar mediante relaciones matemáticas. *sta es una concepci%n que a!n $o en día si#ue vi#ente, por lo menos desde cierta corriente de la ciencia: la concepci%n mecanicista de la naturaleza, el mecanicismo. *ste no comprende la naturaleza como un #ran or#anismo viviente (al modo arístot'lico o al modo $e#eliano), sino como una máquina, donde no $a vida, donde no $a finalidad. en donde, si no $a vida, muc$o menos podemos decir que $aMa valores 'ticos, est'ticos, reli#iosos o $ist%ricos. La naturaleza queda reducida simplemente a al#o manipulable, medible, e+plorable. Por eso es la concepci%n más adecuada para permitir un manejo e+plotaci%n ilimitados de ella porque si la naturaleza es al#o viviente $a que respetar de al#!n modo la vida en ella si la naturaleza es al#o sa#rado $abrá al#!n límite que será necesario respetar si la naturaleza es al#o $ist%rico es el suelo de la Patria, tambi'n allí $abrá al#o que respetar . Pero si en realidad la verdadera naturaleza no es nada más que una máquina inerte que se maneja con relaciones matemáticas, entonces no $a límite al#uno a la e+plotaci%n. o esto simplificando un problema muc$o más complejo, pero las #randes líneas de este proceso son 'sas. 0o se toma conciencia de este problema porque actualmente vemos a qu' consecuencia $a llevadp esta posibilidad, la posibilidad de e+plotar la naturaleza sin tener en cuenta nin#una limitaci%n. 0o, uno de los #randes problemas que están planteados para la supervivencia del $ombre, es el deteríoro de la naturaleza, el a#otamiento de los recursos naturales. 6odo esto proviene de una e+plotaci%n que no se puso límites, li#ada en forma #eneral a esta concepci%n. 4tro ras#o importante de la nueva ciencia es el de la neutralidad valorativa. *sto está li#ado con lo que decíamos antes, en el sentido de que la ciencia tiene en ella misma su
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propio criterio de verdad, de utilidad. *sta concepci%n de la ciencia considera que la investi#aci%n científica se justifica por sí misma, no es ni 8buenaMQ ni 8mala8 su valor está en sí misma en cuanto es una verdad científica. por esto no acepta juicio nin#uno acerca del trabajo científico que ella realiza es decir, la ciencia no se deja poner límites por consideraciones de tipo 'tico, biol%#ico, reli#ioso o $ist%rico. Pero la ciencia tiene límites: $o, esos límites los e+perimentan los propios científicos. >omienzan a pre#untarse por los fines a los cuales sirve el desarrollo de la verdad científica. A partir de la forma en que es instrumentada la investi#aci%n científiica, muc$os $ombres de ciencia cornienzan a plantearse este problema. 0o esto a se $a #eneralizado, se discute te%ricamente. Pero más allá de esto -que es un problema $ist%rico concreto-, a desde el si#lo CB;;, la 5ilosofía, que tambi'n refle+ionaba sobre la ciencia, comenz% a se"alar cuáles eran los límites de 'sta. *n cierto modo, desde la 5ilosofía &oderna (escartes, Sant, 0e#el) $asta los fil%sofos contemporáneos más importantes (0usserl, 0eide##er), $an refle+ionado sobre esto, se"alando, por un lado, la le#itimidad de la ciencia, la le#itimidad del valor de verdad del conocimiento científico pero, por otro, se"alando tambi'n los límites de la ciencia, es decir, aquello donde la ciencia necesita el complemento de otras disciplinas, porque ella misma no puede procurarse determinados elementos que necesita. . Lo que intent% siempre la 5ilosofía fue mostrar que, si bien la ciencia es un tipo de conocimiento ri#uroso, met%dico, válido, que nos permite conocer la verdad acerca de los fen%menos, sin embar#o, es un conocimiento aplicable a un cierto campo de fen%menos. que quedan otros campos de la realidad que no son susceptibles de ser conocidos mediante el m'todo científico, por lo menos, tal como se constitu% a partir de la ciencia físico-matemática tal el caso de lo que podríamos llamar, en forma #eneral, el $ombre la cultura o el ámbito de la cultura, de las creaciones culturales $umanas. Los fil%sofos tambi'n plantearon a la ciencia el problema de que el objeto de estudio de la ciencia es siempre un objeto limitado, que está perfectamente acotado. *sto lo acepta la ciencia misma. *l tener perfectamente delimitado su objeto se considera como un punto de partida para el conocimiento científico. Por lo tanto este objeto, en cuanto es limitado, requiere para su perfecta comprensi%n e interpretaci%n, el conocimiento de la totalidad dentro de la cual se encuentra, que la ciencia misma, por su definici%n no abarca porque la ciencia se define por ser el conocimiento de ese objeto que ella misma $a acotado. *s decir que $a una totalidad dentro de la cual se inscribe el objeto científico el conocimiento de esa realidad -que es propio de la 5ilosofía más que de la ciencia- es requerido para que el científico pueda interpretar con claridad su propio objeto. *sto lo podemos decir de otra manera, como lo manifestaron 0usserl 0eide##er (aunque a lo $abían $ec$o otros fil%sofos antes): la ciencia se funda necesariamente sobre supuestos. u' quiere decir que se funda necesariamente sobre supuestos7 Dn supuesto es una afirmaci%n -sea de tipo metodol%#ico, sea de tipo ontol%#ico- que se acepta como verdadera sin que $aa sido demostrada o probada, por eso se dice que es un supuesto se supone que es verdadera, pero no $a sido demostrada, no $a sido probada. Por ejemplo, cuando alileo dice que la naturaleza es matemática en su estructura, en su verdadera realidad, estamos frente al ejemplo clásico de un supuesto de tipo ontol%#ico, en cuanto que se refiere al ser de la naturaleza. *sto alileo no lo $a probado, no lo $a demostrado, más bien es el punto de partida de sus demostraciones, de sus pruebas
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posteriores. *s la afirmaci%n que está en el nacimiento de la ciencia: la afirmaci%n del carácter matemático de la realidad pero 'l no tiene prueba nin#una, es un supuesto. La 5ilosoffa intenta precisamente darle a la ciencia la fundamentaci%n de sus supuestos. Por ejemplo, escartes $a intentado dar la fundamentaci%n a este supuesto: intenta justificar la afirmaci%n #alileana de que la naturaleza corp%rea es de estructura matemática. Pero no solamente $a supuestos de carácter ontol%#ico -como 'ste, sino que tambi'n $a supuestos de carácter metodol%#ico o #noseol%#ico. La ciencia supone que ella conoce la verdadera realidad no advierte que en este conocimiento ella introduce sus propios supuestos acerca de la realidad bajo la forma de $ip%tesis o de e+perimentos. Bolvemos al tema del e+perimento. u' es un e+perimento7 Dn e+perimento es reco#er una e+periencia cualquiera que a uno le ocurre en forma contin#ente7 %mo $izo alileo para aplicar la #eometría (como decía 0obbes, o el m'todo matemático, como decimos
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nosotros) a la naturaleza7 responde: 6ransform% la materia en cuerpo movimiento, es decir en al#o sobre lo que era posible aplicar la vista. *sta es la manera en que 0obbes interpreta la matematizaci%n. *ntonces 0obbes dice que si alileo, transformando la naturaleza en cuerpo movimiento, pudo aplicar el m'todo matemático descubrir así su verdad entonces transformando la realidad $umana, social política en cuerpo movimiento, a ejemplo de alileo, podremos aplicar tambi'n allí el mismo m'todo descubrir la verdad en el ámbito de la realidad social política. *ste ejemplo de 0obbes es el que, en #ran maoría. si#uieron las ciencias sociales $umanas $asta principios del si#lo CC. Dstedes a saben que durante el si#lo C;C se constituen como disciplinas independientes una #ran cantidad de las que llamamos ciencias sociales o $umanas (la psicolo#ía, la sociolo#ía, la lin#Oística, etc.). e al#una manera todas ellas están marcadas por esta idea de la ciencia. >uando >omte funda la sociolo#ía. en el si#lo C;C, a no lo $ace inspirándose en alileo, pero sí en omte $ablaba de una mecánica una dinámica de los fen%menos sociales. *n psicolo#ía se plantea de qu' manera es posible medir los fen%menos psíquicos. ;ncluso $a un desarrollo de la psicolo#ía que nace como psicofísica, como una disciplina derivada de al#!n modo, de la ciencia físico-matemática. . Aunque este proceso se $a ido transformando pro#resivamente, sin embar#o todavía $o está presente de al#!n modo en las ciencias sociales $umanas, en quienes las cultivan, la idea de que el modelo de ciencia por e+celencia es el de la físicomatemática, de que el conocimiento realmente se convierte en ciencia cuando puede aplicar m'todos matemáticos. 0o, por supuesto, esos m'todos matemáticos son muc$o más sofisticados que los que pudo aplicar alileo $o se aplica la cibern'tica, la computadora, etc. Pero está presente siempre la idea de que la ciencia social $umana -si quiere lle #ar a ser cienciatiene que apro+imarse lo más que le sea posible cada vez más al modelo físicomatemático. u' ocurre $o7 ue lo que $emos llamado, en ras#os #enerales, la concepción positivista de la ciencia, está en crisis. ontrariamente a la concepci%n positivista, entonces, lo que $a que plantearse es elaborar los m'todos adecuados para el campo en el que se trata de trabajar. *s decir, sí se quiere, se#uir el m'todo de alileo, pero en cuanto a lo que 'l realmente $izo: plantearse cuál era el ámbito que quería conocer , a partir de allí, ensaar o investi#ar cuál era el m'todo adecuado para los resultados que quería obtener. *ste ejemplo de alileo es, justamente, el que el científico social tiene $o que se#uir. 6odas las ciencias sociales, es decir, del territorio de la cultura, tienen que plantearse la elaboraci%n de nuevos m'todos, de m'todos adecuados para el conocimiento de sus propios objetos tienen que plantearse
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