Primera edición: México Marzo 2013
Segunda edición: México Septiembre 2015 Este libro y sus partes, no puede ser reproducidas de ninguna forma, almacenado en un sistema de recuperación o transmitido de cualquier forma o por cualquier medio - electrónico, mecánico, fotocopia, grabación o de otra manera - sin el previo permiso por escrito de la editorial, excepto lo previsto por la ley de derechos de autor de los Estados Unidos. Todas las citas bíblicas, a menos que se indique lo contrario, son tomadas de la Biblia Reina Valera ® (RV). Copyright © 1982 por Thomas Nelson, Inc. Utilizado con permiso, los versículos bíblicos indicados con (RV) son tomados de la Santa Biblia, versión ReinaValera. Los versículos bíblicos indicados con (PDT) se han tomado de la versión La Palabra de Dios para Todos. Los versículos bíblicos indicados con (TLA) son tomados de la versión Traducción en Lenguaje Actual. Los versículos bíblicos indicados con (BAD) son tomados de la Biblia al Día. Las citas bíblicas marcadas (AP) indican que la cita puede ser una combinación de dos o más versiones conocidas o una paráfrasis. El énfasis en las citas bíblicas es del autor. Tenga en cuenta que el nombre de satanás y los nombres relacionados son escritos a propósito en letra minúscula. Copyright © 2010 por Bill Hamon Todos los lo s derechos reservados. ISBN 13: 978-1-60273-013-7 ISBN 10: 160273013-x
DEDICATORIA Este libro está escrito para el beneficio de los 600 millones de cristianos que han recibido el don del Espíritu Santo. El don del Espíritu Santo es la habilidad divina dada a un cristiano para orar en “otras lenguas” con un lenguaje del espíritu. Se estima que el 90 por ciento de los que han recibido el don del Espíritu Santo están familiarizados con menos del 10 por ciento de las razones para orar en lenguas con sus lenguas espirituales. Este libro también está dedicado a mi esposa y nuestros tres hijos que son líderes principales en Christian International y a los grandes líderes de CI en todo el mundo que mantuvieron el ministerio en
funcionamiento, mientras que me tomé el tiempo para escribir este libro. Y, por último, está dedicado a mis nietos y su generación, que ha tenido poca enseñanza sobre el valor y el propósito de hablar en el lenguaje del espíritu.
ÍNDICE INTRODUCCIÓN.» 7 1. ESPERANDO LA PROMESA.» 21 2. 70 RAZONES PARA RECIBIR EL DON DELESPÍRITU SANTO DE HABLAR EN LENGUAS.» 35 3. EL MAYOR DON.» 45 4. CAPÍTULO TRANSICIÓN DE LA LEY A LA IGLESIA.» 61 5. UNA PLANTA GENERADORA DE PODER.» 69 6. EDIFICANDO Y DESCARGANDO.» 101 7. ACTIVANDO EL FRUTO DEL ESPÍRITU.» 117 8. ACTIVANDO LOS DONES DEL ESPÍRITU.» 141 9. EL “DON” DEL ESPÍRITU SANTO –AYUDANTE YGUERRERO HACEDOR».163 10. EL GRAN INTERCESOR.» 189 11. QUIÉN PUEDE RECIBIR “EL DON”» 213 12. OTRAS RAZONES INTERESANTES.» 229 BIOGRAFÍA» 233
INTRODUCCIÓN EL PROPÓSITO DE ESTE LIBRO Más de 600 millones de cristianos han recibido el don del Espíritu Santo, pero la mayoría no utilizan este don precioso en su pleno potencial. Y muchos de los que hablan en lenguas de manera regular no comprenden todos los beneficios que este don trae. Este libro está escrito principalmente para los creyentes, pero espero que muchos de los que no han recibido el don que el Espíritu Santo tiene para
ellos, también sean iluminados lo suficiente para creer y recibir el don. También estoy preocupado acerca de la nueva generación-la de mis nietos y bisnietos. Muchos libros se escribieron acerca de hablar en lenguas durante el movimiento carismático en los años 1960 y 1970. Sin embargo, la mayoría de esos libros ya no están impresos. La mayoría de los ministros pentecostales y carismáticos en la actualidad enseñan y predican muy poco el don del Espíritu Santo con el hablar en otras lenguas. Rara vez predican sobre todos los beneficios y propósitos para orar en lenguas. Ver la actual falta de enseñanza y libros sobre el propósito de Dios en dar a los cristianos un lenguaje espiritual fue mi principal motivación para escribir este libro en este tiempo. En los años 1950 y 1960, prediqué mucho sobre el Espíritu Santo y oré por miles de personas que recibieron el don del Espíritu Santo. Desde entonces, debo admitir que no he predicado sobre el valor y los beneficios de orar en lenguas con frecuencia, aunque he hecho comentarios sobre este tema en mis otros mensajes. La mayor parte de mi predicación en el transcurso de mi ministerio se ha centrado en la restauración de la Iglesia y los movimientos actuales de Dios. El bautismo del Espíritu Santo era la verdad principal que se enseñaba en el movimiento pentecostal en la primera década de 1900 y el movimiento carismático en la década de 1960. Me he centrado más en ser pionero y en la predicación del movimiento apostólico-profético, que se inició en la década de 1980, el movimiento de los santos, que ya está en marcha, y la tercera y última Reforma de la Iglesia1. Ahora se ha hecho evidente que la revelación sobre el don del lenguaje espiritual del creyente tiene que volver a ser una prioridad en el cuerpo de Cristo. Recientemente he enseñado la mayoría de lo que he escrito en este libro a los estudiantes de la Universidad de entrenamiento para el Ministerio en Christian International. Creo que definitivamente hay una necesidad de unir las diversas enseñanzas y predicaciones sobre este tema en un solo volumen para
revelar todos los propósitos de Dios en bautizar a sus creyentes con el Espíritu Santo. El propósito de este libro es iluminar a los cristianos a las muchas y variadas maneras en que Dios quiere que los creyentes usen sus lenguas espirituales. Voy a cubrir las razones bíblicas para orar en nuestra lengua espiritual. Echando mano de mis sesenta años de ser un creyente bautizado en el Espíritu que ha tenido muchas experiencias en la oración y la ministración en mi lengua espiritual, y de cincuenta y seis años de orar por miles de cristianos que han recibido el don del Espíritu Santo de sus propias lenguas espirituales. 1 Dr Bill Hamon, Escrituras Proféticas Aún Por Cumplirse (Shippensburg, PA: Destiny Image, 2010).
¿QUÉ ES EL “BAUTISMO CON EL ESPÍRITU SANTO” O “EL DON DEL ESPÍRITU SANTO”? Un cristiano es “bautizado con el Espíritu Santo” y recibe “el don del Espíritu Santo”, cuando el Espíritu Santo dota a su espíritu redimido con la capacidad de orar en un lenguaje espiritual. El lenguaje espiritual se origina y es dirigido por el espíritu bautizado de la persona, lo que significa que su espíritu ha sido sumergido en el Espíritu Santo. El lenguaje espiritual es dado por el Espíritu Santo y dirigido por Él. Pablo, el apóstol, explicó que la oración en el lenguaje espiritual es una función de la mente del espíritu y no de la mente natural. Cuando oramos en lenguas, nuestra oración se origina y fluye de nuestro espíritu interior y no de nuestra mente natural. No es un lenguaje aprendido, sino un don del Espíritu Santo. La mente natural no lo entiende. “Porque si yo oro en lenguas, mi espíritu ora, pero mi entendimiento no se beneficia en nada” (1Corintios 14:14). Aproximadamente el 90 por ciento de todo lo que la Biblia dice acerca de hablar en lenguas viene de los escritos del apóstol Pablo. Él hablaba en lenguas más que cualquier otra persona que el conociera: “Doy gracias a Dios porque hablo en lenguas más que todos ustedes” (1Corintios 14:18). Esa es la razón por la que Pablo escribió más acerca de hablar en
lenguas y el uso adecuado de este don que el resto de los autores bíblicos. Pablo es la mayor autoridad sobre el valor y el propósito de nuestra lengua espiritual.
DIFERENTES TÉRMINOS Y FRASES PERO EL MISMO DON Los escritores de la Biblia utilizan frases diferentes para referirse a la misma experiencia y operación. La versión de la Biblia Reina Valera lo llama “hablar en otras lenguas” y “lenguas desconocidas”. El apóstol Pablo también lo llamó “orando en el espíritu” u “orar con el espíritu”. Jesús, Pedro y Pablo utilizaron otros términos para referirse a esta experiencia incluyendo: • La Promesa del Padre • Otro Ayudador • Espíritu de Verdad • Don del Espíritu Santo • Bautismo del Espíritu Santo • Orar en lenguas desconocidas • Orar en lenguas • Otras lenguas • Orar con el Espíritu • Orar en el Espíritu La expresión y el término que mejor expresa e incluye el significado de todas las demás condiciones, es nuestro “lenguaje del espíritu” o nuestro “lenguaje espiritual”. Voy a usar “lenguaje espiritual” con mayor frecuencia en este libro para describir el ministerio de orar en otras lenguas.
LOS TÉRMINOS “PENTECOSTAL” Y “CARISMÁTICO” Las organizaciones pentecostales, llamaron a esta divina experiencia “el bautismo del Espíritu Santo”, “hablar en lenguas desconocidas”, y “el don del Espíritu Santo”. Ellos eran llamados “Pentecostales” porque predicaban que uno podía recibir el mismo don que la Iglesia primitiva recibió el día de Pentecostés. Los ministros del movimiento carismático llamaron a esta divina experiencia “carisma” con “glossolalia”, lo que hizo que los
llamaran “carismáticos”. El término carismáticos viene de las palabras griegas charismata (significa “el don”) y glossalalia (significa “lenguas”), que es otra manera de decir orar en una lengua desconocida. En la actualidad, cuando alguien le pregunta a una persona bautizada en el Espíritu, “¿qué tipo de cristiano eres?” A menudo dicen “carismático”. Un verdadero cristiano carismático, es uno que ha recibido el don del Espíritu Santo con el hablar en otras lenguas. Él o ella han nacido de nuevo por el Espíritu de Dios y bautizado en el Espíritu Santo con su propio lenguaje espiritual
EL ESPÍRITU SANTO Y EL ESPÍRITU HUMANO Cuando la Biblia deletrea la palabra Espíritu con mayúscula “E”, está hablando de la divinidad del Espíritu Santo. Cuando utiliza “e” minúscula está hablando del espíritu humano. La minúscula se utiliza para el lenguaje espiritual porque es nuestro espíritu humano redimido y bautizado con el Espíritu Santo el que está orando. Nuestra lengua espiritual es motivada, cubierta y dirigida por el Espíritu Santo, sin embargo, es mi espíritu o su espíritu el que está haciendo la oración.
Esto es similar a cuando los profetas profetizan o, a los creyentes operando en el don de profecía: el Espíritu Santo inspira a la persona a hablar la palabra profética, pero la persona es la que hace real la declaración. En el recibimiento del Espíritu Santo, los discípulos hablaron en lenguas “según el Espíritu les daba que hablasen” (Hechos 2:4); es decir, les dio la habilidad de orar en un lenguaje espiritual de sus espíritus recién bautizados. Pablo lo explica así: “Si yo oro en lenguas, mi espíritu ora” (1Corintios 14:14). ¿Entonces por qué dice Pablo que es su espíritu el que ora en lenguas? La Biblia dice en 1Corintios 6:17 que el que se une al Señor es un espíritu. Nuestro espíritu bautizado y nacido de nuevo se une con el Espíritu Santo, que tiene la mente de Cristo y su Espíritu nos capacita para orar de la mente de Cristo y no de nuestra mente natural. Cuando enseño sobre este tema le pregunto a la audiencia:
“¿Cuando usted ora en lenguas es su espíritu el que ora o es el Espíritu Santo orando?” La mayoría de las veces, todos levantan la mano de acuerdo en que es el Espíritu Santo orando. Luego les hago leer lo que dice la Escritura acerca del hablar en lenguas en 1Corintios 14:14-15: “Mi espíritu ora, pero mi entendimiento queda sin fruto”. Entonces ¿Cuál es la conclusión? Yo [mí, mi espíritu redimido] Oraré con el espíritu, y oraré también con el entendimiento. “El Espíritu Santo no remplaza nuestro espíritu, sino que Él capacita a nuestro espíritu para dirigir nuestro hablar en el lenguaje espiritual.
NATURAL VS ESPIRITUAL Los hijos de Israel son el pueblo natural escogido por Dios. Los santos de la Iglesia son el pueblo espiritual escogido de Dios. Israel es una raza natural de personas naturales. Los cristianos tienen un nacimiento sobrenatural por el Espíritu, un bautismo sobrenatural con el Espíritu, una gracia sobrenatural y los dones del Espíritu Santo. ¿Qué significa ser espiritual? Esto significa que usted ha nacido de nuevo por el Espíritu, bautizado en el Espíritu, lleno del Espíritu, andar en el Espíritu y vivir en el Espíritu. Dios hizo al hombre como a sí mismo: tres en uno. Dios es Padre, Hijo y Espíritu Santo, tres funciones diferentes o seres de un solo Dios. Adán, el primer hombre, fue hecho cuerpo, alma y espíritu. Pablo oró por los cristianos de Tesalónica: “Que el Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo” (1Tesalonicenses 5:23). La Biblia habla de gente que es espiritual = espíritu, almáticas = ser natural y carnales = sentidos físicos. A menudo me dicen: “yo soy un espíritu con un cuerpo, no un cuerpo con un espíritu”. Esto significa que mi espíritu dirige y controla mi cuerpo. Mi cuerpo es el coche y mi espíritu es el conductor. La Biblia dice que mi espíritu está escondido con Cristo en Dios (Colosenses 3:3).
Las Escrituras nos exhortan a ser llenos del Espíritu, vivir según el Espíritu, andar en el Espíritu, ser guiados por el Espíritu, tener el fruto del Espíritu, manifestar los dones del Espíritu e ir de gloria en gloria hasta que seamos transformados a su misma imagen por el Espíritu del Señor. Y vivamos la vida de Cristo y manifestemos sus obras, “no con ejército ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos” (Zacarías 4:6). Nuestro lenguaje espiritual es la clave principal que abre la puerta a nuestra vida espiritual y a todos los atributos y las manifestaciones del Espíritu Santo. La vida cristiana es vivida y empoderada por la Palabra de Dios y el Espíritu de Dios. Las promesas de Dios y los atributos del Espíritu son apropiados por fe. Nuestro lenguaje espiritual trae iluminación sobre la Palabra y produce el fruto y las manifestaciones del Espíritu. Este libro contiene muchas ilustraciones que revelan todas las bendiciones y los ministerios que están involucrados en el hablar en lenguas en nuestro idioma espiritual. UN TESTIMONIO DE APOYO Una de las parejas que sirve en mi junta de dirigentes, Heeth y Jacqueline Varnedoe, escribió el siguiente testimonio. Heeth fue presidente de una corporación multimillonaria antes de retirarse. Jacqueline es una digna dama cristiana distinguida del sur. Este testimonio proviene de su nuevo libro, “Ven Camina Conmigo”. Hablar en lenguas trae muchos beneficios para nuestra vida espiritual. Cuanto más hablo en lenguas, más fluyo como si fuera uno con el Espíritu Santo. Cuando estoy agotado y cansado, orar en lenguas refresca mi espíritu y mi alma. Es como estar en un río que fluye en un día caluroso. Junto con profundizar en la Palabra de Dios y pasar tiempo de calidad con Jesús día a día, hablar en lenguas es una de las mejores maneras de refrescarse 2.
El apóstol Pablo aplicó Isaías 28:11-12 a la experiencia de hablar en lenguas en 1Corintios 14:21. Isaías profetizó: “este es el reposo; dad reposo al cansado; y este es el refrigerio”. Hablar en lenguas hace que el río de Dios fluya a través de nosotros, trayendo refrigerio y
descanso en el Señor (Juan 7:37-39).
EL DON DEL ESPÍRITU SANTO PROFETIZADO POR LOS PROFETAS PROMETIDO POR JESÚS Profetizado: Isaías 28:9-12 ¿A quién se enseñará ciencia, o a quién se hará entender doctrina? ¿A los destetados? ¿A los arrancados de los pechos? Porque mandamiento tras mandamiento, mandato sobre mandato, renglón tras renglón, línea sobre línea, un poquito allí, otro poquito allá; orque en lengua de tartamudos, y en extraña lengua hablará a este ueblo, a los cuales él dijo: Este es el reposo; dad reposo al cansado; y este es el refrigerio; mas no quisieron oír.
Cumplido: 1Corintios 14:21-22 En la ley está escrito: En otras lenguas y con otros labios hablaré a este pueblo; y ni aun así me oirán, dice el Señor. Así que, las lenguas son por señal, no a los creyentes, sino a los incrédulos; ero la profecía, no a los incrédulos, sino a los creyentes. 2 Jacqueline Varnedoe, Come Walk With Me, (Ven camina Conmigo) (Denton, TX: Knight Writer – 2 -Publish, 2009), 61-62.
Joel 2:28-29 Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y rofetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones. Y también sobre los siervos y sobre las siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días.
Cumplido: Hechos 2:16-18 Mas esto es lo dicho por el profeta Joel: Y en los postreros días, dice Dios, derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; nuestros jóvenes verán visiones, vuestros ancianos soñarán sueños; y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días derramaré de mi Espíritu, y
rofetizarán.
Profetizado: Ezequiel 36:27 Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra.
Cumplido: Juan 14:17 El Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros. Mateo 3:11 Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más oderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego.
Cumplido: Hechos 11:16 Entonces me acordé de lo dicho por el Señor, cuando dijo: Juan ciertamente bautizó en agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo. Hechos 10:45-47 Y los fieles de la circuncisión que habían venido con Pedro se quedaron atónitos de que también sobre los gentiles se derramase el don del Espíritu Santo. Porque los oían que hablaban en lenguas, y que magnificaban a Dios. Entonces respondió Pedro: ¿Puede acaso alguno impedir el agua, para que no sean bautizados estos que han recibido el Espíritu Santo también como nosotros?
Profetizado por Jesús Juan 7:37-39 En el último y gran día de la fiesta. Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en
mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado.
Juan 14:16, 17, 26 Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el mundo no uede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros. Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que o os he dicho. Juan 15:26 Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí. Juan 16:7 Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré. Lucas 24:49 He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto. Hechos 1:4-5, 8 Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí. Porque Juan ciertamente bautizó con agua, más vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días. Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria,
hasta lo último de la tierra.
Cumplido: Hechos 2:1-4 Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen. Mas esto es lo dicho por el profeta Joel (Hechos 2:16, Joel 2:28). Hechos 8:14-17 Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén oyeron que Samaria había recibido la palabra de Dios, enviaron allá a Pedro y a Juan; los cuales, habiendo venido, oraron por ellos para que recibiesen el Espíritu Santo; porque aún no había descendido sobre ninguno de ellos, sino que solamente habían sido bautizados en el nombre de Jesús. Entonces les imponían las manos, y recibían el Espíritu Santo. Hechos 9:17 Fue entonces Ananías y entró en la casa, y poniendo sobre él las manos, dijo: Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recibas la vista y seas lleno del Espíritu Santo. Hechos 19:1-6 conteció que entre tanto que Apolos estaba en Corinto, Pablo, después de recorrer las regiones superiores, vino a Efeso, y hallando a ciertos discípulos, les dijo: ¿Recibisteis el Espíritu Santo cuando creísteis? Y ellos le dijeron: Ni siquiera hemos oído si hay Espíritu Santo. Entonces dijo: ¿En qué, pues, fuisteis bautizados? Ellos dijeron: En el bautismo de Juan. Dijo Pablo: Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyesen en aquel que vendría después de él, esto es, en Jesús el Cristo. Cuando
oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús. Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas, y profetizaban.
Prometido para TODAS las generaciones: Las personas que escucharon la predicación de Pedro el día de Pentecostés en el derramamiento del Espíritu Santo fueron convencidas de sus pecados. Ellos clamaron a Pedro preguntando, ¿Qué debemos hacer para estar bien con Dios y recibir el don maravilloso del Espíritu Santo que has experimentado? Hechos 2:38-39 Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo. Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare.
CO
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ESPERANDO LA PROMESA PERSEVERANDO, PERO CON MUCHAS PREGUNTAS Pedro, Santiago, Juan y los demás apóstoles y discípulos habían estado esperando durante siete días en un aposento alto en Jerusalén. Cada día estaban juntos, reunidos continuamente, buscando y alabando a Dios. Sin embargo, estoy seguro de que había muchas preguntas sin respuesta. ¿Cuál fue el verdadero propósito de estar en un mismo lugar y esperar? ¿Qué estaban esperando? ¿Cuánto tiempo tenían que esperar y cómo iban a saber cuándo habían recibido “la promesa del Padre”? Simplemente estaban siguiendo el último mandato de Jesús: “Él les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre” (Hechos 1:4). Lo que sigue es como me imagino que se desencadenaron los hechos descritos en Hechos 2. Los discípulos sólo sabían que hacía apenas siete días que habían visto a Jesús ascender al cielo. Sin embargo, usto antes de ascender, Él les había ordenado regresar a Jerusalén y esperar hasta que la promesa del Padre viniera. Pedro se acordó de que Jesús no hizo una sugerencia sino que era una orden definitiva. Él enfatizó en que esto era lo más importante que tenían que hacer. El les había encargado con anterioridad ir a todo el mundo y predicar el evangelio a toda criatura. Ahora, la última cosa que Jesús les había dicho era: “no traten de cumplir la gran comisión hasta que sean investidos de poder desde lo alto”. Él les dijo que esperaran hasta que fueran bautizados con el Espíritu Santo y fuego. Pero ellos se preguntaban cuánto tiempo tendrían que esperar, y cómo iban a saber cuándo la promesa había llegado. Los discípulos se habían levantado temprano esa mañana un poco antes del amanecer, se prepararon y se reunieron de nuevo. Los apóstoles comenzaron a pensar cómo habían llegado a este momento y lugar. Discutieron entre ellos sobre cómo Jesús los había llamado a cada uno para ser sus discípulos escogidos, a quien Jesús llamó “apóstoles”; impulsivo y curioso, el apóstol Pedro les preguntó a los demás si podían recordar cualquier cosa de lo que Jesús había dicho que les diera alguna idea de lo que estaban esperando recibir.
Mateo recordó que Juan el Bautista había predicado que estaba preparando el camino para el Mesías. Juan había bautizado hombres y mujeres con el bautismo de arrepentimiento, pero les dijo que cuando el Hijo de Dios viniera Él los bautizaría con el Espíritu Santo y fuego. Juan tomó la palabra y dijo: “recuerdo que Jesús dijo que 22 si creíamos plenamente en Él, de nuestro interior correrían ríos de agua viva. Pero Jesús dijo que Él estaba hablando sobre el bautismo del Espíritu Santo, el cual Él no nos había dado aún, porque Él no había ascendido al Padre”. Recuerdo que Jesús dijo enfáticamente que era necesario y era mejor para nosotros que Él dejara este mundo, porque si Él no lo hacía, entonces el Espíritu Santo no podía ser dado a nosotros. “Juan continuó, también tengo en mis notas, varias cosas que prometió mientras estaba con nosotros”. Él prometió que nos enviaría otro Consolador, un Ayudante divino que traería todas las cosas a nuestra memoria y nos enseñaría una nueva verdad, iluminando nuestras mentes con revelación; y Él nos daría poder para hacer sus obras. De hecho, me acuerdo que Jesús dijo que si creíamos en Él, también seríamos capaces de hacer las obras milagrosas que Él hacía, e incluso mayores obras”. Santiago empezó a expresar sus memorias: “Todos nosotros experimentamos una comunión de tiempo completo con Jesús durante los últimos tres años. Teníamos grandes expectativas de que Él era el Mesías del cual los rabinos habían hablado durante años, que Él vendría a restaurar a Israel para ser una nación soberana como lo fue en los días del rey David y Salomón”. Santiago recordó: Cuando le preguntamos a Jesús acerca de esto usto antes de ascender, Él nos dijo que no nos preocupáramos por eso en este tiempo, sino que volviéramos a Jerusalén y esperáramos “hasta.... en este momento todavía no sabemos lo que ese ‘hasta’ implica -esperar hasta ¿qué, cuándo y dónde?” Tomás agregó: “recuerdo lo decepcionados y tristes que todos estábamos cuando nuestro Jesús, en quien habíamos confiado y seguido fielmente durante tres años y medio, fue crucificado y enterrado”. Hizo una pausa, “yo estaba completamente desanimado
y desilusionado por todo el asunto”. Pero después se apareció a muchos de ustedes en su cuerpo resucitado, sólo que yo no estaba presente. Cuando ustedes me dijeron que habían visto a Jesús vivo y 23 resucitado, dije: “yo no creo que haya resucitado; a menos que lo viera en persona, con los clavos en sus manos y el corte de la lanza en el costado”. Tomás continuó, ¿recuerdan cómo se apareció otra vez? cuando yo estaba allí y me dijo: Tomás, mira mis manos y mi costado, coloca tus dedos y tócame, ve que este es el mismo cuerpo, la misma carne y huesos, excepto que ahora he sido resucitado en un cuerpo humano glorificado e inmortal. Yo soy el mismo que estaba caminando y hablando con ustedes hace poco tiempo. “Yo estaba tan abrumado y convencido que clamé: ¡Señor mío y Dios mío!” Yo estoy ahora igual de convencido de que, si Él nos mandó a esperar hasta que recibamos lo que nos dará poder, “Él será fiel para enviarlo en su momento y propósito”. Pedro tomó la palabra: “¿Qué otra cosa podemos hacer?” Hemos sustituido el apostolado de Judas con Matías, lo cual restaura nuestro número a doce que es el número que Jesús quería y el que señaló. Hemos buscado en las Escrituras y en nuestras mentes tratando de recordar lo que Jesús enseñó y profetizó acerca de nuestro futuro y todavía no podemos entender con nuestras mentes naturales dónde, cuándo y cómo todo lo que Él prometió se supone que tome lugar. Pedro habló con Mateo, quien, en su antigua profesión, había sido recaudador de impuestos quien mantenía registros meticulosos, para comprobar sus notas una vez más. ¿Había Jesús revelado cuántos días tendrían que esperar o cómo sabrían cuando habían recibido la promesa del Padre, el Consolador, el Espíritu de Verdad, y el bautismo del Espíritu Santo? “Todas estas declaraciones son descriptivas, sin embargo no sabemos si se trata de varias experiencias diferentes o nombres diferentes para una sola experiencia que se recibirá durante un evento”, dijo Pedro.
PREPARACIÓN PARA UNA VISITACIÓN SOBERANA
Después de toda la confusión, asombro y discusión, el grupo decidió que, habiendo permanecido juntos todo este tiempo, podían perseverar en el mandato de Jesús y seguir esperando, a pesar de cuántos días o semanas pudieran pasar antes de que todo aconteciera. El apóstol Juan, el animador, exhortó a todas las personas, “unámonos y comencemos a celebrar”, porque este es nuestro día de Pentecostés. Nuestros compatriotas judíos han venido de las naciones a Jerusalén para celebrar en este día. Este debe ser un día de regocijo y celebración. Juan continuó explicando sus pensamientos a los 120 reunidos: “La fiesta de Pentecostés” tiene lugar 50 días después de la Pascua. Jesús fue crucificado y estuvo en la tumba por tres días y tres noches. Luego se levantó de la tumba y se nos apareció muchas veces durante los siguientes 40 días, y fue hace 7 días que nos reunió a todos juntos en el Monte de los Olivos. Cerca de 500 personas estaban allí y escucharon sus últimas palabras y luego vieron a Jesús ascender y desaparecer de nuestra vista en el cielo. Sólo 120 de nosotros obedecimos su orden y diariamente nos hemos reunido esperando el cumplimiento de su promesa profética. Comencemos unánimes a alabar a Dios por su fidelidad para cumplir sus promesas, y sobre todo por Jesucristo. Él es nuestro Mesías prometido que fue crucificado y resucitó para cumplir con su promesa y lograr un propósito en nosotros. Todos comenzaron a cantar, alabar y adorar a Dios, y continuaron hasta que algo sucedió repentinamente.
EL DON PROMETIDO - NO EL RUIDO, EL VIENTO O EL FUEGO, SINO OTRAS LENGUAS El sol había salido hacía poco y ahora eran las ocho de la mañana. Mientras esperaban en Dios en adoración y alabanza, 25 vino de repente un estruendo como un viento recio que soplaba. Sonaba como el rugido de un tornado girando. Pedro abrió los ojos y miró a Juan y le preguntó: “¿Oyes ese sonido de una enorme ráfaga de viento?” Juan respondió: “No sólo lo escucho, sino que veo el cabello de las mujeres levantándose sobre
sus cabezas”. Mateo se unió levantando su voz por encima del rugido, “esto es emocionante, pero no creo que esta sea la promesa. Jesús no dijo nada sobre el ruido o el viento, pero dijo algo sobre el fuego”. Pedro gritó con emoción por encima del rugido del viento a Mateo, “tal vez esa llama de fuego a varios pies de altura que acaba de aparecer en la parte superior de la cabeza es ¡el fuego prometido!” Como todos miraron a su alrededor, cada uno de los 120 tenía una llama de fuego que se cernía sobre ellos. De lejos parecía que el aposento alto estuviera en llamas, porque la luz de la llama era más brillante que el sol. Juan habló diciendo: “es maravilloso ver estas llamas de fuego y emocionante experimentarlas, pero no creo que esto es lo que Jesús prometió. Él dijo que ‘estaría en nosotros y fluiría de nosotros como un río’ y que sería el don prometido del Espíritu Santo”.
LA PROMESA PROFÉTICA FINALMENTE CUMPLIDA Antes de que Juan terminara de hablar, entró de repente el Espíritu Santo en cada uno de ellos y todos comenzaron a hablar en lenguas. En un momento Juan estaba hablando en hebreo y al siguiente instante estaba hablando en otras lenguas. El Espíritu Santo simplemente los había bautizado, dándole a cada persona presente en el aposento alto su propio lenguaje espiritual. Todos siguieron hablando en lenguas durante la siguiente hora.
Su tiempo de persistir en la espera había valido la pena. La promesa había sido enviada, el Espíritu Santo había llegado y el don del Espíritu Santo fue recibido y activado en la manifestación. El río de agua viva estaba fluyendo de su ser más íntimo. Era un río de vida abundante y tanta alegría que no podía expresarse en su lengua materna, pero estaba siendo expresado con sus lenguas espirituales. Hubo tal aumento de poder que hablaban en lenguas en voz alta y durante mucho tiempo. Fue muy gratificante y satisfactorio, después de tener que esperar tanto tiempo, que los hizo deseosos de orar, alabar y glorificar a Dios continuamente con sus nuevos lenguajes espirituales.
LA MANIFESTACIÓN SOBRENATURAL ATRAE A LA GENTE Mientras que los 120 creyentes en el aposento alto estaban emocionados alabando a Dios en sus nuevos lenguajes espirituales, cosas estaban sucediendo en las calles abajo. Jerusalén estaba llena de gente, ya que muchos judíos de fuera de la ciudad habían llegado para participar de la Fiesta de Pentecostés. El gran estruendo del viento recio y la luz brillante de 120 llamas de fuego que estaban sobre los discípulos que recibieron el don del Espíritu Santo había atraído a una gran multitud de personas. El viento y el fuego se habían desvanecido, pero el ruido de los 120 orando en lenguas podía ser escuchado por los bloques en todas las direcciones. Varios miles de judíos se reunieron alrededor del edificio, estando la mayoría en el área grande y abierta del frente. Los discípulos recién bautizados habían estado hablando en lenguas durante casi una hora cuando el sonido de la multitud de abajo penetró la mente consciente de Pedro; salió al balcón y se sorprendió al ver que una gran multitud de personas se habían reunido. Algunos gritaban, “¿qué está pasando ahí arriba?” Otros decían: “todos tienen que estar borrachos para actuar de esa 27 manera y hacer ese escándalo”. Otros decían: “no es probable que hayan bebido, ya que sólo son las nueve de la mañana”. La gente no se reúne para beber por la mañana sino por la noche. “Entonces la multitud empezó a calmarse y escuchar más atentamente”. ¡Ellos se asombraron de lo que estaban oyendo! No era sólo ruido sin sentido, los que escuchaban podían entender lo que algunos de los creyentes estaban diciendo. En la multitud habían udíos de muchas naciones que no solo hablaban hebreo, sino también las lenguas de las naciones en las que nacieron. Ellos estaban sorprendidos porque cada judío escuchaba a alguno de los 120 hablar en su lengua de origen. Lo asombroso era que todos los que hablaban en lenguas diferentes eran galileos, y la mayoría de ellos sólo sabían un idioma. Los dudosos y escépticos entre la multitud estaban ridiculizando, burlándose y acusando a los discípulos de estar ebrios o algo similar.
Pero la mayoría estaban diciendo, “eso no puede ser, esto está creando una atmósfera pacífica y santa, y los que podemos entender escuchamos que ellos hablan palabras que describen las maravillas de su Dios Jehová. Están alabando su gloria majestuosa y su glorioso poder”. Ellos empezaron a decir: “esto es algo poderoso para contemplar”, pero ¿qué significa?
LA PREDICACIÓN EXPLICA LO QUE PROFÉTICAMENTE SUCEDIÓ Cuando Pedro salió al gran balcón, escuchó por un momento lo que la gente estaba diciendo; se sintió inspirado para responder sus preguntas y explicarles lo que estaba sucediendo. Los demás apóstoles se unieron a Pedro en el balcón cuando él comenzó a predicar a la gran reunión de judíos. El predicó un mensaje largo, parte del cual no está registrado, pero lo siguiente, son algunos aspectos destacados de lo que se registró. Pedro proclamó a estos udíos que Cristo Jesús de Nazaret era el Mesías esperado, pero 28 sus
dirigentes lo habían crucificado. Jesús fue crucificado pero Él resucitó. Pedro citó varios pasajes de las Escrituras para probar que Jesús era el Mesías. Luego, proféticamente les explicó: “lo que ustedes están viendo y escuchando es el cumplimiento de la profecía del profeta Joel, lo que Juan el Bautista profetizó y lo que Jesús prometió proféticamente”. Él lo explicó de esta manera: “a este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos”. Así que, exaltado por la diestra de Dios, y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís, para concluir Pedro dijo, “sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo” (Hechos 2:36). Cuando ellos escucharon su mensaje lleno de unción, gran convicción vino sobre ellos y clamaron a Pedro: “¿Qué vamos a hacer? ¿Qué debemos hacer para alejar nuestra culpa y pecado y recibir el maravilloso don del Espíritu Santo que en ustedes ha sido manifestado?”
UNA VERDAD Y PROMESA PARA TODAS LAS GENERACIONES La respuesta de Pedro a la pregunta de los judíos se ha convertido en una verdad establecida para todas las generaciones: Cada uno de ustedes debe arrepentirse y ser bautizado en el nombre de Jesucristo para la remisión de los pecados, y entonces pueden recibir este don del Espíritu Santo. Porque la promesa es para ustedes y para todas las generaciones futuras. Porque todos a los que el Señor llama para salvación son también llamados a recibir el don del Espíritu Santo. Cerca de 3.000 personas en la multitud creyeron y fueron bautizados en el nombre de su Mesías y Salvador recién conocido, Jesucristo. En un día nació la Iglesia y el número de creyentes creció de 120 a 3000. Así se cumplió la profecía de Isaías que una nación iba a nacer en un solo día (Isaías 66:8). La nación de la 29 Iglesia nació ese día. Todo esto sucedió por la promesa de Dios, la provisión de Jesús, la preparación del hombre y la participación del cielo.
VER EL CIELO Y PARTICIPAR DE EL Cuando Dios hace algo especial en la tierra, sus huestes celestiales de ángeles trabajan con Él. Algunas actividades que hacemos en la tierra se ejecutan de manera simultánea en los lugares celestiales. Varias ilustraciones tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento revelan esta realidad. Cuando los cuatro hombres leprosos en 2Reyes 7 comenzaron a marchar hacia el ejército sirio, el ejército de ángeles celestiales comenzó a marchar sobre ellos en el reino celestial. Dios permitió a los sirios escuchar el sonido de un millón de soldados marchando, el sonido de los caballos y carros, y el ensordecedor grito de los guerreros. El sonido era tan espantoso que huyeron para salvar sus vidas dejando todo atrás. Los cuatro hombres leprosos llegaron y untaron algunas cosas de la riqueza del ejército sirio y luego le hicieron saber a la sitiada ciudad de Samaria sobre la abundancia (2Reyes 7:1-29). David recibió dirección del Señor sobre la forma de ganar su batalla
contra los filisteos. Dios le dijo que él conocería el instante de salir a la batalla, ese momento sería cuando los ejércitos de ángeles celestiales, comenzarían a avanzar contra sus enemigos. Esta es la manera en que el rey David conocería el momento en que los ángeles estarían en posición sobre él avanzando hacia la batalla: él escucharía y vería las copas de los árboles de morera balanceándose hacia adelante como si un fuerte viento estuviera soplando. Cuando David vio esto, él y su ejército entraron en batalla contra los filisteos y obtuvieron una gran victoria. En el mundo espiritual, el ejército angelical de Dios derrotó al malvado ejército 30
de los ángeles de satanás que estaban con los filisteos, mientras que en la tierra David y sus soldados guerreros derrotaron a los soldados filisteos (1Crónicas 14:8-17). Cuando la profetisa Débora y el general Barac lucharon con Sísara, el comandante del ejército cananeo, el ejército celestial de Dios y la naturaleza trabajaron con ellos para ganar la batalla. El ejército de Dios fue la fuerza aérea, mientras que el ejército humano de Débora fueron las tropas terrenales que destruyeron el ejército del mal y poseyeron la tierra (Jueces 4:1-24). En el evento más importante que ha tomado lugar en el planeta Tierra, una gran multitud de ángeles llenaron el área alrededor de Belén durante el nacimiento de Jesús. Los ángeles estaban en todo el camino desde el pesebre de Belén hasta fuera de la ciudad donde los pastores estaban cuidando sus ovejas (Lucas 2:8-20).
LOS ÁNGELES SON GUERREROS Y MINISTROS PARA LOS HEREDEROS DE LA SALVACIÓN DE DIOS La Biblia dice que los ángeles de Dios están encargados de ministrar a los hombres que son llamados para recibir y demostrar su gran salvación (Hebreos 1:13-14; 2:2-3). Los ángeles hacen anuncios divinos, luchan contra las fuerzas del mal, limpian la atmósfera y la saturan con la presencia de Dios para el cumplimiento de los
propósitos de Dios (Lucas 1:26-38; Daniel 9:21; 10:13). Con esta perspectiva bíblica con respecto a los ángeles y su participación en la obra de Dios en la tierra, regresemos en el tiempo al día de Pentecostés, donde todo el cielo estaba presente e involucrado en el nacimiento de la Iglesia amada de Jesús. Así como todas las huestes celestiales habían estado presentes y participado en el nacimiento de Jesús, ahora estaban en Jerusalén para el nacimiento de la amada Iglesia de Jesús. El Espíritu Santo ya había llegado con su don, el cual daría el poder a la nueva Iglesia nacida del Espíritu para comenzar inmediatamente a hablar en su lenguaje espiritual. Ahora vamos a ver lo que estaba ocurriendo 31 en los lugares celestiales mientras que la Iglesia estaba naciendo en la tierra.
LA PARTICIPACIÓN DEL CIELO EN EL NACIMIENTO DE LA IGLESIA Durante los cincuenta días anteriores, la actividad angelical sobre Jerusalén se había incrementado mucho más de lo habitual. Pero mientras el sol comenzaba a salir el día de Pentecostés, una multitud de ángeles comenzó a descender desde el cielo. Poderosas divisiones de los ejércitos del cielo comenzaron a tomar posición para participar en el gran evento que tendría lugar ese día en Jerusalén. El cielo había estado observando y escuchando al pequeño grupo reunido en el aposento alto, poco tiempo después de las ocho de la mañana, los discípulos dejaron sus discusiones y se unieron en armonía para alabar y glorificar a Dios. De repente, Dios el Padre levantó su mano para indicar que la hora había llegado. Jesús, el Comandante de todos los ejércitos celestiales, dio un grito al mando emocionado, “el tiempo ha llegado para el nacimiento de mi amada Iglesia, la cual compré con ¡mi propia sangre! “El arcángel Miguel, el general del ejército angelical, tomó su posición para dirigir el ejército”. El arcángel Gabriel llevó su trompeta de eventos especiales a sus labios y comenzó a tocarla en el momento señalado. Millones de ángeles comenzaron a descender desde el cielo como una gran
cascada dirigida directamente al aposento alto en Jerusalén. Mientras los ángeles descendían hacia el aposento alto, se expandieron de repente en todas las direcciones. Emitiendo una luz más brillante que el sol, parecía que una bomba atómica hubiera explotado. La luz divina removía toda la oscuridad espiritual así como el sol naciente había quitado toda la oscuridad natural. La fuerza del gran ejército de ángeles moviéndose en todas 32 las direcciones despejó la atmósfera de todas las fuerzas del mal y saturó el área con la presencia de Dios. Una parte de los ángeles cumplió su labor rugiendo en el aposento, en el viento del Espíritu. Otros ángeles llevaron las llamas de fuego, que se colocaron sobre la cabeza de cada uno de los discípulos. El Espíritu Santo inundó el aposento alto y bautizó a todo el mundo, dando a cada creyente, su don de lenguas, lo que les permitió empezar a hablar las maravillas de Dios en un nuevo lenguaje espiritual.
EL MODELO Y LAS PRÁCTICAS PERMANECEN IGUAL Cuando Dios dio a Moisés el modelo para el Tabernáculo, le mandó que se asegurara de hacerlo exactamente de acuerdo con el patrón. Dios dio a Moisés la Ley y todas sus ceremonias, sacrificios y las fiestas, las cuales eran para ser practicadas durante la dispensación, o la era de la Ley. La dispensación de la Ley terminó cuando la dispensación o la era de la Iglesia comenzaron. La Ley se convirtió en la antigua alianza de Dios con su pueblo israelita mientras que la nueva alianza de Dios fue con su nuevo pueblo llamado la Iglesia. La era de la Iglesia comenzó cuando Jesús vino y compró la Iglesia con su sangre, le dio autoridad por medio de su resurrección y la dio a luz y le dio poder en el día de Pentecostés con su Santo Espíritu (Hechos 20:28; Romanos 1:4; Hechos 1:4, 8; 2:4). La era de la Iglesia mortal continuará hasta la segunda venida de Cristo Jesús. Cuando Jesús regrese, Él resucitará y trasladará a la Iglesia mortal a la Iglesia inmortal. El patrón, los principios y las prácticas espirituales que son establecidos en el comienzo de un
nuevo pacto de Dios permanecen iguales mientras que el pacto esté vigente. Todas las enseñanzas, prácticas y experiencias espirituales de la Iglesia, registradas en el Nuevo Testamento de la Biblia, son para toda la era de la Iglesia mortal.
La Iglesia comenzó con sus miembros hablando en lenguas, los creyentes han seguido recibiendo el don del Espíritu Santo con la habilidad de orar en un lenguaje espiritual, y la Iglesia terminará orando en lenguas. Hablar en lenguas fue una práctica que se estableció en la fundación de la Iglesia. 1Juan 5:8 dice que hay tres cosas que dan testimonio en la tierra: la sangre, el agua y el Espíritu. El testimonio de la sangre de Jesús viene con el bautismo de arrepentimiento, el testimonio del agua viene con el bautismo en agua en el nombre del Señor Jesús, el testimonio del Espíritu viene con el bautismo del Espíritu Santo. La doctrina del bautismo es la tercera de las seis doctrinas principales de Cristo, las cuales son los bloques del fundamento de la fe cristiana (Hebreos 6:1-2). Los tres testigos y bautismos siguen siendo válidos y son prácticas actuales en la Iglesia.
El don de la oración en lenguas viene con el bautismo del Espíritu Santo. El don del Espíritu Santo es para que todos los cristianos lo reciban y lo practiquen, al igual que todos los cristianos reciben el bautismo en agua. El don del Espíritu Santo de hablar en lenguas es parte de las prácticas y doctrinas de la Iglesia del Nuevo Testamento. Por lo tanto, es esencial que estemos bien establecidos en la verdad bíblica del don del Espíritu Santo, su propósito y todos los valiosos beneficios de la oración en nuestro lenguaje espiritual.
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O 2
70 RAZONES PARA RECIBIR EL DON DEL ESPÍRITU SANTO DE HABLAR EN LENGUAS 2 RAZONES DEL CAPÍTULO 1
1» Los 120 discípulos, incluyendo los apóstoles, obedecieron el mandato de Jesús para esperar hasta que recibieran lo prometido. Jesús les prometió que recibirían la promesa del Padre, el Consolador, el Espíritu de Verdad, el Bautismo del Espíritu Santo. Habían oído todas estas declaraciones, y sin embargo, los apóstoles no sabían si eran diferentes experiencias que se recibirían en tiempos diferentes o eran varios nombres que describían la misma experiencia que sería recibida durante un evento. Resultó ser una experiencia recibida en un momento en que todos comenzaron a hablar en lenguas. A partir de entonces los apóstoles oraron para que las personas recibieran el don del hablar en lenguas como prueba de que una persona había recibido el don del Espíritu Santo (Juan 14:16-17, 26; Lucas 24:49; 16:7 Hechos 1:4).
2» El don del Espíritu Santo es para que todos los cristianos lo reciban y lo practiquen así como cada cristiano nacido de nuevo debe recibir el bautismo en agua. El don del Espíritu Santo de hablar en lenguas es parte de las prácticas y doctrinas de la Iglesia del Nuevo Testamento. Por lo tanto, es esencial que seamos bien establecidos en la verdad bíblica del don del Espíritu Santo, conocer su propósito y entender todos los valiosos beneficios de orar en nuestra lengua espiritual (Hebreos 6:2; Hechos 2:38, 1Corintios 14:14).
OTRAS QUINCE PRUEBAS Y RAZONES BÍBLICAS PARA CREER Y RECIBIR EL DON DEL ESPÍRITU SANTO
3» El don del Espíritu Santo fue profetizado por los profetas, aplicado en “lenguas” por los apóstoles. Dios planeó dar a los santos, el don de sus propias lenguas espirituales cuando Él nos eligió en Cristo antes de la fundación del mundo (Efesios 1:4). El apóstol Pedro aplicó la profecía de Joel acerca de cómo Dios derramaría su Espíritu sobre toda carne, el día de Pentecostés, cuando los discípulos recibieron el don del Espíritu Santo (cf. Joel 2:28, Hechos 2:16). El apóstol Pablo aplicó la profecía de Isaías donde Dios habla a su pueblo con labios tartamudos, y en otras lenguas al don del Espíritu Santo de hablar en lenguas (Isaías 28:9-12 cf. 1Corintios 14:21). Jesús dijo a sus seguidores que en ese tiempo Él estaba con ellos pero cuando enviara al Espíritu Santo, Él estaría en ellos. Este fue un cumplimiento de la profecía de Ezequiel donde Dios daría a los que serían su pueblo, un corazón nuevo y un espíritu nuevo y luego pondría su Espíritu dentro de ellos (cf. Ezequiel 36:27, Juan 14:17; Colosenses 1:27).
4» Juan el Bautista, quien preparó el camino para la venida de Jesús, el Mesías; también profetizó que Jesús bautizaría a sus seguidores con el Espíritu Santo y fuego. Esto era sumamente importante para que Dios tuviera al profeta Juan el Bautista, describiendo a Jesús como el Bautizador con el Espíritu Santo, así como el Cordero de Dios, que quita el pecado de la humanidad (Mateo 3:11-12, Marcos 1:6-8, Juan 1:12-13, Lucas 3:15-16).
5» Jesús prometió varias veces que enviaría la promesa del Padre, que es el don del Espíritu Santo, las lenguas espirituales. Jesús tenía que morir, resucitar y ascender de nuevo al Padre para enviar este don. Todos los que han recibido limpieza del pecado por medio de la sangre viva de Jesús deben estar más que dispuestos a morir al orgullo humano y a los prejuicios religiosos para recibir lo que Cristo nos dio al morir en la cruz. Orar en lenguas crucifica la carne y humilla el orgullo del hombre. Jesús pagó un gran precio con el fin de cumplir con su promesa de enviar el don. Eso debería ser motivo suficiente para que todos los cristianos reciban este regalo (Juan 16:7; Romanos 5:10; 1Pedro 5:6).
6» Los términos que figuran a continuación son sinónimos del don que Jesús prometió enviar a sus fieles seguidores. En realidad son revelados por el cumplimiento de esa promesa que Jesús estaba diciendo en efecto, “yo envío el Espíritu Santo para mi Iglesia universal, pero el Espíritu trae su don especial para cada creyente de manera individual”. Las siguientes son las palabras que describen la misma experiencia del Espíritu Santo y don del lenguaje espiritual:37 • El Espíritu Santo (Mateo 3:11; Juan 7:39; 14:26; Hechos 1:5, 8; 2:4, 33, 38; 5:32; 9:17; 10:44-45, 47; 1:15 16, 24, 19:26) . • El Espíritu de Verdad (Juan 14:17; 16:13). • El Consolador / Ayudante (Juan 14:16, 26, 15:26, 16:7). • La Promesa del Padre (Lucas 24:49, Hechos 1:4). • Ser bautizados con el Espíritu Santo (Hechos 1:5). • Don del Espíritu Santo (Hechos 2:38; 10:45). • Espíritu Santo de la promesa (Efesios 1:13).
7» La manifestación que vino con el don del Espíritu Santo fue el hablar en lenguas. La evidencia del don que se recibía no era el viento, el fuego, el ruido o el sentir la presencia de Dios, sino el lenguaje espiritual lo que hizo a todos los creyentes empezar a hablar lenguas del Espíritu que no entendían. Sin embargo, hablaban las maravillas de Dios en sus lenguajes no aprendidos. Ese era el plan de Dios para el don, que funcionara como un lenguaje espiritual para sus hijos. Dios lo quería de esa manera y esa es razón suficiente para recibir el don y dejarlo funcionar a su manera (Hechos 2:4,11; 1Corintios 14:2).
8» El hablar en lenguas fue la señal de que la Iglesia de Cristo acababa de nacer. Cuando un bebé humano nace lo primero que hace es comenzar a respirar y expresar con su boca, por lo general a través del llanto. Lo primero que la Iglesia recién nacida de Jesús hizo fue respirar el aliento de vida y comenzar a expresarse con la boca al hablar en lenguas. El nuevo lenguaje espiritual es la lengua materna de los ciudadanos en la Iglesia de los primogénitos (Hechos 2:4; Hebreos 12:23).
9» El que los gentiles hablaran en lenguas fue lo que convenció al apóstol Pedro de que los gentiles podían ser 38 hijos de Dios sin llegar a ser seguidores judíos primero. Cuando la familia gentil de Cornelio creyó la predicación de Pedro, el Espíritu Santo de pronto los bautizó. Lo que le demostró a Pedro que Jesús había salvado a los gentiles y que el Espíritu Santo los había bautizado, no fue que ellos tuvieron paz de repente, gozo o emoción, sino que el “los escuchó hablando en lenguas”. Cuando Pedro regresó a Jerusalén para dar su defensa ante los otros apóstoles por ministrar a los gentiles, dio este informe: “Cuando dije en mi mensaje que Dios me había enviado a decirles alabras con las que su hogar podría ser salvo, ellos creyeron en Jesús y fueron salvos”. Entonces, de repente el Espíritu Santo descendió sobre ellos, así como lo hizo con nosotros al principio. Entonces me acordé de la palabra del Señor cuando Jesús dijo: “Juan bautizó con agua, pero vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo”, Si, pues, Dios les dio el mismo don que nos dio cuando creímos en el Señor Jesucristo, quién era yo para que udiese estorbar a Dios. Cuando los demás apóstoles escucharon estas cosas, callaron y glorificaron a Dios, diciendo: “Entonces Dios también les ha concedido a los gentiles el arrepentimiento ara vida” (Hechos 11:15-23; AP).
Los primeros apóstoles estaban convencidos de que Dios había aceptado a los gentiles porque les oían hablar en lenguas así como ellos hablaron en lenguas en el día de Pentecostés cuando recibieron el don del Espíritu Santo. Esto debería ser prueba y la razón suficiente para que nosotros estemos convencidos de que hablar en lenguas era la manifestación consistente que los apóstoles reconocían como la evidencia de que una persona había recibido el don prometido del Espíritu Santo (Hechos 10:34-48; 11:1-18).
10» Apóstol Pablo recibió el don del Espíritu Santo cuando Ananías puso las manos sobre él y oró por su sanidad. Ananías dijo: el Señor Jesús me ha enviado para que 39 puedas recibir la vista y “ser lleno del Espíritu Santo” (Hechos 9:17). Pablo recibió el don del Espíritu Santo, al mismo tiempo que caía la venda de sus ojos. Pablo apreció mucho recibir su lengua espiritual. Durante los siguientes años al descubrir todos los propósitos y beneficios espirituales de orar en lenguas llegó a ser tan agradecido de hablar en lenguas, que fue motivado enfáticamente a declarar a la Iglesia de Corinto: “doy gracias a Dios que hablo en lenguas más que todos vosotros” (1Corintios 14:18). De todos los autores de los libros de la Biblia, Pablo fue el que más escribió acerca del hablar en lenguas. El que Pablo abundara en hablar en lenguas fue lo que ayudó a activar el espíritu de sabiduría y de revelación dentro de él, lo cual le dio poder para obrar milagros y ser inspirado para escribir catorce de los veintisiete libros del Nuevo Testamento. Hablar en lenguas fue lo suficientemente bueno para Pablo, los otros apóstoles y los santos de la Iglesia del Nuevo Testamento, por lo que es suficientemente bueno e importante para cada uno de nosotros recibir y orar mucho en nuestro lenguaje espiritual. Orar en lenguas no puede y no hará que usted funcione en un ministerio que Dios no ha planeado para usted, pero puede iluminarlo y capacitarlo con toda la sabiduría y la habilidad que necesitará para cumplir con su llamado. Al ver cómo el lenguaje espiritual ayudó a que Pablo tuviera una vida y ministerio poderoso y de éxito, debe ser una razón más que suficiente para que queramos recibir el don y orar en nuestros lenguajes espirituales con más y más frecuencia. (Hechos 9:10-19).
11» Hablar en lenguas era una parte vital del evangelio que Pablo predicaba. El evangelio es la muerte, sepultura y resurrección de Jesucristo, con lo cual un creyente se identifica en los tres bautismos de arrepentimiento, agua y el 40 Espíritu Santo. El gran local de la Iglesia de Corinto es típico de las numerosas Iglesias de las que Pablo fue pionero. Sus cartas ayudan a revelar lo que él enseñó y las experiencias espirituales que les ministraba. Los cristianos de Corinto eran tan activos en el hablar en lenguas y manifestar los dones del Espíritu que Pablo tuvo que dedicar dos capítulos para darles sabiduría con respecto al hablar en lenguas privado y hablar en lenguas en la reunión de los santos. Sus declaraciones finales en los capítulos doce y catorce sobre este tema fueron: “Procurad profetizar y no impidáis el hablar en lenguas” (1Corintios 14:39; 15:1; Romanos 15:19, 29).
12» Pablo se aseguró de que aquellos que solo habían creído en el Mesías también recibieran el don del Espíritu Santo. Cuando se encontró con los doce creyentes bautistas (seguidores de Juan el Bautista), les preguntó si habían recibido el Espíritu Santo, ya que ellos creyeron. Ellos dijeron que no habían oído hablar de un bautismo del Espíritu Santo; explicaron que solo habían recibido el bautismo de Juan el Bautista, pero querían todo lo que Dios tenía para ellos. Pablo los bautizó en agua en el nombre del Señor Jesús. Y cuando él puso sus manos sobre ellos, recibieron el don del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en lenguas e incluso profetizaron. Ser bautizados en el Espíritu es una experiencia separada de nacer del Espíritu o del bautismo en agua. Hay tres diferentes bautismos u obras del Espíritu Santo. Nosotros, los que tenemos el don del Espíritu Santo necesitamos iluminar a todos los cristianos que no lo han recibido y orar por ellos para que reciba el don con el hablar en lenguas. No es proselitismo o imponernos nosotros mismos sobre otros, sino simplemente ayudar a los hijos de Dios a recibir todo lo que Jesús proveyó para ellos. Parte del propósito de este libro, especialmente estas pruebas bíblicas, es ayudarle a ver a los cristianos que esta experiencia es 41 bíblica y es para ellos hoy en día. Jesús les dijo a los discípulos que cuando recibieran el don del Espíritu Santo fueran a testificar a otros (Hechos 1:8; 19:1-7).
13» Los apóstoles en Jerusalén creían en la necesidad de que los nuevos convertidos recibieran el don del Espíritu Santo, después de haber sido salvos y bautizados en agua. Felipe el evangelista fue a Samaria y predicó el evangelio a la gente de allí. Muchos recibieron la salvación, sanidad, liberación demoníaca, gran gozo y el bautismo en agua. Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén oyeron que Samaria había recibido la palabra de Dios, enviaron allá a Pedro y a Juan; los cuales, habiendo venido, oraron por ellos para que recibiesen el Espíritu Santo; porque aún no había descendido sobre ninguno de ellos, sino que solamente habían sido bautizados en el nombre de Jesús. Entonces les imponían las manos, y recibían el Espíritu Santo. Cuando vio Simón que por la imposición de las manos de los apóstoles se daba el Espíritu Santo, les ofreció dinero (Hechos 8:14-18).
Cuando Simón, el mago, vio que el Espíritu Santo daba a los creyentes la capacidad de hablar en otras lenguas, ofreció dinero a los apóstoles para que le dieran esa capacidad. Él no había ofrecido dinero a Felipe para poder realizar las señales, maravillas, y los milagros que eran realizados a través de su ministerio, porque Simón había hecho señales y prodigios cuando era un brujo. Pero esto era algo que nunca había visto o hecho. Por el simple hecho de que los apóstoles impusieran sus manos sobre los nuevos convertidos a Cristo, empezaban a hablar en otras lenguas, con un lenguaje espiritual. Tenía que ser el hablar en lenguas ya que es la única manifestación sólida que ocurre cuando una persona recibe el don del Espíritu Santo. Desde los primeros apóstoles se consideraba necesario 42 asegurarse de que cada cristiano convertido recibiera el don del Espíritu Santo, de igual manera cada ministro cristiano en la Iglesia del siglo XXI debe tener la misma convicción, mandato y ministerio (Hechos 8:1-25).
14» Recibir el don del Espíritu Santo es un mandamiento de Jesucristo. Cuando Jesús comisionó a los discípulos para esperar en Jerusalén hasta que recibieran la promesa del Padre, no dijo, “hagan esto si ustedes se sienten guiados a hacerlo, o si cabe en su doctrina o creencia denominacional, o si tienen el tiempo, o si así lo desean o se sienten cómodos con ello”. ¡No! Jesús mandó que esperaran hasta que recibieran el don del Espíritu Santo. Él estaba haciéndoles ver la realidad de que no había nada más importante para ellos que recibir el Espíritu Santo. El hecho de que Jesús haya puesto tanta importancia en la necesidad de recibir el don del Espíritu Santo, es motivo más que suficiente para que todo cristiano se mantenga en la búsqueda de Dios hasta que reciban su lenguaje espiritual de oración con la evidencia de hablar en lenguas. Jesús dijo: “Si me amas guardad mis mandamientos” . Jesús dio tres mandamientos principales: En primer lugar, amar al Señor tú Dios con todo tu corazón, alma, mente y fuerza. En segundo lugar , amar a tu prójimo como a ti mismo. En tercer lugar, que esperasen la promesa del Padre hasta que fueran llenos del Espíritu Santo. El Espíritu Santo sólo le es dado a los que obedecen el mandato de Jesús de creer y recibir el don del Espíritu Santo (Hechos 1:4, 5:32; Juan 14:15-17; Efesios 5:18, Mateo 22:36-40, Marcos 12:28-31).
15» Marcos declara en su Evangelio que Jesús dijo a los creyentes que fueran por todo el mundo y predicaran el evangelio a toda criatura. Había ciertas señales que demostra43 ban quienes se habían convertido en creyentes en el evangelio completo que predicaban. Los que creían serían salvados y bautizados en agua, y una de las señales que les seguiría sería que “hablarían con nuevas lenguas”.
De todo lo que sucedió en el día de Pentecostés y durante los años siguientes, Jesús estaba hablando acerca del don del Espíritu Santo, cuya evidencia es el “hablar con nuevas lenguas”. Dios confirmaba la palabra que predicaban los creyentes con acompañamiento de señales. Hablar en lenguas era una señal que acompañaba la palabra. Los creyentes no seguían las señales, sino que las señales les seguían, y una de esas señales es el hablar en lenguas (Marcos 16:14-20).
16» Las Escrituras nos exhortan a ser llenos del Espíritu y orar en las nuevas lenguas de nuestro lenguaje espiritual, lo cual nos capacita para vivir en el Espíritu, andar en el Espíritu, ser guiados por el Espíritu, tener el fruto del Espíritu, manifestar los dones del Espíritu, e ir de gloria en gloria hasta que seamos transformados a su misma imagen por el Espíritu del Señor (Gálatas 5:22-25; Romanos 8:14; 1Corintios 12:7-11; 14:15; Efesios 5:18, Hechos 19:2, 2Corintios 3:18).
17» El don del Espíritu Santo es la habilidad divina dada a un cristiano creyente para orar en un lenguaje sobrenatural del Espíritu. Algunos de los términos utilizados para describir el funcionamiento de este don son orar en lenguas desconocidas, orar en otras lenguas, orar con el Espíritu y orar en el Espíritu. El término que mejor los abarca a todos es lenguaje espiritual del creyente (1Corintios 14:14-18. Hechos 2:4; Efesios 6:18). Las (70) razones para hablar en lenguas (nuestro lenguaje 44 espiritual) serán continuadas al final de cada capítulo.
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EL MAYOR DON LA TRINIDAD ES UN DIOS DADOR: EL DON QUE CADA UNO DIO La Deidad eterna del Padre, Hijo y Espíritu Santo es una. “Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo [el Hijo es el Verbo hecho carne], y el Espíritu Santo, y estos tres son uno” (1Juan 5:7). Esto revela que cada vez que hablamos de Dios como Padre, Hijo y Espíritu Santo, estamos hablando de la misma naturaleza, atributos, poder y amor. Todo lo que Dios es, los tres lo son. Dios es un dador, y Él siempre da lo mejor. Cada miembro de la Trinidad dio su mayor regalo posible a la humanidad. Así que cuando nos preguntamos, “¿Por qué Dios lo hizo?” Realmente estamos preguntando, “¿Por qué cada uno de ellos dio el don que dio?” Cada don fue dado con la misma motivación, y el mismo amor para el beneficio del que recibe el don, y es el mejor y el mayor don que posiblemente se podría dar. El regalo de Dios Padre al mundo, su Hijo, era su mejor regalo para el mundo, el regalo de Jesús, el Hijo, fue el Espíritu Santo a la Iglesia, era lo mejor que podía dar, y el don del Espíritu Santo, las lenguas espirituales era el mejor y el más grande don para cada creyente. Este libro está dedicado a descubrir y revelar todos los beneficios de nuestro lenguaje espiritual para que podamos entender por qué fue el mejor don que el Espíritu Santo pudo dar para bendecir y dar poder al creyente cristiano.
EL DON DE DIOS EL PADRE Dios el Padre amó tanto al mundo que dio a su unigénito Hijo para que todo aquel que cree en su Hijo, Jesucristo, reciba la vida eterna (Juan 3:16). Dios Padre dio a su Hijo como un regalo para la
redención del mundo. ¿Por qué hizo Dios eso? ¿Por qué Dios hace lo que hace? La respuesta es porque Dios es amor. El amor de Dios es un amor de entrega. El verdadero amor divino da lo mejor. Dios el Padre amó tanto... que dio a su unigénito Hijo. Jesús era el más cercano y más querido en el corazón de Dios. No había un regalo más grande en todo su ser y eterno universo que Dios pudiera dar. Al Dios dar a Jesús fue darse a sí mismo. El pasado, presente y futuro de Dios estaba centrado en su Hijo. Jesús fue el cumplimiento de todo el deseo y propósito de Dios. Necesitamos tener en cuenta que Dios “amó de tal manera”, esto incluye su obra maestra de la creación, la humanidad, el mundo de la tierra y todo lo que Él creó sobre ella para ser el hogar y la sede del hombre. Dios no sólo amó a la gente en el mundo, sino que también amó al mundo que había creado originalmente para que el hombre morara. La tierra fue el lugar donde el hombre y la mujer fueron creados. El cuerpo de Adán fue creado del polvo de la tierra; Eva fue creada a partir del cuerpo del hombre. A ellos se les comisionó ser fructíferos y multiplicar la especie humana sobre la tierra. La Biblia declara que la tierra es del Señor y todo lo que hay en ella. Romanos 8:19-23 declara que cuando los hijos de Dios reciban la redención de sus cuerpos, entonces toda la creación de Dios será redimida. Sin embargo, nada es más importante para Dios Padre que su obra maestra de la creación, la humanidad, a quien creó a su imagen y semejanza. Adán era el hijo creado de Dios, a quien Él formó con sus propias manos, luego sopló en Él, aliento de vida. Pero Jesús era el Hijo unigénito de Dios Padre, el único ser humano que nació en este mundo engendrado personalmente por Dios mismo. Dios dio a este unigénito Hijo para la reconciliación del mundo. “Dios estaba en Cristo reconciliando al mundo consigo mismo” (2Corintios 5:19). El don que Dios dio fue a su Hijo unigénito y su regalo fue dado para la redención de la humanidad y toda la creación.
EL DON DE DIOS EL HIJO Jesús voluntariamente hizo la voluntad del Padre y se convirtió en el Cordero de Dios inmolado por la redención de la humanidad y el
mundo. La Biblia no habla de Jesús, amando al mundo, sino que habla de Jesús amando a la Iglesia. La Biblia declara que Jesucristo amó a la Iglesia y se entregó a sí mismo por ella, a fin de presentársela así mismo, una Iglesia gloriosa (Efesios 5:25-27). Jesús amó a la Iglesia más de lo que amaba su vida misma, pues el dio su sangre, dio su vida para comprar la Iglesia. “Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la Iglesia del Señor, la cual Él (Jesús) ganó por su propia sangre” (Hechos 20:28). Cuando la Escritura dice que Cristo Jesús murió para salvar a los pecadores, necesitamos saber que su principal motivación no fue sólo para salvarlos del infierno y que estén listos para ir el cielo, sino para hacerlos miembros de su cuerpo en la tierra. Mientras Jesús estaba en la tierra, su cuerpo era el lugar de morada y la sede de Dios. El cuerpo de Jesús fue crucificado, resucitado y luego sentado a la diestra de Dios en lugares celestiales. Entonces Jesús dio al Espíritu Santo a la Iglesia. El Espíritu Santo fue el encargado del nacimiento de la Iglesia en el día de Pentecostés. Él fue luego a convencer a los hombres de pecado y acercarlos a Jesús para convertirlos en miembros del cuerpo de Cristo, la Iglesia. Tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo por la redención. Jesús amó a la Iglesia que Él mismo se dio en la cruz para comprar a la Iglesia con su propia sangre. Luego, dio el Espíritu Santo a su Iglesia para convencer de pecado, convertir a Cristo, dar poder e iluminar a los miembros del cuerpo de Cristo y para mantener la purificación y el perfeccionamiento hasta ser presentada a Cristo como una Iglesia gloriosa y victoriosa.
EL DON DE DIOS EL ESPÍRITU SANTO El don del Espíritu Santo para un creyente cristiano es la capacidad divina para orar en un lenguaje sobrenatural del espíritu.
Este don divino de hablar en una lengua desconocida es la capacidad dada por Dios para orar en un idioma que nunca fue aprendido por medios naturales. Es una experiencia recibida cuando Dios bautiza a un cristiano redimido y nacido de nuevo en el espíritu con la
habilidad de orar en un lenguaje inteligente que su mente natural no aprendió y no entiende o comprende. No es una habilidad aprendida naturalmente, sino una habilidad impartida de forma sobrenatural. No es una confusión emocional, sonidos o expresiones huecas y sin sentido. Cuando reciben el don del Espíritu Santo, muchas personas experimentan gran éxtasis en su alma y espíritu. El hablar en lenguas no viene de estar en un éxtasis, sin embargo, puede producir sensaciones de éxtasis, que es un fruto del Espíritu, llamado gozo y el celo de Jehová de los ejércitos. El lenguaje espiritual divino es tan real e inteligente como lo es un idioma aprendido nativamente. Se trata de un lenguaje/ lengua desconocida para el que habla, pero no es desconocido para Dios. Puede ser una lengua conocida y hablada por algunas de las personas en la tierra, pero la mayoría de las veces se trata de un lenguaje celestial. El apóstol Pablo utiliza el término “lenguas humanas y angélicas”, y declaró que cuando oraba en lenguas, su espíritu estaba orando, pero su mente natural no entendía o comprendía lo que se hablaba (1Corintios 13:1; 14:14).
EL DON ES PARA TODOS LOS CREYENTES, HASTA EL FIN DE LOS TIEMPOS Mientras Jesús estaba en la tierra con sus discípulos, les declaró: Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre - el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros (Juan 14:16-17).
Jesús reveló que Él iba a enviar al Espíritu Santo con una nueva experiencia para ellos, como el Espíritu Santo estaba “con” ellos en ese momento, estaría “en” ellos luego. Justo antes de 49 que Jesús ascendiera al cielo le dijo a los discípulos: “Vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días” (Hechos 1:5). Alrededor de 120 de los seguidores de Jesús regresaron a Jerusalén
para cumplir el mandato de Jesucristo. Jesús les ordenó que aguardasen la pro mesa del Padre, el bautismo con el Espíritu Santo: “Recibiréis poder... y seréis mis testigos” (Hechos 1:8). Se reunieron en el aposento alto en Jerusalén para esperar la promesa de ser bautizados con el Espíritu Santo. Siete días más tarde, el tiempo señalado por Dios llegó en la madrugada del día en que los judíos estaban celebrando la fiesta de Pentecostés. Como los discípulos comenzaron a alabar a Dios por la mañana, el Espíritu Santo vino de repente como un fuerte viento y con lenguas de fuego que se establecieron en los creyentes como lenguas encendidas. Ellos comenzaron a hablar en lenguas desconocidas, ya que habían recibido el don de las lenguas espirituales. Todos ellos comenzaron a hablar en lenguas y así continuaron durante un buen rato. Después de un tiempo, Pedro dejó de hablar en su lengua desconocida y comenzó a predicar en su lengua hebrea nativa la multitud de judíos que se habían reunido para contemplar y asombrarse ante lo que estaba ocurriendo. Miles de judíos de muchas naciones se habían reunido en Jerusalén para celebrar la fiesta de Pentecostés. Pedro les explicó cómo los judíos en Jerusalén habían crucificado a Jesús de Nazaret, que era su Mesías prometido. Los judíos le preguntaron qué debían hacer para estar bien con Dios y recibir el don maravilloso que los discípulos habían recibido. Pedro les dijo que, si se arrepentían y se bautizaban en el nombre de Jesucristo para el perdón de los pecados, también podían recibir este don del Espíritu Santo. “Porque la promesa 50 es para vosotros y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos” (Hechos 2:39). Las Escrituras declaran que el don del Espíritu Santo es para todo creyente cristiano durante toda la era de la Iglesia mortal. Que hoy son casi 2000 años “estando lejos”, pero el don sigue siendo para todos los creyentes de hoy en día. Jesús y Pedro declararon que las únicas condiciones para recibir el don del Espíritu Santo era creer y obedecer. Jesús proclamó: El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado (Juan 7:38-39).
Pedro y los otros apóstoles que predicaban a los judíos declararon: “Y nosotros somos testigos suyos de estas cosas, y también lo es el Espíritu Santo que Dios ha dado a los que le obedecen” (Hechos 5:32). Todos los 120 seguidores de Jesús, que estaban reunidos en el aposento alto en el día de Pentecostés recibieron el don del Espíritu Santo de otras lenguas, sus propias lenguas espirituales. No fueron solo los doce apóstoles los que recibieron, sino que todos los otros 108 hombres, mujeres y jóvenes que estaban allí mismo recibieron el bautismo en el Espíritu con la habilidad de orar en otras lenguas. El Espíritu Santo dio a luz la Iglesia del Nuevo Testamento ese día, lo cual comenzó la dispensación de la Era de la Iglesia. Los 120 se convirtieron en miembros privilegiados de la Iglesia recién nacida de Cristo. Esto estableció el principio fundamental para aquellos que se convierten en miembros de la Iglesia de Cristo.
Deben ser nacidos del Espíritu, bautizados con agua, recibir el don del Espíritu Santo con su propio lenguaje espiritual y deben ser bautizados en el cuerpo de Cristo por el Espíritu Santo. 51 “Porque por un Espíritu somos todos bautizados en un solo cuerpo” (1Corintios 12:13).
COMUNICACIÓN DE ESPÍRITU A ESPÍRITU La Biblia declara que Dios es Espíritu. El don de lenguas del Espíritu Santo permite a una persona comunicarse con Dios directamente de espíritu a Espíritu; del espíritu interior del hombre, a Dios, quien es Espíritu. Dios formó el cuerpo del hombre del polvo de la tierra y luego sopló su Espíritu en él, haciendo al hombre un alma viviente en un cuerpo físico con un espíritu eterno. Los seres humanos son seres espirituales que viven en cuerpos mortales naturales. Los seres humanos interactúan con el mundo creado a través de los cinco sentidos naturales de ver, oír, oler, saborear y sentir. Se comunican entre sí principalmente a través de hablar y escuchar. Hablar es la única habilidad del hombre que el mundo animal no tiene. Los animales pueden comunicarse con sonidos pero no hablar con un lenguaje de palabras. El hombre tiene la capacidad de aprender con la mente y hablar con su boca muchos idiomas
diferentes. Los que han nacido del Espíritu, y bautizados con el Espíritu reciben un lenguaje espiritual. Esto le da al creyente una línea de comunicación privada directa al trono de Dios la cual no puede ser entendida o impedida por el diablo o el hombre natural. Es como tener un teléfono privado conectado con el cielo. Sin embargo, está diseñado para ser utilizado para más que solo comunicarse con Dios en oración. El lenguaje espiritual es nuestro productor de energía más poderoso. Es uno de los más grandes ministerios para nosotros y para los demás. Es el regalo más grande que un cristiano puede recibir, porque es el dador y creador de todos los demás dones y gracias de Dios. Haría falta un libro entero para dar todos los beneficios, los propósitos y las bendiciones de ser dotados con el propio lenguaje espiritual del Espíritu Santo.
LOS DOS MILAGROS MAYORES Dios ha hecho y continúa haciendo muchos milagros, pero considero que dos de sus milagros son superiores al resto. El primero de los dos milagros más grandes es lo que yo llamo el “padre de todos los milagros”. Es más grande que la creación de Dios del universo entero. Es cuando Él transforma a un pecador en un santo. Dios creó al hombre con libre albedrío, con voluntad propia, el hombre es libre de decir “sí” o “no” a Dios. Los seres humanos tienen la facultad de ceder el paso a Dios u oponerse a Él. Cuando Dios creó los cielos y la tierra no hubo resistencia de ningún lugar. Sin embargo, cuando Jesús quiere hacer una persona una nueva criatura, esa persona puede resistir a Dios. Jesús no puede salvar a una persona a menos que él o ella cedan, crean y reciban a Cristo en su corazón. Por lo tanto, el proceso que trae consigo el don de la vida eterna de una persona es un milagro mayor que la creación de los cielos y la tierra. Activar el don de la vida eterna en un hombre o una mujer es el padre de todos los milagros. La “madre de todos los milagros” es el don del Espíritu Santo. La Biblia declara que la lengua es el miembro más poderoso en el
cuerpo humano. La lengua está en el cuerpo, al que puede santificar para ser usado por Dios, o puede encender el infierno para uso del diablo. “Pero ningún hombre puede domar la lengua”. Es un mal que no puede ser refrenado, llena de veneno mortal (Santiago 3:8). Ningún hombre puede domar la lengua, pero Dios sí puede. Cuando Dios bautiza a una persona en el Espíritu Santo, doma la lengua al tener que hablar el idioma de su Espíritu. Se necesita una gran fe y confianza en Dios para permitirle que nos mantenga hablando en un lenguaje espiritual y celestial que nuestra mente no comprende o no sabe lo que se está hablando. Esa es una razón por la que el don de lenguas del Espíritu Santo es el segundo milagro más grande. Si ha hecho uso de la fe para recibir el don de la vida eterna, entonces usted ha experimentado el milagro más grande. Si usted ha creído y recibido el don del Espíritu Santo rindiendo su lengua para hablar en lenguas desconocidas, entonces usted ha experimentado el segundo milagro más grande. Nunca deje que el diablo le diga que no tiene fe, porque si usted ha nacido de nuevo y recibió su lenguaje espiritual, entonces usted ha ejercido su fe para los dos milagros más grandes en el cristianismo. Creer en Dios para que satisfaga su necesidad personal de sanidad divina o por un milagro, es secundario a los dos milagros más grandes. En el momento en que termine de leer este libro, descubrirá cómo activar los dones que están dentro usted. Pablo dijo a Timoteo: “Aviva el don de Dios que está en ti” (2Timoteo 1:6). La palabra “activar” es sinónimo de “avivar”. El don de la vida eterna, el don del Espíritu Santo y los dones del Espíritu están dentro de usted. En el capítulo seis, se encuentran los cuatro principios para la activación de cualquier don de Dios que este en usted. He entrenado a miles en “activaciones” proféticas, que luego han entrenado a más de 250,000 personas de todo el mundo. Estas verdades y principios son bíblicos y han demostrado su eficacia en cientos de miles de personas.
EL LENGUAJE ESPIRITUAL ES UNA HABILIDAD PERMANENTE Y ACTIVA Cada cristiano necesita el don del Espíritu Santo. Si usted ha recibido el don de Dios y el don de Jesús, entonces usted necesita recibir el don del Espíritu Santo. Permítanme recordarles que el 54 don
de Dios fue dar a su Hijo para la redención del mundo. Jesús dio el Espíritu Santo como un don a su Iglesia. El Espíritu Santo da a todos los miembros de la Iglesia el don de su propio lenguaje espiritual cuando les bautiza con el Espíritu Santo y fuego. Esto fue el cumplimiento de la profecía que Juan el Bautista dio con respecto a lo que haría Jesús por sus seguidores: “El os bautizará en Espíritu Santo y fuego” (Hechos 1:5). “Y fueron todos llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas según el Espíritu les daba que hablasen” (Hechos 2:4). “Les daba que hablasen” significa que el Espíritu Santo les dio a sus espíritus la habilidad de hablar un lenguaje espiritual sobrenatural. No era su lengua nativa aprendida, sino otra lengua que les era desconocida. Fue un don, una habilidad permanente impartida a sus espíritus interiores. Este don se convierte en una capacidad permanente y característica del hombre nuevo en Cristo. El espíritu del hombre puede hablar voluntariamente en su lenguaje espiritual del mismo modo en que el hombre natural puede hablar a voluntad en su lengua materna aprendida. La mente natural del hombre y su espíritu interior, tienen acceso a la boca para hablar. El apóstol Pablo dijo que él podía hablar a voluntad en su lenguaje espiritual lo mismo que podía hablar a voluntad en sus idiomas aprendidos. Esto es lo que queremos descubrir, todas las maneras en que podemos hablar en nuestra lengua espiritual para glorificar a Dios, hacer las obras de Cristo y crecer hasta la madurez en Cristo Jesús.
UNA ILUSTRACIÓN DE UN COMPUTADOR Recibir el don del Espíritu Santo puede ser comparado con el momento en que recibí el regalo de un computador personal para mi
oficina. Yo podía hacer mucho más con él de lo que podía hacer con mi vieja máquina de escribir manual. Cuando escribí mi primer libro, The Eternal Church (La Iglesia Eterna), a finales de 1970, escribí primero todo el material para el libro de casi 400 páginas a mano, y luego lo pase con mi máquina de escribir manual. Me tomó tres años terminar el libro. Cuando escribí mi décimo libro, lo terminé en tres meses con el computador. Sin embargo, sólo he aprendido los fundamentos básicos de la computadora. Estoy utilizando probablemente de un 10 a un 20 por ciento de su capacidad. No he tomado el tiempo para ser entrenado en todas las formas en que puede ayudarme a escribir, investigar y comunicarme. Este es un ejemplo de la mayoría de los cristianos con su uso del don del Espíritu Santo. La mayoría de los cristianos bautizados en el Espíritu sólo tienen la base del don. Ellos hablaron en lenguas cuando recibieron el don y oran en lenguas de vez en cuando. Están utilizando sólo el 10 por ciento de todo lo que el don puede hacer por y a través de ellos. Al leer este libro usted descubrirá el otro ochenta y noventa por ciento de los valiosos beneficios, poderosos propósitos y milagrosos ministerios que están disponibles para el cristiano que ha recibido la habilidad divina para orar y ministrar en el lenguaje su espíritu.
70 RAZONES PARA HABLAR EN LENGUAS CONTINUACIÓN…
18» El lenguaje espiritual es “el regalo más grande” que el Espíritu Santo pudo encontrar para dar al creyente de manera individual. Jesús es el regalo más grande que Dios pudo dar para la redención del mundo, y el Espíritu Santo es el regalo más grande que Jesús pudo dar a su Iglesia. Piense en esto: de todos los recursos en el cielo, el eterno universo, y todos los atributos, dones y gracias del Dios omnipotente que estaban disponibles, no había nada más valioso, beneficioso e importante para que el 56 Espíritu Santo diera a cada hijo de Dios que su propio lenguaje espiritual. Este es el mayor “don” de todos para un santo de Dios nacido del Espíritu (1Corintios 12:31; 14:4). El lenguaje espiritual es un lenguaje inteligente de nuestro nuevo hombre nacido del Espíritu en Cristo Jesús. No es una confusión emocional o estar en un éxtasis –a pesar de que hablar en lenguas puede producir sentimientos de éxtasis y emociones de gozo. El lenguaje espiritual es el lenguaje de su espíritu interior, así como el lenguaje natural aprendido de una persona es el lenguaje de su ser físico (1Corintios 14:4; Efesios 3:16; 2Corintios 4:16).
19» Nuestro lenguaje espiritual nos permite tener comunicación espíritu a Espíritu con Dios. ¡Qué asombrosa habilidad sobrenatural para un ser humano mortal la tenga! La Palabra de Dios declara que Dios es Espíritu. Los seres humanos fueron creados como seres espirituales revestidos de carne y hueso. El pecado del hombre insensibilizó su espíritu. Jesús trae el espíritu de vuelta a la vida impartiendo su vida eterna en el espíritu humano. El Espíritu Santo da el lenguaje espiritual para que podamos comunicarnos con Dios como seres espirituales (Juan 4:24, 1Corintios 15:45; 2Corintios 3:17; Génesis 2:7; Romanos 5:12; Juan 3:3-5, 16).
20» Las Escrituras declaran que el don del Espíritu Santo es para todo creyente cristiano durante toda la era de la Iglesia mortal – aquellos en el tiempo de la Iglesia Primitiva “y a todos los que están lejos”. Estamos hoy en día a casi dos mil años “de lejos”, pero el don sigue siendo para todos los creyentes de hoy en día (Hechos 2:38-39).
21» El lenguaje espiritual es nuestro productor de energía más poderosa. Es una de las mayores maneras de ministrarnos a nosotros mismos y a otros. Es el regalo más grande 57 que un cristiano puede recibir porque es el dador y creador de todos los demás dones y las gracias de Dios (Hechos 1:8).
22» La “madre de todos los milagros” es el don del Espíritu Santo. La Biblia enseña que la lengua es el miembro más poderoso en el cuerpo humano. La lengua está en el cuerpo, al que puede santificar para ser usado por Dios, o puede encender el infierno para uso del diablo. “Cada criatura en la tierra ha sido domada por el hombre, pero ningún hombre puede domar la lengua” (Santiago 3:8). Ningún hombre puede domar la lengua, pero Dios sí puede. Cuando Dios bautiza a una persona en el Espíritu Santo le doma la lengua al tener que hablar el idioma de su Espíritu. Se necesita una gran fe y confianza en Dios para permitirle que nos mantenga hablando en un lenguaje espiritual y celestial que nuestra mente no comprende o no sabe lo que se está hablando. Esa es una razón por la que el don de lenguas del Espíritu Santo es el segundo milagro más grande (Santiago 3:1-12; Proverbios 18:21; 1Corintios 14:2).
23» Recibir el don del Espíritu Santo es como recibir el regalo de un computador. El equipo tiene cientos de programas y capacidades que la persona que anteriormente no haya tenido un computador no sabrá cómo utilizarlas. Se requiere aprendizaje, entrenamiento y la experiencia personal para saber cómo utilizar todas las capacidades de la computadora. La primera vez que recibí un computador, simplemente lo utilizaba como una máquina de escribir, hasta que poco a poco aprendí otras cosas. ¡Incluso después de escribir tres de mis diez libros en un computador, solo aprendí cómo copiar, cortar y pegar información de un lugar a otro mientras escribía este capítulo! La mayoría de los cristianos que hablan en lenguas usan su 58 lenguaje espiritual como yo he usado mi computador. Probable mente el 90 por ciento de los cristianos bautizados en el Espíritu utilizan menos del 10 por ciento de las capacidades y beneficios de su lengua espiritual (Hebreos 5:14, Efesios 1:17-18). 59
C O
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TRANSICIÓN DE LA LEY A LA IGLESIA LA ERA DE LA IGLESIA – LAS COSAS VIEJAS PASARON, ¡TODAS SON HECHAS NUEVAS! La era o dispensación, de la Ley comenzó con Moisés cuando recibió la Ley de Dios y continuó durante 1500 años hasta que Cristo Jesús se acercó y dio paso a la era de la Iglesia. La era de la Iglesia continúa desde de la primera venida de Cristo Jesús hasta su segunda venida. En la primera venida de Cristo comenzó una nueva raza de hombres con vida eterna en sus cuerpos mortales. En la segunda venida de Cristo, Él resucitará y transformará los cuerpos de todos los miembros de la Iglesia en cuerpos inmortales, lo que pondrá fin a la era de la Iglesia mortal y comenzará la era de la Iglesia inmortal. Cuando la era de la Iglesia inmortal comience, también empezará la raza de la Iglesia-Reino. Los miembros de esta raza no sólo tendrán vida eterna en su ser espiritual, sino que también tendrán vida eterna en su ser físico. Jesús hará que sus cuerpos mortales se vuelvan inmortales, al igual que su cuerpo humano se volvió inmortal después de haber sido resucitado de la tumba. Todo se hizo nuevo en su primera venida, y todo se hará nuevo en su segunda venida. En medio de todo lo que sucede en su segunda venida, Jesús declara: “He aquí yo hago nuevas todas las cosas” (Apocalipsis 21:5). Hacer algo nuevo significa restaurar nuevamente a la forma en que estaba cuando se hizo inicialmente. Jesús no dijo que iba a hacer todas las cosas de nuevo, Él dijo que iba a hacer nuevas todas las cosas. Las cosas que existen se transformarán al estado original y la forma gloriosa en que estaban al principio de la creación. Cuando la Escritura dice que Jesús nos dará un cuerpo glorioso como su cuerpo glorificado, no significa un cuerpo diferente, sino un cuerpo como el que Dios creó originalmente para los seres humanos. El cuerpo que vivió en la tierra será transformado en un
cuerpo glorioso como el cuerpo de Jesús. Cristo Jesús no recibió un nuevo cuerpo del cielo en su resurrección. El cuerpo terrenal que fue crucificado en la cruz fue el mismo cuerpo que resucitó en un cuerpo inmortal, subió al cielo y se sentó a la diestra de Dios. Este mismo principio se aplica cuando Jesús habla de un cielo nuevo y una tierra nueva. Cuando Dios establece una nueva dispensación o era, también establece un nuevo orden, con cosas nuevas que no existían ni aplicaban en el viejo orden. Dios establece cosas que no estaban disponibles o no eran experimentadas por las personas de la era o dispensación 62 pasada. Esto es especialmente
cierto con la transición de la Ley de Moisés a la Iglesia de Jesúcristo; de la dispensación de la Ley a la dispensación de la Iglesia. Una vez que lo nuevo comienza, lo viejo termina.
TRES RAZAS HUMANAS SUCESIVAS Con la era de la Iglesia comenzó una nueva raza de la humanidad. Cada 2000 años Dios ha cambiado su manera especial de relacionarse con la humanidad. En primer lugar, estaba la raza humana en general, al principio, cuando Dios creó a Adán y Eva, lo que podríamos llamar el año “0”. Ese fue el comienzo de la raza humana. En segundo lugar, Dios separó al pueblo de Israel para Él. Dos mil años después de Adán y Eva, Dios llamó a Abraham para comenzar una nueva raza de personas en un nuevo lugar. Dios les dio un tabernáculo, las fiestas, las leyes y los Diez Mandamientos para mostrar al resto de la humanidad los pensamientos de Él, lo que está bien y lo que está mal, y los requisitos para acercarse a Dios para el perdón de los pecados. Esta raza comenzó siendo llamada el pueblo hebreo. Cuando Jacob
tuvo sus doce hijos y Dios cambió su nombre a Israel, se les conoció como “los hijos de Israel” o “Israelitas”. También se les llama udíos, después de Judá, hijo de Jacob. Hoy en día los que viven en la nación de Israel se conocen como “los israelíes”. Pero la raza israelita era un pueblo especial llamado y separado para Dios para ser su pueblo especial escogido.
En tercer lugar, Jesús, el Hijo de Dios, vino a la tierra por nacimiento humano aproximadamente 2000 años después de Abraham. A la edad de 30 años comenzó a demostrar el Reino de Dios durante los siguientes tres años y medio. Luego, fue crucificado, sepultado, resucitado al tercer día, subió al cielo y se sentó a la diestra de Dios. Entonces, envió al Espíritu Santo para dar a luz a su Iglesia en el día de Pentecostés y por lo tanto comenzó la Era de la Iglesia. Así empezó la raza de la Iglesia, la cual fue tomada de la raza humana en general (los gentiles) y de la raza israelita (judíos). De ambas razas judía y gentil, Dios llamó a luz un pueblo nuevo llamado de la Iglesia. La Iglesia se convirtió en el pueblo escogido de Dios y la nueva raza de la humanidad en el planeta tierra (Efesios 2:14-16). Los miembros nacidos de nuevo de la Iglesia de Cristo pertenecen a una nueva raza creada en Cristo, la cual está compuesta de aquellos que tienen vida eterna en su espíritu, mientras viven en cuerpos mortales. El resto de la raza humana –judíos y gentiles – son declarados muertos en sus delitos y pecados, lo que significa que tienen muerte eterna en su espíritu, mientras viven en sus cuerpos mortales. La única manera de que puedan ser liberados de esa muerte es que sus pecado sean lavador por la sangre de Jesús, nazcan de nuevo por el Espíritu de Dios, y por lo tanto se conviertan así en hijos de Dios, ciudadanos del cielo y miembros de la raza de la Iglesia (Gálatas 3:22-29).
UN NUEVO PACTO PARA UNA NUEVA RAZA / NACIÓN La era de la Iglesia comenzó con un nuevo pacto de Dios con la humanidad. Un pacto es similar a un testamento, un documento legal por el cual una persona manifiesta su voluntad en cuanto a quien recibirá toda su riqueza. La Biblia se divide en Antiguo y Nuevo Testamento. El Nuevo Testamento reemplaza al Antiguo Testamento. El Nuevo Testamento es la última voluntad y testamento de Jesucristo. Un testamento por lo general no se aplica hasta que muere el testador. El testador del Nuevo Testamento, Jesús el Hijo de Dios, murió y resucitó, con lo cual todo lo de su nuevo pacto /
testamento está a disposición de todos sus herederos. Los hijos de Dios nacidos de nuevo son herederos de todo lo que Dios ha provisto a través de Jesucristo nuestro Señor y Salvador (Romanos 8:17). Pedro declaró que la raza de la Iglesia es un nuevo pueblo de Dios en el planeta tierra. Los que no eran un pueblo especial, ahora son el pueblo de Dios. La Iglesia ahora se convierte en nación santa de Dios en la tierra. Israel era la nación natural de Dios con personas naturales, pero la Iglesia es el pueblo y nación espiritual de Dios, un sacerdocio real y una nación santa. Vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo. Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, ara que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable; vosotros que en otro tiempo no erais ueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios (1Pedro 2:5, 9-10).
UN TEMPLO PARA MORADA DE DIOS Al pueblo de Israel le fue encomendado construir un templo para morada de Dios en la tierra. Moisés construyó el tabernáculo o tienda de campaña, en el desierto. Salomón construyó el templo en Jerusalén. Mientras Jesús estaba en la tierra, reveló a sus discípulos que Él era ahora el templo de Dios, que era mucho mayor que el templo que Salomón construyó. También reveló que Él edificaría un templo para sí mismo. Su templo para su morada sería hecho de piedras vivas, que serían el pueblo que el reconciliaría para sí mismo. Su nuevo templo tendría un nuevo nombre. Esto fue dado a conocer cuando Jesús hizo la importante declaración: “Edificaré mi Iglesia” (Mateo 16:18). Cristo edificó la Iglesia como su lugar de morada en la tierra. Los santos son los miembros de la familia de Dios, que están siendo ensamblados en un edificio que está creciendo para ser un 65 templo santo en el Señor. Estamos siendo juntamente edificados (en la
tierra) para morada de Dios en el Espíritu (Efesios 2:19, 21-22). “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo?” (1Corintios 6:19). Los espíritus y los cuerpos de los cristianos son el nuevo templo de Dios. “Usted es el templo del Dios viviente” (2Corintios 6:16). Todos los hijos de Dios en la tierra forman el cuerpo de Cristo, el cual se ha convertido en el templo global y sede de Dios en la tierra. Un nombre entendible para la Iglesia es “el cuerpo de Cristo único, universal, y de muchos miembros”.
TODO NUEVO CUANDO JESÚS VINO Todo cambió cuando Jesús se convirtió en el nuevo camino, en la nueva vida en la nueva verdad y la nueva y única puerta al cielo. Jesús se convirtió en el único Mediador entre Dios y el hombre. Todas las otras formas y medios de acercarse a Dios fueron eliminadas. Para que una persona sea del pueblo de Dios ya no tiene que haber nacido israelita. Tiene que nacer de nuevo para ser un hijo de Dios. La era de la Iglesia cambió el nombre del pueblo de Dios de “Israelitas” a “los cristianos”. Un nuevo cuerpo fue provisto, el cuerpo de Jesús fue la morada de Dios en la tierra mientras Jesús estaba aquí en la tierra en su cuerpo mortal. Cuando nació la Iglesia, se convirtió en el cuerpo de Cristo, de igual forma que Jesús era el cuerpo de Dios. “En el cuerpo de Jesús habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad” (Colosenses 2:9, AP). “Tú, la Iglesia, eres el cuerpo de Cristo y miembros en particular” (1Corintios 12:27 AP). Dios estableció su nueva nación de la Iglesia, dio a su pueblo un nuevo idioma que sólo los ciudadanos de esa nación podían hablar. Para que una persona se convierta en un ciudadano de la nación Iglesia debe ser trasladado del reino de las tinieblas al reino del amado Hijo de Dios. Esto se logra naciendo de nuevo por el Espíritu de Dios. El Espíritu Santo da luego a la persona que cree y recibe a Cristo su propio lenguaje espiritual.
DE LA VELOCIDAD DEL SONIDO A LA VELOCIDAD DE LA LUZ El don del Espíritu Santo aumenta la capacidad de los santos para pasar de comunicarse de la velocidad del sonido a la velocidad de la luz. Sandy Catalano, una anciana en la familia de la Iglesia CI, estaba orando en su idioma nativo (Inglés) y luego cambió a su lenguaje espiritual. De repente todas las cosas y las personas por las que ella había planeado orar comenzaron a parpadear en su mente más rápido que las partes de una película antigua. Sandy pensó para sí, Señor, va muy rápido. No tengo tiempo suficiente para orar por cada una de estas solicitudes a esta velocidad. Dios habló de nuevo a su mente y le dijo: “Eso es cierto cuando oras con la mente y lenguaje natural, los cuales operan a la velocidad del sonido. Pero estás orando con tu lenguaje espiritual dado por Dios, en el que puedes orar y comunicarte a la velocidad de la luz”. Esto trae nueva revelación y comprensión del poder de la oración en lenguas. Dios es luz y su Espíritu es la luz. Cuando oramos con nuestra lengua espiritual nos conectamos con Dios y operamos en su dimensión de luz. Se puede lograr más en minutos de oración en el Espíritu, que lo que se puede lograr en horas de oración con nuestro conocimiento y habilidades naturales limitadas. Esta es solo una de las muchas ventajas y beneficios, de llevar a cabo en horas de la oración con nuestros limitados conocimientos y habilidades naturales. Esto es sólo una de las muchas ventajas y beneficios de recibir y utilizar el don del Espíritu Santo. 67
70 RAZONES PARA HABLAR EN LENGUAS CONTINUACIÓN…
24» Cuando Dios estableció su nueva nación de la Iglesia, dio a su pueblo un nuevo idioma que sólo los ciudadanos de esa nación podían hablar. Para convertirse en un ciudadano de la nación Iglesia se debe ser trasladado del reino de las tinieblas al reino del amado Hijo de Dios. Esto se logra cuando se nace de nuevo por el Espíritu de Dios. El Espíritu Santo, da, a cada uno de los que creen y reciben, su propio lenguaje espiritual, lo que se convierte en la lengua nacional que lo identifica (Colosenses 1:13; Juan 3:3; 1Pedro 2:9; Hebreos 12:22).
25» Cuando oramos con nuestra mente y lenguaje natural, nuestra oración se hace a la velocidad del sonido, pero cuando oramos con nuestro lenguaje espiritual dado por Dios, oramos y nos comunicamos a la velocidad de la luz. Esta es una nueva revelación y entendimiento del poder de la oración en lenguas. Funciona de esa manera porque Dios es luz y su Espíritu es luz. Somos hijos de la luz y hemos de vivir y caminar en la luz. Cuando oramos con nuestras lenguas espirituales nos conectamos con Dios y operamos en su dimensión de luz. Se puede lograr más en minutos de oración en el Espíritu, que lo que se puede lograr en horas de oración con nuestro conocimiento y habilidades naturales limitadas (Juan 8:12; 9:5; 12:36; 1Juan 1:5, 7; 1Tesalonicenses 5:5).
CO
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UNA PLANTA GENERADORA DE PODER Jesús declaró a sus seguidores, “Recibiréis poder cuando haya venido el Espíritu Santo sobre ustedes” (Hechos 1:8, AP). Pedro dio las siguientes instrucciones en su predicación el día de Pentecostés, cuando la gente preguntaba sobre lo que debían hacer para ser salvos y recibir el don del Espíritu Santo así como los discípulos lo habían recibido: l oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos? Pedro les dijo: rrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo (Hechos 2:37-38).
Pedro les dijo que tenían que recibir a Jesucristo como su Salvador y ser bautizados en su nombre, y luego serían candidatos idóneos para recibir el don del Espíritu Santo. Ellos tenían que obedecer este mandato para recibir el Espíritu Santo, “y nosotros somos testigos suyos de estas cosas, y también el Espíritu Santo, el cual ha dado Dios a los que le obedecen” (Hechos 5:32). A los que vieron ascender a Cristo se les ordenó “no apartarse de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre”, con el testimonio de Jesucristo de que “serían bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días”. Porque “recibiréis poder cuando el Espíritu Santo haya venido sobre vosotros” (Hechos 1:4-5, 8). Después de haber recibido el don del Espíritu Santo, tendrían la capacidad divina para producir el poder de Dios en y a través de sus vidas. ILUSTRACIÓN DE UNA PLANTA GENERADORA DE ENERGÍA El mayor ejemplo del poder del Espíritu Santo en nuestras vidas que he encontrado en mis 56 años de ministerio y 60 años de ser un cristiano nacido de nuevo, bautizado en el Espíritu Santo es la manera en que la energía eléctrica es producida. La electricidad es
producida por el agua que fluye a través de la compuerta de agua de una represa. Dentro de la compuerta de agua hay una turbina que es definida por el diccionario de mi computador como “cualquier clase de motor que libera una potencia creada por un flujo continuo o chorros de vapor, aire, agua u otros líquidos, contra los álabes o paletas de un rotor o una serie de rotores”. En este ejemplo estamos interesados en el flujo del agua contra las paletas de una turbina La compuerta de agua es abierta para permitir que el agua del río que se ha represado fluya por la turbina haciéndola girar a una 70 velocidad enorme. La turbina produce la energía que hace girar a una gran dinamo en el centro de la represa. Las dínamos producen la energía eléctrica. La definición de dinamo es: “máquina eléctrica que convierte la energía de mecánica a eléctrica mediante el uso de electroimanes, es decir, un generador”. Desarrollé y empecé a utilizar esta ilustración en 1958, cuando mi esposa y yo tomamos un tour por la Represa Hoover, que se construye en el río Colorado a unos cincuenta kilómetros al este de Las Vegas, Nevada. La represa en el río produjo el Lago Mead, que es el que asegura el flujo de agua a través de las turbinas de la represa. Esto produce la mayor parte de la electricidad para varios de los estados del oeste en los Estados Unidos. Veamos ahora los elementos en la operación de una represa y cómo este proceso produce energía eléctrica. Veremos luego cómo la aplicación espiritual de esto, revela nuestra propia planta de energía que puede producir el poder sobrenatural de Dios en y a través de nuestras vidas.
ELEMENTOS NATURALES CON APLICACIÓN ESPIRITUAL • • • • •
R ío y ReseRvas de agua – Llenos del Espíritu Santo CompueRta de agua – Boca del Creyente tuRbina – Lengua del Creyente dinamo – El espíritu del hombre y el Espíritu Santo son uno. tRansfoRmadoR – Sabiduría para distribuir el poder
• fusible / inteRRuptoR – Encendido= Fe, Apagado= Incredulidad, Quemado = Temor
EL RÍO Y LA REPRESA Cuando se construye una represa en un río, hace que el agua retroceda y se represe, como el lago Mead. El depósito de agua en el lado de la represa es la misma agua que eventualmente fluye a través de la turbina y continúa como un río. Sin embargo, en el 71 proceso de producción de energía, el agua se vuelve mucho más activa, ruidosa y turbulenta, ya que pasa por las turbinas. La represa de agua es tipo de una persona que ha nacido del Espíritu y está llena del Espíritu de Dios, pero nunca ha recibido el don del Espíritu Santo. Podríamos decir que el agua del lado del embalse de la presa es más que todo tipo del cristianismo evangélico. El agua es más tranquila, calmada y profunda. Es buena para la captura de peces, que es la evangelización. Es buena para los bautismos. Sus aguas se pueden utilizar para la limpieza, que es tipo de la santificación y la santidad. El embalse es ideal para paseos en bote, lo que representa lo que llamamos comunión. Sin embargo, el agua arriba de la presa no produce poder sobrenatural. Se tiene que pasar por la compuerta de agua y girar la turbina para producir energía. El punto de vista carismático de una persona llena del Espíritu es diferente a la de los evangélicos. Los carismáticos piensan en ser llenos del Espíritu como una demostración exuberante con el hablar en lenguas. Como hemos visto, el don del Espíritu Santo es la habilidad divina dada a los creyentes para orar en un lenguaje espiritual. Orar en el lenguaje espiritual de uno es como un río que fluye, que activa una turbina espiritual. La activación de la turbina es lo que comienza la reacción en cadena que produce el poder que hace a las cosas funcionar.
LA COMPUERTA DE AGUA La compuerta de agua representa la boca de un cristiano. Dios dice a
su pueblo, “Abre tu boca, y yo la llenaré”, (Salmos 81:10). Nuestras compuertas deben ser abiertas para que Cristo entre y fluya a través de nosotros. Jesús dijo, “si alguno oye mi voz y abre la puerta, vendré a él, cenaré con él y él conmigo” (Apocalipsis 3:20). 72
Dios estableció un principio divino que requiere un acto de por parte del hombre para que Dios se relacione con él. Jesús declaró este principio varias veces en los evangelios. Continuamente habló acerca de las personas pidiendo, buscando, llamando a la puerta, confesando, hablando y creyendo en Él para recibir y demostrar sus obras. Los cristianos deben pedir el don del Espíritu Santo, creer en su corazón, abrir la boca y comenzar a hablar en otras lenguas como el Espíritu divino permite para recibir plenamente y tener el don del Espíritu Santo. Cada don y bendición de Dios se recibe y se manifiesta de la misma manera, ya sea el don sobrenatural inicial de la vida eterna o los poderosos dones del Espíritu Santo. “Alzad, oh puertas, vuestras cabezas y alzaos vosotras, puertas eternas, y entrará el Rey de gloria” (Salmos 24:7). En la antigüedad la puerta de una ciudad era lo que se abría para que la gente entrara y saliera de la ciudad. En lo natural, la boca es la puerta del estómago, pero espiritualmente es la puerta del alma. Es con nuestra boca que confesamos al Señor Jesucristo, permitiéndole entrar a nuestros corazones. Es con nuestras bocas que ejercitamos nuestra fe para lograr grandes cosas para Dios. Porque con el corazón se cree para justicia, pero es con la boca que se confiesa para salvación. El apóstol Pablo declaró que la palabra de fe que el predicaba estaba en el corazón y en la boca de los santos (Romanos 10:8-10). Dios hizo al hombre a su propia imagen y semejanza. De toda la creación de Dios en la tierra el hombre es el único con la capacidad de hablar. Todas las otras criaturas de Él en la tierra tienen sus diferentes formas de comunicarse entre sí, pero el hombre es la única especie que habla con un vocabulario de palabras. Hablar es el método principal de comunicación en la raza humana.
Algunas personas pueden aprender a hablar varios idiomas. Dios habla y así mismo dio a su obra maestra de la creación la capacidad de hablar. 73 Dios quiso hablar a la humanidad y él quería que el hombre hablara
con él. DE PRUEBA A PROVISIÓN Dios decidió que la evidencia de que los creyentes han recibido el don del Espíritu Santo es el hablar mediante sus espíritus habilitados divinamente en un lenguaje no aprendido. Para nosotros, hablar con nuestro espíritu en un lenguaje desconocido es prueba de que hemos recibido el don del Espíritu Santo, porque el don del Espíritu Santo para un creyente es recibir un lenguaje espiritual propio. Pero este lenguaje es dado para mucho más que solo ser evidencia de que una persona ha sido bautizada con el Espíritu Santo. Este don y gracia especial e inmerecida de Dios que nos capacita para hablar en nuestro lenguaje espiritual va de prueba a provisión. Hablar en lenguas proporciona al creyente muchas formas de acceder y activar los atributos de Dios. Nuestra habilidad inicial para orar de nuestro espíritu en un lenguaje no aprendido es la entrada en el almacén de la sabiduría, poder, revelación y ministerio sobrenatural de Dios. Una vez que entramos por esta puerta en el ministerio espiritual, hay muchas habitaciones en la mansión de Dios que revelan y liberan los diferentes propósitos y beneficios de hablar en lenguas. El punto principal aquí es que usted debe abrir la puerta de su boca para recibir y obtener todos los beneficios de hablar en su idioma espiritual.
LA TURBINA – LENGUA DEL CREYENTE La Biblia da mucha importancia a la lengua. La capacidad y poder de la lengua, es mucho mejor ilustrada con muchos ejemplos en Santiago 3:2-8: 74 Todos fallamos mucho. Si alguien nunca falla en lo que dice, es
una persona perfecta, capaz también de controlar todo su cuerpo.
Cuando ponemos freno en la boca de los caballos para que nos obedezcan, podemos controlar todo el animal. Fijaos también en los barcos. A pesar de ser tan grandes y de ser impulsados por fuertes vientos, se gobiernan por un pequeño timón a voluntad del piloto. sí también la lengua es un miembro muy pequeño del cuerpo, pero hace alarde de grandes hazañas. ¡Imaginaos qué gran bosque se incendia con tan pequeña chispa! También la lengua es un fuego, un mundo de maldad. Siendo uno de nuestros órganos, contamina todo el cuerpo y, encendida por el infierno, prende a su vez fuego a todo el curso de la vida. El ser humano sabe domar y, en efecto, ha domado toda clase de fieras, de aves, de reptiles y de bestias marinas; pero nadie puede domar la lengua. Es un mal irrefrenable, lleno de veneno mortal (BAD).
Verso dos declara que si un hombre no permite que su lengua hable malas palabras en el lugar y momento equivocado, es una persona madura. Si un individuo puede controlar su lengua, entonces puede controlar todo su cuerpo. La lengua es como un pequeño fósforo que puede encender todo un bosque. Es como el freno puesto en la boca de un caballo que hace girar su cuerpo en cualquier dirección que el inete quiere que vaya. Es como el timón de un buque o el volante de un coche, que puede determinar la dirección en que se mueve el vehículo. El verso seis dice que aunque la lengua es un miembro pequeño puede influir en todo el cuerpo. De hecho, dice que “Siendo uno de nuestros órganos, contamina todo el cuerpo y, encendida por el infierno, prende a su vez fuego a todo el curso de la vida”. Esto implica que Dios puso la lengua en el lugar correcto en el cuerpo con el poder de afectar el cuerpo, el alma y el espíritu de ciertas maneras. La principal forma en que la lengua afecta las cosas es 75 hablando palabras. Proverbios 18:21 declara que las palabras tienen el poder de dar vida y muerte. La lengua de los sabios es medicina y una lengua apacible es árbol de vida (Proverbios 12:18; 15:4). Jesús dijo las palabras que yo he hablado son espíritu y son vida (Juan 6:63). Y
por las palabras que decimos con nuestra lengua seremos ustificados y por las palabras que hablamos, seremos condenados (Mateo 12:37). Dios creó la tierra y todo lo que hay en ella por sus palabras. Él habló a toda la creación para que existiera (excepto con el hombre). Cuando uno ora en lenguas no se pronuncian sonidos sin sentido, sino palabras inteligentes de un lenguaje real. Son palabras dirigidas por el Espíritu de Dios. Los científicos y los teólogos no pueden conocer todas las maneras en que esto funciona, pero el Dios que creó todos los detalles y el funcionamiento del hombre conoce plenamente el propósito y el poder de la lengua que Él hizo dentro del cuerpo humano. Jesús tuvo muchas razones para decidir dar a sus creyentes la habilidad de orar con palabras que son inspiradas por el Espíritu Santo como las palabras que Él habló. La Palabra de Dios declara enfáticamente que las palabras naturales habladas por la lengua puede tener un efecto negativo o positivo sobre nuestros cuerpos. Del mismo modo, cuando hablamos palabras espirituales con nuestro lenguaje espiritual se afecta a nuestro espíritu y alma. En el momento en que haya terminado de leer este libro usted descubrirá y comprenderá las numerosas maneras en que esto se logra. Cuando la lengua es controlada por el mal, puede contaminar todo el cuerpo. Dado que una lengua motivada por el mal puede contaminar todo el cuerpo, entonces cuando una lengua es motivada a hablar por la justicia del Espíritu Santo puede santificar todo el cuerpo. Cuando utilizamos nuestra lengua para hablar en nuestro lenguaje espiritual se activa nuestra nueva naturaleza 76
sobrenatural y nos hace arder con pasión celestial. Santiago 3:7-8 declara que todo tipo de criatura en la tierra ha sido domesticado por el hombre, pero ningún hombre puede domar la lengua. Esa es otra razón por la que Jesús decidió que los creyentes hablaran en lenguas desconocidas como la demostración de que han sido bautizados con el Espíritu Santo, lo que demuestra que a pesar
de que ningún hombre puede domar la lengua, Jesús por su Espíritu puede controlar y dirigir la lengua humana (Mateo 15:11-18). En nuestro ejemplo de la planta de energía eléctrica, la lengua es como la turbina colocada en una compuerta de una gran pared de una represa. La apertura de la puerta y el giro de la turbina producido por el río que fluye a través de ella determinar la cantidad de energía eléctrica que se produce. No hay energía producida hasta que el agua fluye a través de la turbina. El agua fluyendo a través de la turbina es tipo de hablar en lenguas. El agua debe venir de las profundidades de la represa de agua y fluir a través de la turbina para producir energía. Debemos permitir que el Espíritu Santo, quien está en el fondo de los embalses de nuestro espíritu, fluya a través de nuestra lengua en nuestros lenguajes espirituales para producir el poder de Dios en nuestras vidas. Jesús dijo a sus discípulos que recibirían esta experiencia y esta habilidad de producción de energía cuando los bautizó con su Espíritu: “El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva”. Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu Santo, orque Jesús no había sido aún glorificado¡ (Juan 7:38-39). Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo… (Hechos 1:8).
Note que Jesús declaró que cuando los creyentes reciben el don del Espíritu Santo, los depósitos de sus espíritus son llenos con el agua viva de Dios. El don del Espíritu Santo de hablar en otras lenguas, da la habilidad para que esa agua salga de los depósitos de77 nuestros corazones a las compuertas de nuestras bocas y a través de las turbinas de nuestras lenguas, de este modo se activa de la planta de producción de poder dentro de nosotros. Un cristiano no tiene de forma automática el poder del que Jesús habló sólo porque el depósito de su corazón se haya llenado del agua del Espíritu Santo. Las declaraciones que Jesús hizo implican que recibimos el poder cuando abrimos la compuerta de agua y dejamos que el agua mueva la turbina. Es cuando el agua viva sale que se produce el poder en nosotros y se activa el poder de Dios para fluir a
través de nosotros.
UN EJEMPLO DE UN MILLÓN DE DÓLARES Otra manera de entender el don del lenguaje espiritual es imaginando que Jesús hizo un depósito un millón de dólares en su cuenta bancaria. Su cuenta bancaria se llena de dinero, pero no le hará ningún bien, ni a usted ni a nadie, a menos que utilice la chequera o compre algo. Saber que su cuenta bancaria está llena le puede dar un poco de alegría y consuelo, pero no está cumpliendo con el propósito de tener el dinero en su cuenta. Muchos cristianos se regocijan y se consuelan sabiendo que han recibido el don del Espíritu Santo. Pero no usan las chequeras de sus cuentas, ni permiten que se retire dinero para que puedan comprar cosas útiles para ellos mismos y para otros. El dinero es puesto en nuestras cuentas para darnos poder para comprar. Jesús coloca el poder del Espíritu Santo dentro de nosotros para manifestar plenamente su vida y demostrar su Reino. Algunos sólo utilizan la chequera para pequeñas cantidades de dinero, lo suficiente para apenas sobrevivir. Dios no quiere que sus hijos tengan una mentalidad mínima, de solo supervivencia. Tenemos que preguntarnos “¿Por qué no estoy girando cheques más grandes de mi cuenta bancaria en el cielo?”, el millón de dólares que Dios deposita no lo hace una única vez en la vida, Él continuamente mantiene la cuenta llena, si vamos a utilizar la cuenta para sus propósitos del Reino. Los científicos han descubierto que los seres humanos más inteligentes han utilizado menos del 10 por ciento de su capacidad cerebral. Los cristianos probablemente estén usando menos del 10 por ciento del poder de Dios que está dentro de ellos. ¿Dios quiere que usemos el otro 90 por ciento? Si es así, ¿cómo podemos acceder a él y activar ese poder? Lo que estamos abarcando en este libro revelará algunas de las formas en que los cristianos pueden aumentar su porcentaje de poder utilizado. Si una persona pone en práctica las verdades descubiertas aquí y sólo aumenta su producción espiritual, un 10 por ciento, aun así esa persona estaría haciendo el doble de lo que la mayoría de los cristianos están
haciendo. Esa sería una forma de recibir la doble porción que muchos de nosotros deseamos recibir.
LA MONEDA DEL CIELO Y LA MONEDA DE LA TIERRA El dinero es el medio de intercambio para todas las cosas terrenales. Y una palabra de fe hablada con poder del Espíritu Santo es el medio de intercambio de todas las cosas celestiales. Hablar en lenguas es la clave de nuestra victoria, porque la fe es la victoria que ha vencido. La fe es la moneda de los cielos así como el dinero es la moneda de la tierra. Si una persona tiene suficiente dinero puede comprar cualquier cosa que el hombre tiene para ofrecer. Si una persona tiene suficiente fe que puede conseguir todo lo que el cielo tiene que ofrecer. Jesús no puso ninguna limitación en las posibilidades de lo que la fe puede adquirir. Jesús dijo. “Si puedes creer, todo es posible” (Marcos 9:23). El apóstol Pablo reveló que “Dios es capaz de hacer mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros” (Efesios 3:20). Judas 1:20 declara que el orar en lenguas genera la fe en un individuo. “Amados, edificándoos sobre vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo”. Esto carga el espíritu del creyente y lo edifica en su santísima fe. Este poder espiritual es como producido como la poderosa electricidad en una represa. El agua que sale de la compuerta de agua a través de la turbina gira la gran dínamo que genera energía eléctrica. Cuanto más oramos en nuestro idioma espiritual, mas cargamos nuestro espíritu con fe y poder. Dios es poderoso para hacer todas las cosas en nosotros y a través de nosotros, pero cuánto se puede hacer es de acuerdo a la cantidad de fe y poder que tenemos dentro de nosotros. Entre más formas más podamos encontrar para aumentar la fe y poder de Dios dentro de nosotros, más poderosos y productivos podemos ser en nuestras vidas y ministerios. Para aumentar nuestra fe, debemos saber lo que produce la fe, su área de operaciones y lo que la activa. La ubicación y el funcionamiento de la fe están en el corazón y en la boca. La palabra
de fe está en su corazón y boca, con su corazón lo cree y con la boca lo confiesa. Por lo tanto, hablar, ya sea en nuestra lengua materna o una lengua desconocida, es el factor determinante en nuestra vida victoriosa. Es por eso que el libro de Judas dice a los cristianos que se edifiquen a sí mismos en la santísima fe, orando en el Espíritu Santo con sus lenguas espirituales de oración. Examinemos ahora la dínamo y veamos su aplicación a la vida espiritual cristiana electricidad al girar las bobinas en un campo magnético. El profeta Ezequiel tuvo una visión de cuatro ruedas y las cuatro tenían la misma semejanza. Su apariencia y su obra eran como rueda en medio de rueda. Hacia donde el espíritu les movía que anduviesen, andaban, porque el espíritu de los seres vivientes estaba en las ruedas (Ezequiel 1:16-21). Una dinamo es como una rueda que gira en medio de una rueda. Y dondequiera que el lenguaje del espíritu quiere ir a la dinamo va, porque el Espíritu del Creador está en la dinamo. Ezequiel tuvo una visión de una rueda en medio de otra rueda, pero nosotros tenemos la rueda espiritual en medio de otra rueda en nosotros, nuestro espíritu dínamo.
LA DÍNAMO – NUESTRO SER ESPIRITUAL INTERNO UNIDO CON EL ESPÍRITU SANTO La dinamo está situada en el corazón de la represa. Es como 80 un generador gigante. La dinamo es la máquina que genera La dínamo es tipo del espíritu humano redimido que se ha hecho uno con el Espíritu Santo. Cuando nacemos del Espíritu y luego bautizados con el Espíritu Santo, Él se convierte en uno con nuestro espíritu y hace de nuestros cuerpos sus cuerpos. ¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo?... el que se une al Señor, un espíritu es con él… ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios (1Corintios 6:15,17, 1920).
Nuestro espíritu redimido, saturado con el Espíritu Santo, es el dinamo de nuestro ser, donde todos los dones, gracias, poder y los atributos de Cristo son generados dentro y a través de nosotros. La dinamo es activada y sostenida por el movimiento giratorio de la turbina. Cuanto más la turbina opere, mas poder genera la dinamo. Recibí una buena ilustración de este proceso después de que trasladé la sede de la Red de Ministerios Christian International de Arizona a la península de la Florida en 1984. Nosotros compramos veinte acres de tierra, que incluían diecisiete hectáreas de bosques y dos lagunas pantanosas. Así que compramos una gran excavadora CaterpillarTM 1952 81 para limpiar el bosque y hacer los dos pantanos unos estanques. Tenía un motor diesel con grandes pistones que daban el poder para su funcionamiento. Una batería no era lo suficientemente poderosa como para arrancar ese gran motor. Hubiera tomado unir muchas baterías, pero no había suficiente espacio disponible para muchas baterías en la CaterpillarTM. Así que los constructores colocaron un motor más pequeño en la gran máquina. Era un motor un poco más grande que el de una cortadora de césped. Cuando quisimos arrancar la gran CaterpillarTM, tuvimos que arrancar primero el motor más pequeño. Era llamado “motor pony”, ya que se utiliza para activar la energía del caballo del motor grande, de hecho, tuvimos que tirar de una cuerda para hacer arrancar el motor pony. Queríamos arrancar el motor en pony y acelerar a gran velocidad y luego tirar de la gran palanca que comunica con el gran motor. Los pistones que habían estado fríos y parados, comenzaron a moverse con el humo que salía del tubo de escape. Cuando el motor se calentó y todos los pistones se movían en un poderoso ritmo, podíamos entonces utilizar la máquina para llevar a cabo todo lo que tenía que hacer para preparar nuestra tierra para ser habitada. Nuestra lengua espiritual es nuestro motor pony que activa los poderosos dones del Espíritu Santo. Cada poderoso ministro a quienes les he hablado durante mis cincuenta y seis años de
ministerio y que tienen un ministerio en el que operan milagros, dijo que él (o ella) ora durante horas en lenguas en la tarde antes de ir a una reunión para ministrar milagros a la gente.
UN EJEMPLO DE PROFETIZAR Puedo dar un testimonio personal de cómo funciona esto. La profecía es uno de los dones del Espíritu Santo. Comencé a manifestar este don en 1953. La mayoría de las veces, profetizaba a la congregación en general o profetizaba con otros ministros en el presbiterio profético. Pero en 1973 Dios soberanamente me soltó en una dimensión mayor del ministerio profético. Durante los últimos veinte años di profecías personales a no más de quince personas en un escenario, pero cuando Dios me activó en esa nueva unción, profeticé a cientos de personas durante un servicio. Era un fluir interminable del río de la palabra profética. Para continuar profetizando hora tras hora, tenía que mantener mi espíritu cargado orando en lenguas entre profecía y profecía. Por lo general, hablo en lenguas durante un tiempo antes de comenzar a profetizar. Una mujer me habló diciendo: “Si usted no gastara tiempo orando en lenguas podría tener tiempo para profetizar a más personas”. Le expliqué que cuando yo empezaba a profetizar, y también cuando físicamente me cansaba, necesitaba arrancar el motor pony por un momento para que me diera el poder para hacer que el gran motor de pistón de la profecía funcionara con el poder
ACTIVA TU MOTOR PONY Orar en nuestro idioma espiritual tiene el poder de activar los dones del Espíritu que están dentro de nosotros. Nuestro espíritu es como la batería que no tiene el poder de activar los dones del Espíritu, pero nuestro espíritu empoderado por el motor pony de hablar en lenguas tiene el poder de activar y manifestar los dones sobrenaturales del Espíritu Santo. Nuestro espíritu humano redimido debe creer y nuestra boca y manos deben tomar acción para hablar e imponer las manos sobre la gente. Difícilmente algún cristiano manifiesta los milagrosos dones espirituales sin antes recibir el don del Espíritu Santo. Sin embargo,
es increíble que la mayoría de los 600 millones de cristianos que han recibido el don del Espíritu Santo con la evidencia de hablar en lenguas, no manifiesten los dones sobrenaturales del Espíritu Santo. ¿Por qué es esto? Hay varias razones. Los cristianos no tienen una buena comprensión del poder y el propósito de hablar en lenguas. No utilizan el hablar en lenguas en todas las formas en que Dios quiere. Hay una falta de revelación del poder y la autoridad que el Espíritu Santo trae cuando bautiza a un creyente. Los santos no utilizan las herramientas que Dios les dio para acceder y activar el poder de Dios. Debemos creer que tenemos lo que Dios dice que tenemos y que podemos hacer lo que la Palabra de Dios dice que podemos hacer. Jesús dijo que aquellos que creen, pueden hacer las obras que Él hizo. La fe en Dios funciona –ya sea que se hable en lenguas o no. Sin embargo, la Biblia declara que nos edificamos nosotros mismos en la santísima fe, orando en el Espíritu Santo / lenguas (Judas 1:20). Tenemos todo el equipo espiritual para producir el poder de Dios como se muestra en la ilustración de la represa con su equipo para producir energía eléctrica con el agua, turbinas y dinamos. La turbina girando en la compuerta de agua funciona con la dinamo de la misma forma que el motor pony lo hacía con el poderoso motor de Caterpillar TM. La dinamo produce el poder, pero necesita las turbinas para arrancar. Después las turbinas se utilizan según sea necesario para mantener el funcionamiento de la dinamo. Jesús nos dio el hablar en lenguas como nuestra turbina para activar nuestra dínamo interior, que es nuestro espíritu redimido y bautizado. Estas son todas las partes y funciones de nuestra propia planta de energía. No dependemos de fuentes y circunstancias externas. Tenemos la habilidad de activar y generar los atributos, la presencia y el poder de Dios en cualquier momento en que abramos la compuerta de agua y dejemos que el agua a su vez haga girar nuestra turbina. Esto activa nuestra dínamo para generar cualquier atributo del Espíritu Santo que necesitemos. Sí, hablar
84 en lenguas con nuestro lenguaje
espiritual es una de las llaves principales de las que Jesús dijo que daría para abrir el Reino de Dios a nosotros (Mateo16: 19).
CONVERSIÓN DE LO NATURAL A LO ESPIRITUAL Hay una verdad muy importante y relevante en la definición de una dínamo”. Una dinamo es una máquina eléctrica que convierte la energía mecánica en eléctrica” El funcionamiento de la dínamo toma el funcionamiento mecánico de la turbina y lo convierte en poderosa electricidad. Una operación natural que puede ser vista y oída activa una poderosa fuerza invisible que puede ser llevada en las líneas eléctricas. Esta energía eléctrica se puede utilizar para muchas cosas. El proceso de hablar en un idioma que no entendemos a veces se siente como una actividad un tanto mecánica. Pero la oración en nuestra lengua espiritual nunca es inútil o una pérdida de tiempo. Porque hablar en lenguas activa nuestra dínamo espiritual en el corazón de nuestro ser que convierte nuestra energía mecánica de hablar en lenguas, de una forma natural a una espiritual, un poder sobrenatural que puede ser utilizado para poderosas obras. Nuestra boca y manos son como las líneas eléctricas para llevar el poder de Dios a los demás. Ese poder nos permite cumplir con el mandato de Cristo de poder imponer las manos sobre los enfermos y sanarlos y hablar las poderosas palabras de vida que transforman vidas. Hablar en lenguas, a veces puede parecer mecánico y natural, pero sigue haciendo su labor de activar nuestro espíritu interior para ser cargado personalmente de poder para bendecir y ministrar las obras de Cristo a los demás.
LA DÍNAMO GENERA DUNAMIS Jesús dijo que sus creyentes recibirían poder, cuando fueran bautizados con el Espíritu Santo. La palabra griega para la palabra Española “poder” es dunamis: “Denota una habilidad, capaci85 dad inherente, habilidad para realizar cualquier cosa”1. Cuando dunamis es traducido como “habilidad” significa: El poder o la habilidad que residen en una persona, es el poder en
acción, por ejemplo, cuando se realizan milagros, a veces es utilizado en lugar del milagro o señal en sí. Esto ocurre 118 veces en el Nuevo Testamento. Dunamis también se traduce como abundancia, acción, fuerza, poder, la violencia, la virtud y trabajo2. Usando nuestro ejemplo de la planta de producción de energía, Jesús estaba diciendo que cuando recibimos nuestra turbina también recibimos nuestra dínamo. Pero recibiréis poder (dunamis, dínamo) cuando reciban sus otras lenguas (turbina, habilidad para orar con su lenguaje espiritual). He hablado y entrevistado a algunos de los ministros más conocidos que manifiestan los milagros en sus ministerios, tal como Oral Roberts, Benny Hinn, Reinhard Bonnke y Guillermo Maldonado. La mayoría de ellos dicen que pasan horas orando en lenguas antes de ir a una reunión en la que planean predicar y hace milagros. Hacen esto por dos razones principales: cargarse con el poder de Dios, el cual se genera en sus seres, mientras esperan en el Señor y oran en lenguas para recibir palabras de conocimiento y sabiduría sobre lo que el Santo Espíritu quiere que ellos hagan. He dado conferencias junto con Guillermo en grandes reuniones. Él siente que una de las llaves que Dios le ha dado para tener fe para hacer milagros es escuchar la palabra del Señor en cuanto a las necesidades que Jesús quiere satisfacer primero. Orar en lenguas enciende la luz de la revelación en nuestras mentes, lo que nos permite oír la voz de Dios y ver lo que Cristo quiere hacer en una reunión. Cuando usted sabe que está haciendo lo que Jesucristo quiere hacer en ese servicio, eso activa su fe y da confianza de que todo lo que usted tiene que hacer es ser un instrumento en la mano de Dios para que Él lleve a cabo su obra. 1 W. E Vine, Diccionario Expositivo de Palabras del Nuevo Testamento (McLean, Virginia,: Editorial MacDonald, 1940), 737.86 2 Ibíd., 3.
EL EVANGELIO DEL REINO SERÁ PREDICADO Mientras los cristianos reciben revelación sobre cómo utilizar correctamente el lenguaje espiritual y aumentar su fe en Dios y el
poder del Espíritu Santo dentro de ellos, entonces empezaremos a ver el milagroso poder de Dios manifestado en todo el mundo. Mi pasión es ver a cada cristiano manifestando a Cristo Jesús en la plenitud de su vida y poder. Entonces el mundo verá a Jesucristo como el único, verdadero y todopoderoso Salvador y Dios. Ellos proclamarán que ninguna religión, filosofía o un llamado dios es como Jehová Dios y su Hijo Jesucristo. Que los santos manifiesten lo sobrenatural y demuestren el Reino de Dios, hará que la gloria de Dios llene la tierra como las aguas cubren el mar (Habacuc 2:14). Esto producirá el más grande avivamiento y cosecha de almas jamás registrada en la historia de la Iglesia. Jesús dijo que el fin no podía llegar y Su regreso no podía tener lugar hasta que el evangelio del Reino fuera predicado en todo el mundo para testimonio (Mateo 24:14). El evangelio del Reino es más que el evangelio de la salvación. El evangelio de la Salvación es la proclamación de la muerte, sepultura y resurrección de Jesucristo. El evangelio del Reino es la demostración del Señorío de Jesucristo sobre el pecado, la enfermedad, los demonios, las personas y las naciones. La mayor parte del ministerio de Jesús se componía de la predicación y demostrar el evangelio del Reino, que incluye la declaración y demostración de que los reinos de este mundo están destinados a ser los reinos de nuestro Señor Jesucristo y de su Cristo de la Iglesia (Apocalipsis 11: 15). 87
EL TRANSFORMADOR—SABIDURÍA PARA DISTRIBUIR EL PODER La definición de transformador es: “Aparato en circuitos de corriente alterna que sirven para cambiar la corriente de alto voltaje a una de menor voltaje, o una corriente de baja tensión a una de mayor voltaje. Un dispositivo que cambia el voltaje AC. También se llama un adaptador de corriente”. Un transformador puede tener un flujo de miles de voltios de electricidad de una planta eléctrica para una ciudad o una comunidad que tiene necesidad de energía. Un transformador más
pequeño disminuye la tensión hasta 220 y 110 voltios, como va a las casas individuales. El Espíritu Santo fluye de Dios con millones de voltios del poder de Dios. Pero los individuos no son capaces de recibir y distribuir tanto poder. El Espíritu Santo es el transformador principal que distribuye los dones sobrenaturales a los santos individuales en función de su capacidad para recibirlos y manifestarlos. A todos los santos llenos del Espíritu Santo se les da una porción de la obra del Espíritu Santo para que la manifiesten. Al apóstol Pablo le tomó tres capítulos (12, 13 y 14) en su primera carta a la Iglesia de Corinto para explicar el fluir actual del Espíritu Santo. Estos capítulos se podrían llamar el transformador / sabiduría principal de Dios para el control, dirección, y uso personal del don de lenguas y el uso grupal de los dones del Espíritu Santo. Los dones son distribuidos a los creyentes de acuerdo a la sabiduría y la voluntad del Espíritu Santo. Los dones y talentos son dados de acuerdo a la capacidad del individuo de usarlos, manifestarlos, y ministrarlos (Mateo 25:15).
DIVERSIDAD DE DONES Los siguientes pasajes seleccionados de 1Corintios 12:1-11 88 describen el funcionamiento de los dones del Espíritu Santo. “Los dones espirituales” y “manifestaciones del Espíritu” son términos que expresan esta misma operación. No quiero, hermanos, que ignoréis acerca de los dones espirituales… hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo… Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para rovecho. Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu; a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades or el mismo Espíritu. A otro, el hacer milagros; a otro, rofecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas. Pero todas estas cosas las hacen uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere.
Tenga en cuenta que la última instrucción declara que esto es obra
del Espíritu Santo y él determina la capacidad de cada santo individual. Entonces, de acuerdo con su sabiduría, Él distribuye uno o más de los dones a cada miembro del cuerpo de Cristo. Jesús transmitió esta verdad en su parábola de los talentos, “un hombre llamó a sus siervos y les entregó sus bienes. Y a uno le dio cinco talentos, a otro dos y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad” (Mateo 24:14-15). Tenga en cuenta que el talento se da de acuerdo a la capacidad de los servidores. El Espíritu Santo es el único que sabe si tenemos la capacidad de manifestar un, dos o cinco dones del Espíritu. Él es el transformador que determina cuánta energía llega a nuestras casas. Algunas traducciones llaman a los nueve dones en 1Corintios 12, las nueve gracias del Espíritu. Eso funciona siempre y cuando se tenga una comprensión completa de la gracia divina. La gracia de Dios es inmerecida, es preparación divina sobrenatural. Ya sea que los llamemos, dones, gracias o manifestaciones, son habilidades divinas dadas libremente por voluntad y sabiduría del Espíritu Santo.89 Hay varias verdades importantes reveladas en estos tres capítulos de 1Corintios. Los cristianos no deben ser ignorantes (carecer de un conocimiento práctico) acerca de los dones espirituales. La mayoría de cristianos es ignorante de la existencia y el funcionamiento de los dones espirituales. Y la mayoría de los cristianos llenos del Espíritu, que hablan en lenguas, no tienen un conocimiento práctico de los dones del Espíritu Santo; los dones del Espíritu fueron dados a la Iglesia para ser manifestados durante toda la era de la Iglesia. Estos nueve dones mencionados aquí revelan la naturaleza de Dios al igual que lo hacen los nueve atributos llamados el fruto del Espíritu que hacer (Gálatas 5:22-23). Por ejemplo, los nueve dones del Espíritu pueden ser ubicados en tres categorías, cada una con tres dones. Los dones de diversidad de lenguas, interpretación de lenguas y la profecía son categorizados como los dones vocales. La palabra de ciencia, la palabra de sabiduría y el discernimiento de espíritus son los dones de revelación. Los dones de sanidad, el don de la fe y de operación de milagros son los dones de poder. Los nueve dones revelan que la naturaleza de Dios es hablar, revelar y demostrar su gran poder. Es la naturaleza eterna de Dios comunicarse por medio de expresión verbal. Él siempre estará revelando a su pueblo más de sí mismo y sus maravillosas obras. Y el Dios Todopoderoso continuará mostrando su poder por toda la
eternidad. Los dones revelan y demuestran la naturaleza y los atributos de Jesucristo. Ellos son el amor de Dios en acción. Es bueno decirle a una persona enferma, “Te amo y siento que estés enfermo”, pero es mejor decir: “Te amo, y en nombre de Jesucristo ¡sé sano!” Prefiero tener a alguien con fe sanadora en lugar de sus palabras de simpatía amorosa.
ÚSALOS O PIÉRDELOS Debemos tener un conocimiento práctico de los dones. Todo santo lleno del Espíritu tiene uno o más dones para ministrar la vida de Cristo a los demás. No es tan importante que don tengamos como regalo sino nuestra fidelidad en usar el don y cumplir el propósito de Cristo al darnos esa divina habilidad. Recibir un don y luego no utilizarlo no es cosa de la luz con el Señor. La persona que recibió sólo un talento / un don, pero se negó a utilizarlo no recibió el elogio de “bien hecho, buen siervo y fiel”. Más bien, el maestro lo llamó un siervo malo y perezoso. Tomó el único talento que tenía y se lo dio al hombre que usaba sus cinco y se los duplicó a diez. Entonces Jesús estableció el principio divino de que aquellos que utilizan lo que se les ha dado, recibirán más, pero a los que no usan sus dones se les quitarán y se les darán a otros. Aquí es donde he desarrollado la declaración con respecto a los dones que recibimos, “úsalos o piérdelos.” Durante treinta años hemos llevado a cabo seminarios y las escuelas del Espíritu Santo, donde se enseña y activa a los santos en sus dones del Espíritu Santo. Enseño sobre el principio de que si usted no usa su don, entonces Dios lo quitará de usted y se lo dará a aquellos que están usando sus dones. Entonces desafío a los asistentes con estas declaraciones: “Quiero llegar a un acuerdo con usted, en que si no va a usar sus dones para bendecir a otros, entonces cuando salga de aquí para ir a casa sus dones se quedarán conmigo y mis colaboradores”. Ellos se ríen, pero llevan a casa el hecho de que los santos deben realmente avivar sus dones siendo activados y entrenados para usar sus armas de guerra contra el enemigo y para satisfacer las
necesidades del pueblo de Dios. Las Escrituras dicen “procurad los dones espirituales” y “avivar el don de Dios que está en ti” y “cada uno según el don que ha recibido minístrelo a los otros como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios” (1Corintios 14:1,12, 39, 91 2Timoteo 1:6; 1Pedro 4:10). Me permito recordar a las personas que no están dispuestas a cumplir con estas órdenes lo que Jesús dijo al siervo perezoso, temeroso que no usó su talento, “y al siervo inútil echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes” (Mateo 25:30). No comprendo del todo lo que esto significa, pero ¡yo no quiero saberlo por experiencia!
LA MOTIVACIÓN PUEDE SER AMOR O TEMOR Si un santo no puede ser motivado por el amor y el deseo, entonces trato de motivarlo con un temor reverencial a Dios. Hebreos 2:3-4 declara, “¿Cómo escaparemos nosotros si descuidamos, los dones del Espíritu Santo?” [AP-los dones del Espíritu Santo, son parte de nuestra “gran salvación”]. Todo el mundo es motivado por el miedo de perder o la esperanza de ganar. Si un santo no puede ser motivado por la esperanza de obtener la recompensa por la fiel obediencia, entonces debe estar motivado por el temor de la pérdida que viene con la desobediencia. Hay que estar motivado por el amor o el temor de Dios, pero hay que estar motivados para utilizar su don. Las consecuencias de ignorar los dones espirituales y no usar los dones espirituales de uno son muy graves y costosas. Lo que motiva a una persona a tomar la decisión correcta no es tan relevante como el hecho de haber tomado la acción correcta. Es como estar motivado para recibir el don de la vida eterna. Yo estaba motivado principalmente a obtener la salvación, no por un gran amor a Dios, sino por el temor de ir al infierno. Por eso comencé a servirle a Dios, pero desde hace décadas sirvo a Dios a causa de mi amor y agradecimiento a Jesucristo. Ahora, después de más de medio siglo de servir a Dios, estoy convencido de que Jesucristo es el único camino para estar, la única
verdad para creer y la única vida para vivir. Tengo la esperanza de ganar el cielo y anular el infierno, pero si no hay infierno que escapar o cielo que ganar, la vida de Jesús sigue siendo la única vida que quiero vivir ahora y para siempre. No es tan importante la forma en que están motivados, como lo es para nosotros estar motivados para hacer la voluntad de Dios. Es la voluntad de Dios para cada cristiano lleno del Espíritu manifestar los dones del Espíritu. Hay muchos más puntos que podrían cubrir, pero la idea principal de esta ilustración es que el Espíritu Santo es el transformador que determina cuantos dones recibimos y la cantidad de energía entra en nuestra casa
EL FUSIBLE / INTERRUPTOR ENCENDIDO = FE, APAGADO = INCREDULIDAD, QUEMADO = TEMOR La definición de fusible es: “Dispositivo de seguridad que consiste en una tira de alambre que se funde o se rompe en un circuito eléctrico si la corriente excede un nivel seguro”. La definición del interruptor es: “Dispositivo que se utiliza para abrir o cerrar el paso de corriente eléctrica en un circuito”. Cada operación eléctrica tiene un interruptor para activar el flujo de la corriente eléctrica, encendido y apagado. En grandes plantas eléctricas, los interruptores son palancas gigantescas, pero en una casa o negocio hay pequeños interruptores de plástico. Para que las luces se enciendan en una casa el interruptor tiene que estar encendido. Puede haber energía más que suficiente en una planta, negocio o casa para operar todas sus máquinas y aparatos, sin embargo, si el interruptor no está encendido, nada funciona. La fe es nuestro interruptor espiritual. Pero una persona tiene que saber dónde está ubicado el interruptor y como funciona. La Biblia declara que la fe está ubicada en nuestro corazón y boca (Romanos 10:8-10). La fe es el interruptor que conecta y activa el poder de Dios para que fluya a través de nosotros para hacer las obras de Cristo. Si no creemos que seamos lo que Cristo Jesús dice 93 que
somos y que podemos hacer lo que Jesús dice que podemos hacer, entonces no podemos activar el interruptor de la fe. La fe viene por el oír la palabra rema de Dios. Cuando recibimos la revelación y la inspiración del Espíritu sabemos que el interruptor está totalmente conectado con el poder. Entonces tenemos la fe para encender el interruptor para comenzar a operar cosas. La fe sirve para encender. La incredulidad mantiene el interruptor apagado, no permitiendo que la energía haga funcionar las cosas. La Biblia dice que los hijos de Israel no podían poseer la tierra prometida de Canaán a causa de la incredulidad. En esa tierra estaba la abundancia de todo lo que necesitaban. Pero a causa de la incredulidad, no encendían el interruptor para que el poder estuviera disponible para tomar la abundancia de la riqueza de Canaán. La fe es el interruptor que activa y opera (Hebreos 3:18, 4:1). Los dones del Espíritu son soberanamente dados por la voluntad y decisión del Espíritu Santo, pero son activados y operados por la fe. El Espíritu Santo trae la energía hasta el interruptor de la fe, pero si la fe no se activa, es decir, si nadie toma acción, entonces, ningún poder es manifestado. Uno de los dones / manifestaciones del Espíritu Santo es la profecía. Romanos 12:6 dice que si nuestro don es el de profetizar, entonces, “úsese conforme a la medida de la fe”. El don de la vida eterna es la voluntad de Dios para todo el que quiera creer y recibir, y el don del Espíritu Santo y los dones del Espíritu son la voluntad soberana de Dios para todos sus hijos. Sin embargo, se necesita fe para apropiarse de cualquier don de Dios. Porque por gracia, somos salvos por la fe. Jesús continuamente dijo esta verdad a las personas que experimentaron el poder de Dios: “Tu fe te ha salvado”, “de acuerdo a su fe os sea hecho”, y “Si puedes creer, todo es posible para aquellos que ejercitan su fe para creer” (Mateo 9:22, Marcos 94 5:34,
10:52 y Lucas 8:48, 17:19, 18:42, Mateo 9:29; Efesios 1:19). Tenemos el derecho y la autoridad para accionar el interruptor ya sea encendido o apagado. Para activar el interruptor de la fe, simplemente hay que creer que Jesús quiso decir lo que dijo y dijo lo que quiso decir, y que Dios hará lo que dijo que haría cuando confiamos en y actuar en su Palabra.
Un fusible quemado: Cuando hay un corto o una sobrecarga de electricidad a un fusible, éste se derrite o se rompe la tira de alambre que permite la transferencia de electricidad. Esto se conoce como un fusible quemado. El miedo es un quemador de fusibles, corta el circuito de nuestra fe. Un pequeño fusible fundido puede detener un grande y poderoso motor de su función. El miedo es una de las grandes cosas que nos impiden movernos en lo sobrenatural. 1Juan 4:18 declara que en el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor. Romanos 5:5 declara que el amor de Dios es derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo el cual nos fue dado. Y Judas 1:20-21 dice que debemos mantenernos en el amor de Dios, orando en el Espíritu Santo. Romanos 5:5 declara que el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo cuando oramos en nuestro lenguaje espiritual. Así que de nuevo vemos cómo orar en lenguas juega un papel vital en la constancia de tener una vida y ministerios victoriosos. Orar con nuestra lengua espiritual satura nuestro espíritu en el amor de Dios. Luego la fe que actúa por el amor puede operar poderosamente en nosotros y a través de nosotros, porque la plenitud del amor echa fuera todo temor. El amor de Dios y la fe mantienen nuestros fusibles conectados para que pueda haber una transferencia adecuada y el funcionamiento del poder de Dios en nuestras vidas. Pablo dijo a Timoteo: “Aviva el don de Dios que está en vosotros... porque Dios no nos ha dado un espíritu de temor, sino de poder, de amor y de dominio propio” (2Timoteo 1:6-7). No debemos permitir que el miedo queme nuestro fusible y corte el 95 flujo de la energía divina a nuestro interruptor, sino que continuamente permitamos que el poder fluya. Con el entendimiento bíblico y un acto decisivo de nuestra voluntad, podemos activar nuestro interruptor de la fe y comenzar a operar en el poder de Dios. El transformador del Espíritu Santo va a determinar la cantidad de energía necesaria y el don necesario para lograr el propósito de Dios.
Recuerde que los fusibles pueden ser reemplazados por fusibles en vivo. La incredulidad puede ser sustituida por la fe, el miedo puede ser sustituido por el amor. La verdad de la Palabra de Dios puede quitar el fusible del miedo y la oración en nuestra lengua espiritual puede colocar el fusible nuevo en su lugar.
70 RAZONES CONTINUACIÓN…
26» Nuestro lenguaje espiritual es la llave principal que abre la puerta a nuestra vida espiritual y todos los atributos de Dios y manifestaciones poderosas del Espíritu Santo. La vida cristiana se vive y se le da poder por la Palabra de Dios y el Espíritu de Dios. Recibimos el empoderamiento por medio de la lectura de la Palabra de Dios y escuchar las predicaciones. El lenguaje espiritual trae la iluminación de la Palabra y produce la fruta y las manifestaciones del Espíritu (Hebreos 4:12; Romanos 10:14, 17; Hechos 1:8; Gálatas 5:22; 1Corintios 12:7-11.).
27» Nuestro lenguaje espiritual es la llave para el almacén de Dios. Hablar en lenguas es la llave que arranca el motor del coche, y orar en lenguas funciona como el pedal de gas que pone combustible en el motor y determina la potencia y la velocidad constante del coche (Mateo 16:19; Hechos 1:8). 96
28» El Espíritu Santo eligió la lengua como el miembro del cuerpo para recibir su don más grande. El Espíritu sabía que la lengua es el miembro más poderoso del cuerpo, porque “la vida y la muerte están en poder de la lengua”. La lengua es la que mayor influencia y control ejerce, es por eso que el freno está en la boca del caballo. Es el pequeño timón el que determina la dirección de un barco. La lengua es una pequeña llama de fuego que puede iniciar un gran incendio forestal. Cuando oramos en lenguas se establece nuestra nueva naturaleza con pasión celestial. La lengua es la única cosa que no puede ser domada por el hombre. Pero Dios puede domarla mediante la inmersión de la lengua en el Espíritu Santo, y luego controlar el habla de la lengua por un nuevo lenguaje espiritual que no es dirigido por la mente natural del hombre, sino por el espíritu del hombre redimido. La lengua que habla en su lenguaje espiritual es el miembro más poderoso en el cuerpo espiritual de Cristo. Hablar en lenguas es como el corazón latiendo y bombeando la sangre que da vida a todo el cuerpo (Santiago 3:2-8; Proverbios 12:18; 15:4; 18:21; Mateo 12:37; Juan 6:63).
29» Hablar en lenguas con nuestro idioma espiritual activa la planta central de producción energética de la hidroeléctrica que el Espíritu Santo coloca dentro de nosotros. Puede ser ilustrado por las diferentes operaciones de una planta de energía, como la gran represa Hoover. El depósito lleno de agua del río representa a un cristiano que se llena con el río de agua viva del Espíritu. La compuerta de agua es la boca que se abre para permitir el fluir de agua. La turbina en la compuerta de agua es nuestra lengua. El girar de las aspas de la turbina es el poder que hace rotar la gran dínamo en el corazón de la presa. La dinamo es lo que genera la energía eléctrica. Ser llenos del Espíritu, abrir la boca, y hablar en lenguas hace que la dínamo comience a funcionar en nuestro espíritu, lo cual genera el poder 97 de Dios dentro de nosotros (Juan 7:38, Hechos 1:8; Efesios 3:20; Salmos 81:10).
30» Jesús dijo: “Pero recibiréis poder, cuando haya venido el Espíritu Santo sobre vosotros” (Hechos 1:8). Tenga en cuenta que recibimos el poder después de que el Espíritu Santo viene y nos da lo que produce el poder. Cuando el Espíritu Santo viene a una persona, Él le da a esa su propio lenguaje espiritual, lo cual es lo que produce el poder. El agua en el embalse de la represa es la misma agua que está en el otro lado de la represa, pero no produce ningún poder hasta que pasa por las turbinas. El embalse del Espíritu dentro de nosotros no produce ningún poder hasta que abramos nuestra boca y empecemos a hablar en lenguas. La turbina de la planta de poder es el hablar en lenguas. Un cristiano bautizado en el Espíritu tiene su propia planta de energía que puede producir la energía que necesita en cualquier momento que él permita que el agua de la vida fluya a través de su boca mediante el hablar en lenguas. Los cristianos bautizados en el Espíritu, nunca les debe faltar el poder para actuar, ya que tienen sus propias plantas productoras de energía dentro de ellos, que producen energía en cualquier momento en que oren en sus lenguas espirituales. “Oraré con el espíritu en lenguas” (1Corintios 14:15).
31» Hablar en lenguas puede parecer mecánico a veces, pero está produciendo la presencia y el poder de Dios en nuestras vidas como lo hace una dínamo. “Una dínamo es una máquina eléctrica que convierte la energía mecánica en eléctrica”. Es una operación natural, que puede ser vista y oída, que produce el poder invisible de la llamada electricidad. Hablar en lenguas es una operación mecánica que puede ser vista y oída, pero que está produciendo en nosotros el poder y la presencia invisible de Dios 98 (Hechos 1:8, 1Corintios 14:4).
32» Un cristiano que no utiliza su lenguaje espiritual, el cual el Espíritu Santo depositó en su interior es como una persona a la que alguien le depositó un millón de dólares en su cuenta y no utiliza su chequera. El millón de dólares (nuestro lenguaje espiritual) que Dios nos depósito no es un único depósito en toda la vida. El Espíritu Santo continuamente mantiene la cuenta llena, siempre y cuando usemos la cuenta para sus propósitos de Reino (Mateo 6:33).
33» Judas 1:20 declara que orar en lenguas edifica y aumenta la fe en el creyente. La fe es el alcahuete de todas las promesas de Dios. La fe es el medio de intercambio para todas las cosas celestiales, de igual forma en que el dinero es el medio de intercambio para todas las cosas terrenales. Una forma importante de aumentar nuestra fe es orar mucho más en las lenguas de nuestro lenguaje espiritual. El don de la profecía es un tipo de la forma en ministramos los dones del Espíritu. “Si el don de una persona es la profecía, que haga conforma a la medida de su FE”. Orar en lenguas aumenta nuestra medida de la fe (Romanos 12:6; Judas 1:20; Marcos 9:23; Mateo 9:29).
34» Un gran motor viejo de una Caterpillar tenía un pequeño motor pony que se utilizaba para arrancar el potente motor grande. Hablar en lenguas es el motor pony del cristiano, que hace arrancar el motor de la manifestación de los dones poderosos del Espíritu (1Corintios 12:8-10; 14:2). 99
C O
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EDIFICANDO Y DESCARGANDO PERCEPCIÓN DE GANANCIA O PÉRDIDA Hay un principio que dice que las personas sólo desean y usan lo que sienten que es valioso para ellos. Nosotros comemos, dormimos y hacemos ejercicio porque nuestro cuerpo necesita estas cosas. Compramos coches, computadores, y teléfonos celulares porque vemos un uso valioso en ellos que crea en nosotros el deseo. En otras palabras, debemos ver el valor y el propósito de algo y la forma en que nos beneficiará antes de que paguemos el precio para comprar y tomar el tiempo para aprender a utilizarlo correctamente. Lo mismo ocurre con los dones de Dios, si es el don de la vida eterna, el don del Espíritu Santo o los dones del Espíritu Santo. Es difícil convencer a los pecadores para que reciban el don de la vida eterna a menos que pueda hacerles ver el valor y la necesidad de aceptar a Jesús para recibir el don. Como vimos en el capítulo anterior, la humanidad es motivada a tomar acción basada en dos cosas: la esperanza de ganar o el temor a perder. La gente debe ver lo que va a ganar o recibir por participar y lo que perdería si no participa. Pablo escribió que convencía a la gente con el amor de Dios, de lo que ganarían, o los motivaba con el temor del Señor, lo que perderían si se rechazaban el evangelio (2Corintios 5:11; Filipenses 3:14; Mateo 13:45-46). Trato de hacer lo mismo al presentar el don del Espíritu Santo. Este libro hará énfasis en todos los beneficios y las bendiciones en la recepción y el uso de nuestra lengua espiritual en todas las diversas formas y propósitos. En caso de que haya unos pocos que no están motivados por lo que van a obtener por medio de recibir y orar en sus lenguas espirituales, cito el pasaje en Hebreos 2:3-4, donde Pablo trataba de motivar a los cristianos hebreos con el temor de la pérdida.
“¿Cómo escaparemos nosotros si descuidamos una salvación tan grande... y los dones del Espíritu Santo?” Jesús hizo lo mismo en Mateo 25:14-30 cuando reveló todo lo que se ganaría si usamos lo que nos fue dado y lo que se perdería si no usamos nuestros talentos o dones. La persona recibía una gran recompensa si el don era usado fielmente y aumentado, pero el siervo que no hizo uso de lo que se le dio fue declarado vago e inútil y luego echado a las tinieblas de afuera, donde será el llanto y el crujir de dientes. Prefiero estar motivado por el amor a la verdad y la esperanza de ganar que por el temor del Señor y el temor de la pérdida. Pero la Biblia dice que Noé fue movido por el miedo y construyó 102 el arca (Hebreos 11:7). Por otro lado, David fue movido por el amor a Dios y destruyó al gigante que se oponía a Israel (1Samuel 17:26, 45). Independientemente de lo que usted necesite para ser motivado, reciba y use su lenguaje espiritual. Recuerde que el lenguaje espiritual fue el mayor don que el Espíritu Santo pudo dar al creyente, al igual que Jesús fue el mayor regalo que Dios pudo dar para la redención del mundo. Vamos ahora a descubrir las muchas maneras en que debemos utilizar este “regalo más grande” que el Espíritu Santo nos ha dado.
EL LENGUAJE ESPIRITUAL –NUESTRO CARGADOR DE LA BATERÍA ESPIRITUAL “El que habla en lenguas se edifica a sí mismo, pero el que profetiza edifica a la Iglesia” (1Corintios 14:4). Pablo declaró por revelación y por su vasta experiencia en el uso de su lengua espiritual que cuando oraba en lenguas se edificaba personalmente. Pero cuando él profetizaba en su lengua materna, y la de los que lo escuchaban, edificaba a la iglesia. La Concordancia exhaustiva de Strong 1 define edificar como aquello que fortalece, instruye y mejora moralmente o intelectualmente. Orar en nuestro lenguaje espiritual fortalece nuestro hombre espiritual, mejora nuestro ser moral e ilumina nuestro intelecto. El término fortalecer transmite varias cosas: 1) Una acumulación gradual, 2) aumento en el tamaño o la intensidad con el tiempo, 3) Cargar una batería para volver a tener plena
potencia. La palabra carga tiene varias aplicaciones que también transmiten lo que orar en el Espíritu hace en un individuo. Cuando oramos en lenguas se produce una acumulación gradual de la vida y el poder de Dios dentro de nuestro espíritu. A medida que continuamos orando en nuestra lengua espiritual, ese poder aumenta en tamaño e intensidad. Cargar una batería es el proceso de almacenamiento de energía química para convertirse en electricidad. 1 Concordancia Exhaustiva de Strong (McLean, Virginia: Editorial MacDonald). 103
Cargar las reservas de energía eléctrica en una batería da el poder para iniciar el gran motor de un vehículo. Cuando oramos en nuestra lengua espiritual, la presencia y el poder de Dios se almacena en nuestro espíritu, lo cual nos da el poder para vivir la vida de Cristo y de manifestar el poder de Dios. Para cargar un arma hay que llenarla con el explosivo que detonará al disparar un arma grande. Jesús prometió que recibiríamos el poder después de haber recibido el don del Espíritu Santo. Uno de los significados de la palabra poder “explosivos”, lo que significa que recibimos el explosivo que necesitamos para detonar el gran arma de los dones del Espíritu (Hechos 1:8).
REVELACIÓN TOMADA DE LA BATERÍA DE UN AUTOMÓVIL Recibí una revelación de esta verdad en 1970, cuando conducía mi camioneta Buick desde nuestra sede en San Antonio, Texas a California. Después de revisar asuntos de mis negocios, subí a mi coche para salir y descubrí que no arrancaba porque la batería estaba muerta. Mi amigo tenía un coche pequeño con una batería de 6 voltios. Dijo que se podía conectar un cable que hiciera puente de su batería a la mía y así arrancar el coche. Sin embargo se descubrió que su batería de 6 voltios no tenía suficiente energía para cargar mi gran batería de 12 voltios, la cual fue diseñada para arrancar mis ocho cilindros, el motor de 430 caballos de potencia. Esto me mostró cómo algunos cristianos no tienen el poder de activar el motor espiritual de alguien más. Son
cristianos de 6 voltios tratando de activar el motor de alguien cuyo motor requiere una carga de 12 voltios. Luego, retiramos la batería del coche y la llevamos a una 104 tienda con un cargador de batería. En aquella época yo no sabía nada acerca de la mecánica o cómo funcionan los carros. Yo estaba muy curioso en cuanto a la forma en cargarían mi batería. El asistente puso mi batería en una máquina que tenía dos cables extendidos y una pantalla en la parte de la caja. Él sujetó uno de los cables en un punto positivo y otro en un punto negativo en la parte superior de la batería. Luego activó un interruptor que dirige un indicador, el cual permaneció en la parte verde en lugar de la roja. Le pregunté por qué hacía eso. Dijo que eso revelaba si mi batería tenía una celda muerta o no. Si era así, entonces él podía durar todo el día cargándola y no tomaría la carga. De inmediato recibí una revelación en cuanto al por qué oraba por algunas personas durante horas y no recibían la carga del Señor. En cada uno de ellos había una celda muerta en sus vidas. La incredulidad y el pecado hacen que las celdas de nuestra batería mueran, lo que dificulta que nosotros recibamos lo que estamos deseando y por lo que otros están orando para que nosotros recibamos. El mecánico luego desatornilló las tapas que cubrían varios agujeros en la parte superior de la batería. En mi curiosidad, el me explicó que estaba revisando el agua en la batería, porque si había poca podría ser un obstáculo para que la batería se cargue. Yo pensé: ¡Ajá! Debemos mantenernos llenos del Espíritu, porque si el río de la vida es muy bajo nuestras baterías espirituales pueden perder su carga y no ser capaces de hacer arrancar nuestros motores espirituales. “El motor debe arrancar antes de que el automóvil
pueda comenzar a moverse y cumplir su objetivo”. Después de que el asistente había llenado todas las celdas con agua, le pregunté cómo podía saber cuando la batería había cargado. Dijo que observando el agua, cuando empieza a burbujear es la prueba de que la batería está tomando la carga de electricidad que fluye en ella
a través de la “imposición de manos” de las dos pinzas. La prueba de que una persona está recibiendo 105 y manifestando el don del Espíritu Santo es cuando empieza a burbujear en otras lenguas. Jesús prometió que el río de la vida burbujear en otras lenguas. Jesús prometió que el río de la vida 39). Me emocioné cuando el agua comenzó a burbujear, por la revelación y la aplicación revelada. Luego me preguntó si quería una carga rápida o una carga larga. Dije que si el generador de mi coche estaba funcionando generaría suficiente energía eléctrica para cargar completamente la batería mientras yo conducía de regreso a Texas. Creo que nuestro generador es el Espíritu Santo obrando a través de nuestra fe y obediencia, el cual fluye vida y poder en la batería de nuestro hombre interior. Eso es lo que Pablo estaba diciendo cuando escribió a los cristianos efesios “para ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu” (Efesios 3:16). Y Judas escribió, “edificándoos sobre vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo” (Judas 1:20). La mayoría de las veces cuando oro en lenguas, visualizo mi cargador de batería (lengua espiritual) que está conectada a la toma del Espíritu Santo. Esa toma es una línea proveniente de la planta de energía universal, eterna, Dios todopoderoso. A medida que continúo orando, Yo sé que mi batería (espíritu / hombre interior) se está cargando con la vida y el poder de Dios. Estoy siendo edificado mientras el Espíritu Santo instruye a mi espíritu y mejora mi moral e ilumina mi intelecto. Una definición para edificar es: período de preparación antes de un evento. Oro mucho en mi idioma espiritual antes de cualquier evento de ministración o cualquier situación en la que se necesita sabiduría y gracia sobrenatural para poder desempeñarme correctamente. Esto es sólo una parte de los beneficios que provienen del mayor regalo que el Espíritu Santo podría dar a un hijo de Dios.
LA ORACIÓN: PRODUCTORA DE PODER Necesitamos entender un punto importante con respecto a nuestro lenguaje espiritual de producción de energía. El motor del coche a baja velocidad, no cargará la batería lo suficiente. Para que la batería
se cargue completamente es necesario que el motor del coche sea acelerado a más RPM. Para que la turbina haga girar la gran dínamo para producir electricidad debe tener un fuete flujo de agua. Como vimos en el ejemplo de la excavadora CaterpillarTM en el capítulo anterior, para que el motor pony hiciera arrancar el gran motor diesel tenía que correr rápido y fuerte. Del mismo modo, orar en lenguas de una manera lenta y baja es bueno para meditar y producir la paz y la presencia reconfortante de Dios. Sin embargo, para producir el poder de Dios y dar una carga extra a nuestro espíritu, debemos orar con más fuerza, velocidad y volumen. Esto podría ser llamado “oración productora de poder”, donde “el celo de Jehová de los ejércitos hará esto” (Isaías 9:7; 2Reyes 19:31). Esto es especialmente cierto cuando nos estamos preparando para la guerra espiritual para derribar las fortalezas del enemigo y para echar fuera demonios que están obstaculizando el propósito de Dios en nuestras vidas y ministerios. Es poderoso, ferviente y apasionado orar para poseer el Reino de Dios. Como las tres ilustraciones representan, para obtener la carga y la potencia máxima de nuestro espíritu, tenemos que orar mucho más fuerte y más rápido en nuestro lenguaje espiritual con el celo del Señor y la fuerza de la fe. Recuerde que las tranquilas aguas en el embalse no producen ningún poder. El agua debe fluir con fuerza a través de la compuerta de agua, haciendo girar la turbina a una velocidad enorme que permite girar la gran dinamo para producir el poder (Colosenses 3:23; Santiago 5:16).
AVIVANDO EL FUEGO DEL DON DE DIOS En 2Timoteo 1:6 Pablo amonestó a Timoteo: “te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti”. En otras palabras, “Timoteo, aviva el don de Dios que está dentro de ti”. Aviva el don. Pablo no explicó cómo Timoteo debía hacer eso, así que Timoteo debió haber sido instruido previamente en como avivar el don. De la enseñanza de Pablo en 1Corintios 12:14, descubrimos lo que él debió haberle enseñado y demostrado a Timoteo. Pablo dijo que
el lenguaje espiritual dado por el Espíritu Santo es el que activa y aviva los dones y las gracias de Dios dentro de los creyentes nacidos de nuevo y bautizados en el Espíritu. Cuando los cristianos oran en sus lenguas espirituales, avivan los dones y atributos divinos de Cristo en su interior. Esto edifica su fe, lo cual les da el valor y la capacidad de actuar. Cada don se da por la gracia de Dios, pero es recibido y activado por la fe del creyente. Hemos visto la exhortación en Romanos 12:6 que aquellos que tienen el ministerio o el don de la profecía deben profetizar en proporción a su fe. Por la gracia de Dios a través de nuestra fe en Cristo Jesús, el don de la vida eterna es activado en nuestro ser espiritual. Lo mismo ocurre con el don del Espíritu Santo y los dones del Espíritu Santo. Todos los dones de Dios son recibidos y operados exclusivamente por la gracia y la fe. Orar en nuestro idioma espiritual derrama más de la gracia de Dios en nosotros y aumenta nuestra fe, lo cual nos permite manifestar personalmente más de la vida de Cristo y el ministrar más del poder de Dios a los demás. No es extraño que Pablo declarara enfáticamente: ¡”Doy gracias a Dios que hablo en lenguas”! De hecho, el resto de la declaración hace hincapié en que no sólo estaba agradecido por su lenguaje espiritual, sino porque hablaba en lenguas mucho más que la mayoría de los cristianos y los demás apóstoles (1Corintios 14:18-22).
LA MAYOR REVELACIÓN CON RESPECTO AL LENGUAJE ESPIRITUAL La razón por la que Pablo oraba tanto en su lengua espiritual es porque él tuvo la revelación más grande de los muchos usos y propósitos de orar en lenguas. Casi el 100 por ciento de lo que sabemos acerca de hablar en lenguas viene de los escritos de Pablo y su discípulo y compañero de viaje, el Dr. Lucas, quien escribió el libro de Lucas y Los Hechos. Esto también se aplica a los dones del Espíritu Santo, los cinco ministerios, la revelación de la Iglesia como cuerpo de Cristo con miembros individuales, el propósito y poder de la resurrección de Cristo, la segunda venida de Cristo, la posición y el poder de los
cristianos sentados en lugares celestiales con Cristo Jesús y varias otras áreas que los otros escritores del Nuevo Testamento no cubren. Agradecemos a Dios por los escritos del apóstol Pablo. Dios debe haber amado mucho los escritos de Pablo para que el Espíritu Santo escogiera catorce de sus escritos para ser libros del Nuevo Testamento más que todo el resto de los escritos de los apóstoles y profetas y otros escritores del Nuevo Testamento. Los cuatro evangelios se refieren a la vida, la enseñanza y el ministerio de Jesucristo. Fueron escritos por Mateo, Marcos, Lucas y Juan. Hechos, la primera de las epístolas, fue escrita por Lucas. Los siguientes catorce epístolas, de Romanos a Hebreos, fueron escritas por Pablo (algunos teólogos no están de acuerdo acerca de la autoría de Hebreos, pero creo que la evidencia apunta a Pablo). Santiago escribió una epístola, Pedro dos, Juan cuatro y Judas una. Puesto que Dios puso tanta importancia a los escritos del apóstol Pablo, debemos aceptarlos como correctos, inspirados por el Espíritu Santo y una verdadera revelación del corazón y la mente de Dios. Pablo es la mayor autoridad con la mayor revelación sobre los muchos propósitos valiosos del Espíritu Santo para dar a los creyentes sus lenguas espirituales.109
DESCARGANDO DESCARGANDO MISTERIOS – LA TRANSFERENCIA DIVINA Dios planeó una manera especial para transferir sus pensamientos y el poder de su mente y corazón a los corazones y las mentes de sus su s hijos. En los últimos años hemos desarrollado una mejor comprensión de este proceso a través de la función de los computadores. La palabra para este proceso en lenguaje informático es descargando. Descargar algo es copiar y transferir datos desde un computador a otro, desde un computador a un disco o desde Internet a un ordenador. Hay una Escritura que revela que el orar en lenguas en nuestro lenguaje espiritual es como el acto o proceso de descarga. Porque el que que habla en lenguas lenguas no habla habla a los hombres, hombres, sino a Dios; pues nadie nadie le entiende, entiende, aunque por por el Espíritu habla habla misterios (1Corintios 14:2).
EL DISCO DURO DEL ESPÍRITU El disco duro de un computador es su disco d isco magnético no removible, con una gran capacidad de almacenamie almacenamiento nto de datos. Un computador central puede transferir a las computadoras individuales, tanta información como los computadores más pequeños sean capaces de recibir. Cuando oramos en nuestra lengua espiritual nos conectamos con nuestro computador central (el Espíritu Santo); Dios, que es como nuestro ordenador principal con una capacidad inagotable de información importante. Cuando la Palabra dice que hablamos misterios significa que Dios está descargando del disco duro del Espíritu Santo a nuestros discos duros (nuestros espíritus). Su verdad se almacena en nuestro espíritu lista para ser proyectada en la pantalla de nuestra mente cuando sea necesario. También podríamos decir que nuestro lenguaje espiritual 110 “actualiza” nuestros deseos, peticiones, adoración, y los anhelos del corazón en el disco duro de Dios. La Biblia dice que nuestras oraciones ascienden a Dios y son almacenadas para su realización en el tiempo y propósito de Dios (Apocalipsis 5:8).
MISTERIOS DEFINIDOS Diccionario Inglés Inglés de Oxford2 define misterio como: 1) Algo que El Diccionario es difícil o imposible de comprender o explicar, 2) Algo escondido en secreto u oscuridad; 3) En la teología cristiana, una creencia religiosa basada en la revelación divina.
La Concordancia Strong dice que los misterios son secretos de Dios, como las profecías del Antiguo Testamento que no se entendieron hasta que Dios les reveló a los apóstoles del Nuevo Testamento. Los misterios son las cosas no naturales o fáciles de comprender. Requieren revelación y aplicación del Espíritu Santo para que la mente natural pueda entender. El misterio Unas pocas frases de las Escrituras revelan esta verdad: El que había estado oculto desde los siglos y edades, pero que ahora ha sido manifestado a sus santos, a quienes Dios quiso dar a
conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria (Colosenses 1:2627). Dios no ha dado dado a conocer conocer el misterio de su voluntad. voluntad. Por revelación me fue declarado el misterio, como antes lo he escrito brevemente, leyendo lo cual podéis entender cuál sea mi conocimiento conocimiento en el misterio de Cristo, misterio que en otras generaciones generaciones no se dio a conocer a los hijos de los hombres, como ahora es revelado a sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu. mí, que soy menos que el más pequeño de todos los santos, me fue dada esta gracia de anunciar entre los gentiles el evangelio de las inescrutables inescrutables riquezas de Cristo, y de aclarar a todos cuál sea la dispensación dispensación del misterio escondido desde los siglos en Dios, que creó todas las cosas. Grande es este misterio (que el esposo y la esposa sean una sola carne); mas yo digo esto respecto de Cristo y de la Iglesia, llegando a ser el cuerpo de Cristo. Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia perseverancia y súplica por todos los santos; y por mí, a fin de que al abrir mi boca me sea dada palabra para dar a conocer con denuedo el misterio del evangelio (Efesios 1:9; 3:3-5, 9; 5:32; 6:19).
Hay varios otros misterios mencionados en la Biblia, como el 2 El Diccionario Inglés de Oxford (Oxford University Press, 1928, 1989). 111
misterio de la iniquidad, el misterio de la fe, el misterio de Dios y la piedad, el misterio de las siete estrellas, el misterio de Babilonia y los misterios finales de Dios que son revelados por los profetas al sonido de la séptima trompeta (Colosenses 2:2; 4:3; 2Tesalonicenses 2:7; 1Timoteo 3:9,16; Apocalipsis 1:20; 10:7; 17:5, 7; Romanos 16:24; Marcos 4:11).
UNA REVELACIÓN PRODUCTO DE CUATRO HORAS DE HABLAR EN LENGUAS En 1953, a la edad de diecinueve años, asistía a la Universidad Bíblica en Portland, Oregón. Un día manejé hasta Salem para ministrar en una Iglesia. Después de la ministración de la enseñanza, todos pasamos al altar para orar. El Espíritu Santo comenzó a moverse en mi oración de una manera que no había experimentado
antes. Yo podía sentir que esto era un mover soberano de Dios que q ue estaba tomando lugar y debía permanecer allí y dejar que el Espíritu Santo hiciera todo lo que debía hacer hasta que su objetivo fuera cumplido plenamente. Me senté con las 112 piernas cruzadas para poder estar lo
suficientemente cómodo
como para no causar distracción. Terminó siendo una sesión de cuatro horas que duró hasta bastante tiempo después de la medianoche. Pasé todas las cuatro horas orando continuamente en lenguas. Yo había orado en una variedad de lenguas después de recibir el don del Espíritu Santo. Sin embargo, esta fue una nueva experiencia. En mi mente natural, era como si estuviera escuchando a dos personas distintas mantener una conversación. No tenía entonces la terminología para explicar lo que estaba pasando, pero hoy puedo decir que mi espíritu estaba conectado con Dios y Dios estaba descargando en mi disco duro espiritual. Esto es lo que estaba sucediendo. Mi espíritu oraba por mi boca por cuatro o cinco minutos en un idioma que sonaba suave y romántico, como el francés, español o italiano. Este lenguaje era expresado en un tono de súplica, ruego, petición. Después de un corto período de tiempo, mi lenguaje espiritual iba cambiando a un tono más profundo, más duro, más autoritario, como un idioma africano, alemán o ruso. Podía sentir el cambio de mi espíritu hablando con Dios, y luego Dios hablando a mi espíritu. La suya era una voz instructiva, ordenando como dando instrucciones e información importante. Se sentía como si estuviera diciendo: “Ten cuidado con esto, y ten cuidado de eso. Esto va a suceder, y cuando lo haga, yo os guiaré. No temas”. El idioma no fue entendido por mi mente natural, pero mi espíritu me transmitió la esencia de lo que se hablaba. Esto continuó durante cuatro horas seguidas. Unos cuatro meses después, hubo una gran conmoción en la Universidad Bíblica. Cinco de nuestros profesores se habían ido de la universidad. Los estudiantes estaban en una gran confusión en
cuanto a qué hacer. Nos preguntamos, “¿Está errado el presidente del Instituto Bíblico? ¿O son los cinco profesores? ¿Qué saben los profesores que los estudiantes no saben? ¿Por qué ha sucedido esto?” Yo estaba en ayuno y oraba por horas buscando a Dios en ese momento para que me revelara cual era su voluntad para mí.113 Finalmente Dios me habló diciéndome que no tuviera miedo ni me preocupara demasiado, porque él ya tenía todo planeado para mí. Él me dijo: “¿Te acuerdas de cuando oraste esas cuatro horas y tú y yo nos comunicamos en el Espíritu? En ese momento puse en tu espíritu lo que debías hacer. Puse la sabiduría y la gracia que se necesita para tomar la decisión correcta y tomar la acción correcta”. Hoy probablemente Dios hablaría en términos tecnológicos modernos. Diría: “He descargado del disco duro de mi Espíritu Santo en el disco duro de tu espíritu toda tod a la información y la gracia que necesitas. Todo lo que tienes que hacer ahora es confiar en mí, presionar el botón de la revelación y la información se proyectará en la pantalla de tu mente. Pulsa el botón de la fe y serás dirigido por las decisiones correctas y tomarás las acciones correctas. Todo lo necesario ya ha sido impartido y programado en tu espíritu”. “Usando el lenguaje informático Él habría dicho: Programé tu espíritu para pensar y tomar las acciones que te llevarán a cumplir con tu destino”.
INVERTIR EL TIEMPO Un computador sólo funcionará de acuerdo a la programación que se le configura. Cuanto más oramos en nuestro lenguaje espiritual más tiempo y oportunidad damos a Dios para que descargue en nosotros y programe nuestro espíritu para dirigir nuestros n uestros pensamientos y acciones. Cuando oramos en lenguas se revelan misterios a nuestro hombre espiritual y se dan a conocer el secreto de las cosas ocultas. El apóstol Juan declaró que el Espíritu Santo nos muestra las cosas por venir, traer todas las cosas a nuestra memoria, nos ilumina y nos da poder para glorificar a Cristo, manifestar su vida y las obras que hizo Cristo (Juan 16:7-15; 14:12, 16, 26). Si queremos ser edificados en Dios y edificar nuestro espíritu con la
carga del poder de Dios, entonces tenemos que orar mucho en nuestro lenguaje espiritual. Tenemos que utilizar nuestro cargador de baterías espiritual a menudo y asegurarnos de que nuestro generador está funcionando. Orar en nuestro lenguaje espiritual fortalece nuestro hombre interior por su Espíritu. Todas las obras de Dios se logran por medio de su Espíritu y su Palabra. Podemos estar llenos de su Palabra a través del estudio de la Biblia, la memorización de las Escrituras y el escuchar las enseñanzas ungidas y la predicación bíblica. Estamos llenos de su Espíritu, cuando somos bautizados en el Espíritu Santo. El bautismo del Espíritu Santo nos da el don del Espíritu, que es la habilidad de orar en lenguas desconocidas. Orar en nuestro idioma espiritual tiene muchos beneficios. Hemos tratado dos de los principales beneficios, la descarga que se produce del Espíritu de Dios a nuestro espíritu y la edificación de los creyentes en la vida de Cristo y el poder de Dios.
70 RAZONES CONTINUACIÓN…
35» Orar en nuestro lenguaje espiritual carga y da poder a nuestro espíritu interior, así como un cargador de batería carga una batería de automóvil. Cargar una batería es el proceso de almacenamiento de energía química para la posterior conversión en electricidad. La batería almacena la energía eléctrica para que haya el poder para arrancar el gran motor de un vehículo. Orar en nuestras lenguas espirituales almacena la presencia y el poder de Dios en nuestro espíritu, lo cual nos da el poder para vivir la vida de Cristo y manifestar el poder de Dios (1Corintios 14:4; Efesios 3:16).
36» El lenguaje espiritual es el que divinamente activa y aviva la gracia y los dones de Dios en nuestras vidas. “Aviva el don de Dios que está en ti” (2 Timoteo 1:6).
37» Orar en lenguas descarga misterios de la mente de Cristo y los imparte en el disco duro de nuestro espíritu. Orar con nuestras lenguas espirituales sube a Dios nuestros anhelos más profundos deseos, adoración y alabanza (1Corintios 14:2; Juan 16:13-14).
CO
7
ACTIVANDO EL FRUTO DEL ESPÍRITU Los autores de las epístolas escribieron principalmente sobre los creyentes en el cumplimiento de su llamado de ser nuevas criaturas en Cristo Jesús. Ellos enfatizaban en que un cristiano es un ser espiritual nacido de nuevo que vive en un cuerpo de carne mortal. No debemos vivir de los deseos carnales y lo que decida la naturaleza carnal, sino que debemos vivir en el Espíritu y obedecer a los deseos y las decisiones de la naturaleza divina que hemos recibido de Cristo (2Pedro 1:4, Gálatas 5:16-23). Varias Escrituras hablan de que debemos estar muertos al pecado y vivos para Dios. Estoy crucificado con Cristo y ahora ya no soy yo quien vive, sino Cristo quien vive en mí (Gálatas 2:20). Nuestra vida está escondida con Cristo en Dios y Cristo es nuestra vida (Colosenses 3:3-4). Cuando la Biblia habla de caminar y vivir en el Espíritu, está hablando de vivir la vida de Cristo. Cuanto más de su Espíritu es activado en nuestro ser, más de la vida de Cristo tenemos y vivimos. Mi lenguaje espiritual me fue dado cuando mi espíritu fue sumergido / bautizado en el Espíritu Santo. Pablo declaró que cuando oraba en lenguas, “mi espíritu ora, pero mi entendimiento queda sin fruto” (1Corintios 14:14). A pesar de que es mi espíritu el que habla en lenguas, está motivado, cubierto, habilitado y dirigido por el Espíritu Santo. Es un regalo dado a mi espíritu humano redimido, pero no funciona separado del Espíritu de Dios, porque cuando me uno al Señor, mi espíritu nacido de nuevo se vuelve uno con el Espíritu de Dios. 1Corintios 6:17-20 revela: Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él. ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y
en vuestro espíritu, los cuales son de Dios. Nuestro cuerpo y espíritu se vuelven el cuerpo y el espíritu de Cristo, en el cual Cristo vive su vida y manifiesta sus obras en la tierra.
ACTIVANDO EL FRUTO DEL ESPÍRITU La palabra activar significa volver activo o funcional. Es cambiar algo del estado inactivo y hacerlo funcional. La mayoría de los cristianos dejan que el don del Espíritu Santo y los dones del Espíritu Santo que se encuentran dentro de ellos estén inactivos. O bien tienen el deseo de manifestar los dones, pero no saben cómo o son como el siervo que recibió un talento, pero 118 tenía
miedo de usarlo.
A principios de 1980 empecé a enseñar a la gente a usar el don del Espíritu Santo y los dones del Espíritu. 2Timoteo 1:6 fue una de los pasajes principales que utilicé para desafiar a los santos. Como hemos visto, en este pasaje Pablo desafió a que “avivara el don de Dios que estaba en él”. En lugar de citar este pasaje cada vez que enfatizo esta verdad, escojo la palabra que ejemplifica la verdad: “activar”. La palabra activar describe completamente y expresa el mismo significado que “avivar”. Hemos desarrollado más de cincuenta “activaciones” que activan las diferentes manifestaciones del Espíritu que se encuentran dentro de los santos. Una activación es un paso de fe que el creyente toma con el fin de activar una manifestación del Espíritu. La historia de la Iglesia del Nuevo Testamento es llamada el libro de los Hechos. Registra todos los hechos que los apóstoles realizaron para establecer la Iglesia, vivir la vida de Jesús y hacer la obra de Cristo.
LA PRIMERA ACTIVACIÓN – LA ORACIÓN DEL PECADOR
La primera activación establecida en la Iglesia es la “oración del pecador” que repiten y oran los pecadores. Los ministros evangélicos son los que desarrollaron esta activación. Ellos predicaban un mensaje de salvación a la congregación y luego hacían una invitación a los pecadores para que pasaran al frente. El predicador les habría de repetir lo que ellos llamaban la “oración del pecador”. El ministro decía las palabras de arrepentimiento una frase a la vez y los pecadores repetían lo que se les decía. Ellos eran instruidos a creer en su corazón lo que estaban confesando con su boca. Mediante todas estas acciones, pasar al frente, orar, confesar sus pecados y aceptar a Jesús como su Salvador, el ministro les 119
aseguraba que habían nacido de nuevo y sus nombres estaban escritos en el libro de la vida del Cordero. La activación de la oración del pecador imparte el don de la vida eterna en el espíritu de una persona. Ha demostrado ser una activación viable, porque muchos millones de personas durante cientos de años se han convertido en hijos de Dios, orando la oración del pecador. Los evangélicos desarrollaron esta activación para recibir el don de la vida eterna.
LA SEGUNDA ACTIVACIÓN Los pentecostales y carismáticos desarrollaron la activación para que los cristianos nacidos de nuevo recibieran el don del Espíritu Santo con la evidencia de hablar en lenguas. El ministro o líder, primero enseña sobre la realidad bíblica de hablar en lenguas. Luego, los que están interesados en recibir el don piden al Señor que les dé el don del Espíritu Santo con la evidencia de hablar en lenguas. Después, el ministro impone manos sobre ellos, orando y declarando sobre ellos para que reciban el don del Espíritu Santo. Si alguien no empieza a hablar en lenguas de inmediato, entonces él o ella es animada e instruida en la forma de ejercitar su fe para recibir el don (Lucas 11:12-13).
ACTIVACIÓN PARA LOS DONES DEL ESPÍRITU SANTO
Los ministros del movimiento Apostólico–Profético desarrollaron la activación para activar a los santos bautizados en el Espíritu en los dones del Espíritu Santo. El Señor me dio una revelación y una experiencia soberana en la década de 1970 que me permitió desarrollar la activación para que los santos ministraran las manifestaciones del Espíritu Santo. Lo llamamos una “activación” para el ministerio profético porque nos especializamos en 120
el ministerio de profecía. La activación consiste en la enseñanza, activación, y entrenamiento de santos para compartir con otra persona algunos pensamientos del corazón de Dios y la mente de Cristo. Es llamado “compartir de persona a persona” y está basado en 1Pedro 4:10, “Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros...”. Esta activación ha demostrado ser tan verdadera y fácil en activar a los santos en los dones del Espíritu como lo ha sido “la oración del pecador” en la activación del don de la vida eterna.
PROBADO, EXAMINADO Y COMPROBADO He entrenado a otros para utilizar esta activación y ahora nuestros 3000 ministros de Christian Internacional y santos equipados han activado a más de 250,000 creyentes en el ministerio profético. Cuando hablo de ministerio profético-apostólico estoy hablando de todas las manifestaciones del Espíritu Santo. Este ministerio profético es para todos los santos, así como el don de la vida eterna es para todos los pecadores, y el don del Espíritu Santo es para todos los cristianos que han de creer y recibir. El apóstol Pablo declaró: “La manifestación del Espíritu es dado a cada [creyente] uno para el beneficio de todos”. También dijo, “podéis profetizar todos” y “cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios” (1Corintios 12:7; 14:31; 1Pedro 4:10).
LAS ACTIVACIONES EJERCITAN LOS SENTIDO ESPIRITUALES
Ser activado significa que usted está haciendo un ejercicio espiritual que activa sus sentidos espirituales. Hebreos 5:12-14 habla de los cristianos que han llegado a ser tardos para oír y no están creciendo y madurando en la vida y ministerio de Cristo. Ellos se han mantenido como bebés cristianos que sólo pueden participar de la leche y no del alimento sólido. Pero el alimento 121 sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal”. Enseño en nuestras sesiones de entrenamiento que nosotros practicamos “ese” y “ede,” pero no “esp”. Practicamos la activación de nuestra fe, Ejercitando nuestros Sentidos Espirituales (ese) y Ejercitando los dones espirituales (ede), pero no promovemos la práctica psíquica de la Percepción Extra Sensorial ( pes). Discernir el bien es discernir y determinar los pensamientos de Dios, los dones del Espíritu, y lo que es una manifestación del Espíritu Santo. Discernir el mal es discernir una sugerencia demoníaca, incluyendo influencia demoníaca en la imaginación del hombre o en el espíritu y las ideas del hombre natural. El hombre natural que trata que las cosas espirituales se manifiestan desde el campo psíquico y anímico es lo que algunos llaman “estar en la carne” y no “en el Espíritu”.
DISCERNIMIENTO ESPIRITUAL VS EL DON DE DISCERNIMIENTO DE ESPÍRITUS No sólo debemos aprender a discernir entre el bien y el mal, sino que también debemos aprender a discernir lo que es naturalmente bueno, pero no necesariamente celestial. Se requiere de una persona madura y espiritual para poder discernir la diferencia entre una buena idea y una idea de Dios. Discernimiento espiritual no es lo mismo que el don del discernimiento de espíritus. El discernimiento espiritual es una habilidad adquirida a través de la experiencia de ejercitar nuestros sentidos espirituales en activaciones hasta que estén maduros y capacitados para discernir si algo es de Dios o no. Por ejemplo, Zorobabel se preguntaba cómo iba a terminar la
construcción del templo y todo el trabajo que Dios quería que 122 hiciera. La palabra del Señor vino a él con esta declaración, “No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos” (Zacarías 4:6). La fuerza y el poder de la sabiduría propia del hombre no pueden hacer el trabajo de Dios. Se requiere la capacitación y la obra del Espíritu Santo para llevar a cabo la obra del Señor. Una razón por la que este libro es escrito, es para ayudar a los creyentes a recibir más del Espíritu de Dios para que puedan ser más como Jesús y puedan realizar obras mayores que las de Cristo. Tenemos que descubrir lo que activa el poder espiritual para poder aumentar nuestra espiritualidad y discernimiento en conocer la mente de Cristo y manifestar el poder sobrenatural de Dios (1Corintios 2:10-16).
EL GRAN ACTIVADOR Como mencionamos en el capítulo 1, Jesús fue el mayor regalo que Dios pudo encontrar para dar a la humanidad. El Espíritu Santo es el regalo más grande que Jesús pudo dar a la Iglesia. El Espíritu Santo buscó en todo lo que Dios es y en todo lo que Dios tiene para encontrar el mejor y mayor regalo que podría darle a un hijo de Dios que vive en la tierra. El evaluó toda la sabiduría, poder, atributos y recursos de Dios, y todos eran grandiosos, pero ¿podía Él darle a cada persona todo? Al fin descubrió el mayor regalo que podía dar. Era el regalo que podría activar todos y cada uno de los atributos de Dios. Él le daría a cada santo lo que puede activar y apropiar todas las bendiciones de Dios. Sería el gran activador. En ese gran día de la fiesta pentecostal el Espíritu Santo dio a luz a la Iglesia que Jesús había comprado con la sangre de su propia vida. El Espíritu Santo entonces dio a cada miembro de la Iglesia el don personal para ellos. Él bautizó a sus espíritus con la habilidad de orar en un lenguaje de comunicación inteligente. Ellos orarían en lenguas angelicales y de hombres, idiomas nunca aprendidos con sus mentes naturales. Sus lenguas pasarían por alto
sus mentes naturales e irían directamente a Dios. Este don proporcionaría una comunicación de espíritu a Espíritu. Era el regalo más grande y más beneficioso que el Espíritu Santo podría dar a cada hijo de Dios. Los creyentes ahora tendrían otro Ayudador que les favorecería a relacionarse con Dios y apropiarse de todo lo que Jesús proveyó para su Iglesia. El don de lenguas del Espíritu Santo es el gran activador para apropiarse de todo lo que el creyente debe ser y hacer.
CUATRO INGREDIENTES EN LA FÓRMULA PARA ACTIVAR Cada fórmula que produce un resultado deseado tiene que tener los ingredientes adecuados en las cantidades adecuadas. Para producir el agua debe tener los ingredientes de moléculas con dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno o H2O. Todos los químicos conocen la realidad de esto, y también lo hacen las amas de casa que hacen pasteles. Al igual que los ingredientes en una fórmula, hay cuatro principios que intervienen en una activación que deben ser practicados para que funcione. Los tres primeros son la preparación y el fundamento para el cuarto, mientras que el cuarto es el acto real o activación. He utilizado estos cuatro principios para activar a miles en el ministerio profético y los dones del Espíritu Santo. Estos son los mismos cuatro principios que están involucrados en la activación llamada la oración del pecador. Los mismos cuatro principios están involucrados cuando se recibe y se manifiestan los dones espirituales y el fruto del Espíritu Santo LOS CUATRO PRINCIPIOS DE ACTIVACIÓN 1» esCuChaR y entendeR la veRdad bíbliCa sobRe el asunto Romanos 10:17 “La fe viene por el oír y el oír por la palabra de Dios”. Palabra se refiere aquí a un rema «de la palabra Espíritu» se aceleró. Juan 8:32 “Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”. La
verdad de lo que está disponible para nosotros nos hace libres para pensar por ella. Efesios 3:3 “Por revelación me fue declarado el misterio”. Judas 1:20 “Edificándoos sobre vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo”. Orar en lenguas trae revelación y edifica la fe. 2» CReeR en el CoRazón Romanos 10:8-10 La fe está localizada en el corazón, y con el corazón el hombre cree. La razón no puede creer; solo puede reunir material para que la fe sea edificada. Mateo 12:34 De la abundancia del corazón habla la boca. Juan 6:28 ¿Qué debemos hacer para poner en práctica las obras de Cristo? ¡Creer! Marcos 9:23 Si puedes creer, todas las cosas le son posibles al que cree. Juan 5:4 Creer en fe es la victoria y el medio de intercambio para todas las cosas celestiales al igual que el dinero es el medio de intercambio para todas las cosas terrenales. 1Corintios 14:4; Judas 1:20 Orar en lenguas edifica el espíritu y aumenta la fe en el creyente, llevándolo de fe a una fe mayor. 3» hablaR
Con la
boCa
Génesis 1-2: Dios creó toda la creación de la tierra por medio de su palabra hablada. Romanos. 10:8-10 La fe está en la boca y la confesión de la boca produce salvación. Palabras dichas con fe en el corazón activan lo que se habla en la manifestación.125 Salmos 116:10 “Creí, por eso hablé”. Las palabras de la boca revelan la cantidad de fe en el corazón. Las palabras son la vara de medida de la fe. Proverbios 18:21 “La muerte y la vida están en poder de la lengua”. Las palabras que hablamos activan o eliminan la fe, dando lugar a manifestaciones espirituales o a las obras de la carne. 4» tome aCCión Todo nuestro ser unido en la fe que actúa, activa y obtiene. Santiago
2:14-26: Ocho veces la “fe” es declarado muerto (sin fe) sin acción. v.14» La fe sin obras de nada aprovecha. v.17» La fe en sí misma, sin obras es muerta. v.18» Yo te muestro mi fe por mis obras. v.20» ¿Más quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta? v.21» La fe de Abraham estaba trabajando juntamente con sus obras/acciones y por trabajar su se hizo perfecta (no fue la fe sin acción). v.24» Un hombre es justificado por las obras/acción y no solo por la fe. v.26» Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta. e l pRimeR pRinCipio de una activación es tener una buena enseñanza y una buena base sobre el hecho bíblico de que el don es para cada creyente y puede ser recibido por la fe. Un cristiano consciente y sincero no se puede creer algo a menos que esté convencido de que va de acuerdo a la Palabra y la voluntad de Dios. El tema principal de este libro es la comprensión bíblica sobre el don del Espíritu Santo. 126 Cuando
una persona no tiene una comprensión a fondo del
poder y el propósito de orar en su lengua espiritual, entonces rara vez ora en lenguas. Y cuando lo hace, la oración en lenguas no se hace en fe con el entendimiento de lo que se está logrando. Por lo tanto, primero es necesario entender bíblicamente acerca del asunto de hablar en lenguas desconocidas. Cuando la verdad bíblica es entendida, el cristiano es libre de la duda y el temor con respecto al don. Le es dada la garantía y la seguridad para recibir el don de las lenguas espirituales del Espíritu Santo. e l segundo pRinCipio para recibir el don del Espíritu Santo o manifestar las obras sobrenaturales de Cristo Jesús es creer con el corazón. La mente natural no está diseñada para creer. Su trabajo consiste en reunir todas las pruebas de las Escrituras, las enseñanzas, las predicaciones, y testimonios sobre el tema y enviar la
información al corazón de una manera convincente. La Biblia no dice que oír la palabra es la fe, pero sí dice “la fe viene” por el oír y recibir una palabra rema. La fe es como una semilla, se planta en el corazón y es alimenta hasta brotar. Luego, se cultiva hasta que se madura para la cosecha, cuando es capaz de obtener lo que se requiere. La fe viene al lugar donde es fuerte y lo suficientemente positiva para hacer su trabajo. Hay tres niveles de fe: 1) Fe salvadora o la fe inicial de la salvación. 2) El fruto de la fe, al que todo el mundo se le da una medida o una semilla que puede crecer hasta producir frutos comestibles. 3) El don de la fe, que es una de las manifestaciones sobrenaturales del Espíritu. El fruto de la fe es todo lo que es necesario para la mayoría de las activaciones. e l teRCeR pRinCipio es hablar con la boca. El creyente debe saber que el don es para él, y luego creer en su corazón para recibirlo, pero todavía no lo posee sin el principio de activación de hablar con la boca. Con el corazón se cree para justicia (Romanos 10:10). Creer en el corazón pone a la persona en la relación correcta con Dios, la posición correcta, la actitud y el pensamiento correcto. Pero creer con el corazón sin hablar con la boca no nos 127 hace poseer o producir. Con la boca se confiesa para salvación, liberación, producción, posesión, y hasta obtener aquello por lo cual el corazón cree. Si quieres saber cuánta fe tiene usted para lo que ha solicitado en oración, escúchese cuando habla sobre el asunto. La fe habla y llama a las cosas que no son como si fuesen. La fe es una palabra en tiempo presente. ¡La fe es AHORA! La fe es la sustancia o la garantía de lo esperado y la fe es la evidencia de lo que no se puede ver (Hebreos 11:1). La esperanza cree para el futuro, pero la fe cree que por el presente. La fe es motivada por el Espíritu y actúa solamente sobre la Palabra de Dios. Entre más del Espíritu y la Palabra activemos en nuestras vidas más de la presencia y el poder de Cristo tendremos y demostraremos. Orar en nuestro idioma espiritual desempeña un papel vital en la producción del poder y la presencia de Dios en nuestras vidas. el
CuaRto pRinCipio
es tomar acción. Usted puede conocer la verdad,
creer en su corazón y hablar de ello con su boca, pero si usted no toma acción nada sucederá como se supone que es. Según el apóstol Santiago, no hay fe verdadera sin la acción correspondiente. La fe no es simplemente una actitud mental, sino una acción tomada. Todas las acciones puede que no sean motivadas por la fe, pero lo seguro es que uno no puede tener la fe bíblica sin actuar. Porque la fe sin obras de nada aprovecha y es infructuosa (Santiago 2:14-26). De hecho profesar fe sin actuar es algo tan muerto como un cuerpo humano sin un espíritu de vida dentro de él. Hay cuerpos humanos vivos y hay cuerpos humanos muertos. Hay fe muerta e inactiva y hay fe viva y activa. Entonces, ¿cómo activar nuestra fe para que sea viva, rentable y productiva?
ENTENDIENDO LA TERMINOLOGÍA BÍBLICA Orar con el espíritu u orar en el Espíritu Santo es decir lo 128
mismo que orar en lenguas, o con su lenguaje espiritual. Orar en lenguas es una operación espiritual, activa su espíritu en el servicio activo. El fruto del Espíritu mencionado en Gálatas 5:22-23 es originado del Espíritu, son atributos del Espíritu y son una operación del Espíritu. Son tan sobrenaturales como los nueve dones del Espíritu ya que ambos se dan y se manifiesta por el Espíritu. Los nueve dones o manifestaciones del Espíritu que figuran en 1Corintios 12:8-10 se originan en el Espíritu Santo, son manifestaciones del Espíritu y son dones dados a los santos por el Espíritu Santo.
EL LENGUAJE ESPIRITUAL EDIFICA NUESTRA FE Judas escribió una carta exhortando a los cristianos a que se edificaran en su santísima fe, orando en sus lenguas espirituales. “Pero vosotros, amados, edificándoos sobre vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo, conservaos en el amor de Dios” (Judas 1:20). El amor de Dios es derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo, que se nos ha dado (Romanos 5:5). Estas Escrituras revelan que el amor y la fe son activados por el lenguaje espiritual que el Espíritu Santo nos ha dado. El amor y la fe son dos de los nueve frutos del Espíritu Santo, de los cuales las
Escrituras dicen que son impartidos y activados por medio de orar en lenguas. Por lo tanto, todos los nueve frutos del Espíritu Santo han demostrado ser activados e incrementados en nosotros por la oración en nuestros lenguajes espirituales.
NUEVE BENEFICIOS PERSONALES DE ORAR EN LENGUAS Gálatas 5:22-23 enumera nueve atributos de Dios, y los llama el fruto del Espíritu: “El fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y dominio propio”. Como se mencionó anteriormente, cuando oramos en 129 el Espíritu Santo en nuestro lenguaje espiritual, se generan y se activan los atributos de Dios llamados el fruto del Espíritu. Todo esto es muy importante para el propósito predestinado y supremo llamado de Dios para todos los cristianos de ser conformados a la imagen de su Hijo Jesucristo. “Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo” (Romanos 8:29). El propósito predestinado de Dios el Padre era que Jesús se convirtiera en el prototipo y el primogénito de muchos que llegarían a ser justamente como él. Hebreos 2:10 declara, “Porque convenía a aquel por cuya causa son todas las cosas, y por quien todas las cosas subsisten, que habiendo de llevar muchos hijos a la gloria”. Jesús era la gloria de Dios, lo que significa que Él era la misma imagen y semejanza de Dios. Habiendo de llevar muchos hijos a la gloria significa que Él los está llevando a su imagen y semejanza. Esa es la razón por la que la Biblia exhorta a los cristianos a crecer en la gracia y el conocimiento de Jesucristo y de seguir de gloria en gloria por el Espíritu del Señor, hasta que sean transformados en la imagen de Cristo (2Corintios 3:18). Los nombres dados a los frutos del Espíritu son palabras descriptivas de la naturaleza y el carácter de Cristo Jesús. Entre más frutos del Espíritu sean incorporados a nuestras vidas, más nos conformarnos en la naturaleza, el carácter y la imagen de Cristo. Nuestro lenguaje espiritual tiene el poder y el ministerio del Espíritu Santo para generar, activar y aumentar el fruto del Espíritu en
nuestra naturaleza y carácter. Esta es una de las principales razones por las que el Espíritu Santo escogió el lenguaje espiritual de orar en lenguas desconocidas como el don más grande que pudo encontrar en todo el cielo y la tierra para dar a los redimidos por la sangre viva de Jesús. Fue el regalo que podía producir y activar todos los otros dones y atributos de Dios. 130 Vamos
ahora a descubrir los beneficios que obtenemos mediante el aumento de los frutos del Espíritu en nuestras vidas a medida que oramos más y más en nuestro lenguaje espiritual.
EL FRUTO DEL AMOR El fruto del Espíritu Santo del amor es más que una fruta. Porque la Escritura declara que Dios es amor (1Juan 4:8, 16). Así que entre más del amor de Dios recibimos más piadosos seremos. El miedo es uno de los mayores obstáculos para que los cristianos vivan la vida de Cristo y manifiesten lo sobrenatural. La solución es más amor, porque en el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor. Si una persona sigue siendo temerosa, entonces no han sido perfeccionados en el amor (1Juan 4:2-5:3). Si realmente conocemos el amor de Cristo en su anchura y longitud, profundidad y altura estaremos en la capacidad de ser llenados con la plenitud de Dios y continuamente ser fortalecidos con poder por su Espíritu en el hombre interior (Efesios 3:16-19). El capítulo décimo tercero de Corintios hace del amor de Dios lo más valioso, necesario e importante que debemos tener más que cualquier otra cosa. De hecho todas las acciones y el ministerio que no estén motivados por el amor cuentan como nada a la vista de Dios. Lo único que cuenta es la fe que obra por amor (Gálatas 5:6). La Palabra de Dios declara que podemos ser carismáticos hablar en lenguas de hombres y angelicales, pero si no tenemos amor, nos convertimos en nada más que ruido, al igual que metal que resuena o címbalo que retiñe.
Esto revela que podemos ser santos profético-apostólicos con el don de profecía, y poder entender todos los misterios, pero si no tenemos amor no somos nada. Podemos ser “Gentede Fe”, con la fe que
mueve montañas, pero si no tenemos el amor de Dios obrando en nosotros, no contamos para nada a la vista de Dios. Las Escrituras declaran que podemos ser protestantes o católicos modernistas con una gran preocupación humanitaria y 131
repartir todos nuestros bienes para alimentar a los pobres o incluso entregar nuestro cuerpo para ser quemado, pero si no tenemos amor todo este esfuerzo no nos beneficia (1Corintios 13:1-3). Este amor ágape que es tan necesario no es sólo un sentimiento compasivo emocional sino que consiste en las características mismas de Dios y el carácter de Cristo. Pablo no nos deja pensando qué es el amor, sino que utiliza varias palabras para describir lo que el amor de Dios realmente es: El AMOR sufre pacientemente y es amable; el amor no es envidioso, el amor no se jacta a sí mismo, no es engreído; nunca es egoísta, arrogante o rudo, no busca lo suyo, no es irritable o susceptible; no guarda rencor y difícilmente se da cuenta cuando otros se equivocan. El amor nunca se goza de la injusticia, sino que se regocija cuando la verdad gana. Todo lo sufre, cree todas las cosas, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca falla… Hay tres cosas que permanecen, la fe, la esperanza y el amor; pero el mayor de ellos es el amor (1Corintios 13:4-8, 13 AP).
Sólo el amor incluye la mayor parte de los atributos en el fruto del Espíritu. Esa es una razón por la que el amor es declarado el más grande. El apóstol Juan registró las palabras de Jesús cuando dijo que nosotros demostramos que amamos a Dios y tenemos Su amor en nosotros cuando guardamos los mandamientos de Dios y amamos a los hermanos (Juan 15:9-10). El sentimiento del amor es bueno, pero las obras del amor son mayores. Si amamos a Dios vamos a seguir sus mandamientos. Uno de los mandamientos de Jesús a sus discípulos fue: “no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la Promesa del Padre” (Hechos 1:4).
Jesús sabía que la promesa del Padre era el don del Espíritu Santo, y cuando los discípulos recibieran el don de sus lenguas espirituales tendrían la habilidad para mantenerse en el amor de 132 Dios. Ellos podrían incrementar el recibimiento y demostración
del amor de Dios, orando en el don del Espíritu Santo ya que Él es el que se apropia y distribuye el amor de Dios y los dones del Espíritu. Pablo declaró que el amor de Dios es derramado en nuestro corazón y aumentado por el Espíritu Santo y su don (lenguas) que Él nos ha dado. Podemos estar más llenos de amor de Dios al orar más en nuestro idioma espiritual. Si de verdad quieres crecer en amor, entonces invierte más tiempo orando en lenguas (Romanos 5:5).
EL FRUTO DEL GOZO El Reino de Dios es justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo (Romanos 14:17). Jesús dijo a sus discípulos: “Mi gozo os doy, para que vuestro gozo sea cumplido” (Juan 15:11, AP). La alegría es algo más que hacer que nos sintamos bien, “porque el gozo del Señor es vuestra fuerza” (Nehemías 8:10). El gozo nos permite cumplir el mandato bíblico de “ser fuertes en el Señor y en el poder de su fuerza” (Efesios 6:10). Debemos “estar siempre gozosos... y en todas las cosas dar gracias” (1Tesalonicenses 5:16, 18, AP). El lugar del gozo está en su presencia, cuando estamos llenos de la presencia de Cristo, mientras oramos en nuestra lengua espiritual. No hay nada más importante que ser lleno con la presencia de Dios. Dios habita en las alabanzas de su pueblo (Salmos 22:3). El apóstol Pablo dijo, “voy a cantar alabanzas a Dios con mi lengua materna y también voy a alabar a Dios con mi lengua espiritual” (1Corintios 14:15, AP). Adorar y cantar alabanzas a Dios en lenguas hace que nuestro ser interior se llene con la presencia de Dios.
HABLAR DE LAS MARAVILLOSAS OBRAS DE DIOS TRAE ALEGRÍA Los 120 que hablaron en otras lenguas en el día de Pentecostés eran todas personas del área local que hablaban hebreo, y algunos 133 de ellos conocían otro idioma como el griego. Hechos 2:5 dice que había judíos reunidos en Jerusalén, de todas las naciones. Pero los
que estaban hablando en lenguas eran galileos. En este pasaje se enumeran cerca de catorce de los diferentes dialectos y lenguas representadas. Los judíos de las naciones estaban atónitos y maravillados de oír a estos galileos hablar en su idioma. Ellos dijeron: “Todos los oímos hablar en nuestra lengua las maravillas de Dios” (Hechos 2:11). Debemos observar que en el momento del éxtasis espiritual de los discípulos hablando en otras lenguas, estaban hablando “las obras maravillosas de Dios”. Pablo reveló que cuando oramos en lenguas podría ser en una lengua celestial de ángeles o es una lengua de alguna tribu o nación en la tierra. He escuchado muchos testimonios de personas que entienden las “otras lenguas” que una persona estaba hablando, lo que significa que esa persona estaba hablando en un idioma humano real que nunca había estudiado. En todos los casos la persona que podía entender la lengua, dijo que el que hablaba expresaba alabanza a Dios y hablaba de sus maravillas. Cuando oramos en lenguas estamos hablando alabanzas a Dios, el cual habita con su presencia. En su presencia hay plenitud de gozo. Podemos aumentar la cantidad del fruto del gozo en nuestras vidas por la oración en nuestra lengua espiritual.
EL FRUTO DE PAZ La paz de Dios es tan esencial en muchas áreas de nuestras vidas. La paz de Dios guarda nuestros corazones y mentes y sobrepasa todo entendimiento (Filipenses 4:6). Es una característica de la mente espiritual. “Porque el ocuparse del Espíritu es vida y paz” (Romanos 8:6). La paz es un indicador de la dirección del Señor. “Porque con alegría saldréis, y con paz seréis vueltos” (Isaías 55:12). Jesús es el Príncipe de la Paz y el Rey de la Paz (Isaías 9:6; Hebreos 7:2). Jesús dijo a sus discípulos: “La paz os dejo, mi paz os doy” (Juan 14:27). “Y el Dios de paz aplastará en breve a satanás bajo vuestros pies” (Romanos 16:20). La paz perfecta la tienen aquellos cuyos pensamientos permanecen en el Señor (Isaías 26:3). El Reino de Dios es la paz en el Espíritu
Santo (Romanos 14:17). Orar en el lenguaje espiritual activa el fruto de la paz en nuestro corazón e ilumina nuestras mentes con la paz que sobrepasa todo entendimiento. Usted puede sentir la paz de Dios inundando su alma al orar por algún momento en su idioma espiritual. En mi posición como líder sobre miles de ministros y cinco organizaciones principales, además de mi familia y vida personal, siempre me bombardean con informes que podrían quitarme la paz. Cuando usted escucha un informe negativo, inmediatamente le da una sensación mala en el corazón, ansiedad, preocupación y definitivamente no es una sensación de paz. Con el fin de contrarrestar las malas noticias, yo comenzaba inmediatamente a orar en mi idioma espiritual hasta que su paz era activada y sustituía los malos sentimientos por el mal reporte. Mi corazón y mi mente se despejaban luego de recordar las promesas positivas de Dios, y mi ser interior se llenaba de la presencia de Dios. La vida exterior está continuamente desafiando a nuestra vida interior con las cosas negativas de este mundo. La mejor forma en que podemos defendernos de estos ataques y vencer al mundo diabólico es reforzando nuestro interior y construyendo un campo de fuerza alrededor de nosotros con el escudo de la fe. El escudo de la fe puede ser ilustrado por la nave de ficción de Star Trek Enterprise, que tiene un generador interno que puede generar un campo de fuerza alrededor de la nave. Los cristianos bautizados en el Espíritu tienen un generador interno que puede producir un campo de fuerza alrededor de nosotros con el escudo de la fe. A medida que continuamos orando en lenguas, se genera 135 la paz de Dios dentro de nosotros y nos permite cumplir el mandato bíblico “Que la paz de Dios gobierne en vuestros corazones” (Colosenses 3:15).
EL FRUTO DE LA FE El fruto de la fe y el amor son los dos frutos clave. El amor es la motivación y la fe es quien se apropia. El amor motiva, pero se apropia la fe. Gálatas 5:6 dice que lo único que cuenta para Dios es
la fe motivada por el amor. La Biblia aumenta la fe y el amor como los dos atributos más necesarios de Dios. El fruto de la fe es la misma fe que es una de las piezas de la armadura del cristiano. En la descripción de la armadura, la Escritura dice: “Por encima de todo tened el escudo de la fe con el cual se pueden apagar todos los dardos de fuego del enemigo” (Efesios 6:16, AP). El apóstol Juan, quien es conocido como el apóstol del amor, mencionó el amor más de 100 veces en sus escritos. Aunque su énfasis era el amor, declaró que la fe es la victoria que ha vencido (1Juan 5:4). Las Escrituras revelan que sin amor no somos nada, y sin fe no podemos hacer nada (1Corintios 13:1-3; Hebreos 11:6). Estos dos nos permiten ser y hacer para ser como Cristo y sus maravillas. La fe es la moneda de los cielos, pero el amor es la prensa de impresión que produce la moneda. La falsificación de dinero es lo que no es impreso por el gobierno de la nación. La fe que no está motivada por el amor de Dios es una fe falsa. Debemos asegurarnos de que nuestra fe está motivada y obra por el amor. Sin embargo, la fe obra a pesar de su motivación. Jesús continuamente dijo: “Conforme a vuestra fe os sea hecho”, y “Si puedes creer, todo es posible para quien cree” (Mateo 9:29, Marcos 9:23, AP). Jesús nunca dio ninguna cualificación de la fe para recibir de Dios y manifestar su poder. Pablo dijo que debemos ministrar la profecía según la proporción de nuestra fe (Romanos 12:6). Fue el amor de Dios que dio los dones del Espíritu Santo para distribuir a los santos. A pesar de que fueron dadas por el amor de Dios, son administrados por la fe del creyente.
EL AUMENTADOR DE LA FE Los discípulos de Jesús le pidieron que aumentara su fe. En lugar de tocarlos e impartirles más fe, Él les reveló que iba a enviar a otro Consolador –el don del Espíritu Santo. Jesús sabía que el don del Espíritu Santo de las lenguas espirituales tendría la habilidad y el ministerio de edificar la fe en sus seguidores. Funcionaría como un cargador de baterías, un motor pony en una gran excavadora y una planta de producción de energía dentro de ellos. Si de verdad queremos ver aumentar nuestra fe, entonces tenemos que usar los medios por los que el Espíritu Santo dio el don de orar en lenguas.
Las dos grandes formas de aumentar la fe son la Palabra de Dios y el Espíritu de Dios. Podemos llenar nuestro corazón y mente con la Palabra y empoderar nuestro espíritu orando en lenguas. La Palabra es la madera, pero el lenguaje espiritual es lo que prende fuego. Podemos cultivar el fruto de la fe escuchando continuamente la Palabra de Dios y orando con más frecuencia y durante períodos más largos de tiempo en nuestra lengua espiritual.
EL FRUTO DE LA PACIENCIA, BENIGNIDAD, BONDAD, MANSEDUMBRE Y TEMPLANZA Los que tienen estos frutos en su vida tendrían las mismas características que los que realmente son “damas” y “caballeros”. Son buenos, amables, gentiles, llenos de paciencia, y llenos de autocontrol. Muchas páginas se podrían escribir sobre las virtudes de estos frutos restantes del Espíritu. Sin embargo, el propósito de este libro no es dar un largo tratado sobre cada uno, sino 137 mostrar que pueden ser activados y aumentados en nuestras vidas mediante la oración en nuestra lengua espiritual. El fruto del Espíritu viene a una persona al nacer del Espíritu. Es plantado en nuestras vidas como nueve diferentes semillas que deben ser regadas y cultivadas hasta que alcanzan la madurez. Deben infiltrarse en nuestra naturaleza y personalidad hasta convertirse en nuestra nueva naturaleza y forma de vida. El apóstol Pedro declaró: Por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas romesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la aciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. Pero el que no tiene estas cosas tiene la vista muy corta; es ciego, habiendo olvidado la purificación de sus antiguos pecados. Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás. Porque de esta manera os será otorgada amplia y
generosa entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo (2Pedro 1:4-11). Esta exhortación del apóstol Pedro
sobre la necesidad de añadir y crecer en los atributos de Dios debe convencernos para crecer en el fruto del Espíritu en todo lo que nos sea posible. Dijo que si tenemos estos frutos en funcionamiento nunca tropezaremos. Pero si no tenemos el fruto y no añadimos un fruto a otro, entonces somos miopes y al borde de ser ciegos. Sin embargo, si actuamos en su exhortación, nos da la seguridad de que una entrada eterna en el Reino eterno de Cristo será provista 138
ampliamente a nosotros. Gracias a Dios el Padre por habernos dado a su Hijo para nuestra redención. Agradezcámosle a Jesús por dar el Espíritu Santo a su Iglesia para darla a luz, iluminarla, empoderarla y madurarla. Realmente podemos estar personalmente agradecidos de que el Espíritu Santo escogiera el mayor don para que nosotros tuviéramos como cristianos individuales. El don de nuestro idioma espiritual hace germinar y crecer el fruto del Espíritu, que nos sostiene y mantiene una visión 20/20 en nuestro llamado y vida en Cristo. Si bien no son todos los beneficios de orar en lenguas, los mencionados en este capítulo deberían ser más que suficientes para motivarnos a orar tanto como posiblemente podamos en nuestra lengua espiritual.
70 RAZONES CONTINUACIÓN…
38» Nuestro lenguaje de oración espiritual hace germinar la semilla de nuestro árbol del fruto espiritual haciéndola germinar y crecer a una etapa productiva. El fruto del Espíritu es impartido en nuestros espíritus en forma de semilla. Orar en el idioma espiritual produce el alimento para el cultivo de los frutos del Espíritu en la vida de un cristiano. De hecho, todo lo que es un espíritu de Dios se puede activar, como los siete espíritus de Dios, el espíritu de sabiduría y de revelación, el espíritu de la verdad, el espíritu de vida, etc. Toma al Espíritu para activar las cosas espirituales. El hablar en lenguas nos fue dado como un activador del espíritu (Efesios 1:17; Romanos 1:4; 8:2).
39» El lenguajes espiritual es una fórmula y activación para la producción de cosas espirituales al igual que los cuatro principios de la activación son una fórmula para la activación de cualquier don de Dios. El primer principio es conocer la verdad bíblica sobre el tema. Los siguientes tres principios son creer en el corazón, confesar con la boca y tomar acción. Lo mismo sucede para recibir y ministrar los beneficios de nuestras lenguas espirituales (Romanos 10:8-10; Juan 8:32).
40» Orar en lenguas activa el fruto del amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y dominio propio. El activar cada uno de estos nueve frutos mediante la oración en lenguas nos da nueve razones principales para orar mucho en nuestras lenguas espirituales. Existe una gran importancia y valiosos beneficios de tener cada uno de estos atributos espirituales y activarlos y madurarlos en nosotros. Tan sólo el primero, «el amor» tiene la mayoría de los atributos y características de Cristo. Por lo tanto, orar en lenguas nos ayuda a cumplir con el propósito predestinado de Dios para nosotros de ser conformados a la imagen de su Hijo (Gálatas 5:22-23; 2Corintios 3:18; 1Corintios 13:1-13; Romanos 8:29).
C O
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ACTIVANDO LOS DONES DEL ESPÍRITU El don de la vida eterna y el don del Espíritu Santo son dados principalmente para el beneficio de la persona. El don de lenguas del Espíritu Santo es dado a un creyente nacido de nuevo para su propia edificación. Hablar en lenguas no es un dado para bendecir a los demás, sino para bendecir nuestro propio espíritu y alma. Este libro abarca todas las numerosas y diversas maneras en que el orar en nuestra lengua espiritual nos bendice. En el último capítulo del fruto del Espíritu vimos cómo el lenguaje espiritual activa e incrementa los nueve atributos de Dios que las Escrituras llaman el fruto del Espíritu. Este fruto son expresiones de la naturaleza y el carácter de Cristo Jesús. Activar y crecer en los atributos de Dios nos ayuda a ser transformados a la imagen y semejanza de Cristo, cumpliendo así su propósito predestinado para cada uno de sus hijos. En este capítulo mostraremos cómo el orar en lenguas puede estimular y activar los dones del Espíritu.
LOS DONES DEL ESPÍRITU SANTO Los dones del Espíritu son dados a los creyentes para satisfacer las necesidades de la humanidad. Son las nueve manifestaciones del Espíritu. Se describen en 1Corintios 12:8-10: Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu; a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu. A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas. Los dones demuestran que nuestro Dios y Salvador Jesucristo está vivo y activo en el mundo de hoy. Los dones vocales muestran que Dios habla a su pueblo y por medio de él. Los dones de revelación
muestran que nuestro Dios es omnisciente, sabiendo todas las cosas de todo y de todos, y revela algunas de esas cosas a su pueblo. Los dones de poder revelan que nuestro Dios es omnipotente y demuestra su poder sobre los demonios, la humanidad y la naturaleza.
LAS NUEVE MANIFESTACIONES O DONES DEL ESPÍRITU SANTO
Los nueve dones dones pueden ser ser divididos en tres tres categorías diferentes diferentes de tres dones cada una.
Los dones vocales son los administrados por las palabras habladas. Los dones de revelación son los que se reciben por la mente al ser iluminada con pensamientos espirituales que revelan ciertas cosas que no se dan a conocer por el conocimiento o la sabiduría natural. El tercer grupo consiste en los dones de poder, los que q ue demuestran y ministran el poder sobrenatural de Dios. La introducción a los dones del Espíritu (1Corintios 12:7) declara que la manifestación del Espíritu le es dado a cada uno para el beneficio de todos. “Porque a éste es dada la palabra de sabiduría por el Espíritu, a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu, a otro, fe por el mismo Espíritu, y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu”. Por favor, tenga en cuenta que a todos les es dado uno o más dones, y todos ellos son dados de la misma manera por el mismo Espíritu. Los pentecostales han enseñado que los dones del Espíritu 143 son para la Iglesia de hoy por más de 100 años. Muchos libros se han escrito sobre los dones del Espíritu. Enseñé los dones a los estudiantes de un colegio Pentecostal hace varias décadas. Cuando establecí la universidad de educación a distancia Christian International, escribí un curso universitario completo sobre los dones del Espíritu, que aún está disponible. La mayoría de los libros tienen un capítulo dedicado a cada don y dan muchos pasajes bíblicos y ejemplos de las Escrituras del don en acción. También hay ejemplos e ilustraciones de las experiencias de la vida. Sin embargo, en este momento vamos a ver sólo algunas
declaraciones para dar al lector una comprensión básica de la finalidad y función de cada don.
LOS DONES ESPIRITUALES DE LENGUAS E INTERPRETACIÓN DE LENGUAS El don de lenguas que se describe en 1Corintios 12 no tiene el mismo propósito ni ministerio de las “otras lenguas” que un creyente recibe cuando recibe su don personal del Espíritu Santo. Todos los dones del Espíritu son para ministrar a otros. Hay varias aplicaciones y manifestaciones de este don de lenguas. Lo más común es cuando un santo habla en lenguas en una congregación. Esto se llama un mensaje en lenguas. El don complementario a la interpretación de lenguas. El mensaje en lenguas normalmente no es en el idioma de la congregación, por lo tanto los oyentes no entienden lo que se dice. Por eso, el don de lenguas tiene que ser acompañado y trabajar con el don de interpretación de lenguas. El apóstol Pablo dedicó todo el capítulo 14 de 1Corintios para dar sabiduría para el correcto uso de las lenguas en nuestras vidas personales y en las iglesias locales, así como la cantidad de mensajes en lenguas que se deben dar y quien debe interpretar. Dio instrucciones para el uso correcto de la profecía y el hablar 144 en lenguas. Su declaración en el
último verso fue: “Así que, hermanos, procurad profetizar, y no impidáis el hablar en lenguas” (1Corintios 14:39). Dar mensajes en lenguas en la Iglesia sigue siendo un ministerio válido, si la interpretación es dada. Pablo aconsejó a sus lectores que sería mejor no permitir más de tres mensajes en lenguas durante un servicio de la Iglesia (1Corintios 14:27). Además, si una persona da un mensaje en lenguas, él (o ella) no debe repetirlo más de tres veces sin que sea interpretado. Si ninguno de los presentes le da una interpretación y el Espíritu Santo no le da al hablante de las lenguas la interpretación, entonces la persona no debe continuar hablando en lenguas, sino sentarse y hablar en lenguas en su espíritu y no hablar más durante el servicio (1Corintios 14:27-28).
De mi experiencia personal puedo dar fe de la validez de los consejos de Pablo de repetir un mensaje en lenguas un par de veces. Durante mis primeros años en el ministerio cuando mis hijos eran pequeños, recuerdo que estaba cuidando de ellos cuando alguien dio un mensaje en lenguas. La primera vez que el mensaje fue dado estaba siendo distraído por mi hijo y no pude p ude recibir la interpretación. Cuando la persona dio la palabra por segunda vez, no estaba distraído y fui capaz de d e recibir con claridad la interpretación y decirla. Esto permitió que la congregación entendiera el mensaje y fuera bendecida por él.
DOTADO CON UN LENGUAJE ÉTNICO En los primeros años después del derramamiento original del don del Espíritu Santo, durante el movimiento pentecostal, hubo frecuentes experiencias de los santos recibiendo la habilidad de entender y hablar en un lenguaje humano que nunca habían aprendido. Por lo general, sentían que Dios les había dado ese lenguaje para convertirse en misioneros a las naciones que hablaban esas lenguas. La primera persona en recibir el don del Espíritu Santo en Topeka, Kansas, habló en el idioma chino, y mas tarde, Dios le dio la habilidad de comprender el idioma y comunicarse en chino mandarín. Pablo declaró que una lengua espiritual podría ser angelical o humana (lenguas humanas y angélicas). De vez en cuando en los últimos años ha habido testimonios de personas presentes que entienden la lengua que un cristiano recién bautizado en el Espíritu estaba hablando. A veces esto ha ocurrido también con los misioneros en una tierra extranjera.
LENGUAS, UNA SEÑAL PARA LOS INCRÉDULOS Pablo declaró que las lenguas son por señal, no a los que creen, sino a los incrédulos. Pablo basó esto en la profecía de Isaías. “En otras lenguas y con otros labios hablaré a este pueblo; y ni aun así me oirán, dice el Señor” (1Corintios 14:21). Cuando un pecador ve y oye a su amigo o pariente hablar en un idioma el cual él sabe que esa persona nunca ha aprendido, puede decir que algo extraño y sobrenatural que está sucediendo.
ILUSTRADO DURANTE EL DERRAMAMIENTO ORIGINAL En el Día de Pentecostés, el que todos los creyentes hablaban en lenguas fue una señal a los Judíos que se habían reunido de todas las naciones. Esto les llamó la atención y los atrajo. Como los santos estaban orando en lenguas, la presencia de Dios fue liberada y saturó la atmósfera sobre el pueblo. Pedro después predicó en su lengua hebrea que Jesús era su tan esperado Mesías. Si se arrepentían y se bautizaban en el nombre de su Mesías-Jesús, entonces se convertirían en candidatos a recibir el mismo don que los 120 acababan de recibir. El hablar en lenguas fue el punto de partida que resultó en 3000 personas que fueron salvas.
UN TESTIMONIO DE CONFIRMACIÓN John Sherrill escribió uno de los primeros libros Carismáticos, llamado Hablan en otras lenguas. Él da un par de casos para ilustrar cómo las lenguas pueden ser una señal positiva para los incrédulos: Recuerdo hace varios años cuando un hombre y una mujer fueron salvados y bautizados en el Espíritu en una reunión donde yo estaba hablando. Después del servicio ellos hablaron conmigo sobre su preocupación por la salvación de su hijo, que había estado con ellos el domingo anterior. Me dijeron que se había opuesto violentamente a mi mensaje sobre el avivamiento carismático presente y el derramamiento del Espíritu Santo. Yo también había observado esta resistencia mientras predicaba. Sin embargo, nos pusimos de acuerdo en oración por su salvación. Dos días después, el joven envió un mensaje, preguntando si podía ir a verle por un asunto importante. Al llegar vi a la vez que un gran cambio había tenido lugar, pues estaba radiante y lleno de alegría. Recuerdo que hace varios años, “déjame que te cuente lo que pasó”, exclamó, “yo estaba solo en mi habitación la noche anterior, cuando el Señor comenzó a tratar conmigo acerca de mi condición espiritual convenciéndome de mis pecados. Como resultado de ello, ¡me he arrepentido y he entregado mi corazón a Jesús! “Bueno, alabado sea el Señor”, le contesté, agradeciéndole internamente a Dios por esta manifestación de la rápida respuesta a nuestra oración de la fe en su
nombre. Y entonces lo que dijo a continuación fue aún más notable, ya que reveló la forma inusual en que Dios había lo había alcanzado con la verdad, a pesar de que había rechazado la misma Palabra cuando yo la prediqué que el domingo anterior. “Lo que realmente me convenció de que hay algo de todo esto”, continuó, “no es sólo el maravilloso cambio que ha hecho en la personalidad de mi madre, sino fue escuchar su hablar en nuevas lenguas. Por qué, ella no habla Inglés gramaticalmente correcto, pero debe oírla hablar hebreo por el Espíritu” (yo le 147 había informado a ella que yo había reconocido su nueva lengua como el hebreo, ya que yo solía enseñar hebreo en el seminario). Luego, mirando directamente a mí, dijo: “la razón por la que te pedí que vinieras a verme es porque yo también quiero recibir esta experiencia que mi madre y mi padre tiene. ¿Puedes orar por mí para recibir el bautismo en el Espíritu Santo?” Mientras oraba por él, comenzó a hablar en nuevas lenguas, adorando al Señor como el Espíritu le daba que hablase. Él había llegado a ser salvo y lleno del Espíritu, como consecuencia directa de ver y oír la manifestación de las lenguas. Era una señal para él del trabajo sobrenatural de Dios de convencerlo de la verdad “Por tanto, las lenguas son una señal... para el que no cree” (1Corintios 14:22).1 Diré otro incidente. Recientemente, oré por una mujer joven para que recibiera el bautismo en el Espíritu Santo, y de inmediato comenzó a hablar en nuevas lenguas. Una mujer del público se acercó a ella y le dijo: “aquí está mi tarjeta”. Si alguna vez duda de que usted habla un verdadero lenguaje por el Espíritu, me llama y le diré que te oí hablar en español, ya que he yo he estudiado el idioma. He estado en la valla sobre el bautismo en el Espíritu Santo, pensando en que tal vez no había nada realmente, y que lo que llamamos hablar en lenguas solo era una algarabía emocional, pero déjame decirte que estoy plenamente convencido de que todo esto es ¡genuino! La señal de lenguas aún es utilizada por el Espíritu para convencer a los perdidos y convencer a los que contradicen la validez de un cristiano carismático sobrenatural de esta dispensación (1Corintios 14:22).
ORACIÓN CONGREGACIONAL VS ORACIÓN PRIVADA EN LENGUAS Pablo explicó que si todos los miembros de la congregación de una Iglesia oran en lenguas durante mucho tiempo y alguien entra, esa persona va a pensar que la gente de la Iglesia está fuera de sus cabales. Pero si sólo uno habla en lenguas y otro interpreta las lenguas a la congregación, o si una de los santos profetiza, entonces, el visitante quedará convencido de que Dios está en medio de ellos. 148 1 John Sherrill, hablan otras lenguas (Fleming H. Revell Company, 1977).
Él es convencido porque entiende que las palabras y los secretos de su corazón son revelados, lo que le hará confesar que el Dios viviente está realmente en medio de ellos (1Corintios 14:25). Es por eso que Pablo dijo que mientras él estaba hablando en un servicio religioso prefería hablar cinco palabras que la congregación pudiera entender y así ser edificada que diez mil palabras en otras lenguas que nadie podía entender (1Corintios 14:19). Sin embargo, Pablo dio gracias a Dios que en su vida de oración personal hablaba en lenguas más que cualquier otra persona (1Corintios 14:18).
HABLANDO EXTERNAMENTE PERO TRABAJANDO INTERNAMENTE Nuestros dones individuales de otras lenguas, sólo funcionan en nosotros. Incluso cuando estamos intercediendo en lenguas por otros, las lenguas están trabajando desde nuestro interior. A pesar de que estamos hablando en voz alta, aún así las lenguas hacen su trabajo y ministerio dentro de nuestro hombre espiritual. Cuando oramos en lenguas, no debemos hacerlo para ser oídos por el hombre, sino para que nos escuche Dios solamente. De todos modos, los presentes no entenderían las palabras de nuestra oración, ya que sería la oración en nuestra lengua espiritual. Los evangélicos piensan que hay confusión cuando todos en una reunión de oración comienzan a orar en lenguas. Si estaban orando para ser oídos por los hombres, sería confusión. Pero estamos orando a Dios, que puede escuchar a millones de personas orando al mismo tiempo, y aún así saber lo que cada uno está orando. Después
de todo, cada vez que alguien está orando, varios 149 cientos de miles o incluso millones de creyentes de todo el mundo están orando al mismo tiempo.
EL HOMBRE NATURAL NO ENTIENDE LAS COSAS ESPIRITUALES Los dones de dar un mensaje en lenguas y la interpretación de lenguas pueden ser activados por nuestro lenguaje de oración, porque nos pone en el reino de los espíritus, donde los dones del Espíritu operan. Sin duda, cualquier cristiano que no ha recibido el don que le permite hablar en otras lenguas no sería capaz de dar un mensaje en lenguas. El mismo Espíritu que nos da nuestro idioma espiritual da los dones espirituales, incluyendo el don de lenguas. Esto es casi imposible que la mente natural lo comprenda porque la Escritura dice: “pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente” (1Corintios 2:14). La Santa Biblia Martín Nieto lo dice así: “el hombre mundano no acepta las cosas del Espíritu de Dios; son locura para él, y no puede entenderlas, ya que hay que juzgarlas espiritualmente”. Ministré con mensajes en lenguas y di interpretaciones de lenguas en mi Iglesia pentecostal. Pero cuando empecé a asistir a una Iglesia de restauración, donde la profecía era el don manifiesto dominante, comencé a profetizar. El don de lenguas con el don de la interpretación de lenguas ministra a las personas de la misma manera que la profecía lo hace. En las Iglesias donde hay un fuerte ministerio de profecía, por lo general hay muy pocos casos de mensajes en lenguas y su interpretación. Sin embargo, las lenguas y la interpretación de lenguas siguen siendo dones que deben estar vivos y activos en la Iglesia del siglo 21. Y nuestra lengua espiritual sigue desempeñando un papel fundamental en la activación y operación de 150 los
dones del Espíritu. EL DON DE PROFECÍA Y EL MINISTERIO DE PROFECÍA
Mi ministerio principal durante cincuenta y ocho años ha sido ministrar con el don de profecía y profetizar como un profeta. La profecía expresa el corazón y la mente de Dios. La Escritura menciona cinco niveles o tipos de profecía: 1) el espíritu de la profecía, 2) el don espiritual de profecía, 3) presbiterio profético, 4) la predicación profética, y 5) el oficio de profeta. (Favor de ver mi libro Profetas y Profecía Personal para una presentación completa de todos los cinco niveles de ministerio profético con las directrices para dar y recibir profecías personales correctamente2. El primer nivel de profecía es la que todos los santos pueden hacer. Este es el tipo de profecía del que Pablo estaba hablando cuando dijo: “Podéis profetizar todos uno por uno” (1Corintios 14:31). Apocalipsis 19:10 lo llama “el espíritu de profecía, que es el testimonio de Jesús”. Si Jesús quiere expresar o compartir algo con uno de sus hijos, Él usa el espíritu de la profecía. Los muchos ministros afiliados a Christian Internacional y yo hemos activado y capacitado a más de 250,000 cristianos para servir en este orden de profecía. Mientras los que son activados siguen creciendo en el ministerio profético, se descubrirá y determinará si el Espíritu Santo les ha dado el don espiritual de profecía, que es el segundo nivel de profetizar. Pablo exhortó a los que tenían el ministerio de la profecía a profetizar según la medida de su fe (Romanos 12:6). Algunos incluso pueden ser llamados al oficio de profeta. Independientemente de qué nivel de profecía una persona está ministrando, el orar en lenguas juega un papel importante para que él o ella operen en el ministerio profético para bendecir a otros. Como se describe en el capítulo cuatro, en 1973 tuve una visita soberana de Dios y comencé a profetizar a cientos de personas en un escenario. Cada vez que empezaba a sentirme espiritualmente 2 Bill Hamon, Profetas y Profecía Personal (Shippensburg, PA: Destiny Imagen, 1987). 151
débil, cansado o que la palabra profética no llegaba con claridad, oraba en lenguas por un minuto más o menos para recargar mis baterías espirituales y claro mi percepción espiritual.
Si siento que el Señor me está guiando a ministrar en los dones de poder, entonces, por lo general tomo una o dos horas para orar en el Espíritu Santo con mi lenguaje espiritual. He sido testigo de miles de personas siendo empoderadas por medio de orar en lenguas, lo que me ha demostrado que el orar en el espíritu desarrolla todas las bendiciones que estamos compartiendo en este libro. El Espíritu Santo realmente sabía lo que hacía cuando escogió el idioma espiritual como el mayor don que podría dar al creyente. Mostremos un gran aprecio por su don de dando el tiempo máximo para orar en nuestro lenguaje espiritual.
EL DON DE PALABRA DE CIENCIA O CONOCIMIENTO Hay tres tipos de conocimiento: el conocimiento natural aprendido, el conocimiento bíblico divino y el don de la palabra de ciencia. El conocimiento divino puede ser adquirido mediante el estudio de la Palabra de Dios y recibiendo la iluminación divina para la adecuada comprensión y aplicación. La palabra de ciencia es un don que viene dado por el Espíritu del Señor. Se trata de conocer los hechos acerca de personas y circunstancias que la persona no ha recibido mediante un conocimiento natural. Es ver, oír o sentir cosas por el Espíritu. La palabra de ciencia da el conocimiento acerca de las cosas que existían en el pasado o existen en la actualidad. Dios le dio a Elías una palabra de ciencia de que había 7000 israelitas que no habían doblado sus rodillas ante Baal (1Reyes 19:18). Fue una palabra de conocimiento la que hizo que Eliseo conociera los planes de guerra que el rey de Samaria hacía en su habitación privada (2Reyes 6:9). Por la pal abra de ciencia, Jesús sabía que la mujer samaritana en el pozo se había casado con cinco maridos y el hombre con el que estaba viviendo no era su marido (Juan 4:16-19). La Escritura está llena de ejemplos de la palabra de ciencia. Una palabra de conocimiento puede revelar ciertas condiciones físicas que necesitan ser curadas. Cuando una persona ministra en el Espíritu diciendo que alguien está presente con tal condición, o hace
un llamado a los que están pasando por una determinada situación, es la palabra de ciencia la que les da esa información. La palabra de ciencia trabaja mucho en el ministerio profético. Es una línea delgada a veces, entre una revelación profética y una palabra de conocimiento. Las Escrituras enfáticamente destacan que todos los dones son dados por el mismo Espíritu. No hay implicación de que algunos de los dones sean mayores o menores, o que se requiera más del Espíritu para manifestar algún don más que otro. Los mismos cuatro principios están involucrados en la activación y ministración de los dones. El mismo lenguaje espiritual puede activar y empoderar a los santos para ministrar los dones del Espíritu. Recuerde, el Espíritu Santo no dio todos los dones a cada creyente, pero Él le dio a cada creyente el don que puede activar y dar poder para la manifestación de todos y cada uno de los dones que el Espíritu Santo ha distribuido a los mismos. “El Espíritu Santo reparte los dones a las personas como él quiere”. “Todo eso lo hace un solo Espíritu y él decide lo que le da a cada cual” (1Corintios 12:11, PDT).
EL DON DE PALABRA DE SABIDURÍA La palabra de sabiduría revela algunos de los acontecimientos futuros, el ministerio profético y los propósitos de Dios en la vida de un individuo. Donde la palabra de ciencia habla del pasado y del presente, la palabra de sabiduría habla sobre todo del futuro. También a veces se da palabras de sabiduría sobre cómo manejar las situaciones actuales. Al dar profecías personales a más de 50,000 personas en más de 58 años de ministerio, he notado un cierto patrón que el Espíritu Santo sigue. En la profecía personal normalmente se habla primero de cosas que el individuo ha experimentado en el pasado y algo de lo que está enfrentando y pasando en el presente. He descubierto que el Espíritu Santo hace que la persona certifique que la palabra profética sobre su pasado y presente es precisa para que así su fe sea edificada para aceptar creer que las palabras sobre su futuro son precisas y se cumplirán. Su interior, nacido del Espíritu, bautizado en el Espíritu Santo que
conoce todos los dones y ministerios que se le han distribuido a usted. Su lenguaje espiritual ora para que esos dones sean activados. El lenguaje espiritual empodera e ilumina la mente del creyente con la palabra de sabiduría para ministrar a los demás.
DISCERNIMIENTO DE ESPÍRITUS Sólo hay tres fuentes de actividad espiritual o tipos de seres espirituales: Dios y sus seres espirituales celestiales, y satanás y sus espíritus demoníacos, y los espíritus humanos, la humanidad vestida con cuerpos de carne y hueso. Dios y sus seres espirituales celestiales son siempre buenos y santos. Satanás y sus ángeles caídos y los espíritus malos son siempre malos y diabólicos. El espíritu del hombre es neutral, pero puede convertirse ya sea bueno o malo en función de si su espíritu está influenciado por el espíritu maligno del diablo o el Espíritu Santo de Dios. El don espiritual de discernimiento de espíritus es capaz de discernir cual espíritu está motivando las palabras o acciones de una persona. A menudo se puede discernir que espíritus malos están habitando una persona. También se puede discernir los espíritus buenos que están dentro de una persona (Marcos 9:17, 23). Se trata de una operación del Espíritu y por lo tanto puede ser activado por el lenguaje espiritual de uno, especialmente si el discernimiento de espíritus es uno de los dones del Espíritu que ha sido distribuido a los creyentes. El discernimiento de espíritus no es el don de sospecha o juzgar las manifestaciones carnales humanas.
EL DON DE FE Un santo o ministro de los cinco ministerios a quien le ha sido dado el don de fe puede hacer milagros con la misma facilidad que una persona con el don de la profecía puede profetizar. El don de fe capacita a una persona para creer en lo imposible. Le da a una persona la garantía y confianza sobrenatural en el corazón de que cuando se habla la palabra sucederá. El don de fe opera principalmente en sanidades milagrosas, liberación de actividad demoníaca y una gran fe en las finanzas. Hay tres niveles o ámbitos de fe: la fe salvadora para la salvación, el
fruto del Espíritu de fe y el don de fe que es uno de los dones del Espíritu. La fe salvadora viene del corazón / espíritu de una persona, mientras que el fruto de la fe y el don de fe viene del Espíritu Santo. Todos los niveles requieren una activación y operación del Espíritu. Orar en nuestro idioma espiritual activa el espíritu del hombre y el Espíritu de Dios. Orar en lenguas puede activar el don de fe en las personas a las que se les ha dado este don.
OPERACIÓN DE MILAGROS Este don opera milagros creativos reemplazando el curso ordinario de la naturaleza. La vara de Aarón floreció y produjo almendras en una noche por una manifestación de la operación de milagros (Números 17:8). También, la separación del Mar Rojo y la burra de Balaam hablando fueron milagros. Elías y Eliseo realizaron milagros, tales como que un litro de aceite llenara muchos contenedores con galones de aceite (2Reyes 4:1-7). 155 Jesús convirtió el agua en vino, caminó sobre el agua y alimentó a cinco mil, con un pequeño pedazo de pan y pescado, todos estos son manifestaciones de la operación de milagros (Juan 6:5-14; Mateo 14:28; Juan 2:5-11). Las palabras griegas para “operación de milagros” son energema y dunamis. Dunamis es la misma palabra traducida como “poder” en Hechos 1:8. El Dunamis del Espíritu se produce de la misma manera que la energía eléctrica se produce en una planta hidroeléctrica. El agua pasa por la compuerta de agua haciendo girar una turbina que produce la rotación de una dínamo en el corazón de la represa que produce energía eléctrica. Recuerde la ilustración en el capítulo 5: El agua es el río de la vida que fluye de nuestro ser más íntimo, la compuerta de agua es la boca y la turbina es nuestra lengua. Hablar en lenguas hace girar la dinamo del Espíritu Santo en nuestro espíritu que genera el poder dunamis de Dios. Hablar en nuestra lengua espiritual definitivamente puede producir el poder dunamis para la operación de milagros.
DONES DE SANIDADES Ambas palabras son plurales, “a otros, dones de sanidades por el mismo Espíritu” (1Corintios 12:9). Por favor, tenga en cuenta que este es el único don con esta singularidad. Esto revela que puede haber santos que reciben un don de sanidad especial para enfermedades específicas Es como en el campo de la medicina moderna, donde la mayoría de los médicos se especializan en un área particular de problemas físicos. Puede haber muchos dones especiales, ya que hay necesidades especiales en el cuerpo humano. He visto esta verdad demostrada en mis cincuenta y ocho años de ministerio y en el estudio del ministerio de los grandes ministros de sanidades del pasado. Por ejemplo, he conocido ministros que tenían un don de sanidad para el cáncer de manera que casi todo el mundo con problemas de cáncer por los que ellos oraban eran sanados. Sin embargo, esa misma persona podía orar por alguien con un dolor de cabeza y no ver que la sanidad tomara lugar. Una traducción dice: “ese mismo Espíritu le da a otro el don de sanar a los enfermos”, (1Corinitos 12:9, PDT). Lo que se aplicaría más a una especialidad del don de sanidades. Cuando los ministros que han descubierto y demostrado sus dones especiales de sanidades celebran un servicio de sanidades, a menudo se llama al frente a las personas con ese problema primero y oran por ellos. Como esas personas son milagrosamente sanadas, se edifica la fe y la confianza en los demás para que Dios los sane de sus enfermedades. Dios trae sanidad a los cuerpos físicos de las personas de varias maneras. La curación natural se produce cuando un médico o alguien más eliminan la causa del problema y entonces el cuerpo se cura. La sanidad individual se produce cuando una persona ejercita su fe para su sanidad. La oración de fe de los ancianos de la congregación también trae la sanidad divina (Santiago 5:14, 15). Luego están los dones de sanidades del Espíritu Santo que puede quitar el problema y dar lugar a una progresiva cicatrización completa, lo que significa que el cuerpo se recupera totalmente con el paso del tiempo. Los dones de sanidades también pueden producir una sanidad instantánea y restauración a la función normal.
Si cada santo sólo recibe un don del Espíritu, en lugar de varios, y son distribuidos por igual, entonces, habría un don de sanidad por cada nueve santos. Ese don debe ser activado y utilizado para sanar a los santos en la Iglesia, así como se utiliza en la evangelización profética para curar los pecadores para que ellos experimenten la bondad de Dios y se arrepientan (Romanos 2:4).
TODOS LOS DONES SON DADOS POR LA GRACIAS DE DIOS – PERO RECIBIDOS Y ACTIVADOS POR LA FE DEL HOMBRE Los dones del Espíritu han sido restaurados a la Iglesia y están siendo activados para su manifestación por los que saben cómo utilizar plenamente sus lenguas espirituales y practican los cuatro principios para la activación de sus dones espirituales. Las nueve manifestaciones o dones del Espíritu Santo son distribuidos a los santos de acuerdo al conocimiento de Dios de la capacidad de cada santo de manifestar ciertos dones. El Espíritu Santo no sólo le da al creyente el don de su lenguaje espiritual, sino que también ofrece algunos de los nueve dones a todos los hijos de Dios bautizados en el Espíritu. 1Corintios 12:7 enfáticamente declara: “pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho”. Los dones no son prestados temporalmente a la persona, sino que son dados. Se convierten en una parte de su ser espiritual nacido de nuevo, al igual que el don de la vida eterna y el don del Espíritu Santo. Así como hablar en lenguas llega a ser una habilidad del espíritu de un santo, los dones del Espíritu Santo en un creyente se vuelven una habilidad divina de su nuevo hombre, al que se le ha dado esta habilidad sobrenatural. Eso no quiere decir que los dones se manifiestan de forma automática porque se nos han dado. El creyente tiene que recibir la revelación de que los dones están dentro de él y luego tiene que operar su fe para activar los dones para que sean manifestados. El don de lenguas del Espíritu Santo en un creyente, es el gran activador. Orar en lenguas produce el fruto de la fe, el cual es el nivel de fe necesaria para creer para que los dones sean manifestados. Es como la llave del auto que hace
arrancar el motor con sus pistones, el que hace que el motor de produzca la energía que recibe el vehículo en movimiento. 158 Nuestro
lenguaje espiritual es el motor pony que activa el gran motor de la poderosa Caterpillar. Es la turbina que gira hasta que se activa la dinamo que produce la energía eléctrica que hace que las luces brillen y las grandes máquinas produzcan grandes obras. Nuestro lenguaje espiritual es una de las claves principales para el Reino de Dios que Jesús dijo que daría a su Iglesia. Es el gran motivador, generador, y activador de la gracia de Dios y todos los dones en nuestras vidas. El Espíritu Santo sabía todo esto cuando Él escogió la habilidad de hablar en lenguas desconocidas, con nuestro lenguaje espiritual como el mejor don que podía dar a los miembros individuales del cuerpo global de Cristo, la Iglesia.
¡NO CONTRISTÉIS AL ESPÍRITU SANTO! (EFESIOS 4:30; 1TESALONICENSES 5:19) Cuan dolido el Espíritu Santo debe estar con nosotros cuando no usamos el don que nos ha dado para hacer crecer su fruto y manifestar sus dones. Pero, ¿Cuán emocionado Jesús debe estar cuando recibimos el Espíritu Santo, ya que Él murió y resucitó para enviar el Espíritu Santo a su pueblo aún en la tierra. Cristo Jesús también está muy contento cuando sus santos reciben el don del Espíritu Santo de las lenguas espirituales. Y toda la trinidad se alegra cuando recibimos y manifestamos el mayor don que cada uno dio a la humanidad para ser hijos de Dios, para vivir la vida de Cristo y para hacer las obras que Jesús hizo e incluso mayores obras. El mayor cumplimiento de todo para Jesús es ver a sus hijos madurando y siendo conformados a Su imagen hasta que su Iglesia pueda ser presentada a Él como una novia gloriosa, sin mancha ni arruga, listo para gobernar y reinar con Él para siempre (Efesios 4: 26, 27; Romanos 8:17; Apocalipsis 5:10).
70 RAZONES CONTINUACIÓN…
41» Los dones de la vida eterna y el lenguaje espiritual son dados para nuestra propia edificación y beneficio. Sin embargo, los dones del Espíritu son dados a los creyentes para responder a las necesidades de los demás. Son las nueve manifestaciones del Espíritu. Los dones demuestran que nuestro Dios y Salvador Jesucristo está vivo y activo en el mundo de hoy. Los tres dones vocales demuestran que Él habla a su pueblo y por medio de su pueblo. Los tres dones de revelación muestran que nuestro Dios es omnisciente, sabiendo todas las cosas de todo y de todos, y nos revela algunas de esas cosas a su pueblo. Los tres dones de poder revelan que nuestro Dios es omnipotente y demuestra su poder sobre los demonios, la humanidad y la naturaleza. Orar en lenguas es una planta de poder dentro de nosotros produciendo la fe necesaria para manifestar los dones del Espíritu (Romanos 6:23; 1Corintios 12:7-12; 14:2; Judas 1:20).
42» El hablar en lenguas en nuestro idioma espiritual personal es una operación diferente al don y tiene un propósito diferente que el don de lenguas, que es uno de los nueve dones del Espíritu. Por medio de la restauración y la demostración del don de “diversos géneros de lenguas” en el movimiento pentecostal, entendemos que es un “mensaje en lenguas” dado para el beneficio de los demás cuando se acompaña con el don hermano de la interpretación de lenguas (1Corintios 14:26-28).
43» Hablar en lenguas también puede servir como una señal para los incrédulos. Esto es especialmente cierto cuando un creyente habla en un idioma que no entiende, pero que es entendido por alguien presente. Numerosos testimonios se han dado sobre esto, y por lo general resulta en que alguien acepte 160 a Cristo o sea convencido de que el hablar en lenguas es un don sobrenatural de Dios. Las “lenguas” pueden ser una lengua terrenal o un lenguaje celestial (1Corintios 13:1; 14:22).
44» Nuestro lenguaje espiritual nos fue dado para empoderarnos para manifestar los dones del Espíritu. Los dones no se prestan, sino que se les dan a los creyentes. Todos los nueve dones están en el Espíritu Santo, quien está en nosotros. Sin embargo, sólo ciertos dones son dados a cada creyente como parte de la habilidad de nuestro ser espiritual individual. Los dones se convierten en características y en la capacidad de nuestra creación, el hombre nuevo en Cristo Jesús. El Espíritu Santo distribuye los dones a los individuos según la predicción y la voluntad de Dios. Él conoce el ADN de cada miembro, su posición y ministerio en su cuerpo y los dones que a cada miembro se le dio para potencialmente manifestarlos. Como miembro del cuerpo de Cristo, los dones se convierten en nuestra única manifestación del ministerio de membresía. La manifestación del Espíritu es dada a todos por el beneficio de los demás. El Espíritu Santo también dio el creyente un lenguaje espiritual para traer ese potencial a la productividad y la manifestación. El ministerio del lenguaje espiritual activa los nueve dones del Espíritu nos da nueve razones más importantes para orar en lenguas (1Corintios 12:7, 11, 18, 27).
45» Los beneficios de hablar en lenguas han sido probados por la experiencia de millones en los últimos 100 años. Lo he visto demostrado miles de veces durante mis 60 años de ser bautizado en el Espíritu y ministrar mi lenguaje espiritual y los dones del Espíritu Santo. Orar en lenguas definitivamente empodera a los cristianos para recibir y manifestar todos los dones y ministerios del Espíritu Santo. El Espíritu Santo realmente sabía lo que hacía cuando escogió el lenguaje espiritual como el mayor regalo que podría dar al creyente. Mostremos un gran aprecio por su don, dando el máximo tiempo para orar en nuestro lenguaje de 161 oración espiritual. “Demos gracias a Dios por su don inefable” o el don que no se puede hablar con una lengua aprendida (2Corintios 9:15; Colosenses 2:7).
46» La Biblia dice a los cristianos, “no impidáis el hablar en lenguas”, “no apaguéis el Espíritu” y “no contristéis al Espíritu Santo”. Cuando nos negamos a recibir el don del Espíritu Santo de hablar en lenguas apagamos y contristamos al Espíritu. Cuan dolido debe estar el Espíritu Santo cuando también nosotros los que hemos recibido, no usamos el don del lenguaje espiritual. El nos ha dado este don para hacer crecer su fruto y manifestar sus dones. Pero, ¿cuán emocionado debe estar Jesús cuando recibimos y utilizamos el mayor don que fue dado por Dios el Padre, Jesucristo y el Espíritu Santo. Todos ellos saben que el lenguaje espiritual es la clave para utilizar y activar todos los beneficios y los ministerios que se han dado a los santos. El lenguaje espiritual es una de las principales “llaves del reino de los cielos” que Jesús prometió dar a sus discípulos (1Corintios 14:39; 1Tesalonicenses 5:19; Efesios 4:30; Mateo 16:19).
C O
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EL “DON” DEL ESPÍRITU SANTO AYUDANTE Y GUERRERO HACEDOR UN AYUDADOR, NO UN DICTADOR Jesús prometió a sus seguidores proféticamente que Él les enviaría otro Consolador. Juan registró que Jesús hizo esta promesa en cuatro ocasiones (Juan 14:16, 25, 15:26, 16:7). Otras traducciones usan diferentes palabras para describ ir lo que Jesús enviaría, como consejero, consolador, defensor, otro amigo y otra persona que permanecería con uno1. Yo uso la Reina Valera como mi Biblia personal. 1 La Palabra, la Biblia de 26 traducciones (Gulfport, MS: Mathis Publisher, Inc., 1993 última edición) 2101.
Esta traduce la palabra griega Parakletos como “ayudante”, y esta palabra es la que mejor describe el trabajo principal del Espíritu Santo que quiero explicar y enfatizar en este capítulo. Cuando el Espíritu Santo vino, manifestó su presencia al permitir a cada persona hablar en un nuevo lenguaje del Espíritu. Como hemos visto, la habilidad de hablar en una lengua desconocida con un lenguaje de espíritu es la evidencia de que una persona ha recibido el don del Espíritu Santo.
¿QUE ES EL DON? Ahora queremos descubrir que es el don. El Espíritu Santo no es un dictador encima del creyente sino un ayudante. En mis primeros días de pentecostés el Espíritu Santo era percibido como un dictador con respecto a la manifestación de las bendiciones y obras del Espíritu. La creencia era que nada podía ser manifestado a menos que el Espíritu lo dispusiera, cronometrara, controlara y dirigiera soberanamente.
Se creía esto con relación al hablar en lenguas, manifestar los dones del Espíritu y ciertas maneras en que alabamos al Señor. Cuando tal experiencia era producida, generalmente era basada en tener una fuerte motivación emocional y acciones que se suponía que era el Espíritu Santo moviéndose sin tener en cuenta la voluntad o la fe del cristiano en el que se daba la manifestación. Un ejemplo de esto es lo que llamamos “danza en el Espíritu”. Yo he experimentado la “danza en el Espíritu” tres veces antes de llegar a ser pastor. No era considerada un acto de la voluntad para alabar a Dios como lo es hoy. Era visto como un momento en que el Espíritu Santo asumía el control total de su cuerpo y hacía el baile en la persona, generalmente un baile sin control muy salvaje. Mis tres experiencias de danza y luego caer bajo el poder eran algo típico de la práctica. La primera vez fue en una pequeña Iglesia de las Asambleas de Dios en Boswell, Oklahoma, a la que asistí durante nueve meses después de ser salvo y recibir el don del Espíritu Santo en julio de 1950 a los dieciséis años. Yo estaba alabando al Señor con otras personas, cuando de repente sentí como si una corriente eléctrica comenzara a subir por mis piernas. Cuando llegó a mis rodillas empecé a danzar y a dar vueltas como un tornado blanco. Dancé desde la parte frontal de la Iglesia golpeando las sillas en ambas direcciones y haciendo una nueva nave de la Iglesia. La segunda vez fue en una reunión evangelística. Esta vez me giraba y parecía flotar hasta el suelo. Una experiencia similar ocurrió en la universidad Bíblica. Pero la universidad Bíblica era un colegio de restauración que enseñaba que tenemos que hacer deliberadamente actos de fe para expresar nuestra alabanza gozosa a Dios y manifestar los dones del Espíritu. Después de salir de la universidad Bíblica empecé a pastorear una Iglesia en febrero de 1954 a los diecinueve años. Un mes después invité a un evangelista para sostener una serie de reuniones de la Iglesia. Una noche el Espíritu de Dios se movía con un fluir de adoración que duró casi dos horas. Muchos en la Iglesia estaban alabando a Dios en la danza. Me había bajado de la plataforma para unírmeles al frente. Yo estaba danzando una danza de adoración y
sentí como si estuviera danzando con Jesús o un ángel. Era suave y fluido. Después de danzar de esta manera durante unos veinte minutos comencé a sentir que era hora de un cambio en el orden del servicio. Pero yo estaba en un dilema en cuanto a cómo hacer eso. Yo estaba al frente y no detrás del púlpito. Y, además, estaba “danzando en el Espíritu” con los ojos cerrados. La creencia era que al estar “en el Espíritu” hay que mantener los ojos cerrados y no indicar que él tiene algo que ver con lo que estaba sucediendo, excepto permitir que el Espíritu tome su camino. De acuerdo con mis experiencias del pasado y la tradición de la Iglesia, yo no 165 podía parar, abrir los ojos y caminar hacia atrás de la plataforma. Si lo hacía, se vería como si hubiera dejado de estar en el Espíritu y me hubiera movido “en la carne”. En mi afán de hacer lo correcto, ser espiritual y finalizar esta danza como en el pasado, decidí que tendría que girar alrededor y permitir que el Espíritu Santo suavemente me acostara en el piso de cemento. Así que empecé a dar vueltas, dejé escapar un fuerte grito y luego caí hacia atrás sobre el piso de cemento. Después de recobrar el conocimiento, me quedé allí unos minutos. Más tarde, la gente me dijo que cuando me caí sonó como un saco de patatas que caía del techo y golpeaba el suelo. El grito y el sonido de la caída hizo que todos dejaran de inmediato lo que estaban haciendo y miraran a su alrededor. El evangelista dijo que todos levantaran las manos, cerraran los ojos y la alabaran al Señor. Luego, bajó rápidamente la plataforma y vino a donde yo estaba y me tomó el pulso para ver si aún estaba vivo. Luego volvió al púlpito y les dijo que todo estaba bien, que yo estaba en el Espíritu. Ahora estaba en un dilema más grande que en el que había estado antes. Pensé en levantarme como sea, pero mientras rodaba mi cabeza hacia el otro lado la levanté cerca de dos pulgadas, y cuando empecé a levantar mi cabeza, ¡mi cabello estaba pegado al suelo! Supe entonces que tenía un nudo grande en la parte posterior de mi cabeza y que estaba sangrando. La costumbre era que si estuviera realmente en el Espíritu, entonces usted no se vería perjudicado al
caer bajo el poder. Sentí que si me levantaba en ese momento todos podrían pensar que yo había estado en la carne. Así que me quedé allí moviendo mi cabeza hacia atrás y hacia delante con la esperanza de estirar aquel nudo antes de que la gente pudiera verlo. Me di cuenta de que mi cabeza estaba tendida junto a la plataforma y cualquier sangre correría debajo de la plataforma (Yo había limpiado la Iglesia antes y sabía que 166 el suelo estaba
inclinado en esa dirección). Me quedé allí hasta que el evangelista terminó de predicar y oró por la gente y todos se fueron, con excepción de tres personas que acabarían siendo mi esposa, su madre y su mejor amiga. Aprendí una lección vital esa noche, sobre hacer una transición a la nueva revelación espiritual y a las formas de demostrar el Espíritu. Podemos entrar en la carne mientras tratamos de ser espirituales, sobre todo cuando Dios nos está llevando a su nuevo orden de adoración y las formas de manifestar el Espíritu. Dios me estaba cambiando de pentecostés “danza en el Espíritu” a la adoración y la alabanza de la lluvia tardía que comencé a experimentar en febrero de 1952. Apenas cuatro meses después de esta experiencia de danza, en julio de 1954, asistí a una conferencia de Restauración en el norte de Surrey, Columbia Británica. Ese fue el lugar y el momento cuando una visita soberana de Dios vino, liberó y activó a cada uno en el nuevo orden de alabanza en la danza. La descripción de esa visita de restauración se describe en la página 232 de mi libro La Iglesia Eterna. Compartí esta experiencia para demostrar que el Espíritu Santo no fue enviado a dominar, controlar u obligarnos a manifestar el Espíritu. El Espíritu Santo no fue enviado para ser un dictador, sino nuestro ayudante. Jesús dijo que enviaría “el Consolador” no “el que controla a la fuerza” o el “Espíritu independiente”.
EL DON: EL AYUDADOR QUE AYUDA El Diccionario Enciclopédico Webster de la Lengua Inglés describe
ayudante como “alguien que ayuda”, y ayudar es “prestar asistencia, cooperar con, beneficiar, ser de utilidad en la provisión de un
remedio”. El Espíritu Santo fue enviado por Cristo para trabajar con su Iglesia. El Espíritu se ha comprometido a ayudar a todos los miembros del cuerpo de Cristo y lograr cumplir con todo lo que Dios los ha llamado a ser y hacer. El Ayudador a quien Jesús envió, es Uno que asiste y colabora con los cristianos que están tratando de llevar a cabo una obra de Dios. Todos los recursos del amor, la sabiduría y el poder de Dios, están con el Espíritu Santo. Y Él está con nosotros y nos ha dado el don que nos permite acceder y activar todos los recursos. El Espíritu está más deseoso y dispuesto a manifestar el poder de Dios en y a través de nosotros que estamos para recibir y manifestar la gracia y los dones de Dios. Aunque sé que esto es una verdad bíblica, sin embargo, es difícil para mí entender que es un hecho real, sobre todo cuando pienso en la cantidad de deseo y pasión que tengo para manifestar a Jesús como el único verdadero y todopoderoso Dios. Si de verdad entendemos y creemos quien es el Espíritu Santo, entonces nuestra fe aumentaría enormemente para recibir, creer y manifestar los dones de Dios. Debemos actuar sobre la amonestación de Jesús sobre nuestros deseos: “por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá” (Marcos 11:24, RV). Hay que agregar la fe que recibe, entonces vamos a tener y demostrar todo lo que el Espíritu Santo tiene para nosotros. El Espíritu es nuestro Ayudador. El está veinticuatro horas al día listo y dispuesto para ayudarnos y cooperar con nosotros para lograr el propósito de Dios. Él sabe que puede hacer mucho más abundantemente todo lo que podemos pedir o pensar, pero también sabe que tiene que estar de acuerdo con el poder que está trabajando dentro de nosotros. El Espíritu Santo espera que usemos el don de nuestro lenguaje espiritual para generar ese “poder dentro de nosotros” el cual se necesita para que Dios haga esas cosas superiores y en abundancia para nosotros (Efesios 3:20).
EL EJEMPLO DE LA CUENTA BANCARIA Una traducción (Juan 14:16, PDT) transmite la idea de que “el
Consolador” está al lado de nuestro espíritu con todas las disposiciones necesarias para que podamos cumplir con nuestro ministerio. Recuerde la analogía en el capítulo 5 de Jesús consignando un millón de dólares en nuestra cuenta bancaria, con todo ese dinero disponible para nosotros para girar los cheques que sean necesarios para satisfacer nuestras necesidades personales y las necesidades del pueblo de Dios. Si sólo giramos cinco y diez cheques en dólares de vez en cuando seríamos contados como muy tontos y temerosos, o que carecemos de la visión y el deseo de girar cheques más grandes y con más frecuencia para conseguir más. La mayoría de los cristianos no usan su chequera, que es su lengua espiritual, para girar múltiples o grandes cheques de su cuenta bancaria completamente llena, la cual es el Espíritu Santo. Jesús deposita en el Espíritu Santo todo lo que necesitaríamos para sobresalir mucho más abundantemente en glorificar a Dios y ministrar a la humanidad.
VOLUNTAD DE DIOS – FE DEL HOMBRE Antes del Movimiento Carismático se enseñaba que el Espíritu Santo sólo manifiesta los dones del Espíritu de acuerdo a su propia voluntad. En aquel entonces recibimos la impresión de nuestros maestros de que el Espíritu se mostraba reacio e indiferente sobre la manifestación de los dones del Espíritu. A veces, Él estaba dispuesto a manifestar sus dones, y, a veces no estaba de humor. Por lo tanto, no había nada que pudieran hacer los santos para manifestar los dones sino esperar hasta que el Espíritu estuviera dispuesto. Esta enseñanza en general proviene de una errónea interpretación y aplicación de 1Corintios 12:11. Después de enumerar los nueve dones del Espíritu Santo en los últimos tres versos y 169 enfatizando en que todos ellos son dados de la misma manera por el mismo Espíritu, Pablo declaró que “pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere”. Tenga en cuenta que “como él quiere” se refiere a la distribución de los dones a diferentes personas y no es en relación a los santos manifestando los dones. Cada don de Dios es dado, pero debe ser recibido y manifestado por la fe del creyente. El don de la vida
eterna es recibido y vivido por la fe. El don del Espíritu Santo se recibe por fe. El creyente que recibe el don habla en lenguas por la fe. Los dones del Espíritu se reciben y se manifiestan por la fe. Cada don de Dios es por gracia y fe. La gracia de Dios es su amor y poder inmerecidos que hacen que el don esté a disposición de todo el que quiera creer y recibir. Por la gracia de Dios somos salvos por medio de nuestra fe. Por eso hemos desarrollado la siguiente declaración y la usamos cuando se les enseña a los santos como apropiarse y activar los dones del Espíritu:
LOS DONES SON DADOS POR LA SOBERANA VOLUNTAD DE DIOS, PERO SON ACTIVADOS Y MANIFESTADOS ¡POR LA FE DEL CREYENTE! Dios da el don, pero cada creyente debe recibirlo en su vida por la fe. Tanto amó Dios al mundo, que dio el don de su Hijo. Pero el mundo debe recibir el don de su Hijo para tener el don de Dios de la vida eterna. Lo mismo ocurre con el don del Espíritu Santo y los dones del Espíritu. Hemos demostrado en otros capítulos como orar en nuestra lengua espiritual es el principal medio por el cual podemos activar y manifestar las obras sobrenaturales de Dios y los dones del Espíritu.
LENGUAJE DEL ESPÍRITU – EL GUERRERO HACEDOR LA NATURALEZA GUERRERA DE LA TRINIDAD Nuestro lenguaje espiritual tiene la misma naturaleza que el Espíritu Santo quien nos lo dio. El Espíritu Santo tiene la misma naturaleza que Cristo Jesús, quien lo envió. Jesús tiene la misma naturaleza del Dios omnipotente. Dios es un Poderoso Guerrero. Una de las principales características de la naturaleza de la Trinidad es el de un Poderoso Guerrero. Varios partes en las Escrituras declaran que Dios peleaba por Israel. El décimo capítulo de Josué, es la historia de Josué y su ejército que luchaba contra el ejército de cinco reyes de Canaán. Josué estaba cumpliendo con el mandato de Dios para matar a todos los seres humanos en la tierra de Canaán y poseer la tierra para la nación de Israel. Dios había estado ayudando desde el reino invisible capacitando al ejército de Josué para ser poderosos guerreros
victoriosos.
DIOS PERSONALMENTE SE UNE A LA BATALLA Josué y su ejército israelita lucharían por siete años antes de destruir suficientes habitantes de la tierra de Canaán para convertirse en la nación de Israel. Pero esta batalla particular contra los cinco reyes amorreos sería diferente, porque Dios mismo, personalmente estaría involucrado en la batalla. Ya que Dios miró atentamente a Josué luchando y conquistando a sus enemigos, su naturaleza guerrera se estremeció tanto en Él que lo motivó a participar personalmente. Dios mandó prontamente al arcángel Miguel, su general sobre los ejércitos del cielo, para traer de su cuarto de guerra algunas de sus balas y bombas de granizo. El Dios Todopoderoso tomó algunas de las bombas en su mano y las arrojó al enemigo matando a miles. Siguió lanzando sus bombas de granizo hasta haber matado a la mayoría de los soldados enemigos. Después de la batalla, 171 encargó al Espíritu Santo para que se asegurara de que se registrara que “fueron más los que murieron por las piedras del granizo, que los que los hijos de Israel mataron a espada” (Josué 10:11, AP). El Señor quería que todos supieran que Él era un guerrero y el más poderoso de todos los guerreros. Nuestro Señor Jesucristo no sólo es el Rey de todos los reyes, Él es también el Guerrero de todos los guerreros. Éxodo 15:3 declara, “Jehová es varón de guerra”. Otras traducciones de ese versículo dicen: “el Señor es un guerrero”, “Yahvé es un guerrero”, “el Señor es un fuerte guerrero”, “Jehová es poderoso en la batalla”, y “el Eterno sabe bien cómo luchar”2.
EL MILAGRO MÁS GRANDE FUE DADO PARA MATAR ENEMIGOS Ha habido muchos grandes milagros en la creación natural de Dios. El gran diluvio en los días de Noé cubrió la tierra con agua. El Mar Rojo se dividió, como lo fue el río Jordán. Jesús caminó sobre el agua y alimentó a 5000 personas con un puñado de comida. Estos milagros, y otros, son bien conocidos. Pero la gente a menudo se sorprende cuando enseño que el milagro más grande registrado en la naturaleza sucedió para que los soldados de Dios tuvieran más
tiempo para matar a sus enemigos. Josué le habló al sol y a la luna para que se estuvieran quietos y no se movieran y ellos obedecieron. El tiempo que permanecieron detenidos fue durante casi 24 horas para tener más luz del día y así más tiempo para que Josué terminara la destrucción de aquellos a quienes se les había encargado desposeer. Josué 10:14 resume lo que sucedió ese día, “y no hubo día como aquel, ni antes ni después de él, habiendo atendido Jehová a la voz de un hombre; porque Jehová peleaba por Israel”. Dios luchó de dos maneras. En primer lugar, luchó como un Poderoso Guerrero matando a los amorreos. En segundo lugar, cuando Josué pidió pausar el tiempo hasta tener la oportunidad de terminar de matar a sus enemigos, Dios luchó como el Creador Todopoderoso de los cielos y la tierra. Dios peleó reemplazando las leyes que Él estableció en la creación original. Él estableció el tiempo para la rotación de la tierra, el sol, el sistema solar y el universo. El Creador, que comenzó el tiempo también puede detener el tiempo y seguir funcionando todo para la humanidad en la tierra. Su sabiduría y poder mantuvo todo en orden durante casi un día entero. 172 2 Ibid., 104.
Dios también despertó su naturaleza guerrera y personalmente luchó y mató a miles del ejército de los amorreos. Estos son los mismos amorreos a los que Dios se estaba refiriendo cuando le dijo a Abraham que él y sus descendientes no podían poseer la tierra de Canaán, hasta que el pecado de los amorreos llegara a su colmo (Génesis 15:16). Por el tiempo de Josué la copa de la iniquidad de los amorreos había llegado a rebosar. Así que Josué estaba en la tierra de Canaán, ejecutando los juicios escritos en contra de ellos, para que la gente de Dios pudiera poseer la tierra prometida y convertirse en su propia nación soberana (Salmos 149:6-9).
EL LENGUAJE ESPIRITUAL – EL GUERRERO HACEDOR Nuestro lenguaje espiritual del Espíritu Santo toma la misma naturaleza guerrera de la Trinidad. Orar en el Espíritu con nuestro lenguaje espiritual es una parte vital de la armadura cristiana. El apóstol Pablo describe las distintas partes de la armadura de guerra
para un soldado cristiano: Para la cabeza el yelmo de la salvación, para el pecho y la espalda la coraza de justicia, para la cintura el cinturón de la verdad, para los pies las botas de combate de la preparación del Evangelio de la paz, para los brazos y las manos combatientes el escudo de la fe en una mano y la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios, en la otra mano. Y la oración en el lenguaje espiritual, que es la productora de energía interna que empodera al soldado cristiano con la voluntad, la sabiduría, el coraje y el poder para pelear la buena batalla de la fe (Efesios 6:10-18). Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra otestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes(Efesios 6:10-12). Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; orque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino oderosas en Dios para la destrucción de fortalezas (2Corintios 10:3-4).
GUERREANDO CON NUESTRO LENGUAJE ESPIRITUAL CONTRA LAS FUERZAS ESPIRITUALES DE MALDAD La guerra cristiana es en el reino espiritual. Nosotros no luchamos contra los seres humanos de carne y hueso, sino contra seres espirituales y espíritus demoníacos que operan en el ámbito espiritual. A veces se conoce como nuestra guerra en lugares celestiales. Hay tres campos de los “lugares celestiales”. El primer cielo es la atmósfera natural alrededor de la tierra. El tercer cielo es donde Dios se sienta en su trono gobernando sobre todo. El segundo cielo es el espacio entre la atmósfera terrestre y el perímetro exterior del tercer cielo. El diablo y todos sus ángeles caídos y espíritus demoníacos operan desde la sede del infierno en el corazón de la tierra al segundo cielo. Como santos, debemos pelear con nuestras armas espirituales desde nuestra posición espiritual. Esa posición es donde Cristo nos
resucitó y nos posicionó para la batalla: “y juntamente con 174 él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los
lugares celes
tiales con Cristo Jesús” (Efesios 2:6). ¿Dónde están esos lugares celestiales donde los santos son colocados? Necesitamos conocer nuestra posición y poder. El apóstol Pablo oró a Dios el Padre de nuestro Señor Jesucristo para que los santos recibieran el espíritu de sabiduría y de revelación para este propósito: Para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él, alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos, y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza, la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales, sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino también en el venidero; y sometió todas las cosas bajo sus pies, lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la Iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo (Efesios 1:1723). Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo (Efesios 1:3). Y de aclarar a todos cuál sea la dispensación del misterio escondido desde los siglos en Dios, que creó todas las cosas; para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer por medio de la Iglesia a los principados y potestades en los lugares celestiales, conforme al propósito eterno que hizo en Cristo Jesús nuestro Señor (Efesios 3:9-11).
CUARTEL GENERAL Y CENTRO DE MANDO DE LOS SANTOS GUERREROS Como santos de Dios, nuestra posición en nuestra vida espiritual se
encuentra en los lugares celestiales en Cristo, quien está sentado a la diestra de Dios. Esto significa que operamos desde el ámbito del tercer cielo donde Cristo está sentado a la diestra de Dios Todopoderoso y donde estamos sentados en Cristo Jesús. Nuestra posición es “muy por encima de todo principado y autoridad y poder y señorío, y todo lo que tiene un nombre en el mundo natural y el mundo de los espíritus” (Efesios 1:19-23, AP). Orar en nuestro idioma espiritual nos activa en nuestro lugar celestial. Es un misterio y una paradoja que podamos estar viviendo en el mundo natural, caminar y hablar en nuestro cuerpo natural, y, sin embargo, al mismo tiempo en nuestro espíritu podemos estar sentados a la diestra de Dios en Cristo Jesús.
EL JARDÍN DEL EDÉN DE LOS SANTOS Adán y Eva tuvieron un Jardín del Edén, donde todo lo que necesitarían para hacer la obra de Dios estaba disponible. Como santos tenemos nuestro propio Jardín del Edén. Se llama los lugares celestiales con Cristo Jesús. Nuestro Señor Jesucristo ha proporcionado y “nos bendijo con toda bendición espiritual en lugares celestiales en Cristo” (Efesios 1:3). Adán y Eva tenían que permanecer en el Jardín para tener todas esas bendiciones disponibles. Tenemos que permanecer en los lugares celestiales en Cristo para participar y demostrar la vida y las obras sobrenaturales de Cristo. Esa es la razón por la que la Biblia nos dice que debemos andar en el Espíritu, vivir en el Espíritu y orar en el Espíritu. La principal forma de orar en el Espíritu es orando en el lenguaje espiritual con el cual el Espíritu Santo nos ha dotado. 176 El
lenguaje espiritual abre la puerta a nuestro Jardín del Edén
y, luego nos dirige a los recursos y nos ayuda adecuadamente en todo lo que necesitamos para lograr el propósito de Dios para nuestras vidas. Nuestra autoridad y posición está sobre toda la actividad del diablo y todo su ejército de ángeles caídos y demonios, los cuales están limitados principalmente al primer ámbito de los lugares celestiales por encima y por debajo su infierno de fuego.
LA POSICIÓN Y LAS ARMAS DE LOS SANTOS Todas las fuerzas del mal están bajo nuestros pies. Cuando operamos desde nuestro lugar de estar escondidos con Cristo en Dios, tenemos el poder sobre todas las huestes del diablo. Nuestra batalla no es con los seres de carne y hueso, sino que es contra los seres espirituales de maldad. Nuestra guerra no es con armas carnales terrenales, sino que estamos en guerra y se nos han dado armas espirituales poderosas para derribar la fortaleza del infierno. Las principales armas de la guerra de la Iglesia son la sangre de Jesús, el nombre de Jesucristo, la Palabra de Dios, las alabanzas de Dios, el grito de la fe, los dones del Espíritu, y el lenguaje espiritual que empodera a los santos con el amor, la fe y el poder para usar estas armas con eficacia.
LUCIFER EXPULSADO DEL TERCER CIELO Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el dragón y sus ángeles; ero no prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo. Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él (Apocalipsis 12:7-9).
Este es un relato profético de lo que sucedió en la rebelión 177 original de lucifer y lo que sucederá en el futuro próximo, cuando satanás y todos sus seguidores serán arrojados de la atmósfera terrestre al lago de fuego. Miguel y los santos ángeles de Dios expulsaron a lucifer del cielo, pero Jesús y su ejército de santos pelearán contra él y los echarán de la tierra al lago de fuego (Apocalipsis 19:11-21). El rebelde lucifer y sus ángeles caídos fueron echados del tercer cielo al primer cielo alrededor de la tierra. La caída de lucifer causó grandes erupciones catastróficas a la tierra, dando lugar a que la tierra estuviera desordenada y vacía (Génesis 1:2). La tierra estaba cubierta de agua y Dios quitó toda la luz de la tierra, lo que provocó que se sumiera en la oscuridad total y se congelara en una gran bola de hielo.
Cuando Dios comenzó a ordenar la tierra para que fuera habitada, tuvo que meditar sobre las aguas heladas con el calor de su luz. Fue hasta el tercer día de su trabajo creativo que el agua congelada alrededor de la tierra se derritió lo suficiente para que Dios separara la tierra seca y las aguas de los ríos, lagos y océanos. En los otros tres días Dios creó todas las criaturas del aire, las aguas y la tierra. Su último acto creativo fue la creación del hombre a su imagen y semejanza. Las ocho principales razones para que Dios creara al hombre de la tierra e hiciera la tierra su hogar están cubiertas a fondo en mi libro titulado, ¿Quién soy y por qué estoy aquí? 3
EL HOMBRE HECHO MÁS PODEROSO QUE EL DIABLO La humanidad es la única creación de Dios que fue hecha a la propia imagen y semejanza de Dios. Lucifer no fue hecho a imagen y semejanza de Dios. Lucifer era uno de los arcángeles de Dios y fue originalmente su ministro de música. Lucifer cayó y se convirtió en el diablo, que es el iniciador y el dios de todos los males y todo lo que es contrario a la voluntad y los caminos de Dios. Satanás nunca fue parte de la Deidad. Nunca fue como Dios, que es omnipotente, todopoderoso, omnisciente, que todo lo sabe, y omnipresente, que está presente en todas partes. Satanás no es todopoderoso, no lo sabe todo, y no está presente en todas partes al mismo tiempo. 178 3 Bill Hamon, ¿Quién soy yo y por qué estoy aquí? (Shippensburg, PA: Imagen Destino, 2005).
Sin embargo, Dios creó a la humanidad con el potencial de participar en todos los atributos de Dios, especialmente cuando el hombre se mueve por el Espíritu de Dios y funciona en la dimensión del Espíritu de la naturaleza y atributos de Dios. El hombre fue creado con mayor poder, sabiduría y autoridad que el diablo. Pero el hombre cayó al obedecer a la serpiente diabólica y no a Dios, y por lo tanto renunció a la posición y el poder que Dios había dado a la humanidad. El diablo entonces se hizo el dios de la tierra y todos sus malos caminos. Cuando la Escritura se refiere al diablo como “el dios de este siglo” (2Corintios 4:4), no le está dando el lugar de ser un dios como el Dios eterno del universo. Hay un solo Dios. El diablo es
sólo un príncipe de las tinieblas. Satanás es el gobernante y el dios de todos los que no aceptan el camino de la vida de Jehová y su única provisión para la reconciliación de la humanidad a Dios, Jesucristo, su Hijo.
JESUCRISTO CREÓ UNA NUEVA RAZA DE PERSONAS Cuando Jesús murió en la cruz, resucitó de los muertos y dio a luz a su Iglesia, comenzó una nueva raza de la humanidad. Esta raza consistía en personas que han nacido de nuevo y han sido trasladadas de la maldición de la tierra a las bendiciones del Reino de Dios. El hombre fue restablecido y activado en una creación de un nuevo hombre superior a la creación original de Adán. Adán fue creado sin el conocimiento del pecado y la rebelión y vivió 179
una vida de inocencia hasta que comieron del fruto prohibido. El hombre de la nueva creación en Cristo Jesús fue creado a partir de la humanidad que no era inocente, sino conocedores del bien y del mal. El nuevo hombre en la raza de Cristo, que es la raza de la Iglesia, fue creado en la justicia de Dios. La nueva raza de la Iglesia se compone de santos que han nacido del Espíritu y han sido bautizados en el Espíritu. Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios (Romanos 8:14). Jesús es el Rey de su reino de santos. Él les ha dado su poder y autoridad sobre todo el poder del diablo (Lucas 10:19). Los santos espirituales son embajadores delegados de Dios y guerreros para implementar y ejecutar todo lo que Cristo quiere que su Iglesia sea y haga. Los santos también tienen la autoridad para ejecutar todos los juicios que el Dios Eterno ha decretado en el mundo. Las obras que Jesús hizo mientras estaba en la tierra también serán hechas por los santos y aún mayores obras (Juan 14:12; Sal. 149:6-9; Jeremías 51:20; 2Corintios 5:20).
EJEMPLO DEL AYUDADOR AYUDANDO A LOS SANTOS GUERREROS Durante los últimos veinticuatro años en el mes de octubre hemos realizado nuestra conferencia de apóstoles y profetas de Christian
Internacional. En esta conferencia durante la operación Desert Shield, la concentración para la primera guerra del Golfo, Dios proféticamente reveló que Él quería que nosotros hiciéramos guerra espiritual para los soldados aliados. El Señor reveló que el diablo estaba planeando que 60,000 soldados estadounidenses fueran asesinados. Él quería que intercediéramos y guerreáramos contra los planes del enemigo y salváramos a 50 mil de nuestros soldados de ser asesinados. Hubo más de 1000 asistentes a la conferencia. Hicimos guerra espiritual, en primer lugar revelamos a todos 180 los participantes lo que había sido revelado a nosotros, y luego dirigimos nuestra oración contra el enemigo. Hablamos en la autoridad del nombre de Jesús, hicimos declaraciones apostólicas y proclamaciones proféticas de la Palabra de Dios y el grito de la fe. Después oramos con todo el entendimiento que teníamos sobre la guerra, exhorté a todos los santos a que oraran en sus lenguas espirituales de guerra. Expliqué cómo el Espíritu Santo nos envió un ayudante, no un dictador, y que el Espíritu Santo ayudaría a dirigir todas nuestras oraciones en lenguas para orar por lo mismo a pesar de que cada uno hable en idiomas espirituales diferentes. Un millar de santos hablando en lenguas al mismo tiempo contra el mismo enemigo produciría más poder espiritual que lo que la represa de Hoover podría producir en energía eléctrica durante el mismo tiempo. La Biblia dice que una persona puede poner a volar a mil, pero dos pueden hacer huir a diez mil. ¿Cuántos de nuestros enemigos pueden hacer huir mil santos unidos orando en el espíritu? Millones de principados demoníacos y los ángeles malvados. Hicimos unos treinta minutos de intensa guerra espiritual. El grito de fe en nuestras lenguas espirituales explotó en el campamento del enemigo como una bomba atómica destruyendo a miles de fuerzas demoníacas e interrumpiendo sus canales de comunicación. El Espíritu Santo Santo reveló entonces entonces que habíamos habíamos ganado ganado la batalla.
En ese momento, me preguntaba por qué Dios nos dijo que nos daba la responsabilidad de salvar a 50,000 en vez de los 60,000. Dos semanas más tarde, yo estaba predicando en una Iglesia profética en
Tulsa, Oklahoma. Compartí con ellos acerca de nuestra reciente guerra espiritual que el Señor nos había mostrado para salvar a 50,000 de los 60,000 soldados. Ellos se emocionaron y me explicaron que durante esa misma noche Dios había hablado a la congregación para que181 intercedieran y batallaran por la vida de 10,000 ¡soldados estadounidenses! Esa fue la razón, porque esta Iglesia fue la encargada de salvar a los restantes 10,000. Más tarde escuchamos reportes de que las tácticas y los planes por donde iban a invadir la tierra fueron cambiados en el último momento y en el momento de d e nuestra guerra espiritual. Estos cambios burlaron al enemigo y a sus ayudantes espirituales demoníacos. Los ee.uu. habían enviado decenas de miles de bolsas para cadáveres en el extranjero, que no hubo necesidad de utilizar. Los santos tuvieron el privilegio y la autoridad delegada para ganar la guerra en los cielos antes y durante el momento en que se estaba librando con armas naturales en la tierra. En este ejemplo no debe interpretarse como que todo lo que los militares de EE.UU hacen es ordenado por Dios o que todos sus enemigos son demoníacos. Pero sí sabemos que nuestro enemigo espiritual, el diablo, quería matar a decenas de d e miles de hombres y mujeres jóvenes, porque ama la muerte y la destrucción, y Dios nos permitió guerrear en el espíritu para detener sus malvados planes. Israel fue el pueblo escogido de Dios que peleó contra los soldados enemigos humanos con las armas naturales. La Iglesia de Jesucristo son los guerreros espirituales de Dios, que luchan contra los ejércitos espirituales de maldad en los lugares celestiales. Aunque los santos de la Iglesia son personas naturales con cuerpos de carne y hueso, aún así son un pueblo espiritual que guerrea espiritualmente en el mundo de los espíritus. Los santos luchan desde sus cuarteles generales espirituales y sus lugares celestiales en Cristo, a la diestra de Dios. Su habilidad para orar en un lenguaje espiritual es una de sus grandes armas espirituales de guerra. El lenguaje espiritual es nuestro ayudador y guerrero 182 hacedor. Los santos que ejercitan sus lenguas espirituales de oración son animaos, capacitados, iluminados y empoderados para ser poderosos pod erosos guerreros en el ejército del Señor.
OTROS EJEMPLOS DE AYUDA EN GUERRA
Estos son los mismos principios que seguimos cuando fuimos dirigidos por el Espíritu Santo para ir a las naciones del Pacífico y desarticular y detener los planes del diablo para iniciar una tercera guerra mundial entre occidente y oriente. Hicimos guerra espiritual en esas naciones desde 1992 hasta 2001, cuando Dios nos aseguró que habíamos cumplido nuestra misión. El plan del diablo para iniciar una tercera guerra mundial por causa de las naciones orientales para luchar contra las naciones occidentales se detuvo. d etuvo. El diablo entonces cambió al terrorismo de una manera importante el 11 de septiembre de 2001. Hemos utilizado estas mismas armas de guerra, cuando nuestra Iglesia local ha descubierto que el diablo ha asignado un principado diabólico contra nosotros. Hacemos lo mismo cuando descubrimos los planes del diablo en contra de nuestra Red Apostólica Christian International.
PERMÍTALE AL AYUDADOR DAR AYUDA Todo este capítulo fue escrito con el propósito de ayudar a los cristianos a entender que el Espíritu Santo es un ayudante y no un dictador. El don de nuestra lengua espiritual es el principal medio del Espíritu de ayudar a los cristianos. El Espíritu Santo y nuestra lengua espiritual ayudan y cooperan con nosotros en nuestro trabajo para Dios. Si todos queremos orar en la unidad y en acuerdo sobre algo, o hacemos guerra contra una fuerza del mal, el Espíritu Santo cooperará dirigiendo todas las lenguas espirituales de los santos para orar por la misma cosa al mismo tiempo, aunque sea en diferentes idiomas espirituales. 183 Estos son sólo algunos de los numerosos ejemplos que se podrían utilizar para mostrar las diversas formas en que nuestra lengua espiritual puede ser utilizada para ayudar a vencer a nuestros enemigos y lograr grandes cosas para Dios. No permita que ningún cristiano desinformado y sin experiencia le hable de utilizar su idioma espiritual para su máximo propósito, poder, beneficios y bendiciones. El Espíritu Santo conocía todo lo que el idioma espiritual fue diseñado para hacer y esa es la razón por la que Él lo escogió como el mayor don que podría dar a un hijo de Dios. Por lo tanto, todo cristiano debe recibir el don del Espíritu Santo, orar
mucho y con frecuencia en lenguas y apropiarse de todos los beneficios del “don” de su lenguaje espiritual.
70 RAZONES CONTINUACIÓN…
47» El don del Espíritu Santo no es un dictador o un controlador, sino un “AYUDADOR”. Otras traducciones interpretan la palabra griega parakletos como Consejero, Consolador y Abogado. La palabra Ayudador transmite más la forma en que el Espíritu Santo trabaja con nosotros para cumplir nuestro ministerio y la obra de Cristo. El Espíritu Santo envió Su don para motivar, guiar y ayudarnos, a iluminar y capacitar, revelar e inculcar que tenemos que hacer la voluntad de Dios. Él no vino para hacer el trabajo por nosotros, sino para empoderarnos para hacer las obras de Cristo. El lenguaje espiritual no es temperamental o independiente de nosotros, ni domina sobre nosotros, sino que es uno con nosotros para ayudarnos en todas las formas posibles para cumplir con nuestro ministerio de membresía como miembros eternos del cuerpo de Cristo Funcionando por siempre (Hechos 1:8, Juan 14:26, 15:26, 16:7-15; Efesios 3:20-21).
48» El don del Espíritu Santo está más deseoso y dispuesto a manifestar el poder de Dios en y a través 184
de nosotros que lo que nosotros estamos de recibir y manifestar la gracia y los dones de Dios. Por increíble que pueda parecer, el don está listo y dispuesto las 24 horas del día para ayudar y cooperar con nosotros para lograr los propósitos de Dios. Pero nuestro lenguaje espiritual sólo puede hacer su trabajo mientras le demos la oportunidad y el tiempo para orar en lenguas el tiempo suficiente para adquirir lo que necesitamos.
49» Nuestro lenguaje espiritual del Espíritu Santo, tiene el mismo espíritu guerrero de Jesús el Poderoso Guerrero y el todopoderoso Dios, que peleaba por Israel. El lenguaje espiritual es un guerrero hacedor. Orar en lenguas es una parte vital de la armadura del guerrero cristiano. Las armas de nuestra milicia son armas espirituales y nuestro lenguaje espiritual es lo que nos empodera para usarlas poderosa y efectivamente en la conquista de nuestros enemigos (Efesios 6:10-18; 2Corintios 10:3-4; Josué 10:14).
50» Orar en nuestro idioma espiritual nos activa en nuestra posición espiritual en los lugares celestiales con Cristo a la diestra de Dios. Esta es la esfera espiritual de operación de los santos, el cuartel general de los guerreros y el centro de mando. Nuestra posición es “muy por encima de todo principado y autoridad, poder y señorío, y todo lo que tiene un nombre en el mundo natural y en el mundo de los espíritus”. El cuerpo resucitado de Jesucristo está sentado a la diestra de Dios, pero su Espíritu está con nosotros aquí en la tierra. Nuestros cuerpos mortales están aquí en la tierra, pero nuestros espíritus están sentados con Cristo Jesús a la diestra de Dios. Es un misterio y una paradoja que podamos estar funcionando en nuestros cuerpos naturales en la tierra, mientras que al mismo tiempo, nuestros espíritus están sentados y en funcionamiento desde la diestra de Dios en los lugares celestiales en Cristo. El orar en 185 lenguas se origina y funciona desde nuestra posición espiritual en los lugares celestiales (Efesios 1:20 cf Efesios 2:6; Efesios 1:3; 2:22; Colosenses 1:27).
51» Las principales armas de la guerra de la Iglesia son la sangre de Jesús, el nombre de Jesucristo, la Palabra de Dios, las alabanzas a Dios, el grito de fe y los dones del Espíritu. El lenguaje espiritual es lo que empodera a los santos con el amor, la fe y el poder de usar esas armas con eficacia (Marcos 16:17; Juan 14:13; Salmos 149:6-9; Hebreos 4:12; Efesios 6:16; Josué 6:20 cf; Salmos 47:1, 2Corintios 10:4, 1Juan 1:9; 4:18; 5:4).
52» Cuando los santos se reúnen y se sienten guiados a hacer guerra espiritual en contra de un enemigo en particular, o para algún propósito en particular, el Espíritu Santo dirigirá las lenguas espirituales de todos los santos para orar por la misma cosa al mismo tiempo, a pesar de que cada santo esté orando en una lengua diferente. El poder de la oración unificada en el espíritu es inconmensurable, es un poder mayor que una bomba atómica. “Cinco de vosotros perseguirán a cien, y cien de vosotros harán huir a diez mil”. Cinco luchando juntos destruyen veinte enemigos por soldado, pero 100 soldados unidos destruyen a 100 por soldado. “Uno puede poner a volar a 1000 pero dos pueden poner en fuga a diez mil”. Simplemente añadir uno más es lo que se necesita para aumentar el poder en diez. “Un varón de vosotros perseguirá a mil, porque Jehová tu Dios es el que pelea por vosotros”. Tenemos la victoria ilimitada cuando Dios pelea por nosotros. ¿Cuánto poder sería generado con 500 o 1000 personas orando a la vez? Y que si un millón de santos en todo el mundo acordaran orar en lenguas al mismo tiempo, por lo mismo. Podríamos destruir los reinos del diablo y construir el Reino de 186 Dios sobre todos los reinos de este mundo (Isaías 60:22; Josué 23:9-10; Leviticos 26:8; Zacarías 12:8; Mateo 11:11; Daniel 7:14, 18, 22, 27; Apocalipsis 5:10; 11:15). 187
C O 10
EL GRAN INTERCESOR LENGUAJE ESPIRITUAL – EL MAYOR INSTRUMENTO DE INTERCESIÓN La Palabra de Dios exhorta a los cristianos a orar en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu. Recuerde que Pablo usó los términos “orando en el Espíritu” y “orando con el Espíritu” como sinónimo de orar en lenguas con nuestro idioma espiritual. La última frase en el versículo de Efesios 6:18 dice que debemos hacer oración y súplica por todos los santos en todas partes. La mayoría de los cristianos sólo conoce un pequeño número de santos muy bien, como a sus familias y amigos más cercanos, e incluso entre ellos, puede que no sepan lo que está sucediendo en sus vidas, sus necesidades de oración o la mejor forma de orar por ellos. Pero la Trinidad del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo conoce a cada santo en todas partes y cada una de sus necesidades en cualquier momento en el tiempo. El cuerpo resucitado de Jesús está sentado a la diestra del Padre haciendo intercesión por los santos. Sin embargo, su Espíritu Santo está dentro de los santos intercediendo por ellos y a través de ellos. Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros… Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, ero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos (Romanos 8:26-27, 34).
NUESTRO LENGUAJE ESPIRITUAL ORA DESDE LA MENTE DEL ESPÍRITU SANTO Cuando la Escritura dice que el Espíritu intercede por nosotros con “gemidos que no pueden expresarse con palabras (BAD)”, está revelando que el Espíritu intercede por nosotros con nuestro idioma
espiritual. Nuestro lenguaje natural no puede articular los gemidos internos de lo que el Espíritu en nosotros quiere expresar. Por lo que el Espíritu intercede con gemidos que no pueden ser expresados en nuestro idioma aprendido. “Expresar” significa pronunciar con la voz, dar rienda suelta a los órganos vocales. En el día de Pentecostés, cuando los discípulos originalmente recibieron el don del Espíritu Santo, 190 “hablaron
en lenguas según el Espíritu les concedía expresarse”
(Hechos 2:4 BAD). Expresarse es dar inspiración y palabras para que la voz se exprese, es hablar significativamente y en secuencia gramaticalmente independiente del contexto en el que aparece. Expresarse en lenguas no es una algarabía sin sentido o sílabas sin sentido. El don del Espíritu Santo para el creyente es un lenguaje espiritual que puede expresar todos los gemidos internos en el espíritu de un hijo de Dios. Nuestro lenguaje espiritual es la mayor fuente que tenemos para interceder en el espíritu o cumplir el consejo bíblico de orar siempre en el espíritu por todos los santos. 1Corintios 2:16 declara que aquellos que son espirituales tenemos la mente de Cristo. La Biblia Amplificada dice que tenemos la mente de Cristo y poseemos los pensamientos, sentimientos y propósitos de su corazón. Los sentimientos y propósitos de Dios están en nuestro espíritu, y nuestro lenguaje espiritual ora directamente de las impresiones, motivaciones y propósitos de Dios. La mente de Cristo se origina y fluye de la mente interior de nuestro espíritu, y no de nuestro entendimiento natural. Entonces la verdad y el entendimiento pueden venir a nuestra mente natural del Espíritu de Dios dentro de nosotros. La Biblia Viviente declara: “sólo aquellos que tienen el Espíritu Santo dentro de ellos pueden entender lo que el Espíritu Santo quiere decir” (1Corintios 2:14). Usando el lenguaje informático, podríamos decir que la mente de Cristo está en nuestro disco duro, que es el Espíritu Santo quien es uno con nuestro espíritu. Hablar en lenguas es el teclado que trae la
información a la pantalla de nuestra mente para que los pensamientos de Cristo puedan ser vistos y entendidos. Los dedos del Espíritu de Dios están dirigiendo las teclas del teclado. Orar en nuestro idioma espiritual trae la mente de Cristo, desde la profundidad del Espíritu en nosotros e ilumina nuestro entendimiento capacitándonos para pensar y actuar de acuerdo con la voluntad de Dios y sus propósitos. Esta es una de las grandes 191 obras de nuestra lengua espiritual, sobre todo cuando necesitamos sabiduría y revelación en algo con el fin de hacer la voluntad de Dios. Romanos 8:27 revela que el Espíritu Santo junto con la lengua espiritual escudriña el corazón del hombre para conocer sus deseos y necesidades, y luego conociendo la mente de Cristo sobre estos asuntos, Él intercede por los santos conforme a la voluntad de Dios.
OBEDECIENDO Y ORANDO SIN SABER LA RAZÓN Hay algunos momentos en que el Espíritu no ilumina nuestro entendimiento natural cuando se trata de lograr un propósito específico. De hecho, esto sucede la mayoría de las veces cuando intercedemos en lenguas. Cuando somos incitados por el Espíritu para interceder, no podemos saber por quien estamos orando, ¿por qué sentimos tal urgencia de orar en lenguas o con qué propósito. La siguiente historia ilustra esta verdad. He leído muchas historias de experiencias de personas que revelan esta verdad, pero esta historia en particular yo personalmente la escuché de unos visitantes misioneros que hablaron en mi universidad Bíblica. Los Northrups eran unos misioneros en una nación en las áreas incivilizadas, y sin forasteros, especialmente misioneros blancos, que había estado alguna vez en algunas de las zonas tribales. Los Northrups sintieron la dirección del Señor para ir río arriba a evangelizar a una tribu que nunca había escuchado el evangelio de Jesucristo. El equipo conformado por marido y mujer y algunos otros empezaron el largo viaje por el río en la profundidad de la selva inmensa. La Sra. Northrup había traído un gran ramo de bananos y se disponía a dar uno a cada una de las partes. De repente, los nativos con lanzas llegaron gritando y saltando desde la orilla del río y de
las ramas salientes de los árboles. Se llevaron todo el equipo misionero a punta de lanza para su pueblo. Los nativos no los mataron de inmediato porque no se les permitía hacer nada con lo que capturaran hasta que el jefe de la tribu lo autorizara. Fue una gran distancia a la aldea, pero cuando llegaron el equipo permaneció de pie frente al rey de la tribu rodeado de guerreros que los apuntaban con lanzas y cuchillos. El jefe permitió al doctor brujo examinarlos para determinar si serían buenos o malos para el pueblo. El brujo estaba bailando delante de ellos y cantando y gritando con la boca abierta. Fue una muy tensa, situación que amenaza la vida. La Sra. Northrup oraba desesperadamente a Dios para que los salvara. Ella le pidió a Dios que les mostrara que hacer. El Señor le susurró a ella que tomara el banano más grande y lo sacara del grupo que todavía tenía en la mano. El Espíritu Santo le dijo entonces que tomara ese banano y lo empujara hacia la garganta del médico brujo la próxima vez que viniera a gritarle en la cara. Ella pensó, “¿estás seguro, Dios? ¡Estamos en suficientes problemas ahora, si hago eso nos van a matar por seguro!” Pero el Espíritu la incitó con mayor fuerza. Así que la próxima vez que se acercó y abrió la boca para cantar sus hechizos, ella metió ese banano tan duro y tan lejos como pudo hasta bajar a ¡la garganta de ese brujo! De inmediato cayó al suelo respirando con dificultad, pero no podía respirar a causa de la banana en la garganta. Todos los guerreros y todos los miembros de la tribu quedaron congelados, en estado de shock y asombrados ante lo que estaban contemplando. Los guerreros muy atemorizados por el brujo y tenían miedo de hacer algo que lo ofendiera. Después de unos minutos de silencio y de nadie moverse, excepto el brujo que se retorcía en el suelo, de repente escucharon al gran rey comenzar a reír a carcajadas. Luego le habló a la señora Northrup, diciendo efectivamente, “ven y cuéntame sobre tu Dios, que te hace lo suficientemente valiente como para embestir un banano en la garganta de mi doctor brujo. Cuando hasta mi más poderoso193 guerrero no se atrevería a hacer tal cosa, sin embargo, una simple mujer ha amordazado a mi médico brujo”. El equipo misionero fue entonces capaz de predicar el Evangelio a la
tribu. El rey nació de nuevo, junto con todo su pueblo, y la tribu se convirtió en una gran influencia para el cristianismo en toda la región. El equipo misionero fue capaz de volver a casa con seguridad y continuar con su ministerio. Cuando llegaron de regreso a los Estados Unidos, compartieron su experiencia en su congregación. Una de las hermanas se acercó a ellos y comenzó a hablar con entusiasmo. Ella les contó sobre su experiencia cuando el Señor le dijo que orara en lenguas hasta que él le indicara que podía parar. Ella sabía por los sentimientos en su espíritu que estaba intercediendo por algunos santos en algún lugar por alguna razón. Pensó en los Northrups mientras estaba orando, pero no sabía a ciencia cierta que estaba orando por ellos. Ella oró sin cesar durante cuatro horas antes de sentir un comunicado para dejar de orar en su lengua espiritual. Cuando se comprueba la fecha y la diferencia de husos horarios, descubrieron que la hermana comenzó su intensa intercesión al mismo tiempo que los nativos capturaron al equipo misionero, y ella no había dejado de orar hasta que el rey y su pueblo habían aceptado al Señor. Una importante verdad es revelada en este incidente. Cuando el Espíritu de intercesión se levanta en su interior con intensidad para que usted ore en lenguas e interceda, no deje de orar hasta que se sienta la paz de la victoria y la libertad para cesar la intercesión. Hay cientos de otras historias de cristianos siendo usado por Dios para interceder en el espíritu por cosas que su mente natural no entendía. Muchos de ellos puede que nunca sepan lo que lograron hasta que lleguemos al cielo.
NADA SE LOGRA SIN ORACIÓN Hay un principio divino y una ley espiritual de Dios para la raza humana que tenemos que entender. Nada se logra en la tierra para la causa de Dios sin que alguien en algún lugar primero ore para que llegue a existir. Dios está continuamente en busca de una persona que sea un instrumento para interceder por sus santos (Ezequiel 22:30). Jesús está a la diestra del Padre intercediendo por intercesores que se levantarán y tomarán el tiempo para dejar que el
Espíritu Santo interceda a través de ellos en las lenguas de su idioma espiritual. Nada se logra en y a través de la Iglesia en la tierra sin intercesión. Esa es una de las razones principales por las que el Espíritu Santo escogió las lenguas desconocidas del lenguaje espiritual como el regalo más grande que él podría dar a los hijos de Dios. El Espíritu Santo puede dirigir a millones de cristianos que son sensibles al Espíritu para que intercedan por un millón de necesidades diferentes. O bien, si la necesidad es mucha, Él puede tener a un millón de cristianos en todo el mundo unidos en oración por la misma cosa al mismo tiempo. Los ojos del Señor están explorando la tierra para encontrar los que tienen el “don” que están dispuestos a orar en cualquier momento en que el Espíritu los dirija. Cuando Jesús nos dice que oremos al Señor de la mies, para que levante obreros para la cosecha, parte de lo que Jesús tenía en mente era la labor de intercesores. Los intercesores son como parteras que ayudan a los bebés a llegar a su destino. Los intercesores orando en lenguas dirigidos por el Espíritu hacen que las almas sean salvadas, los cuerpos sean sanados, haya avivamiento en la Iglesia, liberación de las finanzas para avanzar el Reino de Dios, y la lista podría seguir y seguir. Los intercesores proféticos son los que han aprendido el valor de orar con su lengua espiritual. También reciben palabras de ciencia y sabiduría y discernimiento de espíritus para orar195 específicamente en sus lenguas natales y para hacer proclamaciones proféticas para el cumplimiento de los propósitos proféticos de Dios. La mayoría de los poderosos guerreros de la oración oran sobre lo que saben acerca de la situación al hacer sus peticiones a Dios. Luego, cambian a su lenguaje de oración espiritual para orar con el fruto y los dones del Espíritu en la voluntad de Dios con plena autoridad. Cuando yo era un predicador en el Centenario de la Calle Azusa, investigadores anunciaron que más de 600 millones de cristianos habían recibido el don del Espíritu Santo con el hablar en otras lenguas. Si sólo un millón de ellos dedicaran al menos 30 minutos al
día al Espíritu Santo para orar en sus lenguas espirituales, podríamos empezar a cambiar el mundo. Tremendo poder sería liberado en la Iglesia en todo el mundo, y el Reino de Dios sería demostrado en todas las naciones como un testimonio del señorío de Jesucristo. ¿Quién va a escuchar el llamado a ser un segador de la cosecha y un instrumento a través del cual el Espíritu Santo pueda interceder? La mies está verdaderamente madura, pero los intercesores espirituales son muy pocos. Estoy orando para que cada uno de ustedes que leen este libro no sólo llene su cabeza con conocimiento, sino que su corazón arda de pasión que despierte su fe para tomar acción y convertirse en un intercesor profético. Debemos contar como un honor y un privilegio que Dios nos regalo un lenguaje espiritual que puede ser la voz de Cristo Jesús, hablando a través de nosotros intercediendo por sus hijos. Esta es una forma en cumplimos la Escritura que dice que somos colaboradores untamente con Cristo (2Corintios 6:1; Romanos 8:17).
CRISTO HACE INTERCESIÓN CON LOS SANTOS Estamos sentados en los lugares celestiales con Cristo, y Cristo está a la diestra de Dios intercediendo por los santos. Solía preguntarme cómo Jesús hace intercesión por millones de santos a la vez. Ahora veo que él no lo hace solo a través de su boca, sino a través de los millones de bocas que son miembros de su cuerpo. La principal forma e que Jesús intercede es por medio de su Espíritu que intercede a través de nosotros con el lenguaje espiritual. Recuerde que somos bautizados en el cuerpo de Cristo, y ahora somos miembros del único cuerpo de Cristo del cual Cristo es la cabeza. Somos uno con Cristo porque el que se une al Señor es un espíritu con Él en un solo cuerpo. Somos uno con todo lo que Jesucristo es y hace. Esto incluye ser uno con Cristo en su ministerio de intercesión, donde estamos sentados con Él a la diestra de Dios en los lugares celestiales. Somos coherederos con Cristo en todo lo que heredó de su Padre Dios. Cuando Jesús resucitó de los muertos y dio a luz a su Iglesia le encargó a su Iglesia todo lo que Dios Padre le había encomendado
que la Iglesia fuera e hiciera, incluyendo el ministerio de intercesión espiritual (1Corintios 6:17; Efesios 2:6; Romanos 8:17; 1Juan 4:17). El Espíritu Santo dio a todos los miembros del cuerpo de Cristo, que creen y reciben el don de su propio lenguaje espiritual, la habilidad de ser uno con Cristo en la intercesión en el espíritu. Recuerde lo que dijimos al principio de este libro, que la mayoría de los cristianos bautizados en el Espíritu no entienden o no utilizan más de un diez por ciento del poder y los propósitos que Dios ha ordenado para que el idioma espiritual haga en y a través de los santos. Que todos los que lean este libro comiencen a aumentar en el conocimiento y la experiencia de ministrar en sus lenguajes espirituales hasta que usen el 100 por ciento del propósito del Espíritu Santo en darles el mayor regalo posible para el creyente.
BENEFICIOS PERSONALES DE LA INTERCESIÓN EN EL ESPÍRITU DEVOCIÓN Y ADORACIÓN AUMENTADAS Hay muchos beneficios personales que vienen de interceder en el lenguaje espiritual. Es el mayor medio por el cual adoramos a Dios en espíritu y en verdad. También el Espíritu intercede por nuestras necesidades personales. Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos… Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, orque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos (Romanos 8:26-27).
De acuerdo con la revelación de esta Escritura, el Espíritu Santo conoce plenamente las aspiraciones más profundas y los deseos de nuestro espíritu. El Espíritu intercede a Dios por nosotros a través del lenguaje espiritual que nos dio. Nuestro espíritu redimido está tan agradecido con Dios y lo ama por completo, pero nuestro entendimiento y palabras naturales son insuficientes para expresar los profundos gemidos, deseos y el amor en lo profundo de nuestro espíritu. Nuestro lenguaje espiritual ilimitado es capaz de expresar todo lo
que no podemos hacer con nuestro lenguaje natural. El apóstol Pablo declaró que él podía cantar y adorar con palabras que entendía y podía adorar y cantar alabanzas a Dios en su lengua espiritual con palabras que no entendía. Cuando alabamos a Dios con nuestro lenguaje natural se satisface nuestro entendimiento y nuestra alma es bendecida, pero cuando alabamos con nuestro idioma espiritual nos satisfacemos y bendecimos en la profundidad de nuestro ser más íntimo. Tenemos que adorar y alabar a Dios con ambos, nuestro idioma que entendemos y nuestro lenguaje espiritual. Ambas maneras tienen ventajas para el creyente. En el día de Pentecostés, los 120 discípulos recibieron el don del Espíritu Santo y hablaron en lenguas desconocidas. Muchos judíos extranjeros entendieron algunos de los idiomas que hablaban y les sorprendió ver que los discípulos estaban hablando de las maravillas de Dios. Es bíblico para que todos exhortar a una congregación de creyentes cristianos a adorar a Dios por un período de tiempo con las lenguas espirituales. La mayoría de los cristianos no saben qué decir cuando levantan las manos y alaban a Dios por varios minutos. Muchos simplemente dicen: “gracias, Señor”, “Aleluya”, “gloria a Dios”, pero después de unos minutos se quedan sin palabras y frases para expresar plenamente el amor y el aprecio que sienten por Dios. Sin embargo, nuestra lengua espiritual tiene un medio de expresión ilimitada. Muchas veces durante la adoración, en mi mente pienso en las cosas buenas que Dios ha hecho por mí y lo que Él quiere hacer por mí, mientras que al mismo tiempo, mi boca está expresando mi devoción a Dios en otras lenguas con mi lengua espiritual. En la década de 1950 un movimiento de restauración de Dios restauró el ministerio de cantar alabanzas a Dios en adoración melodiosa. Participé servicios donde las olas de adoración continuaron durante horas. Los adoradores alababan a Dios con sus lenguas naturales y sus lenguas espirituales. Recuerdo un servicio en particular, que era típico de muchos, que se prolongó durante cuatro horas. Había unos 45 minutos de adoración
melodiosa, y luego la adoración se redujo a un murmullo mientras tres o cuatro profecías fueron dadas. Luego, poco a poco se levantaría de nuevo una creciente adoración y alabanza a Dios. Esto continuó durante horas con olas de adoración y profecías. Muchos dijeron que sonaba como un coro celestial cantando al unísono y en armonía a Dios. Gran parte de nuestra expresión de adoración era en nuestro lenguaje celestial del espíritu, el cual tiene la habilidad de expresar199 la adoración en tonos celestiales. Jesús dijo que el Padre busca a verdaderos adoradores que le adoren en espíritu y en verdad (Juan 4:23). Adorar en nuestro idioma espiritual es una de las principales formas de adorar a Dios en espíritu. “Somos los que adoran a Dios en el espíritu, y nos gloriamos en Cristo Jesús” (Filipenses 3:3).
¡LA ORACIÓN EN EL ESPÍRITU SIEMPRE ESTÁ EN LA VOLUNTAD DE DIOS! El Espíritu Santo dirige nuestra lengua espíritu a rezar las oraciones de acuerdo con la voluntad de Dios. Probablemente la única vez que podemos estar seguros de que estamos orando 100 por ciento en la voluntad de Dios es cuando estamos orando en el espíritu de nuestra lengua. Dios siempre responde a las peticiones que se hacen en la alineación con la voluntad de Dios. Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las eticiones que le hayamos hecho (1Juan 5:14-15). El Espíritu hace intercesión por los santos de acuerdo a la voluntad de Dios. Porque el Espíritu busca en el corazón del hombre y conoce los deseos y las necesidades del hombre y la voluntad de Dios con respecto a esas necesidades y deseos (Romanos 8:27, AP).
El Espíritu solo nos dirige a orar conforme a la voluntad de Dios. Por ejemplo, podemos estar orando en nuestro entendimiento para que Dios nos bendiga con popularidad y gran reconocimiento, pero cuando empezamos a orar en lenguas, la
lengua espiritual puede comenzar a orar a Dios para arreglar situaciones para traer humildad en nuestras vidas. El Espíritu puede saber que el orgullo está empezando a formarse en nosotros 200 debido
a nuestro éxito actual y la alabanza del hombre.
El Espíritu sabe que el orgullo viene antes de la autodestrucción y la altivez del espíritu antes de la caída (Proverbios 16:18). Por lo tanto, Él intercede por nosotros para guardarnos de caer y causarnos autodestrucción. La Biblia dice: “El corazón es engañoso por sobre todas las cosas y ¿quién lo conocerá? Yo, el Señor que escudriño el corazón y pongo a prueba la mente” (Jeremías 17:9). El Espíritu conoce plenamente las intenciones secretas del corazón del hombre, pero dirige nuestra lengua espiritual para orar según la voluntad de Dios.
EL LENGUAJE ESPIRITUAL – AYUDADOR, CONSOLADOR, INTERCESOR Y FIEL AMIGO Debemos apreciar grandemente nuestro don del Espíritu, porque nuestro lenguaje espiritual es lo que nos ayuda con todas nuestras situaciones desafiantes. Orar en lenguas nos da poder cuando somos débiles, nos consuela cuando estamos tristes por circunstancias de la vida, intercede por nosotros de acuerdo a la voluntad de Dios y nos une a Jesús, nuestro fiel amigo de quien siempre podemos depender. Cuando no sabemos cómo pedir para orar como conviene, podemos cambiar la oración a nuestro idioma espiritual y la oración irá directamente al corazón del asunto con la sabiduría y el poder de Dios para satisfacer la necesidad. Nuestro lenguaje espiritual digno de confianza se levanta como un poderoso guerrero y guerrea espiritualmente en contra de nuestra oposición y enemigos. Nuestro lenguaje espiritual nos llena con el amor de Dios, el fruto del Espíritu y nos permite manifestar los dones poderosos del Espíritu Santo. Ahora entendemos mejor por qué Jesús dijo a sus discípulos que era mejor para ellos que él se fuera para que el Espíritu Santo pudiera venir. Si Jesús no hubiera muerto, resucitado y ascendido al cielo entonces no hubiera podido enviar el Espíritu Santo, del cual Él dijo
que sería más beneficioso para ellos que Él quedarse con ellos en su cuerpo mortal (Juan 16:7). 201 Recordemos de nuevo que el mayor don de Dios para el mundo fue Jesucristo su Hijo. El regalo más grande que Jesús pudo dar a su Iglesia el Espíritu Santo. Y el mayor regalo que el Espíritu Santo pudo dar a cada creyente fue su propio idioma espiritual. Ahora entendemos mejor por qué el Espíritu Santo eligió el don de lenguas como el mejor regalo que podría dar a los que Jesús redimió por la sangre de su propia vida. Demos un gran agradecimiento al Espíritu Santo por su tremendo y todo-suficiente don.
EL LENGUAJE ESPIRITUAL – NUESTRO MEJOR PSIQUIATRA Durante el movimiento carismático de los años 1960 y 1970, varios psiquiatras profesionales recibieron el don del Espíritu Santo. Ellos analizaron y evaluaron lo que el hablar en lenguas hace para cada creyente. No sólo evaluaron lo que hizo por ellos personalmente, sino que entrevistaron a muchos de los que hablaban en lenguas. Un psiquiatra sabe que la principal forma en que puede ayudar a un individuo es mantener al paciente hablando hasta que finalmente descubre las cosas ocultas en el subconsciente de su mente que son las causas de sus problemas mentales y emocionales. Cuando el paciente llega a conocer la verdad sobre lo que estaba causando el problema, el puede entonces erradicarlo de su vida. Cuando los pacientes llegan a conocer la verdad, la verdad hace libres. Jesús dijo: “y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres” (Juan 8:32, 36). El diablo usa las obras ocultas de las tinieblas en la mente subconsciente de una persona. Ocultos en la mente subconsciente están los traumas del pasado, miedos, heridas, pecados secretos. Muchos cristianos viven su vida siendo influenciados por estas cosas ocultas, lo que les impide vivir una vida cristiana victoriosa. Cuando una persona se arrepiente, Jesús le perdona todos sus 202 pecados
pasados, pero muchas de las experiencias negativas de
la vida pueden permanecer incrustadas en su subconsciente. El diablo usa esas cosas negativas para atormentar, obstaculizar e impedir al creyente disfrutar plenamente, vivir y manifestar la naturaleza y el carácter de Jesucristo.
¿QUÉ PUEDEN HACER 30 MINUTOS DE ORACIÓN EN EL LENGUAJE ESPIRITUAL? Un psiquiatra lleno del Espíritu, dijo que si él podía conseguir que sus pacientes oraran en lenguas por lo menos treinta minutos al día durante treinta días, entonces no tendría que verlo más. ¿Por qué? Porque el espíritu ora en lenguas desde el área subconsciente del hombre. El Espíritu Santo derrama la luz de Dios en las zonas ocultas del subconsciente, y entonces el lenguaje espiritual las desarraiga y la lava fuera del alma. Como cristianos bautizados en el Espíritu tenemos nuestro propio psiquiatra dentro de nosotros. Su nombre es el Dr. Lenguaje del Espíritu, y su oficina está abierta las veinticuatro horas del día. Todo lo que tenemos que hacer es presentarnos y el comenzará a hacer su trabajo profesional dentro de nosotros.
UNA ILUSTRACIÓN DE LA FUENTE DE AGUA Jesús también dijo que el don del Espíritu Santo es como un pozo que fluye como un río de agua viva (Juan 7:38-39). Cuando vivía en nuestra granja en Oklahoma, a mi hermano y a mí nos gustaba ir a cazar con nuestros perros. No llevábamos nada de agua con nosotros, porque sabíamos la ubicación de una fuente de agua donde íbamos a cazar. La apertura de la fuente era de sólo un pie de ancho, pero un galón de agua fluía cada pocos minutos. Después unas horas de caza esperábamos obtener agua fresca y fría de la fuente. A veces los perros llegaban a la fuente antes que nosotros. En el momento en que llegábamos, ellos estaban lamiendo el agua y 203 golpeando palos, hojas y suciedad en la fuente. Quitábamos los perros, pero el agua se llenaba de babas de perro y estaba turbia por los perros saltando en ella. Pero gracias a Dios era un manantial y no un charco de agua. Mientras nos sentábamos allí el agua fresca de manantial continuaba saliendo del interior de la tierra.
Después de sentarse y esperar unos minutos toda la mugre poco a poco era lavada y sacada lejos de la fuente. La zona fangosa se aclaraba mientras que el agua pura seguía burbujeando etc. Después de un tiempo éramos capaces de sumergir la boca en el agua y beber hasta que nuestra sed era saciada y nuestros estómagos estaban llenos. Hablar en lenguas es como el agua dulce que fluye desde dentro de la tierra y sale por la boca de la fuente. Se lleva todo lo que los “perros” de la vida han causado, el desorden y barro de nuestras vidas. A medida que sigan orando en el lenguaje espiritual, el río de la vida seguirá fluyendo hasta que todo lo que estaba contaminando el agua pura de nuestra alma y el subconsciente de nuestra mente se haya ido. Hay gran beneficio psicológico para un cristiano que ora mucho en su lenguaje espiritual.
ORAR EN LENGUAS TRAE DIRECCIÓN Mientras estaba escribiendo este libro, las noticias en la televisión informaban de una historia sobre una niña de once años de edad con problemas relacionados con el autismo que había desaparecido. Nadia había estacionado su bicicleta en la acera y decidió aventurarse en un pantano boscoso que se extendía por millas a partir de la subdivisión donde ella vivía. Era un área muy boscosa y pantanosa, infestada de cocodrilos en Orlando, Florida. Los equipos profesionales de rescate la habían buscado cuatro días, pero no pudieron encontrarla. Incluso si Nadia había sobrevivido a los peligros, los rescatistas sabían que se estaban quedando sin tiempo porque no tenía alimentos o agua potable. Un hombre llamado James, que asistía a la Iglesia en la que Nadia y su familia adoraban estaba orando en Inglés para que Nadia fuera encontrada. Su carga aumentó y comenzó a orar en lenguas. Sintió la impresión de que si iba a buscar a Nadia el Espíritu Santo lo llevaría a donde estaba. Dios escogió a la persona adecuada, James era un ex militar y un leñador experto. Se vistió adecuadamente para esa tarea, tomando agua y equipos que podía necesitar en su búsqueda. Se dirigió a la zona y comenzó a caminar en el bosque. Continuó orando en lenguas, mientras caminaba y seguía las impresiones internas para ir por este camino y por este otro. Continuó hasta
llegar a una pequeña isla de terreno más alto y más seco, y allí encontró a Nadia. James entonces llamó para decir que él la había encontrado. El equipo de rescate no podía verlos desde el helicóptero hasta que él subió a un árbol y desenrolló un papel higiénico para que pudieran verlo. Cuando llegó el equipo de búsqueda, tuvieron que abrir un camino a través de la espesa maleza con machetes para llegar a donde estaban y sacarla. Ella se encontraba en la gran área de conservación alrededor del lago Jesup, que es considerado uno de los cuerpos de agua más infestados de cocodrilos en el centro de la Florida. Los reporteros entrevistaron a James y le preguntaron cómo encontró a Nadia, cuando los equipos profesionales de búsqueda, no pudieron. Él simplemente les dijo que estaba orando en lenguas por medio del Espíritu de Dios y el Señor lo llevó derecho a ella1. Ha habido muchos informes de que esto sucede en los últimos años. Una de las cosas que Jesús dijo que el Espíritu Santo haría cuando lo envió a la Iglesia era que “os guiará a toda verdad” (Juan 16:13). Normalmente, sólo pensamos en que Dios nos conduce a toda la verdad sobre la Iglesia. Pero también puede aplicarse a situaciones como la de Nadia. Ella habría muerto si no se encontraba dentro de los próximos días porque ya llevaba cuatro días sin agua. Pero alguien se atrevió a orar, escuchar la voz de Dios y tener suficiente fe sencilla en Dios para seguir sus impresiones internas hasta que un hijo perdido de Dios fue encontrado. 1 Strang Communications, Inc., 2010, “El hombre orando en lenguas encuentra Niña desaparecida “, de Orlando, Florida. http://charismamag.com/index.php/news / 26,711-el hombre orando en el espíritu-encuentra-falta-Florida-girl. 205
HACER UNA DEDICACIÓN Por ahora estamos más cerca de comprender 70 a 80 por ciento de los beneficios conocidos de recibir y usar el “don” del Espíritu Santo. Nuestro lenguaje espiritual bendice y ministra nuestro cuerpo, alma y espíritu. Hablar en lenguas carga nuestro espíritu como un cargador de batería carga una batería. Hablar en lenguas produce la energía dentro de nosotros como una planta de energía
hidroeléctrica. El lenguaje espiritual da fortaleza a nuestro cuerpo inundando nuestra alma con el gozo del Señor, que es nuestra fuerza. Nuestra alma es bendecida con todos sus beneficios psicológicos. El don del Espíritu Santo está dispuesto a hacer mucho más para nosotros de lo que nunca le hemos dado oportunidad de hacer. Espero que a medida que usted entiende completamente los muchos beneficios recibidos por el orar en lenguas, tome cada momento que pueda para orar en su idioma espiritual, cuando está manejando solo en su coche, cuando está haciendo las tareas del hogar o durante cualquier trabajo o actividad donde el hablar en lenguas no sea un obstáculo para lo que está haciendo. Pueden ser alentados a estar a solas con Dios, encerrarse lejos de todas las distracciones, de modo que usted pueda recibir una descarga desde el computador de la revelación, dirección divina y estrategias de Dios. Al entrar en la cámara nupcial privada de su Esposo celestial puede expresar plenamente a través de su lenguaje espiritual de su gran amor y agradecimiento por su Señor y Salvador Jesucristo. Estamos viviendo ahora en los últimos días y el Espíritu Santo ha sido comisionado de intensificar su trabajo con los santos. Habrá más y más obras sobrenaturales del Espíritu Santo en y a través de los santos. Jesús está buscando a aquellos que oran mucho en lenguas, oyen la voz de Dios y obedecen la inspiración del Espíritu en su interior. Hagan una dedicación ahora a ser más sensibles al Espíritu, orar en lenguas más que nunca, llegar a ser un cristiano espiritual, un instrumento del Espíritu Santo para glorificar a Dios, hacer las obras mayores de Jesús y demostrar el Reino de Dios. Si fallas una vez o dos, no se detenga porque usted aprenderá mediante el ejercicio de su sensibilidad espiritual para reconocer la voz de Dios con precisión y tomar las acciones correctas. Es mejor ser un tonto por tratar de ser dirigido por el Espíritu y no de ser un tonto por miedo a intentarlo. Se está levantando un ejército de guerreros espirituales que serán sensibles al Espíritu, escucharán la voz de Dios y se atreverán a hacer lo imposible.
70 RAZONES CONTINUACIÓN…
53» Orar en nuestras lenguas espirituales es la principal forma en que cumplimos con las amonestaciones bíblicas de “orar sin cesar” y “orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu.” Los cristianos pueden orar en lenguas en cualquier momento y en cualquier lugar que lo deseen. Si estamos en un lugar donde no es conveniente o prudente hablar en voz alta en lenguas, aun así podemos orar con nuestro hombre interior en lenguas sin producir un sonido audible. Cuando estoy caminando por las estepas de los aeropuertos hablo en lenguas ya que la mayoría de la gente está hablando por teléfono celular y muchos utilizan manos libres. Yo solo hablo en lenguas como si estuviera hablando por un teléfono celular a distancia y nadie hace caso a mí. Podemos orar en lenguas mientras se conduce el automóvil, mientras hacemos las tareas del hogar o participamos en cualquier actividad que no requiera de nuestras voces. Podemos orar siempre en el Espíritu, orando en nuestros lenguajes espirituales (Efesios 6:18; 1Tesalonicenses 5:17; Mateo 26:41; Lucas 18:1; 21:36, 1Corintios 14:15).
54» Nuestro lenguaje espiritual es el gran intercesor en nosotros. Jesús está a la diestra del Padre haciendo intercesión por los santos y el Espíritu Santo está en nosotros haciendo intercesión. Jesús no intercede solo, sino que lo hace a través de las millones de bocas de aquellos que son miembros de su cuerpo, la Iglesia. La principal forma de que Jesús y el Espíritu Santo interceden es a través del lenguaje de oración en lenguas en el espíritu a través de los santos (Romanos 8:26-27, 34).
55» Cuando la Escritura dice que el Espíritu intercede por nosotros con gemidos que no pueden ser expresados, está revelando que el Espíritu intercede por nosotros con nuestro lenguaje espiritual. Nuestro lenguaje natural no puede articular los gemidos internos de lo que el Espíritu dentro de nosotros quiere expresar. “El Espíritu intercede con gemidos que no pueden ser expresados” en nuestro idioma aprendido. Para “expresar” significa pronunciar, dar rienda suelta a los órganos vocales. Se requiere un lenguaje espiritual para expresar vocalmente el espíritu vocalmente en intercesión lo que el Espíritu quiere lograr (Hechos 2:4, Romanos 8:26).
56» La Biblia Amplificada dice en 1Corintios 2:16 que “nosotros tenemos la mente de Cristo y poseemos los pensamientos, sentimientos y propósitos de su corazón”. Los sentimientos y propósitos de Dios están en nuestro espíritu, y nuestro lenguaje espiritual ora directamente de las impresiones, 208 motivaciones y propósitos de Dios. La mente de Cristo se origina y fluye de la mente interior de nuestro espíritu, y no de nuestro entendimiento natural. Entonces la verdad y el entendimiento pueden venir a nuestra mente natural del Espíritu de Dios dentro de nosotros. En lenguaje informático se diría que la mente de Cristo está en nuestros discos duros, que es el Espíritu Santo, quien es uno con nuestro espíritu. Hablar en lenguas es el teclado que trae la información a la pantalla de nuestra mente para que los pensamientos de Cristo puedan ser vistos y entendidos. Los dedos del Espíritu de Dios están dirigiendo las teclas del teclado. Orar en nuestro idioma espiritual trae la mente de Cristo, desde la profundidad del Espíritu en nosotros e ilumina nuestro entendimiento capacitándonos para pensar y actuar de acuerdo con la voluntad de Dios y sus propósitos. Esta es una de las grandes obras de nuestra lengua espiritual, sobre todo cuando necesitamos sabiduría y revelación en algo con el fin de hacer la voluntad de Dios. Romanos 8:27 revela que el Espíritu Santo junto con la lengua espiritual escudriña el corazón del hombre para conocer sus deseos y necesidades, y luego conociendo la mente de Cristo sobre estos asuntos, Él intercede por los santos conforme a la voluntad de Dios (Romanos 8:27; Efesios 4:23). El lenguaje espiritual es el mejor siquiatra del creyente. Durante el Movimiento Carismático, varios psiquiatras y sicólogos recibieron el don del Espíritu Santo con la evidencia de hablar en otras lenguas. Ellos analizaron y evaluaron lo que el hablar en lenguas hace para cada creyente. Un psiquiatra lleno del Espíritu, dijo que si él podía conseguir que sus pacientes oraran en lenguas por lo menos treinta
minutos al día durante treinta días, entonces no tendría que verlo más. ¿Por qué? Porque el espíritu ora en lenguas desde el área subconsciente del hombre. El Espíritu Santo derrama la luz de Dios en las zonas ocultas del subconsciente, y entonces el lenguaje espiritual las desarraiga y las lava fuera del alma. Jesús dijo que el don del Espíritu Santo sería como un pozo 209 con corrientes de ríos de agua viva. Es como un pequeño manantial de agua que se contamina, pero a medida que va fluyendo el agua desde el interior, arrastra todo lo inmundo y restablece de nuevo el manantial con corriente de agua pura. Hablar en lenguas es nuestro manantial de agua viva (Juan 7:38-39; Romanos 8:2, 13-16).
57» Según los investigadores hay más de 600 millones de cristianos que han recibido el don del Espíritu Santo con la evidencia de hablar en otras lenguas. Si sólo un millón dedicara por lo menos treinta minutos al día al Espíritu Santo para orar en sus lenguas espirituales, podría empezar a cambiar el mundo. Tremendo poder sería liberado en la Iglesia en todo el mundo, y el Reino de Dios sería demostrado en todas las naciones como un testimonio del señorío de Jesucristo. ¿Quién va a escuchar el llamado a ser un segador de la cosecha y un instrumento a través del cual el Espíritu Santo puede interceder? La mies está verdaderamente madura, pero los intercesores espirituales son muy pocos (Ezequiel 22:30; 2Crónicas 16:9; Mateo 9:37-38; 24:14).
58» Adorar a Dios en nuestras lenguas espirituales es una de las formas principales de adorar a Dios en el Espíritu. Jesús dijo: “El Padre busca a los que le adoren en espíritu y en verdad, porque Dios es Espíritu y los que lo adoran, deben adorarlo en espíritu y verdad”, el apóstol Pablo declaró que, “Nosotros somos los que adoramos a Dios en el Espíritu”. Adorar a Dios en lenguas es uno de los mayores beneficios de recibir y ejercitar el mayor don del Espíritu Santo para el creyente. Sea uno de aquellos a quienes el Padre busca (Filipenses 3:3; Juan 4:23-24).
59» El Espíritu Santo dirige nuestro lenguaje espiritual 210 para orar de acuerdo con la voluntad de Dios. Probablemente la única vez que podemos estar seguros de que estamos orando 100 por ciento en la voluntad de Dios es cuando estamos orando en lenguas. Dios siempre responde a las peticiones que se hacen en alineación con la voluntad de Dios. “El Espíritu intercede por los santos conforme a la voluntad de Dios” (Romanos 8:27; 1Juan 5:14-15).
60» Nuestro lenguaje espiritual es nuestro Ayudador, Consolador, Guerrero, Intercesor y fiel amigo. Tenemos que apreciar grandemente nuestro don del Espíritu, ya que nuestro lenguaje espiritual nos ayuda con todas nuestras situaciones desafiantes. Orar en lenguas nos da poder cuando somos débiles, nos consuela cuando estamos tristes por circunstancias de la vida, intercede por nosotros de acuerdo a la voluntad de Dios, y es un fiel amigo de quien siempre podemos depender. Cuando no sabemos cómo pedir para orar como conviene, sólo podemos orar en nuestro idioma espiritual y la oración se va directamente al corazón del asunto con la sabiduría y el poder de Dios para satisfacer la necesidad. Nuestro lenguaje espiritual se levanta como un poderoso guerrero y guerrea espiritualmente en contra de nuestra oposición y enemigos. Nuestro lenguaje espiritual nos llena con el amor de Dios, el fruto del Espíritu y nos permite manifestar los dones poderosos del Espíritu Santo. Ahora entendemos mejor por qué Jesús dijo a sus discípulos que era mejor para ellos que él se fuera para que el Espíritu Santo pudiera venir. Ya que les traería su mayor regalo, sus propios lenguajes espirituales (Juan 16:7; Romanos 5:5; Éxodo 15:3;. Hechos 9:31).
61» Orar en lenguas nos puede ayudar a encontrar personas y cosas. Nuestras lenguas espirituales nos guiarán trayendo palabras de ciencia y sabiduría en nuestras mentes, o impresiones fuertes en nuestro espíritu que nos motivarán para 211 ir y estar en el sitio adecuado en el momento adecuado. No hay límite a las formas en que el orar en lenguas nos capacita para tener un conocimiento sobrenatural y hacer las cosas sobrenaturales que nos bendicen y satisfacen las necesidades de los demás. Debemos permitir que nuestras lenguas espirituales jueguen un papel importante en nuestras vidas. El don del Espíritu Santo de hablar en lenguas es el mayor amigo, ayudante y compañero que podemos tener. El lenguaje espiritual es el regalo más grande que un cristiano podría recibir (Juan 16:13-15; Efesios 3:16, 20).
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C O
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QUIÉN PUEDE RECIBIR “EL DON” TRES BAUTISMOS PARA TODOS En su predicación en el Día de Pentecostés, el apóstol Pedro ya establecidos, que podrían recibir el don del Espíritu y cuáles son los requisitos para recibir el regalo. Pedro les dijo: Arrepentíos,y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo. Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare (Hechos 2:38).
Todos los que están llamados a ser hijos de Dios van a recibir tres bautismos principales: 1. el bautismo de aRRepentimiento donde uno recibe a Cristo en su vida. La evidencia de ese bautismo es un nacido de nuevo la experiencia resultante de la persona que vive la vida de Cristo (Juan 3:3-5; Lucas 3:3, Marcos 1:4). 2. el bautismo en agua donde el viejo hombre de pecado es sepultado y el hombre nuevo se levanta para andar en la vida de resurrección (Romanos 6:3-6; 1Pedro 5:21; Colosenses 2:12). 3. bautismo en el espíRitu santo, donde una persona es llena con el Espíritu Santo rebosando en otras lenguas. El resultado y la evidencia de que una persona recibe el don prometido del Espíritu Santo es hablar en lenguas desconocidas por su nuevo lenguaje espiritual recién recibido (Hechos 1:5, 2:38; 2:4).
SIGA EL PATRÓN ORIGINAL, RECIBA LOS TRES REGALOS MAYORES La doctrina y práctica de la Iglesia del Nuevo Testamento era que todos los que recibían a Cristo eran bautizados en agua y en el bautismo del Espíritu Santo. El apóstol Juan declaró, “hay tres que dan testimonio en la tierra: el Espíritu, el agua y la sangre, y estos
tres concuerdan en uno” (1Juan 5:8). Nosotros recibimos el testimonio de la sangre con el bautismo de arrepentimiento, el testimonio del agua con el bautismo en agua, y el testimonio completo del Espíritu con el bautismo en el Espíritu Santo. Jesús dijo a sus seguidores id a todo el mundo y hacer discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, que representan los tres bautismos de arrepentimiento, en agua y con el Espíritu Santo. Dios el Padre dio el don de su Hijo y requiere que todo el mundo se arrepienta y acepte a Cristo para llegar a ser un hijo de Dios. Jesús, el Hijo de Dios, murió en la cruz y derramó la sangre 214 de
su vida para el perdón de los pecados. El bautismo en agua en el nombre de Aquel que murió por todos, Cristo Jesús, identifica al nuevo hijo de Dios con la muerte y resurrección de Jesucristo. El Espíritu Santo bautiza a los creyentes con talentosa habilidad de orar en un lenguaje espiritual. El don del Espíritu Santo es la habilidad divina dada a un cristiano de orar en las lenguas de su idioma espiritual cada vez que hay una necesidad o lo desean. Ese lenguaje espiritual se convierte en parte de la naturaleza, carácter y capacidad de la nueva persona nacida del espíritu, permitiéndole orar en lenguas en cualquier momento que quiera hacerlo. Un creyente puede orar en lenguas cuando quiera, lo mismo que una persona natural puede voluntariamente hablar en su idioma aprendido. Si una persona recibe el más grande regalo de Dios para todos los beneficios de la vida eterna que Cristo trae, y si una persona recibe el Espíritu Santo que Jesús dio a su Iglesia y todos los beneficios que Él trae, entonces definitivamente deberían recibir el don que el Espíritu Santo da al creyente y apropiarse de todos los beneficios que el lenguaje espiritual.
COMO RECIBIR EL DON DEL ESPÍRITU SANTO El don del Espíritu Santo se recibe de la misma manera en que uno recibe el don de la vida eterna. En primer lugar, usted debe recibir la revelación y el entendimiento de que el don es para usted. Es
prometido a los que inicialmente lo recibieron, a sus hijos y a todas las generaciones siguientes durante todo el tiempo de la Era de la Iglesia. En segundo lugar, debe tener la confianza de que todo lo que le pida al Señor es exactamente lo que Él le dará. Jesús prometió a sus discípulos: “Todo lo que pidáis en mi nombre lo haré” (Juan 14:1314). Y prometió que si usted le pide el don del Espíritu Santo, es exactamente lo que le dará. Nuestro Padre Celestial es absolutamente digno de confianza (Lucas 11:13). 215
En tercer lugar, usted debe recibir por la fe. Cuando usted le pidió a Jesús que perdonara sus pecados, tenía que creer primero que cuando usted pidiera perdón lo recibiría y tendría la seguridad de que iba a nacer de nuevo. Usted tenía que creer con el corazón y confesar con su boca para recibir la salvación, (si usted no ha recibido todavía la salvación, puede orar justo ahora y nacer de nuevo.) Cuando usted pide por el don del Espíritu Santo, tiene que ejercer la fe para comenzar a hablar en otras lenguas. Mientras usted recibe el don, sentirá ciertas impresiones en su espíritu y sentirá ciertos sonidos y sílabas en su mente y habla. Usted tiene que permitir estas cosas para formar un lenguaje y por la fe hablar su nuevo lenguaje del Espíritu (Hebreos11: 6).
EL ESPÍRITU DA EL DON, PERO EL CREYENTE DA EL HABLA El Espíritu Santo imparte la habilidad en su espíritu redimido. El lenguaje se origina en su espíritu y fluye de su ser más íntimo. Dios da el don, pero usted tiene que hablar. No es una operación de la mente natural. Algunas personas no hablan en lenguas porque piensan que el Espíritu Santo es el que debe hablar. Ellos están esperando que Él soberanamente tome el control de sus lenguas y los obligue a hablar. Pero la Biblia dice, “ellos hablaban como el Espíritu les daba la habilidad de orar en lenguas” (Hechos 2:40, AP). El Espíritu Santo no necesita hablar en lenguas porque él sabe y entiende todos los idiomas en el cielo y en la tierra. Son los hijos de Dios en la tierra los que necesitan la habilidad de orar desde sus espíritus directamente a Dios quien es Espíritu. El santo de Dios
necesita el lenguaje espiritual para todos los beneficios que esto trae. Algunos experimentan gran alegría y emoción al recibir el don. Otros no tienen ninguna experiencia emocional cuando reciben sus lenguajes espirituales. Sin embargo, a medida que continúan orando día tras día comienzan a experimentar muchas 216
emociones espirituales positivas en diferentes momentos. Una vez que reciba el don usted puede lo puede activar orando en su lenguaje espiritual por fe, lo que significa que no depende de las emociones del alma o sensaciones físicas. Recuerde, el don del Espíritu Santo no es el fruto del Espíritu de gozo, paz, ni son los dones del Espíritu, es su lenguaje espiritual, el cual tiene la capacidad de producir el fruto y los dones del Espíritu.
POR QUÉ TODOS LOS CRISTIANOS NO RECIBEN EL DON La razón principal por la que no todos los cristianos reciben el don del lenguaje espiritual es por la falta de conocimiento de que el don es para todo cristiano, y no conocen los muchos valiosos beneficios de un lenguaje espiritual. La razón por la que la mayoría de los cristianos no saben estas cosas es porque sus pastores no las predican. “¿Cómo pues, invocarán a aquel en quien no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?” (Romanos 10:14). La razón por la que muchos ministros no predican acerca de recibir el don del lenguaje espiritual y sus beneficios está basada en su comprensión y su relación en el origen, deterioro y la restauración de la Iglesia.
DOCTRINAS Y PRÁCTICAS ESTANDARIZADAS Predicar sobre el don del Espíritu Santo era una práctica habitual del apóstol Pedro y del apóstol Pablo en el libro de los Hechos. El libro de los Hechos muestra las doctrinas y las manifestaciones espirituales de los ministros y los santos de la Iglesia del Nuevo Testamento. La enseñanza sobre el don del Espíritu Santo y el orar por los santos
para que recibieran y practicaran la oración en lenguas era habitual entre los ministros de la Iglesia primitiva. Un ejemplo es la prueba de la enseñanza del apóstol Pablo en 1Corintios 12-14. Esta sección incluye un capítulo sobre el amor y dos capítulos 217 dedicados a la enseñanza en hablar en lenguas y los dones del Espíritu Santo. Eso es mucho más de lo que Pablo dedicó a la enseñanza de la comunión del pan y del vino, las directrices para estar soltero, casado o divorciado; los cinco ministerios, lo que debe hacer en un servicio completo; adoración y cantar en la Iglesia, y muchas otras ordenanzas que aún se practican en las Iglesias del siglo 21. El bautismo del Espíritu Santo con la evidencia de hablar en lenguas también se incluyó en las seis doctrinas fundamentales de la Iglesia. La tercera doctrina de las seis es la “doctrina de bautismos”, que incluye los tres bautismos básicos de arrepentimiento, agua y el bautismo del Espíritu Santo (Hebreos 6:1-2).
UNA HISTORIA Y TESTIMONIO PERSONAL DE RECIBIR EL DON Si pudiéramos leer los testimonios personales de los aproximadamente 600 millones de cristianos que han recibido el don del Espíritu Santo, nos encontraríamos con que los 600 millones son de alguna manera únicos. Los cuerpos de todos los seres humanos tienen los mismos miembros situados en las mismas áreas del cuerpo y dos ojos y una nariz en la parte frontal de la cara, y así sucesivamente. Sin embargo, no hay dos seres humanos que sean exactamente iguales, incluso las huellas dactilares de cada persona son diferentes. De igual forma, todo el mundo recibe el don del Espíritu Santo de la misma manera, “por gracia mediante la fe”, sin embargo, cada uno tiene su propio testimonio único. Mi viaje de ser un cristiano nacido de nuevo y bautizado con el Espíritu Santo, se inició a mediados del siglo XX. En la noche del 29 de julio de 1950, recibí mi experiencia del nuevo nacimiento. Ese fue el día de mi cumpleaños número 16. Yo había estado montando mi caballo por dos kilómetros para asistir a una reunión que se hacía en una enramada todas las noches durante
218 tres semanas.
Se estaban llevando a cabo en el país a cinco millas de la pequeña ciudad de Boswell, Oklahoma. Yo no había sido expuesto al cristianismo antes de este tiempo. Los cantores y el predicador en la reunión leían un libro que llamaban Biblia. Hablé con mi mamá para ver si tenía tal libro. Encontramos una vieja Biblia de los gedeones con la parte posterior arrancada, pero todas las páginas estaban allí. Empecé a leerla para ver si lo que estaban diciendo estaba en la Biblia. Descubrí que hablaba de un cielo y un infierno y la gente salvada y hablando en lenguas. En ese momento yo no tenía idea de lo que significaba todo aquello, pero estaba en el libro.
UN REGALO DE CUMPLEAÑOS PARA ACTIVAR UN REGALO ESPIRITUAL Cuando la reunión se terminó esa noche, mi novia me dio un regalo de cumpleaños envuelto, que até en la parte posterior de la silla. Luego caminé a su casa a una milla en la dirección opuesta de donde yo vivía. Después de montar tres millas de vuelta a casa, desensillé mi caballo y le di de comer un poco de maíz. Luego me arrodillé en el granero del maíz y levanté las manos y oré como lo había estado haciendo durante las últimas dos semanas. Esa noche de mi cumpleaños probaría ser diferente. Cuando entré en la casa y abrí mi regalo, había una hermosa Biblia nueva en la caja. De alguna manera Dios usó esa Biblia como un catalizador para abrir mi corazón para que Él entrara. De repente, el Espíritu Santo entró en mi vida, y esta vez mientras oraba algo sucedió. Nací de nuevo por el Espíritu de Dios.
RECIBIENDO EL DON La noche siguiente, al final de la predicación, hicieron el mismo llamado persistente al altar para que la gente pasara adelante y recibiera a Cristo Jesús. Pasé adelante con mi novia y otros tres adolescentes. A medida que me arrodillaba y comenzaba 219 a orar, tuve una visión de Jesús colgado en la cruz diciéndome que Él murió por mí, para que yo pudiera vivir con él. Mientras estaba viendo esta escena, las palabras fueron saliendo de mi boca. En mi mente natural estaba expresando agradecimiento a Dios y diciéndole
a Jesús que iba a vivir para él. El predicador comenzó a orar por mí, y entonces él empezó a decir: “eso es, sólo habla”. Me preguntaba en mi mente a que se referiría porque ¡yo estaba hablando lo más fuerte y lo más rápido que podía! Cuando él me decía eso, de repente me di cuenta de que no estaba hablando en inglés, sino en un idioma que no entendía. Me di cuenta de que debían ser las “otras lenguas” que la Biblia menciona que los discípulos oraron en el día de Pentecostés. Tal gozo y emoción inundó mi alma con este hablar en lenguas que yo seguí hablando en mi nuevo idioma espiritual durante casi una hora. El domingo siguiente nos encontramos todos en el río y el predicador me bautizó en agua. Todo esto sucedió hace sesenta años, y he seguido orando en lenguas. Seguiré orando más y más en mi idioma espiritual mientras esté en este cuerpo mortal. Desde que descubrí todos los valiosos beneficios de orar en lenguas, puedo decir con el apóstol Pablo: “doy gracias a Dios que hablo en lenguas”. He experimentado todas las 70 razones expuestas en este libro para hablar en lenguas. Ahora entiendo lo que Pablo y Pedro quisieron decir cuando escribieron: “damos gracias a Dios por su don inefable” y “nos alegramos con gozo inefable y glorioso”. Es un regalo que no se puede hablar con nuestra lengua adquirida y el gozo del Señor que no puede expresarse plenamente con nuestro lenguaje natural, pero puede ser completamente expresado con nuestro lenguaje espiritual (2Corintios 9:15, RV; 1Pedro 1:8; Juan 15:11, Mateo 25:23; Nehemías 8:10). 220
LA FAMILIA RECIBIENDO EL DON
Los padres y abuelos de mi esposa eran cristianos que hablaban en lenguas. Evelyn fue salva a la edad de tres años y recibió el don del Espíritu Santo cuando tenía siete. Ella estuvo llena del Espíritu durante mucho tiempo antes de que tuviera fe para hablar en lenguas. Una noche una mujer de Dios oraba con ella en el altar para recibir el don. Evelyn tenía dudas acerca de hablar lo que estaba sintiendo y escuchando en su espíritu. Ella tenía miedo de sólo ser ella repitiendo lo que había oído a otros hablar o sonidos que
estaban solo imaginando. La hermana que hablaba con ella en el altar le dio seguridad mediante las Escrituras de que Jesús le daría un lenguaje del Espíritu que era de Dios. Así que Evelyn comenzó a hablar lo que estaba sintiendo en su espíritu y mente. En pocos minutos estaba fluyendo como un río en su lengua espiritual. Eso fue hace sesenta y seis años y ella sigue orando en lenguas hasta el día de hoy. Nuestros tres hijos, que ahora son ministros ordenados, fueron salvos antes de los cinco años de edad y recibieron el don del Espíritu Santo por el tiempo en que tenían siete. Todos nuestros once nietos fueron salvos y recibieron el don del Espíritu Santo con la evidencia de hablar en lenguas entre las edades de tres y nueve años de edad. Todos nuestros nueve bisnietos que tienen más de tres años de edad son salvos y llenos con el Espíritu Santo. Desde los abuelos de Evelyn a nuestros bisnietos hay seis generaciones, que abarcan más de ochenta años de familias cristianas que hablan en lenguas.
LA POSICIÓN EN LA RESTAURACIÓN DETERMINA LA REVELACIÓN RECIBIDA En mi libro de 380 páginas llamado The Eternal Church1 (La Iglesia Eterna), 173 páginas dan información detallada sobre los movimientos de restauración que se han producido durante los últimos cinco siglos. Desde el movimiento protestante, que oficialmente comenzó en el año 1517, al Movimiento de los Santos, el cual creo que la historia mostrará que comenzó en el 2007, ha habido 490 años de los movimientos de restauración de la Iglesia. Una “reforma” incluye muchos movimientos de restauración de la verdad. Mi libro más reciente antes a éste trae la revelación que la “Tercera y última Reforma de la Iglesia”, comenzó en el 2008. 1 Bill Hamon, The Eternal Church “La Iglesia Eterna” (Shippensburg, PA: Imagen Destino, 1981,2003) 151-193. 221
La Primera Reforma dio a luz la Iglesia, la estableció, y la llevó a todas las naciones. Hubo ocho grandes movimientos del Espíritu Santo para cumplir el propósito de Dios para la Primera Reforma. La Iglesia tenía entonces una gran apostasía y descendió en la Edad
Oscura de aproximadamente 1000 años, desde el 500 dC a 1500dC. Casi todas las enseñanzas y experiencias espirituales de la Iglesia primitiva apostólica se perdieron o fueron convertidos en rituales religiosos durante este tiempo. La segunda Reforma, que muchos historiadores llaman la Reforma protestante, comenzó el período de la gran restauración de la Iglesia (Hechos 3:21). El propósito de Dios para esta reforma era restaurar todas las enseñanzas del Nuevo Testamento, las experiencias espirituales y los ministerios sobrenaturales que habían estado presentes en la Iglesia Primitiva de nuevo a la Iglesia. Hubo ocho movimientos importantes de restauración en la segunda Reforma para lograr el propósito progresivo y último de Dios para su Iglesia. La segunda Reforma hizo avanzar la restauración de la Iglesia hasta que la Iglesia estuvo lista para ser lanzada a la tercera y última Reforma de la Iglesia. La tercera Reforma cumplirá con el propósito final de Dios para su Iglesia. 222
POR QUÉ EXISTEN LAS DENOMINACIONES Todas las denominaciones cristianas existen a causa de uno de los movimientos de restauración. Por ejemplo, el primer movimiento de restauración fue llamado el Movimiento Protestante. Martín Lutero escribió noventa y cinco argumentos en contra de las prácticas anti bíblicas religiosas de su denominación cristiana (Católica) que se desarrolló durante la Edad Oscura de la Iglesia. Lutero recibió la revelación de que no somos salvos por las obras religiosas, sino por la gracia de Dios y la obra realizada de Jesús con su muerte y resurrección. El resultado del Movimiento Protestante fue el establecimiento de muchas denominaciones cristianas: luterana, presbiteriana, anglicana (conocida como Episcopal en los EE.UU.) y algunos otros grupos, menos conocidos. El Movimiento Evangélico, que comenzó alrededor de 1600, enseñó sobre el bautismo en agua por inmersión. Esto produjo todas las diferentes denominaciones Bautistas y algunos grupos de puritanos, los cuáqueros y otros. El Movimiento de Santidad, que se inició en el 1700 por John Wesley, enseñó sobre la santidad y la vida cristiana victoriosa. Dio lugar a muchos grupos de santidad como la
metodista, la Iglesia Nazareno y las denominaciones de Dios. El Movimiento de Sanidad Divina en 1880 restauró la verdad de la divina fe sanadora para el cuerpo físico de la humanidad y dio lugar a la denominación Alianza Cristiana y Misionera para llevar a cabo esa verdad. Ninguno de los movimientos mencionados anteriormente había recibido la revelación y la asignación de restaurar la verdad y experiencia espiritual del don del Espíritu Santo con la evidencia de hablar en otras lenguas. El tiempo de Dios para ello fue el siguiente movimiento de restauración progresiva en 1900, que se conoció como el Movimiento Pentecostal. Numerosas denominaciones pentecostales se establecieron a partir de la restauración de esta verdad. Las más conocidas son las Asambleas de Dios, 223 Cuadrangular, Iglesia de Dios Pentecostal, Iglesia de Dios en Cristo y la Iglesia Pentecostal Unida. Millones de cristianos han recibido sus lenguajes espirituales en estas Iglesias Pentecostales en los últimos 100 años. El Movimiento Carismático (1948-1988) es un término inclusivo que cubre el Movimiento de la Lluvia Tardía, la Renovación Carismática y el Movimiento de la fe. Todas las verdades y las experiencias espirituales de los movimientos pasados se volvieron a enfatizar en este tiempo, además de que muchas nuevas verdades y ministerios espirituales fueron agregados. Durante la Renovación Carismática, la verdad del bautismo en el Espíritu Santo con la habilidad de hablar en un lenguaje espiritual fue enseñada por algunos en las Iglesias de denominación más antiguas. El Movimiento Apostólico-Profético, que se inició en la década de 1980, restauró la función del profeta y el apóstol de nuevo en la Iglesia, así como otras diez importantes enseñanzas bíblicas y experiencias espirituales. El Movimiento de los Santos, que nació en el 2007, está enseñando la activación de todos los santos para ser ministros en su esfera de influencia. Los dones del Espíritu Santo se han activado en los santos para que puedan demostrar el Reino de Dios en cada nación. (Esto se explica completamente en mi libro de 400 páginas The Day of the Saints 2 el día de los Santos). La tercera Reforma está diseñada para activar toda la verdad de
restauración, las experiencias espirituales y manifestaciones milagrosas en la Iglesia. Esto es con el propósito de demostrar el Reino de Dios como testimonio del soberano Señorío de Cristo Jesús. La Tercera Reforma recientemente ha comenzado y continuará hasta que Jesús regrese y los reinos de este mundo se hayan convertido en los reinos de nuestro Señor Jesús y su Iglesia (Apocalipsis 11:15; Mateo 24:14). 224 2 Bill Hamon, The Day of the Saints “El Día de los Santos” (Shippensburg, PA: El destino de la imagen,2002).
ACTUALIZAR Y ACTIVAR El propósito de este minuto de presentar la restauración de la Iglesia es mostrar por qué todas las personas de la cristiandad no enseñan y practican el hablar en lenguas. Si usted se convirtió en cristiano en una de las Iglesias de restauración que se crearon antes del Movimiento Pentecostal, entonces a usted probablemente no se le ha enseñado que el don del Espíritu Santo con la evidencia de hablar en lenguas es para que usted lo reciba. Esto se debe a que esta revelación no fue parte de la verdad restaurada en su Iglesia, y por lo tanto nunca se convirtió en una parte de la doctrina establecida y practicada de esa denominación. Todas las denominaciones pentecostales y redes pentecostales independientes y organizaciones ministeriales predican y practican el hablar en lenguas. Independientemente de la denominación o trasfondo de la Iglesia que usted sea, todos los cristianos necesitan actualizarse con la restauración de la verdad del Espíritu Santo y dejar que Él active toda la verdad y ministerios restaurados en sus vidas.
TODOS PUEDEN RECIBIRLO Cada hijo de Dios tiene que recibir el mayor regalo del Espíritu Santo de un lenguaje espiritual personal y obtener todos los numerosos beneficios y las bendiciones de la oración en lenguas. El otro gran beneficio, es el poder que esto da para vivir la vida de Cristo y el ministrar los dones sobrenaturales a la Iglesia y para ganar a los perdidos para Cristo Jesús. El don ha sido restaurado. Está disponible para todo el que quiera obedecer el mandamiento de Dios de creer y recibir su lenguaje espiritual. Es la voluntad de Dios
para todo el mundo que reciba el don del Espíritu Santo. ¿Quién puede recibir el don del Espíritu Santo del lenguaje espiritual? Todos los que han recibido a Cristo Jesús como su Salvador personal. Sólo escuchen la verdad sobre el don 225 del Espíritu Santo crean, y reciban el don por fe, y luego hablen en lenguas por el poder del Espíritu Santo.
70 RAZONES CONTINUACIÓN…
62» Todo el que recibe a Cristo Jesús como su Salvador personal está calificado para recibir el don del Espíritu Santo. El don es prometido a todos los que viven durante la Era de la Iglesia, que comenzó con la primera venida de Cristo y continuará hasta su segunda venida. Si una persona recibe el más grande regalo de Dios por los beneficios que el don de la vida eterna trae, y si una persona recibe al Espíritu Santo que Jesús dio a su Iglesia y todos los beneficios que Él trae, entonces definitivamente debería recibir el don que el Espíritu Santo da al creyente individual y apropiarse de todos los beneficios que trae el lenguaje espiritual (Juan 3:16, Hechos 2:38).
63» El don del Espíritu Santo es la habilidad divina dada a un cristiano para orar en lenguas desconocidas con un nuevo lenguaje espiritual. El don incluye la habilidad de orar en lenguas cada vez que hay una necesidad o se desea hacer. Ese lenguaje espiritual es un don dado a una persona nacida del Espíritu. Ser “dado” significa que se convierte en parte del espíritu interior de una persona, en la naturaleza, carácter y capacidad del ser, así como el lenguaje aprendido una persona natural se convierte en una parte de su capacidad para hablar (1Corintios 12:7; 14:15).
64» ¿Cómo se puede recibir el don del Espíritu Santo? De la misma manera en que el don de la vida eterna es recibido. Cree en tu corazón y confiesa con tu boca. Creer en tu corazón te hace estar bien con Dios, pero hablar con tu boca es lo que toma posesión del don. Después de leer este libro usted debe estar convencido de que el don del Espíritu Santo del lenguaje espiritual es para usted. Siga los cuatro principios para la activación que figuran en el capítulo 7. Mientras usted está recibiendo el don, sentirá ciertas impresiones en su espíritu y sentirá ciertos sonidos y sílabas en su mente y voz. Deje que esas impresiones divinas formen el lenguaje de su espíritu y usted comenzará a hablar en lenguas. Ahora que lo ha recibido, continúe orando en lenguas todos los días y obtenga todos los valiosos beneficios que el Espíritu Santo puso dentro de la operación del don. Recuerde que usted ha recibido el mayor regalo que el Espíritu Santo puede dar de todos los recursos de Dios (Romanos 10:8-10).
65» La razón por la que todos los cristianos no entienden, no reciben, no predican y no practican el don del Espíritu Santo se basa en el momento en que sus denominaciones fueron formadas durante los últimos 500 años de la restauración de las verdades de Dios y las experiencias espirituales de la Iglesia. La revelación y la restauración de recibir el lenguaje espiritual del Espíritu Santo no tuvieron lugar hasta 1900. Las denominaciones cristianas que se formaron durante los primeros 400 años (1500 a 1900) de la restauración de la Iglesia no incluyeron la validez de recibir el don del Espíritu Santo con el hablar en lenguas dentro de sus doctrinas y prácticas denominacionales (Hechos 3:21, véase también The Eternal Church 3 La Iglesia Eterna).
66» Cada hijo de Dios necesita recibir el don del Espíritu Santo de su propio lenguaje espiritual. Es un mandamiento de Jesucristo para los cristianos, recibir el don. Es el mayor don dado para empoderar a los santos de Dios para vivir la vida de Cristo y manifestar las obras mayores de Jesús. El don ha sido restaurado. Es para todos los creyentes, independientemente de a qué denominación pertenezcan. Durante la 3 The Eternal Church “La Iglesia Eterna”, 151-193. 182 227
Renovación Carismática, los grupos carismáticos se formaron en cada denominación cristiana. Hoy Dios está dando una nueva urgencia y está enfatizando en el don del Espíritu Santo. No es un don extra, sino una necesidad para que los cristianos cumplan con el propósito de Dios para la Iglesia de la última generación durante la tercera y última Reforma de la Iglesia (Hechos 1:4, 8; Zacarías 4:6; Juan 14:12).
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OTRAS RAZONES INTERESANTES 70 RAZONES CONTINUACIÓN…
67» Los estudios científicos se han hecho sobre las personas que hablan en lenguas. El Dr. Andrew Newberg en comparación escáneres cerebrales de los cristianos orar en lenguas, los monjes budistas cantar durante la meditación y monjas católicos orar. El estudio mostró resultados muy diferentes entre aquellos que oran en lenguas y los otros. Los lóbulos frontales, la parte del derecho del cerebro detrás de la frente que se considera el centro cerebral de control-se quedó en silencio en los cerebros de los cristianos hablar en lenguas. Como las monjas rezaban y cantaban los monjes, que parte de sus cerebros se volvieron más activos. El descubrimiento de que los cristianos lóbulos frontales de ir neutral mientras están hablando en lenguas demuestra que el hablar en lenguas no es una función natural del cerebro, sino de una operación del espíritu. “Si yo oro en una” lengua “mi espíritu ora, pero mi mente está inactiva” (1Corintios 14:2, 14).
68» Orar en lenguas nos introduce en el reposo profetizado en Isaías 28:12. El lenguaje espiritual libera lo que se necesita para darnos la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento. Dejamos nuestra labor de orar en nuestro idioma aprendido y entramos en el reposo de permitir que nuestra lengua espiritual haga la oración que activa el fruto del Espíritu y la gracia de Dios en nuestra alma, que consiste en nuestra mente, voluntad y emociones. Numerosas personas han dado testimonio de ser sustentadas durante grandes tragedias y traumas por medio de orar en lenguas. El lenguaje espiritual realmente activa la sangre y las glándulas del cuerpo para producir lo que el cuerpo necesita. Orar en lenguas nos relaja en su reposo. Los hijos de Israel no entrar en ese reposo, ya que “no obedecieron”. El don del Espíritu Santo es dado a los que obedecen. El lenguaje espiritual es ese lugar de descanso (Isaías 28:11-12 cf, 1Corintios 14:21; Hebreos 3:18; 4:8-11; Hechos 5:32).
69» Ezequiel profetizó que la Iglesia entraría en aguas lo suficientemente profundas para nadar en ellas. Si usted tiene una habitación que quiere rellenar con agua y tiene muchas llaves de agua en la habitación que están conectadas a un depósito permanente de agua, entonces todo lo que tiene que hacer para llenar la habitación con agua es girar los grifos y dejar que fluya hasta que la habitación se llene. 230 Nuestra
lengua es como el chorro de agua. El Espíritu Santo dentro de nosotros es la reserva interminable. Hablar en lenguas se convierte en la llave del agua, por lo que los ríos de agua viva fluyen de nuestro ser más íntimo. Todos podemos orar en lenguas hasta que la habitación se llene con el agua de la presencia y gloria de Dios (Ezequiel 37:5, Juan 7:38).
70» No hay nada más valioso que estar en unidad con Dios y su pueblo. Debemos mantener la “unidad del Espíritu”. Unidad no es que todo el mundo este en una organización o una familia o una reunión con la gente de la Iglesia. La unidad es una función del espíritu que requiere que el Espíritu de Dios produzca la verdadera unidad. El salmo 133 dice: “cuan bueno es habitar los hermanos juntos en armonía, porque allí envía Jehová bendición y vida eterna”. Cuando los discípulos se unieron en una sola mente y propósito, de repente el Espíritu Santo vino y los bautizó a cada uno de ellos. Los idiomas espirituales que el Espíritu Santo dio a los discípulos, los activó en un fluir unido y divino de sus espíritus con todo lo que produce el hablar en lenguas incluyendo la unidad del Espíritu. Orar en lenguas produce la armonía y unidad dentro de nosotros, con Dios y con nuestros hermanos santos. Jesús oró para que seamos uno en unidad como Él y el Padre son uno, para que el mundo crea. Si todo el mundo orara en lenguas y dejara que la unidad del Espíritu fuera activada, esto ayudaría a cumplir con la oración de Jesús por los miembros del cuerpo de Cristo para que se convirtieran en uno. Qué bendecidos somos de tener al productor de la unidad dentro de nosotros. Y que asombrosa responsabilidad tenemos para permitir que el lenguaje espiritual logre todos los propósitos de Dios, apropiándose así de todos sus beneficios y empoderando a los santos para vivir la vida de Cristo y demostrar el poder de Dios y el señorío de Jesucristo. Amén y Amén (Salmos 133:1-3; Efesios 4:3; Hechos 2:1, Juan 17:20-23).231
BIOGRAFÍA APÓSTOL / PROFETA DR. BILL HAMON El Dr. Bill Hamon y su esposa, Dra. Evelyn Hamon son co-
fundadores y obispos de la Red de Ministerios Christian International que incluye: La Red Apostólica Christian International, la Red de Educación CI, la Red de Negocios CI, la Red Global CI, la Iglesia Familiar CI y el Centro de Entrenamiento Ministerial en Santa Rosa Beach, Florida. La Red de Educación CI incluye la Escuela Teológica por Distancia CI, la Escuela de Entrenamiento Ministerial CI (clases en vivo en
Santa Rosa Beach), y los numerosos seminarios de entrenamiento que ofrecen en Santa Rosa Beach y en muchas ciudades alrededor del mundo cada año. La Red Apostólica CI es la red de ministerios en los Estados Unidos que se afilian con CI, y que cuenta con unos 700 ministros. La Red Global CI tiene representantes internacionales y redes enteras de Iglesias y ministerios en más que 40 naciones. Entre los ministros de CI, muchos son también apóstoles con sus propias redes ministeriales con miles de ministros bajo sus cargos colectivamente. El Dr. Bill Hamon tiene 59 años de experiencia en el ministerio que le han dado una perspectiva equilibrada y bíblica en cuanto a la restauración de los ministerios del apóstol y profeta. Su llamado y ministerio al cuerpo de Cristo es el de profeta y apóstol. La familia del Dr. Bill Hamon es un testimonio a su carácter. Bill y Evelyn tienen 58 años de matrimonio y tienen tres hijos. Sus hijos con sus parejas son ministros ordenados trabajando tiempo completo untamente con ellos en el ministerio. Tienen once nietos y once bisnietos quienes gozosamente están sirviendo al Señor. Esto habla fuertemente del hombre, su mensaje y ministerio. El Dr. Hamon ministra por todo el mundo en congresos nacionales e internacionales en los cuales el ministra personalmente a miles de individuos con profecía personal, la imposición de manos, sanidad y milagros. A través de los anos él ha profetizado a cientos de miles de individuos incluyendo presidentes, primeros ministros, y líderes políticos desatando la palabra profética de Dios para ver cambios nacionales. Además de ser un teólogo respetado y estudiado, el Dr. Bill Hamon es también un comunicador efectivo que sabe como ministrar
verdades bíblicas al pueblo de una manera que puedan creer, recibir y experimentarlas de una manera práctica y viva. El ha escrito diez libros en su ministerio de traer revelación y restauración al cuerpo de Cristo. Algunos de sus libros han sido traducidos e impresos en más que 30 idiomas. • La Iglesia Eterna • Profetas y Profecía Personal • Profetas y el Movimiento Profético • Profetas, Trampas y Principios • Apóstoles, Profetas, y los Movimientos Venideros de Dios • El Día de los Santos • ¿Quién Soy Yo, y Por Que Estoy Aquí? • 70 Razones de Hablar en Lenguas • La Tercera y Última Reforma de la Iglesia • Destino Profético y la Reforma Apostólica • Cumpliendo Su Profecía Personal • Naciendo el Propósito de Dios Dr. Bill Hamon es dedicado a levantar y equipar al pueblo de Dios en sus ministerios particulares. Ha escrito el Manual de la Ministración de los Dones Espirituales, una herramienta útil y seminario para dar enseñanza y activación de los dones del Espíritu Santo. Desde su inicio en 1992 hasta ahora más que 400 mil personas han sido entrenadas y activadas en oír la voz de Dios y ministrar efectivamente los dones del Espíritu Santo. El Dr. Bill Hamon es respetado por líderes cristianos en todo el mundo como un pionero y líder principal y maduro para la compañía profética/apostólica que Dios está levantando hoy en día. • Obispo / Fundador de los Ministerios Christian International y la
Iglesia Familiar CI. • Profeta / Apóstol al cuerpo de Cristo. • Presidente de la Escuela de Teología CI. • Miembro Fundador del Consejo Apostólico de la Coalición Internacional de Apóstoles (ICA con el Dr. Peter Wagner). • Autor de libros notables y acerca de la restauración de la Iglesia y
de los ministerios del apóstol y profeta. • Conferencista Internacional.