Año 57, nº 41 Lima, 9 de enero del 2011
ELDOMINICAL Suplemento de actualidad cultural
álvaro portales
1911-2011
Arguedas:
toda su magia Especial: centenario de Arguedas
Sus textos más representativos en El Dominical
“No destruyamos el Perú amado”: “Educación y lingüística”: el drama del migrante andino págs. 6-7 Alfabetizar no es castellanizar pág. 10
El Dominical. Lima, domingo 9 de enero del 2011
Tour literario: “La ruta de Arguedas”
Ciclo de cine: “Todas las sangres, todas las culturas”
En homenaje al centenario de su nacimiento se hará un tour turístico-literario por ocho zonas del sur del país.
Todo el mes de enero la red de microcines Chaski presenta las películas “Yawar fiesta”, “Todas las sangres”, “El sueño del pongo”, enter otras. lugar: asociación de artistas aficionados.
organiza: universidad nacional josé maría arguedas, andahuaylas, perú. del 9 al 23 de enero.
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dirección: jr. ica 323, lima. horario: todos los jueves, 7 p.m.
CLásiCos Imprescindible. “¡Kachkaniraqmi! ¡sigo siendo!” de Carmen María Pinilla es un documento clave para conocer la obra de arguedas.
e
xisten innumerables tesis, investigaciones y críticas en el Perú y el mundo que abordan minuciosa y generalmente la obra del escritor peruano José María Arguedas. Uno de los textos más representativos que se ha convertido en material de consulta es la publicación “¡Kachkaniraqmi! ¡Sigo siendo!” (Fondo Editorial del Congreso 1999), de Carmen María Pinilla, quien actualmente es calificada como la investigadora oficial más importante a nivel mundial de la vida y obra de José María Arguedas. “Kachkaniraqmi” es el compendio de los textos esenciales y material poco accesible de Arguedas, como sus aportes desde las ciencias sociales,elperiodismo y,por supuesto, sus creaciones literarias. Así, se encontrará importantes títulos como “Warma Kuyay”, “Agua”, “Los ríos profundos”, “La agonía de Rasu-Ñiti”, entre otros. También misivas Arístides Arguedas, Nelly Arguedas, Lola Hoffman, Ángel Rama, John Murra, entre otros personajes trascendentales en su vida. Aunque resulte sorprendente, la producción literaria de Arguedas representa tan
solo una fracción de su obra, comparándola con sus innumerables ensayos y cartas, sobre todo los dedicados a la defensa de las danzas tradicionales. En esta recopilación crítica se encuentran todas las inquietudes centrales del autor, quien no se aleja de su labor creativa, según consigna Carmen María Pinilla en su introducción: “Un elemento fundamental en este proceso de selección ha sido considerar el conjunto de la obra de Arguedas, y la vinculación de esta con la biografía del autor. Esta perspectiva de conjunto permite apreciar ciertas constantes en la obra arguediana que remiten a objetivos generales y dan sentido a su trayectoria. La identificación de estas constantes ayuda a entender su obra como una diversidad integrada”. Es importante rescatar que en “¡Kachkaniraqmi! ¡Sigo siendo!” se conservan los dos grandes objetivos que Arguedas siempre quiso reproducir en sus investigaciones, creación y vivencias: “mostrar” y “golpear” la realidad. De lectura recomendada para especialistas e iniciados.
álvaro portales
Esencia arguediana
librosesenciales
eLCanonde
El Dominical recomienda... Libros de José María Arguedas.
1. Los ríos profundos
José María Arguedas
Ernesto, memorable personaje, aprende a convivir entre el mundo andino y occidental.
2. El zorro de arriba y el zorro de abajo José María Arguedas
Publicada póstumamente, esta novela evoca la decadencia de Chimbote y el anticipo de la muerte del autor.
3. Todas las sangres
5. El sexto
7. Warma kuyay
El Perú mostrado por Arguedas como el territorio donde conviven todas las razas, todos los pueblos y la discriminación.
Su paso por la cárcel quedó eternizado. Muestra la penosa realidad de un microcosmos llamado prisión.
“Amor de niño” es el cuento donde la dulzura y amor de la niñez se mezclan con la impotencia y el lamento.
4. Agua
6. La agonía de Rasu-Ñiti
8. Yawar fiesta
La necesidad de la naturaleza para sobrevivir se refleja en este cuento. El uso de una laguna origina el conflicto entre gamonales e indígenas.
Hermoso cuento donde ilustra la muerte y vida eterna de un ‘danzak’ (danzante de tijeras), así como el culto y rito del baile.
El conflicto cultural de un país tan diverso como el nuestro resumido en la imagen de un cóndor sobre un toro en plena lucha.
José María Arguedas
José María Arguedas
José María Arguedas
José María Arguedas
José María Arguedas
José María Arguedas
9. Dioses y hombres de Huarochirí José María Arguedas
La mitología de Huarochirí recopilada por Francisco de Ávila, en una versión bilingüe traducida al quechua por Arguedas.
10. Katatay y otros poemas José María Arguedas
Recopilación de poemas publicados después de su muerte.
4. El Dominical. Lima, domingo 9 de enero del 2011
especial Fraterno. Francisco Miró Quesada c., filósofo y codirector general de el comercio, recuerda en estas líneas a su amigo José María arguedas.
amigo y maestro tan absurdos como injustos, se vio obligado a renunciar a la dirección de la Casa de la Cultura, y la inmensa posibilidad que él había ofrecido al Perú se desvaneció en el olvido. Otro de sus proyectos, que pudo ser grandioso, pero que también se frustró debido a su renuncia, fue la educación musical del pueblo.
FRANCISCO MIRÓ QUESADA C.*
E
ra imposible no estimarlo y admirarlo desde el momento mismo en que se le conocía. De toda su persona irradiaba un aura de autenticidad y de calidad humana que suscitaba afecto a primera vista. Por eso, desde que nos conocimos, apenas terminada la Segunda Guerra Mundial, surgió entre nosotros una entrañable amistad. Es difícil decir qué aspecto de su personalidad era el más interesante. Pero el que más me impresionó fue su identificación con el Perú autóctono, con los comuneros campesinos de los Andes, con el idioma quechua. Lo extraordinario de esta identificación es que, a pesar de ser plena, apasionada, no producía en él ningún rechazo de la civilización europea. Su identificación con el hombre autóctono no tenía nada que ver con el indigenismo fanático que rechaza todo lo occidental y, sobre todo, lo hispánico. Lo que José María Arguedas rechazaba era la actitud despreciativa y prepotente de algunos peruanos frente al “indio”. Para él, el Perú era una síntesis del Occidente y la civilización andina.
[...]
Y la enseñanza principal de Arguedas era que el problema más grave y de más urgente solución del Perú era el de la integración. Una integración en el verdadero sentido de la pa-
[…] Apenas lo nombraron director de la Casa de la Cultura tuvo la idea de llevar la Orquesta Sinfónica Nacional a los barrios marginales. Nadie creyó en esta posibilidad pero, a todas las objeciones, Arguedas respondía: el pueblo peruano es artista, todo lo que sea arte, le atrae.
[…]
Años sesenta. A los extremos: Francisco Miró Quesada Cantuarias. y José María Arguedas, quien ofrece un discurso, entre otras personalidades. Detrás del escritor aparece el educador Carlos Cueto Fernandini.
labra, es decir, consistente en la unión de dos factores igualmente significativos: la civilización occidental y la civilización andina. Querer integrar el Perú pensando que uno de los elementos de la integración es inferior al otro solo puede producir su desintegración. La realidad quechua es demasiado fuerte, demasiado profunda para prescindir de ella o para querer anularla. Como todo maestro auténtico, José María Arguedas practicaba lo que predicaba. Para lograr el reconocimiento de la importancia de la cultura autóctona dedicó su vida a estudiarla.
“Y la enseñanza principal de arguedas era que el problema más grave y de más urgente solución del perú era el de la integración. Una integración en el verdadero sentido de la palabra, es decir, consistente en la unión de dos factores igualmente significativos: la civilización occidental y la civilización andina”.
[...]
Este conocimiento le permitió organizar un espectáculo folclórico de indescriptible riqueza. Hacia fines de 1963, cuando era director de la Casa de la Cultura, presentó en el Teatro Municipal una visión de conjunto de nuestro folclor andino que abarcaba desde las manifestaciones del norte, pasando por las del centro, hasta las del sur. A este espectáculo asistieron el arquitecto Fernando Belaunde Terry, en ese entonces presidente de la República, y la mayor parte de los embajadores de los países latinoamericanos y europeos.
Recuerdo claramente que el embajador de un importante país europeo hizo el siguiente comentario: “Nunca imaginé que el folclor peruano fuera tan rico. Si ustedes crean un cuerpo folclórico bien organizado y lo llevan a Europa, barrería con todos, no tendría rival”.
[...]
José María veía con amor el proyecto de crear el gran cuerpo del ballet folclórico peruano y, con toda seguridad, habría logrado realizarlo. Pero, desgraciadamente, la política impidió la materialización de su sueño. Debido a una serie de ataques,
El aprendizaje al lado del maestro no tenía límites. Un día era el folclor, otro día el sentido musical del pueblo peruano; una vez era el darnos cuenta de las posibilidades expresivas del quechua, otra vez era conocer el sentimiento de solidaridad que se produce cuando se baila la ronda al compás del charango. Pero siempre era el Perú, ese Perú que no ha cuajado porque no hemos sabido aún cómo integrarlo. Por eso, la obra de José María Arguedas es tan importante, porque en ella encontramos el camino que puede conducirnos hacia la meta. [*] El Dominical, 3 de diciembre de 1989. Fragmentos.
El Dominical. Lima, domingo 9 de enero del 2011
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especial “en Nueva York los ojos se olvidan de las montañas y de los ríos, de los arbustos floridos, de los abismos sonoros o desérticos, del canto de los pájaros y de los hombres que contemplan, absortos o tristes, en silencio, su propio corazón”.
Viajero. Arguedas no solo recorrió el Perú profundo, sino también estuvo en Nueva York, Quito y París.
Nueva York
el hierro y el oro
y Quito
Viaje inolvidable. la impresionante ciudad de Nueva York y la ternura de Quito captaron –cada una desde su propia naturaleza–, la sensible atención de nuestro escritor. José maría arguedas*
L
uego de visitar grandes universidades de los Estados Unidos y ciudades importantes en una ruta trazada desde Nueva York hasta Berkeley, llegamos a Quito en nuestro viaje de regreso. A la salida del templo de San Francisco, caminamos unos pasos en la gran plaza y, como nunca antes, la luz del templo reanimó toda nuestra experiencia de los Estados Unidos y de América Latina. No fue el Rockefeller Center ni el Empire State lo que nos impresionó más de Nueva York; fue el rascacielos de la Panamerican, elevándose durante la no-
che como una columna rígida pero vivificada por la iluminación eléctrica, sobre el oscuro cuerpo del edificio de la Estación Central del Ferrocarril, que tenía una sola ventana con luz en su gran mole apagada. ¡Nueva York! ¡Quito!
en búsqueda de la ternura
En Nueva York los ojos se olvidan de las montañas y de los ríos, de los arbustos floridos, de los abismos sonoros o desérticos, del canto de los pájaros y de los hombres que contemplan, absortos o tristes, en silencio, su propio corazón. Entre ese orden de lo desmesurado entre los monstruos felices que son los puentes, las prodigiosas ca-
rreteras, los rascacielos iluminados o quietos, el hombre camina apurado, y yo también caminaba contagiado, al ritmo quelosotros,perocontemplando todo ese artificio descomunal con un entusiasmo casi infantil. ¡Obra del hombre, ese monstruo que debía asustarme solo estimulaba mi fe, lo que hay de poderoso en la médula y en la mente humana! Y buscaba cómo en qué parte de la ciudad, podía depositar mi mano para acariciar la ciudad. No encontré símbolo alguno que lo representara. Quizá esa ciudad no acepta, no conoce y aún rechaza la ternura. Y un buen latinoamericano, de adentro, sospecha –con ingenuidad inconcebible– que ese
fue cambiando de semblante en nuestra memoria. Ese castillo de luces, ese maremágnum que hierve en orden, se nos fue convirtiendo en el ojo implacable de un monstruo demasiado tenso y harto, tan harto que, como cualquier viviente de ese modo satisfecho, lo quiere todo para sí, aún cuanto se desborda a través de sus poros, a causa del exceso de hartura. Los pocos norteamericanos en quienes creí encontrar esta misma impresión de Nueva York, me parecieron tan asustados como yo, pero desorientados algo perdidos, royéndose las entrañas, entregándose a torturas tan intensas, acaso tan estériles y solitarias como esa única ventana iluminada del inclemente muro de la Estación Central, durante la noche. (...)
N.Y. “Ese castillo de luces, ese maremágnum que hierve en orden”.
“Desde la paz hasta Quito, la misma flor, el mismo canto, idéntico tono en la voz de la gente”. gigante rechaza y probablemente rechazará por mucho tiempo lo que más necesita.
Idéntico tono en la voz...
-¿Ha dormido usted bien señor? ¿Ha estado calentita la cama? ¿Puedo aumentarle una mantita? La camarera del hotel Embajador de Quito me miraba, de veras, como a un hermano. -Estoy para servirle, señor… “Desde La Paz hasta Quito, la misma flor, el mismo canto, idéntico tono en la voz de la gente”.
Entre esa camarera y yo hubo una misma corriente de simpatía instantánea de identificación gozosa, de aldeano anhelo de desearse y procurarse el bien, el uno al otro. (...)
La inmensa urbe
A medida que fuimos alejándonos de la inconmensurable ciudad, alcanzamos a conocer algo a los norteamericanos y su territorio, sus capitales, sus centros de enseñanza e investigación, su “aterradora” abundancia, sus indescriptibles centros industriales, Nueva York
La iglesia de San Francisco, la Compañía de Jesús, la Catedral de Quito, las altísimas y suaves montañas que rodean, abrigan y dan su aliento a la ciudad; la ciudad y su polícroma multitud, cargadadeanhelos,demisterios, nos asombran, nos recuerdan que somos necesitados, fraternos e inmortales. ¡Estamos felices, ciudad de Quito! San Francisco y la Compañía son oro ardiente; ese oro y su fuego son la imagen de nuestro poder. Nosotros hacemos arder el oro para que su luz ilumine, no para que ciegue y mate la ternura. Nadie, que yo conozca, fabricó crisoles tan candentes, tan sabios, tan nativos como Quito. En mi corazón dos ciudades luchan desde que llegué del primero e inesperado viajealosEstadosUnidos:Nueva York y Quito. Las fundieron a las dos en una sola. El hierro y el oro para inspirar, para lanzarse al infinito. Quito: gran ciudad, la más hermosadecuantashevistoenel mundo, con la lengua del hombre andino te hablo, regocijado: “Napaykuykimhatunllaqta.Qam hina sumaq runa kachun, kaypipas, may pachapipas”. (Te saludo gran pueblo. Que el hombre sea hermoso como tú, aquí, allá, en todas partes y en todo tiempo). [*] El Dominical, 17 de octubre de 1965. Fragmentos.
6. El Dominical. Lima, domingo 9 de enero del 2011
especial 1.
No
destruyamos
el Perú
amado Desborde popular. la paulatina desaparición de pueblos como
sondondo (ayacucho) a causa de la migración fue una de las grandes preocupaciones de arguedas.
José maría ArguedAs*
E
n esta misma página escribí sobre París. En pocos lugares del mundo, casi en ninguno me sentí más orgulloso de ser hombre ni más feliz de estar vivo en esa ciudad. Afirmé que necesitamos para realizar nuestros grandes sueños, como país antiguo, de los valores de la cultura occidental que en París se muestran con tanta perfección. Pero, en este instante estoy volando en jet a una gran altura sobre los Andes peruanos. Sí. Somos una tormenta de montañas secas aparentemente estériles; un ciclópeo alarde de la naturaleza; una recreación bella y cruel del mundo. Sobre los abismos que culminan en leves declives se ven débiles pueblecillos, amarillentos y exiguos campos sembrados. (...) Recuerdo con preocupación y algo de espanto las cifras del último censo publicadas en los periódicos. Toraya, de la provincia de Chalhuanca – donde pasé un día en 1924– tenía en 1940 creo que 1.000 habitantes; en el censo último
Fe. “Recordémosles a nuestros niños y jóvenes la grandeza del Perú antiguo”
figuraba con menos de 600. En 20 años había perdido más del 30% de su población. Hace pocos meses, el pueblo de Sondondo, de Lucanas, celebró una matiné en Lima. Sondondo es un pueblo de indios, cerca de un río cristalino rodeado de montañas inmensas que le dan luz y hondura. Su memoria me cautiva aún. Sondondo tendría en 1919, cuando yo era un niño, unos 600 habitantes. En aquella matiné reciente, el local de las Sociedades Unidas del jirón Miró Quesada estaba colmado de sondondinos que bailaban jazz y huainos y contemplaban a dos bailarines de tijeras que danzaban en el patio interior. Sí, en un patio de piso de losetas y gradas, frente a la capilla de cal y canto o bajo los árboles de lambras. -Ya casi no hay gente en Sondondo –me dijo en quechua un paisano–. Todos estamos aquí. -¿No tienes pena de Sondondo? –le pregunté. -La vida triste allá. Pero vamos para la fiesta grande. Entonces no cabemos en el pueblo. Aquí en Lima hemos aumentado. Pero siempre sondondinos, pues. No, no era cierto. Muchísimos están alime-
1. Andes. “En este instante estoy volando en jet a gran altura sobre los Andes Peruanos. Somos un ciclópeo alarde de la naturaleza”. 2. Hacinamiento. “Los que abandonaban sus pueblos se hacinan en chozas de carrizo o de esteras, apiñadas”. 3. Cosecha. “Estamos matando una parte del Perú amado. La gran tierra que los antiguos hicieron producir”.
El Dominical. Lima, domingo 9 de enero del 2011
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3.
2.
Una voz. Arguedas escribió siempre por ese Perú profundo que no tenía voz.
Claro que el serrano trabaja en Lima sin olvidar su pueblo. Reúne dinero para escuelas, templos, relojes públicos y aun carreteras. Pero el contacto con la ciudad le ha hecho sentir de repente el silencio de su aldea nativa.
ñados. Observé que estos miraban a los bailarines si no con desprecio, con curiosidad, especialmente los jóvenes. -¿Le gusta la danza? –pregunté a uno. -El sonido de la tijera es bonito –contestó. Yo abracé al bailarín triunfador. Era de los maestros verdaderos. Hacía catorce años que estaba en Lima; trabajaba como obrero textil, su competidor era carnicero. “La vida triste allá”. “Ya casi no hay gente en Sondondo. Todos estamos aquí”. Y la capital crece, con tentáculos harapientos que se extienden sobre los cerros, a la orilla maloliente del Rímac, o en arenales lejanos sin agua, cubiertos de neblina o ferozmente golpeados por el sol. En Chimbote, en Arequipa, hasta en el pequeño Chancay, los serranos que abandonaban sus pueblos se hacinan en chozas de carrizo o de esteras, apiñadas. Los olores de la podredumbre de los desperdicios se asientan, crecen, se pegan a los techos de barro o de trapos. Pero el serrano está bajo esa inmundicia, erguido, tenaz, excitándose a sí mismo, guapeándose con poderosas interjecciones quechuas, mientras la amada tierra de los pueblos deja de ser cultivada, se seca, y las casas vacías agonizan. Claro que el serrano trabaja en Lima sin olvidar su pueblo. Reúne dinero para escuelas, templos, relojes públicos y aun carreteras. Pero el contacto con la ciudad le ha hecho sentir de repente el silencio de su aldea nativa. El silencio, la inactividad, los períodos de ocio, la desnudez y el hambre. Ya no hay gobierno que los aliente, que les reparta tierras, que los impulse a trabajar.
Y la capital crece, con tentáculos harapientos que se extienden sobre los cerros, o en arenales lejanos sin agua, cubiertos de neblina o ferozmente golpeados por el sol. Entonceseltrabajoerasagrado;elocioyelrobo unsacrilegio.Enlacoloniaselesobligaba,peropodían seguir celebrando grandes fiestas, gobernar sus comunidades y, de vez en vez despedir con lágrimas de sangre y los más tristes cantos creados por el hombre a los que marchaban a la mita, que era una de las peores formas de la muerte. ¿Y después? ¿Ahora? ¡Ahora nada! O cosas casi equivalentes: El ocio y la exacción, privilegios de los grandes, como mal ejemplo. Estamos matando una parte del Perú amado. La gran tierra que los antiguos hicieron producir, dominando como un semidiós los abismos y las cumbres, embelleciéndola aun más, labrando sobre su hermosura natural de tormenta, la armoniosa y cautivante línea de los andenes y los jardines. Esa tierra se despuebla, vuelve al salvajismo. Qué tarea más digna del ser humano que esta de domesticar los Andes, un geológico torbellino. Sobre el avión que vuela a mil kilómetros por hora me siento orgulloso de recordar los andenes que convirieron los abismos en jardines. Se puede considerar casi como equivalentes ambas hazañas. Retengamos a los serranos en su tierra, sino hemos de morir de hambre y de sofocación más tarde. ¡Que nuestras montañas no retrocedan al salvajismo en la era atómica! Máquina y adoración a la tierra no tienen por qué ser incompatible en el Perú; pueden ser y han de ser complementarios.Una reforma agraria bien pla-
neada puede hacer resurgir la mística del trabajo y la mística del Perú. No será tarea difícil. Recordémosles a nuestros niños y jóvenes la grandeza del Perú antiguo y que quienes gobiernan el país no suban al poder para hacerse millonarios. Bastará una pequeña y verídica prueba de fervor auténtico por el Perú de parte de los gobernantes para que el pueblo se levante con energía sagrada. Aún el “colono”, como en “Los ríos profundos” desafiará a la muerte para enrolarse en alguna movilización profunda que lo salve. Sí. Lo quiero decir. Ha sido suficiente que la actual Junta Militar de Gobierno ofrezca algunos signos de honestidad y de amor al país para que renazca la esperanza, para que los espíritus decepcionados convalezcan, se alivien y recuperen el aliento. Hay en el Perú un transfondo místico que viene de sus milenios de historia; hay en el hombre, especialmente en los andes, en las comunidades, una no escondida fe, una seguridad religiosa en su poderío. “Si lo decidimos, podemos abrir un camino por debajo de las montañas hasta el mar”, lo dijo en quechua un alcalde indio a un subprefecto de Puquio. Hemos vivido decenios goberados por gentes que han pretendido, conscientemente o no, destruir este corazón. No lo han podido lograr ni lo lograrán. Pero pueden torcer el camino. Necesitamos nuevamente construir andenes en los abismos, cantando. Y cantaremos con más energía y trabajaremos con más poder cuanto más libres nos sintamos. Las fábricas son indispensables, pero tanto o más necesitamos del trigo, del maíz y de la fe. Berlín, 18 de setiembre. Publicado en El Dominical el 7 de octubre de 1962.
El Dominical. Lima, domingo 9 de enero del 2011
8. El Dominical. Lima, domingo 9 de enero del 2011
especial
El centenario de José María Arguedas
1911 - 201 11
Su obra
Su vida
De niño recorrió más de doscientos pueblos andinos con su padre. Esta experiencia unida a su difícil infancia, entre los campesinos de la hacienda de Lucanas, marcó su vida y su destino como escritor e intelectual. Su vida y su obra, entre los Andes y la costa, es un puente que nos ha permitido entender mejor ese Perú tan diverso que él llegó a inmortalizar como país de todas las sangres. A cien años de su nacimiento, su obra está más vigente que nunca.
1911
1969
1917
Con Lupe Rosales en la casa de veraneo de Supe (1945), donde pasaba temporadas con Celia Bustamante, Fernando de Szyszlo, Blanca Varela y los esposos Cueto.
1941 1944 1958
Primer intento de suicidio. 1967 Se casó con la chilena Sybila Arredondo. Un año después es nombrado jefe del Departamento de Sociología de la Universidad Agraria La Molina.
1963
Obtiene el grado de doctor en Letras. Es nombrado director de la Casa de la Cultura del Perú.
Fue publicada la que es considerada su mejor novela “Los ríos profundos”.
Tuvo una crisis nerviosa que le impidió escribir por 5 años.
Publica la novela “Yawar Fiesta”, que se convertiría para algunos en el primer intento de ruptura con el indigenismo ortodoxo.
Regresó a Puquio. Junto a su padre realizó viajes a diferentes lugares de la sierra.
1919
1923
1918
Su padre se casó con una terrateniente adinerada de San Juan de Lucanas, llamada Grimanesa Arangoitia, quien despreció al niño.
La muerte de su madre cuando José María tenía 3 años fue un hecho trágico que marcó su vida.
Su padre fue el abogado cusqueño Víctor Arguedas Arellano y su madre Victoria Altamirano Navarro.
1966
El 28 de noviembre se disparó en la sien. Murió el 2 de diciembre en Lima.
1914
José María Arguedas nació el 18 de enero en Andahuaylas, Apurímac.
Viajó con su familia por primera vez a Lima.
1921
Vivió con su hermano Arístides en casa de su madrastra (San Juan de Lucanas). El rechazo hacia los niños por parte de ella hizo que los enviara a vivir con los indígenas. Con ellos aprendió la cosmovisión andina y se acercó más al quechua.
Contrae matrimonio con la escritora y periodista Celia Bustamante Vernal.
Fue apresado por participar en manifestaciones políticas. Permaneció en el penal El Sexto durante ocho meses. Esta experiencia le sirvió para escribir la novela “El Sexto”.
LIMA A
La Oroya Huancayoo Huancavelica
Abancay Ayacucho Andahuaylas Lucanas Puquio
1924 Ingresó a la Facultad de Letras Publicó su primer de la UNMSM. libro de cuentos “Agua” (Agua/ Los escoleros/ Warma Kullay).
1935 1937
Chiimbo Ch imbo bote te
Los maltratos de su hermanastro Pablo Pacheco hicieron que José María y Arístides huyeran a la hacienda Viseca, donde conoce a Felipe Maywa y otros indígenas que posteriormente se convertirán en personajes de sus novelas y cuentos.
1931
1939
El proceso de creación en la obra de Arguedas se nutrió de los escenarios naturales de su tierra y de sus personajes. Decía: “Recorrí los campos e hice las faenas de los campesinos bajo el infinito amparo de los comuneros quechuas”. Recogió melodías, danzas e historias orales.
Estudió en el colegio Miguel Grau de Abancay. Sus vivencias fueron retratadas en “Los ríos profundos”.
Juliac acca
Puno
Areq Arequipa
1935
“Agua. Los Escoleros. Warma Kuyay”
1965 1954 1941
“Diamantes y pedernales. Agua”
“Yawar Fiesta” Obra en la que la tradición indígena termina imponiéndose a la occidental.
Fuente: Diccionario biográfico del Perú contemporáneo. Siglo XX. Editorial Milla Batres (2004).
1958
1961
“Los ríos “El Sexto” profundos” Sus vivencias Obra que nos acerca dentro del penal El al mundo andino y Sexto sirvieron para provinciano para mostrar aquel cambiar nuestra mundo. percepción nacional.
1962
“Túpac Amaru Kamaq taytanchisman. Haylli-taki. A nuestro padre creador Túpac Amaru. Himno-canción”
1962
“La agonía de Rasu-Ñiti”
1964
“Todas las sangres”
“El sueño del pongo”
1972
1966
“Oda al jet”
1971
“El zorro de arriba y el zorro de abajo” Obra póstuma del autor que tiene como escenario la ciudad industrializada de Chimbote.
“Katatay y otros poemas”
1973
“Cuentos olvidados”
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10. El Dominical. Lima, domingo 9 de enero del 2011
ESPECIAL
Educación y lingüística JOSÉ MARÍA ARGUEDAS
1
Se ha confundido casi invariablemente alfabetización con castellanización. Pretender que la alfabetización de un pueblo en un idioma extraño que interpreta un mundo cultural diferente no es racional. El fracaso de la escuela peruana en las áreas monolingües aborígenes se ha debido al grave error de haberse tratado de imponerle el castellano. Por consiguiente, es necesario que el Estado adopte una política lingüística adecuada a la realidad del país, que debe fundarse en un estudio previo de los idiomas, estudio que se ha iniciado ya y que debe continuarse de acuerdo con los principios de la lingüística moderna, disciplina que forma parte de la antropología cultural. [...] No es acertado considerar las lenguas aborígenes de la población andina como un simple instrumento para la castellanización. Dichas lenguas pueden constituir, al mismo tiempo que un instrumento para alcanzar la castellanización real y legítima, un medio de expresión suficientemente adecuado y vasto para el desarrollo pleno de las poblaciones monolingües. [...] El quechua y el aimara han demostrado contar con recursos lexicográficos suficientes para expresar conceptos muy elaborados correspondientes a culturas europeas. [...] La incorporación de muchos términos castellanos para la interpretación exacta de algunos conceptos nuevos es otra prueba de la flexibilidad de estos idiomas que logran integrar en su estructura elementos lingüísticos ajenos con los cuales se han enriquecido.
2
Enseñanza bilingüe. A partir de una mesa redonda con diversos especialistas, JMA reclama una educación bilingüe en las comunidades quechuas y aimaras. MANUEL GARCÍA-MIRó
1.
2.
1. Inclusión. La propuesta de José María Arguedas se centraba en fortalecer la educación bilingüe, sin el menoscabo de la lengua originaria. 2. Respeto. “Ella [la educación] debe ser calculada teniendo en cuenta los valores propios de cada cultura”.
“Se debe tener en cuenta los valores propios de cada cultura y no proponer al educando estímulos que no comparte y menos aquellos que lo lleven hacia el desgarramiento de su tradición”.
3
De esta forma se liberaría a las poblaciones aborígenes del automenosprecio por sus tradiciones y lengua que viene acentuándose en forma creciente y perturbadora [...]. La liberación indicada llevaría al estudiante y al hombre monolingüe hacia el conocimiento legítimo, real y profundo del castellano en lugar del torpe, deprimente y casi cruel que está obligado ahora a emprender ocasional y fragmentariamente. Las experiencias realizadas hasta el presente para la alfabetización de las poblaciones aborígenes de los Andes han sido empíricas e imperfectas, no iluminadas y fundadas por un plan científico experimentalmente sustentado. or tanto, hace falta llevar a la práctica varios planes de experimentación en lugares diferentes y con personal
4
P
especializado, antes de trazar una política general a este respecto. La colaboración de lingüistas y antropólogos con los educadores es necesaria para capitalizar las enseñanzas que resulten del proceso mismo. […] Es posible encontrar profesores hablantes del quechua y aimara que bien podrían cumplir esta tarea con eficiencia y devoción. La educación comprende el estímulo de todas las fuentes de creación y de conocimiento y de las normas que condicionan la conducta [...]. Ella debe ser calculada teniendo en cuenta los valores propios de cada cultura y no proponer al educando estímulos que no comparte y menos aquellos que lo lleven hacia el desgarramiento de su tradición, pues de ese modo, se provoca un peligroso desconcierto en la mente y conducta del alumno […].
5
6
La política educativa y lingüística a seguir debería estar orientada, en cuanto se refiere a las poblaciones andinas que hablan solamente idiomas aborígenes, por el principio de que deben convertirse en pueblos bilingües que dominen el castellano con la misma propiedad que su lengua materna [...]. Se ha tratado, muy frecuentemente, al intentar alfabetizar a los quechuahablantes monolingües y a los aimaras, como a personas sin patrimonio cultural, almas vacías a las que se debía llenar con conocimientos y normas que lograran hacer de ellos individuos “conscientes” y “cultos”. Hay en esta concepción un superado prejuicio [...]. El bilingüismo pleno ofrecerá un camino abierto a las poblaciones indígenas ahora monolingües hacia el dominio en cuanto la sabiduría humana universal ha creado para servirse del mundo externo y de las exploraciones realizadas en el conocimiento del hombre, y alcanzar de este modo la mayor perfección posible y su nivelación con el hombre más altamente cultivado, en cuanto se refiere en el desarrollo múltiple en el campo de la técnica y las posibilidades de invención y creación. Entonces podrá hablarse de “integración”, de identificación profunda con el Perú en cuanto nación. Debemos tener en cuenta que la vasta alfabetización de las lenguas europeas solo se realizó en el curso del siglo pasado, y más exactamente entre los años de 1820 y 1850; y que existen naciones bilingües entre las que rigen el pensamiento y las ciencias humanas.
[*] El Dominical, 29 de diciembre de 1963. Fragmento.
El Dominical. Lima, domingo 9 de enero del 2011
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especial Diversidad en conflicto. el perú, país de todas las sangres, mantiene una tara que es el racismo. aquí una mirada arguediana a un problema vigente.
la geografía de la josé maría ArguedAs*
Q
ue el grado y vastedad de la difusión de la cultura europea en el Nuevo Mundo estuvo determinado por la geografía y el mayor o menor desarrollo alcanzado por los pueblos nativos, es un hecho suficientemente demostrado. México, América Central y el Perú conservaron una excepcional cuantía de su población y pervivencias profundas de su antigua cultura porque los conquistadores aprovecharon el trabajo de estos pueblos y las instituciones que a través de su desarrollo histórico lograron organizar precisamente para conseguir el máximo aprovechamiento del medio al servicio del hombre.
raza “ ”
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La zona peruana más próxima a Europa, la costa, asimila con mayor rapidez las técnicas y valores característicos de la cultura europea, las aclimata con modificaciones predominantes de estilo y no de fondo. En la sierra, el español queda aislado y profundamente rodeado por la cultura nativa: se ve obligado, por ejemplo, a quechuizarse, y muchos aspectos de su vida cotidiana y de sus propias concepciones acerca de la muerte, de la salud y de la propia visión del mundo son modificadas por el contacto rodeante de la cultura nativa. Los cambios, el ritmo del proceso de desarrollo se realizarán en esta zona mucho más lentamente que en la costa.
Pobladores de Andahuaylas. La ciudad donde nació José María Arguedas.
miguel bellido
La densidad de las pervivencias de la antigua cultura prehispánica y de la colonial serán mucho mayores y la estructura total de la sociedad cambiará en función de tales pervivencias. Andando el tiempo, la costa civilizada considerará a la sierra “aindiada” como una zona culturalmente inferior, hasta que la ciencia haya demostrado que la cultura europea no es cualitativamente superior a ninguna otra. Y son los mismos sabios europeos quienes descubren y demuestran este principio en que está basada la libertad y la virtual igualdad humana: no hay herencia biológica de la cultura,todogrupohumanoestáen aptitud de asimilar, en determinadas circunstancias, los inventos y valores de cualquier otro grupo humano; los casos de Japón y Rusia lo demuestran hasta la saciedad. Pero, en tanto se difunden las comprobaciones alcanzadas por la ciencia, quienes no han sido iluminados por ella siguen actuando según las antiguas convicciones o prejuicios; de ese modo, en el Perú, la palabra “serrano” se convierte en un insulto. Los mismos “serranos” aceptan su condición de inferioridad. [...] La cuantiosa aunque disminuyente masa [...] continúa utilizando, hoy mismo, las palabras “serrano”, “cholo”, “mulato”, “indio”, “negro” como términos injuriosos.
te iguales y que los prejuicios en que se fundaban las tan interesadas y antihumanas diferencias a que nos hemos referido, están desapareciendo? Pero veamos la otra faz del problema: el de la “raza”. ¿Deberíamos recordar la muy ilustrativa polémica que en las mismas páginas de este suplemento sostuvo Juan Comas acerca de este asunto y el libro que Franz Boas dedicó al problema para demostrar que ni siquiera es posible comprobar que los individuos pertenecientes a ciertas razas son físicamente iguales, aparte del color, sino que muestran una diversidad que varía hasta el infinito? No es necesario recordarlo; basta con repetir que únicamente quienes ignoran los conocimientos elementales de la antropología pueden creer en el Perú que cuando se habla de indios alguien se refiere a la “raza”. La mezcla racial comenzó con la conquista; ella se hizo en forma tan amplia e indiscriminada que, en un período no muy largo, figuraban ya en las clases y aun castas consideradas como superiores hombres racialmente mestizos e incluso indios, y a la inversa, en la masa de indios figuraban individuos mestizos de sangre y aun blancos.
“la palabra indio no designa en el perú una raza sino un tipo de cultura; lo mismo ocurre con la palabra mestizo o cholo”.
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La palabra indio no designa en el Perú una raza sino un tipo de cultura; lo mismo ocurre con la palabra mestizo o cholo. […] Agradecemos en este sentido que la ignorancia de una persona que nos atribuye “nefastas tendencias racistas y ¿neoindigenistas?” nos haya demostrado, aunque su finalidad era distinta, cuán necesario resulta esclarecer *** mejor el problema que hemos ¿No es una expresión de fe tratado de exponer brevemente racional en el país proclamar en el presente artículo. que todos los peruanos, cualquiera sea su “raza” y proceden- el dominical, 8 de marzo de cia geográfica, son virtualmen- 1964.
12. El Dominical. Lima, domingo 9 de enero del 2011
EspEciAl fotos: archivo
exhibición. “Obras en que el ingenio humano alcanzó a demostrar al máximo de su capacidad”.
remozado. Actual frontis del Museo Nacional de Arqueología Antropología e Historia.
Atentado a la historia. El descuido y olvido del Museo Nacional de Arqueología en la década del sesenta fue alarmante para nuestro escritor, quien críticó la ausencia de una verdadera política cultural.
política cultural y crisis de los josé maría arguedas*
E
n el Suplemento de El Comercio, escribimos haceyacercadeunaño sobre lo que significan el temerario abandono en que se encuentra el Museo de Arqueología. Si allí, en el local de ese museo, prende, por cualquiercircunstanciafortuita,una chispa, el edificio entero se quemará en pocos minutos. Gran parte de sus “muros” están hechos de cartón o de madera y fueron levantados como provisionales hace ya varias décadas. Afirmamos en ese artículo que todo visitante sensible y con información elemental respecto del pasado del hombre americano, sale del Museo Nacional de Arqueología con impresiones contradictorias; asombro por la belleza y perfección de las obras [...] e, igualmente de asombro, por la forma miserable en que tales objetos están expuestos y depositados.
museos ***
El crucialperíodo delVirreinato carece de un museo propiamente dicho (el que ocupa cinco habitaciones en el segundo piso de la Quinta Presa es minúsculo y poco digno del nombre que lleva) pero, el observador puede juzgar la importancia de ese período por algunos testimonios vivos muy representativos que ofrecen la arquitectura, la imaginería y la pintura coloniales. En cambio, la obra del hombre prehispánico, importante no solo para el Perú sino para toda la América, no solamente está representada de manera también vergonzosa sino con riesgo constantementedeladestruccióntotalde muestras insustituibles. La ComisiónNacionaldeCulturaaumentó el presupuesto del Museo Nacional de Arqueología casi en un 70% e hizo posible la ampliación de los servicios de la institución y el ingreso de
algunos arqueólogos jóvenes al museo, en elcual el subdirector, un discípulo de Tello, dedicado al museo toda su vida, percibía en 1963, tres mil soles de sueldo mensual. Desde el despacho de la Casa de la Cultura clamamos ante el ministro de Educación y ante el presidente por la suerte del Museo de Arqueología, especialmente de su local, que nos causaba y nos causa en esta hora, verdadero espanto.
***
No recordamos que ningún Estado, ni aún el fascista, haya considerado con tanto menosprecio su propio pasado. No encontramos tampoco indicios de que se trate de una discriminación contra lo prehispánico. Todo ha sido incluido. O bien premeditadamente involucrado en una “política” general de ahorros, aplicada a las entidades que carecen de padrinos en el Parlamento y en el propio Poder Ejecutivo.
“¡No hay que dejar que esto lo destruyan quienes pretenden defender intereses temporales y muy pequeños! No hay que dejarlos”. Nos encontramos, entonces, frente a un anuncio de una medida que de algún modo habrá que denominarla “política cultural del Estado”. Esa política consiste, a juzgar por hechos incontrovertibles, en la neutralización de todas las instituciones oficiales de estudio o de difusión. Deberá, por tanto, esperar o enfrentarse, el país, a una política que pone en riesgo valores que no pertenecen siquiera al patrimonio de una nación (el Perú tan viejo y joven) sino de la humanidad del hombre como tal. Y, en consecuencia, habremos de tomar una actitud militante cada quien como le parezca prudente o posible,
contra esta política. Por nuestra parte, llamamos mediante estas líneas, a todos nuestros colegas, hombres de ciencia y artistas del Perú y de otros países a fin de que nos auxilien a defender lo que es de todos ellos y no únicamente nuestro. Se trata de obras en que el ingenio humano alcanzó a demostrar al máximo de su capacidad para enfrentarse a lo infinito y para poder dominar el mundo externo. ¡No hay que dejar que esto lo destruyan quienes pretenden defender intereses temporales y muy pequeños! No hay que dejarlos. Católicos, conservadores, socialistas, independientes, fascistas, monárquicos, ateos, deben reclamar porque nunca, ninguno de ellos pensó que, para conseguir lo que cada uno considera lo bueno para sí y para los demás, era o es necesario menospreciar o destruir las maravillas que el hombre hizo en su pasado y sobre los cuales se funda la nacionalidad y su proyección en el futuro. [*] El Dominical, 17 de abril de 1966. fragmentos.
El Dominical. Lima, domingo 9 de enero del 2011 .13
especial Retablos. arguedas traza diferencias notables entre los retablos de Joaquín lópez (convierte lo sagrado en profano) y de Jesús Urbano (los desliga de su tradición).
Maestro. Retablos de Joaquín López Antay que se exhiben actualmente en el Museo de la Cultura Peruana.
Del retablo profano josé maría arguedas *
al mercantil fotos: karen zárate
e
lretablofuedescubierto hacia 1937. Hasta entonces fue, o mejor, había sido, sagrado, de uso exclusivo de indios y mestizos. Se llamaba y sigue llamándose aún “San Marcos”. Los propios señores, la aristocracia de Huamanga, lo desconocían y, en Lucanas, que en esa época estaba a seis días a caballo de Huamanga, lo compraban los pastores y eran motivo de curiosidad un tanto respetuosa por la clase señorial, porque si bien se trataba de cosas de indios, al fin y al cabo era un altarcito [...]. El retablo o “San Marcos” era modelado por los “escúltor” de Huamanga para que presidiera la fiesta de marcación del ganado en toda el área de influencia indo-hispánica de la ciudad: el departamento de Ayacucho y parte de Huancavelica y Apurímac. La fiesta de marcación es una de las ocasiones en que el indio rinde culto a sus dioses locales: los wamanis. El Wamani es el dios de la montaña que ofrece al hombre el agua y su protección al ganado. Según el mito poshispánico de Puquio, los wamanis fueron creados por Inkarrí que formó al hombre e hizo aparecer todo cuanto existe. Los ritos de marcación del ganado son prehispánicos, están regidos minuciosamente por una pauta que sería largo
detalle. Los antiguos cajones de San Marcos eran objetos sagrados de la fiesta de marcación del ganado.
“¿cómo se hizo posible salvar tan peligroso trance? porque don Joaquín es sobre todas las cosas un artista que cree en Dios y en los wamanis”.
y aunque oportuno exponer. Ofrecemos una síntesis del que rige en área de Huamanga: el ganado bravo es conducido al gran corral (cancha) mediante la influencia mágica de una melodía antiquísima que dos indios tocan en wak’rapukus. El ganado salvaje (ork’ osuyo) se enfurece más en el corral, pero es amansado por grandes chorros de ak’ un, agua de un manantial mágico que tiene el sabor del vino, del aguardiente y de la chicha, mezclados. Sobre el gran muro de la cancha se levanta un pequeño altar de paja: allí colocan al “San Marcos” que “preside” la fiesta y el rito.
de inmediato el objeto sagrado. Sustituyó a los patrones por otras escenas religiosas, nacimientos, procesiones, cristos. Luego de un proceso, en el que la composición religiosa casi automática de un modelo que, por sagrado, no podía ser alterado, es sustituido por la meditación lenta y armoniosamente conducida hacia la creación profana, don Joaquín fue avanzando revolucionariamente en su audacia transformadora, y concluyó por hacer retablos de un solo piso como los ya clásicos que representan la cárcel de Huancavelica, la pelea de gallos, la corrida de toros, etc., de la colección de Alicia Bustamante.
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El “San Marcos” como objeto sagrado que era no podía ser alterado en su composición. Tenía dos pisos. En el alto se colocaba a los patrones del ganado; ocupaba el centro, San Marcos, patrón del vacuno, o Santiago. En el piso inferior se representaba una escena de la marcación: el dueño del ganado, pluma en mano, sentado frente a una mesa, tomando cuentas, al costado al pastor al cual azotan por las pérdidas de ganado que no supo evitar durante el año, y una “reunión del campo, de todos los animalitos”, como
suele decir Joaquín López. El cóndor aparecía en el cielo del piso alto o del bajo. La ornamentación o pintura de las puertas del retablo seguía un estilo característico en que las flores constituyen el motivo principal.
de lo religioso a lo profano
Cuando los pintores indigenistas redescubrieron el retablo, sugirieron al más inspirado de los tres “escúltor” que aún seguían practicando el oficio, don Joaquín López, que variara algo la composición del “San Marcos”. Y don Joaquín se atrevió a hacerlo. Pero no secularizó
***
Tal proceso y audacia se hicieron posibles por la conquista del retablo sobre el mercado urbano, por la creciente y luego francamente exitosa demanda de los intermediarios, mestizos primero y hasta extranjeros hoy. El reconocimiento del retablo, la transformación del “San Marcos” estereotipado, por el prodigioso mundo del retablo profano fue obra de don Joaquín López; él no solamente quiso hacerlo sino que pudo hacerlo, y de tal manera, que realizó el milagro artístico de que en tan pródiga transformación la obra no solamente no perdió su valor artístico sino que fue convirtiéndose además en una pieza documental etnográfica. ¿Cómo se hizo posible salvar tan peligroso trance? Porque don Joaquín es sobre todas las cosas un artista que cree en Dios y en los wamanis al mismo tiempo. […] En ese sentido y contemplando los “nuevos” retablos de Urbano Rojas nos entristece considerar que quizá don Joaquín es el último mensajero del retablo profano iluminado de magia y que con Urbano comienza el retablo espectacular, informe sin unidad interna, dócil producto del hombre ansioso de ganar únicamente el mercado por cualquier medio; el retablero al servicio del mercado, descarnado de fuentes antiquísimas e insondables de las que nació el San Marcos y el retablo moderno. Urbano Rojas ya no tiene sino el oficio, ya no maneja sino la forma que frecuentemente aparece marcada por el extraviado gusto de quien carece de normas interiores propias, de quien está no ya iluminado por la tradición sino ni siquiera verdaderamente vinculado a ella. [*] el Dominical, 30 de diciembre de 1962. fragmento.
14. El Dominical. Lima, domingo 9 de enero del 2011
especial
Danzaq. La danza de tijeras fue una de las expresiones sobre las que Arguedas más investigó y escribió.
Danzas y no ballet
folclórico Ritos festivos. arguedas dedicó gran parte de su vida a difundir y rescatar nuestras danzas más ancestrales. en este artículo se refiere, entre otros bailes, a la hoy famosa huaconada. JOSÉ MARÍA ARGUEDAS *
L
os ballets folclóricos constituyen una expresión plástica en que la escuela clásica del ballet elabora, recrea o se inspira en formas puras de la coreografía folclórica. Puede valerse para ello del argumento mismo de las danzas tradicionales en sus límites propios o componer otro en el cual la danza folclórica recreada aparece oportunamente. En todo caso el ballet folclórico no puede existir sin un previo desarrollo suficiente de la escuela, llamémosle clásica, del ballet. Otra circunstancia determinante parece existir en los casos del surgimiento del ballet folclórico:
el caso de una tradición folclórica en período de extinción o de simple supervivencia y no de pervivencia.
***
En el caso del Perú nos parece algo paralelo al de España, aunque en el Perú el contenido mágico del folclor es mucho más vasto. España ha existido en el mundo de su folclor no
por medio de un ballet sino mediante coros y danzas. En el Perú las danzas están henchidas de sentido religioso, mágico o social. Tales danzas contienen, por lo mismo, un mensaje más intenso y trascendente que el de los “ballets folclóricos” en los que la recreación constituye la finalidad que ellas pretenden, mientras que la danza folclórica constituye el lenguaje total de un pueblo que no dispone de otros medios diversificados de expresión como los que fueron desarrollados en pueblos con literatura escrita, tales como el teatro, la poética y la narrativa.
***
Nosotros propusimos el envío a Europa y América de una selección de danzas y
Huaconada. La danza de los huacones en Mito, Huancayo.
“la danza constituye el lenguaje total de un pueblo que no dispone de otros medios diversificados de expresión como los pueblos con literatura escrita...” cantos del Perú y no de un ballet folclórico que no existe ni puede existir aún, por las razones que hemos expuesto. Los huacones de la provincia de Jauja, bajaban danzando a ciertos pueblos del valle, disfrazados para no ser reconocidos. Ese día –1 de enero u otras fechas– el gobernador y el alcalde de los distritos les cedían todo su poder. Pregonaban los huacones las culpas y
delitos no sancionados por la justicia oficial y llevaban a los culpables hasta la cárcel. El concepto de la justicia según las normas de la comunidad se cumplía así, con rigor pero protegido por el manto de la música y la danza. Los sijllas del valle de Vilcanota, en el Cusco, en cambio, representan una parodia humorística, triste y vengativa de esta misma justicia oficial. El ayla, de Lucanas,
el huaylas de la provincia de Huancayo; el maqta carnaval, de Canchis, Cusco, son danzas de solteros, bailes eróticos de iniciación, que constituyen un rito propiciatorio de la fecundidad de la tierra. Los jóvenes, en el Cusco, escalan hasta las cumbres heladas en las que germina la bellísima y precaria flor del phalcha y el achanqaray. Durante el viaje se realizan juegos mágicos: la mujer hará de paloma o de venado y el hombre de halcón o de puma y cazará, con goce de su víctima, a la paloma o al venado. Allí se conciertan los futuros matrimonios. Luego bajarán, al amanecer, a las aldeas, cantando y danzando; los sombreros adornados de la no aún marchita flor del phalcha. Esta danza contiene el más contagiante regocijo, porque interpreta no solo la triunfal alegría de las mozas que acaban de conocer el mayor secreto de la vida sino la belleza del mundo que en esos meses de lluvias empieza a cargarse de fuerzas nutricias. La Corporación de Turismo y la Comisión Nacional de Cultura intentarán presentar un programa tentativo de lo que podría constituir una selección de nuestras danzas como lenguaje del Perú actual, universo en el que lo occidental y lo indígena se han mezclado en armonías originales que pueden, seguramente, fascinar a los hombres con sensibilidad para la danza, la música y la sabia combinación de colores [...]. El Dominical, 10 de julio de 1964. Fragmentos.
El Dominical. Lima, domingo 9 de enero del 2011 .15
EsPEciAl
Vivir
la patria en París
JOSÉ MARÍA ARGUEDAS*
S
iempre habíamos temido de las ciudades su artificio, su deformidad con respecto a las cosas naturales. [...] Todo individuo de la ciudad se nos presentaba como el producto de un proceso especial de “domesticación” que lo hacía distinto de los demás y diferente de los hombres del campo. [...] Grandes ciudades, como Londres, Nueva York y París, se nos figuraban aun más temibles. Pero en cuanto a París quisiera afirmar que la naturaleza y el contacto del hombre con lo principal de ella, han sido en cierta forma, magnificados.
***
Fue en San Michel; teníamos delante de nuestros ojos la Catedral de Notre Dame, el Sena y los puentes. Gentes de todas las razas, vestidos de los trajes más diversos, por extranjeros o por ser productos del capricho o de la libertad irrestricta de elegir de que se goza en París, pasaban por el boulevard. Y de pronto, sentimos que en ninguna parte, salvo en nuestra propia casa y en nuestro pueblo nativo, nos habíamos sentido tan cómodos y satisfechos, tan “puestos en sí” como se suele decir. No, no me sentía extranjero. Y tuve un verdadero impulso por hablarle a algún transeúnte en mi lengua materna, en quechua. Tenía la ilusión de que me entenderían. Esta ciudad no obliga a nada. Ninguna arquitectura, ninguna concepción de lo urbano se hizo con tan profundo respeto por el objeto mismo de lo creado, que es el hombre. Los palacios no asustan, no abruman, a pesar
Ciudad cosmopolita. El aroma intelectual y la belleza de París provocaron en Arguedas la reflexión sobre la influencia de Europa en el Nuevo Mundo. de que son de lo más espléndidos y grandiosos del mundo.
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Si quien tiene posibilidades para la creación artística se “europeiza” aquí, no es porque se le obligue, es porque no puede hacer otra cosa. Y no hablamos de europeización con criterio despectivo. Nos parece absurdo hablar con menosprecio de lo europeo. Fue como resultado de una especie de embriaguez nacionalista o “indigenista” que se empezó a aplicar peyorativamente este concepto en nuestro país. Hace
pocos días leí [...] una cita e Antenor Orrego [...]: la raíz principal de todos nuestros males la encontraremos en nuestra europeización. ¿A qué se refería este autor? Tenemos mucho de la España feudal –que es zona marginal de Europa– y ahora, en gran medida, de la versión norteamericana de la cultura europea; y todo esto en un estado no bien definido aún, de transición, no sabemos todavía hacia qué. Nos parece, y afirmamos esto con toda humildad, que lo único permanente y valioso de nuestra creación artística fue obra de
criollos profundamente admiradores de la cultura europea, y versados en ella, como Valdelomar, Gonzales Prada y Eguren, o de mestizos respetuosos del arte occidental hasta apagar su sed y realizarse en ese alimento, como Garcilaso y Vallejo. [...] Somos un país mestizo; la historia ha demostrado que mantendremos una personalidad indígena;perosiempretendremospor fortuna, una élite europea. Pertenecemos al ciclo occidental. Con México y Brasil, somos los países “incas” (Ecuador, Perú y Bolivia) los que sin duda podemos hablar de una mayor originalidad de nuestra cultura, hasta de la posibilidad de una nueva versión de la cultura occidental.
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Recuerdo unos versos de Whitman: “Tremenda y deslumbrante la aurora me mataría si yo no llevara otra aurora dentro de mí”. Hay que llevar sólidamente a la patria dentro para no ser desintegrado en París. Una aurora para alcanzar a poseer otra. Toda sensibilidad débil, no sustentada por raíces profundas, pueden ser perturbadas por la visión y el gozo de
No, no me sentía extranjero. Y tuve un verdadero impulso por hablarle a algún transeúnte en mi lengua materna, en quechua tanta belleza reunida, a pesar de su externa mansedumbre. [...] Nosotros los bárbaros, los “imperfectos”, los mestizos, quienes nos resistimos, como Machado o Vallejo, aquellos que pueden vivir sus patrias intensamente en París, más fecunda y tenazmente que en sus patrias, tanto más duras y crueles cuando más hermosas; nosotros le hemos dado jugo siempre a esta capital de Occidente. Y quien no ha bebido de esas fuentes varias cargadas de esencias, se golpea el pecho y lloriquea. París en los años cincuenta. “Ninguna arquitectura se hizo con tan profundo respeto por el objeto mismo de lo creado, que es el hombre”.
[*] El Dominical, 7 de diciembre de 1958. Fragmentos.
16. El Dominical. Lima, domingo 9 de enero del 2011
CIFRAS
400
12%
200
200
textos aproximadamente
de publicaciones de
pueblos recorrió el niño
cartas de Arguedas existen
publicó José María Arguedas desde 1928 hasta su muerte.
Arguedas son creación literaria. El resto son ensayos.
J. M. Arguedas (1911-1969). Cuatro años después de las mesas redondas organizadas en 1965 por el Instituto de Estudios Peruanos (IEP) –donde se dijo que su novela “Todas las sangres” no era aprovechable sociológicamente–, Arguedas decidió quitarse la vida.
de la novela “Los ríos profundos” junto a su padre.
INJURIASYFRANELAS Gustavo Faverón Profesor de literatura y crítico en su blog “Puente Aéreo”, al comentar el 22/4/07 la matanza de estudiantes en Virgina Tech.
He vivido en vano
C
reo que hoy mi vida ha dejado por entero de tener razón de ser. Destrozado mi hogar por la influencia lenta y progresiva de incompatibilidades entre mi esposa y yo; convencido hoy mismodelainutilidadoimpracticabilidad de formar otro hogar con una joven a quien pido perdón; casi demostrado por dos sabios sociólogos y un economista, también hoy, de que mi libro “Todas las sangres” es negativo para el país, no tengo nada que hacer ya en este mundo. Mis fuerzas han declinado creo irremediablemente. Pido perdón a los que me estimaron por cuanto de incorrecto haya podido hacer contra cualquiera, aunque no recuerdo nada de esto. He tratado de vivir para servir a los demás. Me voy o me iré a la tierra en que nací y procuraré morir allí de inmediato. Que me cantenenquechuacadaciertotiempo
publicadas y 100 en proceso de difusión.
“No hay una ciudad en Estados Unidos tan violenta como Lima [...]. La experiencia de los locos desnudos por la calle, los cadáveres cubiertos con papel periódico en la carretera, las bandas de niños abalanzándose a desvalijar un automóvil [...], no las conozco [...] sino por mi vida anterior en el Perú”
dondequierasemehayaenterradoen Andahuaylas,yaunquelossociólogos tomen a broma este ruego –y con razón– creo que el canto me llegará no sé dónde ni cómo. Siento algún terror al mismo tiempo que una gran esperanza. Los poderes que dirigen a los países monstruos, especialmente a los Estados Unidos, que, a su vez, disponen del destino de los países pequeños y detodalagente,serántransformados. Y quizá haya para el hombre en algún tiempo la felicidad. El dolor existirá para hacer posible que la felicidad sea reconocida, vivida y convertida en fuente de infinito y triunfal aliento. Perdón y adiós. Que Celia y Sybila me perdonen,
En el blog “Puente Aéreo”
“En los años en que me dediqué a reseñar libros (en Somos, del diario El Comercio, [...] entre 1997 y el 2000), mis críticas negativas merecieron toda suerte de respuesta de los que se pensaron afectados.La más sutil, acaso, fue la de Jaime Bayly, quien simplemente me envió sus siguientes libros con cariñosas dedicatorias”
José María Arguedas. (El quechua será inmortal, amigos de estanoche.Yesonosemastica,solose habla y se oye).
En el mismo blog.
LOSPLATOSFAVORITOS
restaurantes
De Andahuaylas 1. Cuy chactado El sabor de la literatura El personaje principal de este plato típico de la provincia de Andahuaylas es el cuy. La crianza de este roedor andino es mencionada incluso en el cuento de José María Arguedas “La agonía de Rasu-Ñiti”. Las bondades de este suculento plato tienen origen en su laboriosa preparación y la frescura de sus ingredientes: el cuy debe secarse al sol, recubrirlo con sal, comino y ajo molido para freírlo en aceite bien caliente, encima de una Ccollosta (‘piedra de cocina’). Se sirve con papa sancochada y dorada.
Cuna del maestro José María Arguedas. 2.Sopa de trigo
Un plato típico del sur del país Dos platos humeantes de sopa de trigo aparecen “El zorro de arriba y el zorro de abajo” de Arguedas. Esta es la sopa que bebió Moncada, personaje recordado como el “loco”. Consiste en un caldo caliente con verduras donde se incluye alguna carne para un mejor sabor. Es un plato muy reconfortante, inclusive, en la ficción.
3. Cancacho de carnero
Con la más cálida brasa del carbón Conocido también en otros lugares del Perú como carnero al palo, este platillo consiste en la cocción de un carnero tierno entero al calor del carbón. Es usual servirlo acompañado de ensaladas y una gran variedad de papas.
4. Estofado de gallina
Criada en casa para un mejor sabor Es indispensable una gallina criada en corral que se
prepara como un estofado común; es decir, con hongos, laureles, comino, zanahoria y un toque de vino tinto. El estofado se sirve generalmente con tallarín o acompañado de arroz.
5. Ponche de maní
Una bebida inigualable El cañazo puro muestra sus virtudes en esta fuerte bebida que se prepara con maní, ajonjolí, almendras, castañas, coco, vainilla, leche, clavo de olor y azúcar. Se sirve con una copa de cañazo puro y coco rallado.