JESÚS DE NAZARET: ENSEÑANZAS.
458
ESTUDIO 13 EL NUEVO NACIMIENTO
Pasaje: Jn. 3:1-21
OBJETIVOS DEL ESTUDIO
1.
Conocer la enseñanza de Cristo sobre el nuevo nacimiento.
2.
Entender claramente la necesidad del nuevo nuevo nacimiento para entrar al reino de los cielos.
3.
Conocer la preocupación de Nicodemo sobre el acceso al reino. r eino.
4.
Comprender como se produce el nuevo nacimiento nacimient o y las consecuencias que trae.
5.
Aplicar el estudio a la vida personal.
TAREAS
1.
Dedicar tiempo a la oración pidiendo la ayuda y direcci ón del Señor sobre el estudio y su posterior aplicación personal.
2.
Leer varias veces veces el pasaje que se estudia y, y, si es posible, en en versiones versiones distintas.
3.
Estudiar personalmente el texto bí blico blico sin ninguna ayuda y anotar las conclusiones que se alcancen en el estudio.
4.
Volver a estudiarlo nuevamente nuevamente con ayuda ayuda de las notas y contrastar contrastar los resultados.
5.
Responder a las preguntas de repaso.
Samuel Pérez Millos
JESÚS DE NAZARET: ENSE ÑANZAS.
459
INTRODUCCIÓN
El Señor dedicó tiempo en su ministerio para enseñar a muchos otros, adem ás de a sus discí pulos. pulos. Entre la enseñanza personal est á el encuentro con Nicodemo, un fariseo y miembro del Sanedrí n. n. La conversaci ón entre ambos, sintetizada por Juan, tuvo lugar en Jerusal én, durante la semana de la Pascua. Las muchas se ñales que hac í a el Señor llamó la atención de las gentes, que le reconoc í an an como un grande y poderoso profeta, comparable con los m ás destacados de la antigüedad, incluso algunos pensaban que tal vez fuera Juan resucitado de los muertos (Mt. 16:14). Los fariseos y especialmente los maestros entre ellos, observaban atentamente al Se ñor, su enseñanza y sus obras. Algunos, conocedores profundos de la Escritura, descubrieron en Él al enviado de Dios. Entre ellos estaba Nicodemo. Las se ñales prof éticas que ser í an an hechas por el Mes í as, as, las estaba haciendo puntualmente Jes ús de Nazaret. Nicodemo llegó a la misma comprensi ón que la Samaritana: Jesús era el Cristo y, por tanto, el reino de los cielos se hab í a acercado. Para acceder el reino era preciso dar la medida espiritual que determinaba la profec í a. a. Esto generaba una profunda preocupaci ón en Nicodemo: ¿Cómo podí a estar seguro de que hab í a alcanzado ese nivel y que podr í a entrar al reino? Una entrevista personal con el Maestro, podr í a aclararle lo que le inquietaba. El Se ñor, que conocí a la preocupaci preocupación espiritual de aquel hombre, le l e presenta directamente la necesidad del nacimiento de lo alto, o del nuevo nacimiento como condici ón indispensable para entrar al reino. En todas las reacciones de los fariseos ante la ense ñanza de Cristo hay una componente de incredulidad. De tal manera que el Señor tiene que hacerles entender que si no creen la ense ñanza sobre cosas temporales, mucho menos creer án la enseñanza sobre cosas celestiales, esto es, sobre el plan de redenci ón. Este plan se estableci ó antes de los tiempos de los siglos (2 Ti. 1:9) y es revelado por el único que descendi ó del cielo para revelarlo: Jesucristo. Para su estudio, el pasaje puede dividirse as í : A) El maestro de Israel (v. 1). B) Tres preguntas y tres respuestas (vv. 2-10). C) Jes ús enseñando al maestro (vv. 11-21). Este último párrafo puede dividirse a su vez: a) Ense ñanzas celestiales y terrenales (vv. 11-13). b) Salvación y responsabilidad (vv. 14-21). I. Enseñanzas a personas: Nicodemo (3:1-21).
1)
El maestro de Israel (3:1).
1.
Nicodemo (3:1). 1.1.
Un fariseo. 1.1.1.
“Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo” ?)OEF7 )OEF7B< B
Samuel Pérez Millos
JESÚS DE NAZARET: ENSE ÑANZAS. Habí a
1.2.
un hombre
460 de
los
fariseos
Nicodemo
nombre
suyo.
1
1.1.2.
Los fa fariseos eran estrictos cumplidores y conocedores de la ley.
1.1.3.
Creí an an que el juicio de Dios que llev ó a Israel a la cautividad en Babilonia era consecuencia de no “guardar ” la Ley.
1.1.4. 1.1.4.
Profun Profunda dame mente nte celos celosos os de de la Escr Escritu itura ra y de las las tra tradic dicion iones es,, que que situ situab aban an al mismo nivel.
1.1.5. 1.1.5.
Forma Formaba ban n part partee de de un un grup grupo o sele select cto o que que era consid considera erado do como como ejempl ejemplo o para el resto de las gentes.
1.1.6.
Hací an an de la religión algo externo y confiaban en sus esfuerzos para cumplir la ley, como medio de justificación.
1.1.7.
“Sus escr ú pulos no no tení an an lí mites, mites, especialmente en lo concerniente a la observancia de las leyes del s ábado establecidas por el hombre mismo. Algunos decí an, an, por ejemplo, que las mujeres no deb í an an ían n verse alguna cana y sentir mirarse en el espejo en s ábado pues, pod í a ía trabajar. Estaba permitido la tentación de arrancársela, lo cual ser í tragar vinagre en s ábado, para curar el dolor de garganta, pero no se ían n hacer g árgaras. El colmo, quiz á , era aquella regla que pod í a ía comer un huevo puesto en s ábado siempre que se tuviera la permit í 2 intención de matar la gallina ”.
1.1. 1.1.6. 6.
El nomb nombre re de este este fari farise seo o era era Nico Nicode demo mo.. (1)
Tení a nombre griego (gr. “ Nikod ëmos os”), que significa “vencedor Nikod ë m del pueblo”).
(2) (2)
Los nomb nombre ress gri grieg egos os entre entre la pob pobla laci ción judí a se hicieron habituales desde los tiempos de los macabeos (S. II a.C.).
Un principal.
1
2
Samuel Pérez Millos
JESÚS DE NAZARET: ENSE ÑANZAS.
1.2.1.
461
“Un principal entre los jud í í os os” B
1.2 1.2.2. .2.
Era un miembro del Sanedrí n, n, por tanto, un magistrado entre los jud í os. os. (1)
1.3 1.3.
1.4. 1.4.
1.5.
El Sanedrí n era el máximo tribunal judí o, o, y se reun í a en Jerusalén.
1.2.3.
La co composici ón del Sanedr í n en los d í as as de Jes ús estaba formada por sacerdotes, escribas y fariseos.
1.2.4.
En los los tiem iempos de Crist isto tení a una amplia jurisdicci ón, no solo en asuntos religiosos, sino en temas civiles, con sus propios oficiales de justicia que ejecutaban los arrestos que ordenaba el Sanedr í n (Mt. 26:47; Mr. 14:43; Hch. 4:1ss; 5:17ss; 9:2).
Un hombr ombree de buen buenaa posic osicii ón. 1.3.1.
Así se deduce del costo que supon í a el ungüento que trajo para cubrir el cuerpo muerto de Jes ús (Jn. 19:39).
1.3.2.
Hace su suponer qu que te ten í a riquezas.
1.3. 1.3.3. 3.
Casi Casi todo todoss los los fari farise seos os eran eran gent gentee pud pudie ient nte. e.
Pudie udiera ra ser un un hom hombr bree may mayor or.. 1.4.1.
Así podrí a deducirse de la pregunta que formula a Jes ús (v. 4).
1.4. 1.4.2. 2.
Sin Sin emba embarg rgo o no deb debee enfa enfatiz tizar arse se en en esto esto ya ya que que bien bien pue puede de ser ser una una forma de expresi ón, sin que revista un testimonio personal.
Era un maestro. 1.5.1.
Así se indica m ás adelante (v. 10b).
1.5. 1.5.2. 2.
Esto Esto lo incl incluy uyee en en el el gru grupo po de los los esc escri riba bas. s.
1.5.3.
Pertenecí a al grupo de expositores oficiales de la Ley.
Samuel Pérez Millos
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1.5. 1.5.4 4.
462
Con Conoced ocedo or pro profun fundo de la Escrit critur uraa.
B) Tres preguntas y tres respuestas (3:2-10).
1.
Una pregunta no formulada (3:2). 1.1.
Visitando a Jes ús en la noche. 1.1.1.
“É ste ste vino a Jes ús de noche, y le dijo ” PVUPI? UPI? ?MRFOQSP7 MRFOQSP7BVKUP7 UP7OOVLUP7 OOVLUP7LBJ7FJ? FJ? ?QFOBVK QFOBVKUXA UXA A
1.1.2.
Una pregunta curiosa: ¿Por qué vino de noche?
1.1.3.
Para unos era manifestaci ón de cobard í a. a. (1)
No querí a ser visto de las gentes debido a su posici ón personal.
(2)
Se escondió para ver a Jes ús sin ser visto.
(3)
No querí a ser visto por los otros miembros de Sanedr í n. n.
(4)
Estos Estos entie entiende nden n que que poco poco a poco poco fue fue perdie perdiendo ndo este este mied miedo, o, hasta hasta atreverse a defender a Jes ús delante de los otros magistrados (Jn. 7:51).
1.1. 1.1.4. 4.
Otro Otross con consi side dera ran n que que fue fue por por prud pruden enci ciaa y disc discre reci ción para evitar que se estorbara el ministerio del Maestro.
1.1.5.
Una ob observaci ón general del ministerio de Jes ús, permite apreciar que su actividad ocupaba pr ácticamente todo el dí a. a.
Samuel Pérez Millos
(1)
La enseñanza en el templo cada d í a, a, según su costumbre (Mt. 26:55; Lc. 19:47; 21:37).
(2)
Las Las multit multitude udess rodea rodeaba ban n siemp siempre re a Cristo Cristo (Lc. (Lc. 21:3 21:38). 8).
(3)
Además del ministerio de la ense ñanza Jesús sanaba en el templo a los enfermos que ven í an an a Él (Mt. 21:14).
(4)
Las Las contro controve versi rsias as con con los escri escribas bas y farise fariseos os eran eran habit habitual uales es..
JESÚS DE NAZARET: ENSE ÑANZAS.
(5)
1.2.
463
A la caí da da de la tarde el Se ñor se retiraba a un lugar aparte con los discí pulos pulos para ense ñarles (Lc. 21:37).
1.1.6.
Nicodemo tení a un profundo problema personal y necesitaba un tiempo tranquilo y sin las limitaciones habituales que el ministerio de Jes ús imponí a durante el dí a. a.
1.1. 1.1.7. 7.
Obse Observ rvan ando do al al Maes Maestro tro se se dio dio cuen cuenta ta que que la mej mejor or hor horaa para para con conve versa rsarr con Jesús era por la noche.
1.1.8.
En la noche hab í a menos peligro de perturbaciones o distracciones que interrumpieran la conversación.
Reconociendo a Jes ús como Maestro. 1.2.1.
“ Rabí , sabemos que que has venido de Dios como maestro maestro ” +3BCCJWPJ< PJ
1.3.
1.2.2.
“Sabemos” (gr. “oidamen”), en plural indica que hab í a más que an” esto. Nicodemo que “sabí an
1.2.3.
Posiblemente un un número bastante alto de los miembros de Sanedr í n consideraban consideraban a Jes ús como un profeta enviado por Dios.
1.2. 1.2.4. 4.
Es prob probab able le que que tuvi tuvier eraa que que ver ver con con esto esto el el info inform rmee de la com comis isii ón enviada a Juan (1:19-27).
1.2.5.
El co conocimiento qu que te tení a de Jes ús procedí a de la observaci ón atenta de Él y su ministerio.
1.2.6.
Nicodemo tiene a Jesús como el maestro no s ólo enviado por Dios, sino “venido de Dios”.
1.2. 1.2.7. 7.
A pes pesar ar de no habe haberr est estad ado o en en nin ningu guna na escu escuel elaa rab rab í nica nica de Jerusal én, era evidente que Dios le hab í a enviado como Maestro.
La razón para el conocimiento que tení a de Jes ús.
Samuel Pérez Millos
JESÚS DE NAZARET: ENSE ÑANZAS.
1.3.1.
464
“Porque nadie puede hacer estas se ñales que t ú haces, si no est á Dios con é l” PVKEFJ7 EFJ7HB7 HB7SEVW SEVWOBUBJUBVA OBUBJUBVA AUBUB7 UBUB7TINFJA TINFJA ABQPJFJA AOB^ OB^TV7 TV7QPJFJA QPJFJA A FKB7 B7ONI7 ONI7I? ? I?P+ P+RFP7 RFP7NFUBVK NFUBVKUPVA UPVA A
2.
1.3.2.
Nicodemo ha hab í a observado los milagros de Cristo y descubri ó que en ellos se cumplí an an las se ñales que la profecí a anunciaba para el Mes í as as (Is. 49:8,9; 61:1).
1.3.3.
Las señales habí an an servido a muchos del pueblo para creer en
Él (2:23).
1.3.4.
Jesús reclama atenci ón a las se ñales porque testificaban de 33).
Él (9:16,
1.3.5.
A la conclusi ón de Nicodemo lleg ó más tarde el ciego de nacimiento (9:31, 33).
1.3. 1.3.6. 6.
Por negar la la evide idencia ncia de las las se ñales mesiánicas, cayó sobre Israel la ceguera judicial (12: 37-43).
1.3.7.
Es difí cil cil afirmar si Nicodemo hab í a llegado a la convicci ón de que Jesús era el Mesí as, as, pero no es de descartarlo.
1.3.8.
Como mí nimo nimo reconocí a a Jes ús como el maestro enviado de Dios y por ello deb í a venir a él como alumno que necesita ser ense ñando, a pesar de ser él mismo un maestro en Israel.
La respuesta de Jes ús (3:3). 2.1. 2.1.
Una Una preg pregun unta ta cono conoci cida da por por el el Se Se ñor. 2.1.1.
“ Respondió Jesús y le dijo” BKQFLSJW QFLSJWRI*ITPVA ALBJ7 LBJ7FJ? FJ? ?QFOBVK QFOBVKUXA A
2.1.2.
Samuel Pérez Millos
Nicodemo sólo habí a formulado un saludo con el reconocimiento de que Jesús era el maestro enviado por Dios.
JESÚS DE NAZARET: ENSE ÑANZAS.
2.1.3.
Jesús conocí a lo que hab í a en el corazón de Nicodemo, porque conoc í a el corazón de todos los hombres (2:24-25).
2.1. 2.1.4. 4.
Posi Posibl blem emen ente te Nico Nicode demo mo esta estaba ba espe espera rand ndo o que que Jes Jes ús le instruyera en algún nuevo precepto que cumplir y que garantizara para él la vida eterna.
2.1.5.
Si Nicodemo habí a reconocido a Jes ús como el Mesí as, as, entonces estar í a inquieto en relación con la seguridad de si podr í a o no entrar en el reino de los cielos que el Mes í as as establecer í a. a. (1)
2.1.6. 2.1.6.
2.2.
465
La profecí a anunciaba que antes de entrar en el reino ser í a hechos pasar por la vara, lo que manifestar í a quienes daban la “medida” espiritual para entrar en los “ví nculos nculos del pacto” (Ez. 20:37).
En base base a la respu respuest esta, a, puede puede consid considera erarse rse que que la la preg pregunt untaa que que ten í a Nicodemo era semejante a la del joven j oven rico (Mt. 19:16).
La re respuesta de de Je Jes ús. 2.2.1.
“ De cierto cierto,, de cierto cierto te digo, que el el que no naciere naciere de nuevo nuevo,, no puede puede ver el reino de Dios ” "NI7OBK OBK NI7 NI7OMFW OMFWHXTPJFK HXTPJFKBONIW O7 NIWUJHFOOIRIA UJHFOOIRIA A B< B
2.2.2. 2.2.2.
Un probl problem emaa que que pres presen enta ta el text texto o con consis siste te en dete determi rmina narr el el sign signifi ifica cado do thë anöthen”). de la expresi ón “nazca de nuevo ” (gr. “gennë th (1)
Samuel Pérez Millos
Puede sign ignificar “nacer de arriba ”, o “nacer de lo alto”, como es el significado en otros lugares de este evangelio (cf. 3:31; 19:11; 19:23). a)
De igual modo ocurre en el evangelio evangelio según Mateo (Mt. 27:51).
b)
Igualmente Igualmente en el de Marcos (Mr. 15:38).
c)
La misma acepci ón en la ep í stola stola de Santiago (Stg. 1:17;
JESÚS DE NAZARET: ENSE ÑANZAS.
466
3:15, 17).
(2) (2)
Pue Puede tra traduc ducirs irse com como o “nacer de nuevo ”, o “nacer otra vez ”. 1)
(3)
Así debe aparece en G álatas (Gá. 4:9).
Tiene también el significado de “desde el principio ”, o “desde antes”. a)
Así aparece en otros pasajes (cf. Lc. 1:3; Hch. 26:5).
2.2.3. 2.2.3.
El ter terce cerr sign signif ific icad ado o debe debe rec recha haza zars rsee por porqu quee no se aju ajust star arí a al contexto.
2.2.4. 2.2.4.
Nicod Nicodemo emo se enfre enfrenta ntaba ba con con cua cualqu lquier ieraa de de los los dos signif significa icados dos,, y deb deb í a llegar a entender las palabras de Jes ús, que en uno u otro sentido equivalí an an a un nuevo nacimiento.
2.2.5.
La pregunta que surgi ó en su mente: “¿C ómo puede el hombre nacer otra vez, sea en uno o en otro sentido? ”.
2.2.6.
Jesús está refiriéndose a la necesidad de un nacimiento de arriba ver el reino.
2.2.7.
Está planteándole la necesidad de la regeneraci ón espiritual llevada a cabo por el Esp í ritu ritu en el coraz ón del pecador. (1)
2.2.8.
Samuel Pérez Millos
Una enseñanza considerada ya antes en este evangelio (1:12-13).
Jesús está hablando de un cambio radical, que implica la salvaci ón del pecador. (1)
El que que no sea regene regenerad rado o no puede puede llega llegarr a ver ver el el reino reino de de Dios. Dios.
(2)
Sólo mediante el nuevo nacimiento puede el hombre llegar a experimentar y participar en el reino, poseerlo y disfrutarlo (Col. 1:13).
(3)
Cuando Jesús habla de “ver ” el reino, o de “entrar ” en el reino, está usando una expresi ón equivalente a “tener vida eterna ” o “ser salvo” (cf. 3:16, 17).
JESÚS DE NAZARET: ENSE ÑANZAS.
2.2.9.
2.2.0.
467
Sin la la regeneración o el nuevo nacimiento, el hombre es incapaz, como “muerto espiritual”, de entrar en el reino e incluso de “ver ” las cosas del reino que son espirituales (1 Co. 2:14; Ef. 2:1ss). Escribe Lacueva:
“ No hay que pensar en poner parches al viejo edificio ni curar con cataplasmas al que es ya un cad áver; es preciso empezar por los cimientos y adquirir una nueva naturaleza (v. 2 P. 1:4) y, por ello, nuevos criterios, nuevos afectos, nuevos intereses, nuevos objetivos. Nuestra alma, nuestro espí ritu, ritu, nuestro hombre interior, ha de ser formado y vivificado vivificado de nuevo (v. Ef. 2:10), como una una nueva nueva creaci creaci ón (comp. con Gn. 2:7, 2 Co. 5:17; G á. 6:15). Es un nacimiento de arriba, porque se nace a una vida celestial y divina. Notemos que la vida celestial es una vida bienaventurada. Por consiguiente, nacer de nuevo es absolutamente necesario para nuestra eterna felicidad. Es, pues, perfecta a la ecuación entre felicidad y santidad, contra lo que los 3 mundanos se imaginan ”.
3.
Un hombre sorprendido (3:4). 3.1.
Un desconocimiento desconocimiento claro. 3.1.1.
“ Nicodemo le dijo: ¿C ómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer? ” MFWHFJQSP7 HFJQSP7BVK BVKUPVA AP+ P+/JLPWEINP1XA EINP1XA AEVWOBUBJB< OBUBJB
3.1.2.
El maestro de Israel no habí a entendido el significado de las palabras del Maestro celestial.
3.1.3.
Habí a entendido una ense ñanza espiritual de un modo natural.
3
Samuel Pérez Millos
JESÚS DE NAZARET: ENSE ÑANZAS.
4.
468
3.1.4.
No podí a esperar Nicodemo, desde el punto de vista fariseo, un nacimiento mejor que el que hab í a tenido, fariseo y cumplidor de la Ley.
3.1.5.
Suponí a que Jes ús hablaba de la formaci ón como hombre en el seno materno, en lugar de comprender que se estaba refiriendo a adquirir un corazón nuevo (Ez. 36.26, 27).
3.1.6.
Nicodemo tení a un gran inter és en la ense ñanza de Cristo, por lo que formula las dos preguntas que expresan su desconocimiento ante la respuesta del Se ñor.
3.1.7.
Nicodemo ad advirtió al Señor de la imposibilidad de que un hombre viejo vuelva a ser recreado en el vientre de su madre para nacer otra vez.
3.1.8. 3.1.8.
Como Como fari fariseo seo estab estabaa aco acostu stumbr mbrad ado o a un litera literalis lismo mo exage exagerad rado, o, dando dando a cada palabra el significado literal que era habitual.
La aclaraci ón de Jesús (3:5). 4.1. .1.
La re respues puesta ta del del Ma Maestro stro.. 4.1.1.
“ Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Esp í ritu, ritu, no puede entrar en el reino de Dios ” BKQLSJW QLSJWRI*ITPVA A"I7 "I7OBK OBK NIW NIWOMFW OMFWHXTPJFK HXTPJFKB7 BONIW O 7 NIWUJHFOOIRIA UJHFOOIRIA A FKYV\ YV\EBUPLBJ7 EBUPLBJ7QOFVW QOFVWNBUPPVK NBUPPVKEVWOBUBJFJK OBUBJFJKTFMRFJA TFMRFJA AOFJK OFJKUI7 UI7O CBTJMFJWBOUPVA ARFPVA RFPVAA
4.1.2. 4.1.2.
La respu respues esta ta de de Crist Cristo o es conc concret retaa y clara clara,, para para entr entrar ar al al reino reino de Dios Dios ritu”. es preciso un nacimiento de “agua y del Espí ritu
4.1. 4.1.3. 3.
Una Una dif dific icul ulta tad d con consi sist stee en en det deter ermi mina narr el sign signifi ifica cado do del del “agua”.
4.1 4.1.4. .4.
Para Para alg algunos nos es es fig figu ura del del ba bautis tismo. mo.
Samuel Pérez Millos
(1)
Aparece así en otros lugares del evangelio (cf. 1:26, 31).
(2)
De igu igual al modo modo en en otros otros evan evange gelio lioss (cf. (cf. Mt. Mt. 3:11; 3:11; Mr. Mr. 1:8; 1:8; Lc. Lc.
JESÚS DE NAZARET: ENSE ÑANZAS.
469
3.16). (3)
El problema serí a que si el “agua” significa el bautismo, serí a requisito para salvaci ón, lo que estar í a en confrontaci ón con otros pasajes de Nuevo Testamento (Ef. 2:8-9).
(4)
Hendri Hendrikse ksen n supe supera ra el proble problema ma de este este modo modo::
t"TÎ t"TÎ QVFT QVFT FM TJHOJ TJHOJGJ GJDB DBEP EP FWJEFO J EFOUF UF FT ÊTUF ÊTUF FM TFS TFS CBVUJ[BEP DPO BHVB OP FT TVGJDJFOUF -B TFÒBM DJFSUBNFOU DJFSUBNFOUFFT FFTEFH EFHSBOW SBOWBMPS5JFOFNVDIBJNQPSUBODJB B MPS5JFOFNVDIBJNQPSUBODJB DPNPVOB DPNP VOBSFQSFTFOUBDJÔO SFQSFTFOUBDJÔOWWJTJCMFZ TJCMF ZDPNP DPNPTFMMP TFMMP1FSP 1FSP MBTFÒBMEFCFJSBDPNQBÒBEBEFMBDPTBTJHOJGJDBEB MBPCSBQVSJGJDBEPSBEFM&TQÎSJUV4BOUPu 4. 4.1.5.
4.1. 4.1.6 6.
4.1.7.
4
Samuel Pérez Millos
Para otros el agua es s í mbolo mbolo del arrepentimiento. (1)
Juan Juan llamab llamabaa a las las gent gentes es al al arrepe arrepenti ntimie miento nto y lueg luego o los los bautizaba en el Jord án.
(2) (2)
En este este sent sentid ido, o, el agua agua,, sig signi nifi fica carrí a el arrepentimiento testimoniado en el acto del bautismo.
Otro Otross enti entieenden den que el agua aqu aqu í es figura del nacimiento natural. (1) (1)
Para Para ellos llos,, Cri Crist sto o est estaarí a diciendo a Nicodemo, que si la persona no nace como hombre y luego por el Esp í ritu, ritu, no entrará al reino.
(2)
Es obvi obvio o que que el homb hombre re sien siendo do hombr hombree tiene tiene una una proced procedenc encia ia natural que incluye el nacimiento.
(3) (3)
Tal inter terpretación no tiene mucho fundamento por cuanto el segundo nacimiento -del Esp í rituritu- sólo es posible cuando se ha producido el primero, el natural.
Pudier iera significa icar tam también la Palabra. (1)
Así se le compara en otro lugar del evangelio (Jn. 15:3).
(2)
La ide identid ntidad ad con con la Pala Palabra bra se se suste sustenta nta al al compar compararl arlaa con con otros otros
JESÚS DE NAZARET: ENSE ÑANZAS.
470
lugares del N. T. (Jn. 17:17; Ef. 5.26; Tit. 2:5; 1 P. 1:23). 4.1.8. 4.1.8.
4.1.9. 4.1.9.
4.2.
Fina Finalm lmen ente te otro otross con consi side dera ran n que que son son dos dos refe refere renc ncia iass al Esp Esp í ritu ritu que, en el nuevo nacimiento, limpia y crea. (1) Por una parte parte limpia limpia y por por otra otra refres refresca ca y conf confort orta. a. La gran gran ver verda dad, d, dej dejan ando do a un un lado lado las las int inter erpr pret etac acio ione nes, s, es es que que el nue nuevo vo nacimiento viene de Dios mediante el Esp í ritu ritu Santo.
El nuevo nacimiento. 4.2. 4.2.1. 1.
4.2. 4.2.2. 2.
El Agen Agente te del del nue nuevo vo naci nacimi mien ento to es el Esp Esp í ritu ritu Santo. (1)
Es el Age Agente nte ejecu ejecutiv tivo o de de la la Deid Deidad ad (vv. (vv. 5-8) 5-8)..
(2)
El camb cambio io no no se produc producee por por volun voluntad tad humana humana,, sino sino por por el el poder poder de Dios (1:13).
(3)
El hombre “espiritual” nace del Espí ritu, ritu, que es Dios, y de Dios, que es Espí ritu. ritu.
El nuevo uevo nac nacimie imient nto o o reg regenera neracci ón, es un acto creador de Dios, por el cual el pecador en base a un nacimiento espiritual, es introducido dentro de la familia de Dios (Jn. 1:12, Gá. 3:26; Ef. 2:19; 3:15; 5:1). (1) (1)
4.2.3. 4.2.3.
4.2. 4.2.4. 4.
Samuel Pérez Millos
El peca pecado dorr es es hec hecho ho un hijo hijo leg legí timo timo de Dios, y viene a ser participante de la naturaleza divina, llegando a ser un heredero de Dios y coheredero con Cristo (Jn. 1:12-13; 3:3-6; Ro. 8:16-17; Tit. 3:4-7; 1 P. 1:4).
Por Por su natur natural aleza eza,, el el nuev nuevo o nac nacimi imien ento to es es una una obra obra exclus exclusiva ivame mente nte de Dios como se ense ña en muchos lugares (Jn. 1:13; 3:3-7; 5:21; Ro. 6:13; 2 Co. 5:17; Ef. 2:5, 10; 4:24; Tit. 3:5; Stg. 1:18; 1 P. 2:9). (1)
Se le comp compar araa con con una una res resur urre recc ccii ón espiritual (Jn. 5:21; Ro. 6:13; Ef. 2:5).
(2) (2)
Se le comp compar araa con con una una cre creac aciión, por ser un acto creativo de Dios (2 Co. 5:17; Ef. 2:10; 4:24).
El nue nuevo vo nac nacim imie ient nto o comu comuni nica ca la la vida vida ete etern rna, a, por por ide ident ntif ific icac acii ón con Cristo (1 Co. 12:13).
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(1) (1)
5.
471
Es por por tant tanto o un un nue nuevo vo homb hombre re (Ef. (Ef. 4:2 4:24) 4)..
ísico El nacimiento f í s ico y el espiritual (3:6). 5.1.
La condición del hombre natural. “ Lo que es nacido nacido de la carne, carne, carne es ” 5.1.1.
UP7HFHFOOINFW HFHFOOINFWOPOFK OPOFKLUIA LUIA ATBSLP7 TBSLP7TBW TBWSYFK SYFKTUJO TUJO 5.1 5.1.2. .2.
Los sig signifi nificcados dos de la pala alabra bra “carne” en el evangelio seg ún Juan. (1) (1)
La pr princ incipa ipal ac acepción en los escritos de Juan tiene que ver con el aspecto de debilidad, propia del hombre, sin ninguna connotaci ón ética (1:13, 14).
(2)
Una segun segundo do conce concepto pto tien tienee que que ver con con la natur naturale aleza za human humanaa como sede y veh í culo culo de los deseos pecaminosos (3:6). a)
Este es el uso com ún de “carne” en los escritos de Pablo.
(3)
La “carne” de Cristo en sentido m í stico, stico, es decir, su sacrificio vicario de debe ser aceptado (comer) por fe (6:51-56).
(4) (4)
El aspe aspect cto o exte extern rno o del del homb hombre re (8:1 (8:15) 5)..
(5)
La expresión “toda carne” es un semitismo, sinónimo de “todos los hombres” (17:2).
5.1.3.
Jesús advierte a Nicodemo que el hombre natural participa de todo aquello que es com ún a los hombres, entre lo que est á el pecado.
5.1.4.
La naturaleza humana est á corrompida desde el seno materno (Sal. 51:5; Ef. 2:3).
5.1.5. 5.1.5.
Lo que ha sido sido conc concebi ebido do en pecado pecado no puede puede ser ser alum alumbra brado do limpio limpio,, delante de Dios (Job 14:4).
Samuel Pérez Millos
JESÚS DE NAZARET: ENSE ÑANZAS.
5.2.
472
5.1. 5.1.6. 6.
Un seg segun undo do nac nacim imie ient nto o natu natura ral, l, si si fuera fuera pos posib ible le,, no tran transf sfor orma marr í a la condición pecaminosa del hombre.
5.1. 5.1.7. 7.
Lo que que es naci nacido do carn carnee es es car carne ne siem siempr pre. e.
El na nacimiento po por el el Es Espí ritu. ritu. 5.2.1.
“Y lo que es nacido del Esp í ritu, ritu, espí ritu ritu es” LBJ7UP7 UP7HFHFOOINFW HFHFOOINFWOPOFK OPOFKLUPVA AQOFVW QOFVWNBUPTQOFVA NBUPTQOFVA ANB7FKTUJO TUJO
5.2 5.2.2. .2.
Los qu que so son reg regeenera nerado doss po por el el Es Esp í ritu, ritu, son hechos “espirituales”. (1)
5.3.
Son espi espiritu rituale aless aquel aquellos los cuy cuyaa fuerza fuerza vita vitall y vida vida misma misma proced procedee de la acción del Esp í ritu. ritu.
5.2.3.
El Espí ritu ritu los injerta en Cristo (Ro. 6:5).
5.2.4.
Son hechos un solo esp í ritu ritu con Él (1 Co. 6:17).
5.2. 5.2.5. 5.
El peca pecado do no ejer ejerce ce ya dom domin inio io sobr sobree ell ellos os (Ro. (Ro. 6.12 6.12). ).
5.2. 5.2.7. 7.
El sec secre reto to de de su vida vida vic victo tori rios osaa depe depend ndee de un un cont contin inuo uo and andar ar en en el Espí ritu ritu (Gá. 5:16).
Concepto de “ser engendrado ” en los escritos de Juan. 5.3.1.
Con esa expresi ón designa el principio de donde proceden los creyentes.
5.3.2.
OOITRBJFK L, “ser engendrado por ” La expresión es sinónima de HFHFWOOITRBJFK SDFTRBJFK L, “venir de” (Jn. 8:42) y tambi én FJ? ?OBJFK L, o también F+SDFTRBJFK “ser de” (Jn. 8:42; 1 Jn. 3:10).
5.3.3. 5.3.3.
El cre crey yente ente tiene tiene su vida vida,, pri princ ncipi ipio o y fin, fin, en Dios Dios a tra trav v és de Jesucristo, lo que significa adquirir un nuevo origen (Jn. 3:3, 5, 6, 7, 8).
5.3.4.
El “nacer de nuevo ” es nacer de Dios (1 Jn. 1:3, 9).
5.3.5.
Nacer de Dios es “nacer de arriba ” (Jn. 8:23)
Samuel Pérez Millos
JESÚS DE NAZARET: ENSE ÑANZAS.
5.3.6. 5.3.6.
6.
473
El cre crey yente ente ent entie iend ndee que que su vida vida no nace nace del del hom hombr bree y acon aconte tece ce por por la acción omnipotente del Espí ritu ritu Santo (Jn. 1:12, 13).
La advertencia de Cristo (3: 7). 6.1. .1.
Ante Ante el aso asomb mbro ro de Nic Nicode odemo. mo. 6.1.1.
“ No te maravilles de que te dije: Os es necesario necesario nacer de nuevo ” NIWRBVNBW RBVNBW TI TIP\ P\UJFJ? UJFJ? ?QPW QPWOTPJ%FJA OTPJ%FJAV+ A V+ NBA NBA AHFOOIRIA HFOOIRIA AOBJ OBJ B
6.1. 6.1.2. 2.
Nico Nicode demo mo esta estaba ba acos acostu tumb mbra rado do a pen pensa sarr que que la salv salvac acii ón se obten í a como resultado de las obras legales l egales que el hombre realizara (Ro. 10:3). (1) (1)
El esfu esfuer erzo zo huma humano no cons conseg egu uí a el favor y la gracia de Dios.
6.1.3.
El Señor le enseña que la salvaci ón es un don de Dios (Ef. 2:8-9).
6.1.4.
Jesús enfatiza que el nuevo nacimiento consiste en “ser nacido” de Dios, operación ajena totalmente a la acción humana.
6.1.5.
“Os es necesario” no es un mandamiento que cumplir, sino una obra que debe producirse en el hombre.
6.1.6.
7.
Aunque hombre, el el Se Señor no se incluye en esta necesidad, porque como Dios manifestado en carne es absolutamente santo desde el momento de Su concepci ón (Lc. 1:35).
Una nueva ilustraci ón (3:8). 7.1.
El eje ejem mplo del vi viento. to. 7.1.1.
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“ El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de d ónde vine, ni a donde va; as í es todo aquel que es nacido del Espí ritu ritu”
JESÚS DE NAZARET: ENSE ÑANZAS.
474
UP7QOFVA QOFVA ANBP\ NBP\QPVRFW QPVRFWMFJQOFJA MFJQOFJA ALBJ7 LBJ7UI7 UI7OGXOI7 OGXOI7OBVK OBVKUPVA ABK BKLPVW LPVWFJ BKMMPVK MMPVKLPJ? LPJ??EBQPW EBQPWRFOF< RFOF
8.
La acción del Espí ritu ritu es soberana. (1)
Actúa en la libertad de Dios.
(2)
Actúa con su libre gracia y sus dones inmerecidos.
(3) (3)
Nada condic dicion iona su su ac acci ón que se produce conforme a Su benepl ácito (Ef. 1:11; 4:7).
7.1.3. 7.1.3.
De igua iguall mane manera ra que que nad nadie ie pue puede de cont contro rola larr el vien viento to,, as as í tampoco nadie puede controlar la acci ón del Esp í ritu. ritu.
7.1. 7.1.4. 4.
El vie vient nto o se nota nota por por el el soni sonido do que que pro produ duce ce al al impa impact ctar ar con contr traa los los objetos, de igual modo los efectos del Esp í ritu ritu se experimentan y se dejan sentir.
7.1. 7.1.5. 5.
Como Como el vien viento to que que no no se se sab sabee de de don donde de vien vienee ni ni a don donde de va, va, as as í también la obra del Esp í ritu, ritu, en una operaci ón misteriosa de Dios mismo, incomprensible a la mente humana.
7.1.6.
Los efectos del Esp í ritu ritu se manifiestan en los creyentes. creyentes. (1)
En los los dones dones que les otorga otorga y que conducen conducen a manife manifestac stacione ioness de amor a Dios y al pr ó jimo (cf. Ro. 5:5; 8:14-21; 2 Co. 3:17; Gá. 2:4; 5:1, 13, 22; Stg. 1:25; 2:12).
(2)
La conduc conducta ta tran transfo sforma rmada da del del crey creyent entee produ produce ce tambi también un impacto ante el mundo (1 P. 4:4).
(3) (3)
La con condu duct ctaa del del crey creyen ente te est est á regulada por el amor de Dios, con la que cumple y rebasa las demandas de la Ley del del antiguo pacto (Jn. 13:34-35; Ro. 6:14; 13:8; 1 Co. 9:21; G á. 5:23; 1 Jn. 3:23).
La tercera pregunta de Nicodemo (3:9).
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JESÚS DE NAZARET: ENSE ÑANZAS.
8.1. .1.
475
La pre pregunta nta form formu ulad lada. 8.1.1.
“ Respondió Nicodemo y le dijo: ¿C ómo puede hacerse esto? ” BKQFLSJW QFLSJWRI/JLPW RI/JLPWEINPLBJ7 EINPLBJ7FJ? FJ? ?QFOBVK QFOBVKUXA UXA A 1XA AEVW EVWOBUBJUBVA OBUBJUBVA AUB UB HFOFWTRBJ TRBJ
9.
8.1.2. 8.1.3.
Nicodemo no entiende a ún el plan de salvación. Su pr preparaci ón farisaica y la teolog í a de sus escuelas condicion ó su mentalidad hacia una salvaci ón basada en obras.
8.1. 8.1.4. 4.
Como Como todo todoss los los que que no no han han sido sido ilum ilumin inad ados os por por el el Esp Espí ritu, ritu, le resulta incomprensible un mensaje espiritual de salvación (1 Co. 2:14).
8.1.5.
Una acci ón sólo de Dios es un absurdo para la mentalidad de un legalista.
8.1.6.
La falta de comprensi ón llevaba a Nicodemo a cuestionar la posibilidad de que se produjera: “¿C ómo puede hacerse esto? ”.
La respuesta de Cristo (3:10). 9.1. 9.1.
Un repr reproc oche he al maes maestr tro o de de Isr Israe ael. l. 9.1.1.
“ Respondió Jesús y le dijo: ¿ Eres t ú maestro de Israel, y no sabes esto?” BKQFLSJW QFLSJWRI*ITPVA ALBJ7 LBJ7FJ? FJ? ?QFOBVK QFOBVKUXA UXA A &VW &VWFJ? FJ? ?P+ P+EJEBW EJEBWTLBMPUPVA TLBMPUPVA A *TSBI7MLBJ7 MLBJ7UBVA UBVA AUBPVK UBPVKHJOXW HJOXWTLFJ TLFJ
9.1. 9.1.2. 2.
No se trat trataa de pala palabr bras as de desp despre reci cio. o. (1)
9.1.3.
Samuel Pérez Millos
El Señor nunca trató despectivamente a nadie.
Jesús quiere, con la pregunta, hacerle reflexionar sobre el desconocimiento que tení a sobre el nuevo nacimiento y que, como maestro en Israel, debí a conocer.
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476
9.1.4.
Las enseñanzas de Jes ús estaban en perfecto acuerdo con la profec í a (Ez. 11:19,20; 36:26, 27).
9.1.5.
Sus enseñanzas concordaban tambi én con la de Juan el “bautizador ” (Mt. 3:9; Lc. 3:8).
9.1 9.1.6. .6.
Como maestro tro en Israel debí a comprender el alcance de las ense ñanzas del Antiguo Testamento sobre el nuevo nacimiento.
9.1.7.
La atención a las formas de la religión hací a que los maestros olvidaran las verdades espirituales de la salvaci ón.
C) Jesús enseñando al maestro (3:11-21). a) Verdades terrenales y celestiales (3:11-13).
1.
La ense ñanza del Verbo de Dios (3:11). 1.1. .1.
Dio Dios habl hablaando ndo al homb hombre re.. 1.1.1.
“ De cierto, de cierto te digo, que que lo que sabemos hablamos, hablamos, y lo que hemos visto, testificamos” "NI7OBK OBKNI7 NI7OMFW OMFWHXTPJP\ HXTPJP\UJP^ UJP^PJ< PJ
1.1.2.
El Señor no se detiene en interpretar al maestro los pasajes de la Escritura que enseñan sobre el nuevo nacimiento.
1.1. 1.1.3. 3.
Como Como Verb Verbo o de de Dio Dioss man manife ifest stad ado o en en car carne ne,, vin vino o con con el prop prop ósito de revelar a Dios y las cosas de Dios (Jn. 1:18).
1.1.4.
La expresi ón está en plural: “sabemos”, “testificamos”.
1.1.5.
Jesús está hablando desde la grandeza admirable de Dios hecho carne y utiliza el plural mayest mayestático.
1.1. 1.1.6. 6.
Cris Cristo to esta estaba ba test testif ific ican ando do de lo que que hab habí a visto eternamente y estaba viendo en el seno del Padre (1:18; 5:17-20).
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1.1. 1.1.7. 7.
Como Como Pers Person onaa Div Divin inaa een n el el seno seno Trin Trinit itar ario io,, est está facultado para dar testimonio de las cosas espirituales desde su propia persona. (1) (1)
1.2. 1.2.
477
Es un disc discur urso so de la Sabi Sabidu durrí a personificada (Pr. 8.22).
El rech rechaz azo o del del test testim imon onio io divi divino no.. 1.2.1.
“Y no recibí s nuestro testimonio” LBJ7UI7 UI7ONBSUVSJW ONBSUVSJWBOI+ BOI+NXAAOPVK OPVKMBNCBW MBNCBWOFUF OFUF
2.
1.2. 1.2.2. 2.
Hay Hay un grup grupo o que que rech rechaz azaa el test testim imon onio io de Cris Cristo to..
1.2. 1.2.3. 3.
Hast Hastaa el el mom momen ento to pres presen ente te de la conv conver ersa saci ción, en el grupo deb í a incluirse también a Nicodemo: “no recibí s”.
1.2. 1.2.4. 4.
Rech Rechaz azar ar el mens mensaj ajee es rech rechaz azar ar tamb tambii én al mensajero (Jn. 1:11).
1.2.5.
Nicodemo debió cambiar, aceptando el mensaje de Cristo, pero muchos otros continuaron resistiendo al Esp í ritu. ritu.
Cosas terrenales y celestiales (3:12). 2.1.
Cosas te terrenales. 2.1.1.
“Si os he dicho cosas terrenales, y no cre é is is” FVKUB7 UB7FK FKQJW QJWHFJBFJ? HFJBFJ? ?QPOV+ QPOV+NJA N AJAOLBJ7PVK PVKQJTUFVW QJTUFVWFUF FUF
2.1.2. 2.1.2.
Las Las cosa cosass terr terrena enales les es una una refe referen rencia cia al nuevo nuevo nacimie nacimiento nto del que habló antes.
2.1. 2.1.3. 3.
Son Son de de proc proced eden enci ciaa cel celes estia tial, l, per pero o ocu ocurr rren en en en la tierr tierraa y en en la experiencia de los hombres.
2.1.4. 2.1.4.
La doct doctrin rinaa del del nue nuevo vo nac nacimi imien ento to era era cue cuesti stion onad adaa o des desco cono nocid cidaa por por los los maestros de Israel y, por tanto, no era bien recibida.
2.1. 2.1.5 5.
Esta Estass cos cosaas, como como la tran transsform formaación del hombre por el poder del
Samuel Pérez Millos
JESÚS DE NAZARET: ENSE ÑANZAS.
478
Espí ritu, ritu, ocurrí an an en la tierra, hab í a referencias y eran “visibles”. 2.1.6. 2.1.6.
2.2.
Cosas celestiales. 2.2.1.
3.
Sin embarg embargo o la la doct doctrin rinaa eera ra cuesti cuestion onada ada y los farise fariseos os se negaba negaban na creerla.
“¿C ómo creer é éis i s si os dijere las celestiales? ” QXA AFK FKB7 B7OFJ< OFJ
2.2.2.
Habí a fundamento b í blico blico y experimental para que creyeran a las cosas terrenales y se negaban a hacerlo.
2.2.3.
Mucho más incrédulos serí a a los “misterios” de cosas celestiales que sólo se sustentaban en la palabra de Jes ús.
2.2.4.
Las cosas celes lestial iales pod í an an comprender varios asuntos. (1) (1)
El plan de redención detallado y el modo de ejecutarlo.
(2)
El nacim nacimien iento to y desarr desarroll ollo o de la la Igles Iglesia, ia, como como un cue cuerpo rpo en en Cristo.
(3)
La glorificación del Salvador.
2.2.5.
La pregunta retórica de Cristo produce el efecto deseado en Nicodemo: hacerle reflexionar.
2.2. 2.2.6. 6.
Es nota notabl blee que que ya no no ha hay ma mas pre preg gunta untass de de éste al Señor, simplemente escucha con atenci ón Su ense ñanza.
Cristo el revelador de las cosas celestiales (3:13). 3.1. 3.1.
Un con conoc ocim imie ient nto o inal inalca canz nzab able le par paraa el homb hombre re.. 3.1.1.
“ Nadie subió al cielo, sino el que descendi ó del cielo; el Hijo del Hombre, que est á en el cielo” LBJ7PVK PVKEFJ7BKOBCFCILFOFJK OBCFCILFOFJKUP7 UP7OPVK OPVKSBOP7 SBOP7OFJ+ OFJ+NI7P+ P+FK FKLUPVA LUPVA A
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PVKSBOPVA SBOPVA ALBUBCBW LBUBCBWP+ P+VJ+ VJ+P7 P7 UPVA ABKORSXW ORSXWQPV QPV 3.1.2.
Ningún hombre subi ó al cielo de Dios para conocer las “cosas celestiales”, especialmente lo concerniente al plan de salvaci ón.
3.1.3.
Ningún mortal tuvo acceso al momento de decreto de redenci ón, porque ni siquiera exist í a el hombre (2 Ti. 1:9).
3.1.4.
El único que puede revelar esas cosas, es el que estuvo presente eternamente, porque es Dios, que en lugar de subir al cielo, descendi ó del cielo para ser la revelaci ón absoluta para los hombres (He. 1:1-2).
3.1.5.
La expresi ón “que est á en el cielo”, no aparece en los mejores MSS.
3.1.6.
No se refie fiere a la ascensi ón del Señor y su glorificación, sino a Su presencia divina en el seno del Padre desde toda la eternidad. (1)
Por esa esa caus causaa es cono conoce cedor dor de de todos todos los los secre secretos tos de Dios Dios (cf. (cf. Mt. Mt. 11:27; Lc. 10:22; Jn. 1:18; 6:46).
3.1 3.1.7. .7.
Como Ve Verbo es, ju junto con el el Es Esp í ritu ritu Santo, quien penetra en todos los misterios de Dios (1 Co. 2:10).
3.1. 3.1.8. 8.
Este Este que que es es Dio Dios, s, habl hablaa a Nico Nicode demo mo como como el Hijo Hijo del del Homb Hombre re..
3.1.9. Samuel Pérez Millos
(1)
Tí tulo tulo mesiánico (Dn. 7:13; 10:16).
(2)
Jesús era Dios hecho hombre (Jn. 14:1).
(3)
El término “descendi ó” no implica un descenso local de la Deidad, que est á presente en toda su creaci ón.
(4)
Tampoco existe “descenso ” en cuanto a Su humanidad, no baj ó, sino que llegó a ser hombre, comenzando a serlo en el seno de Marí a. a.
(5)
Desc Descen enso so tiene tiene que que ver ver con con la la hum humill illac acii ón del Hijo de Dios (Fil. 2:6-8).
Nicodemo hab í a saludado a Jes ús como un gran maestro venido de
JESÚS DE NAZARET: ENSE ÑANZAS.
480
Dios, ahora debí a atender y reflexionar sobre quien era realmente Jes ús, el Hijo del Hombre, el Mes í as, as, Dios manifestado en carne.
b) Salvación y responsabilidad (3:14-21).
1.
Un tipo hecho realidad (3:14). 1.1.
Una referencia histórica. 1.1.1.
“Y como Moisé s levant ó la serpiente en el desierto, as í es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado” LBJ7LBRX7 LBRX7.XVTIA TIAV\ AV\ZXTFOUPWOP< OP
1.1. 1.1.2. 2.
Nico Nicode demo mo era era un un bue buen n con conoc oced edor or de la his histo tori riaa de de Isr Israe ael. l. (1)
Jesús se refiere a la circunstancia histórica ocurrida en el desierto como consecuencia consecuencia de la l a murmuraci ón del pueblo (Nm. 21:5).
(2)
Dios envió serpientes muy mort í feras feras entre el pueblo.
(3)
El pueblo clamó a Moisés y él oró a Dios, quien le mand ó fundir una serpiente de bronce y colocarla en algo sobre un asta en medio del campamento.
(4)
El que fuera fuera mordid mordido o y mirara mirara hacia hacia ella ella no morir morirí a. a.
1.1.3.
í sica La sanidad f í s ica del A. T. es tipo de la sanidad espiritual del alma en el N. T.
1.1. 1.1.4 4.
Asp Aspecto ectoss de del tip tipo o del del A. T. en re relaci lación con el remedio divino para el pecado. (1)
Samuel Pérez Millos
La serp serpien iente te era era de bron bronce, ce, materia materiall que tipific tipificaa el juic juicio io de Dios Dios sobre el pecado.
JESÚS DE NAZARET: ENSE ÑANZAS.
1) (2)
2.
Cristo tuvo que ser puesto en la cruz.
La sanid sanidad ad era era med median iante te un un acto acto de de obed obedien iencia cia:: deb deb í an an mirar para ser salvos. b)
1.1.5.
También Cristo era inocente y sin contaminaci ón de pecado (He. 7.26; 4:15).
La se serpiente de debí a ser levantada en alto. a)
(5)
Así también Jesús en semejanza de carne de pecado (Ro. 8:3; 2 Co. 5:21).
La ser serpi pien ente te era era sin sin vene veneno no.. 1)
(4)
Cristo cumple el tipo juzgado en nuestro lugar en la cruz.
La serpie serpiente nte era hecha hecha a semej semejan anza za de de las que que caus causaba aban n la muerte. b)
(3) (3)
481
No se salva por por saber saber que Cristo es el Salvador, Salvador, sino por mirar al Cristo con fe.
Un plan “necesario”. (1)
El Hijo Hijo del del Hombr Hombree era era nece necesar sario io que que fuese fuese levan levantad tado o (Mr. (Mr. 8:31; 8:31; Lc. 24:7).
(2)
No ha hay salvación sin la obra de la Cruz.
(3)
Era necesa necesario rio para dar cumplim cumplimien iento to caba caball al plan de rede redenci nción.
Una salvaci ón potencial y virtual (3:15). 2.1. 2.1.
El alca alcanc ncee pot poten enci cial al de la salv salvac acii ón. 2.1.1.
“Para que todo aquel que en É l cree” J\OBQBA OBQBA AP+ P+QJTUFVW QJTUFVWXOFK XOFKOBVK OBVKUXA UXA A F< F
2.1. 2.1.2. 2. Samuel Pérez Millos
La obra obra de la cruz cruz abre abre la posi posibi bili lida dad d de salv salvac acii ón para todos los
JESÚS DE NAZARET: ENSE ÑANZAS.
482
hombres.
2.2. 2.2.
2.3. 2.3.
2.1.3.
En la cruz Dios cargó sobre su Hijo el pecado del mundo (Is. 53:6).
2.1. 2.1.4. 4.
El sac sacri rifi fici cio o de de Cris Cristo to,, de infi infini nito to val valor or,, hace hace “salvable” a todo hombre.
2.1. 2.1.5. 5.
La buen buenaa notic noticia ia del del evan evange gelio lio,, es que que tod todo o aque aquell que que cree cree en en Cris Cristo to es es salvo.
El alca alcanc ncee vir virtu tual al de la salv salvac acii ón. 2.2. 2.2.1. 1.
Sin Sin emb embar argo go la pote potenc ncia ialid lidad ad de la obra obra no salv salvaa aut autom om áticamente a nadie, sino s ólo a quienes se apropia de ella por la fe.
2.2.2.
Tan sólo el que cree es salvo.
2.2.3.
Así lo estableci ó el Señor desde la profecí a (Is. 45:22).
La cons consec ecue uenc ncia ia de la salv salvac acii ón. 2.3.1.
“ No se pierda, mas tenga vida eterna eterna ” F
3.
2.3.2.
La salvaci ón otorga vida eterna.
2.3.3. 2.3.3.
La vida vida eterna eterna es la vida vida de de Dios Dios comun comunica icada da al creye creyente nte en Cristo Cristo Jesús.
La gloria del evangelio (3:16). 3.1. .1.
El infi infini nito to amo amor de Dios ios. 3.1.1.
“Porque de tal manera am ó Dios al mundo” 0V\UXHB7SI+ SI+HBW HBWQITFOP+ QITFOP+RFP7 RFP7UP7 UP7OLPW OLPWTNPO TNPO
3.1.2.
Samuel Pérez Millos
Dios amó de una manera infinita y gloriosa.
JESÚS DE NAZARET: ENSE ÑANZAS.
3.1. 3.1.3. 3.
Es un amor amor inco incomp mpre rens nsib ible le para para el homb hombre re (1 Jn. Jn. 3:1 3:1). ).
3.1.4. 3.1.4.
La eviden evidencia cia de ese modo modo de de amar amar,, se se apre aprecia cia en los destin destinata atario rioss del del amor: “el mundo”.
3.1.5.
Dios amó indistintamente a toda la humanidad, en raz ón de un amor redentor.
3.1.6.
La voluntad salví fica fica antecedente de Dios es universal (2 Co. 5:14-21; 1 Ti. 2:1-6; 1 Jn. 2:2). La humanidad es est á en abierta oposici ón a Dios, sin interesarse por Él, en enemistad (Ro. 5:10).
3.1.7.
3.1.8. 3.1.8.
3.2.
483
La grand grandeza eza del del amor amor de Dios Dios es es que que mientr mientras as el mund mundo o peca pecaba ba,, Dios Dios estaba en Cristo dando su vida por ellos, o de otro modo, Dios consent í a en la muerte de su Hijo por amor al mundo (Ro. 5:8).
La demostración del amor infinito de Dios. 3.2.1.
“Que ha dado a su Hijo unig é nito nito” X\TUFUP7 TUFUP7OVJ+ OVJ+P7 POUP7 O 7 UP7ONPOPHFOIA ONPOPHFOIA AF\ F\EXLFO
3.2. 3.2.2 2.
La Pers Perso ona dada era el Hijo ijo unig nig énito. (1)
3.2.3.
El am amor ma manifes festado en en la la ac acci ón: “dio”. (1)
3.3.
Dios entregó a la muerte al único Hijo de esa condici ón.
Equiva Equivale le a entreg entregarlo arlo a la muerte muerte como sacrific sacrificio io expia expiatorio torio por el pecado (15.13; 1 Jn. 3:16; 4:10).
3.2. 3.2.4. 4.
El amor amor divi divino no se mani manifi fies esta ta en que que no no exi eximi mió a su Hijo (Ro. 8:32).
3.2. 3.2.5. 5.
Dios Dios que que no no nec neceesita sitaba ba nada nada del del mun mundo do entr entreg egó a su unigénito Hijo, no para enriquecerse, sino para hacerse pobre a fin de enriquecer al pecador que cree (2 Co. 8:9).
La bendición de ese amor. 3.3.1.
Samuel Pérez Millos
“Para que todo aquel que en É l cree, no se pierda, mas tenga vida
JESÚS DE NAZARET: ENSE ÑANZAS.
484
eterna”
J\OBQBA OBQBA AP+ P+QJTUFVW QJTUFVWXOFJK XOFJKBVK BVKUP7 UP7ONI7 ONI7BK BKQPW QPWMIUBJBK MIUBJBKMMF< MMF
El pro propo posi sito to de de la obr obraa de amor amor es es evit evitar ar la la ruin ruinaa eter eterna na del del hom hombr bre. e.
3.3.3. 3.3.3.
Quien Quien cree cree en Cristo Cristo no se pierd pierde, e, esto esto es, es, no entra entra en la experi experien encia cia de la muerte segunda. (1) (1) Morir Morir perp perpet etua uame ment ntee sin sin acab acabar ar de de mori morir. r.
3.3. 3.3.4. 4.
La ira ira de Dio Dioss por por el pe pecad cado de descen cendió sobre el Señor en la cruz, por tanto quien cree queda bajo la obra redentora de Cristo.
3.3.5.
Los que creen reciben “vida eterna”.
3.3 3.3.6. .6.
Las ben bendi diccion iones de de la la vid vidaa ete etern rnaa 5.
3.3. 3.3.7. 7.
5
Samuel Pérez Millos
(1)
La liberación de toda esclavitud (8:32).
(2)
El perdón de los pecados (8:24, 34; 9:41).
(3)
La participación de la naturaleza divina (1:13; 3:6; 2 P. 1:4).
(4)
La adopción de hijos (Ro. 8:15; G á. 4:5).
(5)
La comunión con Dios en Cristo (17:3, 21).
(6)
La participación de su amor (5:42; 17:23, 26).
(7)
La participación de su gozo (17:13).
(8)
La participación de su paz (16:33).
La vida ida ete etern rnaa es es un una par parti ticcipa ipación de la vida de Dios (1:4; 5:21-26; 10:10; 17:3).
JESÚS DE NAZARET: ENSE ÑANZAS.
4.
485
La raz ón del enví o del Hijo de Dios (3:17). 4.1.
Una misión salví fica. fica. 4.1.1.
“Porque no envi ó Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por É l” PVKHB7 HB7SBK SBKQFW QFWTUFJMFOP+ TUFJMFOP+RFP7 RFP7UP7 UP7OVJ+ OVJ+P7 POFJK O 7 FJKUP7 UP7OLPW OLPWTNPOJ\OB OB LSJWOI OIUP7 UP7OLPW OLPWTNPO TNPO
4.1. 4.1.2. 2.
El mun mundo do,, a cau causa sa del del peca pecado do,, espe espera ra un un juic juicio io de de cond conden enac acii ón.
4.1. 4.1.3. 3.
El Hijo Hijo tien tienee todo todo el pode poderr par paraa juzg juzgar ar (5:2 (5:22, 2, 27). 27).
4.1.4.
En su dí a será juez inapelable ante el gran trono blanco (Ap. 20:11-15).
4.1.5.
La teologí a de los jud í os os entendí a que la venida del Mes í as as traerí a un tiempo de paz y prosperidad para Israel y el juicio de todas las naciones. (1)
5.
Amós ya hab í a advertido de esta incorrecta interpretaci ón (Am. 5:18-20).
4.1.6.
Antes del “d í ía de la venganza de nuestro Dios ” vení a el de las buenas noticias y de la salvaci ón (Lc. 4:18-19).
4.1.7.
El propósito de la primera venida del Se ñor tiene que ver con salvaci ón (Lc. 19:10).
4.1.8.
La salvaci ón es una obra que se hace posible por el Hijo y en el Hijo (1 (1 P. 1:18-20; 2 Co. 5:18-21).
Salvaci ón y condenaci ón (3:18). 5.1.
El modo de salvaci ón. 5.1.1.
“ El que en É l cree, no es condenado ” P+QJTUFVW QJTUFVWXOFJK XOFJKBVK BVKUP7OPVK OPVKLSJW LSJWOFUBJ OFUBJ
Samuel Pérez Millos
JESÚS DE NAZARET: ENSE ÑANZAS.
5.1.2.
En razón de la obra de sustituci ón, el creyente queda libre de toda pena por el pecado.
5.1. 5.1.3. 3.
La fe es es el el inst instru rume ment nto o para para rec recib ibir ir los los ben benef efic icio ioss de la obr obraa salv salví fica fica de Cristo.
5.1 5.1.4. .4.
Dio Dios es el que que jus justifi tificca, en raz raz ón de esa obra (Ro. 4:21).
5.1. 5.1.5. 5.
Si Dio Dioss just justif ific icaa es es impo imposi sibl blee que que sea sea cond conden enad ado o qui quien en ha sid sido o justificado por Él (Ro. 8:33, 34). Ninguna condenaci ón hay para quien ha cre í do do y está en Cristo (Ro. 8:1).
5.1.6.
5.1.7.
5.2.
486
El único requisito para la salvaci ón es la fe en el Salvador (Hch. 16:31). (1)
El arre arrepe penti ntimie miento nto es el result resultad ado o de de la la acc acciión de la fe salv í fica. fica.
(2) (2)
Sin Sin el arr arrep epen enti timi mien ento to no no hay hay salv salvac aciión, pero es el resultado del ejercicio de la fe.
La cau causa de la cond ondena enaci ón. 5.2.1.
“Pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha cre í do do en el nombre del unigé nito nito Hijo de Dios” P+EF7 EF7NI7 NI7QJTUFVW QJTUFVWXOI< XOI
5.2.2.
El incrédulo ya “ha sido condenado ”, es decir, no sale de la situaci ón de condenaci ón en que se encuentra todo hombre a causa del pecado (Sal. 51:5; Ef. 2:3).
5.2.3.
El que cree “no es condenado ”, esto es, sale de la situaci ón de condenaci ón en el momento de creer y es justificado (Ro. 5:1).
5.2.4.
La razón de la condenaci ón es la incredulidad. (1)
Samuel Pérez Millos
“Cuan grande es el pecado de los incr é dulos: dulos: Se niegan a creer
JESÚS DE NAZARET: ENSE ÑANZAS.
487
en el nombre del unig é nito nito Hijo de Dios, quien, por ser infinitamente verdadero, merece ser cre í do; do; y, por ser 6 infinitamente bueno, es digno de ser recibido ” .
6.
Una situación de condenaci ón (3:19). 6.1. .1.
La cau causa de la cond ondena enación. “Y esta es la condenaci ón: que la luz vino al mundo, y los hombres 6.1.1. amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas ”
BV\UIEFW UIEFWFK FKTUJOI+ TUJOI+LSJW LSJWTJP\ TJP\UJUP7 UJUP7GXA GXA AFK FKMIW MIWMVRFOFJK MVRFOFJK UP7 UP7OLPW OLPWTNPO TNPO LBJ7IK IKHBW HBWQITBOPJ+ QITBOPJ+B< B UPI>UP7 UP7GXA A ? I?OHB7 OHB7SBVK SBVKUXA UXA AOQPW OQPWISB7 ISB7UB7 UB7F
El juic juicio io just justo o de de Dios Dios sobr sobree los los que que se se pie pierd rden en est est á basado en el rechazo que ellos hacen de Dios mismo y de Su obra.
6.1.3.
Dios enví o a su Hijo, que es la luz l uz del mundo (8:12).
6.1.4.
La lu luz de de Di Dios hi hizo su su ap aparic rici ón en el mundo de tinieblas, brillando y alumbrando a todo hombre (1:9; 1 Jn. 1:5).
6.1.5. 6.1.5.
Los Los homb hombre ress se se rev revel elar aron on con contra tra la luz luz imp impidi idien endo do el pas paso o a la la jus justic ticia ia de Dios (1:5; Ro. 1:18).
6.1.6.
Los hombres tení an an más amor por su corrupción que por Dios.
6.1.7.
De una forma gráfica quisieron apagar la luz de Dios para que no iluminara las tinieblas.
6
Samuel Pérez Millos
JESÚS DE NAZARET: ENSE ÑANZAS.
6.1.8.
La razón: “ porque sus obras eran malas malas ”. (1)
6.1.9. 7.
488
La lu luz de de Dios hací a visible la miseria de su situaci ón.
No es tanto una situaci ón de ignorancia, sino de abierta rebeld í a. a.
La causa del aborrecimiento de la luz (3:20). 7.1.
Una condici ón espiritual mala. 7.1.1.
“Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas ” QBA AHB7 HB7SP+ SP+GBVA GBVA AMBQSBW MBQSBWTTXONJTFJA TTXONJTFJA AUP7 UP7GXA GXA ALBJ7 LBJ7PVK PVKL F
7.1. 7.1.2. 2.
No se tra trata de una mald maldaad espo spor ádica, sino de la pr áctica del mal en forma habitual.
7.1.3.
Quien vive en la práctica del pecado aborrece la luz, porque pone de manifiesto sus malas acciones.
7.1.4. 7.1.4.
Por Por eso eso el el que que anda anda en luz, luz, esto esto es, es, el crey creyente, ente, no debe debe parti particip cipar ar en en las las obras infructuosas de las tinieblas (Ef. 5:11). (1) (1)
7.1. 7.1.5. 5.
7.1.6.
El peca pecado dorr que que no quie quiere re deja dejarr sus sus mala malass obr obras as,, “no viene a la luz ”, literalmente dice: “no viene hacia la luz ”. (1)
El peca pecador dor que quiere quiere vivir vivir en el el pecado pecado,, se aleja aleja de Cristo, Cristo, que es la luz del mundo.
(2)
Esto Esto ha sido sido la cons constan tante te del del pecado pecadorr rebeld rebeldee (Job. (Job. 24:13 24:13,, 17). 17).
sus obras no sean sean reprendidas reprendidas ”. La ca causa es es na natural: “ para que sus
(1) Samuel Pérez Millos
Incluye es esto tam también a las conversaciones sobre estos pecados (Ef. 5:12).
Se esco esconde nden n de de la luz para para que que sus obras obras no no quede queden n al
JESÚS DE NAZARET: ENSE ÑANZAS.
489
descubierto. 8.
El camino luminoso del creyente creyente (3:21). 8.1.
El modo de vida. 8.1.1.
“ Mas el el que practica practica la la verdad verdad viene viene a la luz, luz, para para que que sea manifiesto manifiesto que sus obras son hechas en Dios ” P+EF7 EF7QPJXA QPJXA AOUI7 OUI7OBK OBKMIW MIWRFJBOF< RFJBOF
8.1. 8.1.2. 2.
El fa faris riseo es estab taba ac acostu ostumb mbra rad do a “hacer obras”, Cristo le ense ña a practicar la verdad.
8.1.3. 8.1.3.
Obrar Obrar la verd verdad ad es ajusta ajustarr la vida vida a la verda verdad d de de Dios Dios,, most mostrad radaa en en su su Palabra.
8.1.4.
Vivir la verdad es sinónimo de vivir a Cristo (Fil. 1:21). (1)
8.1. 8.1.5. 5.
Él es la verdad (Jn. 14:6).
Las Las obr obras as hech hechas as en la ver verda dad d son son obra obrass hec hecha hass en en Dio Dios. s. (1) (1)
Prim Primeero con la apro probaci ación de Dios.
(2) (2)
Segu Segund ndo o en en con conso sona nanc ncia ia con con Dio Dios. s.
8.1.6. 8.1.6.
Para Para el el cris cristia tiano no son son las las obras obras prepar preparada adass como como modo modo de de vida vida desde desde antes de la creaci ón del mundo (Ef. 2:10).
8.1. 8.1.7. 7.
Las obra obrass he hechas has en en Dio Dios, s, impl implic icaa ta tambi mbi én hechas en el poder de Dios (1 Co. 15:10).
APLICACIÓN PERSONAL
1.
El nuevo nacimiento es la condición indispensable para entrar en el reino.
Samuel Pérez Millos
JESÚS DE NAZARET: ENSE ÑANZAS.
490
1.1.
No sólo en el reino mesi ánico milenial, sino en el reino de los cielos en el tiempo presente (Col. 1:13).
1.2. 1.2.
El nuev nuevo o nac nacim imie ient nto o es es una una oper operac acii ón de la gracia hecha por el poder de Dios.
1.3.
La im implantación de Cristo en el creyente por el nuevo nacimiento debe producir el resultado de “vivir a Cristo” (Fil. 1:21).
1.4. 1.4.
El modo modo de de manife manifesta starr la reali realidad dad del del nuevo nuevo naci nacimie miento nto es es median mediante te obras obras que que correspondan a esa condici ón.
1.5. 1.5.
Hay Hay dos dos tie tiemp mpos os en en la exp exper erie ienc ncia ia del del cri crist stia iano no..
1.6. 1.7. 1.7.
1.5. 1.5.1. 1.
El pas pasad ado o con con la la form formaa de vida vida que que cor corre resp spon onde de al al no reg regen ener erad ado, o, expresada en obras malas o de la carne (G á. 5:19-21).
1.5. 1.5.2. 2.
El pre prese sent ntee cuy cuya form formaa cor corre resp spon onde de a la vida vida nuev nuevaa (Ef. (Ef. 2:5 2:5). ).
La vida nueva nueva se se manifie manifiesta sta en obras obras buena buenas, s, esto esto es, es, en una una vida vida santa santa lejos lejos del pecado, conducida y controlada por el Esp í ritu ritu Santo. Una Una sol solem emne ne adve advert rten enci ciaa (1 (1 Jn. Jn. 3:53:5-10 10). ).
Samuel Pérez Millos
JESÚS DE NAZARET: ENSE ÑANZAS. PREGUNTAS DE REPASO PARA EL ESTUDIO 13
1.
¿Qué caracter í sticas sticas personales se destacan de Nicodemo?
2.
¿Cómo reconocí a Nicodemo a Jes ús?
3.
¿Por qué vino a Jes ús de noche?
4.
¿Cuál era la evidencia que tení a para saber que Jes ús habí a venido de Dios?
5.
¿Cuál era la primera pregunta que habí a en el pensamiento de Nicodemo?
6.
¿En qué consistió la primera respuesta de Jes ús?
7.
¿Cuál fue la interpretación que dio Nicodemo a esas palabras?
8.
¿Qué hay que alcanzar para “ver ” y “entrar ” en el reino?
9.
Explica el ejemplo del viento, en relaci ón con el Esp í ritu ritu y el nuevo nacimiento.
10. Da un detalle doctrinal sobre lo que es el nuevo nacimiento. 11.
¿Cuáles son las principales bendiciones del nuevo nacimiento?
12.
¿Qué comprenden las “cosas terrenales ” y cuales son “las celestiales” (v. 12)?
13. Explica el v. 13. 14. Desarrolla el tipo y el cumplimiento en relación con la serpiente de bronce. 15.
¿En qué consiste la mayor evidencia de la realidad del amor de Dios?
16.
¿Por qué se condena el hombre?
17.
¿Cuál es la razón del aborrecimiento de la luz por los que practican el pecado?
18.
¿Qué hace aquel que practica la verdad?
19.
¿Qué cosa es practicar la verdad?
Samuel Pérez Millos
491
JESÚS DE NAZARET: ENSE ÑANZAS.
492
Excursus 1 LOS FARISEOS 7
î sh (transcripción griega del arameo «p'r î shã»: «separado »). Uno de los tres partidos jud í os os que menciona Josefo, siendo los otros dos los saduceos y los esenios. Los fariseos eran los m ás rigurosos (Hch. 26:5). Con toda certeza, la secta de los fariseos apareci ó antes de la guerra de los Macabeos, como reacci ón contra la inclinaci ón de ciertos judí os os hacia las costumbres griegas. Los jud í os os fieles vieron horrorizados la creciente influencia del helenismo, y se aferraron con mayor fuerza a la ley mosaica. Al desatar la persecución contra ellos, Antí oco oco Epifanes (175-163 a.C.) dio lugar a que se organizaran como partido de resistencia. Este rey de Siria orden ó la muerte de todos aquellos israelitas que no quisieran abandonar el juda í smo smo ni ajustarse al helenismo. Intent ó destruir todos los ejemplares de las Sagradas Escrituras, orden ó la muerte de todos los que estuvieran en posesi ón de un libro del Pacto o que observaran la Ley (1 Mac. 1:56, 57). Los asideos, o hassidim (judí os os piadosos e influyentes), y todos los que observaban la Ley (1 Mac. 2:42; cp. 1:62, 63), participaron en la revuelta de los Macabeos como grupo particular. Aunque no llevaban el nombre de fariseos, fueron ellos, con toda probabilidad, los precursores. Cuando la guerra perdió su carácter de lucha por la libertad religiosa y empez ó a perseguir objetivos polí ticos, ticos, los hassidim se desinteresaron. desinteresaron. Desaparecieron de la escena durante el periodo en que Simón y Jonat án encabezaron la naci ón judí a (160-135 a.C.). El término «fariseos» aparece en la época de Juan Hircano (135-105 a.C.). Él mismo era fariseo, pero abandon ó su partido, uniéndose a los saduceos (Ant. 13:10, 5-6). Su hijo y sucesor, Alejandro Janneo, intent ó exterminar a los fariseos. Su esposa Alejandra, que le sucedi ó en el año 78 a.C., reconoci ó que la fuerza no pod í a hacer nada contra la fe; entonces favoreció a los fariseos (Ant. 13:15, 5; 16:1). Desde entonces, dominaron la vida religiosa de los judí os. os. Los fariseos defend í an an la doctrina de la predestinaci ón, que estimaban compatible con el libre albedrí o. o. Creí an an en la inmortalidad del alma, en la resurrecci ón corporal, en la existencia de los espí ritus, ritus, en las recompensas y en los castigos en el mundo de ultratumba. Pensaban que las almas de los malvados quedaban apresadas debajo de la tierra, en tanto que las de los justos revivirí an an en cuerpos nuevos (Hch. 23:8; Ant 18:1, 3; Guerras 2:8, 14). Estas doctrinas 7
Samuel Pérez Millos
JESÚS DE NAZARET: ENSE ÑANZAS.
493
distinguí an an a los fariseos de los saduceos, pero no constitu í an an en absoluto la esencia de su sistema. Centraban la religi ón en la observancia de la Ley, ense ñando que Dios solamente otorga su gracia a aquellos que se ajustan a sus preceptos. De esta manera, la piedad se hizo formalista, dándose menos importancia a la actitud del coraz ón que al acto exterior. La interpretaci ón de la Ley y su aplicaci ón a todos los detalles de la vida cotidiana tomaron una gran importancia. Los comentarios de los doctores jud í os os acabaron formando un verdadero c ódigo autorizado. Josefo, él mismo un fariseo, dijo que los escribas no se contentaban con interpretar la Ley con m ás sutilidad que las otras sectas sino que adem ás imponí an an sobre el pueblo una masa de preceptos recogidos de la tradici ón, y que no figuraban en la Ley de Mois és (Ant. 13:10, 6). Jesús declara que estas interpretacione i nterpretacioness rab í nicas nicas tradicionales no tienen ninguna fuerza (Mt. 15:2-6) Los primeros fariseos expuestos a la persecuci ón se distinguí an an por su integridad y valor, eran la élite de la naci ón. El nivel moral y espiritual de sus sucesores descendi descendi ó. Los puntos débiles de su sistema se hicieron hegem ónicos y les atrajeron duras criticas. Juan el Bautista llamó a los fariseos y a los saduceos «raza de ví boras boras». Jesús denunció su orgullo, hipocresí a y su negligencia de los elementos esenciales de la ley, en tanto que daban la mayor importancia a puntos subordinados (Mt. 5:20; 16:6, 11, 12; 23:1-39). En la época de Cristo los fariseos formaban una astuta camarilla (Ant. 17:2, 4) que tram ó una conspiraci ón contra Él (Mr. 3:6; Jn. 11:47-57). Sin embargo, siempre hubo entre ellos hombres sinceros, como Nicodemo (Jn. 7:46-51). Antes de su conversi ón, Pablo fue fariseo. Hizo uso de ello en sus discusiones con los jud í os os (Hch. 23:6; 26:5-7; Fil. 3:5). Gamaliel, que habí a sido su maestro, era tambi én fariseo (Hch. 5:34).
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