Yo informo, tú opinas, ellos se forman, todos comunicamos Grupo de Investigación Comunicación Cultura y Tecnología
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Vanessa Plata Peñafort / Alexander Torres Sanmiguel / Sandra M. Meléndez Labrador / Martha Janneth Caro Guerrero / Leonardo Andrés Ballesteros P / Óscar Julián Cuesta M / Guillermo Cárdenas Pinto. Yo informo, tú opinas, ellos se forman, todos comunicamos
Bogotá Fundación Universitaria Los Libertadores, Centro de Producción Editorial, 2011. 136p.; 16 x 23 cms. ISBN 978-958-9146-19-4
Primera Edición: Noviembre de 2011 © Fundación Universitaria Los Libertadores Bogotá D. C., Colombia 16 No. 63A - 68 / Tel. 254 47 50 www.ulibertadores.edu.co
Compiladores
Hernán Linares Ángel Presidente del Claustro
Carlos Alberto Correa Gregory Rector (e )
Isabel Cristina Rincón VicerrectoraAcadémica
Mario Eduardo Zambrano Vicerrector Administrativo (e)
Fabián Patiño Barragán Vicerrector Educación Virtual y a Distancia
Fernando Marroquín Decano de la Facultad de Ciencias de la Comunicación (e)
Gisela Daza Navarrete Directora Dirección de Investigación
Martha Lucía Castaño Torres Directora del Programa de Comunicación Social – Periodismo
Óscar Julián Cuesta M. Guillermo Cárdenas P. Autores
Vanessa Plata Peñafort Alexander Torres Sanmiguel Sandra M. Meléndez Labrador Martha Janneth Caro Guerrero Leonardo Andrés Ballesteros P . Óscar Julián Cuesta M. Guillermo Cárdenas Pinto Ilustradores
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Humberto Rojas Casas Nubia Roncancio Olmos Javier Barbosa Vera Salome Cardenas Londoño Correctora de Estilo
Patria Ilse Ricardo Calzadilla Director Producción Editorial
Pedro Bellón Amado
Jesús Hernando García
Diseño y Diagramación Diagramación
CoordinadorAcadémico
Flor De Lis Beltrán
Grupo de Investigación Comunicación Cultura y Tecnología Facultad de Ciencias de la Comunicación Programa de Comunicación Social-Periodismo
Impresión Corcas Editores 2011 Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser reproducida ni en su todo ni en su parte, registrada en o transmitida por un sistema de recuperación de información, en ningún medio sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico, por fotocopia o cualquier otro, sin el permiso previo por escrito de la Fundación Universitaria Los Liberatdores. Los autores son responsables de las gráfcas, los conceptos, comentarios y opiniones emitidos en el presente libro.
Compiladores Óscar Julián Cuesta M. Guillermo Cárdenas P.
Prólogo Hoy los medios nos ofrecen la sensación de ser testigos de los hechos, de estar presente en el momento que ocurre la historia. Esa pseudo-percepción, que puede pasar como un logro de la tecnología, es proporcionalmente nociva para los procesos gnoseológicos de los ciudadanos y, consecuentemente, para los procesos intersubjetivos y de práctica democrática. La nocividad gnoseológica se puede ver en la disminución de procesos analíticos, de comparación e interrogación, pues el televidente, al ser supuestamente testigo, sofoca las inquietudes y asume que es conocedor del hecho. A esto se suma que no hay tiempo para pensar en lo percibido, pues el ujo de información es permanente y desborda su atención, de allí que hoy se satisfaga la nec esidad de actualidad con solo leer los titulares, fenómeno cada vez más común por los dispositivos portátiles, como los smartphone o las tabletas digitales. De hecho, en los periódicos virtuales se ve cada vez más la desfragmentación del lead, otrora párrafo más importante de la noticia, hoy difuminado en un par de líneas porque el lector no tiene tiempo de leer. Un ciudadano que está informado supercialmente, que tiene ideas de lo que pasa en varias partes pero no sabe a ciencia cierta el contexto, las causas y variables del hecho, es una persona sin criterios para formular juicios, tomar posición y decidir en su interacción intersubjetiva y democrática. Así pues, ese pseudo-conocimiento que estimulan los medios es perjudicial para la toma decisiones en los micro-espacios sociales y macroespacios democráticos. Siguiendo estas reexiones, el Grupo de Investigación Comunicación, Cultura y Tecnología, de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Fundación Universitaria Los Libertadores, convocó a docentes-investigadores de otros grupos e instituciones, con e l propósito de conceptualizar y deliberar acerca de los medios, la comunicación y la formación de opinión pública. Cada autor, desde sus criterios de análisis y abordajes teóricos, reexionó sobre esta línea. Su producción intelectual se materializa en el presente libro, que nace como un espacio dialógico y abierto de la vida académica de Los Libertadores.
Contenido Prólogo ..................................................................................................
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Introducción ......................................................................................... 9 Consideraciones Acerca de la Prensa, el Periodismo, la Democracia y la Opinión. Óscar Julián Cuesta M. ............................. 15 Medios y Opinión Pública en el Juego del Decir, No Decir y Criminalizar. Guillermo Cárdenas Pinto ............................... 31 Opinión Pública de lo Propio y la Experiencia de Diseminar lo Común. Leonardo Andrés Ballesteros P. ............................. 49 Cuerpo, Discriminación y Capitalismo: La Cirugía Estética y el Moldeamiento de la Subjetividad. Vanessa Plata Peñafort y Alexander Torres Sanmiguel ........................................ 65 Universidad Colombiana, Base para la Consolidación de Ciudadanía. Martha Janneth Caro Guerrero ........................................ 87 Públicos, Organizaciones y Comunicación Estratégica. Sandra M. Meléndez Labrador ...................................................................... 105 Apuntes Sobre el Papel del Comunicador, la Comunicación Alternativa y la Cultura. Óscar Julián Cuesta M. ..125 Sobre los Autores ............................................................................. 135
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Introducción Las tensiones de las relaciones sociales por el control del poder son expuestos en los relatos mediáticos de la información cotidiana. Estas narraciones tienen lugares y propósitos diferentes, puesto que tienen nalidades denidas por prácticas culturales, pujas ideológicas, juegos económicos y acciones políticas. Así, la información de un medio comunitario no tiene el mismo relato de un medio privado y masivo, pues su nalidad comunicativa expone in quietudes particulares de su coyuntura, de su lectura de la realidad desde la comunidad en la que circula el mensaje. Desde esa perspectiva, la comunicación está ineludiblemente vinculada a la cosmovisión, a los parámetros culturales que establecen referentes para acercarse, colocarse y leer la realidad. Precisamente, este es el propósito del presente libro: aportar a las discusiones y reexiones sobre la comunicación desde la cultura en el marco del intercambio informativo mediado por las tecnologías. Los capítulos que componen la presente recopilación son resultado de autores que atendieron la invitación del Grupo Comunicación, Cultura y Tecnología de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Fundación Universitaria Los Libertadores. Ellos, desde sus propias líneas de investigación y sus inquietudes intelectuales, hacen un aporte al debate comunicación-cultura-tecnología teniendo como referente la formación pública o, si se quiere, de públicos. Los primeros capítulos exponen esa inquietud de manera explícita. El primero, se acerca a debatir sobre un tema constantemente reexionado mas no agotado: la interacción entre la prensa, el periodismo, la democracia y la opinión pública. El segundo, se acerca a pensar los medios y la generación de opinión desde los juegos del decir y el no decir que, deliberadamente, pueden victimizar o criminalizar desde un mismo hecho noticioso según se construya el titular.
Introducción
El tercer capítulo, hace un recorrido teórico por la opinión pública y centra su atención en las formas cotidianas, sociales, políticas que la constituyen como una preocupación contemporánea para el acceso a los recursos, a las agendas, espacios públicos y a la lucha por el signicado común para apropiar la realidad. Por su parte, el capítulo cuarto procura comprender el auge de la cirugía estética como fenómeno que se relaciona con la constitución de la subjetividad, procurando recuperar la corporalidad como expresión comunicativa de la cultura; esto permite observar cómo el cuerpo del su jeto es discriminado o modicado según las dinámicas del capitalismo contemporáneo. El quinto capítulo sale de la reexión mediática para acercarse a una di mensión intensa de la relación comunicación-educación-cultura: la formación de ciudadanía desde las prácticas en instituciones, para ello, centra su atención en la compresión de la Universidad como institución fundamental para la construcción de las subjetividades emergentes en Colombia y su incidencia en la conformación de ciudadanía. Los abordajes y reexiones teóricas de la comunicación organizacional están presentes en el sexto capítulo, pues hace una aproximación a la comunicación en las organizaciones para comprender la acción e interacción de los medios, públicos y la opinión en este campo, con el propósito de identicar y reconocer el papel de los públicos/audiencias en la imagen y supervivencia de las instituciones (corporaciones, entidades, organizaciones, etc.) El capítulo nal realiza unas consideraciones sobre el papel del comunicador social en las tensiones culturales propias del mundo contemporáneo; además, pretende poner a discusión unos posible s roles del comunicador en el campo social, especialmente, del papel que debe tener el profesional de la comunicación y el periodismo en la formulación y construcción de soluciones alternativas, lejanas a las matrices homogeneizantes del capitalismo global. El Grupo Comunicación, Cultura y Tecnología agradece la participa ción de los autores y permanece atento a seguir abriendo espacios donde se expongan y discutan las inquietudes y reexión de la comunicación como dinámica cultural en el marco de las mediaciones tecnológicas.
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Consideraciones acerca de la prensa, el periodismo, la democracia y la opinión Óscar Julián Cuesta M.
A continuación vamos a poner a discusión el papel de la prensa y, por extensión, de los medios impresos. Para ello, vamos a observar, en primer lugar, algunas características del medio y las cualidades que le revisten de cierto poder especial en la democracia moderna. Consecuentemente, en un segundo momento, vamos a observar cómo el papel del comunicador social-periodista tiene importante relevancia en las dinámicas democráticas de las sociedades contemporáneas, extendiendo la reexión a cómo la información de la prensa permite la toma de decisiones políticas y la construcción de opinión pública. Sobre la presa y sus características
El medio impreso está ligado a la necesidad del hombre de comunicarse y al menester existencial de perpetuarse en la historia, inclusive, se puede armar que los medios impresos son resultado de la veleidad intrínseca de la vanidad humana. Aparte de este deseo innato del individuo, “el papel prensado con letras” es consecuencia de las interacciones de la sociedad, es decir, de las relaciones humanas, que crean, dan identidad, conciben la libertad, que alimentan o dicultad la vida en común y la convivencia. Para entender el fenómeno de la prensa es necesario tener presente la transición del verbo hablado al verbo escrito. Miremos, entonces, el
Consideraciones Acerca de la Prensa, el Periodismo, la Democracia y la Opinión
lenguaje como la facultad que posee el hombre para apropiarse de la realidad, convertirla en pensamiento y poderla transmitir y ponerla en común con sus semejantes. El lenguaje es fundamental en las c onceptualizaciones aristotélicas y platónicas del hombre como ser social por naturaleza, en pocas palabras, la posibilidad de comunicación es la base de las sociedades. Tanto así que las sociedades c ontemporáneas deben su situación a la acumulación de conocimiento posibilitado por la escritura, es decir, a la evolución de simbolizar los fonemas, al paso histórico de representar el sonido.
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el aforismo: “La función de la prensa es informar, pero su papel es hacer dinero” (Citado por Sohr, 1998, p. 112). Otra circunstancia que posibilitó la diaria impresión de periódicos fue la invención del telégrafo en 1840. La información rompe las barreras de las limitaciones territoriales y cronométricas. Sin embargo, comienza en esta época la competencia por la rapidez y la gran cantidad de información y no por el producto escrito y diagramado con mucha dedicación. “El conocimiento es poder”, sentenció el lósofo Auguste Comte. Desde que el hombre logró acumular conocimientos gracias a la escritura, conserva el poder. La posesión de información es una gran riqueza, no solo intelectual y material sino política. Esto quedó ilustrado en el revelador incidente en 1815: Napoleón volvía desde su exilio en la isla de Elba y en el transcurso de su viaje hacia París el diario Le Moniteur encabezó sus diferentes publicaciones con los siguientes titulares:
El desarrollo de la prensa está ligado a hechos signicativos, como la articulación del lenguaje escrito y a la suma o acumulación de avances o invenciones. Los procesos históricos que generaron el medio se remontan a la prehistoria, cuando se hacen las primeras representaciones grácas que se conocen hoy; éstas se encuentran en las cuevas de Altamira, España. En la antigüedad se destaca la creación del papiro en Egipto. En la Antigüedad Clásica, los romanos exponían en lugares públicos el “Acta diurna”, donde se registraban acontecimientos de la vida en la c iudad. La Edad Media revoluciona y propaga la cultura con la construcción de la imprenta moderna, ingeniada por el alemán Gutemberg 1; es importante recordar que este novedoso procedimiento de jación de tinta en papel dio pie a las proclamas intelectuales de la Revolución Francesa. El último gran escalón de la prensa actual se cruzó en la Revolución Industrial, cuando se nalizó la rotativa, que permitió el aumento de la producción de periódicos.
“El monstruo escapó de su lugar de destierro”; “El tigre se ha mostrado en Gap. Tropas avanzan para detener su marcha. Concluirá su misera ble aventura como un delincuente en las montañas”; “El tirano está en Lyos. Todos están aterrorizados por su aparición”; “El usurpador ha osado aproximarse hasta 60 horas de marcha de la capital”; “Napoleón llegará mañana a las murallas de París”; “El emperador Napoleón se halla en Fontainebleau”; “Ayer por la tarde su majestad el emperador hizo pública su entrada a las Tullerías. Nada puede exceder e l regocijo universal”. 2
Periodismo y prensa
Prensa y poder
El periodismo es uno de los ocios más viejos del mundo: dar cuenta de lo que sucede por escrito. Esta profesión se establece cuando se logra “prensar” con regularidad o periodicidad, esto se logra cuando, la tarea de informar, es remunerada gracias a la publicidad. El pago por un espacio en la hoja proporcionó los recursos para pagar reporteros y solventar su producción, inclusive, Raúl Sohr (1998) asevera que la solvencia económica fue un gran paso para la verdadera independencia del medio y los estados, pero es la causa de la exageración en las políticas de marketing. Esta última armación queda mejor en palabras del columnista norteame ricano A. J. Liebling, quien sintetizó la relación entre noticia y lucro en
El anterior es un ejemplo de la íntima relación del poder, la política y la información, ésta última representada por la prensa. Y es que el periódico ha estado de la mano del poder económico y sus derivaciones, es decir, la política, la tecnología y la ideología. Y, si el medio no ha estado subordinado a estas jerarquías de la estructura social, ha tomado posiciones independientes y antagónicas y, contrario a lo que se pensaría, su andamiaje ha hecho temblar cimientos sólidos: el mismo Napoleón confesó que “La libertad de prensa debe estar en manos del gobierno… abandonarla a sí misma es dormirse junto a un peligro”.
1
No se le puede atribuir la invención de la imprenta como tal a Gutemberg, pues mucho antes los chinos ya habían desarrollado un mecanismo de jar escritos en papel. Decimos sí, que el invento del alemán es la imprenta moderna.
2
Napoleón escapó del exilio el 8 de marzo de 1815 y llegó a París el 22 del mismo mes. Los tulares presentados no corresponden a la totalidad de los periódicos editados en esos días.
Consideraciones Acerca de la Prensa, el Periodismo, la Democracia y la Opinión
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Tener en contra o a favor la prensa es vital. Los gobiernos han aspirado a controlar este escenario. Las relaciones entre poder político y el poder de la prensa poseen el carácter de una lucha constante en la que el primero busca dominar al segundo. Parafraseando a Sohr (1998): Es una verdad de dos caras: una muestra cómo los líderes sociales han ajustado a la prensa a lo largo de la historia; la otra cara muestra que la prensa es el campo donde se libran muchas de las batallas que atañen y se originan en el seno del propio Estado.
La ley ha estado enlada para evitar el nacimiento de la prensa. Por ejemplo, en el periodo de Luís XVI, se conseguían “gacetas” que circulaban por cafés y logias
Los medios de comunicación tienden a representar un amplio reejo de visio nes e intereses, de una forma u otra la prensa es un espejo, aunque imperfecto, de la realidad. En todo el mundo la prensa se estructura en torno del poder, sea este de orden político, económico o social; en el fondo, la prensa es parte de las estructuras de poder y, como tal, reproduce sus pugnas. De ahí las querellas para controlar el medio, disputas que trascienden a todos los estadios de la sociedad, desde la posición material (económica) hasta la regulación ideológica (libertad, por ejemplo). Las personas o instituciones que se interesan en el periódico son de gran jerarquía y, como se ha dicho, el objetivo es armonizar el impreso al gobierno de turno.3
Walter Meras, director ejecutivo de la Agencia Associated Press (AP), resumió la oposición básica entre periodismo y gobierno: “Es asunto de ellos conservar secretos, nuestro trabajo es descubrirlos”. La verdad, la prensa dista de ser imparcial, es un medio utilizado por quienes saben cómo hacerlo. Uno de los casos más notables de uso de un periódico fue el famoso escándalo de Watergate. El presidente norteamericano Richard Nixon ordenó una operación de espionaje contra el Partido Demócrata, la maniobra se descubrió y culminó con la renuncia de Nixon; los periodistas Bob Woodward y Carl Bernstein, del Washington Post, vencieron grandes barreras al igual que sus jefes, que fueron acusados de antirrepublicanos; lo cierto es que el Post es de tendencia demócrata. Los medios deben ser un canal neutro que pueda fortalecer la democracia, la tolerancia y el pluralismo, porque de lo contrario, podría contribuir al despotismo, a la intolerancia y al totali tarismo: “La prensa es un elemento clave para la jación
de la conciencia de los pueblos” (Sohr, 1998, p. 22). Una prensa independiente siempre ha supuesto un peligro, o por lo menos incomodidad. Desde la imprenta de Gutemberg ha estado custodiada por monopolios. El cardenal Wolsey, en el siglo XVI dijo: “Debemos destruir la prensa o la prensa nos destruirá a nosotros”.
3
Gobierno de turno no es el presidente solamente, es, como dice Ferdinand Lasalle, el grupo social que domina en un lugar y empo, este ente puede ser económico (la mayoría de las veces), religioso o de fortaleza (militar).
de intelectuales, estas contenían información tendenciosa de diversas corrientes
políticas y losócas. Fue en la Revolución Francesa cuando se lograron ciertas libertades. En el artículo XI de la Declaración de los Derechos del Hombre de 1789
se lee: “La libre comunicación del pensamiento y las opiniones es uno de los derechos más preciosos del hombre, todo ciudadano puede hablar, escribir, imprimir libremente”.
En Estados Unidos, Thomas Jefferson se unió a las proclamas de libertad y escribió: “La base de nuestro gobierno es la opinión del pueblo y el primer objetivo es mantenerlo incólume; si me pidieran que decidiera en tener un gobierno sin periódicos o periódicos sin gobierno, no dudaría ni un momento en escoger este último”. En Colombia, la libertad de prensa estuvo liderada por Antonio Nariño. Él entendía que un verdadero Estado era aquel que permitía la circulación libre de pensamiento, de tal manera que permitiera consolidar una sociedad justa e igualitaria. Su interés por los nuevos principios europeos lo llevaron a traducir y pu blicar clandestinamente los Derechos del Hombre, en su tipografía la Imprenta
Patriótica. Nariño fue perseguido, pero su interés no mermó y el 14 de julio de 1811 funda el periódico La Bagatela, no es coincidencia que este día se celebrara el aniversario de la Revolución Francesa. En América Latina la libertad de prensa ha sido frágil. La tarea realizada por los reporteros no es fácil en estos territorios, muchos han muerto por ejercer su profesión. La relación del medio con el poder hace que sea un trabajo riesgoso: el 3 de mayo de 2000 el diario argentino Clarín tituló: “1999 fue nefasto para la prensa en el mundo”. El reportaje daba cifras de periodistas muertos, secuestrados, encarcelados e intimidados. Once años después, la organización Reporteros sin Fronteras informa las siguientes cifras en el año 2010: 57 51 535 1374 504 127 152 52 62
Periodistas asesinados Periodistas secuestrados Periodistas arrestados Agredidos o amenazados Medios de comunicación censurados Periodistas huyeron de su país Blogueros y ciberciudadanos arrestados Agredidos Países afectados por la censura en Internet
Consideraciones Acerca de la Prensa, el Periodismo, la Democracia y la Opinión
Cualidades del periodista
Y es que la tarea de “hacer la prensa” está revestida de poder y, en consecuencia, mucha responsabilidad. El periodista tiene la capacidad de signicar la realidad, ya que el medio posibilita a los individuos el cono cimiento del mundo al que no pueden acceder de manera directa 4: la información permite a los individuos conocerse y conocer su entorno, para organizar su vida en el ámbito privado y participar en la vida pública; la prensa, en ese orden, se c onstituye en el lugar de vericación de los mensajes recibidos (Martini, 2000). El diccionario de la Real Academia Española dene periodista como “la persona que tiene por ocio escribir en los periódicos”, esta conceptualización no especica la densidad de la tarea, el periodista no solo “escribe”, él busca y construye la información con una particularidad estética, generando sensibilidad y sensaciones. Posee una función creativa, ya que genera reexión en el lector, es decir, que la prensa es fuente y base de la opinión individual que, como pertenece a un sujeto social, hace parte de la “opinión pública”. Por otra parte, cada periódico tiene una pedagogía: todos los medios impresos son diferentes en la articulación de sus identidades discursivas, cada uno educa y consolida valores, símbolos, tradiciones en una forma peculiar. Por último, la prensa se diferencia de la radio y la televisión porque tiene una facultad especial: la profundización y el nivel analítico. Estas son cualidades que envuelve, como se ha dicho repetitivamente, de poder y responsabilidad a la labor periodística. Las potestades de la prensa en el contexto actual deben corregir el mal uso de los otros medios: “… le tocaría a la prensa, el periodismo escrito, explicar y profundizar. La prensa no puede limitarse a repetir en pala bras el escándalo gráco de la televisión”, redactó en uno de sus artículos Héctor Abad Faciolince (2001). Y es que al parecer las facultades poderosas5 de la prensa están mal enfocadas. Así lo asevera María Elvira Bonilla (2001) cuando planteó que en las salas de redacción es donde se denen las prioridades sobre lo que se informa y no se informa, con un resultado, hasta el momento, bastante precario: de confusión, de manipulación, de desorientación. 4 5
Es importante entender que el hombre necesita de informació n y, por ende, la prensa genera un consumo seguro. El poder de la prensa no sólo está relacionado con la políca y la economía, como se plantea, el periódico es el puente que vincula al individuo y la realidad, de allí su capacidad semánca, estéca, creava y pedagógica.
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La focalización en las lógicas del marketing ha generado otra traba para la libertad de prensa, por vender anuncios s e ha reducido la extensión de la información. La prensa es una es tructura de poder, pero está bajo potestad de poderes más íntimos e insondables. Por el momento, la consigna de los diversos dueños, emporios y competidores es consolidarse en el mercado con grandes ventajas, su meta hoy no es informar sino vender, ellos siguen ciegamente las lógicas del mundo frívolo y materialista del sistema mundo occidental. Recopilando hasta aquí, debemos decir que la información es poder, por ende, la prensa es poder y la historia ha sido el testigo de las dis puestas por su dominio. Todo se resume en esta sentencia de Napoleón: “Tres diarios adversos son más temibles que mil bayonetas… no aceptaré que los diarios digan ni hagan nada contra mis intereses”. Lástima que el arma al que temía Bonaparte no esté cumpliendo sus funciones estéticas ni pedagógicas, sino que sea maquinaria para difundir realidades que difuminan la conciencia, acallan las alternativas al modelo imperante y sólo genera riquezas. La prensa debe cumplir su divina tarea social de informar, educar y entretener, tal vez sea una quimera pero, la verdad, no se puede seguir desaprovechando el valioso poder de la prensa. La tarea del periodismo y la construcción de realidades
Como hemos visto, la palabra escrita está determinada por la realidad, es decir, el texto se limita a un contexto. Todas las producciones periodísticas responden al entorno físico o a la situación -política, cultural, histórica, económica, etc.- en que se desarrolla la información. La tarea de la prensa no se limita a plasmar oraciones en un papel, sino que tiene su campo de acción en la realidad, en denir el entorno donde se mueven todos sus lectores. La naturaleza del periodismo es la investigación, la cual puede ser cualitativa o cuantitativa. Estos dos tipos de indignación son dos modos de ver la realidad. El primero, se centra en las cualidades, es decir, en las cosas particulares de los objetos o fenómenos. El segundo, limita los hechos a lo medible, uniformando a las personas y a las comunidades. Estas tipologías de búsqueda se enmarcan en dos grandes métodos: inductivo y deductivo. Este último generaliza, y su gran ejemplo es la globalización, donde todos los entes particulares son uniformados.
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El otro, antagónico al nombrado, enfatiza sus esfuerzos en lo singular. Los modelos deductivos de la comunicación han generado la sociedad masicada, los inductivos han generado la comunicación alternativa, que busca potenciar las cualidades únicas que posee cada hombre, comunidad o etnia. Los métodos son usados por los periodistas para leer la realidad. Su tarea es limitar la realidad y darla a conocer. Por ende, es un mediador entre el sujeto (lector) y la realidad (entorno). No todas las personas pueden observar los hechos directamente, necesitan de un medio para saciar su inquietud de saber. Recordemos que el hombre requiere determinar el espacio y tiempo donde vive, porque así puede tomar sus decisiones; hoy, para reconocer el entorno se debe prender un televisor, oír un radio, leer un periódico o consultar la red. No es locura armar que la prensa tiene una función creadora de la realidad. Pero, ¿cómo se da este proceso? Para ello debemos entender los siguientes elementos (Dader, 1983): • Realidad (Realidad primaria: un hecho o un suceso ocurrido; o realidad secundaria: una opinión, una armación) • El medio de hacer llegar esa realidad (primaria o secundaria) a todos aquellos que necesitan saber los términos de esa realidad. • Representación humana particular de aquella realidad, adquirida por la experiencia directa o a partir de la denición de un intermediario. • Respuesta humana a la realidad, como consecuencia de la representación adquirida y tras intervenir los sentimientos. El fenómeno es el siguiente: una persona lee lo manifestado en un periódico, adquiriendo así la idea de lo que pasa, al tiempo que toma postura sobre lo que conoce; lo que deriva en una decisión. La importancia de los medios de comunicación es ilimitada. Hoy, en un mundo regido por la información, mucho depende de lo emitido por estos. Por ejemplo, la realidad determinada por los medios es la asumida por el sujeto-receptor; lo que no sea nombrado en la televisión, radio, prensa, no existe. La mediación entre la realidad y el conocimiento particular que hace el periodismo determina el actuar de las personas, es decir, su lectura
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del mundo se construye a partir de las noticias, entrevistas, reportajes que lea, vea, escuche. Lastimosamente, las políticas capitalistas de los medios han degradado el papel conspicuo del periodista. Hoy se pretende que el receptor ingrese directamente a la realidad, de allí lo que arma Ignacio Ramonet (2000), director de Le Monde Diplomatique: se nos hace creer que informarse es ver lo que ocurre, es asistir a lo que está pasando. Así, se nos da la impresión de que estamos mejor informados porque somos, supuestamente, testigos del acontecimiento. Esta concepción es engañosa. El hecho de que vea en pantalla un acontecimiento no quiere decir que yo sepa lo que está ocurriendo. ¿Cuáles son las causas? ¿Quiénes son las personas del hecho? ¿Puedo decir, con certeza, qué está pasando? ¿Cuáles son las consecuencias? El ser testigo no me permite resolver estos y otros interrogantes. El trabajo del periodista radica en satisfacer los interrogantes que plantea Ramonet. Para ello, el hacedor de noticias utiliza los métodos anteriormente mencionados, entonces, es un constructor y analista de la realidad. Por ende, su labor es menesterosa para todos. Los mecanismos tecnológicos han mermado la importancia del “mediador”, sin embargo, es pueril armar que esta profesión tiende a desaparecer, porque por más que un hombre lea y escuche todo directamente, necesita de alguien que le contextualice las circunstancias, que le explique el hecho, que le brinde elementos de análisis más allá de la mera información. La construcción de noticias
¿Cómo se hace la noticia? Todos los días ocurren hechos. Sin embargo, hay unos que son signicativos porque convocan los intereses de una comunidad. Noticia es informar sobre ese fenómeno que es de interés para un grupo de personas. Para construir la información noticiosa, el periodista esgrime sus facultades de investigador, de analista y de mediador. De los aspectos sobresalientes el reportero indaga, explorando todas las variables que afectan y expliquen el hecho; por último, los valora, por tal razón, no se publica todo. ¿Cómo se da la selección de noticias? La determinación se hace por las siguientes variables:
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•
Factores humanos: preferencias subjetivas, inuenciadas por las di-
•
Factores instrumentales y organizativos: la carencia de espacio
•
Factores circunstanciales o temporales: la hora de llegada de la in-
•
Factores psicológicos de la percepción: tendencias que llaman la
ferentes escuelas periodísticas, del proceso de formación cultural, la educación, las tendencias políticas. para satisfacer todos los sucesos; los procedimientos característicos de cada institución. formación, el cierre de la edición, etc.
atención de la audiencia y son privilegiadas: acontecimientos u opiniones que presentan una nitidez o atractivo para el público, sin que coincida su importancia con el c ontexto o la realidad actual (Dader, 1983).
Los medios han sido encaminados a emitir gran cantidad de información, dejando de lado el análisis y el estudio de las consecuencias. Sus políticas, regidas por el afán de lucro, son muestra de sus verdaderos intereses: vender y generar un receptor alienado que actúe ciegamente. La historia indica que la prensa en la Ilustración tenía un carácter neta mente político: censurar las monarquías, especialmente la francesa. El periódico fue herramienta fundamental para propiciar la revolución en 1789. Lamentablemente, el mundo quedó bajo las teorías económicas liberales de los burgueses y la empresa fue utilizada con dos propósitos: generar capital y guiar el pensamiento político de los ciudadanos. La lógica civilizatoria del sistema mundo occidental, aprovechando las facultades excelsas del medio, ha explotado su poder de denir la realidad y determinar el hecho noticioso. Opinión pública
¿Cómo los dueños de los medio -que son los mismos digitadores del Estado, o por lo menos sus amigos- guían el criterio político del pueblo? Una posible respuesta es: las empresas de comunicación generan un fenómeno sin cuyo apoyo no hay gobierno que logre mantenerse en el poder: la opinión pública. Decididamente, la opinión pública no es una cuestión de cantidad de individuos, es simplemente la popularidad de una opinión
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que inuye en el público, e n los ciudadanos, instalándose como matriz de las decisiones de este. Si se quiere analizar el sistema de gobierno liberal, es indispensable considerar el fenómeno de la opinión pública, que representa en gran medida la dinámica del sistema, donde los elegidos tratan de favorecer e incrementar su imagen. En consecuencia, los fundamentos de la democracia son los relativos a la formación, articulación, recepción y evaluación de la opinión de la gente. Los medios de información y comunicación en una sociedad democrática adquieren, por tanto, un doble carácter: son agentes de legitimación de la representatividad popular, por las nuevas adhesiones que pueden obtener para la opinión pública. Y, al mismo tiempo, constituyen un agente de difusión de los temas gubernamentales, ello repercute en la toma de postura de cualquier ciudadano ante los mismos. Sin olvidar que actúan como agentes de conexión y comparación entre el pueblo y la élite gobernante (para explorar más se puede ver una obra clásica en Latinoamérica: Cossio, 1958). Estar informado y toma de decisiones
Para participar como ciudadano, un hombre necesita formarse un juicio sobre los acontecimientos y los temas políticos, tal juicio exige información. Una persona al recibir mensajes los incorpora a su racionamiento y a través del diálogo social se forma una opinión y adopta una postura y toma una decisión. De allí, el choque endémico por dominar la prensa cada vez que hay elecciones. Lazarsfeld y otros (1968) realizaron un estudio titulado People’s Choice6, del que dedujeron, entre otras, las siguientes conclusiones: 1) La indecisión de los ciudadanos sobre quién elegir varía según su grado de acercamiento a los medios; 2) la exposición a los medios favorece a los políticos; 3) a mayor grado de consumo informativo, mayor grado de interés por las elecciones; 4) los ciudadanos más informados pueden ofrecer puntos de vista más elaborados sobre la posición de los candidatos. Es pues, evidente la incidencia de los medios masivos, en especial de la prensa, caracterizada por su profundidad analítica, en la construcción de la ciudadanía, la identidad nacional y el sujeto político. Pero, ¿sólo es la información emitida la que rige la democracia? No. Los mensajes 6
Lo que la gente escoge.
Consideraciones Acerca de la Prensa, el Periodismo, la Democracia y la Opinión
simplemente permiten la construcción de conocimiento, y éste es el escalón primario para formar un criterio. Las decisiones están persuadidas por una idea ya tratada, la opinión pública, la cual, históricamente, ha sido esbozada por la prensa, por el periodismo impreso. Este medio posee en sus páginas las ideas de sus dueños y sus ilustres columnistas, todo esto ubicado en una sección: Opinión. Los escribientes de esta parte del periódico son representativos, conocedores de diversos temas, en especial de los relacionados con el Estado. Juicios esgrimidos en el editorial y los artículos de opinión son los que movilizan la opinión de los lectores, que tal vez los comportan o los rechacen, sin embargo, siempre generan una respuesta en este 7. Es de Perogrullo armar que, lamentablemente, el poder y la facultad educadora de los medios están subordinados a los intereses de la minoría gobernante, pero es la verdad, y se debe ser consciente de ello. La bella idea de que un diario podría ser una tribuna de doctrina, pasa a la historia en todas partes, porque queda ahogada cuando la crónica deportiva y farandulera predomina en textos e ilustraciones, dando un carácter marginal a los demás temas. En consecuencia, los ciudadanos que se están informando tienen recursos superciales y manipulables, porque saben más de actores y futbolistas que del Estado y la democracia. Es obvio que la prensa disimula las noticias que pueden molestar a las clases pudientes. Sin embargo, hay esperanzas. En la República Argentina, Hipólito Irigoyen fue elegido presidente con gran apoyo popular, frente a la unanimidad con que todos los diarios del país combatieron su candidatura8. Es decir, la prensa juega un papel importantísimo en la opinión pública, pero no puede hacer y deshacer a su gusto, las razones pueden ser varias, tal vez sea cierto aquello de voz populi, voz dei. La tarea del nuevo periodismo radica en desprenderse de su imagen frívola y de herramienta dirigida por los poderes económicos que manipulan todos los entes sociales, y comprometerse con su labor social de informar y educar, alentando la formación de ciudadanos participativos y críticos, que puedan pensar, decidir y actuar conforme a los problemas de su contexto, a las dinámicas de su realidad. 7
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A decir verdad, está armación no puede ser tan contundente, es necesario preguntarse en qué medida las columnas de opinión generan opinión. Asimismo, hay que extender estos espacios de opinión a otros escenarios como los blog o los trinos de Twier, que parecen generar más resonancia en las personas, pero esto es algo que amerita más invesgación. En el úlmo año pasó algo similar en Perú: Ollanta Humala se eligió, con muy poco margen, a pesar de la campaña mediáca en su contra.
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El periodismo tiene su razón de ser en la ciudadanía. El derecho a la información estipulado en el artículo 20 de la Constitución Nacional, no sólo protege la libertad de los periodistas, sino que los obliga a cumplir su labor de hacer accesible la información a la comunidad. En pocas palabras, el derecho se basa en la prioridad que tiene la sociedad de recibir información, lo cual compromete a los profesionales de la comunicación a ser responsables y honestos. El limpio trámite de mensajes y la correcta construcción de estos, es indispensable para el desarrollo de una verdadera democracia. Ni los medios de comunicación ni quienes trabajan en ellos pueden s ustraerse de su responsabilidad en la construcción política de la sociedad. El compromiso con el fortalecimiento de la democracia es ético y cultural, e involucra activamente a toda la comunidad, en especial los referentes primarios de la realidad: Radio, Televisión, Prensa e Internet. Una buena tarea periodística consiste en poner en manos de los receptores toda la información disponible para que este se forme un concepto propio, su particular interpretación. Pero, la revolución tecnológica del siglo XX propició la invasión de mensajes y el hombre contemporáneo no puede detenerse a deliberar y formarse un juicio acerca de estos. Algunos periodistas han colaborado con esta confusión, el reto está en ayudar a construir receptores con carácter, que puedan aprovechar sus facultades democráticas en el mundo globalizado, en el que la apatía por participar políticamente está masicada. Este capítulo no pretende censurar todos los actos del comunicador, busca generar una reexión profunda de su vital tarea. Los profesionales del ramo son los que denen la realidad y dictan qué hecho es importante para la vida de una sociedad; son los que potencializan al hombre político del mundo contemporáneo, en el cual, gracias a las circunstancias contradictorias y tiránicas de la economía, se debe conocer la verdad de los hechos y tener una opinión fuerte, que genere cambio en las bases sociales, para que sea posible pensar, hablar y actuar de manera alternativa, no sólo bajo una misma lógica civilizatoria.
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Referencias
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Medios y opinión pública en el juego del decir, no decir y criminalizar Guillermo Cárdenas Pinto “Interpretar una construcción simbólica como ideológica es abrir la posibilidad a la crítica, no solamente de otras interpretaciones (…) sino de las propias”. J. B. Thompson La Historia de los medios es la historia de las relaciones de los hombres, de su forma de producir sentido a los objetos y de objetivar sus subjetividades. Desde la gama de interpretaciones que tenemos de las pinturas rupestres en las cuevas de Altamira, podemos discernir la complejidad que presenta el comunicar cualquier información. Los medios se han venido reestructurando en la medida en que la trama de signicados y signicantes agota sus posibilidades de intervención, a estas imágenes se le contrapone el lenguaje como un medio, por medio del cual los símbolos grácos suspenden la libre interpretación de las imá genes para concentrar una línea de conceptos que materializan las cosas mediante códigos estructurados para cada usuario dependiendo de la correspondencia cultural a la cual tiene acces o. Pero la palabra no es la última tecnología impuesta a la lectura de las cosas, la aparición de la escritura marca de tal forma la historia de los hombres que su mención nos hace civilizados, las cadenas de pala bras cobran sentido y hacen que palabras que se lleva el viento sean encajonadas y prontamente van a ser punto de referencia hacia múltiples interpretaciones.
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Estas tecnologías se desarrollan a lo largo de los espacios teológicos del hombre, lo que podemos decir de más de cincuenta siglos, es o existe a partir de lo que hemos leído, por lo cual aún hoy damos libre interpretación a la lógica con la cual miramos estos textos. Interpretación y sobreinterpretación se añaden como un palimpsesto que hace posible nuestra historia occidental. El libro que nos legaron los griegos, los versos claros de los romanos, son las imágenes con las cuales recreamos nuestro pasado y construimos el presente continuo, no podemos desprendernos de la historia, hechos y acontecimientos son la pasión de una civilización que como predice Heidegger: “Construye para habitar”, habitamos el edicio creado con nuestras palabras, así pretendamos ser hijos de la tardo-modernidad. La Edad Media cruza la puerta del miedo: “En la Europa de principios de los tiempos modernos, el miedo camuado o maniesto, está presente en todas partes. Así ocurre en toda civilización, mal armada técnicamente para responder a las múltiples agresiones de un entorno amenazador” (Delameau, 1989, p. 53). Enfrentando la soledad del hommo en un espacio reducido, espacio que le brindará la seguridad de contar con el respaldo de otros igual que él, la ciudad hace su aparición y los ciudadanos amparados por la fuerza del señor hacen suyo el espacio, no solo desde el ámbito de los límites jos, sino que aparece el control de los imaginarios, se construye un espacio , un cercado hecho de materia (la ciudad) y de ideas (la lengua), dentro de los cuales la seguridad garantizada, la no transgresión, conmina a los usuarios del Medioevo a crear lógicas con las cuales enfrentar el presente plagado de incertidumbres. Ser moderno es pasar de la presencialidad a la virtualidad, los medios se transforman en el aire, y su inuencia radica en su no ubicación geográ ca. La radio, la prensa, la televisión, crearán un camino en el cual la infor mación procede de una esfera con su centro en todas partes y en ninguna. Hoy somos hijos de un espacio en el cual se encuentran situadas las cosas como las ideas inteligibles de Platón, y como ellas nuestro trabajo se centra en una traducción primaria y grosera, producto de apariencias mediadas por los mismos medios. Se hace necesaria una traducción desde las resistencias, desde lógicas alternativas, los media son por presunción y por acción los garantes del conocimiento y los portadores de la información, comunicación y comunidad pasan por ellos y ellos traspasan los oídos de miles de millones de usuarios planetarios.
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La opinión
Es en el espacio de la ciudad donde aparece la potestad de la opinión, esa palabra en la cual se encierran las más disímiles posiciones, hablamos desde la torre de la opinión “DOXA”, como la forma de salvar las condiciones del saber argumentado “EPISTEME”, esta dicotomía que es clara en el ambiente de la ciencia, en la comunicación se torna difuso y adquiere un valor cercano a la verdad, pero siempre con la discreción de la salvedad de la subjetividad a ultranza, es común el uso de términos como “tengo derecho a opinar…era solo una opinión… a pesar de todo, yo opino” con lo cual el término nos lleva hacia la posibilidad de poder decir todo. Esta distancia entre aquello que se puede decir y aquello que se debe decir, es parte de nuestra pasión por los términos líquidos, nada se soporta por sí mismo, todo es pasto de los decires y excluye de plano el nicho del saber, es decir, como plantea Foucault, unos ambientes de exclusión. El campo de la opinión se generaliza conforme avanza la aparición de los medios, en esa puerta a las s ociedades de ciudadanos se encuentra el chisme ( Maurais Maurais Propos), Propos), el el rumor general (Bruit ( Bruit Public), el Public), el boletín informativo (Nouvele of main) y main) y el libelo (Libelle) (Libelle),, formas con las cuales la opinión se inserta en el campo de poder decir frente a un poder que lo excluía, las grandes obras de la literatura, algunos pasajes de la pintura, los carteles y en últimas los volantes. Pero, nalmente, hemos concentrado la opinión en los c írculos cerrados de un saber que permite recrear un carácter de verdad en las cosas que se dicen o se hacen, pero al mismo tiempo este decir se encuentra cubierto por el manto de la libre sospecha, estos seres rodeados del aura que les permite opinar son escuchados en el espacio de verdad que brindan las autoridades de la palabra. ¿Qué hace que la opinión, con toda su carga de levedad se torne en espacio de la verdad? Es una maraña que va desde las formas que admite al sujeto que habla, así como a las condiciones que inhiben su personalidad, los mecanismos que hacen posible la aparición de este fenómeno tienen que ver con dos ejes fundamentales, uno las características del emisor de la opinión y otro con las susceptibilidades y permisos del receptor. Cada uno de los polos cuenta con urdimbres que hacen de las mediaciones el plato central de la creación de estos rumores que se convierten en verdad, algo así como la acción del cuento de Andersen: “El traje nuevo del emperador”, el Bruit Public dice que el emperador va vestido en contra de la realidad del desnudo.
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Aquí operan, por lo tanto, las pasiones de lo que se quiere creer, y el emisor de la opinión debe tener en cuenta esta tensión, la magia del rumor o del chisme radica en el juego sobre las mentes de aquellos que apasionan, lo cual establece una primera resolución a la pregunta central de Foucault en el Orden del Discurso: “¿Qué hay de peligroso en el hecho de que las gentes hablen y de que s us discursos proliferen indenidamente?¿En dóndónde está por tanto el peligro?” (Foucault, 1992, p.5). La voluntad de poder de la cual nos hablaba Nietzsche, es parte de la lógica de la opinión, el discurso mediado por aquel que comenta como en la Edad Media, se encuentra basado o nimbado de la posesión de una verdad que le conere lo que Foucault denomina los mecanismos de inclusión-exinclusión-ex clusión. Resulta paradójico que una sociedad que ha cerrado las en torno a la ciencia como un discurso de verdad soportado en la prueba, se deje guiar por una serie interminable de comentarios de opinión, en los cuales ha caído la misma ciencia en esa vaga denominación de la popularización de la ciencia, así por los ojos desprevenidos de lectores que pasan bajo el aura de ciencia los más atrevidos comentarios. Las últimas tecnologías lo son también para vericar el poder del co mentario y la opinión, en todos los aspectos de la vida, no se escapan a su vigilancia temas ni acciones, las hoy tan famosas redes sociales evolucionan en favor de la proliferación de discursos y silencios, planeados para que sus datos se esparzan sin un gran análisis, los 140 caracteres de Twitter, permiten que las informaciones se reduzcan a este espacio, en una lógica que no tiene una plena coherencia argumentativa, más allá de hacer girar comentarios sueltos en la nube de información. Decir, comentar, hacer correr el chisme, es hoy uno de los ejercicios corrientes de una sociedad a la cual les hace patente la falsa seguridad de las verdades dichas desde los argumentos de aquellos que por obra de sistemas de poder se encuentran nimbados del aura de verdad, y en la misma dirección, ser objeto de comentario hace que la visibilidad torne en dividendo cualquier cosa que se diga, ya es claro que no son solo las divas del espectáculo las que pagan a los “Paparazzi”, para no pasar al olvido de los fanáticos. El mecanismo del comentario desata la ola de la opinión de la cual viven todas aquellas personas que de una u otra forma necesitan ser vistas por el público, que necesitan ser presentidas por la comunidad que a estas horas pasa de la visibilidad a lo invisible.
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Lo público
Los muros que cercaban las casas de los cónsules romanos, tenían un rme propósito: establecer una línea divisoria entre los público y lo privapriva do, línea que se supone mantiene incólume aquello que es sagrado para una persona, la familia y su entorno forman parte de esta privacidad, pero la decadencia del imperio no respetó estas normas, y más de una vez se ligó esta privacidad con los actos públicos, pues se llegó a suponer que al interior de los muros se fraguaban las sublevaciones del Imperio. En la Edad Media se estima que el señor y Dios son parte de la vida privada, de ahí que los controles se tornan en punitivos y crueles, la religión cerca a la familia con una serie de miedos y aparatos de control que superan cualquier manual de buen comportamiento. Las prácticas y los usos de la mirada se suspenden sobre los intersticios de las personas, los rituales de confesión nos muestran cuán cercano se encuentra la pasión divina de las mundanas pasiones, como una hoja de disección el sacerdote imprime su escalpelo sobre las acciones y los pensamientos del agelante que se acerca a la confesión, no se puede pasar por alto la más mínima expresión o deseo, se debe escudriñar todo lo que sea privado, allí anida el demonio. Los manuales de inquisición, son premonitorios: “El inquisidor deberá cuidarse de no proporcionar escapatorias al acusado por la forma como realice el interrogatorio; para evitar ese inconveniente, las preguntas tendrán que ser siempre vagas y generales” (Eymeric, 1972, p. 35) 9. Bien caro hemos pagado esta pasión por lo privado, la gran ventaja que logró el poder eclesiástico en el dominio del cuerpo aún hoy determina la diferencia entre lo bueno y lo malo. Pero no solo la iglesia puso su retina sobre lo privado, el rey y sus súbditos comprendieron que no se puede dejar de lado el interior del hogar y de las personas en lo tocante a aquello que es constitutivo de la sociedad, los derechos de los señores sobre la honra de los siervos indican cuan importante es la docilidad del hombre cuando se busca la conformación de una sociedad inclusiva, las fronteras de una clase sobre otra llegaron hasta límites insospechados para nosotros hoy en día, e l derecho de media pernada, por medio del cual el señor poseía derechos sexuales sobre sus súbditos a riesgo de otorgar o quitar sustentos fue una práctica común hasta el siglo XVI.
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En 1358, Eymeric, confecciona confecciona este manual manual para inquisidores, que será será publicado en francés en el año de 1762.
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Con la aparición de la máquina se dio una estocada nanciera a la vida privada, los primeros obreros laboraban en su hogar junto con su familia, pero la fábrica funciona como lugar de reclusión en el cual se pueden controlar y disciplinar los cuerpos, ya sean de hombres, mujeres y hasta niños, así lo privado queda reducido a la libertad de morir de hambre, porque todos los otros aspectos de sus usos han sido determinados por la república. La modernidad que trae consigo el estandarte de la libertad, construye en dos siglos (XVIII y XIX) la vida pública y crea los escenarios para vigilar el comportamiento de la privacidad, la escuela, el manicomio y los estrados judiciales serán los jueces de aquello que intenta transgredir las buenas costumbres. Pero serán los medios de comunicación los que se encarguen de concentrar todas las prácticas anteriores en un esfuerzo por liquidar la frontera de la privacidad. La prensa que ve su aparición mediática en la Inglaterra isabelina, se encuentra compuesta de tal forma que su lectura es sinónimo de clase social y los Pub londinenses, encuentran en las hojas de los periódicos un público ávido de los comentarios que van a conformar la opinión. La llegada de la radio a comienzos del siglo XX, transforma los espacios de la comunicación, las ondas Hertzianas, por primera vez llegan a públicos desconocidos y para recibir la información no es necesario saber leer, de allí que comencemos a hablar de lo “masivo”, aludiendo a la masa como al conglomerado, el cual peyorativamente tendrá el sesgo de ignorancia (no existen masas de sabios), por ello las informaciones que pasan por el medio comienzan a tener el sabor de la opinión que intenta “educar” a un público. La televisión completa el diagrama de la banalidad en la información, la imagen vale más que mil palabras es un eslogan que hace carrera y las retinas cansadas de la labor cotidiana encuentran en el reducto privado del hogar la caja negra, que convierte los sucesos de un día en un plato digerible y no peligroso. Al nal hemos unido esos dos términos griegos que sembraron la dicotomía de las sociedades en formación, el OIKOS y la KOINE, la casa y lo comunal se entrelazan en la sensación hogareña de tener el mundo al alcance de la imagen televisiva, no importa que tan solo seamos espectadores, esa información nos brinda la posibilidad de ser parte de una comunidad imaginada.
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La opinión pública
No es tan solo la unión de dos palabras, es la seducción de una ideología que, como una máquina siniestra, semejante al enano que maneja los hilos del mecano ajedrecista de W. Benjamín, encadena los pensamientos sin que se sepa el origen real de las cosas. Esa ideología, tal como lo pensó Althuser, es el pegante con el cual se mantienen unidos los ladrillos de la superestructura social, es el enmascaramiento de la verdad y el punto en el cual se inserta el operativo de la democracia. La opinión pública es sin lugar a dudas ese ente en el cual emergen las condiciones necesarias para la existencia de una sociedad, y nos referimos a ella como un componente en el cual sus miembros serán tocados por el aura de la unanimidad, pues en esta sociedad a nadie le gusta estar en contravía. La soledad es la gran desgracia del ser humano en las sociedades contemporáneas, el instinto gregario funciona como la “Árate” de los tiempos modernos, la necesidad de ser visibles, de existir, pasa por la facultad de la congregación, el pecado de nuestros entornos es la consolación de los solitarios. Creamos nuestras propuestas, nuestros principios a partir de la necesidad ineluctable de que seamos aceptados por otros. No arar en el vacío es la premisa de la condición humana, los medios modernos al igual que los antiguos, tienen como premisa la opinión, se mueven al interior de ella. Desde cuando Orson Wells sentenció aquella magníca transmisión en la cual los tranquilos habitantes del pueblo pensaron que lo dicho por el hombre al otro lado de la radio era verdad, se dejaron llevar por el pánico que funcionó al unísono de la es piral del silencio de Neumann. Allí la opinión pública hizo patente que se necesita oír lo que se quiere para poder tomar las acciones pertinentes, es como si se tuviera permiso para llevar a cabo los pensamientos, solo hace falta un detonante y se encuentra en el quehacer de los medios. Cada medio a su manera establece una agenda sobre la opinión pública, sin ser ella explícita, funciona como espacio oculto de una ideología, con la cual se enfrentan a los posibles usuarios de la c omunicación, las diferentes formas se imbrican detrás de la información y la veracidad es la patente de corzo para explicitar u ocultar toda o parte de la información que debe recibir el ciudadano.
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Esta precisión lógica y ética sobre la verdad ha sido cercada por toda una serie de mecanismos que permiten una pluralidad de prácticas que soslayan la precisión y hacen aparecer modelos de organización en las palabras, las imágenes, los gestos, los silencios, de tal forma que la apariencia simula la realidad. La información precisa de una ética transparente para que el ocio del comunicador no sea una forma de engaño, pero las formas como se compone la propiedad de los medios en nuestro sistema hace que esta ética tenga una lasitud tan amplia como número de medios existan. En Colombia, los medios de comunicación crecieron al amparo de las grandes industrias y mantienen una explícita unión entre grandes consorcios empresariales y nancieros, Las tres grandes empresas que por su orden nacional y su poder de penetración son RCN, Caracol, El Tiempo, han funcionado bajo esta lógica. Así, RCN se encontró unido a las industrias de gaseosas lideradas por Ardila Lulle, mientras que Caracol creció de la mano de la cervecería Bavaria y las otras industrias de Julio M. Santodomingo, mientras que El Tiempo tiene su asiento en el Partido Liberal del cual fue su vocero durante cien años, por lo cual no es arriesgado conjeturar que los medios eran parte del capital y parte del desarrollo de las empresas de estos conglomerados. Desde esta óptica podemos mirar el plano de la realidad de la información que recibimos desde estos tres medios que son elementos esenciales en la formación de ciudadanía. Las formas de ver
Es parte de los cursos de comunicación el planteamiento de las imágenes de apoyo, ya sea para la prensa o para la tv, la radio organiza sus imaginarios en esta dirección, pero ese elemento que parece un adendo sin importancia, ha venido adquiriendo una resonancia vital a la hora de presentarse ante el publico No podemos decir que existen imágenes inocentes como cuando la prensa muestra fotos a todo color y a cuatro columnas en primera página de un concierto de Shakira y al lado se presenta la noticia de una denuncia por falsos positivos. No podemos decir que el concierto de la cantante no es importante para millones de lectores, pero podemos plantear que a nivel visual la foto opaca el contenido de la información que se encuentra al lado, igual pasa con la información acerca de la enfermedad del presidente de Venezuela, al presentarlo vestido de sudadera en compañía de Fidel
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Castro, esa foto se repitió a lo largo de dos semanas en páginas interiores del periódico El Tiempo, la lectura de la imagen recrea la relación entre el deporte y el manejo de los estados, la imagen trasmite la sensación de unas vacaciones y, por tanto, la falta de seriedad frente a los problemas que apremian las decisiones estatales. Este juego de imágenes para poder bajar o subir la relación entre el contenido de las informaciones y la importancia que le den los lectores, parece sopesado en el momento de realizar los formatos, la prensa colom biana recurre con gran facilidad a imágenes del espectáculo. Para recrear su primera página y crear un ambiente de distensión ante informaciones de alta repercusión en la opinión pública. La imagen en televisión no es menos diciente, se apela con demasiada frecuencia a imágenes de archivo para denotar crueldad por parte de los grupos guerrilleros y, al mismo tiempo, se suavizan las informaciones acerca de los falsos positivos por parte de las fuerzas del orden. De esa manera, los recursos del video son usados sistemáticamente para realzar personajes políticos o de la industria, de tal forma que la información real o de opinión pasa inadvertida para los usuarios debido a la velocidad con la cual se trabajan las informaciones. Es notable ver en los noticieros colombianos una gran cantidad de noticias que no poseen relevancia nacional contra informaciones que deberían ser tomadas en cuenta por lo vital de su conocimiento y no pasan o si lo logran son editadas de forma tal que su importancia se diluye en el contexto bajo el cual se presentan. Caso claro lo tenemos en la información recibida con respecto a Agroingreso Seguro. Los medios, en especial la televisión, convierten el caso de corrupción en un caso de farándula, imponiendo así una cortina de humo sobre un problema que por su connotación debería ser de repercusión nacional en su verdadera dimensión tanto política como económica. La información de los medios pasa por la banalización de todo aquello que opera como problema para el poder, la fórmula de Omar Rincón cuando dene los noticieros de televisión c omo: “Balas, Bolas y Colas”, es palpable no solo en la televisión sino en los otros medios. La imagen se ha conformado como creadora de representaciones y a cada momento el bombardeo que sufrimos de ellas hace su ef ecto que a la vista no es el producir un análisis de problemas, sino más bien, el de soslayar los mismos en aras de intereses “oscuros”, para los cuales los medios realizan un saludo a la bandera.
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Las formas del decir
“Los guerrilleros asesinaron a cinco policías”, “Las fuerzas del orden dieron de baja a cinco narcoguerrilleros”, expresiones locutorias de los medios, con las cuales se enmascara una intencionalidad clara frente a la relación de conicto, premisa valida a la hora de dominar los espacios de opinión y de crear imágenes claras en las mentes de los usuarios de los medios, pero no muy claras al plantear el papel de los medios como informadores. ¿Cómo se dicen las cosas? Tiene las mil formas de la intencionalidad, no podemos plantear hoy en día una objetividad positivista en la información, pero podemos preguntar y plantear ¿cómo funcionan los medios a la hora de plantear las informaciones? ¿Cómo se preparan los titulares y qué intereses y mecanismos de exclusión o inclusión son tenidos en cuenta en el momento de insertar una información? Algunos de los planteamientos que podemos visualizar tienen que ver con la independencia económica de los medios. Ellos e n nuestro territorio forman parte de intereses comerciales claramente delimitados, lo cual los hace proclives a esos mecanismos de exclusión cuando sus negocios se pueden ver afectados, como se pone de presente cuando se habla de los tratados de libre comercio (TLC), los cuales benecian a una parte del país industrial, pero en la misma línea son lesivos a otra parte de esta población. Un análisis de estas posturas no ha existido en el país de los medios, donde las noticias son tomadas por los usuarios como la “verdad”, pero aquí cada palabra contiene una carga de subjetividad en la cual priman los intereses económicos y políticos por encima de la ética de la información. Otra forma de encapsular la realidad se logra a través de lo no dicho; es decir, una cosa es lo que plantea el titular de la noticia y otra cosa bien diferente lo que tiene que ver con la información que contiene, los tips de noticas inan el contenido o enmascaran la verdad a través de aquello que es espectacular para el oyente o el lector o la persona que observa la pantalla: “Preso director de la Picota”, cuando la realidad era que se había quedado encerrado en su ocina; con esto, que parece una noticia, observamos lo intrascendente de la información y sopesaríamos la importancia que tiene para el país político, sería bueno mirar que acontecimientos trascendentales no tienen información y son reemplazados por este tipo de informes. Es necesario realizar al interior de la academia un desglose, un análisis del discurso de la forma como se enuncian las informaciones, cada palabra
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cambia el sentido, asesinar, dar de baja, matar, tienen un mismo resultado, pero la intencionalidad y la denición no son las mismas. De la misma forma dar una noticia sin el contexto necesario o sin tener en cuenta la contrastación de fuentes es más lesivo que el acto de leer como lo plantea Thomas Jefferson: “La persona que nunca echa una mirada al periódico está mejor informada que aquella que los lee ; por cuanto que el que nada sabe está más cerca de la verdad que aquel cuya mente se ha llenado de falsedades y errores…La supresión de la prensa no podía privar a la nación de sus benecios más que a lo que ya la priva la sumisión prostituida a la falsedad, hoy en día no puede creerse nada de lo que publican los periódicos. La verdad misma se hace sospechosa cuando aparece en ese vehículo contaminado” (citado por Alcaraz Ramos, 1994, p. 135). Hoy, después de tantos años, nuestros medios veloces replican con mayor sosticación esta queja del padre de la independencia de los Estados Unidos y pareciera que el tiempo no ha pasado, los intereses se han tornado más claros y cercan a los medios de tal forma que la publicidad ha dado en comprar espacios noticiosos en televisión y radio de tal forma que el patrocinio alimenta espacios en los cuales c ualquier información contraria a quien paga la publicidad será s ometida a una censura, con lo c ual el medio queda en manos del aparato industrial. Qué se puede decir y de qué forma decirlo es una de las formas de cómo se conforma la opinión pública. Los medios masivos han sido proclives a vender la imagen de poderes oscuros para así recrear sociedades en las cuales el unanimismo y la falta de crítica sean las constantes del pensamiento masivo. Las formas del callar
“Toda verdad a medias es una mentira”, sentencia que le cae bien a los medios de información con demasiada regularidad, lo cual es digno de una sospecha. Encontramos que la relación entre lo que plantea el titular de una información y el contenido de ella invocan una falta de consecuencia con la cual el lector o el televidente o el escucha se forma una idea distinta de las cosas que se ha dicho o han sucedido. Al realizar un balance comparativo de las noticias que aparecen en un noticiero de 30 minutos en nuestro ambiente local y contrastándolas con informaciones de primera línea en noticieros globales como CNN o BBC, podemos ver cómo la selección de informaciones que nos son mostradas
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por nuestros informativos carecen de la contextualización necesaria para hacer un balance de la noticia, eso cuando se pasa la noticia. Ejemplo claro lo tenemos con la información que se recibe acerca de los movimientos sociales de los estudiantes chilenos por la privatización de la educación, o la forma como se enmascara la verdad acerca de los procesos que sigue el Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos. Callar es una forma de sanción y, por tanto, una forma de dirigir la atención de los usuarios hacia puntos en los cuales normalmente no existiría el interés. Balancear las informaciones que no llegan o que llegan fragmentariamente, es un camino a la desinformación o más bien a la conformación de comunidades pobremente informadas y de todas formas informadas desde puntos de mira que no tienen nada que ver con el derecho a una información veraz y responsable. La televisión, por su formato, ha introducido un parámetro en el cual la información debe llegar en contexto de diversión, cada noticia parece editada para que sea intrascendente, para que el televidente no altere su vida cotidiana, temor y temblor de no espantar a los espectadores, la puesta en escena es cuidadosamente preparada, los set, los presentadores, el am biente son dispuestos para un espectáculo en el cual los usuarios esperan sedosamente el acontecer sin sobresaltos para poder dormir bien. No decir o solo decir las cosas parcialmente es una de las formas preferidas por los medios para ambientar la opinión pública, frente a movimientos sociales se opta por callar las opiniones en una de las partes o simplemente la noticia no aparece, por lo tanto, no existe ningún tipo de culpabilidad ni de consecuencia. Las formas de criminalizar
Las formas del lenguaje adquieren toda su potencia cuando los medios las utilizan para informar. Es claro, cómo el signicado de los términos ha logrado calar hondo en la forma como los usuarios son usurpados en su saber, las cosas y la apariencia de las cosas pasan a ser lo mismo, el lengua je tributa su inclinación a las formas como el poder requiere acontecimientos que por su propio peso no serían información relevante de los diarios o noticieros, parece ser un papel vital en los medios transformar los actos en acontecimientos.
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El acontecimiento como una forma de socavar el status quo, es puesto de presente en la forma como se titula en las informaciones, los límites del lenguaje son trabajados como goznes que abren el imperio de la opinión, en nuestro medio occidental, la palabra terrorismo, cambió de estatus conceptual a partir del atentado a las Torres Gemelas en los Estados Unidos, en septiembre de 2001. A partir de ese momento, la palabra encadena a toda aquella persona o grupo que se atreva a pensar diferente, son caras las connotaciones que la palabra trae a las comunidades en las cuales las exigencias de índole cotidiana pasaban a ser actos delictivos por su connotación de terrorismo, organizaciones populares, sindicatos e intelectuales pasaron a ser terroristas por el simple hecho de no advenir con los parámetros de los estados libres liderados por el imperio norteamericano. Con términos como “narcoterrorista”, se ha logrado conformar un espacio de opinión contra muchas personas que por su pensamiento, solo podrían ser pensados como no proclives a las ideas de los sistemas democráticos occidentales, y han pasado a ser estigmatizados y en muchas ocasiones muertos o desaparecidos por el hecho de haber sido calicados de esta forma por los medios de comunicación. Palabras como asesinar, dar de baja, se usan cuidadosamente en los medios para signicar la muerte, pero su carga semántica hace que la socie dad solo vea buenos en un bando y malos en el otro. La dinámica de esta división es la piedra de toque para que algunas organizaciones se arroguen el derecho de eliminar a los malos en aras del bien común. Considerar al otro como criminal y al propio como héroe, no es un simple solipsismo de los medios, es una forma bastante diabólica de dividir las comunidades en aceptables y peligrosas; por ello, es válido el corolario de los “buenos” ciudadanos que luchan contra el mal. Aquí podemos realizar un planteamiento osado, no es inocente la proliferación y reaparición de los héroes como Batman, Spiderman, Capitán América, en momentos en los cuales se realiza una cruzada mundial para eliminar a los disidentes ideológicos. El rumor y el decir
Los medios funcionan como un altavoz de los decires y pensamientos de aquellas personas o instituciones que por s u poder necesitan de un eco democrático, frase como: “El presidente insinuó”, “En su planteamiento el ministro dijo”, llevan una carga de profundidad frente a la opinión
Medios y Opiníon Pública el Juego del Decir, No Decir y Criminalizar
pública, con la cual se espera el manejo de acciones o procedimientos pensados con antelación, pero que necesitan de que sean puestos a prueba en la esfera pública. Los políticos necesitan poner en circulación del público ciertas informaciones sin el poder de un c ompromiso programático, sino con la intensión de sondear la posibilidad de aceptación popular, la noticia de la impunidad para los congresistas, pasó como una opinión que no representaba ningún peligro para la nación y pudo ser zanjada gracias al carácter de rumor que se le dio a la información, así las personas implicadas podrían plantear que era una simple idea, y se da la sensación de no peligro y transparencia. El manejo de las fuentes hace que se establezca un contubernio entre el poder y los medios en el cual ambas partes salen ganadoras, el medio tiene la posibilidad de la “Chiva”, y el poder garantiza el rumor con el cual puede medir su inuencia y la capacidad de dejar al cuarto poder como aparato decisorio. El decir desde una sola fuente es otra forma de manipular la opinión por medio del decir y del chisme. Dejar estos rumores en boca de la opinión garantiza en casos de situaciones futuras, se utiliza la reacción del los medios para banalizar las informaciones y se permite que en aras de la supuesta información se crea en al supuesta democracia de los medios. La relación entre lo privado y lo público es otra de las formas como el rumor y el chisme se cuelan para poder arbitrar el poder sobre personas o instituciones, de tal forma que se produzcan efectos deseados ya sea para quitarle valor a ciertas acciones públicas o para ensalzar otras que podrían ser reprobables. El problema no se encuentra en la relación entre lo público y lo privado sino en la forma como se aplica el rasero de las informaciones que son del dominio público. Como se planteó anteriormente, lo que se dice o lo que se calla necesita ser sopesado por el equilibrio de las acciones informativas al público y no por el interés maniesto de los medios de producir un efecto catártico en los usuarios.
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Las formas de cuanticar
Finalmente, la publicidad fue clara en su apoderamiento de la cosa pú blica: desde los años cincuenta del pasado siglo se dio comienzo a un sutil enlace entre la política, la opinión y la ciencia positivista, con la cual se ha tejido el intrincado efecto de las encuestas de opinión. Hoy es parte de nuestro diario saber que vivimos cercados por las encuesta, desde aquellas que piden decisión sobre el uso de un desodorante, hasta la pena capital, los sistemas capitalistas han acogido la ciencia de la opinión pública como la forma de dar c redibilidad y certeza a sus ventas. Se vende y se compra cualquier producto, y la estadística ha sutilizado sus formas de penetración en la psicología de los consumidores, los modos de preguntar hacen que nuestros políticos y sus políticas resulten acogidas por inmensas mayorías, lo cual les da el grado de legitimidad que necesitan para el ejercicio de su poder: las encuestas de favorabilidad de los políticos y sus medidas son contratadas por los medios a favor de algunas personas, con lo cual se hace un favor que implica devolución, frente a esto la espiral del silencio funciona de tal forma que la mayoría se cree minoría por el efecto de eco de los medios al difundir sus mediciones de opinión. Cuando se acercan procesos “democráticos” de elección de miembros a cargos públicos, las estadísticas tienen el poder decisorio y la capacidad de utilizar las encuestas es en denitiva el detonante en las urnas, ya son bastante sospechosos los empates técnicos, cuando se acercan las votaciones, lógico, estos empates se dan entre los candidatos de los medios, y el uso de conceptos cientícos sirve como broche de un acto que lo único que busca es el sesgo de la opinión pública y el llevar a los indecisos hacia la seguridad de aportar al candidato de las mayorías en las encuestas. Estas son solo algunas formas como los medios ejercen la ética de la información, son múltiples las acciones con las cuales se ha conformado un público alrededor de los mismos, hoy podríamos quedarnos con las pala bras de Thomas Jefferson o con la creencia en que los medios construyen y contribuyen a la formación de ciudadanos libres y autónomos. La creencia en la racionalidad kantiana, mediante la cual el pensar por sí mismo es base de las decisiones, queda en entredicho. Nuestro saber del mundo pasa por las informaciones que nos brindan los medios y con ello el retorno a la masa inculta se encuentra garantizado.
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La opinión debería ser el camino hacia el conocimiento, el cual debería ser el garante de posiciones políticas y personales racionales, pero tal como lo intuimos desde este punto, la opinión es el camino hacia la deformación del conocimiento y hacia la manipulación de las conciencias de lo que se ha dado en llamar peyorativamente la “opinión pública”. Referencias
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Opinión pública de lo propio y la experiencia de diseminar lo común Leonardo Andrés Ballesteros P.
El presente capítulo se propone hacer una revisión de los problemas propios de la discusión sobre la opinión pública, para ello indaga las formas cotidianas, sociales, políticas que la constituyen como una preocupación contemporánea para el acceso a los recursos, a las agendas, espacios públicos y a la lucha por el signicado común para apropiar la realidad. La discusión sobre la opinión pública, marca la sociedad históricamente, los griegos desde la tensión Alétheia/Doxa fundamentan el sentido mismo de la democracia, el debate actual no es ajeno a tal oposición, en tanto, intenta establecer pesos y contrapesos al poder, luchar por la apropiación de la realidad, entre otras. Fundamentalmente el capítulo aborda los debates sobre su autonomía, la visibilidad de los individuos en el espacio público, la fragmentación y dispersión de las demandas y, nalmente, la búsqueda de otras formas comunes por elaborar rutas de apropiación de la opinión pública, como palimpsesto para la constitución del vínculo social. Debates de autonomía, visibilidad, fragmentación y dispersión de la opinión pública
El interés del presente documento es reexionar sobre la reciente transformación que el concepto de la opinión pública trae consigo, en una época en la cual los individuos parecen que se han retirado del espacio público, o mejor, se han cubierto de una opacidad difícil de interpretar. Venimos de entender que la esfera pública a través del trabajo de Jürgen
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Habermas, Historia y Crítica de la Opinión Pública, se constituye entre otras características, como un procedimiento ideal de autonomía social, autonomía de lo económico y lo político, es decir, en la cual se hace vigente lo común como diferente del mercado y el poder político. Lo más original de la propuesta entre otros aspectos, fue ubicar al discurso como una forma para desarrollar la esfera pública desde en la iniciativa social.
ciudadanos, en tanto, entender la política y la democracia griega es imposible, sin ligarla con la religión como la forma cívica en que los hombres y los dioses conviven sin la necesidad de una verdad revelada, ni de una promesa de inmortalidad, entre otras; lo común a todos, otorga al mundo griego una posición privilegiada para leer lo público, en tanto la religión griega es considerada un culto político ligado a la ciudad ( polis). Cornelius Castoriadis, analiza tal relación así, si uno puede de verdad athanatizein, divinizarse, no se ve qué interés pueden presentar el ágora, la ekklesía y la tragedia (Castoriadis, 2006). La triada soberana Zeus-Poseidón-Hades, por su carácter de divinidades políticas, son representaciones de la polis, espacio donde es posible la relación entre los dioses y los humanos sin ninguna pretensión de eternidad, por lo demás sí sometidos a moira; es importante entender ésta última personicación, dado que los seres humanos eligen libremente los límites de las acciones propiamente humanas, pero no son ellos quienes deciden los límites que incorporan a sus vidas, moira introduce un tema recurrente en las acciones humanas, es decir, los límites que no son permitidos transgredir al poner límites a la existencia humana, de tal manera, la esfera pública no es una mera opción entre otras, es una exigencia vital que constituye a la sociedad griega.
Para Hannah Arendt, la esfera pública tiene dos componentes importantes, lo común que indica la más amplia publicidad de ver y oír y aun de ser vistos, que tiene la particularidad de asumir maravillosamente lo que entendemos y comúnmente llamamos como realidad, en la esfera pública la realidad toma una forma inusitada, que hace parte de la manera como entendemos el mundo, así se establece una segunda noción para entender lo común, de esta manera Arendt nos plantea, lo que hace tan difícil de soportar a la sociedad de masas no es el números de personas, o al menos no de manera fundamental, sino el hecho de que entre ellas el mundo ha pedido su poder para agruparlas, relacionarlas y separarlas (Arendt, 2005). La manera como entendemos el mundo, nos lleva quizá a ub icar lo pú blico como un aparte importante de la teoría social contemporánea, en un mundo en el cual las demandas sociales, políticas y culturales jan como objetivo fundamental, una mayor articulación para construir el espacio común que habitamos. Esto quiere decir que la noción de compartir la vida social, no solo es el reto que tenemos en común, sino también la gran barrera que se encuentra en el desarrollo del capitalismo actual, como fenómeno determinante de hegemonía, de la hegemonía liberal, en el cual lo privado, que pertenecía o se entendía como la esfera privada del oikos, ha extendido su égida y se ha vuelto el señuelo del cual lo cotidiano y lo social resultan afectados; para ello en la primera parte del análisis, estaremos pendientes de algunos eventos que han dado vida y sentido a formas de entender el espacio de la opinión pública, valga decir, como objeto en constante opacidad. En segundo lugar, nos enfrentaremos a otras maneras de construir dicho espacio, desde la armación de referentes humanos de la vida social, trabajo que emprenderemos desde dinámicas sociales de invención de micro-contextos sociales, en los cuales lo comunicativo, lo pedagógico, lo lúdico y lo artístico juegan un papel esencial para releer la relación entre esfera pública y opinión pública. La esfera pública en los griegos nos invita a entenderla más allá de una forma o un espacio limitado. Ésta es fundamentalmente la constitución de una responsabilidad común, pues son los hombres responsables de qué pasa en la Polis, ya que la política es una acción autoconsciente de los
La opacidad del acto público en que las personas aparecen caminando, resonando, y perteneciendo de facto a un sentimiento colectivo dado, se produce ahora como una forma de jure. Ellas sólo aparecen cuando se les convoca, así el modo de producción y reproducción social que lo religioso, lo sindical y/o lo gremial establecían como formas legítimas de existir en la esfera pública, se fueron negando a ello mismo; asimismo, lo público como una realización de la sociedad, se fue determinando como un privilegio de algunas comunidades para reivindicar lo propio, es decir, lo ajeno a lo común. De esta manera el interés de la comunidad está por encima del interés de la sociedad, en tanto la comunidad es lo próximo, lo propio; mientras la sociedad, en cambio, lo desconocido, lo foráneo, la amenaza constante contra la propiedad, el proceso de inmunización como una forma de solidicar la comunidad, plantea la necesidad de encerrarla e incomunicarla con la esperanza de hacer de ella una realidad que evita la amenaza de un enemigo externo, es decir, un extraño que no tiene pertinencia y pertenencia en la identidad comunitaria, dado que el cuerpo político y aun el social se protegen de peligros externos, al poner en su mismo seno, una dosis pequeña de la misma razón de amenaza, lo extraño y lo propio. Roberto Esposito nos dirá, ya hemos señalado, con alcance general, que inmunitas, en tanto protege a su portador del contacto riesgoso con quienes carecen de ella, restablece los límites de lo «propio» puestos en riesgo por lo «común» (Esposito, 2006), la inmunidad en la esfera pública,
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ha permitido preservar a la comunidad, pero también crear brechas entre comunidades, lo que impide la idea de una opinión pública tradicional, pensada para impedir el abuso del poder como destinador único de la sociedad.
apropiación del mismo, lo que conlleva a crear en la opinión pública, un no saberse colectivo, dispositivo de control que se establece con el n de que las voces minoritarias le concedan ser portador de su representación, por tanto, duda, angustia y menosprecio por lo que puede ser común en la esfera pública, se establece la incertidumbre ante la cual hablar de solidaridad y cooperación entre otros referentes de construcción humana, se hacen anacrónicos, pues ante la zozobra de las calles vacías, las vastas ciudades, y las intrigantes barriadas inseguras, la acción social de cómplices en lo público se hace sospechosa, por el auto-enrarecimiento de los individuos al habitar el espacio público, donde lenguajear se convierte en un primer motivo para constituir el vínculo social, al cual no se aventuran darle signicación lo individuos en comunidad.
Los estilos de vida que la sociedad constituía como ejemplares, desde la familia, la feligresía, lo fabril, etcétera, correspondían a sentimientos y emociones que se vinculaban en lo lial, el credo, la amistad y la coope ración, a la estructura tradicional de la norma social, cuyo objetivo era primar en la esfera pública, con la idea de pertenencia a un lugar dado. Ahora tales formas legítimas de entender la realidad social en el espacio público se establecen como una forma de producción del miedo, el odio y la sospecha que Zygmun Bauman ve en las sociedades actuales, en el corazón de la vida política anida un profundo e insaciable deseo de seguridad; y actuar a partir de ese deseo produce una mayor inseguridad, más profunda aún (Bauman, 2007), las preocupación en privado y los temas de lo público, están cifrados bajo una e stela de incertidumbres fabricadas, pues al tener que incluirlas en las preocupaciones humanas y cotidianas, la inquietud por los temas de la esfera pública común a los ciudadanos, (seguridad), se convierte en un escollo individual pesado de soportar, tal inquietud es aprovechada por quienes pelechan de lo público, es decir, los funcionarios de la política, así el ciudadano le concede gabelas, pensando que es mejor que sean ellos quienes se lo apropien, pues lo público es una maraña de situaciones que sobrepasan la fuerza y el interés del individuo, en tanto la opinión pública en la sociedad capitalista actual, se fracciona al vivir la experiencia de ocuparse como individuos de lo propio, agotados por las incertidumbres cotidianas, por ello las iniciativas de construcción de lo común, bajo una estela supuesta de certidumbres, la aprovecha el mercado para garantizar que solo se está seguro ante los peligros de la sociedad, conservando un estilo de vida acorde con la medida de la realidad presente en el consumo. La comunidad de voces que la opinión púb lica encuentra como fracciones de individuos, se establece como lo propio de la exclusión consentida, pues ya no importa qué participación toma para sí el individuo, sino el nivel de consentimiento que otras comunidades pueden tener con mi manera de existir en la esfera pública y es que un enemigo público que aparece en el espacio de lo público, es quien se permite la diferencia, pero no siempre la diferencia es un buen síntoma de poder llevar a cabo sus cometidos. Por ello, Bauman (2007) identica a los administradores del espacio pú blico, quienes habitan en los espacios que se encuentran silvestres para la
En el análisis del tiempo y el espacio en el cine posmoderno, David Harvey, presta especial interés por la trama y argumento interpretativo del mundo actual, en Blade Runner, en el cual el desvanecimiento gradual del individuo, la apropiación del simulacro de la vida social, la fragmentación y dispersión hacen ec o de una interpretación propia del ex trañamiento de la vida social contemporánea, de esta manera, los replicantes son esclavos en colonias fuera de la tierra, éstos al amotinarse enajenados de la reexión social, política y cultural, exigen que sus espacios existenciales no tenga una decrepitud fabricada (4 años), por ello ante un motín de los replicantes como forma utilitaria de organización, se declara la cacería directa de éstos, no sin antes permitirnos ver el panorama de las ciudades, donde también el vínculo social se conserva como evidencia de múltiples simulacros de la sociedad, todo se puede fabricar, el estilo de vida, la vida misma de los replicantes, las condiciones como viven y son explotados; lo que evidencia, sin embargo, la debilidad del poder hegemónico, es la certeza de una memoria social, representada en el testimonio de la propia historia de vida de los seres humanos en sociedad, la fotografía se convierte en el aliado permanente que persiste en contar algunos referentes humanos, en los cuales el recuerdo familiar nutre la experiencia en sociedad, si bien la socialización sigue siendo importante para la historia personal, como lo demuestra Rachel, también puede ser replicada (Harvey, 2008. p. 346). El esquema de opinión pública desde el espacio de lo público contemporáneo que hemos dibujado, nos impone la tarea de imaginar dinámicas comunicativas, pedagógicas, lúdicas y artísticas, que extrapolen su apropiación a realidades marginadas, excluidas e incomunicadas para romper esquemas culturales de silencio, donde quizá la estrategia de control y el dispositivo inmunitario de mutismo, ha sido desplazado fuera de la
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esfera pública, entonces nos impone mirar formas alternativas de ocupar lo público, de esta manera, sin embargo, las ciudades están experimentando la ocupación de otras formas de habitar los lenguajes, de recrearlos y de permitir unas formas, que si bien están marcadas por la exclusión económica de las estatuas humanas, (outsiders), que semejan representaciones históricas, étnicas y políticas, se prestan para la lec tura de la esfera pública, como recreaciones silenciosas en sí mismas, pero ante el espec tro y la mirada de los transeúntes incorporan una multiplicidad de interpretaciones, que van desde la sonrisa hasta compartir aportes en especie, las formas de mendicidad y el gesto lúdico abren una ventana para investigar, para desnaturalizar el miedo que se cierne en la esf era pública, unido al mutismo de los habitantes de la ciudad, estrategia que invita a pensar cómo rehabitar la esfera pública desde los pequeños eventos: Generalmente el tempo del mendigo es lento. Sus gestos y ex presiones se articulan sobre una secuencia temporal discontinua formada por instantes y momentos en los cuales se c ongura una imagen visual y plástica. Algunos tipos de mendigos van a contratempo con respecto al ritmo norma de la ciudad. De esta manera producen una primera y gran diferencia en el entorno de la percepción urbana: bien como guras detenidas, congeladas, visibles en lugares habituables, bien como guras itinerantes que transgreden nuestro espacio personal (Mangieri, 2006. p. 235). La visión de opacidad de la opinión pública, nos permite analizar que aun ante las directrices desalentadoras de la sociedad de mercado y su componente de miedo estructural, representado en el desempleo, el individuo alberga la posibilidad de conservar el espacio de encuentro, que aun privatizado, no es ajeno a la construcción de lazos de sociabilidad y reciprocidad, en las próximas líneas se describirá una experiencia, desde la cual las pequeñas voces comunes a los individuos, pueden establecer referentes para descentrar, la capa de múltiples silencios y desencuentros cernidos sobre la opinión pública contemporánea. Micro-experiencias diseminadoras en la opinión pública
En el apartado anterior se fundamentaron los debates de autonomía, visibilidad, fragmentación y dispersión de la opinión pública. En adelante se indagará sobre algunas alternativas de búsqueda para reinvertir sobre la opinión pública experiencias micro-sociales, cuyo objetivo es brindar elementos de apropiación a las problemáticas descritas arriba.
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Las micro-experiencias diseminadoras en la opinión pública, se basan en una investigación en proceso denominada representaciones semióticas de los fenómenos victimales en Bogotá 2008-2010 y su relación con las experiencias humanas de la violencia para entender las lógicas de mediación social en el conic to colombiano, tanto los talleres que se describen, como el documental audiovisual resultado de la investigación, tienen el propósito de extrapolar la investigación a realidades diversas, privilegiado en el encuentro, la búsqueda de alternativas comunicativas, para emprender iniciativas comunes al impactar la realidad cotidiana de los individuos. En el célebre ensayo de Walter Benjamin, la obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica, se destaca uno de los concepto más claros de su obra, en relación con la política y sus implicaciones estéticas y reproductivas de la sociedad capitalista, así la estatización de la política (Benjamin, 2009), nos permite reexionar en la manera de cómo la opinión pública puede edicar espacios no administrados para la reproducción del poder; en tal sentido, y para los propósitos de la investigación, en este apartado se pretenden buscar formas de reivindicar la publicidad entre los individuos, quienes dan sentido a la realidad común como forma de apropiase del mundo en que se vive la experiencia, por tanto en adelante se describe la experiencia de dos talleres realizados como micro-experiencias de diseminación en la opinión pública, los cuales tienden un puente de reexión entre individuos que se encuentran, que privilegia la construcción de rutas alternativas, para fundar un espacio común de transformación de referentes humanos, que privilegien la protección de la vida, por tanto, diseminar se presenta como una manera de resignicar el mundo en que se vive la narración y apropiar la esfera pública desde otras estrategias comunes de sentido. Los talleres tienen dos momentos fundamentales: el primero, es la visualización de un documental que relata desde sus propias voces, las luchas de las víctimas en Colombia. Las sesiones cuentan con la participación de 118 estudiantes de la Universidad Santo Tomás, y la Universidad Jorge Tadeo Lozano, se hace énfasis en anotar, que fuera del mismo, las víctimas tiene vidas que siguen humanamente; es decir, se privilegia la reexión humanitaria de los testimonios, para activar la interacción con el signicado expresado en las voces de las víctimas. Un segundo momento nos permite escuchar las intervenciones de los estudiantes, teniendo en cuenta que el momento del escucha es privilegiado, por dinamizar algunos referentes como la solidaridad, la conanza, etcétera. Tal momento permite que en micro-experiencias de diálogo, las personas es cuchen, de batan y se permitan la reexión sobre sus realidades próximas, en tanto
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aproximar experiencias, nos permite desbloquear el mutismo que ha deteriorado las posibilidades de fortalecer el vínculo social de las personas ante la violencia. Los testimonios de la víctimas de la violencia, son sobre todo interferencia a traumas, estigmas, y al dolor, son ejercicios de diálogo de múltiples voces en tránsito a la escucha, son espacios limítrofes en los cuales la víctima-escucha, se desliga de un silencio propio y al comunicarlo implica hacerlo común desde la compresión de lo que signica ser víctima. 1.38% 18.05% 17 a 19 años
80.55%
20 a 23 años 23 años en adelante
Gráca No 1. Mujeres grupos etáreos
2.17% 17 a 19 años
65.21%
del proceso de interacción común, así las formas como lee y asiste en las ciudades o espacios cercanos presentan una marca fundamental, en tanto tales espacios son cada vez más suyos y a través del grafti, las músicas, los video juegos y la interacción entre pares, etcétera, son lugares de habitación cotidiana, formas de expresión alejadas de ser propuestas nacidas del choque generacional; por el contrario, son producto de transformación de relaciones, espacios, lugares y realidades pletóricas de creatividad, en los cuales los saberes juveniles entran a hacer parte de la realidad de un proyecto colectivo, que propicia relaciones humanas fundamentales, para potenciar el propósito fundamentales a tener en cuenta en la planicación del taller en mención.
39%
61%
Mujeres Hombres
Gráca No 3. Población encuestada por género
8.96% 23.95%
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20 a 22 años 23 a 25 años 26 años en adelante
Gráca No 2. Hombres grupos etáreos.
En este caso la mirada del joven en constante des-centramiento y como lugar múltiple de incursión cotidiana, es pertinente ubicarla en la transición del a través, que se entiende semióticamente como la reorganización del espacio humano, cotidiano y público, el cual hace uso de lugares cotidianos, para transformarlos a través de la metáfora del joven, en lo cual, los trayectos, acontecimientos e individuos transitan en espacios expuestos a la vista de todos; por ello, la participación del joven en espacios públicos, nos enseña que éstos dan cuenta de su mundo a través de la descripción
La experiencia de hacer común la compresión del pasado y las múltiples interpretaciones del presente sobre la construcción de la opinión pú blica, fue el resultado de la miniserie de televisión Holocausto, de Marvin Chomsky, estrenada en Alemania en 1978, cuya estrategia narrativa pone del lado de las víctimas del holocausto nazi, el peso de su enfoque televisivo. Andreas Huyssen al respecto plantea, en particular, la idea –popular entre los aliados antes del nal de la guerra y en los años inmediatamente posteriores hacia la irrupción de la guerra fría- de que los alemanes eran colectivamente culpables de las atrocidades y los asesinatos en masa perpetrados durante el Tercer Reich originó una red de mecanismos dirigidos a reprimir, negar y volver irreal (entwirklichung) el pasado nazi Alemán (Huyssen, 2006). En este mismo sentido, la serie aborda el debate mismo y la compresión de los eventos a los públicos jóvenes alemanes, quienes no conocían los pormenores del mismo, la producción generó un gran debate en Alemania que se hizo público y removió un pasado escabroso que la sociedad tuvo que empezar a apropiar, esto quiere decir que el proceso inmunitario de negación del pasado en el presente, establece un reto para socializar dichos eventos y para la renovación de la opinión pública, los jóvenes serían
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sus mejores consejeros para descentrar y cuestionar la opacidad de la retirada del individuo en comunidad de la esfera pública desde la estrategia socializadora de los talleres.
humanos y que maravillosamente resignican el mundo en que se vive la narración. En el proceso de construcción del presente documento audiovisual, se tuvieron a la mano diferentes posibilidades de realización, entonces antes de pensar si éste debería ser narrado desde la perspectiva del realizador, del texto o del espectador, se planteó como condición sine qua non, que los testimonios de las madres de Soacha tuvieran como principal prioridad, el interés de conservar lo narrado y esta postura establece una relación estrecha entre ellas y el “nosotros”, es decir, un escenario social en el cual conservar lo narrado plantea revisar en qué estado de argumentos, opiniones y posturas está la reexión cotidiana, no para ser memorizada, sino para que puedan establecerse como un patrimonio común, es decir, un primer paso para trabajar sobre el aprendizaje y la construcción de los problemas humanos, sociales y políticos que hoy enfrentamos.
El documental que abre la reexión sobre el impacto de otras voces en la opinión pública se intitula Ese man no era un man malo 10, es visualizado por los estudiantes de las Universidades en los talleres, este presenta una faceta importante de las víctimas de la violencia en Colombia y es especícamente las luchas de las mujeres 11 frente a la guerra, aunque no es un documental con una concepción de género maniesto, éste guarda ciertas dinámicas para el aprendizaje y el análisis del papel de la mujer en nuestra sociedad. Las voces de éstas mujeres relatan una particular realidad histórica en Colombia, son ellas, las mujeres, quienes ante las penurias de la guerra, los hechos de violencia y la pérdida de sentido político de la protección de la vida, están pariendo sueños, retos, expectativas y compromisos para la construcción de un mundo maravillosamente humano. El nombre del documental es un llamado a la sensibilidad de hombres y mujeres en el conicto, es una metáfora de las víctimas en Colombia, pues ellas narrativamente son el testimonio de sus propias voces, el documental en sí, es una postura narrativa relatada por diferentes voces, desde posturas muy diversas, allí está su riqueza; de esta manera las madres de Soacha, presentan una experiencia común de sentido, quizá desde el hecho humano más difícil de comunicar, este es el sufrimiento, si el ser humano sólo comunica lo que es comunicable, la riqueza de cualquier narración estaría completamente vacía de sentido, por tanto, los testimonios de las víctimas comunican lo incomunicable, es decir, lo que a ellas les ha sido humanamente doloroso vivir y más aun contar.
45 40 35 30 25 20 15 10 5 0
Se pregunta a los estudiante a través de un instrumento de diez preguntas, por los referentes humanos que se pueden visualizar en el documento audiovisual, para establecer desde las voces y testimonios de sus protagonistas, la intervención sobre la acción de los individuos, frente a las pro blemáticas que le impactan directamente, en este sentido, el proyecto hace una importante reexión sobre lo que signica estar a la escuc ha, es decir, en cómo mas allá del sonido, de las imágenes, uno no podría entender casi nada, sin antes haber vivido la experiencia de escuchar que, por tanto, es una experiencia común que se construye en la interacción de los seres 10 El documental Ese man no era un man malo, se concibe con el objevo de socializar la invesgación académica en diversas comunidades, no pretende mostrar realidades que son evidentes, sino es una apuesta por permir la construcción de nuevas formas de entender las problemácas de nuestro país. Fue reconocido mediante una Beca de invesgación por la Fundación Medios para la Paz -MPP-, Premio Memoria, 2010. 11 Madres de Soacha de los denominados falsos posivos 2010.
Preocupa
C o nm ue ve
I nd ig na
S en si vi li za
Es Indiferente
Gráca No 4. Reacciones que genera el documental
Las experiencias comunicativas de diseminación de los testimonios de las víctimas, son ejercicios de reexión que privilegian la socialización de los resultados de investigación, en los cuales se pretende abordar de manera crítica el acercamiento a productos audiovisuales (documental) en realidades diversas, con el objetivo de impactar espacios humanos, en los cuales la presencia de los jóvenes es fundamental, pues allí se establecen formas alternativas de construir un diálogo solidario, que si bien no tiene impacto inmediato sobre la realidad colombiana, sí establecen la posibilidad de aproximar los testimonios de las víctimas a contextos académicos,
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en los cuales el estudiante pone en juego, su capacidad para lenguajear desde su condición de ciudadano, signicados comunes que construyen en relación con sus pares y profesores, la experiencia no está basada en la veracidad de los hechos, sino en los sentidos e interpelaciones que los jóvenes extraen desde su propia realidad. Algunas voces que hablan de la experiencia común:
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El documental y sobre todo los talleres hacen las veces de un dispositivo que permite hablar, encontrarse y en espacios comunes, lenguajear la experiencia que preocupa, indigna y sensibiliza a los jóvenes; por ello la categoría de estetización de la política, es invertida desde la narración del documental y de los mismos talleres, no sigue un patrón de producción, ni un modelo de mutismo ante la interacción de los individuos en espacios de signicado común.
¿Qué tipo de reacción genera en usted la visualización del documental? Preocupa: son muchos sentimientos encontrados y uno muy grande es el de impotencia, me siento con cierta responsabilidad, me siento con cierta responsabilidad de actuar frente a esto, pero en este país hacer algo realmente grande es muy difícil. Conmueve: genera impotencia y fomenta la creación para hacer más visible la problemática, desde nuestra profesión. Indigna: como puede pasar este tipo de cosas y es el desconocimiento que tenemos, pero sobre todo, lo lejanos que creemos estar de esto. Sensibiliza: porque a mucha gente nos compete y nos preocupa, pero muchos también no podemos por más que pudiéramos hacer algo, indignación nos causa a todos, pero es la cruda realidad del país, en cambio sensibilizar signica que cambio la forma de ver la realidad en mí.
Una de las formas desde donde se experimenta el espacio público y se hace vigente la opinión pública, es entender a los individuos como productores de sentido y por tanto autores de textos sociales, que luchan por diferentes apropiaciones de la realidad desde la recepción crítica, desde micro-experiencias de diseminación en la opinión pública, para establecer las ya mencionadas comunidades de cómplices, Barbero y Rey, presentan escenarios importantes para entender los mecanismo de la opinión pública actual, ligas de televidentes y asociaciones de usuarios que hallan en la comunicación una oportunidad para constituirse como colectivos para acceder al debate público desde entradas diferentes a las tradicionales en política. Proyectos juveniles de comunicación que dejan atrás la idea de prensa-escuela para poner a dialogar a adultos y jóvenes y, sobre todo, para arriesgarse en la constitución de una opinión pública donde los jóvenes sean actores (Barbero y Rey, 1999).
Conclusiones
Las micro-experiencias de diseminación en la opinión pública, se presentan como un proyecto que permanece intacto en la memoria social, por su carácter de generar encuentros, debates y la voz de los actores que participan, en este sentido, nos presenta una manera de problematizar la realidad y socializar el proceso en espacios de reciprocidad. Los referentes importantes como la solidaridad se construyen con la interacción, en tal caso, lo común es el evento que permite entender que hay posibilidades, diferencias, discusiones que están plasmadas en la cotidianidad de los individuos, que se comunican en común en el diálogo, la escucha, el debate y la reexión donde el vínculo social está c imentado. Los testimonios de las víctimas (entre otras problemáticas) constituyen una evidencia propicia para poner en juego la condición ciudadana de los individuos, puesto que la capacidad de lenguajear activa emociones, interpretaciones y, por supuesto, los signicados comunes que hacen de la violencia un no-lugar en la vida cotidiana de los individuos.
Referencias
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Cuerpo, discriminación y capitalismo: la cirugía estética y el moldeamiento de la subjetividad Vanessa Plata Peñafort Alexander Torres Sanmiguel
El siguiente escrito surge como resultado complementario del trabajo de investigación sobre Cuerpo y cirugía Estética: tensiones que movilizan el sentido de la corporalidad en cuerpos intervenidos .12 Esta investigación resulta en principio de un intento de comprender el auge de la cirugía estética como fenómeno que se relaciona, no sólo con el modelado de la apariencia, sino además con el modelado de la subjetividad; y, en segundo lugar, de la necesidad de darle a este problema un espacio en el debate académico que logre dotarlo de la seriedad que reviste como un fenómeno en expansión que expresa nuevas formas de entender el cuerpo. Para ello acudimos a narraciones de sujetos con cuerpos intervenidos por la cirugía estética, con el n de analizar cuáles son las tensiones de sentido en la construcción de la corporalidad contemporánea que allí transitan. A partir de los datos recogidos en dichas narraciones, fue posible inferir los discursos más fuertes que atraviesan la construcción del sentido de la corporalidad contemporánea. 12 Invesgación realizada entre los años 2008 a 2009 en la Maestría en Comunicación de la Poncia Universidad Javeriana.
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Metodológicamente nos enfocamos en la investigación cualitativa que nos permitió, a partir de los datos iniciales, descubrir categorías y relaciones entre éstos para ordenarlos en esquemas teóricos que nos llevaron a entender los datos como ideas de donde surge el conocimiento nuevo, logrando identicar, estudiar y relacionar los datos reformulándolos en categorías. Este tipo de metodología busca comprender el fenómeno de estudio desde adentro, lo cual implica apoyarnos en la narración de un su jeto como punto de partida inicial que se analiza para establecer así unas tipologías susceptibles de comparación con otros casos. Para esta investigación se entrevistó a 15 mujeres que habían sometido sus cuerpos a diferentes cirugías estéticas, cuyas edades oscilaban entre los 18 y los 25 años de edad, estudiantes de la Universidad Politécnico Grancolombiano, la Universidad Santo Tomás y la Universidad Jorge Tadeo Lozano de Bogotá. Las narraciones se sometieron a un análisis, que desde el uso del lenguaje como herramienta de indagación, pretendía encontrar constantes, regularidades y transformaciones en la forma de concebir e interpretar el sentido de la corporalidad, partiendo de la comprensión de que la cirugía estética, más allá de la práctica misma, es un referente que permite inferir cambios en la concepción social del discurso sobre el cuerpo, además de una intervención misma en la subjetividad de los individuos. Asimismo, la investigación es un intento de análisis crítico y académico sobre un fenómeno en aumento que es claro indicio de los alcances sociales de la estética corporal, como elemento importante de inclusión o exclusión social. Este escrito reexiona, producto de las narraciones, sobre algunos de los discursos sociales que atraviesan, cruzan y se dirigen al cuerpo, conformando su signo social. El trabajo permitió rastrear las tensiones de sentido que se dan en la construcción de la c orporalidad contemporánea, e identicar los escenarios en donde se hacen evidentes los discursos sociales en la cimentación del signicado del cuerpo; espacios como los medios, la moda, la publicidad, son discursos estratégicos que emergen en las narraciones, y que dan cuenta de las implicaciones de la estética corporal como vector trascendental dentro de la estructura social y la cultura.
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El papel de los medios de comunicación
En primer lugar, los medios surgen como ese discurso donde convergen y conuyen otra serie de discursos en los que la presencia del cuerpo es determinante. El sujeto reconoce y valida este espacio como privilegiado en la circulación de cánones y preceptos corporales en la medida en que recoge, resignica y difunde sistemáticamente tendencias, modas y estilos en torno a lo corporal. Los medios han sabido aprovechar muy bien el fenómeno de la intervención estética al hacer públicos sus avances, posibilidades y potencialidades. No es un secreto que cada vez son más las franjas y espacios dedicados al cuidado, arreglo y presentación del cuerpo, así como a los últimos avances en términos de intervenciones que el sujeto tiene a mano para mejorar su imagen: dietas, ejercicios, adelgazantes, cremas, cosméticos, botox, implantes, fajas, tratamientos, liposucciones, moldeamientos, etc., hacen parte de todo ese arsenal presente en los medios. Y no sólo se trata de secciones en noticieros, hoy hablamos de secciones enteras en los periódicos, revistas especializadas, programas de televisión dedicados a mejorar la imagen de las personas a través de múltiples procedimientos, que empiezan por sugerencias en el vestir y terminan en diseño de sonrisa, inyecciones, mamoplastias, liposucciones, etc. De allí que encontremos desde programas como ¡No te lo pongas!, 10 años menos, Tim Gunn: gurú del estilo, Caras y curvas, 180 grados, Quiero lucir famosa, Cámbiame el look y en el caso colombiano Cambio Extremo, hasta series y realities que escenican y describen el día a día de un cirujano estético como Doctor 90210 y Al lo del bisturí, por sólo mencionar algunos, en los que ya no se focaliza tanto al paciente y sus deseos como al cirujano estético y sus saberes, poniendo en evidencia cómo ese nuevo rol social cobra cada vez más relevancia. En este sentido, cabe también la alusión a NipTukc, serie de televisión en la que se ccionaliza la vida y los conictos de dos cirujanos estéticos. Lo que nos muestra la obsesión de la cultura y de la sociedad hacia este fenómeno creciente que tiene un amplio escenario en los medios. Se hace evidente entonces cómo los medios se constituyen en un lugar de tránsito para diversos discursos sobre el cuerpo: la moda, la publicidad, el deporte, la cirugía estética y el porno habitan los medios, se potencian allí, aunque no debemos olvidar que es en la cotidianidad donde los individuos los llenan de sentido, validándolos en sus deseos, sus gustos, sus demandas y sus prácticas.
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Moda, cuerpo y capitalismo
Uno de estos discursos en los que se evidencian las tensiones en la construcción de la corporalidad es la moda. Abordar este fenómeno desde una perspectiva teórica implica reconocer en él una trascendencia social en el mundo contemporáneo, que más allá de concentrarse en cuestionar y criticar su vanidad y aparente banalidad, permita una inteligibilidad y conocimiento de su forma de operar, como una de las principales dimensiones a través de las cuales las diferentes c lases evidencian sus gustos, deseos y tendencias dentro de la estructura social. En principio, la pertinencia de dar una mirada a la moda surge de entender que una de las razones por las cuales muchas de las entrevistadas tomaron la decisión de intervenir su cuerpo a través de cirugías estéticas, radicaba fundamentalmente en el deseo de poder lucir un cuerpo acorde con las exigencias del vestir. Esto nos empujó hacia una primera comprensión dentro de la complejidad del fenómeno y es que el sistema de la moda no se dirige solamente a las características y tendencias del vestir, sino que éstas a su vez, establecen de manera radical unos prototipos ideales de cuerpo, con características y proporciones e specícas que dependiendo de la manifestación o tendencia del momento, marcan y determinan unos estereotipos de cuerpo al proponer unos patrones de representación que uctúan con el tiempo, pero que son determinantes en la interpretación que los sujetos hacen de sus propias cualidades y características físicas. En este orden, la intención no radica en rastrear la moda desde la historia del vestido, sino en indagar cómo al surgir este fenómeno en Occidente y al tomar mayor fuerza gracias a la irrupción de medios masivos como el cine y la televisión, ayuda junto a otros discursos y manifestaciones sociales como la publicidad y el deporte, a moldear el cuerpo y las ideas sobre éste en la modernidad. Es interesante, además, encontrar que mucha de su ecacia como sistema regulador y de control, reside en la sutileza de sus formas de operar, que bajo su aparente supercialidad han pasado des apercibidas para gran parte de la comunidad académica que se concentra tal vez, en formas más evidentes de actuación del poder. El cuerpo y los regímenes que la moda propone a éste en el cuidado de la apariencia, las apropiaciones que los sujetos hacen de estos discursos sociales a los que se ven expuestos desde las múltiples realidades y contextos locales y personales, son decisivos en la construcción subjetiva de la identidad corporal, representación que recongura la lectura que el sujeto hace de sí mismo y su existencia frente al espejo, pero que esconde
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y transparenta tras la ambigüedad del propio discurso, las visiones, manifestaciones y representaciones sociales. La moda y el cuerpo como principal escenario de la misma, como vitrina y espectáculo, como forma de identidad y de identicación, se con gura en la tensión social del consumo, que dentro del capitalismo y las muchas maneras en que éste se sirve de la fuerza y las cualidades del cuerpo, aprovecha hoy la inmanencia de la imagen y la apariencia para explotarlas en benecio de sus dinámicas dentro de los sistemas de producción; convirtiendo al cuerpo, sus atributos estéticos en términos de aspecto y forma, las maneras de cuidarlo, adornarlo e intervenirlo, en un motor más de su supervivencia, que socialmente, en planos tan trascendentales para un individuo cómo la inserción laboral, pueden ser de modo tácito o no explícito concluyentes en su acceso y reconocimiento profesional. La raza, el sexo, el color, y las proporciones y características estéticas del cuerpo son determinantes en la competencia y ubicación dentro de los antagonismos de clase, y juegan un papel estratégico dentro del reconocimiento cotidiano de capacidades y prestigio, incluso cuando los campos de armación social o profesional no están mediados necesariamente por la apariencia física y el cuidado de la imagen, convirtiéndose en escenario de tensiones, fricciones y luchas entre los diferentes estamentos, capas y fracciones sociales en su búsqueda de identicación, reconocimiento e inserción. Lo cual supone admitir la trascendencia de la apariencia física como factor signicativo de prácticas y actitudes, en muchos casos no conscientes, de formas de segregación y exclusión social en las que se perpetúan signos de dominación y rechazo. Es pertinente especicar que lo contundente y sutil de estas formas y manifestaciones de discriminación, al dirigirse al cuerpo, encuentran su efectividad precisamente por estar circunscritas dentro de relaciones de poder cotidianas a la experiencia del individuo y por estar presentes en el entramado social e histórico dentro del cual el individuo teje su cotidianidad, dependiendo de su propia apariencia e inclusión en la estructura social. Evidenciando que más que formas de manipulación de la conciencia de los individuos o formas de dominación de clase, se expresan dentro de las lógicas y dinámicas de las interacciones s ociales. Sin embargo, el mismo escenario de la moda se congura como un es pacio ambiguo en relación con el cuerpo y su identidad, en la medida en que se encarga de presentar unos cánones y modelos que se imponen, pero que surgen con fecha de caducidad en la necesidad misma de novedad
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que alimenta al sistema; ciclos y ritmos que se suceden, unos más largos que otros, pero que de todos modos dan cuenta del tiempo y del cambio, en las particularidades del vestir y del cuerpo. Se trata de sentidos sin ruta precisa donde lo constante se encuentra en la exigencia de transformación, de búsqueda, de circulación, que necesita de sujetos dispuestos a la metamorfosis, a la mutación, a la transgresión constante de valores, formas y tendencias. Es un culto a lo evanescente, a lo que surge para no perdurar pero que en esta misma lógica cuestiona todo intento de totalitarismo y perpetuación del signo y del sentido, y por tanto del poder. En los ujos pasajeros de la moda existen a su vez transgresiones, su necesidad constante de novedad, de cambio la convierten en revolucionaria, dinamizadora no sólo del mercado (simbólico), sino además de la cultura y de la sociedad. Su poder también se expresa en la resistencia, en la incorporación y en la apropiación que los individuos y los grupos hacen de los mercados globales. La búsqueda constante de reconocimiento y aceptación, de pertenencia e identidad, que de base tiene al cuerpo como lugar de encuentro, expone al individuo frente a la moda, a prácticas de consumo no sólo en términos mercantiles sobre objetos y bienes en los cuales evidenciar distinción y prestigio, sino además, respecto a consumos tecnológicos, cientícos y simbólicos como la misma cirugía, que expresan una naturalización de la técnica desde un punto de vista instrumental y práctico, convergiendo en posibilidades más amplias de toma de decisión sobre el cuerpo y sus características. Posibilidades que transforman hoy a su vez el concepto mismo del cuerpo, al generar incluso nuevas estructuras de signicado cultural, nuevos sistemas de signicación que implican ejercer el derecho al libre desarrollo de la persona y de la personalidad en un mayor rango de autonomía del individuo sobre su propio c uerpo. Lo nuevo plantea lo inconstante del presente, tanto en un plano individual como colectivo y presume que las formas mismas de conguración del sentido están en continua movilización. Sin embargo, aunque en los niveles más superciales del signicado se hacen evidentes las mutaciones, los mismos procesos de consolidación y conguración de las estruc turas sociales sugieren el decantamiento y sedimentación de los signos del cuerpo y sus representaciones. Es decir, en términos de moda corporal los propios gustos, estilos y preferencias de los sujetos son el resultado de procesos culturales más amplios que en su uidez asientan e institucionalizan formas que el individuo apropia y resignica dependiendo de su contexto histórico particular. La estética corporal y sus deniciones son
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consecuencia en gran medida de la incidencia de procesos globales de sentido que acompañan las dinámicas propias del capitalismo, la comunicación de masas, y los principios de las democracias neoliberales. El capitalismo ha elevado como principios supremos la propiedad privada y el individualismo y erige ahora el cuidado y arreglo de la apariencia corporal, como valor último del hedonismo. De esta manera, ha sabido aprovechar la satisfacción, arreglo e intervención del cuerpo como un negocio que brinda grandes rentabilidades y ofrece amplias posibilidades de lucro y mercado, proyectando al cuerpo y su apariencia como objeto de deseo y consumo, y como vitrina personalizable bajo los ujos de la moda que lo diseña y construye idealmente para la atracción y seducción dentro de los procesos de individualización que fabrican el deseo. La transición de las formas de control social entre los siglos XIX y XX está marcada por la consolidación del sistema capitalista y las sociedades democráticas, que, gracias a estrategias como la publicidad, el uso de la imagen en la comunicación, y la expansión de los medios masivos, han transformado radicalmente las formas de ejercer el poder, el control y la política. Estrategias que en las sociedades pre modernas se dirigían al control coercitivo del individuo y su conducta, en lo que autores como Foucault (1998, 2005, 2005a) han denominado los sistemas disciplinares, han mutado a formas mucho más delicadas e ingeniosas que se dirigen ya no al control físico del cuerpo y sus capacidades, sino que nacen de entender que la conducta del individuo es la manifestación de procesos de representación que se dan en la conciencia, en la subjetividad y que para dirigirlos es trascendental el aprendizaje, la socialización y la seducción de la autonomía. De esta manera, el capitalismo ha aprovechado perspicazmente los medios de comunicación para vender no sólo productos y mercancías sino fundamentalmente estilos de vida, signos, imágenes y discursos sobre la realidad, en los que el juego con el gusto, la satisfacción, y la diferenciación social dentro de las lógicas del consumo, han logrado obstruir capacidades colectivas y grupales de movilización en pro de la desagregación social y la individualización, donde prevalece el interés personal a cualquier intento de cooperativismo. Esos procesos de individualización, que autores como Lipovetsky (2007), profundizando en el sistema de la moda han planteado, se entienden como todas las formas en que opera el sistema c apitalista que propenden por aislar los motivos personales buscando que los sujetos superen
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sus identidades colectivas y sus intereses de grupo y clase, en pro de la realización y éxito individual. Valores como la competencia, la libertad, el desarrollo de la personalidad, dan cuenta de principios que se rigen y dirigen hacia la singularidad y que proponen la diferencia y exclusividad como fórmulas del consumo, manifestaciones que evidencian una ideología intima, privada, una mayor autonomía y particularización de los individuos. En este mismo orden, los procesos de personalización, implican las formas en que los individuos se apropian de los objetos e intentan transmitirles a estos características y señales particulares en las cuales poder reejar su propia identidad y personalidad; efecto que a su vez es aprovechado desde las industrias y sistemas de producción, para establecer dentro de la seriación masiva de productos, formas de fomentar valores de distinción en gamas, colores y modelos que, impulsados por la novedad y obsolescencia de los objetos, se sirven de la necesidad de individualización para generar valores agregados de diferenciación y exclusividad. El cuerpo, sus interpretaciones y representaciones, tampoco escapa a los ujos de la moda, ni a los procesos de individualización y persona lización. El cuerpo cada vez más es concebido como sujeto – objeto en la edicación de nuevas necesidades de apropiación y moldeamiento, don de la naturalización de la técnica desde aspectos como la cirugía estética, no sólo amplía la autonomía sobre el cuerpo y sus capacidades sino que transforman sustancialmente su concepción. De esta forma, el cuerpo mismo y su apariencia se c onvierten en un valor más de personalización que gracias a la posibilidad real que surge con la cirugía de intervenir su apariencia estética, permite a los individuos seguir más de cerca los ujos de consumo simbólico del sistema. En principio, las tecnologías, los objetos y en este caso, las cirugías estéticas, por los costos económicos que implican cuando aparecen y mientras socialmente se potencia su consumo masivo, son evidencia de una estraticación y diferenciación social en la medida en que su utilización y acceso comienza por las clases sociales con mayor poder adquisitivo, convirtiéndose en signo de estatus y prestigio; pero este rasgo de distinción y estraticación, con el tiempo cede terreno a la practicidad y funcionali dad del producto o de la invención que, en aras de la vida moderna, más que rasgos de distinción busca calidad, servicio y garantía, trascendiendo hacia el aprovechamiento y uso de la innovación, cuyo consumo se normaliza con la masicación que lo asienta como una necesidad más de la cultura del confort. Demostrando una lógica de la practicidad misma de la
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cultura, que canaliza cualquier innovación o invento y traspone la utilidad a las manifestaciones de prestigio o suntuosidad del objeto o del cuerpo como objeto, normalizando a su vez nuevos contenidos, formas y procedimientos sobre el mismo, que le conceden sentidos agregados. El cuerpo, sus intervenciones y modicaciones, bajo la autonomía de la cirugía, hacen posibles satisfacciones privadas, que más allá de pretensiones de clase y reputación, dan cuenta de un cuerpo transformado en sujeto que demanda cuidado desde la perspectiva de la imagen y apariencia, pero desustanciado de otras dimensiones que son relegadas cultural y socialmente, como en el caso del cuerpo en la publicidad; explotación y hegemonía de la imagen que en su transgresión social aprovecha el nuevo culto al cuerpo en la comunicación, para transformarlo en objeto supeditado a las dinámicas de la forma y la moda dentro del goce privado y las posibilidades funcionales y prácticas del consumo. Expresión presente y recurrente en el argumento personal de la satisfacción íntima frente a la cirugía, de: lo hice por mí y no por los demás; que más que un asunto de prestigio o reconocimiento social da cuenta del goce mismo del consumo en justicaciones como: … me la practique porque quise, porque podía. La modernidad 13 ha cimentado una cultura de la imagen y la forma, que ha transmutado al cuerpo en sujeto de demandas, necesidades y cuidados especícos que se acoplan a la satisfacción y goce del consumo hedonista, que a su vez convierte al cuerpo en objeto de placer en sí mismo. Mutación y doble articulación que no deja de trascender a los individuos en su armación personal y corporal, y que permea hoy el signicado del cuerpo mismo que se interviene y modica gracias a la cirugía estética, que más que lecturas de clase de cara al fenómeno social en expansión, da cuenta del valor funcional detrás del consumo que cada vez es más amplio en términos de clase y que por tanto presenta en la graticación de los servicios y el gusto por la utilidad de la práctica, satisfacciones y benecios personales e íntimos que relegan el costo y lo que esto implica estructuralmente a un segundo plano, para privilegiar la experiencia y goce personal. Rasgo que más allá del reconocimiento social, caracteriza muchos de los consumos masivos y que está presente en las nuevas formas de consumo dentro del anonimato de las grandes ciudades. Esto nos habla de una cultura además narcisista en el embeleso de la apariencia y el ujo de la moda y la vanidad, que detrás de su supercialidad 13 Para observar cómo la matriz del poder del sistema mundo moderno/colonial uli zó estratégicamente la clasicación de la corporalidad en razas que parametrizaban subjevidades, se recomienda el ya clásico texto Colonialidad del poder, eurocentrismo y América Latna, de Aníbal Quijano. Nota de los Compiladores.
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esconde fuerzas sociales ambiguas y contradictorias, en la medida en que promueve búsquedas privadas en las que la autonomía y autodeterminación del individuo son trascendentales en la construcción de sentido, pero que a su vez en la emergencia de individualismos impulsa la disgregación del sentido de grupo fundamental para cualquier sociedad y democracia. La moda al ser pública instaura la inconstancia como vanguardia permeando a los sujetos más dispuestos al cambio y con mayor tolerancia y sensibilidad hacia los otros; sujetos que en múltiples dimensiones se encuentran más abiertos y preparados para el diálogo, la confrontación y la controversia, nutriendo desde otros escenarios y perspectivas la esfera pública moderna, donde en muchos casos la moda y el cuerpo son utilizados, más allá de la identidad o identicación, como formas de denuncia y manifestaciones de cambio que los convierten en transgresores y dinamizadores no sólo del mercado (simbólico), sino además de la cultura y de la sociedad. De esta manera, su poder también se expresa en la resistencia, en la incorporación y en la apropiación que los individuos y los grupos hacen de los mercados globales, para resignicar sus contenidos desde sus contextos dentro de la heteronomía de la cultura de masas. La distinción social presente en el cuidado, adorno y belleza del cuerpo se hace evidente en la moda, que se convierte, gracias al consumo, en uno de los agentes movilizadores de los procesos de individualización del capitalismo, que al dirigirse al cuerpo y transformarlo en sujeto-objeto, hoy además, puede personalizarse a voluntad de acuerdo con gustos y tendencias. La cirugía estética surge para dar respuesta a las demandas y requerimientos de la sociedad, ya sea de salud, apariencia o vanidad; ampliando a su vez las fronteras de decisión del individuo sobre su propio cuerpo, y aumentando la autonomía sobre la realidad y las posibilidades de determinación, individualización y diferencia; en respuesta además a las exigencias y peticiones de la subjetividad, que es ahora el blanco de las formas de control social. Cuerpo, seducción y publicidad
En cuanto a la publicidad como lugar clave de tránsito y construcción de sentido sobre el cue rpo, cabe hacer algunas consideraciones siguiendo las ideas de Oscar Traversa en su texto Cuerpos de papel (1997), de acuerdo con las cuales la publicidad y el cuerpo en ella resignicado, ocupan un lugar central en los fenómenos contemporáneos:
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Muchos han pensado (y aún piensan) que la publicidad es un lugar, si se quiere, pobre, para buscar buenas indicaciones acerca de asuntos trascendentes; el cuerpo y las pasiones que lo habitan se adscriben a ese rubro. Esas opiniones inhibirían desde el inicio la fecundidad del análisis de ese discurso, sin embargo, podría pensarse también que tales opiniones lindan más bien con el prejuicio, o el raso sentido común, que con algún producto de un saber medianamente estructurado (Traversa, 1997, p. 13). El cuerpo objeto de deseo y culto de la sociedad de masas, es un cuerpo elaborado, seleccionado y fragmentado en la exclusividad y diseño del fashion publicitario, que gracias al aprovechamiento de los medios y su capacidad de difusión, se constituye en referente de los individuos para la cimentación de sus propias creencias y valores estéticos, y que además ayuda a forjar en la cotidianidad juicios y actitudes sobre el cuerpo propio y el de los otros, instaurando paulatinamente en la cultura otras maneras de comprensión e interpretación sobre el cuerpo. De los múltiples referentes que circulan en los medios, encontramos que el referente publicitario ocupa un lugar especial en la construcción que los individuos hacen de la imagen y representación social del cuerpo. Con inventos que impactaron principalmente el siglo XX como la fotografía y el cine, y la masicación de aparatos de televisión que se da posterior a la Segunda Guerra Mundial, E.U. se impone como potencia a nivel occidental, después de luchar una guerra fuera de su territorio que permitió, no sólo que la infraestructura de sus industrias no sufriera ningún daño y permaneciera intacta, sino además, que el resto del mundo le sirviera de mercado a su superávit de producción. Estos acontecimientos produjeron parte de la opulencia del sueño americano, y a su vez, empezaron a abrir paso al establecimiento de la imagen en millones de hogares en el mundo; contingencia que paulatinamente comenzó a instaurar una cultura que privilegia lo visual y la estética de la apariencia y la forma, y que como estrategia de venta termina por imponer la hegemonía del consumo con la cual se comprometen muchas de las democracias y sociedades modernas alentadas por Hollywood y la Guerra Fría, que instituyen sobre el cuerpo una imagen blanca- occidental, selección que deja de lado otras estéticas, en una politización de la imagen, tanto por lo que se escoge para ser mostrado como por lo que se deja de mostrar. La publicidad, que ya tenía claro su papel social desde los años 20 como generadora de deseos y necesidades para la educación y consumo de las masas, encuentra en el universo de la imagen el mejor aliado para la
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difusión de sus mensajes, consolidando la persuasión visual y el gusto estético por las formas, como elementos es tratégicos de su actividad, que al lado del deleite de las masas por lo novedoso y el deseo ambiguo del individuo por pertenecer y diferenciarse, instauran todo un método de diseño de la seducción dentro del sistema capitalista para promover el consumo. De manera evidente el cuerpo, y en especial el cuerpo femenino, entra a jugar un papel trascendental como estrategia de venta dentro de la pu blicidad con el claro mensaje del deseo, es decir, sin importar el producto que se quiera vender, el cuerpo de la mujer hace parte de la recompensa y graticación; visibilizando casi de forma exclusiva, la sexualidad y sensualidad del cuerpo femenino, que reducen a la mujer a una dimensión de cuerpo-objeto que en muchos de los anuncios publicitarios se presenta al servicio de la mirada masculina para ser conquistado. Así lo señala Jesús Martín-Barbero al referirse a los tres discursos que hoy en día moldean el cuerpo: Lo que empieza a aparecer como un cuerpo admirado, que seduce, que fascina y que desconcierta, es un cuerpo femenino; yo diría que una de las claves es todo el cambio corporal que están asumiendo las mujeres, que están viviendo como sus representaciones sociales, es decir, aquí hay una tensión muy grande sobre el cuerpo femenino… El cuerpo del hombre no estaba calicado con el elemento de misterio y belleza (2008, p. 70). La diversidad, la multiplicidad y heterogeneidad de los contenidos de los medios no dejan de mostrar, sobre todo en la publicidad, una escogencia y segmentación de la realidad en las que los estereotipos se subordinan a su vez a arquetipos sociales mucho más enraizados en la cultura e idiosincrasia; en este sentido, por ejemplo, el cuerpo femenino es utilizado no sólo desde la seducción, sino además incrustado en toda una estructura de dominación mucho más amplia, como en los comerciales de limpieza que tácitamente se dirigen a la mujer y a sus roles de madre y ama de casa. La moda signicada en los medios a través de la publicidad, que en algún momento se consideró como reejo de los gustos y tendencias sociales, se erige hoy como un discurso seleccionado de raza, etnia y forma, en el cual el poder se maniesta no sólo en lo que se divulga, sino fundamentalmente a través de lo que no se divulga; lo que circula como “normalidad” y realidad no deja de ser una visión que construye una falsa idea de naturalidad, encargada de vender lo parcial y escogido como lo total y global,
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en donde la diferencia, ya se a de cultura, raza o forma, es presentada como excepción o contraste con los cánones y pautas más estables. Los objetos, los artículos y la fascinación por la forma, implican la posesión, la pertenencia y propiedad como estrategias de individualización desde el consumo, pero esto no es suciente, es necesario un cuerpo con características determinadas para su disfrute y experiencia. La publicidad establece un ideal de cuerpo joven para el consumo, es decir, no sólo utiliza el cuerpo joven como escaparate, sino que genera a su vez toda una idea de éxito acompañada de la imagen juvenil. Proceso que paulatinamente vacía de contenido y s ignicado otras formas y otros cuerpos, como el cuerpo maduro o el cuerpo del viejo, sin mencionar distintas exclusiones de clase y raza, imágenes en la cultura en las que contradictoriamente este cuerpo joven que es visible, que progresivamente ha aumentado su irrupción y erotización en la imagen y en la pantalla, termina siendo un cuerpo mudo, un cuerpo cuya valía depende sólo de su apariencia; su voz se ha perdido y sus demandas pocas veces logran eco más allá de la moda. La única dimensión relevante del cuerpo joven desde la publicidad, es la apariencia y su capacidad de seducción, estratégicamente aprovechada para sustanciar la conducta y las actividades de consumo de los individuos, en la que la cirugía estética se posiciona en el mercado al ofrecer la posibilidad de adquirir este cuerpo de forma rápida e instrumental. Es importante señalar cómo la intervención estética viene de la mano con un cambio en la sensibilidad y percepción sobre el cuerpo. La naturalización de la técnica que implica la apropiación de los individuos de unos avances y adelantos, conlleva a que ciertos sentidos sobre el cuerpo se desplacen, moviendo por ejemplo, las fronteras entre lo natural, lo normal y lo construido. Cuerpo, deporte y pornografía
Otro de los cambios en la sensib ilidad que opera en las formas contemporáneas de control, tiene que ver, primero con un cuerpo que ha sido auscultado hasta en su más mínimo pliegue y detalle; siendo sustraído de su misterio y su secreto y expuesto en los ojos de la ciencia y la pornografía al escrutinio público; que no deja otro camino al individuo más que reconocerse en la intimidad de su experiencia y exaltación. Es decir,
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el cuerpo no es un cuerpo para conocer sino un cuerpo para sentir, para ser sometido a experiencias. Así mismo, las formas de control que sobre él se ejercen trascienden lo racional para adentrarse en lo emocional, en lo emotivo, es decir, controles que se dan desde el repudio, el asco, el deseo o el gusto, como sucede con el rechazo y discriminación hacia la gura del cuerpo gordo.
espectáculo empieza hacia 1900 cuando muchos de los juegos que antes se practicaban al aire libre, careciendo de normas y espacios denidos, se institucionalizan dentro de encerramientos denidos y reglamentaciones especícas. Este es el comienzo de la esta deportiva que no sólo ennoblece a los jugadores como estrellas públicas sino que conjuga los preceptos de la higiene en su moralidad:
En segundo lugar, el discurso de la publicidad junto con el deporte y la pornografía en el siglo XX se han encargado de desnudar gradualmente al cuerpo, convirtiéndolo en espectáculo. Este develamiento ha estado acompasado por la ampliación del foco en la pantalla, que en principio no explota ni explora el cuerpo en su totalidad, y ni siquiera es consciente del poder persuasivo de su imagen al copiar los formatos y gramáticas de la radio. Ángulo que al ir ampliando la mirada sobre el cuerpo llega a bene ciarse de su totalidad, descubriendo gracias a ello partes, formas, curvas y resquicios trascendentes para la mirada social que las c onstruye; para posteriormente volver a fragmentarlo en la focalización que opera sobre éstas.
El deporte con su aparente valorización de la salud, su efervescencia, también su aparente ilustración de progreso, se convierte en uno de los principales espectáculos del siglo XX. La televisión y la pantalla añaden nuevas maneras de ver a partir de 1950, más emocionantes, más variadas, dando denitivamente a la escena su dimensión planetaria: su valor de espectáculo total (Vigarello, 2006, p. 333).
En tercer lugar, hay un cambio en la velocidad de percepción y consumo de imágenes a partir de la irrupción de la f otografía. Si bien la contemplación de la obra de arte era lenta, casi detenida, con la fotografía, posteriormente con el cine y luego con la televisión y el video, el cambio en la sensi bilidad de la percepción se da en la capacidad de interpretación y rapidez del consumo de imágenes que hoy es cada vez más veloz y vertiginosa; aunque se trate de imágenes que sobrepuestas resultarían pareciéndose, es decir, la cantidad de imágenes corporales difundidas suelen dar la idea de la multiplicidad, lo variado y heterogéneo. Sin embargo, esas imágenes tienden a ser la misma reproducida en cientos de gamas, de donde surge la idea de la “fotocopia” y además de la construcción s ocial de la diferencia, al poner en comparación la diversidad de formas del cuerpo para la discriminación y escogencia de las imágenes en la publicidad. Construcción social de la diferencia que se trata de producir al otro, al desplazar a su vez en esta comparación el sentido de lo normal o “natural” sobre las formas del cuerpo, negando su alteridad en la instauración de una violencia simbólica relacionada con la desustanciación de ciertos cuerpos e imágenes que de aparecer, lo hacen como rareza o contraste, y con la sustanciación de otros al ser propuestos dentro de los prototipos sociales. En cuanto al deporte como lugar clave para pensar la corporalidad, cabe hacer algunas consideraciones preliminares. El camino del deporte como
Al llegar a las pantallas la esta deportiva se transforma en espectáculo de masas que atrae a millones de seguidores alrededor del mundo y genera fuertes lazos de identidad y reconocimiento, ubicándose e stratégicamente en la consciencia social como lazo de cohesión popular. En su origen el espectáculo deportivo llevó a las muchedumbres edicaciones morales que durante mucho tiempo fueron exclusividad de las élites, como signos de prestigio de la competitividad y estilo de las burguesías y clases altas. El cuerpo de nuevo es blanco de admiración de sus capacidades y al aumentar su difusión, desde las graderías a las pantallas, crece a su vez la intención de deslumbrar al espectador. El espectáculo sobre el juego en muchos termina siendo más importante que el juego mismo. Las olimpiadas, los encuentros de tenis y de fútbol, el boxeo que descubre el dorso masculino a la mirada del público, por primera vez dan cuenta, a través del crecimiento de sus escenarios y estadios, del aumento del interés pú blico sobre el deporte como espectáculo y el fervor que ocasiona en las multitudes. Incluso cabe recordar las olimpiadas de Berlín en 1936 que representan todo un ícono de la explotación política del deporte y de la exaltación y efervescencia nacional que genera e n las masas. El deporte encierra detrás de su apariencia las formas lúdicas de dirimir el encuentro, la tensión del enfrentamiento, la incertidumbre del triunfo, lo excepcional del record, y en general la fascinación y atracción de lo extraordinario. Al ser metáfora y simbolismo de lucha, propone falsos compromisos de grupo desde el consumo privado y relajado frente a la pantalla. En este sentido, ayuda en la conformación de esa exigencia de extremo sobre el cuerpo, de búsqueda del límite siempre superado de las
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potencialidades físicas del cuerpo que a su vez jalona tras de sí la idea de progreso, y una identidad psicológica tanto individual como social de apoyo al jugador o al equipo bajo la idea del atleta como héroe que canaliza la emoción. El deporte en la comunicación envía un mensaje claro a sus audiencias; el atleta es la prueba de que con la interiorización del discurso de la higiene y el mantenerse dentro de sus preceptos, se puede alcanzar este cuerpo idealizado, es decir, el discurso del deporte construye la imagen del cuerpo perfecto logrado dentro del control de sus hábitos y actividades, que le permiten alcanzar el logro máximo de las condiciones físicas. El atleta es un ejemplo extraordinario, pero “natural” de lo que el espíritu humano puede alcanzar si se lo propone, contando sólo consigo mismo. Entra a ser un soporte en términos del imaginario democrático de las sociedades modernas, porque consagra tras el simbolismo de la lucha, la idea de la equidad e igualdad porque se parte de las mismas c ondiciones para todos. Incluso la institucionalización de la normatividad en los de portes, debe dar cuenta del equilibrio en las condiciones del juego. Dando así la idea, no sólo de perfección individual, sino además de perfeccionamiento social en una lógica de la igualdad. La admiración que genera el deporte por el cuerpo, es una admiración que viene acompañada por la imagen del cuerpo que éste produce; representación que se ja en las audiencias bajo connotaciones míticas y heroicas, que dan cuenta de un cuerpo que alcanza sus máximas potencialidades y que se inserta en la cultura a través de la difusión que hacen los medios, de las hazañas de los atletas desde la perspectiva emocional al contar sus logros como proezas. Esa trascendencia del discurso del deporte se comprueba por las cifras que hoy maneja como espectáculo y por el crecimiento vertiginoso de las inversiones a partir de los años 50, que muestran la expansión y lucro del deporte aprovechado como negocio del espectáculo, en el que el cuerpo se convierte en uno de los vehículos de comunicación más poderoso. La importancia de este discurso radica en la exigencia de una imagen de cuerpo, centrada en el control, en la interiorización de los preceptos y hábitos del discurso de la higiene, que dan forma a un cuerpo que se convierte en ideal y que se instaura en la c ultura a través del espectáculo que se encarga de mostrarlo y desnudarlo tras la contemplación de s us formas y capacidades. Las huellas de este discurso dan cuenta de su trascendencia
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histórica en la imagen y modelado del cuerpo y que hoy continúa siendo uno de los lugares en los cuales indagar por el sentido de la corporalidad. Ese ideal de cuerpo que se puede alcanzar gracias al deporte, que ya no sólo se limita al ejercicio profesional, sino que hace alusión a la necesidad de su implementación y práctica en la cotidianidad, encuentra en la cirugía una salida como vía rápida y “fácil” de acceder a él. Ese cuerpo conseguido gracias al esfuerzo y dedicación que implica horas de trabajo en el gimnasio o en diversos escenarios deportivos, puede hoy ser alcanzado con implantes, liposucciones, masajes, etc., que logran que el cuerpo dé la sensación de esa naturalidad trabajada. La interiorización del discurso de la higiene alcanza hoy otras dimensiones, ya no sólo se trata de la autoconstricción y autocontrol, sino del moldeamiento estético que bajo la apariencia de la imagen, se convierte en referente en la construcción de la subjetividad. Cuando no se tiene el rigor suciente para mantenerse dentro de los preceptos de la higiene y alcanzar un cuerpo musculado y fuerte como el del deporte, la intervención estética se convierte en una alternativa para acercarse a los parámetros que este ideal propone. Aunque es pertinente anotar cómo la construcción de la imagen corporal que presenta el deporte en la actualidad, consagra más el cuerpo y los atributos masculinos, mientras que la publicidad ha sabido centrarse más en los femeninos. En cuanto al porno, si bien éste como tal no surgió en las narraciones de manera directa, sí podemos decir que fue posible rastrear sus huellas e indicios detrás de las palabras de algunas de las entrevistadas, al referirse a lo voluptuoso y su mezcla con las estéticas del narcotráco en la gura de las prepago. En ese proceso de desnudamiento paulatino del cuerpo que inicia hacia los 40’s con la exposición de éste en escenarios como la publicidad, el cine y el deporte, el porno es el punto máximo que alcanza ese desnudamiento, no sólo con la exhibición del cuerpo como tal, sino con la focalización y fragmentación que propone y que le va a dar un lugar preponderante a unas características y partes del cuerpo femenino en particular que apuntan directamente a su sexualidad. Y no sólo se trata de la focalización sino de la estética que allí circula: formas exuberantes, tamaños considerables, curvas pronunciadas, en una proyección del deseo masculino en la hiperfeminización del cuerpo de la mujer.
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El salto que da el porno del cine al video y con ello a la intimidad del hogar que alcanza su máxima expresión con Internet, supone también un desplazamiento en los sentidos del cuerpo en su percepción y sensibilidad, trascendiendo esa lógica ccional propuesta por la narrativa del por no, hacia espacios cotidianos más personales. Precisamente uno de los lugares en los cuales esa estética encontró un terreno abonado donde crecer, fue en el fenómeno nacional del narcotráco. En esa lógica de la exuberancia, abundancia y poder, el cuerpo de la mujer se plantea también como objeto de valor y prestigio. Pero no se trata de un cuerpo enmarcado en la normalidad, debe ser un cuerpo que responda a esa abundancia y que en s us proporciones dé cuenta de e llo. Toda esa cción recreada por el porno en su lógica de poder masculino sobre lo femenino siempre dispuesto, siempre accesible y complaciente, encuentra su correlato en la construcción del cuerpo de la mujer en el narcotráco. La moda, la publicidad, el deporte e incluso el porno, son discursos sociales que al dirigirse al cuerpo en sus cruces, transversalidades y superposiciones, llenan de sentido su signo, convirtiéndose en una red semántica y conceptual que sirve de referente y subyace e structuralmente a las apropiaciones que los sujetos hacen de su cuerpo en su subjetividad. Transformándose en esas relaciones de tensión donde se libran las luc has por el sentido y el signicado, y en donde se mueve y circula también la cirugía estética como disciplina propia de la practicidad moderna para alcanzar resultados, y como lugar de sinergia en el que conuyen. Esta red conceptual se actualiza con cada mirada e interacción al estar mediada por la cotidianidad en la que los individuos tejen sus relaciones, en una sociedad que discrimina por la apariencia estética, el cuidado y ademanes del cuerpo. Develando así el poder político de la apariencia que estratica y determina posibilidades de inserción y aceptación social y que uye a través de controles casi inconscientes como el gusto, el asco o la repulsión presentes en un olor, en una forma o en un guiño del cuerpo, tal como nos lo hacía ver Nobert Elías (2009) al referirse a cómo las guracio nes son procesos cambiantes que tienden a instaurarse desde lo emotivo en los individuos y que por tanto son casi imperceptibles en su sutileza, pero no por eso menos violentos y efectivos. Relaciones de signicado presentes en las propias representaciones sociales que sirven a los individuos para interpretar, comprender y organizar su entorno, gracias a mediaciones simbólicas que articulan sus acciones, pero también juegan como formas de moldeado y modelado de la
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subjetividad, al llevar implícitos programas y hábitos de comportamiento, que más allá de brindar argumentos para justicar actitudes o prácticas, (en este caso de la cirugía estética como tal) , canalizan y dirigen el sentido de lo real al instaurar a su vez aspectos prescriptivos a la acción. De todas las dimensiones que pueden adquirir las formas de control y dominación social, por medio de las cuales se inscribe el poder en la sociedad, pensar el cuerpo en esta inmersión permite un tránsito para entender de entrada que ese poder sobre el que se reexiona, más allá de ideologías y dispositivos de Estado, se encuentra en la interacción que el individuo teje con su contexto y con el otro en su cotidianidad. Al variar las condiciones estructurales y personales, varían las tensiones sociales sobre el individuo en tanto sujeto situado y se transforman a su vez las formas de poder. Estas formas de poder circulan en la interacción del individuo con sus semejantes en donde las actitudes, hábitos, formas y comportamientos de cada uno, determinan unas “normalidades” que surgen de la introyección de los discursos que uyen en la cultura y en la sociedad. Discursos sociales que paulatinamente se encargan de cimentar los gustos y deseos, en una construcción del placer que desde la perspectiva de la estética, erige unas formas imperantes que se constituyen en cánones que terminan siendo tan excluyentes, pero a su vez tan persuasivos, que los mismos individuos segregados por ellos los apropian e interiorizan. Lo feo, lo gordo y lo viejo son interpretados como anormalidades y discriminados por su cuerpo y por ello, la cirugía estética se plantea como esa posibilidad de devolverles el reconocimiento social. Desplazamiento mismo de la normalidad y de la construcción del gusto como estrategias de control que operan tras la mirada y condenan y reprueban cualquier ademán, forma o gesto que no esté acorde con el contexto dentro del que se desenvuelve el cuerpo. La moda, la publicidad y el deporte no sólo fomentan el consumo de un cuerpo determinado, sino que prescriben unos dispositivos de control estéticos, que circulan en las interacciones y fundamentan unos gustos, patrones y tendencias sobre el cuerpo y lo que éste debe ser y no ser en apariencia. El cuerpo como su signo, tiene caras públicas y privadas en las apropiaciones y resignicaciones en las que el sujeto habita los discursos so ciales desde su intimidad. Mas su autonomía y poder de decisión son el punto hacia donde se dirigen las estrategias de control contemporáneo, al aprovechar esta capacidad en el mercado mundo de la imagen de la
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comunicación de masas para estudiarla sistemáticamente y seducirla desde los juegos del deseo y el consumo. Referencias • Cárdenas, G. y Rodríguez, A. (2008, octubre). La gente se relaciona con su cuerpo. Entrevista a Jesús Martín-Barbero. Polemikós. Revista de la Fundación Universitaria Los Libertadores, 1, 66-76. • Elías, N. (2009). El proceso de la civilización. México: Fondo de Cultura Económica. (En línea) en http://sociologiac.net/2009/04/13/ descarga-del-dia-el-proceso-de-la-civilizacion-norbert-elias/. • Foucault, M. (1998, abril - junio). Sujeto y poder. Texto y contexto, 7-24.
Universidad colombiana, base para la consolidación de ciudadanía14 Martha Janneth Caro Guerrero Este capítulo busca la compresión de la Universidad como institución fundamental para la construcción de las subjetividades emergentes en Colombia; el concepto de Universidad debe ser abordado desde una mirada histórica, este texto pretende exponer los diversos momentos vividos por las instituciones de Educación Superior para comprender su incidencia en la conformación de la ciudadanía. Mirada a la historia La Universidad se conguró desde su origen, durante el Siglo XII (Borjas, 2008)
como la unión de diversas miradas del mundo, explicaciones antagónicas entraban al espacio público para formar criterios sólidos desde la argumentación y la disciplina de estudio. La primera Universidad nació con el afán de ejercer la enseñanza para formar personas con la solidez conceptual suciente para analizar la realidad y ejercer una inuencia positiva en busca del bien común. Muchos maestros im-
partían lecciones a un grupo de discípulos, desde la experiencia y el conocimiento de las ciencias jurídicas, la teología y la medicina.
La primera Universidad fue la de Bolonia, creada por un conjunto de maestros interesados en profesar el Derecho y quienes recibieron la cédula en 1511 de manos del Emperador Federico Barba Roja; por otro lado, la Universidad de París recibió el permiso para emprender su ejercicio académico, según la Bula del Papa Gregorio IX, el 9 de abril de 1231. En la Bula se establece la libertad jurídica e intelectual de la universitas. 14 Este trabajo es un avance de la invesgación Universidad y Docencia, proyecto emprendido al interior del Departamento de Lenguas de la Universidad Pedagógica Nacional como parte de la búsqueda conceptual movada por el ejercicio académico con docentes en formación.
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la universidad de Salamanca, Alcalá, etc. También llaman universidades ciertos pueblos que entre sí tienen unión y amistad”.
Portada del libro “Tratado de la inmortalidad del alma” (1503) de Rodrigo Fernández de Santaella, fundador de la Universidad de Sevilla. La palabra Universidad procede del término Universitas: todo, entero, uno; durante la Edad Media, Universitas se utilizó como la designación de cualquier corporación o unión de personas; Alfonso X “El Sabio” denió la Universidad como: «Ayuntamiento de maestros et de escolares que es fecho en algún logar con voluntat et con entendimiento de aprender los saberes» (Partida II, título XXXI, Ley 1). Santo Tomás de Aquino fue uno de los más destacados maestros de la Universidad medieval, su obra trata algunos aspectos fundamentales para la vida académica e implica un interés rme de establecer una meto dología propicia para la formación intelectual de quienes ejercerían una inuencia trascendental para la construcción de la Universidad moder na, especialmente con la disciplina de la escritura, que luego se entronizó como requisito para pertenecer a la academia. Durante el Renacimiento se presenta una alianza entre el Estado y la Universidad, las naciones emergentes en Europa asumieron un diálogo permanente con la Universidad por su trabajo para la construcción de un proyecto político y la apertura hacia una cultura letrada. Como una posi ble unión entre la sociedad y la iglesia, “la universitas se une a la entidad es piritual de la Iglesia y a la institución temporal del Estado” (Neave, 2001, p.51). El término Universidad empezó a usarse para referirse especícamente a un centro de estudios; en el Diccionario de Covarrubias (1611) se lee: “Vale comunidad y ayuntamiento de gentes y cosas, y porque en las escuelas generales concurren estudiantes de todas partes, se llamaron universidades, como
La Revolución Francesa fue gestada en centros universitarios extranjeros, por el agotamiento de la Universidad Medieval y la necesidad de buscar otras formas de aprendizaje propias del empirismo; en consecuencia, un conjunto de personas interesadas en las ideas humanistas empezaron a escribir contra la monarquía y su sistema de privilegios, personajes de la talla de Diderot, Rousseau y Voltaire fueron protagonistas de los centros de estudio y autores reconocidos por su compromiso con la transformación del sistema social y la búsqueda de la democracia como ideal para la participación de la naciente clase burguesa. La consolidación de un sistema económico capitalista transformó la idea de Universidad hasta comprender la importancia de los centros de educación como fuentes para la crítica social, la formación de personas con el nivel suciente para generar transformaciones tanto en la comprensión del ser humano como en la ciencia; durante el siglo XVIII se generan las con diciones para la existencia de la Universidad Humboltiana, fundamentada en la autonomía universitaria, la posibilidad de recibir apoyo económico tanto del Estado como de la empresa privada, el énfasis en la investigación aplicada y la necesaria consolidación de la identidad nacional. La característica fundamental de la Universidad es la autonomía, esto implica la construcción de un discurso a partir de la acción intelectual, cada Institución Universitaria debe velar por la independencia de su ac tuar, este trabajo se consolida gracias a la construcción colectiva docente, la investigación y la posibilidad de transformar el contexto; la Universidad es el pilar para la conformación de una cultura, pues su trabajo se puede percibir en quienes reciben un título y el aval para trabajar en un campo determinado. El siglo XIX abrió paso a la educación pública, se ampliaron las po sibilidades de formación gracias al interés del Estado por establecer un nexo entre Universidad y sociedad, tanto en la teorías abordadas como en las posibles aplicaciones de hallazgos e investigaciones, solo con analizar el proceso de la Revolución Industrial puede leerse esta inuencia de los centros de estudio en la transformación social, la solución de problemas reales y la inclusión de una mayor cantidad de personas en las instituciones de Educación Superior.
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Universidad en Colombia “La Universidad es el reejo de la sociedad y la simulación universitaria, es el reejo de la simulación reinante en la sociedad” (Gutiérrez, 1996). En la misma
línea de Gutiérrez Girardot, las instituciones de Educación Superior son la medida de la sociedad, la cultura producida por el proceso de colonización fue entronizada en los centros de estudio donde se fomentaba la cultura letrada, la teología y la jurisprudencia. La Universidad colombiana procede de los colegios confesionales creados durante la época de la colonia para formar una elite criolla capaz de ejercer la autoridad, otrora en poder de los españoles. Durante la colonia se instauraron varios claustros universitarios (Soto, 2005), el primero fue el de Santo Tomás, fundado en 1580, funcionaba en la ciudad de Bogotá bajo la orden de los dominicos; la Universidad Javeriana inició sus labores desde 1622, bajo la tutela de los jesuitas; la Universidad de San Buenaventura a cargo de los padres franciscanos empezó a funcionar durante 1747 y el Colegio Mayor del Rosario emprendió su trabajo de formación en 1651 con la regencia del Arzobispo y el Virrey, representa la intención de juntar al Estado con la Iglesia para formar a las elites en América Latina. Sólo la Universidad San Pedro Apóstol de Mompox tenía como principal autoridad al Cabildo Civil e inició su labor desde 1811. Las Universidades colombianas seguían la metodología propia de la escolástica a partir de los ejercicios de la dictatio y la disputatio, argumentar y contra-argumentar como maneras de promover la formación netamente humanista, con mayor énfasis en el estudio de la lengua, las leyes y la losofía; solo a comienzos del siglo XVIII (Soto, 2005) se abre la Facultad de Medicina en el Colegio Mayor del Rosario, como una posibilidad para responder a las necesidades de la población. La evolución del Imperio Español produjo cambios en la concepción de la Universidad. Los esfuerzos por crear instituciones laicas se consolidaron a través de la propuesta del scal Moreno y Escandón (Soto, 2005), quien planteó la posibilidad de la primera Universidad Pública para el Virreinato de la Nueva Granada. Desde 1774 y hasta 1779 se impartió un Nuevo Plan de Estudios y se otorgaban grados laicos; sin embargo, los dominicos lograron nuevamente la posibilidad para impartir los títulos, como única comunidad con permiso para ejercer esta función; por otro lado, se volvió al método escolástico de enseñanza.
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Don Eloy Valenzuela en la Universidad San Pedro de Mompox implementó nuevas maneras de enseñar, constitución propia y plan de estudios novedoso, así dio un primer paso hacia la modernidad en la Universidad colombiana. La inuencia de José Celestino Mutis en el pensamiento ilustrado nacional fue transcendental para la consolidación de una visión renovada de la educación, el sabio Mutis se enfrentó a la comunidad de los dominicos por su intención de enseñar las teorías de Newton y Copérnico; este afán de innovación en el plan de estudios sólo se consolidó en la Universidades del Rosario y San Pedro de Mompox, por ser instituciones con cierta autonomía, frente a la comunidad de los Dominicos, quienes seguían aplicando el método escolástico y detentando la posibilidad de entregar los títulos a los graduandos 15. Por otro lado, la tertulia y el periódico como posibilidades de comunicación y circulación de saberes fueron el origen del pensamiento ilustrado, conocido por las elites del virreinato y de la naciente república. El siglo XIX empezó para las universidades con la necesidad de utilizar el español como idioma aceptado por la academia, pues antes solo s e usa ba el latín (Soto, 2005). Quienes accedían a la educación superior vivían en las ciudades (Santafé y Mompox) y los maestros procedían de las comunidades religiosas a cargo de estas instituciones. En Medellín se planteó la necesidad de contar con una institución de educación, esta inquietud tomó mayor fuerza y gracias a la Cédula Real del Rey Carlos IV del 9 de febrero de 1801, se produjo la apertura de un establecimiento a cargo de la Comunidad Franciscana. Durante el proceso de independencia del país, el colegio fue articulado al proyecto republicano y dirigido desde el Cabildo de la Villa. En 1822, consolidada la independencia nacional, el Vicepresidente de la República, General Francisco de Paula Santander, promovió la instauración de un nuevo Plan Educativo en el plantel. Cinco años más tarde, el Presidente Simón Bolívar concedió la autorización para impartir enseñanza en jurisprudencia (UDEA, 2011). 15 Para observar cómo la lógica de la ilustración moderna descon oció o se apropió de saberes de los pueblos originarios de América y de los afrodescendientes americanos, que aún hoy no enen gran validez en la universidad contemporánea, se recomienda el libro La hybris del punto cero, de Sanago Castro-Gómez, en especial el capítulo Conocimientos Ilegímos: La ilustración como disposivo de expropiación epistémica, dónde se desmica, en gran medida, al ilustrado Mus. Nota de los Compiladores.
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La existencia de la Universidad de Antioquia tuvo gran importancia por la formación de una elite letrada con personajes tan trascendentales para historia del país como Guillermo Cano, fundador del diario El Espectador.
Matemáticas; Medicina; Jurisprudencia; y Ciencias Eclesiásticas; respecto a las ideas liberales, se prohibió su enseñanza por estar alejadas de la moral y se promovió el conocimiento de los lósofos conservadores como Juan Heineke.
La Universidad Republicana se reere a la consolidación de la Educación Superior como referente para la construcción de una idea de nación; el modelo de Universidad napoleónica, desde la formación humanística para la educación de ciudadanos leales al Estado fue uno de los principios para Santander, el 18 de marzo de 1836 (Soto, 2005) se reglamentó la educación como institución al servicio de los ideales republicanos, se crean las universidades centrales de Caracas, Bogotá y Quito, se ordenó la fundación de universidades seccionales con mayor número de docentes y estudiantes. El Plan de Estudios de las Universidades se modicó para crear las Facultades de Medicina, Filosofía, Jurisprudencia, Ciencias Naturales y Filosofía; las ideas inglesas de liberalismo económico y político llegan a las universidades y se destaca la inuencia de Bentham (especialmente sus obras “Fragmentos sobre el Gobierno” y “Principios de Moral y Legislación” ) en la discusión académica de la época. El periodo de la Universidad Santanderina (llamada así por la inuencia de Santander en su conforma ción) permitió una apertura de los centros de educación, aunque limitó la autonomía universitaria por el control del Estado sobre los planes de estudio. Para 1837 se contaba con 3012 estudiantes en tres universidades, los cursos más comunes eran los dedicados al estudio de las lenguas (Soto, 2005).
Durante el periodo de la Regeneración Tomás Cipriano de Mosquera, se genera una modicación transcendental por la proclamación de la liber tad de cátedra a través de la ley 1842 del 8 de mayo de 1948, esto implica la apertura a las ideas de renovación, tanto en el estudio de los pensadores como en la metodología implementada en las aulas; se permite el ejercicio profesional sin título, a excepción de la farmacia y se abre la posibilidad de crear colegios privados para la enseñanza inicial. La Universidad Nacional de los Estados Unidos de Colombia, creada bajo la inuencia del positivismo de las escuelas francesa e inglesa; la educación debía ser gratuita para garantizar el principio democrático. La Universidad tenía las Facultades de: Derecho; Medicina; Ciencias Naturales; Ingeniería; Artes y Ocios; Literatura y Filosofía. La dependen cia del gobierno se evidencia en los reglamentos, el currículo y el nombramiento de profesores (Soto, 2005). La Universidad Nacional de los Estados Unidos de Colombia inició clases en 1836 con 315 estudiantes, 228 en Filosofía y 35 en Ciencias Naturales, sin contar las otras facultades (Ancízar, 1869). La autonomía universitaria era relativa, pues el rector era nombrado por el gobierno, pero existía un Consejo que tenía la potestad para nombrar docentes.
La Universidad colombiana vivió la convulsión política propia del siglo XIX, se conservó el esquema santanderino hasta la reforma de Ospina en 1842, mediante la ley 1366 se modicó el Plan de Estudios para enseñar las ciencias prácticas, afán propio del pragmatismo de la época; la modicación más importante tiene que ver con la inclusión de la Facultad de Ciencias y Matemáticas, la enseñanza debía impartirse bajo una disciplina rigurosa a cargo de clérigos (durante esta época vuelven al país los jesuitas y reciben el control de sus colegios y universidades) bajo la tutela del Estado. Los maestros debían “cimentar en los alumnos el amor i respeto a la religión, a la moral i a la lei, i hacerles conocer desde temprano los funestos resultados de la impiedad, i de la inmoralidad, de la corrupción de las costumbres i de la insubordinación a la lei i al magistrado” (Ospina, 1842).
Durante el gobierno de Núñez, el centralismo político implicó pérdida de la autonomía por declarar la existencia de la universidad confesional, al servicio del partido en el gobierno, el presidente podía nombrar en un cargo, después de recibir la terna, e nviada por el Consejo Universitario.
La Universidad Central, instaurada desde el gobierno de Santander pasó a tener las Facultades de: Literatura y Filosofía; Ciencias Físicas y
El Decreto 39 de 1903 permite abrir las puertas a una formación universitaria con mayor rigurosidad, Antonio José Uribe plantea esta necesidad
Tunja también fue un centro universitario de importancia para el país, pues el 23 de abril de 1872, mediante decreto se creó la Escuela Normal de Varones, bajo la tutela del maestro alemán Ernesto Hotschick, con la implementación del modelo educativo de Pestalozzi, basado en el profesor como gura central de la educación y el acercamiento a la realidad por parte de los estudiantes, esta sería la base para la creación de la Universidad Pedagógica en Tunja y Bogotá, durante el siglo XX (Parra, 2004).
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y solo en 1904, mediante el Decreto 491 se establece el funcionamiento de las facultades. El General Rafael Uribe Uribe defendió la reforma de la Universidad en su discurso ante el Congreso dene a la Universidad por su esencia: “cientíca, moderna, experimental, actual” .
crean las Facultades de Educación, para hombres en 1933 y mujeres en 1934, adscritas a la Universidad Nacional y la de varones en Tunja durante el año 1934; estas facultades tendrán la tarea de formar a los docentes destinados a impartir la educación básica y secundaria.
La Universidad Nacional de Colombia fue reformada el 9 de agosto de 1911, el General Rafael Uribe Uribe inicia e l camino hacia la consolidación de la autonomía como esencia de la Universidad.
En 1928 se reunió en Ibagué, el III Congreso Nacional de Estudiantes que discutió temas como la autonomía, la libertad de cátedra, la equidad para las mujeres en el acceso a la educación, la revisión y abolición de los textos dogmáticos y se consolidó un programa pluralista para las luchas estudiantiles que iba “más allá de las aspiraciones de los partidos” . Es importante señalar cómo este proceso se produjo por la lucha política propia de la época (Carrión, 2011).
La Universidad colombiana durante el siglo XX fue habitada por intelectuales comprometidos con la realidad nacional, Germán Arciniegas fue uno de ellos, a través de su discurso defendió la necesaria evolución de la Educación Superior, por su inuencia en la transformación de las condiciones sociales (Arciniegas & Lozano, 1922). El Movimiento estudiantil nació en Colombia por la labor de los jóvenes tanto en Medellín como en Bogotá y su inspirador fue José Vasconcelos, quien fue nombrado “Maestro de la Juventud Colombiana” en la Revista Universidad, órgano de difusión promovido por estudiantes reunidos en lugares como el Café Windsor (Rivas, 2010). La Federación de estudiantes, organiza el I Congreso Nacional de estu diantes en Medellín (1922), como un acto de resistencia frente a las políticas conservadoras de la Universidad de Antioquia. El principal objetivo del Congreso fue generar una reforma universitaria para dar una real participación a los jóvenes. La necesidad de constituirse en una organización con la trascendencia política requerida por el país fue criticada por diversos sectores, los jesuitas crearon entonces la Revista Juventud Bartoliana para los discípulos de sus universidades; en c onsecuencia, los estudiantes de la Federación se denominaron la Fraternidad de los Pétalos Mustios, nombre tomado de un poema escrito por Francisco Rueda, estudiante de Medicina (Lleras, 1975). El II Congreso Nacional de estudiantes en 1924 exigía una mayor in uencia de los estudiantes en la Universidad, se percibe la inuencia del Movimiento de Córdoba y se promueve la reforma permanente de los métodos de enseñanza y la apertura hacia conceptos propios de América Latina, para consolidar una identidad autóctona. El Instituto Pedagógico Nacional inició sus labores en marzo de 1927, con la intención de formar un conjunto de personas que “se eduquen en la ciencia pedagógica maestros, maestras, profesores aptos para la enseñanza didáctica y para la dirección e inspección” (UPN, 1997, p. 5). Posteriormente, se
El 8 de junio de 1929 durante una gran movilización estudiantil contra el clientelismo y el manzanillismo, que no sólo infectaba al ejecutivo, al legislativo, a las castas militares y al mundillo académico, sino a la supuesta majestad de una justicia bipartidista; esta situación dejaba en la impunidad el genocidio de los obreros de las bananeras de la United Fruit Company, mientras se nombraba jefe de policía al Coronel Cortés Vargas (quien fue el responsable de la Masacre de las Bananeras) el estudiante Gonzalo Bravo, de segundo semestre de Derecho, cayó muerto por las balas ocia les (Carrión,2011). En 1935 el congresista Carlos García Prada presentó ante el Congreso la Ley Orgánica de la Universidad Nacional, con el n de hacer realidad las propuestas de Arciniegas y en general del movimiento estudiantil (Lleras, 1975). Durante el año 1936 las mujeres empiezan a cursar estudios universitarios y fue Gabriela Peláez la primera abogada colombiana titulada en 1944 (Soto, 2005). Durante la década de los cuarenta se crean varias universidades pú blicas en los diversos departamentos: Atlántico, Caldas, Valle, Tolima, Santander contaban con centros de educación superior para fortalecer los lazos Universidad y sociedad. El impulso a la educación superior implicó el creciente número de estudiantes, la profesionalización docente y el fortalecimiento de la autonomía universitaria. Los hechos sucedidos el 9 de abril de 1948 inuyeron negativamente en la Universidad porque la iglesia y el partido conservador volvió a determinar los derroteros de las instituciones de educación, sin tener en cuenta la reforma de 1935. Bajo el régimen de Rojas Pinilla la Universidad estuvo manejada directamente por el gobierno desde el Fondo Universitario Nacional, creado en
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1954. La reacción de la población civil frente a las medidas del mandatario fue bastante organizada, a través de marchas y maniestos reunidos por el Movimiento Universitario Nacional. “El día del estudiante, que se venía celebrando desde 1929 cada 8 de junio, marcó en 1954 un hito político con la represión estudiantil y la detención de profesores y exrectores de la Universidad Nacional” (Soto, 2005, p. 24). Desafortunadamente, la jornada de protestas terminó con el asesinato de Uriel Gutiérrez y la persecución violenta a los protagonistas del movimiento estudiantil.
fueron los centros de este episodio y lograron la nacionalización de las instituciones públicas, con la garantía de las nanzas propias de las labores universitarias (docencia, investigación y proyección social), la existencia de un gobierno democrático para los centros universitarios y la autonomía como principio de existencia de la Universidad (Hernández, 2007).
Los hechos ocurridos en Bogotá representaban la solidez del movimiento estudiantil y la búsqueda de las condiciones democráticas para garantizar el ejercicio de la ciudadanía, el papel de la universidad en la caída del dictador fue transcendental por la conformación de una mirada crítica frente al autoritarismo propio del régimen. La Universidad sufrió nuevas transformaciones desde 1957, con la inuencia del gobierno conservador, se consolidó la formación permanente para docentes, con el n de brindar las herramientas cientícas pertinen tes para el ejercicio magisterial; así, la Escuela Normal Superior pasó a llamarse Escuela Normal Universitaria, con la intención de dar un mayor énfasis a la profesión docente. Rudolph Atcon fue enviado por el gobierno norteamericano, en 1961 la estrategia Alianza para el Progreso trajo a Colombia la idea de reducir la inuencia política del estamento estudiantil, modicar la tendencia academicista y buscar una formación para el trabajo (Soto, 2005). Posteriormente, se presentaron otras iniciativas para fortalecer los nexos de la universidad con el sector productivo.
Flores contra balas (París, 1968) Fotografo Bernie Boston
La primavera de París inuyó sobre la universidad colombiana, se evi dencia una lucha por la consolidación del pensamiento latinoamericano, la formación crítica y el compromiso de la universidad con la transformación social; aunque el movimiento intelectual promovió la adopción de una postura propia frente a la inuencia norteamericana, el gobierno nacional promovió la idea de la unión educación – desarrollo, con el sacricio de la formación política para generar compromiso de las personas con su contexto inmediato (Hernández, 2007).
La década de los setenta fue crítica para las universidades pues se presentó la persecución a docentes, la represión de la protesta estudiantil, la presencia de agentes de la fuerza pública encubiertos para seguir los pasos a agentes de la guerrilla con presencia en las universidades; por otro lado, los medios de comunicación difundieron la idea de una universidad pública aliada con las fuerzas subversivas, esto produjo el repudio de la opinión pública a las manifestaciones y el e stigma de la educación pública (Soto, 2005).
El programa mínimo del movimiento estudiantil colombiano fue el resultado de una serie de protestas pacícas orientadas a solicitar las par tidas presupuestales correspondientes para garantizar la existencia de la Universidad Pública; las Universidades Nacional de Colombia y del Valle
En 1980 el Presidente Turbay emite la ley 80 con el n de poner en marcha la unicación de requisitos para la existencia de las universida des, el ICFES creado desde 1968 tuvo la responsabilidad de implementar esta propuesta; en consecuencia, la autonomía universitaria es vulnerada
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nuevamente, pues se materializa el control académico y administrativo al Instituto Colombiano para el Fomento de la Educación Superior. La au tonanciación empieza a concretarse como estrategia para garantizar la existencia de la universidad y la investigación pasa a tener un papel protagónico para la promoción de las instituciones de educación superior.
de acuerdo con el estudio COAE de la Universidad Pedagógica Nacional (2004), están asociadas con las dicultades económicas, la necesidad de trabajar para conseguir la manutención y la imposibilidad para elaborar el trabajo de grado.
La Ley 30 de 1992 se erigió como un obstáculo para la garantía de la educación pública, pues la nanciación estatal disminuye y la autonomía universitaria se debilita; las reformas serán punto de debate para las comunidades universitarias pues existe un marcado interés por la calidad de la educación, pero se amplía la cobertura como una estrategia para obtener ingresos que permitan el funcionamiento de las instituciones (Soto, 2005). Desde 1992 hasta la fecha, las universidades públicas perdieron la autonomía por la exigencia de la acreditación, pues este requerimiento implica una revisión permanente de los procesos, el control del Estado en la administración presupuestal y la injerencia directa en la organización interna. Aunque las instituciones públicas hacen esfuerzos por adecuarse a las necesidades de la sociedad, el limitado presupuesto cierra sus posi bilidades y representa el principal obstáculo para conseguir la pertinencia de los programas. Desde el 2002 y hasta el 2008 el país vivió la llamada Revolución Educativa, planteada por el gobierno de Uribe Vélez; en teoría las acciones se enfocarían a la ampliación de la cobertura y la búsqueda de la calidad educativa; sin embargo, algunos factores impidieron que se consiguieran los objetivos del plan. En primer lugar, “la planta de docentes universitarios necesita racionalizarse, pero en sentido diferente” (Atehortúa, 2002, p.6). La contratación de profesores es insuciente frente a la creciente matrícula, sólo el veinte por ciento de los profesores universitarios del país gozan de un contrato como docentes de planta, con dedicación de tiempo completo; un diez por ciento ocasional y de medio tiempo, y un setenta por ciento de cátedra y contrato. Perspectivas
La Universidad colombiana presenta una de las tasas más altas de deserción en América Latina, según el MEN (2010) el 49% de las personas inscritas en los programas de Educación Superior no logran terminar su proceso de formación, mientras el acceso y la permanencia sean tan difíciles es inútil plantear el tema de la calidad. Las razones de la deserción,
La Universidad Pública debe garantizar el cumplimiento del derecho a la educación para las personas admitidas a los programas ofrecidos; no obstante, las actuales políticas públicas limitan el trabajo de formación e impiden brindar las condiciones de educabilidad requeridas para conseguir procesos académicos incluyentes y pertinentes para el contexto social. En Colombia, la Universidad se constituye en referente para la consolidación de la opinión pública; el trabajo académico permitió y permite hoy la existencia de una comunidad de intelectuales críticos, comprometidos con la realidad nacional. La existencia de un sujeto político puede verse en la circulación de revistas de opinión como Número, El Malpensate y periódicos como El Espectador, sin mencionar el sinnúmero de medios alternativos que día a día llenan la red con argumentos sólidos que permiten la interpretación de la realidad nacional e internacional. La Universidad debe establecer el equilibrio entre la vida académica y la pertinencia, la sociedad requiere investigación, innovación y nuevas maneras de congurar la realidad; emprender acciones de mejoramiento debe pasar por la reducción de la matrícula, la contratación de docentes de dedicación exclusiva, la existencia de las condiciones de educabilidad y el cuidado de las metodologías más adecuadas a las necesidades de quienes hoy habitan el mundo. La reforma a la Ley 30 limita de manera radical la autonomía universitaria y atenta contra la educación pública, es tarea de la sociedad civil emprender acciones para evitar que este proceso siga su marcha para garantizar el derecho a la educación. Defender la educación pública signica comprender la importancia de la autonomía universitaria, la imposibilidad de conciliar los intereses del capital privado y las búsquedas académicas representa un obstáculo para emprender la reforma, la Universidad debe reservarse ante los intereses del mercado. El movimiento estudiantil se consolidó desde los años veinte, como un órgano de scalización a las políticas públicas en materia de educación superior, será en el contexto actual un referente fundamental para defender los principios de la educación superior, tanto pública como privada, pues
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la conciencia crítica exige el respeto por la vida universitaria, alejada de los intereses individuales.
• CINDA (2007).Informe sobre la Educación Superior en Iberoamerica . Santiago: Editorial Alférez Real.
La Universidad comprometida con la realidad local construye día a día una visión sólida para lograr la transformación social; educar para la vida es un proceso iniciado cuando se presenta la apropiación del discurso teórico y se consolida cuando se generan procesos de formación para el ejercicio de la ciudadanía desde las aulas; esto implica brindar espacios académicos democráticos y abiertos al debate, pues ejercer la ciudadanía es un aprendizaje paulatino y solo en la práctica de los valores democráticos se puede comprender la trascendencia de la vida en común.
• Covarrubias, S. (1995). Tesoro de la lengua castellana o española . Madrid: Castalia.
La formación de sujetos políticos requiere un mayor compromiso del Estado, de las instituciones de Educación Superior, de las y los docentes cuando emprenden procesos democráticos dentro del aula y de la sociedad civil si exige a la Universidad el cumplimiento de su labor con pertinencia, en esa medida el discurso de la calidad no puede ser prioridad mientras las condiciones materiales sean precarias y no se garantice el acceso universal a la educación.
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Públicos, organizaciones y comunicación estratégica Sandra M. Meléndez Labrador “Todos sabemos que la comunicación es una actividad necesaria, pero además debemos asumir que es una actividad ineludible” Daniel Scheinsohn Presentación
El presente capítulo tiene como propósito hacer una aproximación, a manera de paneo 16, a la comunicación en las organizaciones para comprender la forma de acción de elementos fundamentales como medios, públicos y opinión en este campo, con el propósito de identicar y recono cer el papel de los públicos/audiencias en su imagen y supervivencia (de las organizaciones). Para nadie es un secreto que sin comunicación interna no hay comunicación externa, es por ello que en las siguientes páginas pretendo hacer un mayor énfasis en la formación de opiniones dentro de las organizaciones a través de la comunicación estratégica y su incidencia en la opinión pública.17
16 Aunque este término no aparece en el diccionario de la Real Academia Española, en el ámbito cinematográco hace referencia al (a los) movimiento(s) en 180° que hace una cámara al girar sobre un eje. 17 En los demás apartados seguramente se profundiza el tema de la opinión pública en la sociedad en general.
Públicos, Organizaciones y Comunicación Estratégica
Más de un siglo de constantes cambios globales
“Los sistemas sociales siempre se forman a través de la comunicación” Niklas Luhmann Tras siglo y medio de transformaciones económicas, la humanidad pasó de tener una actividad productiva de tipo agrícola e industrial a una basada en intangibles como la información, la comunicación y los servicios (desde mediados de los años 90), o como clasica Scheinsohn (2000), de las 3 C: la computación, las comunicaciones y los contenidos, tres industrias clave en la nueva economía. No en vano al siglo XXI se le conoce como el “siglo de los intangibles”, pues es en este tiempo que se tiene mayor acceso masivo a la información, lo que derivó en el poder de los consumidores que obligó a las empresas a pasar del monólogo al diálogo con sus públicos (internos y externos) y a tener una mayor responsabilidad y protagonismo social. Según Peter Drucker, ningún siglo en la historia de la humanidad ha vivido tantas y tan radicales transformaciones sociales como el siglo XX (Kunsch, 1999). ¿Cómo pudo darse esta situación? Sólo se podrá dar respuesta a esta pregunta tras una breve reexión de los momentos y factores más relevantes que permitieron hoy c atalogar a la sociedad actual como la sociedad del conocimiento y de la información. Ubico en primer lugar los estudios de comunicación humana , como la sintáctica que permite relacionar los signos y ocuparse de problemas de trasmisión de la información como codicación, canales, redundancia y ruido; la semántica que posibilita designar los signicados de los mensa jes, de lo que denotan y connotan los signos; y la pragmática, que se e ncarga de la relación entre los signos y las emociones, de entender cómo los mismos objetos e ideas resultan signicar cosas diferentes en diferentes personas (Scheinsohn, 1998). Luego a los procesos de comunicación, tras un largo periodo de desarrollo y evolución de aspectos sociales como, por ejemplo, las teorías y los modelos de comunicación, partiendo de la griega retórica clásica y su aporte a la persuasión, pasando por el estímulo-respuesta, el conductismo de los modelos de Shannon y Weaver y Laswell a mediados de la centuria -donde el control lo ejercía el emisor-, y la sociología funcionalista (luego de la Segunda Guerra Mundial) que creía en el poder absoluto de los medios, hasta por n encontrar el elemento de feedback en los procesos gracias
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al sujeto activo en que se convirtió el receptor o audiencia (modelos de Schramm -1954- y Maletzke con -1963-) y el aporte crítico de la Escuela de Frankfurt desde su fundación en 1923. Gracias a la articulación de marcos disciplinares como la psicología (paradigma conductista) y la sociología (funcionalismo estructural y el modelo de conicto social de Frankfurt), comenzaron a desarrollarse las teorías de la comunicación y de los medios que evidenciaron la necesidad de interdisciplinariedad para determinar sus sistemas y mecanismos de formación de opinión colectiva. Es esta comunicación de retorno, dialógica, simétrica, libre y activa resultante, a mediados del siglo pasado, la que sentó las bases de la formación de opiniones en contextos sociales. Por otra parte, el siglo XX comienza para los empresarios con la necesidad de idear una teoría que regule los principios de administración y gerencia del trabajo en una organización, que reúna toda la información necesaria para el funcionamiento, modos de dirección y formas de relacionarse de las organizaciones. Una búsqueda que inicia con la Teoría clásica de la organización; pasando por el Estudio de la burocracia con los aportes de la Escuela Clásica con Taylor - Estudio de la dirección cientíca -, Fayol -Estudio de la administración o Teoría administrativa - y Weber -considerado el padre de la burocracia-; la Teoría de las relaciones humanas de Elton Mayo; MacGregor con sus estilos de dirección “Teoría X ” y “Teoría Y ” (Scheinsohn, 2000); los sistemas sociales de M. Crozier y F. Freidberg; la Teoría de las decisiones; y la Teoría Z, entre otros. En el ámbito del marketing también ha transcurrido una serie de revoluciones desde su aparición en el año 1900. Para desarrollar su núcleo central se basó en las relaciones de intercambio y transacción como ciencia del comportamiento y pasó de herramientas a distancia como el correo físico y los catálogos (marketing postal) y el teléfono (telemarketing), hasta lo que hoy en día aún conocemos como TICs: correo electrónico, internet (marketing digital) y los móviles como los teléfonos inteligentes (marketing móvil). Es tal vez con la mercadotecnia que los medios masivos de comunicación cobran una enorme importancia para las organizaciones y les exige estar a la vanguardia de los avances tecnológicos. Como explica Roberto Igarza (2008) en su libro La Cuarta Pantalla, el marketing, la publicidad y los contenidos han pasado por cuatro pantallas a lo largo de la historia: el cine, la televisión, la computadora y los móviles. Muestra de que las formas de información, persuasión, relación y comunicación no son
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permanentes, sino que se reconguran constantemente pasando del carác ter masivo al personalizado. Este último pasaje nos permite reconocer las múltiples transformaciones que han sufrido las formas de organización social, resultado de la apertura de la economía a nivel global y la avalancha de información que trae consigo el auge y avance acelerado de la tecnología. Un vistazo necesario para, en adelante, comprender las formas de acción de la opinión pública dentro y fuera de las organizaciones. En palabras de Joan Costa (2006) “las empresas son mundos en acción. Organismos de alta comple jidad inmersos en un universo de cambios constantes y en expansión: los mercados, las instituciones, la sociedad, el mundo global. Todo cambio interno o externo afecta a la empresa y exige de ella respuestas ecientes en sus tomas de decisiones y en sus formas de relacionarse, de gestionar y de actuar”. La comunicación organizacional y la comunicación dentro de las organizaciones
“Comunicación es el total entendimiento y apoyo de toda la gente en la sociedad corporativa” Jesús Rosario Leyva Luego de la retrospectiva que permitió barrer grosso modo los cam bios constantes que desde el siglo anterior ha sufrido la sociedad, al igual que sus modos de producción, culturización y comunicación, cual Aldea Global de McLuhan (1989) 18, y que de igual manera incidieron en las transformaciones organizativas, es momento de conocer y reconocer las categorizaciones comunicativas resultantes en este contexto. Joan Costa (2009) sostiene que durante la década de los setentas del siglo pasado en las organizaciones se creía que las comunicaciones eran función de los medios de comunicación, por lo tanto, integrarlas no sería sino coordinar los medios. Hoy, treinta años después, ya no es difícil determinar y reconocer el auténtico rol de la comunicación que se desarrolla dentro de las organizaciones o a las comunicaciones que desarrollan las organizaciones. 18 El canadiense Marshall McLuh an usaba la metáfora “Aldea global” en los años 60 para referirse a la etapa evoluva de la humanidad donde los avances y modicaciones de la infraestructura comunicava y de los sistemas de información –medios electrónicos- se convierten en una neo-corteza cerebral colecva que, sumándose a la corteza de vida orgánica de la Tierra, le da dinámica y fuerza al planeta (interconecvidad a escala global).
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De hecho, se puede asegurar que es un campo de gestión empresarial fruto de la fusión de disciplinas como la psicología, la sociología y las ciencias de la administración, y que se puede direccionar de manera integral y general desde un DIRCOM –integración de las comunicaciones de una organización (en un único departamento que dependa de la dirección) para articularlas y gerenciarlas de manera coherente y estratégica con sus objetivos-, pero la consolidación y reconocimiento de esta sinergia en las organizaciones es una constante búsqueda. En palabras de José Luis Piñuel, la comunicación social aplicada en las organizaciones: denota un sistema peculiar de comunicación en el que el intercambio de expresiones entre actores colectivos (como emisores, las organizaciones; y como receptores, sus públicos o audiencias) , se somete a los procesos de producción y consumo de un servicio c onvertido en mercancía profesional y que consiste en facilitar, por el intercambio de datos codicados y decodicados por los actores - agentes sociales, la reproducción de conocimientos a propósito del acontecer social y material que compromete a la organización, y que es un universo de objetos de referencia frente al cual los miembros de la organización y de la colectividad social necesitan ajustar sus conductas como agentes y como sujetos con aspiraciones sociales y materiales (1997, p. 92). Este aporte de Piñuel es un claro aterrizaje de lo que signica comuni car dentro o desde una organización, pero a la hora de llamar con nom bre propio a las diversas manifestaciones y abordajes de dicho campo podríamos encontrarnos con una lluvia de términos, deniciones, ámbitos, objetivos y públicos. Es por eso que me apoyo en Saladrigas (2005), quien conrma que la comunicación organizacional ha recibido múlti ples denominaciones, para explorar un modelo de categorización para el ámbito interno: Comunicación Organizacional, Comunicación Interna y hasta Comunicación Institucional; para la que se desarrolla hacia afue ra: Comunicación Externa y Relaciones Públicas; y para las que abarcan ambos ámbitos: Comunicación Integrada, Global, Corporativa y también Institucional. A continuación, algunas muestras de las diversas concepciones contemporáneas que se han cultivado acerca de la comunicación en las organizaciones y que están en constante evolución:
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Para Cees Van Riel (1997) “la Comunicación Corporativa llega a ser entendida como una nueva visión del rol de la comunicación dentro de la organización y de las interrelaciones de ésta con su entorno” (p. 23). Para él, la CC es la integración de las tres formas de comunicación de las organizaciones: la Comunicación de Dirección que, como su nombre sugiere, se ocupa de la comunicación entre la dirección y sus públicos interno y externo; la Comunicación de Marketing, que contiene todas las formas de comunicación que apoyan la venta de bienes y servicios; y la tercera y no menos importante, la Comunicación Organizativa “como término general que incluye a las relaciones públicas, las relaciones con las Administraciones Públicas, las relaciones con el inversor, la comunicación del mercado de trabajo, la publicidad corporativa, la comunicación ambiental y la comunicación interna” (Cees Van Riel, 1997, p. 23). Esta última es referenciada por Van Riel como las transacciones de comunicación entre individuos y/o públicos a varios niveles y en diferentes áreas, cuyo objetivo es diseñar y reestructurar organizaciones, implementar diseños y coordinar actividades diarias.
la Comunicación Mercadológica que comprende toda manifestación comunicativa generada a partir de un objetivo de mercadeo; la Comunicación Institucional como la que difunde información de interés público sobre la losofía, políticas y prácticas de una organización; y la Comunicación Interna, a la que se reere como un sistema de información paralela y no un sustituto del ujo comunicativo que c ircula por una organización y que es necesario para su desarrollo. Dentro de esta última ubica el Endomarketing, que consiste en realizar acciones de marketing con sus funcionarios, tendientes a promover entre ellos valores destinados a servir a los clientes.
Joan Costa (2005) reconoce una comunicación global que abarca los ám bitos Organizacional, como apoyo de la Dirección General y de Recursos Humanos en los cambios culturales y planes de comunicación interna; Institucional, que dene tanto la política como la estrategia de comunicaciones de la empresa, en f unción de los negocios y de la Imagen/Reputación; y Mercática que apoya la Dirección de Mercática (Marketing) / Publicidad en la supervisión de la imagen corporativa y la imagen de marca. Por su parte, el también español Paul Capriotti (1999) habla de una Comunicación Corporativa que se desarrolla a través de acciones y conductas, con sus empleados (Comunicación Interna), con los consumidores o personas inuyentes en el proceso de compra (Comunicación Comercial), con aquellos que participan, colaboran o intervienen en la elaboración de los productos o servicios de la empresa como los proveedores y los distri buidores (Comunicación Industrial), y con los públicos del e ntorno social de la empresa: medios de comunicación, comunidad local, opinión pública, etc. (Comunicación Institucional). En el ámbito latinoamericano, la brasilera Margarida Krohling Kunsch (2003) concibe una Comunicación Organizacional Integrada que desarrolla el mix de la comunicación en las organizaciones a través de varias modalidades o tipologías: la Comunicación Administrativa, fundamental para el procesamiento de las informaciones en el ámbito de las funciones administrativas internas y externas en relación con sus diversos públicos;
Por su parte, la mexicana María Antonieta Rebeil Corella (2000) dene cuatro términos relacionados con la comunicación en contextos estructurados con nalidades comunes: la Comunicación de Negocios, que abarca los lenguajes, signos y símbolos que conducen actividades tendientes a satisfacer necesidades y deseos humanos a través de bienes y servicios para ganancias privadas; la Comunicación Gerencial, cuyo propósito es difundir el conocimiento que incrementa la eciencia y la efectividad de los gerentes en el contexto contemporáneo de los negocios; la ComunicaciónCorporativa, Institucional o Relaciones Públicas, que crea, promueve y mantiene la imagen de la empresa y establece relaciones de amistad y cooperación entre sus diversos públicos (internos, externos y especiales); y la Comunicación Organizacional como la que se desarrolla dentro de un sistema económico, político, social o cultural con el n de rescatar la contribución activa de todas las personas que lo integran, buscando abrir espacios para la discusión de los problemas de la empresa o institución y esforzándose por lograr soluciones colectivas para benecio y productividad del sistema. Hasta aquí un breve mapeo de la comunicación corporativa como el componente comunicativo que abarca por completo el “corpus” de una organización. Grosso modo se encontraron en él ciertas similitudes en el campo de acción de cada uno de s us componentes, como la fórmula precisa para diferenciase más que por la segmentación estratégica de los públicos que abarca tácticamente.
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Los públicos en las relaciones de la organización
“La comunicación es un proceso dinámico y continuo que permite a los miembros de la organización trabajar juntos, cooperar e interpretar las necesidades y las actividades siempre c ambiantes” Gary Kreps
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consulta, los de comportamiento y los de opinión. Estos últimos, que son los que nos interesa, son los que inuyen en la organización por la simple manifestación de su juicio y su punto de vista, por ejemplo, los líderes y multiplicadores de opinión, de los cuales bien se podrían diferenciar los internos, pues en esta categoría parecen ser únicamente los actores que comparten ámbito externo con empresarios, periodistas, comentaristas de radio y televisión.
Después de revisar las aproximaciones categóricas de los diversos tipos de comunicación que se desarrollan en y desde el campo organizacional, el paso siguiente es analizar el rol de los destinatarios/receptores/audiencias de dichos procesos, retomando en la comunicación humana a través de Gary Kreps (1995), quien enfatiza su importancia en las relaciones de las personas en el ambiente organizacional: la vida en la organización proporciona un sistema de mensajes especialmente rico y variado y los miembros de la organización deben ser capaces de reconocerlos e interpretarlos para que les permitan responder de manera apropiada a las distintas personas y situaciones. La comunicación es una realidad inevitable que le pertenece a la organización y a la vida en general.
Por su parte, James Gruning y Todd Hunt exponen un tipo que explici ta la intervención de colectividades como empleados, proveedores y sindicatos, una clasicación llamada Conexiones funcionales que, como su nom bre sugiere, son aquellos que proporcionan insumos (o reciben las salidas como los clientes). Entre sus clasicaciones basadas en las c onexiones de la organización con sus públicos también se pueden contemplar a los líderes de la comunidad (podrían ser asimismo internos), accionistas y consejos de administración. Son aquellos a los que denomina Facilitadores de enlace o poder, encargados de autorizar y facultar el control de los recursos que garantizan la existencia de la organización (Kunsch, 2006).
En este punto también es valioso el aporte de la psicología social y de la sociología para lograr determinar la naturaleza del sujeto de las relaciones públicas. Tenemos que este capítulo se centra en el análisis de las opiniones que se gestan dentro de las organizaciones y la manera como repercuten de alguna manera en la organización. Estas opiniones son fruto de las relaciones establecidas por diversos públicos para las c uales hay intereses comunes y percepciones diversas también de esos bienes (tangibles o intangibles) compartidos y que son manifestadas en espacios comunicacionales ubicados en el ámbito laboral.
Ya en términos de tendencias, el grado de interés de cada actor en relación con una organización (un tema o una idea), Seitel Fraser hace una clasicación en la cual, además de los Internos y Externos, se puede especicar el grado de importancia cuando se trata de ayudar o perjudicar a la organización: Primaria, Secundaria y Marginales ; otros, en función del nivel de apoyo, oposición o indiferencia con esta: Defensores, Opositores y No Comprometidos/Indecisos; y los Tradicionales y Futuros como los empleados y consumidores actuales y potenciales (Kunsch, 2006).
Público, al igual que multitud y masa son manifestaciones de un comportamiento colectivo según Cândido Teobaldo de Souza Andrade, cuyas diferencias pueden radicar en la contigüidad espacial, la constancia, la organización o unidad y las consideraciones emocionales. Para este doctor en Comunicaciones y Relaciones Públicas, el público es un grupo de personas relacionadas entre sí por intereses comunes y porque comparten un sentido de la solidaridad (Kunsch, 2006). Al igual que la comunicación, pueden existir diversas tipologías de pú blico, ya sea por su campo de acción, su actitud o sus formas de actuar. Una clasicación tradicional es Interno, Externo y Mixto, pero también hay una clasicación según el poder que tienen de inuir en las organizaciones (Lucien Matrat en Kunsch, 2006) que son: los de toma de decisiones, los de
Kunsch también habla de públicos activos (personas que no tienen un tema en común que los pueda conectar), latentes (que enfrentan un pro blema en común pero les falta reconocerlo) o informados (que conocen el problema y se ven envueltos en él) al comentar acerca de la denición de Andrade: Público es la agrupación de personas adultas y/o grupos socia les organizados, con o sin contigüidad física, con un montón de información, analizando una controversia, con muchas actitudes y opiniones acerca de la solución o medidas que deben tomarse antes de; con una amplia oportunidad para el debate, el acompañamiento o participación en la discusión general a través de la interacción personal o vehículos de comunicación, en busca de una
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postura común expresada en una decisión u opiniones colectivas que permitan una acción conjunta. (Kunsch, 2006, p.3) Una clasicación similar hacen Gruning -conocido como el padre de las Relaciones Públicas Modernas- y Hunt, para quienes un Público Activo es aquel que se organiza para discutir y hacer algo sobre el problema, uno Consciente es el que reconoce el problema, uno Latente es el que se enfrenta a un problema similar al de la organización, pero que no lo detecta, y un No-público es aquel sobre el cual la organización no ejerce ninguna inuen cia ni es inuenciada por este. Y Jordi Xifra también se reere a un público de tipo activo, inactivo, atento, informado y no-público, basándose en la Teoría Situacional desarrollada por estos dos (Kunsch, 2006). A continuación resalto los factores cognitivos investigados por Gruning, que determinan e identican los públicos c omo grupo de individuos, con base en la Teoría Situacional y las deniciones de J. Dewey y J. Blumer. Según Dewey, los individuos enfrentan un problema similar, reconocen que el problema existe y se organizan para hacer algo al respecto (Kunsch, 2006). Por su parte, Blumer los describe como un grupo de individuos que se enfrentan a una pregunta, están divididos en sus ideas y en cómo resolverla, y discuten sobre el tema. La Teoría Situacional de los Públicos ( Kunsch, 2006) ha sido diseñada para predecir las respuestas diferenciales más importantes para los profesionales de las relaciones públicas: la capacidad de respuesta a las preguntas, el nivel y naturaleza del comportamiento comunicacional, los efectos de la comunicación en las cogniciones, actitudes y comportamientos, y las probabilidades de participar del comportamiento colectivo para presionar a las organizaciones. Integro a las anteriores deniciones y tipologías la propia de Daniel Scheinsohn (2009) para alimentar desde diversas perspectivas este concepto: “Un público es, en realidad, un agrupamiento articial que se ela bora con el n de lograr una mayor efectividad de los mensajes.” (p. 20).
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La opinión dentro de las organizaciones
“La comunicación crea una nueva realidad que convierte en públicas las opiniones que participan en ella” Cándido Monzón Una vez identicadas las diversas maneras como se puede determinar un público según su función dentro de la organización, su actitud o sus formas de actuar, el paso a seguir es analizar sus formas de representarla y de referirse a ella. Si bien Monzón (1990) logró identicar tres formas diferentes y váli das de acciones públicas dentro del proceso de opinión pública: cuando los sujetos comparten ideas y sentimientos comunes (corrientes de opinión); participan activa, colectiva y públicamente, por lo menos a nivel cognitivo (dinamismo y notoriedad pública), y facilitan la convergencia de opiniones y actitudes entre sí; reconocerlas y abordarlas dentro de las organizaciones es una labor que requiere más que “olfato” de gran “tacto” para abordarlas. He aquí una denición, que a mi parecer ilustra de manera acertada lo que resulta ser la opinión pública en cualquier contexto social, de Abílio da Fonseca: “Es el pensamiento común sobre un tema controvertido en un determinado grupo social, que tiene, por lo tanto, determinadas actitudes (...). Opinión compartida por grandes grupos de seres humanos en un tema muy discutible, donde los valores, expectativas, patrones de comportamiento de grupo y las reglas grupales condicionan la formación de esta opinión” (Kunsch, 2006, p. 2). En términos organizacionales, la comunicación pasó del sistema de información vertical al horizontal, desviando los mensajes que se impartían desde la cúspide hacia los demás miembros de la organización, de manera que fueran compartidos y direccionados por ellos mismos. Con la comunicación horizontal y las nuevas formas organizativas, unidades independientes y equipos de trabajo adquirieron la posibilidad de difundir sus opiniones e ideas y enriquecer las de los demás. Pero en ese modelo de comunicación evolucionado en el que tanto el emisor como el receptor son sujetos activos que pueden establecer diálogos libres, seguramente aparecerá un componente al que debe prestársele toda la atención. Se trata del ruido -nivel sintáctico heredado del modelo matemático de Shannon y Weaver- un obstáculo que entorpece el mensaje y puede producir pérdida de información. Puede ser un ruido de canal o
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interferencia física, uno epistemológico (discordancia entre el código de emisión y el de recepción) como cuando un artista y un ingeniero discuten un tema determinado, y un ruido epistemofílico (dicultad a nivel psicológico) cuando un mensaje se ve afectado negativamente por los sentimientos del receptor condicionando la relación de igual manera. La saturación informativa que genera indiscriminación y confusión también se traduce como ruido (Scheinsohn, 2000). Hay que partir de una realidad: las organizaciones emiten mensajes intencionales y no intencionales de manera explícita e implícita. Los intencionales son los que aseguran un proceso de codicación técnicamente asistido para lograr el efecto buscado; y los no intencionales son estímulos accidentales que los hacen menos gobernables y predecibles sobre la lectura pública de la empresa. En pocas palabras, los mensajes impactan de manera particular a cada uno de los públicos, provocándoles una impresión que, articulada con la de otros, se constituirá en una lectura pública que, en las mejores circunstancias y en el caso de una “comunicación excelente”, resultará ser la planicada. Asimismo, existen los mensajes residuales y los exteriores. Los primeros son implicancias históricas, pensamientos públicos generados por un suceso pasado que ejercen inuencia en el “aquí y ahora”; y los exteriores que constituyen eventos, informaciones, opiniones y otros estímulos de diversa naturaleza que se desarrollan en el ámbito externo a la empresa, pero que de alguna manera ejercen inuencia en las opiniones y en los procesos interrelacionales de sus públicos. Nuevamente en estos dos casos se deberá recurrir a la habilidad del comunicador y su equipo para instrumentar estos mensajes a favor de los objetivos de la empresa (Scheinsohn, 1998). Todo lo que hace la empresa comunica, aún cuando no sepa que está comunicando, por lo que muchas optan por no hacer “ruido”; pero no se trata de comunicar o no comunicar, sino de hacerlo correctamente o no (Scheinsohn, 1998). Con esto, es importante reconocer dentro de las organizaciones cuáles son los momentos, lugares o espacios comunicacionales y los asuntos que se convierten en interés general, que inician como comentario de corrillo pero que podrían llegar a condicionar la cultura de la organización. En el ámbito interno hay ocasiones donde las personas salen de su esfera privada y se pueden ocupar de asuntos que han generado cierta incertidumbre o emotividad a nivel laboral, por ejemplo, el momento de tomar el café en la mañana puede ser el espacio ideal para compartir
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o dialogar con compañeros de otras áreas sobre rumores e inquietudes de la empresa donde laboran. Ni hablar de las noticias. Ya sean buenas o malas, muchos ejec utivos se sorprender de que el público interno en su mayoría ya las supiera antes de que ellos las formalizaran. Esto puede ocurrir en organizaciones donde la cultura se caracteriza por difundir y hacer partícipes a sus miembros sólo en cuestiones positivas, dejando en incertidumbre las noticias o situaciones de carácter crítico que obligan a las personas a difundir sus propias versiones, generalmente sobredimensionadas, que podrían convertirse en vocerías de la empresa en un contexto externo y multiplicar sus efectos con la popularmente conocida opinión pública. Como armó el antioqueño Pablo Múnera en el Foro Iberoamericano sobre Estrategias de Comunicación (2010): “las organizaciones tienen la ca pacidad de adaptarse, esto es, de comportarse como un sistema abierto, que es modicado y a la vez modica su contexto en las interacciones con éste; pero tam bién se puede comportar como un sistema cerrado, capaz de preservar su autonomía e identidad ante los cambios externos e internos, gracias a mecanismos de autoorganización”. En este punto apelo al enfoque sistémico, uno de los tres pilares que fundamentan la perspectiva ideológica de Daniel Scheinsohn en su Comunicación Estratégica (2009) 19, donde este tipo de pensamiento permite ver a la organización como un todo resultado de interrelaciones e interconexiones con los demás elementos, es decir, inuye y es inuenciada por su medio ambiente inmediato y su entorno general. En términos de él mismo, lo que suceda en la empresa como sistema afecta al suprasistema (su medio ambiente inmediato denido por los ámbitos cultural, demográco, tec nológico, educacional, político, legal, recursos naturales, sociológico, económico y cientíco) y a su macrosistema (su entorno general), y viceversa.
19 Los otros dos son el construcvista y el interdisciplinario.
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La comunicación interna y la imagen corporativa
“La recreación que cada uno hace del mundo externo del origen al mundo interno”. Daniel Scheinsohn El apartado anterior abrió el espacio para enlazar directamente la opinión pública con una de las más importantes técnicas de comunicación: las relaciones públicas, y uno de los grandes pilares de la comunicación organizacional: la imagen corporativa, considerada por Scheinsohn (1998) como un activo de la empresa. Es decir, la comunicación será reconocida como una herramienta de gestión directa de la imagen proyectada e indirecta para la percibida por sus diversos públicos. Antes de continuar, preciso compartir las siguientes palabras de Joan Costa, en una entrevista realizada por Giancarlo Carbone (2006), que nos permitirán aclarar elementos fundamentales ya mencionados en este análisis: Para mí los puntos cardinales de la empresa, hoy, son cuatro: identidad, cultura, comunicación e imagen. La identidad es el ADN, el “ser” de la empresa. El ser ella misma única e irrepetible, para crecer, desarrollarse y durar. La cultura es el “hacer”; lo que la empresa “hace” y cómo actúa en su interior y en relación c on la sociedad. La comunicación es, internamente, el “ser orgánico” en tanto que la empresa es un organismo vivo y actuante, una organización de personas, y la comunicación es el sistema nervioso central y el ujo vital. Y al mismo tiempo, la comunicación es el “ser social”, en tanto que la empresa está inserta en una sociedad concreta y con la cual se relaciona. Finalmente, la imagen es la consideración, la evaluación que la empresa merece ante los diversos públicos más o menos implicados en ella, más o menos indiferentes. La imagen se forja a través de la conanza, la credibilidad, la preferen cia (o sus contrarios) que la sociedad otorga a la empresa Déjeme destacar que estos cuatro puntos cardinales recubren la empresa en sí misma como un grupo humano que “emprende”. Esto abarca su modo propio de hacer y actuar tanto por dentro como con su entorno; su capacidad para comunicarse y relacionarse, dentro y fuera; y en consecuencia de todo esto, el modo como la sociedad considera, evalúa la empresa y sus realizaciones, y cómo actúa y opina. Esta concepción es absolutamente lógica y transversal.
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Esta lógica y transversalidad de acciones y opiniones, de formas de comunicación y de relacionarse que se dan, especícamente en espacios internos, por los líderes de los trabajadores (representantes/personas populares) o los multiplicadores (comúnmente conocidos como chismosos), construyen, transforman y reformulan la imagen que de la organización tienen sus demás públicos de manera constante hasta llegar a ser transmitida, divulgada o popularizada en cualquier ámbito a través de la discusión o medios informales como el voz a voz, en el quehacer laboral o fuera de él. Precisamente uno de los componentes básicos del pilar Cultura son las redes culturales20 que constituyen un canal informal a través del cual u yen las creencias y valores, los empleados interactúan y se comunican. En esta red se destacan algunos personajes como los narradores (les gusta relatar historias para obtener poder e inuencia) ; los sacerdotes (guardianes de los valores culturales que oyen confesiones y dan soluciones a los problemas, aún de índole moral); los murmuradores (es fuente de credibilidad para el jefe, por lo que nadie busca tener problemas con él) ; los chismosos (carecen de seriedad, veracidad y credibilidad por parte del jefe, pero se encargan de poner el toque divertido y picante a la vida organizacional) ; las fuentes-secretarias (conocen la verdad y la realidad de la organización y son la fuente principal de los gerentes para conocer la cotidianidad de la vida empresaria) ; los espías (seres agradables con acceso a muchas personas y que actúan de manera inltrada) ; las cofradías (asociaciones secretas de dos o más personas que se aportan mutuamente fuerza, sostén y protección) (Scheinsohn, 1998). Las empresas tienen plena consciencia de las consecuencias devastadores que pueden acarrear una información fragmentada, por lo que en la actualidad se esfuerzan en desarrollar una comunicación c oherente, en los ámbitos tanto interno como externo, pues es la comunicación una herramienta de gestión indispensable para el desarrollo de sus objetivos estratégicos. De hecho, recurren al diseño de estrategias basadas en medios informales como estas redes culturales como la utilización de los espías para vericar rumores y equilibrar la información, ya que a diferencia de los formales, tienen mayor impacto en el público interno por su naturalidad (Scheinsohn, 1998). Parafraseando a Paul Capriotti (1998), una buena Comunicación Interna producirá una mejora de la interactividad entre las personas de la organización, tanto a nivel profesional/laboral como personal, que favorezca, por una parte, la circulación de la información dentro de la organización de una forma rápida y uida, 20 Los otros tres componentes básicos de la cultura corporava son las creencias y valores, los héroes, y los ritos y rituales.
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y de paso la coordinación de las tareas y esfuerzos entre las diferentes áreas o unidades de la compañía. Así, la organización se prepara para adaptarse con mayor rapidez a los cambios y situaciones que se le presenten ya que adquiere una dinámica y agilidad mayores.
las cuales pueden ser operadas de manera individual, es decir, el comunicador interno y el relacionista público cada uno por su cuenta, con el agravante de impedir su articulación a una política general o marco que evite las contradicciones y asegure la armonía.
Para el comunicador organizacional, la opinión pública puede convertirse en un instrumento de medición de la percepción que los trabajadores, socios, proveedores tienen de la empresa y, a partir de allí, suministrarlos a la alta dirección para que se conviertan en base de decisiones a tomar en el ámbito administrativo o comercial. Él es el defensor de la imagen de la empresa. Asimismo, la opinión pública sirve como técnica o herramienta para medir los efectos generados por una estrategia o táctica comunicativa y contrastarlos con los esperados o programados
Si se alcanzara esto último, los resultados que se obtienen pueden ir desde el desarrollo de una visión compartida y la creación de conanza, motivación y empoderamiento, hasta el direccionamiento de procesos de cambio y el aumento de la participación de los accionistas. En últimas, una reputación corporativa favorable que generar y mantenga una sólida base comercial que garantice su éxito.
una nueva adaptación.
En palabras de Joan Costa (2009) “La comunicación ecaz antes de ser un instrumento para... es, necesariamente, una estrategia.”
En cualquier caso, el profesional o especialista de comunicaciones a nivel interno debe ser muy proactivo ya que este proceso exige un control excesivo y per-
Referencias
con el n de corregirlos en caso de ser resultado de una prueba piloto, o diseñar
manente para centralizar la información, identicar a los líderes de opinión y a los
personajes de las redes culturales, detectar las inquietudes de la gente e informar y gestionar relaciones de manera contextualizada, verídica y congruente, con un lenguaje siempre sencillo y muy cercano, considerando en sus mensajes contenidos emocionales y racionales para comunicar correctamente todo aquello que sea de interés general acerca de la organización y sus diversos contextos.
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A manera de conclusión
Identicar los espacios comunicacionales donde los sujetos se maniestan portadores de opiniones centradas en algún bien común como el salario, los benecios sociales, los cambios estructurales, las situaciones de crisis, etc., podría llegar a ser una estrategia que permita contrarrestar los efectos negativos de la comunicación informal donde se ponga en común información no verídica, o potenciar los positivos de manera que permitan sensibilizar y fomentar el sentido de pertenencia e integrar y hacer partícipes a todos los miembros como apoyo a los objetivos estratégicos de la empresa. ¿Cómo puede afectar una “comunicación excelente” a una organización? Dentro de la organización se pueden desarrollar varios tipos de c omunicación: con los empleados y las relaciones con el inversor (por ejemplo),
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Apuntes sobre el papel del comunicador, la comunicación alternativa y la cultura Óscar Julián Cuesta M.
Este capítulo propone hacer unas consideraciones generales sobre el papel del comunicador social en las tensiones culturales propias del mundo contemporáneo. No pretende sentar tesis sobre la labor del comunicador en la globalización neoliberal; por el contrario, sólo procura poner a discusión unos posibles roles del comunicador en el campo social, especialmente, del papel que éste debe tener en la formulación y construcción de soluciones alternativas, lejanas a las matrices homogenizantes del capitalismo global. El escenario laboral y cultural del comunicador
El desarrollo de la globalización neoliberal tiende a imponer una única lógica civilizatoria que homogeniza las sociedades del mundo. Así, podemos armar que el mundo se mueve bajo los paradigmas de una única cultura: la cultura de la propiedad privada, la generación de capital, la fama y la avaricia desenfrenada; o en otros términos, el consumo de vanidades efímeras e insignicantes. Lo anterior es tangible en las diversas comunidades latinoamericanas, como se observa en los medios de información masivos, subyugados a la matriz poderosa del deseo lucrativo, pues exponen y difunden contenidos estereotipados que moldean los imaginarios de belleza y felicidad.
Apuntes Sobre el Papel del Comunicador, la Comunicación Alternativa y la Cultura
Los ejes culturales de considerables grupos humanos han sufrido ataques y, en muchos casos, tienden a olvidarse. Por ejemplo, las comunidades Mapuche de Loncoche invirtieron dinero en ropa e instrumentos tradicionales para “encantar” a los jóvenes y lograr que ellos se acercaran a sus prácticas ancestrales (Fuentes, 2008). Las circunstancias, pues, son complejas y la labor del comunicador social se reviste de responsabilidad, ya que ahora tiene la obligación de no dejar extinguir los valores de muchas etnias y, además, de retomar las funciones inherentes a los medios de comunicación, que han sido difuminadas por el derrotero monetario. La Comunicación y la consolidación de alternativas
Paralelo al desarrollo de la globalización y las nuevas tecnologías que facilitan el intercambio de información, han surgido maneras de “progresar” 21 diversas, donde cada grupo humano vive el mundo desde sus principios, resistiendo a la lógica civilizatoria global. Esa forma paralela, que también ha sido denominada alternativa, tiene destacado papel en la comunicación social. La Comunicación Alternativa se caracteriza por brindarles a las c omunidades la difusión de información útil, posibilitar el intercambio de experiencias y aspiraciones y la discusión socio-cultural y política de sus inquietudes cotidianas. Consecuentemente, la Comunicación Alternativa logra corregir los errores de la denominada “masiva”, porque, en especial, tiene en cuenta los diferentes modos en que las comunidades perciben el mundo y la forma como lo expresan. El rescate y la protección de la cultura de muchos pueblos deben tener preponderancia para los trabajadores de la comunicación y, particularmente, de aquellos que ejercen su labor en los medios alternativos. Antes de continuar, acerquémonos a la palabra cultura, que ha sido reiterada en los anteriores párrafos y que es íntima a la Comunicación Alternativa. Para ello, es bueno aclarar que la cultura tiene varias conceptualizaciones. Por ejemplo, cultura como erudición o amplios 21 Progreso está entre comillas porque no hace referencia a la visión occidental del desarrollo, que ene su genealogía en la ilustración y la revolución industrial. Progreso, en ese orden de ideas, se enende como ir hacia adelante, pero ese adelante no es l a industrialización, la urbanización, los índices económicos; por el contrario, es el derecho de la autodeterminación de los pueblos, donde cada quién decide su futuro desde su conciencia histórica y cultural.
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conocimientos, o cultura como conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos, grados de desarrollo artístico, cientíco, industrial, etc., de una época o grupo social. Observemos que la cultura es una categoría inevitablemente ligada al lenguaje: pues es producto de nuestra facultad para aprender la realidad, colocarle nombres (signicantes y signicados) y ponerla en común con nuestros semejantes (comunicarla). Así, la cultura tiene que ver con la producción de sentido, con las convenciones y prácticas sociales (símbolos, normas, ritos) y con las formas de leer el mundo (cosmovisiones y expresiones artísticas) y trasmitir los saberes y formar sujetos (educación y pedago gía). Del mismo modo, la cultura se expresa en las formas particulares de satisfacer necesidades (como la alimentación, expresada en platos típicos, por ejemplo), que identican a un grupo humano y lo diferencia de los otros grupos. En este punto es prudente aclarar que, al concepto de cultura se une el de identidad, es decir, el reconocimiento y la apropiación de las variables culturales de una comunidad, como lo puede ser su inuencia territorial (lugar geográco) , la ropa o las particularidades al hablar (como los acentos). La trascendencia de la identidad cultural
En el momento actual, el comunicador debe interesarse por la región, el barrio, las etnias, procurando alcanzar la conciencia de aquellos grupos y lograr su reconocimiento. Al mismo tiempo que la revolución tecnológica de las comunicaciones abre la posib ilidad de mirar planetas y obtener datos desde cualquier lugar, el interés por las comunidades anónimas y sus problemas debe incrementarse. ¿Por qué tal preocupación en lo particular, en las características propias de un grupo humano? Los pueblos tienen memoria y dicha memoria se encuentra ligada a la tradición, a la conservación, a la supervivencia y, por tanto, a la identidad. Es lo que podría entenderse como memoria colectiva (Rodríguez, 2002). A lo largo de la historia, el hombre ha conservado las variables culturales gracias a la narración oral y la escritura. Sin em bargo, aquellas maneras básicas de proteger la memoria -identidad- han sido opacadas por el modo de informar de los medios masivos, quienes llevados por la inmediatez y el consumo, no promueven los valores y las tradiciones de las sociedades; y más bien promueven otros paradigmas superciales y frívolos.
Apuntes Sobre el Papel del Comunicador, la Comunicación Alternativa y la Cultura
En consecuencia, es sensato preocuparse por los serios problemas de identidad padecidos por muchas comunidades, en especial por los latinoamericanos, que experimentan confusiones y tienden a imitar los modos de vida de los países del norte. Querer ser como otros es muestra de crisis en la memoria colectiva, es desconocer la historia propia, ignorar sus propias tradiciones y abandonar sus valiosas costumbres. No se puede bajar la guardia ante la globalización neoliberal, no se puede dejar a la deriva las raíces culturales de las diversas comunidades, por ello los comunicadores sociales deben celebrar la complejidad cultural de países como Colombia. Las identidades colectivas no son la sumatoria de identidades individuales; se trata de entidades constituidas por individuos vinculados entre sí por un sentimiento de pertenencia, que comparten un núcleo de símbolos y una cosmovisión. La conguración de una identidad colectiva está determinada por las narrativas autobiográcas que el grupo produce por sí mismo, los rasgos idiosincrásicos que los distinguen frente a otros y las redes personales y sociales en las que se involucran (Torres, 2003). Las tres directrices se denen así: •
Narrativas autobiográfcas: conjunto de relatos sobre su origen y los contextos en los cuales surgieron. En este punto, las sociedades tienden a referenciar los personajes sobresalientes y otras particularidades históricas.
•
Rasgos de distinguibilidad: los símbolos, las costumbres y demás
•
aspectos que sirven como marco de identidad. También se incluyen los postulados éticos y losócos que los hacen particulares y diferentes. Redes de interacción: conjunto de relaciones, lazos e interacciones
que se establecen en el interior de una comunidad e igualmente de ésta con otras comunidades.
Recuperación de memoria cultural
Todas las sociedades poseen un conjunto de representaciones, símbolos, valores, opiniones y actitudes que permiten signicar las experiencias humanas. Es, pues, vital no dejar perder dicho conjunto de rasgos y distintivos que alimentan la memoria cultural. Una de las tareas del profesional de las comunicaciones es proteger las características únicas de las comunidades, para lo cual puede acudir a la Comunicación Alternativa,
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que permite trabajar con grupos espec ícos, reconociendo la importancia de lo particular, de los valores propios, de la singular manera de mirar el mundo y de interpretar la realidad. ¿Por qué la Comunicación Alternativa puede conservar lo fácilmente vulnerado por los medios masivos? La comunicación alternativa permite expresar las realidades singulares de las comunidades. Lo cual es fundamental si se pretende proteger o recuperar la identidad ya que comprende la dignidad propia. De igual manera, dicho tipo de comunicación considera posible la construcción por parte de los mismos integrantes del grupo, quienes conocen sus necesidades y facultades (posibilidades), de tal manera que el comunicador no lleva soluciones, sino que genera espacios para que la comunidad construya sus caminos. Por otro lado, los vanguardistas de lo alternativo se enorgullecen de no contar con los medios masivos, es decir, no los consideran vitales para desarrollar un proyecto comunitario ya que pueden recurrir a “otros”22, fruto de sus posibilidades y capacidades. Es importante tener en cuenta que los medios alternativos no pretenden derrotar a los Medios Masivos, más bien se trata de dotar a las comunidades con posibilidades 23 mediáticas que permiten un contenido que sacie sus expectativas y que, sobre todo, permita una comunicación horizontal: existe participación activa del oyente, del lector, del televidente. Lo ideal es que la propiedad del medio esté en manos de todos para evitar lógicas verticales, donde la propiedad es exclusiva y sinónima de poder. Los medios alternativos son conocidos como micromedios. Son el recurso de los grupos humanos que no tienen espacio en los monopolios de las comunicaciones. En pocas palabras, son de fácil producción o ela boración, requieren pocos recursos humanos y materiales y, sobre todo, pueden dar cuenta de los modos de concebir y percibir la realidad. Por otra parte, no se pueden llevar a cabo procesos culturales por medio de la imposición rígida. Es necesaria la concertación, el acuerdo, la participación, el complemento. La primera forma de evitar las dicultades en el desarrollo de una sociedad es producir modelos de educación y comunicación horizontal, que permitan insertarse a la compleja realidad de una comunidad (Martín Barbero, 1999).
22 Emológica mente alternavo proviene del lan alter, que signica otro. 23 Posibilidades como periódicos murales, radio comunitaria, perifoneo, folletos, etc.
Apuntes Sobre el Papel del Comunicador, la Comunicación Alternativa y la Cultura
Los medios de comunicación -tanto mass media como micromediacumplen una “mediación que se origina en la mente del sujeto, en sus emociones y experiencias, es decir, en sus procesos cognitivos, en su entendimiento” (Gómez, 1999). En pocas palabras, los medios educan, o tienen una fa cultad pedagógica -olvidada por el afán de entretener e informar-. Dicha cualidad ha sido palpable en el proceso civilizatorio de la globalización neoliberal, que forma sujetos bajo ciertos estereotipos; sin embargo , la intrínseca potencia pedagógica del medio puede alentar las alternativas a esa homogeinización global, por ello es vital en cualquier tipo de proyecto alternativo. Si la educación es, pues, esencial para proteger las variables culturales y evitar la consolidación de una única cultura de masas- consumista, es necesario conocer los tipos de educación. Para ello, Juan Díaz Bordenave (1982) propone la concepción de tres modelos pedagógicos fundamentales que nos pueden ser útiles desde la lógicas comunicacionales, pues son pensados desde la tecnología educativa: 1- Educación que pone énfasis en los contenido (exógeno); 2- Educación que pone énfasis en los efectos (exó geno); 3- Educación que pone énfasis en el proceso (endógeno) 24. La utilización de estos modelos tendrá una incidencia especíca con consecuencias inmediatas en los proyectos comunicativos: 1. Educación que pone énfasis en los contenidos: corresponde a la
educación tradicional, basada en la transmisión de conocimientos y valores de una generación a otra, del profesor al alumno, de la élite instruida a las masas ignorantes. El objetivo es que el educando aprenda. En este modelo la comunicación es “bancaria”, vista como una simple transmisión de información -es vertical-, donde el protagonismo es dado al emisor.
2. Educación que pone énfasis en los efectos: corresponde a la llama-
da ingeniería del comportamiento y consiste en moldear la conducta de las personas. Se podría llamar educación manipuladora cuyo objetivo es persuadir al educando para que cambie de comportamiento. Con respecto a la comunicación, en este modelo el emisor sigue siendo protagonista y el receptor es reducido a un rol secundario y dependiente. Sin embargo, ahora surge una respuesta del receptor denominada retroalimentación, pero aún no es una verdadera participación.
24 Tipo de modelo para la Comunicación Alternava.
Yo informo, tú opinas, ellos se forman, todos comunicamos
3. Educación que pone énfasis en el proceso: no se preocupa tanto de
los contenidos que deben ser comunicados, ni de los efectos en términos de comportamiento. Su objetivo es la interacción de las personas y su realidad y el desarrollo de sus capacidades intelectuales y su conciencia social. Lo importante es que el sujeto piense. Es lo que se denomina “educación transformadora o liberadora”. En este modelo la comunicación existe en la interacción entre emisor y receptor, todos son sujetos del proceso.
Otros aspectos a considerar
De acuerdo con la concepción de educación, así será el abordaje de los medios de comunicación. Sin embargo, este punto no son todos los conceptos a considerar. Recordemos que este capítulo busca incentivar la construcción de alternativas comunicacionales como posible rol del comunicador social en las tensiones culturales de las comunidades, tensiones comunes en la lógica civilizatoria de la globalización neoliberal que difunde estereotipos por los medios masivos. Para cumplir tal objetivo, se ha propuesto la Comunicación Alternativa y los micromedios, ya que solucionan problemáticas particulares y tienen en cuenta la realidad especíca del grupo objetivo; pero eso no es todo, hay que tener en cuenta otros aspectos importantes. Diferentes profesores de la Universidad Pedagógica de Bogotá (Torres, 2003) realizaron un estudio focalizado a un barrio popular, de allí dedujeron que un proyecto de comunicación alternativa con desarrollo de micromedios debía, además del modelo educativo, tener en cuenta los siguientes aspectos: 1. Contexto de la comunidad, cómo son las formas de relación que se establecen entre los habitantes25, así como análisis lingüísticos, económicos, sicológicos y de las variables culturales. 2. Conocer las necesidades manifestadas por los mismos habitantes. Para ello es necesario experimentar directamente, es decir, reconocer “el sentir de la gente” e ingresas en sus dinámicas cotidianas. 3. Motivar a los integrantes de la comunidad a formular y elaborar sus propias estrategias de solución, a partir de la concientización 25 Existen parculares formas de interacción y comunicación, en ellas se pone en juego emociones, afectos, creencias y conictos.
Apuntes Sobre el Papel del Comunicador, la Comunicación Alternativa y la Cultura
y diálogo con los propios interesados, en una actitud de constante búsqueda de sus necesidades, cuya nalidad sea el conocimiento de su propia realidad y el despertar una capacidad crítica. 4. Observar las producciones artísticas como genuinos sentimientos de la comunidad, de sus necesidades, aspiraciones y frustraciones. Las expresiones estéticas responden a la realidad, son críticas y profundas. Es claro entonces, que las necesidades sociales son un plano elemental, de allí que sea importante considerar que estas no son un reejo mecánico de una carencia material sino una lectura cultural del contexto. Se debe tener presente que las necesidades son interpretaciones que construyen los individuos y el colectivo frente a sus condiciones de existencia, en las cuales el elemento cultural maniesta una determinada pertenencia a una sociedad (Torres, 2003). Reexión nal
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la identidad cultural de muchos pueblos, etnias o comunidades para que conserven sus valores, costumbres, creencias y modos de vida en su memoria colectiva, es decir, salvaguardar esas otras sabidurías inveteradas que proponen otras formas de vivir alternativas a la lógica civilizatoria occidental-moderna. Jesús Martín Barbero advirtió hace ya muchos años: “la comunicación no puede reducirse a un asunto de medios” (Citado por Orozco, 1999, p. 120). Pero, por otro lado, es posible ahora desarrollar proyectos sociales que aprovechan sus facultades, en especial a través de la Comunicación Alternativa y los micromedios. Referencias • Barbero, J. (1999). Retos culturales de la comunicación a la educación . En: Moreno, M. y Villegas, E. (Comp.) Comunicación, Educación y Cultura. Bogotá: Ponticia Universidad Javeriana – Facultad de Comunicación y Lenguaje.
Hasta aquí, los profesionales de la comunicación pueden enfocar sus labores en conservar los valores culturales de las comunidades, mediante la utilización de los medios alternativos, ya que los masivos son parte de una matriz de poder determinada por monopolios económicos y su afán lucrativo –causante, entre otras cosas, de la adaptación a la cultura del consumo-. El comunicador no es un redentor, simplemente es un trabajador que se basa en el poder pedagógico de los medios, en la participación democrática y en la capacidad de la comunidad de reconocer su realidad y transformar sus necesidades.
• Bordenave, J. (1982). América Latina necesita repensar la tecnología educativa. Caracas: Mirneo.
La radio, la televisión, el cine y la prensa han llevado a cabo procesos dirigidos por intereses económicos y políticos. Su inuencia en la sociedad es innegable. Y los avances tecnológicos en su desarrollo han propiciado la globalización y con ella la consolidación de paradigmas culturales vacuos, que promueven la belleza, la fama y la riqueza material como estereotipos de felicidad.
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Gómez, P. (1999). Educación y comunicación: una relación conictiva. En Moreno, M. y Villegas, E. (Comp.) Comunicación, educación y cultura: relaciones, aproximaciones y nuevos retos . Bogotá: Ponticia Universidad Javeriana.
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Orozco, G. (1999). ¿Espectadores o interlocutores? En Moreno, M. y Villegas, E. (Comp.) Comunicación, educación y cultura: relaciones, aproximaciones y nuevos retos. Bogotá: Ponticia Universidad Javeriana.
En consecuencia, el presente trae un desafío a los comunicadores. A primera vista es transformar los sistemas y medios de información vigentes, centrados en pocas manos. En el fondo, su verdadera función es proteger
• Rodríguez, A. (2002). Memoria Colectiva, Historia e Identidad. Bogotá: Universidad Autónoma de Colombia. • Fuentes, L. (2008). Comunidades mapuche de Loncoche y CONADI al rescate de identidad cultural. Extraído el 15 de julio, 2010 de: http://www.laopinon. cl/admin/render/noticia/14324
• Torres, A. (2003). Organizaciones Populares, Identidades Colectivas y Ciudadanía. Bogotá: Universidad Pedagógica Nacional y Colciencias.
Sobre los Autores
Vanessa Plata Peñafort
Profesional en estudios literarios de la Universidad Nacional de Colombia. Magíster en Comunicación de la Ponticia Universidad Javeriana. Docente Departamento Académico de Comunicación del Politécnico G rancolombiano.
Alexander Torres Sanmiguel Sicólogo de la Universidad Nacional de Colombia. Magíster en Comunicación de la Ponticia Universidad Javeriana. Docente de la Facultad de Comunicación Social Universidad Santo Tomás. Sandra M. Meléndez Labrador Comunicadora Social Organizacional de la Universidad Autónoma de Bucaramanga y candidata a Magíster en Comunicación Estratégica de la Universidad Andina Simón Bolívar de la Comunidad Andina de Naciones –CAN. Su ejercicio profesional lo ejerce en organizaciones públicas y privadas. Martha Janneth Caro Guerrero Licenciada en Lingüística y Literatura de la Universidad Distrital. Especialista en Gerencia Educativa de la Universidad de la Sabana. Especialista en E-Learning de la Agencia de Cooperación Alemana GIZ (Antes Inwent). Magíster en Educación de la Universidad Externado de Colombia. Profesora de Tiempo Completo en la Universidad Pedagógica Nacional y Catedrática de la Universidad Distrital. Leonardo Andrés Ballesteros P . Comunicador Social, Magíster en Estudios Políticos. Docente-investigador de la Universidad Santo Tomás, Proyecto representaciones semióticas de los fenómenos victímales en Bogotá 2008-2010 y su relación con las experiencias humanas de la violencia para entender las lógicas de mediación social en el conicto colombiano. Miembro Grupo Memoria FCSP (Colciencias). Gestor Grupo y Semillero de investigación Isegoría. Óscar Julián Cuesta M. Comunicador Social de la Universidad Santo Tomás. Magíster en Educación Universidad Pedagógica Nacional. Especialista en docencia universitaria Universidad Cooperativa de Colombia. Técnico en locución y producción de medios audiovisuales Colegio Superior de Telecomunicación. Miembro del Grupo de Investigación Comunicación, Cultura y Tecnología. Guillermo Cárdenas Pinto Filósofo, especialista en Derechos Humanos de la Universidad Escuela Superior de Administración Pública. Cursa estudios de Maestría en estudios sociales en la Universidad Pedagógica Nacional. Director del Grupo de Investigación Comunicación, Cultura y Tecnología. Coordinador de Investigaciones de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Fundación