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El pedagogo y los derechos del niño: ¿historia de un malentendido? Philippe MEIRIEU1 Traducción Daniela Gutierrez
La Convención Internacional de los Derechos del Niño, adoptada en 1989, y cuyo precursor ue !anusz "orcza#, constituye un te$to de reerencia y, al %is%o tie%po, un docu%ento dura%ente discutido& 'i, por un lado, los art(culos reerentes a la protección del niño casi no se prestan al de)ate, los *ue decretan su li)ertad de opinión, de e$presión, de consciencia, de co%unicación o de asociación, a veces son considerados co%o la ne+ación %is%a de la educación, la pro%oción del niñorey y la señal de una +rave renuncia de los adultos& -Cu.l es real%ente el contenido de la Convención/ -0ode%os eli%inar los %alentendidos *ue reinan en torno a este te$to esencial/
*** La Convención Internacional de los Derechos del Niño, adoptada por la sa%)lea General de las Naciones 2nidas el 34 de novie%)re de 1989, es la cul%inación de una %uy lar+a historia& Desde lue+o, pode%os inscri)irla en la iliación de 5ousseau y, *uiz., incluso, ver en 6ontai+ne a uno de sus precursores& 7vidente%ente, 7vidente%ente, de)e%os retrotraernos a la dcada de 1934, dado *ue ue en ese %o%ento cuando cuando !anusz "orcza# le recla%ó por pri%era vez a la 'ociedad de las Naciones una Carta para la 0rotección de los Niños& 7l 1: de %ayo de 193;, la 2nión Internacional de 'ocorro a los Niños procla%ó por pri%era vez una Declaración de los Derechos del del Niño Niño,, ta%) ta%)i inn deno deno%i %ina nada da D Dec ecla lara raci ción ón de Gine Gine)r )ra a&& Dich Dichoo te$t te$too se cent centra ra)a )a unda%ental%ente unda%ental%ente en el apoyo y la asistencia a los niños en ries+o, pero, sin e%)ar+o, ya inclu(a ciertos principios *ue lue+o ueron reto%ados en 193< por la asa%)lea de la 'ociedad de las Naciones& 'in e%)ar+o, la declaración a la cual nos reeri%os hoy es la de novie%)re de 19=9 *ue, treinta años %.s tarde, el 34 de novie%)re de 1989, se convirtió en una convención& 2na convención, es decir, no una si%ple declaración de intención, sino un te$to con uerza de ley y *ue constituye una reerencia o)li+ada para todos los pa(ses *ue adhieren a la %is%a& 2n te$to especial%ente i%portante en la actualidad, a co%ienzos del si+lo >>I? %il *uinientos %illones de niños viven con %enos de treinta euros por %es@ *uince %illones de niños de %enos de cinco Philippe MEIRIEU ha enseñado en todos los niveles de la institución escolar. Filósofo y especialista en Pedagogía catedr!tico en "iencias de la Educación y dirige un Instituto de For#ación $ocentes. Poseedor de una rica e%periencia pr!ctica y de un sa&er teórico sin par par se esfuer'a en conciliar estos dos polos de la educación y #ilita a favor de una pedagogía (ue recha'a la e%clusión co#o la fatalidad de la reproducción social. Es autor de nu#erosos li&ros y de una serie de docu#entales so&re las grandes figuras de la Pedagogía. )us lti#as pu&licaciones a&ordan a&ordan la +,tica y Pedagogía+ así co#o el lugar de la literatura en la for#ación de la persona en general y de los educadores en particular. particular. 1
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años %ueren cada año por alta de atención %dica@ %.s de cien %illones viven en la calle@ cuatrocientos %illones son e$plotados en el tra)aAo, la %ayor(a de las veces en condiciones indi+nas@ sólo en Brica %.s de ciento cincuenta %illones de niños no tienen acceso a nin+una or%a de escolarización y esta cira au%enta cada año dado *ue al+unos 7stados aricanos, co%o el Con+o, decidieron suspender todo inancia%iento en %ateria educativa& l %is%o tie%po, en los pa(ses occidentales, no deAa de au%entar la %ercantilización de la inancia en todas sus or%as? e$plotación desver+onzada de la inancia a travs de la pu)licidad y los %edios, desarrollo de sectas de toda clase en las *ue el a)uso se$ual de los %enores se considera un derecho de los adultos&&& 7n resu%en, %.s de diez años despus de la Convención Internacional de los Derechos del Niño, no es necesario pre+untarnos so)re su actualidad& Con todo, la Convención dista %ucho de provocar una aceptación un.ni%e y plantea nu%erosas cuestiones *ue no es posi)le soslayar& 0or tal %otivo, es necesario analizar con precisión los aspectos *ue dicho te$to pone en Aue+o& 7n un pri%er %o%ento, lo hare%os %ostrando hasta *u punto esta Convención, si la considera%os co%o aconteci%iento en el %ovi%iento %is%o *ue per%itió su ela)oración y *ue hace *ue %uchos de nosotros nos reira%os a ella, es un te$to a)soluta%ente esencial& 0ero ta%)in %ostrare%os *ue, considerada literal%ente, analizada en or%a independiente de una co%prensión propia%ente peda+ó+ica del enó%eno de la inancia y la educación, es un te$to a%)i+uo y suscita le+(ti%a%ente una cierta cantidad de interro+antes& Nos esorzare%os en responderlos %ostrando, Austa%ente, *ue constituyen el punto central del tra)aAo del educador y *ue, por lo tanto, no nos de)en dar %iedo, sino, al contrario, nos de)en per%itir entrar en la co%pleAidad %is%a de la tarea educativa, leAos de las apor(as teóricas y de las pol%icas, all( donde se ela)oran la convicción y los %edios necesarios a todo educador enrentado con la necesidad de trans%itir sin conor%ar& La Conenci!n Internacional de los "erechos del #iño: la e$presi!n de la insurrecci!n educatia %undadora
No dude%os en recordarlo y reivindicarlo? la Convención Internacional de los Derechos del Niño es ante todo un te$to de indi+nación y re)elión& Daniel a%eline su)raya, en or%a ad%ira)le, *ue el educador es un re)elde insur+ E? pues educar, en deinitiva, y cual*uiera sea nuestro cuidado en poster+ar el plazo, es decidir entre lo %eAor y lo %enos )ueno, es re)elarse contra lo *ue es en no%)re de lo *ue de)er(a ser& &&&E 2na virtud unda%ental del educador, si necesita conce)irse virtuoso, es la indi+nación& &&&E 7s i%posi)le educar sin creer,
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sin esperar, es decir, sin indi+narse del estado en *ue se encuentra hoy en d(a el )ien %.s preciado de la hu%anidad, su inancia, condenada a carencias de toda (ndole, a la estupidez, a la incuria de la especie dañina *ue so%os& 3 "orcza#, el inspirador de los derechos del niño, es ante todo un re)elde, co%o lo de%uestra toda su o)ra& ; 7s un ho%)re *ue no soporta la violencia inli+ida a la inancia? la violencia (sica, por supuesto, la violencia psicoló+ica, pero ta%poco la violencia de las instituciones *ue pretenden tra)aAar por su )ien& hora )ien, de acuerdo con "orcza#, la %ayor(a de estas violencias se de)e a *ue el niño no es considerado co%o un niño@ no se tiene en cuenta su especiicidad de ser r.+il, en devenir, y *ue co%o tal necesita una protección especial& 'e lo incluye a la uerza y de%asiado te%prano en nuestras peleas de adultos, nuestras rivalidades de adultos, nuestros co%)ates de adultos&&& nuestro e+o(s%o de adultos& No tene%os el %.s ele%ental respeto < hacia *uien viene? hacerle un lu+ar, despeAarle un espacio, per%itirle e$istir y crecer sin ser %altratado& 0or lo tanto, hay *ue entender la reivindicación de derechos para el niño co%o una protesta contra el reduccionis%o *ue triuna)a en esa poca, contra esa tentación per%anente del adulto de practicar lo *ue al+unos deno%inan el eecto !()aro? considerar *ue el niño no es %.s *ue un adulto en %iniatura, un poco co%o en esos cuadros del 5enaci%iento en los *ue las caras de niño en realidad son caras de adulto en cuerpos de niños& 7n la poca en *ue "orcza# inició la idea de derechos del niño Fpero con se+uridad ta%)in ahoraF era esencial air%ar *ue s( e$ist(a una especiicidad de la inancia& 0or otra parte, no es una casualidad *ue "orcza# haya sido uno de los pri%eros y si+a siendo uno de los %.s +randes escritores de literatura inantil =& d%itir *ue e$iste una cultura particular posi)le para los niños, reivindicar el hecho de *ue se trata de o)ras verdadera%ente culturales en el pleno sentido del tr%ino Fy no sólo de Au+uetes o pasatie%pos ocupacionales F si+niica reconocer *ue los niños no son sólo pe*ueños adultos *ue se supone aprenden de %e%oria, antes de poder co%prenderlos, al+unos ra+%entos o res%enes %ediocres de las +randes o)ras, *ue a)ordar.n verdadera%ente %.s tarde en tanto adultos& 3
Daniel a%eline, "ourants et contre-courants dans la pdagogie conte#poraine 0ar(s, 7'H diteur, 3444, p& 9;& er, en especial, "o##ent ai#er un enfant se+uido de /e droit de l0enfant au respect 0ar(s, 5o)ert Laont, 1998E y, so)re "orcza#? !ean oussaye, 1anus' 2orc'a3 l0a#our des droits de l0enfant 0ar(s, achette, 3444E@ )aAo la dirección de 0hilippe 6eirieu, 2orc'a3- "o##ent surseoir 4 la violence 5 6ouans'artou$, 076H, 3441E& < oy duda%os en utilizar este tr%ino pues ha sido usado con un si+niicado %uy dierente y co%prendido co%o una ad%iración pl.cida y sin e$i+encia& 'in e%)ar+o, es el tr%ino *ue utiliza "orcza# y en un sentido *ue no deAa la %enor duda? respetar para l no si+niica renunciar, sino aceptar la especiicidad del estatus del niño incluido en el hecho de *ue el niño necesita, para su desarrollo, el eAercicio de la autoridad del adultoE& = 7ntre sus li)ros para niños, pode%os %encionar /a gloire 0ar(s, Hla%%arion, 1984E, /e roi Mathias Pre#ier 0ar(s, Galli%ard, 1994, a+otadoE, /e roi Mathias sur une 6le dserte 0ar(s, Galli%ard, 1991E& 7$isten otros te$tos *ue no han sido traducidos o para los cuales todav(a no se ha encontrado editor en rancs co%o 2ayte3 le #agicien traducido por 6alin#a Jan+er e Kvette 6tralE& ;
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7sto si+niica *ue el niño real%ente tiene un presente *ue hay un presente de la inancia, *ue la inancia no es sólo una preparación para la vida adulta y para un uturo leAano *ue F 5ousseau ya lo ha)(a su)rayadoF para l no es an del orden de las representaciones posi)les& 7studia y tendr.s un )uen oicio? e$hortación )ien irrisoria para un ser *ue no puede entender de *u le ha)lan, ni acceder a aspectos en Aue+o uera de su alcance, y *ue, a veces, si%ple%ente ter%inar. por ceder a la presión aectiva del adulto&&& o por )aAar los )razos, con total i+norancia de causaM d%itir *ue el niño tiene un presente si+niica, pues, i%ponerse co%o de)er de adulto per%itirle darle sentido a las actividades *ue le propone%os, no en relación per%anente con +anancias ulteriores, sino por*ue so%os capaces de %ostrarle *ue esas actividades lo ayudan a crecer y a acceder a la co%prensión del %undo@ por*ue lo+ra%os hacerle entender *ue aprender es, al %is%o tie%po, +anar poder so)re todos a*uellos y a*uellas *ue *uisieran pensar en su lu+ar y sentir placer al co%enzar a co%prender las cosas& 7s ree%plazar una hipottica relación co%ercial por una e$i+encia de verticalidad en el presente? los sa)eres se convierten entonces en sa)ores por*ue per%iten acceder a los secretos del ho%)re, al secreto de su propio naci%iento, a los eni+%as de su propia e$istencia& 'in e%)ar+o, el adulto no desaparece, sólo a)andona el re+istro del tru*ue por el de la pro%esa? la pro%esa de satisacciones vislu%)radas en la cultura, la pro%esa F*ue l %is%o encarnaF de la ale+r(a posi)le, del A)ilo %is%o al *ue pode%os acceder si ahora acepta%os pa+ar el precio %ediante un esuerzo *ue, si )ien es di(cil, no es ni ne+ación ni so%eti%iento& l respecto, la %.$i%a *ue 7douard Clararde ela)oró para /a Maison des Petits de Gine)ra coincide a)soluta%ente con la inspiración #orcza#iana *ue presidió la ela)oración de los derechos del niño? +/a escuela donde los niños no hacen lo (ue (uieren sino donde (uieren lo (ue hacen.+ O 0ero, %.s all. de este necesario reconoci%iento del presente de la inancia, la declaración de los derechos del niño ta%)in es un te$to *ue de)e%os entender co%o un cuestiona%iento de la he+e%on(a del %odelo del adulto tradicional en tanto ser aca)ado, para i%itar, en oposición al niño *ue ser(a un ser unda%ental%ente inaca)ado, pues "orcza# air%a *ue el adulto en s( %is%o nunca es un ser aca)ado y *ue el niño, aun si no est. aca)ado, ya es un ser hu%ano co%pleto& 7ste es un ca%)io unda%ental&
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7n eecto, con recuencia se conunde aca&a#iento y co#pletud & hora )ien, hay *ue ser un incrdulo o total%ente in+enuo para pensar *ue un adulto un d(a pueda pretenderse aca)ado@ sin duda, esta es la señal de una suiciencia *ue arruina cual*uier esperanza de hu%anidad& Nin+uno de nosotros, por %.s avanzado *ue est en su vida, por %.s lcido *ue sea so)re s( %is%o, nunca ter%ina de arre+lar las cuentas con su inancia, y *uien se crea deinitiva%ente li)erado es pro)a)le%ente el %.s esclavo P& 2n ho%)re aca)ado no es un ho%)re, es una i%a+en estereotipada, al+uien *ue eli%inó en or%a deinitiva toda preocupación y todo cuestiona%iento y, co%o tal, es un ho%)re %uerto& 'in e%)ar+o, de)e%os aceptar *ue todos los seres, cual*uiera sea su +rado de inaca)a%iento, son ho%)res co%pletos en el sentido de *ue, se+n la e$presión de 6ontai+ne, poseen co%pleta la hu%ana condición& ir%ar esto, y reivindicarlo para el niño ta%)in, es air%ar la alsedad de la concepción *ue encierra al niño en los senti%ientos Fincluso en el senti%entalis%oF %ientras *ue el adulto se deinir(a por la racionalidad& 0ues si )ien el niño tiene senti%ientos, si )ien es un ser de pulsiones y deseos, ta%)in ya es un ser de razón, incluso antes de la edad de razón& ay *ue desconocer %ucho la realidad de la inancia para no ver hasta *u punto el niño es un razonador, %ientras *ue, si%trica%ente, el adulto con recuencia si+ue siendo un ser %uy aectivo, incluso, a veces, i%per%ea)le a cual*uier or%a de racionalidad& Los docentes sa)en %uy )ien hasta *u punto los niños, incluso %uy pe*ueños, pueden ser te%i)les discutidores&&&, as( co%o los educadores de adultos han co%pro)ado %uchas veces hasta *u punto seres aparente%ente en plena %adurez pueden resultar ininita%ente r.+iles en cuanto sa)eres nuevos los desesta)ilizan& 0or supuesto, las or%as de racionalidad son dierentes en el adulto y en el niño& 0or otra parte, co%o lo de%ostró 0ia+et, el niño construye en or%a pro+resiva estructuras %entales dierentes y de co%pleAidad creciente& 0ero nada ser(a %.s also *ue tener una visión lineal del acceso a la racionalidad? ya e$iste razón en el niño de dos años&&& y un adulto *ue accedió a las or%as %.s co%pleAas del si%)olis%o ló+ico%ate%.tico si+ue teniendo, a veces, reacciones co%pleta%ente inantiles& De hecho, en este .%)ito, nos enrenta%os a una realidad *ue podr(a%os descri)ir en tr%inos +eoló+icos? el orden de aparición de las capas sucesivas con recuencia se ve co%pleta%ente %odiicado por los aconteci%ientos&&& al punto de *ue es %uy raro encontrar rocas de la era cuaternaria en la cu%)re de las %ontañas, %ientras *ue las de la era pri%aria per%anecer(an sepultadas a una +ran proundidad )aAo nuestros pies& 0or ende, el niño, co%o el adulto, son al %is%o tie%po seres P
s(, air%a 'er+e Leclaire, +cada persona tiene sie#pre un niño (ue #atar7 cada persona tiene (ue hacer y rehacer continua#ente el duelo de una representación de goce de plenitud in#óvil...+ 8n tue un enfant 0ar(s, 0oints'euil, 1983, p& 13E&
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co%pletos e inaca)ados& 7sto no si+niica, evidente%ente, *ue sean idnticos ni *ue sea necesario *ue el adulto renuncie a sus prerro+ativas espec(icas& l i+ual *ue el adulto, el niño es un ser de senti%ientos y, al %is%o tie%po, un ser de razón@ pero, Austa%ente por*ue ya encarna la hu%ana condición, ta%)in es un ser atento a la calidad de lo *ue se le propone& 7s incluso un ser serio& veces %.s serio *ue nosotros %is%os en nuestras actividades %.s cotidianas&&& lo *ue no *uiere decir *ue cultive el esp(ritu de la seriedad, sino *ue to%a las cosas en serio& 0or lo tanto, entre los derechos unda%entales del niño se encuentra, en pri%er lu+ar Fy "orcza# no deAó de dar prue)a de ello hasta el u%)ral de Te)lin#a: F el derecho a la calidad, el derecho a la e$i+encia, el derecho a la cultura& 7sto no tiene nada de anecdótico, %uy por el contrario? es lo esencial& La %ayor(a de los peda+o+os, de Co%enius a lain, de 0estalozzi a Ger%aine Tortel, tra)aAaron so)re la i%portancia del eAercicio? el eAercicio, en su deinición propia%ente peda+ó+ica, est. leAos de ser una si%ple actividad ocupacional o incluso un si%ple %edio de veriicar ad*uisiciones& 7s %ucho %.s *ue una herra%ienta de aprendizaAe, incluso de construcción de conoci%ientos@ es el %o%ento privile+iado en el *ue toda la inteli+encia pasa a la perección del +esto& 7 incluso esta e$presión es alsa puesto *ue supone la anterioridad de la inteli+encia con respecto al +esto, cuando, Austa%ente, el eAercicio e$presa la si%ultaneidad de la e%er+encia de los dos? en el %o%ento del eAercicio, la inteli+encia e$iste en y por el +esto y este lti%o o)tiene su densidad de lo *ue e$presa de interioridad& 6aria 6ontessori, cuando se reiere a la %ente a)sor)ente y descri)e la intensidad del esuerzo de un niño *ue si%ple%ente vierte el contenido de un recipiente en otro, no dice nada dierente? da prue)a de esa seriedad de la inancia *ue re*uiere un educador capaz de aco%pañarlo en esta e$i+encia de ser a la cual aspira& 8 Co%o ve%os, todo esto dista %ucho de la concepción del niño inantil, del #ignotage co%o se dec(a en la 7dad 6edia, del niño co%o Au+uete de los adultos, del niño *ue no har(a %.s *ue satisacer nuestro +usto dudoso por la re+resión hacia lo *ue Qitold Go%)roRicz lla%a el cucul 9& 0or consi+uiente, lo *ue inspira a la Convención Internacional de los Derechos del Niño es, al %is%o tie%po, el reconoci%iento del niño co%o un ser *ue no se puede reducir a la visión de un adulto en %iniatura, y el reconoci%iento del niño co%o un ser hu%ano de pleno eAercicio? radical%ente otro y radical%ente el %is%o& Ko %is%o y otro a la vez? otro *ue viene de %( %is%o y *ue no soy yo %is%o& 2na )analidad, aparente%ente& 0ero una )analidad *ue nos :
'e sa)e *ue, al+unas horas antes de la deportación de los huranos y del vieAo doctor al ca%po de la %uerte, ensaya)an Auntos una o)ra di(cil de Ta+ore, so)re la %uerte precisa%ente, /e facteur. 8 6aria 6ontessori, /0esprit a&sor&ant de l0enfant 0ar(s, Descle de SrouRer, 1993 ver ta%)in Maria Montessori - Peut-on apprendre 4 9tre autono#e 5, )aAo la dirección de 0hilippe 6eirieu, 6ouans'artou$, 076H, 3441E& 9 Qitold Go%)roRicz, Ferdydur3e 0ar(s, Christian Sour+eois, 19:;&
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llevó %ucho tie%po hacer aceptar y *ue, aun ahora, en %uchos aspectos, si+ue siendo e%inente%ente su)versiva& uiz., al in y al ca)o, lo *ue est. en Aue+o a*u( es si%ple%ente la air%ación de la e%istencia de la realidad de los niños #is#os. Niños *ue no pode%os reducir a nuestro propio deseo so)re ellos, a la utilización *ue pode%os hacer de ellos, a su inclusión en nuestros asuntos aectivos y econó%icos& Niños *ue resisten a nuestros antas%as de adultos todopoderosos& Niños *ue de)e%os ne+arnos, deli)erada%ente, a utilizar? co%o o)Aetos de satisacción, uerza de tra)aAo, Austiicación de nuestra propia e$istencia&&& Niños co%o aconteci%ientos, hu)iera dicho Gilles Deleuze& Niños *ue se si+uen resistiendo, )ien lo sa)e el peda+o+o, a los proyectos, Faun*ue stos sean le+(ti%osF *ue los adultos pueden hacer so)re ellos& ir%ar *ue los niños e$isten real%ente no es, pues, una si%ple pero+rullada? es la or%a de prevenirse contra la tentación de la conusión entre la educación y la a)ricación&&& tentación per%anente *ue atraviesa la historia de los ho%)res y asi%ila en or%a o)stinada parentalidad y causalidad& 7n eecto, de 0i+%alión a 0inocho, del Gole% a las pel(culas de ciencia icción, se trata del %is%o %ito representado de %il %aneras dierentes& 7l doctor Hran#enstein es, evidente%ente, una de las encarnaciones %.s so)reco+edoras? cree poder a)ricar un ho%)re cosiendo pedazos de cad.veres y enviando una descar+a elctrica&&& del %is%o %odo *ue esos educadores *ue i%a+inan poder a)ricar un alu%no a+re+ando conoci%ientos y d.ndole una )uena patada en el trasero, co%o Gepeto a su %uñeco 14& Lle+a%os a*u( al punto l(%ite, al inal del ca%ino, all( donde el educador, llevado irreducti)le%ente por su deseo de hacer )ien y su voluntad de )uscar a todo precio lo *ue es %eAor para el otro, roza el a)is%o? no pode#os fa&ricar a nadie& 7$cepto si nos condena%os y condena%os al otro, irre%edia)le%ente, a la desdicha& 7l doctor Hran#enstein hizo un c.lculo incorrecto& l intentar do%inar la a)ricación de su criatura, al *uerer ahorrarse la an+ustia de la i%previsi)ilidad del naci%iento y creci%iento del niño, se inli+ió prue)as %ucho %.s terri)les? el terror ante el sacrile+io, el a)andono ante la i%posi)ilidad de do%inar al otro y, por lti%o, la lucha a %uerte entre la criatura y su creador& Creyó poder inscri)ir la educación en la poiesis cuando, co%o lo e$plica Hrancis I%)ert, esta lti%a sólo puede ser pra%is: )i &ien la poiesis recla#a una Figura de ;utor Maestro del sentido capa' de asegurar la previsi&ilidad y la reversi&ilidad de sus tareas de producción la pra$is se propone hacer con actores su
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'o)re estos %itos de la a)ricación del ho%)re por el ho%)re, ver 0hilippe 6eirieu, Fran3enstein pedagogue 0ar(s, 7'H diteur, 199PE&
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singulares (ue se co#pro#eten y se encuentran so&re la &ase de su no-do#inio del sentido y de la i#previsi&ilidad de lo (ue puede suceder con su co#pro#iso y su encuentro.+ == Inscri)ir la educación en la pra%is supone aceptar la educación co%o encuentro y al niño co%o resistencia& 0ues si el niño e$iste, el niño resiste? el niño est. ah(, yo no lo controlo, no s, incluso en el %o%ento de su %ayor su%isión aparente, lo *ue pasa en su ca)eza, y puedo i%a+inar todo? *ue escapa a %i poder, resiste al proyecto *ue ten+o para l y vuela por la ventana con el p.Aaro de 0rvert& d%ita%os entonces *ue ten+o *ue hacer con esta resistencia y hacer con esta resistencia es entrar en lo *ue he lla%ado en otra ocasión el %o%ento peda+ó+ico 13? ese %o%ento en el *ue una voluntad )uena la de educar al otro para su )ienE encuentra a un ser *ue nunca desea lo *ue corresponde en el %o%ento adecuado, *ue no sa)e có%o proceder, cuando no rechaza si%ple%ente la le+iti%idad de %i acción, incluso la co%petencia o %is%o la )enevolencia Fsin e%)ar+o conir%ada por %i unciónF de %i propia persona& La elección entonces es o)stinarse, co%pro%eterse en un conlicto de voluntades, intentar *ue)rar al otro, seducirlo o en+añarlo&&& o )ien aceptar reconi+urar la situación %is%a, interro+ar su propio sa)er y su propio co%porta%iento, entender la resistencia del otro co%o un lla%ado para reela)orar la relación educativa, para to%ar uno %is%o un lu+ar dierente en esa relación1;& 0or ende, a travs del reconoci%iento de la resistencia del otro, pode%os salir de lo *ue l)ert Thierry deno%inó la vanidad, la e%)ria+uez de autoridad y el delirio& 0ues todo educador est. a%enazado por el delirio y de)e ser lla%ado al orden de la pra%is. l)ert Thierry %is%o, %ientras intenta)a enseñar %ate%.tica a un +rupo de niños reractarios, escri)ió en sus 6e%orias? U2n d(a vi a 6arcel, el %orocho, surir )aAo %i pensa%iento co%o se sure )aAo el hierro candente 1<& 6arcel, el %orocho no es cual*uier persona? es un ser de carne y hueso, un ser con una historia, un ser *ue est. ah( y *ue resiste& 2n ser *ue, en pri%er lu+ar, pide ser reconocido en su si%ple e$istencia& Duda%os con tanta recuencia de la realidad de la e$istencia de los niños %is%os, coniesa l)ert Thierry 1=& Duda%os tan a %enudo *ue tene%os *ue acordarnos de *ue el pri%er derecho del niño, el derecho sin el cual no puede ser pro%ovido en su hu%anidad, es el derecho al reconoci%iento& 11
Hrancis I%)ert, >ers une clini(ue pdagogi(ue i+neu$, 6atrice, 1993, p& 113& er 0hilippe 6eirieu, /a pdagogie entre le dire et le faire 0ar(s, 7'H diteur, 199P& 1; ello nos invita 0estalozzi lue+o de su aventura en 'tans, en 19:3? all( descu)rió niños *ue lo rechazan con odio y se resisten a aceptar tanto sus cuidados co%o su enseñanza& 'in e%)ar+o, no se desalienta y se nie+a a caer en el adiestra%iento@ )usca un ca%ino propia%ente peda+ó+ico&&& C&, en particular, 1ohann ?einrich Pestalo''i - @ue faire avec les enfants (ui ne veulent pas de vous 5 )aAo la dirección de 0hilippe 6eirieu, 6ouans'artou$, 076H, 3441& 1< /0ho##e en proie au% enfants 0ar(s, 6a+nard, 198=& 1= Ide#. 13
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0or supuesto, senti%os conusa%ente *ue dicho reconoci%iento de)e contentarse con renuncia%ientos? renuncia%iento a hacer del niño un o)Aeto de satisacción narcisista a i%a+en de la estatua de 0i+%alión@ renuncia%iento a transor%arlo en un servidor dócil *ue, co%o el Golen, podr(a desaparecer en cuanto corrira%os el ries+o de *ue to%ara el poder so)re nosotros@ renuncia%iento a encerrarlo en las i%.+enes %.s o %enos piadosas de nuestros propios recuerdos de inancia *ue estar(a condenado a reproducir, al i+ual *ue 0inocho@ renuncia%iento a reducirlo a una patolo+(a *ue supuesta%ente e$plica las des+racias de 'oia y sus %(ni%os hechos y +estos@ renuncia%iento a decidir, al i+ual *ue el doctor Hran#enstein, lo *ue de)e ser nuestra criatura&&& Co%o si )astara, por eAe%plo, con decretar el alu%no para a)olir de facto todas sus adhesiones, hacer de l un ser a)stracto total%ente disponi)le a nuestro poder, una razón sin cuerpo, una %ente sin historia, una cera )landa so)re la cual sólo tendr(a%os *ue colocar nuestro sello, es decir, eti%oló+ica%ente, enseñarlo& Lo *ue nos dice todo el %ovi%iento peda+ó+ico iniciado por "orcza#, y *ue encuentra su e$presión en la Convención Internacional de los Derechos del Niño, es *ue de)e%os renunciar a crecer y aprender en lu+ar del niño& 5enunciar, todo lo *ue sea posi)le, a violentar al niño, a violentar a la inancia? se trata de una insurrección undadora de la *ue aprecia%os la i%portancia, pero de la cual ta%)in pode%os pre+untarnos si no conduce, in fine a la a)stención educativa, a la renuncia del adulto y a la a)olición de toda educación& La Conenci!n Internacional de los "erechos del #iño: en el centro de las contradicciones del acto educatio
Las o)Aeciones a la Convención Internacional de los Derechos del Niño atañen a varios re+istros, pero todas re%iten al %is%o presupuesto? el nico verdadero derecho del niño es el derecho a ser educado, a reci)ir una educación *ue sólo adultos, educados a su vez, pueden )rindarle& De este %odo, se señala *ue la Convención Aue+a per%anente%ente con dos re+istros, dos e$i+encias di(cil%ente concilia)les, dos e$i+encias sin puntos en co%n 1P? la necesidad de prote+er al niño considerando su ra+ilidad particular +El niño por su falta de #adure' física e intelectual necesita protección y cuidados especiales...+ 1:E y la necesidad de reconocerle +el 1P
lain Hin#iel#raut, VLa %ystiication des droits de lWenantX, /es droits de l0enfant ;ctes du collo(ue europen d0;#iens 8, 9 y 14 de novie%)re de 1994, %iens, C5D0, 1991, pp& P; a 84& C& ta%)in lain Hin#iel#raut, VLa nouvelle statue de 0avel 6orozovX, /e Monde 9 de enero de 1991, p& 1<& 1: 0re.%)ulo de la Convención Internacional de los Derechos del Niño&
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derecho a la li&ertad de e%presión+ 18, la li)re elección de sus opiniones y pertenencias 19, de tratarlo co%o un ser responsa)le, ya capaz de pensar por s( %is%o&&& lo *ue, Austa%ente, todav(a no es& s(, se esti+%atiza la renuncia de adultos *ue, reconocindoles a los niños derechos *ue son incapaces de eAercer, se e$oneran de su pri%era o)li+ación? la e$i+encia educativa& 'e a+re+a *ue renunciando a esta e$i+encia, se cae en la de%a+o+ia? se olvida *ue lo *ue es or%ador para un niño son los de)eres *ue le i%ponen los adultos y a los *ue de)e so%eterse para crecer& 0aralela%ente, se destaca *ue al i%ponerles a los niños eAercer en or%a pre%atura responsa)ilidades para las *ue no est.n preparados, se pone so)re sus ho%)ros un peso *ue no pueden car+ar y se co%pro%ete seria%ente su uturo& Todo esto se relacionar(a, de hecho, con una ontolo+ización de la inancia, una ascinación por un %o%ento de la vida del cual olvidar(a%os *ue es el %o%ento de la in%adurez inevita)le& 7sta ontolo+ización ser(a la consecuencia de nuestra propia inantilización? nosotros %is%os nos ne+ar(a%os a crecer y har(a%os de la inancia un horizonte %(tico&&& soñar(a%os, en secreto, con un %undo reducido al estado de inancia *ue se su%ir(a en la irresponsa)ilidad colectiva, ascinado por 6cDonaldYs, los videoAue+os, la cele)ración de alloReen y la pu)licidad televisiva&&& 7n resu%en, los derechos del niño ha)r(an a)ierto la puerta a un universo del niñorey, en el cual el i+ualitaris%o entre niños y adultos les per%itir(a a a%)os encontrarse en el culto de lo inantil& No pode%os ocultar *ue de lo dicho se desprenden verdaderas o)Aeciones *ue de)e%os to%ar en serio i%periosa%ente& 7stas o)Aeciones tienen su %eAor apoyo ar+u%entativo en la o)ra de annah rendt 34& 0ara esta autora, la unción de la educación es introducir al niño en el %undo, en or%a ordenada y pro+resiva y, si%ult.nea%ente, preservarlo de las vicisitudes del %undo para %antener intacto su poder de renovar el %undo& 7n estas condiciones, es a)surdo air%ar, por eAe%plo, *ue los niños podr(an ele+ir lo *ue de)en aprender? los niños de)en aprender la len+ua *ue ha)lan sus padres@ de)en aprender las disciplinas escolares *ue sus %aestros consideren necesarias para su desarrollo& De)en ser educados deli)erada%ente por adultos *ue asu%an con tran*uilidad el desnivel inherente a toda relación educativa& 'e+n annah rendt, +la línea (ue separa a los niños de los adultos de&ería significar (ue no pode#os ni educar a los adultos ni tratar a los niños co#o personas grandes.+ 31 0or ende, es necesario iAar una rontera *ue per%ita identiicar en *u %o%ento un ser de)e ser 18
+El niño tendr! derecho a la li&ertad de e%presión7 ese derecho incluir! la li&ertad de &uscar reci&ir y difundir infor#aciones e ideas de todo tipo sin consideración de fronteras ya sea oral#ente por escrito o i#presas en for#a artística o por cual(uier otro #edio elegido por el niño.+ rt(culo 1;1 de la Convención Internacional de los Derechos del Niño& 19 +/os Estados Partes respetar!n el derecho del niño a la li&ertad de pensa#iento de conciencia y de religión.+ rt(culo 1<1 de la Convención Internacional de los Derechos del Niño& 34 /a crise de la culture 0ar(s, Holio, 1991, en especial pp& 33; a 3=3& 31 Ide#.
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considerado estatutaria%ente co%o adulto, responsa)le de sus actos y *ue participa de las decisiones en la Ciudad& 7sta rontera es incluso constitutiva de la e$istencia de cual*uier de%ocracia? +arantiza *ue nos de%os los %edios para or%ar a los ciudadanos antes de reconocerlos oicial%ente co%o tales y *ue, en or%a si%ult.nea, nos prohi)a%os educar a los adultos& 7n eecto, -*u adulto y en no%)re de *u investidura puede arro+arse el derecho de educar a sus se%eAantes, si no lo hace desde una perspectiva totalitaria/ 0or supuesto, los adultos de)en continuar aprendiendo, pero de)en hacerlo, al contrario de los niños, decidiendo ellos %is%os lo *ue van a aprender& K, en eecto, en el plano pol(tico, es indiscuti)le *ue annah rendt tiene razón& Toda de%ocracia supone una rontera a partir de la cual se considera al individuo en tanto ciudadano, por lo tanto, capaz de participar en la vida social& 7sta rontera es necesaria%ente ar)itraria, iAada a partir de una deter%inada edad, vinculada a un rito inici.tico particular o identiicada al entrar en una actividad espec(ica, un nivel de estudio o al tra)aAo asalariado, por eAe%plo& I%porta poco al inal *u constituye la cesura? lo esencial es *ue, en un %o%ento )ien identiicado, considere%os *ue un individuo puede participar plena%ente en la decisión colectiva& 0or lo tanto, e$cepto las instancias Aur(dicas co%petentes, nadie tiene el derecho de rechazar la voz de nadie con el prete$to de *ue est. %al educado, *ue no es verdadera%ente consciente de sus actos o *ue no tendr(a la suiciente %adurez& s( co%o no pode%os hacer volver un adulto a la in%adurez, ta%poco pode%os precipitar un niño hacia la responsa)ilidad c(vica en or%a pre%atura& 'ólo los re+(%enes totalitarios hacen votar a los niños, los utilizan para denunciar a los adultos *ue piensan %al, y, en or%a si%ult.nea, inantilizan siste%.tica%ente a estos lti%os& asta a*u( es di(cil rechazar el an.lisis de annah rendt? tiene razón en insistir en el i%perioso de)er de antecedencia del adulto, en la necesidad de preparar al niño para el eAercicio de su vida ciudadana %ediante una educación *ue no lo precipite de%asiado r.pido en un %undo *ue todav(a no podr(a arontar, en la necesaria distinción entre el de)er de educar a los niños y la prohi)ición de educar a los adultos& -0or *u entonces sur+e el de)ate y cu.l es el te%a de este de)ate/ Todos est.n de acuerdo en *ue el pri%er derecho del niño es el derecho a la educación, todos est.n de acuerdo en la necesidad de una preparación para el eAercicio de la ciudadan(a&&&pero el desacuerdo sur+e con respecto a las condiciones de esta preparación y a la naturaleza de la educación *ue se le de)e proponer al niño& 0or un lado, est.n a*uellos *ue air%an *ue, co%o es %enor, el niño de)e reci)ir una educación *ue le i%pon+a los principios
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necesarios para su desarrollo y los co%porta%ientos *ue le per%itan la e%er+encia de su li)ertad& 0or otro lado, est.n a*uellos *ue air%an *ue sólo es posi)le or%ar para la li)ertad a travs del eAercicio de la li)ertad y *ue la educación de)e hacer de esta lti%a no sólo su o)Aetivo, sino ta%)in su %edio& 0or un lado, est.n a*uellos *ue piensan *ue considerando a los niños co%o *uisira%os *ue uesen Fconscientes, responsa)les, capaces de Auz+arF les i%pedi%os convertirse en eso& 0or otro lado, est.n a*uellos *ue sostienen *ue no pode%os preparar para la li)ertad a travs de la coerción y *ue al poster+ar para %.s tarde el eAercicio de la responsa)ilidad, nos prohi)i%os or%arlo& 0or un lado, est.n a*uellos *ue creen *ue la su%isión a una disciplina i%puesta or%a la voluntad necesaria para el eAercicio de la ciudadan(a adulta& 0or otro lado, est.n a*uellos *ue piensan *ue la li)re i%plicación, desde la inancia, en una actividad colectiva per%ite descu)rir por s( %is%o las re+las necesarias para acceder a la responsa)ilidad ciudadana& 0or un lado, a*uellos *ue creen posi)le or%ar para la de%ocracia a travs del ri+or de la instrucción& 0or el otro, a*uellos *ue est.n convencidos de *ue sólo es posi)le or%ar para la de%ocracia a travs de la de%ocracia %is%a 33& hora )ien, en este de)ate, la Convención Internacional de los Derechos del Niño parece to%ar partido& 0ri%ero, en sus art(culos = y P, air%a el de)er de los adultos de o)rar en pos del desarrollo del niño, lue+o, %.s adelante, en los art(culos 38 y 39, insiste en el derecho a la educación y precisa *ue esta educación de)e estar enca%inada a +inculcar al niño el respeto de sus padres de su identidad de su lengua y de sus valores culturales así co#o el respeto de los valores nacionales del país en el (ue vive del país del (ue sea originario y de las civili'aciones distintas a la suya& continuación a+re+a *ue esta educación de)e +preparar al niño para asu#ir las responsa&ilidades de la vida en una sociedad li&re con un espíritu de co#prensión pa' tolerancia igualdad entre los se%os y a#istad entre todos los pue&los y grupos tnicos nacionales y religiosos y personas de origen autóctono+. 7ntre la air%ación del derecho a la educación y la de la necesidad de inculcar valores al niño, la Convención, en su art(culo 13, e$plica *ue +los Estados garanti'an al niño con capacidad de discerni#iento el derecho de e%presar li&re#ente su opinión so&re todas las cuestiones (ue lo afecten.+ Desde lue+o, en este punto la Convención to%a una precaución oratoria si+niicativa, puesto *ue se reiere a un niño con capacidad de discerni%iento@ pero, ade%.s del car.cter )astante evasivo de la e$presión, la Convención desarrolla %.s adelante, y ahora sin reserva particular, el derecho a la li)ertad de e$presión, de pensa%iento, de consciencia, de reli+ión, de asociación, de %aniestación, as( co%o el derecho de dar su opinión en todos los pro)le%as *ue 33
'o)re estas oposiciones, ver 0hilippe 6eirieu y 6ichel Develay, ,#ile reviens vite ils sont devenus fous 0ar(s, 7'H diteur, 1993, pp& 9; a 1;P&
1;
lo involucran& %enos *ue insulte%os a los redactores, no pode%os i%a+inar *ue pensa)an en la e$presión de derechos positivos Aur(dica%ente reconocidos cual*uiera sea la edad, nivel de desarrollo, educación y condiciones de vida de los niños& No puede tratarse, en nin+n caso, de derechos *ue de%ostrar(an capacidades e$istentes y e*uitativa%ente distri)uidas entre las personas, con independencia de la or%ación *ue reci)an& 7n realidad, sólo puede tratarse del derecho a formar los niños en esos derechos a través del ejercicio mismo.
Lo *ue e*uivale a
colocarse en el ca%po de los peda+o+os contra el de los ilósoos&&& a air%ar, co%o Hreinet, *ue la pr.ctica hace al %aestro 3; o, co%o DeRey, *ue sólo la pr.ctica de la de%ocracia or%a en el eAercicio de la de%ocracia 3< &&& y a rechazar la visión *ue "ant, por eAe%plo, pod(a tener de la escuela? +Envia#os pri#ero los niños a la escuela no para (ue aprendan algo sino para (ue se acostu#&ren a per#anecer tran(uila#ente sentados y a o&servar puntual#ente lo (ue se les ordene...+ AB 7n 1999, el 6inisterio de 'olidaridad y suntos 'ociales propuso un an.lisis de la Convención a partir de tres 0? 0rotección, 0revención, 0articipación& 'in e%)ar+o, ve%os con claridad *ue los dos pri%eros aspectos no se encuentran para nada en el %is%o re+istro *ue el tercero, en la %edida en *ue no es posi)le pensar la participación uera del proceso educativo *ue la aco%paña&&& Lo *ue no sucede, evidente%ente, con la protección y prevención *ue, de al+una %anera, se aplican a los niños desde el e$terior? los niños son o)Aetos de protección y de prevención, son suAetos en %ateria de participación& K es este tercer aspecto el *ue plantea pro)le%as? as(, en la encuesta pu)licada por el diario rancs /e Monde el 8 de novie%)re de 1999, los lectores interro+ados so)re los derechos unda%entales del niño invocan en pri%er lu+ar el derecho a la ali%entación, a la salud, a la protección contra la violencia se$ual o la e$plotación a travs del tra)aAo&&& sola%ente invocan el derecho a la participación en un solo caso *ue colocan en el spti%o lu+ar? el derecho a e$presar su punto de vista en caso de divorcio de los padres& Lo *ue sucede es *ue la participación no es, stricto sensu, un derecho& 7s una e$i+encia, una posición peda+ó+ica, una %anera de conce)ir la educación en responsa)ilidad y ciudadan(a& 7s a travs de este desv(o *ue la Convención Internacional de los Derechos del Niño nos conduce al corazón de la cuestión educativa, hacia la di(cil articulación entre el necesario eAercicio de la autoridad del adulto y la indispensa)le consideración de la li)ertad del niño&
3;
Clestin Hreinet, /es dits de Mathieu NeuchZtel y 0ar(s, Delachau$ et Niestl, 19:8& !ohn DeRey, $#ocratie et ducation 0ar(s, r%and Colin, 1994& 3= 7%%anuel "ant, Crait de pdagogie 0ar(s, rin, 19:<& 3<
1<
O 'i al+una vez e$istió verdadera%ente, en la actualidad, la tentación nodirectiva ha sido co%pleta%ente a)andonada en peda+o+(a& De ahora en %.s, todos sa)en *ue el a)andono de la autoridad por parte del educador no produce %ila+rosa%ente la or+anización de%ocr.tica de los niños? cuando el adulto a)andona el poder, sie%pre hay un pe*ueño Aee dispuesto a asu%irlo&&& y a eAercerlo de una or%a ininita%ente %enos instruida y %ucho %.s tir.nicaM 0ero, a contrario cuando el adulto se aerra al poder co%o a un privile+io, cuando conunde educación y so%eti%iento, avorece en los niños la su%isión, el disi%ulo o el do)le Aue+o& Del %is%o %odo, cuando el adulto renuncia a todo i%perativo de trans%isión cultural, deAa a los niños desa%parados, incapaces de resistir las inluencias aectivas, ideoló+icas y %ercantiles *ue lo acechan desde todas partes& 0ero, a contrario cuando conunde trans%isión e i%posición, cuando olvida *ue sólo un suAeto li)re puede decidir aprender y crecer, suscita indeecti)le%ente el rechazo y la violencia& [ ta%)in, cuando olvida los ines de la actividad educativa y pierde de vista los intereses superiores del niño, cae en el atalis%o& ; contrario, cuando intenta hacerle el )ien al niño de un %odo orzado y le i%pone desde el e$terior un ali%ento *ue ste no *uiere, cae en la ilusión de creer *ue puede curar la anore$ia ali%entando a la persona en or%a artiicial3P& El deseo del otro es el lí#ite de #i voluntad. 7sto no *uiere decir *ue de)a renunciar a %i voluntad o a %i deter%inación educativa? *uiero le+(ti%a%ente *ue los niños crezcan, ad*uieran sa)eres, inte+ren lo %eAor de %i cultura y de la cultura universal& 7n estos puntos, %i voluntad de)e per%anecer intacta& 0ero %i voluntad no puede hacer nada si no se enlaza con el deseo del otro o, %.s e$acta%ente, si el deseo del otro de crecer y aprender no se enlaza con %i voluntad de educarlo& s(, co%o pensa)a Hreud, la educación es un oicio i%posi)le? i%posi)le por*ue no pode%os reducir su proyecto a un conAunto de co%petencias, por %.s ela)oradas *ue sean@ i%posi)le por*ue hay *ue %antener si%ult.nea%ente dos discursos y dos posiciones contradictorias ante el niño? 0uedo todo por t( y T solo puedes arre+larte&&& [ )ien? 6e corresponde a %( hacer todo para *ue aprendas y crezcas y No lo lo+rar si no lo haces t %is%o, li)re%ente y por tu propia iniciativa& 0osición insosteni)le por contradictoria, pero la nica posición posi)le, la nica *ue el niño puede entender verdadera%ente, la nica *ue se inscri)e en la tensión %is%a de la relación educativa& Contradicción di(cil de or%ular en el %arco de una Convención *ue, necesaria%ente, si%pliica las cosas, supri%e la tensión de lo 3P
'o)re este punto, ver 0hilippe 6eirieu, /ettres 4 (uel(ues a#is politi(ues sur la Rpu&li(ue et sur l0tat de son cole 0ar(s, 0lon, 1998, pp& =8 y si+uientes&
1=
viviente y olvida la te%poralidad& 0ero, contradicción de la *ue pode%os salir, precisa%ente, a travs de la peda+o+(a, es decir, a travs de la acción, y %.s e$acta%ente, a travs de la acción en el tie%po& Hrente a las apor(as teóricas, el peda+o+o responde entonces con un incansa)le tra)aAo de invención de dispositivos. 0ara l, un dispositivo es un conAunto de condiciones *ue le orecen al niño la posi)ilidad de aprender y de crecer por s( %is%o@ es una situación ela)orada para per%itirle al otro e%prender una actividad nueva, encontrar en ella puntos de atracción para su deseo, puntos de apoyo para su voluntad, recursos para su propio tra)aAo de ela)oración, una ayuda para li)erarse de todas las or%as de inluencia y, en pri%er lu+ar, de la inluencia de s( %is%o, de las i%.+enes de las *ue no puede separarse, de lo inantil a lo *ue la %irada de los otros lo condena con tanta recuencia& 2n dispositivo es una %anera ori+inal de superar la alternativa entre or%ación en de%ocracia a travs de la instrucción coerción y or%ación en de%ocracia a travs de la pr.ctica de la de%ocracia& 7s un tra)aAo so)re las condiciones de e%er+encia de la actitud *ue per%ite entrar a la de%ocracia? la actitud *ue consiste en atreverse a pensar por s( %is%o, a to%ar distancia de los preAuicios, a contradecir la ley del %.s vieAo, as( co%o la ley del %.s uerte& 0or consi+uiente, es en dispositivos peda+ó+icos adaptados donde el niño va a poder descu)rir las re+las indispensa)les para vivir Auntos y acceder a la co%prensión de la ley& 0ara esto, no es necesario reducir al silencio al adulto y *ue, en una especie de auto+estión peda+ó+ica per%anente, los niños, solos, inventen todas las re+las y dicten todas las leyes&&& 0or otra parte, si ueran capaces de hacerlo si+niicar(a *ue ya estar(an educadosM l contrario, el adulto tiene la %isión de hacer entender *ue las re+las *ue est. encar+ado de hacer respetar Fy, en pri%er lu+ar, la re+la undadora de la prohi)ición de la violencia 3: F no e%anan de su capricho personal, del deseo de estar en paz o de la ar)itrariedad cl.nica de un +rupo *ue intentar(a i%poner su ley a los de%.s& 7l adulto tiene la di(cil %isión de encarnar la pro%esa de las prohi)iciones y de ayudar a los niños a entender *ue las prohi)iciones sólo se i%ponen por*ue autorizan? +arantizan la inte+ridad (sica y psicoló+ica de cada uno, la posi)ilidad del interca%)io y del enri*ueci%iento rec(proco, el desarrollo de todos 38& 7n resu%en, en un dispositivo peda+ó+ico, las prohi)iciones +arantizan precisa%ente los derechos de todos& 0or ende, no se trata en a)soluto de )landir esos derechos para renunciar a las prohi)iciones, sino de asu%ir deli)erada%ente esas prohi)iciones y aco%pañar el acceso del niño a su or%alización&&& 3:
&&& de la *ue Hernand [ury air%a)a *ue la traducción peda+ó+ica, el pri%er +rado de la ley en la clase, es? No perAudicar& 38 C& 0hilippe 6eirieu y 6arc Guiraud, /0cole ou la guerre civile 0ar(s, 0lon, 199:&
1P
or%alización *ue de)er(a per%itir, al inalizar la escolaridad o)li+atoria, la enseñanza del derecho& 0ues, co%o lo e$plica Sernard Derance, +si &ien la ley se i#pone al adulto sta se instituye en for#a progresiva en el niño #enor gracias al aprendi'a
Sernard Derance, /e droit 4 l0cole 0ar(s y Sruselas, La)or, 3444, p& 31& VDe lWesti%eX, /0 valuation en (uestions C707C, 0ar(s, 7'H diteur, 198:& ;1 er VLe pro)l%e de lWensei+ne%ent et du dveloppe%ent %ental \ lWZ+e scolaireX, >ygots3y au
1:
un %(ni%o de se+uridad& Desde 0latón y ristóteles, sa)e%os *ue aprender es hacer al+o *ue no sa)e%os hacer para aprender a hacerlo& K hay *ue to%ar una decisión? salir de su caparazón, intentar, tantear, correr el ries+o de tropezar sin te%or a la )urla de los pares o a la cuchilla de una evaluación *ue aprisiona para sie%pre& 0or ende, para un niño, el derecho a la educación es, en pri%er lu+ar, el derecho a vivir en un tie%po y un lu+ar donde se suspendan las a%enazas *ue pesan so)re todo aprendiz? a%enaza de los *ue aprovechan la %enor torpeza para hu%illarlo, a%enaza de los *ue *uieren prohi)irle el aprendizaAe por*ue eso no es renta)le y hace perder tie%po, a%enaza de los *ue ven con %ala cara *ue otros ad*uieran co%petencias *ue antes eran su privile+io, a%enaza de todos los *ue preieren verlo per%anecer in%óvil, instalado en su i+norancia, conor%e a la idea *ue se hac(an de l&&& 0ero la ausencia de a%enaza no )asta, ta%)in hay *ue poder contar con un adulto, una %ano tendida para escapar a la adversidad y a la atalidad, al+uien *ue pueda ayudar a li)erarnos de la +an+a? la +an+a de uno %is%o y de ese personaAe *ue arrastra%os, a veces, desde hace %ucho tie%po? el t(%ido o el ca)ecilla de +rupo, el %al ha)lado o el niño )ueno, el có%ico o el necesitado en diicultades&&& K lue+o hay *ue li)erarse de la +an+a del +rupo, de la presión de la conor%idad, de a*uellos y a*uellas *ue i%ponen el %i%etis%o y hacen pa+ar %uy caro el %enor aleAa%iento, la %enor traición& 0ara enrentar esto, se re*uiere un aliado se+uro? un %aestro, uno verdadero& K el derecho a la educación ta%)in es esto? el derecho al %aestro, a su apoyo cada vez *ue se hace un esuerzo, incluso %(ni%o, para elevarse %.s all. de todos los atalis%os& 7l derecho a un %aestro *ue presenta los aprendizaAes co%o desa(os air%a)a "orcza#, co%o con*uistas so)re s( %is%o, co%o el %edio de crecer y acceder, en or%a pro+resiva, a nuevos derechos y a nuevos de)eres& l respecto, no se ha %editado lo suiciente so)re el sentido de la proposición de Hernand [ury Fsin e%)ar+o, ahora )ien conocidaF *ue consiste en utilizar para la evaluación de los alu%nos, en cada disciplina, el siste%a de cinturones de yudo ; pasar al nivel si+uiente se hace a pedido del interesado, en ocasión de prue)as *ue eli+e rendir, con un %aestro y una clase e$i+entes y sin co%placencia, pero con un %aestro y una clase *ue son verdaderos aliados en un proceso di(cil y e$altante& 0roceso %arcado por etapas sucesivas y en el cual cada nivel alcanzado es reconocido? reconocido co%o un nivel de co%petencia *ue per%ite dar servicios, *ue per%ite ta%)in reivindicar derechos, derechos con*uistados +racias al tra)aAo y al esuerzo&
;<
Hernand [ury y ^da as*uez, $e la classe cooprative 4 la pdagogie institutionnelle i+neu$, 6atrice, 3441& C& ta%)in Hernand [ury, a-t-il une autre loi possi&le dans la classe 5 )aAo la dirección de 0hilippe 6eirieu, 6ouns'artou$, 076H, 3441&
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7n el espacio sin a%enazas, en el codo a codo con el %aestro *ue le tiende la %ano para ayudarlo a crecer, el niño necesita, por lti%o, disponer de recursos, de o)Aetos, de te$tos, de situaciones variadas *ue son otras tantas ocasiones para l de %ovilizarse, aprender y desarrollarse& La investi+ación peda+ó+ica desarrolló la noción de peda+o+(a dierenciada para desi+nar el esuerzo *ue hace un docente para adaptar los soportes, los rit%os y los itinerarios de aprendizaAe a las necesidades de los alu%nos& 0or des+racia, con de%asiada recuencia se ha utilizado esta noción de %anera estrecha%ente aplicacionista? haciendo corresponder a un hipottico dia+nóstico previo, una respuesta estricta%ente individualizada& 7sta concepción, restrictiva, puede producir eectos devastadores, encerrando estricta%ente a cada uno en un dado previo, una naturaleza *ue )astar(a con respetar ;=& 0or el contrario, de)e%os ale+ar una concepción a)ierta de la peda+o+(a dierenciada *ue consiste en %ultiplicar las propuestas, en orecer toda una +a%a de eAercicios, de posi)ilidades, de inversiones personales, de proyectos posi)les? se trata de enri*uecer siste%.tica%ente el %edio, co%o dicen los psicólo+os, de hacer presentes una %ultitud de o)Aetos culturales a in de atraer la atención y el inters del niño& Deinida de este %odo, la peda+o+(a dierenciada podr(a co%prenderse, incluso, co%o uno de los derechos unda%entales del niño? educar i%pondr(a colocarlo en un Aard(n de cultura ;P, un lu+ar de encuentro con las o)ras heredadas de la historia, un lu+ar donde los cuentos y los cantos, los %itos y las i%.+enes poderosas deAadas por los ho%)res estn presentes, disponi)les y accesi)les& 0or supuesto, esto no resolver. en or%a %ila+rosa todas las cuestiones propia%ente peda+ó+icas y no eli%inar. para nada ni la necesidad de una proesionalización prounda del tra)aAo de docente, ni la de una proundización siste%.tica de la di%ensión did.ctica co%o %odo de apro$i%ación a los sa)eres& 0ero pensar la educación co%o la puesta a disposición del niño de recursos culturales %ltiples y e$i+entes constituye, desde un punto de vista de los derechos del niño, una e$i+encia undadora& Los derechos del niño: un niño reconocido plenamente como &su'eto&( pero )ue necesita ser educado para conertirse en &ciudadano&
0or lti%o, los derechos del niño nos llevaron al punto central de las cuestiones candentes de la educación&&& al encuentro del niño, al encuentro de un suAeto, ya plena%ente suAeto y *ue, sin e%)ar+o, antes de *ue acceda a la %ayor(a de edad, es i%posi)le considerar co%o un ciudadano& Ka suAeto y plena%ente suAeto? suAeto *ue e$iste y resiste al poder *ue intento ;=
C& 0hilippe 6eirieu, /a #achine-cole 0ar(s, Galli%ard, Holioctuel, 3441, pp& 38 y si+uientes& C& Denis "a%)ouchner, Une cole contre l0autre 0ar(s, 02H, 3444, pp& 398 y si+uientes&
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eAercer so)re l@ suAeto *ue puede %ovilizarse solo so)re aprendizaAes y decidir crecer, resistir a todas las or%as de inluencia y acceder al pensa%iento cr(tico&&& 0ero un suAeto *ue no puede hacer solo %.s *ue lo *ue sa)e%os hacer con l, en condiciones *ue nosotros decidi%os, en situaciones educativas de las *ue asu%i%os la plena y a)soluta responsa)ilidad& *u( no se supri%e la autoridad del adulto, todo lo contrario, est. en el centro del dispositivo? cuando la autoridad cu%ple verdadera%ente su unción, *ue ella %is%a autoriza&&& utoriza al otro a crecer y a reivindicarse, un d(a, de pleno derecho, ciudadano& uiz.s, en este sentido, los derechos del niño estn particular%ente )ien resu%idos en el art(culo : de la Convención, en el *ue pode%os leer? todo niño tiene derecho a un no%)re& ir%ación tal vez de%asiado evidente para parecer i%portante& K, sin e%)ar+o, la literatura nos de%uestra, por eAe%plo, a travs de la historia de 0erceval ;:, *ue tener un no%)re no es al+o .cil& 7n eecto, al co%ienzo de la historia 0erceval no sa)e ni *uin es, ni có%o se lla%a& K, al inal de la )s*ueda del Grial, la nica cosa *ue ha)r. descu)ierto es, precisa%ente, su propio no%)re& 0uede decir entonces de donde proviene, *uin es, puede decir yo& 0ues el no%)re per%ite salir de la conusión, del anoni%ato@ per%ite, al %is%o tie%po, inscri)irse en una historia, darse un presente y, tal vez, deAar una huella en el uturo& 0er%ite unir todo lo *ue, %isteriosa%ente, viene de uno %is%o&&& para, en or%a pro+resiva, reivindicarlo, volverse capaz de i%put.rselo, y, por lti%o, de ir%arlo& Los derechos del niño no tienen otro si+niicado? son el testi%onio del co%pro%iso de los adultos para *ue al+n d(a cada niño pueda ir%ar su propia vida&
_ 3443, ditions du Tricorne y _ ssociation suisse des %is du Dr& !& "orcza# 0u)licado con per%iso del autor&
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C& 0hilippe 6eirieu, $es enfants et des ho##es 0ar(s, 7'H diteur, 1999, pp& 19 a 3P&