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Tucson Tuc son Ari Arizona zona E.U E.U.A .A

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Este mensaje predicado por nuestro amado hermano William Soto Santiago

es distribuido completamente Gratis “Y el Espíritu y la esposa dicen ven, y el que oye, diga: ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente.” Apoc. 22:17

Este mensaje predicado por nuestro amado hermano William Soto Santiago

es distribuido completamente Gratis “Y el Espíritu y la esposa dicen ven, y el que oye, diga: ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente.” Apoc. 22:17

UN NOMBRE NUEVO

Por: William Soto Santiago Tucson, Arizona, E.U.A. 1.977 Muy buenas tardes amados hermanos, es para mí en esta tarde un gran privilegio poder estar entre Uds. para continuar con este Mensaje que he estado anunciándoles desde el vier… desde el viernes en la noche que comenzamos aquí. Pero que desde el jueves comenzó a salir a través del periódico. Ha sido, de parte de Dios, una gran oportunidad que Dios le ha dado a esta ciudad. A todo el pueblo que reclama conocer a Dios y servir a Dios. En estos días hemos estado viendo la misericordia de Dios siendo colocada delante del pueblo. Luego, de la Misericordia de Dios ser colocada frente al pueblo, lo próximo es el resultado de acuerdo a la actitud que el pueblo ha asumido. Los resultados son: “La bendición de Dios, para aquellos que han visto y han recibido la Palabra de Dios.” Los resultados para los que no han visto ni han recibido la misericordia de Dios, enviada por Dios de la manera que El siempre la envía, entonces, los resultados son: “Los juicios de Dios, conforme a como Él ha dicho.” Porque El muerte.” Por tanto, dijo: “He dijo: “He puesto delante de vosotros la vida y la muerte.” Por en esta tarde luego de salir de aquí, cada uno saldrá para disfrutar y para recibir aquello que amerita la actitud suya frente a lo que Dios ha estado haciendo en Jerusalén, o sea: Tucson. En una ocasión Jesús, hablando de Jerusalén, dijo: “¡Jerusalén, Jerusalén! que matas a los Profetas y apedreas a los que son enviados a ti. Cuántas veces te quise juntar como la gallina junta a sus polluelos y no quisisteis.” El quiso juntarlos, para darles un avivamiento, para darles una grande bendición. Porque toda bendición de parte de Dios que pudiera haber en los Cielos o en la Tierra, estaba velada en aquel hombrecito de 5 pies, 5 pulgadas, con unas 130 o 135 libras de peso.

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WILLIAM SOTO SANTIAGO

nos enseñe? ¡Este hombre no ha estado en nuestros seminarios, este hombre no ha tenido nunca compañerismo con nosotros, ni siquiera tiene una tarjeta de confraternidad de nosotros! No es reconocido entre nosotros como un Rabino. Le dicen Rabino, pero ese es el pueblo. Pero nosotros en nuestra lista de ministros, no aparece. Y decían de El: “Este es un samaritano y tiene demonios.” Eso era lo que pensaban del Mesías en aquél tiempo. Pero Él dijo: “Les quise juntar, como la gallina junta a sus polluelos, y no quisisteis.” Qué tremendo avivamiento le hubiera dado a ellos, pero nunca se juntaron para tener a ese joven predicador como su predicador, para una grande Campaña. ¿Por qué? Porque Su predicación era diferente a la forma de interpretar la Palabra los fariseos, que eran los doctores de la Ley, que eran los que creían que tenían la correcta interpretación. Pero cuando vino la correcta interpretación, porque Dios es su propio intérprete y él cumpl… y él interpreta Su Palabra cumpliendo lo que El dice. Y aquella interpretación que Dios le daba a Su Palabra, era muy diferente a la que le habían dado los doctores de la Ley. También los Saduceos tenían su propia interpretación. Y cuando Jesús llegaba a una ciudad, ellos decían: “No cooperaremos con tu actividad.” Y todo eso ¿por qué? porque Su Mensaje, era un Mensaje genuino, era un Mensaje real y no estaba de acuerdo a los fariseos, ni a los saduceos, ni a los herodianos, ni a ninguna denominación de aquel entonces. Y esa fue la causa por la cual no le querían recibir. Y no solamente eso, tras que no entraban, tampoco querían que los demás entraran, cuando Dios había prometido que haría aquellas cosas, y allí las estaba haciendo. Y después de aquella gente estar predicando tanto ¿qué estaban esperando? que Dios cumpliera sus promesas. Ahora, Dios las cumple y no las reconocen. Y eso ¿por qué? porque no vino de acuerdo a la interpretación que los fariseos o los saduceos, le daban a la Palabra. ¿Ve Ud. lo importante de esperar las promesas de Dios, de

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el día de venganza a los gentiles. Y para consolar a los escogidos de Dios, a la verdadera Novia de Dios, y decirles: ¡La Resurrección está ahí, está a la mano! Ya pronto veremos a nuestros amados hermanos. Todos deseamos ver a nuestro hermano Branham. Ya está cerca ese momento. Y eso, nos consuela a todos. Así es que, el Mensaje ha sido predicado conforme a como estaba prometido. Ha llenado para Dios todos los requisitos que tenía que llenar, aunque no los haya llenado para alguna persona que no crea que sería de esa manera. Pero Dios prometió que sería de esa manera. Así es que, Dios nos bendiga, Dios nos guarde… Si no nos volvemos a ver aquí, nos veremos al lado allá.

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el fin de los Gentiles. Los que lo leyeron, saben que allí está anunciado. En el segundo Mensaje titulado…. ¿¿¿??? , les anuncié la restauración de Israel, a la cual Dios lo ha, los ha… los ha de restaurar. Y eso es, el Mensaje del Reino, siendo llevado a Israel, y ellos recibiéndolo. En el tercer Mensaje, que se publicó ayer en el periódico de la mañana y de la tarde, esos periódicos se titulan… ¿¿¿??? En esos dos periódicos, ahí estuve predicándoles el Evangelio del Reino a todo Tucson. Aquí hemos estado pocas personas, pero Dios de seguro, los había visto desde antes de la fundación del mundo. Pero a través del periódico les he estado predicando a todo Tucson, a todos los que leen esos dos periódicos, el de la mañana y en el de la tarde. Así es que, durante el día del jueves, durante el día del viernes, durante el día del sábado y hoy, les he estado predicando, no solamente a Uds. Hay cierta cantidad de periódicos que son publicados por esa Empresa, no sé muy bien cuántos son. No sé si son 70.000 en la mañana, y 70.000 en la tarde. Si es así, hemos estado predicando por lo menos, ¿a cuánto? a ciento… ¿a ciento cuánto? ¿A ciento cuántas personas? Por lo menos, hemos estado predicando a 140.000 personas diariamente. Así es que, este ha sido un culto, o unos… o unos cultos en los que Uds. no han visto todas las personas que han estado escuchando el Mensaje del Evangelio del Reino. Ha sido, una de las actividades que más audiencia ha tenido. Ud. no la ve, pero así ha sido. Porque el Mensaje, no solamente ha sido predicado desde aquí, sino que se ha metido por las puertas de las casas y ha sido visto y leído. Este Mensaje, nadie lo puede detener. Si la gente no van, el mensaje va a ellos, a través del periódico, o a través de la radio. O en la forma que Dios ordene que lo hagamos. Por lo tanto, hemos tenido en esta Ciudad de Tucson, una gran audiencia. El creer o rechazar, eso es asunto de la persona que lo ha oído o lo ha leído. Es un asunto entre la persona y Dios.

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Entonces, muchos desearon oír a ese predicador joven. Era muy joven para los grandes ministros de aquel entonces, sentarse a oírlo y decirle amén a lo que Él estaba predicando. Y aquél joven ministro que salió de Nazaret, pero que había nacido en Belén cumpliendo la Palabra, allí estaba delante de ellos, y Él les decía: “Hoy se ha cumplido esta escritura ante vuestros ojos,” cuando leyó al Profeta Isaías en el Capítulo 61. Y frente a ellos allí, la promesa de Dios cumplida y Él mismo diciéndoles que estaba allí cumplida delante de ellos en carne humana. Ellos meneaban la cabeza y le decían: “No puede ser esto.” Otros decían: “¿Acaso hará el Mesías cosas más grandes que las que éste joven ha hecho?” Otros decían: “Tiene que ser Él.” Y había discusión. Unos decían: “Es Él.” Otros decían: “Puede que sea.” Pero los líderes religiosos, los ministros de aquél entonces que eran las personas llamadas a reconocerle y decirle al pueblo: ¡Ese es el hombre que hemos estado esperando! Esos líderes decían: ¡No le hagan caso, está loco! ¡No es ese! El pueblo decía: Pero cuando venga el Mesías ¿hará más señales de las que éste ha hecho? ¿Saben lo que decían los ministros?: Las hace por mano del diablo. Y El Señor les decía: “Y vuestros hijos, ¿por manos de quién las hacen?” Por tanto, había un tiempo de una lucha espiritual. Era una batalla, ¡LA VERDAD, LUCHANDO EN CONTRA DE LA MENTIRA! Y la mentira, que siempre la mayoría la tienen, se le tiró en contra de un solo hombre, para bloquearle todo ese ministerio que Dios tenía en Él para beneficio de todo el pueblo, para beneficio de los mismos ministros. Pero ellos, ya tenían su propia interpretación. Decían: “No necesitamos más Profetas.” Nosotros tenemos a Moisés. Jesús decía: “Si creyeran a Moisés, creerían en mí. Porque Moisés habló de mí. Esto es lo que Moisés dijo: que profeta como yo os levantará el Señor, y el que no escuche a ese profeta será desarraigado del pueblo.” Allí estaba el hombre. Los que debían presentarlo delante del pueblo.

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esperando al Mesías. Y el pueblo sabía que el Mesías haría aquellas cosas. Y ¿quiénes fueron los que se le tiraron en contra? los ministros de aquél entonces. Eso pasa siempre cuando Dios envía un Profeta. Y cuando el Mesías llega también era un Profeta. Y cuando el Mesías regrese por segunda vez, también será un Profeta. Por tanto, ¿quiénes se le tiraran en contra para bloquear su ministerio, para decirle al pueblo: “Ese no es el hombre”? ¿Quiénes? Los mismos que lo hicieron allá, ungidos con el mismo espíritu. Porque eso es la historia repitiéndose. Tratarán de una manera astuta, de una manera sabia intelectualmente, hacer que el pueblo no escuche al Mesías cuando venga. ¿Por qué? porque eso le destruiría todas las interpretaciones intelectuales que ellos tienen, que tantos años han pasado y todavía no le han podido mostrar, no le han podido dar la Fe para el Rapto a los escogidos que están esperándola para poder ser transformados y salir de esta dimensión. O sea, ser trasladados. Entonces, el trabajo de tantos años, se le iría por el suelo, según ellos piensan. 14:04--Pero no sería así. Más bien, su trabajo que han hecho en la obra de Dios, para mantener un pueblo trayéndole la Palabra y señalándole que si algo, durante el ministerio que ellos tienen, ellos no se lo pueden enseñar de la manera correcta, estén pendientes porque ha de venir un hombre que será el Mesías, el Príncipe de Israel, el hijo de David. Y él entonces, nos mostrará las cosas que no entendemos, y entonces el ministerio de esos ministros en ese tiempo sería engrandecido. Porque entonces, ellos tendrían el privilegio de haber sido fiel a aquello... a aquello que Dios le encomendó de tener al pueblo preparado para la llegada de ese Mesías Príncipe que está prometido que ha de venir para darnos la fe para el rapto, para darnos la revelación del nombre nuevo, para darnos a conocer el misterio de Su Segunda Venida. O sea, el misterio oculto en el Séptimo Sello, que es Su Segunda Venida. Pero ¿qué pasa con los que no ven las cosas de la manera

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Dios. Porque cuando un Mensaje es rechazado, entonces vienen los juicios de Dios. Ese es el premio para los que rechazan el Mensaje de Dios. Por lo tanto, Inglaterra también tiene una sentencia de desaparecer. Será destruida. No sé si por ahí tenga que pasar en alguna ocasión. Pero Dios cumplirá lo que Él ha dicho. En esta hora para los gentiles lo que esta prometido es el juicio de Dios. Por eso, para los gentiles, les anuncio: “El Día de Venganza del Dios nuestro.” Para los escogidos ¿qué les anuncio? les anuncio un Mensaje de consolación, para todos los enlutados. Dios los bendiga en esta hora. No encuentro como irme. Pero después que me vaya, no encontraré cómo volver. Por eso es, que no encuentro cómo despedirme. ¿Por qué? Porque quisiera hacer que Uds. pudieran ver la hora tan terrible que están viviendo los gentiles. Pero yo no lo puedo hacer. Solamente puedo predicar el Mensaje que anuncia estas cosas tan terribles que han de venir. ¿Qué estoy anunciando?: Las plagas que han de venir, las plagas a los gentiles. Los juicios de Dios a los gentiles. Por tanto, cuando uno tiene que anunciar estas cosas, las anuncia con el corazón doliéndole, sabiendo lo que le espera a esta humanidad. Y ellos no lo saben. Y todo eso, porque ellos rechazaron la Palabra de Dios. Y se les ha acabado todo el tiempo. Y Ud. dice: ¿Y quién es Ud. para decir que el tiempo se ha acabado? El que está anunciado, que diría que el tiempo se acabaría. ¡Y EL TIEMPO HA TERMINADO! Esta mañana, estábamos en la Congregación del hermano Greens, y el mismo hermano Greens, en su mensaje cuando escuchó a una persona hablando en lenguas, él mismo dijo que eso era Señal de que el tiempo de los gentiles estaba terminando. Y en esta tarde, yo les digo: ¡El tiempo de los gentiles ha terminado! Dios los bendiga y Dios los guarde… …Todos lo leyeron en el periódico, si lo leyeron. En el jueves, el jueves… en el periódico del jueves, en ese Mensaje titulado: “El

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consuelo para todos Uds. Y hablándoles del juicio de Dios para este Mundo Gentil. Dios los bendiga, Dios los guarde y los ayude en esta hora. Uds. saben que si este Mensaje es la verdad, Dios lo estará vindicando. Porque Dios no puede dejar caer por tierra, una cosa que es la verdad. Así es que, si no ha visto nada, espere la vindicación. Si es que no ha visto ya, toda la vindicación que ya ha estado habiendo, por el espacio de 3 años y medio. Si necesita más vindicación, espérela. Ore a Dios, para que Dios se la deje ver. Así es que en este tiempo, tan maravilloso, tan glorioso conforme a como dijo el cuarto Elías: Un Mensaje fanático, ha estado pasando por esta Nación. Fanático, para los de la Segunda Dispensación. Lo ven fanático. Pero para nosotros: Es potencia de Dios para salud, para todo el que cree, para gentiles primeramente, y también judíos. Así es, que nos veremos más adelante. No desearía verlos más en este lugar. No desearía volver más para esta Nación Americana. Solamente volveré, si Dios me dice que vuelva. Si El no me dice que vuelva, no desearía pisarla más, ni de visita. No es que… no es que les odie a Uds. ¡les amo! Pero Dios ha hablado juicio sobre esta Nación. Así es que, ese es el por qué, no desearía pisar más un lugar que ha sido maldecido por el Poderoso Dios. Estados Unidos de América, esta maldita. El Mensaje, éste Mensaje del Evangelio del Reino, su lugar a donde llegará será: Israel. Ha tomado su trayectoria ya. Este Mensaje, junto con el que lo predica, ha afirmado su rostro para llegar a Jerusalén. ¿Cuánto tiempo pasará, de aquí a que llegue con este Mensaje? No sé. Dios guiará toda la trayectoria. No sé si en la trayectoria estén algunos otros países en esa ruta, que va rumbo al Este. No sé, si así como el Evangelio de la Gracia tomó cierta trayectoria desde Asia Menor, por Inglaterra, por Francia hasta llegar a América. Tomó esa trayectoria para llegar aquí, no sé si este Mensaje tome esa trayectoria para regresar a su lugar: A Palestina. Si ha de tomar esa trayectoria, ya el primer lugar ha sido tomado.

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pueblo esperando el cumplimiento de las promesas de Dios? Si cada ministro supiera lo que es la responsabilidad de un ministerio, estaría temblando y buscando a ver lo que Dios ha prometido y vigilando para ver el momento en que Dios lo cumple. Y aquellos, de aquel… de la Primera Venida de Cristo hubieran estado vigilando, se hubieran dado cuenta que en aquél tiempo que apareció Juan el Bautista, y apareció Jesús de Nazaret, era el tiempo correcto, señalado por Dios para aparecer el Mesías. Y entonces, si no era aquél Jesús de Nazaret el Mesías, ¿por qué no le señalaron a otro? era que no había otro, que llenara los requisitos de la Palabra de Dios para ser presentado como el Mesías. El cumplió toda la Palabra, conforme a como estaba escrita. Pero ellos no lo veían. Porque ellos tenían una interpretación personal de todas esas promesas. Ese siempre es el problema que se buscan los predicadores cuando le dan su propia interpretación a la Palabra de Dios. En este tiempo en que estamos, conforme a las promesas de Dios, sabemos exactamente las cosas que el Mesías hará cuando aparezca en la tierra. Y el aparecerá conforme a la Palabra, no conforme a las ideas humanas. Uds. Miran a Israel, y Uds. ven que su Mesías vino, hace 2.000 años aproximadamente. Y ellos todavía no saben que aquél Jesús de Nazaret era el Mesías que ellos estaban esperando. Pero muy pronto, ellos sabrán que ellos rechazaron hace 2.000 años a su Mesías. ¿Y cuándo lo sabrán? cuando su Mesías se le presente a ellos, se dé a conocer a ellos, y les diga: “Aquí estoy, yo soy El, al cual Uds. están esperando.” Así nos dice el cuarto Elías que ese Mesías hará allá. El se identificará delante del pueblo de Israel como el Rey de Israel, El Hijo de David. Y por cuanto es el Hijo de Abraham, entonces tiene derecho a heredar a Palestina y todo lo que está allí. Y por cuanto es el Hijo del Hombre, El es heredero de toda la Tierra, con todo lo que hay aquí. Por tanto, todo el juicio es colocado en las manos del Hijo del Hombre. Siendo dueño entonces de toda la Tierra y de todo lo que hay en ella, El puede hacer con ella lo que El desee. ¿Y qué hará El?

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medio, no habrá quedado, ni raíz ni rama, no habrá quedado señal de pecadores aquí en la tierra. La tierra completa será barrida porque así dice la Palabra de Dios a través de Malaquías. Dios dijo: “He aquí viene el día ardiente como un horno.” ¿Saben Uds. que si una persona se llega a encontrar en medio de la radioactividad, él sentirá algo tan terrible que quizás no pueda explicar, después que ha sentido eso? ¿Por qué? Porque su cuerpo es destruido. Ahora sabemos, que los juicios de Dios han sido anunciados que han de caer sobre esta Tierra. Y todo el juicio lo ha puesto Dios en las manos del Hijo del Hombre. Por tanto, siendo Él el heredero de toda la Tierra y lo que hay en ella, entonces, Él hará como… de la misma manera que Ud., cuando Ud. compra una propiedad o hereda una propiedad. Cuando ya tiene todos los papeles arreglados y la herencia es suya, y la propiedad está a nombre suyo, porque le corresponde, entonces, ¿sabe lo que Ud. hace?: Si en ese… si en ese lugar hay una casa de madera llena de polilla y a Ud. no le gusta, la rompe y la echa al fuego. Si hay una casa de concreto y a usted no le agrada, la rompe y no está más allí. Ud. encuentra todo el terreno lleno, sembrar… lleno de, de… lleno de hierba, lleno de hierba mala, y Ud. la mira y dice: “No me gusta eso.” En mi terreno, o hay… o hay árboles buenos, y buena siembra, y buena simiente. Pero no quiero árboles malos ni mala simiente. Por lo tanto ¿qué hace? la recoge y la quema. Y eso es lo mismo que Dios ha dicho que El va a hacer, va a raer de esta tierra a todos los pecadores, a toda la hierba mala que hay sobre esta tierra; a toda la cizaña, a todos los árboles malos. Porque el Señor dijo a través de Juan: “El hacha esta puesta… el hacha esta puesta a la raíz de los árboles, y todo árbol que no lleva buen fruto será cortado y echado al fuego.” ¿Ve usted que esas son promesas de Dios? Y en este tiempo la promesa es que Dios va a limpiar esta tierra y en el Milenio todas estas cosas que actualmente Ud. ve, no las va a ver allá. Estos edificios, estos automóviles, estos

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Los Científicos después han estado descubriendo, que si ocurriera un terremoto y los… y Los Ángeles, California se hundiesen ¿sabe lo que le pasaría a Puerto Rico? Según dicen los Científicos: ¡Que se volvería mas grande! Por lo tanto, vamos a pedirle, que sea leído lo que dice ahí en el libro de Job (en inglés. Ed): He shall deliver the island of the innocent; and it is delivered by the pureness of thine hands (El libertará la Isla del Inocente. Y por la limpieza de tus manos será librada - Traducción) Ustedes en América han juzgado, Uds. en América, me han juzgado a mí. Y a este Mensaje que estoy predicando en Puerto Rico. Y que he venido aquí para darle a conocer el Mensaje que estoy predicando. Y les he dicho que no es el Mensaje de la Primera Dispensación. Sino que es el Mensaje de la Tercera Dispensación. ¡No el de la Segunda! Y Uds. Sin haber conocido ni haber oído de ese Mensaje. Uds. me juzgaron a mí y a éste Mensaje. Y según Uds., soy culpable. Pero Dios, es mi Juez. Y delante de Dios, ¡yo soy inocente! Por tanto, Uds. Han juzgado a un inocente, porque ha proclamado un mensaje que Uds. no conocen. Y porque no lo conocen, le han llamado que es del diablo. En vez de haber ido a averiguar, como hacen los hombres de Dios que aman a los demás. Y cuando piensan, que otro compañero ministro está en un error, van a socorrerle para ayudarle. Pero si descubren que está en la verdad, Entonces también son valientes para decirle: “¡Esa es la v erdad! y yo también la veo, y yo también la creo. Y si no la pueden ver. Entonces le dicen: Mi amado hermano, yo te amo. Estoy contigo, y tu Mensaje, aunque no lo puedo entender, veo que está en la Palabra. Pero yo no lo puedo ver. Ora por mí para que Dios me abra los ojos. Yo oraré por ti, para que si tú estás en el error, Dios te saque del error. Seguimos siendo amigos, compañeros. Por lo tanto, esa es la forma correcta, no juzgar una cosa, sin antes oírla. Porque si vuestra justicia, no fuera mayor que la de los Fariseos y Saduceos, entonces ustedes son dignos de todo el juicio que esta prometido que ha de

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Y así también, las verdaderas Águilas de Dios, saben lo que viene. Y cuando se dan cuenta que la cosa está por acontecer, no hay, no hay Águila que el juicio de Dios le caiga encima. Son Águilas de Dios. Dios las inquietará a levantar vuelo, usted lo verá con sus propios ojos. ¿Qué dirá usted?: “¡¿Qué está pasando?! Nada está pasando. Va a pasar, lo que Dios dijo que habría de pasar. Pero los verdaderos escogidos están escapando. Así es que, usted verá todas estas cosas, quizás no las entenderá, cuando estén ocurriendo. Pero recuerden, que les he dicho en esta tarde, que eso ha de ocurrir de esa manera. Ud. dirá: ¡Y tantos que habemos en los Estados Unidos!: “Son muchos los llamados, pero son pocos los escogidos.” Así es que, los pocos escogidos en esa hora, sabrán lo que tienen que hacer, porque Dios estará tratando con ellos. Así es que en esta tarde, yo espero que estos días que he estado aquí, sean de bendición para Uds. Que ahora que han oído, lo que Dios ha estado haciendo en Puerto Rico, Uds. Con sus propios oídos saben lo que Dios ha estado haciendo allí. Ahora, nadie le tiene que contar de lo que está pasando allá. Ya Ud. sabe. Y Ud. estará actuando de acuerdo a la clase de simiente que hay en Ud. Por tanto, en esta tarde, Dios los bendiga. Ya mañana yo saldré de esta Nación. Estaré en Puerto Rico: una Isla pequeña. Una Isla que ustedes quizás no conocen. Por esa Isla una vez, hace muchos años atrás, yo estuve muy preocupado al saber que habrían de venir terremotos y que las Islas habrían de desaparecer. Y le pregunté al Señor: “Señor, ¿Y esta Isla está incluida en todas esas Islas que han de ser destruidas? Señor, yo estoy viviendo en una Isla, ¿ha de ser destruida también esta?” ¿Saben lo que me dijo Dios? ¿Quieren saber? El me habló y me dijo con relación a esa Isla. Y eso está en el Libro de Job, el Capítulo 22, verso 30. Y ustedes… si Uds. quisieran oír lo que dice ahí. Yo le voy a pedir a mi compañero que le lea a ustedes, en inglés, lo que dice la Palabra de Dios en ese lugar.

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regresaremos a nuestra Posición Original. Adán no necesitaba un avión para transportarse. Los Ángeles de Dios no necesitan un avión para transportarse. Jesús de Nazaret cuando se fue no necesito un avión para transportarse. Encontramos en otra ocasión a Jesús de Nazaret que necesitó ir a donde estaban los discípulos. Ellos estaban allá en una tempestad en medio del mar, viajando en su… en su bote. Y el Señor no necesitó otro bote para ir a donde ellos. El siguió caminado por sobre las aguas y allí apareció. Y cuando ellos le ven sobre aquellas olas tan altas, ellos dicen: ¡Es un fantasma! Ud. puede ver, que cuando el pueblo está en necesidad, y una grande tempestad le azota, entonces, aparece la ayuda para ellos. Y ellos, si no abren sus ojos bien, pueden llamarle de la misma manera, que los discípulos le llamaron: ¡Es un fantasma! Pero no era un fantasma, era algo real. ¡Era algo real! y era lo que ellos necesitaban, algo real que resolviera sus problemas, de otra manera ellos perecerían. Cuando ellos le ven estaban muy nerviosos, tras de esta tempestad ahora estamos viendo fantasmas. Pero no era así. Estaban viendo algo real. Y entonces, eso real que vieron, les habló y les dijo: “¡Yo soy! ¡No temáis!” Pedro dijo: “Si eres Tú, dí que yo vaya sobre las aguas hacia Ti” El Señor le dice: “Ven, ¡Camina! ¡Bájate del barco! Tú no lo necesitas para caminar hacia Mí. ¡Camina!” Pedro se bajó del barco, o del bote, y caminó. Y la cosa estaba buena, ¡estaba haciendo lo mismo que estaba haciendo el Mesías! Y eso le gusto a Pedro. Nunca había caminado sobre las aguas. Las veces que había estado en las aguas era dentro de un bote. Pero ahora estaba parado encima de las aguas. Y no se hundía, era un milagro grande. Pero ¿qué paso? En vez de seguir caminando, mirando solamente a Jesús, se puso a mirar las olas, se puso a mirar la tempestad. Y cogió miedo. Y entonces, así como la Fe lo hizo caminar sobre las aguas, porque su Fe la depositó en la Palabra que oyó de Jesús que le dijo: ¡Baja y camina! Así como la Fe pudo hacer que Pedro caminara, cuando él

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estaba hundiendo. ¿Por qué? Porque dudó. ¿Por qué dudaste? ¡No era un fantasma lo que te hablo! ¡Era el mismo Cristo, el Mesías! Por lo tanto, Pedro estaba clamando: ¡Sálvame Señor, que perezco! No hay buen nadador, no hay una persona que sea tan buen nadador que en medio de una tempestad, como la que había allí pudiera salir nadando. Pedro lo sabía, aunque sabía nadar. Él le dice: ¡Sálvame que perezco! Y el Señor, le tomó de la mano, le sacó fuera y le reprende diciendo: “¿Por qué dudaste? hombre de poca fe?” Hubiera llegado a donde Él si no hubiera dudado. Pero dudó. Ahora, en esta hora, de tan grande tempestad, en lo político, en lo religioso, en lo económico, porque todos los sistemas económicos están arruinados. Todas las naciones, están en ruinas. Eso ellas lo saben y ellos no saben qué hacer. Lo único que hay es hacer un pacto con la bestia. Eso es lo único que les falta hacer. Y lo van a hacer, porque están en ruinas. Y en este tiempo de tanta tempestad es el tiempo que esta prometido que el Mesías ha de aparecer. Siempre El aparece en un tiempo de problemas. Cuando apareció en Israel, era un tiempo de problemas en donde Israel estaba siendo gobernado por el Imperio Romano. Aquellos líderes de aquel tiempo estaban esperando al Mesías. Esperaban a un guerrero que los libertara del Poder Romano. Pero El vino en tal simplicidad, que ellos pensaban: “Este no es el hombre, ¿de qué nos puede librar este?” Y se lo entregaron al Imperio Romano para que lo mataran con la muerte más cruel, con la muerte más vergonzosa. Porque maldito todo aquel, porque conforme a la Palabra, es maldito todo aquél que es colgado en madero. O sea, que es crucificado. Y esa fue la muerte que ellos le dieron a Su Mesías. Pidieron esa muerte para su Mesías. Ellos la pidieron cuando fue preguntado: “¿A quién soltamos? ¿A Barrabás o a Jesús? ¿Soltaremos a Jesús? Dijeron: ¡No, suelta a Barrabás! -¿Y con Jesús qué haremos?- ¡CRUCIFÍQUENLE! Su propio pueblo al cual El amaba, no le conocieron. Por la manera que estuvo caminando por

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hablado para esta Nación y decir que se cumpla como ha sido hablado para esta nación amorrea! ¿Y qué van a hacer ustedes? ¿Cuándo ocurrirá todo esto? ¿Cuándo ocurrirán los terremotos? ¿Cuándo ocurrirá la destrucción de América como la vio el cuarto Elías? El la vio ¿Cuándo? ¿Quiere… quieren saber la Señal que habrá? Recuerden que cuando Jesús dijo que no quedaría piedra sobre piedra, allí en aquella ciudad y en aquél templo no quedaría piedra sobre piedra, Él dio una Señal, Él dijo: “Cuando vean los ejércitos rodeando a Jerusalén, esa es la Señal.” Y en esta tarde usted me pregunta: ¿Y cuándo acontecerá todo esto? ¿Cuándo vendrán los terremotos? ¿Cuándo se cumplirá? ¿Quiere que se lo diga? ¿Quiere que les dé la Señal? El hermano Branham dijo: “Allá en la India, hubo… había una señal. Cuando venía un terremoto, era el tiempo cuando las ovejas, los animales se despegaban de las murallas, y se juntaban todas en un lugar seguro, donde no hubieran murallas. Los pajaritos se iban de sus nidos. Volaban a lugar seguro.” Entonces, esa era una señal de que algo venía. Y luego de eso, el terremoto ocurría. Y todo eso, tipos y figuras de las cosas que acontecerán en este tiempo. Por tanto, cuando Ud. vea las verdaderas Águilas de Dios levantando vuelo, esa será la Señal que ustedes verán antes de la destrucción de Estados Unidos de América. Podrán decir muchos: “¿Por qué están levantando vuelo?” Ellas saben que esta Nación tiene una sentencia y ha de venir ese juicio. Y cuando esas Águilas, Águilas verdaderas, que se reúnen a donde está el Cuerpo Muerto del Hijo del Hombre en la Edad de la Piedra Angular. Cuando esas Águilas usted comience a ver, que levantan vuelo, es que el tiempo para caer el juicio ha llegado. Y Dios las ha inquietado para levantar vuelo. Por tanto, cuando las vea, usted estará viendo la Señal para la destrucción de Estados Unidos de América. ¿Por qué? Porque cuando fue Dios a destruir a Sodoma y Gomorra, primero salió Lot

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enfermedades que has escrito ahí, ahora son tuyas.” Ese hombre cayó a los pies del hermano Branham clamando por misericordia. Y él le dijo: “Hijo, yo no puedo hacer nada por ti.” Se le hizo demasiado de tarde. Había cruzado la línea. No haga Ud. de la misma manera. Porque la hora es muy avanzada. Y cuando el Cordero sale del Trono de Intersección y se convierte en el León de la Tribu de Judá, entonces la misericordia ha terminado. Y entonces, los Ananías y Safiras, serán llamados a cuenta y no habrá misericordia. El juicio caerá. Esta Nación, realmente se merece el juicio de Dios. Por la actitud que ha asumido cuando Dios a través del cuarto Elías estuvo manifiesto aquí cumpliendo la primer parte del Séptimo Sello. Cumpliendo la revel… la Venida del Hijo del Hombre, en el cuarto Elías. Y ahora cuando El se presenta y cumple la segunda parte del Séptimo Sello y se manifiesta como el Hijo del Hombre para anunciarle el juicio a los gentiles, para anunciarles EL DÍA DE VENGANZA DEL DIOS NUESTRO. Esta Nación se merece lo… la sentencia a la q… que ha sido hablada sobre ella. Y en esta tarde yo digo: ¡Estados Unidos de América, recibe todos los juicios que han sido hablados por boca de Dios en este siglo XX! Se los merece. De la misma manera que obraron en la Primera Venida de Cristo, han obrado en la Segunda Venida. De la misma manera que obraron con el cuarto Elías cuando apareció. Las Denominaciones decían: “No cooperaremos con tus actividades (así hicieron también los Fariseos en los días de Jesús) Y él tuvo que hacer las cosas a la fuerza. Tuvo que ir para predicar aunque lo mataran. Y en esta hora ha pasado de la misma manera. Aquí estamos, no por petición de ministros de esta Ciudad, o de de esta Nación Americana. Estamos aquí por una comisión del Todopoderoso. Porque esta Nación ¡va a ser destruida! Esta profetizado. Que ocurra lo que esta hablado para esta Nación. El hermano Branham dijo: “¡Yo ni oro por América!” ¿Quiere orar usted por ella? yo tampoco oro. No puedo pronunciar bendición

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misericordia en carne humana, para beneficio de todos aquellos que la reciban. Por lo tanto, ellos no lo vieron. Y entonces los juicios de Dios vinieron sobre Israel. El Templo, les fue destruido. Ellos, cuando el Templo fue a ser destruido, ellos estaban orando: ¡No puede ser posible, que el Dios nuestro nos abandone en esta hora tan… tan difícil! El ejército de Tit… del Emperador Tito, o… estaba alrededor de Jerusalén, y ellos decían: “No puede ser posible que nuestro Dios, no nos defienda en esta hora.” Ellos se fueron a orar, estuvieron orando los líderes religiosos, orando muchísimo. Pero esa no era hora para estar orando, porque el Señor les dijo: “Cuando Uds. vean a Jerusalén cercada de ejércitos, huyan de Jerusalén. El que este en Judea, no regrese.” Ese era tiempo para escapar, porque el juicio de Dios estaba cayendo sobre Jerusalén. Pero ellos no lo vieron. ¿Por qué? Jesús lo había dicho. ¿Y por qué no lo vieron? ¿Y por qué no escaparon? Porque ellos no creyeron lo que Su Mesías les dijo. Porque cuando uno rechaza al Mensajero, ha rechazado toda la Palabra que el Mensajero ha traído. Pero aquellos que le habían recibido, cuando vieron aquella señal de aquellos ejércitos alrededor de Jerusalén, ellos escaparon. ¿Por qué? Porque ellos habían creído que aquél joven de 33 años era el Mesías. Y lo que un… y lo que el Mesías habló tenía que cumplirse, aunque la situación no pareciese que se iba a cumplir, pero ellos creyeron que se habría de cumplir. ¡Y por eso escaparon! Y después, el juicio cayó. Así es que Uds. pueden ver que siempre, antes de caer el juicio, Dios muestra la manera para escapar a todos aquellos que han creído al Mensajero y al Mensaje. Porque el Mensajero y el Mensaje son una sola cosa. Ahora, sabemos que a ésta Nación le ha sido prometido juicio. ¿Por qué? Porque ella ha rechazado al Mensajero y al Mensaje. Rechazaron al cuarto Elías y su Mensaje en la manifestación del Hijo del Hombre, como fue en los días de Sodoma.

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velada en carne humana. Ahora encontramos, que la próxima vez que el cuarto Elías dice, que el Hijo del Hombre se manifiesta, es para traer juicio al mundo Gentil. Por lo tanto, la próxima vez que el Mesías Príncipe se manifiesta, el Hijo del Hombre se vuelve a manifestar conforme a la promesa para traer juicio a este mundo. Porque todo el juicio ha sido colocado en la mano del Hijo del Hombre. Por tanto, encontramos, que cuando el Hijo del Hombre aparece nuevamente, hablará del juicio que va a venir. Y le mostrará al pueblo de Dios la manera de escapar de ese juicio. Y Jesús dijo, hablando de este tiempo final: “Ustedes estén orando siempre, para que sean tenidos por dignos de evitar todas las cosas que han de venir, todos los juicios que han de venir. Y de estar en pie delante ¿de quién? del Hijo del Hombre ¿Por qué? Porque el Hijo del Hombre se revelará así como lo hizo en el tiempo en que Sodoma y Gomorra iba a ser destruida. Por tanto, este tiempo, es un tiempo para que aquellos que son tenidos por dignos estén en pies delante del Hijo del Hombre, escuchando Su Mensaje, recibiendo Su Mensaje, para entonces poder ser transformados y ser trasladados de esta dimensión. Porque lo que viene es algo terrible. Son los juicios de Dios que han de caer sobre esta tierra. Por lo tanto, no hay otra forma para poder escapar. Porque el Hijo del Hombre ha de venir, y ha de venir rugiendo como un León y siete Truenos emiten Sus voces, Y esas Voces son, la Voz de Cristo, Su Mensaje en esta hora para darnos la Fe, la Fe que necesitamos, la revelación que necesitamos, la Fe para ser transformados, porque con estos cuerpos no podemos seguir adelante. La destrucción esta a la mano, y la destrucción destruiría estos cuerpos. Pero si son transformados, no habrá radiactividad que los pueda destruir. No habrán terremotos… por más que hayan, que puedan destruir estos cuerpos transformados. Y Ud. sabe que han sido prometidos estos juicios de Dios. Terremotos han de surgir. Volcanes, han de surgir. Las explosiones

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cobarde. Por lo tanto, tengo que hacerlo. Tengo que predicar el Evangelio del Reino. El Evangelio de la Tercera Dispensación. Aunque mis amados hermanos en el Mensaje del cuarto Elías, digan que soy un falso Profeta o un Samaritano endemoniado. No le daré importancia a todas las cosas malas que Ud. pueda decir de mí. Le seguiré amando. Haré como si no le escuchase. No las tomaré yo en cuenta. En cuanto a mí, no las tomaré en cuenta. Ahora, tenga cuidado que Dios no se las tome en cuenta. Eso es lo importante. Por lo tanto, como les he recomendado, le sigo recomendando: No hable en contra de lo que Ud. no entiende, porque después cuando lo entienda, llorará, se lamentará. Y si ha cruzado la línea, tendrá que escuchar las Palabras: “Lo siento mi amado hermano, pero ya es demasiado de tarde. Nada puedo hacer por Ud.” Eso también pasó en una ocasión con el hermano Branham, con un ministro que vino con una tarjeta, y en esa tarjeta, la tarjeta que el hermano Branham daba para escribir la enfermedad que tenía la persona, ahí escribió que tenía tuberculosis, tenía cáncer y un sin número de cosas más. Trató de engañar al profeta de Dios. Y estaba tentando a Dios. El hermano Branham no sabía lo que estaba pasando. Pero cuando Dios se movió en él, entonces le dijo: “Ud. y ud. Estaban en tal lugar, y estaban planeando esto. Uds. Han estado tentando a Dios. Ese hombre trató de engañar a Dios. Pero Dios no puede ser engañado. Un hombre de Dios, puede ser engañado, pero si en ese hombre, de momento Dios se manifiesta, entonces, Dios para la cosa. Y recuerde que hay Promesa para este tiempo, que los engañadores, los mentirosos y todos los que quieren tentar a Dios, Dios los va a llamar a cuenta, como hizo con Ananías y Safira. Y eso es después que terminan las Edades. Y entonces, al terminar las Edades no hay misericordia. Aunque clamen no habrá misericordia. El juicio le caerá encima. Ahora, ese hombre que trató de engañar al hermano Branham,

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en Su Venida en carne humana. Y entonces El le muestra todas las cosas que están en él, para El darlas a conocer. Por lo tanto, la esta hora en que estamos, es una hora muy terrible para el incrédulo. Pero muy gloriosa para el verdadero creyente. Porque él cree lo que Dios ha hablado, lo que Dios ha Prometido. Y ha sido predestinado para verlo. Por lo tanto, por esa causa es que yo les digo a los que no puedan creer, que yo no estoy enojado con Ud. Sea ministro o sea miembro de Iglesia. No, yo le sigo amando en el Amor Divino. No importa que a través del Mensaje que Ud. haya oído, Ud. haya oído que en la Posición en que Ud. está, es la Posición en que estaban los Fariseos y Saduceos. Pero con todo y eso, aunque Ud. Lo haya oído, y lo haya entendido a través del Mensaje, por causa de que Ud. se ha colocado en esa misma posición que se colocaron los perseguidores del Nuevo Mensaje y del Nuevo Nombre que salió con la Segunda Dispensación y hoy Ud. ha hecho lo mismo. Con todo y eso yo le sigo amando. Y le digo: Ore a Dios. Pídale a Dios que le abra los ojos para ver la hora en que vivimos. Yo le amo con todo mi corazón, y por eso es que tengo que hablar de esta manera. Realmente, si uno realmente ama, uno tiene que decir la verdad para el día en que uno vive. Si uno no lo hace, con la boca uno dice que ama, pero con los hechos no ama realmente. Por tanto, todas estas cosas que han sido predicadas, las he predicado en el Amor Divino. Porque en esta Edad de la Piedra Angular, es la Edad del Amor divino. Y es que todo esto ha sido hablado en Amor Divino. Lo hago porque les amo. No estoy peleando con nadie. Ni con el hermano de alguna Congregación o con algún ministro de alguna Congregación. No estoy bravo con nadie. Estoy contento con todos. Y luego de terminar esta reunión, al salir fuera, espero que Ud. no se vaya, para darle la mano en el Amor Divino. Saludarle y decirle: Yo le amo, de todo corazón. Y estas cosas que hablo, y de esta manera que las hablo, es porque Dios me ha ordenado que lo haga. ¿Y qué puedo hacer yo?

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girando, en ese lapso de tiempo que todos esos juicios han de caer, la tierra estará renovándose, o sea, transformándose. ¿Para qué? para el Milenio… para ser transformada. Y están esperando que esta tierra también sea transformada, sea preparada para habitar aquí, un pueblo preparado vivir para aquí sin pecado. Por tanto, tenemos que examinar las promesas. Nos es prometido, que habrá un Éxodo. Y en ese Éxodo hemos salido, pero todavía no hemos llegado al final. Tenemos que continuar adelante hasta que lleguemos a la Tierra Prometida. Ahora, quiero mostrarles lo que es la Tierra Prometida de los diferentes ángulos que se puede ver la Tierra Prometida. La Tierra Prometida como Mensaje: es el Nuevo Mensaje, es el Mensaje del Evangelio del Reino, al cual hay que entrar. Como Tierra, en lo literal, una Nueva Tierra ¿sabe cuál es?: La Tierra que será preparada para habitar en el Milenio. Y como Cuerpo, la Nueva Tierra a la cual hemos de entrar: es el Nuevo Cuerpo, que El dijo que fue a preparar. Ahora, ustedes pueden ver que un Nuevo Mensaje es una Tierra Nueva; usted puede ver que un Nuevo Cuerpo, es una Tierra Nueva. Estos cuerpos, pertenecen a la tierra, son tierra. Fueron tomados de la tierra, por eso vuelven a la tierra. Entonces, vea Ud. que esta Tierra tiene que ser transformada. Transformada para nosotros poder vivir por toda la Eternidad en estos Cuerpos Transformados. Y también esta tierra tiene que surgir… eh tiene que pasar por un cambio, para nosotros poder vivir aquí durante 1.000 años de paz, en donde no pecaremos. En estos cuerpos cometemos muchas faltas. Y en esta Tierra en la condición que está, se cometen muchas faltas. Pero en los Cuerpos Nuevos no cometeremos faltas, no pecaremos delante de Dios. Las faltas que los hijos de Dios cometen, sin desear cometerlas, es a causa de que estamos en estos cuerpos. Pero cuando tengamos el Cuerpo Nuevo, ahí no pecaremos. Por eso es que cuando nosotros estando en estos cuerpos, cometemos una falta delante de Dios, nos duele tanto en el corazón que salimos

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no quise hacerlo! ¿Ve Ud.? Esos son los hijos de Dios. Y aún cuando cometen algún error no es porque lo desean es por causa de que aún estamos en estos cuerpos. Y mientras estemos en estos cuerpos, pocas o muchas faltas, las cometeremos. Pero hay algo dentro que nos deja ver cada vez que fallamos, que hemos fallado. Y entonces nos arrepentimos, y Él nos perdona. ¿Ve Ud.? Ahora, no pecamos voluntariamente. La forma de vida nuestra no es una forma de vida de los pec… de pecador. ¡No Señor! Por lo tanto, ahí se cumple la Escritura que dice: “El que es nacido de Dios, no peca.” El no desea faltar a Dios. Viene todo eso, a causa de que está todavía en un cuerpo terrenal, en un cuerpo de carne y hueso. Pero algún día, estaremos en un Cuerpo Glorificado y entonces no cometeremos más errores. Por lo tanto, cuando Ud. falte, sepa Ud. que Ud. esta llamado a llorar delante de Dios por la falta que ha cometido, y decirle a Dios: Señor, no quise pecar, pero pequé. ¡Pero perdóname! ¿Ve Ud.? Ud. no pecó acá adentro, porque dentro Ud. no quiere pecar ¡eso no salió del alma! Eso fue un producto ¿de qué? de este velo de carne que tenemos que arrastrar hasta que sea transformado. ¿Ve Ud. lo sencillo que es todo? Por tanto, cuando Ud. parte, no piense que Ud. no es un hijo de Dios. Sepa que Ud. es un hijo de Dios y que Ud. no quiso hacer eso mal, pero como lo hizo, entonces necesita arrepentirse. Todo el plan de Dios para Sus hijos es más sencillo de lo que Ud. Se imagina. Vea Ud. los hombres grandes de Dios a través de la historia Bíblica. Ud. puede ver a David: un Rey, un hombre importante. En lo político: el Líder de Israel. Pero él faltó delante de Dios, pecó delante de Dios. Y después, el gozo de la Salvación se le había ido y le decía a Dios: ¡Señor! ¡Vuélveme el gozo de la Salvación! Así son los hijos de Dios. Son como niños delante de Dios, porque Dios es nuestro Padre. Y cuando uno peca, siente una tristeza tan grande que el gozo de la Salvación se va y uno cree que está perdido. Pero cuando vuelve ¡Oh, uno se regocija! ¡Ya me

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era el Mesías, al cual ellos amaban, y paró la tempestad. Por lo tanto en esta hora, si de momento Ud. mira y le parece un fantasma, estése quieto. Espere un poquito. ¿Por qué? Espere que salga el Sol. Dijo el cuarto Elías en el Mensaje: “Ya Salido El Sol.” Porque cuando sale el Sol, entonces vemos en dónde estamos. El joven pescador aquél, estaba muy desesperado, porque estaban perdidos en el mar, en aquella embarcación. Pero el viejo pescador, sabía dónde estaba. Y él sabía, que había una forma de saber dónde se encontraban y hacia dónde caminar. Y el anciano pescador le dijo: “Hijo, cálmate, espera que salga el sol, y entonces sabremos dónde nos encontramos.” ¿Y por dónde sale el sol? Por el Este. Entonces, así es la Promesa, el Sol saldrá para los que temen el Nombre del Señor. Por lo tanto, el Sol saliendo por el Este muestra el lugar donde nos encontramos. En esta tarde ha sido mostrado que nos encontramos en la Tercera Dispensación. Con el Evangelio del Reino. Y hemos visto la separación que hay de la Segunda Dispensación y la Tercera Dispensación. Y el Mensaje de una Dispensación y el Mensaje de otra Dispensación. Hemos visto todas estas cosas que estaban Prometidas ser vistas en la venida ¿de quién? del prometido, de Jesucristo por segunda vez a esta tierra. La gente podrán decir lo que deseen decir. Pero Dios ha estado cumpliendo lo que Él ha prometido. Si Ud. no lo puede ver, si Ud. no lo puede creer, no le eche la culpa a Dios. Si Ud. no desea creerlo, nadie lo obliga a creerlo… nadie lo obliga a creerlo. Siga creyendo el mensaje de Lutero, o el de Wesley o el de la Edad Pentecostal. Siga allá con el mensaje que correspondió allá. Pero el que quiera saber las cosas que han de ser después de las Edades de la Iglesia: “Suba a la Edad de la Piedra Angular y yo le mostraré las cosas que han de ser.” Ahí están los juicios de Dios que han de ser derramados. En el Séptimo Sello están las Copas, están las Trompetas, está el Fin del Séptimo Sello, está la Introducción al Milenio. Todo eso está en el Séptimo Sello, y los Truenos son los

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decirle: “Hoy se ha cumplido esta escritura ante vuestros ojos. ¿Por qué? porque él será esa palabra escrita encarnada en un hombre. Por lo tanto, no tendrá temor. No tendrá temor a lo que los demás digan. No se avergonzará de lo que tiene que predicar, porque tiene la responsabilidad de cumplir con los Negocios del Padre. El tendrá que reconocer que tiene que hacer los Negocios del Padre. Y los negocios del Padre es cumplir la Palabra para la hora en que vivimos, cumplir la Palabra prometida de la Segunda Venida de Cristo. Por lo tanto, esos serán los Negocios de Él, cumplir todas esas Escrituras. Cualquiera puede decir: ¡Tú te estás haciendo un profeta! ¡Tú te estás haciendo el Mesías! ¡Pero tú no eres el Mesías! Pero ¿qué pasará? el allá dijo: “¿Quién de Uds. me puede acusar de pecar?” ¿Quién de Uds. puede señalar que no he cumplido todo lo que está prometido, para la Segunda Venida de Cristo ser cump lido? Está Prometido que será dado el Nombre Nuevo del Señor ¿Quién puede acusarme de que no lo he dado a conocer a través de los Truenos, que es la Voz de Dios a través de carne humana, que los Truenos han de traer la Fe para el Rapto? ¿Quién me puede acusar de que no le he traído la Fe para el Rapto; la fe, la revelación, de la Tercera Dispensación la revelación del Evangelio del Reino? ¿quién me puede acusar de que no lo he hecho en estos días que he estado aquí? ¿quién me puede acusar de que no he dado a conocer públicamente, el misterio del Séptimo Sello, que es la Segunda Venida del Señor? Entonces mejor es que guarde su paz. Porque Dios se ha levantado en la escena en esta hora, para ayudar a Su pueblo. ¡No es para destruirlo, es para ayudarlo! Pero muchas veces, cuando Dios se mueve a la escena para ayudar a Su pueblo, pasa lo mismo que pasó a los discípulos allá en el mar, que estando en aquella tempestad, casi para… casi para morir ahogados, apareció Jesús en la escena, y dijeron: ¡Es un fantasma! ¡No es un fantasma! es la realidad ¡Es la segunda venida de Cristo conforme a su promesa! Si Ud. no lo puede ver: ¡Despierte a la realidad!

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corazón! Ese hombre no pecó en su corazón, ese hombre fue arrastrado por los deseos de la carne. Pero él se arrepintió, él lloró su pecado. Así es que, no tenga Ud. temor de arrepentirse y buscar el perdón de Dios, para que el gozo de la Salvación sea restaurado en su vida y Ud. se sienta nuevamente como un verdadero hijo de Dios. Porque Ud. lo es. ¿Y qué es lo que lo identifica a Ud. como un hijo de Dios? que Ud. cree la Palabra para la hora en que Ud. vive ¡esa es su identificación! no hay otra identificación. Los dones del Espíritu, eso puede ser falsificado. El diablo, es un… falsificador. Por lo tanto, Ud. no puede confiar en los dones del Espíritu, para Ud. creer que Ud. es un hijo de Dios. Hablando de los dones del Espíritu, el Señor nos dice que esa no es la identificación de que uno tiene el bautismo del Espíritu Santo. Sino que la identificación es que uno cree el mensaje para la hora en que uno vive. Por lo tanto, esa es su identificación ¡Gócese! cuando Ud. ve, cree y recibe el mensaje para el tiempo en que Ud. Vive. Ahora bien, de los dones del Espíritu, el Apóstol Pablo dijo: “Cuando venga lo que es perfecto, lo que es en parte va a ser quitado.” Por lo tanto, eso sería solamente para las Edades de la Iglesia. Y la última Edad de la Iglesia, su Mensaje fue: “La Restauración de los Dones.” Ese es el Mensaje de la Edad de Laodicea. Pero cuando viene lo que es perfecto, lo cual es la Palabra en toda su plenitud, lo que es parte será quitado. Pero ¿Y dónde va a buscar Ud. lo que es perfecto?: “En la Cima de la Montaña, en La Edad de la Piedra Angular, en la Edad del Hijo del Hombre.” Porque todas esas otras cosas estarían para las Edades de la Iglesia. Pero cuando viniera lo que es perfecto, entonces todo eso cesaría. Y aún las cosas simbólicas que correspondieron para las Edades de la Iglesia, también todo eso cesaría. No es que Dios rompería Su Palabra, rompiendo esas cosas, sino que todas esas cosas serían glorificadas, serían exaltadas, serían engrandecidas. Y todas esas cosas que en símbolos… que eran practicadas en símbolos, durante las Edades de la Iglesia, estarían en una condición superior.

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Dispensación se convirtieron en cosas reales en la Segunda Dispensación. Ellos tenían el sábado para ser guardado. Pero el Señor, no rompió el sábado. El dijo: Yo Soy el Señor del Sábado. Por lo tanto, El dijo: “Si alguno esta trabajado y cansado, venga a mí y yo le haré descansar.” Allí estaba el Sábado en una forma exaltada, más grande que un día de la semana, ¿ve Ud.? ¿Puede Ud. ver el Sábado? Cuando Ud. ve a Jesucristo en Su Primera Venida, como El vino allá, Ud. está viendo el Sábado. Y cuando Ud. le ha recibido, Ud. ha recibido el Sábado. Sábado es descanso. Pero ¿qué pasó? Ellos quisieron quedarse con el sábado literal, cuando allí estaba el Sábado en forma de carne humana. Por lo tanto, los que se quedaron con el sábado literal, seguramente tenían un descanso para su cuerpo. Pero los que tomaron el Sábado Espiritual, el Sábado en forma de Carne que se manifestó en medio de ellos, tuvieron un descanso Espiritual. Descansaron de sus trabajos, descansaron de pecar. Y entonces, ya no pecarían más. ¿Ve Ud.? Ahora, también encontramos la circuncisión en la Primera Dispensación. Pero cuando llegó la Segunda, la circuncisión no fue quitada. Lo que pasó fue, que fue engrandecida. Y ahora, la circuncisión era hecha en el corazón, ¿ve Ud.? Dios no quita su Palabra, Dios no rompe Su Palabra. Lo que El hace es que de Dispensación a Dispensación, El va engrandeciendo Su Palabra. ¿Ve Ud.? Por lo tanto, todas estas cosas que en la Segunda Dispensación son llevadas a cabo como cosas simbólicas, en la Tercera Dispensación se convierten en cosas reales. No es que son quitadas, es que son engrandecidas. Por ejemplo: La Santa Cena significa o representa el Cuerpo y la Sangre de Cristo. En la Tercera Dispensación eso es engrandecido, y entonces, los símbolos son quitados. Y entonces podemos comer Su Cuerpo ¿y que es su cuerpo?: ¡Su Palabra! Y entonces, eso nos hace bien. Y ¿por qué? porque entonces, al comerla nos convertimos en la Palabra hecha carne. Ahora fíjese, Ud. puede vivir y ese cuerpo que tiene, esa carne

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habla a ese perseguidor. Y él sabe que es Dios que está hablando, y le dice: ¿Quien eres señor? ¡estaba sorprendido! Y esa Luz, ese Pilar de Fuego que era el Dios al cual él servía, le dice a Saulo: “Yo soy Jesús, a quien tú persigues... (corte en el audio) … la Restauración de Israel a la cual Dios lo ha, los ha… los ha de Restaurar y eso es el Mensaje del Reino siendo llevado a Israel…servir… Entonces, mi recomendación es que Ud. sea cuidadoso y mejor diga como dijo Gamaliel: “Dejen estos hombres. Si esta obra es de Dios, Uds. no la podrán parar. Si no es de Dios, se va a desvanecer, porque antes de que este Jesús de Nazaret apareciera, apareció Teudas y Judas, y llevaron muchos discípulos tras sí. Pero después que murió, todo se disolvió, se acabó ese movimiento. Por lo tanto, yo le recomiendo que dejen a esos hombres quietos. Uds. no entienden ese Mensaje que ellos están predicando. Y Uds. deben estarse quietos porque Uds. pueden ser encontrados ¡resistiendo a Dios! Si este mensaje es de Dios, Uds. están resistiendo a Dios. No hagamos eso dijo aquél sabio. Deben haber sabios en este tiempo que se paren y aconsejen a los demás ministros como fueron aconsejados allá, por aquel sabio Gamaliel. Aquel fue un hombre sabio. Si en ninguna otra ocasión hubiera hablado algo por lo cual se pudiera decir que ese era un hombre sabio, en esa ocasión, habló algo que realmente lo convirtió en un hombre sabio. Y así debemos nosotros de hacer. Tomemos ese consejo. Ellos sabían que nunca antes se había levantado un hombre, hablando de esa manera y tomando las Promesas que habían sido hechas a Israel y diciéndoles a ellos: “Estas promesas están cumplidas ante vuestros ojos.” Y si lo hizo así en Su Primera Venida, en Su Segunda Venida tiene que tomar todas las promesas que están hechas acerca de El, dárselas al pueblo (hablado) hablárselas al pueblo, y decirle nuevamente: “La escritura se ha cumplido.” “En esta ocasión la escritura esta cumpliéndose ante vuestros

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Segunda Venida de Cristo, anunciando el Nombre Nuevo del Señor. Mostrándole al pueblo la Fe para el Rapto. Fe es Revelación. La Revelación para el Rapto está en el Mensaje de la Tercera Dispensación. En el Mensaje del Evangelio del Reino. Y esa Trompeta, nos trae esa Revelación. Haga Ud. lo que desee, yo he cumplido con la responsabilidad que estaba sobre mis hombros. No he tratado de forzar a nadie para que estuviera aquí. Los que están aquí, están aquí porque tienen libre albedrío para escoger si estarían aquí o si no estarían. Y como nadie puede quitarle el libre albedrío que Ud. tiene, pues Ud. ha estado aquí. Entonces, estando aquí y escuchando estas cosas, ahora al salir, si no pudo entender, no se vaya a hablar en contra de ellas. Yo le digo a Ud.: “Es un peligro para Ud. que Ud. Se ponga a hablar en contra de estas cosas.” Y porque no las entiende decir que este Evangelio del Reino que fue prometido que sería anunciado que es un evangelio que no es de Dios. No diga eso. Puede cruzar la línea. Y después cuando lo entienda, ya no habrá oportunidad. Yo en el Amor Divino, le recomiendo que no haga eso. Si no lo entiende ¡déjelo quieto! Lo mismo le pasó a los Judíos en aquél tiempo, persiguieron a los cristianos. Y cuando Dios se le apareció a uno de los perseguidores, a Saulo de Tarso, le reprendió y le dijo: “¡Saulo, Saulo! ¿por qué me persigues? ¡Dura cosa te es dar coces contra el aguijón!” Y aquella Luz habló con él. El supo que era el mismo Pilar de Fuego que le había aparecido a Moisés. El sabía que Aquél era Dios. Y ahora escuchar esas Palabras de que ¿Saulo de Tarso está persiguiendo al Dios que él sirve? cuando él se encuentra que está haciendo una obra buena, persiguiendo a aquella gente, que él cree que son unos herejes, que han cambiado el Nombre de Dios, y dicen que ese muchacho de Nazaret tenía el nombre de Dios, y lo están proclamando. Y haciendo milagros en ese nombre? ¡Hay que parar esa cosa! ¡Y que no prediquen más en ese nombre! Y él trató de

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Comienza a enflaquecer y sigue en esa condición hasta que se muere. Es echado en el sepulcro y a los pocos años Ud. va a buscar ese cuerpo, esa carne que tenía, y no está. Pero ¿qué pasa? Ud. come alimento y ese alimento se convierte en vida en su cuerpo. Y entonces, si Ud. está bien alimentado, si Ud. come lo necesario para mantener ese cuerpo en buena condición, Ud. entonces ve que su cuerpo está como debe estar. ¿A causa de qué? a causa de lo que come. ¿Cómo se convierte en carne? Quizás no lo podamos explicar en esta tarde. Tendríamos que buscar un Científico para que nos lo explique en forma Científica. Pero Dios hizo el cuerpo de tal manera, que el funciona automáticamente. Y lo único que Ud. tiene que hacer, es echarle el alimento al cuerpo, y el cuerpo se encarga de colocarlo en los diferentes lugares a donde tiene que ir. ¿Cómo lo hace? Yo no sé. Lo importante es que lo hace. El trabajo nuestro, es echarle comida. El se encarga del resto. Y así es en lo Espiritual: Ud. le echa comida Espiritual a… a su vida Espiritual, y eso produce lo que debe producir. Conforme a como Dios lo ha diseñado a Ud. Por lo tanto, para nosotros ser transformados, nuestro amado hermano Branham nos dice que será como fue con Abraham y Sara. ¿Saben Uds. que Abraham y Sara fueron transformados? Ellos eran dos ancianitos. No podían tener un hijo. Y Dios se los había prometido. Pero Dios vino, habló con ellos y Abraham creyó. Y después que creyó, al poco tiempo, encontramos que Abraham se mudó para otro lugar con su esposa. ¿Y sabe lo que paso allá? el Rey de ese lugar, se enamoró de Sara. Y Sara tenía ¿sabe cuánto?: 89 años. Ningún Rey se enamora de una anciana. Fue que habían sido transformados. Desde ancianos, habían sido transformados a unos jóvenes de 18 a 21 años. Y así también, Dios ha prometido que al recibir su Palabra, la Palabra para la hora ¿y cuál Palabra es esa?: “Los truenos.” Porque El dijo que los Truenos darán la Fe para el Rapto y para ser transformados. Por lo tanto, al recibir esa Palabra que nos trae los

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El dice, que alrededor de la Palabra que Abraham y Sara habían recibido, fue que vino esa transformación. El dice: “Así también será con nosotros. Alrededor de la Palabra que hemos recibido, ocurrirá la transformación.” Por lo tanto, sabemos entonces que necesitamos ree… ehh recibir la Revelación de los Truenos. Eso, cualquier ministro lo sabe. Aún, cualquier persona que no sea ministro, que solamente lee lo que el cuarto Elías dijo, sabe que necesita oír lo que los truenos hablaron. Porque de otra manera, ni habrá transformación, ni habrá Rapto. Porque la Promesa es que los truenos darán la Fe para el Rapto a la Novia del Señor. Darán Fe para ser transformados. Por lo tanto, ¿qué otra cosa Ud. va a esperar que le sea dado a Ud. para ser transformado y trasladado? No hay otra cosa prometido en la Palabra de Dios. Tenemos que ser realistas, no ser soñadores. Tenemos que tener nuestros ojos abiertos para saber qué es lo que necesitamos en esta hora en que vivimos. Y no nos pase como le pasó al pueblo de Israel. Cuando llegó la hora difícil de apretura (el ejército allí) se fueron a orar al templo. Pero eso no funcionó. Ninguna otra cosa funcionará. Pero la Palabra que Jesús en Su Primera Venida le había dado a sus discípulos y ellos la habían recibido, ¡eso fue lo que les funcionó! Por lo tanto, encontramos, que lo único que funciona es la Palabra de Dios, que es dada para ese propósito en el tiempo que es dado. Ahora, nos dice el cuarto Elías que ha de haber un Éxodo. Un Éxodo, ¿hacia dónde? dice, en la Pág. 22 del Mensaje titulado “El Tercer Éxodo”: Y la iniquidad de la denominación amorrea, la cual se está llamando así misma “La Iglesia” por tanto tiempo, hasta que su iniquidad está cumplida. Está por venir un Éxodo, donde Dios mostrará quién es quién, donde la Iglesia misma, la Novia de Jesucristo, hará un Éxodo a la Tierra que está prometida. ‘En la casa de Mi Padre, hay muchas moradas.’ Ud. no tiene que ir a pelear allá como ellos hicieron. Está ya preparada. ‘Si esta morada del tabernáculo terreno se deshiciese, tenemos uno ya esperándonos,

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y el “Libro de Notas” en español, Pág. 47, nos dice el cuarto Elías: “Y nosotros que vivimos, que hayamos quedado hasta la Venida del Señor, no impediremos a los que duermen, esos preciosos hermanos, que sellaron que sellaron su testimonio con su sangre, no impediremos, no estorbaremos a los que duermen. ¡Porque sonará la trompeta, algo acontecerá, ese algo evangélico sonará, el anuncio de su venida! ¿Ud. cree al cuarto Elías? … y los muertos en Cristo, resucitarán primero. Y nosotros que vivimos y permanecemos, seremos transformados. ¡Parados aquí y sentir un cambio! el pelo canoso se irá, las arrugas terminarán. Cambiados en un momento, en un abrir de ojos. Y encontraremos a nuestros amados primero. Esa es la Promesa ¿Qué es esa trompeta que sonará? ¿Ese algo evangélico que sonará?: “El anuncio de Su Venida.” Por tanto, vemos lo que esa Trompeta anuncia la Segunda Venida de Cristo en esta tierra, en carne humana. Por tanto, esa Trompeta Evangélica, esa Trompeta que está prometida que sonará, anuncia la Segunda Venida de Cristo. Y ese algo Evangélico es el Evangelio del Reino que proclama la Segunda Venida de Cristo, conforme al orden de Su venida. Por tanto, esa hora ha llegado, estamos en esa hora y estamos escuchando esa Trompeta que está anunciando ese Evangelio del Reino que esta prometido que presentará, que anunciará, la Segunda Venida de Cristo. El Evangelio de la Segunda Dispensación, proclamó, la segun… la Primera Venida de Cristo, y puso en futuro la Segunda Venida de Cristo. El Evangelio del Reino, al sonar, anuncia, proclama la Segunda Venida de Cristo en el presente conforme a la promesa. ¿De qué otra manera Cristo podría revelarse a los judíos en este año 77, conforme a como dijo el cuarto Elías? Si no viene, ¿cómo se va a presentar a ellos? Por lo tanto, esa es la promesa: “Y en esta tarde todas esas escrituras de las cuales hemos estado hablando, están cumplidas ante nuestros ojos.” Haga usted ahora lo que Ud. desea hacer. En esta hora, en tres días de actividades que hemos tenido

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Novia que ha entrado a la Edad Eterna y a la Dispensación Eterna, la Tercera Dispensación. Entonces tendrá un ministerio de testimonio, no para Salvación, dice el hermano Branham. Pero Dios mostrará quién es el verdadero grupo. Quién es la verdadera Novia. El mostrará Su Poder. Y El estremecerá este mundo conforme a Su Promesa. Como dijo el cuarto Elías en el Mensaje titulado: “Perfecta Fuerza Por Perfecta Debilidad” de la Pág. 53, 54, 55 y 56, él habla de estas cosas, y él dice, y él ora: “Señor, estremece este mundo ¡una vez más! Y esa es la Promesa. Un estremecimiento, una vez más. El dice: ¡Estremécelo y avergüenza a esos predicadores ¡cobardes! que tienen miedo de decir la verdad.” En esta hora, hay que decir la verdad, para esta hora, para esta Tercera Dispensación, para esta Edad de la Palabra. Por tanto hay que tener la valentía del León de la Tribu de Judá, para hablar claro en esta hora. Porque el tiempo ha terminado para los gentiles. ¿Y que hacemos aquí? esperando el cumplimiento de las demás cosas que faltan de ser cumplidas en ese lapso de tiempo que hay después que las Edades terminan. Es ahí en ese tiempo que la resurrección ha de ocurrir. Es ahí que Dios unge una Novia con toda Su Plenitud y muestra que esa es su Novia. Porque ellos estarán adoptados en el Reino de Dios como individuos y serán exactamente como era Jesús de Nazaret, y como era nuestro amado hermano Branham, que hablaban la Palabra y las cosas acontecían ¡No habían límites! Y eso es lo que Dios ha prometido en este tiempo. Pero El ha dicho que eso ocurre después que las edades han terminado. Esa es la Promesa hecha de parte de Dios. Por eso es que es dicho que en ese tiempo el que esté sucio, pues que se ensucie más. Por lo tanto, esa Novia tendrá un Mensaje de testimonio en esta tierra y así ella llevará el Mensaje del Evangelio del Reino a los Judíos. Quiero leerles algo más, ya estoy terminando pero quiero que Ud. vea algo que ha de ocurrir y que está frente a nuestros ojos y no puede visto, hay cambiar de Dispensación

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Éxodo, una salida. Hemos de salir de esta condición terrenal. Hemos de salir de esta morada Terrenal. Y hemos de entrar a un cuerpo ya preparado por Dios. Ese es un Éxodo que ha de ocurrir. Y entonces, al salir en ese Éxodo, entonces estaremos seguros. Ya entonces, pase lo que pase en esta Tierra, nada nos afectará. Pero ¿Quién hará el Éxodo? ¿Quién dirigirá el Éxodo?: El Señor Jesucristo, en Su Venida como El prometió. Por tanto, estemos preparados, todas estas cosas tienen que suceder, todos lo sabemos. Y para eso necesitamos la Fe para ser Transformados y Raptados la cual está en ‘Los Truenos.’ Por lo tanto, todo predicador sincero en esta hora, sabe que el pueblo necesita algo y solamente está en los truenos. Hacer cualquier otra cosa, para conformar al pueblo, para estimular al pueblo a que sea un buen cristiano, a que sea un buen religioso, o a que asista a la iglesia, aunque todo eso parezca que está bien a la vista humana, lo más importante de todo, delante de Dios, es que le sea dada la fe para el rapto a los escogidos. Porque sin eso, no importa lo bueno que Ud. haya sido, si no tiene la Fe para el Rapto, Ud. se quedará aquí. Y el cuarto Elías dijo, en la Pág. 13 del Mensaje titulado “El Rapto” en Español, dijo: “La Novia está esperando la fe para el rapto, y fe es revelación.” Por lo tanto, la Novia está esperando la revelación para el rapto. ¿Qué Revelación? La Revelación de los Truenos. ¿Ve Ud.? Ud. no puede tener Fe sin que sea una Revelación, porque Fe es Revelación. Por Fe Adán. Por Fe Abel, llevó a cabo el sacrificio que llevó a cabo. ¿Teniendo qué? Revelación de lo que había sido el pecado original, y entonces supo la clase de sacrificio que tenía que ofrecer. Por tanto, en esta hora en que estamos, el pueblo de Dios necesita la revelación para ser raptado. Por tanto, no podemos conformarnos con oír un buen Mensaje. No podemos conformarnos con oír términos teológicos. No podemos conformarnos con oír Palabras bonitas habladas hacia nosotros. Nosotros de de Dios El

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Por lo tanto, siendo una promesa de Dios, todos los ministros deben de estar interesados en la Revelación para el Rapto la cual está en los Truenos. Por lo tanto, no importa cuán bonito se pueda predicar; lo único que nos ayudará es oír la revelación de los Truenos aunque venga en una forma brusca, aunque venga en palabras que no sean teológicas, aunque vengan en palabras que parezcan ser ofensivas, no importa. Después que venga de parte de Dios, que venga como El quiera que venga, porque lo necesitamos en esta hora en que estamos. Encontramos que Dios, cuando el pueblo de Israel salió, Dios le dijo a ellos: Mi Ángel va delante de Uds. Témanle a Él. No sean rebeldes porque mi nombre está en él. Yo lo he puesto en él. Dios siempre pone Su Nombre en un Ángel. Y recuerden que un Ángel es un Mensajero. Encontramos que en las Edades nos es dicho, que Dios ha colocado Su… ha colocado el Sello de un Nombre en un Mensajero: En un Ángel. Pero que ese Ángel, no puede hablar y dar a conocer ese Nombre. Lo tiene que guardar para sí. Y si lo tiene que guardar para sí, cuando ese Ángel no esté, entonces se sabrá que ese Ángel tenía el Nombre de Dios. Ahora encontramos, que cuando apareció Jesús, nadie sabía que ese Nombre era el Nombre de Redención. Y actualmente, hay muchos que se llaman Jesús. Pero había un solo Jesús, Redentor. Por lo tanto, El tenía ese Nombre y El decía: ‘Yo he venido en Nombre de Mi Padre y no me reci… y no me reciben.’ ¿De qué estaba hablando? De que Él tenía el Nombre del Padre para la Redención ¡pero nadie lo entendía! Pero después que El murió, entonces se entendió que Aquél Nombre era el Nombre para la Redención. Y entonces, fue proclamado ese nombre como el nombre de Dios para la Redención. Y en las Edades de la Iglesia, es el tiempo de la Redención. Y nadie, puede entrar al Plan de Redención, a menos que no sea a través de ese Nombre. Pero cuando El ascendió, El recibió un Nombre Nuevo. Él lo dijo. Y Él dijo, que ese Nombre lo iba a colocar sobre cada vencedor. Ahora, El dijo también: Yo les voy a

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Y ahora, todas las denominaciones Ud. los encuentra con la restauración de los dones hablando lenguas. Y ahora los pentecostales no pueden decir que ellos son los únicos que hablan lenguas. Porque hay mas católicos romanos que hablan lenguas, que pentecostales que hablan lenguas. Y eso es una señal de que el tiempo de los gentiles ha terminado. Después que pasa el tiempo, todo el mundo recibe lo que ya pasó de tiempo. Pero lo importante es recibirlo cuando es el tiempo para recibirlo. Y en esta hora no somos pentecostales, ni tampoco somos wesleyanos, ni tampoco somos luteranos ¡No pertenecemos a esas edades, hemos salido de ellas, y estamos arriba, en la Cima de la Montaña donde Dios ha prometido que lleva a cabo la Adopción! Porque cuando El fue a adoptar a su Hijo, El lo subió a la Cima de la Montaña. Y es ahí arriba, donde Dios sube a sus hijos para Adoptarlos como Hijos de Dios. Y entonces no habrán límites para los hijos de Dios. Porque ellos estarán Adoptados. Y entonces, todo lo que perdió Adán allá en el principio, lo tendrán nuevamente los Hijos de Dios. Y entonces todos seremos como fue Jesús de Nazaret, como fue nuestro amado hermano Branham, sabemos que en ellos estaba la Palabra encarnada. Por eso ellos podían hablar y las cosas acontecían. Eso fue lo que vimos en ellos. Y nos dice el cuarto Elías: “Cuando Ud. y la Palabra llegan a ser uno, toda promesa es suya, porque la Palabra le obedece a Ud.” Eso está en el mensaje: “La Señal” Y eso se encuentra en ese mensaje, que es un mensaje para esta hora final. Por lo tanto, los hijos de Dios llegarán a ser nuevamente lo que ellos eran, en este tiempo en que estamos viviendo. Porque ellos serán adoptados como individuos en la Edad de la Palabra, de la Piedra Angular. Y ahí es donde la Palabra se hace carne a medida que Ud. la recibe. Y cuando la haya recibido toda, Ud. será la Palabra hecha carne en toda la plenitud. Y entonces, Ud. podrá hablar, y las cosas acontecerán. Esa es la promesa que Dios nos ha hecho. Y eso esta prometido para después que la puerta de los gentiles ha sido cerrada.

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De esa misma manera nosotros estamos en el Cielo, en términos espirituales estamos en la Edad Celestial, la Edad de la Piedra Angular, y a la misma vez estamos aquí en la tierra porque nuestros cuerpos todavía no han sido transformados. Pero estamos viviendo una Edad Celestial. Una Edad Eterna. Por eso todas las cosas en esa Edad Eterna son cosas eternas: Un Nombre Eterno, un Mensaje Eterno, una Adoración Eterna. Todas las cosas son eternas, en esta Edad eterna. Por lo tanto tenemos que ver dónde nos encontramos. Si nos encontramos en una Edad Luterana, estamos en el Mensaje de Justificación, y ese es el Mensaje de una Edad pasada. Ese Mensaje no puede producir lo que necesitamos hoy. Si estamos en el Mensaje de Santificación, ese es el Mensaje de Wesley. Y el mensaje que tenemos, o que creemos, o que recibimos, identifica la Edad en que vivimos. Si estamos en un Mensaje Pentecostal, o Restauración de los Dones, que es el Mensaje de la Edad Pentecostal, eso identifica a la persona como uno perteneciente a la Edad Pentecostal. No puede producir más de lo que Dios ordenó para esa Edad. Y ya lo que hay está pervertido. Porque ya esa Edad terminó. Y cuando termina una Edad, entonces lo que hay de Dios ahí ya ha pasado de tiempo, se pudre, coge gusanos y entonces los buitres vienen a comer. El cuarto Elías dice: “La Edad Lutero, Wesley o Pentecostal, ellos tuvieron… ellos tuvieron conejo.” Ud. sabe, está hablando en términos… ehhh, simbólicos. Pero eso ya está podrido. Y entonces los buitres vienen a comer. Pero ¿qué hay en la Edad de la Piedra Angular? En términos… en términos espirituales, o en tipología, nos está mostrado que lo que hay allá arriba, está representado por una comida de ardillas. Ud. dice: ¿Comida de ardillas? ¿Y qué representa eso? Eso es lo importante, saber qué representa eso. Ud. sabe que por la Palabra hablada el cuarto Elías creó ardillas y por la Palabra hablada él nos trajo el mensaje hasta donde estaba ordenado traerlo. ¿Y qué va a comer? ¿El Mensaje Luterano? Eso es conejo y ya está podrido. ¿El Mensaje Wesleyano? Eso es conejo y está podrido. ¿El

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pueblo de Israel, su Nombre fue cambiado, solamente los líderes. Encontramos que el Nombre de Abram, fue cambiado por el Nombre de Abraham. Dios le añadió las letras que necesitaba añadirle. Y el hermano Branham dice, que Dios puso Su Nombre en Abraham. Que Abraham tenía el nombre de Dios. Y después dice: “Tenía parte del Nombre de Dios.” Ahora vean Uds. Que el Nombre de Dios en las Edades pasadas, en las dos Dispensaciones anteriores, no fue dado a conocer al Pueblo, porque era un Nombre oculto. Pero ese Nombre ha sido prometido que será dado a conocer en este tiempo final. Y que los Truenos, darán a conocer la revelación de este nombre. Ahora vea Ud. el Nombre de Dios para Redención ¿dónde estaba? en un hombre. Y en ese hombre estaba la Plenitud de Dios. Ve Ud. entonces, que para el Nombre de Dios ser revelado tiene que aparecer colocado en un hombre que tenga la Plenitud de Dios. Y ese era Jesús. El tenía la Plenitud de Dios. El era la Palabra hecha carne. Y la Escritura dice: En el Principio era el Verbo, y la Palabra era con Dios. Y la Palabra era Dios. Y la Palabra se hizo carne. Y habitó entre nosotros. Y esa Palabra hecha carne tenía el Nombre para Redención, el Nombre de Dios. Ese Nombre que estaba ahí, era el Nombre de la Palabra hecha carne. Así que Uds. Pueden ver, la manera entonces en que vino el Nombre de Dios para Redención. Dios no cambia Su Plan. Dios no puede cambiar. El Nombre para Redención vino manifiesto en carne humana. El Nombre eterno de Dios tiene que venir manifiesto en carne humana, y en donde Ud. puede encontrar la plenitud de Dios manifiesta en carne humana, en donde Ud. pueda ver la Palabra hecha carne, ahí estará el nombre. Porque el Nombre estará en la puerta. Ahora, Ud. puede ver que el cuarto Elías dijo: Dios ha colocado el Sello de un Nombre. Por lo tanto, ¿En dónde lo ha colocado?: En alguno de los Mensajeros. Por lo tanto, ¡Examine los mensajeros de las Edades de la Iglesia y en donde Ud. encuentre que la Palabra se ha hecho carne en toda su Plenitud, ahí está el Nombre Eterno de Dios! Por lo tanto, todo es tan

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hablaba del Nombre Eterno de Dios, él hablaba de la manera en que hablaba. Y cuando Dios le hablaba a él de ese Nombre, encontramos la manera en que El hablaba. Pero él, nuestro amado hermano Branham, tenía que quedarse callado y no podía decir nada. Pero cuando él se fuera, entonces los Truenos emitirían Sus Voces y darían a conocer el Nombre Eterno de Dios. Encontramos que en u na ocasión nuestro amado hermano Branham, venía viajando con su hijo Billy, y Dios le dijo: ‘Te voy a dar Una Señal Eterna.’ Entonces, mientras iba caminado en su camioneta, Dios le dijo: ¡Mira aquellos Montes! Miró los Montes: Los vio con nieve en la parte de arriba. Y le dijo a Dios: ¡Yo no veo ninguna Señal Eterna ahí! Y seguía mirando y no veía ninguna Señal Eterna allí. Eso siempre pasa con algunas personas, que miran las cosas y no ven nada. Pero ¿Saben Uds. Lo que le dijo el Ángel? ¡Tu nombre esta en toda la montaña! El no lo veía. Pero ahí estaba. Entonces, el hermano Branham se sorprendió y el Ángel le dice: ¿Cuántas letras tiene tu Nombre? Tenía 7. Contó las letras, las pronunció. Dijo: M a r r i o n Contando cada letra, pronunciando cada letra. Luego, pronunció las otras 7 letras de su apellido. Y eso era todo lo que Dios le dijo que era una Señal Eterna. ¿Puede Ud. ver la simplicidad de Dios? ¿Por qué? porque el Sello de un Nombre, del Eterno de Dios, estaba en un ángel, en un mensajero de las Edades de la Iglesia. Pero ¿qué paso? La gente no la pueden ver cuando se les habla de esa manera. Tampoco los judíos pudieron ver que aquél Nombre Jesús, era el Nombre Eterno de… era el Nombre de Redención pa… de Dios, pero que ese Nombre, un día llegaría a concluir el trabajo que tenía que llevar a cabo. Y luego, El Nombre Eterno de Dios, el cual recibió Jesús cuando ascendió a los cielos sería dado a conocer al pueblo de Dios, para que entonces supiera cómo hacer, cómo servir a Dios, cómo adorar a Dios en la nueva Dispensación con el Nombre Nuevo de Dios! Y el cuarto Elías dice, de la siguiente manera, con relación al Nombre Nuevo, y se los quiero leer. Pág.

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Luego comenzó la Edad Pentecostal y allí estaban los que habían sido introducidos a esa Edad. Los demás les decían: “Santos rodadores y un sin número de cosas más.” Uds. saben eso, que aquella Edad Pentecostal comenzó en los Estados Unidos de América. De eso ustedes saben más que yo. De pentecostalismo ustedes saben más que yo. Pero este es el tiempo de salir de la Edad Pentecostal, de la Séptima Edad, para subir arriba, a la Edad de la Piedra Angular donde se escuchada una voz que dice: “Sube acá y yo te mostraré las cosas que han de ser después de las Edades de la Iglesia.” Y esa voz, es la voz de Cristo en Su Segunda Venida. ¿Dónde te vas a quedar? ¿Te vas a quedar en la edad de Laodicea? ¡Está pobre, ciega y desnuda y ni lo sabe! Ha echado a Cristo fuera. ¿Ahí es donde deseas estar, en una edad como esa, para tener los dones? ese fue el mensaje para la Edad de Laodicea: ‘La Restauración de los Dones.’ Pero en la edad de la Palabra todas las cosas son perfectas, y cuando llega lo que es perfecto, lo que es en parte es quitado. Por lo tanto, eso esta bueno para la Edad de Laodicea: “Los dones, porque ese es su mensaje: La Restauración de los Dones.” Pero para la Edad de la Palabra, solamente la Palabra es suficiente porque eso es perfecto. Y el cuarto Elías dijo: “Cuando eso venga, ahí se congregarán las águilas.” Porque ahí estará el alimento espiritual para las Águilas de Dios. Y el llamado de Dios es: “Sube a la Edad de la Piedra Angular para que escuches las cosas que han de ser después de las Edades de la Iglesia.” Y los Truenos, no pertenecen, no están en las Edades de la Iglesia; los Truenos emiten sus voces fuera de las Edades de la Iglesia. Emiten Sus Voces en el Cielo. En una Edad Celestial. Pero nosotros estando aquí en la Tierra, entonces también se cumple lo que es dicho que los Truenos hablan sus voces aquí en la Tierra. Estamos aquí en la tierra, pero estamos en el cielo ¿Ud. no entiende eso? ¿quiere entenderlo? le voy a decir de uno que dijo eso mismo. Dijo: “ Nadie subió al cielo, el hijo del hombre

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esa clase de ministros? ¿ud cree que se lo merecen? Jesús amaba, era el amor en carne humana. ¿Y saben lo que les dijo a aquella clase de ministros que se pusieron a rechazar Su mensaje, y a decirle que ese mensaje era del diablo, y a decirle que El era Belcebú? ¿saben lo que les dijo?: “¡Vosotros sois hijos de vuestro padre el diablo, y las obras de vuestro padre queréis hacer!” y ellos decían que eran hijos de Abraham. Pero el Señor les dijo: “Si fueran hijos de Abraham, y si vuestro padre fuese Dios, me amarían a mí.” Y ahora, quieren apedrearme, quieren matarme, me llaman que soy del diablo ¿no era así que hacían? ¿Que más les dijo el Señor?: ¡generación de víboras! ¿Y qué dijo Dios a través del cuarto Elías? que los falsos ungidos tratarían de engañar a los verdaderos escogidos, pero que no sería posible. Y ¿por qué? porque cuando hay mucho falso ungido es el tiempo en que un verdadero ungido tiene que aparecer en la escena para librar al pueblo de ser engañado por los falsos ungidos ¿Y qué hacen los falsos ungidos? Miren los falsos ungidos a través de la historia. En el tiempo de Moisés, cuando el Pueblo de Israel salió, allá en medio del pueblo estaban los falsos ungidos. Datán y Coré tenían un mensaje, eran ministros, y había un séquito de ministros que estaba bajo su liderato, y hacían de acuerdo a como Datán y Coré les decía que era. Bueno, y ¿qué paso? Moisés salió con el Pueblo desde Egipto hasta Canaán. Datán por el camino quería hacer virar al pueblo, quería hacer retornar el pueblo hacia Egipto. ¿Qué clase de mensaje estaba predicando en medio del pueblo? un mensaje que había pasado. Tenía un mensaje de ir hacia Egipto y de hacer que el pueblo regresara a Egipto, pero ese era un mensaje de un tiempo pasado. Ese mensaje una vez estuvo bien ¿sabe cuándo? cuando José le dijo a Israel: “Ven hacia Egipto y aquí habrá alimento.” Pero ahora, Dios había dicho: ¡Salgan de Egipto hacia Canaán! ¿Ve Ud.? Entonces encontramos que Dios, de los luteranos, de la Edad Luterana sacó un pueblo y lo pasó a la Edad Wesleyana. Cuando terminó la Edad Wesleyana sacó un pueblo y los colocó en la Edad

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fue El Redentor, cuando estuvo sobre la Tierra. Pero cuando conquistó el infierno y la muerte, los venció y ascendió, entonces, recibió un nombre nuevo. Y por esa razón es que gritan y hacen tanto ruido y no reciben nada, será revelado en los truenos. Es una Promesa. ¿Qué pasó con los judíos, cuando rechazaron el Nombre de Dios para Redención? ¿No se fueron a clamar, a orar, a llorar en aquellos días? ¿Y qué paso? y no recibieron nada. Solo recibieron los juicios de Dios, conforme a como habían sido hablados. ¿Por qué? Dios cuando cambia de dispensación el Nombre de Dios también cambia. Y entonces el Nombre de Dios es de acuerdo a la Dispensación que ha comenzado. El Nombre Jesús, es el Nombre de Dios para Redención, porque la Segunda Dispensación es la Dispensación de la Gracia en donde serían Redimidos todos los hijos de Dios. Pero cuando Dios cambia a la Tercera Dispensación, que es una Dispensación eterna, entonces el Nombre de Dios tiene que ser el Nombre Eterno, para ser manifiesto a todos aquellos que están en esa Dispensación que ha comenzado. Ahora vean Uds. que los de la Primera Dispensación reci… ehh persiguieron a los de la Segunda Dispensación. Y les prohibían que predicaran en ese Nombre. ¿Por qué? Porque ese Nombre no era el Nombre que ellos tenían en la Primera Dispensación. Era un Nombre Nuevo en aquellos días. Y más, y a más de eso, ellos decían que ese Jesús de Nazaret era Samaritano y tenía demonios. Y ahora decir que ese es el Nombre para la Redención, eso era una ofensa para el judaísmo. Y ellos decían que eso era una herejía. Ahora, si con el Nombre para Redención dijeron que era una herejía, ¿Qué dirán acerca del Nombre Eterno de Dios en esta Tercera Dispensación en donde lo estamos proclamando? Ahora vean Uds. El que se colocaba en la Primera Dispensación, no veía el Nombre de Dios para la Segunda Dispensación. Pero el que se colocaba en la Segunda Dispensación, si veía el Nombre de Dios para Redención y oraba en ese Nombre. Y

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pasaba? …Bueno, así decían ellos. Pero ¿quién tenía razón? aquellos pobres pescadores, sin letras, como Pedro, Juan, Santiago y otros más que predicaban el Evangelio ¿Quiénes tenían la razón? Désela Ud. al que la tenía. Y ahora, en esta hora en que estamos viviendo pasa la misma cosa, el que se queda en la Segunda Dispensación, pueden decir: “Eso no lo puedo recibir.” Pues claro que no lo pueden recibir metido en la Segunda Dispensación. Porque ese Nombre es el Nombre para la Tercera Dispensación, el Nombre Eterno de Dios. Y solamente aquellos que se meten a la Tercera Dispensación son los únicos que lo pueden recibir, lo pueden ver y lo pueden usar. El resto, seguirá adelante en la Segunda Dispensación, y llegará el momento en que ellos dirán: ¡Señor! ¡Líbranos de estas plagas! ¡Yo te lo pido en el Nombre de la Segunda Dispensación! Pero ya ese Nombre cambió. Porque el Señor en Su Segunda Venida, El viene con Su Nombre Nuevo. Así como José, cuando se encontró con sus hermanos, su Nombre estaba cambiado. ¿Ve Ud.? Luego él le dijo: “Bueno yo soy aquél mismo José que Uds. vendieron. Lo único que pasa, es que cuando ascendí al ciel… al Trono, mi Nombre fue cambiado. Y tenía un Nombre de entre los Gentiles.” ¿Ve Ud.? Así es que Ud. puede ver, cómo está prometido que el Nombre de Dios, el Nombre Eterno de Dios, será dado a conocer. Y para los judíos la Escritura dice que El Nombre de Dios les llegará de lejos. Ya Ud. puede ver que al Este le llegará el Nombre de Dios desde el Oeste. Así como el Nombre de Dios para Redención a nosotros nos llegó del Este: Palestina. Así es que Uds. pueden ver en esta hora, que el Nombre de Dios, el Nombre Eterno estaría colocado en aquella persona primera que apareciera con la Palabra Encarnada en toda su Plenitud. Y eso lo vimos cumplido ya, porque como fue en los días de Sodoma y Gomorra, así el Hijo del Hombre se revelaría. Y lo vimos revelado en un mensajero, uno de los siete mensajeros de la iglesia gentil.

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cuatro ángulos de la tierra, con los protestantes, los católicos y todos marchando hacia la batalla de Armagedón, y por acá viene Jesús del cielo, con los santos resucitados, la Palabra vindicada. Ahí tiene Ud. la última vindicación que ha de haber, de que este mensaje que les he estado predicando desde el año 74, es el mensaje del Evangelio del Reino. Y está prometido que cuando este mensaje, que es la Trompeta de Dios, haya terminado de sonar, entonces los muertos en Cristo se levantarán. Esa es la promesa y Ud. lo sabe. Pero la sencillez es lo que ha hecho que algunos no puedan mirar detrás del velo para ver que el que está detrás, es el Dios del Cielo que dijo que regresaría en este tiempo final. Eso es lo que han rechazado. Al rechazarlo, se rechaza y se pierde el beneficio para lo cual ese Mensaje ha venido de parte de Dios. Ahora, vean Uds. que la trompeta de Dios que sonará conforme a la Palabra y que los muertos resucitarán, lo que anuncian es la Segunda Venida de Cristo. Aquí lo dice el cuarto Elías, en el Mensaje “Cisternas Rotas” Pág. 35: “Recuerden que aquellos que quedan (que quedan vivos) no estorbarán a los que duermen. Porque la trompeta de Dios, la última trompeta, la sexta ya ha sonado, y esa última trompeta como el último sello, será la venida del Señor. Y sonará y los muertos en Cristo se levantarán primero.” ¿Qué es lo que está sonando? ¿Qué es lo que está siendo anunciado? la Segunda Venida de Cristo. Esta trompeta esta sonando con el Evangelio del Reino. ¿Qué falta? que se termine todo lo que hay que anunciar. Cuando todo lo que haya que predicarse del Evangelio del Reino haya sido predicado y todo lo que los Truenos habrán de dar a conocer, haya sido dado a conocer, entonces: “ Los muertos en cristo, resucitarán primero, y nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta ver la venida del Señor, seremos transformados.” Así es que Ud. en esta tarde está escuchando mi despedida. No es tan dulce como Ud. esperaba. ¿Cómo Ud. cree que le habló Jesús en aquellos días a aquellos ministros que ni entraban ni dejaban

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Por tanto, aquí estamos en estos días para hacer lo que los ministros de los Estados Unidos de América debieron de haber hecho. Debieron haber ido a Puerto Rico para ver si lo que se estaba predicando, era una… era la verdad o era una mentira del diablo. Pero no se tomaron ese tiempo. Y comenzaron a hablar en contra, a decir que lo que estaba pasando allá, era del diablo, y que era una doctrina del Canadá. No se tomaron el tiempo para examinar lo que estaba pasando. Al no tomarse el tiempo y hablar en contra de algo que no conocían, hicieron exactamente como los fariseos y saduceos que juzgaban las cosas sin primero oír lo que se estaba hablando. Y el apóstol Pablo y otros apóstoles más dijeron: “¿Juzga vuestra ley a algún hombre sin antes oírlo?” Y Uds. ministros de los Estados Unidos de América han juzgado una cosa y a un hombre que ha salido con un mensaje de Dios, proclamando el mensaje del Evangelio del Reino el cual será recibido por Israel. Han juzgado el Mensaje del Evangelio del Reino. Le han dicho que es del diablo. Exactamente como hicieron los líderes religiosos en el tiempo de los apóstoles, que dijeron qu e aquél mensaje que tenían era del diablo y era una herejía. Pero Dios vindicó que aquél mensaje era de Dios. Por lo tanto, la vindicación de este Mensaje para todos los que quieran vindicación, ¿Sabe cuál será? (aunque ya será demasiado de tarde para arreglar cuentas), será lo que esta prometido que acontecerá conforme a la Palabra. Se los voy a leer. Esto será la última vindicación de que este Mensaje es el Mensaje que el cuarto Elías dijo que aparecería, que estremecería esta Nación y que sería tildado de un Mensaje fanático, de un Mensaje loco, ¿por quiénes? por lo líderes religiosos. La culpa no cae sobre los hermanos que están en las congregaciones. Porque ellos siguen lo que les digan desde el púlpito. Ahora escuchen la vindicación, Pág. 271 de “Los Sellos” dice el cuarto Elías: El viene sobre un caballo blanco, es la Palabra y la Vida, vindicado con Sus Santos resucitados que vienen con Él. ¿Cuál es la Vindicación?: Vindicado por los Santos resucitados que vienen con

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en las grabaciones, o en los libros, donde el cuarto Elías dice y prueba que la Palabra está hecha carne. Y luego prueba que está hecha carne tirándose de espalda y señalando a las personas por sus nombres, los sitios donde viven, las enfermedades que tienen, y todas estas cosas de la manera que fue hecha, antes de la destrucción de Sodoma. Discerniendo el corazón de la gente. Por lo tanto, si Ud. lo niega eso es asunto suyo. Yo en esta mañana… en esta tarde, predicándoles el Evangelio del Reino, les anuncio el Nombre Eterno de Dios para el Evangelio del Reino. Ese Nombre, es un Nombre grande, un Nombre sublime, y estuvo colocado en uno de nuestros amados hermanos. Así como el Nombre de Dios para Redención estuvo en Uno que vivió en Palestina: Jesús de Nazaret. Dios siempre obra de la misma manera. Y ahora con este Mensaje y con este Nombre Eterno de Dios, va a ser sellado el grupo de los judíos que han de recibir la Palabra. Ellos recibirán la Palabra de esta Tercera Dispensación. Por eso es que las personas que han tratado de llevarles el Mensaje de la Segunda Dispensación no han podido hacer nada. No han podido sacar 144.000. El hermano Branham decía: “Uds. pueden enviar literatura, libros o hacer lo que quieran, pero Uds. no convertirán a los judíos. ¡Dios les enviará un profeta, y entonces, ellos creerán! porque ellos creen a los profetas. Así es que Ud. puede ver que no importa el esfuerzo que se haga, si no se actúa de la manera correcta. Para convertir a los judíos a la Palabra de Dios, no se logra ningún propósito, no se logra el propósito. Sabemos que el cuarto Elías dijo que el Evangelio que Moisés y Elías le han de predicar es el Evangelio del Reino. Con el Evangelio de la Gracia, de la Segunda Dispensación, no se puede hacer nada con ellos. Ellos lo rechazaron y las Edades ya han terminado. Y cuando las Edades terminan, termina el Mensaje también correspondiente a las Edades y entonces hay otro Mensaje

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Ahora miren Uds. a estos 144.000 en el Libro de Revelación, en el Capítulo 14 y es dicho: “Después de esto miré y he aquí el Cordero, estaba en pié sobre el Monte de Sión.” Sabemos que el Monte de Sión es la Novia del Señor. Y nos dice la Escritura: “Y con él, 144.000 que tenían el nombre de él y el nombre de su Padre escrito en la frente.” Ahora vean Uds. que estos 144.000 serán sellados y tendrán en sus frentes el Nombre del Cordero y el Nombre del Padre. Por lo tanto, no es que se les vaya a escribir con algún lápiz o pluma el Nombre de Dios en la frente. Eso ¿Ud. sabe qué significa? Que ellos van a recibir la revelación que contiene el Nombre de Dios. Y Uds. saben que esa Revelación está en Los Truenos. Por lo tanto, para conocer el Nombre de Dios, el Nombre de Jesucristo: ¡El Nuevo! Hay que oír el Mensaje que trae los Truenos. Y ese mismo Mensaje que es el Evangelio del Reino pasará a los judíos y ellos lo van a recibir. Y después de eso, escucharán la historia de Aquél Jesús de Nazaret que ellos mandaron a crucificar. Y ellos sabrán que ese mismo que le aparece a ellos es el mismo que hace 2.000 años vino en carne humana y ellos le crucificaron. Pero que ahora, regresa nuevamente en carne humana, en otro velo de carne. ¿Qué clase de velo de carne tendrá que ser? Un velo de carne en donde no haya pecado. Usted dice: ¡Todos hemos nacido por el pecado! ¡Y todos hemos pecado! ¿Sabe Ud. una cosa? Jesús no pudo venir en Su Primera Venida en un cuerpo que hubiera nacido por el sexo ¿Sabe por qué? Porque el pecado no había sido quitado. Y El vino para quitar el pecado del mundo. Entonces, El tiene que venir en un velo de carne. ¿Tendrá que ser otro? No es necesario. En medio de la Novia, hay cuerpos de carne, hay seres humanos, hay personas que han sido redimidos por la sangre de Jesucristo, y la sangre de Jesucristo nos limpia de todo pecado. Entonces El tendrá un velo de carne sin pecado. ¿Por qué? Porque él lo quitó (el pecado) allá en la Cruz del Calvario. Entonces

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digan, no importa que le digan que el Mensaje que cree es del diablo y que todo eso es del diablo. Con todo y eso, sigue amando a esa persona. ¿Por qué? Porque el Amor Divino no tiene barreras. ¡Es Amor Divino! Y si es Amor Divino, recuerden que: “De tal manera amó Dios a este mundo que dio a Su Hijo, para que todo aquel que en El creyese, no se perdiese sino que tuviese Vida Eterna.” Y sin embargo, la humanidad estaba en contra de Dios. Pero el Amor Divino (Amor) se expresó hacia la humanidad, sin importar la condición de la humanidad. ¿Ve Ud.? Ahora, recuerde que Dios es Amor. Ahora el otro lado. Por cuanto el amor es correctivo, el otro lado es Fuego Consumidor. Para todos aquellos que rechazan el Amor Divino. Así es que en esta tarde, hemos estado aquí, en donde espiritualmente conocemos como Jerusalén. Hemos venido desde Puerto Rico. No le hemos pedido a ningún ministro de aquí o de Phoenix, que nos preparara la actividad. O que sufragara los gastos. O que nos respaldaran en la actividad, para que ellos fuesen los que llevaran a cabo la actividad con nosotros como invitados. No lo hicimos de esa manera. ¿Cree Ud. que si lo hubiéramos solicitado que nos tuvieran aquí en Tucson y en Phoenix, para predicar el Evangelio del Reino, nos hubieran preparado todo y todas las congregaciones se hubieran unido para esa actividad? ¿Piensa Ud. que lo hubieran hecho? Ud. sabe que aquí en Tucson, en Phoenix y en toda la Nación Americana, cuando el Mensaje del Evangelio del Reino comenzó a ser predicado en Puerto Rico, y fue a dado a conocer el Nombre Nuevo del Señor, y luego más adelante, fue dado a conocer el uso que tendría ese Nombre, y se estableció el orden de la Tercera Dispensación, y entramos a la Tercera Dispensación de lleno, en los Estados Unidos de América oyeron de que algo estaba pasando en Puerto Rico, oyeron de que… de un Nombre Nuevo y del uso de un Nombre Nuevo. Pero ninguno de los ministros de los Estados Unidos

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WILLIAM SOTO SANTIAGO Mensaje que nos consuela, porque nos anuncia que la Redención de nuestros cuerpos terrenales está a las puertas. Y en un momento que ha de venir nuestros cuerpos han de ser transformados. Y entonces estaremos disfrutando, con los santos que han de resucitar, este corto tiempo que hemos de estar aquí. Ellos dijeron al hermano Branham: Cuando regresemos, entonces comeremos. Por lo tanto, Abraham recibió a tres Arcángeles… a dos Arcángeles y a Dios en carne humana. Y les dio de comer y ellos comieron. Nuestros amados hermanos que descansan en la Sexta Dimensión nos anuncian que vienen hacia acá en el momento de la Resurrección. Y nos anuncian que cuando regresen, ellos pueden comer. Por lo tanto, estaremos aquí con ellos. Y si tenemos algo para ofrecerle no lo van a despreciar. Por lo tanto, esa es la Promesa que hay para el pueblo de Dios. Y esas son Palabras que realmente nos consuelan. Cuando vemos que los Reinos Gentiles están cayendo, la economía está cayendo, todo está cayendo… Y una guerra ha sido anunciada, una guerra atómica. Eso no consuela a nadie… Por lo tanto, no peleemos los unos con el otro. Recuerde: ‘El Amor Divino nos une a todos nosotros.’ El amor fraternal, el amor hermanable que correspondía para la Edad de Laodicea. Como la Edad de Laodicea ha terminado y está en tinieblas, ya Dios no está ahí. Laodicea echó a Cristo fuera. Y ella lo que tenía era amor hermanable. Ahora, como el mensaje lo tiene pervertido, el amor hermanable lo tiene pervertido también. Y de frente, los que están en esa Edad, de frente, aparentemente, muestran amor fraternal, pero a las espaldas es hipocresía. Ud. lo sabe que eso es así. Porque de frente, tienen una cara, pero a las espaldas quisieran destruir la cosa, destruir todo el Plan de Dios. ¡Eso no es amor hermanable! Eso, en palabras claras, es hipocresía. En eso se ha convertido la virtud que le correspondía a la Edad de Laodicea. Recuerde: que amor hermanable, es amor filio, pero Amor Divino, es ágape, y ¡ese no

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Plenitud de Dios, que se manifieste en cada uno de los escogidos. ¿Y cómo Ud. lo va a esperar si Ud. no puede creer que cuando el Mesías venga escogerá a uno de los que ya han sido limpiados de todo pecado, se manifestará en él, y entonces estará cumplida la Segunda Venida del Señor? Sabemos que la Segunda Venida del Señor es el Séptimo Sello. Y el Séptimo Sello tiene una parte que ya se cumplió en el cuarto Elías, porque en él vino la Plenitud de Dios en carne humana. Por lo tanto en el primero que viniera la Plenitud de Dios en carne humana, correspondía llevar, portar el Nombre Eterno de Dios. Y luego la otra parte del Séptimo Sello, que sigue siendo la Segunda Venida del Señor, anunciaría lo que pasó en la primera parte del Séptimo Sello. El cuarto Elías dijo: “La tercera… la Tercera Etapa tiene tres partes.” Por lo tanto, él dijo que ya dos partes se habían cumplido. ¿Cómo se cumplieron? ¿En dónde se cumplieron? ¿Qué es la Tercera Etapa? La Tercera Etapa, dijo el cuarto Elías que es la Palabra hablada, que es la Espada en la mano. Por lo tanto, si Ud. quiere ver dónde se cumplió ya eso, Ud. tiene que buscar una persona que haya tenido la Espada en la mano, la Espada del Rey, que haya tenido la Palabra hablada. Por lo tanto, eso todos… eso todo lo… eso todos lo vimos en nuestro amado hermano Branham. ¡Aún podía hablar la Palabra y crear ardillas! Eso no lo hace un hombre, un hombre no tiene poder para hacer eso, solamente Dios a través de un hombre es el que puede hablar y hacer esas cosas. Y eso lo vimos manifiesto en un hombre sencillo, que conocimos como nuestro amado hermano Branham. Luego encontramos que esas dos partes de la Tercera Etapa se cumplieron en él. Nadie lo puede negar. Pero dijo: “Queda una parte, la última parte que no se ha cumplido. Y está en un idioma desconocido. Yo oí esa Tercera Etapa, esa última parte. Y no pude interpretarla, porque cuando la oí, estaba en otro idioma.” Ahora vea Ud., que las primeras dos partes de la Tercera Etapa, estaban en un hombre: Un Profeta. Y esas dos partes estaban

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tercera etapa no está en inglés. El hermano Branham la oyó y dijo que estaba en otro idioma. Por lo tanto, no está en inglés. El dijo: “Esa tercera etapa son los Siete Truenos, hablando sus voces.” Por lo tanto los Truenos hablan porque son la Voz de Dios. Vemos que la Voz de Dios en Su Primera Venida vino siendo hablada ¿en qué idioma? En el idioma que hablaban allá en Palestina, el común del pueblo. No en el hebreo teológico. No en el hebreo que se aprende en las Universidades. Sino el hebreo común. La forma común del pueblo hablar. Y en Su Segunda Venida, que es el Séptimo Sello, la Tercera Etapa, encontramos que sonó las primeras dos partes en inglés a través de nuestro amado hermano Branham. Un hombre que muchos dicen, que no sabía hablar muy bien el inglés. Era un hombre de las montañas, hablaba la forma de hablar de las… de la montaña. Su forma de hablar, él decía que era un Hill Bill. Eso en Puerto Rico, les… le llamamos una forma de hablar como los Jíbaros. Y, es lo mismo, ehh, significa lo mismo para nosotros. Ahora vea Ud., esa era la forma de hablar del hermano Branham. Y otra vez esa forma de hablar tan sencilla que algunas veces decía: “Hay nombres en la Biblia que yo ni los puedo pronunciar.” Algunas veces decía: “Por favor, hermano fulano de tal, usted que sabe pronunciar éstos nombres, léame la Escritura.” ¿Ve Ud.? Pero habían dos partes de la Tercera Etapa, hablando en esa forma sencilla en que habló. Era inglés, pero el inglés más sencillo que puede haber. Muchas personas saben que eso es así. He oído decir que él no podía decir: Amén. El decía: “A man.” Y eso quiere decir: Un hombre. ¿Ve Ud.? Ahora, yo no le encuentro falta a él, cuando él decía: “A man.” ¿Sabe Ud. una cosa? Que la Escritura dice que Jesucristo es el Amén de Dios. El es el hombre de Dios. Por lo tanto, está prometido que el Amén de Dios será manifiesto en este tiempo final y si es el Amén de Dios, es el hombre de Dios. ¿Lo entendieron? Bueno, quiero leerles aquí algo con relación a esto y Ud. lo va

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hablando. Era la Palabra, era Isaías 61. Y eso fue en la Primera Venida cuando El vino de la Virgen. Y el hermano Branham dice: “ Eso fue en Su Primera Venida. Cuando El viene en Su Segunda Venida, El viene como el León de la Tribu de Judá, para cumplir el Día de Venganza.” Por lo tanto, en esta tarde quiero leerles lo que dice ahí: ‘El Espíritu del Señor, es sobre mí, por cuanto me ha ungido para predicar el día de venganza del Dios nuestro y para consolar a todos los enlutados.’ En esta tarde, ante vuestros ojos, esta escritura está cumplida. Es momento para predicar el día de venganza, por eso es que Uds. han notado en el mensaje que les he estado predicando, les he estado anunciando la destrucción de los gentiles, porque han llegado a su fin. Pero no solamente eso está en ese mensaje, hay algo más: ‘A consolar a todos los enlutados.’ Por lo tanto, hay una parte de bendición para el pueblo de Dios. Algo que nos consuela. ¿Por qué? porque si Ud. está enlutado, estamos enlutados, puede Ud. decir: ‘Porque se nos fue el cuarto Elías, nuestro amado hermano, al cual amábamos tanto.’ Puede Ud. también decir: ‘Estoy de luto, porque mi amada madre, partió con el Señor.’ ‘Mi hermano partió con el Señor.’ ‘O mi hijo, partió con el Señor.’ Estare… Estamos de luto porque a través de la Edades, nuestros amados hermanos partieron. Pero esta hora, yo les anuncio este mensaje que nos consuela y nos dice: “¡Consolaos pueblo mío!” Y ¿por qué? porque la resurrección de los santos en Cristo está a las puertas y veremos a nuestros seres queridos, y disfrutaremos con ellos una estadía aquí inexplicable que Dios nos ha prometido. Y ellos se gozarán con nosotros y nosotros con ellos. Por tanto, en el Mensaje del Evangelio del Reino no solamente es anunciado juicio. El fue anunciado para el mundo pecador, para los Gentiles, para los Gobiernos del mundo, para las Religiones del mundo, para el Sistema Religioso, para el Sistema Educacional,

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que se me haga un poco más fácil, porque lo que hablo, me gusta que el fundamento sea el Mensaje del cuarto Elías. Todo lo que le he dicho es conforme al Mensaje del cuarto Elías. Y eso estaba prometido que sería de esa manera: “Que el mensaje del cuarto Elías sería el fundamento para un mensaje que habría de aparecer.” Sería un Mensaje fanático, un Mensaje loco. ¿Para quién? Para los de la Segunda Dispensación. Pero no para los de la Tercera. Por lo tanto lo que las gentes llamarán loco, les quiero decir, que lo loco de Dios es más sabio que lo sabio de este mundo. Ahora mire Ud. en el Mensaje titulado: “Y No Conoces” dice así: Nada mas estoy construyendo. La hora está acercándose cuando van a ver algo suceder, cuando va a suceder algo. Y todo este fundamento, aquí nada mas, estoy poniendo el fundamento para un corto y rápido mensaje que hará temblar a toda la nación. Por lo tanto, aquí estamos en esta tarde proclamando ese corto mensaje, ese mensaje fanático que hará temblar a toda la Nación, que hará que los terremotos acontezcan; terremotos espirituales, y terremotos literales, conforme a la Promesa de Dios. Por lo tanto en esta hora todas las Promesas para este tiempo final están cumpliéndose ante nuestros ojos, pero en simplicidad como siempre Dios lo ha hecho. Porque El no puede obrar de otra manera. Eso es lo que lo hace grande a El, que Dios siendo tan grande, se hace tan pequeño que Ud. tiene que mirar para abajo para poderlo ver. ¿Por qué? por la simplicidad. Así es que en esta hora que tenemos todas esas promesas para este tiempo final, tengamos nuestros ojos abiertos, porque en esta hora podemos con toda seguridad, con toda autoridad, decir lo que en otras ocasiones ha sido dicho cuando la Escritura se ha cumplido. El Señor Jesús, cuando leyó Isaías 61, luego dijo: “Hoy se ha cumplido esta escritura ante vuestros ojos. Allí estaba, Isaías 61 estaba allí en dos pies hablando ¿qué era? la Palabra hecha carne. La gente lo podían ver, primero en letra, pero ahora podían ver a Isaías 61 en carne humana. Lo podían leer. Si ellos miraban esa Palabra en

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la Pág. 380 y 381 nos dice Dios en el “Libro de Las Edades” en español de la siguiente manera: “No os dejaré huérfanos, vendré a vosotros. El mandó al Consolador. Él fue el Consolador. Él vivió en forma de Espíritu sobre la iglesia. El es el Testigo Fiel y Verdadero en medio de la Iglesia. Pero algún día volverá otra vez en forma de carne. Entonces probará que El es el único sabio; Cristo Jesús, el Señor de la Gloria. El Testigo Fiel y Verdadero, Creador y Sustentador, Realización Perfecta. El amén de Dios.” ¿Qué dijo aquí? que un día el Espíritu Santo vendría en forma de carne. Y eso sería el Poderoso Cristo Jesús, el Testigo Fiel, el Verdadero, el Creador, el Sustentador, el Hombre de Dios, el Amén de Dios. Así que es Ud. puede ver que el Amén de Dios es Cristo. Y Cristo es el Ungido. Y cuando el Amén de Dios regresa, entonces lo podemos ver como el Amén de Dios. O sea, el Hombre de Dios. Así que en esta tarde hemos hablado todas estas cosas que están contenidas en los Truenos. Como les he dicho en otras ocasiones, yo no les estoy predicando a ustedes el mensaje de la Ley, porque eso es el mensaje de la Primera Dispensación. Tampoco les estoy predicando el mensaje de la Segunda Dispensación porque ese mensaje ha estado llegando a su fin. Y está comenzando el mensaje del Evangelio del Reino porque la Tercera Dispensación ha estado comenzando. Ahora, ustedes pueden ver que el cuarto Elías, tenía la Espada en la Mano. Y esa es la Palabra, esa Espada que tenía él… él en el Monte la recibió en la mano, le caía bien en la mano. Y él estaba maravillado, muy temeroso. Ya Uds. Saben que él decía que le tenía temor a las armas blancas. Entonces oyó la Voz que dijo que esa era la Espada del Rey. ¿De quién era esa espada? del Rey. ¿Y quién es el Rey? Dios. ¿Quién es el Rey? el Rey de reyes y el Señor de señores. El hijo de David. Por lo tanto, a él le fue colocada la Espada del Rey en su mano, para que él tomando esa Espada trajera la Palabra que

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