Portafolio de evidencias. Ahorro de Energía.
Unidad 1 introducción a las auditorías energéticas. 1.1 Conceptos básicos de auditorías energéticas. Las actuaciones tendentes a la mejora de la eficiencia y del ahorro habrán de disponer de medidas y herramientas técnicas, económicas y quizá administrativas, pero también hay una fuerte coincidencia entre todos los expertos en considerar que la Auditoría Energética es una herramienta de excepcional importancia para conseguir los objetivos de ahorro y eficiencia que se puedan marcar. La Estrategia de Ahorro y Eficiencia Energética en España 2004-2012 (E4) en el Plan de Acción para 2005-2007 2005 -2007 plantea la Auditoría Energética como una de las 20 medidas urgentes con las que se pretende alcanzar el 72 % de los objetivos de ahorro. El Plan de Acción 2008-2012 mantiene la Auditoría como medida de actuación fundamental en los sectores de agricultura y pesca e industrial, y en el resto de sectores como medida para constatar el éxito de las medidas tomadas en el periodo anterior. La Directiva 2002/91/CE, de 16 de diciembre de 2002, en la que se establece las exigencias energéticas de la edificación (soporte del Código Técnico de la Edificación, aprobado en el Real Decreto 314/2006, de 17 de marzo) en su artículo 10 determina que los estados miembros asegurarán que la certificación de los edificios será realizada de forma independiente por expertos cualificados y/o acreditados. La Directiva 2006/32/CE del Parlamento Europeo y del Consejo de 5 de abril de 2006 sobre la eficiencia del uso final de la energía y los servicios energéticos, no duda en resaltar la importancia de la Auditoría Energética como herramienta fundamental para conseguir los objetivos de eficiencia energética y, en su Artículo 3, define la Auditoría Energética como el procedimiento sistemático para obtener conocimientos adecuados del perfil de consumo de energía existente de un edificio o grupo de edificios, de una instalación industrial y/o de un servicio privado o público, determinar y cuantificar las posibilidades de ahorro de energía rentables y elaborar un informe al respecto. Posteriormente, la misma Directiva, en su Artículo 12: Auditorías energéticas, establece la obligación de los estados miembros de asegurar la existencia de sistemas de auditoría energética de gran calidad y eficientes en los siguientes términos: 1. Los Estados miembros asegurarán la existencia de sistemas de auditoría energética de gran calidad y eficientes, a disposición de todos los consumidores finales.
2. Se podrán aplicar otras medidas, como cuestionarios y programas de ordenador facilitados por medio de Internet o enviados a los clientes por correo. Los Estados miembros deberán velar por la disponibilidad de las auditorías energéticas. 3. La certificación de conformidad, se considerará como equivalente a una auditoría energética. Se considerará asimismo que las auditorías que resulten de regímenes basados en acuerdos voluntarios entre organizaciones de interesados y un organismo designado, supervisado y seguido por el Estado miembro de que se trate, cumplen igualmente los requisitos. Por último, la Ley 2/2007, de 27 de marzo, de fomento de las energías renovables y del ahorro y eficiencia energética en Andalucía, recoge lo dictado en la Directiva 2001/77/CE, relativa a la promoción de la electricidad generada a partir de fuentes de energía renovables en el mercado interior de la electricidad, y establece los principios e instrumentos para la promoción de dichas energías, asume el compromiso de la Administración en la incorporación de las mismas en sus infraestructuras, crea el Certificado Energético para los nuevos centros de consumo de energía, se establecen procedimientos y mecanismos de colaboración y se definen los tipos de infracciones y sus sanciones correspondientes. La realización de Auditorías Energéticas sobre el uso de la energía en procesos industriales y edificios, se presenta, pues, como una herramienta fundamental para analizar los flujos energéticos y establecer las estrategias de ahorro y eficiencia más adecuadas. Los profesionales responsables de realizar estas tar eas deben conocer los procesos físicos y los equipos utilizados en los sectores industriales y de la edificación, así como conocer las técnicas concretas de auditoría utilizadas en la actualidad.
1.2 Panorama nacional e internacional. Los diferentes fenómenos económicos, políticos y ambientales, que han sucedido durante las últimas tres décadas, como: el aumento brusco de los precios del petróleo en los 70’s (la llamada crisis energética); la globalización de la economía de los 80’s, así como la preocupación por reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y evitar el cambio climático de l os 90’s; obligó a los países desarrollados desarro llados a buscar formas de reducir el consumo de petróleo mediante la diversificación de las fuentes de energía y el desarrollo de tecnologías para estimular el uso eficiente de la energía, y de esta manera reducir las emisiones ambientales. Por ahora no conocemos con exactitud cuándo la demanda mundial de petróleo excederá a la producción diaria, pero cuando esto suceda en la primera mitad de este siglo, alterará para siempre la economía de los recursos energéticos del mundo; por lo que las naciones tendrán que adaptarse al nuevo entorno energético
del siglo XXI, mediante una voluntad política que impulse el desarrollo sustentable e implante innovadores preceptos de eficiencia energética. Ante esta realidad, el estudio de los los sistemas de gestión energética cobra particular relevancia al ser un elemento clave para un crecimiento energéticamente sustentable, tanto por los beneficios económicos y de competitividad (mediante la reducción de sus costos de producción), como los beneficios ambientales.
1.3 Aspectos generales de la gestión energética. El control de los portadores energéticos, las mediciones y la recopilación de datos no llevan a la eficiencia energética ya que solo se trabaja para lograr un registro histórico y no para el uso más racional de la energía, por lo tanto, hay que utilizar toda la información posible y ponerla en función de la disminución de los portadores energéticos dándole la utilidad adecuada para lograr este propósito. La gestión energética es un procedimiento organizativo de prevención y control estructurado para lograr la máxima eficiencia y rendimiento en la utilización de la energía con el fin de obtener el mayor rendimiento energético posible sin disminuir el nivel de presentación, ya que toda reducción de co ste energético redunda en una mejora de la economía de cualquier institución La gestión energética puede concebirse como un sistema organizado, estructurado y de control para lograr la máxima eficiencia en la conversión y utilización de la energía. Esto es, lograr un uso más racional de la energía, que permita reducir el consumo de la energía sin prejuicio, sin afectación del confort del cliente, de la calidad de los servicios que se le brindan y de u n modo general sin disminuir el nivel da atención al mismo. Al crecer el coste coste de la energía y a medida que el suministro y el uso de las mismas requieren un esfuerzo de planificación a medio plazo, se comprende la necesidad de establecer mecanismos de gestión energética. Es decir, es preciso conocer los consumos y usos de las distintas fuentes energéticas, no solo a nivel de los valores globales, sino de modo particularizado aplicado a los distintos procesos y cons umos internos. De aquí es posible predecir los incrementos de energía usada que se producirán al aumentar la actividad o es posible fijar las medidas contención del coste a través de un programa inteligente de ahorro.