TEXTOS BÍBLICOS SOBRE CREACIÓN. Gn 1, 1-31: Jb 38-39. Sal 8; 104; 136, 7ss. Pr 8, 22-31. Jn 1, 1-3. Col 1, 15-17. Hb 1, 2-3. Is 40, 20. Jr 31, 35. Mt 6, 25-33.
ANTECEDENTES DE LA FE BÍBLICA EN LA CREACIÓN. UN DIOS DE LA HISTORIA CON PODER SOBRE LA NATURALEZA: -"La fe bíblica en Dios no está ligada, como en otras culturas, a la naturaleza sino a la historia". Jos 10,5-13. Dios es un Dios de la historia. En la conciencia de Israel se experimenta que Dios tiene poder sobre la naturaleza. Yahveh puede influir sobre el curso de la naturaleza para salvar a su pueblo. Jc 4-5. Yahveh salva y nada se lo impide. Ex 15,1-18. Todos los elementos naturales se pliegan ante el poder de Yahveh. Estos textos no dejan claro si es un poder de circunstancias, si es limitado o ilimitado. UN PODER ILIMITADO AL SERVICIO DE LA ALIANZA: -Se descubre que Dios está en el cielo (Gn 28; Sal 2,4; 20,7; 115,3). Del cielo baja Yahveh a la tierra. De los cielos irrumpe su fuerza sobre la historia (Gn 3,8; 11,5; 18,10-11). Lentamente se va descubriendo en Israel, que Dios es un Dios de la historia y no es un Dios de la naturaleza, su poder es ilimitado y universal. No está sujeto a lugares. Si tiene un poder ilimitado, Israel se pregunta si no será porque Él lo ha creado todo y lo gobierna todo. En los relatos de la alianza era tan evidente que Dios había creado el mundo, que no se puso por escrito. Los relatos de la creación son más tardíos. Una vez que Israel descubre el poder de Dios sobre la naturaleza, se plantea la posibilidad del Dios creador (Jr 32,17). La reflexión de Israel es tardía, histórica y religiosa. El verbo que se utiliza para crear es "bará", que se usa sólo para Dios, el cual crea con su Palabra (Is 45,1-18). EL RELATO BÍBLICO DE LA CREACIÓN Gn 1-2,4a. P (Sacerdotal) es una fuente más tardía que J, pero usa material muy antiguo. El estilo es redundante; tiene precisión, orden y le preocupan las cronologías y las genealogías. El texto de P es contemporáneo a los textos proféticos, especialmente Jr. La preocupación es la lucha contra las cosmogonías y teogonías. Dios es el autor del mundo. La creación termina con el sábado, que es signo de la alianza. Hay una cosmología mítica y una interpretación profética que se reúnen. La cosmología mítica se caracteriza porque primero había un caos, y Dios empieza a separar espacios, quedando el cielo, la tierra y el mar. Concluye en Gn 2,4. El relato está compuesto por una cosmología mítica y una interpretación teológica. Se destaca el monoteísmo. A nivel de la época se afirma la creación de la nada.
Propio del relato P es la creación por la Palabra, que es original en la Biblia: el "dijo Dios" aparece siete veces en Gn 1. También se da en muchos otros lugares del AT (Sal 33,9; Ez 17,24)2. EL RESTO DEL AT Gn 2,4b-25 es el relato J, que es tres siglos anterior al otro. Es un texto orientado a explicar los orígenes del mal (etiología). La creación está supeditada a la explicación de la caída. Hay diferencias con el primer relato, que resaltan los intereses teológicos. El núcleo de J es que la creación es buena (la carne, "basar", también es buena). El mal no es iniciativa de Dios, sino que es una acción histórica, relacionada con el hombre y la libertad. El mal tiene como origen el pecado del hombre. El bien es creado por Dios. No hay dualismo. Gn 6-9 es un relato mixto J (Yavista) y P. Es el relato del diluvio. Lo que Dios quiere destruir con el diluvio no es la creación, que es buena, sino el pecado, que es malo. Los salmistas atribuyen la creación a la Palabra y al Espíritu de Dios personificados (Sal 33,6; 104,30). Sal 8. Es importante el puesto central que tiene el hombre en la creación. Sal 33(32). Dios gobierna los cielos. Su palabra se manifiesta en la creación. Sal 104(103). Ya hay una convicción de que Dios ha creado todas las cosas. Sal 136. Da gracias por muchas cosas del mundo y de la historia. Sal 148. Es una invitación a todas las criaturas a alabar a Yahveh. Hay otros salmos que tienen antecedentes míticos, en que Dios habría luchado con monstruos marinos. La concepción de la creación que atestiguan los dos relatos de la creación del Gn, dominaron el pensamiento israelita aun antes de tomar forma en los relatos bíblicos que se conocen actualmente. Los profetas invocan en sus polémicas la fe en la creación contra los ídolos, reprochándoles ser objetos sin vida, hechos por manos de hombres e incapaces de salvar (Is 40,19ss; 44,9-20; Jr 10,1-5). En cambio Yahveh es el creador del mundo (Am 4,13; 5,8; Jr 10,6-16). En la época del profetismo se atribuye a Dios el verbo "bará", como exclusivo de El (Is 45,8.18). En la literatura sapiencial hay un cambio. Los sabios van más lejos en su reflexión teológica. Ya no se da tanta importancia a la relación de la creación con la historia. Más que comprender la historia de Israel, se trata ahora de comprender el mundo, especialmente el misterio de la condición humana. Hay una influencia del helenismo. Pr, no contento con afirmar que Dios creó el mundo con sabiduría, inteligencia y ciencia (Pr 3,19ss) muestra la sabiduría personificada como la primera obra de Dios y engendrada antes de todas las cosas (Pr 8,22; Si 1,9; 24,9). Ella ejercía el papel de maestro de obras (Pr 8,24-30), y de artesana del universo (Sb 8,6; 9,9). Se refleja la preocupación de los israelitas por la cosmología. Jb se refiere a la creación de la tierra (Jb 38,4-7), el mar (Jb 38,8-11), la luz (Jn 38,12-15), los animales (Jb 38,39). Jb 28; Qo 3. Lo común de los textos sapienciales es que lo creado trasciende hacia Dios. Cuando ya hay una preocupación más cosmológica, aparece el tema del mal. Se introduce el término de cosmos, que significa orden. Sb 13,1-5; 6,9.18-22; 19,6-9.18-22. Sb 11,17, aunque induce a pensar en cierta pre-existencia de la materia, el relato muestra la acción de Dios creador en el contexto de la salvación histórica de Israel. Finalmente está el texto de los Macabeos. En 2M 7,28 surge la fe en la creación. Está la primera expresión de la creación "ex nihilo" (“desde la nada”) . Es importante en el contexto en que se produce, que es un contexto de martirio. En el AT el mensaje sobre el mundo creado se puede sintetizar en que el mundo es bueno y depende totalmente de Dios, y la historia de Israel está en sus manos.
LA CREACION EN EL NT Cristo es el punto culminante de la creación. En el centro del NT está el misterio pascual, que da una nueva luz a la vida cristiana y a la creación. La resurrección es el punto culminante de la historia. Hay algunos presupuestos de la creación en el NT. Hay un concepto, que es el de cosmos, que significa mundo ordenado, mundo creado. La diferencia del NT con el AT es que en el NT penetró el helenismo. El concepto cosmos es un concepto griego. La fe en la creación es una reinterpretación del concepto griego de cosmos. La antropología del NT es la misma que la del AT, no hay dualismo en el NT.
Sinópticos Para los sinópticos, la creación es una verdad adquirida. Jesús, cuando predica el Reino, da por supuesta la verdad de la creación. Hay alusiones circunstanciales o tangenciales (Mt 11,25; Mc 10,6). Jesús defiende la dignidad de lo creado. Esto se ve en la diferencia entre Jesús y Juan Bautista, y en que todo lo creado está a su servicio. Los milagros pueden decir mucho de la relación de Jesús con la creación. La salvación, aproximándose a Pablo, es una re-creación1, es sacar el pecado. Dios tiene poder para salvar re-creando. El Salvador es el creador. El término "providencia" no aparece en los sinópticos, pero la idea está en Mt 5,45; 6,25-34; 10,29.
San Pablo Hay una gran continuidad entre San Pablo y el AT (1Co 10,26; 11,12). El aporte de San Pablo tiene cuatro dimensiones: 1. Cristo es el mediador de la creación. 2. Cristo es principio, centro y fin de la creación. 3. El destino cristológico de la creación. 4. El potencial liberador de la fe cristiana en la creación. Cristo mediador de la creación: 1Co 8,5-6. Hay un único Dios que es Padre, del cual proceden todas las cosas, según el AT. Pero al lado del Padre está el Hijo, Jesucristo, por quien son todas las cosas. En este texto, la totalidad de lo creado es efecto del Padre y también del Hijo. Cuando se habla del Padre, se usan las preposiciones "ex" y "eis", y para el Hijo, se usa "día". El Padre es principio y fin. De El procede todo y para Él es todo. El Hijo se dice que es el mediador de la creación, porque es mediador de la salvación. A través del Hijo ha creado el Padre. 1Tm 2,5. La obra del Hijo está subordinada de alguna manera al Padre. Cristo, principio, centro y fin de la creación: Col 1,15-20. Es un himno a Cristo. Cristo es imagen arquetípica, ícono del Padre. Por eso es el primogénito. Tiene una primacía sobre todas las cosas creadas. Cristo no es creado. Primogénito de toda la creación significa que desde la primera palabra del Gn, Cristo presidía la creación. También hay una continuidad con el AT, especialmente con los textos sapienciales. Según este himno, la creación es cristiforme y cristocéntrica. Además, Cristo es el destino de la creación. A diferencia de 1Co 8,6, donde la preposición "eis" (para) sólo se usa para el Padre, aquí también se aplica a Cristo (Col 1,16.20), recalcando el aspecto de Cristo como destino de la creación. Hb 1,1-3. Puede ser interpretado en otras categorías de la creación. Tiene un marcado tono antignóstico.
El destino cristológico: Ef 1,3-4. Cristo recapitula todas las cosas, que son hechas para El, y que será la plenitud de todas las cosas en todo. Todas las cosas hablan de Cristo. Eso se desarrolla eclesialmente. La Iglesia es un elemento fundamental, que entra en el designio de la creación. Potencial liberador de la fe cristiana en la creación: En 2Co 4,6 se realiza la vinculación de la salvación con la creación. La creación, por Cristo es una Nueva Creación, porque la ha liberado del pecado (2Co 5,17). Esto se aplica primero al hombre, renovado interiormente por el bautismo a imagen de su Creador (Col 3,10) y hecho en Cristo "nueva criatura" (Ga 6,15). Esto se aplica también al universo, ya que el designio de Dios es reducir todas las cosas a una sola cabeza, Cristo (Ef 1,10), reconciliándolas en éste consigo mismo (2Co 5,18; Col 1,20). El mundo se ve liberado de los poderes hostiles. Cristo es el único Señor y su señorío se transmite a sus discípulos.
San Juan En el prólogo de Jn se encuentra una doctrina de la creación. Es una cumbre de la cristología y de la teología de la creación. Partiendo del Logos (Palabra, Verbo) pre-existente, Dios crea al mundo, que vuelve a Dios. Todo fue hecho por el Logos. Sin el Logos nada se hizo de cuanto se ha hecho. El Prólogo rememora Gn 1, en que Dios creaba por la Palabra. Aquí, la Palabra visita el mundo y se hace criatura. La Palabra lo ha hecho todo y es desde los comienzos vida y luz del universo (Jn 1,3ss). La Palabra es el principio de las obras de Dios (Ap 3,14). Recapitulación:-El aporte del NT a esta doctrina es que la resurrección de Jesús da una luz nueva a toda la doctrina de la creación del AT. La resurrección revela en plenitud el designio de Dios. Hch 17,22s. Pablo por primera vez, trata de explicar el pensamiento cristiano. Habla de la doctrina de la creación. Dice que el Dios que creó el mundo resucitó a Jesús, y en Jesús resucitado se encuentra la salvación. Por la creación se sabe lo que Dios quiere (Rm 1,20). La relación creación-salvación es tan estrecha, que no se comprende una sin la otra. La historia de la salvación ha culminado en Jesucristo. La mayoría de los textos del NT son continuidad con el AT: citas, alusiones indirectas o marginales. Pero también hay un aporte, que es Jesucristo, un aporte central. El NT tiene una imagen positiva y optimista del mundo creado.