Test proyectivos gráficos Emanuel F. Hammer La batería proyectiva gráfica
El instrumentos principal de la clínica psicológica es la entrevista; los tests proyectivos están al servicio de ella, pues, en rigor, no son sino dispositivos para conducir una forma especial de entrevista. En efecto, tanto en la entrevista corriente (cara a cara) como en la entrevista proyectiva (con tests) se registran e interpretan los diversos materiales biográficos expresivos, comportamentales y proyectivos que brinda el sujeto: la entrevista proyectiva se diferencia solamente por su empleo de un estimulador estándar para provocar- sobre todo- las proyecciones del sujeto y porque opera dentro de límites preestablecidos y en forma más económica. Los instrumentos se organizan en tres grandes familias proyectivas: verbales, lúdicas y gráficas. La verbal (Rorscharch, Murray) y la lúdica (Lowenfeld) son las que aparecen antes en el desarrollo de la psicología académica, pero si se reconoce- legítimamenteque la grafología constituye el primer intento de producir y analizar proyecciones con fines diagnósticos diagnósticos,, la familia gráfica gráfica deberá deberá considerarse derarse como la más antigua antigua en la exploración psicológica proyectiva. PARTE I: PREPARANDO EL ESCENARIO Capítulo 1: La proyección en el taller artístico
En los dibujos proyectivos las actividades psicomotoras de la persona se capturan en un papel . En el capítulo siguiente se fundamentará y elaborará la tesis de que la realización de dibujos constituye una de las muchas formas del lenguaje simbólico. El hombre alcanzó el estadio del lenguaje escrito solo hace poco más de dos mil años. El primitivo intentó hacer perdurar su expresión únicamente por medio de dibujos. Desde este punto de vista, la comunicación pictórica constituye un lenguaje básico o elemental. También el individuo comienza a emplear la comunicación gráfica ya hacia una época temprana de su vida. Los niños primero dibujan y solo después escriben. Por ello, en los dibujos proyectivos así como en los sueños los conflictos inconscientes emplean el lenguaje simbólico con bastante facilidad. Los dibujos al igual que el lenguaje simbólico
alcanzan las capas primitivas del sujeto. Freud y sus continuadores hicieron que no solo el clínico, sino también el artista y el público tomaran consciencia en general del hecho de que el inconsciente se expresa en imágenes simbólicas. El psicoanálisis demostró en forma muy convincente que “la intelectualización y el exagerado verbalismo de nuestra cultura fueron sobreimpuestos a los niveles más primitivos y profundos de nuestra modalidad inconsciente de expresión en imágenes.
Hace ya mucho tiempo también que se ha reconocido que todo arte contiene algún ingrediente de la personalidad íntima del artista. Fue un artista, Elbert Hubbard, quien observó observó que “cuando un artista pinta un retrato, en rigor pinta dos, el del modelo y el propio” y Alfred Tunnelle, otro artista perspicaz, comentó: “El artista no ve las cosas como son, sino como es él”. Las figuras 1 y 2 constituyen una ilustración gráfica de este principio de proyección. La figura 1 la dibujó un sujeto de sexo masculino que caminaba con ayuda de muletas. El dibujo fue realizado en respuesta a la consigan: “por favor, dibuje una persona”. Si bien no dibujó una persona apoyada en muletas, hizo una línea adicional e innecesaria, que se extiende desde la base hasta el piso, como si no pudiese concebir la posición de pie sin la ayuda de algún soporte. Es importante destacar que el examinado no se estaba dibujando conscientemente a sí mismo, y que, sin embargo, no podía dejar de proyectar la sensación interna de que es imposible estar de pie sin algún apoyo adicional. La necesidad de sostén físico se imprime en la hoja de dibujo para formar parte del retrato de un hombre. También la figura 2 fue dibujada por un adulto lisiado de sexo masculino. En este caso carecía del brazo izquierdo de nacimiento. Aunque no dibujó una persona con un solo brazo, le dio al izquierdo un tratamiento distinto: aparece debilitado y más torpe que el 1
derecho, y en el dibujo cromático de una persona (figura 3) refleja, otra vez, sus sentimientos de insuficiencia del miembro ausente. Esto Estoss ejem ejempl plos os ilus ilustr tran an la tesi tesiss de que que las las producciones producciones creadoras creadoras revelan an las necesidade necesidadess internas internas más directament directamentee que cualquier otro tipo de actividad. Resumen: Examinando el trabajo artístico creador de un número de individuos, hemos observado que las personas tienden a expresar en sus dibujos, a veces en form formaa bast bastan ante te inco incons nsci cien ente te (y a vece veces, s, involuntariamente) una visión de sí mismos tal como son, son, o tal tal como como les les gust gustar aría ía ser. ser. Los Los dibuj dibujos os representa representann una forma de lenguaje lenguaje simbólico ico que moviliza za niveles niveles relativamente vamente primitivos de la personalidad. Para decirlo con palabras de Tunnelle: “el artista no ve las cosas como son, sino como es él”. Por lo tanto, los psicólogos disponen de un material bruto a partir del cual pueden forjar un instrumento clínico. Lo que resta de este libro constituye los esfuerzos realizados por lograrlo. Capítulo 2: La proyección en el encuadre clínico
Los dibujos de un paciente merecen ser considerados temas de un análisis similar al que se emplea en relación con los sueños, o con cualquier otro material que sea parte de la conducta. Lewis señaló la ventaja de los dibujos y pinturas sobre el material oníric onírico, o, indica indicando ndo que a través través de esta esta manera manera de objeti objetivac vación ión,, a menudo menudo las dificultades inconscientes básicas de ciertos pacientes son traídas a la consciencia con mayor facilidad que mediante el análisis de los sueños.
La fase temprana de los dibujos proyectivos Tanto el procedimiento del test del dibujo de la casa-árbol-persona como el del dibujo de la figura humana se desarrollaron como tests de la personalidad a partir de escalas de inteligencia. En efecto, el test del dibujo de la figura humana de Machover nació de la experiencia de la autora con el test de Goodenough para la evaluación de la inteligencia infantil; a su vez, el test de la casa-árbol-persona (HTP) de Buck apareció como derivación de una escala de inteligencia en la que ese autor se hallaba trabajando hacia la época en que Wechsler publicó su escala de la inteligencia. Buck tuvo la misma
experiencia que los demás: observó que los dibujos se saturaban de factores no intelectuales de la personalidad y, entre los diversos subtests que había construido para la evaluación intelectual, retuvo el de HTP y lo transformó en la útil técnica proyectiva en que se ha convertido. En suma, Buck y Machover son los principales gestores y los más elocuentes expositores en el campo de los dibujos proyectivos.
Líneas Líneas conver convergen gentes tes de evidencia dencia que fundam fundament entan an la valide validezz de la interpretación de los dibujos proyectivos Los aspectos de la dinámica de la personalidad que surgen de los dibujos proyectivos, se descubrier descubrieron on mediante mediante distintas distintas vías de comprobació comprobación: n: información información sobre el examinado, asociaciones libres, traducción de símbolos mediante el análisis funcional, y comparaciones entre dibujos de una misma serie o entre dibujos e informaciones del Rorschach o del TAT. Luego se integró esta información mediante el método predilecto de los investigadores de orientación clínica, el de la consistencia interna. Es decir que el campo de la interpretación de los dibujos proyectivos se basa en los siguientes puntos fundamentales: a) El empleo de los significados simbólicos y folklore, derivados de los estudios que los clínicos han realizado sobre sueños, arte, mitos, fantasías, y otras actividades de determinismo inconsciente. B) La experiencia clínica con los mecanismos de desplazamiento y sustitución, así como con una amplia gama de fenóme fenómenos nos patológ patológico icos, s, en especi especial a l síntom síntomas as de conver conversió sión, n, obsesi obsesione oness y compulsiones, fobias y estados psicóticos, lo que solo pueden comprenderse dentro del marco que ofrece el concepto de simbolismo. C) El desciframiento de la simbolización a través de las asociaciones del paciente. D) La evidencia empírica, que se ilustrará mejor en los capítulos dedicados a los estudios de casos. E) Las simbolizaciones evidentes que surgen surgen del incons inconscie ciente nte de los psicótic psicóticos os e impreg impregnan nan la hoja hoja de dibujo dibujos. s. (Siguiendo la misma dirección, en los dibujos no-psicóticos podemos encontrar después murmullos más sutiles en el mismo idioma simbólico). F) La correlación entre los dibujos proyectivos realizados a intervalos durante el curso de una terapia, y el cuadro clínico en los momentos en que se realizan los dibujos. A medida que la colaboración terapéutica comenzaba a corregir el cuadro distorsionado que los pacientes tenían de sí mismos y del mundo se han encontrado correlaciones directas entre la desaparición del tipo de simbolismo indicador de aflicciones y los cambios de comportamiento en la terapia. G) La congruencia interna. H) Básicamente, el sistema interpretativo de los dibujos proyectivos se basa en los estudios experimentales. 2
derecho, y en el dibujo cromático de una persona (figura 3) refleja, otra vez, sus sentimientos de insuficiencia del miembro ausente. Esto Estoss ejem ejempl plos os ilus ilustr tran an la tesi tesiss de que que las las producciones producciones creadoras creadoras revelan an las necesidade necesidadess internas internas más directament directamentee que cualquier otro tipo de actividad. Resumen: Examinando el trabajo artístico creador de un número de individuos, hemos observado que las personas tienden a expresar en sus dibujos, a veces en form formaa bast bastan ante te inco incons nsci cien ente te (y a vece veces, s, involuntariamente) una visión de sí mismos tal como son, son, o tal tal como como les les gust gustar aría ía ser. ser. Los Los dibuj dibujos os representa representann una forma de lenguaje lenguaje simbólico ico que moviliza za niveles niveles relativamente vamente primitivos de la personalidad. Para decirlo con palabras de Tunnelle: “el artista no ve las cosas como son, sino como es él”. Por lo tanto, los psicólogos disponen de un material bruto a partir del cual pueden forjar un instrumento clínico. Lo que resta de este libro constituye los esfuerzos realizados por lograrlo. Capítulo 2: La proyección en el encuadre clínico
Los dibujos de un paciente merecen ser considerados temas de un análisis similar al que se emplea en relación con los sueños, o con cualquier otro material que sea parte de la conducta. Lewis señaló la ventaja de los dibujos y pinturas sobre el material oníric onírico, o, indica indicando ndo que a través través de esta esta manera manera de objeti objetivac vación ión,, a menudo menudo las dificultades inconscientes básicas de ciertos pacientes son traídas a la consciencia con mayor facilidad que mediante el análisis de los sueños.
La fase temprana de los dibujos proyectivos Tanto el procedimiento del test del dibujo de la casa-árbol-persona como el del dibujo de la figura humana se desarrollaron como tests de la personalidad a partir de escalas de inteligencia. En efecto, el test del dibujo de la figura humana de Machover nació de la experiencia de la autora con el test de Goodenough para la evaluación de la inteligencia infantil; a su vez, el test de la casa-árbol-persona (HTP) de Buck apareció como derivación de una escala de inteligencia en la que ese autor se hallaba trabajando hacia la época en que Wechsler publicó su escala de la inteligencia. Buck tuvo la misma
experiencia que los demás: observó que los dibujos se saturaban de factores no intelectuales de la personalidad y, entre los diversos subtests que había construido para la evaluación intelectual, retuvo el de HTP y lo transformó en la útil técnica proyectiva en que se ha convertido. En suma, Buck y Machover son los principales gestores y los más elocuentes expositores en el campo de los dibujos proyectivos.
Líneas Líneas conver convergen gentes tes de evidencia dencia que fundam fundament entan an la valide validezz de la interpretación de los dibujos proyectivos Los aspectos de la dinámica de la personalidad que surgen de los dibujos proyectivos, se descubrier descubrieron on mediante mediante distintas distintas vías de comprobació comprobación: n: información información sobre el examinado, asociaciones libres, traducción de símbolos mediante el análisis funcional, y comparaciones entre dibujos de una misma serie o entre dibujos e informaciones del Rorschach o del TAT. Luego se integró esta información mediante el método predilecto de los investigadores de orientación clínica, el de la consistencia interna. Es decir que el campo de la interpretación de los dibujos proyectivos se basa en los siguientes puntos fundamentales: a) El empleo de los significados simbólicos y folklore, derivados de los estudios que los clínicos han realizado sobre sueños, arte, mitos, fantasías, y otras actividades de determinismo inconsciente. B) La experiencia clínica con los mecanismos de desplazamiento y sustitución, así como con una amplia gama de fenóme fenómenos nos patológ patológico icos, s, en especi especial a l síntom síntomas as de conver conversió sión, n, obsesi obsesione oness y compulsiones, fobias y estados psicóticos, lo que solo pueden comprenderse dentro del marco que ofrece el concepto de simbolismo. C) El desciframiento de la simbolización a través de las asociaciones del paciente. D) La evidencia empírica, que se ilustrará mejor en los capítulos dedicados a los estudios de casos. E) Las simbolizaciones evidentes que surgen surgen del incons inconscie ciente nte de los psicótic psicóticos os e impreg impregnan nan la hoja hoja de dibujo dibujos. s. (Siguiendo la misma dirección, en los dibujos no-psicóticos podemos encontrar después murmullos más sutiles en el mismo idioma simbólico). F) La correlación entre los dibujos proyectivos realizados a intervalos durante el curso de una terapia, y el cuadro clínico en los momentos en que se realizan los dibujos. A medida que la colaboración terapéutica comenzaba a corregir el cuadro distorsionado que los pacientes tenían de sí mismos y del mundo se han encontrado correlaciones directas entre la desaparición del tipo de simbolismo indicador de aflicciones y los cambios de comportamiento en la terapia. G) La congruencia interna. H) Básicamente, el sistema interpretativo de los dibujos proyectivos se basa en los estudios experimentales. 2
El descubrimiento de la lateralidad anatómica y de su exactitud gráfica increíblemente coherente, subraya la característica de autorretrato que poseen los dibujos proyectivos. Los intentos de fundamentar la tesis de la proyección proyección gráfica gráfica mediante mediante el estudio estudio de personas con impedimentos sensoriales o físicos, son bastantes populares. No solo se proyectan los aspectos físicos de la imagen corporal, sino también los aspectos psicológicos. En apariencia, el autoconcepto es fundamental para lograr buenas relaciones con los pares, y este aspecto del autoconcepto se manifiesta en los dibujos que realizan niños populares e impopulares. También se observó que los dibujos revelan con bastante sensibilidad las situaciones estresantes. En consecuencia, la afirmación de que el sujeto dibuja no solo lo que ve, sino, sobre todo, todo, lo que siente siente,, resume resume las observ observaci aciones o nes de los psicól c ólogos o gos clínic clínicos os y experi experimen mental tales es que ya hemos hemos citado citado.. El examin examinado ado,, por medio del tamaño tamaño,, el emplazamiento, de la presión de la línea, del contenido del dibujo, transmite, además de lo que ve, lo que siente. Sus aspectos subjetivos colorean y definen su intento objetivo. Naumburg señala que Luquet, el psicólogo francés, indicó hace mucho que tanto los niños como los primitivos dibujan elementos que consideran consideran esenciales, esenciales, dejando de lado otros que pueden no concernirles, y además incluyen aspectos que se sabe que están pero que no son visibles. El propósito de los niños y de posprimitivos no es el realismo objetivo sino lo que Luquet llama el realismo mental. Nuestros experimentos han demostrado que también los adultos tienen ese propósito.
e importancia importancia expresiva expresiva de autoinflació autoinflación. n. Dentro del patrón patrón normal, los niños y adolescentes tienden a dibujarse más potentes, seductores o más grandes y mayores de lo que son; esto nos revela qué anhelan para sí mismos. En la figura representan la realidad deseada. Los niños y adolescentes capaces de compensación, expresan esa capacidad en sus dibujos. En la dirección opuesta, siempre dentro del continuo del tamaño, se encuentra el niño con sentimientos de insuficiencia más acentuados, con mayor consciencia de que nació enano en un mundo de gigantes. Este niño tiende a dibujar persona débiles e insignificantes, protegidas y reforzadas por medio de armas de fuego o palos. Mientras que el niño agresivo dibuja los brazos grandes y peligrosos, con largos dedos, el niño retraído o insuficiente, “se olvida” por completo de dibujar las manos –como si no hubiese tenido manos que los ayudaran cuando las necesitaba o como si fuesen algo culposo que puede usarse para hacer cosas que nuestra cultura considera tabú. Hinrich obtuvo dibujos de la figura humana de niños delincuentes y no-delincuentes. Los niños delincuentes, en un grado estadísticamente significativo, dibujaban con mayor frecuencia soldados o cowboys, como reflejo de sus esfuerzos viriles (que a menudo los empujaban a realizar actos delictivos para sentirse poseedores de muchos de los rasgos rasgos estereotip estereotipados ados simbolizados simbolizados por los soldados soldados y los cowboys, cowboys, quienes se imponen mediante la fuerza y la agresión).
Algunos breves ejemplos clínicos clínicos
Se eligieron las figuras 1, 2 y 3 para ilustrar la amplia gama de di ferencias individuales a lo largo de una única variable (el tamaño). Los dibujos de la figura humana pueden asumir (como en la figura 1) los caracteres de una representación exagerada de fuerza
Hay dibujos en los que un árbol vigoroso y bien enraizado se correlaciona con una figura humana parada sólidamente y con determinación; otras veces, tanto el árbol como la persona aparecen tambaleantes y al borde de la caída. Vemos entonces que la autoimagen puede proyectarse tanto en conceptos animados como inanimados (véanse figuras 9 y 10). 3
Pero los dibujos de la figura humana o del árbol no son, de ninguna manera, los únicos capaces capaces de recibir proyeccio proyecciones. nes. Para comunicar comunicar sentimientos mientos profundos también pueden utilizarse dibujos de animales, casa y de otros objetos. Tanto este dibujo de la casa, como los dos precedentes del árbol y los de la figura humana ofrecen una confirmación convincente del principio de que la gente dibuja lo que siente dentro de sí en lugar de, o además de lo que ve. Antes de seguir adelante debemos señalar que aunque algunos psicólogos clínicos interp interpret retan an todos todos los dibujo dibujoss como como proye proyecci cciones o nes de la imagen imagen corpor corporal al o del autoconcepto, no todos implican un autorretrato de este tipo. Aunque lo más frecuente sea la proyección del yo que se siente poseer o del yo idealizado, hay casos en que el dibujo de la figura humana puede reflejar las percepciones de personas significativas del medio. Por supuesto que los niños tienen mayor predisposición que los adultos a representar figuras parentales en sus dibujos de personas. En la práctica práctica la confirmación confirmación de las especulaciones especulaciones interpretativ interpretativas as hechas sobre la base de un dibujo debe buscarse no solo en la confrontación de otros dibujos, sino en las conclusiones de la batería proyectiva completa, en la historia del caso, en la impresión clínica obtenida durante la entrevista con el paciente, y en cualquier otra información. Por lo tanto, si los dibujos coinciden con la conducta manifiesta y con el contenido del Rorschach, y constituyen un patrón continuo dentro de la variable formación reactiva de la personalidad del sujeto, podemos aceptar las implicaciones que de ellos se derivan con mayor confiabilidad. Por lo general las interpretaciones deberían representar la convergencia de varias o muchas líneas de datos. Este principio de convergencia no difiere esencialmente del que guía el análisis de los sueños en la terapia psicoanalítica, la interpretación del Rorschach y el análisis temático de los datos del TAT. En rigor es un principio básico de toda metodología científica.
Efecto del entrenamiento artístico en los dibujos proyectivos Una pregunta frecuente de los estudiantes se refiere a los efectos del entrenamiento artístico –realizado en la escuela primaria y secundaria- sobre los dibujos entendidos como expresión libre o sin trabas de una personalidad. Para responder a esta cuestión basta ver la rapidez con que los individuos desechan los efectos represivos del aprendizaje de la caligrafía, una vez que terminan sexto grado, que es el último nivel escolar en que se aplica este molde que estereotipa de un modo artificial la verdadera
expresión de la personalidad tal como prorrumpe a través del nivel psicomotor. Cuando los estudiantes han llegado al octavo grado su escritura es tan variada como la gama de sus personalida personalidades. des. Sus escrituras escrituras se han liberado del molde que las trababa para comenzar a moverse en mayor libertad y congruencia con sus propias personalidades, sea que resulte apretada en el tamaño o tímida en la presión, audaz en sus dimensiones o agresivamente salvaje en el ataque al papel, flexible y pareja en su marcha o ampulosa y florida en sus rasgos. El entrenamiento artístico, por su misma naturaleza, favorece la expresión libre mucho más que el entrenamiento en caligrafía. Por ello es posible que contamine menos la interpretación de los dibujos proyectivos que lo que el entrenamiento en caligrafía contamina el análisis de la escritura. En rigor, se ha observado a menudo que la habilidad como artista más que como interferencia sirve para aumentar la capacidad de autoexpresión gráfica en los medios proyectivos. Waehner investigó el efecto del entrenamiento artístico avanzado sobre los dibujos proye proyecti ctivos vos.. Encont Encontró ró que no había había difere diferenci ncias a s entre entre estudi estudiant antes es con y sin entrenamiento artístico (o intereses artísticos) con respecto al grado de precisión con que se los podía diagnosticar sobre la base de sus dibujos proyectivos.
Postulados teóricos La orientación teórica de este libro ha sido expresada en otra parte con las siguientes formulaciones: a) Existe Existe en el hombre hombre una tendencia tendencia a ver el el mundo de manera manera antropomór antropomórfica, fica, a través de su propia imagen –y esto facilita facilita los aspectos aspectos proyectivos proyectivos implicados en el dibujo de una casa, de un árbol, de una persona, de un animal, o, desde este punto de vista, de cualquier otra cosa-. b) La esenci esenciaa de la visi visión ón antrop antropom omór órfifica ca del medi medioo es el meca mecani nism smoo de proyección. La proyección se define como el dinamismo psicológico por el cual uno atribuye las propias cualidades, sentimientos, actitudes y esfuerzos a objetos del medio (personas, otros organismos, cosas). El contenido de la proyección puede o no ser reconocido por la persona como parte de sí mismo. En relación con esto, el concepto de proyección sustentado aquí es más amplio que el primitivo de Freud, quien pensaba que el contenido de la proyección está siempre reprimido y que la función de la proyección es permitir tir que la persona se maneje con un peligro peligro externo cuando le resulta resulta 4
difícil manejarse con uno interno. Para ello, primero debe reprimir este último y después proyectarlo (tal como esta implicado en el negar un rasgo en uno mismo y atribuírselo a otras personas u objetos). c) Las distorsio distorsiones nes forman forman parte parte del proceso proceso de proyecció proyecciónn siempre siempre que: a) la proyección tenga una función defensiva (proyección en el sentido de Freud); b) Se invistan a los datos tangenciales, parciales o superficiales de l os objetos con significados de la propia vida del sujeto, que no corresponde a la imagen real o total del objeto, y c) se adscriben cualidades al objeto cuya presencia el sujeto niega en sí mismo (otra vez la proyección en el sentido freudiano). Las distorsiones en el mecanismo de proyección se parecen mucho a la situación de un hombre que, de acuerdo con la analogía de Gondor, solo tiene un número limitado de diapositivos para un aparato de proyección, y que, sin que importe cuál sea la situación o el tipo de pantalla, solo puede proyectar esas fotografías que tiene disponibles. La percepción del mundo de una persona con perturbaciones emocionales no es siempr siempree exacta exacta.. Puede Puede tener tener distor distorsio sionad nadas, as, y las distor distorsio siones nes del mundo mundo caracterís características ticas de cada uno aparecen aparecen en los dibujos proyectivos proyectivos y se registran en la hoja de papel.
Resumen Los dibujos proyectivos ponen en juego el flujo de las necesidades de la personalidad que invaden el área de la creatividad gráfica. Pero de todos modos deben hacerse ciertas concesiones a los requerimientos de estandarización que ti ene la psicología: por lo tanto siempre se piden al entrevistado los mismos temas (casa, árbol, persona, animal), en el mismo tamaño de papel y con material estandarizado. Una vez que el psicólogo clínico y/o experimental sabe que las necesidades profundas del hombre a) colorean su esfuerzo creador y b) muestran una afinidad con el lenguaje pictórico, ya puede disponer de una técnica de fácil y rápida administración que despierta los niveles profundos del sentimiento humano. Básicamente, tanto a través del énfasis que la persona pone en los diferentes elementos de sus dibujos, como de la realización gráfica en su totalidad, podemos llegar a saber mucho acerca de lo que a esa persona le pasa, de cómo ello la afecta, y del modo en que lo maneja. En el campo de los dibujos proyectivos, la interpretación se basa, empíricamente, en los siguientes puntos fundamentales: a) el uso de los significados simbólicos comunes en psicoanálisis y folklore, derivados de los estudios sobre sueños, mitos, arte, fantasía y otras actividades actividades semejantes semejantes impregnadas impregnadas de determinism determinismoo inconscien inconsciente. te. B) la
experiencia clínica con los mecanismos de desplazamiento y sustitución, así como con una amplia gama de fenómenos patológicos, especialmente síntomas conversivos, obsesi obsesione oness y compuls compulsion iones, es, fobias fobias,, y estado estadoss psicót psicótico icos, s, los que solo pueden pueden comprenderse dentro del marco conceptual del simbolismo. C) el desciframiento de la simbolización usada en los dibujos, mediante las asociaciones del paciente. D) la evidencia empírica derivada de los dibujos previos de los pacientes. E) combinando la dirección que ofrecen las hojas de dibuj o impregnadas de las simbolizaciones evidentes que surgen del inconsciente de los psicóticos, se pueden luego detectar en el mismo lenguaje simbólico murmullos más sutiles en los dibujos de los no psicóticos. F) la correlación entre los dibujos proyectivos realizados a intervalos durante el curso de una terapia y el cuadro clínico en los momentos en que se realizan los dibujos. G) la coherencia interna entre un dibujo y el otro, entre los dibujos y las otras técnicas incluidas en la batería proyectiva, entre los dibujos y los sueños, entre los dibujos y el cuadro del comportamiento, y entre los dibujos y la historia del caso. H) por último, no menos importantes, los estudios experimentales. El campo de la interpretación de los dibujos proyectivos también descansa sobre varios postulados teóricos: a) existe una tendencia en el hombre a ver el mundo de manera antropomórfica, a través de su propia imagen, b) la esencia de la visión antropomórfica del medio es el mecanismo de proyección, c) las distorsiones forman parte del mecanismo de proyección siempre que la proyección tenga una función defensiva, es decir que esté al servicio de adscribir al mundo externo aquello que el sujeto niega de sí mismo. PARTE III: COMPONENTES EXPRESIVOS Capítulo 3: Aspectos expresivos de los dibujos proyectivos
Los músculos de las personas son honestos. Cuando tratamos de ocultar lo que tenemos en la mente, nos delatan los músculos del rostro y de los hombros y nuestra postura corporal. Es difícil sonreír cuando el corazón nos dice que lloremos. Al psicólogo clínico también le interesa saber si la cooperación que el examinado ofrece es básica o solo superficial, como ocurre en los casos en que se dibujan figuras de palotes, las cuales constituyen un índice aparente de acatamiento a la consigna, pero implican evasividad y/o negativismo encubiertos. Pero además es necesario considerar la estructura y el contenido de los dibujos. La fase estructural o expresiva del dibujo abarca el tamaño de éste, la presión y la calidad 5
de la línea, el emplazamiento en la hoja de papel, la exactitud, grado y áreas de completamiento y detalles, la simetría, perspectiva, proporciones, sombreado, reforzamiento y el borrado. En cambio para el análisis de contenido, se debe tener en cuenta la postura de las figuras, la expresión facial y la importancia que se da a diferentes detalles tales como la chimenea, la ventana o la puerta en la casa, las ramas o raíces del árbol, las distintas partes del cuerpo con la ropa y accesorios en la persona, etc. Este capítulo está dedicado a los componentes expresivos del dibujo. Los siguientes se referirán al contenido. Los movimientos expresivos de los niños, sean amplios (como en el consultorio terapéutico) o estrechos (como en la hoja de dibujo). Los adultos en cambio, tienden a expresar sus pautas constrictivas, expansivas o agresivas mediante el manejo del espacio en el papel y no por medio de conductas manifiestas de aislamiento o expansión en el consultorio clínico. Por esta razón, a menudo se ha considerado que las técnicas proyectivas poseen mayor utilidad con los adultos que con los niños, pues aquéllos encubren sus necesidades básicas con capas defensivas y sofisticadas, mientras que los niños emplean menos máscaras defensivas y se expresan de un modo más franco o directo. Sin embargo, todos los individuos, tanto niños como adultos, se expresan mediante pautas características de movimiento que revelan la unidad (o falta de unidad) de sus personalidad y pautas culturales de movimiento que cada uno moldeó de acuerdo con su idiosincrasia.
Secuencia Cuando analizamos los datos de los tests gráficos en términos de la secuencia en que emergen los derivados del impulso, las defensas y la adaptación, somos testigos de cambios dinámicos y económicos que ponen de manifiesto rasgos estructurales del sujeto. Si examinamos muestras del proceso gráfico mientras éste se está llevando a cabo, podemos estudiar los rasgos estructurales del conflicto y la defensa como si se proyectasen con cámara lenta. Casi tan importante como observar la secuencia en que se van sucediendo los detalles de un dibujo es considerar la secuencia de dos dibujos diferentes. La secuencia del tratamiento que el examinado efectúa con la calidad de la línea a veces ofrece significados diagnósticos.
También el análisis de la secuencia de la serie de dibujos puede ofrecer indicios sobre el impulso o energía de la persona, y facilitar datos que permitan apreciar el control que ella ejerce sobre dichos impulsos. Los dibujos de pacientes que sufren de depresión marcada se caracterizan por una llamativa escasez de detalles, o por la incapacidad de completar el dibujo de por sí exiguo o por ambas cosas. Los psicóticos fronterizos revelan a veces su perturbación mediante la reacción emocional que surge en la secuencia de los dibujos. A medida que se aproxima a áreas más interpersonales en la progresión que parte del dibujo de la casa y se dirige al de la persona pasando por el del árbol, la incomodidad da lugar al temor y el temor al pánico.
Tamaño El tamaño del concepto gráfico contiene indicios acerca del realismo de la autoestima del examinado, de su autoexpansividad característica, o bien de sus fantasías de omnipotencia. Los dibujos pequeños corresponden a personas con sentimientos de inadecuación y quizá con tendencia al retraimiento. En cambio, los dibujos demasiado grandes tienen a presionar los bordes de la página, denotan sentimientos de constricción ambiental acompañados, y esto es importante, de acciones o fantasías sobrecompensatorias concomitantes. La hipótesis frustración-agresión aplicada a áreas socioraciales. En efecto, se observó que los dibujos de los niños negros eran demasiado grandes en relación con la hoja de dibujo, sin un espacio adecuado que los enmarcara y tendían a tocar los márgenes laterales de la página. En cambio, esto no se producía en los de los niños blancos. Así se confirmó la hipótesis de que el sentimiento de frustración que produce un ambiente restrictivo se manifiesta en el tamaño de los dibujos. También se comprobó que el individuo que dibuja una figura excesivamente grande posee dentro de sí una fuerte corriente agresiva, pues la persona que dibujaron los niños negros tenían atributos tales como armas, hombros cuadrados, dedos agresivos y dientes muy marcados. En rela ción con el tamaño pequeño, tanto Traub como Lenibke, que en forma independiente estudiaron dibujos de niños temerarios y de niños tímidos, observaron que los dibujos muy pequeños se correlacionaban con sentimientos de inferioridad. Waehner, informa que las niñas cuyos dibujos libres eran muy pequeños, resultaron ser, de acuerdo con otros criterios, ansiosas, vergonzosas, limitadas o muy autocontroladas.
Presión 6
Se ha comprobado que, así como el tamaño, la presión del lápiz sobre el papel es un indicador del nivel energético del individuo. Buck comprobó que por lo general, los orgánicos dibujaban líneas pesadas y con una gran fuerza. Sin embargo, también las personas extremadamente tensas a veces pueden realizar el tipo de línea característica de los enfermos mentales. En el extremo opuesto del continuo, las líneas suaves y débiles son típicas de las personas que sufren de depresión o que se sienten desubicadas.
Trazo Alschuler y Hattwick comprobaron que los niños que dibujaban con trazos largos eran los que mantenían un firme control de su conducta, en tanto que el comportamiento de los que usaban trazos cortos, era más impulsivo. También Mira afirma: en general, la longitud del movimiento de un trazo tiende a aumentar en las personas inhibidas y a decrecer en las excitables. Los niños que utilizan trazos rectos tienden a ser autoafirmativos, mientras que los que realizan trazos circulares son más dependientes y emotivos. Krout comprobó que las líneas redondeadas están saciadas a la femineidad y las rectas, a los estados de ánimo agresivos. Las líneas dentadas –que constituyen el símbolo de la unidad más agresiva de la armada hitlerista- se relacionan con la hostilidad. Buck indicó que las líneas quebradas, indecisas, o que poseen continuidad solo porque fueron varias veces reforzadas, por lo general se asocian con la inseguridad o la ansiedad. El presente autor comprobó que las líneas tirantes (finas y como estiradas a lo largo) que irradian una sensación de tensión, a menudo se observan en los dibujos de personas con estados emocionales rígidos o tensos, como un violín mal afinado y discordante. Si las líneas fragmentadas o esbozadas están muy destacadas, expresan ansiedad, timidez, falta de autoconfianza, vacilación en la conducta y en el enfrentamiento con situaciones nuevas. El borrar de un modo excesivo constituye un correlato gráfico de a) la incertidumbre y la indecisión, o b) de la autoinsatisfacción. Dentro del área de la normalidad se ha podido observar que los dibujos implican un buen ajuste son aquellos cuyas líneas fluyen libremente, decididas y bien controladas.
Detalles
Los detalles inadecuados constituyen la reacción gráfica preferida de las personas con una clara tendencia al retraimiento. La ausencia de detalles adecuados transmite una sensación de vacío y de reducción e nergética característica de las personas que utilizan el aislamiento emocional como defensa y, en ocasiones, de las personas depresivas. En cambio, el empleo de detalles excesivos, como podría suponerse sobre la base del contacto empírico con una población emocionalmente perturbada, es característico de los obsesivos-compulsivos. El correlato emocional más frecuente de los detalles excesivos en un dibujo, es la sensación de rigidez. Por lo general estas realizaciones gráficas expresan una actitud de escasa libertad, muy controlada y básicamente defensiva corresponden a personas para quienes las relaciones espontáneas con los demás y con el mundo que las rodea representan una grave amenaza.
Simetría Hace ya tiempo que la simetría fue considerada como uno de los principios mas elementales de la Gestalt. Por lo tanto no es casual que se haya comprobado que los dibujos con fallas en la simetría revelan una inadecuación de los sentimientos de seguridad en la vida emocional. En el extremo opuesto, cuando la simetría bilateral está acentuada hasta el punto de producir un efecto de rigidez, el control emocional es de tipo obsesivo-compulsivo (lo mismo que el factor rigidez que hemos comentado en la sección anterior) y puede expresarse como represión e intelectualización exagerada. Según Waehner existe otro grupo clínico que también somete sus dibujos a una inflexible simetría: el de los pacientes depresivos. Un 60 por ciento de los dibujos neuróticos depresivos ofrecían esa característica, en comparación con el 25 por ciento de un grupo de control.
Emplazamiento Según Alschuler u Hattwick, los niños que centraban los dibujos en el medio de la hoja manifestaban una conducta más emotiva, autodirigida y centrada en ellos mismos que el resto del grupo. Los que hacían dibujos descentrados, en general poseían características más dependientes e incontroladas. Wolff comprobó que, a menos que se llegue al extremo de la minuciosidad, el hecho de centrar los elementos gráficos indica una “alta seguridad”. De acuerdo con una hipótesis de Buck acerca del emplazamiento en el eje horizontal de la página, cuanto más hacia la derecha del punto medio de la hoja esté el punto medio 7
del dibujo, más probable es que el individuo tenga un comportamiento estable y controlado, postergue la satisfacción de sus necesidades e impulsos, y prefiera las satisfacciones intelectuales a las emocionales. A la inversa, cuanto más hacia la izquierda del punto medio de la página se encuentra el punto medio del dibujo, mayor es la posibilidad de que el individuo tienda a comportarse impulsivamente y busque satisfacción inmediata, franca y emocional de sus necesidades e impulsos. Con respecto al emplazamiento a lo largo del eje vertical de la hoja, Buck presenta la siguiente hipótesis: cuanto más arriba del punto medio de la página se encuentre el punto medio del dibujo, es más probable a) que la persona sienta que realiza un gran esfuerzo, que su meta es casi inalcanzable; b) que la persona busque sus satisfacciones en la fantasía y no en la realidad, o c) que se mantenga distante y relativamente inaccesible. Cuanto más abajo del punto medio de la hoja esté emplazado el punto medio del dibujo hay mayor probabilidad de que a) la persona se sienta insegura e inadaptable y que este sentimiento le produzca un estado de depresión anímica, o b) que la persona se encuentre ligada a la realidad u orientada hacia lo concreto. Las investigaciones antropológicas coinciden en destacar la ecuación universal que equipara a la parte de arriba con la ideación, la fantasía o el mundo de las ideas, y a la de abajo con lo terrestre, lo firme, lo sólido y lo concreto. Estos estudios normativos coinciden con los descubrimientos de Buck según los cuales los individuos regresivos manifiestan una tendencia a ocultar sus dibujos en el rincón izquierdo superior. Las figuras que se unen al borde del papel (como, por ejemplo, los dibujos de ventanas unidas al borde de las paredes) revelan necesidad de sostén, temor a la acción independiente y falta de seguridad.
Movimiento Solo ocasionalmente aparece movimiento en los dibujos proyectivos, y cuando aparece generalmente es en lo dibujos de niños. Warhner observó que los niños dotados incluyen movimiento en la mayor parte de sus figuras (personas caminando o corriendo, perros saltando, pájaros volando, árboles meciéndose, etc.). Los depresivos dibujan pocos elementos móviles y los psicóticos muy poco o muchos. Los niños débiles mentales son los que menos lo incluyen. Síntesis defectuosa y otros índices de psicosis La síntesis defectuosa en los dibujos es característica de las personas que sufren trastornos emocionales graves.
El retorcido paisaje mental de los pacientes psicóticos se manifiesta en la producción igualmente desordenada que estampan en la hoja de dibujo. Además es común que usen mucho el sombreado y el tizne, lo cual constituye una expresión directa de la atmósfera psicótica, atmósfera gris que encierra un profundo descontento. Hoy se sabe que las proyecciones simbólicas de los enfermos mentales son todas significativas, independientemente de que, por el momento, el psicólogo clínico posea o no la capacidad de comprenderlas. En conclusión, podemos decir que el trazo del lápiz al apoyarse sobre la hoja de papel, lleva consigno, inevitablemente, según palabras del artista norteamericano Robert Henri “el estado exacto en que la persona se encuentra en ese momento; ese estado permanece ahí, listo para que lo vean y lo lean todos aquellos que sean capaces de comprender esos signos”. PARTE III: COMPONENTES DEL CONTENIDO Unidad 1: Test de la figura humana Capítulo 4: Dibujo proyectivo de la figura humana
Introducción La verdad, tal como la veo yo, consiste en que: 1. Todo dibujo, síntoma, fantasía o acto tiene una historia de la cual surgieron. 2. Esta historia es un campo de vectores organizado y dinámico. 3. En cada caso determinado el dibujo o símbolo es el producto de un campo único. 4. En otros casos el mismo dibujo o símbolo puede ser el resultado de un campo diferente. 5. El campo que produce un dibujo o símbolo particular está “estratificado”, o sea, es multidimensional. 6. El dibujo o símbolo es económico y esta sobredeterminado. 7. En una matriz de factores, un psicodinamismo particular puede producir un símbolo gráfico A; en otra matriz, uno no-A; en otra, uno contra-A, y en otra, uno A-recíproca. La cantidad de información que es posible obtener mediante esta técnica proyectiva varía según la comprensión, experiencia y habilidad del psicólogo.
Supuestos 8
1. 2.
El supuesto básico es que los dibujos están determinados. El segundo supuesto es que los dibujos están determinados por factores psicodinámicos nucleares. 3. El tercer supuesto es que esta nuclearidad surge como resultado del concepto de “imagen corporal”. De acuerdo con este concepto, cada uno de nosotros posee en su aparato psíquico una imagen de sí mismo, una imagen acerca del tipo de persona que cada uno es, la cual posee una estructura psíquica y profundamente inconsciente. Dicha imagen se basa en convenciones, en sensaciones y estructuras corporales, y en la traslación simbólica de actitudes en características corporales. 4. Aunque los dibujos estén determinados por una combinación de factores culturales, de entrenamiento personal, biomecánicos, transitorios y caracterológicos, estos últimos pueden ser aislados, identificados, y hasta cierto punto, cuantificados. 5. Exis ten operaciones intermediarias entre los detalles de un dibujo y las fuerzas que lo determinan; estas operaciones poseen una gramática y una sintaxis similares a las que gobiernan l os símbolos oníricos, las estructuras de la fantasía y los desplazamientos somáticos.
Técnica del dibujo de una persona Esta técnica puede enfocarse como un tipo de test situacional en el que se enfrenta al examinado, no solo con el problema de dibujar una persona, sino también con el de orientarse y conducirse en una situación determinada y adaptarse a ella. En sus esfuerzos por resolver estos problemas la persona se compromete en conductas verbales, expresivas y motoras. Estas conductas así como el dibujo mismo, ofrecen datos para el análisis psicológico. Procedimiento básico Equipo: el procedimiento básico consiste en entregar al examinado un lápiz blando y papel en blanco de un tamaño de 21 centímetros por 28 aproximadamente. El papel debe estar ubicado al alcance de su brazo de modo que pueda seleccionar la hoja y colocarla en la posición que prefiera. El escritorio debe tener una superficie lisa e iluminación suficiente. El individuo debe estar sentado con comodidad, con espacio suficiente para los brazos y la s piernas. Consignas: Presumiremos que ya se ha establecido el rapport entre examinado y examinador. En ese momento el examinador dice: “por favor dibuje una persona”. Esto
puede provocar una cantidad de preguntas y muchas protestas del examinado en relación a su ineptitud artística. Como respuesta a la clase de preguntas relacionadas con el tipo de dibujos, el examinador debe limitarse a comentarios muy generales del tipo de “dibuje lo que prefiera, del modo que prefiera”. Si bien esto puede repetirse como aliento y estímulo no debe darse ninguna otra consigna específica. Para el psicólogo clínico la conducta preliminar al dibujo, la que se produce durante la realización del dibujo y la producción artística resultante revisten la misma importancia. Si el examinado continúa reticente, el examinador podrá utilizar todas las técnicas o formas de persuasión que conozca, pero sin dar ninguna información específica adicional. Deberá destacarse que el talento artístico no es importante y que cualquier cosa que haga está bien. Si el examinado dibuja una figura incompleta, se le pide que tome otra hoja y dibuje una completa (el examinados debe recordar que hay que enumerar las hojas en forma consecutiva). Es necesario explicar qué se entiende por figura completa. Una fi gura que incluya la mayor parte de las cuatro áreas principales del cuerpo, puede considerarse completa. Las cuatro áreas del cuerpo son: cabeza, torso, brazos y piernas. Si cualquier de estás áreas está totalmente omitida, la figura debe considerarse incompleta. Pero si se omite solo una parte del área, como por ejemplo las manos, los pies o alguna parte del rostro, el dibujo está aceptablemente completo. Si el examinado hace apenas un esbozo, dibuja una figura de palotes o un estereotipo o una representación abstracta, se le pedirá que tome una hoja adicional y dibuje una persona; pero en este caso no se aceptarán ni estereotipos, ni esbozos (según sea el caso), y deben repetirse las consignas hasta que resulte un dibujo satisfactorio de la figura humana. Después de este procedimiento ya se poseen uno o más dibujos consecutivos numerados, uno de los cuales, por lo menos, constituye una figura aceptablemente completa. Si dicha figura es un hombre, se deberá decir “esta es una figura masculina, por favor ahora una femenina” y viceversa. Las reacciones del examinado podrían variar de manera semejante a las descrit as previamente y las respuestas del examinador deberán ser las apropiadas a cada caso. Observaciones e interpretaciones: este aspecto de la técnica consiste en el registro de proposiciones descriptivas e interpretativas acerca de la conducta y de los dibujos del examinado. Conducta 9
La conducta del examinado puede describirse en relación con sus aspectos verbales, motores y de orie ntació n. Se lo enfrenta con una situación de algún modo inestructurada. ¿Cómo se orienta?, ¿Expresa una gran necesidad de consignas? Y, si es así, ¿expresa esa necesidad directa y verbalmente o indirectamente, mediante movimientos expresivos y actividades motoras?, ¿Se entrega a la tarea con comodidad y confianza?. ¿Expresa dudas con respecto a su habilidad?. Y, en ese caso, ¿las expresa directa o indirectamente, verbalmente o por medio de la actividad motora?.
Análisis del dibujo Secuencia de la figura La mayor parte de las investigaciones consignadas en la literatura verifican el hecho de que: 1) la gran mayoría de los individuos dibujan primero figuras de su propio sexo; 2) que la incidencia de desviaciones de esta regla es mayor entre los sujetos que solicitan o requieren tratamiento psicoterapéutico. En los porcentajes reales que se han consignado existen ciertas variaciones. Estos dos hechos indican que lo común es que se dibuje primero la figura de su propio sexo, y que es posible que un pequeño grupo seleccionado de homosexuales dibuje primero la figura del sexo opuesto. Pero esto no significa que todo individuo que dibuja primero la figura del sexo opuesto sea un homosexual o un neurótico. Los psicólogos clínicos con experiencia saben lo peligroso que resulta aplicar generalizaciones normativas a un individuo. Lo válido es preocuparse por explorar las razones por las que un examinado dibuja primero el sexo opuesto, pues constituye un procedimiento atípico. Algunas de las explicaciones que he encontrado para los casos mencionados anteriormente, en lo que la primera figura dibujada era del sexo opuesto; confusión de identificaciones sexuales; gran dependencia del padre del sexo opuesto o intensa fijación con él; gran dependencia de alguna otra persona del sexo opuesto o intensa fijación en ella; regresión a un estadio de narcisismo primario en el que se es uno con la madre. Descripción de figuras He observado que mediante la simple descripción de las figuras es posible captar aspectos muy aclaratorios.
De acuerdo con la experiencia de la mayoría de los psicólogos clínicos, todos los individuos, hasta los incultos e inexpertos, e incluso los niños pequeños, transmiten ideas expresivas cuando dibujan figuras. Comparación de figuras
Todo el mundo es capaz de dibujar dos figuras que difieran entre sí de algún modo. Ese modo particular de diferenciarse es elegido, conscie nte o inconscientemente por el individuo, y por lo general esa elección resulta valiosa como información con respecto a sus actitudes psicosexuales. En la figura 7ª, por ejemplo, el hombre es mucho más pequeño y menos móvil, y tiene brazos más cortos que la mujer de la figura 7B. Esto constituye un comentario descriptivo acerca de las diferencias entre ambos dibujos. Un posible interpretativo basado en estas diferencias objetivas sería el de que el hombre es un individuo más pequeño y pasivo que la mujer. Esta interpretación se fundamenta en los siguientes elementos: la forma de estar parada, la postura y los brazos de la mujer sugieren actividad, mientras que la postura, los brazos y las manos del hombre dan la impresión de que no está en movimiento, que está parado, con las manos en los bolsillos, mirando. A partir de aquí, ya podemos alejarnos un poco más del dibujo objetivo hacia la interpretación de que para el examinado el hombre es inactivo (pasivo), introvertido, en tanto que la mujer es activa, extravertida, agresiva. Existen otros factores que determinan caracterizaciones de los dibujos. Las manos y los brazos son las partes del cuerpo humano que hacen cosas, establecen contacto, castigan o defienden. De acuerdo con mi experiencia, en los dibujos de figuras humanas el trazo hacia el cuerpo revela tendencias hacia la introversión, en tanto que el trazado hacia fuera del cuerpo por lo general indica extraversión. 10
El hecho de que tanto en la mujer como en el hombre estén muy cuidados los detalles tales como el cinturón y el escote bien demarcados, indica que el examinado es algo compulsivo y está preocupado por el detalle y el orden. El modo en que traza y retraza el torno del hombre (el saco está dibujado y vuelto a dibujar hasta alcanzar las proporciones correctas) refuerza la interpretación de compulsividad y orden. En conclusión, comparando los dibujos del hombre y de la mujer, pueden efectuarse los siguientes comentarios interpretativos: S. es un individuo introvertido, ansioso, meditabundo, compulsivo, sensible, pasivo; más espectador que hombre de acción. Tiene necesidad de nutrición y de apoyo, y espera recibirlos de la figura materna. Se siente pequeño frente a las mujeres, a las que siente agresivas y amenazadoras. Está preocupado por los derivados anales (esto implica una gran inmersión dentro de la teoría psicoanalítica, sin la cual no se puede ir mucho más allá de la superficie) y sus identificaciones psicosexuales son conflictivas. Tamaño La relación entre el tamaño del dibujo y el espacio gráfico disponible puede vincularse con la relación dinámica entre el individuo y su ambiente, o entre el individuo y las figuras parentales. El tamaño expresa cómo responde el individuo a las presiones ambientales. Si la figura representativa del concepto de uno mismo es pequeña, puede formularse la hipótesis de que el individuo se siente pequeño (inadaptado) y que responde a los requerimientos del ambiente con sentimientos de in ferioridad. Si la figura es grande, significa que el individuo responde a las presiones ambientales con sentimientos de expansión y agresión. Es necesario aclarar algo acerca de los significados de grande y pequeño. El tamaño promedio de una figura completa es, aproximadamente, de 18 centímetros o de dos tercios del espacio disponible. Pero más importante que el tamaño absoluto es la impresión que transmite la relación entre la figura y el espacio que la circunda. Si un dibujo da la impresión de pequeñez, puede interpretarse que el examinado se siente pequeño, inferior o perdido, rechazado. Movimiento
Casi todos los dibujos de figuras humanas sugieren algún tipo de tensión kinestésica que varía desde la rigidez hasta la extrema movilidad (figura 9). Por lo general los dibujos que sugieren mucha actividad son obra de individuos que sienten fuertes impulsos hacia la actividad motora. El individuo inquieto, el hombre de acción, el hipermaníaco, el histérico, realizan dibujos que contienen considerable movimiento. Los dibujos que dan una impresión de extrema rigidez por lo general corresponden a individuos con conflictos graves y muy profundos, frente a los cuales mantienen un control rígido y, a menudo, endeble (figura 10). A veces se encuentran dibujos de figuras sentadas o reclinadas, que expresan bajo nivel energético, falta de impulso o agotamientos emocional. Si el dibujo representa figuras de tipo mecánico, con absoluta ausencia de implicaciones kinestésicas, el psicólogo debe estar alerta para detectar otros signos de despersonalización y psicosis. Las figuras 11A y 11B, mecánicas e inanimadas, fueron realizadas por un esquizofrénico. Distorsiones y omisiones La distorsión u omisión de cualquier parte de la figura sugiere que los conflictos del examinado pueden relacionarse con dichas partes. Tanto las partes borradas, como las más marcadas, sombreadas o reforzadas, implican lo mismo que las distorsiones y omisiones, y debe considerarse su posible vinculación con áreas conflictivas. Región de la cabeza: por lo general es la que primero se dibuja. El concepto del yo de la mayoría de los individuos está centrado en la cabeza y en el rostro. Si la cabeza está muy agrandada es posible que el examinado sea muy pedante o posea aspiraciones 11
intelectuales (o que tenga dolores de cabeza u otros síntomas somáticos), o bien que sea introspectivo, o que huya en la fantasía. Si la cabeza y el rostro están poco claros, es posible que el examinado sea en extremo autoconsciente y tímido. Si la cabeza es lo último que se dibuja, se debe considerar la posibilidad de una grave perturbación del pensamiento y si en contraste con un cuerpo apenas esbozado o rechazado, aparece dibujada con mucha claridad, es posible que el examinado acuda a la fantasía como recurso compensatorio, o que tenga sentimientos de inferioridad o de vergüenza en relación con partes y funciones de su cuerpo. Los pacientes narcisistas u homosexuales dan mucha importancia al cabello. El pelo de la cara (barba o bigote) por lo general está ligado a una búsqueda compensatoria de virilidad por parte de aquellos individuos con sentimientos de inadecuación sexual o dudas acerca de su masculinidad (figura 3D y 5). Se puede dibujar la boca mediante una línea recta, curva u oval. Si se incluyen los dientes es posible que el examinad sea oral-agresivo y sádico; en este caso deben buscarse otras características ligadas a este estadio evolutivo.
Si la boca consiste en una sola línea, puede tratarse de un individuo agresivo a nivel verbal. Si es excesivamente oval, o está abierta y es carnosa, es posible que sea oralerótico y dependiente. Si los ojos son muy grandes y los de la figura masculina tiene pestañas es casi seguro que se trata de un paciente homosexual. Si el contorno de los ojos es muy grande, pero están omitidas o ausentes las pupilas, puede que se esté expresando culpa vinculada con tendencias voyeurísticas. Si los ojos son grandes y poseen la cualidad de mirar con fijeza el psicólogo clínico deberá investigar la posibilidad de que existan rasgos paranoides.
La nariz puede representar un estereotipo social, pero también puede interpretarse como un símbolo fálico. Si es ganchuda, o ancha y abierta, el examinado está expresando rechazo y desprecio. Si es muy larga, es posible que se vincule con sentimientos de impotencia sexual. El mentón constituye un estereotipo social relacionado con la fuerza y la determinación. Si en un dibujo que muestra el autoconcepto del examinado el mentón aparece agrandado probablemente exprese un fuerte impulso, tendencias agresivas o, si está muy exagerado, sentimientos compensatorios de la debilidad y la indecisión. Pocas veces detallan las orejas, pero si están agrandadas o destacadas, el psicólogo clínico considerará la posibilidad de algún daño orgánico en el área auditiva, de alucinaciones auditivas en un individuo paranoico, de algún defecto en la audición o de un conflicto homosexual pasivo. El cuello separa la cabeza del cuerpo y puede considerarse como el vínculo entre el control intelectual y los impulsos del ello. Un cuello largo puede revelar dificultades para controlar y dirigir los impulsos instintivos, pero también puede indicar la existencia de síntomas somáticos en dicha área. También es posible que las figuras con cuellos extremadamente largos correspondan a paciente que padecen dificultad para tragar o de perturbaciones digestivas psicógenas. También los individuos esquizoides dibujan con frecuencia figuras con cuellos exagerados (figuras 11A y 11B). Brazos y manos: los brazos y las manos son los órganos corporales del contacto y la manipulación. Si las manos están ocultas el examinado manifiesta dificultades de contacto o sentimientos de culp a en rela ción con actividades manipula torias (masturbación). Si están a la vista pero son de un tamaño exagerado, esto puede interpretarse como una conducta compensatoria debida a sentimientos de insuficiencia manipulatoria, dificultades de contacto o inadecuación. El sombreado excesivo de las manos expresa ansiedad con respecto a la manipulación o a las actividades que implican contacto. Los brazos apretados al cuerpo manifiestan sentimientos pasivos o defensivos. Si son demasiado largos y extendido fuera del cuerpo, habría que pensar en necesid ades agresivas dirigid as hacia el exterior. Si los dedos, las uñas y articulaciones están marcadas con cuidado, el individuo es compulsivo, o tiene dificultades en relación con el concepto corporal. Los puños sugieren agresión reprimida. Otras partes del cuerpo: Cuando se dibujan primero las piernas y los pies y se les presta mayor atención que al resto del cuerpo, es posible que se esté expresando desaliento o depresión. Si las caderas y las nalgas de la figura masculina son 12
redondeadas y más grandes de lo que deberían ser, o se les presta atención exagerada, el examinado puede poseer fuertes rasgos homosexuales. La misma interpretación es adecuada para el caso de que el tronco aparezca redondeado o muy ceñido en la cintura. Si las articulaciones de los codos y de otras regiones articulares estan delineadas, se trata de un individuo compulsivo, en cuyo caso este rasgo se manifestará de muchas otras maneras, o de una persona dependiente e indecisa necesitada de indicios perceptivos familiares para reasegurarse. Si se dibuja la anatomía interna seguramente se trata de un esquizofrénico o maníaco. Si se dibuja el cuerpo con vaguedad o de un modo extraño (figuras 11A y 11B) es posible que el examinado sea esquizofrénico. Debe observarse con atención el tratamiento que hacen los individuos de sexo masculino de la figura femenina. ¿Representa a la figura de una niña?, ¿a la chica ideal con que sueña?, ¿a una figura materna?, ¿qué partes del cuerpo femenin o se destacan? Si los pechos son muy grandes y están dibujados con mucho cuidado es posible que el examinado manifieste fuertes necesidades de dependencia oral. Los brazos y manos largas y prominentes revelan necesidad de una figura materna protectora. Sila femineidad de la figura está indicada mediante el uso de detalles superficiales o simbólicos, habrá que pensar en sentimientos sexuales prohibidos y reprimidos. La exageración de los hombros y de otros indicadores de masculinidad en la figura masculina puede indicar la propia inseguridad con respecto a la masculinidad Vestimenta: la mayor parte de los dibujos están vestidos. Si las figuras están desnudas y las partes sexuales expuestas, el examinado puede estar expresando rebelión contra la sociedad (figuras parentales), o conciencia de sus conflictos sexuales. Los individuos con fuertes elementos voyeurísticos suelen dibujar figuras desnudas glorificadas. Si la figura que corresponde al autoconcepto está dibujada desnuda y con mucho cuidado, es posible que el examinado esté expresando narcisismo corporal (figura 14). Por el contrario, el dibujo de la figura cuidadosamente vestida revela narcisismo ligado a la vestimenta, o narcisismo social. Ambas formas de narcisismo se encuentran en individuos infantiles y egocéntricos.
Por lo general, la importancia excesiva dada a los botones es un indicador de personalidades dependientes, infantiles y con un ajuste imperfecto. Si los botones corresponden a la línea media del cuerpo, es posible que el examinado sufra de preocupaciones somáticas. Si los botones se dibujan en los puños de la camisa o en otras áreas poco visibles, posiblemente se trate de un paciente obsesivo-compulsivo, que también dibujará cordones en los zapatos, arrugas en la ropa, etc. El detalle preciso que se elija para expresar la compulsividad puede ser significativo: por ejemplo, las rayas del pantalón sugieren una tendencia a la ostentación de rasgos masculinos. Los bolsillos ubicados en el pecho indican privación oral y afectiva y por lo general se encuentran en individuos infantiles y dependientes. Pero si consideramos el bolsillo como un órgano receptor simbólico, es decir, una vagina, también puede expresar la existencia de identificación psicosexual con la madre. Con frecuencia una corbata exagerada se interpreta como un símbolo fálico. Si se dibuja con sumo cuidado y atención y, además, la figura es algo afeminada, es posible que el examinado sea homosexual. La corbata pequeña puede indicar sentimientos reprimidos de inferioridad orgánica. Es frecuente que los individuos con preocupaciones sexuales de naturaleza exhibicionista dibujen aros. Los cigarrillos, las pipas y los bastones se interpretan como símbolos de la búsqueda de la virilidad. Grafología El trazado puede describirse en relación con la presión, la dirección, la continuidad, la angularidad y el ritmo, generalmente la presión del trazo se vincula con el nivel energético. Por lo tanto un individuo con un gran impulso y muy ambicioso dibujará con líneas firmes; el que posea un nivel energético más bajo, por razones físicas o psíquicas, realizará líneas más suaves. El ciclotímico, el inestable o el impulsivo dibujará con presión fluctuante. La dirección del trazo puede ser vertical u horizontal, determinada o indeterminada. A menudo la marcada preferencia por los movimientos horizontales se relaciona con debilidad, femineidad y vida de fantasía. Si se prefiere el trazado vertical, habrá que pensar en características tales como determinación, hiperactividad y masculinidad asertiva. Si la dirección del trazo está bien determinada, y éste no es vacilante, es posible que el examinado sea una persona segura, perseverante y persistente con respecto a las tareas dirigidas a metas. Los trazos de dirección indeterminada y dudosa con frecuencia se asocian a la carencia de dichas cualidades. Es decir que aquellos 13
individuos que no tienen ni opiniones ni puntos de vista propios, dibujan figuras en las que el trazado no posee una dirección determinada. Las líneas derechas e ininterrumpidas suelen ser el producto de individuos rápidos y decididos. En cambio las líneas curvas interrumpidas, caracterizan a los individuos lentos e indecisos. Los trazos muy cortos y aboceteados a menudo revelan ansiedad e inseguridad. Si el trazado se realiza de un modo libre y rítmico, es posible que el examinado sea una persona abierta y que responde a los estímulos. Si, por el contrario, el trazado está constreñido, lo más probable es que se trate de una persona tensa, apartada y coartada. El contorno de las figuras claro y definido, y la línea de demarcación reforzada pero no quebrada, expresan necesidad de aislamiento y de protección frente a las presiones externas. Por lo general el sombreado indica ansiedad. Si se lo encuentra en las áreas sexuales es probable que la ansiedad se relaciones con las funciones sexuales. El dar excesiva importancia a los trazos que se dirigen del papel al examinado denota características tales como encierro en sí mismo, introversión o ansiedad. Por el contrario, la exageración en los trazos que van desde el examinado hacia la parte superior del papel puede ser un índice de agresión o de extraversión. El énfasis en los trazos que se dibujan de derecha a izquierda se vincula con la introversión y el retraimiento, en cambio la dirección de izquierda a derecha revela tendencias hacia la extraversión, la estimulación social y la necesidad de apoyo. Volvemos a advertir al psicólogo contra la utilización de una sola área de interpretación para un diagnóstico confiable, a menos que esté sostenida por el patrón total resultante del análisis gráfico. Miscelánea: las figuras de palotes o las representacio nes abstractas, deben interpretarse como signos de evasión. Este tipo de dibujo es característico de individuos inseguros y que dudan de sí mismo. Si se dibujan payasos, personajes de historietas, o figuras ridículas se está expresando audesdén y autohostilidad. Esto suele encontrarse en adolescentes que se sienten rechazados o inadaptados. Los dibujos de brujas o de personajes similares son propios de individuos que siente hostilidad hacia la mujer y que expresan sus sentimientos punitivamente. A menudo examinados incluyen material auxiliar como por ejemplo líneas que representan el piso y que pueden ser de distinto tipo, o bi en cercos donde las figuras se apoyan y que pueden interpretarse como una necesidad de apoyo o auxilio. A los individuos compulsivos se los reconoce con facilidad por medio de sus dibujos. Son incapaces de terminarlos y vuelven repetidamente sobre las distintas áreas
agregándoles cada vez más detalles. Los pacientes histéricos, impulsivos e inestables hacen dibujos en los que mediante la falta de precisión y de uniformidad en la realización, ponen de manifiesto las características de su personalidad. Capítulo 5: Estudio del caso de un niño enfermo de ocho años
Comentarios generales acerca de los dibujos infantiles Desde el punto de vista evolutivo es probable que el rostro humano sea lo primero que el niño abstraiga de la masa de impresiones que recibe cuando se le acerca otra persona. Por lo tanto, es posible que para el bebé y para el niño l a cara sea el área más significativa del cuerpo, por medio de la cual se realiza el contacto social y se obtienen satisfacciones. Debido a la importancia que posee la casa en la vida del niño y en sus esfuerzos adaptativos no es extraño que los dibujos infantiles más precoces se concentren en la cabeza, la cara y en muy pocas cosas más. Lo que le sigue en orden de importancia son los miembros, pues también éstos juegan un papel primario en la consecución de contacto social y constituyen un medio para alcanzar, explorar y dominar el ambiente. Por esta razón los dibujos infantiles de niños de tres y cuatro años consisten fundamentalmente en cabezas y miembros, a menudo ubicados de un modo inapropiado, y en muy pocas cosas más. Con el incremento de las experiencias acerca de sí mismo y de los demás el niño aprende a incorporar el cuerpo en su concepto de la figura humana. Generalmente lo representa mediante un gran círculo u óvalo y la mayoría de las veces no es más grande que el tamaño de la cabeza, y tiene muy poca semejanza con la forma humana. Con respecto a los hombros o al cuello, solo el niño dotado ofrece algún indicio de ellos antes de los ocho años. A los cinco años no es extraño que los brazos se dibujen como extensiones de la cabeza y no del cuerpo. Esta tendencia desaparece alrededor de los seis años. Los dibujos de niños de siete o más años en que los brazos salen de la cabeza por lo general revelan atrasos evolutivos o estados patológicos. Uno de los detalles que con mayor frecuencia aparece en los dibujos de niños de cuatro y cinco años es la presencia de un gran punto en el centro del cuerpo que, de acuerdo con el interrogatorio es el ombligo. Se han sugerido varias explicaciones para este fenómeno. Generalmente el niño descubre el ombligo en las primeras exploraciones que realiza en su cuerpo y en sus orificios corporales, y luego hace preguntas acerca del mismo. 14
Cuando el niño llega a tener seis años este concepto de un independiente ya no es nuevo y, por lo tanto es menos alarmante y perturbador. Entonces desaparece el ombligo aunque aún no está totalmente satisfecha la necesidad de dependencia y el niño no está preparado para abandonar su atadura a la figura de la madre. Lo que hace es reemplazar el ombligo por una hilera de botones, que son muy comunes en dibujos de niños de hasta ocho años. Luego van desapareciendo siempre que el sujeto haya resuelto sus problemas de dependencia-independencia en forma satisfactoria. La separación entre la cabeza y el cuerpo, entre el intelecto y las llamadas funciones burdas del ser humano se manifiesta en los dibujos alrededor de los ocho años. Recién a esta edad la consciencia de la necesidad de control intelectual determina intentos de dibujar un cuello. Tanto la longitud como el grosor y la importancia que se da al cuello revelan la necesidad de control que tiene el examinado y el énfasis que pone en el mismo. Es posible conjeturar que cuanto más amenazadores son los impulsos corporales y mayor es la necesidad de defenderse de ellos mediante el control intelectual, más se destaca el cuello. Otra característica típica de los niños de ocho a diez años son la aparición de brazos y piernas de dos dimensiones (por lo general alrededor de los ocho años) y con frecuencia de un cuerpo mejor integrado y proporcionado. También a los ocho años, y después a los largo de la pubertad, aparecen esfuerzos por acrecentar la seguridad y el prestigio mediante la adición de símbolos de fuerza e importancia. El progreso en relación con los aspectos integrativos de las figuras consiste en que durante el periodo que va desde los ocho años hasta los diez años, y dependiendo de la madurez intelectual y emocional del niño así como también de su habilidad artística, la naturaleza segmentaria de la figura da lugar a una consciencia del cuerpo como unidad y no como series de partes agregadas entre sí. Esta última forma de considerar el cuerpo humano, típica de niños menores de ocho años, se observa en la verbalización con que acompañan sus dibujos. Cuando el niño llega a la pubertad no solo desaparece este concepto fragmentario del cuerpo humano sino que los dibujos se vuelven considerablemente sofisticados. La pubertad es un periodo en que el cuerpo adquie re una nueva y muy especial importancia. En consecuencia, según el sexo del examinado, en los dibujos se destacan atributos tales como el tamaño, la fuerza, la gracia, el atractivo físico, etc. Podemos pues deducir que a medida que las necesidades y percepciones del niño superan el estadio más infantil, el concepto de sí mismo se hace cada vez más complicado y variable. Pero, sin embargo, la capacidad del niño para comunicar estos
cambiantes conceptos se encuentra disminuida a causa de su escasa destreza para representarse a sí mismo mediante el dibujo. Las figuras que realizan poseen cierta cualidad estereotipada. Pero si se efectúa un examen cuidadoso se apreciarán de un dibujo a otro variaciones en pequeños detalles. A menudo estas modificaciones tienen dignificados sumamente importantes, pues expresan las variaciones en las percepciones que el niño tiene de sí mismo y de su ambiente, aunque la figura básica no se altere. Cuando se conoce lo que es normal y típico para un determinado grupo de edad y sus problemas psicológicos específicos, los dibujos infantiles pueden evaluarse en términos de la similitud y discrepancia que presentan en relación con ello. Sin embargo algunos factores poseen especia l importancia para interpretar la representación del cuerpo humano que realiza el niño. Uno de esos factores consiste en que el cuerpo es para el niño una fuente de misterio inacabable. A medida que lo va experimentando surgen de él nuevas sensaciones. Dentro del cuerpo suceden toda clase de cosas misteriosas. Otro factor importante para la evaluación de los dibujos infantiles es el lugar físico que el niño ocupa en el ambiente. El niño es una figura pequeña en un mundo que para él está poblado de objetos gigantescos. Desde un punto de vista psicológico se encuentra a merced de un ambiente que es más fuerte y efectivo que él. Pero por otra parte tiene oportunidades en las que puede sentirse igual o más fuerte que determinadas figuras de su mundo, o sea, que sus pares. Como en todos los casos en que se llega a los extremos, tanto el niño que dibuja figuras muy pequeñas, como el que las hace demasiado grandes no responde a sus experiencias de manera totalmente sana y en consecuencia, la percepción de sí mismo y de los demás es parcial, con la resultante dificultad para adaptarse a la realidad de muchas experiencias. También debe considerarse otro factor en la interpretación de los dibujos infantiles. Se relaciona con la situación proyectiva, con lo que la consigna dibuje una persona significa para el niño, y con sus diferencias en relación con el adulto. En la práctica clínica al someter a un niño a un examen psicológico, a menudo se comienza pidiéndole que dibuje. Esto atestigua sobre las diferencias de actitud hacia los dibujos entre el niño y el adulto. Generalmente para el niño el pedido de que dibuje es reductor de tensión en tanto que en el adulto con frecuencia provoca tensión y ansiedad. Uno de los supuestos cardinales de las técnicas proyectivas consiste en que la naturaleza inestructurada produce ansiedad y moviliza las defensas. Lo más probable es que para la mayoría de los niños no sea perturbadora la consigna y que, por lo tanto, no determine un 15
fortalecimiento de las defensas. Pero de todos modos, los dibujos infantiles sin lugar a dudas revelan problemas de los niños, pues para ellos, lo mismo que para los artistas, el dibujo constituye un medio para expresar sus temores, expresar sus temores, sus esperanzas y sus fantasías.
Estudio del caso Los aspectos típicos del dibujo son: la ausencia de curvas corporales y la posición de la figura, con las piernas separadas. Por el contrario, tanto los rasgos del rostro de la niña, cuidadosamente delineados, como la presentación de perfil del rostro del hombre revelan la madurez mayor que la que indica la estructura del cuerpo. Los detalles del área sexual de la figura femenina implican una precocidad sexual que por lo general no se encuentra a esa edad. Pero inversamente, la ausencia de manos constituye un retraso en el desarrollo. A esa edad se da importancia a las manos, pues juegan un papel primordial en la actividad general del niño y en sus esfuerzos por manejar el ambiente y relacionarse con él. Además, el hecho de que la niña posea un cuello largo y fuerte, y bien articulado mientras que el hombre carece totalmente de él sugiere un desarrollo disparejo del examinado. En lugar de manifestar la madurez que implica la presencia del cuello, el hombre aparece como una figura dependiente, con una hilera d e botones en el blusón. Es decir que los dibujos que realizó este niño muestran la naturaleza variable de su desarrollo y sugieren la existencia de problemas no resueltos que le impiden un funcionamiento coherente. También en los demás tests que se le administraron se revela su desarrollo y funcionamiento variable.
La disparidad en el desarrollo y en el ajuste es una manifestación del grave conflicto que el niño está viviendo con respecto a sí mismo y a sus relaciones con los demás.
Los problemas del examinado. Tal como se expresan en los dibujos, pueden clasificarse en tres grupos: 1) su confusión acerca del propio rol y de la identificación sexual y, en consecuencia, la inseguridad acerca del significado de su propio sexo, o sea, cuáles atributos y rasgos son masculinos y cuáles femeninos; 2) la marcada preocupación sexual, y la ansiedad de culpa que dicha preocupación le crea; 3) el deseo de consolidar relaciones con el ambiente y el temor ante esas relaciones. La diferencia entre los dibujos del hombre y la mujer atestigua la marcada confusión de roles que tiene el niño. El cuello sólido y el cabello cuidadosamente enmarcado por una línea dan la impresión de que la niña está muy controlada. Por otra parte la figura masculina aparece con una capacidad muy variable de control de los impulsos y sentimientos. También tiene el cabello circundado, pero carece totalmente de cuello. En consecuencia puede conjeturarse que para el niño la mujer es la figura más controlada y probablemente más controladora. Este concepto de lo controlado y lo controlador también aparece en sus comentarios acerca de las figuras. Primero describió al hombre como un robot, o sea, como algo sin voluntad propio que obra bajo la dirección de los otros. La figura femenina, por el contrario, actúa con independencia, parada y hablando con la maestra. Parece que luego el niño no pudo tolerar el concepto de una mujer controladora que funciona con independencia, y el de un hombre inútil y dependiente. Por lo tanto, deseó volver al dibujo del hombre y mejorar su posición otorgándole símbolos y el puntero. De este modo concedió a la figura masculina un rol mucho más importante que el de la mujer. Ella solo es una niña hablando con la maestra en tanto que el hombre es un adulto que ejerce su sabiduría y poder. A juzgar por las figuras que hizo y por el modo de dibujarlas, podemos inferir que este niño no tienen ninguna seguridad acerca de la posición del hombre y que, a menudo, lo percibe como inútil y dominado por la mujer. Pero sin embargo no ha abandonado los esfuerzos masculinos (nótese los anchos hombros cuadrados) y necesita dejar establecida la importancia y el poder del hombre. Sin embargo la elección del papel de profesor para la figura masculina sugiere su rebelión contra la autoridad femenina se vale de medios intelectuales y no de elementos directamente agresivos. El tratamiento de la mitad inferior de ambas figuras revela la marcada preocupación sexual del examinado. Cuando dibujaba a la niña primero cubrió el área genital con líneas al azar, muy tenues y apenas diferenciables unas de otras, semejantes a las que se utilizan para indicar la presencia de cabello. Parecía que de un modo furtivo intentaba otorgarle a la figura femenino vello púbico. De pronto comenzó a cubrir el área 16
con líneas fuerte y marcadas en ambas direcciones, vertical y horizontalmente. El entrecruzamiento producía el efecto de barrotes de prisión. Todo esto indica que el niño siente gran necesidad de imaginarse el cuerpo de la mujer y que está preocupado por el aspecto de los genitales femeninos. Pero estas preocupaciones, el interés y la curiosidad provocan intensa culpa y ansiedad. Para aliviarlas, el examinado intenta mantener la curiosidad y los impulsos sexuales bajo un estricto control. Los esfuerzos controladores, tal como se reflejan en el efecto de las pesadas barras entrecruzadas que forman la pollera de la niña, son de tipo compulsivo. El modo de dibujar las líneas, la presión que ejerció y la necesidad de reforzar las verticales con líneas horizontales revelan la necesidad compulsiva de defenderse contra los impulsos. También la figura masculina pone de manifiesto sus perturbaciones y preocupaciones sexuales. Las piernas del hombre están cubiertas de líneas que parecen pelos. Posiblemente tratan de indicar masculinidad y revelan el interés del niño por la mitad inferior del cuerpo. Además en el área del pecho dibujó un canesú en forma de V, casi como una vagina desplazada. Una vez más nos encontramos ante la evidencia de la confusión entre lo masculino y lo femenino. Debido a su interés por los impulsos sexuales y a su curiosidad sexual, la ausencia de las manos en ambas figuras adquiere un significado especial relacionado con la posible existencia de culpa masturbatoria. Los sentimientos básicos de inutilidad se manifiestan en la boca abierta, oral-receptiva, que contrasta con la boca firmemente cerrada de la figura femenina. Es decir que el niño se percibe a sí mismo como alguien que no ha recibido una satisfacción oral adecuada, y por lo tanto, al no sentirse totalmente querido y aceptado, ha puesto en duda su adecuación. Se siente frecuentemente rechazado y abrumado por los demás, especialmente por su madre. El énfasis que se puede apreciar en el marcado ennegrecimiento de los brazos del hombre sugieren un control compulsivo y rasgos depresivos, que obviamente están ligados a las actividades específicas que provocan en el examinado la ansiedad y el profundo sentimiento de culpa. El ultimo problema consiste en la ambivalencia del niño con respecto a su vinculación con el ambiente. Los brazos cortos y sin manos de ambas figuras parecen indicar que no existen impulsos al exterior. En el caso de la niña los brazos están apretados contra el cuerpo. Esto sugiere que desde el punto de vista del examinado la figura femenina no extiende su mano a los demás, no establece contacto con los otros sino que, más bien, se encierra dentro de sí misma. Coincidentemente con la boca cerrada con firmeza,
surge una figura de madre hermética y contenida, de quién el niño ha recibido muy poco apoyo emocional y calor afectivo. En el caso de la figura masculina es significativo que las partes del cuerpo que se han destacado más son las que establecen contacto con el medio, especialmente los b razos y los pies. Sin duda la importancia concedida a los brazos se vincula con los sentimientos de depresión y culpa del niño, pero también con la necesidad de reforzar los propios límites corporales para asegurarse la ubicación de sus fronteras y su independencia del medio. En efecto, todas las líneas que definen a las figuras son bastante firmes y fuertes. Esta insistencia en los limites corporales expresa la ansiedad del niño en relación con su yo y los temores de ser absorbido por las fuerzas externas. Por eso no se anima a ir hacia fuera y mezclarse con el ambiente. Pero al mismo tiempo necesita relacionarse y lograr satisfacción en su vinculación con los demás. Los brazos de la figura masculina no están pegados al cuerpo como los de la figura femenina. Este retraimiento con respecto al medio, señalado por una cantidad de factores gráficos, posee una base adicional en el modo de dibujar los ojos. La figura masculina no puede ver el ambiente o absorber lo que éste le ofrece, pues su ojo carece de pupila, es un ojo no vidente. En contraste con la incapacidad del hombre para establecer contacto con el ambiente por medio de lo que se ve y se absorbe, la figura femenina está dotada de una vista penetrante y avisora que parece inmiscuirse en todo lo que ocurre a su alrededor, aunque otros aspectos del dibujo indican que no da nada a cambio. En resumen, las figuras gráficas presentan el cuadro de un niño confuso con respecto a su identificación, con sentimientos de culpa y ansiedad a causa de su actividad masturbatoria y a su preocupación sexual, y conflictuado por su relación con el ambiente. Percibe ala figura femenina, es decir, a la madre o sustituta, como contenida y controladora; al mismo tiempo que se siente rechazado por ella, le inspira una gran curiosidad como objeto sexual, curiosidad que le genera todo tipo de fantasías sexuales y probablemente le incrementa la actividad masturbatoria. En contraste con esta percepción de las mujeres como seres fuertes y egoístas, ve a la figura masculina más inadecuada, con menos capacidad de control y más dependiente. Incapaz de tolerar un concepto tan insatisfactorio de sí mismo, busca construir su autoimagen e incrementar su autoestima apartándose de los vínculos que posean carga emocional, pues probablemente éstos solo le acarrean frustración e incrementan sus sentimientos de debilidad y de rechazo. Encuentra compensaciones en la vida de fantasía 17
identificándose con figuras que representan prestigio y poder. La naturaleza de sus conflictos y su modo de manejarlos indican el comienzo de una estructura de carácter obsesivo-compulsiva. Capítulo 6: Estudio de un caso adolescente. Niña adolescente enferma
En los dibujos de las jóvenes adolescentes especialmente en el modo de elaborar las áreas despecho y de la pelvis, se manifiestan sus actitudes con respecto a la maduración sexual. Esto mismo se advierte en los signos de conflicto que aparecen por debajo de la cintura, en las entrepiernas de la figura masculina y en la sutil perturbación de la línea del dobladillo de la pollera pues no saben qué largo han de darle o cuánto han de crecer. La falta de confianza con respecto a la maduración puede proyectarse en los dibujos mediante la subestimación de las características sexuales. Es frecuente que la joven perpúber no marque claramente el pecho, pero si que refuerce los contornos externos del área como una manera de indicar el conflicto. Es posible que los esfuerzos por controlar e integrar los impulsos corporales mediante consideraciones racionales se manifiesten a través de conflictos en el área del cuello, pues éste une la cabeza con el cuerpo. Una cintura estrecha, común en los dibujos de adolescentes, expresa restricción forzada de los impulsos. Otros indicadores gráficos del control son la postura rígida, los dedos aprisionados o enguantados, la prolija delimitación de un moño, hebilla o simplemente una línea que aprisio ne la activa excitació n del cabello. La postura de la figura, así como el tratamiento de piernas y pies pueden revelar la actitud de la examinada con respecto al movimiento y a la actividad, a la seguridad de sus pasos o a los problemas sexuales. Las manos y los dedos, órganos que se relacionan con la manipulación y el contacto con objetos, con otras personas y con uno mismo, revelan el nivel de aspiración del examinado, su confianza, su agresividad, su eficiencia y, a menudo, sus culpa o conflictos con respecto a las relaciones interpersonales. La longitud y vigor de los brazos, la dirección y energía con que se extienden desde el cuerpo hacia el ambiente, ofrecen datos adicionales acerca de la naturaleza del contacto que el examinado establece. La mayoría de los adolescentes asignan a los personajes que dibujan una edad superior a la de ellos mismos; esto constituye un testimonio del interés que les despierta el crecimiento futuro.
Ruth
Ruth no siente ningún afecto por el femenino tradicional. Dibuja primero al hombre, lo cual constituye la expresión de una cierta protesta sexual. Reconoce abiertamente que le gustaría ser como él. En cambio, cuando se le pregunta si le gustaría ser como la mujer, contesta llanamente: lo soy. Describe a ambos personajes, el masculino y el femenino, como dispuestos a adquirir una educación profesional. Valora altamente la inteligencia y la considera como un medio para progresar. El hombre será ingeniero y l a mujer doctora. Ambos se casarán con personas de su mismo nival intelectual. El gran tamaño de las figuras revela un fuerte impulso hacia la autoexpresión en un amplio contexto social, como desagravio por el rechazo social que debió sufrir, independientemente de sus sentimientos de inferioridad corporal. Los dibujos se destacan por la fuerza expansiva del yo, encerrada en las celdas de la fantasía. Las figuras llenan el espacio en todas las dimensiones. La mujer no tiene suficiente lugar en la hoja. El ambiente que se le ofrece para sus necesidades expansivas y expresivas no es bastante amplio. La línea que utilizó al comenzar era tímida e insegura pero luego encerró la figura y todos los detalles con una pesada línea, decidida y protectora. La examinada demuestra ser muy defensiva y reactiva con respecto a sus sentimientos de debilidad e inferioridad. La abundancia y precisión de los detalles características obsesivo-compulsivo. El notable énfasis que Ruth pone en el dibujo de las caderas, los pechos y la cintura, y la coqueta expresión facial de la mujer, sugieren que está dispuesta a utilizar sus caracteres sexuales de un modo agresivo. El tratamiento perturbado de los pechos y la mayor virilidad y vigor de la figura fe menina en relación con la masculina hacen suponer una intensa fijación e identificación con la madre. El hombre es un débil reflejo de la figura femenina. Sus hombros son más estrechos, el rostro más cuidado y los detalles de la ropa más superficiales y elegantes. La inseguridad, en términos de una expresión facial aplacadora, del uso de línea de sustentación y de zapatos sombreados, se proyecta la figura masculina, lo mismo que los índices gráficos de dependencia (botones, hebilla), privación afectiva (bolsillo) y preocupaciones corporales (línea media). 18
El sombreador, que indica ansiedad, está muy intensificado en los pantalones del hombre que constituyen un área con connotaciones sexuales y en el cabello ambas figuras, área con implicaciones sensuales. En consecuencia, la examinada expresa una considerable ansiedad vinculada con los impulsos sexuales y las necesidades sensuales. En el dibujo de la mujer, en contraste con la pollera corta y reveladora, dibuja el cuello del vestido ajustado y alto, con lo que demuestra excesiva restricción. Ruth posee por un lado, una tendencia a la autoindulgencia impulsiva y por otro, restricciones súbitas y severas. Sus necesidades exhibicionistas son poderosas. La elaboración de la ropa y el interés general en el acicalamiento indican la importancia que poseen el prestigio social y las presiones en su sistema de valores. Los brazos de ambas figuras son largos y fuertes. Esto concuerda con la repetida expresión de ambición que se observó en sus asociaciones. Los dedos agresivamente puntiagudos y bien articulados pero están apretados con rigidez. Para Ruth el éxito y el dominio del mundo físico con muy importantes, pero es ansiosa, hipersensible a la opinión social hasta el punto de alcanzar ciertos matices paranoicos (los ojos de la mujer son grandes, están alerta y algo asustados9, e intenta compensar una niñez llena de traumas y privaciones. El hombre más débil y acicalado, es típico en la tradición de una raza cuyos hombres han sido socialmente desalentados en cuanto a logros. El impulso hacia el movimiento está muy marcado en la postura de ambas figuras, sin embargo es indeciso y contenido y produce el efecto de movimiento estático y bloqueado. En resumen, vemos en Ruth un impulso muy intenso hacia la autoexpresión, la satisfacción sensual y el logro, impulso que ha sido continuamente frustrado por razones por razones culturales y por un contexto ambiental específico. Esta situación la llevó a intensificar su autoprotección, sus defensas más rígidas, su desconfianza y el impulso a dominar al ambiente con cualquier medio demostrarse ser efectivo. De la privación y el miedo que debió sufrir, surgió en ella cierta rudeza, con impulsos agresivos que están apenas contenidos. La ansiedad, la agresión y el tenso conflicto entre la autoexpresión y la contención que aparece en los dibujos de Ruth son tan graves como para que no preguntemos acerca de la conveniencia de un tratamiento psicoterapéutico que la ayude a afrontar las tormentas de la adolescencia. Las tendencias impulsivas tienen la misma fuerza que las restricciones, esto provoca un constante tira y afloja emocional que conduce a la paciente a un estado de considerable frustración y depresión. Para Ruth la adolescencia surgió sobre una realidad más dura y
sobre una mayor frustración que para las niñas mejor integradas de niveles socioeconómicos más altos. Capítulo 7: Estudio del caso de un adulto: El caso del señor P.
El señor P era un empleado de correos que realizaba un trabajo que le exigía muy poca capacidad y destreza, a pesar de la distinción universitaria que había merecido, de sus estudios de contabilidad y de su CI de 165. Estaba casado con una mujer de estructura intelectual muy pobre, que no se interesaba por nada, excepto por las cosas más triviales y comunes, y que no demostraba ninguna comprensión o simpatía por el paciente. La familia de la esposa, con la que él pasaba gran parte del tiempo, era gente humilde. La mujer pensaba que el interés del paciente por lo libros era un signo de rareza. La ficha con la historia clínica indicaba que el paciente había ido a ver al doctor H., esa misma mañana quejándose de dolores de o ído y de dificultades para oír. Informaba que todo esto había comenzado hacia algunos años al ser atacado por el enemigo en una misión de combate de la Fuerza Aérea. Volvió sano a su base con excepción de algunas heridas y contusiones menores que sufrió durante el rudo y violento vuelo. El doctor H. le practicó un examen ostópico completo, que reveló que no existía ninguna patología orgánica. El paciente padecía de un estado paranoide-esquizofrénico. De acuerdo con la historia clínica, el paciente tenía treinta y seis años, estaba casado hacía doce, era padre de dos niñas, una de tres años y de seis la otra. Había servido durante cuatro años en una tripulación de combate aéreo en Europa. No figuraba ningún otro dato de valor. Medía aproximadamente un metro setenta centímetros, era muy fornido y permanecía rígido, con excepción e los ojos. Pero esa falta de movimiento constituía una clase de paradoja ya que su característica más notoria era esa sensación que transmitía de carga de energía pronta a explotar. Las dos horas siguientes, en gran p arte dedicadas a reducir algo de esa tensión, fueron el comienzo de un tratamiento analítico de cinco años con una persona sumamente interesante. Cuando se le pide dibujar pasa por alto los lápices que se le había señalado y toma, en cambio, los crayones, el paciente ofreció un in cremento de conductas que primero debe observarse, y luego explicarse. Si bien estaba obedeciendo a la consigna de dibujar una persona, al hacerlo cambiaba de algún modo la situación. Se resistió a mi gesto que le indicaba los lápices y eligió los crayones. Todos los instantes de la conducta son significativos y poseen más de un determinante. 19
¿Cuáles son todas las explicaciones alternativas en que se puede pensar? 1. Pensó que yo señalé los crayones 2. Pensó que lo que yo quería era el dibujo de la figura y que por lo tanto no importaba si usaba lápices o crayones. 3. El que eligiera crayones fue simplemente casualidad 4. Le gusta dibujar con crayones 5. Pensó que con crayones podía hacer un dibujo mejor 6. Estaba negativista, es decir, desobediente 7. Alguna combinación de estas posibilidades, como por ejemplo la cuarta y la sexta. Después de evaluar todas estas alternativas decidí que la más aceptable era la última. Esto permitió que mi umbral perceptivo descendiera con respecto a aspectos similares de conducta. El ítem 4 establece que le gusta dibujar con crayones. Mi supuesto básico en este campo es el de que todas las cosas están determinadas, en consecuencia el gustarle también debe estar determinado por un nivel de necesidad más básico. A partir de experiencias previas y de otras investigaciones, se sabe que el color rojo se relaciona con una emocionalidad fuerte, primitiva y relativamente inmodificada, más cercana al ello que el superyó. También sabemos que los que suelen preferir e l amarillo son los niños, los adultos jóvenes muy inmaduros y los adultos mayores regresivos. El determinante adicional que aparece es el negativismo, es decir que en el mismo acto de obedecer se resiste y modifica la consigna. Queda aún otro hecho probatorio antes de que prosigamos con las interpretaciones. Colocó la caja de crayones exactamente en su posición original. ¿Qué alternativas podemos postular para explicar este hecho? Desechando la explicación de que fue tan solo casualidad, explicación que muy a menudo utilizan los estudiantes, llegué a la conclusión de que eso estaba determinado por una necesidad compulsiva de orden, conformidad y anulación, o sea, de restaurar la situación que existía previamente a su pensamiento o acto. El señor P. es una persona rebelde pero incapaz de expresar su rebeldía directamente y hasta el fin, por eso la proyecta en los detalles menores de las situaciones vitales: una especie de golpe oblicuo o de resistencia indirecta. La cantidad de sentimientos primitivos que posee (el rojo) y la carencia de medios satisfactorios o adecuados para expresarlo (defensas del yo) determinan que ellos se abran paso a través de la represión, y provoquen la desintegración (la misma figura) y regresión (el amarillo) del paciente. Pero la regresión no es total y aún queda un remanente de las anteriores defensas compulsivas (el he cho
de ubicar la caja de crayones en su lugar). Para decirlo en la jerga técnica y taquigráfica, el ello presiona enormemente, el superyó casi se ha entregado y queda un vestigio del yo (compulsión) que intenta contener las fuerzas del ello. He obtenido el mismo grado de distorsión en los dibujos de: - Personas que estaban embromando, es decir, expresando hostilidad. - Personas que al mismo tiempo que poseían un excelente contacto yoico, eran hábiles para la comunicación abstracta o simbólica con control consciente. - Personas extremadamente impulsivas, psicopáticas o psic óticas, con una grave tendencia a mal interpretar el mundo pero que aún conservaban la capacidad de adivinarse a sí misas secundariamente, o sea, que en algún nivel tenían conciencia de la incongruencia existente entre sus percepciones del mundo y la naturaleza de éste. - Personas que estaban perturbadas y desorganizadas que para ellas este tipo de dibujo representaba la mejor percepción que podían tener de sí mismas y de la realidad, sin ninguna consciencia con respecto a la inadecuación del mismo.
Cuando obtengo este tipo de dibujos siempre pido al examinado que critique el dibujo: “si usted fuera un artista y éste fuese el dibujo de otro, ¿cómo lo cambiaría, qué fallas le encontraría?” desde que utilizo este interrogatorio en ocasiones me han sorprendido las adecuadas críticas de algunos pacientes que demostraban poseer un nivel inesperado de criterios de realidad. En estos casos, examinado entraba dentro de la primera, segunda o tercera de las categorías mencionadas más arriba. El señor P. fue 20
completamente incapaz de criticar su dibujo de un modo significativo. Cuando se le pidió que dibujara una mujer, hizo la figura 2. En consecuencia, la conclusión es que este dibujo representa la genuina aunque subjetiva percepción que el señor P. posee de sí mismo y que, lo mismo que para el lenguaje psicótico, existe un código para explicar los rasgos de sus dibujos. El paciente dibujó primero el contorno rojo y luego el amarillo. El contorno puede subdividirse burdamente en las áreas que corresponden a los brazos, a las piernas y a la cabeza. Esta última presenta una hendidura en el medio. En el primer dibujo (el de la mujer) el señor P. no solo dibujó el contorno rojo en el exterior (definiendo los límites externos) sino que lo dibujó primero y de un modo más destacado que el rojo que utilizó en la figura 2, a la que identificó como el hombre. Suponemos que para el paciente el rojo está asociado con la mujer, y el amarillo con el hombre. Juntemos ahora los hechos: - Dibuja primero a la mujer. - El rojo está asocia do con la mujer y el amarillo con el hombre. - El trazado rojo rodea al amarillo en la figura 1. - La forma del trazado rojo posee una hendidura que simbólicamente sugiere femineidad. Los rasgos específicos de los dibujos obedecen a las leyes psicodinámicas de la formación de símbolos. El paciente primero somatizó los sentimientos de masculinidad y femineidad (tradujo las ideas en sentimientos corporales) luego (mediante el proceso primitivo de concreción desplazada, en el que una parte de una idea o experiencia se convierte en el todo), la masculinidad resultó somáticamente idéntica a un contorno fálico, y la femineidad, al contorno de una hendidura. Los sentimientos de esta aprisionado y abrumado por la madre están representados con mucha claridad, lo mismo que la fuerza de los sentimientos femeninos en comparación con los masculinos. En la práctica clínica a menudo se observa este proceso mediante el cual el cuerpo entero se convierte en una parte de éste o pasa a representar una única función. Era posible especular sobre la posibilidad de que los dolores de oído y las dificultades auditivas constituyeran formaciones sintomáticas resultantes del conflicto entre los masculino y lo femenino; entre el deseo y el temor asociados al conflicto homosexual pasivo.
Acerca de este paciente sabemos, sobre la base de las dos primeras figuras, lo siguiente: es psicótico, su criterio de realidad está en extremo perturbado; el proceso primitivo ha desplazado considerablemente al yo; padece de sensaciones corporales muy extrañas; se siente a la vez hombre y mujer, falo y vagina; su masculinidad está subordinada; los actos o los símbolos agresivos de cualquier tipo estimulan su ya intolerable conflicto entre deseos homosexuales pasivos y los temores que se oponen a dichos deseos; aún le queda un vestigio de defensa compulsiva; es muy regresivo, y su emocionalidad está muy descontrolada. La figura 3, dibujada después de un mes de terapia, indica que el conflicto básico se ha agudizado, que hay menos confusión con respecto a los impulsos conflictivos, mayor ansiedad y menor regresión. Además se advierte la aparición de un tercer contorno. Observemos este tercer contorno que el paciente esbozó apenas hubo completado los dos contornos básicos. Se pueden observar por fuera de los dos contornos previos la cabeza y la oreja, así como los brazos y las piernas. Este tercer contorno apenas está esbozado, es incierto e incompleto. En general, parece que está menos integrado. Da la impresión de ser más reciente y de constituir más un ropaje externo que una parte central del núcleo de la personalidad. Pero representa el comienzo de la integración. El paciente intenta oír, pero todavía es un tanteo. La figura 4 es interesante desde muchos puntos de vista. Nótese, ante todo, qué distinta es toda la Gestalt. El cuello es largo no, y lo mismo que el resto del cuerpo, está reforzado con gruesas líneas negras. Esto indica un fortalecimiento del control yoico. El cuello une el cuerpo con la cabeza. En un lenguaje emparentado con el del proceso primario, el cuello media entre el cuerpo (impulsos y sentimientos) y la cabeza (pensamientos y control). El paciente ha adoptado fuertes medidas represivas intentando reprimir los sentimientos que hasta entonces lo abrumaban. En símbolos somáticos (cuello angosto y fino) ha puesto de manifiesto el proceso psíquico por el cual una pequeña parte de su vida afectiv a puede expresarse, pero solo en la medida en que él pueda controlarla. Muestra (mediante las gruesas líneas del cuello) cómo ha reforzado este canal de comunicación para que no se destruya (como en la figura 1 y 2) por un torrente 21
demasiado amplio de sentimientos, y ha sacrificado casi todas las demás actividades en función de esta maniobra básica; como si se tratara de una especie de línea Maginot. No hay brazos. En consecuencia podemos deducir que el control se ha logrado, por lo menos en parte, al precio de un abandono del mundo objetal. Los brazos y las manos son órganos para vincularse con personas y cosas, pero estos vínculos ocasionaron tantos conflictos en el pasado que las esclusas se abrieron. El paciente las bloqueada ahora hasta tanto pueda construir controles. Obsérvese que el intento que sugería la figura 3 ahora ha sido abandonado por demasiado peligroso. Al eliminar por completo los oídos y los brazos, intenta un nuevo tipo de acercamiento. En lugar de intentar alcanzar el mundo, lo ha excluido y se ha concentrado por entero en las fuerzas de la represión y en el control de los impulsos internos. Se ha dado cuenta de que los estímulos externos le movilizan más afecto del que puede manejar, de modo que ahora concentra la energía den la construcción de defensas. En este dibujo el sombreado entre los contornos más marcados. Esto revela la ansiedad que el paciente está experimentando y señala el camino hacia la defensa más importante y esperada por él (y a la que se le estimuló): la racionalización. Los dos contornos básicos están todavía claros y separados, pero el sombreado ha hecho desaparecer la distancia entre los mismo; en otras palabras, el paciente está racionalizando, es decir, explicando la separación. El modo en que en los dibujos subsiguientes se refleja esta defensa (la racionalización) es muy interesante e instructiva (véase el tratamiento de la hendidura que pasa a convertirse en una parte del cabello). Las distintas capas de líneas negras (son dos las líneas marcadas, y en algunos lugares, tres), y el modo en que refuerza una y otra ves el contorno del cuello, demuestran que existe otra línea constructiva del yo, es decir, otra formación defensiva: el mecanismo obsesivo-compulsivo. La figura 5 fue dibuja da un año más tarde mientras el paciente relataba un sueño acerca deun hombre conocido como el señor P. que vivía en la ciudad de Granito. El núcleo del sueño consistía en los repetidos intentos del señor P. por escapar de edificios, de autoridades que exigían la observancia de la ley, de crim inales, y de peligros de todo tipo, y de cómo después de cada intento se veía forzado a refugiarse en un edificio
de piedra de las afueras de la ciudad en el que había una cantidad de objetos extraños. De acuerdo con sus asociaciones dichos objetos resultaron ser el diván, las cortinas, etc., del consultorio del terapeuta, y el señor P, el señor prisionero. Al mismo tiemppo desarrolló una serie de síntomas somáticos: el cuello duro, artritis en el lado izquierdo, la sensación de llevar un gran peso y d estar aprisionado en cemento. Es conveniente estudiar cómo en este sueño y este dibujo se manifiestan los sentimientos y pensamientos del paciente. El dibujo simboliza al señor P. en la ciudad de Granito. La ciudad del sueño es una exteriorización simbólica de la vida intrapsíquica del paciente, es decir, del sentirse encerrado en el granito de su propia elaboración (represión). Los criminales son sus sentimientos e impulsos destructivos; los oficiales que cuidan el cumplimiento de la ley son símbolos del superyó, y la habitación de cemento es la habitación segura a la que puede escapar. Los sentimientos están totalmente reprimidos, e incluso su cuerpo participa de la regresión (cuello duro y artritis). Pero ha disminuido el temor por las fuerzas agresivas primitivas y es mayor el deseo de abordar los propios sentimientos (los criminales), el mundo externo de objetos y la representación del superyó. Por ello ahora el señor P. se atreve a dibujar las manos. (poco después de realizar este dibujo intentó encontrar un nuevo trabajo). Aunque todavía hay represión, ansiedad y depresión, las defensas obsesivos-compulsivas se están volviendo más notorias y mejor racionalizadas. El sombreado es de tipo obsesivo: el lápiz ha pasado varias veces por el cuerpo de la figura. Evidentemente existe una cierta patología que se expresa en el lado izquierdo (nótese el pie izquierdo y el trazado adicional en la parte superficial del brazo izquierdo). El lado izquierdo simboliza a menudo la parte femenina de las identificaciones parentales. Es posible que la madre que antes lo circundaba totalmente ahora esté lo bastante integrada como para permanecer solo en el lado izquierdo, pero aún continúa ocasionando problemas. Vale la pena observar los garabatos que acompañan la figura. Los del costa superior son de tipo obsesivo-compulsivo. El triángulo que está debajo estimuló en el paciente asociaciones acerca de la trinidad, relacionada primero con símbolos religiosos y, luego con la madre, el padre y el hijo. El triángulo tipo serrucho hacia el costado sugiera compulsividad y agresión. Las asociaciones del paciente en relación con este garabato fueron las siguientes: “como una sierra circular”, “como dientes”, ”la mandíbula inferior y dientes afilados”. Refiriéndose al objeto que está al lado del triángulo aserrado dijo: “dibujo intrincado”, “equilibrado”, “balanza”. 22
En un nivel estructural podemos interpretarlo como la representación de la ligazón obsesivo-compulsiva de la ansiedad, y en el nivel simbólico, como la representación de la balanza de la justicia, o sea, el superyó en yuxtaposición con los impulsos destructivos representados por los impulsos oral-sádicos del triángulo adjunto. Comenzando con el dibujo número 6, observamos que los efectos primitivos están esencialmente dirigidos por medio de turbinas del yo. Se está gestando energía de un modo socialmente aceptable, es decir, de un modo controlado. En este dibujo se encuentra el mismo conflicto básico entre ser hombre o mujer, pero expresado de manera integrada y racionalizada. Hay un solo contorno claro, y el otro se ha convertido en una tiesa columna vertebral, como una barra de hierro, que me atraviesa la espalda: tiesa como un cargador, nótese el modo artístico en que la psique trabaja. La figura interna fue el contorno masculino. Una figura masculin a que da la espald a al observador revela la existencia de un problema en el área de la identificación psicosexual que asume la forma de un deseo conflictivo de ser mujer. A menudo subyacente a este deseo puede encontrarse un impulso más básico. Obsérvense las sobresalientes caderas. Cuando el examinado logra ejercer un control más efectivo sobre el conflicto psicosexual, puede racionalizarlo y ocultarlo mejor aún. En ese caso la figura masculina puede aparecer en posición ventral, pero posiblemente sobresalgan las caderas, o, si el problema está muy racionalizado, es posible que solo aparezca una ansiedad desproporcionada, expresada en el trazado de esa área (véase figura 9). Además en la figura 6 se puede observar la posición de la mano izqquierda en la cadera y de la mano derecha en la cabeza, que sugiere la existencia de una gran empatía con una postura esencialmente femenina. Para poder realizar esta figura en un papel negro, el paciente debió ignorar la considerable cantidad de papel blanco que había a su alcance. Siempre que un examinado, cualquiera sea la situación proyectiva, cambia la estructura forma o
sustancial de ésta, en grandes aspectos o en detalles menores, habrá que pensar en una tendencia al negativismo. El negativismo se alinea en el continuo del valor, y va desde el escepticismo crítico e independiente, pasando por la obstinación, hasta la catatonia autodestructiva y destructora del mundo. El paciente ha estado tan controlado y dominado por su madre (y luego por la esposa y su familia, por la oficina de correos y por el servicio militar) que, por su propio sentido de identidad y para su salvación como persona, necesitó sentir sus propios sentimientos y buscar sus propias satisfacciones. En este momento todavía no es capaz de hacerlo de un modo esencial, por ello desplaza esta necesidad hacia un aspecto menor del mundo. Pero aún en este mínimo detalles, el impulso hacia la autoafirmación está tan dominado por el superyó (miedo, culpa, poder de la madre y hábito9 que requiere el refuerzo de otras necesidades. En este caso, los sentimientos de culpa del paciente han requerido una representación externa en la hoja de papel negro. Otro determinante reforzador es la vergüenza asociada con los problemas que surgen en el dibujo que estamos considerando. Además las defensas anteriormente descritas no están tan integradas como para ser desplegadas a plena luz del día. Cuando realizó este dibujo el paciente trazó repetidas veces el cuerpo, sosteniendo el lápiz de tal manera que no era la punta de éste la que realizaba el ancho trazo sino el borde de la mina inclinada, mientras el paciente acariciaba el cuerpo de la figura con la yema del dedo. Esto constituye una excelente ilustración del aforismo “el retorno de lo reprimido a través de lo reprimido”. El trazado repetitivo constituye una defensa obsesivo-compulsiva, y sirva para canalizar la ansiedad asociada con un impulso prohibido, en este caso, un impulso libidinal hacia el cuerpo del dibujo. En este estado del tratamiento, los síntomas auditivos se calmaron y fueron reemplazados por una masturbación compulsiva. El impulso hacia el propio cuerpo (narcisismo) es, en este caso, un impulso hacia la parte femenina de sí mismo. El conflicto entre la pasividad y la agresividad comienza a resolverse a favor de la última, no solo en la voz y la conducta, sino también en el dibujo de las figuras. En la figura 7 aparece una afirmación del yo como persona 23
indivisible y más fálica. Esta figura es la primera de una serie en la que el paciente se ve como persona de frente. Examinemos esto detenidamente. Por primera vez el cuello no está ni muy abierto ni estrechamente constreñido, ni excesivamente reforzado como en la figura 4. Esto revela una creciente sensación de comodidad y confianza en la relación entre las emociones y el control de éstas. Con respecto a los miembros podemos observar que figuran las piernas, los zapatos y los brazos, pero faltan las manos ¿Por qué será?. Mientras continúan las dificultades del paciente con respecto a la agresión directa, las relaciones sociales directas y la agresión sexual, el intento de reprimir esos impulsos sigue manifestándose en el hecho de cortarse las manos. Pero el afecto reprimido se expresa en la forma del brazo. Este, efectivamente más aún que los dedos, parece un falo agresivo. Observando con detenimiento la región de la cadera advertimos que en un costado de ésta existe una pequeñísima abertura. Sabemos que para comprender alguna cosa, cualquiera sea, se debe conocer su historia. Esta ruptura de la línea de la cadera sobresaliente de la figura 6, de los dos contornos entrelazados de la figura 4 y de los dos contornos separados de la figura 2. Es decir que el conflicto sexual se expresa ahora en esta ruptura mínima. Examinemos ahora la cabeza. El cabello está partido en el medio. Esta es una manera socialmente aceptable y racional de reflejar la dinámica del proceso primario que antes se expresaba de manera abierta e incontrolada en la cabeza dividida de los primeros dibujos. Pro primera vez dibuja un rostro completo y de frente, lo cual significa que está dispuesto a enfrentar al mundo. Es frecuente que en el rostro se centra el sentido del yo. Con una pequeña reflexión comprenderemos la manera en que esto se desarrolla. Compárese este rostro con los dibujos previos sin rostro. Un lado de la cara (el que corresponde a la línea quebrada de la cadera) está más lleno (más gordo) que el otro lado. Tanto la nariz como la boca y las orejas se destacan, ya por el tamaño, ya por la presión del lápiz o por ambas cosas. Esto indica que la orientación del paciente en el mundo se realiza fundamentalmente por medio de estos tres órganos, y no mediante las manos o los ojos. Las manos y los ojos, primariamente, tienen una orientación externamente dirigida (es decir, agresión). Las orejas y la boca usualmente son receptoras. Pero es necesario hacer una advertencia. Las orejas usualmente receptoras pasiva. La voz entra por el oído; en el oído hay una apertura. Pero si el principio
psicodinámico es el de la localización, las orejas pueden convertirse en símbolos genitales masculinos (testículos, uno a cada lado). Desde un nivel conceptual ligeramente distinto, el problema central del hombre versus la mujer se ha desviado ahora, y se halla contenido en el problema de recibir o dar en términos de órganos faciales. La ansiedad es menor (sombreado ligero), hay muy poca depresión (el cuello ha dejado de ser angosto), y en lugar de la rígida represión (líneas forzadas), existen ahora modos adecuados de expresar y satisfacer los impulsos emocionales por medio de la audición, del habla, de la comida y del olfato (sin culpa). La figura 8 fue realizada al mismo tiempo que la figura 7. Desde que había realizado el primer par de dibujos el paciente siempre había rehuido la consigna de dibujar a una persona del sexo opuesto. Esa directiva nunca había llegado a tener significado real para él. Pero ahora ha podido externaliz ar lo suficiente su componente femenino como para presentar un dibujo separado de la mujer. Nótese el mayor grado de ansiedad que sugieren las líneas cortadas y el sombreado en el dibujo de la mujer. Aunque el paciente está sustancialmente libre y ha podido establecer una identidad separada, hay todavía en él mucha ansiedad en relación con la figura femenina. La figura 8 demuestra que el brazo izquierdo y la pierna derecha poseen para el examinado un significado especial: tanto uno como el otro están reforzados. En esa época, el paciente tenía dificultades en relación con el brazo izquierdo y la pierna derecha. Los tenía rígidos, entumecidos y, a veces, le dolían. Los sueños y las asociaciones revelaron que cuando era muy joven dormía con su padre y a menudo su brazo izquierdo estaba en contacto con él, quien dormía del lado izquierdo de la cama, mientras el brazo derecho permanecía extendido encima del padre. Con estos recuerdos se asociaron fantasías del paciente acerca de ser mujer. En este 24
periodo de la terapia desarrolló intensos sentimientos transferenciales en los que confundía al terapeuta con un tío que había reemplazado al padre cuando éste murió. El último dibujo, la figura 9, fue realizado en mayor de 1955. A esta altura del tratamiento el paciente había llegado a tener mucha consciencia de sí mismo como persona, y presentaba al mundo un cuadro agresivo y algo obsesivo. Tenía varios amigos; hacía un año y medio que había dejado el trabajo en correos y había entrado a uno nuevo, de responsabilidad, en el que fue ascendido después de un año. Llegó a sentir considerable hostilidad hacia su esposa y hacia otras mujeres, y continuamente buscaba la gratificación intelectual en compañía de hombres, con quienes podía hablar y ser comprendido. La figura 9 no solo revela el grado de integración que el paciente ha alcanzado y la naturaleza de su estructura de carácter, sino que también pone de manifiesto con claridad las cicatrices o rastros de sus traumas anteriores. Si fuese presentada a alguien para un análisis gráfico, pero sin el beneficio de la secuencia previa o de algún conocimiento especial sobre la historia del paciente, es posible que dijera lo siguiente: se trata de un individuo obsesivo-compulsivo. Esto se manifiesta en los detalles de la vestimenta (bolsillos, corbata, alfiler, solapas, cordones de zapatos, peinado con raya, pañuelo en el bolsillo). Hay indicios de la existencia de fuertes necesid ades de dependencia oral y de un conflicto homosexual pasivo reprimido. Esto se expresa en el número de bolsillos (órganos receptores), de botones (símbolos de dependencia: pezones, ombligo), y en la ausencia de orejas (negación) reemplazadas por el sombreado. Hay signos de conflicto entre la identificación masculina y la femenina (el pie izquierdo más corto, el brazo izquierdo dañado, el área de la cadera reforzada, cabello con raya al medio), y en cierta tirantez en relación con la intensidad de la cólera y el control de ésta (el cuello, algo alargado, está reforzado con el cuello de la camisa y una pequeña abertura en el mentón). Se observa también una cierta dificultad en la orientación externa y en el establecimiento de relaciones con otras personas; así como temor en conexión con los impulsos hostiles (los brazos pegados a los costados). La sensación que el paciente tiene de ser inadecuado (corbata sin terminar, sombreado) y de estar en el aire (emplazamiento de la figura) está racionalizada y controlada por medio de signos obsesivos (línea bajo los pies, y por debajo de ésta otra; alfiler de corbata para mantenerla fijada).
En resumen, el señor P. ha cambiado una imagen corporal caótica por una prisión de granito, y una prisión de granito por un conjunto de detalles (botones, bolsillos y raya del cabello). Retrospectivamente podemos ver la relación que hay entre la raya del p elo y la hendidura de la figura 1; entre el pañuelo puntiagudo del bolsillo y la figura masculina dentro de la figura femenina; entre la corbata y la tiesa columna vertebral de la figura 6; entre el sombreado alrededor de las orejas y las orejas enormemente abiertas de la figura 7, y entre el sombreado del área de las caderas y el dibujo de las caderas de la figura 6. Es decir que donde estaba el ello, ahí está ahora el yo.
Unidad 2: Test de la casa-árbol-persona Capítulo 8: Interpretación del contenido de la técnica proyectiva gráfica casaárbol-persona
El interés fundamental del clínico en los dibujos de la casa, del árbol y de la persona (el test HTP) consiste en la posibilidad de observar la imagen interna que el examinado tiene de sí mismo y de su ambiente; qué cosas considera importantes, cuáles destaca y cuáles desecha.
Administración Se piden los mismos temas gráficos, en el mismo tamaño de papel y con materiales similares, a todos los examinados. Se utiliza un lápiz número dos con goma de borrar y un formulario de cuatro hojas de papel blanco de un tamaño de 18 por 21 centímetros y solo se le ofrece una hoja por vez. Para el dibujo de la casa la hoja se ubica con el eje más largo paralelo al examinado, y para los del árbol y la persona con el eje más largo perpendicular a él, y entonces se le pide que dibujo lo mejor que pueda una casa (y luego un árbol y una persona) aclarando que puede dibujarla como desee, que puede borrar y tomarse el tiempo que necesite. El orden de presentación de los estímulos es siempre el mismo: primero la casa, luego el árbol y por último la persona. Esto permite una introducción gradual a la tarea gráfica, pues así paso a paso se conduce al examinado a entidades que psicológicamente presentan mayores dificultades para su ejecución. Es decir que en forma gradual se va desde las representaciones más neutrales hasta las más cercanas a la propia persona. Es por esto que se deja para el final el concepto gráfico que despierta las asociaciones más conscientes.
Los aspectos proyectivos de los dibujos de la casa-árbol-persona 25
Requerir de un individuo que dibuje una casa, un árbol y una persona, constituye una estructuración más ambigua de lo que podría pensarse en un principio. Aunque al examinado se le dice que debe dibujar una casa, un árbol o una persona, no se le aclara qué tipo de casa, árbol o persona representar. También dependen exclusivamente del examinado la inclusión o exclusión de los distintos detalles de la casa, del árbol y de la persona, así como la importancia que les otorgue. Cuando una persona está respondiendo al HTP con el ojo interno selecciona y decide la imagen que sus necesidades escogerán de entre la galería de recuerdos.
Simbolismo inherente a la t riada casa-árbol-persona Se han comprobado que la casa, como lugar de vivienda, provoca asociaciones con la vida hogareña y las relaciones interfamiliares. Si se trata de niño, pone de manifiesto la actitud que tienen con respecto a la situación en sus hogares y a las relaciones con sus padres y hermanos. En cuanto al árbol y a la persona, ambos conceptos captan ese núcleo de la personalidad que los teóricos denominaron imagen corporal y concepto de sí mismo. El dibujo del árbol parece reflejar los sentimientos más profundos e inconscientes que el individuo tiene de sí mismo, en tanto que la persona constituye el vehículo de transmisión de la autoimagen más cercana a la consciencia y de las relaciones con el ambiente. De este modo es posible obtener un retrato de los conflictos y defensas del examinado, tal como están jerarquizados en la estructura de la personalidad. Confirma la hipótesis de que el árbol capta los sentimientos más básicos y duraderos la circunstancia de que es el concepto gráfico menos susceptible de cambiar en los retests. También lo demuestra el hecho de que, si bien una psicoterapia no intensiva puede lograr mejoras que se manifiestan en la disminución de signos patológicos en los dibujos de la persona, solo el tratamiento psicoanalítico profundo y extenso es capaz de producir algunos cambios, aunque por lo general menores, en el dibujo del árbol.
Interpretación de los elementos constitutivos de la casa, del árbol y de la persona Casa Techo: los descubrimientos empíricos con el HTP indican que a menudo los individuos utilizan el techo de la casa para simbolizar el área vital de la fantasía. Las casa con techos excesivamente grandes, que sobresalen a los costados y achican a la casa (véase figura 1) son típicas de pacientes inmersos en la fantasía y apartados del contacto interpersonal manifiesto. Con frecuencia los pacientes esquizofrénicos o acusadamente esquizoides dibujan un gran techo y luego ubican la puerta y las ventanas dentro del contorno de ese techo, de tal modo que el resultado final es una casa puro techo (véase figura 2). Esto no debe sorprender pues tanto el esquizofrénico como el esquizoide habitan en un mundo fundamentalmente de fantasía. Viven más retraídos en la fantasía que los que, por ejemplo dibujan un techo muy grande que sobresale más allá de las paredes de la casa. La ausencia de techo o los techos que solo son una línea que conecta ambas paredes en los extremos, de tal modo que no poseen altura (esencialmente poseen una sola dimensión en lugar de dos), son característicos del extremo opuesto del continuo que podríamos denominar uso de la fantasía. El grupo que más comúnmente dibuja ese tipo de techo formado por una sola línea es el de los imbéciles, individuos que carecen de capacidad de ensoñación o fantasía, y dentro de los límites de la normalidad intelectual los individuos que poseen una personalidad constreñida y un tipo concreto de orientación. Podemos afirmar entonces que el tamaño del techo refleja el grado en que el individuo dedica su tiempo a la fantasía y en que recurre a ella en búsqueda de satisfacciones. Cuando el techo aparece reforzado por una fuerte presión en las líneas o por un trazado repetido del contorno (y esto no ocurre en las otras áreas de la casa), lo más probable es que el examinado se esté defendiendo de la amenaza de que su fantasía escape a su control (véase figura 3). Este tipo de techo aparece con frecuencia en los dibujos de los prepsicóticos y, en menor grado, en los de neuróticos ansiosos. De todos modos siempre representa el temor de que los impulsos que se descargaban en la fantasía comiencen a aparecer en el comportamiento manifiesto o a distorsionar la percepción de la realidad. Paredes: Se ha observado que en los dibujos de las casas la fortaleza y la adecuación de las paredes se relaciona directamente con el grado de fortaleza del yo y de la 26
personalidad. En los dibujos de pacientes cuyo yo está en franco tren de desintegración, las paredes aparecen desmoronándose. Los psicóticos incipientes con frecuencia dibujan los límites de las paredes reforzados. También los contornos de las paredes dibujados con líneas débiles indican inminente derrumbe de la personalidad y un débil control, yoico, pero en estos casos faltan las defensas compensatorias. Se trata de pacientes más hechos a la idea de su patología inminente, han aceptado como inevitable la derrota y han cesado de luchar. En lugar de intentar rechazar las fuerzas desintegrativas amenazantes, adoptan con respecto a ellas una actitud de tolerancia pasiva. Las paredes transparentes en los dibujos de personas adultas deben considerarse como un signo evidente de deterioro en el criterio de realidad. Puerta: La puerta es el detalle de la casa a través del cual se realiza el contacto con el ambiente. La puerta pequeña en relación con e l tamaño de las ventanas y de la casa en general revela una reticencia a establecer contacto con el ambiente, un alejamiento del intercambio personal y una inhibición de la capacidad de relación social. El correlato conductual de las puertas pequeñas es la timidez y el temor en las relaciones interpersonales. Otro intento que se utiliza para mantener la personalidad apartada e inaccesible consiste en ubicar la puerta muy por encima de la línea de base de la casa y sin escalones para facilitar el acceso a ésta (véase figura 4). Se trata de una forma de representación común en los individuos que solo tienden a establecer contactos con el ambiente dentro de sus propios términos. Las puertas muy grandes son características de las personas con una excesiva dependencia de los demás. Si las puertas están abiertas, hecho estadísticamente poco frecuente, el examinado revela que siente una gran sed de afecto emocional y que espera recibirlo desde afuera. Si la casa resulta vacía, las puertas abiertas indican un sentimiento de vulnerabilidad extrema, y la falta de adecuación de las defensas yoicas. La acentuación de las cerraduras o bisagras manifiesta una sensibilidad defensiva del tipo que con frecuencia se encuentra en los paranoides. Ventanas: en el dibujo de la casa las ventanas representan un medio secundario de interacción con el ambiente. La acentuación de las cerraduras de la ventana es típica de aquellos que se defienden excesivamente del temor por lo daños que puedan venir desde afuera. El agregado de persianas y cortinas cuando las ventanas están cerradas expresa la necesidad de apartarse y una extrema reticencia a interactuar con los demás. Cuando las ventanas poseen persianas o cortinas, pero están abiertas, o
parcialmente abiertas, debe entenderse que la persona tiende a actuar en el ambiente de un modo controlado. Se trata de individuos con un tipo de ansiedad que se manifiesta como tacto en las relaciones sociales. Las ventanas totalmente desnudas, que no poseen ni persianas, ni cortinas, ni visillos, y que ni siquiera están sombreadas, son típicas de individuos que interactúan con su ambiente de una manera ruda, descortés y directa. No tienen casi nada de tacto y son el tipo de participante social que siempre provoca líos. Cuando solo el contorno de las ventanas esta reforzado, es probable que el examinado sea una persona con fijación oral o con rasgos orales de carácter. Sin embargo, en ocasiones, también los individuos con rasgos anales refuerzan el contorno de las ventanas. En estos casos, el dibujo de la persona permitirá efectuar la interpretación diferencial, según recaiga el énfasis en la zona oral o en la anal. Si consideramos el tamaño de las ventanas de acuerdo con la convención, la del living debe ser la más grande y la del cuarto de baño la más pequeña. Si los dibujos se desvían de esta regla, tendremos indicios acerca de las necesidad emocionales que presionan. Por detrás de los intentos de minimizar la importancia del living poniéndole las ventanas más pequeñas de la casa, existe, por ejemplo, un evidente fastidio en relación con el intercambio social. Otorgarle al baño una inmerecida importancia mediante la colocación de las ventanas más grandes implica que en el fondo infantil del examinado existen ciertas experiencias relacionadas con un entrenamiento esfinteriano severo. El emplazamiento de las ventanas de tal modo que éstas no se adecuan de una pared a la otra (y que sugieren que la altura de un piso visto desde el frente de la casa no es la misma que si se lo ve desde el costado, como ocurre en la figura 5) revela dificultades organizativas y formales que, empíricamente, se han visto como indicios de formas tempranas de esquizofrenia. Humo: el humo denso que sale en forma profusa de la chimenea puede indicar una considerable tensión interna en el individuo, conflictos y turbulencias en la situación de la casa, o ambas cosas, pues la última condición puede dar lugar a la primera, y viceversa. El humo que se desvía mucho hacia un lado, como si hubiese un viento muy fuerte, constituye un índice de las presiones ambientales y, de acuerdo con mi experiencia, a menudo se relaciona con casos infantiles de dificultad de lectura, en los que las presiones parentales son causativa y reactivamente masivas. Este tipo de humo 27
también ha aparecido en los dibujos adolescentes que están sometidos a una presión parental inapropiada en relación con la conformidad social y/o los logros escolares. Perspectiva: las personas que básicamente rechazan la situación hogareña en que se encuentran y los valores por lo que allí se aboga, dibujan la casa como si el observador estuviese arriba y la mirase hacia abajo. En estas personas se da una combinación de sentimientos de superioridad compensatorios con actitudes de rebelión contra los valores tradicionales que se le enseñaron en el hogar. Las personas que se sienten rechazadas e inferiores en la situación familiar, dibujan la casa desde lo que se ha llamado visión de ojo de gusano. Desde esta perspectiva la casa aparece como si el observador estuviese abajo y la mirase hacia arriba. En estas personas se mezclan sentimientos de desvalorización, de inadecuación y una baja autoestima; consideran inalcanzable la felicidad hogareña. Cuando se presenta la casa desde una perspectiva lejana, es decir, distante del observador, puede tratarse de dos grupos distintos: a) los que proyectan en el dibujo de la casa una imagen de sí mismo, y de este modo representan su sensación de aislamiento e inaccesibilidad; b) los que en el dibujo de la casa transmiten la percepción que tienen de la situación familiar, situación que el individuo siente incapaz de enfrentar. En este último caso de perspectiva lejana, el individuo manifiesta su sensación de la imposibilidad de sentirse cómodo con aquellos con quienes viven. Las perspectiva de perfil absoluto constit uye una desviación, individ ualmente significativa de la perspectiva usual. La expresión de perfil absoluto se refiere a la casa que se dibuja, de tal modo que el observador solo ve un costado de ésta. El frente de la casa, incluyendo las puertas o cualquier otra entrada, está dado vuelta, de manera que queda invisible y menos accesible. Las personas distantes, oposicionistas o inaccesibles desde un punto de vista interpersonal, proyectan estos rasgos en el dibujo de la casa mediante la perspectiva mencionada. También los paranoicos evasivos buscan refugio, cuando realizan el HTP, en la perspectiva de perfil absoluto. La casa vista desde atrás y, especialmente, sin ninguna puerta trasera muestra las mismas tendencias oposicionistas y de distancia que se expresaban en la perspectiva de perfil absoluto, pero en este caso adquiere proporciones más patológicas. Línea del suelo: la relación entre el dibujo y la línea del suelo, revela el grado de contacto del examinado con la realidad. Los esquizofrénicos latentes o fronterizos siempre tienen dificultades con la presentación del dibujo en firme contacto con la realidad (representada por la línea del suelo).
Accesorios: hay individuos que directamente manifiestan su falta de seguridad rodeando y reforzando la casa con arbustos, árboles y otros detalles que no forman parte de la consigna. El agregado de un sendero que conduce a la puerta, bien proporcionado y realizado con facilidad, es común en individuos que ejercen cierto control y tacto en sus relaciones. Pero si el sendero es largo y tortuoso, se trata de individuos que en sus relaciones sociales en un principio se mantienen distantes pero que en ocasiones entran en calor y entonces pueden establecer vínculos emocionales con los demás. Son lentos y algo cautelosos para hacer amistades, pero una vez que la relación se desarrolla llega a poseer una gran calidad. Si el sendero que conduce en línea recta hacia la puerta es muy ancho en el extremo del observador y va angostándose en forma gradual de manera que al llegar a la puerta es mucho mas angosto que ella, el dibujo revela el intento de disimular mediante el empleo de una amistad superficial los deseos básicos de aislamiento. Los cercos alrededor de la casa constituyen una maniobra defensiva. Árbol Hemos visto que cuando el examinado dibuja un árbol, de entre los recuerdos de los innumerables árboles que ha visto selecciona aquel con el que tiene una mayor identificación empática, y en el momento de dibujarlo, lo modifica y recrea de acuerdo con su reacción kinestésica, reacción que se alimenta con sus propios sentimientos internos. Cuando Koch habla de la línea del desarrollo del árbol desde abajo hacia arriba, señala que a medida que el dibujo crece en un desarrollo que va desde las raíces hasta la copa, ese desarrollo es paralelo al desarrollo psíquico temporal del examinado, es decir, a su historia psicológica vital. Observa que en la parte inferior del tronco suelen aparecer las huellas de las experiencias tempranas, y en la parte de arriba las de aparición más reciente. Esto concuerda con la experiencia de Buck según la cual cuanto más abajo estén las cicatrices en el tronco del árbol más precoces han sido l as experiencias traumatizantes. 28
El árbol, una cosa viviente o que en algún momento vivió en un medio elemental (lluvia, viento, nieve, tormenta, calor o sol) es el más apto de los tres conceptos gráficos del HTP para transmitir la imagen que el individuo tiene de sí mismo en el contexto de sus relaciones con el ambiente. Buck agrega a esto los siguientes postulados: a) el tronco representa la sensación que la persona tiene acerca de su poder básico y de su fortaleza interna (en terminología analítica, la fuerza del yo); b) la estructura de las ramas representa la capacidad que se siente poseer para obtener satisfacciones del medio penetrando en un nivel más inconsciente del área que captan los brazos y las manos de la persona dibujada; y c) la organización total del dibujo revela cómo siente el individuo su equilibrio intrapersonal. Tronco: en apoyo de la hipótesis que considera al tronco como un índice de la fortaleza básica de la personalidad, se ha observado que si las líneas periféricas de éste están reforzadas revelan la necesidad del individuo de mantener la integridad de su personalidad. El reforzamiento es una defensa compensatoria para encubrir y combatir el temor de la difusión y la desintegración de la personalidad. El individuo intenta evitarlas con todos los recursos a su alcance. Cuando, por el contrario, para dibujar el tronco se utilizan líneas débiles, esbozadas o punteadas que no aparecen en ninguna otra parte del dibujo, se trata de un estadio más avanzado del temor por el colapso de la personalidad o de una pérdida de la identidad, en este caso no se tiene ya la esperanza de que las defensas compensatorias detengan el derrumbe inminente. En estos casos existe invariablemente una aguda ansiedad. Los pacientes que en el tronco del árbol dibujan agujeros y animales mirando desde éstos, pueden ser individuos que: a9 internamente sienten que un segmento de su personalidad está fuera de control (disociado) y que es potencialmente destructivo, o b) se identifican primariamente con el animal que se encuentra dentro del tronco, en lugar de hacerlo con el árbol, y de este modo revelan sus anhelos regresivos por una existencia uterina retirada, cálida y protegida. Raíces: la excesiva preocupación por el contacto con la realidad se expresa en la exageración con que se destacan las raíces del árbol, ya que éstas tienen como función el contacto con el suelo. Las raíces que se ven a través de la tierra transparente constituyen un indicio de un deterioro en el criterio de realidad del paciente. Si se trata de una persona con una inteligencia superior o medio, y que se encuentra en la edad adolescente o adulta, este deterioro del criterio de la realidad debe considerarse como un indicio de la posibilidad, pero solo de la posibilidad de que existan otros indicios de un proceso esquizofrénico.
Árbol con base en el borde del papel: los individuos inseguros, que padecen de sensaciones de inadaptación, suelen utilizar como línea de base para sus dibujos el borde inferior del papel. Se apoyan en esta parte de la página como si esto representara para ellos una seguridad compensatoria. Es probable que los pacientes depresivos, que por lo general emplazan sus dibujos en la sección inferior de la hoja, lleguen en ocasiones también hasta el borde. Para la interpretación diferencial entre ambas posibilidades es preciso tener en cuenta que los depresivos utilizan líneas débiles como expresión del debilitamiento depresivo de la energía y el impulso, y que en general como árbol favorito eligen el sauce llorón. Ramas: las ramas representan los recursos que el individuo siente poseer para obtener satisfacciones del medio, para extenderse hacia los demás y para ramificarse en logros acertados. Las ramas altas y angostas, que se extienden hacia arriba y apenas hacia los costados son típicas de los dibujos de personas que temen buscar satisfacciones del ambiente y en el ambiente, y que por lo tanto se refugian, más de lo necesario, en la fantasía para obtener una gratificación sustitutiva. Los individuos que más comúnmente realizan este tipo de ramas son los que se encuentran en la línea que va desde la introversión hasta la esquizoidia. Distinto es el caso en que las ramas se extienden lateralmente hacia fuera, hacia el ambiente, y también hacia arriba, hacia el área de la fantasía: aquí se advierte un mayor equilibrio. Por el contrario, algunos examinados achatan abruptamente la parte superior del follaje o copa, como si intentaran negar o rechazar totalmente el área de la fantasía. Las ramas unidimensionales que no forman estructura y están inadecuadamente ligadas a un tronco unidimensional (segmentación) sugieren la posibilidad de síntomas de organicidad (figura 6). Aunque los matices del resto de los dibujos y de las demás técnicas proyectivas así como la historia del caso y los datos neurológicos sugieren o no organicidad, este tipo de árbol siempre transmite una sensación de impotencia y de futilidad, de falta de fuerza del yo y de una pobre integración de los recursos para la búsqueda de satisfacciones, todo lo cual contribuye a crear un cuadro gráfico de inadaptación. La flexibilidad de la estructura de las ramas, organizadas de tal modo que van desde lo más grueso hasta lo más fino en dirección próximo-distal, constituye un dato favorable e indica gran habilidad por parte del examinado para obtener satisfacciones de su 29
ambiente. Esto es así siempre que el tamaño de las ramas guarde relación con el del tronco. Las ramas tipo garrote o tipo lanza con afiladas puntas en los extremos o con pinches como púas, señalan la presencia de intensos impulsos hostiles y agresivos. Las ramas bidimensionales y abiertas en el extremo distal revelan un escaso control sobre la expresión de los impulsos (figura 7). Las ramas que más que ramas parecen penes son típicas de personas con preocupaciones sexuales o que luchan por la búsqueda de la virilidad. Las ramas rotas y cortadas expresan la sensación que tiene el examinado de estar traumatizado y de no constituir una unidad interna completa. Se trata de sentimientos de castración que en un nivel psicosocial pueden darse bajo la forma de sentimientos de inadaptación, inutilidad y extrema pasividad y en un nivel psicosexual, de sentimientos que pueden variar desde la sensación de falta de virilidad hasta la impotencia. Si el tronco está trunco, y desde el cabo crecen pequeñas ramas, la persona siente que el núcleo del yo está dañado. Este tipo de árboles representaba una detención en el crecimiento emociona, y los primeros esfuerzos, aunque débiles, por volver a crecer, esfuerzos estimulados quizás por la fase inicial del tratamiento. Cuando las ramas, en lugar de dirigirse hacia el ambiente, lo hacen centrípetamente, hacia el árbol, estamos frente a casos de egocentrismo con fuertes tendencias a la introversión. Este tipo de árbol por el momento solo se ha observado en obsesivocompulsivo. Las ramas muy grandes en un tronco relativamente pequeño, revelan una exagerada preocupación por la búsqueda de satisfacción. El extremo opuesto, es decir, la estructura de las ramas muy pequeña, y el tronco excesivamente grande, indica que el paciente experimenta frustraciones debido a su incapacidad para satisfacer imperiosas necesidades básicas. Algunas veces, especialmente en dibujos de niños, las ramas se extienden hacia el sol. Esto es común en los dibujos de jóvenes con una fuerte necesidad de afecto frustrada. El árbol extiende sus ramas buscando el calor de alguna figura autoritaria significativa (en este caso representada por el sol) de la que el examinado está necesitado. Es posible que un niño dibuje un árbol que se inclina para alejarse de un gran sol que está a corta distancia de él. Esto es frecuente en i ndividuos que intentan apartarse de la
dominación de alguna figura parental o de cualquier tipo de autoridad, porque se sienten dolorosamente controlados, sojuzgados y, en consecuencia, inadaptados. Antes de terminar con esta sección, merece mencionarse un tipo de ramas que se da raramente pero que posee un significado simbólico muy claro: se trata de ramas secundarias que se dibujan como espigas y que se insertan en l as ramas primarias. Las puntas de las ramas secundarias, en lugar de encontrase en el extremo distal, se encuentran en el punto de contacto con el tronco del árbol o con las ramas de las cuales crecen. Estas pequeñas ramas parecen enterrarse en las ramas más grandes en lugar de crecer de ellas. La interpretación de este tipo de ramas es de tendencias masoquistas. Entre la tendencia intropunitiva y la extrapunitiva, se encuentran individuos predominantemente impunitivos. Esto se aprecia en el dibujo del árbol, porque estas personas suelen envolver los extremos de las ramas con círculos como nubes. La aspereza de las ramas está amortiguada por una almohadilla de algodón. Son personas cuya agresión no se descarga ni interna ni externamente, pues la inhibición lo impide. A menudo acompañan a este tratamiento impunitivo de las ramas, maneras agradables y un suave modo de hablar. Árbol tipo cerradura: por parecerse a una cerradura, se llama así al árbol cuyo tronco y follaje están dibujados con una línea continua, sin ninguna separación entre la copa y el tronco. Se trata de un espacio blanco encerrado, sin ninguna relevancia. Lo mismo que la respuesta de espacio en blanco en el Rorschach, es característico de individuos oposicionistas y negativistas. Cuando el examinado dibuja este tipo de árbol obedece la consigna del examinador, pero solo en parte. Son personas que sin negarse totalmente a dibujar hacen lo menos posible. Árbol disociado: el nombre de esta respuesta gráfica se debe a que las líneas laterales del tronco no se conectan entre ellas, se extienden hacia arriba, formando cada una su propia rama de estructura independiente (figura 8). Da la impresión de un árbol disociado o dividido verticalmente por la mitad. En realidad parecen dos árboles unidimensionales, uno al lado del otro. Estos árboles indican la existencia de una ruptura de la personalidad, una disociación de sus componentes fundamentales, un derrumbe de las defensas y el peligro de que los impulsos internos vuelquen en el ambiente. Si en el HTP existe algún signo que pueda considerarse patognomónico de la esquizofrenia, ese signo es éste. 30
Tema: hay temas que se explican por sí mismos: no se necesita aclarar el sentido de condena que impplica un árbol con un halcón revoloteando sobre su copa, o el sentido de degradación que revela un árbol orinado por un perro, o el sentimiento inminente de mutilación corporal que transmite el dibujo de un hombre identificado con una figura parental que amenaza al árbol con la total destrucción a hachazos. Edad adscripta al árbol: cuando un adulto, en lugar de un árbol completamente desarrollado dibuja un pequeño retoño manifiesta con claridad sus sentimientos de inmadurez. Pero de todos modos para obtener un índice más exacto del nivel evolutivo que el árbol parece transmitir al finalizar la tarea el examinado es interrogado en relación con la edad del árbol que dibujó. De acuerdo con nuestra experiencia la edad proyectada se vincula con el nivel psicosexual que el examinado siente poseer. Esto se confirmó mediante un estudio experimental. Árbol muerto: una de las preguntas del interrogatorio posterior al dibujo se refiere a lo que el individuo siente en relación con la calidad de vida o muerte del árbol. Los examinados que a la pregunta ¿este árbol está vivo? Responden que no, que el árbol está muerto deben considerarse como pacientes con un mal ajuste. Esta respuesta prevalece en los esquizofrénicos, deprimidos y neuróticos graves que han perdido la esperanza de lograr una adaptación adecuada. Es decir, que estos comentarios poseen un significado negativo desde el punto de vista del pronóstico, lo mismo que cualquier otro signo que sugiera sentimientos de inutilidad. Si en el interrogatorio posterior al dibujo el paciente afirma que el árbol está muerto, debemos averiguar si para él la muerte fue causada por lago externo o por algo interno. Si el paciente afirma que lo que causó la muerte del árbol son cosas tales como parásitos, el viento, agentes naturales, rayos, etc., está responsabilizando al ambiente externo de sus dificultades. Por lo general estos paciente padecen agudos sentimientos de traumatización. Si por el contrario afirma que lo que provocó la muerte fue algo interno, como por ejemplo que las raíces, el tronco o las ramas estaban podridas, se trata de individuos que consideran a su propia persona como nociva e inaceptable. Cuando el examinado percibe al árbol como muerto se le debe preguntar cuánto tiempo hace que ha muerto. Se ha comprobado que el tiempo transcurrido desde la muerte del árbol puede indicar la duración de los sentimientos de desajuste e incapacidad del examinado o del sentimiento masivo de inutilidad o de pérdida de la esperanza, según sea el caso. Persona
Con respecto al tema, el dibujo de la persona puede motivar tres tipos de temas: el autorretrato, el ideal del yo y la representación de personas significativas para el sujeto (padres, hermanos, etc.). Un autorretrato que revela lo que el individuo siente ser. Con frecuencia en el dibujo de la persona se reproducen con exactitud los contornos corporales (obesos o delgados), las áreas fisiológicas, como por ejemplo una nariz ganchuda u orejas grandes, etc. Los paciente con un CI medio o inferior, por lo general reproducen sus propios rasgos corporales en el dibujo de la persona como si se estuviesen mirando en un espejo. Se ha observado que las enfermedades fisiológicas y las incapacidades físicas se reproducen en el dibujo de la persona solo cuando han influido en el concepto que el examinado tiene de sí mismo, creando en consecuencia un área de sensibilidad psicológica. En el dibujo de la persona, además del yo físico se proyecta una imagen del yo psicológico. Con frecuencia los adolescentes dibujan musculosos atletas en trajes de baño, y las adolescentes, actrices de cine con vestidos de fiesta, es decir, estados ideales que los adolescentes añoran. Con respecto a los pacientes obesos que recurren a la terapia he comprobado que los que se siguen adhiriendo a su ideal del yo (es decir que dibujan una persona delgada en lugar de una obesa9 tienen un mejor pronóstico. Representación de una persona significativa para el sujeto en su ambiente contemporáneo o pasado, sea por una valencia positiva o por una negativa: la transposición a la hoja de papel de la percepción que el individuo tiene de las figuras significativas del medio, en contraste con la de la percepción de uno mismo, se da más en los dibujos de niños que en los de adolescentes o adultos. Por lo general la persona que dibuja es una figura parental. El hecho de que la representación de la figura parental se dé con mayor frecuencia en los dibujos de niños que en los de adultos probablemente obedece a la mayor importancia que los padres poseen en la vida del niño, a la necesidad que tiene el niño de poseer un modelo con el que identificarse e incorporar a su autoconcepto. Por esta razón el tipo de percepción de la figura materna o paterna que el niño manifiesta en sus dibujos constituye un dato profético, pues predice los rasgos que años después un retest gráfico demostrará que el niño ha incorporado. De este modo, los dibujos proyectivos tienden a poner de manifiesto el yo sentido, el ideal del yo y –nos tienta decirlo- el yo futuro (excepto en los casos en que se de la 31
intervención de tratamientos psicoterapéuticos o de cambios significativos en la situación ambiental). La lámina III constituye una muestra de dibujos de sujetos normales. Los dibujos pertenecen a sujetos adultos de distintos niveles intel ectuales, desde imbécil a superior. En algunos de los dibujos podríamos señalar elementos neuróticos secundarios: las múltiples chimeneas, el sombreado ansioso del árbol del nivel adulto medio, y la figura sentada que sugiere cierta disminución de la vitalidad con el agregado de la pipa de un modo compensatorio. En conjunto los dibujos representan el funcionamiento de la personalidad en los diferentes niveles intelectuales. Pueden servir como marco de referencia aproximativo, a partir del cual juzgar los tratamientos gráficos desviados.
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Capítulo 9: El H-T-P cromático, una técnica más profunda para captar la personalidad
Los datos obtenidos, de los cuales aquí se presenta una abundante muestra, sugieren que las fases gráficas acromáticas (lápiz) y cromáticas (crayón) del HTP captan diferentes niveles de la personalidad. El HTP cromático se abre paso a través de las defensas para poner al descubierto un nivel de la personalidad más profundo que el que deja ver el conjunto acromático de dibujos. De esta manera, se establece una jerarquía entre los conflictos y defensas del examinado, que determina un retrato más rico de la personalidad. Se diseñó la serie cromática para complementar la acromática y para aprovechar el hecho de que dos muestras son siempre mejor que una.
Casos ilustrativos Breve descripción de la administración del HTP cromático Una vez completado el conjunto de dibujos del HTP acromático el examinador deberá reemplazar el conjunto de hojas dibujadas por uno nuevo de hojas en blanco, y el lápiz por una caja de crayones. El lápiz debe retirarse para que el examinado no realice con él el contorno del dibujo, coloreando después su interior, tal como se hace en los libros para pintar. Se utiliza una caja de crayones con ocho colores: roo, verde, amarillo, azul, marrón, negro, violeta y anaranjado. La consigna inicial es la siguiente: “Ahora, por favor dibuje una casa en colores”, y luego se dan consignas similares para el árbol y la persona. Adrede, en la consigna se le pide al examinado que dibuje otra casa, otro árbol u otra persona, porque para la mayoría la palabra otra implica que no le está permitido duplicar los dibujos acromáticos. Se trata de dar al examinado la mayor libertad de elección. Se le permite utilizar cualquier crayón y, por supuesto, todos si así lo desea. Las preguntas acerca de cómo proceder no deben contestarse de manera directiva con el fin de otorgar al examinado las máximas posibilidades de estructurar la tarea a su modo. En la serie acromática se le proporcionaban todas las posibilidades de empleo de medidas correctivas: podía borrar cuanto quería y, por otra parte, el lápiz constituía un instrumento de dibujo relativamente refinado. En cambio, en los dibujos cromáticos, la única medida correctiva posible es el ocultamiento por medio del sombreado, y el crayón, como instrumento para dibujar es relativamente tosco. Es decir que al comienzo, cuando se supone que el examinado está en plena posesión de los mecanismos defensivos, se le otorgan herramientas que permitan la expresión de sus defensas; pero en la segunda fase, en la que es probable que ya haya perdido
por lo menos parte del control defensivo (si es que puede perderlo) se le ofrece un instrumento más tosco y una oportunidad para expresar en forma simbólica (mediante la elección y el uso del color) las emociones que la serie acromática y el interrogatorio posterior al dibujo le han provocado. Caso F: Exhibicionista El paciente, un hombre casado de cuarenta y dos años, tuvo problemas con la justicia por exhibir el pene a un grupo de chicas de doce años que jugaban frente a su ventana. En la casa acromática está esbozada su necesidad de llamar la atención hacia las protuberancias, pues la chimenea aparece un poco agrandada. En el dibujo de la casa cromática sus necesid ades exhibicionistas se manifiestan de un modo mucho más claro, pues la chimenea se extiende a lo largo de toda la casa, y el humo que sale de ella ocupa el punto central del dibujo. La elección de los colores sigue la misma pauta, es decir, la de poner de relieve el símbolo fálico. Usa el color negro para restar importancia a todo excepto a la chimenea que colorea con un rojo brillante, erótico, que obliga a centrar la atención en ella. El nivel cromático pone de manifiesto un retrato más profundo de la personalidad en comparación con el nivel acromático. Este caso constituye un ejemplo del modo en que por detrás de una superficie relativamente calma surge una patología más profunda. Caso I: Niño con vestimenta de guerrero
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Los dibujos de este examinado van desde el nivel acromático en el que es un valiente indio cuya cabeza ataviada indica su papel de líder entre cazadores y guerreros, hasta el nivel cromático más profundo en el que se manifiesta lo esencial de su autoconcepto: un niño pequeño disfrazado con el traje de un adulto viril (usando traje de marinero). Si bien en el nivel acromático ya hay ciertos indicios de lasitud y pasividad por debajo de la fachada viril, pues el indio está sentado, es en la fase cromática donde realmente se ve la personalidad básica (el niño jugando a ser hombre). Tan llamativa es la disminución de tamaño, como el cambio en el contenido. Una vez más, el nivel cromático ha contribuido al caso clínico ofreciendo una jerarquía de conflictos y de las defensas.
Comentario La fase gráfica acromática revela las capas más cercanas a la consciencia; la cromática, las capas más profundas del inconsciente. La observación de pacientes que realizaron las tareas gráficas acromática y cromática sugiere una hipótesis teórica de tres factores para acompañar los datos empíricos que hemos presentado. En primer lugar, la tarea gráfica cromática provoca reacciones a estímulos emocionales y tolerancia por dichos estímulos. Es decir que produce un impacto similar al que suscitan las láminas cromáticas del Rorschach, en el sentido de que van más allá de las defensas del examinado. El segundo factor que probablemente opera en la fase cromática y que le permite indagar con mayor profundidad en la estructura de la personalidad es el valor a sociativo de los crayones, el cual despierta en las personas adultas niveles infantiles de adaptación. Es como se los crayones removieses, hasta cierto punto, los residuos infantiles de la personalidad adulta, y penetraran hasta llegar a ellos. El tercer factor que contribuye a que la fase cromática descienda más profundamente que la acromática, por debajo de las defensas del examinado, es temporal. El HTP cromático generalmente se administra después de que el examinado ha realizado los dibujos acromáticos y de que ha sido sometido a un interrogatorio en relación con éste. Por esto es posible que al realizar la fase cromática el examinado se encuentre, psicológicamente, en una posición más vulnerable, con los conflictos removidos, con una mayor excitación de las emociones y, en algunos casos, con una lucha de defensas, y la fase cromática penetra justamente a través de esta grieta en su armadura.
Simbolismo del color en el HTP Algunos examinados emplean los crayones con la ansiedad y la vacilación características de sus pautas habituales de conducta. Realizan líneas débiles e indecisas, y los colores que eligen se limitan al negro, al marrón o al azul, que son los más seguros. No se animan a utilizar los rojos, los anaranjados o los amarillos, que son los colores más audaces; esto revela la constricción y la indecisión de sus personalidades. Este uso del color ubica a los examinados en el extremo de un conjunto de la personalidad donde prevalece una exagerada cautela con respecto al intercambio de placer o dolor con los demás. En cambio, las personas psicológicamente más sanas se sumergen profundamente en la tarea cromática, utilizan con confianza los colores cálidos, ejercen una presión fi rme y segura en los crayones, y, de este modo, demuestran poseer una mayor seguridad en las áreas emocionales representadas por el color. En el extremo opuesto de esta gama más sana del continuo están aquellos que ejercen una presión casi salvaje (a menudo aprietan tanto que rompen el crayón) y utilizan una mezcla inarmónica de colores cálidos. Los individuos de este grupo se caracterizan por un estado psicológico de excesiva labilidad, de emociones turbulentas, de urgentes necesidades internas dentro de un en cuadre cargado de tensión. Desde un punto de vista normativo, la gama de colores promedio está construida por el empleo de tres a cinco colores para la casa, dos o tres para el árbol y tres a cinco para la persona. Los examinados que demuestran un uso inhibido del color, es decir, por debajo de esta gama, son personas incapaces de establecer relaciones personales cálidas y libres. Los emocionalmente tímidos utilizan el crayón como si fuese un lápiz y no colorean. Si el color se utiliza por encima de la gama normativa promedio, y sobre todo si se combina con el empleo no convencional de éstos, es característico de las personas incapaces de ejercer un control adecuado sobre sus impulsos emocionales. Lindberg, Eysenck y otros, demostraron que al aumentar la edad decrece en los niños el número de colores que se emplean, lo que concuerda con el incremento en el control emocional que se produce con la edad. John Payne elaboró un esquema interesante y fructífero para clasificar el rendimiento cromático en el HTP. Consta de cuatro ítems:
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Intensidad empática: se define como énfasis en el color de algún ítem en especial y aparece en los dibujos de examinados normales con un ajuste flexible. - Intensidad tensional: se refiere al reforzamiento de un color volviendo sobre él repetidas veces. Se encuentra en la producción gráfica de personas ansiosas en las gamas normal y neurótica, especialmente en los estados de ansiedad. - Intensidad de choque: se trata de una intensificación de las combinaciones de colores inarmónicos; manifiesta una perturbación de un grado más profundo, cercana o dentro de la gama psicótica. También en los maníacos a menudo se observa el fenómeno de la intensidad de choque. - Intensidad de presión: consiste en ejercer una presión inapropiada y excesivamente fuerte sobre el crayón. Payne encontró este fenómeno en los HTP cromáticos de los débiles mentales y de los orgánicos. El autor cree que la intensidad de presión también se encuentra en otros dos grupos de pacientes: los psicópatas agresivos y los paranoides. En relación con las connotaciones simbólicas e specíficas de cada color por separado, la investigación en general coincide en que el uso de rojos y amarillos constituye una forma más espontánea de expresión que el de los azules o verdes, colores más representativos de un comportamiento controlado. El uso del negro y el marrón es característico de los estados de inhibición, represión y, posiblemente, regresión.
A pesar de la notable influencia de la edad sobre los dibujos infantiles, no pareció necesario modificar la hipótesis interpretativas básica de Buck. Mientras se consideren las desviaciones menores debidas a la edad, pueden aplicarse a los dibujos infantiles las interpretaciones usuales en el HTP. Con respecto a las interpretaciones de Buck acerca del valor estímulo de la casa, el árbol y la persona, y del significado del emplazamiento horizontal y vertical, no se señaló la necesidad de realizar alguna modificación. Por lo tanto son válidas y se aplican tanto a los niños como a los adultos. En una publicación reciente he señalado la conveniencia de utilizar 16 crayones en lugar de los ocho estándar, no solo porque los niños se ponen más contentos al ver tantos colores diferentes, sino también porque las variaciones de tonos agregan matices más sutiles al retrato de la personalidad. Antes de presentar el estudio de un caso clínico mencionaremos dos aspectos en que la administración del HTP infantil difiere de las que se utilizan con los adultos. Por una parte no es posible efectuar el análisis cuantitativo pues para los niños no se han elaborado reglas de puntajes y por otra me parece conveniente modificar la manera de formular las preguntas del interrogatorio posterior al dibujo, eliminando algunas que por lo general resultan improductivas y alargan el procedimiento sin necesidad. Caso clínico
Resumen Los datos empíricos que se han representado, sugieren que la fase cromática en la tarea gráfica proyectiva, constituye un instrumento que penetra en capas más profundas de la personalidad y que, por lo tanto, al administrarse junto con los dibujos acromáticos, ofrece un retrato de la jerarquía de conflictos y defensas del paciente con mayor riqueza y ajuste. Además de los datos empíricos, se presenta una hipótesis teórica de tres factores: el impacto emocional del color, las asociaciones infantiles que provocan los crayones y la repetición de la tarea gráfica, como elementos que permiten que los dibujos cromáticos penetren por debajo de las defensas del paciente con mayor profundidad y que pueden observarse los niveles más básicos de la personalidad. Capítulo 10: Estudio de un caso infantil: la proyección de la personalidad de un niño en los dibujos
El emplazamiento horizontal del árbol, y hasta cierto punto, de la personan indican que la niña tiene problemas en relación con el control de los impulsos. Tanto el desequilibrio de la personalidad que se manifiesta en el área de las ramas del árbol como la impulsividad descontrolada que revela el dibujo de los brazos de la persona confirman la existencia de dificultades en el control. El tamaño excesivo de los dibujos cromáticos indican la tendencia de la paciente a sobrerreaccionar a los estímulos emocionales. La omisión del tronco de la persona (que implica una necesidad de reprimir o negar los impulsos corporales) completa la imagen de dificultad en el control. 35
El emplazamiento vertical de las tres entidades revela la inseguridad de la niña, y la pared angosta y alta de la casa, sus tendencias al retraimiento. Su inaccesibilidad se manifiesta en la pequeñez de las ventanas y de la puerta. A causa de que los recursos para la búsqueda de gratificaciones en el medio están muy limitados (estructura de las ramas del árbol) la niña se refugia en la fantasía para buscar satisfacciones emocionales. Este aspecto puede apreciarse en el tamaño del techo de la casa y en el énfasis que pone en la cabeza de la persona.
de la persona. Es posible que las dificultades de la niña con respecto al control provengan de conductas de motivación motora, que generalmente poseen un origen orgánico. A pesar de estos síntomas, es necesario ser cauteloso al interpretar organicidad en casos como éste en el que se debe tener en cuenta la edad de la niña y el ambiente intelectualmente pobre del que procede. En conclusión, la niña es retraída, inaccesible, que se refugia en la fantasía para satisfacer sus necesidades emocionales. Es sensible a la crítica que le dirigen otros niños; esto refuerza sus tendencias al retraimiento. Estos rasgos adquieren mayor gravedad debido a que no solo se siente aislada socialmente sino que además, ella misma prefiere una existencia asocial. La mayor parte de su ansiedad e inseguridad proviene de la situación familiar y de las dificultades de control. Expresa su hostilidad hacia la madre rechazante, rechazándola a su vez. En relación con este esquema, debe considerarse su impulso a independizarse de la familia y sus fantasías de tener una casa propia.
Es evidente que gran parte de sus dificultades emocionales provienen de la situación familiar. En el dibujo cromático elige el crayón amarillo verdoso para hacer la pared. Esto constituye un uso del color fuera de lo común y revela sus sentimientos de hostilidad hacia el hogar. Sus ansias de afecto familiar se manifiestan en el uso del rojo para pintar las ventanas de su dormitorio. También coinciden con este patrón general las fantasías eróticas de la niña, que se expresan en el uso del rojo para el techo. La sensibilidad a la critica que posee se aprecia en las grandes orejas que aparecen en el dibujo cromático de la persona. La lucha que la examinada mantente por su autonomía se manifiesta en las largas piernas de la persona. Esto sugiere los sentimientos psicosociales de castración, tal como se expresan en la ausencia de manos y pies. Quizá se deba a las excesivas exigencias impuestas por sus padres. El indicio de estas exigencias se encuentra en el emplazamiento horizontal de la casa que no revela los problemas de control que se advierten en la persona y en el árbol. Es decir que la niña está forzada a ejercer un mayor control en la casa que en otras situaciones vitales. No pueden dejar de considerarse los síntomas de organicidad que aparecen en los dibujos de la niña. El tronco del árbol formado por una única línea y la estructura de las ramas, de líneas garabateadas, constituyen características frecuentes en dibujos de niños con daños cerebrales. Las líneas garabateadas aparecen también en el cabello
Capítulo 13: el caso de R, antes y después de la terapia
Análisis cualitativo Casa Detalles: falta un detalle esencial (la chimenea): R siente la ausencia de calor de hogar; y no tiene un buen ajuste sexual. Ha omitido las hojas de la ventana (fuertes tendencias opocisionistas). Hay un énfasis excesivo en las ventanas y en el modo de presentarlas (esto sugiere la existencia de una fijación en los orificios). La acentuación de las llamadas líneas continentes indica que el paciente siente que está perdiendo el control. La secuencia de los detalles es atípica lo que significa que el proceso gráfico determinó asociaciones de fuerte tinte emocional que dificultaron la buena estructuración y ejecución de un plan. Proporción: a medida que nos alejamos de la línea del suelo (realidad) las ventanas se van haciendo cada vez más grandes (lo que denota la
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existencia de fantasías hostiles y la inadecuada integración de la personalidad del examinado). Perspectiva: la organización llama la atención por lo extremadamente deficiente; en efecto, es tan pobre sugiere la posibilidad de una psicosis. El emplazamiento de la casa revela que en la situación hogareña el paciente se comporta de una manera más impulsiva y emocional. Tiempo: el tiempo que empleó para realizar el dibujo (6 minutos, 45 segundos) es excesivo: indica que la casa es para el examinado un área delicada. Hubo una pausa inicial, y pausas periódicas a lo largo de todo el dibujo; esto revela una gran indecisión. Cualidad de la línea: la cualidad extremadamente vacilante de la línea es patológica: está muy acentuada la línea continente del techo (área de la fantasía), es posible que el paciente haya fantaseado mucho en relación con su casa y con los que la habitan. Capacidad crítica: la gran cantidad de veces que borró sin una mejoría subsecuente demuestra que la capacidad crítica está disminuida. Actitud: durante todo el dibujo de la casa, el examinado estaba derrotista; acosado penosamente por sentimientos de inferioridad e inadecuación. Impulso: a pesar de que eran obvio su desagrado por la tarea que debía realizar y sus sentimientos de inseguridad, el paciente demostró considerable persistencia, lo cual es un buen pronóstico para el futuro. Fase posterior al dibujo: resumiendo el resultado del interrogatorio diremos que la casa que dibujó era su hogar ideal, el cual debe encontrarse al aire libre (ya lo frustraron demasiado). La vio lejos (tanto desde un punto de vista psicológico como material). Se puso de manifiesto su inmadurez social: 1) quería que la casa solo fuese feliz para aquellos en los que él podía confiar; 2) por su afirmación de que nunca se preocupó por la posible felicidad de otros hogares. Asociaciones: la casa determinó las siguientes asociaciones: 1) hogar; 2) seguridad; 3) un lugar donde alejarse del mundo; 4) una huida en la fantasía. Para resumir, era una casa soñada, algo que sentía con pocas posibilidades de poseer. Árbol Detalles: dibujó el árbol con mucha cautela; extendió el tronco gradualmente hacia arriba agregando ramas de cada lado mientras manifestaba: 1) una especie de reacción de niño quemado; y 29 una necesidad patofórmica de simetría. En apariencia se sintió perturbado por el tipo fálico del árbol, pues gran parte del tiempo cubrió el dibujo con su
mano izquierda. Justificó intelectualmente la ausencia de follaje diciendo que, como era invierno, no le dibujaría hojas. Proporción: de los tres dibujos, el árbol es el más pequeño y expresa simbólicamente su sentimiento básico de inferioridad. La estructura frágil e inadecuada de las ramas revela que siente que su actividad para lograr satisfacciones es inadecuada, insatisfactoria y mal coordinada. El sol aparece como un objeto pequeño y uy distante, lo que sugiere; 1) el paciente siente que en general el ambiente da poco calor; y que 2) a menudo él está muy distante de la autoridad. Perspectiva; la línea de la tierra tipo arco implica por un lado un vínculo no resuelto con la madre, y por otro, una tendencia a ocupar el centro del escenario social. El emplazamiento del árbol por debajo del centro de la hoja, revela que R prefiere lo elemental y lo concreto a lo complejo y lo abstracto. El emplazamiento cerca de la línea media vertical connota un intento de mantener el control intelectual sobre la necesidad de satisfacciones emocionales inmediatas y sobre su proclividad hacia la actuación impulsiva. Tiempo: dibujó el árbol en un minuto y 48 segundos, lo que no constituye un empleo excesivo del tiempo. Cualidad de la línea: en general, la cualidad de la línea es medianamente uniforme, por supuesto, es superior a la de la casa. Capacidad crítica: casi no borró, no sintió necesidad de crítica. Actitud: si bien seguía dudando acerca de su capacidad para dibujar se mostraba más seguro que cuando dibujó la casa, la que despertó en él asociaciones perturbadoras con respecto a los vínculos con su familia. Fase gráfica: no hizo ningún comentario mientras dibujaba el árbol. Fase posterior al dibujo: para recapitular muy brevemente el interrogatorio diremos que el árbol le recordó a una mujer debido a sus rasgos protuberantes; estaba vivo, pero estático, esperando la primavera. Obsérvese el cambio de la persona del verbo cuando comenta: “El lo va a perder, pero existe la posibilidad de que la próxima primavera me devuelva la belleza” (la visión del futuro del paciente no es del todo disfórica). Su deseo de que el árbol no sea débil representa su propio temor ante la posibilidad de aparecer débil así como su desprecio por la debilidad. Asociaciones: al principio el árbol no resugiere nada, pero después recuerda el hogar de su abuela donde le agradaba estar porque podía hacer lo que quería durante las tardes y no se sentía oprimido (siempre ha estado en mayor o menor medida en conflicto con la autoridad y ha sentido que se lo trataba i njustamente). 37
Para resumir, el dibujo representaba a un árbol de la infancia ubicado en el único lugar donde sintió que una persona mayor lo trataba con cierta justicia. Persona Detalles: la secuencia de detalles fue aquí algo sorprendente, al principio, R mostraba una gran reticencia a dibujar la persona por debajo de la línea de la cintura (preocupación sexual con signos evid entes de desajuste). Le resultó imposib le dibujar brazos y manos visibles (expresó así en forma simbólica su incapacidad para ajustarse socialmente de un modo simple y espontáneo y para evaluar adecuadamente su verdadero potencial). Aunque debajo del saco de entrecasa el cuerpo está desnudo, R no se animó a dibujar los genitales (su necesid ad exhibicionista entra en agudo conflicto con su fuerte necesidad de ajuste). Proporción: el cuello muy grande implica una aguda consciencia de los impulsos corporales junto con el esfuerzo por controlarlos. Las piernas regordetas sugieren la existencia de sentimientos bastante profundos de inmovilidad y de falta de autonomía. Perspectiva: la postura rígida de la figura, con la cabeza ladeada, y la sensación de que está en puntas de pie, revelan inflexibilidad patofórmica de reacción, tendencia a evitar el enfrentamiento sin ambages con las cosas y a buscar la satisfacción fuera de la realidad. El casi perfecto encuadre de la figura en la hoja de papel es en sí mismo patofórmico e indica que R es igualmente rígido en sus relaciones con los demás. Tiempo: el tiempo empleado, cinco minutos, 27 segundos, es algo excesivo, teniendo en cuenta la escasez de detalles de la figura. Cualidad de la línea: el énfasis y el reforzamiento de las líneas continentes indican una aguda consciencia de autocontrol. La cualidad de la línea varía enormemente, lo que sugiere un grave desajuste y p reocupación por los aspectos corporales. Capacidad crítica: como en el dibujo de la casa, también aquí borró mucho y muy pocas veces mejoró la calidad. Actitud: se mostraba perturbado e indeciso mientras realizaba el dibujo de la persona.
Fase gráfica: antes de dibujar las piernas, hizo una pausa y comentó: “¿Hasta el final, eh? Qué cosa tan apasionante” Y luego ocultó el dibujo con la mano izquierda mientras dibujaba las piernas, poniendo de manifiesto su preocupación y los sentimientos de culpa concomitantes. Fase posterior al dibujo: un breve examen del interrogatorio revela: 1) una marcada subjetividad, la persona dibujada constituye un autorretrato; 2) el sentimiento del paciente de que solo puede confiar en una persona después de que ésta le ha demostrado en forma convincente su confiabilidad; 3) la aguda consciencia de ser soltero; 2) el deseo, algo inusitado, de dejar que la música dicte el estado de ánimo; 5) la filosofía de R según la cual el estado ideal es la nada. Asociaciones: con la persona, R asocia seguridad, expresando de este modo su necesidad de relacionarse con las personas. Para resumir, la persona es un autorretrato apenas disimulado (idealizado en el nivel verbal y algo degradado gráficamente). Es obvio que R está muy mal adaptado, que es ansioso, inseguro, inmaduro y está frustrado y que necesita psicoterapia. Los dibujos y su reacción frente a ellos indican que no se trata de una psicosis. La casa y algunos de los comentarios de R indican con bastante claridad la posibilidad de que se trate de una esquizofrenia. Pero el árbol es indudablemente de una calidad muy superior y excluye esa posibilidad. Lo mismo ocurre con el interrogatorio que aunque contiene varias respuestas patofórmicas, no es el de un psicótico. Su ansiedad es demasiado fuerte y profunda como para pensar en un diagnóstico de psicopatía. El diagnóstico aproximado fue una neurosis de carácter con componentes obsesivos compulsivos.
Análisis cualitativo posterapeutico Casa Detalles: todavía no puede dibujar la chimenea. Antes tampoco podía hacer la puerta y las ventanas hasta haber trazado una y otra vez el techo y las paredes, pero esta vez demostró que necesitaba y se esforzaba por realizar un 38
contacto satisfactorio pues dibujó la puerta y las ventanas bajas luego de haber dibujando la línea del suelo. Esto demuestra que aunque la actitud hacia la familia ha mejorado notablemente, no está todavía adaptado a esta nueva actitud de cooperación ni se siente cómodo en ella. Puede colocar marcos en todas las ventanas, con excepción del triángulo del piso alto (quizás aún se entregue a fantasías hostiles en contra de la madre) y de las ventanas del garaje (aún considera con escepticismo futuro). A los arbustos que están frente a la casa los identifica, de izquierda a derecha, con el cuñado, la novia, el padre, la madre, la hermana melliza y el hermano. Es decir que ahora puede incluir en el dibujo de su casa ideal a miembros de la familia. Pero la presencia de éstos le produce ansiedad, que se manifiesta en el denso sombreado. Digamos de paso que los arbustos fueron el último detalle que incluyó. Proporción: la puerta de esta casa es más grande que la de la primera, lo que indica que ha aumentado el deseo de establecer relaciones compartidas. Por otra parte ya no se observa la gran disparidad del otro dibujo con respecto al tamaño de las ventanas (la satisfacción en el hogar no se restringe ya a la fantasía y hay una mejor integración de la personalidad). La casa es más pequeña, lo cual sugiere que para el status de su familia ya no es tan importante. Perspectiva: la casa continua siendo esencialmente una fachada, aunque el paciente intenta dar profundidad al dibujo poniéndole un umbral en el frente. (Todavía está demasiado inmaduro en su situación familiar como para sustituir la evasión disimulada por una afirmación directa). En lugar de la vacilación e indecisión que demostró en el primer dibujo de la casa, ahora lo realizó con un plan bastante coherente de acción (ya no reacciona hacia el hogar de manera caótica e impulsiva, y aunque aún no ha aceptado del todo su cambio de actitud, la mayor parte del tiempo puede ejercer el control intelectual que sugiere el actual emplazamiento de la casa). Tiempo: empleó 6 minutos, 29 segundos lo cual es patofórmico (como en el pasado la compulsividad le trajo problemas intenta ahora compensar mediante una extremada cautela). Cualidad de la línea: hay menos exageración en las líneas continentes (se ha relajado un poco), pero todas las líneas demuestran todavía falta de seguridad. Capacidad crítica: borró menos y a veces logró leves mejoras. Actitud: se mostró tenso y ansioso. Expresó que sabía que había mejorado e insistió en que ya no se sentía deprimido, pero era notoria su preocupación por lo que podía
manifestar en los dibujos. Reemplazó la confusión de los dibujos preterapéuticos por un exceso de cautela. Fase posterior al dibujo: una recapitulación del interrogatorio posterior al dibujo demuestra que la casa ideal se ha convertido en una estructura específica. Las montañas ya no simbolizan encierro, inclusive ahora puede sentir placer al verlas (símbolo femenino del pecho ya no le despierta sentimientos desagradables de rechazo por parte de la madre). El futuro tiene para él un significado real. Asociaciones: con esta nueva casa asocia: 1) seguridad (un tipo permanente de seguridad); 2) una meta futura; 3) a su novia. Árbol Detalles: el árbol ahora tiene varias bidimensionales (el paciente siente que se han reforzado sus recursos para la búsqueda de satisfacciones). En la estructura de las ramas hay una leve acentuación en el lado derecho del árbol (lado correspondiente al control intelectual). Las ramas sugieren cierta hostilid ad, aunque bastante bien controlada. El sombreado en la línea del suelo implica ansiedad. Proporción: este árbol es más pequeño que el primero, pero el tronco y las ramas guardan mayor proporción. El tamaño más reducido sugiere: 1) sensibilidad disminuida; 2) sensación de relativa inadecuación aunque con capacidad para aceptarla sin rebelión manifiesta. Perspectiva: la línea del suelo se inclina de izquierda a derecha lo que sugiere una sensación de esfuerzo que no es de ningún modo anormal. El encuadre casi perfecto del árbol en aloja de dibujo expresa la sensación de rigidez que el paciente experimenta en su nuevo rol. Tiempo: empleó 4 minutos, 3 segundos. Es mucho tiempo si consideramos la escasez de detalles (ha reemplazado la impulsividad por una cautela excesiva). Cualidad de la línea: la cualidad de la línea es bastante uniforme. Capacidad crítica: no borró, salvo la rama derecha más baja que le pareció muy extensa (posee una alta consciencia de la ventaja de mantener el equilibrio). 39
Comentarios. Mientras dibujaba el árbol no hizo ningún comentario espontáneo. Fase posterior al dibujo: los comentarios que realizó durante el interrogatorio: “yo quisiera que esté vivo”, y “fuerte, vigoroso, yo…”, revelan su actitud con respecto al futuro y su sensación de capacidad para manejarse con cualquier cosa que el futuro le reserve, y además indica que el paciente considera a este árbol como un pseudorretrato. Asociaciones: lo mismo que con el primer árbol, también con éste asocia la casa de la abuela, el hogar donde pasó los días más felices de su infancia. Ambos árboles, el primero y el segundo, son arces. Pero mientras que relacionó el primero con una mujer, éste es un hombre y lo identifica específicamente con el padre (ha desaparecido la anterior hostilidad hacia el padre y el paciente comienza a asumir un rol masculino adulto en el que la heterosexualidad reemplaza a la anterior homosexualidad). Persona Detalles: la persona posee ahora brazos visibles, aunque para mayor precisión habría que decir brazos lastimosos, pero de todos modos son verdaderos brazos. El intenso sombreado de la línea del cuello expresa que al paciente aún le resulta difícil controlar los impulsos corporales y el cabello muy sombreado, ansiedad derivada de impulsos sexuales. El mentón menos prominente implica que ya no necesita proclamar su virilidad con tanta vehemencia. La salida del baño es casi etérea. Al examinador le resultó difícil determinar con precisión qué podía significar esta salida de baño, un artículo de vestir inusual en los dibujos de personas, ni el mismo paciente pudo contribuir para aclararlo. De un modo accidental el examinado se enteró de que en el colegio militar en el que R ingresó tres veces, se consideraba que un estudiante estaba bien vestido cuando tenía puesta solo una salida de baño y que estaba ataviado de un modo inadecuado si aparecía en público con pantalón y camisa. La salida de baño adquirió así un significado especial. En este caso parecía simbolizar la rígida convicción de que su conducta en el colegio militar lo había desacreditado ante su familia. Esta creencia fue para él deshauciante con respecto a sus esfuerzos por realizar un posterior ajuste al servicio, del mismo modo en que el saco de entresaca de la primera persona envuelve y hace impotente al personaje. Por lo tanto, el nuevo saco entrecasa transparente, puede considerarse más como un indicio de mejoría que de fracaso patofórmico de la capacidad crítica.
Proporció n: la inadecuación de los brazos fusiformes expresa la reticencia al intercambio social (aunque los brazos ya no están ocultos). Esta persona es algo más pequeña que la primera; también el paciente está menos hipersensible que al principio. Perspectiva: la persona está parada en una posición más relajada que la figura anterior. Su postura revela más seguridad. Sin embargo está rígidamente encuadrada en la página (lo que implica una rigidez equivalente en el intercambio social). La cabeza sigue estando ladeada (sin embargo, la expresión ya no es de asombro o de apariencia dolorosa). Tiempo: empleó 5 minutos, 29 segundos. Es algo excesivo para un dibujo con tan pocos detalles. Cualidad de la línea: las asociaciones que la persona hace surgir en R siguen siendo perturbadoras; por lo tanto, la calidad de la línea es muy vacilante. Capacidad crítica: se limitó a las pausas que hizo durante la fase del dibujo y a las frecuentes exclamaciones de disgusto por su incapacidad de hacer algo mejor. Fase posterior al dibujo: según R la persona está descansando (lo mismo que él, hasta cierto punto); recién se ha dado una ducha (lo que simboliza algo más que una limpieza física); no tiene muchos problemas importantes sobre los cuales reflexionar (en recientes entrevistas el examinado había exhibido insight alentador). Asociaciones: la persona que dibujó le hace pensar en un hombre sin mayores preocupaciones, por lo menos por el momento (este comentario es saludable), le recuerda a una persona acomodada, satisfecha (estado que el examinado querría lograr para él). Para resumir entonces, vemos que en este segundo HTP la actitud de R hacia el futuro ha mejorado notablemente; se muestra menos desconfiado e irritable. Aunque esté aún ansioso e inseguro, y dude de su capacidad para lograr éxito, la vida para él es ahora algo que decididamente vale la pena vivir. No caben dudas de que ha mejorado así como de que su ajuste sigue siendo precario. Unidad III: Otras técnicas proyectivas gráficas Capítulo 14: El simbolismo en los test de dibujos de animales
Causalidad unidimensional Teoría de la formación de símbolos relacionada con la simbología animal: 1. Todo símbolo animal es la resultante de un campo de fuerzas intrapsíquicas y externas. 2. Los símbolos animales son, en potencia, multidimensionales y ambiguos. 40
3. El poder, la complejidad, la sutile za y la precisión de las habili dades perceptivas, y de las tendencias y las asociaciones varían de la misma manera que la inteligencia y el CI. 4. El psicólogo no puede determinar a priori cuáles son las dimensiones relevantes de un tema particular. 5. Todos los animales poseen dimensiones genéricas y específicas. En la sección siguiente presentaremos la técnica del dibujo y de la historia de un animal de Levy, los datos normativos pertinentes, las tablas derivadas y el análisis correspondiente basado en siete mil trescientos cuarenta y seis dibujos que se obtuvie ron de: 1) hombres adultos sele ccionados al azar; 2) muje res adultas seleccionadas al azar; 3) prisioneros del sexo masculino; 4) psicóticos internados; 5) psicóticas internadas; 6) adolescentes varones; 7) adolescentes mujeres. Técnica del dibujo e historia de un animal de Levy (LADS) 1. Materiales que se emplean: papel blanco sin rayas de 21 centímetros por 28. 2. Consigna: por favor, dibuje un animal, cualquier animal que desee. Comience a dibujar. 3. Después de finalizados los dibujos, se dan las siguientes consignas: escriba en el costa superior derecho su: a) Edad; b) sexo; c) el tipo de animal que usted dibujó; d) haga una lista de otros animales que quizás hubiese dibujado; e) debajo del dibujo del animal póngale un nombre familiar cariñoso. 4. Consigna posterior (opcional): dé vuelta la hoja del dibujo y escriba una historia imaginaria acerca de este animal. Una vez obtenidos los datos, pueden evaluarse de tres maneras: 1) normativamente; 2) formalmente, y 3) simbólicamente. Análisis de animales específicos Carnero: En la historia y la teología egipcia el carnero es el dio del sol. Obsérvese el sol en el dibujo. El himno de Hibis dice así: “el carnero habita en Mendes…él es el falo, señor de los dioses…”. Compárense los mitos cristianos del sacrificio del carnero con el sacrificio del toro Mitiraico. En la mayoría de las teologías y leyendas el carnero es el símbolo del dios del sol, del poder, de la potencia, de la paternidad, la fertilidad, el
renacimiento y la regeneración. (En la mitología persa hay una desviación, y el carnero reemplaza a la serpiente en la historia equivalente a l a del jardín del Edén). Cuervo: Este cuervo (figura 2) fue dibujado por un estudiante de primer año de universidad, tiene 17 años y es de sexo masculino. El cuervo es un animal que se dibuja aproximadamente una vez cada cinco mil. Es un dibujo inusitado y, por lo tanto, este examinado no es una persona común. El sig nificado que poseen todas las aves es esencialmente el deseo de escapar de una situación penosa e inexorable. Implica una sensación de tensión y encierro, y el deseo de escapar físicamente mediante la acción. Frente a una situación de este tipo un carnero reacciona con un ataque agresivo, un insecto con ansiedad y evitación, un pájaro con: 1) la huida física o 2) una transmigración intrapsíquica tal como está ejemplificada en la leyenda del fénix que renació de sus propias cenizas. En un nivel de significación el pájaro es un símbolo del falo. La palabra pájaro, tanto en alemán como en italiano significa idiomáticamente, pene.
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Nótese que en la Tabla I los pájaros aparecen con mayor frecuencia entre prisioneros y adolescentes que entre otros grupos. El deseo de un prisionero de huir físicamente es demasiado obvio como para que haya necesidad de comentarlo. En cambio, los adolescentes requieren un estudio más cuidadoso. El adolescente se encuentra en un período de transición en el que se intensifican los impulsos sexuales y las exigencias del superyó. Ya no puede entregarse con la misma soltura que antes a los impulsos infantiles (ello) ni a la autoindulgencia irresponsable. Por su falta de experiencia con respecto a este nuevo conflicto intensificado, no ha ejercitado lo suficiente sus defensas yoicas como para movilizarlas fácilmente y dominar el conflicto. Este se convierte, en consecuencia, en un conflicto superyó-ello con los concomitantes sentimientos de culpa, depresión y ansiedad. En esta situación, el yo se encuentra suspendido entre las exigencias inusualmente fuertes del ello de gratificaciones sexuales con objetos prohibidos y los de otras satisfacciones igualmente prohibidas. La principal restricción que el adolescente tiene en relación con dichos impulsos prohibidos es su propia consciencia (superyó) y la representación externa de ella en la persona del padre. En consecuencia siente al padre como la fuente de prohibiciones, cuando en rigor ellas emanan de su propia psique. De esto provienen los fuertes sentimientos de hostilidad que siente hacia el padre y que por lo general reprime para revivirlos como d epresión. En el progresivo desarrlollo hacia
la maduración el joven puede renunciar de un modo inconsciente a sus deseos por la madre, quien ha sido la fuente y el objeto de su amor, y resolver el conflicto inconsciente con el padre mediante la incorporación oral y la identificación con él. Examinemos ahora el dibujo del cuervo que realizó este adolescente. El aspecto más inusitado del mismo son las palabras nunca más. El dibujo sugiere la desesperanza y la depresión del examinado por un amor al que se ha renunciado. La renuncia no solo provoca desesperanza sino también rabia y deseos de obtener el objeto perdido sin que se ofenda el superyó. Se advierten impulsos fuertes, masculinos, fálicos, en la presión del lápiz, las líneas firmes, el pico puntiagudo, el énfasis en las garras y el mismo símbolo del pájaro. El emplazamiento del animal sobre la línea del centro y hacia el lado derecho de la página sugiere una orientación hacia la acción, o sea, una huida del yo. En otras palabras, el joven resuelve el conflicto interno mediante una huida en la acción. Podríamos predecir que se trata de un adolescente que realiza violentas actividades físicas, como el atletismo, las carreras, etc., y que se dedica muy poco a la introspección. Su introspección posee cierta cualidad pesimista guiada por la culpa. El énfasis en el pico es un signo no solo de agresión sino también de oralidad. El pico cerrado y la ausencia de todo tipo de orificio indica una formación reactiva frente a los impulsos orales. Para resumir podemos decir que estamos en presencia de un joven cuyos impulsos fálicos y orales son muy fuertes pero que los reprime con igual fuerza, y los desvía en la acción y en la huida física, que es algo pesimista y culposa. La resolución de su conflicto básico está a favor del superyó, por ello es posible que sea extremadamente concienzudo, algo rígido en lo que respecta a su moral debido a la formación reactiva con que se defiende, y que se abstiene, especialmente en el área oral. Las proporciones del pájaro y el empleo del espacio indican que el examinado es una persona ordenada y disciplinada. La prominencia del área posterior (la cola) sugiere la importancia que para él posee la zona anal. Si consideramos que su defensas fundamentales son la represión y la negación (no hay orificios en el dibujo) podemos conjeturar que le otorga una gran importancia a la limpieza y a la retención de cosas dentro de sí. Por otra parte es posible que sea una persona más bien tranquila. Dirigirá con mucho cuidado los impulsos agresivos y turbulentos por canales socialmente aceptables. Huirá de toda actividad agresiva como un reflejo de su huida de los propios sentimientos agresivos. Pájaro: si bien todos los pájaros simbolizan la huida (el vuelo), la orientación en la acción y el deseo de impulsos fálicos, existen diferentes significados específicos que varían de acuerdo con los diferentes tipos de pájaros. Existe una enorme diferencia 42
entre un águila y un canario o entre una gallina y un buitre. Hay pájaros protectores, pájaros de rapiña, pájaros de presa, pájaros parásitos, pájaros cantores, pájaros exhibicionistas (pavo real), pájaros indefensos (patos empollando), pájaros pacíficos (paloma), pájaros hembras (palomas), pájaros de cuello largo, etc. Cada Pájaro posee el significado genérico de todos los pájaros más el significado genérico de la especie a la que pertenece más el significado específico que su creador le atribuye (el que sueña o el que dibuja).
El caballo de mar y el gato: La tabla III revela que existe una significativa diferencia sexual en la incidencia de los gatos. El gato es un animal esencialmente femenino que implica una fuerte identificación con dicho sexo. No solo confirman esta conclusión los datos normativos que hemos presentado antes, sino también los mitos, las leyendas, los rituales, la literatura y los datos clínicos. De los ciento dos pacientes en análisis que se estudiaron, solo nueve dibujos de gatos correspondían a personas del sexo masculino. De estos nueve, siete poseían extensos antecedentes de homosexualidad manifiesta, uno tenía unos pocos antecedentes y el noveno era un psicótico. Las tres áreas señalan hacia la misma dirección. La frecuencia de los caballos de mar es de uno cada cinco mil dibujos. La historia correspondiente al dibujo que presenta la esposa, señala con muy poco enmascaramiento, que ha invertido los roles sexuales. El hombre es el que da a luz y la mujer la que introduce los huevos en el hombre. La idea del hombre como receptor sexual no es un concepto nuevo. El mismo dibujo con una trompa hueca, tipo falo (como la trompa de un elefante) tiene una estructura similar a un útero. A menudo he encontrado en los sueños y en las fantasías de los pacientes psicóticos, de los pervertidos sexuales y de los neuróticos graves, una confusión inconsciente entre los órganos sexuales. Es así que algunas mujeres, pertenecientes a alguna de dichas
categorías tienen la fantasía inconsciente de que su aparato genital es un falo que fecunda el orificio uretral del hombre. Nótese el modo en que la examinada destaca la priápica cola del animal con el fin de expresar ese deseo de un modo llamativo. También llama la atención la línea que achata la curvatura del estómago y que es otro indicio de la inversión sexual. El tamaño del dibujo revela un considerable narcisismo; el emplazamiento del dibujo casi por completo en el cuadrante superior izquierdo de la página pone aún más de manifiesto el autismo y la inmadurez de sus fantasías. La existencia de muy pocos índices de ansiedad manifiesta, revela que el conflicto sexual no toma la dirección de la neurosis sino más bien de la psicopatía tal como se la puede hallar en las perturbaciones caracterológicas o en las psicosis. Las áreas semejantes a un peine que se encuentran en la parte superior de la cabeza y en la espalda indican una preocupación somática por parte de la paciente en relación con dichas áreas, con probables manifestaciones sintomatológicas hipocondríacas. A menudo esto constituye una defensa leve contra la regresión a un vínculo de características fetales con la madre. En consecuencia, el diagnóstico probable de la examinada es una perturbación caracterológica acompañada de una perversión sexual, con preocupaciones hipocondríacas, narcisismo corporal y una posible psicosis reprimida subyacente. Gato: los gatos son el tercer animal más popular entre los hombres, después de los perros y los caballos. Entre los hombres adultos seleccionados al azar un 17% dibujaron gatos; entre los adolescentes varones, solo un 3% y entre los psicóticos del sexo masculino, un 11%. Esto es así a pesar de que en nuestra experiencia cultural el gato es un animal doméstico casi tan común como el perro. Dentro de las mismas categorías grupales mencionadas, las mujeres dibujan dos a tres veces más gatos que los hombres. Por lo tanto, hemos llegado a la conclusión deque uno de los significados genéricos del gato en los dibujos, sueños, etc., es el de la femineidad. Además, esto concuerda con frases tales como “es una gata”, o “gatita” con la que se suele designar a algunas mujeres. Históricamente los egipcios han venerado al gato; derramar la sangre de este animal sagrado era un crimen. Cuando en una casa se moría un gato, todos los habitantes de ésta se afeitaban las cejas en señal de duelo. Para los egipcios el gato simbolizaba la luna. Tanto la luna como el gato constituyen símbolos casi universales de la actividad nocturna, y de la fecundidad, de la frialdad, la lejanía y la femineidad. A menudo a la diosa gata se la identificó con la mujer del dio Ra. Este simbolismo refuerza aún más la equiparación gato-madre. 43
El gato se diferencia del perro en sus relaciones con la gente. El vínculo que mantiene el felino con los seres humanos posee una cualidad diferente: es más autónomo que el perro, más desligado, centrado en sí mismo, independiente, autosuficiente, más reacio al afecto y a la interdependencia. Otra cualidad genérica del símbolo gato es su desapego y el hecho de que se centra en sí mismo. Según nuestra experiencia en un nivel genérico el dibujo del gato representa siempre el símbolo de una madre fría, distante, desapegada y centrada en sí misma. Los dibujos de gatos varían a lo largo de muchos continuos. Encontramos una serie que se sitúa en el continuo representado por la característica de centrarse en uno mismo, continuo que en un extremo implica la autonomía, y en el otro el máximo narcisismo. Víboras: La mayoría de los significados son derivativos y pueden considerarse casos especiales a partir de tres significados básicos que son: 1) la fuente de la vida (el principio procreativo); 2) la fuente de la muerte (el principio del castigo); 3) la fuente del conocimiento prohibido (el principio libidinal, es decir, el inconsciente). Caballo: La mayoría de los relatos de la mitología y del folklore consideran al caballo no como símbolo sexual sino más bien como un símbolo de colaboración amistosa y activa. De acuerdo con nuestra experiencia la mayor parte de los dibujos de caballos contienen este elemento genérico, es decir que el que dibuja se considera a sí mismo una persona útil, servidora, complaciente, cooperadora, trabajadora, amiga, bestia de carga. Téngase en cuenta que la energía a disposición del hombre se mide en caballos de fuerza. La explicación psicodinámica secundaria que hemos hallado sería la de una relación armoniosa entre el yo y el ello. Pero esto no es universalmente cierto, aunque lo es más con respecto al caballo como símbolo que con respecto a cualquier otro animal que aparezca en la tabla I. Se ha comprobado que el significado esencial de dicho animal es que el individuo posee un componente de impulsos del sexo opuesto mayor que el promedio, hasta el punto de posee características homosexuales apenas latentes o hasta manifiestas. Aunque esto ha sido cierto en una minoría de nuestros dibujos de caballos, no puede decirse que sea un símbolo universal. Debe existir alguna razón por la que el caballo, a pesar de representar tan a menudo la vitalidad del inconsciente, no represente al principio masculino esencial o el principio femenino esencial. Parece que la estructura y las actividades del caballo son lo bastante ambiguas sexualmente como para que las personas ambiguas, ellas mismas, las utilicen a menudo.
De todos modos, el significado genérico fundamental del caballo se relaciona con las características yoicas de la acción, el trabajo, el servicio, la ayuda, etc. En algunos (pocos) representa el inconsciente y el peligro (caballos salvajes, pesadillas). Con menos frecuencia representa el principio materno. En los dibujos de caballos es de gran importancia el análisis formal.
Aspectos especiales de los dibujos Vinculación oral Si se pudiese medir estrictamente el grado de separación e independencia de todos los individuos, tendríamos una curva normal de distribución que representaría todos los grados, desde la dependencia tipo fetal de la estructura de carácter psicótica infantil hasta los casos, sumamente raros y quizá solo teóricos, de completa separación e independencia psíquica del hombre maduro. Según nuestra opinión éste es el problema básico en el hombre y no el conflicto edípico o el problema de la identificación sexual. Si consideramos que en su origen esta dependencia ha sido una vinculación física (un ombligo) y luego una vinculación oral (la alimentación con pecho o mamadera) no sorprende encontrar que los símbolos que representan esa vinculación condensen en su formación ambos elementos. Como ejemplos podemos citar los dibujos de los siguientes animales: a) insecto chupador; b) ballena; c) elefante; d) oso hormiguero; e) jirafa; f) caballo de mar. Dentro de nuestra colección de dibujos tenemos una serie ordenada a lo largo de un continuo que va desde la fuerte vinculación oral hasta la relativa independencia tal como puede apreciarse en las partes de la boca. Negativismo La mayoría de los dibujos miran hacia la izquierda. La tabla V indica cómo es la distribución de la orientación, hacia la izquierda de frente y hacia la derecha. La orientación hacia la derecha posee un significado similar al uso de espacio blanco (S) en el Rorschach, o sea que representa una cualidad oposicionista. El valor exacto de esta cualidad debe determinarse mediante otros factores del dibujo, pues el oposicionismo se extiende desde el negativismo catatónico hasta la proclamación de sus descubrimientos por parte del científico; y la falta de oposicionismo se extiende desde la cooperación madura hasta e l conformismo vacío y servil. Autoconcepto
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Los dibujos de animales, lo mismo que los dibujos humanos, expresan los sentimientos de las personas con respecto a sí mismas. Hay sentimientos como los de amplitud, pesadez, torpeza, incoordinación, etc., que por lo general se relacionan con el estado de separación insuficiente ya mencionado. Los dibujos que reflejan esta cualidad incluyen elefantes, cucarachas y ballenas. Las mariposas revelan sentimientos de insustancialidad y de capricho; los cerdos, chivos y ratas, de autodenigración; los monstruos y los antropoides, de odio y temor; los conejos, de timidez; los peces (fuera del agua) de rareza (esquizoidía); los animales de cuello largo (que tragan mucho), de hostilidad reprimida, y de culpa y perturbación concomitantes. Ennegrecimiento y relleno Rellenar todo el cuerpo, o ennegrecerlo es un mecanismo obsesivo-compulsivo. Este mecanismo sigue en los dibujos exactamente el mismo patrón que en la conducta y en la fantasía. Hay un continuo que partiendo de la eficacia como mecanismo de defensa pasa por la preocupación hipocondríaca en relación con el cuerpo y llega hasta la transparencia de partes del cuerpo, la que revela una pérdida de la autoimagen, en las psicosis. Fijaciones psicosexuales Cuando se examina el tipo de animal y la manera particular con que se lo ha dibujado, se pueden obtener indicios sobre las áreas de perturbación psicosexual, áreas que oscilan alrededor de las zonas oral, anal y genital. Capítulo 15: Test de completamiento de dibujos
Construcción del test La población: una de las características del test es el hecho de que en oposición a la mayoría de las técnicas proyectivas se lo ha desarrollado operando sobre una población normal, no hospitalizada. Este hecho le otorga no solo un rasgo distintivo sino, tal vez, un mérito distintivo. La muestra se seleccionó de tal modo de que fuese representativa de la estructura socioeconómica de la sociedad occidental, es decir, que reflejara el marcado predominio de clases medias, y clases bajas sobre las profesionales. Su esquema de investigación de la personalidad estaba originariamente diseñado para identificar los tres tipos que se diferenciaban en su sistema: el tipo vital-emociona, el racional-volitivo y el integrativo. El esquema estaba constituido por las funciones básicas que se reconocen tradicionalmente: emoción, imaginación, intelecto y volición (el último término ha sido sustituido aquí por el término actividad); cada una se
subdividía a su vez en dos aspectos contrastantes, constituyendo en total ocho aspectos a partir de los cuales se investigaba la personalidad. El protocolo Las propiedades particulares del protocolo representan una de las credenciales más importantes de este test para su admisión en el campo de las técnicas proyectivas. Para que un determinado material sirva como instrumento de examen de la personalidad debe satisfacer dos condiciones básicas: evaluación sistemática del examinador. Factores cualitativos Una simple ojeada al protocolo es suficiente para reconocer que: 1) cada uno de los estímulos posee una forma absolutamente propia que le otorga individualidad, y 2) las formas de los distintos estímulos son muy variadas. Las cualidades formales son de dos tipos. Algunas son objetivas, en el sentido de que son inherentes a las estructuras físicas de los estímulos. Por ejemplo, el estímulo uno posee la cualidad objetiva de ser redondo, relativamente pequeño y ubicado en el centro. Otras poseen un valor estrictamente fenomenológico o guestáltico, o sea que son atribuidas por el sujeto percipiente al estímulo. Este tipo de cualidad puede ser relativamente objetiva (en el sentido estadístico de la palabra, no en el físico) o relativamente subjetiva (es decir, que son percibidas por solo unos pocos o hasta por un solo sujeto). Por ejemplo la línea ondeada del estímulo dos, generalmente es percibida como flexible, móvil, y hasta animada; en ocasiones como una línea que se arrastra, y a veces como humorística. Estímulos masculin os y estímulos femeninos: aunque los estímulos son cualitativamente muy diversos, pueden organizarse en dos categorías, de acuerdo con la similitud de algunas de sus cualidades predominantes. Tenemos así el grupo de estímulos curvos y punteados y el de estímulos rectos y cuadrados. Wartegg los llama grupos femeninos y masculinos, respectivamente. Estos rótulos, tal como se utilizan en este test, no se refieren a ningún simbolismo freudiano sino simplemente a la supuesta afinidad de las mujeres con el mundo de la realidad animada cuya cualidad orgánica, 45
circular, flexible y creciente está simbolizada por la línea curva y a la correspondiente afinidad de los hombres con el mundo de la realidad objetiva con sus propiedades técnico-constructivas simbolizadas por las líneas rectas. La predilección que el examinado demuestre por las cualidades representadas en estos dos grupos de estímulos constituye un criterio válido para juzgar el carácter masculino o femenino de su personalidad. Más concretamente, para diagnosticar que una persona posee un carácter predominantemente femenino, esa persona debe no solo responder al grupo de estímulos femeninos con un contenido orgánico (vid a, naturaleza) y dándole precedencia en el orden de realización de los dibujos, sino que además debe responder a los estímulos masculinos de modo tal que en su contenido haya muy pocos o ningún objeto hecho por el hombre, abstracciones técnicas, etc., o demostrando una total ausencia de afinidad con las cualidades de dichos estímulos representan. En consecuencia, parecería que los estímulos sin sentido pueden, en efecto, ejercer una influencia considerable sobre la dirección de la actividad asociativa del examinado. Por eso es importante la representación equilibrada de una amplia variedad de estímulos para lograr que un instrumento de este tipo no se sujete a una dirección implícita y para que se adecue a una amplia exploración de la actividad proyectiva. Factores organizacionales y cuantitativos La docilidad que posee el material-estímulo no figurativo para su completamiento en una variedad de ítems, o sea su plasticidad, está determinada sobre todo por factores cuantitativos y de organización. Nos referimos al tamaño, al número, a la ubicación y a la estructura de los estímulos. El factor estructural se encuentra solo en los estímulos complejos: el tres, el cinco, el seis y el siete de la parte superior del protocolo pero juega un papel muy importante.
importancia que se confiere a las características de la ejecución, este test penetra también en el aspecto expresivo de los dibujos. La relación estímulo dibujo Se trata de una doble operación que consiste en considerar las cualidades de los estímulos más manifiestas en los dibujos y las cualidades menos manifiestas, y en traducir el producto de este análisis en términos psicológicos. Examinemos una muestra simplificada e incompleta de esta operación tomando el tipo de dibujos que, más a menudo, se encuentra como respuesta al estímulo Uno, y examinado sus implicaciones diagnósticas. a) Una rueda: un dibujo de este tipo demuestra que el estímulo ha sido percibido en sus dos cualidades esenciales: ubicación central y redondez. Esta respuesta provisionalmente puede considerarse como índice de un carácter apegado a los hechos, objetivo, realista, práctico y claramente masculino. b) El centro de una flor: este dibujo destaca la redondez y la pequeñez del estímulo; no descuida del todo la centralidad pero desvía su valor desde el plano abstracto geométrico al concreto orgánico. Una Red de este tipo sugiere un fuerte predominio de la sensibilidad sobre el intelecto, una integración de características no agresivas, algo romántica (en el caso de un examinado del sexo masculino, posiblemente de tipo sentimental) y muy femenina. c) La intersección de dos diagonales: esta respuesta destaca la ubicación exactamente central del estímulo hasta el punto de negar su redondez. Una respuesta de este tipo indica un modo de ser unilateral, intelectual, lógico, abstracto, muy controlado y poco imaginativo.
El mecanismo de diagnóstico Una de las ventajas de este test consiste en ofrecer tres fuentes diferentes de datos y en permitir así un triple enfoque en la interpretación de los resultados. La más distintiva de estas fuentes es la relación estímulo dibujo (Red) o análisis de la manera en que el examinado responde a las cualidades formales del estímulo. La siguiente fuente de datos consiste en el contenido o aspecto específicamente proyectivo de los dibujos. Esta fuente se logra al permitir que el examinado dibuje lo que quiera (y por lo tanto, asociar libremente), en lugar de ajustarse a un tema dado. Finalmente, por la
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El contenido La especial contribución de este test ala análisis de contenido reside en la organización sistemática y diferenciada del dominio prácticamente ilimitado del contenido y, sobre todo, en los correspondientes índices psicológicos que ofrece. La organización de la Tabla I posee un valor no solo lógico sino también diagnóstico. Las cuatro divisiones fundamentales en que está organizada son los pasos a seguir para cada dibujo específico. La ejecución Las características de la ejecución otorgan una individualidad inequívoca a los temas que de otro modo serían similares. El trabajo que se realizó con este test demostró que la ejecución ofrece una base diagnóstica más confiable aún que la del contenido. Mientras que el contenido manifiesta los intereses, preferencias, necesidades y preocupaciones del examinado, la ejecución revela aspectos más fundamentales de su conducta; la intensidad impulsiva, la fuerza del control, 47
la tensión ola relajación básica, la flexibilidad, labilidad, tenacidad y otros elementos permanentes del carácter. Uno de los méritos de este test es el de ofrecer un extenso análisis de las variables de ejecución junto con los índices psicológicos correspondientes. Estas variables corresponden fundamentalmente a: - Aspecto externo: lleno, vacío, expandido o constreñido. - Tipo y cualidad de las líneas: rectas o curvas, fluyentes o rígidas, continuas o discontinuas. - Presión: fuerte o débil. - Tratamiento: cuidadoso o descuidado. - Estructura: organizada (espacial o lógicamente) o detallada. - Sombreado: claro u oscuro. Existen otras variables, tales como movimiento, repetición, etc. Son en conjunto 22 variables sujetas a puntajes. El significado de las características específicas no debe considerarse inequívoco e invariable como si fuera un diccionario. Debe modificarse constantemente como una función de la constelación siempre cambiante en que las variables aparecen. Puntuación La puntuación se realiza mediante una hoja especial de puntuación (Tabla II) y con una escala de tres puntos. Los puntajes indican por medio de símbolos (una X para cada punto) y no de cifras. Se busca mediante este procedimiento que aparezca en aloja de puntuación la constelación de características contenidas en los dibujos de la manera más directa posible. La distribución de los símbolos en la hoja repuntuación deja como resultado áreas llenas y áreas en blanco que, para el examinador entrenado, constituyen un mensaje inmediato. La interpretación Los puntajes totales obtenidos por intermedio de las variables que aparecen en los dibujos, se transportan al protocolo de interpretación (Tabla III) que se organiza de acuerdo con las relaciones entre las variables del dibujo y las variables psicológicas aquí exploradas. El resultado de esta operación es una curva que se denomina perfil de la personalidad. A menudo, esta curva resulta errónea en relación con el producto final del test. En rigor solo representa una primera organización de los datos, un cuadro tipológico que debe individualizarse mediante una serie de pasos. Primero deben analizarse los puntajes totales que constituyen el perfil.
Capítulo 16: Test del concepto más desagradable. Una técnica proyectiva gráfica para uso diagnóstico y terapéutico.
Materiales Este capítulo se refiere a la experiencia obtenida con el estudio de 500 casos sobre los cuales se disponía de opiniones psiquiátricas y a los que, además, se les administró una batería completa de técnicas conocidas. Examinados Los 500 examinados cuyos dibujos constituyen el tema de este estudio son personas que están pasando por una etapa de dificultades psicológicas y buscan asistencia psiquiátrica para enfrentarlas. Por el contrario, las 450 personas que constituyen los grupos de control no presentan síntomas psicológicos manifiestos. Consignas para la administración 48
“¿Cuál es la cosa más desagradable que se le ocurre? O “Quiero que piensa en la cosa más desagradable que pueda imaginar”. Después de una breve pausa, el examinador agrega: “Y ahora quiero que me la dibuje”, al mismo tiempo que le entrega un block de papel y un lápiz. Se dan luego las siguientes consignas como: “puede dibujarlo como prefiera, tal como es, esquemática o simbólicamente”. Cuando el examinado entrega el dibujo se le pide que o describa y que se asocie libremente con él. El papel que se utiliza es el común de 21 centímetros por 28.
Resultados Reacciones del examinado a las consignas del test Para estimar la facilidad de respuesta del examinado tomaremos una escala de seis puntos: 1. El examinado toma inmediatamente el lápiz, mira al examinados de una manera acusadora o penetrante y en forma rápida dibuja alguna idea, concepto u objeto como si la pregunta del examinador fuese el disparador de una respuesta que solo esperaba la palabra “ya” para surgir. Los resultados gráficos de este modo de reacción suelen ser de tipo simbólico y representativos de estados mentales o de experiencias psicológicas (véase la figura 4,) 2.
El tipo 2 es el de velocidad promedio. El examinado parece estudiar en algunos segundos una serie de posibles respuestas alternativas y luego, sin trabajo ni conflicto, registra su decisión, acompañada a veces de algún breve comentario apologético acerca de que aunque no sabe dibujar bien, se podrá apreciar más o menos lo que ha intentado hacer. Este tipo de reacción posee una gran correlación con las
respuestas que en este test hemos determinado como “populares”. (véase figura 1) 3. El tercer tipo de respuesta puede denominarse lenta promedio. Es similar al tipo 2 con la diferencia de que en este caso el examinado vacila más antes de decidirse; pone mayores barreras defensivas en términos de su incapacidad para dibujar bien. Es frecuente que las líneas del dibujo posean características de tanteo y que el examinado requiera reaseguramientos para poder continuar. 4. El tipo de reacción número 4 puede ser descripto como lento y perturbado. El examinado conoce la experiencia específica y personal que desea dibujar, pero hacerlo le resulta perturbador que suele tener grandes dificultades. En estos casos es necesario un repetido reaseguramiento y al entar mucho al examinado. 5. Este tipo de demora puede llegar al extremo de la total negativa a realizar en el papel el dibujo de la idea que parece ser muy perturbadora. 6. La reacción número 6 es el fracaso pero de distinto tipo. Aquí el examinado no puede (literalmente) pensar en nada desagradable y a pesar del apoyo que se le brinda y de las preguntas que se le hacen (“¿Es que realmente no existen cosas desagradables en el mundo?”) no logra entrar en la situación proyectiva. Contenido: El tema del concepto más desagradable Hemos intentado establecer un estado inicial de orden en nuestros resultados dividiendo el material en cinco clasificaciones principales y varias subdivisiones. Comenzaremos con el área neutra del centro que es realista, impersonal, lógica y universal: la denominé: “Guerra, bomba atómica o crueldad de las naciones opresoras”. No puede ponerse en duda la legitimidad de esta área como concepto más desagradable. Más aún, en este caso la palabra “desagradable” se ha extendido al máximo para significar aterrador, terrible y terrible para muchos. En el cerco externo de esta área neutra que hemos colocado los dibujos que representan la muerte, al dolor o a la enfermedad. Aunque no es posible de una muerte violenta, estos casos carecen de la universalidad de los otros ya que la preocupación en este caso se refiere a la propia muerte o a la de alguna persona vinculada con el examinado, pero no a la de muchos. Si volvemos ahora al diagrama, veremos que a la izquierda hay un amplio grupo de respuestas que consideramos como lo desagradable interno. En estos casos se ha perdido toda objetividad y universalidad; la preocupación del examinado se centra en su propio infierno psicológico individual. Agrupé aquí representaciones simbólicas de los estados mentales, fantasías bizarras, sueños recurrentes, fobias, etc. 49
La flecha de la derecha del diagrama señala lo desagradable externo pero, en este caso, en relación con hechos específicos y sin ninguna resonancia mundial. También aquí existen grados de legitimidad, pues una casa en llamas posee mayor validez que, por ejemplo, un insecto que trae mala suerte. En dirección diferente a la del área neutra encontramos ejemplos tales como la evasión a través de lo trivial, el desplazamiento, la disociación y el fracaso. Y en otra dirección lo desagradable ubicado en el sexo. Si hiciéramos un diagrama semejante, pero a partir de los dibujos de los sujetos de control, no encontraríamos nada clasificable como relacionado con el sexo, ni tampoco desplazamiento, disociaciones o fracasos. Lo desagradable interno, aunque representado en términos de soledad y fobias sería mucho menos frecuente que en el caso de las personas que buscan ayuda para sus dificultades, y las fantasías bizarras serían mínimas. Por consiguiente, la mayoría de las respuestas del grupo “normal” se distribuyen, según vemos, entre el cuadrante central y lo desagradable externo.
El concepto más desagradable en psicoterapia Resulta interesante el caso de una paciente de 25 años que dibujó en 13 ocasiones sucesivas un coche fúnebre. Sus primeras asociaciones fueron totalmente triviales: que al venir a la sesión analítica tuvo que ir detrás de un coche fúnebre con su
coche particular, oque vivía cerca de una empresa de pompas fúnebres. Ulteriormente hizo asociaciones en el sentido de que algunos de los vagones de tren parecían coches fúnebres hasta que, una vez que las defensas disminuyeron, apareció, súbitamente, el material clave que fue aceptado por la paciente. Se advirtió inmediatamente de donde provenían la mayoría de sus dificultades: era incapaz de enfrentarse al temor de haber provocado la muerte de su madre al dejar unas píldoras para dormir a alcance de su mano. Por supuesto la asociación final fue que el coche fúnebre en el que llevó a su madre al cementerio. En otro caso se obtuvo una serie más dramática de asociaciones cuando se enfrentó por primera vez de una paciente con sus dibujos originales. Se trataba de una mujer inteligente que había estado literalmente presa en su departamento durante un año debido a su terror a pisar heces si salía a la calle. También en el departamento se pasaba los días previniendo posibles contaminaciones de la suciedad, y fregaba frenéticamente los muebles y su persona. Dibujó lo que puede verse en la figura 16 y lo describió como una combinación en la que había heces, un pene y la figura de una mujer. En la psicoterapia se decidió enfrentarla directamente con esa confusión. Se le pidió que comentara su dibujo teniendo en cuenta que los tres elementos dibujados podrían simbolizar una misma cosa. Inmediatamente después que se la enfrentó con sus dibujos, tuvo tres recuerdos que demostraron la ausencia de líneas divisorias o de demarcaciones adecuadas en su experiencia. Recordó tres escenas de su vida pasada que se comentaron y desarrollaron: recordó que siendo pequeña la dejaron con un baby sitter hombre; en esa ocasión éste intentó introducirle el pene en la boca. Recuerda que más sorprendida que asustada, mientras se le acercaba creía ver heces colgando, a punto de caerle sobre la cara. Hay ya aquí una confusión pene-heces, una combinación de asco y de temor. El segundo recuerdo ya de la vida adulta se vincula con el día en que súbitamente comenzó su actual terror a las heces. Había estado caminando por la calle con su marido, el que pisó heces sin darse cuenta. Cuando volvieron a la casa, ella le quitó el zapato para limpiárselo y, desde ese momento, comenzó su pesadilla de terror y contaminación en que hoy vive. Además, recordó que ese mismo día descubrió que su marido le había sido infiel y que cuando lo vio apunto de pisar las heces, la asaltó la idea de aplastarle o pisarle el pene. Es así como la paciente reconoció fácilmente y además ejemplificó su falta de límites entre el concepto de heces y el de pene.
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Se pudo comprobar que la gran ansiedad de la paciente estaba centrada en sus rasgos homosexuales no aceptados y en el asco por su propio cuerpo debido a sus deseos sexuales activos.
Resumen y conclusiones 1.
2.
En un test que, cuando está incluido en una serie de técnicas proyectiv as menos directas, produce un interesante efecto de sorpresa o shock. A menudo el paciente, para su propio asombro, logra recobrarse y registrar experiencias totalmente olvidadas. Permite una mayor comprensión de las respuestas dadas en otras técnicas proyectivas. Por ejemplo, un examinado había dado una respuesta poco común a la mariposa de la lámina III del Rorschach: “dos puertas al final de un largo corredor”. Hizo luego un dibujo muy semejante en el test del concepto más desagradable, pero en los extremos del corredor agregó dos celdas en la que estaban encarcelados él y un amigo. Las asociaciones en relación con
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este aspecto del dibujo demostraron la existencia de sentimientos de culpa a causa de actividades homosexuales. 3. En algunos casos el dibujo de fantasías bizarras parece aliviar la preocupación del examinado. Es algo así como compartir un estado de ánimo que siempre había evitado expresarse. Después, tanto el examinador (en su rol de terapeuta) como el paciente pueden referirse objetivamente a mi estado de tensión. 4. El progreso terapéutico se manifiesta de una manera asombrosa, en cortes longitudinales, a medida que el paciente va pasando de una experiencia desagradable reprimida a otra. Paralelamente, es frecuente que el test preanuncie material que solo después es traído a la luz por el paciente. 5. Una de las ventajas de este test es su valor diagnóstico. Aunque pensamos que el diagnóstico constituye la parte menos importante de la contribución de las técnicas proyectivas, hay casos en los que es importante confirmar o descartar un proceso esquizofrénico latente antes de decidir el tratamiento a seguir con el paciente. Creemos que la inclusión de este test en la batería diagnóstica ha reforzado, en muchos casos, la evidencia objetiva. Nos referimos concretamente a las representaciones simbólicas de estados mentales que suelen confirmar el diagnóstico fronterizo y a los dibujos de animalitos que a menudo reafirman el diagnóstico de neurosis. Capítulo 17: Diversas técnicas proyectivas gráficas
Test desdibujo de una familia Consiste en entregar al examinado lápiz y papel y pedirle simplemente que dibuje una familia. La mayor popularidad de esta técnica consiste en su utilización con niños, ya que es de fundamental importancia conocer la relación de éstos con los padres y hermanos. La variable quizá más importante que pudo se manifiesto el test del dibujo de una familia es la del tamaño de las diferentes figuras. Daremos algunos ejemplos: el exagerado retrato de una enorme figura materna sugiere (cuando en realidad la madre no es la más alta de la familia) que la madre del niño es una figura matriarcal y dominante; si el padre aparece como una figura pequeña e insignificante apenas un poco más grande que el mismo niño, se deduce que éste percibe al padre en una posición apenas más importante que la de él mismo.
La figura 1 fue dibujada por un niño de doce años, vecino del autor de este capítulo. Constituye una respuesta relativamente sana a este test y, en consecuencia, puede servir como base para comparar luego las demás ilustraciones clínicas. El examinado es hijo único y aparece como tal en el dibujo. El tamaño y la edad del chico dibujado parecen coincidir con las de él lo mismo que el tamaño de ambas figuras parentales. Ha transmitido una sensación de satisfacción y de actividad, aunque aparece con claridad, y esto coincide con mis observaciones sobre su familia un cierto desapego entre los personajes, cada uno de ellos está comprometido en alguna actividad aislada en lugar de interactuar con los demás. El indicio de distancia emocional entre los miembros de la familia puede observarse desde una perspectiva más aguda si se compara este dibujo con la figura 2. Esta última transmite la sensación de una interacción familiar y de una solidaridad mucho más estrechas. Esto se refleja no solo en la mayor proximidad que tienen las figuras, sino también en que cada una no está absorta en su propia actividad. El único rasgos enfermo de este dibujo, básicamente positivo en general, es la gran inmadurez que revela el examinado cuando necesita especificar que el niño se encuentra en brazos de la madre es él, sobre todo si consideramos que cuando se le administró el test tenía 26 años. Su necesidad regresiva de volver a estar en los brazos protectores de su madre define y limita su ajuste actual. Otros elementos interesantes para el psicólogo clínico que emplee el test del dibujo de una familia son los siguientes: si el examinado se incluye o no en el dibujo (como un índice de su sentimiento de pertenencia); si dibuja a uno de los padres con expresión severa y prohibitiva, y al otro con aspecto bondadoso. 52
Por lo que el test de la familia en general revela se lo ha considerado como el equivalente proyectivo gráfico del TAT. Resulta especialmente útil cuando se trata de captar la percepción que el paciente tiene de sí mismo y/o de sus relaciones con las figuras parentales o con los hermanos.
paraguas que lo resguarde y se encuentra parado, con el pelo pegado a la cara y la lluvia cayendo sobre la cabeza descubierta.
Test de una persona bajo la lluvia Consiste en pedirle al examinado que dibuje una persona bajo la lluvia. El procedimiento del dibujo de una persona bajo la lluvia intenta lograr un retrato de la imagen corporal bajo condiciones desagradables de tensión ambiental representadas por la lluvia.
La figura 8 corresponde a una muchacha de 23 años con una esquizofrenia latente. Bajo las condiciones que simbolizan tensión ambiental reacciona con pérdida de la identidad y difusión de los límites que la diferencian del mundo externo. La técnica del dibujo de una persona bajo la lluvia capta entonces la despersonalización de la paciente quien la destaca aún más cuando comenta espontáneamente que la figura no es hombre ni mujer, es asexuada.
Las figuras 4 y 5, ambas realizadas por individuos normales (la primera por un muchacho de 14 años y la segunda por un hombre adulto) sirven como base para partir de la cual es posible juzgar las desviaciones de los dibujos presentados más adelante, realizados por la población clínica. Si contrastamos la figura 6 con las dos mencionadas, podremos apreciar que en este caso el examinado e s algo más propenso que aquéllos a emplear la aislación como reacción caracterológica frente a las tensiones ambientales. Bajo el estímulo de la situación estresante se aísla bajando su paraguas como resguardo protector. A partir de esta comparación podemos deducir que este examinado está más propenso que los dos examinados que dibujaron las figuras 4 y 5 a valerse d el escape como defensa frente a situaciones adversas. El dibujo de una persona bajo la lluvia que aparece en la figura 7 ilustra la sensación de estar bajo las condiciones ambientales más estresantes posibles. El examinado dibuja un chaparrón, como reflejo de lo desgraciada y aprisionante que siente su propia situación ambiental. El hombre bajo la lluvia está menos defendido contra las presiones del ambiente que los personajes de los dibujos precedentes. No lleva sombrero ni
Las figuras 9 y 10 constituyen ejemplos de reacciones que se ubican en el extremo opuesto del continuo tensional en comparación con los ejemplos vistos. Ambas figuras fueron dibujadas por pacientes que se encontraban en los estadios finales del tratamiento psicoterapéutico. Realizó la figura 9 un adolescente que se trató conmigo por espacio de un año y medio aproximadamente, y la figura 10, un joven de 25 años que estaba finalizando un tratamiento de dos años de duración. En ambos dibujos se reflejan sentimientos de animación y alegría junto con una visión de que los periodos 53
infelices y tenebrosos de la adaptación están llegando a un fin. En la figura 9 la persona cierra ya su paraguas porque siente que en su situación vital solo quedan pocas gotas de lluvia. La figura 10 muestra un arco iris en el fondo, como si el montón de presión ambiental remanente solo fuese análogo, según las palabras del paciente, a una lluvia de verano; siente además que puede gozar de esto en lugar de considerarlo como algo de lo que hay que escapar o protegerse.
Las figuras 13 y 14 pertenecen a un hombre encarcelado por robo a mano armada. Bajo la presión del estímulo que representa la tensión cedieron los sentimientos de inadecuación que en el dibujo de una persona se ocultaban bajo una fachada jactanciosa y aparecieron en primer plano (figura 14). En el úl timo dibujo las pi ernas se vuelven débiles y enclenques, los brazos, inservibles y la cara ridícula; en conjunto, lo opuesto a la figura anterior que aparecía compensatoriamente enorme y capaz (nótese especialmente los largos brazos). Esto nos permite predecir que en las situaciones cotidianas el examinado tiende a utilizar maniobras compensatorias para aparecer más adaptado de lo que realmente siente. Pero puede conjeturarse que cuando la situación se vuelve estresante se desmorona su apariencia compensatoria y deja al descubierto la inadaptación subyacente.
La variante técnica de Rosenberg del test del dibujo de una persona Según Levy, en esta modificación experimental del test del dibujo de una persona, se da al examinado una completa libertad para que modifique como quiera los dibujos que la concluido. Mediante la utilización de una copia carbónica pueden conservarse los dibujos no modificados u originales para compararlos después con la copia modificada.
Se entrega el examinado dos hojas unidas (con un papel carbónico entre ellas) para que realice su dibujo. La consigna es la misma que la del Test del dibujo de una persona. Después de cada uno de los dibujos del hombre y la mujer se debe hacer un interrogatorio modificado pero de acuerdo con la técnica de Machover. Cuando el examinado ha concluido, el examinados arranca la primera hoja de cada conjunto de dibujos para conservar la copia carbónica que le permitirá la posterior comparación con la copia modificada. Le devuelve la primera hoja al examinado, con la siguiente consigna: “Ahora tiene absoluta libertad para cambiar, desfigurar, desordenar, borrar, tachar o hacer lo que quiera con su dibujo. Siéntase totalmente libre para modificarlo de la manera que quiera. Comience a trabajar y cambie el dibujo como se le antoje”. Los cambios se piden para ambas figuras, la del hombre y la de la mujer. Finalmente se lleva a cabo un interrogatorio posterior al dibujo acerca de los cambios que se realizaron. Utilidad de esta modificación: como con esta técnica solo se realizaron trabajos preliminares, me limitaré a sugerir posibles utilidades clínicas: 1- Índice de hostil idad: el individuo agresivo y hostil tiene la posibilidad de proyectar estos sentimientos en contra de las figuras humanas que dibujó. El grado y tipo de cambio pueden representar hostilidad hacia uno mismo o hacia las figuras parentales. Se asemeja en este sentido, alas técnicas psicoterapéuticas lúdicas en lasque los niños suelen mutilar muñecos que representan a las figuras materna o paterna. 2- Factor rigidez-plasticidad: el individuo flexible y lábil estará deseando cambiar el dibujo original mientras que la persona rígida no lo deseará o será incapaz de hacer cambio alguno. 3- Elementos dinámicos (complejos, etc.); puede evidenciar las perturbaciones sexuales así como las preocupaciones acerca de las distintas partes del cuerpo y puede dar indicios sobre los conflictos nucleares. 4- Diagnóstico de los desajustes graves: la naturaleza y el grado de los cambios efectuados pueden ofrecer una base adecuada para el diagnóstico diferencial entre las perturbaciones moderadas y las graves.
Test del dibujo en ocho hojas En la técnica de Caligor del dibujo de las ocho figuras se requiere que el examinado realice una serie de ocho dibujos de la figura humana, cada uno de los cuales se basa en el anterior, que permanece visible a través de una hoja de papel de calcar. De este 54
modo el examinado ve el primer dibujo que realizó a través de la hoja de papel en que dibuja la segunda figura. Luego ve ésta a través de la siguiente hoja, que se coloca para la realización del tercero y así sucesivamente. La consigna es cámbielo del modo que quiera. Los resultados del estudio de Caligor plantean dudas acerca de la presunción de que el sexo de una sola figura manifiesta la identificación sexual del examinado. Caligor parece demostrar el verdadero nivel de la identificación sexual permanece profundamente oculto detrás de los primeros dibujos, y que se manifiesta de distinto modo en los diferentes niveles de la personalidad. En consecuencia, las ocho modificaciones del examinado constituyen un intento de sondear capas más profundas de la personalidad. La necesidad de utilizar ocho dibujos no es inmodificable, en ocasiones yo he utilizado esta técnica con menos dibujos. Justamente en el caso que presentaremos se requirieron seis dibujos en lugar de ocho. De todos modos estos seis dibujos confirman de manera muy dramática la hipótesis de Caligor.
El examinado, un hombre de 30 años, había cometido un robo. Debido al gran número de dibujos que exige una técnica, haremos solo una breve mención de los cambios temáticos importantes. En el primer dibujo realizó el retrato de un muchacho norteamericano prototipo, prolijo, atlético y con la insignia de virilidad que representa el
uniforme de guardavidas (figura 24). En el dibujo siguiente el tema se amplía para seguir una dirección más viril aún: un cowboy con sus revólveres listos para ser usados (figura 25). Pero se retrotrae hacia un nivel más inmaduro de compensación según vamos por los anteojos, que aparecen como un signo inicial de posibles sentimientos de desadaptación y de una capacidad atlética menos perfecta, subyacente a la superficial personalidad del primer dibujo. En la lámina siguiente (figura 26) el examinado continúa probando su masculinidad ya que dibuja un policía, pero nuevamente los anteojos sugieren que el personaje no es un ser tan perfecto físicamente. Además necesitaría afeitarse; esto refleja el continuo descenso de la autoestima del examinado.
En el dibujo siguiente (figura 27) el indicio de descenso de la autoestima de la figura 26 se concretiza: es un vagabundo andrajoso que extiende la mano pidiendo limosna. Está muy barbudo y casi calvo (esto indica la presencia de sentimientos de una carencia aún mayor de virilidad). En la figura 28 el hombre aparece más calvo, con un mentón y una nariz bastante ridículos, y con los ojos cruzados, todo esto sugiere que es alguien risible y ridículo. En el último dibujo (figura 29) desciende al nivel más bajo del concepto de sí mismo y presenta un retrato más despreciable y autodegradante que los anteriores. El hombre está más calvo que antes, presenta un aspecto más ridículo aún y tiene, según el examinado, sesenta años; todo contrasta enormemente con el primer retrato del guardavidas joven, enérgico y bien plantado.
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