TEST DE LOS CINCO DÍGITOS:
FUNDAMENTOS:
La principal intención del FDT es apreciar la velocidad y la eficiencia mental del sujeto, así como reconocer la disminución de esa velocidad y eficiencia que caracteriza a los sujetos con dificultades neurológicas. Es un test multilingüe que se basa en unos conocimientos lingüisitcos minimos: la lectura de los dígitos del 1 al 5, el conteo de cantidades del 1 al 5, asi como la producción de series de 50 palabras formadas por las cantidades recurrentes “uno”, “dos”, “tres”, “cuatro” y “cinco”, recombinadas de maneras diferentes.
El FDT permite describir la velocidad y la eficiencia del procesamiento cognitivo, la persistencia de la atención sostenida, la automatización progresiva de la tarea y la capacidad de movilizar un esfuerzo mental adicional adicional cuando las series presentan una dificultad creciente y exigen una concentración muchísimo muchísimo mayor.
ANÁLISIS FUNCIONAL:
Las cuatro situaciones del test proporcionan información sobre algunos procesos mentales. Cuatro de ellos pueden ser especialmente relevantes para los diagnósticos neuropsicológicos: 1. La velocidad de procesamiento es un fenómeno general difícil de descubrir, tal vez debido a su presencia inespecífica en toda clase de disfunciones cerebrales y a la ausencia de una localización específica. 2. El acceso a los conceptos verbales. El segundo aspecto es sin duda la facilidad para encontrar las palabras. Cada una de las tareas del FDT implica el nombramiento nombramiento de una serie de cincuenta numerales; y hoy se sabe que el acceso a los conceptos verbales se hace mucho más lento y difícil en los sujetos que presentan una disfunción neurológica. 3. La producción serial . La producción rápida y eficiente de una serie de 50 elementos revela no sólo la presencia de una atención sostenida , sino también la capacidad de automatización y aprendizaje; y la resistencia del sistema neuronal del sujeto a la fatiga. La técnica de puntuación (anotando el tiempo después de 25 y de 50
ítems) permite comparar la velocidad del sujeto en cada una de las dos mitades y
observar la presencia de una aceleración progresiva o, por el contrario, la presencia de una lentitud y una sobrecarga progresiva. 4. La movilización voluntaria de recursos adicionales. El holandés F. C. Donders estudió las diferencias estables que se observan entre el tiempo de reacción espontánea y el tiempo de reacción de selección, ligado éste a una decisión voluntaria; y comparó esos dos valores con su método sustractivo, es decir, restando uno de otro. Hoy se sabe bien que la capacidad para realizar tareas mentales complejas es la primera que se pierde y la última que se recupera. El FDT procede pues a explorar esta movilización de recursos cognitivos deliberados en tareas complejas en los procesos 3 y 4, actividades que implican la inhibición activa de respuestas espontáneas pero irrelevantes, así como la alternancia entre dos operaciones mentales diferentes.
Muchos investigadores han estudiado ya tareas similares a las del FDT, com métodos que les permiten visualizar la activación de las distintas áreas cerebrales y definir su participación precisa en el proceso cognitivo. Por ésta razón es posible extrapolar ya a partir de sus hallazgos más frecuentes. Las tareas del FDT podrían implicar tres áreas en las regiones prefrontales del cerebro: 1. El giro cingular (en ambos hemisferios), que responde a la percepción del conflicto y reasigna los recursos cognitivos que son necesarios para hacerle frente. 2. La corteza dorso-lateral (en ambos hemisferios), que controla la inhibición y la alternancia de las respuestas; este control se realiza en sus secciones anterior y posterior, relacionadas respectivamente con los aspectos más conductuales (inhibición) y con los aspectos más cognitivos de las decisiones; 3.
Y por último la activación del surco precentral izquierdo (muy cerca del área de Broca) que es responsable por la producción de las respuestas orales-motoras.
APLICACIONES DEL FDT:
El FDT pudiera ser particularmente útil: -
En la detección de problemas de lenguaje, aprendizaje y memoria de trabajo.
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En la detección de problemas neurofuncionales.
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En la detección del deterioro cognitivo mínimo y el desarrollo de las demencias.
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En la selección de personal en poblaciones preindustriales, detectando la capacidad ya establecida para el esfuerzo y la persistencia, o como parte del entrenamiento y la rehabilitación en situaciones convencionales de trabajo.