La tinta constituye un material de dibujo de primer orden y es el protagonista principal de algunos de los mejores dibujos de la historia de la pintura; a pesar de sus aparentes limitaciones ofrece una multitud de atractivas posibilidades. El dibujo a tinta es uno de los medios más antiguos de la expresión plástica; en China, su uso remonta al año 2500 AC. En la actualidad disponemos de tintas permanentes y solubles al agua, apropiadas para una extensa variedad de plumas y de estilos. Gran parte de los diversos instrumentos que pueden utilizarse para aplicar tinta sobre el papel tiene su origen en la antigüedad. Desde épocas remotas, el hombre utilizó palitos de maderas mojados en tinta, plumas de ave y cañas cortadas, además de las varas de bambú que han usado los chinos durante siglos y que siguen siendo las preferidas de muchos artistas. Técnica directa.
eminentemente expresivos.
Para conseguir buenos resultados, el trabajo con pluma exige técnicas positivas; una vez aplicada la tinta sobre el papel, es difícil de eliminar, por lo que en esta técnica no hay sitio para la indecisión. En condiciones ideales, es preciso poseer suficiente práctica en el dibujo como para saber con exactitud antes de empezar, que trazos se van a aplicar. Con el dibujo a tinta, tanto si es desconocido y dinámico como detallado y delicado se consigue un efecto vigoroso y directo. Los tonos se reproducen mediante líneas o trazos, superpuestos o espaciados a distintos intervalos para crear las gradaciones de claro a oscuros. Este hecho, que en cierto sentido constituye una limitación no impide que muchos dibujos realizados a pluma y tinta con sólo dos o tres tonos resulten
Tipos de trazos. Dada la enorme variedad de útiles que pueden emplearse para dibujar a tinta, conviene que al principio practique usted solo con uno o dos tipos de plumillas hasta que consiga familiarizarse con este material. Para realizar los trazos básicos no necesitará más que un par de plumillas de dibujo de distinto modelo. Los papeles más apropiados para este tipo de dibujo son los satinados convencionales o las cartulinas fabricadas para el dibujo a pluma. Es necesario utilizar un tablero de dibujo para apoyar el papel. Como sostener la pluma. Aunque puede sostener la pluma como si fuera a escribir, debe tener en cuenta que, al dibujar, los movimientos se realizan con todo el brazo y no solo con la muñeca, del mismo modo que cuando se dibuja a lápiz. Procure no apoyar la mano sobre el papel ni dirigir la pluma con los dedos, ya que ello le impediría percibir
de forma directa el efecto de la plumilla en contacto con el papel.
Tinta
Tres tinteros y una p luma La tinta es un líquido que contiene varios pigmentos o colorantes utilizados para colorear una superficie con el fin de crear imágenes o textos. Comúnmente se considera que la tinta es utilizada en lapiceras, bolígrafos o pinceles; sin embargo, es utilizada extensivamente en toda clase de impresiones..
Historia
Los antiguos (400 a. C.) conocían el uso de la tinta negra (atraméntum (atraméntum)) con la cual escribían con plumas o pinceles y estaba compuesta de negro de humo y goma. Los emperadores y reyes escribían con una tinta purpúrea (sácrum ( sácrum encáustum) encáustum) que solo ellos tenían derecho a usar y estaba hecha con la sangre del múrice, concha en que se cría la púrpura. El emperador de Oriente León Augusto dispuso por una ley expresa que la firma purpúrea era privativa de la majestad mandando que no se formasen con otro color que con el purpúreo las inscripciones imperiales. Se escribían también algunos libros con letras de oro o plata, tales como los libros sagrados traducidos por los setenta y dos intérpretes copiados en pergamino con letras de oro que Eleazar, príncipe de los sacerdotes envió a Tolomeo II Filadelfo, ejemplar que demuestra la antigüedad de esta costumbre. En el imperio de
Oriente estuvo tan admitida la práctica de escribir en oro que la historia de Constantino hace mención del oficio de crisographos o escritores de letras de oro. Se escribía antiguamente con tinta colorada que llamaban indiferentemente milton, milton, minium, minium, cinabrio y sinopis sinopis cuyas voces explica Plinio. De este color ser servían para las letras mayúsculas, para los títulos y sinopsis de los capítulos de las leyes, cuyo resumen facilitaba la memoria y la inteligencia, de cuyo color rojo rubro tal rubro tal vez vino el llamarse rúbricas los rúbricas los títulos de las leyes, las rúbricas eclesiásticas y hasta el derecho supremo o de soberanía como el que procedía de las leyes de las Doce Tablas en el derecho civil o romano a la manera que el Album Praetoris Praetoris y demás tribunales inferiores le tomaron del Albo. Los nombres de los emperadores estaban escritos en rojo en los [1] estandartes. estandartes.
Tipos de tinta
Las variedades más antiguas de tinta que se conocen incluyen a la tinta china, varios colorantes hechos a partir de metales, la cáscara o cobertura de diferentes semillas y animales marinos como el calamar o el pulpo. La tinta china es negra y originaria de Asia. La tinta de nuez fue utilizada por muchos artistas antiguos para obtener coloración marróndorado utilizada en sus dibujos
Las tintas pigmentadas contienen otros componentes como los barnices para asegurar la adhesión del pigmento a la superficie y prevenir que sea removida por efecto de abrasión mecánica. Estos materiales son generalmente resinas (en tintas solventes) o aglutinantes (en tintas al agua)
Las tintas pigmentadas tienen la ventaja que cuando son empleadas sobre papel, éstas permanecen sobre la superficie aplicada. Esto es una característica deseable, porque cuanta más cantidad de tinta queda sobre el papel, se necesita menos cantidad de tinta para obtener la misma intensidad de color. Los colorantes, sin embargo, son generalmente mucho más fuertes y pueden producir más color de una densidad dada por unidad de masa, por que el tamaño de partícula es menor que el de un pigmento. Sin embargo, debido a que los colorantes son disueltos en una fase líquida, tienen una tendencia a ser absorbidos por el papel, haciendo a la tinta menos eficiente y también permitiendo que se corra de su lugar, produciendo un efecto desprolijo y de poca calidad en la impresión, sin embargo estos tienen mayor transparencia que los pigmentos por tanto en cuyos casos se requiera de menor opacidad estos son los idóneos. Para solucionar este problema, las tintas basadas en colorantes son fabricadas con solventes como el toluol (metil benceno) y xilol (dimetil benceno)que hacen su secado mucho más rápido por que el punto de ebullición de estos solventes es menor o son utilizadas con métodos de impresión de secado rápido, como el soplado con aire cálido sobre la impresión fresca. Otros métodos, particularmente
aconsejables para tintas que no son utilizadas en aplicaciones industriales (debido a que poseen una alta toxicidad) tales como las impresiones a chorro, incluyen el recubrimiento del papel con una capa cargada. Si el colorante tiene la carga contraria, entonces es atraído y retenido por esta capa, mientras que el solvente es absorbido por el papel. Una ventaja adicional de los sistemas basados en la tinta con colorantes es que las moléculas de los colorantes interactúan químicamente con los otros componentes de la tinta. Esto significa que ellos pueden beneficiarse más que la tinta pigmentada de aclaradores ópticos y de resaltadores de color para incrementar la intensidad y apariencia de los colorantes. A causa de que los colorantes adquieren su color a partir de la interacción de electrones en sus moléculas, la manera en que los electrones se puedan mover es determinada por la carga y rango de la dislocación del electrón con los otros ingredientes de la tinta. El color surge de en función de la energía de la luz que recae sobre el colorante. Una desventaja de los métodos basados en tinta coloreada es la mayor susceptibilidad al desvanecimiento, especialmente cuando se expone a rayos ultravioletas como los emitidos por la luz solar.
DIBUJO TONAL A TINTA. La pluma y la tinta, tan eficaces para realizar dibujos a línea, plantean ciertas dificultades para la reproducción de los tonos, ya que no hay tinta gris y sólo se cuenta con el negro de la tinta t inta y el blanco del papel. Como reproducir los tonos únicamente con tinta negra? Reducir la gama tonal puede ser una opción, por ejemplo: blanco tres grises y negro. La simplificación de los tonos es, precisamente una de las reglas fundamentales del dibujo tonal a tinta, ya que resulta tanto más fácil diferenciar los tonos cuanto menor es su número. Incrementando el grosor de la líneas, se puede lograr una variación tonal. Otras técnicas: aumentando gradualmente la presión al trazar líneas paralelas, se obtiene un cambio tonal de claro a oscuro. Rayado cruzado con líneas diagonales, realizado incrementando gradualmente la presión, como en a) , para obtener una gradación de oscuro a muy oscuro. Rayado cruzado con líneas perpendiculares. Rayado cruzado con líneas verticales y diagonales que se cruzan formando pequeños rombos. Los rayados cruzados de líneas formando ángulos agudos producen efectos vibrantes. Extremando aún más la inclinación de las líneas se obtienen efectos rítmicos que imprimen movimiento a los tonos oscuros.
Se utiliza generalmente combinada con dibujos a pluma. Los efectos que se consiguen son variados. Unas veces, se refuerzan simplemente las sombras, otras, el pincel añade detalles en las partes oscuras. La aguada aporta al dibujo nuevas calidades luminosas y cromáticas.
glaseado se aplicaba con una esponja o se sumergía el papel en un baño de cola. Los artistas comenzaron utilizando la aguada para dar más veracidad y vida al dibujo, ya que completaba la representación lineal al añadir el juego de luces y sombras, que representaba mejor el modelado. Por medio de un pincel que mojaban en una solución teñida, pálida y transparente, o en agua pura, distribuían una parte de los pigmentos presentes en el dibujo. Algunas veces reforzaban el efecto de sus aguadas, o aumentaban su atractivo, repasando el pincel húmedo sobre algunas partes del dibujo, secas o no.
A partir de la Edad Media, se trata el papel destinado a la aguada glaseándolo con cola o con alumbre. Una fórmula fechada en 1745 recomienda la cola blanca (hervida o disuelta en agua de lluvia) o la cola de pescado. El Encontramos numerosas indicaciones sobre esta técnica en el famoso tratado sobre la pintura de Cennino Cennini, fechado en 1437: "Recubrid los lugares escogidos con una aguada muy diluida (dos gotas de tinta en una cáscara de nuez de agua), de manera que los bordes no sean ni demasiado tajantes, ni demasiado intensos. Añadid lentamente la tinta, gota a gota. Cuado trabajéis con un papel preparado exprimid parcialmente el líquido del pincel, que sólo debe estar húmedo a medias, con objeto de no dañar la capa inferior. Continuad hasta que obtengáis sombras que floten como el humo". Consejos similares dan los tratados holandeses y alemanes de la misma época. En el Renacimiento, el pincel de corte recto fue sustituido por un pincel puntiagudo. La ejecución minuciosa de las transiciones entre los tonos medios y las partes directamente iluminadas se hace gradualmente más difuminada, al manejarse el pincel con mayor independencia y autoridad. Una atención creciente se concedió a los valores plásticos hasta que finalmente la utilización sin trabas del pincel puntiagudo se convirtió en norma. Entre los italianos, Guercino (1591-1666) fue el gran maestro de la aguada, pero una vez
más es Rembrandt quien la lleva a la perfección. La libertad con al que consigue colocar en el lugar adecuado los toques de aguada y la manera que tenía de graduar su aplicación hasta la saturación no han podido ser igualadas. Claude Lorrain fue el único en acercarse a su maestría. Como Rembrandt, comenzaba por esbozar a la pluma las líneas esenciales del paisaje, luego terminaba su dibujo a la aguada. En los siglos XVII y XVIII, la aguada continuó siendo apreciada por sus cualidades lumínicas. En el siglo XIX, también se utilizó, aunque más para representar el modelado que como medio de expresión. La clave de una buena técnica de la aguada reside en una buena estimación del reparto de la luz en el dibujo, que debe ser enseguida plasmada con una aguada más o menos diluida. Al poseer una amplia gama de tonos, el éxito dependerá de una evaluación y de una comparación meticulosas de sus matices, observados en el tema y en todo el dibujo. Por consiguiente, conviene actuar prudentemente aumentar la intensidad tonal de tal o cual parte sólo tras una detenida reflexión. Todos los matices de pardo, nogal, bistre, índigo, caolín verde, tinta neutra, sanguina, negro de carbono, son apropiados para la aguada, así como la acuarela parda, los
diferentes colores de gouache y la tierra de Siena. Se puede aplicar sin problemas en los dibujos a lápiz y a pluma y con precaución sobre el pastel, la tiza y el carboncillo. La aguada es una técnica acumulativa, se comienza por aplicar capas pálidas y transparentes, añadiendo capa sobre capa -sin perder nunca de vista el conjunto del dibujo-
hasta obtener los tonos más oscuros. Es difícil rebajar la intensidad de un tono aplicado ya sobre el dibujo, por lo que el exceso de tinta habrá siempre que evitarlo. La aplicación de capas sucesivas, gradualmente más oscuras, pero siempre transparentes, produce ese efecto de sombras aterciopeladas. El procedimiento requiere mucha paciencia, ya que hay que esperar que una capa se seque antes de aplicar la siguiente.
PREPARACIÓN DEL PAPEL Hay centenares de papeles excelentes en el mercado. Lo más recomendables son los papeles de acuarela. Yo siempre estoy probando papeles nuevos, hay unos que uso constantemente, pero experimentar con papeles diferentes es una buena manera de mantener el trabajo interesante y excitante. La principal diferencia entre ellos es la densidad del papel, que se mide en gr./m². A mayor gramaje, mayor capacidad para soportar cargas de agua. A partir de 130 gr./m² se puede trabajar con acuarelas, pero se corre el riesgo de romper el papel, con papeles de 240 o superior se trabaja muy bien. La otra diferencia es la textura de la superficie que puede ser lisa o rugosa. Cada una de estas dos cualidades dejará un acabado distinto (al gusto de cada uno).
Primero se rocían ambos lados de la hoja y se deja que absorba el agua durante un minuto. Se irá notando la hinchazón del papel. Luego se pega el papel a una tabla rígida o a un bastidor con cinta de papel adhesivo. Una vez seco el papel se encogerá a su tamaño original y quedará una superficie firme ideal para trabajar después. El proceso de secado conviene hacerlo en posición horizontal y despacio para que no seque antes por algún lado, creando tensiones en el papel, que pueden romperlo o deformarlo. Cuando su trabajo se termine y esté completamente seco, se corta alrededor del dentro de la cinta para quitarlo de la tabla.
Tensado del papel.
El papel antes de usarlo hay que estirarlo, para que pueda soportar los lavados con agua sin deformarse. La manera más fácil de hacer esto es como sigue...
Si se planea trabajar muy húmedo, se empapa el papel en una tina de agua durante quince minutos y entonces se estira encima de una tabla rígida, sujeta con grapas alrededor del borde.
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