Siringomielia La siringomielia es un trastorno en el cual se forma un quiste dentro de la médula espinal. Este quiste se conoce como siringe o syrinx. Con el tiempo, el syrinx se expande y alarga, destruyendo el centro de la médula espinal. Puesto que la médula espinal conecta el cerebro con los nervios de las extremidades, este daño causa dolores, debilidad y rigidez en la espalda, los hombros, los brazos o las piernas. Otros síntomas pueden incluir dolores de cabeza y pérdida de la capacidad de sentir calor o frío extremos, especialmente en las manos. Cada paciente tiene una combinación distinta de síntomas. Otros trastornos más comunes comparten los síntomas iniciales de la siringomielia. En el pasado, esto ha dificultado el diagnóstico. Sin embargo, el surgimiento de una prueba ambulatoria, llamada imágenes por resonancia magnética (MRI por su sigla en inglés), ha aumentado notablemente el número de casos de siringomielia diagnosticados en las etapas iniciales del trastorno. Cerca de 21 mil hombres y mujeres estadounidenses padecen de siringomielia, cuyos síntomas comienzan generalmente al inicio de la edad adulta. Los síntomas del trastorno tienden a desarrollarse lentamente, aunque puede iniciarse repentinamente al toser o hacer fuerza. Si no se trata quirúrgicamente, la siringomielia a menudo conduce a una debilitación progresiva en los brazos y las piernas, pérdida de sensación en las manos y dolores crónicos y fuertes. Una sustancia acuosa (parecida al agua) y protectora conocida como líquido cefalorraquídeo fluye normalmente en la médula espinal y el cerebro, transportando nutrientes y residuos. También sirve para amortiguar el cerebro. Una variedad de condiciones médicas pueden obstruir el flujo normal del líquido cefalorraquídeo y redirigirlo hacia la médula espinal. Por razones que apenas comienzan a entenderse, esto da lugar a la formación del syrinx, el cual se llena de líquido cefalorraquídeo. Las diferencias de presión a lo largo de la médula espinal hacen que el líquido se mueva dentro del quiste. Los médicos creen que este movimiento continuo del líquido da lugar al crecimiento del quiste y causa daños adicionales a la médula espinal. esp inal.
Siringomielia Es un daño a la médula espinal, debido a la formación de un área llena de líquido dentro de la misma médula. Causas, incidencia y factores de riesgo La acumulación de líquido que se observa en la siringomielia puede ser el resultado de un traumatismo de la médula espinal, tumores de la misma médula o defectos congénitos (especialmente la "malformación de Chiari", en la cual parte del cerebro comprime la médula espinal en la base del cráneo). La cavidad llena de líquido casi siempre comienza en el área del cuello. Se expande lentamente, ejerciendo presión sobre la médula espinal y causando daño en forma lenta. Síntomas Puede no haber ningún síntoma o los síntomas pueden abarcar: y
y
y
y
Pérdida gradual de masa muscular (desgaste, atrofia) Dolor de cabeza Pérdida de la función muscular, pérdida de capacidad para usar los brazos o piernas Entumecimiento o disminución de la sensibilidad disminuye la sensibilidad del dolor o la temperatura disminuye de la capacidad para sentir que la piel es tocada cuello, hombros, parte superior de los brazos, tronco en una distribución similar a una capa empeora lenta y progresivamente Dolor que baja por los brazos, el cuello o hacia la parte superior de la espalda Debilidad (disminución de la fuerza muscular, independientemente del ejercicio) en los brazos o piernas o o o
o
y
y
Algunos síntomas adicionales que pueden estar asociados con esta enfermedad son: y
y
y
y
Contracciones musculares Erupciones Espasmos o rigidez en los músculos de la pierna Movimiento descoordinado
Signos y exámenes Un examen neurológico puede mostrar pérdida de sensibilidad o de movimiento causada por compresión de la médula espinal. Una resonancia magnética de la columna vertebral confirma la siringomielia y determina su ubicación exacta y magnitud. A menudo, se hace una resonancia magnética de la cabeza para buscar afecciones asociadas, incluyendo hidrocefalia (agua en el cerebro). En raras ocasiones, se puede hacer una tomografía computarizada de la columna con melografía.
Tratamiento Los objetivos del tratamiento son detener el progreso del daño a la médula espinal y maximizar su funcionamiento. La cirugía para aliviar la presión en la médula espinal puede ser apropiada. La fisioterapia se puede necesitar para maximizar la función muscular. Puede ser necesario drenar el líquido acumulado. Ver: derivación ventriculoperitoneal Expectativas (pronóstico) Sin tratamiento, el trastorno empeora en forma muy lenta, pero finalmente produce una severa discapacidad. La descompresión quirúrgica generalmente detiene el progreso del trastorno y un 50% de las personas muestran una mejoría significativa en la función neurológica después de la intervención. Complicaciones Sin tratamiento, la afección llevará a: y
y
Pérdida progresiva o continua de la función neurológica Discapacidad permanente
Las posibles complicaciones de la cirugía abarcan:
y
Infección postoperatoria y otras complicaciones comunes para todas las cirugías
Situaciones que requieren asistencia médica Consulte con el médico si tiene síntomas de siringomielia. Prevención No se conoce una forma de prevención distinta a evitar los traumatismos a la médula espinal. Un tratamiento oportuno reduce el progreso del trastorno. Nombres alternativos Syrinx
Lesión Medular Lesión medular es el daño que se presenta en la médula espinal, que conduce (según su gravedad) a la pérdida de algunas funciones, movimientos y/o sensibilidad. Normalmente estas pérdidas se presentan por debajo del nivel de la lesión. La lesión de médula espinal o mielopatía, es una alteración de la médula espinal que puede provocar una pérdida de sensibilidad y/o de movilidad. Las dos principales causas de lesión medular son por: Traumas por accidente de coche, caídas, disparos, rotura de disco intervertebral, etc. y
Enfermedades como la poliomielitis, la espina bífida, tumores primarios o metastásicos, la ataxia de Friedreich, osteitis hipertrófica de la columna, etc.
Es importante señalar que la médula espinal no tiene que ser seccionada completamente para sufrir una pérdida de función. De hecho la mayoría de médulas espinales, permanecen intactas tras una lesión de médula espinal. La lesión medular no siempre guarda relación con una lesión de espalda o de cuello como pueden ser roturas de discos, estenosis de la columna, etc. Es posible lesionarse el cuello o la espalda y que la médula espinal no sufra ningún daño. Es una emergencia médica cuya mala evolución puede determinar un estado de parálisis permanente que dependerá del nivel al que se produzca la compresión, con mayor afectación cuanta mayor sea la cercanía al cerebro. La médula espinal es el camino que los mensajes usan para viajar entre el cerebro y las diferentes partes del cuerpo. Mide aproximadamente 45 cms de largo y se extiende desde la base del cerebro hasta el final de la cintura, bajando por el medio de la espalda. El canal medular es el mayor grupo de nervios que lleva impulsos nerviosos desde el cerebro al resto del cuerpo y viceversa. El cerebro y el canal medular constituyen el SISTEMA NERVIOSO CENTRAL. Los nervios motores y sensoriales por fuera del sistema nervioso central constituyen el SISTEMA NERVIOSO PERIFÈRICO. Otro sistema nervioso más difuso, que controla funciones involuntarias como la presión sanguínea y la regulación de la temperatura, se conoce como el SISTEMA NERVIOSO SIMPÁTICO Y PARASIMPÁTICO El canal medular está rodeado por anillos de hueso llamados vértebras. Estos constituyen la columna vertebral. En general, entre más alta sea la lesión en la columna vertebral, más problemas de funciones experimentará la persona. 1. Las primeras siete vértebras en el cuello se llaman CERVICALES. La primera vértebra de arriba es la C1, la siguiente es la C2, etc. Las lesiones medulares cervicales normalmente causan pérdida de funciones en los brazos y piernas, resultando una cuadraplejia.
Las lesiones por encima de C4 pueden llevar a la persona a necesitar un ventilador para ayudarle a respirar. Las lesiones a nivel C5, a menudo conservan el control de hombros y bíceps, pero no controlan la mano o el puño. Cuando son en C6, permiten el control del puño, mas no la funcionalidad de la mano. Las personas con lesión C7 pueden estirar los brazos, pero aún pueden presentar problemas de destreza en el uso de la mano y dedos. 2. Las doce Vértebras siguientes, a nivel del pecho, se llaman las vértebras TORÁXICAS. La primera de ellas es la T1. Es la vértebra donde se aloja la primera costilla. Las lesiones en la región toráxica generalmente afectan el pecho y las piernas, resultando una paraplejia. Cuando la lesión es entre T1 y T8, normalmente hay control de brazos y manos, pero un mal control del tronco, como resultado de la carencia o deficiencia de control de los músculos abdominales. Las lesiones toráxicas más bajas (T9 a T12) permiten un buen control de tronco y de músculos abdominales y el balance sentado es muy bueno. . Las cinco vértebras siguientes son las LUMBARES (L1 a L5). 3. Las cinco vértebras siguientes son las LUMBARES (L1 a L5). Las lesiones lumbares y sacras producen disminución del control de los flexores de cadera y piernas. 4. Las cinco que les siguen hasta el final de la columna vertebral son las SACRAS, S1 a S5. Las lesiones lumbares y sacras, normalmente producen algunas pérdidas de funciones en las caderas y las piernas. Conocer el nivel de la lesión es extremadamente útil al diagnosticar qué partes del cuerpo fueron afectadas por la parálisis y qué pérdida de funciones se presentaron. Es importante saber que en las lesiones INCOMPLETAS existen muchas variaciones en el pronóstico. ¿Cuáles son los efectos de una lesión medular? Los efectos de la lesión medular dependen del tipo de lesión y del nivel en que este ocurra. Es importante saber que para cada persona, así haya sufrido la lesión al mismo nivel que otra, los síntomas son diferentes. Las lesiones medulares se dividen en dos tipos: COMPLETAS E INCOMPLETAS. Una lesión medular COMPLETA se presenta cuando no hay funciones debajo del nivel de la lesión y no hay sensibilidad ni movimientos voluntarios.
Los dos lados del cuerpo están afectados de igual forma. Una lesión INCOMPLETA es cuando prevalece algo de funciones debajo del nivel primario de la lesión. Una persona con una lesión INCOMPLETA puede ser capaz de mover más un miembro que el otro; puede sentir partes del cuerpo que no puede mover, o puede tener más funciones en un lado del cuerpo que en el otro. Estas se diagnostican según una tabla de al Asociación Americana de Lesión Medular, (ASIA por sus siglas en Ingles), y se clasifican así: Según los estándares establecidos internacionalmente por La Asociación Americana de Lesión Medular el ASIA, se puede clasificar en Lesión Medular Completa y Lesión Medular Incompleta, así como en 5 rubros de la A a la E. Se puede clasificar en Tetraplejía y Paraplejia, tomando en cuenta el nivel neurológico: Nivel neurológico: es el último nivel sano tanto sensitivo como motor, por abajo de éste nivel se encuentran alteraciones aunque sea mínima. Lesión Medular Completa A: No hay preservación sensitiva ni motora por debajo del nivel de lesión y se abarcan segmentos sacros, es decir, no existe tampoco sensibilidad ni control para misionar ni defecar. Lesión Medular Incompleta B: Hay preservación de la sensibilidad pero no motor por debajo del nivel neurológico abarcando segmentos sacros, es decir existe sensibilidad para defecar y misionar, pero no control voluntario. Lesión Medular Incompleta C: Hay preservación de la sensibilidad y la fuerza por debajo del nivel de lesión pero los músculos, se encuentran débiles y se consideran no funcionales. Lesión Medular Incompleta D: Los músculos por debajo del nivel neurológico son funcionales un 75% de ellos. Lesión Medular Incompleta E: La fuerza y la sensibilidad prácticamente esta normal. Además de la pérdida de sensibilidad y movimiento, las personas con lesión medular también experimentan otros cambios. Por ejemplo, pueden presentar mal funcionamiento de la vejiga y los intestinos. Las funciones sexuales frecuentemente también se ven afectadas y, en el caso de la eyaculación, el hombre normalmente se ve disminuido en sus capacidades normales. Esto conlleva problemas en fertilización, caso contrario a la mayoría de las mujeres. Sin embargo, siempre existe la posibilidad de inseminación artificial y fertilización in vitro, entre otras opciones.
Otros efectos de la lesión medular pueden ser la baja de presión sanguínea, la imposibilidad de regular la presión sanguínea de forma efectiva, el mal control de la temperatura del cuerpo, la falta de sudoración por debajo del nivel de la lesión y el dolor crónico. La medula forma parte del SNC, es transmisor de impulsos y mensajes desde el cerebro a todo el cuerpo y viceversa. Participa de funciones vitales como el control de la respiración, el mantenimiento de la postura, el control de esfínteres etc. Por tanto el lesionado medular es un enfermo grave que precisa un equipo multidisciplinar para su tratamiento y un centro especializado que atienda sus necesidades funcionales, psicológicas y sociales desde el mismo momento que se produce la lesión hasta que es dado de alta hospitalaria. Las tetraplejias provocan prácticamente siempre insuficiencia respiratoria de gravedad variable según el nivel de la lesión. Con afectación en mayor o menor medida de los segmentos medulares que inervan los músculos respiratorios. Las lesiones medulares por encima de C4 requieren siempre la utilización de ventilación asistida. En lesiones medulares más bajas, por debajo de C4 mantienen la respiración diafragmática pero la afectación del resto de la musculatura respiratoria provocará un cuadro de insuficiencia respiratoria de tipo restrictivo. Es por ello imprescindible la fisioterapia respiratoria. Además de la administración de oxigeno, aspiración de secreciones y humidificación ambiental. Otras complicaciones asociadas a la lesión medular son: urinarias, gastrointestinales, cardiovasculares. En general la reeducación del lesionado medular ha de ser mucho más funcional que analítica. La duración es variable, a veces las complicaciones pueden prolongarla muchos meses. Los objetivos desde el primer momento van a ser: tratar y evitar la insuficiencia respiratoria, evitar retracciones, prevenir la espasticidad, luchar contra la inmovilidad y evitar la atrofia de los músculos que no han sido dañados tras la lesión. La terapia respiratoria asiste las fases de la respiración. El músculo más importante para le respiración es el diafragma. Su contracción se facilita en sedestación por el peso de las vísceras, favoreciendo la inspiración. Mientras que en posición acostada, al empujar las vísceras hacia arriba, favorece la espiración. Se realizaran técnicas de desobstrucción, movilizaciones torácicas pasivas, movilización activa del diafragma; cuando se advierta inicio de contracción. Respirar
dilatando la región epigástrica y respirar contra resistencia, manual o con cinturón elástico. Utilizaremos los diferentes decúbitos primero para favorecer la contracción muscular y después para reforzarla. Se desarrollaran los músculos inspiratorios costales; escálenos, intercostales, serrato mayor... Se fortalecen los abdominales sino están afectados. Los intercostales, realizan la expansión lateral del tórax. Se harán inspiraciones profundas y movilización de las costillas contra resistencia lateral manual o elástica. Esta reeducación se hará después de la del diafragma o cuando este, no va a recuperarse. Se evitara poner en juego los músculos accesorios del cuello. Favorecemos la fase espiratoria utilizando posturas de drenaje en los diferentes decúbitos, en posición de trendelemburg y favoreciendo la musculatura abdominal. Mediante presiones, vibraciones y clapping desprendemos, movilizamos y expulsamos las secreciones. En fase inicial es importante la correcta colocación del paciente en cama, para evitar deformidades y la aparición de la espasticidad.
Colocación de las extremidades superiores
-
Hombro en ligera abducción.
-
Antebrazo en extensión.
-
Muñeca en flexión dorsal de hasta 45º
-
Articulación metacarpo-falángica en flexión de 90º
-
Pulgar en oposición.
Colocación de las extremidades inferiores
-
Cadera en extensión y abducción de 20-30º
-
Rodilla en extensión.
-
Tobillo posición neutra (90º)
Terapia pasiva Se realizaran movilizaciones pasivas de todas las articulaciones situadas por debajo de la lesión. De forma suave, lenta y progresiva, sin forzar el rango articular. Cuyos objetivos son:
-
Mantener la amplitud articular.
-
Evitar la aparición de anquilosis (rigidez)
-
Facilitación de la circulación.
Terapia activa Se realizaran movilizaciones activas de todos los segmentos situados por encima de la lesión que están por tanto indemnes. Siendo sus objetivos:
-
Evitar el desuso Fortalecer e hipertrofiar la musculatura de las extremidades superiores para compensar las inferiores. Facilitando así los volteos en la cama y las transferencias para poder realizar mejor y de manera más independiente las actividades de la vida diaria. Trabajando:
-
Musculatura de la cintura escapular.
-
Flexores y extensores del antebrazo
-
Supinadores y pronadores, músculos de la muñeca y dedos.
-
Abdominales, dorsal ancho
-
Cuadrado lumbar y espinal
Fase de sedestación Se inicia de forma lenta y progresiva. Aumentando poco a poco tanto los grados de elevación de la cama como el tiempo que permanecerá en esta posición. Para pasar a continuación y cuando sea posible a la silla de ruedas y bipedestación.
Fase de incorporación al gimnasio Se continúa con la cinesiterapia tanto pasiva como activa; así como con la cinesiterapia respiratoria en los casos que sea necesaria. Iniciamos la puesta del paciente en el plano inclinado de forma progresiva como preparación a la bipedestación y marcha si esta es posible por el nivel de la lesión. Empezaremos a trabajar ejercicios de equilibrio. Sentado en colchoneta frente a un espejo, proyecta los brazos hacia los lados, adelante y arriba. Cuando el equilibrio es aceptable se practica sin espejo. Así como ejercicios de estabilización (Kabat).
Potenciación muscular e la musculatura situada por encima de la lesión (indemne), con poleas, pesas, balones terapéuticos, autoasistidos. En algunos casos, de la musculatura afectada por la lesión, con electroestimulación. D
Movilizaciones y flexibilidad ependiendo del nivel de la lesión, se realizaran ejercicios de reptación y volteo. Ejercicios flexibilizantes de tronco en colchoneta. Así como tratamientos posturales, antiedema, estiramientos y tracciones. D
Bipedestación y marcha La bipedestación es fundamental por su incidencia a nivel óseo, evitando la aparición de osteoporosis. Mejora el peristaltismo intestinal, facilitando la función evacuatoria y mejorando la eliminación de orina.
El tipo de marcha, pendular o semipendular y la elección de aparatos dependerá del nivel de la lesión fundamentalmente y también de la edad y las características del paciente. Será necesario un fortalecimiento muscular específico:
-
Hipertrofia de los miembros superiores
-
Extensores del tronco en bipedestación
-
Elevación de la pelvis contrarresistenciaSe inicia en las barras paralelas
Las lesiones medulares bajas, por debajo de L4, permiten la marcha con aparatos cortos y bloqueo de rodilla. Pudiendo subir y bajar escaleras y también prescindir de la silla de ruedas. En lesiones medulares de D12-L4, la marcha puede realizarse con aparatos largos de marcha y bloqueo de rodilla. Es posible subir y bajar escaleras y la silla de ruedas es necesaria. En lesiones medulares más altas, dorsales. La silla de ruedas es imprescindible, al menos, parte del tiempo, pues la marcha es muy dificultosa. En lesiones medulares cervicales suele ser necesaria la silla de ruedas autopropulsada o bien eléctrica.