DESCUBRE TU PERFIL DE PERSONALIDAD EN EL ENEAGRAMA 6 Edición -
Don Richard Riso
18 DESCUBRE TU PERFIL DE PERSONALIDAD EN EL ENEAGRAMA 6 § Edic Ed ició ión n
C r e c i m i e n t o p e r s o na l C O L E C C I O N
Desclée De Brouwer®
Título de la edición original: D iscoverin g y o u r pers onality type. The new enneagram questionaire © 1995, Houghton Mifflin Company, New York
T r a d u c c i ó n : Je sús R odrí guez O rt eg a
I a edición: 2a edición: 3a edición: 4 a edición: 5a edición: 6a edición:
m ay o 1997 noviem bre 1997 febrero 1999 m ayo 2000 m arzo 200 2 octu bre 2 00 4
© E D I T O R IA L D E S C L É E D E B R O U W E R , S .A . , 1 9 9 7 Henao, 6 - 48009 BILBAO www.edesclee.com info@edesclee.com
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Im preso en Esp aña - P ri nte d in Sp ain
ISNB: 84-330-1230-4 Depósito Legal: SE-4917-2004 en España Impresión: Publidisa
ÍNDICE
Agradecimientos. Prefacio.
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PRIMERA PARTE 1. Breve introducción al Eneagrama.
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SEGUNDA PARTE 2. Instrucciones. 3. El «R iso-IIu dso ti Enneagratn Type bidic ato r». 4. Instrucciones para puntuar la prueba.
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TERCERA PARTE 5. Características de los tipos de personalidad. 81 6. Interpretación del cuestionario RHETI. 99 7. Los ítems ordenados según los Tipos. 115 8. Contribuciones e interpretaciones del Eneagrama.133 9. Comentario sobre la validación. 145
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AGRADECIMIENTOS
Cuando empecé a escribir sobre el Eneagrama, uno de mis mayores anhelos era que, al publicar libros sobre este tema tan maravilloso, llegaría a conocer a personas también mara villosas. Este deseo se hizo realidad y he sido premiado no sólo con el trabajo de toda una vida que me resulta en sí mismo muy valioso, sino también con la extraordinaria gente con quien llevarlo a cabo. Antes de nada, tengo que dar las gracias a todos aquellos que han asistido a mis cursillos de Eneagrama y a mis pro gramas de formación, por su entusiástico apoyo. Ellos están divulgando el Eneagrama por todo el mundo con bastante precisión. También me gustaría dar las gracias a quienes me han animado a desarrollar el cuestionario, ya que yo mismo no tenía un interés especial en confeccionarlo hasta que empecé a darme cuenta de la utilidad de un instrumento de estas características. Tanto los lectores como los estudiantes pueden sentirse satisfechos al saber que han d esem peñado un papel fundamental en la consecución de este proyecto. Ruth Hapgood, editora jefe de la editorial Houghton Mif flin, fue una constante y sugerente presencia durante los años en que trabajamos juntos, incluyendo el período en el que
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salió a la luz la primera edición de este libro. Estoy en deuda con ella por su incan sable apoyo a mi obra. Gracias también a su ayudante, Sue Ralli, por supervisar la infinidad de detalles implícitos en la elaboración de la primera edición. Su buen hacer queda patente en este volúmen. A Barbara Flanagan, editora del manuscrito, le agradezco sus sugeren cias tan intui tivas como apropiadas. A Steve Lewers, vicepresidente de Houghton Mifflin, le agradezco su interés en el Eneagrama. Tras la jubilación de Ruth, he tenido la suerte de trabajar con una nueva editora, Betsy Lerner, y su ayudante, Robert Grover. Juntos hemos trabajado muy bien y espero que nues tra colaboración siga dando frutos en el futuro. Estoy especialmente en deuda con Phyllis y Gary Cloninger, propietarios de los diseños del Eneagrama, por su reac ción tan entusiasta ante mi trabajo. Sus hermosos diseños han llegado a ser un medio muy eficaz para enseñar el Eneagra ma tanto a conocidos com o a extraños. Y lo mejor de todo, por permitir que sus productos estén al alcance del público. Así mismo, me gustaría nombrar a Rose Mary, Ryan, Regan, Patrick y Brett O'Boyle, Rubén St. Germain, Charles Aalto, Geoff Edholm, Rick Horton y Anthony Cassis por su cariño y apoyo. Quiero también destacar toda la labor de pre-test y crítica del cuestionario llevada a cabo por dos de mis alumnos que son psicólogos clínicos, Quentin Dinardo y Betsey Bittlingmaier. Las sugerencias y comentarios de Arlen Badén y Claes Lilja también me resultaron de gran utilidad. Otros dos estu diantes, William Culp y David Beswick realizaron algunas recomendaciones importantes en relación a las instrucciones del RHETI que aún seguimos utilizando en esta versión revi sada. Doy las gracias a todos aquellos que han contribuido a la depuración del test, incluyendo aquí a gran parte de los par ticipantes en mis cursillos y cursos de form ación que con tanta disposición hicieron las veces de «ratas de laboratorio» duran te los años en que la prueba fue concepcionada y revisada. Una vez más hago una mención especial a Russ Hudson. He añadido su nombre al título de esta nueva versión con un
AGRADECIMIENTOS
propósito doble: por un lado, para hacer justicia a su propia contribución creativa en la primera edición de la prueba y, por otro, para dar testimonio público de sus imprescindibles aportaciones a esta versión mejorada. Ya que la influencia de Russ al desarrollo de este campo empezará a dejarse notar con fuerza en los próximos años, probablemente no esté demás mencionar, al menos brevemen te, cuál ha sido su trayectoria dentro del mundo del Eneagrama. Cuando Russ leyó Tipos de Personalidad en 1988, se puso en contacto conmigo y pronto se creó entre ambos una buena amistad. Russ empezó a visitarme de vez en cuando para hablar sobre temas tan afines como el Eneagrama, la espiri tualidad, la obra de Gurdjieff, el budismo, entre otros temas de mutuo interés. Durante nuestras conversaciones le empecé a mostrar mis esquemas iniciales sobre lo que ha venido a ser el RHETI y pronto me di cuenta de su poco corriente talento a través de sus claras y transparentes ideas sobre los tipos. Tan pronto como me percaté de esto, le contraté como ayudante. Era la primavera de 1991. A partir de ahí, Russ pronto empezó a destacar por sí mismo como una gran auto ridad en el Eneagrama. Me ha ayudado a pulir y mejorar mi propio trabajo y ha contribuido mucho en mi última obra, Enneagram Transfonmtions. Duante la elaboración de ambas versiones del test, me insistió infinidad de veces en la necesi dad de depurar y mejorar los ítems incluso cuando yo ya lo daba por zanjado; él ha sido el artífice de algunas de las ideas nuevas dentro de la estructura del Eneagrama y de los tipos de personalidad. También ha enriquecido nuestro trabajo con intuiciones procedentes de otras tradiciones con las que se halla muy familiarizado. Desde que se unió al centro Enneagram Personality Types, Russ ha impartido clases junto a mi en los programas de for mación profesional, enriqueciéndonos con sus buenas ideas y sus profundas cualidades espirituales. Sus aportaciones han sido tan importantes que nos hicieron nombrarle Director Eje cutivo del EPT, pidiédole a la vez que participara junto a mi en la autoría de nuestro próximo libro, Working ivith the
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Emieagram: Transformitig the Personality Types. Yo personal
mente me siento afortunado de poder trabajar junto a Russ y creo firmemente que el Enegrama se ha convertido en un campo de estudio mucho más rico con su presencia. También quiero mencionar con cariño a mi madre, Beverly Moreno Pumilia, y a mi padre, Leo Riso, por todo lo que me han dado. Cuanto mayor me hago, más me doy cuenta de que mis mejores cualidades son realmente las suyas. Para aca bar quiero mencionar a Brian Lawrence Taylor, cuya presen cia ha sido mucho más valiosa de lo que puedo expresar. Su compromiso con mi trabajo ha sido muy profundo y sin su constante apoyo y orientación habría sido imposible llevarlo acabo.
PREFACIO
Yo solía pensar que nos resultaba difícil vernos porque nos hallábamos demasiado cerca de nosotros mismos. Ahora veo que la dificultad estriva en que estamos demasiado lejos, demasiado enmarañados en nuestras ilusiones y sueños, como para ver quiénes somos realmente. Ya estemos demasiado cerca o demasiado lejos, ya estén nuestras fantasías centradas en el pasado o en el futuro, el resultado es el mismo: no nos podemos ver a nosotros mis mos porque no podemos vivir en el presente. No podemos percibir, y mucho menos relacionarnos, con las realidades de nuestras vidas en el aquí y el ahora porque dirigimos auto máticamente nuestra atención a las fantasías del pasado y del futuro mediante los mecanismos de nuestra personalidad. Comprender nuestra personalidad nos permite romper con los patrones repetitivos de nuestro pasado. Sin embargo, nos resulta extremadamente difícil romper con nuestros patro nes de siempre porque prácticamente no nos damos cuenta de su existencia. Los mecanismos de nuestra personalidad pasan desa percibidos. Necesitamos encontrar, por tanto, una forma de des pertar a nuestra condición verdadera, y de permanecer despiertos, para no sucumbir ante el canto de sirenas de núes-
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tra personalidad, siempre dispuesta a hacernos caer en los viejos hábitos y a alejarnos del potencial que vemos abrirse ante nosotros cuando vivimos en el momento presente. En la propia naturaleza de la personalidad reside una ten dencia a ocultar m uchas verdades sobre nosotros mismos. La personalidad a menudo esconde más de lo que revela. El hecho de descubrir el propio tipo de personalidad no es en sí mismo un gran logro. El logro realmente importante consiste en aprender a distinguir entre nuestro yo interior (la esencia) y nuestra personalidad. Para conseguirlo debemos cultivar una espiritualidad que nos permita observarnos a nosotros mismos en la vida diaria. Descubrir nuestro tipo de personalidad es importante, pero lo es mucho más observarlo en acción. De hecho, al des cubrir nuestro tipo de personalidad nos enfrentamos ante el gran reto de observarnos a nosotros mismos tal y como somos, a pesar de lo que descubramos. No se puede conse guir ninguna transformación real si no tenemos la voluntad para ver las maniobras de nuestra personalidad momento a momento. Si no aprendemos a observarnos a nosotros mis mos, el hecho de saber cuál es nuestro tipo (con el Eneagram a o con cualquier otro sistema) no nos aportará más que otra etiqueta tras la que escondernos. Irónicamente, si nos limita mos a buscar nuestro tipo, el propio Eneagrama puede con vertirse en un obstáculo para nuestro crecimiento. Sin embargo, en el propio acto de vernos de forma objeti va, algo se libera en nosotros: de pronto nos sorprendemos a nosotros mismos en un estado creciente de libertad y claridad en la que descubrimos que en lo más profun do de nuestro ser no somos nuestra personalidad. Cuando experimentamos esta verdad la transformación se convierte en algo factible. Si no hacemos nada para «curarnos» a nosotros mismos, el acto de prestar atención al momento presente hace que la esencia del yo resurja y que nuestra personalidad afloje las ataduras que nos retienen. A medida que nos vamos liberando de nuestra personalidad, nuestra esencia empieza a revelar sus múltiples facetas -aceptación, amor, autenticidad, perdón, compasión,
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coraje, alegría, fortaleza y presencia- así como muchas otras manifestaciones del espíritu humano. Al pasar del mero conocimiento de nuestro tipo a la habilidad de vemos tal y como somos, se produce el paso de la personalidad a la esen cia y descubrimos que podemos vivir de un modo diferente. Nos damos cuenta de que podemos ser libres. Por tanto, el autoconocimiento real es una ventaja de extraordinario valor. Un cuestionario del Eneagrama -de hecho, cualquier cuestionario que pretenda ayudarnos a des cubrir nuestro tipo de personalidad- no puede proporcionár noslo por sí mismo. En el mejor de los casos, todo lo que un test puede hacer es señalar el tipo al que pertenecemos. Aun que la primera versión del cuestionario RHET1 era un instru mento útil que permitía a la gente descubrir su tipo de personalidad, tenía ciertas limitaciones. Algunas de ellas son inherentes a la propia naturaleza de cualquier cuestionario de preguntas y respuestas. Ningún test tiene una precisión del cien por cien. Tras varios años de estu dio y experiencias en la construcción de pruebas, he llegado a la conclusión de que es virtualmente imposible desarrollar un cuestionario que posea una precisión superior al noventa por ciento y que cualquier afirmación que mantenga que se ha conseguido superar ese porcentaje hay que sopesarla con escepticismo. Con esta nueva versión del RHETI creo que nos encontramos en ese noventa por ciento, pero es posible que no se pueda ir más lejos por algunas de las siguientes razones. Una de las principales limitaciones de la primera versión del RHETI (y una vez más, de cualquier test de personalidad) tiene que ver con la contradicción de base subyacente a todas las pruebas que se basan en el auto-informe: se requiere cier to grado de autoconocimiento para realizar un test sobre tipos de personalidad, justo aquello de lo que a menudo se carece. Debido a que mucha gente carece de este autoconocimien to, no tienen muchas pistas para saber qué es cierto cuando un cuestionario les pide que den información sobre sus actitudes y comportamientos. El meollo del problema radica en el hecho de que cada uno de nosotros poseemos una imagen de noso-
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tros mismos que no abarca todo lo que somos. Por ejemplo, podemos ser mucho más agresivos de lo que creemos, o puede que no seamos tan sensibles, cariñosos, dependientes o extro vertidos como hemos llegado a pensar. Una de las funciones del Eneagrama es la de ayudamos a corregir las ideas distor sionadas que tenemos sobre nosotros mismos, pero hasta que no somos capaces de reconocer nuestros «puntos negros» no podemos verlos en nosotros mismos ni en ningún test. Además, hay que tener en cuenta que esta dificultad para identificamos a nosotros mismos se encuentra en la propia naturaleza de ciertos tipos de personalidad. Los tres tipos pri marios -los Treses, Seises y Nueves- son probablemente los que más dificultades tienen, ya que su identidad se funda menta en sus identificaciones con los demás. Viven a través de los demás, o si no, a través de las reacciones reales o ima ginadas que los demás muestran ante ellos. En ninguno de los casos se miran directamente a sí mismos, por lo que evaluar estos tipos resulta bastante difícil. En cualquier caso, todos los tipos presentan ciertos problemas debido al autoengaño, la autojustificación y el deseo de «dar una buena impresión». La primera versión del RHETI adolecía también de los problemas propios de las pruebas basadas en el autoinforme: con frecuencia se saltaban preguntas y páginas enteras o se cometían errores aritméticos en las sumas de las puntuacio nes. Algunas personas no entendían el vocabulario, otras no seguían las instrucciones o se impacientaban y respondían arbitrariamente. También se daban otros errores más sutiles: desde la falta del autoconocimiento necesario para poder res ponder apropiadamente a las preguntas, hasta un conoci miento demasiado bueno de los tipos del Eneagrama que les llevaba a responder de tal forma que el test confirmara el tipo que querían ser. Hubo quien leía los ítems de un modo un tanto inusual haciendo interpretaciones y asociaciones que cambiaban completamente el significado pretendido. Tam bién, en algunos casos, se analizaban excesivamente las pre guntas y se pensaban situaciones fantásticas en las que ambas afirmaciones pudieran ser ciertas para ellos. Cuando se con-
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sideran todas las posibles fuentes de error que pueden pro ducirse en la realización de un test, resulta sorprendente que algún tipo de test de personalidad sea realmente satisfactorio. A pesar de estos impedimentos, la primera versión del RHETI parece haber obtenido una fiabilidad del 75 al 80% en la determinación del tipo básico de personalidad. La forma más común de identificar o confirmar el tipo de perso nalidad es mediante la lectura de libros sobre el Eneagrama y la par ticipación en talleres. Sin embargo, mucha gente podrá servise de esta prueba de fácil adquisición para identificar su tipo. (También es importante apreciar que existen diferencias sig nificativas entre los diversos autores y formadores de Eneagrama; sus descripciones de los tipos varían y la gente pude confundirse con las diferentes interpretaciones. Por tanto, el hecho de asistir a talleres y de leer libros sobre el tema no revelará de forma infalible el propio tipo de personalidad). La información que se obtiene de un test, taller o profesor de Eneagrama debería considerarse simplemente como eviden cias corroborativas del proceso de autodescubrimiento. No es muy sensato pretender que existe un método exclusivo para descubrir nuestro tipo. La responsabilidad de descubrir quiénes somos recae siempre sobre nosotros mismos. La información de cualquier método debería considerarse a la luz del resto de las evidencias antes de llegar a cualquier conclusión. Las mejores formas de descubrir con seguridad nuestro tipo son: hablar con amigos, leer las descripciones de Tipos de Personalidad, C ompren diendo el Eneagrama, y en este libro, reflexionando sobre las Afir maciones de Enneagram Transjormations, asistiendo a talleres, y sobre todo, fiándonos de nuestra propia introspección. Aun así, la intención que subyace a la elaboración del RHETI no es proporcionar una forma rápida de determinar el tipo de personalidad de la gente. Si queremos que el Eneagrama siga ganando importancia y aceptación académica, su validación empírica y la elaboración de una prueba fiable se convierten en puntos fundamentales. Ese proceso se inició con la primera versión de este test, que a pesar de sus limita ciones, se ha convertido en uno de los elementos distintivos
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de este campo. Aspecto éste que se acelerará con la publica ción de esta versión revisada.1
Diferencias entre el RETI (versión original) y el RHETI (versión 2.0)* Evidentemente, esperamos que esta nueva versión del RHETI será más precisa, más útil para la autoayuda y las situaciones terapéuticas, más evocativa y fácil de realizar. Para este fin se han realizado muchos cambios en el test. Todas las afirmaciones de la Versión 2.0 del RHETI se han puesto en pasado para que la gente no olvide que tiene que res ponder desde ese punto de vista. Ya que las instrucciones pedí an que el RHETI se contestara «como aquello que m ás ha tenido que ver con sus vidas hasta ahora», parecía coherente reflejar esta orientación hacia el pasado en los items. (Una vez que se ha realizado el test desde el punto de vista del pasado, también se puede realizar desde «lo que se es ahora», en el presente; si se hace así, hay que recordar, claro está, que habrá que contestar las preguntas como si estas estuvieran en presente). Las afirmacio nes también se han reordenado y el orden de las columnas se ha cambiado para simplificar la realización de esta nueva versión. Además, aproximadamente el 85% de las preguntas origi nales se han sustituido por otras nuevas. Hemos sustituido todas aquellas que nuestras investigaciones m ostraban que no estaban funcionando lo suficientemente bien, así como aque1. Los editores de Time-Life Books han seleccionado mi obra p or ser la más clara y útil interpretación del Eneagrama en la actualidad. Han resumido las descripciones de los tipos de personalidad y empleado algunos de los ítems de la primera versión del RHETI en The Enigma of Personality, un volumen de su colección de psicología «Journey Through the Mind and Body.» * N. del T. La primera versión del test se denom inaba «Riso Ennea gram Type Inventory» de ahí que sus siglas fueran RETI, pero en la segunda versión, la participación de Russ Hudson hizo cjue el nombre final fuera «Russ-Hudson Enneagram Type Inventory» y por tanto, RHETI.
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lias que realmente no funcionaban. En ocasiones nos vimos obligados a cambiar algunas preguntas que eran claras, pero en las que la gente tendía a ver significados que nosotros no habíamos anticipado. En otras ocasiones decidimos sustituir una afirmación porque resultaba ser demasiado ambigua. El feedback que fuimos recibiendo de los participantes en los talleres y los programas de formación puso de manifiesto que había nuevas dimensiones de los tipos que antes no habí amos considerado. Los tipos son muy sutiles y complejos y continuamente estamos descubriendo nuevos aspectos. Con el tiempo también aprendimos cuál era la mejor forma de tra bajar con el formato de elección forzada, diseñando pares de afirmaciones en los que la gente podía discriminar mejor cuál tenía más que ver con uno mismo. Los problemas conceptuales se acumulaban rápidamente debido a la multitud de parámetros con los que teníamos que operar: las afirmaciones tienen que especificar algo que la gente pueda reconocer en sí misma y a la vez evitar temas que son demasiado abstractos o sutiles; no deben describir actitudes que sean demasiado sanas o malsanas, en especial las segundas, ya que la experiencia indica que la gente no responde honestamen te a nada que les resulta demasiado negativo; no tiene que haber diferenciaciones entre sexos; no deberían simplemente negar una a la otra («Me gustan los helados» versus «No me gustan los helados»); preferiblemente deberían evitar la jerga del Eneagrama o cualquier otro lenguaje que alertara a los sujetos del tipo que se está midiendo; deben discriminar en un 75% o más entre los dos tipos que se miden, y los siete tipos restantes deben divi dirse. relativamente por igual con cuatro tipos a favor de una afirmación y tres a favor de la otra; ambas afirmaciones deben reflejar actitudes o comportamientos del mismo Nivel de Desa rrollo para sus tipos respectivos de tal forma que una afirmación no pareciera más sana, y por tanto más atractiva, que la otra. No hace falta decir que esta tarea ha sido muy ardua y ha requerido mucha dedicación, pero sentimos que esta versión revisada representa un avance significativo que ayudará al desarrollo del Eneagrama.
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Instrucciones y sugerencias nuevas El RHETI se puede realizar de varias formas diferentes, aunque la experiencia nos dice que la forma más precisa de hacerlo es contestarlo desde el punto de vista del pasado, «como aquello que más ha tenido que ver con uno mismo hasta ahora.» (Esto no quiere decir que se haga como lo harí amos en la infancia, sino más bien como un adulto joven). Esto es especialmente importante si se ha pasado por un período de desarrollo psicológico o espiritual y se siente que se ha cambiado con el paso del tiempo. Si se ha cambiado de forma significativa, es importante identificar cómo se era ñutes de que se produjeran esos cambios en la personalidad. (Nosotros creemos que se descubrirá que el tipo básico sigue siendo el mismo, aunque el patrón global de las puntuaciones puede haber variado significativamente). Si se desea realizar la prueba varias veces, es recomenda ble que primero se haga en clave de cómo se era en el pasado, luego, respondiendo con un marcador de otro color, se puede volver a realizar en clave de lo que uno es ahora. Como se acaba de decir, el RHETI debería indicar que el tipo básico es el mismo, aunque el perfil resultante del equilibrio entre las otras Funciones sea algo diferente. Con el RHETI es posible descubrir el ala dominante (o tipo auxiliar), aunque este resultado será menos fiable que el resto, particularmente para los tipos primarios, Tres, Seis y Nueve. Hay que recordar que el propósito del RHETI es ayu dar a la gente a descubrir su tipo básico de personalidad; cualquier otra información que se obtenga se puede conside rar como un «dividendo extra.» Creemos que es mejor responder a los 144 pares, pero se pueden saltar aquellos que sinceramente se sientan que no tienen nada que ver con uno mismo. Sin embargo, hay que tener cuidado para no saltarse ninguno que simplemente resulte difícil de responder. Es importante «pelearse» con las afirmaciones más difíciles, aunque se pueden dejar aquellas que realmente son irrelevantes para uno mismo.
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Tal y como ya se ha sugerido, se puede realizar el RHETI junto a alguien que nos conoce bien, como nuestro cónyu ge, un buen amigo o el terapeuta. Si se hace así se pueden obte ner resultados más precisos porque muchas veces otras per sonas pueden vernos con más claridad. Además, también podemos hacer que nuestro cónyuge, amigo o terapeuta rea lice la prueba en nuestro lugar, como si fueran nosotros. Este método también arrojará resultados valiosos y probablemen te servirá para originar una conversación estimulante. Una vez que se ha terminado la prueba, de una o varias formas, se puede consultar la Sección 7 de este libro, «Los ítems ordenados según los Tipos», y volver a realizar el RHETI, esta vez cuantificando las respuestas. Se puede cambiar el for mato del test asignando un orden numérico a cada afirma ción, primero para los dos o tres tipos en los que se ha sacado una mayor puntuación y luego, si se tiene tiempo, para los otros seis o siete tipos. En el margen del libro, o en un hoja aparte, da una puntua ción de 1 a 5 a cada afirmación, según el grado que creas que reflejan en relación a tus actitudes y comportamientos del pasa do; en donde el 1 significa «nunca o casi nunca», y el 5 «siem pre o casi siempre», luego suma la puntuación de cada tipo. Hay 32 afirmaciones para cada tipo de personalidad; por tanto, la puntuación mínima sería de 32. La puntuación más alta sería de 160. El tipo que obtenga la puntuación numérica más alta debería indicar tu tipo básico de personalidad. Como ya apun tábamos antes, el formato original del RHETI -de ítems de «elección forzada»- no siempre discrimina el ala dominante correctamente, especialmente para los tipos Tres, Seis y Nueve. Esta variación que ahora indicábamos puede que sí lo haga. De esta prueba se puede extraer más información si suma mos la puntuación obtenida en otros grupos significativos: pri mero, según la Tríada, que indica hasta qué punto las cualidades y tendencias tienen lugar en el centro del pensar (la Tríada del Hacer -tipos Cinco, Seis y Siete), en el centro del sentir (la Tríada del Sentir -tipos Dos, Tres y Cuatro), o en el centro instintual (la Tríada del Relacionarse -tipos Ocho, Nueve y Uno).
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Otra forma, a menudo más esclarecedora, de analizar las puntuaciones es sumarlas según los denominados «Grupos de Horney.» En Tipos de Personalidad fui el primer autor en apreciar los tipos agresivos de la psiquiatra Karen Horney: «los que se oponen a la gente», que corresponden a los tipos Tres, Siete y Ocho del Eneagrama. Los «que se acercan a la gente», que corresponden a los tipos Uno, Dos y Seis; y «los que se apartan de la gente», que corresponden a los tipos Cuatro, Cinco y Nueve. Se suman las puntuaciones de los tipos que tienden a la huida (Cuatro, Cinco y Nueve), las puntuaciones de los tipos de aproximación (Uno, Dos y Seis) y las puntuaciones de los tipos agresivos (Tres, Siete y Ocho) para averiguar en qué grupo se obtiene una puntuación más elevada. Este método puede ayudar a analizar los resultados en casos ambiguos, tal y como ocurre en el caso de un hom bre que parecía ser un Ocho claro (según la evaluación de un profesor experimentado de Eneagrama), pero que había puntuado en la prueba como Uno, seguido de cerca por el Ocho. Sin embargo, al sumar las puntuaciones de sus tres tipos agresi vos (Tres, Siete y Ocho), se hizo patente que se trataba de uno de ellos. Además, el Siete fue su tercera puntuación más ele vada, lo que resulta consistente con la conclusión de que se trataba de un Ocho con un ala Siete. Después de oír la des cripción del Ocho durante el taller, el sujeto estuvo de acuer do en que efectivamente se trataba de su tipo; por lo que fue posible realizar un diagnóstico correcto. En otro caso, una persona que se había tipificado a sí misma erróneamente como Cinco, tenía puntuaciones muy elevadas en los tipos agresivos. Las entrevistas sucesivas indicaron que efectiva mente se trataba de un Tres y no de un Cinco. Sus puntuacio nes bajas en el grupo de huida también confirmaban indirectamente este análisis. En cualquier caso, hay que tener en cuenta lo siguiente. Si se es una mujer de unos treinta años o más, y especialmen te si procede de un contexto en el que las mujeres eran edu cadas para satisfacer el rol de «cuidadora», es importante
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analizar con precaución las puntuaciones elevadas del Dos que se obtengan en el RHETI. Nos ha resultado difícil elimi nar la tendencia de las mujeres a obtener puntuaciones eleva das en el Dos cuando realmente no lo son. Aunque creemos que esta versión revisada incide menos en este error, no se ha obtenido suficiente evidencia como para descartarlo. Por tanto, si eres una mujer y obtienes tu mayor puntuación en el Dos, fíjate en la siguiente puntuación más elevada y pregún tate si acaso es ese tu tipo. Por ejemplo, una mujer puntuó como un Dos en un taller (24) y la siguiente puntuación más alta fue (23). Una vez analizada la descripción del Seis, se dio cuenta que se ajustaba completamente a ella y que no era un Dos. Otra mujer putuó como un Dos (28) y un Nueve (26); se vio que era un Nueve a quien habían inculcado el rol de «madre comprensiva», rol que ella desempeñaba a la perfec ción. En cierto sentido, ella es un Nueve que desempeña el papel de Dos, tal y como indicaba su historia de vida y los comentarios sobre sí misma. En otros casos hemos visto que el tipo real de la persona era en ocasiones una de las dos o tres puntuaciones más altas. Aparte de los Doses, hay otros tipos que dificultan bastante el diseño de cualquier test de Eneagrama. Los Nueves, por ejem plo, tienden a verse en casi todos los tipos, particularmente en aquellos que corresponden a las personas con las que más se identifican. Este tipo normalmente presenta una distribución bastante plana en las puntuaciones de los nueve tipos, con el Nueve entre los dos o tres más elevados. Los Seises tienden a analizar en exceso la prueba y experimentan dificultades a la hora, de decidir cuál es su tipo, ya que no pueden tomar una decisión clara sobre qué afirmaciones de cada par tienen más que ver con ellos. Lo Sietes suelen leer mal las afirmaciones o realizar con demasiada prisa el test, incurriendo en errores. Por estas y otras razones, hemos visto muchas veces a los Nueves mal identificados como Doses, Cuatros y Cincos; a los Seises como casi cualquier otro tipo; y a los Sietes como Doses y Cuatros. Los Treses suelen confundirse con los Unos, Cua tros o Cincos; y los Doses con los Cuatros.
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Por otro lado, el RHETI puede ser más correcto de lo que suponíamos o esperábamos. Por ejemplo, una persona que cree que es un Cuatro puede llegar a puntuar como un Seis, cosa que luego parecía ser cierta. Tanto las personas que no conocían el Eneagrama con anterioridad como las que sí lo conocían, pueden quedar perplejas ante las diferentes inter pretaciones, o cuando el RHETI da un resultado diferente al esperado. Desafortunadamente, la única forma de resolver el pro blema de si el diagnóstico es correcto o no, reside en la flexi bilidad de las propias personas, en analizar el RHETI junto a alguien que lo conoce bien y en leer cuidadosa y detenida mente las descripciones de los tipos en cuestión. El tipo correcto terminará aclarándose con el tiempo. Es evidente que esta versión revisada el RHETI tampoco es perfecta. Al igual que ocurre con el resto del trabajo sobre el Eneagrama, se trata de un tema que se está desarrollando continuamente. Aunque el Eneagrama se fundamenta en un símbolo arcaico, su aplicación a la psicología es reciente y nuestra comprensión del mismo como modelo de la naturale za humana está avanzando constantemente. Al igual que no hay una fuente de la tradición oral sobre las enseñanzas y materiales de las que los autores sobre el Eneagrama crean y elaboran materiales nuevos, así tampoco hay una fuente defi nida a la que podamos referimos para buscar nuevas ideas. La utilidad y la importancia del Eneagrama reside simple mente en el hecho de que «pule el diamante de la mente a lo largo de sus surcos internos». Estamos ante un extraordinario mapa que ilumina nuestro camino a medida que descubrimos más sobre esa misteriosa realidad, siempre la misma y siem pre nueva, que es la naturaleza humana. Don Richard Riso Ciudad de Nueva York Marzo, 1994
Primera parte
1 B R E V E IN T R O D U C C IÓ N ALENEAGRAMA
Comprendemos a nosotros mismos y a los demás El Eneagrama es especialmente útil precisamente porque funciona. Es el método más claro y preciso que hay para enten dernos tanto a nosotros mismos como a nuestros seres queri dos. Nos ayuda a comprender por qué no nos llevamos bien con ciertas personas mientras que con otras nos sentimos inmediatamente como si fuéramos amigos de toda la vida. Conocer el Eneagrama es como tener un par de gafas espe ciales con las que podemos ver con toda claridad más allá de lo que la gente aparenta: de hecho, en ocasiones lo haríamos incluso mejor de lo que ellos mismos son capaces. La luz que el Eneagrama nos arroja puede incluso cambiar nuestras vidas. Quienes lo conocen y utilizan no se imaginan cómo fueron capaces de vivir antes sin él. Es como si hubieran nacido daltónicos y de pronto, por primera vez, fueran capaces de ver el mundo en todo su colorido. Se conmueven al darse cuenta de todo lo que habían tenido «delante de sus narices» todo el tiempo y que se les había pasado por alto. El Eneagra ma abre todo un nuevo horizonte ante nuestros ojos, nuevos niveles de significado y comprensión. Sin embargo, este tipo
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de conocimiento no se adquiere sin pagar por ello cierto pre cio: una vez que comprendemos el Eneagrama ya no pode mos volver a nuestra ceguera anterior. El mundo, los demás e incluso nosotros mismos seremos diferentes para siempre. Por otro lado, las aplicaciones del Eneagrama son tantas como los sujetos que lo utilizan. Todos aquellos que se hayan inmersos en algún tipo de proceso terapéutico verán que puede ser una fuente inapreciable de ideas e intuiciones sobre su infancia y sobre las razones de por qué se convirtieron en el tipo de personas que son. Quienes mantienen relaciones íntimas se beneficiarán al conocerse mejor a sí mismos y a los demás ya que las relaciones dependen, entre otras cosas, de la sinceridad y la confianza. Ninguna relación puede funcionar a menos que ambas partes utilicen su sensibilidad e intuición, especialmente cuando surgen conflictos o malentendidos. La mejor manera de hacer que una relación sigua viva y crezca es comprendiendo las necesidades, deseos, miedos y modos de expresarse del otro. Y la mejor forma de mantener una mente sana es comprender también nuestras necesidades, deseos, miedos y modos de expresarnos. Mostrarse intuitivo respecto a los demás también resulta ser una habilidad práctica de enorme valor. Los ejecutivos y las empresas han empezado a sentirse atraídos por el Eneagrama en su búsqueda de nuevas formas de aumentar la p ro ductividad de sus empleados y, en última instancia, su rentabilidad. Aunque el Eneagrama es en principio un pro fundo instrumento espiritual y psicológico, también resulta muy práctico debido a que sus mensajes son tan precisos que puede ahorrar bastante tiempo y frustración tanto para la dirección de empresas como para sus propios empleados. El Eneagrama puede utilizarse para seleccionar la persona «ade cuada» para un trabajo particular, para enseñar a los ejecuti vos a dirigir a sus empleados con más eficacia, para aclarar una imagen corporativista -lo corporativo podría considerar se en cierto modo un «tipo de personalidad», por decirlo de algún modo- o para crear un equipo de ventas más rentable. La creación de equipos de márketing, la comunicación dentro
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de la empresa y la resolución de conflictos -entre otras muchas aplicaciones- son más efectivas cuando se aplica la sabiduría del Eneagrama al mundo empresarial. Naturalmente, sin embargo, se debe evaluar con precisión el propio tipo de personalidad (y el de los demás) si es que se quiere usar el Eneagrama para el autoconocimiento, las rela ciones con los demás, la terapia o los negocios. Este test, el Riso Hudson Enneagram Type Indicator, hace que esto sea posi ble por primera vez. Quienes están familiarizados con el Eneagrama ya han sentido de una manera intuitiva que este sistema funciona bien; el RHETI pretende ir más allá de la intuición intuición y verificar em píricamente píricamen te los tipos tipos de persona lidad. Para que el Eneagrama se dé a conocer de una manera gene ralizada, su validez a nivel intuitivo tiene que corroborarse estadísticamente. La publicación de este test inicia, por tanto, la validación científica del Eneagrama. Debemos recordar que aunque el el Eneagrama tiene tiene muchas m uchas aplicaciones prácticas, su principal propósito es ayudarnos a comprender quiénes somos de forma que podamos cambiar nos a nosotros mismos transcendiendo nuestra personalidad. A medida que avanzamos vamos necesitando menos el Eneagrama. Pero a no ser que hayamos aprendido a vivir yendo más allá de nosotros mismos, la mayoría de nosotros seguire mos necesitando toda la sabiduría que este sistema nos ofrece. El profesor espiritual ruso George Ivanovitch Gurdjieff introdujo el el Eneagrama En eagrama en occidente a finales finales del siglo pasado. Sobre los años sesenta, el místico boliviano Oscar Ichazo refino este sistema. Ichazo llevó el Eneagrama a Estados Unidos en 1970 y en unos pocos años su conocimiento se extendió rápi damente por el país. En 1975 yo empecé a desarrollar el Eneagrama bajo el prisma de la psicología moderna, añadiendo mis propias intuiciones y descubrimientos al conjunto de conoci mientos iniciales. En el capítulo 8 se desarrolla más detenida mente este tema.' Las líneas anteriores iniciadas iniciadas por po r Gurdjieff Gurd jieff e 1. En Tipos de personalidad (Cuatro Vientos, Chile, 1993) y Comprendiendo el Eneag En eagram ram a (Cuatro Vientos, Chile, 1994) doy mucha más información
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Ichazo fueron los primeros intentos de comunicar el Eneagrama a una audiencia moderna; mis esfuerzos se han orientado principalmente a desarrollar las descripciones de los tipos de personalidad (y de la teoría subyacente) con la pretensión de que el Eneagrama pudiera superar sus orígenes religiosos y esotéricos y pasara a ocupar la posición que se merece. La psicología del Eneagrama es la dimensión fundamen tal que nos interesa: n os vemos vemo s reflejados reflejados en el espe jo del Eneagrama, de ahí que adquiramos una extraordinaria intuición sobre nosotros mismos. Es particularmente intrigante cómo este sistema arcaico anticipa ya muchos de los datos que ia g n ós tico ti co y e s ta podemos encontrar hoy en día en el M a n u al d iag dístico de los desórdenes mentales, de la Asociación Americana de Psiquiatría, el DSM-llI(R). En el libro Comprendiendo el Eneagrama , vimos que el Eneagrama mejora las tipologías propuestas por la psicología moderna en lo que respecta a su especificidad, facilidad de comprensión y elegancia. Organiza las observaciones sobre la naturaleza humana al corraborar lo que ya se había descu bierto y sugerir nuevas vías de investigación. Al «pulir el dia mante» del psiquismo a lo largo de sus surcos internos, el Eneagrama nos presenta las categorías que encontramos en nuestra vida diaria. Una de las primeras cosas que hay que entender sobre el Eneagrama es que nos vemos reflejados en todo el sistema. Desde un punto de vista, los tipos de personalidad vienen a ser metáforas para designar las diversas funciones psicológi cas que tienen lugar en cada uno de nosotros. (Véase el capí tulo 6 para más información sobre las Funciones) Llegamos a desarrollam os den tro de uno de los los nueve tipos tipos de personali dad porque nuestra consciencia se ha constituido de un modo determinado como resultado de nuestras experiencias infansobre la historia y la transmisión del Eneagrama y sobre las aportacio nes de Gurdjieff, Ichazo y la mía propia. Debido a que estos libros con tienen amplias bibliografías sobre el Eneagrama y temas relacionados, dicha información no se repite en el presente volumen.
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tiles y la herencia. En cierto sentido, nuestro tipo básico de personalidad viene a ser una defensa y una reacción adaptativa frente al entorno. Los ocho tipos de personalidad restan tes -que desarrollamos en mayor o menor medida a lo largo de nuestra vida- representan las otras potencialidades de nuestro psiquismo y son partes importantes de lo que somos. También es importante señalar que esta tipología no perte nece solamente al mundo académico -y mucho menos a los místicos, religiosos o psicólogos que inicialmente lo desarro llaron. El Eneagrama pertenece a todo el mundo porque resul ta accesible y ayuda a gente de muy diversa procedencia a darse sentido a sí mismos y a sus relaciones. Con su precisión, pragma prag matismo tismo y universalidad, universalidad, el el Eneagrama Eneagrama puede p uede robustecer muchos aspectos de la psicología y la espiritualidad. Mucha gente en todo el mundo empieza a reaccionar ante el Eneagrama porque ven que refleja su propia experiencia. Lo consideran como uno de los hallazgos más importantes de sus vidas, algo que les ha ayudado a dar sentido a lo que pre viamente parecía ambiguo, impenetrable o, lo que es peor, caótico. Una vez que se comprenden los elementos esenciales de este extraordinario sistema, nos vemos capaces de partici par en la inacabable aventura de profundizar en nosotros mismos y en nuestros semejantes. ¿Quién sabe los beneficios que se conseguirán a medida que las nuevas generaciones vayan siendo capaces de proyectar la sabiduría del Eneagra ma a lo largo de sus vidas? En el análisis anterior se le da un valor extraordinario al Eneagrama porque hace que el viaje hacia uno mismo sea más seguro. El Eneagrama arroja luz sobre lo que antes per manecía oculto en nosotros, haciéndonos ver nuestras con ductas y motivaciones, nuestros pensamientos y temores, nuestras actitudes y nuestras defensas. También nos ofrece una forma de superar nuestros conflictos y confusiones. Nos ayuda a tener esperanza en momentos de oscuridad y deses peración. Nos demuestra que no estamos solos en nuestras pequeñas batallas ya que somos como el resto de la gente -en muchos más aspectos de los que creíamos.
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Por tanto, el Eneagrama es un microcosmos de cada uno de nosotros ya que nos da un mapa de nuestro desarrollo. Pero también es un macrocosmos que muestra los principales tipos de personalidad que son necesarios y suficientes para com prender la dinámica de los seres humanos. (Si fueran menos los seres humanos seríamos virtualmente idénticos, cosa que no es cierta; si fueran más, los seres humanos nos convertiría mos en misterios impenetrables para el resto. La gran familia de los seres humanos no sería más que un montón de primos lejanos sin prácticamente ninguna vinculación con el resto.) Además, el Eneagrama tiene una importancia inmensa porque si careciéramos de autoconocimiento sería práctica mente imposible liberamos de nuestros conflictos y neurosis. Cuando ya hemos caído en la neurosis vemos cómo nos resul ta cada vez más difícil elegir lo que más nos conviene, por lo que resulta aún más difícil solucionar nuestros problemas. Debemos invertir el círculo vicioso que se crea al quedar atra pados en nuestras fijaciones reconociendo y reduciendo nues tros miedos y nuestras tendencias habituales. Cuando así lo hacemos, vemos que la vida se vuelve más fácil porque nues tro tiempo y nuestra energía puede emplearse en vivir de un modo creativo en vez de malgastarse en los conflictos. Una vez que hemos empezado a reconocer nuestras respuestas automáticas, nos damos cuenta que podemos prescindir de ellas trascendiendo nuestra forma de ser habitual. Por otro lado, el hecho de tener al alcance un mapa preci so de nuestra forma de funcionar, se convierte en un aspecto extremadamente práctico ya que la mayoría de nosotros toda vía no hemos alcanzado el hábito de introspección necesario y tampoco pertenecemos a una auténtica escuela espiritual que pudiera guiamos en nuestro camino. Nuestra cultura occidental materialista no nos incita a dedicar cierto tiempo al día a la meditación o a practicar alguna disciplina espiritual de forma que puediéramos adquirir los recursos necesarios para nuestro camino interior. Uno de los recursos más importantes es la liberación de nuestros conflictos, desilusiones y miedos. Antes de continuar
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necesitamos descubrir una parte dentro de nosotros mismos que no sea conflictiva, engañosa o teñida por el miedo. Al com prender los aspectos mecánicos de nuestra personalidad (o sea, nuestros patrones automáticos, reactivos y defensivos), apren demos a evitarlos en el futuro. Al ser capaces de no identificar nos completamente con nuestra personalidad, nos liberamos de las trabas de nuestra personalidad. Por tanto, el Eneagrama entraña la siguiente paradoja: Estudiamos el Eneagrama por que es necesario para comprender el modo en que opera nues tra personalidad para así podernos liberar de la misma. Por último, el Eneagrama puede considerarse como un mapa del tesoro que indica dónde pueden encontrarse las secretas riquezas de nuestro yo más profundo. Pero el Eneagrama sólo es un mapa. La mayor virtud del Eneagrama es la de indicarnos cuál es el camino hacia la auto-trascendencia de cada tipo de personalidad. Ponerse en marcha, sin embargo, depende sólo de nosotros: sólo nosotros podemos aceptar el reto cotidiano y la aventura que supone nuestra propia vida. El Eneagrama meramente nos guía hacia el umbral del espíri tu y la libertad, de la transcendencia y la liberación, de la autorendición y la auto-actualización. Una vez que hemos llegado a esa tierra inexplorada, podemos empezar a reconocer nues tro yo más auténtico, el yo que va más allá de la personalidad, el yo de la esencia. Ese yo, por supuesto, no puede medirse con un cuestionario, sino solamente por la propia vida.
Funcionamiento del Eneagrama El objeto de este cuestionario es el de identificar vuestro tipo de personalidad básico; si se contesta con sinceridad a los ítems del Riso Hudson Enneagram Type Indicator (RHETI), se obtendrá dicho propósito con una fiabilidad bastante alta. Ya que este libro constituye a su vez una breve introducción al Eneagrama, la siguiente explicación será útil para los que entran en contacto con este sistema por primera vez. Como se verá, sólo se necesitan unos pocos conceptos para entender el
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modo de funcionamiento del Eneagrama. Este sistema, sin embargo, se va complicando y haciendo cada vez más sutil, como se aprecia a medida que se aplica a la propia vida. Si se quiere más información y consejos sobre su funcionamiento, consúltese el libro Tipos de Personalidad (págs. 23-43) de donde se ha extraído y condensado la siguiente explicación. Si se quiere profundizar más aún, véase Comprendiendo el Eneagrama (págs. 20-28).
Estructura La estructura del Eneagrama puede parecer complicada, cuando realmente es bastante sencilla. Una buena forma de entenderlo es trazándolo un o m ismo. Dibuja un círculo y marca nueve puntos equidistantes en su circunferencia. Designa un número a cada punto de uno a nueve, con el nueve arriba -por simetría y convención. Cada punto representa uno de los nueve tipos de personalidad. Los nueve puntos de la circunferencia también se hayan conectados unos con otros por una serie de líneas interiores del Eneagrama. Apréciese que los puntos Tres, Seis y Nueve conforman un triángulo equilátero. Los otros seis puntos se conectan entre sí en el siguiente orden: el Uno se conecta con el Cuatro, el Cuatro con el Dos, el Dos con el Ocho, el Ocho con el Cinco, el Cinco con el Siete y el Siente con el Uno. Estos seis puntos constituyen un hexágono irregular. El significado de estas líneas interiores se aclarará en breve.
Tu Tipo de Personalidad Desde un punto de vista, el Eneagrama puede verse como un conjunto de nueve tipos de personalidad diferentes, en donde cada número del Eneagrama designa un tipo. Es muy normal encontrar algo de uno mismo en todos los tipos, aun que uno de ellos debería destacar por nuestra afinidad al mismo. Este es tu tipo de personalidad.
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Cada uno de nosotros tiene un tipo de personalidad deter minado desde la infancia, con vinculaciones tanto genéticas como relaciónales con los padres u otros seres significativos que desempeñan un papel importante en el proceso. Cuando los niños tienen cuatro o cinco años, su conciencia se ha desa rrollado lo suficiente como para poseer una sensación dife renciada de sí mismos. Aunque su identidad todavía es muy cambiante, los niños de estas edades empiezan a establecerse ellos mismos y a buscar formas propias de adaptarse al mundo. En el tipo de personalidad básico de cada individuo se termina reflejando la totalidad de los factores infantiles incluidos los genéticos- que influyeron en su desarrollo. Diremos varias cosas más sobre el tipo de personalidad básico. Primero, las personas no cambian de un tipo de per sonalidad básico a otro. Segundo, las descripciones de los tipos de personalidad son universales y se aplican tanto a hombres como a mujeres, ya que ningún tipo es inherente mente masculino o femenino. Tercero, no toda la descripción de tu tipo básico te será aplicable de un modo indefinido ya que todos fluctuamos constantemente entre nuestros com portamientos sanos, medios y malsanos que constituyen todos ellos tu tipo de personalidad. Cuarto, el Eneagrama usa números para designar los tipos porque los números no están
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cargados con ningún tipo de significado o valor -se pueden aplicar al conjunto de actitudes y conductas propias de cada tipo sin especificar nada positivo o negativo. En contraposi ción a las etiquetas empleadas en psiquiatría, los números ofrecen una una forma im pardal parda l y abrevi abreviada ada de expresar exp resar muchas m uchas cosas sobre una persona sin ser por ello peyorativo. Por ello, el rango numérico de los tipos no tiene ningún significado en sí mismo. Un número más grande no es mejor que otro infe rior; no es mejor mejor ser un Nueve que uno Dos por po r el mero hecho de que el nueve sea mayor que el dos. Quinto, ningún tipo es inherentemente mejor o peor que otro. Aunque todos los tipos de personalidad tienen sus ven tajas y desventajas, algunos suelen preferirse a otros en cada cultura o grupo. Además, por una razón u otra, puede que no te guste pertenecer a cierto tipo de personalidad. Puede ser que sientas que tu tipo es «peor» en algunos aspectos. A medida que vayas aprendiendo más sobre todos los tipos, irás viendo que todos tienen capacidades y limitaciones úni cas. Si algunos tipos tienen mejor consideración en la socie dad occidental es debido a las cualidades que esa sociedad refuerza, y no porque esos tipos posean algún valor superior. Lo ideal es conseguir ser tu mejor yo, y no envidiar las venta jas ja s de cualq cu alquie uierr otro ot ro tipo de perso pe rsonali nalidad dad..
Identificación del Tipo de Personalidad Si se realiza correctamente, el RHETI identificará tu tipo básico de personalidad. Esta breve sección se incluye para aquellos que desean entender el Eneagrama antes de llevar acabo el test o para quienes quieren explicar el Eneagrama a otras personas. Mientras piensas en tu personalidad, fíjate con cuál de los siguientes tipos de personalidad te identificas más la mayor parte del tiempo. En otras palabras, si tuvieras que describir te a tí mismo con una palabra, ¿cuál de las siguientes sería la más apropiada?
BREVE INTRODUCCIÓN AL ENEAGRAMA El conciliador 9
El líder 8
1 El reform ad or
El generalista 7
2 El ayudador
El lealista 6
3 El buscador de status
El pens ador 5
4 El artista
Nombres de los (¡pos de Eneagrama
Estos descriptores de una sola palabra pueden ampliarse en conjuntos de cuatro palabras. Recuerda que simplemente estamos destacando lo esencial esencial y en en ningún m omento ome nto preten p reten demos representar así todo el espectro de cada tipo. El Uno es racional, moralizados perfeccionista y dog mático. El Dos es cariñoso, generoso, posesivo y manipulativo. El Tres es seguro de sí mismo, ambicioso, narcisista y hostil. El Cuatro es creativo, intuitivo, autoinhibido y depresi vo. El Cinco es perceptivo, original, excéntrico y fóbico. El Seis es adorable, responsable, dependiente y masoquista. El Siete es entusiasta, productivo, inmoderado y ma níaco. El Ocho es confiando en sí mismo, resuelto, dominante y vengativo. El Nueve es receptivo, complaciente, pasivo y negligen te.
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DESCUBRE TU PERFIL DE PERSONALIDAD EN EL ENEAGRAMA Triada del relacionarse
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Las Tríadas Los tipo tiposs de personalidad del d el Eneagram En eagram a se s e agrupan agrup an de tres tres en tre tress en lo que se denom den omina inann Tríadas: tres en la Tríada del Sen S en tir, tres en la Tríada del Hacer y tres en la Tríada del Relacionar se, tal y como se muestra en el diagrama de arriba. Cada tría da está costituida por tres tipos de personalidad que tienen en común las ventajas y desventajas de esa tríada. Por ejemplo, el tipo Cuatro tiene una serie de ventajas y desventajas específicas relacionadas con los sentimientos, por lo que se encuentra en la Tríada del Sentir. Así mismo, las ventajas y desventajas del Ocho están relacionadas con su capacidad para relacionarse con el entorno, por lo que se encuentra en la Tríada del Relacionar se. Así ocurre con el resto de los tipos de personalidad. La inclusión de cada tipo en su tríada no es algo arbitra rio. Cada tipo surge de un proceso dialéctico entre las capaci dades psicológicas propias de esa tríada. En cada tríada uno de los tipos desarrolla en demasía (o expresa en exceso) las características propias de dicha tríada, otro tipo lo hace menos de la cuenta y el tercero se encuentra más desconecta do (o bloqueado) de esas características. Estas relaciones se representan en la siguiente ilustración.
BREVE INTRODUCCIÓN AL ENEACRAMA Más fuera de contacto con el relacionarse 9
1 Relacionarse
Relacionarse 8 sobredesarrollado
, subdesarrollado
Hacer 7 sobredesarrollado
2 Sentir sobredesarrollado
Más fuera de contacto 6 con el hacer
3 Más fuera de contacto con el sentir 4 Sentir subdesarrollado
Hacer 5 subdesarrollado
Estructura dialéctica de las triadas
Podemos ver brevemente qué significa ésto si examina mos cada tipo, tríada a tríada. En la Tríada del Sentir, el Dos expresa demasiado sus sentimientos, constatando en demasía los sentimientos positivos dirigidos hacia los demás, pero reprimiendo los negativos (tales como el enfado y el resenti miento por no haber sido suficientemente apreciado). El Tres es el que se encuentra más alejado de sus sentimientos. Han aprendido a dejar a un lado sus propios sentimientos para poder ser así más efectivos en su rendimiento. El Cuatro expresa muy poco sus sentimientos debido a que suele sentir vergüenza de sí mismo, de sus necesidades, deseos e impul sos. En vez de expresarlos directamente, lo hacen indirecta mente a través del arte o de la vida ascética. En la Tríada del Hacer, los Cincos tienden a pensar en vez de hacer, de tal modo que su habilidad para hacer cosas per manece poco desarrollada. Les resulta difícil dejar de buscar información y comprensión y actuar basándose en lo que saben. En su lugar, dan vueltas y vueltas a pensamientos cada vez más complejos y abstractos. Los Seis son los que se encuentran más alejados de su habilidad para actuar por sí mismos sin la aprobación o el permiso de alguna figura de autoridad -aunque, irónicamente, los Seis en ocasiones se
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revelan ante ciertas «autoridades» dependiendo de los valo res con los que se identifiquen. Los Sietes han desarrollado en exceso su habilidad para actuar; siempre están haciendo cosas. Para evitar la ansiedad que les acecha, se dejan llevar por sus impulsos hasta que se vuelven hiperactivos, escapistas y maníacos, pudiendo perder el control en momentos determinados. En la Tríada del Relacionarse, los Ochos han desarrollado excesivamente su habilidad para relacionarse con el entorno debido a que se ven a sí mismos como más importantes que el resto de la gente. Dominan todo y a todos, controlando su mundo para que se adapte a lo que ellos quieren que sea. Los Nueves son los que más se distancian de su habilidad para relacionarse con el entorno que les rodea ya que se relacio nan con la vida a partir de una visión idealizada de la realidad (que incluye la idealización de los demás). No están en con tacto con su propia identidad debido a que se fusionan con los demás y se hayan subordinados a sus propias identifica ciones. Los Unos no han desarrollado su habilidad para rela cionarse con el entorno en el sentido de que se ven a sí mismos demasiado lejos de un ideal al que siempre desean llegar. También sienten que tienen que comportarse de acuer do con los dictados de su conciencia, fuente de las críticas que se hacen a sí mismos y a los demás. El Ala Nadie se ajusta a un tipo de personalidad puro: cada uno de nosotros somos una mezcla única de nuestro tipo básico y uno de los dos tipos adyacentes de la circunferencia del Eneagrama. El tipo básico domina en toda la personalidad, mientras que el ala lo complementa y añade elementos importantes -a veces contradictorios- a la personalidad global. El ala es el «otro lado» de la personalidad y debe tenerse muy en cuenta para comprendemos mejor a nosotros mismos y a los demás. Por ejemplo, si fueras un Nueve, podrías tener un uno o un
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ocho como ala y tu personalidad podría comprenderse mejor teniendo en cuenta los hábitos del Nueve junto a aquellos del Uno o del Ocho según se de uno u otro en ti. Entre las diversas tradiciones del Eneagrama no hay acuer do respecto a si los sujetos tienen una o dos alas. Estrictamen te hablando, todo el mundo tiene dos alas -en el sentido de que ambas son operativas en cada personalidad ya que cada persona posee, al menos potencialmente, todos los tipos del Eneagrama. Sin embargo, no es a esto a lo que normalmente se hace referencia con la expresión «tener dos alas». La teoría de las dos alas presupone que ambas ejercen una influencia más o menos parecida en la personalidad de la persona. (Por ejemplo, creen que un Nueve poseerá una misma proporción de las habilidades propias de sus alas Ocho y Uno.) Las observaciones y las pruebas que he ido realizando me llevan a pensar que la teoría de las dos alas, al igual que ocu rre con la mayoría de las interpretaciones más antiguas del Eneagrama, resulta en sí misma más intrigante que ilumina dora. La observación minuciosa indica que todo el mundo tiene una ala dominante. Aunque la así llamada segunda ala siempre tiene cierta influencia sobre la personalidad global, también es cierto que la ala dominante es mucho más impor tante. (Por ejemplo, los Dos con alas en el Tres son significati vamente diferentes a los Dos con alas en el Uno, y aunque los Dos con alas en el Tres también tienen una ala Uno, no es ni mucho menos tan importante como la ala Tres.) Por tanto, resulta más claro utilizar la expresión «la ala» en vez de la «ala dominante», ya que ambos términos representan al mismo concepto. Es evidente que para determinar nuestra ala primero tenemos que identificar cuál es nuestro tipo básico. En la mayoría de los casos, el Etmeagram Type Indiccitor indicará tanto el tipo de personalidad básico como la ala dominante. Aunque así ocurra, la mejor forma de comprender la influen cia de nuestra ala es leer todas las descripciones de los tipos de personalidad de los dos tipos adyacentes al nuestro y deci dir cuál se ajusta más a cada uno de nosotros.
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Direcciones de Integración y Desintegración Los nueve tipos de personalidad del Eneagrama no son categorías estáticas: reflejan nuestro desarrollo y deterioro psicológico. Los números del Eneagrama se unen en una secuencia que denota la Dirección de Integración (salud, auto-actualización) y la Dirección de Desintegración (enfer medad, neurosis) para cada tipo de personalidad. En otras palabras, a medida que nos volvemos m ás sanos o más enfer mizos nos iremos moviendo en una dirección u otra, tal y como lo indican las líneas del Eneagrama. 9
Dirección de Desintegración 1-4-2-8-5-7-1 9 6-3-9
La Dirección d e D esintegración de cada tipo está determina da por la secuencia numérica: 1-4-2-8-5-7-1. Esto quiere decir que si un Uno neurótico se deteriora, pasará al Cuatro; un Cuatro neurótico pasará al Dos, un Dos neurótico se deterio rará pasando al Ocho, un Ocho neurótico pasará a Cinco, un Cinco neurótico lo hará a Siete y un Siete neurótico termina rá en un Uno. (Una forma sencilla de recordar esta secuencia es darse cuenta de que el 1-4, o 14, multiplicado por dos pasa a ser 28, y que doblando éste obtenemos 57 -bueno, casi- o lo que es lo mismo: 1-4-2-8-5-7 -y la secuencia vuelve al 1 y