Resumen
Las glándulas de secreción interna dan sus principales síntomas por simple inspección física, ya que están encargadas del desarrollo del organismo, crecimiento, crecimiento, metabolismo y función sexual, s exual, además de relacionarse con el psiquismo y con el funcionamiento del sistema neurovegetativo. La exploración física del paciente con patología endocrina debe ser similar a la exploración general de todos los enfermos. En el examen de los trastornos endocrinos se da especial importancia a la observación del aspecto individual, por ello, en la inspección general es fundamental recoger determinados parámetros que nos ayudarán a una correcta interpretación interpretación diagnóstica como la talla, el peso, la estructura general, el estado nutritivo y las evidencias o signos de androgenización en la mujer. mujer. i la exploración exploración general por aparatos es importante, la de los genitales externos es crucial en Endocrinología, especialmente en las alteraciones del eje !ipotálamo"!ipó#so"gonadal. En el examen de los trastornos endocrinos la observación de un simple detalle $facies, talla, etc.% nos puede orientar !acia una probable alteración Endocrina, pero sólo será aceptable si se con#rma mediante determinaciones !ormonales y pruebas funcionales. &'()*+--&' &'()*+--&' En el examen de los trastornos endocrinos se da especial importancia a la observación del aspecto individual, y en ocasiones un detalle concreto nos puede orientar en el sentido diagnóstico. La exploración física del paciente con patología endocrina debe ser similar a la exploración general de todos los enfermos. in embargo, en esta exploración !ay que resaltar algunas características que son más especí#cas de dic!os pacientes. &'/E--&' 0E'E)1L 0E'E)1L Es fundamental recoger determinados parámetros que nos ayudarán a una correcta interpretación diagnóstica. Entre ellos destacamos2 (alla. (alla. Es fundamental para para el diagnóstico y control control de los retrasos retrasos de crecimiento, crecimiento, y para valorar las alteraciones del área gonadal en el período de desarrollo. /eso. 3unto con el anterior, permite el diagnóstico de obesidad y delgadez y es un parámetro importante para el control de pacientes obesos, diab4ticos y con alteraciones en el eje !ipo#sario. /ulso. Es importante para valorar patologías que cursan con alteraciones del ritmo y de la frecuencia como las arritmias del !ipertiroidismo o la bradicardia del !ipotiroidismo. !ipotiroidismo. (ensión (ensión arterial. uele correlacionarse correlacionarse con con diferentes entidades que cursan cursan con !ipo o !ipertensión $patología suprarrenal e !ipo#saria%. (emperatura. (emperatura. En determinadas enfermedades enfermedades !ipo#sarias y tiroideas tiroideas se aprecian aprecian desajustes de la temperatura corporal. La !ipotermia es constante en el coma mixedematoso, mixedematoso, y !abitual en los !ipotiroidismos. !ipotiroidismos. uele coexistir, al contrario, elevaciones t4rmicas en las crisis tirotóxicas y tiroiditis. Es fundamental estructurar aquellos aspectos de la exploración general que suelen ofrecer más información de las diversas endocrinopatías. Estado nutritivo 5aloraremos 5aloraremos el estado nutricional del individuo mediante grá#cas de talla y peso. /uede ser muy de#ciente en el !ipertiroidismo, !ipertiroidismo, la diabetes mellitus, la anorexia nerviosa y en todas aquellas patologías que cursan con importantes p4rdidas de peso. Estructura general2 Es fundamental realizar una inspección general que determine las proporciones corporales con el #n de diferenciar las normales de las eunucoides.
/ara ello se calcula la talla, la distancia pubis"suelo $segmento inferior% y cabeza"pubis $segmento superior%. Estas proporciones son cambiantes a medida que el desarrollo corporal se !ace mani#esto. 1l nacer, las proporciones segmento superior"segmento inferior son 6,786 y a partir de los 69 a:os, 686. En las proporciones eunucoides se caracterizan por una distancia pubis"suelo superior a la media de la talla y por una braza superior a la talla. En los varones, las proporciones eunucoides orientan !acia un !ipogonadismo !ipo o !ipergonadotropo. /iel y faneras2 +ebemos valorar especialmente el color de la piel, la presencia de estrías, el aspecto, la presencia de !emorragias, la disminución o el aumento del vello corporal, el !irsutismo y otros signos de virilización. -olor +estaca la palidez de la piel y de la ar4ola mamaria secundaria al d4#cit de !ormona adrenocorticotrópica $1-(;%. 1sí mismo, destaca la palidez amarillenta del !ipotiroidismo y la presencia de vitíligo asociado a la enfermedad de 0raves"
; $enfermedad de 1ddison, síndrome de 'elson o síndromes paraneoplásicos%. La presencia de estrías rojovinosas en región axilar, abdomen, ?ancos y muslos, y de equimosis, p@rpura y !emorragias, fundamentalmente en extremidades inferiores, debe orientarnos !acia un síndrome de -us!ing, aunque sin olvidar que esas estrías rojovinosas pueden aparecer en la obesidad. El aspecto de la piel debe explorarse siempre, ya que en el !ipertiroidismo puede volverse #na, mientras que en el !ipotiroidismo y en el !ipoparatiroidismo puede aparecer seca y escamosa. La disminución o ausencia del vello corporal en el varón nos orienta !acia un !ipogonadismo, mientras que en la mujer la p4rdida del vello axilar y pubiano sugiere un d4#cit de 1-(; $síndrome de immonds"!ee!an%. Las u:as pueden volverse quebradizas, blandas y friables en el !ipertiroidismo e !ipoparatiroidismo o adquirir pigmentaciones como en la enfermedad de 1ddison. En los enfermos diab4ticos puede aparecer con cierta frecuencia onicomicosis. ignos de androgenización En la mujer !ay que valorar la presencia de !irsutismo y de otros signos de androgenización como el acn4, tendencia a la calvicie de tipo masculino e !ipertro#a del clítoris. (ono de la voz En algunos trastornos endocrinos el tono de la voz adquiere algunas características típicas. 1sí, en el varón afectado de !ipogonadismo, la voz puede volverse #na y atiplada. En los enfermos de ambos sexos que sufren !ipotiroidismo, la voz se torna áspera y ronca. En la mujer este cambio puede deberse tambi4n a un !iperandrogenismo. Estado emocional +ebemos tener en cuenta los cambios del comportamiento, el equilibrio emocional y la forma de comportamiento que se asocian a patologías endocrinológicas.
En el !ipertiroidismo, por ejemplo, encontramos inquietud, nerviosismo, labilidad psíquica y !asta reacciones psicóticas. 1l contrario, los pacientes !ipotiroideos suelen mostrarse lentos, indiferentes y depresivos. Existen numerosas alteraciones del sistema endocrino asociados a cuadros depresivos y confusionales como en la patología del eje suprarrenal, en el síndrome de immonds"!ee!an o en la encefalopatía !ipercalc4mica. )E0&' -EABL&-1 1 continuación pasamos a describir el aspecto de la facies y del cabello cuyos datos exploratorios aportan información !acia la presencia de un trastorno endocrino. Aacies +iversas enfermedades pueden diagnosticarse casi @nicamente a trav4s de esta valoración. 1sí, una facies inexpresiva, abotargada, con caída de las pesta:as y depilación del tercio externo de las cejas sugiere !ipotiroidismo. 1l contrario, una facies con mirada viva y brillante, retracción palpebral y exoftalmos sugiere una enfermedad de 0raves"; el aspecto del paciente será el de una facies !iperpigmentada. El examen de la boca abarcará la exploración de las encías y de las mucosas, que pueden presentar pigmentaciones sugestivas de enfermedad de 1ddison. +ebemos observar el aspecto de la lengua, agrandado en la acromegalia, !ipotiroidismo y en las amiloidosisC las micosis linguales, asociadas al !ipoparatiroidismo primario, enfermedad de 1ddison y a la candidiasis mucocutánea crónica. En la exploración ocular podemos observar exoftalmos y retracción palpebral sugestivos de la enfermedad de 0raves"
En primer lugar, debemos observar la existencia de cicatrices operatorias o lesiones d4rmicas de una antigua irradiación. Es fundamental inspeccionar el cuello en busca de un bocio, que puede !acerse más visible cuando el paciente !abla o !iperextiende el cuello. En el síndrome de -us!ing, la inspección de la región cervical posterior puede demostrar la presencia de la llamada giba de búfalo, que consiste en un c@mulo de tejido adiposo en la zona de unión cervicodorsal. /alpación2 'o debe omitirse nunca puesto que es la maniobra que aporta más información. e realiza detrás o delante del paciente, con los pulpejos de ambos pulgares. i existe un bocio, la palpación deberá precisar su tama:o, consistencia, simetría o asimetría y la presencia o ausencia de nódulos. La clasi#cación de los bocios queda re?ejada en la tabla 6.
La palpación del tiroides no presupone, en todos los casos, la existencia de una patología de la glándula, puesto que un tiroides normal puede ser palpable en un sujeto delgado. En los bocios de gran tama:o, con progresión intratorácica, es muy importante precisar si existen signos de compresión venosa como la estasis yugular, la cual puede ponerse de mani#esto al elevar el paciente los brazos con la cabeza inclinada !acia atrás $signo de >ara:ón%. La consistencia del tejido tiroideo palpado debe rese:arse siempre, aunque sea un dato muy subjetivo. En la tabla D se clasi#can las distintas consistencias del tiroides.
La presencia de dolor a la palpación es un !allazgo infrecuente y que nos orienta !acia una tiroiditis subaguda de +e uervain o !acia la presencia de una !emorragia intraquística. En la enfermedad de 0raves"1 'E)5&**2 En Endocrinología, la exploración del sistema nervioso es de gran utilidad para demostrar la presencia de alteraciones neurológicas y en especial neuropatías, tan frecuentes en la diabetes. +ebemos, en primer lugar, explorar los pares craneales. La neuropatía diab4tica clásica se mani#esta como una polineuritis sim4trica de extremidades inferiores y que en la exploración física se detecta por una abolición temprana de los re?ejos aquíleos y una p4rdida o disminución importante de la sensibilidad profunda. (ambi4n, en esta patología endocrina, pueden existir mononeuritis del &&&, &5 y 5& par craneal.
En el !ipotiroidismo es característica la !iporre?exia, en especial el enlentecimiento de la fase de relajación de los re?ejos osteotendinosos. /or el contrario, en el !ipertiroidismo es característica la exaltación de los re?ejos osteotendinosos, que se !acen vivos y rápidos. (ambi4n existe !iperre?exia en el !ipoparatiroidismo, dando lugar a dos signos clásicos2 Signo de Chvosteck . -onsiste en la contractura del orbicular del labio superior al percutir con el
martillo de re?ejos las partes blandas de la mejilla por debajo del arco cigom4tico, con la consiguiente desviación del labio superior.
Signo de Lust . -onsiste en la aparición de ?exión dorsal del pie al percutir el cuello del peron4.
Este signo debe buscarse especialmente en el lactante. )E0&' (*)B-&-12 (anto a la inspección como a la palpación, la exploración somera del tórax puede ofrecer alg@n signo de evidencia de enfermedad endocrinológica. 1l exprimir manualmente el pezón podemos demostrar la existencia de galactorrea, que nos !ará sospec!ar la existencia de un adenoma prolactínico. /or otro lado, en el síndrome de -us!ing observamos la giba de b@falo, la obesidad faciotroncular y las estrías rojovinosas. Estas @ltimas podemos apreciarlas tanto en la raíz de los brazos como en la región abdominal. EG()E>&+1+E >ediante la inspección podemos descartar el aspecto tosco y la desproporción del tama:o de los pies y manos en el caso de la acromegalia. En el !ipertiroidismo podemos descubrir un temblor #no de las manos al extender forzadamente los brazos !acia adelante y con los dedos abiertos. 1sí mismo, es tambi4n característico del !ipertiroidismo de
El !allazgo de un escroto vacío sugiere una anorquia $falta de testículos% o una criptorquidea $falta del descenso testicular%. En los casos de !ipogonadismo !ipogonadotró#co palparemos unos testículos peque:os y de consistencia blanda, como si se tratasen de testículos prepuberales. /or el contrario, en el síndrome de Hlinefelter, que es un !ipogonadismo !ipergonadotró#co, es característico el !allazgo de unos testículos peque:os y de consistencia dura. En el ni:o, un pene peque:o nos orientará !acia cualquiera de los tipos de !ipogonadismo, pero sin confundirlo con un pene enterrado, situación muy frecuente en ni:os obesos en los que siendo el pene de tama:o normal se oculta en la grasa p@bica, lo que da una apariencia de pene peque:o sin serlo realmente. /or el contrario, un pene aumentado de tama:o en el ni:o es sugestivo de pubertad precoz o seudopubertad precoz. i se trata del primer caso, los testículos estarán tambi4n aumentados de tama:o y de consistencia, por encima de lo que cabría esperar para la edad cronológica del individuo, pero en concordancia con el tama:o del pene. /or el contrario, en la seudopubertad precoz, generalmente los testículos son de tama:o y consistencia concordantes con la edad cronológica del ni:o, es decir, prepuberales. +EL &0'* 1 L1 */E-;1 +&10'(&-1 Las glándulas de secreción interna dan sus principales síntomas por simple inspección física, ya que están encargadas del desarrollo del organismo, crecimiento $talla, peso y proporciones de las manos, pies y facies%, metabolismo $adiposidad, delgadez%, función sexual $caracteres somáticos y funcionales%. 1demás tiene una notable relación con el psiquismo y con el funcionalismo del sistema neurovegetativo. En la tabla I resumimos sinópticamente los trastornos y enfermedades por exceso y d4#cit de función glandular.
En el examen de los trastornos endocrinos la observación de un simple detalle $facies, talla, etc.% nos puede orientar !acia una probable alteración endocrina, pero t4ngase en cuenta que un solo síntoma pocas veces puede tener un valor diagnóstico de#nitivo. En las tablas J y K proponemos una orientación diagnóstica morfológica, sólo aceptable si se con#rma mediante determinaciones !ormonales y pruebas funcionales.