SÉ IRRESISTIBLE PARA ÉL. Manual para enamorar a un hombre y no perder el control en tu relación de pareja Marian García
Copyright 2011 Marian García Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorización por escrito de la titular del copyright, la reproducción, distribución, comunicación pública y transformación total o parcial de esta obra en cualquier forma y en cualquier medio, según la Ley de Propiedad Intelectual. Ilustración de portada realizada por Pilar Rodríguez Castillejo www.pilukarts.com
Dedicado a todas las mujeres que no quieren perderse a ellas mismas en una relación de pareja
INDICE AGRADECIMIENTOS INTRODUCCIÓN Comportamiento de hombres y mujeres en las relaciones de pareja Cómo utilizar este libro PRIMERA PARTE CAPÍTULO I: TUS PENSAMIENTOS TAMBIÉN CREAN TU VIDA AMOROSA Tu autoestima es la base de tu vida, también de tu vida amorosa La verdadera autoestima brota de una misma Siéntete bien contigo misma, por ti misma, aunque no estés en una relación El centro de tu vida debes ser tú misma, nunca un hombre No te quedes anclada en el pasado Sé consciente de que si estás en una relación, te mereces estar con alguien que te trate bien ¿Tienes las creencias correctas sobre ti? No todos los hombres y mujeres son compatibles entre sí CAPÍTULO II: LA COMUNICACIÓN ENTRE HOMBRES Y MUJERES Díselo con tus acciones Comunicación verbal CAPÍTULO III: EL EQUILIBRIO EN UNA RELACIÓN Qué es una relación equilibrada Por qué se rompe el equilibrio Reconoce cuándo se está desequilibrando la relación Cuando él empieza a tener más control en la relación Retoma el control SEGUNDA PARTE
CAPÍTULO IV: EL INICIO No te involucres con hombres que tengan pareja La fase de inicio no es una relación de pareja El primer contacto Las primeras citas Empezáis a salir juntos Qué observa él en esta fase Qué debe observar una mujer en esta fase Cuánto debería durar la fase de inicio CAPÍTULO V: EMPEZÁIS UNA RELACIÓN Cuando él se toma lo vuestro como una relación Deja que sea él quien tome la decisión de tener una relación contigo El cortejo La primera vez que hacéis el amor Te quiero No te olvides No os precipitéis Tu actitud en esta fase Cuando es hora de abandonar CAPÍTULO VI. LA RELACIÓN EMPIEZA A CONSOLIDARSE La verdad Aspectos a observar en esta fase Tu actitud en esta fase CAPÍTULO VII: LA RELACIÓN SE CONSOLIDA En esta fase, tú debes ser su prioridad Si para ti es importante casarte Sexo en una relación consolidada Intenta ser lo más natural posible a sus ojos Sigue siempre practicando el arte de retomar el control Recuerda el principio
La relación más importante en tu vida
AGRADECIMIENTOS Gracias especialmente a todas las personas a las que he entrevistado, no sólo por su paciencia, sino por darme a conocer una parte de sus vidas que muy pocas personas conocían (en algunos casos sólo ellos). Doy las gracias también a la ilustradora de mi portada, Pilar Rodríguez Castillejo, por un estupendo y rápido trabajo.
INTRODUCCIÓN Después de haber escuchado a muchas amigas y conocidas sobre sus fracasos amorosos durante muchos años y haber sufrido yo misma alguno que otro, empecé a estar verdaderamente intrigada sobre qué es lo que hace que un hombre quiera tener una relación estable con una mujer y la adore. Ya había empezado a saber por mi propia experiencia y la experiencia de las mujeres de mi entorno que la gran mayoría de las veces que una mujer está enamorada de un hombre dándole todo, él perdía el interés rápidamente, por lo que me di cuenta de que eso no funciona con los hombres. Empecé analizando la actitud de las poquísimas mujeres de mi entorno cuyas parejas las adoraban y observé que efectivamente, estas mujeres nunca dan todo y nunca dan incondicionalmente. Esto hizo que mi interés por el tema aumentara enormemente, sabiendo que lo más seguro era que hubiera dado con una de las claves y pregunté a estas amigas, más bien tímidamente, cuál era el secreto para que su relación de pareja funcionara tan bien, para que sus parejas las adorasen, pero ni ellas mismas sabían exactamente por qué. Continué preguntando a las parejas de dichas amigas por qué les atraía tanto su pareja, pero tampoco ellos sabían exactamente por qué. En mi empeño por dar con la clave, elaboré unas encuestas para contrastar datos objetivamente (una para hombres y otra para mujeres) e hice esas encuestas (con preguntas detalladas) a las amigas a las que había preguntado antes y a sus parejas, confirmándome que efectivamente, no funciona con los hombres darles todo, ni darles incondicionalmente. Decidida ya a llegar hasta el fondo del asunto, me lancé a encuestar a desconocidos y desconocidas en la calle, como lo hace una encuestadora para una empresa de estudios de mercado cuando testan a clientes potenciales y se confirmó con más precisión y más datos objetivos lo que acababa de descubrir. Estaba tan emocionada que empecé también a hacer entrevistas en profundidad, a hombres, mujeres y a hombres y mujeres juntos. También empecé a leer sobre el tema, en mi avidez por aprender sobre él. Una vez hube encuestado y/o entrevistado a cientos de hombres y mujeres y tuve la información analizada, sentí que dicha información tenía que salir al exterior de mi mente, no podía quedarse sólo ahí. Quería compartir con las demás mujeres interesadas en el tema lo que yo había aprendido y ese fue el inicio de este libro, que tanto esfuerzo me ha costado. Comportamiento de hombres y mujeres en las relaciones de pareja Hay grandes diferencias globales entre la forma de pensar y actuar de los
hombres y las mujeres. Genéticamente estamos predispuestos a que los hombres sean más activos y tomen más distancia, mientras que las mujeres están más predispuestas a querer una relación estable y ser más sumisas. Por otra parte, los hombres y las mujeres hemos sido educados de formas muy distintas. Los hombres han sido educados para ser más triunfadores que las mujeres porque tenían que ser los que llevaran los pantalones y traer más dinero a casa que las mujeres y pensar que un escuadrón de mujeres iría detrás de ellos a cazarles para asegurar su situación. Las mujeres sin embargo, han sido tradicionalmente educadas para lo contrario, es decir, para creer que tenían que depender de un hombre porque aunque ellas trabajaran, tenían que estar con un hombre que asegurara su situación económicamente y la de sus futuros hijos y que para ello tenían que ser sumisas para agradarle lo máximo posible como fuera porque sólo así él querría casarse con ella. ¿Es de extrañar entonces que en general las mujeres vayan detrás de los hombres porque piensan qué sería de ellas sin un hombre y que los hombres piensen que las mujeres quieren cazarles y estén siempre tomando distancia para que ello no suceda?. Querer tener una relación de pareja con alguien que te parece especial es algo completamente normal y sano, siempre que sea por la razón correcta, y la razón correcta nunca puede ser para asegurar tu situación, ni económica ni emocionalmente. En la mayoría de los casos, él y ella se conocen, él quiere conocerla más despacio, pero ella quiere apresurar las cosas porque quiere asegurar la situación. Ella se compra más cosméticos para estar más guapa para él, va al gimnasio para él, se arregla para él, porque quiere estar lo más atractiva para él. Poco tiempo después siente que su vida es él y su mayor objetivo es gustarle, que él la quiera tanto como ella a él o si no su mundo se hundirá y así se lo dice y se lo demuestra. Seguro que has visto esta historia muchas veces en tu propia vida o en la vida de amigas o conocidas, pero esto puede ser diferente. Aunque esto sea lo que sucede en la mayoría de los casos, no siempre es así. Si él invierte más emocionalmente que tú, será él quien se esfuerce más en la relación, por ello debe ser él quien quiera asegurar la relación, la decisión debe ser suya, esa es la clave para que la relación empiece a tu favor. A la mayoría de las mujeres les crea ansiedad el proceso de conocerse hasta que empieza la relación y el principio de ésta. Sé consciente de que si actúas de una manera inteligente, el hombre con el que quieres empezar una relación permanecerá contigo si es el correcto para ti, que si se marcha es porque nunca te hubiera tomado en serio. Disfruta del proceso, enfócate más en disfrutar ahora en el presente que en lo que quieres conseguir con él en el futuro. Eso es lo que hacen la gran mayoría de los hombres durante el proceso, por eso lo
disfrutan. Actúa de esta forma y se reflejará exteriormente en tu positividad, tu alegría y él también lo notará y le atraerá. Cómo utilizar este libro Espero sinceramente que saques todo el provecho posible a este libro. Te recomiendo que no lo leas del tirón y luego no lo vuelvas a leer, sino que lo tengas como libro de consulta que te dará referencias para saber cómo actuar con tu pareja o una posible pareja. Bajo ningún concepto él debería saber que estás leyendo o has leído este libro. La razón es que él pensaría que le estás manipulando. Los hombres odian que les manipulen. Lo más seguro es que si él sospechara que le estás manipulando durante un periodo prolongado de tiempo, empezaría a plantearse terminar la relación. No dejes este libro ni ningún otro libro de este tipo nunca a su alcance. Este libro no ha caído en tus manos por casualidad, sino porque estabas ya buscando algo que pudiera cambiar tu situación. Si has llegado hasta aquí, lo más seguro es que ya has tenido algún fracaso amoroso y es que para una mujer la experimentación sin conocimiento correcto en el amor suele llevar a la decepción, pero te felicito por haber escogido aprender a tomar el control de tu vida amorosa, así que relájate y lee con atención, porque estás a punto de descubrir los secretos que hacen que una relación de pareja funcione y que seas tú quien tenga mayor control en la relación. Los nombres de personas han sido cambiados para proteger su identidad.
PRIMERA PARTE
CAPÍTULO I TUS PENSAMIENTOS TAMBIÉN CREAN TU VIDA AMOROSA Quizás te extrañe que empiece hablando sobre los pensamientos, pero primeramente debes ser consciente de que tus pensamientos son los que te impulsan a actuar contigo misma y a interactuar con los demás. Sólo cuando las acciones son las correctas, las cosas funcionan, pero para ello, primero deben serlo los pensamientos, que son los que han impulsado esas acciones. Tus pensamientos crean tu vida. Por supuesto, los pensamientos también influyen directamente en tu vida amorosa, haciendo que actúes de una forma u otra, por ello es primordial que éstos sean sanos para que tus acciones, también en tu vida amorosa, sean las correctas. Descomponiendo pensamientos y formas de comportarse en una relación de pareja en la que los dos son compatibles en los tres grandes procesos, se puede decir que cuando se piensa de forma incorrecta el diagrama más básico es el siguiente: Pensamientos incorrectos → Forma de comportarse con él incorrecta → Él se comporta con ella de una forma incorrecta. Cuando se tienen pensamientos correctos, el diagrama es el contrario: Pensamientos correctos → Forma de comportarse con él correcta → Él se comporta con ella de la forma correcta. Los dos diagramas son completamente incompatibles. Los procesos en los dos diagramas no se mezclan nunca. Es decir, por ejemplo no puede darse nunca el caso de que teniendo pensamientos incorrectos, te vayas a comportar con él de la forma correcta y que él te vaya a querer y se vaya a comportar contigo como tú quieres. Sólo cuando el primer proceso y el segundo son correctos, puede serlo también el resultado. Tu autoestima es la base de tu vida, también de tu vida amorosa Tal vez pienses cómo esto puede ser posible, pero te aseguro que un buen hombre con una autoestima lo suficientemente alta reconoce enseguida cuándo una mujer tiene una alta autoestima y cuándo no y por supuesto, sólo quiere estar con una mujer con una autoestima lo suficientemente alta porque es su igual, de otra forma, no le atraería tanto como para tener una relación con ella. Cuando en una pareja ella no tiene una autoestima lo suficientemente
alta, él la considera una persona no merecedora de él, él siente que merece estar con alguien que esté a su nivel, que sea su igual. Si él ve que ella no se ama a sí misma lo suficiente, la máxima expresión de amor que podrá sentir por ella será pena y sentir pena por alguien es incompatible por completo con estar enamorado/a de esa persona. Por eso, él debe ver siempre que ella se respeta y se ama. Un ejemplo es Maite, que empezó una relación con Andrés, un buen hombre que insistía en que ella viese su propio valor. Cada vez que ella se lamentaba porque no era muy guapa (diciéndole todos los defectos sobre su físico que ella creía que tenía), porque no era muy inteligente, etc., él le decía que eso era sólo su percepción, que ella tenía un gran valor y también ella debía reconocerlo. En ese momento ella se sentía un poco mejor, para no tardar mucho en decirle ese tipo de comentarios de nuevo. Pasaban juntos los fines de semana. Un sábado por la mañana en que estaban en casa de él, ella se despertó y vio que él no estaba en la cama. Antes de levantarse decidió llamar a su madre desde el teléfono fijo, puesto que él tenía la tarifa plana con llamadas ilimitadas a otros teléfonos fijos. Cuando levantó el auricular, empezó a oír una conversación telefónica que estaba manteniendo él con un amigo en la que le decía que sabía que tenía que dar el paso de dejarla porque se sentía cada vez más agobiado, pero le daba pena por ella porque era tan sensible y dependiente de él que sabía que se hundiría cuando lo hiciera. Al terminar la conversación, las lágrimas corrían ya por sus mejillas. Salió de la habitación y le preguntó qué es lo que había pasado, qué tenía que hacer para que él se volviera a enamorar de ella. Él supo en ese momento que había oído la conversación telefónica. Ella insistió para que le diera otra oportunidad, pero todo lo que él le dijo fue que sin saber cómo, había ido sintiendo cada vez menos por ella, que ya no podría volver a estar enamorado de ella y que esperaba que algún día encontrara un hombre con quien ser feliz. Quizás hayas conocido a alguna mujer con una baja autoestima cuyo historial de relaciones de pareja haya sido estar sólo con hombres que no la han tratado bien. No es de extrañar. Los hombres se dan cuenta rápidamente de cuándo una mujer tiene una autoestima baja. Si es así, los buenos hombres se alejan de ella repelidos por ello y los que se quedan con ella suelen ser hombres que no la tratan bien. Una mujer así podría incluso a llegar a estar en una posición muy débil en todas las relaciones de pareja que inicie, no pudiendo llegar a establecerse en pareja por este motivo. Por eso es esencial que una mujer tenga una autoestima alta para poder estar en control de ella misma y de su relación de pareja.
También es fundamental para ser una misma en una relación. Eso fue lo que a él le atrajo de ella al principio, que ella fuera ella misma. El mismo patrón de comportamiento y resultado puede aplicarse para los hombres con las mujeres, es decir, si un hombre tiene una autoestima baja y es inseguro de sí mismo, como ya sabes, repelerá a las mujeres, sólo se quedarán con él las que quieran abusar de él, que se largarán cuando lo hayan hecho. Con el tiempo, cuanta más autoestima y confianza en sí misma él vea en ella, más atraído se sentirá hacia ella. Éstos son los aspectos que más importancia cobran a largo plazo para un hombre en cuanto a sentirse atraído por su pareja. También hay otros aspectos que tienen mucha importancia en cuanto a que un hombre se sienta atraído por una mujer, no basta sólo con que ella tenga una alta autoestima y confianza en sí misma. Por mucho que posea estas dos cualidades y ella le atraiga por ello, debe también tener otras que explicaré más adelante. Para que lo entiendas mejor, imagina que la atracción que él siente por ella fuera un muro y las distintas virtudes que ella posee fueran los ladrillos, a excepción de la autoestima y la confianza en sí misma, que serían el cemento, el pegamento que hace que los ladrillos (las demás virtudes que ella posee) se mantengan unidos y el muro siga en pie. Si alguno/os de los ladrillos falta/n, el muro no sería tan resistente, pero seguiría en pie, pero si faltara el cemento (la autoestima y la confianza en sí misma), el muro se derrumbaría siempre. Por supuesto, si faltaran demasiados ladrillos (las virtudes en ella aparte de la autoestima y confianza en sí misma) el muro también se derrumbaría. Las mujeres con una baja autoestima tienden a volverse adictas al hombre con quien que inician una relación. Cuando una mujer se vuelve adicta a un hombre, la necesidad de estar con él para que la haga sentir bien, más valorada, es más fuerte que el propio amor hacia él, entonces él empieza a verla como una carga que tiene que llevar sobre sus hombros porque siente que es demasiada la responsabilidad que ella le está asignando y empieza a ahogarse y a necesitar pasar menos tiempo con ella para aliviar esa carga. Cuando él sabe que ella le necesita para sentirse bien, siente que en realidad ella no está con él porque él sea especial, sino porque necesita a alguien para que la mantenga emocionalmente y al igual que pasa cuando cree que ella está con él para que la mantenga económicamente, él se siente utilizado, cree que en su lugar ella podría poner a cualquier otro. De esa forma, cuando al principio para él era algo placentero pasar tiempo con ella, algo que antes elegía libremente y para lo que tomaba la iniciativa, se acaba convirtiendo en una pesada obligación de la que quiere librarse. Si ella no se ama a sí misma antes de iniciar una relación, se volverá adicta a él cuando la inicie porque le necesitará para sentirse más valorada y esa fórmula asegura que él pierda el interés por ella.
La verdadera autoestima brota de una misma Una mujer con una alta autoestima se gusta a sí misma tal y como es por lo que es y por cómo es. La opinión sobre sí misma y el amor hacia sí misma no depende de los demás; por supuesto, tampoco depende de su pareja, sea cual sea la actitud de él. Tener una alta autoestima, se trata antes que nada, antes que de atraerle, de ti. Debes tener una alta autoestima por ti, para ti. Esa es la verdadera autoestima. Siéntete bien contigo misma, por ti misma, aunque no estés en una relación Una mujer que no se siente bien estando sola, tampoco se sentirá bien en una relación y no está preparada para tener una relación estable feliz. Si está preparada para afrontar los problemas que surgen en una relación estable, primero está preparada para afrontar los problemas que surgen estando sola y sentirse bien sola si no estuviera en una relación. Si ella no se ama lo suficiente, el espacio en su vida destinado al amor a ella misma estará tan vacío que cuando inicie una relación sentirá la necesidad de llenar ese vacío con amor desacerbado hacia él en forma de adicción. Esa no es una forma sana de amar. No es justo para él porque tendrá que soportar la gran carga que supone sostenerla emocionalmente. Tampoco es justo para ella, porque debido a que él sabe que la tiene completamente controlada, el acabará perdiendo el interés por ella. Cuando una mujer no tiene una autoestima lo suficientemente alta, estará buscando, saltando de relación en relación, repitiendo siempre el mismo patrón, preguntándose por qué ha encontrado a hombres que le interesaban mucho que parecían estar enamorándose de ella pero perdieron el interés poco después, por qué a pesar de que ella le dio todo sin reservas, de haber hecho que toda su vida girase en torno a él, no supo apreciarlo. La respuesta es precisamente su pregunta: porque ella hizo que toda su vida girase en torno a él, intentando sustituir la parcela del amor hacia sí misma con amor hacia él. Amarle de una forma sana es dejar ese amor por él fuera de la parcela del amor hacia sí misma porque eso no se debe sustituir nunca por nada. Cuando falta esa parte esencial de ella, la base de su vida falla. Rebeca ha encadenado una relación con otra casi constantemente. En los huecos que ha tenido entre una relación y otra, siempre ha estado desesperada por volver a estar en una relación. Siente que no puede vivir sin estar en una relación, sin que un hombre la consuele de su malestar en la vida. Desde el principio, a los hombres con los que ha estado, les ha dicho y demostrado que él era lo más importante en su vida, que no
podría sobrellevar la vida sin ellos. Todos la han visto pasar por uno o varios de sus muy frecuentes periodos en que se sentía mal por diversos problemas (porque echaba de menos a alguien, porque tenía un problema en el trabajo, porque no había conseguido algo que quería, etc.), viéndola llorar también frecuentemente. Ella suponía que a ellos les correspondía consolarla e intentar levantarla constantemente. Según ella, eso era lo que tenían que hacer, puesto que estaban en una relación con ella. Todos han empezado a perder el interés por ella en muy poco tiempo, siendo abandonada por todos ellos. Algunas veces, insistiendo ella para que volvieran porque no podía vivir sin ellos y cada vez que volvían, teniendo ellos menos interés en ella. En todas y cada una de las relaciones, ellos la han tratado como si ella les molestara la mayor parte del tiempo y otra gran parte del tiempo con gran indiferencia. No esperes que un hombre sea tu salvación. Debes sentirte bien contigo misma sin sentir que tu felicidad depende de él. La felicidad depende de ti, de que te sientas bien contigo misma. Es muy egoísta esperar que sea un hombre quien la haga sentir bien consigo misma y él lo sabe. Si él percibe que ella espera que él la haga sentir bien porque no se siente bien consigo misma, se sentirá sobrecargado, la percibirá a ella como una carga, no como alguien con quien disfrutar. Además, una mujer que espera eso, se siente inmediatamente dependiente por completo del hombre con quien empiece una relación, viéndola él inevitablemente como una mujer débil por quien no siente la emoción de tener que conseguirla y por lo tanto, él pierde el interés en ella. Cuando una mujer se siente insegura cuando no está en una relación de pareja, cuando siente que necesita que un hombre la haga sentir bien, los hombres lo notan, lo huelen a distancia, aunque ella intente ocultarlo. Ella está dispuesta a iniciar una relación con cualquiera, deja su vida abierta a cualquiera que aparezca y la atraiga, dejando la puerta abierta también a hombres sin escrúpulos. En esa situación es cuando esos hombres tienen la oportunidad de cazar a su presa (ella), devorarla y dejar los restos. Ella, debido a su falta de seguridad y desconocimiento de su propio valor, sucumbirá ante sus aparentes encantos, pensando que ha encontrado al hombre de su vida, sólo descubriendo que no era así cuando ya haya sido devorada. Tienes que tener siempre claro que no cualquier hombre merece entrar en tu vida o quedarse en ella. Si él no te tratara bien a pesar de actuar correctamente, no deberías dudar si él debería salir o no. Déjale entrar en tu vida y deja que se quede sólo si además de atraerte, te trata bien, porque es lo que te mereces. El centro de tu vida debes ser tú misma, nunca un hombre
Un hombre no debe ser nunca el centro de la vida de una mujer. Cuando para una mujer su vida gira en torno a un hombre, éste lo nota y ella se sitúa automáticamente en una posición débil en la relación, porque la persona que era cuando él la conoció empieza a desaparecer, pierde su esencia. Además, él la da por conquistada del todo, por eso una mujer no debe necesitar a un hombre para sentirse bien; debe sentirse bien aunque no tenga pareja, antes de iniciar una relación. Una mujer tampoco debería sentir nunca que el hombre con quien está es el único con quien podría ser feliz. No hay garantías seguras en las relaciones de pareja. Ser feliz en una relación de pareja es algo único, pero ella debe saber que en caso de que esa relación terminase, ella no se derrumbaría, que seguiría con su vida, dentro de la que hay cosas que la llenan aparte de él y que si eso pasara, encontraría otro hombre con quien ser feliz si ella quisiera. Créeme, esto es lo que más atrae a un hombre de una mujer que es su pareja. La persona que debes amar por encima de todo eres tú misma. Las mujeres que tienen éxito en su relación de pareja, se aman a sí mismas más de lo que han amado nunca a ningún hombre. No te quedes anclada en el pasado Pensar en el pasado sólo sirve si lo haces para cambiar positivamente, para cambiar las pautas de comportamiento que te perjudican, analizando las situaciones que viviste, tu reacción a lo que sucedió y cómo esa reacción incidió en lo que te sucedió después. Es suficiente con que lo hagas de vez en cuando, en un momento que tú te marques, cuando vayas a estar sola y tranquila. El resto del tiempo, intenta pensar en lo que te dolió en el pasado lo menos posible o te quedarías anclada ahí, en el pasado, lo cual sólo te serviría para sufrir en el presente y eso es algo que no tiene sentido, ¿verdad?. Es como si para hacer una comida hoy buscaras en el cubo de la basura los desperdicios de ayer, ¿qué tipo de comida podrías preparar?, sólo podrías preparar algo inmundo, que te sentaría muy mal y haría que te pusieses enferma. Eso es lo que harías si te quedaras anclada en el pasado, pensando en lo mal que lo pasaste entonces, harías que tus pensamientos enfermasen, que estuvieras amargada y que se reflejara inevitablemente en tu forma de comportarte y tratar a los demás, por mucho que quisieras ocultarlo. Por eso lo primero que tienes que hacer es vivir el presente con pensamientos frescos y no con descompuestos. Cuando una mujer piensa que está destinada a estar sólo con hombres que quieren aprovecharse, abusar de ella y que ello lo demuestra lo mal que lo ha pasado en las relaciones de pareja que ha tenido y se queda ahí, anclada en el pasado, no hace sino atraer a más hombres que intenten abusar de ella, se volverá inconscientemente adicta a ese tipo de hombres. La razón es simple:
pensar así incidirá directamente en su autoestima, hará que ésta sea cada vez más baja y con una baja autoestima repelerá a los buenos hombres, sólo se quedarán con ella los que quieran abusar de ella y que se largarán una vez lo hayan hecho. Adela es una mujer muy atractiva físicamente, nunca ha tenido ningún problema para atraer a los hombres a primera vista, pero después de su primer fracaso amoroso, todavía en su adolescencia, empezó a pensar que no podía confiar en ningún hombre. Desde entonces, veinte años más tarde, han pasado por su vida numerosos hombres, unos abusando de ella, otros perdiendo el interés más bien pronto y siempre teniendo miedo desde el principio a que ellos la dejaran, no sintiéndose merecedora de verdad del hombre con el que estaba cuando la trababa bien, siempre sintiéndose inferior a ellos, preguntándose qué había visto él en ella para que quisiera estar con ella y pensando que era cuestión de un poco más de tiempo hasta que él se diera cuenta de que ella no merecía la pena como para continuar la relación, como le había ocurrido anteriormente. Ese miedo ha hecho que ella haya trabajado con una gran intensidad para complacerles porque pensaba que así la relación funcionaría, pero ninguno de ellos lo ha apreciado. En muy pocos casos, de entre los numerosos hombres con los que ha salido, se lo han llegado a tomar con ella como una relación y en esos pocos casos, uno a uno la dejaron poco tiempo después de que comenzara. Uno de los factores que pueden hacer que una mujer se quede con un hombre que no la trata bien es que en muchos casos, al principio, él tiene un comportamiento muy romántico con ella, actuando al principio como si sintiera una gran pasión y gran amor por ella para un poco más tarde perder el interés y empezar a no tratarla bien. Una mujer nunca debe dejar que una pasión originada por el comportamiento romántico de él al principio la deje anclada en el pasado si ha dejado de tratarla bien, esperando que algún día él vuelva a ser con ella el que fue al principio. Sé consciente de que si estás en una relación, te mereces estar con alguien que te trate bien Carla empezó una relación con un hombre que creía el mejor del mundo. Al principio, la llamaba varias veces al día, quería verla todos los días y para él siempre ella era su prioridad. La relación permaneció sobre ruedas durante seis meses, pero al cabo de este tiempo él empezó a cambiar y empezó a querer verla y hablar con ella cada vez menos. Ella no había sido nunca una mujer demasiado dependiente y siguió teniendo sus intereses, aficiones y objetivos fuera de la relación,
no empezó a trabajar en exceso en la relación, aunque su preocupación por el cambio de actitud de él aumentaba cada vez más. Cuando ella le preguntó por qué había cambiado tanto con ella, él le contestó que estaba tenso debido a la situación en su trabajo y ella pensó que era sólo cuestión de tiempo hasta que pasara esa situación, pero pasaron los meses y él siguió distanciándose cada vez más de ella, hasta llegar al punto de querer sólo verla una vez o dos a la semana y llamarla sólo de vez en cuando y cuando le veía, él siempre le reprochaba cosas sin sentido y la culpaba a ella de cosas que tendría que haber solucionado él, pero ella decidió seguir esperando a que la situación mejorara, pensando que quizás algún día él volvería a ser con ella el que fue al principio. Un año y medio más tarde desde que él empezara a distanciarse, él decidió dejar de verla (aunque él en realidad dejó de tomárselo como una relación mucho antes) y Carla se sintió fatal después de haber estado esperando todo ese tiempo a que él cambiase. Aunque no es lo normal, también hay hombres que quieren tener a su lado una mujer de la que puedan abusar, a la que puedan maltratar psicológica y/o físicamente porque su mente enfermiza y perversa quiere sentir que controla completamente a alguien como si de una marioneta se tratase, alguien a quien pueda culpar de sus desgracias cuando las cosas no le van como quisiera, como un cierto desahogo de sus frustraciones. Sólo una mujer con una autoestima muy baja soportaría sus ataques verbales y/o físicos o una gran indiferencia de él hacia ella y puede llegar a pensar que el comportamiento de él hacia ella es el que se merece, algo que es completamente falso. Cuando hay un caso de maltrato psicológico y/o físico, la única solución que cabe es que ella rompa esa relación y no vuelva nunca con ese maltratador por su propio bien. Él no va a cambiar para volver a ser el que era al principio. Si estás en un caso así, tienes que ser consciente de que si él te maltrata, no es tu culpa, sino de él, porque un hombre que maltrata a su pareja intencionadamente, no es capaz de querer a ninguna mujer de una forma sana, ni a ti ni a ninguna otra. Tú te mereces ser feliz. Si ese es tu caso o sospechas que así sea, busca ayuda profesional inmediatamente. ¿Tienes las creencias correctas sobre ti? Nuestras creencias son las que determinan nuestros pensamientos y por tanto, nuestras acciones. Si las creencias fallan, las acciones también. La autoestima depende de las creencias que tengamos sobre nosotros mismos. Si te criaron diciéndote cosas negativas sobre ti sin fundamento, te pregunto: ¿por qué has decidido que las creencias sobre ti de esa/s persona/s sigan siendo las tuyas?. ¿Por qué has decidido que sus creencias eran válidas y las tuyas no lo serían?. ¿Tienes miedo de tener tus propias creencias?.
Si no tienes creencias positivas sobre ti misma, tendrás que cambiarlas. Si es así, debes romper ese círculo y empezar ya a trabajar para tener una autoestima alta. Consigue la ayuda que necesites para ello, aunque tú tendrás que trabajar en ello, tendrás que esforzarte en ello y ese esfuerzo sólo podrás hacerlo tú. Este no es un libro para mujeres que sólo quieren una fórmula mágica para hacer que su novio o marido las adore como arte de magia sólo con pronunciar una frase o hacer un conjuro de amor (que por cierto, nunca funcionan). Este es un libro para mujeres que están dispuestas a cambiar si tienen que hacerlo. Tal vez te preguntes por qué no doy fórmulas para que él cambie directamente sin que tú tengas que cambiar. Tal vez pienses que quien tiene que cambiar es él, no tú. La respuesta es muy simple: no se puede hacer que el comportamiento de los demás hacia nosotros cambie a no ser que nosotros cambiemos primero nuestro comportamiento con ellos, pero para ello, si tienes pensamientos incorrectos, tendrás que cambiarlos. Si crees que debes cambiar tus creencias porque no te has amado lo suficiente a ti misma, no te enfades contigo misma por ello, no te castigues. En lugar de ello, ámate. Fingir que se es una mujer fuerte puede hacerle creer durante un tiempo que así es, pero antes o después saldrá a la superficie que no es así. Debes hacer que genuinamente sea así, no fingirlo. En cuanto a relaciones de pareja, tener una baja autoestima crea un círculo vicioso: si ella tiene una baja autoestima, repele a los buenos hombres y se quedan con ella los que quieren abusar de ella, que no la quieren ni la querrán nunca, esto a su vez hace que su autoestima sea aún más baja y así sucesivamente y cada vez con más intensidad. Inés es una mujer con una autoestima baja. Ha tratado varias veces de mantener una relación estable con un buen hombre, pero cada vez que ha conocido a uno que parecía ir con buenas intenciones y en principio la trataba bien, él desaparecía. Ha tenido varias relaciones y en todas ellas él le ha mentido en cosas muy importantes, le ha sido infiel o ha abusado de ella en otros aspectos. Hasta llegó a tener una relación con un hombre que tuvo un lío con otra mujer mientras estaba con ella durante más de un año. Al cabo de ese tiempo se enteró no sólo de que había estado también con otra, sino también de que con esa mujer (a la que conoció después de haber empezado la relación con ella) había tenido un hijo. Si algo se repite constantemente en la vida de una persona, es porque hay un patrón en su vida que se repite también. Si tu caso es que cuando has estado enamorada de alguien no ha funcionado y siempre se repetía lo que ocurría en esas relaciones, es porque también había un patrón de comportamiento y por lo tanto, creencias incorrectas que se repetían y que debes cambiar.
No importa la manera en que te educaron tus padres o tus maestros o lo que te han contado tus amigas o amigos o lo que te han comunicado a lo largo de los años la publicidad, las revistas femeninas, el cine, la televisión, etc. Ahora el poder de tomar tus decisiones es tuyo y de nadie más. Si alguien toma las decisiones (fuera de tu trabajo) por ti es porque tú se lo permites. Si un hombre está abusando de ti y te falta al respeto, es porque tú se lo permites. Las creencias sobre ti también se reflejan en tu físico En cuanto a tu físico, no voy a hablar sobre temas que pertenecen a la sección de belleza de las revistas femeninas, pero sí decirte que tu físico también refleja lo que piensas sobre ti misma y cómo te tratas a ti misma. Una falta de control respecto a la comida o falta de disciplina para hacer ejercicio (lo cual se refiere al control de una misma), se refleja en el físico. El físico refleja si tenemos control sobre nosotras mismas o no. Un gran consejo: el principal motivo para cuidarte físicamente debes ser tú misma; tú te gustarás más aún a ti misma y eso también se refleja en el exterior. No todos los hombres y mujeres son compatibles entre sí Tal vez ella tenga una autoestima alta y su forma de comportarse con él sea la correcta y sin embargo el resultado no es el que deseaba, que él la quiera y se lo demuestre. En ese caso, sabe lo que tiene que hacer: no volver a verle y seguir su vida sin él porque no se queda atascada en una relación cuando el resultado no es el que deseaba. Al fin y al cabo, no todo el mundo es compatible entre sí y no todo el mundo está preparado para tener una relación de pareja. Una mujer inteligente emocionalmente lo sabe y lo acepta con naturalidad, no se lo toma como algo personal si un hombre no quiere estar con ella, ni como que el mundo o que el destino está en su contra, no dramatiza. Ella sigue su vida sin él sin perder ni una chispa de su autoestima ni de su confianza en sí misma porque sabe que aparecerá un hombre que sí sea compatible con ella, que esté preparado para una relación de pareja, que la querrá y la tratará como se merece y mientras tanto, sigue sintiéndose bien consigo misma. No te lo tomes como algo personal si no atraes a alguien que a ti te gusta. También habrá hombres a los que tú gustes y que a ti no te gustan. Una mujer inteligente emocionalmente no se obsesiona con alguien que no la trata como sabe que ella se merece ni con alguien que no quiere estar con ella. De hecho, no se obsesiona con nadie, porque sabe que ello sólo la llevaría a que sus pensamientos enfermasen y eso es incompatible con ella porque sus pensamientos son sanos. Si un hombre te ha rechazado, no pienses que vales menos que otra mujer con la que sí quiere tener una relación. Si te amas a ti misma, sabes que
tu valor como mujer no depende de la percepción que un hombre tenga de ti. Tu valor como persona y como mujer no depende de que le gustes a un hombre o no, sino de tus principios, del respeto a ellos, del respeto a ti misma y a los demás. Si has salido con alguien que no era compatible contigo y no hubiera funcionado una relación con ese hombre, no te enfoques en lo negativo, no pienses que ha sido un fracaso, date cuenta de todo lo que has aprendido a través de él. Salir con hombres que no son compatibles, o que lo son, pero que no ha funcionado debido a un error, también ayuda a reconocer al hombre con el que funcionará una relación y a que funcione con él, gracias a lo que se ha aprendido a través de los anteriores. Si has estado saliendo con alguien con quien no has llegado a una relación o si has tenido una relación de pareja que no ha funcionado, tómatelo como una lección de aprendizaje.
CAPÍTULO II LA COMUNICACIÓN ENTRE HOMBRES Y MUJERES Díselo con tus acciones Si bien es verdad que al principio, cuando quieren conquistar a una mujer, los hombres hablan más sobre sentimientos porque saben que a ellas les gusta, en general a los hombres no les gusta hablar sobre sentimientos. Les suelen aburrir las conversaciones sobre ese tema. Los hombres están genéticamente predispuestos a la acción y han sido educados para ello, por eso el lenguaje que entienden es el de la acción. Hablar con un hombre hasta la saciedad de tus sentimientos para hacerle entender que tiene que cambiar su actitud hacia ti, haría el efecto contrario, como seguramente ya has podido comprobar en por lo menos alguna ocasión. En ese caso, él percibiría que estás invirtiendo más aún en la relación y eso le distanciará más. Lo que de verdad hace reaccionar a un hombre y cambiar su actitud hacia una mujer son las acciones de ella hacia él. Muchas mujeres intentan hablar con él para hacerle entender que tiene que cambiar porque esa es su forma lógica de pensar y no entienden que él no piensa así. El resultado por tanto, es el contrario al deseado. Si tu caso es querer hablar con él sobre tus sentimientos y los suyos y él intenta esquivarlo, cambia tu lenguaje hacia él, díselo con tus acciones. Entonces es cuando él cambiará su actitud hacia ti. Es como hablar otro idioma. Si quieres decir algo a otra persona que no habla tu idioma y quieres hacerte entender por ésta cuando le hables, tienes que aprender su idioma porque por mucho que le repitas algo en el tuyo y por muy fuerte que se lo digas, no te va a entender, sólo te entenderá en su idioma. Elvira había estado saliendo con Eduardo durante un mes y medio. Él parecía tener interés en ella, pero al cabo de ese tiempo, él empezó a no querer verla los fines de semana porque quería salir sólo con sus amigos. Cuando ella le pedía que se vieran al menos el domingo un rato, él le respondía que ya tenía el fin de semana completo con sus amigos, familia, etc. Cuando Eduardo había mantenido con ella esa actitud durante dos semanas, llamó a Elvira un lunes para verla ese día y ella le respondió que no, que ya había quedado con unas amigas. A él le extrañó. Entonces le preguntó si podrían verse al día siguiente, pero ella le respondió que ya había quedado con una amiga para ir al cine. Él, muy extrañado, le dijo que entonces le llamara ella para quedar, pero ella no le llamó ni al día siguiente ni al siguiente. Él empezó a preguntarse qué pasaba. Hasta entonces Elvira casi siempre estaba
dispuesta a verle cuando él quisiera, casi siempre era ella la que le llamaba para verse y siempre estaba diciéndole que deberían verse más. El miércoles por la noche la volvió a llamar, pero esta vez, para quedar con ella para el fin de semana. Él quería verla el viernes por la noche. Ella dijo que no podía porque ya había quedado para entonces. Él entonces le preguntó si podría el sábado, pero ella le respondió que ya tenía todo el fin de semana ocupado con sus amigas, familia, etc., pero podrían verse un rato al día siguiente. Él aceptó. Su deseo de verla había aumentado durante los dos últimos días. Cuando se vieron al día siguiente, él estuvo más atento y cariñoso con ella que nunca. A partir de entonces, él empezó a querer verla de nuevo los fines de semana. Aunque hay veces que hay que hablar sobre los problemas que surgen en la pareja, en general la mejor forma de hacerle ver una actitud errónea contigo es darle a probar su actitud, comportándote con él de la misma forma que lo ha hecho él contigo, pero un poco más intensamente. Ejemplos: si él te empieza a llamar menos, llámale tú a él un poco menos que él a ti. Si él está menos disponible, tú estás un poco menos disponible para él que él para ti, etc. Eso le hará darse cuenta de su comportamiento y querrá enmendarlo, no si se lo dijeras verbalmente. No te preocupes por si él decidiera dejar de verte cuando cambies tu actitud hacia él. Si se fuera sería porque no era el correcto. En ese caso, si no se hubiera ido en ese momento, se hubiera ido más adelante, por lo que te habrías ahorrado sufrimiento. Sé muy consciente de que si su actitud contigo no fuera la correcta, sería porque él tampoco sería el hombre que mereciera estar contigo. Comunicación verbal Aunque en general el lenguaje que mejor entienden los hombres es el de los actos, hay veces que hay que hablar con él y decirle verbalmente qué sucede. En esos casos, procura seguir las siguientes pautas.
Intenta no discutir Cuando tengáis que hablar sobre algún problema, habladlo sin discutir. Si la conversación empieza con un tono de discusión, terminará con una discusión sin haber solucionado nada. No le reproche. En vez de reprocharle, hazle ver que para ti sería importante que cambiara su actitud. Si estás nerviosa, tranquilízate primero antes de hablar sobre la cuestión de la que tengáis que hablar. Si es él el que está nervioso y eleva el tono de voz más de la cuenta, dile que ves que está nervioso y crees que es mejor que primero se tranquilice antes de hablar sobre el tema. Díselo tranquilamente, comprensivamente, no como un reproche. En ese momento toma distancia de él por un rato para que se pueda tranquilizar y se dé cuenta de que tú no permites ninguna falta de respeto, incluida que te grite. Vete a dar un paseo, de compras, queda con una amiga, etc. Hablad de lo que es importante cuando estéis a solas Si tenéis que hablar sobre algo importante, hacedlo cuando estéis a solas, para que podáis decir lo que tengáis que decir sin la incomodidad de pensar que hay terceras personas que pueden oír vuestra conversación. Si discutís, no a los insultos Es casi imposible que en una relación estable larga no haya alguna discusión. Cuando discutáis, tened claro que una de las reglas es no insultar al otro. No creas que los insultos dichos en una discusión se quedarán en la discusión y se desvanecerán como por arte de magia cuando os reconciliéis. Después quedará un velo que empañará la perspectiva del otro. Si entráis en esa dinámica, el que ha sido insultado primero intentará ver pequeños errores del otro para poder insultarle también, aun cuando se trate de algo que haya ocurrido hace tiempo. Eso puede hacer que a su vez el que fue insultado después se enfoque en ver hasta el más pequeño error del otro para intentar minar su autoestima y así formar una bola cada vez más grande de resentimiento hacia el otro.
Ve al grano Las mujeres suelen dar más rodeos cuando quieren decir algo y dan largas y detalladas explicaciones, perdiéndose en los detalles, pero a un hombre eso le suele provocar que desconecte, le parece algo tedioso e irritante cuando una mujer quiere hablar con él sobre algún problema (algo ya de por sí molesto) y empieza a dar rodeos. Díselo tranquilamente, sin perder la compostura ni el respeto hacia él, directamente y firmemente (que no de manera desagradable), sin mostrarte demasiado emocional. Ese es el lenguaje verbal que mejor entienden los hombres, de esa forma él te prestará más atención Los hombres quieren oír de qué se trata rápidamente. Más de unos minutos sin ir al grano les aburre, empiezan a desconectar y les irrita. Escúchale Cuando habléis sobre un tema que tenéis que resolver, escúchale, deja que se exprese, no quieras anular lo que él quiera decir con un monólogo por tu parte. Eso suele ser visto por los hombres como un intento de anularle a él como persona. Cuando él se abra a ti, no muestres enfado si te dice algo que no te gustaría oír. Si lo haces, se cerrará de nuevo porque pensará que te puedes volver a enfadar si te dice la verdad. Escucha lo que te dice en cambio de una manera calmada y actúa en consecuencia. Él quiere oír lo que ella piensa Cuando hables con él sobre sus cosas y te cuente sus problemas, no le trates como si fuera un niño pequeño a quien sólo hay que consolar. La dulzura en la mujer con la que están es importante para los hombres, pero no podrán sentir que también ella es su mejor amiga si le trata como a un niño pequeño, porque pensará que le está tratando como alguien que no puede entender las cosas. Ellos quieren oír de ella lo que piensa, aunque dicho con más suavidad que si se lo dijera uno de sus amigos. Díselo de una forma femenina porque no quieren sentir que están con un amigote rudo. Después de decirle lo que piensas, hazle un gesto cariñoso, de esa forma no podrá sentir que es como estar con los amigotes en el bar contándoles el problema, quienes le dirán una o dos frases del tipo “ eso es chungo tío” o “ bueno, a ver qué tal te va” y después, si acaso, le dan una o dos palmadas a distancia en el hombro. Si has cometido un error importante, reconócelo
Si has cometido un error importante y tanto él como tú sabéis que lo has cometido, reconócelo. Él lo apreciará mucho más que si intentas enmendar el error sin reconocer que lo habías cometido, sin embargo, no dejes que él se regodee en ello y te lo reproche una y otra vez. Si esa es su actitud, ignórale cada vez que te lo reproche si ya lo ha hecho antes.
CAPÍTULO III EL EQUILIBRIO EN UNA RELACIÓN Qué es una relación equilibrada Seguro que recuerdas alguna relación que tuviste en el pasado en la que tú estabas en una posición mucho más fuerte. Era halagador que él quisiera hacer cualquier cosa por complacerte, pero al mismo tiempo te sentías atrapada y cuanto más hacía él para complacerte, menos le querías tú y más atrapada te sentías. El mayor secreto es este: en una relación de pareja totalmente equilibrada, los dos miembros invierten emocionalmente en la relación por igual. Cuando uno de los dos invierte más que el otro (ya sea el hombre o la mujer), el otro miembro empieza a perder el interés. Hay que tener en cuenta lo que digo en uno de los párrafos anteriores: que debido a que en parte estamos genéticamente programados para ello y a la diferente educación que los hombres y mujeres han recibido, los hombres tienden a tomar más distancia, a invertir menos emocionalmente que las mujeres en una relación de pareja, pero cuando una mujer sabe esto, está pendiente para que un desequilibrio no ocurra a favor de él e incluso en algunos casos, si la mujer no va con muy buenas intenciones y sabe este secreto, puede romperle el corazón, aunque este no es un libro para hacerte una mujer fatal, sino una mujer que sabe lo que tiene que hacer para que él no pierda el interés en ti, sin malas intenciones. En una relación equilibrada, el proceso de dar y recibir es también equilibrado, pero cuando se da más que se recibe, la relación empieza a desequilibrarse a favor de quien recibe más y da menos. Para una mujer, estar al menos en igualdad en cuanto al potencial de poder en una relación o una potencial relación de pareja, es algo fundamental. No se trata de que si él gana muchísimo dinero tú tendrías que ganar también muchísimo dinero, sino de que sepa sólo con tus actos, por tu actitud (y por supuesto, sin prepotencia) que eres feliz con él, pero también podrías ser feliz sin él, que eres lo suficientemente independiente emocionalmente y que también eres o podrías ser totalmente independiente económicamente (esto último es algo que juega un papel muy importante en tu potencial de poder en la relación). Es importante que entiendas que si un fuerte desequilibrio ocurre, el que está en la posición más fuerte es el que marcará las pautas en la relación, el que tomará las decisiones importantes en la relación porque sabe que de él/ella depende que la relación sobreviva o no; es quien tiene el control. Por qué se rompe el equilibrio
Al principio de la relación, los dos miembros de la pareja invierten por igual emocionalmente, pero en la gran mayoría de los casos, al cabo de un tiempo (pronto en la relación), ésta se desequilibra y como los hombres tienden a tomar más distancia que las mujeres de forma natural, también en la mayoría de los casos en que hay un desequilibrio, esto ocurre porque la mujer invierte más emocionalmente en la relación que él y por lo tanto, ella está en la situación más débil en la pareja. Si quieres más a tu favor, dejarás que él siempre invierta un poco más emocionalmente que tú. Si uno de los miembros de la pareja invierte más que el otro, éste sentirá miedo al rechazo, se sentirá inseguro, vulnerable y sentirá que ya no es él quien la controla a ella (como puede haberle sucedido con previas parejas) y se esforzará para controlar la situación. Si un hombre se siente demasiado seguro en la relación, si siente que ella está completamente enamorada incondicionalmente y estará ahí para él siempre, sea lo que sea lo que él haga, sabrá que está totalmente bajo su control y la falta del reto de tener que seguir conquistándola, provocará aburrimiento y falta de interés en él, la pasión por ella empezará a desvanecerse. Si bien es verdad que la pasión que se siente al principio de la relación no puede durar para siempre, también es verdad que sin nada de pasión, la relación no sobrevivirá y si lo hace, ésta no será feliz. Los hombres tienden a querer hacer sentir insegura a la mujer con la que salen con más intensidad al principio para ver el potencial de poder que tendrían si iniciaran una relación con ella. También al principio de la relación para tener más poder que ella desde el mismo principio y es algo que también hacen, aunque ya con menos intensidad, a lo largo de la relación, cuando quieren aumentar su poder en ella. No sucumbas a esa trampa que sin duda te intentará tender. Ignórale cuando veas que esa es su actitud. Mantente firme o acabarías siendo su marioneta. También algunas mujeres toman esa actitud cuando ven que el potencial de poder en la relación es mucho mayor para ella que para él porque es parte de la naturaleza humana, pero debido a que los hombres en general lo han aprendido desde que nacieron, es algo que tienen integrado en su naturaleza con mucha más fuerza que las mujeres, por ello esta actitud es mucho más marcada en ellos. Cuando Daniela empezó a salir con Pablo, éste la llamaba muy frecuentemente y quería también verla frecuentemente, pero muy poco después, empezó a llamarla y querer verla drásticamente menos. Ella siguió con su vida, con sus actividades en el trabajo y fuera de él, saliendo con sus amigas/os, etc., reaccionando a la actitud de él dejando de llamarle (puesto que él había disminuido drásticamente la frecuencia). Un jueves la llamó para verla al día siguiente, pero ella le contestó que ya había quedado con unos amigos. Él le preguntó si podía verla el sábado entonces, pero ella contestó que iba a estar
ocupada todo el fin de semana (ir a casa de sus padres, ir de compras con unas amigas, salir con unos amigos, etc.). Él le preguntó cuándo podría verla y ella le contestó que no sabía en ese momento, que ya hablarían la semana siguiente. Él sorprendido, le dijo que la llamaría el lunes entonces. El lunes la llamó para verla ese mismo día, pero ella le dijo que no podría hasta el miércoles, así que quedaron para ese día. Él la llamó de nuevo el lunes por la noche, porque la echaba de menos y el martes por la mañana y por la tarde y de nuevo el miércoles antes de la cita. En muy poco tiempo, empezó a llamarla todos los días y querer verla muy frecuentemente. Ahora están casados. Cada vez que Pablo muestra más distancia con ella, ella le devuelve la pelota con un poco más de fuerza y él la adora. En un mundo completamente racional, si en una relación uno de los dos miembros empieza a invertir menos emocionalmente en la relación y el otro lo sabe, lo lógico sería que este otro miembro también empezara a sentir menos por la otra persona y a invertir menos en la relación para no salir malparado; sin embargo, lo que suele suceder es lo contrario, es decir, que cuando uno de los dos miembros empieza a desconectar emocionalmente y el otro lo sabe, este otro miembro se sienta más inseguro y esa inseguridad desencadene la reacción de querer conquistar a esa persona para recuperar su seguridad, para dejar de sentir incertidumbre. Eso hará que se despierte o que aumente su pasión. Causas de la ruptura del equilibrio Los desequilibrios en la inversión emocional suelen ocurrir por los siguientes motivos: · Uno de los dos miembros tiene un físico más atractivo Es un hecho que no podemos negar que el atractivo físico cuenta a la hora de la primera atracción. ¿Y si al principio él te atrae más físicamente que tú a él?. Para empezar, si ha querido seguir viéndote es porque también le atraes físicamente, pero si él es un hombre muy guapo, sabe que podrá atraer a cualquier mujer porque a lo largo de toda su vida (o al menos de muchos años) ya se han encargado infinidad de mujeres de decírselo, repetírselo y demostrárselo. Algo extraño ocurre con las personas que son físicamente muy atractivas: no sólo parecen atractivas físicamente, sino que además se les suelen atribuir como por arte de magia en principio otras aptitudes o actitudes positivas que no tienen que ver con la belleza física, como ser más inteligentes, más simpáticos, etc. Mientras los demás tienen que demostrar que poseen esas aptitudes o actitudes, ellos tienen que demostrar que no las poseen para que los demás lo piensen así, pero se les atribuyen en principio por defecto. Ellos saben que esto no tiene sentido, pero como les sigue funcionando, lo siguen utilizando a su
favor. Lo que él espera es que tú le trates como alguien especial desde el principio, como han hecho todas antes, pero si le tratas como a uno más, se sentirá intrigado; sabrá que eres una mujer que no se deja llevar por las apariencias ni por el sinsentido de pensar desde el principio, sin apenas conocerle, que él es inteligente, simpático, caballeroso, etc. por el simple hecho de ser muy atractivo físicamente. Sabrá que tú eres diferente. Se sentirá aliviado por haber encontrado al fin una mujer que no piensa esas tonterías y que le puede tratar como a un igual. La belleza física atrae más al principio, cuando los dos miembros se conocen, pero con el tiempo, los aspectos de la personalidad son los que van ganando más terreno en la atracción hacia el otro. · Uno de los dos es más inteligente intelectualmente o tiene un talento especial · Uno de los dos tiene una personalidad más atractiva Puede que uno de los dos tenga más sentido del humor, tenga más habilidades sociales que el otro, tenga más inteligencia emocional. · Uno de los dos tiene un potencial distinto para la proximidad íntima Puede que él sea una persona solitaria, para la que es muy difícil compartir y sea muy difícil para ella mantener su interés a no ser que ella esté también tomando distancia constantemente para despertar en él el sentimiento de inseguridad, de falta de control en la relación para hacerle reaccionar queriendo captar el interés de ella para retomar control en la relación y de esa forma avivar su pasión. El problema cuando se da esta situación es que él, por su tendencia natural, está siempre tomando distancia, no es posible nunca un largo periodo de proximidad íntima debido a su bajo potencial para la intimidad y sólo será compatible con una mujer cuyo potencial para la intimidad sea aproximadamente el mismo. De esa forma, se crearía la dinámica necesaria para mantener su interés al estar ella también tomando distancia de él constantemente de forma natural. Yolanda empezó a salir con un hombre que parecía bastante frío, pero ella pensó que era sólo cuestión de tiempo hasta que él empezase a tener más confianza con ella para que se abriera y fuera más atento y cariñoso, pero pasaron algunas semanas y él siguió igual. Ella tuvo que ausentarse de la ciudad durante dos semanas por trabajo. Puesto que él seguía mostrando una actitud fría con ella, Yolanda decidió centrarse en su trabajo y en otras cosas durante ese tiempo sin tener contacto con él, pero al cabo de tres días él la llamó. Ella no
contestó porque estaba en una reunión. Como no le había devuelto la llamada al cabo de una hora, la volvió a llamar. Cuando ella vio las dos llamadas perdidas se sorprendió porque nunca había hecho eso. Cuando le devolvió la llamada, él le dijo que tenía muchas ganas de verla. Ella pensó que ya había empezado a cambiar. Al día siguiente, a media mañana, le llamó, pero él no le contestó ni le devolvió la llamada hasta el día siguiente. Ella decidió no contestarle ni devolverle la llamada y él la volvió a llamar ese día dos veces más. Ella le devolvió la llamada por la noche y él le dijo que había estado muy preocupado por si le había pasado algo y había estado pensando en ella todo el día. Viendo Yolanda cuál era la forma de atraer su interés, por su actitud con ella desde que empezaron a salir, decidió no llamarle hasta que volviera y él la estuvo llamando hasta entonces cada dos o tres días. Cuando Yolanda volvió, un martes, le llamó y le dijo que podrían quedar y verse, pero él le dijo que había estado un poco estresado en el trabajo últimamente y quería descansar esa noche y que al día siguiente había un partido que quería ver tranquilamente en casa después del trabajo, así que no podrían verse hasta el jueves. Ella aceptó. Cuando se vieron el jueves, él seguía muy frío con ella, así que Yolanda decidió distanciarse por unos días para atraerle. Él la llamó al día siguiente, viernes, para salir juntos el sábado, pero ella le dijo que se iba fuera el fin de semana a la casa de campo de unos amigos. Él la llamó el domingo, pero ella no contestó. Él la volvió a llamar el lunes y cuando hablaron le dijo que la había echado mucho de menos y quería verla esa noche. Ella aceptó. Cuando se vieron, él se mostró más atento con ella. Al día siguiente ella le llamó, pero él no contestó ni le devolvió la llamada de nuevo hasta el día siguiente. Hacía ya más de tres meses desde que empezaron a salir y él sólo demostraba interés en ella cuando tomaba mucha distancia de él. Ella sabía que él no iba a cambiar. Simplemente se había dado cuenta de que no eran compatibles. No se había sentido nunca cómoda con él, así que decidió dejar de verle. Cuando tomó esa decisión, él insistió para que siguieran saliendo, pero ella fue firme en su decisión, porque sabía que nunca podría ser feliz con un hombre así. Si sales con alguien cuyo potencial para la proximidad íntima es bajo y tú tienes un potencial alto, te aconsejo que le descalifiques como posible pareja, ya que no hay nada que tú pudieras hacer para aumentar ese potencial. No caigas en la trampa de pensar que si tú estás igualmente tomando distancia de él constantemente, le atraerás y todo estará solucionado, porque una persona así nunca podría satisfacer tu necesidad de proximidad íntima, de compartir con tu
pareja. Te sentirías frustrada constantemente. · Uno de los dos tiene más éxito profesionalmente o invierte más tiempo en su profesión Es muy habitual que sea la mujer quien invierta menos en su profesión cuando se tienen hijos y que pase más tiempo en casa cuidando de ellos que él. Esto suele hacer que él se sienta más seguro en la relación, entre otras cosas, porque sabe que mientras ella esté con los niños, no tendrá oportunidad de que otro hombre se fije en ella. Además, sabe que ahora ella depende más de él económicamente, así que empieza a sentirse más seguro porque tiene mayor control en la relación. Caso típico: Cuando ella llega a casa del trabajo le espera por delante otra jornada de trabajo, cuidando de la casa y los hijos. Al cabo de unas horas, ella se empieza a sentir un poco agobiada y le llama a él para contarle que el niño tiene fiebre y está pasando una tarde horrible, que el lavavajillas se ha estropeado, etc. Él está en el trabajo intentando concentrarse en algo muy importante, ajeno en ese momento a los problemas domésticos y le dice a ella que en ese momento no puede hablar y que más tarde la llamará. Pasa una hora y él no ha llamado. Ella empieza a preguntarse por qué no la ha llamado, que una llamada de 5 ó 10 minutos no cuesta tanto, pero él ha tenido que meterse en una reunión urgente. Ella se empieza a poner nerviosa pensando que puede que esté haciendo algo que intenta ocultarle a ella y le vuelve a llamar, pero él no contesta porque está en la reunión. Cuando sale de la reunión él ya puede marcharse a casa y decide que antes de hablar de los problemas domésticos de los que sabe que ella le hablará, va a repasar mentalmente lo hablado en la reunión que acaba de tener para poder aplicarlo a su próxima estrategia porque necesita hacerlo antes de mañana. Cuando él llega a casa cansado del trabajo, ella le reprocha que no le haya devuelto la llamada y que la ha tenido horas esperando. Le cuenta lo agobiada que ha estado durante todo el día en el trabajo y fuera de él, que si el niño ha tenido fiebre y ha pasado una tarde horrible, que si el lavavajillas se ha estropeado, etc. Él empieza a sentir que ella no es como era, que ya no es la mujer con la que reía, que ya no tiene los objetivos que tenía, que ya no es tan segura de ella como era. Ahora él se siente más seguro en la relación puesto que sabe que ahora ella depende más de él, lo cual hace que sepa que ahora él controla la relación y eso empieza a
provocar en él falta de interés. Es frecuente que si este patrón empieza a manifestarse en una pareja, él empiece a llegar más tarde a casa, poniendo como excusa que tiene trabajo atrasado que terminar. Si has decidido invertir menos en tu profesión para dedicarte más a tus hijos, ten mucho cuidado para no caer en esa dinámica. Aunque ya no puedas dedicarte tanto tiempo a ti misma como antes, bloquea también tiempo para ti. Ve a clase de tenis, yoga, ve a tomar algo con tus amigas, a clase de baile o lo que sea que te guste o te gustaría hacer. Enfócate también en otras cosas fuera de la relación y la familia. Quizás te gustaría volver a estudiar para mejorar tu situación profesional y puedas hacerlo a distancia. Si no puedes permitirte pagar a alguien para que cuide de tus hijos, tal vez puedas dejárselos una o varias veces a la semana a tus padres o a los padres de él; seguro que a ellos les hace ilusión ocuparse de ellos de vez en cuando o tal vez puedas llegar a un acuerdo con un/a vecina/o para ocuparos de los hijos de ambas/os. Si esto no es posible, pídele a él que se quede con los niños; al fin y al cabo tú estás con ellos el resto de la semana y has sido tú quien has sacrificado en parte tu profesión. No descuides tus aficiones e intereses, no te descuides a ti misma aunque estés en esta situación. · Desequilibrio debido a otra situación externa percibida como obligación Puede ocurrir porque uno de los dos tenga una madre o un padre que necesite de sus cuidados o sea muy absorbente, con quien pase mucho tiempo, porque uno de los dos empiece a estudiar de nuevo, etc. Estas también son situaciones que hacen que uno de los dos empiece a invertir menos en la relación para dedicarse más a una situación fuera de ésta. · Uno de los dos está en una situación de poder socialmente más atractiva Por supuesto, tampoco podemos olvidar otros aspectos superficiales que atraen al sexo opuesto, como tener mucho poder socialmente, tener mucho dinero o tener fama. Aunque éstos son aspectos superficiales, ahí están y todos sabemos que en general tienen peso en cuanto a tener más o menos poder de atracción. Si sales con un hombre que está dentro de uno de estos grupos, aplica lo mismo que he explicado para los hombres físicamente muy atractivos. También a ellos se les atribuyen sin ninguna lógica aptitudes y actitudes positivas desde el principio aunque no las posean. Trátale como si para ti el que él esté dentro de uno de esos grupos no es algo especial y sabrá que tú eres diferente. Cuando Paula y Jorge empezaron a salir, ella era una secretaria que ganaba 18.000 € netos al año y él un alto ejecutivo que ganaba
más de 300.000 €, de una familia muy adinerada y acostumbrado a ir a los sitios más caros, pero Paula no se sintió inferior a él cuando él la invitaba a los mejores restaurantes. Después de varias invitaciones de Jorge, ella decidió invitarle a una comida y le dijo que se vistiera muy informal. Cuando pasó a recogerla, ella le dirigió a un gran parque de la ciudad, donde fueron a un sitio de buena comida preparada, ella pagó por ello y tomaron el picnic en el parque, donde disfrutaron de la tarde. Otro día le invitó a una fiesta casera en casa de unos amigos, donde todos tendrían que llevar algo. Él le preguntó que si le parecía bien que llevase unas langostas (quizás pensando que a ella le tentaría la idea de que sus amigos quedaran impresionados ante tal delicatesen), pero ella le contestó que no, que llevase una empanada de atún o algo así. Él volvió a disfrutar de algo sencillo con ella y sus amigos (y todos disfrutaron de la empanada de atún que él llevó, preparada por su cocinera, claro). A partir de entonces empezó a verla de una forma distinta, se empezó a sentir más atraído por ella. Las mujeres tienden a dar demasiado Cuando una mujer siente que no puede captar suficiente interés en su pareja y empieza a sentir ansiedad por ello, esa ansiedad hace que quiera trabajar con más intensidad para que él tenga interés en ella, lo cual a él le abruma, hace que empiece a sentirse atrapado por el excesivo trabajo de ella para que él tenga interés y empieza a distanciarse de ella. Esa es la raíz que hace que una mujer esté en una posición débil en una relación de pareja. Cuando una mujer ha ido dando tumbos en el amor, entrando constantemente en relaciones con hombres que no la tratan bien o que la han dejado cuando ella estaba enamorada, suele ser porque estaba demasiado centrada en él, en darle amor y mimarle, sin darse cuenta de si él lo merecía o no. Si ese ha sido tu caso, date cuenta de que está bien dar, pero también recibir. Olvida las bobadas que dicen que hay que dar sin esperar nada a cambio. Las mujeres que en las relaciones dan sin esperar nada a cambio acaban siendo manipuladas y rechazadas. De hecho, lo ideal es dar en general un poco menos de lo que él te dé. Bárbara había tenido varias relaciones con hombres que no la habían tratado bien o que la habían abandonado. Su última relación fue con un hombre que la había dejado ya dos veces. Ella vivía con sus padres, pero de vez en cuando dormía en casa de él (que vivía a 50 km. y era ella la que conducía siempre a casa de él para verle). Él trabajaba en uno de los servicios especiales del Estado y sólo trabajaba cada cinco días, así que tenía mucho tiempo libre, pero se iba siempre por las mañanas al gimnasio después de desayunar, donde entrenaba 3 horas al día (él era adicto al ejercicio físico y al
deporte y todas sus aficiones giraban en torno a ello), aunque ella hubiera dormido en su casa. Ella estaba desempleada y decidía quedarse cuando él se marchaba al gimnasio para ordenar la casa, limpiarla y hacer la comida. Cuando él volvía a la hora de comer sobre las 15.00 h., después de haber estado en el gimnasio y con sus amigos durante varias horas, ella tenía su casa ordenada, limpia y la comida lista. Muchas de esas veces no comía con ella, aunque le tuviera la comida lista, porque ya había estado comiendo algo con sus amigos. Ella le reprochaba que había estado esperándole una hora para comer y había estado cocinando para él para que después él ni siquiera comiera con ella. Él evitaba la discusión yéndose a otra habitación a ver una película solo. Después se echaba la siesta. Cuando se levanta de la siesta, ella estaba esperándole en el salón y le acompañaba a hacer la habitual ruta senderista de él por la tarde (de otra forma no podría pasar tiempo con él). De vez en cuando, él pasaba el día fuera para practicar algún deporte y ella le acompaña a veces, aunque no le gustara el deporte que iba a practicar ese día, pero así podría pasar algún tiempo con él. Así estuvieron durante más de un año y medio. Recordemos que a lo largo de ese tiempo él ya la había dejado dos veces y habían vuelto porque ella le suplicó que volvieran, diciéndole que esa vez sería diferente, esforzándose cada una de las veces que volvieron cada vez más, pensando que él llegaría a apreciar lo que hacía por él y se enamoraría de ella, que era sólo cuestión de más esfuerzo por su parte. Llegó el día del cumpleaños de él y ella, a pesar de estar desempleada y no cobrar ya ni siquiera la prestación por desempleo porque se le había agotado, decidió gastarse gran parte de sus pocos ahorros en una tabla de surf de 1.000 € para él, una que él le había comentado a ella que quería, a pesar de que ya tenía dos. Cuando él recibió el regalo de ella, todo lo que le dijo fue, preguntando, si no la tenían en otro color (él la quería blanca y negra y ésta era roja y negra). Ni siquiera le dio las gracias. Ante tal reacción, la madre de él, que estaba presente, dijo que por lo menos podría darle las gracias y él entonces le dio las gracias forzadamente. Al día siguiente, por la mañana, ella cargó la tabla en su coche y se fue directa a la tienda en la que la había comprado para cambiarla. Cuando él regresó a casa a las 15.15, habiendo ya comido con unos amigos sin haberla avisado, ella le esperaba en la casa de él, ordenada y limpiada por ella, con una comida especial para la que había estado cocinando más de una hora (que tuvo que comer sola) y su nueva tabla de surf en blanco y negro. A las dos semanas volvió a abandonarla. De
nuevo, ella volvió a suplicarle para que él volviera con ella. En una relación de pareja, el amor incondicional no existe. Si ella no cumple una serie de condiciones básicas (las explicadas en este libro sobre las dinámicas de atracción en una pareja), él se aleja de ella. Cuando en una relación de pareja se da recibiendo mucho menos, siempre se pierde. Tú te mereces que te dé tanto o más de lo que tú le das a él. Está bien que te demuestre su amor tanto o más que tú a él. Dale cuando se lo merece, pero distánciate de él también cuando se lo merece. Por lo tanto, una regla de oro es no darle demasiado, de lo contrario, estarías en una relación desequilibrada a su favor y él empezaría a perder el interés por ti rápidamente. Los hombres sobre todo, necesitan seguir sintiendo la emoción de la conquista por su pareja para seguir manteniendo el interés en ella. Cuando una mujer hace lo que sea por atraer a un hombre, mata la emoción en él por seguir conquistándola y no es posible que se enamore o que siga enamorado de ella. Las mujeres tienden a pensar que a ellas les haría felices que su pareja les prestase muchísima atención siempre en todo momento incondicionalmente y que eso les haría sentirse más enamoradas de su pareja y por ello la mayoría de las mujeres le prestan atención excesiva, porque piensan que como eso les haría felices, lo lógico es que también a él eso le haga feliz. Esa idea es un mito. Lo que hay en el trasfondo de este mito es que por factores genéticos y por educación, los hombres tienden a tomar más distancia de las mujeres que las mujeres de los hombres. Hay muchas más mujeres que prestan una atención excesiva a su pareja que hombres, por lo que hay muchos más hombres que mujeres que toman distancia de su pareja porque les agobia. En consecuencia, se ha formado esa idea reforzada a través del tiempo, pero la realidad es que cuando un hombre presta atención excesiva a una mujer, ésta también se siente agobiada. Cuando se da ese caso, ella tiende a preguntarse qué le pasa, por qué ya no siente por él lo mismo que antes, por qué ha estado esperando siempre un hombre que la tratara así, pero cuando ha sucedido se siente cada vez más agobiada. Muchas de estas mujeres también se preguntan si son autodestructivas, pero la realidad es que tanto los hombres como las mujeres (aunque con más intensidad los hombres) empiezan a perder interés cuando se rompe el equilibrio, cuando el otro miembro de la pareja les presta atención excesiva. Lo que él quiere en realidad no es que tú le quieras incondicionalmente. Cuando actúas con él cumpliendo las condiciones explicadas en este libro para que él se siga sintiendo atraído hacia ti, le das lo que de verdad quiere: seguir sintiéndose atraído hacia ti. Cuando una mujer se da por completo a un hombre, sin reservas e
incondicionalmente, empieza a desaparecer la esencia de la mujer que le atrajo a él al principio de la relación, él empieza a perder el interés por ella ante lo fácil que ella se lo pone, por la falta de reto que él tenga que ganar (ante la falta de conquista) y por lo tanto él empieza a aburrirse. Demasiada pasión nubla el sentido de la lógica, por eso es importante que no te dejes llevar por las emociones descontroladamente. Cuando el sentido de la lógica de ella está nublado por demasiada pasión hacia él, todo se desborda. Es entonces cuando empieza a sentir que le necesita a él para ser feliz y hasta para vivir, desencadenando a su vez que él empiece a perder el interés por ella. Si no controlas tus emociones, tus emociones te controlarán a ti. No intentes negar tus emociones, es importante que reconozcas las emociones que sientes (dependencia, enfado, etc.) para no dejarte llevar por ellas descontroladamente. No se trata de no querer sentir emociones, sino de no sentirlas en un grado excesivo, descontroladamente. Cuando una mujer se pierde a sí misma en la relación Una mujer con una alta autoestima sabe que es una persona completa por sí misma. No le hace falta un hombre para sentirse completa. Ella sigue siendo ella en una relación, no se pierde a sí misma en una relación. Cuando una mujer está demasiado pendiente a las necesidades de él, empieza a perder el sentido de las necesidades de ella misma y la persona que era cuando inició la relación, empieza a desaparecer en esa relación. Si ella está dispuesta a cambiarse a sí misma de cualquier forma para conseguirle o para que él permanezca con ella, es un signo de una tremenda falta de respeto hacia sí misma. Él lo notará enseguida y hará que él empiece a perder interés por ella. A los hombres les gustan las mujeres que siguen siendo ellas mismas y se respetan a sí mismas. Reconoce cuándo se está desequilibrando la relación A veces a las mujeres les cuesta reconocer que su pareja no invierte en la relación tanto como ellas. Es muy importante que tan pronto como te des cuenta de que está ocurriendo un desequilibrio a su favor (es decir, que él está invirtiendo menos en la relación), corrijas ese desequilibrio, por muy pequeño que éste sea. Si no fueras sincera contigo misma sobre el comportamiento de él contigo, podrías caer en la trampa de pensar que tus dudas sobre su inicio de falta de interés hacia ti son sólo debido a tu imaginación, que no es algo real. Si sientes que él está empezando a perder el interés por ti, es que tu instinto te está avisando para que tomes medidas. Cuando en una relación te sientes incómoda
porque sientes que tú estás invirtiendo más en la relación que él, es hora de actuar para corregir ese desequilibrio. Una relación puede caer en un fuerte desequilibrio sin que ninguno de los dos miembros de la pareja se dé cuenta de ello, por lo que debes corregir ese desequilibrio si él se distancia de ti. No se trata de que estés mirando con lupa todo lo que él hace y hasta el más mínimo detalle en el comportamiento de él. Eso sería obsesión, él notaría ese comportamiento obsesivo en ti y tomaría más distancia de ti. Se trata de que seas objetiva y sincera contigo misma cuando es obvio que él se está empezando a distanciar. No estés pendiente a él todo el tiempo, porque podría desembocar en que te enfocases demasiado en él y en que el centro de tu vida fuera él, algo contraproducente para una relación de pareja como hemos visto, ya que eso te posicionaría en una posición débil en la relación. Se trata de que veas lo más objetivamente posible la actitud de él hacia ti en general. Si tu intuición te dice que algo no va bien, detente y reflexiona. Debes reconocer cuándo te estás dejando llevar al lado menos fuerte. Cuanto antes te des cuenta de que él está empezando a tomar distancia de ti y antes lo corrijas, más fácilmente y rápidamente podrás hacerlo. Por supuesto, no es lo mismo para una mujer corregir un desequilibrio cuando por ejemplo él empieza a salir más de la cuenta con sus amigos sin ella que cuando se da un fuerte desequilibrio a favor de él durante un año, cuando ya casi todo lo que ella hace o dice le irrita. Cuanto más espere ella a corregir ese desequilibrio, más difícil será y más extremas tendrán que ser sus acciones para corregirlo, por eso, aunque por supuesto no se trata de que te obsesiones, sí debes estar atenta desde el principio para que ello no ocurra. No dejes que tus emociones te engañen queriendo justificar su distanciamiento cuando no tiene justificación. Si llegaras a ese punto, la reacción de él sería justamente la contraria, es decir, él dejaría de justificar tu comportamiento aunque tuviera justificación. Cuando él se distancia de ti y tú no corriges ese desequilibrio porque justificas su comportamiento, él hará lo contrario, empezará a no gustarle tu comportamiento (que para él será injustificado porque denota debilidad y sabe que él merece que le traten con firmeza) y empezará a distanciarse cada vez más de ti. Esto también es válido para el respeto. No dejes que cometa faltas de respeto hacia ti, aniquílalo desde el principio. Recuerda que a los hombres les gustan las mujeres que se respetan a sí mismas y no toleran faltas de respeto. Cuando una mujer tolera faltas de respeto, él la ve como una persona débil y empieza a tomar distancia de ella. Nadia y Fabián habían comenzado una relación hacía unos meses. Poco a poco, él había ido distanciándose cada vez más de ella y ella, como es habitual, había estado esforzándose aun más por atraerle. Él ya había anulado varias veces citas con ella en el último
momento y la actitud de ella fue decirle que no importaba, que se verían entonces al día siguiente o cuando él pudiese. Un viernes quedaron para ir a cenar a las 22.00, pero él la llamó a las 21.00 para decirle que lo anulaba porque unos amigos suyos habían quedado para ir a cenar y luego ir de copas. Según le dijo, no le parecía adecuado que ella fuera, porque sólo iban a ir hombres, así que la dejó ya arreglada para salir, hasta con su nueva barra de labios “ Rouge Feu” y sus nuevas medias con liga de encaje puestas. A la mañana siguiente, ella decidió sorprenderle y le llevó a las 12.00 (ya que sabía que se levantaría tarde) un gran desayuno que se había parado a comprar en uno de los mejores sitios para desayunar de la ciudad (para lo que tuvo que desviarse considerablemente). Al llegar a casa de él, tuvo que tocar el timbre varias veces y esperar 10 min. en la puerta con su desayuno, que se enfriaba. Al abrir él, con cara de medio dormido, le dijo, casi gritando, que le había despertado. Ella le pidió perdón y le dijo que sólo quería que desayunara bien. Desayunaron juntos (él con cara de pocos amigos y sin decir ni una palabra). Después ella le dijo que le gustaría invitarle a cenar esa noche, ya que no lo habían hecho la noche anterior, diciéndole además que estaba deseando que él viera las nuevas medias con encaje y el nuevo conjunto de lencería que se había comprado para él y que esperaba que esa noche pudiera hacerlo. Fabián se giró hacia ella, la miró con cara de pena y le preguntó que por qué hacía todo eso. Cuando ella le preguntó a qué se estaba refiriendo, él le dijo que no quería hablar sobre el tema. Al día siguiente, la dejó (después de haber sido invitado por ella a una espléndida cena y de haber visto las medias de encaje y el nuevo conjunto de lencería puesto y quitado). Ella le preguntó llorando por qué, qué había hecho ella para que la dejara después de todo lo que había hecho por él. Le pidió que no la dejara, que haría lo que fuera por él, pero él sólo le dijo que no se arrastrase. Debes reconocer que si él se ha distanciado de ti, tú también has tenido responsabilidad en la situación creada; también tu papel ha sido decisivo para alejarle. No te sientas culpable por haber mostrado esa actitud con él, porque tú no eras consciente de las dinámicas que se habían reforzado en la relación que reforzaban a su vez esa actitud de él hacia ti, pero es muy importante que reconozcas que si tu actitud hacia él hubiera sido diferente, si le hubieras planteado el reto de conquistarte en vez de ir más detrás de él que antes, la actitud de él hacia ti también hubiera sido distinta. Recuerda que cuando un desequilibrio ocurre, el que está en la posición
más débil empieza a sentirse nervioso por ello, entonces empieza a trabajar con más intensidad para atraer al otro y el que está en la parte más fuerte empieza a tomar distancia. No te sitúes a ti misma en una posición débil. Síntomas de un desequilibrio a favor de él Cuando una mujer permite que se produzca un desequilibrio en la relación a favor de él, la relación mostrará signos de que así es. Algunas actitudes frecuentes en ella que indican que ella está en la posición menos fuerte en la relación son: · Intentará hacer todo lo posible por complacerle, aunque él no se lo merezca, desde limpiarle los zapatos a pasarle a limpio un informe para el trabajo aunque tenga que dormir dos horas menos y llegar agotada al trabajo por la mañana. Si él no haría lo mismo por ti, no lo hagas tú por él. Por regla general, no des a un hombre algo que no te haya dado antes él a ti. Si él no te ha presentado a sus amigos, tú no le presentes a los tuyos hasta que lo haga. Si él no te llama, tú no le llames. Si él te envía un mensaje de texto, tú le respondes con un mensaje de texto, no con una llamada. Si él no está disponible para ti, tú no estés disponible para él, etc. En general, cuando una mujer le da a un hombre algo que él no le ha dado antes a ella o le da algo que no se merece, él pensará que la tiene bajo su control por completo y empezará a perder interés por ella. Lo que tienes que hacer si estás en esta situación no es hacer todo lo posible por complacerle, sino que él se plantee el reto de conquistarte. · Empieza a mostrar interés activo casi sólo por cosas en las que él tiene interés y deja intereses y aficiones que tenía antes de conocerle y seguiría teniendo si no estuviera con él. Incluso quiere pensar como él y empieza a hacer cosas que él hace, no porque crea que es lo correcto o porque genuinamente disfrute de ello, sino simplemente porque él piensa así y/o hace esas cosas y cree que de esa forma él se sentirá más atraído por ella. Por ejemplo, podría empezar a interesarse por las carreras de coches cuando todo lo que suponía para ella antes una carrera de coches eran unas cosas que producían un zumbido horroroso dando vueltas y a lo que no encontraba sentido y la aburrían tremendamente. O puede que ella empiece la misma dieta que él, aunque no le haga ninguna falta, sólo porque él sigue esa dieta y cree que eso les hará sentirse más unidos. Mientras tanto, él no se interesa por las necesidades, intereses o aficiones de ella. Si te perdieras a ti misma en la relación, él te vería como una persona débil, sin personalidad propia y eso sería incompatible con que él esté enamorado de ti.
· Se siente nerviosa por la situación de su relación. · Se pasa el día distraída pensando en su relación. Esto puede afectar a su trabajo, a sus estudios y a la relación con sus amistades y su familia porque no puede concentrarse del todo en otra cosa. Sabe que la relación no va bien y esa ansiedad es una de las muestras y es que su instinto le dice que la situación no puede continuar así, que tiene que hacer algo, pero todo lo que se le ocurre es ir detrás de él para intentar captar su interés, lo cual le aleja más. · Siente celos. · Se vuelve posesiva, haciendo que él se sienta presionado. · Piensa que él es un egoísta. · Se muestra demasiado emocional. · Es ella la que casi siempre inicia una relación sexual con él. Siente tanta pasión hacia él y no a la inversa, que no puede refrenarse y es que el miembro de la pareja que está en la posición menos fuerte es el que siente más pasión por el otro. Él pasaría mucho más tiempo que ella sin hacer el amor, pero se siente impulsada a casi presionarle sexualmente. · Le llama más a él o inicia cualquier tipo de comunicación con él más que él con ella. · Es ella quien quiere verle a él más que él a ella y cuando él está con ella parece distraído, aburrido o nervioso, no se siente bien con ella a solas o en público y/o quiere dejarla muy pronto. · Es ella la que accede a hacer lo que él quiere cuando salen mucho más que él o por el contrario ella es la que casi siempre planifica qué hacer cuando salen, porque él no se quiere tomar ninguna molestia en planificar para ella. · Es ella la que inicia una conversación con él la gran mayoría de las veces. · Es ella quien iniciará en una conversación el tema de iniciar una relación seria o de matrimonio en caso de que ya estén en una relación seria. · Su lógica le dice que debería dejar esa relación en la que recibe mucho menos de lo que da, pero la pasión que siente por él la retiene. Cuando la lógica dice esto a una mujer, es porque evidentemente está en una posición débil. Estos son cambios en la actitud en los que ella puede caer fácilmente si
no es consciente de las dinámicas que rigen la atracción en una pareja y si no está pendiente a pequeños detalles que podrían iniciar una dinámica de atracción en la que ella estuviera en la posición menos fuerte. Si alguna de estas pautas se da en una relación, es que está ocurriendo un desequilibrio a favor de él. Una mujer que para él es diferente a las demás, corregirá ese desequilibrio. Ante esta situación, él empieza a sentirse confuso, sólo sabe que antes se sentía más atraído por ella y ahora sin saber por qué, se siente menos atraído. Ella le pregunta por qué ahora ya no siente lo mismo y él intentará esquivar la respuesta, diciendo que es sólo la percepción de ella o a lo sumo le dirá que no sabe por qué y es que genuinamente no sabe por qué ahora ya no siente lo mismo que antes. Los pequeños detalles también cuentan Los pequeños detalles (normalmente acumulados) también pueden iniciar una dinámica que haga que la relación se desequilibre a favor de él, por eso, no dejes que pequeños detalles hicieran que empezaras a perder el control. Debes ser una mujer fuerte y firme para no verte vapuleada sin darte cuenta en tu vida amorosa o en cualquier otro aspecto de tu vida. Ejemplos de pequeños detalles que pueden iniciar una dinámica negativa para una mujer, dejándola en el lado menos fuerte: · Él un día le dice que estaría mejor con el pelo rizado que con el pelo liso y ella en menos de una semana se hace una permanente. · Él le dice que le gusta la lencería negra porque le parece sexy y ella empieza a llevar todos los días lencería negra para atraerle. · Van a la playa una semana y él le dice que le gustan los biquinis a rayas y ella se compra dos biquinis a rayas y son los que lleva durante toda la semana. · Él le dice que le gustaría que le hiciera un streaptease y esa misma noche le hace un striptease. · Ella le llama y él no le contesta, así que ella empieza a llamarle cada 10 minutos. Al cabo de la tercera llamada él contesta y ella le echa una bronca por no haber respondido la primera ni la segunda vez. · Él le dice que le encanta la lasaña. Ella busca la receta y se la prepara al día siguiente. Si todavía no reconoces esos pequeños detalles, al cabo de un tiempo de
práctica, en el que te tendrás que esforzar, habrás alcanzado un punto en el que te darás cuenta de que por impulso estabas a punto de reaccionar como antes, pero te paras a reflexionar y no te dejas llevar. Al cabo de un tiempo más de práctica, podrás reconocer esos detalles, pero ya ni siquiera tendrás el impulso que tenías antes, por lo que ya no te hará falta ni pararte a reflexionar para retenerte a ti misma. Cuando él empieza a tener más control en la relación Cómo actúa él Probablemente él se siente culpable Si has estado en una relación en la que él estaba en una posición mucho más fuerte, ya fuera él quien decidiera terminar la relación o fueras tú porque él te estuvo empujando fuera de ella, es muy probable que hayas pensado que era un egoísta a quien no le importaste. Puede que hayas pensado que era un desalmado, pero lo cierto es que muy posiblemente sí le importabas y se sentía enamorado de ti originalmente y quería que la relación contigo funcionase, pero la dinámica de la relación cayó en un desequilibrio a su favor sin que ninguno de los dos se diera cuenta de ello. Él tampoco era consciente de por qué ya no sentía lo mismo por ti, por qué ya no estaba enamorado de ti, muy posiblemente deseaba volver a estarlo, pero no podía. Cuando se rompe fuertemente el equilibrio a favor de uno de los miembros de la pareja, se cae sin saber por qué en ese patrón de sentimientos y de comportamiento. Si él está en la posición fuerte, es muy probable que se sienta culpable por no poder darte lo que tú le demandas. Seguramente también sufre preguntándose por qué no puede querer a quien le quiere a él. Su actitud con ella Si él empieza a estar en la posición más fuerte en la relación y por tanto a tener más poder en ésta, empezará a relajarse en su comportamiento para seguir conquistándola. Empezará a no tener detalles con ella que a ella le gustan, a querer compartir cada vez menos tiempo con ella, a querer hacer cada vez menos cosas con ella, a no cuidar tanto su aspecto físico para atraerla como antes, etc. La actitud que él tiene al principio de la relación, cuando quiere conquistarla, no dura para siempre, pero si ella nota que él empieza a esquivarla cada vez más, haciendo cada vez menos para que ella quiera seguir estando con él, es que la relación está cayendo en un desequilibrio a favor de él y él empieza a tener el control de la relación porque ha empezado a invertir emocionalmente menos en la relación que ella. En ese punto, él empieza a poner excusas como el trabajo, que tiene que
ayudar a su madre o a su amigo a hacer algo, que tiene una cena con amigos a la que sólo van a ir hombres, etc., para evitar verla si no viven juntos o para pasar menos tiempo con ella si viven juntos. Él cree que así evitará las discusiones sobre su relación. Ella sabe instintivamente que sus excusas no son verdad, pero intenta engañarse intentando hacerse creer a sí misma que es sólo su imaginación. Él empieza a ver en ella defectos donde antes veía virtudes. Puede que antes le encantara el físico de ella, pero ahora empieza a ver defectos en éste. Tal vez le encantaba cómo cocinaba, sin embargo ahora empieza a no gustarle su forma de cocinar, o sus bromas antes le hacían reír y ahora le ponen de mal humor, o ya no le parece tan inteligente como antes (incluso puede que ella empiece a parecerle un poco tonta por muy inteligente y brillante que sea intelectualmente). Ella empieza a irritarle cada vez más, le aburre y hasta puede que se avergüence de ella en público. Cuando una persona se enamora, ya sea hombre o mujer, también se da cuenta de los defectos que él/ella tiene, pero siente tanta pasión hacia él/ella que piensa que esos defectos no le importan mucho e incluso puede pensar que esos defectillos le dan más personalidad y encanto a él/ella. Sin embargo, cuando una persona se desenamora, el proceso es el inverso, empieza a ver defectos en lo que antes veía como virtudes. Cuando se da un fuerte desequilibrio a favor de él, es probable que al cabo de un tiempo, él haya perdido el interés por hacer el amor con ella o quiera hacerlo cada vez menos. El sexo para él empieza a ser una obligación en la que los sentimientos se quedan fuera, relegándolo a un acto sólo físico. Puede que él no quiera verla durante el acto, queriendo hacerlo sólo con la luz apagada o que cierre los ojos imaginándose estar con otra persona (cuando él cierra siempre los ojos y sólo los abre lo más imprescindible durante el acto suele ser porque se está imaginando con otra persona). Él intenta esquivar los besos de ella. Cuando la besa lo hace porque lo percibe como una obligación durante el acto y sus besos ya no son intensos, apasionados como antes, sino cortos y poco intensos. Puede que en algunos casos sólo lo haga con los labios cerrados. Él ha perdido la pasión y el deseo por ella. Es posible que él ya casi no tenga ojos para ella y sólo los tenga para otras mujeres. No es algo malo si él mira de vez en cuando a una mujer guapa, de la misma forma que ella puede mirar a un hombre guapo de vez en cuando; eso no quiere decir que quiera tener sexo con otra, pero cuando él casi no la mira y sí mira mucho a otras, es un síntoma de que él ya no la desea y sí desearía tener sexo con otra/s. Tal vez él se fije en otras mucho menos guapas que ella, pero el trasfondo del asunto es que las otras no son ella, no son una mujer a quien él tenga controlada, como a ella. Le emociona la idea de tener que conquistar a otra porque ya ha perdido esa emoción en su relación con ella y por lo tanto, ella le aburre.
También suele ocurrir que él ahora ya no quiera comunicarse con ella, evitando en todo lo posible hablar con ella. Mientras antes la comunicación era espontánea, ahora es forzada y prácticamente funcional (se comunica con ella sólo para hablar de cosas que hay que hacer para la casa, para los niños, etc.) Mientras, ella le presta cada vez más atención y le insiste para hablar con él sobre solucionar su relación, pasar más tiempo juntos y hacer más cosas juntos. A él le irrita que ella vaya detrás de él queriendo hablar siempre sobre solucionar su relación y diciéndole que tienen que pasar más tiempo juntos porque para él el tiempo que pasan juntos ahora no es tiempo de calidad, algo que le emocione ni disfrute en absoluto. Ahora él se enfada con ella por pequeñas cosas, como dejar abierto el bote del champú. Cuando él tiene esos ataques de ira, ella habitualmente no se atreve a decir nada en ese momento porque teme que si en un momento así ella saca a relucir el tema de su relación, él puede decir, en ese momento de ira, lo que ella teme que esté pensando: que cada vez siente menos por ella. Mientras, él no se atreve a hablar con ella sobre el problema en su relación, no se atreve a contarle a ella cómo se siente, lo que está dejando de sentir por ella. Sabe que es quien controla la relación pero siente que ha perdido el control de su vida y secretamente la culpa a ella por tenerla paralizada. Cree que ella es la culpable por tenerle atascado en su vida que ya no disfruta. Ahora él la aborrece por ser tan dependiente de él, la percibe como una enorme carga en su vida y empieza a pensar que tal vez sería mejor librarse de esa carga. Él se siente cada vez más atrapado y no sabe si podrá volver a quererla como su pareja, aunque cada vez lo ve más lejano. Ni siquiera sabe si podrá volver a querer a alguien apasionadamente. Empieza a sentir pena por ella y en parte le dolería dejarla por este motivo. Es incompatible que una persona sienta pena por alguien y que a la vez esté enamorada/o de él/ella, así que actúa para que no ocurra; de lo contrario, retomar control en vuestra relación sería muy difícil. Él intenta ver lo bueno en ella en un intento por reavivar la pasión, pero no puede sentir pasión por ella y empieza a pensar que tal vez sea mejor dejar la relación y que encontraría a otra mujer mejor que ella, una mujer que le hiciera sentir pasión de nuevo. No sabe qué hacer. Sabe que ella le quiere y se lo demuestra y no entiende por qué ya no siente lo mismo, aunque desearía que así fuera. Por otra parte, se siente cada vez más atrapado en la relación y piensa que si la dejara dejaría de estarlo, pero también sabe que si la deja, quizás esté cometiendo un error dejando a una mujer que ha querido tanto y que le quiere tanto a él. Siente que sea cual sea su decisión, perderá algo importante. Su lógica le dice que debería quedarse con ella, pero al mismo tiempo desea no estar con ella. Mientras tanto, a ella su lógica le dice que debería dejarle, pero al mismo
tiempo desea seguir con él. En este punto en el que él ya ha empezado a pensar que quizás sea mejor dejar la relación pero no está todavía completamente seguro de que esa sea la mejor solución, es cuando hay más riesgo de que él sea infiel porque quiere volver a sentir pasión y cree que no puede volver a sentirla con ella, pero al mismo tiempo tampoco quiere todavía correr el riesgo de dejar la relación. Quiere saber qué sentiría teniendo sexo con otra mujer. También en este punto puede que él proponga dejarlo por un tiempo para ver cómo se sienten. Así él es libre de estar con otras pudiendo volver más tarde con ella si quisiera. Ella preguntará qué es lo que ha fallado, qué tendría que hacer ella para hacer que las cosas funcionen, pero habitualmente él responderá que no es culpa de ella sino de él (la famosa frase “ no eres tú, soy yo”), que está estresado en el trabajo, etc. Él tratará de animarla diciéndole que estará bien, que si no vuelven a estar juntos, encontrará a otro hombre que le dé todo lo que ella merece. Por supuesto, si se da esta situación, lo más seguro es que no piense volver con ella en el futuro, pero piensa que diciéndole que es una ruptura temporal para aclararse, hará que ella vaya aceptando la ruptura poco a poco. Secretamente él quiere que ella muestre fortaleza Él piensa cada vez con mayor intensidad que puesto que ella soporta su comportamiento de falta de respeto y distanciamiento constante sin hacer nada, es una persona débil, controlada por él. Lo que secretamente desearía es que ella mostrara fortaleza, pero ella sigue mostrando el mismo comportamiento y eso hace que él sienta cada vez menos por ella. Instintivamente sabe que el comportamiento de ella no es el correcto cuando ella empieza a invertir más en la relación cuando él se distancia y por ello no es extraño que en este punto él empiece a echarle la culpa a ella de la situación de su relación. Cómo actúa ella Cuando para una mujer su relación empieza a desequilibrarse a favor de él y no sabe cuáles son las verdaderas dinámicas de la atracción, no sabe qué es lo que está pasando, sólo que él ha empezado a “ desconectar”, que él cada vez quiere estar menos tiempo con ella y cada vez quiere compartir menos con ella, a lo cual ella reacciona invirtiendo más emocionalmente en la relación, esforzándose más por atraerle y enamorarle, porque según su lógica, cree que así le atraerá y le enamorará, pero lo cierto es que ese comportamiento hace que él se sienta aun menos atraído por ella y más atrapado. Cuando una mujer empieza a estar en una posición débil en una relación, suele intentar solucionarlo, entre otras cosas, poniéndose más guapa para él.
Puede que se cambie el color del pelo, el peinado, que empiece una dieta para perder peso, empiece a hacer ejercicio, se maquille más, etc. Querer tener buen aspecto para ella misma y para los demás es algo sano, pero cuando lo hace sólo para atraerle, él nota rápidamente que ella lo está haciendo sólo por ese motivo, para tener su aprobación y él toma más distancia de ella porque cualquier intento de solución que él note por parte de ella, hará que se distancie más porque le dará a él aun más poder, más control en la relación y eso hará que él sienta aun menos por ella. Es frecuente que en esta situación él sugiera cosas a ella con la intención de que le parezca más atractiva. Puede que le sugiera leer ciertos tipos de libros, peinarse de otra forma, adquirir otros hábitos, que deje otros, etc., intentando cambiarla. Ella piensa que si cambia, haciendo lo que él dice, él se sentirá más atraído hacia ella. Cuando ella acepta sus sugerencias y empieza a esforzarse en un intento por tener su aprobación, para atraerle, la reacción de él es justo la contraria, distanciándose cuando él ve en ella la falta de personalidad, de autoestima y de confianza en sí misma, aceptando y aplicando cualquier sugerencia suya para atraerle y es que es eso lo que él inconscientemente de verdad echa de menos, la mujer con alta autoestima, con confianza en sí misma que conoció al principio (o al menos él creía que ella poseía estas cualidades), pero no lo sabe conscientemente. Ella le culpa a él por no cubrir sus necesidades, pero al contrario que él, no se atreve a decirle nada por miedo a que salga a relucir el verdadero problema y calla. No entiende cómo a pesar de darle todo lo que puede, él la rechaza. Escapa a su lógica, puesto que cree que si él le diera a ella todo lo que ella le da a él, ella sería muy feliz. Retoma el control Si pensabas que un hombre sólo puede estar enamorado de una mujer al principio de una relación y que eso dura poco, es porque todavía no sabías que era producto de un desequilibrio en tu relación a favor de él y ese desequilibrio no era corregido y no se creó una nueva dinámica en la relación para que fueras tú quien tuviera más control que él, tomando distancia para reavivar su interés por ti, pero no te culpes por ello. Todas las mujeres (o al menos casi todas) han caído en esa dinámica alguna vez sin ser conscientes de lo que estaba pasando. No le hagas sentir demasiado seguro Recuerda que hacer sentir a un hombre demasiado seguro en la relación es algo letal para ésta. Si estás en una relación y él parece estar perdiendo el interés, podrías
volver a hacer que sienta pasión por ti de nuevo haciendo que se sienta un poco inseguro, que ya no te tiene bajo su control. Eso podría hacer que él quiera volver a tenerte bajo su control para dejar de sentir esa inseguridad, para volver a conquistar lo que antes creía que era suyo, despertándose en él de nuevo el reto de tener que conquistarte y queriendo acercarse más a ti. Aída y Manuel llevan casados más de diez años, pero ella sabe cómo reavivar su interés cuando él parece estar empezando a perder interés por ella. Ella entonces se arregla más de lo habitual, llega un poco más tarde de lo habitual, queda un poco más con sus amigas e inicia una nueva actividad que tenía pensado hacer o intensifica en tiempo las que ya practica. En poco tiempo él la reclama para pasar más tiempo juntos. Cuando le haces sentir a un hombre demasiado seguro en una relación, porque haga lo que haga tú estarás para él ahí incondicionalmente y que tú harás lo que sea por él, él siente que controla la relación, que se puede relajar y no trabajar más en ella, porque ya harás tú todo el trabajo y que puede hacer cualquier cosa, aunque sea algo que implique faltarte a ti el respeto, porque sabe que haga lo que haga tú estarás siempre ahí para él, así que la clave es no hacerle sentir demasiado seguro, sino que sienta un poco de inseguridad. No se trata tampoco de hacerle sentir demasiado inseguro, pues ello podría provocar que huyera de la relación pensando que puede perder demasiado en el intento por conquistarte. En una relación él debe sentir que puede contar contigo, que no le vas a abandonar a las primeras de cambio por otro o por algo que no tiene importancia, pero nunca debe sentir que te tiene controlada o que es él quien controla la relación, por eso un toque de inseguridad es lo que necesitas para que no pierda el interés en ti. Piensa como él piensa en el lugar de él en vez de lo que tú pensarías en su lugar Las mujeres tienden a intentar ponerse en el lugar de él imaginando lo que ellas sentirían si estuviesen en su lugar, pero en general no imaginan lo que él piensa estando en el lugar que él está, piensan lo que ella pensaría en el lugar de él. En vez de imaginar lo que tú pensarías y sentirías si estuvieses en el lugar de él, imagina lo que él piensa y siente estando en el lugar que él está, con sus circunstancias, sus ideas, sus creencias, su personalidad; las de él, no las tuyas. Imagínate cuál es la percepción de él sobre ti, no desde tu punto de vista si tú estuvieras en su lugar, sino desde su punto de vista. Esa es la verdadera empatía. De nuevo, debido a factores genéticos, a la diferente educación recibida y a las diferentes experiencias vividas, que han hecho que tengamos una percepción diferente del otro sexo, los hombres y las mujeres tienen ideas distintas respecto al otro sexo.
No hagas lo que crees que a ti te gustaría que él hiciese por ti si estuvieses en el lugar de él. Imagina en cambio lo que él piensa y lo que siente, piensa lo que él necesita para atraerle pensando como él piensa, sintiendo como él siente en el presente. Para intentar verte a ti misma desde su punto de vista, primero tienes que atender a lo que él dice y a cuál es su actitud contigo lo más objetivamente posible. Es entonces cuando te das cuenta de que lo que él necesita para sentirse atraído por ti no es que le colmes de atenciones desmedidamente, sino saber que eres una mujer fuerte, que se ama a sí misma, que no tolera ninguna falta de respeto y que le des en la medida en que le tienes que dar en cada momento, no excesivamente. Cambia tú primero si tienes que hacerlo Seguramente habrás intentado cambiarle directamente, pero te habrás dado cuenta de que por más que lo has intentado no sólo no has podido, sino que la actitud de él ha sido poner cada vez más resistencia a cambiar. No hay nada que puedas hacer por cambiarle a él directamente. No ha servido de nada que intentaras hablar con él de vuestra relación, que le dijeras hasta la saciedad que teníais que pasar más tiempo juntos, que tiene que ser más atento contigo, etc. La única forma de hacer que cambie no es intentar que cambie directamente, sino indirectamente. Te estarás preguntando cómo. La respuesta es cambiando tú primero. Si tu comportamiento hacia él cambia, también cambiará el suyo hacia ti. Esa es la única forma en que puedes hacer que cambie. Actúa Si estás en una relación en la que él abusa de ti y permites que siga haciéndolo porque piensas que él cambiará con el tiempo, tengo que decirte que el que toleres que lo haga no hará que ese abuso desaparezca, sino que lo potenciará. Hay mujeres a las que la idea de hacer algo conscientemente para que una relación cambie no les gusta. Piensan que eso es manipular, que es algo antinatural, que las cosas en una relación deben ser sólo espontáneas, dejándose llevar por él y por la situación sin pensar. El caso es que las mujeres que piensan así terminan perdiéndose a ellas mismas en la relación porque la relación ha absorbido su personalidad, se obsesionan con él, su principal objetivo termina siendo que él las quiera, estando dispuestas a todo para ello. Eso a su vez hace que él se sienta más agobiado, que quiera escapar con más intensidad, lo cual provoca en ellas más obsesión, más inversión emocional en la relación, creándose así un círculo vicioso muy peligroso. Si esto te sucede y no haces nada por cambiar la situación, él no podrá verte como alguien especial. Date cuenta de que lo natural es ser tú misma. Si la relación se
desequilibrara a favor de él, empezarías a dejar de ser (al menos en parte) tú misma. Cuanto más desequilibrada esté una relación a favor de un hombre, ella será menos ella misma y más perderá la personalidad que a él le atrajo en un principio. Dejarse llevar por lo que se siente sin más, querer abandonarse a la pasión sin pensar, pasa una factura muy cara: dejar de ser tú misma. Lo que propongo es tener el control sobre ti misma para ser tú misma siempre. Eso es lo que más atrae a un hombre. Si tu lógica te ha dicho hasta ahora que la forma de hacer que él cambie su comportamiento negativo hacia ti es ir detrás de él para atraerle, seguramente tengas miedo, pero reflexiona sobre el resultado y te darás cuenta de que eso no funciona. Sé valiente y rompe con esa dinámica negativa. No seas como una mosca que intenta salir al exterior a través del vidrio de una ventana medio abierta, que se golpea una y otra vez en el intento, sin darse cuenta de que todo lo que tenía que hacer era desviarse un poco para encontrar el camino. Cuando una mujer ha estado durante un largo tiempo siendo muy dependiente de un hombre, puede que tenga miedo a cambiar. Puede que piense que si toma distancia de él, él también tomará más distancia de ella y la relación se romperá. Cuando el miedo paraliza a una mujer y no actúa, se queda atascada en esa situación. Si el miedo te paraliza, piensa que cuando una mujer toma distancia con intereses fuera de la relación en una caso así y él no se siente más atraído por ella cuando es más independiente, más segura de sí misma y tiene una mayor autoestima, es que no hay nada que hiciera que él se sintiera más atraído por ella. Si la relación llegara a romperse por ello, lo único que habría pasado es que se habría adelantado el final que hubiera sucedido sin duda más tarde. Toma distancia de él cuando empiece a perder interés por ti Si has estado en una relación desequilibrada a favor de él, en la que te sentías fuertemente enamorada y querías ganar su amor yendo detrás de él, mostrando la actitud de querer aproximarte cada vez más a él, recordarás que su reacción fue justo la contraria, distanciándose más de ti y es que como hemos visto, la solución no es intentar aproximarte más a él, sino tomar distancia de él para captar de nuevo su interés en ti. Si él viera que te sientes ansiosa por atraerle, por que se enamore de ti, sabría que él está en la parte más fuerte y se aprovecharía de ello. Si sientes ansiedad, contrólala. Si empiezas a trabajar con mayor intensidad en la relación que él porque piensas que así le atraerás más, él lo notará sin duda, se empezará a relajar, dejará que seas tú quien haga la mayor parte del trabajo en la relación y tomará
más distancia de ti, lo cual, si no has controlado la ansiedad, el nerviosismo, desde el principio, puede causarte más ansiedad y querer trabajar aun con más intensidad en la relación, provocando a su vez aun más distancia en él. No dejes que ese círculo vicioso entre en tu relación nunca. La forma de corregir su distanciamiento no es como podría dictar a una mujer su lógica ir detrás de él, sino contrariamente, tomar distancia tú misma de él. De esa forma, él notará que no tiene del todo el control sobre ti y volverás a captar su interés porque querrá seguir conquistándote. No se trata de que hagas lo contrario de lo que él te dice o le gustaría, sino de que no hagas sólo lo que él te dice o le gustaría. Dale de eso, pero no demasiado. Si le dieras demasiada dosis de ello, vería que ya te tiene conquistada del todo y perdería la emoción de tener que seguir conquistándote, por lo que perdería el interés por ti, alejándole cada vez más. Tampoco se trata de que le des demasiado poco. Si él te viera como inaccesible hiciera lo que hiciera, empezaría a perder el interés. Sería como cuando tú quieres comprarte una casa, pero ni te molestas en mirar una de 10 millones de euros porque sabes que no va a poder ser tuya, así que ni te interesas por ella y buscas otra. Adrián estaba muy enamorado de Tania y así se lo demostraba. La llamaba varias veces y quería verla todos los días, tenía detalles con ella, era atento y muy cariñoso con ella. Ella estaba encantada y disfrutaba de ello, pero, a pesar de estar enamorada también de él, no se abría a él. Él la abrazaba frecuentemente, pero ella nunca lo hacía por iniciativa propia. Él le decía lo que encontraba de bonito y positivo en ella, pero ella nunca le decía lo que creía que tenía él de bonito y positivo. Siempre era él quien tomaba la iniciativa para hacer el amor. Casi siempre era él quien la llamaba y casi nunca a la inversa. Tania había recibido una educación muy estricta. Le encantaba recibir amor y quería también darlo, pero no sabía cómo, porque nunca la habían enseñado a mostrar sus sentimientos. Al cabo de unos meses, Adrián estaba preocupado por la actitud de ella. Pensaba que ella no le correspondía y así se lo dijo. Tania le respondió que sí le quería también, pero no sabía cómo demostrárselo porque nunca lo había hecho. Ella le pidió un poco más de tiempo. Adrián esperó pacientemente durante seis meses más, pero ella no cambió su actitud con él. Al cabo de ese tiempo, él ya llevaba muchos meses sintiéndose frustrado, porque ella nunca le había demostrado que era correspondido, así que decidió dejarla. Cuando Tania le pidió que no la dejara, diciéndole que a partir de ese momento le demostraría que también le quería, él ya no la creía,
pensó que en todo caso representaría un papel forzadamente. Aunque debes dejar que él trabaje en la relación un poco más que tú, no esperes que él haga todo el trabajo. Un hombre también puede perder el interés si ella le da demasiado poco, porque la verá como inalcanzable haga lo que haga, se sentirá frustrado constantemente y eso hará que su trabajo en la relación lo empiece a ver como un esfuerzo desperdiciado. La medida en que le debes dar emocionalmente para que el equilibrio esté ligeramente a tu favor, es siempre en general un poco menos de lo que él te dé, a no ser que él esté pasando por un mal momento (la muerte de un ser querido por ejemplo). En un caso así, tú deberías estar para él sin tener en cuenta si él te da menos o no, de la misma forma que él debería estar para ti, aunque aun en un caso así, debes estar pendiente a no agobiarle. Hazle saber que estás disponible para él pero no le agobies. Se trata de que le des cuando él te da, aunque siempre en general un poquito menos, de que cuando se lo des disfrutes dándoselo, de lo contrario lo notaría y él tampoco disfrutaría contigo y de que cuando él deja de dar, tú tomes distancia para reavivar su interés por ti. Cuándo debes dar, cuánto y cómo se convierte en un juego no difícil con un poco de práctica. El juego consiste en comprender la posición de cada una de las dos fuerzas (él y tú). Ten intereses, aficiones y actividades fuera de la relación Como ya hemos visto, lo que funciona es que tomes distancia de él cuando él se distancie de ti. La forma de hacerlo es teniendo intereses activos y aficiones fuera de la relación para ser más independiente. Si es tu caso, piensa en qué te gustaba hacer antes de que esa situación empezara a darse y empieza a practicarlo de nuevo. O tal vez haya algo que has estado queriendo hacer pero todavía no has iniciado, como estudiar de nuevo. Piensa en cuáles son de verdad tus intereses y aficiones, no los de él, y toma distancia de él a través de ello. Actuando de esta forma, conseguirás ser más independiente. Cuando eres más independiente, también aumenta tu autoestima, te sientes más segura de ti misma y te vuelves más misteriosa y más imprevisible con él. Esta mezcla es algo esencial para captar el interés de él por ti. Algo que es tremendamente atractivo para los hombres en una mujer, porque denota fortaleza, es que se esfuerce por conseguir cosas que para ella son importantes fuera de la relación, sobre todo si las consigue. Cuando actúes para tomar distancia de él, en lo que te intereses y hagas fuera de la relación tienen que ser cosas que genuinamente te interesen, con las que de verdad disfrutes. Si intentas hacerle creer que disfrutas con algo fuera de la relación con lo que en realidad no disfrutas, él lo notará y sabrá que estás
jugando para captar su interés y el efecto será el contrario. Seguro que hay algo de lo que de verdad disfrutas. El ciclo que debe repetirse continuamente en una relación de pareja Por lo tanto, como ya he dicho, para estar en una posición más fuerte en la pareja y tener un poco más de poder en la relación que él, lo mejor es dar un poco menos que él en general a lo largo de la relación, pero muy de vez en cuando, cuando él te demuestre su amor por ti plenamente, llega tú a darle un poquito más que él a ti durante un periodo corto de tiempo, para después disminuir esa intensidad hasta llegar de nuevo a darle un poco menos que él a ti para estimularle de nuevo a darte más, porque él querrá volver a sentir lo que le hacías sentir cuando tú le dabas más. De esa forma, él se mantendrá atraído por ti porque no se aburrirá, siempre tendrá el reto de volver a conquistarte para que le vuelvas a demostrar tu amor más intensamente, pero para eso, debe haberlo probado antes y volver a probarlo muy de vez en cuando para volver a recordarle lo delicioso que es. Es como el vaivén de las olas. Viene y va, vuelve a venir y se vuelve a ir y cada vez que se va, él vuelve a invertir más en la relación para que vuelva de nuevo. No escatimes cuando sea el momento de dar para ti. A él también le gusta que le digas cosas bonitas sobre él y que le mimes un poco (sin llegar a ser cargante, claro). A algunas mujeres les cuesta abrirse hasta ese punto, pero si no lo haces, no podrás hacerle saborear lo delicioso que es que le demuestres tu amor y sería muy difícil que llegara a “ engancharse” contigo. Quizás debas hablar con él Si hasta ahora has sido muy dependiente de él durante un largo tiempo y necesitas tomar distancia, habla con él sobre ello. No le digas bajo ningún concepto que lo haces para captar su interés, porque eso agotaría la imprevisibilidad, el misterio. Dile que has estado reflexionando y crees que has sido hasta entonces demasiado dependiente, que eso ha hecho que te sintieras más nerviosa y que necesitas hacer otras cosas fuera de la relación para sentirte mejor contigo misma. De esa forma, él te verá como una mujer más independiente, pero al mismo tiempo tendrá la tranquilidad de saber que no has desconectado de la relación, que no estás pensando en dejarle o no le estás siendo infiel con otro (lo cual podría provocar que lo hiciese él primero si pensara que lo estás haciendo tú).
SEGUNDA PARTE
CAPITULO IV EL INICIO No te involucres con hombres que tengan pareja Sé que esto es algo obvio, pero quiero recordarlo: no tengas nada con hombres casados o que aunque no le estén, tengan pareja. Además de que éticamente es algo incorrecto, te dejaría con muy mal sabor porque estarías invirtiendo tu energía en un hombre que es muy improbable que alguna vez pudiera tomarte en serio, sobre todo si vive con su pareja, más aún si está casado y aún más si tiene hijos con esa mujer. Si soportaras eso, él pensaría que podrías soportar cualquier falta de respeto. Si te respetas a ti misma, no lo harás. La gran mayoría de las mujeres que se han liado (y esa es la palabra, liarse, porque sólo llega a ser un lío) con hombres que tenían pareja, sobre todo, como he dicho anteriormente, si vivían con ella, han terminado por desperdiciar ese tiempo de sus vidas en algo que estaba avocado al fracaso desde el mismo principio. Durante esas historias, esas mujeres han estado esperando a que las llamasen o les enviaran un mensaje de texto a escondidas, esperando a saber cuándo podrían verle, disminuyendo considerablemente su vida social porque tenían que adaptarse a los pequeños huecos que ellos les dejaban cuando ellos querían y no han tenido ninguna relación de pareja por la misma razón, porque tenían que adaptarse a un hombre que no les daba casi nada. Si estás en algo así con un hombre que tiene pareja, date cuenta de que aunque dejara a su pareja, al igual que está siendo infiel contigo, lo más seguro es que también te fuera infiel a ti. Ese tipo de hombres son así. Eso no puede llevarte a nada bueno, incluso si dejara a su pareja por ti. La fase de inicio no es una relación de pareja Tienes que tener muy claro que no cualquier contacto continuado con un hombre es una relación de pareja. Cuando empieces a salir con alguien, no dejes de seguir conociendo y salir con otros hasta que sepas que el hombre que te gusta es compatible contigo y te haya demostrado que se lo toma en serio, como una relación de pareja contigo. La mayoría de las mujeres piensan que empezar a salir con alguien es empezar a tener una relación de pareja, pero en muchos casos no es así. Pensar así es poder ponerse en una posición vulnerable desde la que desaprensivos con pocos escrúpulos pueden abusar de ellas (remítete a la condiciones básicas que tienen que cumplirse cuando él se lo toma como una relación de pareja, en el apartado “ Cuando él se toma lo vuestro como una relación”, en el capítulo V). Muchos
hombres tienen como objetivo la conquista de una mujer, meterse en su cama y largarse y una mujer que cree que tiene una relación de pareja en cuanto empieza a salir con un hombre desde el principio, puede ser blanco de uno de esos desaprensivos. El principal objetivo de los hombres cuando conocen a una mujer El principal objetivo de la mayoría de los hombres cuando conocen a mujer que les gusta es sexo, te guste o no. La mayoría no piensan en casarse con ella ni en que tiene potencial como para querer en el futuro formar una familia con ella, pero no te alarmes, también la mayoría pueden cambiar ese objetivo en poco tiempo cuando ven que la mujer con la que salen es especial, cuando ven que es una mujer fuerte, firme, femenina, positiva y a quien hay que conquistar para acceder a ella. Entonces empiezan a verla como especial y es cuando quieren exclusividad entre los dos. Sigue con tu vida de la misma forma que estaba y sigue conociendo y saliendo con otros Mientras él no te demuestre que se lo toma como una relación de pareja contigo, sigue tu vida de la misma forma que estaba hasta que le conociste, pero incorporándole en algunos espacios de tu tiempo cuando se lo merezca. Eso, por supuesto, quiere decir que debes seguir conociendo a otros y saliendo con otros hasta entonces. Eso es lo que han hecho siempre y siguen haciendo la gran mayoría de los hombres, pero por supuesto, él nunca te lo contará. Él intentará hacerte creer que sólo sale contigo desde el principio. Aunque tener fe es algo fantástico, no lo es en las relaciones cuando él no demuestra que está comprometido. Remítete no sólo a sus palabras, sino también a sus actos contigo. Las palabras románticas son maravillosas sólo cuando están respaldadas por sus actos pero si no lo están, simplemente está mintiendo. De la misma forma que los hombres salen con varias a la vez al principio (que como ya te he dicho, son la gran mayoría) y no se lo cuentan a ella, no le digas que tú sales también con otro/s. Piensa que es una mentira blanca, puesto que no estás siendo infiel a nadie, ya que todavía no hay una relación de pareja. Si supiera que tú lo haces, pensaría que eres alguien que le sería infiel y le podría dejar en la estacada a las primeras de cambio (aunque él lo haga). De momento, sólo salís, lo pasáis bien y os estáis conociendo. En esta fase, se trata de que le evalúes para saber si es compatible contigo y si lo es, tomártelo como una relación de pareja sólo cuando él te demuestre que así se lo toma. Salir con varios a la vez hasta que empiece a ser una relación de pareja tiene múltiples e importantes beneficios: · No tendrás la posibilidad de quedarte atascada en caso de que él no se lo
llegara a tomar nunca como una relación, puesto que tú has seguido conociendo a otros y podrías dejar de verle sin que te doliera (o al menos con anestesia) en ese caso. · En el caso de que no llegase a una relación, no sentirías que ha sido una pérdida de tiempo cuando dejaras de verle, simplemente sabrías que te lo has pasado bien y que has aprendido algo más sin que tu vida amorosa se detuviera. · Estarás segura de que tienes opciones y eso hace que puedas ver las cosas más claras, siendo más objetiva sobre su actitud contigo, a la vez que hace que puedas escoger de entre los varios hombres con los que sales, el más compatible contigo y mejor te trate. · Tendrás más seguridad en ti misma y ello se reflejará en tu actitud y él lo notará. · Ayudará a que no estés demasiado disponible para él, puesto que tendrás también otros a los que prestar atención. Tu atención no quedará centrada en uno solo, sino en varios a la vez, haciendo que se diluya. Como ya hemos visto, estar demasiado disponible para él hace que él empiece a perder interés y eso es algo a evitar siempre. · No querrás ir tan deprisa, puesto que te estás divirtiendo y conociendo a varios a la vez, querrás tomártelo con más calma para evaluarles y compararles entre ellos. De esa forma, será él el que quiera más de ti que tú de él y eso le atraerá más. · Ayudará a que en vez de ser tú la que trabaje para que se inicie una relación, dejes que sea él quien se esfuerce mucho más que tú para ganarte (puesto que hay varios que quieren ganarte) y recuerda que esta es una regla fundamental para que él se enamore de verdad de ti. Aquí debo aclarar que a no ser que lo único que quieras sea sexo, no se trata de acostarte con los varios hombres con los que salgas, sino de conoceros sin sexo hasta que empieces una relación de pareja con uno de ellos. Cuando inicies una relación con uno de ellos, será el momento de dejar de ver a los demás, de otra forma, estarías incurriendo en infidelidad. El primer contacto Poder de atracción En principio, las personas más compatibles entre sí son las que tienen un nivel de poder de atracción similar cuando se conocen, aunque por supuesto, esto no previene de futuros desequilibrios.
En una relación, el miembro que menor poder de atracción tenga, será el que se enamore más rápidamente. No confundas atracción física a primera vista con amor a primera vista Cuando dos personas se conocen y hay una fuerte atracción entre los dos, se puede llegar a pensar que se ha sentido amor a primera vista, pero no te confundas, es sólo atracción física lo único que en el primer momento podéis sentir el uno por el otro. No cometas el error de ser demasiado pasional y pensar que estás enamorada desde el principio. Si cometes ese error, puedes ser presa de desaprensivos que quieran aprovecharse de ti. Si lo que creyeras sentir desde el principio fuera enamoramiento hacia él, él captaría enseguida que te tendría controlada desde el principio y por tanto, harías desde el principio que él empezara a invertir en la relación menos que tú. Es válido que ella inicie el primer contacto Aunque siempre es mejor si es él quien inicia el primer contacto para conocerla, no es algo indebido si ella hace la primera toma de contacto, pero a lo hombres les gusta conquistar. Si ella hace todo el trabajo, él no tendrá esa emoción de la conquista, así que si es ella quien se aproxima a él para conocerle, una vez hecha esa primera toma de contacto, debe dejar que sea él quien haga el resto del trabajo, quien se esfuerce para gustarle a ella y para volver a verla. Debe ser él quien inicie el segundo contacto. Helena conoció a Tomás en una librería. Él estaba ojeando un libro que ella había leído y le dijo que era un buen libro y que se lo recomendaba. Él, intrigado, le preguntó más sobre el libro e iniciaron una conversación sobre éste y sobre su autor. Él le preguntó si le gustaría ir a tomar un café juntos, pero ella le contestó que no podía porque tenía una clase de Pilates en media hora. Él entonces le pidió su teléfono para poder ir a tomar ese café otro día. Ella se lo dio y él le dio a ella el suyo (sin que ella se lo pidiera). Ella esperó a que él la llamara, cosa que hizo a los dos días. Las primeras citas Deja que sea él quien sugiera una primera cita contigo. En las primeras citas, es importante dejarle queriendo más de ti. La primera cita puede ser para tomar un café de día o una copa rápida después del trabajo, una cita de aproximadamente una hora. No le beses en la primera cita o podría pensar que se lo estás poniendo demasiado fácil. Deja que se lo gane al menos en la segunda cita si se lo merece. En la primera cita, aun no puedes saber si él se merece que te bese o no.
Despídete cuando ves que todavía él quiere seguir sabiendo de ti y se lo está pasando bien. Eso hará que él quiera volver a verte pronto. Al despedirte, dile que te lo has pasado bien, pero que tienes que hacer algo. Deja que sea él quien te diga que quiere volver a verte, quien tome la iniciativa de una segunda cita. Si él te gusta, despídete con una sonrisa dulce pero sensual a la vez. Eso le indicará que aunque te despides pronto, hay posibilidades de volver a verte. En la primera cita, además de darte cuenta de si él te atrae como para querer volver a verle, fíjate en sus modales, en si te presta atención, en si tiene gestos contigo que indican que podría estar dispuesto a trabajar para que funcionase una relación contigo, como pagar la primera factura (esto es imprescindible, de otra forma indicaría que es un tacaño), o si no has ido en coche, ofrecerse para llevarte. En definitiva, fíjate en todos los aspectos que ves. Recuerda que en general, si le interesas, intentará en las primeras citas que veas su versión mejorada, por lo que si algo no te gusta, lo más seguro es que ese algo te guste menos todavía dentro de un tiempo si seguís viéndoos porque en realidad estará más intensificado de lo que ves al principio. Por supuesto, aunque tú tengas su teléfono o e-mail, deja que sea él quien te contacte para una segunda cita y cuando lo haga, no digas que sí a la primera. Cuando te sugiera una fecha, dile que ese día no puedes porque tienes que hacer algo, pero que puedes otro día (indícale el día que puedes) y dile que si no es ese, no sabes en ese mismo momento cuándo podrá ser, porque tienes otras cosas que hacer otros días (ir a ver a tu madre, quedar una amiga, ir al gimnasio, jugar a tenis, etc.). El caso es que él vea que tú no estabas vigilando el teléfono esperando a que sonara y que fuera él y que tienes una vida que disfrutas aunque no tengas pareja. Deja también que sea él quien en la segunda cita decida dónde vais, que empiece ya a esforzarse por ti para ganarte. Es importante que él te vea como una mujer cautivadora desde el principio. ¿Recuerdas el dicho “ dime de qué presumes y te diré de lo que careces”?. Una mujer cautivadora no tiene una actitud prepotente. Si presumieras exageradamente de alguna virtud o aptitud, él pensaría que seguramente careces de ella, además de pensar (de nuevo) que te estás esforzando mucho para que él te escoja a ti. También puede aplicarse a los bienes materiales que tengas (no tengas una actitud prepotente tampoco en ese aspecto). Deja que él descubra tus encantos, de esa forma también se mantiene el misterio y le deja queriendo volver a verte para seguir descubriéndote. Una mujer cautivadora no va chafando lo que los demás cuentan sobre sus experiencias porque no quiere hacer de menos a los demás. Es irritante cuando le cuentas a alguien que fuiste a cenar a un restaurante especial en tu aniversario y te dice “ ah, ya, ese restaurante lo conozco, pero tampoco es nada especial, el que es muy especial es al que yo voy mucho, el Juliet’s, es un restaurante muy exclusivo, hay que pertenecer a la élite para poder cenar ahí. Afortunadamente yo sí puedo hacerlo, aunque no cualquiera puede, claro”. Cuando él te cuente alguna experiencia (a no ser que mencione a alguna
ex o se trate de una experiencia sexual), préstale atención, hazle sentir que disfrutas de lo que te cuenta y que piensas que esa experiencia suya es algo especial. Eso le hará también sentir especial cuando está contigo. Empezáis a salir juntos Atracción no implica compatibilidad Debes estar alerta cuando se trata de sentir atracción por un hombre. Que un hombre y una mujer sientan atracción el uno por el otro no implica que sean compatibles como pareja. No pienses desde el principio que es compatible contigo sólo porque sientes atracción hacia él. Para saber si sois compatibles o no, primero debéis conoceros. Ten con él la actitud correcta desde el principio Los hombres creen saber cómo son casi todas las mujeres, pero cuando aparece en su vida una mujer diferente, entonces es cuando su pasión se despierta y mientras ella siga siendo diferente a la mayoría, su pasión seguirá despierta. Si tú eres esa mujer diferente, especial, se esforzará por que él te guste y por enamorarte, se sentirá incontrolablemente atraído hacia ti y como si acabara de nacer a una nueva vida que tú le has abierto. No sabrá por qué exactamente, sólo sabrá que no ha conocido a otra igual y que no podría conocer a otra tan especial y que le hiciera sentir así nunca. Si quieres ser esa mujer diferente y especial para él, ten en cuenta estos puntos importantísimos esenciales para convertirte en ella. No seas demasiado emocional Si eres demasiado emocional, controla tus emociones. Recuerda que a los hombres no les gustan las mujeres demasiado emocionales. Los hombres son en general menos emocionales que las mujeres y las mujeres demasiado emocionales les desbordan, les irritan y huyen de ellas. No seas totalmente previsible Esto es también algo esencial para que se sienta atraído por ti. Si él sabe cómo vas a reaccionar en todo momento y lo que va a pasar en todo momento, empieza a aburrirse. Evita que se aburra no sabiendo siempre cuándo te verá o cómo vas a reaccionar con él. Esto es algo que no sólo debe cumplirse en esta fase, cuando empezáis a salir, sino siempre, incluso cuando ya estéis en una relación de pareja establecida. Nunca dejes que él se convierta en el centro de tu vida Como ya te he dicho antes, si un hombre nota que la vida de ella gira en torno a él, que lo más importante en la vida de ella es él, ella se sitúa
automáticamente en una posición débil en la relación. Él centro de tu vida debes ser tú, desde el mismo principio y a lo largo de toda la relación. Un hombre tiene que saber que emocionalmente eres lo suficientemente independiente, que no necesitas que nadie te complete y que no te sientes indefensa sin un hombre. Eso es algo esencial para que él se sienta atraído por ti. Por supuesto, esto debe saberlo por tu actitud, no porque se lo digas verbalmente. A los hombres no les gustan las mujeres que van con actitud prepotente de duras. Sigue teniendo tus interes y actividades, no las dejes por él Como también ya te he explicado antes, eso hace que seas más independiente. Si conoces a alguien y empezaras a dejar de hacer cosas que te gustan por estar más tiempo con él, sabrá que te tiene controlada. No dejes de ser tú misma y de hacer cosas que te gustan. No dejes tu agenda demasiado disponible para él Cuando no estás demasiado disponible para él, aumenta su deseo por conquistarte. Nunca seas una rellenahuecos No estés disponible para él siempre. Presta atención a la manera en que te trata, no dejes que te asigne sólo huecos de tiempo a rellenar cuando ya no tiene otra opción (esto también es algo a aplicar en cualquier fase de la relación). Cuando quedes con él, tú debes ser su prioridad para ese tiempo que paséis juntos, no dejes que te utilice para rellenar un hueco después de haber salido con sus amigos o cuando ya no ha podido quedar con otra. Por eso, al principio, no quedes con él para el fin de semana si no es como muy tarde el jueves. Si te llama para quedar el viernes o más tarde, dile que ya tienes planes para el fin de semana. Si te dice que quedéis para después de estar con sus amigos, ya tarde, o si te dice que te tiene que dejar temprano porque después ha quedado, dile que no, que ya quedaréis otro día en que podáis estar más tiempo tranquilamente. Por supuesto, mucho menos acudas a su llamada si te llama tarde para que vayas a su casa o ir él a la tuya. En ese caso dile que estás cansada y quieres descansar y que ya quedaréis otro día más temprano (y fuera, no en casa, claro). No te esfuerces demasiado
Está bien mostrarle las virtudes que tienes, aunque por supuesto, hay que guardar un equilibrio también en esto. Ya sea sentido del humor (tampoco le gustaría que estuvieras haciendo bromas constantemente y que parecieras una payasa), que sabes cocinar bien (no se trata de que estés esforzándote frecuentemente en la cocina para él), etc. Si te esfuerzas demasiado por demostrarle tus virtudes, pensará que te estás esforzando demasiado para conseguirle. No intentes parecer demasiado sexy Parecer sexy con gestos, miradas, palabras, etc., está muy bien cuando se usa en la justa medida, pero cuando se usa en exceso, él lo ve como un esfuerzo exagerado de ella por gustarle, la ve como una chica fácil, lo cual crea emocionalmente el efecto contrario. ¡Manos quietas! En cuanto a cuándo tener sexo con él la primera vez, en todos los casos no debe ser nunca menos de un mes desde que él y ella empezaron a salir. Hay que decir que no hay un tiempo exacto para todos, pero él debería haberle demostrado a ella que sólo está con ella porque así lo quiere, que no sale con nadie más y debe ser iniciativa de él. En definitiva, debe estar ya tomándoselo como una relación. A él le gusta que ella le haga esperar; de otra forma, pensaría que ella ha podido estar acostándose con cualquiera. Un hombre no considera como especial una mujer a la que cualquiera ha podido acceder, no la consideraría alguien a quien hay que conquistar y sin esa emoción de la conquista, no es posible que se enamore. Tal vez la idea de tener sexo por primera vez sólo cuando él se lo toma contigo como una relación te parezca anticuada. Tal vez pienses que si no puede llegar a ser una relación teniendo sexo desde antes tampoco podría llegar a serlo después. Si es así, seguramente ya habrás tenido sexo con alguien que no se lo tomaba contigo como una relación, pero sinceramente, ¿se lo llegó a tomar él como una relación?. Sólo en excepciones puede llegar a ser así, aparte de casos en que ya existía una amistad previa desde hacía un tiempo, él estaba enamorado de ella y así se lo demostraba ya previamente desde hacía un tiempo (y aún así tampoco lo recomiendo). O tal vez pienses que si le haces esperar a tener sexo por primera vez hasta que se lo tome contigo como una relación se crearía unas expectativas demasiado altas sobre ti en la cama y podrías desilusionarle cuando llegara el momento. Si es así, te digo que estás completamente equivocada. Los hombres aprecian muchísimo más la primera vez con una mujer que les ha hecho esperar hasta tomárselo como una relación y para lo que él ha tenido que trabajar mucho más que la primera vez con una mujer que no ha esperado hasta entonces y les
hace el molinillo dentro de la vagina. La gran diferencia es que en el primer caso él tiene sentimientos más profundos por ella que en el segundo y eso les hará sentir mucho más intensamente y lo percibirán como mucho más especial. Lucía había tenido dos citas con Pedro, un hombre que se había portado con ella como un caballero. Antes de la tercera cita, Lucía pensó que puesto que Pedro demostraba mucho interés por ella, ya había llegado el momento de pasar al dormitorio y que eso haría que sus sentimientos por ella aumentaran, así que cuando Pedro la llamó para quedar para la tercera cita, a ella le faltó tiempo para ir a comprarse un nuevo juego de corsé con culote de encaje y sus correspondientes medias. Cuando estaban en la cita, tomando una copa en un acogedor reservado, ella se subió la falda más de la cuenta para que él pudiese disfrutar de la vista del encaje de las ligas de sus medias sobre sus muslos. Él, aun siendo un caballero, vio la luz verde a su entrepierna encendida, así que le acarició los muslos y se besaron muy apasionadamente. Entonces ella le dijo que era mejor que fueran a su casa, así que allí fueron, directos a la cama. A partir de entonces, Pedro empezó a perder el interés por ella y sólo quiso verla muy de vez en cuando durante algunas semanas más y siempre para ir a la cama. Lucía, que llevaba desde los 17 años teniendo esa actitud con los hombres, no entendía qué había pasado, a pesar de que a sus 28 años y los muy numerosos hombres que habían pasado por su cama, ninguno la había nunca tomado en serio, aunque ella lo intentó una y otra vez. Algo permanente en la cabeza de los hombres y que debes tener siempre en cuenta, en cualquier fase de la relación, es lo siguiente: “ ¿cuál es el objetivo para comprometerme más pudiendo tener lo que quiero sin compromiso o sin un mayor compromiso?”. Si los hombres no ven objetivo para comprometerse o para un mayor compromiso porque ya han conseguido lo que querían, no se comprometerán o no lo harán con más intensidad. No confundas sexo con amor. Los hombres suelen separar más fácilmente las dos cosas. Las mujeres suelen atar al sexo sentimientos de amor mucho más fácilmente. Aunque estés saliendo con alguien, el sexo no hará que él se enamore de ti más fácilmente si se empieza a practicar antes de tiempo. De hecho, si tienes sexo con él antes de tiempo, lo más seguro es que él empiece a perder interés. Si en la primera o segunda cita te pide que te acuestes con él, directamente o sugiriéndolo, bien verbalmente o con actos (como intentar tocarte el pecho o tus partes más íntimas), no vuelvas a verle. Aunque la mayoría de los hombres al principio tengan como principal objetivo llevarte a la cama, si esto sucede, te está dejando bien claro que lo único que quiere contigo es sexo y
no piensa ni pensará nunca tener nada más contigo. Si él quiere de verdad una relación con ella, estará a gusto con ella al principio sólo disfrutando de su compañía sin sexo. Intentará que ella se sienta a gusto con él y no le dará motivos para que ella dude de qué es lo que él quiere con ella, hará que ella le vea como un caballero. Si un hombre intenta presionar a una mujer para tener sexo con él de cualquier forma, es porque no quiere ni querrá una relación con ella y una vez tengan sexo, empezará a perder el interés. Los hombres han hecho hacer creer a las mujeres que el sexo haría que se enamoraran de ellas, que es algo esencial para ello, sobre todo durante las últimas décadas, pero la verdad es que no. Aunque el sexo es importante en una relación de pareja porque hace que esté más conectada cuando es disfrutado por los dos, eso no es lo que hace que un hombre quiera iniciar una relación con una mujer o no. Lo que hará que la quiera iniciar será lo que sienta por ella antes de tener sexo con ella por primera vez. Si él de verdad está interesado en una relación de pareja con ella, la respetará, tendrá paciencia y no la presionará. Si él intenta presionarla, es porque con esa falta de respeto, le está demostrando a ella que lo único que quiere es un lío con unas cuantas sesiones de cama, le diga lo que le diga (muchos mienten cruelmente diciendo que la quieren, que es la mujer de su vida, hasta muchos llegan a hablar de querer casarse y de tener hijos juntos para conseguirlo). Si un hombre intenta presionarte en ese aspecto, no vuelvas a verle. Hasta que llegue el momento de hacer el amor por primera vez, no caigas en la trampa de involucrarte en conversaciones eróticas. Te aseguro que él lo intentará una y otra vez, pero si caes en eso, él se irritará, porque a pesar de que haya sido él quien haya sacado el tema, pensará que le pones el caramelo en la boca y después se lo quitas. Por supuesto, mucho menos caigas en la trampa de retozar con él en posición horizontal hasta que se excite muchísimo, porque su irritación será mayor y aún mucho menos, duermas con él hasta que llegue ese momento. Sí, ya sé que puedes estar pensando que él es un caballero y que te ha dicho que sólo vais a dormir y que no intentará nada contigo, pero te aseguro que hasta el caballero más caballero lo intentará. Dormir juntos por primera vez significa en la mente de un hombre que también habrá sexo, aunque le hayas dicho que no lo va a haber y él te haya dicho que no lo intentará, pero en su mente esa conversación es sólo un juego de tira y afloja, en el que juegas a hacerte un poco dura, pero estás deseando hacer el amor con él en cuanto os metáis en la cama (aunque él te haya repetido varias veces que no es así). Créeme, dormir con él antes de que llegue el momento correcto de hacer el amor por primera vez es un gran error porque sólo hay dos posibles finales a esa situación: una es que acabéis teniendo sexo antes de que llegue el momento correcto y otra es que no lo hagáis, pero él acabe resentido contigo por haberle hecho creer que lo ibais a tener (eso es lo que piensan los hombres) y en cualquiera de esos dos casos el resultado más seguro sería que él empezara a perder interés por ti.
Mónica y Roberto salían desde hacía un poco más de un mes. Roberto mostraba todos los signos de estar en el camino para poder llegar a interesarse por Mónica para tener una relación, aunque todavía no se lo tomaba así. Todavía no habían hecho el amor. Una noche, cuando se estaban despidiendo, él le dijo a ella que le encantaría que por lo menos durmieran juntos, que sería un caballero y no intentaría nada con ella, que sólo quería que durmieran juntos. Mónica pensó que dormir solamente era inofensivo y que a ella también le parecía muy romántico dormir juntos, así que cedió. En cuanto se metieron en la cama, él empezó a besarla muy apasionadamente y se abalanzó sobre ella, estando ya ella al cabo de un rato desnuda de cintura para arriba y las partes íntimas de él sobre las de ella, separadas sólo por las delgadas telas de los pantalones de los pijamas. Ella entonces le dijo que parara, que se suponía que sólo iban a dormir y él le contestó que no veía razón para que no hicieran ya el amor y que ya había llegado el momento, puesto que estaban ya en esa situación. Ella le dijo que quería que esperaran un poco más y él le preguntó que entonces por qué había dejado que las cosas llegaran a ese extremo. Ella le dijo que él le había dicho que sólo iban a dormir. Él entonces dijo que era mejor que dejaran el tema, se levantó enfadado con su almohada y se fue a dormir al sofá. A la mañana siguiente, ella le preguntó si seguía enfadado y él le dijo que seguía sin entender por qué estando ya en la situación a la que ya habían llegado la noche anterior no habían hecho el amor y que era mejor que no se vieran en unos días para digerir lo que había pasado. Ella le dijo que era sólo cuestión de un poco de tiempo más, nada más y él le contestó que entendía que necesitara un poco de tiempo más, pero entonces ella también debía entender que necesitaba unos días sin verla para digerir aquello. Roberto no quiso volver a verla. No creas cualquier cosa que te diga en cuanto a lo que siente por ti hasta que te lo demuestre Él no muestra al principio su verdadera personalidad. Lo más habitual es que al principio, cuando él y ella empiezan a salir, él muestre su lado más encantador porque sabe que esa es la forma más fácil para llevársela a la cama, por eso no creas todo lo que te dice por el simple hecho de decírtelo verbalmente. Las frases románticas y los piropos están muy bien, pero además debe demostrar que de verdad piensa lo que dice en esas frases románticas y esos piropos con hechos a lo largo del tiempo. Muchos hombres están acostumbrados a que las mujeres se le derritan y se entreguen por completo cuando les dicen unas cuantas frases románticas y las dicen casi por inercia, esperando que eso suceda de nuevo. Demuéstrale que tú eres dulce y que él te parece especial, pero no le des demasiado o pensará que
eres débil. Deja que se esfuerce por ti para que sepa que tú eres especial y no como las mujeres que se le han derretido por unas cuantas frases románticas, poniéndose ellas mismas automáticamente desde el principio en una posición débil respecto a él. Demuéstrale que tú eres una mujer firme. No intentes ir demasiado deprisa Cuando empieces a salir con alguien, no quieras ir demasiado deprisa porque eso le asustaría, sentiría que no es él quien está tomando la decisión de comprometerse, lo que haría que se sintiera atrapado y le distanciaría. Deja que sea él quien te demuestre que quiere algo más contigo, de esa forma se sentirá libre cuando se sienta comprometido en una relación contigo. Cuando empecéis a salir, no te refieras a él como “ mi novio”, o empieces a hablar de planes juntos en el futuro o empieces a hablar en primera persona del plural (nosotros) o le estarías demostrando que ya quieres una relación de pareja con él antes de saber cómo es él, antes de que se lo gane. Deja que sea él quien se lo gane. Por supuesto, deja que sea él siempre quien saque el tema de los niños. Si lo haces tú, pensará que sientes que tu reloj biológico está corriendo y que estás buscando a toda costa un padre para tus futuros hijos. Te aseguro que casi todos saldrían corriendo ante ese panorama. Aún así, cuando él te pregunte si quieres tener hijos, dile, si quieres tenerlos, que sí, tampoco hay razón para ocultarlo, pero también dile que de todas formas, en caso de no tenerlos, también serías feliz, que no serías como una de esas mujeres que se deprimen y no podrían ser felices sin hijos. No le preguntes qué busca No preguntes a un hombre qué es lo que está buscando, si quiere una relación de pareja o cómo es la mujer que querría encontrar. Si lo hicieras, pensaría que ya te tiene asegurada porque tú quieres una relación con él antes de que él te demuestre que quiere una relación contigo, o que estás dispuesta a interpretar el papel de la mujer que quiere encontrar. Un hombre debe descubrir cómo eres y sentirse atraído por quien y cómo eres sin que él crea que estás interpretando ningún papel. Si sospechara que estás interpretando un papel, pensaría que estás desesperada por estar con un hombre y eso le repelería No le preguntes demasiadas cosas sobre él Cuando empieces a salir con él, no le preguntes demasiadas cosas sobre él, eso hace sentir a los hombres incómodos en vez de sentir que los dos estáis disfrutando juntos. Esto no significa que no puedas preguntarle cosas sobre él, de hecho, debes preguntárselas, eso te dará una referencia importante sobre él, no sólo por lo que responda, sino también por cómo lo haga, pero no lo hagas
como si estuvieras examinándole. No le cuentes todo sobre tu vida Cuando una mujer y un hombre se están conociendo, lo más inteligente es que ella no le cuente cosas que a él le parecerían negativas, como por ejemplo que no tiene muy buena relación con su padre, su celulitis en el trasero, que tiene una compañera de trabajo que le hace las cosas difíciles o experiencias negativas pasadas, como que tomó drogas durante un tiempo, que en su última relación el que era su novio la ignoraba, que durante una temporada fue prácticamente ninfómana o que tuvo un aborto provocado. Cosas así pueden cambiar la percepción que él tenga de ella, pudiendo impedir que pueda enamorarse. Él no tiene por qué saber nunca todos y cada uno de los detalles del pasado de ella, ni siquiera de su presente. Hay cosas que es mejor que él no sepa nunca. Además, lo pasado, en el pasado se debe quedar. Una mujer con alta autoestima no deja que traumas pasados sigan siendo un problema en su vida y cuando tiene un problema en el presente, encuentra una solución a la situación tomándoselo de la forma más positiva posible, porque sabe que aunque ahora tenga un problema, lo solucionará o lo dejará atrás, sin agobiarse demasiado y sin agobiar con ello a su pareja. En cuanto a su físico (algo de lo que muchas mujeres se quejan estando en presencia de él), aunque quiera mejorar, se quiere tal y como es, su físico no le impide amarse a sí misma y no se queja de él. Con esta actitud ella demuestra que es una mujer fuerte y equilibrada. Esto se refleja en su forma de ser y es muy atractivo para él. Ella tampoco debe hablar con él sobre su pasado sexual. A los hombres les gusta sentir que ella es especial, que muy pocos han podido conquistarla. Esperemos que él no te pregunte con cuántos has tenido relaciones sexuales, pero si te lo pregunta dile que es mejor que no habléis de eso, que ni tú quieres saber sobre su pasado sexual ni crees que proceda que él sepa del tuyo. Si insiste, miente y di como mucho ocho si han sido más, al menos son menos que los dedos de las dos manos. No hables mal sobre tus ex o sobre los hombres en general No hagas comentarios negativos sobre tus ex o sobre los hombres en general. Si lo hicieras, él pensaría que estás resentida con los hombres y que lo pagarías con él si empezara una relación contigo. Escúchale Cuando hables con él, no sólo le oigas. Escúchale. Expresa interés en lo que te dice, sobre todo cuando te cuenta cosas sobre él, sobre cómo se siente, su trabajo, sus proyectos, etc. Como ya he dicho antes, eso hace que se sienta
apreciado por ti, que se sienta especial cuando está contigo. Él querría sentirse proveedor si iniciara una relación Cuando hables sobre tu profesión, no lo hagas con prepotencia, aunque por supuesto, tampoco restes méritos a tu trayectoria profesional. Aunque el rol tradicional de hombre proveedor ha cambiado, los hombres tienen incrustado en su cerebro que aunque no sean el único proveedor, ellos tienen que proveer y lo consideran parte de su papel masculino, parte de su hombría. Aunque a los hombres les gustan las mujeres independientes, no les gustan las mujeres prepotentes que intentan hacerles sentir inferiores presumiendo de que su carrera profesional es mejor y de que ganan más que él. Eso es un ataque a su hombría. Cualquier hombre huirá de una mujer así. Aunque tengas una carrera profesional más exitosa que él y ganes más dinero que él, no actúes así o pensaría que intentas hacerle creer que su valor como hombre es menor por ello. Deja que haga por ti cosas enmarcadas dentro del rol masculino Para los hombres es algo muy importante sentirse masculinos con la mujer con la que están y que ella le perciba así. Un factor esencial para sentirse masculino con la mujer con la que están es sentir que la protegen y que ella se siente protegida por él y algo imprescindible para ello es que él haga cosas por ti que se encuadran tradicionalmente dentro del rol masculino, como por ejemplo que levante por ti algo pesado, que te deje su chaqueta si tienes frío, que espante un bichito por ti, etc. Eso les hace sentirse “ un hombre de verdad” y hace que él sepa que tú también le ves así. De otra forma, no podría sentirse totalmente realizado como hombre en la relación y se sentiría frustrado. Déjale ser “ un hombre de verdad”. Por supuesto, cuando haga algo positivo por ti, agradéceselo. Eso le hará saber que lo aprecias y hará que se sienta motivado a seguir haciéndolo. Disfruta del camino también en esta fase Si estás en la fase de salir con uno o varios hombres a la vez hasta que se inicie una relación, no te lo tomes como un suplicio hasta que ésta inicie, sino como una aventura de la que disfrutar mientras aprendes. Si disfrutas de ello, ellos lo notarán y serás aun más atractiva para ellos. Que una mujer disfrute de la vida es una virtud muy atractiva para los hombres. Cuando tengas citas con un hombre, ocúpate más de disfrutar que de impresionarle. Qué observa él en esta fase
Los siguientes puntos son los que más suelen observar los hombres de ella en esta fase. La disponibilidad de ella para iniciar una relación con él Cuando empezáis a salir juntos, él supone que tú le perseguirás, que esperas que él empiece a hablar de vuestros planes futuros, que estarás contando los minutos desde la última vez que le viste hasta que vuelvas a verle y que dejarás todo por estar con él aunque sea un ratito. Cuando no lo haces, le choca tanto que empieza a pensar qué es lo que pasa, por qué no pasa lo que siempre le había pasado con las demás. Él empieza a pensar “ no la entiendo, siempre han sido ellas quienes iban detrás de mí, quienes me llamaban más que yo a ellas y quienes siempre estaban dispuestas a dejar cualquier cosa para verme. En esta relación parece que los roles de hombre-mujer están invertidos. ¿Qué es lo que le pasa?”. Eso empieza a despertar aún más interés en él por ti, por querer descubrir cómo eres y por querer hacer que él sea tu prioridad (algo que nunca debe suceder). Como ya sabes, si ella no le supone un reto, él se aburre y pierde el interés en ella. Si es así, él hace un cálculo mental desde el principio de cuándo y cómo va a dejar de verla. Cuando los dos empiezan a salir, ella no debe mostrar enfado por que él no se ha enamorado todavía de ella o porque todavía él no ha mostrado que quiera una relación de pareja con ella porque él no muestra todavía signos de que así sea. Si lo hace, él puede verla como una persona que se enfada por cualquier cosa, como una persona conflictiva, negativa y difícil. Ella debe corregir desequilibrios cuando ocurran, pero sin mostrar enfado, sino mostrándole falta de interés en cierto grado (ese grado dependerá de cada situación) cuando él no se porta con ella como es debido. El enfado por ese motivo, además de mostrarle que ella ya quiere una relación antes de que la quiera él (lo cual hace que él pierda el interés), es algo que los hombres ven como un intento de manipularle y los hombres odian cualquier intento de manipulación y suelen huir de cualquier mujer que muestre que quiere manipularle. El esfuerzo que ella está dispuesta a hacer por atraerle Algo en lo que las mujeres en general se esfuerzan mucho cuando empiezan a salir con un hombre es en su apariencia física. Es normal querer estar guapa, pero si eso llega a ser una obsesión para atraerle, él se dará cuenta. Es como gritarle “ hazme caso”. Eso sólo haría el efecto contrario. Si a él no le gustaras tal y como eres físicamente, simplemente no merecería que estuvieras con él. Algo que sí perciben los hombres rápidamente a través de lo básico del aspecto físico de ella es si es una mujer descuidada o no. Sí les importa que
lleve las uñas de manos y pies cuidadas, que vaya bien depilada o que no lleve el pelo revuelto por ejemplo. Los hombres también se fijan en la manera de vestir de ella. Si ella va demasiado provocativa, suelen verlo como un signo de que se está esforzando demasiado y es una chica fácil, un reclamo para sexo fácil. Incluso hay hombres que piensan que si una mujer viste demasiado provocativa y no se acuesta con ellos el mismo día o la misma noche en que se han conocido después de haber estado con ella durante varias horas, es que les está tomando el pelo. Piensan que si no pueden tener sexo con ella fácilmente, lo que debería haber hecho ella es no habérselo hecho creer con su forma de vestir y se sienten estafados. En cuanto al maquillaje, no exageres o de nuevo, pensaría que te estás esforzando demasiado por él. Además, la mayoría de los hombres prefieren un look natural, un maquillaje suave con colores naturales; de otra forma, creen que ella lleva una máscara. El nivel de autoestima y confianza en sí misma El afrodisíaco más potente del mundo para un hombre respecto a una mujer que es su pareja (o una potencial pareja) es saber que ella se quiere a sí misma tal y como es, que sabe cuál es su alto valor, que se ama independientemente de las opiniones o actitudes de los demás hacia ella, que es una mujer segura de sí misma, que es independiente, que se respeta a sí misma, que no tolera faltas de respeto y que no le necesita porque aunque no estuviera con él, ella sería feliz. Es verdad que en una relación de pareja feliz existe cierta dependencia, tanto por parte de él como por parte de ella, pero él nunca debe pensar que en ella sentirse bien consigo misma y/o su felicidad depende de él. La seguridad en una misma es una virtud irresistible para un hombre. Una mujer irresistible actúa de forma segura y con determinación, por lo que su aura emite seguridad. En una fiesta o en cualquier evento, no está pendiente a cómo son las demás mujeres ni a qué hacen las demás por miedo a que él se fije en otra, no compite con las demás porque sabe que ella es única y no necesita competir con otras para que su pareja le preste atención. Signos que indicarían que estarías compitiendo con otras incluyen que no te gustara una mujer sin motivo aparente o que insultaras a otras. Si actuaras así, él podría empezar a pensar que tienes una baja autoestima, que piensas que otras le podrían dar algo que tú no le puedes dar y tu encanto empezaría a mermar. Una mujer con una alta autoestima sólo está con un hombre si sabe, porque se lo demuestra, que él la quiere, para quien ella es la única y ella actúa en consecuencia. No se siente amenazada por otras. Si intentaras competir con otras para llamar su atención, lo lograrías, pero en el sentido negativo. No
lograrías atraerle, sino que haría el efecto contrario. Ser una mujer segura de una misma tiene que ver directamente con no ser dependiente. Cuando un hombre capta que una mujer es una persona segura de sí misma, sabe que no le necesitaría para ser feliz aunque iniciase una relación con ella y eso le atrae. Al principio, él escucha atentamente lo que ella dice para leer entre líneas. Lo que ella dice puede denotar que ella es una mujer lo suficientemente independiente o que necesita a alguien para intentar sentirse bien. También se fija atentamente en el resto de sus acciones: sus gestos, miradas, su forma de vestir, cuándo y cuánto le llama, cuándo y cuánto ella está disponible para él, etc. Todo ello denota si ella es una mujer firme. Aunque este no es un libro en el que vas a aprender técnicas de lenguaje corporal, lo que sí quiero resaltar sobre ese tema es que es importante para la percepción que los demás tienen de una persona su postura corporal. Intenta caminar con la espalda erguida, al igual que cuando te sientes en una silla, aunque no tiesa como una tabla, porque pensarían que estás tensa. Eso dice a los demás que eres una persona segura de ti misma. Siempre es más atractivo para los demás, incluyendo los hombres, por supuesto, alguien que camina y se sienta erguida que alguien que lo hace con la espalda encorvada (que denota inseguridad). Cuando él y ella empiezan a salir, es frecuente que él la ponga a prueba si siente que ella no es una mujer firme, precisamente para ver si ella es capaz de mostrar firmeza. Si él ve que ella no muestra firmeza, no verá potencial en ella para una relación de pareja y empezará a partir de ese momento a tomárselo con ella como algo pasajero. Cosas que ellos hacen para ponerla a prueba son por ejemplo: · Al principio es frecuente que él cree una discusión sin motivo aparente para ver cómo reacciona ella, para ver si ella es fuerte o débil y tolera faltas de respeto. Quieren ver cómo es realmente ella y la manera más fácil de quitarle las capas más superficiales es verla enfadada. Daniel y Sara salían desde hacía pocas semanas. En la última semana ella le había estado llamando un poco más de la cuenta y él decidió ponerla a prueba, para ver si se dejaba doblegar por él. Una noche fueron a tomar una copa y empezaron a hablar de actores y actrices. Al nombrar ella el nombre de un actor (Richard Gere), lo hizo de forma “ españolizada” porque estaban hablando en español. A ella no le gustaba poner acento americano ni para pronunciar un nombre en una conversación en español. Él entonces le dijo que él creía que los nombres americanos debían pronunciarse con
acento americano (algo que no pensaba en realidad) y que puesto que ella sabía hablar inglés, es lo que debería hacer. Ella le dijo que si está hablando español, no pronuncia los nombres tampoco con acento americano, que casi todo el mundo cuando habla en español, los pronuncia con acento también español y que así se sentía más cómoda. Él insistió en que debería pronunciarlos con acento americano y que era así como él creía que debía pronunciarlos una chica con clase como ella. Ella le respondió que mejor dejaran la conversación sobre acento americano o no, que si él los quería pronunciar así, a ella le parecía bien, pero ella prefería pronunciarlos como los había pronunciado hasta entonces y que él debía respetarlo. Él le respondió, con expresión seria, que no quería dejar la conversación, que insistía en que ella debía pronunciar esos nombres como él creía que debían pronunciarse. Ella entonces miró el reloj, le dijo que entendía que después de un duro día de trabajo estuviera cansado, que quizás tuviera la cabeza un poco embotada y que sería mejor que se marcharan a casa a descansar. A él, que esperaba que ella entrara de lleno en la discusión y llegara a enfadarse, le extrañó su reacción. Entonces empezó a darse cuenta de que ella no se dejaba doblegar y que era una mujer firme. Antes de despedirse de ella, le pidió perdón por su actitud en esa conversación, le dijo que se había comportado con ella como un estúpido. · No llamarla para ver si ella le busca reiteradamente. · Mirar a otras o hacer comentarios subidos de tono a favor de otras mujeres para ver si ella se enfada y/o empieza a esforzarse más por atraerle. Si esa es su actitud, ignórale la primera vez y déjalo pasar. Si vuelve a hacerlo, ignórale cuando lo haga, pero al cabo de un buen rato, ten tú esa actitud con él. Si él ha mirado a una chica guapa más de la cuenta, mira tú a un chico guapo más de la cuenta. Si él ha hecho un comentario subido de tono sobre otra mujer, haz tú un comentario subido de tono sobre otro hombre. Si después de eso él volviera a hacerlo, te aconsejo que dejaras de verle porque simplemente te estaría mostrando falta de respeto reiteradamente cuando ya te ha testado, ya no lo estaría haciendo para testarte, sino porque genuinamente querría estar con otras y/o por faltarte al respeto. · Decirle que le sentaría mejor el pelo de otra forma o que le sentaría bien determinado tipo de ropa para ver si ella cambia sólo por él. Aquí hay que aclarar que no hay que confundir el ponerla a prueba con desinterés por parte de él. Para ponerla a prueba sólo bastan una o dos veces. Si
él tiene esa actitud con ella durante más tiempo del debido para ponerla a prueba, es simplemente falta de interés por ella y que es alguien que le faltaría al respeto reiteradamente si siguiera viéndola. La capacidad de control sobre sí misma Cuando una mujer tiene una alta autoestima, también tiene una alta capacidad de control sobre sí misma, nunca se deja influenciar descontroladamente y eso es algo que atrae tremendamente a los hombres. Algo que quiero comentar es que los hombres en general no encuentran nada sexy en una mujer borracha, no la tendrían en consideración para una posible relación. La razón por la que algunos desaprensivos quieren emborrachar a una mujer es porque piensan que así podrán tener sexo fácilmente con ella. Cuando un hombre ve a una mujer borracha, ve a una mujer que ha perdido el control de ella misma y eso no es nada atractivo para un hombre, a no ser que sea pasar un rato para algunos desaprensivos, así que evítalo para conservar el control sobre ti misma, primero y antes que nada, por ti misma.
El nivel de estabilidad emocional Los hombres en general son menos emocionales que las mujeres. A los hombres no les gustan las mujeres que se derrumban fácilmente, lloran frecuentemente o gritan cuando se ponen nerviosas. Si imaginan que compartir su vida con ella sería como vivir con Doctor Jekill y Mr Hyde, sin saber cuándo saldrá su lado terrible, será difícil que quiera hacerlo. Los hombres quieren a una mujer estable emocionalmente, quieren estar con una mujer que siga tranquila o relativamente tranquila aunque esté bajo presión. Para ellos esto es muy importante. Capacidad para afrontar las responsabilidades y problemas con firmeza Si él ve que ella se esconde de los problemas, sabrá que si compartiera su vida con ella, le cargaría en el futuro con demasiados problemas que debería solucionar ella y huiría. Es muy importante para él que ella acepte sus responsabilidades en vez de culpar a los demás de cuestiones que tiene que solucionar ella. Eso le hará saber que su actitud es encarar la vida de frente, que no es una acumuladora de problemas escondiendo la cabeza en la arena cuando los hay.
Si ella es buena conversadora A los hombres no les suele gustar una mujer demasiado callada. Para ellos es importante que ella sea buena conversadora y que también ella tenga iniciativa en las conversaciones. Eso no quiere decir que tenga que hablar por los codos, sino que cuando surjan conversaciones, ella sepa también llevar el ritmo de la conversación al unísono con él. Si ella sólo escucha y no aporta a las conversaciones, él pensará que es aburrida. Él quiere oír tu punto de vista sobre los temas de los que habláis. Eso hace que él te vea como alguien interesante que también aporta. Si tú no estás de acuerdo con su opinión, tú puedes expresar la tuya, pero no le contradigas por sistema y cuando exprese su opinión, si no coincide con la tuya, valora también la suya (a no ser que te esté faltando al respeto no respetando él la tuya, si él no respetara tu opinión deja de verle), al fin y al cabo escuchar otra opinión diferente ayuda a tener otra perspectiva y a tener una opinión más formada. No quieras aparentar que lo sabes todo sobre todo. No le digas que no te gusta que tenga esa opinión y que debería pensar de otra forma.
Sentido del humor El sentido del humor también es muy importante para que un hombre se sienta atraído por una mujer. El humor suaviza las situaciones cuando las cosas no van sobre ruedas y nos hace reír cuando las cosas van bien. A los hombres les gustan las mujeres con sentido del humor, aunque no que parezca una payasa. Aunque ella bromee, a él le gusta que ella no se salga de su papel femenino, que no haga bromas demasiado soeces. Los hombres suelen ver eso como algo que pertenece al género masculino y a los hombres les encanta la feminidad en una mujer. La capacidad para gestionar el dinero Los hombres también suelen fijarse en la forma de vestir de ella para hacerse una idea de cuánto costaría mantenerla. Si ven que ella usa ropa y complementos caros y su sueldo no es muy alto, sabrá que será caro vivir con ella, ya que una gran parte del sueldo de ella va destinado a su ropa, descuidando otros aspectos básicos (compra de comida, facturas de electricidad, agua, gas, teléfono, etc.). También se fijan en el mismo sentido en qué coche tiene, si utiliza cosmética muy cara, si gasta mucho dinero en salir, etc. Esto no quiere decir que quien utilice ropa, complementos, coches, etc., caros no podrá ser vista como alguien con quien un hombre quisiera tener una relación, pero a los hombres sí les importa la sensatez de ella en cuanto al dinero y lo material y no quieren casarse con una mujer que no sabe manejar el dinero porque tendrían miedo de que ella pudiera destrozar lo que él ha conseguido materialmente con su esfuerzo. Independencia económica Es un hecho que no podemos negar que cuando una mujer es completamente independiente económicamente, tiene más posibilidades de que un hombre quiera tener una relación estable con ella. En las sociedades occidentales, ya han quedado atrás los roles obsoletos tradicionales. Habitualmente, también la mujer trabaja fuera de casa y gana su propio dinero. Hoy en día los hombres quieren que también su mujer aporte económicamente. El precio de la vivienda es mucho más alto ahora que hace décadas. Sólo la compra o el alquiler de vivienda es una gran carga económica para la mayoría de las personas. Muchas parejas no podrían tener hijos si ella no aportara también económicamente y aunque no los tuvieran, apenas les alcanzaría para llegar a final de mes si no fuera así. Si ella no tiene su propio dinero y depende de él económicamente, no podrá ser independiente. A largo plazo él empezaría a pensar que él puede
controlar todos los gastos de ella porque es el dinero que él gana. Además, hay un trasfondo esencial: si ella no es independiente también económicamente, él sabrá que ella le necesita y eso, como ya hemos visto, hará que él se sienta menos atraído por ella. Es esencial que sienta que él no es imprescindible en ningún aspecto de tu vida para que tú seas feliz, recuerda que esa es la esencia que le atrae hacia ti.
Feminidad Ser una mujer firme no significa ser desagradable o tener modales rudos. Muy al contrario, a los hombres les encanta una mujer femenina, con modales femeninos. Cuando estés con él, préstale atención, hazle sentir que le valoras y que piensas que él es especial. Esto conjugado con que él sienta a la vez que eres independiente en todos los sentidos, que él no es imprescindible en tu vida para que tú seas feliz, es una mezcla adictiva para los hombres. Qué debe observar una mujer en esta fase Fíjate al principio en estos puntos antes de iniciar una relación con un hombre para saber si sois compatibles. Qué te dice que le gusta de ti Presta atención a qué dice que le gusta de ti. Si él sólo alabara tu físico, te estaría diciendo entre líneas que lo único que querría contigo sería sexo. En la segunda cita él debería ya haber empezado a valorar otros aspectos de ti. Si no fuera así y él sólo alabara tu físico, deberías dejar de verle porque te estaría dejando claro que sólo está interesado en eso. En qué se interesa de ti Si se ha decidido a conquistarte, se interesará por tu familia, tus problemas, tu historia, tu trabajo, tus aficiones, tus intereses. Si no se interesara por esos aspectos de tu vida, sería un signo claro de que no está ni estaría en el futuro interesado en una relación contigo. Presta atención a lo que te dice y a los demás detalles Hay hombres que en distintas situaciones en su vida están aun más cerrados a tener una relación estable que el resto. Algunas veces lo dejan claro desde el principio, con frases como “ acabo de salir de una relación larga y no quiero ahora una relación” o “ estoy muy ocupado con mi trabajo y para mí tener una relación sería difícil ahora”. Si lo que quieres es una relación estable, evita esos hombres. No es que sea imposible que lleguen a querer desear una relación estable con una mujer, pero a no ser que se trate de un flechazo, que ella le haga sentir una gran pasión desde el mismo momento en que la conozca (en cuyo caso él no le dirá nunca una frase como esa), es cuanto menos extremadamente difícil que él llegue a querer una relación estable.
Los hombres saben que las mujeres tienden al cuidado de los demás o en muchos casos, a querer cambiar al hombre con el que están para “ salvarle”. Muchas veces los hombres utilizan este truco para que las mujeres se compadezcan de ellos y manipularlas, teniéndolas a su disposición (tanto fuera como dentro de la cama). Muchas veces utilizan esto cuando no quieren una relación estable con ella a través de hacerles creer que tienen un problema en las relaciones, diciendo algo así como que le cuesta sentirse unido a alguien o que le da miedo que le hagan daño. Unas veces puede ser verdad, en cuyo caso te recomiendo que no vuelvas a verle, porque un hombre así no podrá cubrir tu necesidad de proximidad íntima a no ser que tú tengas el mismo problema. Otras puede que no sea verdad y sólo lo diga para que ella caiga en la trampa. Ten mucho cuidado con esto y no caigas en esa trampa preparada. Si él realmente está interesado en ti para una relación estable, no te dirá que no está preparado para una relación o no sabe si lo está. Simplemente, sabrá que quiere una relación contigo y te lo demostrará. Si no está interesado en una relación contigo o no está preparado para ello y tú sí quieres una relación de pareja, sal de ahí y sigue tu camino sin él porque él no es un candidato para lo que tú quieres. Si te contara que varias mujeres con las que ha tenido una relación larga han querido casarse con él pero él no quiso o que él no quiere ni querrá casarse nunca, puede que quiera una relación, pero en cualquier caso, siempre sin llegar a ese nivel de compromiso. Te estaría avisando de que no llegará a ese nivel tampoco contigo. Si para ti es importante casarte, escucha sus comentarios sobre el matrimonio cuando él saque el tema o cuando surja y él comente algo sin que tú le hayas preguntado. Cuando un hombre habla sobre el matrimonio como si para una mujer que quisiera casarse con él fuera un negocio lucrativo, es decir, si cree que las mujeres en general quieren casarse para asegurar su situación económica o como si fuera eso detrás de lo que iría una mujer que se quisiera casar con él, deja de verle, porque ese hombre es una persona muy cerrada a compartir no sólo en el aspecto económico, sino en todos los aspectos de su vida. Antes de entrar en una relación con él, debes haber descubierto si él quiere tener hijos o no. No le preguntes sobre ello. Simplemente, escúchale cuando él saque el tema, cuando lo saque algún amigo, cuando viendo un programa el tema salga y él exprese sus deseos, etc. Si él tiene claro que no quiere tener y ella sí y es algo muy importante para ella, a pesar de que en los demás aspectos parezcan compatibles, no lo son. Ella no le haría cambiar de opinión y en caso de que lo hiciera en el futuro, lo más seguro es que la presión a la que él se vería sometido hiciera que la relación se rompiese. En ese caso, es mucho mejor no comenzar una relación. Fíjate también bien en los detalles. No sólo en lo que dice, sino también en cómo lo dice, su forma de vestir, si vive solo o no (y si no vive solo con
quién), sus hábitos alimenticios, sus aficiones, si sale mucho por la noche, si bebe mucho, toma alguna droga, etc. Todo ello te dará más pistas para saber si es un candidato para una posible relación contigo o no. Escucha y fíjate con atención, por mucho que te atraiga. Recuerda que demasiada pasión nubla el sentido de la lógica, pero por tu bien, tienes que saber lo más objetivamente posible si sería un buen candidato para que tú le escogieras para una posible relación o no. Hacerlo al principio, cuando empezáis a salir, puede ahorrarte un gran problema en el futuro. No todos los hombres por los que te sientes atraída son buenos candidatos para una relación estable para ti. Ni siquiera todos los hombres son candidatos para una relación estable con nadie. Su nivel de esfuerzo por conquistarte Deja que te conquiste, no le quites ese placer. Sí, digo bien, placer. Para las mujeres éste suele ser un periodo de ansiedad porque no sabe lo que va a pasar ciertamente, pero para los hombres suele ser un periodo emocionante, en el que tienen que conquistarla. Si le quitaras esa emoción, le quitarías a él ese reto y por tanto, el interés. Deja que sus sentidos estén al máximo por ti, que sienta euforia ante la idea de conquistarte. Si un hombre no va con buenas intenciones, no lo mostrará directamente, nunca será sincero, porque sabe que si lo fuera, lo más seguro es que perdiera la oportunidad de acostarse con ella. Los expertos embaucadores han estudiado cuidadosamente qué es lo que gusta a las mujeres, cómo reaccionan ante las diferentes actitudes. Los hombres que solamente quieren sexo y tienen mucha experiencia con las mujeres, parecen encantadores. Saben dónde tienen que llevarla, qué decir, qué hacer para que ella caiga en sus redes. Nunca dirán la verdad y no mostrará cómo es verdaderamente hasta que se ha acostado con ella una o varias veces. Quizás te preguntes cómo puedes distinguir entre un hombre que quiere una relación y trata bien a la mujer con la que la quiere y un embaucador. La principal diferencia es que el embaucador suele abandonar muy pronto si ella no accede a tener sexo con él en un periodo de tiempo muy corto. Si él empieza a perder interés porque ella no accede a tener sexo con él muy pronto, es porque lo único que quiere con ella es eso. Al principio, cuando empieces a salir con un hombre y sientas que te llena la pasión por él y estás empezando a sentirte muy involucrada con él emocionalmente, párate a pensar qué es lo que realmente te atrae de él. No te dejes llevar por los cantos de sirena. Si no es contigo un caballero y no te trata como debe tratar a una dama, deja de verle porque no te merece. A veces, puede pasar que él tenga tanto miedo al rechazo que quiera dejar de verte al poco tiempo de empezar a salir juntos sin intentar conquistarte, pero
si eso sucede, es que es un hombre tan inseguro que no te merecerá tener una relación con él. No intentes que se quede asegurándole que le quieres y que nunca le dejarías. Un hombre tan inseguro te agotaría emocionalmente. Deja que se vaya si decide no conquistarte, sea cual sea el motivo. Si posee alguna característica intolerable Haz caso a tu instinto mental. Si hay algo que no puedes tolerar en él, admítetelo a ti misma, no intentes ocultártelo. Nuestro instinto se ocupa de avisarnos cuando hay algo que no debemos tolerar. Hay ciertas cosas que por instinto rechazamos. Si hay algo en él que te hace sentir incómoda con tu persona, si sientes que estás dejando de ser tú misma por intentar aceptar algo de él que no te gusta y que no puedes tolerar, deja de verle o saldrías perdiendo. Sólo en excepciones alguien cambia realmente y cuando lo hace, el proceso puede ser tan doloroso que la relación no lo resista, así que sé objetiva y no te quedes con alguien que no te gusta, porque quien es ahora es quien será también en el futuro.
Si es violento Si ves que golpea puertas, insulta sin motivo cuando conduce, da golpes en la mesa, etc., lo más seguro es que si tuvieras una relación con él, más adelante fuera violento contigo también, físicamente y/o verbalmente.
Si tiene adicciones Si te quedaras con un hombre que al conocerle ya tiene una adicción, esperando a que supere esa adicción contigo, lo más seguro es que tú te hundieras con él en el intento. No sigas viendo a un hombre que al conocerle tenga cualquier adicción.
Su grado de generosidad No se trata de que derroche el dinero contigo (y no lo hará si sabe gestionar el dinero), pero si es un tacaño monetariamente, implica inevitablemente que también es muy egoísta en otros aspectos, no sólo materialmente. Si es un tacaño con el dinero, también será un tacaño con sus sentimientos. Puede que tenga poco dinero, pero si no es un tacaño, en la medida que pueda lo compartirá, no sentirás que está racaneando. Katia empezó a salir con Ismael. Él no tenía un sueldo muy alto, pero tampoco bajo y no pagaba hipoteca, puesto que su vivienda ya estaba pagada completamente, por lo que su situación económica era desahogada. En la primera cita, fueron a tomar un café. Cuando llegó la factura, ella esperó a que pagara él. Él, remoloneando, sacó la cartera y pagó. En su segunda cita, fueron a ver una obra de teatro elegida por ella porque él le había dicho que planificara ella la segunda cita (ella todavía no había aprendido a hacer bien las cosas). En la taquilla del teatro él no hizo ningún gesto por pagar las entradas y las pagó ella (costaron 30 €). Además, él se atrevió a decirle “ bromeando”: “ claro, pagas tú las entradas porque sabes que la cena, que pagaré yo, será más cara, ¿verdad?, lo has planeado con picardía”. Como todavía quedaba una hora y media para que empezara la función, fueron a cenar, entonces él sugirió cenar en Mc Donald’s. Ella le dijo que no le sentaban bien las hamburguesas. Entonces él dijo que tampoco tenía mucha hambre, que le apetecía un sándwich solamente y la llevó a una sencilla cafetería donde sólo había sándwiches y platos combinados grasientos para comer (eso sí, baratos). La cena, que pagó él, costó 18 €. Dos días más tarde, él le dijo que le apetecía ir a ver el espectáculo del Circo del Sol, que ya había estado en uno de ellos y le había gustado mucho. Ella le dijo que no le apetecía mucho ver ese espectáculo, pero él insistió en que le gustaría. Esa misma tarde él le envió en un e-mail un enlace para comprar ella las entradas para el espectáculo (que costaban más de 100 € las dos), diciéndole que se lo enviaba porque así podría elegir ella los asientos. Ella ignoró tal email, empezando ya a sospechar que era un tacaño (para entonces ya hubiera debido saber de sobra que así era ciertamente). Cuando él le preguntó si ya había comprado las entradas, ella le respondió que no porque le parecía mejor que las comprara él, pudiendo elegir así él los asientos, puesto que él ya había estado en uno de sus espectáculos y podría saber mejor que ella desde dónde se vería mejor, pero él no lo hizo.
Para su tercera cita fueron a pasar el día fuera a una bonita localidad cercana. Cuando llegó la hora de comer, fueron a comer una buena comida a un restaurante típico, que pagó ella (65 €). A la hora de la cena, él sugirió, de nuevo, ir a MacDonald’s. Ella le repitió que no le sentaban bien las hamburguesas, que mejor fueran a un restaurante, pero él insistió en que a él le apetecía una hamburguesa muchísimo y le dijo que tampoco le vendría mal a ella tomar una ensalada porque había comido bastante en la comida del mediodía. Ella le dijo que sí tenía hambre, que no quería tomar sólo una ensalada, pero él le dijo que entonces podría tomar después uno o dos postres. Ella accedió ante su insistencia. Cuando llegaron al mostrador para pedir su comida, él vio que el Happy Meal (para niños) era 3 € más económico que el menú de adulto, así que, a pesar de que tenía tantas ganas de comer una hamburguesa, acabó pidiendo el menú infantil con una mini hamburguesa para ahorrarse los 3 €. Ella acabó comiendo una ligera ensalada (a pesar de que tenía hambre) en Mac Donald’s, enfrente de un hombre fornido de más de 1,85 m. comiendo un Happy Meal. Eso sí, todo (que pagó él) muy barato. Durante la vuelta a casa, cuando ella (¡por fin!) ya había decidido no volver a verle, él le comentó que tomaría un bocadillo cuando llegara a su casa porque se había quedado con hambre y ella, habiéndose dado cuenta ya de que era un tacaño y muy egoísta, decidió darle una lección por haberse aprovechado de ella. Le dijo que en vez de tomar un bocadillo en casa, sería mejor ir a cenar de verdad a un buen restaurante, que invitaba ella. Él aceptó. Entonces ella llamó a un buen restaurante (y caro) de su ciudad para reservar. Cenaron abundantemente (él también, aunque ya se había comido su Happy Meal con su mini hamburguesa antes). A la hora del postre, ella dijo que la perdonara, pero tenía que hacer una llamada urgente. Miró su móvil, dijo que no tenía cobertura (lo cual no era verdad) y que tenía que salir fuera un momento a hacer la llamada, entonces ella salió, cogió un taxi y se marchó a su casa (por supuesto, él no sabía dónde vivía ella exactamente). A los 15 minutos después de salir ella fuera, él empezó a llamarla cada minuto durante más de 20 minutos, pero ella no contestó, ni tampoco a ninguno de sus mensajes durante esa noche ni durante la semana siguiente, pidiéndole el importe de la cena a la que le había dicho que le invitaría (265 € en total). No ser un tacaño tampoco significa que él tenga que pagar por todo, pero si ves que a la hora de pagar él remolonea casi siempre y que busca triquiñuelas para que tú pagues más veces o más dinero que él, es que es un tacaño. Si tenéis los mismos principios y queréis el mismo estilo de vida Dos personas no son compatibles como pareja si tienen distintos
principios o si no quieren el mismo estilo de vida. Si llegaran a ser pareja, terminaría con una ruptura o con una pareja infeliz para siempre. Sé sincera contigo misma y reconoce sinceramente si él tiene los mismos principios que tú o no. Una mujer que se respeta siempre a sí misma y que está conociendo a un hombre que podría ser su potencial pareja, no inicia una relación con él si sabe que no tiene los mismos principios o si no quiere el mismo estilo de vida que ella porque sabe que si lo hiciera, eso haría que lo pasara mal. Fíjate en si él respeta tus principios. Si él quisiera que hicieras algo que chocara con alguno de tus principios sería porque tus principios y los suyos son diferentes y por lo tanto, mientras estuvieras con él, te encontrarías con situaciones en las que tendrías que traicionarte a ti misma para seguir con él. Una mujer con una alta autoestima no renuncia nunca a sus principios. No estés con alguien que tiene distintos principios a ti o quiere un estilo de vida diferente al que tú quieres si quieres sentirte bien contigo misma. No pienses que por traicionar tus principios por él le estarías demostrando tu amor y ello haría que te quisiera más. Si eso sucediera, no sólo te estarías ensuciando a ti misma, sino que además haría que automáticamente él empezara a perder el interés por ti, porque traicionarse a sí misma por un hombre es el máximo exponente de que él la tiene totalmente controlada. No vuelvas a ver a un hombre que tenga distintos principios a los tuyos por mucha atracción que sientas hacia él, por mucho que te duela. Si no lo haces antes, tendrás que hacerlo después, bien por iniciativa propia, o peor, él te abandonaría después de una relación tormentosa.
Si es una persona positiva Si se enfocara casi sólo en tus aspectos negativos y/o en los aspectos negativos de los demás o de la vida, te amargaría. Huye de un hombre así.
Intereses compartidos Los abrazos, las caricias, las palabras románticas, el sexo y las obligaciones compartidas no lo son todo en una relación. Un hombre sólo podrá comprometerse del todo con una mujer si siente que además de tener contacto íntimo con ella, es su amiga y para eso es necesario compartir intereses y aficiones y también disfrutar juntos simplemente conversando. Procura que compartáis aficiones que no impliquen sólo ponerse delante de una pantalla o un escenario (como ver la televisión, ir al cine o ir al teatro), que también pueden ser muy interesantes para compartir, sobre todo cuando se dan al diálogo después. Podéis ver un documental y comentarlo o ver una buena película y comentarla luego, pero es mucho mejor si por lo menos tenéis algún interés en común aparte de eso, que implique más interactividad entre los dos. Compartid algún hobby que os guste a los dos además de eso. Salid a pasear, practicad algún deporte juntos, id a un concierto, a cenar, a tomar una copa, bromead juntos, hablad sobre cosas que os interesen. Procura también que al menos una de vuestras aficiones compartidas implique actividad física. Los hombres suelen ser más activos físicamente y el movimiento físico les suele hacer sentir más que a las mujeres. En general, los hombres se sienten más unidos a una mujer cuando comparten una actividad que implique movimiento físico, como un deporte. Si no te gusta practicar ningún deporte, te sugiero que pruebes alguno que podrías compartir con él. El deporte, cuando se disfruta, hace que nos sintamos mejor. No os volváis demasiado vagos en vuestros hábitos de ocio. Si os quedáis casi siempre en casa, la relación decaerá, mientras que las actividades compartidas fuera de casa hacen que una pareja disfrute más y que él se sienta más conectado a ti. Cuanto menos te conformes con quedaros la mayoría de las veces en casa, más se esforzará él en la relación, porque sabe que tú no te conformas con cualquier cosa. Si tiene todas sus historias sentimentales pasadas superadas Si él hablara constantemente de su ex, sería porque simplemente te estaría utilizando para olvidar a dicha ex. Si este es tu caso, tú también te habrás dado cuenta de ello. No te intentes engañar a ti misma pensando que una vez olvide a su ex contigo, se enamorará de ti. Eso nunca sucederá. Si te quedaras con él, una vez te hubiera utilizado para sentirse mejor, te abandonaría. Si tuvieras una relación con un hombre que aún no ha superado la ruptura con una ex, hasta puede que al cabo de un tiempo empezara a querer hacerte una copia de ella. Podría pedirte que te peines como su ex, que te vistas como ella, que hagas cosas que hacía su ex o que no hagas cosas que tú haces y que su ex no hacía. Él también sabe que ninguna mujer debe permitir eso y si tú
lo permitieras, él sabría que no tienes la suficiente autoestima como para que te respete y se enamore de ti y nunca lo hará. Su potencial para la proximidad íntima Recuerda que si ella tiene un potencial mucho más alto para la proximidad íntima que él, es que son incompatibles. Él y ella serían incompatibles si ella debe tomar demasiada distancia para mantenerle interesado en ella, mucha más de la que haría que ella se sintiera cómoda en la relación y no tiene el nivel de proximidad íntima con él que ella necesita. Si se trata de indiferencia por parte de él, una mujer debe actuar siguiendo las pautas de las dinámicas de atracción en una pareja descritas en este libro. Si eso no le hace cambiar y que la trate como a ella le haría sentir cómoda, cubriendo sus necesidades, es que él y ella son incompatibles, ya sea el motivo que él tiene un potencial para la intimidad mucho más bajo que ella o cualquier otro motivo. Cuidado si él parece querer un gran compromiso contigo desde el principio Cuando empieces a salir con un hombre, ten cuidado si él parece querer un compromiso muy fuerte contigo desde el principio. Si te dice que te quiere desde que empezáis a salir y desde el principio te dice que quiere que os vayáis a vivir juntos y te dice cosas como que le gustaría casarse y tener hijos contigo, lo más seguro es que se deba a que está mintiendo para llevarte a la cama o a que es una persona emocionalmente inestable. Ninguna de las dos razones le hace un buen candidato para una relación estable. Normalmente, un hombre estable emocionalmente tarda al menos unas semanas en sentirse de verdad enamorado de una mujer y al menos unos meses (por lo menos seis) para sentirse tan unido a ella que quiera casarse y tener hijos con ella. Hay hombres que se enamoran demasiado fácilmente, pero la mayoría de esos hombres no son estables emocionalmente y tan rápidamente como se enamoraron pueden dejar de estarlo. Fíjate en si es estable emocionalmente, en que aunque le guste soñar, también tenga los pies en la tierra y que no intenta escapar a una situación en su vida (por ejemplo, intentar enamorarse de una mujer para dejar de estar enamorado de otra). Él debe saber lo que implica decir a una mujer que la quiere, lo que implica vivir juntos y hablar de planes para casarse y tener hijos con ella si no está mintiendo o si no es un desequilibrado. Cuando Gema conoció a César, pensó que por fin había conocido al hombre que había esperado toda su vida. Además de ser muy atractivo físicamente, era muy romántico, la llamaba varias veces
al día, quería verla todos los días desde el mismo principio. Durante las dos primeras semanas le regalaba una rosa roja que se había parado a comprar para ella cada día y le hacía pequeños regalos. Él estaba buscando vivienda, puesto que se había divorciado hacía poco y estaba viviendo temporalmente en casa de su madre. A los diez días de empezar a salir, César le pidió a Gema que le acompañara cada vez que fuera a ver una nueva vivienda porque quería que ella le diese su opinión, puesto que pronto vivirían juntos. Ella pensó que efectivamente, César era el hombre de su vida. Ella empezó a acompañarle a ver viviendas y cada vez, él le preguntaba qué le había parecido y ella le daba su opinión. Un viernes en que fueron a ver una de las viviendas, subieron al piso solos, pidiendo la llave al portero y allí, solos, él le dijo que sería una vivienda estupenda para vivir juntos y criar a sus hijos. Ella se quedó un poco sorprendida y él le dijo que le gustaría casarse y tener hijos con ella y que eso pasaría pronto. Ella pensó que ya había llegado la hora de hacer el amor con él y que eso pasaría esa misma noche, ya que era su futuro marido (llevaban tres semanas saliendo). A la mañana siguiente, después de haber hecho el amor, ella se abrazó a él y él le dijo que le dejase dormir un poco más y se dio media vuelta. A ella le extrañó un poco, pero pensó que tenía que descansar bien antes de ser él mismo. Dos horas más tarde, él se levantó y ella ya le esperaba con un gran desayuno preparado. Él se sentó en el sofá y dejó que ella le sirviera el desayuno, casi sin decir nada. Cuando ella le dijo que parecía que por las mañanas recién levantado no le apetecía hablar, él le contestó que no había descansado del todo bien. Ella le abrazó y le besó, pero él le dio un beso corto y se levantó para meterse en la ducha sin mediar palabra. Cuando salió de la ducha, se vistió, le dio a ella un beso rápido y le dijo que tenía que marcharse porque tenía una comida familiar. Ella le preguntó si se verían luego y él le respondió que sí, ya por la tarde. Gema estuvo durante más de cinco horas pendiente de su móvil esperando a que la llamara. Pensó que quizás él no tenía cobertura donde estaba porque normalmente no pasaba más de tres horas sin llamarla. Entonces ella le llamó y dio tono, por lo que tenía cobertura, pero él no contestó. Más de dos horas más tarde César le envió un mensaje de texto diciendo que todavía estaba con su familia y que la llamaría luego. Sobre las 21.15 la llamó para verla. Ella le dijo que le gustaría ir a cenar fuera, pero él le dijo que estaba cansado y que prefería una cena tranquila en casa de ella. Cuando César llegó a casa de Gema, ella ya había preparado la cena. Cenaron y fueron directos a la cama, donde hicieron el amor durante horas. A la mañana siguiente, domingo, a las 11.00, él se levantó, se
duchó, se vistió y le dijo a ella que tenía que marcharse porque tenía que hacer algunas cosas en su casa y que la llamaría luego. A las 16.00 todavía no la había llamado. Le llamó ella para saber a qué hora se verían, pero él le dijo que no iba a poder ser porque se iba a ir a montar en bici con un amigo hasta la noche y que la llamaría cuando llegara. Ella, ya muy preocupada, le preguntó si pasaba algo y él le respondió que no, que simplemente necesitaba hacer algo de deporte. Ella le dijo que le gustaría ir con ellos a montar en bici, pero él le dijo que mejor otro día porque iban a hacer una ruta un poco difícil que ellos ya conocían. Él no la llamó más tarde. A la mañana siguiente, ella le llamó y le preguntó enfadada por qué no la había llamado. Él le dijo que habían llegado muy tarde, que pensaba que ella estaría ya durmiendo y no había querido despertarla. Ella le preguntó qué le pasaba. Él, después de unos segundos en silencio, le dijo que no le pasaba nada. Él se fue de viaje profesional al día siguiente (martes) hasta el viernes. Durante esos días la llamó sólo una vez al día y hablaba con ella menos de diez minutos, diciéndole que no podría volver a hablar con ella hasta el día siguiente porque iba a estar muy ocupado con reuniones, comidas y cenas de negocios. El viernes por la mañana, César llamó a Gema para decirle que no podrían verse hasta el domingo porque era el cumpleaños de un amigo y se iba a pasar el fin de semana fuera con sus amigos hasta el domingo por la tarde. Ella supo entonces que él había estado mintiendo para llevársela a la cama y le preguntó por qué le había dicho todo lo que le dijo si no era verdad. Él le dijo que sí era verdad, que en el momento en que lo decía así lo sentía, pero que en ese momento sentía que ya no había química. Ella le preguntó por qué se había acostado con ella si no había química y él le respondió que sí le apetecía verla, pero que también le apetecía estar a su aire, tener espacio aparte de ella. Ella le preguntó qué quería decir con eso y él le respondió que podrían seguir viéndose, pero sólo de vez en cuando. Si te encuentras con un hombre así, huye y no vuelvas a verle. Si eres una mujer inteligente, te darás cuenta rápidamente de que un hombre así es un depredador, de que todo lo que en apariencia pudiera parecer encantador, no es más que fachada y sólo quiere conquistar por la emoción de la conquista y unas cuantas sesiones de cama antes de desaparecer. Ningún hombre que no está fuertemente desequilibrado quiere casarse con una mujer a la que conoce desde hace muy poco tiempo. Descarta a un hombre así, porque o tiene un fuerte desequilibrio emocional o es un depredador. Cuánto debería durar la fase de inicio No todos los hombres llegan al punto de querer una relación con ella en
el mismo momento, pero en general tardan al menos un mes. Señales que indican que está siguiendo el camino correcto Aunque cuando los hombres conocen a una mujer que les gusta suelen tener como principal objetivo el sexo, eso no debe permanecer así durante mucho tiempo. Aunque no todas las relaciones comienzan de la misma forma, la gran mayoría de ellas siguen unas pautas básicas. Además de tener en cuenta los puntos a observar en esta fase, indicados en el apartado anterior, hay otras señales esenciales que indican que sus sentimientos por ti van creciendo y que puede llegar a querer una relación contigo: · En la tercera cita, él debe haber empezado a ver ya algún potencial para una relación contigo. Debe ya haber empezado a llamarte regularmente (a llamarte, no sólo enviarte emails o mensajes de texto) y querer verte también regularmente (por lo menos una vez a la semana). · Después de un mes desde la primera cita, debe haber empezado a llamarte (insisto, llamarte por teléfono) más de una vez a la semana y a querer verte también más de una vez a la semana, al menos dos y por lo menos de vez en cuando en fin de semana, dándote cuando te vea en fin de semana prioridad sobre sus amigos. · A los dos meses, debe haber empezado a querer hablar contigo todos los días, por lo que debería llamarte todos los días. Si está siguiendo el camino correcto para ver un mayor potencial para una relación contigo, también querrá verte varias veces a la semana y una de ellas en el fin de semana, dándote cuando te vea en fin de semana prioridad sobre sus amigos. · A los tres meses, debe estar ya tomándoselo como una relación. Desde luego, si no ha llegado ya a ese punto a los tres meses, es ya muy difícil que alguna vez vaya a llegar. Si al cabo de ese tiempo desde que empezó a salir con ella no ha llegado a querer exclusividad, es casi imposible que alguna vez vaya a quererla ni vaya a enamorarse de ella. Al menos estas pautas esenciales tienen que cumplirse si él va viendo cada vez más potencial para una relación con ella. El fallo de alguna de ellas, aunque no se hayan cumplido todavía los tres meses desde que empezaron a salir juntos, indica que por algún/os motivo/s él ya no ve potencial para una relación con ella ni lo verá. Ya lo tiene así decidido y nada le hará cambiar eso. Si sales con un hombre que falla en alguna de estas pautas básicas, deja de verle si no quieres sólo sexo con él, porque podrías salir malparada.
CAPÍTULO V EMPEZÁIS UNA RELACIÓN Cuando él se toma lo vuestro como una relación ¿Cómo demuestra él que para él lo que hay entre los dos es exclusivo, que no sale con nadie más porque así lo quiere?. Tengo que decirte que no hay algo que asegure que es así, puesto que hay algunos maestros de la seducción dispuestos a cualquier cosa por la emoción de la conquista de una entrepierna femenina, pero hay algunas pautas que al menos se deben cumplir cuando así lo siente: · Él la llama todos los días (la llama, no sólo le envía un mensaje de texto o un e-mail). · En sus días libres quiere verla. · Durante la semana laboral quiere verla también por lo menos algunos días, a no ser que sea imposible por horarios, obligaciones razonables, etc. · Él le ha presentado a ella a sus amigos. · Él estará feliz de estar también con los amigos/as de ella. · Los intereses y necesidades de ella están para él por encima de los de sus amigos, no la deja aparte a ella por sus amigos. Aunque de vez en cuando también querrá ver a sus amigos sin ella para tomar una cerveza, jugar al billar, ir a un partido, etc., normalmente, si quiere ver a sus amigos, la lleva también a ella. · Él hace pequeños sacrificios por ella (la recoge para llevarla a casa de vez en cuando, le hace tareas de bricolaje en casa, etc.). Por lo menos estas pautas deberán cumplirse para que él demuestre a ella que de verdad quiere exclusividad y debe haber estado demostrándolo durante al menos más de dos semanas. Deja que sea él quien tome la decisión de tener una relación contigo
Un hombre no puede sentirse de verdad comprometido con una mujer si no siente que ha sido él quien ha tomado la decisión de estar con ella, por eso no debe sentirse nunca presionado, porque sentiría que no es una decisión suya, sino de ella y no podría sentirse realmente comprometido con ella. Los hombres huyen de las imposiciones en las relaciones de pareja. Sólo cuando un hombre elige estar con ella por decisión propia, es cuando puede sentirse realmente comprometido con ella. Irene y Abel llevaban saliendo algo más de un mes. Durante las tres primeras semanas aproximadamente, se veían sólo una vez a la semana. Luego él empezó a llamarla más y a querer verla también con más frecuencia, pero algunos fines de semana él no quería verla porque quería salir sólo con sus amigos. Uno de esos fines de semana, Irene llamó a Abel y le dijo que tendría que elegir entre sus amigos o ella, que si ese fin de semana no quería verla, no volvería a verla, que tenía que demostrarle ya que sólo quería estar sólo con ella y no quería seguir conociendo a otras. Abel le dijo que ella le gustaba mucho, pero que necesitaba un poco más de tiempo. Irene insistió en que si no se lo demostraba ya, no volvería a verla. Entre la espada y la pared, Abel le dijo que sí quería estar sólo con ella y accedió a verla el fin de semana, invitándola a ir también con sus amigos. Cuando llegó el viernes siguiente, él no la llamó. Cuando ella le llamó, no le contestó. Al día siguiente le volvió a llamar y cuando hablaron, Irene le preguntó por qué no la había llamado, le dijo que había estado esperando todo el día para hablar con él. Él le dijo que se sentía presionado por ella. Ella le dijo que lo sentía, que la incertidumbre que sentía le había hecho reaccionar así y que podrían seguir viéndose como lo habían hecho hasta hacía una semana, pero él le dijo que necesitaba un tiempo sin verla para reflexionar. Él no volvió a llamarla. Él siempre debe pensar que es él quien toma la decisión de que la relación comience, avance y/o siga y que es él quien te convence para que tú quieras también que la relación comience, avance y/o siga y no al contrario, por eso no debe sentir que tú estás demasiado disponible para él y dispuesta a hacer cualquier cosa para que él tenga una relación contigo y/o para que siga contigo. Si él creyera que la decisión ha sido tuya, empezaría a distanciarse. Esa es la mayor diferencia entre un hombre que adora a su pareja y otro que no. Cuando un hombre piensa que esa decisión no ha sido suya, empieza a sentirse atrapado y empieza a querer salir de ahí. Un hombre siempre necesita pensar que esa decisión ha sido suya para sentirse libre y adorar a su pareja libremente.
El cortejo Cuando se comienza una relación, es cuando los hombres comienzan a querer conquistarla con más intensidad. En esta etapa, que suele durar poco, es cuando los hombres más suelen hacer pequeños regalos. Este es un ritual masculino muy común. También tendrá más detalles y su comportamiento será más caballeroso. Deja que te mime. A él le gusta agradarte y de nuevo, recuerda, agradéceselo siempre para que vea que lo aprecias. No le digas todo lo que te gusta. No le des el plano a tu corazón hecho. Deja que él piense en qué te podría gustar, deja que se esfuerce un poco para conquistarte, de esa forma también pensará más en ti. No te vuelvas loca por él (ni en esta etapa ni nunca). Recuerda que está en su “ mejor él”, que está en parte actuando porque quiere que pienses que él es ese hombre tan maravilloso que pretende hacerte creer que es en esta etapa. En esta etapa esconderán sus defectos e intensificarán sus virtudes. Al principio vas a ver una versión mejorada de él. Si en su versión mejorada hay algo que no te gusta y que no podrías tolerar, no dudes que en la realidad podrías tolerarlo aún menos, porque en realidad es peor. No caigas en la trampa de pensar que cambiará a mejor con el tiempo, que es cuestión de que os conozcáis y de que se acostumbre a ti para que ese cambio ocurra, porque no ocurriría. La primera vez que hacéis el amor Ten siempre sexo seguro. Al principio utiliza siempre preservativos. Un poco más tarde podéis haceros las pruebas los dos para confirmar que ninguno tiene SIDA. No te fíes por las apariencias. Muchas personas no saben que son portadoras del virus y parecen sanas. No te la juegues nunca cuando se trata de tu salud. Hay que recordar que la primera vez no debe ser nunca en menos de un mes desde que él y ella empezaron a salir y que él debe estar ya tomándoselo como una relación, sea cual sea el momento en que él habló con ella sobre exclusividad y empezara a mostrar signos de que así es. Cuando él tiene sexo con ella por primera vez, no quiere a una pavisosa, pero tampoco a una mujer que sea experta en técnicas sexuales. A él no le gustaría ver que ella está demasiado desenvuelta en el sexo. Eso le haría pensar que ha estado en muchas camas antes practicando lo que está practicando con él. Si has tenido una vida sexual intensa antes de acostarte con él, actúa como si no fuera así. Deja que al principio sea él quien lleve la iniciativa, sugiriendo posturas o nuevas técnicas. Por supuesto, pasado un corto tiempo, disfrútalo y hazle
disfrutar de forma desinhibida. No se trata de que piense que no puedes disfrutar del sexo abiertamente. Al igual que en cualquier aspecto y fase en la relación, desde el principio, debes tener mucho cuidado de que él no sospeche que estás siguiendo una serie de reglas inamovibles para conquistarle a la hora de hacer el amor por primer vez. Si pensara que lo estás haciendo, pensaría que eres una mujer demasiado rígida, además de pensar (sí, de nuevo) que te estás esforzando demasiado por él. Debes hacerle esperar, pero cuando te pregunte por qué no hacéis el amor todavía, no se te ocurra decirle que es porque así conseguirás que su deseo por ti aumente. Dile que tienes que sentirte lo suficientemente cómoda antes de llegar a eso con él. Si él sospechara que estás siguiendo reglas inamovibles con él para hacer que se sienta más atraído por ti, además pensaría que le estás manipulando y eso le haría querer escapar de ti. Para los hombres es muy importante pensar que son libres y que lo que hacen, lo hacen por iniciativa propia. Si no fuera así, empezarían a querer escapar de esa situación. Después de la primera vez que hagáis el amor, no actúes como si el centro de tu universo fuera él. Sigue actuando como has debido hacer hasta entonces, es decir, teniendo tu espacio y haciéndole ver con tu actitud que él no es el centro de tu vida. Cuando se ha esperado un tiempo prudente para saber que él se lo está tomando como una relación y se hace el amor por primera vez, una oleada de amor por él te inunda, pero evita que él sea el centro de tu vida. Una mujer que no actúa así tiene asegurado el principio del fin, pues él pensará que ya no hace falta que siga trabajando en la relación. Sigue actuando, como hemos visto a lo largo del libro, como una mujer astuta para que él quiera seguir conquistándote para que tú quieras seguir con él. Al día siguiente de que Ángela y Enrique hicieran por primera vez el amor, habían quedado para comer con unos amigos de ella. Él sugirió por la mañana que ella anulase esa comida con sus amigos con alguna excusa y así podrían pasar todo el día juntos solos los dos remoloneando en casa de él, pero ella le dijo que tenía ganas de ver a sus amigos y que ya podrían hacer eso otro día. Ella siguió teniendo con él la misma actitud que hasta entonces. No le llamó con más frecuencia ni anuló ninguna de sus clases de baile, de sus sesiones de spinning ni dejó de ver a sus amigas por pasar más tiempo con él. Fue entonces cuando Enrique se enamoró de verdad de Ángela. Te quiero Cuando un hombre te quiere de verdad, te lo demuestra con sus actos. A veces los hombres pueden llegar a decir a una mujer que la quieren sin sentirlo de verdad para conseguir un objetivo a corto plazo (que habitualmente suele ser su entrepierna). Si te dice que te quiere y no te demostrara que además de querer
tener contigo una relación, te quiere, estaría mintiendo. Cuando un hombre quiere de verdad a una mujer, hará todo lo posible para que ella le corresponda. No te dirá que te quiere si no piensa que no podrías rechazarle. La manera en que sabe que tú no podrías rechazarle es trabajar para que tú le correspondas. Si te dijera que te quiere sin haberse esforzado para ello, sería porque estaría mintiendo. Un hombre jamás te dirá que te quiere sintiéndolo de verdad si no ha trabajado antes para que tú le correspondas. Si él le dice a ella que la quiere sin ser cierto, seguramente ya lo ha dicho muchísimas veces antes sin sentirlo. Para él decir “ te quiero” es como decir “ pásame la sal”. Para él ella no es nadie especial. Simplemente, la está tomando por una pobre ingenua con la jugar y divertirse cruelmente durante un tiempo, pero desde luego, nadie con quien pensaría quedarse definitivamente. Cuando un hombre te dice que te quiere por primera vez sintiéndolo de verdad, su anhelo por que le correspondas alcanza el punto más alto. Espera que cuando te lo diga, tú caigas rendida a sus pies para poder relajarse, pero no te interesa que se relaje demasiado. Tampoco se trata de que le rechaces o en ese punto en el que ya ha trabajado para que le correspondas, pensaría que si a pesar de poner todo su empeño no lo ha conseguido, nada lo haría y empezaría a perder interés. Si le quieres, dile que tú también le quieres, pero no se te ocurra decirle que siempre has estado esperando ese momento, que siempre has estado esperando que él apareciera en tu vida, que él es tu salvador, que sin él la vida para ti no tendría sentido y que sin él no podría volver a tenerlo, que qué harías tú sin él, que él es tu mitad, que él tu alma gemela ni nada parecido, ni siquiera si él te lo dice a ti. Si él es un hombre romántico, disfrútalo. Si es así, lo más seguro es que cuando te diga por primera vez que te quiere sintiéndolo de verdad, espere que tú le digas algo como lo antes mencionado, pero cuando no se lo dices, piensa que esta vez no es como con las mujeres con las que ha estado antes, que se le han derretido cuando se lo dijo. Entonces, puede que intente que se lo digas diciéndotelo él a ti primero. Aún así, no se lo digas, ni en ese momento ni nunca. En primer lugar porque no deberías sentir eso nunca. Una mujer fuerte no siente que su vida no tendría sentido sin un hombre o que un hombre es su mitad porque sabe que ya es una persona completa en sí misma. Si él te dice algo así, mírale dulcemente, sonríele y dale un beso, pero no se lo digas tú a él. Si lo hicieras, empezaría a relajarse demasiado y como te digo, eso es algo que no te interesa porque empezaría a perder interés por ti. Lo que te interesa es que él siga trabajando para seguir conquistándote, para que no pierda el interés por ti. No te olvides
No dejes de ser tú misma No dejes nunca de ser tú misma, de tener tu propia identidad. Ese es el factor más importante para que él siga sintiéndose atraído por ti. A un hombre le atrae mucho más su pareja si ésta conserva su propia identidad, si tiene sus intereses y aficiones aunque no los comparta con su pareja y si trabaja por conseguir sus propios objetivos fuera de la relación (aunque sin descuidar ésta en exceso), porque a los hombres les gustan las mujeres lo suficientemente independientes. Esto tiene varios efectos: por un lado, él sabe que aunque no estuvieran juntos, ella sería feliz, que no le necesita para ser feliz, que como ya hemos visto, es un factor esencial para que él se sienta atraído por ella y por otro, hace que ella se sienta más feliz que si no tuviese sus intereses y objetivos fuera de la relación, hace que ella sea una mujer más positiva, lo cual también hace que él se sienta más atraído. ¿A quién no le gustan las personas que ven el lado positivo de la vida?. Tener intereses fuera de la relación hace que no te centres en ella en exceso, por lo que es esencial para que una relación vaya bien. No se trata de que finjas que tienes intereses aparte de él, sino de que de verdad los tengas. De otra forma, mentalmente te centrarías demasiado en él y eso se reflejaría en tu actitud y no funcionaría. Cuando una mujer se enfoca demasiado en un hombre, descuidando sus intereses y sus amistades porque quiere pasar hasta el último minuto de su tiempo libre con él, la relación que mantiene con él se vuelve automáticamente una obsesión y el miedo a perderle la absorbe más aún en esa relación, entrando en una espiral en la que ella siempre perderá. Por supuesto, en una relación hay que compartir y dar, pero no dejes nunca que todo tu tiempo libre lo ocupe él o entrarías en esa espiral. Si dieras demasiado en una relación, tanto que te perdieras a ti misma en ella, también perderías el respeto a ti misma en esa relación. No le hagas sentir demasiado seguro Los hombres sobre todo, necesitan el factor sorpresa, no saber exactamente qué va a pasar en todo momento. Eso les previene del aburrimiento, por eso debes hacer que él se sienta de vez en cuando un poco inseguro. Cuando un hombre da a una mujer por completamente conquistada, sabe ya lo que pasará seguro y empieza a aburrirse. Cuando veas que él empieza a perder interés, desvía tu atención de él y la relación a intereses y aficiones fuera de ésta. Puede que él, pasado un tiempo desde que empezó la relación, empiece a referirse a cosas que piensa que pueden ser debilidades para ti para que no te sientas demasiado segura en la relación, para hacerte trabajar más en ella, quizás para que te esfuerces en exceso en la relación (recuerda que si tú le demuestras que estás dispuesta a hacer cualquier cosa por él, aunque tuvieras que ser tú casi
la única que trabajara en la relación, él lo tomará). Por ejemplo, si él piensa que ella quiere perder unos kilos y es un punto un poco débil para ella, puede que haga alguna referencia a ello de vez en cuando. Si ella reacciona negativamente, él sabrá que ha tocado un punto débil en ella y puede que lo utilice cuando quiera situarse en una posición más fuerte respecto a ella en la relación. Ese exceso de ego por su parte puede contrarrestarse con su mismo juego, es decir, refiriéndote tú a cosas que sabes que son debilidades para él. No se trata de que se convierta en una guerra, simplemente de contrarrestar ese exceso de ego en caso de que él haya empezado ese juego. Hay que utilizarlo sólo si ves que él ha empezado dicho juego, con mucha sutileza y muy de vez en cuando, ya que de otra forma estaría tan acostumbrado a ello que no surtiría efecto. Por ejemplo, si su debilidad es su peso, simplemente puedes comentar que hay un nuevo gimnasio que hace descuentos, que conoces a un chico que perdió peso con una determinada dieta o que definió sus músculos con un determinado sistema. Si se está quedando calvo, puedes comentar que crees que los hombres que se están quedando calvos están mejor con la cabeza afeitada y que hay hombres que son calvos y siguen teniendo buen aspecto. Él no debe sentir nunca que te tiene completamente controlada. Ese sentimiento de no tenerte controlada al principio de la relación, será el que despierte en él el deseo de conquistarte y su pasión. No os precipitéis Una relación sólida no puede formarse de un día para otro ni en una semana ni en un mes. No pienses, arrastrada por la pasión, que vuestro caso es distinto, que ya sabías en cuanto le conociste, o al muy poco tiempo de conocerle, que sois como almas gemelas y que no necesitáis más tiempo para conoceros. Una relación de pareja sólida requiere un proceso evolutivo a lo largo de un tiempo. No os lancéis a vivir juntos si no han pasado al menos seis meses desde que os conocisteis y habéis pasado el suficiente tiempo juntos. Cuando dos personas que se conocen todavía muy poco empiezan a convivir juntas como pareja, las posibilidades de que haya más discusiones es mucho más alta que cuando se conocen más. Esto es debido a que no conocen todavía sus reacciones ante los distintos tipos de situaciones y esas reacciones pueden ser malinterpretadas, lo cual puede generar desconfianza y resentimiento David y Sonia sintieron un flechazo cuando se conocieron. Todo parecía ir sobre ruedas. A los tres meses de conocerse, decidieron vivir juntos porque no querían esperar más. Cuando él llegaba del trabajo, necesitaba unos 15 minutos a solas para relajarse y aliviar la tensión, pero ella no entendía que después de haber pasado muchas horas sin verse hasta la noche, él se
fuera directo a la habitación y no saliera de ella en un rato. Ella quería estar junto a él desde que entraba por la puerta. Entonces iba a la habitación y le preguntaba si le pasaba algo. Él respondía que no, que sólo estaba cambiándose y descansando un rato. Ella entonces ponía música y se tumbaba junto a él. Él le pedía que quitara la música porque quería descansar un rato en silencio, pero ella insistía pensando que así se relajaría más. Al cabo de unas semanas, una noche, él acabó enfadándose y tuvieron una fuerte discusión en la que David dijo a Sonia que deberían haber esperado más tiempo para vivir juntos. Sonia no entendía que él dijera eso y rompió a llorar. La relación fue desgastándose a partir de ese momento hasta romperse al cabo de unos meses. Tu actitud en esta fase Sienta las bases de la relación desde el principio Cuando empieces una relación con él, no te dejes llevar sólo por la pasión. La primera fase de una relación en la que los dos están enamorados es muy pasional, pero si te dejaras llevar sólo por la pasión, acabarías dando demasiado, él se habituaría a que tú dieses más que él y demandaría que dieses cada vez más si ese patrón continuara, mientras él daría cada vez menos. Si eso sucediese, la relación se rompería en poco tiempo porque él perdería el interés por ti o continuaría durante un tiempo como una relación en la que ninguno de los dos sería feliz por el mismo motivo. Sentar las bases de la relación desde el principio es muy importante. Evita desde el principio insultos, incluso “ de broma”, pues el límite entre insultar “ bromeando” y la falta de respeto es tan delgado que es casi inapreciable y de ahí a insultar seriamente hay sólo un pequeñito paso. Alguno dirá que eso es tener confianza y que la confianza es importante. En ese caso recuérdale que se dice que la confianza da asco, pero que no es la confianza lo que da asco, sino la falta de respeto e insultar, aunque sea “ bromeando”, ya es una falta de respeto. Detrás de las bromas reiteradas siempre hay algo de verdad. Lo que hacen los hombres cuando empiezan a insultar “ bromeando” a su pareja es testarla para ver si ella lo consiente para poder ir más allá e insultarla en cualquier situación pero ya sin bromas. No consientas nunca que te insulte ni “ bromeando”. Lo mismo se puede aplicar a cualquier tipo de falta de respeto. Recuerda que cambiar la dinámica en una relación es más difícil cuanto más tiempo haga que esa dinámica incorrecta esté establecida en la relación y por tanto más incrustada esté. Hazte respetar siempre desde el principio y haz que él se esfuerce por ti desde el principio.
Él quiere saber que ella piensa que él es especial por él mismo, no por sus bienes materiales Si ella actúa con él como si buscara un hombre que le dé un cierto nivel de vida económicamente, él sabrá que a ella lo que menos le importa es cómo es él y lo que más le importa es que la tenga gorda (la cartera). Eso desanimará a cualquier hombre para querer seguir teniendo una relación con una mujer. Si él piensa que en lugar de él, ella podría poner a cualquiera que le proporcionara el mismo nivel económico, sabrá que no le quiere por quien es. Él quiere sentir que para ella él es especial por la persona que es, no por su dinero o por sus bienes materiales. Cuando Álvaro y Lorena llevaban juntos dos meses, él la invitó a cenar a un buen y caro restaurante de la ciudad. Cuando estaban sentados a la mesa, ella dijo que el restaurante no estaba mal, pero que una vez fue a cenar a un lujosísimo (y impresionantemente caro) restaurante al que la había invitado un ex y que ese sí que era un restaurante lujoso. Después empezó a criticar el color de los manteles y la decoración del restaurante. Cuando llegó la carta, ella pidió lo más caro del menú y eligió también el vino más caro (aunque ella normalmente no tomaba vino). Ella comió su comida sin comentar si le gustaba. Al salir, Álvaro le preguntó si le había gustado la cena y ella le dijo que no había estado mal, pero que en el restaurante en el que realmente hubiera disfrutado hubiera sido en el lujosísimo restaurante del que le había hablado antes. Ni siquiera en ese momento le dio las gracias por la invitación. La cena le había costado a Álvaro casi 200 € y él ganaba unos 1.600 € al mes, teniendo que pagar hipoteca, por lo que tuvo que hacer un esfuerzo para invitarla a esa cena con el objetivo de agradarla, pero ella ni siquiera se lo agradeció. Fue entonces cuando Álvaro se dio cuenta de que Lorena era una egoísta desagradecida y no quiso volver a verla. Si él te hace regalos o te invita a cenar, a viajes, etc., acéptalos con gusto y disfrútalo y por supuesto, agradéceselo. A él le encantará ver cómo disfrutas de algo que él te ha dado. Eso le hace sentir que él te hace feliz y le anima a seguir haciéndolo, pero no actúes como si para él fuera una obligación hacerlo o se sentiría como si tú creyeras que él es el banco de donde retiras tus ingresos, no tu pareja y eso es algo que los hombres odian y de lo que huyen. Recuerda que es esencial para que tú estés en la posición más fuerte en la relación que además de ser independiente emocionalmente, también lo seas económicamente. No actúes como si él tuviera la obligación de complacerte No actúes nunca con él como si él tuviera la obligación de complacerte. Si lo hace es porque se siente atraído por ti, porque ve cualidades en ti que le
despiertan ese deseo de complacerte, pero no es ninguna obligación para él. Cuando haga algo para complacerte (insisto de nuevo), agradéceselo. No se trata de que se lo agradezcas hasta la saciedad, pero él debe saber que valoras lo que él hace de bueno por ti y que le valoras a él. Cuando hace bien las cosas, hay que reconocérselo. Eso le motiva para seguir haciendo bien las cosas, para seguir complaciéndote. Piensa en un niño cuando aprende algo nuevo. Sólo se siente motivado cuando el adulto que le enseña le reconoce lo que ha aprendido. Eso le motiva para seguir haciéndolo y seguir perfeccionándolo. Con los hombres es igual en este aspecto. Él necesita confiar en ti y que confíes en él Para él es muy importante que confíes en él. Si él no te ha dado motivos para desconfiar de él, te respeta y te demuestra que eres muy importante para él trabajando en la relación para complacerte, confía en él y demuéstraselo. Eso le motivará para seguir haciendo bien las cosas para que sigas confiando en él. Aunque cuando él hace algo negativo en la relación, ella debe tomar distancia, lo que no debe hacer es insinuarle que puede buscar a otro que le sustituya. Él lo tomaría como una amenaza. A los hombres también les da miedo que ella tome la decisión de abandonarle cuando hay un problema. Quieren saber que ella no es una mujer muy voluble, aunque esto debes hacérselo ver sin permitir faltas de respeto de él y corrigiendo desequilibrios cuando aparezcan. Diego había empezado a distanciarse de Estefanía. Ella le dijo, como modo de advertencia, que había un compañero de oficina que iba detrás de ella desde hacía un tiempo y que si seguía así, aceptaría una cita con él. La respuesta de él fue marcharse diciendo que entonces llamara a su compañero en ese momento y aceptara esa cita. Unas horas más tarde, Estefanía seguía esperando a que él la llamara para pedirle disculpas a ella, pero no recibió su llamada. Entonces ella le llamó para hablar con él. Ella le dijo que deberían verse para aclarar las cosas, pero él le dijo que a quien debería ver sería a su compañero ya que le gustaba tanto y le colgó el teléfono. Ella le volvió a llamar, pero él no contestó ni volvió a llamarla. Es importante que él sepa que le apoyas y le serás fiel. A los hombres también puede atemorizarles la idea de que su pareja le pueda abandonar, no apoyarle o, mucho peor, serle infiel. Si él tiene grandes dudas sobre si puede confiar en ella o estará para apoyarle o pueda serle infiel, es muy difícil que se pueda comprometer del todo con ella. Aunque necesitas que él no se sienta seguro del todo respecto a ti para que siempre tenga en su mente el reto de que permanezcas con él para prevenirle del aburrimiento, demasiada inseguridad es contraproducente. No cedas a algo que va en contra de tus principios
Como ya te he dicho antes, deberías haber descartado a un hombre si no tuviera los mismos principios que tú, pero si no te hubieras dado cuenta antes y descubrieras en esta fase que así es, descártale tan pronto como te dieras cuenta. Si él se merece que cedas a algo que necesita un esfuerzo por tu parte y quieres hacerlo, hazlo, siempre que no entre en conflicto con tus principios. No cedas nunca a algo si choca con tus principios. No me refiero a tu forma de pensar (algo que se puede cambiar y en ocasiones se debe hacer), sino a ciertas reglas inherentes a tu persona, que nunca romperías porque sabes que si rompieras alguna de ellas, te estarías traicionando a ti misma. Tus principios son tu esencia más profunda y nadie merece que cambies eso. Cristina y Eugenio querían irse de vacaciones, pero ese año estaban muy justos de dinero. Ella porque se había comprado su nueva casa ese año y él porque había reformado la suya. Ella era contable en una empresa desde hacía muchos años. Sus jefes siempre habían confiado en ella. Nunca les había dado ningún motivo para desconfiar. Eugenio sugirió a Cristina que podría fácilmente desviar algún dinero de la contabilidad de su empresa sin que nadie se diera cuenta. Cristina le dijo que nunca había hecho eso y nunca lo haría por una cuestión de principios. Él le dijo que era sólo un poco de dinero, que sus jefes nunca se darían cuenta y que de todas formas, sus jefes ganaban el suficiente dinero. Ella se negó, pero él siguió insistiendo durante más de una semana y al cabo de ese tiempo en que la había estado convenciendo, ella cedió y con ese dinero pagaron esas vacaciones. Un mes y medio más tarde de la vuelta de tales vacaciones, sus jefes decidieron hacer una auditoría de sus cuentas y salió a la luz que ella había desviado dinero. Ella fue despedida, cuando Eugenio ya la había dejado antes, después de haberle pedido que siguiera desviando dinero de la contabilidad de su empresa regularmente para darse algunos caprichos juntos y haberse negado ella. Él no puede pensar que invades su espacio No dejes cosas en su casa a no ser que él te haya invitado a ello antes, sin que tú se lo hayas pedido, por supuesto, sino por su iniciativa propia. Los hombres ven el que ella deje cosas en su casa cuando no la han invitado a ello como una invasión de su espacio. Aunque él te haya invitado a dejar tu cepillo de dientes, un pijama o algo de ropa interior, no te desmadres dejando cosas que él no vería como prácticas. Limítate hasta que seas invitada de nuevo a dejar más cosas, a cosas prácticas, como algo de ropa, algo para tu higiene personal (sólo algo), pero no dejes hasta entonces accesorios como bolsos, joyas, bisutería, etc., porque eso le
haría pensar que quieres ya que viváis juntos. Esa es una decisión que debe surgir de él. Al cabo de unos meses, Miriam empezó a quedarse a dormir algunas veces a la semana en casa de Alberto. Él le dijo que podía dejar allí algunas cosas suyas para cuando se quedara a dormir. Ella lo interpretó como que podía dejar cualquier cosa que ella quisiera en casa de él y le llenó el armario de su baño con potingues suyos, compresas, tampones, etc.. En el armario de la habitación dejó cinco pares de zapatos, tres bolsos y unas veinte prendas de vestir. Él le preguntó por qué necesitaba tantas cosas en casa de él. Ella le contestó que así no tenía necesidad de estar llevando y trayendo cosas de su casa a la suya. Él le dijo que le había dicho que podía dejar algo, pero no llenarle el armario del baño y de la habitación con un montón de cosas suyas. Eso desencadenó una gran discusión que fue el principio del fin. Sal con amigos que están en una relación consolidada Si tienes amigos que están en una relación consolidada y son divertidos (sobre todo si están casados), que hacen planes que sabes que le gustarán a él, procura salir juntos con ellos. De igual forma, si él tiene amigos que son pareja consolidada y te invita a alguno de sus planes con ellos, ve. De esa forma, él verá que tener pareja estable no es aburrido, que hay gente en pareja consolidada que disfruta de ello. No olvides que los hombres aprenden mucho más con lecciones prácticas que con explicaciones verbales. No muestres actitud negativa hacia sus amigos o su familia Si ves que amigos suyos le reclaman mucho para que salga con ellos sin ti, no caigas en la tentación de criticarles o pensará que quieres separarle de ellos. Es más, si ves alguna virtud en ellos (por mucho que te cueste), alábales cuando estés con ellos, de esa forma ellos empezarán a ser más amables contigo también y ya no le reclamarán a él para que salga sin ti con ellos tan a la ligera porque te tendrán más en consideración. Dile a él las virtudes que crees que tienen sus amigos cuando estéis a solas también (sin pasarte, claro, sólo mencionarlo como de pasada). De esa forma, si sus amigos te critican, él pensará que sus amigos son estúpidos por criticarte a ti, que nunca les has criticado a ellos, sino al contrario, pensará que sus amigos quieren separaros porque no son tan buenas personas como él pensaba. Por supuesto, aplica lo mismo a cualquier miembro de su familia. Dulce sí, empalagosa no Aunque a los hombres les gustan las mujeres dulces, no le abraces o le toques demasiado. A los hombres les suele agobiar cuando una mujer les abraza o les toca demasiado. Deja que sea él quien la mayoría de las veces (sólo la
mayoría, pero no siempre, por supuesto) tome la iniciativa de cogerte la mano, abrazarte, acariciarte o besarte y correspóndele cuando lo haga. Esto se aplica con mayor intensidad a la hora de dormir porque a los hombres no les suele gustar que les abracen o ser abrazados para dormir; es algo que encuentran muy incómodo. Deja especialmente en ese momento que sea él quien tome esa iniciativa. Sigue mostrándote alegre y positiva En los primeros meses, hasta que él se enamore y la relación se estabilice, es muy importante que cuando él tome distancia por su iniciativa, tú la tomes un poco más que él (eso en cualquier fase de la relación), pero en este periodo de tiempo siempre es muy importante que aunque tomes distancia, sigas mostrándote ante él como una mujer alegre, optimista, con sentido del humor, buena conversadora, aunque recuerda, siempre sin pasarte. En muchos casos él pierde el interés que tenía en ella en este periodo porque él no demuestra todavía que está enamorado, ella empieza a perder la paciencia y se enfada por ello, mostrándose cuando está con él como una mujer arisca, amargada, que no tiene tema de conversación más que su relación, demasiado callada (para ellos esto significa aburrida) o sin iniciativa. Eso hace que el interés por ella decrezca, y más todavía si además ella le regaña por no dedicarse lo suficiente a ella. En esta fase se trata además de hacerle ver sólo con tus actos que no le necesitas para ser feliz, que si él no se dedica a ti lo suficiente, tú podrías desaparecer de su vida en cualquier momento, pero si tu actitud fuera la descrita anteriormente, le estarías demostrando justamente lo contrario porque le estarías haciendo ver que tu estado de ánimo depende por completo de él y seguramente pensará que ella es emocionalmente demasiado cara de mantener, que le drenaría su energía. Noelia y Fernando habían comenzado una relación hacía un mes y medio (hacía unos tres meses que se conocían). Él sentía cada vez más por ella, pero ella quería que su relación avanzara más rápidamente. Hasta entonces, habían conversado animadamente y reído juntos, pero ella se sentía frustrada y enfadada y empezó a mostrarse así con él. Empezó a criticar lo que él decía, sus planes, su aspecto, a rechazar sus caricias, sus besos. Cuando él le preguntó qué le pasaba, ella le respondió que debería saber ya lo que pasaba. Él le respondió que no lo sabía. Ella le dijo que tenía esa actitud con él porque sentía que su relación no avanzaba al ritmo que a ella le gustaría. Él le respondió que no sabía exactamente a qué se refería, que se conocían desde hacía sólo unos tres meses, que ella le gustaba mucho y cada vez sentía más por ella. Ella respondió que a ella eso no le parecía suficiente. Él dijo que ya
no reconocía a la mujer que había conocido hacía sólo tres meses, con la que disfrutaba y ella le respondió que volvería a ver a esa mujer cuando él le demostrara que estaba enamorado de ella. Ella pensó que le había dado una lección y que a partir de entonces se mostraría más atento con ella, pero lejos de eso, lo que sucedió fue que él quiso verla cada vez menos, hasta que la relación se rompió pocas semanas más tarde. Muchos hombres en esa situación piensan que ella les ha estado engañando haciéndoles creer que era una mujer alegre para engatusarles, pero que en realidad es una mujer amargada y que les amargaría a ellos si siguieran con ella. Cuando es hora de abandonar Si a pesar de que la actitud de ella ha sido la correcta, es decir, si a pesar de que su actitud ha sido la de una mujer fuerte, firme, femenina, positiva y lo suficientemente independiente, él no se siente lo suficientemente comprometido con ella, es hora de que ella siga su camino sin él. Pensar que cambiará es una fantasía que no se cumplirá, que la auto chantajea emocionalmente, paralizando y atascando su vida en una relación infeliz y que será infeliz mientras dure. Cuanto más tiempo se demore la ruptura en un caso así, más dura será y más le costará a ella superarla. Una mujer que de verdad se respeta a sí misma, no cae en esa trampa cuando sabe que ya no puede hacer nada para que la relación funcione. Muchas veces, una mujer no deja una relación en la que no debería haberse involucrado nunca porque piensa que es demasiado lo que ya ha invertido en la relación como para abandonar sin haber conseguido que el hombre con quien está se enamore de ella y la trate bien. Creo que la gran mayoría de las mujeres han pasado alguna vez por esa situación. No dejes que esa trampa de la mente te atrape. Si has actuado de la forma correcta pero él no cubre tus necesidades, deja la relación y sigue tu vida sin él si no quieres entrar en una relación tortuosa. Cuanto antes abandones esa relación con un hombre con quien no eres feliz, más oportunidades tendrás de ser feliz. Esto tenlo siempre presente, en esta fase y en cualquier fase de la relación.
CAPÍTULO VI LA RELACIÓN EMPIEZA A CONSOLIDARSE La verdad Cuando conoces a un hombre o al principio de una relación, él no se mostrará al principio tal y como es. Intentará que veas una versión mejorada, que no se corresponde con la realidad, pero de lo que se trata es de conquistarte, así que no creas todo lo que veas al principio porque ese no será su “ verdadero él”, sino una versión mejorada. Poco después del comienzo de esta etapa empezarás a ver su “ verdadero él”, con sus verdaderos defectos (más numerosos e intensos de lo que parecían) y sus verdaderas virtudes (menos numerosas y menos intensas de lo que parecían) y entonces es cuando podrás empezar a saber de verdad si sois compatibles o no. Aspectos a observar en esta fase Antes de que un hombre se comprometa de verdad en una relación de pareja, analizará aspectos sobre ti que le den pistas sobre si podrías manejar una casa y una familia (en caso de que quiera hijos) junto con él. Los aspectos que él observará como mínimo de ti y que por supuesto, tú también deberías observar de él antes de comprometerte de verdad en la relación, son: · Si haces las cosas que hay que hacer muy pronto o casi siempre las dejas para más tarde y si eres lo suficientemente energética como para atender las obligaciones de una familia. Carlos había empezado una relación con Tina hacía unos tres meses. Empezaron a pasar juntos los fines de semana. Bien ella se quedaba en casa de él o viceversa. A Carlos le gustaba recoger la mesa cuando terminaban de comer, pero ella siempre remoloneaba y acababa recogiéndola siempre él. Él acababa siempre fregando y recogiendo los platos porque ella decía que lo haría en un rato, pero pasaban dos horas y todavía no lo había hecho.
Cuando iban a salir por la mañana, él se levantaba y ella se quedaba en la cama. Siempre tenía que estar él insistiendo para que ella se levantara. Cuando él ya había desayunado, se había duchado y vestido, ella seguía en la cama. Al final nunca llegaban a ningún sitio a comer antes de las 15.30, cuando él ya estaba que se subía por las paredes del hambre. A él empezó a irritarle cada vez más la actitud de ella y pensó que en caso de que formara una familia con ella, le sobrecargaría de trabajo porque era demasiado perezosa, así que decidió terminar la relación. · Si manejas bien el dinero. Esto es algo en lo que él ya habrá empezado a fijarse desde que empezasteis a salir, pero en esta fase lo observará aun con más atención. Araceli tenía un sueldo de 1.800 € al mes y pagaba 600 € de alquiler. Le encantaban la ropa y los complementos de diseñadores muy conocidos y buena parte de su sueldo iba destinado a ello. Además, tenía un coche de alta gama que consumía muchísimo, pero aunque sabía que cambiándolo por otro gastaría mucho menos en combustible, ella se negaba porque quería tener ese coche en concreto. Cuando Marcos iba a casa de Araceli, nunca tenía casi nada en la nevera. Ella se alimentaba sobre todo de comida instantánea deshidratada a preparar añadiendo agua caliente porque era lo más económico. Apenas encendía la calefacción porque con lo que ya había gastado durante el mes en ropa, complementos y combustible para el coche, no le llegaría para pagar la factura de electricidad del mes pasado y tampoco le llegaría al siguiente para pagar la factura del actual mes. Los padres de Araceli tenían que dar dinero a su hija todos los meses para que pudiera pagar las facturas. Un día Araceli le preguntó a Marcos si le gustaban sus nuevos zapatos, que le habían costado 600 €. Marcos le respondió que eran muy bonitos, pero que le parecía que gastaba demasiado en ropa y complementos. Ella le dijo que no podría vivir sin seguir comprándose ese tipo de ropa y complementos. Dos días más tarde, Araceli pidió a Marcos dinero prestado para pagar la factura de electricidad porque sus padres no podrían darle dinero en unos meses. Él supo entonces que puesto que ella derrochaba el dinero en cosas superficiales, sería imposible formar una
familia con ella y no quiso seguir adelante con esa relación. · Tu situación económica. Antes de establecerte con un hombre en pareja, os conviene saber cuál es la situación económica de cada uno. Al igual que a él, a ti también te conviene, sobre todo si está divorciado y tiene que pagar pensión a su ex mujer y más aun si tiene hijos con otra mujer y queréis tener hijos juntos. Tal vez tenga que pagar una pensión alimenticia a los hijos de una anterior pareja tan proporcionalmente alta respecto a su sueldo que no pudiera mantener a más. No dudes que su situación económica puede afectarte a ti muy fácilmente y a la inversa. · Si eres sensata en tus decisiones. Iván e Isabel trabajaban en la misma ciudad y relativamente cerca. Iván vivía cerca de su lugar de trabajo, pero Isabel vivía a más de 60 km. porque quería vivir muy cerca del campo. Cuando dormían juntos en casa de ella y tenían que trabajar al día siguiente, Iván tenía que sufrir un gran atasco y tardar más de 1h. 30 min. a su trabajo en coche (cuando desde su casa tardaba 25 min. en transporte público). Cuando salió el tema de dónde vivirían si vivieran juntos, ella dijo que no viviría en ningún otro sitio. Ella no tenía familia en esa localidad y llegaba del trabajo a las 20.30, por lo que no disfrutaba del campo durante la semana laboral. Él le dijo que puesto que no tenía tiempo para disfrutar del campo durante la semana laboral, si vivieran juntos, podrían vivir en la ciudad en la que ambos trabajaban y pasar los fines de semana en el campo, pero ella dijo que bajo ningún concepto viviría en otra localidad que no fuera en la que vivía en ese momento. Iván se imaginó tardando más de 1 h. 30 min. de ida al trabajo y otro tanto de vuelta, en total más de 2 h. 15 min. más todos los días laborables entre ida y vuelta que desde su casa. Simplemente no le parecía sensata la actitud de ella y pensó que si formaran una familia, su vida estaría llena de las insensateces de ella que no sólo le afectarían a él sino también a sus futuros hijos y ese fue el fin de la relación. · Si tienes tu casa lo suficientemente limpia y ordenada y si cuidas bien las cosas. En general, los hombres no se fijan en si todo está perfectamente limpio y ordenado, pero a la mayoría sí les importa que al menos no esté todo patas arriba y que en el fregadero no haya platos acumulados desde hace una semana. La primera vez que Gonzalo fue a casa de Blanca, el sofá estaba
lleno de palomitas, la manta y los cojines encima de éste desordenados, en la mesa del comedor estaban los platos de la cena del día anterior y un montón de revistas desordenadas, en el suelo había ropa sucia y en las sillas ropa para planchar. Blanca dijo que no había tenido tiempo para ordenar y él no le dio importancia, pero a medida que Gonzalo iba más a casa de ella y veía que el estado habitual de su casa era ese, empezó a preocuparse. Un día, estando Gonzalo en casa de Blanca, centró su atención en una noticia que estaban dando en el informativo en la televisión y se sentó en una silla sin prestar atención, hasta que se dio cuenta de que algo húmedo y frío estaba debajo de su trasero. Cuando se levantó, se dio cuenta de que un plato con resto de pasta con salsa de tomate había sido dejado en la silla en la que él se había sentado y a juzgar por el olor, llevaba ahí varios días. Esa fue la última vez que Blanca vio a Gonzalo. Insisto, tú también debes prestar atención a estos puntos en él antes de comprometerte de verdad en la relación para tener más pistas sobre si él es de verdad compatible contigo. Tu actitud en esta fase No dejes que él se relaje demasiado Al comienzo de esta fase, él piensa que ya te tiene conquistada y ya puede relajarse. Está claro que él no puede ser su “ mejor él” durante todo el tiempo, porque sería agotador para él, así que deja que se relaje un poco, pero no demasiado. En esta fase tu actitud en este aspecto es fundamental para el futuro de vuestra relación. Si en esta fase él ve que ella, debido a la relajación de él, empieza a preocuparse por su cambio de actitud y empieza a estar fuera de control para agradarle y así atraerle, él se distanciará y empezará a estar para ella cada vez menos porque sabrá que haga lo que haga ella estará ahí haciendo lo que sea para agradarle y atraerle. Sigue siendo amable, cariñosa, positiva, buena conversadora, ten sentido del humor (algo que debes ser y tener siempre en adelante en vuestra relación), pero sé siempre firme. No le pases ni una sola falta de respeto y no dejes que se relaje demasiado (algo que también deberá darse siempre en la relación). Recuerda que enmendar la actitud de un hombre es más fácil cuanto menos tiempo haga que esa actitud no sea la correcta, así que sin obsesionarte en absoluto y siempre disfrutando del camino en la relación, debes estar pendiente siempre para enmendar cualquier desviación del camino correcto desde el mismo principio.
Secretos compartidos Uno de los signos de que una pareja está empezando a consolidarse es que los dos empezarán a compartir secretos. Compartir secretos o cosas dichas secretamente es parte de la lealtad. Los secretos compartidos dan más complicidad a una pareja, pero si él supiera que tú estás rompiendo esos secretos contándoselos a alguien más, no volvería a confiar en ti para compartirlos, por lo que esos secretos deben seguir siéndolo entre los dos.
Sigue siendo cuidadosa Sigue cuidadosa cuando estés en su casa o cuando estés en la tuya y él esté. Algunas veces, una mujer que vive sola puede permitirse tener algunos descuidos como dejar unas bragas sucias en el baño que después iba a meter en el cesto de la ropa para lavar, pero a un hombre le repelerá ver eso. Cuando esté en tu casa, hazle sentir que está en un espacio más cuidado y acogedor que su casa y que eso es lo que tendrá si comparte su vida contigo. Cuidad los dos detalles como cerrar la puerta del baño.
CAPITULO VII LA RELACION SE CONSOLIDA En esta fase, tú debes ser su prioridad Uno de los signos de que un hombre está comprometido de verdad en la relación es que le ha presentado a ella a su familia y que los intereses de ella están por encima de los de su familia también (no sólo de los de sus amigos). No es que deje de ver a su familia o a sus amigos, pero la gran mayoría de las veces él tendrá en cuenta los planes con ella antes de hacer planes con su familia o amigos. Por supuesto, debes siempre respetar las relaciones con su familia y con sus amigos porque que las tenga es sano y necesario. Siempre que él anteponga tus intereses a los de su familia y amigos y cuente contigo para hacer los planes con ellos, no hay nada por lo que debieras preocuparte. Si para ti es importante casarte Si para ti es importante casarte, no te vayas a vivir con él sin casarte sin haber hablado antes sobre casaros en un futuro (no mucho después de empezar a vivir juntos). Si lo haces, será más difícil que quiera casarse contigo. Además, la relación podría desequilibrarse fácilmente a favor de él porque él la podría controlar más fácilmente. Recuerda que tú no debes abordar el tema del matrimonio directamente. Cuando un hombre empieza a convivir con una mujer sin haber hablado sobre casarse en un futuro con ella, suele ser porque bien ella o bien él está siguiendo al otro. Emocionalmente uno está invirtiendo más que el otro y este otro le sigue y no tiene siempre por qué ser el que invierte más el que proponga la convivencia, también lo puede proponer el que invierte menos porque se sienta presionado por el otro y cree que convivir sin casarse es una forma de “ mantenerla/le tranquila/o” por un tiempo, pero es una solución temporal para él/ella. Si ella está invirtiendo más que él emocionalmente y es ella quien propone convivir juntos sin que hayan hablado sobre casarse en el futuro, él puede seguirla para mantenerla tranquila durante un tiempo sin que salte la alarma en ella pensando que él no quiere algo serio con ella. Es una forma de ganar tiempo mientras él decide qué hace. Si en este caso ella saca a relucir el tema de casarse, él le contestará que ya le está demostrando todo lo que significa para él puesto que él está de acuerdo en que vivan juntos, pero evitará hablar sobre el tema del matrimonio, poniendo excusas como que primero tienen que vivir juntos por un tiempo para ver cómo es la convivencia entre ellos y que después ya verán. Si ella está invirtiendo más que él emocionalmente y es él quien
propone convivir juntos sin que hayan hablado sobre casarse en el futuro, seguramente lo está haciendo porque se siente presionado por ella en la relación (ella ha estado diciéndole durante un tiempo que ella no le importa, etc.) y de nuevo, como en la situación descrita en el párrafo anterior, piensa que irse a vivir juntos es una forma de ganar tiempo mientras él decide qué hace, pero también en este caso es sólo una solución temporal para él. Si en este caso ella saca el tema de casarse, él le contestará que ya le está demostrando todo lo que significa para él puesto que está proponiendo que vivan juntos, pero también evitará hablar sobre el tema del matrimonio y pondrá las mismas excusas. En los dos casos descritos en los dos párrafos anteriores es difícil (aunque no imposible) que él llegue a comprometerse en la relación como para querer casarse con ella. En caso de que se dé uno de esos casos, él espera obtener la respuesta a qué hacer con la relación conviviendo con ella. Espera que convivir con ella le haga sentir mucho más feliz o mucho más infeliz para tomar una decisión. Sexo en una relación consolidada Para mantenerle interesado en ti también sexualmente, al igual que emocionalmente, el truco es no darle demasiado. Haz que te conquiste continuamente. Si una mujer le da a un hombre demasiado sexo, si está demasiado disponible para el sexo, él se aburrirá, porque para él no hay nada que conquistar. Deja que también sexualmente la conquista nunca acabe. Eso no quiere decir que tú no estés casi nunca disponible ni que siempre tenga que tomar él la iniciativa. De vez en cuando toma tú la iniciativa, pero deja que sea él el que te busque más a ti también sexualmente. Resístete de vez en cuando al principio un poquito cuando lo haga y de vez en cuando, si estás cansada o no te apetece por cualquier motivo, no te sientas en la obligación de hacerlo, simplemente dile que no, pero con dulzura. Podéis hacer algo relajante juntos en vez de hacer el amor, como tomar un baño o daros un masaje. Además, decirle que no de vez en cuando estimulará su deseo de seguir conquistándote. Fantasías sexuales Aunque a las mujeres también les gustan las fantasías sexuales, es algo que satisface más a los hombres. Las fantasías sexuales, como jugar a papeles diferentes, permiten vivir algo nuevo juntos a una pareja en el sexo aunque lleven décadas juntos. Como todo, deben utilizarse moderadamente. Demasiadas fantasías sexuales harían que al final no fuese algo especial, pero utilizadas de vez en cuando, hacen que él pueda vivir contigo algo nuevo o vivido muy pocas veces y eso le reavivará el deseo Intenta ser lo más natural posible a sus ojos Un secreto es que llevando la misma cantidad de maquillaje con look
natural, hay una diferencia para que un hombre pueda pensar que ella casi no lleva maquillaje o que ella lleva una máscara. La diferencia es simple: que él la vea a ella maquillarse o no. Sí, es muy simple, pero créeme, los hombres en este aspecto son muy simples, si no ven el proceso, no se dan cuenta. Si puedes tener tu propio baño cuando viváis juntos para tu uso solamente, mucho mejor, de esa forma podrás arreglarte tranquilamente en tu baño sin que él vea el proceso y no verá todos los potingues que todas las mujeres usan y pensará que eres una mujer natural, que tu belleza no requiere de cosas artificiales, algo que en general repele a los hombres. Sigue siempre practicando el arte de retomar el control Si él piensa que la conoce perfectamente a ella, que sabe cómo va a reaccionar ante cualquier situación o sabe exactamente lo que va a hacer siempre, empezará a aburrirse. No se trata de que ella sea una caja de sorpresas constante, pero si de vez en cuando él no está seguro de lo que ella piensa o de lo que va a hacer, eso le hace interesarse más en ella, sigue teniendo un reto que resolver y previene que él se aburra. Recuerda también el ciclo que debe repetirse continuamente en la relación (apartado “ El ciclo que debe repetirse continuamente en una relación de pareja”, del capítulo III) Recuerda el principio Él empezaría a plantearse si seguir en la relación o no si un día él se preguntara dónde está la mujer con la que disfrutaba y que ahora casi no reconoce en la mujer que ahora casi sólo le habla de cosas que solucionar sobre la casa y los niños y sobre problemas. No le agobies con tus problemas. Aunque en una pareja lo normal es hablar sobre los problemas que se tienen, no le hables demasiado de ellos. Si tienes más necesidad de hablar de tus problemas, desahógate de vez en cuando con una amiga. Tú también harás lo mismo por ella. Cuando te pareza que los problemas cotidianos te pesen demasiado, recuerda el principio, cuando empezásteis la relación, reíais juntos y disfrutábais de forma natural el uno del otro. A él le atraía de ti tu alegría, tu optimismo, tu positividad y así debe seguir siendo. No dejes que los problemas corroan vuestra relación. Tomaos también tiempo para seguir disfrutando el uno del otro. La relación más importante en tu vida
La relación más importante que tienes y tendrás en tu vida es contigo misma, así que cuídate, respétate y ámate por encima de todo. Tú debes ser siempre en general tu prioridad. No dejes nunca que ese lugar lo ocupe un hombre.
Gracias por haber adquirido este libro, Marian García