Síntesis de la conferencia de Fernando Savater (Curso de verano de el Escorial. 9 de julio de 2002) -
Hoy día asistimos a la supervivencia de la mentalidad religiosa en el discurso político y social contemporáneo. Todo esto se produce en el marco de un mundo –en referencia a Weber- desmitificado
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El siglo XX fue el siglo de la Ideas: las ideas como espacios abiertos frente a las tribus como espacios cerrados.
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El problema se sitúa en la elección, es decir, con la ideología hay debate, pero con la raza no lo hay, no hay posibilidad es una cuestión cerrada. En este sentido recomienda el libro de Mari Calder que habla de las “etiquetas innegociables”.
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Savater afirma que no hay un choque de civilizaciones, porque sólo existe una civilización y dentro de ella varias culturas. Define esa única civilización (capitalista, democrática, urbanita, etc...) como técnica o referente que engloba a todas las culturas y describe los elementos económicos y militares como los
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principales pilares que la sostienen o define. Recomienda otro libro, “La mirada mutilada”, editorial Península de Darius Sanegan (o algo así) que habla de cómo se presenta el Islam hacia fuera. Savater plantea como elemento principal de su conferencia o de su visión del mundo, la existencia de una dicotomía entre: o
La modernidad que pretende conquistar el futuro (el progreso, el elemento laico) frente a una teocracia innegociable que pretende la
recuperación del pasado. o
Al mismo tiempo dice que existe una presencia de un discurso teocrático y arcaico en ambos lados. Un discurso que habla fundamentalmente del bien y del mal, de Dios, etc (usado tanto por Bush como por Bin Laden).
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Hablando de la modernidad dice que, lo más moderno es más híbrido, más mestizo. Ahora tenemos un “cocktail vital” donde podemos ir escogiendo de cada cosa y somos más mestizos (hace referencia a q se puede ir tomando de las grandes ideas: liberalismo, marxismo, psicoanálisis, etc... y hacer tu propio “cóctel vital”)
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Hace referencia a que el mundo moderno es cada vez más incierto porque no nos es tan fácil reconocernos en “el otro” como antes (el otro cambia y nos vuelve perplejos y no sabemos quienes somos). La etiqueta se ha desvanecido. Dice, en este sentido, que el ser humano es principalmente un ser “normópata”, que busca la norma frente al otro para serenarse y luego una vez encontrada busca la diferenciación, pero dentro de la norma.
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Por otro lado habla del derecho, y lo sitúa en el campo de la modernidad y el deber que lo sitúa en el campo de la religión.
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Savater entonces dice que hemos pasado de un mundo de idénticos (entendido como un mundo homogéneo, a-crítico, de pertenencia, tranquilizador) a un mundo de iguales en derechos (entendido como la modernidad, laico, civilizado, de participación). Él dice que en esta dualidad se mueve hoy día el planteamiento político.
Consideraciones personales:
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El auditorio estaba a reventar de gente y el espacio de preguntas duró lo mismo que su intervención, que fue breve y como él dijo que no venía a aportar nada nuevo sino a aclarar algunas cosas.
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Lo más interesante no fue la conferencia, sino la reacción de la gente, el ambiente....
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En ese sentido os puedo decir que Savater se situaba claramente en el lado de la modernidad, siendo critico con la misma, pero indudablemente en ese “bando” y desde ese bando (la expresión debe ser entendida desde una visión bélica y no de otro modo) atacaba finamente y con sabiduría al otro bando teocrático.
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La reacción de la gente era como en circo romano y la gran mayoría aplaudía a reventar y hasta se emocionaba al ver como con la palabra Savater en nombre de la modernidad le atizaba soberanas palizas a ese mundo que definía bajo la teocracia.
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Un par de personas, una mujer y un cura intervinieron, pidiendo perdón por lo que representaban, pero no por ser católicos y cristianos, criticando al mismo tiempo cosas del discurso de Savater. La respuesta fue inteligente y fácil para cosechar nuevamente aplausos.
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Era muy curioso observar el fervor religioso (en la visión amplia que le da Caamaño), que había en la gente al oír la palabras que defendía la modernidad, nuestros logros civilizatorios, nuestra visión euro céntrica y etnocéntrica del mundo, y que tranquilizaban al auditorio cuando el “profeta” Savater las pronunciaba.
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Eché de menos una reflexión más compleja y completa, puesto que la explicación de un mundo dual con los papeles tan bien repartidos me parece muy televisiva. Espero que las conferencias no se estén impregnando del “modus operandi” de los medios de comunicación, y en concreto de la televisión.
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Antes de la conferencia asistí a su rueda de prensa, que fue 100% por 100% tema vasco. Mejor no lo cuento porque m e va sentar mal la comida (un asquito.... si lo intelectuales se comprometen así es m ejor que se queden en los libros.)
Muchos besos.