Sankpana (Sankpana) Él fue quien lanzo a Ifá para aquel que viste cerrado con adornos de plata, aquel que tiembla y hace temblar la tierra, para aquel que penetra en tu cuerpo y sale como gusano. Odù de Ifá Òbàrà Eturá Sankpana quien es una divinidad objeto de muchas controversias, as conocido también en Cuba con el nombre de San Lázaro, San Roque y San Sebastián; esto es debido a la influencia de la religión católica. Por su parte, los sacerdotes de Ifá en Cuba lo nombran Azojuano o Babaluaya como se manifiesta en algunos eses Ifá criollos. Entre lo mahis es nombrado Obaluguaye, Obaluaye, Obaluaye u Omolu (el rey del mundo). Sankpata en el lenguaje nago, que significa (el que corta y mata) o Ayinon (el propietario de la tierra), vinculación que los nagos ven entre este oricha y la tierra. En Abomey es llamado por el nombre de una pareja, Kohosu y Nyowe Ananii. La atribución de nombres varía de región en región en tierras africanas. Se dice que en Abomey as una pareja compuesta por Kohosu "el padre que da la viruela" y su esposa Nyowe Ananú, sus hijos, Da Sodji "qua da la disentería y los vómitos que producen la muerte", Da Longan, Da Sin Dji, Aglosunté "que da las llagas incurables" y Gbosu Zuhon, su hermano gemelo, Ahosu Gan Wha "que da las hinchazones mortales", Avimadje, ligado con los tohossus y Alokpe. Hay una tercera generación de la que forman parte de un lado, los hijos de Da Sogji el mayor de los cuales es Adan-Tagni "que da la lepra y coda los pies y las manos". Del otro lado, se encuentran los hijos de Da Longan, llamados Gbazu, Da Magbekan y Suviningin. También se le conoce como Agrónica-Omo-bitasa, Ayanó, Awojonú, Asoyú, Atimaya, Afimaye, Ayamú, Abeolomi, Ayanise, Ni Kam Babalu Borila y Babalu Aguadotisa. En Haft se to llama a Sankpana Legba, Pied y Sabata. En el país nago-yoruba, en Ketu, Abekuta y en Brasil, consideran a Naná Burukú como madre de Sankpana; mas lejos todavía hada el este, en Osogbo, Naná Burukú, se convierte en Sankpana, divinidad de la viruela. Los adeptos de Sankpana usan collares de color negro y blanco o rojo y negro. En Cuba, los collares asumen otros colores tales como azabache (negro), matipó, cauries, cuentas blancas rayadas en azul, etc. Otros atributos de este oricha son, el calabazo (especie de jícara mediana y semiovalada con otra superpuesta encima que va agujereada) y que representa al reino de Dahomey, cada agujero representa un camino. La cazuela en Cuba se llama Ajarrara o Ajalala. Hay un refrán que dice "Dahomey es igual a un Ajalala, que tiene muchos huecos y caminos". En Cuba este recipiente se ha sustituido por dos piezas de barro horneadas, el chachara o vara de nervadura de palma decorada con conchas o cauries (comúnmente llamado en Cuba, aja), su tambor típico llamado "asoyin", las piedras porosas, los cauries y en Cuba también se le atribuye un brazalete que se confecciona con tela de yute y cauries y que se nombra cachá.
Sus adeptos en Cuba visten ropajes de tela de yule, pues este material se le atribuye al oricha. El Odù isalayé que viajo con Sankpana desde el Cielo hasta la Tierra fue el Odù de Ifá Òbàrà Eturá y el Echu que to acompaño fue Echu Òbàrà Òtúá Awo Ikogusi. Sobre este oricha se relatan muchos y variados mitos, a continuación ilustraremos uno con un ese Ifá del Odù Ògúndá Méyì por considerar que es de los mas antiguos y genuinos. Ògúndá Méyì ha revelado que después que Olódùmarè creo a las esposas para las divinidades, la siguiente tarea era como hacerles tener hijos. Cuando las otras divinidades descubrieron que Òrúnmìlà había dado nacimiento a algunos hijos de otras deidades, ellos comenzaron a recurrir a el por ayuda. Por ejemplo, adivino para que Ògún tuviera siete hijos, uno de ellos se convirtió en asesino. También adivino para Ozain pare tener como hijos a "Remedio" y a "Hechizo". Ikú sin embargo, estaba totalmente negado a ir donde Òrúnmìlà por ayuda, porque este siempre estaba en desacuerdo con él obstruyendo las metas y objetivos de la Muerte. Por lo tanto Enfermedad (Arun), la esposa de la Muerte, estuvo mucho tiempo sin tener hijos. Eventualmente, la esposa de la Muerte decidió ella misma ir a ver a Òrúnmìlà. El realizo la adivinación y el sacrificio por ella y quedó embarazada al siguiente mes. Primero nació Convulsión y luego nacieron cuatro hijos más: Contagio, Infección, Locura y Deformidad. Entre ellos cinco dieron nacimiento a seiscientos tres nietos y bisnietos, que constituyen hoy las muchas enfermedades y padecimientos que sufrimos en la Tierra. Mientras que estuvieron en el Cielo, los descendientes de la Muerte, fueron relativamente inofensivos. Fue la indagación del hombre, guiado por la codicia, lo que lo llevo al contado con las enfermedades. ...Una vez, un rey que reino sobre la Tierra llego a ser tan poderoso, que él mismo se proclamo al rango de divinidad. Se llamaba Obaluwaye, "el mismo que es, el rey que es también el Dios del mundo". Antes de que este se divinizara, el hombre no era más que un simple cazador llamado Atakpa, que vivía del producto de su caza. Al ver que la caza no le servia para sus fines, incursiono en la agricultura y mas tarde en el comercio, pero todos sus esfuerzos resultaron fracasos colosales. Todas las divinidades habían partido de regreso al Cielo a excepción de Òrúnmìlà. Así que Atakpa decidió ir por adivinación. Le fue dicho que su prosperidad dependía de la caza y a ella debía regresar. En aquel momento, el arena de fuego ya había llegado a la Tierra, pero al hombre le tomo tiempo descubrir sus verdaderas potencialidades. Atakpa fue el primer ser humano que usó el arma de fuego para cazar y fue tanto el éxito que tuvo en el usó de la escopeta, que llegó a ganarse el nombre de Atakpa-Olori-Ode, que significa: "el generalísimo de todos los cazadores". Ya él era prospero, pero su modesta fortuna no era suficiente para satisfacerle.
Esto coincidió con el momento en que los cinco hijos de la Muerte estaban siendo transportados al mundo por Echu. Todos ellos se hallaban en el interior de los intestinos de un animal amorfo que era más grande que un elefante. Un día, Atakpa-Olori-Ode fue al bosque con su escopeta y vio al colosal animal. Cuando le apunto, el animal le pidió que no disparara y le dijo que en cambio podía pedirle a él lo que quisiera. El hombre respondió quo quería tener una cantidad incontable de dinero y el animal lo mando a ir para su casa donde lo estaría esperando una gran cantidad de dinero. Así fue en efecto. Pocos días después, regreso al mismo lugar y encontró allí al animal quien le pregunto que mas quería. El hombre pidió tener muchos sirvientes y esposas. A solicitud del animal regreso a su casa y encontró todo lo esperado por él. No satisfecho aun con lo que había obtenido hasta ese momento, regreso al bosque una vez mas, ahora para pedirle al animal que quería ser rey. Como las veces anteriores, le respondió que fuera para su casa y allí encontraría a su pueblo reunido para coronarlo rey, el primer rey, coronado por el hombre. Entonces fue a agradecer a Òrúnmìlà por la eficaz adivinación sacrificio ejecutado por él. No obstante, Òrúnmìlà le advirtió que no regresara jamás al bosque a pedir algún otro favor al animal y que nunca bajo ningún concepto le disparara, porque su estomago contenía muchas calamidades que saldrían al exterior si se exterminaba a aquella criatura deforme y grande. El solamente hizo caso del consejo de Òrúnmìlà durante veintiún días. Después de ese tiempo, incluso siendo rey. Regreso al bosque con su escopeta solo pare ver si el animal permanecía allí esperando para derramar su veneno sobre la Tierra y llevando su avaricia a grado extremo, le pidio que lo convirtiera en Olódùmarè. El animal le replico que él no era capaz de conferirle esa gracia porque solamente existía un Olódùmarè que estaba en el Cielo y ante la negativa Atakpa-Olori-Ode le amenazo con dispararle si no le concedía ese favor. El animal le dijo que disparara, él apretó el gatillo y de un disparo la victima cayó muerta al suelo. Atakpa-Olori-Ode regreso a su casa pare invitar a su gente a ir al bosque y picar el animal y ante todos se proclamo él mismo Dios del universo (Obaluwaye), por la hazaña de matar al animal. Sin embargo, sin saberlo, iba a disfrutar ese titulo póstumamente. Cuando todos fueron al lugar donde había caído el animal solo vieron un montón de gusanos. Inmediatamente el rey enfermo y pronto comenzó a delirar y a pronunciar discursos incoherentes, que marcaron el inicio de la locura en la Tierra, tanto él como los que se lanzaron al bosque guiados por él, fueron atacados por los gusanos e instantáneamente afectados con todos los tipos de enfermedades, algunas desconocidas aún en la actualidad. Obaluwaye murió, esa misma noche. Muchos murieron aquejados por lo que hoy conocemos como viruela, varicela, paste, tos, etc. y aunque fueron los primeros en sufrir aquel desastre no fueron los únicos, pues todas las enfermedades se esparcieron por el mundo conocido. La familia de Òrúnmìlà también fue afectada, sin embargo gracias al uso del encantamiento para recordar a los dispersadores de las enfermedades que él fue quien realizó la adivinación y el sacrificio en el Cielo para facilitarle a la abuela de ellos tener sus cinco hijos (padres de las enfermedades existentes), hizo que rápidamente los
dejaran en paz, prometiendo no atacar nunca a sus hijos en el futuro. Cuando las otras personas vieron como la familia de Òrúnmìlà fue milagrosamente curada mientras miles morían diariamente, fueron a él en tropel para lograr la salvación mediante la adivinación. El declaro que fue Atakpa quien causo el problema que se había expandido a todos producto de su insaciable avaricia. Sin embargo, aconsejo que regresaran al lugar donde fueron atacados por los gusanos para servir a Echu con un chivo, maíz y todos los comestibles posibles. También recomendó que regresaran a sus casas con todo lo que encontraran en el sitio de los hechos. Con rapidez hicieron lo que se les dijo. Después de ejecutar el sacrificio, escucharon una voz que hablaba desde dentro de una calabaza cubierta que los dijo que la llevaran a la casa sin abrirla, prepararan un altar especial pare ella y le ofrendaran un carnero. La voz agrego que ellos sanarían después del sacrificio y proclamo que el nombre del parlante era "Sankpana". Esa es la razón por la que hoy algunas personas intercambian el nombre de Obaluwaye con el de Sankpana (en Cuba el nombre de Obaluwaye se conoce como Babaluaye - San Lázaro por lo que realmente San Lazaro. Babaluaye, Obaluwaye. Pata llaga, etc., no son más que nombres pertenecientes al mismo oricha, " Sankpana". Fue después de esto, que Òrúnmìlà partió para regresar junto a Olódùmarè en el Cielo Este ese Ifá ha puesto de manifestó que Sankpana es un ebora, (seres humanos que alcanzan el rango de divinidades por determinados hechos o circunstancias ocurridas en sus villas aquí en la Tierra), sin embargo dentro del cuerpo literario de Ifá, el Odù Ogbè Ògúndá nos muestra lo contrario, que la divinidad de la Epidemia existía ya en el Cielo y bajo a la Tierra siendo el representante de la casa de Igun. Veamos: En los tiempos que se poblaba por segunda vez la Tierra, Olódùmarè había creado cuatrocientas sesenta deidades subordinadas. La Tierra crecía y prosperaba con vigor, pero al Cielo llegaban noticias de que esta se había convertido virtualmente en el reino de Echu. Fue Ogbè Ògúndá quien revelo como las cuatrocientas sesenta divinidades fueron por adivinación pare saber que hacer para rescatar al mundo de las garras de Echu. En la adivinación los aconsejaron que dieran un chivo a Echu y que sirvieran todas sus cabezas juntas con un carnero padre, pare evitar así que anduvieran peleando unos con otros y contradiciéndose. Ellos se alegraron de rogar sus cabezas con un carnero padre pero rehusaron ofrecer un chivo a Echu, porque aquel era el gran enemigo de ellos, a quien venían a combatir a la Tierra. El lugar en que ellos rogaron sus cabezas en el Cielo es llamado Igun. Después de comer el alimento del sacrificio, cada uno decidió tomar un nombre antes de salir pare el mundo. Cuando aun no habían concluido de tomar sus nombres, Echu había influenciado las mentes de algunos de ellos. No obstante, decidieron ir y matar al cabeza de la casa de Igun. Sankpana, la deidad de la Epidemia, los retó pare que justificaran lo acción que se habían propuesto. Después de eso, sobrevino una pelea y al final, la mitad de ellos rehusó acompañar a los demás al mundo. Así fue como la mitad de las deidades subordinadas, permaneció en el Cielo, mientras
que la otra mitad vino al mundo. Aun antes que ellos dejaran el Cielo para venir a la Tierra a cumplir su objetivo contra Echu, ya estaban siendo tomados por Echu. Con este suceso Ogbè Ògúndá gana su nombre do Ogbè Oligun. 2 Sankpana es la divinidad de la viruela y las enfermedades contagiosas, pero hay quienes creen que en África este muy vinculado a la tierra cuando lo llaman Ayinon (el propietario de la tierra), otros confunden a este oricha con Orichaoko. Es justiciero, feroz, agresivo y vengativo. Solo pronunciar su nombre entre los yorubas inspira temor y ruborización. A los sacerdotes de esta divinidad se les ve usar vestidos muy bellos adornados con joyas de plata y cerrados con botones hasta arriba en señalización de alta dignidad. En el curso de las ceremonias efectuadas a Sankpana, se oyen canciones mordaces y satíricas que hacen la diversión de los asistentes. En otros cantos mas serios, dan consejos morales, amenazan a los que incurren en malas conductas y los invitan a replantearse sus formas de vida, danzan con ardor pare mostrar su fuerza y su potencia y probar que son invulnerables a los ataques de sus enemigos celosos y envidiosos. En Brasil aparece vestido de paja, cubierta la cabeza pare disimular su rostro roído por la lepra. Baila doblado en dos, como presa de dolores e imita los sufrimientos, las convulsiones y los temblores de fiebre. La orquesta toca un ritmo especial llamado Opa Nije que en yoruba significa "el que mata algunos y se los come" y cuando se manifiesta es acogido, con gritos de Atotóo. A Sankpana se le ve muy vinculado a orichas como Sàngó, Ògún y Olokún formando el cuarteto de las divinidades mas feroces y agresivas que existen. Las consagraciones de este oricha en tierras africanas son en extremo peligrosas, ultra secretas y distan mucho de las que se efectúan en Cuba. En tierras cubanas son de por sí ya muy controvertidas. Por ejemplo, en la zona de la ciudad de Matanzas, los descendientes de los "araras", consagran muy diferente a los de la Ciudad de La Habana, descendientes de los "lucumíes". Se establecen diferencias tales como, por ejemplo, los araras hacen hablar al oricha por el tablero de Ifá y solo los hijos directos de este pueden entregar la deidad a otros que la necesiten. Mientras que los que consagran a Sankpana en lucumí, lo hacen hablar por los cauries y si lo pueden dar sin ser hijos directos del oricha. Otra peculiaridad de las consagraciones en la ciudad de Matanzas, es que el itá, lo efectúa la deidad "montada" sobre el consagrado. En Ciudad de La Habana, otros entendidos consagran a Yemaye por Sankpana (San Lázaro). El culto de esta divinidad es muy difundido en tierras africanas. Sin embargo, en Cuba toma matices diferentes. Un grupo reducido rinde culto a este oricha de la forma tradicional pero individual, el resto lo homenajea el 17 de diciembre en un largo peregrinar hasta el afamado templo "El Rincón", situado en un pueblo del mismo nombre en las cercanías de Santiago de las Vegas, en la Ciudad de la Habana. Allí, hombres, mujeres y niños se dan cita para agradecer y cumplir promesas ante la imagen de San Lázaro (imagen católica), bajo el frío intenso característico de esa época.
En tierras africanas el santuario principal comunal de Sankpana siempre esta afuera de la entrada de la aldea o pueblo. Sobre un monten de tierra este colocada una agbada (vasija grande de barro cocido sin tapa, en cuyo interior las personas derraman aceite de palma, vino de palma y panes fríos de maíz. De esa forma cuida la entrada y evita que la viruela entre en el lugar. Se dice que repose al pie de un jaguey y se le invoca en la mata de framboyán. Habla de una forma sorda y balbuciente. Sus hijos o descendientes no deben bañarse en el mar, ni siquiera mirarlo, prohibición que dictó cuando era rey de Dahomey. Tiene como mensajeros a la mosca verde, los mosquitos, moscardones, escarabajos y gusanos. Sus devotos le ofrendan gallo colorado o jabao, aceite de palma, maíz cocinado, panes fríos de maíz, nueces de kola, cocos vendes de agua, jutía ahumada, pescado ahumado, paloma, guinea, codorniz y camera. En Cuba se le ofrenda chivo grande castrado, cerdo, toro, faisán, pato, fruta bomba, ruedas de cebolla, harina cruda, jengibre, higos, ciruelas, mangos, dátiles, tamarindos, marañones, casaba de yuca, etcétera. Constituye tabú para él el que se le ofrezca ajonjolí, aceite de sémola de maíz, calabaza, maíz frito, la flor de vicaria, el pan y la manipulación de sus atributos por parte de una mujer que se encuentre con el periodo menstrual. Significación que adquieren algunos alimentos pare Sankpana Maíz crudo: eripisela. Maní: lepra. Ajonjolí: la guerra. Frijoles: viruelas. Millo: sarampión, rubéola, escarlata. Huevo: la enfermedad. Gallo: la curación. Su planta favorita es la escoba amarga, que habita en Cuba, el resto de las Antillas Mayoras y algunas de las Antillas Menores, Bermudas, sur de los Estados Unidos, América Tropical y África. Las hojas se usan para baños como astringente. Su abuso origina constipación. Las hojas aplicadas por su parte superior cohíben las hemorragias capilares y la cara inferior determina la supuración de la herida. En Venezuela, la cáscara de los frutos se usa como pectoral y las tisanas las mezclan con las demás sustancias que gozan de asta propiedad. La corteza quita la fiebre. Muy efectivo como andante para hacer trabajar a Sankpana a favor de determinada persona. El cocimiento de las hojas y la raíz, combate la obesidad en baños corporales. Con esta hierba se cubren dos jícaras que en la regla de los arara contienen al oricha. Es una de las hierbas favoritas pare despojar y limpiar a los enfermos. Cualquier enfermedad se limpia con escoba amarga y maíz tostado. Con tres raíces en cocimiento se corta la fiebre. Toda la planta en infusión se utiliza contra el paludismo. Revienta los tumores y granos en cataplasmas y en polvo cura la tina, las eczemas y todas las erupciones de la piel.