ROMANTICISMO LATINOAMERICANO CONTEXTO HISTORICO SOCIAL: El romanticismo en Latinoamérica fue importado de Europa a finales del siglo XVIII y principios del XIX, comienza en 1780 con el movimiento de emancipación en Latinoamérica y luego con el surgimiento de algunas guerras civiles, todo tras el ideal de independencia, el cual comenzó con Brasil en 1822 y de allí en adelante con la independencia de más países. ‖ 1 ―
El romanticismo fue el que propuso con creciente nitidez desde 1830 unos ideales, un estilo y unas actitudes bien distintos de los de la época colonial que se había dejado atrás y que se quería olvidar; o al menos reinterpretar, en las áreas donde el empeño de rechazo no se dio de manera tan radical. A fin de cuentas, el movimiento romántico vino a cohesionar los intereses comunes y las mismas señas de identidad de las burguesías criollas. Dos de los aspectos que se maximizaron en América: uno, fue el nacionalismo y la búsqueda de lo originario; incluyó el nacionalismo lingüístico más certero en la insistencia que en los hallazgos verdaderos. Otro fue la identificación de cambio literario y transformaciones sociales y políticas. Los escritores que se adhirieron al credo romántico hicieron de él un arma política, sacrificando a menudo la creación literaria en aras de la eficacia política de sus escritos. No es de extrañar, por tanto, que fuera la narrativa el género literario más fecundo, mientras la poesía era las más de las veces descuidada cuando no infravalorada. La literatura latinoamericana nace propiamente con el Romanticismo junto con objetivos misioneros, tales como definir las identidades nacionales 1
http://www.monografias.com/trabajos36/literatura-latinoamericana/literatura-latinoamerica2.shtml
diferenciándolas de España, reconocer las características geográficas e históricas, revalorar el pasado prehispánico y combatir la esclavitud, revelar los usos, costumbres y tipos populares, plasmar los hechos heroicos de la insurgencia y las luchas posteriores en defensa de las soberanías, para crear conciencia nacional y tradición cultural. Se define como una actitud de inconformidad e inadaptabilidad que se manifiesta de dos modos: rebeldía y retiro. Este movimiento encontró condiciones propicias en suelo americano inspirado en gran parte por la Revolución Francesa. Aquí en América las guerras de Independencia eran románticas: La lucha por la libertad, Grandes hazañas militares, La participación del plebeyo en algunos países y condiciones anárquicas. En América, el romanticismo encuentra su mejor expresión en en la poesía y la novela. En teatro a diferencia de Europa no tuvo desarrollo por falta de grandes centros urbanos.‖2 ―
El Romanticismo se caracterizó por su entrega a la libertad de pensamiento y su idealización de la naturaleza. El contacto con la realidad era mínimo, y el predominio de la fantasía enorme, sólo superado por el del sentimiento. Para entender el origen del enfrentamiento social e interno que se produce en los territorios americanos hay que valorar el marco social y económico en el que se producen y que marcará la evolución de la actitud tanto de grupos sociales como de los diferentes territorios. ―El origen del criollismo corre paralelo al desarrollo de las sociedades americanas desde el siglo XVII. Los criollos constituyen la oligarquía 2
http://www.aldeaeducativa.com/aldea/SecuenciaTema3.asp?which=101&which1=Literatura&which2=E l%20Romanticismo
económica descendiente de los conquistadores-encomenderos del S.XVI, poderosos mineros y ricos comerciantes. Ante la ausencia de nobleza peninsular en los territorios americanos, esta élite económica, añade durante el final del XVII y mediados del XVIII poder social e incluso político con la compra de altos cargos de la administración a una arruinada monarquía. Al mismo tiempo irán surgiendo patriotismos regionales, como no podría ser de otra forma, que nacen del amor a la tierra de origen. Estos sentimientos se verán reforzados en ciertos sectores criollos por intereses económicos divergentes a los de la Monarquía. El fracaso en la articulación de un mercado nacional entre la península y América, la regionalización económica y el comercio libre, que en la práctica suponía el contrabando extranjero, enfocarán sus intereses hacia una economía de exportación. El desmoronamiento de la Monarquía en América comenzó en 1810 como reflejo de la grave crisis política en España durante la invasión francesa. Su manifestación fue el enfrentamiento entre dos sectores de la élite social americana que entendieron de manera diferente las soluciones políticas ante el vacío de poder producido por el secuestro de Fernando VII y el posible éxito de las tropas napoleónicas en la ocupación total de la Península. Unos, los criollos más liberales, verán la oportunidad de aunar poder político y económico a través de la creación de juntas que recojan el poder legítimo del pueblo, otros los fidelistas prefieren asegurar su posición y en aras de la estabilidad respetar la autoridad de la Península manteniendo a la antigua burocracia. La fuerte regionalización de Hispanoamérica marcará la evolución de cada virreinato, desde el autonomista y cohesionado por una oligarquía criolla
exportadora al fidelista Perú preocupado por una rebelión de castas inferiores si se producía inestabilidad política. La vuelta de Fernando VII, su renuncia a las salidas pactadas de índole autonomista y su toma de partido por el bando fidelista, radicaliza las posturas y convierte una contienda interna y civil en América en una guerra metrópoli-colonia. La fuerte represión convierte a los criollos autonomistas en patriotas e independientes. El pronunciamiento de Riego y el comienzo del gobierno liberal en España supone la definitiva disolución del dividido bando realista ante una política social y económica que atenta directamente en contra de sus intereses. Se busca una salida independiente, pactada y moderada en Nueva España y Guatemala y los patriotas reciben el impulso necesario para explotar la crisis de los realistas en Venezuela y Perú. Más tarde, desaparecida la Monarquía, falta el único elemento eficaz de unidad interterritorial y el regionalismo no tarda en imponerse como marco de las nuevas nacionalidades. Hispanoamérica logró su independencia al precio de su unidad.‖3 Para este momento varios representantes del romanticismo ya habían surgido a lo largo y ancho de América latina; impulsados por el sentimiento de libertad y emancipación de sus pueblos. Muchos de los cuales fueron también luchadores sociales, políticos, ensayistas y periodistas.
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http://www.satrapa1.com/articulos/moderna/independencia/hispanoamerica.htm
CARACTERÍSTICAS LITERARIAS: Su característica fundamental es la ruptura con la tradición clasicista basada en un conjunto de reglas estereotipadas. La libertad auténtica es su búsqueda constante, por eso es que su rasgo revolucionario es incuestionable. Debido a que el romanticismo es una manera de sentir y concebir la naturaleza, la vida y al hombre mismo que se presenta de manera distinta y particular en cada país donde se desarrolla; incluso dentro de una misma nación se desarrollan distintas tendencias proyectándose también en todas las artes.‖4 ―
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Espíritu individualista. El Romanticismo equivale a la rebelión del individuo, a la violenta exaltación de la propia personalidad. El "yo", al que ahora se le tributa un culto frenético, constituye el máximo objetivo de toda la vida espiritual. El mundo externo apenas conserva otro valor que el de mera proyección subjetiva. Agudo egocentrismo que tiene sus raíces en la doctrina enciclopedista (defensora de la postura crítica intelectual) y en el mundo prerromántico (rehabilitador del mundo de las emociones personales). El hombre romántico se caracteriza también por su aislamiento y soledad, temas básicos del Romanticismo. Su individualismo está marcado sobre todo por su conciencia aguda y dolorosa de la propia personalidad, de ser distinto de los demás, que en ciertos casos incluso deriva en un sentimiento de superioridad - su genio, su desgracia o infelicidad mayor que las de nadie -. Esta es la razón por la cual el yo del artista pasa a ocupar el primer plano de la creación. Los sentimientos
http://es.wikipedia.org/wiki/Romanticismo#Etimolog.C3.ADa
expresados en las obras románticas son los de sus creadores, quienes expresan su insatisfacción con el mundo, su ansia de infinito, su búsqueda del absoluto, su amor apasionado, su deseo vehemente de libertad, sus estados de ánimo, . Por este motivo la poesía lírica o la música son a lo largo de todo el siglo XIX las artes supremas.
El ansia de libertad : El ya mencionado individualismo del hombre romántico produce en él una protesta contra las trabas que hasta entonces tenían cohibido su espíritu, lo cual deriva consiguientemente en un ansia de libertad que se refleja en todas las manifestaciones de la época: el arte, la literatura, la música, la industria, el comercio, la conciencia,... Irracionalismo: Los románticos rechazan la razón y todo lo racional. Sus temas preferidos están relacionados con lo sobrenatural, la magia y el misterio. A estos románticos les falta un pensamiento sistemático y coherente; no comprenden ni interpretan el mundo de una forma global. Subjetivismo: En el romanticismo se le concede una gran importancia a las emociones, los sueños o las fantasías. Como formas de conocimientos principales se aceptan la intuición, la imaginación y el instinto; es decir impulsos no racionales, marcados por los sentimientos. La pasión se considera una fuerza superior a la razón. El espíritu idealista: Los románticos sienten una gran predilección por lo absoluto, lo ideal, en conexión con la filosofía idealista, esencialmente alemana, que se impone con fuerza en toda Europa durante la primera mitad del siglo. Por este motivo buscan desesperadamente la perfección, lo absoluto, lo cual explica, por una parte su necesidad de acción, su vitalismo, pero por otra, los anhelos insatisfechos que derivan en su
frustración e infelicidad. Ese vago aspirar hacia un mundo superior al de las realidades sensibles y que la razón no acierta a definir, cristaliza a menudo en unos ideales concretos, que el romántico se impone como norte de su vida: la Humanidad, la Patria, la Mujer. Hacia estos objetivos concretos el hombre romántico dirige sus ardorosos afanes: el sentimiento filantrópico, el ideal patriótico y el amor, al que a menudo se le une un vago misticismo.
Angustia metafísica: Al haber perdido la confianza en la razón, el ser romántico es por naturaleza alguien inseguro e insatisfecho, lo cual da lugar a la desazón vital romántica. El romántico siente la vida como un problema insoluble. Su instinto le denuncia la existencia de fuerzas sobrenaturales que escapan a todo conocimiento racional y una invencible angustia sobrecoge su ánimo. Se sabe víctima de un ciego Destino sin justificación lógica e increpa a la Naturaleza, que contempla impasible su dolor. La idea de infinito preside su vida; de ahí su inquietud febril y su terrible desequilibrio. Este aspecto es, sin embargo, también motor de la creación artística en la búsqueda constante del romántico de respuestas y soluciones a las dudas y problemas que se plantean. Choque con la realidad: Otro tema importante en el Romanticismo es el del desengaño que deriva del choque entre el yo hipertrofiado romántico y la realidad prosaica y gris que no da satisfacción a sus anhelos e ideales. El romántico - arrastrado por las imágenes que él mismo ha creado en su interior - se encuentra con que la realidad no responde a sus ilusiones. Este hecho lleva al hombre romántico, falto de serenidad para aceptar su ambiente, a un violento enfrentamiento con el mundo y a rebelarse contra todas las normas morales, sociales, políticas o religiosas.
Evasión: Otro tema importante en el Romanticismo es el del desengaño que deriva del choque entre el yo hipertrofiado romántico y la realidad prosaica y gris que no da satisfacción a sus anhelos e ideales. El romántico - arrastrado por las imágenes que él mismo ha creado en su interior - se encuentra con que la realidad no responde a sus ilusiones. Este hecho lleva al hombre romántico, falto de serenidad para aceptar su ambiente, a un violento enfrentamiento con el mundo y a rebelarse contra todas las normas morales, sociales, políticas o religiosas. Nacionalismo: En el Romanticismo aparece una cierta obsesión por buscar las raíces de cada pueblo en su historia, en su literatura, en su cultura. Es ahora cuando se inventa el concepto de pueblo como entidad espiritual supraindividual a la que pertenecen individuos concretos que comparten una serie de características comunes: lengua, costumbres, folclore. Así se comprende la revitalización de los antiguos poemas épicos y de las leyendas y tradiciones locales. Es evidente que estas ideas románicas se oponen frontalmente al espíritu universalista de la Ilustración.
REPRESENTANTES: PAIS
AUTOR
OBRA
Argentina
José Esteban Antonio Echeverría Espinosa
Argentina
José Hernández
México
Manuel Acuña
Elvira o la novia del Plata (1832) El Gaucho Martín Fierro (1872 ) El nocturno
Perú
Mariano Melgar
El cantero y el Asno
Colombia
Jorge Isaacs
María(1867)
Argentina
Domingo Faustino Sarmiento
Facundo
Argentina
José Mármol
Amalia
Colombia
José Eusebio Caro
Nicolasa y Bernardina
México
Manuel Ignacio Altamirano
Clemencia
México
Guillermo Prieto
El romance Nacional
México
Vicente Riva Palacio
Monja y Casada
México
José Joaquín Pesado
Perú
Ricardo Palma
Escenas del campo y de la aldea de México. Tradiciones Peruanas.
Perú
Carlos Augusto Salaverry
Diamantes y Perlas
Argentino
Eduardo Gutiérrez
Pastor Luna
Chile
Alberto Blest Gana
Martin Rivas
El Salvador
José Batres Montufar
El reloj
Perú
Manuel Nicolás Corpancho
El Poeta Cruzado
Perú
José Arnaldo Márquez
La bandera de Ayacucho
José Rafael Hernández y Pueyrredón (10 de noviembre, 1834 – 21 de octubre, 1886) fue un escritor argentino nacido el 10 de noviembre de 1834, en las chacras de Perdriel, partido de San Martín, provincia de Buenos Aires. Sus padres fueron Don Rafael Hernández y Doña Isabel de Pueyrredón, prima hermana de Juan Martín de Pueyrredón. Fue un autodidacta. Entre 1852 y 1872, época de gran agitación política, defendió el sexo como expresión de naturaleza salvaje, influido por su padre en la infancia, ya que vio a su padre mantener relaciones con varias mujeres ante el. También defendió que las provincias no debían permanecer ligadas al gobierno de Buenos Aires. En 1853 viste uniforme militar y combate en la batalla de San Gregorio contra las fuerzas del coronel federal Hilario Lagos. En marzo de 1857 se instala en la ciudad de Paraná. Allí conoce a Carolina González del Solar, con quien se casa y tiene siete hijos.1 Combatió luego bajo las órdenes de Justo José de Urquiza, intervino en las batallas de Cepeda y Pavón. Participó en una de las últimas rebeliones federales, dirigida por Ricardo López Jordán, un importante movimiento cuyo primer intento de acción finalizó en 1871 con la derrota de los gauchos y el exilio de Hernández en el Brasil. Después de esta revolución, siguió siendo por corto tiempo asesor del general revolucionario, pero con el tiempo se distanció de él. A su regreso a la Argentina, en 1872, continuó su lucha por medio del periodismo. También desempeñó los cargos de Diputado y Senador de la provincia de Buenos Aires. Ocupando este último cargo, defendió la
federalización de Buenos Aires en un memorable discurso, enfrentándose a Leandro N. Alem. Pero fue a través de su poesía como consiguió un gran eco para sus propuestas, y la más valiosa contribución a la causa de los gauchos. El gaucho Martín Fierro (1872) y su continuación, La vuelta de Martín Fierro (1879), en conjunto, forman un poema épico popular. Es generalmente considerada la obra cumbre de la literatura argentina. Desde ese mismo año hasta 1881 se desempeñó como Senador por la Provincia de Buenos Aire En 1886 muere en su quinta de Belgrano. En su homenaje, el 10 de noviembre (aniversario de su nacimiento) se festeja en la Argentina el Día de la Tradición.
Obra Se inició en la literatura con algunas composiciones poéticas cultas, sin mayor fortuna. Fue en la poesía gauchesca donde encontraría su inspiración. En 1863 escribe Rasgos biográficos del general Ángel Peñaloza, en donde narra la vida de éste famoso caudillo riojano y que es llamado Vida del Chacho a partir de la segunda edición. Instrucción del Estanciero trata sobre las posibilidades económicas del campo argentino con consejos para el hombre de estancia. La descripción gaucha Los treinta y tres orientales y varios escritos dispersos que fueron recopilados póstumamente en Prosas del autor del Martín Fierro (1834-1886).
El 28 de noviembre de 1872 el diario La República anuncia El gaucho Martín Fierro (Martín en honor a Martín Güemes) y lo publica en forma de entregas. En diciembre aparece editado por la imprenta La Pampa, precedida por una importante carta del autor a su amigo y editor Don José Zoilo Miguens. La obra comenzó a venderse en las zonas rurales. Era leída en grupo, en fogones o pulperías y su gran éxito se debió a que pintaba con veracidad las vicisitudes del gaucho y los paisanos se reconocían en la desgracia del protagonista. En 1879 se publica la continuación de la obra, llamada La vuelta de Martín Fierro, en una edición ilustrada por Carlos Clérice. Ambas partes conforman el Martín Fierro, extenso poema nativo calificado de obra maestra en su género, que logra la interpretación sociológica de una época y de una sociedad, aúna lo lírico, lo descriptivo, lo satírico y lo épico, alcanzando los caracteres de una epopeya. El gran mérito de José Hernández fue el de llevar a la literatura la vida de un gaucho contándola en primera persona, con sus propias palabras e imbuido de su espíritu. En el gaucho, descubrió la encarnación del coraje y la integridad inherentes a una vida independiente. Ésta figura era, según él, el verdadero representante del carácter argentino. Lo que el autor no consiguió en su actividad política lo obtuvo por medio de la literatura. A través de la poesía consiguió un gran eco para sus propuestas, y el Martín Fierro fue su más valiosa contribución a la causa de los Gauchos.
Obras
Vida del Chacho - 1856 La vuelta de Martín Fierro - 1879 Instrucción del Estanciero - 1881
El Gaucho Martín Fierro - 1872
Es un poema narrativo de José Hernández, obra literaria considerada
ejemplar del género gauchesco en Argentina, Uruguay y Río Grande del Sur (al sur de Brasil). Se publicó en 1872 con el título El Gaucho Martín Fierro , y su continuación, La vuelta de Martín Fierro , apareció en 1879. Narra el carácter independiente, heroico y sacrificado del gaucho. El poema es, en parte, una protesta en contra de la política del presidente argentino Domingo Faustino Sarmiento de reclutar forzosamente a los gauchos para ir a la frontera contra el indio. Aquí me pongo a cantar, Al compás de la vigüela que al hombre que lo desvela una pena estrordinaria, como el ave solitaria Con el cantar se consuela.
José Hernández, primera estrofa del Martín Fierro . Leopoldo Lugones, en su obra literaria El payador calificó a este poema como "el libro nacional de los argentinos" y reconoció al gaucho su
calidad de genuino representante del país, emblema de la argentinidad. Para Ricardo Rojas representaba el clásico argentino por antonomasia. El gaucho dejaba de ser un hombre "fuera de la ley" para convertirse en héroe nacional. Leopoldo Marechal, en un ensayo titulado Simbolismos del "Martín Fierro" le buscó una clave alegórica. José María Rosa vio en el "Martín Fierro " una interpretación de la historia argentina. Este libro ha aparecido literalmente en cientos de ediciones y fue traducido a más de 70 idiomas. Entre ellos al esperanto y la última fue al quichua, tras nueve años de trabajo, por Don Sixto Palavecino y Gabriel Conti.
Argumento En El Gaucho Martín Fierro, un gaucho es reclutado para servir en un fortín, defendiendo la frontera argentina contra los indígenas. Su vida de pobreza, es algo muy frecuente en la literatura de la época romantizada; sus experiencias militares no lo son. Después, Fierro se convierte en un fugitivo perseguido por la policía. Estando en batalla contra ellos, consigue un compañero: el sargento Cruz, que inspirado por la valentía de Fierro se une a él en medio de una batalla. Ambos se ponen en camino para vivir entre los indios, esperando encontrar allí una vida mejor. Así, concluyendo en que es mejor vivir con los salvajes, que en lo que la 'civilización' les preparaba, termina la primera parte publicada en 1872 con el título El gaucho Martín Fierro. Siete años más tarde, en 1879,José Hernández publicó "La vuelta de Martín Fierro". El que maneja las bolas,
el que sabe echar un pial o sentarse en un bagual sin miedo de que lo baje, entre los mismos salvajes no puede pasarlo mal.
En su continuación, "La vuelta de Martín Fierro", con el autor en una situación diferente, el perfil ideológico cambia y se aconseja al gaucho adaptarse a la civilización que antes se había despreciado. Existencia histórica del personaje llamado Martín Fierro Aún se especula si existió efectivamente un gaucho llamado Martín Fierro en el pago y hacia el tiempo en que Hernández sitúa su poemanovela. Algunos aducen que efectivamente, por la zona del Tuyú e incluso de la entonces llamada Lobería Grande (actual ciudad de Mar del Plata), lugar en donde los Hernández llegaron a poseer una estancia y donde el autor pasó gran parte de su niñez y juventud, vivió un gaucho "matrero" (rebelde) con ese nombre y ese apellido (bastante comunes). La mayoría de los críticos literarios y gran parte de los historiadores, sin embargo, suponen al personaje del poema como un sujeto ideal y paradigmático de los gauchos hasta los años 1880, teniéndose en cuenta que el gaucho Don Segundo Sombra existió realmente más allá de su literaturización; en todo caso en la Costa Atlántica bonaerense, entre los cardales, dunas y, sobre todo, los densos bosquecillos de curru mamil que se encontraban en torno a la que luego sería Mar del Plata; está documentado, sobre todo tras la batalla de Caseros y en tiempos de la Guerra de la Triple Alianza, que se refugiaban muchos
gauchos tenidos por "vagos" (sin papeleta de "conchabo") y "malentretenidos". Peculiaridades lingüísticas De la lectura de los prólogos que acompañaron a la obra se extrae la clara conclusión de que el autor prentendió reflejar el lenguaje de los gauchos. Esto derivó en un intenso estudio de la lengua de la obra por parte de la crítica en busca de emparentarla con el habla gauchesa. Autores españoles como Unamuno o Azorín se esforzaron en encontrar relaciones entre el habla del poema y la de los campesinos de la península. Por su parte algunos autores argentinos como Leumann dirigieron sus estudios hacia lo original de esa modalidad lingüística llegando a calificarla como genuino idioma nacional argentino .1 Especialmente polémica resulto la aportción de Américo Castro que defendía de modo radical la idea de que el habla gauchesca no era otra cosa que una prolongación del habla medieval castellana.2 Más relevante resulta el interés del autor por tratar el habla rural de forma digna lo que le valió alguna crítca de su contemporáneos que le reprocharon el uso de un habla inculta. Si bien este uso de la lengua entronca con toda la literatura gauchesca anterior, es Hernández quién la elevó a lengua literaria plena. Parte de la crítica ha señalado una cierta inestabilidad en la transcripción fonética de las palabras y un escaso dominio de la ortografía académica.3 Al margen de esta inestabilidad algunos de los rasgos característicos del poema son:
Cierre de e en i: lición por lección Reducción vocálica: pacencia por paciencia Reducción de los grupos consonánticos vitima por víctima
En la terminación -ado se pierde la d. Ante el diptogo ue f pasa a j: juego por fuego d pasa a l (alquirir en lugar de adquirir Frecuente aspiración de h ; juir por huir g en el grupo h+ue: güella . Igualmente está generalizado el uso del voseo y de indigenísmos como bagual o tape 4
Adaptaciones En 1968 apareció una versión cinematográfica del poema dirigida por Leopoldo Torre Nilsson, con Alfredo Alcón en el rol protagónico. El 8 de noviembre de 2007 se estrenó una adaptación animada del poema dirigida por Norman Ruiz y Liliana Romero, con guión de Horacio Grinberg y Roberto Fontanarrosa, que también aportó sus dibujos. Con Daniel Fanego en la voz de Martín Fierro, Juan Carlos Gené como Juez de Paz, Damian Contreras y Roly Serrano como Gaucho Matrero.
Jorge Isaacs
(Santiago de Cali, Valle del Cauca, 1 de abril de 1837 - Ibagué, Tolima, 17 de abril de 1895) fue un novelista colombiano del género romántico. Su padre era un judío inglés procedente de Jamaica, que se instaló primero en el Chocó, donde se enriqueció con la explotación minera aurífera y el comercio con Jamaica, y después en Cali, donde era dueño de 12.500 hectáreas. Allí, tras convertirse al cristianismo y obtener la ciudadanía colombiana, se casó con Manuela Ferrer Scarpetta, hija de un oficial de la Marina española llamado Carlos Ferrer. De la unión de ambos nació, en
1837, Jorge Isaacs. El padre fue propietario de tres haciendas cerca de Cali, llamadas "La Manuelita", "Santa Rita" y "El Paraíso" o la casa de la sierra. Ésta última, propiedad de la familia entre 1855 y 1858, será el escenario de la obra más importante del escritor, su novela María . "El Paraíso" está conservado hoy día como museo, con numerosas referencias a esta novela. Se sabe poco de su infancia. Se sabe que se educó primero en Cali, luego en Popayán, y por último en Bogotá, entre 1848 y 1852, durante los años de gobierno de José Hilario López. En su poesía, Isaacs evoca el Valle del Cauca como el espacio idílico en que transcurrió su infancia, y la marcha a Bogotá debió suponer para él un paso difícil. Regresó a Cali en 1852, parece ser que sin haber terminado sus estudios de bachillerato. En 1854 luchó en las campañas del Cauca contra la dictadura del general José María Melo, por espacio de siete meses. Su familia atravesó por entonces una difícil situación económica a causa de la guerra civil. En 1856 se casó con Felisa González Umaña, que contaba por entonces catorce años, y que le daría abundante descendencia y perseverancia para que se escudara de ellos fue un famosisimo escritor que atravesó Europa, Asia y África. Intentó dedicarse al comercio, sin demasiado éxito, y probó suerte con la literatura. Sus primeros poemas datan de los años 1859-1860; en la misma época, emprende la escritura de varios dramas históricos. En 1860 tomó de nuevo las armas para combatir al general Tomás Cipriano de Mosquera, que se había levantado contra el gobierno central, y combatió en la batalla de Manizales. En 1861 murió su padre; terminada la guerra, Isaacs regresó a Cali para encargarse de los negocios paternos, llenos de deudas. Tuvo que desprenderse de las haciendas "La Rita" y "La Manuelita".
Sus desventuras económicas le llevaron en busca de abogados a Bogotá, donde encontró eco su actividad literaria. Leyó sus poemas a los miembros de la tertulia "El Mosaico", quienes decidieron costear su publicación (Poesías , 1864). En 1864 supervisó los trabajos del camino de herradura entre Buenaventura y Cali; durante el año en que desempeñó este trabajo, comenzó a escribir su novela María . En esta época también, debido a lo insalubre del clima, contrajo el paludismo, enfermedad de la que terminaría por morir a los 58 años de edad. María se publicó finalmente en 1867, y tuvo un éxito inmediato además fue
traducida a 31 idiomas, tanto en Colombia como en otros países de Latinoamérica. Isaacs se convirtió en una figura muy conocida en su país, y dio comienzo a una dilatada carrera periodística y política. Como periodista, dirigió en 1867 el diario La República , de orientación conservadora moderada, donde publicó artículos de tema político. Militó al principio en el partido conservador, pero después se unió al partido radical y, en 1870, fue nombrado cónsul general en Chile. A su regreso, intervino activamente en la política del Cauca, tanto como editor de periódicos como representando a su departamento en la Cámara de Representantes. Intervino de nuevo en las luchas políticas de 1876, en las que tomó de nuevo las armas. Fue expulsado de la Cámara de Representantes en 1879, a raíz de un incidente en que Isaacs, ante una sublevación conservadora, se proclamó jefe político y militar de Antioquia. Tras este incidente, se retiró de la política, y publicó, en 1881, el primer canto de un extenso poema que no llegó a concluir, titulado Saulo . Nombrado secretario de la Comisión Científica, exploró el departamento de Magdalena, en el norte de Colombia, hallando importantes yacimientos de carbón, petróleo y hulla. Los últimos años de su vida los pasó retirado en la
ciudad de Ibagué (donde había dejado alojada su familia años antes), en el estado de Tolima, proyectando una novela histórica que habría de ser su obra maestra y que jamás llegó a escribir. Murió en Ibagué el 17 de abril de 1895, siendo su última voluntad que su cadáver fuera enterrado en Medellín, la tierra de Córdova a la que había dedicado uno de sus poemas; no obstante, siempre expresó su amor por el Cauca: «¡Sí, mucho amo al Cauca, aunque es tan ingrato con sus propios hijos!»
Obra
La obra literaria de Isaacs se reduce al libro de poemas que publicó en 1864 y a su única novela, María (1867), considerada una de las obras más destacadas de la literatura hispanoamericana del siglo XIX. La novela, basada en experiencias románticas, tiene un tono elegíaco, y narra la historia de los amores trágicos de María y su primo Efraín, en el Valle del Cauca. Como el propio autor, Efraín debe abandonar el Cauca para seguir estudios en Bogotá. Deja en el Cauca a su prima María, de la que está enamorado, y con la que vive un romance a su regreso, seis años después. Efraín y María están juntos durante tres meses, al cabo de los cuales el joven debe viajar a Londres para completar su educación. Cuando regresa, dos años después, descubre que María ha muerto. Efraín no encuentra consuelo, y parte, sin saber muy bien a dónde. Mas la leyenda es que Maria en realidad vivió, su nombre era María Mercedes Cabal. La obra se ha relacionado con Chateaubriand, pero puede encontrarse también en ella un sentimiento ominoso de la existencia que recuerda a Edgar Allan Poe. La novela destaca por el sentimiento del paisaje, así
como por la calidad artística de su prosa. Puede considerarse precursora de la novela criollista de las décadas de 1920 y 1930.
María
es una novela romántica escrita por el autor vallecaucano Jorge Isaacs en el año de 1867, que tiene lugar en la hacienda «El Paraíso », ubicada en el municipio El Cerrito en el Valle del Cauca, en la que Isaacs realmente vivió. Aunque esta novela es clasificada como romántica, llegan a resaltar pocos momentos de humorismo; se pueden observar en las bromas que hace el padre de Efraín a María, o las bromas de María Y Efraín, siempre llenas de respeto. María por su tema y estructura conserva todas las características de la novela sentimental que en Francia había llegado a su apogeo con Atala de Chateaubriand y Pablo y Virginia de Saint Pierre. La novela presenta muchos aspectos asimilados de sus modelos franceses; pero su gran originalidad consiste en que pone por primera vez, como idilio romántico el ambiente real de la naturaleza americana. El eje central de la novela es la relación de los desdichados amores de dos adolescentes: Efraín, hijo de un hacendado de la región del Cauca, y su prima María. Este idilio va a tener como marco el bucólico ambiente natural de esa región colombiana.
Trama Al comienzo de la novela Efraín es enviado a estudiar a Bogotá y es despedido por su madre, su hermana Emma y su prima María, aún de corta edad. Tras seis años de ausencia, Efraín regresa al hogar paterno y encuentra que su prima María se ha convertido en una bellísima adolescente. Ambos jóvenes se enamoran y en un ambiente de paisajes líricos rodeados por los suyos, viven su pasión amorosa y romántica. De forma repentina, María cae enferma, víctima de ataques de epilepsia, el mismo mal por el que murió su madre. Ante esto, Efraín atraviesa a caballo el río, en medio de una creciente, para traer al médico que sanará a María. La joven mejora aparentemente por lo que el idilio continúa desarrollándose. El padre de Efraín decide envíarlo a Europa a terminar sus estudios de medicina, lo que hace que los jóvenes enamorados se vean obligados a separarse en medio de fervientes promesas. Durante un año la relación se mantiene mediante cartas, hasta que Efraín recibe la noticia de que María ha empeorado y sólo su presencia podría salvarla, por lo que emprende el regreso, pero cuando llega, María había muerto. Para Efraín fue muy dolorosa su partida por que fue la pérdida de su gran amor, y sumergido en su tristeza arranca la mata de rosas que María había sembrado como símbolo de su amor, recorre todos los lugares que disfrutaron hasta llegar a la tumba de su amada, y postrado en ella observa como el canto de un pájaro negro posado en la tumba, confirma la partida de su eterno amor. Allí, le coloca la mata de rosas y Emma, su hermana, le entrega las trenzas que María se había cortado antes de morir así como sus últimas palabras.
Además de la trama sentimental, surgen en María otros elementos que forman parte de la materia novelesca y que interrumpen a trechos la narración; lo cual va a servir a Isaacs para pintar las características sociales y las costumbres del Cauca. Estas historias son: la cacería de un tigre, la fiesta del matrimonio de unos campesinos, el rodeo, el velorio de la negra Feliciana, la historia de Salomé, el viaje de regreso de Efraín y el episodio de Nay y Sinar. El tiempo de la trama
Capítulo
Edad de Efraín
Fechas
Cap. I
13 años
1848
19 años
Agosto de 1854 a 30 de enero de 1855
20 años
21
Cap. II Cap. LVIII Cap. LIV Cap. LV Cap. LVI
Lugar
Tiempo transcurrido
Valle del Cauca y Bogotá DC
6 años y 5 meses
Enero de 1855 a junio de 1856
Londres
17 meses
25 de julio
De
1 mes
años Cap. LIX
Cap. LXI
Cap. LXII
Cap. LXIII Cap. LXV
de 1856 a fines de agosto de 1856
Panamá a Cauca
De fines de agosto a 10 de septiembre de 1856 (Muerte de María)
Valle del Cauca
10 de septiembre a 13 de septeimbre de 1856
15 días
Cali
3 días Valle del Cauca
María en la novelística hispanoamericana El Romanticismo marca el florecimiento de la novela, que se cultiva especialmente en México, Chile y Argentina. Sus numerosas manifestaciones abarcan novelas históricas, político-sociales y sentimentales. Sin embargo, es en Colombia donde aparece la novela romántica más exitosa, María , de Jorge Isaacs, que responde a las características de la novela sentimental:
relato en primera persona;
adopción de la forma de un libro de memorias; título con el nombre de la protagonista; asunto que desarrolla las alternativas de una amor casto e imposible; protagonistas signados por el dolor, la separación y la muerte; hechos que se desenvuelven en un marco natural, que acompaña con sus mutaciones los vaivenes del idilio.
A Samuel Richardson (1689-1761), novelista inglés prerromántico, se lo señala como creador de la especie. Su Pamela o la virtud recompensada (1740) inauguró una larga serie: La nueva Eloísa (1761), de Rousseau (1712-1778), Die Leiden des jungen Werthers (1774), de Goethe (17491832); Paul et Virginie , de Saint-Pierre (1737-1814); Atala (1801), de Chateaubriand (1768-1848) y Graziella (1852) de Lamartine (1790-1869). Estas últimas influyen en María, como se desprende de los evidentes paralelismos que existen entre sus respectivos protagonistas, en cuanto a carácter y destino. Por otra parte, el propio autor lo indica, al presentar a María y Efraín leyendo la novela de Chateaubriand, y adivinando, a través de ella, su propio destino. Estructura de la novela La novela consta de sesenta y cinco capítulos. Los precede una dedicatoria, «a los hermanos de Efraín», en la que el autor, oculto tras la figura de quien ejecuta un encargo, presenta los hechos como ocurridos tiempo atrás. Anticipa, asimismo, el final del protagonista —"a quien tanto amasteis y que ya no existe"— y subraya el carácter doliente de la obra: [...] ¡si suspendéis la lectura para llorar, ese llanto me probará que la [misión] he cumplido fielmente!
Estas palabras apuntan a presentar la novela como documento de una realidad vivida. Aspecto este último al que también contribuyeron el uso de la primera persona narrativa y la intercalación de numerosos pasajes autobiográficos. Puede afirmarse que el hilo conductor de la materia novelada se da en la historia sentimental de María y Efraín, verdadero ejemplo de amor idílico. En este primer nivel de la narración, se entrelazan las descripciones de los ambientes en los que se desarrolla la trama: la naturaleza del Valle del Cauca (espacio abierto), y las características arquitectónicas de El Paraíso , la hacienda de los Isaacs (espacio cerrado). Sus secuencias configuran un triple recorrido por un mundo real, pero idealizado. Recorrido nostálgico que actualiza el idilio, el espacio abierto y el cerrado, y cuyo final reelabora el "mito primordial del Edén perdido, objetivado, en este caso, por la pérdida del hogar paterno, de la amada y del paisaje paradisíaco. Sobre esta línea narrativa de base se engarzan una serie de microrrelatos, muchos de carácter costumbrista; en su gran mayoría, cortas historias de amor, cuyos avatares duplican los vividos por Efraín y María. Así ocurre con el noviazgo y la boda de Braulio y Tránsito (Cap. XXXV), con la de Bruno y Remigia (Cap. V), y, especialmente, con la historia de Nay (Feliciana) y Sinar (Cap. XL), señalada con justicia como ejemplo del exotismo romántico. Otros, como la caza del tigre (Cap. XXI), y la del ciervo (Cap. XXV), contribuyen a subrayar lo costumbrista al resaltar las virtudes de Efraín.
Adaptaciones La historia de amor de Efraín y María ha sido adaptada repetidas veces para el cine, el teatro y la televisión, así como ha inspirado espectáculos de ballet. Según la Fundación Patrimonio Fílmico Colombiano las principales adapataciones audiovisuales de la novela son hasta el momento las siguientes:1 1. 1918, México, Rafael Bermúdez Zataraín 2. 1922, Colombia, Máximo Calvo y Alfredo del Diestro 3. 1938, México, Chano Urueta 4. 1956, Colombia, Bernardo Romero Lozano 5. 1966, Colombia, Enrique Grau 6. 1970, Colombia, Alfonso Castro Martínez 7. 1972, Colombia, México, Tito Davison 8. 1972, Colombia, Luis Eduardo Gutiérrez 9. 1985, Colombia, En busca de María, Jorge Nieto y Luis Ospina 10. 1988, Colombia, telenovela, Juan Fernando Gutiérrez 11. 1991, Colombia, serie de tv, Lisandro Duque Naranjo con libreto de Gabriel Garcia Marquez 12. 1995, Colombia, María Ballet, Pepe Bayona Igualmente en 1903 fue estrenada en Medellín la versión en ópera con música de Gonzalo Vidal y ha tenido varias adaptaciones radiales como la realizada con libreto de Bernardo Romero Lozano.2